Revista de Investigación y Divulgación en Psicología y Logopedia (2013) 3 (1): 2-8 · ISSN 2174-7571

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ADICCIÓN A LAS REDES SOCIALES: CREACIÓN Y VALIDACIÓN DE UN INSTRUMENTO DE MEDIDA

Julia Basteiro Monje, Adán Robles-Fernández, Joel Juarros-Basterretxea e Ignacio Pedrosa

Facultad de Psicología. Universidad de Oviedo

Aceptado 22 febrero 2013. Revisado 4 abril 2013. Publicado 2 julio 2013

RESUMEN
El objetivo principal del presente trabajo es la creación de un instrumento de medida válido y fiable que permita evaluar
el abuso de las redes sociales. Para ello se construye y valida el Test de Adicción a las Redes Sociales (TARS), el cual
fue aplicado a 446 participantes de distintas regiones de España (64.13% mujeres; M=32.87; DT=13.14). Atendiendo a
su validez de constructo, los ítems presentan una carga factorial superior a 0.33. Mediante un análisis factorial
2
exploratorio, se prueba su estructura unifactorial, presentando unos índices de ajuste adecuados (χ /gl=2.74;
GFI=0.94). Además, cuenta con una fiabilidad α= 0.90. No se obtuvieron diferencias estadísticamente significativas en
función del sexo, nivel de estudios ni zona geográfica, pero sí en función de la edad, reduciéndose la adicción según
aumenta la edad, la cual demuestra ser un factor relevante en el desarrollo de la adicción. El segundo estudio muestra
una relación lineal positiva entre el neuroticismo, la extraversión y la sintomatología depresiva respecto al abuso de las
redes sociales. Finalmente se discuten las implicaciones personales y sociales que plantea esta adicción.
Palabras clave: Adicción; Evaluación; Redes sociales; Personalidad; Depresión

METHODOLOGICAL APPROACH TO THE REVIEW OF PSYCHOLOGY PROFESSIONALS ABOUT EMOTIONAL

INTELLIGENCE

The main aim of this paper is to developa valid and reliableinstrument which allows assessing the abuseof social
networks. In order to get this goal, the Social Networks Addiction’s Test (TARS) was created and applied to 446
participants from different areas of Spain (64.13% women; M=32.87; TD=13.14). Regarding to its construct validity,
items show factorial loadings over 0.33. Fit indexes of the Confirmatory Factorial Analysis confirmed the unidimensional
2
structure of the scale, showing adequate values (χ /df=2.74; GFI=0.94). Furthermore, the scale shows an adequate
reliability α= 0.90. Statistical significance differences have not been found by gender, academic level or geographic
area, but depending on the age, decreasing addiction levels when the age increases, which proves to be an important
factor in the development of addiction. The second study shows a positive linear relationship between neuroticism,
extraversion and depressive symptomatology regarding abuse of social networks. Finally, personal and social
implications raised by this addiction are discussing.

Key words: Addiction; Assessment; Social networks; Personality; Depression.

El término adicción se encuentra, el acceso a Internet a nivel mundial –en España se ha

