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AGENCIAS
Sumario
Al comienzo del siglo XXI, cuando se anuncia la llegada de la era del conocimiento
como un peldaño superior de la Sociedad de la Información, las agencias siguen
distribuyendo dos terceras partes de las noticias publicadas en todo el mundo.
Esos cambios alteran en alguna medida su papel de intermediario entre los hechos
y su difusión, pero su importancia para la credibilidad del sistema se mantiene al
mismo nivel que en el pasado.
Las agencias son las encargadas de distribuir un flujo noticioso que llega al
ciudadano a través de los diversos medios de comunicación: de ahí que su
actividad principal se siga identificando con el papel de los mayoristas, un rol
sobre el que pivota su negocio principal. Es lógico: con cada nueva tecnología,
surgen nuevos soportes para transmitir mensajes pero siempre es necesario
alguien que garantice una cobertura equilibrada de lo que ocurre en el planeta.
Ese alguien son las agencias y su labor es, esencialmente, de mayoristas. Aunque
ello no impida que, cada vez más, se vean abocadas a abastecer directamente las
demandas minoristas de información nacidas entre profesionales y particulares.
Mark Twain afirmaba a comienzos del siglo XX, con una cierta ironía, que «sólo hay
dos fuerzas que puedan iluminar todos los rincones del globo: el sol en los cielos y la
Associated Press aquí en la tierra». Setenta años más tarde, Stanley Swinton,
vicepresidente de Associated Press, que asistía a una reunión de dirigentes y
periodistas preocupados por el papel de las agencias, tomó al final la palabra y
dijo: «Señores. ya lo tengo claro. Veo un mundo en el que podrán desaparecer los
periódicos. las revistas y hasta los libros. Todo estará al alcance de un botón en el
cuarto de estar. Pero alguien tendrá que suministrar la información a todos esos
nuevos medios, y ese alguien es la agencia de noticias. Definitivamente, no hay otra
salida».1
Probablemente será así por mucho tiempo. O lo será, al menos, para Associated
Press y algunas de las otras grandes agencias, aunque eso no signifique que la
mayoría de ellas consiga mantener su lugar al sol. Porque es muy probable que el
statu quo actual, basado en un equilibrio y un reparto de mercados territoriales, se
rompa definitivamente, o que la pérdida de espacio como resultado de un
conjunto de fuerzas que las constriñen, termine por debilitar a muchas de ellas
hasta propiciar el agotamiento de su proyecto o su desaparición.
1
Las referencias a la historia de las agencias se han tomado de diversas fuentes: “Les agences
d’information en Europa” BIPE (1993) y de HENRI PIGEAT (1997) « Les agences de presse.
Institucions de passé o médias d’avenir ». Ed. Issy-les-Moulineaux. Las referencias utilizadas en español
han sido las Carlos G. Reigosa en “Las agencias internacionales de prensa en el mundo hispano”,
incluido en “El periodista en su circunstancia” publicado en Alianza Actualidad. (Carlos González
Reigosa fue, entre otras muchas funciones, director de Información de la Agencia EFE entre 1990 y
1997). También “Historia de la Agencia EFE : el mundo en español” de Victor Olmos y la tesis doctoral
de José Ángel Castro que tiene por título “Las Agencias Transnacionales de Prensa a finales del siglo XX.
Impacto del Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación en los objetivos informativos
de las grandes redes periodísticas (1973-1993)” (José Ángel. Castro ha sido director de diversos
departamentos de la agencia EFE).
aprovechar y exportar la información que produce y consume. Hunde sus raíces en
mecanismos de dominación de las grandes potencias y ha sido percibida siempre
como un instrumento de poder.
