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Preposiciones vacías del español:

complemento de régimen preposicional

José Antonio Candalija Reina

ISBN: 978-84-690-6819-9· Depósito Legal: A-229-2008


UNIVERSIDAD DE ALICANTE

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS


Departamento de Filología Española, Lingüística General y Teoría de la
Literatura

Preposiciones vacías del español: complemento de régimen preposicional

ISBN: 978-84-690-6819-9 · Depósito Legal: A-229-2008

José Antonio Candalija Reina


Alicante, 2006
CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS

1.1 LAS BASES SEMÁNTICAS DE LA GRAMÁTICA

1.2 SEMÁNTICA Y SINTAXIS


1.2.1 Precedentes de la sintaxis motivada semánticamente
1.2.2 La Gramática de Casos y los papeles temáticos
1.2.2.1. La hipótesis localista: Gramática de Casos de J. M. Anderson

1.3 LA TEORÍA DE LA GRAMATICALIZACIÓN


1.3.1 La gramaticalización mediante procesos metafóricos y metonímicos
1.3.2 El debilitamiento y la pérdida de significado: la unidireccionalidad
1.3.3 La analogía y el reanálisis

CAPÍTULO 2. PREPOSICIONES VACÍAS DEL ESPAÑOL

2.1 LA PREPOSICIÓN: ¿CATEGORÍA GRAMATICAL?


2.1.1 El concepto de categoría preposicional en la Historia de la lingüística

2.2 EL SIGNIFICADO DE LAS PREPOSICIONES


2.2.1 Preposiciones llenas y preposiciones vacías del español
CAPÍTULO 3. LA PREPOSICIÓN DEL COMPLEMENTO DE RÉGIMEN
PREPOSICIONAL

3.1 DIACRONÍA DEL COMPLEMENTO DE RÉGIMEN PREPOSICIONAL

3.2 EL SUPLEMENTO DE ALARCOS

3.3 EL SIGNIFICADO DE LA PREPOSICIÓN DEL COMPLEMENTO DE


RÉGIMEN

CAPÍTULO 4. ANÁLISIS DEL CORPUS VERBAL CON


COMPLEMENTOS DE RÉGIMEN PREPOSICIONAL

4.1. INTRODUCCIÓN Y METODOLOGÍA

4.2. ANÁLISIS DEL CORPUS DE LOS VERBOS QUE RIGEN


COMPLEMENTO DE RÉGIMEN PREPOSICIONAL
1. Absolver de
2. Abogar a favor de/por
3. Abusar de
4. Acabar con/ en
5. Acceder a
6. Acusar de
7. Adolecer de
8. Advertir de/sobre
9. Ahorrar de/ en
10. Alardear de
11. Aludir a
12. Apelar a/de/contra
13. Apestar a
14. Aportar a
15. Apostar a
16. Aprender de
17. Aspirar a
18. Atañer a
19. Atestar de
20. Atinar a/ con
21. Atribuir a
22. Avisar a/de
23. Carecer de
24. Ceder a/ ante/ en
25. Coincidir en/ con
26. Concernir a
27. Confiar en
28. Consistir en
29. Constar de
30. Contribuir a
31. Conversar acerca de/de/sobre
32. Convidar a
33. Creer en
34. Cristalizar en
35. Cuajar en
36. Cuidar de
37. Dar a/ con
38. Delegar en
39. Deliberar acerca de/ sobre
40. Departir sobre
41. Depender de
42. Desconfiar de
43. Diferir de/ en
44. Discernir de/ entre
45. Discrepar acerca de/de/en/ sobre
46. Discutir acerca de/ con/ de/ por / sobre
47. Disentir de/ en
48. Disertar de/sobre
49. Disfrutar de/ con
50. Disponer de
51. Dudar de/ en/ entre/ sobre
52. Entroncar con
53. Escribir acerca de/ de/ sobre
54. Estar de/ por
55. Estribar en
56. Excluir de
57. Exculpar de
58. Fallar en
59. Faltar a
60. Fracasar en
61. Fluctuar entre
62. Ganar en
63. Gastar en
64. Gozar de
65. Hablar acerca de/ de / sobre
66. Incurrir en
67. Indagar en/ sobre
68. Influir en
69. Insistir en
70. Murmurar de/ sobre
71. Necesitar de
72. Optar a/ por
73. Pecar de/ en
74. Pelear por
75. Pensar de/ en/ sobre
76. Persistir en
77. Preguntar por/ sobre
78. Prescindir de
79. Prevenir contra/ de/ sobre
80. Proceder a/ de
81. Prorrumpir en
82. Pugnar por
83. Radicar en
84. Rayar en
85. Razonar sobre
86. Rebosar de/ en
87. Recaer en
88. Recurrir a
89. Redundar en
90. Reflexionar sobre
91. Renunciar a
92. Repercutir en
93. Reposar en
94. Resplandecer de/ en
95. Soñar con
96. Sospechar de
97. Tachar de
98. Tratar de/ sobre
99. Vacilar en/ entre
100. Vivir de

CAPÍTULO 5: CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFÍA

ANEXO
AGRADECIMIENTOS

Quizá uno de los trabajos más importantes de nuestra vida sea la elaboración de una tesis
doctoral. Son muchas las horas, demasiadas, las que dedicamos a la investigación, la redacción, el
perfeccionamiento y la ulterior presentación de estas páginas en las que va mucho de nosotros y de
aquellos que nos rodean y soportan. Por eso, no podemos dejar de reconocer todo lo que nos han
ayudado y animado las palabras de aliento de tantas personas a las que queremos rendir nuestro tributo.
En primer lugar, debo agradecer no sólo el magisterio que mi director de tesis, José Luis
Cifuentes Honrubia ha ejercido en la realización de este trabajo de investigación desde sus inicios, sino
también la ayuda prestada en otros aspectos cuyo reconocimiento para mí es obligado. Gracias por todo.
Para mis colegas y compañeros de Departamento, vayan mis saludos con especial atención a
las acertadas orientaciones de la Dra. María Antonia Martínez Linares, y el apoyo prestado por la Dra.
Dolores Azorín Fernández. Agradezco igualmente las recomendaciones y la orientación de la Dra. Pilar
Díez de Revenga Torres así como las amables explicaciones del Dr. Agustín Vera Luján. A mi colega en
estas lides de la sintaxis y la semántica, Elisa Barrajón López, le hago llegar mis mejores deseos y mi
reconocimiento por la ayuda prestada. Asimismo, hago extensible mi agradecimiento a las oportunas
aclaraciones de la Dra. Leonor Ruiz Gurillo.
Le doy las gracias a mi querido hermano Francisco Jesús Candalija Reina, sin el cual no hubiera
sido posible realizar buena parte de la investigación necesaria para la tesis en el soporte informático.
Por último, mi recuerdo afectuoso para mis padres y mi gratitud sin límites para mi familia: Pilar,
Sara y Lidia, sin las que no hubiera sido posible ni la más mínima línea de esta tesis.

 José Antonio Candalija Reina 1


A mi mujer y mis hijas,
para ellas,
siempre por ellas.

 José Antonio Candalija Reina 2


CAPÍTULO 1. FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS

1.1 LAS BASES SEMÁNTICAS DE LA GRAMÁTICA

Circunscribimos nuestra investigación en el marco teórico de la Gramática cognitiva desde


presupuestos que intentan conciliar diferentes perspectivas que han ido surgiendo en los últimos años
(Gramática generativa, Lingüística textual, Lingüística funcional), con los acercamientos más tradicionales
de la Semántica estructural, la Semiótica greimasiana e incluso la Glosemática danesa. Lejos de resolver
nuestra metodología mediante cómodos eclecticismos, intentamos justificar esta amalgama con la
consideración de que el modelo metodológico ideal no existe (Ramón Trives, 1990: 548); pues, en su
dialéctica aproximación al original lingüístico, es necesaria la complementariedad de los diversos modelos
para conseguir una descripción adecuada del objeto de estudio (Gülich y Raible, 1977: 15). La integración
de las diversas tendencias lingüísticas no excluye la consideración de que el lenguaje es parte
fundamental de la cognición humana y por ello precisa del resto de las ciencias cognitivas en su labor
hermenéutica y social (Rastier, 1991: 56)1 Por tanto, hablaremos de opción integral en el sentido de una
complementariedad exigencial entre alternativas metodológicas existentes (Ramón Trives, 1979: 7); ya
que, dada la naturaleza esencialmente hermenéutica de la lingüística, es posible adoptar un punto de
vista conciliador de acercamientos no coincidentes (López García, 1990: 108).
La investigación científica se ha decantado hacia modelos argumentativos que oscilaban entre el
carácter inductivo o el carácter hipotético-deductivo. Quizá la dificultad, escasez o ausencia de medios
propicios para la investigación han auspiciado la sobrevaloración de los modelos hipotético-deductivos en
detrimento de los análisis inductivos, los cuales se reducían en última instancia a un mero taxonomismo
carente de función explicativa en sí mismo. Si bien los modelos deductivos actúan como catalizadores de
la formulación de hipótesis, y, por tanto, ayudan a la necesaria complementariedad aludida, es preciso
recobrar la importancia de la investigación que parte de los datos lingüísticos contextuales pues la
gramática no es sino «un inventario estructurado de unidades lingüísticas convencionales» (Cifuentes
Honrubia, 1994: 18).

1Por ello, una visión cognitiva de la gramática entiende que la estructura lingüística sólo puede ser comprendida en
el contexto de una consideración amplia del proceso cognitivo (Cifuentes Honrubia, 1994: 16-17)

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Este inventario estructurado nos muestra las regularidades sancionadas convencionalmente, por
eso los procesos lingüísticos deben ser estudiados en el marco integral e integrador de las distintas
disciplinas cognitivas. En oposición al constructivismo generativista, con el cual coincidimos en otros
aspectos, no entendemos las estructuras lingüísticas como una descripción generativa de las oraciones
bien formadas de una lengua. El problema de la creatividad hay que situarlo en el hablante, no en la
gramática (Langacker, 1987: 71-72; Hawkins, 1985: 40). Por eso la Gramática cognitiva da cuenta de la
proyección de reglas gramaticales en expresiones nuevas mediante los mismos rasgos requeridos para el
uso figurativo, tal como veremos más adelante. De ahí que la creatividad se puede examinar mejor en el
contexto general del conocimiento humano (Cifuentes Honrubia, 1994: 15). El carácter generativo del
lenguaje proviene de la hipótesis de que el sistema lingüístico es un sistema formal autónomo de carácter
innato; sin embargo, la perspectiva cognitiva entiende que la estructura lingüística sólo puede ser
comprendida y caracterizada en el contexto total de la cognición humana. Pero esta dependencia no hace
inviable el análisis lingüístico desde los presupuestos teórico-metodológicos cognitivistas, pues es posible
realizar este análisis lingüísticamente motivado de la estructura gramatical de forma precisa y explícita.
Ramón Trives (1982: 181; 1990: 191) ha establecido que la mejor solución para escapar de la circularidad
de una metalengua no «aséptica» lingüísticamente es el plano noemático del lenguaje, el cual posibilita
precisamente el carácter científico y riguroso de los hechos lingüísticos concretos. En este sentido, López
García (1980, 1989) nos dice que el objetivo de una teoría lingüística no es la descripción del lenguaje,
sino de las condiciones en que tal descripción resulta posible. Respecto al método deductivo, Trives
confirma su invalidez, pues una ciencia hermenéutico-dialéctica, necesaria para estudiar el
comportamiento verbal en su integridad, donde sujeto y objeto científico no son nunca totalmente
separables, no puede entronizar el modelo deductivo. Cifuentes Honrubia (1994: 57) nos propone la
abducción como método más legítimo para aplicarlo al fenómeno lingüístico, relacionándolo con la
hermenéutica en su reconocimiento de la dimensión social de las investigaciones lingüísticas y cognitivas
(Rastier, 1991: 60).
Continuando con la descripción metateórica de los presupuestos cognitivistas, hemos de hacer
hincapié en la base semántica que subyace a la Gramática, ya que partimos de la consideración de que
el lenguaje es de naturaleza simbólica (Langacker, 1987). Este carácter simbólico no sólo afecta a las
mismas unidades léxicas, sino a toda la Gramática en su conjunto, pues, según Langacker, tanto las
estructuras morfológicas como las sintácticas son inherentemente simbólicas. Estas relaciones sintácticas

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dependen del contenido semántico de las unidades sintagmáticas. Por tanto, podemos decir que la
gramática es la estructuración y simbolización del contenido semántico, puesto que su función será la de
formalizar el contenido semántico de los distintos niveles de la jerarquía lingüística.
Una de las perspectivas cognitivas de la sintaxis es la Gramática de construcciones, concebida
originalmente como respuesta al modelo gramatical propuesto por la Gramática generativa de los 60 y los
80 y otras teorías sintácticas derivadas de la Gramática generativa. Según Croft y Cruse (2004: 247) una
construcción es una configuración sintáctica a veces con uno o varios sustantivos y a veces, no. Una
construcción también posee su propia representación semántica y, en ocasiones, su propio significado
pragmático. Precisamente, uno de los presupuestos fundamentales de la Gramática de construcciones es
que existe una representación uniforme de todo el conocimiento gramatical en la mente del hablante en
forma de construcciones generalizadas. En otras palabras, el conocimiento gramatical representa un
continuum en dos dimensiones, desde lo sustantivo hasta lo esquemático y desde lo atómico a lo
complejo (continuum sintáctico-léxico). De esta forma, la Gramática de construcciones se corresponde
con el contenido requerido para una gramática: las únicas entidades gramaticales que necesita una teoría
son las unidades gramaticales y la esquematización de aquellas unidades (Langacker, 1987: 53-54). La
noción de construcción en la Gramática de construcciones es mucho más general que la de la tradicional
noción de construcción, ya que la Gramática de construcciones propone que una construcción puede ser
atómica o compleja. Todas las construcciones de la Gramática de construcciones son pares de formas
sintácticas y morfológicas con un significado, incluido el pragmático (Croft y Cruse, 2004: 255-6).
La Gramática de construcciones fundada por Fillmore, Kay y sus colaboradores (Fillmore y Kay,
1993; Kay y Fillmore, 1999) es la variante de la Gramática de construcciones que se acerca más a otras
teorías formalistas, centrándose en una representación de todas las propiedades formales y funcionales
como si fueran rasgos y valores. Por su parte, Lakoff (1987) desarrolla otra variante de la Gramática de
construcciones manteniendo el interés en la prototipicidad y la estructura de categorías radiales. También
Goldberg (1995) continúa la investigación sobre la categorización no clásica en el análisis de las
relaciones entre las construcciones. Propone esta autora un tipo de construcción que es el enlace
polisémico, destinado a los subtipos de una construcción que son idénticos en la especificación sintáctica,
pero diferentes en cuanto al contenido. En este sentido, lo más importante del análisis polisémico es que
el significado de una construcción puede ser central o puede ser una extensión metafórica, derivada de
ese significado central. Finalmente, Goldberg, siguiendo a Langacker (1987) aboga por un modelo

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basado en el uso (usage-based model) en el que los modelos de uso de las lenguas se toman como
prueba de la representación independiente de la información gramatical. Por su parte, la Gramática de
construcciones radical (Croft, 2001) fue desarrollada para dar cuenta de la variación tipológica en la
estructura de la gramática de construcciones. Adoptando la estructura de categorización alternativa y el
modelo basado en el uso de la teoría de Lakoff-Goldberg, la Gramática de construcciones radical aplica
un acercamiento no reduccionista a las construcciones y rechaza la autonomía de las relaciones
sintácticas entre elementos de una construcción.
La Gramática cognitiva se interrelaciona con la Gramática de construcciones, ya que insiste en la
naturaleza simbólica y semántica de la definición de los constructos teóricos tradicionalmente analizados
como meramente sintácticos (Croft y Cruse, 2004: 279). La unidad simbólica debe enlazar la forma
(significante) con el contenido (significado) de la construcción. Por eso, Langacker describe el enlace
como una correspondencia simbólica.
Dada la naturaleza esencialmente simbólica de la gramática, se podría argumentar su carácter
autónomo o independiente respecto del resto de procesos cognitivos; sin embargo, partimos de la base
de que el lenguaje es parte integral de la cognición humana. Las estructuras gramaticales, en todo caso,
son simples expresiones esquematizadas y, por ello, simbólicas. Además, los procesos cognitivos
lingüísticos están unidos a la organización de la información en la memoria humana y a los mecanismos
del procesamiento. El significado no existe independientemente de la cognición. La Gramática cognitiva
considera que la función y el significado condicionan la forma, y no al contrario, por lo que el concepto de
función es necesariamente un concepto primario. Por eso, podemos decir que la Lingüística cognitiva es
un modelo funcional, no formal y basado en el uso. Uno de sus objetivos primordiales consiste en
determinar cómo se interrelacionan los aspectos del significado (semánticos y pragmáticos) y los formales
(fonéticos, morfológicos y sintácticos) (Cuenca y Hilferty, 1999: 17 y 29).
Una gramática no debe tener un carácter exclusivamente generativo, sino que debe aspirar a
realizar la descripción de una lengua como si fuera una hipótesis acerca de su representación cognitiva.
La investigación lingüística debe ser una empresa empírica, y sus propuestas serán atestiguadas a partir
de los hechos de la estructura cognitiva. De ahí que Langacker (1987: 57) la haya caracterizado como un
inventario estructurado de unidades lingüísticas convencionales. La convencionalización es tal que
podemos decir que una lengua es una caracterización de convenciones lingüísticas establecidas
(Langacker, 1987: 60-63). La objetividad, por tanto, dada la distribución de unidades en una comunidad

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hablante, es sólo una faceta de la convencionalidad lingüística; igual importancia posee la concepción del
hablante de su estatuto social. Por ello, la Gramática cognitiva también intenta acoger el estatuto
sociolingüístico de las unidades lingüísticas. Uno de estos aspectos es que las unidades semánticas son
caracterizadas según dominios cognitivos incluidos la concepción de la relación social, la situación de
habla, la existencia de varios dialectos, etc. Además, la semántica lingüística tiene que ser enciclopédica;
la significación de una expresión normalmente afecta a muchos especificadores en muchos dominios
cognitivos, algunos de los cuales son más centrales que otros.
La significación de una expresión no es determinada de una manera única o mecánica desde la
naturaleza de la situación objetiva que describe. La misma situación puede ser descrita por una variedad
de expresiones distintas semánticamente que incorporan diferentes maneras de construirlas o
estructurarlas. Nuestra capacidad para imponer estructuraciones alternativas de un fenómeno concebido
es fundamental para la variabilidad léxica y gramatical. Nuestra comprehensión del mundo se realiza a
través de las unidades denominadas modelos cognitivos idealizados (MCI). Un MCI puede ser entendido
como un tipo de conocimiento base relativo al cual una noción es caracterizada. El MCI es equivalente a
las siguientes expresiones acuñadas por sus respectivos autores: marcos (Fillmore o Minsky), esquemas
(Talmy), escenarios (Schank y Abelson), modelos mentales (Johnson-Laird), espacios mentales
(Fauconnier), dominios cognitivos (Langacker). Los MCI son conjuntos ramificados de estructuras que
pueden codificar información proposicional. Son intentos de proveer un formato para la representación del
conocimiento humano en modelos computacionales de la mente, los cuales recogen estructuras
proposicionales convencionales en términos de las situaciones que pueden ser comprendidas. Lakoff
(1987) identifica cuatro tipos de MCI según sus principios estructurales:

a) Proposicionales: especifican elementos, sus propiedades y las relaciones que los unen.
b) Imágenes esquemáticas: especifican la esquematización de determinadas imágenes, como
trayectorias, longitudes o formas.
c) Metafóricos: en los que un dominio es comprendido en términos de otro.
d) Metonímicos: un submodelo es usado para comprender la categoría como un conjunto.

Las expresiones lingüísticas obtienen su significación al ser asociadas directamente con MCI
(dimensión pragmático-semiótica). Los elementos pertenecientes a los MCI son directamente

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comprendidos en términos de estructuras preconceptuales de la experiencia, o indirectamente a través de
ellos mediante procesos metafóricos o metonímicos.
Los marcos/dominios cognitivos representan uno de los dos principios de organización de la
estructura conceptual. A tal respecto, la idea de Fauconnier (1985, 1997) y las de Fauconnier y Sweetser
(1996) destacan un modelo de representación del estado de conocimiento que es metafísicamente más
atractivo y permite soluciones más elegantes en el ámbito del análisis semántico y pragmático:
Fauconnier reemplaza la noción de un mundo posible expresado en un dominio cognitivo con la idea de
espacio mental, entendido como una estructura cognitiva, en la que incluso se llega a la mezcla de
diferentes espacios (Fauconnier y Turner, 2002; Coulson, 2000). Estos autores argumentan que la mezcla
de espacios es un proceso de distribución espacial que impregna la razón humana y asocian el fenómeno
de la mezcla de espacios a un rango más amplio de fenómenos como la metáfora. En relación con ésta,
la teoría original sobre el espacio mental describe una dimensión significativa para estructurar nuestro
ortogonal conocimiento conceptual en marcos o dominios semánticos y ofrece soluciones a muchos
problemas semánticos y pragmáticos (Croft y Cruse, 2004: 39).
El lenguaje, entonces está basado en la cognición. La estructura del lenguaje usa los mismos
rasgos que las estructuras de los MCI, los cuales derivan su significatividad fundamental directamente de
su capacidad para armonizarse con estructuras preconceptuales, que son directamente significativas, ya
que son experimentadas según la naturaleza del cuerpo y su modo de funcionamiento en nuestro
contorno. Esta visión concuerda con el «realismo interno» de Putnam, realismo que, desde el punto de
vista humano, hace concordar el estatuto de lo real con el mundo y la manera en que funcionamos en él
(Cifuentes Honrubia, 1994: 43). Nuestras conceptualizaciones dependen de nuestra biología y cultura
(Putnam, 1981): no significan a través de valores libres. Otra forma de realismo interno es el «realismo
experiencial» o «experiencialismo» (Lakoff, 1987; Lakoff y Johnson, 1986), que intenta caracterizar la
significación en términos de la naturaleza y experiencia de lo que los organismos hacen y piensan,
entendiendo por experiencia la totalidad de la experiencia humana.
Podemos integrar esta concepción fenomenológica de la significación en la «estructura elemental
de la significación» de Greimas (Greimas y Courtés, 1982: 59-61 y 159-160) al plantear que los objetos
del mundo no son cognoscibles en sí mismos, sino únicamente por sus determinaciones o propiedades.
Estas relaciones se presentan bajo un juego de similitudes y diferencias que no son universales, pues
presuponen que el sujeto activamente interpreta el mundo. Esta dimensión estructuralista y pragmática

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permite armonizar el experiencialismo con la semiótica greimasiana; ya que, si la realidad no existe
independientemente de nuestras conceptualizaciones sobre la misma, se rompe la equivalencia
significado-referente, instituyendo la necesaria convencionalización social de la significación, la cual se
organiza según los MCI.2. Dada la naturaleza convencional de la estructura semántica, el universalismo
de las mismas no es posible, ya que la significación está en función de una comunidad y difiere, por tanto,
en unas y otras. Por consiguiente, para entender y explicar el significado de una unidad lingüística, hay
que atender al modo característico de uso de esa unidad según unas reglas generales de empleo, las
cuales se organizan mediante los MCI.
Si centramos nuestro objeto de estudio en los datos que nos ofrece el uso de las unidades
lingüísticas en su contexto, el esquema del signo lingüístico hegeriano (Heger, 1974: 135-210) aplicado a
la dimensión concreta de una lengua, tendrá que hacer la reducción del noema al sema. Es más: Ramón
Trives (1982) señala que la reducción o concreción del noema debe ir más allá del sema para ahondar en
el conjunto de rasgos o conocimientos enciclopédicos que constituye el episema, en tanto que referencia
al conocimiento extralingüístico indispensable en el proceso de monosemización textual. En este sentido,
Rastier (1987: 92) intenta delimitar las relaciones entre conocimientos enciclopédicos y conocimientos
lingüísticos estableciendo la separación en la relación complementaria entre los dos tipos de
conocimiento. De ahí la necesaria interdependencia entre semántica y pragmática (Schank, Birbaum y
Mey, 1985: 313-325; Fillmore, 1986: 234; Raskin, 1986: 104) al asumir que las categorías lingüísticas
presuponen particulares conocimientos estructurados de instituciones culturales, creencias acerca del
mundo, experiencias mostradas, formas comunes o familiares de hacer o ver las cosas, etc.
Sin embargo, «la distinción entre semántica y pragmática es artificial y la única concepción viable
de semántica lingüística es una que rompa tal dicotomía, y sea, consecuentemente, enciclopédica de
naturaleza» (Cifuentes Honrubia, 1994: 55), ya que una concepción enciclopédica de la semántica
lingüística permite una consideración natural y unificada de la estructura lingüística. La significación
convencional se entiende, pues, como significación contextual esquematizada en algún grado y
establecida como convencional a través de la ocurrencia repetida. Sin embargo, no todas las facetas
reciben el mismo rango en nuestro conocimiento enciclopédico, ya que algunas son centrales, con una

2Cf. Las críticas al referencialismo de Ducrot (1994) y su teoría de la argumentación, que focaliza el énfasis en la
subjetividad y la intencionalidad pragmáticas de todo acto de habla.

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significación esencial y otras son periféricas con una mínima significación prescindible (Langacker, 1987:
154-156).
La teoría de la gestalt, aducida por Coseriu (1981) le sirve a Cifuentes Honrubia (1994, 55-56)
como base para establecer una lingüística desde la perspectiva semántico-cognitiva fundamentada en
cuatro principios básicos:

a) Principio del individuo, con una doble vertiente:


1) Universalidad: todo individuo contiene en sí y manifiesta su propia universalidad. Por eso
los conceptos se forman por intuición inmediata y la categorización esquemática y
prototípica es la mejor forma de organizar esa intuición.
2) Principio del sistema de hechos, del contexto o de la estructura: los hechos no existen
aisladamente sino dentro del sistema de relaciones del que forman parte.
b) Principio de la función y principio de la forma: de manera que se tratan conjuntamente e incluso
llegan a identificarse, ya que el ser de los hechos u objetos se manifiesta en lo que hacen. La
lengua se presenta como una cuestión puramente formal en el sentido hjelmsleviano.
c) Principio del estado de cosas o de la esencialidad estática, según el cual el ser de los hechos
debe presentarse en todo momento en su devenir, sin necesidad de recurrir al origen y
desarrollo, ya que podemos estudiarlo en cualquiera de los estados3.
d) El principio de la cultura: los objetos culturales pertenecen al mundo propiamente humano de la
libertad donde los hechos creados no están determinados por causas, sino que se producen
con una intencionalidad. Pero esto no quiere decir que en la cultura no haya reglas. Así, una
lengua es un sistema de leyes que realizamos y aplicamos al hablarla. Por eso, sólo pueden
formularse normas de probabilidad o tendencias.

Cuyckens, Taylor y Dirven (2003: 2) han destacado que en las dos últimas décadas el interés de
la investigación en Gramática cognitiva se ha dirigido hacia aspectos relacionados con la semántica

3 Sin embargo, no excluimos la perspectiva diacrónica en relación con el origen de los estados, pues las

investigaciones al respecto son sumamente reveladoras para configurar el estado actual o el resto de los estadios
sincrónicos (Santos y Espinosa, 1996).

 José Antonio Candalija Rein 10


léxica. En concreto, constatan que los estudios más frecuentes pueden ser agrupados en diversos
contenidos:

a) Estructura interna de las categorías léxicas (estructuras prototípicas, estructuras de


parentesco familiar, estructura de red radial,…)
b) La naturaleza polisémica de los items léxicos y los principios cognitivos (metáfora,
metonimia, transformaciones de imagen-esquema) motivando la relación entre los diferentes
sentidos de los items léxicos.
c) Estructuras conceptuales mayores (investigaciones sobre la metáfora, marcos semánticos).

Las nuevas direcciones que emergen en la investigación de la semántica léxica desde el punto
de vista de la Gramática cognitiva corroboran una serie de tendencias que ya habían sido iniciadas en los
años ochenta: tales como la idea de que la polisemia es la norma para los items léxicos y, sobre todo, la
constatación de que los mismos mecanismos que relacionan sincrónicamente los distintos sentidos de
una unidad léxica (metáfora, metonimia) son válidos para dar cuenta del desarrollo diacrónico de los
significados gramaticalizados (Cuyckens et al., 2003: 2)

1.2 SEMÁNTICA Y SINTAXIS

Trujillo (1988:5) dice que la semántica no es exactamente una disciplina, sino un punto de vista
que analiza los signos y las estructuras morfosintácticas de una lengua. Esta perspectiva estructuralista, a
la que sumamos los presupuestos de la Lingüística cognitiva, es la que adoptaremos y resumiremos en
los siguientes aspectos:

a) La gramática es de naturaleza simbólica y se puede comprobar ese carácter simbólico en las


unidades lingüísticas que integran un polo semántico y un polo fonológico (Langacker, 1988;
1999)
b) Lexicón, morfología y sintaxis forman un continuo de estructuras simbólicas.
c) La estructura semántica no es universal, es más: se basa en imágenes convencionales y se
caracteriza según las estructuras de conocimiento (Langacker, 1987).

 José Antonio Candalija Reina 11


López García señala que la lingüística de los años ochenta ha presentado una multiplicidad de
teorías y escuelas que tienen en común una base cognitiva de índole totalizadora en la que los
fenómenos lingüísticos se ven como configuraciones en las que una parte –la figura– predomina sobre
otras –el fondo– (1989: 23). Un significado, desde el punto de vista de la teoría de la gestalt, es un fondo
suscitado por una figura significante. Es decir, los significados son creados y recreados continuamente en
el uso de la lengua cuando los suscitan los significantes, o bien, cuando se convierten en significantes
suscitadores de nuevos significados (López García, 1989: 33). Una semántica entendida en sentido
amplio, es decir, que tenga por objeto el análisis del significado de una forma lingüística , implica que la
sintaxis forma parte de la semántica (Heger, 1988: 258). Pottier llega incluso a coincidir totalmente con
Heger, ya que, según aquél, la lengua es un funcionamiento de formas portadoras de sustancia (Pottier,
1966: 399), de forma que si la semántica es el estudio del significado codificado en las lenguas, entonces
la sintaxis es simplemente parte de la semántica (Pottier, 1992: 20). A tal respecto, Trives insiste en la
idea de que cualquier unidad lingüística se configura a base del significado, de ahí que no haya distinción
natural entre sintaxis y semántica.
Las corrientes textuales europeas han abundado en la necesidad de interrelacionar sintaxis y
semántica. Por ejemplo, J.S. Petöfi y García Berrio (1978:122) han señalado que la estructura de la
sintaxis está determinada por las exigencias de la semántica. El modelo semiótico textual greimasiano
establece una gramática semiótica en la que la sintaxis no debe estar exenta de conexión con la
semántica.
En el estructuralismo europeo observamos la reiteración de la confluencia de sintaxis y
semántica. La Nueva Escuela de Praga, en la que se basa A.Vera (1990), llega a la conclusión de que
cada uno de los planos descriptivos de la jerarquía viene definido de manera que el significado precede
lógicamente a la forma. Para otros autores (Fernández-Hervás y Báez, 1984: 213 y 241) y para el propio
Vera (1990), la función sintáctica es manifestación de una función semántica. Por su parte, Lázaro
Carreter (1974: 62-63) recordaba la dificultad saussureana de establecer límites entre morfología, sintaxis
y lexicología.
Es Rodríguez Adrados quien señala claramente la interdependencia entre sintaxis y semántica
(1976: 17 y 21), preconizando las propuestas cognitivistas, al no distinguir entre significado léxico y
significado gramatical en la demarcación del significado, que es entendido como un contínuo en el que las

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distinciones son más bien asunto de grado. Sin embargo, no debemos confundir semántica y sintaxis,
pues estas parcelas están delimitadas como abstracciones arbitrarias. Prueba de ello es la transición y el
cruce que existe entre significado léxico/gramatical en distintas lenguas. Los elementos lingüísticos no
pueden ser abordados sólo desde las piezas terminales de su mecanismo relacional, en sus recursos
morfosintácticos, sino que deben ser afrontados desde la dinámica subyacente, desde una perspectiva
integral (Cifuentes Honrubia, 1989: cap. 3). En todo caso la separación debe hacerse a partir de la
estructura de una lengua dada y sin pretensiones universalistas (Adrados, 1978: 22).
En relación con la imbricación sintaxis-semántica, Trujillo ha afirmado que la sintaxis particular de
un signo depende de sus propiedades léxicas (1979: 194). Las propuestas funcionalistas de Alarcos,
Rojo, Gutiérrez Ordóñez y Vera (de las que la de Trujillo es antecedente) estudian los esquemas
sintácticos, los cuales, a pesar de estar constituidos por magnitudes semánticas, no son formas de
contenido, sino formas de significante que representan y delimitan formas de contenido. Por eso, la
Gramática cognitiva está de acuerdo en que el significado es la convencionalización de un concepto, y de
ahí que la semántica de una lengua se ocupa del estudio de las acepciones o usos, propuesta defendida
por Trujillo, quien advierte de que el significado es inasible debido a su abstracción y sólo es cognoscible
gracias a las variantes o sentidos. Respecto de la inefabilidad del significado, hay que aclarar que se
manifiesta como una necesidad de intuición (1990: 125 y 130), una intuición inmediata que no debe ser
confundida con el concepto. En cuanto a la interrelación sintaxis-semántica, coincidimos con este autor
en la necesidad de una concepción gramatical de base semántica (1988: 187) cuyo objeto es la
determinación de la estructura semántica de cada lengua que se corresponde con estructuras sintácticas
o morfológicas concretas. Por eso, el objeto de la gramática debe ser el análisis de la estructuras
semánticas subyacentes en relación con las formas morfosintácticas patentes que las representan y las
hacen reconocibles como formas de una lengua histórica determinada (Trujillo, 1988: 254).
Volvemos a la idea de que la creatividad es producto de la actividad del sujeto para asumir el
concepto de esquema, pues, como ha señalado Ramón Trives (1979: 166-169) en su relectura del habla
saussureana, si bien Saussure atribuye a la lengua y no al habla todos los tipos de sintagmas construidos
bajo formas regulares, hay que recordar que esas reglas se conciben como grupos de signos (sintagmas,
frases e incluso textos) reteniéndose en la memoria tipos de sintagmas más o menos complejos que
pueden ser actualizados en cualquier momento. Por eso, señala Báez (1988:98) que el número de
esquemas oracionales es registrable. Estos esquemas predicactanciales, en palabras de Ramón Trives

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(1979: 192 y ss.), con un núcleo predicativo que remite a la realidad extralingüística, pueden regir una
serie de variables intralingüísticas del tipo «alguien», «algo», etc., que son llamados funciones
semánticas, casos profundos o papeles temáticos, y son limitados ya que son específicos de cada lengua
(Cifuentes Honrubia, 1994: 19). Por ello, según Trujillo (1979: 226 y ss.), el esquema se entenderá como
una invariante, esto es, una estructura formada por determinadas magnitudes semánticas abstractas y
por determinadas funciones, también abstractas, establecidas entre dichas magnitudes. Hablaremos de
esquema perfectamente delimitado cuando una estructura se oponga diferencialmente a la de otros
esquemas de la misma lengua funcional. Las ocurrencias que actualizan las expresiones se pueden
entender como variantes de la invariante, es decir, todas aquellas modificaciones que no alteren las
relaciones y magnitudes que definen diferencialmente un esquema. Consecuentemente, los esquemas
predicactanciales sintáctico-semánticos son dependientes de los esquemas lógico-semánticos o
conceptuales y, por tanto, las unidades se caracterizarán en virtud de modelos cognitivos idealizados.
El universalismo chomskyano y montaguiano excluye el carácter cultural de las lenguas, pero si
la lingüística es una disciplina semántica, como hemos aducido, debe ser considerada como una de las
herramientas cognitivas de la mente humana y, por eso, la lengua usa los procesos imaginativos
(modelos metafóricos y metonímicos) en la vida cotidiana (Lakoff y Johnson, 1986). Así pues, postulamos
una teoría integrada de semántica y pragmática en la que todo el lenguaje, de alguna forma, es
metafórico (Schank, Birbaum y Mey, 1985). De ahí que no hagamos distinción entre el significado propio y
el figurado (Langacker, 1988: 43), porque ni la anterioridad histórica, ni el carácter usual o no marcado
estilísticamente, ni su relación con lo concreto, ni la anterioridad lógica permiten asegurar que el sentido
propio sea primero en relación al figurado. No cambia el sentido propio a otro figurado, sino el contexto en
el que aparece la expresión4.

4 Nuestra investigación tratará de demostrar, partiendo de estos presupuestos cognitivos, que el significado de los
elementos relacionantes es, originalmente, en sus usos contextuales primitivos, fruto de la elaboración de los
procesos cognitivos que se basan en esquemas y modelos cognitivos idealizados a partir de procedimientos
metafóricos o metonímicos. De modo que podremos comprobar que las preposiciones surgen inicialmente con un
contenido semántico propio de carácter léxico que va cambiando con el paso del tiempo según los contextos
sintáctico-semánticos a los que van asociadas. Incluso en los casos en los que se produce la gramaticalización de la
preposición o de la estructura sintáctica en la que se incluye, no podremos hablar de una desemantización total o
parcial de su contenido significativo, ni tampoco de una transformación desde lo léxico a lo gramatical, según la
distinción tradicional. En todo caso, veremos que la mayoría de las veces se produce un cambio del contenido léxico
del significado preposicional en función del contexto sintáctico, semántico y pragmático en el que aparece desde
una perspectiva diacrónica, pero los resultados nos revelarán el carácter pancrónico de estos procesos.

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A tal respecto, Trujillo (1988) aclara que el signo posee un significado único, pero invariante en
todos los usos del signo. El significado no es un concepto, es una forma de contenido que se mantiene en
todas las aplicaciones de un signo. El concepto es una abstracción formada a partir de las cosas, por ello
es anterior a cualquier interpretación. Sin embargo, no hay sentidos privilegiados lingüísticamente sobre
los otros. Igualmente ocurre con las idealizaciones o simplificaciones de distintas perspectivas
metodológicas, incluida la cognitiva, ya que nos encontramos que la siguiente consideración es errónea:
puesto que los monemas lexicales son claramente significativos y los gramaticales son obviamente
menos, se ha llegado a creer que los significados de los monemas gramaticales han de evitarse en el
análisis gramatical (Cifuentes Honrubia, 1994: 22). Por eso se considera que las preposiciones son
elementos vacíos y sin significado. De estas consideraciones se deduce la autonomía de la sintaxis
respecto de la semántica, ya que las relaciones sintácticas son de carácter gramatical, es decir, no léxico.
En cuanto a las diferencias entre una semántica formal o formalista fundada en los principios
lógico-matemáticos y la semántica lingüística propia de las lenguas naturales, Tarski (1991) propone lo
siguiente:

a) La estructura sintáctica de las lenguas naturales no está tan definida como la de los lenguajes
formales de la lógica matemática.
b) Una lengua natural es universal, ya que contiene a los lenguajes artificiales, es decir, no existe
un metalenguaje en el que formular la semántica de las lenguas naturales.
c) Las lenguas naturales contienen expresiones ambiguas, en cambio los lenguajes formales son
monosémicos.

A estas razones habría que añadir el hecho de que no es posible dar cuenta de todas las
significaciones de los elementos lingüísticos en todas las situaciones posibles en una lengua natural
(Nunberg, 1979: 144). Ello es debido a la ingente profusión de extensiones metafóricas y metonímicas
que dificultan la precisión.
La teoría generativista como la Teoría de la X inciden en la importancia de la determinación de la
sintaxis por medio de la semántica, pues para cada elemento léxico se presentará, además de su forma
fonológica, todas las propiedades semánticas que se encuentran asociadas con él. Entre ellas se
encuentran las propiedades de selección de los núcleos de las construcciones de manera que resulta

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redundante la selección categorial (Chomsky, 1989: 105). Por tanto, se reducen las representaciones
sintácticas en la EP a proyecciones de las propiedades semánticas de los elementos léxicos, de manera
que el complemento de cualquier núcleo en una representación sintáctica debe estar seleccionado
semánticamente por ella (Chomsky, 1989: 109). Pero el éxito de una sintaxis basada en la proyección
radica en que el léxico sea regular; en cambio, si cada unidad léxica requiere una forma particular de
combinación, el número de reglas es excesivamente alto.
Partiendo de los presupuestos del distribucionalismo estructuralista de Z.S. Harris (1960, 1991),
que fundamenta su análisis en la hipótesis de que el conjunto de oraciones de una lengua está
constituido por proyecciones lineales de relación de dependencia que se establece entre los elementos
léxicos que conforman dichas oraciones, Subirats (2001: 29) establece las bases de la sintaxis léxica que
establece que el requerimiento argumental de un predicado no se define en función de clases de
argumentos definidos morfológicamente o distribucionalmente, sino en función de las propiedades de
dependencia de los argumentos de los que depende dicho predicado. El hecho de definir la dependencia
de un predicado en relación con las propiedades de dependencia de las palabras que concurren con él
para formar una oración y no en relación con listas de palabras que poseen determinadas propiedades
distribucionales nos permite dar una caracterización formal de dicha dependencia mediante autómatas
semánticos en el marco de las relaciones de predicación mediante un subconjunto de predicados que
permiten sistematizar la hiponimia, la meronimia, etc.
La teoría generativista más reciente se expresa a través del Programa minimalista
(Chomsky (1993, 1994, 1995, 1998, 1999, 2000, 2002, 2004), que surge por la necesidad de seleccionar
el modelo de gramática más apropiado de entre las variadas propuestas desarrolladas en el modelo de
Principios y Parámetros. Para Chomsky el objetivo del Programa minimalista es seleccionar la teoría más
simple cuyas operaciones y representaciones supongan el mínimo esfuerzo. En este sentido, Dowty
(1996) intenta reducir el papel de la sintaxis al mínimo, de manera que ciertos aspectos tradicionalmente
atribuidos a la sintaxis se explican mediante propiedades del sonido y el significado.
En la evolución del Programa minimalista podemos distinguir dos etapas:

a) La formulación inicial de las directrices básicas de economía y de los instrumentos


(Chomsky, 1995)
b) La Derivación por Fase (Chomsky, 1998 y 1999)

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El interés central del Programa minimalista es el análisis de la conexión que se establece entre la
llamada coherencia externa y las interacciones naturales (Uriagereka, 1998).
El Programa minimalista ha llegado a separar de manera definitiva los elementos léxicos de los
funcionales, no sólo desde el punto de vista de su contenido, sino también desde la perspectiva del papel
que desempeñan en la derivación sintáctica (Berkes, 2004: 23).
En cuanto a la configuración sintáctica de los argumentos básicos del verbo transitivo, Chomsky
(1995, 1998, 1999) propone la hipótesis que explota la existencia de un elemento funcional v en la
derivación (Teoría de v) y satisface los requisitos y generalizaciones establecidos dentro del marco teórico
minimalista. Chomsky propone una configuración que consiste en una proyección léxica (SV) y otra
funcional (Sv) para el complejo verbal de un predicado transitivo.
La hipótesis de Katz y Postal (1964) que ha perdurado en la Gramática generativa actual es la
idea de que la capacidad creativa de la gramática se encuentra en la sintaxis, y la fonología y la
semántica son componentes interpretativos que derivan sus respectivas estructuras de alguno de los
niveles de la estructura sintáctica. Sin embargo, la estructura propuesta por Jackendoff (1987) difiere de
tal concepción centrista de la sintaxis, pues considera los tres niveles como igualmente «creativos» sin
que derive ninguno de los otros.
Jackendoff (1987) sugiere que mucha de la oscuridad en la formulación de la interacción sintaxis-
semántica proviene de la ausencia de un componente autónomo que caracterice la forma conceptual. En
este sentido, Cifuentes Honrubia (1994: 77) advierte de que debemos precisar que las relaciones
temáticas tienen que ser reducidas a configuraciones estructurales en la estructura conceptual; y que la
estructura argumental, que es el conjunto de papeles temáticos correspondientes a los argumentos que
deben necesariamente ser proyectados con la pieza léxica cuando se realiza sintácticamente, debe
relacionarse con la estructura conceptual que es visible a la sintaxis (Cifuentes Honrubia, 1994: 78). Los
papeles temáticos deben ser considerados como posiciones en una representación conceptual detallada,
donde la estructura argumental aparece como una lista anotada con papeles temáticos, o como un
conjunto de diacríticos sobre la estructura sintáctica. El papel temático debe ser entendido como un
término para una posición argumental en la estructura conceptual. Por eso, la estructura argumental
consiste en un conjunto de índices que relacionan los argumentos sintácticos y conceptuales de un verbo
(Jackendoff, 1987: 387 y 405). Para Jackendoff (1990), la sintaxis es un medio de expresar la estructura

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conceptual. De ahí que el control –o la reflexivización– depende, no sólo de factores sintácticos, sino
también semánticos. La rección es una relación establecida sobre la estructura conceptual y establecida
por medio de alguna conjunción de propiedades sintácticas y semánticas. Las restricciones de selección
son información semántica que un verbo aporta acerca de sus argumentos (Jackendoff, 1990: 166;
Gracia, 1989: 96 y ss.; Chomsky, 1989a: 105 y ss.) (Cf. Valencia, Langacker, 1988)
Otra de las perspectivas que aborda la cuestión de la interacción entre la semántica y la sintaxis
es la de la Gramática categorial (Moreno Cabrera, 1991) supone que la sintaxis de las lenguas está
semánticamente motivada, ya que está concebida para identificar diversas formas de obtener el
significado de una expresión compleja a partir de las expresiones simples de que constan (Moreno
Cabrera, 1991: 186-187).

1.2.1 Precedentes de la sintaxis motivada semánticamente

De los presupuestos de la Semántica generativa con los que coincide la Semántica cognitiva
destacamos los siguientes:

a) El lenguaje usa mecanismos cognitivos generales.


b) Las estructuras semánticas son de la misma naturaleza formal que las estructuras sintácticas,
de ahí que deba establecerse la manera de ligar forma y significado.
c) Las gramáticas deben explicar los parámetros formales a partir de los aspectos significativos.
d) Semántica y pragmática están integradas.
e) La noción de EP integra un único sistema de reglas que liga la estructura semántica y la
estructura superficial mediante unas etapas intermedias que son de índole sintáctico-
semánticas.

Sin embargo, la Gramática cognitiva difiere esencialmente de la Semántica generativa en los


siguientes aspectos:

a) La Semántica generativa intentó adaptar el logicismo a la semántica y a la pragmática.

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b) La Gramática cognitiva parte de los modelos cognitivos basados en la experiencia para explicar
los fenómenos semánticos y pragmáticos.
c) La Semántica generativa usó la sintaxis transformacional que no podía explicar las amalgamas
sintácticas.
d) La Gramática generativa no podía explicar construcciones motivadas no predecibles mediante
reglas gramaticales.
e) Tampoco daba cuenta de la especialización de la forma, por lo que no podía explicar
fenómenos como la iconicidad sintáctica.

La diferencia fundamental entre «sintaxis autónoma» y la sintaxis semántica de la Semántica


generativa radica en la naturaleza y principios explicativos del hecho semántico, dado el carácter
muchísimo más abstracto de las relaciones de la estructura semántica frente a la mayor especificación de
las relaciones sintácticas.
Además, siguiendo a Lakoff (1987) y a Langacker (1988, 1999), la Semántica cognitiva se
necesita en la descripción de las significaciones de las construcciones gramaticales que incluyen los
espacios mentales y los MCI de todo tipo (metafórico-metonímicos principalmente). Pero no pretende
predecir la gramática desde la significación, sino incorporar y simbolizar una manera particular de
construir un contenido conceptual. La estructura conceptual está determinada extralingüísticamente, por
tanto la forma lingüística utiliza el contexto, pero la determinación de los distintos contextos que inciden
en la significación de las formas lingüísticas no son de carácter universal.
La Gramática cognitiva no intenta predecir las estructuras gramaticales desde la significación,
sino que, como dice Cifuentes Honrubia (1994: 87) «la gramática es significativa porque incorpora y
simboliza una manera particular de construir contenido conceptual». En realidad, más que dedicarnos a la
predicción de la gramática desde el significado, debemos interpretar estos valores y determinar lo que
dice la estructura gramatical de una lengua acerca de su estructura semántica (Langacker, 1991a: 516-
518). Respecto del concepto de estructura semántica, Jackendoff (1990) ha planteado las diferencias
existentes entre la Semántica cognitiva y su Semántica Conceptual en los siguientes términos:

a) La propuesta generativa acepta un nivel autónomo de representación sintáctico.


b) El formalismo generativista es riguroso.

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c) El generativismo incorpora resultados relevantes de la psicología perceptiva.
d) La Gramática generativa plantea una fuerte base formal innata para la adquisición conceptual.
e) La Semántica conceptual identifica la estructura semántica con estructura conceptual y
significado con concepto.

Jackendoff (1990) aclara que la idea de concepto expresa «una representación mental que puede
servir como significación de una expresión lingüística». Asimismo, reconoce que el nivel de estructura
conceptual no es completamente dependiente del lenguaje, pues funciona como intermediaria entre la
información lingüística y la información de otras capacidades tales como la visión o la acción (1983: 105-
106 y ss.; 1990: 18 y ss.). Por tanto, observamos cómo es necesario integrar semántica y pragmática al
identificar la estructura semántica con la estructura conceptual. A pesar de coincidir en este aspecto con
las directrices de la Semántica cognitiva, la Semántica Conceptual de Jackendoff se aleja de los
presupuestos cognitivistas al proponer la universalidad de la estructura conceptual (1990: 90),
diferenciando las lenguas únicamente por sus medios de expresar esta estructura conceptual a través de
reglas de correspondencia entre la estructura conceptual y la sintaxis, incluyendo el lexicón.
Para la Gramática cognitiva la estructura semántica no es universal, incluso no plantea la
universalidad de la estructura conceptual. La significación depende de la experiencia humana, una
experiencia que debemos entender en el más amplio sentido posible: natural, cultural e histórica, tal como
nos indican Lakoff y Johnson (1980) o Santos y Espinosa (1996). La crítica que Cifuentes Honrubia
(1994: 89) realiza al generativismo consiste en denunciar la malinterpretación de la noción de
«semántica» como componente interpretativo, pues parece recaer exclusivamente en la Forma Lógica,
que trata de representar las propiedades del significado como determinadas por estructura sintáctica,
continuando con la concepción referencialista de significado. Esta noción de Forma Lógica surge al inicio
de los debates del generativismo sobre la relación entre sintaxis y semántica, considerando que una
representación semántica es semejante en su función a la forma lógica de la oración. De ese modo, las
gramáticas de cada lengua serán muy semejantes a los sistemas lógicos, diferenciándolas únicamente en
que deben contener ciertas reglas fonológicas y determinadas transformaciones sintácticas para resultar
empíricamente adecuadas, y no se diferenciarían en el componente semántico (Fodor, 1985: 91). En la
actualidad esta concepción ha sufrido pocas modificaciones, pues para May (1985) la Forma Lógica
representa todas las propiedades de la forma sintáctica que son pertinentes para la interpretación

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semántica. Una representación de Forma Lógica es una representación parcial del significado de una
oración, que refleja determinado «significado estructural», sin considerar el significado léxico ni factores
pragmáticos; por tanto se presenta como independiente de la situación en que se expresa, con lo que
volvemos a la concepción referencial de la semántica y a la distinción entre semántica y pragmática.
En conclusión, la estructura conceptual está determinada extralingüísticamente, de ahí que la
forma lingüística utiliza el contexto en tanto que lo implica y lo subsume. Por ello, los contextos deben ser
representados esquemáticamente de forma que sean válidos para cualquier comunidad lingüística. Esto
nos llevaría a la universalidad. Sin embargo conviene distinguir en este sentido entre lo conceptual y lo
lingüístico. Para los generativistas los conceptos se conciben como universales como si fueran parte de la
herencia genética del genoma humano. Sin embargo los signos lingüísticos son variables según las
lenguas. Por eso, Rastier (1991a: 96-97) plantea que tanto los significados como las representaciones
mentales son formaciones culturales que no deben confundirse, sino interrelacionarse. Los esquemas
conceptuales son considerados en cierta forma culturales, de ahí que el significado se distingue del
concepto en la noción de convencionalización. Esta noción del significado como convencionalización de
un concepto instaura una semántica diferencial que integra dos direcciones de investigación: por una
parte, constituye semánticas específicas de lenguas particulares; por otra, inicia el mundo de la
percepción que incluye mecanismos universales, aunque influido por la cultura.
La falta de composicionalidad semántica se revela sobre todo en las frases idiomáticas, donde el
significado total no es la suma de los fragmentos semánticos que lo componen. Desde una perspectiva
cognitiva, el problema se soluciona mediante la noción de construcción gramatical. El constructivismo,
como teoría íntimamente vinculada a la Gramática cognitiva, postula un emparejamiento convencional de
forma y significado, aplicado en semántica, sintaxis, morfología y fonética sintáctica. De ahí que podamos
reconocer las cualidades gestálticas y holísticas del lenguaje: la integración de dos o más elementos no
produce efectos atribuibles a uno u otro elemento, sino que surgen del hecho mismo de combinarlos. Esta
integración supone también la consideración de las implicaciones connotativas de la estructura semántica
(Cuenca-Hilferty, 1999: 67-70). La naturaleza inherentemente enciclopédica de la semántica conlleva la
no disociación de aspectos denotativos (estrictamente léxicos) de los connotativos (tradicionalmente
pragmáticos).
Existe todavía una cuestión sin resolver en el ámbito de las investigaciones en Lingüística
cognitiva y es el de la relación entre las estructuras sintácticas y las estructuras conceptuales y

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semánticas. Se supone que toda diferencia de categoría sintáctica implica forzosamente una diferencia
de interpretación semántica, pero este extremo no ha sido contrastado mediante métodos empíricos de
carácter neurolingüístico y psicolingüístico. La polémica surge precisamente en la posibilidad de predecir
el comportamiento gramatical a partir de la carga nocional que conlleva una expresión o estructura.
Aunque el comportamiento de las unidades gramaticales sea de difícil predicción, es innegable la relación
simbólica entre aspectos de la forma y aspectos del significado5 (Cuenca y Hilferty, 1999: 83-85).
Así pues, conviene distinguir metateóricamente un nivel conceptual y un nivel semántico, pues lo
contrario supone confundir niveles descriptivos cuya interrelación puede ser muy útil en la descripción
lingüística. En este sentido conviene revisar la noción de papel temático.

1.2.2 La Gramática de Casos y los papeles temáticos

La terminología gramatical de muchas lenguas que incorporan la tradición europea muestra una
ambigüedad sistemática en el uso del término caso. Habitualmente, se emplea para referirse tanto a
cierta categoría gramatical (y las formas que la manifiestan) como a un conjunto de distinciones
semánticas soportadas por las formas de dicha categoría. Es lo que J. Anderson (1977: 9) denomina,
respectivamente, formas casuales y relaciones casuales. La propuesta de Gramática de Casos de
Charles Fillmore (1968:24-25) es que al menos las siguientes casos pueden ser motivados:

a) Agentivo: el caso del instigador animado de la acción identificado por el verbo.


b) Instrumental: el caso de la fuerza inanimada o el objeto causalmente implicado en la acción o el
estado identificado por el verbo.
c) Dativo: el caso del ser animado afectado por el estado o la acción identificada por el verbo.
d) Factitivo: el caso del objeto o ser que resulta de la acción o el estado identificado por el verbo o
concebido como parte del significado verbal.
e) Locativo: el caso que identifica la localización o la orientación espacial del estado o acción
identificado por el verbo.
f) Objetivo: el caso del objeto o estado afectados por la acción del verbo.

5 En todo caso, la predicción se limitaría siempre a consignar el comportamiento gramatical como una tendencia,

 José Antonio Candalija Reina 22


La Gramática de Casos de Fillmore supuso un reenjuiciamiento del rango de estructura profunda
de la teoría estándar generativo-transformacional (Chomsky, 1957, 1965): las categorías y relaciones allí
definidas se dice que carecen de generalidad, y, por consiguiente, la estructura profunda pierde su poder
explicativo. Por tanto, se hace necesario sustituirlo por un mecanismo conceptual más adecuado. Fillmore
muestra que la estructura profunda de la teoría estándar se trata de un modo heterogéneo en el que
nociones formales se mezclan con nociones semánticas. Y, por ello, propone representar directamente la
información semántica en la estructura subyacente: los grupos nominales estarán vinculados a papeles
semánticos como agente, beneficiario, etc., categorías que deben representar los conceptos universales
implicados en la utilización de las lenguas. Fillmore postula la existencia de una base universal
compuesta de un determinado número de casos subyacentes que se consideraría que representan
conceptos semánticamente primitivos; a partir de ahí, la función de la gramática consistiría en dar una
imagen explícita de las relaciones que se establezcan entre esta base y las formas de superficie de cada
lengua particular. La evolución de la Gramática de Casos de Fillmore ha llevado a considerar
determinante para el establecimiento de las relaciones casuales, ya no sólo el papel semántico que
desempeñan los sintagmas nominales, sino la perspectiva u orientación adoptada por el hablante en la
estructuración de la oración, la cual se ordena en forma de figura vs. fondo. Es decir, Fillmore vincula la
semántica con la pragmática mostrando la necesidad de organizar la conceptualización de las escenas
que intervienen en la significación por medio de esquemas o marcos, esto es, modelos cognitivos
idealizados (Cifuentes Honrubia, 1994: 81).
En la evolución del concepto de las representaciones semánticas de las oraciones podemos
encontrar el desarrollo de la Semántica generativa hasta el desarrollo actual y configuración como
Gramática cognitiva, la cual debe ser considerada como una evolución de la Semántica generativa y de la
Gramática de Casos a través de la teoría gestáltica.
Muchos han sido los autores que han ampliado los conceptos sobre la gramática de casos y los
llamados papeles semánticos desde Fillmore hasta nuestros días. A tal respecto, Mª Antonia Martínez
Linares (1999) en su artículo sobre los papeles semánticos de los objetos preposicionales advierte de que
las discrepancias acerca del significado de estos complementos está estrechamente relacionada con los
problemas sobre la definición y la delimitación de los papeles semánticos. En primer lugar, constata las

que nunca debe constituir una regla con excepciones. Cf: Cifuentes Honrubia, 1994.

 José Antonio Candalija Reina 23


diferencias entre dos tipos de enfoques: por un lado, el que entiende los papeles semánticos como
primitivos que configuran la red temática de un predicado inanalizado (una forma primaria de representar
el significado verbal) y es el que usan tanto Demonte (1989, 1991) como Gràcia i Solé (1989); o bien la
perspectiva que adoptan Dowty (1991), Jackendoff (1987), Rappaport y Levin (1988) o Van Valin y
LaPolla (1997), que vincula los papeles a posiciones argumentales de predicados primitivos en un nivel
más abstracto. En segundo lugar, aprecia diferencias metodológicas según se conciban los papeles como
categorías discretas con correspondencias directas de los argumentos considerados (Demonte 1989,
1991; Gràcia i Solé, 1989) o se entiendan como un conjunto de propiedades prototípicas que puedan
variar para que los argumentos se amolden a ellas (García-Miguel, 1995). Otro par de problemas con los
que se enfrentan los investigadores de los papeles semánticos es el que tiene que ver, por una parte, con
la selección de criterios para diferenciarlos e inventariarlos y, por otra, la determinación del grado de
generalización de la definición de los papeles. Sin embargo, el aspecto más problemático para Martínez
Linares es la determinación entre papeles semánticos y entornos sintácticos, sobre todo, plantea si la
base de dicha determinación es exclusivamente semántica o también inciden las relaciones sintácticas.
En este sentido, volvemos a encontrarnos enfrentadas las posturas representadas por los autores
aludidos: Demonte y Gràcia son partidarias de una postura completamente lexicalista (en términos de
Goldberg,1995: 2), pues para ambas la sintaxis es una proyección de las propiedades de los elementos
léxicos y los papeles que asigna el verbo a las posiciones argumentales se mantienen invariables,
aunque cambie la configuración sintáctica de éstos. Por el contrario, la posición defendida por García-
Miguel (1995), más emparentada con la Gramática cognitiva admite cierta versatilidad en las unidades
léxicas en lo que concierne a su capacidad combinatoria asumiendo el carácter significativo de la
construcción, del esquema sintáctico, de las relaciones o funciones gramaticales como parte de ese
esquema sintáctico. Finalmente, insiste Martínez Linares en el carácter excesivamente problemático de la
cuestión sobre los papeles temáticos al señalar dos aspectos conflictivos: la dificultad para definir las
nociones de un modo preciso y la falta de inventarios completos y precisos para dar cuenta de todos los
contextos.
El papel temático puede ser entendido como el valor relativo o funcional de una expresión al estar
regida por un determinado elemento que la conecta con los restantes miembros del sintagma. Los
papeles temáticos tratan de dar cuenta de las distintas relaciones semánticas que es posible asignar a
una secuencia de categorías. Chomsky ha propuesto que sea el nivel semántico de las entradas léxicas

 José Antonio Candalija Reina 24


el que sirva de base para derivar las estructuras sintácticas. Sin embargo, según Jackendoff (1983: 210;
1987: 371; 1990: 46), los papeles temáticos son configuraciones estructurales particulares en la
estructura conceptual y no pueden ser entendidos como primitivos semánticos, sino como nociones
relacionales definidas estructuralmente sobre la estructura conceptual, con un estatuto comparable al de
las nociones de sujeto y objeto en muchas teorías sintácticas y, por ello, la estructura argumental puede
ser considerada como un esquema de la parte de estructura conceptual visible a la sintaxis. De este
modo, las relaciones temáticas constituirán un sistema de relaciones estructurales y las restricciones de
su número y tipo que se aplican a estas relaciones provienen de las restricciones existentes sobre el
conjunto de funciones conceptuales necesarias para expresar las significaciones. Pero una organización
del modelo temático que se asemeje a las primeras propuestas de la Gramática de Casos resulta una
«idealización desafortunada» (Jackendoff, 1990: 161), ya que la gran cantidad de no correspondencias
entre argumentos conceptuales y posiciones sintácticas es un ejemplo de esa idealización. Para
Jackendoff, puesto que la comprensión del lenguaje necesariamente afecta a la correlación entre
estructuras sintácticas con estructuras conceptuales, estos dos componentes no pueden ser suficientes,
por lo que se necesita un tercer componente que serían las reglas de correspondencia. Estas reglas
poseen sus propias propiedades y tipología, con un considerable grado de independencia de las
estructuras sintácticas y de las estructuras conceptuales que relacionan. La teoría de la correspondencia
hace delinear en estructura sintáctica la estructura conceptual. Los medios para relacionar las estructuras
sintácticas y las conceptuales tienen que ser, en alguna medida, formalmente independientes de las
estructuras que relacionan. La necesidad de esas reglas de correspondencias también ha sido señalada
por Gràcia (1989: 10) al indicar que se pueden establecer unas generalizaciones que recojan las
conexiones entre los aspectos sintácticos y semánticos.
La conclusión de estas aportaciones es evidente: Jackendoff señala que es necesario un nivel
que medie entre la estructura conceptual y la estructura sintáctica, nivel relacionado con el de la Forma
Semántica de Bierwisch (1989b:73) y de Wunderlich (1991), que sería una estructura intermedia ente la
Lengua y la Conceptualización. De esta forma, Bierwisch (1989b: 73) señala la necesidad de un módulo
interior de la Lengua distinto de otras reglas, principios y parámetros. Esta distinción también permite
aplicarla a la separación entre significado y sentido, pues el significado está determinado por la Forma
Semántica y el sentido, contextualmente. La Forma Semántica es específica de una lengua y las
estructuras conceptuales representarán condiciones basadas en el conocimiento general extralingüístico

 José Antonio Candalija Reina 25


(Bierwisch, 1989a: 5). Como resumen, podemos colegir que parece necesario dar cuenta de distintos
niveles de representación en la Estructura Conceptual, por ello se precisa de la Forma Semántica en
tanto que adaptador de la Lengua y la Conceptualización. Bierwisch especifica que los elementos que son
primitivos en la Forma Semántica no tienen necesariamente unos primitivos correspondientes en el
sistema conceptual. Pero la categorización de los primitivos semánticos, que determina sus propiedades
combinatorias, debe corresponder a aspectos pertinentes de la combinatoria específica de la
Conceptualización, por eso podemos hablar de primitivos semánticos a priori y a posteriori. Podemos
concluir que el subsistema semántico de la gramática se distinguirá del sistema conceptual en cuanto a la
forma, no en cuanto a la sustancia (Reis, 1985: 31). Este aspecto no es nada nuevo en la investigación
sobre las relaciones sintáctico-semánticas, pues Rojo (1983: 87 y ss.) ya habla de funciones semánticas
como formas del contenido y de funciones conceptuales como sustancia del contenido que comparten el
mismo tipo, mientras que la diferencia estriba en que en la sustancia del contenido tienen que estar todas
las funciones semánticas y en la forma del contenido sólo aquellas que tengan un correlato en el plano
significante.
Según Dowty (1991) y su Teoría de los protopapeles temáticos, los papeles temáticos no se
conciben como categorías cerradas y delimitadas, sino que existen dos papeles prototípicos o
protopapeles (protoagente y protopaciente), y los argumentos presentan un mayor o menor de grado de
pertenencia a ellos, según presenten un número mayor o menor de propiedades características de un
protopapel u otro.
Por su parte, Van Valin (1993, 1999,) entiende los macropapeles como generalizaciones sobre los
tipos de argumentos que aparecen con determinados verbos y que conllevan variaciones gramaticales
significativas. La cuestión principal que surge de esta definición es qué está codificado por la gramática
de la misma o diferente manera: el papel de tipo AGENTE recibe el mismo tratamiento gramatical, que es
a la vez, diferente del tratamiento gramatical del papel de tipo general denominado PACIENTE.
La diferencia entre la teoría de los protopapeles de Dowty (1991) y la de los macropapeles de Van
Valin (1993, 2004) fue analizada por este último (1999) en el marco de la teoría Gramática del Papel y la
Referencia constatando que ambas coincidían en señalar que las relaciones temáticas específicas no
tienen estatuto teórico y que las representaciones léxicas no están basadas en la relaciones temáticas.
Sin embargo, Dowty se distingue del resto de las teorías de los papeles temáticos en la negación de que
el proto-agente y el proto-paciente son papeles semánticos que un argumento puede tener; es decir,

 José Antonio Candalija Reina 26


estos papeles son simplemente generalizaciones sobre las propiedades de selección del sujeto y del
objeto que poseen los verbos (Van Valin, 1999: 386). Podemos decir, según Dowty, que un proto-agente
es un argumento cuyas propiedades semánticas lo predisponen para ser seleccionado por un verbo para
desarrollar el papel de agente en una oración. Los conceptos de proto-agente y proto-paciente no son
papeles a los que los gramáticos se refieran, no hay reglas sintácticas que los establezcan en ninguna
gramática.
Van Valin denomina papeles semánticos generalizados tanto a los protopapeles como a los
macropapeles. Recientemente, Van Valin ha intentado delimitar el concepto de macropapeles semánticos
en el marco de la teoría de La Gramática del Papel y la Referencia. Partiendo de la naturaleza semántica
de los macropapeles y de la base semántica que presentan, llega a establecer sólo dos macropapeles
que corresponden a los dos argumentos primarios de una predicación transitiva: actor (sujeto) y paciente
o experimentador (objeto directo) (Van Valin, 2004: 12).
Por su parte, Moreno Cabrera (2003) nos ofrece un repaso por las diferentes propuestas de
definición de los papeles semánticos desde diversas perspectivas: la Gramática generativa, desde
Chomsky (1981: 35), quien hace referencia a la propuestas de Gruber, Jackendoff y Fillmore y propone
que en el nivel de la Forma Lógica se asignen papeles semánticos o papeles-θ a los argumentos, hasta
Radford (1988), Haegeman (1991) o Cook y Newson (1996), quienes coinciden en las definiciones de los
principales papeles (tema, agente o actor, paciente y experimentador) desde un punto de vista
enciclopédico o cosmomórfico. Le parece más acertada la propuesta de Gracia y Solé (1989) al
establecer una clasificación binaria de los papeles que lleva a un planteamiento mucho más abstracto en
la definición de los papeles semánticos. La perspectiva de Baker (1996) es la que adopta Moreno Cabrera
ya que lo que hace el primero es especificar que el papel del agente se asigna a la entidad que lo
relaciona con el proceso y por consiguiente está fuera del SV mínimo, que denota el proceso y que el
papel de tema se asigna al protagonista del proceso. De manera que la asignación de papel semántico no
depende del contenido enciclopédico de la oración, sino de la posición que ocupan los protagonistas de la
misma: el agente es la entidad que se relaciona con el proceso y el paciente o tema es la entidad que
protagoniza el proceso (Moreno Cabrera, 2003: 241).
En su recorrido por las propuestas sobre definición de papeles semánticos, este autor se centra
en los modelos lingüísticos que parten de la semántica como componente central de la gramática, como
la de S.C. Dik, en el que nuevamente encontramos un concepto cosmomórfico de los papeles que nos

 José Antonio Candalija Reina 27


hace asignar distintos papeles semánticos a protagonistas que tienen la misma relación semántica y
diferentes papeles semánticos a protagonistas que tienen idéntica relación semántica, por lo que la
confusión es patente. La hipótesis más plausible dentro de la gramática relacional para Moreno Cabrera
es la de la Asignación Universal de Perlmutter y Postal (1984:97-100), según la cual las relaciones
sintácticas básicas (sujeto y objeto) están determinadas por la estructura semántica de la oración. En esa
misma línea tenemos a F. Palmer (1994: 22) que apoya la idea de la universalidad del agente y el
paciente, pero desde una visión cosmomórfica de de los papeles.
Finalmente, concluye Moreno Cabrera destacando el concepto de macropapel semántico de Van
Valin y LaPolla (1997) agrupando bajo el macropapel de ACTOR al agente y al instrumento o bajo el
macropapel de EXPERIMENTADOR al tema y al paciente.
En este sentido, coincidimos con Moreno Cabrera al asumir que el concepto de macropapel
semántico es adecuado para mantener el concepto de movimiento que puede definir el UNDERGOER si
partimos de la concepción aristotélica del movimiento espacial no es más que una clase entre otros tipos
de movimiento abstracto, lo cual nos lleva a conectar este concepto con la hipótesis localista que
estudiaremos más abajo.
La cuestión sobre la realización de los argumentos, el papel de las construcciones, la semántica
léxica y los factores del discurso ha sido tratada muy recientemente por Goldberg (2005), quien desde la
perspectiva de la Gramática de construcciones estudia el principio de realización de argumento
(Rappaport Hovav y Levin, 1998) en estructuras transitivas y ditransitivas. En muchos ejemplos aducidos
por la autora, el verbo semánticamente incorpora el argumento TEMA en el sentido de que la existencia
del tema y el movimiento es implicada por el verbo (soplar, esputar, orinar). Por eso, se puede decir que
la semántica esta directamente reflejada en la sintaxis y que un objeto directo está sintácticamente
incorporado en el verbo. A este fenómeno se le conoce como Construcción con tema implícito. De mucha
más relevancia para nuestra tesis es el Principio de Correspondencia que asegura que los papeles
participantes perfilados como salientes o prominentes están codificados por relaciones gramaticales que
les proporcionan el suficiente grado de prominencia en el discurso. Los ejemplos aducidos por Goldberg
(2005: 25-26) muestran, en el caso de verbos de contribución (contribuir) que cada papel participante del
verbo se fusiona con cada uno de los papeles argumentales de la construcción. Así el papel de
CONTRIBUIDOR se une al papel de ORIGEN porque el contribuidor puede ser construido como un tipo

 José Antonio Candalija Reina 28


de inicio a partir del cual surge la acción. De igual modo, el papel de CONTRIBUCIÓN se relaciona con el
de TEMA y el de DESTINO con el de DIRECCIÓN.
Recientemente, Violeta Demonte (2002) ha iniciado una clasificación de los predicados verbales
desde la conexión entre la interfaz léxico-sintaxis (Chomsky, 1995) aplicando los tres enfoques básicos: el
sintáctico puro, el léxico-sintáctico y el semántico. La hipótesis de la que parte la autora es que los
predicados verbales en torno a los que se organizan las oraciones llevan asociada una estructura
argumental, que se encarga de especificar los argumentos de ese predicado y establecer las posiciones
sintácticas (externa, internas, u oblicuas) en las que se sitúan las funciones gramaticales que
desempeñan. Como veremos más adelante, Demonte, aduce que los papeles temáticos no tienen un
estatuto unívoco (Dowty, 1991) y ni siquiera sabemos cuántos y cuáles son. Además, las estructuras
argumentales parecen susceptibles de alteraciones y cambios predecibles y sistemáticos. La cuestión de
fondo es dilucidar cuáles son los primitivos del nivel básico del que derivan las estructuras argumentales y
cuáles son los mecanismos mediante los que éste se relaciona con la estructura argumental.
Demonte intenta aunar los diferentes enfoques para responder a esta cuestión, comenzando por
la perspectiva sintactista (Borer, 1994, 2001), según la cual los aspectos del significado que influyen en la
forma de las oraciones se representan también sintácticamente mediante estructuras jerarquías formadas
con unidades de la sintaxis (N, V, A, P). Para los lexicistas (Levin y Rappaport-Hovav, 1995), el léxico
tiene un componente propio y unos primitivos específicos. Desde esta perspectiva la representación que
precede a la estructura argumental es una «plantilla léxica» en la que el significado del predicado verbal
se representa mediante predicados atómicos que «descomponen» el significado del verbo. Dichos
predicados atómicos son nociones semánticas básicas (‘Causa’, ‘Cambio de estado’, ‘Llegar a’, ‘Moverse’,
‘Ir’; Jackendoff, 1990) que resultan relevantes para la sintaxis. Por eso, explica Demonte (2002: 5) que los
argumentos verbales poseen ciertas característica como la agentividad o la designación de entidades
afectadas por procesos que provocan un cambio. Así hay agentes que son argumentos de eventos tales
como hacer algo que causa el cambio de estado (romper). En última instancia, Demonte considera los
enfoques semantistas de la relación léxico-sintáctica (Van Valin, 1990) como aquellos análisis que
consideran que las sintaxis es una trasunto directo de la estructura semánticas de los predicados. Por
ejemplo, Van Valin, propone que la distinción entre dos tipos de intransitivos, los inacusativos y los
inergativos, es el reflejo de una mera divergencia aspectual: mientras que los inacusativos son predicados
télicos, los inergativos son atélicos. En conclusión, para Demonte (2002: 14) una premisa esencial de su

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trabajo es que transitividad e intransitividad son epifenómenos de una red de propiedades abstractas de
las que sale la sintaxis. Por tanto, la cuestión sobre la transitividad o intransitividad e incluso los grados
de proto-transitividad o similares, es irrelevante porque la transitividad deja de ser una propiedad léxica de
los verbos (Alarcos, 1968). En su clasificación provisional llega a establecer numerosas clases de
predicados verbales, pero también formula algunas preguntas que quedan sin resolver, como, por
ejemplo, la necesidad de establecer los mecanismos que delimitan las extensiones figuradas posibles
(Estela reside en Barcelona / El problema reside en la falta de juicio democrático de los asistentes a esa
reunión), así como subraya la conveniencia de estudiar con detenimiento los predicados de régimen que
admiten varias preposiciones o que alternan con formas transitivas: pensar / pensar en. A esta labor
precisamente dedicamos nuestra investigación desde la perspectiva léxico-sintáctica que propone la
autora (Demonte, 2002: 25).

