Práctica 9: Calor Específico en Sólidos

Alisson Doménica Vaca Ortiz, GR A, alisson.vaca@epn.edu.ec

Laboratorio de Física Molecular, Facultad de Ciencias, Escuela Politécnica Nacional
Fis. Fernando Moncada, miércoles 15 de enero de 2020, 9-11 am.

Resumen– a través de la primera ley de la termodinámica, se

determinaron los calores específicos de tres materiales: aluminio,
hierro y latón, de diferentes masas y dimensiones. A estos materiales
se les transfirió energía por medio de agua en ebullición y, al
ingresarlos uno por uno a un calorímetro, se midió la cantidad de
energía transferida hasta el equilibrio térmico dentro del sistema
calorímetro-sólido, obteniendo así valores de 489,59 [J/kg °C] para
el aluminio con un error porcentual del 83,83%; para el hierro un
valor de 464,07 [J/kg °C], con un error del 3,46% y finalmente un
valor de 130,86 [J/kg °C] para el latón.

I. INTRODUCCIÓN
Cuando se otorga energía a un cuerpo, particularmente, en
forma de calor, sin alterar la energía mecánica del sistema, este
eleva su temperatura.

El calor especifico se define como la capacidad térmica

por unidad de masa (Serway, 2008), es decir, que tanto cambia
la temperatura de un cuerpo cuando se le añade energía. Si este
valor es grande para cualquier material, se necesitará añadir
mayor cantidad de energía para calentarlo. El calor que un
cuerpo otorga o recibe es dependiente de su masa, de la
diferencia de temperaturas y del calor específico del material,
relación que se puede observar en la siguiente ecuación:
𝑄 = 𝑚 ∙ 𝑐 ∙ ∆𝑇 (1)
El calor específico no depende de la cantidad de masa, ni
de la forma o dimensiones de un cuerpo; solo depende del tipo
de material.
Mediante la primera ley de la termodinámica
(conservación de la energía) tenemos que, en un sistema ideal
en donde dos cuerpos interactúan, la cantidad de energía que
pierde uno es la misma cantidad que el otro cuerpo recibe,
matemáticamente:
𝑄1 = −𝑄2 (2)
II. METODOLOGÍA DE LA EXPERIMENTACIÓN
Realizamos el montaje como lo indica la figura 1, colocando
agua en el matraz Erlenmeyer y colgando los cuerpos desde la
pinza universal anclada al soporte.
Figura 1. Montaje del experimento
Registramos masas de los sólidos; se utilizaron 4 cuerpos: dos
de hierro, uno de los cuales era un prisma rectangular (hierro 2)
y el otro un cubo (hierro 1), un cuerpo de aluminio y otro de
latón, ambos con forma cubica.
Se puso a hervir el agua y se registró la temperatura de
ebullición; análogamente se montó y tomó la temperatura del
agua (200 ml) del calorímetro antes de ingresar uno de los
cuerpos al sistema. Agitamos el agua del calorímetro
regularmente y se tomó la temperatura de equilibrio del sistema
calorímetro-sólido.
Luego de este procedimiento se debe dejar enfriar el
calorímetro para repetir el mismo método con el resto de los
cuerpos.
III. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Del experimento obtuvimos los datos de la tabla 1, además de
la temperatura de ebullición del agua con un valor de 91,9 °C y
la temperatura del agua del calorímetro que fue de 27 °C y fue
semejante a la temperatura ambiental; estos dos últimos datos
se mantuvieron constantes para los cuatro solidos analizados.

Material Masa [kg] T equilibrio [°C]