Fue hace 35 años cuando las instituciones multilaterales pusieron el foco sobre los
flujos informativos en el mundo: nació la idea del Nuevo Orden Mundial de la
Información y la Comunicación bautizado por sus siglas, NOMIC. Una reunión de
18 expertos de la UNESCO celebrada en Montreal en 1969 concluyó que la libre
circulación de la información generaba un intercambio desigual entre los países y
regiones del mundo y se convertía, de hecho, “en un flujo unidireccional de los
países desarrollados hacia aquellos en desarrollo”. Cuatro años después, los Países
No Alineados denunciaron en Argel, en su IV Cumbre, que el dominio del flujo
mundial de la información por ”las cuatro grandes” agencias -Associated Press,
Reuters, UPI, France Press- era absoluto. Dos de ellas eran estadounidenses, AP y
UPI, otra inglesa, Reuters, y la última francesa.
Los países tienen una necesidad ineludible de hacerse oír en los escenarios
internacionales y hacer valer allí y en todos los sitios sus opciones. Siempre ha
sido así.
Ahora, cuando las fronteras de los estados se hacen permeables, el tamaño del
problema se ha incrementado. Porque la presencia exterior de cada nación
depende, en mayor medida, de la potencia de sus instituciones y empresas en el
mundo. Las fronteras son, cada vez menos, un asunto territorial, dependen
crecientemente de la mayor o menor capacidad de influencia de sus mensajes.
El hacerse oír es una consecuencia del saber contar las cosas según un
determinado punto de vista. Y ello requiere, a la vez, disponer de oídos propios y
disponer de un altavoz para poner el foco en los acontecimientos que interesa
resaltar. Ello se asocia al derecho a estar conveniente y suficientemente
informados y a la capacidad de informar desde una determinada sensibilidad.
Pero su alma nacional y su dependencia nacional crea, a la vez, recelos entre los
ciudadanos de otros países cuando exporta información sobre hechos domésticos
o se refiere a la actividad de “sus” empresas transnacionales. Y también en una
parte de sus propios ciudadanos que desconfían de su endulzada visión oficial,
cuando no de su dependencia gubernamental. Esa situación es común a todas las
agencias sin exclusión, también las más profesionales y globalizadas, incluida AP,
cuando se refiere a noticias que ponen en juego los intereses nacionales
norteamericanos, (por no hablar de las limitaciones y los privilegios que asume por
viajar encastrado y “contar” las acciones del ejercito de su país en la invasión de
Irak).
Por encima de esos u otros episodios que demuestran la conexión entre agencias e
intereses nacionales, lo cierto es que existen vectores que empujan también a las
agencias y sus gestores a ganar distancia respecto a los intereses inmediatos de
sus gobernantes y de su alma nacional. De alguna forma intuyen que para ganar o
mantener la credibilidad deben evolucionar y desnacionalizarse, del mismo modo
y al tiempo, aunque no siempre por los mismos motivos, que lo hacen los
principales agentes económicos “nacionales”.
Aunque adquiere y fortalece día a día una conciencia universal observa el mundo
desde una determinada percepción. Se siente ciudadano del mundo pero lo es
desde su propia sensibilidad cultural, que lo vincula, desde su nacimiento, a una
historia, la de su entorno, que le ha sido contada desde una lengua y unos códigos
determinados. No siente que se desarraiga, porque su perspectiva se amplía al
tiempo que le enriquece. Es catalán o valenciano y es español, pero es también
cada vez más mediterráneo y latino y europeo. Y, además, latinoamericano. Y nada
de eso lo percibe como excluyente.
El punto de partida es conocido. Hace muchas décadas que las agencias –las
grandes agencias- son organizaciones globales, pero adosadas a un estado-nación.
Y eso significa que tiñen de un color singular y nacional la mirada desde la que
observan el mundo y que se financian desde un mercado natural que coincide con
el área de influencia cultural y lingüística de sus estado de origen... cuando no de
sus presupuestos.
2
Ryszard Kapuscinski en “Los cinco sentidos del periodista”, Fondo Nuevo Periodismo Iberoamericano,
página 58.
El futuro significará probablemente una cierta distancia de su mercado nacional y
una mayor cercanía espontánea con sus otros mercados naturales, aquellos atados
por una afinidad lingüística, cultural y económica. Hasta el punto de identificarse
más con los intereses generales de una comunidad supranacional que de los
intereses nacionales de su estado-nación. Ese paso afectará a todas las grandes
agencias internacionales y, entre ellas y especialmente, a las pertenecientes a un
segundo nivel que se verán empujadas a acentuar el dominio de sus principales
mercados regionales. Hasta hacerse, por poner ejemplos, más latinoamericana que
española en el caso de EFE, más centroeuropea que alemana en el caso de DPA,
más euroasiática que rusa en el caso de Itar TASS.