1.2.2.1 La hipótesis localista: Gramática de Casos de J. M. Anderson

Según la hipótesis localista (J.Lyons, 1972; 1980), las expresiones espaciales son más básicas,
gramatical y semánticamente, que las no espaciales ya que sirven como modelo estructural para otras
expresiones. La hipótesis localista afirma que las expresiones temporales derivan de las locativas. Los
localistas suelen tratar la localización temporal como si fuese menos concreta que la espacial, pero, a su
vez, como si fuese más concreta que diversos tipos de la llamada localización abstracta.
La hipótesis del localismo ha insistido mucho en la vinculación natural de las funciones origen,
causa y agente, por un lado, y destino, efecto y paciente por otro. Incluso los adverbios instrumentales y
de modo, según los localistas, pueden agruparse y analizarse a partir de la idea de trayecto (Anderson,
1971).
Las construcciones existenciales son de origen todavía más claramente locativo que las
posesivas; en muchas lenguas (quizás en todas, Lyons, 1972) las construcciones existenciales y
posesivas derivan, sincrónica y diacrónicamente, de las locativas. Todas las oraciones existenciales son
al menos implícitamente locativas; la aserción de que alguna cosa existe, o ha existido, debe ser
completada por una expresión de lugar o de tiempo antes de poder ser interpretada; la frase mínima
posesiva requiere la actualización léxica de dos variables, la primera como cosa poseída-localizada, y la

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segunda como poseedor-localizador. Moreno Cabrera (1987: 33-45) también señala la vinculación entre
localización, existencia y posesión (además de la atribución) al englobar estas subfunciones en una única
función: la adscripción, que consistiría en predicar algo de actividades ya determinadas en el discurso
(Cifuentes Honrubia, 1989: 334).
La reciente gramática de Moreno Cabrera (2003), a propósito de los papeles semánticos, parece
contribuir a la teoría localista, si bien desde otra perspectiva: la definición de los papeles semánticos AG
(agente) y PAC (paciente) ya propuesta en Moreno Cabrera (1997a, 1997b) está relacionada con la
estructura semántica de los procesos y acciones. Según el autor, existen dos subtipos básicos de PAC: el
primero es el de desplazado (DSP), que se asigna a la entidad que cambia de localización en los
desplazamientos. Este papel semántico es en realidad derivado del papel semántico de localizado (LCD).
Sin embargo, el modelo de Moreno Cabrera se diferencia en que el papel semántico DSP es una relación
entre dos o más papeles semánticos LCD, mientras que otros (Gruber, por ejemplo) utilizan el papel de
tema tanto para el localizado como para el desplazado. También a diferencia de otros, cuando Moreno
Cabrera habla de origen y destino no se refiere a lugares, sino a estados, entendiendo que existen
estados de origen y estados de destino. De igual forma, las trayectoria son entendidas no como caminos
o conjunto de lugares, sino como una sucesión de estados (Moreno Cabrera, 2003: 232). También
distingue entre las funciones de causante y agente porque en el primero la entidad se relaciona con una
acción y en el segundo con un proceso, pero son esencialmente variantes del mismo tipo de relación. El
concepto de agente para este autor no tiene nada que ver con la actividad ni intencionalidad de una
entidad, simplemente denota aquella entidad que origina o controla un proceso o una acción.
Según Moreno Cabrera (2003: 235), la teoría moderna habitualmente adoptada procede de
Gruber (1965), quien introduce el concepto de papel semántico de tema como la entidad conceptuada en
movimiento. De esta idea surge la teoría generativista de los papeles semánticos o papeles-Θ. Pero ya
Gruber (1965: 33) propone que el tema no sólo es la entidad que se mueve sino también de la que se
predica una propiedad o que se localiza en un lugar y además, en sus propuestas más recientes (Gruber,
2001) este autor asigna el papel semántico de tema (Θ) tanto a la entidad en movimiento como a la
entidad estática. Sin embargo, Moreno Cabrera (2003: 236) critica este concepto porque las entidades
estáticas no poseen el papel de tema sino que el estado de localización no supone necesariamente un
movimiento, sino que es independiente de él.

 José Antonio Candalija Reina 31


Cifuentes Honrubia es consciente de las limitaciones de la hipótesis localista, por eso «un
aspecto del que debemos partir es que una cosa es el funcionamiento de la realidad, y otra la manera de
conceptualizarla y expresarla lingüísticamente así, por ejemplo, hemos distinguido el espacio matemático
y físico (euclidiano) de la categorización lingüística del espacio, que supone un espacio relacional. En
esta misma línea de pensamiento, la conceptualización de las experiencias físicas resulta más evidente
que las experiencias abstractas. De ahí que lo abstracto se origine en lo concreto:

«Los conceptos abstractos de espacio, tiempo y materia que surgen al conformar el


lenguaje la experiencia, convirtiéndola en pensamiento, tienen originalmente el contenido
cualitativo y emotivo de nuestra experiencia concreta. En general los términos abstractos surgen
de una referencia cualitativa originalmente concreta; así, un término usado primero para describir
concretamente los límites espaciales del horizonte se convierte en un término general con el
significado de cualquier límite o frontera.» (Wartofsky, 1983:412)»

La fenomenología le sirve a Cifuentes Honrubia (1989:337) para explicar que «la estructura de
nuestros conceptos espaciales surge de nuestra constante experiencia espacial, esto es, de nuestra
interacción con el contorno físico; los conceptos que surgen de esta forma son conceptos por los que
nosotros vivimos de una manera más fundamental (Johnson y Lakoff, 1986: 56-67)».
Esta visión fenomenológica del mundo explica en cierta forma la hipótesis localista, «al entender
las experiencias espaciales como la más fundamental de nuestras experiencias físicas, por ser un
dominio cognitivo con el que nosotros nos interaccionamos de un modo más directo. Es por ello que
muchos de nuestros conceptos sean conceptualizados –metafóricamente– a través de un modelo
cognitivo más concreto como es el espacial; sin embargo, cuando una metáfora pasa a ser convencional
deja de ser sentida con tal sentido excepcional y pasa a engrosar el significado del término. Es por ello
también, entre otras cosas, que existe toda una tradición lingüística en la que lo espacial domina sobre lo
temporal o nocional.» (Cifuentes Honrubia, 1989:337). Nos comenta Cifuentes Honrubia (1989: 338-9)
que «a finales del primer cuarto de nuestro siglo, F. Blake (1930), al estudiar los casos, opone los casos
«materiales», que señalan las relaciones en el tiempo y en el espacio, y los «inmateriales», que expresan
las relaciones abstractas. Los casos materiales tienen tres aspectos: «estativo». que señala la existencia
o el reposo en el tiempo o el espacio; «ablativo», que indica la continuación o el movimiento a partir de un

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momento o de un lugar; «terminal», que se refiere a la continuación o el movimiento hacia un momento o
lugar.
Por su parte, B. Pottier (1962) rechaza oponer lo concreto a lo abstracto. En el esquema que
propone de la representación semántica de los elementos relacionantes entiende una representación
única con una aplicación espacial, temporal o nocional, que pueden tener una división ilimitada en su
actualización discursiva.
Ya en una época más actual, Lyons se decanta por un localismo «de vieja escuela» al entender
la primacía sincrónica y diacrónica (según Traugott, 1976) de las expresiones locativas.
J. M. Anderson (1971) representa la versión más acérrima del localismo al explicar, a partir de
las relaciones espaciales, los fenómenos de la negación y cuantificación además de la verdad y la
modalidad. La gramática de casos de Anderson conduce a un único sistema orientado que se realiza
según dos variantes, las dos espaciales y eventualmente combinables: la variante Ergativo/Nominativo y
la variante Ablativo/Locativo. Este sistema propone una sistematización de las relaciones, efectivamente
observables en las lenguas, entre ablativo y agente por una parte, y lugar y tema de la otra, así como una
interesante distribución entre frases direccionales y frases que señalan el estado (Cifuentes Honrubia,
1989: 340-1).
También podemos rastrear cierto contenido localista en la introducción a la sintaxis latina que
presenta Lisardo Rubio al hablar del acusativo de dirección como acusativo adverbial, puesto que
identifica el caso semántico con valores locativos (1982: 120). Siguiendo a Kurylowicz (Le problème du
classement des cas, p. 27), aclara que las condiciones de empleo de este acusativo no radican en el
contexto de la palabra, sino en el valor semántico del verbo. De ahí que el acusativo de dirección no sea
un caso concreto de movimiento, un caso adverbial distinto del caso gramatical y abstracto; porque lo que
es muy concreto es el sentido del verbo (‘movimiento’) y el sentido del nombre en acusativo (‘lugar
menor’). A tal respecto, aduce ejemplos tomados de otras lenguas como el chino, en la que son
equivalentes gramaticalmente dos acciones distintas como ‘subir al piso’ y ‘leer libros’; pues tanto la
acción de subir como la acción de leer se entienden como orientadas o dirigidas al piso o a los libros,
respectivamente. Del mismo modo, la polisemia del verbo ganar en ganar altura, ganar dinero es
interpretada por Lisardo Rubio mediante el acusativo de dirección, puesto que el significado de ganar es
‘llegar al sitio o lugar que se pretende’. Asimismo añade, «si se tarta de expresar relaciones espaciales
más complejas, el latín ya no las confía a la simple flexión, sino que acude a las preposiciones, como las

 José Antonio Candalija Reina 33


lenguas románicas. Por tanto, no podemos decir que, gramaticalmente, el acusativo de dirección y el
acusativo general sean casos diferentes». (1982: 121). Esto nos permite corroborar la teoría de la
direccionalidad de la transitividad de base local desde un punto de vista pancrónico, pues, como vemos,
ya en latín el objeto/tema se concibe como un lugar, tanto físico como metafórico, al que se dirige la
acción verbal.
También DeLancey (1991) insistía en aplicar el modelo localista de Anderson a un conjunto de
esquemas de lo que denomina estados y eventos. Su intención no es tanto defender este modelo como
mostrar que esta Gramática de casos, en la que los papeles semánticos se definen en términos de una
teoría de estructura de eventos, automáticamente evita el error objetivista, que consiste en suponer que
los casos son recursos semánticos que se pueden inferir algorítmicamente de una descripción objetiva de
un incidente. Por el contrario, DeLancey propone que si los casos se definen estrictamente mediante
esquemas de estado y evento los detalles semánticos añadidos vuelven al verbo, al cual pertenecen.
Para ello, parte de una hipótesis localista extrema que asume que cada sentencia describe una relación
locativa literal o metafórica entre un Tema y una Localización (Anderson, 1971, 1977; Diehl, 1975).
Además se basa en el hecho de que, según la Teoría localista del caso y los estudios de la metáfora
léxica (Diehl, 1975; Lakoff y Johnson, 1980, Langacker, 1986) tanto los locativos temporales como los
físicos son Localizaciones6. De esa manera, se pueden distinguir estados de eventos, los cuales
describen el Tema como si fueran Locativos. Puesto que se puede dar una definición de Tema como ‘el
objeto en movimiento o que está localizado’, podemos identificar estados como localizaciones y, por
tanto, llegaríamos al extremismo de considerar que todo sobre lo que se puede hablar está en
movimiento o está localizado. Lejos de este error, DeLancey categoriza los eventos como simples
cambios de estado y configuraciones más complejas que incluyen una causa externa de este cambio, la
cual puede ser considerada como el Agente. Por consiguiente, se trata de una gramática consistente en
estados y eventos simples y complejos, o estativos, incoativos y causativos (Croft, 1991). Por eso, llega a
establecer tres casos fundamentales: Tema, Locativo y Agente:

6 La característica central de la teoría de Lakoff y Jonhson sobre la metáfora convencional es que la metáfora no es
una propiedad de una expresión lingüística individual y sus significados, sino de los dominios conceptuales
completos en que se insertan. En principio, cualquier concepto del dominio de origen (el dominio que soporta el
significado literal de la expresión) puede ser usado para describir el concepto del dominio de destino (el dominio al
que se refiere la expresión en cuestión) (Croft y Cruse, 2004: 195).

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Tema AT (en ) Loc
Tema GOTO (a, hacia) Loc
Agent CAUSE Theme GOTO (a, hacia) Loc

La asignación de estos casos depende de la perspectiva pragmática (el esquema de evento o


estado) adoptado en la oración , la cual puede tener un mismo escenario en el que haya, por ejemplo,
dos eventos, pero sólo un evento puede ser codificado en una oración. El famoso ejemplo de la paja y el
camión viene a confirmar esta hipótesis: el escenario del camión que es cargado con paja permite estos
dos eventos

a) Él cargó el camión con paja


b) Él cargó la paja en el camión

El Tema difiere en ambos eventos: en a) es la paja porque cambia de localización (del suelo al
camión); en b) es el camión el que cambia de estado (de vacío a lleno de paja). La diferencia de esta
gramática de casos respecto de la de Anderson estriba en el uso de la subjetividad que introducen los
aspectos pragmáticos en la perspectiva adoptada para explicar los casos que intervienen en el significado
de la oración.
M. L. Groussier (1980) acepta con Anderson la primacía de las relaciones espaciales (y
temporales) y la derivación de las otras relaciones por «metáfora espacio-temporal», pero se separa de él
a propósito del estatuto a dar a la asimilación de las relaciones espaciales de las relaciones
espaciotemporales.
P. Marq (1973) ha mostrado desde hace tiempo una tendencia al hiperlocalismo: a partir del
sistema de las preposiciones espaciales se desarrollan los otros sistemas. P. Valentin (1970) se muestra
más prudente respecto a este problema, y entiende que lo que da a la preposición su «sentido espacial»
es normalmente el sustantivo que la acompaña. P. Marq, estudiando las relaciones temporales en alemán
y francés (1978), se da cuenta de que ciertas preposiciones tienen, en el campo temporal, unos empleos
muy diferentes de los que cumplen en el campo espacial, reconociendo que sus propuestas anteriores
(1973) eran algo «arriesgadas»,llegando incluso a contradecirlas.

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Si bien la semántica cognitiva y toda la escuela fenomenológica parecen apoyar las tesis
localistas, esto no quiere decir que afirmemos su sistematicidad: que nos sirvamos de transposiciones
espaciales para materializar otras experiencias no quiere decir que ello se haga sistemática y
obligadamente, sino que hay una tendencia. Igualmente, esa tendencia es de nuestras experiencias
físicas, pero estas experiencias no son exclusivamente espaciales.
Por otra parte, podemos entender una primacía conceptual, pero no de funcionamiento
lingüístico, primero porque el hablante no es consciente de ello, y por tanto se ve inmerso en un proceso
histórico cultural que él asume, y segundo, porque ese funcionamiento viene actualizado en el discurso, y
en ese discurso es el contexto el que funcionará de determinante de un valor espacial, temporal, etc.; que
diacrónicamente haya sido el sentido espacial el originario no es obstáculo para un funcionamiento
polivalente que cumple una actualización concreta en el discurso. (Cifuentes Honrubia: 1989:342-3)

1.3 LA TEORÍA DE LA GRAMATICALIZACIÓN

Un aspecto común en todas las definiciones dadas sobre la gramaticalización es la adquisición


por parte de una unidad lingüística de un contenido gramatical o más abstracto, o bien el paso de una
unidad de contenido gramatical a otro contenido más gramatical. Desde que Kurylowicz (1965:69) diera
su definición de gramaticalización como «the increase of the range of a morpheme advancing from a
lexical to a grammatical or from a less grammatical to a more grammatical status» ha habido muchas
otras que intentan recoger en un amplio sentido los fenómenos gramaticales que reflejan cambios en la
función de las construcciones sintácticas.7

7
En realidad, el término fue acuñado por Meillet (grammaticalisation), definiendo el concepto como «l’attribution du
caractère grammatical à un mot jadis autonome» (1912: 131) y cuenta con una larga tradición de uso (Meillet, 1948:
131; Hoenigswald, 1960: 44; Kurylowicz, 1975: 52; Givón, 1971: 411-412; Langacker, 1977: 106-107; Lehmann,
1995: 111-12; Heine & Reh, 1984: 15; Traugott, 1988: 406; Traugott & König, 1991: 189; Croft, 1990: 230; Craig,
1991: 455; Traugott & Heine, 1991: 2; Heine et al., 1991: 3; Matisoff, 1991: 384; Hopper & Traugott, 1993, 1-2;
Bybee et al., 1994: 4-5; McMahon, 1994: 160; Pagliuca, 1994: ix-x; Traugott, 1994: 1481; Von Fintel, 1995: 175;
Traugott, 1995: 3; Bybee, 1996: 253-255; Trask, 1996: 143; Heine, 1999: 6; Lass, 1997: 256; Crowley, 1997: 145;

 José Antonio Candalija Reina 36


Para explicar los cambios sintácticos se han adoptado dos perspectivas: una de ellas es histórica
e investiga las fuentes de las formas gramaticales y las trayectorias del cambio que las afecta. Esta
perspectiva diacrónica estudia los cambios que provocan que un elemento léxico en ciertos usos se
transforma en un elemento gramatical. La otra postura es sincrónica y entiende que la gramaticalización
es inicialmente un fenómeno pragmático del discurso de carácter sintáctico. Ambas posiciones se
combinan en los estudios de Hopper y Traugott (1993:2) aunque con mayor énfasis en los aspectos
históricos.
El reanálisis como mecanismo de cambio sintáctico ha sido definido por Langacker (1977: 58)
como «change in the structure of an expression or class of expressions that does not involve any
inmediate or intrinsic modification of its surface manifestation». Por tanto, el reanálisis implica cambios
sintagmáticos, a menudo locales y reorganización de reglas. Este mecanismo junto con la analogía son
los más productivos en el cambio lingüístico. No definen la gramaticalización pero ésta no ocurre sin ellos.
La analogía modifica las manifestaciones superficiales y no provoca cambios en las reglas. En
general el reanálisis y la analogía implican innovación a lo largo de diferentes ejes: el reanálisis opera a lo
largo del eje sintagmático de estructuras lineales constituyentes. Por el contrario, la analogía usa el eje
paradigmático de opciones de cualquier nodo constituyente (Hopper y Traugott, 1993:56). En este
sentido, la analogía convierte los inapreciables cambios del reanálisis en cambios observables (Hopper y
Traugott, 1993: 61).
Muchos de los trabajos sobre gramaticalización desde los primeros años ochenta se han
centrado en los cambios de significado implicados en la gramaticalización y la motivación cognitiva que
los provoca. Así hay distintos tipos de cambio según la perspectiva adoptada:

a) Semánticos: el cambio semántico conduce hacia el desarrollo del significado gramatical (Bybee
y Pagliuca, 1985: 59).
b) Pragmáticos (Traugott y König, 1991)
c) Motivados por procesos metafóricos (Claudi y Heine, 1986; Sweetser, 1990).
d) Motivados por procesos metonímicos (Traugott y König, 1991; Heine, Claudi y Hünnemeyer,
1991)

Giacalone Ramat, 1998: 107; Gaeta, 1998: 89; Moreno Cabrera, 1998: 213-214; Haspelmath, 1998: 52, 78; 1999:

 José Antonio Candalija Reina 37


La postura que toman Hopper y Traugott, 1993: 68) al respecto es considerar que los cambios
semánticos son inicialmente pragmáticos y asociativos, originándose en el contexto del discurso. En
estadios más tardíos, puesto que la gramaticalización continúa y las formas se convierten en rutinas, se
produce la típica pérdida de significado o debilitamiento, pero incluso entonces, los significados más
antiguos pueden continuar influyendo en los más recientes y vacíos.

1.3.1 La gramaticalización mediante procesos metafóricos y metonímicos.

Otro concepto importante introducido por la Gramática cognitiva es el de motivación, que analiza
la reducción de la arbitrariedad de las correlaciones forma-significado. Este concepto es central ya que
defiende que muchas características de la forma lingüística ni son arbitrarias ni tampoco son siempre
predecibles a partir del significado, sino que están motivadas (Cuenca y Hilferty, 1999: 29). Por tanto, el
foco de interés del cognitivismo son la función, el significado y el uso, pero sin soslayar la forma, pues
ésta es la manifestación de los aspectos del significado. La motivación entre forma y significado, que
socava la arbitrariedad saussereana del signo lingüístico8, implica unas consecuencias teóricas
esenciales, sobre todo en lo referente a las llamadas categorías vacías, que contravienen la relación
intrínseca entre forma y significado (Cuenca y Hilferty, 1999: 67)
Entre las muchas definiciones de metáfora destacamos aquí la que incluye los conceptos
cognitivos de entender y comprender una cosa en términos de otra, por un lado; y la direccionalidad en la
transferencia desde un significado más básico y concreto hasta uno más complejo y abstracto, por otro (J.
D. Sapir, 1977; Lakoff y Johnson, 1980; Claudi y Heine, 1986; Heine, Claudi y Hünnemeyer, 1991a,
1991b, Hopper y Traugott, 1993). Los procesos metafóricos son procesos de inferencia entre dominios
conceptuales y se realizan mediante la proyección o asociación desde un dominio al otro. La asociación
no es aleatoria, sino motivada por analogía y relaciones de iconicidad (Hopper y Traugott, 1993: 77) y
aunque los procesos metafóricos han sido tradicionalmente considerados como semánticos, en la

1045; Hopper, 1998: 147-148, etc.).


8 Aunque no modifica la revisión que de ella hace la glosemática; pues, en última instancia, la relación motivada se

da entre la forma de la expresión y la forma del contenido, que no es otra cosa sino la conceptualización del
significado. Cf: Trujillo (1988)

 José Antonio Candalija Reina 38


actualidad se relacionan preferentemente con la pragmática (Levinson, 1983, Sperber y Wilson, 1986,
Green, 1989).
Ungerer y Schmid (1996: 252) nos recuerdan que la Lingüística cognitiva no se relaciona con las
aseveraciones que realizamos sobre el mundo real de objetos u organismos, sino que opera con las
categorías y modelos que poseemos sobre el mundo real. Este hecho proporciona una nueva perspectiva
desde la que orientar la relación de iconicidad. En lugar de comparar palabras y estructuras gramaticales
con objetos reales y sucesos, es preferible compararlos con nuestros modelos y categorías cognitivos del
mundo real, ya que esto facilita la comparación y la hace mucho más plausible.
En relación con la gramaticalización, los procesos metafóricos han sido investigados en
correspondencia con términos espaciotemporales (Claudi y Heine, 1986) o con el desarrollo de partes del
cuerpo humano en los locativos (Heine, Claudi y Hünnemeyer, 1991a, 1991b). Pero sobre todo, nos
interesa destacar el trabajo de Talmy (1983, 1988) quien sugiere que sólo ciertos tipos de conceptos
espaciales se usan lingüísticamente en los elementos gramaticales, en concreto, los conceptos
topológicos. Sweetser (1988) corrobora este hecho al constatar que cuando un elemento léxico que
expresa un concepto espacial se gramaticaliza, sólo se transmite el concepto topológico.
Otro proceso que ha sido menos estudiado en relación con la gramaticalización es el uso de la
metonimia en los mecanismos que dependen de la contigüidad y el reanálisis. Son menos importantes
porque, como afirma Dirven, la metáfora es un cambio asociativo mayor, mientras que la metonimia es un
proceso menor (1985:98). Sin embargo, la diferencia es mucho más sustancial: Anttila sugiere que la
metáfora es una transferencia semántica a través de percepciones sensoriales y, por tanto, es analógica
e icónica; mientras que la metonimia es una transferencia semántica mediante la contigüidad y es más
dependiente del contexto lingüístico (1989:141-2). Por eso, la metáfora opera entre dominios
conceptuales y la metonimia ente constituyentes morfosintácticos (Hopper y Traugott, 1993: 82) 9
El estudio de la metáfora ha sido una de las cuestiones fundamentales en la Lingüística
cognitiva. Incluso constituye una de las fuentes más importantes de las teorías que desarrolla esta
lingüística, pues, no sólo se apoya en la metáfora del conducto de Reddy (1979), sino que además
propone una segunda metáfora conceptual sobre el lenguaje. Nos referimos a la metáfora del bloque de

9 En este sentido, en la rección preposicional por parte del verbo, parece haber una confluencia de procesos
metafóricos (tema como lugar) que operan entre dominios conceptuales con procesos metonímicos (tema próximo al
verbo que produce fijación de la preposición) que redundan en la cuestión de la iconicidad.

 José Antonio Candalija Reina 39


construcción de la composición sintagmática (Gundersen, 2001), según la cual las expresiones
lingüísticas complejas están formadas por unidades más pequeñas que se unen entre sí según ciertos
principios. Estas unidades más pequeñas, a las que denomina bloques de construcción, son identificadas
habitualmente con las palabras (o los morfemas) y los principios por los que se combinan entre sí forman
parte de la sintaxis. De una manera composicional, se podría decir que las propiedades del todo se
derivan de las propiedades de las partes y de la manera en la que se combinan entre sí. Esta metáfora ha
sido importada al ámbito de la Semántica mediante el principio de la composicionalidad (Cann, 1993),
que propone que el significado del conjunto está totalmente determinado por los significados de las partes
componentes en conjunción con la manera en que las partes se combinan. Taylor (2002: 98) resume este
principio en las siguientes proposiciones:

a) Cada parte componente de una expresión compleja posee un determinado significado fijo
dentro del sistema de la lengua.
b) La manera en la que los items más simples se combinan para formar expresiones complejas
determina una contribución fija y específica al significado de las expresiones complejas.
c) Las propiedades semánticas de las partes de una expresión se mantienen completamente en
la expresión compleja.
d) No existe ningún significado excedente en una expresión compleja que no sea atribuible a
sus partes y la manera en que se unen.

Puesto que ni la metáfora del conducto ni la metáfora del bloque de construcción parecen ser
adecuadas para explicar el significado de las palabras, los sintagmas y las oraciones, ni mucho menos las
expresiones idiomáticas o frases hechas, algunos lingüistas se han dedicado a estudiar el papel
fundamental de lo idiomático en el lenguaje (Fillmore, Kay y O´Connor, 1988; Nunberg, Sag y Wasow,
1994; Jackendoff, 1997, Culicover, 1999). De hecho, el reconocimiento de la importancia de las
expresiones idiomáticas ha sido desarrollado por la Gramática de construcciones, en especial por el
trabajo de Goldberg (1995), quien llega a considerar que algunas unidades léxicas funcionan como
construcciones. La Gramática de construcciones invierte el punto de vista tradicional sobre las
expresiones idiomáticas como algo periférico y las incluye en la zona fundamental del lenguaje como
constituyentes esenciales, de manera que todo viene a ser idiomático en un mayor o menor grado.

 José Antonio Candalija Reina 40


La centralidad de las construcciones en la representación del conocimiento sintáctico ha sido
reconocida por la Lingüística cognitiva, no sólo como una declaración de principios, sino también como
una de las diferencias que mantiene frente a la Gramática generativa (Fillmore, Kay y O´Connor, 1988;
Michaelis y Lambrecht, 1996). Otros principios que comparten la mayoría de los acercamientos cognitivos
a las construcciones en sintaxis son los siguientes (Croft, 1999: 64-66):
a) Las construcciones son entidades gramaticalmente independientes: existen en la mente
como un todo que es mayor que la suma de sus componentes.
b) Las construcciones son unidades simbólicas, porque poseen una morfología distintiva, una
sintaxis y una semántica propias e incluso una función pragmática distintiva.
c) Existen varios grados de esquematicidad en las construcciones.
d) Las construcciones constituyen una red de conocimiento gramatical en la mente.

Como alternativa a las propuestas de las metáforas del conducto así como del bloque de
construcción, Cuyckens, Dirven y Taylor (2003:25) sugieren la noción de corpus mental que comprende
rastros de memoria de previos encuentros con el lenguaje. Dichos rastros aparecen tanto en aspectos
formales como semánticos. En este sentido el corpus mental no es comparable completamente a los
corpora de datos lingüísticos del mundo real. Las palabras son accesibles mediante su potencial para
contribuir a las construcciones. Así, el significado de una palabra y el significado de la construcción se
generaliza mediante las instancias encontradas.
De especial interés para nuestra investigación resulta el trabajo de Santos y Espinosa (1996)
sobre la metáfora en general y en el cambio semántico en particular, sobre todo la apreciación de que el
lenguaje es de naturaleza metafórica y que conceptos semánticos tan básicos como el de la acción son
de esta naturaleza. Por ejemplo, tal como propone Lakoff (1993), las acciones son movimientos
autoimpulsados. Precisamente uno de los esquemas que estudian estos autores y que presenta un buen
número de desarrollo metafóricos es el denominado por Johnson esquema del camino (path) Este
esquema consta de un origen o punto de de partida, una meta o punto final y una secuencia de lugares
continuos que conectan el origen y la meta. A partir de esos elementos mínimos obtenemos una lógica
básica:

 José Antonio Candalija Reina 41


a) De su configuración se deduce que, si comenzamos en el punto A y nos desplazamos a un
punto B, hemos atravesado todos los puntos intermedios.
b) Podemos imponer una direccionalidad en un camino, que no es inherentemente direccional.

A la metáfora las acciones son movimientos Santos y Espinosa (1996) añaden otra de nivel
genérico: los propósitos son metas (lugares de destino). Asimismo, destacan los autores que en los
sucesos causales hay un instigador que transfiere energía a otra entidad. Por esos la causa se puede
entender como un origen del que parte la cadena causal. Esta idea proviene de los estudios sobre el
lenguaje infantil: Clark y Carpenter (1989: 2) señalan que los niños tienen una categoría origen que no
sólo abarca la noción de lugar, sino también a los agentes, causas, poseedores, término de comparación
y acontecimientos previos. Incluso la actividad intelectual es comprendida a partir de la esfera cognitiva
de los sentidos, entendiendo que las ideas son objetos y que pensar es poner en orden, colocar, donde
se admite por tanto la base locativa de todo el esquema cognitivo que subyace a estas metáforas.

1.3.2 El debilitamiento y la pérdida de significado: la unidireccionalidad.

Todos los estudios relacionados con la gramaticalización han observado que los procesos
implican una pérdida de contenido semántico que ha sido descrito mediante la metáfora del debilitamiento
(fading, weakening o bleaching) o como indican Heine y Rech «an evolution whereby linguistic units lose
in semantic complexity, pragmatic significance, syntactic freedom and phonetic substance» (1984: 15). Sin
embargo, Hopper y Traugott advierten de que en los estadios iniciales de los procesos de
gramaticalización más que una pérdida o debilitamiento, lo que se produce es una redistribución o cambio
de significado (1993: 88). De este hecho se derivan dos principios generales en los procesos de
inferencia en la gramaticalización: el primero es que los significados siempre se pueden derivar desde el
sentido léxico original mediante inferencias metafóricas o metonímicas y, por tanto, los cambios de
significado en la gramaticalización no son arbitrarios. El segundo se refiere al hecho de que, puesto que
la fase inicial de la gramaticalización supone un cambio en el significado, pero no la pérdida, no es
probable que cualquier instancia gramaticalizada implique una repentina pérdida de significado. Esto nos
lleva a constatar que los significados más prominentes tienden a persistir durante bastante tiempo y

 José Antonio Candalija Reina 42


condicionan los usos de las formas gramaticalizadas. De ahí que exista en todos estos procesos una
fuerte tendencia hacia la unidireccionalidad.
La unidireccionalidad de los procesos de gramaticalización no lleva directamente desde los
elementos léxicos hasta la morfología. Al contrario, los elementos léxicos o los sintagmas se usan en
determinados contextos locales reanalizados mediante funciones sintáctica o morfológicas. Es decir, los
elementos léxicos que pueden llegar a gramaticalizarse primero deben ocupar funciones precisas del
discurso para después llegar a fijarse sintácticamente o eventualmente amalgamarse morfológicamente
como afijos (Hopper y Traugott, 1993:94-5).10
Otro aspecto importante derivado de la unidireccionalidad es la descategorización que consiste
en la pérdida de la categoría gramatical original del elemento gramaticalizado, por ejemplo, cuando una
forma léxica se transforma en una gramatical tiende a perder las propiedades morfológicas y sintácticas
que la identificarían como miembro de una categoría gramatical mayor como un nombre o un verbo. Así
las categorías menores (preposiciones, conjunciones, verbos auxiliares, pronombres y demostrativos)
tienen sus orígenes en las categorías mayores que son el nombre y el verbo. Es en este sentido donde se
da la unidireccionalidad, pues la inversa no es frecuente (Hopper y Traugott, 1993: 104).
Uno de los asuntos más interesantes para nosotros es recordar que el particular curso de los
eventos de una trayectoria de gramaticalización no está predeterminado, sobre todo porque los
parámetros históricos son suficientemente complejos para permitir la reconstrucción de una secuencia
completa de eventos. Sin embargo, es también innecesaria esta reconstrucción, pues como indican
Hopper y Traugott (1993:105-6) hay un período de superposición entre la forma antigua y la forma nueva,
de manera que en lugar de pensar en la unidireccionalidad como una trayectoria lineal, habría que
considerar la metáfora de la superposición de capas o layering para indicar los múltiples orígenes de una
forma gramatical.
Este aspecto ha sido estudiado también por Sweetser al relacionarlo con la polisemia, la cual se
produce gracias a fenómenos de metaforización que explican la motivación entre los distintos significados
de una misma palabra o expresión. Incluso relaciona la polisemia sincrónica con el cambio diacrónico de
significado al afirmar que ningún cambio histórico de significado puede realizarse sin que intervenga un

10Este sería el trayecto que seguirían, por ejemplo, las incorporaciones conceptuales (Cifuentes Honrubia; 1999,
2003) como las que nos servirán de explicación para determinadas preposiciones regidas por los verbos estudiados.

 José Antonio Candalija Reina 43


estadio de polisemia (Sweetser, 1990). La direccionalidad de este fenómeno explica también la prioridad
de la hipótesis localista, pues

«The historical order in which senses are added to polisemous words tells us something
about the directional relaltionships between senses; it affects our understanding of cognitive
structure to know that spatial vocabulary universally acquires temporal meanings rather than the
reverse» (Sweetser, 1990: 9)

Pero todavía más importante es la aseveración siguiente en relación con los procesos de
gramaticalización y el problema de la separación entre diacronía y sincronía que Sweetser resuelve
mediante un eclecticismo pancrónico en el que admite que la estructura sincrónica de una lengua refleja
inevitablemente su historia.

«We cannot rigidly separate synchronic from diachronic analysis: all of modern
sociolinguistics has confirmed the importance of reuniting the two. (…) The structuralist tradition
spent considerable effort on eliminating confusion between synchronic regularities and diachronic
changes: speakers do not necessarily have rules or representations which reflect the language´s
past history. But neither Saussure nor any of his colleagues would have denied that synchronic
structure inevitably reflects its history in important ways.» (Sweetser, 1990: 9-10).

No debemos olvidar en relación con la unidireccionalidad y el cambio semántico la importancia


de los condicionamientos cognitivos que intervienen en éste. Traugott (1982) ha señalado al respecto que
los dominios del significado más abstractos tienden a derivar su vocabulario desde los dominios más
concretos y no al contrario. E incluso destaca que en algunos casos hay cierta predisposición cognitiva a
comprender los dominios más abstractos mediante los dominios particulares más concretos. Por eso,
Sweetser incide en que

«What we would like to know is more about the connections between concrete and
abstract domains(…) And this brings us precisely to the question of what is related to what in our
meaning-structures: the central question for any examination of what motivates form-function
mappings. Which, in turn, brings us to metaphor, as one crucial, but often ignored, source of links
between multiple senses of a single form.» (Sweetser, 1990: 18).

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Vemos, pues, que la asociación metafórica de contenidos abstractos a partir de contenidos
concretos es un proceso abocado a la unidireccionalidad, a pesar de que pueda haber casos en los que
la asociación sea a la inversa. De ahí que Sweetser insista en que

«Studies of systematic metaphorical connections between domains are thus needed, in


addition to local studies of relevant semantic contrasts, to help us understand what is a likely
relationship between two senses.» (Sweetser, 1990: 19).

La propia autora ha llevado a la práctica estudios sobre la unidireccionalidad de los cambios


metafóricos, que suponen que entender X como Y no es lo mismo, y además no implica, entender Y
como X, al argumentar que dos sistemas distintos de metáforas, pero que se solapan entre ellos,
conectan el vocabulario de la acción/movimiento/localización con los dominios de los estados mentales y
los actos de habla. Estos últimos dominios son tratados metafóricamente mediante la idea del viaje a
través del espacio:

¿Hasta donde habíamos llegado/Por dónde íbamos cuando fuimos interrumpidos?


¿A qué conclusión has llegado?

De donde infiere Sweetser que ciertos verbos de estado físico o movimiento son los orígenes del
vocabulario de ciertas áreas del significado abstracto (Sweetser, 1990: 19-20). En este sentido, parece
confirmar, además, la hipótesis localista como explicación cognitiva de los cambios semánticos.
El proceso de debilitamiento semántico ha sido relacionado con la influencia de la pragmática en
el trabajo de Traugott (1986, 1987, 1988, 1989) quien reformula su primera hipótesis mediante el
planteamiento de que el cambio del contenido léxico a contenido gramatical debe ser entendido como el
cambio desde menos a más localizado en la actitud mental del hablante. Aún más: parece ser que la
evolución de la trayectoria del cambio semántico de una palabra desde contenidos léxicos hasta
contenidos gramaticales y desde menos a más situados en la mente del hablante se correlacionan a
menudo con la prevalencia del cambio desde lo concreto hasta lo abstracto. Lo cual nos lleva a
considerar junto con Traugott (1988) que el cambio semántico debe ser explicado en términos de
reestructuración metonímica y pragmática del significado.
Como conclusión, podemos hacer nuestras las palabras de Sweetser al afirmar la universalidad y
la pancronía de los cambios semánticos que produce la gramaticalización:

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«Through a historical analysis of ‘routes’ of semantic change, it is possible to elucidate
synchronic semantic connections between lexical domains; similarly, synchronic connections may
help clarify reasons for shifts of meaning in past linguistic history» (Sweetser, 1990: 45-46)

Moreno Cabrera (1998: 121) ha propuesto que más que caracterizar la gramaticalización como
unidireccional, habría que hacerlo como irreversible, porque se puede decir que la gramaticalización de
los elementos léxicos no es reversible. Por eso declara que la evolución de las lenguas es bidireccional y
afecta tanto a la gramaticalización como a la lexicalización, de modo que es constante en el cambio
lingüístico el movimiento del léxico a la sintaxis a la vez que de la sintaxis al léxico, porque no hay
lenguas que pierdan gradualmente su léxico y enriquezcan su morfología y sintaxis (1998:224).
La más reciente versión española en relación con la gramaticalización preposicional es el trabajo
de Cifuentes Honrubia (2003), en el que propone «que la rentabilidad sincrónica de la visión dinámica de
la lengua que la teoría de la gramaticalización plantea es muy interesante» y que esta concepción
dinámica de la lengua permite explicar tanto la categorización prototípica como los diversos
comportamientos de una determinada construcción en distintos momentos históricos (Cifuentes Honrubia,
2003: 20). En cuanto a la generalización y pérdida del significado como principio que parece surgir del
fenómeno de la gramaticalización, Cifuentes Honrubia se centra en el fenómeno de la iconicidad que se
deriva de los cambios formales que se dan en la gramaticalización: la reducción o pérdida de masa
fonética, por un lado; y la fusión del material de gramaticalización con el material circundante (Bybee,
Perkins y Pagliuca, 1994: 106-107), por otro. Según estos últimos, la relación icónica creada mediante
estos procesos entre el significado y la forma, es interesante, pero lo es más el proceso dinámico que
crea esta iconicidad, porque el grado de gramaticalización semántica debe reflejarse en el grado de
reducción formal o acortamiento (Cifuentes Honrubia, 2003: 22).
A pesar del la iconicidad que la gramaticalización puede producir, Heine-Claudi y Hünnemeyer
(1991a: 212; 1991b: 172) han señalado que, en determinados casos, puede haber una tendencia de las
unidades sometidas a un proceso de gramaticalización a retener durante algún tiempo su forma original y
su comportamiento morfosintáctico, de forma que el cambio semántico precede al cambio morfosintáctico
y fonológico, dando lugar a lo que se conoce como asimetría entre forma y función (1991b: 180). Pero
este retraso en la aplicación de los cambios formales no impide ver el fenómeno de la iconicidad que se
sigue produciendo a pesar de todo al final del proceso (Cifuentes Honrubia, 2003: 32).

 José Antonio Candalija Reina 46


1.3.3. La analogía y el reanálisis

La relación entre analogía y gramaticalización puede ser planteada desde una nueva perspectiva
si se tiene en cuenta el proceso de reanálisis (Itkonen (2002: 418). La analogía puede ser concebida
como un ejemplo de la capacidad cognitiva adaptadora del ser humano y por eso puede vincular
cognitivamente los principales mecanismos del cambio lingüístico (Cifuentes Honrubia, 2001). Además,
esta cuestión se relaciona con la explicación funcional de la prototipicidad como un rasgo estructural de la
lengua que reside en el hecho de que las categorías conceptuales funcionan como esquemas
interpretativos que determinan cómo experimentamos la realidad y al emplear la analogía creamos
nuevos paradigmas a partir de otros ya existentes (Cifuentes Honrubia, 2003: 38).

 José Antonio Candalija Reina 47


CAPÍTULO 2. PREPOSICIONES VACÍAS DEL ESPAÑOL

2.1. LA PREPOSICIÓN: ¿CATEGORÍA GRAMATICAL?

Morera (1988:50) ataca la imprecisión de la definición tradicional de las preposiciones como


elementos de relación, porque es necesaria la distribución para diferenciarlas de las conjunciones (Frei,
1929: 77-181; Pottier, 1962). A esta crítica se añade la de Osuna (1991: 24-30), quien argumenta en
contra de la definición tradicional el carácter sintáctico de la misma. Por su parte, Osuna entiende las
preposiciones como marcadores semánticos objetivos, pues son morfemas que aportan cierto contenido
gramatical a la unidad que anteceden; en este sentido, funcionan como elementos auxiliares de la
referencia. La propuesta de Osuna insiste en que no se puede definir sintácticamente las preposiciones
como elementos de relación, ya que hay cierto contenido auxiliar de tipo semántico en ellas.
Por eso, Cifuentes Honrubia (1996: 38) propone considerar la relación que establece la
preposición desde un punto de vista semántico. Partiendo de la noción semántica de relación que ya
estableciera Pottier (1962: 113) en torno a la posición expresada por un elemento con referencia a la
sustancia predicativa de uno o varios lexemas, Cifuentes Honrubia justifica su definición de las
preposiciones como elementos relacionantes por el carácter fundamentalmente espacial de las
preposiciones estudiadas, en las que el contenido de un lugar debe ser identificado con relación al
contenido de otro lugar. Pero tal afirmación lleva consigo la sugerencia de que «igual descripción parece
poder aplicarse a las preposiciones con contenido nocional o temporal, no sólo por la relación motivada
entre espacio-tiempo-noción, sino porque semánticamente parecen sugerir el mismo tipo de función»
(Cifuentes Honrubia, 1996: 38).
Sin embargo, cuando se habla de lexicalizaciones o fijaciones en el contenido preposicional,
Cifuentes Honrubia opta por explicar el significado de estos elementos como un desplazamiento con lo
que su relación semántica original se transforma en significación gramatical, trasladando su carácter
inicial de índice funcional de relación semántica hacia el de índice funcional de relación sintáctica o
morfológica. Esta gramaticalización semántica parece haber seguido un proceso de metaforización,
según el cual los contenidos de las preposiciones lexicalizadas o fijadas históricamente serían
originalmente contenidos léxicos que van abstrayendo su sentido metafóricamente hacia el de índices de

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relación instrumental de tipo sintáctico o morfológico, en los que todavía es posible rastrear su anterior
significado léxico, labor a la que nos dedicamos en nuestra investigación.
Precisamente, gracias a este vínculo es posible incluir todos estos usos preposicionales, en
apariencia divergentes, en una misma categorización prototípica, siguiendo la tendencia habitual en
Gramática Cognitiva (Cifuentes Honrubia, 1996: 38-39; García-Miguel, 1995).
Otras definiciones vienen a reafirmar el concepto de la preposición como elemento relacionante:
así la de Trujillo (1971: 239), quien la considera como «morfema intenso hipotáctico independiente» o la
de López García (1990b: 173-75), según el cual la preposición relaciona el grupo verbal con la clase de
objetos para constituir el predicado; también la de Alarcos Llorach (1994: 214), que mantiene que las
preposiciones incrementan a los sustantivos, adjetivos o adverbios como índices explícitos de las
funciones que tales palabras cumplen bien en la oración , bien en el grupo unitario nominal.
A pesar de todas estas definiciones, la delimitación de la categoría gramatical a la que
pertenecen las preposiciones es muy controvertida. Sobre todo, por la concomitancia que mantiene esta
categoría con la preposición, el adverbio o los prefijos. La confusión entre las categorías llegó a ser tal
que Bolinger (1971: 28) propuso una tercera categoría que incluía el adverbio y la preposición a la vez.
Pottier, por su parte, ha señalado también que ciertas preposiciones pueden funcionar como
prefijos, pues ciertas construcciones sintácticas con un funcionamiento analítico o indirecto (volar sobre el
mar) se convierten en directas o sintéticas (sobrevolar el mar) (Cifuentes Honrubia, 1988-9). El paso de la
preposición a prefijo puede ser realizado de diversas maneras. Pottier (1962:198-202) insiste en que todo
elemento de subordinación es susceptible de cumplir las funciones de preposición o de prefijo, a pesar de
las críticas que Sancho Cremades (1995: 73-75) realiza al advertir de que los prefijos pertenecen al
ámbito de la morfología, mientras que las preposiciones son de carácter sintáctico y semántico. Sancho
Cremades reduce la identificación entre preposiciones y prefijos sólo al campo de la diacronía y siempre
con reservas. Sin embargo, Cifuentes Honrubia (1996:65) rebate esta crítica de Sancho Cremades al
aclarar que la vinculación que Potttier establece entre prefijos y preposiciones es desde un punto de vista
conceptual y no lingüístico. Además, añade Cifuentes Honrubia que ciertas preposiciones y ciertos
prefijos están emparentados desde un punto de vista conceptual, porque cognitivamente expresan lo
mismo: una relación espacial entre figura y base.
Otro autor que viene a confirmar, aunque también con reservas, la concurrencia entre
determinados adverbios y preposiciones es Trujillo (1971: 276, 1988, 1996). Sin embargo, dicha

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concurrencia no será desarrollada con mayor precisión hasta el trabajo de Hagège (1984: 49), que
muestra que, si se examina diacrónicamente, la circulación es constante entre las diversas clases
morfosintácticas señaladas (casos, prefijos, preposiciones, locuciones prepositivas y adverbios).
Por otra parte, Svorou (1993: 85-86) constata que las lenguas proveen evidencia diacrónica y
sincrónica de que los términos de partes relacionales de los objetos constituyen desarrollos históricos de
partes corporales y de bases ambientales. Tales desarrollos en la diacronía son el primer paso para su
fusión gramatical. Por tanto, en los procesos de desarrollo de los relacionante espaciales desde nombres,
hay un continuum de gramaticalización que se realiza mediante la metáfora y la metonimia. Incluso
podemos encontrarnos con una equivalencia semántica entre ciertos nombres y ciertas preposiciones, por
lo que podemos deducir que no hay correlación obligatoria entre clase gramatical y propiedades
semánticas, pues según las lenguas (o dentro de una misma lengua) una misma estructura de rasgos
semánticos puede realizarse como nombre, verbo, preposición, etc. (Cifuentes Honrubia, 1996: 72). Esto
es así gracias al proceso de gramaticalización que, según Pottier (1974), es el responsable de la
formación de preposiciones y locuciones prepositivas. La tendencia al empobrecimiento semántico en el
proceso de gramaticalización (Dervillez-Bastuji, 1982: 124) es explicada por Bosque (1989: 208-209)
como el proceso histórico que implica una abstracción considerable a partir de estructuras sintácticas y
relaciones semánticas muy diferentes de las actuales. Este proceso de formalización preposicional es el
que explica (Morera, 1988:56) que los primeros usos de una futura preposición estén bastante apegados
a su base léxica originaria (local), y que, una vez consolidada como preposición, tienda a ampliar su
campo de realizaciones.
La gramaticalización es una tendencia que acarrea la desemantización y la dependencia a las
preposiciones y a los adverbios. Pero este proceso no finaliza en la preposición, sino que puede llegar
incluso a los llamados prefijos y hasta a un proceso reversible donde tendríamos locuciones prepositivas
con base prepositiva o adverbial provenientes de una gramaticalización y una lexicalización o locuciones
prepositivas de base nominal provenientes de una gramaticalización y lexicalización prefijal por ejemplo
(Cifuentes Honrubia, 1996: 77; 2002).
Morera (1998), por su parte, entiende que la preposición no es una categoría gramatical con
rasgos propios porque es más bien una familia de signos que pertenece a la clase heterogénea del
adverbio, al igual que las conjunciones (Hjelmslev, 1976: 306). Sin embargo, la preposición carece de
significación primaria en su contenido nominal, lo cual no le sucede al adverbio. El significado de la

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preposición se revela en su contenido dimensional externo, «que no es otra cosa que la descripción de
una dimensión en el espacio, un contenido descriptivo externo a dicho contenido nominal» (Morera, 1998:
12). Por eso el proceso de gramaticalización al que está sometido la preposición desde una perspectiva
histórica consiste en la generalización o especialización de la mencionada significación externa. En la
delimitación de la categoría gramatical de la preposición es relevante el concepto de preposicionalización
que se produce cuando cualquier nombre descriptivo de la lengua adquiere la función semántica
«preposición» En este proceso es donde se produce la desemantización propia de toda
gramaticalización, pues el nombre elimina su significado léxico y lo sustituye por la descripción de una
dimensión en el espacio externo al contenido nominal, en la descripción de una relación (Morera, 1998:
13). La preposicionalización de un nombre es el resultado de un proceso histórico más o menos largo y
accidentado. De ahí la importancia de remontarse en el estudio diacrónico de las preposiciones hasta sus
orígenes locucionales.
La relación que la preposición mantiene con los prefijos también ha sido resaltada por Morera,
quien afirma que los prefijos españoles y los del resto de las lenguas románicas no son otra cosa que una
determinada especie de nombres en caso oblicuo y, por tanto, con significación dimensional externa
añadida. Por consiguiente, no cabe hablar de casos de derivación en el uso de los prefijos que aparecen
en determinados verbos, sino de verdaderas combinaciones sintácticas porque el prefijo actúa como
complemento externo (sin modificar los límites semánticos) del verbo nuclear, como, por ejemplo, en pre-
ocuparse. Esta afirmación nos lleva a deducir que los prefijos son miembros de pleno derecho del sistema
preposicional del español (Morera, 1998: 36-37). A tal respecto, Morera insiste en que la desaparición de
las preposiciones latinas en español sólo es patente en el uso libre u oracional, no así en la condición
preposicional de los prefijos latinos como ex, ab, pro, prae que añaden su significado como preposición al
lexema verbal (Morera, 1998: 40).
En resumidas cuentas, podemos mantener la identificación tradicional de prefijo, preposición y
adverbio con los siguientes elementos del esquema propuesto por Cifuentes Honrubia (1996: 83-84): el
adverbio supone una localización implícita, las preposiciones y las locuciones preposicionales son
localizaciones explícitas, mientras que los prefijos pueden llegar a fusionarse con el objeto localizante o el
verbo, introduciéndonos a los procesos de incorporación conceptual que más adelante estudiará
aplicándolos a los verbos de movimiento (Cifuentes Honrubia, 1999) y a los de estado (Cifuentes
Honrubia, 2004). Dichas incorporaciones tienen que ver con la vinculación histórica que tienen los prefijos

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con el resto de los elementos del esquema gracias a la pérdida de semantización y el aumento de
dependencia formal.
Dentro del marco teórico del modelo generativo de Principios y Parámetros (Chomsky, 1986),
Pavón Lucero (1999, 2003) lleva a cabo dos estudios de sintaxis del español con un objetivo común:
revisar determinados aspectos de las relaciones existentes entre la preposición, el adverbio y la
conjunción. La autora llega a las siguientes conclusiones: la insuficiente exhaustividad de las propuestas
tradicionales, que no emplean con uniformidad la participación de todos los niveles de análisis (formal,
sintáctico, semántico) en la caracterización categorial de estas unidades, por lo que los límites entre ellas
nunca quedan bien definidos: si se acude al criterio formal, adverbio, preposición y conjunción quedarían
incluidos en la misma clase por su invariabilidad; según el criterio sintáctico, preposición y conjunción, en
virtud de su función relacional, formarían un grupo diferente al constituido por el adverbio, e incluso
algunos gramáticos admiten que las conjunciones subordinadas se aproximen a las preposiciones por el
tipo de relación que mantienen con el segmento por ellas introducido; en el nivel semántico de nuevo se
observa una equivalencia entre preposición y conjunción por su falta generalizada de contenido léxico, frente
a los adverbios, que sí contienen significado.
Asimismo, comenta la autora que las preposiciones locativas no pueden tener como término una
oración aduciendo como razón que la preposición locativa sólo puede llevar como término un sintagma
que denote un sentido físico. Sin embargo aclara que algunas preposiciones originariamente locativas
admiten un uso con sentido figurado y entonces el término puede expresar un contenido preposicional
que se corresponde con una oración (Estas hablando sobre que Juan y María han decidido casarse)
(Pavón Lucero, 2000: 571-572). Aquí podríamos ver, por tanto, un fenómeno de gramaticalización en el
que la motivación entre el uso habitual locativo y el uso figurado se produce por una correlación entre lo
físico/concreto y lo abstracto/conceptual mediante metáfora, conceptualizando esto último como un lugar.
Este trabajo de Pavón Lucero ha sido ampliado mediante un análisis más amplio de la sintaxis
de las partículas (Pavón Lucero, 2003) desde la perspectiva del modelo generativo de Principios y
Parámetros de Chomsky (1986), si bien hace un repaso por distintas corrientes no generativistas.
Comienza por la caracterización de la preposición según la tradición gramatical desde un punto de vista
sintáctico y semántico como un elemento de relación. Después introduce la consideración de la
preposición dentro del marco teórico de Principios y Parámetros como una categoría léxica que da lugar
a las proyecciones endocéntricas, recordando que Bosque (1989: 61 y ss.) entiende las preposiciones

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como núcleos porque imponen una marca flexiva a su término (caso terminal y oblicuo) y además
seleccionan y restringen semánticamente a sus complementos (Pavón Lucero, 2003: 65-66). Sin
embargo, advierte de que existen preposiciones sin contenido léxico que sólo marcan funciones o casos,
como la preposición de de los complementos nominales o la preposición a, que introduce los objetos
directos de persona.

2.1.1. El concepto de categoría preposicional en la Historia de la lingüística

La inclusión de la preposición en la nómina de categorías gramaticales tiene una larga tradición


histórica. Los trabajos de Gómez Asencio (1981, 1985) sirven como principal referencia para rastrear el
trayecto que ha seguido esta clase de palabras. Por su parte, Sancho Cremades (1995) realiza un
recorrido por las distintas corrientes gramaticales que emprendieron el análisis de la categoría
preposicional desde la Edad Media hasta nuestros días. Explica que la aplicación de categorías lógicas
caracteriza los estudios gramaticales desde la escolástica medieval y se considera que la lengua se había
de ajustar a esas categorías. Swiggers (1988) ha destacado, en ese sentido, el mérito de Aristóteles al
haber relacionado el lenguaje con la cognición estableciendo los fundamentos de la gramática
especulativa de los modistae, quienes desarrollan una teoría jerarquizada del significado gramatical
incorporado en las palabras. La distinción fundamental es la que hay entre el significado gramatical
focalizado en el objeto y el significado gramatical centrado en la naturaleza relacional del objeto. Esta
bipartición se refiere a la separación entre nombre, pronombre, verbo y participio, por un lado; y adverbio,
interjección, preposición y conjunción, por otro. Estos últimos admiten, a su vez una subdivisión binaria: la
primera dicotomía es la que hay entre la expresión de una circunstancia/disposición de un objeto que
existe de forma procesual, y la expresión de una circunstancia/disposición de un objeto con un status
diferencial indiferente. Esto corresponde a la distinción entre adverbio e interjección, por un lado; y
preposición y conjunción, por otro. Cada uno de los cuales se puede subdividir nuevamente en relación
con el foco de referencia: el contenido determinado, como cosa (adverbio), frente al de sujeto afectado

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(interjección); o su capacidad de enlazar: acción (preposición), frente a términos extremos (conjunción).11
Pero no siempre la preposición es tomada como elemento relacionante, puesto que está intrínsecamente
conectada con una propiedad de las cosas: la de determinación y limitación (coarctatio). Thomas de Erfurt
señala certeramente que las preposiciones no son necesariamente signos de transitividad:

Certain verbs require prepositions although they have no transitiveness, either quick or
slow, as when we say: sum in domo. Furthermore, by saying: annulus ex auro, the nom annulus
requires the preposition but it does not, however, have any transitiveness. Therefore, it can be
said that the preposition was in fact invented on behalf of case forms, not just any, but the
accusative and ablative” (Thomas of Erfurt, Grammatica speculativa, citado por Swiggers,
1988:645)

Los gramáticos de orientación tradicional tienen una concepción asistemática de las


preposiciones: estudian los usos preposicionales aisladamente, no es habitual que establezcan relaciones
entre las diversas preposiciones de una lengua. La gramática tradicional, por tanto, presenta una visión
atomística del significado preposicional. Las preposiciones han sido consideradas meros correlatos
formales de una amalgama de significados preposicionales entre los cuales no aparece ninguna clase de
relación. Conforme se comienza a considerar que el significado era, no sólo accesible a la investigación
lingüística, sino también posible de ser formalizado según los principios propios del Estructuralismo, el
sistema de las preposiciones comenzará a ser entendido como estructura o sistema básicamente de tipo
semántico, como, por ejemplo, en los estudios de Pottier (1962). La Escuela de Copenhague aportará
mediante su máximo representante, Hjelmslev, muy poco a la investigación de las preposiciones; si
acaso, un sistema simple de rasgos que permite definir el sistema prepositivo de una lengua. El principal
problema según Sancho Cremades, es que se basa en unos usos preposicionales muy poco conflictivos.
Su colega, Brøndal (1940), propone una “relación en general” para indicar la relación lógico-matemática
que expresa la preposición y las preposiciones se definen según expresen relaciones como “transitividad”,
“simetría”, “conectividad”, etc.
Serán los trabajos de Pottier de 1962 y 1972 los que planteen la preposición como un elemento
de relación semántica que tiene una representación única (significado único) que tiene una aplicación

11 Observamos, pues, que la categoría preposicional aparece conceptualizada desde los orígenes del idioma como
un elemento relacionante que tiene la función semántica de unir acciones. Su carácter transitivo y su proximidad al
lexema verbal es evidente, a la vez que se constata su valor significativo.

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espacial, temporal y nocional, sin que exista una relación de génesis entre ellas (1962: 127). Las críticas
que Sancho Cremades realiza al método de Pottier son las siguientes: aunque la preposición expresa una
relación semántica , la concepción de Pottier parte de la sintaxis taxonómica. Otra cuestión criticable es el
concepto de representación única, ya que muchos de los efectos de sentido difícilmente se pueden
“recubrir” mediante este concepto de significado único. Pottier dice que la representación única es el
resultado de extraer los rasgos pertinentes del discurso, pero no queda claro cómo se entienden esos
rasgos pertinentes. Parece ser que están presentes en toda preposición, pero ocultos por una derivación
que podría ser lógica o diacrónica. Según Sancho Cremades, tanto si se considera lógica, como
diacrónica, remite a hechos que no se encuentran en el funcionamiento sincrónico del lenguaje y que no
pueden ser descubiertos directamente por el lingüista12
La gramática fundamentalmente sintáctica y formalista de Tesnière (1959) relega el estudio de
las preposiciones al plano de la translación o cambio de categoría que ocurre en una lengua para suplir
sus deficiencias.
El generativismo introduce novedades en el análisis de las preposiciones, pues por un lado
presenta a la sintaxis como preferencial, desechando el estudio semántico de las preposiciones; por otra
parte, sobre todo a partir del análisis de Jackendoff (1973), se ha producido un cambio radical, pues,
teniendo en cuenta a los precursores Katz y Fodor (1963), la Gramática generativa se ocupa del
significado de las preposiciones desde un punto de vista componencial, es decir, que estaría formado por
una serie de rasgos pertinentes. Sin embargo, el problema planteado por este tipo de análisis
componencial es que, por un lado, no explica la polisemia de las preposiciones, limitándose a los usos
más básicos (los espaciales). Por otra parte, no da cuenta de las restricciones pragmáticas.
No obstante, pronto la disidencia generativista se rebela contra el fundamentalismo sintáctico de
las primeras teorías chomskyanas y plantea la Semántica generativa como solución a partir de la
Gramática de casos profundos de Fillmore, que concibe esencialmente, la estructura profunda como una
serie de relaciones semánticas básicas Como consecuencia, las categorías tradicionales no se
corresponden con las categorías de la estructura profunda, por lo que la preposición se relega a un
segundo plano y se subordina a los verbos, adjetivos y nombres en la estructura profunda, estableciendo

12 Efectivamente, es necesaria la investigación diacrónica que aquí proponemos para arrojar nuevos datos y

conclusiones que permitan analizar estos rasgos tanto desde una perspectiva diacrónica como sincrónica.

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unos límites y distinciones categoriales muy difusos, por lo que la Semántica generativa resulta un modelo
difícil de manejar y muy poco predictivo para la gramática de una lengua.
Sin embargo, la Semántica generativa ha insistido en señalar las estrechas conexiones entre el
significado en la estructura profunda y la sintaxis de la estructura superficial y, sobre todo, la motivación o
vinculación de las estructuras formales respecto de las semánticas. En este sentido es precursora de la
Gramática cognitiva, si bien ésta no distingue entre estructura profunda y estructura superficial. El artículo
de Jackendoff (1973) es una ruptura con la tradición y norteamericana en general en la consideración de
las preposiciones como estructuras exocéntricas. Partiendo de la hipótesis lexicista de Chomsky (1970)
postula que las preposiciones, al igual que los verbos, pueden ser transitivas o intransitivas, en función de
la presencia o ausencia del SN al que preceden. La distinción de estructura o sintagma endocéntrico,
frente a sintagma exocéntrico es fundamental para distinguir ambos tipos de preposiciones: son
endocéntricos los sintagmas preposicionales si ninguno de sus constituyentes puede funcionar en lugar
de todo el sintagma. En el caso en que se da la sustitución nos encontramos con que ese constituyente
es el núcleo del sintagma, el cual sería exocéntrico y las mayoría de las preposiciones no podrían ser
núcleo. Pero con la propuesta de Jackendoff el sintagma preposicional se define al igual que el resto de
categorías (SN, SV,…), según el núcleo, que sí puede ser la preposición en el caso de las construcciones
exocéntricas y, por tanto, puede llevar o no complementos.
La Semántica generativa fue ampliada por el modelo de la Rección y el Ligamiento (Chomsky,
1981). La Teoría de la Rección plantea esta relación como un enlace sintáctico que se da entre nudos
hermanos en el mismo nivel y que va desde el núcleo hacia el complemento (por ejemplo, verbo y SPrep).
En el caso del SPrep, los nudos hermanos son Preposición y SN (ambos en el mismo nivel bajo el nudo
del SPred) y la rección va desde el núcleo, que es la preposición, hacia el complemento, que es el SN,
como en el esquema

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SPrep

Prep SN

Los papeles temáticos o papeles-θ son las funciones semánticas que tienen los argumentos
subcategorizados. En los diversos escritos de Chomsky no queda claro si la preposición asigna papel
temático o no, porque hay casos en que la preposición de, por ejemplo, en su uso espacial (y espacial
figurado) exige nombres de lugar como régimen. Este hecho, en el caso del complemento de régimen
preposicional, supondría reconocer que hay sintagmas nominales que reciben papel temático del verbo y
de la preposición a la vez, lo cual contradice el criterio temático, puesto que un nombre sólo puede recibir
un solo papel temático, tal como revela el siguiente esquema

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Pensaba en las vacaciones

papel-θ

papel-θ

Según la Gramática Liminar de Ángel López (1990), la categoría preposicional tiene como
función prototípica marcar el predicado los objetos frente al sujeto que aparece como no marcado.
Asimismo, a partir de este dominio prototípicamente preposicional, la preposición sufre una serie de
traslados hacia otros dominios. Esta teoría plantea conexiones con la Gramática Cognitiva en el sentido
de que establece un dominio prototípicamente preposicional y una serie de usos translaticios que se
derivan. Sin embargo, no ha incidido suficientemente en el significado preposicional.
Recientemente, los estudios sobre preposiciones se han desarrollado en el contexto de las
morfosintaxis y la gramaticalización (Melis, 1992; Bat-Zeev Shyldkrot, 1995). Además, la valencia
sintáctica ha sido uno de los focos de interés más productivos de los análisis de Wunderlich (1984) o de
Anscombre (1993). Pero han sido las teorías cognitivas las que se han aproximado al estudio de las
preposiciones en el contexto de la semántica léxica. Las hipótesis iniciales de los años ochenta, que
mantenían que la función espacial básica de las preposiciones locativas permite una separación entre
significado léxico y significado conceptual, todavía es aceptada hoy día (Taylor, 2000).

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Otra vía de análisis de las preposiciones es la pragmática, dentro de la cual, han aparecido
estudios como los de Cervoni (1991), Cadiot (1991, 1997) o el de Berthonneau y Cadiot (1992), en los
que se incide en el aspecto enciclopédico del conocimiento empleado en analizar el significado y el uso
preposicional. Por ejemplo, Cervoni combina la hipótesis relacional de Pottier con la de los actos de
habla, manteniendo que el significado de la preposiciones deriva, por un lado de la competencia
pragmática y, por otro, de la lógica y los mecanismos de la intuición mental. Finalmente, otra perspectiva
pragmática es la que adoptan los partidarios de la Teoría de la dinámica (Fauconnier 1985; Visetti y
Cadiot, 2002). Los lingüistas que siguen esta teoría discrepan de las idea cognitivista de que el espacio
local o temporal es un primitivo semántico en el que todo estudio de las preposiciones debe basarse. Por
el contrario, afirman que la forma de acceder a las preposiciones es mediante su función y que el
concepto de espacio debe ser redefinido. Partiendo de la noción de que la memoria es dinámica y que los
modelos son producidos por algoritmos básicos y estímulos externos, el contenido extralingüístico es de
extrema importancia. En concreto, Visetti y Cadiot (2002) proponen una concepción distinta de la
descripción de las preposiciones que está en contra de la visión cognitivista y de la teoría de la
gramaticalización que parten de una jerarquía de significados que parte de valores espaciales o físicos,
tomados como significados literales, para llegar a significaciones temporales o abstractas, que se supone
que derivan de los espaciales mediante algún tipo de transferencia metafórica. Pero, según estos autores,
esta idea apunta a una reducción de la experiencia inmediata (según entiende la tradición
fenomenológica) a un mero espacio externo y a una física externa de «fuerzas» intencional e
intersubjetiva. En este espacio externo el lenguaje identifica las relaciones entre figura y fondo
concebidos como lugares independientes, separados o individuales y preexistentes a las relaciones que
hay entre ellos. Por el contrario, la postura que adoptan Visseti y Cadiot sigue los siguiente principios:

a) No privilegian los usos espaciales o físicos de las palabras y, consecuentemente, rechazan


la doctrina de la transferencia metafórica del significado.
b) Investigan los “motivos” (motifs) gramaticales, que son formas de dar/aprehender/mostrar en
todos los dominios semánticos, sin ninguna trasferencia analógica o metafórica desde
valores específicos, concebidos como primitivos u originales.

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El propio Cadiot (2002) lleva a la práctica estas teorías en su estudio sobre los sistemas de
preposiciones en francés e inglés, sobre todo en lo que concierne a las llamadas incoloras o difícilmente
motivadas por su significado espacial. Con la descripción y comparación de ambos sistemas, Cadiot
pretende mostrar que no hay una separación tajante entre usos espaciales y no espaciales, por un lado;
y, por otro, que el significado de estas preposiciones parece responder a una combinación inmediata de
dimensiones esquemáticas e intencionales. Por ejemplo, en compter sur ses amis o miser sur le bon
cheval, sin abandonar completamente un cierto valor de «confianza» o «apoyo», que puede ser
considerado como modulación del motivo (motif) original, la preposición sur es recalificada como una
marca reccional por gramaticalización, entendiendo ésta como la manera de referirse al hecho de que,
especialmente en contextos reccionales, la preposición pierde la mayor parte de su impacto semántico
porque paradigma correspondiente está cerrado o limitado. Sin embargo, en lugar de ser concebido como
un proceso categorial, según Cadiot, debería ser entendido como una intensionalización y no como la
pérdida de cualquier significado. En las preposiciones gramaticalizadas (consister en, insister sur,
compter avec) el significado central se diluye por la limitación del paradigma, pero se mantiene (Cadiot,
2002: 53-56).13

2.2. EL SIGNIFICADO DE LAS PREPOSICIONES

Dice Marcial Morera (1988) que el estudio del significado de los elementos gramaticales se ha
venido realizando desde la Antigüedad hasta nuestros días adoptando bien una postura totalmente
semántica en la primaba la sustancia del contenido o bien una perspectiva fundamentalmente formalista
donde el significado quedaba relegado a un segundo plano. El estudio del que es partidario Morera,
siguiendo los dictados de la semántica estructural de Trujillo, Greimas, Pottier y Coseriu, es un análisis
que nos sitúa en el plano del contenido, pero no en la sustancia, sino en las formas del significado que
corresponden a diversas formas de significante, que actúan como aval de la diferencia semántica

13Compartimos con Cadiot el concepto de gramaticalización como intensionalización, sin embargo, creemos que el
proceso metafórico sigue siendo válido, pues él mismo admite que el valor semántico de confianza o apoyo de la
preposición sur en miser sur le bon cheval no llega a perderse completamente. De manera que está reconociendo
un significado espacial original del que deriva («apoyarse en», «poner el apoyo en algún lugar») y lo mismo
podemos decir de las preposiciones gramaticalizadas del francés que propone para explicar su gramaticalización.

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(Morera, 1988: 29)14. Las cinco perspectivas que han sido adoptadas hasta nuestros días en el estudio
de las preposiciones según Morera (1988: 36-43) son la etimológica, que estudia la relación del sistema
casual latino con las preposiciones en las lenguas romances; la morfológico-formal, que considera las
preposiciones como una clase de palabras sin flexión nominal e invariables; la sintáctica, que tiene en
cuenta factores tales como la posición delante del sustantivo o el carácter subordinante de la preposición
(M.L. López, 1970); la perspectiva designativa y estilística, que recoge los sentidos concretos más
sobresalientes de cada una de las preposiciones sin explicar la significación básica de cada una de ellas
y, finalmente, la perspectiva semántica, que averigua cuál es el significado básico que subyace a cada
preposición (Trujillo, 1971; Pottier, 1962) . La perspectiva semántica es la que toma Morera para explica
el significado de la forma semántica única de cada preposición para relacionarse sistemáticamente con el
resto de preposiciones. La postura de Morera es decididamente antilocalista, pues dice que la naturaleza
de dicha forma semántica no es de naturaleza espacial, sino de carácter abstracto como todos los
valores, ya que «la variante espacial de las preposiciones se encuentra en el mismo nivel que la temporal
y la nocional» (Morera, 1988: 86).
En contra de los que postulan una significación polisémica para las preposiciones, situándolos en
el terreno del habla, Morera se decide por asignar un significado monosémico, que pertenece al ámbito
de la lengua, con distintos sentidos o realizaciones contextuales.
La polémica acerca del sentido único o polisémico del significado preposicional es retomada
también por Cifuentes Honrubia, quien recuerda que ya Bröndal (1950: 127-28) señalaba la necesidad de
que todos los usos de una palabra se redujeran a una definición única insistiendo en la naturaleza
conceptual de dicha reducción. Incluso dentro del localismo Marq (1972) insistía en hacer derivar los
empleos abstractos de las preposiciones alemanas a partir de los usos espaciales. En la misma línea
Bertrand (1975) señalaba la relación estrecha entre las preposiciones abstractas y los empleos
espaciales. Pero fue la investigación de Pottier (1962), seguida por la de muchos otros (M.L.López, 1972:
129, Marcos Marín, 1980; Osuna, 1991: 103 y 107), la que estableció la agrupación de la multiplicidad de
sentidos preposicionales en tres campos de aplicación: espacial, temporal y nocional. Asimismo, Bennet
(1976; 1983) propone también un concepto general de localización que no es específicamente espacial o

14 En ello coincide con la metodología adoptada por García-Miguel (1995), quien considera que los distintos

significantes de una expresión reflejan distintos significados.

