SOLO

PARA
MUJERES

Tratando con
la adicción
afectiva
y temas sexuales

NO ACEPTE SUBSTITUTOS

El Viaje Hacia el Amor y la Sexualidad Sanos

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Por

Diane Roberts
Traducido por Virginia Arias de Schmidt
CAPÍTULO I: CUALQUIER COSA POR AMOR

Me sentía con deseos de hornear mi ponqué favorito, abrí la nevera para encontrar
que no tenía ni un huevo en la caja. Recordé cómo se hacía un ponqué años
atrás, sin huevos, sustituyéndolos por vinagre y algo más. Abrí mi libro de cocina
al cuadro de sustituciones, seguí la lista y divisé: “Puede sustituir tres claras de
huevo por dos huevos completos”. ¡Grandioso! Como podría obtener tres claras de
huevo cuando no tenía ni siquiera un huevo.

A muchos de nosotros nos faltan los ingredientes esenciales para vivir la vida en
plenitud. Algunos estamos tan desesperados, que hemos querido sustituir casi
todo para encontrar felicidad y hacer que el dolor se vaya.

Hace unos pocos meses en un seminario en el que estaba enseñando sobre temas
sexuales, una joven en sus tempranos veinte me llamó aparte para hablar en
privado. Enfáticamente negó tener problemas sexuales, pero al mismo tiempo
añadió, “Haré cualquier cosa por amor”.

He escuchado las mismas palabras numerosas veces en consejería de mujeres

solteras y casadas. Es un grito para sustituir cualquier cosa por el vacío en sus
vidas.

Todas nosotras desde la cuna hasta la tumba necesitamos construir amor y

relaciones. Muchas mujeres pueden trazar su deficiencia de amor hasta su niñez.
Cuando se han sentido privadas de amor, o de alguna manera rechazadas o
abandonadas, su instinto natural ha sido el de tratar de llenar ese vacío. La
siguiente es la historia real de Anne*, quien hace poco compartió sus luchas
conmigo:

Quiero explicar como el gancho de adicción afectiva apareció en mi

vida. A los 7 años mi padre me dijo que ya estaba muy grande para
abrazarlo o besarlo. Me sentí abandonada y rechazada. A los 10, mi
hermano abusó sexualmente de mí, este abuso duró dos años y se me
robó mi niñez.

En el bachillerato me volví sexualmente promiscua; pensé que si les

daba lo que ellos querían sexualmente, yo recibiría lo que quería
emocionalmente. Lo que recibí fue la reputación de ser una chica fácil y
desvergonzada. Sólo quería llenar el vacío que mi padre y hermano
habían dejado.
* Todos los nombres en este manual han sido cambiados para dar privacidad a quienes
compartieron sus historias.
 A los 19 años me casé con el amor del bachillerato. Después de siete
años de matrimonio decidí volverme a otro hombre buscando apoyo
emocional que parecía ya no existía en nuestro matrimonio. Tuve un
desliz y a través de éste mi vida sexual se pervirtió. Sin embargo, cada
vez que cedía, el gancho se hacía más profundo. Me sentía como un
soldado de juguete con un mecanismo de cuerda en su espalda; cuando
se prendía, era impotente para resistir sus demandas.

Creo que Dios me permitió llegar a tocar fondo de manera que no

tuviera a donde mirar sino solamente a Él. ¿Cuál fue el fondo para mí?
Perdí a mi esposo y a mis hijos. Estaba tan sola. Una noche clamé a
Jesús, “Por favor regrésame la vida”. Él me dijo que no sería sencillo.
Decidí en ese punto que estaba dispuesta a tratar si Él lo estaba.

Comencé consejería aquí en Hill. En seis meses Dios honró mi oración

y mi familia fue restaurada. Jesús me dio una Escritura esa noche que
toqué fondo…”No te dejaré ni te abandonaré”. De verdad, Él ha sido parte
de mi vida cada día, animándome, apoyándome, escuchándome y aun
cargándome cuando pensaba que no podía continuar. Él me ayudó a
mirarme en el espejo y verme a través de Sus ojos. Alabo a Dios
porque ese gancho ha sido removido. La tentación se ha presentado,
pero he decidido no responder.

Anne había pasado su vida tratando de sustituir varios ingredientes destructivos

para mantenerse un paso adelante del dolor. Ella ahora se ve como una mujer
que ha escogido la integridad en lugar de la vergüenza y la esperanza en lugar del
desespero… ya no acepta sustitutos falsos. ¿Cómo se produjeron todos estos
cambios? Anne tomó los pasos que trataremos en los siguientes capítulos.

A medida que trabajamos cada capítulo de este manual veremos su continuo

progreso hacia la sanidad. El proceso de sanidad se ha acelerado por su elección
de trabajar con un grupo de mujeres a las que les ha rendido cuentas y ha
permitido ser vulnerable. Es mi esperanza que utilices este manual y trabajes con
otras mujeres que también se están moviendo hacia la sanidad.

