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ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN

2. METODOLOGÍA

2. ANTECEDENTES

2.1. Pacto Mundial de Naciones Unidas

2.2. Declaración Tripartita de la Organización Internacional de Trabajo, OIT

2.3. Derechos fundamentales en la Union

2.4. El libro Verde de la Comisión Europea “Fomentar un marco europeo para la

Responsabilidad Social”

2.5. Comunicación de la Comisión relativa a la Responsabilidad Social de las Empresas:

una contribución empresarial al desarrollo sostenible

2.6. Informe FORETICA 2004: Responsabilidad Social Empresarial, situación en España

3. INVERSIÓN SOCIALMENTE RESPONSABLE

3.1. Inversión Sostenible

4. NORMAS INTERNACIONALES

4.1. AA1000

4.2. SA8000

4.3. SGE-21

5. TRANSPARENCIA INFORMATIVA

5.1. Antecedentes del GRI (Global Reporting Iniciative)

5.2. Objetivos, principios y características del GRI

5.3. Contenido de las Memorias de Sostenibilidad según el GRI

5.4. Los indicadores dentro del marco del GRI

5.5. Ventajas y dificultades asociadas a la elaboración de una memoria de sostenibilidad

5.6. La validación independiente

5.7. Situación en España

5.8 Conclusiones

6. FUNDACIONES Y ASOCIACIONES
6.1. The Global Compact

6.2. FORÉTICA

6.3 Fundación Empresa y Sociedad

7. GLOSARIO

8. BIBLIOGRAFIA

1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad se puede afirmar que la empresa tiene ante sí un nuevo reto, más allá del

simple beneficio económico. Se espera de las empresas una “triple cuenta de resultados”

(“Triple Bottom Line”): resultados económicos, resultados ambientales y resultados sociales.

Son varios los factores determinantes que obligan, más allá de los factores económicos, a la

integración de cuestiones medioambientales y sociales en los principios de gestión de las

empresas y en sus declaraciones de valores corporativos. Hablamos de factores todos ellos

ligados al concepto de “stakeholders” (o partes interesadas). Éstos muestran cada vez una

demanda más creciente en pos de que la sostenibilidad sea uno de los principales argumentos

de actuación de las empresas y por qué no de las instituciones públicas.

Es necesario reflexionar sobre el nuevo enfoque que se ha ido imponiendo. El concepto de

“Cliente” ha sido sustituido progresivamente por el de “Partes Interesadas”. Este cambio

supone que las empresas deben hacer frente a muy diversos retos derivados de los impactos

económicos, sociales y medioambientales en línea con la gestión diaria de la organización.

Para que esta gestión sea eficaz necesitan de una sistemática y unas metodologías de gestión

unificadas. Aquí es donde entran en escena los referenciales voluntarios que facilitan a las

empresas abordar todos estos ámbitos de la gestión: ISO 9001, ISO 14001, OSHAS 18001,

SGE-21, SA 8000, etc. Algunos de los cuales detallaremos más adelante.

La Responsabilidad Social de las empresas es esencialmente un concepto con arreglo al cual

éstas deciden voluntariamente contribuir al logro de una sociedad mejor y un medio ambiente

más limpio sin renunciar a sus lícitas aspiraciones económicas.

Aunque no existe una definición universalmente aceptada de lo que significa el concepto

Responsabilidad Social Corporativa (RSC), podemos recurrir a la recogida en El Libro Verde


publicado por la Comisión de las Comunidades Europeas en julio del 2001 (COM 2001-366

final) que define la RSC como una “Expresión donde las empresas integran sus

preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones empresariales y en sus

interacciones con sus “stakeholders” de una forma voluntaria”.

Puede considerarse que una empresa actúa de una manera socialmente responsable si

cualquiera de sus actuaciones se encuadra dentro del siguiente marco de referencia:

- Actúa siempre de forma voluntaria y de acuerdo a estándares superiores a los exigidos

por la ley

- Siempre tiene en cuenta las repercusiones que sus actuaciones tienen sobre su entorno

a través de un proceso permanente de comunicación con sus stakeholders

- En todas sus decisiones empresariales integra los factores sociales y medioambientales

de forma habitual.

Numerosos factores impulsan este avance de la responsabilidad social de las empresas:

- Las nuevas inquietudes y expectativas de los ciudadanos, consumidores, poderes

públicos e inversores en el contexto de la mundialización y el cambio industrial a

gran escala.

- Los criterios sociales influyen cada vez más en las decisiones de inversión.

- La preocupación cada vez mayor sobre el deterioro medioambiental provocado por

la actividad económica.

- La transparencia de las actividades empresariales propiciada por los medios de

comunicación y las modernas tecnologías de información y comunicación.

En resumen, las organizaciones no sólo tienen que actuar sino también informar de sus

actuaciones, con el fin de dar respuesta a la demanda de los diferentes “stakeholders” y de

proyectar una imagen de transparencia cada vez más valorada por la sociedad.

En la actualidad las empresas disponen de numerosos instrumentos para materializar sus

actuaciones socialmente responsables que pueden ir desde la pertenencia a diferentes

fundaciones, asociaciones, etc., incluir sus empresas en fondos de inversión éticos/sostenibles,

certificar sus actividades socialmente responsables por medio de estándares internacionales o


realizar una política de transparencia informativa a través de herramientas o estándares

internacionalmente reconocidos.

2. METODOLOGÍA

En la actualidad las organizaciones tienen unos retos distintos a los de finales del S. XX, ya

no sólo se consideran los factores económicos, sino que se persigue la integración de las

cuestiones económicas, medioambientales y sociales en los principios de gestión de las

empresas y en sus declaraciones de valores corporativos, como estrategia y sobre todo como

beneficio social, cuyo fin último es la sostenibilidad.

La gestión integrada, entiendo ésta como la interacción entre la calidad, el medioambiente y la

prevención de riesgos laborales, es un elemento nuevo ligado muy estrechamente a las

necesidades de las partes interesadas en la organización o “stakeholders”. Los cuales

manifiestan cada vez más demandas distintas a las de hace unos años, relacionadas todas

ellas, no sólo con elementos tangibles sino con elementos intangibles.

La sostenibilidad de la organización es uno de los principales argumentos de actuación de las

empresas y por qué no de las instituciones públicas, no es sólo una cuestión de competencia

sino, en la mayoría de los casos de supervivencia.

Si entendemos la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) como parte de una ética de las

organizaciones, llegamos a la conclusión de que es necesario legitimar la ética en las

empresas a través de mecanismos de institucionalización, entre los más generalizados, están

los siguientes documentos formales:

1. Declaraciones de valores, que expresan los compromisos básicos de la organización y

tratan de crear una actitud uniforme

2. Códigos de ética, que regulan las conductas de los miembros y establecen cierto

control sobre las mismas

3. Políticas que marcan objetivos

4. Sistemas de gestión, que integran todo lo anterior de un modo documentado, formal y

verificable, haciendo compatibles los tres objetivos básicos de cualquier empresa

responsable:
- Obtención del beneficio

- Respeto legal, contractual y ético a todos los interesados

- Respeto al medio ambiente

Las organizaciones han de construir una cultura corporativa que las identifique y permita la

identificación de sus miembros con la misma. Si esta “cultura empresarial” se define por

prácticas y actitudes responsables y respetuosas comercial, técnica y socialmente, de tal modo

que los miembros de la organización transmitan y refuercen tales valores, entonces, será más

fácil alcanzar y mantener la confianza externa e interna en la organización, pudiéndose definir

ésta como una institución social y cooperativa.

La Responsabilidad Social no debe verse sólo como parte de la filosofía empresarial de

nuestros días sino como una práctica habitual de las empresas que lleva a la mejora continua,

no solo de los resultados de la organización sino de la vida en general y de los individuos que

la componen en particular.

2. ANTECEDENTES

Debido al factor de la globalización se ha ido perdiendo el argumento que presentaba a la

empresa como un ente cuya finalidad única era la creación de riqueza (enfoque promovido

por la escuela de Friedman) a favor del argumento de que la empresa es un ente social y por

tanto su comportamiento debe ser acorde con tal hecho. Para ello, es fundamental crear unas

reglas que permitan guiar la conducta empresarial no sólo en las cuestiones económicas sino

también en las cuestiones sociales y medioambientales (El Libro Verde de la Comisión

Europea define RSE como “La integración voluntaria, por parte de las empresas, de las

preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones

con sus interlocutores”).

Los cambios que se han producido con el fenómeno de la globalización han planteado una

serie de retos completamente novedosos para las Empresas, ante estos retos se ha planteado

un enfoque integral, que en estos últimos años se formula indistintamente como

Responsabilidad Social Empresarial (RSE).

La Responsabilidad Social Empresarial supone la asunción y el reconocimiento por las


Empresas de su papel en el empeño por conseguir un desarrollo sostenible. De esta forma, se

comprometen voluntariamente a gestionar sus operaciones de modo que se fomente el

crecimiento económico y se aumente la competitividad integrando al tiempo las

preocupaciones sociales y medioambientales.

A continuación se da un breve repaso a las iniciativas más relevantes en cuanto a la RSE se

refiere:

2.1. Pacto Mundial de las Naciones Unidas

El Pacto Mundial es un una iniciativa de compromiso ético cuyo fin es promover la creación

de una ciudadanía corporativa global.

La idea surge del Secretario General de la ONU, Kofi Annan ante el World Economic Forum

en Davos, el 31 de enero de 1999. Su fase operativa comienza el 26 de julio de 2000.

El Compromiso inicial es sincronizar las actividades y necesidades de las empresas con los

principios y objetivos de la acción política e institucional de las Naciones Unidas.

Se trata de un instrumento de libre adscripción por parte de las empresas y organizaciones.

Lo que se introduce en dicho Pacto son una serie de principios para las Empresas

Multinacionales y Transnacionales, que además incluyen propuestas sobre derechos humanos,

derechos laborales y derechos ecológicos.

Los principios del Pacto Mundial son:

Derechos Humanos

1. Las Empresas deben apoyar y respetar la protección de los derechos humanos proclamados

en el ámbito internacional; y

2. Evitar verse involucradas en abusos de los derechos humanos.

Normas Laborales

3. Las Empresas deben respetar la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del

derecho a la negociación colectiva:

4. La eliminación de todas las formas de trabajo forzoso y obligatorio;

5. La abolición efectiva del trabajo infantil; y

6. La eliminación de la discriminación respecto del empleo y la ocupación.


Medio Ambiente

7. Las Empresas deben apoyar la aplicación de un criterio de precaución respecto de los

problemas ambientales. Adoptar iniciativas para promover una mayor responsabilidad

ambiental; y

8. Alentar el desarrollo y la difusión de tecnologías innocuas para el Medio

Ambiente.

