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__________________________
Ana María Méndez Quiroz
C.I. Nº 4.342.211
iii
DECLARACIÓN DE AUTORÍA
_______________________________
Francisco Javier Camacho Díaz
C.I. Nº 11.426.844
iv
ÍNDICE GENERAL
pp.
LISTA DE FIGURAS
LISTA DE MATRICES
RESUMEN
INTRODUCCIÓN 1
AMBIENTE
I OCÉANO ROJO 6
Construcción del Ámbito de Estudio 6
Intencionalidades de la Investigación 28
Pertinencia del Estudio 29
II REFERENCIAL TEÓRICO 36
Estudios Previos 36
Sustantividad Teórica Referencial 57
Vislumbrando el Sentido de la Gerencia 57
Gerencia en Salud 66
Las Organizaciones: una Mirada al Servicio de Salud 72
Las Organizaciones de Salud Larenses 77
Connotaciones Comprensivas acerca de la Economía
El Sentido de la Economía Azul 89
Las Economías Azul, Rojo y Verde: Bandera Tricolor
de la Sociedad, el Dinero y el Medioambiente 96
v
pp.
IV SIGNIFICATIVIDAD DE LOS HALLAZGOS 150
REFERENCIAS 350
ANEXOS
A TESTIMONIO DE LOS ACTORES SOCIALES
PRELIMINARES 376
vi
LISTA DE CUADROS
CUADRO pp.
1 Perfil Profesiográfico de los Actores Sociales 137
vii
LISTA DE FIGURAS
FIGURA pp.
1 Intencionalidades de la investigación 35
4 Concepciones de la Economía 95
viii
FIGURA pp.
15 Categorías Emergentes de Organizaciones de Salud del
Actor Social C 246
ix
FIGURA pp.
30 Significación del Empoderamiento enfocado en un servicio
Transformador de la Organización 322
x
LISTA DE MATRICES
MATRIZ
pp.
I Matriz Hermenéutica del discurso de los actores sociales 156
sobre la unidad hermenéutica Gerencia en Salud
xi
UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
RESUMEN
xii
INTRODUCCIÓN
2
estado Lara, deriva de la inquietud sentida que tengo de estas instituciones
sobre las condiciones operativas y sostenibles que se despliegan
endógenamente, a partir de mi concepción inicial de este entorno
organizativo y al quehacer de los actores involucrados gerencialmente, sus
interpretaciones, sentidos que otorgan dentro del marco legal y normativo
interno.
Estructural y organizativamente puedo afirmar, que las organizaciones
salubres en estudio se desempeñan como un campo sanitario de orden
superior del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), el cual posee
su propia identidad jurídica como ente público gubernamental y que, junto
con otras entidades subordinadas y paralelas, tanto públicas como privadas,
velan por el cumplimiento del servicio sanitario como misión primordial dentro
de su organización.
Este estudio doctoral lo concebí bajo un enfoque cualitativo, donde
oriento mi perspectiva epistemológica desde el pensamiento del saber cómo
una construcción social, bajo la postura teórica del paradigma interpretativo,
con el fin de interpretar y comprender los sentidos y significados que le
atribuyen los actores sociales al fenómeno estudiado en el contexto
gerencial, dirigido por el método fenomenológico apoyado en la
hermenéutica. Asumí la realidad desde una ontología compleja, divergente,
en un fluir de construcción y reconstrucción eterno, donde la intersubjetividad
hizo presencia en toda la investigación, en vista según Méndez (2012), que la
realidad social, fue integrada desde la confluencia de sentido de los actores
sociales que elaboraron su mundo con sus prácticas inmersas en esta.
En atención a mi adherencia al paradigma interpretativo y su fundamento
filosófico como el interaccionismo simbólico, fenomenología y hermenéutica,
según Sandin (2003), definí a la hermenéutica como una ciencia y arte de
interpretar los textos, y comparativamente según Gadamer (ob. cit.), el
interpretar y comprender los significados de las palabras mediante las cuales
se expresa un pensamiento epistémico, cuyo objeto y acción se materializa a
3
través de la sistematización de saberes convergentes para la interpretación,
conformando el diseño, sintaxis y configuración endógena, dados por los
encuentros con los actores sociales quienes significaron el fenómeno. Así me
propuse como intencionalidad indagativa generar una aproximación teórica
de la gerencia en las organizaciones salubres larenses desde un sentido
hermenéutico basado en la economía azul.
Esta postura epistemológica me otorgó un proceder investigativo dirigido
por el método fenomenológico apoyado en la hermenéutica, para significar,
conocer, interpretar y comprender el fenómeno gerencial en las
organizaciones salubres locales; esta episteme la pienso a partir de una
derivación apoyada en una labor contextual ejecutada específicamente sobre
la categoría medular seleccionada, por ser significativa en el contexto
investigado.
Este estudio estuvo estructurado en seis ambientes. Un primer ambiente
que trata la aproximación a la situación problemática, donde signifiqué la
percepción de la realidad de la gerencia actual en las organizaciones
salubres larenses, así, la investigación se concibió como un proceso en
constante construcción cognitiva. En seguida, presenté el segundo ambiente,
el que desarrolló los referentes teóricos y estudios previos relacionados
mientras valoré a los autores de estos como acompañantes que apoyaron
este proceso de construcción científica.
En el tercer ambiente, presenté los aspectos relacionados a la ontología,
epistemología y metodología que otorgaron esencia cualitativa a este
estudio, con mi adherencia al paradigma interpretativo y su dirección
mediante el método fenomenológico apoyado en la hermenéutica. El diseño
investigativo lo configuré con la significancia narrativa de los actores sociales,
el acopio de la información mediante la entrevista en profundidad
sistematizada por la codificación y categorización. La triangulación de la
información y devolución sistemática, entendida como el retorno al actor
4
social para confrontar las interpretaciones hechas y dar credibilidad y
legitimidad al conocimiento.
El cuarto ambiente del estudio estuvo referido a la sistematización,
organización y categorización del discurso de los actores sociales,
planteándose la ruta de investigación con respecto a las técnicas
seleccionadas por el abordaje del fenómeno, el análisis e interpretación
informativa y la definición de las unidades hermenéuticas que otorgaron
intencionalidad y direccionalidad a la investigación. De este punto, las
matrices para cada una de estas unidades, categorías emergentes, síntesis
categorial y articulación de macro categorías como síntesis comprensiva que
concedieron configuración a la información.
Seguidamente, en el quinto ambiente presenté mi significación conceptual
de la aproximación teórica, luego de un proceso interpretativo y la
contrastación y triangulación de las contribuciones discursivas, teóricas y mi
propia subjetividad, con el fin de exponer el sentido generado desde la
comprensión de los constructos teóricos que emergen relativos a la gerencia
en las organizaciones salubres larenses desde una hermenéusis con base en
la economía azul. En el sexto ambiente mostré mis conclusiones producto de
la reflexión sobre la investigación, resaltando una interpretación que elaboró
nuevos saberes acerca del fenómeno.
Para concluir este apartado, revelé el listado de los referentes
consultados y material bibliográfico que sostienen la teoría de mi
investigación doctoral, finalizando con los anexos que agregaron valor
documental al estudio.
5
AMBIENTE I
OCÉANO ROJO
Simón Bolívar
7
gerencia basada en este modelo económico rojo, con la consecuente
generación de desechos biopeligrosos que termina acumulados en un
vertedero, incinerados o vertidos a las cloacas, lo que contribuye a un
aumento de la polución atmosférica y contaminación de aguas y suelos.
Al comparar la economía verde con el despilfarrador modelo de la
economía roja mencionada, el autor citado, afirma que ella requiere de las
empresas y consumidores una inversión mayor en su estructura de costos
para obtener los mismos o menos productos y servicios, solo a cambio de
preservar el medioambiente, sin lograr la viabilidad por el desmesurado gasto
que implica la gestión de este modelo.
Este modelo ecológico, cónsono con una economía verde, no lo percibí
direccionando la actividad gerencial de mis colegas directores de las
instituciones de salud mencionadas, el cual visualicé como poco adaptable a
la gerencia sanitaria de las organizaciones salubres larenses, por ser
incompatible, según el autor citado, con una gerencia de alta rentabilidad y/o
bajos gastos de insumos, que traduzca viabilidad a largo plazo, a pesar de
sus favorables intenciones medioambientales.
Asimismo, aun cuando la economía verde conlleva menores desaciertos
gerenciales que la economía roja, el autor citado propone y describe un
modelo de producción denominado economía azul, que implementa el
conocimiento acumulado durante millones de años por la naturaleza, con
base al principio de imitar los ecosistemas naturales para alcanzar cada vez
mayores niveles de eficacia, respeto ecológico y rentabilidad, en un proceso
circular de reutilización de desechos para incorporarlos como insumos de la
siguiente cadena productiva sin emisiones tóxicas.
Por tanto, la economía azul afronta un problema ecológico de inmensas
proporciones, nada menos que la reforma del pensamiento productivo sobre
el medio ambiente, agricultura, manufacturas y los residuos, con el fin de
alcanzar el círculo del desarrollo sostenible con el planeta en el que
habitamos. En realidad, propone una reforma a todo nuestro modo de
8
existencia copiando la dinámica natural de los ecosistemas terrestres, que
jamás han usado a los combustibles fósiles para producir energía, bienes y
servicios necesarios para la satisfacción de las demandas de la civilización,
como lo hacemos actualmente empobreciendo al planeta a expensas de los
recursos y energía de las generaciones futuras.
Pauli (ob. cit.) se inspira en el desafío de nuevos e innovadores modelos
de producción que van más allá de los conceptos de Ecoeficiencia y del
Análisis del Ciclo de la Vida y, destaca un concepto vital como principio
económico azul: el biomimetismo, que introduce una época fundada no en lo
que podemos extraer de la madre naturaleza, sino en lo que podemos
aprender de su comportamiento acumulado durante millones años. Traducir
esta lógica propia natural al medio gerencial hospitalario, me causó
fascinación desde hace varios años de vida médica laboral, convirtiéndose
en una inquietud de índole indagativa donde fusioné la ciencia médica y
ecología con la gerencia.
En atención a ello, me aboqué a develar los desafíos gerenciales de los
actores sociales participantes en esta investigación desde la perspectiva de
la economía azul, debido a que lo consideré una fuente de motivación e
interés coadyuvante a vislumbrar sentidos comprensivos de otros escenarios
emergentes en los centros sanitarios, donde me desempeñé de manera
comprometida, con un sentido de responsabilidad, ética y justicia de acuerdo
con La Ley del ejercicio de la Medicina y Código de Deontología Médica. A
partir de este concebir, pude expresar desde mis estudios de pregrado en el
Decanato de Ciencias de la Salud y postgrado en el HCUAMP, así como mis
labores en el HGLGL y HPO, que la gerencia generó motivaciones relevantes
en mi formación, con interés hacia el manejo óptimo de los recursos.
Con base en esta comprensión decidí orientar esta investigación hacia la
gerencia en salud a partir de las cosmovisiones de los propios actores que la
ejercen en las organizaciones sanitarias en estudio, que emergieron a partir
del sentido que le otorgaron a su ejercicio cotidiano. Por ser un ámbito
9
laboral donde estimé significar esta realidad, puedo afirmar que encontré en
estas instituciones sanitarias un ámbito de interés para desplegar mis
inquietudes indagativas, especialmente al reconocer el valor de mis vivencias
y un compromiso intersubjetivo que me llevó a transitar este estudio con el
propósito de interpretar los significados que crearon los actores sociales,
desde mi perspectiva como intérprete y sujeto cognoscente.
A partir de esta postura investigativa reflexioné sobre las actividades en
las que fui y soy responsable en estas instituciones, al reconocer sus
cualidades como ente dispensador de salud, con una noble misión de
servicio humanista, lo que me condujo a un proceso de entender que mi
sentido y lugar dentro de ellas tiene una esencia solidaria y humana. Al
significar mis experiencias en el ramo de salud, que derivan de una conducta
ética y moral de servicio logré considerar una ocasión favorable de estudiar
el fenómeno de la gerencia en este tipo de organizaciones donde laboré
desde la perspectiva de los actores sociales en atención a los preceptos de
la economía azul.
En atención a estos actores, son gerentes médicos por su actividad
directriz, administrativa y de gestión que desarrollaron en cada organización
larense salubre en la que laboraron, no obstante, su experiencia no se limita
solo al quehacer en gestión y gerencia salubre, igualmente antes de ocupar
estos cargos como directores médicos, ejercieron labores como médicos de
planta, internos, residentes y especialistas, por lo cual, sus voces no solo
reflejan la experiencias gerenciales en salud, sino también sus vivencias
como empleados gerenciados dentro de estas mismas instituciones.
A su vez, resalté lo significativo de encontrar en las organizaciones de
salud larenses mencionadas un espacio para desarrollar expectaciones
indagativas, bajo una actitud vehemente de compromiso. La consagración
sentida hacia ellas me estimuló a contribuir no solo en la esfera profesional,
sino a valorar elocuentemente el sentido gerencial como fundamento de la
gestión de los recursos hospitalarios desde la perspectiva de otro modelo
10
económico diferente al actual, con un emerger solidario, para direccionarla
con visiones menos reductivas sobre la importancia de una gestión
comprometida, con el propósito de evidenciar y dimensionar las pérdidas
monetarias y la generación de desechos comunes y/o biopeligrosos que
estas organizaciones arrojan constantemente.
Desde mi ingreso a la administración pública, he sido testigo de la
generación de diferentes tipos de desechos en estas instituciones al prestar
masivamente sus servicios a la comunidad, producto de la atención médica,
así como otros desperdicios propios a cualquier otro establecimiento o
residencia corriente. Entre estos residuos estaban los desechos comunes,
como el papel, cartón, plástico, restos orgánicos alimentarios y otros
resultantes de la atención al paciente como yesos y vendas, más los
desechos biomédicos considerados biopeligrosos que abarcan un amplio
espectro como los desperdicios de laboratorio, químicos, radioactivos,
farmacéuticos, de anatomía patológica, restos impregnados de sangre e
instrumentos cortopunzantes.
Igualmente, presencie como estos restos de insumos médicos y despojos
biológicos, son generalmente colocados en envases plásticos improvisados
con etiquetas que advierten los riesgos de su esencia, para luego ser
transportados internamente desde el lugar de su generación hasta un
almacenamiento temporal, donde son discriminados según su naturaleza
mediante codificaciones específicas, para finalmente eliminarse de manera
definitiva en el Vertedero de Pavia, el cual es un centro de acopio de
desechos ubicado en la ciudad de Barquisimeto, en el incinerador del HGLGL
o en el cementerio local. Esta disposición final de los residuos entrañó la
acumulación de basura en el ambiente y polución atmosférica debido a la
emisión de gases tóxicos durante la incineración.
Por otra parte, no menos relevante, consideré que las organizaciones
sanitarias mencionadas no solo requieren insumos materiales para prestar
asistencia médica a los pacientes, también, como en cualquier otra empresa
11
de manejo público o privado, es vital una infraestructura física con servicios
básicos como agua, drenaje de aguas residuales, disposición de residuos
sólidos, manejo especial de los desechos peligrosos creados en el ambiente
hospitalario y disponibilidad de energía, entre otros. Este último aspecto,
resalté como un elemento notable en la manutención operativa de la
iluminación y funcionamiento de los equipos tecnológicos biomédicos de
estas instituciones.
Es así como, los hospitales, clínicas y ambulatorios donde me desempeñé
como profesional de la medicina y gerencialmente, son organizaciones que
requieren para garantizar su operatividad del suministro permanente de
energía eléctrica, la cual es un recurso renovable aportado por el Estado
venezolano. Este recurso energético a pesar de ser ecológicamente limpio
(hidroeléctrico) obliga a un permanente y costoso mantenimiento de su
estructura operativa, así como el cobro del servicio eléctrico a los entes
privados. Si bien es cierto que los hospitales públicos cuentan con plantas
eléctricas de emergencia operativas, en atención a eventuales interrupciones
del servicio, su capacidad es muy limitada y contaminante por el uso de
hidrocarburos fósiles como combustible (Gasoil, Diesel).
En relación con las instituciones de salud privadas donde vivencié el
sentido gerencial, percibí que invertían dinero en publicidad, compra de
insumos y servicios básicos, en contraposición a los entes públicos, donde
los directores intentaban administrar los limitados recursos suministrados por
el Estado para proveer un servicio de salud gratuito, que escasamente
lograba revertir el déficit de insumos por su excesiva demanda. Se compraba
electricidad y servicios con alto costo, mientras se producían kilos de
desechos corrientes, biopeligrosos, emisiones dañinas y aguas residuales
como secuela de una insostenible economía convencional roja, a partir de la
cual los gerentes privados daban preferencia a las utilidades y se limitaban
solo a proporcionar un servicio de calidad que garantizase el flujo de
potenciales clientes (pacientes).
12
A pesar del modelo de economía roja y su direccionamiento gerencial
imperante en las organizaciones sanitarias estudiadas, ineficiente por el daño
ambiental que genera y sus consecuencias en los recursos hospitalarios,
éstas prestan por su naturaleza de asistencia social un servicio médico que
emana desde la operatividad de los procesos hacia un plano humanista de
responsabilidad, sustentado legalmente en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que consagra en sus artículos la gratuidad de los
servicios médicos públicos de salud, así como el Código de Deontología
Médica y la Ley del Ejercicio de la Medicina, que reglamentan los principios
legales, éticos y morales bajo los cuales debemos actuar los galenos en la
práctica cotidiana dentro y fuera de estas instituciones
Es importante distinguir que la estructura directiva gerencial de estas
organizaciones sanitarias, a excepción de las clínicas privadas, se sostiene
únicamente por los aportes financieros del Estado venezolano, por lo cual, el
capital humano representado por el personal médico, paramédico,
administrativo y de seguridad es contratado bajo la figura de funcionarios
públicos adscritos al MPPS.
En el mismo sentido, destaco que las otrora figuras administrativas
denominadas Oficinas Recuperadoras de Costos (ORC), destinadas al cobro
particular para paliar las deficiencias de insumos, fueron eliminadas por el
poder ejecutivo en nombre de las disposiciones legales constitucionales
vigentes dentro de las organizaciones públicas de salud a nivel nacional, por
lo cual la prestación del servicio prescindió de un elemento que favorecía su
oferta.
Las organizaciones públicas de salud larenses son entes que se dirimen
administrativa, legal, contable y presupuestariamente mediante estatutos
definidos legalmente en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, como instituciones sin fines de lucro, ni de distribución de
dividendos o utilidades entre socios, enmarcadas en una figura de
sostenimiento estatal como la principal y única fuente de ingresos.
13
De esta manera, el marco legal mencionado constituyó una referencia
constante para los lineamientos de orden de los centros de salud no solo
regionales sino nacionales, para lograr la ejecución formal de los programas
principales en el acatamiento de su misión, apoyados en una gerencia de
recursos adecuada a sus necesidades institucionales de prestación gratuita
de servicios médicos, aunque lamentablemente adolezca de un modelo
económico de gestión óptima de materiales como el agua potable y no
potable, energía, residuos sólidos y disposición de aguas residuales.
Al reconocer la importancia de la conducción de los recursos hospitalarios
y humanos para la optimización de las organizaciones de salud estudiadas,
con el anhelo endógeno de interpretar los desafíos gerenciales que se
presentan en este medio, signifiqué las voces de los actores sociales que
trabajan en ese ámbito con el propósito de comprender el sentido que
desarrollaron sobre su accionar. En este contexto, por la relevancia de la
gerencia y mi cotidianidad laboral, consideré oportuno definir el concepto de
ella en el ámbito institucional de salud.
El término gerencia procede del latín gerere, conocido como administrar.
Tradicionalmente, se estimaba con un sentido jerárquico desde el cual existía
una orden superior que debía ser acatada con sentido de autoridad. Según
Ramírez (2013), la gerencia surge como un arte, ciencia y técnica
administrativa inherente al hombre. Al estar íntimamente ligada al
pensamiento humano en un contexto económico de inversión de recursos es
comparable a un arte apoyado en la ciencia, las relaciones humanas y los
valores éticos intrínsecos de la cultura. Actualmente, la conceptualización de
gerencia refleja un punto clave, al involucrar el pensamiento del hombre
como instrumento reflexivo susceptible de evolucionar, y desde donde cada
actor social significó los fenómenos para interpretarlos y comprenderlos
desde la perspectiva de su cotidianidad.
Por su parte, Crissien (2005) complementa la anterior definición de
gerencia como el arte de maximizar el desarrollo del recurso humano,
14
además de los materiales. Evidencio como virtud del gerente la capacidad de
explotar en su totalidad el potencial humano para lograr el mayor rendimiento
con base en la óptima inversión de un mínimo de recursos. Esta definición
fue pertinente al estudio, en vista que presencié el excesivo consumo de
materiales en las organizaciones de salud dado por la demanda de atención
médica, contrastada con las limitadas partidas presupuestarias que
amenazan la atención y servicios, lo cual invitó a pensar en un modelo
alternativo para el óptimo manejo de los recursos hospitalarios.
Por otra parte, Crosby (1988) definió la gerencia en forma simplista como
un arte de lograr que lo planificado se ejecute, mientras Krygier (1988) la
conceptualizó como un colectivo de saberes implementables a la dirección
eficiente de una organización comercial o empresarial. La gerencia, dentro de
este contexto de ideas, consideré proyectarla como responsable del éxito o
fracaso en alcanzar las metas empresariales, al encargarse de la integración
de los conocimientos individuales de los participantes de un grupo para
conseguir los objetivos comunes planteados.
En su opinión, Sisk y Sverdlik (1979) expresaron que la gerencia es difícil
de definir por sus significados diversos. Mientras unos la identifican con
funciones de empresarios o supervisores, otros la reseñan a un grupo
particular de personas, como las juntas directivas organizacionales. De allí
que la gerencia ejerce múltiples funciones, porque el gerente debe
desenvolverse como líder, administrador, supervisor, planificador y
organizador. Del planteamiento de estos autores percibí la dificultad para
definir resumidamente la gerencia en un concepto único, debido a las
variadas facetas que puede adoptar según el contexto organizacional, el
momento histórico y social.
Desde su punto de vista, Drucker (1999) propuso que la gerencia ha sido
clasificada como una actividad social orientada a la dirección de
organizaciones que tiene por objetivo la elaboración de resultados bajo
criterios de eficiencia, eficacia y efectividad. Evoluciones posteriores han
15
incluido otros beneficiarios de la acción gerencial como la sociedad, usuarios,
Estado, medio ambiente, entre otros. Este miramiento tiene especial interés
en la gestión de organizaciones de salud, por cuanto se relaciona con un
servicio asociado con el bienestar social de la comunidad, la calidad de vida
de una sociedad y el alto impacto sobre el desarrollo de un país. Para este
estudio, tomé esta última definición con la inclusión de óptima inversión del
mínimo de recursos para lograr los objetivos institucionales.
A la vez que examiné la importancia del manejo de los recursos por parte
de los gerentes, su optimización para el despliegue y sustentabilidad de las
organizaciones estudiadas, con el deseo profundo de interpretar los desafíos
múltiples que se presentan en este medio, consideré significar, desde un
ámbito intersubjetivo, según Schutz (1974) las voces de los actores sociales
que laboraron en ellas, con el propósito de comprender el sentido que le
otorgaron a su actuar gerencial desde el cargo que ostentaron en estas
instituciones dispensadoras de salud.
Por ello, resalté el comentario surgido informalmente en conversación con
el Dr. Antonio Riera, médico cirujano especialista en Ginecología y
Obstetricia, adjunto y jefe de servicio de Ginecología y Obstetricia del HPO,
quien afirmó:
Aquí en el servicio los materiales y recursos que llegan están muy por
debajo de lo que realmente se necesita para atender a las pacientes, a
este ritmo vamos a colapsar, más que no está permitido pedirles a los
familiares.
16
En atención a ello, la gerencia en las organizaciones de salud, integra
actividades involucradas con el servicio, uso y control de los elementos
relacionados con procesos de mejoramiento institucional, en atención
especial hacia el manejo de capital humano, recursos e insumos. Procesos
que acaecen en una cotidianidad, definida según Martínez (2009) como “el
proceso de interrelación humana, cotidiano y siempre influido por la
subjetividad y culturas individuales” (p.3), donde la gerencia en salud evaluó
y comprendió su misión para lograr viabilidad en la prestación de un mejor
servicio como propósito misional que conlleve, a su vez, la sustentabilidad.
En este orden de ideas, Grant (1991) afirmó que las organizaciones
actuales que deseen garantizar su viabilidad a largo plazo deben
preocuparse no solo por las rentas y satisfacción socioeconómica de sus
clientes, sino por crear ventajas sostenibles competitivas en un entorno
global turbulento. Esto lo interpreté por las interconexiones económicas y la
crisis mundial, que me llevaron a reflexionar que el contexto estudiado no es
una excepción a este fenómeno. Por lo tanto, me propuse comprender los
retos que enfrenta la gerencia en las organizaciones de salud estudiadas
desde los significados creados por los gerentes según la óptica de la
economía azul.
Asimismo, Hall (1992) expuso que las ventajas competitivas no se logran
aleatoriamente, ni siquiera por una buena gestión u organización, hacerlo
implica que la gerencia tome conciencia de su rol en el desarrollo de
competencias distintivas y de los procesos en la organización en general. A
mi juicio, consideré este concientizar como procesos reflexivos que
generaron significados sobre el fenómeno gerencial, el cual deseé concebir a
partir de un modelo económico diferente al actual.
Sobre este punto, denoté la importancia del control y supervisión que la
gerencia debe ejercer para decidir el destino final de los recursos, lo cual
está íntimamente ligado a un escenario al cual direccioné este estudio, en
cuanto a las cosmovisiones emergentes sobre la gerencia en salud, a fin de
17
percibir a través de un carácter intersubjetivo cómo significaron su gestión y
proximidad hacia manejos gerenciales inspirados en un modelo económico
alternativo.
Por ello, consideré relevante conocer la perspectiva gerencial de los
actores sociales involucrados, con la finalidad de develar, interpretar y
comprender los significados que le atribuyeron a la gerencia en las
organizaciones de salud en la cual desarrollaron sus actividades cotidianas,
para así generar una aproximación teórica legítima referente al fenómeno
estudiado.
Desde esta perspectiva, recuperé el rol protagónico de los actores
sociales y el entendimiento intersubjetivo de sus actividades en el escenario
indagado. Por tanto, en esta valorada realidad cotidiana los signifiqué, dado
que convergieron en experiencias gerenciales y aportaron luz a la
comprensión de la situación estudiada. Así, consideré sustancial interpretar
las acciones gerenciales que desarrollaron en este medio, con el propósito
de obtener la comprensión del sentido que le otorgaron al fenómeno de la
gerencia.
En relación con los actores sociales, Sandin (ob. cit.), apuntó a quienes
están emparentados al fenómeno objeto de estudio. Por su parte Guilarte
(2017), los definió así:
18
En el hospital siempre falta algo, a veces suturas, medicamentos o
personal, generalmente el anestesiólogo. A veces lo que falta se debe
solicitar a los familiares. Por eso los turnos de electivas están muy
parados. De vez en cuando también se va el agua y hubo turnos
suspendidos por apagones donde no funcionó la planta eléctrica. Otro
día se paró el pabellón por robo de los aires acondicionados y para
agravar todo, la huelga del personal de enfermería por bajos salarios
ha llevado a éstas a hacer planes de contingencia y cerrar filas
mientras otras han renunciado. Esto igualmente afecta la consulta
donde solo se atienden pacientes oncológicos.
19
distribución de fondos para cubrir los gastos inherentes a todos los recursos
organizacionales, a fin de otorgar viabilidad en el cumplimiento de su misión
como lo es prestar servicios de atención médica a los usuarios de su área de
influencia, lo que a su vez inspiró la dirección en la gerencia de estos.
En complemento a los testimonios preliminares mencionados, sobre el
desequilibrio entre demanda y oferta de servicio médico, en vinculación a la
disponibilidad de recursos institucionales y su gerenciamiento, evoco al
comentario de la Dra. Maiby Camacho, médico cirujano, especialista en
cirugía general y cirugía plástica, reconstructiva, estética y maxilofacial,
adjunto del servicio de caumatología y cirugía plástica del HCUAMP, con
cargo de jefe de servicio suplente, quien en conversación informal comentó:
20
Los insumos están extremadamente escasos, debo hacer malabares
para encontrarlos, cuando se consiguen son revendidos y los precios
excesivamente caros, sobre todo los gases anestésicos. Es
prácticamente imposible encontrar materiales a precios regulados, los
proveedores se afincan en los precios que suben casi a diario, más el
personal que se queja porque el salario no les alcanza. Todo esto
encarece los gastos de la unidad. Cuando abrí la unidad no tenía
ninguna experiencia en la dirección de clínicas, fui aprendiendo
mientras gerenciaba, sin embargo, no había tantos problemas como
ahora.
21
servicios de salud, limitados por la baja disponibilidad de insumos y material
médico, lo cual disminuye a su vez su capacidad de viabilidad en el tiempo,
me hizo reflexionar sobre la relevancia de esta duda en el área económica
sobre la posibilidad de lograr estabilidad, requisito de valor en una
organización sanitaria, con o sin fines de lucro, que cuide su desarrollo,
crecimiento, progreso, existencia en el mercado salubre y logro en sus
objetivos de atención médica.
Con relación a la oferta de atención en servicios, las organizaciones
larenses cuentan con una estructura operativa definida para cada uno de los
niveles directivos. Sobre estas normativas, percibo que dentro de mis
actividades laborales como médico y gerente, realicé acciones donde he
constatado, con algunas excepciones, el cumplimiento de los reglamentos
que aseguran el adecuado manejo de la oferta de servicios, sin embargo
presencié durante toda mi carrera, otras limitantes del accionar gerencial
asociadas al escaso saber sobre esta ciencia, al manejo sin criterios
austeros y la falta de planes prospectivos, que han obligado a la
improvisación y reactividad circunstanciales asociadas a resultados
desalentadores.
Del mismo modo, el saber gerencial restringido de manejo sin criterios de
escasez, asociado a la falta de certidumbre dentro de una cultura venezolana
de despilfarro, inmersa a su vez en la ausencia de planes con visión de
futuro, han limitado el diseño de estrategias gerenciales por parte de los
gerentes de salud quienes se paralizan ante la perplejidad de concebir la
economía de una nueva forma, por el miedo que lo desconocido condiciona
dentro de sus vivencias organizacionales con escasa formación en gestión
administrativa. La ausencia de una planeación prospectiva y una actitud
gerencial limitada a la reactividad frente a los problemas agrava esta
situación institucional donde los ya escasos recursos no se administran con
eficiencia.
22
En estas vivencias cotidianas dentro de instituciones de salud, pude ver
que existe una carencia en las clínicas y hospitales de un esquema de ahorro
de insumos sólido, orientado a la disminución del gasto de material, donde
además, el personal responsable de la dirección de la entidad, altamente
calificado desde el punto de vista de la ciencia médica, adolece del perfil
profesional gerencial en los asuntos administrativos y financieros, por lo cual,
se vieron obligados al aprendizaje empírico a medida que gestionaban
circunstancialmente las necesidades organizacionales que el cargo gerencial
les exigía, con gran humanismo aunque sin reunir el perfil ideal de
competencias.
En torno a ello, estimé oportuno significar comprensivamente en este
contexto hospitalario la recreación de un sentido humanista, cónsono con la
deontología de la profesión, desde un quehacer gerencial impregnado de
valores solidarios, por la naturaleza de los clientes que solicitan el servicio
médico en calidad de pacientes.
No obstante, contemplé con preocupación durante mi carrera profesional,
obstáculos para obtener un capital humano que domine el perfil de
competencias señalado, condicionado por asuntos de tinte político en el
ámbito público y de afinidad económica en el medio privado, en vista que la
generalidad de propietarios de unidades privadas de salud dirigen
personalmente sus instituciones con una gerencia informal empírica, bajo la
incertidumbre circunstancial e improvisación reactiva frente a las amenazas u
oportunidades que emergen del entorno organizacional.
Tal situación, ha dirigido a la institución a un permanente proceso de
contratación y capacitación formal e informal de personal, para entrenarlo a
manejar la gestión de recursos y servicios institucionales, creando
secundariamente períodos transicionales negativos en los procesos
gerenciales y operativos, con resistencias a evolucionar gerencialmente. Por
lo tanto, vi necesario significar cómo interpretan la gerencia de salud en este
contexto, al reconocer la importancia que tienen en la dirección del
23
establecimiento salubre. Esta situación problemática, me condujo a
reflexionar acerca de la gestión en el ámbito de los retos de la crisis sanitaria
venezolana dentro de este tipo de organizaciones.
En torno a mi pensar sobre el fenómeno en estudio, consideré oportuno
describir el contexto donde se desarrolló, en cuanto a que estas
organizaciones se encuentran inmersas en una red nacional del sistema de
salud, por lo cual, estimé importante describir la estructura organizacional de
las principales instituciones adscritas, con la finalidad de propiciar un
acercamiento a la esfera donde se despliega el fenómeno a estudiado.
La gerencia sanitaria larense está dirigida por la Dirección Sectorial de
Salud del estado Lara, subordinada al Ministerio del Poder Popular para la
Salud como se evidencia en el organigrama mostrado en la figura 1, sus
direcciones y viceministerios, en redes de atención ambulatoria, hospitales,
recursos y tecnología.
Por su parte, la Dirección Sectorial de Salud del estado Lara cuenta con
nueve (9) Municipios: Iribarren Municipio 1, Carora Municipio 2, Morán
Municipio 3, Quíbor Municipio 4, Urdaneta Municipio 5, Crespo Municipio 6,
Andrés Eloy Blanco Municipio 7, Palavecino Municipio 8 y Simón Plana
Municipio 9. En la figura 2 se puede observar la distribución de los municipios
sanitarios y hospitales, plasmada en el organigrama de la Dirección Regional
de Salud del estado Lara.
La Dirección Sectorial de Salud del Estado Lara tiene bajo su dirección los
nueve (9) Municipios que prestan diferentes servicios médicos según la
organización sanitaria ubicada en el área de influencia del municipio y su
clasificación definida en Hospitales tipos I, II, III y IV, Ambulatorios Urbanos
tipos I, II, III y Ambulatorio Rurales tipos I y II.
La Misión de estas instituciones sanitarias es planificar, organizar,
coordinar, ejecutar, controlar y evaluar las acciones tendientes a fomentar,
preservar y restituir la salud de la población larense, en consonancia con lo
establecido por el MPPS, promoviendo nuevos modelos de gerencia que
24
propicien la transformación y participación de la ciudadanía organizada con el
fin de contribuir a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
La Visión de ellas es garantizar la calidad de la prestación del servicio de
salud a través de la distribución racional de los recursos físicos y financieros
con énfasis en el fortalecimiento institucional y la aplicación de tecnologías
de punta, contempladas en las políticas de desarrollo de la gobernación del
estado Lara bajo la directriz del MPPS, integrando y concientizando al
individuo y entorno en el proceso de bienestar para lograr optimizar las
condiciones de vida de la población larense.
En este orden de ideas, todas estas instituciones de salud exigen una
gerencia de eficacia con un líder de visión vanguardista inspirado en la
realidad del entorno, según Amaro (ob. cit.) requiere ser innovador en
estrategias gerenciales que perfeccionen el servicio ofertado, con miras al
sector social más vulnerable económicamente, donde la inversión en
programas de índole preventiva y curativa no menoscabe en exceso las
finanzas institucionales, en crónico déficit bajo el esquema económico actual,
lo cual se ha convertido en una estructura de poco cumplimiento.
En atención a estos aspectos de las organizaciones dispensadoras de
salud, sentí durante mis años de formación académica universitaria,
asistencial de postgrado y directiva como gerente médico, tanto en entes
públicos como privados, una curiosidad indagativa sobre el modelo
económico convencional en el que se basa la gerencia sanitaria actual unido
a un sentimiento de protección ecológica del entorno natural, que se
fusionaron para hacer emerger en mi ser una iniciativa investigativa gerencial
salubre y de cuidado medioambiental en las actividades de las estructuras
organizativas de clínicas, ambulatorios y hospitales. Así, vi a las instituciones
de salud larenses, como el escenario ideal para satisfacer mis inquietudes
personales gerenciales y ecológicas en un ámbito laboral problemático.
Estas consideraciones acerca de la estructura organizacional de las
instituciones sanitarias larenses, me motivaron como médico que labora en
25
ellas, a investigar acerca de los significados que le otorgan los gerentes a
partir de sus vivencias, perspectivas, actividades individuales y colectivas, en
un fluir comprensivo, del sentido que le atribuyen al fenómeno a estudiar,
cuando dirigen su actuar hacia el logro de las metas en dirección a la
atención de los pacientes usuarios del servicio y la perspectiva de economía
que los direcciona hacia el impacto no solo financiero, sino social y ambiental
de la economía roja contrastada con la azul.
En torno a esta triada de sustentabilidad, la Lic. Norkary Sequera,
licenciada en administración, quien ejerció el cargo de jefe de personal en
varias instituciones, incluido actualmente el ambulatorio Dr. Vicente Andrade
dependiente
IVSS, durante conversación informal expresó:
Los insumos médicos llegan, aunque generalmente no son los que se
piden o usan más frecuentemente. La afluencia de pacientes es
grande y se gasta mucho material. Hemos tenido que hacer
improvisaciones para adaptar lo que tenemos disponible y cubrir
situaciones de urgencia, ya que, las partidas presupuestarias que nos
dan, no se pueden usar para otra cosa que no sea para la que está
destinada dentro de la institución. Se hacen grandes esfuerzos y así a
medias logramos mantener el funcionamiento del ambulatorio.
26
lo interpreté desde los retos contenidos en los ambientes hostiles de la crisis
nacional, caracterizado por una economía inestable, el comportamiento del
mercado petrolero y el manejo del contexto sociopolítico del país, que
impactó fuertemente según expresó Becerra (2015) en el desenvolvimiento
operativo institucional, específicamente en el contexto del ámbito del
fenómeno estudiado. La improvisación es un estilo de gerencia reactivo, es
decir, actuar según la inmediatez de las circunstancias, sin una estrategia
planificada ni concertada prospectivamente, como apoyo indeseable a la
supervivencia económica gerencial y por ende, a la existencia organizacional.
Luego, en el relato preliminar de esta actora social informal evidencié la
ausencia de estrategias gerenciales bajo un modelo económico que usa
descontroladamente insumos, materiales y energía dentro de las
instituciones, y la inexistencia a considerar indicadores que permitan
optimizar el manejo de recursos bajo criterios de escasez. Este gerenciar
reactivo es una debilidad de las organizaciones sanitarias larenses, que
contribuye parcialmente a significar ciertas limitantes alrededor del fluir de
algunos procesos endógenos de operatividad en relación con la experiencia
de los directores en su administración.
Entre los componentes álgidos de índole gerencial que confrontan estas
organizaciones sanitarias y que penetran todos sus niveles estructurales de
funcionamiento, encontré el comportamiento errático de las divisas dentro del
sistema cambiario, la hiperinflación, el precio del barril de petróleo, los
ajustes de sueldos y salarios y la incertidumbre jurídica, los cuales son
factores de interés que comprometieron el progreso y sostenibilidad de la
organización, por lo que consideré trascendente comprender los significados
que le otorgaron los actores sociales desde sus vivencias cotidianas, a las
situaciones gerenciales que emanaron de estos ámbitos.
Es así como, desde mi labor gerencial y vivencias como médico, jefe de
ambulatorio, residente de postgrado y médico especialista, entendí que
aunque cuento con una infraestructura filosófica, requiero comprender los
27
esquemas convencionales de gerencia en salud que se han aplicado en cada
una de las instituciones vividas, en atención al quehacer gerencial y
administración de recursos e insumos médicos en los procesos operativos
internos organizacionales de estas instituciones sanitarias, la valoración del
sentido humano al gestionar en situaciones críticas que involucraron la vida
de las personas, a fin de generar una aproximación teórica acerca de la
gerencia en las organizaciones de salud desde la perspectiva de la economía
azul.
De este modo, la gestión de recursos como práctica ejecutoria implicó la
utilización de conocimientos y experiencias que colaboraron a una honda
comprensión contrastada de los viejos y potencialmente nuevos esquemas
gerenciales, según las necesidades emergentes en entornos altamente
mutantes y aleatorios, como el ámbito larense de salud. La comprensión de
los motivos por los cuales una gerencia basada en un modelo económico rojo
ha sido predominante dentro de estas organizaciones, no trascendente con
una economía azul, derivó de la interpretación que le asignaron los actores
sociales, e iluminó en mí la inquietud investigativa desde la cual me planteé
las siguientes interrogantes:
¿Cómo develar los desafíos de la gerencia en las organizaciones de salud
larenses, desde la economía azul?, ¿Cómo interpretar el significado que le
atribuyen los actores sociales a la gerencia en las organizaciones de salud
larenses desde la economía azul?, ¿Cómo comprender el sentido de la
gerencia en las organizaciones de salud larenses desde la economía azul?,
¿Cómo generar una aproximación teórica acerca de la gerencia en las
organizaciones de salud larenses de Venezuela desde la economía azul?.
Intencionalidades de la Investigación
28
Interpretar el significado que le atribuyen los actores sociales a la
gerencia en el contexto de las organizaciones de salud larenses, desde la
economía azul.
Comprender el sentido de la gerencia que le atribuyen los actores
sociales en el contexto de las organizaciones de salud larenses desde la
economía azul.
Generar una aproximación teórica acerca de la gerencia en el contexto de
las organizaciones de salud larenses desde la economía azul.
29
materializar la triada de la sostenibilidad con base en una economía que
sustituya los procesos lineales rojos por la circularidad del modelo azul.
Satisfacer las necesidades de los habitantes actuales sin complicar la
satisfacción de las generaciones del mañana, se configura como una tarea
difícil de alcanzar bajo los modelos económicos de naturaleza depredadora,
para alcanzar la deseada sustentabilidad que cualquier organización anhela
en su estructura organizativa. Dicha sustentabilidad, se trasluce en un mejor
servicio y éste aporta calidad a la vida de las personas que lo usan, bajo
procesos desarrollados dentro de instituciones dirigidas por gerentes
alineados a una ideología económica para la gestión de recursos materiales
y direccionamiento humano cuyo conocimiento se limita en la actualidad a la
dañina linealidad técnica instrumental.
De tal manera, existe así una carencia de conocimiento alternativo sobre
estrategias que consientan una gerencia más eficiente de la energía, agua, e
insumos médicos, para que se susciten mejores resultados en términos de
gestionar servicios salubres. Por ello, es de suma importancia haber
estudiado comprensivamente los significados que crearon los gerentes en el
manejo de recursos y su impacto sobre el ejercicio de una nueva forma de
gerenciar en salud fundamentada en una economía de procesos circulares.
Es por esta razón, que la investigación bosquejó su pertinencia y relevancia
desde varias perspectivas complementarias dirigidas a la óptima oferta del
servicio de salud con base en nuevas estrategias gerenciales desde una
economía azul.
En este orden de ideas, la prestación del servicio de salud es uno de esos
procesos que involucran la acción de un capital humano comprometido con
una formación médica integral, capaz de manejar los elementos que atañen a
su labor gerencial, tales como capital humano, insumos materiales, energía,
entre otros, bajo acciones que conlleven su mejor uso y distribución. Este
complejo organizacional, incluye niveles de existencia que deben equilibrarse
para lograr un flujo armónico de eventos que interactúen y se retroalimenten
en la elaboración de un producto final provechoso para su entorno social.
30
Ese producto es la salud, cuya esencia va más allá del recinto
institucional al trascender a otros planos que coexisten en la sociedad.
Dispensar salud escapa al simple acto médico, y se eleva hasta las
comunidades, medioambiente y economía nacional. De este modo, el ejercer
como gerente sanitario, fue un acto formal que permeó varios ámbitos del
accionar humano, dentro y fuera de las instituciones salubres, tanto a nivel
individual, social, político, económico, ecológico y cronológico-temporal, lo
cual es una concepción que requerí hacer trascender en esta investigación.
De esta manera, la relevancia de esta investigación vino otorgada por la
generación de un despliegue teórico sobre la gerencia desde la comprensión
del significado de la linealidad depredadora del modelo rojo, y la percepción
de los gerentes con respecto a la dirección de las instituciones sanitarias
desde los preceptos de una economía azul, ecológica, rentable y socialmente
impactante, bajo actitudes creativas de perfección de habilidades gerenciales
innovadoras que condujeran a una gestión óptima, energéticamente
ahorrativa y ambientalmente favorable, con una visión orientada hacia la
excelsitud de la oferta de servicios de salud en el estado Lara.
Este estudio doctoral contribuyó también desde el punto de vista
pragmático, al logro de una superior caracterización de los referentes
teóricos y elaboración de conocimientos en torno a una teoría emergente, de
manera que los hallazgos alcanzaron a contribuir con la comprensión
significativa de los procesos gerenciales, determinantes en la evolución de
los seres humanos en la sociedad, propiciando estados reflexivos que
configuraron visiones comprometidas con la generación de estrategias
empresariales desde un modelo económico institucional, lo cual implicó una
pertinencia académica de crecimiento intelectual y científico, al crear otras
formas de comprender la realidad y nuevos conocimientos gerenciales para
el manejo hospitalario.
En el plano económico, la pertinencia radicó en la comprensión de una
realidad gerencial austera en energía, agua y recursos, que el modelo
económico azul ofrece a la creatividad de la gerente adaptada a cada
31
particularidad organizacional, cuya esencia permitiría rendir las limitadas
asignaciones del Estado en el caso de los entes públicos, y aumentar la
rentabilidad a los socios de las clínicas privadas. Este excedente monetario
podría constituir una potencial fuente paliativa del déficit presupuestario
público, para elaborar proyectos de crecimiento y desarrollo organizacional, o
ser destinados a la resolución de problemas institucionales originados
factiblemente por la propia escasez de capital.
Desde la postura medioambiental, estimé una pertinencia ecológica
ofrecida por la concepción de residuos de los procesos de atención al
paciente, desde un sentido comprensivo, con la consecuente atenuación del
impacto ambiental al reducir la acumulación de desechos, vertimientos y
emisiones tóxicas. Asimismo, esta relevancia ecológico-ambiental, iría
íntimamente ligada a una preeminencia social, que se cristalizaría en un
entorno higiénico libre de contaminantes, con suelos, aire y agua limpios que
establecerían condiciones favorables al pleno desarrollo del ser humano
desde la comprensión gerencial.
En este sentir, la pertinencia económica no solo se limitaría a las
ganancias de socios de clínicas, o al rendimiento del presupuesto de
hospitales, sino que alcanzaría al personal sanitario que labora en ellas,
quienes podrían beneficiarse del exceso de riqueza proveniente de la
adopción gerencial del modelo azul. Así, el impacto social condicionado por
la salubridad ambiental se reforzaría positivamente al elevar la calidad de
vida de los empleados sanitarios y ciudadanos, por un mejor ingreso salarial
y, por ende, familiar.
Por otro lado, existe una pertinencia política, vinculada al enriquecimiento
ideológico azul de los dirigentes gobernantes, quienes dispondrían de nuevos
saberes gerenciales empresariales e institucionales, para encaminar sus
decisiones a la ejecución de proyectos sociales dirigidos a la consecución de
objetivos comunes que mermen el choque de intereses entre los diferentes
grupos de la sociedad larense, bajo un esquema de equidad y justicia social,
amparado en un mejor sustrato económico que adolezca de la voracidad
32
medioambiental de la economía roja vigente, para incidir positivamente en los
niveles de vida de los larenses.
Asimismo, al reflexionar sobre el nivel y calidad de vida, los percibí como
la conjunción de la salud propiciada por un ambiente limpio, ingresos
adecuados y una sociedad satisfecha. Es la triada de la sostenibilidad,
plasmada en la civilización y cuyo fin, no es solo la supervivencia, sino la
felicidad y plenitud existencial. No obstante, el concepto de sostenibilidad
implica la satisfacción de las necesidades sin el compromiso de las
generaciones futuras, definición que claramente expone el factor tiempo
dentro de sus axiomas. Por lo tanto, este trabajo indagativo doctoral adoptó
una pertinencia prospectiva, que emergió de la planificación que el gerente
debe poseer para planear sus direccionamientos gerenciales al mañana, en
vista de la capacidad que las acciones humanas dirigidas a la búsqueda
sostenible tienen para crear un impacto cronológico-temporal a corto,
mediano y largo plazo.
Igualmente, destaqué la relevancia de la metodología de este estudio,
bajo el enfoque cualitativo, paradigma interpretativo, a partir del cual procuré
configurar la realidad desde la interacción con los gerentes inmersos en el
fenómeno. Igualmente, me apropié del método fenomenológico hermenéutico
para darle orientación científica a la investigación, la cual ameritó un plano
filosófico interpelativo dirigido a una reflexión epistemológica. Ello implicó
forjar filosofía y transferir los pensamientos desde la reflexión en torno a un
discurso fenomenológico.
Es por ello, que esta investigación estuvo inmersa en la línea de
investigación “Desarrollo Gerencial y Organizacional” que promueve la
Universidad Yacambú (UNY) en la ciudad de Barquisimeto, estado Lara;
definida como una línea que contiene en su unidad una extensa diversidad
de temas abordables desde la postura de las viejas y nuevas ciencias, con
una combinación de opciones epistémicas y metodológicas. Dando paso así
al abordaje, multi e interdisciplinario sistemático con extensión metodológica
33
de los conocimientos emergentes en el área gerencial de la realidad regional,
nacional y global, para asistir al desarrollo triunfante de los programas que
gestiona la UNY en el campo de las ciencias gerenciales. Esta línea
investigativa está identificada entonces, como una opción para el desarrollo
de nuevo conocimiento mediante la indagación sistematizada.
Con relación a su descripción, el “Desarrollo Gerencial y Organizacional”,
se caracterizó por un amplio marco referencial proveniente de diferentes
fuentes en el campo de las nuevas ciencias ligadas al pensamiento gerencial,
dentro de las cuales están las teorías propias de la gerencia, sistemas y
estructuras disipativas. Al hablar de estas estructuras que constituyen la
aparición de disposiciones coherentes y organizadas en sistemas alejados
del equilibrio. Esta investigación a su vez tuvo un soporte contextualizado por
las teorías existentes, para recrear una nueva postura sobre la comprensión
de la realidad, gerencia y economía azul.
Esta argumentación, reveló la necesidad de recrear significados que
propicien comprensiones sobre la gerencia centrada en el diseño de
estrategias enmarcadas en la teoría económica azul para generar
herramientas intelectuales vinculadas con la dirección y gestión de salud
mediante la aplicación de los nuevos conocimientos de circularidad de
procesos aquí construidos.
Luego, esta investigación develó una aproximación teórica centrada en la
gerencia en salud desde la economía azul, con base en la comprensión de
los significados de los procesos de una organización de características muy
particulares que tienen otras perspectivas de la propia definición de gerencia
sanitaria. Este estudio, asimismo, aportó conocimiento de apoyo referencial a
otros investigadores en torno a la temática abordada, como inicio a nuevas
investigaciones sobre el tema. A continuación, presento la figura 1 donde se
observan las intencionalidades de la investigación.
34
35
REFERENCIAL TEÓRICO
“No le pidamos más a la tierra.
Hagamos más con lo
que la tierra nos proporciona”
Gunther Pauli
Estudios Previos
37
A partir de la hipótesis de que un valor de consumo óptimo único para
todo el conjunto de hospitales no aportaría una información real acerca de la
eficiencia de energía, dada la multiplicidad de infraestructuras, que impedía
establecer comparaciones entre hospitales diferentes, expuso distintas
variables en el consumo de estos. Para medir la eficiencia, involucró la
energía suministrada (electricidad, gas, petróleo, agua) contra la consumida
(iluminación, agua, climatización, refrigeración, calefacción, ventilación) bajo
el objetivo de determinar un valor característico del consumo óptimo para
todos los hospitales que definiera su eficiencia en función de unas variables.
Además, se trazó otro objetivo, dado en obtener mediante la selección de
estudios, el análisis de las metodologías usadas en cada uno y la evaluación
acerca de su potencial uso en los edificios hospitalarios, como base factible
que admitiese en próximas investigaciones diseñar un método para concretar
el valor del consumo óptimo de un hospital. Los hallazgos y conclusiones
obtenidos fueron específicos para cada uno de los tres niveles de
investigación adoptados por la autora: desde una postura histórico-
cronológica, funcional y energética. Aunque sus análisis documentales
estuvieron enfocados desde perspectivas diferentes, fueron complementarios
para formular las conclusiones.
Desde la postura histórica, la investigadora analizó las tipologías de
edificios hospitalarios usadas a lo largo de su historia. Se repasaron
diferentes modelos, factores que provocan el cambio y comportamiento de
estos frente a las condiciones climáticas. Al referirse a los sistemas pasivos,
destacó las tipologías que permitieron el asoleamiento y la ventilación natural
como ahorradores de energía. También, el nivel de afectación de cada tipo
sobre los sistemas activos. Una tipología horizontal con una mayor longitud
de recorrido de los ductos supuso usar diámetros mayores y más gasto
energético por pérdidas de presión y temperatura, mientras que, en las
tipologías verticales desarrolladas en altura y los espacios destinados a las
instalaciones estuvieron simplificados notablemente.
