Está en la página 1de 6

“Conociendo al Dios Verdadero”

DIOS NUESTRO PADRE

Cuando usted ora, ¿con qué nombre se dirige a Dios? como cristianos tenemos el
maravilloso privilegio de llamar “Padre” a Dios. El Antiguo Testamento contiene
apenas 15 referencias a Dios como “Padre”, y éstas se refieren fundamentalmente a
Él como el padre del pueblo hebreo.

En el NT “Padre”, que aparece 245 veces, fue la palabra favorita de Jesús para
referirse a Dios; la mencionó catorce veces sólo en el Sermón del monte, y también
utilizó este nombre para comenzar a orar (Mateo 5-7). Jesucristo vino a la tierra,
para morir en la cruz por nuestros pecados y revelar al Padre celestial, para que
usted y yo pudiéramos conocerlo a Él más íntimamente. Es a través de la persona
de Jesucristo que podemos conocer a Dios como nuestro Padre.

Lamentablemente, muchos creen equivocadamente que ese privilegio le pertenece a


toda la humanidad. Desde luego, por ser Dios el Creador de la vida, pudiéramos en
un sentido identificarlo como el padre de la humanidad. Pero la Biblia utiliza el
nombre de “Padre” para indicar una relación íntima y personal, que definitivamente
no se aplica a toda la humanidad. Jesús dijo: “Nadie viene al Padre, sino por mí”
(Juan 14:6). Cristo es la puerta para ingresar a esa familia (Juan 10:9, Gálatas 3:26);
por eso, ¿cómo puede un incrédulo decir que es un “pariente” si rechaza la única
entrada que hay a la familia de Dios? Recuerde: la Biblia dice que si usted no conoce
al Hijo, no puede conocer al Padre (Juan 14:6).

A. QUE SIGNIFICA PADRE.

La palabra Padre en griego (PATER) tiene tres significados: Nutridor (el que
alimenta, tanto el cuerpo como el alma), Protector (el que cuida, el que da
resguardo) y Sustentador (el que sostiene, el que anima, el que da fuerza9

Todos necesitamos de un padre (aún los animales), es por eso que Dios nos ha
dado un padre terrenal a todos, ellos tienen la responsabilidad de llenar vacíos en
nuestras vidas, de guiarnos, protegernos, y sustentarnos. La tarea de un padre
no es solo alimentar, vestir y proveer lo económico, su labor más importante es
ayudarnos a desarrollarnos íntegramente como personas, darnos un modelo de
vida, darnos apoyo emocional y espiritual principalmente en nuestros primeros
años.
Sin embargo, siendo nuestros padres humanos imperfectos, muchas veces no
logran cumplir con sus responsabilidades a cabalidad, se equivocan, eso causa
frustración, resentimientos y dolor en el corazón de muchos hijos. ¿Qué podemos
hacer ante esta situación?

1. Hay que reconocer que tenemos un Padre en los cielos que siempre
estará a nuestro lado. “aunque mi padre y mi madre me abandonen, tú señor, te
harás cargo de mí” (salmo 27:10)

En realidad él es nuestro verdadero Padre, ha delegado algo de sus funciones


a nuestros padres terrenales, pero si ellos no pueden cumplirlo, Dios toma esa
función paternal que le pertenece primariamente a él. Nuestros padres pueden
dejar de actuar como tales, ya sea por que abandonan sus responsabilidades
paternales, ya sea porque priorizan lo económico y tienen que dejarnos para
encontrar sustento para nosotros en lugares lejanos, ya sea porque cometen
errores en sus vidas y nosotros nos vemos afectados o simplemente porque
mueren. En medio de esa situación debemos de recordar que nuestro
verdadero Padre sigue con nosotros, que cuando nuestros padres terrenales
se ausentan o no funcionan como tal, tenemos a Dios quien asume total y
plenamente esa función. Jamás debemos sentirnos abandonados o
desdichados por esa privación, encontremos en el Señor el calor de Padre que
nos hace falta.

2. Tenemos que saber que Dios es un Padre que nos conoce


perfectamente y que está dispuesto a moldear nuestras vidas. “Señor
tú eres nuestro padre, nosotros somos el barro, tú nuestro alfarero, todos fuimos hechos por
ti mismo” Isaías 64:8.

Dios como Padre, asume la función de Alfarero, nos acaricia (afecto), nos
moldea (forma nuestro carácter), y nos vuelve instrumentos útiles. Él tiene el
poder para hacerlo. Debemos de relacionarnos profundamente con nuestro
Padre Dios, y encontrar en él todo aquello que no encontramos en nuestros
padres terrenales.