Las actividades previstas para conseguir los objetivos del Pacto Mundial de Naciones Unidas:

– Iniciativas conjuntas.

– Foros de diálogo y redes de colaboración.

– Foro activo de educación y aprendizaje.

– Creación de redes y plataformas locales y nacionales.

2.2. Declaración Tripartita de la Organización Internacional de Trabajo, OIT

Sobre las Empresas multinacionales y la política social.

Directrices de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, OCDE para las

Empresas multinacionales, son recomendaciones a las Empresas formuladas por los gobiernos

de los países miembros de la OCDE, así como de Argentina, Brasil y Chile, sobre cuestiones

de Responsabilidad Social de las Empresas, desde las relaciones laborales a la competencia, la

fiscalidad y la corrupción.

2.3. Derechos fundamentales en la Unión

La garantía de los derechos fundamentales es parte integrante del acervo del Derecho

comunitario europeo. Sin embargo, ni el Tratado de la Comunidad Europea (TCE), ni el

Tratado de la Unión Europea (TUE), contemplan por escrito una lista de los derechos

fundamentales.

Sólo el principio de la retribución laboral igual para hombres y mujeres se contempló, desde

un principio, en el artículo 119 del TCE.

El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) reconoció muy pronto la

existencia a escala comunitaria de derechos fundamentales. Estos derechos son parte

integrante de los principios generales del derecho y ocupan el primer lugar en la jerarquía
normativa del Derecho comunitario primario.

Estos principios están reconocidos en el apartado 2 del artículo 6 (antiguo artículo F) del

TUE, que obliga a la UE a respetar los derechos fundamentales tal y como se garantizan en el

Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades

Fundamentales (CPDH), firmado el 4 de noviembre de 1950, y tal y como resultan de las

tradiciones constitucionales comunes de los estados miembros, como principios generales del

Derecho comunitario.

El objetivo de la UE es garantizar la protección de los derechos fundamentales mediante la

creación, aplicación e interpretación del Derecho comunitario. En su función clásica de

derechos de exclusión, los derechos fundamentales comunitarios protegen a los individuos de

los ataques a su soberanía por parte de las instituciones comunitarias.

La evolución hasta el momento demuestra que ya en 1974, el TJCE decidió que los derechos

fundamentales son parte integrante de los principios generales del Derecho, que él mismo

debe preservar, y que para garantizar estos derechos debe partir de las tradiciones

constitucionales comunes de los estados miembros. Según esto, no puede ser legítima ninguna

medida que sea incompatible con los derechos fundamentales reconocidos y protegidos por

las constituciones de dichos estados (TJCE, ERT, Recop. 1991 I-2925, nº de registro 41).

Como derechos fundamentales más importantes, el TJCE ha reconocido, hasta el momento,

los siguientes:

- La dignidad humana (Casagrande, Recop). 1974, 773).

- El principio de la igualdad (Klöckner-Werke AG, Recop. 1962, 653).

- La prohibición de la discriminación (Defrenne/Sabena, Recop. 1976, 455).

- La libertad de asociación (Gewerkschaftsbund, Massa..., Recop. 1974, 917,

925).

- La libertad religiosa y de confesión (Prais, Recop. 1976, 1589, 1599).

- La protección de la esfera privada (National Panasonic, Recop. 1980, 2033,

- 2056 y ss.).

- El secreto médico (Comisión/República Federal de Alemania, Recop.


1992, 2575).

- El derecho a la propiedad ( Auer, Recop. 1979, 3727, 3745 y ss.).

- La libertad de ejercicio de una profesión (Hauer, Recop. 1979, 3727).

- La libertad de comercio (Intern. Handelsgesellschaft, Recop. 1970, 1125,

1135 y ss.).

- La libertad económica (Usinor, Recop. 1984, 4177 y ss.).

- La libre competencia (Francia, Recop. 1985, 531).

- El respeto de la vida familiar (Comisión/Alemania, Recop. 1989, 1263).

- El derecho a una protección jurídica eficaz ante los tribunales y a un

proceso justo (Johnston/Chief Constable of the Royal Ulster Constabulary,

Recop. 1986, 1651 y ss., 1682; Pecastaing/Bélgica Recop. 1980, 691 y ss.,

716).

- La inviolabilidad del domicilio (Hoechst AG/Comisión, Recop. 1989,

2919).

- La libertad de expresión y de publicación (VBVB, VBBB, Recop. 1984, 9

y ss., 62).

Sea como sea, los ciudadanos de la Unión de los estados miembros están protegidos por los

derechos fundamentales (apartado 2 del artículo 17 -antiguo apartado 2 del artículo 8- del

TCE). Pero también los ciudadanos de países terceros pueden invocar los derechos

fundamentales. Aunque se debe decir que éstos, no gozan de una protección ilimitada, sino

que deben adaptarse a la estructura y los objetivos de la Comunidad.

Los derechos fundamentales se han de considerar siempre con relación a la función social de

la actividad protegida (TJCE Sociedad mercantil internacional, Recop. 1970, 1125).

En la adopción de actos del Derecho Comunitario derivado, que incidan en los derechos

fundamentales, las instituciones comunitarias se atienen y se remiten también a las

disposiciones jurídicas internacionales en materia de derechos humanos.

Para reforzar la protección de los derechos fundamentales en la Unión Europea, el Parlamento

Europeo (PE) pide, sobre todo, que se creen las condiciones jurídicas para la codificación de
dichos derechos, con el fin de garantizar una protección general de los mismos en el

ordenamiento jurídico comunitario.

Ya el 10 de febrero de 1977, el Parlamento emitió una declaración política de principios

relativa al establecimiento de derechos fundamentales. Esta declaración fue adoptada por el

Consejo y la Comisión y firmada por los presidentes de dichas tres instituciones el 5 de abril

de 1977, en Luxemburgo. A continuación, la Declaración se amplió en 1989 (Resolución

relativa a la Declaración sobre los derechos y las libertades fundamentales, que contiene una

lista general de los derechos fundamentales). En este documento se pide a los Estados

miembros y a las instituciones de la Comunidad que se adhieran formalmente a la

Declaración, cosa que todavía no ha sucedido.

El 10 de febrero de 1994, el Parlamento aprobó una lista de los derechos humanos que ha de

garantizar la Unión Europea, elaborada por una de sus comisiones. Esta lista se basa, en lo

esencial, en la Declaración sobre los derechos y las libertades fundamentales de 1989.

En 1993, la Comisión de Libertades Públicas y Asuntos Interiores, creada después de la firma

del Tratado de Maastricht, elaboró por primera vez un informe anual sobre el respeto de los

derechos humanos en la Comunidad y el 11 de marzo de 1993 el Parlamento Europeo aprobó

una resolución sobre el mismo tema. Desde entonces, el Parlamento ha aprobado

regularmente resoluciones sobre el respeto de los derechos humanos en la Unión Europea (la

última de ellas en el DO C 80 de 16-3-1998, pág. 43). En este caso confirmó, entre otras

cosas, su deseo de que la UE ingresara en el CPDH y de que instara a suprimir la pena de

muerte a los estados miembros que aún no lo han hecho.

Además, ha subrayado en general la necesidad tanto de garantizar el respeto de los derechos

humanos en la Unión Europea como de aumentar la credibilidad de la UE en el exterior

incluyendo la exigencia de respetar los derechos humanos en los acuerdos de cooperación con

terceros países.

La salvaguardia de los derechos fundamentales es uno de los principios básicos de la Unión

Europea y una condición indispensable para la legitimidad de la misma.

El Consejo Europeo, en su reunión de Colonia, el 3 y 4 de junio de 1999, decidió elaborar una


Carta de los derechos fundamentales de la Unión Europea: "habría que resumir y poner de

relieve en una Carta los derechos fundamentales vigentes en el ámbito de la Unión". El

proyecto debía estar preparado antes de la reunión del Consejo Europeo prevista para fines del

año 2000 en Niza. Sobre la base de este proyecto, el Consejo Europeo debía proponer, junto

con el Consejo, al Parlamento Europeo y la Comisión, la proclamación solemne de una Carta

de los derechos fundamentales de la Unión Europea. El examen de cómo, llegado el caso,

podría integrarse esta carta en los Tratados debía abordarse en una fase posterior.

El contenido de la Carta en cuanto a los derechos en cuestión, se reparten en tres "cestas":

1. Derechos Civiles: los derechos humanos y derechos del proceso jurídico tal y como se

garantizan en virtud del Convenio Europeo de los Derechos Humanos adoptado por el

Consejo Europeo;

2. Derechos Políticos: propios de la ciudadanía europea creada por los Tratados;

3. Derechos Económicos y Sociales: que recogen los mencionados en la Carta

comunitaria de los derechos sociales de los trabajadores, aprobada, en forma de

declaración, por los Jefes de Estado o de Gobierno de los once Estados miembros, el 9

de diciembre de 1989, durante la Cumbre de Estrasburgo.

En la Carta, los derechos se clasifican en seis capítulos, y un séptimo capítulo define las

disposiciones generales. Por consiguiente, la Carta reúne en un mismo texto todos los

derechos de las personas. Asimismo aplica el principio de indivisibilidad de los derechos

fundamentales, y rompe con la distinción que hasta entonces podía observarse en los textos

europeos e internacionales entre derechos civiles y políticos por un lado y derechos

económicos y sociales por otro. La Carta enumera los derechos en su conjunto en torno a

algunos principios superiores: la dignidad humana, las libertades fundamentales, la igualdad

entre las personas, la solidaridad, la ciudadanía y la justicia.

Con respecto al Principio de Universalidad, los derechos enumerados en la Carta se conceden,

en su mayoría, a toda persona, independientemente de su nacionalidad o de su lugar de

residencia.

El texto tiene como fin dar una respuesta a los problemas derivados del desarrollo actual y
futuro de las tecnologías de la información y de la ingeniería genética, ya que ratifica

derechos relativos a la protección de los datos personales o derechos relacionados con la

bioética.

Asimismo responde a las legítimas demandas actuales de transparencia e imparcialidad en el

funcionamiento de la administración comunitaria, incluyendo el derecho de acceso a los

documentos administrativos de las instituciones comunitarias o el derecho a una buena

administración que sintetiza la jurisprudencia del Tribunal en dicha materia.

La Carta se estableció en principio "a derecho constante", es decir, agrupando los derechos

fundamentales tal y como se reconocen en los Tratados comunitarios, los principios

constitucionales comunes a los estados miembros, el Convenio Europeo de los Derechos

Humanos, así como las Cartas Sociales adoptadas por la UE y el Consejo de Europa.