38
Concluye en este apartado, que actualmente la tipología del edificio
hospitalario debería ser capaz de aprovechar los recursos que la naturaleza
del entorno ofrece, por lo cual, consideró obligatorio acatar las normativas de
El Código Técnico de la Edificación respecto a la instalación de placas
solares, para garantizar una contribución en el calentamiento del agua
sanitaria, o energía eléctrica en los edificios con un determinado volumen,
forma y ubicación. Según El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la
Energía citado por la investigadora, la energía solar térmica pudo satisfacer
el 80% de las necesidades de agua caliente de uso sanitario y el 60% de la
energía eléctrica para climatizar el edificio.
En el segundo apartado, la autora creó una relación con las necesidades
que requiere un hospital a nivel arquitectónico para ahorro energético
teniendo en cuenta el programa funcional, dónde consideró instalaciones y
equipos. Enumeró los usos de las principales fuentes e instalaciones para
que el hospital funcione y concluyó, que el área geográfica del hospital es
determinante en sus necesidades energéticas para confort interior. Comparó
diferencias entre consumos de hospitales, debidas al país, donde ejemplificó
el consumo de electricidad por cama en Italia de 5,1 MW/h y 28,1 MW/h, en
Australia. Así como el consumo por metro cuadrado en Suiza sobre los 61
kW/h y en Canadá sobre los 119 kW/h. Sin embargo, razonó estas
discrepancias por las diferencias climáticas, tipo de edificación, diseño y
precio de la energía.
Asimismo, dentro de una misma área geográfica, la investigadora
demostró que la ubicación del hospital es determinante. Su potencial
capacidad para servirse o defenderse de los fenómenos ambientales
exteriores le confirió el nivel de ahorro energético. Al analizar las
necesidades hospitalarias, evidenció su repercusión sobre el consumo,
desde dos aspectos: en el consumo necesario para el confort ambiental
relacionado con la arquitectura, (como calefacción y/o refrigeración,
ventilación e iluminación), donde la eficiencia arquitectónica es fundamental y
39
en el consumo por los equipos empleados en las actividades hospitalarias,
en el que las instalaciones de energía son el único recurso para incidir.
Por ello, la autora resaltó en esta investigación la relevancia de diferenciar
los hospitales según su oferta de servicios además de tener en cuenta
características como tamaño y número de camas. Las instalaciones volvieron
a remarcar las diferencias entre estos: el tipo de fuente de energía para el
funcionamiento de sus sistemas y el uso o no de estrategias para reducir
consumo. Fuera de tomar en cuenta sólo el consumo en la fase de uso, la
forma de construcción del hospital, los materiales manejados, si eran
reutilizados o nuevos y su procedencia, también fueron considerados
factores determinantes en cuanto a consumo de energía dentro de la
estructura funcional del hospital.
En el último apartado, la investigadora se centró en el consumo
energético óptimo para un edificio hospitalario, concluyó que analizar y
comparar el consumo de energía en las edificaciones de los diferentes
países en niveles absolutos de consumo no es viable debido a las
diferencias; además el número de procesos que se incluyeron en los
diferentes cálculos variaron en función del país analizado. Por tanto, la
heterogeneidad estructural y funcional crea sesgos que dificultan las
comparaciones en términos absolutos.
Esta investigación doctoral la consideré significativa en mi estudio, dado
que articuló en varios puntos fundamentales con este estudio. Primeramente,
el ámbito donde se desplegó fue en organizaciones sanitarias al igual que el
medio donde comprendí los significados de mis actores sociales, y aunque
metodológicamente ambas investigaciones difirieron, la temática sobre
eficiencia energética de edificios hospitalarios tocó íntimamente mi
pretensión de interpretar intersubjetivamente las cosmovisiones de los
gerentes salubres larenses frente al manejo eficiente de recursos, energía y
su relación desde una economía azul.
Del mismo modo, el estudio aludió a términos clave como la prevención
de gastos prescindibles, la eficiencia como obtención del máximo beneficio
40
de los recursos disponibles y la reutilización de materiales de construcción de
los hospitales, como variables que influyeron en el consumo energético.
También resaltó, la capacidad del hospital de aprovechar los recursos que el
entorno natural le ofrece como fuentes energéticas alternas, para lo cual
ejemplificó a la energía solar como alternativa a la electricidad convencional
para calentar agua y climatizar el interior de la infraestructura. Igualmente,
correlacionó estas fuentes naturales con el diseño arquitectónico que
combinado a las condiciones ambientales fue determinante en el consumo
energético final.
En el mismo orden de ideas, esta investigación enfatizó que las
disposiciones físicas de la arquitectura y diseño del edificio más la instalación
de fuentes alternas amparadas en el clima de la ubicación geográfica, fueron
materializadas a partir de la implementación de estrategias que nacieron de
una actividad gerencial que creó opciones a partir de modelos económicos
innovadores, a semejanza con la teoría económica azul, sobre la cual basé
mi investigación. Reusar materiales, rendir eficientemente los recursos,
aprovechar las fuerzas naturales locales e implementar fuentes alternativas
de energía, fueron entre muchos otros, axiomas de un modelo económico
azul. Esta implicación gerencial la destaqué como el punto más relevante en
la pertinencia de esta investigación respecto a la que desarrollé.
Continuando en el ámbito internacional, González (2014) presentó su
trabajo doctoral dirigido al tema energético, realizada en la Universidad Rey
Juan Carlos de Madrid, titulada Modelo de Innovación y Optimización de la
Energía Solar en España, relacionada con la aplicación de las tecnologías
disponibles para el aprovechamiento de recursos, comercialización y
beneficios de la energía solar. Esta tesis estuvo enmarcada dentro del
paradigma postpositivista y utilizó para su despliegue un enfoque cualitativo,
sustentado metodológicamente en la teoría fundamentada, mediante el
método de estudio de casos a través de entrevistas a expertos Delphi.
El autor analizó los límites, tanto a medio como largo plazo, de la
competitividad económica de la energía solar en España, estudiando el nivel
41
de evolución que presumiblemente debería tener esta forma de producción
energética, hasta lograr ser competitiva con las energías fósiles y otras
fuentes emergentes en desarrollo.
Realizó una exploración actualizada de la literatura en referencia a la
evaluación económica de escenarios de energía del sol, para ver cómo esta
podría llegar a suplir las energías de generación eléctrica fósil, con un alto
grado de acoplamiento a la demanda, todo ello dentro de una predecible
deflación de precios que haría competitiva la energía solar en un mediano
plazo comparada a otras tecnologías de impacto medioambiental reducido.
En el caso español, se planteó la posibilidad que, con la evolución de la
industria solar, alrededor del 2020 el coste de la electricidad producida
mediante esta fuente fuese competitivo con el de generación de las centrales
de ciclo combinado de gas. Hizo igualmente mención, a la evolución
previsible de las tecnologías alternas.
Según el análisis del investigador, el desarrollo de un modelo de
optimización de la energía solar en España y más especialmente, para
mantener el liderazgo mundial de la tecnología termosolar, debe dotarse de
solidez al marco regulatorio para permitir el desarrollo de la tecnología y
atraer a inversores internacionales. En este sentido, las empresas deberán
tener como objetivo reducir costos e incrementar la eficiencia de la
tecnología. La reducción de estos debe venir por la disminución de la
inversión, descenso en gastos operativos y de mantenimiento. Estas mejoras
vendrían dadas por las empresas mediante una curva de aprendizaje, es
decir, cuantas más plantas nuevas construyan y operen, serían más
eficientes.
Este estudio resaltó su relevancia en mi investigación, desde la
perspectiva operativa de las organizaciones como entes consumidores de
energía, al señalar la importancia de la columna económica de la triada
sostenible, representada por los nuevos inversionistas, costos de operación y
mantenimiento como elementos esenciales de la viabilidad institucional. Al
42
revelar la necesidad de atenuar los gastos operativos y energéticos de las
organizaciones españolas, como punto importante en el ahorro empresarial
global, así el autor traslució un axioma azul sumamente importante en la
gerencia austera de las empresas españolas.
Asimismo, el autor hizo hincapié en un importante principio de la
economía azul desde la cual deseé que mis actores sociales vislumbraran la
gerencia en salud de las organizaciones sanitarias locales, que fue, la
sustitución energética dañina por generación eléctrica local renovable a
menor costo, evidenciado en este estudio, en el punto que tocó la sustitución
de los combustibles fósiles contaminantes por una energía solar no solo
pura, sino competitiva en costos de producción, es decir, reemplazo de
energía costosa poluta por energía barata limpia. Este modelo de gestión
óptima de generación eléctrica termosolar que buscó esta investigación para
hacerla competitiva con la generación eléctrica de derivados del petróleo u
otras fuentes alternativas emergentes, representó un constructo gerencial
innovador para mi estudio.
Otra investigación internacional que aportó orientaciones a mi
investigación fue Garcés (2017), con su tesis doctoral presentada en el
Departamento de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid,
titulada: Organización de un Servicio de Urgencias: análisis de la actividad y
de las medidas adoptadas para mejorar la calidad. Dicho estudio es
epidemiológico observacional, de carácter descriptivo, prospectivo, adscrito
al paradigma positivista, de enfoque cuantitativo, con obtención retrospectiva
de datos a partir de una historia clínica informatizada.
Esta investigación, tuvo como objetivo describir y analizar las variables
demográficas (edad, género, país de nacimiento, población de residencia), y
asistenciales (número de pacientes evaluados anual y mensualmente,
pacientes examinados por hora de llegada y franja horaria, distribución de la
demanda por gravedad, tiempo de la primera asistencia facultativa en
minutos en función del nivel de gravedad y tiempo de estancia media en
urgencias), así como algunos indicadores de calidad (proporción de ingresos,
43
tasa de mortalidad, tiempo de demora para la primera asistencia y tasa de
retorno tras 72 horas del alta), establecidos por la Sociedad Española de
Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), de la población atendida en
el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario del Sureste de Arganda
del Rey, desde el año 2009 hasta el 2014.
El autor estimó que el conocer esta información permitiría optimizar el
proceso asistencial hospitalario, asumiendo que el estudio de un Servicio de
Urgencias Hospitalario (SUH) es ventajoso para proponer medidas de mejora
desde el punto de vista de calidad asistencial, gestión clínica y conciliación
entre la demanda y la oferta del servicio médico.
Así, el investigador pretendió refutar la hipótesis de que el determinante
externo que más condiciona la calidad, eficacia y eficiencia de un SUH, es el
número de pacientes atendidos a diario con las afluencias a situaciones de
saturación, por lo que pretendió demostrar que estas crisis siguen
globalmente, un patrón horario, semanal y anual homogéneo bien definido,
que admite una planificación y reorganización, tanto de los recursos
humanos como de los recursos materiales, en los distintos puestos laborales
a lo largo del año y de horas del día. Se trató entonces esta investigación de
un tipo de estudio que podría colocarse en el marco de la calidad del proceso
asistencial del sistema sanitario, para dar ideas que solucionen y mejoren los
actuales problemas de los SUH al proporcionar resultados que puedan ser
aplicables a otros centros salubres de similar complejidad y estructura.
La población atendida en el SUH del Hospital Universitario del Sureste
(SHUSES) fue predominantemente de sexo femenino, naturales de España,
de edad comprendida entre 26 y 55 años, y residentes en Arganda del Rey,
quienes principalmente consultaron (80%) por patología clasificada con un
nivel de gravedad no vital. Desde su apertura, el SUH del HUSES aumentó
las cifras de población atendida, observándose una distribución bimodal
anual estacional con picos de asistencia en mayo y diciembre, y otros con
igual distribución diaria en la franja horaria entre las 10 a 12 horas de la
mañana y 18 a 20 horas del día.
44
El análisis de los indicadores de calidad incluidos en este trabajo mostró
una mejoría estadísticamente significativa (p<0,05) de los mismos a lo largo
del período estudiado. Los resultados obtenidos en el presente trabajo
demostraron que los cambios organizativos, estructurales y asistenciales
llevados a cabo en el SUH del HUSES fueron efectivos gracias a la gestión
flexible de los recursos humanos y estructurales lo que permitió adaptar los
espacios físicos, modificar horarios y dotaciones de personal para garantizar
la atención eficiente de los pacientes.
El autor concluyó que es fundamental el papel de la Dirección Gerencial y
Dirección Médica del Hospital, ya que sin ellas la reordenación del cuidado
urgente, basado en lo que este trabajo de investigación pretendió demostrar,
(que la demanda de atención urgente es previsible y que la gestión interna en
el hospital para evitar la saturación en los SUH es mejorable) no sería
factible. Así el conocimiento de la actividad acumulada permitió la gestión
flexible de los recursos estructurales y humanos, por lo que pudo ser
adaptado a las necesidades asistenciales reales, con objeto de mejorar los
indicadores de calidad.
La pertinencia de esta investigación como estudio previo relevante a mi
trabajo doctoral, radicó no en la gestión óptima de recursos materiales, sino
en el papel que juega la gerencia de la dirección hospitalaria en cuanto a las
estrategias de gestión dentro de la calidad de oferta del servicio médico. Es
importante destacar que una gerencia basada en principios azules, aunque
se enfoca principalmente en la circularidad de los recursos y uso de fuentes
energéticas naturales, igualmente amerita de estrategias gerenciales
innovadoras que adapten esa disponibilidad de materiales, energía y capital
humano a escenarios críticos futuros, prospectivamente previstos de
saturación de demanda del servicio médico, de manera de hacer realizable la
amortización del impacto sanitario en el servicio correspondiente.
La gerencia sanitaria basada en los axiomas de la economía azul, al igual
que la economía roja convencional, necesita de los mismos procesos de
45
planificación, ejecución, dirección y control, con la diferencia en la
planificación estratégica que se orienta solo a la rentabilidad en la gerencia
roja y a la triada de la sostenibilidad en el modelo azul. Este estudio entonces
mostró la relevancia de la acción gerencial en la dirección hospitalaria, ya
que, en su ausencia, la gestión eficiente de la reorganización de los recursos
materiales, estructurales y humanos para su óptimo rendimiento a futuro
sería inviable.
Otra investigación internacional que se articuló con hallazgos relevantes a
mi estudio fue la presentada por Rodríguez (2018), en la Universidad
Complutense de Madrid, Facultad de Medicina, Departamento de Cirugía,
titulada Proyecto de Gestión de un Servicio de Cirugía General en un
Hospital de Nueva Creación. Análisis del Funcionamiento. Este estudio
doctoral fue de tipo observacional, no experimental, longitudinal retrospectivo
y de enfoque cuantitativo, enmarcado en el paradigma positivista y apoyado
a su vez en un estudio descriptivo y longitudinal de los proyectos de gestión
entre 2008-2015, tomando como base el presentado para concursar a la
jefatura de servicio.
En esos proyectos sobre los cuales se basó el investigador, se
desarrollaron los métodos y estrategias realizados en la planificación de los
aspectos más notables para la preparación del servicio: planificación y
control asistencial, gestión de capital humano y materiales, diseño de los
servicios, planificación docente y de formación continua, planes de calidad,
indicadores de eficiencia y otros, así como los mecanismos para evaluar el
funcionamiento de estas áreas.
Los objetivos del estudio fueron: 1) Analizar el proyecto presentado para
la Jefatura de Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo destinado al
Hospital del Sur (Parla) y su puesta en marcha, así como los resultados
obtenidos en el plan inicial de apertura. 2) Evaluar periódicamente los
proyectos de gestión comprendidos entre los años 2008 y 2015, analizando
su grado de cumplimiento en relación con los resultados obtenidos en las
46
áreas de actividad asistencial, docencia e investigación, calidad y gestión. 3)
Estudiar la importancia del trabajo por objetivos (institucionales, de la unidad
e individuales) como criterio diferenciador con otros centros hospitalarios.4)
Estudiar la influencia de la distribución por áreas de trabajo y de capacitación
profesional como medida integradora y de corresponsabilidad y 5) Evaluar el
papel de la motivación profesional en la consecución de objetivos.
Todos los años se ejecutó un plan funcional de servicio y el autor analizó
su valor de cumplimiento. La información para cotejar los resultados se
obtuvo de los cuadros de mando hospitalarios, de las evaluaciones de la
dirección médica y de los registros de actividad docente e investigación. Este
investigador incluyó para el análisis de la eficiencia de la unidad, datos
generales del Plan Estratégico de Cirugía General de la comunidad
autónoma de Madrid (CAM) del año 2012. De la misma manera, aportó datos
de hospitales nivel 1 y 2 de la CAM, más precisamente del hospital del
Henares y Sureste. Una parte importante de la evaluación consistió en
desarrollar el análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas
(FODA) con el fin de observar si las predicciones y los objetivos estaban a
priori bien reconocidos.
Para comparar las proporciones de algunos de los indicadores estudiados
el investigador implementó la prueba de la χ2. Asimismo, entrevistó
personalmente a los profesionales para analizar la predisposición de los
facultativos a continuar la línea del trabajo por áreas de responsabilidad. La
motivación y satisfacción de los profesionales las evaluó mediante un
cuestionario de calidad de vida profesional codificado como CVP-35.
En esta tesis, el autor habló de la gestión clínica como elemento teórico
que se sustenta en el análisis de la información para la búsqueda de la
eficiencia en las actuaciones sanitarias. La puesta en práctica de las teorías
de la gestión no siempre es fácil; dichas teorías, afirma, no sirven de igual
manera para todos los hospitales. Las peculiaridades de cada institución
hospitalaria hacen que se tengan que adaptar a ciertos parámetros en los
47
que se basa la gestión clínica. Además, agregó que, entre los criterios para la
gestión de un servicio médico, aparte de un proyecto bien estructurado, perfil
del jefe de servicio (gerente médico) y de los facultativos con sus respectivos
conocimientos en gestión, también debe estar incluida la gestión de los
recursos humanos y materiales.
La gestión clínica, según este investigador, consiste en la utilización
eficiente de los recursos disponibles humanos y materiales en la asistencia
de los pacientes con la intención de la mejora continua, para propiciar así un
nuevo modelo organizativo. Como consecuencia de este nuevo modelo de
gestión, es deber dotar entonces a las unidades de servicios médicos de
autonomía suficiente para que sus jefes se responsabilicen en el desarrollo
de la gestión dentro de un área asistencial que mejore los resultados clínicos,
la optimización de los recursos y la satisfacción de los enfermos.
Para el desarrollo de este estudio, el autor usó la hipótesis de factibilidad
de diseño para implantar un proyecto estructurado de gestión eficiente en la
apertura y monitorización a medio/largo plazo de un Servicio de Cirugía
General y Aparato Digestivo en un hospital de nueva creación, gestionado
como Empresa Pública, en Madrid, por lo que se trazó los objetivos de
analizar el proyecto presentado para la Jefatura del Servicio destinado al
nuevo Hospital y su inauguración, así como los resultados en el plan inicial.
Entre los resultados obtenidos de actividad asistencial la consulta externa:
obtuvo una demora máxima para los pacientes nuevos no superior a 40 días.
Índice de consultas sucesivas/primeras: máximo de 1,53. Hospitalización:
estancia media baja (5,3-4,0 días) mejor que el estándar. Quirófano:
rendimiento por tiempos quirúrgicos 75-93%. Porcentaje de procedimientos
en cirugía mayor ambulatoria: 51,4-58,5%. Urgencias: se elaboró un
documento de asistencia a los pacientes pactado con los jefes de las
unidades implicadas y con el Coordinador del área y se diseñó un documento
con los criterios de ingreso en la hospitalización de Cirugía General.
En Docencia e investigación, se obtuvo acreditación como hospital
asociado a la Universidad Complutense en la asignatura de Práctica Clínica
48
en el curso 2010-2011. No se consiguió la docencia de postgrado. Resultó
prioritaria la formación continuada de los profesionales con el fin de mejorar
como cirujanos (sesiones clínicas, estancias y/o rotaciones). No se registró
participación en ningún proyecto de investigación ni ensayo clínico. En
Calidad, se protocolizaron los actos clínicos (procesos asistenciales), se
diseñaron vías clínicas y protocolos (especialmente en patología oncológica)
y en gestión, el trabajo por objetivos implicó a los facultativos en el proyecto
del hospital y la unidad. La distribución en áreas de trabajo creó una cultura
de corresponsabilidad en la gestión.
Entre las principales conclusiones de este estudio respecto a mi
investigación doctoral, el autor concretó que el proyecto para concurrir a la
Jefatura de Servicio del Hospital del Sur se consideró correctamente
elaborado en cuanto a su estructura, organización, gestión y programación
de la actividad, sus resultados cumplieron los objetivos del plan inicial de
apertura, con la implicación de la jefatura y de los responsables de las áreas
asistenciales en la gestión que otorgó valor y compromiso al Servicio.
Asimismo, concluyó que los Jefes de Unidades deben ser responsables del
correcto funcionamiento de estas y de la actividad del personal adscrito a
ellas, así como la custodia y utilización adecuada de los recursos materiales
asignados.
Este estudio, toca la importancia de la gestión de los gerentes médicos
representados por los jefes de servicio de las unidades de Cirugía General y
Aparato Digestivo, en el cuidado y empleo óptimo de los recursos no solo
humanos sino materiales, disponibles dentro de las instituciones sanitarias,
como modelo organizativo eficiente en la oferta de un buen servicio de salud,
aunque adolece a su vez, de algún parámetro evaluador del impacto
ambiental que los residuos de estos materiales provocan, así como omite la
gestión y gerencia energética intrahospitalaria. Igualmente, hace ver la
importancia de la gerencia hospitalaria a distintos niveles de acción para
gestionar eficientemente la organización salubre con base en estrategias que
se adapten a cada realidad.
49
En relación con las investigaciones realizadas en Venezuela, referí el
estudio doctoral de Pacheco (2016), presentado en la Universidad Yacambú
de la ciudad de Barquisimeto, estado Lara, titulado Gerencia Hospitalaria: Un
Despliegue Teórico Centrado en la Calidad del Servicio de Salud del Estado
Lara. Investigación doctoral realizada bajo el paradigma interpretativo, desde
el enfoque cualitativo, con base en el método fenomenológico apoyado en la
hermenéutica, permitió interpretar los significados derivados de los relatos
obtenidos de tres (3) actores sociales, directores del HCUAMP, HPO y
HGLGL de Barquisimeto, donde fue recabada la información mediante la
entrevista guiada en profundidad.
Producto del diálogo con los actores sociales, el autor interpretó
significados que plasmó en hallazgos convertidos en categorías, donde
destacó: Incertidumbre en la gestión, floreciendo las subcategorías: Carencia
de competencias de gestión, Déficit presupuestario y de personal, Demandas
del personal y usuarios, Entorno cambiante y diversidad de asuntos por
atender. Así mismo, Gestión emergente, que originó las subcategorías:
humanística, clima organizacional, gestión participativa y realimentación para
generar aprendizaje; Salud organizacional, dando lugar al surgimiento de las
subcategorías: carencia de programas para el aprendizaje organizacional,
problemas de salud física y mental, déficit de personal y altas demandas de
servicio.
Igualmente, surgieron: Gestión del conocimiento, fluyendo de ella las
subcategorías: gestión reticular, programas adaptados al entorno y
aprendizaje organizacional; Gerencia Tradicional, con las subcategorías:
departamentalización, inmovilización en el modo de gerenciar, lentitud de
procesos y lentitud de respuesta gubernamental; y Calidad de servicio, donde
emergieron las subcategorías: compromiso, mejora continua, estructura,
masificación de talento humano y seguimiento de quejas.
Desde estas categorías el investigador caracterizó la gerencia hospitalaria
centrada en la calidad del servicio de salud en Lara, por no estar lo
suficientemente acorde con la visión gerencial planteada para esta, debido a
50
que los gerentes no le confieren la importancia adecuada al talento humano,
contraviniéndose con lo esbozado en el discursar teórico, sobre el realce de
lo humano y social que juega un papel indiscutible del individuo como factor
clave para el desarrollo de las organizaciones. Por ello, sostiene que la
intervención del talento humano en las organizaciones hospitalarias impulsa
cambios significativos en el modo de dirigirlas.
De esta manera, el autor desde su cosmovisión sintió que, en la gerencia
hospitalaria, la calidad de servicio se ha convertido en un factor fundamental
para el desarrollo de ventajas competitivas, así como para su supervivencia
en un entorno altamente cambiante. Sin embargo, percibió escaso el
esfuerzo del gerente en salud para evaluar y reconocer las mejoras continuas
que son necesarias para la organización. Debilidad que se materializó en la
lentitud para afrontar los cambios.
Ahora bien, algunos de los actores sociales expresaron, la necesidad de
anticiparse a los acontecimientos y adaptarse a los cambios que emergen en
los escenarios, políticos, económicos y culturales, punto en el cual el
investigador reflexionó sobre la alternativa de la praxis de nuevas
modalidades de gestión, como un accionar para superar las viejas prácticas
de la gerencia convencional.
Este estudio doctoral, lo encontré pertinente con mi investigación, al
exponer en la interpretación de los significados de los gerentes entrevistados,
por un lado, la inercia de mantener la misma manera de gestionar sus
acciones bajo un modo convencional, al cual me he referido como gerenciar
bajo la economía roja. Este hecho limita el crear nuevas estrategias que les
otorguen herramientas novedosas en el abordaje de dificultades institucionales
previstas o no, en un entorno organizacional inestable. Asimismo, evidenció que
el gerente adolece de una actitud proactiva para reconocer las debilidades
organizacionales, traducido en una lenta reactividad ante el surgimiento de
amenazas imprevistas, punto en el cual se atascan los gerentes sanitarios al
carecer de una perspectiva gerencial basada en otro modelo económico
diferente al lineal, tal como el modelo circular azul.
51
Además de estos hallazgos, algunas de las voces de los actores sociales
revelaron la necesidad de tener una postura prospectiva para anticiparse a
los cambios previsibles, por lo que el investigador reflexionó sobre la praxis
de nuevas formas de gestionar para superar la gerencia convencional. En
este aspecto, coincido en que existe un vacío de conocimiento gerencial para
implementar una postura con estrategias innovadoras basadas en principios
económicos diferentes que enfrenten de forma prospectiva y proactiva los
problemas emergentes del entorno turbulentamente aleatorio.
La ausencia de conocimientos gerenciales formales o no, dentro de un
ambiente hospitalario colmado de problemas y rodeado de amenazas, lo
considero el medio ideal para intentar implementar una manera distinta de
gerenciar desde una economía circular azul, que confronte los viejos
problemas institucionales sanitarios con nuevas soluciones emergentes,
contrastando el obsoleto modo de dirigir las organizaciones salubres bajo un
sistema económico rojo de procesos lineales, con la circularidad ecológica
azul, espejo de los ecosistemas naturales, para de esta manera, hilvanar
una cosmovisión gerencial novedosa que traduzca estrategias innovadoras
de gerencia en salud.
En el mismo orden de ideas ecológicas, traje el estudio doctoral de
Torrealba (2017), expuesto en la Universidad Yacambú Estado Lara, titulado:
Gerencia Ambiental: Una Perspectiva desde la Escuela de Fe y Alegría “Ana
Soto” del Municipio Iribarren estado Lara. Tesis desarrollada bajo el
paradigma postpositivista interpretativo, enmarcada en un enfoque
cualitativo, fundamentada en el construccionismo social, para develar los
significados que le confieren cinco informantes clave a la gerencia ambiental
en la escuela mencionada ubicada en el sector Pavia, obtenido mediante la
entrevista en profundidad. Metodológicamente usó el método fenomenológico
hermenéutico y lo ejecutó en tres etapas procedimentales: descriptiva,
estructural y discusión mediante la intersubjetividad, con interacción e
intercambio personal de significados lingüísticos.
52
Entre los hallazgos más destacados, la autora comprendió que es posible
conformar un cimiento gnoseológico para la construcción de una teoría
sustentada en los informantes clave, en el cual define a la gerencia ambiental
como aquella encargada de gestionar los recursos de la organización, sea de
producción o servicios, con la finalidad de proteger la naturaleza, tomando en
cuenta las características geo históricas y culturales. De esta manera, en
este modo ecológico de gerenciar, el gerente constituye un líder para
preservar el ambiente.
La importancia de esta investigación, que articuló con mi estudio, la
percibí en la arista ecológica o medioambiental de la triada de la
sostenibilidad, que contempla la conservación del medioambiente como parte
de la viabilidad a largo plazo de cualquier actividad económica. La
investigadora orientó su estudio a develar aspectos teóricos que sustentaron
el accionar gerencial dentro de la armonía con la naturaleza, no obstante, su
comprender se enfocó principalmente a la gerencia orientada a la protección
ambiental y al impacto social de gerenciar en la comunidad, omitiendo a la
rentabilidad, ausente como ganancias en una escuela de carácter público.
Esta orientación indagativa del estudio me hizo pensar más en un modelo
de gerencia ambiental verde, donde la prioridad en orden decreciente de
relevancia es el medioambiente, impacto social y la esfera económica
relegada al final de las prioridades. No obstante, pese a esta diferencia del
enfoque ecológico, entre este estudio y mi investigación, consideré pertinente
la articulación desde la perspectiva de preservación ambiental inmersa en la
gerencia, como tímido esfuerzo de actitud conservacionista empresarial.
Como complemento a estos estudios ecológicos, incorporo a mis estudios
previos el trabajo investigativo doctoral de Rojas (2018), desplegado en la
Universidad Yacambú estado Lara, titulado Representaciones Sociales del
Manejo de Residuos Sólidos y Desechos Sólidos para la Conciencia
Ecológica en la Gestión Universitaria de los Comedores ULA- Mérida. Esta
investigación fue desplegada bajo el paradigma interpretativo con enfoque
53
cualitativo, ontología relativista, epistemología del interaccionismo simbólico y
método fenomenológico apoyado en la hermenéutica.
La autora realizó una entrevista en profundidad a cinco actores sociales,
para interpretar y comprender los significados del fenómeno mediante la
intersubjetividad de procesos dialécticos que emanaron de sus voces. Los
hallazgos más relevantes de este trabajo indagativo se manifestaron en la
gestión universitaria como punto de partida para establecer políticas sobre el
manejo de residuos y desechos sólidos que apoyen el desarrollo de
estrategias en los comedores universitarios, para garantizar acciones
eficientes dirigidas al aprovechamiento de estos en función del desarrollo de
conciencia ecológica sustentable, mediante la participación de los
involucrados.
La gestión universitaria, de esta manera, constituyó para la investigadora
una motivación en el manejo de los desechos y residuos sólidos mediante la
integración de acciones que incluyeron herramientas y recursos económicos
para integrar equipos que contribuyeran a la capacitación de conocimientos
hacia una conducta responsable y por tanto, a una conciencia ecológica. Es
evidente que esta investigación previa, sin mencionar directamente a la
educación ambiental desde una perspectiva de formalidad, sugirió
tácitamente el obtener nuevo conocimiento, sin especificar la manera para
lograrlo, de un accionar gerencial universitario que gestione más noblemente,
la disposición final de los residuos y desechos orgánicos en beneficio del
ambiente.
En el enlace teórico de los hallazgos de esta investigación con la que aquí
desarrollé, cristalicé la circularidad productiva postulada por los axiomas de
la economía azul, donde los residuos y subproductos de un proceso se
convierten en insumos para el subsiguiente. En los hallazgos, la autora
mencionó la potencialidad de aprovechar estos residuos en lugar de
desecharlos al ambiente, de manera similar a los preceptos del modelo azul
para romper con la linealidad de la economía convencional. Por otra parte,
expuso la necesidad de una conducta responsable amparada por una
54
conciencia ecológica de crecimiento a partir del aprendizaje de saberes y
herramientas que edifiquen esa conciencia ambiental desde la reflexión para
su accionar en el quehacer gerencial universitario.
La aplicación de principios económicos azules en la gerencia
organizacional de los entes de salud larenses locales, fue mi norte principal
de investigación. Este estudio develó los significados de los actores sociales
en el ámbito de los comedores universitarios, sobre el manejo de desechos
provenientes del consumo de alimentos y utensilios relacionados, bajo una
propuesta de gerencia con respeto ambiental, conciencia ecológica y
conducta responsable, propuesta que encajó a la perfección con un modelo
que insinúa circularidad más el reflexionar medioambiental, muy sugerente
de una gerencia basada en la economía azul, aunque durante su ejecución
no hubo conciencia de estar actuando bajo un modelo diferente a la
convencionalidad contaminante roja.
Aunque los principios axiomáticos de la economía azul no fueron en
ningún momento mencionados en este estudio doctoral previo,
explícitamente emergen en la inconsciencia del investigador responsable,
permeando mis sentidos cognoscentes donde interpreto y comprendo su
esencia gnoseológica explícita de naturaleza medioambiental, social y
económica pertinente con mi estudio al entrelazarse las dimensiones del
conocimiento de ambas.
La acción proyectada desde la gerencia con intención de transformar los
procesos de gestión de desechos, residuos y desperdicios sólidos en el
manejo de estos dentro de los comedores del centro universitario
Universidad de los Andes Mérida, asoma una incipiente iniciativa por
implementar un manejo institucional de la basura universitaria como manera
de eliminar su acumulación ambiental, cónsono con la teoría económica
sobre la cual apoyé mi estudio. En la figura 2 represento los estudios previos
de mi investigación.
55
56
57
administrativos integrados por individuos capacitados en su correcta
dirección. Las empresas actuales, para garantizar su viabilidad en el tiempo,
según Muñoz y Calderón (2008), deben preocuparse no solo por la
satisfacción de clientes o por la rentabilidad, requieren igualmente construir
ventajas sostenibles que les brinden la probabilidad real de competitividad en
un entorno global turbulento.
En los inicios del siglo XXI, la globalización ofrece nuevas oportunidades
para el sector empresarial materializadas en mercados emergentes, donde el
empresario desempeña un papel fundamental para garantizar la satisfacción
de la demanda, hecho que hace imperativo tener a mano herramientas
gerenciales y administrativas imprescindibles en el desarrollo de la
competitividad junto al capital humano institucional. En este punto,
administración y gerencia se mostraron trascendentales frente a mí
comprensión sobre el desempeño de las organizaciones empresariales.
Desde esta perspectiva, Chiavenato (2001) refirió que la gerencia existe
en la integración del nivel intermedio con los otros dos niveles
organizacionales: el institucional estratégico que confronta el entorno y se
mueve como sistema abierto, y el operacional técnico que enfrenta la
cotidianidad interna tecnológica y, por tanto, se moviliza como sistema
cerrado. En ambos niveles, la administración correlaciona respectivamente
con las características del entorno o variables externas y con las
características o variables internas de la empresa, integrándolos en un nivel
intermedio de manejo gerencial. Esta definición, a mi juicio, califica a la
gerencia como un rol dentro de la organización y no necesariamente como
profesión en sí.
Luego, administración y gerencia son conceptos íntimamente emparentados,
pero no sinónimos, aunque con frecuencia usados indistintamente para referirse
a lo mismo. Según Sanabria (2007), la administración está reseñada a un
campo del conocimiento alrededor del cual se ha conformado una profesión,
que prospera hacia su afianzamiento como disciplina; mientras que la
58
gerencia está referida a un rol organizativo que aparece en el paso del
empresario hacia un papel capitalista en el ámbito empresarial. De esta
manera, este autor define la administración como ciencia y la gerencia como
un rol directivo dentro de la empresa, en concordancia con Chiavenato (ob.
cit.), quien define la gerencia en un papel intermedio, enlazante entre los
niveles administrativos estratégico y operacional.
No obstante, para comprender la raíz histórica de la gerencia, considero
prudente exhibir etimológicamente al vocablo gerente, el cual, proviene del
latín gerere, que significa administrar. Este verbo en el derecho romano es
"gerere pro", o sea, administrar por; e igualmente gerere incluye el significado
de “llevar” en sentido administrativo, es decir, llevar a cabo las órdenes del
amo. Estos conceptos me hacen recordar la definición evolutiva de gerencia,
desde el paleolítico y neolítico, donde se solapaba en las rudimentarias
organizaciones humanas para alimentación y resguardo; en las grandes
estructuras arquitectónicas de las civilizaciones antiguas, y luego en las
organizaciones semejantes a las empresas actuales surgidas entre los siglos
XV y XIX, desde donde la gerencia evoluciona hacia un modelo capitalista en
el siglo XX.
En el siglo XXI, la gerencia se perfecciona con rasgos muy disímiles al de
otras épocas, que condiciona la búsqueda de respuestas distintas para el
éxito, entre las que destacan la globalidad, donde la creación de saberes y
rapidez de aprendizaje son esenciales para desarrollar las condiciones del
éxito. En este contexto, la intelectualidad generadora de conocimientos y en
consecuencia el uso progresivo de la información para innovar, se convierten
en instrumento de sobrevivencia organizacional. Es por esto, que Drucker
(ob. cit.) declara a la productividad del trabajo y del trabajador del
conocimiento como reto económico poscapitalista. La evolución del concepto
de gerencia es transformada así históricamente hasta aflorar en los tiempos
actuales como una definición que incluye todos los elementos que la han ido
integrando a lo largo de las épocas, hasta fusionarse con el conocimiento
científico actual.
59
En el mismo orden, otros autores, como Lucas y Valero (2004) definen la
gerencia, centrados no en la arqueología del término, sino en la figura del
gerente como la persona que desde sus competencias, otorga vida y sentido
a la empresa, bajo el entendimiento de los procesos organizativos, toma de
decisiones, dirección, organización, motivación, selección y control, aparte de
forcejear con la incertidumbre y definir su entorno laboral endógeno,
confiriendo valor a la organización a través de su consagración y
responsabilidad. Comprendí de esta definición, que el gerente permea
tácitamente todas las actividades básicas de la gerencia, bajo el
entendimiento de estas, sin especificar si su cognición está nutrida por el
conocimiento científico o experiencias informales. Este concepto centra su
ser en el humano que acciona, confiriéndole nuevos sentidos.
En este punto reflexivo, consideré oportuno desplegar como
complemento, una comprensión teórica de los referentes que aporten
significado al concepto de gerencia, para aproximarme a una construcción
teórica como directriz de las empresas e instituciones organizativas públicas
o privadas actuales, para lo cual, presento consecutivamente las definiciones
de otros autores con relación al concepto de gerencia dentro del ámbito
empresarial.
A este respecto, Chiavenato (2005) señaló que el proceso gerencial
radica en planificar, organizar, dirigir y controlar los recursos de forma eficaz
y eficiente, para el alcance de los objetivos; desde este sentido, el gerente
debe lograr metas por medio del capital humano mediante la toma de
decisiones, distribución de recursos y dirección de procesos. Adicionalmente,
Kanter (1999) confirmó que la teoría clásica de la administración
organizacional postula las mismas actividades gerenciales, pero agrega
coordinar como actividad extra, la cual integré a la fase de dirigir, donde
deben coordinarse todos los recursos organizacionales en una misma
dirección y sentido hacia las metas.
Este autor significó el planear, como un acto importante del proceso
gerencial, lo relacionó con delinear un programa bajo la visualización del
60
futuro; a su vez; organizar, lo conceptualizó como construir la estructura
social y material de la organización; el dirigir, lo planteó como orientar y regir
al capital humano; coordinar, afirmó que es integrar armónicamente los
procesos y esfuerzos colectivos y controlar lo asoció con verificar que todo
acontezca según lo planeado de acuerdo a las directrices suministradas.
Estos autores asumen la dinámica del ejercicio gerencial como no
exclusiva de la cúpula directiva, sino variable proporcionalmente en funciones
según el nivel que evaluemos en la estructura jerárquica piramidal de la
teoría gerencial clásica. Así, para Kanter (ob. cit.), la administración es más
evidente en sentido cefálico, mientras desaparece en dirección descendente
en función de la prevalencia de otras actividades gerenciales. Luego, estas
acciones de gerencia estarán presentes en proporciones diferentes según el
escalón de la pirámide jerárquica que pisemos, y no serán exactamente
iguales en esencia en cada departamento empresarial, aunque no estarán
ausentes en su totalidad, dada la necesidad implícita de planificar, organizar,
dirigir y controlar cada proceso organizativo.
Retomando el sentido de la gerencia, estimé conveniente presentar a
Ibañez y Castillo (2012), quienes la definieron como una ciencia social que se
alimenta transdisciplinariamente de conocimientos económicos, ecológicos,
biológicos, filosóficos, antropológicos, de ingeniería, pedagogía y teológicos
entre otros, que se implementan para ejecutar decisiones de impacto social,
con base en sus análisis, reflexiones e interpretaciones, para crear un
constructo teórico-conceptual cuyo fin es el bienestar ecológico y emocional
de los individuos en equilibrio con su entorno. Según los autores, esta
definición sostenida gnoseológicamente desde las diversas ciencias sirve de
fundamento teórico a la economía, que intenta mediante la administración
eficiente y eficaz de los recursos, satisfacer las necesidades colectivas en el
logro del anhelado equilibrio organizacional.
Esta definición la tomé como la más holística de todas las hasta ahora
revisadas, debido a que incluye una visión íntegra de la gerencia como
61
ciencia que evoluciona en el tiempo y varía su esencia gnoseológica al incorporar
nuevos conocimientos que se adhieren en cada momento histórico de la
civilización humana. Por lo tanto, a pesar de las aparentes divergencias
conceptuales del vocablo gerencia, visualizo esta definición como la más
integradora de las muchas perspectivas respecto a su significado, inculcándole un
nuevo sentido. A continuación, esbocé brevemente las actividades básicas de la
gerencia: planificación, organización, dirección y control.
La planificación, como primera fase de la acción gerencial, expone a otros
conceptos estrechamente vinculados en su definición como: prospectiva,
previsión, estrategia y gestión. Según Godet (2007), la prospectiva puede
definirse como la anticipación para esclarecer la acción, es decir, “ver de lejos,
largo y profundo” (p. 10), aunque igualmente con innovación y apropiación. La
visión global, voluntaria y a largo plazo, se impone para dar sentido a la
acción. La previsión, en cambio es ver a futuro supeditado a un grado de
confianza, mientras que la planificación consiste en concebir un futuro
deseado, así como los medios existentes para alcanzarlo. Debido a la fusión
del concepto de planificación con estrategia, este autor, definió a ésta última,
como el conjunto de reglas de conducta de un actor que le permiten adquirir
sus objetivos y proyecto.
Así, la planificación estratégica emerge como un concepto que traduce el
hecho de que la planeación empresarial deba tener en cuenta cada vez más
las turbulencias del entorno (dicho estratégico) y adaptar, en consecuencia,
sus objetivos, mientras que la gestión estratégica sería un concepto, para
establecer las condiciones que permitan a las estructuras y las organizaciones
adaptarse a un mundo cada vez más turbulento; y finalmente prospectiva
estratégica es un concepto donde la anticipación se pone al servicio de la
acción estratégica y proyecto de la empresa.
Como complemento, Koontz, Heinrich y Cannice (2012) señalaron:
62
supone trazar las líneas principales de la organización, considerarla
filosofía organizacional en relación con los gerentes de la empresa (es
decir, si la autoridad debe estar tan centralizada como sea posible, o si
las operaciones de la empresa deben separarse en divisiones de
productos semiindependientes o territoriales) y las relaciones de
autoridad derivadas. La forma final establecida, como todos los demás
planes, casi nunca será estática y por lo regular se necesitará
remodelar el plan ideal; sin embargo, una planeación de la
organización ideal constituye un estándar: al compararlo con la
estructura real, los líderes de la empresa sabrán qué cambios hacer
cuando sea posible. (p. 254).
63
estructurales organizativos. Implica un proceso de ordenamiento de las
funciones jerárquicas de la empresa, acogiendo criterios racionales y lógicos
en la realización de las tareas necesarias para optimizar los procesos
productivos y la consecución del objetivo deseado.
Desde estos enfoques, imaginé la importancia de la organización del
gerente en su quehacer cotidiano, dado que, mediante esta, ejecuta las
tareas y decisiones requeridas para el éxito de los objetivos empresariales.
Por ello, intuí que el objetivo cardinal de la organización es integrar el capital
humano, bajo la ordenación de un equipo laboral que active los procesos
productivos en la estructura empresarial. La organización, en esta secuencia
enlaza la planeación estratégica con la siguiente actividad gerencial básica:
la dirección organizativa.
El ámbito donde funcionan las organizaciones empresariales es aleatorio.
El capital humano no puede ser programado absolutamente por reglas o
políticas de los procesos productivos. Los humanos no son máquinas, incluso
éstas demandan de la intervención del hombre para operar; un ordenador por
muy evolucionado que sea necesita de un operador, igualmente, un grupo
laboral requiere de un coordinador que otorgue dirección a sus movimientos.
Ruiz (2012), definió a la dirección como “…el elemento del proceso
administrativo que tiene como finalidad coordinar los elementos humanos de
las empresas, implica que un responsable con nivel de autoridad genere
liderazgo, así como motivación, comunicación, cambio organizacional e
individual y creatividad.” (p. 11).
La dirección suministra entonces capital transcendencia porque activa
todos los lineamientos preestablecidos en la planeación y organización, y por
medio de éstas alcanza las formas de comportamiento anheladas por la
directiva. Su calidad trasluce el logro de los objetivos y por conducto de la
dirección establece la comunicación para la operatividad organizacional.
Hernández y Rodríguez (2012), destacaron que “Dirección es llevar a cabo
actividades mediante las cuales el administrador establece el carácter y tono
64
de su organización. Valores, estilo, liderazgo, comunicación y motivación.” (p.
296). De esta forma, reflejó en mi comprensión, un elemento que vigila hacia
dónde se encauza la empresa mediante la comunicación y motivación,
además del cambio que exijan las circunstancias del entorno, para obtener
competitividad con los esfuerzos laborales colectivos.
La dirección, no obstante, al igual que el resto de las fases gerenciales
amerita el cumplimiento cabal con lo planificado y organizado previamente, lo
cual, adquiere coherencia mediante la cuarta y última etapa secuencial de la
actividad gerencial, que fiscaliza y coteja que las pautas operativas
programadas se sucedan como fueron inicialmente previstas en los planes
organizacionales. Esta etapa final de la actividad gerencial es el control.
Según Koontz, Heinrich y Cannice (ob. cit.), el control es la función
gerencial que observa y corrige el desempeño para avalar que los objetivos
empresariales y planes diseñados para obtenerlos acaezcan, relacionando
esta función en forma íntima con la planeación. Estas funciones son
inseparables; planear y controlar son comparadas con unas tijeras que no
cortan a menos que cuenten con sus dos hojas. Sin objetivos y planes, el
control no es posible porque el desempeño debe significarse frente a los
criterios establecidos. El proceso de control lo entendí entonces como la
función administrativa por la cual el gerente valora y corrige la labor de los
colaboradores, para confirmar que los objetivos y planes de la empresa
ocurran en la forma prevista.
En el ámbito estudiado, las responsabilidades del control recaerían de
esta manera, sobre el director médico encargado de inspeccionar los planes
sanitarios conocidos. Éste debe asegurarse que todo acontece como estaba
anticipado, caso contrario, deberá efectuar las correcciones para retomar el
rumbo deseado. Es de esta forma, como la planificación fijará las actividades
asistenciales que se deben realizar para el logro del objetivo previsto. Con el
control, el desempeño real de la organización salubre es comparado con el
ejercicio planificado, es decir, cotejado para que en realidad estén cumplidas
65
las actividades y objetivos fijados por los jefes de servicio y directores
médicos en pro de la consecución de las metas u objetivos en salud, para
brindar en caso de las instituciones salubres, un servicio médico de calidad.
(Fig. 3).
Gerencia en Salud
66
67
68
los trabajadores, con aportes salariales equitativos: logros materializados a
través de la gerencia de las dependencias estadales en salud.
Asimismo, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), el hospital es
parte integrante de una organización social cuya misión consiste en proveer
a la comunidad de una asistencia salubre integral, curativa y preventiva
cuyos servicios externos alcancen hasta los hogares. El hospital se plasma,
así como un centro de enseñanza e investigación biosocial, tal como el
HCUAMP, cuyo fundamento universitario le da una connotación social y
académica de gran significado. En este orden de ideas, connoté que, la
Organización Panamericana para la Salud (OPS) (2003) comprendió al
hospital como un centro educativo de personal médico-sanitario e
investigación. Por tanto, percibí obvio que estas organizaciones necesiten
una gerencia activa, dinámica y preparada para accionar sus cometidos
sociales y educativos.
Los gerentes de los servicios de salud responden a la prestación eficiente
y eficaz de los servicios de salud a la comunidad; esto implica la gestión del
funcionamiento de hospitales y servicios generales salubres. Son encargados
de la gestión de proyectos e insumos, incluyendo capital humano,
financiamiento, equipos e infraestructuras. Los gerentes en salud laboran
vinculados con distintos profesionales del medio asistencial, como médicos,
enfermeras, terapeutas, científicos sanitarios, autoridades locales, grupos
voluntarios y medios de comunicación. Su trabajo es muy versátil, según la
Seguridad Social del hospital desde donde suministren el servicio.
Inicialmente, la gerencia en salud, según Aracama (2002), era empírica y
simplista. En el año 1929 con la publicación de Michael Davis: Administración
Hospitalaria: Una Profesión; la gerencia hospitalaria desplegó su esencia
como una profesión formal, cuyo objetivo era garantizar ambientes laborales
convenientes con armonía económica, técnica y psicológica que accedan a
alcanzar su misión científica con justicia social y solidaridad. Emergió
entonces la necesidad de controlar y normatizar la prestación de salud con
69
fines curativos o preventivos y substancialmente educativos,
materializándose la Auditoria Médica.
En este sentido, la gerencia en salud llevó a satisfacer la administración
de estos servicios, según lo expresado por Mora (2006), quien la definió
como la integración de esfuerzos bajo el uso racional de los recursos, con
autoridad y responsabilidad, planificando, ejecutando, dirigiendo y
controlando, la organización hacia sus objetivos. Lo que reflejó el manejo
racional de recursos y procesos administrativos dentro de un paradigma
gerencial empresarial que ofertó un servicio o producto enmarcado en
criterios de calidad. Esta afirmación reveló la intención de la gerencia pública
sanitaria de garantizar un servicio de manera semejante a cualquier otra
empresa, solo con la diferencia de buscar el rendimiento austero de insumos
para la sostenibilidad de la prestación de salud, a diferencia de la rentabilidad
por la que luchan los entes privados.
Cabe resaltar, dentro de la gerencia en salud, vista como conjunto
gnoseológico integrado por acciones que interactúan desplegadas por un
capital humano dentro de un sistema abierto, organizado con metas y
objetivos comunes, que pude reflexionarla como una entidad a través de la
cual un grupo humano planea, dirige, mantiene y hace marchar una
organización a través de un esfuerzo colectivo, coordinado y cooperativo.
Como toda organización, las instituciones de salud también presentan un
armazón organizativo en su estructura con características particulares.
Relativo a esta conformación, las organizaciones, desde la perspectiva de
Flores (ob. cit.), se distinguen por su especialidad, insumos materiales, de
infraestructura, equipos y tecnologías que van a influir en su esencia.
Igualmente, los servicios rigurosamente médicos se especializan en
diferentes ramas de la ciencia médica como la Otorrinolaringología,
Cardiología, Oftalmología, entre otras. Aquí fue prudente subrayar, que una
organización de salud ha de contar con dependencias destinadas a la
preparación de especialistas en la ciencia médica, con personal técnico
70
auxiliar, que se interconecta en intereses comunes con otras organizaciones
del medio sanitario y educativo, como lo realizó el HCUAMP con el Decanato
de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroocidental Lisandro Alvarado
(UCLA), así como con entes privados relacionados.
Desde esta perspectiva, medité que las organizaciones salubres actuales
han evolucionado trascendentalmente, exigiendo capital humano altamente
calificado, con variadas competencias de adecuado entrenamiento previo a
su ingreso institucional. Por consiguiente, tomando estos juicios, distinguí a la
gerencia en salud como un proceso donde el gerente traza objetivos dentro
de la institución con la finalidad de poner en marcha acciones para su logro.
En el alcance de tales propósitos, jugó un papel decisivo la gestión
implementada por los diferentes gerentes sanitarios, por ello, requirieron de
competencias en todas las fases del proceso generativo de servicio.
Desde mi postura como investigador, reflexioné cognitivamente la
búsqueda de la excelencia en la atención de la salud para trascender del
ámbito individual al colectivo, por consiguiente, pensé en las instituciones
públicas prestadoras del servicio sanitario con sus deficiencias en salud,
insumos, materiales, electricidad, agua, disposición de residuos sólidos y
aguas residuales entre otros, como puntos clave prioritarios para comprender
los significados gerenciales emergentes de los directores médicos frente al
uso de los recursos públicos.
Desde este ámbito, resalte la relevancia de la gerencia en salud como
ciencia, dado que accede en las instituciones hospitalarias para implementar
la planificación estratégica y pensar en alternativas factibles en la toma de
decisiones oportunas contra los viejos problemas organizacionales y así ser
conducente a una rentabilidad social en los hospitales públicos, y rentabilidad
económica para las clínicas privadas, en armonía con el entorno ambiental.