Esa realidad, más abierta y compleja que la de hace veinte años, recomienda
actualizar la vinculación de las agencias al interés general, entendido como el
conjunto de necesidades esenciales de los ciudadanos que deben ser satisfechas
aunque el mercado no las cubra.
Hay todavía algo más que debe incorporarse al razonamiento antes de adaptar el
concepto de interés general a la globalización de la información. Tiene que ver con
la misión de las agencias que no es otra que garantizar una cobertura permanente
y equilibrada de las diversas zonas del mundo desde el punto de vista noticioso.
Para las agencias es una obligación “estar allí siempre”, incluso en los muchos
momentos en que los hechos contados no tienen ningún interés desde la más
rabiosa actualidad informativa. Es obvio que, cuando una zona es ya noticia, los
grandes grupos mediáticos pueden desplazar a sus corresponsales y organizar una
cobertura intensiva de los acontecimientos que en ella ocurren. Las agencias, sin
embargo, deben garantizar esa cobertura de forma permanente, antes y después
de convertirse en el punto apetecido por todos los medios.
Son focos generales de luz que trasladan de un sitio a otro los acontecimientos que
pueden interesar al mundo. Un flujo voluminoso de información que en los hilos
de las grandes agencias significa una oferta de noticias diez veces superior a la que
un gran diario puede publicar. Un caudal continuo y suficientemente equilibrado
que llega cada día a todos los medios para que, cada uno, resalte lo que considere
de su interés.
3
Es habitual que un servicio de agencia – con contenidos generalistas de ámbito nacional o internacional
o temático de deportes o de economía – contenga alrededor de 300 noticias diarias. El precio de
referencia para las tarifas mínimas de cada servicio, que permiten dar vida a un nuevo proyecto, viene a
ser equivalente para un diario pequeño al coste de un redactor de nómina.
vincula a sus miembros por otros lazos; por último, son organizaciones globales
que hacen factible la independencia y la libertad informativa y responden y están
vinculadas, por tanto, a un interés general universal.
Esa función social forma parte de la esencia del trabajo y la actividad de las
agencias, con independencia de su carácter jurídico como organización. Sea
empresa privada o pública, cooperativa de medios u organismo autónomo,
desarrollan una función de interés general, en mayor medida cuanto más calidad,
rigor y equilibrio tienen sus servicios. La norteamericana Associated Press, las
británicas Reuters y Press Association, la francesa France Presse, EFE, DPA y
ANSA, son, en ese sentido, organizaciones similares que defienden el interés
general.
Si uno de los signos de la época que nos ha tocado vivir es la existencia de burbujas
financieras que condicionan la economía real, otra de sus características, no menos
importante, es la existencia de burbujas informativas que condicionan, y hasta
velan, el conocimiento de la vida real, tal como la sienten los ciudadanos.
¿Cómo abordarlo? Lo primero que habría que decir es que la ética periodística ha
demostrado no ser un valor suficiente para contrarrestar la influencia del poder
económico y político en los medios de comunicación. Pero tampoco es lógico
esperar que lo fuera. Y es que la credibilidad de los contenidos no es solo un
asunto exclusivo de periodistas, ni siquiera asumiendo que la revisión de su
4
Iñaki Gabilondo. “El País” 19.11.1999
posición en las empresas editoras y el fortalecimiento de su código deontológico
pudiera contribuir a fortalecer las posiciones más independientes. La credibilidad
también tiene mucho que ver con la independencia económica de los medios y las
agencias.
En ese contexto, en el que las presiones de unos y de otros son moneda común, la
independencia de las organizaciones se consigue, sobre todo, con la equidistancia
de los múltiples vínculos que pretenden atenazarla. Es un bien que se gana día a
día, conviviendo y a veces provocando el contraste de presiones, y no algo que se
pueda alcanzar en un retiro espiritual de periodistas, cual monjes anacoretas. La
independencia se consigue convirtiendo la pluralidad de influencias en el factor
esencial de la propia autonomía.
