está en la suave brisa, que Dios hizo para bien del hombre un escenario divino, un paraíso excelso; pero que tristeza que te condenemos a muerte destruyendo ese escenario divino, te condenamos a muerte con la tala inmoderada de árboles, y más aún, te condenamos a muerte, aquellos hijos tuyos que comercian con la naturaleza, todo para mezquinos intereses. Ayúdanos a mantenerte vivo y recrearnos en tu corazón que es la misma naturaleza.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 2 SEGUNDA ESTACIÓN JESÚS CON LA CRUZ A CUESTAS.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
No es fácil cargar un madero, máxime cuando nada se
debe, eso te pasó a ti mi Señor, pero nosotros tus hijos desobedientes, cargamos una cruz que nosotros mismos hemos elaborado, pues es cargar una cruz cuando las siembras del campesino no prosperan por la falta de lluvia, es cargar una cruz cuando ya no tenemos aire puro por tanta contaminación. Pero tú eres bueno, porque a pesar de todos nuestros errores tu naturaleza es y sigue siendo perfecta.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 3 TERCERA ESTACIÓN JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
El que tu hallas caído no fue un desastre, como buen
maestro nos diste el ejemplo de levantarte, pues caíste por el peso del madero, y en ese madero llevas mis pecados, y el pecado que más me duele es la destrucción de la naturaleza, pues ello nos conduce a la miseria, y aún más, los cambios de clima que tanto nos aquejan e incluso hasta los desastres. Ayúdanos Señor, a levantarnos cuando caemos victimas de nuestro propio ano al maltratar nuestro ambiente.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 4 CUARTA ESTACIÓN JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
¡Qué alegría!, en medio de tu dolor, de tu pena y de tu
angustia, encuentras a tu Madre, y hoy en día, ¡Qué tristeza! Ya no vez desde el cielo, a nuestra madre naturaleza, hoy solo encuentras bosques de cemento y ladrillo, que en el orgullo del hombre quiere tocar el sol. Ayúdanos a encontrarnos con aquello Madre hacendosa, que por bosques y montañas bañadas de ti, acudió al servicio de su prima Isabel. .
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 5 QUINTA ESTACIÓN EL CIRINEO AYUDA A LLEVAR LA CRUZ.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Cuando no hay orgullo ni soberbia en un corazón como
el tuyo, que sabrosa se siente la ayuda, estoy seguro que agradeciste mucho al cirineo, nosotros que indiferentes somos, no podemos ayudar a nuestro ambiente físico, que repercute en nuestro bienestar personal, de la familia, y de toda una sociedad. Nuestra ayuda es sencilla, no tirando la basura por doquier. Ayúdanos Señor, a ayudarnos a nosotros mismo. Ayúdanos a salir de la indiferencia ante un mundo verde que muere.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 6 SEXTA ESTACIÓN LA VEÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Que dualidad la de mi hermana Verónica: valentía, y
amor, no es como nosotros que somos cobardes, que ni siquiera el intento hago para limpiar el rostro de tanto Cristo harapiento, o con su alma acongojada que camina por las calles. La Verónica limpió él rostro de mi Jesús, y yo no quiero, aunque pueda, limpiar el rostro de mi ciudad, de mi pueblo de mi aldea, me importan poco los olores fétidos. Ayúdame a limpiar el rostro de los cristos, y a ser hacendoso en mi entorno ambiental.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 7 SEPTIMA ESTACIÓN JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Caíste una vez mi Señor, y caíste otra vez, pero te
levantaste y abrazaste con tu amor tu madero, tu peso inmerecido, y nosotros no atendemos instrucciones de las autoridades, cuando rozamos y provocamos grandes desastres en tu flora y fauna, nos multan a veces, pero volvemos a caer… ¡Qué necios somos!, no entendemos ni la primera ni la segunda vez, que con los errores y arbitrariedades cometidas, a nosotros mismos nos dañamos. Ayúdanos Señor, a querernos a nosotros mismo, cuidando y protegiendo nuestra flora y fauna.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 8 OCTAVA ESTACIÓN JESÚS Y LAS MUJERES DE JERUSALÉN.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Hoy en nuestros días, la urbanización es muy compleja,
ha ido destruyendo bosques y áreas verdes; Padre, repréndenos, como reprendiste la tristeza de tus hijas de Jerusalén, pues necesitamos contemplar con asombro, la pésima administración que el hombre ha realizado con los bienes de la naturaleza, has que nuestra conducta sea diferente, apreciando nuestra obra que es un desastre. Ayúdanos a que nuestra alma se lacere de lo que hemos hecho.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 9 NOVENA ESTACIÓN JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Cuanto nos dolemos de tus caídas Señor, y que poca
