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HIPNOSIS TERAPÉUTICA
TEORÍA, MÉTODOS
Y
TÉCNICAS APLICADAS
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicología , Hipnosis terapéutica. Teoría, métodos y
técnicas. |
COLABORADORA
Dra Ana Teresa Govin Cid. Doctora en Medicina. Especialista en Hematología. Master en
Ciencias en Medicina Tradicional y Natural. Profesora del Instituto Superior de Ciencias
Médicas de Santiago de Cuba. Cuba.
PRÓLOGO
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El contenido que conforma esta obra, invita a un prólogo analítico que haría extenso el
propósito y riesgoso para quien lo escribe, de caer en imprecisiones generadas por lo discutido
del asunto y la falta de especialización al respecto. Desde tiempos remotos se discute de la
hipnosis, sus inicios, desarrollo, confusa trayectoria a través de prácticas oscurantistas, donde
magos e ilusionistas hacían su angosto y convertían en leyendas sus habilidades, como
aquellas de los taumaturgos que dormían a un grupo de personas a su antojo y realizaban actos
inconcebibles. Posteriormente, en el siglo pasado la escuela francesa, bajo la dirección de
Charcot, trato y dio explicación al fenómeno, sosteniendo incluso polémicas con otros ilustres
científicos del momento. Muchos investigadores estudiaron con profundidad el método ya
fuera para estar en su contra o para defenderlo y practicarlo de forma formal e intensivamente,
y liderar famosos movimientos de dicho proceder hasta alcanzar un valor terapéutico con fines
curativos dando solución a múltiples problemas de salud, entre los que se encuentran los
malos hábitos de vida, que constituyen factores de riesgos en la aparición de enfermedades
crónicas no transmisibles.
De la manera como se logra la hipnosis en sus mecanismos más íntimos, estamos a penas en el
comienzo de su comprensión, sin un consenso general de cómo funcionan y actúan; pero en el
mundo de las ciencias de la salud se ha llegado a conocer que los estilos de vida son factores
desencadenantes de muchas enfermedades y, que están en relación con la conducta o
comportamiento del individuo. La hipnosis permite enfrentar esta polémica, que hoy son
causas fundamentales de morbilidad y mortalidad.
El autor trata de brindar de una forma escrita al lector interesado una información actualizada
sobre la hipnosis, haciendo énfasis en su importancia en la práctica asistencial y social.
Es sin dudas, un intento serio de la aplicación clínica de la hipnosis, que se plasma en un libro.
ÍNDICE
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1. Prólogo
2. Índice
3. Introducción
4. Evolución histórica de la hipnosis
5. La hipnosis en el mundo antiguo
6. La hipnosis en la edad media
7. La hipnosis clásica durante el período de esplendor
8. Las escuelas francesas y rusa
9. Escuelas francesas
10. Etapa del magnetismo animal
11. El método de Mesmer
12. Importancia histórica del magnetismo animal
13. Etapa del abate Faria
14. El método del abate Faria
15. Etapa de james Brald
16. El método de Brald
17. La hipnosis como anestesia según Braid
18. Importancia histórica de Braid
19. Escuela de hipnosis de parís o de la Salpetriére
20. El método de Charcot
21. Importancia histórica de la escuela de hipnosis de parís
22. Primera escuela de hipnosis de Nancy
23. El método de Bernheim
24. El enfrentamiento entre las dos escuelas de hipnosis. Bernheim contra Charcot
25. Etapas de la hipnosis
26. Importancia histórica de la primera escuela de hipnosis de Nancy
27. Freud y la hipnosis
28. Segunda escuela de hipnosis de Nancy
29. El método de Coué
30. Importancia histórica de la segunda escuela de hipnosis de Nancy
31. Unificación de las escuelas de hipnosis
32. La hipnosis clásica en el contexto de la reflexología rusa
33. La escuela de hipnosis rusa. Pávlov su máximo exponente
34. Etapa pavloviana
35. Los reflejos condicionados
36. Procesos de excitación e inhibición de la corteza cerebral
37. Teoría reflexológica del sueño y los estados intermedios entre éste y la vigilia
38. El periodo de silencio de la hipnosis
39. La nueva hipnosis. Postulados y exponentes más importantes
40. Milton h. Erickson. Un nuevo y revolucionario. Enfoque de la nueva hipnosis
41. La actitud
42. La actitud hipnótica
43. El inconsciente
44. El síntoma
45. La psicoterapia
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46. La metáfora
47. El símbolo
48. Aprendizaje inconsciente
49. Otros personajes durante el periodo de la nueva hipnosis
50. Análisis de las concepciones contemporáneas sobre la hipnosis
51. Otras técnicas que emplean los estados alterados de la conciencia
52. La sofrología de Caycedo
53. La enseñanza a reacción
54. La noesiología de escudero
55. El futuro pasa por la unidad mente – cuerpo
56. El periodo del resurgir de la hipnosis
57. El desarrollo de la hipnosis en cuba
58. Definición de hipnosis
59. Diferencias entre hipnotizador e hipnólogo
60. El mecanismo neurofisiológico de la hipnosis
61. La hipnosis y su relación con otras ciencias afines
62. Hipnosis y psicología
63. Hipnosis y sofrología
64. Hipnosis y fisiología
65. Hipnosis y medicina
66. La hipnosis y su relación con el sueño y la sugestión
67. Sueño fisiológico
68. Sueño ortodoxo
69. Sueño paradójico
70. Sugestión y sugestionabilidad
71. Sugestión en estado de vigilia
72. Sugestión en estado hipnótico
73. Sugestión en el sueño natural
74. Controversias actuales sobre sueño e hipnosis
75. El sueño paradójico inducido por hipnosis
76. Electroterapia cerebral o electrosueño
77. Categorías básicas en la hipnosis
78. La sugestibilidad
79. La resistencia
80. La simulación
81. El signo señal
82. Pruebas y escalas para medir la sugestibilidad hipnótica del paciente
83. Pruebas de susceptibilidad hipnótica
84. Recomendaciones para el uso de las pruebas de susceptibilidad hipnótica
85. Prueba de la caída hacia adelante o hacia atrás
86. Prueba del cuerpo oscilando o de oscilación lateral
87. Prueba de la caída por pérdida de las fuerzas del cuerpo
88. Prueba de los brazos extendidos
89. Prueba del brazo pegado a la pared
90. Prueba del cuerpo pegado al asiento
91. Prueba de las manos pegadas luego del entrecruzamiento de los dedos
92. Escalas de susceptibilidad hipnótica
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INTRODUCCIÓN
Aprender el por qué y cómo funciona, es una valiosa herramienta de trabajo para ayudar a los
demás y a nosotros mismos. A través de sus técnicas podemos lograr un equilibrio y control de
esa maravillosa integración mente-cuerpo, como unidad indisoluble. En este caso el
hipnólogo, no es un hipnotizador, es un verdadero cirujano de la mente, quitando, poniendo,
modificando, o reconduciendo los contenidos de la misma. En una sola sesión de hipnosis se
pueden conseguir resultados que nos llevarían meses de psicoanálisis o de modificaciones
cognitivo-conductuales. Pero la dificultad radica en que realmente considero hay pocos
especialistas y escasa formación e información sobre esta técnica. Intentamos con esta obra
darle la oportunidad al lector de adquirir estos conocimientos y formarse de una manera
concisa y práctica. Como me decía un compañero de la universidad, en nuestra época
estudiantil, Ochoa quiero saber la esencia del tema, eso y solo eso, sin omitir información,
pero solo eso y no más.
Hablar de hipnosis es hablar de un hecho que nos sigue causando asombro e inquietud, pese a
que probablemente sea tan antigua como el hombre. Significa enfrentarse a la frontera entre lo
conocido y lo desconocido, lo superficial y lo íntimo de la mente humana; de ahí que siempre
haya provocado tanta controversia. Polarizada entre el espectáculo o la magia de supuestos
poderes prodigiosos y el mundo académico-científico que ha reconocido su indiscutible valor
clínico, la hipnosis ha sufrido a lo largo de su historia numerosos eclipses, épocas en que su
prestigio creció o cayó en el peor de los descréditos. El hecho es que nunca ha dejado de
causarnos perplejidad y hoy incita de nuevo el interés de todos.
En los últimos tiempos hay un resurgir de las medicinas tradicionales o alternativas que
abarcan una serie de sistemas terapéuticos incluyendo la hipnosis, divergentes a la medicina
clásica y cuyo denominador común es la autocuración.
Podemos agregar además que se ha comprobado que muchas dolencias o síntomas de las
enfermedades crónicas no transmisibles, relacionadas con aspectos psicológicos y sociales, se
normalizan o controlan con los elementos más suaves de la medicina tradicional o alternativa
entre ellos la hipnosis, un ejemplo de esto es la compensación de la hipertensión arterial
esencial y el estrés emocional con relajación autógena.
Por todo lo anterior está surgiendo un interés razonable de los profesionales, médicos,
psicólogos, psiquiatras, e incluso de otras áreas del saber y en personas comunes, de conocer
sobre el tema, de poder aplicar la hipnoterapia en su quehacer diario y formar parte de su
desarrollo científico.
Este período de aceptación o momento de auge de la hipnosis ha sido definido por varios
autores como “la gran desconocida que renace, o el resurgir de la hipnosis”. Hoy ya no resulta
sorprendente encontrar en la literatura o recurrir a términos híbridos e incluso a neologismos
tales como hipnoterapeuta o hipnólogo clínico. Es más, la ciencia se expande y emergen
nuevas disciplinas que, sin plantearse la necesidad de cuestionar o establecer preguntas acerca
de su estatuto, eligen el nombre después.
Mi mayor interés por el tema desde que era un estudiante de segundo año de la carrera de
medicina fue al conocer su uso para bloquear las sensaciones dolorosas (su efecto anestésico y
analgésico). Realmente me pareció bueno, por lo que no escatime en aprender bien la técnica,
en aplicarla y en tener mis propias experiencias y conclusiones personales.
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Desde que comencé a utilizarla intentando demostrar sus potencialidades, conociendo que en
el siglo pasado había tenido éxito en el tratamiento de algunos desórdenes psíquicos, en los
trastornos de la personalidad, e incluso de las posibilidades como tratamiento en la actualidad,
y en la misma medida en que iba teniendo una mayor experiencia práctica, en mi consultorio
me preguntaba por qué ni los psicólogos ni los psiquiatras aplicaban la hipnosis. Por supuesto,
sabía la respuesta, pero me negaba a aceptar que la razón fundamental estaba en la ausencia de
tan importante y ventajosa técnica en los programas de estudios universitarios o en caso de
estar incluida, se realizaba con cierta indiferencia y desacuerdo entre los diversos procederes
para la psicoterapia.
Creo en la hipnosis terapéutica, no porque quiera creer empecinadamente en ella, sino por mis
propias vivencias sostenidas en una práctica constante donde se perfeccionan los métodos
empleados y se verifican los resultados teniendo en cuenta sus posibilidades y limitaciones.
“La hipnosis es amarga como la cáscara de nuez. Los que persisten y transitan por el amargo
camino que es su sabor, son los únicos que finalmente pueden saborear su inefable dulzura”.
El asumir esta metafórica frase de nuestro maestro en el tema, nos ha permitido sobrevivir y
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permanecer trabajando e investigando con la hipnosis con amor, pasión, ética, ganando
adeptos, desde estudiantes hasta profesionales reconocidos y de experiencia, los cuales se
interesan por ella y comienzan a organizar y desarrollar cursos de postgrado, varios proyectos
de investigaciones y semilleros de investigaciones con estudiantes en nuestro medio actual.
Desde hace varios años varios colegas, estudiantes, amigos y familiares me han pedido que
escriba un libro e imparta cursos sobre mi experiencia en la hipnosis, creo que esto me
estímulo para hacer dicho trabajo.
La realización de esta obra es el resultado de una paciente y esmerada labor de más de tres
lustros de estudios y prácticas de ese fascinante mundo, donde se abordan los postulados y
exponentes más importantes, su relación con otras ciencias, sus categorías y ejemplos de
algunas de mis experiencias clínicas con resultados aceptables.
En este libro pretendo condensar el conocimiento en un solo texto y dárselo al lector de forma
resumida pero exhaustiva, completa pero selectiva, práctica pero simple, atractiva pero con
rigor científico.
No pretendo brindar un libro diferente; solo quise escribir el libro que durante más de quince
años no logre leer, que sirva para personas que no conocen el tema, o con poco dominio de
este, aunque sí con cierta preparación y conocimientos científicos, también para aquellos que
lo conocen bien y tienen experiencia, espero les pueda servir como guía en su quehacer diario,
con este fin se ha realizado este libro.
Este libro en tus manos te dará la oportunidad de adentrarte en este maravilloso tema, que si lo
sabes emplear con fines nobles para la humanidad, podrás hacer mucho por ella y para ella.
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Según refieren varios datos históricos, en el mundo antiguo, la hipnosis como ciencia estaba
reservada tan solo a países como Egipto, Caldea y la India, preferentemente a las castas
sacerdotales, que en aquel entonces eran muy privilegiadas.
Todo el que se iniciaba en la religión debía conocer la técnica hipnótica, lo cual permitió en un
proceso continuo que las experiencias se transmitieran de una generación a otra.
Tal como expresan Braulio Martínez Perigod y Moisés Asís (1), así como Cobián Mena (2), la
práctica de la hipnosis data desde tiempos remotos, esta se remonta a unos 4000 años atrás con
el -sueño sagrado - de los templos egipcios. Todo parece indicar que los sacerdotes del antiguo
Egipto inducían el sueño hipnótico en aquellos desesperados que iban a suplicar alivio para
sus padecimientos. En el Museo Británico, en Londres, hay un bajorrelieve de Tebas que
representa a un sacerdote haciendo - pases - al estilo de Mesmer. La colocación de las manos
es mencionada en el papiro de Ebers, del siglo XVI a.C.
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En Egipto, como en las antiguas regiones de China, India, Grecia. África y otras civilizaciones
lejanas, la hipnosis era tanto una experiencia religiosa como método terapéutico, fenómeno
que en distintas modalidades es posible observar aún en muchas regiones del mundo, tal es el
caso de los cultos sincréticos practicados por los negros afroamericanos descendientes de los
esclavos africanos traídos a América por los españoles durante la época colonial.
Las técnicas o métodos primitivos de inducción hipnótica tienen como características el uso
del canto rítmico al unísono, música, baile y palmadas monótonas, toques de tambor, entre
otras formas ideófonas que recuerdan las monodias religiosas y los cantos llanos o gregorianos
- y otras expresiones que aún son posibles encontrar en varias comunidades.
Estos métodos son utilizados por algunos pueblos o tribus de tradición primitiva como los
samburúes Kenianos, en África, los tántricos tibetanos, en el Tíbet en Asia, los aborígenes
australianos (negros), los bones de la India, los tungus o shamanes de la Siberia ártica, los
amerindios norteamericanos, los bahías, los subudes, y en los rituales afrorreligiosos des-
arrollados en el Caribe y el Brasil.
No olvidemos que el rito es la más común manera que tienen estos pueblos primitivos de hacer
práctica religiosa o curativa para expresar momentos significativos del quehacer de los
hombres sometidos a tales presiones. Esos momentos se refieren a fenómenos propios del
proceso salud-enfermedad o a cambios de vida y nacimiento.
No se ha precisado aún cómo la hipnosis pasó al occidente, pero seguramente lo hizo a través
de las migraciones cognitivas que ocurrieron, sobre todo a partir de la colonización de África y
Asia por las potencias europeas.
Se sabe que el abate Faría (1755 - 1819), monje portugués, que vivió durante mucho tiempo en
la región de Goa, la India, hacia 1815 abrió un curso público sobre magnetismo hipnótico en
París y esta quizás haya sido hasta el momento la expresión más clara del carácter oriental de
los métodos de hipnosis en cuanto a su origen.
La historia de la civilización (1) recoge en sus crónicas los impases que a modo de
afectación han tenido ciertos procesos, donde el hombre ha estado inserto y fue precisamente
en la Edad Media cuando se produjo la máxima represión de estas actividades, puesto que el
imponerse una doctrina cristiana altamente rígida y conservadora, todo acto ajeno a ella, como
es el caso de la inducción hipnótica o una simple referencia a la hipnosis eran considerados
como una obra de superchería y brujería, con lo cual desnaturalizaban la esencia de la
conducta humana, y de esos oscuros siglos no tenemos referencia de ningún hereje que haya
desafiado el anatema eclesiástico contra la hipnosis y otros fenómenos. Por eso, si queremos
trazar con cierta continuidad el desarrollo histórico de las investigaciones científicas sobre
hipnosis, debemos remontarnos a las postrimerías del siglo XVIII, época del llamado
magnetismo animal la cual veremos cuando nos refiramos a la hipnosis clásica durante el
periodo de esplendor.
El hecho político que caracteriza a esta época de la Edad Media es la penetración e injerencia
de la iglesia en todas las esferas, tanto socioeconómicas como de otra índole, en su forma más
cruda de inquisición.
Son típicos de esta etapa las denominadas crisis colectivas, consistentes en verdaderas
epidemias de brincos, danzas, gritos y contorsiones, entre las que se citan como famosas las
epidemias de brincos, danzas, gritos y contorsiones, entre las que se citan como famosas las
ocurridas en Italia, llamadas "tarantismos", que no eran más que ataques de histeria
multitudinarios. Solían producirse generalmente en verano, cuando - según Segeret (3) - una
gran parte de la gente dormida saltaba de pronto al sentir una picada de abeja o dolor. Unos
veían una araña y otros no, pero se imponía una especie de visión de que el arácnido estaba
allí y se desencadenaban frenéticas carreras hacia la calle para comenzar a danzar con pasos
excitantes, que daban lugar a un proceso de sumación. Todos los que estimaban haber sido
picados en esa ocasión o en otras anteriores, bailaban, se contorsionaban e incluso hasta
cavaban huecos en la tierra y se revolcaban en el lodo como cerdos para evitar o librarse de la
acción de la tarántula. Tal era el nivel de enajenación que muchos buscaban látigos para
flagelarse.
Lo más importante de este fenómeno estaba dado, sin duda alguna, en el hecho de que ser
víctima de esa picadura permitía liberar tendencias reprimidas sin que la persona se
considerara o fuera vista por los demás como malvado.
Véase aquí importantes elementos de sugestión, que conducían a un sujeto o grupo de ellos a
situaciones de éxtasis rompiendo con su conducta normal, pero también a la liberación de
energías comúnmente refrenadas. Este es el contexto preciso para hacer alusión a una escuela
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psicológica que por medio de la hipnosis trataba de eximir tendencias que energéticamente
provocaban conflictos generadores de neurosis (La hipnocatarsis de Breuer y Freud).
Durante la última parte del siglo XV, las creencias sobre la acción del Demonio tomaron un
mayor auge, lo cual trajo aparejado consecuencias tristes y dolorosas para la historia de la
humanidad, pues se conoce perfectamente que invocar al Diablo como dueño y señor del alma
en plena Edad Media, significaba condenar a los más terribles sufrimientos a aquellos seres
humanos que no pasaban de ser, por lo general, simples enfermos mentales.
Por fortuna, dignas voces como las de Paracelso, John Weyer, Reginal Scarlet y San Vicente
de Paul se alzaron desde valientes posiciones para mostrar lo dogmático de las doctrinas
demonológicas, que incluso habían sido inspiradas y oficializadas por el Papa Inocencio VII,
quien en su bula "Sumnis desiderantes" (3) exhortó en 1238 al clero a identificar a todos los
brujos.
Estos ilustres personajes trillaron el camino hacia nuevas concepciones, que socavaron el
orden medieval y en cuya empresa se vieron apoyados por fuertes movimientos como el
racionalismo y humanismo, el desenvolvimiento de las ciencias naturales y el proceso de la
Reforma religiosa.
La hipnosis como objeto de estudio de ambas ciencias, no escapó a esta suerte de progreso y
pudo avanzar considerablemente como teoría y método desde finales del siglo XVIII hasta
imponerse con todo su esplendor a partir de la siguiente centuria.
ESCUELAS FRANCESAS.
Ya a finales del siglo XVIII, el hipnotismo que hasta entonces se conocía como un
fenómeno rodeado de misterio, comenzó a ser visto como un proceso distinto, y en ello
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intervino decisivamente el Doctor Mesmer, médico austriaco que con el uso de la hipnosis
como método terapéutico, obtuvo reconocidos éxitos en la curación de diversas enfermedades
de carácter psíquico, primero en Viena y luego en Francia. Con este proceder, denominado
"Magnetismo animal" (2) por su propio autor - a pesar de que tuvo acérrimos opositores, sobre
todo entre altos dignatarios de la Academia Francesa de Ciencias, profesores de la Escuela de
Medicina y autoridades de la Real Sociedad de Medicina, quienes cuestionaron severamente
sus procedimientos y los conceptuaron como anticientíficos - logró espectaculares
demostraciones que sirvieron para estimular las prácticas del hipnotismo y su extensión a otras
muchas regiones europeas, donde cautivó y asombró a numerosos investigadores de las
Ciencias Médicas.
Un ejemplo concreto es el del cirujano escocés James Braid (1795 - 1861), quien apoyado en
elementos estructurados con mayor cientificidad, empleó por primera vez el término
hipnotismo como sistema; aunque ya Henin de Curvilliers se había referido a ello, aunque
muy vagamente (4). Para Braid, la hipnosis representaba un sueño particular, es decir
nervioso, de naturaleza neurofisiológica y ligado en gran parte a la fijación de la mirada y al
factor psicológico. Según él se trataba de un estado de concentración mental o de abstracción
psicológica, en el cual las facultades espirituales eran completamente absorbidas por una única
idea o por una serie de pensamientos que en el momento mismo del trance hipnótico se
tornaban estables e inconmovibles y, por ende se independizaban o se hacían indiferentes a
otras influencias externas.
Su gran mérito, además de haber concebido la hipnosis como se considera actualmente, fue
mostrar que los conceptos de Mesmer seguían siendo válidos a la luz de nuevas interpretacio-
nes, tales como su explicación por medios fisiológicos. Con estos elementos, sus limitaciones
quedaban superadas.
Según Mesmer era preciso establecer una relación médico paciente sobre la base de una espera
cuidadosamente organizada, pre conceptualizada y pensada, en la que el tacto revestía suma
importancia, pues a través de ese contacto se producía el magnetismo, dado que el ser humano
emitía un fluido muy peculiar que generaba las manifestaciones aparecidas en ese contexto
(crisis psicomotoras, estadios de sueño y pérdida de la conciencia).
Primero Mesmer, luego Braid y más tarde una avalancha de connotadas personalidades, entre
ellas Charcot y Berheim, desarrollaron interesantes controversias para interpretar, conceptuar y
aplicar la hipnosis; Ellos serían los factores exponenciales supremos de las dos escuelas de
hipnosis clásica más famosas en Francia: la de Salpetriére y Nancy, respectivamente.
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Este conocido médico vienés Franz Anton Mesmer (1734-1815) quien introdujo esta teoría,
también llamada técnica del magnetismo animal la cual tiene sus antecedentes y surge por la
influencia de las curaciones magnéticas de Paracelso y de Van Helmont, la filosofía de Fludd
sobre el magnetismo y los planteamientos de Digby sobre magia y astrología.
Uno de los precursores de la teoría mesmeriana fue Empédocles (483-422 a.C.), quien
consideraba que dos fuerzas opuestas, la de atracción y la de repulsión (el amor y el odio)
constituyen la fuerza de sostén del universo. Existe también la posibilidad de cierta influencia
del fraile Atanasio Kircher, contemporáneo de Mesmer, que expone la importancia de las
fuerzas de atracción y repulsión que emanan de la piedra imán.
Pudieran tener valor como influencia indirecta los planteamientos del médico inglés
Sydenham, el cual consideraba que las convulsiones y alteraciones de las funciones orgánicas
se debían a -espíritus animales- que se acumulaban en cierta parte del cuerpo y que se
desplazaban por el mismo, según fuera la naturaleza de la enfermedad existente.
En general, Mesmer tenía una visión permeada por los aspectos románticos y extravagantes de
la cultura de su época. Consideraba al universo formado por un principio cósmico y
constituido por una fuerza de unión que influía en todo lo existente del cielo y la tierra. Es
decir, que mantenía el criterio de que el flujo y reflujo de las mareas eran gobernados por los
cuerpos celestes y que al mismo tiempo tenían gran peso sobre los seres humanos y sobre todo
lo que existía en el mundo, fuera viviente o no.
Mesmer recibió una comunicación de un jesuita, el sacerdote Hell donde éste le escribía
acerca de ciertos efectos curativos que había logrado por medio de la piedra imán. Esto creó
marcado interés en Mesmer y rápidamente se puso a realizar investigaciones, comprobando
que HeIl estaba equivocado, pues el principio no se limitaba sólo a la piedra imán, sino que
dichos fluidos tenían la propiedad de poder ser trasladados desde el imán a cualquier otro
objeto animado o no, con sólo ser tocado por el magnetizador. De aquí surge su fluido
misterioso al que llamó «magnetismo animal y que emanaba de todo ser vivo. Él consideraba
este fluido muy similar al eléctrico.
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La modificación que realizó Mesmer de los planteamientos del padre Hell no superó en nada
el verdadero origen del problema y se convirtió en un mito, como los supuestos poderes
sobrehumanos de los sacerdotes-brujos.
Planteaba que el magnetismo animal era una fuerza misteriosa que podía emplearse para
propósitos curativos y que permitía almacenarse, aunque no era posible medirla, y que sólo se
demostraba a través de sus efectos.
Como base de su teoría consideraba que no eran solamente los planetas, estrellas y astros los
que podían ejercer influencia sobre los seres vivos (magnetismo planetario), sino que existían
una serie de poderes que se encontraban en el éter que podían ser trasladados en forma de
fluidos y tenían una importancia vital para los hombres y animales. Admitía la posibilidad de
trasmitir el fluido por la vía animal-animal, hombre-hombre, hombre- animal y viceversa.
- Existe una influencia mutua entre los cuerpos celestes, la tierra y los cuerpos animales.
- La acción recíproca viene subordinada a leyes mecánicas que hasta este momento se
desconocían.
- Según se manifiestan en el cuerpo humano, existen propiedades similares a las del imán; en
analogía con esto, son distinguibles polos diferentes y opuestos que pueden intercambiarse,
comunicarse, destruirse y reforzarse, incluso se observa el fenómeno de la inclinación.
- La propiedad del cuerpo animal que se halla bajo la influencia de los cuerpos celestes y la
acción recíproca de los que le rodean, como demuestra su analogía con el imán, es lo que se ha
denominado magnetismo animal.
- La acción y propiedades del magnetismo animal así definido, pueden ser comunicadas a
otros cuerpos animados o inanimados. Ambas clases de cuerpos son más o menos sensibles al
mismo.
- Esta acción y propiedades pueden ser reforzadas y propagadas por los mismos cuerpos.
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- Los experimentos muestran el paso de una sustancia, cuya naturaleza enrarecida le posibilita
penetrar en todos los cuerpos, sin una pérdida apreciable de actividad.
- No todos los cuerpos animados son igualmente sensibles; existen algunos, aunque muy
pocos, cuyas propiedades son tan opuestas que su simple presencia destruye todos los efectos
del magnetismo en otros cuerpos.
- Dando a conocer este método, mostraré, mediante una nueva teoría de las enfermedades, la
utilidad universal del principio que empleo en ella.
- Los estudios realizados durante doce años me han proporcionado la seguridad absoluta de
todas estas afirmaciones. Me doy cuenta perfectamente de que, comparado con los principios
y conocimientos establecidos desde la Antigüedad, mi sistema puede tener tanta parte de
ilusión como de verdad.
Éstos son algunos de los principios y proposiciones establecidos por Mesmer en su libro
Mémoire sur la découverte du magnétisme animal (1774), que reflejan las influencias de
estudios anteriores y que lo llevaron a construir su teoría del magnetismo animal.
EL MÉTODO DE MESMER.
Mesmer disertó en la Universidad de Viena en 1766 acerca de su teoría y esto creó cierto
interés científico en ella.
Es famoso el caso de la primera paciente atendida por Mesmer, una joven de 29 años que se
registra con el nombre de Oesterline en los años 1773 y 1774.
Mesmer aplicó imanes en el estómago y en las piernas de la paciente y se refiere que ésta
sintió automáticamente en su interior corriente dolorosas de una materia sutil, que después de
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varios intentos por adoptar una dirección, se dirigieron hacia la parte baja, es decir, hacia los
genitales.
La paciente padecía desde hacía varios años de crisis convulsivas, con dolores de cabeza,
muelas y oídos, precedidos de delirios, con agresividad, vómitos y desmayos, que mejoraron
considerablemente con el tratamiento.
A partir de este caso, Mesmer consideró efectivo su método y comenzó su campaña para
publicarlo y oficializarlo.
Posteriormente la joven Oesterline fue informada del ataque que el médico inglés hacía al
doctor Mesmer y se vio comprometida, por lo que recayó en su anterior estado, pero
complicado y agravado por una fiebre nerviosa.
Después que regresa a Viena, sus amigos le convencen y lleva a cabo el tratamiento de María
Teresa de Paradis, de 18 años de edad, cuyos padres eran personas de mucho prestigio, incluso
ella misma era muy conocida de la Emperatriz, quien le había asignado una pensión por
encontrarse totalmente ciega desde que tenía cuatro años. Su diagnóstico era amaurosis
completa, con convulsiones oculares (ceguera por neurosis histérica de conversión)
acompañado de un cuadro melancólico, con obstrucciones en el bazo y el hígado, y en
ocasiones presentaba crisis de excitación psicomotriz y delirios (crisis disociativa histérica).
El señor Paradis expresó su gratitud mediante escritos que se difundieron por toda Europa en
los principales periódicos.
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Sin embargo, los enemigos no tardaron mucho en convencer a Paradis, por medio de las
intrigas características del siglo XVIII, y éste le planteó a Mesmer retirar a su hija del
tratamiento. Fue tanta la insistencia, que Mesmer se vio en la necesidad de aceptar la
situación, pero durante una discusión con el padre le planteó la responsabilidad que implicaba
llevarse a la muchacha, quien aún no estaba curada, y dijo que no contaran con él si ocurría
algún problema.
Mesmer aceptó tratar de nuevo a la paciente poniendo como condición que los padres no
podían visitar su casa. Al cabo de 15 días declaró que la paciente ya había recuperado su salud,
pero los padres negaron esto, diciendo que estaba en iguales condiciones.
Mesmer comenzaba entonces sus rituales. Se presentaba vestido con una túnica de color lila y
le daba a sus sesiones un matiz de poderío sobrenatural.
Es importante señalar que aquellas sesiones colectivas traían como consecuencia un aumento
considerable de la sugestión; tanto es así, que un simple cambio de la tonalidad de la música
interpretada al piano provocaba el desarrollo de fuertes crisis colectivas que de forma
individual presentaba cada paciente; unos comenzaban a reír hasta caer totalmente relajados y
extenuados, otros lloraban, algunos saltaban, pero siempre el final era un desplome total con
manifestaciones de relajación profunda.
Eran diversas las enfermedades que presentaban los sujetos atendidos por Mesmer, quien
incluía en estas sesiones a pacientes que padecían de asma, cólicos, fiebres, corea, entre otras.
Mesmer solicitó la creación de una comisión científica para darle validez al magnetismo
animal. Esta comisión fue nombrada por la Academia Francesa de Ciencias y por mandato
directo de Luis XVI, en marzo de 1784. Los integrantes eran miembros de la Academia de
Ciencias y de la Facultad de Medicina, y se reforzó con cinco miembros de la Real Sociedad
de Medicina. Entre los participantes estaban: Guillotin Lavoisier, Benjamín Franklin y otras
famosas figuras de la época.
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Los resultados fueron desfavorables para Mesmer, pues la comisión declaró que lo que allí
ocurría no tenía nada que ver con fluidos magnéticos, sino que era la imaginación y la fantasía
de los pacientes lo que provocaba aquellas crisis.
Vuelven de nuevo a caer en una situación crítica los métodos de Mesmer, que mostraban un
fenómeno hasta entonces desconocido, pero argumentado con una teoría seudocientífica que
reflejaba conceptos mágicos y astrológicos de la época precedente, lo que trajo como
consecuencia la prohibición absoluta del mesmerismo, incluso con penas de perder las
licencias para ejercer, a toda persona que se relacionara, discutiera o practicara las teorías de
Mesmer.
El médico austriaco continuó sus investigaciones y creó una sociedad secreta, que llamó
Sociedad de Armonía. Uno de sus miembros, Armand M. Chastenet, Marqués de Puységur
(1751-1825), pone, énfasis en la inducción del sueño y lo considera como un sonambulismo
artificial.
Puységur se apartó de su profesor Mesmer, negó la existencia de los factores magnéticos y dijo
que eran la fe y la voluntad las que provocaban los estados de trance hipnótico.
Mesmer planteó indignado que el magnetismo animal es independiente del mediumnismo, que
da la posibilidad de ser explotados por charlatanes.
La importancia histórica que tiene la famosa teoría del magnetismo animal es que con
ella aparece la sugestión como recurso psicoterapéutico, la cual es hoy una de las formas más
importantes de tratamiento, principalmente para las neurosis.
Mesmer abrió con sus estudios el camino de la psicoterapia y apartándonos de los errores de
su teoría de los flujos magnéticos, se le debe reconocer el mérito de ser el primero que trabajó
con las técnicas sugestivas, aunque realmente él mismo desconocía que la sugestión era la
explicación de lo que llamaba magnetismo animal.
A Mesmer le corresponde el honor de haber contribuido, aunque con bases teóricas erróneas,
al desarrollo del psicoanálisis y de la terapia psicosomática.
En el año 1814, el abate José Custodio de Faría (1755-1819), portugués que vivió
mucho tiempo en Goa, colonia lusitana en la India, trajo a París alguna información sobre
hipnotismo, tal como se practicaba en el Oriente. Sus escritos aparecieron publicados a partir
del año 1819 bajo el título (De la cause du sommeil lucide ou étude de la natura de l' homme).
26
El abate Faría estaba matizado por su preparación teológica, así como por ideas tomistas y
neoplatónicas, pues consideraba que el despliegue de memoria que hacían sus pacientes se
debía a que se hallaban libres de las percepciones ordinarias y engañosas de los sentidos,
desarrollando una capacidad compensatoria para recobrar lo que él llamaba (las facultades
perdidas del alma). Sus concepciones implicaban un retorno a la antigua y clásica tradición
religiosa, que tenía gran importancia en aquella época.
Puede ser considerado como el precursor de la moderna técnica hipnótica, por haber sido el
primero en intentar una interpretación de los fenómenos hipnológicos, lo que motivó el
abandono de las prácticas mágicas.
Faría rechazó las teorías en boga, no creía en el fluido ni en el poder de la voluntad. Proclamó
la naturaleza subjetiva de los fenómenos magnéticos, a la que adjudicó la causa del sueño
lúcido (la hipnosis).
Enfatizó que el sonambulismo dependía del propio individuo y no del operador. Introdujo el
empleo de lo que hoy conocemos por signo-señal que permite repetir de manera instantánea,
sin necesidad de pasar por todos los pasos de la hipnosis, un estado hipnótico especifico en
toda persona que ya hubiera sido hipnotizada. También observó los fenómenos de las
sugestiones posthipnóticas, la autosugestión y las alteraciones de la personalidad.
Su método hipnótico, que aún es usado por muchos especialistas, consistía en sentarse
frente al sujeto, mirándolo fijamente o haciendo que éste fijara su mirada sobre su propia
mano, con posterioridad, le gritaba enérgicamente una orden heterosugestiva: ¡Duerma!. Fue
el precursor de los ulteriores métodos de fascinación y de sugestión verbal.
Según se constata en los datos reportados, el 40% de los sujetos entraban en sueño hipnótico
después de la orden.
Faría empleaba esta técnica terapéutica en demostraciones teatrales. Esto constituye una
yatrogenia, pues creaba angustia en los pacientes y mucho más cuando se enteraban de que
habían sido observados por el público. Realizaba infinidad de actos teatrales, podemos citar un
27
Otro de sus métodos consistía en la fijación de la mirada con movimientos similares a los
utilizados por Mesmer con su mano.
Faría lograba un control absoluto sobre los hipnotizados y decía que podía hacer sentir
enfermos a los sujetos sanos y a los enfermos, saludables.
Partiendo de los trabajos de Faría, sus amigos el general Noiset y el eminente galeno
Alexandre J. F. Bertrand crearon las bases de lo que hoy se conoce como narcohipnosis.
El método de Noiset y Bertrand consistía en trabajar al paciente en una fase de sueño natural,
comenzaban a impartirle órdenes a cierta distancia, se acercaban cautelosamente y dándole
pases magnéticos, lo llevaban al sueño magnético.
En este método existía un error teórico práctico y es que los llamados pases magnéticos eran
decorativos, pues solamente con el uso de la palabra se puede hacer que un sujeto pase del
sueño fisiológico al sueño hipnótico.
La comisión trabajó con intensidad durante seis años, llegando a conclusión de que
efectivamente, los seres humanos y los animales podían ser magnetizados. El informe fue
brindado por Henri M. Husson, quien se manifestó favorable al magnetismo.
La situación empeoró cuando un médico ofreció 3 000 francos a quien pudiera leer sin el
auxilio de sus ojos o de la luz, hecho que Berna había declarado posible e incuestionable.
28
Esto trajo como consecuencia que, en 1840, se anunciara oficialmente por la Academia
Francesa de Ciencias la prohibición de utilizar el magnetismo por los miembros de la misma,
así como los comentario y experimentos al respecto, lo cual estancó extraordinariamente las
investigaciones sobre el llamado magnetismo y frenó su desarrollo, no sólo en Francia, sino
también en gran parte de Europa.
Al principio Braid afirmaba que los hechos reportados por el magnetismo eran falsos, pero,
persuadido por las prácticas que presenció, desarrolla una teoría que plantea que los
fenómenos observados dependen exclusivamente del propio paciente, es decir, del resultado de
la fijación prolongada de la mirada.
Braid tiene el mérito de ser el primero en utilizar en sus trabajos la terminología técnica de la
hipnosis tal como se emplea actualmente, es decir, con una significación neurofisiológica;
habló de la neurohipnología y del neurohipnotismo, aunque el prefijo de ambos términos cayó
rápidamente en desuso.
Su aporte facilitó que reapareciera en Francia el antiguo mesmerismo, cubierto con una nueva
concepción y una base racional más fácilmente aceptable para los científicos.
Dentro de sus objetivos estaba demostrar que la incapacidad del paciente para abrir los ojos se
debía a una parálisis producida por el agotamiento del músculo elevador del párpado, cuando
se fijaba la mirada.
En las investigaciones de Braid, éste constató que durante la fase de inducción del sueño
aparecía un pequeño temblor en los párpados, que culminaba con un giro en los globos
oculares hacia arriba, acompañado de una relajación total de la musculatura estriada.
El aporte fundamental de Braid fue la agrupación, bajo el término de hipnosis de los sueños
magnéticos inducidos de los tiempos de Mesmer.
Braid llamó hipnosis al estado de sueño artificial que se obtiene por medio de la fijación de la
mirada sobre un punto brillante.
Sus primeros experimentos consistieron en solicitar a los pacientes que miraran fijamente el
extremo superior de una botella de vino colocada frente a ellos, en una posición tal que los
obligaba a realizar gran esfuerzo con los párpados. Esto le permitió observar que en un
intervalo aproximado de tres minutos los párpados se cerraban y aparecían lágrimas, la cabeza
se inclinaba y los pacientes caían en un sueño profundo, al mismo tiempo que la respiración se
volvía cada vez más lenta y profunda, apareciendo en los brazos ligeros movimientos
convulsivos.
Braid explicaba que, en este experimento no sólo demuestra lo que esperaba, sino que además
le llamó la atención el estado espasmódico de los músculos de la cara y de los brazos, así
como el estado peculiar de la respiración y el estado mental según se evidencia al despertar el
paciente, lo cual tiende a demostrarle que había encontrado la clave para la solución del
mesmerismo.
Sus descubrimientos desplazaron rápidamente la teoría del fluido magnético, pues la suya
permitió desarrollar un método técnico y científico simple que facilitaba inducir la hipnosis.
EL MÉTODO DE BRAID.
La fijación de la mirada en estos objetos traía como consecuencia cansancio en los músculos
elevadores de los párpados, en un tiempo. Más o menos corto, que obligaba a cerrar los ojos
por el parpadeo y la fatiga ocular y que inducía el sueño.
30
Los resultados a que se llegaba por este método aportaban una explicación científica y
racional, que despojaba las suposiciones magnéticas de Mesmer, del porqué se alcanzaba el
trance hipnótico, apoyándose en la orientación fisiológica de los colegas médicos de Braid.
Fueron tan importantes los descubrimientos de Braid y tan efectiva su técnica, que
actualmente todos los métodos para hipnotizar que se basan en la fijación de la mirada se
conocen como método de Braid.
En Rusia, el eminente científico Iván Pávlov trabajó sobre los mecanismos fisiológicos de la
hipnosis y sus investigaciones confirmaron la teoría de Braid.
31
Braid utilizó el término hipnoscopio para designar al instrumento que empleaba para
hipnotizar y que, como explicamos anteriormente, era cualquier objeto brillante.
Una de las anécdotas sobre la eficacia del método se refiere a la hipnosis cataléptica producida
en uno de los discípulos de Braid, mientras trabajaba en su laboratorio junto con un sirviente:
ambos se pusieron a mirar fijamente un prisma de cristal y automáticamente quedaron
hipnotizados.
Braid se vio atacado por los seguidores de Mesmer y por otros científicos que trataban de
desacreditar el valor de su método. Ejemplo de ello fue la disputa que tuvo con John Elliotson,
prestigioso médico y profesor de Medicina en la Universidad de Londres, presidente de la
Royal Medical Chirurgical Society y uno de los fundadores del University College Hospital,
quien introdujo el estetoscopio en Inglaterra, mostró la importancia del ácido prúsico en el
tratamiento de los vómitos y estableció métodos para el examen del corazón y los pulmones.
Como se puede apreciar, era una figura relevante en la comunidad científica británica.
Elliotson se dedicó desde 1837 hasta 1868, año en que murió, a practicar el magnetismo.
El resultado de las grandes contradicciones entre Elliotson y Braid fue pérdidas morales,
materiales y de posiciones, a causa de la defensa individual de sus puntos de vista.
La gran contribución de Braid es haber agrupado bajo un término científico todos los
fenómenos que aparecían en lo que erróneamente se llamaba magnetismo animal.
Liébeault se impresionó con los trabajos científicos de Braid y abrió un dispensario donde
trataba gratuitamente por medio del hipnotismo. Estableció que los fenómenos de la hipnosis
humana eran producto de la sugestión aplicada a una persona.
Otros científicos que se motivaron con los trabajos de Braid fueron Charcot, que formó la
Escuela de París, y Bernheim que fundó la Escuela de Nancy, y quienes a su vez prepararon el
camino para los futuros experimentos e investigaciones sobre hipnosis.
La Escuela de Hipnosis de París fue creada por Jean Martin Charcot (1825 -1893), uno de los
más distinguidos neurólogos del siglo XIX, profesor de anatomía patológica en la Facultad de
Medicina de la Universidad de París, director de la célebre Clínica Neurológica de la
Salpetriére, y por su colega Charles Richet, considerado como uno de los mejores médicos de
su época y quien reconoció en la hipnosis un método de investigación psicológica.
y sonambulismo. Sus planteamientos iban dirigidos a demostrar que la hipnosis no era más
que un estado especial de la histeria, producida de manera artificial, y que las tres fases de la
hipnosis tenían su contrapartida en las manifestaciones histéricas; es decir, que la hipnosis era
una neurosis histérica inducida artificialmente.
La hipnosis dejaba de ser para la Escuela de París una influencia psíquica del hipnotizador,
para convertirse única y exclusivamente en una peculiaridad somática de la persona
hipnotizada. Esto trajo como consecuencia que se estableciera una especie de semejanza entre
hipnosis e histeria, y se concibió como un estigma, como una tendencia excepcional para
reaccionar.
Charcot intentó establecer una relación entre los síntomas histéricos y una predisposición a los
trastornos neuropatológicos, poniendo especial interés en destacar los factores hereditarios y
constitucionales en la susceptibilidad, tanto a la histeria como a la hipnosis. Esto era la
justificación del porqué los seguidores de la Escuela de París se esforzaban en buscar en las
personas hipnotizadas aquellos signos físicos que pudieran explicar los fenómenos de la
hipnosis.
EL MÉTODO DE CHARCOT.
Otro de los métodos para hipnotizar utilizados por la Escuela de París era la aplicación del
sonido monótono del tambor africano, para producir una hipnosis más profunda.
La fama y el prestigio de Charcot provocaron que de todas partes del mundo llegaran
discípulos para prepararse y estudiar con él, entre los que se encontraban, por mencionar
algunos, Bernheim, quien se apartó por completo de sus concepciones y fundó más tarde la
35
Escuela de Hipnosis de Nancy; el creador del psicoanálisis, Freud; Heidenheim, fisiólogo que
se inclinó por la Escuela de París, y otros.
Otro de los discípulos de Charcot fue Joseph Babinski, neurólogo que también se decidió por
la naturaleza histérica de los fenómenos hipnóticos. Le daba gran peso a la sugestión pura y
simple y la consideraba, independiente de todo factor emotivo. Para Babinski, el hipnotismo
era la vía para un estado psíquico determinado durante el cual el individuo podía recibir la
sugestión de otros. Calificaba al hipnotismo y a la histeria como una especie de simulación en
la mayor parte de los casos, y en los restantes, como un engaño recíproco de la persona
hipnotizada y del hipnotizador. Creó la palabra pitiatismo, para llamar así a los fenómenos
producidos en ambos, y que eran curables por medio de la persuasión.
Babinski tenía concepciones organicistas sobre la histeria y la hipnosis, lo que dio lugar a
profundas críticas de su teoría.
Entre los alumnos más destacados de Charcot se encontraba Pierre Janet, que no tenía bien
definida su posición y sus planteamientos eran algo confusos, pues no determinaban
claramente las concepciones sobre le innato y lo adquirido.
Janet identificaba específicamente la disociación como una debilidad psíquica dada a través de
una predisposición innata o adquirida de forma psicoestigmática. En resumen, que la
disociación era el rasgo primario de la histeria.
Charcot polemizó de forma tan cruda con su ex alumno y luego poderoso rival Hipólito
Bernheim, que esas mutuas querellas cubrieron todas las crónicas de la época y alimentaron
tanto las investigaciones como las pasiones (3). No es posible abordar esta problemática con
profundidad sin exponer la obra de Bernheim, de la cual hablaremos más adelante, ni
esclarecer por qué Paul Richer (1881) publicó El dogma de la Salpetriére y por qué Bernheim
estuvo en desacuerdo con los tres estadios de la hipnosis: letargo, catalepsia y sonambulismo
(dogma de Charcot).
Hasta esa fecha, la histeria era privativa del sexo femenino, pero como bien afirma el Doctor
Ramón de la Fuente Muñiz (3), también constituía un enigma para la medicina.
Previamente, Jean Martín Charcot había establecido dos signos típicos de la histeria: su
aparición y desaparición en forma caprichosa.
En las últimas dos décadas del siglo XIX se destacaron hechos tan significativos como los
anteriormente descritos, que permitieron a las ciencias médicas adentrarse en el estudio de un
fenómeno tan importante como la histeria y solucionarlo exitosamente; sin embargo, su
excesivo hurgamiento en esta problemática condujo a Charcot a un grave error metodológico,
pues al tratar de comparar con sistematicidad los trances hipnóticos con las manifestaciones
histéricas, tomó una senda equivocada que lo llevó inexorablemente a obviar las sutilezas del
proceso hipnótico y a reducirlo de un modo bastante exagerado a la histeria, lo cual le condenó
al aislamiento conceptual de otros científicos, que si bien habían sido sus seguidores y
discípulos, decidieron entonces elaborar sus propias fundamentaciones teóricas y defender
enfoques diferentes del problema.
Para corroborar lo precedente expondremos algunas disensiones como las de Janet, Joseph
Breuer, Sigmund Freud y Bernheim, entre otros.
Pierre Janet (1859-1947) fue un alumno de Charcot, que se dedicó al estudio de la histeria con
una nueva óptica, pues si bien su maestro investigó primordialmente los síntomas de carácter
histérico el prestó una especial atención al estado mental de los enfermos y al sonambulismo,
37
Solamente un hombre de estatura científica tan descomunal como Sigmund Freud pudo
eclipsar a Janet, y ésa fue la realidad, le eclipsó en el nivel de trascendencia.
Janet concibió la hipnosis no como un sueño, sino como un modo inferior de funcionamiento
de la psiquis y para demostrarlo la ensayó intensamente, colocándose en el centro de la teoría
y la práctica del método, con lo cual marcó un hito importante en el desarrollo de la sugestión.
Si bien Freud llegó a superar a Janet, este último le reprochó al primero que muchas de las
ideas aplicadas por él y también sus medios, las había tomado de toda su producción
científica.
Aunque Janet no explicó nunca las causas de la disociación de la conciencia, sus trabajos
tuvieron una gran relevancia, pues reforzaron el criterio de que la histeria podía producirse por
sugestión.
Finalmente, Janet adoptó las posiciones de la primera escuela de Nancy al asumir los
postulados de Bernheim, justamente cuando reafirmaba la función preponderante de la
sugestión.
Otros alumnos de Charcot con renombre universal fueron Joseph Breuer (1842-1925) y
Sigmund Freud (1856 -1939), quienes destacaron el papel de la personalidad del enfermo en
su relación con el síntoma específico.
En los años 1881-1882, Breuer trató en unión de Freud, mediante hipnosis, a una paciente que
presentaba una gama de síntomas histéricos y lo más importante era que en la enferma
reaparecían los síntomas suprimidos por sugestión, sin que expresara claramente en el trance
hipnótico las circunstancias que originaban esas situaciones y que hacían aparecer el síntoma
primario.
Tanto Breuer como Freud llegaron a una conclusión: los síntomas estaban relacionados con
sucesos o áreas conflictivas, y para poder eliminarlas, era preciso que se experimentara
nuevamente el cuadro emocional que les había originado.
38
Aquí estriba esencialmente la diferencia con las teorías francesas, específicamente con las de
Janet, pues mientras él destacaba una situación disociable de ciertos recuerdos e ideas, Breuer
y Freud recurrieron a la explicación dinámica de la relación de las tendencias de su
personalidad (motivos, anhelos) con el síntoma como tal.
Quizás pudiera pensarse que he cometido un error histórico metodológico al ubicar a Sigmund
Freud y a Joseph Breuer en este capítulo de las escuelas francesas, pero lo cierto es que su
actividad no estuvo al margen de ellas y que fue precisamente esa adhesión lo que sirvió de
raíz o estímulo primigenio.
En su libro Psicología del siglo XX, Edna Herdbreder (5) relata que para 1885 Freud comenzó
a estudiar en París bajo la dirección de Charcot, quien era ya considerado la máxima autoridad
europea en cuanto a tratamiento de desórdenes mentales. Esto hizo que Sigmund Freud llegara
a familiarizarse con la hipnosis en mayor medida, pues ya tenía antecedentes al respecto por su
trabajo en Viena.
Conviene puntualizar que por la elevada ascendencia del profesor Jean Martín Charcot, sus
métodos y postulados teóricos estaban ampliamente difundidos por Europa, de modo que
ningún entendido en materias psiquiátrica y neurológica podía escapar a su fuerte influjo.
Junto a Joseph Breuer, Freud había empleado en Viena la hipnosis conjuntamente con el
método del "relato", preconizado por Breuer, que no era más que lo que hoy se conoce como
catarsis y a través del cual se liberaba al sujeto hipnotizado de toda emoción reprimida,
haciéndolo retrotraerse a las experiencias pasadas que subyacían en la base de su problema,
puesto que ambos consideraban que la experiencia originaria provocaba el trastorno emotivo y
le impedían al paciente manifestarse de una manera normal; de ahí que la emoción, al hallar
obstruidas las vías adecuadas para patentizarse, derivaba a otras conductas latentes en el nivel
psicopatológico (5).
Ello les condujo a un gran descubrimiento, pues describieron los síntomas de tipo convertido,
que devinieron un relevante aporte en el desarrollo de la teoría psicoanalítica.
A su regreso a París, Freud volvió a asociarse con Breuer para seguir aplicando la hipnosis y el
relato; sin embargo -recoge la autora- Sigmund observó que a pesar del éxito alcanzado en la
supresión de los síntomas no se lograba en esencia la completa curación, pues muchos
pacientes despedidos como curados, retornaban a menudo con otras manifestaciones clínicas.
Freud estimaba que la causa específica seguía sin conocerse y que se mantenía a niveles
demasiado profundo. Esta conclusión tan personal, tal vez compartida por su asociado Breuer,
le hizo ver a la hipnosis como un medio inadecuado y superficial para encontrar el verdadero
origen del proceso patológico.
El paciente no se hallaba en poder de todas sus facultades, pues era más un fragmento
disociado que una persona íntegra.
Que en el estado de sueño podía ignorar totalmente lo que había ocurrido durante el
tratamiento y que ello dificultaría su concientización.
Que era mejor entonces el relato, pues libremente el sujeto recordaba, cooperaba y permitía ser
conducido hasta la fuente real de sus dificultades.
Todos estos elementos revistieron una importancia extraordinaria, por cuanto significaron el
rompimiento de Freud con el mundo hipnótico que hasta ese momento no había tenido
adversario de mayor relieve.
Freud se convirtió simplemente en un opositor pasivo, pero serio, ya que su enorme prestigio
como hombre de ciencias obligó a pensar en la posibilidad de lo cierto y creíble de su posi-
ción, que indefectiblemente llevó a todos sus seguidores, tanto ortodoxos como nuevos
analistas, a defender lo que más tarde sería la teoría de psicoanálisis, con variados
fundamentos que no entraré a detallar.
Sigmund Freud debe haber tenido razones, partiendo de sus propias percepciones y
valoraciones, para actuar como lo hizo; sin embargo, lo indudable es que nunca profundizó en
la hipnosis, pues parece ser -a la luz de los conocimientos actuales- que no hurgó lo suficiente
en la exploración hipnótica y que tampoco dejó orientaciones poshipnóticas precisas para
reconocer los elementos causales después de abandonar el estado hipnótico y poder intervenir
al respecto.
Sin pretender restar importancia a este asertivo freudiano, pienso que él no tuvo tal vez toda la
visión necesaria para ahondar en el hecho. Nada más lejos de mi intención que convertirme en
un crítico de Freud, pues confieso que le admiro y comparto muchos de sus postulados; pero
trato de definir nuestra posición que es un derecho que nos asiste de igual forma que otros
tienen también que establecerla ante lo que hemos planteado.
En la obra Psicoanálisis: la herida narcisista, de León Chertok e Isabelle Stenger (6), se aborda
con delicadeza extraordinaria los errores clásicos de Freud y los psicoanalistas con respecto a
la hipnosis provocado fundamentalmente por una ignorancia muy grande en cuanto a la
profundidad de los métodos y resortes del hipnotismo, lo cual les llevó a realizar
interpretaciones erróneas que el narcisismo propio de su teoría no les permitió ver, sobre todo
lo valioso de este procedimiento como sistema; y aunque llegaron a establecer la teoría
dinámica del análisis psicológico, donde hicieron muchos e importantes aportes que todavía
40
mantienen una indiscutible vigencia, no es posible dejar de atribuirle ese yerro histórico que
no empaña su trascendencia humana y científica, reconocida por varias generaciones.
Charcot fue, sin duda, una figura paradójica. Era un magnífico neurólogo y dedicó la mayor
parte de sus estudios e investigaciones a la solución de un problema de gran significación: la
histeria postraumática y su etiología física. Consideraba que las contradicciones que aparecían
eran atribuibles a la experiencia mental del accidente y no precisamente al impacto físico del
sistema nervioso.
El prestigio científico que poseía mantuvo el interés por el hipnotismo al mismo tiempo que
formó discípulos que contribuyeron grandemente al desarrollo científico de la hipnosis.
Pero no es menos cierto que hacer de dicha técnica sinónimo de una entidad nosológica creó
un ambiente de oposición a la utilización de la hipnosis. Los pacientes se negaban a ser
hipnotizados para evitar que les pusieran la etiqueta de histéricos, y muchos médicos tampoco
utilizaban la hipnosis para evitar que sus pacientes se sintieran diagnosticados como tales. Es
decir, que la semejanza que estableció la Escuela de París, entre hipnosis e histeria, provocó
recelo científico en cuanto a la utilización de esa técnica de tratamiento.
