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LAS PROMESAS DE DIOS SON VERDADERAS

TEXTO: Jos.21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la
casa de Israel; todo se cumplió.
1. CONDICIONES DE DIOS PARA CUMPLIR SUS PROMESAS

Dios pone condiciones en todas las promesas que usted encontrará a través de las Sagradas
Escrituras; pero, sino antes, después de la promesa, viene la condición, no hay bendición sin
condición.
“Ahora pues, si dieres oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro
sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.” Éxodo 19:5.

Dios pone condiciones en todas las miles de promesas que usted encontrará a través de las
Sagradas Escrituras; pero, sino antes, después de la promesa, viene la condición, no hay
bendición sin condición. Dios tiene en sus manos el poder, Él es el dueño de los cielos, de la
tierra, del mundo, del oro, de la plata, y todo lo que en existencia hay. Dios tiene la facultad de
ejecutar lo que Él quiera, pero la promesa con la cual el Señor se compromete, es veraz,
verdadera y eficaz, y todo hombre mentiroso. El hombre se caracteriza por la facilidad de
prometer, pero cuando se trata de Dios, las cosas cambian categóricamente. Cuando Dios
promete, su promesa se cumple. Por tanto, “cuando a Dios haces promesa, no tardes en
cumplirla; porque Él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que
no prometas, y no que prometas y no cumplas.” (Eclesiastés 5:4, 5). Si el Señor hiciera la
promesa de llenar cierto lugar, la misma conllevara una condición y un compromiso, porque
todos seremos participes de tal bendición. Si no nos movemos no habrá promesa. Por tanto, las
promesas no se cumplirán si nosotros no cumplimos la condición.

1.1. La Palabra comienza diciendo esta frase: “Si diereis oído a mi voz”. Hay muchas
Iglesias, grupos y congregaciones que les gusta oír la música, las alabanzas y son agradables;
pero cuando viene el compromiso de escuchar la Palabra de Dios, se levantan y se van, pero el
Señor dice: “Si diereis oído a mi voz”. Si oyes atentamente su voz algo ha de acontecer, si
guardamos su Palabra y la ponemos por obra entonces se cumplirán esas promesas. Satanás
que conoce esto, siempre estorbará para desviar la atención. El compromiso comienza con la
necesidad y la responsabilidad de oír a Dios, sea dura la voz, sea una orden, una exhortación,
una reprensión, hay que estar dispuestos a oír su voz. La Palabra dice: “exhorta y reprende” (2
Tim. 4:2; Tito 2:15). Pero las reprensiones no gustan a todo el mundo.

1.2. La segunda condición es: Si hicieres todo lo que yo te dijere. Hay personas que
trozan la Palabra, que quitan la condición y añaden la bendición para ellos, diciendo cosas que
Dios no ha dicho. Si usted está dispuesto a oír la voz de Dios y hacer lo que Él le diga; entonces,
se cumplirá en usted su promesa, no se preocupe de enemigos ni de quién lo va afligir, porque
de ellos se encargará el Señor. En Éxodo 19:5, leemos: “Ahora pues, si dieres oído a mi voz, y
guardareis mi pacto (hay dos condiciones), vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los
pueblos porque mía es toda la tierra (esta es la promesa)”. ¿Está guardando el pacto, o está
echando mano a la promesa, como robando algo que no nos corresponde? Porque esto nos
viene a corresponder cuando cumplimos la bendición, es cuando podríamos decir que somos su
especial tesoro.

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Deuteronomio 28:1 nos dice: “Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios,
para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también
Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.” Aquí se presenta una promesa
en cadena, de muchas cosas que Dios promete pero con fuertes condiciones. Hay personas que
han honrado a Dios, que entraron como conserjes en una empresa, y hoy son gerentes, jefes de
personal que comenzaron limpiando baños en la empresa, ahora son los jefes, los que tienen
40 o 50 personas bajo su cargo, porque honraron a Dios, y Él los exaltó poniéndolos por encima
de otros.

En Deuteronomio 28:2 leemos: “Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si


oyeres la voz de Jehová tu Dios.” Mucha gente se ha perdido la bendición de Dios porque no
tiene ningún interés de oír la voz de Dios. Van al templo a dormir, a hablar y a platicar con
otros, hasta dicen chistes mientras el predicador imparte el mensaje, por tanto, están ahí pero
como no están oyendo, la mente está en otro lugar, la Palabra de Dios no puede producir
efectos. Cuando oímos la Palabra ella produce fe y efectos extraordinarios, todo aquél que deje
de escuchar a Dios la bendición se apartará de él.

2. PORQUE DIOS SIEMPRE CUMPLE SUS PROMESAS

2.1. Es Dios: dueño de todo. Todo esta bajo su control. En el no hay escasez
2.2. No es hombre: Num.23.19
2.3. Es inmutable: no cambia Heb.13:8
2.4. Porque juro por si mismo. Por amor a u nombre
2.5. Porque tenemos un buen aval: cristo 2Co.1:20
2.6. Porque es un padre bueno: honra a los que le honran

3. COMO ALCANZAR LAS PROMESAS DE DIOS

3.1. LA FE: Ro.4:13..


3.2. LA PACIENCIA, Heb.11:12, 15
3.3. HACIENDO LA VOLUNTAD DE DIOS Heb.10:36
3.4 PERSEVERANCIA. Heb.6:12 Entonces, no se volverán torpes ni indiferentes
espiritualmente. En cambio seguirán el ejemplo de quienes, gracias a su fe y perseverancia,
heredarán las promesas de Dios.
El último libro de la Biblia cierra con una promesa que debe llenar de esperanza y expectativa el
corazón del creyente: «El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve.
Amén; sí, ven, Señor Jesús» (Ap 22:20),( Tit 2:11-14)

 Jos.21:45 No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la
casa de Israel; todo se cumplió.
 1Re.8:56 Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo
que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su
siervo, ha faltado.

