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Definiciones de Lucro Cesante y Daño Emergente
Definiciones de Lucro Cesante y Daño Emergente
1. LUCRO CESANTE
Es aquello que ha sido o será dejado de ganar a causa de un acto dañino, es decir
aquello que afecta a un bien o un interés que todavía no es de la persona al
momento del daño2. Es necesario precisar que el daño debe ser cierto, “ no son
reparables las ganancias hipotéticas” sino todas aquellas que se producirán con
toda certeza.
2. DAÑO EMERGENTE
Son las pérdidas que sufre el acreedor a causa de la inejecución, además que
empobrece el patrimonio del mismo.
1
Carlos Alberto Soto Coaguila. (2015). Tratado de responsabilidad civil contractual y extracontractual. Lima:
Instituto Jurídico .Pág. 58
2
Fernando de Trazegnies. (1988). La responsabilidad Extracontractual. Lima: Fondo editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Pág. 37
3
MORELLO, Augusto M. Indemnización del daño contractual. Librería Editora Platense Abeledo-Perrot,
Buenos Aires, 1974, p. 196.
Paulus “sostiene que el daño emergente es el monto que se deja de percibir por lo
tanto deja de existir”, pues esta pérdida puede presentarse como una
consecuencia directa por lo que su emergencia se produce en distintas épocas
pero siempre tendrá una consecuencia del daño primitivo que expresan una
perdida, por consiguiente el daño emergente comprende daños inmediatos y
futuros4.
4
Fernando de Trazegnies. (1988). La responsabilidad Extracontractual. Lima: Fondo editorial de la Pontificia
Universidad Católica del Perú. Pág. 36
5
CASACION 1379‐2009
6
ZANNONI, Eduardo A. El daño en la responsabilidad civil. Editorial Astrea de Alfredo y Ricardo Desalma,
Buenos Aires, 1982, p. 34.
esfera económica del sujeto perjudicado. 7 De allí que pueda existir daño
emergente y lucro cesante pasados o futuros, respectivamente: daño emergente
pasado: reintegro de gastos efectuados; daño emergente futuro: sumas que salen
del reclamante en fecha posterior al momento de la liquidación y pago; lucro
cesante pasado: lo que se dejó de percibir desde la producción del daño hasta la
liquidación; lucro cesante futuro: lo que se deja de percibir desde la liquidación
hasta la finalización del período indemnizable.
Esta indemnización intenta reparar el daño que se produce cuando el acto dañino
ha frustrado la posibilidad de obtener una cierta ventaja patrimonial. Además se
hace necesaria la intervención de otros elementos que son inciertos, para que la
ventaja o ganancia frustrada hubiera sido efectivamente posible.
A diferencia del lucro cesante la perdida de chance no es una ganancia cierta que
se frustra, sino que lo único cierto e indubitable es la posibilidad de poder obtener
una ganancia. Lo cual existe una posibilidad de victoria y frustración lo que trae
consigo un daño jurídico; si bien la victoria es incierta, la posibilidad de alcanzarla
es cierta y actual por consiguiente el impedimento para hacer uso de esa
posibilidad es indemnizable.8
Todas las razones que expone la doctrina nos lleva a la convicción de que existe
un fundamento suficiente para que la perdida de chance sea indemnizada , pero
tratándose de un hecho presente y no de un lucro cesante referido como una
ganancia eventual, el resarcimiento no puede comprender el integro de la
ganancia a la que se aspiraba puesto que ella dependía de otros factores ajenos
al daño9
7
Casación N° 1318 - 2016
8
Fernando de Trazegnies. (1988). Indemnizaciones especiales. En La Responsabilidad Extracontractual. Pág.
37. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
9
Fernando de Trazegnies. (1988). Indemnizaciones especiales. En La Responsabilidad Extracontractual. Pág.
49. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
EJERCICIO REGULAR DE UN DERECHO
En algunas doctrinas consideran que el ejercicio regular del derecho son actos
antijurídicos protegidos por la norma.
Entre todos los actos humanos potencialmente dañinos, hay que distinguir
aquéllos en los que el hecho mismo de dañar está permitido por el Derecho y
aquéllos en los que no está permitido dañar pero que pueden producir un daño no
querido por la ley. Estos últimos a su vez se dividen en culpables (en sentido
amplio, que comprende el dolo) y no culpables. Y interesante consiste en que los
primeros son aquéllos en los que estamos autorizados para dañar a un tercero
están efectivamente excluidos del campo de la responsabilidad extracontractual,
mientras que los segundos están siempre comprendidos en ese campo pero sólo
dan lugar al pago de una indemnización (en un sistema subjetivista) si los daños
fueron resultado del dolo o de la culpa. Por ello el ejercicio regular de un derecho
consiste en el caso en que no se tiene derecho directamente de dañar, pero se
tiene derecho de actuar en un determinado sentido aunque ello cause daño a otro.
En esta hipótesis, el derecho que ejercito no está dirigido a dañar a otro, sino a
gozar de las ventajas que me otorga una determinada atribución. Pero el Derecho
sabe que gozar de esa atribución comporta necesariamente dañar a otros; y lo
admite, sin considerarlo daño resarcible.
INEJECUCION DE OBLIGACIONES
Por ello debemos diferenciar cuando estamos ante una inejecución por dolo y una
inejecución por culpa:
El doctor Raymundo Salvat define que "el dolo del deudor consiste en la
inejecución voluntaria de la obligación con el propósito de perjudicar al acreedor”
10
Cristhian Northcote Sandoval. (2009). Regulación de la Inejecución de Obligaciones. Actualidad
Empresarial, VIII, 1.
justamente, hace al dolo diferente de la culpa. En la culpa no hay intención de no
cumplir; el deudor no ejecuta su obligación por descuido o negligencia. En el dolo
hay mala fe; cuando incumple su obligación por dolo, no lo hace para causar un
perjuicio al acreedor, sino también para conseguir ventajas para sí mismo.11
11
Felipe Osterling Parodi. Inejecución de Obligaciones (DOLO Y CULPA). Pág. 352