tradicionalmente asociado al consumo de drogas. De
hecho, así lo recoge el Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales (American
Psychiatric Association, 2002), en donde se define
como un abuso y dependencia hacia cualquier tipo de
sustancias psicoactivas. Sin embargo, contrariamente
a esta definición, diferentes investigadores mantienen
que el desarrollo de un proceso adictivo puede
producirse sin la intervención de dichas sustancias.
Atendiendo a esta posibilidad, autores como
Echeburúa y Corral (2009), sostienen que cualquier
conducta placentera es susceptible de convertirse en
un comportamiento adictivo. De este modo, la adicción
puede originarse debido a la intervención de una
sustancia, pero también puede motivarse por la
interacción de una conducta que conlleva la pérdida
de control por parte del sujeto, el establecimiento de
una relación de dependencia, una tolerancia hacia esa
conducta y la interferencia grave de ésta en la vida
cotidiana (Echeburúa y Corral, 2009).
Resulta evidente que los avances tecnológicos
desarrollados en los últimos años en la sociedad han
provocado un cambio significativo en las actividades
cotidianas modificando, no sólo la manera de
interactuar con el entorno, sino también generando un
cambio sustancial en las relaciones sociales. Tal es
así que las relaciones cara a cara han dejado paso a
las interacciones virtuales, reduciendo el contacto
personal y directo en detrimento de un uso
generalizado de diversas redes sociales y aplicaciones
a través de Internet.
En este sentido, resulta ya un hecho que las
redes sociales se han convertido en parte destacada
de la vida de las personas. De hecho, las cifras que
apuntan los últimos estudios son abrumadoras,
aludiendo a un importante incremento generalizado en
producido un crecimiento del 40 al 68% entre 2003 y
2011- y destacando, especialmente, el uso de las
diferentes redes sociales, las cuales cuentan con
millones de usuarios registrados actualmente en todo
el mundo. Así, por ejemplo, Facebook (2012) ha
alcanzado ya los 900 millones de usuarios en activo,
según sus propios datos.
Ante esta necesidad creada en cuanto al acceso
a Internet, se entiende necesario analizar
exhaustivamente si el uso de esta herramienta es
adecuado y necesario o, por el contrario, se ejerce un
abuso provocado, precisamente, tanto por el fácil
acceso que hoy en día se tiene a la red como por las
diferentes utilidades que aporta.
Atendiendo a esta cuestión, hace tiempo que se
ha planteado la necesidad de este análisis, siendo
Goolberg (1995) uno de los primeros en hablar de
desorden de adicción a Internet -Internet Addiction
Disorder, AID-. Pocos años después, en esta misma
línea, Griffiths (1997) definía las “adicciones
tecnológicas” como aquellas adicciones no químicas
que involucraban una interacción entre el hombre y la
máquina.
Estas teorías han generado cierta controversia,
pues hacen frente a lo sostenido por algunos autores,
como Matute (2001), quienes creen que hablar de
adicciones sin sustancias, como es el caso de
Internet, es confundir el uso excesivo con la adicción.
Bajo esta perspectiva, también Estallo (2001) afirma
que muchos de los criterios que definen algunas de
las adicciones sin sustancias son tomados de otros
trastornos, como por ejemplo el juego patológico, que
tienen su propia teoría y que en absoluto podrían
aplicarse a éstas por carecer de fundamentos
consensuados.