Ha sido tan difundida esta conceptualización, que incluso actualmente algunos médicos y
profesionales que no tienen una adecuada información, cuando se les habla de hipnosis se
representan automáticamente la similitud con la histeria de la Escuela de la Salpetriére,
llegando a considerar que son los histéricos los únicos hipnotizables.
Si nos detenemos a pensar en las sugerencias exaltantes, nos percatamos de que se refieren a la
sugestión de una manera inequívoca. Más adelante precisa: "El sueño exalta la sugestibilidad,"
y aduce dos razones:
Éstos eran los elementos básicos que constituían para Berheim el mecanismo de la sugestión;
para quien, además, estado hipnótico implicaba sugestión. Estimo que sin llegar a reducir la
hipnosis a la sugestión él logró comprobar la función de ésta última en el desarrollo de la
primera, como mecanismo a través del cual se produce el sueño hipnótico.
Ya aquí hay una diferencia esencial con Charcot, pues mientras para este la hipnosis era un
estado de histeria, para Bernheim representaba un estado de sugestión. De ahí que llegara a
decir que sólo en la Salpetriére encasillaban a los sujetos sugestionables como histéricos.
En realidad, Bernheim tenía razón, pues si bien a través del estudio de la histeria y con el
empleo de la hipnosis pudieron identificarse ciertas particularidades del proceso histérico, es
perfectamente observable y verificable que ésta puede aplicarse a personas normales para
inculcarles determinadas características que nada tienen que ver con rasgos patológicos.
EL MÉTODO DE BERNHEIM.
42
Ambroise Auguste Liébeault (1823-1904), médico asentado en Nancy, y Bernheim fueron los
que en la Escuela de Nancy dieron a la hipnosis una teoría psicológica coherente. Liébeault
puso énfasis en la importancia de la sugestión para producir sueño y planteó que la hipnosis y
el sueño fisiológico eran similares. Según su tesis, el sueño hipnótico y el sueño fisiológico
son producto de la retirada de la atención del paciente o de sus energías nerviosas y ambas
presuponen su voluntad o consentimiento en dormirse.
Bernheim, no contento con estudiar la sugestión hipnótica y su relación con el sueño, creó una
metódica de sugestiones que consideraba como positivas y negativas con fines terapéuticos.
Dentro de estas sugestiones se encontraba la sensación de bienestar o de desaparición de los
síntomas.
Él pretendía comprender a sus pacientes partiendo de las motivaciones de los mismos y del
descubrimiento de fenómenos psicológicos provocados en estado hipnótico, principalmente en
aquellos casos donde estaba presente la sugestión posthipnótica.
Las investigaciones realizadas por los científicos de la Escuela de Nancy permitieron un salto
cualitativo en el estudio de la hipnosis, lo que trajo como consecuencia la autorización para
que fuera incluida en la clínica general y neurológica como una forma oficial de tratamiento.
Esto constituye para la hipnosis un reconocimiento y, por primera vez, una aceptación oficial
43
de su uso, que hasta ese momento era, prácticamente un método prohibido o por lo menos de
utilización clandestina.
En 1884 Bernheim publicó un libro de gran importancia, De la suggestion dans l' état
hipnotique et dans l' état de veille, en el que aparecía definida la sugestión en forma más
precisa, hasta llegar al término de heterosugestión, el cual se emplea actualmente para definir
el tipo de sugestión que se utiliza en la hipnosis humana.
Bernheim definía la hipnosis como un estado especial, producido artificialmente y que ponía
en estado exaltado en diversos grados la sugestibilidad, o sea, la actitud para sufrir el efecto de
una idea y poder ejecutarla. Juzgaba que para que la sugestión hipnótica tuviera efecto y se
pudiera trabajar con ella, era necesario que existiera en el paciente una disposición o
receptividad cerebral, y afirmaba que en un elevado porcentaje de personas se podía encontrar
esta condición, por lo que no era posible reducir la hipnosis a pacientes neuróticos e histéricos
como sostenía Charcot, quien había sido su profesor y en aquel entonces era su colega, y que
gozaba de gran autoridad en la materia, pues era la principal figura de la Escuela de París.
Para Bernheim, el trance hipnótico no era más que un estado de sugestibilidad exaltada que
puede producirse con sueño o sin él es decir, consideraba la sugestión como un acto por el cual
una idea se introduce en el cerebro de los pacientes a través del receptor auditivo.
A pesar de que él y Liébeault juntos en las investigaciones, existían algunas diferencias entre
ellos. Para Liébeault, la sugestión era un fenómeno propio de los estados hipnóticos.
Bernheim, en cambio, tenía una concepción más amplia y consideraba que la sugestión estaba
presente también en estado de vigilia, pudiendo ser utilizada en el mismo.
El desarrollo científico-técnico actual confirma que era Bernheim quien tenía la razón, pues la
sugestión es la utilización de recursos psicológicos que pueden ser empleados en pacientes que
se encuentran en vigilia, aunque no es menos cierto que el efecto es mucho mayor en estado
hipnótico.
Entre Charcot y Bernheim surgió una gran rivalidad. Por un lado estaba la Escuela de
París, dirigida por Charcot con su personalidad prepotente, intransigente y dogmática. Se le
enfrentaba la Escuela de Nancy, con Bernheim al frente, la cual en sus métodos sólo utilizaba
la sugestión verbal, pues afirmaba que desde la preparación del paciente hasta los efectos
posthipnóticos, todo el proceso dependía de la sugestión.
Bernheim señalaba que nunca había sido capaz de provocar en sus pacientes hipnotizados las
tres fases descritas por Charcot, y que sólo en una ocasión había podido observar en una
paciente los periodos de catalepsia, letargia y sonambulismo y eso porque se trataba de una
joven que había permanecido tres años en la Salpetriére. En opinión de Bernheim, ese caso se
debía al entrenamiento especial por medio de manipulaciones y por la imitación de los
fenómenos que la joven había visto en otros individuos de la misma escuela. Según su
interpretación, se producía la imitación con manifestación de fenómenos reflejos, en un
determinado y típico orden, y eso ya no se trataba de hipnotismo natural, sino del producto del
entrenamiento de una auténtica neurosis hipnótica sugestiva.
La posición de Bernheim creó tanta indignación en Charcot, que éste prohibió que se hablara
del asunto en la Salpetriére. Incluso, de sólo escuchar el nombre de la Escuela de Nancy,
cambiaba su tono afectivo y se ponía furioso.
En este histórico y clásico enfrentamiento debemos profundizar en los aspectos teóricos más
importantes de cada uno de ellos.
a) Letargo.
b) Catalepsia.
c) Sonambulismo.
Bernheim se opuso a esta formulación, pues según él todo lo observado por Charcot era una
simple fábula, que no resultaba fácil -a pesar de que había hipnotizado a más de 5 000 sujetos-
hallar esa estructura y que si bien había podido corroborar ocasionalmente algún estado de
letargo, catalepsia, sonambulismo o ambos, se había debido al previo condicionamiento que
poseían algunos sujetos por haber pasado por la Clínica de la Salpetriére, donde adquirieron
una cierta aptitud - actitud sugestiva.
Segundo: Se estima que Bernheim tuvo un basamento tremendamente fuerte para sustentar
sus ideas y muy sobradas razones para no reducir la histeria a un acto hipnótico, pero le faltó
visión para comprender cuán real era la observación hecha por Charcot en cuanto a la
estructura, pues aunque no siempre se llega a una fase sonambúlica o cataléptica, son estadios
por los que puede pasar un individuo bajo hipnosis, según ésta sea profunda, intermedia o
leve.
Debe partirse del hecho de que este enfoque responde a los criterios de la hipnosis clásica en
función del nivel de trance que se logre con el sujeto hipnotizado.
Analicemos a continuación qué significan los tres estados postulados por Charcot:
ETAPAS DE LA HIPNOSIS.
El hipnotizador o el hipnólogo (si hablamos del terapeuta), no son personas que tengan un
"poder" especial innato o adquirido para someter a su voluntad a otros. Simplemente aplican
unas técnicas que llevan al inducido hasta el estado hipnótico. Ello sucede progresivamente
pasando de un estado más ligero o trance superficial en el que el sujeto relaja la musculatura
de su cuerpo en general: es el estado letárgico. Posteriormente, cuando la persona se relaja más
y su cuerpo se abandona pudiendo llegar a un estado de rigidez total, en el que podemos por
ejemplo, poner a la persona entre dos puntos de apoyo, como si fuera una tabla, llegamos al
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estado cataléptico o trance medio. Y finalmente, el trance más profundo que correspondería al
estado sonambúlico en el que el individuo es capaz de abrir los ojos sin salir del sueño
hipnótico, aceptando todas las sugestiones que le imponga el hipnotizador.
La hipnosis, considerada desde la teoría patológica de la Escuela de París, pasa por las tres
etapas o períodos o estados siguientes postulados por Charcot:
Catalepsia: Se caracteriza por una disminución del tono muscular y la mirada posee
una fijeza que constituye uno de los signos más característicos de este período, al igual que la
inmovilidad. Los miembros conservan durante mucho tiempo las posturas más difíciles que se
hayan indicado. Cuando se levanta al sujeto o se le cambia de sitio, no se observa ninguna
resistencia. Son abolidos los reflejos tendinosos, no aparece hiperexcitabilidad neuromuscular
ni flexibilidad cérea. Existe anestesia cutánea. En los diccionarios se define como un accidente
morboso caracterizado por un estado de somnolencia profunda y prolongada, similar a un
estado de modorra o sueño muy pesado e insensibilidad, que ocurre en el nivel primario, por
cuanto los ojos permanecen cerrados o entreabiertos, con un estremecimiento continuo a nivel
palpebral. La insensibilidad se interpreta como un estado analgésico que va in crescendo en la
medida en que prosiguen las sugestiones.
Evidentemente, para llegar a ello se impone como condición sine qua non un grado de
hipnosis muy profundo, que equivale al máximo de sugestión y del mejor efecto deseado,
durante el cual el sujeto ejecuta órdenes y acciones (con los ojos abiertos o cerrados)
impuestas por el operador y se magnifica el nivel de comunicación entre operador e
hipnotizado. Godín considera este fenómeno como una forma muy acabada de sugestión.
Tres preguntas que de forma inexorable nos obligan a expresar una posición ante esta
problemática. Trataremos de responderlas para aclarar nuestra opinión al respecto y puedan
tener lugar las reflexiones de interpretación de este hecho.
Respuesta Nº 1
Sí, es cierto que ocurre, y constituye un momento deseado por todos en la hipnosis, poder
demostrar que un sujeto es insensible, que se queda petrificado, rígido, que se mueve a
designio del experimentador, que es capaz de cargar un objeto pesado y dejarse coser los
labios, uniendo los superiores e inferiores, sin dolor alguno, sólo por efecto de la sugestión.
Ésta es innegable.
Respuesta Nº 2
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Se negó en su tiempo y todavía se niega, a causa del encasillamiento rígido con los procesos
patológicos (histeria) creado por Charcot, de donde se derivó una conducta prejuiciada hacia
este último, de modo que Bernheim no pudo adentrarse en los fundamentos teóricos en la
Escuela de París, por más que los desdeñó, al concebir como irreales aquellos fenómenos
totalmente perceptibles.
Para nosotros hay un asunto claro: la condición de escuelas enfrentadas las llevó a ser
partícipes de un antagonismo estéril, puesto que se empecinaron en hacer valer la posición de
cada una de las escuelas por encima de la otra; determinación muy dañina, porque jamás hubo
canales de comunicación para comparar los planteamientos teóricos de cada movimiento y
analizar los aspectos complementarios que, a mí juicio, existían entonces y existen ahora (9).
Este enfrentamiento, como se verá más adelante, fue una de las causas fundamentales del
debilitamiento de la hipnosis como sistema terapéutico y de su caída en desuso.
Si para Bernheim la sugestión era un proceso psicológico con valor terapéutico, para Charcot
tenía también un carácter similar, pues fue el primero en destacar que el fenómeno psicológico
podía ser utilizado para el tratamiento de una enfermedad. Aquí es obvia la convergencia, tal
vez no explícita, pero si común entre presuntos antagonistas. De ahí que hayan elementos
válidos en ambas teorías, que conducen a un mismo objetivo. El esquema número 1 nos
permite comprenderlo mejor.
Todavía en la actualidad algunos niegan ciertos aspectos teóricos enunciados por Charcot,
entre ellos los partidarios de la Nueva Hipnosis (Fundamentos que parten de la teoría
desarrollada por Erickson). Veamos, por ejemplo, lo planteado por Godín (4): " Los
practicantes de la hipnosis tradicional se interesan mucho por los estados de sonambulismo y
los defensores de la Nueva Hipnosis quieren ignorar el fenómeno y, de hecho, no los
encuentran (podemos observar si el sujeto lo cree)."
Recientemente Weitzenhoffer pensó que los estados de sonambulismo podrían tener otra
naturaleza que no fuera los estados de hipnosis común, y expresó (9):
Advierta cómo quizás, con sutiles diferencias, estos teóricos siguen reconociendo que el
sonambulismo es:
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Se requieren ciertas actitudes para la hipnosis y mucho más para el sonambulismo. El sujeto se
autocondiciona o se autoprograma, pero a un nivel actitudinal.
Respuesta Nº 3
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El nivel de consistencia para afirmar que existe, se sustenta en el ejercicio constante, donde se
verifican los hechos y los planteamientos teóricos.
En nuestras demostraciones casi siempre hemos logrado las tres fases para mostrar lo que
puede conseguirse de un sujeto por medio de la sugestión. Recuerdo, haber promovido estados
de rigidez o flacidez totales, sueño profundo con sólo abrir y cerrar los ojos, lecturas de textos,
pláticas en otros idiomas, cantos, bailes, defensa personal de un amigo a manos limpias,
sensación extrema de frió o calor, que evidentemente son fases de letargo, catalepsia y
sonambulismo, de forma indistinta.
Como conclusión histórica debemos decir que los presupuestos y acciones de la Primera
Escuela de Nancy, triunfaron sobre la de la Salpetriére.
FREUD Y LA HIPNOSIS.
formular su teoría del Psicoanálisis. Sus puntos de vistas ya fueron abordados cuando nos
referimos a los métodos y a los alumnos de Charcot.
Entre sus máximos exponentes se encuentran Emile Coué (1857-1926) y Charles Boudim
(1893-1963), pero le correspondió a Cue por una razón cronológica, ser su primer
representante y la figura más influida por las concepciones de Liebeault y Berheim sobre la
sugestión, aunque él hizo un marcado énfasis en la autosugestión, particularmente en las
posibilidades que tenía el sujeto para autosugestionarse y autohipnotizarse. Decía al respecto:"
A fin de cuentas, toda hipnosis es autosugestión, lo que es lo mismo que autohipnosis" (3).
Emile Coué, nació en Troyes, fue farmacéutico e inicio los estudios de medicina pero no los
pudo concluir por presentársele problemas cardiacos, con su labor no solo surge la Segunda
Escuela de Hipnosis de Nancy sino también la Sociedad Francesa de Psicología Aplicada.
Coué fue un estudioso de los métodos de Liébeault y Bernheim, sus investigaciones reflejaban
estas influencias y, sin embargo, existían diferencias entre sus concepciones y las de la primera
Escuela de Nancy.
Estableció una fórmula que sostenía que entre la voluntad y la imaginación, la fuerza de esta
última está en razón directa con el cuadrado de la voluntad; cuando la voluntad y la
imaginación están de acuerdo, éstas no se suman, sino se multiplican entre sí.
asimilaba las sugestiones recibidas. Planteaba que la sugestión actúa sólo en caso de que se
produzca autosugestión, la cual, para ser operante, debía actuar en estado consciente.
Para Coué, la sugestión inducida por el operador debía ser continuada libremente por el
individuo y por su propia cuenta, y señalaba que no todas las personas tienen la capacidad de
lograrla.
Llegó a la conclusión de que existen dos tipos de categorías humanas: los deficientes,
incapaces de comprender, y los resistentes, que no quieren comprender. Su posición era
reduccionista, al tratar de clasificar a la humanidad en dos simples categorías que están en
función de la comprensión.
Por su parte, Boudim aportó el criterio del inconsciente positivo, según el cual "bajo estado
hipnótico el sujeto asume actitudes inconscientes, que son, en esencia, un todo
estructuralmente organizado que permite actuar inteligentemente en función de lograr un
objetivo" (5).
Estos autores tuvieron una importancia capital, pues con sus postulados sentaron las bases para
desarrollar métodos y enfoques teóricos que mantienen, por su connotación, una validez
actual. Muestras de ellos es el valor de la autosugestión para los métodos de autorrelajación
como principio inherente a éstos, y también el fenómeno del inconsciente positivo, que sirvió
de basamento metodológico y teórico a la Nueva Hipnosis y a su máximo exponente:
Erickson, quien lo enriqueció al considerarlo como una enorme computadora que trabaja sin
cesar, independientemente del dueño, para llegar a la síntesis de la conducta humana, pues
recibe todas las huellas de las formas de proceder del hombre. "Es quien organiza nuestros
comportamientos sin nuestro consentimiento", según este autor (11).
Mientras para Coué y Boudim bastaba la imaginación mental para obtener el resultado o
síntesis en la mayoría de los casos, para la Nueva Hipnosis ésta constituía el medio de acceso
privilegiado; si para los dos primeros la hipnosis era una máquina o mecanismo, para los
partidarios de la segunda tendencia es una máquina capaz de programar.
Al psicólogo y farmacéutico francés Emile Coué se le atribuye además un gran mérito como
precursor de lo que se conocería más tarde como psicoterapia de grupo, pues en un período
más avanzado de su vida desistió de la hipnosis y se dedicó tácitamente a la sugestión en
grupos, en los que lograba establecer un método de autoeducación cívica.
EL MÉTODO DE COUÉ.
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2- Todo pensamiento que absorba por completo nuestra mente se convierte en verdadero
para nosotros y tiende a transformarse en acto.
Entre los aspectos más importantes que Coué señalaba se encuentran las orientaciones que se
debían seguir con cada afección. Por ejemplo, a los pacientes que padecían de insomnio se les
debía indicar que repitieran una frase estereotipada (Estoy dormido), lo cual provocaría de
forma más rápida un relajamiento de la musculatura estriada y así se influía en el sujeto para
que se presentara el sueño en forma placentera.
Para desarrollar esta técnica, Coué impartió un curso en su Instituto de Nancy que denominó
(Autohipnosis como medio para aumentar el autocontrol, fortalecer la voluntad, aliviar el
dolor y el sufrimiento, así como cambiar la actitud).
El psiquiatra húngaro Karl Schaffer, destacado especialista en las funciones cerebrales, estudió
en 1895 profundamente el desarrollo histórico de la hipnosis y estableció una teoría que unía
las dos escuelas anteriores.
Schaffer demostró experimentalmente que por medio de la sugestión se puede constituir una
serie de estímulos capaces de provocar reflejos en las vías superiores de asociación, así como
en las áreas subcorticales del cerebro.
ETAPA PAVLOVIANA.
Los descubrimientos de Pávlov sobre la actividad nerviosa superior del hombre y de los
animales significaron una revolución en las ciencias naturales. Su teoría constituyó un duro
golpe a la tendencia idealista de la psicología de su tiempo. Elaboró una teoría científica donde
se le daba el peso fundamental a la palabra (sugestión verbal) y a la forma en que se podía
confirmar su teoría de los reflejos condicionados en los perros, animales superiores y en
particular en el hombre.
Consideró la hipnosis como una inhibición parcial irradiada cortical y subcortical, y vio los
mecanismos que aparecen en el sueño y los sueños como un proceso fisiológico normal.
Su teoría planteaba que la hipnosis crea un estado de inhibición que se difunde a partir del área
motora cortical a las demás áreas de los hemisferios cerebrales y que puede llegar al
mesencéfalo. Esto origina primeramente una inhibición motora, que de acuerdo con la
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magnitud del estímulo produce presión en los movimientos oculares y favorece la inhibición
de los reflejos salivales y, finalmente, aparece el sueño profundo con hipotonía muscular
generalizada.
Para Pávlov, la hipnosis representa un grado menor que. Por eso los estímulos que son dados
por medio de la sugestión son mucho más enérgicos que los del sueño. En conclusión plantea
que la sugestión es un estímulo más breve, más aislado y más unificado. Su efecto produce un
reflejo que puede ser simple o complejo, pues cuando se ha suprimido la inhibición de los
centros superiores aumenta la sugestibilidad y otras tendencias reflejas del paciente. Esto
permite que aparezca cierta facilidad para llevar a cabo determinadas acciones que de otra
forma sería imposible realizar.
Pávlov planteó que la esencia de la hipnosis está en el hecho de que, como resultado de varias
influencias endógenas o exógenas, espontáneas o inducidas artificialmente, ciertas áreas del
cerebro están excluidas de modo temporal en cuanto a su función en diferentes niveles. Pero,
al mismo tiempo, las funciones de los centros que permanecen despiertos, especialmente los
subcorticales, están aumentadas. Para él la hipnosis es de por sí una modificación momentánea
del funcionamiento cerebral.
Si uno pudiera mirar a través del cráneo y se iluminaran las áreas corticales despiertas
excitadas, mientras que las regiones que producen los procesos inhibidores, la hipnosis o el
sueño, estuvieran en penumbras, muchos parches de sombras de inhibición se observarían
sobre las áreas brillantes. El sueño se reconocería por la amplitud de las sombras de inhibición
irradiada; y en medio de las zonas oscuras brillarían puntos del despertar.
Planteaba que en el hombre, además del primer sistema de señales (reacciones a la influencia
directa del mundo exterior), existe un segundo sistema de señalización (el lenguaje), capaz de
modificar considerablemente la actividad nerviosa superior del ser humano. Sus
planteamientos en relación con este sistema constituyen la piedra angular para la teoría
materialista del conocimiento, pues por medio de ellos se establece la base fisiológica del
pensamiento humano, donde la palabra (el lenguaje) toma gran significación.
Pávlov explicó la naturaleza del sueño en los animales superiores, demostrando que es
producto de una inhibición generalizada de la corteza a través de los hemisferios cerebrales.
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No fue hasta que aparecieron los descubrimientos de Pávlov que la hipnosis tuvo una
verdadera base científica, que respondiera a una concepción materialista dialéctica de la
ciencia.
Los últimos años de su vida, Pávlov los dedicó a la investigación y al estudio de las
enfermedades del sistema nervioso. Fue el descubridor de las neurosis experimentales en
animales.
Sus investigaciones sobre los procesos de inhibición y excitación lo llevaron a plantear que la
inhibición interna, la hipnosis y el sueño constituyen el mismo proceso fisiológico. A través de
la práctica pudo comprobar que una estimulación monótona, repetida de modo indiferente,
produce primero una inhibición interna, luego sueño, después hipnosis y finalmente sueño
profundo.
Pávlov afirmó que en todos los años de su extensa investigación nunca había encontrado
ningún fenómeno que se opusiera a la semejanza fisiológica que existe entre la inhibición
interna cortical, la hipnosis y el sueño.
Consideraba indudable que la hipnosis es un estado especial de sueño, y planteaba que no era
significativa la diferencia que pudiera haber con una inhibición interna, desde el punto de vista
fisiológico. Existe una ley que justificaría las leyes del hipnotismo, denominada ley de los
puntos reflexógenos, que como refiere Volgyesi neurólogo húngaro que trabajó con Pávlov,
esclarece las verdaderas leyes del hipnotismo. Esto nos facilita una comprensión adecuada y
científica de los fenómenos hipnóticos.
Pávlov demostró mediante experimentos que casi todos nuestros órganos pueden ser influidos
indirectamente por medios neurofisiológicos. Sus descubrimientos en los animales y en el
hombre comprobaron que la hipnosis no es un poder sobrenatural, sino que constituye una
técnica psicológica que facilita la formación de estados alterados de conciencia. Prueba de esto
lo constituye el hecho de que los efectos psicosomáticos de la sugestión en este caso los
reflejos condicionados pueden producirse de forma más rápida e intensa cuando el sujeto se
encuentra en estado hipnótico que cuando se halla en estado de vigilia. Es necesario destacar
que a pesar de estar en vigilia, una persona siempre tendrá zonas de la corteza donde existe
inhibición.
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El destacado científico ruso Alexander R. Luria ha planteado que la primera unidad funcional
del cerebro es la encargada de controlar el estado de vigilia, mediante la formación reticular
activada que regula el tono de la corteza.
Es necesario para todo hipnólogo conocer la obra y los aspectos teóricos fundamentales de
Iván Petrovich Pávlov sobre como introdujo el concepto de segundo sistema de señales,
privativo del hombre, y considerando lo siguiente: "La palabra es un estimulador condicionado
tan real como todos los demás, pero a la vez tan universal como ningún otro, que en este
aspecto no puede ser comparado en modo alguno, ni cuantitativa ni cualitativamente, con los
demás estimuladores de los animales" (7).
Tanto Pávlov como sus seguidores Bejterev, Birman, Zukovski y Platonov, dejaron establecido
que la hipnosis resulta sumamente valiosa para el tratamiento de determinados procesos
patológicos, ya sea con fines curativos, o como paliativos en los casos de dolores agudos y
crónicos. Su poder como método concentrador y acelerador de la curación le confiere un
carácter de hecho ventajoso en relación con otras técnicas psicoterapéuticas tradicionales.
2. Del análisis fisiológico de los estados patológicos antes de describir sus formas
clínicas y psicológicas.
En la obra de Pávlov merecen ser resaltados varios aspectos basales de su valiosa incursión en
el campo de la hipnosis.
modalidades e interrelaciones.
III. La teoría reflexológica del sueño y los estados intermedios entre éste y la vigilia
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y TÉCNICAS
APLICADAS.
Tercera parte
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Los reflejos condicionados pertenecen a varios órdenes, pero siempre serán adquiridos, y
constituyen la base del aprendizaje del hombre. Su no inhibición permite, por una parte,
conservar lo aprendido; pero su inhibición tiene también a veces efectos positivos, pues como
dijera Pavlov; "Sólo a la inestabilidad y al carácter temporal de la manifestación positiva de
los reflejos condicionados y a su inactivación, unido a la elaboración de nuevas conexiones
adquiridas, débese el hecho de que la adaptación del animal y el hombre al ambiente resulte
adecuada, provechosa y ajustada en forma relativamente perfecta a todos los matices de las
cambiantes circunstancias" (7).
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Destácase aquí el carácter dinámico de estos procesos y la fácil sustitución de unos por otros
nuevos, lo cual se conoce como estereotipos dinámicos.
La excitación se produce precisamente cuando ese estímulo que llega a la corteza cerebral,
refleja toda su actividad; es decir, cuando se expresa como tal. La inhibición es todo lo
contrario: representa el cese de actividad, aunque constituye un proceso activo.
En la corteza cerebral existen muchas partículas centelleantes, que no son más que la
manifestación de diversos focos de excitación o haces brillantes, con continuidad cuando se
propagan o irradian. Del mismo modo, cuando cesa la fuerza del estímulo que los provocó,
comienzan a aparecer puntos opacos, reveladores de focos de inhibición.
Cuando actúa otra fuerza superior a la que los genera y con un valor contrario; esto es: cuando
el foco de inhibición elimina al de excitación.
Este subsistema es importante, porque toda la teoría pavloviana se basa en los choques
permanentes entre la excitación y la inhibición, el predominio de uno de estos o el equilibrio.
Y justamente a través de estos enfoques llegó Pávlov a demostrarnos, en unión de sus
seguidores, el porqué de las neurosis experimentales y la psicopatogenia de los trastornos
mentales. Por su relevancia en el proceso hipnótico, haremos una breve referencia de las tres
formas fundamentales de inhibición:
§ Interna o activa. En ella cada estímulo cortical se hace inactivo por sí solo, en
dependencia de las mismas condiciones de su aplicación (olvido por falta de
actividad).
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Para él, la inhibición era un fenómeno concentrado, que en la hipnosis y el sueño se propagaba
a regiones más o menos vastas del cerebro, más allá y por debajo de este órgano; sin embargo
a pesar de esas similitudes como propagaciones de focos de inhibición, la hipnosis y el sueño
se diferencian, puesto que en la primera la inhibición es parcial y en el segundo generalizada a
los grandes hemisferios, con excepción de los puntos cerebrales que se mantienen alertas o de
servicio e impiden que la persona se desconecte de su realidad significativa (v gr., la madre
que duerme de forma apacible y profunda, pero es capaz de captar el llanto de su bebé, que le
hace virarse abruptamente en la cama, prender la luz y levantarse para indagar por qué llora).
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Activo: Cuando se produce por irradiación progresiva de la inhibición desde alguno de sus
focos, como resultado de la acción constante de un estímulo monótono o inhibidor con
bastante fortaleza. La hipnosis se basa fisiológicamente en esto.
Entre la vigilia como tal y el sueño profundo tiene lugar una serie de estados transitorios o
intermedios, que son fases hipnoides; de donde podemos concluir que los trances hipnóticos y
el sueño se logran por la irradiación de un foco de inhibición, y esto es importante, porque la
estimulación a través del segundo sistema de señales es capaz de dejar sembrado in situ el
componente semántico activador, que en forma de sugestiones pueden encontrar los puntos
enfermos y tratar diversos desórdenes que se presenten en los pacientes.
Pávlov declaró que esa conducta animal podía y debía ser catalogada como una expresión
autodefensiva del sujeto, basada en la retención, pues ante un estímulo fuerte como el virarlo
de bruces, que no le permite luchar, defenderse ni huir y le mantiene retenido, este adoptará
esta postura para conservar la vida, ya que al manifestarse estático evitará llamar la atención
de la fuerza que ha actuado sobre él.
En sus investigaciones con perros, auxiliado por la Dra. M. Petrova, Pávlov pudo apreciar
como los animales que ya habían sido hipnotizados, caían rápidamente en estado hipnótico tan
pronto como eran expuestos a las condiciones de laboratorio; reflejo esto de que también el
hipnotismo animal se genera por condicionamiento o reflejos condicionados, donde la
experiencia actúa como un elemento condicionante. De igual forma observó reacciones
negativistas y cómo las lameduras (reflejos autocurativos) eran mantenidas por largo tiempo,
las cuales constituyen expresiones fluctuantes de la hipnosis, donde interviene la fase
paradojal.
Vasta fue la producción de Pávlov y sus seguidores sobre este contenido temático.
Abordado una vez sobre cómo explicar las acciones complicadas realizadas por el hipnotizado
si se admitía que su sistema nervioso estaba inhibido, salvo el punto con el cual comunicaba
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con el hipnotizador, Pávlov respondió que la hipnosis no era más que un sueño que se extendía
progresivamente a partir de un punto dado, y con una claridad magistral expuso que jamás el
proceso de inhibición abarcaba totalmente los hemisferios cerebrales, de modo que aun
cuando predominen focos de inhibición, pueden estar presentes los de la excitación, y esto es
lo que permite obrar de forma conjunta al experimentador y el sujeto de experimentación,
sobre la base de las órdenes dadas; razón por la cual no influyen en las otras regiones
corticales, por el contenido de lo expresado.
Según Pávlov, "cuando una persona se despierta de una sugestión, es impotente para hacer
cualquier cosa de esta excitación dada y aislada" (7)
De ahí que todas esas fundamentaciones teóricas le llevaran a sostener que la hipnosis es un
sueño parcial y que esto constituye precisamente el aspecto que la distingue del sueño natural,
donde se produce una inhibición general de los grandes hemisferios.
En el congreso precedente, que se había efectuado en 1900, se dieron cita prominentes figuras
del hipnotismo: Charcot, Babinski, Freud, Janet, Korsakov, Bejterev y Brown Séquard, entre
otros; y ésta fue la última vez que se reunieron por tan especial interés.
En 1965, Chertok (8) describió las raíces históricas del menosprecio en Europa hacia la
hipnoterapia por parte de la medicina académica, que a su criterio eran:
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La polémica entre esas escuelas solo puso de manifiesto las enormes dificultades que se
oponían al descubrimiento de los mecanismos íntimos de los estados hipnóticos, todo lo cual
condujo a muchos clínicos, psicólogos y psiquiatras a asumir una posición pesimista respecto
a la posibilidad de aplicar directamente la hipnosis en la clínica.
La muerte de Charcot que, fue un duro golpe, pues con sus trabajos y su propia vida logró
alcanzar la hipnosis su máximo esplendor.
También contribuyeron a ello las diferencias entre las principales escuelas del momento, que
ya hemos abordado con profundidad en acápites anteriores dedicados al enfrentamiento de las
escuelas de hipnosis y a la primera escuela de Nancy.
Por suerte, en la antigua URSS, actual Rusia, no repercutió de igual forma la posición europea,
pues aunque allí disminuyó, como en todas partes, el interés por la hipnosis, no se perdió por
completo ni en tan gran medida como en otros países.
En su libro El problema del inconsciente, F. V. Bassin (8) destaca que "en virtud del profundo
interés que por el problema de la hipnosis manifestaron V. M. Bejterev. K. L. Platonov y en el
plano teórico toda la escuela fisiológica pavloviana, la doctrina de la hipnosis fue sometida en
la Ex - Unión Soviética en las décadas del 20 y el 30, a una elaboración sistemática y
multilateral y encontró repetidas posibilidades de aplicación en el área clínica."
Conviene recordar que Bejterev (quien vivió hasta 1927) fue un profundo conocedor de la
metódica hipnótica, a la que hizo aportes significativos, y a la vez uno de los símbolos de la
reflexología rusa y uno de sus máximos exponentes junto a Pavlov, lo cual garantizó que el
interés por la hipnosis no decayera tan acentuadamente, primero en la Rusia zarista y luego en
la soviética.
Según Godín (4) "el término Nueva Hipnosis apareció en un libro de Daniel Araoz, en 1982, y
retomado en 1985 para designar la reconceptualización de cierta práctica". Sin embargo tiene
sus antecedentes más remotos en la Segunda Escuela de Nancy.
Podemos decir que se conecta un poco con toda definición que se aleje del hipnotismo clásico,
y en ello adquieren mucho valor las referencias hechas por Weitzenhoffer (9), quién optó por
clasificarla como hipnosis no tradicional. Ahora bien, el mayor contenido de la Nueva
Hipnosis, se halla fundamentado en los trabajos de Erickson como principal exponente y luego
en los de Weitzenhoffer, Barber, Sarbin y otros.
Godín opina en su obra que este término se ha defendido bastante, tanto en revistas, entre ellas
Phoenix, como en un coloquio internacional sobre hipnosis que se efectuó en la Universidad
de Nantiere, donde se debatió el interesante tema: "hipnosis tradicional y nueva hipnosis:
ruptura o continuidad", que sentó pautas para su establecimiento definitivo en Francia, aunque
se siga trabajando sólidamente con los principios de la hipnosis clásica.
armónicos.
No dañar nunca la escala de valores del paciente.
No convertirse en su juez acusador.
Valorar la integridad del paciente.
Mantener sus propias formas.
Velar por la progresión lógica.
Preocuparse por el otro, equivale a reconocer que en el plano terapéutico se da una relación de
ayuda técnica y humana: por un lado, la persona afectada que viene en su busca porque sufre o
se siente mal; y por otro, la persona adiestrada que responde a esa demanda porque comprende
la situación y está capacitada técnicamente para ello. Es la dimensión humana y psicológica
típica de una relación terapeuta-paciente.
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Cuidar la comunicación, es vital, ya que debe velarse por el tipo de información que se brinda
al paciente y por la búsqueda de mecanismos de retroalimentación, que posibilitan hacer las
correcciones necesarias, tanto antes de provocar el estado hipnótico como durante y después
del trance, siempre con la finalidad de lograr una plena interrelación. La comunicación no es
sólo verbal, sino gestual. Todo proceso comunicativo con el paciente ha de controlar
manifestaciones corporales que bien pudieran activar sus defensas en los estados
prehipnóticos, hipnóticos y posthipnóticos. Esto resulta sumamente importante, porque en
dichos estados no hay toma de conciencia; y si se produce es tan ligera como en el caso del
hipnoide.
La buena relación terapeuta-paciente, debe ocupar el primer orden, pues como en la nueva
hipnosis se considera que el proceso hipnótico es, en esencia, la expresión de una actitud, la
relación favorable que permita las transferencias y contratransferencias completas y positivas
garantiza un aumento de la confiabilidad, sobre todo del paciente hacia el terapeuta, así como
el reconocimiento de esa confianza por parte de este último, lo cual le ayudará a estructurar
mejor los contenidos terapéuticos y aplicar tácticas seguramente viables siempre y cuando
estén matizadas por el afecto.
No dañar nunca la escala de valores del paciente, se inserta en los paradigmas bioéticos,
puesto que él es una unidad biopsicosocial, con una estructura funcional sustentada
primordialmente en la historia de su ego y en cómo han sido sus múltiples relaciones
dinámicas con su propio mundo y el que le rodea.
De ahí que sus valores si bien pueden ser comunes a cualquier ente humano y social, también
pueden ser particulares, muy suyos, en dependencia de su visión de la vida y de su
interrelación con éstos. Aquí se hace plenamente valedero el pensamiento juarista: "El respeto
al derecho ajeno es la paz".
No actuar como juez reviste tanta importancia como la preocupación anterior, pues si bien
pudieran existir dificultades en el activo funcional del paciente que podrían parecernos
ridículas, inoperantes, pueriles o estúpidas, todas estas clasificaciones las ha sentido como
suyas, como parte de su vida, donde hay inmanentemente funciones afectivas que poseen
cierto valor y tal vez una significación, de manera que resulta innecesario juzgar, evaluar o
censurar. En este caso lo más indicado es partir de dos premisas esenciales:
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La integridad del paciente es un caro principio bioético, pues se trata de una persona con
autodeterminación, para quien orientar, inducir, motivar e invitar no deben constituir un acto
de fuerza; por tanto, el respeto a su dignidad y autodeterminación es un principio sagrado, y
mantenerlo le dará una visión de la magnitud humana y la competencia del terapeuta.
El cuidado de su actuación profesional implica para el terapeuta ser fiel a los postulados
éticos,, consistentes en: una elevada motivación, gran capacidad científica, indispensable
condición humana y conducta consecuente, de manera tal que el paciente vea en él suficientes
valores positivos, que cubran o rebasen sus expectativas.
Debe ponerse muchísimo celo en el enfoque estructural lógico del tratamiento, que ha de ser
por etapas, cada vez más complejas y profundas, pero sin pasar a la siguiente hasta haber
obtenido los resultados esperados en la anterior. Violaciones indiscriminadas o menores de
este principio, pueden hacer fracasar el programa terapéutico y sembrar dudas en el paciente
sobre la capacidad profesional del terapeuta.
La personalidad
Los roles y Status
La comunicación
Las defensas
La situación
En ambos casos se describen formas de ser y hacer muy diferentes, de modo que como
tendencia esperada, los códigos de expresión serán también distintos y se pondrán en juego al
establecerse la relación terapéutica.
El principal objetivo del terapeuta debe ser siempre lograr una relación exitosa, por lo cual
está obligado a regular y amoldar su comportamiento para llegar al paciente pues solo así será
reciprocado por este, quien además suele preocuparse por lo que piensa el médico acerca de él
y por su propia estimación; de ahí que corregirá sus tendencias para mostrarse conservador,
adecuará su lenguaje y buscará información sobre el terapeuta, particularmente si le dan
alguna referencia al respecto o si ha de continuar relacionándose con él.
Al responder hipotéticamente al respecto, pienso que la nueva hipnosis lo que hace es retomar
aspectos universales para conferirles un valor especial y trascendente entre sus propósitos,
mucho más dialéctico y contemporáneo, con la finalidad de diferenciarse de la hipnosis clásica
y tradicional del mundo europeo, más autoritaria, dogmática e impositiva. Sólo de esa forma
nos explicamos que preocupaciones generales sean individualizadas con tanta fuerza,
ensalzadas como suyas y colocadas en un nivel harto superior.
El fue un antiteórico. De hecho apenas dejó material escrito y en gran parte conocemos sus
métodos gracias a sus alumnos. Para Erickson paciente y terapeuta son un tándem que
establecen una alianza en la que juntos deben desbaratar las resistencias del inconsciente en
“desaprender” los viejos comportamientos que nos limitan y nos acaban produciendo
enfermedades o alteraciones psico-somáticas y aprender comportamientos más adaptados que
nos permitan seguir la vida con verdadera eficacia y felicidad. A sus alumnos les enseñó que el
terapeuta debe estar convencido de que los recursos necesarios para resolver los problemas,
residen en la historia y la vida del propio paciente; ante cada problema, las soluciones se
encuentran en el propio interior.
Sin duda alguna no se podría hablar de nueva hipnosis sin su máximo exponente: Milton
Erickson (1901-1980), quien para León Chertok ha sido el más grande hipnólogo de todos los
tiempos (4).
Nacido en los Estados Unidos, estudió Medicina y se especializó en Psiquiatría. Fue un tenaz
investigador y ninguna de sus limitaciones personales le llevó a perder el interés por descubrir
nuevas conexiones y dimensiones psicológicas, particularmente relacionadas con la hipnosis.
71
Presentó diversas dolencias a lo largo de su vida, entre ellas dislexia, incapacidad para
distinguir los colores y arritmia; pero ni esas ni otras dificultades debilitaron nunca su espíritu
voluntarioso y de búsqueda.
A los 17 años contrajo poliomielitis y quedó temporalmente inválido; sin embargo, según sus
biógrafos, este fue un momento importante para él, pues logró a través de profundas lecturas
descubrir la autohipnosis. Su afán por la práctica y experimentación constantes, así como su
capacidad para abordar los problemas de forma no rutinaria, le permitieron aportar soluciones
generalmente nuevas y originales; de hecho, esto significó para Erickson la adopción de un
pragmatismo incesante, mediante el cual vio a la hipnosis como un fenómeno más allá de la
mera sugestión, donde el papel del inconsciente adquiría una nueva dimensión. Sobre esa base,
la hipnosis debía ser considerada como una entidad conceptual, como una actitud especial del
sujeto al que se llevaba hasta un trance hipnótico.
Para Erickson fueron muy importantes determinadas categorías, que trataremos de abordar lo
más cercano posible al valor que tenían para él en su sistema teórico-práctico.
LA ACTITUD.
Para Erickson era una categoría clave en el desarrollo de la terapia hipnótica y un elemento
muy útil para comprender los fenómenos de hipnotismo. De acuerdo con su criterio -recogido
por Godín en 1992 (4)-, "todo modo de funcionamiento físico particular no es más que el
producto de una actitud mental, es decir, el hecho de concentrar la atención en una dirección
determinada". De ese concepto se desprenden varios corolarios:
Resulta indispensable que el paciente acepte o desee ser tratado con terapia hipnótica, según
sus mecanismos de actuación (consciente o inconsciente).
Al analizar los aspectos anteriores nos percatamos del valor metodológico y práctico que tenía
la actitud para Erickson, y ello nos invita a valorarla en su justa medida para ganar en nitidez.
72
LA ACTITUD HIPNÓTICA.
Es un proceso al que se accede en correspondencia con el manejo que del paciente se haga; si
es adecuado, su actitud también lo será, salvo algunas manifestaciones de cierta incongruencia
afectiva, tal vez condicionadas por causales ajenas.
Este principio puede operar a la inversa, pero debe quedar claro que la actitud es positiva o
negativa en función de factores tales como: dinámica de esa relación (que incluye la
comunicación y las defensas) y respeto a la integridad del paciente.
Las defensas constituyen una expresión obligada de las actitudes. Estas regulaciones a favor o
en contra están dadas paralelamente, por la percepción que tenga el sujeto acerca de qué cosa
es la hipnosis y de las pretensiones que se persiguen en su caso, de modo que el sentido y el
contenido ético de las acciones del terapeuta no deben jamás permanecer implícitos, sino que
han de ser necesariamente explicados de manera tal que el paciente los perciba y valore. La no
observancia de estos requisitos conducirá al fracaso terapéutico, puesto que las tensiones
aumentarán y las defensas del paciente se pondrán en guardia, pero esta vez con marcadas
reservas y un nivel de cuestionamiento de la capacidad profesional de su terapeuta.
EL INCONSCIENTE.
Es interesante este planteamiento, porque se asemeja a la valoración que del inconsciente hace
Uznadzé quien lo ve como expresión del set, que permite reflejar los procesos cambiantes del
nivel consciente al inconsciente. Veamos:
En defensa de la validez de los criterios de Uznadzé, el propio Bassin (8) expone en su libro el
problema del inconsciente (que tomo textualmente por su importancia), lo siguiente:
Erickson opinaba que "nuestro inconsciente, que es distinto del postulado por Freud, actúa
inteligentemente con vista a un objetivo y organiza nuestro comportamiento sin nuestro
consentimiento" (11).
Conviene detenerse aquí para buscar las confluencias entre Erickson y Uznadzé, lo cual no es
difícil. Analizando nuevamente el ejemplo de Bassin cuando se mostraba a favor de Uznadzé,
tenemos que:
Está la actuación inteligente, dada por el hecho de que cuando el sujeto cae y tiene algún
objeto valioso en su mano, no sólo busca protegerse, sino proteger también el objeto de valor.
Se trata sin duda alguna de transformaciones inconscientes, a través de las cuales el sujeto se
permite realizar sus propias síntesis.
Si para Erickson el inconsciente no está establecido de una manera inalterable, significa que
no es un patrón rígido, sino dinámico; de ahí la elevada coincidencia con lo que dice Uznadzé,
lo que también refuerza nuestro planteamiento inicial.
74
EL SÍNTOMA.
Para Erickson, este concepto tenía un alto significado, sobre todo de carácter
pragmático, pues entendía que podía ser resuelto mediante una labor tal, que el sujeto casi
nunca se percataba de que el síntoma había desaparecido, tanto en su manifestación misma
como en el proceso de desarrollo, ya que el trabajo del terapeuta se hace casi imperceptible
para el paciente.
Erickson valoró el síntoma psíquico en sus múltiples conexiones, es decir, no abstraído del
entorno del sujeto, puesto que también este ocupa un lugar en el equilibrio social del enfermo.
Así mismo, asumió a la par una posición crítica hacia los terapeutas que solían tratar
solamente el síntoma sin tener en cuenta la realidad concreta del individuo afecto, que es
donde se genera y desarrolla verdaderamente el proceso desencadenante. Por eso planteó:
"Quieren calmar a sus pacientes tratando de sacarlo de la realidad de sus síntomas, en lugar de
trabajar con esa realidad" (4).
Al partir de una posición filosófica consistente en ocuparse más del paciente que en la ciencia
del paciente abrió la perspectiva de abordar al enfermo con un enfoque ideodinámico, sin que
el sujeto supiera por qué, interesándose más por la noción de desarrollo personal en el marco
ecológico de un sistema más abierto; y esto es muy importante, porque significa que el tras-
torno o desorden se manifiesta cuando hay condiciones que lo favorecen como caldo de
cultivo. Entre esas condiciones incluyó a las propias personas, la familia y la sociedad, cuando
no son capaces de propiciar por si mismos el cambio y alteran "intermitentemente" su
equilibrio psíquico, unido a las programaciones o autoprogramaciones inadecuadas que hacen
que el individuo pierda el contacto inteligente con su yo, lo cual puede traducirse en las
múltiples afectaciones que los sistemas familiares y sociales provocan en el sujeto y en su
incapacidad para responder o enfrentarlas exitosamente.
LA PSICOTERAPIA.
Para ello no se emplearon métodos de abstracción, sino simbólicos, donde predominaba una
categoría básica: la metáfora, que debe conducir al paciente a la compresión de su problema,
pues lo lleva al camino de que se ha separado o perdido, y aquí radica lo más trascendente de
su sistema terapéutico. Veamos lo que dice Godín: "Erickson gustaba mucho contar la historia
75
de un caballo que su familia se había encontrado y desconocían al dueño, pero un día el mismo
lo tomó y condujo hasta el lugar donde lo habían hallado y el caballo pudo orientarse y
regresar a casa por el camino adecuado".
Evidentemente se trata de un enfoque simbólico del problema; pero es mucho más porque
conduce a una construcción inteligente y permite aprender y reaprender, a la vez que se basa
en la absoluta confianza en el paciente para resolver su problema como expresión del poder
del potencial humano y todo eso inserta indudablemente a la terapia ericksoniana en una red
de interconexiones con otras, aunque ello no significa que incorpore obligatoriamente los
enfoques de estas. Quizás podamos explicarlo mejor.
Si el sujeto aprende y reaprende, ello equivale a la asimilación de nuevas conductas, por lo que
debe eliminar viejos patrones inservibles o fastidiantes, es decir, desaprenderlos. Entonces, sí
se produce el aprendizaje y desaprendizaje que estipulan en sus enfoques las conductistas
Doller y Miller (12) y Joseph Wolpe (5), de modo que aquí hay un punto de unión con la
terapia conductual.
Se vincula con las terapias humanistas, pues concede valor al poder de desarrollo del potencial
humano.
Estos tres momentos expuestos anteriormente revelan que la terapia ericksoniana expone las
múltiples interferencias de los diversos enfoques psicoterapéuticos, y tomemos para ilustrar
esta aseveración el esquema número 2 que aparece en la obra de Godín, el cual abarca el
enfoque psicoterapéutico de Milton Erickson y pone de manifiesto un profundo estudio de la
temática psicoterapéutica.
Como puede verse, del nivel central (Milton-Erickson) se derivan 3 tipos de terapia:
b) Hipnoterapia Ericksoniana
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c) Milton-terapia
Esa triada constituye el resultado evolutivo del trabajo de Erickson en cuanto el quehacer
psicoterapéutico y que se impone abordar aunque sea sucintamente, para hallar su clara
ascendencia en el curso de la vida científica y creadora de este prestigioso autor.
El meollo conceptual estaba dado, en ese momento ericksoniano, por la creencia de que tanto
la hipnosis como las sugestiones poshipnóticas permitían a los sujetos adoptar nuevas
conductas a partir del funcionamiento de un sistema operativo psíquico.
b) Hipnoterapia ericksoniana.
c) Milton-terapia.
Hacia el final de su vida y cuando trabajaba en unión de Rossi, otro importante seguidor de la
nueva hipnosis, Erickson llegó a plantear que conociendo rigurosamente la Psicología y las
sutilidades del lenguaje, el terapeuta puede lograr que el paciente utilice sus descubrimientos
77
anteriores sin necesidad de que medie un trance hipnótico especial o tradicional. Es la llamada
hipnosis sin hipnosis.
LA METÁFORA.
Es un "tropo que consiste en cambiar el sentido recto de las voces por otro figurado, en
virtud de una comparación tácita".
Para Erickson, la metáfora (de meta-feria, que significa ir más allá) (4) permite la definición
de una vía, de algo que posibilita ir más lejos, lo cual equivale psicológicamente a hacer
nuevos aportes en lo concerniente al significado que posee una cosa determinada para la
conciencia del sujeto; de ahí que se empleen frases que puedan ayudarle a encontrar caminos
para su recuperación, siempre y cuando estas frases le permitan el manejo de algo con valor
para él. Usualmente la metáfora encierra un mensaje implícito. El acto de encontrarlo, activará
la búsqueda consciente por parte del paciente en cuanto a lo que tiene una relación
significativa para él. Digamos que ello está ligado a dos propiedades básicas de la palabra: el
sentido personal y el significado. Analicemos, por ejemplo, qué quiere decir la expresión:
"Hasta las rocas lloran".
¿Cómo es posible que una roca, elemento inerte, llore? ¿Acaso ocurre en la vida real?
Naturalmente que no; pero aquel que necesita hallar su propia verdad, la encontrará en esta
imagen metafórica, la cual podría ser, entre otras muchas interpretaciones:
Evidentemente, esto sirve a los propósitos de la acción terapéutica y, Erickson la emplea fuera
de la hipnosis y en ello estriba el hecho de que metáfora no es hipnosis, pero al aplicarla
adquiere un valor primordial para ésta, pues su uso garantiza activar determinados
mecanismos para ayudarse a tomar conciencia de algo que sólo está en la propia dimensión
psicológica y personal del paciente, al permitirle llegar a aquellos niveles psíquicos hasta
donde la conciencia no puede hacerlo en la vida cotidiana, para entonces, al hallarlos: tocarlos,
manejarlos y convertirlos en conscientes.
78
Godín asevera que "las metáforas permiten, en lo particular pasar más allá de las limitaciones
psicológicas".
Erickson gustaba de hacer historias a sus pacientes, las cuales eran, antes que todo, metáforas
útiles.
Para que la metáfora sea considerada como tal en el plano terapéutico, debe ser concebida en
el curso de la sesión de forma espontánea y, más que crearla, hay que ponerla en función de lo
que necesita el paciente, pues de lo contrario se convierte en una sugestión metafórica por su
carácter premeditado y en una factura elaborada de antemano.
EL SÍMBOLO.
No puede haber simbolismo sin imaginación o imaginería, ya que es ahí justamente donde la
imagen representa lo simbólico y transporta al paciente a un mundo imaginario, donde las
cosas que ve, adquieren para él un valor inestimable. En tanto le movilizan hacia el cambio
necesario, cada objeto posee un valor simbólico e intrínseco para la propia dimensión personal
del sujeto y esta dimensión es casi siempre emocional y conflictiva. Podríamos decir que el
símbolo, al igual que la metáfora -pero por distintos caminos - lleva al paciente a buscar sus
verdaderas motivaciones, que son inconscientes y existen en lo más profundo de su ego; de ahí
que cuando las haya, comienza a deslindar la senda adecuada para su uso, que le conducirá a
modificar su conducta en el mejor sentido.
El terapeuta puede reforzar entonces lo que el sujeto ha encontrado, si procede con tacto, y
respetando los pasos que este dé, le mostrará el camino de su propio yo, de su verdad y, por
ende, de su curación.
APRENDIZAJE INCONSCIENTE.
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Está dado como parte del resultado de una psicoterapia eficaz en el acto de aprender,
pero aquí significa el resultado de la operatividad de la hipnosis; es decir, si se dirigió hacia lo
interno, hacia la verdad del sujeto y hacia el Yo en su profundidad, donde lo más útil es
aprender y saber emplear lo aprendido tantas veces como sea necesario, aunque no repare
conscientemente en ello.
Esto es más bien un dispositivo que se crea (tipo "computadora"), que está guardado y que se
activa automáticamente cuando resulta preciso, puesto que se convierte en una información
esencial, que se reconoce por si sola para su uso, sin pedir ayuda a nivel consciente para
decirle: empléame; de ahí que ella misma se dice:"Me tengo que emplear, porque aprendí a
usarme cuantas veces sea necesario y a reconocer tantas situaciones como haya que auxiliar;
por tanto, ahora me toca y debo hacerlo, porque ésta es una de las situaciones".
Otros representantes de la nueva hipnosis son: Rossi, Barber, Arouz, Weitzenhoffer y Godín.
Rossi, por ejemplo fue un autor de mucho prestigio y con planteamientos teóricos muy
interesantes. Trabajó con Erickson en la última etapa de la vida de éste, abordó en su extenso
trabajo determinados elementos como el aprendizaje inconsciente e intentó explicar las bases
fisiológicas de la hipnosis, entre otras cosas.
Hoy nadie duda que la influencia de la sugestión esté presente en toda la vida del hombre
desde que se levanta y abre sus ojos, y que su aplicación no tenga nada de misterioso ni
sobrenatural, sino que es un procedimiento psicológico que tiene sus leyes y principios y actúa
sobre el sistema nervioso del individuo.
80
Pretendemos que en nuestro medio la utilización de las técnicas sugestivas se aparte por
completo de los dogmatismos fanáticos de pasadas y nuevas escuelas, que no se corresponden
con un criterio filosófico materialista, y que no se olvide que siempre que utilizamos la
palabra, la misma lleva implícita la influencia sugestiva.
Hagamos un análisis crítico de la historia del hipnotismo a partir de la posición que tomó
Mesmer con su teoría del fluido magnético y de su discípulo Puységur, que no se apartó
mucho de su maestro, pero que admitió la posibilidad de la influencia verbal de una persona
sobre otra.
Es importante señalar que Federico Engels, uno de los fundadores del materialismo dialéctico,
se ocupó del estudio teórico práctico de la hipnosis y la sugestión. Una prueba de ello es la
publicación de su trabajo titulado Las ciencias naturales en el mundo de los espíritus, en el año
1878, donde cita el caso de una joven de 20 años que al fijar la mirada y pasarle la mano con
suavidad por la cara entraba fácilmente en estado hipnótico.
81
Engels planteó que en la relación entre inductor y sujeto no existe nada misterioso ni
sobrenatural, que ese fenómeno no es más que la influencia oral de una persona sobre el
sistema nervioso de otra en determinadas condiciones.