 José Antonio Candalija Reina 61


temporal para dar cuenta de un único significado preposicional. Sin embargo, todos parecen encontrar el
escollo de la hipótesis localista que postula un significado espacial dominante genética y funcionalmente
sobre los dominios temporal y nocional; de modo que, aunque existan tres significados principales, todos
los demás se derivan de él, por lo que volvemos a considerar la existencia de un sentido único.
Los partidarios de la polisemia preposicional, como Luque Durán (1974: 15-16), afirman que es
imposible expresar un significado único común a todos los usos, porque el significado de las
preposiciones está fundamentalmente vinculado a cada unos de sus contextos.
La polémica se ha reavivado recientemente con los estudios de Gramática Cognitiva donde
aparecen las nociones de core sense (Langacker, 1987; Hawkins, 1985), impulsion (Vandeloise, 1986),
ideal meaning (Herskovits, 1986) o radial network (Lakoff, 1987). Y no sólo en el ámbito del cognitivismo,
sino también en otros, así Berthoneau & Cadiot (1991: 4), quienes hablan de un nudo fijo de significado
abstracto en la diversidad de empleos de las preposiciones; o la perspectiva semántica de raíz
estructuralista de Morera (1988).
Podríamos resumir la propuesta del sentido central o único mediante la constatación de que hay
algún contenido semántico que es mostrado por todos los sentidos observados de un lexema polisémico
(Hawkins, 1985: 181 y ss.). También se pueden entender unas significaciones ideales para referirse a las
preposiciones espaciales con dos tipos de desviaciones del ideal: las basadas en la convención
(polisémicas) y las que resultan de los procesos pragmáticos de tolerancia (Herskovits, 1986:3). Por eso,
las significaciones ideales son parecidas a los prototipos, pero se diferencian de éstos en que presentan
una relación geométrica muy abstracta. Vandeloise plantea, en este sentido, la impulsión como la
significación de una palabra en su origen, pero no está basada en un tiempo histórico, sino en un tiempo
lógico, que incrementa la complejidad de su significado. Por eso, «las palabras se desarrollan desde una
significación simple a una significación compleja» (Vandeloise, 1985: 22). A tal respecto, Cifuentes
Honrubia (1996: 57) afirma que hay una tendencia a explicar lo más abstracto mediante lo más concreto
(Lakoff y Jonhson, 1986; Sweetser, 1984: 56) y que no sería otra cosa que una manifestación de lo que
tanto Langacker, (1990) como Traugott (1986: 540) denominan subjetivización, es decir, un proceso en el
que con el tiempo los significados tienden menos a referirse a las situaciones objetivas y más a las
subjetivas, que incluyen el punto de vista del hablante, lo cual le lleva a deducir que con esta idea de la
subjetivización (que podría explicar tanto la concreción de nuevos significados como su abstracción) se
hace referencia explícita a la pragmatización de la significación (Traugott, 1986: 540). La teoría sobre la

 José Antonio Candalija Reina 62


estructura radial de la significación viene a confirmar este hecho al proponer Lakoff (1987: 83 y ss.) que
la polisemia se distingue de la homonimia por la relación casual que existe entre los significados
motivados fundamentalmente por las relaciones metafóricas y metonímicas a partir de un concepto
central. Así, los esquemas de imágenes y los modelos metafóricos y metonímicos son requeridos para
representar las significaciones de las expresiones. Los sentidos de cada expresión forman una categoría
radial, con un miembro central y ligazones definidas por transformaciones de esquemas de imágenes y
metáfora. Los sentidos no centrales no pueden ser predichos desde los centrales, pero no son arbitrarios
porque están motivados por los casos centrales, las transformaciones de esquemas de imagen y los
modelos metafóricos (Lakoff, 1987: 460).
La solución que adopta Cifuentes Honrubia ante la dualidad significado polisémico/significado
único consiste en distinguir claramente entre relaciones semánticas y relaciones cognitivas, porque «la
determinación de significados supone un estudio sincrónico y una perspectiva convencional del
significado lingüístico, mientras que las relaciones cognitivas entre los distintos significados supone un
estudio histórico (aunque en su organización no sea necesario proseguir tal desarrollo, sino simplemente
su desarrollo lógico), que nos explicará cómo se han relacionado cognitivamente los significados, lo que
supone una perspectiva cognitiva» (Cifuentes Honrubia, 1996: 63), que es la perspectiva que
adoptaremos nosotros en nuestro estudio.
Por eso, aclara Cifuentes Honrubia que, aunque quizás la mayoría de los significados nocionales
y temporales de las preposiciones puedan ser explicados desde los espaciales (Sancho Cremades, 1995:
128), no es ése el objetivo de su trabajo, sino dar cuenta de los significados espaciales de las
preposiciones y describir sus reglas de uso. Por último, también concluye Cifuentes Honrubia que la
determinación de los hipotéticos significados temporales o nocionales de las preposiciones como
variantes de una misma invariante espacial, o como invariantes distintas no compete a su análisis. Es por
ello que hemos recogido el testigo y de alguna manera intentamos con esta tesis demostrar que los
sentidos nocionales de las preposiciones regidas por determinados verbos parecen estar derivados de su
contenido espacial central u original y que, por tanto, la clásica distinción entre preposiciones llenas y
preposiciones vacías asociada a la ausencia de contenido semántico de las preposiciones de los
complementos de régimen está superada si entendemos que todas las preposiciones son llenas y que
ninguna o casi ninguna está vacía.

 José Antonio Candalija Reina 63


2.2.1. Preposiciones llenas y preposiciones vacías del español.

La clásica distinción entre preposiciones llenas o léxicas y vacías, incoloras o gramaticales es


recogida por Rauh (1993) en su introducción sobre las preposiciones léxicas y no léxicas en inglés. Allí
hace un recorrido por el concepto de preposición vacía desde distintas perspectivas: por un lado, en
estructuralismo inglés (Hockett, 1958; Gleason, 1955; Stageberg, 1965) que argumentan que las
preposiciones se distinguen de los nombres, verbos adjetivos y adverbios en que no poseen contenido
léxico (Fries, 1952); por otro, la Semántica generativa propone que las preposiciones no son una
categoría léxica, sino marcadores de sintagma nominal introducidos probablemente por transformaciones
(Fillmore, 1968). Asimismo, Jackendoff (1977) critica esta postura trivial porque, aunque diacrónicamente
la reducción de las preposiciones a indicadores de caso es innegable, no está claro que ese proceso
juegue un papel importante en una gramática sincrónica.
Por su parte Rauh se dedica a demostrar que una descripción uniforme de los diversos usos de
las preposiciones no está justificada, ya que a través de pruebas sintácticas y de consideraciones
semánticas, es posible dividir las variantes preposicionales en dos clases: léxicas y no léxicas. Se
entiende por léxicas aquellas variantes que pertenecen a una categórica léxica caracterizada por rasgos
sintácticos, semánticos y fonológicos análogos a otros rasgos pertenecientes a otras categorías léxicas.
Por el contrario, las variantes consideradas como no léxicas son el resultado de varios procesos de
gramaticalización con consecuencias sintácticas y semánticas. Por tanto, debemos establecer criterios
suficientes y necesarios para poder distinguir entre preposiciones léxicas y no léxicas atendiendo
fundamentalmente a la autonomía léxica establecida en condiciones sintácticas y semánticas de las
preposiciones: según dichas condiciones una preposición es léxicamente autónoma si exhibe las
siguientes propiedades:

a) Proyección sintáctica de la preposición, al ocupar la cabeza de sintagmas nominales.


Asimismo, pueden permitir adjuntos que modifiquen su contenido.
b) Propiedades casuales: las preposiciones léxicas asignan en general caso estructural. Algunas
preposiciones léxicas deadjetivales y denominales asignan caso inherente, determinado
léxicamente y denominado caso preposicional.
c) Estructura argumental: las preposiciones léxicas posee predicados biargumentales: P (x, y).
d) Los papeles temáticos (papeles-θ) de las preposiciones léxicas son los siguientes:

 José Antonio Candalija Reina 64


a. Papel externo: TEMA (y)
b. Papel interno: LOCATIVO (x), ORIGEN (x) TRAYECTORIA (x) o DESTINO (x)
c. Papel referencial: idéntico al papel interno.

e) Propiedades semánticas selectivas. Dos tipos:

a. Definen el tipo ontológico de los argumentos: ESPACIAL (x) TEMPORAL (x)


b. Definen propiedades específicas de los argumentos internos: ATENUACIÓN,
EXTENSIÓN TEMPORAL.

f) Propiedades semánticas inherentes: CONTACTO (x, y) DEBAJO (x, y) INCLUSIÓN (x, y).

Por otra parte, se habla de preposiciones no léxicas en los contextos siguientes: sintagmas
fijados por tradición o expresiones idiomáticas y en sintagmas preposicionales regidos.
Últimamente, Gisa Rauh (2002: 16-20) ha insistido en la gramaticalización de las preposiciones
regidas. La etiqueta «gramaticalizada» se aplica en aquellos casos en que estas preposiciones son
idénticas a las preposiciones espaciales, pero han reducido el conjunto de rasgos en comparación con
aquéllas. Este proceso es comparable al caracterizado por Meillet (1912) y Lehmann (1985, 1986/7). Las
proyecciones de las preposiciones regidas difieren de las de las preposiciones léxicas en que aquéllas no
permiten determinantes ni cuantificadores ni adjuntos. Además, las preposiciones regidas se diferencian
de las léxicas en que la relación que plantean las primeras con sus complementos no es temática. Sin
embargo, Rauh admite que existe una relación temática entre la cabeza léxica rectora y el complemento
de la preposición regida. De hecho, las preposiciones regidas han heredado la forma fonética, la posición
y ciertos rasgos semánticos de las preposiciones léxicas. La herencia de los rasgos semánticos es
especialmente evidente en los contextos donde preposiciones alternativas son posibles: hablar a/sobre
alguien, luchar por/contra algo. En este sentido, las preposiciones regidas, según la autora, son
semánticamente mucho más ricas y definidas que los afijos casuales, lo cual puede ser la razón de que
estas preposiciones hayan entrado en el sistema de casos (Rauh, 2002: 18).
Por su parte, Horno Chéliz (2002) habla de las preposiciones vacías dentro del ámbito de la
última corriente de la Gramática generativa de las hipótesis lexicistas en relación con la estructura

 José Antonio Candalija Reina 65


argumental de los verbos. Parte de la idea de que el estudio del léxico es un aspecto básico de todo
estudio lingüístico. En este sentido, se considera que el conocimiento de las palabras entraña algo más
que su expresión fónica y su relación con el mundo extralingüístico. El lexicón constituye el conocimiento
que tiene el hablante nativo de las palabras de su lengua, de los constituyentes de esas palabras y de la
relación que se establece entre ellos. Por último se postula que el lexicón contenga, además, algunos
requisitos para formar oraciones gramaticales, por lo que constituye parte de la gramática (Rauh, 1991).
En definitiva, se plantea que al conocer una palabra somos capaces de conocer su estructura interna y
sus relaciones con otras palabras, tanto semántica como sintácticamente (Val Álvaro, 2000). Desde el
punto de vista sintáctico las preposiciones vacías se distinguen de las léxicas en que las vacías no
presentan la propiedad de subcategorización (aparecen siempre seguidas de un SN y no permiten
especificador), si bien parece que siguen asignando caso a su complemento. Tampoco presentan rasgos
de subcategorización semántica y, al no presentar argumentos propios, tampoco parecen asignar papel
temático desde su entrada léxica (Rauh, 1991).
Las preposiciones de los complementos de régimen preposicional, subcategorizadas por verbos,
adjetivos o nombres (Pilar cree en la ciencia, Pilar es buena en matemáticas, Pilar es una experta en
pintura), representan una variante definible sintácticamente y son gramaticalizaciones de formas léxicas
originalmente autónomas en el sentido de Meillet (1912) y Lehmann (1985; 1986/7). La gramaticalización
se presenta como resultado de la pérdida de la autonomía léxica. Dichas variantes ni poseen entradas
léxica propias, sino que son introducidas por la unidad regente. Por eso su uso se restringe
automáticamente a la posición de complemento, en la que muestran las siguientes propiedades, que son
la prueba del efecto del proceso de gramaticalización:

a) Propiedades de proyección: las preposiciones regidas no tienen propiedades de proyección


porque siempre preceden a sintagmas nominales, no permiten adjuntos ni especificadores.
b) Las preposiciones regidas asignan caso estructural.
c) Su estructura argumental consiste en predicados con dos posiciones: P (x, y).
d) Estas preposiciones no asignan papeles-θ, sino papeles semánticos emparentados que no
tienen relevancia sintáctica. Tampoco poseen papel referencial.
e) Las preposiciones regidas no exhiben propiedades de selección que definan el tipo ontológico
de sus argumentos. Tampoco muestran propiedades específicas de sus argumentos internos

 José Antonio Candalija Reina 66


que son interpretados de acuerdo con el tipo ontológico tal como determina su categoría léxica
regente.
f) Sin embargo, las preposiciones regidas sí revelan propiedades semánticas inherentes que, una
vez más, son reinterpretadas en relación con el tipo ontológico de los argumentos
determinados por la categoría léxica regente. (Rauh, 1993: 139-141).

Dervillez-Bastuji (1982: 117), apoyándose en Pottier, llega a la conclusión de que no existe


diferencia entre palabras llenas o vacías, sino que hay unidades que se distinguen por la intensidad de su
carga sémica. Pero las preposiciones, según Trujillo, no son palabras vacías (1971:261), ya que a cada
una le corresponde un contenido (o varios, según la distribución) independientemente de que puedan
aparecer fijadas en la norma lingüística constituyendo unidades de función lingüística o lexías de valor
determinado. La gramaticalización de determinadas preposiciones no supone la pérdida total de su
significado de manera que podamos denominarlas palabras vacías.
En realidad la distinción entre palabras plenas, vacías y mixtas tiene una larga tradición (Cadiot,
1989: 25-26). El concepto de «palabra vacía» parte de Vendryes, quien lo aplica a las palabras que no
pueden ser traducidas por una única expresión en una lengua extranjera, de modo que cuanto más vacía
es la palabra, tanto más aumenta su valor abstracto (1921: 201). Algunos llegan a distinguir dos tipos de
preposiciones atendiendo a este último criterio (Sechehaye, Wartburg,…). Otros, separan las
preposiciones en tres grupos: vacías, semivacías (avec, en) y llenas (F. Brunot y C. Bruneau, 1956). Ellos
mismos aclaran que las preposiciones vacías, que pueden expresar relaciones muy variadas, son
preposiciones muertas que se han vaciado de su sentido original, como de, que ha dejado de marcar el
punto de partida puesto que ya no marca el de llegada (1956: 418). Incluso Gougenheim (1959:6) decía
que de es la única preposición vacía del francés, pues es la única preposición cuyo valor intrínseco está
totalmente diluido de forma que se puede decir que no se deja percibir. Por tanto, podemos concluir que
los tres criterios que determinan si una preposición es vacía o incolora (Vandeloise, 1993: 7) son los
siguientes:

1. Su empleo es gramatical
2. Tiene múltiples empleos
3. Tiene un nivel de abstracción excesivo.

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Sin embargo, el concepto de gramaticalidad depende del valor simbólico que se le atribuya a la
gramática (Cifuentes Honrubia, 1994: 19-20) y los múltiples empleos así como la excesiva abstracción
son irrelevantes si se abandona la concepción clásica de la categorización lingüística (Cifuentes
Honrubia, 1994, cap. IV). Por otro lado, para Cadiot (1989) las preposiciones semánticas o plenas tienen
una organización argumental propia, codificada léxicamente, que les permite instaurar una relación,
mientras que las preposiciones incoloras no poseen color específico porque sólo reflejan el de su entorno
lingüístico. No obstante, Vandeloise (1993: 8) discrepa de Cadiot al afirmar que el hecho de que una
preposición reciba su color del mundo extralingüístico o de la organización del discurso, no implica admitir
que simplemente llenan una vacío entre dos enunciados.
Por eso, Cifuentes Honrubia (1996: 51) llega a la conclusión de que el significado de las
preposiciones admite un gradiente en su configuración categorial que abarca desde el sentido léxico
hasta el gramatical cuyos límites son difusos entre sí. En el trabajo de Van Oosten (1977), ya se decía al
respecto que existe una gradación entre las preposiciones incoloras ( hay unas más incoloras que otras),
pero todas tendrían un significado central de carácter espacial.
Esta indeterminación del significado preposicional ha sido delimitada por Trujillo, quien
establece tres tipos de preposiciones (1971: 261):

a) Preposiciones con significado léxico: preposiciones con contenido espacial.


b) Preposiciones lexicalizadas como resultado de fijaciones históricas (ej. : jactarse de).
c) Preposiciones fijadas diacrónicamente que actúan de meros indicadores de función sintáctica
( ej.: a en el complemento directo preposicional de persona).

Esta clasificación corre paralela a la que realiza la Gramática generativa: preposiciones léxicas,
subcategorizadas y sintácticas.
El problema del significado preposicional estriba en el carácter de elemento de relación que
posee la preposición y que redunda en una mayor abstracción del contenido frente a otras categorías
gramaticales. Como dice Mª L. López (1972: 146), su significación es fundamentalmente informativa
(Fillmore, 1982: 42-45), y por eso se habla de un sentido contextual. Luque Durán (1974: 15) llegará a
decir que la preposición sólo significa en el contexto. Pero el hecho de que el significado preposicional se

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concrete en el contexto no permite concluir que su significado es vago, difícil de definir o inexistente (C.
Hernández, 1984: 510; Marcos Marín, 1980: 323; Luque, 1974: 15). Sobre todo, si partimos de una
hipótesis localista en la que siempre será posible rastrear una base espacial:

La relación de las preposiciones con el contexto quisiera creer que puede quedar clara
desde las precisiones efectuadas a propósito de la espacialidad lingüística: son unidades cuya
significación supone una obligada consideración del contexto –o del cotexto, en el caso de las
preposiciones sintácticas–, pero esto sólo quiere implicar que hay que dar cuenta de las
condiciones de empleo de los términos relacionantes, lo cual en modo alguno entendemos como
infinito o misterioso, sino posible de estructurar, como trataremos de demostrar en la aplicación
espacial objeto de nuestro estudio (Cifuentes Honrubia, 1996: 52).

En relación con la gramaticalización de las preposiciones, Horno Chéliz (2002: 123) dice que las
preposiciones son categorías léxicas semejantes en naturaleza a los verbos, sustantivos y adjetivos,
aceptando la hipótesis de Chomsky. En ese sentido, es consciente de que el estado actual de los
elementos lingüísticos es, en cierta manera, el resultado del pasado de las lenguas en las que aparecen
(Svorou, 1993: 4). Por eso, los estudios sobre gramaticalización confieren un sentido de
unidireccionalidad y no son incompatibles con la evidencia de que los fenómenos diacrónicos son
complejos y, en ocasiones, contradictorios (Horno Chéliz, 2002: 162). Para ella es evidente el carácter
fluctuante de la evolución diacrónica y la compatibilidad de esta fluctuación con la propuesta
unidireccional del proceso de gramaticalización (Horno Chéliz, 2002: 162-163). De ahí que las
preposiciones vacías se pueden explicar como un grado más en el proceso de gramaticalización (Rauh,
1991: 188) porque ya no presentan estructura léxica conceptual y, por tanto, la preposición es una
categoría de algún modo «más gramatical» que el resto de categorías léxicas (nombre, verbo y adjetivo)
(Horno Chéliz, 2002: 170-171)). Así que las llamadas preposiciones vacías se pueden explicar como un
grado más en el proceso de la gramaticalización (Rauh, 1991: 188).
También Cifuentes Honrubia (2003: 67) comenta que en el caso de las preposiciones
gramaticalizadas no se de trata de que éstas carezcan de significado, sino de que, simplemente, la
lengua en cuestión sólo permite una forma convencional de construir y expresar un cierto tipo de
nociones (Langacker, 1992: 296).
Pero lo más problemático es llegar a dilucidar el significado preposicional, sobre todo en este tipo
de preposiciones sometidas a un grado mayor de abstracción motivado por la gramaticalización. A tal

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respecto, debatiendo sobre el sentido único o central de las preposiciones, Cifuentes Honrubia (2003: 72)
estima que hay un problema metodológico subyacente: desde el punto de vista de su uso, el significado
es uno, inefable e intuitivo, llegando a postular una conclusión holística del significado. Por eso la
corriente cognitiva trata de explicar la capacidad múltiple adaptadora del significado, vinculándola a la
semántica historicista (Geeraerts, 1997; Soares da Silva, 1999). Pero, si bien desde el punto de vista
cognitivo se pueden estudiar todos los significados concebidos de forma unitaria, es posible considerar un
punto de vista lingüístico metodológico que diferencie significados, invariantes de contenido a partir de
convenciones lingüísticas determinadas según reglas de funcionamiento diferencial sintáctico, semántico,
morfológico y pragmático (Cifuentes Honrubia, 1994: 191 y ss.) organizadas desde las dependencias
paradigmáticas y sintagmáticas (Trujillo, 1988; 1996). Por tanto, entiende Cifuentes Honrubia (2003: 73)
que las dos perspectivas son perfectamente complementarias: el cognitivismo, que se centra en las
relaciones semánticas entre significados y la visión histórica, que da cuenta de las relaciones cognitivas
entre significados, entendidas como similitudes y diferencias. La complementariedad de ambos
acercamientos está justificada, pues la determinación de invariantes necesita de un estudio sincrónico y
una perspectiva convencional del significado lingüístico, mientras que las relaciones significativas
suponen un estudio histórico que explique cómo se han relacionado cognitivamente los significados.
Un ejemplo de esta metodología propuesta por Cifuentes Honrubia, aplicada al ámbito de la
lengua francesa, son los estudios más recientes en relación con la gramaticalización de las preposiciones
de Goyens, Lamiroy y Melis (2003) que, a partir de parámetros fonéticos, morfofonológicos, sintácticos,
semánticos y pragmáticos, muestran que el empleo regido de una preposición puede ser considerado
como la representación de un mayor grado en la cadena de gramaticalización. Es evidente que este tipo
de uso constituye una «sintactización» más avanzada de la preposición porque se integra en la estructura
sintáctica de la oración y la estructura argumental del verbo. En primer lugar, muestran los autores una
comparación con ejemplos romances (español e italiano) y con datos diacrónicos del francés medieval
para especificar la descripción de todo el proceso de gramaticalización que implica a la preposición à en
francés. Además los cotejan con ejemplos tomados del francés actual. La hipótesis que defienden es que
la función principal de la preposición no es tanto expresar el significado locativo (o significado adverbial
en general) como un complemento meramente sintáctico. Además, llegan a la conclusión de que la
preposición no sólo está sujeta a un proceso de gramaticalización, sino también a un proceso de
lexicalización en los usos regidos (complemento indirecto), de manera que el «desplazamiento» de la

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preposición en la zona nuclear verbal y nominal se trata más bien de un «reposicionamiento». Con ello se
confirma que la preposición sometida a un proceso de gramaticalización no implica sólo un debilitamiento
de su significado ya que desarrolla en ese proceso un sentido más abstracto que no debe ser interpretado
exclusivamente como una pérdida de significado, porque si una preposición desarrolla un sentido nuevo,
ello no implica que el sentido antiguo desaparezca, sino que continúan existiendo junto con el nuevo
(Goyens y De Mulder, 2003). Estas evoluciones semánticas pueden ser descritas en términos de
transferencias metafóricas a partir del sentido espacial original (Fagard, 2003). Pero este análisis plantea
la siguiente cuestión: el hecho de que la evolución semántica tome como punto de partida un sentido
particular supone admitir una concepción polisémica de las preposiciones (J. Taylor, 1995: 284-286).
La más reciente contribución al estudio de la gramaticalización preposicional en francés la hace
Ludo Melis (2003), quien lleva a cabo su investigación de las preposiciones francesas desde un punto de
vista lexicográfico pues

«Les lexicographes ont accordé plus d´importance aux prépositions, dont la description
es un vrai défi pour le rédacteur d´articles de dictionnaire. Cette même préoccupation se retrouve
dans les nombreuses études que les linguistes ont consacré aux prépositions. La plupart d´entre
elles soulèvent la question du sens» (2003 : 5-6)

De ahí que ciertos usos recogidos por el diccionario no son descritos semánticamente, sino que
reciben una caracterización sintáctica, en especial los verbos que se construyen con un complemento de
régimen preposicional (insister sur quelque chose, informer quelqu´un sur quelque chose). Esta cuestión
deriva en la concepción de dichas preposiciones como vacías o desprovistas de sentido, estableciendo
una relación más estrecha entre el verbo rector y la preposición que entre la misma y su complemento. La
explicación parece estar en la cadena de gramaticalización, según la cual, este uso aparece como la
etapa última que parte de los empleos plenos y pasa por los empleos figurados para llegar al caso en que
la preposición es una mera marca sintáctica (Melis, 2003: 54). Pero la interpretación del término vacía
aplicado a la preposición puede dar lugar a cuatro tipos de definición:

a) La preposición es vacía si su aparición está condicionada únicamente por la sintaxis


b) También se considera vacía si su interpretación puede ser completamente deducida de
los elementos contextuales

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c) Está vacía la preposición si su sentido es más abstracto en general
d) Podemos decir que es vacía cuando presenta una multitud de acepciones difícilmente
unificables por una invariante de significado

La cuestión del significado de las preposiciones que introducen un complemento esencial del
verbo puede ser respondida mediante un análisis de verbos particulares o de clases de verbos y
construcciones (Melis, 2003: 84), lo cual nos lleva a coincidir con Ludo Melis en que la metodología de
investigación del significado de este tipo de preposiciones es una cuestión fundamentalmente
lexicográfica. De ahí que nuestro análisis parta de una recopilación del significado de cien verbos desde
las acepciones que ofrecen diccionarios sincrónicos y diacrónicos.
Finalmente, la unidad semántica de la preposición es el aspecto en el que más insistimos del
trabajo de Melis (2003: 90) al constatar que las relaciones que se establecen en el entramado de sentidos
preposicionales son la representación de un desarrollo por gramaticalización a partir de un centro único
de carácter locativo. (Melis, 2003: 94). Además, conviene distinguir dos aspectos: la gramaticalización
como proceso que construye la red de sentidos y la tesis localista, según la cual los usos concretos de
tipo espacial son, por una parte, el punto de partida del desarrollo y, por otra, el centro de la red. Para
determinar la noción de centro de gravedad hace intervenir consideraciones extralingüísticas sobre la
representación del espacio o psicolingüísticas sobre el aprendizaje. Asimismo, la determinación del centro
de gravedad de una preposición sugiere además el problema de la concordancia de los datos históricos
con los actuales, que implican determinar si la riqueza semántica, la ausencia de restricciones y la
frecuencia de empleo están necesariamente relacionados (Melis, 2003: 95).

 José Antonio Candalija Reina 72


CAPÍTULO 3. LA PREPOSICIÓN DEL COMPLEMENTO

3.1 DIACRONÍA DEL COMPLEMENTO DE RÉGIMEN PREPOSICIONAL

Antes de Alarcos Llorach ya se había hablado del suplemento: la primera de todas las
gramáticas del español, la Gramática de la lengua castellana de Elio Antonio de Nebrija (1492 distingue
entre verbos personales e impersonales, señalando a su vez que los personales se dividen en los que
«passan en otra cosa», es decir, los transitivos; y los que «no passan en otra cosa», esto es, los
absolutos. Los ejemplos que aduce como transitivos incluyen casos como recuerdo me de ti, olvido me de
Dios, maravillo me de tus obras, gozo me de tus cosas, carezco de libros, uso de los bienes, que son
catalogados actualmente como suplementarios o como «suplementos propios o directos», según Alarcos.
Pero más interesante todavía es que nuestro gramático, ya en 1492, no sólo se anticipó al concepto de la
doble transitividad, partiendo del sistema casual latino y de la idea de que un verbo puede requerir más
de un complemento, sino también al llamado «suplemento indirecto» alarquiano: «Otros verbos, allende
del acusativo, demandan genitivo, cuales son éstos: hincho la casa de vino, vazío la panera de trigo, ...
(1492: 219).
Estas observaciones de Nebrija serán recogidas por Correas en su Arte de la lengua castellana
española (1625), el cual es citado por Alarcos para resaltar el hecho de que, más que de verbos
transitivos e intransitivos, existen diferentes estructuras de predicado en función del valor semántico del
verbo, algo que en la actualidad preconizará también la Gramática de construcciones (Goldberg, 2005)
Unos siglos más tarde, Andrés Bello, en su Gramática de la lengua castellana (1847), señala que
la preposición tiene como oficio expresar la relación existente entre dos elementos sintácticos (Cifuentes,
1996: 38), siendo uno de ellos, el precedido por la preposición, el llamado «término» por ser «la palabra o
frase que designa el objeto, la idea en que termina la relación». Por otro lado, Bello, refiriéndose al
concepto de régimen importado de las gramáticas latinas en las que las preposiciones se caracterizaban
por regir casos, sostiene que las preposiciones españolas carecen de régimen porque es el verbo el
encargado de asignar la rección: «Las preposiciones castellanas no tienen propiamente régimen, porque
régimen supone elección; así un verbo rige un modo o un complemento particular, porque hay varios

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modos y multitud de complementos; al paso que con todas las preposiciones lleva el término una forma
invariable;...» (1988: 743).
Bello realiza una distinción entre las preposiciones de sentido más impreciso y las preposiciones
cuya semántica es más clara: «Hay preposiciones de sentido vago que, como de, se aplican a un gran
número de relaciones diversas; hay otras de sentido determinado que, como sobre, pintan con bastante
claridad relaciones siempre semejantes» (1988: 186). Esta matización es relevante, dado que,
posteriormente muchos gramáticos insistirán en el carácter vacío e «incoloro» de la preposición de
suplemento. Sin embargo, sí considera que ciertos verbos exigen una determinada preposición. Eduardo
Benot en su Arte de hablar (1910) señala que los elementos principales de la cláusula son el verbo y sus
tres casos: nominativo, acusativo y dativo. No obstante, hace hincapié en el hecho de que la comprensión
de un verbo no aumenta al añadírsele alguno de sus casos, puesto que cada verbo posee una
significación bien definida: «...el concepto de escribir no se completa con los acusativos carta, billete,
esquela... ¿Qué es escribir? Es hacer visibles las ideas por medio de signos gráficos; y la idea de
visibilidad no aumenta su comprensión ni poco, ni mucho, ni nada, cuando se hacen perceptibles las
ideas por medio de cartas, anuncios, folletos ó libros, etc.» (1910: 95-96).
En este sentido, Benot está intuyendo que el significado del esquema sintáctico-semántico en el que
aparece este verbo implica un proceso de abstracción que requiere la representación metafórica de sus
argumentos internos para poder entender dicha abstracción en términos más concretosy accesibles.
Supone, por tanto, realizar un estudio cognitivo sobre la organización argumental del verbo y la
correspondencia con sus funciones sintácticas.
En otra parte de su gramática vuelve a insistir en estos planteamientos al hablar de la división de
los verbos según su estructura. Los verbos, dice Benot, atendiendo a su estructura, se dividen en dos
clases: los que tienen significado completo sin necesidad de aparecer con otro elemento; y los que
solicitan la presencia de algún elemento para alcanzar su significado completo. Dentro de este último
grupo, se encuentran precisamente aquellos verbos que no pueden construirse sin una preposición. Por
lo tanto, la preposición y el término al que introduce, a diferencia de los casos nominativo, acusativo y
dativo, sí que aumenta la comprensión verbal a la que hemos hecho referencia anteriormente. Se trata de
construcciones como depender de, optar por, brindar por, chocar con, agraciar con, cejar en, etc.
Por su parte, Cuervo, en el prólogo a su Diccionario de construcción y régimen de la lengua
castellana (1998), cuando habla del régimen preposicional, dice lo siguiente: «Hay modificativos de un

 José Antonio Candalija Reina 74


carácter tan general, que apenas habrá acto á que no puedan referirse; son de este linaje, por ejemplo,
los que señalan el lugar, el tiempo, el modo, la causa. Estos pues no entran en lo que hemos llamado
sintaxis individual. Otros, por el contrario, se emplean para completar la significación del verbo señalando
los objetos con que el agente se pone en relación mediante el acto de que se trata, ya han de llevar un
exponente que especifique tal relación» (1998: VIII). Sin embargo, este gramático parece estar más
preocupado por encontrarle un sentido a todos los empleos prepositivos que por diferenciar al suplemento
de otras funciones.
A pesar de que el concepto de régimen ya está presente en la GRAE, tanto en su edición de
1771 como en sucesivas ediciones, no debemos olvidar que la Academia distingue tres complementos
verbales: complemento directo, complemento indirecto y complemento circunstancial, otorgándole a cada
uno de ellos una caracterización especialmente semántica e incluso, incluye dentro de los
circunstanciales ejemplos que claramente son considerados suplementos: «pero si expresamos el mismo
pensamiento diciendo yo me compadezco de Juan, concebimos entonces la acción como saliendo de
Juan y viniendo a terminar en el pronombre me, En este caso Juan con la preposición de indica un
complemento de origen o de causa, que no es el directo ni el indirecto» (1931: 202).15
En la misma línea se encuentra Gili Gaya que señala el mismo número de complementos
verbales y afirma que, como el español perdió la declinación latina, lo único que contribuye a determinar
el valor funcional de cada uno de ellos es deducirlo del sentido de la oración, de la colocación de los
elementos que componen dicha oración y, sobre todo, del uso de las preposiciones que han sustituido a
los casos latinos. Según este autor, la función propia de toda preposición es la de servir de nexo entre un
elemento sintáctico cualquiera (sustantivo, adjetivo, adverbio, pronombre, algunas interjecciones, verbo),
que constituye el elemento inicial de la relación, y su complemento («término de la preposición»), terminal
de la relación, independientemente del orden en que ambos se construyen: «La relación mental que
existe entre un elemento sintáctico cualquiera y los complementos que lleve, puede expresarse por
signos gramaticales diversos. Uno de ellos es el empleo de palabras de relación: preposiciones y
conjunciones» (1943: 245). De nuevo, el concepto de régimen es excesivamente abarcador.
Con respecto a la creencia en que estos elementos iniciales rigen determinadas preposiciones, a
partir de la cual se intentaban establecer reglas que permitiesen dar a conocer cuáles son las

 José Antonio Candalija Reina 75


preposiciones requeridas por determinados grupos de verbos y adjetivos, Gili Gaya subraya que dicha
creencia no es errónea, pero sí incompleta, dado que la relación que la preposición establece no puede
depender únicamente del elemento inicial de la relación, sino de los dos elementos relacionados y de la
preposición que los enlaza. El significado y el carácter de la relación nace, por ello, de la concurrencia de
tres factores y no del régimen de uno solo, evidenciando con ello el análisis componencial de la relación.

3.2. EL SUPLEMENTO DE ALARCOS

En 1968 aparece un artículo de Emilio Alarcos Llorach titulado «Verbo transitivo, verbo
intransitivo y estructura del predicado», incluido posteriormente en su obra Estudios de gramática
funcional del español. Este trabajo es relevante y original en la medida en que encontramos, por primera
vez, una caracterización de lo que para el autor constituye una nueva función a la que denomina
«suplemento» y a la que pretende separar del llamado por él «aditamento» o complemento circunstancial.
De la tradición gramatical habría que resaltar dos aspectos fundamentales en relación con el
complemento circunstancial que serán tomados por las teorías gramaticales posteriores: su carácter
accesorio y su vinculación con el adverbio.
En su definición del aditamento, Alarcos, señala en 1968 que, a pesar de la semejanza formal
que, en principio, puede unir a los adyacentes verbales en función de aditamento con los de suplemento,
existen algunas discrepancias que obligan a separarlos. Una de esas discrepancias es, precisamente, el
carácter «relativamente marginal» del aditamento con respecto al predicado, puesto que no modifica su
estructura, esto es, su conmutación por cero no hace variar el contenido oracional Por otro lado, la
relativa marginalidad del aditamento se manifiesta también en que presenta una mayor movilidad de
situación en la secuencia, lo que es síntoma de una relación menos estrecha e íntima con el núcleo
verbal.. Junto a esa marginalidad, Alarcos subraya otra característica esencial y es la de que el
aditamento suele ser desempeñado principalmente por adverbios, por tratarse de unidades autónomas y
mínimas, o por cualquier sintagma o grupo sintagmático conmutable por estas unidades. De ahí que, en
caso de supresión, el aditamento no deje ningún referente de función En opinión de este gramático, esta

15 Es evidente la intuición de la Academia acerca de la direccionalidad en la transitividad preposicional sobre la que

trataremos más adelante

 José Antonio Candalija Reina 76


distinción formal entre aditamento y suplemento permite hablar de dos funciones distintas. Al ser
funcionalmente diversos, pueden coexistir en una misma oración, pero no pueden coordinarse entre sí:

En principio confías en tu esfuerzo. (coexistencia).


*Confías en principio y en tu esfuerzo. (imposibilidad de coordinación).

Es conveniente resaltar otra de las diferencias que Alarcos establece entre aditamento y
suplemento. Se trata de la supuesta incompatibilidad del suplemento con el implemento u objeto directo
(Bosque, 1983). Mientras que el aditamento puede coincidir en la estructura oracional con otros
complementos, como el implemento (Ha escrito esta carta esta semana), el suplemento, desde el punto
de vista del contenido, parece mostrar una relación semántica con el verbo proporcional a la que se
produce entre verbo e implemento.
Como sabemos, la transitividad para Alarcos es una propiedad del predicado, no del verbo. Esto
quiere decir que, en lugar de distinguir entre verbos transitivos y verbos intransitivos, es preferible
diferenciar dos tipos de estructuras de predicados: unas, más simples, en las que el núcleo del predicado
se basta por sí mismo para expresar su significado léxico: otras, más complejas, en las que el verbo va
acompañado de ciertos términos adyacentes que delimitan su semántica. De manera que, cuando el
predicado presente una estructura analítica, el verbo podrá ir acompañado de un implemento o de un
suplemento, los cuales precisan, concretan, delimitan la extensión significativa del núcleo verbal. De ahí
que ambos respondan a una misma relación semántica con el verbo: la llamada transitividad.
Por su parte, Martínez García (1986), pone de relieve la conmutabilidad adverbial como rasgo
definidor de los aditamentos y distintivo frente a los suplementos. A pesar de que la marginalidad es, en
opinión de la autora, característica indiscutible de los aditamentos frente a la nuclearidad de los
suplementos, es consciente de la existencia de cierta clase de aditamentos difícilmente suprimibles de la
oración, ya que son exigidos por un verbo de régimen preposicional: Proceden de América, Procedimos a
leer el alta, Juan reside en Oviedo, El asunto reside en lo siguiente, etc.
Por otra parte, la autora asegura que puede llamar la atención el hecho de que algunos
aditamentos conserven en su referencia la preposición al lado del adverbio. Esto se debe, según ella, a
que, o bien la preposición es regida por el verbo y, por ello, ha de mantenerse (Proceden de Asturias /
Proceden de allí), o bien la preposición tiene «un cierto contenido semántico específico y sobreañadido»:

 José Antonio Candalija Reina 77


Vendrán por/ hacia Semana Santa /Entonces vendrán, donde por y hacia tendrían el valor sobreañadido
de «aproximación».
Es interesante la distinción que realiza Martínez García entre verbos preposicionales con
aditamentos de tipo locativo con un contenido «físico» y esos mismos verbos con aditamentos «no
locativos». Se diferenciarían en el significado y en el tipo de sustitutos. Cuando su significado es
«inmaterial, abstracto o figurado», su sustituto no es un adverbio, sino la correspondiente preposición y
un pronombre tónico: Su docilidad emanaba de su asombro, la admiración procede de su personalidad,
tu planteamiento dista mucho de la verdad, etc. 16
En cambio, cuando el sintagma preposicional aporta un contenido «físico, material», admite la
conmutación adverbial. Se trataría en palabras de Martínez García de un tipo de aditamento muy especial
por la relación tan estrecha que mantiene con el verbo, al no poder eliminarse en la estructura oracional,
siendo así solidario en todos los casos con el sintagma verbal. Por otra parte lleva siempre una
preposición que es única y concreta, no conmutable por ninguna otra.
Por todo ello, Martínez García considera que estamos ante dos estructuras diferentes y que la de
contenido más abstracto, «tiende a la suplementación».
Porto Dapena (1992) afirma que la cuestión de la marginalidad o nuclearidad de un elemento
puede resolverse si, en lugar de centrar la definición del suplemento en su carácter obligatorio, se centra
en su carácter argumental. Por ello, lo define como «todo sintagma preposicional, constituyente del
predicado, con carácter argumental y no integrable» (1992: 43). Los elementos argumentales, esto es,
aquellos que vienen exigidos por la semántica del verbo, se dividen en complementos integrables y no
integrables. Los integrables son los que se pueden integrar en el mismo grupo acentual del verbo a través
de un elemento clítico. Los suplementos no pueden pronominalizarse por medio de un pronombre átono,
por lo cual no son integrables.
Para establecer el carácter argumental de un elemento oracional, Porto Dapena, además de
recurrir a la sustitución del sintagma verbal por hacerlo, utiliza, en este caso, dos pruebas que no había
mencionado en trabajos anteriores. Una de ellas, es realizar un análisis semántico del verbo y comprobar
si en su combinatoria semántico-sintáctica incluye algún rasgo que exija el complemento que estemos

16 Prueba de que el papel temático de este tipo de complemento es el de tema y por eso la preposición contribuye a

representar la procedencia locativa del esquema direccional transitivo mediante la metáfora TEMA es LUGAR
FIGURADO.

 José Antonio Candalija Reina 78


cuestionando en un momento dado. Para ello, resulta práctico, según este autor, acudir al diccionario y
descubrir en la definición lexicográfica el llamado «contorno definicional», a saber, el conjunto de los
rasgos determinantes de la combinatoria sintáctica de un verbo:

Residir: estar de asiento [en un lugar] → Residen [en Vigo].

Como sabemos, para Rojo (1985) y Bosque (1983), es la rección preposicional una característica
inherente a los suplementos y con la cual se identifican. A este respecto, Cuesta Martínez (1997),
siguiendo a Morera (1988), nos habla de tres tipos de rección: la rección gramatical, la rección semántica
y la rección o fijación histórica. Las tres aparecen en el suplemento, pero es la rección semántica la que
más interés suscita para la autora. Prácticamente en todos los casos podemos hallar una rección
gramatical –una capacidad de un elemento oracional de convertirse en complemento de otro–, pero no
siempre que exista rección gramatical, habrá rección semántica, esto es, que la preposición sea una
expansión semántica del lexema verbal, desarrollando así alguno de sus rasgos de significado. En Pedro
comparte piso con Juan, hay rección gramatical y semántica, dado que el verbo compartir implica reparto,
división de un todo entre varias personas. En este caso, ese todo es el piso y las personas que se lo
reparten son Pedro y Juan. Sin embargo, en He comido con tu vecino, se da una rección gramatical, pero
no semántica, puesto que el complemento con tu vecino no forma parte de la valencia semántica del
verbo, sino que su aparición se debe a que expresa una circunstancia concomitante a la acción verbal.
Otras veces, no apreciamos ningún tipo de motivación semántica entre el verbo y su adyacente
preposicional, sino que estamos ante casos de fijación histórica. Existen verbos que seleccionan una
determinada preposición, única e inconmutable por otras, siendo establecida dicha selección
diacrónicamente: aspirar (a), vengarse (de), prorrumpir (en), dedicarse (a), confiar (en), dudar (de), etc.
De ahí que sea necesario separar, según Porto Dapena (1987:136), los casos de fijación preposicional,
donde la preposición cumple un papel meramente «diacrítico» de los casos en los que la selección de
una determinada preposición por parte del verbo viene dada sincrónicamente, teniendo la preposición
aquí una función relacional de tipo locativo, instrumental, etc.17

17 Precisamente nuestra tesis pretende revocar esta idea de la gramaticalización sintáctica de la preposición que se
produce por fijación histórica contribuyendo a anular el significado preposicional de este tipo de complementos de
régimen y abundando en el concepto de preposición vacía e incolora. Pretendemos demostrar que la
gramaticalización se produce mediante la metáfora que parte de una hipótesis locativa según la cual la
direccionalidad física se traslada a la direccionalidad abstracta propia del argumento semántico TEMA del

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Gutiérrez Ordóñez (1997: 178) comparte la idea de que existen varios tipos de rección, aunque
él distingue entre rección funcional, rección semántica y rección preposicional. La rección funcional se da
cuando determinados verbos exigen necesariamente la presencia de la función suplemento. La
semántica, se produce cuando algunos verbos requieren obligatoriamente combinarse con una función
semántica introducida por una preposición. Por último, la rección preposicional, tiene lugar en aquellos
verbos que más que regir una determinada función sintáctica o semántica, rigen una preposición.
Para averiguar si estamos o no ante un caso de rección funcional, Gutiérrez Ordóñez sugiere
que utilicemos el criterio de la supresión o conmutación por cero. Sin embargo, debido a que existen
predicados que, o bien reclaman la presencia inmediata de un complemento o de una determinada
función; o bien pueden prescindir de dicha complementación, la supuesta rección del suplemento no
parece ser funcional.
Por otro lado, en opinión de este gramático, la tesis de una rección preposicional o formal
parece insostenible tanto ante la existencia de verbos que pueden prescindir de la preposición sin que el
significado de la estructura oracional se vea perjudicado, como ante los casos en los que un verbo puede
combinarse con más de una preposición o locución adverbial: Habla de / sobre / acerca de/ a propósito de
... política. Por lo que podemos colegir, este autor parece hacer caso omiso a estas palabras de Rojo:
«...el que el verbo rija la preposición no debe se tomado en un sentido excesivamente riguroso. La
existencia de posibilidades como hablar /de / sobre / acerca de / en torno a algo no puede hacernos
dudar. Se trata de preposiciones o locuciones preposicionales muy próximas unas a otras y, en
consecuencia, es lógico que puedan alternar entre sí. Nótese que, en cambio, estas posibilidades de
alternancia no se dan con las preposiciones que hemos considerado más típicas de los suplementos:
pensar en /*a/ *de algo.»(1985: 186).
Por todo ello, Gutiérrez Ordóñez concluye que no existe rección en todos los suplementos, ni
funcional, pues la supresión de algunos suplementos no genera estructuras anómalas, ni preposicional,
dado que en algunos casos la preposición posibilita el ser conmutada por otras o por locuciones
adverbiales afines a ella. De lo que sí parece que puede hablarse entonces es de una rección semántica,
pues, si bien es cierto que la función suplemento puede ser eliminada algunas veces sin provocar la

complemento preposicional y que, por tanto, la mayoría de las veces la preposición no aparece porque esté fijada
diacrónicamente, sino que su aparición responde a todo un proceso semántico complejo en el que la preposición no
está exenta de significado.

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agramaticalidad de la estructura y que la preposición que la identifica se conmuta, en ocasiones, por otras
preposiciones o locuciones prepositivas de significado próximo a ella, el verbo requiere para completar su
significado léxico una función semántica, independientemente de la conmutación de la preposición y de
la posibilidad de supresión de dicha función.
Por su parte, Hortensia Martínez, siguiendo a Hjelmslev (1959), asegura que existen diferentes
grados de rección que varían de unos verbos a otros. Así, hay casos en los que entre el núcleo verbal y el
adyacente preposicional se produce una relación de interdependencia y de solidaridad semántica. Esto
ocurre cuando el verbo requiere obligatoriamente una única preposición no conmutable por otras ni
eliminable, como índice de la función de suplemento, es decir, verbo y suplemento se reclaman
mutuamente en una relación de solidaridad: consistir ↔ en; prorrumpir ↔ en; estribar ↔ en; carecer↔
de; adolecer ↔ de; equivaler ↔ a; etc. Otros verbos, en cambio, exigen la presencia de suplemento
cuando poseen un determinado significado. Así, el verbo constar con el significado de «componerse»,
«estar formado por» es solidario con la preposición de integrada en el sintagma nominal suplemento (El
capítulo consta de cinco partes), pero no existe dicha solidaridad cuando este verbo presenta el
significado de «figurar»(No constas en el registro) e incluso es susceptible de emplearse de forma
absoluta (No constas). En esta ocasión hablamos de una relación de dependencia o de subordinación
entre verbo y suplemento, nunca de solidaridad.
Alcina y Blecua introducen en su Gramática (1975) el complemento preposicional bajo la etiqueta
de «elemento regido», el cual definen de la siguiente manera: «se entenderá por término regido aquel
elemento prepositivo cuya preposición o el elemento entero aparece exigido por la naturaleza gramatical
del verbo.»(1975: 881). Dicen «exigido por la naturaleza gramatical» porque distinguen entre naturaleza
gramatical y naturaleza semántica. Los verbos, desde el punto de vista semántico, implican cierto tipo de
complementación. Así, el verbo estar implica por su significado un complemento de lugar o de modo (Está
en casa /Está en mangas de camisa). Desde el punto de vista gramatical, los verbos también exigen una
complementación que, según los autores, es de difícil clasificación semántica. En estos casos, habría que
diferenciar entre elemento regido de «término variable» o de «término fijo». El verbo abundar exige un
elemento introducido por la preposición en cuyo término es variable: Abundar en oro, abundar en plata,
abundar en desgracias, etc. En cambio, el verbo echar exige el elemento de menos, tanto la preposición
como al término. De menos sería aquí un elemento regido de término fijo. Los elementos de término fijo

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no suelen conmutar con pronombres y, a veces, producen un cambio en el significado del verbo: tener
/tener en menos.
La presencia de la preposición ante los suplementos no constituye un obstáculo para asimilarlos
como los tradicionales objetos directos, dado que Hernández Alonso atribuye el uso de estas
preposiciones a la etimología del verbo o a algún prefijo heredado, que la impone. Verbos como pensar
en, incidir en, insistir en, creer en, carecer de, etc., han mantenido la preposición por estar ya presente
en sus étimos latinos.18
García-Miguel (1995) menciona los siguientes criterios para la diferenciación entre suplemento y
aditamento: la obligatoriedad, la latencia, que implica la recuperación por el contexto de un determinado
elemento actancial, la libre adición de circunstantes a cualquier predicado, la rección preposicional, la
sustitución por el proverbo (en español hacer (lo) y la sustitución por otros verbos (criterio sugerido por
Porto Dapena). Sin embargo, a pesar de la aplicación de estos criterios, muchas veces, el gramático debe
acudir a la propia intuición, como afirma García-Miguel, dado que no siempre dichos criterios resultan
eficaces. Por otra parte, relaciona la gradualidad de la distinción nuclear-marginal con el hecho de que la
valencia esté determinada léxicamente. La valencia comprende todos aquellos elementos que deben
acompañar al verbo frente a otros que son posibles, aunque no necesarios. Esta oposición no está
gramaticalizada en español y las fronteras entre lo nuclear y lo marginal con frecuencia son difusas.
García-Miguel realiza una relevante distinción entre funciones centrales y funciones no centrales
u oblicuas. Las funciones centrales son aquellas que guardan una estrecha relación desde el punto de
vista gramatical con el predicado, es decir, se integran en el predicado mediante afijos (caso del sujeto) o
clíticos pronominales (caso del objeto directo y del indirecto). Semánticamente, se corresponden con los
argumentos del predicado «situados en perspectiva», es decir, la cláusula impone sobre la situación
designada una perspectiva particular, tratando a unos elementos como más centrales que otros. Por
tanto, debemos entender que las funciones centrales son aquellas entidades situadas en el primer plano
en la presentación de los hechos, mientras que el «fondo» lo constituirán aquellas entidades que
desempeñan funciones no centrales u oblicuas. Éstas adoptan las formas típicas de los constituyentes no
valenciales: frase adverbial o preposicional. El suplemento sería una función valencial, pero no central,
dado que no puede integrarse en el predicado por medio de clíticos pronominales.

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Por su parte, Báez y Penadés Martínez (1990: 44) mencionan un test realizado por R. Steinitz,
G. Helbig y W. Schenkel llamado «Zurückführungtest» para distinguir entre complementos obligatorios y
opcionales. El test consistía fundamentalmente en la reformulación del elemento en cuestión mediante
una oración incrustada en otra. Por ejemplo, una frase como Visité a Petra en Berlín podía parafrasearse
como Visité a Petra cuando estuve / estaba en Berlín. En este caso podríamos considerar la segunda
construcción como variante textual de la primera. Sin embargo, en la expresión Coloqué el libro sobre la
mesa no hay equivalencia posible con Coloqué el libro cuando yo / *el libro estaba sobre la mesa. Parece,
por ello, tratarse de un procedimiento inadecuado.
No podemos terminar este apartado sin hacer alusión a un breve artículo de José Manuel
González Calvo de 1994, que puede contribuir en buena medida a nuestra reflexión posterior. En este
trabajo, se cuestiona el estatus sintáctico del suplemento. Siempre que se ha intentado caracterizar a
este complemento verbal como una función sintáctica, en lugar de acudir a criterios funcionales, se han
acudido a criterios semánticos. Entonces, el suplemento, ¿es una función sintáctica o semántica? Aunque
esta cuestión la retomaremos en nuestras conclusiones, es interesante que González Calvo la plantee
nada más comenzar su artículo.
Para dar respuesta a tan importante dilema examina cuidadosamente los criterios empleados por
Alarcos para caracterizar al suplemento. Todos ellos son catalogados por González Calvo como criterios
principalmente semánticos, sin olvidar que en «estos asuntos semánticos, más que distinciones tajantes
hay gradación.»(1994: 179) Recordemos, por ejemplo, los criterios de marginalidad o de movilidad
posicional y su carácter no absoluto ni definitivo a la hora de distinguir entre aditamento y suplemento.
Según el autor, una función sintáctica se define por medio de una serie de propiedades que caracterizan
su funcionamiento sintáctico. El suplemento, se asemeja semánticamente al objeto directo y al indirecto,
pero sintácticamente, se asemeja al complemento circunstancial porque ambos son complementos no
integrables, es decir, no manifiestan una intimidad sintáctica con el verbo porque no dejan como referente
de función una forma pronominal átona junto a él. Por todo ello, habría que plantearse, como hace
González Calvo, si el complemento circunstancial y el suplemento forman parte de una misma función
sintáctica que, a partir de criterios semánticos, podemos subclasificar.

18 Lo que no aclara Hernández Alonso es cuál es el significado tanto en el étimo como en la preposición actual que

obliga a mantener dicha preposición.

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Lo que sí que rechaza es la teoría de Hernández Alonso de agrupar al objeto directo y al
suplemento en una misma función, dado que sintácticamente son diferentes: el suplemento ni deja un
clítico junto al verbo en caso de ser consabido ni admite la transformación a pasiva. Estos dos rasgos
también separan al objeto directo del aditamento. Entre aditamento y suplemento habría, en cambio,
diferencias semánticas que podrían repercutir en una mayor o menor desemantización de la preposición,
en que junto al verbo encontremos una referencia pronominal precedida de preposición o adverbial, en
que utilicemos distintos elementos interrogativos para aludir a ambos complementos, etc. De ahí que la
denominación de complemento circunstancial le parezca poco apropiada al estar basada en la mera
relación que este complemento mantiene con el verbo. Es una denominación metonímica que toma una
parte para designar el todo. Para evitar confusiones semánticas, propone, en honor al profesor Alarcos
Llorach, el término de suplemento para designar a esta función sintáctica. Después distinguiría,
acudiendo a criterios semánticos, distintos tipos de suplemento: suplemento inherente o directo, dado
que ambos acotan directamente el contenido semántico del verbo, sea locativo o no locativo, suplemento
indirecto, que restringiría el significado del verbo indirectamente, a saber, con respecto al grupo verbo +
objeto directo, y aditamento, que no restringe el significado del verbo ni directa ni indirectamente.
Finalmente González Calvo confiesa que las reflexiones que ha manifestado en este artículo son
fruto de alguien que, en un primer momento, parecía entusiasmado con la idea de que existiese una
nueva función sintáctica llamada suplemento y que, un tiempo después, piensa que puede tratarse
simplemente de una subclasificación semántica de una única función sintáctica.

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3. 3. EL SIGNIFICADO DE LA PREPOSICIÓN DEL COMPLEMENTO DE RÉGIMEN

Durante bastante tiempo se ha debatido sobre cuál es exactamente el valor semántico de las
preposiciones, surgiendo varias propuestas al respecto -desde aquellos que les otorgan un carácter vacío
a las preposiciones hasta los que se inclinan por partir de un significado general compuesto de varios
rasgos significativos, pasando por los que aseguran que el significado de estos elementos depende en
buena medida del contexto en el que se inserten-, aunque sin llegar a nada definitivo.
De esta preocupación nace un interés ininterrumpido por conocer qué papel desempeña la
preposición del suplemento, según se considere si está vacía de significado o, por el contrario, si aporta
algún tipo de contenido que proporcione información acerca del papel temático del complemento al que
introduce, de la misma manera que parece ofrecer el complemento circunstancial.
La mayoría de los gramáticos coinciden en mantener la idea de que la preposición del
complemento de régimen verbal es una preposición «incolora», de significación semántica débil o carente
de significado léxico. Su presencia en la oración dependería exclusivamente del verbo en cuestión con el
que podría adquirir tal grado de intimidad hasta convertirse en una mera expansión del lexema verbal. De
ahí que se considere, en muchos casos, que cada verbo exige su propia preposición, la cual es única, no
conmutable por otras, ni eliminable. Esto se debe fundamentalmente al carácter sumamente polisémico
de las preposiciones que, normalmente, se combinan con el objeto preposicional, lo cual dificulta la
delimitación de su significado léxico. Sin embargo, hay autores, como García-Miguel (1995), Morera
(1989), o el mismo Cano Aguilar (1999), que se han resistido a formar parte de ese pensamiento tan
generalizado en nuestras gramáticas y han preferido dar respuesta a este dilema, intentando hallar un
significado básico del elemento preposicional, a pesar de que son conscientes de las dificultades que eso
conlleva.
Quizá el planteamiento más complejo para nuestro entendimiento sea el de Morera, el cual,
como veremos, defiende un valor básico, aunque un tanto abstracto, para la preposición del complemento
de régimen verbal. Violeta Demonte (1991) también ha contribuido en este sentido, aunque ella encuentra
una razón aspectual para justificar la presencia de la preposición de suplemento.
Tesnière (1994), en Elementos de sintaxis estructural, realiza la clásica distinción entre palabras
«llenas» y palabras «vacías» (Vendryes, 1921: 21), es decir, entre palabras que cuentan con una función

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semántica y palabras que carecen de ella y que tienen como misión indicar, precisar, o transformar la
categoría de las palabras llenas y regular las relaciones entre ellas. A su vez, divide las palabras vacías
en dos tipos: «juntivos», cuya función es la de unir las palabras llenas (conjunciones de coordinación) y
«traslativos», marcantes morfológicos de la traslación. Los traslativos son «intranucleares», esto es,
actúan directamente en el interior de los núcleos que forman las palabras llenas.
Como traslativos, Tesnière señala las conjunciones de subordinación, los pronombres relativos,
las preposiciones, el artículo, los verbos auxiliares y las terminaciones gramaticales. La traslación es un
fenómeno sintáctico y consiste en cambiar una palabra llena de una categoría gramatical a otra. Existen
dos operaciones de traslación: el cambio de categoría (por ejemplo, de sustantivo a adjetivo: El tren de
París) y el cambio de función, como consecuencia de la anterior operación.
Al ser un fenómeno sintáctico, desde el punto de vista morfológico, la palabra transferida
conserva las características de la categoría a la que pertenecía antes de sufrir la traslación. Por
«transferendo» se entiende aquel término que no ha experimentado todavía la traslación; mientras que,
cuando ya ha operado sobre él este proceso sintáctico, entonces recibe el nombre de «transferido».
La traslación actúa sobre cuatro categorías: sustantivo, adjetivo, verbo y adverbio. El traslativo
más frecuente, tanto en español como en francés es la preposición de. Debemos diferenciar entre las
traslaciones «de primer grado» y las «de segundo grado». Las primeras se caracterizan porque el
transferendo es una palabra, un elemento de la oración. En las segundas, en cambio, el transferendo es
una frase entera. Los marcadores de la traslación del primer grado son las preposiciones; mientras que
los traslativos de segundo grado son las conjunciones de subordinación.
Los tipos de traslación donde suelen aparecer las preposiciones son: traslación de sustantivos
en adjetivos (la traslación adjetival típica es la del sustantivo en adjetivo calificativo: hombre de corazón,
nube de verano, un vestido de playa, etc.), traslación de adverbio en adjetivo (La moda de hoy en día, El
día de mañana, Las nieves de antaño, etc.), traslación del sustantivo en adverbio (Pedro viene de Madrid,
Pedro vive en Alemania, Pasan por Sevilla, Va de Sevilla a Cádiz, etc.). Según Tesnière, se aproximan a
las traslaciones adverbiales (de sustantivo a adverbio o de adjetivo a adverbio) aquellas expresiones en
las que aparece una preposición vinculada a ciertos verbos, especialmente los verbos con un actante, y a
ciertos adjetivos: pensar en alguien, soñar con una esposa, divertirse con alguien, ser fiel a un juramento,
dispuesto para la salida, ajeno a la familia, ser propio de un impío, etc.

 José Antonio Candalija Reina 86


A la hora de determinar el valor semántico de las preposiciones, surgen dos posiciones
extremas. Una de ellas es precisamente la de Tesnière, al considerar a las preposiciones como palabras
vacías, sin valor semántico alguno. La otra es la de Pottier, el cual reduce todos los usos de las
preposiciones a una sola significación esencial en la lengua, constituida por la reunión de cierto número
de rasgos pertinentes que dan lugar a una imagen esquemática.
En la línea de Tesnière debemos situar a Cano Aguilar (1981), el cual se sirve de la pérdida de
significado de las preposiciones para justificar su hipótesis de la transitividad preposicional aplicada a
estructuras del tipo soñar con la libertad, creer en el diablo, hablar de política, etc. Según Cano Aguilar, si
queremos observar como transitivas este tipo de expresiones, nos encontramos con tres dificultades de
tipo formal y un argumento a favor de carácter semántico. Los impedimentos formales son la presencia de
la preposición, la pronominalización mediante un pronombre tónico precedido de la correspondiente
preposición y la no conversión a pasiva por parte de estas estructuras.
Sin embargo, semánticamente, la relación existente entre el verbo y estos sintagmas
preposicionales se asemeja a la de los verbos transitivos con sus objetos directos. Además debemos
tener en cuenta también que estos sintagmas preposicionales son análogos a otros que desempeñan una
función distinta e incluso podrían proceder de ellos: los que funcionan como complementos
circunstanciales. El criterio que va a emplear el autor para separar estos sintagmas preposicionales de los
circunstanciales es el carácter vacío de la preposición en el caso de los objetos preposicionales.
Este análisis lo fundamenta teóricamente en el ámbito de la Lingüística francesa, concretamente
en los estudios de Bally, Brunot, Blinkenberg, etc. Todos ellos parten del concepto de rección como forma
de relación entre verbo y objeto. Según Bally, en apoderarse de una ciudad o en pensar en algo, se da un
reparto de funciones: el valor léxico viene dado por el verbo, mientras que la preposición únicamente
tiene un valor gramatical, es un «ligamiento gramatical puro». El posible valor léxico que estas
preposiciones pudieron tener se ha perdido. Así, los verbos transitivos «puros» tendrían el valor léxico
junto al valor gramatical de indicar rección: contendrían una «preposición cero».
Blinkenberg, intentó aportar una explicación hipotética sobre el origen de estas construcciones
prepositivas según la cual, en principio, habría un empleo «absoluto» de los verbos transitivos (pensar en
algo→ pensar). En esta situación, puede recibir determinaciones de carácter circunstancial y con un

 José Antonio Candalija Reina 87


contenido local abstracto19: pensar en algo. En el proceso de transitivización de esta frase preposicional,
habría que tener presente dos aspectos fundamentales:

a) La transferencia del valor semántico de la preposición al verbo. La preposición se reduce a


cero y el verbo toma nuevamente un carácter incompleto, lo cual es propio de la transitividad.
b) La creación de una cohesión estrecha entre los que en un primer momento gozaban de
independencia (verbo y preposición), lo cual se manifiesta en la realización fonética de la
frase: la ausencia de pausa entre los dos elementos y el orden de palabras cada vez más
rígido, en lugar del orden libre de los circunstanciales.20

De los argumentos que aduce Cano Aguilar para sostener que el complemento directo y el
suplemento mantienen la misma relación semántica con el verbo, destacamos aquel que muestra una
mayor divergencia con la tesis propuesta por García-Miguel, al afirmar que la alternancia entre
construcción transitiva directa y la preposicional es un reflejo de la diferencia de significado del verbo en
sendas construcciones, pero Cano la achaca a que una de las acepciones del verbo determina la elección
de la preposición (al menos sincrónicamente), mientras que García-Miguel postula una distinción estricta
entre distintos esquemas verbales: el complemento preposicional y el complemento directo responden a
diferentes relacionas cognitivas en la construcción verbal.
Del mismo asunto se ha ocupado Trujillo (1988), quien, abundando en el criterio de la iconicidad,
asegura que la preposición marca siempre con su significado el carácter externo del complemento frente
al carácter interno de los objetos sin preposición. De ahí que piense que «en todo caso, la preposición
distancia los complementos de la misma manera, introduciendo su propio significado, en tanto que la
ausencia de preposición en los objetos directos no supone nunca un añadido a la relación.» Así, por
ejemplo, Trujillo (1988: 212) mantiene que en Tratar la enfermedad, no se interpone ningún contenido
entre verbo y objeto, mientras que en Tratar de la enfermedad, entre verbo y objeto se interpone un
contenido de origen por parte de la preposición de. Precisamente de la combinación de este verbo con la
preposición de surge el significado de «versar» frente al significado de «actuar para curar» de la relación

19 Es ésta una primera aproximación localista de carácter metafórico para explicar la presencia y el significado de la

preposición del complemento de régimen.


20 Podría hablarse incluso de una cierta iconicidad.

 José Antonio Candalija Reina 88


entre el verbo y su objeto directo sin mediación de la preposición. Otras veces, no se produce una
diferencia semántica entre ambas construcciones, lo cual probaría que se trata de variantes formales de
un mismo esquema sintáctico invariante (el de la transitividad): Discutir (de) un asunto, Cuidar (de) las
vacas, etc.21
Compartimos la apreciación de Cano que considera que la alternancia entre ambos tipos de
construcción tiene un aspecto histórico, a saber, muchos verbos han experimentado cambios de
construcción, sin que por ello se haya producido un cambio de significado en el verbo o en su relación
con el complemento. Cuervo recoge varios ejemplos al respecto: El rey abdicó sus reinos→ El rey abdicó
de sus principios; Abjuraron su estado → Sin abjurar de sus creencias (aquí el valor de «origen» o
«separación» del prefijo ab se ha reconstruido en la preposición de). Otras veces, ocurre por analogía con
respecto al significado de verbos que tienen otra construcción: acordar algo y acordase algo significaban
«recordar algo» como nuestro actual acordarse de algo22.
Sin embargo, disentimos de Cano (1981:365) cuando dice que cada preposición es elegida por
el verbo. De ahí que no aporte ningún significado porque su presencia en la oración está condicionada
por el verbo o por un sentido determinado del verbo. Por tanto, la transitividad «directa» y la
«preposicional» son para este autor «dos formas superficiales de manifestar una misma relación
semántica, o funcional básica, dependiendo la forma concreta de las particularidades de cada verbo». Sin
embargo, nosotros proponemos, junto con la Gramática de construcciones (Goldberg, 1995; 2005) que no
es un determinado sentido verbal el que elige la preposición, sino el tipo de construcción completa el que
selecciona tanto el significado como la presencia de la preposición.23
No obstante, en 1999 aparece un nuevo artículo de Cano Aguilar incluido en la Gramática
descriptiva de Ignacio Bosque y Violeta Demonte titulado «Los complementos de régimen verbal», es
decir, los complementos verbales introducidos por preposición, en el que este autor parece retractarse de

21 Sin embargo, como intentaremos demostrar más adelante, la alternancia de estos esquemas parece responder
igualmente a la diferencia de significado que introduce la preposición, pues, desde nuestro punto de vista, el sentido
locativo de origen (y nunca mejor dicho) de la preposición de sigue estando presente, si bien metafóricamente en
discutir de un asunto (‘tema desde el que se inicia la discusión’) o en cuidar de las vacas (‘tema desde el que se
origina la acción de cuidar’).
22 Evidentemente, el cambio de significado no se produce en el contenido verbal, sino en el esquema sintáctico-

semántico que responde a una distinta conceptualización cognitiva: la presencia de la preposición indica que la
escena o marco cognitivo es diferente, pues indica el origen tal como lo indica la etimología.

 José Antonio Candalija Reina 89


su teoría anterior, pues reconoce que, a pesar de que el carácter vacío de la preposición ha sido uno de
los criterios más utilizados para distinguir los verdaderos regímenes verbales, exigidos por la semántica
particular de cada verbo, de aquellos que no lo son, puede ser un criterio útil, pero que no deja de
presentar algunas dificultades.
En primer lugar, no es cierto que la preposición siempre carezca por completo de sentido y, de
todas formas, no existen pruebas objetivas que demuestren este hecho. Como ejemplo, menciona la
preposición de que introduce al objeto preposicional de hablar, la cual parece contener cierto significado
que le permite, por un lado, combinarse con otros verbos que requieren el mismo tipo de complemento:
tratar, avisar, discutir, etc., y, por otro, alternar con otras preposiciones próximas en su significado a ella:
acerca de, sobre, etc.
En segundo lugar, no se trata únicamente de que desde el punto de vista histórico estos
complementos que cuentan con una preposición carente de significado hayan surgido de otras
construcciones en las que la preposición tenía un significado pleno- «es un proceso conceptualmente
posible, pero sin comprobar en la historia de las lenguas románicas, el español entre ellas» (Cano, 1999:
1819)24, sino que, muchas veces, a juicio de nuestro autor, la diferencia entre dos o más estructuras
radica en el distinto carácter del núcleo del complemento que da lugar a dos o más acepciones diferentes
del verbo, sin que se deba pensar en funciones sintáctico-semánticas distintas. Sería el caso de Cayó en
la zanja /en lo que decías / en la cuenta, donde el valor de la preposición de es más difícil de precisar
según el carácter más o menos abstracto o nocional del complemento.
En tercer lugar, Cano Aguilar no atribuye el hecho de que una determinada preposición resulte
inamovible o no conmutable por otras a la falta de sentido, sino que hay verbos, como proceder, que sólo
exigen una preposición y ésta cuenta con un valor significativo bastante claro (origen o procedencia en
este caso).
En cuarto lugar, resulta contradictorio que criterios tan opuestos como la no sustitución de la
preposición por otras (carecer de algo /*en algo/ *a algo) y la sustitución de la misma según la categoría
gramatical del sintagma nominal al que precede (dudar de algo / en hacer algo), se hayan usado
indistintamente para garantizar el carácter vacío de la preposición del complemento régimen.

23 Cf. el concepto de transitividad que proponía Alarcos (1968) o el de transitividad preposicional que postulan

Hernanz y Brucart (1987).


24 A corroborar esta afirmación se dedica en buena medida esta tesis.

 José Antonio Candalija Reina 90


Por último, si se mantiene que para poder hablar de régimen preposicional la preposición debe
carecer de significado léxico, esta afirmación nos obligaría a separar aquellos casos en los que el
significado de una preposición es difícil de concretar de otros en los que la semántica del elemento
preposicional es fácilmente clasificable (locativo, comitativo, etc.). Cano Aguilar acoge esta separación
como productiva para el análisis, aunque, en su opinión, se trata más bien de una «cuestión de grados».
En ejemplos como Carecer de sentido, No hables de política o Procede de París, nuestro autor contempla
la misma determinación del núcleo predicativo por parte del complemento preposicional, sin necesidad de
recurrir al valor de la preposición como criterio de delimitación funcional. Con ello, está lanzando una dura
crítica contra trabajos como el de Antonio Fernández Fernández (1991), que comentaremos
posteriormente, donde la insistencia en el valor semántico de la preposición como delimitador de
funciones ha llevado a este autor a considerar que de París en Este paquete procede de París y de su
pereza en Su ignorancia procede de su pereza, son funciones distintas, cuando la única diferencia
estribaría en la significación léxica del sintagma nominal complemento, pues Cano Aguilar sostiene que la
preposición de indicaría el origen en ambos casos, tanto de un lugar concreto como de un concepto
abstracto. En este sentido, la diferencia entre dos o más estructuras radica en el distinto carácter del
núcleo del complemento que da lugar a dos o más acepciones diferentes del verbo, sin considerar que se
trata de funciones sintáctico-semánticas distintas. En tal caso, cayó en la zanja /en lo que decías / en la
cuenta, serían ejemplos de que el valor de la preposición de es más difícil de precisar según el carácter
más o menos abstracto o nocional del complemento.25
Del carácter vacío de la preposición parten también a la hora de caracterizar al suplemento
Hernanz y Brucart (1987) y Porto Dapena (1992). Hernanz y Brucart contemplan a la preposición del
complemento preposicional como un «mero asignador de caso» (1987: 263), frente a lo que ocurre con
las preposiciones de los complementos circunstanciales, las cuales sí que tienen un significado propio y

25 Por eso, cuanto mayor es el grado de abstracción más complicado resulta determinar el valor preposicional. Sin
embargo, pensamos que estos ejemplos vienen a confirmar la tendencia al sentido localista por metáfora que
subyace al significado de la preposición del complemento, al conceptualizarlo como un lugar figurado. Además
parece que se podría vislumbrar la conexión con el complemento circunstancial de materia al que hacía alusión la
gramática tradicional al intuir que el significado del complemento preposicional de este tipo suponía la
metaforización de un lugar (de ahí su relación con el carácter adverbial local que se asociaría a una circunstancia
del verbo) que se concebía como el tema o el asunto que complementaba el significado verbal. Quedaría, pues,
justificada de esta manera la adscripción histórica del complemento de régimen preposicional al complemento

 José Antonio Candalija Reina 91


pueden asignar un papel temático al sintagma nominal al que preceden. Así, la preposición con, asignaría
el papel temático de instrumento, de, el de origen, en, de locativo, por, de causa, etc. En cambio, el valor
semántico de un sintagma nominal que funciona como complemento preposicional no dependería, en
opinión de los autores, de la preposición.
Por su parte, Porto Dapena advierte que las preposiciones que acompañan a los suplementos
carecen de un significado relacional específico, a diferencia de los aditamentos, o, al menos, aquél se
halla desgastado. La selección de la preposición vendría entonces determinada diacrónicamente y juega
con frecuencia un papel meramente diacrítico26 o distintivo al asociarse, por lo general, con un significado
específico del verbo, dando lugar a oposiciones del tipo pensar algo /pensar en algo.
Por el contrario, Marcial Morera (1988) nos ofrece un significado básico para las preposiciones y,
en concreto, también para las de suplemento. Preocupado por el tema de la rección preposicional, Morera
distingue tres tipos de rección:

a) La rección gramatical, que es aquella que se establece entre categorías gramaticales. Por
ejemplo, el sustantivo rige al adjetivo en cuanto a la concordancia.
b) La rección semántica, que se da entre dos palabras, donde la primera rige a la segunda por
razones de complementación semántica. Existen verbos, adjetivos, adverbios, que cuentan
con un significado tan específico que requieren ser completados por un sustantivo precedido
de una determinada preposición, con lo que la preposición se concibe como un modo de
expansión semántica del regente. Un verbo como colaborar exige para completar su
significado un complemento nominal introducido por la preposición con, la cual contiene el
sema de «presencia de otra u otras personas» compatible con el lexema verbal. El autor
señala que siempre que una preposición acompañe por motivos de exigencia a una palabra,
deberá hablarse de «complemento preposicional interno” o de «régimen semántico
preposicional». En estos casos, las preposiciones, por su forma de significar, impondrán una

circunstancial, sobre todo en su carácter fundamentalmente semántico, al margen de otras consideraciones de


índole sintáctica acerca de la argumentalidad o la obligatoriedad de aparición en la estructura oracional.
26 Precisamente, nuestra tesis viene a demostrar que el significado de la preposición está determinado

diacrónicamente porque su significado etimológico se mantiene, la mayoría de las veces, en la actualidad y su valor
no es meramente diacrítico pues no depende de distintas acepciones verbales, sino de diferentes esquemas
cognitivos.

 José Antonio Candalija Reina 92


serie de restricciones semánticas a su régimen, ya que «la carga semántica de cada
preposición resulta a veces incompatible con determinados entornos semánticos.»(1988: 65).
La preposición hacia, por ejemplo, que expresa «orientación» no puede tener como régimen
un infinitivo, dado que éste no posee un valor temporal o espacial.
c) La rección o fijación histórica, se produce cuando un vocablo y una preposición aparecen en
estrechísima ligazón por causas diacrónicas. El verbo auxiliar haber aparece unido
mecánicamente a la preposición de con la que constituye la perífrasis de obligación.

