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El presente más allá del pasado

Acerca de Vestimenta ritual tradicional de la Santería cubana,


de María Elena Molinet*
Lázara Menéndez**

De acuerdo como se vista y se comporte el materializó y el júbilo se expande y se multi-


Perfiles D E L A C U L T U R A C U B A N A
visitante, será invitado o no a participar en plica en cada presentación, en cada persona
las tareas domésticas. que se acerca y comenta el costado del libro
Odu Ogbe Owanrin (De Souza, 2005:134) que le parece más interesante o atractivo.
Por medio de las cosas corpóreas y tem- Vestimenta ritual tradicional de la Santería
porales podemos comprender lo eterno y Cubana es un estudio que se ocupa de la
espiritual. imagen visual en una práctica religiosa, his-
San Agustín (citado por Margolin, 2002:15) tóricamente subalterna. Después del triunfo
de la Revolución se le concedió a la investi-
Cuando supe que el libro de María Elena gación y difusión del patrimonio cultural de
—esa fue, para mí, su primera identidad— origen africano una dimensión importante en
sería publicado por el Centro de Investiga- el ámbito de la cultura popular tradicional,
ción y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan especialmente en el contexto de la cultura
Marinello —en aquel momento no era Insti- artística. La creación y el repertorio del Con-
tuto, y en su dirección estaba Pablo Pache- junto Folklórico Nacional1 y de Danza Nacio-
co— sentí una profunda alegría, pues estaba nal de Cuba así como la fundación del Insti-
convencida de que ese era su espacio. En tuto de Etnología y Folklore dan fe de ello.
la obra de esta institución se ha expresado Uno de los encantos del libro, como pun-
la voluntad de revelar la diversidad y el en- tadas que definen un corte, es la habilidad
trecruzamiento de imágenes y memorias en para remitir al lector al ambiente de creación,
las vidas cotidianas “como tensiones consti- rigor y exigencia intelectual, que se manifes-
tutivas de la cultura y la sociedad cubanas”, tó en no pocas de las acciones emprendidas
(Amador, 2003:18) con lo cual, la tradicional desde el Teatro Nacional; diferentes semina-
distancia entre una cultura sesgada por los rios y proyectos —uno de ellos, la formación
ejes de lo alto y lo bajo, lo académico y lo del CFN— se desarrollaron al amparo de esta
no-académico, lo culto y lo popular, ha sido institución.
recolocada hacia una suerte de aleación de Complejo y difícil fue el proceso de crea-
referencias culturales, de articulación de for- ción del CFN, este nos da idea de lo con-
mas heterogéneas de existencia. tradictoriamente paradójica que resultó esta
Aunque no era ocasional que aquel fuera época. Manuel Moreno Fraginals nos sitúa
el entorno pertinente para la publicación de frente a los múltiples ejes de conflicto y ten-
un estudio de la “imagen tangible de cada dencias que se desarrollaron y manifestaron
santo dentro de su universo visual y su le- alrededor de la constitución de esa entidad,
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guaje simbólico” (Molinet, 2007:65) por el y cómo reflejaban los reparos y rechazos
camino la idea podía extraviarse —vale re- existentes alrededor del acontecimiento re-
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cordar el popular proverbio “del dicho al he- ligioso. Grupos no religiosos argumentaron
cho hay mucho trecho”—; mas no, esta se que esto iba en contra de la hegemonía de la

* La Fundación Fernando Ortiz acaba de conferirle a este libro el premio Catauro Cubano (2008).
** Graduada de Historia del Arte. Doctora en Ciencias sobre Arte. Profesora de la Facultad de Artes y Letras de la
Universidad de La Habana. Especializada en arte africano y estudios afrocaribeños. Sus investigaciones giran en torno
a las artes plásticas y la religiosidad popular cubana de antecedente africano. claudiosotolongo@isdi.co.cu.
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A partir de este momento aparecerá en el texto como CFN.