Con la excusa de aligerar los asuntos más complejos se admite que deben ser
desmenuzados por especialistas antes de ser difundidos. Es, por ello, un
fenómeno que afecta a todo y lo contamina todo, desde las noticias emitidas por
los departamentos de comunicación del FMI, el Banco Mundial, con los enormes
recursos a su alcance, a la transmitida por los gobiernos e instituciones sin animo
de lucro. “No es sorprendente que la mayoría de las fuentes y de las informaciones
estén sesgadas o distorsionadas o sean incompletas” 7 señala, con conocimiento de
causa, Joseph Stiglitz, Premio Nóbel de Economía y ex vicepresidente del Banco
Mundial.
5
Ryszard Kapuscinski en “Los cinco sentidos del periodista”, Fondo Nuevo Periodismo Iberoamericano,
página 14.
6
Carlos González Reigosa.“Periodistas a ambos lados de la barrera” incluido en “El Periodista en su
circunstancia” Alianza Actualidad
7
Joseph Stiglitz, Premio Nóbel de Economía, en la presentación de Covering Globalization escrito junto
a Anya Schiffrin. El País 19-12-2004
8
Ver diario El Mundo del 3 de febrero de 2005.
descargaron de la misma página web. Sin comentarios.
Y sin embargo, es obvio que las agencias están condenadas a servirse de esas
nuevas utilidades, incorporándolas a sus hilos pero acentuando sus sistemas de
control para tratarlas con más rigor que las noticias elaboradas, de principio a fin,
por sus estructuras.
Ello no las evita vivir en una contradicción. Por un lado, es imprescindible que se
esfuercen en conseguir una separación tajante entre noticias y comunicados,
recalcando, cuando se sienten un mero vehículo para su transmisión, que no son
responsables de lo que en ellos se diga. Pero, por otro lado, las agencias son
conscientes que no pueden impedir la difusión paralela de unas y otros; más aún,
es normal que colaboren con organizaciones dedicados a la difusión de
comunicados, como PR News Wire, o pongan en marcha otras equivalentes como
CompanynewsGroup, creada por France Presse en 1.999 9.
9
CompanynewsGroup, creada en 1.999 por AFP, es el actual líder europeo de la difusión de la
información oficial y estratégica de las sociedades que cotizan en bolsa. Difunde simultáneamente sus
comunicados financieros y estratégicos sobre todos los sistemas de información profesionales,
plataformas de transacciones, paginas web de información financiera y salas de redacción a inversores,
analistas y periodistas en todo el mundo.
10
El estancamientos de plantillas indica que la demanda de periodistas en los medios tradicionales se
mantiene en niveles de reposición, cuando no decrece. La plantilla de los diarios, el principal yacimiento
de empleo, es en 1994, según datos de AED, de 11.400 personas, de los que un 60% aproximadamente
son periodistas. Según el Libro Blanco de la Prensa Diaria 2005 se licencian al año alrededor de 3.000
nuevos periodistas, además de otros 2.000 que han elegido las otras ramas de la comunicación: Publicidad
y RRPP y Comunicación Audiovisual.
acentuará con el tiempo a favor de los gabinetes de comunicación. Otros
indicadores indican desequilibrios parecidos.11 12
Muchas presiones y cada vez más intensas, diversas y plurales. Ese es el futuro
previsible. Esa dispersión de influencias genera un conjunto de problemas que
requieren, como se ha dicho, de actuaciones diversas. Pero la generalización de
grupos organizados de presión no puede velar ni ocultar la relación con los
principales centros de poder. Afrontarlo supone dar un salto cualitativo: pasar de
los problemas derivados de la dispersión de presiones a la alta concentración del
riesgo desde unos pocos intereses. La presión desde un solo origen, o de unos
pocos, genera otro tipo de problema, al que no son ajenos los medios ni las
agencias.