Para ambas instituciones, reflexioné que la gerencia es un concepto
complejo amparado en los criterios de la economía.
En este tejido discursivo, parafraseé la definición de gerencia, dada por
Ibañez y Castillo (ob. cit.) y como acuñaron en ella el concepto de economía:
71
la gerencia, vista como el arte o ciencia de hacer que los procesos ocurran,
tiene como fin último la rentabilidad mediante la productividad. La economía
trata mediante la administración eficaz y eficiente de los recursos limitados,
satisfacer las ilimitadas necesidades humanas. Por tanto, comprendo desde
este concepto, que la gerencia y economía enlazan elementos para dar
respuesta a las solicitudes de consumo humano, con base en los escasos
recursos naturales. Indagué entonces en conocer la esencia elemental de la
economía como valor teleológico de la gerencia dentro de las organizaciones
de salud.
72
El ser humano siempre ha convivido universalmente dentro de estas
agrupaciones, con tareas relativas al resguardo y alimentación más eficaces
y eficientes ejecutadas en grupos. Estos serían un conjunto de sujetos
cooperativos para materializar objetivos que individualmente no serían
realizables. De esta manera, las tareas complejas estaban divididas entre
varias personas, incluyendo a aquellas con habilidades o conocimientos
especializados para actuar en las áreas que más acoplaban entre el sujeto y
el grupo. La organización actual, es una extrapolación de la división del
trabajo existente en los primeros grupos sociales; por consiguiente, cité a
continuación varias definiciones del concepto de organización para facilitar la
comprensión de su esencia.
Schein (1988), define a la organización como la coordinación razonada de
las acciones de un cierto número de individuos que intentan conseguir un
objetivo común y claro a través de la división de funciones en el trabajo,
mediante una jerarquización de la responsabilidad y autoridad. En este
concepto, interpreté la organización inmersa dentro de la pirámide jerárquica
gerencial típica de las instituciones verticales, donde un director-
administrador tiene distribuidos los subalternos por departamentos.
Para Abrahamsson (1993), las organizaciones son estructuras
configuradas según un plan diseñado por un individuo o grupo, con la
premeditada y deliberada intención de alcanzar ciertos objetivos dentro de
los intereses del director. La organización es utilizada como recurso por
distintos agentes como medio para efectuar empeños lógicos y planeados.
La razón de su ser es la ejecución de una labor, o un proceso productivo de
un bien o servicio. Esta definición percibí que comparte muchas palabras
claves comunes a la naturaleza de las organizaciones como los esfuerzos
colectivos enfocados a un objetivo.
En el mismo discurso de conceptos sobre organización, Katz y Kahn
(1978), en referencia a la cibernética, definieron la organización como un
sistema abierto, en los que las entradas de energía y la conversión de salida
73
en posteriores entradas energéticas consisten en intercambios entre la
organización y su entorno. Esos sistemas enlazan a otros distintivos según
funciones a través de un sistema de roles. Una organización humana
constituye así una estructura artificial, con características únicas, de eventos
más que de componentes físicos invariables. Este concepto incorporó el
término sistema abierto, definido a su vez por Hodge, Anthony y Gales
(2003), como aquel que “reconoce que las organizaciones deben recibir
energía (inputs) de sus entornos externos en forma de recursos productivos”
(p. 15), el cual juzgué crucial, ya que estas no pueden sobrevivir aisladas de
su entorno.
Por otra parte, Etzioni (1964) enmarcado en su teoría sociológica del
comunitarismo, percibió la organización como entidad social
intencionadamente instaurada para obtener objetivos fijados. Descrita por la
división laboral, poder y responsabilidades comunicacionales, con particiones
no aleatorias, sino diseñadas de forma intencionada. En esta enunciación,
noté elementos comunes a las anteriores donde resalté el carácter
deliberado del diseño de la organización para lograr un fin.
Comparativamente con las definiciones expuestas, Porter, Lawler,
Hackman (1975) delimitaron cinco notas esenciales en una organización:
estar integradas por grupos humanos, formarse para la adquisición de metas
y objetivos específicos, uso de la clasificación de funciones diferenciadas,
coordinación racional de las funciones y exteriorización con permanencia
temporal y delimitación espacial. Conceptualmente detecté en estas
definiciones, la presencia de términos para caracterizar la esencia de una
organización.
Por su lado, para Hodge, Anthony y Gales (ob. cit.) el concepto de
organización es el siguiente:
74
implícitas; las organizaciones están formadas por personas (es decir,
miembros); las organizaciones dividen el trabajo entre sus miembros; y
las organizaciones persiguen metas y objetivos compartidos. (p. 11).
75
efectivo. A medida que conocemos el comportamiento organizativo,
aprendemos más la manera como los gerentes y directivos podrían trabajar
con más eficiencia en pro de los objetivos de la institución.
Las organizaciones actuales confrontan varios retos importantes, sin
importar su tamaño y poder económico dentro del mercado. Según Hodge,
Anthony y Gales (ob. cit.) son cinco las áreas que se presentan de forma
periódica: dirección de las organizaciones en un entorno global, diseño y
estructuración de las organizaciones, mejora de la calidad, fortalecimiento de
los miembros de la organización y mejora de la competitividad, reducción de
la complejidad, aumento de la velocidad y reacción ante los cambios del
entorno y gestión de la organización según valores éticos y morales. Así las
organizaciones se consolidan como un sistema que interactúa
productivamente dentro de estas.
Al observar un sistema, como por ejemplo la administración estatal, en
algunos de sus organismos, lo primero que advertimos es que sus acciones
están reguladas, y no acaecen al azar, porque existen reglas de
comportamiento, coordinación, delimitación y determinación de competencias
y de derechos para dar órdenes o exigir responsabilidades. Todas las
acciones están impregnadas de normas como característica de los sistemas
sociales ordenados o establecidos, que tienden a percibirse como una red de
pautas cuya existencia da la estructura del sistema.
Esta estructuración del sistema es efectuada especialmente mediante dos
tipos de factores: directrices dadas por ciertos individuos a los que se ha
asignado la competencia necesaria (jefes), y por normas aceptadas como
vinculantes. De esta forma, trata de comunicaciones directas de la línea de
mando de jefe a subalternos hasta llegar al ejecutante último, o de
información condensada en las reglas, que palpablemente han sido en su
origen de índole comunicacional. DiMaggio y Powell (1983) expresaron que
es común que en la institución vayan surgiendo nuevas posturas e
indicaciones sobre cómo efectuar ciertas tareas y que estas penetren
gradualmente en la organización. Al respecto, opiné que esto ocurrió por
76
copia de regulaciones desde el exterior de la organización y sucede cuando
se importan costumbres de otras instituciones.
Con base en los planteamientos hasta ahora expuestos, percibí a las
organizaciones como entes que funcionan con lógica de sistemas abiertos de
interacción de procesos productivos regulados por normas dictadas por una
cadena de mando preestablecida, que ejecuta planes prediseñados en
función a metas y objetivos previamente definidos, para colectivizar los
esfuerzos del capital humano hacia el alcance de estos, bajo eficiencia y
eficacia rentable, dirigidos por una alta gerencia o dirección administrativa
según criterios económicos austeros de uso óptimo de recursos escasos, que
garanticen la sostenibilidad institucional, en armonía con la sociedad y el
entorno ecológico.
Partiendo de esta definición personal, retomé la omnipresencia de las
organizaciones en todos los aspectos existenciales de la vida humana: trabajo,
educación, religión, diversión y cuidados de la salud. Este último aspecto lo
encontré crucial para la calidad de vida y muy pertinente a las organizaciones
dispensadoras de este servicio, que lejos de ser una excepción a esta realidad
contextual gerencial, económica, social, ecológica y organizacional, son
instituciones constantemente sometidas a una ascendente presión social para
brindar servicios de salud de calidad y sustentables, como servicio público a la
sociedad y comunidades, consagrado como derecho fundamental en la Carta
Magna, como derecho gratuito universal plasmado en el sistema nacional de
salud de la República Bolivariana de Venezuela.
77
gubernamentales. Ambas instituciones cuentan con su propia red de atención
ambulatoria y hospitalaria. El sector privado está integrado por prestadores
de servicios que reciben pagos particulares y por empresas aseguradoras,
según lo descrito por Bonvecchio, Becerril, Carriedo y Landaeta (2011).
En el estado Lara, existen dependencias de la red hospitalaria tanto del
MPPS como del IVSS, donde destaco a tres organizaciones de salud
prestadoras del servicio médico público: HCUAMP, HGLGL y HPO, en los
cuales participé durante mi etapa de formación académica y desempeño
médico profesional general y especializado.
El ambiente en el que desplegué mi estudio doctoral estuvo constituido
por estas organizaciones de salud, para lo cual haré un resumen de la
esencia institucional de cada una. Inicialmente, elegí al HCUAMP,
dependiente del MPPS, donde arqueológicamente en 1553, Diego de Montes
ejercía la medicina en la región centro occidental del país y luego de 25 años
de fundada la ciudad Barquisimetana, el clérigo Pedro del Castillo instala el
primer centro de atención de enfermos atendidos por esclavos, llamado
Hospital de Santiago. Barquisimeto y Coro, se contienden así, haber
instalado el primer hospital de Venezuela, el Obispo de Coro Fraile Juan
Martínez de Manzanillo comunica al Rey de España el 30 de enero de 1582
que no había hospitales por aquí, salvo en la ciudad de Nueva Segovia de
Barquisimeto.
Para 1800, la medicina era ejercida por curanderos autorizados, como lo
eran Douperon y Juan Azas, sin embargo, para 1832 la ciudad cuenta con un
galeno, el español Licenciado Antonio María Pineda Ayala, padre del
abogado Antonio María Pineda Sanabria quien fuera presidente de la
Facultad de Ciencias Políticas del Colegio Federal de Primera Categoría y
padre del Dr. Antonio María Pineda Bujanda fundador y primer director del
futuro Hospital Pineda. El Hospital de Santiago denominado de manera
sucesiva Hospital de San Lázaro y Hospital de la Caridad, adquirió este
último nombre luego de una restauración total por una Sociedad de
78
Beneficencia presidida por el Presbítero Juan Pablo Wohnsiedler, tres siglos
después de fundado el viejo Hospital de Santiago.
La nueva sede del Hospital de La Caridad se construyó por la constancia
del Dr. Pineda con participación de toda la colectividad larense. En 1912, la
construcción había progresado mucho y el 19 de abril de 1918 fue declarado
el día de La Caridad, con entusiastas fiestas benéficas para recaudar fondos
y poder terminar la obra. El 27 de marzo de 1939, se le asigna al hospital de
La Caridad el nombre de Hospital Central “Antonio María Pineda”, como
homenaje y reconocimiento al ilustre medico larense.
En este centro de salud llamado el viejo hospital, sus servicios quirúrgicos
generales practicaban con frecuencia procedimientos urológicos, prevaleciendo
los cateterismos, circuncisiones, emasculaciones y amputaciones. Estos
procedimientos destacaban porque, en otros centros públicos o privados del país,
la cirugía urológica moderna se practicaba exitosamente con técnicas de
vanguardia que reflejaba la falta de servicios urológicos públicos
debidamente estructurados en la región. En octubre de 1954 se inaugura el
moderno Hospital Central de Barquisimeto trasladándose personal y algunos
equipos del viejo hospital, obra decretada en 1944 por el presidente Isaías
Medina Angarita por gestiones de la Sociedad de Amigos de Barquisimeto.
En marzo de 1963 el Hospital Central cambia de nombre por Hospital
Central Dr. Antonio María Pineda fecha casi coincidente con el decreto del
presidente Rómulo Betancourt, que el 22 de septiembre de 1962, crea el
Centro Experimental de Estudios Superiores. Para 1965 el Hospital Pineda
se convierte en Hospital Universitario y en 1982, se modifican las
maternidades y comienzan a funcionar la sección de servicios especiales,
con un pabellón de laparoscopia, en el cual se realizan mini laparotomías y
esterilizaciones quirúrgicas.
Para ese mismo año se remodela sala de parto. En esta área se
incorporan pabellones quirúrgicos, pabellones para curetajes, sala de parto
de alto riesgo, de trabajo de parto normal, pabellón, recuperación, retén y
recuperaciones. Asimismo, la admisión gineco-obstétrica es trasladada a
79
planta baja con ambiente de sala de espera, quirófano para emergencias y
cubículos. En octubre de 1985 recibe la máxima calificación que otorga el
Ministerio de Sanidad y Asistencia Social al convertirlo en Hospital tipo IV. En
1987 se potencia la cirugía ambulatoria ginecológica, en la cual, se realizan
cirugías de cuello uterino y mamaria menor con anestesia local. Se organizan
las clínicas de mamas, menopausia, climaterio e infanto juvenil.
Según la clasificación sanitaria de la Gaceta Oficial de la República de
Venezuela (1983) N.º 32.650 Decreto N.º 1.798 – del 21-1-83 – Dr. Luís
Herrera Campíns presidente de la República, el HCUAMP, se clasificó como
hospital, porque cumplió con las condiciones expuestas a continuación:
presta atención médica integral de nivel primario, secundario y terciario,
contando dentro de su organización con camas de observación y
hospitalización, atención ambulatoria de nivel primario y secundario, médica
y odontológica, y es referencia de nivel ambulatorio; ubicado en una
población de más veinte mil (20.000) con área de influencia demográfica de
más sesenta mil (60.000) habitantes, con más de 60 camas y estar
organizado para prestar los servicios de medicina, cirugía, gineco-obstetricia
y pediatría, laboratorio, radiodiagnóstico, farmacia, anestesia, hemoterapia y
emergencia.
Asimismo, su estructura organizativa cuenta con la Dirección a cargo de
un médico con curso Medio diversificado en salud pública, servicios clínicos
básicos dirigidos por médicos especialistas, administración de capital
humano a cargo de un jefe de Personal, administración a cargo de un
intendente y servicio de Mantenimiento a cargo de un jefe.
Igualmente, el HCUAMP como organización de salud larense se clasifica
como hospital tipo IV por cumplir con las siguientes características: presta
atención médica en los tres niveles con proyección hacia un área regional, se
ubica en una población mayor de cien mil (100.000) con área de influencia
superior al millón (1.000.000) de habitantes, tiene más de 300 camas y
cuenta con unidades de larga estancia y albergue de pacientes.
80
Aparte incluye un Médico Director, especialista en Salud pública, en su
estructura funcional dividida en departamentos clínicos básicos, de
emergencia y medicina crítica, más los mismos servicios de especialidades
que correspondan al Hospital tipo III, servicios de cirugía compuestos por
neurocirugía, ortopedia y proctología, servicios de medicina constituidos por
Inmunología, Endocrinología, Geriatría, Medicina del Trabajo, Medicina
Nuclear y Genética Médica.
Un médico director con especialistas adjuntos de atención y
epidemiología, jefes de Departamento con sus adjuntos al postgrado
correspondiente, al igual que con jefes de servicios y subespecialidades, más
seis (6) Nutricionistas, tres (3) Licenciados en Enfermería en la jefatura del
Departamento, administración a cargo de un Licenciado en Administración
Comercial, jefe de Personal, y Servicio de Ingeniería y Mantenimiento bien
estructurado, que apoya a los demás establecimientos de la región.
Adicionalmente, este hospital cumple con actividades de docencia de pre y
posgrado a todo nivel y es sede de una Facultad de Medicina con actividades
de investigación en todos los niveles.
La misión del HCUAMP, es s/a (2016):
81
valores humanos, éticos y a la dignidad de la persona, su familia y el
entorno comunitario, y constituirse en modelo nacional en la formación
de recursos humanos de alta capacidad científica, técnica y ética
dirigidos a atender las necesidades médico-asistenciales de la
población del País. (p.4).
82
afectada, aún hoy presente como problema de salud pública. Modernizó los
servicios del Sanatorio, dotándolo de equipos de laboratorio y radiología. En
1962 formó parte de la comisión organizadora UCLA y de la subcomisión
para la creación de la Escuela de Medicina.
Actualmente, esta organización pública salubre ha evolucionado hasta
catalogarse como hospital tipo III, dado que cumple con los siguientes
requisitos: presta servicios de atención médica integral a la salud en los tres
niveles clínicos, se encuentran ubicado en una población mayor de sesenta
mil (60.000) habitantes, con áreas de influencia de hasta cuatrocientos mil
(400.000) habitantes y dentro de su organización cuenta con una capacidad
que oscila entre 150 y 300 camas.
Su estructura organizativa incluye Dirección, Departamentos de Medicina
Nefrología, Reumatología, Neurología, Gastroenterología, Medicina Física y
Rehabilitación, Cirugía, Urología, O.R.L., Oftalmología, Traumatología,
Gineco–Obstetricia y Pediatría. Cada departamento está formado por el jefe
de Departamento y los respectivos jefes de servicio más Servicios de
colaboración. Cuenta aparte con más de cuatro (4) Nutricionistas y dos (2)
Licenciados en Enfermería.
Además, posee una estructura jerárquica y técnico–administrativa con
una Dirección a cargo de un médico con maestría de Salud pública, Médico
adjunto de atención médica, con Maestría en Salud Pública, Médico adjunto
Epidemiólogo, titulado en la especialidad correspondiente y Médico adjunto
administrativo de nivel universitario. Además, dispone de un Ingeniero
Electro–mecánico y en Electromedicina para la jefatura del departamento de
Ingeniería y Mantenimiento, un farmacéutico, varios Licenciados en
Bioanálisis y un jefe de Personal para el área de Capital Humano.
Adicionalmente, cumple funciones de docencia en pregrado de Medicina, a
nivel tecnológico y es sede de residencias asistenciales programadas de
postgrado en las especialidades básicas con funciones de investigación.
Su misión es ofrecer a la población de la región centro occidental atención
médica integral de alta calidad en base a los recursos humanos y técnico-
83
científicos disponibles, aplicados en beneficio de los pacientes que, por la
complejidad de su enfermedad, deben ser atendidos en un hospital, donde
además de la función docente en todos los niveles contribuya a la
capacitación del personal en el área de salud. La visión es ser un instituto
adscrito al MPPS, clasificado como hospital universitario de carácter docente-
asistencial, de alta preparación profesional, con la mayor capacidad de
resolución para prestar una atención médica integral de la más alta calidad,
utilizando las innovaciones tecnológicas en beneficio de los pacientes, que
por la complejidad de su enfermedad sean referidos.
Este hospital constituye actualmente el principal centro de salud dirigido a
la atención de pacientes con padecimientos de neumonología, y de otros
servicios como psiquiatría, fibrosis quística, medicina interna y enfermería,
además de hospitalización cardiológica por Ascardio, referente latinoamericano
de excelencia en esa especialidad. Es así un hospital de referencia integral de
cualquier patología y de formación profesional. Actualmente, se perfila apto
por la UCLA para ser calificado como universitario por sus actividades de
enseñanza y postgrado.
Al igual que el centro de salud anteriormente descrito, el HPO
dependiente del IVSS, es una organización sanitaria larense clasificada como
hospital, que inició sus labores el 9 de octubre de 1944, con la inauguración
de los servicios para la cobertura de enfermedades, concepción, accidentes y
patologías por accidentes, según lo establecido en el Reglamento General de
la ley del Seguro Social Obligatorio, del 19 de febrero de 1944. Dos años
después, en 1946 se reformula esta Ley, que da origen a la creación del
IVSS, organismo con responsabilidad jurídica y patrimonio institucional.
Con la finalidad de adecuar el Instituto a los cambios que se confrontaban
en esa época, el 5 de octubre de 1951 se deroga la Ley que creaba el
Instituto Central de los Seguros Sociales y se reemplaza por el estatuto
Orgánico del Seguro Social Obligatorio. Subsiguientemente, en el año1966
se publica una nueva Ley del Seguro Social completamente reformada, que
al año siguiente comienza a ser aplicada efectivamente. Esta ley fundada por
84
los seguros de Enfermedades, Maternidad, Accidentes laborales y de
Enfermedades Profesionales en el seguro de asistencia médica, extendió los
beneficios de asistencia integral, estableció las pensiones por invalidez,
incapacidad parcial, vejez, sobrevivientes, más las gratificaciones por
nupcias y funerales.
La misión de los hospitales adscritos al IVSS es ser una institución
pública, cuya razón es brindar protección de la Seguridad Social a todos los
beneficiarios en las contingencias de maternidad, vejez, sobrevivencia,
enfermedad, accidentes, incapacidad, invalidez, nupcias, muerte, retiro y
cesantía o paro forzoso, de manera oportuna y con calidad de excelencia en
el servicio prestado, dentro del marco legal que lo regula. Su visión está bajo
la inspiración de la justicia social y de la equidad para toda la población,
hacia la conformación de la nueva estructura de la sociedad, garantizando el
cumplimiento de los principios y normas de la Seguridad Social a todos los
habitantes del país. El compromiso social y el sentido de identificación con la
labor realizada, que debe ser la premisa fundamental en todos los servicios
prestados.
Según la clasificación sanitaria de la Gaceta Oficial ya mencionada, sobre
las normas de clasificación de establecimientos de atención médica del
subsector salud en Venezuela, el HPO dependiente adscrito al IVSS, clasifica
por sus características, nivel de servicios y especialidades ofertadas como
hospital tipo III, con la descripción ya mencionada para el HGLGL.
Esta organización pública larense de salud, fue una iniciativa concebida
con la finalidad de atender a los trabajadores de empresas de diversas
índoles de servicios, tanto públicas como privadas, en la prestación de
servicios médicos y quirúrgicos en diferentes especialidades médicas, no
obstante, a raíz de las decisiones ejecutivas tomadas durante los años 1999
y 2000, su cobertura sanitaria fue ampliada a toda la población dentro de su
área de influencia, por lo cual, la demanda de sus servicios se ha visto
incrementada en los últimos años, con períodos institucionales críticos.
85
En estos escenarios, destaqué relevante el término gerencia, que no sólo
es exclusivo de las empresas convencionales sino también, aplicable al
sector salud. En su esencia, las organizaciones de salud deben ser
competentes en proveer productos y servicios para promover el bienestar,
prevenir enfermedades e identificarlas tempranamente. Esto incluye, según
Amador y Cubero (2010) la evaluación de riesgos de salud, así el cuidado a
través de la planeación, programas de bienestar, educación y monitoreo del
estado de los pacientes usuarios.
Retrotrayéndome a las experiencias vividas en las organizaciones de
salud descritas, di testimonio de estas, apoyado en algunos autores para
retratar las imágenes de mis recuerdos, permeadas por las teorías
gerenciales, organizacionales y económicas, hasta aquí descritas. Es
menester iniciar la descripción de estas vivencias, resaltando la similitud
operativa de las tres instituciones, guardando las distancias respectivas, para
la oferta del servicio sanitario en la localidad larense.
Dentro de estas instituciones di fe de la extrema solicitud de atención
médica, exaltada preferentemente en las áreas de urgencias, aunque a la par
es universalmente excesiva en el resto de los servicios, que
persistentemente sufren una constante presión social y política para la
prestación de sus servicios a todo nivel estructural. Esta demanda
continuada de salud acarrea un despilfarro constante de todo tipo de
materiales e insumos descartables: adhesivos, químicos antisépticos, agujas,
aplicadores de madera, gasas, bajalenguas, batas quirúrgicas, bisturís,
cánulas, catéteres, lencería descartable, compresas, conectores, sondas,
suturas, termómetros y demás insumos metálicos o plásticos descartables,
entre otros.
Estos materiales descartables, luego de ser usados en la atención al
usuario, se convierten en desechos hospitalarios clasificados según
Colmenárez, Colmenárez, Cortez, Gallo y Fuentes (2005) en desechos
comunes tipo A, cuyos componentes básicos son papel, cartón, plástico,
86
residuos de alimentos, vidrio, componente de barrido generado en las áreas
administrativas, limpieza general, elaboración de alimentos, almacenes y
talleres, siempre y cuando no se hayan puesto en contacto con los desechos
clasificados como B, C, D y E.
Desechos tipo B o potencialmente peligrosos, definidos como materiales
no riesgosos por su naturaleza propia, sino dañinos por la ubicación,
contacto o cualquier otra circunstancia potencialmente contaminante de estos
durante su estancia o traslado intrahospitalario, incluidos los provenientes de
áreas de hospitalización y consulta externa.
Desechos Tipo C o infecciosos, clasificados como aquellos que por su
naturaleza, ubicación, exposición, contacto u otra circunstancia resultan
contentivos de agentes microbianos provenientes de áreas de reclusión de
pacientes infectocontagiosos, quirófano, salas de parto, obstetricia, cuartos
de aislamiento, urgencias, medicina crítica, hemodiálisis, banco de sangre,
laboratorios, institutos de investigación, morgues, anatomía patológica,
autopsias y toda área donde puedan generarse restos infecciosos.
Desechos orgánicos y/o biológicos Tipo D definidos como todas las
porciones extraídas de seres humanos y animales, vivos o cadáveres, con
los respectivos envases que los contengan. Esta clasificación incluye todos
los segmentos corporales u órganos enviados a la morgue del servicio de
anatomía patológica.
Y los desechos especiales Tipo E, definidos como productos químicos,
residuos farmacéuticos, material radioactivo del servicio de radiología,
isótopos radiactivos de laboratorio, líquidos inflamables y toda sustancia que
por su naturaleza física o química implique un efecto tóxico o deletéreo para
la salud humana.
En coherencia con esta clasificación, Pérez, Romero, Valdez y Zarate
(2005) afirmaron que en el HCUAMP los desechos clasificados como
infecciosos tipo C, son los que predominantemente aparecen recolectados en
bolsas plásticas, mientras que los desechos tipo D son trasladados hasta las
instalaciones del HGLGL a fin de ser eliminados por incineración. Igualmente,
87
estos autores reportaron como desechos hospitalarios predominantes los
clasificados como tipos A, B, C y D con un 37,5%. En ambos estudios los
autores concordaron que el recipiente plástico fue el más empleado para
ubicar los desperdicios catalogados como tipo C y D.
Según Pauli (ob. cit.) los desechos plásticos son reconocidos
mundialmente como desperdicios no biodegradables, contaminantes de los
suelos y océanos en el ámbito global. Las organizaciones larenses
prestadoras de salud hacen de este modo un lamentable minúsculo aporte a
la contaminación por residuos sólidos, que, en este caso, son transportados
según lo descrito por Pérez, Romero, Valdez y Zarate (ob. cit.) desde los
contenedores hospitalarios hasta el vertedero, por la empresa adscrita a la
alcaldía Instituto Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario de Barquisimeto
(IMAUBAR).
Por otro lado, no menos importante, consideré relevante referir las fuentes
energéticas completamente dependientes del suministro de electricidad
otorgado por las empresas locales, sin otra alternativa que las plantas
generadoras internas dependientes de combustibles fósiles contaminantes, y
las reservas en tanques para el suministro del agua a todas las instancias
hospitalarias de estas instituciones, aunado a la inexistencia de estrategias
gerenciales formales para el ahorro de este vital líquido, economía
energética, y de material institucional.
De este punto, advertí que existen pequeñas iniciativas individuales
espontáneas e informales que intentan paliar la deficiencia de recursos
mediante la optimización del uso de insumos en todos los ámbitos de
atención, que se ha vuelto según mi percepción, en parte de una cultura
organizacional de austeridad, cristalizada en los comportamientos tendientes
al mínimo desperdicio innecesario de material descartable para su máximo
rendimiento durante la prestación del servicio médico, con la intención de
atender más pacientes con el menor desgaste de insumos.
En este ámbito cité a Daza (2006), quien desarrolló en el HCUAMP una
propuesta para confeccionar exitosamente la manufactura artesanal de
88
instrumental médico quirúrgico urológico, en sustitución del costoso material
convencional ofertado en el mercado de ventas médico. Iniciativa con la cual
logró reducir los gastos relacionados con el instrumental al fabricarlo con
materiales artesanales. Equivalentemente, Camacho (2003) diseñó en este
mismo centro asistencial, otra propuesta para reciclar los restos sobrantes de
mallas de polipropileno empleadas en la cirugía herniaria, para reutilizar los
sobrantes reesterilizados, en vez de tirarlos y rendir así este material como
insumo para otras cirugías.
Estas experiencias, las estimé como proyectos donde incipiente e
inconscientemente fueron aplicados principios de economía azul de una
manera elemental, para buscar una solución alternativa a un problema
económico, mediante recursos localmente disponibles sin generación de
desechos ni emisiones para un beneficio rentable reflejado en el menor costo
institucional y personal del paciente usuario aunado al pequeño impacto
social que representó la resolución de su problema médico mediante esta
opción.
Ante estas vivencias y a la luz de las ideas planteadas, interpreté y
comprendí las cosmovisiones que los gerentes de salud proyectaron
intersubjetivamente acerca de su accionar, desde una hermenéusis con base
en los principios de la economía azul o circular, para así alcanzar la principal
intencionalidad de mi estudio doctoral, como lo fue generar una aproximación
teórica acerca del fenómeno en el contexto indagado.
89
los recursos entre los diferentes miembros según sus destrezas y voluntades;
y al igual que éste, la civilización afronta múltiples decisiones sobre las
labores a ejecutar y quién las consumará. Hacen falta individuos que trabajen
la tierra, mientras otros manufacturan artículos u ofrecen servicios. En fin,
una vez asignadas las tareas, deben escogerse los bienes y servicios a
producir, así como elegir quien los consumirá.
La administración de los recursos de la sociedad es transcendental por la
responsabilidad que esta tarea supone, sobre todo en ámbitos de escasez,
definida, según Mankiw (2012) como la limitada disponibilidad de recursos
dada por la incapacidad de la sociedad para producir todos los bienes y
servicios que las personas requieren. Por tanto, la civilización no alcanza a
proveer a todos del máximo nivel de vida que anhelan, lo que hace de la
escasez un término profundamente ligado a la economía y al principio
fundamental en su concepción como ciencia social, que precisa del carácter
limitado de los recursos al momento de definirse. Según Mankiw (ob. cit.) la
economía puede conceptualizarse como:
90
clínicas privadas como los entes públicos requieren de criterios económicos
para administrar los recursos escasos dentro de sus estructuras
organizativas, y producir así el servicio médico demandado por los pacientes
usuarios de este.
Por otra parte, Astudillo (2012) enunció que la economía es una ciencia
social que emerge ante la imposibilidad en adquirir todo lo que se ansía, ya
que hay limitantes de ingresos en ocasiones tan crudas que impiden a
algunos grupos sociales cubrir sus necesidades básicas. Este concepto
agrega a la necesidad, como un deseo humano básico de satisfacción
imperativa de una condición que garantice la supervivencia o calidad de vida,
como obviamente lo constituye el derecho a la salud que dispensan las
organizaciones sanitarias larenses. Las definiciones de ambos conceptos,
escasez y economía, se tornaron clave en esta investigación, dado que
abordaron el manejo de los recursos sanitarios escasos contra una ilimitada
demanda de servicio médico en las instituciones prestadoras de salud
mencionadas.
Las organizaciones de salud entonces, según Muñoz y Calderón (ob. cit.)
tienen la responsabilidad de construir ventajas sostenibles para garantizar su
viabilidad en el tiempo ante la presión humana ascendente por servicios de
salud accesibles, oportunos, eficientes, efectivos y de alta calidad; a lo cual
se suma la presión social por la perdurabilidad de estos servicios para toda la
sociedad. Las circunstancias para lograr estas ventajas no se logran al azar,
ni por una buena estructuración o gestión; hacerlo implica que la gerencia
tome conciencia de su rol en el despliegue integral de la organización,
asociado a los activos económicos que posea.
La gerencia así involucra íntimamente al concepto de economía en las
organizaciones sanitarias privadas como sinónimo de rentabilidad, mientras
que en el sector público va dirigida a la eficiencia de los recursos para
intentar cubrir, o por lo menos atenuar, el déficit constante de materiales,
insumos y energía, necesarios para la oferta del servicio salubre en las
organizaciones sanitarias larenses. Por tanto, la economía es una ciencia
91
social influyente en los criterios para gerenciar las instituciones prestadoras
de servicio sanitario dentro del estado, tanto públicas como privadas, dado
que el proceso productivo que genera el servicio es a su vez producto de una
determinada combinación de recursos económicos institucionales.
De este modo, el concepto de economía, para Bergara, Berretta, Della
Mea, Fachola, Ferre, González, Patrón, Rossi, Spremolla, Tansini, Terra,
Torello, Triunfo, Vaillant y Vicente (2003), es la ciencia que encargada del
estudio sistemático de las actitudes individuales encaminadas a administrar
los recursos, con el objetivo de producir bienes y servicios, y distribuirlos de
forma tal que satisfagan las ilimitadas necesidades humanas. Esta
conceptualización del vocablo economía, incorpora a la administración como
ciencia gerencial en el proceso de producción y distribución de bienes
materiales y servicios, lo cual confirmó la inclusión de aspectos conceptuales
de ambas disciplinas en la praxis rutinaria de sus principios científicos.
Luego, gerencia y economía las comprendí en este sentido, como artes
científicas fusionadas en el quehacer laboral institucional de las
organizaciones salubres de la localidad.
Por su parte, Toro Hardy (2005) expresó una definición de economía muy
completa que menciona la metodología científica en su concepto: es una
ciencia, y como tal está constituida por un conjunto de conocimientos
precisos, obtenidos mediante un método de investigación sistematizado, para
establecer relaciones de causa-efecto, cuyo objeto es formular principios
generales que hagan permisivo cierto grado de predicción. Esta ciencia se
ocupa así de estudiar todos los aspectos relacionados con la satisfacción de
las demandas humanas, y otorga espacio a la probabilidad de predecir
tendencias futuras de consumo, lo que, en consecuencia, conduce a
establecer prioridades de elección empresarial sobre los rubros a producir.
Vislumbré aquí entonces, el papel de las instituciones salubres como
empresas que dispensan servicios de salud.
En el proceso de crear bienes de consumo, las empresas confrontan la
decisión de elegir primeramente el producto a elaborar según una demanda
92
específica del mercado, sucesivamente afrontan la decisión sobre como
producirlo, esto es, definir la combinación óptima de recursos con la intención
de lograr de la manera más eficaz la meta propuesta por la organización,
además de tener que decidir para quien van a fabricar ese producto. Las
manufacturas elaboradas de esta manera son ofertadas para cubrir alguna
necesidad consumista en el mercado. No obstante, los consumidores
igualmente son obligados a establecer prioridades, en vista de la
disponibilidad de recursos monetarios, y, por tanto, elegir qué necesidad
satisfacen primero. Una vez tomada esta elección escogen entre diferentes
opciones para complacer la necesidad que han elegido satisfacer.
En el ámbito de las organizaciones salubres estadales, los pacientes sin
poder adquisitivo carecen de la opción de decidir por una alternativa
diferente, por tanto, acuden a los establecimientos públicos, mientras que las
clínicas privadas absorben la demanda de salud proveniente de los estratos
sociales más altos. A pesar de esta diferencia con relación al mercado
consumidor en estas instituciones, en ambas, la prestación del servicio
genera un costo, asumido por el propio usuario o el Estado venezolano. Este
costo implica el gasto de recursos institucionales escasos, con más énfasis
respecto a su carestía, en los entes oficiales de salud, comparados con el
sector sanitario privado.
De ahí que es de vital importancia definir el concepto de recursos dentro
de un contexto organizacional. De acuerdo con Lara (2012), los recursos son
“todos aquellos factores de producción sobre los cuales la empresa pueda
ejercer un control efectivo, independientemente de que tenga sobre ellos
derechos de propiedad.” (p. 25). Por consiguiente, incluí como recursos
organizacionales no solo a los materiales, estructura física, insumos y
energía como factores de producción, también integré al capital humano y los
activos intangibles que de él derivan dentro de la institución. La correcta
administración de estos elementos determinaría la eficiencia gerencial bajo
criterios de economía.
93
Según Muñoz y Calderón (ob. cit.), aunque la gerencia desde su
pensamiento inicial fue estimada como una actividad social encauzada a la
dirección de organizaciones con la obtención de resultados bajo criterios de
eficiencia, eficacia y efectividad, ésta va más allá de la gestión de recursos
físicos y se han incluido otros favorecidos de su acción como la sociedad, el
Estado y el medio ambiente. Todos estos beneficios desembocan directa o
indirectamente como capital monetario, o como bienes y servicios
financiados por este. Esta consideración la percibí relevante en la gestión de
instituciones de salud larenses, por cuanto relacionó un servicio asociado con
el bienestar social, calidad de vida y alto impacto con el desarrollo económico
de una región.
Nuevamente, articulé la gerencia con la gestión de recursos tanto físicos
como derivados del capital humano, en la asignación óptima de estos según
criterios económicos austeros para la satisfacción de las necesidades
colectivas de la sociedad. En este contexto, traje a colación el clásico libro de
Adam Smith Una Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza
de las naciones, publicado en 1776 y citado por Mankiw (ob. cit.), donde
Smith afirmó que los actores económicos actúan motivados por el interés
personal y que la “mano invisible” del mercado lleva a este interés a
promover el bienestar económico general. (Fig. 4).
La anterior afirmación de Smith es una clara alusión al libre mercado
propuesto por el capitalismo, que enlazo con la dinámica económica de las
empresas en general y específicamente a las organizaciones prestadoras de
salud locales, inmersas todas en una red compleja de relaciones económicas
de competencia y colaboración, donde los recursos institucionales se
disponen austeramente mediante criterios gerenciales y económicos para
intentar compensar la desmesurada demanda de bienes y servicios de salud.
Seguidamente, expongo una imagen representativa de las varias
concepciones de economía hasta ahora mencionadas.
94
95
96
Por este motivo, Pauli (ob. cit.) denominó a la economía lineal que destruye
el ambiente natural para satisfacer la codicia humana en menosprecio de la
sociedad, economía roja, no por el desangramiento del planeta, sino por el
saldo en números rojos que deja con las generaciones futuras.
Para los dos tercios menos favorecidos de la civilización, el ambiente
natural es su fuente de vida y sostén. La expoliación, desviación y
apropiación de sus ecosistemas para extraer recursos naturales o arrojar
residuos, forja una carga desmesurada de miseria para los infortunados y
una impagable deuda con los habitantes futuros. En un mundo liberado de
comercio global, en el que todo es negociable y la economía es el único
factor determinante de poder para control social y político, los recursos son
transpuestos de pobres a ricos y la contaminación es trasladada de ricos a
pobres. Es el resultado, según Shiva (2001) de una segregación ambiental y
social a escala global.
Al respecto, la globalización genera nuevos procesos de exclusión en el
ámbito mundial, según el Informe sobre Desarrollo Humano (1998), publicado
en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), según el
cual, el 20% de los ciudadanos de los países más ricos interviene en un 86%
del total de los gastos en consumo particular, mientras que el 20% más pobre
sólo participa de un precario 1,3%. Los 225 individuos más ricos poseen el
equivalente superior a un billón de dólares, igual al ingreso anual del 47%
más pobre de la población del planeta, esto es, 2.500 millones de habitantes.
Con solamente el 4% de la riqueza unida de estas personas pudientes, sería
posible el acceso universal a los servicios básicos para todos los ciudadanos
del mundo. Este es el reflejo socioeconómico de una economía roja codiciosa
que ignora a la sociedad y al medioambiente.
Este modelo económico rojo de procesos contaminantes ha
desembocado en una crisis ecológica que según el informe citado, evidencia
un consumo excesivo en continua expansión, que somete al medioambiente
a tensión mediante emisiones, vertimientos y residuos dañinos, en los suelos,
97
agua y aire, rompiendo el equilibrio de los ecosistemas naturales por
agotamiento y degradación de sus recursos renovables en menoscabo de la
vida. Esta reseña igualmente reporta noticias sobre el consumo de recursos y
contaminación hídrica, con el consiguiente impacto en el modo de vida de los
estratos sociales más bajos. Esta es la secuela de una economía roja que
perjudica mortalmente a la población mundial, mediante la erosión del
término de sostenibilidad.
Este concepto general y ambiguo, sin embargo, marca un inestimable
punto de partida global. Expertos en economía, a lo largo del siglo XX, XXI y
hasta la actualidad, han intentado truncar la distancia entre el cuidado
ambiental y la teoría de la economía roja clásica, lo que permitió formular un
nuevo modelo económico altamente ecológico llamado economía verde, el
cual ensaya aplacar el impacto ambiental bajo un uso eficiente de recursos,
pero según lo revela Matthews (2011), con la insistencia expansionista roja
de crecimiento ilimitado. Por consiguiente, esta propuesta no solucionó la
raíz del problema, dado que dirigió su interés hacia la internalización de
gastos y a forzar a la empresa contaminante a la compensación económica
ambiental, adoleciendo de cambios sistémicos en la cultura empresarial de
reducción de los focos contaminantes y del diseño del producto a manufacturar.
No obstante, las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (2011),
propuso en su programa PNUMA, este modelo ecológico productivo verde.
Este programa la definió como aquella que da lugar a la optimización del
bienestar humano y equidad social, mientras se reducen significativamente
los riesgos medioambientales y la escasez ecológica, por tanto, el concepto
reconoció la inseparabilidad de las tres vertientes de la sostenibilidad, con el
objeto de promover las situaciones en las que se beneficien estos aspectos
cuando sean inevitables las soluciones intermedias para apoyar las
decisiones adecuadas mediante la información respectiva.
En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible
(2012), comúnmente conocida como la Conferencia Río+20, el enfoque de la
98
economía verde fue adoptado como una herramienta importante para el
desarrollo sostenible y erradicación de la pobreza bajo cambios mundiales de
problemas que enfrenten las naciones, este enfoque representó una
oportunidad para aplicar los tres pilares del desarrollo sostenible. La
economía verde según este informe respondería a la crisis mundial
económica, social y ecológica mediante la redistribución del capital natural,
social y financiero a los fines de generar beneficios para el desarrollo
económico, equidad social y protección del ambiente. Reflejó un cambio de
paradigma hacia un enfoque integral de la naturaleza, medioambiente, y
desarrollo económico.
Según el PNUMA (ob. cit.) una economía verde es aquella que mejora el
bienestar humano y equidad social, a la vez que atenúa significativamente
las amenazas ambientales y escasez ecológica. En su forma más elemental,
una economía verde sería aquella con bajas emisiones de carbono, uso
eficiente de los recursos y socialmente incluyente. De esta manera, deduje
que una economía verde adquiriría distintas facetas según el país y medidas
que adoptase en función de sus prioridades nacionales y bienes naturales.
La transición hacia una economía verde pudo supuestamente generar
más oportunidades comerciales, al abrir nuevos mercados de exportación
para los bienes y servicios ambientales, al reverdecer las cadenas de valor
global. Por consiguiente, la economía verde cada vez más mostró un portal
hacia nuevas oportunidades comerciales, de crecimiento y desarrollo
sostenible, pese a que, existían limitaciones para la implementación de este
sistema económico.
Según Delgado (2009), de las acciones previstas para impulsar la
economía verde, se pudo precisar de manera general que las principales
contradicciones y limitaciones de su teoría son las siguientes: los incentivos
económicos verdes para impulsar la ecoeficiencia son en sí, una
transferencia de recursos públicos a favor del sector privado, para que el
empresariado desarrolle, comercialice y se enriquezca con la operatividad de
99
nuevas tecnologías. Los paquetes verdes, por tanto, tornaron en recursos
monetarios que redujeron los costos de producción con la consecuente
acumulación de capital, mientras el reverdecimiento de los mercados se
convirtió en una búsqueda de apropiación de ciertos sectores de este,
restringidos a consumidores de alto poder adquisitivo.
Esto me hizo pensar que un mercado verde no es necesariamente reflejo
de menores patrones de consumo, dado que potencialmente estas
tendencias podrían ser más contaminantes para el medioambiente natural.
La restauración y mejora de este capital natural por la vía de mecanismos de
mercado y de esquemas de cooperación, pudo expresarse en una tendencia
hacia la privatización de los bienes comunes.
Asimismo, Delgado (ob. cit.) agregó que la búsqueda de precios correctos
para establecer sistemas de pago por servicios ambientales y la creación de
mercados de tales servicios sugiere que existió un mecanismo de valoración
conmensurable de la naturaleza, al tiempo que asume que el mercado es el
mejor mecanismo para internalizar los costos de las externalidades
ambientales. Esto me traslució, que aquellos actores con mayor poder de
compra, responsables de los mayores impactos ambientales, son los que
tendrían mayor capacidad de pago por derechos a contaminar. La inequidad
del esquema verde fue muy evidente.
Igualmente, continúa este autor, la eficiencia material o energética en el
sector productivo, transporte, construcción u otros, tiende en general a
provocar paradójicamente un consumo mayor de recursos dentro de las
unidades productivas empresariales, es decir, a mayor gerencia verde de las
empresas, mayor productividad y generación de residuos y emisiones, que
exigirían mayores gastos para su disposición ecológica final. Esto me llevó a
reflexionar sobre la insostenibilidad económica que este modelo verde
conlleva en su implementación
Según Pauli (ob. cit.) el modelo de la economía verde ha requerido
mayores inversiones pagadas por los consumidores para obtener los mismos
100
artículos y servicios a cambio de prevenir el impacto ecológico. Antes de la
crisis económica esto ya era un reto colosal, en una era de crisis financiera
global es una propuesta con muy pocas posibilidades de ser próspera. Por
consiguiente, vi evidente que el modelo verde adolece de sustentabilidad y
sostenibilidad, por su desmesurado costo económico en beneficio ambiental.
Este hilo discursivo ecológico me permitió comprender que las limitantes
de la economía verde son básicamente el alto costo de sus tecnologías,
accesibles solo para una élite, que imposibilita su aplicación sistemática en
toda la economía empresarial al incrementar los gastos de mantenimiento de
las ecotecnologías supuestamente eficientes. La triada de la sostenibilidad se
desequilibra en declive de la vertiente económica. Por estos motivos, la
economía roja y verde dejó un gran vacío mundial para satisfacer las
expectativas existenciales de consumo humano de recursos y materias
primas.
Durante las últimas décadas, el consumo de recursos naturales y
materias primas alcanzará un ritmo que complicará la capacidad del mundo
si no se frena o modifica el actual modelo lineal de producción y consumo.
Esta preocupación por la disponibilidad de los recursos y la calidad del medio
ambiente no es nueva, ha sido ampliamente promovida por ambientalistas
como Carson (ob. cit.) y por los gobiernos de diferentes países desde el final
de los años 80 con el reporte de Brundtland (ob. cit.), donde se definió por
primera vez el concepto de desarrollo sostenible.
La sostenibilidad en este orden, se postuló durante la década de los 90,
que acaecía combinando tres esferas: económica, social y ambiental. No
obstante, la postura de Mebratu (ob. cit.) mostró que la sostenibilidad no se
reduce solo a la combinación de estas, sino que las esferas económica y
social, eran codependientes y a su vez dependían de la ambiental.
Posteriormente, una perspectiva novedosa sostenida por Lozano (2008),
expuso que el desarrollo sostenible tenía una cuarta dimensión: el tiempo,
dado que las acciones hacia la sostenibilidad tienen un impacto cronológico
101
de corto, mediano y largo plazo. Esta afirmación me trasladó a la fase de
planeación, donde el gerente prospectivamente recrea escenarios para
anticipar su despliegue estratégico organizacional, inoperante si no integra a
su acción herramientas económicas alternativas que busquen la
sostenibilidad.
Para Hernández, González y Tamez (2016), un ejemplo de sistema de
desarrollo sostenible o sustentable es un bosque donde se talan árboles para
satisfacer las carencias de madera y papel, y que luego se renueve a una
velocidad mayor que la tala de este para mantener la actividad comercial en
el tiempo y poder beneficiar a las generaciones futuras con papel, madera y
los beneficios ecológicos del bosque. Otro ejemplo, aplicado a la industria de
la moda, sería la elaboración de prendas de vestir confeccionadas con fibras
naturales como el algodón o la lana, recursos renovables que permiten al
mantenimiento del consumo sin agotarse, por lo cual persisten disponibles en
el futuro para las generaciones venideras.
Estos mismos autores, califican una propuesta como sustentable o
sostenible, cuando reúne ciertas condiciones relacionadas con la ecología,
economía y desarrollo social: la triada de la sostenibilidad. Estas son: Los
recursos renovables no deben explotarse a un ritmo mayor que el de su
generación, los residuos contaminantes no se pueden producir a un ritmo
mayor que el proceso de su reciclaje, neutralizalización o biodegradación y
los recursos no renovables deben aprovecharse a menor velocidad para ser
sustituidos por recursos renovables sustentables. Ejemplo, el petróleo y sus
derivados. Si estas características se cumplen un proyecto puede definirse
como sostenible.
A su vez, los gobiernos, las empresas y las sociedades, han afrontado la
sostenibilidad como una meta con diferentes modelos industriales y desde un
punto de vista lineal de extracción, utilización y desecho, incluso muchas de
las iniciativas para la resolución de los problemas ecológicos suelen
aminorarse a técnicas reformatorias y la innovación tecnológica que alarga el
102
tiempo, a pesar de no adquirir sostenibilidad, como lo describe Hueseman
(2016). De esta manera, este autor postula fundamental una transición hacia
un nuevo modelo productivo que reduzca la presión sobre el medio ambiente
y simultáneamente sea capaz de generar desarrollo socioeconómico. Esta
realidad no es diferente para las instituciones salubres locales, dada la
linealidad mayoritaria de su servicio, el cual presencié y aún percibo vigente
en su funcionamiento.
En esta realidad, la teoría de la economía circular se mostró como la
alternativa a este modelo lineal que permite confrontar los retos del
crecimiento económico actual, porque promueve un flujo circular de procesos
productivos de extracción, transformación, distribución, utilización y
recuperación de los materiales, energía de productos y servicios disponibles
en el mercado según la propuesta de Stahel (2016) y Park (2010). La
Economía Circular de este modo se constituyó en un paradigma económico
cuyo objetivo fue crear bonanza económica, protección ecológica e impacto
social, concediendo así el desarrollo de la triada de sostenibilidad.
Este modelo, según Yuan (2008), se apoyó en el principio de reducir,
reusar y reciclar, adaptable a todo el ciclo de vida de los productos y en
estrategias sostenibles, como la de Cradle to cradle propuesta por
McDonough y Braungart (2002), fundamental porque estableció que los
productos y servicios pueden ser reintroducidos al ciclo como insumos
biológicos o técnicos, como lo plantearon Prieto, Jaca y Ormazabal (2017),
quienes sostuvieron que actúan como aceleradores de la dinámica de la
economía circular. De acuerdo con esto, descubrí que cronológicamente han
surgido variados conceptos relacionados con la gestión del desarrollo
sostenible, aunque existe una brecha teórica acerca de sus relaciones y
ubicación en el conocimiento científico.
En el caso de la Economía Circular, su sustento teórico no es un
concepto nuevo. La primicia reside en el paulatino interés por su uso en el
ámbito gubernamental, empresarial y social como lo propuso Winston (2016).
103
No obstante, la literatura revisada hasta la fecha se limitó, en su mayoría, a
definir las aplicaciones de la Economía Circular sin revisar su vínculo directo
con la teleología de este paradigma, que radica en la sostenibilidad, bajo la
cercana armonía de procesos productivos entre el ambiente ecológico y la
economía.
Algunos economistas acentuaron la trascendencia de establecer una
relación lógica entre el medioambiente y la economía. Entre estos Boulding
(1966), quien propuso que el planeta pudiera funcionar como un sistema
cerrado cíclico que consintiera recircular los recursos limitados, para hacerlos
infinitos. Aunque no fue hasta la propuesta de Pearce y Turner (1990)
quienes concretaron el término Economía Circular, planteando un flujo
económico cerrado que revelaba cómo era factible su dinámica.
En la investigación realizada por Ayres (1989) en el campo de la
ingeniería, este propuso diseñar actividades industriales que funcionaran
como un metabolismo empresarial y luego la conformación de simbiosis
industriales entre organizaciones distintas. De esta forma, durante los años
90, la definición de sostenibilidad principió a obrar en la sociedad, y a
comprenderse como la unificación de las esferas económica, social y
ecológica como lo definía Mebratu (ob. cit.) De acuerdo con lo anteriormente
expuesto, puede percibirse que la economía circular no es una teoría
novedosa, aunque ha resaltado en la comunidad científica y empresarial en
los últimos años, debido a su uso como política estratégica para países
desarrollados como Alemania, China, Japón y la Unión Europea entre otros,
según la comisión de la Unión Europea (2014).
Comparablemente, existen otras disciplinas que han agregado iniciativas
para impulsar el cambio del sistema económico clásico al paradigma de la
economía circular, con el desarrollo de modelos alternativos de negocios
sostenibles como los proyectos propuestos por Lewandowski y Valkokari
(2016). En la ingeniería, mediante la simbiosis industrial propugnada por
Geng (2007); el diseño, con la estrategia “Cradle to Cradle" ya citados y el
104
concepto de biomímesis de Benyus (2002), entre otros postulados circulares,
que consiste en servirse de la naturaleza como modelo de forma que sea su
estructura quien oriente la manera de innovar.
