Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
POR:
ISABEL CRISTINA MARIN MOSQUERA
DOCTORA:
SANDRA MILENA PALACIOS CHAVERRA
NIVEL:
XI
A través de la historia ha sido notable el lamentable trato que sufren los adultos
mayores por parte tanto de los familiares como personas particulares; siendo los
adultos mayores unas grandes personas con un bonito pasado y con una bonita
tarea realizada, prestando servicios con gran amor a su familia y a los demás si
esperar nada a cambio, solo un poco de cariño en gratitud a esta entrega total.
A raíz de este lamentable hecho se vio la necesidad de crear una ley que ampare
a los adultos mayores, sirviéndoles de escudo a todo tipo de maltrato y
vulneración, además haciendo valer los derechos que por ley corresponde.
En el municipio de Tadó no se hace menos notable esta situación por tanto
conoceremos un poco los diferentes derechos que gozan los adultos mayores
para que sus derechos no sean menguados.
Solemos pensar que el adulto mayor, “los viejitos”, son personas que a medida
que envejecen, se van transformando en personas “fastidiosas”, “cansonas”, “un
estorbo”. Pero en el trascurso del tiempo nos damos cuenta del amparo especial
que tienen y motivan o impulsar a mostrar otra faceta del adulto mayor.
Pensamos que hay muchos factores que hacen que las personas, hombres,
mujeres, niños, niñas y hasta los mismos adultos mayores tengan ese
pensamiento, una causa de ellos son los estereotipos sociales; en este caso
encontramos varios estereotipos sociales sobre el adulto mayor, como:
Pero no se trata sólo de vivir más, sino de vivir mejor. Las personas ancianas (que
tienen 80 o más años de edad), cada vez son más numerosas. Hasta hace poco
tiempo, la longevidad era algo extraordinario, ahora es algo normal. Hoy, es
común ver personas de más de 80 años muy activas, llenas de ilusión y de ganas
de vivir más tiempo y aprovecharlo mejor. Tienen inquietudes culturales, sociales,
tecnológicas y hasta deportivas y, por qué no, afectivas también.
Ser anciano o ser mayor, es una etapa más en la vida y debe asumirse con la
misma tranquilidad con la que se asume la infancia, la adolescencia, la juventud,
la madurez, cada una con sus respectivas dificultades.
Las personas mayores tienen derecho a no ser discriminadas por su edad, ni a ser
consideradas “inútiles” o “improductivas” en la sociedad ni, mucho menos, en su
entorno familiar. Al contrario, pueden aportar mucho más de lo que creemos si
contamos más con ellas. Debemos darles, por lo menos, las mismas
oportunidades, beneficios y privilegios de los demás miembros de la sociedad y de
la familia y, al mismo tiempo, debemos brindarles más comprensión, paciencia y
cariño. Es inconcebible que pueda haber sociedades, instituciones o familiares
que “maltratan” o ignoran a sus ancianos. ¡Nunca debe permitirse esto!
La persona mayor, ya sea hombre o mujer, como cualquier otra persona, tiene
derecho a no padecer trato cruel, ni abandono, ni abuso psicológico o físico.
En nuestra sociedad civilizada las personas mayores tienen que ser sujetos
activos, no meros espectadores pasivos. Sería una gran idea que los Gobiernos
tuviesen como asesores a personas mayores a quienes escuchar para la solución
de sus grandes problemas. Probablemente, encontrarían mejores y más sencillas
soluciones.
Las personas mayores no sólo tienen derecho a la plena protección social, sino
también a vivir libremente y a conservar su independencia tanto tiempo como
deseen o sean capaces de hacerlo y a que se les respete su intimidad.
Ser mayor implica capacidad para elegir donde vivir. Algunas veces la familia,
creyendo que le hace un bien a la persona mayor, la quiere sacar de su casa
porque es muy grande, le quieren cambiar sus muebles porque están viejos,
olvidando que su mejor sitio es su “hábitat”, ese lugar donde está su vida, sus
recuerdos y donde “se mueve como pez en el agua”. El derecho, salvo que tengan
que ser debidamente internadas por total incapacidad mental.
Con el desarrollo de esta actividad buscamos concientizar y lograr que los adultos
mayores sean partícipes en el desarrollo de la sociedad, teniendo en cuenta sus
experiencias de vida, mediante la promoción, respeto, restablecimiento, asistencia
y ejercicio de sus derechos.
Lo que se busca desde es que los habitantes del barrio reynaldo se hagan un
examen de auto conciencia, den una mirada hacia a tras, a sus padres, tios,
abuelos, en el momento que llegaron a la condicion de adultos mayores, que tanto
los cuidaron, los protegieron, los amaron, y que tanto hicieron y hacen por esas
personas que desde el momento en que ellos llegaron a sus vidas los quisieron y
cuidaron quizas como ellos quisieron que en el lapso de todas sus vidas o en los
momentos mas solos y en los que ellos se encuentran mas indefensos los
cuidaran a ellos.
Las personas que cuentan con más de 60 años de edad, al igual que todos, tienen
una serie de derechos que ejercitar como el derecho a una vida digna,, al respeto
social, a la salud, a los alimentos, a la justicia, entre otros que deben garantizar la
participación activa y notoria de los adultos mayores en la sociedad, teniendo en
cuenta sus deberes y responsabilidades que cumplir.