Se establece claramente que la Carta se dirige únicamente a proteger los derechos

fundamentales de las personas con respecto a los actos realizados por las instituciones de la

Unión y los Estados miembros en aplicación de los Tratados de la Unión.

En el marco del proceso "posterior a Niza", el Consejo decidirá si la Carta debe integrarse en

los Tratados, lo que le conferiría valor jurídico vinculante para los estados miembros y las

instituciones comunitarias.

El Parlamento ha defendido la importancia de una codificación de los derechos

fundamentales.

En su resolución de 16 de septiembre de 1999 sobre el Consejo Europeo de Colonia, el

Parlamento consideró que dicha Carta constituye "una de sus prioridades de carácter

constitucional", y subrayaba "la necesidad de adoptar un enfoque abierto e innovador en lo

que se refiere al carácter de la Carta, la naturaleza de los derechos que deberán figurar en la

misma, así como a su función y su estatuto dentro de la evolución constitucional de la Unión".

El Parlamento celebra la decisión del Consejo Europeo de convocar la Convención y enuncia

sus deseos políticos, entre otros, de que la Carta:

- Sea plenamente dotada de carácter jurídico vinculante por medio de su

incorporación al Tratado de la Unión ("Una Carta que no constituya más que una
declaración no vinculante y se limite a enumerar los derechos existentes

decepcionaría las legítimas esperanzas de los ciudadanos").

- No sea enmendable sino por el mismo procedimiento que se aplicó en su

elaboración, respetando, en consecuencia, el derecho formal del dictamen conforme

del Parlamento Europeo.

- Contenga una cláusula que exija el consentimiento del Parlamento Europeo en

lo relativo a cualquier restricción de los derechos fundamentales.

- Reconozca la indivisibilidad de los derechos fundamentales, extendiendo su

campo de aplicación a todas las instituciones y órganos de la Unión Europea, así

como a todas las políticas, incluidas aquellas que resaltan los pilares segundo y

tercero en el marco de las funciones y competencias que le han sido confiados por

los Tratados.

- Vincule a los Estados miembros en la aplicación o transposición de las

disposiciones del derecho comunitario. El Parlamento Europeo está convencido de

que el establecimiento de un catálogo europeo vinculante que contenga los

derechos fundamentales de los ciudadanos "contribuirá a la definición de un

patrimonio colectivo de valores y principios, así como de un sistema compartido de

derechos fundamentales que inspira las políticas de la Unión y en cuyo seno se

reconocen los ciudadanos". Esta Carta "conferirá al proceso de integración europea

un fundamento jurídico y ético más sólido, clarificará la base común que existe con

respecto al Estado de Derecho y contribuirá a una mayor transparencia y claridad

para el ciudadano".

En su resolución de 14 de diciembre de 2000, el Parlamento tuvo que reconocer que sus

peticiones no eran aceptadas por los Jefes de Estado y de Gobierno reunidos en Niza.

Subrayó que "acoge favorablemente la proclamación de la Carta de los Derechos

Fundamentales, pero lamenta el hecho de que no se haya incorporado y ni siquiera se haya

incluido una referencia en el nuevo Tratado". El Parlamento señaló igualmente que era

"esencial" desarrollar la agenda "post-Niza", entre otras cosas, para integrar la Carta en los
Tratados.

Existen hoy una serie de problemas que enlazan estrechamente con los derechos relativos a la

protección de los datos personales o derechos relacionados con la bioética, falta de

transparencia e imparcialidad en el funcionamiento de las administraciones, etc... que tienen

que ver con las demandas que los ciudadanos hacen continuamente en el seno de nuestra

Comunidad y que en muchos casos hasta hace bien poco tiempo no han sido atendidas, tanto

por falta de mecanismos como por falta de interés. Por ello, se ha ido forjando poco a poco a

través de una serie de actores, la necesidad de atender a todas las demandas que la sociedad

actual exige sobre todo las relacionadas con la Ética y la Responsabilidad Social.

2.4. El Libro Verde de la Comisión Europea "Fomentar un marco europeo para la

Responsabilidad Social"

En la línea anterior la Comisión de las Comunidades Europeas el 18 de julio de 2001 sacaron

a la luz el llamado "Libro Verde, Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social

de las Empresas" como respuesta a las inquietudes de todos los implicados directamente en

estos temas (Empresas, ONG´S, personas,...) en el que se tratan puntos tan interesantes como:

- Responsabilidad Social de las Empresas.

- Salud y Seguridad en el lugar de trabajo.

- Adaptación al cambio.

- Derechos humanos.

- Gestión integrada de la responsabilidad social.

- Calidad en el trabajo.

- (...).

Cabe destacar la importancia que están adquiriendo día a día los temas de responsabilidad

social, pero para nosotros, ¿qué es la Responsabilidad Social?, se entiende que puede ser la

integración voluntaria, por parte de las Empresas de las preocupaciones sociales y

medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores. Por

tanto, se intenta fomentar la conciencia de invertir más en capital humano, en el entorno y en

las relaciones con los interlocutores.


Es más, invertir en temas favorables tanto en cuanto a las personas como, al entorno social

cumpliendo más allá de la legislación vigente, puede aumentar la competitividad entre las

Empresas.

La Responsabilidad Social de las Empresas no exime cumplir con la legislación vigente sobre

derechos sociales o normas medioambientales, lo que se pretende es que aquellos países que

carezcan de tal reglamentación, la obtengan con el fin de dar uniformidad a un tema tan

importante y tan en auge como este.

El fomento de la Responsabilidad Social es importante en todos los tipos de Empresa y todos

los sectores de actividad, desde la PYME a las Empresas multinacionales. Se piensa que una

mayor sensibilización y un apoyo más importante a la difusión de las buenas prácticas podría

contribuir a fomentar la Responsabilidad Social entre este tipo de Empresas.

La incidencia económica de la Responsabilidad Social puede desglosarse en efectos directos e

indirectos. Se pueden derivar en resultados positivos directos como por ejemplo, un mejor

entorno de trabajo, que genere un mayor compromiso de los trabajadores e incremente su

productividad, o de una utilización eficaz de los recursos naturales. Se logran efectos

indirectos a través del aumento de la atención que prestan a la Empresa consumidores e

inversores, que ampliará sus posibilidades en el mercado.

Las prácticas responsables en lo social afectan a los trabajadores y se refieren a cuestiones

como la inversión en recursos humanos, la salud y la seguridad, y la Gestión del cambio,

mientras que las prácticas respetuosas con el medio ambiente tienen que ver

fundamentalmente con la Gestión de los recursos naturales utilizados en la producción.

Un desafío actual para las Empresas es el de atraer trabajadores cualificados y lograr que

permanezcan a su servicio, en cuanto a esto, las medidas pertinentes podrían ir encaminadas:

- Al aprendizaje permanente.

- La responsabilidad de los trabajadores.

- La mejora de la información en la Empresa.

- Mayor equilibrio entre trabajo, familia y ocio.

- Igualdad de retribución y de perspectivas profesionales para las mujeres.


- (...).

La Comisión propone una estrategia de promoción de la RSE fundada en: las prácticas

responsables de contratación, en particular, las no discriminatorias, podrían facilitar la

contratación de personas pertenecientes a minorías étnicas, trabajadores de mayor edad,

mujeres, desempleados de larga duración y personas desfavorecidas.

Dichas prácticas son fundamentales para conseguir objetivos de reducción de desempleo y

luchar contra la exclusión social prevista en la estrategia europea de empleo.

La adaptación al cambio es un tema de importancia máxima puesto que el hecho de

reestructurar desde un punto de vista socialmente responsable significa equilibrar y tener en

cuenta los intereses y preocupaciones de todos los afectados por los cambios y las decisiones.

En la práctica real, en la mayoría de los casos la forma acaba siendo tan importante como el

fondo para el éxito de las reestructuraciones.

La reestructuración resulta más fructífera si en ella colaboran las autoridades públicas, las

Empresas y los representantes de los trabajadores.

En el ámbito del Medio Ambiente y de los recursos naturales, la disminución del consumo de

recursos o de los derechos y las emisiones contaminantes puede reducir el impacto sobre el

Medio Ambiente, además de ser prácticas ventajosas para las propias Empresas puesto que:

- Se reducen gastos energéticos.

- Se eliminan residuos.

- Disminuyen los insumos y gastos de descontaminación.

Con la colaboración de las Empresas con sus socios comerciales, proveedores y

consumidores, estas prácticas ventajosas pueden reducir la complejidad y los costes y

aumentar la calidad.

Las Empresas deben ser conscientes de que sus resultados sociales pueden verse afectados por

las prácticas de sus proveedores a lo largo de toda la cadena de producción.

Como parte de su Responsabilidad Social, se espera que las Empresas intenten ofrecer de

manera eficaz, Ética y ecológica los productos y servicios que los consumidores necesitan y

desean. El objetivo es que ofreciendo a los clientes una calidad, seguridad, fiabilidad y
servicios superiores, obtengan mayores beneficios.

Otra de las dimensiones de la Responsabilidad Social de las Empresas está estrechamente

vinculada a los derechos humanos, sobre todo por lo que respecta a las actividades

internacionales y las cadenas de suministro mundiales. Esto se reconoce en instrumentos

internacionales, como la Declaración tripartita de la OIT sobre los principios y derechos

fundamentales en el trabajo y las Directrices de la OCDE para las Empresas multinacionales.

La presión que ejercen de manera creciente las ONG´s y grupos de consumidores, ha hecho

que cada vez hayan más Empresas y sectores que adoptan Códigos de Conducta en materia de

condiciones laborales, derechos humanos y aspectos medioambientales, dirigidos en particular

a sus subcontratistas y proveedores. Para mejorar su imagen empresarial y reducir el riesgo de

que los consumidores reaccionen negativamente. No obstante, los Códigos de Conducta no

pueden sustituir la legislación vigente tanto en el ámbito nacional como internacional ni

cualquier otra norma de obligado cumplimiento.

Cuando hay que integrar la Responsabilidad Social en la Gestión cotidiana de la Empresa,

tanto trabajadores como directivos necesitan formación y reciclaje para adquirir las

cualificaciones y competencias necesarias. Las Empresas pioneras pueden ayudar a

generalizar las prácticas socialmente responsables difundiendo las mejores prácticas.

En estos últimos años ha aumentado la popularidad de la Inversión Socialmente Responsable

(ISR) entre los grandes inversores. Las políticas responsables en los ámbitos social y

ecológico son para los inversores un indicador de buena Gestión interna y externa.

Los fondos ISR invierten su capital en Empresas que cumplen criterios sociales y ecológicos

específicos.