El principio en que se basaba Braid para explicar la causa de la influencia de la sugestión era
metafísico e idealista; consideraba que lo que sustentaba la hipnosis era la ley del
monoideísmo. Esto se puede ver claramente cuando afirmaba que la influencia de las ideas
dominantes sobre la actividad física y espiritual, el monoideísmo, es un estado en que el alma
está sometida a una sola idea dominante. Esta concepción influyó sobre Liébeault, que con sus
trabajos constituyó el punto de partida de los postulados de la Escuela de Nancy. Liébeault
planteó que la persona que duerme con sueño profundo conserva en su mente la idea de aquel
que lo hizo dormir y abandona su atención concentrada y sus sentidos, y se encuentra a
disposición de esta idea.
Esta posición sobre la hipnosis y la sugestión se apartaba de la verdadera naturaleza del origen
del sueño hipnótico, que no es más que una inhibición de la masa principal de la corteza
cerebral, con la conservación de la actividad en un punto determinado; es decir, que la
sugestión provoca cierta excitación sobre un punto determinado de la corteza y mientras las
otras zonas se mantienen en estado de inhibición.
Liébeault motivó a Bernheim, que había sido alumno de Charcot, y ambos fundaron la famosa
Escuela de Nancy, que consideraba que la sugestión era una influencia que ayudaba a
introducir ideas en el cerebro de las personas, siempre que fueran aceptadas por las mismas.
Los aportes de esta escuela fueron muy valiosos. Trataron de establecer una relación entre los
fenómenos producidos por la hipnosis y la sugestión con las funciones de la corteza cerebral y
la psiquis del hombre. Su error principal fue que consideraban la sugestión como un acto de
poca duración que se introducía en la psiquis del paciente sin ningún tipo de obstáculo. La
realidad es que no todo lo que se le propone a un sujeto en estado de sueño hipnótico es
aceptado por él, pues si existe alguna proposición que va en contra de sus principios morales,
éticos, ideológicos, entre otros, automáticamente se provoca un rompimiento del rapport
establecido con el hipnotizador y se pasa de inmediato a la vigilia; es decir, que una sugestión
no es aceptada por el hipnotizado sin crítica ni resistencia.
82
Una teoría, aún en boga, basada en los principios de Charcot, es la de Pierre Janet, que
pretende que la hipnosis se debe a un estado de disociación. Janet trabajó en la clínica de la
Salpetriére y heredó la tradición de Charcot que relaciona histeria e hipnosis.
Los estados disociativos o de disociación son una de las dos formas de manifestación de la
neurosis histérica. En estos estados, en ausencia de organicidad, hay un estrechamiento del
campo de la conciencia que puede limitarse a un área circunscrita de experiencia en relación
con la cual el comportamiento parece consecuente y a menudo dirigido a una meta dentro de
dicha área. Janet creía que había disociación de las funciones psíquicas durante la hipnosis, de
manera que podían separarse diferentes elementos psicológicos y operar entre sí con mayor o
menor independencia. Aunque con frecuencia se ve disociación en la hipnosis, no tiene
fundamento la teoría de Janet, de igual modo que no podría jamás explicarse el origen de un
fenómeno afirmando que el efecto es el que da lugar a la causa. De cualquier manera, el
descubrimiento del mecanismo de disociación durante la hipnosis tuvo gran importancia para
el desarrollo del hipnoanálisis.
Hubo científicos que en otras partes del mundo estudiaron también los fenómenos de la
sugestión. Por ejemplo, Schaffer, psiquiatra húngaro que estableció en 1895 una teoría
ecléctica que unía las Escuelas de Nancy y de París, pero que tampoco se ajustaba a una
concepción materialista dialéctica, pues no podemos hablar de hipnosis en términos de mitad
sugestión y mitad soma, y es una posición completamente mecanicista.
La sugestión y la hipnosis han sido estudiadas por diferentes escuelas psicológicas. Una de
esas escuelas es el asociacionismo, que explica la vida mental mediante un juego de
asociaciones entre los estados psíquicos. Los asociacionistas se basan en las concepciones
subjetivo idealistas y fenomenológicas de Berkeley y Brown, quienes en vez de hablar de
asociación utilizaban el término de sugestión como más general.
Otra escuela psicológica que estudió los fenómenos de la sugestión fue la conductista o
behaviorista. Para Sidis y Krafft-Ebing, representantes de dicha escuela, la sugestión era
contemplada bajo el esquema mecánico de estímulo-respuesta (E - R). Ellos planteaban que en
toda sugestión existían sólo dos eslabones: la sugestión y la reacción-respuesta. Se puede
apreciar claramente el materialismo mecanicista del esquema conductual, donde se omiten las
condiciones internas del sujeto y se ve al hombre como un ser pasivo que ignora su
participación y el papel que desempeña en dicha relación.
Clark L. Hull (1884 -1952), creador del conductismo deductivo, marca el comienzo de la
investigación hipnótica actual con la introducción de las matemáticas en la experimentación
sobre hipnosis, específicamente con el uso del modelo probabilístico de la hipótesis de
nulidad, alrededor de los años 1930. Aplicó técnicas de correlación estadística con escalas de
profundidad hipnótica, para determinar los correlativos psicométricos de la respuesta
hipnótica.
Según los estudios de Hull sobre sugestionabilidad e hipnosis, en general los niños entre siete
y ocho años de edad son más fácilmente hipnotizados que en cualquier otra edad de su vida,
las mujeres en general son sujetos algo mejores que los hombres, los adictos a las drogas son
en general más sugestionables que los no adictos y los individuos con cocientes de inteligencia
altos son también en general más susceptibles a la hipnosis que los individuos de menos
inteligencia.
84
Por su parte, a Milton H. Erickson se le debe, entre otras cosas, el enfoque terapéutico que
pone énfasis en la brevedad y en objetivos limitados sin introspección, es decir, la llamada
hipnoterapia breve.
Para Erickson, la hipnosis es un estado dirigido hacia lo interno del sujeto en el que los
múltiples focos de atención característicos de nuestra conciencia visual cotidiana están
restringidos a relativamente pocas realidades internas. Al mismo tiempo, la hipnosis es un
estado altamente motivado que lleva implícito el aprendizaje activo inconsciente; es un estado
alterado de funcionamiento en el que ocurre un aprendizaje que depende del estado hipnótico,
llamémosle, para ser más precisos, un aprendizaje estado dependiente. Para ilustrar esta
afirmación, Erickson dice que lo memorizado en embriaguez alcohólica, en hipnosis o en un
estado de excitación (por ejemplo, por el efecto de anfetaminas) o de inhibición (por el efecto
de amobarbital u otros psicofármacos) se recuerda solamente en un estado igual; lo
memorizado en estado de vigilia se recuerda sólo en otro estado de vigilia, y así ocurre en
otros estados: de un sueño al siguiente, de una inspiración creadora, artística o psicótica a otra
igual, de hipnosis a hipnosis y de un embeleso a otro embeleso. Para él, el objetivo de la
inducción hipnótica es reducir los focos de atención (a unas pocas realidades), facilitar
alteraciones en los patrones habituales de dirección y control del sujeto y permitir la
receptividad de los pacientes a sus propias asociaciones internas y habilidades mentales que
puedan integrarse en las respuestas terapéuticas.
La sugestión fue estudiada también por Sigmund Freud (1856 -1939), creador del
psicoanálisis, el cual nació en un hogar judío de Freiberg y vivió en Leipzig y en el ghetto
vienés de Leopoldstadt.
Freud fue alumno de Charcot en París, pero la principal motivación que impulsó su dedicación
al estudio de la sugestión fue la lectura de un libro de Bernheim titulado (La sugestión y sus
aplicaciones terapéuticas). Posteriormente visitó a Liébeault y a Bernheim en la Escuela de
Nancy y comenzó a tratar a sus pacientes con la técnica hipnótica, aunque en realidad no tuvo
éxito y se sabe que fue un mal hipnotizador.
Freud investigó el trauma dinámico que Charcot mencionaba, y en esta búsqueda conoce al
doctor Joseph Breuer, quien le habló del famoso caso de Anna O. que estudiaron juntos.
Freud comprobó que en el estado hipnótico, la paciente explicaba cuáles eran las causas de su
padecimiento, el cual se manifestaba por parálisis, inhibiciones y estados de perturbación
psíquica, pero esto no lo podía hacer cuando estaba despierta, ya que no era capaz de esta -
blecer ninguna conexión entre sus síntomas y las diferentes experiencias de su vida.
Breuer llamó catarsis al procedimiento terapéutico de establecer y reconocer las causas a nivel
inconsciente que provocan los síntomas, pues decía que cuando un paciente recuerda la
situación que le provocó el síntoma por primera vez y pasa por todas las excitaciones afectivas
correspondientes al impulso reprimido; el síntoma asociado desaparece y no vuelve. Este
85
Freud y Breuer publicaron en 1893 un libro titulado Estudio sobre la histeria. (Studien über
Hysterie) donde se referían al uso de este método que ambos continuaron empleando. Freud
insistía en que sus pacientes revivieran por medio de la hipnosis las emociones que se suponía
habían provocado la enfermedad, para de esta forma hacer que los propios pacientes
descargaran la energía psíquica en la que, según él, se apoyaban los síntomas neuróticos.
Los casos estudiados por Freud le hicieron considerar que curaciones aparentes podían ser
completamente destruidas si se interrumpía su relación personal con el paciente. Este resultado
(y quizás su poca destreza como hipnotizador) lo condujo a su decisión de abandonar por
completo el método hipnótico y lo sustituyó por el psicoanálisis, que consistía en su inicio en
acostar al paciente y colocarle suavemente la mano sobre la frente, insistiéndole en que
recordara hechos del pasado. Posterior a esto estableció el término de represión como el
mecanismo causal de las llamadas enfermedades inmotivadas.
Para los psicoanalistas, la hipnosis, la sugestión y la sugestibilidad tienen una base erótica.
Así, por ejemplo, un clásico de esta corriente, Sandor Ferenczi, consideraba que el sueño
hipnótico es la rehabilitación de los ajustes infantiles-eróticos-masoquistas y que sobre la base
de la sugestión reaparece el complejo de Edipo. Para Ferenczi, la hipnosis era un estado de
regresión a una relación paterno-filial.
Los planteamientos que hace el psicoanálisis en cuanto a considerar que la hipnosis tiene una
base erótica y que en la sugestión se sobrepone el complejo de Edipo no son reales. El sueño
hipnótico es provocado no precisamente por una causa interna, sino por la sugestión externa,
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aunque no es menos cierto que depende de las condiciones internas, pero desde el punto de
vista fisiológico.
Freud, con la creación del psicoanálisis, no se apartó del empleo de la sugestión, sino que dejó
de utilizar una de sus formas, la del sueño hipnótico, para trabajar en estado de vigilia, pero
unido a toda una serie de concepciones que se alejan de la realidad objetiva y del verdadero
fundamento fisiológico materialista de la sugestión.
Existen muchas otras teorías sobre la hipnosis, además de las ya mencionadas. White planteó
la teoría del esfuerzo dirigido a un objetivo, según la cual los fenómenos de la hipnosis se
producen por el esfuerzo del sujeto en comportarse como una persona hipnotizada, según el
patrón definido por el hipnotizador y comprendido por el sujeto; la teoría de Weitzenhoffer,
basada en la homoacción, la heteroacción y la disociación; la teoría de Kubie y Margolin,
según la cual las fronteras del consciente están al principio limitadas al hipnotizador y luego se
expanden en la hipnosis completa; la hipótesis atavística, que considera la hipnosis ante todo
como una regresión al modo primitivo de funcionamiento mental, en el cual las ideas son
aceptadas en la mente por el proceso arcaico de sugestión en lugar de la función lógica
adquirida más recientemente del cerebro; la teoría ideomotora, y muchas otras.
No fue hasta que Pávlov realizó sus descubrimientos sobre la actividad nerviosa superior, que
la hipnosis y la sugestión pudieron contar con una verdadera base teórico-científica
materialista. Su teoría constituyó una revolución dentro de la ciencia, pues daba una
explicación fisiológica de los fenómenos psíquicos.
Pávlov decía que la palabra constituye un reflejo condicionado que permite ser utilizado para
provocar el sueño hipnótico, el que a su vez definía como una inhibición cortical interna, que
surge en la zona motora cortical y se irradia a las demás áreas de los hemisferios cerebrales, y
que puede llegar al mesencéfalo. Con sus descubrimientos, Pávlov rompió con las
concepciones idealistas, metafísicas, sobrenaturales, oscurantistas y mitológicas que se habían
formado sobre la hipnosis.
Tokásky había presentado en 1890 un trabajo titulado (El hipnotismo en la pedagogía), donde
planteaba el problema del papel de la sugestión en la educación de los niños y adultos, así
como la posibilidad de utilizarla con el fin de intensificar perennemente la energía de la
actividad psíquica en general y consideraba que era posible emplear esta intensificación no
transitoria para modificar la personalidad y la conducta de niños y adultos. Él afirmaba que la
perdurabilidad de la acción sugestiva se debía al efecto de la sugestión posthipnótica.
Vladímir N. Béjterev (1857-1927), fundador junto con Pávlov de la escuela reflexológica rusa,
fue quien desarrolló la idea sobre la hipnosis como una singular modificación del sueño
natural. Este concepto coincidía con el de Pávlov, quien también señalaba cierta similitud entre
inhibición interna, sueño hipnótico y sueño natural, diciendo que la diferencia que pudiera
existir entre los tres no era significativa.
Las investigaciones realizadas por Béjterev lo llevaron a plantear que la esencia de la hipnosis
era la introducción, en la esfera psíquica de otra persona, de ideas, sentimientos y emociones
en la medida de lo posible, sin que intervinieran la crítica ni el juicio, utilizando la palabra y
los gestos y evitando la atención activa, es decir, dando un rodeo a la personalidad crítica del
sujeto. Claro que, en la utilización de los gestos para ejercer sugestión, se tiene también en
cuenta un contenido verbal significativo, pero codificado en clave. Sus ideas fueron
desarrolladas por muchos de sus discípulos, entre ellos Plátonov, Miásishev, Ananiev y otros.
Cerebro, en la ciudad de Leningrado, junto a otros investigadores entre los que se destacó
Leonid L. Vasiliev.
Es de todos conocida la estrecha relación existente entre los aspectos somáticos y psíquicos;
cualquier cambio fisiológico y bioquímico en el organismo provoca cierta reacción psíquica y
viceversa. Por eso se utilizan los términos psicosomático y somatopsíquico, y sobre ambos as-
pectos es posible trabajar con la hipnosis.
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS.
CUARTA PARTE
Dr. Alberto Ochoa Govin.
1. La sofrología de Caycedo
2. La enseñanza a reacción
3. La noesiología de escudero
4. El futuro pasa por la unidad mente – cuerpo
5. El periodo del resurgir de la hipnosis
6. El desarrollo de la hipnosis en cuba
7. Definición de hipnosis
8. Diferencias entre hipnotizador e hipnólogo
9. El mecanismo neurofisiológico de la hipnosis
90
LA SOFROLOGÍA DE CAYCEDO.
Por tanto la sofrología y sus técnicas se basan, no sólo en la hipnosis clásica, sino en todas
aquellas cosas o técnicas que producen un estado alterado o diferente de conciencia. Su
denominación deriva del sophrosunem platónico: “estado de calma y concentración suprema
del espíritu producido por hermosas palabras” según Carmines.
Alfonso Caycedo, médico colombiano nacionalizado español que estudiando diversas técnicas
y métodos de modificación de los estados de conciencia (meditación, yoga, hipnosis, entre
otros), funda la escuela de la Sofrología con unos postulados y formas propias. Sus fines son
eminentemente médicos e hizo hincapié en distinguir sofrología de la hipnosis, buscando en
ello la aceptación de estas técnicas por el colectivo científico.
LA ENSEÑANZA A REACCIÓN.
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Para ello usaron música clásica de fondo con compases largos (Vivaldi, Teleman, Haendel) El
profesor mientras tanto atemperaba sus palabras a dicho compás y melodía. Los alumnos
quedaron así sometidos a una autosugestión y estado receptivo que les permitía utilizar mucha
más potencia de su cerebro para asimilar y recordar cuanto se les decía. Los resultados fueron
sorprendentes: en una sola sesión musical aprendieron mil palabras de inglés. Posteriormente
una escuela de idiomas de Washington utilizando similares técnicas conseguía que sus
alumnos aprendiesen español, latín y alemán con gran fluidez oral y escrita ¡en sólo tres
meses!
LA NOESIOLOGÍA DE ESCUDERO.
Desde hace varias décadas el Doctor Ángel Escudero cirujano valenciano viene
realizando intervenciones de cirugía mayor por lo que él ha denominado anestesia post-
sofrónica. El insiste en que su método nada tiene que ver con la hipnosis puesto que los
pacientes están conscientes en todo momento mientras les opera sin dolor, incluso se permite
hablar con ellos o mostrarles cómo les interviene. De hecho, Escudero no tiene gran simpatía
hacia la hipnosis, quizás por el prejuicio que en el mundo científico o académico se tiene a que
se les relacione tal técnica.
Lo cierto es que sus pacientes tienen un post-operatorio mejor y más rápido que cuando las
intervenciones se realizan con anestesia química; incluso muchos salen del quirófano por sus
propios medios (caminando). El nivel de hemorragias o emisiones de sangre es menor y todo
ello sin los molestos efectos secundarios que origina la anestesia convencional. Su saber, al
que ha llamado Noesiología (ciencia que estudia los efectos producidos en la vida por la
puesta en marcha del pensamiento –según su fundador- es difundido actualmente por él mismo
en la Comunidad Valenciana a través de cursos dirigidos a médicos, psicólogos y
enfermeros/as.
Todos estos sistemas, cuentan con un método de diagnóstico, una teoría sobre el origen, la
evolución y la curación de las enfermedades, un conjunto de conocimientos prácticos y una
agrupación profesional de facultativos. Y señala más adelante: factor común es que todas estas
medicinas favorecen la autocuración. Si bien reconoció que dichas técnicas fueron desplazadas
cuando el enfoque especifista de la medicina conquistó, tras un combate encarnizado, la
supremacía absoluta, pues los nuevos medicamentos obtenidos sintéticamente desplazaron en
gran medida a los métodos naturales de curación, también expone que en los años posteriores
a 1980, resurgió el interés por tales procedimientos, sobre todo porque se había cobrado
conciencia de los elevados costos de la medicina moderna, en recursos, así como en la
aparición de efectos secundarios y expone se había comprobado además que muchas dolencias
93
Entre las causas por las cuales estos métodos han resurgido se incluyen:
Se ha comprobado que los resultados obtenidos con los procederes "suaves" en el tratamiento
de las dolencias de las que habitualmente se ocupan, son tan eficaces como los que se alcanzan
con los métodos convencionales de la medicina clásica y en un corto plazo; por ejemplo, la
acupuntura e hipnosis, por sólo mencionar dos técnicas, alivian el dolor de forma similar a los
analgésicos y pueden incluso tener mayor eficacia en un plazo más largo.
Efectos positivos en la medicina por el uso de estos métodos tradicionales, en tanto han
permitido el entendimiento de nuevos mecanismos para controlar el dolor en los casos de la
acupuntura y la hipnosis y a la vez incorporar nuevas sustancias medicamentosas en la
farmacopea, derivadas de la investigación de los remedios populares.
Que los buenos resultados obtenidos en países orientales se han extendido como una diáspora
multidireccional y encontrada a casi todo el globo terráqueo.
En el caso de la hipnosis, los estudios realizados en la ex- URSS, incluso antes de los años 60
(década del 40 y 50) sobre el tratamiento de diversas enfermedades mentales, tabaquismo,
alcoholismo, como profilaxis del parto y para inducir el alumbramiento, como método
anestésico (parto sin dolor), entre otros, se han mantenido hasta nuestros días.
94
El desarrollo de la nueva hipnosis con autores como Erickson, Rossi, Perry, Arouz,
Weitzenhoffer, Godín y el grupo de Palo Alto (Universidad californiana), ha influido
notablemente, pues se ha creado todo un movimiento en Estados Unidos y Canadá, con
elevadas perspectivas y métodos menos autoritarios, pero de igual modo eficaces así como en
varios países europeos, entre los que sobresale Francia, que ha tenido la suerte de recuperar su
carácter de Meca de la hipnosis.
El cada vez más amplio número de enfermedades que se pueden tratar con estos métodos,
entre los que se incluyen el asma, las disfunciones sexuales, los trastornos del lenguaje, las
fobias, la obesidad, su variado uso en odontología, bien como anestésico o como elemento
capaz de eliminar malos hábitos como el de la respiración bucal, y la succión digital; la
enuresis y más recientemente algunos desequilibrios con base orgánica, han hecho creer
mucho más en la hipnosis y defender su empleo como ciencia de la curación.
Reconocidos son también los trabajos de los psicólogos clínicos Insua y Licea, que aún se
mantienen incursionado profundamente en ese campo. El Doctor Orlando Licea Díaz ha
tenido muy buenas experiencias en el manejo del Asma bronquial, e incluso a publicado un
libro “Usted puede vencer al Asma” donde explica el sistema terapéutico para la modulación
del estrés de bloqueo y donde expresa como orienta a sus pacientes que a través de su propia
voluntad disminuyen de forma progresiva las crisis y su intensidad hasta erradicar totalmente
la enfermedad y mejorar su calidad de vida.
Esta sociedad ha efectuado varios eventos y auspició, entre éstos, uno de carácter internacional
celebrado hace pocos años.
Todos estos factores han favorecido el desarrollo acelerado de estas técnicas e incrementado el
interés por parte de médicos de familia, odontólogos, cirujanos, anestesiólogos, ortopédicos,
internistas e investigadores en general.
Se tienen indicios de su aplicación por diferentes colegas a pequeña escala, muy limitada y sin
nivel de sistematización en las décadas de los años 80 y segunda mitad de los 70; pero es en el
Instituto Superior de Ciencias Medicas de Santiago de Cuba (ISCM-SC) donde se capitalizó
este quehacer y donde más esplendor adquiere, sobre todo a partir de la creación del Grupo de
Hipnosis por el Doctor Alberto Cobián Mena y colaboradores, que desde entonces han venido
trabajando en las siguientes líneas de investigación fundamentales:
HIPNOANESTESIA
De igual forma la apertura de la clínica de Hipnosis atendida por estudiantes de medicina del
ISCM-SC y estudiantes de psicología de la Universidad de Oriente, y por profesores de la
Escuela de Medicina, ha constituido un eslabón importante en los propósitos de difusión de la
técnica, que ya es solicitada por hospitales ginecoobstétricos y pediátricos, dada su utilidad,
así como por diferentes clínicas odontológicas. Esta demanda los ha llevado a impartir
96
De importancia son los trabajos que viene realizando este grupo de hipnosis acerca del
tratamiento de la alopecia, las fobias, enuresis, disfunciones sexuales masculinas y femeninas,
asma bronquial en adultos y niños, tanto en período de crisis como intercrisis, tartamudez,
obesidad y psoriasis, incluido su empleo como anestésico en cirugía odontológica, exodoncias,
pulpectomías, gingivoplastias, cirugía menor, procederes complementarios, tratamiento del
dolor (sola y combinada con acupuntura), tabaquismo, alcoholismo y para facilitar el
aprendizaje, lo cual expresan en su libro “ Yo sí creo en la Hipnosis”.
DEFINICIÓN DE HIPNOSIS.
Algunos autores plantean que es difícil definir de forma resumida lo que significa este
término; pero consideran que la hipnosis es una técnica con la que conseguimos un estado
psico-fisiológico diferente del estado de vigilia normal.
quiere decir esto? que la persona bajo hipnosis acepta como reales las sugestiones que le
sugiere el hipnotizador. Es decir, que si usted hipnotiza a otra persona y esta cae en un trance
profundo, si le sugiere que tiene mucho calor, empezará a sentirlo como real y a quitarse la
ropa de encima para aliviárselo, por ejemplo.
¿Por qué sucede esto? Porque se produce una disociación entre el consciente y el inconsciente
en nuestra actividad mental. Por tanto en la hipnosis, donde el individuo sobre todo opera con
su inconsciente, en el que disminuye notablemente la capacidad de raciocinio y auto-
consciencia, cualquier sugerencia por parte del hipnotizador, será admitida como un hecho
real.
En el caso de la hipnosis clínica se refiere a una amplia variedad de métodos que pueden servir
como catalizadores de diversas psicoterapias. Tal como se practica actualmente, la hipnosis
clínica puede ser definida como la suma de la hipnosis a tratamientos aceptados, psicológicos
o médicos. Como tal debería ser practicada sólo por profesionales con el entrenamiento y las
credenciales adecuadas.
A continuación veremos cómo fue tratado este problema por las escuelas en algunos casos de
forma breve, pues ya en el desarrollo del cuerpo teórico lo hemos abordado.
Mencionamos, solo algunos autores que han llegado a sostener conceptos más sólidos.
Mesmer: La vio como un caso típico de magnetismo animal, a través del cual se podía influir
o comunicarse con el sujeto a hipnotizar, obtuvo conductas extrañas que fueron precisamente
originadas por un fluido emitido por los humanos.
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Charcot la conceptualiza como un estado especial dado por la fascinación sensorial que
permite lograr en cada persona hipnotizada, estados diferenciados por las profundas
transformaciones que se operan en la mente y el comportamiento humano y son: el letargo, la
catalepsia y el sonambulismo.
Pierre Janet: La considera como un estado de disociación de la conciencia. Para él, en el trance
hipnótico hay dos psiquis: una en relación con la conciencia y la voluntad y otra sin voluntad
ni conciencia, pero capaz de acometer complejas actividades.
Bernheim: La define como un tipo especial de sugestión, en el que toda idea sugerida tiende a
convertirse en acto, aunque no hay estado especial o artificialmente creado; sólo hay ideas
exaltantes.
Pávlov: La conceptuó como un estado de sueño diferente del sueño normal, en tanto
fisiológicamente se manifiesta como una inhibición parcial, que si bien se irradiaba a amplias
zonas corticales y subcorticales, no es una inhibición absoluta, pues quedan focos de
excitación que permiten actuar de diversos modos y mantener el contacto con quien hipnotiza.
Bejterev: La definió como una modificación del sueño natural y significó la ausencia de juicio
crítico en el sujeto hipnotizado a la hora de asimilar las sugerencias dadas.
Coué: Para él; la hipnosis era más que sugestión, autosugestión; es decir autosugestión,
autohipnosis.
Boudin: Ligó la hipnosis al inconsciente, que consideró como un todo organizado, capaz de
actuar inteligentemente para lograr un objetivo.
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Chertok: Señaló que el estado hipnótico aparece como un estado de conciencia modificada, a
merced del cual el hipnotizador puede provocar distorsiones de la voluntad, la memoria y el
acto perceptual sensitivo; este último en el tratamiento del dolor.
Erickson: Más que un definición exacta, vinculó la hipnosis con el concepto de inconsciente
positivo; mecanismo semejante a una enorme computadora que trabaja sin cesar, sin
consentimiento del dueño, para llegar a la síntesis de toda actividad humana; por eso la
hipnosis debe ir dirigida hacia lo interno, donde lo más importante es la adquisición de
conocimientos y el hecho de poder utilizarlos cuando sea necesario y no tanto saber qué cosa
se ha aprendido. Esto es, en sí, el aprendizaje inconsciente. Definió la actitud como un
elemento básico del proceso hipnótico.
Laurence y Perry: Plantean, como afirmara Berheim, que hipnosis no existe, pues lo
existente es la interacción entre un contexto determinado y la aptitud del sujeto para responder
a ese contexto.
Godín: Opinó que era en modo de funcionamiento psicológico en el que un sujeto, gracias a la
acción de otro llega a abstraerse de la realidad, aunque siempre queda conectado con su
interactuante. Esta desconexión de la realidad es un tomar o dejar y un estado que permite
posibilidades complementarias de trabajar con el inconsciente.
Martínez Perigod y Asís: Estado especial de sueño con hipersugestibilidad, que es intermedio
entre la vigilia y el sueño paradojal.
Cobián Mena: Es un estado especial de sueño donde es posible a través de la palabra u otro
estímulo siempre potencializado por ella y de modo repetitivo, crear un estado especial en la
mente humana que reduce a la mínima expresión los procesos volitivos y permite la
manifestación plena de potencialidades cerebrales que en estado de vigilia y por mecanismos
neurofisiológicos defensivos no se manifiesta de manera activa. Es un proceso natural creado
en el hombre por sí mismo u otro hombre, que implica siempre la actividad cerebral y
permitiendo que se evoquen cambios en la actividad cortical lo que facilita precisamente
operar bajo nuevas condiciones aumentando la productividad neuronal y psicológica.
y la aparición en el sujeto de respuestas e ideas que no les son familiares en su habitual estado
de ánimo.
Añade que los fenómenos como anestesia, parálisis, rigidez muscular y modificaciones
vasomotoras pueden estar en el estado hipnótico producido y suprimido.
Glosario Cubano de Psicología: Estado alterado de la conciencia en el cual las ideas son
aceptadas por sugestión, en vez de evaluación lógica.
Llegados a este punto de las definiciones debemos distinguir también la diferencia entre
hipnotizador e hipnólogo. La primera denominación podemos dársela a cualquier persona que
consigue inducir a otra a la hipnosis. En el segundo caso, hipnólogo es un profesional con una
formación suficiente, que realiza un uso clínico de la hipnosis, con unos conocimientos
teóricos y prácticos suficientes en materia de hipnosis clínica.
Las señales del sistema límbico que se dirigen al hipotálamo pueden modificar cualquier, o
todas, de las muchas funciones corporales internas controladas por el hipotálamo. Y las señales
provenientes del sistema límbico que alimentan el mesencéfalo pueden controlar
comportamientos tales como los mencionados anteriormente. Es importante conocer las
investigaciones sobre el tema realizadas por Pávlov y sus interpretaciones, ya descritas en el
texto.
HIPNOSIS Y PSICOLOGÍA.
Siempre que vaya a hablarse de la hipnosis en su relación con la psicología, hay que partir del
reconocimiento de que el hombre puede ejercer una influencia social activa sobre aquellos
seres humanos con los que se vincula cotidianamente, la que es propia de su condición
sociohumana y que, como reconoce el profesor Núñez de Villavicencio (10), en última
instancia es el fundamento de toda psicoterapia.
¿Qué es la hipnosis? La hipnosis es, ante todo, comunicación, donde aparecen como
contenidos de ésta: afecto, seguridad, confianza, esperanza, curiosidad, interés, ambiciones y
metas individuales, poder, sabiduría, habilidad, intenciones nobles e innobles y arte de curar;
todo en relación con cada una de las personas que se comunican en el proceso hipnótico.
Al basarse en el lenguaje, se hace privativa del género humano; su portador indiscutible. Todo
intento de extrapolarlo a otros subgrupos de la especie viviente con las mismas características,
significa forzar las condiciones concretas de la existencia de un agregado estructural
anatómico, fisiológico y psicológico indiscutiblemente superior; o lo que es igual, reducir la
superioridad humana a móviles de conductas puramente fisiológicas.
La Psicología, ciencia que tiene al hombre como su centro, emplea entre sus muchas
categorías: personalidad, aptitudes, conciencia, actitudes, motivos, defensas, comunicación,
roles, status, conductas, sistema nervioso, relación interpersonal y psicofisiológica vinculadas
con la hipnosis y otras de gran importancia, que harían la cifra interminable, también
asociadas de un modo u otro con la hipnosis, sin dejar de reconocer que la hipnosis es, a la par,
una categoría y un fenómeno de índole psicológico.
Sería interesante, exponer ciertos elementos explicativos acerca de por qué considero como
válido el planteamiento anterior.
Aquí es necesario estimar en que medida debe ser manejado este problema para quien se va a
dedicar a la hipnosis como acción terapéutica. Es evidente que debe demostrar confianza y
seguridad en sí mismo y capacidad para aprenderlo, aplicarlo y lograrlo bien, pues sólo así
podrá trasmitir a su paciente la seguridad y confianza necesarias y eliminar barreras defensivas
que como proceso lógico propio de su personalidad tímida puedan manifestarse.
Otro caso que puede ser de mucho valor es el de un paciente histérico. Se conoce que el sujeto
histérico busca siempre obtener ganancia a su favor, de su propio proceso, y se ha comprobado
en la práctica que suele hacer disociaciones extrañas bajo estado hipnótico o bien conversiones
al salir de este trance, poniendo rígidos sus miembros, diciendo que no puede volver a la
realidad y teniendo crisis de llanto, etc; pero muchas veces simula estar en estado hipnótico,
todo como parte de este cuadro antológico que es la teatralidad y la superficialidad del mismo.
Algunos autores sugieren no llevarlos al estado hipnótico, pero ninguno como Charcot
demostró la invalidez de este argumento hace más de 100 años, cuando se dedicó casi por
entero al tratamiento de la histeria por método hipnoterapéutico, lo que le dio un inmenso
prestigio en toda Europa.
¿De qué se trata entonces? Se trata de que no puede hacerse hipnosis terapéutica sin un
profundo conocimiento de la psicología de la personalidad. Todo aquel que intente curar por
vía hipnótica ha de saber sobre quién trabaja, cómo es esa persona y qué perspectiva tiene
sobre ella; si es prudente la hipnosis en ese momento y con la persona, cómo manejarla para
cambiar su actitud, aun cuando tenga aptitudes, y para ello ha de emplear conocimientos
psicológicos que incluyan como lograr una adecuada comunicación afectiva y verbal,
infundirle confianza y seguridad y manejarla éticamente, teniendo en cuenta sus valores,
motivos y principios éticos y filosóficos, su status social y la transcendencia de la persona.
HIPNOSIS Y SOFROLOGÍA.
104
En muchos escritos y para muchos colegas, los términos hipnosis y sofrología son
sinónimos, tal vez porque la sofrología sea para muchos una hipnosis menos directiva, menos
autoritaria; sin embargo, el fundamento de la sofrología caycediana es precisamente titularse
como una ciencia de la conciencia humana y de sus modificaciones hacia un modo de ser
armónico y esto quizás nos permite exponer lo siguiente:
En un interesante artículo "Sudar la neurona" (14), Luis Martínez expresa algunas ideas sobre
el empleo de la sofrología con mucha efectividad en el deporte de alto rendimiento, aún
cuando resulte una terapia discutida, y expone el caso de Antonio Rebollo, quien fue sometido
a tratamiento sofrológico en su preparación para el acto de encender el pebetero con un
flechazo, en la ceremonia de los juegos olímpicos de Barcelona en 1992.
Luis Martínez también nos cita, los criterios de renombrados sofrólogos hispanos, quienes
partiendo de sus propias autotitulaciones en algunos casos y de la elevada posición en el
marco conceptual de la ciencia en otros, expresan sus puntos de vista. Veamos.
Mariano Espina (Especialista en Medicina Sofrológica) dice que el objetivo de esta propuesta
científica entiéndase Sofrología, es aprender a trabajar con la mente para autoconcentrarse y
para ello ha de sudarse la neurona, con ausencia de sugestión.
Antonio J. Cano (médico sofrólogo) opina que es un paquete integrado de técnicas orientadas
y dirigidas a lograr la relajación y cuestiona la definición original dada a la Sofrología como
ciencia de la conciencia, por considerarla excesiva y demasiado exagerada.
Para estas dos últimas sí hay un rol de la sugestión, pero no en el grado tan "exagerado" con
que se da en la hipnosis.
Estos tres autores, aunque difieren en el empleo de la sugestión, reconocen que la sofrología
parte de la hipnosis y que ésta es su centro matriz.
Es válido también resaltar que los fundadores de la Sofrología, entre los cuales se encuentran
el Doctor Caycedo, fueron hipnólogos destacados que en determinados momentos arguyeron
su desacuerdo con métodos demasiado directivos para discrepar de la hipnosis y empezar a
conformar criterios un poco más flexibles de la funcionalidad y finalidad terapéuticas en el
orden psicológico, que los distanciaron gradualmente.
105
Se acepta hoy en día que muchos ejercicios orientales, tales como el yoga, la relajación
progresiva, las prácticas tibetanas, entre otros, han ido a engrosar los procedimientos que
emplean los autodenominados sofrólogos en su afán de lograr el desarrollo personal y el
relajamiento dinámico, tan necesario para cualquier paciente, pretendiendo con ello activar el
potencial cinético y las reservas que en el orden positivo tiene cualquier persona en función de
su curación; pero creo que aquí se impone hacer una reflexión que nos permita entender este
fenómeno y a la vez fijar nuestra posición. Por eso vale más la interrogante: ¿No es ésta la
finalidad de toda acción psicoterapéutica, con independencia de la escuela o corriente de que
se trate?
En cualquier tratado de psicoterapia, uno puede encontrar que la curación del hombre enfermo
y la creación en él de una capacidad de análisis y de automanejo adecuado de su propia
situación como mecanismo de aprendizaje operacional, es la intención suprema de cada
sistema psicoterapéutico.
Los psicoanalistas lo hacen a través del manejo dinámico de los conflictos del sujeto, que en
su base tienen un fundamento inconsciente, pero donde los elementos movilizadores de la
personalidad, entiéndase motivos, pulsiones y necesidades están determinando una conducta y
a la vez un rol activo por parte del paciente en el camino de su propia curación.
Los métodos sugestivos, entre los cuales figura la hipnosis y a la vez todo lo que emane de
ella, partiendo de la palabra y su fuerza moduladora condicionante, persiguen la misma
finalidad y demostrada está su altísima validez en todo su funcionar terapéutico.
106
Si aceptamos la línea de los que niegan por negar, podrían la sofrología y los sofrólogos ser
víctimas de su propias inconsecuencias, pues le criticarían que usan para sí los métodos de la
psicoterapia racional, del entrenamiento autógeno, de la yoga concentración, que han sido
empleados por la ciencia psicológica hace mucho tiempo y pertenecen a sistemas claramente
definidos.
Se trata aquí de dar una visión esclarecedora del problema, pues todo intento de reafirmación
de la existencia de una ciencia cualquiera tiene validez en la medida en que prueba su eficacia
y es inválido y desacertado cuando trata de cuestionar propuestas anteriores de probada
efectividad a cualquier precio, sobre todo para justificar su propia óptica. Es como preguntar:
¿Tiras al tejado de tu vecino, cuando eres también vulnerable?
Si se quiere una respuesta contundente, ahí están los procedimientos de la medicina tradicional
y natural, que hoy son reenarbolados como si fueran el descubrimiento más sensacional de
fines del siglo XX, a pesar de haber sido enjuiciados por la medicina ortodoxa occidental
durante más de 100 años y haber cedido a este empuje en aquella época.
Reitero que creo en esa verdad y no en una falsa y hueca intención que ha de superarse para no
destruirse a sí misma ni quedar en el plano de una seudociencia.
HIPNOSIS Y FISIOLOGÍA.
Resulta interesante esta relación, no sólo por su enorme importancia, sino por el modo
en que ha sido tratado desde hace ya algún tiempo y en la actualidad.
Diversas son también las experiencias que persiguen medir con electroencefalogramas,
electrooculogramas y electromiogramas los diferentes niveles de los ritmos alfa, beta y theta,
de los movimientos oculares y del tono muscular. Ello ha servido a la vez para fundamentar
teorías que tratan de explicar las relaciones entre el nivel de vigilia y el sueño.
La mayoría de los autores entienden por nivel de vigilia un determinado grado de claridad de
la conciencia, aunque puede ser considerado como el nivel óptimo del tono de la corteza, que
permite realizar consciente o voluntariamente las actividades de cualquier índole.
cortical, dado por la activación ascendente de la formación reticular (15); y viceversa: A bajo
nivel de vigilia - bajo tono cortical y un descenso o desactivación de la formación reticular.
Sin embargo este elemento, desde el punto de vista neurofisiológico, llevó a confundir e
identificar el nivel de vigilia y conciencia, lo cual es un aspecto vulnerable en alguna medida,
pues si bien es cierto que se requiere un determinado nivel de vigilia como premisa para la
toma de conciencia, ésta no constituye la condición fisiológica exclusiva para su existencia en
mayor o menor grado.
Ejemplo de ello es el sueño paradojal rápido, durante el cual un sujeto puede recibir
información efectiva en ese estado; proceso al que Martínez Perigod y Asís (1) denominan
hipnosis a través del sueño fisiológico, que expresa una clara disociación entre el nivel de
vigilia y el mecanismo de fijación de huellas.
También los trabajos de Segundo acerca de la capacidad de distinguir señales sonoras durante
el sueño se refieren a esta disociación, pero ya entre el nivel de vigilia y los mecanismos de
reproducción de las huellas siempre aludiendo a la posibilidad de una reacción selectiva y un
nivel muy exquisito ante los estímulos.
Coincido con Bassin en que estas disociaciones, aunque no explícitas, habían sido planteadas
por Pávlov cuando describió los llamados puntos de alerta o de guardia que podían observarse
particularmente en la conducta de la madre dormida al escuchar el llanto de su bebé.
Se impone aquí como una consecuencia el análisis de que las diversas formas del
funcionamiento cerebral relacionadas con los niveles de conciencia, tienen una independencia
relativa del nivel de vigilancia, lo cual equivale a decir que a niveles más bajos de vigilia
pueden generarse actividades concientizadas capaces de ser recordadas, porque se han
establecido y fijado selectivamente al evocarse bajo ciertas condiciones. Algo parecido pudiera
ocurrir quizás con un contexto diferente, pero que ilustre esta relación no lineal y directa con
los estados de alteración de conciencia, en los que aún, cuando el nivel de vigilia es elevado,
se imposibilita la selección de los contenidos a concientizar.
La psicología Rusa fue quizás la primera en reconocer este problema que se remite a sus
orígenes filosóficos concernientes a una concepción fisiológica, y también la pionera en dar
respuesta al hecho de que no siempre un descenso del nivel de vigilia se acompaña de una
reducción del funcionamiento adaptativo del cerebro y de que la activación o nivel de vigilia
109
es tan funcional para los niveles conscientes como para los inconscientes, por lo que no puede
limitarse el nivel de vigilia al inconsciente.
El psicoanálisis más puro nunca vio al inconsciente desde una perspectiva neurofisiología, por
cuanto Freud y sus seguidores hablaban de la improductividad de las categorías fisiológicas
como medio de elaboración de concepciones psicológicas (8).
Mucho se ha dicho de toda esta problemática en los últimos 30 años, y en cierta medida se han
producido descubrimientos interesantes en materia neurofisiológica. Entre estos hechos
figuran:
El efecto de excitación nerviosa depende no sólo del sitio donde se aplica la estimulación, sino
de la calidad del estímulo.
Los trabajos de Livánov, Anotjin y Rusinov, entre otros, aportaron importantísimos datos
acerca de la relación dable entre las formas diferenciadas de la actividad funcional del
organismo, el tono reticulocortical y la dependencia del estado funcional de la formación
reticular diferente de las influencias reguladoras, que en vez de ser reticulocorticales son
corticorreticulares.
Un último elemento, a mi criterio descollante y expresado por Jasper, dado por el aumento de
la actividad eléctrica de las neuronas y no en pocas oportunidades en períodos de descenso del
nivel de vigilia y de sueño profundo.
Todo esto llevó a formular dos grandes conclusiones según Bassin (8):
Estas aseveraciones tal vez parezcan elementos que contradicen la doctrina clásica pavloviana
y puede ser que haya suficiente razón para ello, pues cada día más toma fuerza el criterio de
que no es precisamente un proceso de inhibición generalizada el que provoca el sueño, sino
más bien que aún cuando exista la fase de sueño, pueden darse procesos de activación, tal
como expresaron Godín y Mandel al sostener, a través de sus investigaciones, que durante el
sueño se incrementa la afluencia de sangre al cerebro, apenas varía la actividad metabólica de
las neuronas y se mantiene el consumo de oxígeno por el cerebro en los mismos niveles que en
el estado de vigilia; todo lo cual implica una activación.
110
Hernández (8) sustenta también que el sueño, en cualesquiera de sus formas, es un proceso
activo, de modo que polemiza con Pávlov en cuanto al criterio de inhibición generalizada;
pero a la vez atenúa su debate al no cuestionar la participación de la neocorteza en la
determinación de la sincronización del sueño y admite la influencia de los lóbulos frontales y
temporales, a través de irradiaciones corticocentrífugas, sobre el sistema hipnógeno.
Por ejemplo, Maruzzi enfatiza el concepto del estado activo de las neuronas durante el sueño,
que incrementan las descargas y facilitan las respuestas corticales, respectivamente. Dice
además que "es innegable que la inhibición en masa de las neuronas corticales, postuladas por
Pávlov no existe; mas no se puede dudar de la existencia de una inhibición condicionada pre o
posthipnótica de las formaciones interpuestas, vinculadas con el sueño" (8).
Considero factibles las respuestas y tal vez me vea precisado a tomar los puntos coincidentes
con estas aseveraciones, fundamentalmente las de Hernández y Maruzzi.
El mero hecho de los "puntos de vigilancia" patentiza la necesaria disociación entre las zonas
de inhibición y el nivel de actividad cortical y revela su renovada vigencia, pues aunque la
ciencia y las investigaciones actuales aportan nuevos elementos, aún muchos de la doctrina
Pavloviana permanecen inconmovibles a los embates de novedosas hipótesis que están siendo
esgrimidas hoy en día.
Tal vez este elemento pueda ser capaz de fundamentar las investigaciones más recientes sobre
el papel de los hemisferios cerebrales en el proceso hipnótico; que aunque se halla en un plano
hipotético, va ganando adeptos.
HIPNOSIS Y MEDICINA.
Fue precisamente en este campo donde la hipnosis se expansionó científicamente. Los trabajos
de Mesmer, Charcot, Berheim, Janet, Breuer, Freud, Bejterev, Babinski, Sviadoch, Platonov y
muchos otros, mostraron el camino a seguir y la validez de una opción clara y precisa: el de la
hipnosis terapéutica.
Variados son los usos de la hipnosis en el campo de la Medicina, pues van desde las afecciones
psiquiátricas típicas hasta las entidades psicosomáticas, respondiendo de una manera plena a
las necesidades de afrontamiento que en materia de salud tienen estas enfermedades para su
manejo, y en otras especialidades donde el empleo de la hipnosis es cada vez más frecuente y
cuyos resultados son alentadores, como ocurre en odontología y sus diversos procederes,
Cirugía, Anestesia y Ginecoobstetricia.
Ya desde los tiempos de Breuer con los métodos de la hipnocatarsis, se abordó el tratamiento
de la neurosis con bastante éxito.
Lo aportado por Freud en cuanto a la regresión para observar y conocer los elementos propios
de los primeros años de vida, permiten a la hipnosis contactar posibles efectos
psicotraumatizantes y angustiantes, que luego son reprimidos para evitar precisamente la
alteración, pero que casi siempre están latentes y muchas veces son causas inconscientes de
alteraciones en la adultez, sobre todo en la personalidad.
El tratamiento de los pacientes histéricos mediante hipnosis, entre los cuales descollaron como
terapeutas Charcot, Janet, Freud, y Breuer fundamentalmente, y que en la actualidad sigue
manteniendo un empleo, si bien no tan intenso como en los momentos de esplendor, es una
muestra elocuente de su uso en las alteraciones psicológicas.
112
La literatura médica recoge una gran variedad de enfermedades a tratar en este campo, entre
las que se incluyen las fobias, alopecias, terrores nocturnos, insomnio, tartamudez, enuresis y
hábitos bucales deformantes, las cuales han sido tratadas con bastante éxito en nuestro medio.
Por ejemplo, fobias a la oscuridad, a las ranas, a las cucarachas, a las lombrices, a los animales
como perros y gatos, a la violencia y conflictos sociales y al odontólogo han sido tratadas
satisfactoriamente en nuestro consultorio. Varios niños y adolescentes de los dos sexos han
dejado de presentar enuresis después de la aplicación de esta técnica. Igual que las alopecias
psicógenas, la tartamudez y el insomnio,
En cuanto a las enfermedades psicosomáticas cuyo espectro es muy amplio, cabe decir que la
hipnosis ha demostrado ser útil en los hipertensos, asmáticos, personas con afecciones
cutáneas como eccemas, verrugas, psoriasis, liquen plano y neurodermitis. Son interesantes los
trabajos que en esta rama (dermatología) efectuaron en Rusia los investigadores: Zheltakov,
Kortamysher, Milich, Ionkonogi y Miskerich; y en Cuba: Martínez Perigod, Soto Vázquez,
Cobián y colaboradores.
Si bien es todo un éxito controlar la crisis de los asmáticos en su fase aguda, más estimulante
resulta reconocer que en estos momentos, tanto niños como adultos se favorecen
considerablemente con este tratamiento, sobre todo en los períodos intercrisis.
Es creciente el empleo de la hipnosis para el tratamiento del dolor crónico, tanto para combatir
afecciones reumatológicas como odontológicas, migrañas y cáncer. En nuestro medio hemos
tenido experiencia con estos tipos de pacientes, y aunque no siempre el dolor es eliminado, si
se logra cuando menos el alivio.
113
Varios casos se han tratado en el campo de la odontología, cuyos positivos resultados han
promovido investigaciones oficiales con el uso de la hipnosis para erradicar la respiración
bucal y la succión digital como hábitos deformantes.
En relación con la cirugía, no son pocos los trabajos que abordan su aplicación en la general y
en la estética. Lo más importante de ello es su uso en operaciones electivas, aunque en otros
países se utiliza incluso en las urgencias quirúrgicas.
Igualmente ha sido empleada para mitigar el dolor en las quemaduras, aun cuando abarquen
hasta un 80% de la superficie corporal, según se recogen en estudios realizados en el National
Institute For Burn Medicine de Estados Unidos, que dirige el Doctor Leova Bowdeu (18),
donde también se ha utilizado para acelerar la cicatrización.
Son muy válidas las aplicaciones de la hipnosis en los pacientes alcohólicos y fumadores, en
los cuales estimula la deshabituación, así como en aquellos pacientes que consumen sustancias
o drogas psicoactivas muy nocivas para la salud.
114
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS.
Quinta parte
Dr. Alberto Ochoa Govin.
1. Sueño fisiológico
2. Sueño ortodoxo
3. Sueño paradójico
4. Sugestión y sugestionabilidad
5. Sugestión en estado de vigilia
6. Sugestión en estado hipnótico
7. Sugestión en el sueño natural
8. Controversias actuales sobre sueño e hipnosis
9. El sueño paradójico inducido por hipnosis
10. Electroterapia cerebral o electrosueño.
Los fenómenos producidos durante la hipnosis, así como la definición y nomenclatura, siguen
siendo objeto de controversias, prejuicios y hasta de desconocimiento en el mundo científico.
115
Esto quizás explica la utilización de diferentes términos para hacer referencia a un mismo
fenómeno y la confusión entre éste y el procedimiento utilizado para su obtención.
Es importante tener un claro concepto de lo que es sugestión, hipnosis, sueño y estado alterado
de conciencia. Este capítulo está dedicado a explicar dichos conceptos, para tener una base
adecuada que nos permita comprender otros aspectos teóricos y metodológicos de la inducción
hipnótica.
En primer lugar, debemos conocer qué es un estado alterado de conciencia, pues este término
abarca tanto a la hipnosis como al sueño normal.
SUEÑO FISIOLÓGICO.
SUEÑO ORTODOXO.
Es conocido también como sueño lento, sueño no REM y sueño sin movimientos
oculares rápidos. Son períodos de sueño que en el hombre están caracterizados
electroencefalográficamente por ondas lentas de alto voltaje y puntas más rápidas de 12 a 14
Hz. El pulso y la respiración son bastante regulares y se retiene cierto tono en el sistema
osteomuscular.
El doctor Orlandini plantea que este tipo de sueño ocupa de 75 a 80% del sueño real de un
adulto joven y en esto coincide con Williams. En la etapa 1 hay mezcla irregular de ondas
theta, actividad aleatoria de bajo voltaje, alfoide ocasional y aislada (de 1 a 2 Hz), ondas alfa
ocasionales, movimientos oculares lentos y persistencia del tono muscular.
La etapa 2 contiene actividad de husos (de 12 a 14 Hz) y ondas lentas de alto voltaje del
sueño anterior. Se caracteriza además por ritmo theta, bajo voltaje, aparición de los husos de
sueño y los complejos K, con ausencia de movimientos oculares rápidos y persistencia del
tono muscular, que también existe en la anterior.
117
En la etapa 3 aparecen los ritmos delta con alto voltaje, persiste la ausencia de movimientos
oculares rápidos y surge una reducción del tono muscular.
La etapa 4 continúa el ritmo de movimientos oculares rápidos y una marcada reducción del
tono muscular.
Las etapas 3 y 4 contienen una proporción crecientemente mayor (hasta 100%) de ondas delta
(de 1 a3 Hz) de gran amplitud, además de trazos de husos.
Kales y Kales describen que la etapa 1 dura entre 5 y 10%; la etapa 2 entre 50 y 55%; la etapa
3, 10%, y la etapa 4, 10%.
§ Segunda fase: ondas lentas de alto voltaje, que alternan con zonas de bajo voltaje.
Presencia de husos (complejo formado por la sucesión de ondas rápidas de 12 a 14 Hz, con
aspecto creciente-decreciente) y protrusiones parietales o puntas de vertex.
§ Tercera fase: ondas lentas, de alrededor de 2 Hz, de alto voltaje, más continuas, con husos
de sueño.
§ Cuarta fase: predominio de las ondas lentas de alto voltaje, sin la presencia de husos de
sueño (llamados spindles en la literatura sajona). Las ondas lentas tienen una frecuencia de 1 a
3 Hz.
En la tabla número 1 se expresan las etapas del sueño fisiológico y el comportamiento del
electroencefalograma (EEG), electrooculograma (EOG) y el electromiograma (EMG).
Tabla número 1. Etapas del sueño fisiológico teniendo en cuenta los estudios
neurofisiológicos.
SUEÑO PARADÓJICO.
También conocido como sueño MOR (siglas que significan movimientos oculares rápidos),
sueño rápido, sueño pontino, sueño paradojal, sueño romboencefálico y sueño onírico. En
inglés se le conoce como REM sleep (rapid eyes movements sleep), sueño de movimientos
oculares rápidos, por lo que algunos autores de habla castellana también le llaman sueño REM
en español.
Jovanovic destaca que existe exaltación de las funciones vegetativas al nivel de vigilia y que
se presenta erección fálica.
119
Desde el punto de vista psicológico aparecen sueños de actividad onírica) que generalmente
son recordados de forma clara, y se consolida la memoria a largo plazo.
Por otro lado se observa: aumento de la resistencia eléctrica de la piel, irregularidad de los
ritmos cardiaco y respiratorio, y frustraciones en la tensión arterial y en el pulso. Se produce la
recuperación real del organismo por una mayor producción de RNA.
El sueño paradójico presenta componentes fásicos y tónicos, siendo los primeros los
movimientos oculares rápidos y los segundos la actividad del EEG y la atonía muscular.
Kales y Kales refieren que el sueño paradójico ocupa 20% del sueño total, con una
probabilidad de error de 0,05.
Cuando existe en una persona con insomnio grave, según plantean Fisher y Dement, y
Rohmer, aparece un solo ciclo de sueño.
Este sueño puede ser inducido por sugestión hipnótica. Se reduce la experiencia a partir de
estímulos externos y se produce fantasía visual vívida, incluso con contenido psicotrónico.
Las distintas etapas del sueño ortodoxo y del sueño paradójico se combinan en forma irregular.
La posible secuencia de los dos primeros ciclos de sueño sería: vigilia-1-2-3-4-2-sueño
paradójico-2-3-4-3-2-sueño paradójico.
120
SUGESTIÓN Y SUGESTIONABILIDAD.
El Dr. James Braid acuño el término hipnosis después de darse cuenta de que no hacían
falta pases magnéticos ni fluidos misteriosos para llegar a este estado; dado que era parecido al
sueño fisiológico, le llamo con tal denominación (hipnos en griego significa sueño). Tanto él
como otros descubrieron que una de las características de este estado era la sugestionabilidad,
es decir, la voluntad y capacidad de discernimiento del sujeto quedaban sensiblemente
reducidas y las órdenes y sugestiones (sugerencias) que venían dadas por parte del hipnólogo
eran aceptadas. Ello dio lugar por ejemplo a operaciones de cirugía mayor sin ningún tipo de
anestesia química, en las que al sujeto se le decía que no sentiría ningún dolor, cosa que
sucedía.
James Braid cirujano escocés establece por primera vez que para producir el trance
sonambúlico, no es necesario la intervención ni si quiera de un magnetizador ni tampoco de
ninguna energía o fluido misterioso. A partir de sus investigaciones, a este sueño de origen
“nervioso” se le denominará “hipnotismo”, término que ha llegado hasta nuestros días. Braid
ordenó a un criado suyo que se quedase quieto mirando la llama de una vela... sin mayor
intervención, éste entró en un estado de sopor hipnótico.
