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LAS SALIDAS ALTERNATIVAS

INTRODUCCIÓN. FUNDAMENTOS
Como justificación de la instauración de estas salidas se ha dicho: "El
examen de los problemas del sistema vigente, así como la experiencia
comparada, muestran que uno de los mayores obstáculos al éxito de la
justicia criminal lo constituye el manejo de volúmenes muy grandes de
casos, cuyos requerimientos suelen exceder con mucho las posibilidades de
respuesta de los órganos del sistema con sus siempre limitados recursos.
Por otra parte, los avances de las disciplinas penales muestran cómo las
respuestas tradicionales del sistema, fundamentalmente las penas
privativas de libertad en el caso chileno, resultan socialmente
inconvenientes para una multiplicidad de casos, sea porque los problemas
asociados a ellas resultan mayores que sus eventuales beneficios, o porque
la rigidez en su aplicación desplaza soluciones alternativas socialmente más
productivas y más satisfactorias para los directamente involucrados en el
caso, especialmente las víctimas o los civilmente afectados por el delito" .
En el nuevo procedimiento criminal se reconoce, como ya se ha anticipado,
la posibilidad que el sistema procesal penal consagre respuestas estatales,
frente a la comisión de hechos punibles que trasuntan un menor nivel de
represión o de fuerza de la intervención del sistema penal en la vida o
derechos de los ciudadanos. En estas respuestas se busca privilegiar la
búsqueda de una solución al conflicto que representa el delito, más que la
pura imposición de una sanción frente al mismo. "Así, la alternativa no se
plantea al sistema penal en su conjunto, sino más bien a la respuesta
tradicional de éste, a saber, el proceso penal y la aplicación de una pena
como consecuencia de éste, con la connotación fuertemente punitiva que
hoy tienen ambas.
Sin embargo, debe quedar en claro que esta noción de salidas alternativas,
no comprende a todo mecanismo destinado a descargar o descomprimir al
sistema penal (en este caso al proceso penal específicamente) de los casos
que conoce, ya que un elemento que distingue a las salidas alternativas de
otras válvulas de escape del sistema, es que éstas representan una
'respuesta' menos represiva de parte del sistema a un determinado conflicto
y no simplemente una decisión en el sentido de transparentar la
imposibilidad de hacerse cargo de ese conflicto, ya sea por falta de elementos
probatorios que lo acrediten u otros motivos equivalentes" .
De lo recién expuesto queda claro que, si hablamos de estas salidas en un
sentido estricto, entendemos una forma alternativa a la imposición de una
pena, como vía de solución del conflicto penal. Sin embargo, en un sentido
ampliado, podemos calificar como salidas alternativas aquellas instituciones
del nuevo procedimiento penal ordinario que constituyen modalidades
alternativas al juicio oral y, desde ese prisma, un análisis completo de ellas
incluiría todas las formas de terminación anticipada del procedimiento y el
procedimiento abreviado, como alternativas al juicio oral.
Sin embargo, en este acápite, nos referiremos a las salidas alternativas, en
el sentido estricto del término, consagradas en el nuevo procedimiento penal
ordinario.
LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL PROCEDIMIENTO
Esta primera institución responde a la estructura de la llamada "probation"
del derecho anglosajón, pero adelantada a la etapa del procedimiento.
Nuestra legislación tradicional contemplaba las "medidas alternativas a las
penas privativas o restrictivas de libertad" (Ley Nº 18.216), pero en la etapa
de ejecución de tales sanciones.
Según la opinión de diversos autores, la institución a la que nos referimos
"constituye una eficiente forma de reasignar los recursos del sistema de
justicia criminal de acuerdo con criterios racionales de persecución penal,
proporcionando otras ventajas deseables como la evitación del
etiquetamiento formal y un relevante descongestionamiento del servicio
judicial. Además, se plantea la posibilidad de auxiliar a la víctima por la vía
de establecer como condición de la suspensión la reparación del daño
ocasionado con el delito. En la práctica, el fiscal del Ministerio Público
deberá evaluar la situación del imputado y la gravedad del delito que se le
atribuye, con las excepciones que expresamente prevé la ley: si ella es
favorable para el otorgamiento de la suspensión del procedimiento a prueba
se podrá plantear el acuerdo con el imputado".
