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Gestión de recursos hídricos en México

El manejo de los recursos hídricos es una de las preocupaciones más importantes de México y
le está produciendo costos elevados a la economía. Las áridas regiones del noroeste y centro
del país agrupan el 77% de la población de México y generan el 85% del producto interior bruto
(PIB). Las pobres regiones del sur tienen abundantes recursos hídricos. Las aguas superficiales
y subterráneas están sobreexplotadas y contaminadas, lo que produce una insuficiente
disponibilidad de agua para apoyar el desarrollo económico y para la sostenibilidad
medioambiental. El país ha introducido un sistema para el manejo de los recursos hídricos que
incluye tanto a las instituciones centrales (federales) como a las descentralizadas (cuenca y
locales).

Historia del manejo de los recursos hídricos y desarrollos


recientes
México cuenta con una larga y bien arraigada tradición de manejo de los recursos hídricos que
comenzó en los años 30 cuando el país comenzó a realizar grandes inversiones en instalaciones
para almacenamiento de agua y para el desarrollo de aguas subterráneas para expandir el riego
y el abastecimiento de agua a una población en rápido crecimiento.
El Código Agrario de 1934, promulgado durante la administración de Cárdenas (1934-1940),
instauró el poder del gobierno federal para definir el “interés público” por el cual se podía explotar
el agua. En virtud de dicha legislación, entre los años 30 y 70, la comunidad rural y
los ejidos estaban sujetos al control federal directo sobre el agua.1 Los propietarios privados de
tierras, por otro lado, aprovechaban los beneficios de la infraestructura de riego federalmente
subsidiada y los precios garantizados de mercado. Con el tiempo, los grandes propietarios de
tierras se capitalizaron en gran medida, mientras los pequeños propietarios, hacia la década de
los 70, sufrían los efectos de los monopolios de agua.2
En los 70, el gobierno mexicano firmó un acuerdo tripartito con el Banco Mundial y el Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo para preparar el Plan Hidrológico Nacional (PHN) de
1975, que identificó las necesidades para promulgar una Nueva Ley del Agua y una Autoridad
Nacional del Agua (ANA), así como para descentralizar responsabilidades y promover la
participación del usuario del agua en la operación y el mantenimiento (OyM). El PHN promovió
un considerable desarrollo institucional y logros en infraestructura: (i) la transferencia de
responsabilidades del gobierno federal sobre el abastecimiento de agua y saneamiento a las
municipalidades y los estados en 1983, (ii) se creó el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua
en 1986, (iii) en 1988 se creó la Comisión Nacional del Agua ([1] CONAGUA) y (iv) en 1989 se
creó el primer Consejo de Cuencas en Lerma-Chapala, constituido por usuarios del agua de
varios sectores.
Durante la década de los 90, se produjo un rápido desarrollo de aguas subterráneas y extracción
acuífera para la demanda combinada agrícola, urbana e industrial. El gobierno federal también
descentralizó la responsabilidad sobre grandes infraestructuras de riego hacia agencias
autónomas (distritos de riego).
En 1992, México adoptó la Ley de Aguas Nacionales (LAN), que contenía disposiciones
específicas para la función de CONAGUA, la estructura y funcionamiento de los consejos de
cuenca, la participación pública en el manejo del agua, etc. En 1993 se finalizó el sistema
Cutzamala, uno de los proyectos de extracción más grandes del mundo. El sistema
Cutzamala bombea 19m3 de agua por segundo al área metropolitana de la Ciudad de México.
En 1997 se creó el primer comité técnico de aguas subterráneas para administrar una capa
acuífera sobreexplotada en el estado de Guanajuato.
Con la modificación en 2004 de la Ley Nacional del Agua, las trece regiones descentralizadas
de la CNA se convirtieron en organizaciones de cuencas que funcionaban como el brazo técnico
de un consejo de cuencas más amplio que comprendían los intereses de la sociedad civil,
incluidos el sector privado y los grupos de ciudadanos.