2.5. Comunicación de la Comisión relativa a la Responsabilidad Social de las Empresas:

una contribución empresarial al desarrollo sostenible

El Libro Verde "fomentar un marco europeo para la Responsabilidad Social de las Empresas"

fue presentado por la Comisión en julio de 2001, los objetivos son:

- Estimular el debate sobre el concepto de Responsabilidad Social de las

Empresas.
- Definir los medios para desarrollar una asociación con vistas a un marco

europeo para la promoción de la RSE.

El concepto de Responsabilidad de las Empresas se define como "la integración voluntaria,

por parte de las Empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus

operaciones comerciales y sus relaciones con sus interlocutores". Teniendo en cuenta que la

Responsabilidad Social consiste también en gestionar los cambios dentro de la Empresa de

una manera socialmente responsable. En la presente Comunicación la Comisión expone en

seis capítulos su estrategia de promoción de la RSE.

Las nuevas presiones sociales y de mercado transforman progresivamente los valores y las

perspectivas de la actividad Empresarial. Las Empresas son conscientes de que pueden

contribuir al desarrollo sostenible orientando sus operaciones a fin de favorecer el crecimiento

económico y aumentar su competitividad, al tiempo que garantizan la protección del medio

ambiente y fomentan la responsabilidad social, incluidos los intereses de los consumidores.

Un mayor reconocimiento de la responsabilidad social de las Empresas puede ayudarles a

responder a los siguientes cambios fundamentales:

- La mundialización ha creado nueva oportunidades para las Empresas, pero ha

aumentado también el grado de complejidad organizativa. Por tanto, surgen

nuevas responsabilidades a escala global, en particular en los países en

desarrollo.

- La imagen y el prestigio son aspectos que deben tenerse en cuenta ya que cada

vez son más importantes a nivel competitivo, ya que tanto las ONG´s como los

consumidores exigen información sobre las condiciones de producción de

bienes y servicios, así como el impacto en la sostenibilidad.

- Los accionistas exigen una información más clara de los informes financieros.

- Aspectos cono el conocimiento y la innovación cobran mayor relevancia para

la competitividad, aumenta el interés de las Empresas por mantener una mano

de obra competente y altamente cualificada.

Son las autoridades públicas las que deben fomentar las prácticas Empresariales responsables
desde un punto de vista social y ecológico, ya que todo indica que la Responsabilidad Social

de las Empresas aporta un valor a la sociedad contribuyendo a un desarrollo más sostenible.

Principios:

- Reconocimiento de la naturaleza voluntaria de la RSE.

- Prácticas de Responsabilidad Social creíbles y transparentes.

- Focalización en las actividades en las que la intervención de la Comunidad

aporte un valor añadido.

- Enfoque equilibrado y global de la RSE que incluya los aspectos económicos,

sociales y ecológicos, así como intereses de los consumidores.

- Atención a las necesidades y características de las PYME.

- Apoyo y coherencia con los acuerdos internacionales existentes.

- Es evidente que en estas líneas la RSE puede contribuir a:

- Crear en las Empresas un clima de confianza, que se traduciría en un mayor

compromiso de los empleados y mejores resultados en términos de innovación.

- Estimular la confianza de los consumidores y contribuir de manera

fundamental al crecimiento económico.

Es fundamental para el desarrollo de esta estrategia el intercambio de experiencias y de

buenas prácticas en materia de Responsabilidad Social como medio fundamental para

profundizar en la definición del concepto. Esta cooperación reduciría costes derivados de la

adopción de prácticas de Responsabilidad Social y contribuiría a garantizar unas reglas de

juego.

Un punto interesante de esta comunicación es resaltar debido al impacto social y ecológico y

por las normas Éticas de la industria la necesidad de adoptar códigos de conducta sobre los

derechos de los trabajadores, los derechos humanos o la protección del medio ambiente. Hay

que destacar que estos códigos completarían las legislaciones nacionales, comunitarias e

internacionales, así como los convenios colectivos, pero no los sustituye.

La Comisión propone la creación de un Foro Multilateral Europeo sobre la RSE con el objeto

de promover la transparencia y la convergencia de las prácticas y los instrumentos de


Responsabilidad Social, mediante:

- El intercambio de experiencia y prácticas correctas entre los agentes a nivel

europeo.

- La Asociación de las iniciativas existentes en la UE y el posible

establecimiento de un enfoque europeo y unas directrices comunes que

faciliten el diálogo a escala internacional con terceros países.

- La identificación y exploración de los ámbitos en lo que es necesario reforzar

la acción a nivel europeo.

- La Comisión se compromete a:

- Seguir fomentando cuando corresponda, la integración de los principios de

Responsabilidad

- Social en las políticas comunitarias.

- Publicar en 2004 un informe sobre la RSE en el que se examinen los resultados

del trabajo del Foro Multilateral Europeo, así como la integración de la RSE en

todas las políticas de la UE.

- Establecer en el seno de la Comisión un grupo interservicios en materia de

RSE, con objeto de intercambiar información y garantizar la coherencia entre

las distintas acciones de la Comisión en este ámbito.

2.6. Informe FORÉTICA 2004: Responsabilidad Social Empresarial, situación en

España

La situación en España en cuanto al tema de la Responsabilidad Social la refleja el informe

FORÉTICA 2004: Responsabilidad Social de las Empresas, situación en España.

En este informe está involucrada FORÉTICA (Foro para la Evaluación de la Gestión Ética),

que desde su constitución en Barcelona en octubre de 2000 viene trabajando en todo lo

relacionado con la promoción y desarrollo de la Gestión Ética y Responsabilidad Social en las

Empresas y en las Organizaciones en general.

FORÉTICA está contribuyendo a expandir una nueva forma de pensar, una nueva cultura

Empresarial basada en la Gestión Ética y la Responsabilidad Social, como cauce para mejorar
la competitividad y la reputación de nuestras Empresas al tiempo que cubren las demandas de

la sociedad en estos aspectos.

En esta línea y a través de la búsqueda de ideas innovadoras, FORÉTICA ha elaborado un

documento marco, la Norma de Empresa SGE-21, que enfoca por áreas de gestión los

planteamientos éticos en las Organizaciones y a través del "I Premio MSD a la Investigación

en el Campo de la Ética Empresarial".

Se han creado además, guías y se ha formado a profesionales para que estos conceptos puedan

ser implantados y evaluados por una tercera parte independiente, fomentando la credibilidad y

la transparencia.

Con el compromiso de estar en la vanguardia FORÉTICA también participa con otras

entidades nacionales e internacionales en distintos proyectos de investigación y desarrollo de

herramientas aplicables a la Gestión de la Responsabilidad Empresarial.

Tras el debate originado por el "Libro verde: Fomentar un marco europeo para la

Responsabilidad Social de las Empresas" supuso el compromiso para FORÉTICA de iniciar

un proceso de reflexión entre sus miembros con el objeto de recopilar opiniones y realizar una

contribución conjunta. Con este propósito se preparó una encuesta y se envió a las

Organizaciones miembro de FORÉTICA, mientras se contactó con la Escuela de Estadística

de la UCM que colaboraría en el tratamiento de los datos. Este intento inicial se amplió ante

el posible acceso a Empresas agrupadas en algunas federaciones provinciales y regionales,

asociaciones de Empresas, PYMES, etc...

Este es el segundo informe que lanza FORETICA, es más ambicioso que su predecesor, por el

rigor científico y su cobertura geográfica. En esta ocasión, el estudio ha sido diseñado para

recoger la perspectiva del consumidor y valorar su grado de sensibilización con respecto a la

RSE, con el fin de contrastar los resultados con el sentimiento empresarial. También se dedica

un capítulo al estudio de las principales diferencias existentes entre entidades de la economía

social frente a la empresa mercantil, como posible origen de nuevas prácticas y formas de

gestión.

Con los resultados de este informe FORÉTICA pretende contribuir aún más al debate que ya
se inició con el informe anterior tanto en el ámbito español como en el europeo, para

implantar en las organizaciones sistemas que respondan a las demandas sociales del momento.

A continuación expondré algunos de los resultados que se extraen de dicho estudio y que voy

a tratar en virtud de una clasificación propia de: cliente interno y cliente externo.

Introduciendo en dicha clasificación, las ocho áreas de gestión que propone FORÉTICA para

la implantación del Sistema de Gestión Ética en su Norma SGE-21. Y desde un punto de vista

subjetivo, puede entenderse que el cliente interno es aquel que incide directamente de una

forma u otra, en el funcionamiento de una Organización y en el servicio o producto que la

misma ofrece al mercado. Mientras que el cliente externo, está relacionado con las actividades

que presta la Organización e influye en las mismas, pero su comportamiento no incide de una

manera tan directa como el caso del cliente interno en cuanto a los servicios y productos

ofrecidos por la misma.

Se consideran cliente interno las siguientes áreas de gestión:

- Alta Dirección.

- Relaciones con Proveedores.

- Relaciones con el Personal Propio.

- Relaciones con el Accionariado.

Se consideran cliente externo las siguientes áreas de gestión:

- Relaciones con Clientes.

- Relaciones con el Entorno Social.

- Relaciones con la Competencia.

- Relaciones con Administraciones Competentes.

Del informe se desprenden unas conclusiones basadas en datos relacionados con algunas de

las áreas nombradas con anterioridad:

Cliente Interno

Alta Dirección

- El 49% de las empresas españolas estima que las prácticas responsables son

relevantes para el éxito de su negocio. *


- Un 62% de las empresas cotizadas considera que la RSE repercute en su

negocio. En el caso del IBEX 35 esta cifra aumenta al 81%*

- Las empresas españolas ponen un mayor énfasis en los aspectos relativos a las

condiciones laborales y sociales, por encima de otros criterios de

responsabilidad social.

Relaciones con Proveedores

- El 62% de las empresas afirman tener en consideración criterios de RSE en la

selección de proveedores.

- Ante dos productos de similares características, más de la mitad de los

consumidores españoles (53,23%) elegiría siempre aquel que le ofreciera la

certeza de provenir de una empresa socialmente responsable, incluso si fuera

un poco más caro.

Relaciones con el Personal Propio

- Las empresas se muestran optimistas respecto a la conciliación de la vida

laboral y personal de sus empleados.

Relaciones con el accionariado

- El 75% de las sociedades cotizadas cuentan ya con códigos de conducta. No

obstante, la penetración de códigos no ha variado en dos años en el resto de las

compañías.

Cliente Externo

Relaciones con Clientes

- Un 55% de las empresas consideran que sus clientes toman en cuenta criterios

de RSE en sus decisiones de compra.