En realidad, cada padre terrenal debería de aprender de Dios la paternidad, él


es el modelo que todos debemos de imitar, es nuestro deber replicar el corazón
amoroso de Dios en nuestras vidas para que nuestro hijos reciban el amor de
verdad. Cada padre debería de mantener una relación cercana e íntima con el
Señor y aprender de él el amor.

Si comenzamos a ver a Dios como realmente nuestro Padre, y buscamos en él


llenar nuestros vacíos, entonces aprenderemos a ver a nuestros padres
terrenales con misericordia, con comprensión, a no exigirles aquello que no
son capaces de dar, y más bien podremos tener las fuerzas de reconciliarnos
con ellos, perdonándoles por habernos fallado y herido. Que así sea.

B. LA MANERA COMO DIOS EXPRESA SU PATERNIDAD.

Al observar el modelo de paternidad de Dios, comprendemos mejor nuestra


relación con Él. Y al obedecer Su dirección, seremos capaces de expresar
correctamente la paternidad a nuestros hijos. Teniendo esto en mente, fijémonos
en los siete aspectos de Su paternidad hacia nosotros.

Una de las primeras cosas que Dios enseña es que Él es el verdadero Padre y que
no somos huérfanos. A partir del momento de la conversión, comenzamos a
disfrutar de los beneficios. Veamos algunos de los beneficios de la paternidad:

1. Dios Nuestro Padre desea que tengamos una íntima comunión con él.

Él desea tener una íntima relación con nosotros. La Biblia nos dice que nos
dirijamos a Él como “Padre”, no sólo como “Dios”, “Rey soberano”, “Santo” o
“Juez”. Aunque debemos conocerlo en todos los aspectos, el Señor quiere que
nos acercarnos a Él de manera transparente en todo, incluyendo nuestras
necesidades, debilidades y fracasos.

En segundo lugar, Dios anhela comunicarse con nosotros. Mateo 6:6 nos dice
que busquemos un lugar apartado para orar a nuestro Padre, “que ve en lo
secreto [y que] te recompensará”. Es decir, Dios nos escucha cuando hablamos
con Él, y el Señor responde la oración. Él es la clase de Padre a quien podemos
hablarle, y aunque es posible que no nos dé todo lo que queremos, el Señor
responderá a nuestras peticiones dándonos lo que Él sabe que es lo mejor para
nosotros (Mateo 7:7-11).

2. Dios Nuestro Padre nos da Identidad.


1 Juan 3:1, Juan 1:12. Nuestro nombre nos da identidad y sentido de
pertenencia a una familia. La Biblia indica que del Padre recibe nombre toda
familia en el cielo y en la tierra (Ef. 3:15). En el sentido natural los hijos son el
reflejo de sus padres; por eso el Señor les dijo a los fariseos que si ellos
hubieran sido hijos de Abraham, las obras de Abraham habrían hecho.
Nosotros como hijos de Dios también debemos hacer las obras que El hace.

El encuentro con Dios nos es solamente un encuentro con el Creador, o con el


Salvador y Señor, es un encuentro con nuestro Padre Celestial. Al encontrar a
Dios como Padre Celestial encontramos nuestra identidad. Es la paternidad de
Dios, la que nos da nuestro carácter y naturaleza espiritual.

Dios quiere revelarnos Su paternidad para que tengamos Su identidad. Fuera


de la paternidad de Dios, somos simples criaturas – hechura de Dios. Pero la
paternidad de Dios, nos introduce a la familia celestial. Nos da un nombre y
una identidad espiritual; un lugar y una posición en la familia de Dios, como
hijos y herederos de él. Como creyentes tenemos la bendición de un
parentesco íntimo con el Dios vivo creador del universo.

2. Dios Nuestro Padre nos da Amor Incondicional.

Juan 16:27. El amor del Padre nos da seguridad y confianza, por eso la
Escritura dice que el perfecto amor echa fuera el temor (1 Jn. 4:18). La
naturaleza de Dios es amar tanto al santo como al pecador, basado
exclusivamente en el hecho de que Él es amor (1 Juan 4:8). El incrédulo
simplemente se ha colocado en una posición en la que no puede experimentar
ese amor, una situación cuyo remedio es confiar en Jesús como Salvador.