Para este autor, los suplementos alarquianos constituyen una mezcla de régimen semántico y
de fijación histórica. En un capítulo de su obra Sintaxis lingüística vs. Sintaxis lógica (1989), Morera
realiza una importante caracterización de las preposiciones a propósito del complemento verbal indirecto
o exocéntrico, caracterización no exenta de una atribución al elemento preposicional de un contenido
semántico propio mediante la distinción de dos componentes semánticos:

a) Una función sintáctica general a la que denomina «distanciamiento» o separación entre


regente y régimen.
b) Una función semántica particular que precisa dicha relación de distanciamiento.

Así, por ejemplo, todos los sintagmas preposicionales serían para Morera variantes de la misma
función sintáctica, porque todos ellos comparten un rasgo común: el distanciamiento entre verbo y
sustantivo. Morera no concibe nunca a la preposición como un elemento diacrítico vacío, sino lleno
desde el punto de vista semántico en todos los casos. En segundo lugar, ese significado es precisamente
el responsable de poner de manifiesto la función de elemento exocéntrico que adquiere el sintagma
nominal, «única función preposicional verdaderamente existente en español.»(1989: 65).
La preposición, según Morera, presenta un valor lingüístico constante del cual se derivarían toda
una serie de especializaciones designativas y que nada tiene que ver con los matices extralingüísticos de
materia, lugar, tiempo, etc. Dentro de la función sintáctica exocéntrica, cada una de las preposiciones
aporta una significación lingüística particular que a su vez orienta el valor de la relación sintáctica entre
verbo y sustantivo hacia un sentido unitario y preciso. Este significado lingüístico de las preposiciones no

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está relacionado con los conceptos de lugar, tiempo, modo, causa, etc., sino que los contenidos
preposicionales son «meras intuiciones semánticas unitarias»
Por eso, Morera considera como variantes del mismo esquema sintáctico-semántico exocéntrico
representado como verbo + de + sustantivo, las siguientes expresiones:

1ª) Venir al cine.


2ª) Hablar de sus asuntos.
3ª) Estar de pie.
4ª) Amado de sus padres.
5ª) Asustarse de los truenos.
6ª) Tratar de negocios.
7ª) Ser de Valencia.
8ª) Sospechar del ladrón.
9ª) Librarse de la cárcel.

En todos estos casos se da una relación sintáctico-semántica entendida como «origen»,


independientemente que, desde el punto de vista externo a la lengua, se haya hablado de que en cada
ejemplo el sintagma preposicional desempeña una función sintáctica diferente: complemento
circunstancial de lugar, complemento régimen, atributo, complemento circunstancial de modo,
complemento circunstancial de causa, etc. Se debe separar, por tanto, el valor lingüístico o invariante de
las preposiciones de sus sentidos contextuales. Lo diferente en los ejemplos anteriores no es el tipo de
relación sintáctico-semántica, sino los contextos que provocan variantes designativas del valor lingüístico
invariable de las preposiciones, de, en este caso.
Por otro lado, Morera afirma que el concepto de régimen preposicional de un verbo puede
entenderse en dos sentidos distintos:

a) Régimen semántico, cuando la preposición es exigida por la significación denotativa


particular del regente verbal: Ir a Barcelona, Colaborar con la policía, Adherirse a su
propuesta, etc. Aquí la preposición funcionaría como una expansión semántica, como
desarrollo nocional de algún rasgo semántico del lexema verbal.
b) Régimen histórico, si la preposición es requerida por el verbo por razones de norma
lingüística, esto es, porque la comunidad hablante ha expresado un contenido de su propia
experiencia mediante una determinada construcción preposicional: pensar en los amigos,

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Acabar con los problemas, Hablar de política, He de estudiar, etc. En estos casos no hay
ningún tipo de motivación semántica que imponga la presencia de la preposición. Su uso
responde a los hábitos sintácticos del hablante para formalizar su experiencia en cada
momento de la historia. Por ejemplo, en el Siglo de Oro, el verbo hablar se construía con la
preposición en y ahora aparece unido a la preposición de.27

El complemento de régimen preposicional participa de ambos tipos de régimen, dado que este
complemento se caracteriza por su exigencia, ya sea semántica o histórica por parte del verbo. Es un
complemento que, según Morera, «pertenece concretamente al comentario de texto y no a la gramática.»
(1989: 211).
En el año 1994, Morera publica un interesante artículo titulado «La función sintáctica “régimen
preposicional”», en el que se centra especialmente en el papel de la preposición respecto de la relación
que mantiene con el sustantivo al que precede. Asegura, en primer lugar, que en las concepciones
gramaticales tradicionales, la preposición ha sido contemplada como un «mero procedimiento
instrumental», al que se le han atribuido dos funciones fundamentales:

a) Indicar algún tipo de relación conceptual entre dos elementos pertenecientes al grupo de las
«palabras llenas» (sustantivo, adjetivo, el verbo y el adverbio).
b) Actuar como transpositor categorial al convertir al elemento que aparece a continuación, bien
en adjetivo, si el regente es un sustantivo; bien en adverbio, si el regente es un verbo.

Según Morera, ambos planteamientos niegan el carácter categorial autónomo de la preposición y


han impedido a los estudiosos el plantearse seriamente la cuestión de la relación sintáctica concreta
existente entre este elemento preposicional y el sustantivo que le sigue.
Morera afirma que la clave para seguir un planteamiento correcto desde un punto de vista
lingüístico reside en la noción de régimen de la que parecen haberse olvidado la mayoría de los
gramáticos. Todas las preposiciones poseen una constitución semántica interna, es decir, cuentan en su

27 Pensamos que sí hay motivación semántica, tal como pretendemos demostrar en este trabajo. Los hábitos

sintácticos vienen determinados originalmente por una relación semántica específica, del mismo modo que en los
casos de rección semántica aducida por Morera.

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esquema semántico con una noción nominal que actúa como término o límite de la relación sintáctica
exocéntrica que esa preposición expresa, puesto que todas ellas implican un punto o delimitación en el
universo del discurso, una noción nominal, y una determinada indicación dimensional.
De manera que las preposiciones no serían otra cosa más que nombres con una significación
relacional exocéntrica añadida. Esto quiere decir que las preposiciones pueden aparecer perfectamente
en el discurso sin complementación sintagmática, sin régimen. Así, combinaciones como dar con, venir
de, mirar por, etc., se encuentran completas en sí mismas, dado que la preposición aporta una
complementación sustantiva externa al contenido léxico del verbo por la significación relacional
exocéntrica que contiene.
Por otra parte, lejos de considerar el complemento de régimen preposicional como una función
sintáctica específica, continúa considerándola en este trabajo de 1994 como una variante de la función
sintáctica nominal «complemento indirecto o exocéntrico».
Por su parte, Violeta Demonte (1991), atribuye un papel categorial y semántico a las
preposiciones y asegura que existe una diferencia entre las preposiciones que asignan papel temático y
caso inherente, verdaderas preposiciones, y las que constituyen el núcleo de un predicado.
La presencia o ausencia de la preposición tiene que ver entonces con el modo de ser de la
acción, es decir, con el significado aspectual que se asocia al verbo. A partir de aquí se puede establecer
la diferencia existente, por ejemplo, entre pensar y pensar en. En el primer caso, donde el verbo carece
de la preposición, el objeto mental tema, a su vez objeto efectuado, se concibe como una especie de
entidad física y la predicación hace hincapié en el resultado de la acción. En la variante preposicional, la
predicación se centra en el propio proceso verbal, sea éste lingüístico, cognitivo o psicológico y el objeto
preposicional resulta afectado por ese proceso. La preposición se presenta así como un rasgo aspectual
del verbo. De ahí que Violeta Demonte señale que las preposiciones de los verbos preposicionales de la
segunda clase «no son en realidad preposiciones verdaderas, sino que constituyen la materialización de
una variante del Caso acusativo asignado por el verbo en cuestión, una variante condicionada por los
rasgos del Aspecto presente en la configuración.» (1989: 170).
Antonio Fernández Fernández (1991), a la hora de establecer cuál es el papel de la preposición
en el suplemento, determina previamente el cometido tanto de la preposición del objeto indirecto como la
del directo para, posteriormente, realizar la pertinente comparación. Así, señala que el objeto indirecto
siempre debe ir precedido de la preposición a. De ahí que esta preposición obedezca principalmente a

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razones estructurales, es decir, a una imposición sintáctica, constituyendo de esta forma un requisito
funcional28 Al no poder aparecer otra preposición, el significado del verbo no repercute en dicha
preposición, por lo que no se trata de una preposición regida. En el caso del objeto directo o implemento,
aparece sólo ocasionalmente la preposición a, que desempeña un papel diacrítico en caso de
ambigüedad con respecto al sujeto. De coexistir complemento indirecto e implemento, la presión
estructural que actúa sobre la preposición a del complemento indirecto prevalece sobre la presión
meramente diacrítica que actúa sobre el implemento.
En el suplemento la presencia de la preposición es constante, sin embargo, no siempre nos
encontramos con la misma preposición. De ahí que Antonio Fernández infiera que existe una relación
entre el significado léxico del verbo y el hecho de que con el suplemento aparezca una determinada
preposición. La preposición de suplemento es, por tanto, una preposición regida. Pero, como esta
preposición permanece en caso de sustitución, cabe deducir que la preposición de suplemento, tal y
como ocurre con la del objeto indirecto, obedece a una preposición estructural, esto es, esta preposición
constituye una exigencia de la relación sintáctica. Por eso, la preposición de suplemento responde a dos
exigencias fundamentales: la rección verbal, al ser una preposición regida por el verbo, y la presión
estructural o exigencia de la relación sintáctica. La rección verbal, en cambio, no explicaría la presencia
de la preposición con otros adyacentes verbales como el implemento y el complemento u objeto indirecto.
Hechas estas aclaraciones, el autor desea completar ejemplificadamente sus aportaciones
acerca del papel que desempeña la preposición de suplemento. Para ello, toma una serie de verbos de
procedencia y destino, aunque realizando una importante distinción dentro de cada grupo de verbos
según el carácter físico o no físico del complemento preposicional que les acompaña. Por un lado,
tendríamos verbos de procedencia que rigen un sustantivo precedido de preposición, generalmente de,
de sentido no-físico, abstracto o inmaterial, donde este elemento preposicional no es sustituido por un
adverbio, sino por un sustantivo de significado indeterminado y de aplicación genérica -un pronombre
tónico- precedido de la correspondiente preposición:

28 Lo cual es discutible, pues el significado de la preposición del complemento indirecto señala un DESTINO o META

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Oraciones (a)
Dista mucho de la verdad (/de eso / *de allí).
Emanaba de su aplomo (/de eso /?de ahí).
Aléjalo de la tentación (/de eso /?de ahí).
Parte de sus iniciativas (/de eso / de ahí).
Procede de la decepción (/de eso /?de ahí).
Proviene de su ambición (/de eso/?de ahí).

Por otro lado, tendríamos verbos también de procedencia que rigen el mismo adyacente
preposicional, pero éste tiene un sentido físico, material, y admite las dos posibilidades de sustitución (la
adverbial y la no adverbial), aunque generalmente debe reemplazarse por un miembro de la categoría
adverbial. Junto al adverbio aparece la preposición regida:

Oraciones (b)
Dista mucho de Salamanca (/de allí).
Emanaba del piso vecino (/de allí).
Aléjalo del puente (/de ahí).
Apártalo de la orilla (/de allí).
Parte de la estación central (/de allí).
Procede del siglo anterior / de Francia (/de entonces / de allí).
Proviene de antiguo / de América (/de entonces / de allá).

En los primeros ejemplos, en opinión de Antonio Fernández, hablaríamos claramente de


suplemento, sin embargo, en estos últimos le surgen varias dudas, siempre condicionadas por el papel
que ejerce la preposición.
En lo que respecta a los verbos de destino, nos encontramos con la misma distinción: rigen un
adyacente precedido de preposición, normalmente a, el cual puede tener bien un sentido físico, bien un
sentido abstracto. Si tiene un carácter abstracto, el adyacente preposicional es sustituido por el
pronombre tónico precedido de preposición. En cambio, si se trata de un adyacente de sentido físico, no
sólo es sustituido por un componente adverbial, sino que esta vez el adverbio engloba a todo el
complemento preposicional y, por ello, ya no permanece la preposición en los sintagmas sustitutos:

de la acción, y por tanto, no es sólo el producto de una imposición sintáctica.

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Me dirijo a los que conmigo vais (Me dirijo a vosotros).
Me dirijo a la dirección que me dieron (Me dirijo allá).
Ahora voy a lo que realmente me interesa (a ello).
Voy al exterior de la casa (Voy afuera).
Eso viene a cuento de que estoy ya harto (Viene a cuento de eso).
Ven al interior del cobertizo (Ven adentro).

Ahora bien, el papel desempeñado por la preposición difiere según el tipo de adyacente nominal
que aparezca en cada caso. Tanto en los ejemplos con verbos de procedencia como en los de los verbos
direccionales, las preposiciones que acompañan a tales verbos son preposiciones regidas, pero cumplen
un cometido sintáctico diferente a partir del sintagma nominal al que preceden. Ante un sintagma nominal
de carácter nocional o abstracto, la preposición, además de ser exigida por el lexema verbal, se comporta
como un requisito funcional que persiste en caso de sustitución y que obedece a una presión estructural,
a una exigencia de la relación sintáctica existente entre verbo y adyacente nominal, por lo que la
preposición está estrechamente ligada a la función establecida (suplemento): «En las oraciones (a) de la
serie anterior, donde los verbos –como ya advierte Hortensia Martínez (1986)- presentan un significado
«no físico» o «inmaterial», es muy dudoso, si no totalmente inadecuado, que los sintagmas
preposicionales puedan ser sustituidos por adverbios (aun con preposición). Las preposiciones, además
de estar regidas, obedecen a un requerimiento estructural, están ligadas a la función que se establece.»
(1991: 146).
Sin embargo, cuando se trata de un complemento de sentido físico, material, la preposición
seguirá siendo requerida obligatoriamente por el verbo, pero funcionará además, en el caso de los verbos
de procedencia, como un incremento léxico que contribuye, en ausencia de unidades adverbiales que
puedan expresar ese contenido léxico que el verbo precisa para completar su semántica, a que tanto el
verbo como el sustantivo o el adverbio puedan completarse léxicamente. La preposición actuaría en este
último caso como un verdadero transpositor a categoría adverbial, esto es, el sintagma nominal al que
precede, gracias a la presencia de la preposición, quedaría perfectamente capacitado para desempeñar
funciones a las que no podría acceder como miembro de su categoría. Aquí el sintagma transpuesto
(preposición + sustantivo), dejaría de ser un sustantivo para convertirse en adverbio, aunque contendría
un sintagma sustantivo que podría combinarse con los adyacentes propios de un sustantivo. De este
papel transpositor que ejerce la preposición con verbos de procedencia y un adyacente nominal de

 José Antonio Candalija Reina 99


carácter físico, Antonio Fernández deduce el hecho de que estos sintagmas preposicionales desempeñen
la función de aditamento, dado que ésta es una función fundamentalmente adverbial. En los ejemplos
anteriormente expuestos los sintagmas nominales precedidos de preposición no podían desempeñar por
sí mismos la función de aditamento. Por ello, requieren la presencia de una preposición que les dé la
posibilidad mediante el proceso de la transposición de cambiar de categoría y, con ello, igualarse
categorialmente a un adverbio y comportarse como tal, dado que, para el autor, la función de aditamento
es propia de la categoría adverbial.
En el caso de los verbos direccionales, los complementos preposicionales de sentido físico se
comportarían también como verdaderos aditamentos, con la diferencia de que en estos casos la
preposición desaparecería con los sustitutos adverbiales, ya que quedaría englobada por los mismos,
satisfaciéndose así las restricciones léxicas del verbo.
Según este planteamiento, ejemplos como Residen en Vigo o Proceden de Francia,
responderían a verdaderos aditamentos, aunque el fenómeno de la transposición solamente tendría lugar
en Proceden de Francia. En este último caso, Antonio Fernández realiza una importante matización
respecto de Rojo, pues, en su opinión, lo que sustituiría el adverbio (Proceden de Francia →Proceden de
allí) no es al sustantivo Francia, como consideraba Rojo, sino a todo el sintagma preposicional. Según
Rojo, el suplemento no podía ser sustituido por adverbios, luego habría que suponer que el sintagma de
allí estaría integrado por una preposición y un adverbio sustantivado, pero no constituiría una unidad
adverbial. Antonio Fernández deduce que si no se trata de una categoría adverbial, entonces debe
tratarse de un sustantivo, teniendo la misma categoría que el sintagma de Francia. No obstante, si de allí
es un sustantivo que contiene a un adverbio, cabe colegir que, cuando este adverbio va acompañado de
preposición en un sintagma, ese sintagma puede ser sustantivo, esto es, la preposición desarrollaría un
papel de transpositora de adverbios a la categoría de sustantivos de la misma manera que también ejerce
dicho papel en ocasiones de sustantivos a la categoría de adverbios.
No obstante, en oraciones como Procede del miedo, como sabemos, no es posible sustituir al
sustantivo miedo por el adverbio allí o por otro adverbio cualquiera. La razón de este tipo de restricciones
debe situarse, a juicio de Antonio Fernández, en el hecho de que lo que realmente sustituye el adverbio
no es al sustantivo Francia, sino a todo el sintagma preposicional, esto es, de Francia. Dicho sintagma
preposicional pertenecería a la categoría adverbial, dado que se trata de un adverbio que contiene a un
sustantivo en su interior. De todo ello se desprende que, si el sustituto del sintagma preposicional es un

 José Antonio Candalija Reina 100


adverbio que va incrementado léxicamente con una preposición, entonces, o bien el suplemento admite
sustitutos adverbiales, o este sintagma de Francia no es un suplemento, sino un aditamento (a partir de
un sustantivo transpuesto a la categoría de adverbio por medio de una preposición, que además de
funcionar como transpositor, aporta el contenido léxico que necesitaría cualquier adverbio que
desempeñara la función de aditamento de un verbo como Procede. Antonio Fernández es partidario de
esta segunda opción. Lo que ocurre es que para ratificar que se trata de un aditamento, el autor debe
demostrar que tanto de Francia en Proceden de Francia como en Vigo en Residen en Vigo son elementos
externos a la predicación, a saber, elementos extranucleares o no subcategorizados por el verbo.
Desde nuestro punto de vista, el problema consiste en distinguir como dos tipos de
complementos distintos el sintagma preposicional concreto (de Francia) y el sintagma preposicional
abstracto (del miedo), ya que semánticamente se trata de un origen y por tanto el sentido locativo es el
mismo. De ahí que la sustitución por el adverbio allí sea factible tanto en un caso como en el otro. Son,
desde el punto de vista semántico, aditamentos, en el sentido tradicional de que indican el lugar donde se
desarrolla la acción, independientemente de que sean subcategorizados sintáctica o semánticamente por
el verbo. Por otra parte, sí son subcategorizados porque la preposición es necesaria para indicar el origen
o procedencia de la acción y el significado verbal exige un locativo, pero pensamos que este hecho nos
lleva a considerar que es posible que el suplemento admita sustitutos adverbiales, tal como proponen
Rojo o el propio Alarcos.
Como podemos comprobar este planteamiento de Antonio Fernández coincide enteramente con
el de Hortensia Martínez (1986), ya que ella sólo consideraba a aquellos sintagmas de sentido más
abstracto o nocional como tendentes a la suplementación. Los de sentido físico eran, en su opinión
aditamentos29
Sin embargo, como ya matizaba Cano Aguilar (1999), es la insistencia en el carácter vacío desde
el punto de vista semántico de la preposición de estas estructuras lo que hace que se establezca una
divergencia entre aquellos casos en los que, dado el sentido abstracto del sintagma nominal, resulta difícil
discernir el significado concreto de la preposición (El éxito reside en la habilidad) y aquellos en los que,

29Opinamos que tanto los suplementos de sentido físico como los de sentido abstracto se podrían considerar como
suplementos o complementos de régimen preposicional, pues tanto unos como otros pueden ser semánticamente
adverbiales en sentido locativo, pero también semántica y sintácticamente argumentales al ser exigidos por el
contenido verbal y el de todo el esquema sintáctico-semántico.

 José Antonio Candalija Reina 101


debido al carácter físico o concreto del complemento nominal, la semántica de la preposición puede
colegirse con mayor facilidad (Reside en Vigo). Este planteamiento, en opinión de Cano Aguilar, es
incorrecto e incongruente, ya que provoca que ambos tipos de estructuras se contemplen como funciones
distintas, cuando lo único que puede ser diferente es la significación léxica del sustantivo complemento,
pero no la preposición ni el distinto papel que ésta desarrolla en cada caso.
El estudio que lleva a cabo Crego (2000) sobre el complemento locativo en español desde una
óptica integradora que aúna el funcionalismo, la corriente del Léxico-Gramática, la Gramática de
Valencias y la Gramática Cognitiva. En su análisis sobre el suplemento en relación con el complemento
locativo llega a las siguientes conclusiones: en los estudios sobre este tipo de funciones es palpable una
progresivo acercamiento al espacio como componente nuclear o valencial de los diferentes sistemas
lingüísticos, pero en la mayoría de ellos, aunque se intuye la nuclearidad de los complementos locativos
con ciertos tipos de verbos, no se llega a dar una explicación globalizadora de por qué son complementos
nucleares en esos casos y no en otros, es decir, de cuál es la frontera sintáctico-semántica que los opone
a los complementos circunstanciales de lugar. Para intentar delimitar esta frontera tiene en cuenta las
concomitancias con el suplemento y la cuestión sobre la rección preposicional. Las preposiciones de los
complementos locativos aparecen siempre dotadas de significado léxico frente a las del suplemento que
ofrecen, en general, un carácter incoloro, una significación más débil que les otorga una mayor capacidad
para actuar como relacionantes sintácticos (Crego, 2000: 151). Las preposiciones del suplemento suelen
estar determinadas diacrónicamente y desempeñan una función diacrítica que se asocia a un significado
específico del verbo (pensar algo/pensar en algo) o a lexicalizaciones en las que entran el elemento
verbal y la preposición. Sin embargo, Crego está en contra de esta afirmación porque la relación es
mucho mayor entre la preposición y su término.
Sobre el uso del complemento locativo, Crego recoge el comentario de Cifuentes Honrubia
(1989: 47), quien explica que no depende sólo de la configuración de la escena sino de cómo
categorizamos los objetos. Por tanto, se hace hincapié en el hecho de que en torno al complemento
locativo se articulan preposiciones plenas que cristalizan la conceptualización del parámetro espacial
(Crego, 2000: 158-159).
Frente a esta función, el suplemento, con preposiciones en general fijadas diacrónicamente,
supone el trasvase a la forma verbal de gran parte de la carga semántica que teóricamente comparte con
el elemento preposicional (Morera, 1988). De ahí que el elemento prepositivo que encabeza el

 José Antonio Candalija Reina 102


suplemento es un marcador funcional sintáctico, carente de las potencialidades predicativas o sintáctico-
semánticas de las preposiciones locativas (Crego, 1996).
En cuanto a la prueba de sustitución adverbial para distinguir el complemento locativo frente al
suplemento, Crego caracteriza este criterio por su insistencia en el carácter semántico-formal no
gramaticalizado del complemento locativo y su cercanía al área extralingüístico o de la enunciación. Sin
embargo, para Crego, la aplicación de este criterio en el ámbito del complemento locativo tan sólo es
posible en estructuras con un significado de desplazamiento físico «dado que en las construcciones
caracterizadas tradicionalmente desde una perspectiva metafórica o de desviación semántica, pierde
efectividad delimitadora la sustitución del segmento de valor “nocional” por un adverbio» (2000: 167).
No obstante, más adelante, al comentar las apreciaciones de M. R. Pérez (1989) sobre la validez
de la sustitución adverbial como criterio para distinguir el suplemento del complemento locativo, admite
que «las puntualizaciones de Pérez no constituyen argumentos en contra de la distinción SUP/CADV,
dado que los ejemplos que aduce con radicar y basar(se)30 integran CADVs y no SUPLs. Los
complementos preposicionales que acompañan a dichos verbos conmutan por adverbio porque entre sus
acepciones hay dos locativas (una física y otra abstracta)» (Crego, 2000: 169). Esto significa, según la
autora, que nos encontramos ante entidades verbales con acepciones locativas físicas y abstractas (o
figuradas), siendo las abstractas las más generalizadas.
Respecto del tipo de preposición que rige cada complemento, Crego concluye que en el caso del
suplemento suele ser una la preposición exigida debido a que el verbo junto con la construcción sintáctica
la que impone la restricción preposicional, por lo que cabe hablar de unirección preposicional; mientras
que en el caso del complemento locativo su configuración espacial favorece la alternancia de
preposiciones, por lo que se habla de plurirección preposicional.

30 Los ejemplos son Me basaré en tus ideas/Me basará en ellas/Me basaré ahí y El problema radica en macharnos

de aquí/ El problema radica en ello/ El problema radica ahí (Cf. Bosque, 1983). Además M. R. Pérez opina que el
complemento locativo se puede incluir tanto en el complemento adverbial como en el suplemento, porque, como
dice Gutiérrez Ordóñez (1996: 192) «los tradicionales adverbios de lugar y tiempo [como] proformas nominales o
pronombres que incluyen entre las condiciones de sustitución la presencia de los rasgos semánticos [+lugar] y
[+tiempo] en los segmentos que reemplazan. Esta hipótesis esta empíricamente contrastada a través de las
posibilidades de conmutación. Simplifica la descripción y explicación de los suplementos. Por un lado hace
innecesaria la oposición entre suplementos y complementos adverbiales (o suplementos inherentes) y, por otro, nos
muestra que su comportamiento es similar al del resto de los pronombres».

 José Antonio Candalija Reina 103


Por último, queremos destacar del trabajo de Crego el estudio que realiza sobre los procesos
metafóricos en las estructuras locativas. Citando a Lamiroy (1987: 43) su objetivo es averiguar qué
estructuras formales favorecen el paso del sentido espacial propio al sentido figurado en construcciones
con verbo de movimiento seguido de una estructura de infinitivo o completiva. Llega a la conclusión
Lamiroy de que la metáfora en el ámbito de los verbos de movimiento es un mecanismo productivo
porque lleva a estructuras con conceptos más complejos y abstractos derivados de otros menos
complejos que proceden de la experiencia física del espacio. El dominio semántico general de la metáfora
consiste en concebir el fenómeno abstracto como un objeto en movimiento transportable en el espacio.
La hipótesis de la transitividad preposicional de Cano Aguilar (1981) ha suscitado un interés tan
notable que ha provocado el desarrollo de trabajos tan importantes como el de García-Miguel,
Transitividad y complementación preposicional en español (1995), en el que realiza algunas
observaciones a la obra de 1981 de Aguilar.
En primer lugar, García-Miguel considera bastante discutible el hecho de que la preposición del
suplemento esté vacía de significado, aunque reconoce que pueden existir cláusulas en las que sea más
difícil determinar su aportación semántica.
En segundo lugar, si existen verbos que pueden combinarse indistintamente con un
complemento directo o con un suplemento, este hecho constituye una prueba de que las dos funciones
tienen un significado distinto.
En tercer lugar, los casos en los que se da una conmutación entre objeto directo y suplemento
sin aparente cambio léxico, pueden designar el mismo estado de cosas, pero sin que, por ello, tengan el
mismo significado lingüístico, aspecto también señalado por Morera.
En cuarto lugar, en los ejemplos en los que la aparición de un complemento directo o de un
suplemento origina un cambio léxico en el lexema verbal, Cano Aguilar planteaba que se trataba de
verbos diferentes, cuando, según García-Miguel, la asociación de una variación de esquema con una
variación de significado no justifica el que se establezcan dos verbos como homónimos, sino como
acepciones del verbo condicionadas por el contexto sintáctico-semántico. Esto quiere decir que las
diferencias de contenido deben atribuirse al esquema sintáctico y no al verbo. Por ejemplo, si tenemos
dos esquemas sintácticos diferentes en Pensar algo y Pensar en algo, marcados por la ausencia o
presencia de la preposición, es lógico que tengamos igualmente una variación de significado.

 José Antonio Candalija Reina 104


García-Miguel afirma que no se puede establecer el valor de una estructura o de una función
sintáctica, en este caso, la de suplemento, sin contrastarla con otros modos posibles de organización de
una oración. De ahí que en este trabajo se contrasten estructuras que presentan el mismo verbo como
predicado y que tienen el mismo número de actantes, verbos que se combinan tanto con objeto directo
como con complemento preposicional. En los complementos preposicionales, la aparición de la
preposición correspondiente, aporta un determinado significado que contribuye a diferenciar esta
estructura sintáctica de la del esquema transitivo.
Ambas estructuras son consideradas como transitivas por García-Miguel, aunque existen
algunas diferencias formales y semánticas entre ellas, que el autor se encarga de analizar. Para ver las
diferencias semánticas se han tomado como punto de partida verbos que admiten complementos
preposicionales, cuyo número es menor que el de los que admiten el esquema transitivo. Se han
seleccionado además aquellas preposiciones cuyos usos están más gramaticalizados (de, en con, a, por)
y que son más frecuentes como marca de suplemento.
Como ejemplo, queremos señalar el análisis que García-Miguel realiza de los verbos que van
acompañados de complemento directo y, a su vez, de complemento preposicional introducido por la
preposición de. A la preposición de normalmente, cuando tiene un uso espacial, se le atribuyen como
significados, fundamentalmente dos: «movimiento» y «alejamiento de un límite». Las variantes espaciales
de la preposición de en un constituyente valencial de la cláusula las encontramos principalmente en las
predicaciones de movimiento y localización con verbos como venir, arrancar, caer, escapar, marchar,
salir, surgir, descender, partir, huir, manar, etc. Algunos de estos verbos admiten también el esquema
transitivo, pero en este caso el complemento directo no se corresponde nunca con el origen del
movimiento, sino con el objeto afectado por el proceso (Arrancó las malas hierbas), mientras que el
complemento preposicional indica un punto de referencia inicial (Las arrancó de raíz).31
A pesar de que García-Miguel habla de complemento preposicional, es partícipe de la
terminología establecida por Rojo para este tipo de complementos preposicionales, esto es, la de
«complementos adverbiales» porque son conmutables por adverbios.

31 Esta diferencia en cuanto al papel temático del complemento directo frente al del complemento de régimen

preposicional viene determinado por el sentido direccional locativo de la preposición, que no aparece en el
complemento directo.

 José Antonio Candalija Reina 105


Sin embargo, como asegura el autor, hay verbos en los que las diferencias de significado entre
complemento directo y preposicional resultan menos evidentes. Esto ocurre cuando el término de la
preposición no es un lugar o una referencia temporal, sino un ámbito nocional: Esto dista de la verdad, El
hombre desciende del mono, etc. Lo que tenemos en estos casos son relaciones abstractas que
lingüísticamente deben tratarse de la misma manera que las relaciones locales. No ha cambiado la
estructura sintáctico-semántica, sino alguno de los elementos implicados en la relación.
Según García-Miguel, la ausencia de sentidos estrictamente espaciales no impide
necesariamente hablar de locatividad, si entendemos por relación locativa aquella que ordena un par de
elementos en un espacio de localización, ya sea físico, temporal o nocional. En esa ordenación, la
preposición de marca un punto de referencia que se considera como anterior, previo. Para ilustrar este
planteamiento, el autor se sirve de tres clases de verbos: verbos que no indican desplazamiento, verbos
que expresan un proceso mental y verbos que expresan procesos verbales.
En lo que respecta a los verbos que no indican desplazamiento, debe resaltarse que las frases
preposicionales pueden interpretarse como origen nocional o causa del proceso. El autor considera que el
complemento preposicional es una «información adicional» sobre lo que motiva, hace posible o justifica la
atribución de ciertas características o de cierto cambio de estado del sujeto (Los coches subieron de
precio). En cambio, el esquema transitivo, cuando es posible, tiene un sentido totalmente diferente, pues
experimenta un cambio de estado, mientras que el sujeto es el iniciador del proceso (Los vendedores
subieron los precios).
Otros verbos que tampoco indican desplazamiento, como cuidar o usar, presentan igualmente
diferencias significativas según vayan acompañados por un complemento directo o por un complemento
preposicional. Entre Un guarda cuida de la casa y Un guarda cuida la casa, hay una diferencia que, en
opinión del autor, tiene que ver con la perspectiva gramatical y con la afección. El término del
complemento preposicional, aunque es necesario y, por ello, valencial, es secundario en la perspectiva
desde la que se presenta ese estado de cosas, es decir, sólo el sujeto y el objeto directo se
corresponden, a juicio de García-Miguel con los argumentos situados en perspectiva, siendo además los
elementos centrales de la cláusula.
Por tanto, en el esquema transitivo, son comunicativamente importantes tanto la actividad
realizada por el sujeto como su aplicación al objeto. La casa es un participante central en la predicación.
Esta diferencia de perspectiva se correlaciona con una posible diferencia de afección: el guarda cuida de

 José Antonio Candalija Reina 106


la casa, vigilándola a distancia, sin embargo, cuidar la casa, parece implicar cierto contacto o
manipulación del objeto. Por lo tanto, el complemento preposicional denota una entidad marginal
necesaria para la realización de una actividad; mientras que el complemento directo denota una entidad
afectada por la acción del verbo.
Por lo que respecta a los verbos que expresan un proceso mental, García-Miguel los divide en
los que indican afección psico-física y los que indican conocimiento. Los primeros son verbos de emoción
y sentimiento como disfrutar, gozar, padecer, sufrir, etc. Las diferencias que el autor establece entre el
esquema transitivo y el preposicional son las siguientes:

-Determinación: la construcción transitiva no admite complementos directos sin


determinar: *Disfruta paga. Por el contrario, en la construcción preposicional sí es posible la
ausencia de determinante en el término de la preposición: Goza de paga. Se trata de situaciones
estáticas que en caso de dinamizarse aparece la preposición con: Disfrutó con el espectáculo.
-Aspecto: la construcción preposicional puede designar situaciones estáticas o
dinámicas; mientras que la transitiva solamente designa situaciones dinámicas.
-Agentividad: si ambas construcciones designan situaciones dinámicas, tanto en una
construcción como en otra el proceso está sometido al control potencial del actante que aparece
como sujeto, pero el esquema transitivo implica un grado mayor de voluntariedad.
-Afección: el complemento directo parece «relativamente» más afectado que el
complemento preposicional, «sometido a manipulación y modificación potencialmente».

En el esquema preposicional, la relación sujeto-predicado se sitúa en primer plano, mientras que


el complemento preposicional hace referencia a una información adicional sobre lo que motiva el proceso
o sobre el estado en el que se encuentra el sujeto en caso de ser una situación estática (Padece de
asma).
En la construcción transitiva, la relación que se sitúa en primer plano es la que se establece
entre sujeto y complemento directo.
Por otro lado, el autor señala que los ejemplos con complementos preposicionales pueden
sustituirse, sin alteración apreciable del sentido, por el esquema sujeto-predicado-complemento indirecto,

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el cual se caracteriza por expresar una situación estática e involuntaria: Cándida no gustaba de hablar /A
Cándida no le gustaba hablar.
García-Miguel opina que, aunque los verbos padecer y sufrir admiten la construcción
preposicional con de, se trata de una posibilidad marginal y de baja frecuencia.
En cuanto a los verbos de conocimiento, verbos como dudar, recelar, saber, entender, etc., son
verbos que participan tanto del esquema transitivo como del esquema preposicional y que, por ello,
conviene, a juicio del autor, analizar. Como siempre, vamos a encontrar divergencias semánticas entre un
esquema y otro. En la construcción transitiva se hace hincapié en las relaciones entre el proceso y el
complemento directo, contemplado éste como resultado del mismo: Dudo que sea tan rico. Aquí no se
afirma ni se niega la verdad de la proposición, pero la existencia de esa entidad mental producto de mi
duda no es independiente del proceso mental en el que se ve inserta. En cambio, en la construcción
preposicional, se pone de relieve el proceso en sí mismo, motivado por una suposición previa, la cual es
independiente del proceso: No dude de nosotros, mi general; Recela de su secretaria, etc., son casos en
los que la existencia y el estado del referente de la frase preposicional son completamente
independientes del proceso que motivan, por lo que no resultan afectadas por el proceso.
En el caso de saber y entender, también participan de ambos esquemas, pero complemento
directo y complemento preposicional no desempeñan la misma función semántica. Además el
complemento preposicional hace explícito el carácter parcial en que se toma el conocimiento y en el
complemento directo, el conocimiento se toma en su totalidad: No entienden las explicaciones / No
entiende de motos. La presencia de la preposición en este ejemplo implica un cierto sentido partitivo que
motiva la divergencia semántica entre ambos esquemas.
Finalmente, García-Miguel recoge un apartado de procesos verbales, tomando como verbo
prototípico hablar. Como sabemos, en un proceso verbal, los argumentos implicados son el emisor, el
receptor y el enunciado transmitido. El resto es información adicional sobre lo que motiva el proceso o el
ámbito de validez del mismo. Si aparece este verbo con complemento directo, obtenemos un proceso
télico con un límite inherente que se alcanza cuando el tema se agota y se llega a un resultado:
Hablamos algunos puntos. En el caso de hablar acompañado de un complemento preposicional, tenemos
un proceso atélico que puede prolongarse indefinidamente sin dejar de ser el mismo. Hablamos de toros.
A todo esto habría que añadir, según el autor, la implicación parcial o total que viene dada por la
presencia o ausencia de la preposición.

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De todo ello, debemos colegir que, en opinión de García-Miguel, las diferencias semánticas
existentes entre ambos esquemas, el transitivo y el preposicional, vienen dadas fundamentalmente por el
significado de la estructura sintáctica y no por significado léxico de los elementos combinados. En el caso
de la construcción prepositiva, la preposición también contribuiría con su aportación significativa en el
sentido determinado que adquiera dicha estructura sintáctica. Si se producen semejanzas de significado,
debemos atribuirlas al significado léxico del verbo y a la valencia sintáctica que se deriva de ese
significado léxico.
A través de la preposición de, como ejemplo de preposición típicamente ligada a la función de
suplemento, hemos comprobado que la presencia de la preposición puede provocar no sólo un cambio
formal en la estructura sintáctica, sino también semántico, dado que este elemento preposicional también
contribuye al significado de la estructura con su pequeña aportación semántica. García-Miguel discrepa
enormemente respecto de todos aquellos que se han dedicado a subrayar el carácter vacío de la
preposición del suplemento y, junto a Morera y a Cano Aguilar (1999), apuesta por un planteamiento
diferente en el que la preposición sí parece estar dotada de significado, aunque, en muchos casos,
resulte ardua su determinación.
No podemos dejar de comentar el trabajo de Sancho Cremades (1995) a la hora de hablar de la
distinción preposición plena / vacía del suplemento, aunque él se centre especialmente en el uso de las
preposiciones en el ámbito catalán.
Este autor parte de una hipótesis, desde nuestro punto de vista acertada, de que no todas las
preposiciones se encuentran al mismo nivel, es decir, no presentan el mismo grado de motivación
/desmotivación. Precisamente debido a la incapacidad del gramático para motivar un determinado uso
preposicional a partir del significado central de una preposición, surge la consideración de la existencia de
preposiciones vacías o «incoloras», esto es, aquellas cuyo significado es más débil respecto de otras.
Spang-Hanssen (1963) resume los criterios tradicionales que dictaminan qué preposiciones son
incoloras:
-Las preposiciones llenas son aquellas que ofrecen una imagen espacial, frente a las
incoloras que no la ofrecen. Sin embargo, existen preposiciones que no responden a ninguna
imagen espacial y tienen un significado preciso: con, sin.
-Otro criterio es la etimología. Según este criterio, las preposiciones incoloras suelen
derivar de preposiciones latinas; mientras que las preposiciones llenas suelen proceder de otras

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clases de palabras. No obstante, este criterio no siempre es indefectible, dado que, por ejemplo,
la preposición española sin, procede claramente de la preposición latina SĬNE y es catalogada
como preposición llena.
-La frecuencia sería otra prueba más. Cuanto más débil es el significado de una
preposición, con más frecuencia aparece en el discurso.

Desde un punto de vista cognitivo, Sancho Cremades cita el trabajo de Van Oosten (1977), quien
opta por la idea de que existe una gradación en las preposiciones incoloras, a saber, hay preposiciones
más incoloras que otras, sin que se pueda afirmar que hay preposiciones más incoloras que otras, ya que
forman un continuo: en un extremo, se situarían las preposiciones más incoloras, como a, de, en, etc., y
en otro extremo, tendríamos las preposiciones menos incoloras, como por, con, sobre, etc. No obstante,
las preposiciones, según Oosten, tienen todas un significado central, sean más o menos incoloras, que
responde a un significado espacial. Debemos tener en cuenta que el trabajo de Oosten aparece en una
época en la que todavía no se habían establecido las bases propias de la gramática cognitiva ni se
habían tratado cuestiones tan importantes como es el tema de la polisemia de las preposiciones, de sus
grados de motivación o la protipicidad.
El carácter incoloro de las preposiciones viene dado, en opinión de Sancho Cremades, por un
problema de motivación: si no podemos determinar el uso motivado de una preposición concreta a partir
del significado prototípico que se manifiesta en otros usos de la preposición, consideramos que dicha
preposición cuenta con determinados usos vacíos o incoloros. Pero, más que de preposiciones más o
menos vacías, convendría hablar de preposiciones que desarrollan determinados usos cuyo significado
preposicional tiende a cero, dado que no pueden ser motivados a partir de su significado central. Sin
embargo, no es difícil encontrar preposiciones que, siendo tradicionalmente clasificadas como incoloras,
pueden presentar usos perfectamente plenos:

Vaig a Valencia.
Accedeix a la Conselleria
Vinc de Valencia.

Las preposiciones a y de siempre han sido consideradas como preposiciones incoloras y, sin
embargo, en estos ejemplos se puede observar cierto semantismo: un valor de destino y de procedencia

 José Antonio Candalija Reina 110


respectivamente. Sancho Cremades arguye que se puede también apreciar una motivación decreciente y
una tendencia mayor de la preposición hacia un significado vacío. Por ello, es preferible hablar, más que
de preposiciones vacías o llenas, de preposiciones más o menos motivadas. Habrá entonces usos
preposicionales «incoloros», con un significado que «tiende a cero», bastante alejado del significado
central del prototipo y que resulta difícil determinar su grado de motivación. Es esta concepción de las
preposiciones la que nos ayudaría a explicar algunos casos conflictivos de la semántica de las
preposiciones, como es el caso que nos ocupa: las preposiciones del complemento de régimen
preposicional.
Como sabemos, una de las construcciones preposicionales en las que se ha considerado que la
preposición está vacía de significado, es el complemento de régimen preposicional. Como prueba de ello
se ha señalado en repetidas ocasiones que la preposición puede alternar con otras preposiciones. De lo
que se trata entonces es de demostrar si la preposición del complemento de régimen preposicional es
una verdadera preposición o si se trata de un mero recurso encaminado a marcar un sintagma nominal
como no sujeto, tal y como ya ha subrayado, entre otros, Hortensia Martínez (1986).
En opinión de Sancho Cremades, el problema que existe a la hora de considerar a la preposición
del complemento régimen como una preposición verdadera estriba precisamente en que parece no
caracterizar semánticamente al sintagma nominal al que acompaña y, por tanto, sería, a juicio de muchos,
una preposición incolora. Este hecho, junto con la fijación más o menos constante que presenta y la
equivalencia semántica que a veces mantiene con determinadas construcciones transitivas, parece
apuntar a que la preposición constituye una mera expansión del verbo, semejante a los llamados «phrasal
verbs» de la lengua inglesa. Sin embargo, Sancho Cremades, aunque se refiere principalmente a las
preposiciones catalanas, asegura que los argumentos establecidos para considerar la preposición del
complemento régimen como una preposición incolora tienen una validez muy limitada.
En primer lugar, afirma que la fijación del orden que sufre este complemento preposicional no es
un parámetro absoluto ni definitivo, ni tampoco se da siempre. No tenemos más que pensar en los casos
en los que el complemento preposicional, tal y como ocurre con otros complementos, como el
circunstancial, puede sufrir alguna alteración de ubicación en la oración y aparecer en posición preverbal
(De ti siempre dudaré).

 José Antonio Candalija Reina 111


En segundo lugar, estas preposiciones tienen un significado que con frecuencia se puede
interpretar. En un caso como Tu ignorancia procede de tu falta de estudio, a pesar del carácter nocional
del complemento, se puede vislumbrar un cierto contenido de origen en la preposición de.
En tercer lugar, hay que destacar que las alternancias que parecen darse entre construcciones
directas y construcciones preposicionales tienen validez, según el autor, en el ámbito de la gramática
cognitiva, dado que la realidad extralingüística puede conceptualizarse de diversas maneras y, por ello,
aunque la realidad sea la misma, los medios lingüísticos utilizados para materializarla no siempre
responden a un mismo esquema sintáctico.
En cuarto y último lugar, la obligatoriedad del sintagma preposicional no es una propiedad
exclusiva de este complemento y depende enormemente de la valencia semántica del verbo en cuestión,
el cual requiere un complemento que cubra sus necesidades semánticas.
Cifuentes en su trabajo Usos prepositivos en español (1996) sigue a Trujillo al sostener que las
preposiciones no carecen de significado, a pesar de que éstas hayan podido perderlo en determinados
usos, adquiriendo un carácter más nocional o abstracto. Trujillo establece como prueba de que la
preposición cuenta con un contenido semántico su incapacidad para conmutar libremente en un contexto
dado, puesto que el cambio de dos preposiciones en un mismo contexto conlleva una alteración del
significado de la oración. Aunque el valor de una preposición sea difícil de determinar porque resulte un
tanto impreciso, no encontraremos dos preposiciones que coincidan totalmente.
Cifuentes no es partidario de la distinción entre palabras llenas y vacías, sino que las unidades
lingüísticas podrían diferenciarse por su mayor o menor carga significativa o, en palabras de Sancho
Cremades, por su mayor o menor motivación. Por ello, Cifuentes Honrubia no se suma a la hipótesis del
carácter incoloro de las preposiciones, rechazando los tres criterios que demuestran si una preposición es
incolora o no recogidos en su obra: su empleo es gramatical, tiene múltiples usos y cuenta con un nivel
de abstracción excesivo.
El primero carece de fundamente si se piensa en el carácter simbólico de la gramática y los dos
siguientes pierden su validez cuando se deja atrás la concepción clásica de la categorización lingüística y
se opta por una diversidad dentro de los miembros pertenecientes a una misma categoría.
Por otro lado, Cifuentes considera que la preposición, al ser un elemento de relación, su
significación es fundamentalmente «informativa», pues requiere el contexto para poder concretarla en
cada caso, tomando su significación en el discurso mediante una función. De hecho, J. D. Luque Durán

 José Antonio Candalija Reina 112


señala que la preposición sólo significa en el contexto, aunque éste impone siempre ciertos límites a la
libertad conmutativa por el valor semántico de los términos relacionados. No obstante, el hecho de que
una preposición concrete su significación en el contexto, no puede nunca conducir a pensar que su
significado es impreciso o imposible de definir. Siempre debe tenerse en cuenta la semántica de los
elementos relacionados para determinar el papel semántico que desarrolla la preposición en ese
contexto.
Finalmente, queremos destacar el trabajo de Elisa Barrajón (2002), quien analiza también el
papel semántico de la preposición centrándose en estructuras espaciales y nocionales del verbo de
movimiento meter rastreando sus usos en el Corpus de la variedad juvenil universitaria del español
hablado de Alicante. Éste análisis le permite comprobar si el significado de la preposición es un criterio
acertado para establecer diferencias entre el aditamento o complemento circunstancial y el suplemento o
complemento de régimen preposicional. Concluye mostrando que la sustitución de la preposición por
otros elementos preposicionales depende del contenido físico o abstracto del complemento preposicional.
Esta autora parece dar la razón a la hipótesis localista que suscribimos al afirmar que «encontramos
relaciones locativas abstractas que deben tratarse lingüísticamente igual que las relaciones locales»
(2002: 23-24) en el proceso de análisis del significado preposicional de ambos tipos de complementos.

 José Antonio Candalija Reina 113


CAPÍTULO 4. ANÁLISIS DEL CORPUS VERBAL CON COMPLEMENTOS
DE RÉGIMEN PREPOSICIONAL

4.1. INTRODUCCIÓN Y METODOLOGÍA

La investigación que aquí presentamos parte de la idea de recopilar un corpus de verbos que
rigen complemento de régimen preposicional o suplemento lo suficientemente representativo como para
que las conclusiones sean válidas. Por eso optamos por seleccionar un total de cien verbos, teniendo en
cuenta los siguientes criterios:

a) Nómina recopilada de las ofrecidas por Slager (1997), Hortensia Martínez García (1986), Rafael
Cano (1981) y José María García-Miguel (1995).
b) Frecuencia de uso o aparición en textos medievales y actuales. De ahí que hayamos usado
herramientas informáticas que nos proporcionan la información necesaria acerca del contexto de
aparición, el autor, año y características de la obra en la que aparecen las ocurrencias. En este
sentido la investigación ha sido posible gracias a las ediciones electrónicas en formato CD-ROM
del Archivo Digital de Manuscritos y Textos Españoles (Admyte 0, 1 y 2), así como las del
CORDE en formato html desde sus inicios (1999) como base de datos o corpus histórico del
español hasta la actualidad (2006). Además hemos creado un complemento para Microsoft Word
97-2003 denominado BuscaContext con el objeto de filtrar y ordenar toda la información que
recibíamos de ADMYTE y CORDE. Ambas bases de datos han sido complementarias por lo que
hay indicaciones en el análisis de los verbos que hacen constar si aparecen o no ocurrencias
(NO ADMYTE, NO CORDE). Sin el concurso de estas herramientas la investigación no hubiera
sido posible, pues no se podría haber recopilado un corpus adecuado para extraer conclusiones
acerca del significado primario u original de la preposición en los contextos medievales donde se
dan generalmente los primeros usos y a lo largo de toda la Historia de la lengua. Estos usos
originales nos han permitido rastrear el proceso de gramaticalización metafórica y de
incorporación conceptual que proponemos para explicar el significado de la preposición del
complemento de régimen preposicional.

 José Antonio Candalija Reina 114


información muy valiosa sobre cuestiones gramaticales de todo tipo: fónicas, sintácticas,
semánticas, pragmáticas, …, que aparecen recogidas en los grandes diccionarios que hemos
usado y que ofrecemos como muestra de la investigación: María Moliner, Corominas, Cuervo,
Spes, Segura Munguía y Ernout y Meillet. Dicha información ha servido para inferir, a la luz de
los datos arrojados por el corpus, las conclusiones que se proponen en el análisis que va al final
de cada verbo. Asimismo, el análisis intenta aplicar la hipótesis localista para explicar el
significado actual de la preposición, que ya no se encuentra vacía de sentido, sino que ha sufrido
una desemantización al gramaticalizarse mediante metáfora el significado locativo inicial
encontrado en el corpus y los diccionarios utilizados. De igual manera, estos sentidos
etimológicos, así como la evolución gramatical que ha sufrido el verbo a lo largo de la Historia de
la lengua, nos ha permitido extraer algunas ideas sobre la posible influencia del fenómeno de
amalgama o incorporación conceptual que se ha producido en determinados verbos cuyo origen
está en el sustantivo o adjetivo del que derivan, precisamente al especificar algún sentido
locativo o direccional en el desarrollo de ese proceso.
d) El contenido semántico preposicional y/o del complemento de régimen en el que aparecen las
preposiciones, según los principales autores que los recogen en sus obras. Este contenido es
fundamentalmente de carácter locativo y se sigue manteniendo, como veremos, en la mayoría
de los usos regidos de los verbos estudiados, incluso en su sentidos más abstractos.
e) Sólo se tienen en cuenta preposiciones regidas que seleccionan un SN dentro del ámbito de la
oración simple. No hemos estudiado oraciones compuestas ni verbos que precisan de un
incremento pronominal cuando rigen determinadas preposiciones (acordar algo/acordarse de
algo).

Partimos de la propuesta de González Calvo (1994: 188) que adapta la de Alarcos Llorach,
1994) en torno al suplemento y consideramos, según los presupuestos de la gramática cognitiva y de
otros autores, que estamos hablando de una única función sintáctica, la de suplemento (o complemento
de régimen preposicional) que constituiría una invariante con variantes semánticas contextuales (Trujillo,
1988): suplemento inherente (o directo), suplemento indirecto y aditamento. Además coincidimos
plenamente con Morera (1994: 228) cuando advierte que el complemento de régimen preposicional no es
una función sintáctica específica, sino un problema de solidaridad léxica, es decir, una cuestión

 José Antonio Candalija Reina 115


lexicográfica que se ha intentado unificar bajo el marchamo de la obligatoriedad, la valencialidad o la
argumentalidad, la cual ha sido explicada la mayoría de las veces mediante el recurso de la fijación
histórica. Sin embargo, no coincidimos totalmente con el concepto de función sintáctica nominal
complemento indirecto o exocéntrico, porque existen criterios sintácticos y semánticos suficientes para
adscribir todas esas variantes semánticas a una única función sintáctica, como hemos visto. Si bien
Morera (1994: 228) acertadamente resuelve este dilema con la consideración de que estamos ante un
problema lexicográfico más que sintáctico, creemos que sí puede hacerse algo más que lo que Cuervo
realizó magistralmente en su Diccionario de construcción y régimen de la lengua española y es intentar
explicar estas fijaciones históricas con ayuda de la sintaxis, la semántica y la pragmática, apoyándonos
en los usos contextuales de estos complementos de régimen preposicional desde sus inicios en la lengua
española hasta nuestros días a través del siguiente corpus:

 José Antonio Candalija Reina 116


4.2 ANÁLISIS DEL CORPUS DE LOS VERBOS QUE RIGEN COMPLEMENTO DE RÉGIMEN
PREPOSICIONAL

1. Absolver de

MM: (Del lat. «absólvere», desatar, de «sólvere»; v. «SOLVER». Conjug. como


«mover»; «de».)
Õ «*Perdonar». Declarar a Íalguien descargado o libre de una culpa u
obligación. Particularmente, declarar el *confesor a un Ípenitente perdonado
de sus pecados, después de la confesión. Declarar no culpable a un
Íprocesado.
(V.: «Descargar, desligar, exculpar. ÔDescargo. ÔSacramental».)
Ö *Resolver una Íduda o contestar a una Ípregunta.
× (ant.). «Despachar». Resolver o ejecutar del todo una Ícosa.

COROM: Tomado del lat. Absolvere, deriv. De solvere, ‘desatar, soltar’. 1ª doc.:
Berceo+
Nota 1 (Corominas, p.23): Durante mucho tiempo se dijo también, con vocablo
popular, desatar los pecados (todavía en el Rim. de Palacio, etc.)
SPES: absolvere, tr.: ‘absolver’ (de prevaricatione, de acusación de
prevaricación).
SEGURA MUNGUÍA: absolvo: con de y abl.; con gen.: de Catilinae coniuratione
paucis absolvam, contaré en pocas palabras la conjuración de Catilina.

 José Antonio Candalija Reina 117


CUERVO :

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ERNOUT-MEILLET :

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ADMYTE II :

Alfonso X, Siete partidas I. [fol. 10v]

a los que
son cuetados de grandes enfermedades.
ni los saben assoluer de sus pecados.

Luis de Góngora y Argote, {C 322}

Los nobles poluos inclusos,


Que absoluieron de ser huesos
Cinnamomo i calambuco.

Gran conquista de Ultramar (BN, ms. 1187). [fol. 316v]

fasta q<ue> non se asoluiesse de


la sentencia en q<ue> era. & el no<n>
lo quiso dexar.}

Preposición de

La presencia de la preposición rigiendo el caso latino es una muestra de que las estructuras
cognitivas — salvando las distancias y la estructura conceptual propia de cada lengua— son similares en
el origen y en la actualidad y que la gramaticalización no es sólo una cuestión diacrónica, de evolución
natural de las estructuras sintáctico-semánticas, sino que parece existir una conceptualización previa de
las relaciones regente-regido que va desde una fase concreto-objetual hacia un estadio abstracto-
conceptual que se da sincrónicamente en cualquier época. La fluctuación en la presencia/ausencia de la
preposición regente, así como en las fases objeto-concreto/concepto-abstracto revela que estamos ante
ocurrencias distintas de un mismo esquema transitivo en el que el agente desarrolla una acción sobre el
tema/paciente. Sin embargo, podemos apreciar que la variante preposicional introduce el valor semántico
añadido de la preposición que nos llevaría a postular con García-Miguel (1995) un esquema sintáctico
distinto para diversos esquemas semánticos, sobre todo en los que la presencia de la preposición induce
un esquema cognitivo distinto en el que se produce una traslación, mediante procesos metafóricos, desde
dominios cognitivos concreto-locativos hacia dominios abstracto-conceptuales o nocionales.

 José Antonio Candalija Reina 122


Así en solvo, cuyo sentido es ‘separar, quitar’ se requiere un punto de partida u origen que es
expresado por la preposición de, la cual traslada desde un dominio locativo concreto (quitar el ancla, por
ejemplo, según Ernout-Meillet) este sentido direccional hacia un dominio cognitivo temático abstracto en
el que el objeto conceptual es sometido a un proceso de separación metafórica desde un lugar de origen
en absolver. En absolvió a la mujer de sus pecados ( equivale a liberó a la mujer de sus pecados, cf.:
desatar los pecados, Corominas, nota 1: 23) la preposición aporta un sentido locativo-direccional en el
que la mujer son conceptualizados como el objeto o la figura (tema) sometido a la liberación o la
separación respecto de la base (los pecados) (Cifuentes, 1996, 1999). Sin embargo, en desatar
(absolver) los pecados, el esquema cognitivo es distinto, como revela la ausencia de preposición, pues no
se produce ningún proceso de movimiento o dirección, (Cf: le absolvió sus pecados ≈ le perdonó sus
pecados), porque no interesa resaltar el origen desde el que se produce la separación o liberación ya que
el objeto-tema (los pecados) no es conceptualizado como objeto sobre el que se aplique el movimiento
sino como objeto concreto estático sobre el que se realiza la acción que no produce separación respecto
de la base. En este sentido parece existir mayor distanciamiento, y por tanto mayor liberación de una
culpa cuando se introduce la preposición (Fig. 2), mientras que su ausencia muestra que los pecados son
más reacios a abandonar a la persona (Fig.1). De ahí la gramaticalización, pues este distanciamiento
supone una pérdida o cambio del sentido original locativo-denotativo hacia un sentido más abstracto y
pragmático, sobre todo por su carácter eminentemente subjetivo o connotativo. Por ello, es posible
encontrar distintas variantes en cada época histórica, incluso etimológicamente, ya que éstas responden
a diferentes esquemas cognitivos aplicados a distintos usos contextuales. Además, debemos tener en
cuenta que no existen significados léxicos y significados gramaticales, sino que hablamos de gradación
dentro de un contínuo (Rodríguez Adrados, 1976: 17 y 21)1 y que las relaciones sintácticas son parte de
las relaciones léxicas porque éstas últimas son determinantes (1976: 17-21). Por otro lado, según
Cifuentes (1994: 22), la gramática cognitiva no distingue el sentido propio del figurado porque no es la
palabra, sino su contexto el que cambia.

1 Otros autores que ratifican la indistinción entre significado léxico/gramatical son Bosque (1977: 161), Martinet
(1970: 170), Adams (1973:12) o Cifuentes (1989: 151 y ss.)

 José Antonio Candalija Reina 123


Fig. 1 (esquema cognitivo de perdón)

Mujer (figura) Mujer (figura)

Pecados (base) Pecados (base)


absolver

Fig. 2 (esquema cognitivo de liberación)

Mujer (figura) Mujer (figura)

Pecados (base)
absolver de

 José Antonio Candalija Reina 124


Si aplicamos la teoría localista del caso a la relación semántica del esquema conceptual
subyacente a esta construcción, podríamos fácilmente identificar el ergativo (sacerdote) como un
ORIGEN desde el que se produce un movimiento direccional (indicado por las preposiciones AB + de) del
absolutivo (pecados) hacia un lugar de destino metafórico que se convierte en adlativo (no olvidemos la
presencia de la preposición a y la concomitancia adlativo-locativo en los esquemas biactanciales CD/CI)
al recibir la acción de ‘liberar, soltar’ el objeto (los pecados) que se encuentra allí ubicado. El esquema
casual, según Anderson (1977:116) sería el siguiente:

Mujer con Mujer sin


PECADOS AB-SOLVER PECADOS
ablativo DE A LA MUJER/LE*
origen adlativo
destino
EL SACERDOTE
ergativo

La idea de representar mediante un vector la relación direccional entre el ablativo y el adlativo la


tomamos de Chilton (2005), quien a su vez se refiere a la de O´Keefe (1996), quien analiza el significado
de las preposiciones inglesas usando sistemáticamente la geometría vectorial, una línea de investigación
que ha sido seguida por Zwarts y Winter (2000) y en una reciente colección de artículos recogidos por van
der Zee y Slack (2003) que intentan proporcionar un fundamento para una semántica de las expresiones
espaciales basada en las matemáticas. Sin embargo, tal como propone Chilton, la principal conexión con
este tipo de investigación es el reconocimiento de que la cognición espacial es fundamental para el
estudio de determinados aspectos de la lengua que están estrechamente relacionados con la
espacialización, según propone la teoría localista de Anderson (1971, 1977).
En este caso, observamos cómo el vector representa la direccionalidad del movimiento que
supone la liberación de los pecados, tomados como origen o partida (de ahí las preposiciones AB/de)
frente a la mujer, que supone una conceptualización metafórica de un lugar de destino (preposición a) de
la acción de liberar.

 José Antonio Candalija Reina 125


*le es sólo DESTINO en presencia de un ergativo (erg), puesto que se considera como destino
de una acción, lo mismo que un locativo (loc) es el destino en un espacio. Esta correlación entre
transitividad y movimiento es expresada por Laurie (1859:11) a través de la idea de extensión o
continuidad que se realiza mediante el movimiento desde un elemento hacia el otro para unirlo:

«If we contemplate for a moment two things as distinct and standing absolutely, as vir
and canis, and then perceive one extend its individuality over the other, e. g. vir canem
verberat, we shall find that the idea of extension or continuity is realised, motion having
been efected from one to the other, so as to unite the two. The same is true where the
predicate does not indicate activity, but sensation, e.g. Ægrotus sonum audit or dolorem
sentit. In the one instance the object is embraced by the activit, in the other it is
absorbed into the consciousness, of the subject…»

Por eso dice Anderson (1977: 116) que el uso de lo espacial para describir los casos LOCATIVO
y ABLATIVO no nos lleva sólo a descubrir que las relaciones semánticas concretas o físicas; sino que, al
contrario, que esas relaciones aparentemente manifiestan varios grados de abstracción, según el carácter
del predicado del que dependen y sus argumentos. De hecho, la abstracción o la concreción es
irrelevante para las relaciones semánticas de la oración.

2. Abogar a favor de/por

MM: («por, a favor, en favor de»). «Defender». Hablar en favor de algo o de


alguien: ‘No necesita que nadie abogue por él. El orador abogó por un reparto
más equitativo de las cargas’. Se emplea el mismo verbo para realizar la acción
que expresa: ‘Yo abogo por...’ (*derecho). *Defender en un juicio a una de las
partes.

COROM: Bajo abogado, del lat. ADVOCATUS, íd., participio de advocare,


‘convocar’, ‘llamar en calidad de abogado’, deriv. De vocare, ‘llamar’, 1ª doc.:
Berceo.

 José Antonio Candalija Reina 126


DERIV. Abogar, ‘defender en juicio’, ‘interceder por’ [Partidas: Cuervo, Dicc. I,
47-48], sacado secundariamente de abogado.

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CUERVO:

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ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 129


 José Antonio Candalija Reina 130
Preposición por

Este verbo de adjetival contiene una raíz lexemática cuyo sentido etimológico nos lleva a
postular la direccionalidad propia de la acción de llamar o invocar a un paciente mediante el significado
del prefijo ad, al que habría que añadir la intencionalidad del interés que aporta el sentido de defensa. De
esta forma nos encontramos con un esquema cognitivo en el que la direccionalidad del movimiento de la
voz (llamar, invocar) se transada físicamente del AGENTE al PACIENTE, en el que concurre la idea de
defensa y beneficio propio, por lo que sería necesario añadir el significado preposicional etimológico de
provecho que ofrece la preposición latina pro. Observamos, pues, que el régimen semántico verbal
requiere para conseguir el esquema cognitivo de la defensa de los intereses del paciente la preposición
por, pues se entiende que la dirección física de la voz tiene un punto de partida en el agente y un punto
de llegada en la recepción por parte del paciente de igual modo que la dirección conceptual o nocional de
la acción de la defensa de sus intereses. Así ,el significado original concreto local y direccional de llamar
se traslada metafóricamente al nivel abstracto de defender y beneficiar.

3. Abusar de

MM: Õ Hacer uso excesivo de una cosa en perjuicio propio o ajeno: ‘Abusa de
la bebida. Estás abusando de tus fuerzas. Abusa de su superioridad’.
Aprovecharse con exceso del trabajo, la atención o la benevolencia de alguien:
‘Todos abusan de él’. El complemento puede ser alguna facultad o cosa de que
dispone la persona de quien se abusa: ‘Estoy abusando de su tiempo [de su
atención], No abuses de mi paciencia’. Puede haber también un complemento
con «en» que exprese la cuestión que es materia del abuso: ‘Abusa del
personal en el horario de trabajo’. En este caso, pueden quedar indeterminadas
la persona o personas de quien se abusa: ‘Trabaja bien, pero abusa en los
precios’.
(V.: «*Aprovecharse, calmar, clavar, estezar, *exagerar, *excederse, explotar,
extralimitarse, hundir, *propasarse. ÔAlcaldada, *arbitrariedad, atentado,
atrocidad, atropello, cabildada, demasía, desafuero, desmán, desvergüenza,

 José Antonio Candalija Reina 131


escándalo, exceso, extralimitación, *ilegalidad, injusticia, polacada, principada,
sinrazón, tropelía, violencia. ÔDel árbol caído todos hacen [todo el mundo
hace] leña, ¡bueno está lo bueno!, ser mucho cuento, ser mucha historia,
Ô*Aprovechado, *déspota, explotador, ÔPoner coto. Ô*Arbitrario. *Injusto.
*Malo. *Pesado»,)
Ö («de»). «*Violar». Someter un hombre por la fuerza a una mujer a su apetito
sexual.
(V.: «*Seducir. *Sexo».)

COROM: Bajo uso, del lat. ŪSUS, -ŪS, íd., derivado de ŪTĪ, ‘usar’, 1ª doc.:
Berceo. De empleo general en todas las épocas y conservado en todos los
romances de Occidente. Hay desde antiguo varias acepciones secundarias,
entre las cuales ‘trato, familiaridad, comunicación (J. Ruiz, 793) es frecuente en
la Edad Media, Cej. IV, § 108.
DERIV. abusar, [princ. S. XV, Villena; 1505, PAlc.; ejemplos desde el S. XVII en
Cuervo, Dicc. I, 81]

 José Antonio Candalija Reina 132


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 133


prep. de, `origen’, (Cano, 1999: 1826; ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte: 1991)

ERNOUT-MEILLE

 José Antonio Candalija Reina 134


ADMYTE II

Salustio, Conjuración de Catilina (1493). [fol. 5r]

pues podien-
do las posseer honestamente: que-
rian de aquellas viciosamente ab
usar.

CORDE2:

Párrafo nº 9.
Página 95
las cosas falsas no ay sciencia, y ninguno tiene la sciencia de Dios, sino el que cree las sagradas
scripturas, y ninguno las cree, y ninguno las entiende sino aquel que está inspirado y tocado del spíritu
santo. Sin la sagrada scriptura reyna el spíritu diabólico; éste nos haze que con afrentas, con riñas,
persigamos las flaquezas de nuestros próximos, las quales devríamos curar con mansa y charitativa
amonestación. Deste grado venimos a otro peor linage de mentiras, quando con falsos testimonios
ponemos a nuestros próximos en peligro de la vida y de la honra. Falsos testimonios. Del falso testimonio
viene el matar, hurtar, y adulterar. ¿Quántos se han muerto por falsa acusación? Acusaciones falsas.
¿Quántos han sido desposeýdos [fol. 36v] de sus bienes por falsas relaciones Pues como de la mentira
nasca
Página 96
el hurto, del hurto nasce luego el homicidio. Gravíssima culpa es abus ar de la muger de otro. Pero
mucho más grave cosa es adulterar la fama de tu próximo. El que mata algún hombre con hierro
solamente le quita la vida que, assí como assí, avía de perder. El que causa falsamente que la hazienda
de otro sea confiscada por el rey, con un mesmo hurto degüella a muchos: a la muger, a los hijos, y a la
familia; pues causa que vengan en hambre y desesperación. Pero más grave que todo esto es robar la
fama agena. Poco es matar a uno que es buen hombre, pero grave cosa es el renombre de herege o de
traydor, porque le matan. Muchas vezes hemos visto que degüellan a los hombres en las cárceles y con
grandes engaños hazen creer al pueblo quellos mesmos se mataron, y esta infamia passa en la muger y
hijos. ¡O malaventurado diluvio que nasce de la mentira, que mezcla sangre con sangre, impiedad con
impiedad! Contra hereges y falsas doctrinas de Lutheranos. Entre

2 2Los ejemplos aducidos se presentan cronológicamente siguiendo el criterio de mayor antigüedad, con el objeto
de rastrear las primeras apariciones de la rección preposicional con el sentido postulado por la lexicografía que sirve
de ejemplo para corroborar la etimología y la gramaticalización abstractiva que supone el proceso general que
consiste en el desplazamiento metafórico (por semejanza) desde el significado original concreto-locativo hacia el
abstracto-conceptual más moderno o contemporáneo, que, en todo caso, ilustra diacrónicamente el proceso
pancrónico que supone la cognición del esquema transitivo-preposicional.

 José Antonio Candalija Reina 135


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AÑO: 1533
AUTOR: Pérez de Chinchón, Bernardo
TÍTULO: La lengua de Erasmo nuevamente romançada por muy elegante estilo
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Educación y pedagogía
PUBLICACIÓN: Dorothy S. Severin, Real Academia Española (Madrid), 1975

Párrafo nº 19.
Página 103
corazón para obtener justicia lo que confesamos con la boca para alcanzar la salvación. Por ello, cada
uno ha de ser instruido de manera que entienda: el español, en español; el indio, en su lengua. De lo
contrario por mas que se bendiga su espíritu no obtendrá ningún provecho, como afirma la sentencia del
apostol. Por tanto no se obligue a ningún indio a aprender las oraciones o el catecismo en latín, porque
basta y es mucho mejor que los diga en su idioma; y, si alguno quisiere, podrá agregar también el
español, que ya dominan muchos de ellos. Exigir de los indios alguna otra lengua que no sea ésta es
superfluo.
Capítulo 43. De las escuelas de niños y niñas

Comprendan los párrocos que las escuelas de niños indios, en las que se enseñe a leer, escribir y otras
cosas, especialmente a comprender y hablar nuestro idioma español, les han sido muy encomendadas.
Pero cuídense de no abus ar de su servicio y su trabajo con ocasión de la escuela, ni de mandarlos a
hacer de pastores o a cortar leña. Sepan que con ello cargan sus conciencias y que han de tener que
restituir. Impartan también la doctrina cristiana a los muchachos y las niñas, y no los empleen en sus
asuntos particulares, sino envíenlos inmediatamente
Página 104
a sus padres y enséñenles a prestarles obediencia y fuerza, para hacer menos pesadas las labores.

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AÑO: 1591
AUTOR: Anónimo
III Concilio provincial de Lima. Disposiciones pedagógicas y lingüísticas [Documentos
TÍTULO:
sobre política ...
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Ordenamientos y códigos legales
PUBLICACIÓN: Francisco de Solano, CSIC (Madrid), 1991

 José Antonio Candalija Reina 136


Preposición de

El sentido original más antiguo etimológicamente hablando nos remite al significado de


«consumir y usar por completo un objeto» (Ernout-Meillet), que deriva en el sentido actual que nos ofrece
María Moliner de «uso excesivo» , el cual parece haber tomado la extensión metafórica de aumento de
cantidad en el desarrollo de la acción; de manera que ese incremento, que excede incluso la totalidad del
objeto y lo agota o lo merma en su integridad, estaría señalado sintácticamente por la presencia de la
preposición de origen que indica, no sólo el movimiento metafórico desde la figura hacia la base, sino
también un distanciamiento que se nos antoja (haciendo alusión a la hipótesis de la afectividad o
subjetividad pragmáticas) más marcado si cabe con el empleo de este significado preposicional.
Asimismo, implica e integra un esquema de transitividad preposicional en el que, en lugar de producirse
un trasvase de la acción desde el agente hasta el paciente, nos encontramos con una mayor relevancia
de la intervención del agente en una acción de connotación negativa para el paciente, con lo que
mostramos mediante el distanciamiento preposicional también el distanciamiento emocional entre los
polos casuales de la acción, en una suerte de iconicidad pragmática todavía no suficientemente
explorada.
Un distanciamiento atestiguado por la aparición de la preposición en las primeras épocas de la
historia de nuestra lengua, tal como muestran los ejemplos aducidos, que no hacen otra cosa sino
corroborar el sentido de distanciamiento emocional que supone la acción realizada por un agente
consciente de su vileza moral.
El esquema de incorporación conceptual hacer abuso (Cifuentes, 1999:125) precisa de la
preposición de, del mismo modo que la estructura nominal abuso de tu confianza, de manera que
obramos por analogía en el uso direccional de dicha preposición al construir el verbo abusar a partir de
este esquema de incorporación denominativo en el que el sustantivo es el encargado de proporcionar el
sentido principal de la gramaticalización, el cual condiciona a su vez el sentido preposicional de tipo
direccional que hereda de la incorporación nominal en la que el factitivo hacer se corresponde con el
ergativo (agente) del esquema verbal de abusar y el objeto interno del verbo (abuso) con el absolutivo;
mientras que el ablativo está indicado por el lugar de origen del complemento de régimen preposicional
(lugar metafórico, algo/alguien). Por tanto, la preposición marca el origen del «uso excesivo».