11
El número de periodistas especializados que emplean las cinco agencias con incidencia en información
económica, (EFE, Europa Press, Reuters, AFX y Bloomberg) se estima alrededor de 150 en toda España,
un numero similar al que tienen contratado las 35 empresas que cotizan en el IBEX.
12
En la Agenda de Comunicación Económica 2004, hay 170 departamentos de prensa, comunicación o
relaciones con los medios, sobre un total de 646 empresas privadas. En cuanto a organismos públicos (
750 aprox. ) en la Agenda de la Comunicación 2005 hay 380 áreas de relaciones con los medios. Según el
anuario de DIRCOM Las empresas externas dedicadas a la comunicación y las relaciones públicas
ascienden a 190 en 2004, por cierto un 20% más que el año anterior. En total, entre departamentos
internos y empresas externas, 740 servicios, no menos de 3.000 personas, con capacidad para enfocar
solo lo suyo, de forma directa.
mundial. Mejor dicho, el contraste entre la magnitud de sus proyectos y la
fortaleza o la debilidad de sus mercados naturales ha definido y define el tamaño
de esa financiación complementaria. Cuanto menor es el mercado natural en el
que se mueven, mayor dependencia de las arcas públicas: la portuguesa LUSA o la
mexicana TELMEX ingresan del Estado, en términos proporcionales, mucho más
que las anteriores. Solo las anglosajonas Reuter y Associated Press, cuyo mercado
mediático de origen y su posicionamiento global permite la absorción completa de
sus costes, están exentas de apoyos públicos explícitos.
La solución, en todo caso, pasa por ganar distancia respecto al poder, por
institucionalizar la presencia pública y regular de forma transparente las formas y
plazos de los nombramientos, por aprovecharse de la división de poderes de toda
democracia. Pero, en última instancia, lo esencial es definir una estrategia que
disminuya la prima de riesgo de su principal contrato, y eso significa siempre
ganar la batalla por el mercado y la competencia.
13
Elaboración Propia con fuentes de Infoadex, correspondientes a España en 1997.
aproximadamente el 37 % de los ingresos de los grandes medios, decisivos para
conformar la opinión pública, -diarios, radios y televisiones- proceden de sólo 40
compañías, a veces con consejeros e intereses cruzados. (A ello hay que añadir
que, directa o indirectamente, muchos de estos inversores publicitarios participan
e influyen, como accionistas, en la gestión de los propios medios)
Con todo y por todo, una conclusión merece resaltarse: las agencias siguen siendo
las organizaciones en las que descansa la credibilidad general del sistema. Son,
como ya se ha dicho, la garantía de que los hechos llegan a los medios de todas las
tendencias y regiones con la mayor objetividad de la que cualquier mirada
humana sea capaz. Pero, para que sigue siendo así por mucho tiempo, deben saber
afrontar los nuevos retos y sortear los nuevos peligros que aquí solo han sido
enunciados.
En total son, al menos, cuatro fenómenos en los que se manifiesta una quiebra de
la función tradicional de las agencias como canal indispensable y paso intermedio
entre los hechos y su difusión. Es, por otra parte, una consecuencia directa de la
tendencia general de la economía a la desintermediación en los procesos, que
dificulta la vida o hace desaparecer los eslabones de la cadena que no aportan
valor, o lo aportan de modo intrascendente. Una tendencia a la simplificación, y a
la concentración en los extremos de la cadena, de toda labor intermedia que pueda
ser fácilmente sustituida, como aquella que se limita a trasladar y distribuir
contenidos o bienes.
De alguna forma, el trabajo de las agencias hace las veces de una sindicación de las
coberturas. Su participación en la cadena de valor informativo descansa en la
capacidad de ofrecer por una pequeña cuota un flujo noticioso de lo acontecido en
el mundo que suple la presencia directa de cada medio en los sitios donde se
desarrolla la actualidad, imposible de sufragar.
Las agencias ven como sustituyen parte de sus servicios -coberturas especiales en
grandes acontecimientos, por ejemplo- con recursos internos del grupo. O cómo
aumentan su autonomía en la elaboración de sus productos editoriales,
progresivamente independientes de los flujos noticiosos de información general.