En realidad es el propio individuo quien se hipnotiza, por tanto podríamos afirmar que sólo
existe la auto-hipnosis. El hipnólogo lo único que hace es ir marcando los pasos o pautas para
que su paciente vaya entrando progresivamente en el trance. Otra de las ideas mal entendidas
de la hipnosis es que en dicho estado no podemos enterarnos de lo que sucede (pérdida de
conciencia), que se pierde el control sobre el propio comportamiento o que al despertar no
recordaremos nada; esto no es totalmente absoluto y sólo en determinadas ocasiones se da,
cuando se alcanza un nivel bien profundo y la persona queda totalmente dormida y no
recuerda muchas o todas las cosas. Por tanto cualquier persona en un estado de atención aguda
puede llegar a la hipnosis, ser consciente y recordar después todo lo que ha sucedido.
El punto de excitación concentrada provoca una inducción negativa que elimina las influencias
colaterales que puedan existir, por lo que las posibles asociaciones dadas mediante ciertos
estímulos no influyen conscientemente sobre el sujeto. Es importante señalar que mientras
mayor sea el proceso de excitación provocado por la sugestión verbal más significativa será la
inducción negativa que rodea al foco de excitación creado.
Una sugestión se hace mucho más intensa a medida que mayor sea el foco de excitación que
provoque la influencia verbal; esto quiere decir que si una sugestión verbal se apoya en
reflejos condicionados que estén formados en una persona determinada, y sobre esto suma la
influencia sugestiva, la misma será mucho más sólida. Por ejemplo, si una persona lleva varias
horas sin ingerir alimentos y se le sugiere que tiene mucha hambre, esto hace que se aumenten
considerablemente los deseos de comer. De igual forma sucede con las sugestiones que
expresan agrado.
La sugestión actúa como medio o forma de acción sobre la psiquis de las personas, es decir,
que interviene sobre la percepción, el pensamiento, la memoria, la afectividad, la voluntad e
influye en la conciencia.
En toda sugestión existen, según Kulikov, cuatro elementos: el inductor, que representa de
dónde surge la sugestión y que puede ser un individuo o un colectivo de individuos; el
segundo elemento lo constituye el contenido de la sugestión, es decir, lo que indica la acción,
que pueden ser ideas, pensamientos, sentimientos, acciones; el tercer elemento de la sugestión
es el proceso mismo de la acción de una persona sobre otra, y el último elemento lo forma el
sujeto al que va dirigida la sugestión.
Por medio de la sugestión se puede influir directa o indirectamente sobre la fuerza o intensidad
de los fenómenos psíquicos, aumentando, o disminuyendo las capacidades, modificando
umbrales, incluso hasta cambiando el reflejo adecuado de la realidad objetiva, modificando
actitudes en las personas.
El hombre desde que nace está bajo el efecto de la sugestión, entra en un sistema de relaciones
sociales que influyen en él. Por ejemplo, el estado de ánimo de la madre (optimista, pesimista,
excitado, melancólico) influye sobre la actividad física y mental del niño.
122
Plátonov considera que la sugestión es una influencia no argumentada que está dirigida hacia
un fin y que la misma da la orientación a las ideas y conducta de las personas, convirtiéndose
en el motivo de la conducta, y actualiza y retuerza aquello que debe estimular las acciones e
inhibe lo que las estorba.
En la medida en que exista mayor confianza en la persona que induce la sugestión, ésta
adquiere una mayor significación, llegando a provocar en el oyente las ideas, imágenes,
sensaciones, como si en realidad se estuvieran experimentando y esto se hace aún más
significativo si se apoya en reflejos condicionados adquiridos en la experiencia del sujeto y si
las sugestiones verbales tienen un contenido lógico que inhiba el posible grado de
contrasugestión.
El mayor peso de la sugestión está representado por la palabra, por el contenido de lo que
expresa el discurso del que dirige la sugestión.
Es necesario recordar que toda sugestión establece un foco de excitación en la corteza y que
éste, a su vez, inhibe por inducción las demás zonas, formando un potencial de acción; sin
embargo, también la mímica, los símbolos y los atributos (banderas, escudos) pueden
provocarlo.
Por ejemplo, la música de un himno o de una marcha puede levantar el valor de un grupo que
se encuentre en una batalla, aunque esté en desventaja de armamentos o de efectivos. En la
guerra independentista de Cuba, en el pasado siglo, el ejército de mambises dio muestra de
esto con sus toques de trompeta (a degüello) que aumentaban su coraje y los lanzaban a golpes
de machete contra los españoles, que en cambio poseían armas de fuego. El mismo toque de
trompeta producía un efecto contrario en los españoles, los atemorizaba y debilitaba. Con este
ejemplo queremos dejar ver que un mismo estímulo sugestivo puede tener significados
diferentes, pues actúa en dependencia de los reflejos condicionados que se han formado
anteriormente en los sujetos que reciben la sugestión.
La mímica, los símbolos y los atributos actúan como una representación codificada o cifrada
que adquiere significado de reflejo condicionado tomando el lugar de la palabra, de la esencia
del factor verbal y de la significación y la actitud de las personas hacia ellos.
La sugestión es hasta cierto punto una influencia no crítica, pero que no mantiene siempre el
mismo grado, ya que, por ejemplo, en el sueño hipnótico la actitud no crítica es mayor que en
el caso de la sugestión en estado de vigilia.
123
A cada sugestión siempre se opone una contrasugestión que se relaciona con las convicciones,
opiniones, normas, intereses, ideología y otras particularidades de la psicología de cada
persona. Por eso es tan importante conocer profundamente al sujeto a quien se le va a trasmitir
una sugestión, con vistas a tener en cuenta estos factores para no provocar una oposición
mayor.
Esto significa que una sugestión no provoca siempre el mismo efecto en todas las personas, ni
incluso en el mismo sujeto.
Un ejemplo de la aplicación de este esquema puede ser la llamada muerte vudú en tribus de
África y en algunas de las Antillas. En muchas culturas primitivas, los miembros de la tribu
suponen que el médico brujo posee poderes vudús o mágicos suficientemente fuertes como
para curar o matar a las personas de su tribu. Si alguien en el grupo trasgrede las normas o
prohibiciones, el médico-brujo puede anatematizarlo mediante ritos y maldiciones. Los demás
miembros de la tribu toman por muerto al anatematizado y éste se refugia en su vivienda o
vaga solitario por los bosques para ocultarse por la vergüenza. Si la creencia del individuo en
los poderes del médico-brujo es suficientemente grande, el efecto de la sugestión es tal que
muere uno o dos días después de pronunciada la maldición en su contra.
Cannon pudo confirmar la autenticidad de por lo menos treinta muertes vudús en África. La
palabra del médico-brujo (estímulo) actúa sobre las creencias y temores del trasgresor
(condiciones internas del sujeto) y se produce la muerte (respuesta). Como explican Hiebsch y
Vorwerg, al derramar demasiada adrenalina, en el trasgresor se produce un elevado tono del
simpático que provoca un rápido ascenso de la presión sanguínea, al mismo tiempo que se
estrechan los vasos sanguíneos. Esto viene aparejado generalmente con extrema anorexia, y
por la intensa carga de la circulación sanguínea el individuo puede morir de ataque al corazón
Existen tres tipos de sugestión: sugestión en estado de vigilia, sugestión en estado hipnótico y
sugestión en estado de sueño natural.
124
Esta forma de sugestión puede ser utilizada en estado de vigilia, pero también es aplicada
cuando se trabaja en sueño hipnótico, superficial o profundo.
La sugestión directa establece un sistema de conexión con la acción que se solicita y surge un
mecanismo complejo que no se puede reducir a la forma mecánica de estímulo-respuesta.
Sugestión indirecta. Es necesario definirla como aquella que utiliza un recurso intermediario
para provocar la reacción que se espera; emplea placebos que apoyan la sugestión. Por
ejemplo: Estos medicamentos que va a tomar, harán que usted duerma mucho mejor. Es decir,
que se acude a un estímulo complementario que adquiere un nuevo significado como señal
gracias a la sugestión directa.
Una ventaja que ofrece la sugestión indirecta es la menor oposición que ofrece el paciente a la
sugestión, pues parte de un estímulo externo que tiene un significado lógico para el mismo y
sobre éste se establece el reflejo condicionado.
Por lo general las personas en su experiencia práctica han establecido un sistema de símbolos
que indican un contenido. Por ejemplo, los analgésicos disminuyen considerablemente los
dolores. Cuando se le dice a un paciente que un medicamento inerte le eliminará un dolor
determinado, el producto adquirirá automáticamente esa acción y producirá el mismo efecto
que el analgésico (efecto placebo). De esta forma la sugestión indirecta se sostiene en un
reflejo condicionado establecido anteriormente en el sujeto y que es reforzado por la
influencia verbal.
125
Tanto la sugestión directa como la indirecta deben estar dirigidas de forma que la oposición
contrasugestiva del paciente sea la menor posible, que se base mayormente en la lógica y en la
razón, y no precisamente en objetos o medios que puedan reforzar ideas supersticiosas.
La sugestión en estado de vigilia, sea directa o indirecta, debe apoyarse en estímulos reflejo-
condicionados con vista a que el paciente presente menos posibilidad de oposición. El tono
que debe usar el inductor cuando trabaja la sugestión vigil debe ser imperativo, seguro.
Las consignas deben realizarse con frases cortas, comprensibles y repetidas. Pávlov decía que
la sugestión debe tomar la significación de un estímulo breve, aislado e íntegro y esto la hace
intensa.
Una palabra es un agente de por sí reflejo condicionado y recoge, a su vez, todo el contenido
histórico que la misma representa por medio de significaciones establecidas por el sujeto. Es
precisamente la palabra la que va a permitir el establecimiento de nuevos reflejos
condicionados o modificar los existentes que provocaban reacciones patológicas.
El efecto sugestivo que toma la palabra en una persona se relaciona estrechamente con sus
condiciones internas, es decir, con los intereses, necesidades, aptitudes, carácter,
temperamento, orientación y rasgos de la personalidad, así como con la conciencia y los
procesos afectivos, cognoscitivos y conativos. Al mismo tiempo altera las interacciones
sociales inmediatas del individuo. Por ejemplo, cuando un sujeto es hipnotizado en presencia
de otro o de un auditorio, éste recibe la influencia sugestiva indirecta por un reflejo de
imitación. Este principio es el que fundamenta la sugestión e hipnosis colectivas.
Mucho han sido criticadas las técnicas sugestivas. Sin embargo, no existe un médico que no
las utilice, sea consciente o inconscientemente.
Un medicamento cualquiera, por muy positivos que sean sus resultados, no tiene éxito si no se
acompaña de la palabra (Esta medicina le aliviará su malestar). Esto determina que un mismo
medicamento adquiera significados diferentes cuando es recetado por diferentes especialistas.
Para resumir, podemos decir que la sugestión vigil, sea directa o indirecta, es un recurso
extraordinariamente significativo en cualquier tipo de proceso terapéutico y que la misma no
tiene contraindicaciones, pues los efectos contradictorios que se le pueden criticar se deben a
un deficiente manejo de ella (yatrogenia) o a falta de ética profesional.
La hipnosis puede ser inducida por la sugestión verbal por impresiones auditivas o visuales, o
por movimientos repetidos en forma monótona, como ocurre en determinados rituales, con
danza o música rítmica. Se asemeja electroencefalográficamente al patrón del sueño ligero o
de la etapa 1 del sueño ortodoxo, es decir, aparece alfa intermitente y de menor amplitud,
domina la actividad alfa desincronizada similar a la del registro de vigilia activada. Es una
inhibición parcial que se produce en la corteza cerebral.
Disminución del nivel de atención, lo que lleva implícito una menor actividad
electrooculográfica.
Con los ojos abiertos, con los ojos cerrados o durante la solución de un problema aritmético,
los sujetos hipnotizados tienen un ritmo de movimientos oculares rápidos (MOR/minuto)
significativamente menor que los sujetos en estado de vigilia bajo cualquiera de las tres
condiciones señaladas.
Nistagmo optocinético.
Las investigaciones de Nevsk muestran los cambios electroencefalográficos
producidos en un sujeto que pasa del estado de vigilia al de hipnosis. Aparecen cuatro
fases bioeléctricas:
Fase de nivelación del ritmo.
Fase de los husos alfa.
127
Como se puede apreciar en estas cuatro fases, se produce una disminución del ritmo alfa hasta
que desaparece por completo. Por otro lado, el ritmo beta se debilita y las curvas de la
corriente eléctrica del cerebro se encuentran fuertemente condensadas.
Hipnosis simple. También conocida por catalepsia palpebral. El sujeto no puede abrir los ojos
ni hacer movimientos voluntarios. Cuando abordemos los pasos de la hipnosis detallaremos
más las características de la etapa y los procedimientos para llegar a ella.
En la hipnosis simple aparece lo que Nevsk denomina fase de nivelación del ritmo, es decir,
que en el EEG aparece una nivelación del ritmo alfa; la amplitud de las ondas alfas bajas va en
ascenso, las altas descienden o no se modifican y la modulación de la ondulación se atenúa.
En la tabla número 2 se expresan las etapas del sueño hipnótico y el comportamiento de los
estudios neurofisiológicos.
Hipnosis media. Se caracteriza porque el paciente entra en sueño hipnótico y debe existir
convergencia de los globos oculares. No es una etapa profunda de hipnosis y generalmente se
recuerdan los experimentos realizados en esta fase. Se establece una inhibición incompleta de
la corteza cerebral y durante este estado existe una división funcional consistente en que
determinados sectores corticales se encuentran dormidos y otros, en forma paralela,
permanecen despiertos. Se mantiene una zona de vigilia o punto de guardia a través de la cual
se conserva el rapport con el hipnotizador.
En la hipnosis media hay catalepsia braquial, relajación profunda y otras características que
serán mencionadas cuando hablemos de los pasos de la hipnosis.
Hipnosis profunda. Esta fase se conoce por etapa sonambúlica. En la misma es posible
realizar todos los fenómenos especiales de la hipnosis.
Se caracteriza por pérdida del recuerdo de lo que se hace y se dice (amnesia profunda), se
puede establecer bloqueo de los receptores, anestesia superficial, profunda y llegar incluso a la
catalepsia general, a un mayor poder muscular (hiperpraxia) y al recuerdo de experiencias
extinguidas en la conciencia del sujeto (hipermnesia), así como a la regresión de la edad a
sugerencia del hipnotizador. En capítulos venideros se abunda más sobre las características de
esta etapa.
Desde el punto de vista electroencefalográfico, aparece ritmo theta de bajo voltaje (menos de 8
Hz) y desaparecen los ritmos alfa y beta característicos del estado normal de vigilia del
129
hombre. Las ondas beta se caracterizan por presentar una frecuencia de 4 a 7 Hz, por lo que la
etapa ha sido también denominada fase de las ondas beta.
Es necesario preguntarse qué es lo que sucede, por qué se responde a estímulos incluso de
menor intensidad y no a otros. La respuesta lógica es suponer que existe una selectividad en la
percepción del estímulo al que se va a responder; o sea, que las zonas que quedan en vigilia
están sumamente atentas a un tipo de estímulo determinado, mientras que los otros estímulos
no son capaces de provocar excitación.
Sobre la base del planteamiento anterior, se han realizado investigaciones con vistas a utilizar
la sugestión en estado de sueño natural. Para esto es necesario crear la activación de una zona
determinada de la corteza, pero que la misma no provoque el despertar del sujeto. Existen
métodos de inducción hipnótica que utilizan el sueño natural como medio inicial para pasar al
paciente al estado hipnótico.
Numerosas investigaciones han demostrado que durante el sueño natural las palabras de otra
persona son perceptibles y que las mismas lo despertarán o no, las recordará o no, según la
etapa del sueño y la significación personal de dichas palabras.
La mejor etapa de sueño natural para aplicar sugestión es la del sueño paradójico, donde se
consolida la memoria a largo plazo y se recuerdan los sueños de forma clara. Es necesario
destacar que es esta etapa la que más se parece al sueño paradójico inducido por hipnosis. En
el sueño ortodoxo por lo general se recuerda menos lo soñado y las sugestiones son menos
efectivas, pues es sumamente raro que puedan ser realizadas las representaciones de las
sugestiones dadas.
Por otro lado, Viazenski plantea que las sugestiones terapéuticas realizadas durante el sueño
natural son sometidas a amnesia, y está de acuerdo con Sviadosch en que es difícil establecer
rapport con una persona sumida, en estado de sueño natural. Nuestra opinión es que esto está
en dependencia directa con el estado del sueño de las personas, pues lo que ellos plantean
ocurre en el sueño ortodoxo, pero no así en el paradójico.
Las indicaciones deben comenzar en estado de sueño paradójico sugiriendo siempre sueño. Se
le indica, por ejemplo: Duerma... duerma profundamente... duerma cada vez más
profundamente. Usted siente mi voz…pero continúa durmiendo... Duerma... tranquila y
profundamente... tranquila y profundamente... Es necesario observar el ritmo respiratorio del
paciente y cuando se detecte que cambia después de las sugestiones, esto indica que se ha
establecido el rapport y que se puede pasar a las sugestiones terapéuticas.
Cuando se haya establecido el rapport y se comience a dar sugestiones, se debe comprobar que
el paciente las cumple. Para ello se utilizan sugestiones de levitación de los miembros; si esto
ocurre, se continúa sugiriendo sueño, haciendo siempre énfasis en que éste seria cada vez más
131
profundo. Una vez que se ha comprobado que la respiración del sujeto es igual que al
comenzar a trabajar con el mismo, se puede llevar la orientación de la sugestión verbal en la
dirección que se quiera, pudiendo ser como medio terapéutico para eliminar síntomas, como
medio hipnopédico para el aprendizaje o como medio experimental para realizar estudios
científicos.
Algunos terapeutas corrigen determinados síntomas o hábitos en los niños pequeños mediante
la sugestión durante el sueño natural. Para ello orientan a la madre a decir determinadas frases
(sugestiones) de contenido afectivo-modificador durante el sueño del niño. Por ejemplo:
Mamá te quiere mucho más cuando no te chupas el dedo o cuando duermes sin orinarte en la
cama, mamá te quiere más y te lleva a pasear.
Para que esta terapia sea efectiva es necesario que la persona que la ejecute (la madre) sea
orientada en cómo detectar por signos exteriores (movimientos oculares rápidos) o por el
tiempo de sueño, la aparición de la fase paradójica y a utilizar siempre frases de reforzamiento
positivo.
La hipnopedia, o uso de la hipnosis, del sueño natural o del estado hipnagógico para el
aprendizaje, se ha venido desarrollando desde hace muchos años. Ya en los años cincuenta, se
hicieron experimentos de aprendizaje de idioma coreano con marines norteamericanos, a los
que se les pasaban grabaciones en estado de sueño natural. El resultado fue extraordinario, ya
que los sujetos aprendían con rapidez dicho idioma en un período relativamente corto.
Para otros científicos, la hipnosis no puede ser clasificada cómo un estado de sueño, puesto
que éste cambia de modo bastante característico las corrientes bioeléctricas del cerebro, y
agregan que la base de la hipnosis no es el proceso de inhibición.
Algunos hipnólogos consideran que la hipnosis aumenta la actividad eléctrica del cerebro.
Otros plantean que la hipnosis crea un descenso o que se establece una desincronización con
ondas lentas.
Para otros, la hipnosis representa un estado de excitación intensa del cerebro (Mendel); para
Zimssen es un estado inhibitorio de la corteza cerebral; Verworn ve la hipnosis como el más
alto grado de vigilia; Béjterev decía que la hipnosis representa una modificación del sueño
natural y así existen infinidad de definiciones que debaten la cuestión de si la hipnosis es un
estado o no de sueño natural.
Pávlov plantea que en la hipnosis se producen procesos y efectos similares a los del sueño,
diferenciándose sólo en ciertas particularidades.
Por ejemplo, la hipnosis es un sueño que al inicio se limita sólo a un radio de acción y que
posteriormente se extiende, se propaga a los grandes hemisferios, hasta la región subcortical;
deja intactos únicamente los centros de la respiración, las contracciones cardiacas y el
denominado punto de vigilia.
Es decir, que considera la hipnosis no como un sueño completo, sino como un sueño parcial, y
señala que el sueño es una inhibición generalizada de los hemisferios cerebrales, con
excepción de los puntos de la corteza cerebral que se mantienen de guardia; en cambio, la
hipnosis es una inhibición parcial, pues ciertas zonas del cerebro permanecen despiertas y son
las que permiten el rapport con el hipnotizador, facilitando que el paciente duerma cuando está
en estado de inducción hipnótica, pero que al mismo tiempo pueda escuchar la voz del
terapeuta, comprendiendo y ejecutando las distintas consignas encomendadas.
Pávlov consideraba que una persona puede pasar del estado de vigilia al sueño hipnótico y de
éste al sueño natural.
Existencia de una zona de vigilia (punto de guardia) a través de la cual se conserva el rapport
con el hipnotizador.
Este último aspecto no diferencia totalmente al sueño hipnótico del natural, pues se ha
comprobado que en el sueño fisiológico se mantiene una relación con el medio.
Ejemplo de esto es la madre que se despierta automáticamente ante el aumento del ritmo
respiratorio de su hijo pequeño.
No nos detendremos a mencionar las posiciones que señalan a la hipnosis como un estado
regresivo (hipótesis atavística de los psicoanalistas culturalistas o neopsicoanalistas) y como
un estado disociativo o de fragmentación, ya que las discutimos en el capítulo, dedicado a la
evolución histórica del estudio de la hipnosis.
Son intercambiables, es decir, la sugestión hace más fácil el paso a la hipnosis a partir del
sueño fisiológico, y la extinción del estímulo sugestivo lleva al sueño normal y no a la vigilia.
Se obtienen movimientos oculares rápidos cuando una persona sueña y cuando se le sugiere en
estado hipnótico profundo que lo haga.
Ambos parten de un estado hipnagógico que evoluciona hasta un estado de disminución total
del tono muscular, y de igual actividad bioeléctrica en algunas fases de la hipnosis.
Se hace más lento el ritmo de respiración y disminuyen la frecuencia de los latidos cardiacos,
la secreción incondicionada de saliva y el metabolismo.
Existe un descenso del nivel de labilidad de las neuronas corticales cuando se aplican
estímulos luminosos rítmicos.
La hipnosis no tiene semejanza en ninguna de sus fases con el sueño ortodoxo en cuanto a la
actividad eléctrica del cerebro.
Es un estado de hipersugestibilidad.
Los cambios bioeléctricos en el sueño natural van más allá de los que se observan en la
hipnosis, con modificaciones más profundas y la aparición de oscilaciones bioeléctricas con
una frecuencia de 1 a 3 Hz. Estas oscilaciones tienen un carácter regular y potenciales
evocados hasta de 300 ó 400 mV, que no se ven ni en la hipnosis más profunda.
Desde principios de este siglo se conoce una nueva forma de sueño inducido
artificialmente que tiene enormes posibilidades terapéuticas. Se trata del electrosueño,
conocido también como electroterapia cerebral, sueño eléctrico, sueño electroterapéutico y
electrotranquilización, el cual fue descubierto en la Ex - URSS y se ha usado ampliamente
para el tratamiento de diversas enfermedades.
La corriente eléctrica débil que pasa a través del cerebro en el electrosueño tiene por lo general
una intensidad de 0,1 a 4,0 mA, frecuencia de repetición de ondas cuadradas de 10 a 250 Hz y
amplitud de pulsación rectangular o triangular con corriente directa de 0,1 a 6,0 ms. Estas son
las dimensiones más usuales, aunque varían mucho de acuerdo con el aparato de electrosueño
utilizado, el tratamiento deseado y los objetivos del terapeuta. Por ejemplo, si se quiere
producir anestesia (electroanestesia), lo usual es usar corriente alterna a una determinada
frecuencia de 100 000 Hz. También varían las especificaciones en cuanto a la combinación y
colocación de los electrodos (por lo general de oro-plata) en la cabeza del paciente.
Martinovitch señala que el electrosueño está asociado con un estado psíquico relajado o
placentero y con una baja actividad electromiográfica. Produce un aumento significativo del
sueño profundo de ondas delta (etapas 3 y 4) sin modificar el porcentaje de sueño paradójico.
Numerosos investigadores, entre los que podemos citar a Wageneder y Germann, Gindes y
muchos otros, mencionan las aplicaciones terapéuticas del electrosueño: tratamiento de
trastornos del sueño, trastornos del ánimo del tipo neurosis depresiva, neurosis de ansiedad,
neurosis obsesiva, depresión reactiva, melancolía, psicosis maniaco depresiva, esquizofrenia
catatónica, estados psicopáticos, logoneurosis, migraña, dermatosis prurítica, soriasis,
eccemas, epilepsia, enuresis nocturna, hipertonía, distonía vegetativa, trastornos
hipotalámicos, molestias dentro del contexto de un síndrome psiconeurovegetativo, asma
bronquial, corea, preeclampsia, toxemia del embarazo, leucorrea funcional, amenorrea
funcional, tuberculosis, parálisis y espasmo muscular, encefalitis viral, dolores fantasmas,
136
También puede usarse para producir analgesia o anestesia (cuando se produce un profundo
estado de inconsciencia hablamos de electroanestesia) o para la inducción de la hipnosis
(electrohipnosis).
Debemos señalar que no siempre el electrosueño implica que el paciente esté dormido. Con
frecuencia el sujeto se mantiene relajado y disfrutando de la activación de las estructuras
límbicas sin quedarse dormido. Por eso muchos autores prefieren hablar de electroterapia
cerebral, para así incluir a los sujetos que permanecen en vigilia.
No hay duda de que tanto el sueño natural como el inducido por electrosueño o electroterapia
cerebral (el sujeto puede permanecer durmiendo durante varios días si así se desea) tienen un
papel importantísimo en la salud física y mental del individuo y que constituyen un factor
determinante en la remisión de una variedad de trastornos psíquicos, psicosomáticos y
somáticos.
Asís ha sugerido el uso del electrosueño como un estado alterado de conciencia adecuado para
la investigación de la percepción extrasensorial.
137
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS.
SEXTA PARTE
Dr. Alberto Ochoa Govin.
1. La sugestibilidad
2. La resistencia
3. La simulación
4. El signo señal
5. Pruebas y escalas para medir la sugestibilidad hipnótica del paciente
6. Pruebas de susceptibilidad hipnótica
7. Recomendaciones para el uso de las pruebas de susceptibilidad hipnótica
8. Prueba de la caída hacia adelante o hacia atrás
9. Prueba del cuerpo oscilando o de oscilación lateral
10. Prueba de la caída por pérdida de las fuerzas del cuerpo
11. Prueba de los brazos extendidos.
12. Prueba del brazo pegado a la pared
13. Prueba del cuerpo pegado al asiento
14. Prueba de las manos pegadas luego del entrecruzamiento de los dedos.
LA SUGESTIBILIDAD.
138
Una persona puede ser más o menos sugestionable, pero siempre lo es; sin embargo, la
experiencia, delicadeza y ascendencia del hipnólogo puede acrecentarla disminuirla o inhibirla
si el proceder resulta inadecuado.
La sugestión es, a la vez, externa (mediante la palabra, por fascinación o potencia ligada a otro
estímulo verbal) y al propio tiempo interna (autosugestión), en dependencia ésta última de la
predisposición o disposición del sujeto para ser hipnotizado. Ello está dado, efectivamente, por
una cierta actitud que asume ante la sugestión como tal y que condiciona favorablemente la
sugestibilidad.
LA RESISTENCIA.
Otra especie de resistencia estriba en los temores que el sujeto es capaz de experimentar a
causa de:
Ciertos tipos de resistentes son más vulnerables a ceder ante la hipnosis, entre ellos los
conscientes y estos últimos; porque si existe un enfoque adecuado del problema, la actitud
resistente se modifica, en tanto haya seguridad afectiva y conocimiento del elemento cognitivo
de la causa de la resistencia, que al conscientizarse positivamente, se convierte en un
movilizador del cambio favorable.
Si analizamos los elementos expuestos anteriormente, podríamos afirmar que cualquiera puede
ser resistente y a la vez ser modificado.
LA SIMULACIÓN.
Es un elemento que debe tenerse en cuenta en nuestro quehacer hipnótico, puesto que hay
sujetos que captan todas las manifestaciones conductuales de otros en estado de trance y
simulan éstos en el trance también.
Por lo general estos sujetos cumplen "al pie de la letra" todas la orientaciones sugestoras, pero
con mayor rapidez que cuando se produce realmente en hipnosis.
Hay operadores que hacen el juego al simulador y logran hipnotizarle bajo los mismos
términos; sin embargo, de acuerdo con las características psicológicas del sujeto a hipnotizar,
puede optarse por este criterio de trabajo o interrumpir la sesión haciéndole saber (suave,
dulce y amigablemente) la necesidad de no engañarse a sí mismo, pues no podrá confundir al
terapeuta.
EL SIGNO SEÑAL.
Pueden servir de signo señal varias opciones; palmadas, chasquidos de dedos, apretón de
manos, una frase cualquiera pero siempre conectada con el terapeuta o hipnólogo, el cual debe
ser preciso y dejar claramente expresados las condiciones de su efectividad.
“Pronto despertarás, muy pronto, cuanto yo te diga despierta suavemente, lo harás sin ningún
problema; sin embargo, cada vez que yo te dé la señal CORO CORO, caerás irremisiblemente
en el sueño hipnótico.
La despierto y apto seguido digo: "CORO CORO", "CORO CORO", y si la señal es efectiva,
caerá en sueño hipnótico.”
Esta señal tiene una ventaja incuestionable y es que sintetiza el trabajo del terapeuta y
economiza tiempo. Ello evita que cada vez que haya que enfrentarse a un paciente al que
estemos hipnotizando, tengamos que realizar todo el proceder como si fuera la primera vez.
Siempre ha de dejarse selectivamente la acción del signo-señal para la eficacia del acto
hipnótico, bien para el terapeuta o para otra persona que ha de manejar el caso. Un ejemplo
elocuente de ello es que podemos pasar la acción a un familiar o a otro médico, como ocurre
en las embarazadas, a quienes tratamos como profilaxis psicológica para prepararlas a la hora
del parto, dejándole la señal que recibirá la acción por el médico o del acompañante para
proceder a un sueño hipnótico que le permitirá un parto seguro, relajado y feliz.
También lo usamos en casos de intervenciones quirúrgicas, para eliminar el estrés que implica
una nueva hipnosis.
141
La sugestibilidad constituye una característica de todo ser humano en mayor o menor cuantía y
su reconocimiento y confirmación para el proceso hipnótico es un elemento de gran
importancia.
La sola presencia de un hipnólogo con los atributos de poseer un buen rol profesional, ya es un
elemento de impacto y sugestión que debe ser aprovechado, partiendo del conocimiento de
cómo es la persona a hipnotizar y del empleo de técnicas eficaces y sencillas, entre las que
figuran las que mencionamos en este trabajo y que han demostrado su elevada efectividad.
Se conocen una serie de pruebas que han sido utilizadas por los hipnotizadores con vistas a
detectar a aquellas personas que son susceptibles a la aplicación de determinadas técnicas
hipnóticas. Estas pruebas nos dan una idea del grado de sugestibilidad de un sujeto.
Las pruebas que describiremos en este capítulo aplican recursos fisiológicos que facilitan
unidos a la sugestión y establecer una combinación fisiopsicológica que favorezca la aparición
espontánea de la sugestionabilidad del sujeto a quien se le aplican.
Las ventajas adicionales que tiene la aplicación de pruebas de susceptibilidad hipnótica son las
siguientes, Fortalece el rapport entre el hipnoterapeuta y el paciente. Prepara al sujeto,
psicológica y reflexológicamente para el relajamiento corporal completo, así como para las
sugestiones verbales bajo las que tendrá que interactuar en el proceso de inducción hipnótica.
Permite conocer cómo se comporta el individuo ante ciertas y determinadas sugestiones que se
le van aplicando.
Aunque estas pruebas no son las únicas que existen sí son las más usadas. Además,
nuestra recomendación parte de la experiencia práctica de haberlas aplicado a un número
significativo de sujetos desde hace varios años y comprobar que miden efectivamente lo que
se desea valorar, así como que nos permiten tener una visión general de la sugestionabilidad de
aquellos a quienes se apliquen, para seleccionar los métodos de inducción hipnótica.
Una vez establecido el rapport y obtenidos los datos de la anamnesis del sujeto, se le explicará
que se necesita su cooperación para realizar unas sencillas pruebas de reacción motriz que van
encaminadas a conocer su capacidad de respuesta desde el punto de vista médico. Debe
aclarársele al sujeto que estas pruebas son muy simples, que no tienen ningún tipo de
contraindicación y que es necesaria su cooperación activa para que las mismas sean
confiables. El paciente debe conocer que las pruebas se basan en el proceso de relajación;
nunca se empleará el término hipnosis ni sugestión. Se le orientará que trate de comprender las
consignas que se le darán y concentrarse en ellas.
Es importante crear en el sujeto una actitud científica hacia las pruebas, o sea, que las tome
seriamente. Bajo ningún concepto el individuo se debe sentir desafiado a vencer o ser vencido
en estas pruebas, por lo que es necesario poner énfasis en la importancia de la participación
activa del mismo.
Las consignas deben ser dadas en un tono de voz bajo, preferiblemente como un susurro en
forma mantenida y monótona, y con entonación imperativa. Nunca el sujeto debe recibir la
impresión de que existe inseguridad por parte del terapeuta; para esto es necesario que la voz
del operador sea pausada, firme y segura.
Cuando se emplace al sujeto a que trate de ir en contra de una sugestión mediante la consigna
"Intente...", ésta se debe dar en voz baja y sugerir automáticamente, de modo imperativo y con
una tonalidad de voz más fuerte, la consigna "No puede... imposible...”, para contrarrestar el
efecto.
La utilización de la voz en tono bajo obliga al individuo a concentrarse para poder captar las
consignas del operador.
El entrenamiento y la práctica van indicando las distintas tonalidades que en cada momento se
necesitan. Estas indicaciones son válidas también para el proceso de inducción hipnótica.
Cuando vayan a ser aplicadas las pruebas en sujetos del sexo opuesto con personalidad y
neurosis histéricas, no se puede dejar de valorar la posibilidad de que aparezcan vivencias
autosugestivas provocadas por la imaginación y la fantasía de este tipo de entidad nosológica,
que impliquen comentarios infundados en contra del terapeuta. Para evitar posibles
143
acusaciones, es necesario realizar las pruebas en presencia de una persona del mismo sexo que
la paciente, ya que siempre existe la posibilidad de que sujetos muy sugestionables entren en
un estado hipnótico profundo. Al mismo tiempo, la presencia de un tercero tiene
inconvenientes, ya que el paciente puede establecer resistencia por temor a hacer el ridículo,
pero este riesgo es necesario correrlo para evitar las complicaciones señaladas. A continuación
describimos las siguientes pruebas:
Se le pide al paciente, puesto de pie, que cierre sus ojos, una bien los pies en talones y
puntos y se relaje completamente. Una vez situado el paciente parado con los pies bien unidos,
el cuerpo relajado, los brazos a los lados del cuerpo. Es importante que se realice la maniobra
de levantar los brazos y soltarlos para comprobar que los mismos caigan relajados al
suspenderlos, completamente pesados y abandonados, efectuando un movimiento de péndulo
al caer.
Entonces se le dice: Yo pondré mis manos en sus hombros, y nos colocamos de frente si la
sugestión es con la caída hacia adelante, siempre en el mismo sentido de la caída, y se le
indica igualmente: Usted siente cómo su cuerpo se echa hacia adelante y no lo puede resistir y
no tendrá miedo porque nada malo le pasará.
Si la caída es hacia atrás, el hipnotizador se coloca detrás, pone sus manos en la espalda del
paciente y hace que el cuerpo del mismo se apoye ligeramente sobre la mano, dando la
sensación de sostén, el paciente debe mantener los ojos cerrados Inmediatamente se comienza
con las sugestiones verbales: Su cuerpo debe estar relajado, descansando sobre las manos... no
tenga miedo…deje todo su cuerpo relajado... los ojos cerrados…. No trate de abrirlos... los
brazos flojos, piense ahora que lo están empujando hacia atrás... su cuerpo relajado... no tenga
miedo...
Cuando se entienda que efectivamente el sujeto se encuentra apoyado sobre las manos y que el
mismo las ha establecido como punto de equilibrio, se comienza a aflojar la presión que se
tenía sobre la espalda y se continúa diciendo: Su cuerpo se inclina hacia atrás se inclina hacia
atrás... No tenga miedo... Los ojos cerrados...
Siempre debe existir entre cada sugestión un intervalo de aproximadamente tres a cinco
segundos y es necesario que la voz siga con la misma entonación y en forma imperativa.
144
Si nos encontramos con un sujeto sugestionable y, por ende, susceptible a la hipnosis, se podrá
observar que cae hacia atrás. Esta prueba es efectiva para los sujetos que presentan un alto
grado de impresionabilidad.
Puede ser que mientras siente su caída, despierte abruptamente por temor a dañarse, y será
nuestro deber tomarlo y calmarle de inmediato.
Se coloca al paciente de pie con las piernas bien unidas, los brazos al lado del cuerpo,
totalmente relajados. Es muy importante comprobar este último aspecto. Se le indica que no
tenga miedo y se le da confianza, sugiriéndole que cierre los ojos y repitiendo que mantenga
los pies bien unidos y el cuerpo relajado.
El hipnotizador debe situarse frente al sujeto, ponerle una mano en cada brazo y comenzar a
hacer un movimiento oscilatorio. Se le indica que piense en una sábana en blanco o en la
pantalla de un cine donde no estén proyectando ninguna película.
..Sus brazos relajados... Los ojos cerrados... no tenga miedo... No se va a caer... los pies bien
pegados... El cuerpo muy relajado... Cada vez más floja... Todos sus músculos sin ninguna
contracción...
Cuando, se ha comprobado que el movimiento tiene cierta estereotipia, que las manos del
hipnotizador no tienen que hacer mucha presión para que se produzca el movimiento, se le
indica: Ahora piense que esta sobre un barco. Un barco que se mueve... que se mueve... usted
se mueve como si estuviera en el barco... Para un lado y para otro se mueve... Se mueve...
Se retiran las manos de los hombros del sujeto y se le dan las siguientes sugestiones: Está muy
bien. Continúe... el barco sigue su movimiento... usted se mueve... de la misma forma... de un
lado para otro... de un lado para otro... ya su cuerpo se mueve y se balancea...para la derecha y
para la izquierda...
Esto debe coincidir con los movimientos que el sujeto está experimentando.
145
Cuando en él existe cierto mareo, las oscilaciones tienden a ser circulares; entonces se
indica: Ya es imposible parar, esos movimientos son automáticos... imposible
parar....imposible parar....aunque usted quiera... no puede parar ese movimiento...
imposible parar…imposible parar. Intente... no puede... imposible parar... imposible parar.
Estando de pie el sujeto, se le pide que una bien sus pies totalmente y que cierre sus ojos,
aclarándole que sentirá como a partir de ese momento su cuerpo oscilará cada vez más y que
nada malo habrá de sucederle. Cuando el cuerpo esté oscilando, se detiene el movimiento a
través de una orden verbal o sujetándolo suavemente. Este es también un elemento o ejercicio
demostrativo de sugestibilidad.
El porcentaje positivo que se obtiene con esta prueba en personas sugestionables es alto, pues
el movimiento estereotipado con los ojos cerrados provoca cierto mareo, que al unirse con las
sugestiones verbales producen cierta tendencia a que los movimientos se hagan involuntarios y
respondan a las indicaciones verbales del hipnotizador.
Puesto de pie, nos colocamos frente al sujeto, le pedimos que cierre sus ojos y
decimos: "Ejerceré una presión sobre tu cabeza que cuando sea muy fuerte para ti significará
que tus fuerzas te abandonan y caerás pero nada te pasará, pues te sostendremos".
Procedemos a oprimir con nuestras dos manos, aumentando la fuerza y será fácil observar
cómo las personas se doblan o caen rápidamente porque no hay fuerza que los sostenga.
Para evitar caídas y daños físicos debemos contar con un auxiliar que pueda ayudarnos a
sostener el cuerpo cuando éste caiga.
Se puede sentar al paciente o mantenerlo parado, pero los pies deben estar fuertemente
unidos y los ojos abiertos, los brazos extendidos paralela y horizontalmente, de modo que las
palmas de las manos estén vueltas hacia adentro y a una distancia de 15 a 18 cm entre sí.
Inmediatamente después se comienza con las sugestiones verbales siguientes: Su cuerpo debe
estar firme. Los pies unidos... las manos extendidas... cada vez más extendidas... sus manos
comienzan a aproximarse.
146
.. Se aproximan poco a poco... las manos se pegan... se pegan….se unen... están firmemente
unidas... apretadas... duras... pegadas... Muy pegadas. Imposible separarlas. Imposible
separarlas. Están pegadas.
El hipnotizador debe tocar con un dedo ambos brazos y continuar diciendo: A medida que yo
toco sus brazos... Se ponen cada vez más duros... Duros y extendidos... cada vez más duros y
extendidos... Se pegan cada vez están más pegados... más pegados... más pegados..., imposible
separarlos... imposible separarlos... están pegados.
Esta prueba mide también el grado de sugestionabilidad del sujeto, pero hemos comprobado
que tiene menos efectividad que las otras pruebas.
Si se obtiene un resultado positivo con alguna de las pruebas aplicadas, es decir, si el sujeto se
ha visto incapacitado para desobedecer la sugestión del hipnotizador, se debe comenzar con la
aplicación de sugestiones que eliminen el fenómeno provocado y llevar al sujeto a su estado
natural. Para esto se le indica relajamiento y se le debe felicitar por su cooperación con vistas a
formar un reforzamiento de la conducta del mismo.
Por lo general, los pacientes que han respondido afirmativamente a estos ejercicios quedan
condicionados para la aplicación de la hipnosis.
Es importante conocer que el hecho de que no se responda en forma afirmativa a las pruebas
no implica necesariamente que el sujeto no pueda ser hipnotizado, sino que es poco
susceptible a la hipnosis mediante los métodos habituales de inducción.
Se sitúa al paciente completamente relajado y parado con sus pies unidos, frente a una
pared, a una distancia tal que para que llegue el brazo derecho extendido horizontalmente
hasta la misma se necesite una inclinación del cuerpo hacia adelante (unos veinte grados). Al
paciente se le indica que coloque su mano derecha pegada a la pared, pero con el brazo vuelto
hacia arriba, quedando prácticamente apoyado sobre la palma de la mano, mientras que el
brazo izquierdo ha de ponerse completamente relajado al lado del muslo. La mirada debe estar
dirigida hacia la mano derecha.
147
El apoyo del cuerpo sobre la mano, en esta posición, provoca calambre en el antebrazo, así
como rigidez total de los músculos estriados del mismo y sensación de dolor, por la posición
forzada del pulso, que hacen sentir la mano como realmente pesada y pegada a la pared,
siendo casi imposible separarla si no se retira el cuerpo hacia atrás por un mecanismo
completamente físico.
Una vez que se ha comprobado que el brazo está contraído y en completa tensión muscular, se
le indica al paciente que cierre los ojos y se comienza con sugestiones verbales. Primeramente
se le indica en forma pausada: Usted ya a sentir cómo su mano se pega a la pared... no tenga
miedo... Su brazo se pone duro y en tensión... Deje el resto del cuerpo relajado."
Se debe dejar entre cada sugestión un intervalo de tres segundos aproximadamente. Las
indicaciones deben tener cierto énfasis imperativo y afirmativo, procurando que coincidan con
lo que físicamente está pasando en el sujeto. A continuación se sugiere: "Su mano continúa
pegada... muy pegada... cada vez más pegada. Más pegada...Más dura... Más cansada... Mucho
más pegada... Imposible separarla.... imposible separarla. “aunque usted intente no puede. No
puede separarla... está completamente pegada... imposible separarla..."
Esta sugestión verbal tiene que ser dada cuando se observa en el sujeto una total contracción
en el antebrazo y se ha provocado que todo el resto del cuerpo esté completamente relajado.
Se comienza a tocar con el dedo el brazo del paciente y se le indica: A medida que yo toco su
brazo... éste se pone más duro... mucho más tenso... más contraído. Imposible separarlo...
imposible separarlo... Cierre sus ojos... déjelos cerrados... Su cuerpo totalmente relajado.
Totalmente relajado. Su brazo está duro... pesado... contraído... sus párpados pegados... Todo
su cuerpo relajado... su brazo duro y contraído...su mano pegada a la pared... Imposible
separarla... imposible separarla.
Nunca debe indicarse más de una vez el reto "Intente...Se continua reforzando la conducta del
sujeto diciendo: "Está muy bien... no se preocupe... ha cooperado muy bien... fíjese bien. Yo
contaré hasta tres... y cuando llegue a tres... usted podrá abrir los ojos y separar la mano...
cuando yo cuente hasta tres... Uno... su mano comienza a dejar de estar pegada... Dos... todo
su cuerpo flojo... Tres.”
Los sujetos de gran sugestionabilidad quedan casi hipnotizados, con imposibilidad de separar
la mano. Pero, en general todo aquel que no logre separar la mano de la pared es un buen
candidato para la aplicación de la hipnosis.
Consideramos que esta prueba es prácticamente la más efectiva que existe para medir la
sugestionabilidad de una persona, pues el fenómeno que se provoca se basa en mecanismos
148
Se sienta al sujeto sobre una silla o cualquier asiento y se le dice: “Cierre sus ojos y
respire profundo y lentamente. Usted verá cómo su cuerpo comienza a pesarle y le pesa cada
vez más y más, que parece está casi pegado al asiento, y aunque usted quiera no puede
levantarse. Cada vez es mayor, mucho más, y usted comprueba que es imposible levantarse".
Se le repite la inducción varias veces, siempre con un gradiente de compromiso mayor, hasta
que al final se le ordena: "Levántese", y no podrá. El sujeto hará entonces marcados esfuerzos
para separarse del asiento, pero no lo hará y permanecerá adherido a éste. Ello es un signo de
sugestionabilidad elevada y un indicador de que el individuo puede ser hipnotizado.
Se trabaja al paciente de pie o sentado (preferiblemente en esta última forma) con los
ojos abiertos. Se le indica que entrecruce los dedos hasta su base y haga gran presión con
ambas manos entrecruzadas, para que queden fuertemente cerradas. Una vez hecho esto, debe
sugerírsele que las voltee de forma que las palmas queden hacia afuera; inmediatamente se le
indica que apoye el dorso de los dedos sobre la frente haciendo presión sobre ella,
fuertemente, con los brazos arqueados y los codos en una posición alta.
Una vez que se ha puesto al sujeto en esta postura que físicamente es incómoda y forzada,
pues las articulaciones digitales funcionan como nódulos que dificultan la salida de los dedos
que se encuentran entrecruzados, se le manda a cerrar los ojos y se comienza con las
sugestiones verbales': "Sus dedos deben permanecer firmemente unidos... firmemente unidos...
sus codos y brazos elevados... las manos apoyadas sobre su cabeza. Todo el resto del cuerpo
relajado... Completamente relajado... Las manos pegadas. Muy pegadas... Cuando se observe
que existe cierta contracción muscular se indica: Ahora ya es imposible separarlas... sus dedos
no se pueden separar.. Están pegados... muy pegados... amarrados... apretados... imposible
separarlos... Intente... no puede... imposible separarlos... imposible separarlos.”
149
Los sujetos muy sugestionables se impresionan rápidamente con el ejercicio que provoca
incomodidad física para poder separar los dedos. Las sugestiones verbales, deben ser dadas de
forma pausada, siempre en un tono imperativo y con la misma tonalidad de voz, que hagan
notar al sujeto la seguridad del profesional que está aplicando la técnica. Esta prueba es buena,
pero la frecuencia en provocar resultados positivos es menor que la del brazo pegado en la
pared o del cuerpo pegado al asiento.
Otra forma de realizar esta prueba es la siguiente: Se le pide al sujeto sentarse, que una las
palmas de sus manos y que en la medida en que escuche que se crece numéricamente, vaya
entrelazando sus dedos y ejerciendo una presión descomunal, que hará que sus manos queden
como pegadas y adheridas (el hipnotizador puede contar hasta donde estime). Una vez
mencionado el último número, se le dice: "Verá que no puede separar sus manos al tratar de
hacerlo".
Toda observación que signifique dificultad para desunirlas, constituye un signo de elevada
sugestionabilidad.
Podríamos mencionar muchas otras pruebas que indican una elevada sugestibilidad, como son:
la prueba de los puños caídos y las pruebas de trasmisión de calor o del frío, que son muy
populares; pero atiborraríamos de información este acápite. Una vez captada una respuesta
positiva o acorde con la inducción, podrá hablarse de que hay sugestionabilidad y se pasará
entonces al momento deseado: la hipnosis.
Otros signos de sugestionabilidad están dados por el reflejo palpebral aumentado, la mirada
hacia arriba y la rotación de los ojos en el sujeto que estamos llevando al trance hipnótico.
Algunos experimentadores consideran que una sola prueba de sugestibilidad sirve para
diagnosticar el grado de la misma y proceder inmediatamente a aplicar técnicas hipnóticas,
pero otros expresan la necesidad de emplear más de una para obtener un mayor grado de
confirmación y poder clasificar a los sujetos por niveles de susceptibilidad, en función de
puntajes acordados según los resultados de la prueba. Así han surgido escalas, entre las cuales
se usa mucho en Cuba la de Martínez Perigod y Asís (2), que permite clasificar al sujeto como:
No susceptible, Poco susceptible, Medianamente susceptible, Altamente susceptible y
Susceptible total.
Es válido aclarar que las escalas posibilitan estandarizar los criterios de clasificación; sin
embargo, en la práctica, cada experimentador aplica sus propios criterios, basados en una
fuerte observación de las respuestas del sujeto, su experiencia y su intuición.
150
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS.
SÉPTIMA PARTE
Dr. Alberto Ochoa Govin.
que van desde poco sugestionables a muy sugestionables, lo cual es importante no sólo desde
el punto de vista práctico, sino también para los fines de la investigación.
Se han creado diferentes escalas de susceptibilidad hipnótica que utilizan distintos recursos, o
sea, respuestas a estímulos psicofisiológicos o a pruebas más o menos parecidas a las que
explicamos anteriormente.
Entre estas escalas son conocidas la escala de susceptibilidad hipnótica para niños, elaborada
por London, las escalas de Harvard (Shor y Orne), de Davis-Husband, de Barry-MacKinnon-
Murray, de Eysenck-Furneaux, de LeCron-Bordeaux, las de Weitzenhoffer-Hilgard (formas A,
B, C, I y II, conocidas también como escalas de perfil de Stanford), la de Barber y la de
Martínez Perigod y Asís.
Esta escala se basa en la aplicación de ocho sugestiones estandarizadas como pruebas, las que
son valoradas con un punto cada una si es positiva y con cero punto si es negativa:
Descenso del brazo. Se aplica la siguiente sugestión: Su brazo derecho está pesado y se está
moviendo hacia abajo. Se le da un punto sólo cuando el brazo no puede ser sostenido en la
posición inicial y baja como mínimo 10 cm.
Levitación del brazo. Se utiliza la siguiente sugestión: El brazo izquierdo no pesa nada y se
está moviendo hacia arriba. Al igual que en la anterior, se le da un punto si sube 10 cm como
mínimo.
Manos pegadas. Se emplea la siguiente sugestión: Las mallas entrecruzadas están soldadas y
no pueden separarse: Se le otorga un punto si se cumple la consigna.
Alucinación de sed. Se le dice: Usted ahora siente mucha sed. Se añade un punto a los
anteriores si se observa en el sujeto humedecimiento de los labios o movimientos con los
mismos que indiquen respuesta a esta sugestión.
Inmovilidad corporal. En esta prueba se pone al sujeto de pie y se le dice: Su cuerpo está
pesado y no puede levantarlo. Se califica con un punto si el sujeto intenta levantar su cuerpo
del piso y no puede lograrlo.
152
Por supuesto, las sugestiones en estas pruebas no son tan simples. Debe tomarse en cuenta lo
que explicamos al referimos a cada una de las pruebas de susceptibilidad hipnótica. En el caso
de la escala de Barber hemos simplificado las instrucciones sugestivas.
Nunca se debe alterar este orden. Entre una prueba y la siguiente debe haber cierta
continuidad.
La calificación de las pruebas por individual obedece al principio de todo o nada, es decir,
puede obtener el máximo de puntos asignados a cada prueba o cero puntos. La puntuación es
acumulativa lo que se expresa en la tabla número 3 siguiente.
Calificación: cada prueba se califica con el principio de todo o nada; es decir, o saca 0 punto o
saca el máximo de puntos completando así un puntaje total que oscila entre 0 a 15 puntos, lo
cual se expresa en la tabla número 4.
Observaciones:
Así, por ejemplo, un paciente que responde afirmativamente a la primera prueba acumulará un
punto, en la segunda acumulará dos puntos, haciendo un total de tres puntos, y así
sucesivamente. Si el sujeto saca cero en una de las pruebas, se intentará realizar la siguiente; si
obtiene cero en dos pruebas consecutivas, se descontinuará la aplicación del resto y se pasará a
la tabulación total.
Las características más frecuentes en los sujetos considerados dentro de esta categoría son:
retrasados mentales, que por su falta de comprensión de las consignas son incapaces de
ejecutadas, aunque estos sujetos pueden autosugestionarse, y psicópatas, que por su
caracterología van en contra de todas las consignas que se les imparten o se niegan a realizar
las pruebas.
3. Susceptibilidad media a la inducción hipnótica (SM). Aquí se incluye a los sujetos que
obtienen puntuaciones entre cuatro y seis, que son susceptibles a todos los métodos de
inducción que utilicen fijación de la mirada, como por ejemplo: fascinación, vista fija, punto
luminoso. También se pueden utilizar los métodos auditivos, de estimulación vestibular y de
oscilación lateral.
Estos sujetos se caracterizan por un predominio instintivo y poca madurez de carácter. Pueden
llevarse a un grado de inducción media (anestesia local, fenómenos sensoriales de tipo
térmico.). Se incluyen en esta categoría, entre otras, las personas supersticiosas,
personalidades afectivas, narcómanos, alcohólicos, personalidades, histéricas y con neurosis
histérica de conversión.
155
La hipnosis es una técnica terapéutica y experimental para cuya aplicación hay que
tener en cuenta no sólo las características individuales de cada sujeto, es decir, su capacidad
intelectual, personalidad, conciencia social, sexo, estado civil, sino también las del
hipnotizador, pues la misma se desarrolla mediante la relación entre ambos.
Es importante señalar que, independientemente del desarrollo científico que ha tenido esta
técnica y de que se busque un papel activo del sujeto, esto no implica que el hipnotizador no
tenga que poseer ciertas características y aptitudes exteriores que permitan que el paciente
adquiera absoluta seguridad y no vea la más mínima posibilidad de que la terapia que se va a
utilizar sea susceptible de fallo.
El hipnotizador debe saber disimular ante el paciente los errores que cometa, de modo que
éstos no sean notados por el mismo.
Existen muchos profesionales que comienzan con la aplicación de las técnicas hipnóticas y
rápidamente alcanzan buenos resultados. Sin embargo, es necesario advertir que estos éxitos
no deben producir en el hipnotizador algo así como un sentimiento de poder sobrenatural, una
voluntad irresistible o un don especial, pues incluso sin que el hipnotizador tenga o manifieste
esa autovaloración, el paciente verá en él a la persona que domina el poder de la voluntad.
Un adecuado control de los impulsos emocionales es una de las características que debe poseer
un buen hipnotizador. Nunca debe tener expresiones de disgusto, incomodidad, cuando no
aparezca enseguida el estado hipnótico, pues estas expresiones provocan inseguridad en el
paciente y lo pueden hacer pensar que no existe dominio de la técnica. No se debe olvidar que
157
el sujeto idealiza un poco al hipnotizador, por lo que no podemos desaprovechar esta relación
deontológica positiva.
Ser objetivo; es decir, que en ningún momento se puede dejar llevar por la acción emocional,
hay que tener dominio de los impulsos emocionales.
Poseer cierta flexibilidad, que evite tener una conducta rígida que no facilite modificar
estilos de trabajo, programas y actitudes ante situaciones que lo requieran.
Ser capaz de establecer relaciones de empatía con los sujetos que le faciliten la relación
interpersonal como técnica de ayuda.
EL TONO DE LA VOZ.
Son varias las características que debe tener la voz del hipnotizador y dependen de la situación
y del fenómeno que se quiera producir.
158
Cuando se desea profundizar en el sueño, el tono debe ser bajo y preferiblemente en forma de
susurro, mantenido y monótono.
No es recomendable aplicar sugestiones que lleven implícita una misma acción con distinta
tonalidad de voz. Por ejemplo, cuando se le va a indicar al sujeto que duerma, que va a sentir
sueño y que está cansado, como son acciones similares, siempre debe existir en la voz el
hipnotizador el mismo tono.