Actualmente, la biomímesis tiene un vasto campo de operación desde las
artes hasta la ingeniería. Uno de los ejemplos más notorios es la creación del
velcro, que deriva de las palabras francesas Velvet (terciopelo) y (Crochet)
que significa gancho. El conocido invento fue definido por el ingeniero suizo
Georges de Mestral, durante un paseo por las montañas alpinas, donde
evidenció como los cardos Carduus defloratus se mantenían adheridos al
pelaje de su perro y su ropa. La idea del velcro se materializó cuando
exploraba el diseño de los ganchos del cardo en el microscopio y el potencial
uso para adherir transitoriamente elementos.
En contraposición, otros autores manifestaron que los diseños de
productos o modelos inspirados en la naturaleza no obligatoriamente los
hace más sostenibles que otros correspondientes, si son examinados desde
la vista del análisis de ciclo de vida según las experiencias de De Pauw
(2014) y Llorach-Massana (2015). De ahí que estas estrategias deben
atender a la perspectiva del ecodiseño. Asimismo, una estrategia de diseño
de producto encauzada a la economía circular debe ser análoga con los
principios de la naturaleza y simultáneamente recordar el ciclo de vida de los
productos, en consonancia con las apetencias consumistas de la sociedad
actual. En este contexto ambiental, considero conveniente referirme a un
modelo de economía circular que comparte de manera casi idéntica los
mismos principios de circularidad de flujos, como lo es la Economía Azul.
Este concepto fue descrito por Pauli (ob. cit.) un emprendedor belga,
miembro del Club de Roma, que lo concibió como una respuesta al informe
Los límites del Crecimiento (1972) que marcaba las restricciones de
desarrollo de la sociedad occidental con el modelo económico rojo, causado
por el círculo vicioso de pérdida de la ética, crecimiento demográfico
desmesurado, deterioro medioambiental y progreso industrial descontrolado.
105
La Economía Azul, surgió como un informe para estimular a los
empresarios a cambiar la manera de pensar acerca del medioambiente,
agricultura, manufactura, residuos y emisiones, con el fin de trazar la triada
del desarrollo sostenible, imitando la forma de actuar de la Naturaleza. En su
obra, Pauli (ob. cit.) sostiene que este modelo creará en 10 años, al menos
100 innovaciones y 100 millones de nuevos puestos de trabajo, bajo la
premisa de usar la biomímesis como imitación de los principios de los
ecosistemas naturales.
Imitar la eficiencia de estos ecosistemas, fue un punto clave, dirigido a los
industriales en un artículo publicado en Corea del Sur en el año 1991 por
este empresario, donde no sólo señaló al suministro hídrico y aéreo, sino al
equilibrio bacteriano, regeneración del suelo e infinidad de elementos
evolutivos como motivos inspiradores para el diseño de soluciones más
eficientes en sustitución del actual modelo despilfarrador lineal. Así, la
sostenibilidad sólo sería posible cuando desapareciera el concepto de
desecho con el reciclaje de materia y energía bajo la emulación del proceso
natural.
En su infinita dinámica acumulada desde la creación del planeta, la
naturaleza implementó entre sus estrategias recicladoras el fenómeno
denominado biodegradabilidad, definido como la capacidad de descomponer
una molécula compleja en elementos químicos simples, por la acción de
agentes biológicos o físicos, como el sol, el agua, las bacterias, las plantas o
los animales. Sin embargo, la biodegradabilidad en manos del humano,
aislada del contexto natural no garantiza la ausencia de daño ecológico.
Este autor del modelo azul fue retado a imaginar un sistema económico
que no produjera residuos ni emisiones, sin costes suplementarios y que
otorgara capital social. Así fue como inspirado en la naturaleza donde el
desecho de unos es el alimento de otros, emuló las potenciales interacciones
productivas y evolutivas para reflexionar su integración en la economía
global. Después de tres años de investigación en colaboración con el
106
programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se estableció en Suiza
la fundación Zero Emissions Research and Initiatives (ZERI), con el propósito
de diseñar prototipos que demostraran la factibilidad de crear un modelo
económico científicamente posible y económicamente viable. Así hubo
nuevas propuestas.
Los prototipos innovadores fueron ponderados para evaluar la perspectiva
de introducirse en un sistema productivo, para que éste trabajara como los
ecosistemas, acumulando invenciones de varios científicos para un uso más
eficaz de las leyes naturales descritas por la física. Surgió así, un nuevo
modelo económico que sustituye la lógica del beneficio inmediato en un
entorno de escasez, por otro capaz de ofrecer a los empresarios un horizonte
de oportunidades para transformar el paradigma comercial actual.
Esta nueva propuesta, inspirada en las características y ciclos del planeta
tierra, trata de un concepto holístico en el planteamiento empresarial. Sólo
deben reproducirse los ecosistemas naturales en su capacidad de
evolucionar perennemente hacia mayor eficiencia, reciclar residuos y usar
energía sin emisiones tóxicas, para igualmente optimizar la producción de bienes
y servicios que los ciudadanos necesitan para satisfacer sus demandas, con
responsabilidad compartida y respeto para las generaciones futuras. Dejando de
lado los principios de la economía roja que solo persiguen el lucro.
La economía propuesta por Pauli (ob. cit.), trata de fructificar con visión
innovadora, multitud de fuentes de ingresos a lo largo del proceso productivo.
Así, los riesgos diversificados reducen costos y deja de tener sentido intentar
valorar el subproducto o eliminar el residuo, éstos se convierten en
oportunidades de negocio (insumos) para gerentes emprendedores con
visión de futuro; bajo esta nueva economía basada en la regeneración, que
asegura la trayectoria evolutiva de los ecosistemas para beneficio de la
civilización con base en la adaptación y abundancia natural. La economía
azul trata entonces de una dinámica capaz de replantear el desarrollo
económico de un país. Basada en principios inspirados en la naturaleza con
107
una arquitectura de flujos, que sólo utiliza lo localmente disponible, la
reutilización de residuos, la productividad total y el pleno empleo.
Tal como lo planteó el autor citado, los principios de la Economía Azul,
fueron sustentados en el aprovechamiento de las fuerzas naturales de los
ecosistemas, la sustitución de insumos innecesarios, uso de recursos
locales, biodiversidad, la reutilización de nutrientes, materiales y energía
localmente disponibles en procesos no lineales que hacen inexistente a la
basura con cero emisiones, la biodegradabilidad, el uso del agua como
elemento básico de interacción químico-biológica, la disposición a innovar
constantemente, la búsqueda permanente de rentabilidad, la renovación de
las estructuras ineficientes con prevalencia de las relaciones simbióticas en
los procesos de producción, la satisfacción de las necesidades básicas
humanas y la actuación con ética ambiental.
En la naturaleza, las desventajas pueden convertirse en ventajas, los
problemas oportunidades y los riesgos cambian en motivaciones para la
innovación. Los empresarios reflexivos capaces de hacer más con menos
recursos, ocuparían un papel preponderante en el medio natural, donde las
nuevas invenciones inspiradas en la sabiduría de los ecosistemas crearían
beneficios múltiples, empleo y capital social. La naturaleza actúa solo con lo
que encuentra localmente disponible, desde donde orienta hacia las
necesidades básicas y luego, desde la satisfacción desenvuelve hacia la
sobreproducción. La principal fuerza es la gravedad, la segunda es la energía
solar. El modelo económico azul dentro de sus principios, está basado en la
escasez como punto de partida para la producción.
La estrategia más adecuada de estos principios azules es la observación
de la naturaleza, de hecho, un ecosistema no produce desechos, cada vez
que aparecen son usados por otra especie. Por analogía, esto entra en
contradicción con industriales y empresarios que crean cadenas de valor en
cascada, donde el proceso aislado, no integrado, transforma un insumo o
recurso en residuos que terminan abandonados en un vertedero.
108
Una plataforma empresarial organizada potencialmente sería capaz de
copiar la eficiencia de los ecosistemas para eliminar desechos, crear
empleos y favorecer la productividad, mediante ideas gerenciales inspiradas
en este modelo ecológico. Es crucial recordar la linealidad de procesos rojos
en las instituciones donde estudié el fenómeno, allí los desechos
hospitalarios terminan botados en el Vertedero de Pavia o incinerados en
hornos industriales.
Reflexioné en este mar de pensamientos ecológicos, que una gran
cantidad de pequeñas iniciativas podría convertirse en nuevas oportunidades
empresariales para el salto a un nuevo modelo económico que motive a los
políticos en elegir una dirección desde donde todas estas oportunidades de
fuente abierta sean accesibles a todos los niveles de organización social. La
aplicación de esta estrategia económica azul no será posible sin la
integración de cada miembro de la sociedad. Los actores económicos
deberían funcionar en red mediante la creación de clústers empresariales
coordinados para prevenir la creación de basura, mediante la reutilización de
desechos como insumos al proceso productivo siguiente en un proceso
circular.
De esta manera, clientes, emprendedores, gerentes, líderes, jefes,
empresarios, directores, y todos aquellos involucrados con organizaciones
destinadas a la producción-distribución de bienes y servicios deberían tener
acceso libre a los principios científicos de la economía azul, para garantizar
una gerencia empresarial exitosa a nivel global, sin basura, ni vertimientos, ni
emisiones, económicamente viable y de un favorable impacto social.
El modelo económico azul posee entonces, un potencial prometedor para
crear empleo, acrecentar la eficiencia material y productividad más allá de las
necesidades básicas de consumo del mercado. La naturaleza transforma así
mediante cascadas de energía y materiales nutrientes entre todos los reinos
naturales, con variadas unidades productivas a escala humana que
suministren todos los productos y servicios necesarios. En un ecosistema,
109
cada participante hará una modesta contribución subordinado a la
disponibilidad de materia, energía y la necesidad del próximo proceso
natural. Las crisis sobrevenidas son solo coyunturas evolutivas, donde el
ecosistema adapta sus elementos a nuevas condiciones ambientales bajo las
mismas leyes naturales.
Cada elemento crecerá de esta forma, hasta donde la dinámica
ecosistémica lo permita, sin monopolios; hay mucho espacio para las
minúsculas aportaciones mientras la consolidación del poder queda fuera del
juego natural. Estas condiciones facilitan la esencia flexible y proclive al
cambio del sistema total, donde la vida se adapte y prospere amparada en un
perpetuo flujo energético y material. Al sobrar nutrientes en los ecosistemas,
tan pronto ocurre, proliferarán otras especies para eliminar los residuos,
reintegrándolos en el flujo que otros participantes utilicen. Las hojas caídas
del árbol se biodegradarán por acción de las bacterias e insectos, cuyas
deposiciones se reutilizarán a su vez como abono nutriente para el suelo.
Todo dentro de las fuerzas naturales del ecosistema.
La principal fuerza natural son las leyes de la física, puras y no
contaminantes. El principal disolvente es el agua, esencial para la vida,
carente del peligro de los catalizadores inventados por la química. Los
enlaces intermoleculares son principalmente no covalentes y relativamente
fáciles de romper para permitir el reciclaje de las moléculas dentro de la
espiralidad eficiente de un vórtice acuífero. La química en los ecosistemas
acciona bajo la degradación, separación y reintegración que permite al
sistema alcanzar una óptima eficiencia material y energética. Este modelo
circular, visto superficialmente puede parecer desordenado, sin embargo,
consolida el funcionamiento de los ecosistemas naturales desde su caos.
A medida que los principios azules integren los sistemas de producción
empresarial para reproducir los ecosistemas, tendrán que enfrentar a la
aleatoriedad de los modelos no lineales. Este punto no simboliza que todo
será impredecible, dado que los principios de la naturaleza (la física) siguen
110
presidiendo el universo. Lo que apunta, es que es imperativo localizar las
fuerzas interactivas y conexiones invisibles que permitan obtener resultados
múltiples con un grupo de iniciativas. El resultado final de estas relaciones
interactivas complejas, aparentemente sumergidas en el caos, es la
redistribución satisfactoria del flujo energético y nutricional, sin la generación
de desechos ni emisiones venenosas.
Estas fuerzas evolucionarían hacia la optimización del uso de recursos
dentro de un ecosistema, lo cual explicaría la capacidad regenerativa de los
sistemas naturales frente a las crisis originadas espontáneamente o
causadas por la ignorancia humana. La naturaleza crearía condiciones
benéficas mediante un flujo integrado de recursos como el agua potable,
energía, proteínas y aire puro, mediante no solo las leyes físicas, sino con la
asociación entre especies para objetivos comunes: la simbiosis. La
integración de estos principios de la Economía Azul dentro de un proceso
productivo empresarial tendría la vasta capacidad de generar un enorme
capital económico y social, además de ambiental, a diferencia de la linealidad
del modelo económico rojo que solo genera rentas y contaminación.
Al contrario de la economía roja, los ecosistemas naturales emplearían a
todos los participantes del medioambiente, donde nadie es considerado inútil;
mientras es promovida la innovación, cooperación y colaboración, sin
cambios provocados por actores dominantes. Los beneficios creados por un
esquema de flujos que afectaran positivamente a todos las especies
involucradas, quienes eventualmente enfrentarán desastres evolucionado
con tal rapidez, que lograran sobrevivir, de la mano de la adaptación a
condiciones diferentes y radicalmente opuestas.
Es un modelo evolutivo donde las trasformaciones son la norma y la
flexibilidad es una parte invariable del mismo. El riesgo inherente a estos
cambios de condiciones sería atenuado por la tendencia del sistema natural
a evolucionar con un algoritmo simple y simultáneamente complejo. La
reducción de las necesidades energéticas y nutricionales será constante, con
111
procesos circulares sostenidos por la biodiversidad, para así ofertar
condiciones más favorables a la vida y por ende al fortalecimiento del
ecosistema total.
En una economía azul donde los procesos lineales insumo-proceso-
desecho son sustituidos por métodos circulares de reutilización de residuos
como nuevos insumos, las innovaciones se basarán en nuevas
oportunidades por conversión de lo negativo en positivo. Esta tendencia
sublima el uso de materiales y energía, bajo iniciativas que provean de
variados beneficios a todas las partes involucradas mientras se comparten
los riesgos. Los involucrados tendrán una labor asignada para comunicar sus
mejores aportes; múltiples pequeñas contribuciones que se convertirán en
oportunidades para los emprendedores, en el potencial uso de recursos
localmente disponibles hacia los procesos generadores de flujos nutricionales
y energéticos en cascadas que satisfagan las necesidades globales.
El florecimiento de la biodiversidad dentro de la abundancia gratuita del
agua y aire puro estará asegurado en la evolución constante, enmarcada en
un sistema donde la física otorga la primera fuente de energía y la química
solo un papel secundario limitado. La biodegradabilidad y leyes físicas serán
las únicas inmutables en un mundo de cambios constantes, que se
interconecta mediante las simbiosis entre especies y con el agua como el
primer disolvente para las reacciones bioquímicas esenciales. En este nuevo
mundo azul, desde la perspectiva empresarial, el reto del gerente estará en
lograr integrar con viabilidad, todo este conocimiento de la naturaleza en la
organización que dirija, hacia la construcción de un proceso productivo
rentable, ecológico y socialmente fructuoso.
Para los empresarios, las oportunidades inspiradas en la ciencia de los
ecosistemas balizan las metas de una Economía Azul. Ante la visión del
gerente, todo supera ampliamente la sabiduría de cada especie, porque este
es mucho más que la suma de sus partes aisladas. Aparece así, un nuevo
plano existencial humano donde los nutrientes y la energía fluyen en
112
abundancia para frenar la pobreza, la desigualdad, la polución y el
desempleo. La creatividad de los emprendedores inspirada en las múltiples
oportunidades para construir una economía renovada facilitará la transición
de la capacidad a la competencia y de la economía de escala a la
oportunidad para crear una Economía Azul dentro de un planeta azul y
aprender a gerenciar con base en ella.
En la actualidad, existen aproximadamente cien iniciativas registradas por
Pauli (ob. cit.), que están en diferentes fases de progreso, desde solo simples
propuestas, hasta proyectos sostenibles en plena producción de beneficios y
soluciones naturales frente a los retos medioambientales, sociales y
económicos. Cambios, en la economía, derivados de las oportunidades
dadas por muchos minúsculos aportes. Estas iniciativas fueron diseñadas por
varios autores en su mayoría investigadores, científicos e innovadores
quienes abarcaron tres tópicos bajo los cuales agruparon sus invenciones:
Reutilización de materiales, nutrientes y energía a imitación de los
ecosistemas; Sustitución de algo por nada y Plataformas tecnológicas que
aceleran la sostenibilidad.
En el ámbito de las ideas discursadas, consideré que la economía es un
paradigma que responde al cambio del pensamiento científico, empresarial y
político, enfrentado a la necesidad de desarrollar estrategias que permitan
hacer posible la sostenibilidad ambiental, sin dejar de lado los retos sociales
y económicos del mundo actual. Son obvias las similitudes casi idénticas
entre economía circular y economía azul, por lo cual, me referiré a ellas
indistintamente como sinónimos, no obstante, creo oportuno resaltar, que
mientras le economía circular centra sus principios en el flujo circular de
procesos inspirados en las múltiples ciencias, la economía azul enfoca su
interés predominantemente al principio biomimético de imitación de los
ecosistemas e implementación de las fuerzas naturales como energía para
crear innovaciones ecológicas.
Así mismo, consideré necesario agregar que la economía azul o circular y
el concepto de desarrollo sostenible probablemente seguirán evolucionando,
113
del mismo modo que lo hace la cognición humana y la naturaleza, por lo cual,
este progreso en los paradigmas económicos y gerenciales podría llevar a
las organizaciones a un nivel superior de funcionamiento institucional en
armonía con la humanidad, la rentabilidad y la ecología. Empero, para que
este avance se materialice, el movimiento evolutivo debe comenzar en las
empresas y organizaciones de la nación. Obviamente, me parece de más
decir, que mi experiencia en las organizaciones salubres larenses, es
predominantemente roja.
114
AMBIENTE III
Soichiro Honda
Naturaleza de la Investigación
116
los eventos. La misma se construye para un contexto delimitado; que se
muestra divergente, múltiple, integral u holístico, y se construye entre
investigador y actores sociales, a partir de los discursos emanados por las
voces de estos. Por ello interpreto y comprendo que la realidad, tal y como se
presenta, es una construcción social.
Según Martínez (2004), la ontología “permite determinar el concepto y la
naturaleza de la realidad a estudiar” (p. 71). En concordancia, Rincón (2008)
define claramente a esta, como la “disciplina que estudia al ser” (p. 174).
Estas definiciones me hacen interpretar, que la ontología se encarga del
estudio filosófico del individuo como ente cognitivo, con capacidades
pensantes que le admiten conjeturar, apreciar, reflexionar, interpretar, entre
otras y que finalmente conducen a la comprensión de eventos, circunstancias
o fenómenos expuestos a sus percepciones.
Al mismo tiempo, siendo la intención principal de la ontología comprender
la realidad y cómo ésta se presenta considerando al sujeto como objeto que
existe, designaré como actores sociales a los directores médicos o jefes de
servicio, que se desempeñan como gerentes sanitarios, en las
organizaciones salubres a estudiar, las tres (3) instituciones de salud
elegidas, serán: HCUAMP, HPO IVSS, y HGLGL con la intencionalidad de
elaborar una construcción social intersubjetiva del fenómeno a indagar.
Por este motivo, el traslucir ontológico del fenómeno me conduce a
enunciar que la totalidad de éste puedo catalogar como sistema abierto
formado por aspectos heterogéneos de importancia variable, pero que en
suma resultan categóricos. Se trata como describe Mattei (2005) de una
totalidad integra, un proceso único, donde cada situación y contexto puede
favorecer la esencia sobresaliente de uno sobre el otro. Además, de ser
endógenamente dinámico, dada su organización flexible que mantiene una
armonía con su entorno, aunque esta no otorgue información predictiva de su
conducta.
Igualmente, mi dimensión ontológica es interpretativista, dado que el
fenómeno lo percibiré como un espacio conectado en la intersubjetividad con
117
los actores sociales, donde se develarán las cosmovisiones emergentes
acerca de la gerencia en las organizaciones salubres larenses desde la
perspectiva del modelo económico azul, tomando como base el diálogo para
interpretar y comprender el significado de sus caracterizaciones.
En este orden de argumentos, Mélich (2004) describe que “la verdad de
existir se aprehende intersubjetivamente” (p. 46). Por consiguiente, mi
perspectiva ontológica derivará de la intersubjetividad como un rasgo
primordial, donde cada director médico desde sus vivencias, puntos de vista,
sapiencias, anhelos, y expectativas se diferenciará, exhibiendo opiniones
convergentes y/o divergentes en sus voces. En efecto, el supuesto ontológico
estará constituido por un complejo nivel de eventos semejante a la realidad
contemporánea del fenómeno a abordar.
En este sentido, integrando esta aserción con respecto a la
intersubjetividad, Schütz (citado por Ugas, 2006), reseña que esta no es una
actividad privada de la convivencia humana, los hombres se vinculan a su
vez en acciones comunes, mediante el lenguaje hablado y los gestos.
Interpreto en este sentido, que esta sabiduría intentará percibir la realidad
fenomenológica para concientizarla junto a sus relaciones intrínsecas,
abandonando toda consideración que esté fuera de la misma epojé; dicho de
otra forma, de la absorción del fenómeno endógeno.
Por esto, la intersubjetividad es esencial en las ciencias sociales,
percibida como creatividad individual. Como investigador, buscaré tomar tal
cual las afirmaciones dialógicas de mis actores sociales, otorgándole
preferencia al conocimiento individual en función de la comprensión que el
sujeto hace del fenómeno. Es, por lo tanto, un enfoque comprensivo e
interpretativo de la investigación.
En referencia a este entendimiento abordaré mi investigación desde la
postura de una realidad que se presenta de distintas formas, dependientes
de la naturaleza del fenómeno, la cual, a su vez será distinguida bajo la
actitud tomada por el sujeto investigador en su encuentro cognoscitivo con
118
ella. De esta manera, el sentido ontológico de este estudio lo vislumbro
desde una postura intersubjetiva, debido a que sólo mediante el proceso
dialógico con los actores sociales (gerentes de organizaciones de salud
larenses) del medio donde se despliega el fenómeno a estudiar, concretaré la
interpretación y comprensión informativa de las vivencias relatadas por ellos.
En atención a ello, Schütz (1974) plantea complementariamente que el
mundo social es intersubjetivo, la vida cotidiana o mundo social es
compartido y no constituye un mundo aislado. El dato esencial de este
mundo intersubjetivo se encuentra, en su realidad, es decir, no sólo en la
posibilidad, sino, en las acciones y los actos que se evidencian en las
diversas interrelaciones que acaecen cuando ese mundo es compartido. La
intersubjetividad es por tanto una característica del mundo social.
Con base en lo afirmado por Schütz (ob. cit.), se puede desprender que la
intersubjetividad marca el universo de las relaciones y cómo los actores
sociales construyen, mediante las palabras, los significados grupales de los
significantes, debido a la individualidad de sus puntos de vista y bagaje
cultural, con los cuales se entremezclan en el mundo relacional con otros
humanos que poseen perspectivas precisas de la realidad. Al
interrelacionarse, crean un espacio compartido de comprensión y
construcción de significados sociales para su accionar grupalmente mediante
procesos dialógicos y dialécticos.
En este estudio me apropiaré entonces de un posicionamiento ontológico
relativista, emergente y múltiple. Los actores sociales serán abordados
individualmente e interpretados colectivamente como constructores de las
cosmovisiones emergentes acerca de la gerencia, en las organizaciones de
salud larenses en estudio desde una hermenéusis de la economía azul,
dentro de los límites de su conocimiento, para interpretar, comprender y
estructurar. Este conocimiento será producto de las experiencias
compartidas, donde la realidad será creada desde la perspectiva de los
actores.
119
Según lo previamente expuesto, concibo que la subjetividad social esté
contenida en las representaciones; donde ésta, se entiende como
percepciones, argumentos y significados, influidos por intereses y anhelos
particulares del sujeto con capacidad cognitiva. Las actividades humanas,
estarán en la base de todo el sistema social, por lo que el humano elaborará
opiniones basándose en sus vivencias. Estas experiencias se darán desde lo
subjetivo, lo propio, lo diferente; una misma experiencia vivida por personas
diferentes adquiere valores únicos en cada uno. La carga emocional
otorgada solo será comprendida por quien lo vive.
En concordancia argumentativa, planteo que para este estudio me
direccionaré en una ontología bajo la perspectiva relativista, al tomar en
cuenta el accionar y pensar de los grupos de sujetos para percibir la esencia
del objeto cognoscible. En congruencia, Husserl (1986) expresa que el
concepto primario de relativismo (epistemológico) es definido por la fórmula
de Protágoras acerca de que el hombre es la medida de todas las cosas,
tomando como referencia el hombre como sujeto. Si esto es así entonces el
relativismo no es individualista.
Al respecto, Albornoz (2007) señala al relativismo como una teoría
filosófica, que considera que la verdad depende del sujeto, persona o grupo
que la experimenta. Esta percepción de la realidad depende del grupo u
objeto cognoscible, en atención a su intersubjetividad o interacción social
mediante el lenguaje que crea los significados de ella en particular.
Esta realidad socialmente construida desde la intersubjetividad de los
actores sociales no será absoluta ni extramental, sino recreada desde la
visión de estos de manera relativista, colectiva y múltiple, según la
subjetividad individual. Es por lo que, la postura ontológica a la que me
adscribo en este estudio será relativista, emergente y múltiple dado que el
proceso investigativo parte de la intersubjetividad de los actores sociales que
miran a quienes lo construyen desde la percepción que conciben en la
reflexión gerencial de las organizaciones salubres larenses en estudio y la
120
visión que tienen de los principios de la economía azul en el ámbito
gerencial. Luego, insisto que esta postura ontológica relativista, derivará de
mi concepción de la realidad existencial en forma de múltiples construcciones
sociales.
Desde mi percepción comprendo que el plano ontológico se intrica a la
esencia de los fenómenos sociales y su comprensión para conocer su saber
y ser. Ese saber desde el relativismo, niega la existencia de verdades
absolutas, al preconcebir que toda verdad es relativa, dado que existen
tantas verdades como sujetos cognoscentes crean en ella. La verdad
entonces dependerá de múltiples factores que se generan en la percepción
del sujeto sobre la realidad, lo cual tomaré indulgentemente en este estudio
para comprender los significados que emerjan de los actores sociales en el
contexto a estudiar.
Asimismo, en esta investigación, el proceso cognoscente se especificará
en la ontología del fenómeno, fundando su perspectiva epistemológica hacia
elegir los procedimientos que se integrarán para generar una sistematización
racional de la estructura hermenéutica de los referentes epistemológicos y
metodológicos de la situación que se contextualizará como fenómeno de
estudio y se expresará en la vivencia de los actores sociales.
En el diseño de esta investigación me será necesario asumir una postura
inductiva, con base a una realidad, para construir una teorización ulterior.
Desde la ontología, asumiré la realidad como emergente, construida desde
las intersubjetividades y con revelaciones identificables en el contexto, dadas
por articulaciones múltiples y sistémicas.
Se trasluce así una realidad múltiple, construida e integral, con
propiedades emergentes que contextualizan relaciones entre los gerentes y
el sujeto investigador en el marco de relaciones dialógicas, con un abordaje
sistemático del fenómeno gerencial enmarcado en una teoría económica-
ecológica azul, considerando a sus elementos definidos por significantes y
significados que el todo y sus partes adquieren en la realidad que se
121
insertan. Continuaré entonces en este orden argumentativo, con la dimensión
epistemológica del fenómeno a investigar.
Precisar el plano epistemológico conlleva a preguntarme sobre cómo
conocer y comunicar el conocimiento, por ello asumo en la investigación que
el saber se experimenta personalmente. En referencia a este plano filosófico,
es necesaria la esencia de cómo se crea el conocimiento del fenómeno, en
otras palabras, se detalla la forma de comprender y manifestar como
conozco lo que sé. Desde esta dimensión, se develaría, la relación del sujeto
cognoscente con el objeto por conocer, en el momento de realizar una
investigación científica en ciencias sociales.
Según Martínez (2016), el principal problema que enfrenta la investigación
en estas ciencias tiene un trasfondo esencialmente epistemológico, si se
traduce el vocablo como teoría del conocimiento. En este sentido, Piaget
(1990) ha indicado que la reflexión epistemológica emerge perpetuamente
con la crisis de cada ciencia, y que éstas trascienden de algún vacío de los
métodos preconcebidos, los cuales han de ser superados por la aparición de
nuevas opciones. El análisis de los métodos científicos y la epistemología
son dos tipos de acciones dificultosamente disociables. Por ello, actualmente
se cavila a la metodología dentro del campo de la epistemología y no dentro
de la lógica.
Por su parte, Sandín (ob. cit.) afirma que la perspectiva epistemológica se
refiere a ¿cómo se puede conocer?, el conocimiento ¿se puede adquirir o es
algo que debe experimentarse personalmente?, ¿el investigador debe
adoptar una posición objetiva y externa o considerar el conocimiento como
algo subjetivo, personal y único?; es decir, cuál será la naturaleza de la
relación entre el sujeto cognoscente y por conocer. Para, Ugas (ob. cit.), el
conocimiento es procedente por la acción del hombre mediante las
decisiones que toma, lo que condiciona su comportamiento, pensamientos,
decisiones y acciones. Estas conductas serán determinantes en la
interrelación de los actores sociales entre sí, y con el contexto donde se
desenvuelven.
122
En torno a lo expuesto, comprendo que la realidad como edificación
social, emerge desde las percepciones de sus propios actores, quienes en
una relación interactiva construyen cooperativamente la estructura de ese
fenómeno, en un intercambio de significados participados, donde como
investigador puedo interpretar sin intervenir en el contexto particular de cada
actor social. Por esto, la intencionalidad principal de este despliegue
construccionista radicará en crear una aproximación teórica que deberá ser
epistemológicamente legitimada.
La epistemología se vincula entonces, a la obtención del conocimiento y
la relación del investigador con sus vivencias para categorizar y componer.
Por consiguiente, cito a Leal (2009), al referir que “estudia, evalúa y confronta
los diferentes elementos, concepciones, fundamentos y estructuras que
presenta el proceso de producción del conocimiento científico (…) estudia la
búsqueda del conocimiento…” (p.40), legitimado por un paradigma, por lo
cual, éste pesquisa mediante un enfoque y método, respuestas a
interrogantes indagativas que otorguen entrada a lineamientos teóricos
verificados.
De este modo, según Meléndez y Guerra (2012), la epistemología
derivada del vocablo de origen griego “episteme” que a su vez significa el
conjunto de conocimientos desde los cuales se interpreta al mundo en
determinadas épocas, describirá la finalidad de esta ciencia filosófica en
dictar las normas para distinguir la ciencia auténtica de la falsa, mediante la
investigación en profundidad hacia la legitimación de la realidad estudiada.
De esta forma interpreto que la epistemología efectúa el estudio profundo del
conocimiento, establece parámetros, y da forma a la generación de ese
conocimiento científico y lo sustenta con fundamento sólido.
En torno a estas afirmaciones, Ugas (ob. cit.) complementa, la
conceptualización de la epistemología como: “.... el estudio de la constitución
de los conocimientos válidos...” (p.11). En consecuencia, la epistemología
tiene como fin, analizar las condiciones que hacen posible la construcción
123
legítima del conocimiento; dado que este no posee un rigor. Es una
expresión de los esfuerzos humanos por descifrar el sentido velado de los
objetos, inalcanzable a conocer con los sentidos sin una actitud crítica y
coherente, que conlleve a fundar relaciones entre las distintas formas del
saber científico, implícitas en los procesos de comprensión de los
significados de los actores sociales y su construcción de la realidad.
Epistemológicamente, la interacción entre los actores sociales será
abordada desde el construccionismo social. De ahí que, el construccionismo
es teorización, por lo cual Martínez (1998) revela que es una descripción
sintética del objeto de estudio y del hallazgo en donde hablan los ethnos.
Una producción mental de la teoría profunda comprendida en las voces de
estos, interpretados en el mismo orden de los referentes teóricos, para
efectuar una reflexión continua en una trama de relaciones entre categorías.
En consecuencia, estimo pertinente suscribirme a la esencia del
construccionismo social como fundamento epistemológico, a conciencia de
que la generación de nuevo conocimiento deviene de la dinámica social que
caracteriza el fenómeno investigado. Al respecto, Bergen y Luckman (1967)
postulan que la definición del construccionismo social es fundamental para la
edificación social de la realidad, además, recalcan que la misma concierne a
los sujetos que interactúan grupalmente en un nivel definido del sistema
social, quienes finalmente asumen las representaciones mentales de las
acciones del otro, para asumir roles recíprocos jugados con relación a éste.
Igualmente, concuerdo con Crotty (1998) al destacar que el
construccionismo social es una visión epistemológica que dirige su curiosidad
hacia la intersubjetividad, construcción de significados y conocimientos
colectivos, a través del lenguaje y otros procesos sociales. De allí emana que
distintos sujetos pueden construir múltiples significados en relación con un
mismo evento. Luego, me sumerjo en la postura epistemológica del
construccionismo social, por cuanto esta concepción teórica establece que el
significado surge de la interacción con la realidad, es decir, contradice la
existencia de una verdad objetiva absoluta.
124
Por consiguiente, el significado se construye mediante el sentido
intersubjetivo de los seres humanos y el mundo, comunicados y desplegados
en contextos substancialmente sociales. Bajo este axioma, entiendo que los
fenómenos sociales son construcciones con connotación histórica, en
subordinación a una determinada cultura. Así, los actores sociales y mi
persona participamos en la construcción de la realidad, a través de la
producción de una teoría del conocimiento sobre del fenómeno a estudiar,
asignando significados, categorías y supuestos teóricos emergentes.
Desde esta perspectiva, traigo a Heidegger citado por Piñero y Rivera
(2012) quien afirma, que lo interpretativo viene dado por el intercambio en la
cotidianidad de los sujetos, cognoscente y por conocer. Estos procesos de
interacción que se ejecutarán entre los sujetos a abordar desde el
construccionismo social, siendo que la fenomenología allí es particularista, no
generalista, y sujeta a un relativismo social, con características particulares,
dadas según las condiciones socioeconómicas, históricas y cognitivas del
contexto en las ciencias sociales
En atención a ello, el construccionismo social será un supuesto filosófico
primordial para mi investigación, debido a que permitirá integrar las
experiencias de los actores sociales y mi interpretación de investigador, con
la intención de crear un cuerpo teórico sobre las cosmovisiones emergentes
de la gerencia en las organizaciones de salud en estudio desde una
hermenéusis basada en la economía azul: fenómeno al cual me dedicaré a
estudiar.
En el abordaje del conocimiento comprensivo sobre el fenómeno, se
demanda de un método que permita direccionar la investigación y realizar
sus propósitos. Al respecto, Martínez (ob. cit.) expresa “en el mundo de hoy,
la vida personal, social e institucional se ha vuelto cada vez más compleja.
De aquí que han nacido una gran diversidad de métodos, estrategias,
procedimientos, técnicas e instrumentos para abordar esta compleja
realidad”. (p.131). Estos procesos metodológicos se conocen hoy en día con
125
el nombre de metodología cualitativa; por consiguiente, surgirán categorías
emergentes del mencionado tipo de estudio. Igualmente, Ugas (ob. cit.)
refiere que “un método implica el ordenamiento teórico que sistematiza unas
premisas para investigar; mientras que la metodología enuncia las
operaciones necesarias para indagar el asunto a investigar” (p. 11).
La metodología, entendida de esta manera, se involucra con la forma
cómo se afronta el fenómeno por conocer, acuerda los métodos,
instrumentos, técnicas y procedimientos para adquirir la información, tratarla
e interpretarla debidamente para develar los significados de la realidad que
se estudia, la cual deben estar en armonía y coherencia con los planos
ontológicos y epistemológicos del paradigma elegido. Estas dimensiones
deben ser independientes, aunque simultáneamente congruentes, es decir,
con una conexión lógica, un devenir desde la esencia de sus significados.
En este punto clave, Fokaine (1999) expresa que el método puntualiza en
el proceso investigativo el enfoque que lo soporta; por ende, el método debe
relacionarse epistemológicamente con el enfoque, la ontología
fenomenológica a develar y la intencionalidad del autor. En correspondencia
con la postura ontológica y epistemológica, el enfoque cualitativo y el
paradigma seleccionado, el estudio lo emprenderé bajo el método
fenomenológico-hermenéutico.
Por tanto, la selección del método para el desarrollo de esta investigación
dependerá de los principios y la naturaleza del estudio. La metodología tal
como la concibe Sandín (ob. cit.) “supone una preocupación por el modo en
que el individuo crea, modifica e interpreta el mundo en el que se encuentra.”
(p.30). En este caso, asumiré una posición paradigmática interpretativa
identificada con un enfoque cualitativo, dialéctico y sistémico por su esencia,
para abordar una realidad compleja desde una ontología intersubjetiva y una
epistemología desde el construccionismo social que me permitirá hacer
posible un análisis interpretativo, tal como especifiqué en el plano
ontoepistemológico descrito.
126
En coherencia con las dimensiones ontológica, epistemológica y el
fenómeno a conocer, desplegaré mis labores como investigador hacia los
fundamentos teóricos del método fenomenológico apoyado en la
hermenéutica, el cual estará encaminado a la interpretación de las esencias
de la experiencia vivida y al reconocimiento del significado e importancia que
aportarán los actores sociales al estudio de las cosmovisiones emergentes
de la gerencia en las organizaciones de salud desde una hermenéusis en la
economía azul
De este método, puedo destacar, que la fenomenología surge como un
movimiento filosófico que se caracteriza por su radical fidelidad a lo dado, lo
que realmente se ofrece a la experiencia, para describir los rasgos
esenciales de la realidad donde, según expresan en su obra Piñero y Rivera
(2013), “los fenómenos son, simplemente, las cosas tal y como se muestran
y tal como se ofrecen a la conciencia”. (p. 42). Cita que me rememora la
esencia constructiva social de la realidad única para cada actor social
vinculado, como lo enuncia la ciencia fenomenológica.
Esta ciencia se apoya a su vez en los postulados de la corriente filosófica
de Husserl (1997), a principios del siglo XX, quien fundamenta su labor en
hacer de la filosofía una esencia inexorable, de acuerdo con el modelo de las
ciencias físico-naturales del siglo XIX, aunque se distingue por su carácter
contemplativo. Este autor define a la fenomenología, como: “el estudio de las
estructuras de la conciencia que capacitan al conocimiento para referirse a
los objetos fuera de sí misma” (p.123). Esta cavilación, menciona la
reducción fenomenológica, que pone en paréntesis la existencia, partiendo
de la propia subjetividad constitutiva del conocimiento, del sentido, de lo
percibido, fundamentada en las características.
Asimismo, Husserl (1931), en cuyos principios se asienta esta
aproximación fenomenológica, esboza que la mayoría de los humanos no se
preguntan por los hechos del mundo, sencillamente viven en él, coexistiendo
sin plantearse dilemas filosóficos, lo que describe como el modo de la
conciencia humana, al que denomina la actitud natural.
127
En este hilo argumentativo, señala a la fenomenología como la ciencia
que trata de descubrir las estructuras esenciales de la conciencia; donde
expresa que la reducción fenomenológica le concede al sujeto cognoscente
la comprensión profunda y compleja del atributo que caracteriza a un
fenómeno, llevándolo a localizar, interpretar, entender y definir las acciones
que genera entre sus constituyentes. Tres instancias, según el citado autor
que completan un proceso eidético, que ubica el saber del fenómeno en el
más amplio de sus rangos expansivos y significativos: la reducción filosófica,
eidética y la transcendental.
La reducción filosófica traslada al sujeto cognoscente a suprimir todo
preconcepto teórico o filosófico, relacionado con la esencialidad del
fenómeno a conocer, colocándolo en un plano en el que sólo percibe la
apariencia final del fenómeno y sólo permite definir la interacción de
conocerlo. A esta instancia fenomenológica, Husserl (ob. cit.) le llama epojé o
reducción trascendental.
Ante estos planteamientos, la epojé remite al significado verdadero de los
fenómenos, reduciendo el ser de estos a lo pensado por los actores sociales.
Por ello, la apropiación de este método obliga a la abstención de juzgar a
priori el fenómeno estudiado, lo cual permite centrar las ideas desde lo
percibido por ellos, quienes viven el fenómeno de la gerencia y la economía
apoyada en los principios ecológicos azules de la economía homónima.
Visto de esta manera, el método fenomenológico permitirá conocer las
experiencias propias de los actores sociales, tal como las viven y relatan, y
así describir los contenidos esenciales de su percepción. No obstante, para
construir fenomenológicamente la realidad desde los significados y
experiencias intersubjetivas de éstos, con la intención de interpretar y
comprender las propiedades del fenómeno en estudio, me apoyaré en la
hermenéutica como método de dirección de sentido lingüístico en mi
investigación.
128
De ahí que, en esta investigación asumiré la fenomenología desde una
perspectiva modificada por Heidegger (1951), discípulo de Husserl, que
define a la fenomenología, como la ciencia de los fenómenos que consiste en
ver lo que se muestra y hacerlo ver tal como se exhibe desde sí mismo, sin la
reducción trascendental o epojé de su maestro filosófico. En consecuencia, la
fenomenología me accederá verla desde los actores sociales y asi abordar el
fenómeno a indagar. Sobre ese mismo particular, Blumer (1969) plantea que
“para la perspectiva fenomenológica y por lo tanto, para la investigación
cualitativa es esencial experimentar la realidad tal como otros la
experimentan. Los investigadores cualitativos se identifican con las personas
que estudian para poder comprender cómo ven las cosas” (p.20). Por ello, es
fundamental la interacción con los actores sociales como protagonistas.
Desde esta perspectiva, Martínez (2006) señala que:
129
significados es la base fundamental de este método. Dilthey (1976) propone
que es un proceso a través del cual conocemos la vida psíquica con la ayuda
de signos sensibles, es decir, a través de este método se puede descubrir el
significado de los entes, interpretar de manera confiable y sistemática las
palabras, escritos, textos y gestos, de la misma forma, de cualquier suceso,
obra o expresión humana involucrando su comprensión, aunque guardando
la singularidad en el contexto que se encuentre inmersa.
Al respecto, Gadamer (1993) expone que la situación de acordar en un
diálogo toma un giro hermenéutico, en el cual la interpretación de las ideas
expuestas juega un papel importante. De este modo, todo comprender es
interpretar y toda interpretación se despliega en medio de un lenguaje que
pretende dejar hablar el objeto y a su vez, es el lenguaje propio de su
intérprete.
Lo planteado muestra que la hermenéutica suministra las interpretaciones
de las interacciones, y desde esa perspectiva, el investigador se implica en
un diálogo con el otro, en un intento por alcanzar una mutua comprensión del
significado e intenciones que están sumergidas en las expresiones de los
actores sociales. Luego, desde la hermenéutica me sumiré en quitar la
máscara de los fenómenos velados con énfasis en sus significados.
La necesidad de una disciplina hermenéutica surge de las complejidades
del lenguaje, que ordinariamente conducen a interpretaciones diferentes y
contrastadas en lo que respecta a los significados. La hermenéutica intenta
penetrar el significado detrás de la palabra y, con ello, intenta la
interpretación de la razón sobre éste
Al respecto, Morse y Bottorf (2003) manifiestan que “la hermenéutica
como método de investigación reposa sobre la tesis ontológica de que la
experiencia vivida es en sí misma esencialmente un proceso interpretativo”
(p.174). Desde su perspectiva, Ricoeur (1985) admite a la hermenéutica
como una filosofía reflexiva que ha de responder por el conflicto entre las
diferentes interpretaciones de los símbolos del lenguaje, de forma que
130
conjetura el esclarecimiento de la intención cierta e interés que existe bajo
toda comprensión de la realidad. Es de esta manera, como la hermenéutica
metodológicamente, nos presenta otra postura de ver el mundo en el que se
despliegan los actores sociales que participan del contexto, a fin de
interpretar y comprender los significados de la característica acción variable
humana.
En consecuencia, la derivación de la fenomenología, la hermenéutica
fenomenológica o enfoque interpretativo, proyecta a la conciencia humana en
forma histórica y sociocultural, manifiesta mediante el lenguaje y a través de
la interpretación de la realidad revelada por los actores sociales en el estudio.
Subrayo, la importancia de las investigaciones basadas en el método
fenomenológico-hermenéutico, porque implementan técnicas cualitativas
como la entrevista abierta, discursos, opiniones, entre otros, que permiten el
intercambio subjetivo, expresión y afirmación de los sujetos relacionados con
la investigación.
Según Sánchez (1998) el método fenomenológico apoyado en la
hermenéutica:
131
manera participada, conjugando los postulados de ambas metodologías,
tornándose así la fenomenología-hermenéutica en un enfoque fundido que
aporta una óptica diferente y más penetrante del conocimiento a investigar.
En los argumentos de los autores citados, dejo claro que tanto la
hermenéutica como la fenomenología, por formar en sí mismas corrientes
metodológicas cualitativas, plantean una sincronía ontológica, por lo cual
mediante la interpretación comprenderé las ideas que emergerán de los
actores sociales en esta investigación con el anhelo de crear una
aproximación teórica acerca de las cosmovisiones gerenciales emergentes
de los directivos sanitarios larenses con base a la economía azul.
La adopción fusionada de ambos métodos complementarios me permitirá
superar la simple descripción de la realidad desde la visión de los actores
sociales, por cuanto el propósito lo concentraré en construir una teoría desde
la intersubjetividad de estos. Se trata, de comprender los significados que le
atribuyen al fenómeno y de ubicar las experiencias en un contexto de
realidad construida desde sus voces. Por consiguiente, ejecutaré la presente
investigación con la aplicación de técnicas asociadas al método
fenomenológico-hermenéutico, en función del conocimiento de la realidad
mediante la interpretación y comprensión de su narrativa relacionada con la
gerencia y economía azul, para develar el cimiento gnoseológico de una
aproximación teórica sobre el fenómeno en estudio. En la figura 5 está
plasmada mi postura ontológica, epistemológica y metodológica.
132
133
134
comprensión y generación de la aproximación teórica del fenómeno. En este
sentir, Sandín (ob. cit.) nos ofreció3 una definición de diseño cualitativo
resaltando su carácter contextual, su adaptación a la realidad investigada y a
las contingencias propias de la investigación, así como, el protagonismo del
investigador y su posicionamiento epistemológico, señalando que:
La misma autora afirmó que: “Es por ello que la mayoría de los autores
coinciden en identificar el proceso de investigación cualitativa como
emergente, flexible y no lineal” (pp. 138-139). Mason (citado por Sandin, ob.
cit.) destacó la necesidad de que el investigador al confeccionar el diseño de
investigación cualitativa interrelacione los planos ontológicos, epistemológicos y
metodológicos, sin dejar de lado las cuestiones relacionadas con la ética de la
investigación.
Estas definiciones caracterizaron el diseño de investigación cualitativo
como emergente y negociado, distanciándolo de las propuestas positivistas
que enfatizaron las fases, pasos y etapas a desarrollar en la investigación
con un carácter completamente lineal. Refieren Piñero y Rivera, (ob. cit.):
135
En esta labor me apoyé en una visión integral de las visiones emergentes
acerca de la gerencia en las organizaciones de salud larenses desde la
perspectiva económica azul.
Actores Sociales
Fue imperioso para los intereses del estudio, efectuar una celosa
escogencia de los actores sociales, dado que de ello dependió el éxito de la
investigación. En tal sentido, Taylor y Bodgan (2002), señalaron que estos
son:
136
investigadores cualitativos acercarse y comprender en profundidad la
realidad social a estudiar” (p. 43), por ende, develé que la situación de estos
actores sociales está en la cotidianidad del ejercer en el contexto a estudiar y
poseen conocimiento sobre el fenómeno a indagar.
A los efectos de este estudio, los actores sociales se identificaron como el
exdirector del HCUAMP, la jefe de servicio y coordinadora docente del
postgrado ginecoobstetricia del HPO y la directora médica del HGLGL. Mi
intención cuando seleccioné estos gerentes en salud se debió a que he
compartido ese papel gerencial en otros centros con responsabilidades
similares, aparte que éstas, están dispuestas a relatar sus vivencias y otorgar
sus aportes desde sus percepciones. Estas actoras sociales, me facilitaron el
acceso a la institución salubre con la comprensión significativa de sus
discursos, para contrastar sus maneras de pensar, vivencias y opiniones
alrededor del puesto que dirigen. A continuación, presento el cuadro 1 en el
cual aparecen los actores sociales seleccionados para la investigación.
Cuadro 1
Perfil Profesiográfico de los Actores Sociales
Actor Años de
Cargo Profesión Sexo
Social Experiencia
Médico Cirujano
Director de Cirujano General
Actor 1 Masculino 21 años
hospital Urólogo
Médico Cirujano
Obstetra-Ginecólogo
Coordinadora
Actor 2 Ginecólogo Infantil y Femenino 18 años
de postgrado
Juvenil
Médico Cirujano
Directora de
Actor 3 Internista Femenino 31 años
hospital
Intensivista
137
en un contexto específico. Los sujetos de estudio se identificaron con el
fenómeno de interés. Aquí asumí que el valor del individuo denominado
actor social, hizo que los sujetos no los tomasen aleatoriamente, sino que los
elegí con relación a las intencionalidades del estudio que me he propuesto,
para comprender los significados de las cosmovisiones emergentes de los
gerentes de organizaciones salubres larenses desde la perspectiva de la
economía azul, escogiendo como actores sociales a tres directores médicos
del HCUAMP, un jefe de Obstetricia del HPO y la directora del HGLGL.
Una vez elegido el contexto social y los sujetos de estudio, procedí a la
recolección de la información, que consistió en reducir de modo sistemático,
la realidad que pretendí estudiar a una representación más comprensible y
fácil de tratar, considerando que la recaudación de la información cualitativa
es parte de un proceso complejo, dinámico, interactivo y flexible. La
coherencia paradigmática en la que descansó mi accionar como investigador
refirió el uso de técnicas orientadas a la obtención de información desde un
contexto de realidad incierta subjetiva.
La técnica que usé fue la entrevista en profundidad, de la cual me apropié
para esta investigación y que se define según Ruiz y Izpizua (1998) como:
138
sus momentos, direccionando a la generación de posibilidades teóricas
significativas respecto al fenómeno social objeto estudiado, y así accioné el
despliegue indagativo mediante las intersubjetividades comprensivas entre
mi ser y los significados que evocaron los actores sociales. A continuación,
presento el cuadro 2, donde se plasmó la información aportada por los
actores sociales.
Cuadro 2
Formato para el Registro de las Entrevista.
N° de Transcripción de la Narrativa de los Actores Sociales
línea
1
2
.
.
139
símbolo que aplicado a una frase o párrafo de la transcripción de la entrevista
clasifica el tipo de información del texto según diferentes intenciones
analíticas.
El trabajo de teorizar consistió en percibir, comparar, contrastar, añadir,
ordenar, establecer nexos y relaciones para descubrir y manipular categorías
y sus relaciones. Entramos entonces en la fase de legitimación del proceso
metodológico donde al investigador le correspondió llevar a cabo una labor
de creatividad e información como conducente de la investigación, de tal
manera que puedan entender los hallazgos, para lo cual elaboré el informe
final de la investigación.
Obtenida la información primaria, según afirma Martínez (2011), el
investigador debe practicar una actividad mental intensa, que lo lleve a
clasificar esa información en categorías o clases significativas, según las
relaciones entre los datos coleccionados; al efecto, debe hacer una revisión
minuciosa de los registros escritos y grabados para una comprensión
interpretativa de los hechos. Para Martínez (ob. cit.) categorizar
140
contenido temático, para que así tenga sentido conectivo con las preguntas
formuladas por el investigador. En consecuencia, la categorización fue un
paso posterior a la interpretación de la información y asignación de códigos
como entidades abstractas otorgadas por los actores sociales.
Una categoría según Strauss y Corbin (2002), es un aspecto central de
significado definido por el investigador que facilita interpretar y comprender
las vivencias expuestas por los actores sociales “cuyas vinculaciones reales
no ocurren de manera descriptiva, sino más bien, conceptual” (p.136). En
este estudio, adopté de manera integral y sistémica, las especificaciones de
estos autores para codificar, clasificar y categorizar toda la data generada por
el estudio, específicamente las estrategias de codificación abierta como la
ubicación de conceptos y categorías similares en cuanto a propiedades y
dimensiones, codificación axial: estructuración y relación entre categorías y
codificación selectiva que es la integración y refinación de la teoría en función
de un concepto ordenador nuclear.
En cuanto a la codificación le asigné la letra “CA” (categoría actora), o
“CE” (categoría emergente) luego la letra “AS” (actor social), luego la “A, B o
C” (actores A, B o C), y finalmente la ubicación entre líneas del material
transcrito textualmente. (Ejemplo: CA-EA-C). El vaciado de la información,
tratamiento, la codificación ubicando elementos comunes, el uso de la
categorización para objetivarla, me permitieron construir las matrices, figuras
interpretativas sobre la realidad que abordé y su correspondiente
interpretación de las acciones que ejecuté con los actores sociales en el
contexto de las cosmovisiones gerenciales emergentes en las organizaciones
salubres desde la economía azul, en Barquisimeto estado Lara.