Durante la tramitación parlamentaria de la norma del CPP, la comisión
respectiva del Senado tuvo en cuenta la información que le proporcionaron
los invitados extranjeros que concurrieron a la discusión general del Código.
En Italia, según expuso el magistrado señor Giovanni Salvi, los mecanismos
alternativos prácticamente no se han aplicado, debido a incoherencias
sistemáticas en las disposiciones del Código. En consecuencia, el juicio oral,
que en teoría debiera aplicarse a un porcentaje reducido de casos, se ha
transformado en el procedimiento habitual. Por el contrario, el profesor de
derecho procesal penal, don Antonio Magalhâes Gomes-Filho, ex procurador
de justicia del Estado de Sao Paulo, sostuvo que en Brasil la utilización de
medios alternativos de solución de los conflictos penales efectivamente ha
funcionado. En 1995, la ley permitió la suspensión condicional respecto de
los delitos cuya pena mínima no sea superior a un año, sin que se requiera
la aceptación de los hechos por el autor de la infracción penal, y por eso la
reforma funcionó: cerca del 90% de los casos son resueltos a través de esta
institución y de otra similar, la transacción penal, equivalente a nuestro
procedimiento abreviado, todo lo cual le deja al juez más tiempo para dedicar
a los casos importantes. Estimó el profesor Magalhâes, y con razón, que esa
experiencia brasileña resultaba importante para nosotros, poniendo énfasis
en que, para la justicia penal, es más importante asegurar la efectividad de
una sanción que la cantidad de esa sanción.
La regulación de esta materia en el CPP se hace en los arts. 237 y siguientes.
Se establece que ella se decreta por el Juez de Garantía, a solicitud del
Ministerio Público, efectuada con el acuerdo del imputado.
Según el actual texto del CPP, modificado por la Ley Nº 20.253, es menester
para lo anterior que se cumplan tres requisitos: que la pena privativa de
libertad que pudiere imponerse no exceda de tres años, que el imputado no
haya sido condenado anteriormente por crimen o simple delito, y que el
imputado no tuviere vigente una suspensión condicional del procedimiento
al momento de verificarse los hechos materia del nuevo proceso.
El juez, para resolver, puede requerir del Ministerio Público, los
antecedentes necesarios para resolver y, si acoge la petición, establece las
condiciones que deberá cumplir el imputado por un plazo no inferior a un
año ni superior a tres años. Si las infringe, como se verá, se puede revocar
esta decisión y se reanuda el procedimiento en su contra.
En relación con el límite de pena para utilizar esta posibilidad, debe dejarse
constancia que se trata de la pena aplicable al caso concreto, en el evento
de dictarse sentencia, no al marco legal abstracto y general.
La presencia del defensor del imputado en la audiencia en que se discuta la
solicitud de suspensión condicional del procedimiento, es un requisito de
validez de la misma.
Si el querellante o la víctima asisten a la audiencia en que se ventila la
solicitud, deben ser oídos por el tribunal.
La misma Ley Nº 20.253, agregó un inciso (actual sexto) al artículo 237, que
posteriormente fue complementado y ampliado por la Ley Nº 20.813, este
nuevo inciso señala que tratándose de imputados por delitos de homicidio,
secuestro, robo con violencia o intimidación en las personas o fuerza en las
cosas, sustracción de menores, aborto, los contemplados en los artículos
361 a 366 bis, 367 y 367 bis del Código Penal, por los delitos señalados en
los artículos 8º, 9º, 10, 13, 14 y 14 D de la Ley Nº 17.798 (ley de control de
armas); por los delitos o cuasidelitos contemplados en otros cuerpos legales
que se cometan empleando alguna de las armas o elementos mencionados
en las letras a), b), c), d) y e) del artículo 2º y en el artículo 3º de la citada
Ley Nº 17.798, y conducción en estado de ebriedad causando la muerte o
lesiones graves o gravísimas, el fiscal deberá someter su decisión de solicitar
la suspensión condicional del procedimiento al Fiscal Regional. La referencia
al artículo 367 bis del Código Penal fue, posteriormente, eliminada por la
Ley Nº 20.507, de 8 de abril de 2011, que creó los nuevos tipos penales de
trata de personas con fines de explotación laboral; tráfico ilícito de
inmigrantes y tráfico de órganos, cuya investigación recae en los fiscales del
Ministerio Público.