Todas las indicaciones verbales deben ser de forma imperativa y nunca se brindará la
posibilidad de que el paciente pueda tomar conciencia de que el hipnotizador tiene
inseguridad. Por eso la voz de éste debe ser pausada, firme y segura; es decir, que la
posibilidad de éxito aumenta en la medida en que existe un mejor dominio de la voz.
Cuando se emplace al sujeto a que trate de ir en contra de una sugestión mediante la consigna
Intente..., ésta debe darse en voz baja, y, automáticamente, de forma imperativa, y con una
tonalidad de voz más fuerte, sugerir No puede... imposible... no puede... para contrarrestar el
efecto.
Un medio de provocar una mayor participación del sujeto o de darle un papel activo es bajar la
voz, ya que esto lo obliga a concentrar más su atención para poder captar las consignas del
hipnotizador.
En algunas oportunidades es necesario alzar el tono de la voz para llamar la atención del
sujeto, sobre todo cuando se da una sugerencia verbal que indique una acción motora.
La utilización de un murmullo bajo que se haga algo ininteligible por parte del paciente
provoca profundización en el sueño hipnótico; por el contrario, una voz clara con intensidad
normal o incluso mayor se utiliza cuando se va a sugerir que se termine el sueño hipnótico.
El entrenamiento y la práctica van indicando las distintas tonalidades que en cada momento se
necesitan, pero repetimos que el reforzamiento del reflejo condicionado que deseamos formar
en el sujeto se consolida dando siempre el mismo tonó de voz a las sugestiones verbales que
lleven implícitas la misma acción o fenómeno.
Las orientaciones sugestoras deben ser precisas, ordenadas y bien definidas, pues la
coherencia de la intención verbal y de su propio contenido, permite que lo captado por el
159
sujeto sea bien interpretado y que este comprenda qué se persigue, pudiendo establecer en si
mismo los mecanismos de cooperación en función de sus necesidades y adoptando una actitud
igualmente hipnótica.
Aunque hay autores que emplean frases con intervalos rápidos, la experiencia nos revela que
mientras más pausadas son las sugestiones, es mucho mejor, porque se convierten en estímulos
monótonos que provocan una tendencia generalizada a un estado de modorra y luego el sueño.
El timbre ha de ser estable y no muy agudo, pues los estímulos con estas características suelen
ser contraproducentes con los estados físicos.
Actualmente se discute si se debe ser imperativo o no. En la hipnosis empleada en Europa, que
es bien directiva -y la que más ha influido en Cuba- se utilizan normas de inducción
imperativas, al igual que en los adultos; sin embargo, hay modelos menos directivos como el
ericksoniano, que hacen que el paciente sienta al terapeuta más cerca de él.
La experiencia asistencial en nuestro caso demostró que con niños se debe aplicar una hipnosis
suave, tierna, y en ello tiene mucho que ver el empleo de métodos no autoritarios, sino más
bien fantasiosos, melódicos, y que se correspondan con las características psicológicas de los
infantes
Este proceder debe ser idéntico en adultos con antecedentes de ser personas que se subvaloran
o han recibido maltratos y humillaciones. Ello facilita un clima de confianza para que éstos no
se sientan "inferiores".
La forma de realizar la sugestión es uno de los aspectos más importantes que deben
tomarse en cuenta para producir los fenómenos hipnóticos que deseamos. El éxito o el fracaso
de la hipnosis dependen en la mayoría de los casos de la forma en que se realizan las
sugestiones; es decir, que se relacionan directamente con el hipnotizador.
Las sugestiones deben ser acordes con las características del hipnotizador y variar en
dependencia de la personalidad del sujeto.
Se presentarán de forma que indiquen cierto sentido imperativo, con autoridad y firmeza,
dando muestra de seguridad y tranquilidad en el hipnotizador, pero nunca dando impresión de
altanería que establezca un reto al sujeto.
Se harán las sugestiones en pocas palabras, utilizando una terminología comprensible para el
nivel cultural del sujeto y tomando en consideración las características individuales del
mismo.
La sugestión verbal debe ser repetida varias veces, con intervalos cortos de tiempo, para
formar las conexiones reflejo-condicionadas y que las mismas se consoliden en el sujeto. En la
práctica, este aspecto suele olvidarse y se convierte en uno de los factores principales que
llevan al fracaso.
Se deben evitar las sugestiones que indiquen fenómenos complejos en momentos en que el
sueño hipnótico es superficial. Esto requiere que el discurso sea bien pensado y elaborado por
el hipnotizador antes de trasmitido al paciente.
Se tendrá preparada una respuesta adecuada ante la posibilidad de que una sugestión no sea
cumplida, para no perder la confianza del sujeto. Frases como; Está muy bien; No se
preocupe; Eso lo esperábamos, tienden a disminuir el efecto del fracaso.
Deben evitarse siempre expresiones que puedan provocar la oposición del paciente porque
vayan en contra de sus ideales sociales o afecten su amor propio.
Las sugestiones no pueden realizarse de forma que se hable de un futuro desconocido en que
deberá producirse la sugestión (Usted se curará), en esta sugestión no se le indica al enfermo
cuándo aparecerá la acción. Es necesario que toda sugestión indique de forma clara y precisa
cuándo ocurrirá lo que se está sugiriendo.
RASGOS DE SUGESTIBILIDAD.
Todo el mundo es hipnotizable, pues la realidad es que aun cuando el sujeto, haga
esfuerzo o no para concentrarse, siempre existe un método que lo logra hipnotizar. Sin
161
embargo, en la práctica hay sujetos que entran en sueño hipnótico más fácilmente que otros, a
causa de sus características personales.
Ya hemos mencionado que existen ciertas características mínimas para que una persona sea
hipnotizable. Una de esas características es la inteligencia, ya que generalmente los retrasados
mentales no son buenos sujetos por su falta de comprensión, aunque hemos encontrado
personas que presentan cierta disminución de su capacidad intelectual y que han sido fáciles
de llevar a estados determinados de hipnosis. Algunos autores destacan la necesidad de una
inteligencia precIara; nosotros cambiamos este término por normal, pues consideramos que se
necesita cierto nivel para comprender lo que se le indica y se pretende obtener.
Sin embargo, no debemos perder de vista los fenómenos especiales de conciencia que por
medio de la autosugestión logran establecer algunos débiles mentales.
Es conocido que sujetos que no han podido ser hipnotizados por un profesional experimentado
en la técnica, han podido caer en sueño hipnótico profundo con otro. Por eso es tan importante
establecer un buen rapport.
Hemos encontrado que generalmente aquellas personas que presentan humedad en las manos
(signo de hiperhidrosis) y que además tienden a sudar por todo el cuerpo ante un mínimo
stress o excitación, son buenos sujetos para asimilar la hipnosis.
A los pacientes que presentaban estas características les hemos aplicado pruebas de
susceptibilidad y han obtenido resultados positivos al ser sometidos al sueño hipnótico, y la
gran mayoría ha podido ser llevada a etapas de sonambulismo.
Otro elemento que puede señalar a un sujeto como susceptible a la hipnosis es la labilidad
vegetativa y vasomotora (rubicundez o palidez súbita).
162
Otro aspecto que se debe considerar es el sexo. Se ha observado por algunos autores, que las
mujeres son ligeramente más sugestionables que los hombres, en tanto el hipnotizador sea un
hombre. Nuestra opinión es que en esto influyen también el rapport y otros factores.
Es importante tener en cuenta la edad. Los niños son fácilmente sugestionables; sin embargo,
por lo general no se alcanzan estados de sueño hipnótico profundo en ellos y responden de
forma muy variable.
De igual forma sucede con los ancianos, a quienes algunos autores consideran ineptos o no
aptos para la hipnosis.
Para que se pueda tener una visión panorámica de cómo se desarrolla la misma, expondremos
analíticamente su ejecución, con el fin de que el profesional que comienza en el entrenamiento
de las técnicas hipnóticas tenga una guía de los aspectos técnicos necesarios que favorecen la
hipnotización más fácil del sujeto.
Cuando ya hemos decidido que un paciente será sometido al tratamiento con las técnicas
hipnóticas, nos vemos en la necesidad de prepararlo psicológicamente para el mismo.
Si no es necesario utilizar la palabra hipnosis, se debe omitir; si por el contrario el nivel del
paciente determina una argumentación mayor se le explicará en qué consiste el proceso, desde
163
Si las pruebas no han sido utilizadas, entonces es conveniente no emplear la palabra sueño
para evitar un posible fracaso.
Debe ser objetivo del hipnotizador crear en el sujeto una actitud científica hacia la técnica,
nunca plantear disputas o desafíos que puedan establecer una relación de competición.
Una orientación que favorece la fijación de una actitud positiva de cooperación en el paciente
hacia la técnica hipnótica es manifestarle la importancia de su participación activa, sin la cual
es imposible lograr los resultados que deseamos.
Con estos planteamientos tratamos de neutralizar la influencia que se pueda tener de opiniones
de autores como Gebser, que en su libro Abendlandisch wandlung llama a la hipnosis, franca
transferencia de la voluntad, o de otros autores que dicen que el hipnotizado presenta
conciencia sin voluntad, que hay dominio sobre el hipnotizado o que éste es un fantasma-
autómata sin voluntad propia.
Se debe, hacer énfasis con el sujeto de que si no contamos con su voluntad no se podrá utilizar
esta terapia tan beneficiosa, pues es precisamente el esfuerzo que él realice en concentrarse lo
que permitirá llegar al sueño hipnótico.
Cuando notemos preocupación en el sujeto porque podamos llegar a conocer sus intimidades,
interrogándole sobre las mismas, se le dirá que en ningún momento le preguntaremos nada ni
le mandaremos a realizar algo que a él le moleste. Esto permitirá disminuir la ansiedad y la
angustia que pueda tener.
164
Compartimos el criterio de otros autores, como Conn, Kline, Erickson, Kretschmer, Stokvis y
Montserrat, en el sentido de que sin la cooperación del sujeto y su participación activa es
prácticamente imposible obtener resultados satisfactorios.
Por otra parte, rechazamos la opinión de Brown, el cual define la hipnosis como un estado
pasivo (hypnotism paralyses the will) y que solamente existe participación activa del sujeto
cuando se combinan la sugestión y la relajación.
Se le plantea al sujeto que se requiere de cierta práctica para poder profundizar en la hipnosis
y que el hipnotizador solamente le enseñará cómo se deben realizar los ejercicios para
ayudarlo.
Se le puede decir que toda persona que ponga de su voluntad para concentrarse puede entrar
en un estado de sueño hipnótico si es guiado por un hipnotizador.
Hay muchos sujetos que temen no poder despertar si son hipnotizados. Este temor es el
prejuicio más difundido contra la hipnosis ¿Es verdad que hay personas que después no
pueden despertarse? y es necesario combatirlo, pues mientras exista desconfianza y duda en
este aspecto no se logrará inducir el sueño. Se le debe explicar a la persona que despertar es
tan sencillo como quedar dormido y que nunca el individuo puede dejar de ser despertado.
Este tema sólo se menciona si se plantea por el sujeto su temor al respecto; si no, se debe
omitir para no crear preocupación.
165
Los que comienzan en el entrenamiento hipnótico no deben tratar nunca de hipnotizar al sujeto
en la primera visita y mucho menos si se desconocen las características del caso, pues se
aumenta considerablemente la posibilidad de fracaso.
PRESENCIA DE TERCEROS.
En cambio, hemos tenido casos con planteamientos completamente diferentes; es decir, que
solicitan la presencia de un familiar en la consulta. Es lógico suponer que se debe aceptar,
sobre todo si es una mujer. Pero el hecho de que se haga este planteamiento espontáneamente
nos indica varias posibilidades: el paciente desconfía del hipnotizador y de su técnica, o el
sujeto considera que existe una relación interpersonal de mucha atracción hacia el
hipnoterapeuta.
Un tipo de sugestión indirecta puede ser: Fíjese usted lo relajado que se encuentra... su cuerpo
está completamente flojo... Si usted quiere también se puede aflojar y relajar, pues esto es muy
beneficioso para el sistema nervioso. Hemos tenido varios de casos en los que el acompañante
se ha hipnotizado, incluso primero que el paciente.
En otros casos la intranquilidad del familiar, manifestada por ruidos con la silla donde está
sentado, risa nerviosa, comentarios durante el tratamiento, crea una situación desfavorable
para la inducción de la hipnosis. La presencia de un familiar es positiva generalmente cuando
se trabaja con niños, pues esto los hace sentirse seguros. Pero una vez que están bajo la
inducción hipnótica y se quiera trabajar la técnica hipnocatártica o preguntar sobre dificultades
del hogar, se debe indicar al familiar que salga sin hacer ruido para que el paciente no detecte
su ausencia.
Todo sujeto va disminuyendo progresivamente en cada sesión el tiempo que requiere para caer
en estado hipnótico, pues la posibilidad que ofrece el establecimiento del signo-señal provoca
que mediante este reflejo condicionado el paciente entre en estado hipnótico automáticamente.
El tiempo que se establece como promedio es aproximadamente cuarenta minutos, para casos
donde es necesario eliminar síntomas complejos, y hasta cinco minutos en los simples, aunque
el que comienza se demora un poco más en las sesiones, pues pierde cierto tiempo en provocar
los fenómenos deseados.
Después la alargamos a dos sesiones por semana hasta llegar a una semanal. Lo importante de
la frecuencia de las sesiones es conocer que mientras los síntomas que deseamos eliminar
estén presentes, las mismas deben ser lo más próximas posibles una de otra y se van alejando
en la medida en que desaparezca lo que deseamos eliminar o cambiar:
No es conveniente establecer un esquema fijo para las frecuencias de las sesiones, pues el
mismo depende del tipo de problema que tenga el paciente. Hay casos en que con una sola
sesión hipnótica se resuelve la situación, como es el caso de un paciente que atendí en mi
consultorio que padecía de estrés emocional, cuyo origen era la fobia a los exámenes
universitarios, se ponía extremadamente nervioso y a muchos no asistía. En una sola sesión
resolvió satisfactoriamente su problema, esto influyo grandemente en su rendimiento
académico, hay otros donde es más difícil el problema, como es el caso, en mi experiencia
personal, de los jóvenes que consumen drogas, los cuales hay que reforzarles constantemente
167
las sugestiones a través del tratamiento hipnótico, pues tienen el riesgo de una recaída, e
incluso algunos, aunque mejoran, no dejan de consumir la sustancia psicoactiva totalmente.
Generalmente es un proceso lento y debe ir acompañado de otras formas de tratamiento y
apoyo psicoterapéutico.
La hora más adecuada para realizar las sesiones de hipnosis no presenta tanta importancia. Se
plantea por distintos autores que en la tarde y la noche se obtienen mejores resultados. Los
pacientes trastornos del ánimo o neuróticos responden mejor al tratamiento con hipnosis por la
mañana. Sin embargo, por la noche responden de forma más negativa, pues generalmente a
esas horas se encuentran más despejados.
Lo fundamental de la hora es que la misma debe ser mantenida en todas las sesiones, pues no
se puede olvidar que la repetición establece el reflejo en el paciente.
A las personas que van a ser sometidas a las técnicas de hipnosis se les puede colocar en
diferentes posiciones. Un especialista experimentado puede hipnotizar a un sujeto que esté lo
mismo acostado, sentado o de pie.
La posición que más facilita la relajación según recomiendan Martínez Perigod y Asís, es la de
acostado, siguiendo en orden la de sentado y por último la de pie. No aconsejan la utilización
de esta última a los que no tengan experiencia en la aplicación de la técnica, pues es la que
menos relajación produce. Además, es necesario tener en cuenta que todas las personas no
tienen el mismo grado de sugestibilidad. Algunos son muy susceptibles a la sugestión y otras
lo son muy poco. En las primeras bastaría la aplicación de algunas sugestiones y el sujeto
puede entrar en un estado de somnolencia y sueño profundo, con flacidez total y que a veces
pasa a una catalepsia general, lo que como consecuencia provocaría una caída del paciente
ocasionándose daño físico.
aplicar la hipnosis. Cobián plantea que el problema de cómo hipnotizar: si de pie, acostado o
sentado, puede y debe depender de condiciones circunstanciales, entre ellas: el tipo de
paciente, el ambiente de aplicabilidad, la comodidad para el enfermo, la referencia que tenga
sobre hipnosis y sus posibles temores.
Como en todo buen proceder hipnótico, en el momento de realizarlo debe tenerse en cuenta la
explicación de cómo vamos a hacerlo; para ello podríamos dar una breve reseña del método,
que a nuestro juicio es lo más apropiado para el paciente o tal vez invitarle a que él mismo nos
diga de qué forma le gustaría más, especificándole siempre que todas son altamente efectivas,
pero que le permitimos escoger; así él tendrá prerrogativas y casi de hecho quedará
convencido de que ha seleccionado el idóneo para él.
Existen algunos criterios de que en pacientes temerosos de caerse o que sean sugestionables,
de modo tal que pronto puedan perder el control muscular, se aconseja pedirles que se
acuesten, ya que ello evitará que caigan, y al hacerlo por las razones antes expuestas, puedan
dañarse físicamente o que al estar en un estado de hipnosis ligera sientan la inminente caída y
se aterren, activando en sobremanera las defensas y temores.
En niños, las formas más factibles son las posiciones de acostado y sentado, pues
generalmente les inducimos sugestiones no muy directas y los llevamos a estados de
ensoñación, fantasía e imaginación. Esto suele lograrse mejor si están en posición de reposo.
Debemos recordar, y tal vez nos ayude, que los niños pueden experimentar el sueño al
permanecer sentados sobre las piernas de los padres, y es ésta una manera tradicional de
dormirlos.
Estar acostado implica una posición de reposo típica, donde induciéndole un estado de
relajación, el niño también cae fácilmente en el trance. Son preferibles estas posiciones a las
de pie, porque el niño es muy inquieto y estos procesos de desfocalización de la atención
pueden hacerse más acusados cuando permanece de pie, con la libertad de moverse y pensar
en otras cosas.
En los adultos son factibles las tres posiciones, aunque en nuestro caso preferimos la de pie,
salvo aquellos sujetos muy temerosos, aunque éstos pueden ser manejados de modo tal que
dichos temores queden atrás, porque al haber realizado anteriormente las pruebas de
sugestionabilidad, que en su inmensa mayoría se realizan con el sujeto de pie, podemos seguir
una secuencia que aprovechamos para hacer la inducción hipnótica y lograr el trance deseado,
pues en cierto sentido ya ha existido un condicionamiento previo.
POSICIÓN DE PIE.
169
Se le pide al sujeto que una sus pies en talones y puntas, que se relaje y respire suave y
profundamente, que ponga su cuerpo aflojado completamente y una vez comprobado este
estado de relajación, procedemos a hacer las sugestiones, pudiendo escoger que mantenga los
ojos abiertos, mirando a un punto fijo del techo, alto en la pared, o a un objeto brillante,
diciéndole que sus párpados le pesan mucho, demasiado, inconteniblemente y que a la vez su
cuerpo le pesa mucho, por lo que él siente cómo se mece suavemente y de ahí entonces
continuar con los procedimientos que expondremos más adelante.
La posición de pie ha sido muy discutida, ya que algunos autores la rechazan pues plantean
que es la que menos relajación logra establecer en el sujeto, sobre todo en los miembros
inferiores.
Bogoliepov, tomando en cuenta el sistema vegetativo, plantea que los sujetos que cuando están
de pie experimentan retardo del pulso, se someten mejor a la hipnosis en esta posición. Y
recomienda situar al sujeto de pie con los brazos extendidos al lado del cuerpo y haciendo que
éstos queden completamente abandonados. El cuerpo debe estar lo más relajado posible y las
piernas y los talones deben mantenerse juntos, dejando un ángulo aproximado entre los pies de
sesenta grados.
Se deben evitar los movimientos por parte del sujeto en las manos, piernas, entre otros. Es
sumamente importante comprobar que los músculos del cuello y los hombros estén sin
contracción, es decir, que se encuentren en total relajación.
POSICIÓN DE SENTADO.
Lo único que varía es el principio de que en vez de estar de pie, el sujeto permanece
sentado, para lo cual resulta preferible una silla de espaldar alto, de manera tal que su cabeza
quede reposada y cómoda; entonces funcionan de igual modo los elementos de pesadez,
relajación y respiración, lo cual permitirá el logro de una buena hipnosis.
170
Algunas investigaciones han estado encaminadas a localizar qué pacientes se hipnotizan mejor
en una posición que en otra. Bogoliepov toma en cuenta el sistema vegetativo y plantea que
aquellos sujetos que presenten el signo de Ortner (retardo del pulso cuando se echa la cabeza
hacia atrás) se deben tratar bajo hipnosis con la posición de sentado y la cabeza inclinada hacia
atrás.
El cuerpo debe estar suelto sin recostarse sobre la silla, con cierta inclinación hacia adelante, y
los músculos totalmente relajados. Los brazos deben estar apoyados libremente a lo largo de
los muslos o, de lo contrario, con las muñecas descansando sobre éstos.
Las ropas serán cómodas y holgadas; es decir, que no produzcan ninguna compresión. La
cabeza se coloca en forma que quede ligeramente descargada hacia atrás.
POSICIÓN DE ACOSTADO.
Es tal vez la más fácil y funciona en ello el principio de irse relajando poco a poco,
respirando suavemente y fijando la mirada en el techo, pudiendo incluirle que cuente hasta
100, 200 u otros números y que al llegar a éste sus ojos se habrán cerrado totalmente y un
sueño suave y placentero se adueñará de su persona.
Esta posición ofrece una gran ventaja, que estriba en la seguridad de que el paciente siente
para su cuerpo, sobre todo cuando tiene información visual previa y no le gustan los
procederes de pie o sentado. Al sujeto se le indica que se acueste en decúbito supino sobre un
diván, camilla o cama, y se le sugiere que se relaje totalmente. Los brazos deben estar al lado
del cuerpo y las manos colocadas palmas abajo, las piernas separadas formando un ángulo
aproximado de sesenta grados y apoyadas sobre la superficie del diván o del lugar donde se
encuentre acostado.
Esta posición es la que más facilita la obtención de una relajación general pues todo el cuerpo
puede permanecer sin ninguna contracción. Con esto se asegura que en la corteza cerebral no
171
aparezcan puntos de excitación provocados por los movimientos y la tensión de los músculos
de las extremidades inferiores, y que se facilite la aparición de inhibición cortical.
Se debe utilizar un consultorio que sea lo más silencioso posible. En dicha habitación debe
haber tranquilidad y un ambiente agradable, aunque en caso de necesidad se puede utilizar
cualquier lugar aunque existan ruidos. Hay investigadores que recomiendan darle cierto matiz
de mística oriental al consultorio para crear un ambiente sugestivo, pero consideramos que con
los adelantos actuales de la técnica esta mistificación lo que hace es desacreditar el
procedimiento científico.
La presencia del hipnotizador estará caracterizada por un cuidado adecuado de sus hábitos
higiénicos y estéticos. El uso de la bata sanitaria confiere autoridad y permite trasmitir al
paciente el carácter científico del trabajo que se va a realizar.
LA ILUMINACIÓN.
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS.
OCTAVA PARTE
Dr. Alberto Ochoa Govin.
(1866)
13. Método de Bernhein (1880). Escuela de Nancy
14. Método de Noiset y Bertrand (1820): del sueño fisiológico al sueño hipnótico
15. Métodos basados en los estímulos químicos. Los estímulos tóxicos. Los estímulos
autotóxicos (hiperventilación)
16. Método basado en la estimulación eléctrica: método de Faraday. Método de Birman
17. Método de choque. Método de fraccionado
18. Método de hipnosis ideomotora
174
19. Métodos hipnóticos utilizados en niños. Métodos para niños de 3 a 7 años. Métodos
El método aplicado por Mesmer consiste en posar las manos sobre los hombros del
sujeto y deslizarlas poco a poco a lo largo de los brazos hasta llegar a los pulgares y detenerse
unos instantes. Seguidamente se vuelve a la posición inicial, es decir, colocar las manos en los
hombros y comenzar de nuevo con los pases.
175
Luego se ponen los dedos o la palma de una mano sobre la sien del sujeto y con la otra mano
se continúa con las manipulaciones hasta que el sujeto entra en sueño.
Se toman los pulgares del sujeto y se sujetan entre dos de los dedos del hipnotizador.
Inmediatamente se utiliza la fijación de la mirada.
Cuando han transcurrido entre dos y cinco minutos, aproximadamente, se sueltan los pulgares.
El hipnotizador levanta las manos a la altura de la cabeza del sujeto, las pone sobre los
hombros del mismo durante un minuto y las desliza a lo largo de los brazos tocándolos muy
superficialmente.
La maniobra anterior se realiza cinco o seis veces y se comienza con otros pases, pero esta vez
sin tocar al paciente; estos pases son por la cara y en dirección al vientre, principalmente, y
cuando se repite esto varias veces se apoyan los pulgares en la boca del estómago y los demás
dedos debajo de las costillas durante dos minutos.
Los pases continúan después descendiendo hasta las rodillas y los pies. Este mismo
procedimiento se aplica en la espalda.
En este método se utiliza la posición de acostado y poca luz. Se ordena al sujeto que
entre en la habitación -la cual estará en penumbras- y se le indica que se acueste. Cuando el
sujeto esté dormido durante un término aproximado de una hora, según requiera el caso, se
comienza a realizar pases sobre todo el cuerpo y se le sopla aliento caliente sobre la cabeza y
los ojos.
Se incluyen en esta categoría todos los métodos que utilizan la fijación de la mirada de
forma ininterrumpida en un objeto o un punto, con vistas a establecer una disminución del
nivel de conciencia. En este principio se basaban los monjes del monte Athos cuando se
autohipnotizaban fijando la vista en su propio ombligo (onfaloscopia). También pertenecen a
variantes de este método la catoptromancia (adivinación mediante la fijación de la vista en un
espejo), la lecanomancia (adivinación con ayuda de un plato) y la onicomancia (adivinación
con ayuda de una uña untada en aceite).
En la última forma mencionada se basan autores como Adler y Secunda, quienes para
provocar la inducción hipnótica le indican a sus pacientes que fijen la mirada en la uña de un
pulgar y que se concentren al mismo tiempo.
Que los ojos del hipnotizador comiencen a lagrimear antes de que el sujeto cierre los ojos.
Esto hay que evitarlo, pues puede hacer que el sujeto se sienta superior al hipnotizador.
Cuando se aprecia el cansancio se le cierran los ojos si esto no ocurre por sí solo, y se le insta
a dejarlos cerrados.
Las investigaciones de James Braid con ciegos lo llevaron a plantear que la fatiga óptica es
superflua, que la hipnosis es una cuestión de asociación de ideas y de imaginación que no es
posible realizar sin la cooperación del sujeto.
Este método requiere que se trabaje en un medio templado, con iluminación artificial y
el establecimiento de calma y de confianza en el hipnotizador.
Se coloca un objeto brillante en la mano derecha del sujeto y se le indica que lo mire fijamente
sin pestañear y concentrándose en el mismo Al cabo de 15 ó 20 minutos, si el sujeto no se ha
dormido, se le cierran los ojos.
Con la mano izquierda del hipnotizador se aprieta la mano derecha del sujeto y con la, otra
mano se le friccionan los párpados y después la frente, dándoles gestiones verbales
imperativas que anuncien su incapacidad para elevar los párpados.
Otra de las estimulaciones sensoriales empleadas por Charcot era el destello cegador y
repentino de una lámpara de calcio, la nota inesperada de un diapasón, el sonido de un gong o
el sonido monótono del tambor africano.
Se logra eliminar la tensión del sujeto y se provoca un estado de relajación mediante el empleo
de un sillón vibratorio. Por otro lado, se aplica un estímulo monótono, como, por ejemplo, el
sonido producido por un metrónomo. para inducir el agotamiento y la fatiga. y llamar la
atención del sujeto.
Se estimula visualmente al sujeto mediante una lámpara con luz azul colocada a 20 cm por
encima de la frente.
Cuando se comprueba que existe fatiga en los ojos del sujeto por la presencia del pestañeo
característico que ésta provoca. se le dan las siguientes sugestiones: Usted repetirá varias
veces las siguientes frases: Estoy en estado de calma... Yo me relajo totalmente No me interesa
nada más que dormir profundamente.
El primer método que empleaba los estímulos acústicos fue el Charcot, seguido por el
de Bérillon. En realidad, se puede utilizar cualquier estimulación sonora que sea monótona,
como el tictac de un metrónomo (Bérillon), un martillo (Neef), el zumbido rítmico de un
ventilado (Schneck).
Se ha empleado últimamente la auto observación auditiva del sujeto y para esto se le pone un
micrófono de forma que su respiración se amplifique y sea escuchada por él Otra variante es
utilizar un estetoscopio o una grabadora con audífono para que el sujeto escuche durante largo
rato los latidos cardiacos (que pueden ser los de él mismo).
Se han aplicado también estimulaciones eléctricas, como las descritas por Lindberg y
aplicadas por Skoog. La técnica consiste en la utilización del zumbido de un pequeño
generador de corriente eléctrica con fines terapéuticos (faradización), lo cual se diferencia algo
de la electrohipnosis, ya que emplea tanto el estímulo eléctrico en la piel como el sonido
monótono del generador eléctrico. Se combinan estos estímulos con sugestiones verbales y
relajación muscular; para esto se le dice al sujeto que va a perder progresivamente la
180
La verdad es que de esta técnica existen múltiples variantes y todas facilitan al hipnotizador
reforzar el estímulo verbal con la cadencia monótona de la palabra y la estimulación acústica
de fondo.
Este método es utilizado muy poco y en realidad no tiene ningún valor práctico.
Partiendo de la posición de acostado, consiste en aplicar estímulos térmicos en forma rítmica;
por ejemplo: se le da movimiento pendular a una fuente térmica (lámpara) colocada arriba del
sujeto y se le pasa por todo el cuerpo sin tocarlo, con vistas a que el mismo reciba la influencia
del calor que la lámpara emite.
Para la aplicación del método de contraste cromático, descrito por Levy-Suhl, en 1908, se
utiliza una cartulina de 14 cm x 23 cm, de color gris claro uniforme, en cuyo centro se
enganchan dos tiras de papel sin arrugas, una amarillo claro y la otra tira de color azul. Otra
variante es pintar los colores en la cartulina.
Es importante destacar que los colores no pueden ser brillantes ni satinados y que entre ambas
tiras debe existir un espacio libre de unos cinco milímetros de ancho. Además, las tiras deben
tener una dimensión de 3,2 cm x 8 cm.
Se recomienda recortar de forma redondeada las esquinas de las tarjetas, ya que algunas
personas encuentran molesto el ángulo acabado en punta.
Al sujeto se le pone en la manó el cartoncito de los colores de tal modo que la luz (natural o
artificial, que no sea muy intensa ni excesivamente débil) incida directamente sobre la
cartulina.
Se le indica que fije la vista en el espacio que está entre las dos tiras de colores. Al poco rato
de fijar la mirada se crea un fenómeno perceptual, pues aparece un halo amarillo en el margen
gris que queda a la derecha de la tira azul y un halo azulado a la izquierda de la tira amarilla.
El fenómeno perceptual antes mencionado aparece en toda persona normal, y lo mismo ocurre
en los colores dicromáticos rojo-verde, así como en todos los tricromáticos anómalos.
Si el sujeto tarda en ver el fenómeno del contraste, se le sugiere que entre cierre los ojos y que
continúe mirando a través de las pestañas.
sucediendo, pero sobre esta misma explicación, cuando se vea en el sujeto la extrañeza de lo
que ocurre, se le indica la sugestión verbal de fatiga y pesadez de los párpados.
Existe una teoría que afirma que toda percepción luminosa y cromática tiene una base
bioquímica. Esto ocurre en las sensaciones antagónicas de blanco-negro, amarillo-azul, rojo-
verde. Esta teoría fisiológica fue elaborada por Hering en 1878.
Stokvis se basa en la teoría de Hering para explicar los contrastes cromáticos. Gothlin dio en
1941 una nueva interpretación de la teoría y se fundamentó en los procesos de inhibición y
excitación neuronal; esta nueva versión fue confirmada por Svaetichin en 1956 mediante la
técnica de los microelectrodos.
En el año 1959, Land plantea que aparte del papel de la retina en la percepción del color, es
necesario tomar en cuenta los factores centrales y psíquicos, sobre todo estos últimos.
El Método de las imágenes sensoriales. Este método se debe a Milton V. Klíne, quien utiliza la
imaginación como recurso para provocar el sueño hipnótico.
Se le indica al sujeto que, con los ojos abiertos, imagine en forma sucesiva una casa, un árbol,
una persona y un animal (son imágenes parecidas a las utilizadas en la prueba proyectiva casa-
árbol-persona, o HTP, de Buck). Luego se le sugiere al sujeto que cierre los ojos y que piense
en su propia imagen, en la misma posición en que él se encuentra en ese momento; es decir,
que si está sentado piense en su imagen en esta posición, y si está acostado, igual.
Cuando el sujeto exprese que ha formado la imagen de su propia persona, se le sugiere que
piense que sus ojos están cerrados y que la imagen creada comienza a profundizar en el sueño
y que se va esfumando.
Este método se puede utilizar con niños y da muy buen resultado. Se le pide al niño que cierre
los ojos y se imagine que está viendo un programa de televisión. Al mismo tiempo que se le
sugiere la máxima atención en lo que imagina, en lo que está contemplando en su
imaginación, se intercalan sugestiones de sueño, levitación de un brazo, entre otros, de
acuerdo con la profundidad de la inducción hipnótica que ha alcanzado el niño.
El método de liébeault señala que lo primero que hay que establecer con el sujeto es
una relación interpersonal de ayuda; es decir, un rapport que permita llegar a conocer sus
padecimientos.
Una vez que se conocen los principales problemas del paciente, se comienza a trabajar con el
mismo en posición de sentado; se le apoya una mano sobre la frente y sin mirarlo se le dice:
Va a dormir, Inmediatamente se procede a cerrarle los ojos y se le asegura que está dormido.
Se le levantan los brazos y se le dice: Ya no puede bajar los brazos. Si por casualidad el
paciente baja los brazos, se aparenta que no se ha visto y se le hace girar los brazos
asegurándole que el movimiento no podrá ser detenido.
Cuando aplicaba su método, Liébeault hablaba sin parar, con voz fuerte y vibrante para
provocar la inducción hipnótica. Siempre hacía énfasis en la importancia que tiene la sugestión
verbal para producir el sueño hipnótico.
Toma del método del abate Faría la fijación de la mirada en los ojos del sujeto (fascinación) y
a partir de ese momento se comienzan sugestiones verbales de que los párpados se vuelven
pesados y que se comenzará a sentir somnolencia hasta llegar a no poder resistir los deseos de
dormir.
Este método, que fue creado por dos amigos del abate Faría, consiste en trabajar con el
sujeto a partir del sueño natural. Se realizan sugestiones verbales y pases magnéticos; estos
últimos son en realidad decorativos, pues solamente con el uso de la palabra se pasa a un
sujeto del sueño fisiológico al sueño hipnótico.
Este método es aplicado con poca frecuencia, pero ha sido recomendado como muy positivo si
se toman las siguientes medidas:
Aprovechar que el paciente esté profundamente dormido y hablar en voz baja, como un
cuchicheo perseverante.
Es necesario mencionar el nombre del sujeto y decirle que a pesar de sentir la voz del
hipnotizador continuará profundamente dormido.
Estos métodos utilizan un medio biológico que provoca que el sujeto caiga en un estado de
somnolencia por el efecto de la droga administrada.
Este método hipnótico emplea somníferos, narcoanálisis (la llamada psicoterapia con drogas).
Desde el año 1881, Chambard utilizó gotas de cloroformo o de éter administradas al sujeto
junto con la sugestión verbal, para producir la hipnosis.
Otros investigadores, como Wetterstrand, von Schrenk-Notzing y algunos más, han utilizado
hasta morfina con el objeto de inducir la hipnosis. Últimamente se han estado empleando
compuestos como el bromuro de etilo, el hidrato de cloral y el bromhidrato de escopolamina.
Este método se conoce como narcohipnosis. Martínez Perigod y Asís han utilizado este
método con la inyección de tiopental-sódico o pentotal (ácido etilmetilbutil-2-tiobarbitúrico)
por vía intravenosa en dosis de 1 cm3 (50 mg) por minuto, en presencia de un anestesista que
se ha encargado de la aplicación del medicamento.
Kaunders y Schilder han usado entre 4 y 12 g de paraldehído para llevar al sujeto a sentir
sueño y después que éste aparece provocar la inducción hipnótica.
Todo método hipnótico que utilice medios tóxicos para el organismo tiene muchos
inconvenientes, entre los que podemos mencionar la posibilidad de una reacción alérgica del
sujeto, la creación de hábitos al medicamento, un sueño demasiado profundo, la pérdida del
rapport, entre otros, por 10 que sólo recomendamos su uso en caso de extrema necesidad.
La primera publicación sobre este método aparece en año 1877, en las descripciones realizadas
por Bramwell, quien hace mención a anestesia provocada por hiperventilación.
A pesar de la sencillez del método, no por ello deja de tener complicaciones. Por eso no lo
recomendamos para los principiantes o profesionales con poca experiencia en la aplicación de
186
Este método se basa en la utilización de la corriente eléctrica como estímulo para producir la
inducción hipnótica.
Se emplea para ello un generador eléctrico que pueda producir una corriente con intensidad
que varíe entre 1,0 y 5,0 mA, voltaje de 40 a 50 V, frecuencia de 20 a 2000 Hz y pulso de 0,1 a
3,0 ms.
El influjo de dicha corriente se aplica al sujeto en la frente, el cuello y los párpados. Esto
produce sensaciones placenteras que hacen que el sujeto entre en sueño hipnótico en pocos
minutos.
Se manda a flexionar los brazos en las articulaciones del codo con un ángulo de 90° y que
aproxime lentamente las puntas de los dedos 'de ambas manos; para esto se le indica: Usted
debe flexionar las brazos en las articulaciones del codo con un ángulo de noventa grados y
debe aproximar lentamente entre si las puntas de los dedos hasta que se junten. Cuando esto
suceda usted hará una inspiración profunda y se dormirá con un sueño profundo e intenso.
Si se observa que los dedos del sujeto se dejan de acercar; el hipnotizador los aproxima y los
junta con sus manos.
187
Haga una inspiración profunda, usted se duerme con sueño tranquilo y profundo, profundo e
intenso, duerma, duerma tranquila y profundamente tranquila y profundamente.
Este método ofrece resultados positivos con sujetos que tienen un alto grado de
sugestionabilidad.
Se 'le coloca la mano derecha nuestra sobre la frente y la izquierda en el occipucio, de modo
que flexione ligeramente la cabeza hacia atrás, y se le sugiere: su cuerpo se balancea
libremente.
Una vez impartida esta orden, se comienza a aplicar fuerza a la cabeza del sujeto para producir
un movimiento oscilatorio. Esto se hace para aprovechar las estimulaciones que provocan los
analizadores vestibulares y que producen cierto mareo en el sujeto.
Usted siente cada vez más, cada vez más, que se va mareando, no tenga miedo, yo lo aguanto,
yo lo sostengo.
Se va ampliando cada vez más el diámetro del balanceo; es ahora cuando con un movimiento
preciso se proyecta al sujeto hacia el diván que se encuentra detrás de su espalda y con una
orden sugestiva en tono imperativo se le dice: duerma, duerma cada vez más profundamente.
Algunos autores recomiendan este método para inducir la hipnosis en sujetos histéricos. En las
investigaciones que hemos realizado con este método hemos obtenido resultados muy
desfavorables con porcentajes muy bajos de efectividad.
Una vez que se analizan las sensaciones del sujeto, se comienza de nuevo en la misma forma,
pero ahora indicándole sugestiones verbales de sueño, cada vez con la sugerencia de caer en
trance más rápidamente.
Este método nos permite a veces obtener rápidamente la profundidad hipnótica deseada, sobre
todo en aquellos sujetos que tienen mucho miedo de quedar profundamente dormidos y no
despertar después. El método fraccionado le ofrece cierta seguridad al paciente y elimina la
preocupación del despertar.
Este método ha sido utilizado por Erickson. Consiste en trabajar al sujeto con los ojos
cerrados y piense que se está poniendo liviana; al mismo tiempo se le dice que comenzará a
elevarse la mano poco a poco.
Por lo general se obtienen buenos resultados con este método en sujetos muy imaginativos y
susceptibles a la sugestión.
Es necesario tener en cuenta la edad para aplicar un método determinado. Uno de los aspectos
fundamentales que hay que tener en cuenta para el éxito es el establecimiento de un buen
rapport con el sujeto. Se deben utilizar palabras de halago para el niño y decirle que se le
enseñará una prueba que solo la pueden realizar los niños que tengan la inteligencia y demás
virtudes de él.
El lenguaje utilizado tiene que ser sencillo y se deben evitar las palabras que no sean
comprendidas por el niño por no estar al nivel de sus conocimientos.
Las palabras que se empleen deben corresponder al mundo de las representaciones del niño,
las cuales dependen de su estado afectivo y sus características individuales.
Coincidimos con esta última posición. Es necesario tener amplia experiencia y mucha
paciencia para trabajar con niños y no utilizar métodos de fascinación, sino de estimulaciones
que provoquen agotamiento y cansancio o métodos que aprovechen la fantasía propia de la
edad del niño.
Como es lógico suponer, a esta edad no existe aún un adecuado desarrollo de los procesos de
análisis-síntesis del pensamiento. Existe predominio del primer sistema de señales, lo que nos
obliga a utilizar métodos que trabajen principalmente sobre dicho sistema; para esto se
emplean estímulos monótonos que produzcan agotamiento; como el balanceo de un sillón, o
canciones infantiles que indiquen sueño.
190
Se pueden utilizar grabaciones que tengan canciones monótonas (ver los métodos basados en
los estímulos acústicos, explicados anteriormente y que sugieran sueño).
En esta edad ya el niño es capaz de asimilar técnicas hipnóticas que lo lleven a un mayor
grado de profundidad.
Mediante imágenes en cintas se le trasmite al niño toda una serie de programas que lleven
implícitas sugestiones para conducirle al sueño.
Otro método que se relaciona con éste y que se utiliza con éxito en esta edad es el método de
imágenes sensoriales.
Método de entrenamiento hipnótico. Este método emplea como punto de partida la técnica de
Kretschmer, que comienza con el primer ciclo del entrenamiento autógeno de Schultz para
pasar al estado hipnótico.
Método del pestañeo sincronizado. Dicho método es muy efectivo en esta edad, así como en
adultos, por lo que lo explicaremos separadamente a continuación.
De acuerdo con nuestra experiencia, es el método que permite obtener más resultados
positivos.
Estas modificaciones nos han brindado magníficos resultados, pues se consigue un alto nivel
de sugestionabilidad en los sujetos a los que se les realiza la inducción hipnótica.
Si se combina con el método de Braid, se debe situar un objeto brillante frente al sujeto, a una
distancia de aproximadamente diez centímetros de la cara, de manera que quede sobre la
frente para que tenga necesidad de mirar ligeramente hacia arriba.
Si se va a trabajar con la otra modificación (fijación de la mirada del sujeto en los ojos del
hipnotizador), es necesario que el hipnotizador tenga cierta preparación, pues debe tener
resistencia para sostener la mirada sin que le provoque pestañeo y pueda consecuentemente
hipnotizarse él mismo en lugar del sujeto.
Relajamiento total del sujeto para facilitar la no aparición de puntos de excitación en la corteza
y para que se pueda lograr la inhibición de las zonas frontales del cerebro en las que se
encuentran las áreas motoras y premotoras, que son las primeras en inhibirse cuando se va a
pasar al sueño.
192
Se le indica al sujeto que fije la vista en un estímulo luminoso, en los ojos del hipnotizador o
simplemente en un punto cualquiera, según la variable que se vaya a utilizar.
A los casos que hemos aplicado este método con la variante de la fijación de la mirada, sin
haber realizado previamente pruebas de susceptibilidad, se les ha podido hipnotizar en su
mayoría (95% de los mismos), aunque no todos han sido pasados a hipnosis profunda.
Cuando se ha aplicado este método a personas que han obtenido altos valores en la escala que
utilizamos para evaluar los resultados de las pruebas de susceptibilidad, se han hipnotizado
100% de los casos.
Para los que vayan a utilizar la variante de la fascinación con el parpadeo sincronizado
recomendamos:
Si se va a trabajar al sujeto sentado, el hipnotizador debe ponerse más alto, para que aquél
tenga necesidad de mirar hacia arriba. También es muy efectivo ponerse por detrás del sujeto,
lo que lo obliga a inclinar un poco hacia atrás la cabeza, y esta posición tiende a provocar
contracción muscular en el cuello.
Como hemos podido ver existen muchos métodos de inducción hipnótica. Incluso podemos
inventarnos variantes adecuadas o adaptadas al sujeto que se ha de someter al trance, tal y
como hacía en muchas ocasiones el Doctor Milton Erickson, que usaba en muchos de sus
“diálogos hipnóticos” metáforas, situaciones imaginarias, historias y cuentos.
mayores hasta enfermos psicóticos, aparte del tratamiento de problemas a nivel individual en
diversas áreas.
A continuación nos referimos a las formas o métodos empleados en nuestra práctica cotidiana
en el plano asistencial, algunos de estos métodos son muy usados actualmente por varios
investigadores para hipnotizar y profundizar en la hipnosis, el Doctor J.P. Guyonnaud (18)
expone de manera sencilla y muy didácticamente estas técnicas.
Quizás sea largo, pero es bastante seguro a la hora de obtener resultados. El sujeto
puede estar sentado o tumbado. En todo caso en una posición cómoda. Preferiblemente con los
ojos cerrados le iremos induciendo con nuestra voz relajando parte a parte del cuerpo,
empezando por los pies y acabando por la cabeza o viceversa. Al terminar esta relajación
progresiva vamos introduciendo sugestiones de pasividad y sueño: Ahora te encuentras tan a
gusto que dormirás... sientes como un ensueño agradable que te va envolviendo...”
Son todos aquellos en que indicamos a un sujeto que se fije en cualquier cosa exterior,
que puede ser fija, o en movimiento. Puede tratarse de un foco de luz, un péndulo oscilante, un
disco hipnoidal. Antes o después –incluso sin sugestiones por parte del hipnólogo- se irá
produciendo un cansancio ocular que nos irá adormeciendo. Si introducimos sugestiones serán
de este tipo: “Conforme miras este objeto, tus ojos van sintiendo un ligero cansancio que cada
vez se hace más intenso. Poco a poco los párpados se vuelven más pesados y es como si
quisieras cerrar los ojos porque quieres dormir o descansar...”
194
Pedimos al sujeto que una con fuerza sus piernas y que apriete los brazos estirados
hacia el cuerpo, que ponga rígidos todos los músculos de su cuerpo, que apriete el abdomen y
en definitiva, que se imagine que una especie de tabla o estatua de bronce. Acto seguido la
imprimiremos un ligero balanceo para que note su rigidez. Una vez conseguida la rigidez total,
podemos con ayuda de otras personas, tumbarle en el suelo, en un diván o camilla.
Inmediatamente le indicaremos que se encuentra muy concentrado y que dormirá o entrará en
un estado profundo y especial a nuestra indicación. Podemos dar un pequeño chasquido con
los dedos o tocarle ligeramente la frente con los dedos al mismo tiempo que decimos:
¡duerme! o ¡Ya está... estas en un estado profundo y especial! A partir de ahí, usamos
sugestiones para profundizar.
Le sugerimos que se encuentra bien y que su brazo cada vez está más rígido. Le hacemos
sentir con ligeras presiones sobre la mano dicha rigidez para que se retroalimente en la
sugestión... una vez conseguido le indicamos que el brazo comenzará a pesar, que se ha
transformado en plomo...” el brazo en tan pesado que su peso se hace insostenible e irá
cayendo. Conforme el brazo va bajando, notarás como un sueño agradable e intenso te va
invadiendo... cuando el brazo se desplome por completo, dormirás. Si la sugestión surte
efecto, el sujeto irá bajando el brazo hasta soltarlo por completo; en este momento daremos la
orden ¡duerme!
Especialmente para usarlo con sujetos difíciles. Pondremos a una persona ante nosotros
indicándole que le vamos a hipnotizar (le habremos comentado previamente que en realidad
no será a ella a quien induciremos, sino que simplemente debe fingir que está durmiendo); a su
lado pondremos a otra –a la que realmente queremos inducir- y le explicaremos que su misión
es observar con todo el detalle y atención que pueda cómo se duerme la otra persona.
Preferiblemente podremos a uno frente a otro y el inductor se sitúa en medio. Bien... llegado
este punto a nuestro compinche le pasaremos un péndulo oscilando por delante de los ojos, por
ejemplo y el comenzará a fingir su adormecimiento.
Deberemos estar atentos a nuestra verdadera víctima, pues cuando su atención sea intensa,
soltaremos de una el péndulo y de inmediato sin darle tiempo a reaccionar, situaremos nuestra
mano delante de su frente o sus ojos cerrándoselos y diciéndole enérgicamente: ¡duerme!
Una puntualización a tener en cuenta es que muchas personas son reacias ante términos
como “hipnosis” “hipnotismo” o “sueño” por el temor que estos suscitan de pérdida de la
propia conciencia. En ese caso podemos sustituirlos por palabras o expresiones como
“estado especial” “trance”, “ensueño” o “sopor”.
Accione el metrónomo (siempre 60 golpes por minutos), luego invite a la persona a escuchar
cada golpe, con los ojos cerrados y pensando en el sueño.
Continúe con los ojos cerrados y piense en el sueño, no piense en otra cosa... respire
tranquilamente, regularmente, profundamente... Nada le altera... Nada lo turba... Nada le
inquieta... Todo está en calma... todo está tranquilo alrededor de usted.
Usted no escucha más que los golpes del metrónomo... y mi voz, mi voz que le calma y le
duerme... Usted escucha mi voz, mi voz, mi voz... Su respiración se vuelve más
tranquila...Tranquila Más profunda como cuando usted duerme... A cada respiración, usted.
está más calmada... Su respiración es tranquila y regular.
Yo cuento: uno, un calor agradable corre por sus venas... dos. Usted está en un
estado de calma... Usted se relaja y se desinteresa de todo... Usted va a dormir... tres... Una
ligera neblina le invade... La neblina aumenta ella se esparce... cuatro... Todo está negro
alrededor de Usted.... Es la oscuridad... cinco... La somnolencia aumenta... seis... Alrededor
de Usted., todo es aún más calmado... alrededor de Usted todo es aún más oscuro... Mi voz
le calma... mi voz le duerme... siete... Usted se duerme profundamente... su corazón late
regularmente... ocho... Es el marcador de arena... Nueve... Una somnolencia irresistible le
toma... diez... Usted pierde conciencia... más y más profundo... Gracias a un sueño
profundo, tranquilo, benéfico... Usted toma conciencia, más y más profunda... once...
Ningún ruido le altera... Usted entiende únicamente mi voz y el golpe del metrónomo...
doce... Duerma profundamente, más profundamente... trece... Duerma... Duerma...
catorce... A cada palabra que yo pronuncie, a cada golpe del metrónomo, Usted. se duerme
más profundo... todavía más profundo... quince... Usted va a dormir... nada podrá
detenerle... Usted va a dormir bien... dieciséis... Usted duerme mejor y mejor.
La llamada bola hipnótica se trata, de hecho, de una bola de cristal exactamente como aquellas
utilizadas en las sesiones adivinatorias (cristalomancia). Si Usted desea utilizarla para
197
Pida a la persona (que puede estar de pie, sentada o acostada) mantener las manos
abiertas, la palma de la mano hacia arriba y concentrar la mirada en la bola que Usted tiene en
la mano izquierda.
Diga:
Piense que sus manos se cerrarán. Y mirando esta bola, Usted va a sentir que sus manos se
cierran... Pequeñas sacudidas van a agitar sus manos, anunciando que ellas no tardarán en
cerrarse.
Sus manos se contraerán, sus manos se cerrarán... Ya está, los movimientos apenas
perceptibles animan sus dedos...
Estos movimientos se intensifican más y más... Usted comienza a sentir agitarse sus dedos...
Sus dedos se agitan... Sus manos tardarán en cerrarse... Ya... Sus manos se cierran y ellas se
cerrarán más y más rápido... Una fuerza las cierra... Imposible mantenerlas abiertas... Sus
manos se cierran... ellas se cierran... ellas se cierran... siempre... todavía... todavía... Es
irreversible... Sus manos se cierran completamente... Abrirlas es imposible, Usted intenta...
Sus manos se cierran... Ellas se abrirán en un momento, cuando yo dé término a la influencia
de la bola... Usted siente una fuerza que las cierra... Sus manos continúan cerrándose... Sus
manos se cierran... Sus manos se cierran y ellas no van a abrirse más...
Pida a la persona que se ponga de pie, los pies juntos y los brazos a lo largo del cuerpo.
198
Observe esta bola. En un momento Usted se sentirá halado hacia atrás. Fije su mirada en esta
bola hipnótica e irresistiblemente Usted se sentirá halado hacia atrás... Ya está, porque Usted
mira mejor la bola, Usted comienza a sentirse halado hacia atrás...
Muy ligeramente, avance la bola hacia la persona (como si Usted deseara obligarle a
retroceder) y, en la medida en que ella se aproxime a sus ojos, afirme con sincronismo:
Usted es tirado hacia atrás... Usted es tirado hacia atrás... Usted cae hacia atrás... Usted se
derriba...
Después que la persona asuma la caída hacia atrás, apresúrese a retenerla y diga:
Usted lo ve, es suficiente mirar fijamente esta bola, si Usted cae irresistiblemente hacia atrás.
(Es de notar que con ciertas personas particularmente sensibles a la hipnosis, no es igualmente
necesario acercar la bola, puesto que ellas pierden el equilibrio desde el final de la segunda
fase del test).
Luego de constatar la eficiencia de la bola por intermedio de una u otra de las técnicas
descritas (mejor aún, de las dos), vale apuntar que si Usted se halla en presencia de una
persona fácilmente hipnotizable, puede lograr una hipnotización inmediata con el método que
se detalla a continuación:
Aparente "magnetizar" la bola (efectuando sobre ella un simulacro cualquiera) con mucha
ostentación.
Afirme:
199
En un momento, cuando Usted tome esta bola, se dormirá con un sueño profundo. Y tomando
esta bola, Usted sentirá que el sueño cae sobre Usted Porque esta bola magnetizada puede
hacerle dormir y ella le dormirá para bien.
Continúe ejerciendo la fascinación con la mirada, realice algunos pases sobre la bola, luego
désela a la persona y diga:
Ahora, tome esta bola en su mano derecha (izquierda, para los zurdos), agárrela, agárrela
fuerte y usted dormirá un profundo sueño... Usted dormirá un profundo sueño.
Colóquese frente a la persona, invítela a que permanezca de pie y mantenga los talones juntos
y los brazos extendidos.
Levante su brazo derecho y ejérzale una pequeña presión, para suavizarlo un poco.
Ponga su pie izquierdo detrás del pie derecho de la persona y sugiérale la caída hacia atrás (ver
método de la caída hacia atrás con fijación de la mirada), siempre manteniendo su mano
derecha.
Desde que la persona comience a caer, tírela hacia usted (por su mano derecha) y diga:
Ahora, Usted dormirá profundamente... En un segundo yo le pediré abrir los ojos y sentarse en
la silla señalada por mí. Está hecho... Sus ojos se cierran y Usted caerá en un sueño aún más
profundo... Ya está... Abra los ojos y siéntese en esta silla..
Para que el método sea más eficaz, siempre coloque una silla detrás de la persona y en lugar
de darle la orden de abrir los ojos y de sentarse, sugiérale:
Duerma profundamente... Ya Ud. duerme... Ud. tiene deseos de sentarse... sus piernas se ponen
blandas, más y más blandas... Y de la misma forma que Ud. se sentará, Usted dormirá aún más
profundo.
Luego que dulcemente le ayude a sentarse, continúe para sugerirle la llegada del sueño, tan
necesario.
En el primer cierre Usted sentirá sus párpados ponerse pesados y Usted los dejará ponerse
pesados... En el segundo cierre sus ojos... Estos tendrán deseos de cerrarse y Usted los dejará
cerrarse... En el tercer cierre... sus párpados estarán completamente cerrados, los músculos que
los rodean completamente relajados... y Usted no tendrá deseos de abrirlos.
Relaje los músculos que rodean sus ojos.... Haga como si Usted no pudiera abrirlos, haga
como si Usted no pudiera abrir los ojos, como si todos los músculos que rodean sus ojos
estuvieran fatigados, relajados... Ahora Usted intentará abrirlos y haciendo esto comprobará
que mientras más Usted intenta abrirlos, más ellos permanecen cerrados, más sus párpados se
ponen pesados... No intente abrirlos más... Ahora la relajación de sus ojos disminuyen de un
solo golpe en todo su cuerpo, hasta llegar a sus dedos... ya está, todo su cuerpo se relajado,
relajado.
