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RESUMEN DEL DERECHO PROCESAL PENAL

A diferencia de los procesos civiles, el proceso penal no necesita de la presentación de


"demanda" para ser iniciado un proceso, puesto que como tendremos ocasión de examinar a lo
largo del tema basta, en la mayoría de los casos, que el órgano Judicial tenga conocimiento de
la existencia de un hecho con apariencia de delito o falta, para que se inicie la actividad
jurisdiccional.

No obstante, determinadas materias sí que exigen la presentación de denuncia o


incluso querella.

Tendremos ocasión de analizar dichas acciones a lo largo del tema.

Por otro lado, el proceso penal, como sabemos, está dividido en varias fases, que
hemos de conocer para entender la estructura de cualquiera de los procesos que estudiaremos
en el tema correspondiente.

Así, hemos de prestar especial atención a las competencias de los diferentes órganos
judiciales, distinguiendo entre:
- Instrucción
- Fase de juicio oral
- Recursos
- Ejecución

Se hace necesario, por tanto, hacer un estudio minucioso de dicha parte de vuestros
temarios ya que suelen incluirse muchas preguntas en los exámenes oficiales.

Para conocer la competencia de un determinado órgano, habremos de estar a las


normas establecidas en la LECR. en cuanto al lugar de comisión de los hechos.

Para elegir el tipo de procedimiento a incoar (iniciar), hemos de partir de una previa
calificación de los hechos.

Así, en caso de tratarse de una falta (castigada con pena leve en el Código Penal),
iniciaremos un juicio de faltas.

Si se trata de delito castigado con pena de hasta 9 años de privación de libertad, el


procedimiento será ABREVIADO, y si supera dicha penal, debemos tramitar un proceso
ordinario.

Como variación del procedimiento abreviado, nos encontramos los juicios rápidos, que
tramitaremos en aquellos casos en los que además de darse otras circunstancias, la pena a
imponer no supere los cinco años de privación de libertad o diez años si se trata de privación
de otros derechos.

El Procedimiento establecido en la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado no se ve


afectado por la pena, sino que se "usa" en aquellos casos en que se comete uno de los delitos
establecidos en la Ley Orgánica que desarrolla este proceso.

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Así las cosas, una vez establecido el proceso que hemos de iniciar, sabemos que se
inicia una fase de instrucción, denominadas:
- Diligencias previas en el abreviado
- Sumario en el procedimiento ordinario

En los juicios rápidos no existe fase de instrucción si bien la primera fase del proceso
es denominada, DILIGENCIAS URGENTES.

En esta primera fase, o instrucción, los órganos jurisdiccionales correspondientes


realizarán las actividades que consideren necesarias para averiguación de los hechos, para
preparar el juicio oral. La definición de lo que constituye la fase instructora la podemos
encontrar en el art. 299 de la LECR, conforme al cual, " Constituyen el sumario las
actuaciones encaminadas a preparar el juicio y practicadas para averiguar y hacer constar la
perpetración de los delitos con todas las circunstancias que puedan influir en su calificación, y
la culpabilidad de los delincuentes, asegurando sus personas y las responsabilidades
pecuniarias de los mismos"

La LECR. establece, para el proceso ordinario, todas las diligencias que se pueden
practicar en fase de instrucción para llegar a esa averiguación de hechos. Además, como
figura exclusiva del proceso ordinario por delitos, cuando existan indicios racionales de
criminalidad contra una persona, se dictará el oportuno auto de procesamiento, cuyo
contenido y recursos podemos estudiar en el art. 384 de la LECR.

Los demás procesos penales usarán de dichas normas en sus respectivas instrucciones,
si bien en el procedimiento abreviado existen peculiaridades que hemos de estudiar
detenidamente.

Una vez que a juicio del órgano instructor se han terminado las diligencias de
averiguación correspondientes, se pondría fin a la misma.

En caso de no existir persona a quien imputar los hechos o no existir delito, se


procedería al sobreseimiento (terminación) de la causa, dictándose la resolución que proceda
conforme a lo dispuesto en los arts. 637 y 641 de la LECr.

Si, en cambio, tenemos un presunto autor o autores, se iniciaria una fase, denominada
intermedia generalmente, para decidir si se dicta auto de apertura de juicio oral.

En caso afirmativo, entrariamos en la fase denominada juicio oral, que culmina con la
celebración del correspondiente juicio y sentencia.

Habremos de prestar especial atención en cada uno de los procesos que hemos de
estudiar al órgano que dicta cada una de dichas resoluciones, recursos que contra ellas caben y
demás aspectos específicos.

Como elementos comunes de los procesos penales, hemos de prestar atención y


dominar las competencias de cada uno de los órganos judiciales; como dijimos al principio,
para ello es fundamental el dominio de los arts. 53 al 103 de la L.O. 6/85 de 1 de Julio del
Poder Judicial, así como también el art. 14 de la LECR, conforme al cual:

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Artículo 14.

