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UNIVERSIDAD DEL GOLFO

SECRETARÍA GENERAL
DIVISIÓN DE ESTUDIOS DE POSTGRADO E INVESTIGACIÓN

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
CON ESPECIALIDAD EN:
METODOLOGÍA DE LA DOCENCIA

ECONOMÍA POLITCA DE LA EDUCACIÓN

“EL IMPACTO DE LA ECONOMÍA EN LA EDUCACIÓN DE MEXICO”

L.E.P. María Guadalupe Fat Martínez


Julio, 2019.
INTRODUCCIÓN

La relación entre economía, sociedad y educación ha sido abordada a lo largo de


la historia de pensamiento de múltiples y variadas maneras dando cuenta de su
singularidad y comportamiento en cada época de la historia. Estos conceptos son
tan moldeables que van de acuerdo al tiempo, lugar y espacio que se desarrolle.
Asimismo cabe mencionar la relevancia del dinero que se destina a la educación
en el país, y la distribución de acuerdo a la economía que hay en México. En el
presente ensayo se abarca la repercusión de la economía en la educación y por
ende de la sociedad mexicana.

La única cosa más cara que la educación es la ignorancia.

Benjamín Franklin

En relación con la frase anterior, la educación no necesariamente radica en


aspectos monetarios, sino va más allá de la oportunidad económica, sino de valores
que inician en la familia, sin embargo para poder alcanzar un grado educativo, es
necesario tener perseverancia hacia el estudio, y lamentablemente esas
oportunidades solo surgen para aquel que tiene por así llamarlo “dinero”; pero es de
reconocer que existe un gran número que por no tener el recurso económico no se
han quedado estancados, sino que han buscado la manera de salir adelante.

La Economía es, fundamentalmente, una forma concreta de pensar sobre el mundo


y sus interrelaciones. Se puede aplicar a casi cualquier situación que afecte a
individuos, empresas, gobiernos. Es una forma de reflexionar que expresa respeto
por la evidencia empírica, logrando una comprensión intelectual no sólo de los
fenómenos sociales, sino también ofrecer instrumentos y estrategias a la política,
que hagan que las sociedades funcionen mejor. (Calderón, Rios Rolla, & Cecarini,
2008)
La importancia de esta materia radica en el principal problema de los países, lo
económico, a raíz de este surgen graves situaciones como lo es el desempleo,
inflación (aumento de los precios de los productos y artículos de la canasta básica),
la recesión, pobreza, riqueza, escases de alimentos y materias primas, así como la
alza de precios etc, estas causas son a raíz de los malestares sociales y políticos
de cada país, haciendo que el aspecto económico se haga más notorio con mayor
intensidad en aquella población que identifica a la población en general.

Se entiende por economía al estudio de como utiliza los recursos para satisfacer
sus necesidades. Es a ciencia que tiene como objeto la administración de los
recursos escasos de que disponen las sociedades humanas: estudia las formas
cómo se comporta el hombre ante la difícil situación del mundo exterior ocasionada
por la tensión existente entre la actividad económica.

Mientras que economía de la educación es la disciplina dentro de la Economía que


estudia las leyes que regulan la producción, distribución y consumo de bienes y
servicios educativos, y los efectos socioeducativos de éstos.

Suele interpretarse como una extensión de la ciencia económica que persigue el


objeto de aprender fenómenos que escapan a su órbita habitual; del mismo modo,
también puede visualizarse como un área ganadora de independencia en el campo
educativo, con similares propósitos. Una identificación sintetizadora perseguirá un
marco de entendimiento para fenómenos como el rol integral del hombre, su devenir
económico o su capacidad de aprendizaje de conocimientos abstractos y aplicados.
Dicha vertiente de pensamiento comenzó a cobrar impulso a partir de los avances
en capital humano durante las últimas décadas (Becker, 1975) reformulando en
cierta medida al acotado concepto hasta entonces sostenido para el capital.
Un repaso por su historia muestra que el inicio y desarrollo se acercó más a un mero
apéndice económico, buscando mayor sustento para cuestiones ligadas a la
situación educativa, que hasta entonces aparecían inexploradas o incomprendidas.
Tal consideración llevada al extremo, supondría la aplicación de una simple
transferencia de supuestos y modelos usados para la interpretación de la
producción de bienes, para explicar realidades educativas.