Correspondencia a: Julia Basteiro Monje. Facultad de Psicología. Pz/ Feijóo s/n Despacho 214. Oviedo. Asturias.
33003. email: jlbasteiro@gmail.com
Validación del TARS
En un intento de alcanzar un consenso sobre
esta divergencia de posiciones, Pérez del Río (2011),
analizó las adicciones sin sustancias de los últimos 40
años. Desde su perspectiva, sostiene que, pese al
individualismo que caracteriza a la sociedad actual, el
individuo busca el grupo, aunque en esta década se
ha producido un cambio buscando dicha interacción
mediante las nuevas tecnologías y considerando una
necesidad el hecho de estar conectado en cualquier
momento y situación.
Como plantea Pérez del Río, esto último podría
calificarse simplemente como un abuso o, en
ocasiones, un mal uso. Sin embargo, siguiendo a
Greenfield (1999), Internet tiene ciertas cualidades -
velocidad, accesibilidad e intensidad de la información
a la que se tiene acceso- que hace que el grado de
adicción sea semejante al de una droga. Una visión
que comparten Echeburúa y Corral (2010),
identificándolas respuestas rápidas, las recompensas
inmediatas, la interactividad y las múltiples ventanas
con distintas actividades como los elementos
responsables de la atracción hacia el uso de Internet.
En definitiva, autores como Chóliz y Marco
(2012), establecen una equivalencia entre la
dependencia a Internet y los trastornos adictivos
provocados por el alcohol o las drogas al considerar
que tienen en común una serie de síntomas
equivalentes a la adicción con sustancias.
Teniendo en cuenta lo anterior, el aspecto
fundamental reside entonces en establecer la
diferencia entre el uso y la adicción. En base a los
criterios establecidos por Young (1998), el uso de
Internet se podría calificar como una conducta adictiva
cuando se presentan los siguientes síntomas:
1. Privarse de sueño -dormir menos de cinco
horas- para estar conectado a la red, a la que se
dedican unos tiempos de conexión anormalmente
altos.
2. Descuidar otras actividades importantes como
el contacto con la familia, las relaciones sociales, el
estudio o el cuidado de la salud.
3. Recibir quejas en relación con el uso de la red
de alguien cercano, como los padres o los hermanos.
4. Desarrollar pensamientos sobre la red
constantemente, incluso cuando no se está conectado
a ella e irritabilidad excesiva cuando la conexión falla o
resulta muy lenta.
5. Intentar limitar el tiempo de conexión sin
conseguirlo, perdiendo la noción del tiempo.
6. Mentir sobre el tiempo real que se está
conectado o jugando a un videojuego.
7. Aislarse socialmente, mostrarse irritable y
disminuir el rendimiento en los estudios.
8. Sentir una euforia y activación anómalas
cuando se está delante del ordenador.
Teniendo en cuenta entonces la obvia necesidad
de evaluar los trastornos adictivos (Bobes et al, 2007),
se entiende como necesario contar con instrumentos
de medida válidos y fiables que evalúen esta variable.
Sin embargo, si se realiza una revisión bibliográfica se
encuentra que, como mantienen Vilca Quiro y
Gonzales (2011), la escasez de instrumentos
destinados a tal fin es un hecho, por lo que
actualmente no existen instrumentos adecuados que
permitan discriminar entre el uso y el abuso de
Internet y las redes sociales.
Así pues, se considera preciso la creación de un
instrumento que evalúe de manera adecuada la
adicción a las redes sociales, como es el TARS -Test
de Adicción a las Redes Sociales.
Una vez establecida la posibilidad de desarrollar
una adicción sin la mediación de ningún tipo de
sustancia psicoactiva, diferentes investigaciones han
señalado la presencia de ciertos rasgos de
personalidad como factores potenciadores de la
posible adicción a Internet en general y a las propias
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redes sociales en particular, entre los que destaca,
especialmente, el neuroticismo (e.g. Cao y Su, 2007;
Chen, Chen y Yang, 2009; Tsai, et al, 2009).
En una línea similar, otros investigadores como
Echeburúa y Corral (2010) o Viñas-Poch (2009),
plantean la existencia de características de
personalidad como baja autoestima, timidez excesiva
o ciertos estados emocionales –depresión- que
aumentan la vulnerabilidad hacia esta adicción.
Otros trabajos como el de Herrera, Pacheco,
Palomar y Zavala (2010) concretan más y afirman que
aquellos que son adictos a la red social Facebook son
más propensos a la depresión, mostrando menor