- El 69% de las empresas españolas entiende que viene realizando una buena

labor a la hora de facilitar la comunicación con sus grupos de interés.

- Ante dos productos de similares características, más de la mitad de los

consumidores españoles (53,23%) elegiría siempre aquel que le ofreciera

certeza de provenir de una empresa socialmente responsable, incluso si fuera


un poco más caro.

- 1 de cada 5 consumidores españoles ha dejado de comprar a empresas que

considera realizan prácticas abusivas o irresponsables.

- Ante dos productos de similares características, más de la mitad de los

consumidores españoles (53,23%) elegiría siempre aquel que le ofreciera la

certeza de provenir de una empresa socialmente responsable, incluso si fuera

un poco más caro.

- 1 de cada 5 consumidores españoles ha dejado de comprar a empresas que

considera realizan prácticas abusivas o irresponsables.

Relaciones con el Entorno Social y el Medioambiente

- El 67% de las empresas afirma que integra la problemática medioambiental en

su toma de decisiones.

- El 25% de las empresas que dicen tomar en cuenta los factores ambientales en

la toma de decisiones carece de planes específicos de reducción de consumo de

recursos.

3. INVERSIÓN SOCIALMENTE RESPONSABLE

Debido al fenómeno de la transnacionalización y al débil papel del Estado de Bienestar, se

han ido generando una serie de demandas por parte de la sociedad civil que en la actualidad

presentan a la empresa como una organización que realiza un papel fundamental en la

sociedad y por ello no puede mantenerse al margen de ella. A lo largo de estos años los

stakeholders o partes interesadas han ido demandando un cambio, que también se ha

manifestado en la creación de grupos afines, grupos de interés que se han organizado para

presionar de alguna forma, a los Gobiernos y a las Empresas ante los impactos negativos de

estas últimas y las llamadas externalidades negativas que se trasladan a la sociedad en su

conjunto.

Uno de los stakeholders y parte consustancial de la empresa, por cuanto, sin este grupo la

propia existencia de la empresa no es posible, son los accionistas que con su activismo

influyen en el comportamiento de la empresa.


Los accionistas e inversores tienen un papel fundamental en las inversiones socialmente

responsables. A partir de la década de los noventa el fenómeno de la especulación ha estado

presente en muchos países y ese hecho ha desencadenado que muchas monedas cayeran en

picado.

Desde un punto de vista objetivo la liberalización y la apertura de los mercados financieros,

ha sido francamente relativa, puesto que el capital sigue sin llegar a las pequeñas y medianas

empresas de los países en vías de desarrollo.

La mayoría de las economías de estos países está en manos de un poderoso sector informal, en

ocasiones corrupto y en ocasiones que se escapa del control de los propios gobiernos. Estos

cauces por los que se mueve el capital hacen que las tasas de endeudamiento frente al exterior

hayan llegado a cifras insospechables.

Cada vez se manifiesta más la desigualdad económica y social en estos países y un

crecimiento económico muy dependiente de los flujos de capitales internacionales.

Ante las anteriores situaciones, las inversiones socialmente responsables desempeñan un

papel clave, puesto que el dinero no sólo tiene una importancia vital en cuanto a medio de

pago sino también como medio de ahorro y de conceder préstamos.

Lo que preocupa realmente llegados a este punto es la relación del dinero con el modo de

pensar y con los valores, conceptos que cada vez empiezan a tenerse más en cuenta a la hora

de adoptar decisiones en el plano económico.

Las inversiones socialmente responsables ayudan a canalizar el capital hacia proyectos

socialmente responsables lo que permite acercar el capital y el crédito a una gran masa de

personas y organizaciones que se encuentran excluidos desde un punto de vista financiero del

sistema.

El inversor adquiere un compromiso que además de aportarle satisfacción personal, le aporta

solvencia, rendimiento y seguridad.

Existen ya numerosos mecanismos de inversión socialmente responsable, conocidos en su

mayor parte por grandes inversores o por las llamadas instituciones de inversión colectiva,

pero todavía queda mucho por hacer frente al pequeño inversor, el cual dista aún de tener
información frente a las inversiones socialmente responsables.

El Estado de Bienestar se tambalea debido a la inestabilidad de muchos Gobiernos, por ello, la

iniciativa privada es la que debe asumir un papel activo y protagonista en el que la empresa es

el actor fundamental y pasa a ocupar un papel relevante en cuestiones que venían siendo

únicamente responsabilidad de los gobiernos.

Lo que se pretende con las ISR es ejercer nuestro derecho legítimo y democrático como

ciudadanos a ejercer un control público y particular sobre nuestro capital para garantizar un

destino socialmente justo del mismo. La democracia económica tiene su inicio en este punto,

entendiendo como tal la libertad que tenemos para depositar nuestro ahorro con los criterios

que consideremos de acuerdo con nuestros valores más profundos y por ende con nuestros

valores éticos.

Las compañías líderes desarrollan altos niveles de competencia en afrontar oportunidades

globales e industriales en una gran variedad de áreas tales como:

- Estratégicas: Integrando en sus estrategias de negocio a largo plazo aspectos

medioambientales, sociales y económicos, mientras mantienen su competitividad

global y la buena reputación de su marca.

- Financieras: Satisfaciendo las demandas de sus accionistas con incentivos

económicos, crecimiento a largo plazo y contabilidades abiertas y transparentes.

- Clientes y productos: Fomentando la lealtad de sus clientes invirtiendo en la gestión

de sus relaciones con ellos y en la innovación de productos y servicios focalizándose

hacia tecnologías y sistemas que usen los recursos financieros, naturales y sociales de

una manera eficiente, efectiva y rentable, todo ello en el largo plazo.

- Buen Gobierno y stakeholders: Fijándose los niveles más altos de exigencia en lo que

al buen gobierno y a la participación de los “stakeholders”se refiere incluyendo

códigos de conducta corporativos y de información pública.

- Recursos Humanos: Gestionando los recursos humanos de una forma adecuada

favoreciendo la formación continua de sus trabajadores y la satisfacción de sus

empleados a través de metodologías adecuadas de participación y con programas


complementarios de incentivos.

Una vez dicho esto debemos señalar que los resultados derivados de una adecuada política de

sostenibilidad es, en la actualidad, un concepto reconocible por los inversores. Este hecho se

considera crucial para conseguir el mutuo beneficio de compañías e inversores. A medida que

este círculo beneficioso se vaya estrechando se irán notando los efectos positivos tanto en la

sociedad como en el sistema financiero.

3.1 Inversión Sostenible

La inversión socialmente responsable es una nueva aproximación a los negocios que crea un

valor a largo plazo para los accionistas aprovechando oportunidades y minimizando los

riesgos derivados de los nuevos desarrollos medioambientales, sociales y económicos.

En la actualidad el grado de acierto de la estrategia de una compañía, su dirección y sus

resultados en el aprovechamiento de las oportunidades y minimización de los riesgos

derivados de los nuevos desarrollos sociales, económicos y medioambientales se pueden

cuantificar y ser utilizados para identificar y seleccionar compañías líderes en las que sea

atractivo invertir.

Cada vez son más los inversores que están diversificando sus carteras mediante la inversión

en compañías que desarrollan sus actividades bajo el marco de la sostenibilidad.

Este desarrollo se ha debido a dos hechos fundamentales tales como:

- El concepto de “Sostenibilidad Corporativa” es atractivo para los inversores ya que

uno de sus objetivos es incrementar a largo plazo el valor para el accionista. Desde

que la sostenibilidad corporativa se puede cuantificar económicamente los accionistas

han identificado el concepto como un nuevo elemento de discriminación de sus

inversiones

- Los líderes en sostenibilidad están trabajando para conseguir unos mayores y mejores

rendimientos de sus compañías y unos mejores retornos de la inversión con menores

riesgos, esto está transmitiendo confianza a los inversores que están entendiendo la

sostenibilidad como un indicador de la calidad de la dirección de las empresas y por

tanto una cierta garantía de éxito de las mismas.


En la actualidad algunos de los fondos de inversión ética que se pueden encontrar en España

son los siguientes:

BBVA SOLIDARIDAD Renta Fija Mixta

Internacional

RENTA 4 ECOFONDO Renta

Variable Internacional

BSCH SOLIDARIDAD Renta Fija Mixta AHORRO CORPORACIÓN ARCO

IRIS Global

BNP FONDO DE SOLIDARIDAD Renta

Fija Mixta

BANKPYME GREEN Renta Variable

Internacional

FONCAIXA COOPERACIÓN Renta

Variable Mixta Internacional

SANTANDER SOLIDARIO Renta

Fija Mixta

FONDO ÉTICO Renta Fija Mixta CAIXA CATALUNYA SOLIDARI Renta

Fija Mixta

FONDO SOLIDARIO PRO-UNICEF

Renta Fija Mixta Internacional

EL MONTE FONDO SOLIDARIO Renta

Fija Mixta Internacional

Una consecuencia del incremento del número de empresas que han incorporado criterios de

sostenibilidad a su gestión ha sido que los inversores, privados e institucionales, empezaran a

reclamar índices de inversión sostenible que fueran: globales, racionales, sólidos, fiables y lo

más importante que les permitieran seguir la evolución de la rentabilidad de sus inversiones

sostenibles. También esto era demandado por los fondos de inversión especializados en la

inversión sostenible.
Los índices éticos más representativos del mercado internacional en estos momentos se

comentan de forma resumida en los puntos siguientes:

- Domini 400 Social Index

http://www.domini.com/

Domini Social Investment es una compañía especializada de forma exclusiva en la

inversión socialmente responsable. Maneja más de 1.500 millones de dólares en

activos para los inversionistas individuales e institucionales que deseen priorizar

criterios sociales y ambientales en sus inversiones.

Son los titulares del “Domini Social Equity Fund”, el fondo más antiguo y más

estricto en lo que a criterios sociales y medioambientales se refiere.

Domini Social Investment fue fundada en 1980 cuando Amy Domini, que trabajaba

como corredor de bolsa, comenzó a notar que algunos de sus clientes no querían

invertir su dinero en ciertas empresas relacionadas con los grandes contratos de

defensa, con el tabaco, etc., al no estar de acuerdo con sus políticas empresariales, y se

preguntaban si podían compaginar sus estrategias de inversión con sus convicciones

morales.

Así en 1999 se lanzó el “Domini 400 Social Index” como un índice de las primeras

400 empresas norteamericanas clasificadas de acuerdo a criterios medioambientales y

sociales. Un año después nació el “Domini Social Equity Fund”.

Al principio la incertidumbre era lógica sobre las posibilidades reales de obtener unas

rentabilidades razonables con esas restricciones morales, y de hecho los grandes

expertos de Wall Street pusieron en duda la vialidad de la idea.