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política laica sostenida por el Estado; otros nostálgica. María Elena fue una protagonista
analizaron el asunto desde la perspectiva de desde el lado de los creadores; contribuyó a
una necesaria desacralización de aquellas la objetivación de imágenes para la escena,
formas consideradas como artísticas y que porque ella tiene una mirada aguda, un oído
con ello se orientaría “el proceso de liquida- sensible y una inteligencia cultivada y recep-
ción religiosa”. (Moreno Fraginals, 1985) Los tiva que le permitió poner a disposición de
grupos religiosos, por su parte, consideraron los portadores y de todos una tradición que
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irrespetuosa y sacrílega la presentación en era instalada, por primera vez, en los circui-
escena de danzas y cantos que hasta el mo- tos de legitimación del saber y el hacer inte-
mento habían sido solamente expresión de lectual considerado de alto vuelo.
lo sagrado. Argumenta Moreno Fraginals: El “todo mezclado” de Nicolás Guillén re-
aparece en este libro de María Elena Molinet,
los elementos musicales/danzarios que se dotado del especial encanto de una tradición
pretendían estudiar, revalorizar y difundir no fosilizada. Cuando el humilde y paciente
tenían un carácter litúrgico/religioso, de lucumí ha ido cediendo el espacio al sober-
religiones vivas, de origen africano, prac- bio y sonoro yoruba, la autora suscribe el pri-
ticadas por un determinado sector de la mero porque “fue el más tradicional utilizado
población cubana. […] Como es lógico, en Cuba” (2007:29). El lucumí vistió, cantó
presentaron una fuerte resistencia a la y tocó en los corazones de Nieves Fresneda,
presencia de investigadores en sus cen- Lázaro Ross, Jesús Pérez, Merceditas Valdés,
tros rituales y mas aun a la transformación Facundo Rivero, Fernando Ortiz, Lydia Cabre-
de la música y las danzas sagradas en un ra, Rómulo Lachatañeré, Argeliers León y tan-
espectáculo teatral profano. (1985) tos otros hombres y mujeres, recordados en
las moyubas o perdidos en el espacio infini-
El recuerdo nos remite a un hecho que to de la memoria, responsables, de alguna u
quedó fijado en el documental Historia de otra forma, de la presencia de un patrimonio
un ballet (1961): la presencia del religioso que se reconoce como “ingrediente sustan-
—“del hombre de la calle”, “el de a pie”, cial del alma común de la Nación toda”; (Mo-
decimos hoy— en el teatro para observar, nal, en Molinet, 2007:27) el vocablo lucumí
como espectador, la dimensión cultural y ar- arrastró consigo la última parte de un poema
tística que otorgaban los creadores a lo que que pertenece al Odu de Ifá Babá Obara Meyi
él realizaba como actor desde su práctica co- y dice: “al hombre que sabe y sabe que sabe,
tidiana. En esa magistral propuesta de José pero no hace alarde de saber: síguelo”. (De
Massip se muestra el proceso de creación de Souza, 2005)
una no menos magistral producción danza- Vincular lo doméstico y lo cotidiano con
ria que fue Suite yoruba, de Ramiro Guerra. lo eterno y lo espiritual es tarea de titanes.
Y a través de él podemos percibir la rela- El diálogo con la tradición oral desarrollado
ción entre el “hecho folklórico” y el trabajo por “la diseñadora de vestuario”, (Molinet,
de investigación y creación que sustenta la 2007:27) la voluntad de reducir los espacios
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“proyección folklórica”, para expresarnos en creados por la desinformación, en virtud de


los términos del maestro Guerra. En todo ese la carencia de investigaciones rigurosas en
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germinal desarrollo está inmersa María Elena el espacio de la vestimenta ritual, y la apli-
Molinet. cación de los “métodos con los que se pue-
En Vestimenta ritual tradicional de la San- de estudiar y reconocer distintas prendas
tería cubana, la fugaz evocación de los años vestimentarias, clasificarlas y aislarlas” (Mo-
sesenta —época complicada, contradicto- linet, 2007:32) le ha posibilitado reconstruir
ria y percibida como dorada, si la referencia “la historia de las ropas y accesorios, con
son los años cincuenta y los setenta— no es un mínimo de riesgo”. (Molinet, 2007:29)