Base de recursos hídricos[editar]


Recursos de hídricos superficiales y subterráneos[editar]

Cuenca de México. Las cuencas en verde desembocan en el Pacífico; en marrón, en el Golfo


de México y en amarillo en el Mar Caribe. Las grises indican cuencas interiores que no
desembocan en el mar.
Los recursos hídricos internos renovables de México per cápita son 4016m3, que se
encuentran por debajo del promedio de la región de Centroamérica y Caribe, 6645m3.
Un volumen de 396km3 de agua al año fluye a través de los ríos de México, incluyendo las
importaciones desde otros países y excluyendo las exportaciones. Un 65% de esta escorrentía
superficial se produce en siete ríos. Grijalva, Usumacinta, Papaloapan,
Coatzacoalcos, Balsas, Panuco, Santiago y Tonala, cuya área total de cuencas representa el
22% de la superficie total del país. Los ríos Balsas y Santiago desembocan en el Océano
Pacífico, mientras que los otros cinco desembocan en el Golfo de México.3
La media anual histórica de precipitaciones (1941-2004) es 773mm, con un 77% del total de
precipitaciones que se producen entre junio y octubre.4 Poco más del 70% del agua de lluvia
en México se evapotranspira y regresa a la atmósfera. El resto se escurre por los ríos y
arroyos o se infiltra al subsuelo y recarga las aguas subterráneas.5
México comparte tres cuencas (Colorado, Bravo/Grande y Tijuana) con Estados Unidos de
América (EE.UU.), cuatro con Guatemala (Grijalva, Usumacinta, Suchiate, Coatan y
Candelaria) y uno con Belice y Guatemala (Río Hondo). Las aguas se comparten con EE.UU.
de acuerdo con lo estipulado en el Tratado sobre la utilización de las aguas de los Ríos
Colorado, Tijuana y Río Grande, firmado en 1944.
Las aguas subterráneas representan el 64% del volumen de abastecimiento de agua pública,
el 33% de toda el agua utilizada para agricultura y ganado y el 24% del agua utilizada por
industrias autoabastecidas. En México hay 653 acuíferos de agua subterránea. CONAGUA
estima que la cantidad total de recarga de agua subterránea se encuentra alrededor de 77km3
al año, 36,4% de la cual (aproximadamente 28km3 al año) se utiliza realmente. Este
porcentaje medio no representa del todo la situación de la región árida, donde el balance
negativo amenaza el uso sostenible de los recursos de agua subterránea.
El agua subterránea es una fuente de abastecimiento clave para muchos usuarios de la región
árida o de algunas ciudades donde es el único recurso hídrico disponible. Cerca del 71% de
las aguas subterráneas se utilizan en agricultura, el 20% en abastecimiento urbano de agua y
3% para uso doméstico y para animales.6

Capacidad de almacenamiento e infraestructura[editar]


México cuenta con 4.000 presas y otros tipos de infraestructura hidráulica con una capacidad
de almacenamiento de 180km3, que representa el 44% del caudal anual. En las regiones
áridas, las presas se utilizan generalmente para riego. En las regiones húmedas, las presas se
utilizan generalmente para generación de electricidad. En México, las presas también
representan un medio para la protección ante inundaciones. Aproximadamente 63 presas
tienen una capacidad de almacenamiento de más de 100 millones de metros cúbicos
(81.000 pies-acre) y representan el 95% de la capacidad de almacenamiento de México.5 Las
mayores presas son La Angostura (20.217 millones m²), Nezahualcóyotl (14.028 millones de
m²), Chicoasén (11.883 millones de m²) e Presa Infiernillo (11.860 millones de m²). (Centro
Virtual de Información del Agua)
México cuenta con aproximadamente 70 lagos con una capacidad de almacenamiento de
14km3. El más grande, el lago de Chapala, tiene una capacidad de almacenamiento de
8126hm3.

Principales lagos y capacidad de almacenamiento

Superficie de la Capacidad de
Lago Ente federal
cuenca fluvial km² almacenamiento hm³