Siguiendo las huellas del célebre Bernheim, Paul Clément Jaget, uno de los más
eminentes hipnotizadores franceses de nuestro siglo, tuvo un papel primordial en la creación
de este método, que consiste en lo siguiente:
Tome entre las manos los pulgares del hombre o la mujer que se encuentra delante de Ud. y
ejerza una ligera presión en la raíz de los dedos (zona considerada como hipnógena).
201
Diga:
Ante todo, Usted debe relajarse... Suelte sus brazos y sus piernas, déjelas, déjelas reposar...
deje reposar bien sus miembros... yo voy a dormirlo plácidamente, gradualmente. Sin ninguna
inquietud, lo que yo haré le será extremadamente agradable... Poco a poco, una ligera torpeza
le invadirá... Usted se sentirá bien, verdaderamente bien... El sueño le vencerá y le vencerá
más, mas Usted se sentirá reposado... Esto será como en los momentos en que, luego de una
gran fatiga o una carencia de sueño, no pudiendo más, Usted se duerme súbitamente y seguro
irresistiblemente.
Suelte los pulgares, ponga su índice derecho (izquierdo, si Usted es zurdo) delante de los
ojos de la persona y, con un movimiento lento y regular, comience a describir, con el dedo,
círculos de un diámetro de cinco centímetros aproximadamente, siempre diciendo:
Siga con la mirada la extremidad de mi índice... Fije los ojos en mi índice... La fatiga se
apodera de sus ojos...Sus párpados se pondrán pesados... Sus párpados parecen pesados... Sus
párpados están pesados... pesados... Sus párpados están pesados... pesados... pesados... Sus
párpados se entorpecen y se entorpecerán más y más, sus párpados están pesados... pesados...
pesados.... muy pesados, más y más pesados... Ellos pesan... ellos pesan... ellos pesan más y
más... Sus párpados están muy pesados... pesados... pesados... como de plomo... pesados como
de plomo... Observe siempre mi dedo, que da vueltas, que da vueltas, que da vueltas, le pica en
sus ojos... La neblina aumenta... la neblina se esparce... Sus ojos van a cerrarse... sus ojos se
cierran... ahora, sus ojos se cierran completamente, y cuando yo diga "siete", sus ojos no
podrán abrirse más... a medida que yo vaya contando, sus ojos se van a entorpecer más y más.
Uno... Sus párpados están más y más pesados... dos... Sus párpados se cierran más y
más... tres... Su cabeza se adormece... Su cabeza se adormece... cuatro... El sueño lo vence, es
el sueño... cinco... Sus ojos están cerrados, bien cerrados... seis... Usted no piensa más que en
dormir... siete... Usted se duerme.
Usted tiene sueño... Usted tiene sueño... El sueño lo gana... Con un profundo sueño, Usted se
duerme...irresistiblemente, el sueño lo invade... Cada una de mis palabras le dormirá
profundamente y cada segundo que pasa, Usted duerme más y más profundamente... un
profundo sueño, muy profundo sueño...Duerma...Usted se duerme... Usted se duerme.
Usted duer-me... Usted duer-me...Usted esta dor-mi-do... Usted duer-me con un profundo
sueño... Todo está... negro para Usted.... Usted no entiende más que mi... voz... duerme.
Ubíquese otra vez delante de la persona y durante tres minutos aproximadamente describa
con los pulgares, simultáneamente, dos arcos de círculos tangentes a las cejas de la
persona, partiendo del medio de la frente y diciendo siempre:
Usted está dormido... Cuando yo diga " siete ", Usted caerá en un profundo sueño... Yo
comienzo... uno... El deseo de dormir es grande... dos... Una necesidad irresistible de dormir le
invade tres... Usted tiene sueño... cuatro... Sueño, sueño.... cinco... el sueño lo derriba... seis...
Usted duerme más y más profundamente y nada puede despertarlo... Usted duerme más y más
profundamente...
Si desea esto, repita los pases y diga luego la palabra "siete"; pero si la persona da la
impresión de reaccionar bien, tome desde ese momento su puño derecho (izquierdo, si es
zurdo) y termine con la sugestión:
Ahora Ud. está bien dormido... Nada podrá despertarlo, excepto yo... Duerma, duerma
profundamente.
Las bases de este procedimiento fueron planteadas en 1923 por uno de los más
afamados especialistas modernos de la hipnosis: Erickson.
203
Pida a la persona que se instale confortablemente sobre una silla y que coloque sus manos
sobre los muslos.
Diga:
Descanse sobre esta silla y relájese... Preste toda su atención a sus manos... Vigile sus manos y
descubrirá que lejos de ser inútil o igualmente fastidioso, esta observación es saludable; ella le
hará bien... Piense únicamente en sus manos... Concéntrese en sus manos... Pronto, Usted
notará que ciertas cosas se producirán en el transcurso de su relajación. Estas cosas siempre se
producen cuantas veces Usted se deje llevar por la relajación, pero hasta aquí ellas son, para
Usted, pasos inapreciables.
Concéntrese Usted en todas las sensaciones e impresiones que Usted experimentará en sus
manos, igual en la mano izquierda que en la derecha... Puede ser que Usted sienta el tejido de
sus pantalones (o vestido) contra la palma de su mano... o el calor de su mano en su muslo...
Las sensaciones que Usted experimentará, yo deseo que Usted las observe... Puede ser que
sienta Usted una especie de movimiento... Observe sus sensaciones, cualquiera que éstas sean.
Observe siempre sus manos y note su inmovilidad... Hay movimientos en sus manos,
pero ellos no son todavía perceptibles...Yo deseo que su mirada permanezca concentrada en
sus manos... Su atención puede desviarse de sus manos, pero vuelve siempre a ellas y Usted
mantiene los ojos fijos en las manos... Usted se pregunta cuándo los movimientos que se
encuentran en ellas van a ser visibles. La curiosidad le vence, Usted deseará saber lo que la
invade... De hecho, las sensaciones que Usted va a experimentar son tales, que no importa que
pueda sentirlas.. En uno de los dedos o en las manos, un ligero movimiento, un
estremecimiento, va a aparecer... vigile este estremecimiento... Estire sus manos... ¿Cuál de
sus dedos va a moverse primero? ¿El mayor?... ¿El índice?... ¿El anular?... ¿El auricular?... ¿El
204
pulgar? Uno de sus dedos va a estremecerse o moverse... Usted no sabe exactamente cuándo...
ni en cuál mano... Sin duda, Usted va a sentir pequeños movimientos en sus dedos... Esto
podría producirse más rápido de lo que yo pienso... Observe bien... esto podría producirse más
rápido de lo que yo pienso.. Observe bien... para comenzar, Usted va a experimentar un ligero
estremecimiento.
Normalmente, en este estado, unos de los dedos de la persona se mueve efectivamente (en
caso contrario, es necesario repetir el texto) a partir de la frase "Estire sus manos", lo
que permite decir:
Si todo va bien, uno de los dedos de la persona se levanta (o comienza a levantarse), lo que
permite proseguir diciendo:
Observe como su índice (o pulgar, auricular, u otro.) se levanta... Al mismo tiempo, los otros
dedos desean seguirlos... De ahí que se levanten lentamente... Mientras sus dedos se elevan,
Usted sentirá una sensación de ligereza en la mano... Una sensación de ligereza, sobre todo
porque los dedos se levantan aún y toda la mano se levantará y se elevará lentamente, ligera
como una pluma... Su mano va a elevarse como un globo que sube en el aire... Un globo que
se eleva más y más alto, más y más alto...
Su mano se vuelve ligera, muy ligera... Ya sus dedos se levantan... Ellos se elevan... Su mano
está ligera... Ligera... Ligera como una pluma... Más y más ligera... Su mano se eleva... Ella se
eleva... Ella sube... Sube... como un globo sube en el aire... Su mano está ligera... Su brazo
también está ligero, muy ligero... Observe que su mano se eleva y su brazo sube, sube en el
aire, un poco más alto, más alto, más alto todavía, todavía.
Normalmente la sugestión aporta sus frutos (el brazo comienza a elevarse), lo que permite
continuar:
205
Observe, observe la mano y el brazo que se eleva. Mientras Usted observa, Usted comienza a
sentir que progresivamente sus ojos se ponen fatigados, soñolientos... Mientras su brazo
continúa elevándose, una sensación de relajación y de fatiga lo invade. Usted tiene más y más
deseos de dormir... Un gran deseo de dormir... Sus ojos se ponen pesados y, puede ser, pronto
sus párpados desearán cerrarse... y mientras su brazo se eleva más alto, usted tiene deseos de
sentirse más y más relajado. Usted tendrá más y más sueño y usted deseará experimentar una
sensación de paz y de relajación, cerrando los ojos y durmiéndose... Usted va a sumergirse,
porque su brazo se eleva... Su brazo se eleva todavía, todavía y Usted se pone muy
soñoliento... Sus párpados se vuelven pesados, su respiración se vuelve lenta y regular...
Respire profundamente, inspire y expire... Usted está relajado...
Luego continúe:
Mientras Usted observa su mano y su brazo, se siente más y más relajado y soñoliento, Usted
observará que la dirección de su mano va a cambiar... su brazo se doblará y su mano se
aproximará más a su cara, todavía, todavía, todavía, y mientras ella se eleva, Usted va
lentamente, pero seguro, a entrar en un profundo, profundo sueño, en el cual Usted se relajará
profundamente y Usted lo deseará... El brazo continuará elevándose, más alto, hasta que
alcance su cara, y usted tendrá más y más sueño, pero Usted no debe dormirse antes de que su
mano alcance su cara... Cuando su mano alcance su cara Usted estará dormido, profundamente
dormido... Ahora su mano cambia de dirección... Ella se eleva hacia su cara... Sus párpados se
vuelven pesados... Usted tiene más y más sueño, más y más sueño...
Cuando vea que la mano se aproxime a la cara y que los párpados pestañeen más rápido, diga:
Sus ojos se vuelven pesados, muy pesados, y la mano se eleva hacia la cara. Usted se siente
muy fatigado y soñoliento... Sus ojos se cierran... Se cierran... Cuando su mano alcance su
cara, Usted estará dormido, profundamente dormido... Usted siente una gran somnolencia...
Usted se siente más y más somnoliento... Usted tiene un gran deseo de dormir... Usted tiene
una gran fatiga... Sus párpados son como de plomo y su mano se eleva, se eleva derecho hacia
su cara... y cuando su mano alcanza su cara, Usted estará dormido.
Es la última fase. La mano está cerca de alcanzar la cara y provocar el cierre de los ojos.
Termine diciendo:
206
La inducción del sueño hipnótico según una u otra de las técnicas descritas anteriormente, no
lo es todo. Ella abre solamente la vía a la fase más importante y más constructiva de la
hipnosis: aquella que permite al hipnotizador comunicar a la persona hipnotizada, sugestiones
(instrucciones) destinadas a combatir un mal determinado (asma, hipertensión, tabaquismo,
insomnio, impotencia, entre otros.) Y para que las condiciones ideales exigidas por esta fase
decisiva sean reunidas, es necesario proceder a veces a la profundización del sueño (trance
hipnótico) por intermedio de métodos particulares, como los que a continuación citamos.
El hipnotizador sugiere:
Para la persona dormida mediante hipnosis, los propósitos perseguidos son los
siguientes:
Usted se duerme con un sueño profundo... Usted apenas entiende mi voz... Usted me entiende
menos y menos, usted se adormece... imposible hacer un movimiento... Su sueño se vuelve
207
más y más profundo... Cuando haya contado hasta tres, Usted no me entenderá más... Usted no
sentirá más mi presencia y Usted no me entenderá hasta después que mi mano sea puesta en su
cabeza... A las tres, Usted me entenderá... Para entender de nuevo hará falta que yo coloque mi
mano sobre su cabeza... A cada segundo, Usted me entiende menos y menos... Mi voz le
parece más y más lejana... Duerma profundamente... Usted no entiende más: Uno... Dos...
Tres.
Usted me entiende... Usted está muy bien... Usted me escucha... Usted me entiende muy bien...
Su sueño es menos profundo, pero no se despierte... Continúe dormido.
El hipnotizador sugiere:
Mantenga los ojos cerrados... Usted verá un bosque... Usted verá un bosque... un gran
bosque... un bosque inmenso, con árboles tupidos represéntese bien este bosque... Usted tiene
delante el bosque... Vea bien este bosque delante de Usted.... A todos lados, árboles y aún más
árboles... ¡qué verdor!... Es verde... Las hojas verdes... Las ramas... Los árboles del bosque...
una visión tranquila y reposada... Usted está tranquilo, perfectamente relajado... Ahora, Usted
está en el centro del bosque... En medio del bosque... Es muy agradable... A todos lados, Usted
ve árboles... Ve esos árboles... Esas hojas... Este verdor, este bosque... Este inmenso bosque...
Esto resulta si se hacen las sugestiones para que las personas "vea" el bosque; por tanto, el
hipnotizador debe también ver en su imaginación todo lo que él sugiere.
Usted entiende menos y menos... Los oídos le parecen obstruidos... Usted entiende menos y
menos... Sus oídos están más y más obstruidos... Sus oídos están como obstruidos... Los
208
sonidos los percibe mal, muy mal... Los ruidos son lejanos... débiles, imperceptibles... Usted
estará sordo, completamente sordo... Usted no entenderá más nada... Usted no percibirá
ningún sonido... Ningún ruido... Usted no entenderá más hasta que yo ponga mi mano en su
frente... Ahora yo contaré: Uno... Dos... Tres...
Al igual que con el método de la letargia, Usted puede producir la ilusión de un silencio total,
una ilusión que se disipe desde el momento en que el hipnotizador coloque su mano sobre la
cabeza de la persona hipnotizada.
Para provocar la risa de una persona hipnotizada, riendo uno mismo llegado el
momento, el hipnotizador tiene la tarea de evocar una imagen cómica cualquiera, como por
ejemplo ésta:
... Imagínese en una comida de bodas, la joven esposa porta un vestido blanco espléndido, con
el cual ella está muy bella... un sirviente llega, con el jefe de la obra de la pastelería, una
magnifica pieza montada... El pasa detrás de la joven esposa y... !Paf! todo cae sobre ella
completamente... La crema Chantillí se desparrama sobre la cara y el bello vestido de la joven
novia... La insistente explosión de risa... Usted ve a la joven esposa convertida en crema y
Usted también ríe... Usted ríe... Usted ríe...
PASOS DE LA HIPNOSIS.
EL AGOTAMIENTO PALPEBRAL.
Una forma fácil para agotar los músculos elevadores de los párpados es el método del
pestañeo sincronizado; o sea, que se cierren y se abran los ojos constantemente. También la
fijación de la mirada en un punto luminoso o sobre un punto fijo, provoca este agotamiento
(método de Braid), el cual es el método que más hemos utilizado con buenos resultados. Es
posible utilizar la combinación de ambos métodos, que para muchos es la forma de obtener
una mayor efectividad.
El punto luminoso debe estar situado de forma tal que obligue al sujeto a mirar ligeramente
hacia arriba, por lo que recomendamos ponerlo a una altura superior a la de la frente.
Este método tiene efecto hipnógeno a causa de que los núcleos oculomotores están situados en
la proximidad inmediata del centro del sueño, de modo que se puede suponer que existe una
relación asociativa entre el centro del sueño y el núcleo oculomotor. Los globos oculares,
dispuestos para el sueño, se hallan girados hacia arriba, posición que se consigue igualmente
contrayendo los músculos recto superior y oblicuo inferior del ojo, pudiéndose estimular así el
centro del sueño por la mencionada asociación.
El ejercicio comienza con la siguiente indicación: Fíjese bien... Yo iré contando números
consecutivos y usted, cada vez que escuche un número, debe cerrar y abrir los ojos
suavemente, sin apretar los párpados. Aquí el hipnotizador puede hacer el ejercicio a modo de
ejemplo para que el sujeto lo observe.
Las sugestiones deben ser dadas con el mismo tono de voz y a intervalos de dos o tres
segundos unas de otras; por eso las separamos por puntos suspensivos en la transcripción.
Está bien, comenzaremos... uno... cierre y abra los ojos... Dos…cierre y abra los ojos... Tres...
cuatro... su cuerpo relajado...cinco... Completamente relajado...
Cuando se observe cierto agotamiento en el sujeto, como si los párpados le pesaran, se pasa a
la siguiente sugestión. Esto ocurre en sujetos muy sugestionables entre el intervalo del 20 al
30% aproximadamente, y en los menos sugestionables entre el 40 y el 50%.
Sus párpados... Los comienza a sentir muy cansados... Pesados...agotados... Muy cansados
(esto debe ir acompañado de los números correspondientes)... no se preocupe... Está
cooperando muy bien...
Esta última expresión reafirma positivamente la actitud del sujeto y lo estimula, a la vez que le
resta preocupación; Como planteamos anteriormente, este ejercicio proporciona al sujeto
fatiga muscular y cansancio visual.
La asociación del ejercicio con las sugestiones establece un sistema de conexiones nerviosas
temporales en la corteza, entre los puntos de excitación creados por el pestañeo y la palabra
del hipnotizador, formando un reflejo condicionado que es nuestro principal objetivo.
Cuando se haya llegado a un número en que el sujeto muestre cansancio, se le indica que
continúe solo a partir de ahí, abriendo y cerrando los ojos, y se continúa con sugestiones.
Sus párpados... están cansados... fatigados... agotados... muy bien... no tenga miedo... muy
pesados... no tenga miedo... su visión se comienza a poner turbia... Eso es natural... Es lo que
esperamos que suceda... No se preocupe... Sus párpados están cada vez más pesados. Su vista
se hace cada vez más turbia... Ya casi no puede abrirlos... cuando no pueda abrirlos déjelos
cerrados... no haga fuerza para abrirlos.
Una vez que se observa que el sujeto es prácticamente incapaz de abrir los ojos, se le debe
sugerir: Déjelos cerrados... es imposible separar... Imposible separar... su cuerpo está
relajado... no tenga miedo... Están pegados... Completamente pegados…. Imposible separar.
Imposible separar... Intente y verá que no puede... Imposible separar... Imposible
separar.....Cuando se logre que el sujeto no pueda elevar voluntariamente sus párpados, se ha
llegado al objetivo fundamental de esta etapa: provocar fenómenos oculares primarios, como
son el agotamiento palpebral y la turbación de la visión.
El criterio para determinar en qué momento se va a producir una caída espontánea de los
párpados o si es necesario sugerirla lo da la práctica. Pero, generalmente, aunque no se tenga
práctica, uno suele darse cuenta de lo que va a suceder.
Una forma de comprobación que nos permite saber si el paciente se encuentra en la parte final
de esta etapa es la presencia de convergencia ocular, es decir, que los globos oculares tienen
que estar dirigidos hacia arriba cuando se levanten los párpados con la mano.
Recomendamos antes de hacer esta comprobación, realizar una maniobra que facilite la
convergencia:
Cuando no pueda abrir los ojos, se le indica al sujeto que mire hacia arriba con los ojos
cerrados, como si tratara de ver algo que está en su frente. En ese momento se le pasan los
pulgares por los párpados delicadamente, desde los lados interiores hacia los extremos
(maniobra de los pulgares) y se le sugiere: Sus párpados están totalmente pegados…muy
pegados…. imposible separar…... están cansados…. Abandonados... completamente
cerrados... Imposible separar... usted se siente bien... Tranquilo... firme... seguro... tranquilo...
firme...seguro…. respire... respire tranquila y profundamente... imposible separar…. imposible
separar.
Sólo podemos afirmar que se ha completado este estado si existe la plena seguridad de que al
sujeto le es imposible abrir los ojos. Si por casualidad el sujeto logra separar los párpados, esto
nos indica que no se consiguió la heterosugestión y que él está en un estado de completa
vigilia.
No insista en continuar ese día con el sujeto porque difícilmente podrá hipnotizarlo. Es
necesario que en la siguiente sesión este mismo sujeto logre una total concentración y
relajamiento que le permita ser hipnotizado.
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS
213
NOVENA PARTE
Dr. Alberto Ochoa Govin.
La preparación para lograr los fenómenos corporales en el sujeto puede realizarse en la misma
posición en que fue logrado el primer paso.
Todo su cuerpo... está relajado... completamente relajado... su cuello... Está flojo... sus
hombros relajados... Sus brazos pesados...relajados... Sus piernas... sus músculos... todo su
cuerpo... está flojo... Flojo y relajado... Completamente relajado…
214
Es importante señalar que el hipnotizador debe tocar cada parte del cuerpo a medida que la va
mencionando y comprobar si efectivamente está relajada. Cuando se constata que existe
alguna contracción, se insiste, tratando de ayudar al sujeto para que suelte la contracción
muscular, pues es necesario que aparezca un relajamiento total para continuar avanzando.
Hay que recordar que la hipnosis se basa en el establecimiento de reflejos condicionados. Esto
implica no olvidar nunca los pasos anteriores que hemos logrado y para conseguirlo hay que
tener presente el reforzamiento de la catalepsia palpebral, mediante sugestiones que la
mantengan en activo y no permitan que desaparezca por extinción de la señal.
Muchos pacientes que cuando se les da la sugestión de que aflojen la cabeza no ofrecen una
respuesta positiva espontáneamente, lo hacen de forma adecuada con este procedimiento y a
veces la cabeza se desploma totalmente de un solo movimiento cuando se menciona el número
tres.
Otra variable es utilizar una maniobra que provoque que la cabeza se descuelgue. Por
ejemplo: se pone una mano sobre la frente del sujeto y la otra en la nuca, continuando las
indicaciones de la misma forma:
Se aplica una pequeña fuerza con la mano que está sobre la nuca y se afloja la mano que está
en la frente, haciendo así que la cabeza se descuelgue.
Si la cabeza del paciente queda inclinada hacia adelante y se observa que está descolgada, se
debe seguir reafirmando la catalepsia palpebral.
215
Es importante comprobar el grado de relajación que posee el sujeto y para esto existe una
maniobra que lo permite. Se levanta el brazo del paciente aguantándolo por la muñeca como si
se fuera a tomar el pulso y después se suelta. La respuesta correcta que indica relajación es que
el brazo caiga completamente desplomado y que forme un movimiento de péndulo; si el brazo
baja lentamente o se demora unos segundos en caer, indica que hay un control voluntario, por
lo que se debe insistir en el relajamiento. Para conseguirlo se indica: Su cuerpo relajado...
totalmente relajado... yo levanto su brazo... y él debe caer totalmente relajado.... abandonado...
pesado... completamente desplomado...
Si esta maniobra tiene un resultado positivo, es decir, que el brazo cae completamente relajado
con un movimiento oscilatorio, no es necesario continuar; de lo contrario, no se puede seguir
avanzando en los pasos sucesivos de la hipnosis hasta conseguir el relajamiento. Insistimos en
que se debe seguir reafirmando la imposibilidad de abrir los ojos.
Otra respuesta negativa es que cuando se le coja el brazo y se suba, el sujeto lo levante; esto
indica que está fingiendo. Una forma de neutralizar esa respuesta es la aplicación de pequeños
golpes en los brazos, buscando que se elimine la contracción muscular. También se pueden
aplicar las siguientes sugestiones: Su cuerpo se relaja cada vez más relajado... cada vez que yo
le doy un golpe... su cuerpo se relajado…. sus brazos se ponen flojos... muy flojos.....
Se debe continuar hasta lograr la caída pesada e involuntaria de los brazos. Debe recordarse
que la inhibición cortical provocada por la hipnosis comienza por las zonas motoras y
premotoras. Por lo tanto, en la medida en que no existan estimulaciones en estas áreas la
inhibición inducida será más fuerte.
El desplome de los brazos hay que tenerlo muy presente y no se puede pasar a otro ejercicio
si no se ha logrado. Debe comprobarse si están presentes algunos de los siguientes aspectos
negativos:
El ejercicio que se debe aplicar a continuación es de respiración y se provoca así que ésta sea
cada vez más tranquila y profunda, reafirmando lo logrado. Para ello se indica: Su cuerpo está
pesado... muy pesado... sus párpados pegados... muy pegados... imposible separar... imposible
separar...Ahora respire profundamente... tranquila y profundamente... repita mentalmente…
todo lo que yo le digo… ponga atención sólo a mi voz... respire profundamente... tranquila y
profundamente... a medida que usted respira... tranquila y profundamente... su cuerpo... se
relajará cada vez más... cada vez más profundamente... sus párpados pegados... muy pegados...
cada vez más- pegados... imposible separar….imposible separar...
Recuerde que estas sugestiones son solamente una guía, por lo que no deben seguirse
textualmente tal como las ponemos en este libro.
Usted adapta, repite y refuerza las sugestiones de acuerdo con sus condiciones personales y las
características del sujeto. Aquí presentamos solamente las frases más importantes y sin
repetidas las veces necesarias.
Escoja usted su propia fraseología para la inducción hipnótica y no tema repetir cada sugestión
al sujeto las veces que crea necesario. A medida que avance en el proceso de inducción, será
más necesario repetir varias veces cada sugestión.
El hecho de que el sujeto realice cinco o seis inspiraciones profundas produce una especie de
alcalosis respiratoria (aumento del pH y bajo contenido de dióxido de carbono) a causa de la
oxigenación de los centros musculares y cerebrales, lo cual facilita que aumente la inhibición.
Si se ha obtenido una respuesta positiva a los ejercicios realizados hasta ahora, estamos
completamente convencidos de que el sujeto se encuentra con una relajación fuerte y profunda
que implica, sin lugar a dudas, una inhibición de la corteza cerebral, principalmente de los
217
lóbulos frontales y de las zonas motoras y premotoras. No obstante, siempre se debe volver a
lo anterior para reforzar la señal que la provoca.
Cuando se ha llegado hasta aquí, es necesario realizar una valoración del tiempo trascurrido
desde el comienzo, el agotamiento del paciente y el del hipnotizador. Es fácil que en una
primera sesión se logre llegar hasta esta segunda etapa; cuando hay más experiencia, esto se
logra en pocos minutos y no se agota ninguna de las partes.
§ Pérdida de la noción del tiempo; el sujeto considera que ha dormido mucho más tiempo que
el real.
EL DESPERTAR Y EL SIGNO-SEÑAL.
El despertar es sencillo y fácil. Sin embargo, es lo que más temor infunde en los
sujetos. Muchas personas, cuando se les habla de hipnosis, expresan su gran preocupación de
quedar dormidas y no poder despertar.
219
Esto se debe al desconocimiento de que se pasa del sueño hipnótico al sueño fisiológico
normal.
La formación del reflejo condicionado signo-señal es importante porque ahorra tener que
comenzar desde el principio cada sesión, por lo tanto, es necesario que el mismo quede muy
bien establecido, de modo tal que en cualquier parte del tratamiento donde nos encontremos
pueda ser aplicado y aparezca la respuesta.
Es necesario repetir esto varias veces para que el sujeto lo grabe y se establezca el reflejo
condicionado. Si ya se tiene dominio de la forma de despertar al sujeto, se proceder a realizar
dicho acto de la siguiente manera: Ahora yo lo despertaré…y usted no tendrá dolor de
220
Después de aplicada la técnica y que el sujeto haya despertado, se le pregunta cómo se siente,
si tiene dolores, si está tranquilo. Posteriormente se le sitúa en la misma posición en que fue
hipnotizado, se le relaja y se le dice la consigna del signo-señal relájese y duerma...relájese y
duerma….
- No despierte nunca al sujeto sin haberlo preparado. es decir, sugiérale que al abrir los
ojos se sentirá bien, sin dolores de cabeza o corporales.
- No debe esperar que trascurra mucho tiempo entre el despertar y el uso de la consigna del
signo-señal. Solamente se pregunta cómo está, si se siente bien y se cierra la conversación.
Ahora ponga atención, voy a contar... hasta tres... y usted va a despertar... completamente
despejado... sin dolor de cabeza... como si hubiera dormido mucho... tranquila y
profundamente... Recuerde...cuando cuente hasta tres... y dé dos palmadas... se
despertará...Uno... sintiéndose bien... dos... se siente tranquilo... nada le preocupa... ya usted
espera mi orden... para despertar... tres…Se dan dos palmadas y se le dice enérgica e
imperativamente: ¡Despierte!
Por lo general, él paciente se despierta sin dificultades, pero si esto no ocurre, el hipnotizador
no debe atormentarse ni preocuparse demasiado.
Existe una maniobra que salva esta situación. Si automáticamente que se le da la orden no
despierta, se le dan dos palmadas enérgicas en la frente y se le dice imperativamente: ¡Arriba!,
¡abra los ojos!... ¡ya puede abrirlos!...
Si no hacemos esto y dejamos al sujeto sin despertar, no le pasará nada, no sufrirá ningún
daño, sino que pasará al poco rato a un sueño fisiológico. Podemos asegurar que es
extremadamente difícil que el paciente no abra los ojos cuando se le dan las dos palmadas en
la frente.
Esto se hace por si el paciente aún tiene algún grado de rapport con el hipnotizador, aunque el
no despertar indica que el mismo se ha perdido.
Cuando nos encontramos de nuevo ante el paciente, es necesario restablecer una buena
relación médico paciente (el rapport), preguntarle cómo se ha sentido, decirle que la vez
anterior cooperó muy bien, que en esta sesión se va a sentir mucho mejor, que ya conoce el
método, que no le tiene temor, a través de una relación afectiva en la cual se logre que el
paciente le tenga confianza al hipnólogo. Esto reduce considerablemente el nivel de ansiedad
que por lo regular el paciente trae.
Una vez que se observa que ha disminuido la tensión y que está más calmado, se le sitúa en la
posición adoptada en la sesión anterior y se le invita a que se relaje.
El hipnotizador debe comprobar mediante la maniobra del brazo (levantar el brazo y que caiga
desplomado y en movimiento de péndulo cuando se suelta) si existe verdaderamente una
222
relajación de la musculatura estriada; nunca debe dar la consigna del signo-señal hasta tanto
no exista una relajación total.
Está muy bien... usted se ha relajado completamente... Ahora ponga atención sólo a mi voz...
recuerde la sesión anterior... su cuerpo está relajado... relájese y duerma... deje sus ojos
cerrados...suavemente... se está durmiendo profundamente... sus párpados están
completamente pegados... cansados... abandonados... agotados...pesados... imposible separar...
imposible separar... imposible separar...
Si el signo-señal quedó bien establecido, bastarán estas breves sugestiones y el sujeto quedará
más relajado y en un estado de sueño hipnótico más profundo que la vez anterior. De todas
formas, es necesario indicarle que mire hacia la frente y aplicar la maniobra de los pulgares
(pasarle los dedos pulgares por los ojos, desde los lagrimales hasta la parte exterior) para
lograr la convergencia de los globos oculares.
Se continúa buscando más concentración del sujeto con vistas a formar rápidamente la
inhibición de las zonas motoras y premotoras de la corteza.
Por lo general, no hay dificultad en lograr que el sujeto entre en estado hipnótico. No obstante,
si esto no se logra, no debe aparecer preocupación en el hipnotizador y si hay preocupación,
tratará de que no sea percibida por el sujeto. Se debe salvar el prestigio del procedimiento
diciendo: No importa... está muy bien... eso era lo que yo esperaba.
En realidad, son pocos los casos que no se duermen cuando se les da el signo-señal que se ha
condicionado en la sesión anterior.
LA CATALEPSIA BRAQUIAL.
223
El objetivo de este ejercicio es establecer una catalepsia braquial. La sugerencia: A medida que
toco su brazo o se pone cada vez más duro. Se utiliza para provocar la rigidez total del brazo,
pues cada toque establece puntos de excitación en las zonas motoras de la corteza donde existe
inhibición y fortalece el foco de excitación creado por la sugestión aplicada.
Si el paciente no mueve el brazo al contar hasta tres y la técnica ha sido bien empleada, la
única explicación es que estamos ante un mal paciente para la aplicación de la hipnosis.
El brazo está muy duro... como si fuera de hierro... de acero...está muy contraído... su mano
cerrada... fuertemente... el brazo es capaz de soportar cualquier peso... es como si fuera un
pedazo de acero... como si fuera un pedazo de hierro... está duro y rígido...imposible bajar...
imposible bajar… imposible bajar... aunque usted intente no puede... imposible bajar...
imposible bajar... Intente...no puede... imposible... imposible bajar... está completamente duro,
duro y rígido…
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Siempre que se dé una orden de Intente, se debe dar inmediatamente otra que la neutralice,
como, Imposible bajar... no puede aunque intente no puede...
El desafío que se le hace al sujeto mediante la palabra, Intente…debe ser pronunciado una sola
vez. Cuando es lanzado el reto, generalmente aparece un intento de ir en contra; se trata de
bajar el brazo, pero casi nunca es posible si se han seguido adecuadamente los pasos indicados
en este procedimiento.
Algunas veces el sujeto logra bajar un poco el brazo, con dificultad. Tan pronto como esto sea
apreciado, se suspende rápidamente el ejercicio, indicando: Está muy bien... no haga más
esfuerzo... es imposible bajarlo... está muy duro... escuche bien... cuando yo cuente hasta tres...
sentirá un pequeño golpe en su brazo... y éste caerá... completamente relajado...
completamente relajado... muy relajado...sus párpados están pegados,.. imposible separarlos,
su cuerpo relajado, sólo su brazo derecho está duro... muy duro...pero cuando yo cuente hasta
tres y sienta un golpe en el brazo... éste caerá completamente relajado... uno... dos... tres... (se
da un golpe suave en el brazo del sujeto simultáneamente con la pronunciación del último
número e inmediatamente se sigue sugiriendo) Ahora....se cae... completamente abandonado...
relajado y abandonado, todo su cuerpo está relajado, sus párpados están pegados...
cansados...pesados... imposible separar... imposible separar...
La orden de reto no se puede dar hasta tanto no exista una fuerte contracción en el puño y en el
brazo. Si ésta no aparece de forma espontánea, se le puede indicar mediante la siguiente
sugestión: Su puño está fuertemente cerrado... tan fuerte que tiembla, usted lo aprieta
fuertemente... muy fuerte... está duro como un hierro.
Por regla general, cuando las instrucciones se han ejecutado adecuadamente y el brazo está en
una posición que forma un ángulo de 90 grados con el cuerpo, aparece el pequeño temblor
provocado por la tensión muscular. Es importante que el sujeto tome conciencia de las
contracciones musculares del puño y del brazo, porque esto reafirma el foco de excitación
dominante en las zonas frontales de la corteza cerebral inhibida por el sueño hipnótico y se
establece la catalepsia braquial.
A partir de que se logre una vez, ya es fácil que reaparezca; solamente con decir: Ahora a su
brazo izquierdo... cuando yo cuente hasta tres... le va a pasar igual que al derecho, es
suficiente para que surja la catalepsia en el otro brazo.
Una vez que inducimos la catalepsia en el brazo derecho, en vez de mandar a bajarlo
indicamos la subida del izquierdo, que por mecanismo reflejo aparece rápidamente; es decir,
que provocamos la catalepsia de ambos brazos. Cuando estamos completamente convencidos
de que está asegurada la rigidez, apretamos las muñecas del sujeto con nuestras manos y
flexionamos sus brazos diciéndole: Yo tomo sus muñecas...flexiono sus brazos... pero
continúan duros... ellos se doblan por los codos... pero siguen duros... sólo se flexionan...
siguen contraídos...duros...
Es muy difícil que se detenga el movimiento por la voluntad del sujeto, si se ha logrado la
catalepsia braquial en ambos brazos de forma adecuada, pues el punto de excitación
dominante que la catalepsia es aprovechado para este ejercicio y se facilita la aparición del
movimiento.
Una vez que se ha logrado la catalepsia braquial de ambos brazos, se manda a que caigan
completamente relajados. Luego se pone una mano en el codo del sujeto y con la otra se
flexiona el antebrazo y se comienza a realizar un movimiento hacia arriba y hacia abajo, en el
cual el codo representa el punto de referencia de donde comienza el movimiento. Entonces se
le indica: Su cuerpo está completamente flojo… relajado... usted realiza conmigo este
movimiento... hacia arriba… hacia abajo... (Se continúa así siete u ocho veces) Ahora usted va
a realizar el movimiento solo... yo soltaré su mano… y usted continuará el movimiento… de la
misma forma... (Se sueltan las manos) hacia arriba... hacia abajo... hacia arriba... hacia abajo...
ya es un movimiento mecánico… mecánico… completamente mecánico... hacia arriba…
hacia abajo... hacia arriba…hacia abajo...
Es necesario coordinar la sugestión hacia arriba… hacia abajo... de acuerdo con el movimiento
del brazo, para que ambos coincidan.
Cuando yo cuente hasta tres… el movimiento pasará a ser automático… imposible parar…
imposible parar… uno… ya comienza a ser automático… dos… ya es un movimiento
semiautomático… prácticamente es imposible parar... imposible parar... tres... ya es un
movimiento automático... imposible parar... Imposible parar… Intente… no puede…
imposible parar… imposible parar… sus párpados pegados…muy pegados… imposible
parar… imposible parar... su cuerpo relajado... ahora cuando yo cuente hasta tres... sus brazos
caerán desplomados… el movimiento parará... cuando yo cuente hasta tres…uno… caerán
completamente relajados… dos... tres… está muy bien todo su cuerpo…relajado... cansado…
abandonado… sus parpados pegados… imposible separarlos… imposible separarlos…
Se habrá podido observar que siempre que indicamos una acción decimos: Cuando yo cuente
hasta tres… de esta forma se facilita la programación del acto por parte del sujeto. Hemos
comprobado experimentalmente que si se da una sugestión que implique realizar una actividad
determinada, la ausencia del conteo hace que la respuesta aparezca con más dificultad.
Posteriormente se realiza el mismo ejercicio con el otro brazo y luego la rotación de ambos
brazos como explicamos con anterioridad. La primera vía simplifica el ejercicio y ahorra
tiempo, sin dejar de tener eficiencia.
Es frecuente que cuando se comienza se olviden los pasos. Si esto ocurre, el hipnotizador debe
continuar con indicaciones de relajamiento, cansancio, etc., pero nunca dejar de hablar
continuamente, para no perder el rapport con el sujeto.
Otro aspecto importante es que no se debe sugerir sueño al sujeto hasta que no se haya
cumplido esta fase, porque hasta aquí sólo aparece letargo.
Para dar por terminado este paso, es necesario haber cumplimentado los siguientes
aspectos:
227
Si se ha cumplido lo anterior, podemos decir que hemos concluido los dos primeros peldaños
de la hipnosis. Por tanto, tenemos creadas las bases para pasar al sueño hipnótico.
SUEÑO HIPNÓTICO
El hipnotizador principiante no debe angustiarse por no llegar a esta fase, pues uno de los
requerimientos fundamentales para alcanzarla es tener experiencia en la utilización de las
técnicas. En la medida en que se unan el dominio del método y la buena sugestionabilidad del
sujeto, se llegará fácilmente al sueño hipnótico deseado.
más profundamente... su cuerpo está cada vez más relajado... abandonado... cada vez tiene más
sueño... sólo le interesa dormir... poco a poco... cada vez más profundamente... duerma... lenta
y tranquilamente... duerma... tiene mucho sueño... Duerma... profundamente... tranquila y
profundamente... respire normal... cada movimiento respiratorio... profundizará su sueño...
cada vez. más profundamente... tiene sueño... mucho sueño.... Una forma de comprobar si se
ha cumplido la etapa y si efectivamente existe un sueño profundo es levantando los párpados
del sujeto, donde debe aparecer la convergencia ocular (los globos oculares girados hacia
arriba y convergiendo). Si esto no es así, nos está indicando que no hay la profundidad
necesaria por lo que debemos seguir buscando el sueño hipnótico.
Esta maniobra se realiza también como medio comprobatorio para determinar hasta
qué punto el sujeto está sugestionado.
Para mandar a abrir los ojos y que el sujeto continúe bajo el efecto de la sugestión hipnótica,
debemos haber cumplido las indicaciones de cada paso en forma adecuada. Si existe una
fuerte sugestión, cuando el sujeto tenga abiertos los ojos aparecerá una mirada fija, sin
pestañeo; está prácticamente hipnotizado, con la única diferencia de que los ojos no están
cerrados
Pero es necesario conocer que el sujeto está despierto y que va a recibir varias estimulaciones
que lo pueden sacar del efecto hipnótico.
Esto crea la necesidad de prepararlo antes de mandarlo a abrir los ojos, por lo que las
sugestiones son las siguientes: Fíjese bien... yo le voy a mandar a abrir los ojos...pero usted no
va a pestañear… es como si continuara dormido...como si estuviera profundamente
dormido...pero con los ojos abiertos... su mirada será fija hacia adelante... sin pestañear…
cuando yo cuente hasta tres... usted abrirá los ojos... sin pestañear... sin despertar...
inmediatamente volverá a cerrar los ojos y continuará durmiendo... uno... recuerde... cuando
yo cuente hasta tres... usted abrirá los ojos... Sin pestañear... dos... sin pestañear...
inmediatamente... volverá a cerrar los ojos... y continuará durmiendo... tres…
El hipnotizador debe observar la conducta del sujeto, pues la misma varía en dependencia del
grado de sugestionabilidad que adquiera. El buen sujeto abre los ojos y su mirada está fija, sin
pestañear, y a los pocos segundos los cierra, entrando de nuevo en un sueño profundo.
229
Otros pestañean dos o tres veces y después dejan los ojos cerrados; en este caso el
hipnotizador continúa profundizando en el sueño. En algunos casos el sujeto no cierra los ojos
y es necesario aplicarle el signo-señal, incluso en algunas oportunidades utilizar la maniobra
de los pulgares sobre los ojos.
Si el ejercicio de abrir los ojos ha salido correctamente, hemos cumplimentado la tercera etapa
de la hipnosis y estamos en condiciones de continuar en el cuarto paso, que ya se puede
considerar como una hipnosis profunda.
Esta etapa se caracteriza por la profundidad de la hipnosis, que hace que cuando el
sujeto despierte no recuerde nada, por lo general, de lo que sucedió durante el sueño hipnótico,
independientemente de que no se le haya dado una sugestión posthipnótica de amnesia. Se
considera como una fase de hipnosis profunda y esto implica necesariamente un mayor
cuidado en su utilización, porque un error determinado puede ocasionar daños al paciente,
cometer yatrogenia que deje dificultades y problemas de difícil recuperación.
En esta etapa el sujeto se encuentra profundamente dormido, tiene poca sensibilidad y a veces
ésta desaparece por completo, aunque generalmente están presentes los reflejos tendinosos,
que son aumentados; la conciencia está muy disminuida y existe una fuerte inhibición cortical.
Para lograr este objetivo se refuerza el relajamiento y el sueño del sujeto diciendo: Duerma...
duerma... profundamente... tranquila y profundamente... respire... suave... tranquilo... tiene
mucho sueño... mucho sueño... mucho sueño... duerma profundamente…
El hipnotizador coloca ambas manos sobre los oídos del sujeto y continúa diciendo: Ahora...
sus oídos quedarán cerrados... cerrados a todos los ruidos...todos los sonidos… sólo le interesa
mi voz...no sentirá nada más que mi voz... sólo escuchará mi voz... exclusivamente mi voz...
no sentirá ningún ruido... por fuerte que sea... ninguna otra voz... sólo la mía... sólo la mía...
sus oídos están cerrados a todo lo que no sea mi voz... sólo escucha mi voz... imposible que
usted pueda escuchar nada que no sea mi voz... nada podrá perturbar su sueño... sólo escucha
mi voz... duerma... duerma.., tranquila y profundamente... sólo escucha mi voz... sólo mi
voz…
Se retiran las manos de los oídos del sujeto y se continúa con las mismas sugestiones.
Existe un medio para comprobar si se ha cumplido el objetivo. Hacemos un pequeño ruido con
una silla y observamos al sujeto para ver si tiene alguna manifestación que nos permita
determinar si lo escuchó. También se pueden dar dos palmadas y observar las reacciones del
231
sujeto. Cuando existe una verdadera selectividad auditiva, al sujeto ni tan siquiera le vibran los
párpados.
ANESTESIA SUPERFICIAL.
A continuación se toma un objeto puntiagudo (una aguja, un alfiler) que debe estar esterilizado
y cerca, y se pincha el brazo izquierdo para observar las reacciones del sujeto. Cuando se logra
producir el fenómeno, no existe ninguna reacción, sino que hay una marcada insensibilidad.
Imposible sentir... su brazo está anestesiado... yo pincho su otro brazo y usted lo siente... pero
en el izquierdo no siente nada...
Se debe realizar una comparación tocando con el objeto puntiagudo ambas manos y observar
la reacción del sujeto. La respuesta esperada y natural es retirar la mano derecha y dar muestra
de dolor, y no sentir nada en la izquierda. Si el ejercicio fue positivo, se procede a eliminar la
falta de sensibilidad de la mano y el antebrazo.
Duerma... duerma tranquila y profundamente... usted tiene mucho sueño... mucho sueño...
usted tendrá sensibilidad otra vez... cuando yo cuente hasta tres... usted tendrá de nuevo
sensibilidad... en su brazo izquierdo tendrá de nuevo sensibilidad... su brazo izquierdo tendrá
de nuevo sensibilidad... cuando yo cuente hasta tres... y dé un pequeño toque en su mano...
usted tendrá sensibilidad nuevamente en su brazo izquierdo... uno... sentirá de nuevo
sensibilidad en su brazo izquierdo... dos... no tenga miedo... tres... ya usted es capaz de sentir...
ya su brazo no está anestesiado... su brazo izquierdo ya lo siente todo...
Otra forma de producir este mismo fenómeno es pasando sobre la mano y el antebrazo un
algodón mojado en un líquido frío o en alcohol, y sugerir que es anestesia, que provocará
insensibilidad local en su brazo.
Generalmente esta forma de provocar anestesia es más efectiva. Las indicaciones son las
siguientes: Su cuerpo está totalmente relajado... sus párpados pesados... cansados... pegados...
usted está profundamente dormido... ahora yo le aplicaré un anestésico... lo aplico sobre su
mano y antebrazo... un anestésico de acción rápida… muy efectivo... A medida que usted
233
sienta el líquido... sentirá una sensación fría… que le anestesia la mano y el antebrazo... no
tenga miedo... no tenga miedo... su mano y antebrazo... están totalmente anestesiados...
imposible sentir... imposible sentir, imposible sentir... usted no siente ninguna estimulación...
Con esta técnica hemos encontrado sujetos que han extendido la insensibilidad hasta el
hombro izquierdo, a pesar de no habérsele sugerido.
La aguja, alfiler u otro objeto punzante que se vaya a utilizar debe estar esterilizado.
Evite crear traumatismos en la piel del sujeto atravesándola con el objeto puntiagudo cuando
no sea necesario hacerlo. Si se atraviesa la piel, aplique siempre algún desinfectante.
Nunca despierte al sujeto sin eliminar antes la pérdida de sensibilidad y mucho menos
despertarlo con la piel atravesada.
Una vez que se ha logrado establecer la anestesia en la mano y el antebrazo del sujeto, es
posible crear esta misma insensibilidad al dolor en cualquier otra parte del cuerpo, con la firme
seguridad de que es igualmente efectiva, aunque si fuera necesario utilizarla para una
intervención quirúrgica por intolerancia a los anestésicos, se debe trabajar al paciente en la
última etapa (sonambulismo), que es donde existe mayor grado de sugestionabilidad por la
fase de inhibición paradojal generalizada que se forma en la corteza cerebral.
Este mismo procedimiento se puede aplicar para las zonas faciales cuando se quiere producir
analgesia o anestesia con vistas a intervenciones odontológicas. En este grado de profundidad
hipnótica es posible realizar trabajos odontológicos sencillos. Cuando éstos sean de larga
duración, se debe trabajar con hipnosis sonambúlica (Catalepsia bucal con anestesia de la
mucosa).
SONAMBULISMO.
heterosugestión. No existe recuerdo sobre lo ocurrido en este estado, al despertar, a no ser que
se aplique una sugestión posthipnótica.
Cuando cualquier especialista realiza una inducción hipnótica, trata siempre de alcanzar este
estado en el sujeto. No todas las personas son aptas para llegar a esta fase, a causa de la
variación del grado de susceptibilidad hipnótica de las mismas.
SUEÑO SONAMBÚLICO.
En la hipnosis sonambúlica se crea un estado parecido a la fase paradójica del sueño normal.
Como ya vimos, el sueño paradójico se caracteriza por movimientos oculares rápidos, erección
penil en el 80% de los sujetos masculinos, actividad onírica, flaccidez del tono muscular,
aumento de la resistencia eléctrica de la piel y fluctuaciones en los niveles de tensión arterial,
pulso, frecuencia respiratoria, volumen de orina y secreción ácida del estómago. La mayoría
de estas características se presentan en la hipnosis cuando se sugieren por el hipnotizador, pero
sólo en la etapa sonambúlica.
235
Sobre la causa de los sueños hay muchas teorías, en las cuales no vamos a incursionar. En el
sueño sonambúlico se le puede sugerir al sujeto hipnotizado que sueñe libremente y éste tiende
a reproducir varios de los patrones típicos del sueño paradójico (movimientos oculares rápidos
y otras características). Estos sueños hipnóticos han sido llamados sueños de fantasía
inducidos hipnóticamente y entre éstos y los sueños normales nocturnos existen diferencias en
cuatro dimensiones significativas: circunstancias, contenido, fisiología y percepción subjetiva.
Los sueños hipnóticos son más breves y presentan más distorsión que los sueños normales.
Mientras más susceptible es el sujeto, más tendencia tiene a soñar bajo hipnosis.
Para pasar al sueño sonambúlico, lo primero que hay que tener en cuenta es que existe una
selectividad auditiva que provoca un bloqueo a todo ruido, conversación o sonido que no sea
la voz del hipnotizador.
Nos encontramos en una fase de la hipnosis donde hay un estado paradojal de la corteza en el
que los estímulos débiles provocan por lo general una reacción fuerte; es decir, debemos
cambiar la tonalidad de la voz y dar las sugestiones en voz baja, en forma de susurro y cerca
de los receptores auditivos. Todas las sugestiones verbales se limitarán a inducir sueño y para
esto se combinan las indicaciones.
Está durmiendo tiene mucho sueño... está cansado... muy relajado... muy abandonado... muy
agotado... su cuerpo muy pesado...duerma... duerma... cada vez más profundamente... usted
tiene mucho sueño... necesita dormir... dormir profundamente... duerma...duerma... tranquila y
profundamente... tiene sueño... mucho sueño...
Es necesario continuar repitiendo de forma monótona durante un tiempo, hasta comprobar que
el sujeto presenta una total flaccidez, que la respiración es fuerte y profunda, y que la cabeza
está completamente descolgada.
profunda y la siguiente de espiración o viceversa, se deja una breve pausa de uno o dos
segundos. Cuando se haya establecido la frecuencia deseada se le indica que continúe solo,
haciendo lo mismo. Al cabo de 10 ó 15 minutos de respiración profunda sin sugestión (es
decir, sin repetirle al sujeto la frecuencia de inspiración y espiración), sobreviene el estado
hipnótico sonambúlico.
Con este paso se comprueba el grado de profundidad de la hipnosis del sujeto. Cuando se
le oriente que abra los ojos, la mirada debe estar fija y los ojos semicerrados.
Las indicaciones son las mismas que las del paso anterior cuando se profundizaba en el sueño.
Luego se le sugiere: Usted está completamente dormido... muy dormido... cuando yo cuente
hasta tres... sus ojos se abrirán... pero continuará dormido... profundamente dormido... usted
estará con los ojos abiertos, pero estará completamente dormido... cuando yo cuente hasta
tres... abrirá los ojos... pero quedará... completamente dormido... profundamente dormido...
Este ejercicio cambia por completo las características de la hipnosis, pues hasta ahora
el sujeto respondía a las estimulaciones de las sugestiones heterosugestivas influidas por
medios exteroceptivos. En lo adelante se hace reaccionar por primera vez la interocepción de
su propia fonación, al tiempo que se estimulan las capacidades de análisis y síntesis corticales.
Este paso tiene gran significación, pues se tiene la conciencia en un estado especial y
permanece la inhibición de la corteza. Este fenómeno se utiliza por muchos hipnoterapeutas
para explorar aspectos y acontecimientos importantes del paciente que permitan establecer
catarsis.
237
Para trabajar con este grado de profundidad hipnótica no se deben hacer preguntas directas,
sino que éstas deben parecer triviales, neutras, que no perjudiquen el proceso de inhibición.
Esto se le debe decir en forma coloquial y no como hasta este momento se habían dado las
sugestiones.
Usted está dormido... muy dormido... dormido profundamente...sólo escucha mi voz… sólo
escucha mi voz… usted puede hablar...puede hablar sin despertar... sin despertar...
Se debe esperar la respuesta; si no aparece, se vuelve a estimular cada zona antes mencionada
y se aplica la sugestión. Si en cambio, responde correctamente, se le pregunta: ¿Dónde vive
238
usted?... está muy bien... como usted ve... puede hablar... responder a mis preguntas pero
continúa profundamente dormido... duerma... duerma tranquila y profundamente...
Por lo general, con dos o tres preguntas de este tipo y la sugestión de Usted puede hablar..., el
sujeto está capacitado para responder a la sugestión "Hábleme de su vida..."
Hay sujetos que al principio, a causa del profundo grado de inhibición, balbucean mal las
respuestas, se les traba la lengua. Algunos cuentan su vida con una pequeña estimulación
verbal, como, por ejemplo, “ Hábleme de su vida... o simplemente dígame lo que usted
desee..."
Hemos encontrado sujetos que no responden a las preguntas a pesar de ser estimulados dos o
tres veces. En estos casos, se debe esperar a otra sesión donde generalmente sí lo hacen.
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS.
DÉCIMA PARTE
239
1. Representaciones alucinatorias
2. Catalepsia general
3. Sugerencias posthipnóticas
4. Anestesia
5. Fenómenos de memoria
6. Preguntas frecuentes acerca de la hipnosis
7. ¿Que podemos hacer y observar con la hipnosis?
8. ¿Para qué sirve la hipnosis?
9. ¿Cómo aprender a hipnotizar?
10. ¿Cómo se llega al estado hipnótico?
11. ¿Todo el mundo puede ser hipnotizado?
12. ¿Quién puede hipnotizar?
13. ¿Se puede quedar alguien eternamente dormido por la hipnosis?
14. ¿Tiene la hipnosis contraindicaciones?
15. ¿Tiene el hipnotizador algún poder especial?
16. ¿Se puede inducir a alguien a realizar lo que no desea a través de la hipnosis?
REPRESENTACIONES ALUCINATORIAS.
Posteriormente se pasa a la alucinación visual. Para esto se le ordena abrir los ojos tal como
hemos señalado y se le dice que verá ante sí la representación de un objeto cualquiera
escogido por el hipnotizador, pero que sea conocido por el sujeto y que no sea una cosa irreal
o fantástica. Por ejemplo: "Yo contaré hasta tres... y usted abrirá los ojos... continuará
dormido... pero verá ante sí... un caballo… que se encuentra... a cincuenta metros de usted...”
Esta sugestión se repite varias veces para establecer la conexión nerviosa del fenómeno
sensoperceptual que estamos tratando de crear. Es importante no sugerir objetos o fenómenos
que sean rechazados por la ideología y creencias del sujeto.
Después que se establece la alucinación, se debe preguntar al sujeto qué ve o qué está
sucediendo, para analizar el contenido vivencial de la alucinación.
CATALEPSIA GENERAL.
La catalepsia general constituye para nosotros el fenómeno hipnótico que nos determina con
más precisión y seguridad el grado de profundidad de la hipnosis.
241
Una manera de comprobar si la catalepsia general está presente es tocar los músculos del
sujeto, constatando si los mismos aparecen en una completa contracción.
"Cada vez que yo toque sus músculos... éstos se ponen más rígidos...muy duros… muy
rígidos… yo toco su brazo izquierdo… y éste se contrae... sus manos cerradas… cierre
fuertemente su mano izquierda... bien cerrada... todo su brazo duro... muy duro… muy
contraído... todo su brazo está duro y en tensión... su mano fuertemente cerrada…”
La posición del sujeto para este ejercicio debe ser de pie o acostado.
"Usted puede respirar... tranquila y profundamente... todos sus órganos internos funcionan
normalmente… su respiración es normal... ahora el brazo derecho se contrae... igual que el
izquierdo... duro y fuerte... su mano cerrada fuertemente..."
242
Se colocan ambos brazos contraídos al lado del cuerpo y se pasa a la contracción muscular de
los miembros inferiores. Es importante que el hipnotizador dé en los lados del sujeto con
ambas manos para buscar mayor tensión en los músculos y se le dice imperativamente "Sus
músculos están duros... duros... fuertes... muy fuertes…todo su cuerpo está contraído….es
como un fuerte pedazo de acero… de hierro... respire… respire... respire tranquila y
profundamente… todo su cuerpo duro y fuerte... respire tranquila y profundamente... tranquila
y profundamente...”