asertividad, menos calidad en las relaciones tanto con
amigos como con la familia o más dificultades para
hablar en público que las personas no adictas. Por
ello, el segundo objetivo del presente trabajo ha sido
analizar la relación entre las variables de personalidad
y depresión citadas previamente - extraversión,
apertura, neuroticismo, responsabilidad, amabilidad y
depresión - y la adicción a las redes sociales.
Por tanto, en el presente trabajo se plantean dos
objetivos. En primer lugar, crear un instrumento válido
y fiable que permita evaluar la adicción a las redes
sociales y resuelva, de este modo, la falta de
instrumentos existentes actualmente y, por otro lado,
analizar la relación con aspectos clínicos y de
personalidad que podrían estar influyendo en esta
adicción.
MÉTODO
Participantes
Puesto que el presente trabajo se estructura en
dos estudios, se emplearon dos grupos de
participantes diferenciados para cada uno de ellos.
En el primer estudio, para validar el cuestionario
creado, se utilizó una muestra formada por446
participantes, de los cuales un 64.13% fueron mujeres
y un 33.88% hombres, con una media de edad de
32.87 (DT= 13.14).). Además, se han tenido en cuenta
aspectos sociodemográficos como la zona de
residencia (Tabla 1) y el nivel de estudios (Tabla 2).
En el segundo estudio, para analizar la relación
de las diferentes variables emocionales y de
personalidad respecto a la adicción a las redes
sociales, se contó con 212 participantes, siendo un
40.72 % mujeres y un 59.28 % hombres. La media de
edad fue de 20.62 (DT=10.19).
En ambos estudios se realizó un muestreo
incidental.
Tabla1. Zonas geográficas de residencia de los
participantes (%)
Hombre Mujer Total
Norte 24.89 49.33 74.22
Sur 3.59 4.26 7.85
Centro 3.14 6.50 9.64
Levante 4.26 4.04 8.30
Tabla 2. Nivel de estudios de los participantes (%)
Primaria 14.13
E.S.O 4.48
Bachiller 6.05
Formación Profesional:
Grado medio 15.70
Grado superior 4.04
Estudios Universitarios:
Licenciatura 7.62
4 Basteiro Monje, Robles-Fernández, Juarros-Basterretxea y Pedrosa
Diplomatura 21.08
Grado 17.94
Doctorado 6.28
Instrumentos
Como instrumento de evaluación se empleó el
test objeto de desarrollo en el presente trabajo. Al
comienzo de éste se solicitaron diversos datos
sociodemográficos de los participantes -edad, sexo,
nivel de estudios, profesión y lugar de residencia- y, a
continuación, se formularon 57 ítems para evaluar el
grado de adicción a las redes sociales, los cuales
fueron redactados de acuerdo a los 8 criterios de
Young expuestos anteriormente. La prueba finalizaba
con tres preguntas de control relativas a la adicción a
las redes sociales con el propósito de analizar la
validez de criterio del instrumento.
Los ítems fueron presentados en formato
dicotómico de Verdadero y Falso, en donde los
participantes debían indicar si desarrollaban o no cada
una de las conductas planteadas.
En cuanto al segundo estudio, además de
emplear el instrumento creado ya validado, se
aplicaron tanto el NEO-FFI (versión corregida; Costa y
McCrae, 1999)como 22 ítems del Cuestionario
Educativo-Clínico: Ansiedad y Depresión (CECAD;
Lozano et al., 2007)que evalúan, mediante una escala
tipo Likert de cinco alternativas, sintomatología
depresiva
Procedimiento
La aplicación de la prueba en el primer estudio se
realizó vía internet, aplicándose en diferentes lugares
de la geografía española y empleando como medio de
aplicación las distintas redes sociales existentes
tratando, de este modo, de evaluar a aquellos
participantes que verdaderamente presentan actividad
en estos medios de interacción.
En cuanto al segundo estudio, el
cuestionario fue administrado tanto en formato
impreso como vía online con el objetivo de asegurar,
como en el estudio 1, la participación de usuarios
activos de las diferentes redes sociales.
En ambos estudios, la participación fue anónima
y totalmente voluntaria.
Análisis de datos
En el estudio 1, se llevó a cabo un análisis de las
propiedades psicométricas de la escala creada –
TARS. Para ello se aplicó un Análisis Factorial
Exploratorio mediante el método de máxima
verosimilitud. Por otro lado, la fiabilidad del
instrumento fue estimada mediante el coeficiente alfa
de Cronbach.
Además, en este primer estudio se analizaron las
diferencias en cuanto al grado de adicción a las redes
sociales en función de las variables sociodemográficas
descritas como son el sexo, el nivel de estudios, la