 José Antonio Candalija Reina 137


4. Acabar con/en

MM: Õ (tr. o con «de» y un verbo en infinitivo). «*Terminar». Dejar Íalgo


completamente hecho: ‘Ya he acabado el cuadro. Ya he acabado por hoy de
escribir a máquina’. Se omite con mucha frecuencia el complemento,
sobreentendiéndose que es la cosa que se está haciendo: ‘Cuando acabes,
avísame’. Particularmente cuando es el verbo «hablar»: ‘Una salva de aplausos
le impidió acabar [la frase]’. Hacer en un trabajo las operaciones finales, que
lo dejan perfecto.
(V. «acabado».)
«Terminar». Consumir totalmente una Ícosa: ‘El niño no ha acabado la leche’.
(V. «*agotar».)
Ö (intr.). «Acabarse» una cosa. (intr.). Con un complemento, tener una cosa el
final en la forma que expresa éste: ‘El hierro del hacha acaba recto por un lado
y en punta por otro’. (intr.). *Morirse.
× «*Resultar» algo al final de la manera que se expresa: ‘El asunto acabó como
había empezado’.
Ø «Terminar» («con»). *Destruir o hacer desaparecer la cosa de que se trata:
‘Si tratas así la pluma acabarás con ella en poco tiempo. Vas a acabar con mi
paciencia’. («con»). *Matar a alguien, por ejemplo a fuerza de disgustos.
Ù Con «por» y un verbo en infinitivo, «*terminar»: hacer, después o a
consecuencia de cierta cosa, lo que ese verbo expresa: ‘Ha acabado por
cogerle rabia. Acabará por ceder’. (El D. R. A. E. no menciona este uso;
tampoco lo menciona la G. R. A. entre los usos de «por», y no faltan autores
que lo consideran galicismo; pero es de uso tan frecuente, por lo menos, como
la construcción equivalente con gerundio: ‘acabará cogiéndole rabia, acabará
cediendo’.)
Ú («de»). Se usa muy frecuentemente en frases negativas con un verbo en
infinitivo como expresión eufemística, en substitución de una negación rotunda:
‘No acaba de gustarme [de llenarme] esa proposición’.

 José Antonio Candalija Reina 138


Û Con «de» y un verbo en infinitivo, haber ocurrido lo que este verbo expresa
*inmediatamente *antes del momento en que se está hablando: ‘Acabo de
recibir un telegrama suyo’.
ACABAR BIEN [EN BIEN] o MAL [EN MAL] una cosa. Tener final *favorable o
*desgraciado.
¡ACABÁRAMOS...! Exclamación con que se expresa que, por fin, se
*comprende una cosa que antes no se comprendía.
V. «el CUENTO de nunca acabar».
¡HEMOS ACABADO! o ¡SE ACABÓ! «¡Hemos terminado!». Expresiones con
que alguien pone fin bruscamente a una discusión o a una argumentación de
otro.
V. «acabar de mala MANERA».
PARA ACABAR DE ARREGLARLO o PARA ACABARLO DE ARREGLAR.
«Para *COLMO».
V. «muerto el PERRO se acabó la rabia».

COROM: Bajo cabo, del lat. CAPUT, ‘cabeza’, 1ª doc.: 931, Oelschl. Las varias
acepciones castellanas proceden todas fácilmente de la latina: ‘extremo de una
cosa’, ‘lengua de tierra que penetra en el mar’, ‘caudillo, jefe’; la marítima
‘cuerda’ es una aplicación especial de la primera de estas acepciones.: todavía
hoy lo más frecuente es emplearla en frases como echar o largar un cabo,
donde lo que se arroja no es toda la cuerda, sino el extremo de ella. La locución
antigua de cabo ‘otra vez, de nuevo’ [1251, Calila, ed. Rivad., p. 22; doc. de
Sigüenza 1258, M. P., D. L. 257.17; Hist. Troyana, 91.1; Fueros de Aragón, ed.
Tilander, p. 341], se explica por los trabajos que deben hacerse empezando por
la extremidad de un objeto: en ellos ‘empezar de nuevo’ es empezar de cabo o
por el cabo (comp. Nebr. «de cabo o de comienço: denuo, abintegro»), comp.

 José Antonio Candalija Reina 139


fr. de-re-chef, it. da capo; de aquí la locución como de cabo ‘como si volviera a
empezar’ (Calila, ed. Rivad, 24a; Conde Luc., ed. Hz. Ureña, 199), sincopada
en comdecabo (Cronicón Villarense, princ. S. XIII: BRAE VI, 199) y condecabo.
DERIV. acabar [Cid], propiamente hacer algo hasta el cabo, vocablo común a
todos los romances hispánicos y gálicos (port., cat., oc. acabar, fr. achever),
que debe ser muy antiguo (repertorio de ejs. Y construcciones en Cuervo, Dicc.
I, 85-93)

 José Antonio Candalija Reina 140


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 141


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ERNOUT-MEILLET:

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 José Antonio Candalija Rein 150
ADMYTE II:

Alfonso X, Estoria de España I.[fol. 14v]

ouieron sabiduria por allegar grand


auer pora acabar con ello lo q<ue> querie<n>.

Alfonso X, Estoria de España II [fol. 354v]

Mas grant co-


sa serie delo poder acabar con ese Rey
don fernando

J. Fernández de Heredia, Grant Crónica de Espanya III [fol. 39r]

no<n> lo podi-
an acabar con los del pue-
blo

J. Fernández de Heredia, Grant Crónica de Espanya III [fol. 39v]

iohan uido que no<n>


podia acabar con ellos nin-
guna cosa

Rodríguez de Almela, Valerio de las historias escolásticas. [fol. 101v]

esto seria graue cosa d<e> acabar conlos


fidalgos.

Abreviación del Halconero. [fol. 188r]

entend<e>r que con el podrian ansi acabar con


su m<erce>d aquellas cosas

Abreviación del Halconero [fol. 220v]

pensando
de acabar con el Rey de Nau<arr>a`

 José Antonio Candalija Rein 151


Gran conquista de Ultramar (BN,ms. 1187). fol. 60v]

mas se pagasse. mas nunca


lo pudieron acabar con ella.

Gran conquista de Ultramar (BN,ms. 1187).[fol. 126v]

el bien cuedaua ta<n>-


to acabar con ellos

Breidenbach-M. de Ampiés, Peregrinatio in Terram Sanctam; Viaje de la tierra sancta. [fol. 170r]

el mal pensamien-
to vno atento de acabar con cierto ve-
neno:

Lanfranco, Cirugía mayor (BN, ms. 2165). [fol. 202v]

sy
deseas la cura puedes
la acabar en vna de
dos man<er>as

Paladio, De re rustica; Tratado de Agricultura [fol. 210r]

Aq<ue>sta tal co<m>posta podras come<n>çar enel mes


de deziembre/ E acabar en enero/

[fol. 25r]

Luis del Mercado, Instituciones para los algebristas.

conuiene empeçar a ve<n>-


dar de la parte mas baxa, y acabar en la mas alta
y mas junta al cuerpo.

Nebrija, Gramática castellana. [fol. 25v]

puede
tan bie<n> cada una dellas acabar en silaba aguda:

Juan de Mena, Coronación [fol. 1r]

 José Antonio Candalija Rein 152


Pero la scriptura trage-
dia puesto que comiença en altos prinçipios su
manera es acabar en tristes y desastrados fines.

GARCÍA-MIGUEL:

prep. con, ‘copresencia’,’evento concurrente con el proceso final de una situación’

Preposición en

La etimología no parece mostrar dudas acerca del compuesto direccional que se produciría entre
la preposición A/AD latina y CAPUT como parte final o extremo, con lo que en acabar se obtiene el
sentido de dirigirse hacia el final de un proceso. Por eso se trasladan los sentidos locativos originales
hacia los sentidos abstractos más gramaticalizados y por tanto fijados en un sentido como el de morir
(acabar con su vida) o el de terminar de forma negativa como en la fiesta acabó en tragedia.
Nótese además que la preposición IN + acusativo en latín significa también ‘lugar a dónde’, por
lo que el sentido adlativo de la preposición española en viene justificado por la preposición latina.

Preposición con

La concurrencia o copresencia que aporta la preposición con viene explicada por el significado
de parte final o extremo de caput. En

(1) La fiesta acabó con las provisiones


(2) La fiesta acabó con un apoteosis

la diferencia de significado parece estribar en el tipo de esquema de ambas estructuras sintáctico-


semánticas. En (2) el esquema es de tipo intransitivo, pues interesa resaltar el elemento concurrente con
el final de la fiesta (el verbo tiene un sentido de finalización que se agota en la propia acción). Sin
embargo, en (1) el esquema es de carácter transitivo porque responde al interés por destacar la

 José Antonio Candalija Rein 153


implicación afectiva del agente en la acción que realiza sobre el tema (Cf.: La fiesta acaba las
provisiones).
Lo que la gramática tradicional denomina CC de instrumento no es más que un matiz o variante
del sentido de concomitancia, concurrencia o copresencia de la preposición , pues es posible entender
que el instrumento, objeto o herramienta usados en la acción debe estar presente o intervenir al mismo
tiempo en el proceso (Lo clavó con el martillo).
La conceptualizaciones distintas que revelan los distintos esquemas cognitivos nos ilustra acerca
del significado diverso de la preposición

ESQUEMA DE TRANSITIVIDAD

AGENTE COPRESENCIA TEMA


Prep con

La fiesta Las provisiones

ESQUEMA DE INTRANSITIVIDAD

AGENTE Final del


COPRESENCIA proceso
La fiesta CC

En el esquema transitivo es el significado preposicional el encargado de manifestar el contenido


de copresencia requerido por el sentido verbal, mientras que en el esquema intransitivo es todo el
complemento circunstancial el que muestra facultativamente la copresencia del objeto en el proceso
verbal (Porto Dapena, 1991).
El significado de destruir o hacer desaparecer una cosa (MM) de acabar con viene determinado
por el esquema de transitividad en el que el agente participa de una forma más activa y además por el
significado de copresencia que aporta la preposición con, pues implícito está el esquema en el que el

 José Antonio Candalija Reina 154


tema sería la vida o la existencia común al AGENTE y al PACIENTE que sería copresente en la acción de
finalizar (llevar a cabo, hasta el final) la vida del PACIENTE. Observamos nuevamente un proceso de
metaforización abstracta en esta gramaticalización/fijación del significado de acabar con que va de lo
concreto-locativo a lo abstracto-nocional.

5. Acceder a

MM: (Del latín «accédere», acercarse, derivado de «cédere», retirarse; v.


«CEDER».)
Õ Mostrarse alguien conforme con hacer o que se haga cierta cosa, a petición
de otros o por imposición de otros: ‘Accedió a venir con nosotros’.
(V.: «Acomedirse, conceder, condescender, consentir, contemporizar, deferir,
dignarse, doblegarse, escuchar, malcriar, mimar, oír, otorgar, prestarse,
servirse, temporizar, *transigir; decir amén, amén; venirse a buenas, decir que
sí. Ô *Amable, complaciente, deferente, dúctil, flexible, maridazo, obsequioso,
*propicio. ÔAquiescencia, condescendencia, contemplaciones, gurrumina.
ÔEstá bien, con mucho gusto, ¡hecho! Ô*Aceptar. *Aprobar, *Asentir.
*Benévolo. *Ceder, *Conceder. *Condescender. *Conformarse».)
Ö Ceder alguien en su opinión, adhiriéndose a la de otros.

COROM: Bajo ceder, tomado del lat. cēdĕre, ‘retirarse, marcharse’, ‘ceder, no
resistir’, 1ª doc.: Fernando de Herrera (1582 o algo antes); todavía para
Quevedo era culterano (Aguja de navegar cultos, RH LXXVII, 341)
DERIV. (todos cultos) acceder [Terr.; comp. Cuervo, Dicc. I, 97-8] de accēdĕre
‘acercarse’
SPES: accedere, (ad, cedo) tr. e intr.: ‘acercarse a’ (Cæsarem o ad Cæsarem;
ad castra) || ‘entrar, penetrar, meterse en || dedicarse (ad rem publicam, a la
política).

 José Antonio Candalija Reina 155


CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 156


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 157


 José Antonio Candalija Reina 158
prep. a, ‘tema’ o ‘paciente’, (Demonte, 1989: 95)

NO ADMYTE

CORDE:

Párrafo nº 1.

cómo se han de cobrar, dezimos de yuso, capítulo Concejo, y capítulos proprios y rentas.

La cibdad que hoviesse salido de poder de los enemigos que la hoviessen tenido cierto tiempo, o años,
siendo buelta a su señor, cuya era, como diximos de suso, capítulo captiverio, versículo xiii, torne al
primero estado, derechamente, en que antes estava.

Dentro de quatro años después de ser buelta a su señor, puede pedir que los términos y exidos o otros
derechos que antes que viniesse en captiverio tenía, que por otros fuessen occupados, le sean
restituydos. Empero, los dichos iv años no se prescriven mientras el señor no los quisiere conceder. Ley
x, título xxix, en la ii Partida. Lo demás, véase de suso, capítulo castillo, y capítulos reparo y Rey.

CIRCUNSTANCIAS, son las cosas que acced en a algún acto o hecho, por donde en las sentencias
penales e juyzios criminales se deven considerar para que el juez pueda bien juzgar. Porque, por las tales
circunstancias dévese agravar o diminuyr el delicto e, por consiguiente, la pena; porque de otra manera
se castiga el yerro de un cavallero o hidalgo, que no de otro, y lo del rico, que del pobre; o si fuere
cometido contra alguno d'ellos, o contra clérigo, o hombre de religión, o si fue de día, o de noche, o si en
presencia de gentes o no, o si el que lo hizo era cuerdo y en su juyzio, o si era beodo, o desmemoriado.
Ley xii, título xviii, Partida i; y ley viii, título xxxi, en la setena Partida; e de yuso, capítulo pena, versículo
ix; y ley xxxvi, título ix, libro vi del Ordenamiento.

Dévese considerar lo mesmo en los juyzios donde no haya pena determinada; salvo que las dexe el
derecho al alvedrío del juez. Ley v, título

--------------------------------------
AÑO: 1540-1553
AUTOR: Celso, Hugo de
TÍTULO: Repertorio universal de todas las leyes de estos reinos de Castilla
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 16.Otros

 José Antonio Candalija Reina 159


PUBLICACIÓN: :María Jesús Vidal Muñoz-Mariano Quirós García (CILUS), CILUS (Salamanca), 2000

Párrafo nº 2.
Página 963
firme, vino a desembarcar en ella, como abaxo * parecerá.]] Quedaron en la Isabela los enfermos y
oficiales de ribera que hacían dos carabelas. *

Dexó allí veinte hombres comenzando a cortar madera y aparejando lo demás para hacer fortaleza, y
[ordenó que,] venida la gente de la Isabela que mandó venir, la prosiguiesen; y él con los demás toma
guías de los indios por allí vecinos para ir a la tierra y reino del rey Behechío, cuyo reino se llamaba
Xaraguá (la última sílaba luenga), de quien * y de su estado y policía y de una su hermana, notable mujer,
llamada Anacaona, maravillas había oído.

Capítulo 114 *

[De cómo don Bartolomé Colón fue con su compañía al reino del rey Behechío y pasó a Xaraguá donde
reinaba su hermana Anacaona. Le hicieron grandes fiestas varios días. Después les habló y les pidió
tributos.
Página 964
Obligados, acced ieron a dar tributo en cosas de la tierra. Dos cosas de notar: la bondad de
Behechío y el desacertado proceder de don Bartolomé comenzando por pedir tributos sin dalles noticia de
Dios y Jesucristo].

Partido del río de la Hozama (y por otro nombre ya nuestro Sancto [sic] Domingo) don Bartolomé Colón
con su compañía, y andadas treinta leguas, llegó a un río muy poderoso que se llamaba y hoy llamamos,
como los indios, Nelva, donde halló * un exército de infinitos indios con sus arcos y flechas armados, en
son de guerra, puesto que desnudos en cueros (y notad qué guerra pueden hacer con las barrigas
desnudas por broqueles). Parece que, como * el rey Behechío tuvo nueva de que los cristianos venían, y
había * oído las nuevas de sus obras contra el rey Caonabó y su reino hechas, envió aquella gente o vino
él también en persona con sus juegos de niños * a resistilles, que todas sus

--------------------------------------
AÑO: 1527-1561
AUTOR: Casas, Fray Bartolomé de las
TÍTULO: Historia de las Indias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Paulino Castañeda Delgado, Alianza Editoria (Madrid), 1994
Párrafo nº 4.
Página 53

 José Antonio Candalija Reina 160


tierna voz, y el amoroso aliento; y en dejando de oírle, agradecido al mar su fama entre tus ondas lleva
con blando murmurar, y presto vuelo: porque segunda vez, enternecido, hagas del patrio amor bastante
prueba honrando el mar, y enriqueciendo el suelo.
IV De Don Luis de Contreras, al Autor. * OCTAVAS El dulce son de tu acordada lira, el suave decir justo,
y cortado, las altas obras que el discreto mira encogiendo los hombros admirado: el estilo que a ser divino
aspira, la gravedad del verso tan limado, docto Espinel, el premio te asegura de gloria eterna, y de mayor
ventura.
Página 54
Ya del Rústico Espino nacen rosas, que acced en a las flores de Elicona, más que el Ligustro, y el
jazmín hermosas, indinas de tocar mortal persona: el sacro Apolo y soberanas Diosas de aquestas flores
tejen su corona: y pues en todo muestra ser divino, divino llamaremos este Espino. Espino eres suave, y
deleitoso, de cuanto al gusto humano se le ofrece, lo útil mezclas con lo que es sabroso, lo provechoso, y
dulce en ti florece: das regalado pasto, y abundoso, y a cada cual le das lo que merece, con tanta
discreción, con tal aviso, que junto eres Espino, y Paraíso. Dichoso el que merece, que tu pluma de sus
hechos celebre la memoria, que mal puede cifrarse en breve suma su dicha excelsa, y soberana gloria:
seguro puede estar, que no consuma

--------------------------------------
AÑO: 1591
AUTOR: Espinel, Vicente
TÍTULO: Diversas rimas
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 21.Otros
PUBLICACIÓN: Alberto Navarro González, Universidad de Salamanca (Salamanca)

Preposición a

El sentido direccional es evidente por lo que estaría justificada la aparición de la preposición a,


pues tanto en la etimología como en la documentación nos encontramos con el esquema de movimiento
que supone transladar la figura (en este caso el agente) hasta la base (el paciente). Por tanto, asistimos a
una gramaticalización por metáfora del contenido locativo original hacia el contenido abstracto o nocional
que supone el acercamiento o la accesibilidad del agente hacia el tema/paciente, manifestados mediante
el significado direccional de la preposición regida a. Esta rección procede igualmente del significado
original de ad + cedere (Cuervo) donde podemos observar que la rección preposicional por parte del
verbo no sólo es semántica sino que estaría justificada por el compuesto etimológico que explicaría su
régimen sintáctico o formal, pero que, además corrobora el sentido direccional de la actualidad desde los
orígenes, cuestión que vuelve a plantear el carácter pancrónico de la gramaticalización del significado

 José Antonio Candalija Reina 161


abstracto (Ernout-Meillet), ya que muestra que el proceso metafórico es común a todas las épocas y
culturas, pudiéndose formular cierta tendencia a la universalización en estos fenómenos.
Así se puede comprobar incluso en otras lenguas, como en el francés donde encontramos que la
preposición a resulta de la convergencia formal de AD y AB, en primera instancia y más tarde de la
evolución de APUD. Por eso, los ejemplos encontrados en francés antiguo y medio muestran ya una
diversidad de usos de a que la simple etimología no puede explicar (Goyens, Lamiroy y Melis, 2003: 279-
280). El hecho de que a adopte una variedad de funciones nocionales prueba que su sentido original
locativo se debilita. Por ejemplo, el paso de la posición a la posesión (Ce livre est à Paul, Le livre à Paul)
ha sido estudiado por la corriente topológica (B. Heine, 1997) como un proceso de gramaticalización,
atestiguado en un gran número de lenguas, como el ruso o el turco (Cifuentes Honrubia y Llopis Ganga,
1996: 18): se puede entender que lo que se posee está localizado en el sitio donde se encuentra el
poseedor. De igual forma, la preposición a puede indicar la causa (J´ai vu à sa demarche qu´il était
malade), ya que el cinetismo original (movimiento hacia un punto de destino) que en este caso sería
inverso sugiere que la preposición está desemantizada.1 (Goyens, Lamiroy y Melis, 2003: 281). Dicha
desemantización, desde un punto de vista pragmático, permite que el hablante organice polifónicamente
la estructura sintáctica (subjetivización).
En resumen, la mayoría de sentidos figurados se desarrollan a partir del sentido direccional
primario (Goyens, Lamiroy y Melis, 2003: 279).

1
Cf. Con la preposición de en absolver de/acusar de donde el sentido ablativo está justificado por la identificación
ORIGEN=CAUSA. Mientras que en el caso de renunciar a podría justificarse igualmente como direccionalidad
ablativa por la fijación de la preposición latina AB en abrenuncio a/de, donde también el ORIGEN y la CAUSA se
identifican (Jiménez Peña, 2000).

 José Antonio Candalija Reina 162


6. Acusar de

MM: (Del lat. «accusare», der. de «causa», or. de COSA.)


Õ («de»: ‘de complicidad en el delito, de egoísta’). *Atribuir a Íalguien,
diciéndolo a él mismo o a otros, un delito o falta: ‘Yo no acuso a nadie en
particular’. (*tribunales). Exponer en el juicio los cargos y las pruebas contra el
Íacusado. («ante»: ‘ante el juez’). Hacer saber, a alguien que puede castigarlo,
un delito o falta de Íotro. Particularmente, hacerlo así los chicos, por ejemplo
al maestro.
(V.: «Achacar, acriminar, aponer, argüir, *atribuir, calumniar, capitular, cargar,
chivarse, colgar, condenar, criminar, culpar, *delatar, *denunciar, empapelar,
encartar, expedientar, imputar, incriminar, inculpar, incusar, insimular, motejar,
murmurar, procesar, querellarse, recargar, recriminar, *reprochar, residenciar,
retar, sindicar, soplar, tachar, tildar; llamar a capítulo, hacer cargos, echar las
culpas, hacer responsable, llevar a los tribunales. ÔCapítulo, cargo,
criminación, *delación, denuncia, incriminación, inculpación, insinuación,
*murmuración, aqueja, querella, reto, sambenito, soplo, tacha. ÔAcusetas,
acusete, acusica, acusón, cañuto, chivato, *delator, denunciador, denunciante,
fuelle, soplón; testigo de cargo. Ô *Reo. ÔCoacusado, recusar. Ô*Censurar».)
Ö «Denunciar. *Mostrar. Revelar». Tratándose de aparatos o dispositivos,
hacer ver o notar cierta Ícosa: ‘Un aparato que acusa la presencia de gas. Los
sismógrafos acusan las sacudidas sísmicas’. «Indicar. Manifestar. Mostrar.
Revelar. Traslucir». Ser la expresión, actitud, palabras, etc., de alguien de tal
manera que permiten apreciar cierto Ísentimiento o estado de ánimo: ‘Su cara
acusa cansancio’.
× En algunos juegos de *baraja, manifestar que se tienen ciertas Ícartas con las
que se gana un número de tantos.
V. «acusar la CONCIENCIA, acusar el GOLPE, acusar RECIBO».

 José Antonio Candalija Reina 163


COROM: del lat. ACCŪSARE íd., derivado de CAUSA, ‘causa’, 1ª doc.: Cid.
Cuervo, Dicc. I, 172-174. No hay razones firmes para creer que acusar sea un
cultismo, aunque el REW lo dé a entender así al excluirlo de su nomenclatura.
SPES: accusare (ad, causa) tr.: ‘acusar’ (de veneficiis, de envenenamiento).
SEGURA MUNGUÍA: accusare: [con de y abl. de culpa]: de vi a., acusar de
violencia.

 José Antonio Candalija Reina 164


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 165


 José Antonio Candalija Rein 166
 José Antonio Candalija Reina 167
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 168


ADMYTE II:

Alfonso X, Siete partidas I. [fol. 101v]

cuemo quier q<ue> los


podrien acusar deste pecado

Alfonso X, Siete partidas. [fol. 220r]

si despues la q<u>i`sieren acusar de aquel adul-


terio

Alfonso X, Siete partidas. [fol. 257r]

casase el con ella & la quisiese acusar de


tal yerro

[Leyes del estilo (Escorial, Z-III-11). fol. 94r]

no<n> puede<n>
acusar de p<er>juro al q<ue> jura jura
de calupnja

Preposición de

La etimología y la documentación confirman, una vez más, el significado y la rección semántico-


sintáctica de la preposición de, que, de una forma metafórica, sigue manteniendo el significado locativo
original de ad + causa (Corominas, Ernout-Meillet, Cuervo) en el que predomina el sentido inicial de
dirección en el que se recorta una figura (que ocupa el caso semántico de TEMA) que se mueve desde el
origen hasta la base (AGENTE) y este movimiento pone de relieve la selección realizada por la base de
entre una variedad semántica y sintácticamente restringida de opciones entre las que es preciso elegir
atrayéndola hacia sí misma como punto de llegada.
Es posible entender que los pecados son la CAUSA, entendida como un ORIGEN desde el que
se produce la transferencia de la acción, tal como proponen Jiménez Peña (2001: 29) y Jiménez Peña y
Marín (2000). El esquema que resume estas relaciones sería el siguiente:

 José Antonio Candalija Reina 169


BASE podrien acusar
(AGENTE) ORIGEN=CAUSA
FIGURA (Prep de)
(TEMA)
ellos
lo pecados

 José Antonio Candalija Reina 170


7. Adolecer de

MM: Õ («de»). Caer enfermo.


Ö («de»). «Padecer» una *enfermedad crónica.
× («de»). Tener cierta *imperfección que se expresa con un nombre o con
«ser» y un adjetivo: ‘La novela adolece de falta de originalidad. Ese chico
adolece de ser apático’.
Ø (ant.). Causar a Íalguien una dolencia o enfermedad.

COROM: Bajo doler, del lat. DŌLĒRE íd. 1ª doc.: Cid. Cuervo, Dicc. II, 1311-4.
DERIV. adolecer ‘caer enfermo’ [1251, Calila; 1ª Crón. Gral. 180a35, 407a2,
649b28], Cuervo, Dicc. I, 205-7.
SPES: dolere, intr.: ‘afligirse, dolerse de [de, ab o ex y abl.]
SEGURA MUNGUÍA: ‘estar afligido’[con abl., ex, de]: ex, de aliquo, por alguno.

CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 171


 José Antonio Candalija Reina 172
 José Antonio Candalija Reina 173
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 174


ADMYTE II:

Moamín-Alfonso X, Libro de las animalias que cazan. [fol. 43v]

ca si braua mientre las


tornaren. adolecen del es-
pinazo. e delas piernas

Mondino, Tratado de la fisonomía en breve suma contenida. [fol. 53r]

muchas vezes le di-


stillan los ojos. & quiça q<ue> adolesce de
sa<n>gre & c<etera>. viue poco

Juan de Aviñon, Sevillana medicina [fol. 56r]

E porende damos
antes alos dolientes los pescados del agua dulce
q<ue> no<n> los d<e>la mar: señaladame<n>te alos q<ue> adolece<n> d<e> co-
lera:

Juan de Aviñon, Sevillana medicina [fol. 120r]

y puedese ro-
madizar y adolecer de dole<n>cias frias

Juan de Aviñon, Sevillana medicina [fol. 130v]

ya q<ue> todos muriessen o adoleciessen


en t<iem>po d<e>la morta<n>dad. Y esto es impossible

Alfonso Martínez de Toledo, Atalaya de las corónicas. [fol. 48v]

vinose es-
te Rey para toledo adonde adoleçio de su
enfermedad % E murio en ella

 José Antonio Candalija Reina 175


Preposición de

Nos encontramos ante un nuevo caso en el que se produce el compuesto con la preposición
latina AD unida como prefijo al verbo DOLERE, cuyo significado nos remite al campo semántico del dolor
y la enfermedad, de ahí por asociación metonímica al de la carencia o ausencia de algo (salud), sobre
todo en los ejemplos mostrados, que revelan mejor este sentido etimológico. Podemos, deducir, por tanto,
que los temas y pacientes que precisa el verbo español para completar su significado desde el punto de
vista de la transitividad se presentan como un punto de origen causal desde el que se produce la
enfermedad o el dolor. Por consiguiente, el sentido metafórico de desplazamiento hacia el dolor del verbo
latino es contrarrestado por el significado de origen del dolor introducido por la preposición de, al igual
que ocurre con el verbo acusar. La direccionalidad metafórica ablativa de la CAUSA, viene justificada
porque se identifica con un ORIGEN (TEMA) a partir del cual se produce el movimiento hacia el DESTINO
(AGENTE).

8. Advertir de/sobre (SI)

MM: (conjug. c. «discernir»; se construye con dos complementos directos. La


frase ‘le advertí la presencia de lobos’ admite estas dos pasivas: ‘fue advertido
por mí de la presencia de lobos’ y ‘la presencia de lobos le fue advertida por
mí’).
Õ «*Avisar. Prevenir». Hacerle ver a alguien cierta Ícircunstancia que le
conviene tener en cuenta; particularmente, un peligro o una dificultad: ‘le he
advertido que le pondrán muchos inconvenientes’. El mismo verbo en primera
persona sirve para realizar la acción que expresa: ‘Te advierto que llegaré un
poco tarde. Te a. que esta noche hará frío’. «Indicar. Hacer notar. Llamar la
atención». Hacer que la gente se fije en cierta Ícosa: ‘Una señal en la carretera
advierte la proximidad de un cruce’. «Participar». Se emplea en primera
persona para decirle a alguien una Ícosa que está o se supone en contradicción
con lo que parece natural o con lo que esa persona cree: ‘Te advierto que si no
me dan ese empleo me quedaré tan tranquilo. Te advierto que no soy yo quien

 José Antonio Candalija Reina 176


se va a beneficiar de que hagas ese trabajo’. «Recomendar». Decirle a
alguien que haga cierta Ícosa que le conviene: ‘Adviértele que se lleve el
abrigo’. Dirigido a alguien en segunda persona envuelve, generalmente, una
*amenaza: ‘Por última vez te advierto que no te acerques más por aquí’.
(V.: «Amonestar, apercibir, avisar, despertar, prevenir; llamar la atención, poner
sobre aviso, poner en guardia, hacer notar, hacer observar, abrir los ojos.
ÔAdversión —ant.—, animadvertencia, catamiento —ant.—, llamamiento,
monitorio, observación, toque, toque de atención. Ô Monitorio,-a. ÔCuida [que
cuide, etc.] —cuidar—, ¡cuidadito!, ¡cuidado!; cuídate [que se cuide, etc.] —
cuidarse—muy bien [muy mucho]; ¿eh?, ¡eh!, ¡mira...! [¡mire!, etc.] —mirar—,
mira —mirar—lo que haces [que mire lo que hace, etc.], ¡ojito!, ¡ojo!, ¡ojo con...!
Ô Desadvertir. Ô*Aconsejar. *Consejo. *Enseñar. *Explicación. *Indicación.
*Nota».)
Ö *Notar. Adquirir alguien conocimiento de cierta Ícosa que ocurre en su
presencia y que despierta su atención.
COROM: Bajo verter, del lat. VĔRTĔRE ‘girar, hacer girar, dar vuelta’, ‘derribar’,
‘cambiar, convertir’. 1ª doc.: orígenes (Glosas de S. Millán y de Silos; Bercero,
etc.). La acepción ‘derramar un líquido, etc.’, en la cual este verbo es de uso
general desde Berceo, procede de la latina ‘derribar’; modernamente es menos
popular que derramar, o desusado del todo.
DERIV.: advertir [av-, princ. s. XV, Villena; Cuervo, Dicc. I, 220-3], tomado de
advĕrtĕre ‘dirigir hacia’, ‘notar, advertir’.1

1 Bataner, P. (coord.) (2001): Lema. Diccionario de la lengua española, Barcelona: VOX Spes Editorial: Según el
investigador,en la época medieval habia copistas que advertían de que seguirían copiando mientras tuvieran
fuerzas. (pag. 42). Decir a alguien una cosa de la que se deriva una consecuencia , para que esté atento, actúe con
precaución o no se sorprenda. Et.: del latín ADVERTERE

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CUERVO:

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NO ADMYTE II
CORDE:

Párrafo nº 1.
Página 544
este trabajo por grand provecho que d'ello esperara? ¿Quién viera a Creusa, infante tan generosa, en su
propia çibdat e patria en el próspero tiempo ir sola sin compañia de ombres e de mugeres e a pie, que
nunca salía a ninguna parte sinon a cavallo, que non la toviese por loca e muy desvergonçada? Pero el
trocamiento del tiempo traxo tal dispusiçión, que iva Eneas sin vergüença ansí desacopmpañiado e
cargado; e Creusa creía usar de cordura. E por esto los juizios de los ombres non son segúnd las causas,
mas segúnd los tiempos.

Aquí paresçe la diferençia entre el juizio divino e humano; que el juizio divino sin distinçión de tiempos e
de personas solamente acata toda sazón a la verdat e mérito de la causa.

Viniendo a la segunda parte, buelve las palabras a los familiares del padre e suyos, diziéndoles paren
bien mientes a lo que dezir les quiere, rindiéndoles dóçiles, porque eran muchos e de diversos juizios e
convenía advertir de un acuerdo a lo que les dixesen más que si a tina persona fuese fablado.
Espeçialmente porque entre los siervos avía algunos de poco
Página 545
juizio e, si atentamente adunadas sus fuerças non parasen mientes a lo que les sería dicho, non lo
sabrían en obra poner. Mayormente, por ser difíçil el complimiento de lo que les era dicho.

E, por afirmarlo bien en sus voluntades, comiença de las cosas notas e por todos ellos sabidas,
diziéndoles ya sabían que fuera de la çibdat troyana en la salida, es a saber a la puerta Anthenórides,
estava el templo de Çeres en el collado eminente. E llámalo viejo porque lo fundó el rey Yulo, el que fizo
el Ilión, e al tiempo de su fundaçión estava alexos del muro de la çibdat bien tres leguas. E fundólo, por
ser Çeres deesa de las mieses, en aquella parte do estavan las lavores de los panes para que los
guardase de malos tiempos. E púsola en aquel collado donde paresçía toda la lavor.

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AÑO: 1427-1428
AUTOR: Villena, Enrique de
TÍTULO: Traducción y glosas de la Eneida. Libros I-III
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Pedro M. Cátedra, Turner Libros (Madrid), 1994

 José Antonio Candalija Reina 184


Preposición de

En este compuesto latino de AD + VERTERE podemos aplicar el mismo proceso que en los
verbos anteriores: la direccionalidad de la preposición latina usada como prefijo impondría la rección de
una preposición equivalente en español, tal como a o hacia. Por eso, quizá, no es necesario que
aparezca tal preposición en el contexto acusativo de la acepción de ‘observar, darse cuenta de’, que es la
asociación metafórica de ‘verter la atención o la mirada hacia’.
Además está implícita la idea de ORIGEN como CAUSA en la acepción ablativa de la
preposición de, que indica el motivo por el que se produce el aviso o la prevención.
Certeramente, María Moliner, indica que la construcción es transitiva en esta acepción, pues se
construye con doble acusativo, sin embargo no tiene en cuenta la acepción con acusativo simple
(observar, notar, apreciar). En la construcción de doble transitividad, a la que correspondería la función
sintáctica de suplemento indirecto, según Alarcos Llorach (1994), nos encontramos con un esquema
cognitivo en el que existen tres argumentos: AGENTE-TEMA-PACIENTE, según el cual el tema estaría
recubierto por la función de suplemento (Cuervo, acepción con de), mientras que al paciente
correspondería la función de CD:

Advertí a María de la presencia de lobos (La advertí de la presencia de lobos, María fue advertida de la
presencia de lobos por mí)

De ahí que defendamos junto con García-Miguel (1995) la necesidad de distinguir entre distintos
esquemas sintácticos que corresponden a sendos esquemas cognitivos. No es posible, por tanto, atinar
en nuestra construcción sintáctica ( y lo decimos sin ningún empacho normativo) si no estructuramos
acertadamente nuestro pensamiento y lo que pretendemos decir, pues no es lo mismo advertir algo que
advertir de algo. Con ello confirmamos el crucial valor de la preposición como elemento con significado
pleno y no como una palabra vacía o incolora, como ha sido considerada hasta hace poco.

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9. Ahorrar de/en

MM: (De «horro»; significó primero, construido con «de», «liberar»; luego se
construyó como tr. con el signif. de «evitar» trabajos, etc.; y, más tarde, con el
actual de «no gastar» o «guardar».)
Õ «*Libertar». Dar libertad al Íesclavo.
Ö (ganadería). Conceder el dueño del *ganado a los mayorales y pastores
cierto número de Íreses, libres de todo gasto.
× (tr. o absol.). «Economizar». Guardar una parte del dinero de que se dispone:
‘La gente ha perdido el afán de ahorrar. Ahorrando solamente el diez por ciento
de lo que gana, se ha comprado un coche en un año’. «Economizar». Gastar
de una Ícosa menos de lo que se gastaría no teniendo cuidado: ‘Ahorrar
carbón, fluido, aceite’. «Economizar. Reservar». Se aplica también a Ícosas
que no se consumen, pero se estropean: ‘Ahorra el traje de vestir’.
(V.: «Achocar, ahuchar, condesar, economizar, enguerar, entalegar, escasear,
escatimar, excusar, juntar, recoger, reunir. ÔAlcancía, gato, *hucha,
hurtadineros, ladronera, reserva, tesoro, trapillo, vidriola; caja de ahorros. Ô
Economía, parsimonia. Ô*Gastar. Ô*Aprovechado. *Arreglado. *Avaro.
*Precaución. *Previsión. *Tacaño».)
Ø «Economizar. *Evitar. Excusar». Librar a alguien de hacer cierto Ítrabajo,
tomarse cierta molestia, hacer cierto gasto, etc.: ‘Si le telefoneas, le ahorras el
viaje. No te lo dije, por ahorrarte ese disgusto’.
NO AHORRAR. Con «esfuerzos, medios, sacrificios» o palabras semejantes,
no *eludir ninguno de los posibles para cierta cosa: ‘No ahorraremos sacrificios
para mantener la paz’.

COROM: Bajo horro, del ár. Hurr, ‘libre, de condición libre’, 1ª doc.: forro, doc.
de San Salvador del Moral, a. 1074 (mancebo forro). Lo más frecuente en esta

 José Antonio Candalija Reina 186


época es la acepción ‘libre de nacimiento’ (o ‘liberto, esclavo a quien se le ha
dado la libertad’)
DERIV.: ahorrar, ‘poner en libertad (a un esclavo o cautivo)’ [aforrar, 1219, F.
de Guadalajara] Cuervo, Dicc. I, 292-4.

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CUERVO

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ADMYTE II:

La vida de Lazarillo de Tormes (Amberes, 1554). [fol. 10r]

considerando que a pocos


golpes tales, el cruel ciego ahorraria d<e> mi
quise yo ahorrar d<e>l:

CORDE:

Párrafo nº 15.

en casa. Digo, lo segundo, que debieran de sacar los religiosos enfermos a curarlos al hospital y
enfermería que tuvieran para los seglares. Digo, lo tercero, que se puede entender lo propio que dice de
los jumentos: que los busquen enprestados. Y viviendo en tierras de limosna y charidad, era fácil, cuando
caía un enfermo en la cama, buscarle jergón y colchón. Todo esto para quitar la ocasión a los sanos de
que, con pequeña necesidad, no duerman en regalo.

Y lo propio digo acerca de los caballos: que no los tengan en casa, dice la regla, porque podría ser,
tiniéndolos para otra cosa de trabajo, fingir el demonio alguna necesidad y con ella subir un fraile
descalzo a caballo, que es cosa bien indecente a su hábito. Y así, para obligarlos al caminar con pobreza,
trabajo y alguna descommodidad del cuerpo, les manda que no puedan caminar sino en jumentos dados
o prestados o en casa criados.

2. Para ahorr ar en favor de pobres y cautivos

Lo segundo que se saca de aquí desta cláusula, es la grande charidad que nuestra sagrada regla tiene
para con los pobres y captivos: que, porque para ellos se ahorre un real, no consiente que se alquile o
compre un pollino, sino que, a trueco de alguna incommodidad de los cuerpos de los religiosos, se ahorre
algo para los pobres que en sus conventos se curaban y los captivos que se redimían. Que es lo que dice
el Spíritu Sancto: Frange esurienti panem tuum, et egenos vagosque induc in domum tuam; parte tu pan
con el pobre. Conténtate con algo menos porque remedies la necesidad de los pobres que están
enajenados en tierra de moros. Y en tus caminos vete a pie con alguna necesidad y trabajo porque no lo
tenga tan grande el cristiano que está captivo. No sólo quiere que demos de las sobras, sino de lo
necesario quiere que quitemos a

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AÑO: 1606
AUTOR: San Juan Bautista de la Concepción (Juan García Gómez)
TÍTULO: La regla de la orden de la Santísima Trinidad

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PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Otros
PUBLICACIÓN: Juan Pujana, Editorial Católica (Madrid), 1999

Párrafo nº 17.
Página 168
todos quatro costados. Que no solamente es la quarta sino todas quatro. Yo conozí vn avariento.
Perdónole el nombre porque le conozieron otros muchos. Tenía quatro mil ducados de rrenta, i más de
treinta mil a gananzias forzosas, i seguras en el logro, no en la conzienzia. Su vestido era tal, * que antes
obligaba a los que no le conozían * a darle limosna que a pedírsela. Los pobres, antes le temían, que le
demandaban. * No tenía criado, ni criada, ni gastaba otra luz que la del día, porque el sol se la daba de
valde; * acostábase de memoria, comía de lo más barato que hallaba en el público aderezado. Tenía vn
sobrino solo, i por no sustentarle, o él amedrentado el estómago de su sustento, * servía a vn (fol. 67v)
oficial. Vile enfermo algunas vezes, i no se curaba con otra cosa sino con la quenta que hazía de lo que
ahorr aba en no llamar médico ni pagar barbero ni botica. Supe todas estas particularidades porque
todo el tiempo que estudié me pagaba por libranza de mis padres seisçientos ducados. Aora con la
considerazión haré que este cuento sea doctrina, a propósito. Díxole en mi presençia vn doctor de la
vniuersidad, que cómo vn hombre tan bien nacido, i rico, andaba tan vaxamente vestido, i sin vn criado o
criada siquiera, i no se sustentaba aun como mendigo, i
Página 169
consentía que vn solo sobrino que tenía siruiese. A que respondió * que él no era vanaglorioso, ni
soberbio, * de que daba muchas grazias a Dios, pues le inclinaba a modestia, i humildad; * que en quanto
a no tener criado, * le era ocasión de no bibir como poltrón sin exerçiçio, i que procuraba escusarse de
gouernar jente no conozida puesto que sus ocupaziones eran tam pocas que asistiendo a ellas le

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AÑO: 1634
AUTOR: Quevedo y Villegas, Francisco de
TÍTULO: Virtud militante contra las cuatro pestes del mundo, invidia, ingratitud, soberbia, avaricia.
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos
PUBLICACIÓN: Alfonso Rey, Universidad de Santiago de Compostela (Santiago de Compostela), 1985
Párrafo nº 18.
Página I, 38
a cuyo eco horrible y espantoso se levantarán pepitorias de huesos y armaduras de tabas; que entonces,
por ser tiempo de decir verdades, presumo que no la negarán mis padres, con que todos saldrán de sus
dudas, y yo sabré si soy vasallo de un Sumo Pontífice o de un Rey de España, Monarca de un nuevo
mundo; y a quien Dios se la diere, san Pedro se la bendiga. Y en el ínterin haré como hasta aquí he

 José Antonio Candalija Reina 191


hecho, que ha sido a dos manos, como embarrador, siendo español en lo fanfarrón y romano en
calabaza, y gallego con los
Página I, 38
gallegos y italiano con los italianos, tomando de cada nación algo y de entrambas no nada. Pues te
certifico que con el alemán soy alemán; con el flamenco, flamenco; y con el armenio, armenio; y con
quien voy, voy, y con quien vengo, vengo.

Mi padre fue pintor in utroque, como dotor y cirujano, pues hacía pinturas con los pinceles y encajes con
las cartas; y lo que se ahorr aba en la pasa se perdía en el higo. Tenía una desdicha que nos
alcanzó a todos sus hijos, como herencia del pecado original, que fue ser hijodalgo, que es lo mismo que
ser poeta; pues son pocos los que se escapan de una pobreza eterna o de una hambre perdurable. Tenía
una ejecutoria tan antigua que ni él la acertaba a leer, ni nadie se atrevía a tocarla, por no engrasarse en
la espesura de sus desfloradas cintas y arrugados pergaminos, ni los
Página I, 39
ratones a roerla, por no morir rabiando de achaque de esterilidad.

Murió mi madre de cierto antojo de hongos, estando preñada de mi padre, según ella decía; quedóse en
el lecho como un pajarito, y pienso, conforme el alma tenía la cordera, que pasó de sola Roma a una de
las tres moradas, porque no era tan inocente que al cabo de su vejez, y habiendo pasado en su mocedad
por la Cruz de Ferro, y siendo tan vergonzosa y recatada, fuese al Limbo a ver tantos niños sin bragas.
Dejó

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AÑO: 1646
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: La vida y hechos de Estebanillo González
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Antonio Carreira; Jesús Antonio Cid, Cátedra (Madrid), 1990
Párrafo nº 19.
Página 260
tocan a misa, y entra a oirla el avariento. Pónese de rodillas enfrente del altar, empieza el sacerdote el
"Introito", y él empieza a pensar qué tendrá de costa un vestido de verano que quisiera hacer a muy poca
costa. Los que no saben andar a caballo, si les prestan un caballo muy bueno, como no entienden los
primores que hace, no gustan de sus primores; más que se huelgan, se muelen. Los ricos miserables,
como nunca han usado de las riquezas, no gustan de sus habilidades, no reciben con ellas deleite. Las
riquezas, entre otras cosas, son buenas, no solamente para hacer muy buen vestido, que es gusto bien
grande, sino para no sentir la costa que el vestido tiene, que es mucho mayor gusto. ¡Desventurados
avarientos, que tenéis bienes y andáis buscando males! Préstaos la fortuna para el descanso las
riquezas, y vosotros hacéis de las riquezas desvelo y cansancio. ¿Qué tiene que ver oir misa con pensar
en ahorr ar en un vestido veinte reales? Importan más veinte reales ahorrados, que ahorrados

 José Antonio Candalija Reina 192


muchos días de penas (a todo bien suceder) por haber cumplido mal con aquel precepto?
Página 261

Prosíguese la misa y alza el sacerdote la hostia consagrada. Dase el avariento muchos golpes en los
pechos, pero en el alma no se da ningún golpe. Esa hostia, que en las manos del sacerdote ves elevada,
es Cristo, hijo de Dios vivo, que te le representan en la cruz muerto. Cuando ése que tienes delante vivo y
glorioso como está en el cielo murió en un madero clavado, se dieron unas piedras con otras, unas en
otras se rompieron. * Si tienes de piedra el corazón y el alma, ahora que te representan muerto a Cristo,
rómpanse el uno contra el otro tu alma y tu corazón, pues son de piedra. Salgan por las hendeduras los
deseos injustos de adquirir injustamente, las resoluciones inicuas de retener inicuamente lo que no es
tuyo.

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AÑO: 1654
AUTOR: Zabaleta, Juan de
TÍTULO: El día de fiesta por la mañana
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Cristóbal Cuevas García, Castalia (Madrid), 1983
Párrafo nº 20.
Página 456
lo que pondero aquí no es sino mi desgracia, pues en una casa tan rica y tan abundante como ésta, en
día que todos comen bien, han tenido maña de matarme de hambre."

Sonrióse el mozo, y dijo:

- "En cualquiera de las naciones son de diferente cantidad los ánimos. Unos son grandes, otros no tanto,
y otros pequeños. En la nación de vuestro convidador hay hombres que, el día de la vanidad, no sólo son
cumplidos, sino derramados. Los que no tienen tan alto el espíritu caen en las debilidades que vos llamáis
desgracia vuestra. * Yo los conozco muy bien, y sé los vicios que las producen. Estar la ropa y la plata tan
limpia es crueldad y no aseo, que es por hacer reventar a los desdichados que los sirven. El estar el caldo
sin color es un ahorro muy estudiado: tienen ajustado que lo menos que puede llevar una olla es un
maravedí de azafrán, que al cabo del año son trecientos y sesenta y cinco maravedís; que se ahorr
an en el consumo del almirez, con no machacar aquello, por lo menos otros cuarenta y siete maravedís,
que son cuatrocientos y ocho, que son doce reales; que éstos, empleados, se doblan cada año, y que en
pocos años la multiplicación de estas duplicaciones monta un tesoro. El reñir porque falta un plato de la
orden que dio es cortedad ingeniosísima, porque es concordia entre él y los criados para abultar sin costa
el aparato, para hacerle agradecer a la sencillez del convidado español el plato que no come, y para
Página 457
tener él a la noche el plato de la risa de haberle engañado. El comer tanta hortaliza es porque el poco

 José Antonio Candalija Reina 193


sustento debilita la sensualidad, y es vicio en España muy costoso; si las mujeres no pidieran tanto, se
comiera cada día un carnero. El ser la polla dura es culpa del comprador, porque lo mismo cuesta la
esquiva que la blanda. El levantar intacto el plato de la olla es porque tendría hecho concierto con el ama
que la había de sustentar con aquel plato, y

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AÑO: 1660
AUTOR: Zabaleta, Juan de
TÍTULO: El día de fiesta por la tarde
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Cristóbal Cuevas García, Castalia (Madrid), 1983

Prep., primero de ‘librar o sacar de un trabajo, pena, pago, etc.’ Primero suele construirse ahorrar de
trabajos, princ. del s. XVI y Lazarillo: ahorrar, ‘hacer economías’.

Preposición en

Ni María Moliner ni Cuervo recogen la acepción de ‘no gastar, guardar’ con la preposición en. Sin
embargo, ambos coinciden en señalar el sentido direccional que deriva metafóricamente en TEMA,
expresado por la preposición de. Esta metáfora se construye sobre el sentido original de horro, como
señala Corominas, en el que apreciamos el lugar desde el que se produce la liberación de una situación
contenida dentro de espacio o concepto limitado. La asociación con ‘no gastar’ se deriva del concepto de
‘liberación’, pues se evita o no se tiene la obligación de realizar un gasto, del mismo modo que se libera al
esclavo de la obligación que le impone su esclavitud. La liberación de una esclavitud, como la del gasto,
confiere libertad para disponer del dinero o de los objetos poseídos y ubicarlos en un lugar preferido
(‘guardar’), de ahí que se elija la preposición locativa en, que designa lugar UBI (Cifuentes, 1996).
Asimismo, la configuración del TEMA en ahorrar en se realiza mediante la derivación metafórica que
parte desde el dominio cognitivo de la ubicación del objeto ahorrado en un lugar seguro hacia el dominio
cognitivo del propio objeto ahorrado concebido como un lugar en el que situar la acción del ahorro. Por
tanto, la transitividad del esquema viene asegurada por la translación de la acción desde el AGENTE
hasta el TEMA, argumento conceptualizado como un lugar metafórico que precisa el contenido semántico

 José Antonio Candalija Reina 194


del esquema transitivo. Asimismo es posible justificar la preposición de teniendo en cuenta que dicho
lugar metafórico de origen se presenta como la CAUSA que permite realizar la acción verbal.
La preposición en aparece más tarde (1606 según CORDE) que la preposición de
(principios/mediados del s.XVI), por lo que el sentido ablativo original parece dar paso al sentido de
localización adlativa que propone la preposición en, con lo que confirmamos además que la
gramaticalización de la preposición con sentido abstracto se produce metafóricamente desde un sentido
local concreto más primitivo (Goyens, Lamiroy y Melis, 2003).

10. Alardear de

MM: («de»). «Jactarse. *Presumir». Exhibir con vanidad cierta cualidad o


circunstancia, aunque no constituya un mérito: ‘Alardea de conquistador [de
perspicaz, de tener influencia con el ministro]’.

COROM: Bajo alarde, del ár. card, ‘revista de tropas’, perteneciente a la raíz
cárad ‘mostrar’, 1ª doc.: s. XIII (F. de Soria, 1ª Crón. Gral; Gral. Estoria; Zifar,
54.2)
DERIV. Alardear [1505, Palc.: anticuado para Aut.; vuelve a aparecer en la 2ª
mitad del s. XIX]

NO CUERVO

NO ERNOUT-MEILLET
ADMYTE II:

Frontino, Strategematon; Arte de Caballería. [fol. 5v]

fizo alarde de su gente en vn otero

Alfonso Chirino, Espejo de medicina. [fol. 24v]

escreujr contra
mj faziendo dello alarde co<n>

 José Antonio Candalija Reina 195


armas agenas.

Alfonso X, Estoria de España II. [fol. 165r]

mando el Çid fa-


zer alarde de todos quantos yua<n>
con el

Alfonso de Palencia, Universal vocabulario de latín en romance. [fol. 511r]

enel palaçio saturio se fazia alarde delas tro<m>pe-


tas

CORDE:

Párrafo nº 2.
Página FOL. 29V
Çessar vio aquesto & otrosi que los de Roma non le querian dar dinero para pagar su gente del tienpo
que sin el mandamiento de Roma avia tardado, el fue a un logar que llamavan erario, a donde estava el
dinero del comun para pagar el sueldo a las gentes darmas, e tomo Jullio Çessar aquel logar
Página FOL. 29V
por fuerça darmas & tomo & saco dende todo el oro & la plata que fallo. Despues tomo su camino contra
las partes de las legiones & fizo en aquellas partes muchos dannos a una manera de gentes que se
nonbraron alpes. Despues se fue a Espanna contra las gentes que se nonbravan ponpeanas & aquesto
fizo el por despecho del consul Ponpeo, el qual era su enemigo; & agravio mucho aquella tierra, tanto que
onbre non lo podria recontar. E quando el ovo conplido una grant parte de su voluntat, el torno a
Lonbardia contra Ponpeo, mas quando Ponpeo sintio que Jullio venia contra el non fuyo antes salio luego
& se pusso en los canpos, ca mucho era ardit & fizo alard e de sus gentes & fallo que tenia tantas
que mas non queria, que todo el mundo non le fazia miedo & ordenolas en ochenta & viiiº conpayas (sic)
que en Lonbardia dizen cohores & al dia de oy son dichas batallas o escuadras. & quando Jullio Çessar
oyo aquesto alla donde estava, el cavalgo muy apriessa & por sus jornadas vino alla do supo que lo devia
fallar & ordeno contra aquellas ochenta & ocho batallas otras tantas batallas de sus gentes, ca asaz
gentes tenia; despues començaron a mover los unos contra los otros. & aqui non cunple dezir lo que
fizieron, ca alli avia abundançia muy grande de golpes de lanças & de espadas & peleavan sin merçe; asi
duro aquella mortal batalla muy largamente, tanto que asaz ovo muertos de un cabo & de otro. Enpero a
la fin las gentes de Ponpeo se dieron a foir, ca ellos non podieron sofrir los grandes golpes que davan nin
las armas que fazian Jullio Çessar & su gente. & fuyo Ponpeo a las partes de Egipto,

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AÑO: 1440-1460
AUTOR: Zorita, Antón de
TÍTULO: Árbol de batallas, de Honoré Bouvet

 José Antonio Candalija Reina 196


PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 16.Ejército y ciencia militar
María Teresa Herrera; María Nieves Sánchez, Universidad de Salamanca (Salamanca),
PUBLICACIÓN:
2000

Párrafo nº 3.
Página II, 74
Françisco de Estúñiga, fijo del duque de Plasençia.

Vinieron asymismo a servir al Rey e a la Reyna vna gente que se llamaua los soyços, naturales del reyno
de Sueça, que es en la alta Alemania. Estos son omes beliçiosos, & peleauan a pie; e tienen propósito de
no boluer las espaldas a los enemigos, e por esta causa las armas defensiuas ponen en la delantera, &
no en otra parte del cuerpo, e por esto son más ligeros en las batallas. Son gentes que andan por las
tierras a ganar sueldo, & ayudan
Página II, 74
en las guerras que entienden que son más justas. Son devotos & buenos cristianos; tomar cosa por
fuerça reputan a gran pecado.

Como todas las gentes quel Rey mandó llamar fueron juntas, partió de la villa de Almodóuar, e poniendo
sus reales llegó fasta vn lugar que dicen el Carriçal; e allí esperó el artillería que yva en su hueste,
asymismo todo el recuaje de los mantenimientos & otras cosas. E mandó facer alard e de la gente
que llebaua, e falló que estauan juntos en aquel real fasta diez mill onbres de cauallo a la gineta & la
guisa, e veynte mill onbres a pie, e otros treynta mill peones diputados solamente para talar. Allende
desto, yvan en aquella hueste otra grand copia de gentes, que tenían cargo de yr con las bestias que
llevauan los mantenimientos para basteçer la hueste. E otrosí los que llevauan los bastimentos & cosas
neçesarias para proveymiento de la çibdad de Alhama. En esta hueste yvan con los mantenimientos e
artillería fasta ochenta mill bestias de recuaje.

E mandó el Rey hordenar las batallas de la gente de armas & de pie en esta manera. Al maestre de
Santiago, y el marqués de Cález, e a don Alonso de Aguilar, & Luys Hernández Puertocarrero, señor de
Palma, mandó llevar el avanguarda, con las gentes de sus casas. A don Garci Lopes de Padilla, maestre
de Calatraua, & al conde de Monterrey, mandó yr en otra esquadra.

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AÑO: 1480-1484
AUTOR: Pulgar, Hernando del
TÍTULO: Crónica de los Reyes Católicos
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Juan de Mata Carriazo, Espasa-Calpe (Madrid), 1943

 José Antonio Candalija Reina 197


Párrafo nº 6.
Página FOL. 165V
auer que tenie & partiolo con todos. & dio a cada uno segund que lo merecie. & segund ell omne que era.
Et desque fue la noche espidiosse de la mugier. & de las fijas. & fuesse su uia. Et andido toda essa
noche. & fue otro dia a yantar a Espinaz de Can. Et alli estando llegol otra companna de caualleros & de
peones. Salio el Çid dalli aquella ora. & passo Duero sobre Naua de Palos. & fue posar a la figueruela. Et
pues que fue de noche & se adormecio ueno a ell en uision como en figura de Angel & dixol assi. Çid. ue
aosadas do uas. & non temas nada. ca siempre te yra bien mientre que uiuas. & seras rico. & abondado.
& onrrado. Otro dia mannana caualgo con toda su companna que tenie ya muy grand. & fue posar a la
sierra de Miedes. Et yazel de siniestro Atiença que era estonces de moros. Et ante que se pusiesse el sol;
mando el Çid fazer alard e de todos quantos yuan con el. por uer que companna leuaua. & fallo que
eran bien .ccc. caualleros & muchos omnes a pie. Et dixo les. Amigos uayamos nos luego. & passaremos
temprano esta sierra. & salgamos de la tierra al Rey. ca oy es ya el dia del plazo. Et despues quien nos
quisiere uuscar fallar nos a. El capitulo. De como el Çid priso el Castiello de Castreion. CAualgaron dalli
luego todos. & passaron aquella sierra de noche. Et al pie de la sierra auie una montanna muy grand. &
mandoles el Çid posar alli por tal que non fuessen descubiertos. Et mando a todos que diessen ceuada
de dia. por que querie trasnochar. Et mouieron dalli. & andidieron toda essa noche
Página FOL. 165V
Et quando fueron a cerca del Castiello que dizen Castreion. que yaze sobre fenares; echosse el Çid alli
en celada. Et mando a Aluar hannez que

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AÑO: 1270-1284
AUTOR: Alfonso X
TÍTULO: Estoria de España, II
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Lloyd A. Kasten; John J. Nitti, Hispanic Seminary of Medieval Studies (Madison), 1995

Párrafo nº 9.
Página II, 332
entrado este rrey en su alcaçar de la villa de Algezira, pregunto por el lugar do yazia enterrado su hijo el
infante Abomelique; * e Mahomad Alaçafi su alcayde gelo fue a mostrar; * e quando el rrey vio el lugar,
con el gran pesar que ouo, echose sobre la huesa tendido e començo de llorar; * e despues llevantose en
pie, e dixo contra los moros que el nunca auia de cansar fasta que fuesse vengada la muerte de su hijo, *
e otrosi fasta que cobriese las torres de Algezira de cabeças de christianos por vengança de la su muerte.
Página II, 332

Capítulo CCLXXXºVIIIº: * Como el rrey Alboaçen, despues que fue en Algezira, quiso saber quanta gente

 José Antonio Candalija Reina 198


tenia, * e fallo que tenia quarenta e çinco mill omes a cauallo e quatro çientos mill peones. *

Por este rrey vengar su saña e dar honrra a su estado, fizo alard e de los sus moros, por ver que
conpañas podria tener. * E fallo quarenta e çinco mill omes a cauallo, e avn muchos mas que non se
pudieron contar por que todavia passauan; * e los de pie pasavan de quatro çientos mill. *

E ouo por su consejo de non correr por las tierras, mas que fuese sobre Tarifa e que la çercase, ca non
era lugar que se pudiese defender, e que a los dos dias seria /A, f. 397 entrada por dos conbatimentos
que le diesen; * e desque estuviesse ganada, que la poblase de moros, * e que fuese luego sobre Xerez e
que lo tuviesse çercado fasta que lo ganasse, e que no ouiesse voluntad de catiuar christianos, e quantos
pudiesen fallar que todos fuesen metidos a espada por tal que los christianos tomasen escarmiento. * E
desque Xerez fuesse ganado, que fuesen asentar sus tiendas sobre Seuilla, donde estaua el rrey

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AÑO: 1348-1379
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Gran crónica de Alfonso XI
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Diego Catalán, Gredos (Madrid), 1976

Preposición de
La procedencia u origen local de alarde está representada por la preposición direccional de, pues
el sentido original del verbo árabe ‘mostrar’ viene determinado por su carácter esencialmente deíctico en
su vertiente espacial que, en el proceso de abstracción nocional mediante metáfora, pasa al plano
deíctico conceptual (jactarse, presumir) que requiere el argumento de TEMA, una vez más
conceptualizado también metafóricamente como lugar figurado.
Además el sentido de presumir, jactarse o vanagloriarse se obtiene por extensión desde el
significado primitivo de ‘revista de tropas’, porque un agente (el caudillo o jefe) trata de exhibir el poder
militar y la fuerza como cualidades inherentes al mismo. De ahí el carácter fundamentalmente pragmático
de este uso metafórico de la preposición, que implica un distanciamiento entre el agente y el tema para
focalizar precisamente al agente. De ahí que Alarcos (1968) hablara de graduación en el concepto de
transitividad, pues en estos esquemas preposicionales (Henanz y Brucart, 1987) predomina el agente
sobre el paciente o tema en la transacción verbal.

 José Antonio Candalija Reina 199


También podemos pensar en la herencia de una incorporación conceptual del tipo de “hacer
alarde de” donde quedaría justificado el ORIGEN como caso que exige la direccionalidad de la
preposición.

 José Antonio Candalija Reina 200


11. Aludir a

MM: (Del latín «allúdere», de «lúdere», jugar; v. «ludir»; la R. A. lo da como


intransitivo; sin embargo, se habla en lenguaje corriente de ‘la persona
aludida’o ‘los aludidos’, y existe el modismo no incluido tampoco en el D. R. A.
E. ‘darse por aludido’, en que claramente se toma el verbo como transitivo; pero
se construye con «a» aun con complemento de cosa.)
Õ «*Referirse» encubiertamente a Íalgo o alguien: ‘Con esas palabras debe de
aludir a la situación de la empresa. Aludía indudablemente a tu hermano’.
Ö *Mencionar, *referirse; hablar de Íalgo incidentalmente en una conversación
o discurso: ‘A propósito de la reforma aludió a las dificultades actuales’.
COROM: Bajo ludibrio, tomado del lat. lūdĭbrĭum ‘burla, irrisión’, derivado de
lūdĕre, ‘jugar’ y éste de lūdus ‘juego, diversión’, 1ª doc.: 1663, Gómez de
Tejada, (Aut.)
DERIV. Aludir [1535, J. De Valdés; vid. Cuervo, Dicc. I, 368] de alludĕre,
‘bromear o jugueter con alguien’, ‘aludir’.
SPES: alludere, intr.: ‘jugar, divertirse, bromear, chancearse (alicui, aliquem o
ad aliquem, con alguien)
SEGURA MUNGUÍA: alludere, aludir, hacer alusión a [con dat., ad o de]

 José Antonio Candalija Reina 201


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 202


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 203


 José Antonio Candalija Reina 204
NO ADMITE
CORDE:

Párrafo nº 1.

no está esta palabra en Sannazaro.

B-147.- Que ansí de un mal ajeno bien se empieza. Éste es proverbio latino: Nulla mala hora est, quin
alicui sit bona. No hay mal sin bien, catá para quien. Ariosto, Canto 45:

Che il ben va dietro al male, e il male al bene.

B-148.- No aprovechaba alcanzar. Enmendé: al ánsar la cautela. Y las Musas me sean adversas si no lo
enmendé de ingenio, sin ayuda ni aviso de otra cosa. Después lo hallé en Sannazaro en la citada Prosa
8. Dice ansí:

Chi crederebbe possibile, che la sagace oca sollecita palesatrice de le notturne fraude, non sapeva a se
medesima le nostre insidie palesare? Parece aludir a la historia del Capitolio Romano, cuando los
ánsares descubrieron, que entraban los enemigos.

B-149.- Y tú, perdiz cuitada. Todo esto es del dicho lugar. La fábula de la perdiz se cuenta en Ovidio, y
dice que era un criado de Dédalo, y que halló la sierra, y Dédalo de envidia de tan buena invención le
echó de una torre abajo, y agora las perdices por miedo de la caída hacen nido en el suelo huyendo de
los techos.

B-150.- Temo que antes del fin anocheciese. Virgil., libr. I:

Ante diem clauso componet vesper olympo.

B151.- De bien acuchillado. Toca el refrán que dice: No hay mejor zurujano que el bien acuchillado.

B-152.- Tener al pie del palo. También es refrán, que alude a los que ahorcan.

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AÑO: 1574
AUTOR: Sánchez de las Brozas, Francisco
TÍTULO: Comentarios a Garcilaso
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Literatura

 José Antonio Candalija Reina 205


PUBLICACIÓN: Antonio Gallego Morell, Gredos (Madrid)

Párrafo nº 6.
Página 557
el señor capitán viene hecho al uso y costumbre de aquella tierra, llama señoría a quien ha de decir
merced. * A esto respondió el capitán diciendo: No me tenga vuestra señoría por hombre tan nescio que
no me sabré acomodar al lenguaje de Italia estando en Italia, y al de España estando en España. Pero
quien a mí me ha de llamar vos en España, por lo menos ha de ser señoría de España, y se me hará muy
de mal. El caballero, medio atajado, le replicó diciendo: Pues cómo, señor capitán,
Página 558
¿no sois natural de tal parte? ¿Y hijo de Fulano? Y, con esto, ¿no sabéis quién soy yo e mis
antepasados?. Señor, dijo el capitán, bien sé que vuestra señoría es muy buen caballero y que sus
padres lo fueron también; pero yo y mi brazo derecho, a quien ahora reconozco por padre, somos
mejores que vos y todo vuestro linaje. *

Este capitán alud ió al segundo nacimiento que tienen los hombres, en cuanto dijoyo y mi brazo
derecho, a quien ahora reconozco por padre. Y tales obras podía haber hecho con su buena cabeza y
espada, que igualase el valor de su persona con la nobleza de caballero.

Por la mayor parte (dice Platón) * son contrarias la ley y Naturaleza; porque sale un hombre de sus
manos con un ánimo prudentísimo, ilustre, generoso, libre, y con ingenio para mandar a todo el mundo, y
por nacer en casa de Amicla (que era un villano muy bajo) quedó por la ley privado del honor y libertad en
que Naturaleza le puso; por lo contrario, vemos otros cuyo ingenio y costumbres fueron ordenadas para
ser esclavos y siervos, y por nacer en casas ilustres quedan por ley hechos señores. Pero una cosa no se
ha notado mil siglos atrás, y es digna de considerar: que por maravilla salen hombres muy hazañosos, o
de grande

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AÑO: 1575-1588
AUTOR: Huarte de San Juan, Juan
TÍTULO: Examen de ingenios para las ciencias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos
PUBLICACIÓN: Guillermo Serés, Cátedra (Madrid), 1989
Párrafo nº 19.

lib. II:
te moestae volucres Orpheu, te turba ferarum, te rigidi silices, tua carmina saepe secutae fleverunt silvae,

 José Antonio Candalija Reina 206


positis te frondibus arbos tonsa comas luxit. a ti las aves tristes, a ti, Orfeo, la escuadra de las fieras a ti el
rígido pedernal, y las selvas te lloraron, que siguieron tus versos muchas veces; a ti cortado su cabello el
árbol lloró desnudo de sus verdes hojas.

H-42.- A parte. Hipotiposis del miedo, o ilustración, o demostración, o (si agrada más) descripción,
cuando lo que se trata se representa con palabras de modo que parece que se ve con los ojos. También
se llama enargia en griego, y en lengua latina evidencia o perspicuidad.

H-43.- Por los cabellos. Es adagio o refrán traer por los cabellos, y el mismo G.L. alud ió a él en la
Can. 4:

Pues soy por los cabellos arrastrado.

H-44.- Tornado. Arcaísmos o antigüedad, porque ya esta dicción en esta forma ha envejecido y está
desusada.

H-45.- Y conosco. Este lugar es de Ovidio en el lib. 7, y lo siguieron muchos nobles escritores italianos
pero todos (si no me engaño) no variaron del primer pensamiento, ni se mejoraron con la sentencia en
número, o lengua, o espíritu. Porque les pareció que bastaba decir unos como otros, y cierto que ninguno
siguió este concepto de suerte, que se aventajase a G. L., como se podrá ver aquí después de lo que
dice Medea en el libro referido, quejándose de la discordia de la razón y del apetito concupiscible:

...aliudque cupido, mens aliud suadet: video meliora, proboque,

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AÑO: 1580
AUTOR: Herrera, Fernando de
TÍTULO: Comentarios a Garcilaso
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Literatura
PUBLICACIÓN: Antonio Gallego Morell, Gredos (Madrid), 1972
Párrafo nº 20.
Página 341
os vaya gastando y deshaciendo el tiempo; ni os veáis de áspera sierra romper con riguroso y ronco
estruendo. Con silencio aliviaos de la tierra, y dándome lugar muy poco a poco, pondréis remedio a mi
sangrienta guerra.
Página 342

H-76.- Cuando Dios. Es de Virgilio en el lugar dicho, y de Petrarca en la Canc. 4de la part. I. Y así dijo
don Diego de Mendoza:

 José Antonio Candalija Reina 207


Días cansados, duras horas tristes, crudos momentos en mi mal gastados, al tiempo que pensé veros
mudados, en años de pesar os me volvistes.

H-77.- Quién me dijera. Conmiseración del bien pasado a la miseria del estado presente.

H-78.- Hermosísimo es este soneto con epítetos, perífrasis, descripción de tratos y la admirable división,
con que concluye, alud iendo a la naturaleza de las Náyades, que están en agua, y él se ha de
convertir en ella. Y parece en él, y se muestra el resplandor de las palabras que puso, que es lo que los
latinos llaman por metáfora color en la oración; y lo mismo la claridad de ellas, que está puesta en la
construcción. La cual no es otra cosa, que una acomodada y simple mutación de palabras dichas con
orden para entendimiento del sentido encerrado en ellas. Su contrario es lo que llaman síntesis los
griegos, y nosotros construcción oscura y confusa. Es importantísima la claridad en el verso; y si falta en
él, se pierde toda la gracia, y la hermosura de la poesía, y bien se ve en Virgilio que el hilo del parlar y la
textura y coligamiento de las dicciones lo hacen clarísimo; porque las palabras son imágenes de los
pensamientos. Debe ser la claridad que nace de ellas luciente. suelta, libre, blanda y entera; no oscura,
no intrincada, no forzada,

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AÑO: 1580
AUTOR: Herrera, Fernando de
TÍTULO: Comentarios a Garcilaso
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Literatura
PUBLICACIÓN: Antonio Gallego Morell, Gredos (Madrid), 1972

Prep., ‘término de referencia’, (García-Miguel, 1995: 183)

Preposición a

Aquí tenemos otro compuesto de la preposición latina AD, que justificaría por sí sola la fijación
histórica que refiere un grupo nutrido de investigadores, sobre todo los que postulan el nulo o escaso
valor semántico de la preposición española a. En todo caso, estos últimos harían referencia al fenomeno
de rección sintáctica que añadiría la preposición latina al verbo LUDERE, desechando el valor semántico
direccional de la preposición. El sentido actual, ‘nombrar o citar incidentalmente’ (María Moliner), parece
derivar del valor inicial que tiene en cuenta la poca trascendencia conceptual del verbo LUDERE, de
donde se forma la metáfora de ‘referirse a una cosa jugueteando’.

 José Antonio Candalija Reina 208


De todas formas, es posible reconstruir el significado original que explica el sentido direccional
locativo de la preposición española a, cuando concebimos la acción de jugar como algo
consustancialmente espacial, pues el niño precisa ubicarse en un lugar determinado para realizar la
acción, la cual a su vez se realiza frecuentemente con objetos (juguetes) que poseen también una
ubicación próxima al niño y orientada en su eje cognitivo y visual. Por tanto, podemos decir que la acción
de jugar está determinada deícticamente por una base (el tema) al que el agente (la figura) se aproxima
mediante el valor direccional de la preposición a. Por eso, el agente adquiere nuevamente la relevancia
que le confiere el distanciamiento pragmático de la iconicidad preposicional. Quizá por eso también,
María Moliner intuye que la transitividad de este esquema oracional es de tipo preposicional (Hernanz y
Brucart, 1987; García-Miguel, 1995) porque admite que se construye con esta preposición, incluso con
complementos de cosa y no solamente cuando son complementos de persona, lo que justificaría un CD
con preposición a. En este caso la preposición regida aparece en todos los contextos.
También se podría tener en cuenta un tipo de incorporación conceptual como hacer alusión a en
la que la presencia de la preposición lleva igualmente a un sentido adlativo.

12. Apelar a /de/contra

MM: (Derivado del lat. «appellare»; v. «apellidar, interpelar»; «a».)