El procesamiento de la información lo hice mediante la triangulación
hermenéutica, definida según Cisterna (2005) como “la acción de reunión y
cruce dialéctico de toda la información pertinente al objeto de estudio surgida
en una investigación por medio de los instrumentos correspondientes y que
constituye el corpus de resultados de la investigación” (p.65). Con su manejo
141
busqué atenuar los elementos que potencialmente pudieron alterar las
informaciones y así aumentar la legitimidad y credibilidad del conocimiento
emergente.
Tomando como referencia lo afirmado por Leal (ob. cit.), la triangulación
es primordial en los estudios que implementan el paradigma interpretativo y
la fenomenología, pues esta se usa como método de legitimación de toda la
información recabada, lo que consiente epistemológicamente filtrar los datos
y obtener aspectos nucleares sobre el problema en estudio. Tal postura en el
proceso de indagación, consistió en contrastar, depurar y localizar datos
precisos, dentro de una gran cantidad de información, o sea, actuar como un
embudo, al obtener los eventos y pautas relativas a un fenómeno de
investigación.
La información obtenida la organicé a través de varias matrices que
diseñé y admitieron ubicar las unidades de análisis, las categorías, las
subcategorías y sus respectivas codificaciones, hallazgos y que utilicé a
medida que emergieron las necesidades de cada una, permitiéndome con la
información plasmada en estas, llegar al sustento necesario para la
interpretación de la información aportada por los tres (03) actores sociales. A
continuación, presento el cuadro 3, utilizado para sistematizar la información:
Cuadro 3
Matriz para la Categorización de la Información
Unidad Narrativa de los Categorías y codificación
hermenéutica de actores sociales
significado
142
catalogar como consecuencia de opiniones subjetivas y/o arbitrarias del
investigador, sino derivadas de la comprensión integral del fenómeno. Estas
estrategias ofertan criterios de credibilidad que facilitan la valoración de la
generación del saber, la coherencia de la dimensión epistemológica
ejecutada y su legitimidad científica.
Desde la perspectiva cualitativa, intentaré legitimar significados
expresados por los actores sociales y las interpretaciones subsecuentes. En
este orden, para la credibilidad del estudio de las cosmovisiones gerenciales
emergentes en las instituciones salubres larenses desde la economía azul,
me adscribiré a los criterios de consistencia y estabilidad de la información,
los cuales se legitimarán en un proceso de devolución sistémica, como lo
plantean Taylor y Bodgan (ob. cit.) al retornar a los actores sociales para la
confirmación de la interpretación que realizaré. Consiste en el regreso al
actor social para contrastar la transcripción de la entrevista y sobre todo las
interpretaciones realizadas a su narrativa.
De esta manera, afirmaré la credibilidad de la interpretación, con el
conocimiento que generará la participación de los actores sociales en la
legitimación del estudio. Las respuestas que otorgarán a min inquietudes
investigativas y su correspondiente comprensión de los significados me
supondrán la confirmación de lo que interpretaré en acuerdo con el sentido
que manifestará el actor social.
Alrededor de este aspecto epistémico sobre la credibilidad del
conocimiento, me apropiaré de la triangulación para buscar legitimidad a los
significados generados y aproximación teórica. La triangulación evocará un
contrate de la episteme, para ubicar precisión y credibilidad de la
información. Según Martínez (ob. cit.) quien afirma que:
143
Por tanto, implementaré una triangulación de la información a emanar de
la interpretación y cruce de lo aportado por los actores sociales y de las
referencias teóricas del fenómeno, con la intención de legitimar el
conocimiento y otorgar confianza científica a las interpretaciones que haré de
las voces de los actores sociales y el aporte teórico de mi estudio.
Proceso de Teorización
144
información de los actores sociales, conceptos y percepciones para tornarlos
en conocimientos que faciliten comprender los fenómenos.
Al respecto, Bunge (2005), afirmó que la generación de la aproximación
teórica se resumió en la condición reflexiva de cooperar para comprender un
sistema de ideas estructuradas de manera lógica en un campo conceptual
inteligible, que traslució las nuevas conjeturas en la sistematización del
fenómeno caracterizado por la claridad de un esquema integral comprensivo;
por lo tanto, en coincidencia con Bisquerra (2009), el proceso de generar
teoría emergente fundamentó en mi mentalidad abierta como investigador
desde la práctica cotidiana con la construcción progresiva y generativa de
información mediante el proceso inductivo o comparativo entre la emergencia
de los conceptos integrados en la significancia de las categorías.
Por su lado, Martínez (ob. cit.), propuso el método de la estructuración en
la construcción teórica, es decir, que el vocablo construcción, ofrece una
definición de lo que significó el proceso de interpretación e inclusión en un
esquema referencial que le otorgó sentido. Luego en la teorización percibió,
comparó, contrastó, ordenó y agregó para configurar vínculos como parte del
proceso cognitivo de crear una aproximación teórica que responda a las
intenciones indagativas. Así tal cual, fue el procedimiento que seguí en mi
producción teórica en coherencia con la episteme de la construcción social y
mi paradigma interpretativo.
Proceso de Investigación
145
salubres desde la economía azul, que, de acuerdo con la fenomenología
apoyada en la hermenéutica, según Martínez (ob. cit.) se harán en cuatro (4)
fases: previa, descriptiva, estructural y de discusión.
Por su parte, Rodríguez, Gil, y García (ob. cit.) plantearon que en el
proceso de recolección de la información existieron fases continuas, pero que
al mismo tiempo no tienen un principio ni fin claramente definidos, sino que
superponen o mezclan unas con otras, y refieren a: (a) fase preparatoria que
corresponde a la reflexión de los marcos conceptuales y empíricos del
fenómeno en estudio, diseño y planificación de las actividades a ejecutar, (b)
fase de trabajo de campo relacionada con la acopiada productiva de la
información y la retirada del campo, (c) fase analítica referente a las
actividades de sistematización, reducción de datos, obtención de resultados y
conclusiones, y (d) fase informativa consistente en la comunicación de los
hallazgos mediante un informe de investigación.
Atento a estas afirmaciones me apropié de estas fases como los pasos
propuestos para este método, en concordancia con Martínez (ob. cit.), quien
adapta a cuatro (4) fases procedimentales con las cuales llevaré a cabo el
despliegue de estudio:
Etapa 1 Previa o de Clasificación de los Presupuestos: consiste en
desentrañar los presupuestos teóricos inherentes a la percepción del
investigador con la intención de evitar su posible efecto en la investigación.
En esta fase, me adueñé del fenómeno, indagué y seleccioné el ámbito, me
acerqué a la realidad, establecí las inquietudes indagativas y elaboré las
intencionalidades que me guiaron hacia su estudio. En este trayecto también
me adapté a una visión paradigmática con la que conduzca a término la
investigación.
Etapa 2 Descriptiva: Esta etapa la realicé a través de tres (3) subetapas,
para lo cual seleccioné la entrevista en profundidad como técnica de
recolección de información, que usé con la finalidad de observar el
fenómeno, en un primer acercamiento apliqué la entrevista preliminar a tres
146
(3) relatores, integrados por gerentes médicos con sede en el estado Lara.
En este mismo orden, dicho acercamiento me abrió la percepción del
fenómeno, por lo que procedí a elaborar un guión que me permitió recoger
con detalle las impresiones de los actores sociales durante la entrevista, con
la finalidad de hacer un minucioso registro de estas.
Consecutivamente, aplicaré entrevistas finales, que llevé a cabo con la
colaboración de tres (3), actores sociales con cargos directivos en las
instituciones de salud en Larenses, los cuales se detallarán más adelante.
Es significativo recalcar, que de las voces de estos actores sociales
emergieron diversos elementos para tener una visión acerca de las
cosmovisiones emergentes gerenciales en las organizaciones salubres
desde la economía azul. Los pasos que transité en esta etapa fueron:
1. Elegir la entrevista a profundidad.
2. Seguidamente, procedí a puntualizar las citas con los actores
sociales que participaron.
3. Diseñé la representación protocolar, para lo cual la dibujé y plasmé la
realidad, sin omitir nada de lo que observé como investigador, ni de lo
manifestado por los actores sociales.
Etapa 3 Estructural: examiné las descripciones de los protocolos,
mediante siete (7) pasos:
1. Ejecuté una lectura general de los protocolos para adquirir una visión
grupal, varias veces, con la intención de familiarizarme con las expresiones
de los actores sociales.
2. Cumplí un análisis de las unidades temáticas naturales desde las
voces de los actores sociales, por cuanto transcribí las entrevistas en formato
Word para facilitar la identificación de las categorías y subcategorías.
3. Ubiqué cuidadosamente la idea central predominante en cada unidad
temática, resaltando la información y categorización mediante una expresión,
la idea central.
147
4. Llevé las ideas centrales a un lenguaje científico para ir desarrollando
las interpretaciones de cada contenido.
5. Procedí a integrar los temas centrales en una estructura descriptiva
particular para poder identificar el fenómeno y distinguirlo. Por tanto,
identifiqué las estructuras básicas relacionadas a este.
6. Con esta información ejecuté la integración de todas las estructuras
particulares en una general en una sola descripción, el contenido de dichas
estructuras estuvo identificado en los diferentes protocolos a fin de
determinar la expresión grupal.
7. Al concluir con las entrevistas me dirigí nuevamente a mis actores
sociales para una entrevista final y darles a conocer los hallazgos de su
diálogo y sus impresiones al respecto.
Etapa 4 de Discusión de los Hallazgos: se me hizo imperativo a partir de
una descripción muy específica del fenómeno relacionarlo a futuro con las
reflexiones de otros investigadores, en aras de comprender sus significados
a profundidad en todos sus planos. De la fase estructural emergieron las
comprensiones de esta investigación, que interpreté y contrasté con los
supuestos teóricos mencionados, para reflexionar y aclararlos, lo que me
permitió generar una aproximación teórica acerca de las cosmovisiones
gerenciales emergentes en las organizaciones salubres desde la economía
azul donde percibí las perspectivas inmersas el fenómeno.
En la figura 6 represento mi proceso cognoscente.
148
149
Leonardo Da Vinci
151
términos de categorías iniciales: Gerencia, Organizaciones de Salud y
Economía Azul.
En mi papel, acopié la información mediante una interacción intersubjetiva
con los actores, otorgando significados a su contenido narrativo en un
encuentro con los escenarios fenoménicos abordados, bajo una sumersión
hermenéutica, desde el aporte que configuran en su mundo desde un sentir
de confianza desarrollada en las entrevistas como técnica para registrar el
sentir cognitivo y emocional de sus percepciones, intereses, opiniones, en un
medio honesto que me permitió un aprendizaje en la manera como significan
el fenómeno de la gerencia en las organizaciones sanitarias larenses a través
de la perspectiva de quienes la vivencian desde la economía azul.
En este sentido, por medio de las entrevistas pude colectar la información
arrojada por cada gerente, en donde sus palabras definieron el medio donde
se despliegan cotidianamente. Develar cognitivamente la intelección del
fenómeno me facilitó la oportunidad de elaborar desde sus posturas los
puntos clave vinculantes de la situación, organizada en unidades de
significado, y de esta manera, colocar en orden los contenidos otorgados en
su discursividad, con la finalidad de interpretar y comprender sus
experiencias, como las significan desde su expresividad perceptual.
Las unidades hermenéuticas en las que basé la guía de entrevista entran
en concordancia con las categorías iniciales que fundamentan esta
investigación, en atención a organizar la información coherentemente, de
sentido espontáneo de develar categorías y construir hallazgos, con la
finalidad de otorgar significados a la información emergente, estas son:
Gerencia, Organizaciones de Salud y Economía Azul. Así entablé una base
organizada y sistematizada para configurar códigos y categorías del discurso
de los directores médicos.
Asociado a esto, recalqué que los actores sociales entrevistados son
gerentes en organizaciones salubres del estado Lara, con vasta experiencia
y amplio conocimiento gerencial, en el contexto sanitario, normatizados,
trasluciendo además un conocimiento administrativo de procesos institucionales,
152
para cumplir las funciones de atención médica para las cuales fueron
creadas.
Asimismo, creé un ambiente propicio para la entrevista, el cual favoreció
que se extendieran sus aseveraciones reflexivas, ideas, anécdotas y
ejemplos, sin limitaciones por el tiempo acontecido. El compromiso con la
significación de la temática predominó sobre las eventualidades personales,
lo que reveló el interés de participar en la investigación.
Para registrar los testimonios, la entrevista fue grabada y posteriormente
transcrita. Además, la leí repetidamente como referencia, significando sus
palabras para interpretarlas en significados, lo más estrictamente ajustados a
los sentidos generados por los actores sociales gerentes en salud
entrevistados.
Luego, me dediqué a ejecutar una lectura a cada palabra usada por los
actores, desglosando los constructos que integran para seleccionar los
principales fragmentos de la naturaleza del fenómeno y la información
necesaria para extraer códigos y categorías del discurso, generando
categorías emergentes que me orientaron en elaborar constructos de
significado desde sus coincidencias, configurando hallazgos que otorgaron
conocimiento para la construcción teórica de la gerencia en las
organizaciones salubres desde una hermenéusis en la economía azul.
De tales coincidencias, surgieron segmentos que codifiqué, elaborados
desde el propio discurso y los significados vinculantes de la cosmovisión de
quien los interpretó, los cuales usé como elementos articulantes de
categorías emergentes que revelaran su alcance cognitivo mediante la
hermenéusis y así respaldar la comprensión de los significados que
construyen los actores.
Por esto, hice una elaboración discursiva sobre el aporte de cada actor,
en un proceso trasversal, que traspasó el saber particular, pero confluyó en
áreas de sentido superpuestas, que exhibieron coherencias representativas
Esto otorgó lugar a una síntesis categorial de cada unidad hermenéutica que
colaboró a la elaboración de macro categorías emergentes o hallazgos, que
153
implementé como referentes para la comprensión del contexto y fenómeno
estudiado, y me permitieron hacer una aproximación teórica para una
significativa, novedosa y contemporánea conceptualización de la gerencia
sanitaria.
La creación de un conocimiento sobre el fenómeno, construido desde los
actores sociales y su entendimiento, es favorecido mediante vivencias que
configuran significados intersubjetivos, que me aportaron un marco
conceptual articulado dialógicamente con la generación de constructos para
la comprensión de la gerencia en las instituciones salubres larenses desde la
economía azul.
Proximidad a la Realidad
154
Con la finalidad de organizar la presentación en este cuarto ambiente,
definí códigos para identificar las categorías emergentes, por lo cual,
presento partes del discurso de los actores sociales de cada unidad
hermenéutica y los hallazgos emergentes devenidos de la interpretación y
comprensión relevante al contenido de estas, (Gerencia, Organizaciones de
Salud y Economía Azul). Para esto, me apropié de los aportes del discurso
de los actores sociales que significaron el sentido que le concedieron al
fenómeno en la realidad de sus prácticas cotidianas relacionadas con la
gerencia salubre en las organizaciones larenses desde la economía azul.
Seguidamente, en el cuadro en atención a las emergencias categoriales
detallo las nomenclaturas que usé en las matrices que desarrollan la
identificación del sentido procesal interpretativo, para permitir la presentación
de estas matrices, donde sistematizo y organizo la información con el
propósito de hacer surgir las categorías emergentes.
Cuadro 4
Nomenclaturas usadas en las matrices hermenéuticas.
N° Código Descripción
1 CA Códigos de Actor
2 CE Categoría Emergente
3 GS Gerencia en Salud
4 OS Organizaciones de Salud
5 EA Economía Azul o Circular
6 A Actor Social A
7 B Actor Social B
8 C Actor Social C
155
Matriz I
Matriz Hermenéutica del discurso de los actores sociales sobre la
unidad hermenéutica Gerencia en Salud.
Unidad Narrativa de los actores sociales Códigos y Categorías
Hermenéutica emergentes
156
Líneas 20-23 CA-GS-A
… fortaleza hospitalaria, están la Fortaleza hospitalaria.
investigación y docencia. Médicos y Investigación y docencia
estudiantes toman como tema para sus hospitalaria.
investigaciones, problemas hospitalarios Soluciones con los recursos
que estudian para buscarles solución con disponibles.
los recursos disponibles.
CE-GS-A
Investigación como fortaleza para
solucionar problemas.
Matriz I. (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Narrativa de los actores sociales
Hermenéutica emergentes
157
Líneas 53-56 CA-GS-A
… mucha creatividad y experiencia para Creatividad y experiencia.
encontrar soluciones, con el mínimo de Aprovechamiento de los recursos.
dinero y sin colaboraciones.
CE-GS-A
Creatividad en el aprovechamiento
de los recursos.
Líneas 64-65 CA-GS-A
… integración de esfuerzos con uso racional Integración de esfuerzos.
de los recursos, autoridad, liderazgo, Liderazgo.
responsabilidad. Responsabilidad.
CE-GS-A
Liderazgo integrador.
Líneas 80-85 CA-GS-A
…anticipada a los cambios con visión de futuro, Visión de futuro.
eficiente, con disponibilidad satisfactoria de Supervisión.
presupuesto y recursos, con mínima burocracia, Calidad de servicio.
pero supervisada, centrada más en la calidad Motivación.
del servicio que en la cantidad de atendidos, con Cultura laboral de valores.
incentivos para motivar al crecimiento personal y
espacio para crear una cultura laboral de CE-GS-A
valores y pertinencia. Prospectiva para generar una
cultura centrada en el servicio
Matriz I. (Cont.)
Unidad Narrativa de los actores sociales Códigos y Categorías
Hermenéutica emergentes
las estrategias.
158
Líneas 10-15 CA-GS-B
… gerencia hospitalaria integra esfuerzos Gerencia Integradora.
utilizando en forma racional los recursos, Uso racional de recursos.
planificando, controlando y llevando a las Cumplimiento de metas.
instituciones hacia sus fines y objetivos, Asistencia integral.
donde los hospitales son parte integrante de
una organización cuya misión consiste en CE-GS-B
proporcionar a la población asistencia Gerencia integradora en el
médico-sanitaria completa, tanto preventiva cumplimiento de metas
como curativa y cuyos servicios abarcan asistenciales.
incluso el ámbito familiar.
Matriz I. (Cont.)
Unidad Narrativa de los actores sociales Códigos y Categorías
Hermenéutica emergentes
CE-GS-B
Gestión institucional con impacto
socio-económico.
159
Actor Social C CA-GS-C
Líneas 1-7 Integración en equipos de trabajo.
… integración o trabajo en equipo del capital Capital humano.
humano destinado a conjugar esfuerzos en Gestión y control racional de los
la gestión y control racional de los recursos recursos.
de acuerdo con la complejidad y Complejidad y necesidades
necesidades hospitalarias, asumiendo por hospitalarias.
parte de sus gerentes con autoridad y Responsabilidad.
responsabilidad el compromiso de planificar, Marco legal.
controlar y dirigir la institución apegados al Logro de objetivos.
contexto legal para el logro de los objetivos y Políticas de salud.
lineamientos de las políticas de salud.
CE-GS-C
Integración en equipos para la
gestión de recursos
Líneas 10-12 CA-GS-C
… el tipo de hospital y su complejidad para Organizaciones complejas.
tal fin, se debe conocer la cédula hospitalaria Cualificación organizacional.
que permite evidenciar la estructura general
del hospital. CE-GS-C
Identidad organizacional del hospital.
160
investigador-actor social, oportunidad conveniente para expresar mi
intencionalidad de construir momentos en un ambiente sincero y confidencial,
con el anhelo de traslucir desde el lenguaje, los significados fenomenológicos
relevantes.
Por esto, mi particular interés en las expresiones que revelan los
pensamientos de los actores en relación al fenómeno, quienes
consiguientemente entraron en procesos reflexivos en un trayecto mental
donde concedieron contribuciones significativas desde sus conciencias y
sentido existencial, al confesar la esencialidad que le confieren al fenómeno
en su ámbito.
El actor social A comienza su discurso apuntando a su interpretación
personal de la definición de gerencia hospitalaria, según lo expone en las
líneas 1 a la 5 donde refiere textualmente:
161
La gerencia hospitalaria está influenciada por una combinación de
hechos históricos, que … la han configurado como una institución
imprescindible a la sociedad, además de … protagónica en la solución
de sus problemas de la salud en las comunidades …los organismos
más conservadores, cuya resistencia al cambio se hace evidente.
En este punto surge una ontología del gerente sanitario como un individuo
reflexivo de la teleología organizacional para conquistar las metas
establecidas por la institución dispensadora de salud, aun cuando esta
maneja lineamientos conservadores caracterizados por reticencia o
resistencia a los cambios organizacionales.
Ambos actores muestran convergencia en sus afirmaciones cuando
enlazan la gerencia con la cobertura de las necesidades de los pacientes y la
resolución de estos problemas salubres en una esfera comunitaria,
recalcando que es una meta organizacional derivada de procesos
administrativos eficaces sumergidos endógenamente en sus operaciones.
A este respecto, Artaza, Barría, Fuenzalida, Núñez, Quintana, Vargas,
Venegas y Vidales (2016), expresan que:
…el verdadero reto a los establecimientos, para la función pública y
social que deben cumplir, estriba en definir adecuadamente cómo dar
una respuesta que satisfaga eficazmente las necesidades de salud de
la población, expresadas en las solicitudes de la red asistencial,
basada en criterios clínicos y gerenciales, a la vez que lograr una
mayor calidad percibida por las personas y un mejor uso de los
recursos desde el punto de vista de la eficiencia (p.11).
162
larenses, planteamiento con el cual coincido, por mis vivencias laborales al
presenciar cómo la gerencia lograba cubrir las metas previstas para la
satisfacción de las comunidades, a través de una administración efectiva de
recursos, aún en un ámbito socioeconómico deprimido.
Igualmente, en relación a estas afirmaciones, converge la primera
narrativa del actor C, quien expresa en su discurso plasmado literalmente
desde las líneas 1 a la 7, el siguiente enunciado, donde afirma textualmente
que:
163
Este actor declara igualmente, que la gerencia sanitaria no es una labor
aislada, sino un punto de integración de los recursos humanos en equipos
para gestionar racionalmente los recursos escasos que ameritan un
rendimiento estratégico constante para su uso racional. A lo cual me acojo,
puesto que mis experiencias como gerente, me revelaron la relevancia de
conformar equipos coordinados para concretar un servicio adecuado a la
demanda.
A este respecto, Barragán, Amado, Arboleya, Cruz, Fajardo, Hernández,
Olvera, Robledo, Rodríguez, Sagastuy y Santacruz (2018), afirman que:
164
manejo de los recursos hospitalarios mediante la gestión desde la gerencia
para el cumplimiento de las metas asistenciales.
Reflexivamente, retorno al discurso del actor A, quien visualiza,
igualmente el cumplimiento de metas a través de una administración efectiva.
Puesto que este actor expresa su sentir mediante el término de eficacia en la
administración, hago emerger entonces de su interpretar comprensivo, la
categoría Eficacia en el cumplimiento de metas para el servicio. Definiendo
eficacia según Pérez (2013), como el grado en que el servicio satisface las
necesidades y expectativas de los beneficiarios.
Así entonces, interpreto que el actor A, usando esta definición del
concepto de eficacia, expresa que el grado de cumplimiento de las metas
sanitarias estará inmerso en el nivel de satisfacción de las necesidades de
los pacientes, traducidas en la resolución de enfermedades registradas y
tratadas estadísticamente como metas asistenciales alcanzadas.
Partiendo de esta definición de eficacia gerencial, el actor A continúa su
narrativa describiendo las debilidades y amenazas institucionales que ponen
en riesgo la cobertura de servicios para la satisfacción de las necesidades en
salud. De este modo, en la siguiente narrativa, hace referencia a estas
debilidades y amenazas, como aspectos significantes de la gerencia
percibida desde el medio asistencial, las cuales, quedaron registradas
textualmente, entre las líneas 5 a la 11, como:
165
una desconexión con las necesidades hospitalarias y agravada por la
pesadez de los trámites burocráticos.
Frente a este planteamiento, cito a la Secretaría de Salud Honduras
(2012), quien formula que los modelos de gestión hospitalaria se deben
ordenar por resultados, por tanto, deben articular la planificación con el
presupuesto y producción de servicios. El control de la gestión así, tendrá
que asegurar que los resultados se adquieran en el tiempo, calidad y costos
previstos. Para este efecto, el control de la gestión combinará la información
financiera y asistencial mediante mecanismos que favorecerán su misión.
Esta afirmación pone en evidencia la importancia de implementar una
buena planificación de costos para lograr un presupuesto acorde a las
necesidades hospitalarias, planteamiento ratificado por el actor A, quien
desde su narrativa asigna responsabilidad a la centralización como elemento
que desconecta a la alta gerencia con las necesidades hospitalarias, lo cual
se materializa en una asignación presupuestaria poco flexible que debilita el
poder de resolución del gerente local; punto con el que coincido en vista de
mi experiencia como director médico, cuando era receptor de recursos
asignados desde una instancia centralizada que desconocía las debilidades
del centro.
Con base en el discurso de este actor A, retorno a lo afirmado
anteriormente por el B respecto a la resolución de problemas de salud, quien
converge con el actor A, en buscar soluciones a la problemática hospitalaria,
agregando la pertinencia social comunitaria. No obstante, agrega como
amenaza tanto para la solución de situaciones problemáticas como para el
cumplimiento de metas sanitarias, a la burocracia como obstáculo al flujo
resolutivo interno.
Según Gómez (2001), la burocracia, es una forma de organización y
gestión que incorpora a la empresa privada, administración pública y al
conjunto de entes como solución alternativa a los problemas de organización
de la sociedad, al implicar como menos adecuados los métodos
166
convencionales para controlar las actividades, debido a la complejidad
derivada del aumento de miembros y diversidad de funciones. Sin embargo,
interpreto el término burocracia en el discurso del actor A en el sentido
peyorativo, como gestión ineficiente, plagada de dificultades, papeleos poco
útiles, inflexibilidad y formalidades innecesarias, que entorpecen la
realización de un trámite, emisión de un documento o flujo de un proceso,
convirtiéndose en un obstáculo procesal.
Ante estas manifestaciones dialógicas, interpreto comprensivamente a
este actor, quien exterioriza la necesidad de otorgar mayor autonomía frente
a la centralización, con liberalización de trámites que aligeren la resolución
de los problemas conectados con la gerencia local. Surge, así como nueva
categoría emergente la Resolución de Problemas ante la Centralización y
Limitación de Recursos, comprendida como las acciones gerenciales en
salud desde la escasez y con administración hospitalaria descentralizada.
De esta forma, evidenciadas la limitación de recursos como debilidad, el
actor social A continúa su relato describiendo otras debilidades, proponiendo
luego desde el problema, el deber ser gerencial para atenuarlas a favor del
cumplimiento de los objetivos de atención. Desde las líneas 15 a la 17,
registré el discurso transcrito a continuación:
… hospitales, tienen dos grandes debilidades: uno, la ausencia de
ganancia de dinero que desincentiva el trabajo coordinado en equipos
con la gerencia y disminuye el sentido de pertenencia; y dos, la
incapacidad de generar recursos propios…
167
En concordancia argumentativa con el actor A, el actor B en su relato
registrado idénticamente entre las líneas 10 a la 15, declara que:
168
cumplimiento en las metas, respectivamente, en vista de la inexistencia de
competencia entre hospitales públicos, significado por un sentido valorativo
humanista.
Asimismo, retomando los discursos de los actores A y B sobre el trabajo
grupal coordinado, asumo las diferentes facetas hospitalarias y niveles
organizacionales, como grandes equipos de trabajo susceptibles de
colaborar sinérgicamente bajo la dirección de una gerencia integral liderizada
con enérgico sentido de valor de pertenencia institucional.
Según el actor A, este valor de cultura es vital para congregar equipos, lo
cual es apoyado por Muñoz (2014), quien confiere un significado cardinal al
sentido de pertenencia para la distinción competitiva de una organización en
un mundo globalizado, donde los colaboradores hacen la diferencia ante la
competencia, ayudando al alcance de objetivos y metas organizacionales.
A este respecto, concuerdo con Pérez y Gardey (2014), en la definición
de sentido de pertenencia como la satisfacción de un sujeto al concebirse
como parte integrante de un grupo. Así, comprendo que el individuo se
identifica con el resto, en quienes se refleja por identificación con los valores
de su cultura organizacional. Por tanto, comprendo en el sentido de
pertenencia un significado de cohesión grupal para amalgamar los equipos y
los niveles institucionales bajo una gerencia integral.
Igualmente, partiendo del valor cultural de pertenencia organizacional,
retomo el discurso del actor A, cuando refiere la inhabilidad de la gerencia
pública para generar recursos. Este punto es destacado, dado que evoca el
concepto antagónico de autogestión como característica valiosa en las
acciones de los equipos. En consideración a esto, Varela (2019), define la
autogestión empresarial como la capacidad de los trabajadores para
participar activamente en las decisiones relacionadas con el desarrollo y
funcionamiento del capital humano. La autogestión en el ámbito empresarial
permite la organización con base en la propia gestión de sus colaboradores.
En correspondencia a esta idea, la autogestión como elemento evocado
por el actor A, la significo por su relevancia en el trabajo coordinado de
169
equipos integrados, por un sentido de pertenencia hospitalaria con capacidad
de gestionar autónomamente, como complemento a una labor gerencial
sinérgica en la concreción de metas, lo cual converge con la narrativa ya
citada del actor C, al referirse a la integración de equipos para gestionar
recursos, que factiblemente podrían ejecutar dicha autónomamente.
Por consiguiente, de este hilo discursivo de la narrativa del actor A,
germina la categoría emergente Equipos de Trabajo Autogestionarios con
sentido de Pertenencia, como un constructo que alude a la constitución de
grupos cautivados por la pertenencia dentro de un ámbito de autonomía para
la gestión de sus actividades, como elemento central de su cultura. Por tanto,
la gerencia deberá integrar, equipos de trabajo autónomos en su gestión,
para alcanzar las metas y objetivos, donde inevitablemente estará imbuida la
resolución de los problemas como punto crucial para prestar el servicio.
La búsqueda de soluciones a la problemática hospitalaria es un tema
relacionado a muchos aspectos, que se materializa como debilidad a la cual
se enfoca incesantemente la gerencia con el fin de neutralizar sus efectos
sobre la prestación del servicio, no obstante, esta perspectiva administrativa
no prescribe indicios de solventar los problemas, por lo cual, los actores
convergen en un sentido que descentralice la gestión para abordar desde los
equipos una gerencia integral.
A este respecto, se me hace imperativo acentuar que esta actividad
resolutiva, según el actor C, debería intentar ubicar soluciones a las
dificultades cónsonas con la esencia y complejidad de los problemas
emergentes, individualizando así las opciones para erradicarlos del ámbito
hospitalario.
Al surgir incesantemente dificultades con la incertidumbre sanitaria,
vivenciada durante mis años de ejercicio, comprendo el anhelo de estos
actores por hacerme comprender la problemática de las organizaciones
larenses como punto de partida para opciones resolutivas individualizadas.
Por tanto, prosigo con la narrativa del actor A, quien, toca nuevamente la
problemática hospitalaria desde las líneas 20 a la 23 y aborda la
170
investigación y docencia como fortalezas. Textualmente expresa: “Como
fortaleza hospitalaria, están la investigación y docencia. Médicos y
estudiantes toman como tema para sus investigaciones, problemas
hospitalarios que estudian para buscarles solución con los recursos
disponibles de una forma más económica”.
En esta afirmación, el actor social A revela como fortaleza la investigación
y docencia, como pilares generadores de propuestas que confronten los
problemas hospitalarios mediante soluciones a bajo costo. Esto lo interpreto,
como opciones resolutivas que involucran el uso de los recursos, para
garantizar un costo módico en la implementación de esa solución que haga
sostenible su aplicabilidad.
Así, investigación y docencia se unen para crear conocimiento científico y
respectivamente transmitirlo por la esencia que emana de sus definiciones.
Según Zita (2019), la investigación científica es un proceso sistemático
ordenado de indagación a través de la aplicación rigurosa de metodologías
que persiguen el estudio de un tema, con el objetivo de ampliar su
conocimiento. El objetivo fundamental de la investigación, agrega esta
autora, es buscar soluciones a problemas.
Retomando la retórica discursiva del actor A, aunada a mis propias
experiencias, interpreto que la actividad universitaria dentro del hospital parte
de la existencia de problemas relacionados a la temática médica. Médicos y
estudiantes utilizan estos obstáculos como fuente de inspiración para
desplegar nuevas áreas del conocimiento, con la intención de proponer
alternativas resolutorias asequibles. Esto conlleva una fortaleza única de la
gerencia pública, dada que la investigación y docencia en el medio privado
son limitadas e informales.
No obstante, la construcción de conocimiento sería restringida si no
existiese un modo de difundir estos saberes para la formación de
profesionales en ciencias de la salud; por tanto, la docencia se configura
como otra fortaleza institucional que refuerza la investigación como
promotora de soluciones basadas en el método científico. Docencia significa
171
instruir, por lo cual, según Pérez y Gardey (2013) es la actividad que ejerce
un profesor al enseñar, responsable de transmitir el conocimiento.
En consecuencia, tanto docencia como investigación las comprendo como
herramientas hospitalarias desde el sentir del actor A, que idean opciones
resolutivas económicamente sostenibles a partir de la contribución teórico-
práctica en la ciencia, por lo cual aflora como nueva categoría emergente, la
Investigación como Fortaleza para Solucionar Problemas, la que significo
comprensivamente como la aplicación del método investigativo en la
búsqueda de alternativas para enfrentar la problemática hospitalaria.
Las soluciones factibles para los problemas hospitalarios deben contener
en su esencia, el tinte económico y científico que hagan viable su
aplicabilidad. Convergentemente el discurso narrativo del actor B, toca la
ontología de la heterogeneidad institucional basada en las diferencias
otorgadas por su naturaleza, como determinantes gerenciales a considerar
en términos de rentabilidad y eficacia. Literalmente desde las líneas 16 a la
20 este actor expone:
172
Es conveniente aclarar que interpreto y comprendo la voz del actor B
cuando significa esta redirección de recursos institucionales como garantes
de rentabilidad, entendida ésta como reducción en el déficit presupuestario
traducido en servicios sociales altamente satisfactorios y atención médica
eficaz a las comunidades.
Esta eficacia en el servicio médico, a su vez, dependerá de una
capacidad gerencial adaptativa conectada con una adecuada planificación en
la asignación. Estos asuntos son tratados en la narrativa del actor social A,
quien, en su relato, desde las líneas 31 a la 37, transcritas exactamente
expone lo siguiente:
173
Por otra parte, en consonancia con el actor A, cito a Perea (2019) quien
agrega que los hospitales deben convertirse en entidades con autonomía
administrativa y presupuestaria, frente a los nuevos modelos de gestión
hospitalaria, para que su financiamiento no dependa de las transferencias
públicas, sino de la venta de servicios, donde el Estado pase agente de
control del sistema. Obviamente, este autor apunta a la implementación de la
autonomía financiera en la administración pública salubre, como elemento
descentralizador; sin embargo, en la legislación venezolana es un punto
álgido sobre el cual no se ha permitido discutir abiertamente.
De esta forma, interpretando la parte final de la narrativa del actor A,
donde alude a la capacidad de adaptación frente a los imprevistos, cito a
Aguado (2016), quien la define como la pericia organizacional para cambiar,
con el fin de confrontar los cambios no pronosticados que acontecen en su
contexto; o sea, interpreto el término adaptación, como la modificación
reactiva del modo gerencial para adecuarse a aquellas variabilidades no
previstas durante su concepción.
Los cambios organizacionales frente a los imprevistos en la planificación
inicial, lo percibo como un evento gerencial, que permite los ajustes
necesarios para mantener los procesos de servicios. Por tanto, comprendo,
que el actor A pretende comunicarme la necesidad del conocimiento de la
problemática hospitalaria más la planificación de los recursos
descentralizada, para localmente lograr concertar esta planeación con todos
los niveles. Surge así, como categoría emergente, la Planificación Gerencial
Concertada, para enlazar todas las facetas institucionales en una
herramienta de gestión que potencie la planeación gerencial frente a la
reactividad de los imprevistos.
Seguidamente, continuando con la narrativa del actor A, noto la
prolongación temática de éste con comentarios que persisten en dirección a
las debilidades organizacionales de los centros larenses, evidenciado en su
discurso transcrito entre las líneas 40 a la 49, donde relata:
174
… gerencia de salud en Lara, veo fallas …ausencia de personal
calificado en la alta gerencia en administración estratégica, ausencia
de protocolos de mantenimiento ... Escasa planificación, control
preventivo y evaluativo de las tecnologías médicas, falla de políticas …
disponibilidad de medicamentos, recursos humanos y equipamiento
…deficiente disposición de la basura y desechos.
175
como herramienta diagnóstica previa a la ejecución de los procesos de
servicios.
A este respecto, Hitt, Ireland y Hoskisson (2007), consideran la
administración estratégica como un proceso constituido por los compromisos,
decisiones y actividades que amerita una empresa para lograr una
competitividad y adquirir, un rendimiento superior al promedio. Una estrategia
es un conjunto de acciones coordinadas y diseñadas para explotar las
competencias y adquirir una ventaja competitiva. Lo cual es significado por el
actor, como un proceso sistemático de evaluación, que precisa las metas y
objetivos a largo plazo, despliega estrategias y divisa los recursos necesarios
para ejecutarlas.
En este proceso, el primer paso de la organización consiste en analizar
tanto su medio como entorno para establecer sus recursos y competencias,
es decir, las fuentes de elementos estratégicos para definir su visión, misión
y estrategia a efectuar. Según Daft (2004), la administración estratégica es
una unión de decisiones y acciones con las cuales se aplican estrategias que
darán una configuración competitivamente superior entre la organización y su
entorno.
En torno a estos aportes, interpreto del actor A, que otorga una relevancia
gerencial a las estrategias en la gestión dentro de las instituciones donde
labora, puesto que evalúa las debilidades hospitalarias para formular una
estrategia resolutiva final. Según Jaime (2015), una perfecta introducción a la
administración estratégica lo constituyen sus cuatro pasos esenciales:
análisis ambiental, formulación e implementación estratégica y evaluación
más control.
La administración estratégica como proceso que busca permanentemente
incrementar la competitividad por encima del promedio, es un flujo de
acciones hospitalarias que contempla según el actor A, protocolos de
mantenimiento, equipamiento y disposición de residuos. Estas acciones son
176
quehaceres donde las competencias del gerente cualificado se ponen en
relieve para el diseño de estrategias que cumplan las metas de atención.
Con referencia a estos aspectos, Vélez (2005), define al mantenimiento
preventivo como la operación técnico-administrativa que se ejecuta para el
cuidado e inspección sistemática de un equipo o estructura, con la intención
de conservarlos en buen estado funcional mediante la prevención y
diagnóstico de fallas menores, antes que se tornen en desperfectos mayores,
con gastos adicionales a lo presupuestado.
Este referente teórico me revela desde la postura del actor A, que la
práctica del mantenimiento preventivo favorece el funcionamiento y atenúa
los riesgos de inoperatividad de equipos y estructuras biomédicas por
períodos largos, con su consecuente incremento de costos. El programa de
mantenimiento preventivo requiere basarse entonces en inspecciones
rutinarias y acciones inmediatas al detectarse una falla imprevista.
Al mismo tiempo, este mantenimiento preventivo debe evaluar las
tecnologías, para concretar un funcionamiento óptimo de los equipos
biomédicos en todas las áreas especializadas del ente dispensador de salud,
actividad que debe ser realizada por el recurso humano del departamento de
ingeniería y mantenimiento.
Todas estas actividades, son procesos ejecutados por seres pensantes,
por tanto, el capital humano juega un rol preponderante en la materialización
de estas acciones, como empleados, obreros, trabajadores, colaboradores y
directivos, que constituyen cognitivamente un recurso intangible de alto valor
gerencial, sobre lo cual acota el actor al referirse al valor de la cualificación
del gerente.
Según Pérez y Merino (2008), los empleados, trabajadores y
colaboradores son quienes conforman este capital o recurso humano
institucional, sobre el cual, por lo general, los departamentos centran políticas
para que armonicen con la misma sintonía, favoreciendo concordar las
aspiraciones individuales con la estrategia de la institución. Estos autores me
177
permiten comprender la significancia otorgada por el actor A, al señalar la
pertinencia del capital humano, para la construcción de un ámbito armónico y
el despliegue del potencial individual.
Por esto, las organizaciones larenses requieren de capital humano para
administrar desde la gerencia, las estrategias diseñadas, para coordinar los
protocolos de mantenimiento, planificación y control de tecnologías médicas,
equipamiento y disposición desechos; que serán de diferente naturaleza
según el área hospitalaria involucrada en la atención, desde simples residuos
sólidos hasta desechos calificados como amenaza.
Por lo tanto, respecto a estas amenazas salubres descritas por el actor A,
la disposición de la basura y desechos, creados durante los procesos de
atención, constituyen un problema sanitario que se proyecta a la comunidad
como amenaza salubre, económica y ambiental, por ende, lo incluye dentro
de las actividades gerenciales a ejecutar desde la administración,
entendiendo la razón social que subyace en su discurso.
Según Espirilla y Osorio (2010), esta disposición de basura y desechos se
define como el manejo de los residuos hospitalarios, mediante una
herramienta de gestión con bioseguridad sanitaria y ambiental, desde la
creación del residuo, su manejo en las distintas áreas institucionales, hasta
lograr su arribo al destino final fuera de la organización, para su tratamiento
y/o disposición final adecuada, lo cual ocupa significativamente el
pensamiento del actor A.
Sobre ello, percibo que el actor social pretende hacerme comprender la
relevancia del manejo de la basura y desechos para contener los riesgos
sobre la salud y ambiente, originados en las distintas etapas del manejo de
los residuos sólidos dentro del centro. Estos desechos son todos los
materiales resultados de procesos de elaboración, transformación, uso,
consumo o aseo, destinados al abandono y generados en la instalación de
salud durante sus actividades.
178
En este sentido, percibo el significado que le otorga al adecuado manejo
de los residuos hospitalarios desde las fases de generación, manipulación,
acondicionamiento, recolección, transporte, almacenamiento, tratamiento y
disposición final, de manera segura para prevenir impactos ambientales y
salubres, con mínimo costo de eliminación, promovido desde las
cualificaciones que en estos aspectos desarrolle el gerente.
De los significados del discurso de este actor A, develo que la gerencia en
salud amerita de cualificación profesional para adquirir competencias en
administración estratégica que gestione eficientemente los protocolos de
mantenimiento y planes de equipamiento y manejo de los desechos, en
consecuencia, florece la categoría emergente de Cualificación Gerencial en
Administración Estratégica, como herramienta directriz imprescindible en la
conducción de los procesos institucionales asistenciales, que deriven en una
exitosa atención.
Seguidamente, en mi indagación del actor A, percibo que ha articulado los
problemas derivados de las debilidades institucionales descritas, con
prioridad de configurar soluciones desde la escasez con base en la
creatividad y experiencia, lo que evidencié en su narrativa, registrada
puntualmente entre las líneas 53 a la 56, donde afirma: “uno como director
debe emplear mucha creatividad y experiencia para encontrar soluciones,
con el mínimo de dinero y sin colaboraciones”.
De esta declaratoria, advierto en él, un creciente interés para
comunicarme su ansia de centrar la resolución de problemas desde la
creatividad y el conocimiento otorgado por las vivencias. La búsqueda de
soluciones a la problemática hospitalaria implicará entonces, no solo a la
preparación académica, sino igualmente, la inventiva para combinar el
conocimiento administrativo y científico con las experiencias vividas en el
ejercicio gerencial.
Según Gardner (1997), el sujeto creativo es un individuo que
regularmente resuelve problemas, formula productos o define asuntos
179
nuevos, de un modo novedoso, y finalmente aceptado en un contexto cultural
concreto.
Este autor, considera la creatividad como un fenómeno multidisciplinario,
polisémico y multifuncional, cuyo estudio coloca mayor énfasis en los
factores personales bajo una perspectiva biológica, epistemológica y
sociológica, para hacer un abordaje integral con tres elementos centrales:
individuo, trabajo y entorno.
Esta conceptualización de creatividad, incluye términos usados por el
actor A, quien fusiona la resolución de problemas planteados desde la
escasez, con el aprovechamiento de los recursos. De este modo, el actor
concibe que el rendimiento de éstos no solo radica en exigir el incremento en
su aporte, sino en la creatividad gerencial para obtener el máximo provecho
de los mismos, congregando su disponibilidad, conocimiento administrativo y
experiencias vividas, con las cualificaciones que direccionen su gestión
creativamente.
En torno a la consecución de soluciones mediante la creatividad, para la
problemática organizacional salubre, estimo conveniente citar a Arbide
(2015), quien define este concepto, como la capacidad de levantarse cada
día con soluciones nuevas para solventar los mismos problemas. Este autor,
atina a la definición ideal que interpreto del actor A, al señalar la creatividad
como una herramienta cognitiva que articula saberes formales, experiencias
y contexto gerencial para diseñar soluciones innovadoras a problemáticas
clásicas.
Por tanto, frente a la vinculación de la experiencia y el aprovechamiento
de recursos institucionales con creatividad, como herramienta cognitiva
gerencial que acopla los elementos para el despertar de nuevas soluciones a
viejos problemas, surge como categoría emergente la Creatividad en el
aprovechamiento de recursos, que amalgama la disponibilidad de estos, con
las experiencias y conocimientos gerenciales para hacer frente a la
problemática hospitalaria, absorta en la perplejidad.
180
La gerencia en salud desde la perspectiva de este actor, la perfilo
entonces como un constructo donde la creatividad, debe desplegarse para
lidiar con problemas emergentes. Luego, con la intención de develar las
coincidencias argumentativas de los actores sociales, enlazo estas ideas
discursivas con la narrativa del actor B, desde las líneas 21 a la 27, donde
convergen al incluir la innovación, soluciones sociales y la transformación
como elementos relevantes de la gerencia en el ámbito de las organizaciones
larenses. Textualmente declara:
181
por la percepción de los individuos, en relación a la manera en que el cambio
los perturbará. Pero esta resistencia en sí misma no constituye un hecho
negativo, siempre y cuando la asumamos como una condición obligante
basada en la evaluación de los supuestos que cimenten el cambio.
Este mismo autor, describe que la resistencia a cambiar puede
expresarse frontalmente o ser encubierta. Las causas que la inducen son:
económicas, ansiedad, incertidumbre, alteraciones en las relaciones
laborales, rehúso a una mayor interposición de la autoridad formal e inercia
asociada al ambiente actual. Por tanto, caigo en cuenta desde la discursiva
del actor B, que la gerencia en el ámbito larense ha sido muy proclive a
sostener una inflexibilidad medular para variar en su concepción, motivo que
factiblemente ha contribuido a cronificar la problemática hospitalaria.
Partiendo de esta resistencia al cambio, como contribuyente a la
permanencia de los problemas hospitalarios, retorno al actor A, y me ubico
en su narrativa, transcrita con exactitud entre las líneas 64 a 65, donde
advierto en su discurso un engranaje argumentativo referente a la integración
de esfuerzos para el uso racional de recursos, con liderazgo y
responsabilidad organizacional. Textualmente expresa: “Desde mi
experiencia la gerencia de un hospital la veo como la integración de
esfuerzos con uso racional de los recursos, autoridad, liderazgo,
responsabilidad…”
En este sentido, interpreto los significados que le otorga a la gerencia
vistos desde un liderazgo que integra esfuerzos y responsabilidad para
racionar los recursos, acción que converge con la superación de los límites
reformistas contra la resistencia al cambio descrita por el actor B, en vista
que la integración de individuales con la gerencia, implica a su vez
modificaciones de comportamientos laborales.
Ahora, hilando la integración sinérgica de individualidades bajo equipos,
surge inevitablemente la relevancia de una fuerza pensante que engrane,
todas esas voluntades individuales en una gran agrupación de actividades
182
enfocadas en un objetivo, dada la imposibilidad espontánea de ocurrencia de
este evento. Esta fuerza unificante hacia una meta es el liderazgo.
Según Builes (2016), el liderazgo son las habilidades gerenciales que un
sujeto posee para influir en el comportamiento individual o grupal, haciendo
que este labore con entusiasmo hacia el logro de sus objetivos. De este
modo, comprendo las afirmaciones del actor A en comparación a la definición
dada por este autor, en la articulación de un liderazgo bajo la alineación de
esfuerzos colectivos, hecho que trasciende hasta el servicio al integrar
intereses individuales con las metas asistenciales.
De acuerdo con esto, Reyes-Jacome y Rodríguez (2011), redefinen un
liderazgo integral como una concepción nacida desde un modelo que tiene
en consideración las dimensiones interna, externa, individual y grupal
presentes en todas las circunstancias y que configuran la forma de interpretar
y ejecutar las acciones del líder. Con base a estos autores, entiendo que el
liderazgo integral no solo contempla la inclusión grupal de todos los
participantes, sino que abarca la individualidad y el equipo en conjunto con el
medio y entorno.
En este orden de ideas, el liderazgo integral trasciende de la simple
integración de individualidades, para alcanzar una connotación holística. Así,
el líder integral debe poseer según Cuevas (2014) las competencias del
saber; el poder de implementarlo mediante habilidades innatas o fruto del
aprendizaje y el deseo de ejecutarlas a través de actitudes personales.
Igualmente, debe conocer su entorno, enfocándose en sus fortalezas y
consciente que el éxito jamás es definitivo, el dinero no fomenta la
creatividad, y que solo las organizaciones proyectadas como una comunidad
sobrevivirán en los próximos años.
El planteamiento de esta autora enriquece mi comprensión sobre el discurso
del actor A, al ampliar la conceptualización del liderazgo integrador generado por
un líder con todas las competencias desarrolladas, incluyendo la capacidad
permanente de aprender y desaprender, para amoldarse a la realidad
183
organizacional y perseguir una trasformación gerencial. En convergencia, el actor
B, emana en su discurso, una ontología gerencial desde la innovación y
reinvención, en oposición a la resistencia al cambio, mediante una gerencia
integradora de esfuerzos para el cumplimiento de metas.
Como resultado del análisis interpretativo y comprensivo del discurso del
actor A, surge una nueva categoría emergente a la que denominé Liderazgo
Integrador, y la cual asumo como un liderazgo basado en el despliegue
holístico de todas las competencias gerenciales involucradas con el ámbito y
entorno organizacional de los centros larenses, bajo un clima de evolución y
transformación permanente; entendida ésta última como un proceso ruptural
referido a la acción de cambiar, donde ese cambio, según Ucha (2009),
mantiene intacta la identidad del ente salubre.
En el contexto donde se desarrolló el fenómeno, la transformación
gerencial propuesta por el actor, debe suceder dentro de la estructura
hospitalaria, por lo cual, desde una perspectiva institucional, este cambio es
un proceso de redefinición con la finalidad de acoplar el hospital a las
demandas para mantener o aumentar su competitividad, y calidad de
servicio, según López (2013).
Las metamorfosis organizacionales originadas por la implementación de
nuevas estrategias, necesariamente tienen impactos sobre el resto de los
componentes, especialmente el capital humano, por ende, estimo relevante
subrayar que al hablar de conversión gerencial hospitalaria, la asumo como
procesos de cambio dirigidos perpetuamente hacia la optimización, a lo cual
considero comprender mejor el término transformación hospitalaria propuesto
por los actores, como un proceso de evolución institucional, para mejorar su
servicio.
Si partimos de una comparativa entre trasformación y evolución podremos
notar inmediatamente, según Alaimo (2017), que la transformación significa,
el producto de un proceso de cambio de forma, con un inicio y final lineal,
que interpreto como superficial, sin la necesaria afectación en la esencia del
184
ente variante, mientras que evolución se define como la acción de dar vueltas
hacia afuera en el sentido de desarrollarse, expandirse y desenvolverse.
De este modo, entiendo la evolución como una consecución eterna de
transformaciones que permiten a un ente tornarse más complejo, en un flujo
circular de retroalimentación y adaptación perenne. Por consiguiente,
engrano esta definición con la narrativa del actor A, quien entre las líneas 80
a la 86, introduce la visión de futuro como modo de anticipar los cambios de
la evolución de la gerencia, enfocada a la administración de la institución.
Textualmente declara:
185
expectativas. Estos autores, proponen entonces, organización a la hora de
planear, con base en una visión de escenarios factibles, para prevenir la
formulación de escenarios utópicos.
Es entonces relevante enfatizar, según Cely (1999), que existen distintas
maneras de aproximarse al futuro, siendo la prospectiva la única que lo toca
como una realidad múltiple e imprecisa, derivada producto de las infinitas
probabilidades de operación humana, manifestada en los proyectos y deseos
de los colectivos. Asimismo, según explica Ríos (2007), la prospectiva es una
disciplina que ve hacia delante en el tiempo, representando mentalmente el
porvenir mediante la construcción de imágenes.
Percibo entonces, que esta ciencia pronóstica se cierne, como una
herramienta de disipación de la incertidumbre que permite vislumbrar las
condiciones de los escenarios codiciados y esgrimir anticipadamente, las
estrategias gerenciales más idóneas. En el caso del contexto salubre, los
colectivos sociales son grupos de receptores del servicio, quienes demandan
salud a una institución larense gerenciada por directores que deben
adaptarse a las demandas estimadas para escenarios venideros, mediante
una visión proyectada en el tiempo, desde un contexto socioeconómico
deprimido.