zona geográfica y la edad de los participantes. Para
esto se aplicaron las pruebas de diferencias de
medias t de Student y Análisis de la Varianza –
ANOVA-, respectivamente, calculando, de manera
paralela el tamaño del efecto mediante el estadístico d
de Cohen en aquellos casos en los que no se hallaron
diferencias estadísticamente significativas -NC=95%-.
Posteriormente, con objeto de analizar si las
posibles diferencias se debían al efecto del nivel de
estudio o la zona geográfica se aplicó un Análisis de
Covarianza –ANCOVA-.
En cuanto al estudio 2, una vez validado el
TARS, se aplicó un ANOVA con el objetivo de analizar
las diferencias entre la puntuación de los participantes
en la adicción a las redes sociales en función de las
variables de personalidad y la sintomatología
depresiva.
Además, para confirmar la validez convergente
del instrumento creado, se analizó la relación existente
entre las variables de personalidad y depresión y la
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adicción a las redes sociales, aplicando la correlación
de Pearson.
Por otra parte, se utilizó la correlación de
Pearson entre la puntuación en la escala creada y las
tres preguntas generales formuladas al final del
cuestionario para comprobar la validez de criterio del
instrumento.
Finalmente, se llevó a cabo la tipificación de los
resultados del instrumento.
RESULTADOS
Estudio 1
Con objeto de analizar las propiedades
psicométricas del instrumento generado, se llevó a
cabo un Análisis Factorial Exploratorio. Teniendo en
cuenta estos resultados, se eliminaron todos aquellos
ítems con una carga factorial inferior a 0.30, pasando
así de 57 ítems existentes en el instrumento inicial a
36 ítems finales -Anexo I-.
En cuanto a los índices de ajuste, se obtuvieron,
extrayendo un único factor, los siguientes valores:
2
índice Kaiser-Meyer-Olkin –KMO- = 0.85, χ /gl= 2.74
e índice de bondad de ajuste –GFI- = 0.94.
Una vez seleccionados estos 36 ítems finales, se
estimó la fiabilidad del instrumento, utilizando para ello
el coeficiente α de Cronbach, el cual mostró un índice
de 0.90.
En cuanto al estudio de diferencias, en función
del sexo, se aplicó una prueba t de Student para
muestras independientes. Los resultados obtenidos
muestran la inexistencia de diferencias
estadísticamente significativas (p=0.73). Sin embargo,
los resultados indican que son las mujeres quienes
tienden a presentar una mayor adicción a las redes
sociales. En este caso, el tamaño del efecto fue de
0.03.
Para llevar a cabo el estudio de diferencias en
función de la edad, en primer lugar, éstas fueron
agrupadas en cuatro bloques debido al amplio rango
con que contaban los participantes: hasta 25 años (1),
de 26 a 35 (2), de 36 a 45 (3) y de 46 años en
adelante (4).
Una vez establecidos estos cuatro grupos, se
aplicó un ANOVA, encontrándose diferencias
estadísticamente significativas (p<0.01). Si se analizan
detalladamente las diferencias por pares, se observa
cómo éstas se dan entre el grupo 1, el cual es el que
manifiesta un mayor nivel de adicción dentro del
conjunto de participantes, respecto a todos los demás,
así como entre los grupos denominados como 2 y 4.
En cuanto al análisis de las diferencias en función
del grado de formación de los participantes, se
establecieron los nueve niveles que se muestran en la
Tabla 2: Primaria, ESO, Bachiller, Formación
profesional -grado medio-, Formación profesional -
grado superior-, diplomatura, licenciatura, grado y
doctorado, respectivamente.
Sobre estos grupos, se llevó a cabo un ANOVA,
hallando diferencias estadísticamente significativas
entre los estudiantes universitarios de grado –quienes
mostraron un menor nivel de adicción- y los de
Formación profesional, diplomatura, licenciatura y
doctorado.
Debido a que el muestreo se realizó a nivel
nacional, el estudio contó con participantes de
diferentes puntos de la geografía española, con lo que
se decidieron agrupar en cuatro categorías, así 1
correspondería a las provincias del Norte, 2 a las
provincias del Sur, 3 a las del Centro y finalmente 4 a
las provincias del Levante. Tras establecer estos
grupos, se realizó un nuevo ANOVA, encontrándose
diferencias estadísticamente significativas entre las
provincias del Norte y del Sur respecto a las del
Levante (p =0.02), siendo los participantes de esta
última zona quienes presentan los mayores niveles
adictivos.
 Validación del TARS 5

