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LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION EN LOS PROYECTOS

EDUCATIVOS DEL ESTADO MEXICANO


La filosofía de la educación del Estado nacional surgido de la
Revolución Mexicana
El estado que surge de la Revolución Mexicana. El nuevo estado nacional surgió
del anterior y requirió de un proceso de reconstrucción que se realizo en el
movimiento generado por el conflicto permanente entre las diversas fuerzas
sociales, cada una de las cuales pugnaba por hacer efectivo un proyecto nacional
acorde con sus intereses y necesidades.

Los dos lemas del movimiento revolucionario Sufragio efectivo no reelección y


Tierra y Libertad condensaban el sentido que las dos principales fuerzas política-
sociales de la revolución quisieron imprimir al proyecto nacional. La primera de
ellas se expreso en un movimiento que tendía el retorno al espíritu de la revolución
liberal.

La otra gran fuerza social del movimiento revolucionario fue el campesinado que
libraba una desesperada batalla contra la expansión de la gran propiedad
territorial.

Bremauntz, el objetivo no fuera el de transformar el régimen social, sino el de


obtener respuesta favorable a las reivindicaciones sin romper el marco de la
organización y del régimen burgués, permite caracterizar la revolución como un
movimiento democrático burgués. Mario de la Cueva se refería a ella como la
primera revolución social del siglo XX. La revolución planteaba como exigencia
imperativa el derecho de todos los hombres a participar en los beneficios de la
vida comunitaria, a conducir una existencia humana, justa y digna y a la
consecuente creación de un mundo político y jurídico nuevo.

La revolución adquirió un carácter social, aunque el objetivo no fuese modificar las


estructuras económicas sino producir las reformas políticas y jurídicas que
contribuyen a elevar la calidad de vida de las clases trabajadoras.

Los dos proyectos educativos del segundo estado nacional el de justicia y el


de desarrollo tienen las características siguientes:

 Se expresan en los lenguajes propios de la cultura política del periodo


 Revelan la fusión de la cultura de las clases dominantes con la de las
clases trabajadoras y manifiestan el equilibrio de compromiso que en el
segundo estado nacional requirió para consolidarse.
La justicia social ha significado, a lo largo de la vida del México de la revolución, el
valor rector de acciones reivindicadoras de obreros, campesinos y grupos
populares.

La fuerza con la que se impulsaron las demandas populares por un orden social
justo fue factor determinante para definir los contenidos de la reforma jurídica.

El estado que surge de la revolución es un estado capitalista reformado que se


convierte en la fuente del derecho de propiedad, para limitar las prerrogativas de
los enclaves imperialistas dentro de la economía mexicana.

El proyecto nacional emanado de la revolución tiene, el carácter popular y


nacionalista que le imprimió el movimiento armado y que permite caracterizarlo
como populista, siempre que se defina el populismo, como un movimiento de
recomposición social cuyo objetivo es el de superar la fragmentación regional,
construir una unidad nacional real forjada desde la base misma de la sociedad, a
partir de las masas trabajadoras.

El proyecto educativo emanado de la revolución y los programas en los que se


concreto dicho proyecto estuvieron orientados por el criterio de justicia social que,
en un sentido populista, se entendió como exigencia de rendición espiritual y
material de las masas populares. La educación habría de servir en los espiritual,
para liberar al pueblo del yugo del fanatismo religioso y para forjar una cultura
propia, una cultura nacional, en lo material, serviría como medio de divulgación de
los conocimientos científicos y tecnológicos que permitirían a las masas
campesinas y a los grupos indígenas incrementar su productividad y mejorar sus
condiciones de vida.

La educación era coacción humanista en el sentido de que había que imponer un


enfoque metafísico con el fin de liberar al individuo de la ignorancia, de la
necesidad y de la maldad para conducirlo al gozo de su propia energía ya
purificada.

Vasconcelos concebía a la educación como proceso de liberación que se


semejaba al cultivo, el maestro es el hortelano y el educando es una semilla que
ha de germinar y desarrollarse. En el proyecto vasconcelista se destaca un
elemento que hubo de jugar un papel importante en los proyectos educativos del
estado mexicano surgido de la revolución: el indigenismo.

En dicho proyecto prevalecía un enfoque conservadora, puesto que el laicismo


limitaba la libertad de enseñanza, solo debía hacerse efectivo en el ámbito de las
escuelas oficiales. La enseñanza que trasmite la verdad y desengaña del error
inspirándose en un criterio rigurosamente científico, a medida que una sociedad
adelanta en el camino de la civilización, se especializan las funciones de la iglesia
y el estado. Educación laica significo, al mismo tiempo educación ajena a la
religión.

En la acción educativa habría de consistir en ilustrar a los niños en el civismo y en


el amor a las libertades. Al mismo tiempo, la educación habría de proporcionar a
los educandos instrucción laica, procurarles rudimentos de artes y oficios y
despertar en ellos la afición por el trabajo manual o, dicho de otra manera, debía
formar trabajadores de producción efectiva y útil, mejor que señores de pluma y
buffet.

La educación se convertía en un proceso encaminado a lograr la formación cívica


que exigía la unidad nacional y la capacitación apara el trabajo que demandaba el
desarrollo. La educación integral quedo prácticamente subordinada a la formación
cívica y a la capacitación para el trabajo. El ideal de justicia social reivindicado en
el movimiento revolucionario persistió.

En el caso de la educación indígena y de la educación rural, se pretendió acultar al


indígena civilizar a las comunidades campesinas e incorporarlas al mundo
productivo de México contemporáneo, se intento que la educación para estos
grupos tuviera un sentido emancipador.

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