Esta indicación es muy importante y debe observarse si la respiración del sujeto es normal.
Un hipnotizador con experiencia puede constatar a simple vista si existe una fuerte
contracción muscular generalizada; de lo contrario, es necesario comprobar el grado de
tensión tocando todos los músculos.
No se debe mantener por mucho tiempo al sujeto en este estado, para no producir fatiga
muscular, ya que la condición cataléptica se caracteriza por la contracción muscular
generalizada, así como por la inmovilidad y plasticidad. En esta situación existe analgesia
completa.
El estado cataléptico permite que los músculos se mantengan por mucho rato en posiciones
incómodas y difíciles de sostener, sin síntomas de fatiga (temblor). Esto puede tener por causa
la naturaleza simpática de la inervación muscular. Aparece un tono muscular dependiente de
influencias simpáticas, paralelamente con un ligero tétanos de los antagonistas.
Como las fibras musculares inervadas por vía simpática son incansables, es menos factible la
percepción de la sensación de fatiga en estado hipnótico como consecuencia de la contracción
ligeramente tetánica de los antagonistas.
Para que el sujeto pase de nuevo a un proceso de relajación se crea una inhibición muscular
total. Para esto también se tocan los músculos, pero en vez de sugerir excitación y contracción,
se indica flojedad y relajación.
Está muy bien… usted ha cooperado muy bien... ahora yo tocaré sus músculos y éstos se van a
relajar totalmente… afloje su cuerpo... todo su cuerpo flojo... yo toco sus músculos... y éstos
243
el derecho... flojo… muy flojo... relajado... completamente relajado... todo su cuerpo está
relajado...
Poco a poco, siguiendo el mismo orden en que se provocó la tensión muscular, se va creando
la relajación de la musculatura estriada, hasta llegar a un estado de flaccidez total. Se deben
hacer sugerencias para eliminar el posible dolor muscular.
SUGERENCIAS POSTHIPNÓTICAS.
El establecimiento de este fenómeno tiene como objetivo dejar fijado un reflejo condicionado
que aparecerá cuando se le presente un estímulo determinado al sujeto. Para esto se indica:
Usted está profundamente dormido... profundamente dormido... duerma... duerma tranquila y
profundamente... ponga atención sólo a mi voz… ponga atención sólo a mi voz... al poco rato
que yo le despierte... miraré mi reloj... y usted automáticamente... me preguntará qué hora es...
Esto se debe repetir varias veces, de forma que se fije bien la huella en la memoria del sujeto.
El tiempo que se debe esperar para presentar el estímulo que desencadene la acción sugerida
debe ser diez minutos aproximadamente después que se ha despertado.
244
En términos generales podemos decir que no existe ninguna diferencia entre las sugestiones
intrahipnóticas y las posthipnóticas, pero cuando la sugestión aplicada al sujeto tiene
imposibilidad de ser ejecutada se produce una angustia total. Todo el que ha trabajado con
sugestiones posthipnóticas conoce las reacciones emocionales que siente el sujeto cuando se
ve imposibilitado de cumplir una orden posthipnótica. Por eso alertamos ante el peligro de
hacer yatrogenia.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es que a veces, cuando se ejecuta una sugestión
posthipnótica, el sujeto puede caer en hipnosis espontáneamente, quizás como un mecanismo
de defensa con el fin de eludir responsabilidades.
ANESTESIA.
Ésta es una condición que ya practicamos en forma simple en el cuarto paso, pero en la
etapa sonambúlica es posible lograr anestesia en cualquier parte del cuerpo, incluso anestesia
profunda. Catalepsia bucal con anestesia de la mucosa. Éste es un fenómeno que se provoca
para facilitar el trabajo del odontólogo y del otorrinolaringólogo en aquellos pacientes que, por
alergias o por trastornos de cualquier tipo, no son tolerantes a la anestesia química. Se
comienza indicando al paciente lo siguiente: Deje su cuerpo relajado... los músculos de su
rostro... déjelos completamente relajados... todos los músculos de su cara se relajan su boca...
su mandíbula... se relajan... completamente relajados…flojos... sueltos... su boca se abre…
abra su boca de forma natural... relajada... sin ninguna contracción... suelta... floja... relajada...
Se toca el surco mentoniano (debajo del labio) del paciente y se le hace ligera presión hacia
abajo e inmediatamente se le sugiere: su boca está abierta… se abre cada vez más... poco a
poco... se abre cada vez más... su boca se quedará abierta... completamente abierta... los
245
músculos laterales de su boca... (se toca en la masa muscular geniana, con vistas a excitar los
músculos de la cara) se contraen… se contraen fuertemente… están cada vez más rígidos, más
duros, como si fueran de hierro... de acero... su boca completamente abierta... imposible
cerrar… imposible cerrar... sólo yo le puedo cerrar la boca... imposible cerrar... imposible que
usted la cierre, está completamente abierta… imposible cerrar… imposible cerrar… intente y
verá que no puede... imposible cerrar… imposible cerrar…sólo yo la puedo cerrar... ahora se
va a producir una insensibilidad…usted va a sentir una anestesia... va a sentir cómo se
anestesia… ahora yo le estoy pasando una anestesia… un anestésico…
Yo le paso este líquido anestésico... que provoca insensibilidad…ya se está produciendo una
anestesia local... esa zona quedará completamente anestesiada… toda su boca queda
insensible... poco a poco…completamente anestesiada… sin dolor... imposible sentir ningún
dolor... ningún dolor... su boca... toda su boca... está completamente anestesiada…
Con una aguja esterilizada se pincha al sujeto para comprobar el grado de inhibición al dolor.
El proceso de reversión del fenómeno es el siguiente: Ahora... poco a poco… usted… podrá
sentir que desaparece la anestesia aparece la sensibilidad... sus músculos de la cara… se
aflojan…cada vez más... ya puede cerrar su boca… puede cerrar su boca… sus músculos se
ablandan... se ablandan se relajan… completamente relajados… duerma... duerma tranquila y
profundamente…
Como hemos visto, la hipnosis puede ser utilizada por odontólogos y cirujanos maxilofaciales,
pero nunca como recurso catártico, sino como simple forma de producir analgesia y anestesia
en aquellas personas que, por diferentes razones médicas, no pueden ser anestesiadas por otras
vías.
El odontólogo puede emplear la hipnosis como sugestión vigil solamente, combinada con
técnicas de relajación, utilizándola en grados más o menos profundos o combinándola con
efectos anestésicos, e incluso sugestiones posthipnóticas.
246
Para obtener analgesia suficiente para el trabajo de odontología no necesariamente tiene que
alcanzarse una hipnosis sonambúlica, sino que muchas veces con un cuarto paso (hipnosis
profunda) de la inducción se logra el objetivo.
Otra recomendación importante es tratar por todos los medios que el paciente no realice
movimientos voluntarios, como escupir y nunca despertarlo antes de haber terminado todo el
trabajo.
Es necesario aplicar sugestiones posthipnóticas que hagan olvidar al paciente lo ocurrido, así
como que indiquen que la analgesia continuará cuando se despierte.
Anestesia profunda. Sólo es necesario provocar anestesia profunda cuando el sujeto va a ser
sometido a intervenciones quirúrgicas y no es posible aplicarla por medios biológicos.
FENÓMENOS DE MEMORIA.
Son variados los fenómenos de memoria que se producen por medio de la hipnosis;
aparecen espontáneamente desde el tercer paso (sueño hipnótico), pero pueden ser sugeridos
desde el segundo (fenómenos corporales).
247
En este momento se le indica al sujeto lo que queremos que olvide, o sea, el trauma psíquico o
el hecho que le crea preocupación.
"Será imposible recordar… imposible recordar… imposible recordar ese hecho... cuanto más
se esfuerce por recordar... más desaparecerá de su mente... es como si no hubiera ocurrido…
se borra de su memoria... será cada vez un hecho más confuso... ese recuerdo ha desaparecido
de su memoria... imposible recordar... imposible recordar… ahora voy a contar hasta tres…
cuando llegue a tres… usted abrirá los ojos... continuará dormido pero no recordará ese
hecho…será imposible recordar…uno... imposible recordar…aunque usted intente no puede…
dos... imposible recordar… se borra totalmente de su mente… imposible recordar... tres...
puede abrir los ojos…imposible recordar... imposible recordar... imposible recordar…”
En este momento se aprovecha que el sujeto abre los ojos y se insiste en la sugestión de
amnesia parcial. Como medida de comprobación se le pregunta: ¿Recuerda algo?, ¿sabe si
hemos conversado sobre algo?.
La mayoría de los sujetos manifiestan su incapacidad para recordar el hecho que queremos
borrar de su memoria. Su mirada continúa fija y perturbada e informa que no recuerda nada.
Una vez que se ha comprobado el logro de la amnesia parcial deseada, se le indica
inmediatamente: Cierre sus ojos… continúe profundamente dormido. Profundamente
dormido... ya ese hecho se ha borrado de su mente, duerma... duerma tranquila y
profundamente…tranquila y profundamente...
248
Se le debe dar una sugerencia posthipnótica que lo incapacite para recordar al despertar.
La amnesia total puede ser inducida solamente en la etapa de sonambulismo. Permite extinguir
las conexiones nerviosas patológicas y olvidar incluso el hecho de haber sido preparado
hipnóticamente para este fenómeno.
Al sujeto se le indica que memorice un hecho cualquiera de su vida, algo que sabemos que
tiene gran significación para la entidad nosológica del paciente y que se concatena con la
fecha en que se instalaron los trastornos del mismo. Se le indica que ese período se olvidará
totalmente.
Se sigue la misma técnica que en la amnesia parcial, pero eliminando el recuerdo total del
período. Con posterioridad establecemos una serie de acontecimientos previamente elaborados
que le sugerimos al paciente como vividos por él en esa época y que ocuparán el lugar de los
acontecimientos que hemos borrado de su memoria.
Es tal la profundidad que adquiere este fenómeno de memoria en los sujetos que se encuentran
en la etapa sonambúlica del sueño hipnótico, que incluso pueden olvidar hasta su propio
nombre. Esta prueba es sumamente peligrosa si se realiza sin tener suficiente experiencia y
buen entrenamiento, pues puede desencadenar trastornos psicológicos graves en el paciente.
Ahora yo pondré mi mano en su cabeza... usted sentirá que le aprieto su cabeza... aunque no le
duela lo siente... cuando yo cuente hasta tres... usted recordará un hecho agradable de su vida...
Muy agradable... es como si lo viviera de nuevo... Usted sentirá alegría... cuando yo cuente
hasta tres... usted recordará un hecho muy agradable de su vida... uno... siente que le sujeto la
cabeza... Dos... recordará un hecho agradable de su vida... muy agradable... que provocará una
expresión de alegría en su rostro. “tres...”
Esto se hace de la siguiente forma: Ese recuerdo que le crea gran alegría... se fija en su
mente... es muy agradable... es como si hubiera ocurrido recientemente… usted lo recuerda
perfectamente... ahora ya no es capaz de recordar... (se menciona a continuación lo que
queremos borrar del período y hacemos que en su lugar se recuerde solamente el hecho
agradable que estamos fijando) Ahora usted recuerda... lo que le crea alegría... (se menciona lo
que provocó alegría y satisfacción) pero no puede recordar lo desagradable... no se asuste... ya
no podrá recordar ese hecho... es imposible recordar... de ese periodo usted recuerda lo
agradable... lo agradable... cuando usted despierte... va a recordar que en ese período de su
vida... ocurrió ese hecho que le produce tanta alegría... lo recordará como ocurrido en esa
época...
Esto se le repite varias veces para establecer en el sujeto un nuevo sistema de conexiones
temporales que modifiquen la relación temporoespacial del hecho ocurrido. Por lo general,
este fenómeno de memoria se produce sin mayor dificultad, sin dejar de ser por ello un
proceso complejo al que es necesario dedicarle gran cuidado y esmero.
Por medio de la hipnosis profunda o sonambúlica se puede inducir este fenómeno al igual que
lo inverso (hacer recordar lo que se olvidó).
Cuando yo cuente hasta tres... usted irá hacia atrás en el tiempo....irá hacia atrás en los años...
hasta que usted tenga veinte años...Uno... dos... tres... usted tiene veinte años...
La regresión de la edad debe realizarse escalonadamente, desde la edad actual hasta donde
queramos llegar, pero siempre reforzando el estímulo y suministrando al sujeto la mayor
cantidad posible de datos sobre la edad que queremos que él tenga hipnóticamente. A medida
que nos alejamos de la actualidad en el proceso de regresión, se produce una mayor
imprecisión en la edad; por ejemplo, si queremos llevar al sujeto a los siete años, es posible
que él se detenga y ubique a los nueve o que regrese a los cinco; por esa razón hay que ayudar
a veces (y cada vez que podamos) al sujeto repitiéndole la sugestión y suministrándole datos
complementarios (año en que él tenía esa edad. lugar donde estaba, etc.). El sujeto será capaz
de recordar detalles increíbles de su vida, incluso cosas que ya consideraba borradas de la
memoria.
La regresión de la edad puede hacerse por revivificación, reexperimentando los hechos de esa
edad con la mentalidad de la misma; por regresión conductual en la que el sujeto actúa según
la edad sugerida, pero no recuerda los incidentes olvidados de esa edad (a veces esta regresión
hipnótica tiene marcados rasgos histéricos), o por simple hipermnesia desde la experiencia,
conciencia y lenguaje actual del sujeto. Una vez realizada la regresión, el sujeto puede incluso
escribir con la misma letra que tenía a esa edad, o dibujar, modelar en plastilina y comportarse
en general de acuerdo con los patrones de entonces.
251
Debe tenerse mucho cuidado en seguir el mismo orden, pero inverso, para llevar al sujeto a la
edad actual y poner fin a la regresión. Existen muchos aspectos técnicos e investigativos
relacionados con la regresión de la edad que resultan de gran interés. Lo mismo decimos
respecto a otros fenómenos que se obtienen en la fase sonambúlica de la hipnosis, como la
progresión de la edad, la disociación, la hipnoplastía, la percepción extrasensorial y otros.
Con la hipnosis podemos hacer que el sujeto, bajo tales efectos, pueda comunicarse
plenamente con nosotros, abrir los ojos y mantenerse en ese estado de sueño especial, caminar
y tener plena orientación del medio circundante, sentarse, leer, estudiar y aprender. Así mismo,
llevarlo a la llamada regresión, de extremo valor terapéutico para buscar información referente
a los primeros años de vida o a momentos de la historia del paciente, que pueden resultar de
interés clínico por ser de tipo hipotéticamente etiológicos. Estos estados lo podemos lograr y
observar generalmente en hipnosis media y profunda.
¿Cómo se manifiesta la ayuda terapéutica? Está indicada en temas como la preparación para
las intervenciones médicas y sobre todo para el tratamiento del dolor crónico y problemas
psicosomáticos. En psicoterapia se aplica como adjunto en tratamientos para la depresión,
trastornos por ansiedad (fobias, ataques de pánico) estrés, conductas obsesivo-compulsivas,
insomnio y disfunciones sexuales y en trastornos de la alimentación.
252
Muchos coinciden que actualmente aparte de ser utilizada para realizar los espectáculos a
veces ridículos y bochornosos que vemos en TV, la hipnosis tiene una aplicación realmente
más brillante y práctica que es la de su vertiente clínica, es decir, para curar o mejorar
enfermedades o las condiciones físicas o mentales de las personas. Así por ejemplo, es muy
conocida la aplicación de la hipnosis o la sofrología (técnica muy parecida pero donde no hay
pérdida de conciencia) para la extracción de piezas dentales sin dolor. También para tratar todo
tipo de trastornos mentales y psicológicos: fobias, miedos, traumas, depresión, angustia,
nerviosismo, estrés, enuresis nocturna, timidez. Por ejemplo, se ha visto su gran utilidad en
dermatología para curar prácticamente al instante verrugas, eczemas, y todo tipo de erupciones
cutáneas. En definitiva, con hipnosis son tratables cualesquiera de las enfermedades llamadas
psicógenas o psicosomáticas, es decir, las que tienen un origen en un conflicto emocional o
psíquico. En el campo de las adicciones, es de un éxito notorio para dejar el tabaco, así como
para tratar ludopatías y alcoholismo. En este caso, el simple hipnotizador, pasa a ser hipnólogo
o persona que usa la hipnosis con un fin terapéutico.
La selección del método depende muchas veces de la experiencia concreta del hipnólogo, así
como de su marco referencial informativo, pues sobre esta se han elaborado muy diversos
procederes que casi siempre, sobre la base de un elemento sugestor muy fuerte, dan un buen
resultado, atendiendo particularmente a las características del sujeto a hipnotizar o a tratar y a
la pericia del hipnólogo.
Ya aquí, de hecho, estamos implicando algunas condiciones a tomar en cuenta para el buen
desempeño de la hipnosis, a saber:
Nunca hipnotizar sin haber realizado una evaluación psicológica del sujeto o paciente, pues su
no realización puede conducir a errores de aplicación y a la ineficacia del método. Ello debe
contemplar una explicación acerca de qué es la hipnosis, sus posibilidades en función de las
necesidades del sujeto o paciente y la aceptación por parte de éste.
Una vez lograda la disposición, aplicar pruebas o técnicas de sugestionabilidad bien sencillas,
que permitan asegurar la evaluación de objetos diagnósticos de una manera rápida y que no
impliquen procesos angustiantes para el paciente.
253
Todo ello llevará al paciente a recibir de un modo muy positivo la influencia del terapeuta, lo
que a su vez le brindará confianza y seguridad.
Si en el momento del proceder, bien con las técnicas diagnósticas de sugestionabilidad o con la
hipnóticas propiamente dicha, el paciente o sujeto se muestra tenso o intranquilo y no se
logran los objetivos propuestos, porque hay resistencia o temores por parte de éste, nunca
deberá forzarse la situación, lo cual no quiere decir que no se realicen nuevos intentos (1 ó 2),
siempre relajando e inspirando confianza; pero es importante no insistir demasiado, pues vale
la pena interrumpir y dejarlo para otra nueva sesión e incluso para otro día. Ello evitará un
nivel frustrante para el hipnólogo, sobre todo cuando es novel, y que aparezcan elementos de
incredulidad en el paciente o que éstos se exacerben si existen en alguna cuantía.
Deberá existir siempre el complejo aptitud-actitud para mantener una efectiva relación con el
paciente, basadas en componentes tales como: buena relación y adecuada simpatía; pero
también para eliminar las más mínimas señales de dependencia por parte del paciente hacia el
terapeuta, lo cual significa establecer y conservar una relación a la vez humana y técnica.
Como en toda relación terapéutica, ha de mantenerse un buen rol profesional. Ello está dado
tanto por elementos estéticos relativos a la buena presencia física, la higiene personal y la
adecuada expresión verbal, como por técnicas que son de hecho las importantes para lograr los
objetivos que él se ha propuesto y, unido a los primeros, satisfacer la expectativa del paciente.
254
- El sujeto debe estar concentrado; dicha atención puede situarse sobre un estímulo
exterior (un foco de luz, un punto visual concreto, un péndulo, una imagen, el sonido
repetitivo de un metrónomo, música, entre otros) o bien sobre una sensación interior (una
recreación mental agradable, el ritmo respiratorio, una cuenta numérica hacia atrás, estado de
rigidez de alguna de todo el cuerpo o alguna de sus partes). El caso es que estemos
concentrados en una sola idea o estímulo, sea éste externo o interno.
Conseguir un trance ligero o medio es relativamente fácil. Llegar a un trance profundo es más
complejo; aproximadamente un 80% de sujetos puede llegar sin mucha dificultad a un estadio
profundo. Al 20% restante les sería difícil por diversas variables complicadas de saber o
controlar (temor a perder la propia consciencia, prejuicios o creencias, falta de confianza en el
inductor) Pese a este hecho, si usamos la hipnosis a nivel clínico o médico, en la mayoría de
las ocasiones es suficiente con un trance medio para obtener resultados. ¿Hay personas más
255
hipnotizables que otras? Hay criterios de que los individuos crédulos y los débiles o tontos, así
como las mujeres, se hipnotizan más fácilmente, pero la capacidad para experimentar hipnosis
no indica debilidad o credulidad. Tampoco hay diferencias significativas de sexo. Si acaso, la
capacidad para el trance requiere un individuo que confíe y se abra a nuevas experiencias.
La hipnosis es esencialmente una técnica. Por tanto todo aquel que la conozca lo
suficiente y aprenda a aplicarla, puede hipnotizar. Otra cosa es que el inductor sepa después
enfrentarse y resolver las diferentes situaciones que se le presenten durante la sesión. Si el
hipnotizador no cuenta con conocimientos teórico-prácticos concretos y suficientes (incluso
aunque se trate de médicos o psicólogos), podría ocasionar graves daños al hipnotizado. Más
aún si el inductor persigue fines poco lícitos e intenta vulnerar la integridad física, psíquica o
moral del inducido, lo cual ha sucedido numerosas veces, manipulando al hipnotizado. En
algunos países la hipnosis clínica sólo está permitida a médicos y psicólogos previamente
autorizados y preparados. En España por ejemplo existen centros de formación no académicos,
aunque cada vez más en el ámbito universitario se están impartiendo cursos de postgrado o
especialización. En Cuba es casi exclusivo para médicos y psicólogos con estudios de
postgrados en el área.
Incluso expertos en hipnosis como Gallego y Morales, en Mallorca plantean que la hipnosis no
implica la pérdida de la conciencia y no la consideran como una forma de sueño. Expresan que
la asociación que se ha desarrollado entre la hipnosis y el sueño no es muy afortunada. La
gente a menudo espera, o teme, encontrarse en un estado inconsciente durante la hipnosis. Sin
256
Sin embargo existen dos contraindicaciones: en general se sugiere, que no debe practicarse
hipnosis a personas con esquizofrenia o graves enfermedades mentales ¿por qué? Porque
podríamos agravarles sus síntomas aparte de que serían difícilmente inducibles.
El segundo caso se trata de personas con epilepsia o que hayan tenido crisis de este tipo
recientes: durante la hipnosis les podría sobrevenir una de estas crisis, por lo que la prudencia
aconseja no someterlas.
Realmente si una persona no lo desea, es muy difícil que se le induzca, a no ser que exista un
miedo o un convencimiento tan extremo de que el hipnotizador tiene tal poder (ficticio) que
nuestra propia creencia o convencimiento nos hará caer en hipnosis incluso a veces de forma
instantánea a la más mínima sugerencia o toque del inductor. Para hipnotizar no se necesitan
dotes especiales, aunque sí un mínimo de aptitudes. Por ejemplo una persona tímida, dudosa e
insegura de sí misma sería un mal hipnólogo o hipnotizador. ¿La persona hipnotizada se halla
bajo el control del hipnotizador? La hipnosis clínica actual poco o nada tiene que ver con los
espectáculos que se pueden observar en algunos programas de televisión. La hipnosis no
257
puede inducirse sin la colaboración del sujeto, quien mantienen su capacidad de control sobre
su comportamiento.
Aunque diversos autores niegan esta posibilidad, nuestra práctica sólo con fines
experimentales nos demuestra que SI. Todo depende de muchas y distintas variables, pero si el
sujeto inducido tiene un grado suficiente de profundidad hipnótica, puede en todo o en parte,
aceptar sin posibilidad de negarse las sugestiones que le imponga el hipnotizador. Se han dado
numerosos casos de violaciones y de manipulación mental bajo estados de hipnosis –esto no es
nada nuevo- Por ello no debemos dejarnos hipnotizar por personas que no tengan nuestra
confianza.
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS.
UNDÉCIMA PARTE.
Dr. Alberto Ochoa Govin.
258
Colaboradora:
Dra Ana Teresa Govin Cid. Doctora en Medicina. Especialista en Hematología. Master en
Ciencias en Medicina Tradicional y Natural. Profesora del Instituto Superior de Ciencias
Médicas de Santiago de Cuba. Cuba.
13. Depreciación
14. Inquietud
15. Simulación
16. Sueño
18. Síntomas
Otra de las ideas mal entendidas de la hipnosis es en que dicho estado no podemos enterarnos
de lo que sucede (pérdida de conciencia), que se pierde el control total sobre el propio
comportamiento o que al despertar no recordaremos nada; esto es falso y sólo en determinadas
ocasiones se da. Por tanto cualquier persona en un estado de atención aguda puede llegar a la
hipnosis, ser consciente y recordar después todo lo que ha sucedido.
Por supuesto. La auto-hipnosis y la sugestión autógena son de las vertientes más interesantes
de esta técnica. Para ello podemos utilizar –por ejemplo- un cassette o CD, donde nos
grabaremos una inducción para relajarnos progresivamente, incluyendo sugestiones como:
“cada vez estoy más tranquilo, mis músculos se van soltando, poco a poco voy sintiendo un
ensueño agradable y profundo...” Al final, añadiremos las sugestiones que deseemos
261
implantarnos para diversos fines, como estudiar más y mejor, dejar el tabaco, estar más
tranquilos, de lo que deseemos cambiar o eliminar en particular.
La hipnosis está más presente en nuestras vidas de lo que nos imaginamos. De hecho si ésta
sólo es un estado de atención más o menos aguda y focalizada, todos los días sufrimos en
mayor o menor medida una o varias “hipnosis”. La publicidad especialmente en la TV
pretende hipnotizarnos (sugestionarnos) para que compremos un producto. Los políticos usan
técnicas de comunicación e imagen muy elaboradas para captar nuestra atención, incluso
donde es más importante la impresión final que el discurso en sí. Pero volviendo a la hipnosis
clásica, existen técnicas subliminales para inducir a un sujeto a estados hipnóticos e inducirle
-sin necesidad de que exista pérdida de conciencia- a determinado comportamiento o actitud.
A parte de esto existen algunos casos excepcionales como el caso del polaco Wolf Messing. El
mandatario ruso Stalin durante la irrupción de la II Guerra mundial ordeno que detuvieran el
trabajo de los “psicotrónicos” (parapsicólogos) soviéticos, los agrupo y los puso en función del
desarrollo de la guerra psicológica.
Para tener una credibilidad y confianza el propio dictador le propuso a Messing en 1940 que
realizara una demostración: debía atracar un banco con las únicas armas de su potencia
psíquica. En un céntrico banco de Moscú, Messing entregó una hoja en blanco al empleado,
quien en pocos segundos le entregó sin dilación 100.000 rublos.
Sí. Por ejemplo en los espectáculos hipnóticos, cuando el inductor se percata de que alguien
entre su público es muy sugestionable e incluso muestra cierto miedo al acercársele, el propio
temor y el hecho de que se vea al hipnotizador revestido de un poder especial, hará que a la
más mínima insinuación de éste, el espectador caiga inmediatamente en hipnosis
(normalmente se tratará de un trance ligero o medio y habrá que profundizarlo).
262
El otro caso sería cuando una vez conseguida una inducción, al sujeto se le deja implantada
una orden post-hipnótica como por ejemplo: “cuando despiertes y en las próximas ocasiones
en que yo te lo indique, caerás inmediatamente en este mismo estado” Dicha orden –si el
estado conseguido es suficientemente profundo- queda implantada en la mente profunda del
sujeto y puede perdurar incluso por tiempo indefinido.
La aplicación práctica que se deriva de lo que acabamos de decir, es uno de los secretos mejor
guardados por los Gobiernos que lo han investigado. En 1997 saltaba a la luz que la extinta
Unión Soviética había empleado durante los 70 y 80 espías controlados a distancia y
programados mediante hipnosis. El conocido neurofisiólogo Dr José Manuel Rodríguez
Delgado declara: “a través de las técnicas empleadas por los soviéticos contra la Embajada de
EE.UU. podían leer a distancia las letras de la máquina de escribir de la secretaria”
No es de extrañar que esta técnica despertara tanto apasionamiento o desprecio desde sus
primeras investigaciones. Serían los seguidores de Mesmer y posteriormente otros
investigadores quienes irían desentrañando parte los misterios de la hipnosis y por tanto, del
psiquismo humano.
Así por ejemplo un paciente del Marqués de Puységur, llamado Víctor Rase, que era
campesino de humilde condición y prácticamente analfabeto, al caer en los trances
magnéticos, hablaba con una facilidad que nunca antes había tenido, manifestando
263
conocimientos sobre anatomía y medicina, incluso llegando a diagnosticar con total precisión
males y enfermedades y a prescribir remedios para sí mismo u otros que finalmente eran
efectivos. Tales hechos se han ido repitiendo en diferentes épocas y sujetos a lo largo de la
historia.
La hipnosis no es peligrosa, siempre y cuando sea realizada por una persona cualificada y por
supuesto tenga la ética suficiente para no someter a su cliente a ninguna práctica que en estado
vigil no permitiría. Por lo demás, nadie puede quedarse eternamente dormido si el
hipnotizador nos abandonase, ya que en ese caso, pasaríamos del sueño hipnótico a un sueño
natural y despertaríamos normalmente. Las únicas contraindicaciones absolutas de la hipnosis
como ya mencionamos son en los casos de padecerse epilepsia o esquizofrenia. La epilepsia
porque podría suceder que en pleno trance hipnótico sobreviniera una crisis epiléptica a quien
padece esta enfermedad, y la esquizofrenia porque, aparte de que sea muy difícil hipnotizar a
un esquizofrénico, podríamos empeorarle su enfermedad con la hipnosis. ¿Pero tiene algún
grado de peligrosidad? Lo mismo que sucede con cualquier técnica potente, el uso de la
hipnosis puede tener ocasionalmente consecuencias imprevistas. Por esta causa sólo la
deberían utilizar profesionales cualificados. Pero, no es más peligrosa que la mayoría de las
formas de tratamiento psicológico cuando se emplean eficazmente.
Uno de los episodios más interesantes de esta técnica, es la llamada hipnosis regresiva de la
personalidad. Consiste en "llevar" hacia atrás en el tiempo a una persona, para que reviva o
recuerde hechos de su pasado. Incluso algunos plantea que podemos llegar hasta un estadio
pre-natal o intra-uterino, es decir, que recordaremos las sensaciones que teníamos antes de
nacer. Pero incluso si al hipnotizado se le sugiere que vaya aún más allá, recordará en muchos
casos supuestas identidades anteriores. Incluso en algunos de estos casos hablará en una
lengua que no ha estudiado o conocido en su vida actual (el fenómeno de la xenoglosia -que
mencionábamos antes-), siendo normalmente esas lenguas arcaicas y con formas antiguas.
¿Reencarnación?, ¿conexión con otros tiempos y otras conciencias? Muchos quieren saber
pero la ciencia no sabe o no tiene aún una respuesta con precisión... creo es un tema aún
oscuro y lo suficientemente extenso para un futuro artículo. Algunos refieren que han
investigado y comprobado que, efectivamente, la hipnosis rompe los esquemas de lo que hoy
la psicología científica (en general, la rama cognitivo-conductual) conoce como "mente"
porque precisamente ese concepto es tan amplio, que desde la ciencia nos quedamos cortos al
definirlo.
"¿De quién eres hijo?", le preguntaron. "Soy Naif Cicek", respondió y empezó a contarles
circunstancias de su vida anterior y que había ido a Angora poco antes de morir. Luego, Engin
pidió a sus padres que le llevaran a Hancagiz.
Al principio los Sungur, quienes nunca habían oído hablar de Naif Cicek, se negaron. Poco
después el pequeño Engin se encontró en la calle con Gulhan Cicek, la hija del fallecido, la
cual iba al colegio de Tavla. Se dirigió a ella llamándola "hija mía" y, viendo que la chica se
asustaba, le explicó que él era su padre. Antes de este incidente no había habido ningún
contacto entre las dos familias pero, ante lo sucedido, la madre de Engin decidió llevarlo a
Hancagiz para ver al resto de la familia.
265
En cuanto vio a la viuda de Naif Cicek la llamó "esposa mía" e identificó por su nombre a
otros siete miembros de la familia. El niño llegó a indicar un terreno asegurando que en el
pasado había sido suyo, lo cual resultó ser cierto a pesar de que ya no formaba parte de la
finca. También describió con detalle cómo había sido golpeado por una camioneta, conducida
por su hijo, al hacer marcha atrás. Además, se supo que Naif fue a Angora a ver a un médico,
tal como había dicho Engin, y murió poco después, en diciembre de 1979, a los 54 años. Engin
nació casi tres años después, el 8 de octubre de 1982.
La historia de Engin es sólo una de las más de 2000 estudiadas por el doctor Ian Stevenson,
durante más de 30 años, buscando posibles evidencias de reencarnación. Según Stevenson,
desde el déjà vu- la misteriosa sensación de que una experiencia pasada se repite en el
presente- hasta informaciones sobre una vida pasada recabadas a través de un médium, se han
ofrecido muchos datos como pruebas de vidas pasadas.
Según Stevenson, gran parte de estos datos deben ser descartados porque los recuerdos son
confusos o no pueden verificarse. Incluso cuando los detalles pueden ser confirmados, no hay
que desechar las coincidencias.
El caso de Engin Sungur, sin embargo, es distinto. Stevenson ha descubierto que, en los niños
pequeños, los recuerdos de una vida anterior son más lúcidos y completos. Y, lo que es muy
importante, la información puede a menudo ser refrendada por los familiares y cotejada con
los lugares a los que se refiere. En un caso típico, el niño empieza a mencionar recuerdos de
una vida anterior entre los dos y los cuatro años, en muchos casos en cuanto es capaz de
hablar. Luego, los recuerdos se van desvaneciendo hacia los seis o siete años. A menudo, el
niño insiste en ellos aunque el resto de la familia no se muestre receptiva.
Se cree que en muchos de los casos ocurridos en la India, donde niños de familias pobres
aseguran haber pertenecido a una casta superior, los padres "alimentaban" la memoria de los
pequeños buscando beneficios económicos. Pero, como indica el doctor Stevenson, incluso si
esto es cierto, no ocurre lo mismo cuando el niño y la familia viven lejos del difunto, y no le
conocían previamente.
Los escépticos argumentan que el subconsciente tiene una asombrosa capacidad para
almacenar información adquirida leyendo, viendo la televisión, o escuchando conversaciones
sin prestar atención. El subconsciente puede absorber información sobre un determinado
personaje histórico o una época y utilizarla para crear recuerdos de una vida pasada.
Otros suspicaces ven las regresiones a la vida anterior como la combinación de las preguntas
inductoras del terapeuta con la fértil imaginación del sujeto. Cuando el estado de consciencia
está alterado, la mente puede estar deseosa de complacer y, en consecuencia, dará las
respuestas que cree que el terapeuta desea oír. Que esto ocurre puede verse en los espectáculos
con hipnotizadores.
A pesar de estas críticas, hay una tendencia creciente a consultar a terapeutas expertos en vidas
anteriores, los cuales utilizan la hipnosis y técnicas de relajación para conducir a sus clientes a
vidas pasadas, y así descubrir las causas de sus problemas en esta vida. Muchos atestiguan
haber sido curados de esta forma, de fobias presumiblemente heredadas de una vida anterior.
Se han dado casos de individuos que, sometidos a hipnosis regresiva, han proporcionado
informaciones a las que no podían acceder. En uno de ellos, el periodista Ray Bryant regresó
bajo hipnosis a su vida anterior: un granjero, en Essex, a finales del siglo pasado. El terapeuta,
Joe Keeton, le pidió que retrocediera al 22 de abril de 1884, cuando tenía unos cuatro años.
Bryant lo hizo y se mostró aterrorizado, diciendo que la casa se estremecía y los platos caían
de los estantes.
267
Lo que Bryant no sabía es que el investigador había encontrado previamente una referencia al
"Gran Terremoto de Essex", fechado ese día. Keeton decidió ver qué ocurría si Bryant
regresaba al día en que el terremoto estaba en su apogeo.
Casos como éste y el de Engin Sungur parecen desafiar las explicaciones, pero, ¿son prueba de
vidas anteriores? Stevenson sólo dice que "sugieren la idea de la reencarnación", mientras que
los escépticos creen que la respuesta se encuentra en otra parte.
Algunos parapsicólogos mantienen que esta información puede ser adquirida mediante
percepción extrasensorial (PES), recordando una vida pasada al conectar telepáticamente con
la vida de otro individuo. Pero si la respuesta es la PES, ¿por qué quienes conectan
telepáticamente con vidas pasadas carecen de talento para otro tipo de PES?
Otra teoría afirma que el recuerdo de una vida anterior es el resultado de una memoria
ancestral, racial o colectiva, que se prolonga a través de los siglos. De algún modo, el
individuo enlaza con las experiencias o procesos mentales de un antepasado, o alguno de sus
conocidos.
Otra teoría, en fin, relaciona los recuerdos de una vida anterior con trastornos de personalidad
múltiple. Se han dado casos, utilizando la hipnosis con fines terapéuticos, en que un paciente
mostraba rasgos de otra personalidad. Esta capacidad de desdoblamiento la tenemos, en cierto
grado, todos nosotros y aparece cuando sufrimos un estado de consciencia alterado. Pero si es
así, ¿cómo se explican los detalles históricos precisos, y a veces ignorados, que pueden
aparecer durante la hipnosis?
Las Preguntas permanecen, mientras estas teorías pueden explicar algunos casos, ninguna
esclarece satisfactoriamente los datos aportados en esos recuerdos.
La Sindéresis es una rama del saber que estudia la capacidad racional natural para ejercer un
juicio correcto sobre una materia.
Nos enseña cómo distinguir los enunciados científicos de los pseudocientíficos. El término
Pseudociencia significa " falsa ciencia". Como concepto, la falsa ciencia (pseudociencia) es
cualquier declaración o cuerpo de ideas erróneamente exhibidos como científicos, pero
carentes de soporte metodológico y/o sistemático.
La hipnosis regresiva es considerada por la sindéresis como una pseudociencia. Y plantean que
en estos casos, una persona especialista en psiquiatría o psicología clínica asegura que por
medio de la hipnosis cualquier persona puede traer a su memoria los recuerdos de vidas
pasadas, refiriéndose a "vidas pasadas" como "vidas que se vivieron antes de nacer en este
mundo". De esta manera, ellos dicen que la ciencia ha verificado la reencarnación. Por
supuesto, ellos eluden el estorbillo de la inducción deliberada que el hipnotizador ejerce sobre
el hipnotizado, y hablan poco o nada de ello. Siempre que ellos exhiben un caso de glosolalia
(cuando el hipnotizado emite sonidos extraños) se refieren al grupo de sonidos erráticos como
"lenguas muertas", "lenguajes no terrenales", "dialectos perdidos de la América
precolombina". A juicio, de la sindéresis. Es evidente aquí que la pseudociencia recurre a
nociones que no pueden ser comprobadas por tratarse de eventos del pasado y que no fueron
registrados por historiadores fidedignos. Por ejemplo, sería imposible comprobar si es
verdadera la información dada por una chica que dijo ser, en una de sus vidas anteriores, la
hija de uno de los herreros del rey Enrique VIII, llamado Cardó, quien violaba a sus hijos por
las noches.
La pseudociencia en última instancia recurre a la fe (creer sin ver) para percibir una fantasía
como si fuese una realidad. Esto también se da en todas las formas de pseudociencia, sea
creacionismo, panspermia, ufología, magnetoterapia, iridología, astrología, cienciología,
medicina naturista, medicina holística, homeopatía, digitopuntura, acupuntura, panaceas
(como el Noni y la Uña de Gato).
Son diversos los autores, investigadores y terapeutas que han establecido diferentes
escalas en el grado de profundidad hipnótica. Estas divisiones son por tanto subjetivas y sólo
orientativas. La escala más extendida y sencilla por su comprensión es la que divide la
progresión hacia la hipnosis profunda en tres grados, como la que ya describimos que presentó
Charcot en la Academia de Medicina de París cuando elaboró su informe sobre la hipnosis. El
hablaba de los grados letárgico, cataléptico y sonambúlico.
concentrada. La respiración es lenta y tranquila. Si los ojos están abiertos, puede aparecer
parpadeo rápido hasta que se cierran. Si el lugar no está suficientemente caldeado, el sujeto
puede sentir frío. En cuanto a las reacciones del hipnotizado hemos podido apreciar que la
tensión arterial puede bajar ligeramente debido a la relajación. Existe sensación de pesadez en
el cuerpo, especialmente en los miembros. Todos los músculos se relajan progresivamente y
aparece en consecuencia una sensación que expresan como de un agradable entumecimiento.
En el estado cataléptico, de segundo grado o trance medio, hemos podido ver que la
respiración es más lenta y profunda (de tipo abdominal). La cabeza puede caerse ligeramente
por la relajación del cuello. Podemos producir rigidez en todo el cuerpo o en sus partes. Si el
sujeto habla, su tono de voz es lento y adormecido. Además aparecen reacciones en el
hipnotizado de sensación de profundo bienestar. El paciente admite ya las primeras
sugestiones y aunque se percate de ellas, le resulta muy difícil sustraerse a las mismas.
Podemos causar y producir insensibilidad al dolor. Sin embargo aún existe consciencia
suficiente para que el sujeto salga de este estado si lo desea. Se va perdiendo la noción del
exterior.
La rigidez muscular total es una característica esencial de este estado cataléptico o también
llamado catatónico. Inmediatamente después del mismo, el inducido será capaz de entrar en un
estadío profundo de hipnosis rápidamente cuando se lo sugiera el hipnólogo.
Desde Mesmer han sido muchos los que han investigado esta inquietante realidad que a veces
se sale fuera de los esquemas de la ciencia académica. Muchos han establecido sus propios
modelos y variantes de esta técnica. Así tenemos al norteamericano Doctor Milton Erickson,
que trabajaba con sus pacientes usando metáforas o formas determinadas de hablarles, para
270
inducirles ciertas reacciones psico-emocionales que les curasen de sus trastornos mentales, sin
necesidad de una hipnosis clásica o que supusiera la pérdida de conciencia del paciente. O por
ejemplo el doctor valenciano Antonio Escudero, que llama a su técnica Noesiología o
anestesia psicológica, en la que opera a sus pacientes completamente despiertos y sin anestesia
química, llegando incluso a conversar con ellos durante la intervención quirúrgica.
DIFICULTADES DE LA HIPNOSIS.
El empleo de los métodos de inducción hipnótica en personas poco sugestionables que sean
capaces de fingir que están haciendo lo que se les ordena. Esto se evita realizando pruebas que
permitan comprobar la profundidad de la hipnosis, como, por ejemplo, abrirles los párpados
con los dedos pulgares y verificar si existe convergencia en los globos oculares.
Falta de una anamnesis adecuada que oculte los deseos del paciente de continuar con los
síntomas a causa de una ganancia secundaria que le producen los mismos.
271
Cuando no se toman en cuenta las características del sujeto para la selección del método de
inducción hipnótica. Al no ser adecuada la selección, se produce el fracaso.
Dar una sugestión que no corresponda con el estado en que se encuentra el sujeto. Por
ejemplo: al iniciar la inducción hipnótica, decirle: Sus párpados se cierran solos y no se
pueden abrir más... Si esto no se logra, el sujeto puede angustiarse por no caer en estado
hipnótico y creer que la hipnosis es inalcanzable para él.
Como ya dijimos, estas defensas son inconscientes en esencia. El sujeto quiere recibir el
tratamiento y desea conscientemente ser hipnotizado; es más, hace todo su esfuerzo para
cooperar en la inducción. Pero las defensas aparecen, así se emplee un método agresivo o
pasivo de hipnotización.
Es importante saber esto, pues con frecuencia nos encontramos con dificultades en la
inducción hipnótica y pensamos que el sujeto o paciente no quiere cooperar. Por lo general la
tendencia es a interrumpir la sesión y hacerle saber al sujeto que él está haciendo todo lo
posible para no dejarse hipnotizar. En realidad, la mayoría de las veces el sujeto sí quiere ser
hipnotizado o al menos beneficiado por el tratamiento hipnoterapéutico, pero es ajeno a los
mecanismos inconscientes de defensa contra la hipnosis. La solución es: usar siempre la
defensa del sujeto contra él.
En la práctica clínica, incluso los pacientes fáciles de hipnotizar muestran siempre algún tipo
de defensa; y los difíciles de hipnotizar muestran muchas defensas diferentes. Las formas más
conocidas de defensa son el negativismo, la depreciación, la inquietud, la simulación, el sueño,
la reacción de sobresalto, la superficialidad, los síntomas y la desviación.
Una vez lograda la inducción hipnótica pueden aparecer nuevas defensas. El sujeto
hipnotizado nunca está completamente indefenso. No tiene ningún fundamento aquel criterio
que existía de que el hipnotizador puede reducir al sujeto a un mero autómata.
Mientras que en la «hipnosis de escenario» es fácil hacer que el sujeto se coma una vela, emita
sonidos y se comporte como cualquier animal, nade desesperadamente en una piscina
imaginaria huyendo de un tiburón también imaginario y haga otras escenas espectaculares,
debe señalarse que estos actos no tienen una significación psicológica real para el sujeto. Si,
en cambio, se le pide hacer algo que vaya en contra de sus principios, sentimientos o instintos
(golpear a su madre, por ejemplo), se perderá el rapport o mostrará su resistencia a través de
defensas.
NEGATIVISMO.
Lo importante en el sujeto negativista es que en realidad las sugestiones influyen en él, aunque
en la dirección contraria. La solución es aprovechar su negativismo y darle sugestiones
contrarias para que el sujeto se confunda y haga lo que realmente nosotros queremos que haga.
Ante un caso así, lo mejor es cambiar de método y usar uno de movimientos repetitivos como
el método del pestañeo sincronizado.
DEPRECIACIÓN.
La depreciación actúa como defensa contra la ansiedad del sujeto. Este la convierte en defensa
contra la hipnosis mediante gestos y sonrisas despreciativas, para expresar que el
procedimiento es tonto e infantil, y que lo que hace es sólo para complacer al hipnotizador.
273
El hipnotizador debe mostrar un buen ajuste psicológico en estos casos, pues de lo contrario se
deteriora el rapport y se pierde la posibilidad de inducir la hipnosis.
Si el hipnotizador muestra calma, el sujeto no puede mantener esta defensa. Si se continúan las
sugestiones, la defensa se desvanece y el sujeto puede ser hipnotizado.
INQUIETUD.
Ésta es la defensa inconsciente más frecuente contra la hipnosis y aparece sobre todo cuando
se realiza la inducción por sugestiones de relajación. La ansiedad se manifiesta de muchas
maneras. El sujeto se mueve en el asiento o diván, se siente inquieto, tiene mucho calor o
mucho frío, encuentra la almohada muy alta o muy incómoda, se abrocha y desabrocha los
botones, no se siente cómodo de ninguna forma. Esta actividad inquieta le impide relajarse y
así evita los efectos de las sugestiones, a las cuales realmente teme. A veces la defensa es
menos pronunciada y se refleja en los dedos de las manos y en los pies.
SIMULACIÓN.
Esta es la más interesante de las defensas. El sujeto trata de evitar la hipnosis ejecutando
conscientemente todas las sugestiones. Piensa que si sigue todas las sugestiones
conscientemente, mantiene el control, ya que actúa por su propia y libre voluntad, al mismo
tiempo que no hiere la sensibilidad del hipnotizador, con el que mantiene un buen rapport.
Este tipo de defensa se reconoce por la rapidez con la que se ejecutan las sugestiones. Por
ejemplo, en la levitación del brazo, lo normal es que las manos sean levantadas lentamente y
274
con mucho temblor y tensión; incluso en los sujetos más sugestionables hay que repetir dos o
tres veces las sugestiones antes de que comiencen a levantar las manos.
La mirada del sujeto está fija en sus manos. Los párpados inferiores están algo retraídos.
En cambio, cuando hay simulación no sucede así. El movimiento de las manos es rápido y, por
lo general, no hay temblor ni tensión. La expresión fija de los ojos está ausente y tiende a
recorrer la habitación con la mirada.
Es decir, le hacemos creer al sujeto que confiamos en que está hipnotizado y lo despertamos.
En la sesión siguiente empleamos el mismo método de movimientos repetitivos o uno similar
(por ejemplo, el pestañeo sincronizado) y el sujeto quedará hipnotizado.
SUEÑO.
El sueño se utiliza como defensa mucho más comúnmente cuando se ha inducido la hipnosis
por sugestión de relajación y sueño.
Hemos señalado la ventaja de volver las defensas del sujeto contra sí mismo, pero a veces el
sujeto emplea este principio contra el hipnotizador. Tal es el caso del sueño: respondiendo
literal o completamente a una sugestión de sueño, el sujeto puede defenderse contra las
sugestiones siguientes.
Cuando un sujeto use el sueño como defensa contra alguna situación específica, debe
despertársele y rehipnotizarlo por un método activo, tal como la levitación del brazo u otro. La
inducción se realiza con los ojos abiertos y se le dan sugestiones repetidas al sujeto: Sus ojos
275
están abiertos... usted está bastante despierto... abandónese y que su cuerpo trabaje
automáticamente, no se vaya a dormir...
REACCIÓN DE SOBRESALTO.
A veces las sugestiones de relajación parecen ser bien aceptadas. El sujeto cierra sus ojos
espontáneamente, está relajado por completo y parece que estamos a punto de llevarlo a un
sueño hipnótico profundo.
Pero de pronto se despierta sobresaltado y se levanta del asiento o diván. Esta reacción puede
observarse también en formas menos pronunciadas.
Si ocurre más de una vez, debe cambiarse el método por otro más activo.
SÍNTOMAS.
A veces algunos pacientes usan sus síntomas o padecimientos como defensa. Un asmático
desarrolla un severo ataque de asma justamente en la etapa crítica de la inducción hipnótica; o
un paciente que vaya a ser tratado por migraña se queja de pronto de un paroxismo de dolor de
cabeza y dice que le es imposible continuar.
DESPERTAMIENTO Y PANTALLAS.
276
Estos dos mecanismos de defensa son típicos del proceso de diálogo con el sujeto en estado
hipnótico, principalmente cuando se le somete a hipnoanálisis.
Cuando se le pregunta a un sujeto acerca de temas que le molestan, puede defenderse de esta
amenaza despertándose de la hipnosis. Lo mismo puede ocurrir cuando se le da una sugestión
que es demasiado difícil en relación con su profundidad hipnótica. Para evitar esto hay que
prestar gran atención al rapport y asegurarse de la profundidad de la hipnosis antes de invitar
al sujeto a hablar. Un buen rapport da seguridad al sujeto y reduce la ansiedad, por lo que la
motivación para esta forma de defensa se reduce considerablemente o queda abolida.
La defensa por pantalla es más difícil de reconocer. El sujeto habla sobre elementos
psicopatológicos, pero a medida que el tratamiento avanza se encuentra que los temas
discutidos no son realmente relevantes para el conflicto. El paciente está creando ideas de
pantalla, es decir, está ocultando o encubriendo el material más valioso. Cuando se identifique
esta defensa, desvíe al sujeto hacia otras áreas de conflicto más significativas.
Los resultados obtenidos por la hipnoterapia no son duraderos, a menos que sean reforzados
por otros métodos psicoterapéuticos, como la psicoterapia racional. la persuasiva, la sugestión
vigil y otras psicoterapias centradas en la palabra.
La mayor dificultad está dada por los sueños eróticos que suelen aparecer en algunos pacientes
del sexo opuesto y que involucran al terapeuta en acusaciones falsas, pues estos sueños son
trasladados por este tipo de sujetos a la vida real e inculpan injustamente al hipnotizador de
intento de violación. Esta situación se evita introduciendo a una enfermera o técnica que esté
presente durante la sesión.
La no posible utilización de la hipnosis en todos los casos, pues no todas las personas tienen el
mismo grado de susceptibilidad hipnótica y algunas no pueden ser inducidas a la hipnosis por
los métodos convencionales.
277
La pérdida del rapport del paciente con el hipnotizador, pues se deja de responder a las
sugestiones. Esto puede suceder cuando no se refuerzan durante un tiempo las sugestiones y
también por la falta de dominio de la técnica. Si se pierde el rapport, el paciente pasará al
sueño fisiológico, donde sencillamente se despierta por sí mismo o se le puede rehipnotizar
por el método de Noiset y Bertrand.
Cuando no se cumplen las normas necesarias para sacar al sujeto del estado hipnótico y se
produce un mal despertar, por lo que el sujeto se siente tenso, angustiado, con dolores fuertes
de tipo muscular y en las articulaciones, vértigos, malestar, fatiga, cefalea, falta de
concentración, falta de voluntad y trastornos de la conciencia. Todo esto se evita sugiriendo al
sujeto, antes de despertarlo, sentimientos de satisfacción, relajamiento, seguridad, ausencia de
dolor, etcétera.
CONTRAINDICACIONES DE LA HIPNOSIS.
Toda técnica, por muy buena que sea, tiene siempre una serie de contraindicaciones. En la
hipnosis hay casos aislados en los que no es recomendable su utilización, aunque en realidad
el tema es muy polémico.
EN LAS PSICOSIS.
Martínez Perigod y Asís han utilizado la hipnosis en las psicosis depresivas exógena y
endógena con magníficos resultados, principalmente en la primera.
HIPOCONDRÍAS.
A nivel neurótico los encontramos en la neurosis hipocondríaca, que se caracteriza por una
preocupación constante y persistente de desasosiego que se manifiesta con respecto a
enfermedades supuestamente padecidas o con la conservación de la salud.
Una de las características de los hipocondríacos es la persistente tendencia a los temores, que
sólo recesan brevemente, a pesar de que se le demuestre al paciente la inexistencia de la
enfermedad a través de los distintos exámenes complementarios.
A nivel psicótico aparecen los conocidos delirios hipocondríacos que muchas veces se asocian
con la melancolía, apareciendo ideas fijas sobre que están totalmente destruidos por dentro,
que sus órganos están podridos o dañados; esto se expresa a través de preocupaciones
279
obsesivas y renovadas que llevan al paciente a una inquietud constante por su salud física y
que se manifiesta frecuentemente por gemidos estereotipados, trastornos funcionales diversos
que son expresados incesantemente.
La preocupación constante por la salud que tienen los hipocondríacos da lugar desde un punto
de vista general, a una continua búsqueda de dolores así como de sensaciones anormales en
ciertas partes del cuerpo.
El sujeto descarga toda su tensión ansiosa por medio de la inculpación de uno o varios órganos
determinados.
Primeramente porque si eliminamos las ideas sobre un órgano que él cree enfermo, dicha idea
se desplaza hacia otro órgano. Al mismo tiempo la utilización de la hipnoterapia en estos
pacientes hace que ellos consideren que efectivamente están enfermos desencadenando
muchas veces delirios hipocondríacos como consecuencia del pensamiento que les hace
concebir ideas acerca de que su cerebro funciona también inadecuadamente.
Además, estos pacientes establecen una dependencia absoluta del tratamiento, dependencia
extraordinariamente difícil de eliminar, pues se convierten en perseguidores del terapeuta para
que les alivie sus molestias, las que -como ya dijimos- cuando prácticamente no ha terminado
de eliminar una ya está apareciendo otra.
Muchos recomiendan no utilizar la hipnosis en estos casos, a no ser por una situación
extraordinariamente necesaria.
Dicen constantes mentiras, son provocativos sexualmente, aunque casi siempre son frígidas las
mujeres e impotentes los hombres.
La personalidad del histérico puede considerarse como artificial, pues estos sujetos dan la
impresión de falsedad y reflejan el mundo como les conviene a su imaginación, reprimiendo lo
que no les gusta y cambiando lo que no está de acuerdo con sus intereses. Son fantasiosos,
sugestionables y mentirosos, llegando a inventar historias que ellos mismos acaban por creer.
280
Estas características obligan a ser muy cuidadoso en caso de tener que aplicar la inducción
hipnótica a una histérica, pues no se deben emplear los métodos de inducción sin la presencia
de una enfermera para evitar posibles acusaciones de intento de violación o de insinuaciones
sexuales, producto de la imaginación fantasiosa de este tipo de paciente que acostumbra a traer
dificultades al terapeuta, pues al principio es muy positivo el rapport que se establece con el
hipnotizador, pero cuando éste no secunda las imaginaciones eróticas del sujeto, las mismas se
transforman en sentimientos de odio y de venganza.
Esta recomendación es válida también para los neuróticos histéricos, tanto los que presentan
disociaciones como los que manifiestan síntomas de conversión.
Es importante señalar que muchas veces la ganancia secundaria que les establece a los
histéricos el síntoma de conversión hace que continúen con él después del tratamiento, a pesar
de haberse eliminado por la hipnosis, pero entonces fingen conscientemente para no perder el
control de la ganancia mencionada. Otras veces se encargan de manifestar libremente que todo
lo que hacían era mentira, que lo hacían voluntariamente para engañar al terapeuta, que no
estaban hipnotizados.
OTRAS CAUSAS.