Este aspecto condujo a delimitar la disciplina al estudio de leyes regulatorias de la


producción, distribución y consumo de servicios educativos y sus efectos
socioeconómicos, cuestión que se vería en adelante como un error.

Por lo tanto, es una disciplina signada por la detección de necesidades,


planificación, financia-miento y gestión educativa, y por la medición de sus frutos
sobre el sistema socioeconómico; pero una riqueza adicional es el rol de
“disparador” de una cosmovisión integradora, vital para responder cuestiones
sociales nuevas.

Las necesidades básicas del ser humano van desde alimentación, educación,
vestimenta vivienda, sin embargo el campo laboral que ofrece México son muy
pocas, incluso las profesiones han estado desvalorizados, pues hoy en día existen
muchos profesionistas que no ejercen su profesión, y terminan laborando en oficios
más bajos.

El principal problema en la educación de México radica en la economía,


exclusivamente en la distribución de recursos destinados a esta, lamentablemente
de acuerdo al PIB del país, tal y como se muestra en la información siguiente. Otro
aspecto que quizás no se completa es el embudo económico el cual contribuye a
que los recursos van quedando en las personas o instituciones que están arriba y
el recurso real que llega a las escuelas es mucho menos.

México ocupa el quinto lugar en América Latina y el Caribe en cuanto a su PIB per
cápita. Sin embargo, la proporción del PIB que el Estado mexicano dedica al
financiamiento de la educación pública (4.9%) es menor a la observada en seis
países de la región (véase cuadro 1). (Muñoz Izquierdo, 2001)

Por otra parte, la proporción del PNB que el gobierno mexicano dedica al
financiamiento de la educación primaria (1.7%) es menor a la observada en otros
cinco países latinoamericanos; mientras que la proporción del PNB per cápita
dedicada por el gobierno de este país al mismo fin (12%) sólo es inferior a la
registrada en otros dos países de la región (véase cuadro 2).

Sin embargo, cabe hacer notar que esa proporción representa menos de la mitad
de las registradas en Cuba y Costa Rica (27% y 25%, respectivamente), países que
ocupan los primeros lugares -desde el punto de vista de este indicador- entre los de
América Latina y el Caribe. Ello significa que, si bien el esfuerzo que hace
proporcionalmente el gobierno mexicano para asegurar el financiamiento de la
educación primaria no es despreciable, ese esfuerzo ha sido superado con creces
(en los mismos términos proporcionales) por otras dos naciones de la región.

Cabe recordar que al analizar la información correspondiente a la relación entre el


gasto público en educación y el PIB, se observó que, desde ese punto de vista,
México ocupa un séptimo lugar en la región. Esta posición es, pues, menos
desfavorable que las arriba mencionadas.

Desde luego es probable que esta asimetría se deba a que las aportaciones del
sector privado a la educación sean en México relativamente inferiores a las
observadas en otros países latinoamericanos; o bien a que como consecuencia de
la estructura demográfica de nuestra población (y de la dispersión de la misma)
nuestro país tenga que hacer mayores esfuerzos financieros para satisfacer su
demanda educativa. Sin embargo, también es probable que esta observación se
pueda atribuir a que nuestro país no esté aprovechando sus recursos financieros en
forma eficiente. (Muñoz Izquierdo, 2001)

Nuestro país vive hoy inmerso en una discusión que, como la mayoría de las que
tenemos, está profundamente polarizada e ideologizada; se descalifican todos los
argumentos del rival y no se reconoce defecto en la postura que se prefiere
defender.

Mejorar la educación es un tema con profundas implicaciones económicas, que no


sólo condicionará el desempeño futuro de nuestra sociedad, sino que determinará
las historias individuales de los niños que conforman las generaciones futuras en el
mercado laboral.