Pasados los años se ha demostrado que no solo es posible sino que en la actualidad

este tipo de fondos controlan y condicionan las decisiones de numerosas compañías de

muchos sectores.

Esto ha hecho posible que muchas empresas sean en estos momentos conscientes de su

responsabilidad social y estén mejorando y potenciando todos sus mecanismos de

dialogo con sus propios inversores y con sus partes interesadas (“Stakeholders”).
Transcurridos ya veinte años se puede afirmar que los tres pilares fundamentales en

los que se basa la inversión socialmente responsable, como son:

• Respeto al Medio Ambiente y a las Buenas Prácticas Sociales

• Defensa de los Accionistas

• Inversión para la Comunidad, están suficientemente consolidados.

- FTSE4 Good Europe

http://www.ftse.com/ftse4good/index.jsp

Se trata de un índice diseñado para medir el comportamiento de aquellas empresas que

tiene establecidas pautas de Responsabilidad Social Corporativa y facilitar así las

decisiones de los inversores.

En la actualidad las empresas españolas recogidas por este índice son las siguientes:

Grupo Santander, BBVA, Bankinter, Gas Natural, Inditex, Repsol YPF y Telefónica.

- Dow Jones Sustainability Index

http://www.sustainability-indexes.com/

El Índice Dow Jones de Sostenibilidad en adelante DJSI fue creado en 1999 por las

siguientes compañías líderes: Dow Jones Indexes (lider mundial en lo que a índices

bursátiles de refiere), STOXX Limited (líder europeo en la misma línea que el

anterior) y SAM Group (pionero en la inversión socialmente responsable).

Derivados del original en la actualidad existen dos índices uno a nivel mundial y otro a

nivel europeo. Estos índices son: el Dow Jones Sustainability World (DJSI World) y el

Dow Jones STOXX Sustainability (DJSI STOXX).

Los índices son revisados anualmente y responden a la demanda de información de los

mercados internacionales en relación a la capacidad de las empresas para gestionar a

largo plazo sus actividades de forma responsable, de acuerdo a las exigencias

económicas, medioambientales y sociales.

Los valores que componen el DJSI son seleccionados, a nivel mundial y de forma

cuidadosa, de entre las compañías líderes en sostenibilidad. Esto hace que sea un foco

de atracción y encuentro entre las compañías que tiene implementados principios de


sostenibilidad y aquellos inversores que desean obtener las potenciales ventajas de

estas compañías como pueden ser sus mejores rendimientos y una relación más

favorable del binomio riesgo/beneficio.

En estos momentos existen 51 licenciatarios del DJSI distribuidos en 14 países que

manejan diferentes productos que incluyen fondos activos y pasivos, certificados y

cuentas segregadas. En total estas licencias manejan 2.800 millones de Euros.

- Dow Jones Sustainability World

El “Dow Jones Sustainability World Index” (DJSI World) está constituido por más de

300 compañías que representan el 10% de las empresas líderes en sostenibilidad. Estas

compañías pertenecen a 60 grupos industriales diferentes que están presentes en 34

países. Estas compañías han sido seleccionadas entre las 2500 incluidas en los índices

Dow Jones globales.

A finales de febrero de 2004 la capitalización de los valores recogidos en este índice

ascendía a más de 6,5 billones de USD.

El DJSI cuenta con cinco subíndices especializados que se caracterizan por aquel tipo

de negocio en que los inversores no están interesados y así cinco diferentes índices de

empresas que no están relacionadas con:

- Alcohol

- Juego

- Tabaco

- Armamento y armas de fuego

- Alcohol, juego, tabaco, armamento y armas de fuego

Las empresas españolas actualmente presentes en el DJSI son:

- Banco Bilbao Vizcaya Argentaria S.A.

- Banco Santander Central Hispano S.A.

- Endesa S.A.

- Grupo Ferrovial S.A.

- Iberdrola S.A.
- Inditex S.A.

MASTER EXECUTIVE EN GESTIÓN INTEGRAL: MEDIO AMBIENTE, CALIDAD

Y RIESGOS LABORALES

RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL. Juan Gros, María José Arasa

4. NORMAS INTERNACIONALES

4.1. AA1000

http://www.accountability.org.uk/aa1000

Publicado en 1999 por el Institute of

Social and Ethical AccountAbility, el

estándar AA1000 es un marco de

referencia para mejorar la

responsabilidad social y el rendimiento

de las empresas mediante el aprendizaje

a través de sus partes interesadas.

Más conocida como Accountability, esta

organización, sin ánimo de lucro, está

dedicada a la promoción de la

responsabilidad de las organizaciones en

general y en particular de las

responsabilidades social y ética, como

condición indispensable para alcanzar el

desarrollo sostenible.

En resumen el objetivo fundamental del

estándar es que las organizaciones

integren en su “día a día” su compromiso

con sus stakeholders.

En estos momentos está siendo utilizada por importantes organizaciones líderes tanto del

mundo de los negocios, como organizaciones sin ánimo de lucro o instituciones públicas.
El estándar permite a aquellos que lo utilizan establecer un proceso sistemático de

compromiso con sus “stakeholders”que genera indicadores, objetivos, y los sistemas de

“reporting”necesarios para asegurar su correcto funcionamiento en todos los niveles de la

organización.

Los principios en los que se basa el estándar AA1000 son muy parecidos al del resto de las

normas de gestión de calidad, prevención y medio ambiente internacionales, es decir los

principios de mejora continua. Así para la AA1000 los ciclos de mejora deberán seguir la

siguiente secuencia: Planificación, responsabilidad y auditorías y “reporting”.

Un esquema gráfico de lo anterior se muestra en la figura.

La AA1000 no detalla que se debe reportar ni como se debe reportar. Para ello se remite al

estándar que sobre Memorias de Sostenibilidad ha editado el GRI (Global Reporting

Initiative). Este estándar se expondrá con detalle más adelante.

4.2. SA8000

http://www.cepaa.org/SA8000/SA8000.htm

Social Accountability International (SAI) trabaja para mejorar las condiciones de trabajo y

combatir la explotación a través de la expansión y posterior desarrollo del estándar SA8000 y

su proceso de verificación asociado.

SA8000 en los años 90 en el contexto de Estados Unidos surge como primer estándar de

responsabilidad social, ante la necesidad de que los fabricantes, distribuidores, franquicias,

suministradores y todo tipo de organizaciones pudieran asegurarse de que se mantienen unas

condiciones justas y decentes de trabajo en todos los eslabones de la cadena de producción y

distribución.

SAI es una Organización No Gubernamental, radicada en Estados Unidos, que se dedica al

desarrollo, implementación y supervisión de estándares voluntarios y verificables de

responsabilidad social. Es la encargada de velar de que el estándar y sus sistemas de

verificación sean eficaces y transparentes para ello:

- Consensúa con los “stakeholders” claves el contenido de sus estándares

voluntarios
- Acredita a organizaciones cualificadas para la verificación del cumplimiento del

estándar

- Divulga y promociona la implementación del uso del estándar a nivel internacional

SA8000 se basa en normas internacionales de trabajo tales como las dictadas por la

Organización Internacional del Trabajo, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y

la Convención de los Derechos del Niño.

Las líneas maestras del estándar se refieren a temas tan fundamentales como son:

- Trabajo infantil: Edad mínima y condiciones de trabajo

- Trabajos forzados: Eliminación y horarios y salarios justos

- Seguridad y salud: Mínimas condiciones admisibles

- Derecho de asociación y negociación colectiva

- No discriminación: Por sexo, raza, religión, etc

- Medidas Disciplinarias: Justas y proporcionadas

- Horario de trabajo: Justo

- Salarios: Justo y proporcional

- Sistemas de Gestión: Como elementos fundamentales para la toma de

decisiones

¿Cómo pueden comprometerse las compañías con SA8000?

En estos momentos existen dos maneras por las que las compañías se pueden implicar con la

SA8000.

La primera de ellas está destinada a las empresas de producción que pueden certificar sus

instalaciones de acuerdo al estándar SA8000 por medio de auditorías realizadas por entidades

de certificación autorizadas.

La segunda, pensada más para las compañías distribuidoras, se denomina “SA8000 Corporate

Involvement Program” y se trata de un programa a dos niveles que ayuda a las compañías a

conocer la SA8000, implantarla e informar periódicamente de los progresos conseguidos con

la implantación.

4.3. SGE- 21
FORÉTICA, Foro para la Evaluación de la Gestión Ética, es una asociación sin ánimos de

lucro que se creo en 1990, en Barcelona en el marco del Congreso de Valores de Empresa. Su

finalidad es fomentar la cultura de la gestión ética y la responsabilidad social en las

organizaciones.

FORÉTICA posee la familia de normas que engloba el Sistema de la Gestión Ética, (SGE), el

cual se organiza en series según su aplicación. La serie SGE-20 es la que se refiere en

concreto a la Certificación de Empresas.

La Norma SGE-21 se estructura en ocho áreas de Gestión, cada una de ellas, con unos valores

éticos aplicables y cuya implantación es evaluable y por supuesto certificable por auditoría de

tercera parte.

El Sistema de Gestión Ética se organiza en series de documentos o Sistema documental, que

pueden ser: normas, códigos, guías, etc. Que por su aplicación están orientados a la

Certificación, normalización, a la descripción de aspectos generales,...

El modelo presentado por FORÉTICA aplica normas técnicas elaboradas e implantadas

siguiendo la metodología y dinámica de las normas de Gestión de la Calidad.

Es considerado también por parte de la Norma SGE-21 la auditoría final con la concesión de

la marca demostrativa de la conformidad, por tanto, la norma es certificable por una tercera

parte.

En el inicio de la Norma se deja constar el problema que hasta ahora se ha suscitado sobre la

subjetividad de la Ética tradicional. Esto, está siendo estudiado, con el fin de buscar métodos

de evaluación científica objetivos, como base de una línea futura de trabajo.

Objeto y Campo de Aplicación

Esta Norma pretende ser universalista en el sentido de que no se cierra a un solo sector del

mercado, sino que todo tipo de Organización independientemente de su tamaño o ámbito al

que se dirige puede implantarla.

En el caso concreto de no poderse aplicar un registro debido a la naturaleza de la

Organización o de su producto, éste se podrá excluir.

La Norma SGE-21 también puede ser implantada en cualquier tipo de Organización, pero la
importancia del Sistema de Gestión Ética va más allá, ya que para la certificación de la

Organización es necesario adquirir de forma voluntaria un compromiso social, puesto que se

deben aplicar los valores éticos que se incorporan en la Norma. Además, de demostrarlo y

mantenerlo.