Este vector adquiere especial fuerza destructora cuando el grupo editorial
desarrolla productos verticales especializados, sea en deportes, economía,
medicina y salud o nuevas tecnologías. En esos casos su potencia permite una
relación directa con las fuentes que convierte en irrelevante la aportación de los
servicios de agencia.
Pero, con todo, las agencias no pueden evitar reconocer que esos nuevos
intermediarios ocupan un espacio fronterizo al suyo, que crea confusión y les
genera un lucro cesante, es decir, una merma en sus ingresos potenciales .
El cuarto fenómeno tiene tanto que ver con el dominio de la televisión como medio
de información como con el desarrollo de los grandes grupos audiovisuales de
implantación supranacional. Se refiere al papel de los grandes canales que están
siguiendo el camino trazado, hace dos décadas, por la CNN. La razón de su
inclusión en este apartado es, que desde un punto de vista general, han alterado la
importancia atribuida a las agencias en la vertebración de la información. Y, lo que
es más importante, ha “achicado su espacio” en la defensa del interés general y en
el interés de los gobiernos.
La capacidad de CNN, BBC Word o Al Jazira para generar opinión y articular una
presencia informativa de acuerdo a una sensibilidad las convierte en instrumentos
apetecidos por los gobiernos por encima de las agencias. Los grandes
presupuestos de estos canales, muy superiores a los de las agencias, no son ningún
obstáculo para su financiación por instituciones estatales y grupos empresariales.
El presupuesto exterior de CNN es 800 millones de $, el de BBC World en 600 mill
y el de Al Jazira supera ya los 200 miill de $. Se sabe que CCN Internacional, la que
aporta prestigio al proyecto, no es rentable en sí y es financiada por los recursos
que aporta su hermana nacional en EEUU y que BBC World es deficitaria en cerca
de 30 millones de $, financiados con los presupuestos públicos.
Para el gobierno francés, que ya se sentía acosado por los medios de EE.UU. por su
posición contra la guerra en Irak, eso fue la gota que colmó el vaso: la creación de
una CNN a la francesa, que ya había sido anunciada por el propio presidente
Jacques Chirac en su campaña para reelección en 2002 como un proyecto “esencial
para la influencia de nuestro país”, se ponía en marcha para ofrecer una alternativa
a “la visión anglosajona del mundo” y al tono antiestadounidense de Al Jazira.
La potencia de France Press, su lugar relevante entre las tres primeras agencias
del mundo, la distribución de sus enfoques noticiosos a mas de 2.000 medios en
todo el mundo, no se considera ya un baluarte suficiente para contraponer el
poder de la CNN.
Los mismos argumentos que justificaron la aparición de las agencias son ahora
esgrimidos para crear canales internacionales destinados, a “los líderes de opinión
mundiales, los que toman decisiones, así como las salas de redacción de los grandes
medios” de Europa, el Medio Oriente, África y Nueva York. Un canal de televisión
ejerciendo funciones de agencia a imitación de la CNN que funcione con un
estatuto para garantizar su independencia a la manera de la agencia francesa
France Press y de la también pública BBC. Aunque esa independencia no impida
que “la meta que se persigue con la creación de este canal es aumentar la influencia
de Francia en el mundo”.14
Los cuatro fenómenos analizados en este apartado tienen una naturaleza muy
diversa. Pero son el síndrome de una misma perturbación, manifestaciones que
muestran alguna quiebra en la función de las agencias pues provocan una
disminución de sus espacios sociales y una pérdida de su importancia relativa. Y
que, al tiempo, nos informan del nacimiento de nuevos actores que, de alguna
forma, suplantan una labor que, hasta no hace mucho, ejercían en solitario las
agencias como canal indispensable y paso intermedio entre los hechos y su
difusión.