Aquellos que son activos en lectura y escritura y que lo son en matemáticas (aun
con niveles básicos de educación) tienen diferencias significativas en los ingresos
promedio que perciben.

Parte de la discusión sobre el estado que guarda la educación en México se centra


en asegurar que las zonas de mayor marginación presentan por esa condición un
menor desempeño y calidad educativa. Ello representa una visión fatalista, dado
que la posibilidad de acabar con la marginación de manera inmediata y relevante
es baja. Sin embargo, existen estudios internacionales que muestran que esa
relación no está predeterminada.
Un estudio de la Intercultural de las asociaciones económicas de México mostró que
es un mito que el menor ingreso condicione automáticamente un bajo desempeño
académico. Entre varios, destacó un factor presente en organizaciones educativas
que aun en entornos económicamente precarios presentan niveles de desempeño
elevado: el que el cuerpo docente asuma la responsabilidad plena de la enseñanza;
en otras palabras, que la calidad de los docentes y su compromiso ético esté dirigido
a alcanzar la mejor educación posible, sin pretextar las condiciones del entorno.

En la discusión en México se tiende también a señalar que es indispensable mejorar


la infraestructura física de las escuelas, antes de poder realizar ningún paso de
mejora educativa. Frente a ello, existe la experiencia reciente en Haryana, India; un
estado con más de 15,000 escuelas en el que, en unos cuantos años, se logró
realizar una profunda reforma en el proceso educativo, a partir de la capacitación y
rediseño de funciones de los docentes. El diagnóstico fundamental fue que una
parte importante de los profesores no enseñaban, por lo que atendiendo ese tema
con inversiones mínimas se dio un cambio radical en la calidad de la enseñanza en
la región. (Martínez Solares, 2016)

En México, la discusión educativa se ha ideologizado y convertido en uno más de


los instrumentos para alimentar la pugna entre los extremistas que o pertenecen al
grupo de quienes no reconocen fallas en la ejecución gubernamental o los que creen
que todo lo que se realiza desde el gobierno debe ser descartado.

A diferencia de otros sectores como el de infraestructura en que en que los recursos


principales son materiales y financieros, en el tema educativo el recurso más
relevante son los docentes. Sin una profunda transformación educativa, que haga
que los profesores enseñen, que posibilite el que midamos la calidad de a quiénes
asignamos esa tarea y que mejoremos los sistemas de capacitación y el modelo
pegado pedagógico, seguiremos discutiendo si las manifestaciones de hoy son
legítimas o si en este tema hay derechos laborales afectados, olvidando que lo único
verdaderamente en riesgo es el futuro bienestar económico de millones de niños en
este país.

La creciente interdependencia entre países, impacta en el desarrollo de cada uno,


con un proceso productivo ampliado de manera trasnacional, bajo la lógica de la
eficiencia y la innovación. La educación por su parte, adquiere cada vez mayor
importancia como factor clave en la economía de los países; según estudios de la
OCDE, México no ha elevado sus niveles de productividad en los últimos años, la
constante brecha del PIB per cápita en relación con otros países, se debe sobre
todo a un bajo nivel y una baja tasa de crecimiento de la productividad laboral que
proviene de la baja calidad educativa.

Los estudios señalan que para incrementar la productividad y mejorar el


desempeño del mercado laboral, se requiere aumentar el nivel educativo y reducir
la informalidad que representa uno de los mayores males de una economía.
Inclusive desde la primaria, la educación determina los ingresos, las tasas de
ocupación, desempleo y otros factores de impacto económico y de bienestar social.
Las personas con primaria incompleta tienen una tasa de empleo de 37%, de 47%
para quienes la completaron, de 60% para quienes tienen secundaria incompleta y
de 74% para los que completaron ese nivel (Martínez Solares, 2016)