Jalisco y
Chapala 1116 8126
Michoacan

Cuitzeo 306g 920 Michoacan

Patzcuaro 97 550 Michoacan

Yuriria 80 188 Guanajuato

Catemaco 75 454 Veracruz

Tequesquitengo 8 16 Morelos

Nabor Carrillo 10 12 México

Fuente: CONAGUA
Calidad del agua
Según el índice de calidad del agua, el 96% de los cuerpos de agua superficial de México tiene
diferentes niveles de contaminación. La OCDE estima que el costo económico por la
contaminación del agua en México es de 6.000 millones US$ al año. El problema es más grave
en la región del Valle de México, donde el 100% de los cuerpos de agua presentan diferentes
niveles de contaminación, 18% de los cuales están muy contaminados. La baja calidad del agua
se debe a que no se trata la descarga de vertidos industriales y de aguas servidas de los
municipios en ríos y lagos, al depósito de desechos sólidos a lo largo de las márgenes de los
ríos, a la filtración incontrolada de vertederos antihigiénicos y a la contaminación sin sentido
principalmente de la producción agrícola.
CONAGUA también ha detectado la infiltración de aguas servidas municipales sin tratamiento
en 8 acuíferos, de hierro y magnesio en 2 y de arsénico en uno de la región Lagunera. En los
acuíferos sobreexplotados, la contaminación tiende a empeorar con el paso del tiempo ya que
la reserva de agua superficial se agota. Éste es el caso de la región Lagunera, donde se
encontraron concentraciones de 0,09 a 0,59 mg/l de arsénico en el agua potable, niveles que
son superiores a los permitidos de 0,05 mg/l. Además, la información sobre la calidad del agua,
proporcionada por el Registro Público de Derechos del Agua, muchas veces no es confiable y
las series de datos son insuficientes.7

Manejo de los recursos hídricos por sector

Extracción de agua por sector en 2005

Extracción hm³ Agua dulce hm³ Agua superficial hm³ Total %

Agricultura (a) 39545.0 19176.0 58721.3 76.8

Doméstica 3879.0 6824.5 10703.5 14.0

Industrial (d) 5347.2 1736.4 7083.6 9.3

Total 48771.5 27736.9 76508.4 100

Source: CONAGUA

(a) Incluidos ganado y acuicultura (b) Incluida energía hidroeléctrica

Agua potable y saneamiento


En 1998, el consumo doméstico representó el 17% de la extracción de agua superficial en
México. Durante la década pasada, el sector de abastecimiento de agua y saneamiento de
México realizó grandes avances en cuanto a la cobertura del servicio. En áreas urbanas se
estima que casi el 100% de la población tiene acceso al abastecimiento de agua mejorada y el
91% a saneamiento adecuado. En zonas rurales, los porcentajes respectivos son 87% para el
agua y 41% para el saneamiento.8 Los niveles de cobertura son especialmente bajos en las
regiones del sur. (Véase también Agua potable y saneamiento en México)

Riego y drenaje
En 1998, la agricultura representó el 78% de la extracción de agua superficial en México. Un
total de 6,2 millones de hectáreas (15,3 millones de acres) cuentan con infraestructura de riego
(22,9% de la superficie agrícola total), de las cuales 5,5 millones de hectáreas (13,6 millones de
acres) se riegan realmente. En 1997, 5,8 millones ha (14,3 millones de acres) utilizaron riego
de superficie, 0,3 millones ha riego por aspersión y 0,1 millones ha riego localizado. La irrigación
ineficaz ha generado problemas de drenaje subterráneo y salinización en 3841,63 kilómetros
cuadrados (949 287 acres) d.C. una superficie total de riego de 62 560 kilómetros cuadrados
(15 458 913 acres).5 (Véase también Riego en México).

Energía hidroeléctrica
El sector eléctrico en México se basa en gran medida en fuentes térmicas (74% de la capacidad
instalada total), seguido por la generación hidroeléctrica (22%). La mayor planta hidroeléctrica
de México es Manuel Moreno Torres, en Chicoasén, Chiapas, con 2.300 MW. Ésta es la cuarta
planta de energía hidroeléctrica más productiva del mundo.9 Véase también Sector eléctrico en
México.

