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Tema: recocido

Concepto de recocido
El recocido es un tratamiento térmico cuya finalidad es el ablandamiento, la recuperación
de la estructura o la eliminación de tensiones internas generalmente en metales. Cualquier
metal que haya sido tratado tiene como resultado una alteración de las propiedades físicas
del mismo. El recocido consiste en calentar el metal hasta una determinada temperatura
para después dejar que se enfríe lentamente, habitualmente, apagando el horno y dejando
el metal en su interior para que su temperatura disminuya de forma progresiva, para
después deformar. El proceso finaliza cuando el metal alcanza la temperatura ambiente.
Mediante la combinación de varios trabajos en frío y varios recocidos se pueden llegar a
obtener grandes deformaciones en metales que, de otra forma, no podríamos conseguir.
 Beneficios del recocido
a) Mecanizado más fácil.
b) Estabilidad dimensional.
c) Mejora de las propiedades mecánicas y eléctricas.
 Aplicaciones y materiales
Principalmente, los productos semi-acabados, como piezas forjadas, láminas y alambres
trabajados en frío, piezas de fundición, etc.
Las variaciones de recocido se pueden aplicar a todos los metales.
 Detalles del proceso
El recocido es un término genérico y puede clasificarse en función de la temperatura. Se
lleva a cabo por varios motivos:
a) Para suavizar el metal y facilitar el mecanizado.
b) Para aliviar las tensiones internas inducidas por algún proceso anterior (a menudo
para permitir el procesamiento adicional sin la producción de fracturas).
c) Para corregir una estructura de grano grueso.
d) Para aportar elementos de aleación en una solución.
Se puede realizar en vacío o en una atmósfera reductora, cuando se requiera un acabado
brillante, al aire cuando las piezas deban mecanizarse posteriormente, o en una atmósfera
endotérmica/neutra en que no se producirá descarburación, pero el acabado no será
brillante.
Pasos para realizar un ensayo de recocido