3. Dios Nuestro Padre nos da provisión para nuestras necesidades.

Mateo 6:8. Dios provee para el cuerpo, alma y espíritu. La Biblia dice que quien
no provee para los suyos es peor que un infiel y ha negado la fe (1 Ti. 5:8).
Dios sabe cuál es nuestra necesidad, y desea que busquemos el reino de Dios
y su justicia, y le pidamos conforme a su voluntad (Mt. 6:33). El Señor hizo la
comparación del cuidado de los padres terrenales con el cuidado del Padre
celestial, diciendo que si nosotros siendo malos damos buenas dádivas a
nuestros hijos, cuánto más Dios a los suyos (Mt. 7:11), nos provee trabajo,
salud, paz, amor, sustento diario, etc. La Biblia nos asegura que nuestro Padre
celestial conoce todas nuestras necesidades, aun antes de que le pidamos, y
que Él las suplirá “conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús” (Mateo
6:8; Filipenses 4:19). Sus recursos son ilimitados, y podemos tener la
seguridad de que ninguna de nuestras necesidades dejará de ser
satisfecha. ¿No valéis vosotros mucho más que los pajarillos? Como un Padre
amoroso, Él siempre tiene un mayor cuidado de Sus hijos (Mateo 6:24-26, 30-
33).

4. DERECHO A HERENCIA, Romanos 8:17, Gálatas 4:7, Colosenses 1:12. En


cualquier momento podemos disfrutar desde la herencia; pero para ello
debemos, pues la Biblia dice “el heredero mientras es niño, en nada difiere del
esclavo, aunque sea el dueño de todo” (Gá. 4:1). y para que no vivamos como
el hijo pródigo que desperdició la herencia (Lc. 15:12-13).

5. Dios Nuestro Padre nos guía.

Dios siempre nos guía para que hagamos lo correcto. Jesús dijo que nuestro
Consejero el Espíritu Santo, nos guiaría a toda verdad (Juan 14:26; 16:13).
Dios nunca nos conduce en la dirección equivocada; el Señor “enderezará
nuestras sendas” si confiamos en Él en vez de hacerlo en nuestro propio juicio
(Proverbios 3:5, 6).

6. Dios Nuestro Padre nos disciplina.

Hebreos 12:7. La Biblia enseña que Dios es padre de misericordia, consolación


(2 Co. 1:3), y disciplina. La disciplina es una manifestación de amor. Disciplina
viene del término griego paideuo, y se refiere al acto de instruir a niños y
enseñar y luego corregir, lo que destaca el amor de Dios, quien primero
instruye, si el cristiano no sigue la instrucción, luego aplica corrección,
buscando que el corazón del creyente se presente contrito y humillado. Cuando
el hijo pródigo regresó a la casa, el padre sintió compasión por él, corrió, se
echó sobre su cuello y lo besó. Este es un privilegio solo para los hijos.

7. Dios Nuestro Padre nos da protección.


Juan 17:11. El Padre nos guarda mientras estamos en el mundo porque
prometió nunca dejarnos, ni desampararnos (He. 13:5). Una de las promesas
que el Señor hizo fue que enviaría al otro Consolador para que estuviera con
nosotros para siempre (Jn. 14:16, 18).
Mientras que los padres humanos no pueden garantizar que estarán
físicamente con sus hijos para siempre, en otro sentido podrán estar con ellos.

Por ejemplo, hasta el día de hoy puedo escuchar la manera como mi madre
pronunciaba “Charles” cuando oraba por mí y presentaba mi nombre delante
de Dios. Todavía recuerdo oraciones específicas que hacía a mi favor, sigo
sintiendo su compasión, su amor, y su preocupación por mí.

Aunque salí de mi casa a los 18 años de edad para ir a la universidad, yo nunca


me marché del hogar, pues todavía sigo viviendo con los desafíos que me hacía
mi madre de que fuera lo mejor y que me esforzara en todo. Con mucha mayor
razón, nuestro Padre que está en los cielos promete que nunca nos
desamparará, ni nos dejará (Hebreos 13:5), y Su Espíritu, que mora en
nosotros, está siempre presente para guiarnos e inspirarnos

CONCLUSIÓN

Ser hijos de Dios es un privilegio muy grande que nos inspira a honrar a nuestro
Padre con nuestra forma de vida. Seamos agradecidos y busquemos llevar mucho
fruto para Él porque de esa manera será glorificado (Jn. 15:8).

¿Conoce usted a Dios como su Padre celestial? Si no lo conoce, sepa que Él está listo
para adoptarle en Su familia (Romanos 8:15; Gálatas 3:26).

Lo único que tiene que hacer, es confiar en Su Hijo Jesucristo como su Salvador
personal. Como dice Juan 1:12: “A todos los que le recibieron, a los que creen en su
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.

También podría gustarte