Ecosistemas acuáticos
En México hay aproximadamente 70 lagos que abarcan una superficie total de 3700km2.
Algunos de estos lagos, especialmente en el Este, son de origen volcánico y cuentan con
muchas especies endémicas. El lago de Chapala, el más grande de México, se considera la
región de prioridad hidrológica para conservación de la biodiversidad debido a sus 39 especies
locales, 19 de las cuales son endémicas. La laguna de Catemaco, ubicada en Veracruz, tiene
12 especies nativas, de las cuales 9 son endémicas.10
En México, los humedales son ecosistemas dinámicos, complejos y productivos. En
la Convención de RAMSAR sobre Humedales se encuentran registrados los seis principales:
Río Lagartos (Península de Yucatán), Cuatrocienagas (Coahuila), La Encrucijada (Chiapas), el
humedal de Nayarit y Sinaloa, Pantanos de Centla (Tabasco) y el Río Colorado (Baja
California).
Los cenotes, pozos formados con agua superficial, albergan una cantidad de especies únicas,
desde bacterias, algas y protozoos (por ejemplo, copépodos, cladóceros y rotíferos) hasta
vertebrados (por ejemplo, lepisosteus).10 Los cenotes son el principal recurso hídrico para
muchas comunidades mayas antiguas y contemporáneas ya que no hay ríos y hay muy pocos
lagos en la península.

Marco legal e institucional


Marco legal
La principal ley que rige el manejo de los recursos hídricos en México es la Ley Nacional del
Agua (LNA) de 1992, modificada el 29 de abril de 2004.11
Según esta Ley, las funciones principales del sector son responsabilidad del gobierno federal a
través de la Comisión Nacional del Agua (CNA o CONAGUA). La LNA posibilitó la implantación
de un marcho regulador que intenta incentivar una mayor eficiencia y una percepción más
precisa del valor social, económico y medioambiental de este recurso. Por lo tanto, los usuarios
de aguas nacionales operan dentro de un marco de derechos y obligaciones que están
claramente definidos en tres instrumentos básicos:

 Títulos de concesión o asignación, que establecen los derechos para extraer, utilizar o
usufructuar un volumen específico de agua.
 Permisos para la descarga de aguas servidas. Estos instrumentos establecen la concesión
bajo la cual los autorizados pueden disponer de las aguas servidas.
 Inscripción en el Registro Público de Derechos de Agua (REDPA) tanto de los títulos de
concesión o asignación como de los permisos para descargar las aguas servidas, que
proporciona a los derechos otorgados a los usuarios del agua una mayor certeza y
asistencia desde un punto de vista legal.
Marco institucional
Las principales responsabilidades del manejo de los recursos hídricos se ha asignado a tres
grupos de instituciones: (i) la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), a nivel federal; (ii)
Comisiones Estatales del Agua (CEA), a nivel estatal y (iii) autoridades y consejos de cuenca.
CONAGUA es la institución de mayor nivel en cuanto al manejo de los recursos hídricos en
México; incluye las políticas sobre el agua, derechos sobre el agua, planificación, desarrollo de
riego y drenaje, abastecimiento de agua y saneamiento y manejo de emergencias y desastres
(con énfasis en inundaciones). Su misión es gestionar y preservar los recursos hídricos
nacionales, con la participación de la sociedad, para lograr un uso sostenible del recurso.
Se encuentra formalmente bajo la autoridad de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (SEMARNAT), pero goza de una considerable autonomía de facto. Emplea 17.000
profesionales, tiene 13 oficinas regionales y 32 oficinas estatales y contó con un presupuesto
anual de 1.200 millones US$ en 2005. También administra directamente algunas instalaciones
hidráulicas clave, como el acueducto Cutzamala que abastece un gran porcentaje del agua
utilizada en el Área Metropolitana de la Ciudad de México. La CNA también posee y opera la
mayoría de las presas de México y opera la red de control de agua del país.7
Las CEA son entes autónomos que generalmente se encuentran bajo la autoridad del Ministerio
de Obras Públicas del estado. Sus atribuciones son diferentes entre los distintos estados y
pueden incluir el manejo de los recursos hídricos, riego y suministro de agua y de servicios de
saneamiento.
Los recientemente creados Organismos de Cuenca (OC) se formarán a partir de las 13 Oficinas
Regionales de CONAGUA existentes y se espera que sean responsables de formular políticas
regionales, diseñar programas para implementar esas políticas, realizar estudios para evaluar y
valorar los recursos financieros generados dentro sus límites (tarifas por uso de agua y
servicios), recomendar y cobrar tasas específicas para las tarifas por uso del agua. Se espera
que los consejos de cuenca (CC), junto con CONAGUA, guíen el trabajo de los OC. Hay un total
de 25 CC que han sido establecidos con los mismos límites de cuencas que las OC.