Con respecto a la autorización del Fiscal Regional, en el caso del inciso que
se agregó, ésta "puede ser otorgada en cualquier forma, rigiendo la
desformalización en las actuaciones del órgano persecutor, por lo que no
cabe establecer trabas no impuestas expresamente por el legislador. Todo
ello, sin perjuicio de las responsabilidades que eventualmente pueda recaer
sobre los fiscales en caso de incumplimiento" (según Oficio Nº 176, de fecha
26 de marzo de 2008, del Fiscal Nacional del Ministerio Público).
CONDICIONES POR CUMPLIR (ART. 238 CPP)
a) Residir o no residir en un lugar determinado;
b) Abstenerse de frecuentar determinados lugares o personas;
c) Someterse a un tratamiento médico, psicológico o de otra naturaleza;
d) Tener o ejercer un trabajo, oficio, profesión o empleo, o asistir a algún
programa educacional o de capacitación;
e) Pagar una determinada suma, a título de indemnización de perjuicios, a
favor de la víctima o garantizar debidamente su pago. Se puede autorizar el
pago en cuotas o dentro de un determinado plazo, el que en ningún caso
puede exceder el período de suspensión del procedimiento;
f) Acudir periódicamente ante el Ministerio Público y, en su caso, acreditar
el cumplimiento de las demás condiciones impuestas;
g) Fijar domicilio e informar al Ministerio Público de cualquier cambio del
mismo, y
h) Otra condición que resulte adecuada en consideración con las
circunstancias del caso concreto de que se trate y sea propuesta,
fundadamente, por el Ministerio Público".
La última letra corresponde a una incorporación de la Ley Nº 20.074 dado
que, con anterioridad, la enumeración de las condiciones posibles de
imponer, conforme al art. 238, se caracterizaba por su taxatividad, la que
no es tal en la actualidad, luego de la fórmula abierta incorporada por la
comentada modificación legal. (En relación con las condiciones por imponer,
y otras consideraciones sobre esta salida alternativa, debe recordarse que la
Ley Nº 20.393, que estableció presupuestos de responsabilidad penal de las
personas jurídicas, contempló diversas reglas especiales en la materia, entre
ellas: se establece la procedencia de la suspensión condicional del
procedimiento, siempre que no existiere una condena u otra suspensión
condicional vigente, respecto de la persona jurídica imputada por algunos
de los delitos previstos en esa misma norma. Además, se contemplan
expresamente las condiciones que el juez impondrá en ese caso, no
admitiéndose entonces otras que las allí señaladas, y sin perjuicio de aquella
de carácter más amplio que queda a criterio del Ministerio Público, previa
fundamentación. El período de suspensión no podrá ser inferior a seis meses
ni superior a tres años. El Juez de Garantía podrá elegir aplicar alguna de
las siguientes condiciones:
— Pagar una determinada suma a beneficio fiscal, caso en el cual el juez
deberá comunicar la decisión a la Tesorería General de la República.
— Prestar un determinado servicio a favor de la comunidad.
— Informar periódicamente su estado financiero a la institución que se
determinare.
— Implementar un programa para hacer efectivo el modelo de organización,
administración y supervisión a que se refiere el artículo 4º de la ley.
— Cualquiera otra condición que resulte adecuada en consideración a las
circunstancias del caso concreto y fuere propuesta, fundadamente, por el
Ministerio Público).
Durante el período de suspensión y oyendo en una audiencia a todos los
intervinientes que concurran a ella, el juez puede modificar una o más de
las condiciones impuestas.
EFECTOS
Como efectos de esta suspensión podemos decir que, durante el período, no
inferior a un año, ni superior a tres que haya fijado el juez, no se reanuda
el curso de la prescripción de la acción penal. Asimismo, durante el término
por el que se prolonga la suspensión condicional del procedimiento se
suspende el plazo previsto en el artículo 247 del CPP (dos años para cerrar
la investigación).