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Ha desplegado sobre la mesa el lenguaje de ma-innovación, cuando después de un me-
las prendas y su relación con las tipologías, surado balance se inclina “a opinar que es-
la tecnología, el tiempo y el espacio. tas [se refiera a la vestimenta] empezaron
La sistematicidad y la sagacidad inves- a conformarse a mediados del siglo XX”.
tigativas de María Elena Molinet le han (2007:26) Tras este suave movimiento, la
permitido indagar en la parafernalia de la reflexión que acompaña a la lectura nos
Santería o Regla Ocha-Ifa. El estudio acer- invita a preguntarnos: ¿en qué medida ese
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ca de la “imagen” del cubano, constituida fue un vestuario que pudo ser considerado
para esta autora por “el cuerpo humano continuador de una tradición en las pos-
con sus etnias y tipologías; la gestualidad trimerías del XIX y los inicios del XX? ¿La
y la vestimenta colocada como una ‘segun- magnificencia era una señal de la persis-
da piel’”, (2007:11) le permitió asumir la tencia en la memoria de los linajes africa-
propuesta teórica formulada por Argeliers nos o coexistía con la necesidad de borrar
León para la cultura popular de ascenden- el estigma de la pobreza y la sensación
cia ancestral y denominar vestimenta de lí- de privación, al apropiarse de modelos de
nea popular tradicional la que sería su ob- engalanamiento utilizados por los sectores
jeto de estudio. dominantes? ¿Qué ocurrió en el transcurso
Las sociedades recurren al cuerpo y a del siglo XX y qué aconteció en la década
la transformación de la apariencia corporal del sesenta, que nos hizo asumirlo como
mediante vestimentas, adornos, pinturas, parte de una tradición?
tatuajes, escarificaciones, etc. como mane- El vestuario en la santería forma parte
ra de definir la identidad individual, social de una práctica religiosa que se orienta a
y étnica, y de comunicar mensajes sobre la consecución de un mejor nivel de vida;
los contenidos y valores de la persona, de ella es un ejercicio que busca el bienes-
roles y de estatus; así, en el análisis del tar de sus practicantes en el mundo real
vestuario María Elena Molinet no pierde de y concreto en el que viven. La vestimenta
vista las variaciones que se introducen en deviene una suerte de medio de comuni-
la indumentaria en virtud de la posición cación y de acción; los seres míticos se
socioclasista del sujeto dominante o do- convierten en receptáculo de poder. María
minado. La autora pone de manifiesto que Elena Molinet nos sugiere que la relación
la cosmología santera se expresa también entre la “imagen intangible” del oricha, se-
en lo artificioso de un vestuario que es gún los mitos, y los elementos “vestimen-
el resultado de variados procesos de cam- tarios tangibles”, que intentan reproducir
bio, o de transculturación, como dijera Fer- la imagen del santo, abriera el espacio a
nando Ortiz y demuestra la Molinet a lo la opulencia del cotidiano y a las hibrida-
largo de su estudio. Indiscutiblemente la ciones que en él se producen en el ámbito
apropiación de tipologías y estructuras fo- de las equiparaciones religiosas.
ráneas fue una resultante del proceso de Con esta conjetura el lector puede hacer
imposición cultural o deculturación a que una lectura dinámica, fluida, por un tex-
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fueron sometidos los esclavos y sus des- to donde no se concentran fórmulas para
cendientes, una manera de sobreponerse a construir trajes tradicionales; María Elena
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los nuevos patrones de poder que les eran Molinet devela articulaciones entre relatos
impuestos, apropiándose de los elemen- o patakines y estructura del vestuario, y
tos a disposición de la cultura hegemóni- ello opera como una invitación a continuar
ca, como un modo de concretar el calado la indagación entre los objetos y el univer-
creativo de la vida diaria. so de significación que se abre en la cos-
María Elena Molinet nos sitúa ante la mología en cuestión.
insinuante y provocativa problemática nor- Gracias a María Elena por entregarnos

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un documento indispensable para el cono-
cimiento de una práctica cultural que en-
cuentra en su vestuario una manera de ex-
presar sus identidades.
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Bibliografía

- Amador, José 2003 Prólogo a Historia y memoria: sociedad, cultura y vida cotidiana en Cuba (1878-1917)
(La Habana: CIDCC Juan Marinello / Universidad de Michigan).

- De Souza, Adrián 2005 Los orichas en África. Una aproximación a nuestra identidad (La Habana: Editorial
de Ciencias Sociales).

- Margolin, Víctor 2002 Las políticas de lo artificial. Ensayos y Estudios sobre Diseño (Chicago: Editorial De-
signio).

- Molinet, María Elena 2007 Vestimenta ritual tradicional de la Santería cubana (La Habana: ICIC Juan Ma-
rinello).

- Moreno Fraginals, Manuel 1985 “Conjunto folklórico Nacional de Cuba. Análisis sociocultural de una ins-
titución artística”, ponencia presentada en la Primera Conferencia Científica del Instituto Superior de Arte,
La Habana.
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