Õ «Invocar». Referirse a cierta cosa, particularmente cierta cualidad,
disposición o situación de alguien, para predisponerle a conceder algo que se
le pide: ‘Apeló para conmoverle, a su antigua amistad con su madre’. Se
emplea el mismo verbo para realizar lo que expresa: ‘Apelo a vuestra
benevolencia’ «Invocar». Recurrir, a veces empleando el mismo verbo
«apelar», al testimonio de alguien: ‘Apelo a mis compañeros para que
confirmen lo que digo. Apeló al testimonio de su jefe’
Ö «Acudir. *Recurrir». Valerse de algo o de alguien para salir de una dificultad
o apuro: ‘Para salvarse tuvo que apelar a sus piernas. Tiene amigos a quien
apelar para conseguir el dinero’.
× (*derecho; «de; ante, para»). «Alzarse. Recurrir». Pedir a un *tribunal superior
la revisión de una sentencia de otro. A pesar de ser un verbo intransitivo, se

 José Antonio Candalija Reina 209


considera correcto decir ‘la sentencia apelada’o ‘la sentencia ha sido apelada’.
En cambio, no se considera correcto decir ‘apelar una sentencia’, siendo la
expresión correcta ‘apelar de [contra] una sentencia’.
Ø D. R. A. E.: «intr. Referirse, recaer».
COROM: tomado del lat. appellare, ‘dirigir la palabra’, ‘apelar’, ‘llamar (a
alguien)’, 1ª doc.: h. 1300, Gr. Conq. de Ultr.
SPES: appello, tr.: ‘dirigir la palabra, apostrofar, hablar a’ || ‘apelar a’ (a
praetore tribunos a., apelar a los tribunos [contra la sentencia] del pretor)
SEGURA MUNGUÍA: hacer una reclamación [monetaria], exigir el pago de una
deuda: ad diem a., reclamar la deuda en el día fijado

 José Antonio Candalija Reina 210


CUERVO:

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 José Antonio Candalija Reina 213
 José Antonio Candalija Reina 214
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 215


ADMYTE II:

Alfonso de Toledo, Invencionario. [fol. 89r]

apellan los ob<is>pos sufraganos a


los pat<r>i`archas

Gran conquista de Ultramar (Salamanca, 1503). [fol. 327v]

temieronse que el
rey no les hiziesse fuerça & por aquello apelaro<n>
a roma:

Preposición a

Habría que tener en cuenta tres factores que indican que estaríamos ante un caso de
transitividad preposicional según Hernanz y Brucart (1987): el primero, el esquema cognitivo que subyace
a la construcción sintáctica de apelar, según el cual se produce un movimiento inicial desde una figura
(agente) hacia una base (paciente). Este esquema viene explicado por la etimología y las fuentes
documentales en las que comprobamos la direccionalidad que supone este esquema transitivo mediante
el sentido locativo de la preposición latina AD y el sentido etimológico que aporta Cuervo (acercarse a
alguien para hablarle). En segundo lugar, desde el punto de vista semántico, la preposición española a
manifiesta el mismo proceso de locatividad cuando concibe metafóricamente tanto el TEMA, como el
PACIENTE como lugares figurados a los que aproximarse y llegar. Finalmente, desde la perspectiva
sintáctica, María Moliner corrobora esta transitividad preposicional pues nos aclara que el verbo apelar no
se construye con CD, luego, sintácticamente la preposición es necesaria y no porque se trate de un CD
con sintagma [+humano] marcado por la preposición a, pues puede aparecer con otro tipo de sintagmas.

Preposición de/contra

En este contexto aducido por María Moliner el sentido direccional de ambas preposiciones es
evidente, pues la base (sentencia) se convierte en el punto de procedencia de la acción (preposición de)

 José Antonio Candalija Reina 216


o de llegada (preposición contra). De manera que la base (sentido locativo) se transforma
metafóricamente en TEMA (lugar figurado).

13. Apestar a

MM: Õ (no frec.). Comunicar o *contagiar la peste a Íalguien.


Ö (fig. e inf.; acep. corriente; tr. o absol.; «a»). «*Heder». Oler muy mal: ‘Este
pescado apesta’. Se usa como terciopersonal: ‘Aquí apesta a cebollas’.
(V. «encarcavinar». Expresión frecuente, ‘huele que apesta’.)
× (fig. e inf.; «con»). «*Freír. *Fastidiar». Molestar a Íalguien con insistencia
exagerada o pesadez: ‘Me apesta con sus quejas continuas’.
Ø (fig. e inf.; «de»). Poner cantidad *excesiva de una cosa en Íalgo o en un
Ísitio: ‘Han apestado el mercado de lavadoras eléctricas’.
COROM: Bajo peste, tomado del lat. pĕstis ‘ruina, destrucción’, ‘azote’,
‘epidemia’ 1ª doc.: h. 1525, Alvar Gómez (C. C. Smith, BHisp. LXI); 1590,
Góngora, ed. Foulché I, 135
DERIV. Apestar [princ. s. XVII, DHist.].
SEGURA MUNGUÍA: Bajo pestis-is: f. [abstracto] ruina, destrucción, calamidad,
daño, praemia in pestem suam convertere, ‘convertir en su propio daño las
recompensas’.

NO ADMYTE
CORDE:

como acontece siempre en idéntico caso, los curas se prepararon para echar la casa por la ventana, a fin
de agasajar al visitador y su comitiva.

Y los días volaban, y a nuestro vergonzante dominico le corrían letanías por el cuerpo y sudaba
avellanas, cavilando en la manera de recibir dignamente la visita.

Pero por más que se devanaba la sesera, sacaba siempre en limpio que donde no hay harina todo es

 José Antonio Candalija Reina 217


mohína, y que de los codos no salen lonjas de tocino.

Reza el refrán que nunca falta quien dé un duro para un apuro; y por esta vez el hombre para el caso fué
aquel en quien menos pudo pensar el cura; como si dijéramos, el último triunfo de la baraja humana, que
por tal ha sido siempre tenido el prójimo que ejerce los oficios de sacristán y campanero de parroquia.

Éralo de la de San Jerónimo un indio que apenas podía llevar a cuestas el peso de su partida de
bautismo, arrugado como pasa, nada aleluyado y que apest aba a miseria a través de sus harapos.

Hízose en breve cargo de la congoja y atrenzos del buen dominico, y una noche, después de toque de
queda y cubrefuego, acercóse a él y le dijo:

- Taita cura, no te aflijas. Déjate vendar los ojos y ven conmigo, que yo te llevaré adonde encuentres más
plata que la que necesites.

Al principio pensó el reverendo que su sacristán había empinado el codo más de lo razonable; pero tal fué
el empeño del indio y tales su seriedad y aplomo, que terminó el cura por recordar el refrán -del viejo el
consejo y del rico el remedio- y por dejarse poner un pañizuelo sobre los ojos, coger su bastón, y
apoyado en el brazo del campanero echarse a andar por el pueblo.

Los vecinos de San Jerónimo, entonces como hoy, se entregaban a Morfeo a la misma hora en que lo
hacen las gallinas; así es que el pueblo estaba desierto como un cementerio y más obscuro que una

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AÑO: 1872-1883
AUTOR: Palma, Ricardo
TÍTULO: Tradiciones peruanas. Tomo I: Bajo los Austrias
PAÍS: PERÚ
TEMA: 12.Relato breve culto
PUBLICACIÓN: Miguel M. García-Bermejo, Aguilar (Madrid), 1961
Párrafo nº 26.
Página I, 158
todo el tiempo!- de arqueología y arquitectura y otro curso de historia pragmática. El desgraciado ya
confundía a los califas de Córdoba con las columnas de la Mezquita, y ya no sabía cuáles eran más de
ochocientos, si las columnas o los califas; el orden dórico, el jónico y el corintio, los mezclaba con los
Alfonsos de Castilla, y ya dudaba si la fundación de Vetusta se debía a un fraile descalzo o al arco de
medio punto; reasumiendo, como decía el sabio, sentía náuseas invencibles y apenas oía al arqueólogo,
preocupándole más sus esfuerzos por contener impulsos del estómago cuya expansión hubiera sido una
irreverencia.

 José Antonio Candalija Reina 218


Si estuviéramos en un barco, no sería tan inoportuno -pensaba- ¡pero en una catedral!

El Infanzón estaba en rigor como en alta mar, y cada vez que oía decir la nave del Norte, la nave del Sur,
la nave principal, se creía al frente de una escuadra y se figuraba que don Saturno apest aba a brea.
Pero el pobre lugareño seguía diciendo que sí a todo.

Estaba conforme, aquello era una profanación. ¡Qué pesadez la de aquellos doseletes, la de aquellas
hornacinas! ¡vaya si eran pesados! como que el Infanzón temía que se le cayeran encima; porque se
meneaban, sin duda. Pero ¡buen Dios! añadía para sus adentros; si el género plateresco es cargante y
pesadísimo ¿dónde habrá cosa más plateresca que este señor don Saturnino?
Página I, 158

Se le pasó por la imaginación si estaría burlándose de ellos porque eran de un pueblo de pesca. Pero, no;
aquella cara no debía de mentir; hablaba de veras; era verdad lo del rey Veremundo y lo de la emigración
de la piña pérsica a las columnas árabes; sólo que todo aquello ¡qué le importaba a él que era un
compromisario!

La digna esposa de Infanzón también estaba cansada, aburrida, despeada, pero no aturdida. Hacía más

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AÑO: 1884-1885
AUTOR: Clarín (Leopoldo Alas)
TÍTULO: La Regenta
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Gonzalo Sobejano, Castalia (Madrid), 1990

Preposición a

A pesar de que no hemos encontrado ocurrencias más antiguas en los corpora utilizados,
opinamos que la clasificación sintáctica de este esquema como terciopersonal, no es muy acertada por
parte de María Moliner, pues no sólo es posible que exista un AGENTE tanto personal como objetual,
sino que además sea representado sintácticamente por otras personas gramaticales:

Apestas a tabaco
La habitación apesta a humo

 José Antonio Candalija Reina 219


En el ejemplo aportado por La Regenta el AGENTE (don Saturno), que coincide con la figura de
este esquema, realiza la acción verbal como elemento de partida desde el que parte el olor y se traslada
hacia el TEMA (la base, brea), punto de llegada que es señalado mediante la direccionalidad de la
preposición a, con lo que tenemos otra vez la configuración metafórica del TEMA como lugar figurado.
Incluso la etimología nos confirma esta concepción metafórico-metonímica, pues la enfermedad de la
peste bubónica se caracteriza por la emisión de cierto mal olor, que se intensifica y expande por el
carácter epidémico de la enfermedad.
El proceso de gramaticalización por abstracción metafórica parece deducirse, asimismo, del
ejemplo tomado de Ricardo Palma, quien a fines del XIX opta por considerar al sustantivo miseria (de
carácter concreto) como un sustantivo abstracto en el que se mezclarían el olor que producirían los
harapos con su condición de pobre o desharrapado, de manera que se produciría una especie de
sinestesia en la que se confundiría lo concreto (el olor) con lo abstracto o nocional (la pobreza o miseria
social asociada al mal olor por la ausencia de limpieza e higiene).
Además la etimología nos ofrece la posibilidad de considerar la incorporación conceptual del
sustantivo latino pestis, al que se añadiría la preposición latina direccional AD, mediante la cual se
expresa el significado de ‘llevar hacia la peste’, conceptualizando la peste como lugar metafórico de
destino (adlativo), entendiendo además que se trataría de una subespecificación del tipo de peste.
Comprobamos también como el sentido físico o concreto prima sobre el sentido abstracto, que en todo
caso deriva de aquel en el sentido adlativo (Goyens, Lamiroy y Melis, 2003).

14. Aportar a

MM: (De «PORTAR».)


Õ *Contribuir con una Íparte a cierta cosa poseída, hecha, etc., en común.
(V. t. «*participar».)
Ö Llevar ciertos Íbienes al matrimonio.
× «*Aducir». Exponer ciertas Ípruebas, razones o testimonios en defensa de
algo o para probarlo.

 José Antonio Candalija Reina 220


COROM 1: Bajo portar, voz advenediza tomada en varias épocas del latín y de
otros romances (cat., fr., it.), en los cuales viene del lat. PŎRTARE ‘portear’,
‘transportar’, 1ª doc.: Berceo.
DERIV. Aportar, ‘traer’ [h. 1400, López de Ayala, Rim. de Pal, Rivad., p. 426;
galicismo muy raro], ‘proporcionar’ [Quijote I, XXV; italianismo no menos raro],
‘contribuir cada uno con su parte’ [galicismo jurídico del s. XIX]; no debe
confundirse con el otro aportar derivado de PUERTO.
COROM 2: Bajo puerto, del lat. PŎRTUS, -ŪS, ‘entrada de un puerto’, ‘puerto’. En
la acepción ‘puerto de mar’ está también en Berceo y es de uso general en
todas las épocas y común a todos los romances de Occidente. Éste es casi el
único significado documentado en latín.
DERIV. Aportar, ‘llegar a un puerto’, h. 1260, Partidas V, ix, ed. Acad. III. 241

 José Antonio Candalija Reina 221


CUERVO:

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ERNOUT-MEILLET:

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Párrafo nº 3.

pues carece de toda noción del arte, trasladar al papel o al lienzo lo que tan claramente conserva impreso
en su alma.

"A cada ensayo desgraciado se siguen momentos dolorosos de desaliento y postración, hasta que lo
reanima de nuevo violentamente su extraña monomanía, que -os lo confieso- llego a creer contagiosa,
pues me hallo yo misma tentada muchas veces a tomar también la paleta, juzgando imposible (como le
sucede al pobre papá) que no acierte a trazar mi mano lo que me parece tener todavía delante de mis
ojos.

"He aquí la historia de mi familia, con todos sus pormenores, y a fin de que nada absolutamente ignoréis,
la terminaré diciendo que me pertenece -como herencia materna- más que mediana fortuna, y que el
señor Caillard, independientemente de mis bienes que administra, los posee considerables; pues no sólo
aumentó muchísimo con su laboriosidad, durante diez años y medio de matrimonio, el modesto capital
que aport ó a él, sino que le cupieron también cuantiosos gananciales de la dote de su esposa, quien
le agració, además, con todo su quinto, al que unió mi abuelo parte del suyo, en agradecimiento a lo bien
que le manejó sus intereses desde el mismo día en que pudo llamarle hijo.

"Ahora, amigo mío, os toca a vos darme conocimiento de cuanto os concierne, persuadido, como debéis
estarlo, de que si vuestra suerte no es próspera, la impresión que me haga tal noticia será aumentar, si es
posible, el afecto con que os miro."

Cesó de hablar Josefina, aguardando contestación; pero no recibió ninguna. El mancebo se hallaba
evidentemente tan preocupado, que ponía en olvido hasta la presencia de su amada.

- ¿En qué pensáis? -preguntó ella con un poco de extrañeza-. ¿Os habrá fastidiado tanto mi larga
narración, que os falte ánimo para comenzar la vuestra?

El interpelado desplegaba los labios para decir algo -no sabemos

--------------------------------------
AÑO: 1861
AUTOR: Gómez de Avellaneda, Gertrudis
TÍTULO: El artista barquero o los cuatro 5 de junio
PAÍS: CUBA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Mary Cruz, Ayacucho (Caracas), 1990

 José Antonio Candalija Reina 227


Párrafo nº 4.
Página 47
procedimiento de la sangría suelta, ha influido en nuestras ciencias médicas tanto como Hipócrates o
Galeno. España sola sobrepuja a todas las demás naciones juntas, por el número y excelencia de sus
sangradores. El supremo doctor alemán es el doctor Fausto, y el supremo doctor español es el doctor
Sangredo, no obstante haber existido también su rival y famoso congénere el doctor Pedro Recio de
Tirteafuera. Y jamás en la historia de la humanidad se dio un ejemplo tan hermoso de estoicismo
perseverante como el que nos ofrece la interminable falange de sangradores impertérritos, que durante
siglos y siglos se han encargado de aligerar el aparato circulatorio de los españoles, enviando a muchos
a la fosa, es cierto, pero purgando a los demás de sus excesos sanguíneos a fin de que pudiesen vivir en
relativa paz y calma. Y quién sabe si el descubrimiento de la circulación de la sangre por Servet, que en
definitiva es lo único notable que los españoles han aport ado a la ciencia práctica de los hombres,
no tendrá también su origen en Séneca y en la turbamulta de sus acólitos.

Sin necesidad de buscar relaciones subterráneas entre las doctrinas de Séneca y la moral del
cristianismo, se puede establecer entre ellas una relación patente e innegable, puesto que ambas son
como el término de una evolución y el comienzo de otra evolución en sentido contrario, ambas se
encuentran y se cruzan, como viajeros que vienen en opuestas direcciones y han de continuar caminando
cada uno
Página 48
de ellos por el camino que el otro recorrió ya. El término de una evolución filosófica racional, como la
grecorromana, es cuando están todas las soluciones agotadas: la empírica y la constructiva, la
materialista y la idealista, la ecléctica y la sincrética, la solución negativa o escéptica, y entonces surge la
moral estoica, moral sin base, fundada sólo en la virtud o en la dignidad; pero esa solución es transitoria,

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AÑO: 1897
AUTOR: Ganivet, Ángel
TÍTULO: Idearium español
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos
PUBLICACIÓN: E. Inman Fox, Espasa-Calpe (Madrid), 1990
Párrafo nº 5.
Página 720
El Seguro social y el privado. Madrid, 1934, págs. 10 y 11). Se oponen a ello su peculiar naturaleza y la
índole de las clases en cuyo favor se organizan. Los Seguros sociales benefician a las clases humildes
de la sociedad. Su entretenimiento, si han de cubrir los principales riesgos que amenazan al obrero, es
costoso, y de pesar exclusivamente sobre él, habría de exigir primas importantes,
Página 721
que los salarios corrientes no toleran. Además, la índole de estos seguros -que forman parte del derecho
general de asistencia y de tutela del Estado cerca de las clases asalariadas- impone al Poder público el

 José Antonio Candalija Reina 228


deber de poner a cargo de la colectividad, esto es, de la masa general de los contribuyentes, una parte, al
menos, de los gastos que origina su sostenimiento. (1365) Escribe C. Posada: «Existe una tendencia
favorable a que el Estado no participe en la formación de los Seguros sociales, por estimar que
aport a a la organización de los mismos un elemento político que pueda ser perturbador. Sólo los
patronos y los obreros, elementos interesados, deberán contribuir. Si por razones económicas, prácticas,
no hay más remedio que aceptar la participación del Estado, que se haga con carácter transitorio.» (El
régimen de los Seguros sociales, pág. 57)

Más difícil parece de justificar la contribución patronal al sostenimiento de los Seguros sociales que todas
las legislaciones imponen. ¿En virtud de qué principio ha de contribuir la empresa? ¿Cómo obligarle a
cotizar cuando ningún beneficio recibe del seguro?

Sin embargo, la empresa no es meramente una arrendataria de servicios, que no contrae cerca de sus
operarios otro compromiso que el de abonar el salario. Por otra parte, como expresa Lacombe, (1366)
Les retraites ouvrières. París, 1905, pág. 210. nota. En

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AÑO: 1946
AUTOR: García Oviedo, Carlos
TÍTULO: Tratado Elemental de Derecho Social
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Otros
PUBLICACIÓN: Librería General de Victoriano Suárez (Madrid), 1946

Preposición a

Las acepciones de María Moliner coinciden con la última acepción de Cuervo que incide en el
sentido inmaterial producido por la translación metafórica del dominio locativo original (“puerta”, según
Ernout-Meillet o “puerto”, a su vez concebido figuradamente como la puerta de la localidad desde el mar)
hacia el dominio abstracto m. “Llegar a un puerto” o, como dice Cuervo, por extensión, a cualquier lugar,
supone que la figura se traslada hacia una base, que es el lugar metafórico conceptual o inmaterial
señalado por la direccionalidad del sentido preposicional: en

lo único notable que los españoles han aportado a la ciencia práctica de los hombres, no tendrá también
su origen en Séneca y en la turbamulta de sus acólitos.

 José Antonio Candalija Reina 229


se produce el movimiento de la figura (lo único notable) hacia la base (la ciencia práctica de los hombres),
de ahí que esta translación metafórica se haga ostensible mediante la rección preposicional del verbo a
través de la preposición locativo-direccional a, señalando además el caso de PACIENTE mediante otra
metaforización de la base que supondría la reificación abstracta de la persona a la que se dirige el TEMA,
representado por la figura. De igual modo que el TEMA se concibe como lugar figurado hacia el que se
dirige la acción (CF. apelar, aludir), también podemos considerar al PACIENTE como lugar figurado al
que se dirige la acción que repercute sobre el TEMA, máxime si tenemos en cuenta su posible
adscripción al caso de DATIVO O BENEFICIARIO que podría ser explicado de igual forma por la
presencia de la preposición a. E incluso desde el punto de vista de la transitividad, habría que hablar de
esquema con doble transitividad (Hernanz y Brucart, 1987) o, como propone Alarcos Llorach (1994), se
trataría de un suplemento indirecto, concepto en el que se subsume el caso de DATIVO o
BENEFICIARIO. En todo caso, hablaríamos de una rección preposicional que se explicaría por todos
estos factores sintáctico-semánticos e insistiríamos en que es el valor semántico de la preposición el
encargado de mostrar todas estas relaciones.
En cuanto a la gramaticalización por metáfora que se produce desde el sentido original al sentido
actual, podemos apreciar que hay un mayor grado de abstracción en los ejemplos tomados del corpus de
la R.A.E., donde vemos que las primeras manifestaciones más abstractas son las más actuales (finales
del s. XIX).

15. Apostar a/por

MM: (De «puesto».)


Õ (en esta acep. se conjugaría como regular; pero, de hecho, no se emplea en
las formas que en la acep. 4.a son irregulares, o sea en los presentes).
«*Colocar. Emplazar. Situar». Poner en un sitio Ísoldados, caballerías de
repuesto, etc., a fin de que estén dispuestos cuando sean necesarios. (Ant.,
«postar». V. «estación».)
Ö (ant.). *Adornar Íalgo o a alguien.
× (Extremadura). Limpiar, podar, etc., un Ímonte para que se forme *arbolado.

 José Antonio Candalija Reina 230


Ø («a»; «con»; conjug. como «contar»). «Jugarse». Pactar entre sí dos o más
personas que sostienen tesis distintas, que, cuando se vea cuál de ellas
sostenía la verdadera o la que se cumple, la otra hará cierta cosa o le dará algo
o una cantidad de dinero: ‘Apostó [Se apostó] conmigo la cena a que entraba
en la sala sin invitación’. Con sentido recíproco, se puede usar, además de la
forma pronominal que es propia, la forma sin pronombre: ‘Nos apostamos diez
duros a quién llegaba antes. Apostamos a que la letra no era de ella’El verbo se
usa con sentido simbólico en frases muy frecuentes, como ‘apuesto [apostaría]
cualquier cosa a que no viene hoy’.
(V. «¡a que no!, ¡a que sí!»)
COROM: Bajo puesto y éste bajo poner, del lat. PŌNĔRE, ‘colocar, poner’. 1ª
doc.: orígenes del idioma (Glosas Silenses, Cid, etc.)
DERIV. apostar, ‘hacer una apuesta’ [h. 1570, Araucana, DHist.; antes postar,
Crón. De 1344, M. P., Floresta I, 164.10], ‘poner a una persona en un lugar’
[princ. s. XIX, Quintana, DHist.; derivado de posta, ‘centinela’]

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CUERVO:

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ERNOUT-MEILLET:

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 José Antonio Candalija Reina 237
CORDE:

Párrafo nº 5.
Página 110
en que el Cordero sin mancilla tanto se humilla, que visita nuestras panzas, y entre estas
bienaventuranzas entra en el humano buche. Suene el lindo sacabuche, pues nuestro bien consiste.
Pastores, ¿no es lindo chiste, etc.

"¿Qué pudiera decir más" -me dijo- "el mismo inventor de los chistes? Mire qué misterios encierra aquella
palabra
Página 111
pastores: más me costó de un mes de estudio". Yo no pude con esto tener la risa, que a barbollones se
me salía por los so ojos y narices, y dando una gran carcajada, dije: - "¡Cosa admirable! Pero sólo reparo
en que llama v. m. señor san Corpus Christe. Y Corpus Christi no es santo, sino el día de la institución del
Sacramento". - "¡Qué lindo es eso!" -me respondió, haciendo burla-; "yo le daré en el calendario, y está
canonizado, y apost aré a ello la cabeza".

No pude porfiar, perdido de risa de ver la suma ignorancia; antes le dije cierto que eran dignas de
cualquier premio, y que no había oído cosa tan graciosa en mi vida. - "¿No?" -dijo al mismo punto-; "pues
oiga v. m. un pedacito de un librillo que tengo hecho a las once mil vírgines, adonde a cada una he
compuesto cincuenta otavas, cosa rica". Yo, por escusarme de oír tanto millón de octavas, le supliqué
que no me dijese cosa a lo divino. Y así, me comenzó a recitar una comedia que tenía más jornadas que
el camino de Jerusalén.
Página 112
Decíame: - "Hícela en dos días, y éste es el borrador". Y sería hasta cinco manos de papel. El título era El
arca de Noé. Hacíase toda entre gallos y ratones, jumentos, raposas, lobos y jabalíes, como fábulas de
Isopo. Yo le alabé la traza y

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AÑO: 1626
AUTOR: Quevedo, Francisco de
TÍTULO: La vida del Buscón llamado don Pablos
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Fernando Lázaro Carreter, Universidad de Salamanca (Salamanca), 1980

Prep. a, por, ‘elección’, ‘final-beneficiario’, (García-Miguel, 1995: 204)

 José Antonio Candalija Reina 238


Preposición a

En todas las acepciones, etimologías y documentación el sentido locativo original común es


evidente, pues todos ellos derivan de poner, como indica Cuervo. Por tanto, la explicación de la presencia
de esta preposición pasa por determinar el lugar hacia el que se dirige la acción de poner nuestro apoyo,
intención, ideología o dinero. De esta forma concebimos en este tipo de esquemas el TEMA como lugar
figurado, tal como explicamos en el verbo anterior. Asimismo, es factible considerar que se trate de la
subespecificación de la apuesta.

Preposición por

Además de llevar implícito el esquema de la direccionalidad, hay que aludir al esquema de la


transitividad en el que predomina el caso del BENEFICIARIO, pues se produce la translación metafórica
del sentido original anterior de poner nuestro interés en un lugar donde creemos que hay mucha
probabilidad de obtener beneficio; por eso se requiere la presencia de la preposición por, justificada por
su significado original latino de beneficio o interés (PRO).

Compárese

Aposté al más rápido


Aposté por el más rápido

En ambos sentidos es posible interpretar una base locativa de la que se derivan las acepciones
más abstractas produciendo en el semantismo preposicional una gramaticalización (Goyens, Lamiroy y
Melis, 2003)

 José Antonio Candalija Reina 239


16. Aprender de

MM: (Del lat. «apprehéndere», der. de «prehéndere»; v. «COGER»; tr. o absol.)


Õ («a»: ‘a escribir’; «con»: ‘con un buen maestro’; «de»: ‘de su padre’; «por»:
‘por experiencia’). Adquirir conocimientos o el conocimiento de cierta Ícosa:
‘Estás todavía en edad de aprender. Todos los días se aprende algo nuevo’.
Fijar Íalgo en la memoria: ‘Aún no he aprendido su nombre’.
(V.: «Aprenderse. ÔAdiestrarse, aplicarse, *asimilar, beber, coger, comprender,
deprehender, deprender, *descubrir, *embeberse, *entender, familiarizarse,
formarse, ilustrarse, imponerse, instruirse, mamar, meldar. ÔEjercitarse. ÔDe
memoria, punto por punto. Ô Amarrado, aprendido, apreso, embotellado,
empollado. ÔMemorístico. ÔAplicación, aprendizaje, autodidáctica
[autodidaxia], escuela, experiencia, práctica. Ô*Alumno, *aprendiz, discípulo,
*estudiante. ÔAplicado, aprovechado, autodidacta. *Inteligente. ÔTener cerrada
la mollera. Ô*Torpe. Ô*Ciencia. *Enseñanza. *Estudiar. *Saber».)
Ö D. R. A. E.: «Concebir una Ícosa por meras apariencias o con poco
fundamento».
× (ant.). Prender o *apresar.
V. «haber aprendido en VIERNES».

COROM: Bajo prender, del lat. vg. PRENDERE (lat. cl. PREHĔNDĔRE) ‘coger’,
‘atrapar’, ‘sorprender’ 1ª doc.: orígenes del idioma (Glosas Silenses, Cid, etc.)
DERIV. Aprender, [h. 1200, Libre dels Tres Reys; Berceo; Alex., 44; Acedrex,
308.33; Cuervo, Dicc. I, 560-3], del lat. APPREHENDERE, ‘coger’, ‘apoderarse’

 José Antonio Candalija Reina 240


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 241


 José Antonio Candalija Reina 242
 José Antonio Candalija Reina 243
 José Antonio Candalija Reina 244
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 245


Alfonso Chirino, Espejo de medicina. fol. 30v]

que sepa
aprender dellos bien ente<n>-
der. &

Estéfano de Sevilla, Visita y consejo de medicos.[fol. 1v]

q<ue> assi lo faga<n> aprend[*ien]-


do del n<uest>ro pastor eterno.

Jehuda ha-Levi, Libro del Cuzari. [fol. 34r]

to y voluntad y el
aprender dela ley de dia y
de noche y guardar

Jehuda ha-Levi, Libro del Cuzari. [fol. 158v]

entra ya enla ignorançia y


no avemos de aprender desa
partjcularidat.

Bernardo de Gordonio, De regimine acutorum morborum; Regimiento de las agudas. [fol. 6v]

enpero aprendy delas viejas mas por


carrera de esperiencia

Alfonso X, General estoria I.[fol. 9v]

Lo uno por lo q<ue> aprendiero<n> de s<us> padres. lo


al

Alfonso X, General Estoria IV. [fol. 104r]

que los sac<er>dotes


q<ue> aprendieran esta palabra de Jheremias

Alfonso X, Siete partidas. [fol. 81r]

los reyes sopiessen leer:


. E no tan sola mente touiero<n> por bien los

 José Antonio Candalija Reina 246


sabios antiguos que los reyes sopiessen leer:
mas avn que aprendiessen de todos los sabe
res para pod<e>r aprouechar se d<e>llos

Maimónides, Moreh Nevukim; Mostrador y enseñador de los turbados. [fol. 2r]

q<u>a`ndo apren
diste delante mj lo q<ue> aprendiste dela logica
allegose mj anjma ati

Maimónides, Moreh Nevukim; Mostrador y enseñador de los turbados. [fol. 123v]

mira q<u>a`ntas buenas dotrinas


aprendemos destos mandamientos

Prep. de, `origen’, (Cano, 1999: 1826; ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte: 1991)

Preposición de

Estamos ante un caso de representación de la direccionalidad de la acepción de ‘coger, captar’


de este verbo que tiene en su origen un sentido físico que implica una figura (el agente) que coge o toma
unos conocimientos de un lugar de origen (la base) que estaría conceptualizada no sólo como paciente
(la mayoría de las veces, a pesar de que podríamos decir que en realidad es el agente, pues de ella se
obtienen los conocimientos) sino también como tema, ambos entendidos en términos metafóricos
mediante un proceso de gramaticalización/abstracción como lugar figurado de donde se aprehenden los
conocimientos.

17. Aspirar a

MM: Del latín «aspirare», echar el aliento hacia algo, derivado de «spirare»,
origen de «espirar».)
Õ (tr. o absol.). «Inspirar». Introducir el aire de la respiración a través de las
narices o la boca, mediante los movimientos adecuados de la cavidad torácica.
En lenguaje corriente equivale a «*respirar»: ‘Salió a aspirar el aire fresco de la

 José Antonio Candalija Reina 247


mañana’. *Absorber Íalgo provocando la entrada de aire, que lo arrastra, por la
nariz o la boca.
(V. «inhalar».)
*Atraer una máquina a su interior, mediante el vacío producido en ella, cierta
Ícosa como un gas, un líquido o el polvo.
Ö (intr.; ant.). Respirar.
× Exhalar Íaromas.
Ø Pronunciar ciertos Ísonidos con un soplo gutural sordo; como la letra «h» con
el sonido que tiene, por ejemplo, en alemán o entre los andaluces.
Ù («a»). «*Desear» cierta Ísituación o cierto bien y poner los medios para
conseguirlos: ‘Aspirar a una plaza del Estado [a la perfección, al premio]’.
(V.: «Apuntar, echar [tener echado] el ojo, pensar en, picar alto, *pretender,
poner [tener puestos] los puntos, tender, trabajar por. Ô Aspiración, fin, fin
último, *finalidad, ideal, *intención, *objetivo, pretensión, *proyecto, sueño
dorado. Ô Alas. Ôúltima, suprema. ÔCandidato, pretendiente. ÔHasta los gatos
quieren [gastan] zapatos. Ô *Afán. *Ambición. *Anhelo. *Ansia. *Deseo.
*Empeño. *Finalidad. *Voluntad».)

COROM: Bajo espirar, tomado del lat. spīrare, ‘soplar’, ‘respirar’. 1ª doc.:
espirar en Dios, ‘confiar en Dios’, h. 1400, Gutierre de Toledo, Canc. de Baena,
nº 164, v. 20.
DERIV. Aspirar, [princ. s. XIII, Sta. Mª Egipc., Berceo, en ambas fuentes en el
sentido de ‘inspirar, infunfir ideas’, que debe de ser alteración fonética de
inspirar; en las Partidas en el sentido latino de ‘lanzar el aliento hacia algo’, que
es probablemente el que todavía le dan J. de Acosta, 1590, y Aut.; la acepción
‘pretender, poner la mira en algo’ aceptado como neologismo italianizante por
J. de Valdés, Diál. de la L., ed. Mayans, 104], tomado del lat. aspīrare ‘echar el
aliento hacia algo’

 José Antonio Candalija Reina 248


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 249


 José Antonio Candalija Reina 250
 José Antonio Candalija Reina 251
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 252


Prep. a, ‘tema’ o ‘paciente’, (Demonte: 1989: 95; ‘situación absoluta’, García-Miguel, 1995: 144;
‘tendencia’, Morera, 1988: 199)

NO ADMYTE
NO CORDE
Preposición a

Confirmamos con este verbo la presencia del sentido direccional etimológico que procede del
verbo latino, en el que el esquema cognitivo supone un AGENTE tomado como figura del que parte el
movimiento del aire en la acepción de ‘soplar o echar el aliento hacia algo’ y se dirige a una base tomada
como TEMA generalmente al ser representada mediante la metáfora del lugar figurado. Por tanto, el
esquema sintáctico-semántico es de tipo transitivo, pues reúne todos los argumentos necesarios para
ello. El tipo de transitividad es preposicional pues el valor de la preposición esta regido por el sentido
direccional del verbo.

18. Atañer a

MM: (Der. de «tañer»; conjugable como «tañer»; pero se emplea solamente en


las terceras personas).
Õ «*Afectar. Concernir». Tener una cosa aplicación a alguien o a cierto caso: ‘A
mí no me atañe esa disposición’.
(V. t. «*relacionarse».)
Ö (no frec.). «*Incumbir». Corresponder a cierta persona la función, el papel,
etc., que se expresa: ‘A ti no te atañe su castigo’.
× (Salamanca). *Detener o *apresar a un animal que va desbocado.
POR LO QUE ATAÑE A (no figura en el D. R. A. E., pero como tampoco figuran
en él las expresiones «por lo que corresponde a» y «por lo que toca a» y, sin
embargo, estas expresiones están utilizadas en el diccionario en la definición
de «en cuanto a», es de suponer que la omisión se debe a olvido o a no haber
tomado esas expresiones como modismos). «En cuanto a». Expresión

 José Antonio Candalija Reina 253


empleada para enunciar la cosa o asunto a que se refiere lo que se va a decir a
continuación.

COROM: Bajo tañer, del lat. TANGĔRE, ‘tocar’, 1ª doc. Cid. Tañer, desde el
principio aparece con las acepciones que luego han predominado; port. y gall.
Tanger ‘tocar un instrumento, una campaña’. Pero en latín TANGERE era ‘tocar’
en general, aplicado a cualquier cosa, y acepciones más amplias que las
actuales son frecuentes en la Edad Media; la acepción ‘atañer, pertenecer’ (que
predominó en cat.-oc.) es también frecuente en la Edad Media castellana: Gr.
Conq. de Ultr., 644.
DERIV. Atañer, [1218, M. P., D. L., 327.15; med. S. XIV, Cuervo, Dicc. I, 729]

 José Antonio Candalija Reina 254


CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 255


ERNOUT-MEILLET:

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Fernán Mejía, Nobiliario vero. [fol. 73r]

E lo vno por atañer


ala nobleza. Lo otro por la ynad-
ue[*rt]ençia & poca cura d<e>los fijos

[Reyes Católicos, Ordenanzas sobre los escribanos (1492). fol. 2r]

quales quier personas a quien


lo de yuso contenido atañe: o atañer puede en qual quier manera & a ca-
da vno: o qual quier de vos
Juana la Loca, Leyes de Toro.[fol. 10r]

dichas leyes o qualquier dellas


atañe o atañer puede o a qualquier dellos q<ue> vean las dichas leyes de suso incorporadas:

Prep. a, ‘orientación nocional’, (García-Miguel, 1995: 178)

Preposición a

Como indica García-Miguel, el sentido de la preposición es de orientación, pues se presenta el


esquema direccional que hemos descubierto en los verbos anteriores: el AGENTE es la figura que tiene
las características semánticas de los objetos, mientras que la base estaría configurada como PACIENTE,
de ahí el valor sintáctico de dativo de interés. El movimiento se produce desde el AGENTE al paciente
que se sitúa como meta o destino mediante la preposición direccional a, que estaría representando
metafóricamente el lugar figurado a donde se dirige la acción original (‘tocar a’, según Ernout-Meillet). De
ahí que el dativo de interés o beneficiario de la acción esté vinculado en un origen al dativo de origen o
destino mediante un proceso de gramaticalización/abstracción que entiende el beneficio o interés como
un lugar donde se concentra la intencionalidad o subjetividad del agente (Goyens, Lamiroy y Melis; 2003)

 José Antonio Candalija Reina 257


19. Atestar de

MM: (Del ant. «tiesto», tieso, duro, participio de «TENDER». Conjug. como
«acertar».)
Õ *Llenar una Ícosa *apretando mucho el contenido, hasta que no cabe más.
(V. «*abarrotar, *recalcar».)
Ö Llenar la gente completamente un Ílocal o espacio: ‘La gente que atestaba la
plaza le tributó una salva de aplausos’.
× Rellenar las Ícubas de *vino con mosto, para suplir la merma producida por la
fermentación.

tender.

(Del lat. «téndere», deriv. del gr. «teino», extender, tender; v.: «tend..., tener,
tensión, tenso, tenue, tesar, teso, tesón, tétanos, tienda, tieso, toesa, TONO;
atender, atesar, atestar, contencioso, contender, contienda, desentenderse,
distender, entender, extender, hiper[hipo]tensión, hipotenusa, intenc..., intend...,
intenso, intent..., ostentar, peritoneo, portento, pretencioso, pretender, retesar,
sobreentender, superintendente, trastesado».)
Õ *Extender una Ícosa horizontalmente: ‘Tender el mantel sobre la mesa.
Tender a una persona sobre la cama’.
(V. «*extender, *tumbar, *yacer».)
Ö Colgar o extender la ropa *lavada o mojada en algún sitio para que se
*seque.
(V.: «Airear, *colgar, *secar, solear. ÔTendal, tendalero, tendedero, tenderete.
ÔTendido[s]. ÔAlfiler, pinza».)
× *Colocar un cable, una cuerda u otra cosa semejante desde un punto a otro:
‘Tender una línea telefónica [de ferrocarril]’. También, «tender un puente».
Ø (*albañilería). Cubrir las paredes o techos con una capa de cal, yeso o
mortero.

 José Antonio Candalija Reina 258


(V. «enlucir».)
Ù Tener las cosas en sí mismas un impulso de naturaleza física o espiritual que
las hace moverse, crecer, obrar o desenvolverse en cierta dirección o hacia
cierta cosa, o tener cierta manera de ser: ‘Las plantas tienden a la luz. Un valor
que tiende a cero. La fiebre tiende a disminuir. Él tiende por temperamento al
pesimismo’.
(V.: «*Ambicionar, *aspirar, llevar camino de, *dirigirse, encaminarse,
enderezarse, tener inclinación, *inclinarse, *ir, marchar, *moverse, poner la proa
a, *propender, tirar a [para], llevar trazas de. Ô *Afecto, *afición, *ambición,
*amor, *ánimo. *aspiración, *cariño, *deseo, directriz, espíritu, *estilo, *gusto,
inclinación, *instinto, *intención, *orientación, predisposición, premoción,
proclividad, *propensión, propósito, *sentido, sesgo, tendencia, *vocación.
ÔBlanco, fin, finalidad, ideal, meta, mira, *objetivo, objeto, término. Ô
*Desarrollo, *dirección, línea, marcha, proceso, rumbo, trayectoria. Ô*Dirigido,
encaminado, orientado, proclive, prono, tendente. ÔGuía. ÔEx profeso, con la
mira de, con miras a».)
Ú Tener una cosa cierta *cualidad o manera de ser, no de manera bien
definida, pero sí con preferencia a otra de la misma naturaleza: ‘El color de la
tela tiende a azul’.
V. «tender la MANO [una MANO, las MANOS], tender un PUENTE, tender
[tender las] velas».

COROM: ‘llenar una cosa hueca apretando lo que se mete’, ‘embutir una cosa
en otra’, derivado del ant. tiesto, ‘tieso, duro’, porque se pone así la superficie
de la cosa atestada; tiesto, como tieso, es antiguo participio del verbo tender,
analógico de otros participios como puesto, repuesto, tuesto, quisto, visto. 1ª
doc.:
1386, López de Ayala, L. de la Caza.

 José Antonio Candalija Reina 259


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 260


 José Antonio Candalija Reina 261
 José Antonio Candalija Reina 262
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 263


R. Fernández de Santaella, Vocabulario eclesiástico. [fol. 66v]

Esculentus. ta. tu<m>. quie<n> es muy impor-


tuno o solicito a comer ma<n>jar deli-
cado. o significa cosa gorda o atesta
da de ma<n>jar. & dizese de esca. & len-tos}

Juan del Encina, Cancionero de 1496. [fol. 60r]

y tres o cuatro tinajas


atestadas de almodrote.

F. de Rojas, Tragicomedia de Calisto y Melibea (1507). [fol. 62v]

Alla yran estas putas atestadas de razones/

La vida de Lazarillo de Tormes (Alcalá, 1554). fol. 33r]

Y ansi de aquel de mi tierra que


me atestaua de mantenimiento, nunca mas
le quise suffrir

Bidpai, Ejemplario contra los enganos y peligros del mundo (Zaragoza, 1493). [fol. 37v]

las manos llenas de sarna/ & la cabeça atestada


de tinya/

Preposición de

La preposición de tiene sentido original de procedencia u origen, sentido que ayudaría a


expresar la transitividad propia del esquema del verbo del que procede atestar que es tender, el cual
tiene el significado locativo de ‘extender, colgar’ , por lo que la figura coincide mediante una metáfora
locativa con el tema (el objeto o cosa que sirve para llenar un recipiente) y se presenta sometida al
proceso de desplazamiento desde el exterior hacia el interior de la base, que coincide con el paciente o
destinatario de la acción. Analógicamente, es decir, por metáfora, se procede con el esquema sintáctico
donde el TEMA es de carácter abstracto y donde podemos establecer el ORIGEN equivalente a CAUSA,
como en

 José Antonio Candalija Reina 264


F. de Rojas, Tragicomedia de Calisto y Melibea (1507). [fol. 62v]

Alla yran estas putas atestadas de razones/

La vida de Lazarillo de Tormes (Alcalá, 1554). fol. 33r]

Y ansi de aquel de mi tierra que


me atestaua de mantenimiento, nunca mas

Por eso, en estos casos se habla de doble transitividad (Hernanz y Brucart, 1987) o de
suplemento indirecto (Alarcos Llorach, 1994).

 José Antonio Candalija Reina 265


20. Atinar a/con

MM: (Posiblem., del lat. «destinare», destinar, con cambio de «des» en «a» por
sonar contradictorio aquel prefijo con el nuevo significado atribuido al verbo; v.
«TINO».)
Õ («a»). «*Acertar. Dar en el blanco». Dar con alguna cosa que se dispara en
el blanco propuesto. («con»). «*Acertar. Dar con». Encontrar algo que se
busca, por casualidad o con datos insuficientes: ‘Atiné en seguida con la casa’.
(«con, en»). «*Acertar. Adivinar. Dar con». Encontrar la solución de una
adivinanza o la respuesta a un problema o cuestión: ‘He atinado en las tres
respuestas del concurso’. («a, con, en» o con gerundio). «*Acertar». Obrar de
una manera que lo que pasa después acredita como buena: ‘Has atinado al
coger [con coger, en coger, cogiendo] el paraguas’.
Ö («con»). Encontrar lo que se busca, a tientas.
(V. «desatinar».)

COROM: Bajo tino I, voz peculiar del castellano y el portugués, de origen


incierto; pudo extraerse del verbo atinar, que significó primitivamente ‘apuntar a
un blanco’ y éste probablemente se sacó del latino dest nare íd., cuya sílaba
inicial fue cambiada en a- por haberse percibido como contradictoria del
significado de acierto que envolvía el verbo. 1ª doc.: 2º cuarto s. XV.
SPES: destinare, tr.: ‘destinar’ (ad mortem, a la muerte).
SEGURA MUNGUÍA: destinare ‘fijar, atar, sujetar’: antemnas ad malos, las
vergas a los mástiles.

Prep. a, ‘aspecto incoativo’, García-Miguel, 1995: 186-187)

 José Antonio Candalija Reina 266


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 267


 José Antonio Candalija Reina 268
 José Antonio Candalija Reina 269
 José Antonio Candalija Reina 270
ERNOUT-MEILLET:

NO ADMYTE
CORDE :

Párrafo nº 1.
Página 1129
su compaña la vía de Constantinopla, como oído havéis, con muy buen viento, súbitamente tornando al
contrario, como muchas vezes acaeçe, fue la mar tan embraveçida, tan fuera de compás, * que ni la
fuerça de la fusta, que grande era, ni la sabiduría de los mareantes no pudieron tanto resistir, que muchas
vezes en peligro de ser anegada no fuesse. Las lluvias eran tan espessas y los vientos tan apoderados, *
y el cielo tan escuro, que en gran desesperación estavan de ser las vidas remediadas por ninguna
manera, assí como el maestro Elisabad y los otros todos podían creer, si no fuesse por la gran
misericordia del muy alto Señor. Muchas vezes la fusta, assí de día como de noche, se les hinchía de
agua * que no podían sossegar, ni comer ni dormir sin grandes sobresaltos, pues otro concierto alguno en
ella no havía sino aquel que la fortuna le plazía que tomassen.

Assí anduvieron ocho días, sin saber ni atin ar a cuál parte de la mar anduviessen, sin que la
tormenta un punto ni momento cessasse; en cabo de los cuales con la gran fuerça de los vientos, una
noche antes que amanesciesse, la fusta a la tierra
Página 1130
fue llegada tan reziamente, que por ninguna guisa de allí la podrían despegar. Esto dio gran consuelo a
todos como si de muerte a la vida tornados fueran. Mas la mañana venida, reconoçiendo los marineros en
la parte que stavan, sabiendo ser allí la ínsola que del Diablo se llamava, donde una bestia fiera toda la
había despoblado, en dobladas angustias y dolores sus ánimos fueron, teniéndolo en muy mayor grado
de peligro qu'el que en la mar esperavan. Y feriéndose con las manos en los rostros, llorando

 José Antonio Candalija Reina 271


fuertemente, al Cavallero de la Verde Spada se vinieron sin otra cosa le dezir. Él, muy maravillado de ser
assí su alegría en tan gran tristeza tornada, no sabiendo la causa dello, stava como embaraçado y

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AÑO: 1482-1492
AUTOR: Rodríguez de Montalvo, Garci
TÍTULO: Amadís de Gaula II
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Juan Manuel Cacho Blecua, Cátedra (Madrid), 1991

Párrafo nº 8.
Página 682
grandes protestaciones que viesse si quería dél alguna cosa, que estava aparejado para cumplirla, y que
por él no quedaría; y aunque estuvo un poco esperando, como no la pudo ver más, se bolvió y despertó a
sus compañeros, que estavan durmiendo, los quales le vieron tan alterado y mudada la color que
pensaron que se le acabava la vida. Y esforçándole con darle de una conserva que comiesse y a bever
un poco de vino, le hizieron acostar y le preguntaron qué avía; él les contó todo lo que por él passara,
rogándoles que no dixessen cosa ninguna, porque no serían creýdos. Y como éstas son cosas que
pueden mal encubrirse, alguno dellos lo dixo en alguna parte, que fue causa de publicarse por toda la
ciudad, de manera que vino a oýdos del governador, el qual quiso averiguar la verdad, y debaxo de muy
solemne juramento mandó al Ayola que declarasse todo lo que avía visto. Él lo hizo assí, diziendo la
verdad dello. El governador le preguntó si atin aría a la parte donde la visión le havía desaparescido;
Ayola le dixo que sí, porque como la huerta estava llena de yerva, él havía arrancado cinco o seys puños
della y los havía dexado allí por señal. El governador y otros muchos que allí estavan lo
Página 683
fueron a ver, y hallando un montoncillo hecho de la yerva, sin quitarse de allí, hizo venir algunos hombres
con açadones y les mandó que començassen a cavar para abaxo, por ver si allí descubrirían algún
secreto; y no uvieron ahondado mucho, quando hallaron una sepultura, y en ella la mesma visión con
todas las señas que Ayola avía declarado, lo qual fue causa de que se le diesse verdadero crédito de
todo lo que avía contado. Y quiriendo entender qué cuerpo era aquel que con aquellas cadenas estava
allí sepultado, y con mayor estatura que ninguna de la común de los otros hombres, no se halló quien
supiesse dar razón dello, aunque se contaron algunos cuentos antiguos de los antecessores del

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AÑO: 1569
AUTOR: Torquemada, Antonio de
TÍTULO: Jardín de flores curiosas
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos

 José Antonio Candalija Reina 272


PUBLICACIÓN: Lina Rodríguez Cacho, Turner (Madrid), 1994

Párrafo nº 11.
Página 173
del objeto que han de conocer, so pena que harán juicios varios y todos falsos. * Finjamos, pues, cuatro
hombres enfermos en la compostura de la potencia visiva, y que el uno tenga en el humor cristalino una
gota de sangre empapada, y otro de cólera, y otro de flema, y otro de melancolía. Si a éstos, no sabiendo
ellos de su enfermedad, les pusiésemos delante un pedazo de paño azul para que juzgasen del color
verdadero que tenía, es cierto que el primero diría que era colorado, y el segundo amarillo, y el tercero
blanco, y el cuarto negro. Y todos lo jurarían, y se reirían unos de otros como que erraban en cosa tan
manifiesta y notoria. Y si estas cuatro gotas de humores las pasásemos a la lengua y les diésemos a
beber un jarro de agua, el uno diría que era dulce, el otro amarga, el otro salada y el otro aceda.

Veis aquí cuatro juicios diferentes en dos potencias por razón de tener cada una su enfermedad; y
ninguna atin ó a la verdad. La mesma razón y proporción tienen las potencias interiores con sus
objetos. Y si no, pasemos aquellos cuatro humores en mayor cantidad al celebro, de manera
Página 174
que le inflamen; * y veremos mil diferencias de locuras y disparates, por donde se dijo: cada loco con su
tema. Los que no llegan a tanta enfermedad parece que están en su juicio y que dicen y hacen cosas
convenientes; pero realmente disparan, * sino que * no se echa de ver por la mansedumbre con que
algunos proceden.

Los médicos de ninguna señal se aprovechan tanto para conocer y entender si un hombre está sano o
enfermo como mirarle a las obras que hace. * Si éstas son buenas y sanas, es cierto que tiene salud; y si
lesas y dañadas, infaliblemente está enfermo. En este argumento se fundó aquel gran filósofo Demócrito

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AÑO: 1575-1588
AUTOR: Huarte de San Juan, Juan
TÍTULO: Examen de ingenios para las ciencias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos
PUBLICACIÓN: Guillermo Serés, Cátedra (Madrid), 1989
Párrafo nº 12.
Página 214
de vivir más acomodada a su ingenio, atento que no hay hombre en el mundo, por rudo que sea, a quien
no le diese Naturaleza alguna habilidad para algo.

Venidos, pues, al punto, es de saber que a las tres diferencias de ingenio que pusimos en el capítulo
pasado, responden otros tres géneros de inhabilidad. Unos hombres hay cuya ánima está tan sepultada
en las calidades materiales del cuerpo y tan asida de las causas, que echan a perder la parte racional, *

 José Antonio Candalija Reina 273


que para siempre quedan privados de poder engendrar ni parir conceptos tocantes a letras y sabiduría.
La inhabilidad de éstos responde totalmente a los capados; porque, así como hay hombres impotentes
para engendrar por faltarles los instrumentos de la generación, así hay entendimientos capados y
eunucos, fríos y maleficiados, * sin fuerzas ni calor natural * para engendrar algún
Página 215
concepto de sabiduría. Estos no pueden atin ar a ciertos principios que presuponen todas las artes
en el ingenio del que aprende antes que se comience la disciplina, de los cuales no hay otra prueba ni
demostración más que recebirlos el ingenio por cosa notoria; y si la figura de éstos no la pueden formar
dentro de sí, es la suma estulticia que para las ciencias se puede hallar, porque impide totalmente la
entrada por donde se han de enseñar. Con éstos no hay que tratar ni quebrarse la cabeza en enseñarlos,
porque no bastan golpes, castigo, voces, arte de enseñar, disciplina, ejemplos, tiempo, experiencia, ni
otros cualquiera despertadores, * para meterlos en acuerdo y hacerlos engendrar. Estos difieren muy
poco de los brutos animales y están siempre durmiendo aunque los vemos velar; y, así, dijo el Sabio: cum
dormiente loquitur qui enarrat stulto sapientiam. * y es la comparación muy delicada y a propósito, porque
el sueño y

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AÑO: 1575-1588
AUTOR: Huarte de San Juan, Juan
TÍTULO: Examen de ingenios para las ciencias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos
PUBLICACIÓN: Guillermo Serés, Cátedra (Madrid), 1989

Párrafo nº 1.

venía, a Euflócamo y Euríalo y relumbrava el yelmo que avía tomado Euríalo y no se podían bien
encubrir. Allí dixo Volcimedo que de entre todos vido los cavalleros:

"No sin causa los mirava yo. Paraos, cavalleros, ¿qué es la causa de vuestro camino y a quién queréis
favorescer?".

Pero ellos nada respondían sino davan priessa a huir a las montañas y encubrirse con la noche, pero los
trezientos cavalleros por sus sendas conocidas que cruzavan los cercan unos por una parte, otros por
otra y assí todas las entradas y salidas les cercaron. Allí estava una montaña, que estava muy espantable
y cubierta de árboles y muchas matas, las cuales estavan acompañadas de çarças y espinas y entre
éstas avía unas pequeñas sendas, por los cuales salen. Y Euflócamo, haziendo lugar con las manos y
espada, sale más ligeramente del peligro, pero Euríalo era impedido con los perplexos ramos y con la
pesada presa que llevava y no sabía atin ar con los diversos caminos y sendas y assí a un mesmo
lugar se tornava, pero Euflócamo ya avía escapado de los enemigos. Ya avía passado mucho de la

 José Antonio Candalija Reina 274


montaña, cuando miró hazi'atrás y no vido a su amigo, comiença a dezir con lastimeras bozes:

"O, desdichado Euríalo, ¿adónde te dexé? ¿Por dónde te buscaré?".

Y luego torna por el camino andado y, reiterando las pisadas andadas, andava vagabundo por entre
aquellas matas que a Euríalo no tenían. Luego oyó el estruendo de los cavallos y las pisadas de los que
los seguían y no lexos de allí oyó una grande bozería y, allegándose allí, vido por entre los frondosos
árboles a Euríalo entre los trezientos cavalleros que se defendía con grande ánimo y todos descargavan
en él sus golpes y lo atropellavan y él se defendía poniendo la espada delante, rescibiéndolos, do tenía
gran rimero de muertos. Esto mirava bien Euflócamo, pensando cómo lo podría salvar, lo que era

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AÑO: 1542
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Baldo
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Folke Gernert, Centro de Estudios Cervantinos (Alcalá de Henares), 2002

Párrafos (RAE)
Párrafo nº 2.
Página 379
cuanto más que aunque vinieran, no pasara la burla del otro día.

viejo

¡Oh, más que gentil comedimiento! ¡Dejarles, hombre, dar agua á sus manadas y agotar y enturbiar el pozo!
En fin, son mujeres y no pueden dejar de ser atrevidas.

mozo

Desembracemos los gabanes y cayados y empecemos á hinchir las canales de agua, que ya la siesta se
acerca cuanto puede.

viejo

Bueno está ahora el pozo. Ve tú y aballa las manadas, y entretanto trairé yo la soga y caldero.

 José Antonio Candalija Reina 275


mozo

Que no es menester sino darnos priesa á sacar agua, quel ganado la sed lo hará venir á su acostumbrado
abrevadero.

viejo

¡Qué bien das de los negocios! Y ¿no podría alguna res quedarse abarrancada ó rezaguera donde, no
atin ando con las demás, se nos perdiesen como suelen?

mozo

Pues ¡sus!; daos priesa á sacar agua, y si Séfora


Página 380
viniese y sus hermanas, decildes que se aguarden doce ó trece horas, que por agora no hay rancho.

viejo

Deso bien puedes dejarme el cargo.

(Despierta Moisén.)

moisén

¡Válame Dios y qué pesado me levanto!

viejo

¡Ay Dios! Y ¿quién anda allá de zaga?

moisén

No tengas miedo, buen hombre.

viejo

Acabe ya vuesa mercé; hable como ha de hablar y no coja á los hombres descuidados.

moisén

Yo, hermano, como he de hablar hablo.

 José Antonio Candalija Reina 276


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AÑO: 1545-1565
AUTOR: Rueda, Lope de
TÍTULO: Auto de los desposorios de Moisén
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 23.religioso
PUBLICACIÓN: Real Academia Española (Madrid), 1908
Párrafo nº 4.
Página 192
Lucas Martínez les animó, diziéndoles que no temiesen, que mentían sus hechizeros. Pues estando los
caçiques determinados de mostrársela, ya que se querían partir, un día antes çuçedió que eclipsó el sol, y
creyendo los yndios que el sol se auía enoxado porque le auían descubierto su mina, no entendiendo
/116 los cursos del sol, dixeron a Lucas Martínez que todos se auían de morir si le mostrauan la mina:
que el sol se auía enoxado, y por eso se auía escureçido. Pues animándoles Lucas Martínez, y
diziéndoles que de tiempos a tiempos hazía el sol aquello, los consoló algo, y dixeron que yrían con él a
mostrársela. Pues yendo por el camino acontesçió que la tierra tembló muy rrezio, y visto los yndios el
eclipse del sol y el temblor de la tierra, dixeron que aunque los matasen no descubrirían la mina, y así lo
hizieron, que nunca quijeron mostralla (esto fué en tiempo que Vaca de Castro gouernaua), sino
lleuándole a unas partes y a otras finjeron que no atin auan con ella.

Aquí en este Tarapacá ay grandes rriquezas de minas encubiertas; que por falta de agua y, leña, como
digo, no se pueden buscar, ni labrar las descubiertas. Labrauan estos yndios otras minas de oro en
Chuquiago, donde aora está poblada la villa de Paz; en otras muchas partes /116v sacauan oro, que aquí
no diré por no ser prolixo.
Página 193

Capítulo 27. De la partida de Hernando Piçarro a España y de la yda de Gonçalo Piçarro en busca de
Mango Ynga a los Andes

Pues uoluiendo a la partida de Hernando Piçarro para España, adereçado que fué se partió del Cuzco, y
saliendo el Marqués don Françisco Piçarro, su hermano, con él y mucha gente que le acompañáuamos,
salieron hasta una legua fuera del Cuzco, donde se haze la llanada que tiene por nombre la guaçauara,
por el rrenquentro que allí se ubo quando entramos en el Cuzco, como tengo ya dicho.

Pues despidiéndose

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AÑO: 1571
AUTOR: Pizarro, Pedro

 José Antonio Candalija Reina 277


TÍTULO: Relación del descubrimiento y conquista de los reinos del Perú
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Cartas y relaciones
Guillermo Lohman Villena - Pierre Duviols, Pontificia Universidad Católica del
PUBLICACIÓN:
Perú (Lima), 1986
Párrafo nº 2.

y 20.000 arcabuceros, habia ido á Marruecos á buscar á su tio para darlo batalla, con la cual se acabará
del todo la pretension, tienen por cierto que la bajada de las galeras es para llevar este rey Muley Xeque
á restituirle en la posesion de su reino, y sacar la fuerza de Alarache, del poder de los turcos que estan
apoderados de ella, para dejarla con presidio de españoles por S. M., lo cual se verá en breve, pues la
escuadra de Génova ha partido ya con las veinte y una compañías y entretenidos que trae el duque de
Tursi, de Lombardía, y luego llegarán las demas por estar tan adelante el tiempo.

Tambien se mandaron hacer al principio de este mes, las cartas convocatorias de las Córtes generales de
los tres reinos de la corona de Aragon, para Monzon, con tanta brevedad, secreto y priesa, que se
entendió estuvieran ya sus Magestades de camino para allá, y en teniéndolas en su poder, no se ha
hablado mas en aquello, que parece querer divertir con estas cosas, que no se atin o con el fin que
se tiene en la jornada que se quiere hacer este año; pero no tardará en saberse, teniéndose por mas
cierta la de Africa.

Llegó estos dias á Lisboa la nao de la India que se aguardaba, muy rica, y trae mejores nuevas que el
correo que vino por tierra, porque tenían por cierto que los galeones que faltaban con la gente que partió
el año pasado, habian invernado en Mozambique y habrán llegado ya; pero que sin esto las plazas de ella
se sustentaban, sin miedo de que pudiesen tomar ninguna los olandeses, que son los enemigos que allá
andan, por estar bien proveidas de gente y de lo necesario, y que la flota de la China habia vuelto muy
próspera y rica á Goa, y las que se esperaban de otras partes, con lo cual han puesto acá buen ánimo
para entender que aquello estaba en mejor estado que se habia dicho. Y para la isla de Terenate han
proveido por gobernador á don Gerónimo de Silva, del hábito de San Juan.

El duque de

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AÑO: 1599-1614
AUTOR: Cabrera de Córdoba, Luis
TÍTULO: Relación de las cosas sucedidas en la corte de España desde 1599 hasta 1614
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 18.Prensa
PUBLICACIÓN: Imprenta de J. Martín Alegría (Madrid), 1857

 José Antonio Candalija Reina 278


Prep. a, ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte: 1989: 95; ‘situación absoluta’, García-Miguel, 1995: 144;
‘tendencia’, Morera, 1988: 199

Prep. con, ‘presencia en el proceso de la entidad abstracta o concreta con la que se produce
contacto’, García-Miguel, 1995: 159

Preposición a

María Moliner distingue certeramente entre el uso direccional del verbo con la preposición a
frente al uso de concomitancia o simultaneidad de la preposición con. El uso direccional etimológico
es evidente, pues, como indica Corominas, atinar significó ‘apuntar a un blanco’ , por lo que el TEMA
se concibe como lugar figurado hacia el que dirige la acción el AGENTE. (Cf. Cuervo ‘con á , para
denotar el objeto con que se llega á encontrar ó adonde se va á dar’), además es cronológicamente
anterior al uso de la preposición con, por lo que ésta última se encuentra más gramaticalizada y
restringida a contextos distintos.

Preposición con

El sentido preposicional que aduce García-Miguel se encuentra incluido en la acepción de María


Moliner con la preposición con, pues el carácter fortuito del encuentro del objeto, esto es TEMA, se
produce metafóricamente por contacto, primero físico y después conceptual con el AGENTE. El
movimiento no está tan definido ni determinado como la intencionalidad que presenta la dirección del
AGENTE hacia el TEMA con la preposición a, donde el azar tiene menor importancia. El encuentro
es una copresencia (García-Miguel, 1995) señalado por el significado específico de la preposición
con.

 José Antonio Candalija Reina 279


21. Atribuir a

MM: (Del lat. «attribúere», der. de «tribúere»; v. «TRIBUIR»; pronunc. «atribu-


ir» en lenguaje lento o esmerado y «atrib(ui)r» en lenguaje rápido.)
Õ Considerar a cierta persona o cierta cosa como autor o causante de Ílo que
se expresa: ‘Se atribuye esa novela a Cervantes. Le atribuyen palabras que no
ha dicho. Atribuye su fracaso a la falta de dinero’. «Asignar». Decir de alguien
o algo que tiene cierta Ícualidad o circunstancia: ‘Le atribuyen gran inteligencia.
Se atribuyen a esta planta propiedades medicinales’.
(V.: «achacar, acumular, *adjudicar[se], aplicar, aponer, apropiarse, apuntarse,
arrogarse, asacar —ant.—, *asignar[se], calcular, cargar, hacer cargos, colgar,
conceder, echar la culpa, echar, *endilgar, estimar, imputar, interpretar,
marcarse, echar el muerto, referir, retrotraer, sobrestimar, *suponer, tomarse,
tribuir. Ô*Acusar. *Calificar. *Dar.*Destinar. *Pensar».)
Ö (no frec.). «*Adscribir» a Íalguien a una función.
× (no frec.). *Asignar una Ífunción a alguien.

COROM: tomado del lat. attrĭbŭĕre íd., derivado de trĭbŭĕre ‘abonar’, ‘atribuir’,
1ª doc.: 1423, Villena. Ejs. Y construcciones en Cuervo, Dicc. I, 771-3.
SPES: attribuere, tr.: añadir (ad amissionem amicorum miseriam nostram,
nuestra propia aflicción a la causada por la pérdida de nuestros amigos).

 José Antonio Candalija Reina 280


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 281


 José Antonio Candalija Reina 282
 José Antonio Candalija Reina 283
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 284


ADMYTE II:

J. Fernández de Heredia, Grant Crónica de Espanya I.[fol. 316r]

por esto q<ue> el se aq<ue>xo de <com>batir


a<n>tes q<ue> metello uiniesse por tal q<ue>
la ho<n>dra fuesse atribuida ael

Plutarco-J. Fernández de Heredia, Vidas paralelas (PN, Esp. 70). [fol. 194r]

por mostrar
al pueblo q<ue>l at<r>i`buyha la uictoria / no assi mismo / mas ala
uentura d<e>la Ciudat

Bernardo de Gordonio, Prognostica; Las pronósticas. [fol. 40v]

: entonçe el crisi deue ser atribuy-


do al dia seteno porque es no par:

Alfonso de la Torre, Visión delectable.[fol. 26r]

Agora esto se pue-


de atribuir ala prouidençia de di-
os

A. Díaz de Montalvo, Ordenanzas reales. [fol. 27v]

Ningund poderio deue el


rrey dar nin atribuir a los
arçob<is>pos

Preposición a

El concepto de ‘añadir o abonar’ tiene un sentido direccional marcado por la preposición a, que
indicaría la dirección de la atribución que estaría conceptualizada por el caso de TEMA/PACIENTE
concebidos como lugares metafóricos hacia los que se dirige la acción de añadir o abonar original (Cf:
con el ejemplo que aporta el diccionario latino SPES, que explicaría el carácter pancrónico de nuestras
apreciaciones, además del esquema cognitivo en el que se insertan).

 José Antonio Candalija Reina 285


22. Avisar a/de

MM: (Del francés «aviser», de «avis», opinión, procedente de «m’est a vis», me


parece, frase derivada de la latina «mihi visum est», formada con el verbo
«videri»; v. «VER, avizor». Puede considerarse indistintamente como
complemento directo el de persona o el de cosa: ‘Le avisaron a tiempo el
peligro que corría; fue avisado a tiempo del peligro que corría; el peligro que
corría le fue avisado a tiempo’.)
Õ «Advertir». Hacer saber a alguien cierto peligro o decirle algo que le conviene
saber, hacer o evitar: ‘Le avisaron que venía el guardia. No me habían avisado
de que la carretera estaba en mal estado. Le avisé que se llevara el abrigo’.
«Anunciar». Hacer saber a alguien cierta Ícosa por anticipado: ‘Me ha avisado
que llegará tarde’. «Advertir». Amenazar a Íalguien con cierta Ícosa en caso
de que haga o deje de hacer otra determinada. El mismo verbo sirve para
realizar la acción: ‘Por última vez te aviso que, si no me pagas, te llevaré a los
tribunales’.
(Raíz latina, «mon-»: ‘amonestar’. Ô V.: «amonestar, apercibir, poner sobre
aviso, conminar, cucar, poner en guardia, hacer presente, intimar, notificar,
prevenir, hacer *señas. ÔAdversión, alarma, anuncio, bando, circular, clarinazo,
*comunicación, *consejo, edicto, luz, prevención, virote. ÔContraaviso.
ÔAnteviso, orejeado, preparado. ÔMonitorio. Ô¡Atención!, ¡cuidado!, ¡hombre al
agua!, ¡ojo! ÔDe improviso. Ô*Advertir. *Amenazar. *Anunciar. *Comunicar.
*Llamar. *Noticia. *Predecir. *Presagiar. *Señal».)
Ö *Decir a Íalguien que tiene que hacer cierta cosa. «Convocar». Hacer saber
a Íalguien que se va a realizar cierta reunión, para que asista a ella: ‘Hay que
avisar con tiempo a los socios’.
× Llamar a Íalguien para prestar un servicio propio de su profesión: ‘Avisar al
médico [al electricista, al carbonero]’. Puede también decirse ‘avisar un coche,
una camilla’o cosa semejante.
(V. «avisacoches, avisador, llamador».)

 José Antonio Candalija Reina 286


Ø (ant.). *Instruir.

COROM: del fr. aviser ‘instruir’, ‘avisar’, derivado de avis ‘opinión’, que nació en
la frase antigua m´est a vis o m´est vis ‘yo creo, opino’, procedente del lat. MIHI
VĪSUM EST, del verbo VIDĒRI ‘parecer’. 1ª doc.: h. 1360, Sem Tob, P. de
Verague. Para ejs., acepciones y construcciones, vid. Cuervo, Dicc. I, 812-5.

 José Antonio Candalija Reina 287


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 288


 José Antonio Candalija Reina 289
 José Antonio Candalija Reina 290
 José Antonio Candalija Reina 291
NO ERNOUT-MEILLET

ADMYTE II:

Guido de Columna, Historia troyana.[fol. 50v]

q<ue> el rey p<r>i`amo no te<n>ga entre nosotros


sus espias & esculcas. las q<u>a`les no estu-
dian ni se trabajan en otra cosa saluo
solame<n>te e<n>lo avisar de todos v<uest>ros afe-
res & fechos

prep. de, `origen’, Cano, 1999: 1826; ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte: 1991)

Preposición de

Por lo que nos aclaran Cuervo y el resto de significados etimológicos de la acepción de ‘dar
aviso o noticia’ de este verbo hay una translación metafórica del sentido del participio pasado latino de
VIDERE, al entender la noticia o el aviso como una opinión. Esta misma translación se produce en el
significado de `informar dando aviso o noticia’ (Cuervo) según el cual se usa con acusativo de persona y
la preposición de para denotar el objeto acerca del cual se da noticia, pues el objeto o TEMA se
conceptualiza, una vez más, como origen a partir del cual se produce la acción de informar. Y por eso
aparece la preposición de, que indicaría el origen o la procedencia, concibiendo además el TEMA como
lugar figurado.

Preposición a

En la preposición a nos encontramos con la direccionalidad propia de la accón de dirigir la vista


(VIDERE) o la noticia hacia algún lugar, conceptualizado como PACIENTE o DESTINATARIO de la
acción. De ahí que sean necesarios para la construcción tanto el ORIGEN como el DESTINO resultando
dos argumentos (sumplemento e implemento) simultáneamente obligatorios, o como lo llama Alarcos
(1994) suplememento indirecto.

 José Antonio Candalija Reina 292


23. Carecer de

MM: («de»). No tener la cosa que se expresa: ‘Carecemos de medios para acometer esa
empresa. Carece totalmente de sentido de responsabilidad’.
(Afijo para expresar carencia, «des-»: ‘desconfianza, despoblado’. Ô V.: «Vacar. ÔEn
ayunas, en blanco, desabastecido, desacomodado, desalhajado, desapercibido, descalzo,
desguarnecido, desnudo, despojado, desprevenido, *desprovisto, exhausto, falto, horro.
ÔAusencia, inexistencia, negación, privación, *vacío. ÔNi aun, ni un mal, sin nada, ni para
un remedio, sin, ni [ni tan] siquiera, ni un [sin un] triste. Ô*Caro. Ô*Escasez. *Falta.
*Necesitar. *Pobre».)

COROM: del lat. vg. CARESCĔRE íd. derivado del lat. CĂRĒRE íd. 1ª doc.: h. 1400, Glos. del
Escorial, Cuervo, Dicc. II, 67-8. Aunque hoy se percibe en castellano una relación entre
carecer y caro (< CĀRUS), ambas voces eran inconexas en latín.

 José Antonio Candalija Reina 293


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 294


 José Antonio Candalija Reina 295
ERNOUT-MEILLET:

ADMYTE II:

Boccaccio, De claris mulieribus; De las mujeres ilustres. [fol. 96r]

carecemos de testimonio de illustres


auctores

Alfonso de Palencia, Universal vocabulario de latín en romance. [fol. 420v]

Rigeo. riges. rigui. Rigere. es auer gra<n>d frio. en


torpeçer & pasmar se carecer de se<n>tido. endurecer
y enfriarse.

R. Fernández de Santaella, Vocabulario eclesiástico.

O-
tros se hallan tan rudos & ignorantes que por carecer del todo delos princi
pios de gra<m>matica ninguna cosa ecclesiastica entienden.
Cancionero castellano y catalán de París (Esp. 226). [fol. 78v]

Obternias si forçares
La temor
Ni careceras de amor
Si la buscares

 José Antonio Candalija Reina 296


F. de Rojas, Comedia de Calisto y Melibea (Burgos, 1499). [fol. 25r]

pues no hauie<n>do efe-


to ni tu careceras de pena ni yo de triste desesperacio<n>

F. de Rojas, Comedia de Calisto y Melibea (Burgos, 1499). [fol. 27r]

aquel caer de di-


entes. aquel carecer de fuerça. aquel flaco andar

F. de Rojas, Tragicomedia de Calisto y Melibea (1507).[fol. 54v]

este excesso de mis criados/ que no carecia de culpa.

La vida de Lazarillo de Tormes (Alcalá, 1554). [fol. 6v]

Todo lo que podia sisar y hurtar traya en


medias blancas: y quando le mandauan re-
zar y le dauan blancas: como el carecia de
vista: no auia el que se la daua amagado co<n>
ello, quando yo la tenia lançada en la boca

Gerson-Kempis, Imitatio Christi; Imitación de Cristo. [fol. 29r]

. que deuemos carecer


de toda co<n>solation humana

Prep. de, ‘partitivo’, ‘posesión negativa’, (García-Miguel, 1995: 113)

Preposición de

El sentido locativo direccional es evidente en este verbo desde sus acepciones hasta la
etimología y la documentación, porque la preposición de señala el origen o la procedencia de la carencia,
identificada como TEMA, conceptualizado a su vez, metafóricamente como lugar figurado en el que se
sitúa o existe la carencia.