Finalmente, con el objetivo de confirmar que las -¿En qué grado de adicción a Internet cree usted
diferencias halladas en función del nivel de estudios y que se encuentra?:rxy= -0.47
la zona geográfica no se encontraban determinadas - ¿En qué grado cree que las redes sociales
por la edad, debido al mayor uso y acceso de los están consideradas como un problema social?:rxy=
jóvenes a las propias redes sociales, se realizó un 0.56
ANCOVA, introduciendo la edad como covariable. Los Finalmente, se realizó la tipificación de las
resultados muestran como, tras igualar a todos los puntuaciones del instrumento en base a los resultados
participantes en la variable edad, las diferencias obtenidos en este estudio (Tabla 6).
anteriormente halladas desaparecen (Tabla 3). Tabla 6. Tipificación del TARS
Puntuaciones directas Decatipos
Tabla 3. Análisis de covarianza 0 1
Variable gl F p 1 2
Nivel de estudios 8 1.89 0.07 2 3
Zona geográfica 3 2.30 0.08 3-4 4
5-6 5
Estudio 2 7-9 6
Una vez comprobadas las propiedades 10-12 7
psicométricas del TARS y analizadas las posibles 13-15 8
diferencias en función de las variables 16-19 9
sociodemográficas, se estudiaron las diferencias en la 20-36 10
adicción en función de las variables de personalidad y
la depresión mediante un ANOVA. Para ello se contó DISCUSIÓN
con un nuevo conjunto de participantes a quienes se El objetivo principal del presente trabajo ha sido
les aplicó el instrumento definitivo junto con el resto de la creación de un instrumento que permitiera la
cuestionarios ya detallados. evaluación válida y fiable de un fenómeno
Como se observa en la Tabla 4, existen dependiente de una actividad relativamente reciente
diferencias estadísticamente significativas en todas las como es el uso de las redes sociales.
variables excepto en la dimensión de amabilidad. En Así pues, teniendo en cuenta las propiedades
todas ellas, se llevó a cabo una división de las psicométricas del instrumento en cuanto a los
puntuaciones de los participantes en tres grupos, adecuados índices de ajuste relativos tanto a la
entendidos como niveles bajos, medios y elevados 2
validez de constructo -χ /gl = 2,74 y GFI = 0,94- como
para cada variable. a su fiabilidad -α = 0,90-, parece sensato asumir, en
primer lugar, la adicción a las redes sociales como un
Tabla 4. Análisis de la varianza (ANOVA)en función de constructo unidimensional formado por los ocho
los rasgos de personalidad y la sintomatología depresiva síntomas definidos por Young (1998) y, por otro lado,
Variable gl F p plantear la obtención de un instrumento que evalúa de
Neuroticismo 2 10.76 <0.01 manera válida y fiable dicha variable.
Extraversión 2 5.75 <0.01 Además, parece lógico afirmar que las variables
Apertura 2 5.05 <0.01 sexo, nivel de estudios y zona geográfica no
Responsabilidad 2 4.38 0.01 constituyen factores de riesgo per sé a la hora de
Amabilidad 2 2.26 0.11 desarrollar o potenciar una adicción a las redes
Depresión 2 13.33 <0.01 sociales. Así, cuando se toma la variable edad como
covariable, las diferencias en función del nivel de
Tras probar la validez de constructo del TARS en formación y la zona geográfica de residencia
el estudio 1, se decidió contar con más evidencias de desaparecen. Esto pone de manifiesto la relevancia
validez, evaluando así la validez convergente del que presenta la edad en el abuso de las redes
mismo. Para ello se calculó el coeficiente de sociales, pudiendo catalogarla como un factor
correlación de Pearson entre la puntuación en la precipitante de la adicción, siendo los menores de 25
adicción a las redes sociales y las variables clínicas y años quienes presentan los mayores niveles de
de personalidad evaluadas (Tabla 5). adicción.
En cuanto a los rasgos de personalidad, los Estos resultados se encuentran en la línea de lo
resultados muestran una relación lineal positiva entre esperado, pues autores como Pérez Sanz (2012)
la adicción y el neuroticismo, la extraversión y la definen a la juventud como una generación digital
apertura, de modo que puntuaciones altas en estas interactiva, con lo que esto lleva asociado.
Tabla 5. Correlación de Pearson entre el nivel de adicción y las variables convergentes con el constructo
Neuroticismo Extraversión Apertura Responsabilidad Amabilidad Depresión
0.29 0.36 0.16 -0.18 -0.14 0.22
variables se relacionan con un mayor grado de En cuanto a los resultados del segundo estudio,
adicción. Por el contrario, se comprueba la existencia en primer lugar, se observa la existencia de
de una relación lineal negativa respecto a la diferencias estadísticamente significativas en las
amabilidad. Referente a la responsabilidad, aunque diversas variables emocionales y de personalidad
anteriormente no se han hallado diferencias evaluadas respecto al nivel de adicción. El único caso
estadísticamente significativas respecto al grado de donde el nivel de rasgo que la persona posea no
adicción, los resultados muestran como aquellas parece tener una relevancia significativa es en el caso
personas con mayor responsabilidad muestran un de la amabilidad.
menor riesgo de desarrollar una adicción a las redes Estos datos, unidos a los resultados obtenidos al
sociales. correlacionar la puntuación en el cuestionario con las
De manera complementaria, como última variables emocionales y de personalidad permiten
evidencia de validez, se decidió analizar la validez de comprender en mayor medida la relación que el abuso
criterio del instrumento. Para ello, se añadieron al de las redes sociales guarda con estas dimensiones.
cuestionario las tres preguntas descritas previamente De este modo, son aquellas personas que manifiestan
calculando la correlación de Pearson entre cada una un mayor neuroticismo –en donde se enmarcaría la
de ellas y la puntuación total en la escala de adicción, sintomatología ansiosa y depresiva-, extraversión y
obteniendo estos resultados: apertura a las nuevas experiencias, así como una
- ¿Cuántas horas como media está conectado a menor responsabilidad y amabilidad, quienes se
Internet al día?: rxy= 0.42 encuentran en mayor riesgo de desarrollar una posible