Si como Anne, te encuentras buscando amor en todos los lugares incorrectos, tú

también puedes comenzar un proceso de sanidad. Sexo, relaciones, comida, etc.,
pueden haberse convertido en los medios para tratar de llenar el hueco negro de
dolor de tu pasado. Frecuentemente las cosas con las que te encuentras atrapada
realmente comienzan a controlarte.

Quizás -como Anne- has experimentado la destrucción y las consecuencias de

malas decisiones. Quizás te has dado cuenta de los peligros de la red de
destrucción en la que estás atrapada y has tratado de soltarte, pero continuas en
ella.

Pablo en Romanos 7:15 se encontró en esta situación difícil: “No entiendo lo que me
pasa, pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco”. ¿Cómo rompemos este ciclo?
En los siguientes capítulos, tomaremos los mismos pasos que Anne tomó para
crear nuevos patrones de hábitos y caminar en sanidad. A medida que miremos el
proceso, veremos los pasos de sanidad que nos llevarán a la libertad. Y por
libertad, significamos una vida de apertura y abundancia, no sólo un proceso de
suprimir impulsos y deseos destructivos.

El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y
la tengan en abundancia. Juan 10:10

Cristo vino para que no nos conformáramos con solo salir adelante o sobrevivir.
Anne trató esto por años y no funcionó. Cristo vino para que pudiéramos vencer
en cada punto donde el enemigo ataque… y esto incluye cualquier adicción en
todas sus formas destructivas.

En el capítulo 2 definiremos la adicción afectiva, el ciclo en el que Anne se

encontraba cautiva y lo que le impedía obtener la victoria.

En el capítulo 3 miraremos quien es realmente Dios. Dónde estaba cuando Anne

pasaba a través del dolor, y cómo Él es distinto a sus padres terrenales. ¿Puede
ella confiar realmente en otra figura de hombre?

El capítulo 4 trata sobre la negación. La sanidad y la libertad no podían suceder

hasta que Anne quiso reconocer y “apropiarse” del problema. Sobreponerse a la
negación es uno de los pasos más difíciles en el proceso de sanidad.

En el capítulo 5 trataremos los temas que Anne enfrentó concernientes a su

vergüenza, culpa y sistema de creencias.

En el capítulo 6 veremos como el soltar una ira sana y decidirse a perdonar le

permitió a Anne continuar para ser liberada de la atadura que enfrentaba.

En el capítulo 7 trataremos las raíces adictivas. Nada podía cambiar para Anne
hasta que enfrentara este tema cara a cara. La raíz adictiva es como hierba mala;
si cortas la superficie, se estimula el sistema de raíces. Aun si tratas de coger la
raíz, un fragmento que no veas puede ser el comienzo de otra nueva hierba. Esto
ilustra cómo suprimir el problema hará que se presente de otras maneras. El
Espíritu Santo es la clave para sanar esta área de nuestra vida.
En el capítulo final hablaremos de intimidad real, y cómo Anne pudo comenzar a
construir límites sanos en su vida.

A medida que proseguimos a través de los capítulos, puedes descubrir algunas

cosas de tu pasado y de ti misma que son extremadamente dolorosas, y eso está
bien. El comienzo de la sanidad frecuentemente revela sentimientos con los que
nunca hemos tratado abiertamente. Es como el nacimiento, a medida que
trabajamos con el dolor, algo nuevo y hermoso se produce; pero durante el
proceso de parto es difícil creer que algo bueno va a resultar de ese dolor.

La sanidad muchas veces sucede por capas, como El Proceso de Sanidad

pelando una cebolla, así que probablemente te
encontrarás a ti misma reciclando varias veces a
través de los pasos de sanidad que estaremos
viendo, como lo muestra el diagrama de la
derecha.1

Una palabra de consejo: Sé paciente con el proceso. Al venir por sanidad, nuevos
asuntos pueden aflorar y podría parecer que estás retrocediendo. No tengas
pánico, estás tratando con asuntos profundos y NO EXISTEN ARREGLOS RÁPIDOS.

Ánimo, Cristo nunca se va a cansar de ti, así que no te canses de ti misma.

Recuerda también que la recuperación no ocurre en el aislamiento. Fuimos
levantadas para relacionarnos. En Génesis 2:18-23, Dios dice que no es bueno
que el hombre esté solo.

Aun Jesús en Mateo 26:37-38 tomó a tres de sus discípulos con Él para ir al jardín
y dijo: “Es tal la angustia que me invade, que me siento morir, quédense aquí y
manténgase despiertos conmigo”. En lugar de aislarse, Jesús se movió hacia Su
Padre y Sus amigos en Su tiempo de necesidad. Hagamos lo mismo.

1
Dr. Ted Roberts, For Men Only (East Hill Church, Gresham, OR, 1993), p.10
TIEMPO PARA PREGUNTAS:

1. ¿Cuáles fueron algunos de los sentimientos que Anne experimentó en su

casa como niña? ¿Puedes identificarte con las luchas de Anne o con
algunos de esos sentimientos que acabas de reconocer?

2. Mira Romanos 7:15 y comparte cómo puede aplicarse a un área de tu vida

ahora mismo.