Es Importante señalar que un mayor gasto público no garantiza necesariamente


una mayor calidad en la educación que pueda ser traducida en mejor desarrollo
económico; de hecho, los países de América Latina no aprovechan al máximo lo
que gastan. Por su parte, los sistemas educativos en Lituania y Macao-China
dedican una cantidad por alumno similar a la de los sistemas escolares
latinoamericanos, pero sus estudiantes, independientemente de su nivel
socioeconómico, obtienen mejores resultados en los exámenes internacionales
estandarizados. Si se toman como referencia los resultados del Programa PISA, los
latinos de 15 años de edad cuentan con una media equivalente a 3 años de
escolarización por debajo de sus homólogos de la OCDE. (Silvas Arvizu, 2018)

Lamentablemente ante esta situación somos los maestros quienes estamos


inmersos en el campo real de la educación que esta índole no debe compararse con
países de primer nivel pues este es el principal error, las necesidades básicas de
México son muy diferentes a las necesidades de otros países para iniciar en
contextos y economías y por ende la forma en que se exige a los alumnos no puede
ser delimitada en pruebas estandarizadas pues ellas solo evalúan conocimientos, y
dejan de lado las situaciones familiares y económicas de los alumnos.

Los expertos de la OCDE aseguran que México debería acelerar su capacidad


para crear las formas de adquirir ciencia y tecnología que cubran las necesidades
de la sociedad, no obstante, se cree que el sistema educativo no se encuentra
preparado para responder a la demanda actual y futura de forma eficiente y señalan
la calidad el mismo como uno de los problemas centrales en cuestión. Sin duda
alguna, la inversión en educación tiene una gran relación con el crecimiento
económico y el desarrollo en las economías globalizadas. De esta manera, las
características del sistema educativo de un país, pueden determinar gran parte de
su evolución económica.

La apertura, la globalización, el desarrollo, el crecimiento, la recesión son procesos


dinámicos que han adquirido una importancia fundamental en los últimos años en
la vida económica de todo agente: estado, escuela, trabajador que de un modo u
otro se han visto alterados por estos fenómenos. Independientemente de que se
esté a favor o en contra de la globalización, o crea que la pobreza es inevitable o
una abominación, la economía le permitirá a las sociedades recopilar pruebas y
alinear pensamientos. Los argumentos económicos concretos son esenciales en
casi cualquier cuestión de política pública, donde el éxito suele depender del triunfo
del realismo sobre el idealismo.

Conclusiones

La educación es un derecho social que posibilita la potencializarían de las


capacidades de los individuos y de esta manera “instituye” sociedades, que actúan
en la cotidianidad en función de la información que se posea. De ahí la importancia
de crear mecanismos óptimos para mejorar el funcionamiento de las políticas
educativas del país.

Así la educación también se liga con la libertad, ya que permite a los individuos
discernir y ampliar su gama de posibilidades en la vida; para tener una política
educativa exitosa es necesario crear un marco integral de los pilares del desarrollo
ateniendo a cuestiones socio-culturales y económicas, como la pobreza, la
desigualdad, la exclusión etc.

De lo contrario todos los esfuerzos serán en vano sin que se reduzcan problemas
específicos, pero que difícilmente podrán general un cambio sustancial en la
realidad de México, así también es necesario replantear el tema del presupuesto
asignado, valorando no solo su total, sino su distribución con el fin de generar real
impacto en los insumos necesarios para llevar acabo una mejoría en la educación.

Bibliografía

Becker, G. (1975). Human Capital (2da edición ed.). Nueva York.: Columbia
University Press.

Calderón, M. I., Rios Rolla, M. A., & Cecarini, M. F. (2008). Economía de la


Educación. Argentina: Mendoza.
Mark, B. (1985). “Where are We now in the Economics of Education? Economics
of Education Review, pp. 17-28. Recuperado el 14 de julio de 2019

Martínez Solares, R. (06 de Julio de 2016). La importancia económica de la


educación. El Economista. Recuperado el 14 de julio de 2019, de
https://www.eleconomista.com.mx/finanzaspersonales/La-importancia-
economica-de-la-educacion-20160706-0015.html

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