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adicción a las redes sociales. En el caso de los
síntomas depresivos, la relación es totalmente lógica,
pues estas redes sociales suponen un medio de
interacción con el entorno personal a pesar de la falta
de energía necesaria para realizar actividades con
otras personas fuera del hogar.
Dichos resultados, además de permitir entender
esta relación, se encuentran en la línea de trabajos
precedentes, los cuales ponen de manifiesto la
existencia de estas relaciones en el mismo sentido de
las aquí obtenidas (Cao y Su, 2007; Chen, Chen y
Yang, 2009; ; Herrera, Pacheco, Palomar y
Zavala,2010; Tsai, et. al, 2009). De este modo, es
posible afirmar que el TARS cuenta además con una
adecuada validez convergente, lo que fortalece las
evidencias de validez del instrumento.
Por otra parte, atendiendo a la validez de criterio,
se pueden extraer diferentes conclusiones. En primer
lugar, se observa como existe una relación directa y
elevada entre el nivel de adicción de la persona y la
percepción de dicha adicción como un posible
problema presente en nuestro entorno. Por el
contrario, resulta curiosa comprobar cómo esta
relación resulta inexistente cuando es la propia
persona quien debe evaluar su propio grado de
adicción, pues existe una correlación lineal negativa
entre la puntuación objetiva obtenida en el test y el
nivel de uso que la persona valora que hace de las
redes sociales.
Esta última anotación podría entenderse como
una característica del sistema delusional, el cual
constituye un elemento psicológico clave a la hora de
hacer referencia a cualquier adicción y que se
entiende como la negación o el autoengaño que el
adicto realiza sobre su propia adicción. En este
sentido, estos resultados parecen confirmar la
propuesta de autores como Echeburúa y Corral (2010)
o Chóliz y Marco (2012), entre otros, pues elementos
diferentes a sustancias psicoactivas, como es el caso
de las redes sociales en este estudio, ponen de
manifiesto síntomas psicológicos equiparables a la
adicción a otras sustancias.
En definitiva, es posible destacar tres cuestiones
fundamentales. En primer lugar, que el presente
estudio viene a cubrir, mediante un instrumento válido
y fiable, el vacío existente en cuanto a herramientas
que permitan evaluar un trastorno de máxima
actualidad. Por otra parte, parece posible entender la
variable edad como variable de riesgo a la hora de
desarrollar una adicción a las redes sociales,
independientemente de otras características
personales como el sexo o el nivel de formación.
Finalmente, el hecho de que se considere la adicción
a las redes sociales como un posible problema social
pero, por el contrario, se desarrolle un sistema
delusional que sólo provoca que la persona no sea
consciente de su nivel de actividad online sino que, de
cara a la intervención, podría equiparar la adicción a
las redes sociales a otras adicciones con las
dificultades que ello implica a la hora de que una
persona decida acceder a un tratamiento psicológico.
En último lugar, como principal limitación del
estudio, podría señalarse el desequilibrio existente a
nivel geográfico de los participantes, con lo que los
resultados relacionados con esta variable deben
tomarse con cautela.
Agradecimientos
Investigación financiada por el Programa de
Formación de Personal Universitario del Ministerio de
Educación (AP2010-1999).
REFERENCIAS
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Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales. Barcelona: Masson.
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8 Basteiro Monje, Robles-Fernández, Juarros-Basterretxea y Pedrosa