Frente al tiempo futuro, Godet (2000), afirma que los seres humanos
poseemos la opción de tomar cuatro posturas frente a los escenarios
próximos: el avestruz pasivo que sufre el cambio; el bombero reactivo que
apaga el fuego una vez declarado; el asegurador preactivo que se prepara
para los cambios previsibles, sabiendo que la reparación es más costosa, y
el conspirador proactivo que intenta inducir los cambios ambicionados a su
conveniencia para lograr ventaja competitiva.
Si retrocedo mentalmente en mis recuerdos laborales como gerente en
salud, converjo argumentativamente con el actor A cuando describe la
gerencia hospitalaria ideal en términos prospectivos, ya que, según sus
186
vivencias y mis experiencias, la gerencia salubre larense siempre ha estado
atada predominantemente a la pasividad y reactividad administrativa.
De esta forma, los problemas en las instituciones larenses, siempre han
sido enfrentados con reactividad y pasividad, debido a la centralización e
inflexibilidad del modelo gerencial actual, hambriento de planeación
estratégica. En consonancia, con estas posturas homónimas entre actor
social A e investigador, respecto a las actitudes gerenciales frente a los
escenarios hospitalarios y sus respectivas problemáticas salubres, traigo el
tercer relato del actor social C quien entre las líneas 30 a la 35 señala
literalmente que:
187
Desarrollo de la Infraestructura con Visión Prospectiva, la cual comprendí
como el despliegue de mejoras en el edificio planificadas estratégicamente
con visión a las demandas de escenarios futuros proyectados preactiva y
proactivamente.
Al respecto, lograr un ámbito hospitalario óptimo basado en la planeación
estratégica prospectiva, es una premisa destacada del discurso del actor A,
quien continúa su narrativa enlazando esta gerencia anticipada, con la
calidad del servicio médico público ofertado a los pacientes usuarios y
beneficiarios del mismo.
Por esto, la definición de servicio cobra una relevancia en el ser de la
salud pública, al emerger como un concepto básico para la interpretación del
actor A y su perspectiva gerencial. El diccionario de la Real Academia
Española de la Lengua (RAE), acerca del servicio, define el término con
procedencia del latín servitium como organización y personal destinados a
cuidar intereses y/o satisfacer necesidades del público o de alguna entidad.
Según Colunga (1995), el servicio “Es el trabajo realizado para otras
personas” (p.25). De acuerdo a Fisher y Navarro (1994) “Es el conjunto de
actividades, beneficios o satisfactores que se ofrecen para su venta o que se
suministran en relación con las ventas” (p.175). De estos conceptos,
interpreto que servicio es entonces la acción, trabajo o actividad, con sus
respectivos beneficios producidos en relación a la satisfacción del
consumidor.
Por su parte Kotler (1997), agrega la vinculación del servicio con un
producto físico, como lo es, por ejemplo, el servicio salubre involucrado con
los insumos. Estas definiciones exponen, a mi juicio, como peculiaridad, la
intangibilidad y heterogeneidad de este concepto; no obstante, la
esencialidad de su importancia, permea todas las facetas hospitalarias, al
erigirse como el objetivo final de la existencia del centro sanitario.
Para el gerente en salud, la oferta del servicio es la teleología de las
organizaciones salubres, que se materializa objetivamente a través de las
188
metas; por consiguiente, para el control directivo, es importante evaluar
propiedades que juzguen su valor. Esta estimación para calificarlo, es lo que
me transfiere contextualmente al concepto de calidad, que trataré a
continuación, en el sentido expresado por el actor social C
Las normas ISO 9000 (2000), definen la calidad como el grado en el que
un conjunto de características inherentes cumple con los requisitos, mientras
que para Horowitz (1991), la calidad es el nivel de excelencia que la empresa
ha elegido para alcanzar satisfacer a su clientela. En este sentido, Requena y
Serrano (2007), afirman que la calidad es una actitud y esta a su vez, un
valor cultural. Un comportamiento hacia la calidad supone, un compromiso
individual para concebirla como cimiento de la ventaja competitiva, por ende,
la calidad de los servicios depende de las actitudes y conductas que se
traducen en un comportamiento colectivo laboral. Estas definiciones, me
dejan entrever así, que la calidad es un valor de la cultura que precederá
comportamientos del capital humano para lograr ventajas competitivas.
Desde la voz del actor, interpreto a la calidad como un concepto
relacionado con las percepciones individuales para comparar un elemento
con otro de su misma naturaleza, bajo diversos factores como la cultura,
servicio, necesidades y expectativas. Al hablar de la calidad de este servicio,
según estos autores, es obligante hacer referencia a la cultura en la que
están inmersos los gerentes, para crear conciencia que el servicio es el
resultado de los esfuerzos combinados y no del empuje aislado del personal
de contacto final con el cliente. Por tanto, tomaré como definición del
concepto de calidad desde el actor A, la expuesta por Requena y Serrano
(ob. cit.), quien argumenta que la calidad de servicio es “la evaluación que
hace el cliente sobre el servicio como resultado de comparar lo ofertado con
lo recibido” (p.12).
De esta manera, este constructo incluirá el cumplimiento de los servicios
ofertados por las empresas en tiempo y condiciones estipuladas. En el caso
de los centros larenses, lograr la calidad de servicio público es un desafío
189
gerencial, por la desmesurada solicitud de atención médica condicionada por
la gratuidad y crisis socioeconómica. Al hablar luego de calidad de servicio
público, es notorio significarla como un valor inmerso en la cultura, que
precede a las actuaciones del recurso humano; por tanto, alineado a la
discursiva del actor A, engrano esta cultura hospitalaria como determinantes
en el comportamiento laboral.
De este modo, según Altagracia y Rodríguez (2012), la cultura
organizacional es el conjunto de valores, actitudes, sentimientos, hábitos,
creencias y formas de interacción grupal de todos los equipos. Así, la cultura
organizacional puede agilizar la implantación de una estrategia bajo una
fuerte coherencia entre ambas o, al contrario, bloquear o aplazar su
implementación.
Por su lado, Chiavenato (2005) considera la cultura organizacional como
el modo de vida de la organización, la, cual forma un sistema de significados
que fusiona a todos los miembros alrededor de un objetivo común y modo de
actuar.
Por lo tanto, significo del discurso del actor A cuando menciona “una
cultura laboral de valores y pertinencia”, como una cultura organizacional de
normas informales y valores que guían la conducta de los miembros de una
institución para materializar los objetivos. Este hilo discursivo me conduce así
a presenciar el surgimiento de una nueva categoría emergente a la cual
nombré Prospectiva para Generar una Cultura Centrada en el Servicio.
Comprendida como la visión futurista enfocada a anticipar los cambios en los
escenarios deseados, a fin de recrear las condiciones óptimas convenientes
que establezcan una cultura conducente a ofertar calidad de servicio.
Finalmente, para concluir con la narrativa del actor A, en esta unidad
hermenéutica, cito textualmente sus palabras registradas desde las líneas 95
a la 100 donde afirma que:
190
inteligencia, visión de futuro, creatividad y conocimiento de muchas
ciencias … por el director de salud debe asesorarse de otras
profesiones para diseñar las estrategias …
191
Según Quintana, Moreno, Tomás, Monleón, Montero y Peris (2017), la
formación de un equipo interdisciplinar, conduce a resultados positivos lo que
supone una oportunidad de mejora en la atención. Por consiguiente,
reflexiono comprensivamente que el abordaje de los problemas desde una
visión sistémica, que integre varias perspectivas científicas, es una
cosmovisión holística de la naturaleza de las dificultades institucionales; por
tanto, puedo significarlo desde el actor A, como un abanico de opciones
resolutivas para otorgarle solución a las distintas facetas de la problemática
en salud.
Empero, aunque abiertamente el actor no menciona el término gestión en
este fragmento de su discurso, interpreto en el resto de sus palabras, que
este vocablo refiere una alta importancia en la gerencia como parte
integrativa de ella. Así, estimo conveniente definirla como complemento a la
interpretación y comprensión de significados respecto a la gerencia en salud.
Según Benavides (2011), la gestión en general, configura protocolos para
situar la acción, previsión, visualización y empleo de recursos con la finalidad
que se desea alcanzar, mediante acciones para lograr objetivos en el tiempo
requerido. El autor agrega que la gestión gerencial, es el conjunto de
acciones dirigidas a la manufactura de productos o prestación de servicios.
De estas definiciones, interpreto la gestión sanitaria desde la visión del
actor A, como un proceso participativo bajo el liderazgo y conducción del
gerente, encauzado a que la planificación, programa y proyecto de salud
pública se realicen de manera eficiente, entre los diferentes actores
hospitalarios junto con otros sectores, de las organizaciones públicas y
privadas, la comunidad y los pacientes, con el propósito de alcanzar las
metas. Por ende, surge de estos planteamientos, la categoría emergente
Gestión Interdisciplinar.
Esta gestión la comprendo como parte íntima de una gerencia integrada
en salud, donde los directores médicos deben recurrir a las diferentes
ciencias como herramientas múltiples de conocimiento universal, dirigidas a
192
la resolución holística de la problemática hospitalaria, pero con un abordaje
individualizado según la esencia del problema.
La gestión en salud representa así, un conjunto de acciones, para
favorecer las actividades en los diferentes niveles que constituyen el sector,
en la prevención, promoción y recuperación de la salud, mediante
herramientas de gestión orientadas a la satisfacción de necesidades. Estas
herramientas aplicadas correctamente, optimizan la gestión hospitalaria y
local desde la familia y comunidades, además de complementar la formación
de los estudiantes en ciencias médicas.
Finalizado el análisis del actor A en esta primera unidad hermenéutica,
prosigo a continuación, el análisis interpretativo del actor social B, iniciando
una comprensión de su narrativa, transcrita entre las líneas 2 a la 9, ya
citadas, donde significa a la gerencia en salud desde su herencia
sociohistórica y relevancia social comunitaria en la resolución de problemas.
Este actor inicia su discurso, enfatizando el aspecto sociohistórico de la
gerencia para establecer una envergadura indispensable a la sociedad para
la resolución de problemas comunitarios, convergente con el actor A. Ambos
muestran afinidad en sus afirmaciones cuando enlazan a la gerencia con la
cobertura de las necesidades y la resolución de sus problemas salubres
desde la escasez. Punto que converge discursivamente con la narrativa del
actor C, sobre la temática de gestión y control racional de los recursos
salubres, para la búsqueda de solución a las dificultades.
Estos problemas en salud, son generalmente circunstancias, que
aparecen intempestivamente y ocasionan retardos en la consecución de los
resultados finales. El tiempo entre reconocer los errores y su efecto, es vital
para prevenir daños adicionales dentro del contexto institucional. En las
organizaciones siempre surgen complicaciones, cuya solución inicialmente
desconocemos para tomar una decisión conclusiva. Para los gerentes es la
más grande responsabilidad, favorecida a través de herramientas que
facilitarán la mejor decisión. En este sentido, Vásquez (2012) define la
193
solución de problemas, como un proceso que abarca diversas actividades, y
que es factor de riesgo a ser asumido por los administradores en las
organizaciones salubres.
Por su parte, Martínez (2018) define a la resolución de problemas como
un proceso de identificación, análisis y aplicación de la conclusión a una
situación circunstancial que admita avanzar para obtener resultados. De
estos autores discierno, con base en el relato del actor B, en articulación al A
y C, que surge la necesidad hospitalaria para la identificación de dificultades
y la adecuada aplicación de técnicas y métodos que ayuden a gestionar el
uso racional de recursos desde la escasez, lo cual connoto como un
significado compartido de sus vivencias en el contexto socioeconómico
venezolano.
En esta coincidencia, emerge una esencia del ser gerente como un sujeto
consciente del fin último institucional, para alcanzar los objetivos
establecidos, aun cuando esta se caracterice por operar bajo políticas
rígidas. Surge así, la categoría emergente Relevancia Sociohistórica en la
resolución de problemas salubres, asumida por mi como la pertinencia
histórica de la institución hospitalaria en la solución de problemas de salud
con proyección social, que como institución con una pertinencia reconocida
tiene una historicidad de existencia y valor social.
Hasta ahora, he percibido de las narrativas de los actores, una marcada
tendencia a centrar sus significados gerenciales hacia la gestión de recursos
y cobertura de servicios. Temática que se repite, en la segunda narrativa del
actor B, citada con antelación entre las líneas 10 a la 15, donde expresa
estos significados en una gerencia integral, con uso racional de recursos,
para el logro de objetivos con relación a las metas de asistencia médica.
Toda organización independientemente de su índole, pretende lograr
objetivos. Según López (2018), un objetivo es una situación ambicionada que
la empresa intenta conquistar, proyectada hacia el futuro. Al materializar el
objetivo, la imagen se cristaliza como real, por lo tanto, el objetivo deja de ser
ansiado en la organización que define otro para repetir el proceso; por ello
194
los objetivos evocan significaciones en las personas, más en una
organización con una noble misión, como lo es prestar servicios de salud,
que conformen una cultura de valor social.
De aquí entonces, interpreto la materialización de objetivos mediante una
gerencia integral propuesta por el actor B, en convergencia con el A, en la
mencionada temática sobre equipos autogestionarios, descritas entre las
líneas 15 a la 17; como la concreción mediante equipos, de estos objetivos
en las metas asistenciales, traducidas en un servicio médico preventivo y
curativo con trascendencia al ámbito familiar y social. Así, aparece la
categoría emergente Gerencia Integradora en el Cumplimiento de Metas
Asistenciales, comprendida como todos los procesos de gestión en salud
integrales, comprometidos a alcanzar eficazmente las metas de atención.
La consecución de metas ha sido desde mi experiencia, la guía más
empleada por los gerentes en salud para subordinar sus acciones de gestión
en favor de los objetivos. Sin embargo, para obtener una asistencia eficaz,
según el actor B, citada entre las líneas 16 a la 20, debemos implicar una
visión gerencial que involucre las características específicas de la
heterogeneidad institucional.
De este modo, el discurso narrativo del actor B, toca la diversidad
institucional con base en las diferencias prescritas por las especialidades,
como determinantes gerenciales a considerar en la asignación racional de
recursos, según la naturaleza institucional en términos de rentabilidad y
eficacia. Esta diversidad organizacional me conlleva a interpretar que las
particularidades de cada institución representan una identidad única para
cada centro. Así pues, cito algunos autores para definir las peculiaridades
organizacionales como una identidad desde la perspectiva institucional.
La identidad organizacional, según Abratt y Kleyn (2012), son la expresión
de las decisiones estratégicas en la organización. Mientras que para Davis y
Yugay (2012), es la suma de todas las cosas que dicen los grupos
interesados sobre lo que piensan de sí mismos y cómo esto apunta a ser
percibido por otros.
195
Estos autores, enriquecen así el significado de identidad organizacional
otorgado por el actor B, el cual interpreto como la superposición de la
identidad corporativa con su cultura organizacional. La identidad corporativa
es la imagen gráfica que la organización proyecta y la cultura organizacional
es el conjunto de percepciones entretejidas sobre una organización dadas
por sus creencias, actitudes y valores.
En el caso específico de las organizaciones larenses, interpreto desde el
actor B y mis vivencias, que la identidad institucional en salud viene otorgada
más por la naturaleza del servicio que por la imagen corporativa hospitalaria,
en vista de que es un centro de salud pública, distanciado del concepto
convencional de rentabilidad; por tanto, comprendo la intención del actor B
en hacerme consciente, que la gerencia larense debe adaptar la asignación
de recursos a la identidad hospitalaria, conferida por la esencia del servicio y
proporcionada por las especialidades ofertadas, para concretar una
asistencia médica eficaz.
De estos razonamientos, nace entonces la categoría emergente
Asistencia Médica Eficaz según Particularidades Identitarias, comprendida
como la identidad hospitalaria integrada por una cultura institucional
consustanciada con la naturaleza de la atención en salud otorgada por las
especialidades médicas en el centro asistencial y su misión
De manera coincidente, el actor social C, en su narrativa, citada entre las
líneas 10 a la 12, toca el tema de la identidad hospitalaria derivada del tipo
de hospital y complejidad, lo cual refiere tácitamente a la estructura gerencial
hospitalaria definida por las especialidades involucradas, como
características institucionales distintivas que confieren identidad al hospital.
Este actor declara fielmente lo siguiente: “…cómo debería ser la gerencia
hospitalaria es pertinente establecer el tipo de hospital y su complejidad para
tal fin, se debe conocer la cédula hospitalaria que permite evidenciar la
estructura general del hospital”.
196
Este actor coincide con el B, al engranar la estructura organizativa
determinada por la complejidad y tipología hospitalaria con las características
particulares organizacionales propuestas por el actor C para una atención
médica eficaz. De este modo, comprendo de ambos actores, que la gerencia
no es un modelo de gestión estandarizado, universal, para cualquier
institución que preste servicios, sino que debe adaptarse a la identidad
organizacional del centro a gerenciar, con base en la naturaleza de la
organización, contexto y sentido misional.
Al partir de la gestión de recursos hospitalarios, encuentro convergencias
con los actores sociales A y B, dada las numerosas referencias a este tema
desde el inicio del análisis, sin embargo, este actor introduce un nuevo
elemento: la complejidad institucional, criterio para dirigir la asignación y
control de recursos en el ámbito hospitalario.
Al respecto, creo relevante citar a Morin (1998), para definir la
complejidad como un tejido de eventos, interacciones y casualidades que
conforman el mundo de lo fenoménico y sus características, el desorden, la
ambigüedad, el caos y la incertidumbre, para lograr la certeza. En Morín (ob.
cit.) la complejidad es un fenómeno, una cantidad de interacciones entre un
número de unidades, incertidumbres, y fenómenos aleatorios. Es la
incertidumbre de los sistemas, permeada por una mezcla de orden, desorden
y aleatoriedad.
En atención al planteamiento de este autor, Amaro (ob. cit.), inserta la
complejidad dentro de la gerencia hospitalaria, significándola en el sentido de
adaptabilidad, flexibilidad y habilidad del sistema administrativo-gerencial
hospitalario para reamoldarse a nuevas circunstancias.
Con base en estos autores, interpreto la complejidad desde la visión del
actor C, como un constructo que hace referencia a algo que se encuentra
constituido por diferentes elementos que se interrelacionan, es decir,
sistemas compuestos por una serie de elementos que interactúan con
patrones de comportamiento y propiedades no evidentes superficialmente.
197
Los hospitales, como lo confirma Amaro (ob. cit.), son organizaciones
complejas y heterogéneas, con variadas necesidades según su esencia,
generalmente otorgada por el tipo especializado de servicio médico que
oferten. A este respecto, interpreto la complejidad mencionada por el actor
C, como una heterogeneidad con múltiples niveles de existencia, tangibles e
intangibles, dentro del fluir de los procesos operativos y sus problemáticas,
que otorgan un rostro organizacional propio para cada una, con vista al
alcance de sus metas. Cada organización es entonces una identidad cuyos
rasgos estarán dados por las necesidades derivadas de su estructura.
La identidad organizacional vista de esta perspectiva será un rostro único
para cada entidad, el cual, se mantiene intacto a pesar de la transformación
gerencial del resto de la organización. No obstante, según lo declarado por el
actor B, las innovaciones y emprendimientos en búsqueda de soluciones
sociales, deben superar los límites reformistas de las instituciones de salud,
en oposición a la resistencia al cambio, mediante trasformaciones que
cimienten una reinvención gerencial de todo el cuerpo organizativo.
De este modo, ante estos argumentos, surge como categoría emergente
Identidad Organizacional del Hospital, comprendida como el rostro específico
que identifica las características estructurales y gerenciales hospitalarias
únicas, que la diferencian de otras instituciones semejantes y deben ser
consideradas a la hora de la toma de decisiones, para una gerencia óptima.
Como mencioné, la identidad organizacional es única para cada
institución, y mantiene la esencia central de ésta. Sin embargo, la gerencia a
diferencia de la identidad institucional, es un constructo teórico que debe
permanecer flexible al cambio, para adaptarse a las nuevas circunstancias
del medio y entorno asistencial.
Ubicándome en el escenario específico de las organizaciones salubres en
Venezuela, según Machado (2004), en los últimos 10 años han acontecido
cambios relevantes en el sector salud, de un tiempo de grandes inversiones,
por la renta petrolera, a una época de recesión, donde las deudas, el gasto
198
público y la devaluación monetaria, han conducido a un deterioro económico
que afecta la prestación de un servicio público; lo que refleja una necesidad
de darle un nuevo enfoque gerencial a las organizaciones salubres.
Seguidamente este autor agrega, que esta situación exige una
competencia gerencial para influir en la realidad con visión a largo plazo en la
prestación de servicios, tal y como propone el actor B. La descentralización y
participación en la gestión de salud deben favorecer iniciativas para
incrementar la sostenibilidad del sistema y optimizar la calidad de atención.
Desde el ámbito nacional de la gerencia salubre, según la visión de este
autor, percibo algunas coincidencias en sus declaratorias. Inicialmente,
converge con la temática general de los problemas salubres expuestos por el
actor A; desde lo cual, propone un cambio en el modelo gerencial.
Posteriormente, converge con el actor B, respecto a las transformaciones
que amerita la gerencia para mejorar su calidad, punto que, a su vez, articula
con la narrativa del actor A, al mencionar la creatividad como herramienta de
innovación para el cambio gerencial y al liderazgo integral, como aglutinador
de todas las facetas organizacionales, medio y entorno institucional con el
despliegue de todas las competencias del gerente líder trasformador.
En este orden de planteamientos, significo en este contexto discursivo el
surgimiento de la categoría Transformación Gerencial mediante la Innovación
y el Emprendimiento como corpus emergente, a partir del análisis discursivo
del actor B, comprendida como los cambios adaptativos de la gerencia ante
las demandas de los nuevos escenarios con base en la innovación y
creatividad, para materializar una permanente evolución gerencial contra la
resistencia al cambio, que favorezca la prestación de un servicio, mediante la
oposición del director a la inercia gerencial del conservadurismo institucional
que mantiene en actitud perpleja a la gerencia.
La inercia gerencial definida por Camacho, Pérez, Márquez y Carrasco
(2012) como las fuerzas en una organización que la hacen resistente al
cambio, representa una debilidad, originada en el rechazo al riesgo e
incertidumbre. Por tanto, a pesar de ser un fenómeno del medio de las
199
organizaciones, se cierne como una amenaza que limita las
transformaciones, y, por ende, la evolución del modelo gerencial.
En este sentir, el actor B propone una trasformación de la gerencia para
superar esta inercia, con el fin de ofrecer un servicio adecuado, con sentido
humano. En su narrativa este actor concatena, este último punto con el
impacto económico de la gestión institucional proyectada con pertinencia
social. Temática que se evidencia en su relato trascrito a continuación, desde
las líneas 28 a la 32 donde declara:
Hoy más que nunca los gerentes de los hospitales deben ir de la mano
con los cambios… se comportan como empresas productoras de
procesos y servicios de salud que requieren de un manejo
organizacional conducente a rentabilidad social y económica.
200
ecosistemas naturales. Según Carson (ob. cit.) en la sobreexplotación de la
naturaleza y contaminación, el desarrollo económico y social comenzó a
afectarse; con tierras improductivas y comunidades enfermas producto de la
contaminación.
Estos preceptos establecidos, me hacen reflexionar la narrativa del actor
B, cuando alude a la gestión hospitalaria conducente al impacto social y
económico, al recordar que este centro salubre, es una empresa más que
gerencia linealmente y contribuye a la polución ambiental. Por tanto, gestiona
igualmente de manera roja la economía institucional.
En este sentido, entendiendo la gestión según Raffino (2019), como
aquella que hace referencia a la administración de recursos para alcanzar
objetivos; comprendo la gestión denotada por el actor B como el conjunto de
diligencias para la ejecución de una actividad, es decir, a todos los trámites
consumados con la finalidad de resolver un problema.
Por consiguiente, interpretando el significado de gestión como
herramienta coadyuvante al manejo organizacional, surge la categoría
emergente Gestión Institucional con impacto socioeconómico, comprendida
como las diligencias ejecutadas por la gerencia en favor del desarrollo de la
tríada sostenible.
Partiendo de esta definición de gestión hospitalaria, según Artaza y
colaboradores (ob. cit.), como la forma en que se organizan los recursos con
el propósito de cumplir los objetivos, el actor B extiende su discurso,
transcrito desde las líneas 33 a la 37 manifestando que la gestión debe ser
una herramienta gerencial que favorezca la satisfacción de los usuarios.
Textualmente declara:
201
En un modo coherente, el actor B prolonga el tema de la gestión al
enlazar ésta con el grado de satisfacción percibida por los usuarios del
servicio como criterio de calidad, el cual para ser conservado debe adaptarse
constantemente bajo optimización de recursos y mejoras de gestión. Este
discurso converge con el actor social A y C, cuando menciona nuevamente la
importancia del manejo de recursos en base a la creatividad e identidad.
Asimismo, el actor concatena la adaptación constante en la gestión, con
los cambios gerenciales para la evolución del modelo, desde la perspectiva
del actor A, en la categoría emergente Liderazgo Integrador en consonancia
con Transformación Gerencial del actor B, donde trasluce el cambio en el
quehacer gerencial como evolución hacia un nuevo modelo.
Finalmente, el actor social B cierra su narrativa con el nacimiento de una
nueva categoría emergente denominada como Gestión para la Calidad de
Servicio, interpretada y comprendida como todas las acciones gerenciales
para mantener elevado el grado de satisfacción de los pacientes respecto a
la prestación de salud.
A continuación, presento discrecionalmente tres figuras que sintetizan las
categorías que emergieron de las voces de los actores sociales A, B y C para
la unidad hermeneútica gerencia en salud, así como un esquema integral de
estas categorías, la síntesis y los hallazgos de la investigación.
202
202
Fig
ura 7. Categorías Emergentes de Gerencia en Salud del Actor Social A.
203
Fi
gura 8. Categorías Emergentes de Gerencia en Salud del Actor Social B.
204
Fi
gura 10. Categorías Emergentes de Gerencia en Salud de los Actores Sociales A, B y C.
206
Figur
a 11. Síntesis categorial de la unidad hermeneútica Gerencia en Salud.
207
Fi
gura 12. Hallazgos de la unidad hermeneútica Gerencia en Salud.
Matriz II
Matriz Hermenéutica del discurso de los actores sociales sobre la
unidad hermenéutica Organizaciones de Salud.
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
209
Matriz II (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
210
Matriz II (Cont.)
Unidad Narrativa de los actores sociales Códigos y Categorías
Hermenéutica emergentes
211
Matriz II (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
212
Matriz II (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
213
escasamente, …paraliza… legislación en que decreta una gratuidad
insostenible de la salud. Este estatismo legal impide…
autogestionarse…
Esta perspectiva hace evidente el interés del actor por hacerme percibir la
realidad de las organizaciones larenses, producto de una gerencia
convencional basada en un modelo lineal, el cual ha hecho persistir un
esquema financiero de pérdidas, absorbidas parcialmente por las
transferencias de fondos estatales que permiten la supervivencia
organizacional, pero insuficientes para cubrir la totalidad de las necesidades.
Partiendo de estas premisas, abordo el significado de gerencia
convencional, desde este actor, con un doble significado, aunque
complementario. En primera instancia, desde la postura de una gerencia
tradicional, y luego, como una gerencia basada en la economía roja.
Según Bracca (2017), la gerencia convencional, es aquella caracterizada
por controlar al personal, registrando el orden de trabajo de una manera
lineal, sin prospectiva, en un régimen cerrado, rutinario y burocrático; basado
en la imposición de una estructura jerárquica piramidal sobre el manejo del
personal. Este autor, describe la organización de mando vertical, en donde
las decisiones se toman en la cúspide e imponen hacia las bases.
Este esquema organizacional descrito por este actor, y mis experiencias
coincidentes como director médico, ha sido el predominante en las
instituciones salubres venezolanas desde hace décadas. En el país, según
Bonvecchio y colaboradores (ob. cit.), la medicina pública conformada por el
MPPS y otras instituciones de seguridad social, como el IVSS, más los entes
privados, representados por clínicas, seguros privados y medicina
prepagada; poseen en su estructura una organizacional piramidal, con patrón
vertical.
Estos sistemas de salud venezolanos, públicos y privados, guardando las
distancias respectivas, responden a un esquema de mando de decisiones
tomadas cefálicamente desde la gerencia, bajo un esquema de manejo
214
convencional, el cual se ha preservado sin alteraciones en el tiempo. De
acuerdo a esto, rememoro la perspectiva del actor A, cuando señala al
sistema salubre, organizado bajo este esquema gerencial clásico, como
contribuyente a la realidad problemática de las organizaciones larenses.
Situación agravada, por el segundo significado conferido a este modelo de
gerencia, basado en la economía roja.
Según Espaliat (2017), el clásico esquema lineal de desarrollo en etapas
sucesivas de extracción, procesamiento, uso y eliminación de materiales, no
es sostenible de modo indefinido, con el agravante durante el proceso, de
generación de residuos y subproductos susceptibles de ser retornados al
ciclo productivo o bucle natural, y que son destinados a su eliminación
ambiental. Este esquema se compagina con la economía roja, descrita por
Pauli (ob. cit.), sobre la cual se basa la gerencia hospitalaria y la mayoría de
las empresas a nivel mundial. Ambos significados, interpreto entonces, se
fusionan en un modelo vertical, piramidal y lineal, conformando una gerencia
roja limitada en opciones resolutivas.
Es así como, se presentan situaciones coexistentes que agravan este
ambiente hospitalario de resistencia al cambio, conferido explícitamente
según el actor A, por un marco legal consagrado en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (2000), específicamente en los artículos
83, 84 y 85, que decretan como derecho social fundamental a la salud,
obligación del Estado, para garantizar la atención médica.
Estos artículos constitucionales señalan la gratuidad de la atención
pública, prohíben las privatizaciones y declaran el control regulador absoluto
por parte del Estado sobre los entes tanto privados como públicos de salud.
Según la opinión del actor, esto concede un carácter insostenible a la
medicina pública, otorgado por la insuficiencia estatal para asumir totalmente
los gastos hospitalarios, situación agravada al reducir el margen de acción
del director médico, mediante la prohibición de la autogestión a través del
cierre de las ORC; escenario sombrío que empeora aún más, con el
215
distanciamiento de la alta gerencia y la burocratización de los recursos
adicionales, mientras persiste o se incrementa, la elevada demanda de
servicio médico.
Según Luna (ob. cit.), las instituciones públicas, no ponderan sus
resultados de gestión mediante indicadores de rentabilidad, por el carácter
humanista de gratuidad. Exhortan, por lo tanto, a responder a las
necesidades sociales y rendir cuentas de los recursos públicos que
gerencian. A pesar de ser organizaciones sin fines de lucro, el autor advierte
que, es sustancial llevar un control de los procesos que en ella se ejecuten.
En este sentido, bajo la visión del actor A, emerge la categoría Significación
presupuestaria para la sostenibilidad, comprendida como la adecuada
planificación de los recursos para garantizar la total operatividad sostenible
del servicio durante un período explícito, lo cual, ante el marco constitucional,
hace imperativo concientizar las necesidades institucionales mediante el
acortamiento de distancias entre la gerencia local y la dirección central.
En concordancia temática, surge una convergencia de este actor A,
respecto al C, cuando describe la inflexibilidad del modelo gerencial
hospitalario actual, textualmente descrito así entre las líneas 38 a la 40:
“…las organizaciones de salud tienen un organigrama direccional que es y
debe ser así. Por ejemplo, en Venezuela el órgano rector en salud es
MPPS…”. Esta declaratoria, exhibe puntualmente cómo estos actores
coinciden en su perspectiva sobre la verticalidad del esquema organizativo
larense, con su correspondiente rigor asociado a un modelo gerencial
inflexible. Hecho ya descrito por Bonvecchio y colaboradores (ob. cit.) al
describir la estructura de la atención venezolana.
Por su parte, para Abascal, Athanasou, Becket, Beltrán, Crawford,
Glendenning, Gonczi, Hager, Handley, Hanson, Hernández, Ibarra, Kobinger,
Malpica, Morfín, Saluja, y Wilson (2012), las empresas están abandonando el
modelo gerencial inflexible, mientras acogen sistemas flexibles que les
admitan atender oportuna y rápidamente las necesidades demandadas. Por
216
tanto, según proponen ambos actores, los modelos de atención dentro de las
organizaciones del estado, deben confrontar la firmeza de la resistencia al
cambio, representada en su organigrama direccional en una legislación
obsoleta, para ofrecer alternativas de resolución sostenibles.
Con base en esta visión concordante de los actores A y C, surge la
categoría emergente Esquemas Organizativos Rígidos y Centralizados,
comprendidos desde el actor C como la estructura de la institución
determinada legalmente dentro de un modelo centralizado, como punto
susceptible de transformar en la estructura organizacional.
Esta percepción institucional como un modelo salubre entumecido
derivado de un modo conservador, me alude inevitablemente a la
complejidad organizativa de estos centros, donde el capital humano se
interrelaciona mediante una cultura organizacional determinada
secundariamente por las políticas gerenciales implementadas. A
continuación, el actor social A describe este contexto en su narrativa
textualmente plasmada desde las líneas 113 a la 118:
217
directiva, derivadas del dinamismo del entorno y designadas como la trinidad
directiva: el facilitador, el gerente y el líder. En esta trinidad, el director como
facilitador, coloca a los individuos en la organización y alcanza su integración
en equipos, o nivel micro; como gerente interconecta las diversas estructuras
con el contexto externo o meso y como líder engrana la organización con el
entorno macro o de mega tendencias, consiguiendo la unificación en una
visión.
De acuerdo con esto, dentro de esta visión de niveles hospitalarios,
comprendo del actor A, que existe una compartimentalización, donde
coexisten dimensiones definidas por el rol gerencial que asume el director,
desde el nivel individual hasta el plano de políticas sanitarias, según la visión
abordada, y que deben colaborar sinérgicamente en la visión compartida
para satisfacer las metas.
A este respecto, Cornejo (2004), afirma que la organización es compleja
porque es imposible monitorear y controlar el total de las situaciones. La
organización es así, un aglomerado que indefinidamente está cambiando;
existen personas, redes, instalaciones, proveedores, insumos y todos
permanecen en firme interacción, transformación y tendencia.
Por lo tanto, según el autor, esta complejidad nos confronta con disímiles
situaciones que debemos conducir en beneficio de la organización, que es
más vulnerable a las malas decisiones, que frente a su dinámica compleja.
Por consiguiente, interpreto la complejidad hospitalaria expuesta por el actor
A, como una perspectiva del diferencial entre la demanda de recursos, para
desafiar una situación problemática y los disponibles para su resolución, vista
desde la perspectiva del gerente en el hospital local.
Nace así una nueva categoría emergente a la que denominé Complejidad
de las Organizaciones Públicas, entendida como el caos de todos los
elementos que conforman el centro de salud larense y sus tendencias de
comportamiento, como fenómenos a considerar para la toma de decisiones, y
218
de esta manera, dirigir las tendencias de estos procesos, hacia el
cumplimiento de la teleología organizacional.
En su discurso desde la complejidad, el actor A deja entrever la
organización salubre como un constructo de procesos caóticos con
características peculiares que definen su naturaleza. A continuación, entre
las líneas 120 a la 129 de su narrativa, expresa que es una:
219
Por ende, estos valores de la cultura hospitalaria, establecen a su vez, un
ámbito de escasa motivación hacia el trabajo, dada la inexistencia de
condiciones percibidas como oportunidades de crecimiento, justicia, equidad
y emergencia de buenos líderes, que los conduzcan a sentirse como el
capital intelectual de la organización.
En este orden de ideas, el actor A, menciona la poca motivación del
personal como resultado de una cultura hospitalaria poco trabajada, y la
asume como un elemento susceptible de ser influido. Según Chiavenato
(2000) la motivación es el resultado de la interacción entre el sujeto y su
entorno; por tanto, para que un individuo esté motivado, debe existir una
interacción entre él y la situación que atraviese.
Por su parte, Ramírez, Abreu y Badii (2008), citan la teoría de la jerarquía
de necesidades motivantes de Maslow (1954), postulando cinco necesidades
individuales, dispuestas piramidalmente ascendente, desde las más básicas
en la base, hasta las cognitivamente más elevadas en la cúspide. Desde el
nivel más bajo, están las fisiológicas como alimento, agua y vivienda, luego le
siguen ascendentemente, la seguridad como estabilidad personal y ausencia
de amenazas; seguidamente en el nivel inmediatamente superior las sociales
como amistad, afecto, vinculación social y amor; casi en la cúspide se ubican
la estima, posición y reconocimiento; mientras que en la cima está la
autorrealización.
Esta pirámide de Maslow (ob. cit.), citada por Ramírez y colaboradores
(ob. cit.), propone la satisfacción de una necesidad baja como requisito
previo a la complacencia de la inmediatamente superior y hace tres
contribuciones relevantes: identifica categorías de necesidades que pueden
apoyar a los gerentes a crear retroalimentadores positivos. El considerar los
niveles generales de necesidades, en los cuales los bajos deben satisfacer
previamente a los superiores. Y en la sensibilización de los directivos sobre
la importancia del crecimiento personal.
220
En atención a la narrativa del actor A, respecto a la falta de motivación de
los empleados por las pocas oportunidades de crecimiento percibidas dentro
del ámbito hospitalario, interpreto esta carencia como fallas en las primeras
dimensiones de base en la pirámide maslowniana: fisiológicas y de
seguridad, reflejadas en los bajos sueldos y salarios secundarios a la
escasez financiera institucional más la crisis económica nacional. Esta falla
en la, con base en esta teoría, la comprendo cómo determinante de una
limitada motivación para ejecutar sus tareas eficientemente.
Aunada a la cultura organizacional descrita, el actor A, agrega como
debilidades adicionales aquellas representadas por las fallas en el
establecimiento de prioridades organizacionales y la desproporción de
inversión entre la medicina curativa y preventiva hospitalaria. Con respecto al
establecimiento de prioridades en salud, Sánchez, Abellán, y Martínez,
(2008) la definen, como un proceso complejo de selección de criterios
sanitarios en el que concurren factores clínicos y socioeconómicos mediante
la participación y el consenso, para alcanzar el equilibrio.
Estos autores señalan que el establecimiento de prioridades es una
ineludible decisión en el ámbito sanitario, donde se evidencia el conflicto
entre escasez de recursos y necesidades ilimitadas, puesto que el objetivo
de llevar a la práctica cualquier acción que mejore la salud, deriva de la
confrontación con la limitación presupuestaria; por tanto, resulta
improrrogable decidir qué problemas de salud son más relevantes y qué
pacientes ameritan ser tratados en primer lugar.
De esta manera, este actor despliega una visión donde la priorización en
la complejidad hospitalaria, adquiere gran incertidumbre para la toma de
decisiones, en vista de la inestabilidad institucional conferida por la
emergencia de situaciones conflictivas que ralentizan las directrices.
Igualmente denota que la severidad del modelo centralizado agrava este
contexto, por la limitación de la priorización en la gerencia local, consentida
221
por la desconexión en la toma de decisiones respecto a las asignaciones
presupuestarias y de insumos, dictaminados desde el nivel central.
Entre estas decisiones estipuladas verticalmente, están la desproporción
de la inversión entre medicina curativa y preventiva, en menoscabo de esta
última. En coincidencia de mi experiencia con la visión del actor A, el hospital
es una institución eminentemente dedicada al tratamiento de enfermedades
por encima de la prevención, lo cual clásicamente ha estado asociado a
mayores gastos operativos de función. Según Vignolo, Vacarezza, Álvarez y
Sosa (2011), la prevención se refiere al control de las enfermedades
haciendo énfasis en los factores y poblaciones de riesgo; en cambio, la
promoción de la salud está centrada en ésta y pone su acento en los
determinantes que la generan.
De este modo, cohesionando los planteamientos relatados por el actor
declaro el surgimiento de la categoría emergente Cultura Organizacional
Centrada en la Prevención, comprendida desde la postura del actor A, como
todos los valores involucrados con la promoción de un servicio basado más
equitativamente en la medicina preventiva, como fórmula para disminuir los
gastos operativos de la medicina curativa, mediante la motivación del capital
humano y el establecimiento de prioridades en la toma de decisiones,
convergiendo en una ideología que prevalezca la salud preventiva.
Es así, como el actor A, desde su visión sobre las debilidades
hospitalarias, prosigue su relato resaltando otras situaciones institucionales,
entre las líneas 132 a la 137, donde afirma:
222
coordinación es la disposición metódica del esfuerzo realizado para conducir
a una acción común. Mientras que para Mintzberg (2010), es el arte de
sincronizar ordenadamente el esfuerzo individual dentro del equipo.
De esta forma, interpreto que la coordinación nos remite a la ordenación
armónica de acciones entre empleados y unidades de los distintos niveles
jerárquicos. Este apuro de coordinar aflora por la necesaria sincronización de
acciones, para hacer converger opiniones sobre la manera de obtener los
objetivos y atenuar conflictos, evitando el caos improductivo.
La escasa coordinación interdepartamental señalada por el actor A, la
comprendo así, como una incertidumbre sobre las acciones a sincronizar; por
ello, creo conveniente significar la coordinación como un asunto de
procesamiento de información, es decir, conocimiento para crear una certeza
que ilumine las decisiones y superación de obstáculos, que solo puede llegar
a los participantes mediante un asertivo proceso de comunicación.
La transmisión de información esencial para sincronizar los equipos y las
facetas hospitalarias con la gerencia, la conceptualizo como comunicación
organizacional, y defino como la transferencia de un mensaje a través de un
canal entre un ente emisor y receptor, en un complejo proceso orientado
hacia la información. Para Botero, Sánchez, Acevedo, Galvis y Zapata (2007)
la comunicación es un proceso activo que permite a través de referentes
comunes, hacer construcciones colectivas como procedimiento generador de
relaciones, posibilitando la convivencia e intercambio simbólico, en un acto
constitutivo de lo humano mediante la interacción en la búsqueda de
sentidos.
De estos autores, percibo que la intención del emisor consiste en construir
un significado simbólico para ubicar un sentido en el receptor. Por su lado,
para Hernández y Garay (2005) la comunicación es un proceso de
interacción social, con el propósito de transferencia de información y que
puede potencialmente influir en el comportamiento de los individuos bajo
cobertura de dicha emisión. De estas definiciones comprendo
coincidentemente, que es un proceso de transmisión de datos informativos
223
entre emisor y receptor a través de un canal, por medio de un mensaje que
se codifica y decodifica en ambos extremos del proceso, para obtener una
respuesta.
Desde esta reflexión, reconozco el significado otorgado por el actor A,
cuando hace referencia a las fallas comunicacionales como elementos
significantes en la coordinación, que condiciona escenarios donde se
sobreponen actividades antagónicas. Por tanto, la superposición de acciones
institucionales la comprendo, como la ejecución simultánea de dos o más
actividades hospitalarias que se ralentizan e interfieren mutuamente por
coexistir en un medio común dentro de un ambiente, donde se desfavorecen
sus operaciones por acción de la otra. Este tipo de acciones evidencian
incoherencias en la coordinación por una deficiente comunicación.
En consecuencia, los flujos informativos, conllevan una coordinación de
actividades que factiblemente provoquen superposición de actividades en
detrimento de la prestación de servicios. Por lo cual, emerge como novedosa
categoría emergente Comunicación Asertiva, comprendida como la eficiente
transmisión, desde la gerencia, de información y conocimiento interpersonal,
grupal e interdepartamental para coordinar eficazmente actividades que
propicien una óptima oferta de servicios médicos.
La comunicación en la visión del actor A, confirma la trama hospitalaria,
que revierte la incertidumbre y mejora la armonía entre los niveles
departamentales, propiciando la visualización de alternativas factibles.
Partiendo de esta idea, el actor prosigue su discurso abordando el tema del
mantenimiento infraestructural y el manejo de residuos, como partes de la
dinámica hospitalaria, transcrito exactamente a continuación entre las líneas
138 a la 145:
224
Este relato toca otras vertientes de la situación institucional relativas al
mantenimiento de la infraestructura, servicios hospitalarios y manejo de
residuos sanitarios, ambos temas vitales para la manutención de la adecuada
atención en salud de los pacientes pertenecientes a los estratos
socioeconómicos más bajos.
Al hablar de mínimo mantenimiento, el actor A me refiere a episodios que
emergen abruptamente en torno al mantenimiento preventivo de la
edificación desde lo cual se busca atender el deterioro de techos, paredes,
tuberías de aguas blancas y residuales, que suspenden temporalmente el
funcionamiento de áreas específicas por contaminación y carencia de
condiciones adecuadas, así como durante el período de reparación, con
improvisaciones que involucran traslado de pacientes, personal y equipos, a
otras áreas menos adecuadas, mientras se solventa la dificultad. Por tanto,
este actor considera al mantenimiento un tema altamente susceptible de ser
modificado como herramienta para actuar contra variados problemas.
Según Bambarén y Alatrista (2011), el mantenimiento son las actividades
desarrolladas con el fin de conservar las propiedades inmuebles, equipos,
instalaciones y herramientas; en condiciones de funcionamiento seguro,
eficiente y económico, previniendo o reparando daños, de manera de
preservar la edificación y su contenido. Incluye las acciones conducentes a
conservar en óptimas condiciones un bien, mantenerlo en operación
confiable y económica para preservarlo y alargar así su vida útil.
En torno al mantenimiento, Pérez, Delgado, Quintero, Velásquez y
Martínez, (2012), lo conceptualizan como la disciplina que consiste en
mantener la maquinaria y equipo en un estado operativo. Significo estos
autores, porque distinguen hacer énfasis en los conceptos de conservación y
mantenimiento, definiendo este último como el despliegue de eventos que
tiendan a que algo persista lo más semejantemente posible a su
configuración natural. En un edificio se refiere a conservación en torno a los
elementos de deterioro lento como las estructuras, mientras que se usa
225
mantenimiento respecto a sus instalaciones, ascensores, calefacción y
servicios.
Para fines de este estudio, usaré ambos términos indistintamente como
sinónimos, desde el actor A, entendiéndolos como mantenimiento de los
establecimientos de salud, para garantizar la seguridad de los pacientes,
visitantes, estudiantes y personal que usa los recursos tecnológicos,
conservación de la calidad de la atención en salud en concordancia con los
estándares y la normatividad, preservación de la infraestructura,
instalaciones y equipos en condiciones para no interrumpir el servicio y
disminución de costos en la prestación de la atención.
A este respecto, valoro comprensivamente el discurso del actor A, donde
aprecio que el mantenimiento preventivo del edificio y sus servicios es un
elemento clave para atenuar los gastos funcionales, puesto que su definición
implica un gasto preventivo menor de subsanar una estructura levemente
deteriorada antes de su conversión en un daño estructural mayor.
Si bien el minúsculo mantenimiento dentro de las instalaciones
hospitalarias larenses es una debilidad que convierte las fallas estructurales
imprevistas en amenazas para cumplir las metas, no menos importante es el
manejo de los residuos resultantes de la atención, que, de paso, son
eliminados linealmente al ambiente, sin ningún tipo de reutilización.
Es así como en Venezuela, el Decreto Presidencial N.º 2218 Gaceta
Oficial (1992) regula las Normas Técnicas para la clasificación y manejo de
desechos en centros de salud e instituye las condiciones bajo las cuales se
debe ejecutar el manejo de estos en instituciones salubres, para prevenir la
contaminación e infección, así como su diseminación ambiental.
Según Subero, Reyes, y Mijares (2004), aunque existe esta normativa
legal vigente para la clasificación y manejo de los desechos hospitalarios;
para un hospital tipo IV en Caracas, los indicadores apuntan a que no existe
una aplicación efectiva de la misma, dado que este establecimiento de salud
cumple con menos del 50% de la normativa.
226
El potencial patogénico y la ineficiencia en el manejo de desechos,
incluidas la generación, manipulación, impropia segregación y la falta de
tecnologías para su disposición final, hacen que estos desechos compongan
un riesgo para la salud, según la opinión de Colmenárez y colaboradores (ob.
cit.). En efecto, el inadecuado manejo de los desechos puede inducir daños
físicos graves e infecciones al personal sanitario, pacientes y comunidad
como lo explican Pérez (ob. cit.). Además, puede abrir la puerta a la
transmisión de enfermedades, aumentar la estancia hospitalaria, costos y
mortalidad.
Estos autores coinciden en la peligrosidad de los desechos hospitalarios
como amenaza a la salud la cual converge con la visión del actor A, quien lo
señala como problema más allá del impacto salubre y social, que permea de
la misma forma al ámbito financiero, ya que incide directamente en el
aumento de costos en hospitalización, tratamientos e insumos. Por
consiguiente, percibo como obvio el significado de amenaza y debilidad
institucional que estos desechos representan para la asignación
presupuestaria, develada por este actor en la prestación final del servicio al
usuario de baja condición socioeconómica.
En este sentido, frente a esta disertación, enuncio la emergencia de la
categoría Mantenimiento Estructural Preventivo y Manejo Eficaz de
Residuos, comprendida como todas las acciones anticipadas para sostener
las condiciones operativas del edificio hospitalario y sus servicios, en
conjunto con un manejo adecuado de los desechos generados durante la
atención, para así hacer sostenible una adecuada prestación de salud que
garantice la satisfacción de los pacientes de bajos recursos.
En la parte final de su narrativa, el actor A cierra su discurso refiriendo la
condición socioeconómica de minusvalía, por parte de un amplio segmento
de la población venezolana que solicita por esta razón atención pública. Este
hecho, contrasta con la rentabilidad de los servicios médicos privados
227
aludidos al continuar su discurso, textualmente registrado entre las líneas
146 a la 157 donde expone:
228
para operar con el actual modelo socioeconómico del país. La mayoría de los
insumos son importados y los proveedores de medicamentos y material
médico-quirúrgico han abandonado al país, por sus balances financieros
negativos, mientras el Estado omite la liquidación de deudas en divisa.
Los centros privados, para paliar el desabastecimiento, se ven limitados a
importar insumos a precio de dólar paralelo, extremadamente costoso, a la
vez que sus proveedores cierran créditos y exigen pagos de contados
adelantados, para evitar las pérdidas de la hiperinflación. Al mismo tiempo,
las clínicas, como último eslabón de la cadena de comercialización, no logran
cobrar siempre sus servicios de contado, por tanto, la legislación restrictiva y
continuas fiscalizaciones punitivas, les impiden trasladar los precios a los
costes reales, produciendo pérdidas y reduciendo su capacidad de
reposición.
Ante las oportunidades del mercado de insumos médicos, aparecen
nuevos proveedores de productos indispensables y corresponde verificar su
calidad no certificada y la aprobación para su uso. Se pierde la capacidad de
mantener un inventario de insumos, y el paciente debe asumir el costo y
suministro como consecuencia. Se entorpece el mantenimiento de equipos
de alta tecnología, como laboratorio, tomografía, radiología y anestesia, que
cumplen su vida útil y caen en obsolescencia. Así, la renovación tecnológica
es prácticamente imposible y los repuestos escasos suben a precios
exorbitantes.
Según Kabbabe (2018), la hiperinflación, más la limitación de la actividad
privada, aunada al deterioro del poder adquisitivo y el menoscabo de las
aseguradoras, ha llevado a una reducción en el volumen de pacientes. En
consecuencia, para los administradores de las clínicas, no sólo es gigantesco
el esfuerzo para concretar un balance financiero positivo, sino que también
deben emplear la creatividad para localizar insumos y satisfacer la
permanente presión de médicos y pacientes que exigen mantener la calidad
229
del servicio. Esta situación se ve agravada, por el éxodo masivo de
profesionales que acarrea escasez de capital humano calificado.
Según la Comisión Nacional contra el Uso Ilícito de Drogas (CONACUID).
(2006), algunas aproximaciones reportan que en el año 1997 alrededor del
65% de la población contaba con alguna seguridad social. En fechas más
recientes, la Encuesta de Hogares sobre Consumo de Drogas en Venezuela
2005 (EHCD-2005), citada por Bonvecchio y colaboradores (ob. cit.),
indicaba que el 68% de la población venezolana no contaba con ningún
seguro, el IVSS cubría al 17.5% de la población, los seguros médicos
privados al 11.7% y 2.4% de la población tenía doble cobertura, del IVSS y
seguros privados.
De acuerdo con estos actores y mi visión, en coincidencia parcial con el
actor A, y en divergencia en torno a la problemática del sector salud privado,
surge como categoría emergente Instituciones Privadas Autónomas,
Descentralizadas y Rentables, comprendida como los centros de salud
larenses de naturaleza privada con autonomía financiera para ofrecer en
venta servicio de atención médica a los usuarios con capacidad de pago.
La autonomía financiera de las clínicas privadas derivada de su manejo
descentralizado, confiere al gerente médico mayores recursos económicos
para el mantenimiento del centro, por lo cual las condiciones generales de
éstos son comparativamente mejores que en el público, en cuanto a
conservación y disposición de desechos entre otros. Asimismo, la ausencia
de investigación y docencia formal, reducen la complejidad privada, pues
evita las dificultades adicionales de gestión que éstas implican; sin embargo,
igualmente le restan la fortaleza resolutiva de nuevos conocimientos.