Además, no extingue las acciones civiles de la víctima o de terceros, según
el inciso final del art. 237 CPP.
Sin embargo, si la víctima recibe pagos en virtud de lo previsto en el artículo
238, letra e) del CPP, ellos se imputan a la indemnización de perjuicios que
le pueda corresponder (art. 240 CPP). Asimismo, la suspensión condicional
del procedimiento no impide de modo alguno el derecho a perseguir por la
vía civil las responsabilidades pecuniarias derivadas del mismo hecho.
Transcurrido el plazo que el tribunal haya fijado de conformidad al artículo
237, inciso quinto del CPP, sin que la suspensión sea revocada, se extingue
la acción penal, y el tribunal debe dictar, de oficio o a petición de parte, el
sobreseimiento definitivo.
RECURSO
La resolución que se pronuncia acerca de la suspensión condicional del
procedimiento es apelable por el imputado, por la víctima, por el Ministerio
Público y por el querellante.
REVOCACIÓN
Cuando el imputado no cumpla, sin justificación, grave o reiteradamente las
condiciones impuestas, o sea objeto de una nueva formalización de la
investigación por hechos distintos, el juez, a petición del fiscal o la víctima,
tiene la facultad de revocar la suspensión condicional del procedimiento, y
éste continúa de acuerdo a las reglas generales.
Es apelable la resolución que se dicta en esta materia.
LOS ACUERDOS REPARATORIOS
GENERALIDADES
Estos acuerdos, en el nuevo CPP, implican "la ampliación de formas ya
existentes en nuestro ordenamiento jurídico de 'privatización' de la
persecución penal —como los delitos de acción privada— pero a casos en
que tradicionalmente ha predominado el planteamiento de existencia de un
'interés público' comprometido. Se plantean restricciones legales en relación
con el ámbito de delitos que pueden ser objeto de acuerdos reparatorios
sobre la base de una ponderación ex ante de los casos en que claramente la
reparación dejaría sin resolver un plus de injusto que no respondería
únicamente al interés privado. En el esquema de una sociedad (...) desigual
como la nuestra subsiste, sin embargo, una importante objeción a esta
'salida alternativa', cual es que los poderosos económicamente siempre
tendrán acceso a ella quedando reservado, una vez más, el instrumento
penal para los más débiles y vulnerables socialmente. La crítica parece
inobjetable y resulta siempre corroborada por las investigaciones
criminológicas que estudian las causas de la impunidad en el ámbito de la
delincuencia de 'cuello blanco'. No obstante, pensamos que la explicitación
de esta realidad en el proceso penal y el control sobre la operatividad de esta
nueva institución, permitirán considerar este factor en las políticas de
persecución pública, y el Ministerio Público podrá desarrollar soluciones
adecuadas para tales casos —como, por ejemplo, la mediación entre
imputado y víctima para promover un acuerdo reparatorio posible de
cumplir para el imputado— que eviten que para el sujeto económicamente
débil, pero dispuesto a colaborar, la única reacción penal posible sea la
prisión" .Esta última posibilidad se puede ver alentada por el nuevo texto
del artículo 6º CPP, de acuerdo a la modificación realizada por la Ley Nº
19.789 .
La regulación de la institución en el CPP viene a dar cabida a los intereses
de la víctima, si ésta fundamentalmente persigue una reparación de
naturaleza pecuniaria y, además, toma en cuenta que, si la víctima rehúsa
seguir colaborando con el procedimiento, el Ministerio Público difícilmente
podrá continuar adelante. Por otro lado, el acuerdo reparatorio tiene la
virtud de hacer transparente lo que ocurre hoy día, sin este respaldo legal,
en el espectro de los delitos que afectan bienes jurídicos disponibles de
orden patrimonial o de los delitos culposos, en el cual se producen
informalmente acuerdos extrajudiciales que terminan por imponer un
sobreseimiento del proceso .
REGULACIÓN LEGAL Y PROCEDENCIA
El art. 241 del CPP señala: "El imputado y la víctima podrán convenir
acuerdos reparatorios, los que el Juez de Garantía aprobará, en audiencia
a la que citará a los intervinientes para escuchar sus planteamientos, si
verificare que los concurrentes al acuerdo hubieren prestado su
consentimiento en forma libre y con pleno conocimiento de sus derechos.