Anexo I
A continuación encontrará una serie de afirmaciones acerca del uso de las redes
sociales. Por favor, responda sinceramente si reliza estas conductas de manera habitual.
Paso más tiempo conectado que con mis familiares V F
Pierdo la noción del tiempo cuando estoy conectado V F
Utilizo las redes sociales para evadirme de mis problemas V F
Suelo estar conectado mientras como V F
Suelo subir mis fotos a las redes sociales V F
Cuando me sucede algo lo comento inmediatamente en Internet V F
Necesito visitar mi red social antes de irme a dormir V F
No sabría qué hacer si se cancelasen todas mis cuentas online V F
Animo a todos mis amigos a que creen cuentas online V F
Me molesta cuando alguien rechaza mi solicitud de amistad V F
Necesito conectarme todos los días V F
Utilizo redes sociales para tontear con otras personas V F
Estoy más animado cuando estoy conectado V F
Me molesta que me vigilen mientras estoy conectado V F
Me molesta que la gente tenga su cuenta abierta sin estar delante del ordenador V F
Me gustan las redes sociales porque no es preciso cuidar la imagen en el
V F
momento de la interacción
Me resulta más fácil expresarme tal y como soy vía Internet V F
Mi rendimiento ha disminuido porque paso demasiado tiempo conectado V F
El uso de las redes sociales me ayuda a ser una persona más completa V F
Prefiero dormir menos para poder estar más tiempo conectado V F
Estoy conectado al mismo tiempo que estudio o trabajo V F
Soy menos tímido cuando me relaciono en las redes sociales V F
Mantengo las redes sociales abiertas mientras busco información en Internet V F
No me importa si tengo que estar largos periodos de tiempo sin conectarme * V F
Me suscribo a casi todas las redes sociales que conozco V F
Utilizo las redes sociales como vía de escape V F
Utilizo las redes sociales para quedar con mis amigos V F
Suelo publicar en Internet lo que he hecho durante el día V F
No podría vivir sin las redes sociales V F
Las redes sociales son imprescindibles para tener amigos V F
Paso la mayor parte de mi tiempo libre conectado V F
Encuentro la estimulación que necesito en las redes sociales V F
Me molesta que la gente tarde en contestarme por el chat V F
Descuido mis tareas por estar más tiempo conectado V F
Me siento decaído cuando paso largo tiempo sin conectarme V F
Suelo estar conectado a pesar de que no haya nadie más V F
Nota: el ítem marcado con asterisco debe redireccionarse para su análisis

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