Como punto coincidente entre ambos sistemas de salud, la generación de
desechos sanitarios en sus procesos operativos, toma vital pertinencia por
los riesgos salubres, socioeconómicos y ambientales que su gestión
implican. En ambos sectores, los desperdicios no son sometidos a reciclaje ni
reutilización, sino desechados para su incineración en hornos o acumulados
230
en el vertedero de Pavia. Estos temas, más el punto comparativo sobre el
mantenimiento entre clínicas y hospitales, son abordados por el actor social
A, entre las líneas 157 a la 163 donde declara textualmente:
231
conservación de los recursos estructurales y operativos, involucrados con la
prestación del servicio de salud privado.
Igualmente, es conveniente hacer notar, que la ausencia de docencia e
investigación de carácter formal dentro de las instituciones privadas, se
consolida como un elemento de doble connotación desde la visión del actor
A, puesto que, aunque las clínicas privadas adolecen de estas herramientas
para la resolución de dificultades, igualmente carecen de los problemas
accesorios que implican su gestión
Por ende, surge como categoría emergente adicional a este segmento
narrativo del actor A, la Docencia e Investigación en las Organizaciones de
Salud. Interpretada y comprendida como los procesos de generación de
conocimiento científico y su enseñanza dentro de las organizaciones del
estado Lara, aspecto que, en los centros privados, puede profundizar, las
fortalezas institucionales de ellos.
Destacando como fortaleza la autonomía económica propuesta para los
sistemas públicos, declarada por este actor, como solución parcial a la
rigidez del modelo gerencial actual; trae a colación una propuesta de
financiamiento institucional basada en los ingresos oficiales, recaudación
fiscal y el pago de particulares, lo cual trasluzco en su discurso registrado
fielmente entre las líneas 165 a la 172:
232
organización de salud hacia la autonomía local como un sistema
independiente.
Según Flores (2009), los sistemas de salud segmentados en seguro
social para los trabajadores cotizantes; sector privado para los particulares y
MPPS para pacientes de bajo estrato socioeconómico, debería inspirar a
diseñar sistemas estructurados con separación de funciones e integración de
la población usuaria. Esta teoría de integración horizontal, planteada por
este autor, formula que la gerencia global debería ser ejercida por el MPPS.
El financiamiento vendría a ser mixto, mediante modelos de seguridad social
ampliada y la prestación de salud por una pluralidad institucional con
variantes desde modelos de privatización del aseguramiento más prestación,
de sola privatización o con mantenimiento de seguros públicos.
En torno a este modelo mixto de integración de salud pública, privada y
seguro social, González (2001), lo define como aquel encarnado por
instituciones privadas que reciben financiamiento público mediante contratos
especiales para la prestación de servicios, u organizaciones públicas que
reciben contraprestación por la atención de pacientes mediante seguros
privados.
Respecto a esta propuesta, de la cual disiento, por su extrema
complejidad y centralización pública, interpreto del actor A, una oferta
reformista sanitaria que fusiona operativamente la seguridad social con los
sectores públicos y privados, en una amalgama organizacional donde el
estado participa como regulador y financista parcial, complementado por los
aportes particulares, la recaudación municipal con aporte directo del
impuesto para afianzar económicamente la prestación de servicios mediante
un financiamiento mixto.
Esta perspectiva de unificación financiera y organizacional, me lleva a
presenciar el nacimiento de una nueva categoría emergente a la que
denominé Sistemas de Salud Independientes con Ingresos Municipales, la
cual comprendí desde el actor A, como la fusión de los tres grandes
segmentos de salud pública y privada, en organizaciones localmente
233
independientes, pero reguladas por el MPPS bajo un patrón de
financiamiento colaborativo mixto.
Desde esta utópica propuesta de fusión, el actor prosigue su discurso en
la última narrativa de esta unidad hermenéutica, postulando las relaciones
interinstitucionales e innovaciones tecnológicas, como herramientas para
abaratar costos operativos, expresado entre las líneas 185 a la 194 de su
discurso transcrita así:
… entablar relaciones con otras instituciones de salud o no
necesariamente afines a la salud… También deberían disponer de
sistemas nuevos que abaraten los servicios de electricidad y agua,
ejemplo paneles solares, torres eólicas, tuberías que reciclen las
aguas residuales del uso de los lavamanos y duchas para reusarse en
inodoros, sistemas para aprovechar agua de lluvias…
234
Apoyado en este autor, comprendo el principio propuesto por el actor A
ejemplificado en su discurso al insinuar la ecoinnovación, como sistemas
nuevos que restrinjan los gastos operativos en servicios básicos como agua y
electricidad, mediante energías alternativas de generación solar o eólica y
cambios estructurales en las conexiones de tuberías para promover la
reutilización del agua.
Igualmente, Hermida, Balboa y Domínguez (2014), refieren el otro
principio circular mencionado por el actor, en torno a los desechos y
alimentos, donde omiten el concepto de basura y residuos, respecto a su
disposición final. Mientras tanto, otros autores como Ramírez y Galán (2012)
postulan este axioma circular, respecto a los productos biodegradables, que
una vez utilizados, retornarán a los ciclos naturales, a su vez que los
polímeros o aleaciones serán potencialmente reusados en los circuitos
industriales.
De este modo, interpreto del actor A, al hacer alusión a las alianzas
interinstitucionales, no solo como tratados interorganizacionales para obtener
beneficio mutuo, sino también como una propuesta para retornar los
desechos hospitalarios en un circuito de reciclaje-reutilización, que abarate
gastos en su eliminación, así como la atenuación de su impacto ambiental,
mediante convenios que permitan, por ejemplo, a empresas encargadas de
reciclar papel, cartón, plástico y vidrio, sustituir el servicio de aseo urbano
financiado por la alcaldía.
Al plantear estos principios circulares, aludidos por el actor A, propongo
desde mi análisis el brote de una nueva categoría emergente que nombré
como Alianzas Estratégicas e Innovaciones Tecnológicas, comprendida
como todos los acuerdos hospitalarios con otras organizaciones, públicas o
privadas, afines o no a la salud, para lograr una simbiosis interinstitucional de
diseño de estrategias ecológicas, económicas y socialmente benéficas en el
reciclaje de desechos, en conjunto con la invención de proyectos
235
ambientalmente gentiles, para la reducción de costos operativos en los
servicios básicos hospitalarios.
Tomando como partida la problemática compleja y multidimensional de
las organizaciones larenses, como inspiración para reflexionar
gerencialmente sobre variadas posibilidades resolutivas, prosigo a
continuación este análisis desde el actor B, quien inicia su discurso con la
propuesta de transformar la esencia de la institución, lo cual quedó registrado
entre las líneas 40 a la 43, donde afirma que: “El sistema de salud y sus
organizaciones se encuentran inmersos en un proceso de cambio enfocado a
brindar un modelo de atención integral a la población, enmarcado en los
principios de universalidad, gratuidad, integralidad, equidad e integración
social.”
Desde esta postura, este actor B percibe el sistema de salud larense
significándolo dentro de un proceso transformacional orientado a ofrecer un
modelo de prestación completo, dirigido a los pacientes dentro de un marco
legal consagrado en la carta magna. Inmediatamente percibo convergencia
de su discurso, con la anterior narrativa del actor A, donde éste, hace
referencia a las eco innovaciones como modelos de vanguardia,
abaratadoras de costos, las cuales interpreto desde el actor B como
inspiradoras de cambios potenciales en su estructura y funcionamiento de las
organizaciones larenses, dirigidas desde la gerencia.
Del mismo modo, resalto otras coincidencias relevantes respecto a la
temática anteriormente narrada por este actor A, cuando menciona los
puntos relacionados con la significación presupuestaria para la sostenibilidad,
modificaciones culturales para inversión en medicina preventiva, gestión para
comunicación asertiva, inclusión de investigación y docencia en las clínicas y
el logro de sistemas salubres autónomos con financiamiento mixto, puesto
que todos estos aspectos implican en su materialización, trasformaciones
organizacionales, para concretarse.
Previamente interpreté los significados de las múltiples trasformaciones
en la esencia de la ontología organizacional que traducía un cambio
236
sustancial evolutivo. Este desplegar respeta la identidad institucional y otorga
formas nuevas de transición hacia modelos progresivamente mejorados. Por
consiguiente, distingo el emerger de una nueva categoría a la que bauticé
como Transformación Organizacional hacia la atención integral, comprendida
desde el actor B como la evolución permanente del centro, mediante cambios
organizacionales que optimicen su estructura y operatividad para alcanzar su
teleología como ente prestador de servicio holístico.
En este hilo discursivo, el actor B prosigue entretejiendo las ideas de
evolución organizacional con la planificación enfocada en el recurso humano,
control y monitoreo de la funcionalidad institucional, liderazgo, motivación y
visión para la resolución de problemas, análisis de riesgos contra beneficios y
los principios normativos de la institución. Transcritos textualmente entre las
líneas 44 a la 55 donde declara:
237
ideario, es propicio conceptualizar las definiciones dadas al empoderamiento
o empowerment según los teóricos; para Aular (2018) el empoderamiento
participativo es la delegación de poder transferida del superior hacia sus
subordinados, mediante el otorgamiento de autoridad y responsabilidad, a fin
de hacerlos autónomos y responsables de los resultados que obtengan en
sus labores. Según el autor, esto favorece la mayor satisfacción y motivación
de los empleados por el trabajo.
Para De Los Ríos (2012), el empowerment es entendido como un proceso
para maximizar el uso de las capacidades del capital humano. En este
proceso, los grupos de trabajo comparten liderazgo, las tareas gerenciales,
las facultades para perfeccionar la calidad de la faena con el proceso de
información, mientras aportan ideas para el diseño de estrategias. La idea en
la que se basa esta definición, es que los involucrados directamente con una
tarea son los más indicados para decidir respecto a ella.
Estas definiciones, interpretadas a la luz del significado que el actor B
otorga en su discurso al empoderamiento, me llevan a comprenderlo como
aquel que emerge cuando la gerencia suministra al capital humano, la
información, y recursos emplazados para cumplir las actividades acoplados a
la identidad y cultura organizacional.
Un efecto directo del empoderamiento, es la innovación y creatividad que
surgen cuando los empleados tienen la libertad de asumir riesgos, como lo
expone Wilson (1996). Por tanto, veo que el progreso real ocurre por medio
de la innovación, independientemente del sector de la cadena de mando
donde ésta aparezca.
En esta definición, aprecio la adición del vocablo riesgo al concepto de
empoderamiento, nombrado con anterioridad por el actor B, cuando lo refiere
en conjunción al significado de análisis respecto a la resolución de
problemas; como una amenaza o peligro factible al asumir una decisión
resolutiva frente a una situación problemática.
Para Gómez, Mora y Uribe (2015), el análisis o evaluación de estos
riesgos, es el estudio de las amenazas y daños que éstas producen. El
238
primer paso es identificar los activos a proteger, esta evaluación involucrará
comparar el riesgo diagnosticado durante el proceso, cotejado contra criterios
de riesgo preestablecidos.
Luego, la función de la evaluación consistirá en colaborar con un nivel de
consenso en torno a los objetivos y certificar la mínima variación que admita
desplegar indicadores operacionales de valoración. Finalmente, los
resultados permitirán aplicar alguno de los métodos contra riesgos, que
implica identificar las opciones para contrarrestar las amenazas y planificar
su ejecución.
A este propósito, González (2018) afirma que, para asegurar la calidad
del servicio prestado, es cada vez más necesario anticiparse a los deseos de
los clientes, reconocer los riesgos, los factores que los propician y su modo
de perturbar la generación de servicios con un enfoque estratégico para
mantener la calidad.
En este sentido, interpreto los significados otorgados por el actor B, con
respecto al análisis de riesgos, como la coordinación de las acciones en una
organización, para acceder a manejar la incertidumbre mediante el
establecimiento de medidas de identificación, evaluación y conducción de los
eventos probables. En este hilo argumentativo, surge la categoría emergente
Empoderamiento de la Visión Institucional, comprendida como el
otorgamiento de autoridad y responsabilidad al capital humano salubre
calificado, para fortalecer su perspectiva resolutiva frente a los problemas y
riesgos en el control de procesos prestatarios de servicios sanitarios.
Como parte de los frutos del empoderamiento y análisis de riesgos sobre
el capital humano, están no solamente la capacidad de conferir autoridad y
responsabilidad al personal empoderado, sino, transferir certidumbre
mediante la evaluación de estos, que proporcione conocimiento al inestable
entorno organizacional, para la toma de decisiones acertadas. Por ende, el
actor B, aborda este tema, expresado desde las líneas 56 a la 65,
textualmente plasmado:
239
… una organización de salud debe encaminarse hacia el logro de los
objetivos organizacionales por medio de unas decisiones asertivas que
garantice la buena marcha de la gerencia … con un equipo de trabajo
… capacitados en los diferentes departamentos que conforman el
centro …lograr un servicio social de calidad contando siempre con la
dirección del gerente líder.
240
B, como un proceso de identificación de un problema hasta obtener la
alternativa resolutoria definitiva, mediante la elección entre varias opciones
factibles.
Los gerentes deben poseer entonces, la competencia para identificar las
situaciones problémicas, y como tomar los correctivos necesarios mediante
un proceso de decisiones. El diagnóstico del problema es la parte más
relevante, debido a que ésta trae como resultado la acción de la decisión.
Esta toma de decisiones, es una competencia que clásicamente ha estado
asociada al gerente líder que gestiona su organización con eficacia. Por
tanto, veamos la definición según Matesanz (2014) de líder eficaz dentro del
contexto organizacional.
El gerente con liderazgo eficaz, según esta autora, es una persona con
una positividad contagiosa, que se rige mediante planeación de estrategias,
con mínima reactividad, en un continuo proceso de aprender y desaprender,
rodeado de un equipo colaboradores en apoyo mutuo, con gran poder
comunicador, visión prospectiva, carisma y carácter perseverante.
Estas peculiaridades mencionadas por Matesanz (ob. cit.), describen al
gerente ideal con liderazgo eficaz, por lo que, interpreto en esta definición el
significado que le confirió el actor social. En consecuencia, señalo el
surgimiento de la nueva categoría emergente Toma de Decisiones Asertivas
para un Liderazgo Eficaz, interpretada y comprendida como el proceso de
selección de opciones resolutivas ante la problemática hospitalaria larense,
mediante una gerencia basada en un liderazgo eficaz.
En sentido convergente con el último relato del actor B, el actor C en su
narrativa registrada entre las líneas 46 a la 52, aborda coincidentemente
entre otros temas, asuntos respecto al talento del capital humano, liderazgo,
toma de decisiones y desarrollo de competencias gerenciales. Textualmente
indica:
Las organizaciones de salud deben contar con talento humano con sus
potencialidades, conocimientos y habilidades, iniciativa y creatividad
241
que gestionen competencias profesionales en gerencia … organizar,
planificar, liderizar y tomar decisiones desde leves, medianas y alta
complejidad con el objetivo de dar soluciones basadas en el momento
histórico, cultural y social del momento en que se generan.
242
Desarrollo de Competencias Profesionales en Gerencia, comprendida como
el despliegue cognitivo y afectivo de habilidades y actitudes para actuar
eficientemente en circunstancias específicas, dictaminadas por el escenario.
Partiendo de las competencias del gerente, el actor C en su narrativa
entreteje un discurso enlazando esta peculiaridad gerencial con el
compromiso del director como líder con las necesidades sociales de las
comunidades. Entre las líneas 55 a la 60, queda textualmente plasmada su
discursiva a este respecto:
… organización hospitalaria … aquella que nos permite planificar,
proyectar y resolver a través del gerente como líder con la aplicación
de programas y proyectos cualquier problema en salud pública, …
recurso humano y material se canaliza hacia la satisfacción de las
necesidades sociales relativas a la cura y prevención de
enfermedades…
243
Finalmente, el actor C, en esta última narrativa de la unidad
hermenéutica, señala en su relato, a la prospectiva estratégica como
herramienta que significa a las organizaciones locales, lo cual registra
formalmente entre las líneas 60 a la 63 de su discurso: “… alta eficiencia que
incluya el manejo óptimo de los recursos, la proyección de problemas de
salud a futuro y el diseño de estrategias para la resolución anticipada de
escenarios de crisis organizacionales y salubres.”
Esta narrativa parte de la visión de escenarios para el diseño de
estrategias adecuadas a las circunstancias. Según Gil (2005), la prospectiva
es una disciplina que formula analizar las factibles evoluciones de una
organización, en un horizonte de tiempo definido, para así, escoger su mejor
opción. En este sentido articulando esta definición con el actor C, percibo su
deseo de hacerme entender el significado de prospectiva, como herramienta
que, permite el pronóstico para anticipar escenarios críticos. De esta manera,
surge una nueva categoría Prospectiva Estratégica Organizacional,
comprendida como la ciencia que reflexiona sobre los escenarios del mañana
proyectados hacia el presente, para prever el desarrollo de estrategias que
aporten soluciones a las condiciones adversas en esos escenarios.
A continuación, presento discrecionalmente tres figuras que sintetizan las
categorías que emergieron de las voces de los actores sociales A, B y C para
la unidad hermeneútica gerencia en salud, así como un esquema integral de
estas categorías, la síntesis y los hallazgos de la investigación.
244
244
Fig
ura 13. Categorías Emergentes de Organizaciones de Salud del Actor Social A.
245
Fi
gura 14. Categorías Emergentes de Organizaciones de Salud del Actor Social B.
246
248
248
Fi
gura 17. Síntesis categorial de la unidad hermeneútica Organizaciones de Salud.
249
249
Fi
gura 18. Hallazgos de la unidad hermeneútica Organizaciones de Salud.
Matriz III
Matriz Hermenéutica del discurso de los actores sociales sobre la
unidad hermenéutica Economía Azul.
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
251
Matriz III (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
252
Matriz III (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
conocimiento compartido.
253
Matriz III (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
254
Matriz III (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
255
Matriz III (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
256
Matriz III (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
257
Matriz III (Cont.)
Unidad Códigos y Categorías
Hermenéutica Narrativa de los actores sociales emergentes
258
volumen de pacientes. Igualmente, en la privada es una economía que
se comporta parecido en cuanto a su forma productiva pero que varía
en la rentabilidad de las ganancias en contraste con la gratuidad
pública que las convierte en una carga.
259
Este modelo económico rojo, develado desde la voz del actor A, exhibe
un alto grado contaminante derivado de la esencia dañina de los desechos,
que confieren una insostenibilidad agravada por la ineficiencia del servicio,
pobre beneficio social y daño medioambiental. Temas desde donde este
actor prosigue entretejiendo su discurso registrado entre las líneas 206 a la
215:
260
Para Malagón, Pontón, y Reynales (ob. cit.) los hospitales son algunos de
los principales consumidores de químicos, incluidos aquellos documentados
ampliamente, respecto a sus efectos nocivos. Por tanto, un sector cuya
misión es recuperar y preservar la salud humana participa
contradictoriamente a la carga de enfermedad. La combinación de las
propiedades tóxicas e infecciosas de los residuos hospitalarios, es una
amenaza subvalorada para la salud pública y medioambiental con más del
50% de la población mundial en riesgo.
Por consiguiente, frente a los significados develados del actor A, emerge
la categoría Sostenibilidad Ecológica desde el Servicio, comprendida como el
adecuado servicio de salud creado mediante el equilibrio entre la comunidad
usuaria y la naturaleza de su entorno, conservando las fuentes de recursos
naturales, bajo criterios de beneficio social.
Puesto que la ontología hospitalaria de gratuidad consagrada en la carta
magna, impide el beneficio financiero en la salud pública, asumí la esfera
económica sostenible de rentabilidad, comprendida no como ganancia
monetaria, sino como beneficio social al dispensar este servicio humanitario
sin costes a los pacientes usuarios de las comunidades.
Seguidamente, al abordar la reanudación del discurso del actor A, y su
apreciación de la economía hospitalaria, reaparece el tema de las ORC como
propuesta para paliar el déficit presupuestario en beneficio del servicio.
Continúa luego, insistiendo en las deficiencias de este modelo de economía,
mientras contrasta la rentabilidad del sector privado, frente al despilfarro de
los recursos estatales para la manutención de la asistencia. Esto se refleja
entre las líneas 231 a la 240 de su discurso transcrito:
261
En este relato, puedo apreciar la repetición de la necesidad de
autogestión financiera, al insistir en las ORC, como opción al déficit
presupuestario, asociado a la socialización de la atención en beneficio de los
pacientes de los estratos más bajos. Según Fernández, Mendoza y Goitia
(2008) las ORC, son una figura institucional de contribuciones financieras
voluntarias, con la finalidad de recobrar los costos del servicio público y
garantizar así la atención. No obstante, la legislación constitucional prohíbe
esta alternativa y, por tanto, su aplicación lícita y sistemática es muy limitada.
Consecutivamente, noto el resurgimiento del tema económico reflejado en
el modelo rojo, al cual el actor A, otorga un significado mercantilista en el
medio privado con desprecio social y ambiental, en declive sostenible, lo que,
articulado a su perspectiva de dependencia financiera pública, me caracteriza
una esencia institucional dual. Por consiguiente, interpreto en esta
discursividad el mal direccionamiento, consentido por el modo gerencial
centralizado, y la adhesión a la economía roja. Situación que permite surgir
una nueva categoría emergente a la que denominé, Concienciación de la
Economía desde el Impacto Ambiental, la cual comprendí como la
profundización de las decisiones sobre el modelo de servicios y sus
consecuencias ecológicas sobre el ambiente natural.
En tales términos, el actor social A persiste discursivamente en el tema
del financiamiento institucional, y caracteriza una propuesta económica
nueva que enlaza la carencia, mediante nuevas y viejas iniciativas enfocadas
en ello. Desde las líneas 247 a la 252 de su narrativa, expone textualmente:
262
recursos alternos al aporte estatal, a través del aporte colaborativo
socializado y voluntario, de los pacientes. Estas contribuciones serían con el
propósito de independizarse del financiamiento oficial para disponer de
recursos extra que amorticen parcialmente la escasez.
Dirigir una organización salubre como un hospital, desde la carencia,
representa en la visión de este actor, un gran desafío, que concibe como una
problemática susceptible de ser confrontada con la combinación de fórmulas
ecológicas convencionales y otras propuestas innovadoras. Administrar
desde la escasez lo interpreto entonces, como manejar recursos desde un
ámbito de austeridad; entendida ésta, según Porporatto (2016), como quien
hace economía en el uso de los recursos.
De modo que, aflora la nueva categoría emergente a la que designé como
Gerencia Hospitalaria Austera, la que comprendí como el proceso de
planificación, dirección, ejecución y control de acciones con base en la
escasez para ofertar un servicio de salud pública adecuado. Esta oferta de
servicio salubre no solo estaría gerenciada desde la escasez, sino apoyada a
su vez en el modelo económico descentralizado y mínimamente regulado
propuesto por el actor, desde las contribuciones mediante las ORC, como
aporte complementario a las trasferencias oficiales en un modelo mixto.
A partir de la autogestión en las ORC, el actor A prolonga su discurso,
complementando la manera de llevar esta independencia recaudativa de
fondos a través de entrevistas, mientras propone el cambio de la economía
actual bajo un esquema gerencial basado en un modelo económico que
evolucione permanentemente hacia la optimización. Entre las líneas 254 a la
272 expone:
263
radicalmente a la actual en los hospitales, que ofrezca soluciones
definitivas a bajo costo, en permanente evolución hacia la
optimización, bajo un esquema flexible económico-gerencial. Este
modelo económico sería el azul o circular.
264
conjunto de acciones para lograr el mejor resultado, a través de la
implementación de los axiomas de la economía azul.
Desde estas consideraciones, el actor extiende su relato hacia la
propuesta de integración del personal para aplicar los principios circulares en
el rendimiento, ahorro energético, conservación del agua y uso racional de
los equipos, donde acota el trato particular a cada dificultad mediante la
creatividad y conocimiento compartido. Su narrativa quedó plasmada entre
las líneas 273 a la 285 donde afirma:
265
dirección, ejecución y control basados en la cualidad de generar
asociaciones, ideas o conceptos inspirados en los principios azules, tanto
para solucionar problemas como para hacer sostenible un servicio.
Desde estas propuestas, el actor social prolonga su discursividad
articulando la economía azul con una promesa de cambio en el esquema
convencional de la gerencia roja, con integración de equipos, para edificar un
constructo gnoseológico mediante la incorporación progresiva de ideas
innovadoras de conservación que propicien una paulatina transición del
modelo gerencial rojo a la circularidad azul. Textualmente transcrito de las
líneas 285 a la 299:
266
Para Berger y Luckmann (1967), la realidad se establece socialmente,
como consecuencia de un proceso dialéctico entre relaciones, hábitos y
estructuras sociales. Desde el ámbito individual, interpretaciones simbólicas,
internalización de roles y formación de identidades. La tesis principal de
estos autores es que la realidad se construye socialmente.
Para Yáñez (2010), el concepto central de construcción social de la
realidad de Berger y Luckmann (ob. cit.), es que los personajes interactuando
en un sistema social conforman, representaciones mentales de las acciones
del otro, y que esas tipificaciones se transforman en habituales y roles
recíprocos. Cuando estos roles se hacen disponibles a otros miembros de la
sociedad, las interacciones recíprocas son institucionalizadas. En este
proceso, el significado se hace parte y se internaliza en la sociedad del
conocimiento y luego en la estructura institucional de la sociedad y por tanto,
en la realidad social construida.
En la voz del actor social, interpreto entonces, que la gerencia hospitalaria
estructurada con base en los axiomas azules, será un cimiento teórico
construido por los miembros de todos los niveles hospitalarios, quienes
participativamente interactuarán otorgando significados y asumiendo papeles
en su despliegue, para luego implantarse en el conocimiento de la sociedad e
institucionalizarse en ésta como un constructo.
Estos planteamientos interpretados así, me llevan a la concepción de una
nueva categoría emergente que denominé Construcción Colectiva de la
Gerencia desde la Economía Azul. Comprendida como la edificación de un
modelo gerencial mediante el aporte colectivo de los trabajadores
hospitalarios a través del otorgamiento participativo de significados y roles
mutuamente reconocidos para su paulatina incorporación como conocimiento
en las comunidades.
Este cimiento gnoseológico, según la narrativa del actor A, construido
socialmente por el capital humano de los servicios hospitalarios, al que
llamaré de ahora en adelante Gerencia Azul, será un modelo de
267
administración y gestión que evolucionará progresivamente desde ideas
simplistas conjugadas con viejas propuestas ecológicas, hasta
construcciones cada vez más sofisticadas, mediante la motivación y
reingeniería de procesos. Estas propuestas son declaradas textualmente
entre las líneas 300 a la 310:
268
propuestas acuñando el término de reingeniería de procesos, definido por
Hammer y Champy (2003), como el rediseño radical de las fases sucesivas
de un fenómeno, con el fin de alcanzar progresos significativos en
rendimiento, costos, calidad, servicio y celeridad.
Desde esta definición, pensando en el actor, interpreto que, como
potencial gerente azul, significa la motivación al logro de sus colaboradores
como una responsabilidad de su liderazgo, para iniciar los cambios precisos
en la transformación azul del modelo rojo, mediante el rediseño de procesos.
Por tanto, anuncio el florecer de la nueva categoría Complejización de la
Economía con Visión Prospectiva, comprendida como el acto de enriquecer
la estructura de la economía lineal para volverla circular, mediante la
inclusión de nuevos elementos proyectados de la evolución del mundo y
previsión a futuro de los escenarios que podrían derivarse de sus influencias.
En este orden de ideas, el actor dilata su discurso prospectivo hablando
de soluciones proyectadas, y articula este punto con una propuesta de
disposición de residuos. Sin embargo, prosigue en su relato, que esta
manera de eliminación, para ser concretada, debe ser previamente acordada
mediante tratados interinstitucionales. Entre las líneas 311 a la 317 de su
narrativa describe:
269
Mediante estas aclaratorias teóricas, interpreto los significados que el
actor A desea hacerme entender, al referir la propuesta de sustitución de la
eliminación ambiental de los residuos sólidos, comunes por su
reincorporación a sus ciclos de reciclaje. Para lo cual, propone alianzas con
otras organizaciones, que, por su naturaleza productiva, puedan convertir los
desechos hospitalarios ordinarios en nuevos insumos, siguiendo el axioma
azul de circularidad.
A este respecto, propongo entonces desde mi interpretación del actor A,
el brote de la categoría emergente Alianzas Estratégicas para Soluciones
Circulares, comprendida como las simbiosis interinstitucionales entre el
hospital y diversas empresas, para la reutilización de los desechos
hospitalarios aprovechables como nuevos insumos industriales en sustitución
de su eliminación ambiental.
En torno a la circularidad de la economía azul, el actor A, expande su
narrativa mencionando las probables amenazas a la implantación de una
gerencia basada en esta economía, donde destaca como principales riesgos
a su implementación, la ignorancia más los intereses políticos y
empresariales rojos. Igualmente, continúa postulando como factibles
acciones neutralizantes contra éstos, la enseñanza y promoción de los
principios azules que trascienda la esfera asistencial. Entre las líneas 310 a
la 316 expone:
270
información. A nivel general, es una herramienta para mantener el statu quo,
puesto que quienes desconocen algo, no pueden cambiarlo. De esta última
acepción, interpreto el significado amenazante de la ignorancia otorgado por
el actor, al referirla como un potencial riesgo que limite el despliegue del
modelo azul.
Por consiguiente, anuncio el surgimiento de una nueva categoría
emergente a la que mencioné como, Gerenciando desde la Economía Azul,
comprendida como el proceso de planificación, dirección, ejecución y control
de los procesos generadores de servicio asistencial, bajo los principios
circulares de la economía azul.
Continuando con el sentir discursivo del actor B en la construcción de la
gerencia azul dentro del recinto hospitalario, traigo su relato, que inicia con
los postulados económicos capitalistas de mínima inversión y máxima renta,
contrastados con el despilfarro de insumos derivados de la alta demanda de
servicio; que a su vez, ocasiona trastornos expresados en deterioro
estructural y funcional de la asistencia. Entre las líneas 68 a la 73 registra
exactamente:
271
Por tanto, interpreto los significados conferidos por el actor B en torno a
las particularidades de la crisis, como eventos que impulsan la ocurrencia de
nuevas dificultades; reflejado, en la referencia a los problemas de vieja data
tales como el despilfarro de los recursos, que generan secundariamente
escasez y declive en la misión. Por consiguiente, plantea implícitamente
contrarrestar estas dificultades centrándose en los procesos de prestación de
servicio.
Esta perspectiva del actor B, la significo como resultado de su reflexión
alrededor de la problemática, donde concatena cada dificultad con otro
aspecto. En consecuencia, exhibo el surgimiento de una nueva categoría
emergente Economía Rentable Basada en Procesos, y comprendida como el
sistema productivo de atención, dirigido por la gerencia sanitaria local, como
creador de beneficio social enfocado en el flujo de fases del servicio.
El servicio dispensado por las organizaciones larenses, constituye, la
teleología de su misión, sin embargo, la prolongación de la narrativa del actor
B, refleja las debilidades del sistema salubre venezolano, presionado por una
altísima demanda producto del incremento de las necesidades frente a la
escasez, lo que se traduce en desmejoras del servicio derivadas de ajustes
financieros que merman su capacidad. Entre las líneas 68 a la 73 el actor
expresa textualmente:
272
refieren la pérdida del poder adquisitivo y acentuada escasez de alimentos
básicos (-29,4%) en marzo de 2014, que impactaron negativamente en la
situación nutricional con cambios bruscos en los patrones de alimentación y
pérdidas de peso.
Esta crisis asistencial descrita por el actor B, la interpreto como un
escenario accesorio a los momentos de coyuntura crítica que atraviesa el
país y que impacta negativamente en la infraestructura hospitalaria. Por
tanto, como propuesta resolutiva ante esta situación postula una gerencia
que maneje estratégicamente la escasez, en convergencia con la narrativa
del actor A cuando postula una gerencia hospitalaria austera para el manejo
con criterios de rendimiento.
En este hilo discursivo de crisis socioeconómica, me sitúo entonces en los
significados interpretados del actor B, para comprender el surgimiento de
Manejo Estratégico de la Escasez en un Sistema Demandante, comprendida
como la toma de decisiones sobre diferentes opciones que conducirán al
hospital por el camino de la eficiencia, dentro de un sistema con altísima
solicitud de atención.
La extrema demanda del servicio médico, ha sido siempre, una
característica particular del sistema público, condicionado por la conjunción
de pobreza y la gratuidad de este sector oficial. En este contexto, el actor
extiende su narrativa manteniendo la trama discursiva en el manejo
estratégico enfocado en los recursos, las normativas que regulen
equitativamente su uso y la inversión coherente ante las circunstancias
actuales. Estas ideas se cristalizan en su narrativa registrada entre las líneas
82 a la 88, donde relata:
273
el problema no estriba en cuanto se debe gastar en la atención de
salud, sino más bien como se están distribuyendo los recursos.
274
oportunidades e iguales condiciones para la atención de los pacientes, sin
vinculaciones políticas o ideologías de algún grupo social.”
Este discurso muestra a mi interpretación los significados que aporta el
actor a la necesidad de cambio en la economía roja que hasta ahora ha
dirigido a la gerencia salubre, con el fin de alcanzar condiciones de atención
que no discriminen a los usuarios con ideologías. Cabe recordar, que según
Mebratu (ob. cit.), una de las bases de la triada de sostenibilidad es la esfera
social, y que esta no se reduce a la combinación con las otras dimensiones,
sino que son interdependientes y con el tiempo, por tanto, el acceso
igualitario a la salud lo interpreto como parte de esa dimensión social de la
triada del servicio.
Igualmente, es menester rememorar a Barragán y Barragán (ob. cit.), y a
Pauli (ob. cit.), quienes señalan la economía circular azul como modelo que
incide directamente en la calidad de vida de la población a través de la
sustentabilidad. Por consiguiente, interpreto que el actor visualiza una justicia
social basada en un modelo económico innovador, que abrace este
escenario de prestación en condiciones justas.
Así, surge entonces de este análisis interpretativo, la categoría emergente
Trasformación Económica basada en la Justicia Social, la que comprendí
como los cambios en el modelo financiero convencional hospitalario
mediante la instauración progresiva de los principios azules, con la intención
de lograr un servicio en igualdad de condiciones de atención y con sentido de
justicia.
Desde esta perspectiva de equidad derivada de las dimensiones de la
triada sostenible, el actor B extiende su discursiva proponiendo una gerencia
hospitalaria basada en la economía circular, mediante la aplicación de los
axiomas azules para lograr un esquema gerencial de sostenibilidad a través
de la prosperidad económica y cuidado ecológico. Su relato quedó plasmado
entre las líneas 94 a la 101 de su narrativa:
275
… se debe gerenciar bajo un modelo de economía circular, que se
desligue del modelo económico lineal, preservando los recursos
naturales y económicos, utilizando los desechos como materia prima
para otros procesos productivos minimizando la producción de
residuos … debe ser viable y sostenible, y que se traduzca en mejoras
para el funcionamiento institucional manteniendo rentabilidad y mínimo
daño al medio ambiente.
276
insumo de un proceso alterno, imitando esta manera cíclica, el actor B inicia
su retórica refiriéndose indirectamente a las simbiosis interorganizacionales
mediante la conformación de conglomerados en red, en coincidencia con la
discursiva del actor A, quien propone las alianzas interinstitucionales
estratégicas como método para circularizar los desechos. Texto registrado
fielmente entre las líneas 102 a la 106 de su narrativa transcrita a
continuación:
Una economía que fortalezca los lazos entre las distintas instituciones
dispensadoras de salud, las universidades, los entes públicos y,
porque no, la empresa privada, donde todos estos actúen
sinérgicamente para brindar mejoras en la atención y prestación de
servicios optimizando al máximo los recursos de los que disponen…
277
circularidad de desecho-nuevo insumo propuesta, en sustitución de la
eliminación ambiental.
Dentro de estas redes, sería factible enlazar empresas que utilicen los
desechos de su contraparte como insumos, en un ciclo tan complejo como
las necesidades de sus miembros lo determinen. Estos clústeres serían así,
conglomerados donde los planos ontológicos, teleológicos y praxeológicos de
las organizaciones involucradas, se complementarían en armonía financiera,
social, ambiental y cronológica.
En consecuencia, desde la interpretación del significado otorgado por el
actor B, en esta propuesta organizacional colaborativa, emerge la categoría
Sinergia para Optimizar Recursos, la cual comprendo como el fomento de las
simbiosis interorganizacionales e intrainstitucionales hospitalarias, para la
creación de redes de alianzas, con la finalidad de optimizar el manejo de los
recursos sanitarios, mediante la acción conjunta de éstas.
Unos ejemplos de gerencia azul basados en las simbiosis
interinstitucionales, que emergen coincidentemente entre las perspectivas de
los actores A y B, sería la sustitución de los gastos operativos de transporte
de desperdicios hospitalarios hacia el vertedero local, por su reciclaje en
empresas ecológicas afines. Asimismo, bajo una logística más elaborada,
sería factible diseñar un banco de restos obstétricos: placentas y membranas
ovulares, para ser reutilizados como apósitos biológicos en los quemados de
la unidad de caumatología, perteneciente al servicio de Cirugía Plástica.
El principio de circularidad propuesto por la economía azul, aunque es un
elemento relevante para propulsar la sostenibilidad, debe ir a su vez
acompañado según Pauli (ob. cit.), y Prieto-Sandoval, Jaca y Ormazabal (ob.
cit.), por un ritmo de explotación que se ubique por debajo de la velocidad de
regeneración ambiental. Este axioma queda reflejado entre las líneas 110 a
la 115 de la narrativa del actor B, quien lo subraya como modo preventivo del
agotamiento ecológico:
278
…aprovechar todos los recursos de los que disponemos en la
naturaleza para que nos sirvan de sustrato para producir otros
insumos, sin que esto cause detrimento del medio ambiente y en el
cual todas las personas involucradas tengan participación activa, con
estrategias que permitan rediseñar, para obtener mejoras y poder a
corto plazo evaluar el impacto socioeconómico y ambiental que tienen
esos cambios.
279
destaco el surgimiento de una nueva categoría emergente a la que designé
como Construcción Social de la Gerencia desde la Economía Azul, la cual
comprendí como la cimentación de un modelo gerencial mediante el aporte
participativo de los miembros comunitarios del área de influencia hospitalaria
a través del otorgamiento de iniciativas.
En el accionar gerencial hospitalario, la economía es el pilar fundamental
para estructurar las dimensiones relativas a la sostenibilidad. La esencia
ontológica articulada a los procesos praxeológicos y a la teleología, como
valor final, definen un ente complejo de numerosas posibilidades
existenciales en función a los anhelos humanos.
Prosigo el análisis interpretativo y comprensivo del actor social C, quien
en sus significados aporta otra perspectiva del fenómeno estudiado. Inicia su
discurso retomando el tema de la centralización presupuestaria como
debilidad hospitalaria, en convergencia con el actor A, cuando éste propone
las ORC como elementos de independencia económica. Entre las líneas 66 a
la 74 de su narrativa, expone fielmente las siguientes palabras:
280
administración, obtención y asignación de recursos desde el gobierno central
a las dependencias regionales. En torno a este, Vergara (1995) expresa que
implica una redistribución del poder y por ende, una cesión de éste a las
bases de la sociedad; en otras palabras, la descentralización implica una
redistribución real del poder público, centrado en el vértice del Ejecutivo y
trasladado hacia las bases de la sociedad local.
En este sentido, interpreto el discurso del actor C, como una propuesta
para erradicar la centralización hospitalaria presupuestaria, como medio
inicial para ampliar el poder resolutivo del gerente local. De este modo, aflora
la categoría Descentralización del Presupuesto para su Redistribución,
comprendida como el traspaso de la planeación, administración y asignación
de recursos del MPPS a los gerentes locales mediante un otorgamiento
presupuestario autónomo, acorde a las necesidades.
Esta autonomía financiera como solución a la centralización gerencial es
una opción que nace como propuesta ante la severidad y desconexión de las
instancias gubernamentales externas a la organización, no obstante, el
discurso del actor C prosigue ahondando en la burocracia, como elemento
agravante de la problemática derivada de la centralización. Entre las líneas
75 a la 80 de su narrativa, quedaron plasmadas las palabras usadas:
281
el papeleo, las formalidades y la influencia excesiva de los funcionarios en
los asuntos públicos; lo cual, trae como consecuencia grandes pérdidas de
tiempo bajo un esquema jerárquico e impersonal.
En consecuencia, interpreto de los significados dados por el actor C, la
connotación negativa de la burocracia, vista como inflexibilidad de procesos
que enlentecen cualquier trámite. Por consiguiente, con base en esta
discusiva, decreto el surgimiento de una nueva categoría emergente Sentido
de la Burocracia en la Administración de los Recursos, comprendida
ontológicamente de un modo dual: desde la acepción positiva, como la serie
de procesos regulados por normas para un orden racional en la gerencia de
los recursos, y en la connotación negativa, como la influencia ineficiente de la
excesiva formalidad y papeleo para la asignación presupuestaria anual y de
los créditos adicionales.
La burocracia, es un término que involucra inevitablemente a la gestión en
su esencia, en vista que los trámites solicitados, involucran su gestión
administrativa. De este modo, el actor C dilata su discurso, a través de un
salto temático a la gestión institucional como herramienta de la gerencia para
dar solución a problemáticas hospitalarias. Textualmente transcribo a
continuación las palabras para su interpretación y comprensión, entre las
líneas 83 a la 85: “… el director como ente gerencial … con la subdirección
administrativa e involucrando … capital humano, se gestiona a través de
diferentes organismos o entes privado a la solución a problemas varios que
permitan dar respuesta a las problemáticas…”
Este relato me hace percibir como nuevo punto convergente de la
gerencia, respecto al manejo institucional, a la gestión de trámites entre
diversos entes, como acción para ampliar el horizonte de opciones
resolutivas, lo cual, me rememora el discurso de los actores A y B, en torno a
las alianzas y la sinergia para optimizar recursos.
En este punto, percibo la coincidencia de todos los actores, al cruzar sus
visiones respecto a las alianzas institucionales interpretadas como simbiosis
interorganizacionales enlazadas para abultar las perspectivas resolutivas de
282
problemáticas variadas, en sinergia con empresas públicas o privadas afines
o no a la salud, subordinadas mutuamente según la necesidad a enfrentar.
Según Mowery, Oxley y Silvermann (1996), la alianza es una cooperación
que tiene como objetivo llegar a una sinergia, en la cual cada uno de los
socios espera que los resultados obtenidos, sean mejores que los resultados
individuales.
De manera más precisa, Gulati (1998) explica que las alianzas estratégicas
son "arreglos voluntarios…que envuelven intercambiar, comparar, o
codesarrollar productos, tecnologías o servicios" (p.293). En el caso de la
ontología hospitalaria percibida desde el actor C en convergencia con los
otros actores, interpreto estas alianzas como herramientas para gestionar
con una visión más amplia, las potenciales alternativas de resolución. Por
consiguiente, emerge la categoría Gestión para la Resolución de Problemas,
la que comprendí como el conjunto de operaciones realizadas por la gerencia
para visualizar opciones de neutralización de dificultades.
En coherencia con esta temática resolutiva, el actor C prolonga su
narrativa, con el relato de un problema imprevisto relativo al suministro de
energía eléctrica, surgido espontáneamente, como ejemplo de las
dificultades que acontecen dentro del marco hospitalario y que afectan la
calidad del servicio. Entre las líneas 86 a la 92 de su narrativa expone lo
siguiente:
…por ejemplo, con la situación inédita del apagón del 07 de marzo del
presente año se presentaron varias dificultades, ya que la operativa del
centro depende del fluido eléctrico. Se puso en práctica el trabajo
articulado estamento militar para la asignación de los fluidos para la
planta eléctrica (gasoil, aceite entre otros). A su vez, aunque se
contaba con planta eléctrica el preferencial … beneficiar áreas
particulares: coronario y salas operatorias, sin recursos económicos
para … otra planta…
283
resolución. El actor impulsó una estrategia de trabajo en equipo para paliar el
problema mediante la activación de la planta eléctrica del hospital con
combustible fósil, la cual, a su vez, era insuficiente por su vataje para
mantener operativas todas las instalaciones. Ante esto, estableció
prioridades para desviar el fluido eléctrico a las áreas más críticas de la
institución, puesto que, desde el punto de vista financiero, no existían
recursos para adquirir otra planta.
En esta narración de hechos, percibí la reactividad del bombero descrita
por Godet (ob. cit.) que apaga el fuego, la dinámica de trabajo en equipo
definida por Raffino (ob. cit.), la economía lineal conceptualizada por Prieto-
Sandoval, Jaca y Ormazabal (ob. cit.) y el establecimiento de prioridades en
salud, detallado por Sánchez, Abellán, y Martínez (ob. cit.). Este discurso lo
interpreté entonces, como un modo de resolución gerencial eficiente, visto
desde la disponibilidad de recursos mediante la coordinación de varias
herramientas de manejo, bajo el modelo económico convencional.
Con base en estos planteamientos discursivos y sus significados
interpretados, expongo el aflorar de la categoría Trabajo en Equipo,
comprendida como la realización de una tarea entre un grupo de sujetos, en
donde su interrelación favorecerá el intercambio de ideas para diseñar
propuestas que alcancen la resolución.
En este sentido, el relato del actor C se vuelve una extensión discursiva
de estos significados que complementa con la inclusión de la inter y
transdisciplinariedad, reflejadas en la presencia de personal técnico
calificado, dentro del grupo laboral, que hace trascender su conocimiento de
ingeniería y mantenimiento al conjunto de participantes. Esta discursiva
quedó registrada entre las líneas 86 a la 92, transcritas a continuación:
284
los técnicos de electricidad hospitalarios se logró la extensión de la
preferencial a los servicios.
285
restaurantes cercanos junta comunal, más los organismos IMAUBAR,
saneamiento ambiental de los centros, más saneamiento ambiental
regional, se aplicó los principios de economía verde y conservación del
medio, lográndose acabar con un vertedero de basura.
286
A partir del plano ontológico de la economía roja, el actor C me revela,
que esta situación trasluce su esencia en la solicitud consumista de insumos
en forma intuitiva, obviando la aplicación de estrategias de optimización.
Igualmente, afirma que este escenario demandante de materiales ha venido
cambiando desde la dirección ante la concientización que la gerencia en
salud ha hecho. Esta narrativa quedo transcrita entre las líneas 117 a la 125:
287
La economía … se debería gerenciar … ecléctica … los mejores
resultados de la economía tanto azul, verde, roja, naranja y dejando
fuera la negra y gris. Con el único objetivo que puedan ser utilizadas
para producir el mayor beneficio al mayor número de usuarios-
pacientes con servicios de calidad.
288
288
290
290
F
igura 22. Categorías Emergentes de Economía Azul de los Actores Sociales A, B y C.
292
Fi
gura 24. Hallazgos en la unidad hermeneútica Economía Azul.
AMBIENTE V
“La tierra provee lo suficiente para satisfacer las necesidades de los hombres,
aunque no a la codicia….”
Mahatma Gandhi
296
salubres, específicamente por las peculiaridades del contexto estudiado,
desde el cual aprecio relevante la calidad de los servicios médicos dirigidos
al desarrollo local como de vital importancia para el cumplimiento de su
misión.
Por esto, la gerencia sanitaria se vuelve un elemento primordial para el
manejo eficiente de recursos, obtención de capital e inversión favorable,
motivo por el que considero oportunas las estrategias emergentes
propuestas desde la perspectiva de los actores para la gerencia de estas
organizaciones, desde una hermenéusis en la economía azul, analizando las
necesidades en busca de opciones no convencionales para alcanzar
autonomía y sustentabilidad.
De esta manera, la trascendencia de las organizaciones salubres conlleva
a estudiar su ontología y las actividades en su estructura, por lo cual, como
médico gerente y adjunto de éstas, he generado perspectivas sobre las
condiciones laborales que en ellas se despliegan, específicamente la
operatividad gerencial en el manejo de los recursos, su optimización,
rendimiento e impacto ambiental, apoyado en mis experiencias y
conocimiento de la economía azul, desde un liderazgo que orienta un rumbo
de esta actividad, en la búsqueda de comprensión de este escenario desde
donde develé saberes en torno a este fenómeno, en un ambiente
intersubjetivo de significados emergentes de los actores.
Este desafío intelectual nacido de mi vida laboral cotidiana fue inspirado
en el anhelo de crear propuestas para favorecer nuevas opciones que
signifiquen la gerencia en salud, con la intención de proponer una episteme
sobre los eventos de una interrelación institucional entre los miembros y
dirigentes que aportaron la motivación para ejecutar el estudio.
Esta aproximación teórica relativa a la gerencia en las organizaciones
sanitarias larenses, la bosquejé con la intención de perfilar un aporte sobre
aspectos comprensivos del sector inherente a los gerentes, para la
interpretación de la situación, articulados a la economía de los entes de
297
salud locales, con el fin de trascender el plano de acción del director, para
sumergirse en dimensiones ontológicas, epistemológicas y gerenciales de las
realidades percibidas por los actores, que los fortalezcan para romper límites
comprensivos alrededor de entornos socioeconómicos, ecológicos y
culturales complejos, con la intención de materializar la sostenibilidad en el
escenario de la prestación de servicios.
A este respecto, procedo a la síntesis investigativa, momento en el cual
tracé la teorización que deviene de articular los hallazgos emergentes que
surgen del discurso de los actores en cada unidad hermenéutica, lo que
refiere un ejercicio intelectual, para significar y comprender las dimensiones
ontológicas, epistémicas y gnoseológicas que fundamentan esta
aproximación y traspasar la gestión sanitaria de las organizaciones locales,
desde un sentido reflexivo propiciado por los encuentros deliberativos que
aportaron el saber necesario para contribuir al ordenamiento teórico de la
gerencia en el contexto.
Para alcanzar este propósito fue esencial asumir un pensamiento holístico
y complejo que integrara el todo con sus elementos constituyentes,
solapando el conocimiento y las experiencias de mi andar indagativo, con los
aportes significantes contenidos en las narrativas de los actores, lo cual
favoreció la elaboración de un constructo peculiar, ideográfico, que no busca
la extrapolación por su enfoque cualitativo, fundamentado en el paradigma
interpretativo, que propició una perspectiva de percibir la realidad, plasmada
lingüísticamente en una teoría.
De este modo, la aproximación teórica dirigida a la gerencia en salud
contextualizada en las organizaciones larenses, se estableció desde los
testimonios y reflexiones de los actores en torno a la economía azul, y el
aporte de los intelectuales en las diversas áreas relativas al fenómeno, así
como mi participación en calidad de investigador del estudio, en el rol de
sujeto cognoscente que me autoriza a mirar indagativamente los planos
existenciales que se encuentran en el contexto, definido en el pensamiento
298
reflexivo sobre lo real de las dimensiones del conocimiento que convergen en
este ámbito, sumergido en un proceso vivencial, con el fin de traslucir la
actividad gerencial en una civilización humana sustentable.
En este sentido, exterioricé la aproximación teórica que hace factible un
camino comprensivo de la gerencia sanitaria en las organizaciones de salud
larenses, más adaptada a la dinámica científica, retos locales, ética y sentido
socioeconómico, en busca de la sustentabilidad para el crecimiento y
desarrollo de una sociedad socioeconómica y ambientalmente sana.
Esta aproximación teórica tiene como propósito una teleología hacia la
intelectualidad de las experiencias gerenciales en las organizaciones
larenses, con el fin de postular opciones ante las transformaciones estas,
dados los cambios socioeconómicos y las políticas estatales, por lo que, las
experiencias de los entrevistados fueron significadas en mí, como sujeto
cognoscente.
De la misma forma, ante el reto del ascenso de la demanda social de
salud y la complejidad de los acontecimientos que se generan en las
instituciones actuales debido a la crisis económica, percibo una persistencia
pasiva de esquemas gerenciales convencionales con limitado uso de
herramientas para la gestión de decisiones, frente a una imperativa
necesidad de optimizar recursos en función de planes de crecimiento
necesarios.
Asimismo, en atención a las percepciones de los gerentes que viven el
contexto de las organizaciones larenses, discurro relevante la aproximación
teórica como producto de un emprendimiento indagativo dirigido a
comprender el fenómeno en la construcción y posterior articulación de una
perspectiva en la condición de seres culturales e históricos sobre la gerencia
en este escenario, para elaborar contribuciones significadas como un recurso
de la actividad gerencial que favorezcan la generación de sostenibilidad y
prestación de servicios.
299
A manera de complementar los saberes de este ámbito gerencial, enfaticé
el anhelo de reflexionar, con base en un esquema de gestión prospectivo y
comprensivo ante los retos, inspirado en la generación de estrategias azules
que beneficien la actividad gerencial, para el cumplimiento de la misión. A
continuación, muestro la aproximación teórica producto de los hallazgos
emergentes de los actores sociales expresada en sus narrativas.