Fuera de los casos que expresa y limitadamente atribuyen la Constitución y las leyes a
Jueces y Tribunales determinados, serán competentes:

Para el conocimiento y fallo de los juicios de faltas, el Juez de Instrucción, salvo que
la competencia corresponda al Juez de Violencia sobre la Mujer de conformidad con el
número quinto de este artículo. Sin embargo, conocerá de los juicios por faltas tipificadas en
los artículos 626, 630, 632 y 633 del Código Penal, el Juez de Paz del lugar en que se
hubieran cometido. También conocerán los Jueces de Paz de los juicios por faltas tipificadas
en el artículo 620.1 y 2, del Código Penal, excepto cuando el ofendido fuere alguna de las
personas a que se refiere el artículo 173.2 del mismo Código.

Para la instrucción de las causas, el Juez de Instrucción del partido en que el delito se
hubiere cometido, o el Juez de Violencia sobre la Mujer, o el Juez Central de Instrucción
respecto de los delitos que la Ley determine.

Para el conocimiento y fallo de las causas por delitos a los que la Ley señale pena
privativa de libertad de duración no superior a cinco años o pena de multa cualquiera que sea
su cuantía, o cualesquiera otras de distinta naturaleza, bien sean únicas, conjuntas o
alternativas, siempre que la duración de éstas no exceda de diez años, así como por faltas,
sean o no incidentales, imputables a los autores de estos delitos o a otras personas, cuando la
comisión de la falta o su prueba estuviesen relacionadas con aquéllos, el Juez de lo Penal de la
circunscripción donde el delito fue cometido, o el Juez de lo Penal correspondiente a la
circunscripción del Juzgado de Violencia sobre la Mujer en su caso, o el Juez Central de lo
Penal en el ámbito que le es propio, sin perjuicio de la competencia del Juez de Instrucción de
Guardia del lugar de comisión del delito para dictar sentencia de conformidad, o del Juez de
Violencia sobre la Mujer competente en su caso, en los términos establecidos en el artículo
801.

No obstante, en los supuestos de competencia del Juez de lo Penal, si el delito fuere de


los atribuidos al Tribunal del Jurado, el conocimiento y fallo corresponderá a éste.

Para el conocimiento y fallo de las causas en los demás casos la Audiencia Provincial
de la circunscripción donde el delito se haya cometido, o la Audiencia Provincial
correspondiente a la circunscripción del Juzgado de Violencia sobre la Mujer en su caso, o la
Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

No obstante, en los supuestos de competencia de la Audiencia Provincial, si el delito


fuere de los atribuidos al Tribunal de Jurado, el conocimiento y fallo corresponderá a éste.

Los Juzgados de Violencia sobre la Mujer serán competentes en las siguientes


materias, en todo caso de conformidad con los procedimientos y recursos previstos en esta
Ley:

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De la instrucción de los procesos para exigir responsabilidad penal por los delitos
recogidos en los títulos del Código Penal relativos a homicidio, aborto, lesiones, lesiones al
feto, delitos contra la libertad, delitos contra la integridad moral, contra la libertad e
indemnidad sexuales o cualquier otro delito cometido con violencia o intimidación, siempre
que se hubiesen cometido contra quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya
estado ligada al autor por análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, así como de
los cometidos sobre los descendientes, propios o de la esposa o conviviente, o sobre los
menores o incapaces que con él convivan o que se hallen sujetos a la potestad, tutela, curatela,
acogimiento o guarda de hecho de la esposa o conviviente, cuando también se haya producido
un acto de violencia de género.

De la instrucción de los procesos para exigir responsabilidad penal por cualquier delito
contra los derechos y deberes familiares, cuando la víctima sea alguna de las personas
señaladas como tales en la letra anterior.

De la adopción de las correspondientes órdenes de protección a las víctimas, sin


perjuicio de las competencias atribuidas al Juez de Guardia.

Del conocimiento y fallo de las faltas contenidas en los títulos I y II del libro III del
Código Penal, cuando la víctima sea alguna de las personas señaladas como tales en la letra a
de este apartado.

Como decíamos, hay determinadas materias comunes a todos los procesos penales por
delito.

Hablamos, por ejemplo, de las figuras de acusador particular, acusador popular,


acusador privado... cuya definición y desarrollo teneis en los correspondientes temas.

Hablamos, igualmente, de la existencia y requisitos de la denuncia o la querella,


agentes encubiertos, piezas de convicción...

Merece especial atención el estudio de la detención y prisión provisional, como


medidas cautelares de carácter personal que puede adoptarse en el proceso penal; de igual
forma las medidas de carácter civil, como responsabilidad civil, que ha de asegurarse durante
la fase de instrucción.

Es de destacar igualmente, en procesos penales, la postulación procesal, debiendo


dominar los momentos a partir de los cuales, las "partes" necesitan la intervención de
Abogado y Procurador.

En definitiva, se trata de tener ideas generales que servirán de base al opositor para
posteriormente, conocer cada uno de los procesos tramitados en la Justicia española

Es importante, de igual forma, tener esquemas de los diversos procedimientos, que nos
ayudarán a hacernos una idea "fotográfica" de las diferentes resoluciones más trascendentales
en cada uno de dichos procedimientos.

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