 José Antonio Candalija Reina 297


24. Ceder a/ante/en

MM: (Del lat. «cédere», retirarse, no resistir; v.: «cesar, cesión; absceso, acceder,
anteceder, conceder, deceso, deciente, exceder, preceder, predecesor, proceder,
procedimiento, proceso, recesión, recésit, receso, retroceder, suceder».)
Õ *Dar o *dejar voluntariamente a otro el disfrute de cierta Ícosa, privándose de ella: ‘Ceder
el asiento en el autobús [el derecho a un coche, la vez en la cola]’. Comunicar un cuerpo
su Ícalor a otro en cuyo seno está o con el que está en contacto: ‘Al licuarse el vapor cede
calor al aire’.
(V.: «Abdicar, quitarse el bocado de la boca, *desprenderse, enjurar, *prescindir, resignar.
Ô*Dar. *dejar. *Desprenderse».)
Ö («de»). *Renunciar en parte a una cosa, un derecho, etc.: ‘Él cede de su derecho por
evitar disgustos’.
× *Disminuir, *debilitarse, *moderarse o *apaciguarse una cosa: ‘Cede la tormenta. Va
cediendo el frío. Parece que cede un poco el dolor’.
Ø («a, ante; en»). Cesar en una actitud de resistencia u oposición; por ejemplo, en una
discusión o en una lucha: ‘No cedió a razones y hubo que someterla por la fuerza. Los
sitiados cedieron ante la superioridad numérica. Está dispuesto a no ceder en sus
pretensiones’.
V.: «*Abandonarse, ablandarse, aflojar, ahocicar, allanarse, amainar, decir amén, amollar,
rendir las armas, pasar por el aro, *arrepentirse, arriar bandera, blandearse, apearse del
burro, caer de su burro, doblar la cabeza, abandonar el campo, capitular, cejar, claudicar,
conceder, *condescender, consentir, *contemporizar, darse, debilitarse, decir que sí, deferir,
perder de su derecho, desamotinarse, desistir, *detenerse, doblarse, doblegarse, echarse
atrás, ir [salir] al encuentro, flaquear, pasar por las horcas caudinas, cantar el kirieleison,
abandonar la lucha, obtemperar, cantar la palinodia, pararse, parlamentar, darse a partido,
pasar por, pastelear, hincar el pico, plegarse, prestarse, ponerse en razón, reblar, recular,
*rendirse, *retroceder, revenirse, doblar [hincar] la rodilla, temporizar, *tolerar, *transigir,
dejarse vencer, darse por vencido.

 José Antonio Candalija Reina 298


*Blando, complaciente, condescendiente, fácil de convencer, dócil, manso.
¡Bien!, ¡está bien!, ¡bueno!, ¡hecho!
*Resistir.
*Abatirse. *Acceder. *Aceptar. *Achicarse. *Acomodarse. *Admitir. *Aguantar. *Asentir.
*Conceder. *Conformarse. *Convenir. *Dignarse. *Obedecer. *Permitir. *Reconocer».
Ù «Aflojar. Aflojarse. *Destensarse». Ponerse una cosa menos tensa o resistente: ‘Han
cedido los cables de tender la ropa [los muelles del somier]’.
Ú «*Fallar». Romperse o soltarse algo sometido a una fuerza excesiva: ‘Cedió la cuerda y
cayeron todos al agua’.
Û («en»; no frec.). *Resultar de una cosa algo que se expresa: bien, mal; beneficio,
perjuicio de alguien; etc.: ‘Todo eso cede en fin de cuentas en desprestigio suyo’.
V. «ceder el PASO»

COROM: tomado del lat. cēdĕre ‘retirarse, marcharse’, ‘ceder, no resistir’. 1ª doc.: Fernando
de Herrera (1582 o algo antes).

 José Antonio Candalija Reina 299


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 300


 José Antonio Candalija Reina 301
 José Antonio Candalija Reina 302
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 303


 José Antonio Candalija Reina 304
NO ADMYTE

CORDE:

Párrafo nº 2.

enfermo. Junto con esto, confieso que si los amantes señalasen, como en el uso antiguo, con piedras
blancas y negras sus tristes o dichosos días, sin duda alguna que serían más las infelices; mas, también
conozco que la calidad de sola una blanca piedra haría ventaja a la cantidad de otras infinitas negras. Y,
por prueba desta verdad, vemos que los enamorados jamás de serlo se arrepienten; antes, si alguno les
prometiese librarles de la enfermedad amorosa, como a enemigo le desecharían, porque aun el sufrirla
les es suave. Y por esto, ¡oh amadores!, no os impida ningún temor para dejar de ofreceros y dedicaros a
amar lo que más os pareciere dificultoso, ni os quejéis ni arrepintáis si a la grandeza vuestra las cosas
bajas habéis levantado, que amor iguala lo pequeño a lo sublime, y lo menos a lo más; y con justo
acuerdo tiempla las diversas condiciones de los amantes, cuando con puro afecto la gracia suya en sus
corazones rescibe. No ced áis a los peligros, porque la gloria será tanta que quite el sentimiento de
todo dolor. Y, como a los antiguos capitanes y emperadores, en premio de sus trabajos y fatigas, les eran,
según la grandeza de sus victorias, aparejados triunfos, así a los amantes les están guardados
muchedumbre de placeres y contentos, y, como a aquéllos el glorioso rescibimiento les hacía olvidar
todos los incomodos y disgustos pasados, así al amante de la amada amado. Los espantosos sueños, el
dormir no seguro, las veladas noches, los inquietos días, en summa tranquilidad y alegría se convierten.
De manera, Lenio, que si por sus efectos tristes les condemnas, por los gustosos y alegres les debes de
absolver; y a la interpretación que diste de la figura de Cupido, estoy por decir que vas tan engañado en
ella, como casi en las demás cosas que contra el amor has dicho. Porque, píntanle niño, ciego, desnudo,
con las alas y saetas; no quiere significar otra

--------------------------------------
AÑO: 1585
AUTOR: Cervantes Saavedra, Miguel de
TÍTULO: La Galatea
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
Florencio Sevilla Arroyo; Antonio Rey, Centro de Estudios Cervantinos (Alcalá de
PUBLICACIÓN:
Henares), 1994
Párrafo nº 8.
Página I, 431
en el coro azul ardiente; y, si es posible, Jove omnipotente publican que temió guerras furiosas.
Página I, 431
Cuando armó las cien manos belicosas Tifeo con cien montes, insolente, víbora de la greña de su
frente atónitas lamieron a las Osas. Si habitan en el cielo mal seguras las estrellas, y en él teme el
Tonante, ¿qué extrañas guerras, tú, que paz procuras? * Vibre tu mano el rayo fulminante: castigarás

 José Antonio Candalija Reina 305


soberbias y locuras, y, si militas, volverás triunfante.

234 *

DESTERRADO SCIPIÓN A UNA RÚSTICA CASERÍA SUYA, RECUERDA CONSIGO LA GLORIA DE


SUS HECHOS Y DE SU POSTERIDAD * Faltar pudo a Scipión Roma opulenta; mas a Roma Scipión
faltar no pudo; sea blasón de su invidia, que mi escudo, que del mundo triunfó, ced e a su afrenta.
Si el mérito africano la amedrenta, de hazañas y laureles me desnudo; muera en destierro en este baño
rudo, y Roma de mi ultraje esté contenta. Que no escarmiente alguno en mí, quisiera, viendo la ofensa
que me da por pago, porque no falte quien servirla quiera. Nadie llore mi ruina ni mi estrago, pues será
a mi ceniza, cuando muera, epitafio Anibal, urna Cartago.
Página I, 432

235 *

JURA DEL SERENÍSIMO PRÍNCIPE DON BALTASAR CARLOS EN DOMINGO DE LA


TRANSFIGURACIÓN Cuando, glorioso, entre Moisés y Elías, tiñó de resplandor el velo humano el que,
por desquitar las Jerarquías, en mejor Árbol restauró el manzano; cuando a cortes llamó las Profecías,
y por testigos sube, desde el llano al monte donde eterno reina el cedro,

--------------------------------------
AÑO: 1597-1645
AUTOR: Quevedo y Villegas, Francisco de
TÍTULO: Poesías
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 21.Otros
PUBLICACIÓN: José Manuel Blecua, Castalia (Madrid), 1969-1971
Párrafo nº 8.
Página I, 431
en el coro azul ardiente; y, si es posible, Jove omnipotente publican que temió guerras furiosas.
Página I, 431
Cuando armó las cien manos belicosas Tifeo con cien montes, insolente, víbora de la greña de su frente
atónitas lamieron a las Osas. Si habitan en el cielo mal seguras las estrellas, y en él teme el Tonante,
¿qué extrañas guerras, tú, que paz procuras? * Vibre tu mano el rayo fulminante: castigarás soberbias y
locuras, y, si militas, volverás triunfante.

234 *

DESTERRADO SCIPIÓN A UNA RÚSTICA CASERÍA SUYA, RECUERDA CONSIGO LA GLORIA DE


SUS HECHOS Y DE SU POSTERIDAD * Faltar pudo a Scipión Roma opulenta; mas a Roma Scipión
faltar no pudo; sea blasón de su invidia, que mi escudo, que del mundo triunfó, ced e a su afrenta. Si

 José Antonio Candalija Reina 306


el mérito africano la amedrenta, de hazañas y laureles me desnudo; muera en destierro en este baño
rudo, y Roma de mi ultraje esté contenta. Que no escarmiente alguno en mí, quisiera, viendo la ofensa
que me da por pago, porque no falte quien servirla quiera. Nadie llore mi ruina ni mi estrago, pues será a
mi ceniza, cuando muera, epitafio Anibal, urna Cartago.
Página I, 432

235 *

JURA DEL SERENÍSIMO PRÍNCIPE DON BALTASAR CARLOS EN DOMINGO DE LA


TRANSFIGURACIÓN Cuando, glorioso, entre Moisés y Elías, tiñó de resplandor el velo humano el que,
por desquitar las Jerarquías, en mejor Árbol restauró el manzano; cuando a cortes llamó las Profecías, y
por testigos sube, desde el llano al monte donde eterno reina el cedro,

--------------------------------------
AÑO: 1597-1645
AUTOR: Quevedo y Villegas, Francisco de
TÍTULO: Poesías
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 21.Otros
PUBLICACIÓN: José Manuel Blecua, Castalia (Madrid), 1969-1971

Párrafo nº 11.
Página 510
si no por este anillo, y tan sin tiento, junto vengara a sí con otros ciento. Y no está sola, pero las nacidas
llevaran de este triste loco pena: que ingratas todas son y fementidas, sin haber una onza en ellas buena.
Mas tanto que las cuerdas tan subidas den son al canto que diverso suena, será para otra vez mejor
dejarlo, porque nadie se canse de escucharlo.
Página 511

CANTO XXIX

Cuando vencer se deja de la ira la razón y su causa no defiende, y que el ciego furor sin freno tira a la
lengua o a quien amigo ofende, si bien después se duele y bien suspira, no por esto veréis que el yerro
enmiende. Ay, que me duelo en vano yo de cuanto dije, por ira, al fin del otro canto. Soy como aquel
enfermo semejante que, habiendo bien sufrido en sí esforzado, si es más que el sufrimiento el mal
pujante, ced e a la rabia, blasfemando airado. Si el dolor cesa, y furia, en el instante, que a la lengua
forzó a hablar sobrado, torna en sí, arrepintiendo de lo dicho; mas por fuerza a de ser: lo dicho, dicho. Yo
espero en vuestra dulce cortesía haber perdón, señoras, cual deseo: excusarme podréis mi frenesía, que,
del dolor vencido, devaneo. La culpa dad a la enemiga mía, que causa mil contrarios al deseo: causa que

 José Antonio Candalija Reina 307


hable y me arrepienta y lloro, Dios sabe si es la causa y si la adoro. No menos loco voy que el conde
andaba, ni menos que él de excusa yo soy digno: por los montes y valles caminaba del reino de Marsilio,
donde vino. Su yegua muchos días arrastraba, muerta y corrupta y siempre en el camino; mas cerca do la
mar un río encierra, el cadáver por fuerza dejó en tierra. Porque sabe nadar como un pescado, entra en el
río y pasa el agua arriba;

--------------------------------------
AÑO: 1549
AUTOR: Urrea, Jerónimo de
TÍTULO: Traducción de "Orlando furioso" de Ludovico Ariosto
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 22.didáctico
PUBLICACIÓN: Francisco José Alcántara, Planeta (Barcelona), 1988

Preposición a

La etimología nos revela el significado original que tiene un sentido locativo, en su origen
metafórico, que es ‘dejarse llevar, no ofrecer resistencia’, por lo que nos encontramos con otra
acepción direccional del verbo que supone una translación desde el AGENTE a un TEMA, concebido
como lugar figurado hacia el que se dirige la acción.

Preposición en

Igualmente posee un sentido adlativo porque Ceder a la tentación es caer en ella (CEDERE
en relación directa con respecto a CADERE, según Cuervo). De ahí que seleccione el verbo con
este sentido la preposición en para designar el lugar DONDE cae la acción verbal.

 José Antonio Candalija Reina 308


25. Coincidir en/con

MM: Õ Encontrarse dos o más cosas o personas accidental o transitoriamente en un sitio, u


ocurrir en el mismo momento: ‘Coincidí con él en un congreso. Coincidimos a veces en el
ascensor. Su viaje coincidió con el estallido de la guerra. Los extremos de las dos curvas
coinciden exactamente. Cuando coincidan las manecillas del reloj’.
(V.: «Casar, cerrar, concurrir, converger, convergir, *encontrarse, *juntarse, rescontrar,
reunirse, *unirse, venir bien. Ô *Casualidad, concomitancia, conjunción. ÔCabalmente,
casualmente, crítico, justamente, precisamente. Ô*Acomodar. *Acuerdo. *Concordar.
*Coordinar. *Corresponder. *Relación. *Reunión».)
Ö Ser *iguales o conducir al mismo resultado cosas tales como una información, una
investigación o un cálculo: ‘Tus noticias coinciden con las mías. No coinciden los resultados
de las dos sumas’.
× Estar de *acuerdo dos personas en cosas como opiniones, gustos, etc.
Ø Aplicado a cosas que se *superponen, cubrir exactamente una de ellas a la otra.

COROM: Bajo caer, del lat. CADĔRE íd. 1


SEGURA MUNGUÍA: cadere, ‘caer’: in aliquid c., caer sobre algo || ‘caer, ir a parar a;
exponerse a coincidir: in id saeculum Romuli cecidit aetas, la época de Rómulo coincidió
con este siglo.

 José Antonio Candalija Reina 309


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 310


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 311


Párrafo nº 1.
Página I, 220
Etica, Económica y Política [pág. 115]; y esto quiso dezir Horacio quando dixo en su Arte: El officio de los
poetas es apartar a los hombres de la Venus vaga; dar leyes a los maridos; fundar repúblicas; como quien
dize: aunque toda cosa es materia de poética, quanta está en las hojas de Sócrates, más especialmente
lo es la Philosophía moral; que, pues Sócrates dexó las demás sciencias por yr en prosecución della, es
mejor, y lo mejor deue siempre buscar el poeta.

Aquí dixo el P[inciano]: Casi tenemos otras tantas materias de poética como fines.
Página I, 220

Pues más ay, respondió F[adrique], que la definición se dió por la materia sujeta, que es el lenguaje, y
agora se ha tratado la materia de que trata, y falta la principal,que es la materia acerca de que se ocupa,
por otro nombre, el objeto; de quien, dexadas opiniones aparte, digo q[ue] el objeto no es la me[n]tira, que
sería coincid ir con la Sophística, ni la Historia, que sería tomar la materia al histórico; y, no sie[n]do
historia, porque toca fábulas, ni me[n]tira, porque toca historia, tiene por objeto el verisímil que todo lo
abraça. De aquí resulta que es vna arte superior a la Metaphysica, porque comprende más mucho y se
estiende a lo que es y no es. Torno a la materia de que, y digo vltimamente, en doctrina de Horacio, que
la Moral Philosophía es el sujeto de la poética, principalmente de la manera que principalmente el orador
quiere arte y estudio, y el poeta, natural ingenio.

[Frag. 5.] Calló Fadrique, y dixo el Pinciano: El orden mismo de la plática nos ha traydo a
Página I, 221
lo que faltaua; porque, auiendo dicho de la forma, fin y materia poética, restaua el efficiente, que agora
acabáys,de dezirme, que es el natural [pág. 116] ingenio. Efficiente de la poesía.

Vgo dixo:

Párrafo nº 4.
Página 2422
es Apologética Historia, * donde pongo muy en particular y a la larga las costumbres y vida y religión y
policía y gobernación que todas estas naciones tenían,
Página 2423
unas más y otras menos, y todas, empero, que mostraron ser hombres razonables y no siervos por
natura, como el obispo dixo. Dexadas algunas pocas que aún no habían llegado a la perfeción de
ordenada policía, * como antiguamente todas las del mundo a los principios de las poblaciones de las
tierras estuvieron, pero no por eso * carecen aquéllas de buena razón para fácilmente ser reducidas a
toda orden y * social conversación y vida doméstica y política.

 José Antonio Candalija Reina 312


Capítulo 152 *

[De cómo, después de la disputa, el obispo de Tierra Firme hizo dos Memoriales, uno de agravios y otro
de remedios, en los cuales coincid ía en sustancia con el clérigo Casas. Cómo, leídos estos
Memoriales por el clérigo, los aprobó totalmente. Cómo el obispo, a los pocos días, murió]

// Tornando a proseguir la historia del obispo de Tierra Firme, salido de palacio, hizo dos Memoriales:

El uno, por el cual daba noticia de las matanzas, estragos * y crueldades que había visto hacer en
aquella parte de Tierra Firme donde había estado * y en que había él tenido parte, al menos en el oro
robado, [[y aun en las muertes que se perpetraban,]] enviando, como arriba * deximos [sic], a sus criados
* con las cuadrillas que iban a saltear y robar y captivar [sic] las gentes pacíficas que estaban en sus
casas; [[y en aqueste memorial puso que se habían muerto en hacer los navíos en la mar del Sur, que
Vasco Núñez hizo, quinientos indios; y su secretario me dixo a mí que más murieron de dos mill, y que

--------------------------------------
AÑO: 1527-1561
AUTOR: Casas, Fray Bartolomé de las
TÍTULO: Historia de las Indias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Paulino Castañeda Delgado, Alianza Editoria (Madrid), 1994

Preposición en/con

El sentido original etimológico de ‘caer’ rige semánticamente un locativo UBI que muestra el
lugar donde se sitúa la acción. Por eso María Moliner presenta como primera acepción la de la ubicación
física de dos tipos de complementos argumentales que indican lugar, precedido por la preposición en y
coincidencia con otra persona, que regiría la preposición con . Si conceptualizamos el TEMA como lugar
figurado y el PACIENTE o DESTINATARIO de la acción del esquema transitivo subyacente, observamos
que, mediante este proceso metafórico, nos encontraríamos con un esquema de doble transitividad
preposicional que exigiría simultáneamente estos dos argumentos o casos semánticos, por lo que nos
situaríamos ante una variante de lo que ALARCOS LLORACH (1994) llama suplemento indirecto (en el
caso del complemento regido por la preposición con) o ante un caso nuevo de lo que podríamos llamar

 José Antonio Candalija Reina 313


doble suplemento atendiendo al concepto de doble transitividad por el doble carácter argumental de los
complementos, así como por la regencia verbal de las preposiciones.
Por eso, hemos optado por considerar la rección simultánea de las dos preposiciones: en, por el
sentido locativo de ubicación que lleva figuradamente al de TEMA; con, por el sentido de concomitancia o
comitativo (Cifuentes, 1999) que aboca hacia el DESTINATARIO o PACIENTE, tanto real en caso de
persona, como figurado en el caso de objeto o entidad abstracta.

26. Concernir a

MM: (Del bajo latín «concérnere», derivado de «cérnere», mirar, distinguir; v. «CERNER»;
«a»; le corresponde ser conjugado como «discernir»; pero, aparte del infinitivo, se usan
solamente las formas «concerniendo, concerniente; concierne, conciernen; concernía,
concernían; concierna, conciernan; concerniera, concernieran, concerniese,
concerniesen».)
Õ «Atañer». *Corresponder a alguien cierta función; se usa más en frases negativas: ‘A ti
no te concierne juzgar si está bien o mal mandado’.
Ö «*Afectar». Tener una cosa interés para alguien determinado o *referirse a él o a su
caso: ‘A mí no me concierne la reciente disposición’.
EN LO QUE [POR LO QUE] CONCIERNE A. Expresiones usuales, equivalentes a «en
cuanto a». (No están incluidas en el D. R. A. E., pero es de suponer que ello se debe
solamente a no haberlas considerado como modismos; pues las equivalentes «por [en] lo
que toca» o «corresponde a» están usadas en el mismo diccionario en la definición de «en
CUANTO a», aunque tampoco figuran en los artículos correspondientes; t., «en lo
concerniente a».
(V. «expresiones *relativas».)

COROM: Bajo cerner, ‘separar con el cedazo la harina del salvado y otras materias sutiles’,
del lat. CĔRNĔRE, ‘separar’, ‘distinguir’, ‘mirar’, ‘comprender’. 1ª doc.: Berceo, S. Dom., 457c.

 José Antonio Candalija Reina 314


La variante cernir, por cambio de conjugación, es ya la registrada por Nebr., la usada por
Fray Luis de Granada y otros (DHist., s. v.)
DERIV. Concernir, [Santillana: vid. Cuervo, Dicc. II, 314], tomado del b. lat. concernere
‘atañer’, derivado de cernĕre en el sentido de ‘mirar’, ‘estar orientado hacia

 José Antonio Candalija Reina 315


Prep. a, ‘orientación nocional’, (García-Miguel, 1995: 178; ‘punto de referencia final’, García-Miguel,
1995: 180)

CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 316


ERNOUT- MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 317


NO ADMITE
CORDE
Página III, 152
maestra nos enseña lo dicho claramente; y, si no, mirad a Virgilio y hallaréys que de su acción heroyca se
pueden hazer tres y quatro trágicas.

Dicho, dixo Vgo: Si el Pinciano lo huuiera con persona no premeditada, pudiera ser q[ue] le hiziera
titubear, mas hajo con quien ha recebido otras vezes estos encuentros de personas tan fuertes como él y
los ha resistido. Dicho esto, siguió diziendo: vna deue ser la acción en la fábula épica necessariamente; y,
si della pueden salir más que vna tragedia, es de la manera que de vn braço de vna estatua se puede
hazer otra estatua [página 454], de manera que la materia del braço de la estatua puede ser hecha vna
estatua de por sí, y, apartado lo que antes era parte, que componía a la estatua primera, queda todo en la
segunda; Vnidad de acció[n] épica. digo que en la épica todas las acciones, agora de la fábula,
Página III, 152
agora de los episodios, deuen concern ir a esta vnidad de acción, la qual pretende el poeta épico,
mas el trágico puede desmembrar vn episodio o vna parte de la fábula y hazer della vna tragedia. Y esto
es lo que alabó Aristóteles de Homero, que de tal manera cosió los episodios con la fábula en vna obra,
que qualquiera de sus poemas se pudiera reduzir a vna tragedia, y, a lo mucho, a dos. La Eneyda se
podría también reduzir a dos: la vna, de la Reyna Dido, y la otra, de la Reyna Amata.

El Pinciano dixo: Vos, señor Vgo, con vuestra comparación me auéys satisfecho, mas, ¿por qué no se
podrían hazer de Virgilio más que dos tragedias? ¿No huuo hartas muertes en el segundo libro que
pueden dar materia harta trágica? ¿No murió Príamo, Deiphobo y tantos Príncipes en la destruyción de
Troya?

Fadrique tomó la mano por Vgo y dixo: Ya me parece auer Vgo respondido a essa dificultad al principio,
quando dixo que guerras
Página III, 153
y batallas

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 José Antonio Candalija Reina 318


AÑO: 1596
AUTOR: López Pinciano, Alonso
TÍTULO: Filosofía antigua poética
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Lingüística, lenguaje
PUBLICACIÓN: Alfredo Carballo Picazo, CSIC. Instituto "Miguel de Cervantes" (Madrid), 1973

Prep. a, ‘orientación nocional’, (García-Miguel, 1995: 178; ‘punto de referencia final’, García-Miguel,
1995: 180)

Preposición a

En este verbo la etimología propuesta por Corominas (derivado de CERNERE, ‘mirar, estar
orientado hacia’) parece casar mejor con nuestra hipótesis de trabajo porque la preposición a tiene el
valor direccional locativo original que después deriva metafóricamente hacia dominios abstractos o
nocionales, mientras que el origen semántico y etimológico propuesto por Cuervo se acerca más al
ámbito significativo de la coincidencia o concomitancia quizá motivada por el sentido del prefijo con,
pero no explicaría la rección de la preposición a, más idónea en cuanto al sentido direccional final
que requeriría el argumento TEMA/PACIENTE concebido como lugar figurado.

 José Antonio Candalija Reina 319


27. Confiar en

MM: (De «fiar» —v.—, del sup. lat. vg. «fidare», de «fídere». Pronunc. «confi-ar,
confí-o»; «en» y la G. R. A. da t. «de».)
Õ *Suponer alguien que ocurre o se hace o *esperar que ocurrirá o se hará
cierta cosa necesaria para su tranquilidad: ‘Confío en que la cuerda resistirá.
Confiemos en que todo está en regla’. *Esperar o *suponer alguien, para su
tranquilidad, que tendrá cierta cosa o que esa cosa será suficiente o como la
necesita: ‘Confío en tu ayuda. No confío en mi memoria. Confiemos en la ayuda
de Dios. Confía demasiado en sus fuerzas’. «Fiar. Fiarse». Estar tranquilo
respecto del comportamiento de alguien por considerarlo honrado, leal,
eficiente, etc.: ‘Puedes confiar en él para todo’.
V.: «*Abandonar[se], echarse en brazos de, cometerse —ant.—, contar con,
descansar[se], enfiuzar[se] —ant.—, enfuciar —ant.—, fiar[se], dar la firma a;
abandonar[se] [dejar[se], entregar[se], ponerse] en manos de.
Firma [firmar] en blanco.
Ladran —ladrar—, luego andamos.
El Mesías.
Alzar los ojos a, alzar la vista a.
Crédito, creencia, enhoto —ant.—, esperanza, fe, fiducia —ant.—, fiucia, fucia
—ant.—, hoto, hucia —ant.—, *seguridad.
Ahotado —ant.—, alegre, crédulo, *seguro, *seguro de sí mismo, *tranquilo.
Adul, fiable, *fidedigno, fiel, leal, oráculo, solvente.
Ahuciar —ant.—.
Ciegamente, con los ojos cerrados.
Principio quieren las cosas, Dios dirá, que sea lo que [Dios] quiera, todo quiere
empezar, fíate de la Virgen... y no corras [...pero corre].
Depositar.
Desconfiar.
Insolvente.

 José Antonio Candalija Reina 320


Desahogarse, explayarse.
Amistad, confianza, familiaridad, franqueza, intimidad, naturalidad.
Privanza.
Casero, familiar, íntimo.
Favorito, *privado, valido.
De mí para ti, inter nos, en secreto, de ti para mí.
*Creer».
Ö («a»). «*Encargar. Encomendar. Entregar». Dar o dejar el *cuidado de cierta
Ícosa a alguien o algo determinado: ‘Le han confiado la dirección del negocio.
Hiciste mal en confiar al correo un secreto de tanta importancia’. «Abandonar.
Dejar. Encomendar. Entregar. Fiar». Desentenderse de una Ícosa dejándola
depender de algo inanimado: ‘Lo confía todo al azar. Confiemos a la corriente
la dirección de la barca’. Se dice también ‘confiar una cosa a la memoria’.
× Decir en confianza a alguien cierta Ícosa que atañe a la intimidad de quien la
dice.
(V. referencias en la acepción 1.)

COROM: Bajo fiar, del lat. vg. *FĪDARE, modificación del lat. FĪDĔRE íd. 1ª doc.:
orígenes del idioma, Cid, etc.
DERIV. Confiar, [h. 1440, Seguro de Tordesillas, vid. Cuervo, Dicc. II, 357-9;
Nebr.
SPES: confidere, intr.: ‘confiar’; de salute urbis c., tener confianza en la
salvación de la ciudad.

Prep. en, ‘locativo, en sentido abstracto’, Gràcia i Solé, 1989: 62;‘tema’ o ‘paciente’, Demonte, 1989: 95;
‘asunto’, ‘materia’, ‘objetivo’, ‘tema’, Cano, 1999: 1827; ‘situación absoluta’, García-Miguel, 1995: 144)

 José Antonio Candalija Reina 321


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 322


 José Antonio Candalija Reina 323
 José Antonio Candalija Reina 324
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 325


ADMYTE II :

Lope de Barrientos, Tratado de la adivinanza. fol. 12r]

la fortuna es tan dubdosa & tan engañosa


& tiene tantas menguas & faltas non conujene confiar en<e>lla

De las medecinas. fol. 29v]

nj<n>guna cosa por todo esto q<ue> dicho es


esto o por friura dela conplisio<n> o del estomago o por flaq<ue>-
za dela melezjna & no<n> confia<n> en<e>l medico

Salustio, Guerra de Jugurtha (1493).[fol. 48v]

E ahun
assaz confiasse en su poder & rique-
zas

Eiximenis, Libro de las donas.[fol. 14r]

por amor
de tu criatura non as dub-
dado de fazer le tanta de-
sonor com<m>o es rrecorrer al
diablo & de non confiar en
la su vi`<r>tud./

Juan del Encina, Cancionero de 1496. [fol. 111r]

tengamos amores
onrremos su santo templo
confien los pecadores
en su socorro y favores

Gerson-Kempis, Imitatio Christi; Imitación de Cristo [fol. 6r]

Quie<n>
es tan sabio que pueda co<m>plida me<n>te saber todas las
cosas. Pues no quieras confiar mucho en tu seso

 José Antonio Candalija Reina 326


Gerson-Kempis, Imitatio Christi; Imitación de Cristo [fol. 69v]

A mi pues haueys de recurrir en qualq<ui>er juhizio. ni


deue algu<n>o confiar en su p<ro>pio aluedrio.

Bidpai, Ejemplario contra los enganos y peligros del mundo (Zaragoza, 1493). [fol. 44v

Ento<n>ces el gallo confiando enlas dulçes palabras dela


Raposa

CORDE
Párrafo nº 20.
Página 63
nada, ni exca enemigo. El porfidioso, si firier o matar al sennor de casa o a alguno de sus omnes, peche
la callonna duplada.

150 QUI ENCENDIER CASA AGENA.- Qvi encendier casa agena peche D sueldos, si io pudieren prouar;
si non, iure con XII vezinos o responda a riepto.

151 QUI QUEMAR OMNE EN LA CASA.- QVi quemar omne dentro peche CCCC morauedis e exca por
enemigo, si jo pudieren prouar; si non, salues con XII vezinos, quantos omnes dentro se quemaren, e sea
creido, o iure solo e responda a riepto, qual mas quisier el querelloso. Esto mismo mando del omne que
monte encendiere.
Página 64

152 QUI NON QUISIER DAR SOBRELEUADOR ESTANDO EN CASA AGENA.- (f. 28r.) Sj alguno fizier
callonna o fuer debdor por uentura, e estando en alguna casa, e non quisier dar sobreleuador confi
ando en el coto de las casas, el sennor de la casa o lo eche de su casa o dé uagar al querelloso de
prenderlo sin callonna. Si no lo fizier assi, faga la uoz del debdor o del calonnador. Si uençido fuere,
peche como él pecharia.

153 QUI FURTARE MADERA DE CASA AGENA.- Qvi furtare madera dalguna casa, o piedra, o teia, o
adriellos, o ripia, o techumne dalguna casa, pechela como ladron. Si non io pudieren prouar, salues como
de furto.

154 QUI TEMIERE DE PARET O DOTRA CASA QUE CADRA.- Sj alguno temiere parede de su uezino
que cadra, casa, o uiga, o encendemiento de casa de so uezino, muestrelo al duenno de la parede, o de
la casa, o de la uiga, con el judez e con los (f. 28v.) alcaldes o el conçeio, que eche la pared o la uiga, o la
arrime con algo, o curie. Si despues mostrado io ouiere, la pared o la casa que fuere de mostrar

 José Antonio Candalija Reina 327


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AÑO: 1290-1293
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Fuero de Béjar
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Ordenamientos y códigos legales
PUBLICACIÓN: Juan Gutiérrez Cuadrado, Universidad de Salamanca (Salamanca), 1974

Párrafo nº 25.

vi flaco de coraçón por ninguna cosa que vos viniesse, sino agora.

& el cavallero, quando vido a su muger, que amava más que a sí, y entendiendo que avía oído lo que él
dixera, pesole de coraçón y díxole:

- ¡Por Dios, señora!, mejor es que el uno aya el pesar que no muchos, ca, por tomar vos pesar, por esso
no menguaría a mí ninguna cosa del pesar que yo oviese y no sería aliviamiento de pesar, mas
acrecentamiento & yo recibiría más pesar por el pesar que vos oviéssedes.

- Amigo señor -dixo ella-, si pesar es a que remedio ninguno no pueda hombre aver, dexadlo olvidar, ca
en los males que por ninguna manera no se pueden esquivar no ay otro remedio sino dexarlos olvidar y
no pensar más en ellos y dexarlos passar por su ventura; mas si cosa es en que algún buen pensamiento
puede aprovechar, deve el hombre partir el cuidado con sus amigos, ca pueden más pensar muchos que
uno y más aína pueden acertar en lo mejor, ca no se deve hombre confi ar en su solo entendimiento,
como quier que Dios le dé buen seso natural, ca a un buen seso ay otro mejor seso. & por ende, todo
hombre que alguna gran cosa querrá començar dévelo fazer con consejo de aquellos de quien es seguro
que le consejarán el bien. Señor -dixo ella-, esto vos digo porque vos oí dezir quexándovos mucho que
querríades ir con vuestro fecho adelante & no dexar vuestro propósito començado y, porque yo sé que
sois hombre de gran coraçón y de gran fecho, tengo que este vuestro cuidado y vuestro propósito es
sobre alta cosa y grande, a que, según mi pensar, devéis aver buen consejo.

- Cierto, señora -dixo el cavallero, su marido-, guarido me avéis y dado avéis conorte al mi gran cuidado
en que estava, por que avré de partir con vos por fuerça el cuidado que tengo en mi coraçón guardado
gran tiempo ha que nunca lo quise descobrir a hombre ninguno del mundo, ca bien creo que, así como el
fuego cubierto dura

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AÑO: 1300-1305
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Libro del cavallero Cifar

 José Antonio Candalija Reina 328


PAÍS: ESPAÑA

12.Relato extenso novela y otras formas sim


TEMA:
ilares

AÑO: 1344
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Crónica de 1344. Madrid, Zabalburu, II109
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
PUBLICACIÓN: José P. Da Cruz, Hispanic Seminary of Medieval Studies (Madison), 1992

Párrafo nº 51.

se le olujda por siempre /. Ca bien sabes


tu commo tu hermano vetiza asañastes a dios
mala mente por los vuestros pecados Con el conde don
yllan sieruo del diablo satanas & le moujstes la
saña por que ouo de venjr el destruymjento ala gente
delos godos Et por que oy dia es la iglesia & la xpistiandat
quebrantada & destruyda & llora avn(n) la iglesia
por sus fijos que le fueron perdidos & muertos & non
pudo auer en si njngund plazer fasta que dios le qujera
dar conforte /. Enpero que nuestro señor dios nos perdio
& quebranto & destruyo non qujere que dure para siempre
/. mas avn(n) la xpistiandat se leuantara yo(n) fio en(n)la
mjsericordia de jhesu xpisto /. Ca yo non do nada por la
gran(n)t conpaña que ay esta con que tu vienes njn la temo
/. Ca nos los cristianos auemos dios padre & por
abogado nuestro señor jhesu xpisto su fijo & enel creemos
& confi amos en(n)la Virgen Santa maria su madre
que seremos saluos & libres por su Ruego della &
ayudar nos ha por que es madre de gran(n)t mjsericordia
& de piadat & creemos nos que estos pocos que
aquj somos cobraremos toda la gente delos godos
que es perdida /. asi commo delos pocos granos se crian
muchas mjeses /. Pues que esto ouo dicho(n) el Rey
don Pelayo metiose en(n)la Cueua con aquellos que
conel estauan mucho espantados por que tan grand hueste
ujeron yazer sobre si /. Et Rogaron de todos
sus coraçones a santa maria que los ayudase & acorriese
& que se amerçendease dela xpistiandat Et oppa

 José Antonio Candalija Reina 329


quando vio que le non prestaua nada su predicar &
vio el esfuerço que el Rey don pelayo auja en dios
tornose alos moros & dixoles asi este omen que
aquj yaze enterrado / yaze desesperado & perseuera
en su mal & non ha menester si non que le conbatamos

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Preposición en

La selección de la preposición en responde a la ubicación del TEMA (confianza) en el DESTINO


(persona, concepto u objeto). Por eso mismo, se podría explicar también como incorporación conceptual
pongo confianza (figura) en ti (base). En este esquema conceptual no habría desplazamiento sino
ubicación.

28. Consistir en

MM: Del lat. «consístere», estar situado sólidamente, de «sístere», colocar, y


éste del gr. «hístemi»; v. «ST-».)
Õ («en»). «Estar. Estribar». Tener una cosa su *causa o *explicación en otra
determinada: ‘No sé en qué consiste que no ande el coche. Su atractivo
consiste en su naturalidad’. l
(V.: «Basarse, cifrarse, ser cosa [sólo cosa, todo cosa, cuestión] de,
descansar, estar, estribar, radicar, residir, ser. ÔCifrar, condensar, *reducir a,
resumir. Ô*Efecto».)
Ö («en»). «*Ser. Ser lo mismo que». Se emplea en lugar de «ser» para enlazar
la designación de una cosa con una descripción de ella suficiente para saber lo
que es: ‘Un dedal consiste en una caperuza de la forma de la punta del dedo’.
× «*Componerse». Estar formada una cosa solamente por lo que se expresa:
‘Toda su fortuna consiste en una casa que le dejaron sus padres’
Ø D. R. A. E.: «Estar y criarse una cosa encerrada en otra».

 José Antonio Candalija Reina 330


COROM: Bajo existir, tomado del lat. exsistĕre, ‘salir’, ‘nacer’, ‘aparecer’,
derivado de sistĕre ‘colocar’, ‘sentar’, ‘detener’, ‘tenerse’. 1ª doc.: 1607, Oudin.
DERIV. Consistir [h. 1400, Canc. de Baena; vid. Cuervo, Dicc. II, 420-1], de
consistĕre ‘colocarse, ‘detenerse’, ‘ser consistente’, ‘consistir’
SPES: consistere, intr.: [con in y abl.] ‘consistir en’, ‘basarse en’, ‘descansar en’.
SEGURA MUNGUÍA: consistere, ‘estar compuesto de, consistir en’: [con in y
abl.] maior pars victus eorum in lacte... consistit, la mayor parte de su alimento
consiste en leche.

 José Antonio Candalija Reina 331


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 332


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 333


ADMYTE II:

Estéfano de Sevilla, Visita y consejo de medicos. [fol. 60v]

la conseruaçio<n> non
es alos no<n>bres. mas ala cosa co<n>
ssiste ssegu<n>t galieno p<r>i`mo de jn-
genjo titulo vndeçimo. en ssaber
artifiçial me<n>te cons<er>uar la ssa-
njdat & destroyr la enfermedat

Estéfano de Sevilla, Visita y consejo de medicos. [fol. 71r]

Terçia via ynjca conssiste


enel maldietar & enel
mal obrar %

Alfonso de Toledo, Invencionario. [fol. 23v]

Sola mente non me q<u>i`ero


passar que allende delas dichas
seys exçelençias tres bienes con-
sisten en el matrimonjo delos fiel<e>s}

Alfonso de Toledo, Invencionario. [fol. 61r]

afirmo el sumo
o mayor bien consistir enlos de-
leytes del cuerpo

Alfonso de Palencia, Universal vocabulario de latín en romance. [fol. 344r]

Passion: se reputa consistir enla culpa. p<er>o a vn que


no<n> se te<n>ga enel crime<n>

Alfonso de la Torre, Visión delectable. [fol. 6v]

. En comparaçion dela bien a-


uenturança eterna. La qual co<n>sis
te en dos cosas prinçipal mente.

Prep. en, ‘campo para el que es válido el estado del sujeto’, (García-Miguel, 1995: 137)

 José Antonio Candalija Reina 334


Preposición en

En este verbo hay una ubicación del lugar en el que se sitúa el objeto de la acción verbal y
por ello se representa mediante la preposición en. Todas las acepciones que proporciona María
Moliner proceden del sentido locativo de existencia de ‘estar compuesto de’ o ‘estar situado
sólidamente’ que, a su vez, deriva, mediante la gramaticalización, por abstracción, hacia el sentido de
esencia de ‘ser’ que se usa con carácter descriptivo-designativo o bien con el de composición por el
sentido comitativo del prefijo con.
El esquema situativo parece ser

La bienaventuranza consiste en dos cosas

La bienaventuranza (figura) está (está situada/ubicada) en dos cosas (base).

BIENAVENTURANZA FIGURA

DOS COSAS BASE

 José Antonio Candalija Reina 335


29. Constar de

MM: (Del lat. «constare», compuesto con «stare»; v. «ST-». Terciopersonal.)


Õ Ser cierta cosa sabida con *certeza: ‘Consta que estaba en París en aquella
fecha’. Se usa mucho en 3.a persona de imperativo: ‘Conste que yo no lo
sabía’. Puede llevar complemento de persona: ‘Me consta que él no estaba allí’.
Ö «*Figurar». Estar algo o alguien registrado, inscrito o escrito en alguna parte:
‘Consta en el Registro de la Propiedad. Esa comunicación no consta en el
registro de salida. En su documento de identidad no consta su edad’.
× («de»). «*Componerse». «Estar formado por» ciertas cosas o cierto número
de cosas: ‘Una mesa consta de un tablero y unas patas. Una baraja consta de
cuarenta cartas’.
Ø (*poesía). Tener los versos la medida y acentuación que les corresponde.
Ù (ant.). *Consistir.
V. «constar en ACTA».
HACER CONSTAR. Manifestar algo; por ejemplo, hacerlo *figurar en un escrito
para que conste o sea tenido en cuenta: ‘Haga constar en la instancia que es
soltero. Me interesa hacer constar que yo no fui avisado’.
(V. «*atestiguar, consignar, constatar».)
V. «constar en [de] AUTOS».

COROM: Bajo estar, del lat. STARE, ‘estar en pie’, ‘estar firme’, ‘estar inmóvil’, 1ª
doc.: orígenes del idioma (Cid, etc.)
DERIV. Constar [1283, Libros del Acedrex 300.28; Apal. 113d, 184b, 341d; vid.
Cuervo, Dicc. II, 430-2], tomado de constare ‘estar de acuerdo’, ‘constar’
SPES: constare, intr.: ‘estar constituido por’, ‘estar formado de’, constar de
(homo constat ex animo et corpore, el hombre consta de álma y cuerpo).
SEGURA MUNGUÍA: consto- āre: [cum, stō] : intr. Quedarse parado, estar

 José Antonio Candalija Reina 336


parado || mantenerse firme [en sus elementos constitutivos]; ser constante,
quedar, perseverar, persistir, existir, subsistir (sentido parecido al de sum). [con
abl. o ex] estar constituido por; constar de; estar compuesto de; resultar de:
homo constat ex anima et corpore

 José Antonio Candalija Reina 337


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 338


 José Antonio Candalija Reina 339
 José Antonio Candalija Reina 340
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 341


CORDE:
Párrafo nº 13.
Página 824
e apeamientos e determinaçiones escriptas antiquísimas e de juezes comisarios conpetentes e tales que
de
Página 825
nesçesario se les devía, segund derecho, dar e atribuir entera e plenaria fe; nin perjudicava que dezía
que, puesto que abténticas fuesen, quel dicho corregidor non avría podido proçeder a dar los dichos
mandamientos de anparo, diziendo las dichas escripturas non tener fuerça de sentençias definitivas nin
aun ynterlocutorias, porque las dichas sentençias avían seydo e eran tales e los dichos apeamientos que
consigo traxeron e trayan devida e aparejada esecuçión, por lo qual, e constando de la verdad e con la
plenaria ynformaçión de muchos testigos avida por el dicho corregidor e juez comisario, avida la dicha
declaraçión e rrevocaçión (sic) de mojones e apeamiento, fue y era justo e derechamente fecho e sin
agravio e perjuizio del dicho Pedro de Avila nin de otra parsona alguna e, pues que avían paresçido los
dichos títulos e escripturas e apeamiento e const ó de la posisión de los dichos sus partes,
justamente el dicho juez avía mandado que non fuesen molestados nin perturbados en la dicha su
posisión, antes fuesen en ella defendidos e anparados; nin menos perjudicava que dezía quel
amojonamiento que avía seydo presentado para entre la dicha çibdad e Las Navas e Valdemaqueda e
tierra de Segovia e Arévalo que dezía que non fazía fe e que non traya perjuizio a la posisión ynmemorial
quel dicho parte adversa dezía tener de los que dezían términos rredondos del Quintanar e Navazerrada
e El Helipar, porquel dicho parte adversa non tovo posisión alguna, segund que ya era declarado, e, si
alguna oviese tenido, que era tal conmo ya era allegado e ansí aquello non parava perjuizio nin enpedía a
la dicha esecuçión e rrenovaçión de mojones, conformándose con el dicho apeamiento antiguo, e, pues
quel dicho parte adversa confesava, conmo era la verdad, que todo lo susodicho estava dentro de los
términos e jurediçión de la dicha çibdad de

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AÑO: 1180-1493
AUTOR: Anónimo
Documentación medieval del Asocio de la Extinguida Universidad y Tierra de
TÍTULO:
Ávila. I y II.
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Lírica
PUBLICACIÓN: Carmelo Luis López, Institución Gran Duque de Alba (Ávila), 1990-1991
Párrafo nº 16.

solamente e no otros de la dicha tierra de Bonilla. Los quales dichos lugares heran arravales de la dicha
villa, e que assí estaba probado. E Malpartida e El Mesegar e Los Molinos de Cornexa tener ynpossiçión
de paxa i haces solamente. E todos los lugares de la dicha tierra tener ynpussiçión de poco tienpo acá del
sacar de la rropa. E La Moheda que diçen del Obispo no sser deheessa deehessada, antes el conçexo de
la dicha villa abérsela dado solamente para leña, e que así hera pública boz y fama en la dicha villa y en

 José Antonio Candalija Reina 342


toda su comarca. E que assimismo abía probado que no se guardaba la dicha Moheda, salbo del dicho
obispo don Martín acá, que podrá aber çinquenta años, poco más a menos, e que de antes sienpre sse
rroçaba e labraba e paçía por los vezinos e moradores de la dicha villa de Bonilla e su tierra. E que
assimismo abían probado los prados ser sanjuaniegos e guardarsse solamente de febrero a San Juan e
no más. E que claramente const aba de las dichas güebras e haçes ser enpussiçiones, porque, si
fuera cosa que se debiesse a la iglesia e mesa obispal, comúnmente lo dibieran todos los veçinos de la
dicha villa e su tierra; e que, después no sse debía a la dicha iglesia e mesa obispal, por el
consiguimiento no sse debía al dicho obispo; qual no enpeçía deçir ni alegar questaba en costunbre de
tienpo inmemorial acá de llebar las dichas inpussiçiones, e que aquello no abía lugar, porque los lugares
que abían pagado e pagaban las dichas enpussiçiones no tubieron juridiçión para induçir la costunbre
allegada por la parte del dicho obispo, ni tanpoco sse puede causar ni causó perjuiçio, porque no abía
perssona con quien encomençasse ni con quien acavase perescreptione. E que assimismo abían
probado los dichos sus partes todo lo otro que probar les conbenía, según questo y otras cosas más
largamente en la dicha su petiçión se contiene. Por las quales rraçones

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AÑO: 1256-1499
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Documentacion medieval en archivos municipales abulenses
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Lírica
PUBLICACIÓN: Ser Quijano, Gregorio del, Institucion Gran Duque de Alba (Ávila)

Párrafo nº 19.

ansý por la confisyón del dicho Françisco, por do consta la turbaçión de la posesión del dicho conçejo que
fazía e fizo el dicho Françisco de Soto al dicho conçejo et omes buenos dél en la dicha su posesión,
conmo por dichos e depusiçiones de muchos testigos presentados por parte del dicho conçejo et aun de
uno de los testigos presentados por parte del dicho Françisco, la qual posesión del dicho conçejo se
esfuerça por derecho ansý por ser de tanto tienpo que fizo týtulo conmo porque todos los términos
sytuados debaxo del término del conçejo se presumen ser del conçejo cuyo es el término, sy el contrario
non se pr[u]eva; et ansý que pronunçiamos la entençión del dicho conçejo ser bien e conplidamente
provada et que conmo quiera que por parte del dicho Françisco de Soto en alguna manera está provado
algunos en nonbre de Pero Sánchez, alguazil, su padre, aver prendado por la dicha ysla e término et
ansymismo lo aver fecho e contynuado el dicho Françisco algunas vezes, pero non const a de týtulo
nin cavsa nin aver levado las penas conmo de cosa suya nin ser término rredondo la dicha ysla que se
pueda guardar nin por él se pueda prendar e conmo por sólo el prendar non se adquera posesión nin syn
týtulo se conserve e do algund derecho se adqueriese, provó mejor e con número de más e mejores
testigos el dicho conçejo de Rriofrío; por ende condebnamos al dicho Françisco e al dicho su procurador
en su nonbre a que disysta de la dicha turbaçión, prendas e ynqui[e]taçión e questión que al dicho
conçejo e vezinos dél ha fecho e faze en la dicha su posesión de la dicha ysla, por tal vía que la puedan

 José Antonio Candalija Reina 343


poseher e posehan todos los vezinos e moradores heredados en el dicho conçejo de Rriofrío conmo cosa
común libremente syn ninguna condiçión nin turbaçión; al qual dicho Françisco de Soto ponemos
perpetuo sylençio sobre la dicha turbaçión e ynquietaçión.

E por algunas cavsas que a ello nos mueven, por donde el dicho Françisco e el dicho su

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AÑO: 1256-1499
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Documentacion medieval en archivos municipales abulenses
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Lírica
PUBLICACIÓN: Ser Quijano, Gregorio del, Institucion Gran Duque de Alba (Ávila)
Párrafo nº 42.
Página FOL. 61R
es actor / dizen de vna partezilla el anjma ser eternal / delas otras partes mortal Canjcos afirman que
pues el casamjento justo es que contra la verguença humanal con las propias mugeres publica mente se
pueden ljçita mente ayuntar bien commo fazen & avn por esto son assy llamados Epicureos
Página FOL. 61R
de qujen epicuro fue auctor / este fue vn folosofo amador de vanjdat / mas que de sabiduria al qual ellos
mesmos puerco llamaron / el qual afirmo el sumo o mayor bien consistir enlos deleytes del cuerpo E que
por njnguna diujnal proujdençia el mundo fuese ynstructo njn rregido / mas las cosas aver nasçimjento de
athomos / esto es de cuerpos ynvisibles & solidos delos quales por fortuytas conversaçiones todas las
cosas afirman nasçer & que dios non faga cosa & que todas las cosas const an de cuerpos & quel
anjma non es saluo el cuerpo E por ende dixo non sere despues que fuere muerto ginosoficos
acostunbraron andar por los campos filosofando desnudos solo acostumbraron sus verguenças cobijar /
estos de engendrar se apartan theologos son llamados los que llaman fisicos & son llamados theologos
por que fablaron de dios. las opinjones delos quales varias fueron buscando qujen fuese dios vnos
dixieron asy commo dionjsio stoyco este mundo visible de quatro elementos ser dios Otros asy commo
tales mjlesio dixieron la voluntad ser dios Otros asi commo platon dixieron dios seer syn tiempo
yncomutable Otros la voluntad suelta asi commo çiçeron Otros la voluntad & el spiritu asy commo barro E
fallado sola mente dios non commo lo fallaron lo espusieron /

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AÑO: 1453-1467
AUTOR: Toledo, Alfonso de
TÍTULO: Invencionario. BNM 9219
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Otros

 José Antonio Candalija Reina 344


Estamos nuevamente ante otro compuesto etimológico en el que hay que tener en cuenta el
significado de la preposición con unido al del verbo latino stare, al que proporciona un sentido comitativo
que contribuye al sentido de constar, en las acepciones de ‘estar formado conjuntamente de’. De ahí que
el diccionario SPES justifique la presencia de la preposición latina EX, rigiendo el ablativo, pues existe la
intuición de la direccionalidad propia de esta preposición, que evoluciona con ese sentido a la preposición
española de. El valor locativo direccional de origen o procedencia también lo corrobora con ejemplos el
propio Cuervo, quien indica que la preposición de aparece como indicador semántico del objeto o TEMA
del que procede la formación conjunta del agente. Así lo podemos apreciar también en los casos
extraídos del CORDE, en los que la preposición de se usa con el valor locativo direccional de origen
propuesto.

30. Contribuir a

MM: (Del lat. «contribúere», de «tribúere»; v. «TRIBUIR». Conjug. como «huir»;


«a; con; para».)
Õ *Dar, como otras personas, cierta cantidad para algún fin: ‘También él
contribuyó con una pequeña cantidad’.
(V.: «Aportar, apuntarse, cotizar —no en D. R. A. E.—. Ô Cotización, cuota,
participación».)
Ö (poco u.). «*Tributar». Pagar impuestos. (tr.). Pagar cierta Ícantidad por un
impuesto: ‘Contribuye diez mil pesetas por el impuesto de utilidades’.
× «Coadyuvar. *Cooperar». Ser, junto con otras cosas, causa de un suceso: ‘La
humedad contribuyó al hundimiento de la pared. Contribuyó mucho con sus
artículos al éxito de la campaña’.
COROM: Bajo atribuir, tomado del lat. attrĭbŭĕre íd., derivado de trĭbŭĕre
‘abonar’, ‘atribuir’. 1ª doc.: 1423, Villena; Cuervo, Dicc. I, 771-3.
DERIV. Contribuir, [Pérez de Guzmán, † h. 1460; 1451; vid. Cuervo, Dicc. II,
503-4], de contribuere íd.
Prep. a, ‘objetivo del proceso’, (García-Miguel, 1995: 181)

 José Antonio Candalija Reina 345


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 346


 José Antonio Candalija Reina 347
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 348


ADMYTE II:

Confero. rs. contuli. por contribuir .a .iij

Nebrija, Dictionarium latino-hispanicum. [fol. 41v]

Contribuo. is. bui. por contribuir .a .i

CORDE
Párrafo nº 2.
Página 306
pagaua; y a la reyna le pareçio cosa razonable que en cada çibdad y villa destos sus Reynos [se] echase
çierta
Página 307
gente de cauallo, segund cada lugar mejor lo podiese comportar, con que se reparterian en el Reyno de
seys mill lanças arriba [y que] cada çibdad o villa touiese la copia de las que oviese de tener pagadas, asi
ombres de armas como ginetes; y esto asentado y determinado en el consejo de la reyna y embiado a
consultar con el rey por sus mensajeros y cartas, fue mandado a las çibdades y lugares del Reyno que
Hermandades feziesen y a cada vna la copia de la gente que avia de dar pagada, y Burgos, como cabeça
de Castilla, omillmente açebtó el tal mandamiento, y por ser lugar de más tratos y mercaderias que
ninguno, vio el grand bien que a todos los de buen proposito se seguia, [y] puso en obra lo que por el rey
y reyna les fue mandado; y de alli todas las çibdades y villas que estauan por el rey se metieron en
Hermandad, y en cada vna dellas contribu yan [a] la gente de cauallo que les era mandado que
pagasen, en lo qual hidalgos y clerigos y pueblos contribuyan igualmente. En vnos lugares se repartia por
sisa, en otros repartiendo vn real a cada cabeça, y avnque esta nueua imposiçion muchos hidalgos
rehusasen
Página 308
de pagar, el rey y reyna eran tan amados de los de buen proposito y tan temidos de los malos, que vnos y
otros, de premia o de grado, pagaron y complieron el mandamiento. Y la reyna, por estar en Valladolid,
más en el comedio del gobernamiento del Reyno, por estar el rey en Viscaya, ovo de tomar el trabajo
destas Hermandades que invençionado avia, y en pocos dias las hizo tales y tan temidas como lo ella
deseaua; y luego la justiçia se esforço más en el Reyno y los malos y salteadores que con las guerras
pasadas viuian de tan tirano ofiçio, començaron a huyr o veuir pacífica y encogidamente, y ninguno
erraua en caso de Hermandad que a saeta non moriese; y los fuegos y tiranias

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AÑO: 1469-1476
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Crónica incompleta de los Reyes Católicos
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía

 José Antonio Candalija Reina 349


PUBLICACIÓN: Julio Puyol, Academia de la Historia (Madrid), 1934
Párrafo nº 3.
Página 95
[...] dellos, costriñendo a los dichos secrestadores que los tornen, por manera que, al tienpo que los
ovieren de dar e entregar a la persona que por nuestro mandado los oviere de aver, estén enteros para
fazer dellos lo que la nuestra merçed fuere.

E non fagades ende ál.

Dada en La Puebla de Guadalupe, a veinte e tres días de abril de LXXXVI años.

El arçobispo de Sevilla. Rodericus, doctor. Andreas, doctor.

Yo, Alonso del Mármol, etc.

42

1486, abril, 23. LA PUEBLA DE GUADALUPE.

Los Reyes Católicos ordenan al concejo de Ávila que no exija a los judíos de la aljama abulense
contribuciones de hombres y levas para la guerra de los moros, pues tienen privilegios de los anteriores
reyes que les eximen de ello, debiendo tan sólo contribu ir a la hermandad de la ciudad. (Consejo).

Fol. 120, doc. 2768.


Página 96

Para que los judíos de Ávila non contribuyan en las lievas de la guerra, salvo en la hermandad, a
pedimiento del aljama de los judíos de Ávila. *

Don Fer[n]ando e doña Ysabel, etc.

A vos, el conçejo, justiçia, regidores, cavalleros, escuderos, ofiçiales e omes buenos de la noble çibdad
de Ávila, salud e graçia.

Sepades que por parte del aljama de los judíos de la dicha çibdad nos fue fecha relaçión, etc., diziendo
que esa dicha çibdad de Ávila e el diputado e provinçial de la hermandad de la dicha çibdad e los
repartidores de los peones e lievas para la guerra de los moros diz que les fazen contribuir e pagar en los
dichos repartimientos, e asymismo diz que les echan çiertos peones para la dicha guerra de los moros,
non podiendo nin deviendo ellos pagar nin

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 José Antonio Candalija Reina 350


AÑO: 1485-1488
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Documentación medieval abulense en el Registro General del Sello
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Documentos notariales
Ser Quijano, Gregorio del, Institución Gran Duque de Alba / Obra Cultural de la Caja de
PUBLICACIÓN:
Ahorros de Ávila (Ávila), 1995

El significado etimológico de este compuesto lo da Cuervo al apreciar que se trata del sentido
comitativo de la preposición latina cum unido al del verbo tribuere, que es el de ‘agregar’. Nuevamente, la
direccionalidad está presente mediante la preposición a, que designa el proceso mediante el que el caso
AGENTE desarrolla la acción sobre el TEMA, concebido como un lugar metafórico al que se dirige la
acción de ‘agregar conjuntamente’. La gramaticalización que supone la abstracción del proceso
metafórico es la encargada, a su vez, de conferir el papel temático de TEMA confirmando el esquema de
transitividad en el que se insertan los ejemplos.

31. Conversar acerca de/de/con/sobre

MM: Del lat. «conversari», convivir, intensivo de «convértere».)


Õ («con; sobre»; la G. R. A. da como ejemplo «en... materias fútiles», pero esta
construcción no es usual). «Charlar. Departir. Platicar». *Hablar unas personas
con otras.
(V.: «*Charlar, comentar, hacer comentarios, conferenciar, conferir, trabar
conversación, departir, dialogar, dialogizar, empalmarla, enzarzarse, *hablar,
pegar la hebra, *murmurar, hacer [mantener, tener] palacio, parlamentar, echar
una parrafada [un párrafo], patullar, platicar, tertuliar. Ô Baturrillo, calandraca,
caraba, careo, cháchara, echarla, chicoleo, colación, coloquio, conferencia,
confidencia, conversación, cotorreo, *diálogo, discreteo, entrevista, fabulación,
floreo, garla, interlocución, interview —inglés—, mano a mano, murmuración,
palillo, palique, parlamento, parleta, parola, parrafada, plática, visita. ÔAmena,
animada, fútil, *insubstancial. ÔConfidencial, de solo a solo. Ô Dialogístico.

 José Antonio Candalija Reina 351


ÔMeter baza, sacar [traer] a colación, sacar la conversación, cortar, echar su
cuarto a espadas, meter su cuchara, meter el cuezo, hacer el gasto, hablar por
no callar, tomar el hilo, volver la hoja, interrumpir[se], preguntar, *responder,
salpicar, tallar, hablar sin ton ni son. Ô *Asunto, tela, tema, *tópico. Ô¡Vamos a
ver! ÔAlcoba, corrillo, mentidero, *tertulia. ÔLocutorio, parlatorio. ÔColocutor,
contertulio, conversador, departidor, interlocutor, internuncio, tertuliano,
tertuliante, tertulio. ÔDesconversar. ÔCortar. Ô*Decir. *Discutir. *Hablar.
*Tratar».)
Ö *Convivir.
× *Tratar o tener amistad una persona con otra.
Ø (milicia). Cambiar de frente una fila de soldados girando sobre uno de sus
extremos.
(V. «*formación».)

COROM: Bajo verter, del lat. VĔRTĔRE ‘girar, hacer girar, dar vuelta’. ‘derribar’,
‘cambiar, convertir’. 1ª doc.: orígenes (Glosas de S. Millán y de Silos; Berceo,
etc.). La acepción ‘derramar un líquido, etc.’ en la cual este verbo es de uso
general desde Berceo, procede de la latina ‘derribar’, modernamente es menos
popular que derramar o desusado del todo.
DERIV. Conversar [«convivo, converso» Nebr.] de conversari ‘vivir en
compañía’. En la Argentina se emplea como tr. con el valor de ‘conversar con
alguno’, ‘dirigirle la palabra’ (J. C. Dávalos, La Prensa, 22-IX-1940).

Prep. de ‘tema’ o ‘asunto’, prep. ‘cierto contenido’, Cano, 1999: 1815; ‘(punto) inicial’, García
Miguel, 1995: 125; ‘posición previa en la direccionalidad de las relaciones causales y espacio-temporales
a partir de un proceso de transferencia metafórica entre dominios cognitivos’, Croft, 1991: 192-8; ‘punto
de referecia final’, García-Miguel, 1995: 180.

 José Antonio Candalija Reina 352


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 353


 José Antonio Candalija Reina 354
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 355


 José Antonio Candalija Reina 356
CORDE

Párrafo nº 1.

tres días, por hallarse señalado para mañana la prueba del combate. Encárganos con este motivo -añadió
Rui Pero al oído de Ferrus- la mayor vigilancia.

- ¡Voto a tal! no hay cuidado -dijo Ferrus dando una carcajada-. No vencerá el doncel. ¿Y piensa venir su
grandeza por aquí?

- Parece que no, pues de Andújar pasa Su Alteza a Córdoba, desde allí irá en la barca grande, el
Guadalquivir abajo, a Sevilla, pues que está Su Alteza muy doliente y no le deja caminar a caballo su
físico Abenzarsal. Pero en atención a todo esto, yo partiré mañana de madrugada.

- Sea en buen hora, como gustéis -repuso Ferrus-. Esto entretanto no altera el orden de nuestra cena.
Podéis retiraros, buen hombre -añadió Ferrus al emisario.

- Que os den de cenar -dijo Rui Pero al mismo- y disponeos mañana a venir conmigo a la Corte.

Retiróse el emisario, y siguieron cenando nuestros cuatro paladines, convers ando acerca de la
determinación del Rey y del singular acaecimiento que los había acercado tanto a la corte.

- Bueno fuera, señor alcaide -dijo Peransúrez dirigiéndose a Ferrus, que era el más afectado del licor-,
bueno fuera que hubieseis de hospedar en este castillo a la corte...

- ¡Bah! -dijo Ferrus-, no pasa por aquí, y además, en un castillo encantado...

- ¡Encantado! Dios nos perdone -dijo con afectado escrúpulo el padre.

- ¿No ha oído hablar nunca el padre de la mora Zelindaja, Zelindaja la mora...? -siguió Ferrus con
dificultad, y riéndose a cada palabra con la estúpida expresión de la embriaguez.

- ¡Hola!

- ¡Voto va! pues la mora... Rico vino es este, padre; ¿no bebéis?

- Proseguid -dijo el padre haciendo con su mano un ademán de agradecer el ofrecimiento.

- La mora, pues... Vaya otro trago, señor Rui Pero.

 José Antonio Candalija Reina 357


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AÑO: 1834
AUTOR: Larra, Mariano José de
TÍTULO: El doncel de don Enrique el Doliente
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Universidad de Alicante (Alicante), 2003
Párrafo nº 1.
Página FOL. 181R
a los quales el quisies conuidar, & cada un capitan huuies cada dia L daremes et vna ropa stando en
l'ostal & vna otra quando quisies yr en plaça.

Como Silla se combatio con Mario & con otros capitanes de Roma, & los uençio.

Depues d'esto, el passo con todo el stol a la Pirea en tres


Página FOL. 181R
dias, & por auisamiento de otro tomo por si la libreria de Apelico Tiyo, en la qual la mayor [part] de los
libros [eran] de [Aristotiles et] Teofrastro, los quales no eran aun conocidos mucho. De los quales, depues
que fueron leuados a Roma, Tirano el gramatico ne traslato muchos, & aun depues Nodio el gramatico ne
traslado mas & los dio a Messo. & los mas uieios peripateticos se fizieron bellos fauladores & plazibles;
mas no le uinieron a las manos todas las scripturas de Aristotiles & de Thefrasto. Ni aun pudieron bien
studear aquellos que le uinieron a las manos, porque Cleon Squipsio, el heredero de los libros,
conuers aua con hombres ydiotas et qui no amauan hondra.

Silla, tardando en Athenas, huuo la enfermedat de la podraga, segunt que dize Strabus, et passo al
Ydipso a los banyos de uirtudes. & alli conuersaua por passar tiempo con los artifiçes del dios Bacus. &
mientre qu'el yua & uinie por la ribera de la mar, algunos pescadores le aduxieron muyt buen pescado. &
quando el present le plugo & suppo qu'ellos eran de las Aleas, les pregunto si aun era biuo el senyor de
las Aleas. Porque, quando el huuo la uictoria a Oreomeno & encalçaua a los enemigos, el destruyo III
ciudades de Biotia, es a saber: la Antidona & la Lamina & las Aleas. Los pescadores por grant miedo
qu'ellos huuieron no podien faular; & Silla sonridiendose les dio licencia que se fuessen alegrement. Por
la qual cosa, se conortaron & se fueron a lur ciudat.

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AÑO: 1379-1384
AUTOR: Fernández de Heredia, Juan
TÍTULO: Vidas paralelas, Plutarco II
PAÍS: ESPAÑA

 José Antonio Candalija Reina 358


TEMA: 19.Biografía
PUBLICACIÓN: Juan Manuel Cacho Blecua, Universidad de Zaragoza (Zaragoza), 2002
Párrafo nº 13.

por que los mandara matar eran estas: e dixo que el mandara matar a Gutier Ferrandez por
quanto, quando fue la batalla de Arauiana, en la qual morio Iohan Ferrandez de Henestrosa e
luego que lo supiera, enbiara mandar a todos los caualleros que estauan fronteros que se
rrecogiessen con el dicho Gutier Ferrandez e fiziessen por el assi commo por el mesmo.
Otrossi * despues el enbiara mandar al dicho Gutier Ferrandez que se fuesse a la villa de
Tudela de Nauarra * a las pleytesias que se tratauan con gentes del rrey de Aragon delante el
cardenal de Boloña legado del papa. E que estonçes, estando el dicho Gutier Ferrandez en la
villa de Tudela, venieran a estar con el Diego Perez Sarmiento, que era estonçes partido de la
su merçed e era ydo para el conde don Enrrique e que andaua en su deseruiçio; otrosi Pero
Carrillo, que era priuado del conde, e que fablauan con el dicho Gutier Ferrandez secreta
mente e comian e conuers auan con el. Otrossi que enbiara a Gutier Ferrandez a Pero
Gonçalez de Aguero, vn cauallero vasallo del rrey, el qual por su mandado estaua con Gutier
Ferrandez de Toledo frontero e lo aguardaua, por mensajero al infante don Ferrando marques
de Tortosa, que era en Aragon. E que non sabia commo, pero estas cosas non las fazia el
dicho Gutier Ferrandez bien, nin paresçian bien a los que las veyan. Otrossi dixo el rrey que
Gomez Carrillo, estando en algunos logares do lo el dexara por frontero de Aragon, los quales
eran * Viguezca e Torrijo, que el ganara de Aragon e los tenia Gomez Carrillo por el, que se
veya muchas vezes con Pero Carrillo e Gomez Carrillo sus primos, que estauan con el conde
* en su deseruiçio en Aragon, e que por * esta rrazon los mandara matar. E non ouo ý ninguno
que osasse dezir al rrey saluo que fiziesse * lo que la su merçed fuesse e que todo lo que el

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AÑO: 1400
AUTOR: López de Ayala, Pero
TÍTULO: Crónica del rey don Pedro
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
PUBLICACIÓN: Germán Orduna, SECRIT (Buenos Aires), 1994

Párrafo nº 11.

eso no necesito salir de mi celda, ni visitar, ni pedir a ninguno, ni exponerme a calabazas. No hay
ejemplar de que en ese asunto literario haya dejado de servir a todos; pero siempre dentro de mi celda.
Pregúntese a los amigos que vienen a conversar las mañanas de los domingos, y confirmarán esta
verdad.

135. Dije acompañado de un conocido, pues no siendo así, aunque el tal venga a preguntar una especie

 José Antonio Candalija Reina 359


o por un libro, tampoco le abriré la puerta, y sólo le responderé por la rejilla ad cautelam por lo que
pudiere suceder. Quien toma el pretexto de encargar misas para entrarse a robar en una celda, tomará
también el pretexto de preguntar por un libro o de buscar alguna especie. En breve: el que hubiere de
entrar en mi celda, aunque entre acompañado de un conocido, no piense entrar a otros negocios,
pretensiones y embudos de la moda, sino únicamente a hablar de libros y a convers ar sobre ellos. Y
si continuare, ha de ser siempre sobre ese pie.

136. Debo advertir esto para desjarretar algunas visitas solapadas. Entra uno en mi celda la primera vez,
por venir acompañado: dice viene por curiosidad de ver mi librería, que la oyó ponderar de numerosa,
rara, selecta y universal, y con sus polvillos del cumplimiento que deseaba verme y conocerme. Repite
segunda visita, y habla de libros y de cosas literarias. Pero a la visita tercera ya descubre la hilaza de que
es un pretendiente formidable. Desembolsa esquelas y memoriales, acometiéndome a que yo sea el
agente de sus pretensiones y a que salga de casa por complacerle. Claro está que eso jamás será; y así
le desengaño, correspondiendo a su curiosidad y cumplimiento de la primera visita.

137. Y como el tal no buscaba desengaños, sino engañarme a mí para que le sirviese de tercero a su
ambición, no vuelve a repetir visitas.

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AÑO: 1772
AUTOR: Sarmiento, Fray Martín
TÍTULO: El porque sí y porque no
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos
Michel Dubuis; Nicole Rochaix; Jöel Saugnieux, Instituto Feijoo de estudios del siglo XVIII
PUBLICACIÓN:
(Oviedo), 1988

Preposición con

Aunque todas las acepciones etimológicas coinciden en el sentido comitativo que introduce la
preposición latina cum en el verbo tribuere, es el sentido que aporta Corominas el más acorde con
nuestra hipótesis, pues lo incluye en el significado y el lexema del verbo verter, que posee las acepciones
de ‘cambiar, convertir’ e incluso ‘derramar’. El sentido original, por tanto, parece tener nuevamente una
orientación locativa direccional, porque entendemos metafóricamente que una conversación viene a ser
una confluencia de los distintos ‘vertidos’ de palabras que se realizan en una convivencia entre personas
que toman un punto de origen como el TEMA de su conversación. De ahí que se usen las preposiciones
de, acerca de, para expresar el lugar figurado desde el que se conversa u ORIGEN.

 José Antonio Candalija Reina 360


El uso de la preposición sobre estaría justificado en los casos en que se conceptualiza el TEMA
como un lugar no como origen, sino como superficie en la que depositar la convergencia de los vertidos
de palabras.
Finalmente, habría que llamar la atención en los usos simultáneos de la preposición con y el
resto de preposiciones analizadas. Podríamos hablar de doble suplemento, pues el sentido comitativo
aducido por la preposición cum, regiría la preposición con precediendo sintagmas nominales humanos, al
ser la capacidad de conversar propiamente humana.
El uso de las preposiciones más tardías acerca de (1834), sobre (1772) se produce por
gramaticalización y analogía con el de las preposiciones que rigen los verbos de lengua, entendimiento o
sentido. Ambas parecen tener más un sentido adlativo final que ablativo de origen. Ello puede ser debido
al significado original que sigue prevaleciendo en el verbo VERTER, que favorece más este tipo de
esquema direccional hacia una META o DESTINO. Es decir, cuando conversamos sobre algo o acerca de
algo, no lo tomamos como origen de nuestras palabras sino como lugar hacia el que éstas se vierten o
derraman. El valor de aproximación es mucho más ostensible en esta preposiciones que, como dice
Cifuentes Honrubia (2004: 340), se puede considerar que cerca de, sobre son aproximativos neutros que
no activan inferencias (como hacen los aproximativos positivos o negativos) sino que mantienen el mismo
valor aproximativo.

32. Convidar a

MM: (Del supuesto latín «convitare», alteración de «invitare», por influencia de


«convivium»; véase «INVITAR».)
Õ «*Invitar». Ofrecer a Íalguien que haga cierta cosa que se supone grata para
él, generalmente junto con el que le convida; particularmente, comer o ser
huésped suyo: ‘Me ha convidado a pasar una semana en su finca’; si la acción
consiste en comer o tomar algo, puede suprimirse el verbo: ‘Te convido a una
cerveza’; puede también, aunque no es frecuente, construirse con «con» la
cosa a que se convida: ‘Me convidaron con una taza de café’
(V. «desconvidar».)

 José Antonio Candalija Reina 361


Ö «Invitar». Ofrecer un lugar o una circunstancia buena oportunidad para hacer
cierta cosa, e inspirar ganas de hacerla: ‘La soledad convidaba a la meditación’.
(V. «*incitar».)
COROM: Bajo invitar, tomado del lat. ĭnvītare íd. 1ª doc.: Oudin, con remisión a
combidar.
DERIV. Convidar [Cid; frecuente en toda la E. Media, Berceo, Apol., J. Manuel,
J. Ruiz; Nebr., Apal. (222dk), y la mayor parte de esos autores escriben con b;
muy clásico; Cej. IV, § 39], del lat. vg. *CONVĪTARE, variante de INVITARE, común
a todos los romances de Occidente, probablemente alteración por influjo de
CONVIVIUM ‘convite’.