Esta Norma de Empresa especifica también unos requisitos a cumplir por parte de las

Organizaciones que quieran adquirir un compromiso social consigo mismos y con su entorno,

en cuanto a la cultura de la Gestión Ética.

Existen aspectos a los que la Norma se refiere que están además regulados, pero aún así, es

necesario referirse a los mismos como un medio a asumir por las personas afectadas en el área

en cuestión. La Norma SGE-21 desglosa la Gestión general de una Organización en ocho

áreas. Algunas de ellas incorporan más de un aspecto, debido a la importancia y trascendencia

de algunos temas.

Para la implantación en la Empresa de los requisitos de la Norma es necesario haber

elaborado previamente unos documentos formales. Estos documentos exigidos, tienen que ser

examinados para ver su aplicabilidad en la Empresa en cuestión.

Entre los documentos necesarios para la implantación del Sistema de Gestión Ética están los

siguientes:

- La Política de Gestión.

- Código de Ética o de Conducta.

- Reglas del Comité de Ética.

- Código de Ética en materia de publicidad.

La SGE-21 se desarrolla mediante capítulos, los cinco primeros explican los antecedentes y

aspectos generales. Y a partir del capítulo 6 se desarrolla lo que podemos llamar la parte

auditable, por tanto, es en el que se basa la implantación del Sistema de Gestión Ética y la

auditoría de la Empresa a certificar.

El Capítulo 6 se desglosa en ocho áreas de gestión, en las que aparece el compromiso social

que la Empresa adquiere de forma voluntaria, a continuación, están los indicadores necesarios

para demostrar las evidencias.


Cada apartado de las áreas de gestión describe unos principios o valores éticos que se

consideran aplicables al área en cuestión. En el caso en el que una Organización posea unos

principios distintos a los expuestos en la Norma, se realizarán documentos complementarios a

la misma.

Se permiten registros tanto escritos como en base informática, pero en el caso de estos

últimos, deben de ser accesibles a la totalidad de la Organización. Teniendo en cuenta, que la

introducción y modificaciones de datos se restringe a los empleados responsables del registro.

5. TRANSPARENCIA INFORMATIVA: GRI (GLOBAL REPORTING INICIATIVE)

5.1 Antecedentes

http://www.globalreporting.org

Con el propósito de facilitar a las empresas la comunicación sobre sus actuaciones hacia un

desarrollo sostenible, en el año 1997 CERES (Coalition for Environmentally Responsible

Economies), organización norteamericana sin ánimo de lucro, en colaboración con el

PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente), comenzó una línea de

trabajo que ha dado como fruto una Guía para la elaboración de Memorias de

Sostenibilidad.

A esta iniciativa se fueron uniendo diferentes partes interesadas como fue el caso de ONGs,

organizaciones contables y asociaciones empresariales, con una participación de más de 35

países.

En marzo de 1999 se publica el primer borrador de esta Guía para la elaboración de Memorias

de Sostenibilidad (GRI).

Una vez publicado este borrador, se inició un periodo de prueba para su aplicación como

experiencia piloto en 21 compañías multinacionales. En junio del año 2000 se publicó una

versión definitiva de esta guía, no obstante, su aplicación siguió considerándose en cierta

manera experimental y de hecho ya ha sido revisada y publicada una nueva edición en 2002,

incorporando las mejoras fruto de la experiencia de las empresas que ya trabajan con ella en

un gran número de países, incluido España.

5.2 Objetivos, principios y características


El objetivo último que persigue la elaboración y difusión del GRI, como herramienta

voluntaria y consensuada, para las empresas que deseen informar acerca de sus actuaciones en

los campos ligados al desarrollo sostenible, es establecer un marco común, podríamos decir en

términos coloquiales, establecer “las reglas del juego”.

Es una iniciativa que quiere promover y facilitar:

- Que cada empresa informe bajo una óptica similar y realista (que en absoluto limita

la creatividad de cada organización), de manera que la información pueda ser

comparable entre organizaciones diferentes.

- La homogeneidad en cada empresa, entendiendo estas memorias como una

herramienta visible más de mejora continua, de manera que la información se dé

de una forma sistemática y estructurada, y no como respuesta a demandas

específicas puntuales.

- Una estructura de información clara y organizada, que pueda contrarrestar las

informaciones que hasta ahora se venían dando, pecando éstas de en exceso

cualitativas, poco realistas, y sesgadas claramente hacia aspectos positivos.

Como principios fundamentales para la elaboración de las Memorias de Sostenibilidad se

definen los siguientes:

1. Principio de Entidad. La Memoria debe indicar claramente sobre qué parte de la

organización informante se ha realizado, indicando los límites de la misma (según la

terminología de los Sistemas de Gestión, más común para todos, estaríamos hablando

de definir el alcance del Sistema).

2. Principio de Alcance de la Memoria. Debe dejar claro el alcance ya no en cuanto a la

organización sino en cuanto al tipo de cuestiones que en ella se abarcan, distinguiendo

entre medioambientales, sociales y económicas.

3. Principio de Devengo. La información incluida en el informe debe estar adaptada al

periodo de tiempo en el que se está informando, adoptando el concepto de ciclos

informativos.

4. Principio de Compromiso Continuo. Ese compromiso debe quedar plasmado en la


Memoria y debe proporcionar un marco de actuación futura (alineado con el principio

de la mejora continua que exigen otros referenciales como las Normas ISO relativas a

Sistemas de Gestión).

5. Principio de Precaución. Visión global y equilibrada, enfoque realista hacia logros

directamente atribuibles a la organización y ya conseguidos.

6. Principio de Materialidad. Este principio hace alusión a la trascendencia o relevancia

de la información aportada; las organizaciones deben hacer un esfuerzo importante a

la hora de identificar a sus “stakeholders”y las expectativas de los mismos.

En cuanto a las características cualitativas para las Memorias de Sostenibilidad, el GRI fija las

siguientes:

- Relevancia

- Veracidad

- Comprensibilidad

- Comparabilidad

- Periodicidad

- Verificabilidad

5.3 Contenido de las Memorias de Sostenibilidad según GRI

A pesar de que se busca la homogeneización, hay que dejar claro que el GRI presenta un

esquema totalmente abierto a la hora de organizar esta información, de manera que no cierra

en absoluto puertas a las empresas para que éstas aporten creatividad a los informes, dándoles

un contenido de comunicación y marketing alineado con la estrategia empresarial de cada

organización.

No cabe duda de que las Memorias de Sostenibilidad constituyen además una herramienta

idónea para lo que conocemos como “marketing verde”, este factor no debe entenderse como

negativo, sino que precisamente el hecho de que exista una Guía de referencia como es el

GRI, dificulta al menos, que las empresas puedan hace un uso ambiguo de la comunicación en

estos ámbitos.

A continuación se expone un índice orientativo de los contenidos de una Memoria de


Sostenibilidad según el GRI (octubre 2002).

Índice Ejemplo de una Memoria de Sostenibilidad

1. Visión y estrategia: Descripción de la estrategia con respecto a la sostenibilidad en la que

se incluye una declaración del presidente de la organización.

2. Perfil: visión general de la estructura y las operaciones de la organización informante, y del

alcance de la memoria.

3. Estructura de gobierno y sistemas de gestión: análisis de la estructura y la política de la

organización, así como de sus sistemas de gestión y sus esfuerzos por comprometerse con las

partes interesadas.

4. Índice: tabla elaborada por la organización en la que se señala en qué lugar de la memoria

se puede encontrar la información que aparece en la Parte C de la Guía.

5. Indicadores de desempeño: medidas de los impactos o efectos causados por la

organización; se clasifican en indicadores integrados, económicos, ambientales y sociales.

5.4. Los indicadores dentro del marco del GRI

El GRI organiza los indicadores de desempeño de acuerdo a una jerarquía de categoría,

aspecto e indicador. Las definiciones empleadas en esta jerarquía se ajustan a los modelos

internacionales, aunque están adaptadas al marco del GRI.

Los indicadores se agrupan según las tres dimensiones del concepto convencional de

sostenibilidad: la económica, la ambiental y la social. En el Anexo 5 se puede encontrar más

información sobre los indicadores del GRI.

En la guía de 2002, la jerarquía está estructurada de la manera que se muestra en la página

siguiente:

CATEGORÍA ASPECTO

ECONÓMICOS

Impactos económicos

directos

Clientes

Proveedores
Empleados

Proveedores de capital

Sector público

AMBIENTALES Ambiental

Materias primas

Energía

Agua

Biodiversidad

Emisiones, vertidos y

residuos

Proveedores

Productos y servicios

Cumplimiento

Transporte

General

Prácticas laborales y trabajo

decente

Empleo

Relaciones

empresa/trabajadores

Salud y seguridad

Formación y educación

Diversidad y oportunidad

Derechos humanos

Estrategia y gestión

No discriminación

Libertad de asociación y

negociación colectiva
Trabajo infantil

Trabajo forzoso y

obligatorio

Medidas disciplinarias

Medidas de seguridad

Derechos de los indígenas

SOCIALES

Sociedad

Comunidad

Corrupción

Contribuciones políticas

Competencia y precios

Responsabilidad del

producto

Salud y seguridad del cliente

Productos y servicios

Publicidad

Respeto a la intimidad

5.5. Ventajas y dificultades asociadas a la elaboración de una Memoria de Sostenibilidad

A modo de resumen, se pueden mencionar las siguientes ventajas para una organización que

decide elaborar una Memoria de Sostenibilidad siguiendo las pautas del GRI:

- Las Memorias de Sostenibilidad constituyen un documento útil para presentar el

impacto humano y ecológico de una empresa, con objeto de proporcionar datos

fiables y relevantes e informar a todas las posibles partes interesadas (grupos de

población próximos, inversores, compañías de seguros, administración, clientes,

proveedores, grupos ecologistas, y a la sociedad en general, así como hacia todas

las unidades organizativas de la propia Compañía).

- Constituye una herramienta de gestión que ayuda a afianzar, promover, coordinar y


evaluar objetivos de mejora continua en las actuaciones de una compañía. Obliga a

las empresas a la búsqueda de indicadores, al establecimiento de objetivos y a la

medida del grado de consecución de los mismos; exige la adopción de

metodologías para poder periódicamente dar una información homogénea.

- Ilustra la relación entre los tres elementos que componen la sostenibilidad: el

económico, el ambiental y el social. Permite por tanto dar respuesta a una creciente

demanda de información en estos ámbitos.

- Facilita la comparación y el benchmarking entre Organizaciones. Esto tiene suma

importancia teniendo en cuanta que cada vez más, multitud de grupos de interés

demandan transparencia y posibilidad de elegir en un mercado cada vez más

competitivo.