Se deben tomar precauciones cuando se vayan a utilizar las técnicas hipnóticas en los
siguientes casos:
utilizar la palabra hipnosis, sobre todo en aquellos pacientes que no tienen por qué conocer el
término, pero sí es importante explicarles en qué consiste el tratamiento
Ansiedad de espera. Cuando un sujeto se encuentra muy ansioso porque quiere que aparezca
rápidamente el estado hipnótico, suele suceder lo contrario, pues la expectación y. la angustia
forman un proceso de excitación, cortical. En estos casos lo primero que debe hacerse, es
decirle: En el día de hoy no lo vamos a hipnotizar; sino que solamente vamos a provocar una
relajación. Esto hace que se bloquee automáticamente la ansiedad de espera del sujeto y se
rompa la ley del esfuerzo contraproducente (loi de l'effort convertí, según Baudovin).
Rapport hipnótico con otro terapeuta. Este punto ha sido muy discutido, pues algunos autores
plantean que es difícil hipnotizar a una persona a la que le fue aplicada la inducción por otro
hipnotizador. Esto está en dependencia de la experiencia del terapeuta, pues en realidad puede
aprovecharse el hecho de que el sujeto se encuentre condicionado reflejamente a la inducción
hipnótica, pero si el hipnotizador no cuenta con recursos y no está práctico, el paciente
rápidamente se da cuenta de la falta de dominio de la técnica y se pierde la confianza por
ambas partes.
Relaciones personales estrechas. Es sumamente difícil hipnotizar a una persona con la que se
tienen relaciones personales estrechas, como amigos, familiares, íntimos sexuales; compañeros
de trabajo o de la misma profesión, pues siempre existe la duda de si se les va a preguntar algo
de su intimidad o si se les va a someter a alguna broma. Lo mejor, cuando exista un vínculo de
esta clase, es remitir el caso a un colega.
En estos casos hay una forma de romper esta defensa consciente (no confundir con la defensa
inconsciente del negativismo). Se le indica al sujeto que debe dejar los ojos bien abiertos; si
282
los cierra se le dice que los deje cerrados, y así sucesivamente, cuanta acción voluntaria haga
el sujeto se le retuerza como sugestión. Este procedimiento rompe el negativismo consciente y
lleva al individuo al trance hipnótico. Pero en términos generales, estos sujetos son
extraordinariamente difíciles para trabajar con ellos y los resultados son tan pobres que no
merece la pena utilizar este recurso terapéutico (la hipnosis) con ellos, pues sus rasgos
narcisistas hacen que si acaso son hipnotizados no vuelvan más a las sesiones.
Aprender sobre hipnosis y saberla emplear no es difícil; sin embargo, su uso para asuntos de
investigación y terapéutica requiere destreza, habilidad y dominio; de ahí que si es esta última
su finalidad, asegúrese de tener un control pleno.
Nunca pierda la paciencia ante un caso que se resiste a abandonar el trance hipnótico, pues si
usted se desespera, sólo logrará que aumente su propia angustia y disminuirá su capacidad
para devolver al sujeto a su estado anterior.
Siempre utilice frases suaves y respetuosas de la integridad y valores del paciente; eso hará
que a nivel inconsciente o consciente, su inteligencia capte el sentido ético y humano de su
actuación y creará mecanismos actitudinales favorables al hecho hipnótico.
Mantenga vivo el principio de No hacer daño, ello le evitará caer en errores éticos y a la vez
fortalecerá su capacidad humana y vocacional hacia el sujeto que requiere su atención.
Ser honesto y reconocer las limitaciones propias prestigiarán su estatura humana y científica, y
deberán movilizarle a profundizar sus conocimientos y experiencias.
Recuerde que la hipnosis es válida y posible de aplicar, pero no una "llave maestra" que sirva
para todo y a todos, por lo que no debe forzar su uso donde no tenga posibilidades.
Si se decide por un método o una escuela, recuerde que los otros también son útiles. Acudir a
ellos no significa en modo alguno modificar su postura.
Es importante tener en cuenta que es posible aliviar un dolor por medio de la hipnosis, pero
que este dolor puede ser la manifestación de un trastorno somático y que continuará su curso.
Por eso consideramos necesario que sólo se utilice la hipnosis una vez que se ha investigado la
causa que produce el dolor, pues de lo contrario se harán desaparecer los síntomas agudos de
peligro y se ocultará el origen verdadero del dolor. En caso de que la manifestación sea
psicógena, está plenamente justificada la aplicación de la hipnosis.
283
No se debe pasar a un sujeto a un estado de hipnosis profunda sin tener un dominio completo
de la técnica.
No se debe vacilar entre una sugestión y otra, para no dar la impresión de que el hipnotizador
no sabe qué tiene que hacer, pues se crea inseguridad en el sujeto y esto puede sacarlo del
estado hipnótico.
No olvide que mientras más sepa y destine su conocimiento a los fines nobles de la
humanidad, más podrá hacer por ella y para ella.
VENTAJAS DE LA HIPNOSIS.
Posibilidad de ser combinada con otras técnicas de psicoterapia centradas en la palabra para
obtener resultados duraderos.
Permite crear las bases y enseña al sujeto rápidamente lo que significa la relajación para
aliviar la tensión emocional y hace participar activamente al paciente en el tratamiento y
solución de sus problemas.
PRINCIPIOS DE LA HIPNOSIS.
La vía biológica es la excesiva fatiga de los órganos de los sentidos, principalmente los de la
visión; esto se agudiza cuando se produce cansando en los músculos elevadores de los
párpados. Este agotamiento establece una comunicación con los centros nerviosos sensoriales
y se crea un estado semejante al sueño, que permite la formación de fenómenos especiales.
3.-Se debe tener en consideración que cuando se trabaje al sujeto en fase de hipnosis
profunda, al despertar éste olvidará todo lo sucedido. Esto nos hace llamar la atención para
que se tenga en cuenta que, cuando necesitemos que un sujeto recuerde algo de lo sucedido en
285
esta fase, se le señale a través de una sugestión posthipnótica como la siguiente: Todo lo que
usted me está diciendo en estos momentos lo recordará totalmente cuando despierte.
4.-Los fenómenos producidos por la hipnosis, como anestesias, amnesias, catalepsias, etc.,
no se deben a nada misterioso, sino que son el resultado de excitaciones o inhibiciones de la
corteza cerebral establecidas por la comunicación entre el hipnotizado y el hipnotizador, donde
el primero se hace susceptible y receptivo a las indicaciones que le hace el segundo.
5.-Se pueden dar sugestiones cuando el sujeto se encuentra en hipnosis superficial, pero
son más efectivas cuando la hipnosis es más profunda.
6.-Las condiciones psíquicas indispensables para lograr una hipnosis perfecta están
íntimamente relacionadas con la disposición psicológica del sujeto ante el hipnotizador,
es decir, con el rapport que se establece entre ambos desde la primera sesión, así como
con lo que ha oído hablar del terapeuta.
8. Mientras más sueño tenga un individuo, con más facilidad se entregará al sueño
hipnótico.
9. Una persona que esté hipnotizada no queda totalmente incomunicada con el medio
exterior, sino que existe selectividad en la comunicación, determinada por condiciones
psíquicas. En el sueño fisiológico también existe selectividad, que depende de la naturaleza
del sueño, es decir, que la persona que duerme reacciona sólo a estímulos bien determinados
que varían de un sujeto a otro.
10. Existe cierta similitud entre el estado de hipnosis profunda y el sueño natural y se
pasa fácilmente de uno al otro.
HIPNOSIS TERAPÉUTICA.
TEORÍA, MÉTODOS Y
TÉCNICAS APLICADAS.
287
DUODÉCIMA PARTE
Dr. Alberto Ochoa Govin.
1. Aplicaciones de la hipnosis
2. Nuestras experiencias con la hipnosis
3. Hipnosis en el manejo de la hipertensión arterial esencial y el estrés emocional
4. Hipnosis en el manejo de niños en edad escolar con dificultades en el aprendizaje
5. Hipnosis en el control del asma bronquial
6. Otras experiencias clínicas
7. Bibliografía
8. Datos del autor
APLICACIONES DE LA HIPNOSIS.
Está ampliamente demostrado que por medio de la palabra se puede ejercer una influencia
directa sobre los procesos de excitación y de inhibición de la actividad nerviosa superior, ya
sea en vigilia, sueño natural, hipnosis u otro estado alterado de conciencia. Esta influencia
puede modificar, desencadenar o inhibir el curso de procesos vegetativos muy definidos y es
utilizada con fines diversos.
Como plantea Plátonov, la palabra no sólo inhibe, sino también excita y puede provocar
cambios en el sistema endocrino y neurovegetativo mediante emociones sugeridas, tal como se
ha demostrado a través de registros radiográficos y por análisis de laboratorio de la secreción
gástrica.
Si aplicamos una sugestión verbal que provoque una emoción negativa (miedo, temor,
angustia), aparece inmediatamente una disminución considerable del tono de la corteza
cerebral, así como de las funciones de los órganos, lo que hace que se empeoren los procesos
de asimilación del organismo. Si la sugestión verbal es, por el contrario, positiva (alegría),
aumenta la excitabilidad de la corteza y mejoran los procesos de asimilación.
Una orden verbal puede provocar cambios completos en la conducta del hombre en cuanto a la
respuesta a los estímulos externos e internos. Esto es sumamente importante, ya que por medio
de la sugestión en estado de vigilia y más aún en hipnosis, se le puede presentar a un paciente
un estímulo que originalmente le provocaba pánico y angustia, pero se evitan dichos efectos
288
En dermatología se emplea para las dermatitis. Por ejemplo, Lehman, Marcuse, Pávlov,
Plátonov, Meares y muchos otros autores reportan el éxito en el tratamiento hipnoterapéutico
en la eliminación de eccemas, verrugas y otras dermatosis. Se han reportado por Machado
buenos resultados en el tratamiento de la psoriasis y el vitíligo.
Su efecto anestésico, es una de sus aplicaciones médicas más conocidas, como bloqueadora de
las sensaciones dolorosas. En hipnosis profunda, la piel de un sujeto puede ser, atravesada con
un objeto punzante, cortada o quemada sin que sienta dolor y anulando prácticamente las
reacciones fisiológicas a la lesión (hemorragias y otras).
Brugnoli señala que cuando se utiliza la hipnosis para eliminar dolores físicos, es necesario
tomar en consideración que no sean expresión de una enfermedad somática, ya que el dolor
desaparece considerablemente al sugerirle al paciente estados analgésicos; y éstos pueden
borrar la expresión de una enfermedad somática perjudicándolo de esta forma, pues dicha
enfermedad no dejaría de continuar su curso.
Marcuse recomienda el uso de la hipnosis en oncología, para aliviar los dolores del cáncer de
mamas y de útero, alegando que permite reducir el consumo de drogas, mejorar la depresión,
prolongar la vida y hacer más fácil muerte.
De cualquier modo, opinamos que no debe utilizarse la hipnosis con fines analgésicos o
anestésicos sin antes conocer el origen del dolor que se pretende aliviar.
La aplicación de la hipnosis en odontología ha tenido gran auge en los últimos años. Así,
existen universidades en diferentes países que consideran la hipnodoncia como asignatura
básica en la carrera de odontología. En Cuba, cada día es mayor el número de odontólogos que
usa la hipnosis en su práctica diaria, pues las ventajas son evidentes, sobre todo en los
pacientes alérgicos o intolerantes a los anestésicos. Otra de las ventajas está relacionada con el
comportamiento del paciente en el tratamiento quirúrgico de las encías o en el trabajo de
fresado en los dientes afectados por caries. Con la ayuda de la hipnosis, el paciente no siente
dolor ni miedo, no contrae la musculatura estriada de la boca y facilita el trabajo del
odontólogo.
Sersale plantea que el estado hipnótico abrevia las etapas del parto y la dilatación se establece
en un tiempo más corto, porque no existe una actitud inhibitoria en la paciente. Por medio de
la hipnosis se favorece la desaparición de los temores propios del parto, principalmente en las
mujeres que van a parir por primera vez.
290
El momento del parto es en realidad una situación de estrés que se crea en la mujer. Si
logramos establecer un estado de tranquilidad, seguridad y firmeza en el momento del
alumbramiento y en sus pasos previos, es indudable que el mismo se realizará de forma más
segura, con menor tensión emocional y menor presión psicológica, pues a través de la hipnosis
se pueden neutralizar todas las sugestiones que desde la niñez reciben las mujeres respecto a
los dolores del parto.
La mujer bajo hipnosis se concentra y utiliza con mayor eficacia sus esfuerzos, sin dispersar la
energía muscular. Esto trae como resultado que se acorten significativa- mente las etapas del
parto.
El acortamiento del tiempo del parto evita que la mujer se agote, disminuye considerablemente
las intervenciones obstétricas y se previene la anoxia fetal. Esto ha quedado demostrado por
investigaciones realizadas a través de comparaciones del intercambio gaseoso ácido básico
efectuado con neonatos nacidos bajo hipnosis y otros nacidos con anestesias convencionales.
Se ha usado la hipnosis para cambiar la posición del feto incluso pocos días antes del parto y
para estimular la secreción de leche en las madres.
Bowers y Velly plantean que la hipnosis sirve como estrategia para controlar las respuestas
específicas al estrés, asi como para diversos fines, principalmente en la inhibición de distintas
reacciones emocionales, y hacen énfasis en que la analgesia por hipnosis es más eficaz que la
morfina para el alivio del dolor, de lo que se desprende la significación que adquiere la
utilización de la hipnosis en los problemas relacionados con el parto.
También se emplea para evitar el embarazo. Varios colegas informan estar aplicando con éxito
la hipnosis como medio seguro de contracepción.
ependimario de los ventrículos y los plexos coroideos son insensibles a los estímulos
dolorosos.
Cheek, Deables, Meares, Lastre y otros, informan un gran número de casos de frigidez y de
impotencia curados a través de la hipnosis.
En términos generales podemos plantear que la sugestión y la hipnosis ejercen una influencia
extraordinaria sobre la subcorteza cerebral, principalmente sobre el hipotálamo, que es el
órgano encargado del equilibrio hídrico, de las emociones, del sueño, de la energía sexual y de
otras funciones.
La hipnosis adquiere una importancia extraordinaria por todos los aspectos señalados
anteriormente, por lo que su conocimiento y estudio revisten gran significación a causa de su
amplio campo de utilización.
293
En general, tanto la hipnosis como el resto de técnicas psico físicas pueden emplearse en
cualquier campo de la actividad humana con mayor o menor intensidad. A continuación
hacemos un resumen de sus aplicaciones en los campos que más incidencia tiene.
En la medicina.
1.
2. Permite producir insensibilidad al dolor (anestesia).
3. Eliminar o atenuar todo tipo de dolores o molestias.
4. Mejorar la efectividad del sistema inmunitario.
5. Mejorar cualquier enfermedad en general.
6. Especial uso en dermatología, donde se eliminan con facilidad eccemas, verrugas o
erupciones cutáneas.
7. Hipertensión arterial esencial
8. Asma bronquial, hasta el grado III (periodos de crisis e intercrisis).
9. Asma bronquial en el niño
10. Psoriasis
11. Fobia infantil
12. Obesidad exógena
13. Tabaquismo
14. Alcoholismo
15. Cefalea migrañosa
16. Enuresis nocturna
17. Disfunción sexual
18. Eyaculación precoz
19. Impotencia
20. Frigidez
21. Jóvenes que consumen drogas
22. Aprendizaje
23. Manejo del dolor crónico.
24. Odontología
25. Ginecología y obstetricia (parto sin dolor, histerectomías)
26. Cirugía general (mayor y menor)
27. Neurocirugía (craneotomías)
En la psicología.
Comunicación de masas.
Sugestión colectiva.
En los deportes.
Incrementar la resistencia.
Aumentar la motivación.
En la educación y enseñanza.
295
Son múltiples las posibilidades de la hipnosis y las técnicas similares con las que podemos
paliar enfermedades, anular el dolor, aprender más y mejor, desarrollar nuestras facultades
psíquicas, investigar en definitiva en lo más profundo de nosotros mismos. Las sorprendentes
posibilidades de estas técnicas apenas suponen un ápice de todo lo que podría llegar. Sin duda,
con los avances en los conocimientos de la neurofisiología, de la psicología y las nuevas
tecnologías, el futuro se presenta apasionante.
Es conocido además que existe una labilidad tensional. Personas que ante una situación de
tensión emocional mantenida (estrés emocional) tienen ascensos de la presión arterial. Se
señala que las tensiones emocionales mantenidas o reiteradas pueden desencadenar reacciones
vasopresoras con hipertensión arterial. Dichas tensiones emocionales pueden estar
condicionadas por múltiples factores que van desde la personalidad, el nivel de escolaridad, la
ocupación, la procedencia y el régimen socio-económico en que se viva.
Para comprender mejor el Estrés emocional, podemos decir que en condiciones de equilibrio
el organismo vive bajo la actividad normal de sus funciones biopsicosociales, moduladas por
los ritmos de sueño y vigilia. Bajo estas condiciones el funcionamiento fisiológico y
psicológico esta sometido a niveles de activación que se consideran normales. Esta activación
fluctúa según las vivencias diarias y ordinariamente está asociada a emociones (la ira, tristeza,
alegría). El estrés se produce cuando ocurre una alteración en este funcionamiento normal por
la acción de algún agente externo o interno.
Evaluación cognitiva
Respuesta
Estrategia de afrontamiento
Apoyo social
Disposiciones personales
Estado de salud
Luego de conocer todo lo anterior nos trazamos como objetivo verificar si la hipnosis era
efectiva en el tratamiento de nuestros pacientes con hipertensión arterial esencial y estrés
emocional.
Tratamos siempre de mantener una buena relación médico paciente. Desde los trabajos de
Harry Stack Sullivan, enmarcados en el contexto de un psicoanálisis culturista, se manifestó
un creciente interés por determinadas categorías esenciales que se deben tener en cuenta para
lograr una buena relación médico paciente: La personalidad, los roles y status, la
comunicación, las defensas y la situación.
Para la realización de este trabajo se analizó una casuística de 50 pacientes con diagnóstico de
hipertensión arterial esencial y estrés emocional que acudieron a nuestro consultorio y fueron
atendidos en nuestra consulta de neurocirugia, neurología y neuropsicología en el centro de
especialistas de la clínica San José de Cúcuta, Norte de Santander Colombia, en el periodo
comprendido de enero de 2001 a enero de 2006, en los cuales se utilizaron técnicas de
hipnosis para su tratamiento.
Pacientes denominados grupo marginal o hipertenso marginal o posible con labilidad tensional
demostrable.
Pacientes con tensiones emocionales mantenidas o reiteradas por la acción de algún agente
externo o interno que ocasionaron una alteración del funcionamiento normal fisiológico y
psicológico, un desequilibrio biopsicosocial, un cambio en los estados emocionales.
A todos los casos se les realizo una evaluación neuropsicológica para determinar la
personalidad, los posibles trastornos psíquicos, los trastornos de origen psicosomáticos. Se les
299
explicó las características del tratamiento, que es la hipnosis, sus posibilidades en función de
las necesidades del paciente y la aceptación por parte de este.
Por razones éticas se solicito el consentimiento del paciente y familiares para realizar el
proceder.
Una vez seleccionados los pacientes se les indicó un chequeo previo a la terapia. La toma de la
tensión arterial siempre fue en el brazo derecho, puesto que es en este donde se obtienen los
valores mayores, a consecuencia de la disposición anatómica de los vasos sanguíneos en su
emergencia del cayado de la aorta, siempre se pudo confirmar la cifra de presión sistólica
según el método de Korotkoff al inicio de los ruidos, y la diastólica en el momento en que
estos cambian su intensidad, utilizando un esfigmomanómetro o tensiómetro con una adecuada
calibración y un fonendo o estetoscopio para escuchar mejor los ruidos además de tomar el
pulso radial.
Tuvimos en cuenta y creo que es importante conocer los grados de la hipertensión arterial que
son:
Hipertensión ligera, fluctuante, con mínima entre 95 y 110 mmHg, con pronóstico bueno.
Presión arterial mínima entre 110 y 130 mmHg, con alteraciones cardiovasculares y en el
fondo de ojo.
Presión arterial persistente elevada con mínima mayor de 130 mmHg, con alteraciones en el
fondo de ojo de mayor cuantía, lesiones cardiacas, renales y cerebrales, el pronóstico es
reservado.
En cuanto a la técnica de hipnosis empleada podemos decir que la palabra fue el elemento
clave para realizar la sugestión hipnótica, las orientaciones sugestoras fueron precisas,
ordenadas y bien definidas, coherentes de forma pausada para convertirlo en estilo monótono,
que provocaron una tendencia generalizada a un estado de modorra y luego al sueño, el timbre
300
fue estable y no muy agudo, poco imperativo, suave, no autoritario, facilitando un clima de
confianza, se utilizaron las tres posiciones, de pie, sentado y acostado, sin preferencia por
alguna en particular.
En el caso de la primera, se le pide al paciente que una sus pies en talones y puntas, que se
relaje y respire suave y profundo, que ponga su cuerpo flojo por completo y una vez
comprobado este estado de relajación procedemos hacer las sugestiones, pudiendo escoger que
mantenga los ojos abiertos, mirando un punto fijo del techo, alto en la pared, o a un objeto
brillante, diciéndole que sus párpados le pesan mucho, demasiado inconteniblemente y que a
la vez su cuerpo le pesa mucho por lo que el siente como se mece con suavidad,
posteriormente con un tono muy sugestivo se le dice, usted sentirá sus párpados ponerse
pesados y usted los dejará ponerse pesados, siente mucho sueño, usted sentirá mucho sueño,
tendrá mucho sueño, le pesan mucho los párpados, cierre los ojos, usted siente mucho deseo
de cerrar los ojos y usted los dejará cerrarse por que tiene mucho sueño.
Siente sueño, cierre sus ojos, estos tendrán deseos de cerrarse, usted los dejara cerrar, sus
párpados están completamente cerrados, los músculos que rodean sus párpados estarán
completamente relajados y usted no tendrá deseos de abrirlos, relaje los músculos que rodean
sus ojos, sus párpados se ponen pesados, poco a poco una ligera torpeza la invadirá y siente
mucho sueño y siente mucho sueño, y duer-me y duer-me y siente mucho sueño y duer-me y
duer-me, usted duer-me… Usted duer-me con un profundo sueño, Usted no entiende y escucha
más que mi voz, escuche mi voz, solamente mi voz, mi voz le manda mi voz le ordena, ahora
Usted esta completamente dormido, en un profundo sueño, nada podrá despertarlo excepto yo,
escuche mi voz, solamente mi voz.
Se les sugirió cansancio, pesadez y, por último, sueño hasta llevarle a un estado hipnótico
profundo donde se le deja un signo señal para nuevas sesiones, en caso de ser necesario
hacerlas con mayor rapidez.
Una vez logrado esto se le inducen las siguientes ordenes, a partir de hoy usted va hacer una
nueva persona no se va a tensionar más, no va sentir más estrés no se va sentir más ansioso ni
triste, usted va a tener control de su tensión emocional, usted va a resolver sus problemas de
una forma apropiada, usted va a tener autocontrol, si es necesario va a pedir ayuda o consejo a
un amigo o familiar en quien usted confía y le va contar su problema, si es necesario va
aceptar el problema. Va aceptar la responsabilidad y lo va a reconocer y va a cambiar y
madurar como persona pues la experiencia enseña, usted va a estar tranquilo, sedado y en paz,
no va a sentir más taquicardias ni palpitaciones, sus latidos cardiacos van a estar normales, su
301
corazón va estar bien, su mente va estar bien, su sistema nervioso va estar equilibrado, usted a
partir de hoy va ser una persona feliz, muy feliz, va sentir alegría en su mente y su corazón, su
presión arterial va estar normal, muy normal, su tensión arterial va estar totalmente normal,
dentro de parámetros y cifras normales y usted se va a sentir bien, usted va hacer una persona
sana a partir de hoy, usted ya está sana, su tensión arterial va estar bien, porque usted va saber
controlar sus emociones, además va a consumir alimentos sanos, va a comer sin sal, sin grasas
saturadas, sin muchas harinas o carbohidratos, va a comer muchas frutas y vegetales, va a
tener una dieta sana, además, Va hacer ejercicios físicos y va a combatir el sedentarismo y la
obesidad o el sobrepeso, va a lograr tener un peso ideal, usted a partir de hoy va a ser una
persona sana y feliz, totalmente feliz.
También se procedió a orientar a los pacientes para que realizaran solos en su casa ejercicios
de relajamiento autógeno y autohipnosis (autoayuda).
se liberan finalmente del estado hipnótico y al preguntarles como se sentían, refirieron que
bien, incluso en algunos, que habían desaparecido algunos síntomas como, dolor de cabeza,
mareos, sensación de tristeza o amargura, dolor precordial o en el pecho, deseos de llorar, un
peso en la cabeza y el cuerpo, nervios, ahogo o falta de aire, con el que habían pasado todo el
día, se despidieron con el compromiso de una nueva consulta en 15 días, al mes y un
seguimiento de 6 meses y al año, permaneciendo durante este tiempo sin hipertensión arterial
(con cifras tensionales normales), logrando cambiar sus hábitos alimentarios por otros más
saludables y manteniendo estilos de vida más sanos, controlando el estrés emocional durante
este periodo, estos pacientes en más del 50% continúan auto aplicándose los ejercicios
terapéuticos, logrando la reversión del proceso.
Los resultados finales y las conclusiones fueron las siguientes: La edad más frecuente de los
pacientes estuvo en el grupo de mayores de 50 años (80%). Predomino el sexo femenino
(60%) el grado de hipertensión arterial más frecuente fue el grado I (86%). El tiempo de
evolución de la enfermedad fue largo, mayor de 10 años (80%). El tratamiento previo más
frecuente fue el uso de medicamentos tales como diuréticos, sedantes, simpaticolíticos,
betabloqueadores, vasodilatadores, antagonistas del calcio y bloqueadores de la angiotensina.
El control inicial de la tensión arterial se logró en el 100% de los pacientes. La evolución de la
enfermedad durante seis meses y al año de seguimiento luego de la terapia hipnótica fue buena
con un por ciento de recidiva bajo, logrando cambios notables en sus hábitos de vida, control
302
El problema planteado en este trabajo fue la existencia en nuestro medio de un gran número de
niños con dificultades y trastornos de inicio de la infancia, la niñez y la adolescencia entre las
que se destacan:
1. Retraso mental.
2. Trastornos del aprendizaje.
3. Trastornos de las habilidades motoras.
4. Trastornos de la comunicación.
5. Trastornos generalizados del desarrollo.
6. Trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador.
7. Trastornos alimentarios. Tics. De eliminación.
8. Otros, ansiedad por separación, mutismo selectivo, reactividad, movimientos
estereotipados.
Y dentro de estos, nos llamó la atención las altas tasas de prevalencia e incidencia de las
dificultades o trastornos del aprendizaje entre los que se encuentran:
303
Alexia posterior o pura, sin agrafia, por lesión de la cara medial del lóbulo occipital dominante
y el rodete del cuerpo calloso.
Acalculia.
Agrafia.
Discriminación derecho/ izquierdo.
Agnosia digital.
La nueva adquisición o aprendizaje consiste en una nueva forma de relacionarse con el medio,
el sujeto comprende o realiza una nueva relación de significado, establece una conexión entre
experiencia previa y una información actual, utiliza esa información de una manera nueva y
distinta. El aprendizaje es el proceso por el cual nosotros adquirimos conocimientos sobre el
mundo. Es el proceso de adquisición de una nueva información, de una nueva forma de
comunicarse e interactuar con el ambiente. En el diccionario Larousse se define al aprendizaje
(de aprendiz) como la acción y efecto de aprender algún arte, oficio u otra cosa. || 2. Tiempo
que en ello se emplea. || 3. En psicología. Adquisición por la práctica de una conducta
duradera.
304
En el aprendizaje debemos tener en cuenta algunas variables que influyen sobre él como son:
El comportamiento o la conducta.
Ejercitación externa.
La consolidación.
Ejecución conductual.
Criterios de evaluación.
La maduración psicosomática.
La fatiga.
La adaptación sensorial.
Existen varias teorías en cuanto al proceso del aprendizaje entre las que se destacan:
Vemos en los antecedentes que Jean Piaget (1956) plantea que el conocimiento no se adquiere
a través de la incorporación del entorno social de manera pasiva, sino que el sujeto es capaz de
construir su propio conocimiento.
Jerome Bruner (1966) señala el aprendizaje por descubrimiento. El sujeto posee la capacidad
para organizar los datos que ya ha obtenido de una nueva forma, de una manera novedosa, así
se pueden realizar nuevos descubrimientos a partir de lo que ya se conocía. El aprendizaje es
un proceso activo por parte del sujeto.
Robert Gagné (1985) plantea que potenciar el aprendizaje es hacerlo más efectivo y establece
una serie de procesos y fases para que se produzca el aprendizaje:
La atención al estímulo.
La motivación.
La percepción.
Estamos de acuerdo en que la mayoría de los aspectos del comportamiento humano implica
cierta forma de aprendizaje. Y que mecanismos específicos mediante los sucesos ambientales
modelan el comportamiento. Principalmente lo hacen a través del aprendizaje y la memoria.
Nos propusimos como objetivo comprobar si la hipnosis podía ser efectiva en el tratamiento
de las dificultades o trastornos del aprendizaje.
Se analizó una casuística de 30 niños de edad escolar con dificultades del aprendizaje
atendidos en consulta médica, en el periodo comprendido de julio del 2002 a enero del 2006,
en los cuales se utilizaron técnicas de hipnosis para su tratamiento.
Niños de 6 a 12 años de edad y adolescentes hasta los 17 años de edad con dificultades del
aprendizaje demostrable.
Niños con coeficiente intelectual normal con dificultades en el aprendizaje demostrable por
test de CI.
Niños con bajo rendimiento académico y en las actividades cotidianas, en lectura, cálculo,
escritura o combinados, significativamente inferior a lo esperado para su edad, escolarización,
nivel de inteligencia demostrable por pruebas psicopedagógicas, normalizadas y administradas
individualmente.
A todos los niños se les realizo una evaluación neuropsicológica para determinar las
características personales, los posibles trastornos psíquicos, los trastornos de origen
psicosomáticos, las dificultades en las habilidades académicas, trastornos en el
comportamiento, los síntomas particulares y trastornos asociados, a través de una entrevista,
del interrogatorio y el examen físico, se confecciona posteriormente la historia clínica y la
discusión diagnóstica.
Se les explicó las características del tratamiento, que es la hipnosis, sus posibilidades en
función de las necesidades del paciente y la aceptación por parte de este y de sus padres o
tutores.
Por razones éticas se tuvo en cuenta el consentimiento del niño y familiares (padres o tutor)
para realizar el proceder.
El diagnóstico preventivo tiene una edad óptima entre los cuatro y cinco años, tratando de
conocer el grado de madurez del niño en las habilidades relacionadas con la lectura y escritura.
307
Fue muy importante hacer un diagnóstico correcto o certero de la etiología, así como el
diagnóstico diferencial entre los que se encuentran:
Enfermedad neurológica.
Retraso mental.
Trastornos de la comunicación.
Luego de seleccionar los pacientes se indicó un chequeo previo a la terapia en los casos
necesarios. Los estudios que se indicaron fueron: cuadro hemático, hierro sérico,
electroencefalograma (EEG), tomografía axial computarizada (TAC) de cráneo simple,
resonancia magnética nuclear (RMN) cerebral, estudios de Rx, prueba de agudeza visual,
pruebas audiométricas, pruebas genéticas y estudios hormonales.
En cuanto a la técnicas de hipnosis aplicadas podemos decir que en los niños el resultado es
variable, es importante tener en cuenta la edad, se debe tener un buen rapport, utilizar palabras
de halago para el niño, que se les enseñará una prueba que sólo la pueden realizar los niños
que tengan la inteligencia y demás virtudes de él, las palabras deben ser sencillas,
comprensibles, corresponderse al mundo de representaciones del niño, tener en cuenta su
estado afectivo y características individuales, tener paciencia, aprovechar la fantasía propia del
niño.
Estímulos monótonos.
Estímulos acústicos.
Imágenes sensoriales.
Entrenamiento de Kretschmer y Schultz.
Pestañeo sincronizado.
Una vez lograda la inducción hipnótica hasta niveles profundos se pudo interactuar con los
niños manteniendo el dominio de la situación y para lo cual se utilizaron varias estrategias
pedagógicas y métodos para el aprendizaje.
Fichas educativas.
Juegos.
Uso de la informática.
Redes semánticas.
El mentefacto conceptual.
Ejercicios prácticos.
No se utilizó un modelo pedagógico en especifico, más bien un poco de cada uno de los más
empleados: tradicional, conductivista, romántico, constructivista y pedagógico social.
El mayor problema encontrado fue la dislexia o dificultad en el aprendizaje para leer y escribir
correctamente, causado por un impedimento cerebral relacionado con la capacidad de
visualización de las palabras. Esto significa que en un principio, los niños disléxicos no ven
las letras que constituyen una palabra, y al concentrarse en la lectura de la misma, realizan un
gran esfuerzo para saber lo que están leyendo, produciendo desorientación y confusión, sobre
todo en las letras que tienen cierta similitud morfológica o fonética. En las sílabas se produce
una inversión y omisión, y en las palabras se sustituye una sílaba por otra que empiece por la
misma, o tenga un sonido muy parecido. La lectura es difícil porque el niño no puede
distinguir determinadas letras o las invierte mentalmente.
309
Invierten las palabras de manera total o parcial, por ejemplo casa por saca.
Tienen dificultades para ver cuando una palabra está mal escrita.
Una característica común que pudimos apreciar en estos niños, es la falta de atención,
desinterés por el estudio e inadaptación personal. Aunque a menudo, se califica a los niños que
padecen dislexia, como niños que tienen “incapacidades para aprender”, la mayoría pueden
aprender y sus problemas no están relacionados con la inteligencia.
Dentro de las técnicas de lectura empleadas para ayudar a estos niños con dislexia
recomendamos:
Lectura deletreada. Que consiste en entrenar al niño en el movimiento de los ojos al leer
(izquierda-derecha) y a enseñarle a que reconozca grupos de letras como palabras.
Puntuación-imagen. Para dar significado a las frases, a partir de los signos de puntuación y de
su relación en la imagen mental.
Aunque podemos decir que las estrategias pedagógicas son muy amplias y es un campo el cual
permite modificaciones al gusto, los conocimientos pedagógicos, la experiencia en este
aspecto y la creatividad del terapeuta en cuestión, que en este momento también juega un rol
de educador o maestro y donde sus posibilidades son amplias en cuanto a estrategias y
310
técnicas pedagógicas empleadas, puede utilizar estrategias de ensayo, donde se hace una
repetición activa de los diversos contenidos, reglas semánticas, copias del material de estudio,
tomar notas literarias, realizar el subrayado. Están también las estrategias de elaboración como
hacer resúmenes, crear analogías, responder preguntas incluidas en un texto. Así como las
estrategias de organización tales como hacer un esquema o un cuadro sinóptico, una red
semántica o un mapa conceptual. Además las estrategias de planificación hasta lograr un
objetivo o llegar a una meta. Estrategias de regulación, dirección y supervisión, como dejar
tareas. Estrategias de evaluación donde se hace una revisión de las tareas asignadas y
finalmente se pueden realizar también estrategias de apoyo o afectivas con los niños, que
refuercen aún más el proceso de aprendizaje.
El otro problema o síntoma importante encontrado en estos niños fue el déficit de atención con
hiperactividad. Se trata de niños que desarrollan una intensa actividad motora, tienen
dificultades para centrarse en una sola actividad y abandonan rápidamente una tarea para
empezar otra, que también dejaran inacabada.
Son muy impulsivos y desobedientes, y esto provoca que resulte difícil la educación.
Los estados de ánimos bruscos y fácilmente excitables que manifiestan, hace que se
provoquen frecuentes estados de tensión en la casa y en el colegio.
A menudo tienen problemas para relacionarse con los compañeros de estudio, y para mantener
los mismos amigos durante periodos largos de tiempo.
Los profesores comentan que el niño con hiperactividad es incapaz de estar sentado, que
molesta a los compañeros y que justo después de la explicación de lo que se ha de hacer, lo
vuelve a preguntar, ya que tiene problemas de atención y concentración.
Por otro lado los padres exponen que les es muy difícil ir a cualquier sitio con él, que siempre
está corriendo de una habitación a otra de la casa, que es imposible mantener un orden en casa
y que siempre está rompiendo cosas. Suelen definir a su hijo como un niño inmaduro, donde
sus comportamientos generan conflicto, desaprobación y repulsa.
El tratamiento depende de cada caso individual, pero lo que es común entre todos los niños, es
que no se les puede regañar excesivamente, porque se crea y fomenta un déficit de autoestima
(sobre todo si lo critican en todo lo que hace y delante de otras personas, amigos y compañeros
del colegio). Con esta actitud, realimentan el trastorno, ya que el niño acabará por no
esforzarse en portarse bien, porque verá que de todas formas siempre acaban llamándole la
atención. Por eso es tan importante que durante las terapias hipnóticas en la consulta
participen los padres y tutores y si es posible mantener un contacto estrecho y constante con el
maestro o profesor que esta a su cargo. Y así poder orientarlos e incluso aprender mucho de
ellos, trabajar juntos en equipo por un mismo objetivo. Debe existir una estrecha relación de
trabajo entre el hipnoterapeuta, los padres y el colegio, permitiendo tener además un control y
evaluación apropiada de la evolución del niño al cual se le han de elogiar las conductas
apropiadas e ignorar las que no lo son, explicándole qué es lo que ha hecho mal, y premiarlo
cuando realice una tarea, o cuando se porte bien. También se le ha de enseñar a organizarse en
la realización de sus tareas, donde el niño aprenderá a planificar sus actos y su lenguaje
interno (un horario regular y estable de las actividades). Adquirirá unos reflejos condicionados
apropiados para las diferentes situaciones o actividades programadas que mejoraran su
comportamiento de forma definitiva.
Los resultados encontrados fueron los siguientes: La edad de los pacientes fue de 8 a 14 años.
Predomino el sexo masculino (80%). Los problemas más frecuentes encontrados fueron la
dislexia y la hiperactividad (90%). El tiempo de evolución de las dificultades fue mayor de 2
años. El tratamiento previo más frecuente fue el uso de medicamentos psicofármacos del tipo
de los psicodepresores hipnóticos, tranquilizantes y neurolépticos y psicoestimulantes tales
como los timoanalépticos y los psicoanalépticos. La mejoría inicial de las dificultades se
comprobó en todos los pacientes. La evolución durante seis meses de seguimiento y al año,
luego de varias terapias hipnóticas fue buena, logrando cambios notables en el rendimiento de
los niños en lectura, cálculo y expresión escrita, en la autoestima, estado de ánimo,
moralización, habilidades motoras, abandono escolar, adaptación social, mejorando el déficit
de atención, la hiperactividad y agresividad. No hubo complicaciones durante el desarrollo de
las terapias. Pudimos comprobar que la Hipnosis es efectiva como terapia de apoyo en el
manejo de niños de edad escolar con dificultades del aprendizaje, luego de precisar el
diagnóstico definitivo del problema que presenta el niño, facilitando el uso de estrategias
pedagógicas adecuadas según sea el caso, de forma individual o personalizada, con una
participación activa e interdisciplinaria durante todo el proceso, donde además del hipnólogo,
el apoyo recibido por los padres o tutores y el maestro que enseña al niño en el colegio es
fundamental para lograr resultados aceptables.
En esta investigación el problema a resolver era el control del Asma Bronquial en nuestros
pacientes, en nuestro medio, tanto en niños como adultos.
La American Thoracic Society ha definido el Asma bronquial como una afección caracterizada
por una respuesta exagerada de la tráquea y de los bronquios a diversos estímulos, que se
traduce por un estrechamiento difuso de las vías aéreas en relación con una contracción
excesiva del músculo liso y una hipersecreción de moco, y que es reversible espontáneamente
o bajo el efecto terapéutico.
Todo enfermo asmático presenta una hiperreactividad bronquial ante la exposición de diversas
sustancias que en otras personas no ocurre. En sus antecedentes familiares hay con frecuencia
otros asmáticos o algún otro tipo de enfermedad alérgica.
Son importantes los mecanismos neurógenos en la patogenia del asma bronquial. La acción
sobre las vías respiratorias de estímulos inmunológicos, la liberación de mediadores químicos
irritantes respiratorios entre otros desencadenan la activación de un reflejo broncoconstrictor
parasimpático y colinérgico, hay hiperreactividad colinérgica, poca capacidad de respuesta
betaadrenérgica e hipersensibilidad de los receptores subepiteliales a irritantes. Otro hecho es
la disminución de la actividad del sistema inhibitorio no adrenérgico, su defecto también
pudiera explicar la reactividad de las vías aéreas en los asmáticos.
Otros estudios refieren que el asma puede ser alérgica o extrínseca y sin alergia demostrable o
intrínseca. En el asma extrínseca se originan unas series de reacciones que culminan en la
liberación de mediadores químicos como la histamina que aumentan la permeabilidad del
epitelio, favorecen la acción de antígenos sobre las células cebadas de la submucosa, y se
provoca broncoconstricción y el reflejo colinérgico broncoconstrictor, edema de la luz
bronquial y se favorece la secreción de moco. Todo esto trae como consecuencia la
obstrucción bronquial que puede ser vencida por la fuerza inspiratoria, pero que impide la
expiración completa; de ahí el atrapamiento de aire en los alvéolos y la distensión pulmonar.
Las sustancias que pueden desencadenar esta crisis se denominan alergenos los cuales son
muy numerosos. Los alergenos inhalantes más frecuentes son el polvo del hogar y de otros
lugares, pelos y caspas de animales domésticos, pólenes, hongos, ácaros, medicamentos y
313
algunos alimentos, también puede desencadenarse por una infección sobre todo de origen
viral.
Clínicamente se manifiesta principalmente por una falta de aire (disnea), de comienzo gradual,
que progresivamente se va intensificando. Esta disnea es espiratoria, con sensación de
opresión torácica y ruidos en el pecho que se perciben fácilmente, el paciente y los familiares
se mantienen muy angustiados y ansiosos debido a que al enfermo le resulta cada vez más
difícil respirar, es un esfuerzo respiratorio consciente y desagradable donde hay una
participación activa de los músculos accesorios de la respiración. El tórax aparece en
inspiración, hay hipersonoridad a la percusión y se auscultan estertores roncos y sibilantes
diseminados en ambos campos pulmonares. Hay taquicardia, sudoración, puede aparecer
cianosis y fiebre. La tos es un síntoma molesto, agobiante, y con expectoración escasa, viscosa
y adherente, de color blanco nacarado (esputo perlado). Cuando la crisis cede, esta se hace
fluida y abundante.
Grado I. Si el enfermo ha presentado 5 crisis, sin hospitalización, durante el curso del último
año.
Grado III. Más de 10 crisis o si hay historia de hospitalización en el curso del último año.
Para la realización de este trabajo se analizó una casuística de 20 pacientes con diagnóstico de
Asma bronquial que fueron atendidos en nuestro consultorio médico, en el periodo
comprendido de enero de 2002 a enero de 2006, en los cuales se utilizaron técnicas de
hipnosis para su tratamiento.
Se les explicó las características del tratamiento, que es la hipnosis, sus posibilidades en
función de las necesidades del paciente y la aceptación por parte de este y en el caso de los
niños, de sus padres o tutores.
314
Por razones éticas se tuvo en cuenta el consentimiento de los pacientes y familiares (en caso
de ser menor de edad, de los padres o tutor) para realizar el proceder.
Luego de seleccionar los pacientes se indicó un chequeo previo a la terapia en los casos
necesarios. Los estudios que se indicaron fueron: hemograma, examen del esputo, cultivo del
esputo, radiografía de tórax, radiografía de senos paranasales, electrocardiograma y pruebas
funcionales respiratorias.
Según Bernal “El asma es una enfermedad popular, todo el mundo la conoce y muchos la
padecen. Es una afección interesante porque no ha sido descubierto el tratamiento totalmente
eficaz y definitivo para todos los casos, su origen es variable, tiene cura, pero su tratamiento es
casi impracticable actualmente. El asma vuelve siempre a ser nerviosa. Es una entidad
sociogenética. Sin duda es una dolencia que merece ser investigada”. Marx planteaba que la
enfermedad es la libertad constreñida. Estos pensamientos nos hicieron pensar en un sistema o
método terapéutico que nos permitiera ayudar a los pacientes a enfrentar el asma, y al final
poder mantenerse sin crisis y sin consumir medicamentos. Durante las primeras y siguientes
entrevistas logramos un buen rapport con el paciente y la familia, y abordamos varios temas,
antes de la inducción hipnótica. Lo primero fue permitirles que pudieran conocer bien la
enfermedad, su definición, mecanismos fisiopatológicos, etiología, manifestaciones clínicas,
su evolución, diferenciar las crisis de los periodos intercrisis, opciones de tratamientos
actuales y pronóstico. Luego le planteamos la necesidad de conocernos a nosotros mismos,
saber controlar nuestras emociones, como es nuestra respiración y su relación con las
emociones. Las formas de comunicación humana. El asma y su relación con el estrés. Los
mecanismos de control que garantizan la unidad cuerpo mente y entorno. Los factores
psicológicos y sociales. La sociología de la enfermedad. La familia del niño asmático (la
sobreprotección, la inseguridad y la dependencia). La educación emocional y como lograr la
compensación psicológica y física. Finalmente conocer las técnicas psicofisiológicas para
asmáticos para poder aplicarlas bajo la inducción hipnótica y posteriormente durante las
prácticas de los ejercicios de autoayuda. Aprender a respirar. La respiración abdominal o
diafragmática con inspiración rápida y espiración muy lenta y las diferentes técnicas
posturales, así como la orientación de diversas actividades colectivas o individuales que les
permitieran la pérdida del temor por la enfermedad y les propiciaran, a través de diferentes
315
Luego de conseguir grados de hipnosis profundos las sugestiones inducidas a los pacientes
fueron las siguientes: Toser y expectorar las secreciones adherentes, que obstaculizan el paso
del aire a través de los bronquios, respirar normal y bien con seguridad y sin temor, con
tranquilidad, se le agrego además, que cada vez que se sintieran apretados lograrían sin duda
alguna, controlar las crisis y en los periodos intercrisis iban a llevar una vida normal, sana y
feliz.
El seguimiento fue de un año. El 90% tenían un comportamiento evolutivo grado III. El 60%
fueron niños. Antes de la terapia hipnótica necesitaban una gran cantidad de medicamentos, lo
cual se logro suprimir debido al control de la enfermedad (ausencia de crisis) y a los cambios
notables y favorables en sus estilos de vida. La hipnosis es efectiva como terapia de apoyo en
el control del asma bronquial.
Se han atendido 4 pacientes con psoriasis, bajo los efectos de la hipnosis se les indujo que su
estado era provocado por una inestabilidad psíquica, por lo cual debían convencerse de que
sus problemas no debían estar jerarquizados, se le reafirmo que superaran sus inconvenientes,
y a medida que lograran esto, sus lesiones irían desapareciendo. La hipnosis se combino con la
acupuntura, la promoción de la actividad física y medicamentos inmunosupresores. Se
consiguió la remisión total de la enfermedad.
Se atendieron 8 pacientes con fobia. Dentro de estos, dos niños que tenían miedo a la
oscuridad y a dormir solos, se aplicaron técnicas de imaginación, utilizando personajes de
historias infantiles asociados al esquema terapéutico bajo hipnosis. Una vez lograda la
inducción se les ayudo a realizar un viaje imaginario junto a sus juguetes y personajes
favoritos. En dicho viaje se encontrarían con unos niños con las mismas características e
iguales problemas (su imagen). Debían ayudar a esos niños a enfrentar y solucionar los
problemas (el suyo propio).
316
Antes de salir del trance hipnótico se les sugirió la conducta apropiada a seguir ante este
temor, que podían dormir solos, más cómodos, tranquilos, así descansaban mejor para estar
listos en la mañana para el colegio y que no había ningún motivo para tenerle miedo a la
oscuridad, así podían estar tranquilos y descansados para las actividades del próximo dia. La
evolución fue satisfactoria. Los otros casos fueron pacientes adultos con fobia a las ranas, a las
cucarachas, a los perros, a los exámenes de la universidad y a los espacios públicos rodeados
de personas, se logro en todos grados de inducción hipnótica profunda, se indujo la
desensibilización mediante terapia paradojal, los resultados fueron aceptables.
Además se han atendido 3 casos de enuresis nocturna y uno con encopresis, en los que se
logro una hipnosis profunda y se empleo una sugestión indirecta para eliminar la afección
utilizando un medicamento placebo, un polivitamínico, explicándoles que era un medicamento
muy efectivo y que se recuperarían, la orden posthipnótica consistió en lo siguiente: existe un
medicamento muy poderoso y efectivo que al tomarlo antes de acostarse provocara que puedas
ir al baño y hacer bien todas tus necesidades fisiológicas sin problemas, además sino te
levantas en la noche para ir al baño no podrás dormir más, algunas reacciones adversas
impedirán que puedas seguir durmiendo, con esto podrás resolver el problema que tienes y
serás muy feliz, se empleo además, la psicoterapia de apoyo y la terapia hipnótica con
contenido conductual mejorando su estabilidad emocional, los resultados fueron buenos.
A consulta médica han acudido en busca de ayuda algunos pacientes con adicciones entre los
que destacamos, 12 pacientes alcohólicos, 6 con tabaquismo y 8 jóvenes que consumían
drogas. En todos los casos los pacientes fueron en busca de ayuda, muy angustiados porque
querían eliminar su mal hábito pero les resultaba muy difícil controlarse y volvían nuevamente
al consumo del tóxico, se sentían presos, atrapados, ahogados en su problema, sufrían mucho
por esto y no encontraban una solución apropiada. En las sesiones se realizo un análisis
reflexivo sobre los daños y secuelas que producen estos hábitos tóxicos y como ir
disminuyendo de forma gradual el consumo de estos (terapia adversiva).
Hemos tratado 4 pacientes con eyaculación precoz e impotencia sexual y 3 mujeres con
frigidez y dispareunia de origen psicógeno, lo cual les impedía mantener relaciones sexuales
adecuadas o satisfactorias, por lo que refirieron problemas con la pareja sexual. Se les indujo
simulaciones imaginarias bajo un estado hipnótico profundo. Es importante para hacer este
procedimiento ser muy ético y tener el consentimiento por escrito del paciente, la pareja y los
familiares si es preciso y realizarlo siempre acompañado de otra persona preferiblemente por
personal de enfermería, del mismo sexo del paciente, sobre todo si es una mujer y el hipnólogo
es un hombre.
En el caso de los hombres se aplicó de la siguiente forma: ahora a tu lado hay una joven que
deseas mucho, que te gusta mucho como mujer, que la deseas y te acaricia, te toca las partes
más íntimas, te acaricia, te besa, y comenzaras a tener una erección fuerte, potente y
mantenida, no eyacularás hasta saciarla y satisfacerla, hacerla sentir mujer, no eyaculas y
sostienes la erección porque eres un hombre muy potente, tú puedes y no estás nervioso,
dominas tus nervios y todo va a salir bien.
En el caso de la mujer fue de la siguiente forma: Vas a tener relaciones con tu pareja
satisfactorias, no vas a tener nervio porque todo va salir bien, vas a sentir sus caricias y besos
en tus partes más íntimas y te agrada mucho, te sientes muy bien, relajada y tranquila, muy
excitada, vas a sentir como liberas secreciones y tu vagina se lubrica y se dilata para realizar el
acto sexual de forma agradable, te gusta mucho lo que sientes cuando sientes la penetración y
llegas al máximo grado de satisfacción, tu lo puedes lograr y te sentirás satisfecha y sin ningún
tipo de dolor, al contrario sientes una sensación muy agradable, placentera y relajante, que te
hace feliz muy feliz y será siempre así. Los resultados fueron los siguientes: olvido de las
experiencias desagradables, incremento del deseo sexual, mejoría ostensible de los síntomas,
la práctica de relaciones sexuales satisfactorias y el aumento de la autoestima.
Durante la terapia se indujo la necesidad de tener una dieta sana y estilos de vida saludables,
disminuir la cantidad de ingestión de alimentos, reducir las grasas y los carbohidratos e
incrementar el consumo de frutas y hortalizas en la dieta, y alentar el ejercicio físico, confiar
en la capacidad de autocontrol, mantener un comportamiento responsable y determinante,
además de estar consciente de las posibles complicaciones de la enfermedad, la repercusión
sobre la salud y la estética. La evaluación del peso corporal fue progresiva permitiendo
reducirlo hasta en un 20%
La experiencia de 5 partos normales sin dolor fue significativa, pudiendo hacer una
psicoprofilaxis días previos al parto que consistió en la educación y preparación
psicofisiológica de las maternas, control de las emociones y actitudes, de la respiración, la
frecuencia cardiaca y la tensión arterial, pérdida del temor, confianza y seguridad en sí mismas
y control absoluto en el momento adecuado, del trabajo de parto.
contracciones uterinas en menor tiempo que el habitual (2 horas promedio), buena dilatación
del cuello uterino en un tiempo breve, ruptura espontánea de membranas, garantizar un buen
canal del parto, ausencia de desgarros, control del sangrado, la inflamación y el edema, buena
vitalidad del recién nacido, un adecuado alumbramiento. Al acortar el tiempo del parto y
disminuir considerablemente el estrés, debido a una positiva evaluación cognitiva y una buena
estrategia de enfrentamiento y respuesta evitamos que la mujer se agote, disminuye
considerablemente las intervenciones obstétricas y se previene la hipoxia y anoxia fetal.
La violencia intrafamiliar.
La violencia social.
La promiscuidad.
Así como la programación y realización de cursos y eventos con nivel regional, nacional e
internacional de hipnosis terapéutica.
Dr. Alberto Ochoa Govin | 8/10/2009 | Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas. ,
Psicologia |
Prólogo
Índice
322
Introducción
Escuelas francesas
El método de Mesmer
El método de Brald
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
El método de Charcot
El método de Bernheim
Etapas de la hipnosis
Freud y la hipnosis
El método de Coué
Etapa pavloviana
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
324
Teoría reflexológica del sueño y los estados intermedios entre éste y la vigilia
La actitud
La actitud hipnótica
El inconsciente
El síntoma
La psicoterapia
La metáfora
El símbolo
Aprendizaje inconsciente
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
325
La sofrología de Caycedo
La enseñanza a reacción
La noesiología de escudero
Definición de hipnosis
Hipnosis y psicología
Hipnosis y sofrología
Hipnosis y fisiología
Hipnosis y medicina
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
Sueño fisiológico
Sueño ortodoxo
Sueño paradójico
Sugestión y sugestionabilidad
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
La sugestibilidad
La resistencia
La simulación
El signo señal
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
El tono de la voz
Rasgos de sugestibilidad
Presencia de terceros
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
Métodos basados en los estímulos químicos. Los estímulos tóxicos. Los estímulos autotóxicos
(hiperventilación)
Métodos hipnóticos utilizados en niños. Métodos para niños de 3 a 7 años. Métodos para niños
de 8 a 12 años
Pasos de la hipnosis
Agotamiento palpebral
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
La catalepsia braquial
330
Sueño hipnótico
Anestesia superficial
Sonambulismo
Sueño sonambúlico
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
Representaciones alucinatorias
Catalepsia general
Sugerencias posthipnóticas
Anestesia
Fenómenos de memoria
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
Dificultades de la hipnosis
Depreciación
332
Inquietud
Simulación
Sueño
Reacción de sobresalto
Síntomas
Despertamiento y pantallas
Contraindicaciones de la hipnosis
Otras causas
Dr. Alberto Ochoa Govin | 9/10/2009 | Psicologia , Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y
tecnicas. |
Aplicaciones de la hipnosis
Bibliografía
Bibliografía.
9. BASSIN. EV.: El problema del inconsciente, Editorial Granica, Buenos Aires, 1972.
10. WEITZENHOFFER, ANDRÉ H.: Hypnotism and objective study in suggestibility, New
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12. ERICKSON, MILTON, EL. ROSSI y SHElLA ROSSI: Hypnotic Realities, Irvintong,
New York, 1976.
16. LURIA, AR.: El cerebro en acción, Edición Revolucionaria, Ciudad de La: Habana,
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18. GUYONNAUD, J.P.: L'Hypnose qui querit, Jacques Graucheur, Editeur, París, 1989.
19. ----: L'Hypnose practique en 11 lecous, Jacques Graucheur, Editeur, París, 1989.
20. MIZA HIDALGO, JOSÉ MANUEL, SOTO HERNÁNDEZ et al: "Algunos aspectos del
conocimiento y usos de la hipnosis en estomatología", Revista Cubana de Estomatología, La
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