Estrategia del gobierno


La enmienda del año 2004 a la Ley Nacional del Agua (LNA) tiene como objetivo la
reestructuración de las funciones más importantes de CONAGUA a través de la transferencia
de responsabilidades del nivel central a entes subnacionales: los Organismos de Cuenca (OC)
y consejos de cuenca (CC). Se espera que los OC y CC cumplan una función más importante
en el sector, limitando la función de CONAGUA a la administración de la LNA, al manejo de la
política nacional del agua y a actividades de planificación, supervisión, apoyo y regulación.
La Ley Nacional del Agua también introdujo un Sistema Financiero del Agua (SFA). CONAGUA
creará, junto con el Ministerio de Finanzas, los instrumentos apropiados para determinar fuentes
de financiamiento, pautas de gastos, recuperación de costos, establecimiento de cuentas y de
indicadores de manejo.

LEGISLACION EN MATERIA DEL AGUA

Constitución Política
La gestión jurídica del agua en México tiene como fundamento lo que dictan tres
artículos de la Constitución Política (4˚, 27 y 115) y la Ley de Aguas Nacionales.

El artículo 4˚ reconoce que toda persona tiene derecho al acceso, la disposición y el


saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre,
aceptable y asequible. El Estado debe garantizar este derecho de forma equitativa y
sustentable, y establecer la participación de la Federación, los estados y la ciudadanía
para conseguirlo.

El artículo 27 señala que las aguas son propiedad de la Nación y sienta las bases para
que el Estado regule su aprovechamiento sostenible, con la participación de la
ciudadanía y de los tres niveles de gobierno. Especifica que la explotación, el uso o
aprovechamiento de los recursos se realizará mediante concesiones otorgadas por el
Ejecutivo, con base en las leyes.

El artículo 115, por su parte, especifica que los municipios tienen a su cargo los
servicios públicos de agua potable, drenaje, alcantarillado, tratamiento y disposición
de sus aguas residuales.

Legislación secundaria
En cuanto a la legislación secundaria, la Ley de Aguas Nacionales (LAN) es el
ordenamiento reglamentario del artículo 27 constitucional; regula la distribución y
control del agua, y designa a la Comisión Nacional del Agua como el órgano
responsable de ejercer la autoridad y administración del agua a nombre del Ejecutivo.

La LAN se promulgó en 1992 y su última reforma fue publicada en el Diario Oficial


de la Federación en marzo del 2016.

Otras leyes secundarias se relacionan también con el tema de agua, como la de cambio
climático, la de desarrollo forestal sustentable, la ley general del equilibrio ecológico
y protección al ambiente, la ley minera y otras. La Ley Federal de Derechos, por su
parte, clasifica las zonas de disponibilidad de agua y determina las tarifas por uso, así
como el cobro por descarga de aguas residuales con base en su calidad y la de los
cuerpos de agua receptores.

A partir de que se incorporó el derecho humano al agua en el artículo 4º constitucional,


está pendiente la discusión de la Ley General de Aguas que lo normará.

No obstante la normatividad existente, prevalecen problemas como los siguientes:

• Los hábitos y prácticas en el uso del agua, que son elementos que fomentan el
desperdicio.

• La insuficiente capacidad de los municipios para satisfacer en cantidad y calidad los


servicios de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas residuales.

• La falta de coordinación interinstitucional y de claridad en la competencia de la


federación, los estados y los municipios.

• El rezago de tarifas y los subsidios que fomentan el desperdicio.

• Las malas condiciones de la infraestructura.

• Una gestión centralizada que impide una visión integral de cuenca en la que se
fomente la participación ciudadana.

• La concesión de volúmenes superiores a la disponibilidad y las extracciones ilegales,


sin sanciones.

• Los trasvases de una cuenca a otra con serias consecuencias ambientales y alto
consumo energético.

• La contaminación de los cuerpos de agua por descargas legales, ilegales o no


tratadas.

Nueva Ley de Aguas en México


Para conocer aspectos de la discusión vigente para una nueva ley de aguas visita
nuestra sección de Análisis Integral
Para conocer más sobre los aspectos jurídicos y legales del agua visita la sección de
nuestra Biblioteca Temática Marco Jurídico

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