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Por el contrario, si el nódulo representa una formación de contenido sólido, sin líquido en su
interior, se le debe considerar como un tumor mamario. La probabilidad de este nódulo sólido
de corresponder a un tumor maligno de la mama varía de acuerdo a la edad de la paciente: a
mayor edad, mayor es la probabilidad que corresponda a un cáncer mamario. Por las
implicancias diagnósticas y terapéuticas que pudiera tener, SIEMPRE un nódulo mamario debe
ser evaluado por un especialista en mama.
FIBROADENOMA
MACROQUISTES
CAMBIOS FIBROQUÍSTICOS
CÁNCER MAMARIO
Existen factores de alto riesgo para desarrollar un cáncer de mama como son la historia
familiar directa de cáncer de mama (madre o hermana), el antecedente personal de un
cáncer de mama previo, y una biopsia previa con hiperplasia epitelial atípica. Existen
otros factores de riesgo como son la nuliparidad, el primer embarazo de término después
de los 35 años, la menarquia antes de los 12 años, la menopausia después de los 55
años, la exposición a radiación ionizante, la obesidad, el uso de estrógenos exógenos, el
ambiente urbano y el alcohol. Habitualmente el cáncer de mama se presenta en forma
clínica como un nódulo duro, irregular, adherido al plano vecino. En ciertas ocasiones
puede estar adherido al plano profundo o superficial, con compromiso cutáneo dado por
retracción, edema, eritema y ulceración. Mamográficamente el cáncer de mama puede
manifestarse típicamente como un nódulo denso de contornos irregulares con forma
estrellada o espiculada. También puede presentarse como una zona de densificación
asimétrica o una distorsión de la arquitectura glandular. La presencia de
microcalcificaciones agrupadas, de distinto tamaño y densidad con formas irregulares,
que pueden asociarse a un nódulo, son más frecuentemente la manifestación de un
cáncer de mama en etapa inicial que se observa en el carcinoma ductal in situ, pero que
también puede darse en los carcinomas infiltrantes.
EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA
ANAMNESIS Y EXAMEN FÍSICO
MAMOGRAFÍA
Dado que las pacientes jóvenes tienden a tener un tejido mamográficamente denso, la
mamografía entrega poca información útil en pacientes menores de 35 años. La
mamografía aumenta su sensibilidad después de los 35 años y por lo tanto pasa a
constituir un examen fundamental en el estudio de un nódulo mamario después de esta
edad. Su sensibilidad general es menor que un 82% en pacientes con un cáncer de mama
palpable y seguramente es mucho menor en pacientes premenopáusicas. Así como una
mamografía sospechosa puede aumentar la probabilidad de que un nódulo sea maligno,
la mamografía que es informada como normal no excluye la posibilidad de un cáncer
cuando existe la sospecha clínica.
ECOTOMOGRAFÍA MAMARIA
La biopsia histológica con aguja gruesa es una alternativa a la biopsia quirúrgica abierta.
Este procedimiento permite obtener cilindros de tejido, con lo cual es posible distinguir
entre un carcinoma in situ y un carcinoma infiltrante. Además es posible obtener
muestra suficiente para receptores estrogénicos y marcadores tumorales. La aguja
permite tomar muestra de tumores palpables, como también de tumores no palpables
guiados por ecotomografía o por estereotaxia. La biopsia estereotáxica que utiliza este
mismo tipo de aguja, se realiza con un mamógrafo digital que permite localizar la lesión
en las tres dimensiones, con una gran precisión. Esta técnica está especialmente
indicada en cierto tipo de microcalcificaciones y de tumores no palpables, pero su rol
aún no está bien definido, dado que es una técnica nueva, disponible en pocos centros y
de un costo elevado.
La biopsia quirúrgica abierta constituye la etapa la etapa final del estudio de muchos
nódulos mamarios especialmente los de tipo sólido. Permite la confirmación histológica
y soluciona en forma definitiva la sospecha diagnóstica de un determinado nódulo. Si
las características clínicas e imagenológicas plantean una alta probabilidad de tratarse
de un nódulo benigno, es posible realizar una tumorectomía con un mínimo de tejido
sano alrededor. Si por el contrario, hay alguna sospecha de que el nódulo pueda ser
maligno, se debe realizar una mastectomía parcial, con un margen de tejido sano mayor
de un centímetro, lo que es preferible corroborar con una biopsia rápida por
congelación, para proceder al tratamiento definitivo del cáncer. Los nódulos no
palpables deben marcarse con una guía de alambre, que se introduce a través de una
aguja dejando una punta del alambre que contiene un gancho, lo más cercano al nódulo,
guiado por ecotomografía, mamografía o estereotaxia.
La proliferación epitelial, puede ser de naturaleza típica o atípica; pero los quistes
con proliferación epitelial atípica representan sólo el 3 ó 4 % de los mismos, por lo
que los cambios fibroquísticos de la mama son generalmente de naturaleza
benigna
Tratamiento
El manejo de estas pacientes se basa en el reaseguro y en el tratamiento del dolor.