Aluminio 0,06 29,2

1
 Hierro 1 0,0597 28,7
Hierro 2 0,0456 28,6
Latón 0,0597 27,6
Tabla 1. Resultados del experimento respecto de cada
material y cuerpo utilizado
Mediante el primer principio de la termodinámica tenemos que,
en el sistema calorímetro-sólido, el calor que el cuerpo irradia
es el mismo calor que el agua absorbe, de donde,
matemáticamente, se obtiene de la ecuación 2.
𝑄𝑎𝑔𝑢𝑎 = −𝑄𝑠ó𝑙𝑖𝑑𝑜 (2.1)
Aplicando la ecuación (1) para el agua y para cada material, en
la ecuación (2.1), se tiene como resultado una nueva ecuación
en donde la única incógnita es el calor específico del material
analizado.
Así se obtuvieron los siguientes resultados de los calores
específicos de cada sólido: para el aluminio se encontró un
valor experimental de 489,59 [J/kg °C] y al compararlo con el
valor teórico encontrado en la literatura que es de 900 [J/kg °C]
(Serway, 2008), el error porcentual que se presenta es del
83,83%. Para el cuerpo de hierro cúbico, se obtuvo un valor
experimental de 377,21 [J/kg °C], su valor teórico es de 448
[J/kg °C] (Serway, 2008), presentándose un error porcentual del
18,77%. Para el cuerpo con forma de prisma hecho de hierro
se obtuvo un valor 464,07 [J/kg °C] y comparándolo con su
valor teórico que es el mismo que el cuerpo anterior, se presentó
un error del 3,46%. Finalmente para el latón, se obtuvo un calor
especifico de 130,86 [J/kg °C], pero conocemos que el latón es
una aleación de cobre y zinc, cada uno en diferentes
proporciones, no siempre constantes, por lo que no se tiene una
aproximación de su calor especifico en la literatura, es decir, el
calor especifico de este material depende de la composición
porcentual de cobre y zinc contenidos.
A partir del dato experimental encontrado para el latón, y los
calores específicos teóricos del cobre y zinc, podemos encontrar
la composición porcentual aproximada de cada material en el
latón utilizado, por medio de la siguiente relación.
𝑐𝐿 = 𝑋 ∙ 𝑐𝐶𝑢 + (1 − 𝑋) ∙ 𝑐𝑍𝑛 (3)
De donde:
X: es la composición porcentual de cobre
𝑐𝐶𝑢 : es el calor especifico del cobre, con un valor de 387 [J/kg
°C] (Serway, 2008)
𝑐𝑍𝑛 : es el calor especifico del zinc, con un valor de 390 [J/kg
°C] (Serway, 2008)
𝑐𝐿 : es el calor especifico del latón, con un valor de 130,86 [J/kg
°C]
Despejando X de la ecuación (3) se tiene como resultado que la
composición del cobre es de 86,38 % y de zinc es de 13,62% en
el latón utilizado en el experimento.
Como fuentes de error en la práctica se tuvo: la pérdida de
energía cuando se movilizaban los cuerpos desde que se
sacaban del agua hirviendo hasta el calorímetro, en particular
para el aluminio, cuando se introdujo el cuerpo en el
calorímetro, hubo una demora en taparlo ya que no lo habíamos
acomodado adecuadamente, cierta parte de esa energía se
perdió en el ambiente.
Otra fuente de error fue que el calorímetro no estaba
perfectamente aislado, ya que conforme la práctica notamos que
los vidrios de los matraces que conformaban el calorímetro
estaban calentándose, es decir, la energía que transfería el
cuerpo también fue absorbida por el papel que tuvo la función
de aislante y por el vidrio.
Una fuente de error también fue que al sacar los cuerpos del
agua hirviendo lo hicimos con un alicate de metal, con lo cual
se generó una transferencia de energía entre el sólido y el metal
que conforma la pinza del alicate.
Si se comparan los valores obtenidos para los dos cuerpos de
hierro, la conclusión sería que la cantidad de masa y la forma
influyen en el valor del calor específico del material, pero esto
contradice a la teoría, ya que el calor específico no es
dependiente de la masa ni de las dimensiones del cuerpo, sino
solo de su material.
IV. CONCLUSIONES
Luego de la práctica se concluye que los valores obtenidos de
los calores específicos no están muy acordes a los valores
encontrados en la literatura, a excepción del cuerpo de hierro
con forma de prisma, ya que presentó un porcentaje de error
muy pequeño, aunque al compararlo con el otro cuerpo del
mismo material, contradice la teoría.
Las fuentes de error nombradas fueron: la pérdida de energía
con el ambiente, la deficiencia de aislamiento del calorímetro y
el calor absorbido por el alicate utilizado al movilizar los
cuerpos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
[1] Serway. Fisica para ciencias e ingenieria. Mexico: Cengage 6º ed, México,
2008.