En relación a las posibles dificultades que se pueden encontrar las empresas a la hora de

plantearse abordar este tema, mencionar lo siguiente: frente a otras herramientas de gestión

que a pesar de tener un carácter voluntario, el mercado las ha convertido en prácticamente

obligatorias para aquellas empresas que quieran ser competitivas (caso de los Sistemas de

Gestión certificados bajo referenciales normalizados como ISO 9001 e ISO 14001), las

Memorias de Sostenibilidad responden a un esquema un tanto diferente y todavía sin

normalizar desde la perspectiva de la verificación.

Habrá empresas (sobre todo, caso de las PYMES) que consideren que la elaboración de una

Memoria de Sostenibilidad les resultaría un proceso difícil y costoso, en tiempo y en dinero.

Es posible que existan dificultades iniciales derivadas de la falta de consistencia de los

métodos implantados en la empresa para “medir” la satisfacción o adecuación en los ámbitos

de aplicación de la Memoria.

Para estos casos, la Guía proporciona una gran ventaja adicional a las ya mencionadas; es una

herramienta flexible y que contempla la posibilidad de su aplicación gradual, de manera que

aquellas organizaciones que deseen ir paulatinamente adoptando principios y actuaciones en

la línea de sostenibilidad, podrán marcarse su propio ritmo siempre bajo la óptica de la

transparencia como máxima fundamental.


En cuanto a la periodicidad de publicación de una Memoria, éste es otro factor totalmente

flexible; cada empresa tiene total libertad para marcarse los periodos temporales sobre los que

desee informar. Si bien es cierto que, hasta la fecha una gran mayoría de empresas que

publican informes similares, lo hacen con carácter anual, quizá para algunas sobre todo

PYMES, pueda resultar más viable e incluso más recomendable de cara a la consistencia de la

información. Realizarlo en periodos de dos o incluso hasta tres años.

No obstante, la dificultad principal de la empresa se centrará en la recopilación inicial de la

información necesaria para hacerse un primer planteamiento: quiénes son mis stakeholders,

qué información demandan, cómo extraer esa información y cómo estructurarla, cómo

identificar los indicadores, cómo medir de ahora en adelante mi mejora continua y mi

evolución en el comportamiento sostenible. Sin duda, cuando la empresa se hace estos

planteamientos y se obliga a reflexionar sobre estas cuestiones ya está en el camino de

incluirlas en sus prácticas de gestión y actuación.

La Guía resulta de una gran ayuda para resolver estas preguntas; en cualquier caso, también es

recomendable en una primera fase recurrir a la ayuda de consultores especializados en la

materia y con una visión más amplia aportada por la experiencia de más organizaciones.

5.6. La Validación independiente

Indudablemente, una validación independiente de la Memoria le aporta un valor añadido

basado en una credibilidad y una fiabilidad mayor.

Hasta la fecha existen dos opciones para la validación de estos informes de sostenibilidad.

El primero de ellos es ponerse en manos de los organismos acreditados para la certificación en

base a referenciales ya normalizados (caso AENOR, BVQi, etc.) que han desarrollado su

propia normativa y reglamentos internos de validación de Memorias de Sostenibilidad según

los principios del GRI.

El propio GRI en su anexo correspondiente incluye orientaciones sobre el proceso de

validación de estas Memorias, a adoptar por las organizaciones verificadoras de forma que se

dote al proceso de consistencia, calidad y credibilidad.

Siguiendo estas pautas, los procesos de validación están basados básicamente en una revisión
documental de toda la información utilizada y una verificación “in situ” de los contenidos de

la Memoria y de la trazabilidad de los datos que en ella se incluyen. Asimismo, el Informe de

Validación contendrá los datos especificados de manera explícita en el anexo correspondiente

del GRI.

Otra opción es que estas mismas organizaciones acreditadas validen la memoria de acuerdo a

la AA1000 como ya se ha mencionado en el apartado correspondiente.

5.7. Situación en España

Las empresas españolas empiezan a concienciarse de su implicación en el desarrollo

sostenible y en su necesaria participación; la sociedad así lo exige ya. Por esta razón, el

alcance de los informes anuales de las compañías va ampliándose y acercándose lentamente a

la tendencia de informar de la triple cuenta de resultados: económico, medioambiental y

social.

Cabe señalar la Resolución de 25 de marzo de 2002, de Contabilidad y Auditoría de Cuentas,

por la que se aprueban normas para el reconocimiento, valoración e información de los

aspectos medioambientales en las cuentas anuales de las compañías (BOE núm. 81, de 4 de

abril de 2002).

El objetivo de dicha resolución es el reconocimiento, valoración e información de las

cuestiones medioambientales que sean necesarias para que las cuentas anuales individuales

ofrezcan la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados del sujeto

contable.

5.8. Conclusiones

Las Memorias de Sostenibilidad pueden constituir una herramienta de gran valor para las

empresas que quieran adoptar principios responsables de comportamiento medioambiental,

económico y social, e informar de ello a todas las partes interesadas que cada vez son más y lo

demandan con mayor exigencia.

La guía GRI sienta unos principios y contenidos básicos para estas Memorias de

Sostenibilidad, definiendo un marco común para todas las organizaciones que quieran

informar sobre estas cuestiones de una manera organizada y planificada.


Como reflexión final, podemos decir que es ya imprescindible coordinar esfuerzos enfocados

hacia los principios que se han ido mencionando a lo largo de todo el documento, puesto que

además de ser ya casi una responsabilidad ineludible para cualquier empresa, el logro de

objetivos marcados en la línea del desarrollo sostenible traerá consigo importantes

consecuencias tanto interna como externamente.

Y por supuesto, sin olvidar que todos estos valores descritos no se juzgarán sólo por las

declaraciones de principios divulgadas por las Organizaciones, sino por las acciones que

acompañen y permitan transmitir la transparencia y la confianza perseguida.

Y como conclusión, extraído de la propia guía GRI:

“El siglo XX vio cómo se producía un progreso mundial en cuanto a la homogeneización

de los informes financieros. El GRI espera que el siglo XXI vea un progreso aún más

rápido en el desarrollo y aceptación global de las memorias de sostenibilidad, y que esta

guía contribuya a lograr dicho fin”.

6. FUNDACIONES, ASOCIACIONES ...

6.1. The Global Compact

http://www.unglobalcompact.org

¿Qué es el “Global Compact” o “Pacto Mundial”?

Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, propuso por primera vez la idea de

un Pacto Mundial en su alocución ante el Foro Económico Mundial el 31 de enero de 1999.

La fase operacional del Pacto Mundial se inauguró el 26 de julio de 2000 en la Sede de las

Naciones Unidas en Nueva York. El Secretario General invitó a varios dirigentes

empresariales a sumarse a una iniciativa internacional —el Pacto Mundial— encaminada a

reunir a empresas, organismos de las Naciones Unidas, trabajadores y representantes de la

sociedad civil, para apoyar nueve principios universales en materia de derechos humanos,

trabajo y medio ambiente.

El Pacto Mundial intenta promover, mediante la fuerza de la acción colectiva, el civismo

empresarial responsable a fin de que el mundo de los negocios pase a formar parte de la

solución de los retos que plantea la mundialización. De este modo, el sector privado, en
colaboración con otros agentes sociales, puede contribuir a hacer realidad la visión del

Secretario General: una economía mundial más “sostenible e incluyente”.

Existen hoy cientos de empresas de todas partes del mundo, grupos sindicales internacionales

y organizaciones de la sociedad civil que participan en el Pacto Mundial.

El Pacto Mundial es una iniciativa voluntaria de civismo empresarial con dos objetivos

complementarios:

- Integrar el Pacto Mundial y sus principios en las actividades y las estrategias de las

empresas;

- Facilitar la cooperación entre los principales interesados y promover asociaciones

destinadas a apoyar los objetivos de las Naciones Unidas.

El Pacto Mundial facilita el logro de estos objetivos y ofrece oportunidades de participación a

través de varios mecanismos: diálogos de política, actividades de formación, creación de

redes locales y proyectos de colaboración.

El Pacto Mundial no es un instrumento regulador, es decir, que no vigila, ni impone, ni evalúa

la conducta o las acciones de las empresas. Se podría decir que el Pacto Mundial se apoya en

la responsabilidad ante el público, en la transparencia y en el interés bien entendido de las

empresas, de los trabajadores y de la sociedad civil, para poner en marcha acciones

sustantivas comunes en pro de los principios en los que se basa el Pacto.

El Pacto Mundial es una red cuyo núcleo está formado por la Oficina del Pacto Mundial y por

cuatro organismos de las Naciones Unidas: la Oficina del Alto Comisionado para los

Derechos Humanos, la Organización Internacional del Trabajo, el Programa de las Naciones

Unidas para el Desarrollo y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Participan en el Pacto todos los agentes sociales pertinentes: los gobiernos, que definieron los

principios en los que se basa esta iniciativa; las empresas, cuyas acciones se pretende

influenciar; los trabajadores, en cuyas manos se concreta el proceso de mundialización; las

organizaciones de la sociedad civil, que representan a la más amplia comunidad de

interesados; y las Naciones Unidas, que son verdaderamente el único foro político mundial,

una voz autorizada, con poder de convocatoria y capaz de actuar de catalizador.


8. BIBLIOGRAFIA

- Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948)

www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm

- Convención sobre los Derechos del Niño (1989)

www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/k2crc_sp.htm

- Estándares laborales básicos de la OIT

http://www.ilo.org/public/spanish/region/ampro/cinterfor/temas/complab/xxxx/esp/i.htm

- Convenio 29: Convención sobre el Trabajo Forzoso (1930)

www.ilolex.ilo.ch:1567/scripts/convds.pl?c29

- Carta sobre los derechos fundamentales del ciudadano de la UE.

www.europa.eu.int/comm/justice_home/unit/charte/index_fr

- Convenio 98: Convenio relativo a la aplicación de los principios del Derecho de

Sindicación y Negociación Colectiva (1949)

www.satse.es/secret_gral/ satse_europa_derecho_negociacion_colectiva.htm

- Convenio 182: Convención para la eliminación de las peores formas de trabajo

infantil (1999)

www.ilo.org/public/spanish/standards/ relm/ilc/ilc87/com-chic.htm

MASTER EXECUTIVE EN GESTIÓN INTEGRAL: MEDIO AMBIENTE,

CALIDAD Y RIESGOS LABORALES

RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL. Juan Gros, María José Arasa

- Declaración Tripartita de Principios acerca de las Empresas Multinacionales y la

Política Social de la OIT

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