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DISCURSO POR EL ADULTO MAYOR

Es un enorme placer estar con ustedes este día, en el marco del -------------------
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La iniciativa de difundir estos derechos responde a la necesidad y el interés de


los Estados para promover la protección y el apoyo a las personas adultas
mayores, en seguimiento del Plan de Acción Internacional de Viena sobre el
Envejecimiento, aprobado en 1982.

Ya desde esa fecha, era claro para Naciones Unidas que las sociedades en todo
el mundo avanzábamos hacia el envejecimiento poblacional, y desde ese
entonces identificó la discriminación por la edad como un impedimento para
lograr el desarrollo pleno de la humanidad.

Desde el inicio del milenio hasta la fecha, nuestros países han avanzado hacia
un reconocimiento de la persona adulta mayor como sujeto de derechos.

Varios instrumentos políticos y jurídicos dan cuenta del interés de la comunidad


internacional por avanzar a una protección plena de la población mayor de edad.

Por citar algunos, caben mencionar la Declaración de Brasilia del año 2009; la
Carta de San José del año 2012 y la Convención para la Protección de los
Derechos Humanos de las Personas Mayores de la OEA de 2015.

El envejecimiento en nuestros días tiene consideraciones nunca vistas: por


primera vez en la historia se vislumbra que dentro de poco tiempo la población
adulta mayor será más grande que la población infantil. Esto rompe los
esquemas de los sistemas de seguridad social tal cual los conocemos.

Pero más allá del tema de cobertura en salud, pensiones, vivienda o educación
de esta población, quiero centrar mi discurso de hoy en un tema que sigue siendo
trascendental para impedir que las sociedades avancen a una protección plena
de las personas mayores: el ageísmo.

El ageísmo, o la discriminación basada en la edad, es un flagelo que está


presente en nuestra sociedad. Este comienza desde la infancia, con la
propagación de mitos y prejuicios hacia las personas mayores. Es por ello que
esta fecha debe llevarnos a reflexionar contra la discriminación de las personas
mayores, a fin de eliminar las ideas falsas acerca del envejecimiento.

La discriminación por envejecimiento, el abandono y maltrato de las personas


mayores es una realidad en la mayor parte de las sociedades. Se puede
materializar no solo a través del trato en el ámbito del hogar sino también en las
prácticas de los y las servidores públicos, de las instituciones y la proyección de
una imagen negativa de las personas mayores en los medios. Todas ellas
devalúan y excluyen a las personas mayores.

Es por lo anterior, que todas y todos estamos llamados a promover los derechos
y el respeto de las personas mayores.
Desde los centros escolares -quienes comenzarán a impartir la cátedra de
valores y cívica- hasta los jóvenes, quienes algún día llegarán a ser personas
mayores, y nosotros mismos, que ejercemos una función al servicio de esta
población, estamos llamados a buscar que las personas mayores puedan ejercer
plenamente sus derechos, a promover que ellas tomen decisiones sobre su vida
y a acompañarlas cuando requieran apoyos.

Es para mí muy especial poder compartir este evento en el Instituto Nacional de


Pensionados Públicos, pues sé que esta institución ha ido avanzando en
promover más servicios para beneficiarios con discapacidad y dependencia.

Espero que la unidad gerontológica que ustedes han establecido sea un modelo
a seguir por otras instituciones del Estado.

Quiero agradecer como siempre a mi equipo ----------------------------------------------


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Quiero agradecer también a cada persona mayor que día a día da lo mejor de sí
para hacer de este país un lugar más humano y con esperanzas.

Muchas gracias.

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