Los acuerdos reparatorios sólo podrán referirse a hechos investigados que
afectaren bienes jurídicos disponibles de carácter patrimonial, consistieren
en lesiones menos graves o constituyeren delitos culposos.
En consecuencia, de oficio o a petición del Ministerio Público, el juez negará
aprobación a los acuerdos reparatorios convenidos en procedimientos que
versaren sobre hechos diversos de los previstos en el inciso que antecede, o
si el consentimiento de los que lo hubieren celebrado no apareciere
libremente prestado, o si existiere un interés público prevalente en la
continuación de la persecución penal. Se entenderá especialmente que
concurre este interés si el imputado hubiere incurrido reiteradamente en
hechos como los que se investigaren en el caso particular".
Es decir, para la procedencia de estos acuerdos es menester la concurrencia
de tres requisitos básicos, a saber:
a) Acuerdo entre el imputado y la víctima;
b) Que el acuerdo recaiga sobre una determinada categoría de hechos
punibles, y
c) Que el acuerdo sea aprobado por el Juez de Garantía.
En relación con el requisito signado como letra b) anterior, durante la etapa
de redacción del proyecto del CPP, la idea fue evitar definir qué se entendería
por bienes jurídicos disponibles, permitiendo una elaboración
jurisprudencial y doctrinaria del concepto, el cual no es unánime en la
doctrina penal. "Con todo, en un principio se pensó que dentro de esta
categoría al menos debían caber los delitos patrimoniales no violentos
(hurto, estafas, apropiación indebida, daños, etc.) y otros delitos de menor
gravedad en los que el interés de la víctima aparece como preponderante
(lesiones leves, algunas hipótesis de lesiones menos graves, etc.). Es decir,
estos debían ser los que en una interpretación restrictiva de la salida
alternativa debían caber, pudiéndose abrir a muchas otras hipótesis en el
futuro. Dicha cláusula fue restringida posteriormente en la Cámara de
Diputados al agregarse 'de carácter patrimonial o susceptibles de
apreciación pecuniaria' con el objetivo aparente de restringir los acuerdos
sólo respecto de delitos contra la propiedad no violentos. Sin embargo, la
amplitud de la causal sigue permitiendo un espacio interpretativo amplio a
los jueces para la determinación de los delitos comprendidos (...)".
En relación con la hipótesis del párrafo anterior creemos acertada la
posición sustentada por Horvitz, M. I. quien, refiriéndose a ella, expresa:
"(...) podrían suscitarse discusiones respecto de delitos como la
malversación de caudales públicos, el fraude al Fisco o la defraudación
tributaria, delitos con inequívoco, pero no exclusivo componente
patrimonial y en que podría discutirse la disponibilidad del bien que
protegen por tener carácter supraindividual (...)". "Es interesante destacar
que, en el derecho comparado, la transacción o acuerdos reparatorios entre
autor y víctima en el procedimiento penal suele admitirse en el ámbito de
los delitos patrimoniales, en que el perjudicado es el Fisco o la Hacienda
Pública: delitos tributarios, aduaneros, de subvenciones,
telecomunicaciones, etc. En estos casos de delitos que afectan bienes
jurídicos supraindividuales, la autoridad administrativa correspondiente
comparece en representación del interés fiscal (...)". Agreguemos, en abono
de lo expresado, que la Ley Nº 19.806 sumó un nuevo inciso segundo al
artículo 7º de la Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado (D.F.L. Nº
1, de 1993, del Ministerio de Hacienda) que permite al CDE:
"(...) aprobar la celebración de acuerdos reparatorios en los procedimientos
penales en que intervenga como querellante".
Con respecto a los hechos que 'consistieren en lesiones menos graves', se
podría criticar "el hecho que el límite se construyó sólo desde una
perspectiva objetiva, 'el resultado producido', sin considerar otros elementos
del delito".