14 Palabras de Bernard Brochand, ex asistente de campaña y amigo personal de Chirac, a quien encargó
supervisar el proyecto, en un informe para el primer ministro Jean-Pierre Raffarin. El presupuesto anual
con el que cuenta, de 89 millones de $ es pequeño comparado con el de sus rivales pero estará financiada
en su totalidad con el dinero de los contribuyentes.
evolucionan. Con esos cambios desaparecen funciones antes imprescindibles y se
modifican las tareas y los roles de unos y de otros, aparecen nuevos competidores
y se debilitan otros. Como veremos a lo largo de este trabajo, el conjunto de esas
modificaciones acaba afectando lenta pero inexorablemente a los procesos de
producción y distribución de información -el qué, el cómo, el cuando y para quién
de los productos editoriales- y a la contribución de cada cual a esos procesos, es
decir, a la cadena de valor de la información.
15
Fuentes: Agencia EFE. Anuario Iberoamericano 2002 y Nielsen y AIMC abril 2002
16
La talla media se refiere al tamaño promedio de los diarios medido en el número de ejemplares
difundidos. La “Difusión Prensa”, que procede de OJD, está calculada en miles de diarios duifundidos
como promedio diario. Los habitantes están en miles de personas.
Portugal LUSA 29 19.690 571 10.480 54
Elaboración propia. Fuente Libro Blanco AEDE 2005 y Anuario
Iberoamericano.
Las agencias llevan décadas trabajando para sus clientes tradicionales, los medios
de comunicación, y en paralelo abriendo otros mercados consumidores de
información entre instituciones y empresas que han terminado por conformar el
perfil de su mercado tradicional. Su foco comercial se ha centrado
preferentemente en los segmentos capaces de procesar un flujo voluminoso de
contenidos en tiempo real y a asumir el pago de una cantidad fija mensual, un
abono con tarifas de referencia suficientemente altas17. La pequeña revista o la
PYME, con necesidades más esporádicas, han quedado generalmente fuera de su
foco principal.
Pero desde hace al menos una década las agencias comprueban que el “cliente
típico” ya no existe o, cada vez, existe en menor medida.
Los nuevos riesgos incorporan nuevas oportunidades. Por un lado, como hemos
visto, el nacimiento de nuevas herramientas tecnológicas y nuevos usos
informativos crea nuevos intermediarios fronterizos con las agencias. Por otro
lado, esa mayor capacidad de proceso sobre los contenidos producidos en
cualquier formato es el factor que ha ensanchado extraordinariamente el mercado
de la información y, en particular, de las agencias.
Esta situación obliga a las agencias a estar atentas y a abrir los ojos. Por un lado,
eso no es ningún problema, porque, en esencia, son la mejor atalaya informativa
17
Ese segmento de más valor incluye a clientes capaces de pagar una tarifa que alcanza o supera los
1.000 € al mes.
para detectar las necesidades de los medios de comunicación y de la sociedad de la
información. Cada día sus gestores reciben a editores de todos las tipologías que
les exponen sus iniciativas y las limitaciones para ponerlas en práctica. Pero no
siempre ese caudal de conocimiento es asumido ni compartido con el conjunto de
la organización, que continúa funcionando con las mismas rutinas asociadas al
mercado tradicional.
La gran agencia Reuters, fundada hace 120 años, había perdido en muy pocos años
la hegemonía en su mercado principal, los operadores financieros, a favor de
Blomberg. Aun más: a los cuatro años de iniciarse como agencia de noticias y
captar en 1991 su primer periódico cliente, Blomberg “era publicada en más
periódicos estadounidenses que cualquier otro servicio de noticias, después de
Associated Press”. 18
Lo que aquí se pretende es facilitar una evolución de los consensos básicos que
necesita toda organización, algo imprescindible en un mundo tan dinámico como
falto de referencias. Esos consensos, necesariamente interdisciplinares, deben ser
asumidos por una capa amplia de la organización para ganar en dinamismo,
independencia y credibilidad.
18
“Blomberg por Blomberg” Editorial Gestión 2000.com Pág 99.
19
La máxima que afirma que “no hay mercados maduros sino empresarios sin imaginación” la repite y
hace suya el empresario español Tomas Pascual, líder de un sector maduro como el lácteo.
20
“Blomberg por Blomberg” Editorial Gestión 2000.com Pág 88/89