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4. PONER EN PRÁCTICA LO QUE DICE SU PALABRA.
4.1. Esforzarnos.- Dt.31:7- “Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel:
Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus
padres que les daría, y tú se las harás heredar”
Siempre debemos creer en las promesas que Dios nos da a través de su palabra, porque Dios no
es hombre para mentir, él quiere que vivamos una vida conforme a su voluntad. El esforzarnos
nos garantiza la seguridad de ver los obstáculos en la vida de manera diferente, debemos
esforzarnos a tener la mente puesta en Cristo y ellos se harán pequeños ante nosotros.

4.2. Ser valientes.- (Josué 1:9) “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no
temas, ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”
El amor de Dios es tan grande, que él nos dice: que donde vayamos él estará con nosotros.
Estas palabras nos certifican que Dios está en medio de nosotros dándonos la fortaleza para
salir de los procesos en los que nos encontramos, que tu crisis no te haga creer que él se olvidó
de ti.

(Dt. 31:8) “Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no


temas ni te intimides” Este pasaje nos garantiza que Dios nos manda a ser valientes en medio
de las pruebas porque él está en medio para darnos la victoria

5. EMPEDIMIENTOS PARA ALCANZAR LAS PROMESAS DE DIOS

5.1. EL PECADO: 2Co.7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el
temor de Dios. 2Pe.1:4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas,
para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la
corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;
5.2. LA PEREZA: Heb.6:12 a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos
que por la fe y la paciencia heredan las promesas” También hay miles de promesas en la Biblia.
Las promesas son para todos, son universales, lo que ocurre es que no todos llegamos a
alcanzarlas porque para apropiarnos de éstas, no podemos quedarnos de brazos cruzados
“esperando que caigan del cielo”, tenemos que trabajar y luchar con el fin de hacerlas
nuestras.
Tristemente no todos están dispuestos a trabajar para llegar al cumplimiento de las promesas.
Algunos quieren la promesa pero no están dispuestos a pagar el precio por ella, sobretodo,
cuando vemos en la Palabra de Dios que, en la mayoría de los casos, el cumplimiento de una
promesa está condicionado a la obediencia a un mandamiento.

5.3. LA DESOBEDIENCIA: Dios, reta, motiva, ordena cuando da sus promesas, pero nosotros
no acatamos. “Mira que te mando” Jos.1:9 “traed todos los diezmos y ofrendas” Malq.3:10.
Dios nos pedirá a cambio algo ¿estamos dispuestos a dárselo? Heb.11:17… Después de un
mandato, “… levántate y pasa este Jordán…”, Dios le da varias promesas de bendición. Dios les
va a entregar a los hijos de Israel la tierra de Canaán, ya que Él es dueño de toda la tierra. “De
Dios es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan” (Salmos 24:1).

Si Dios dice algo, está hecho. Si Él promete algo, no dudes, pues Él es el dueño de todo, pues
tiene todo el poder y la autoridad.

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Lo interesante aquí es que aunque la tierra era un regalo de Dios, sólo podían adquirirla
luchando. Dios les entregó la titularidad de lugar, pero ellos debían entrar a poseerlo.

5.4. LA INCREDULIDAD: dudar sobre la existencia de Dios “Heb 11:6 Pero sin fe es
imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y
que es galardonador de los que le buscan. (RV) “Heb 11:6 De hecho, sin fe es imposible agradar
a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que él existe y que él recompensa a los
que lo buscan con sinceridad. (NTV)
Heb.3:12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad
para apartarse del Dios vivo; Heb.3:19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de
incredulidad. Mat.13:58 Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la incredulidad de ellos.
5.5. LA QUEJA: (Núm.14: 1-3) “Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el
pueblo lloró aquella noche. Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de
Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojala muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto
ojala muriéramos! ¿Y por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras
mujeres y nuestros hijos sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? (Al pasado,
otra vez esclavos y atados)
Todos en algún momento de nuestra vida expresamos estas palabras; “¡Es que antes de ser
cristiano me iba mejor y estaba mejor!. No pasaba por tantos problemas.

Pero debemos recordar de donde Dios nos ha sacado, sin importar cual sea la situación, que
nuestro pensar sea mirar hacia adelante, más no retroceder, aunque por la mente nos pasen
muchos pensamientos que no nos ayudaran, llévalos cautivos a la obediencia en Cristo, y pídele
al Espíritu Santo que te ayude a cambiar esos pensamientos.

Dios nos da la victoria ya que el nos hizo libres de nuestro pasado, solo debemos ver más allá
de los obstáculos, porque he aquí donde están las más grandes bendiciones.

5.6. INSEGURIDAD Y EL MIEDO. (Núm.13:32) “Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de
la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es
tierra que traga a sus moradores, y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de
gran estatura, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos a nuestro parecer, como langostas,
y así les parecíamos a ellos”
Josúe y Caleb querían conquistar la tierra, el obstáculo fueron esos espías que les mandaron a
reconocerla. Los espías les produjeron miedo y desánimo a todo el pueblo, pero estos dos
jóvenes lograron poseer la tierra que Dios le había prometido, pues ellos fueron los únicos,
porque los otros los vieron de lejos.

Note que el enemigo manifiesta los obstáculos mediante las palabras, y así en muchas
ocasiones nos quiere intimidar con desaliento, desacreditación, y críticas. Pero Dios es quien
tiene la palabra final y debemos escucharlo a él.

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