misericordia tenemos, porque te hacemos caer de tristezas, cuando por nuestra culpa o intereses mezquinos, eliminamos las quebradas, los pozos y riachuelos. Te hacemos caer de tristeza, cuando en los pequeños inviernos, vemos sucias las aguas de los ríos sin darnos cuenta, que en eso sucio de los ríos, va la sangre de nuestros suelos, producto de tanta erosión, por la tala inmoderada. Ayúdanos Señor, a no hacerte caer más, sino a levantarte con nuestra obediencia.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 10 DECIMA ESTACIÓN JESÚS DESPOJADO DE SUS VESTIRUDAS.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Sin nada te dejaron tus adversarios, desnudo ante el
mundo, y que tristeza que sigas teniendo adversarios, y es más, enemigos, que en su momento no está el eco de Cristo… Cristo, sino de pisto… pisto, porque te han desnudado en este mundo, dejándolo sin corrientes de agua, sin árboles, y por lo tanto tus hijos con sed y sin sombra. Perdónalos Señor, y has que nosotros, cubramos tu suelo con nuestras pocas fuerzas, y que luzcas radiante en tu naturaleza.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 11 DECIMA PRIMERA ESTACIÓN JESÚS ES CRUCIFICADO.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Jesús quedó con sus brazos abiertos, como queriendo
decir, ¡vengan a mí! Que yo soy amor, y sé perdonarte como he perdonado a quienes me hirieron, pues no les guardo rencor alguno, pero también te pido que ya no tiñas de sangre los ríos, que ya no exprimas los terrenos, que ya no asesines más árboles, que mantengas limpio tu metro cuadrado, y si puedes hacer más, hazlo, yo estaré orgulloso de ti. Ayúdanos Señor, a no seguirte crucificando, y baja tus brazos para darme un abrazo.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 12 DECIMA SEGUNDA ESTACIÓN JESÚS MUERE EN LA CRUZ.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Tu mueres, pero era necesario Señor, porque solo así
vencías al mundo egoísta y pecador, y todos decían en verdad esté era hijo de Dios, hasta entonces creyeron, ahora nosotros no entendemos que mueres en la cruz, cuando no comprendemos que la ecología nos enseña que ella es guardián de la economía de un país y por ende de nuestros pueblos. Ayúdanos Señor, amo y protector de la naturaleza, a morir a nuestros viejos moldes de desperdiciar nuestros recursos naturales.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 13 DECIMA TERCERA ESTACIÓN DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Hoy en día como quisiéramos que no descendieras de
la cruz, porque se siente sabroso que un inocente como tú, padezca los suplicos que yo merezco si bajas de la cruz y empiezas a caminar, ya no miraras aquellas fuentes de agua, aquellos bosques, llanuras y ríos, nosotros te destruimos. Ahora con tu pasado bendito, has que florezca ese escenario verde que un día tú nos hiciste. Baja Señor, a renacer la flora y la fauna que yo he destruido.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 14 DECIMA CUARTA ESTACIÓN DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Con una gran nostalgia, pero con un gran amor ferviente
te sepultaron, no hablabas, ya no decías nada, todo el mundo estaba en silencio, ahora habiendo resucitado tú, muchos ignoramos que tu vives en nuestro corazón, que ahí te encontramos, y sin embargo cada sr vivo, se plantea exigencias para la existencia, pues se aferra a condiciones que más o menos le sustenten su diario vivir. Ayúdanos a entender que tú ya no estas sepultado y que tú eres nuestro sustento.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
dado, detesto mi pecado, perdóname Señor. 14 DECIMA CUARTA ESTACIÓN DESCENDIMIENTO DE LA CRUZ.
Adorémoste Cristo y te bendecimos que por tu
Santa Cruz redimiste el mundo.
Y tu moriste Jesús benevolente, que fuera de mi si no
hubiera resucitado a quien acudiríamos, si sol tu tienes palabras de vida eterna, y habitas por los siglos de los siglos; al pensar todo eso hasta los campos reverdecen, los arboles juegan con el viento, y el ruido de los ríos entonan canticos de alabanza, y al trinar los pajarillos ya no es triste. Haz que nosotros también resucitemos, para recrearnos en tu corazón, que no es más que la flora y la fauna juntos.
Padre nuestro...Dios te salve…Gloria al Padre…
Pequé Señor, pequé mi dulce amor, la muerte yo te he
Simkin, H. Azzollini, S. & Voloschin, C. (2014) - Problemáticas Psicosociales y Autoestima en La Infancia, Adolescencia y Juventud. Psocial, (1) 1, 59 - 96