300
300
302
Argentina, quien advierte una expansión de estudios prospectivos, por parte
de gobiernos, organismos internacionales, empresas y organizaciones
sociales que han emprendido implementarla en un número creciente de
áreas temáticas de orden industrial, tecnológica, científica, territorial, social,
políticas, militar, geoestratégica, religiosa, agrícola, alimentaria, poblacional y
médico asistencial. Estos estudios han comenzado a usarse no solo en
grandes organizaciones públicas y privadas, sino también en pequeñas y
medianas empresas, asociaciones sin fines de lucro y administraciones
públicas.
De esta manera, concibo que la prospectiva y la planificación estratégica
son necesarias para imaginar el destino de la visión del hospital que
anhelamos edificar para dirigir el esfuerzo colectivo en la construcción
organizativa complementada con estas herramientas, a fin de propiciar una
dirección preventiva de sucesos desafiantes. De aquí, que toda organización
a través de una gerencia con sentido visionario, ha de ser cuidadosa con el
entorno en que se desenvuelve, la esfera socioeconómica y ambiente natural
del que forma parte, distinguiendo a su contexto inmediato, a las acciones de
su comunidad aledaña y a los impactos del mundo global donde se insertan.
Siendo las organizaciones de salud larenses instituciones prestadoras de
un servicio vital, no debe omitirse la planificación estratégica en su quehacer
gerencial, dada la visión emergente institucional humanista que reconoce las
complejidades de un medio y entorno crítico al promover un servicio de
calidad que impacte socialmente a las comunidades, con un efecto
trascendental en la salud de los usuarios.
De igual modo, las decisiones estratégicas referidas al mediano y largo
plazo, intentan preservar la existencia organizacional en un tiempo lejano;
por ello, Durance y Godet (2011) en este contexto, expresan los riesgos y
consecuencias de la falta de previsión, dado que se corre el peligro de
sacrificar el desarrollo de cualquier organización a largo plazo. Por lo tanto,
en un mundo en permanente metamorfosis, las organizaciones deberían
hacer un esfuerzo prospectivo creciente para reaccionar con flexibilidad,
303
conservando el rumbo, y así, desarrollar su adaptabilidad estratégica ante las
eventualidades.
De esta manera, los gerentes en salud controlarían los cambios en la
esfera hospitalaria, estas organizaciones requieren poseer esquemas
gerenciales para prever oportunamente, las diversas transformaciones
estructurales y operativas que se producen en su medio y entorno. Por
consiguiente, la dirección médica debe evolucionar de un modelo gerencial
reactivo, hacia una planeación estratégica visionaria proactiva
transformadora de la institución, que se anticipe a los cambios y asuntos
relevantes que se puedan presentar. La gerencia en salud no debe pensar en
la decisión de mañana, sino en la elección que va a tomar hoy para lograr las
metas en ese mañana. El punto a reflexionar es acerca del momento
oportuno para asumir la decisión adecuada.
El ejercicio de una planeación estratégica prospectiva con fines
transformadores hospitalarios es un punto decisivo para su mayor desarrollo,
dado lo difícil de pronosticar con certeza cómo se comportará el ámbito
institucional al cabo de unos años en términos de escasez, asignación
presupuestaria, nuevos trámites burocráticos, inversión preventiva, deterioro
de la infraestructura y demanda del servicio; luego considerar las estrategias
a diseñar para garantizar la teleología hospitalaria referida a un contexto
socioeconómico, político y legal incierto como una tarea pendiente por
ejecutar en el HCUAMP, HPO y HGLGL.
Asimismo, si la gestión de la planificación estratégica desplegada
depende de la asignación presupuestaria y ésta inflexiblemente se mantiene
estática frente a la variación de las necesidades institucionales; cada vez que
los gerentes salubres reflexionemos estratégicamente, enfrentaremos un
escenario distinto, por lo cual surge la necesidad de establecer un plan
estratégico en equipo con el capital humano hospitalario, directivo y
colaboradores, para asumir la responsabilidad de robustecer la capacidad
prospectiva estratégica.
304
Esta fundamental herramienta administrativa favorecerá el desempeño de
la misión institucional en el servicio humanista salubre, puesto que las
decisiones de la dirección médica implican el desgaste de recursos
económicos, obtenidos principalmente por las transferencias de fondos
oficiales del MPPS, gobernación y alcaldía.
Comprendiendo entonces los escenarios socioeconómicos en el contexto
de los hospitales locales, aprecié la necesidad de una institución más
sustentable integralmente, para ejecutar su cometido de cumplir una variedad
de actividades enfocadas al servicio humano, tanto preventivas como
curativas en su entorno social, que ameritan en sí, de una planeación
prospectiva apoyada en estrategias de manejo recursivo, que
sosteniblemente recorten el déficit financiero, rindan los insumos, impacten
socialmente y cuiden el medioambiente, mientras propicien el crecimiento y
expansión institucional.
Desde una perspectiva integral, esta gestión salubre es una reflexión
holística de la esencia del ser humano en su cotidianidad, ha de evocar una
trascendencia humanitaria mediante la prestación de servicios médicos
enfocados en la individualidad curativa de la colectividad social preventiva,
para lo cual debe lograr su objetivo central de oferta salubre con calidad,
materializada en las metas asistenciales planificadas previamente y
optimizada mediante la neutralización de las amenazas reflejadas en la
problemática hospitalaria, a través de un abanico de opciones resolutivas
diseñadas prospectiva y estratégicamente en equipos integrados por todos
los niveles organizativos, para asegurar sus fines en un fluir misional
eficiente. A manera ilustrativa, presento en la figura 26 el sentido prospectivo
en la generación de un servicio.
305
305
307
esto alude a su propia percepción; en otras palabras, según Borges (2012),
estaría relacionado con la personalidad de la empresa. De este modo, el
personal de salud debería intentar transferir los más adecuados
identificadores para que la imagen hospitalaria refleje la identidad
organizacional anhelada por todos los miembros envueltos en su
funcionamiento.
En el caso de los hospitales larenses, la identidad organizacional la
percibí como un perfil espontáneamente surgido por los significados
colectivos de los involucrados, puesto que la esencia humanitaria de estas
instituciones, las hace adolecer de un equipo encargado de la promoción
publicitaria identitaria. Por tanto, asumí que el hospital, debe posesionarse de
una postura de responsabilidad en la concepción de su imagen identitaria
como efigie reconocida de su ontología, praxeología y teleología.
Ahora, al reconocer que las actividades humanas han propiciado la
creación de grupos para la complacencia mutua de necesidades, puedo
percibir que el trabajo en equipos debería verse fortalecido mediante los
distintos eventos que desarrolla el accionar gerencial del director médico en
sus experiencias hospitalarias, al punto de identificarse con sus
colaboradores en situaciones que exijan confrontar múltiples retos, bajo un
sentido cooperativo, mientras acaece la integración de los sujetos
involucrados en todos los niveles y facetas hospitalarias, hilvanando los
aportes individuales hacia la materialización de opciones resolutivas
integrales basadas en axiomas económicos equilibrados y armónicos.
A este respecto, según Montoya (2014) el trabajo en equipo es influyente
en el ejercicio laboral, que cohesiona a las personas para conformar un
grupo con el objetivo común de satisfacer sus necesidades, mediante
relaciones identitarias de uniformidad. Asimismo, Amaro (ob. cit.) expresa
que el trabajo hospitalario es una labor en equipo con protocolos de atención
médica, puesto que la gerencia aislada no es funcional y el éxito radica en el
aporte individual de oportunidades y desarrollo de proyectos innovadores con
sentido de pertenencia y prospectiva que potencien respuestas inmediatas a
308
las condiciones particulares del contexto organizacional donde accione el
equipo.
Por consiguiente, en esta interrelación de equipos hospitalarios, se
originará una esencia intangible construida por los trabajadores salubres en
el proceso de resolución de conflictos, que definirá la forma en que el grupo
percibe y piensa en relación a problemas adaptativos al medio y entorno
institucional con base en su cultura organizacional.
Según Montoya (ob. cit.), es necesario definir el tipo de cultura manejada
dentro de la organización, dado que ésta va a determinar la manera en la que
se debe instaurar la planificación estratégica y el recurso humano, con el fin
de controlar los procesos de selección de personal, sus expectativas y la
forma en que se tomen las decisiones desde la dirección.
Por ende, la cultura organizacional distingue una institución de otra, le da
identidad corporativa, le otorga responsabilidad al interés particular del
personal y promueve estabilidad en el sistema de salud. Es un argumento
vasto y poco reflexionado por las pequeñas empresas, por lo cual debe ser
un tema de preponderancia al contratar recursos humanos con aspirantes
comprometidos en los valores de la organización hospitalaria y su
ponderación como factor intangible favorecedor de la misión institucional.
Por tanto, es vital para los hospitales larenses cumplir su misión, como
aspecto definitorio de la gnosis de su existir, mientras mantiene la unidad con
principios humanistas. Es ocasión que la gerencia salubre comprenda la
necesidad de manejar el centro bajo una perspectiva inspirada por axiomas
económicos circulares, con responsabilidad y ejemplo que fortalezca la
identidad hospitalaria como organización que en sí mismo le crea valor ante
la comunidad, que se sirve de ella, mediante una gestión liderada desde la
concepción de servicio.
En la figura 27 presento a la Cultura Organizacional generadora de
identidad.
309
309
Fig
ura 27. Cultura Organizacional generadora de identidad.
Sentido Teleológico de un Liderazgo Gerencial Integrador y Creativo
311
salubres anhelarían estar a la vez de precisar la posición donde están, en
otras palabras, su realidad actual, lo que sigue un sentido de tensión
creativa, que consiste en la dinámica que inicia en el momento actual hacia la
realidad en que se desea existir y las acciones implícitas dentro de estos
ejes.
Acorde lo afirma Senge (2005), la tensión natural entre la visión y la
realidad es recreada por la distancia y puede solucionarse acercando la
realidad a la visión o reduciendo la visión para acercarla a la realidad, los
sujetos que aprenden a laborar con la tensión natural de su entorno ejercen
influencia para lograr el futuro que desean crear, por lo cual, sin visión no hay
tensión creativa. Esto me lleva a reflexionar sobre las cualidades particulares
que deben incorporar los gerentes médicos de las organizaciones salubres
larenses, para plasmar en su cosmovisión un sentir edificante hacia su
realidad institucional futura.
Los gerentes de salud de los hospitales locales como líderes en el manejo
de recursos, deben aprender a laborar con tensión creativa, puesto que lo
pertinente es generar un equipo de apoyo con una imagen ideal a lo
anhelado y desde su sentir tensional que se origina desde el ser creativo. De
esta forma, la elaboración de una visión común se vuelve una base
organizacional que articula las distintas acciones y perspectivas de los
empleados hospitalarios, alineando sus esfuerzos con el objetivo central de
la institución, mediante una visión compartida a la que están comprometidos
y de la que son responsables de formular. De esta manera, el personal estará
más receptivo para aceptar desafíos futuros y asumir responsabilidades.
No obstante, para Reyes-Jacome y Rodríguez (ob. cit.), el liderazgo integral
no solo estima la inclusión de todos los participantes organizacionales implicados
con un objetivo, sino que abarca la individualidad y el equipo de trabajo en
conjunto con el medio institucional interno y su entorno externo, por lo que
trasciende de la simple integración de individualidades, para alcanzar una
connotación holística, compleja, de sentido reticular.
312
En este aspecto, el liderazgo integrador en salud debe enlazar
coherentemente todo el capital humano conformado en equipos de trabajo a
través de los diferentes niveles hospitalarios, para alcanzar un equilibrio
participativo donde la creatividad individual entreteja ideas innovadoras y
propuestas factibles que construyan en conjunto con las necesidades
internas y externas, un modelo gerencial flexible y democrático que sustituya
paulatinamente las viejas prácticas convencionales insostenibles que poco
construyen visiones creativas sobre el detrimento socioeconómico y
ambiental venezolano basadas en un modelo económico lineal.
En este orden de ideas, la gerencia de salud en manos de un liderazgo
integrador deberá ser una efectiva herramienta de cambio, a partir de la cual
donde el personal directivo y sanitario engranados en conjunto con las
necesidades del medio organizacional interno y el entorno redefinirán una
ontología hospitalaria y misión institucional bajo un modelo gerencial
holístico, prospectivo, financiero, social y ecológico, que potencia el
cumplimiento del objetivo último del centro de salud larense, como lo es la
prestación de un eficiente servicio médico individual y comunitario,
materializado en la satisfacción de las metas asistenciales programadas para
el cuidado del ser.
Así entonces, el liderazgo integrador es fundamental para adquirir una
extensa participación del capital humano hospitalario y de la comunidad, con
la finalidad de fomentar el diseño, así como la ejecución de políticas públicas
que impulsen la salud ambiental; además, de hacer de la seguridad, la
sostenibilidad y un medio ambiente saludable prioridades para los hospitales
larenses. Es primordial de este modo, priorizar la salud del medio ambiente
natural, como paso previo al cumplimiento de la teleología de estos centros
de salud, bajo un modelo gerencial apoyado en nuevos principios
económicos, que contribuya al desarrollo sostenible hospitalario local. En la
figura 28 muestro el Sentido Teleológico de un Liderazgo Gerencial
Integrador y Creativo.
313
313
315
convertirlos en diseñadores de estrategias que impulsen las actividades a
favor de la salud ambiental.
A este respecto, debe ser responsabilidad de los hospitales locales iniciar
operaciones encaminadas a cambiar las sustancias químicas por alternativas
más seguras, reducir las emisiones de carbono y eliminar la exposición a
residuos biopeligrosos. Por ende, hay que promover que los hospitales
larenses, operen acciones a la conservación del medio ambiente, como
actividad complementaria a la prestación de un servicio médico, que
garantice el fluir del plano teleológico institucional.
En este orden de ideas, debe ser responsabilidad del sector salubre
prevenir la enfermedad, promover la salud, curar y rehabilitar los daños
causados por los contaminantes ambientales; no obstante, la prestación de
los servicios en los hospitales larenses contribuye, a dañar el ecosistema,
exponiendo a los miembros de la comunidad a las mismas lesiones que
pretende curar.
En este sentido, es pertinente inculcar valores ecológicos en la cultura l
hospitalaria, como el conocimiento de focos contaminantes, uso de
ecodiseño, mantenimiento, reciclaje, restauración y otras ideas preventivas
relevantes que favorezcan, en conjunto con la gerencia, transformar la
complejidad institucional mediante un nuevo modelo gerencial basado en la
circularidad, hacia procesos productivos de servicio sanitario más ecológicos,
sin que ello menoscabe al hospital financieramente, ni comprometa la calidad
del servicio. En relación con ello, Acevedo (2016), propuso un programa de
producción en entidades del sector salud denominado hospital sostenible,
que se desarrolló en Colombia desde el año 2003 en el Departamento de
Santander y a partir del año 2008 en Boyacá, como una iniciativa que incluyó
la variable ambiental en la prestación de servicios de salud. Este programa
hizo contribuciones destacadas a la gestión ambiental y optimizó procesos en
las entidades participantes por medio de la adopción de conocimiento
ambiental con la implementación de producción más limpia al interior de las
organizaciones.
316
Esta dinámica propició la preservación y uso eficiente de recursos como
agua, insumos, energía y promovió igualmente la gestión de residuos, control
de químicos, emisiones y vertimientos, con resultados que generaron
beneficios ambientales y financieros, demostrando que la inclusión de un
sentido ecológico en la prestación de los servicios de salud, promueve el ser
sostenible como un mecanismo de búsqueda del desarrollo sustentable.
Por consiguiente, es deber de la gerencia salubre larense articular los
principios de sostenibilidad al manejo institucional, al contemplar aspectos
como el uso eficiente de recursos y el manejo seguro de residuos, asuntos
que repercuten directamente en la productividad y beneficio al paciente
usuario con impacto social.
Según la Organización Panamericana de la Salud (2013), uno de los
mayores desafíos en el actual contexto de crisis financiera profunda es
implicar la colaboración multisectorial con el fin de desarrollar métodos
estratégicos para la gestión de los gastos de salud y ampliar los servicios de
asistencia médica con recursos limitados, al mismo tiempo contribuir a la
recuperación económica y estimular el crecimiento futuro de forma
sostenible. Por lo cual, es un reto para el sistema hospitalario local, cumplir
su deber misional desde su sentido organizacional, en vista de la diversidad
de problemas intra y extra hospitalarios que amenazan sus propósitos
misionales, y que son traducidos fundamentalmente como escasez financiera
y carestía de recursos.
En este escenario, surge una alternativa basada en la circularidad
económica propuesta por McDonough y Braungart (ob. cit.) quienes afirman
que los residuos pueden ser recuperados como un desecho biológico
retornado a la biosfera o como un subproducto reintegrado tipo insumo a un
proceso industrial. De este modo, reflexiono acerca de sustituir la eliminación
ambiental de los residuos hospitalarios locales por su reincorporación a los
ciclos de reciclaje industrial. Para lo cual, comprendo las alianzas con otras
organizaciones públicas o privadas, afines o no a la salud, como
herramientas que por su naturaleza productiva puedan convertir los
317
desechos hospitalarios ordinarios en nuevos insumos de otro proceso
industrial, siguiendo el axioma azul de circularidad de flujos.
Para esta circularidad, sería vital construir multisectorialmente desde los
hospitales larenses, sistemas organizacionales y empresariales en red,
denominados clústers, según Manene (ob. cit.), como tramas complejas de
empresas industriales e instituciones públicas y privadas correspondientes a
un sector de actividades económicas emplazadas en un área, con el objeto
de fomentar la simbiosis entre sus partes para acrecentar su operatividad y
competitividad mutua.
Dentro de estas redes clústers, sería posible articular al hospital larense
local con empresas que utilicen sus desechos como insumos para sostener
sus procesos, en un ciclo tan complejo como las necesidades que sus
participantes lo establezcan. Estos clústeres serían conglomerados
interorganizacionales donde las dimensiones ontológicas, teleológicas y
praxeológicas de los entes involucrados, se entretejerían y retroalimentarían
mutuamente, readaptando sus procesos internos para cimentar la
circularidad en armonía socioeconómica, ambiental y prospectiva.
La simbiosis derivada de estas asociaciones con los hospitales larenses
blindaría las debilidades institucionales mediante las fortalezas de las otras
organizaciones integradas, lo cual, permitiría como gerente de salud,
rediseñar los procesos productivos salubres para promover la eficiencia en la
resolución de asuntos económicos, estructurales y la disposición de residuos
mediante la circularidad de desecho-nuevo insumo, propuesta en los
principios de la economía circular, en sustitución de la eliminación ambiental
roja por incineración, acumulación ambiental o vertimiento, propiciando un
cambio en las cosmovisiones gerenciales generadoras de transformaciones
organizacionales. En la figura 29 presento la Redificación de la cultura
preventiva en el ámbito de la sostenibilidad hospitalaria.
318
318
320
las organizaciones, lo cual generó un reflexionar sobre el trascender de un
instrumento laboral a convertirse en el capital más vital de la organización.
Es justamente en este transitar cuando, donde nace el empoderamiento
como nuevo paradigma de gestión del capital humano, procurando insertar
como miembros activos con capacidad de decisión a todos los sujetos que
laboran en una organización, descentralizando el poder con estímulo para la
comunicación multidireccional, mientras adecua la estructura jerárquica para
hacerla más plana y eficiente. En relación a ello, percibo la verticalidad
piramidal del esquema hospitalario como una estructura de mando anticuada,
que deber ser actualizada con base en el aprendizaje de esta nueva
herramienta gerencial de transferencia de poder de naturaleza compartida.
La delegación de poder trasladada descendentemente desde el superior
hacia sus subordinados, mediante la concesión de autoridad y
responsabilidad, según Aular (ob. cit.), busca hacerlos a estos más
autónomos y responsables de los resultados que obtengan en sus labores, al
propiciar una mayor satisfacción y motivación de sus colaboradores. De esta
manera, los equipos laborales compartirán las tareas gerenciales, las
facultades para valorar y afinar la calidad de esta con su proceso de
información, mientras contribuyen con ideas para el diseño de estrategias
institucionales.
Al respecto, Valdez (2017) expresa que el empoderamiento de las
personas redunda en el alto rendimiento, y por consiguiente, en la alta
rentabilidad de la organización a través de procesos de entrenamiento y
capacitación de los líderes y colaboradores que los vuelven más
emprendedores y creyentes de su capacidad de decisión. De esta manera,
se descentralizan las decisiones y oportunidades en una gerencia
democrática que horizontaliza la pirámide clásica de mando vertical.
El punto central del empoderamiento, es que los implicados claramente
con una tarea son los más acertados para decidir respecto a ella, al
presuponer que tienen las competencias emplazadas para efectuarlo, con
traslado de las decisiones de manera más asertiva desde la cúspide hasta la
321
base institucional de la organización. Por tanto, considero imperativo en el
esquema salubre hospitalario larense, iniciar un proceso de empoderamiento
institucional que delegue las decisiones sobre las actividades particulares a
los encargados directamente de ellas, como una manera de comenzar un
proceso de transformación hospitalario bajo esta nueva estructura gerencial.
La asertividad de las decisiones derivada de este cambio de modelo
directivo, propiciará una difusión equilibrada de la responsabilidad en la toma
de éstas, con la consecuente utilidad de hacer elecciones más adecuadas
para la sostenibilidad hospitalaria en el futuro, a la vez que deberá ser punto
de partida para los cambios generales de toda la naturaleza operativa de la
entidad, que conlleven progresivamente a la evolución de la organización
hacia esquemas operativos que garanticen un óptimo servicio de salud
basado en una gerencia salubre alineada con nuevos axiomas económicos
más circulares. Empoderarse de la visión y misión, compartir una perspectiva
de conjunto integradora de la naturaleza humanística del servicio que
profesan.
Por este motivo, comprendo la trasformación organizacional como una
evolución basada en pequeños cambios estructurales de la mano de una
gerencia en salud en progreso, bajo la cual el gerente salubre requiere
poseer competencias estratégicas para ejecutar coordinadamente las
modificaciones en conjunto con sus empleados empoderados, para elegir
autónoma y coordinadamente en sus labores cotidianas directas mediante
una comunicación bidireccional, entre distintas opciones encaminadas a
transformar la estructura organizativa institucional hospitalaria con el fin de
sublimar los valores teleológicos hacia su consumación exitosa, cristalizada
en un servicio médico asistencial eficiente y preventivo ecológicamente
dirigido al individuo y a las comunidades. La figura 30 muestra la
Significación del Empoderamiento Enfocado en un Servicio Transformador de
la Organización.
322
322
324
administración convencional cimentada en una gestión de recursos y
principios basados lamentablemente en un modelo de economía roja como
eje principal de su ejercicio, pero que el sentido perceptivo de los actores
sociales traduce en una oportunidad emergente de evolucionar.
A este respecto, emerge la necesidad de una alta gerencia más
comunicativa, menos politizada, que asigne flexiblemente un presupuesto
adaptativo a las circunstancias, sin trabas burocráticas, para de esta manera
establecer un hospital competente en el cumplimiento de las metas, mediante
una gerencia local integradora y descentralizada, que genere opciones
resolutivas creativas a la compleja problemática de la entidad, a pesar de la
escasez y la limitación presupuestaria.
Esta iniciativa se apoya en esta investigación como herramienta
generadora de soluciones concertadas en la cotidianidad hospitalaria y la
docencia como actividad formativa de difusión de estos nuevos
conocimientos creados, que gestione interdisciplinarmente la resolución de
situaciones críticas según las particularidades de identidad institucional
otorgadas por las características del servicio médico ofertado.
De este modo, la transformación gerencial mediante la innovación dará un
giro en la gestión de recursos, que reproducirá un impacto socioeconómico
en la calidad de la atención médica, creando una identidad gerencial
hospitalaria que proyectará a futuro el desarrollo de la infraestructura con
visión prospectiva. Este cambio en el modelo gerencial, lo comprendí viable
solo a través de la sustitución de la economía roja imperante, con los
principios de la economía azul propuestos por Pauli (ob. cit.), para generar un
nuevo modelo de gerencia en salud basado en los axiomas de esta
economía que denominé Gerencia Azul.
Tal como lo planteó el autor citado, los principios de la economía azul se
sostienen en las fuerzas naturales de los ecosistemas, sustitución de insumos,
biodiversidad, biodegradabilidad, biomímesis, rentabilidad, reutilización de
nutrientes, materiales y energía localmente disponibles en procesos circulares
325
que desaparezcan a la basura, sin emisiones ni vertimientos, con el uso del
agua como catalizador químico-biológico, la innovación constante,
prevalencia de relaciones simbióticas, satisfacción de necesidades humanas
y la ética medioambiental, en un sentido de un renovar la visión que se
comparte en esta noble organización y sus fines.
En este orden ecológico, el director médico del hospital deberá planificar
estratégicamente acciones en las instituciones larenses basadas en estos
axiomas, de manera que desde la escasez tendrá que diseñar modos
austeros de rendir los materiales por paciente atendido, a la vez que será
imperativo aprovechar mediante ecodiseños, sistemas estructurales que
exploten los elementos climáticos del entorno hospitalario, para ahorro de
energía y agua. Simultáneamente, requiere reflexionar creativamente una
disposición adecuada de los diferentes residuos mediante redes clústers,
para sustituir su acumulación ambiental por procesos de reutilización,
reciclaje o remanufacturación.
Del mismo modo, disponer del conocimiento gerencial relativo a la
circularidad económica que según autores como Yuan (ob. cit.), apoya el
principio de reducir uso de nuevos insumos, reusar lo rescatable y reciclar los
residuos, así como el flujo circular industrial de Stahel (ob. cit.) y Park (ob.
cit.) en la recuperación de materiales y energía, disponibles en el mercado
para hacer de la gerencia hospitalaria un bien generador de sostenibilidad.
En este sentido, los departamentos, deberán generar propuestas
innovadoras, guiadas por una incesante creatividad, con base en los axiomas
de la economía azul, para construir colectivamente de manera socializada
este nuevo modelo gerencial, de manera progresiva, mediante cambios
transformadores que concreten la consolidación de una gerencia azul en
permanente evolución gnoseológica y praxeológica, a través de una visión
compartida de este aprendizaje. En la figura 31 ilustro la Construcción Social
de la Gerencia Azul desde un Sentido Humanista del Servicio Salubre.
326
326
Fi
gura 31. Construcción Social de la Gerencia Azul desde un Sentido Humanista del Servicio Salubre.
Redimensionamiento Organizacional desde la Gerencia Azul
328
atenuar el daño ecológico, como por ejemplo la iniciativa de Hospitales
Verdes en Tailandia y la salud en la economía verde propuesta por la OMS.
Por consiguiente, es imperativo el diseño de un marco programático para
encauzar acciones que conciban sustentables a los hospitales, y el cual debe
tener por objetivo apuntalar los esfuerzos que hacen estas instituciones con
el fin de sembrar una mayor sostenibilidad de la salud ambiental, para lo que
estimo vital incluir los siguientes aspectos en su planificación: la gerencia,
alimentos, agua, medicamentos, energía, químicos, residuos e
infraestructura.
Las habilidades de liderazgo en el gerente serán primordiales para
adquirir una vasta participación de los empleados, con la finalidad de
promover el diseño y ejecución de planes azules que favorezcan la salud;
además de propiciar la sostenibilidad y un medio ambiente priorizado por las
normas de estas entidades. En este sentido, se deben promover acciones en
equipo articulando a la comunidad y promoviendo la investigación ecológica.
De la misma manera, es vital incentivar cambios para reducir el consumo
de agua, mediante sistemas de recolección de lluvias o a través del rediseño
de las conexiones de tubería de aguas limpias configurándolas para reutilizar
el agua como drenaje de los inodoros. Igualmente promover sistemas
sustentables de alimentos para reducir sus huellas y mejorar la nutrición, con
lo que colaborarían a la prevención, limitación de los impactos ambientales y
decrecimiento a largo plazo, de la demanda de atención.
Del mismo modo, es preciso que los hospitales locales adopten
mecanismos que les permitan mantener un control sobre los medicamentos,
dispensando solo las cantidades requeridas, con el fin de salvaguardarse de
la escasez, racionalizar los recursos y reducir los residuos. Es necesario,
además, recuperar los medicamentos no usados, para redistribuirlos,
previniendo su inadecuado uso como automedicación.
En el mismo sentido, es deber del nuevo quehacer gerencial implementar
la eficiencia energética limpia. La generación a partir de combustibles fósiles,
según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático
329
(2016) es lo que causa la mayor parte del daño al ambiente y salud pública.
Las emisiones generadas por la quema de éstos se cuentan entre los
principales factores del cambio climático y de los problemas que se
experimentan a escala local.
Como lo describe Pauli (ob. cit.) una transición hacia el uso de fuentes de
energía limpias renovables, pueden disminuir de forma significativa las
emisiones de gases de efecto invernadero y proteger la comunidad de las
innumerables consecuencias que este conlleva, como las enfermedades
transmitidas por vectores, el aumento de las sequías y la escasez de agua en
algunas regiones o las tormentas e inundaciones, en otras.
Asimismo, será otra premisa para el aspirante a gerente azul, reemplazar
las sustancias nocivas de uso hospitalario como la quimioterapia, o los
desinfectantes para esterilización, con alternativas ecológicas más seguras,
así como también disminuir, tratar y disponer de manera circular los residuos
ordinarios y/o biopeligrosos.
Igualmente, el candidato a gerente azul debe apoyar el diseño y de
hospitales saludables. Actualmente, un gran número de problemas de salud
ambiental como el cambio climático, contaminación y pérdida de
biodiversidad están relacionados con la producción y mantenimiento del
entorno construido. A medida que el desarrollo civilizatorio toma auge, la
edificación de estructuras consume más recursos, lo que exige métodos de
cimentación locales que instauren su sustentabilidad; para que estas
estructuras y su mantenimiento atenúen la huella que dejan en la salud
ambiental.
Ante estos hechos, comprendo que es imprescindible redimensionar en
sus dos acepciones la estructura hospitalaria, evaluando sus nuevas
dimensiones desde una nueva perspectiva, articulada con un modelo de
gerencia basado en principios circulares azules, para sostener eficientemente
la teleología salubre desde un plano misional ontológico, que haga
sustentable este proceso. En la figura 32 muestro el Redimensionamiento
Organizacional desde la Gerencia Azul.
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330
332
En este contexto, la esencia ontológica humanista de los centros de
salud, exige una gestión comprometida y adecuada a la respuesta de las
solicitudes demandadas por los usuarios, la cual es una situación agravada
por la crisis socioeconómica nacional que ha vuelto imperativo el control del
gasto público sanitario referido al manejo de recursos y los gastos operativos
relativos a la disposición de residuos biomédicos.
Considerando las particularidades específicas del sistema hospitalario
local, el manejo óptimo de los recursos debería basarse en el conocimiento
ambiental y los axiomas azules. El manejo contaminante de la gerencia roja
hospitalaria con su consecutiva acumulación de desperdicios dañinos al
ambiente, no solo implica un negativo impacto ecológico, igualmente
involucra un choque a la salud individual y social por la interacción
inseparable del binomio salud/medioambiente, mediado por la presencia de
residuos tóxicos que alteran la funcionalidad del ecosistema natural y
promueven el cambio climático, a la vez que predisponen un uso
descontrolado de los materiales e insumos de atención médica.
Referente a esto, para Graziani (2018) la base del manejo integral de
residuos sólidos es la jerarquía de desechos con vehemencia en la
prevención, seguido de la minimización, reutilización, reciclaje, recuperación
de energía y, por último, la disposición final. Con el conocimiento de esta
jerarquía basada en la innovación tecnológica para la disposición de residuos
sólidos de la economía circular azul, es factible reducir la generación de
residuos, optimizar el uso y rendimiento de recursos, con énfasis en ámbitos
tan contaminantes como las instituciones hospitalarias de naciones en vías
de desarrollo como Venezuela.
En este escenario, surge la forzosa necesidad de reemplazar la gerencia
roja basada en procesos productivos lineales, por un modelo gerencial
asentado en una teoría económica que sea opuesta al modelo lineal. El
objetivo sería concebir las probables vías que propicien el cambio de
paradigma gerencial y económico, de rojo hacia el azul, necesario para
reconducir este modelo hospitalario vigente y los deficientes hábitos de
333
comportamiento laboral, hacia nuevos esquemas enfocados de manera
comprometida y creativa para provocar el decidido rechazo a la cultura de
despilfarro y contaminación.
Según Espaliat (ob. cit.), partiendo de la proposición que la innovación y
el avance tecnológico han tenido a lo largo del tiempo un influjo notable en la
creación y reparación al medio ambiente, es hora de plantear un ejercicio
reflexivo crítico sobre el papel que el ser humano ha profesado como actor e
intérprete de las acciones que condicionan ineluctablemente su propia
existencia.
El objetivo que debemos perseguir como gerentes y personal sanitario es
reinventar una conciencia de debate y análisis acerca de la contribución
hospitalaria local sobre el grado de impacto en la esfera global, que ha
ejercido la relación del individuo con su sustrato vital a lo largo del tiempo.
Diversos aspectos deberán evaluarse a fin que permitan a los ciudadanos,
usuarios del servicio, empresarios y representantes de diferentes
organizaciones públicas y privadas, comprender los retos salubres, descubrir
las oportunidades que subyacen en la aplicación de los principios de la
Economía Azul o Circular.
También destaco el deber como gerentes de salud, de motivar a
empresas, profesionales y expertos para que generen respuestas
innovadoras, utilizando sus principios como una ventaja competitiva de
proyección estratégica, no solo dentro del sector salud, sino a nivel de todas
las empresas e industrias de diversa índole, para crear un lenguaje gerencial,
socioeconómico, ecológico y prospectivo común, que propicie el
amalgamiento de redes complejas en una circularidad simbiótica de flujos
productivos que superponga, para crear un ecosistema interorganizacional
de reutilización de residuos mutuos, ahorro energético y de insumos. En la
figura 33 ilustro la concienciación de la Economía Azul en el Servicio de
Salud y en la figura 34 la aproximación teórica de mi investigación.
334
334
337
El horizonte epistemológico del gerente desde la postura fenomenológica,
lo percibo desde un proceso reflexivo e intersubjetivo en el que me proyecté
como director médico, lo que propició una perspectiva indagativa al ejecutar
las interrelaciones lingüísticas e imbuirme en los saberes de los actores
sociales en este escenario vivencial. Esta descripción, favoreció interpretar y
comprender que la teoría que emergió de la investigación, asentó sus
cimientos epistemológicos a partir de las fuentes cognoscibles en el contexto
hospitalario local. Para lo cual articulé los conocimientos emergentes y los
saberes sustantivos, para aperturar en mis procesos cognitivos espacios con
sentido cognoscente a una nueva postura del accionar gerencial en el ámbito
hospitalario.
Esta reflexión me ubica mentalmente inmerso en la construcción teórica,
la que exhibe una generación permanente de conocimiento desde la postura
epistémica del construccionismo social, en un acaecer de vivencias que me
han permitido interpretar y comprender para teorizar sobre esta realidad
existencial actual y del gerente en salud hospitalario local en su accionar
dentro de la circularidad azul. A este respecto, surge así una nueva
epistemología desde la diversidad gnoseológica de los actores, entes
humanos imprescindibles del sistema salubre larense, quienes me admitieron
para concientizar y evidenciar las interacciones que afloraron de ellos como
significados y sentidos personales para sustentar esta indagación en un
ámbito intersubjetivo de sentido dialógico.
De igual modo, sustento lo ya dicho en los hallazgos traslucidos
empuñando una investigación cualitativa con disposición y postura
interpretativa, basada en el método fenomenológico hermenéutico,
condiciones que provocaron ámbitos reflexivos en mi ser, un desafío como
investigador, exigiéndome alta responsabilidad, cuyo acaecer me permitió
recorrer una nueva manera de pensar desde un modo de pensar diferente,
de naturaleza compleja precisando una actitud receptiva, más abierta a la
comprensión.
338
El horizonte axiológico expuesto, me propició ver un gerente en el
contexto hospitalario larense, ubicado en un cosmos cultural cimentado en
valores individuales, institucionales y sociales, que parten de su esencia
humanista, para conformarse en un prototipo ejemplar para sus miembros
cooperantes. En él se funden la equidad, responsabilidad, compromiso,
empatía, solidaridad y capacidad de aprendizaje permanente. El gerente en
salud larense, sublima su accionar institucional con sus competencias
articuladas en su plano axiológico encauzado a sus subordinados
ejemplarmente en el trabajo grupal y participación integral.
El horizonte axiológico del gerente salubre hospitalario del HCUAMP,
HPO y HGLGL, oferta ventajas competitivas en los centros de salud del
estado, dado que afloran oportunidades para alcanzar la eficiencia del
servicio médico, prospectiva, planeación estratégica, coordinación,
cooperación, comunicación, integración, responsabilidad, compromiso,
empoderamiento, autogestión, creatividad, aprendizaje, entre otros,
mostrándose como valores ideales para el desarrollo holístico de los
miembros de esta institución sanitaria. Es vital, identificar la misión individual,
los escenarios del porvenir y los objetivos personales con una misión y visión
sostenibles en el tiempo.
En este escenario cognoscente siento necesario reflexionar hacia la
acción humana articulada con los horizontes axiológicos y ontológicos, al
estampar un valor propio al aporte teórico generado. Bajo esta óptica, centro
el quehacer gerencial del director médico en el contexto de los hospitales
estudiados, enfocado hacia una planeación adecuada en pro del alcance de
los objetivos institucionales planificados, confrontando los desafíos
emergentes del mundo globalizado contemporáneo que propicien la
construcción del saber gerencial y optimicen la prestación de la atención en
salud, como un servicio humano y social.
En esta dimensión de carácter axiológica considero que el gerente de
salud hospitalario larense será un pilar institucional, con habilidades
339
comunicativas, competencias sociales, destrezas para ubicar opciones
resolutivas, liderazgo integrador creativo, capacidad de reaprender, visión
prospectiva, habilidades estratégicas y esencia humanitaria sensible de
sentido social. De aquí, que el gerente hospitalario local tiene el compromiso
de desplegar sus destrezas para potenciar el crecimiento personal e
institucional, asimismo, impulsar la formación de sus colaboradores con la
intención de alcanzar una labor colectiva coordinada como factor para
concretar la teleología institucional y por consiguiente la satisfacción de las
expectativas endógenas y exógenas del medio, así como el entorno
respectivamente, en la organización de salud local.
El horizonte teleológico de este estudio doctoral, fue recortar distancia del
mundo de los centros de salud larenses, para percibir el accionar gerencial
de los directores médicos en las vivencias de su cotidianidad respecto a un
nuevo enfoque económico, a través de sus voces, para evocar experiencias
relacionadas a este fenómeno. Por lo cual, pude interpretar las
peculiaridades, sensibilidad, humanismo, ideales, anhelos de cambio, deseos
de crear nuevos saberes, en los significados otorgados a mi dialógicamente
para su interpretación y comprensión, con la pasión de brillar en la sociedad
y empoderarse a favor del bien común.
Una organización donde el valor moral prevalece sobre el mercantilismo y
clientelismo de la sociedad actual, para dimensionar el ser desde una
esencia creativa, noble, emparentada al servicio hacia un ámbito de
significado trascendental para los seres humanos y su salud. La figura 35
representa los horizontes filosóficos de la investigación.
340
340
REFLEXIONES DE UN NAVEGANTE
Paolo Lugari
343
Con base a estas reflexiones preliminares que contextualizaron el
abordaje intelectual de los aspectos destacados desde mi postura sobre el
fenómeno estudiado con un enfoque cualitativo bajo el paradigma
interpretativo, busco que las epistemes preponderantes trasluzcan espacios
sobre los caminos epistemológicos cognoscentes de la gerencia azul en los
hospitales locales.
Así, es mi deber significar como punto de reflexión en el acaecer
investigativo, la relevancia que los actores le conceden a la gerencia en salud
enfocada en objetivos y metas organizacionales, en un deseo por enunciar
su postura fundida de la organización, razonando la pertinencia de dirigir sus
acciones a logros factibles de ésta proyectados en el tiempo. Igualmente, por
medio de la compresión, ponderar la sostenibilidad institucional mediante el
impacto de las estrategias en el ámbito laboral operativo, proveniente de una
novedosa gnoseología gerencial azul en salud y la implementación
sistemática de sus principios económicos.
Al significar la gerencia en las organizaciones de salud desde las
perspectivas económicas cromáticas de los distintos modelos descritos,
contextualizo una institución hospitalaria larense compleja con múltiples
planos de realidad coexistentes, donde sitúo al ser humano como individuo y
grupo en un primer nivel micro existencial, amalgamado por una cultura
organizacional y de relaciones personales en un nivel meso o medio, imbuido
a su vez en un plano macro de políticas gerenciales sanitarias locales,
regionales y nacionales. Estos niveles simultáneamente contenidos dentro de
un medio físico infraestructural edificatorio, rodeados por un entorno
expuesto al ambiente, clima y fuerzas naturales.
En mi deber de significar el interior ontológico de este ente salubre
complejo, percibo la relevancia que sus actores le otorgan a la gerencia
médica enfocada en metas asistenciales y objetivos organizacionales,
integradas a una dimensión teleológica de funciones misionales
institucionales, en un modo de exclamar sus visiones compartidas de la
344
organización como punto de partida para el logro de cambios que preserven
su fluir productivo de servicios en escenarios futuros. Igualmente, por medio
de la comprensión, ponderaré el crecimiento hospitalario mediante el impacto
de las estrategias en su cotidianidad laboral, donde surgirán nuevos
conocimientos gerenciales circulares sobre el manejo directivo, que se
aplicarán luego en los ajustes de gestión, administración y planeación
estratégica.
Cuando interpreto y comprendo los significados otorgados a una gerencia
azul, evalúo la pertinencia que el hospital asignará a su implementación
como modelo de desarrollo directivo, administrativo y de gestión, a partir de
conceptualizaciones que florecieron de los actores sociales como el liderazgo
gerencial transformacional e integrador, comprendidos como aquellos que
logran una evolución basada en cambios sucesivos enfocados hacia la
infraestructura y operatividad hospitalaria, bajo la noción del trabajo
coordinado en equipos laborales. De esta manera, el gerente azul líder que
amerita la organización, estará centrado en incentivar el cambio de la
praxeología institucional mediante la motivación y creatividad, como modo de
transformar funcionalmente la operatividad del ente sanitario.
Al estimar los valores culturales de benevolencia ecológica que regirán los
procesos institucionales, aprecio el compromiso del liderazgo del gerente
azul para gestionar con responsabilidad e integridad los recursos financieros
y materiales bajo los principios circulares de rendimiento, ahorro, reutilización
y reciclaje. Cada director deberá ser un ejemplo de transparencia,
responsabilidad y enseñanza del conocimiento económico circular, a fin de
crear confianza y comunicación bidireccional abierta entre los empleados
sanitarios, administradores, departamentos, usuarios e instancias superiores.
Además de un perfil ejemplar, es mandatorio que los gerentes circulares
promuevan colectivamente a través de ideas aportadas por todos los
participantes en equipos laborales, propuestas factibles para minimizar los
gastos sin afectar la misión humanista institucional. Esta acción inspirará a la
345
autonomía y empoderamiento de los subalternos para promocionar
conocimiento en la construcción social del modelo gerencial azul emergente,
en el manejo energético eficiente y de los recursos hospitalarios.
De esta manera, debo significar entre los hallazgos develados sobre la
gerencia en los hospitales de la localidad, el manejo de recursos disponibles
desde la escasez, mediante la planificación financiera y de gasto racional de
materiales con criterios de rendimiento para su gestión provechosa, a través
de una planeación estratégica emergente novedosa, que guarde
correspondencia con la problemática planteada por los que vivencian
cotidianamente el funcionamiento del ente sanitario, de manera que la
actividad integradora de recursos y propuestas individuales o grupales se
conciban esenciales en la toma de decisiones institucionales.
Asimismo, los cambios que se deben dar frente a los movimientos
acelerados de un entorno globalizado, demandan renovar la concepción de la
gerencia roja, por un modelo prospectivo, creativo e innovador capaz de
plantear opciones nuevas para el cumplimiento de la teleología hospitalaria;
pretendiendo que una gerencia transformacional basada en axiomas
ecológicos sea capaz de encauzar los procesos reformistas de la
organización y su entorno de manera creadora y emprendedora en el análisis
sistémico de las condiciones que determinan una situación problemática,
para tomar decisiones asertivas en la valoración de riesgos, control de
amenazas y aprovechamiento de oportunidades.
De acuerdo con esto, para lidiar con los procesos de cambio, es vital
manejar gerencialmente los aspectos humanos y técnicos para vencer la
dificultad de la inercia que representa la resistencia al cambio y así la
aceptación y adopción de la transformación resultará mucho más favorable.
De este mismo modo, resaltar como elemento de reflexión en el discurrir
investigativo, la relevancia que los actores sociales le otorgaron a la
economía azul, como basamento gnoseológico para edificar un nuevo
modelo gerencial, de manera tal que la naciente gerencia emergente
346
homónima sea percibida una herramienta central a partir de la cual deriven
los cambios estructurales y operativos para la transformación evolutiva de la
entidad desde los procesos reflexivos que aquí se instauraron.
En la actualidad, la turbulencia de los cambios acaecidos en el contexto
socioeconómico y político de la nación, impactan significativamente en todas
las organizaciones públicas y privadas, por lo que se requiere adecuar la
gestión de recursos y la gerencia financiera a los escenarios emergentes que
condicionen nuevas problemáticas que agravan las ya existentes, mediante
el surgimiento de amenazas a la misión y visión institucional, que ameriten
ser neutralizadas mediante opciones resolutivas gerenciales azules.
Cabe recordar que la administración económica del hospital debe estar en
coherencia con los gastos operativos, lo cual permite tomar en cuenta todos
los elementos de incertidumbre financiera, así como otros aspectos
contribuyentes en el eficiente desempeño de la prestación de servicios, como
el bajo nivel de crecimiento económico derivado de la crisis nacional aunado
a la inestabilidad política y la ineficiencia de la modalidad roja gerencial
hospitalaria convencional y como estilo de gerenciar.
Por estos motivos, en el ámbito salubre muchas instituciones ameritan
concientizar que la gerencia actual de sus actividades mediante el modelo
lineal vigente, crea un círculo vicioso de interrelaciones negativas y
perniciosas que impactan a cada esfera de la triada sostenible. La
contaminación hospitalaria contribuye a la destrucción medioambiental,
cambio climático y generación de enfermedades a las comunidades, lo que a
su vez dictamina una mayor afluencia de usuarios en solicitud de atención
médica que secundariamente provoca mayores costos de servicios y crea
mayor cúmulo de residuos al ambiente. Por tanto, debe igualmente crearse
conciencia a los usuarios del servicio médico sobre la gerencia azul, para
integrarlos a la iniciativa salubre ecológica y prevenir la dilución de sus
objetivos.
347
En este sentido, los hospitales son vulnerables al impacto de cualquier
desorden financiero imprevisto, caracterizado por la insolvencia y baja
liquidez económica, como resultado de políticas económicas incongruentes
en la planeación estratégica respecto a las necesidades institucionales, por lo
tanto la gerencia azul a implementarse, debe identificar los problemas
existentes en el escenario actual, sus variantes y las condiciones que los
ocasionan, para usar esta realidad como punto de partida, desde el cual
iniciar las trasformaciones basadas en otra perspectiva económica para
programar el futuro con base en una planeación más adecuada.
Partiendo de la realidad actual hospitalaria, el director médico aspirante a
gerenciar en azul, deberá iniciar la resolución inmediata de problemas con
las herramientas que tenga a mano, mientras proyecta junto a sus
colaboradores opciones resolutivas individualizadas a mediano y largo plazo
para cada dificultad institucional. De este modo, iniciará sus acciones desde
una gerencia roja adoptando ideas simples como el rendimiento, gestión
austera y ahorro, para luego ir paulatinamente en el tiempo, incorporando
ideas crecientemente más elaboradas y sofisticadas de su propia inventiva o
producto de la participación colectiva de sus colaboradores en equipos de
trabajo. Así surgirán progresivamente alternativas cada vez más eficientes,
soluciones parciales, ideas que no tendrán éxito pero que se retroalimentarán
de los errores y resurgirán perfeccionadas.
Del mismo modo, a medida que la construcción social del nuevo modelo
asimile nuevas ideas, la gerencia roja tomará otros matices, y posiblemente
absorba tonalidades de la economía verde o economía naranja, todo
subordinado a la dinámica transformacional de la cimentación del modelo
circular, incorporando exitosas propuestas clásicas con innovadores
proyectos de vanguardia, viejas ideas convencionales con pensamientos más
sofisticados alineados a conocimientos técnicos abordados multi e
interdisciplinariamente, en una permanente evolución basada en la
inteligencia creativa, experiencias, conocimiento científico novedoso y
participación de todas las instancias institucionales.
348
La transición de la gerencia lineal roja del hospital a la circularidad
gerencial azul, deberá ser un trance gradual, donde los procesos gerenciales
de planificación, organización, dirección, coordinación, ejecución y control
tendrán que ser resignificados cognitiva y socialmente mediante la
creatividad y el aprendizaje, por tanto, la praxeología organizacional
ameritará generar una reflexión profunda en sus cimientos y adaptarse al
redimensionamiento hospitalario, desde una construcción social de
realidades emergentes y deseables.
La edificación de la gerencia azul implicará inevitablemente entonces, que
el hospital como institución de salud adquiera rasgos de una organización
inteligente capaz de aprender, desaprender y reaprender, para optimizar este
modelo gerencial azul y proyectarlo a futuro como herramienta primordial en
la producción de opciones resolutivas a la problemática clásica e imprevista
de los hospitales, con el fin de garantizar el cumplimiento de sus valores
teleológicos.
Es pertinente exhibir en este orden argumentativo, la trascendencia
ontológica que otorga la misión humanista de las organizaciones de salud
larenses estudiadas, la cual vincula, identifica y significa a cada miembro que
la constituye desde su postura misional y visional, transfiriendo un mensaje
de cambio para la integridad del ser. Esta orientación trascendental de su
ontología, con su impacto develado por los actores sociales, está sostenido
en los valores solidarios hacia la ayuda humana que derivan de un código
deontológico y marco legal constitucional abocado a la protección de los
derechos humanos en salud, puesto que a gerencia se introduce en lo
operativo e instrumental y a veces olvida la naturaleza misional de índole
humanista de este servicio.
Finalmente, comprendiendo a las organizaciones de salud larenses desde
una perspectiva reflexiva como un organización cimentada en valores y
normas compartidas, con una misión de atención médica a los usuarios
necesitados, basada en principios éticos y legales bajo un esquema
349
operativo definido y una gerencia en construcción y en permanente desarrollo
a los cambios estructurales frente a la crisis, puedo afirmar que desde la
gerencia deberíamos asumir una filosofía ecológica de vida basada en los
lineamientos del sistema económico azul, para fomentar soluciones mediante
una gerencia azul como prioridad, para lo que no sea resoluble bajo esta
conceptualidad, ejecutarlo con gerencia verde, y lo que sea irresoluble en
verde y azul, procurar minimizar el impacto sostenible de la economía roja
mientras reflexionamos como replantear circularmente la azul.
350
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375
ANEXOS
ANEXO A
TESTIMONIO DE LOS ACTORES SOCIALES PRELIMINARES
377
Testimonio del actor social preliminar A
1 En el hospital siempre falta algo, a veces suturas, medicamentos o
2 personal, generalmente el anestesiólogo. A veces lo que falta se debe
3 solicitar a los familiares. Por eso los turnos de electivas están muy
4 parados. De vez en cuando también se va el agua y hubo turnos
5 suspendidos por apagones donde no funcionó la planta eléctrica. Otro
6 día se paró el pabellón por robo de los aires acondicionados y para
7 agravar todo, la huelga del personal de enfermería por bajos salarios
8 ha llevado a estas a hacer planes de contingencia y cerrar filas
9 mientras otras han renunciado. Esto igualmente afecta la consulta
10 donde solo se atienden pacientes oncológicos.
378
Testimonio del actor social preliminar B
1 En cuanto insumos médicos estamos graves, los turnos de
2 cirugías electivas están parados por el paro de enfermeras, solo
3 se hacen estrictas emergencias y todo se les pide a los familiares,
4 para empeorar la situación a veces hay fallas con el suministro de
5 agua.
379
Testimonio del actor social preliminar C
1 Los insumos están extremadamente escasos, debo hacer
2 malabares para encontrarlos, cuando se consiguen son
3 revendidos y los precios excesivamente caros, sobre todo los
4 gases anestésicos. Es prácticamente imposible encontrar
5 materiales a precios regulados, los proveedores se afincan en los
6 precios que suben casi a diario, más el personal que se queja
7 porque el salario no les alcanza. Todo esto encarece los gastos
8 de la unidad. Cuando abrí la unidad no tenía ninguna experiencia
9 en la dirección de clínicas, fui aprendiendo mientras gerenciaba,
10 sin embargo, no había tantos problemas como ahora.
380
CURRICULUM VITAE
381