Con todo, en relación con la procedencia de los acuerdos reparatorios y
teniendo presente que el Ministerio Público tiene prerrogativas concretas
(esto es, en algunos casos, previstos por el art. 241 CPP, puede oponerse y,
en otros, recogiendo el nuevo texto del art. 6º CPP, podría alentarlos), deben
tenerse especialmente presente las instrucciones generales dictadas por el
Fiscal Nacional, contenidas, en relación con la etapa de investigación, en la
Instrucción General contenida en Oficio FN Nº 060/2014, ya citadas en nota
al pie anterior.
Finalmente, el control del Juez de Garantía para aprobar el acuerdo, debe
referirse a examinar si el hecho investigado cae dentro de la categoría
permitida, si el consentimiento fue prestado libre y con conocimiento de los
derechos y si no existe un interés público prevalente en la persecución penal
(teniendo presente la presunción de este interés que el propio art. 241 CPP
consagra). El Ministerio Público podría apelar (art. 370 CPP).
EFECTOS DEL ACUERDO REPARATORIO
1) Penales. De acuerdo a la modificación introducida por la Ley Nº 20.074
al art. 242, una vez cumplidas las obligaciones contraídas por el imputado
en el acuerdo reparatorio o garantizadas debidamente a satisfacción de la
víctima, el tribunal dictará sobreseimiento definitivo, total o parcial, en la
causa, con lo que se extinguirá, total o parcialmente, la responsabilidad
penal del imputado que lo hubiere celebrado. El texto anterior señalaba que
dicha resolución de término se decretaba junto con aprobar el acuerdo
propuesto. Lo anterior implicaba que, ante casos de incumplimiento de
acuerdos cuya ejecución se difería en el tiempo, la víctima se veía
absolutamente impedida de accionar por la vía penal, dado que la
responsabilidad se había extinguido con el sobreseimiento, quedando
constreñida sólo al camino civil, con las consecuentes desventajas que la
situación implicaba.
2) Civiles. Ejecutoriada la resolución judicial que aprueba el acuerdo
reparatorio, puede solicitarse su cumplimiento ante el Juez de Garantía, en
conformidad con los artículos 233 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil.
El acuerdo reparatorio no puede ser dejado sin efecto por ninguna acción
civil.
3) Subjetivos o Parciales. Si en la causa existe pluralidad de imputados o
víctimas, el procedimiento debe continuar respecto de quienes no han
concurrido al acuerdo.
OPORTUNIDAD PARA PEDIR Y DECRETAR LA SUSPENSIÓN CONDICIONAL DEL
PROCEDIMIENTO Y LOS ACUERDOS REPARATORIOS. REGISTROS
Estas salidas alternativas pueden solicitarse y decretarse en cualquier
momento posterior a la formalización de la investigación. Si no se plantea
en esa misma audiencia la solicitud respectiva, el juez debe citar a una
audiencia, a la que podrán comparecer todos los intervinientes en el
procedimiento.
Una vez declarado el cierre de la investigación, sólo pueden ser decretados
durante la audiencia de preparación del juicio oral.
Todo ello, sin perjuicio de la posibilidad de proponerse y adoptarse en la
audiencia de juicio simplificado, conforme al art. 394.
El Ministerio Público debe llevar un registro en el cual dejará constancia de
los casos en que se decretare la suspensión condicional del procedimiento o
se aprobare un acuerdo reparatorio.
El registro tiene por objeto verificar que el imputado cumpla las condiciones
que el juez imponga al disponer la suspensión condicional del
procedimiento, o reúna los requisitos necesarios para acogerse, en su caso,
a una nueva suspensión condicional o acuerdo reparatorio.
El registro es reservado, sin perjuicio del derecho de la víctima de conocer
la información relativa al imputado. En relación con ello debe tenerse
presente el art. 335 del CPP que prohíbe la utilización de los antecedentes
referidos a estas salidas alternativas, como medio de prueba en el juicio oral
("No se podrá invocar, dar lectura ni incorporar como medio de prueba al
juicio oral ningún antecedente que dijere relación con la proposición,
discusión, aceptación, procedencia, rechazo o revocación de una suspensión
condicional del procedimiento, de un acuerdo reparatorio o de la tramitación
de un procedimiento abreviado").

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