No la encontreeeeeeeeeeeeeeeeee
A que temperatura se hace un recocido
a) Recocido de eliminación de tensiones: Por medio de la deformación en frío se
presentan tensiones en el material. Dichas tensiones pueden provocar
deformaciones en las piezas, pero pueden eliminarse mediante un recocido
calentando el metal entre 550 y 650 °C y manteniendo la temperatura durante 30-
120 minutos. Después se enfría de forma lenta.
b) Recocido de ablandamiento: Los materiales templados o ricos en carbono (sobre
0,9%) son difíciles de trabajar mediante arranque de viruta (torneado, fresado,
etc.) o mediante deformación en frío. Para ablandar el material puede hacerse un
recocido. Se calienta la pieza entre 650 y 750 °C tras lo cual se mantiene la
temperatura durante 3-4 horas antes de disminuir lentamente su temperatura. Es
habitual mantener una subida y bajada alternativa de la temperatura en torno a los
723 °C.
c) Recocido normal: Mediante el recocido normal se afina el grano de la estructura
y se compensan las irregularidades de las piezas producidas por deformaciones,
ya sea en caliente o en frío, tales como doblado, fundición, soldadura, etc. El
procedimiento consiste en calentar a temperaturas entre 750 y 980 °C, conforme
al contenido de carbono del material, tras lo que se mantiene la temperatura para
después dejar enfriar lentamente al aire.
d) Recocido por cortocircuito: El recocido por cortocircuito es el tratamiento térmico
mediante corriente eléctrica que tiene como fin principal ablandar el metal usando
el efecto Joule para regenerar la estructura molecular de metales sobrecalentados
que al enfriarse han acumulado tensiones internas y que es imprescindible
eliminarlas para en el caso del cobre obtener un cobre de alta conductividad
eléctrica y para lograrlo se debe necesariamente recocer o revenir el metal.
Cuál es la importancia de aplicar un recocido en la industria metal-mecanica; de ejemplos
La utilización de tratamientos térmicos permite lograr las más diversas características del
acero y sus aleaciones, así como de otros muchos metales. En consecuencia, dichos
tratamientos tienen una importancia primordial en las distintas fases de fabricación de la
industria moderna. En este artículo se pretende dar una somera información sobre los
diferentes tratamientos térmicos, sus procedimientos y resultados.
Los procedimientos en los tratamientos térmicos son muy numerosos y variados según el
fin que se pretende conseguir. La gran cantidad de tratamientos térmicos, las distintas
aleaciones y sus reacciones y las diferentes exigencias técnicas requieren soluciones y
conocimientos profundos de la materia. El tratamiento térmico pretende endurecer o
ablandar, eliminar las consecuencias de un mecanizado, modificar la estructura cristalina
o modificar total o parcialmente las características mecánicas del material.
Podemos distinguir dos razones principales para efectuar tratamientos térmicos en los
cuales se pretende conseguir un endurecimiento (temple) o un ablandamiento (recocido).
a) Temple:
El temple consiste en calentar el acero a una temperatura determinada por encima de su
punto de transformación para lograr una estructura cristalina determinada (estructura
austenítica), seguido de un enfriamiento rápido con una velocidad superior a la crítica,
que depende de la composición del acero, para lograr una estructura austenítica,
martensítica o bainítica, que proporcionan a los aceros una dureza elevada.
Para conseguir un enfriamiento rápido se introduce el acero en agua, aceite, sales o bien
se efectúa el enfriamiento con aire o gases. La velocidad de enfriamiento depende de las
características de los aceros y de los resultados que se pretenden obtener.
En casos determinados se interrumpe el enfriamiento en campos de temperatura
comprendidos entre 180-500 ºC., alcanzándose de esta manera un temple con el mínimo
de variación en las dimensiones de las piezas, un mínimo riesgo de deformación y
consiguiéndose durezas y resistencias determinadas, de acuerdo con las estructuras
cristalinas en lo que se refiere a austenita, martensita o bainita.
Los procedimientos de temple descritos se refieren a un temple total del material, otros
tratamientos permiten una más amplia variación de las características añadiendo carbono
o nitrógeno a la superficie de las piezas.
b) Cementación
La difusión de carbono sobre la superficie se denomina cementación. Este procedimiento
consiste en el calentamiento de las piezas a una temperatura de aproximadamente 900 ºC
en un medio en el que el carbono penetre en la superficie del acero en función del tiempo.
Se puede efectuar este procedimiento con medios sólidos (carbón de madera con aditivos,
baño de sales con cianuros), o con medios gaseosos CO, H2, N2, CmHn. La utilización
de medios gaseosos es la más utilizada ya que permite un control de la profundidad del
tratamiento.
Después de la cementación se efectúa un enfriamiento rápido para alcanzar la dureza
superficial necesaria de forma que los aceros con bajo contenido en carbono, alcancen
una superficie dura con un núcleo dúctil que proporcione a las piezas su máxima
resistencia.
c) Nitruración
La adición de nitrógeno a la superficie se denomina nitruración, dicho procedimiento
consiste en el enriquecimiento de la superficie manteniendo el acero (de aleación especial
con cromo, vanadio, aluminio), a una temperatura de aproximadamente 550 ºC, sea en
baño de sales o en una atmósfera de amoniaco durante un tiempo determinado. Sin más
tratamientos se alcanza de ésta manera una dureza superficial extremadamente alta con
un mínimo de deformaciones, debido a la baja temperatura del tratamiento.
d) Revenido
Normalmente, a continuación del temple se efectúa un tratamiento, denominado revenido.
Si un acero se templa correctamente, alcanza su máxima dureza, que depende en primer
lugar de su contenido en carbono, pero el acero en este estado es muy frágil y en
consecuencia debe ser revenido a una temperatura entre 150 ºC y el punto de
transformación del mismo. Los revenidos efectuados entre 150-220 ºC influyen poco en
la dureza, pero mejoran la resistencia, eliminando una parte de las tensiones producidas
durante el enfriamiento. Esta clase de revenido se utiliza sobre todo en aceros para
herramientas que requieren una gran dureza, en otros casos se efectúan los revenidos entre
los 450-600 ºC.
En estos casos el acero templado pierde parte de la dureza conseguida, pero se aumenta
la resistencia y la elasticidad. Variando la temperatura y la duración del revenido se
influye sobre el resultado final en lo referente a dureza y resistencia del acero. Una
prolongación del tiempo de mantenimiento a temperatura, visto desde el punto de la
dureza, significa lo mismo que un aumento de la temperatura, pero no en absoluto en lo
referente a la estructura, por lo tanto, la temperatura y duración del tratamiento depende
de los resultados finales exigidos, (dureza, resistencia).
En casos determinados se precisan dos revenidos consecutivos, ya que en el temple puede
no transformarse la austenita en su totalidad, permaneciendo en la estructura parte de la
misma no transformada (austenita residual). Esta austenita puede transformarse en el
curso de un revenido, ya sea en el calentamiento a temperatura o en periodo de
mantenimiento de ésta, o bien en el enfriamiento después del revenido, lográndose
martensita o bainita. Un segundo revenido puede ser necesario para eliminar la fragilidad
debida a las tensiones producidas por la transformación en las distintas fases. Loa aceros
que poseen una asutenita residual muy estable, como algunos aceros rápidos, requieren a
veces tres revenidos.
e) Carbonitruración
La difusión de carbono y nitrógeno se denomina carbonitruración, tratamiento térmico
muy frecuente debido a sus numerosas ventajas. Dicho tratamiento se realiza en las
mismas condiciones que la cementación ya sea en baño de sales de una composición
determinada o en atmósfera gaseosa con adición de nitrógeno por medio de la disociación
de amoniaco.
Máquinas para el lavado, desengrase y tratamiento de superficies de todo tipo de piezas
(fosfatado, pasivado, decapado, secado, etc.
f) Recocido
El recocido pretende conseguir lo contrario que el temple, es decir un ablandamiento del
material que se consigue al poner en equilibrio la estructura cristalina que se había
deformado por el frío, por tratamientos térmicos o por la mecanización de la pieza.
g) Normalizado
El normalizado es un recocido que se efectúa para proporcionar una buena y fácil
mecanización de las piezas, lo cual depende de su estructura cristalina. El normalizado se
efectúa antes del temple, ya que el resultado de éste depende del estado inicial de la
estructura de las mismas. También se realizan recocidos para la eliminación de tensiones
a temperaturas inferiores al punto de transformación.
Muchas veces se efectúan recocidos en piezas que previamente fueron templadas y
revenidas. Para ello debe elegirse una temperatura que logre la disminución de la dureza
y la resistencia.
La temperatura baja exigida puede ser compensada por la duración del recocido.
La velocidad de enfriamiento después del recocido tiene una gran importancia, ya que un
enfriamiento rápido puede provocar nuevas tensiones y si es demasiado lento existe el
peligro de fragilidad.
h) Recocido isotérmico
Otros recocidos se efectúan para modificar la repartición de los componentes de la
estructura cristalina (transformación de la perlita laminar), a éste recocido denominado
isotérmico el cual es muy frecuente en piezas estampadas para la industria de automoción.
Aparte de los tratamientos indicados existe un gran número de otros muy específicos
como envejecimiento, boronizado, sulfinizado, desgasificado, oxidación, recristalización,
reducción sinterizado, etc.

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