Es importante explicarles que el dolor no es producto de una enfermedad maligna,
que el cáncer generalmente no duele, y que lo que presentan se debe a la
respuesta de la glándula mamaria frente al estímulo hormonal normal. También
puede mejorarse el síntoma sugiriéndoles que se coloquen un sostén flojo para
dormir y durante el día corpiños bien ajustados. Algunas pacientes refirieron una
mejoría del dolor con el uso de anticonceptivos orales.
Se sugiere una dieta baja en grasas y alta en carbohidratos (algunos estudios han
mostrado cierto beneficio).
Hay diferentes estudios que muestran que el uso de aceite de Prímula (primrose
oil), es beneficioso La dosis es de 1.000 mg 3 veces por día por un mínimo de 3 a 4
meses.
El danazol, se utiliza en dosis de 100 a 400 mg por día, pero no es de elección por
sus efectos adversos tales como acné, hirsutismo, ganancia de peso y edema.
La bromocriptina se indica 2,5 mg dos veces por día con las comidas, aunque se
puede empezar con dosis de 1.25 dos veces por día hasta un máximo de 10mg,
pero también tiene muchos efectos adversos como náuseas y vómitos, hipotensión
ortostática y vértigo.
2) NODULO MAMARIO
El nódulo puede ser único o encontrarse junto con otros nódulos pero destacándose
por su tamaño o por tener características distintivas y permanentes. En este último
caso se habla de nódulo dominante.
Las causas benignas más comunes de un nódulo mamario son el fibroadenoma, los
quistes y los galactoceles (quistes de retención láctea del puerperio).
El fibroadenoma es un tumor benigno provocado por un hiperdesarrollo del tejido
conectivo y epitelial. Puede encontrarse a cualquier edad, frecuentemente entre la
segunda y tercera década de la vida. Son los tumores mamarios más comunes en
la gente joven y si bien suelen ser únicos, hasta un 15% de las pacientes tienen
varios nódulos. Generalmente se palpan como una tumoración elástica muy móvil,
a veces dolorosa, y puede cambiar de tamaño y consistencia con el ciclo menstrual
en respuesta a la estimulación estrogénica; algunos autores lo incluyen dentro de
los cambos fibroquísticos. Aumenta de tamaño durante el embarazo y la lactancia,
y disminuye durante la menopausia, pudiendo en esta etapa endurecerse debido a
la calcificación. Pueden ser de cualquier tamaño.
Los quistes son formaciones líquidas encapsuladas que se producen con los años
aparentemente por involución de los lóbulos mamarios por acción hormonal, y/o
por la dilatación de los conductos galactóforos, aunque en realidad no está
establecida bien cuál es la causa.
Los quistes pueden ser silentes y detectarse al realizar el examen físico de control,
o ponerse de manifiesto porque provocan dolor. Muchas veces es imposible
diferenciar un quiste de un nódulo sólido o de un cáncer con el examen físico, por lo
que el diagnóstico se realiza mediante la punción de la estructura.
Los quistes son formaciones mamarias con contenido líquido en su interior cuyo
hallazgo es más común en las mujeres mayores de 40 años o postmenopáusicas.
Sin embargo, la mamografía puede ser normal en presencia de cáncer palpable (se
calcula un 2% de los casos); y si la mamografía y la palpación sugieren benignidad,
el error ( falsos negativos) puede llegar al 4%, y en mujeres jóvenes, puede llegar
hasta 10 ó un 22%. Cuando la exploración clínica y la mamografía sugieren
malignidad, el error (falsos positivos) puede llegar al 3,6%.
En forma inmediata distingue entre una masa sólida de una quística. En masas
profundas o difíciles de palpar la punción debe orientarse con la ecografía o guía
estereotáxica para detectar el nódulo.
En el caso de la AAF Las muestras son satisfactorias (es decir, adecuadas para
realizar el diagnóstico) en el 89 al 99% de los casos. Sin embargo los falsos
negativos oscilan entre el 1 y el 18%, y los falsos positivos llegan hasta el 18%,
debido aparentemente a la mala técnica de recolección del material.
2)core needle biopsy: es una punción con una pistola que obtiene en cada disparo
un cilindro de tejido.
La aspiración con aguja fina con o sin guía ecográfica (según la accesibilidad de la
tumoración), puede hacerla el médico de atención primaria adecuadamente
entrenado o bien el especialista.
Ante un nódulo sólido debe obtenerse material para evaluar. La evaluación puede
comenzarse en el consultorio con una AAF. Si la muestra no es satisfactoria deben
realizarse biopsias ambulatorias utilizando las otras técnicas disponibles. Muchos
especialistas, ante el hallazgo de un nódulo palpable con características
mamográficas patológicas, directamente hacen una biopsia intraoperatoria por
congelación y efectúan la estadificación y el tratamiento (en caso de malignidad).