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El cáncer de mama ha aumentado en las últimas décadas y es el tumor maligno más común en mujeres. La mamografía es la prueba principal de diagnóstico para mujeres mayores de 40 años, pero tiene limitaciones para detectar lesiones no calcificadas en mamas densas. La ecografía automática (ABUS) puede detectar más cánceres que la mamografía sola, con tasas similares de falsos positivos. Un estudio reciente mostró que ABUS y ecografía manual tuvieron una concordancia del 99,8%.
El cáncer de mama ha aumentado en las últimas décadas y es el tumor maligno más común en mujeres. La mamografía es la prueba principal de diagnóstico para mujeres mayores de 40 años, pero tiene limitaciones para detectar lesiones no calcificadas en mamas densas. La ecografía automática (ABUS) puede detectar más cánceres que la mamografía sola, con tasas similares de falsos positivos. Un estudio reciente mostró que ABUS y ecografía manual tuvieron una concordancia del 99,8%.
El cáncer de mama ha aumentado en las últimas décadas y es el tumor maligno más común en mujeres. La mamografía es la prueba principal de diagnóstico para mujeres mayores de 40 años, pero tiene limitaciones para detectar lesiones no calcificadas en mamas densas. La ecografía automática (ABUS) puede detectar más cánceres que la mamografía sola, con tasas similares de falsos positivos. Un estudio reciente mostró que ABUS y ecografía manual tuvieron una concordancia del 99,8%.
El cáncer de mama ha presentado una incidencia creciente en las últimas décadas
y en la actualidad constituye la primera neoplasia maligna más frecuente en la mujer.
La prueba de elección para el diagnóstico en mayores de 40 años es la mamografía.
Esta técnica presenta limitaciones para la detección de lesiones tanto benignas como malignas no calcificadas en mamas con alta densidad incluso a pesar de la instauración de la tomosíntesis, que aumenta la sensibilidad respecto a la mamografía digital convencional.
La mama densa supone un reto diagnóstico en mamografía, pero además
constituye un factor de riesgo por sí solo aumentando de 4 a 6 veces la probabilidad de presentar cáncer de mama.
El estudio adicional de la mama densa con ecografía permite aumentar la
sensibilidad en la detección de neoplasias mamarias en función del riesgo poblacional.
A pesar de que la ecografía es una técnica inocua y barata, presenta limitaciones
como la falta de estandarización del procedimiento, un alto nivel de experiencia del ecografista, un campo de visión pequeño y un elevado tiempo de realización, que dada la alta demanda es difícilmente asumible por radiólogos subespecializados en imagen mamaria.
La ecografía automática (ABUS) puede solventar algunos de estos problemas. Los
primeros equipos adolecían de falta de resolución, lo cual impedía en muchos casos la distinción entre sólido o quístico o evaluar correctamente los márgenes de una lesión. Las nuevas máquinas, sin embargo, ofrecen un mayor campo de visión al tener una gran sonda curva que se adapta al contorno de la mama permitiendo un barrido completo de todo el parénquima mamario con solo 3 adquisiciones de imágenes por mama y prestando una alta resolución.
En la actualidad, algunos estudios han demostrado que la tasa de detección de
cánceres combinando ABUS con mamografía, ya sea convencional o con tomosíntesis, es superior a la mamografía aislada sin aumentar de forma sustancial la tasa de falsos positivos. Estudios como el European Asymptomatic Screening Study (EASY) mostraron un aumento de 2,4 cánceres detectados en el cribado por cada 1.000 mujeres estudiadas.
A la vista de los resultados, la siguiente cuestión que se plantea es si ABUS puede
sustituir a la ecografía convencional a la hora de detectar el cáncer de mama, por lo que el objetivo de nuestro estudio es comparar el rendimiento diagnóstico de ABUS con respecto a la ecografía convencional en la detección de lesiones mamarias. Existen algunos estudios al respecto con resultados controvertidos en cuanto a la concordancia entre ambas técnicas o las tasas de falsos positivos y negativos.
Recientemente se ha publicado un estudio con 1.886 pacientes en el que la
concordancia entre ABUS y ecografía manual fue del 99,8%
Conclusiones
La información a la población general acerca del cáncer mamario, sobre su alta
frecuencia y la amenaza que representa para la salud y la vida, debe ser ampliada y extendida a los segmentos sociales con mayores carencias culturales y económicas.
El enfoque actual obliga a dirigirlo hacia la autoexploración y a la capacitación de
los médicos de primer contacto en el diagnóstico de los signos clínicos sugerentes de la enfermedad.
El siguiente paso deberá contemplar la multiplicación de los servicios de
ultrasonografia con personal capacitado para identificar los hallazgos tempranos sospechosos del cáncer mamario y la pronta y eficiente referencia de las pacientes a los centros de atención de la salud con especialistas en el tema.
Es de esperarse que en el mediano plazo las facilidades de los centros de atención
de tercer nivel y de alta especialidad se deberán ampliar en forma sustancial para otorgar los tratamientos oportunos y adecuados a la mayor afluencia de pacientes, todo ello con la intención de reducir la elevada mortalidad y morbilidad del cáncer mamario.