SPES: invitare, tr.: ‘invitar’, (ad cenam i. convidar a cenar).


Prep. a, ‘orientación nocional’, (García-Miguel, 1995: 178)

 José Antonio Candalija Reina 362


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 363


 José Antonio Candalija Reina 364
 José Antonio Candalija Reina 365
 José Antonio Candalija Reina 366
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 367


ADMYTE II

J. d'Arras, Historia de la linda Melosina. [fol. 32v]

los que plugiesse venir. E


envio a convidar al conde de Pujtiers

Alfonso de Toledo, Invencionario.[fol. 73r]

Ca ellos suelen conbidar alos


saçerdotes

Boccaccio, Teseida [fol. 40v]

entendia quele conplia a conbidar


a sus amjgos

Sancho IV, Castigos y documentos para bien vivir (BN, ms. 6603). [fol. 84r]

el bue<n>
om<n>e ma<n>do luego conbidar
atodos aq<ue>llos amjgos de su
fijo

Preposición a

En ambas procedencias etimológicas (Spes y Ernout-Meillet) el sentido locativo direccional se


hace patente mediante el uso de la preposición de acusativo AD que expresa la direccionalidad hacia la
que converge el ofrecimiento, significado común en todas las acepciones. El papel temático del
complemento de régimen en este caso puede ser tanto TEMA, conceptualizado a veces como lugar
figurado o como lugar real (convidar a la cena), como PACIENTE (ejemplos de ADMYTE II).

33. Creer en

MM: (Del latín «crédere»; v. «acreditar, acreedor, acreer, descreído,


encreyente, incrédulo, increíble, malcreer, recreído». Pronunc. «cre-er, cre-

 José Antonio Candalija Reina 368


ería», etc. En el pretérito indefinido y tiempos derivados cambia la «i» seguida
de vocal en «y»: ‘creyó, creyeron, creyera, creyese, etc.; creyendo’.)
Õ Aceptar alguien como verdad una Ícosa cuyo conocimiento no tiene por
propia experiencia, sino que le es comunicado por otros: ‘Lo creo porque lo
dices tú’. (Puede llevar un complemento con «por» o «sobre»: ‘Le creí por
[sobre] su palabra’.) («en»). Tener fe *religiosa en abstracto o sobre la cosa
que se expresa: ‘Hay que creer para salvarse. Creo en Dios Padre...’. («en»).
*Pensar que existe cierta cosa: ‘Creo en la bondad humana’. *Esperar o temer
que ocurrirá cierta cosa: ‘Creo que vendrán esta noche. Creo que no hay
remedio’. (Esta clase de creencia puede expresarse con «ir», la preposición
«a» y el infinitivo del verbo: ‘Vas a pasar frío. Va a llevarse un chasco. Voy a
encontrar la puerta cerrada’.)
V.: «Admitir, dar asenso, dar crédito, dejarse engañar, prestar fe, dar [prestar]
oídos, tragarse la píldora, comulgar con ruedas de molino, tragarse.
Figurarse, hacérsele a uno, imaginarse, maliciarse, *parecerle a uno, *pensar,
*sentir, tener para sí, tener por, dar [conceder] valor.
Artículo de fe, convicción, credo, doctrina, dogma, evangelio, *religión.
Crédito, fe.
Credo, símbolo de los Apóstoles, símbolo de la fe.
Fanatismo.
Abandonar, abjurar, abrazar, adoptar, apartarse, apostatar, confesar,
convertirse, disidir, profesar, protestar, renegar.
Aprensión, escrúpulo.
Superstición.
Cándido, confiado, crédulo, creedor, incauto, infeliz, ingenuo, inocente, sin
malicia, niño, papanatas, sin picardía, simple.
Confitado.
Certidumbre, convencimiento.
Credulidad, creederas, tragaderas.
Tragantona.

 José Antonio Candalija Reina 369


Fidedigno, plausible, *posible, *probable, verisímil, verosímil.
Acérrimamente, inquebrantable, a macha martillo, a pie juntillas.
Credibilidad.
*Colar.
No hacer caso, poner en cuarentena, reírse, tomar a risa, poner en solfa.
¿No irás [irá usted, iréis, etc.] —ir—a...?
*Dudar.
*Confiar. *Esperar. *Juzgar. *Opinar. *Persuadir. *Sospechar. *Suponer.
*Verdad».
Ö («en»). *Pensar que cierta cosa es buena o eficaz: ‘Creo en la democracia.
No creen en los potingues’.
× «*Juzgar». Creer de Íalgo o alguien que es cierta cosa que se expresa con un
adjetivo o con un nombre: ‘No le creo tan inteligente como dicen. Cree virtud lo
que es comodidad. Creo deber mío advertírselo’. (Puede expresarse lo mismo
con una oración no atributiva, con un complemento con «de»: ‘Creo de él que
es sincero. Creo de mi deber advertírselo’.)
A CREER... Construcción muy frecuente: ‘A creerle a él, allí no hay nadie
inteligente’.
(V. «a».)
DAR EN CREER. Creer infundadamente y con insistencia cierta cosa: ‘Ha dado
en creer que todos le engañan’.
(V. «*aprensión».)
HACER CREER. Hacer creer la *mentira que se expresa: ‘Le hizo creer que era
amigo de su hermano’.
(V.: «*Colar. *Engañar. *Mentir».)
V. «creer que todo el MONTE es orégano».
NO CREAS [CREA USTED, etc.]. Frase enfática que suele añadirse a la
*afirmación de algo no evidente: ‘Es más joven que yo, no creas. No crea
usted, no es del todo tonto’.
V. «creer a PIE juntillas, VER y creer».

 José Antonio Candalija Reina 370


¡YA LO CREO! Exclamación muy frecuente con que se *asiente enérgicamente
a algo: ‘¿Te gustaría ir a Sevilla? —¡Ya lo creo!’

COROM: Del lat. CRĒDĔRE ‘creer, dar fe (a alguno)’, ‘confiar en préstamo,


prestar’, 1ª doc.: Cid. En Berceo se halla todavía creder (Mil. 144c, 600c. Mss.
A e I). Para construcciones y formas antiguas, vid. Cuervo, Dicc. II, 585-90.

Prep. en, ‘asunto’, ‘materia’, ‘objetivo’, ‘tema’, ‘metaforización de locativo’, (Cano, 1999: 1827;
‘situación absoluta’, García-Miguel, 1995: 144)

 José Antonio Candalija Reina 371


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 372


 José Antonio Candalija Reina 373
 José Antonio Candalija Reina 374
 José Antonio Candalija Reina 375
 José Antonio Candalija Reina 376
 José Antonio Candalija Reina 377
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 378


ADMYTE II

Jehuda ha-Levi, Libro del Cuzari. [fol. 5v]

[N]os otros creemos en-


el Dios de Abrahan

Alfonso X, Estoria de España I.[fol. 115r]

q<ue> des q<ue> tu començares a creeR


en aq<ue>l;

Alfonso X, Siete partidas. [fol. 6v]

esto es porq<ue> no cree<n> enla fe ni gela sa-


brian demostrar

Alfonso X, Espéculo [fol. 12v]

[D]ela ffe catolica auemos


ffablado com(~)o sse deue
tener & creer & en los ar
ticolos & en los ssacrame<n>
tos

CORDE
Párrafo nº 12.
Página 778
-disso Teófilo- siempre seas laudada,
Pascua fue e grand día cuando Tú fuisti nada;
mucho es la mi alma con esto confortada,
trae la tu palavra melezina provada.

Yo no lo osaría al tu Fijo rogar,


por mi ventura mala busquéli grand pesar;
pero fío en Elli como devo fiar,
e quiero mi creencia a Ti la demostrar.

Creo que un Dios es e que es Trinidat,


Trinidat en personas, una la Deïdat;
non ha ennas personas nulla diversidat,
Padre, Fijo e Spíritu uno son de verdat.

 José Antonio Candalija Reina 379


Creo de Jesu Christo enna encarnación,
que nació de Ti, Madre, por nuestra redemción;
predicó Evangelio, dessent priso pasión,
en el día tercero fizo resurrectión.

Creo bien firmemientre la su ascensïón,


que envïó la gracia, la de consolación;
creo la postremera regeneracïón
cuando buenos e malos prendrán el gualardón.

Madre, todo lo creo, só ende bien certano,


cuanto que Christo manda cre er a christïano;
mas só en grand vergüenza, en miedo sovejano
ca fúi, mi Señora, contra Él muy villano.

A mal omne e sucio e mal testimoniado


non me querrá oír ca non es aguisado;
Madre, tanto lo temo, iría repoyado,
fincarié nuestro pleito mucho empeorado.

Página 779

Si bien ha de seer o me quieres prestar,


Tú as en esti pleito, Madre, a travajar;
otro procurador non me mandes buscar,
ca, porque lo buscasse, no·l podría trovar.

Tú eres pora todo ¡grado al Crïador!


por rogar al tu Fijo, tu Padre, tu Señor;
quequiere que Tú mandes e ovieres sabor,
todo lo fará Elli de mucho buen amor.

Lo que nunca fezist en otro pecador


non sea en Teófilo, por el Nuestro Señor;
tórname en la gracia de la tu sancta Flor,
la flor que Tú pariste sin tacha, sin dolor.

Señora benedicta, Reína principal,


aún en tu osança quiérote dezir ál:
si non cobro la carta que fici

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 José Antonio Candalija Reina 380


AÑO: 1246-1252
AUTOR: Berceo, Gonzalo de
TÍTULO: Los Milagros de Nuestra Señora
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 22.clerical
PUBLICACIÓN: Claudio García Turza, Espasa-Calpe (Madrid), 1992
Párrafo nº 15.
Página 97
ganançia sea de las mejores et de las más leales, que esquive todas las que provó trabajosas et le
fezieron aver cuidado et tristeza. Et non sea tal commo la paloma que le toman sus palominos et gelos
degüellan, et por eso non dexa de fazer otros luego. Ca dizen que Dios, cuyo nonbre sea bendicho,
puso a toda cosa término a que ome llegue. Et el que
Página 98
pasa dellas es atal commo el que non llegó a ellas; ca dizen que quien se trabaja deste siglo es la su
vida contra sí, et el que se trabaja deste siglo et del otro es su vida a par de sí o contra sí. Et dizen
que en tres cosas se deve el seglar emendar: en la su vida, et afiar la su ánima por ella; et la segunda
es por la fazienda deste siglo et por la fazienda de su vida; et bivir entre los omes. Et dizen que
algunas cosas ay en que nunca se endereça buena obra: la una es gran vagar; la otra es
menospreçiar los mandamientos de Dios; la otra es cre er a todo ome lisonjero; la otra es
desmentir a otro sabio. Et el omne entendido deve sienpre sospechar en su asmamiento et non creer
a ninguno, maguer verdadero sea et de buena fama, salvo de cosa que le semeje verdat. Et quando
alguna cosa dudare, porfíe et non otorgue fasta que sepa bien la verdat, et non sea atal como el ome
que dexa la carrera et la ha perdido, et quanto más se trabaja en andar, tanto más se aluenga del
lugar donde quería llegar. Et es atal commo el ome que le cae alguna cosa en el ojo et non queda de
le rascar fasta que le pierde; ca deve el ome entendido creer la aventura, et estar aperçebido, et non
querer para los otros lo que non querría para sí.

Pues el que este libro leyere piense en este enxenplo et comiençe en él, ca quien sopiere lo que en él
está escusará con él otros, si Dios quisiere. Et nós, pues leemos en este libro, trabajemos de le
trasladar del lenguaje de Persia al lenguaje arávigo.

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AÑO: 1251
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Calila e Dimna
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Breve
PUBLICACIÓN: Juan Manuel Cacho Blecua; María Jesús Lacarra, Castalia (Madrid), 1993
Párrafo nº 6.
Página 964

 José Antonio Candalija Reina 381


en cabo do se sovo, alí á de tornar.

Página 965

Los judíos signífica essa diestra partida,


a la que faz el clérigo la primera venida;
éssos tenién la leï d'ellos mal entendida,
por esso eran diestros, non por la buena vida.

A los moros signífica el siniestro cornal,


que non tenién de Dios nin ley nin su sinal;
por ent a los discípulos dio signo especial,
que non se acostassen a essi hospital.

Quando no lo quisieron los diestros recebir,


passó a los siniestros, fízolos convertir;
oyeron evangelio, que non solién oír,
e ganaron la missa, toda hasta'l somir.

La gent de los judíos, en ora mala nados,


repoyaron a Christo por sus malos pecados;
recibiéronlo moros, fueron bienventurados,
éssos andan por fijos los otros por añados.

Lo que torna a diestro por la missa acabar,


muestra que, quando fuere el mundo a finar,
entendrán los judíos todo su malestar,
cre erán en don Christo que los vino salvar.

Dicho el Evangelio, essa sancta razón,


santíguanse los omnes, todos quantos hí son;
alçan suso las manos, dan a Dios bendición,
que sea benedicto siempre toda saçón.

Fazen depués de esto bien buena providencia,


cantan un rico canto, todo de la creencia,
como qui diz: "Oyemos, Christo, la tu sentencia,
creemos bien en ella sin ninguna fallencia."

Página 967

Esto es sine dubio cosa bien ordenada,

 José Antonio Candalija Reina 382


oír primeramientre la lición consegrada,
monstrarla con sus lenguas que es fe acabada;
desén comprir la obra, ofrecer la obrada.

Quando corrié la leï en el tiempo primero,


quando sacrificavan non ofricién dinero,
mas o toro o aves o cabrón o carnero,
pero fue encerrado todo en un Cordero.

Christo fue el cordero, fijo de tal Cordera,


que nin depués nin ante non ovo compañera;
éssi fue

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AÑO: 1228-1246
AUTOR: Berceo, Gonzalo de
TÍTULO: Del sacrificio de la misa
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 22.clerical
PUBLICACIÓN: Pedro M. Cátedra, Espasa-Calpe (Madrid), 1992
Párrafo nº 9.
Página 598

todos li rendién gracias, quisque de su partida.

Qui tal cosa udiesse serié malventurado


si de Sancta María non fuesse muy pagado;
si más no la onrasse, serié desmesurado:
qui de Ella se parte es muy mal engañado.

Aún más adelante queremos aguijar,


tal razón como ésta non es de destajar,
ca éstos son los árbores do devemos folgar,
en cuya sombra suelen las aves organar.

6. EL LADRÓN DEVOTO

Era un ladrón malo que más querié furtar

 José Antonio Candalija Reina 383


que ir a la eglesia ni a puentes alzar;
sabié de mal porcalzo su casa governar,
uso malo que prisso no lo podié dexar.

Si facié otros males, esto non lo leemos,


serié mal condempnarlo por lo que non savemos,
mas abóndenos esto que dicho vos avemos;
si ál fizo, perdóneli Christus en qui creemos.

Página 599

Entre las otras malas avié una bondat


que li valió en cabo e dioli salvedat:
cre dié en la Gloriosa de toda voluntat,
saludávala siempre contra su magestat.

Si fuesse a furtar o a otra locura,


siempre se inclinava contra la su figura;
dizié "Ave María" e más de escriptura;
tenié su voluntad con esto más segura.

Como qui en mal anda en mal ha a caer,


oviéronlo con furto est ladrón a prender;
non ovo nul consejo con que se defender,
judgaron que lo fuessen en la forca poner.

Levólo la justicia pora la crucejada


do estava la forca por concejo alzada;
prissiéronli los ojos con toca bien atada,
alzáronlo de tierra con soga bien tirada.

Alzáronlo de tierra cuanto alzar quisieron,


cuantos cerca estavan por muerto lo tovieron;
si ante lo sopiessen lo que depués sopieron,
no li ovieran fecho esso que li fizieron.

La Madre glorïosa, duecha de acorrer,


que suele a sus siervos ennas cuitas valer,
a esti condempnado quísoli

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-
AÑO: 1246-1252

 José Antonio Candalija Reina 384


AUTOR: Berceo, Gonzalo de
TÍTULO: Los Milagros de Nuestra Señora
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 22.clerical
PUBLICACIÓN: Claudio García Turza, Espasa-Calpe (Madrid), 1992

Preposición en/a

Las variantes locativas de la preposición en precisan de un término que denote una entidad
concreta que se concibe como un lugar. Las varientes nocionales llevan a una interpretación de la
relación predicativa como una adscripción, o bien a una interpretación locativa si el término de la
preposición no es una entidad de primer orden no interpretable como “lugar” (García-Miguel, 1995. 131):

La causa está en la incompetencia de las autoridades (“ahí/en eso está la causa”)

Esta apreciación de García-Miguel viene a ratificar el concepto de lugar metafórico que se aplica
a las variantes nocionales del significado de la preposición en y que nos servirá como punto de partida
de nuestra explicación de este verbo. Además, el mismo autor observa que los sentidos figurados
(nocionales) aparecen si los términos no son entidades concretas (García-Miguel, 1995: 134), como en

El problema reside en que no hay suficientes medios

donde podemos aplicar el esquema de la gramaticalización metafórica que traslada los usos locativo-
concretos a los usos nocionales-abstractos.
Con verbos como abundar o consistir, la perspectiva o punto de vista pragmático adoptado en el
esquema cognitivo es relevante para considerar la base y la figura de la predicación. En la oración

Aquella región abunda en vino


la perspectiva primaria (base) se asigna a aquella región, que se presenta como elemento marcado-
tematizado por el orden de palabras, es decir, se predican especificaciones o restricciones en la
calificación del sujeto (García-Miguel, 1995:136). Esta idea de perspectiva se relaciona con la de Fillmore

 José Antonio Candalija Reina 385


y le sirve a García-Miguel (1995: 138) para afirmar que en la variación CDIR/CPREP la justificación
dominante es de tipo pragmático y no semántico-designativo porque en la construcción preposicional lo
relevante pragmáticamente es la relación Sujeto-Predicado. Además dice que la diferencia de relevancia
pragmática puede y suele asociarse con diferencias de afección o de otro tipo. Pero García-Miguel
(1995:143-147) relaciona la afección con el objeto y la aspectualidad verbal en términos de
telicidad/atelicidad, cuando el estudio de las variantes contextuales de la preposición en arroja un alto
número de excepciones que escapan a tal consideración. Podría entenderse que la afección esté
orientada hacia el sujeto que representa la intervención o implicación subjetiva del agente en el proceso
verbal y que la variante preposicional diera cuenta de este esquema. A nuestro modo de ver es quizá la
explicación que podría tener la diferencia sintáctico-semántica de este par de oraciones

Creo a mi hermano
Creo en mi hermano

donde la distinción estriba precisamente en la afección introducida por el sentido local de la preposición
en, que (manteniendo su significado locativo original) localiza o sitúa metafóricamente el lugar de las
creencias. En el esquema transitivo el implemento es una entidad no necesariamente afectada (implicada
en las creencias del agente). Al margen de la eventualidad de la acción, podemos decir que en un
contexto negativo determinado que haga aparecer a mi hermano como mentiroso, el agente elige la
opción de tener confianza en él (de ahí la transitividad que busca completar un sentido de entre las
diferentes opciones que se le presentan al verbo). Sin embargo, el CPREP supone un mayor grado de
implicación/afección en la acción designada por el verbo, puesto que ratifica y ubica la confianza en el
paciente en todo momento y en todos los actos realizados por su persona, es decir, en la oración con la
preposición en, la confianza está focalizada en toda su persona y no eventualmente en las acciones o
palabras proferidas en alguna ocasión, tal como ocurre en la oración con implemento. Además, podemos
intuir que la oración con suplemento implica que la acción y el paciente están afectados positivamente,
mientras que la oración de implemento supone una restricción al contexto negativo en que se produce.
Compárense estas dos cláusulas:

Creo a mi hermano, aunque es un mentiroso

 José Antonio Candalija Reina 386


Creo en mi hermano, aunque sea un mentiroso

Por tanto, la preposición a indica en el verbo creer una cierta conspicuidad menos relevante que
la que comporta el uso de la preposición en, por su valor locativo UBI. El valor direccional de la
preposición a la instaura en las cercanías o proximidad del punto de llegada final (TEMA/PACIENTE) o
base, mucho menos ubicado y, por ello, afectado que la locatividad de ubicación absoluta que marca la
preposición en, que consigue afectar e implicar en mayor grado al AGENTE de la acción.

Además, la aparición un poco anterior de la preposición a respecto de la de la preposición en,


revelaría una direccionalidad primitiva que indicaría cierto innatismo en la representación cognitiva de la
transitividad (Cf. DeLancey, 1997), es decir, la dirección adlativa, propia de la transitividad (pues el
agente-ORIGEN produce un movimiento de la acción verbal hacia el tema/paciente-DESTINO) es previa
en la cognición a la ubicuidad en un lugar, pues, necesariamente debemos primero desplazarnos hacia él.
Habría, por tanto cierta iconicidad en el uso de determinadas preposiciones: la preposición a, más
cercana a la transitividad directa aparece en primer lugar y más frecuentemente que la preposición en,
que supone mayor grado de abstracción (y por tanto de gramaticalización). Por eso, el uso de la
preposición a se emplea con esquemas transitivos directos

Creo a mi hermano
Lo creo

mientras que la preposición en se usa con esquemas transitivos preposicionales donde la preposición es
necesaria para indicar que no hay desplazamiento, sino ubicación de la acción en un esquema estativo.

Creo en mi hermano
Creo en él
(Mi fe/ creencia está situada en él)

 José Antonio Candalija Reina 387


Podría hablarse en este sentido de cierta incorporación conceptual (CF. Confiar en) con el sustantivo
creencia o fe como figura sobre la base del TEMA/PACIENTE:
Pongo mi creencia/fe en mi hermano (CF. Ernout-Meillet) o, como dice Cuervo, poner el corazón en,
donde la ubicuidad es patente.

 José Antonio Candalija Reina 388


34. Cristalizar en

MM: Õ («en»). Experimentar un cuerpo la agrupación de sus *moléculas en


formas geométricas que se aprecian en la forma exterior de cualquier
fragmento del mismo. Adoptar, por su naturaleza, determinada forma
cristalina: ‘Cristaliza en romboedros [en el sistema cúbico]’.
Ö Hacer que una Ísubstancia tome forma cristalina.
× (fig.; «en»). «Concretarse. Cuajar». Tomar forma *definida o convertirse en
*realidad un proyecto, plan, negociación, etc.: ‘Las negociaciones han
cristalizado en un tratado comercial’.

COROM: Bajo cristal, tomado del lat. crystallus íd., y éste del gr. κρύσταλλος
‘hielo’ ‘cristal’. 1ª doc.: cristallo, 1043; cristal, Berceo.
DERIV. Cristalizar [Terr.; h. 1800: Jovellanos, vid. Cuervo, Dicc. II, 596].

 José Antonio Candalija Reina 389


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 390


Párrafo nº 34.
Página 149
cualquiera de ellos, y sí tomarlos como puntos de exámen, para ver, despues de discutidas con madurez
las circunstancias diversas de criaderos y localidades, cuáles serán las reformas que han de plantearse
en esta comarca.

FABRICACION DEL SALITRE.

Tal importancia tiene la fabricacion del salitre en Lorca, Totana, Murcia, correspondientes á este distrito y
en Elche de la vecina provincia de Alicante, que creo útil describirla ligeramente, ya que por otra parte se
encuentra en los terrenos comprendidos bajo el nombre de zona moderna.

Nitrificacion de las tierras.- En los alrededores de Lorca, Totana y Elche, el terreno se halla bastante
impregnado de sales de potasa, sosa y magnesia, por cuya circunstancia, la de su humedad y la
temperatura bastante igual de 25 á 30 grados, se forman con frecuencia al contacto del aire en ciertos
sitios capas de eflorescencias blancas que á veces llegan á cristalizar en agujas muy finas y que no
son mas que salitre. Cuando hay abundancia de este producto y facilidad para su espendicion, los
habitantes
Página 150
lo suelen aprovechar como ramo de comercio, favoreciendo su desarrollo, bien humedeciendo la tierra ó
ya añadiendo escombros viejos de casas y edificios.

Primer beneficio de las tierras salitrosas.- Es este muy sencillo; las tierras salitrosas se zarandean y
amontonan bien, apisonando el polvo que resulta para que si llueve no las penetren las aguas; se prepara
entonces lo que llaman La Tosca, esto es, el suelo igualado y limpio de piedras y yerbas; y sobre la Tosca
á la entrada de la primavera se estiende con igualdad y sin apisonar una capa de tierra nitrificable de 0 m
33 de altura regando luego, si es posible, con aguas madres mezcladas con aguas claras, ó si no con
estas únicamente. Producida la nitrificacion, se recoge con

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AÑO: 1868
AUTOR: Botella y de Hornos, Federico de
TÍTULO: Descripción geológica-minera de las provincias de Murcia y Albacete
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Energía, minería, industrias
PUBLICACIÓN: Imprenta del Colegio Nacional de Sordo-mudos y de Ciegos (Madrid), 1868

 José Antonio Candalija Reina 391


Preposición en

El valor locativo de la preposición en se transforma en valor modal al señalar el lugar en el que el


AGENTE adquiere una determinada forma geométrica que lo caracteriza como cristal, y esa forma
adquirida se asocia al TEMA o MATERIA de la cristalización. Por eso el lugar de ubicación de la acción
señalado por en adquiere el valor de TEMA, al conceptualizarse tanto el lugar como la forma que se sitúa
en él como una abstracción.

 José Antonio Candalija Reina 392


35. Cuajar en

MM: Õ Tomar una cosa la consistencia *sólida que le corresponde tener: ‘El
grano de la almendra no ha cuajado todavía’.
(V. t. «*endurecerse, *formarse. ÔEn leche».)
Ö (aplicado a la *nieve). Llegar a formar una capa sobre el suelo.
× (tr.). «*Coagular». Hacer que se cuajen Ícosas albuminosas, como la leche
para hacer queso o requesón, el huevo para hacer una tortilla, la sangre de las
reses, el flan, las natillas, etc.
Ø (fig.; intr.). Llegar una cosa a *realizarse o a estabilizarse en forma definitiva:
‘Los proyectos han cuajado en realidad. El noviazgo no cuajó’.
(V. «*realizarse, *resultar».)
Ser aceptada una *proposición o cosa semejante.
Ù (tr.). «*Cubrir. Llenar. Plagar». Poner encima de una Ícosa muchas de cierta
clase que la cubren casi por entero: ‘Han cuajado el tablero de manchas de
tinta’.
Ú (n.). «Abomaso». Cuarta de las cuatro cavidades en que se divide el
estómago de los *rumiantes.

COROM: Bajo cuajo, ‘sustancia cuajada’, ‘sustancia que sirve para cuajar’, del
lat. COAGŬLUM íd., derivado de AGĔRE ‘empujar, hacer mover’ con el prefijo CO-
‘juntamente’. 1ª doc.: h. 1400, Glos. del Escorial.
DERIV. Cuajar, v. [med. S. XIII: Alex., Apol.], del lat. COAGULARE íd. derivado
del anterior. Vid. Cuervo, Dicc. II, 605-7.
SEGURA MUNGUÍA: coagulare, ‘coagular, cuajar, condensar [un líquido]: lac
coagulatur in caseum, la leche se coagula hasta convertirse en queso.

 José Antonio Candalija Reina 393


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 394


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 395


 José Antonio Candalija Reina 396
ADMYTE II:
Alfonso X, Lapidario. [fol. 17v]

con la grand calentura q<ue>


a aquella animalia en si & con la otra que recibe
del sol; uasele quaiando aquella agua enel cuerpo

Alfonso X, Lapidario [fol. 19v]

Et aun aq<ue>l-
los aqui se faze uermeia; alas uegadas se les camia en
las otras colores segund los logares del cuerpo en que
se cueze. o las uiandas que come<n> o las humores que
an en si. o segund los tiempos en que se quaia<n>

Saladino, Compendio de los boticarios. [fol. 7r]

Conosce se el xaraue q<u>a`ndo esta bie<n> cozido: q<u>a`ndo se pone entre


los dedos y se apega a ellos con vna viscosidad/ o qua<n>do se pone
sobre la piedra de marmol limpia y en alguna manera se coaja

Preposición en

El significado de la preposición sigue siendo un valor locativo de ubicación en los límites de un


recipiente, pues, de igual modo que el verbo anterior (cristalizar), la acción de cuajar consiste en que un
líquido adquiere la forma sólida del recipiente que lo contiene. Por tanto, existe un doble sentido locativo
que después se translada al de TEMA en los usos figurados o metafóricos del verbo.

36. Cuidar de

MM: (Del lat. «cogitare», pensar; v.: «COGITAR; descuidar».)


Õ *Pensar o discurrir para algo.
Ö Tener cierta *preocupación o temor: ‘Miraba a lo alto cuidando acaso que
aquellas nubes se extendieran’.
× En imperativo con «con» o precediendo a una oración negativa, sirve para
llamar la atención de alguien hacia un riesgo, como *advertencia, *aviso o

 José Antonio Candalija Reina 397


*amenaza: ‘Cuida con esa clase de amigos. Que cuide no le vaya a pasar a él
lo mismo. Cuidad con lo que hacéis’.
Ø (tr. o «de»). Dedicar atención e interés a una Ícosa: ‘Es una mujer que cuida
mucho su [de su] arreglo personal’. «Ocuparse». *Atender a que una cosa
esté bien o no sufra daño: ‘Cuida [de] la casa un guarda. La mujer que cuida a
los niños’. «*Asistir» a un Íenfermo: ‘Ha venido para cuidar a su hija’. («de»).
*Atender a que ocurra o se haga (o, por el contrario, a que no ocurra o no se
haga) cierta cosa: ‘Cuidaré de que todo esté a punto. Cuida de que no pase
nadie por aquí’.
Raíz culta, «terap-»: ‘hidroterapia, terapéutica’.
V.: «Abrigar, acuciar —ant.—, estar alerta, estar al cargo, celar, coidar —ant.—,
conservar, criar, tener cuenta, andar con [ir con, llevar, tener] cuidado, estar al
cuidado, curar de, curiar, custodiar, desvelarse, *en cargarse de, esmerarse,
criar en estufa, extremarse, guardar[se], invigilar, despacio y buena letra,
mimar, estar a la mira, mirar, mirar por, mirar lo que se hace, mirarse mucho,
ocuparse, andar con ojo, andar [estar, ir] con cien ojos, popar, preservar,
*proteger, afinar la puntería, remirarse, resguardarse, tentarse la ropa, estar al
tanto, estar en todo, tomar sobre sí, velar, *vigilar, echar una vista, estar a la
vista, no perder de vista, echar un vistazo.
Atención, *cautela, celo, circunspección, consideración, contemplación,
cuidado, cuido, cura —ant.—, curia —ant.—, curiosidad, delicadeza, diligencia,
escrupulosidad, esmero, exactitud, meticulosidad —no en el D. R. A. E. en esta
acep.—, mimo, minuciosidad, miramiento, ojo, precaución, primor, procuración,
pulcritud, solicitud, vigilancia.
Dispensar, prestar, prodigar.
Incumbencia.
Actuoso, acurado, *celoso, concienzudo, cuidadoso, curioso, *delicado,
detallista, *diligente, escrupuloso, esmerado, *estricto, exacto, extremado,
meticuloso —no en el D. R. A. E. en esta acep.—, minucioso, negocioso,
puntual, solícito.

 José Antonio Candalija Reina 398


Nimio, preciosista, prolijo.
*Capataz, celador, cuida, *guardián, *vigilante.
Acabado, elaborado, perfilado, pulido, trabajado.
Atildado, lamido, *pulcro, refitolero, relamido, repulido, retocado, soplado,
superferolítico.
Fililí, gollerías, preciosismo.
Ponderosamente, con los cinco sentidos.
Como a las niñas de sus ojos, como a los ojos de su cara, como oro en paño.
*Confiar, *encargar.
Atropellar, descuidar, *desentenderse.
*Chapuceramente, a la *ligera, de cualquier *modo.
Atropellador, chapucero.
*Descuidar.
*Asistir. *Atender. *Cumplidor. *Defender. *Delicado. *Diligente. *Moderar.
*Proteger. *Prudencia. *Vigilar».
CUIDA [QUE CUIDE, etc.] NO... Expresión de advertencia.
(V. «ten cuidado».)

COROM: Del lat. CŌGĬTARE ‘pensar’, de donde los significados romances


‘prestar atención (a algo o a alguien)’, ‘asistir (a alguien)’, ‘poner solicitud (en
algo)’. 1ª doc.: Cid
En la Edad Media cuidar significa siempre ‘pensar, juzgar’, acepción que es
común todavía en el Siglo de Oro, en verso y en algún prosista arcaizante; pero
ya para Ercilla y para Fr. Luis de León significaba lo que actualmente. En esta
evolución precedió al verbo cuidar su sinónimo pensar: pensar de algo o de
alguien es ‘cuidar’ en la Edad Media.

SPES: cogito, tr. e intr.: ‘pensar’ (de aliqui, de aliqua re c. pensar en uno, en
una cosa).

 José Antonio Candalija Reina 399


Prep. de, ‘origen de la acción’, Morera, 1988; ‘distanciamiento’, si transitivo Æ
‘+ afección’, si intransitivo Æ ‘- afección’, García-Miguel, 1995: 108-109

 José Antonio Candalija Reina 400


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 401


ERNOUT-MEILLET:

ADMYTE II:

Biblia Latina (Escorial, I-I-8). [fol. 216]

Fiz postura con mis oios q<ue> non cuidasse

 José Antonio Candalija Reina 402


Alfonso X, General estoria II. [fol. 339r]

Que si nunqua
cuedares de tender ell arco.

Alfonso X, General estoria I [fol. 64r]

Aq<ue>l ora abraha<m>


et su fijo ysaac pues q<ue> uiero<n> tanto.
bien q<u>a`nto nunca cuydaran de tan
grand merced q<ue>les dios fazie.

Alfonso X, General estoria V. [fol. 65v]

era ya pasado ta<n>-


to dela noche que eran ya los
om<n>es cansados del suen<n>o que
les agraujaua de gujsa que no<n>
cuydauan de las armas

Juan Manuel, Libro del caballero y del escudero [fol. 9r]

Et por ende yo q<ue> bisq<ue> mucho en es-


tado de cauall<er>o & no<n> ap<re>ndi ot<ra> sçie<n>-
çia sienp<r>e` fiz q<ua>nto pudi por partir
el coraçon de no<n> cuydar estas cosas

Alfonso X, Siete partidas I [fol. 107r]

Pero a
las uegadas quando este cuydado ua a m-
as de lo q<ue> deue sale de so logar. & torna se
en fantasia. & por esso a de cuydar las co
sas cuemo no son.

Preposición de

Ernout-Meillet dan con la clave para explicar el origen etimológico del verbo cuidar, que tiene que
ver con ‘pensar, meditar’ y, por tanto, procedería del compuesto co-agito, en el que se implica el sentido
de la agitación de ideas. Por eso, se explica que el cuidado que se ejerce sobre alguna persona u objeto
es el resultado de agitar nuestras ideas en la mente desde algún lugar figurado, que se identifica con el
PACIENTE o TEMA. La direccionalidad que supone este esquema semántico se expresa a través de la

 José Antonio Candalija Reina 403


preposición de, tal como atestiguan los datos etimológicos aportados por el diccionario SPES o los inicios
del idioma en la Edad Media.

37. Dar a/ con

MM: (Derivado del lat. «dare»; véase: «donar, dosis; adición, antídoto, añadir,
apódosis, arrendar, circundar, desdar, desperdiciar, edición, perder, posdata,
rendir, rentar, tradición, daca, rendibú, rentoy, sobrado». Formas irregulares. —
Indicativo. Presente: «doy»; pretérito indef.: «di, diste, dio; dimos, disteis,
dieron». Subjuntivo. Pret. imperf.: «di-era, -eras, -era; -éramos, -erais, -eran; di-
ese, -eses, -ese; -ésemos, -eseis, -esen».)

Õ Hacer alguien voluntariamente que una Ícosa que posee pase a otro.
Otra forma de la raíz, «don-»: ‘donación, donador, donante, donatario,
donativo’.
V.: «Acudir con, *adjudicar, administrar, aflojar, agasajar, *alargar, poner al
alcance, alcanzar, apoquinar, aportar, *aprestar, apuntarse, apurrir, *asignar,
*ceder, colar, colgar, colmar, concurrir, conferir, contribuir, *costear, cotizar —
no en D. R. A. E.—, dadivar, dedicar, poner delante, delejar, delintar, delinterar
—ant.—, deparar, depositar, desembolsar, desentrañarse, *despojarse,
desposeerse, *desprenderse, discernir —no en D. R. A.E.—, dispensar,
disponer de, *distribuir, donar, *endilgar, *entregar, espigar, estirar, facilitar,
feriar, gotear, gratificar, hacendar, heredar, impartir, impertir, infundir, largar,
legar, mandar, mejorar, ministrar, *obsequiar, *ofrecer, otorgar, hacer partícipe,
pasar —no en D. R. A. E.—, posesionar, presentar, prestar, prevenir, privarse
de, prodigar, *propinar, *proporcionar, *regalar, rematar, rendir, *servir,
sobornar, *soltar, subvencionar, sudar, *suministrar, transferir. *transmitir,
traspasar, untar.
Sacar.
Entrega, tradición, traspaso.

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Adehala, adiafa, agasajo, aguilando, aguinaldo, agujeta, *alboroque, albricias,
alfileres, aliadas, añadidura, atención, ayuda de costa, botijuela, caída,
canastilla, chorrada, congiario, contenta, corrobra, cortesía, cuelga, dádiva,
don, donación, donadío, donas, donativo, doña, espiga, estrena, expresión,
ferias, fineza, garama, gracia, *gratificación, habiz, habús, hallazgo, haya,
herencia, hoque, jamona, joya, juanillo, largición, legado, *limosna, manda,
mantillas, marzas, maula, merced, mejora, munúsculo, ñapa, óbolo, obsequio,
*ofrenda, presente, *propina, pulsera de pedida, recado, recuerdo, refacción,
regalaría, *regalo, robla, robra, sangría, saya, servicio, soborno, subsidio,
subvención, vendaje, vistas, yapa.
*Gratis, a troche y moche, a tutiplé, a tutiplén.
¡Ahí va! —ir—, ¡apara!, ¡sostén!, ¡ten!, ¡toma!
Beneficiario, destinatario.
*Generoso.
*Pedir, sacar. *sonsacar.
Dedicatoria, nuncupatorio.
Título lucrativo.
Retener.
*Aprovisionar. *Atribuir. *Compensar. *Comunicar. *Conceder *Corresponder.
*Costear. *Dejar. *Devolver. *Pagar. *Premiar. *Prestar. *Producir.
*Proporcionar. *Renunciar *Repartir. *Sobornar. *Sortear».
Poner alguien una Ícosa que tiene, en las manos de otro: ‘Le daremos las
maletas al mozo’. Coger Íalgo y ponerlo en las de otro: ‘Dame ese libro que
está ahí’. Con cartas de la *baraja se usa como transitivo y como intransitivo;
con o sin complemento indirecto: ‘Te toca dar a ti. Me has dado el 7 de bastos’.
(«a»). Conquistar Íalgo para un soberano o señor: ‘Le dio a Valencia’.
«Facilitar. Proporcionar. Suministrar». Poner un Íproducto del propio
pensamiento a disposición de otro para que le sirva o lo utilice: ‘Dar alguien la
solución [un consejo, una idea, el tema para una conferencia]’.

 José Antonio Candalija Reina 405


Ö *Producir o *proporcionar. Ser una cosa origen de Íalgo que brota o se
produce en ella misma: ‘El peral ha dado muchas peras este año. La vaca da
leche. La fuente ya no da agua. El negocio le da mucho dinero. La casa le da
un seis por ciento de interés. El Sol da luz y calor. Su primera mujer le dio tres
hijos’. *Despedir Íolor, bueno o malo. «*Soltar»: ‘El requesón está dando el
suero. Los caracoles se ponen en sal para que den la baba’. Con nombres de
ciertas Íacciones intransitivas rápidas o repetidas, *realizarlas: ‘Dar un paseo
[un grito, un silbido, un suspiro, un soplo, un vistazo, una vuelta]. Dar voces
[vueltas, pasos, latidos]’. *Producir un Íresultado.
× Ser causa de que algo o alguien tenga cierta Ícosa, estado o cualidad: ‘Una
copita de coñac te dará fuerzas. Ha dado a sus hijos una buena educación. Le
han dado un empleo. Eso nos da la clave de lo que ocurre. Dar un susto
[disgustos, celos]. Dar consuelo [alegría, pena, tristeza]. Dar suerte. Dar
aplicación a un objeto. Dar empleo al tiempo que uno tiene libre. Los
condimentos dan sabor a los manjares’. «*Asignar. Imponer. Poner». Aplicar a
alguien o algo cierto Í*nombre. «*Proporcionar». Hacer que exista para alguien
cierta Ícircunstancia: ‘Dar ocasión [motivo, pretexto, una oportunidad]’.
«*Conceder»: ‘Dar Ípermiso [autorización]. Dar Íbeligerancia’. «*Costear.
Pagar» Íalgo para otro: ‘Le da la carrera un tío suyo’. Con Í«baile, banquete,
fiesta», etc., *ofrecer o *celebrar: ‘Ha dado una fiesta en su casa’. Junto con
Í«muestras, señales, pruebas» o palabra equivalente, *mostrar lo que expresa
el nombre regido por esas palabras: ‘Has dado pruebas de sensatez. No da
señales de cansancio. Dieron muestras de valor’.
(V. «*ofrecer».)
*Alegar, *citar o *presentar Íalgo como «pruebas» o «ejemplos». Con
Í«asentimiento, crédito, fe» y, quizá, alguna otra palabra semejante, «conceder,
prestar». Tener hacia cierta cosa la disposición de ánimo expresada por esas
palabras: ‘No daba crédito a lo que veían mis ojos’. Explicar una Ílección,
explicar en una Íclase, pronunciar una Íconferencia y, quizá, hacer alguna otra
Ícosa semejante. También, recibir la enseñanza en una Íclase o lección: ‘El

 José Antonio Candalija Reina 406


niño no quiere dar clase de música’. *Decir o hacer saber Íalgo a alguien de
cualquier manera: ‘Dame las medidas exactas para hacer el estante. Nos han
dado equivocados los datos del problema. Dar un aviso [una noticia, una orden
o contraorden; la clave, el significado de algo, la señal de alarma]’.
(V. «*comunicar».)
Junto con Í«conocimiento», hacer saber la cosa que se expresa: ‘Dar
conocimiento de un suceso al juzgado’. «*Publicar. Dar a conocer»: ‘El
periódico da hoy el texto completo del discurso. La radio dará a última hora el
resultado de las elecciones. El tribunal no ha dado todavía el programa de las
oposiciones. El ministro dará las normas para la aplicación de la ley’. Dictar
una Íley o disposición. Presentar o ejecutar cierto Í*espectáculo: ‘En el Teatro
Español dan El Alcalde de Zalamea. Vamos a ver qué películas dan esta tarde.
No sé qué nos darán en el concierto’.
(V. «echar, poner en escena, hacer, poner, proyectar, *representar».)
Cubrir la superficie de una cosa con una Ícapa de Íalgo: ‘Dar una mano de
pintura a un mueble. Dar crema a los zapatos. Dar un baño de plata’. Al
ejecutar una obra, hacer que tenga cierta Ícualidad: ‘Dales forma redondeada a
las patas de la mesa. Dale bastante anchura a la manga. Dio poca brillantez a
su discurso’. Con el nombre de algunas Íacciones que se realizan en o sobre
alguien o algo, realizarlas: ‘Dar un beso [un abrazo, un baño al perro, una
jabonada a la ropa, unas puntadas en un vestido]’. Con Í«dirección, giro,
orientación» o palabras semejantes, «*imprimir»: ‘Al verme llegar, dieron otro
giro a la conversación’. Junto con Í«prisa», *apresurar: ‘Dar prisa a la cocinera
[a la comida]’. Con Í «plazo, treguas», etc., concederlos o señalarlos. Hacer
que llegue a un sitio para poder ser utilizado Íalgo que se *suministra por
cañerías o cables: ‘Ya nos han dado la luz. Han cortado el agua, pero la
volverán a dar en seguida’. Manejar la llave o dispositivo adecuado para dejar
salir Íalgo que viene por tubos o cables: ‘Da la luz. No des el gas hasta que
tengas la cerilla encendida’.
(V. «*abrir, *encender».)

 José Antonio Candalija Reina 407


(«a»). *Manejar cualquier llave o dispositivo con que se mueve, regula o dirige
algo: ‘Dale al volante hacia la derecha. Dale a la llave de la luz cuando yo te
diga’. «*Atribuir». Poner con el pensamiento o la intención un cierto
Ísignificado o valor en una acción, suceso, etc.: ‘No sé qué significado debo dar
a tus palabras. No debes dar importancia a lo sucedido. Él da carácter oficial a
su intervención’. *Decir o *expresar ciertas Ícosas: ‘Dar los buenos días [las
buenas tardes, las buenas noches, la enhorabuena, el pésame, las gracias].
Dar satisfacciones, explicaciones, excusas’. Decirle a alguien que transmita a
otro esas mismas Íexpresiones u otras de saludo: ‘Me dio recuerdos para ti’.
Ø «*Asestar». Hacer objeto a alguien o algo de una acción consistente en un
Ígolpe: ‘Dar una bofetada [un palo, una puñalada, un puntapié, un empujón]’.
Puede llevar un complemento de instrumento, a veces suprimiendo el directo,
que se sobreentiende: ‘Le dio con el paraguas sin querer’. Y pueden quedar
sobreentendidos ambos: ‘Si le das a la primera, es que eres un buen tirador’.
(V. «arrear, arrimar, asestar, atizar, cascar, descargar, estampar, pegar,
plantar, propinar, soltar».)
Con algunos otros nombres que expresan una Íacción instantánea, súbita o
brusca, realizarla: ‘Dar una chupada al cigarro [un tirón de la cuerda, un
brochazo, una pincelada, un salto]. Dar palmadas. La madera ha dado un
chasquido. El globo ha dado un estallido’.
(V. «pegar».)
*Ejecutar una Íacción rápidamente o a la ligera: ‘Dar un planchazo a una
prenda de ropa. Dar un barrido. Dar un riego’.
Ù *Soltar un Ícable, Ícuerda, etc.
Ú («en; con, contra»). Pegar, *chocar o *golpear: ‘El tiro ha dado en el blanco.
La piedra dio contra el cristal. El sol da en la pared. El aire me da en la cara.
Las ramas dan en el tejado’.
Û Hacer *sonar las campanadas el reloj: ‘El reloj de la catedral ha dado las
doce’. Sonar las horas o campanadas. Generalmente, con el sujeto

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pospuesto: ‘Acaban de dar las cinco. Han dado tres campanadas en el reloj de
la catedral’.
Ü (terciop.). «Entrar». *Acometer cierto estado físico o de ánimo: ‘Al ver esas
cosas me dan ganas de marcharme. Me da vergüenza entrar yo sola. Después
de comer, me da sueño. Me dan escalofríos sólo de pensarlo. Dar una manía
[un ataque, un cólico]. A mí me va a dar algo’. Producir «alegría, gozo, gusto»
o «satisfacción» o las muestras de esos estados de ánimo: ‘Da risa cómo va
vestida. Me da gusto veros a todos reunidos’.
Ý (íd.). En las expresiones «tanto da, tanto me [te,. etc.] da», *importar.
Þ Estar abierto u *orientado a o hacia determinado sitio o en cierta dirección:
‘Mi ventana da a un patio. La fachada principal da a mediodía. Mi habitación da
a la sala. La puerta da a una calle secundaria’.
(V. «estar abierto a, abrirse, recaer, tener salida a, salir a».)
*Afluir una *calle a otra que se expresa.
ß Presentar o rendir Ícuentas.
à (marina). *Sujetar una cosa con un Ícabo: ‘Dar una escota de fortuna al
foque’.
(V. «echar».)
Fondear el Íancla. Maniobrar las Ívelas para empezar a navegar.
V. «dar ABASTO».
¡AHÍ ME LAS DEN TODAS! Expresión informal con que alguien indica que no
le importa o que le importa poco de cierta cosa perjudicial, porque afecta a otro
o porque ocurre de la manera menos perjudicial.
(V. «*desentenderse, *indiferencia».)
V. «dar AIRE, dar ALAS, dar ALBERGUE, dar ALCANCE, dar de ALTA, dar la
ALTERNATIVA, AMAGAR y no dar, dar AMPARO, dar ÁNIMOS, dar ASCO,
dar ASENSO, dar ASILO, dar un ATAQUE, dar ATRIBUCIONES, dar con la
BADILA en los nudillos, dar de BAJA, dar un BAJÓN, dar BANDAZO, dar
barreno, dar bastón, dar una BATIDA, dar en el BLANCO, dar una BOFETADA,
dar BOMBO, dar las BOQUEADAS, dar un BRAGUETAZO, dar el BRAZO, no

 José Antonio Candalija Reina 409


dar» alguien «su BRAZO a torcer, dar BRILLO, dar de BRUCES, dar una
BUENA».
DAR POR BUENO. V. «DAR por».
V. «dar en la CABEZA, dar CALABAZAS, dar la CALLADA por respuesta, dar a
CAMBIO, dar la CARA, dar la CARA por, dar CARÁCTER, dar una CARDA, dar
CARPETAZO, dar la CASTAÑA, dar CAZA, dar CELOS, dar CERROJAZO, dar
cinco de corto [de largo], dar en el CLAVO, dar una en el CLAVO y ciento en la
herradura, dar changui, dar COBA, dar COBIJO, dar de COMER, dar con el
[de] CODO, dar COMIENZO a, dar la COMUNIÓN, dar a CONOCER, dar
CONTRA ORDEN, dar el CORAZÓN, dar CORDEL, dar coces —COZ—contra
el aguijón, dar a CRÉDITO, dar CRÉDITO, dar en la CRESTA, dar CUARTEL,
dar un CUARTO al pregonero, dar CUENTA, dar CUENTA de, dar CUENTAS,
dar CUERDA, dar con su CUERPO en, dar CURSO».
¡DALE! Exclamación de *fastidio ante una cosa que resulta *pesada o ante la
*insistencia u *obstinación de alguien en una cosa.
DALE QUE DALE, DALE QUE LE DAS, DALE QUE DARÁS o DALE QUE TE
PEGO. Frases con que se expresa la insistencia *perseverante o *pesada en
una cosa o la *repetición de ella: ‘Estoy dale que dale a este problema y no
consigo resolverlo. La vecina se pasa la mañana dale que dale al piano’.
DAR A. (I) *Mover o hacer funcionar la cosa que se expresa: ‘Dar a la manivela
[a la comba, a la radio]’. (II) Con un verbo en infinitivo, darle a alguien una cosa
para que haga en ella lo que dice ese verbo: ‘Dar a bordar una mantelería. Dar
a guardar una cantidad de dinero’.
(V. «*encargar».)
DAR ALGO. (I) «Ir a DAR algo». (II) Dar un bebedizo.
(V. «*hechicería».)
DAR ALGO POR (en potencial). Estar dispuesto, por el gran *deseo que se
tiene de cierta cosa, a dar por conseguirla algo importante: ‘Yo daría algo por
verle ahora. Seguramente que daría algo por oír lo que estamos diciendo’.
(T., «dar algo bueno».)

 José Antonio Candalija Reina 410


DAR ALGO BUENO POR. «Dar algo por».
DAR CON cierta cosa. *Encontrarla: ‘No doy con la palabra adecuada’.
*Acertar: ‘No darás con la solución’.
DAR CON cierta cosa EN el sitio que se expresa; generalmente, EN TIERRA o
EN EL SUELO. Dejarla *caer: ‘Dieron con el piano en tierra’.
DAR alguien CONSIGO EN el sitio que se expresa. Ir a parar a él: ‘Al final dio
consigo en la cárcel. Después de muchas vueltas, di conmigo en el mismo sitio
de donde había salido’.
(T., «dar con su cuerpo [sus huesos, su persona] en». Ô V. t. «dar en». Ô V.
«*llegar».)
DAR DE. (I) Con un nombre de *golpes, darlos repetidamente: ‘Dar de
bofetadas, de palos, de puñaladas’. (II) Con el nombre de una parte del cuerpo
o de otra cosa, pegar con ella al caer o tropezar: ‘Dar de narices [de cabeza, de
canto, de plano]’. (III) Con «comer» o verbo semejante, darle a alguien con qué
hacerlo: ‘Dar de comer [de merendar, de beber, de mamar]’, (IV) Con el nombre
de ciertas cosas, *aplicarlas: ‘Dar de betún’.
DAR DE LLENO una cosa [con una cosa] en un sitio. *Chocar o pegar en ese
sitio cogiéndolo por entero o cogiéndolo con la totalidad de la cosa que choca o
golpea: ‘La luz le daba de lleno en la cara’.
DAR una cosa DE SÍ. (I) *Estirarse materialmente: ‘La cinturilla ha dado de sí’.
(II) Con «mucho», «poco» o adverbios semejantes, *rendir o *producir mucho o
poco.
DAR EN. (I) *Percatarse de una cosa o llegar a darse cuenta de ella: ‘Ya he
dado en la solución. No puedo dar en quién es’. (II) Con un verbo en infinitivo,
como «decir, creer» o «pensar», *obstinarse en lo que esos verbos expresan
de una manera injustificada o aprensivamente: ‘La gente ha dado en decir que
esa película es mala. Ha dado en creer que todos le engañan’.
(V. t. «dar por».)
(III) Caerse al suelo, a tierra, etc.
(V. t. «dar consigo en».)

 José Antonio Candalija Reina 411


DAR GRACIOSAMENTE. «*Conceder. Otorgar». Dar como merced.
DAR IGUAL una cosa U [QUE] OTRA. Ser *indiferente.
(T., «dar lo mismo».)
DAR MASCADA una cosa a una persona. «Dar digerido». Dársela
perfectamente explicada, de modo que ella no tiene que poner nada de su
parte para entenderla o ejecutarla.
(V. «*fácil».)
DAR LO MISMO una cosa QUE OTRA. «Dar igual...».
DAR una cosa PARA. Ser *suficiente para lo que se expresa: ‘Esta tela da para
dos camisas’.
DAR POR. (I) (seguido de un adjetivo). *Considerar cierta cosa decididamente
como ese adjetivo expresa : ‘Dar por útil [por válido, por imposible]’. (II)
(seguido de un infinitivo). Coger la *costumbre o la *manía de hacer la cosa
extravagante que se expresa o hacer algo con exageración : ‘Ahora le ha dado
por dejarse la barba [por hacer gimnasia]’.
DAR POR AHÍ. Frase informal con que se alude a una actitud *maniática o
injustificada de alguien: ‘Ahora le da por ahí. Le ha dado por ahí’.
DAR QUE. Seguido de un infinitivo, dar motivo para que la gente haga lo que
ese infinitivo («decir, hablar, pensar» o verbos semejantes) expresa: ‘Están
dando que comentar con esos paseos’.
DAR QUE DECIR. Dar motivo para que la gente *murmure.
DAR QUE HACER. Hacer una persona con su conducta que otra o los demás
tengan que trabajar, preocuparse, etc., de ella: ‘Ese niño os dará que hacer,.
(T., «dar quehacer».)
DAR una cosa o una persona QUE PENSAR. *Intrigar o *preocupar.
DAR una cosa o una persona QUE SENTIR. Causar un *disgusto produciendo
un *daño.
DARLA (inf.). *Burlarse de alguien haciéndole creer o tomar una cosa con
engaño.
(V. «*colar».)

 José Antonio Candalija Reina 412


DARLE a una cosa. *Insistir o trabajar insistentemente en ella o *estudiarla
insistentemente.
V. «dar DENTERA, dar DERECHO, dar por DESCONTADO, dar DESTINO, dar
[no dar] los buenos DÍAS, dar DIENTE con diente, a DIOS rogando y con el
mazo dando, dar a DIOS lo que es de Dios..., DIOS da nueces al que no tiene
muelas..., dar DOGAL».
DONDE LAS DAN LAS TOMAN. Expresión con que se comenta el que alguien
que se ha portado mal con otro reciba el mismo trato, o se predice que así
ocurrirá.
V. «dar EJEMPLO [el, buen ejemplo]».
EL QUE DA BIEN VENDE SI EL QUE RECIBE LO ENTIENDE. Refrán con que
se expresa que el dar algo es a veces buen negocio porque se obliga a
*corresponder al que lo recibe.
V. «dar EMPLEO, dar ENTRADA, dar ENVIDIA, dar ESCÁNDALO, dar el
ESPALDARAZO, dar las ESPALDAS, dar un ESPECTÁCULO, dar
ESQUINAZO, dar ESTADO, dar a la ESTAMPA, dar EXISTENCIA, dar la
EXTREMAUNCIÓN, dar FE, dar FIN a, dar FIN de, dar en la FLOR de, dar
FORMA, dar [no dar] la GANA de, dar el GOLPE, dar demasiados GOLPES, no
dar GOLPE, dar GOZO, dar en la GRACIA de, dar las GRACIAS, dar
GUERRA, dar GUSTO, dar por el GUSTO, dar un HERVOR, dar en el HITO,
dar de HOCICOS, dar HORA, dar la HORA, dar a la sin HUESO, dar con sus
HUESOS en, dar la IDEA de, dar IMPORTANCIA, dar a INTERÉS».
IR A DARLE ALGO a una persona (inf. o humor.). Frase con que se anuncia
que a esa persona le va a dar un *ataque por tener que estar aguantando cierta
cosa o reprimiéndose por cierta cosa: ‘Si no se calla pronto ese hombre, me va
a dar algo’.
V. «dar JABÓN, dar JAQUECA, dar JUEGO, dar de LADO, dar LARGAS, dar la
LATA, dar LIBERTAD para, dar LUGAR a, dar LUSTRE, dar a LUZ, dar[se]
MAL, dar de MANO, dar la MANO, dar la primera MANO, dar de MANOS a
boca, dar en MANOS de, dar MARCHA atrás, dar MATE, dar un MENTÍS, dar

 José Antonio Candalija Reina 413


un METIDO, dar el MICO, dar el MITIN, dar MOTIVO[S], dar en la NARIZ, dar
en las NARICES».
NO DAR una cosa o una persona PARA MÁS. No ser capaz de producir más o
mejor resultado.
(V. «*incapacidad, *limitación».)
NO DAR UNA. *Equivocarse siempre.
V. «dar su NOMBRE, dar OCASIÓN, dar OÍDOS, dar ÓRDENES, dar ORIGEN,
dar [dar su] PALABRA, dar un PALMETAZO, no dar PALOTADA, dar su
PARECER, dar PARTE, dar PASAPORTE, dar un PASO, no dar un PASO
atrás, dar PASOS, dar PATENTE de, dar el PECHO, dar el PEGO, dar para el
PELO, dar PERMISO, dar PIE, dar el pie, dar la última PINCELADA, dar [un]
PLANTÓN, dar PODER[ES], dar PRINCIPIO, dar PRISA, dar PROTECCIÓN,
dar PUBLICIDAD, dar con la PUERTA en las narices, dar la PUNTILLA».
¡QUÉ MÁS DA! Exclamación con que se quita *importancia a una alteración de
lo previsto o esperado.
(V. «dar igual, dar lo mismo, ¡tanto da!»)
V. «dar QUEHACER, dar QUEJAS, darla con QUESO, dar en el QUID, dar
quince y RAYA, dar la RAZÓN, dar RAZÓN de, dar REALCE, dar RELIEVE,
dar REMATE, dar un RESBALÓN, dar RESOPLIDOS, dar un REVOLCÓN, dar
RIENDA suelta, dar RODEOS, dar por SENTADO, dar SEÑALES, dar SEÑAS,
dar sus SEÑAS, dar SEPULTURA, dar el SÍ, dar en el SUELO con, dar
SUELTA, dar por SUPUESTO, dar SUERTE, dar un SUSTO».
¡TANTO DA! Expresión con que se muestra *indiferencia por cierta cosa o entre
dos cosas: ‘Tendrás que conformarte con una habitación interior. —¡Tanto da!’
(V. «dar igual, dar lo mismo, ¡qué más da!»)
V. «dar el TÉ, dar TÉRMINO, dar TESTIMONIO, dar TIEMPO, dar TIEMPO al
tiempo, dar un TIENTO, dar [consigo] en TIERRA, dar el último TOQUE, dar un
TOQUE, dar los primeros TOQUES, dar los últimos TOQUES, dar
TORMENTO, dar al TRASTE, dar TREGUAS, más VALE un toma que dos te
daré, dar VALIDEZ, quien [el que] da primero da dos VECES, dar la VENA,

 José Antonio Candalija Reina 414


darse a VER, dar VERGÜENZA, dar el VIÁTICO, contra el VICIO de pedir hay
la virtud de no dar, dar la VIDA por, dar VIDA, dar mala VIDA, dar el VIENTO,
dar VISTA a, dar VIVAS».
Vivo te lo doy. *Juego de la cerilla.
V. «dar VOCES al viento, dar un VOTO de confianza, dar un VUELCO el
corazón, dar [cien, demasiadas] VUELTAS, dar media VUELTA, dar VUELTAS
a [en] la cabeza, dar VUELTAS la cabeza».

COROM: Del lat. DARE, íd. 1ª doc.: orígenes del idioma (Cid, etc.). Cuervo,
Dicc. II, 726-59.

Prep. a, ‘punto de referencia externo’, ‘sentido directivo’, (García-Miguel, 1995: 178)


Prep. con, ‘presencia en el proceso de la entidad abstracta o concreta con la que se produce
contacto, (García-Miguel, 1995: 159)

 José Antonio Candalija Reina 415


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 416


 José Antonio Candalija Reina 417
 José Antonio Candalija Reina 418
 José Antonio Candalija Reina 419
 José Antonio Candalija Reina 420
 José Antonio Candalija Reina 421
 José Antonio Candalija Reina 422
 José Antonio Candalija Reina 423
 José Antonio Candalija Reina 424
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 425


ADMYTE II:

Guido de Columna, Historia troyana. [fol. 69v]


E el muy noble rey p<r>i`amo no se
pudie<n>do dar a co<n>solacio<n> por la muer
te de tasibilao su fijo natural

J. Fernández de Heredia, Crónica de los conqueridores II. [fol. 100v]

Et como
algunos delos caualleros
se come<n>çassen a dar a deley-
tes et auicio de mulleres

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 41v]

{HD. Don Aznar primier conde de Aragon.}


{CB2.
estaua donde esta la ciudad de Jac-
ca. assento el cerco sobre el: y co<m>ba-
tio le con ta<n>to esfuerço tanta priessa
y ahinco: que ala postre los moros:
espa<n>tados de ta<n>ta osadia: no se atre-
uie<n>do a escapar: houiero<n> por mejor
despues de se hauer defe<n>dido por al
gu<n>os dias de se dar a partido: q<ue> por-
fiar a se defender: tanto q<ue> pidieron
fabla: y el noble don Aznar los escu-
cho:

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon [fol. 98r]

los françeses p<er>dida la espera<n>ça de se


poder defender: acometieron de pe-
dir partido. y ahun a sele dar a mar
çed si recebir los queria.

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon [fol. 171r]

que plu-
guiesse a su alteza/ o les dar socorro
presto/ o licencia de se dar a pleyte
sia.

 José Antonio Candalija Reina 426


Nebrija, Dictionarium latino-hispanicum. [fol. 65r]

Foeneratio. onis. por aquel dar a usura

La vida de Lazarillo de Tormes (Amberes, 1554). [fol. 21r]

Otro dia fue por el señor mi amo


visto el daño assi del pan como del a-
gujero que yo auia hecho, y comen
ço a dar al diablo los ratones y dezir.
Que diremos a esto?

CORDE

Párrafo nº 40.

que despues que noche


fuese que la ynfante lo tjrase dela prision & que
se fuese conel para Castilla. Et despues que fue noche
la ynfante fuese ally donde el estaua & Abrio
la puerta & tomolo por la mano & dixole
quese fuesen Ca tienpo era de andar. Et entonçes se fueron
su Camjno & dexaron el camjno françes ala
mano derecha & tomaron ala mano sinjestra por
vn(n) monte & el conde yua enlos fierros & non podia
tan bien andar & ayudaua lo la ynfante a sostener
sobre los onbros alas vezes & asi andoujeron fasta
que amanesçio. Et pues que fue mañana fueron se
meter en vn(n) mato espeso que estaua desujado del
Camjno & oujeron de atender y la noche por que andauan
cansados & para yr mas sin Reçelo Et ellos
yaziendo en aquel mato. acontesçio asi que vn(n) arçipreste
de nauarra que andaua asu caça consu açor
lançolo a vna perdiz & el açor fue a dar con ella en
aquel lugar donde ellos yazian Et quando el ally metio
los pondencos començaron los a ladrar & el arçipreste
paro mjentes a que ladrauan & violos yazer
acostados a vn(n) valle Et conosçio luego la ynfante
& al conde por los fierros que traya & el arçipreste
quando los vio plogole mucho cuydando
quele faria el Rey por ello mucha merçet sy los tornase
ala prision & quando los asi vio dixoles /.
ala fee traydores non vos podredes yr. Ca auredes

 José Antonio Candalija Reina 427


de tornar amos alas manos del Rey don
garçia & moriredes mala muerte. Et el conde le dixo(le)
callate non fagas asi /. mas ten nos poridad
& vete conusco & dar te he en medio de /.
Castilla vna çibdat por tu heredat por todo sienpre
& (a)[e]l arçipreste dixo que esto que non lo faria en
njnguna manera /. saluo sy lo dexase el conde conpljr
su voluntad conla ynfante & el

--------------------------------------
AÑO: 1344
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Crónica de 1344. Madrid, Zabalburu, II109
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
José P. Da Cruz, Hispanic Seminary of Medieval Studies
PUBLICACIÓN:
(Madison), 1992

Preposición a

La fijación histórica que se produce en los ejemplos aducidos viene a demostrar la


gramaticalización que se desarrolla a partir del significado original de direccionalidad de sentido de dar.
Tanto en el caso o papel temático de TEMA, como en el de PACIENTE, la direccionalidad hacia el punto
de llegada se expresa mediante la preposición a, conceptualizando estos casos como lugares metafóricos
hacia los que se dirige la acción verbal. El movimiento es de tipo factivo porque se da la transferencia o
donación como un desplazamiento más la finalidad expresada por la preposición a en sentido adlativo.

Preposición con

El sentido comitativo se muestra en la acepción de ‘encontrar’ pues se hace coincidir en el


mismo tiempo y espacio (tras una búsqueda por distintos lugares o diversos momentos) al AGENTE y al
TEMA/PACIENTE. Así, la direccionalidad propia del verbo de movimiento dar se translada al ámbito
espacio-temporal simultáneo donde se encuentra los dos argumentos más importantes del verbo.
Observamos el distinto esquema conceptual que preside el uso de sendas preposiciones, sin embargo

 José Antonio Candalija Reina 428


podemos postular cierta coincidencia en la direccionalidad que implica el sentido comitativo, sobre todo
en sentido adlativo por parte del AGENTE.
Además no hay gramaticalización de un uso preposicional respecto de otro, como atestigua la
contemporaneidad de los primeros contextos de aparición de sendas preposiciones con el régimen de
dar.

 José Antonio Candalija Reina 429


38. Delegar en

MM: (tr. o intr. con «en»). Autorizar una persona a Íotra para que obre en
*representación suya en algún asunto: ‘La asamblea delegó una comisión para
examinar las pruebas. El ministro ha delegado en el director general para que
le represente en la ceremonia. El director ha delegado la firma en el
subdirector’.
(V.: «Apoderar, dar atribuciones, *autorizar, dar carta blanca, cometer,
comisionar, *confiar, dejar [poner] al cuidado de, deferir, diputar, empoderar,
*encargar, echar sobre las espaldas de, dar [dejar] la firma a, subdelegar. Ô
Cometido, comisión, delegación, diputación, encomienda, fideicomiso, legacía,
mandato, ratihabición. ÔPoderdante, principal. ÔCompromisario, delegado,
*emisario, *representante. Ô*Poder. ÔDesapoderar. Ô*Representar».)

COROM: Bajo ley, del lat. LĒX, LĒGIS, ‘proyecto de ley’, ‘ley’. 1ª doc.: orígenes
del idioma (doc. de 1158, Oelschl.).
DERIV. Delegar [h. 1260, Partidas: Cuervo, Dicc. II, 873-4], tomado de delegare
íd.

 José Antonio Candalija Reina 430


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 431


 José Antonio Candalija Reina 432
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 433


Nebrija, Dictionarium hispano-latinum. [fol. 36r]

Delegar poner en su lugar. {LAT. delego .as.}

Reyes Católicos, Ordenanzas de la ciudad de Sevilla (1492). [fol. 14r]

q<ue> ellos mesmos por sus p<er>sonas conoscan delas


dichas causas q<ue> asi les fueren cometidas & q<ue> no puedan delegar ni sosti-
tuyr a otro en su lugar.

Preposición en

La acepción de ubicuidad de la preposición en permanenece en el significado de delegar, pues


etimológicamente, describe una acción en la que el argumento del verbo distinto del sujeto-agente es el
objeto-paciente, que se concibe como lugar figurado; por lo que cuando delegamos en alguien, lo que
hacemos es depositar, colocar la ley (Cf. Corominas, Nebrija) en un lugar para que nos represente
legalmente en una determinada circunstancia.
También podría entenderse como finalidad de la acción, de modo que la ubicación adquiere un
sentido adlativo, teniendo en cuenta que LEGO designa en dativo (DESTINO) a la persona en la que se
delega (Cf. Ernout-Meillet).

 José Antonio Candalija Reina 434


39. Deliberar sobre/ acerca de

MM: (Lat. «deliberare», de «libra», balanza; véase «LIBRA»; «sobre; entre».)


*Tratar un asunto entre varias personas. *Pensar o *reflexionar una persona
sobre un asunto.

COROM: ‘considerar el pro y el contra’, ‘resolver’, tomado del lat. delībĕrare, íd.
1ª doc.: delibrar, ‘resolver, tomar una determinación’, en Sánchez de Vercial, †
1426, Rivad. LI, 527a, y en el Marqués de Santillana, ed. 1852, pp. 33 y 73 (cita
de Cuervo); deliberar, h. 1490, Celestina (Aut.), Apal. (92d, 107d), Nebr., y ya
en Santillana p. 154 y en varios autores de la 2ª mitad del S. XV (Cuervo, p.
878a).
SPES: deliberare, intr.: ‘deliberar, reflexionar profundamente’ (de aliqua re,
sobre algo).

 José Antonio Candalija Reina 435


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 436


 José Antonio Candalija Reina 437
 José Antonio Candalija Reina 438
ERNOUT-MEILLET:

NO ADMYTE

 José Antonio Candalija Reina 439


CORDE:
Párrafo nº 39.
Página 290
consejos, y cómo los consegeros deven ser reposados.

No solamente conviene al príncipe o buen político escoger con diligencia las personas de los consejos,
más aun deve con industria exhaminar y discutir sus consejos. Ca deve con su propio ingenio y
entendimiento deliberar y considerar quáles consegeros son más provados y más ciertos y sanos; para lo
qual mejor fazer deve siempre tener ante su acatamiento aquella singular doctrina de Tulio, en el libro De
oficiis, donde dize que todo consejo se toma sobre tres cosas o alguna dellas; conviene saber, sobre lo
onesto, o sobre lo útil y provechoso, terceramente sobre el debate e conflito de ambas cosas, onestas y
útiles.
Página 291

E, por tanto, en qualquier fecho que nos venga, devemos bien considerar si es onesto o torpe; después,
entre las cosas onestas, devemos exhaminar quál es la más onesta, y de las cosas útiles, quál es la más
útil. Otrosí devemos escutir y deliber ar sobre el combate y conflicto de amas cosas, útil y onesto. En
este exhámen y deliberación siempre lo onesto devemos anteponer a lo provechoso, ca no puede ser útil
si no es onesto, y de aquí verná la consideración que devemos proponer el pro común a lo propio y
singular, y lo que es a onor de Dios a lo que es provechoso temporal; y desta consideración esso mesmo
verná * el buen político que toda cosa onesta o que tenga figura de onesta se deve proponer a cosa
solamente * onesta al útil. Conocerá otrosí que no es útil ni provechoso lo que es cruel e inumano. Por
ende, fue reprovado el consejo de los athenienses, los quales acordaron que cortassen los polgares a los
remadores de las galeras de los enemigos, porque no pudiessen más remar; y assí mesmo el consejo de
los de Lacedemonia, los quales aconsejavan que echassen fuera de la cibdad a los pobres y pelegrinos,
el qual consejo fue juzgado por

--------------------------------------
AÑO: 1454-1457
AUTOR: Sánchez de Arévalo, Rodrigo
TÍTULO: Suma de la política
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Política y gobierno
PUBLICACIÓN: Mario Penna, Atlas (Madrid), 1959
Pantalla: 1 de 1.

Párrafo nº 74.
Página FOL. 14R
aquella ora por aquesta sconfita trobando espacio el dicto leon que auia seydo occasion de aquesto fizo

 José Antonio Candalija Reina 440


derramar por todas las terras del imperio los suyos sequaces, los cuales quasi doliendo se del grant
danyo que auieron los grieguos de los burguaros blasphemauan al emperador diziendo que por su culpa
he necligençia fueron sconfitos et encara son a peliglo de seyer destrouidos si el inperio no auia ualient
senyor tal como el. Capitan de leuan los cuales con tales palauras couirtieron toda la gent de armas et
començaron a blasfemar el emperador et dar le fama al dicto leon tanto que hun dia se apleguaron todos
endarredor de la tienda de leon queriendo le fer reuerençia imperial, mas el quasi non curando del imperio
non queria reçebir la fama; Sobre aquesto vn capitan de huna legion que auia nombre miquali treulo
deliber o sobre el dicto leon & todos los suyos assi como el auia ordenado asi que parecies que quasi
por fuerça lo fazian & contra su uoluntat recebio la fama imperial et por tal manera el dicto leon de
armenia fue feyto emperador, uenidas aquestas nueuas a contastinoble et huydo aquesto el emperador
sin fer otra deffension ninguna se despullo de los senyales inperiales et los enuio al dicto leon por la qual
cosa cuando fue uenido a contastinoble sin nengun contrast entro en el palacio & el emperador michali
Página FOL. 14R
con su muller et con sus fillos se partio del palacio et entro en huna esglesia que es hen hun lugar que se
clama faron en do el dicto leon los fizo periglar et los enuio en la ysla de Proti en la cual fizo calogero &
apres finie su uida; et apres su fillo el cual su padre en el tempo de su inperio lo

--------------------------------------
AÑO: 1377
AUTOR: Fernández de Heredia, Juan
TÍTULO: Crón. emperadores. BNM 10131
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Lloyd A. Kasten y John J. Nitti, Hispanic Seminary of Medieval Studies (Madison), 1995

 José Antonio Candalija Reina 441


Preposiciones sobre/acerca de

La confusión etimológica no parece afectar al sentido del verbo deliberar con las preposiciones
sobre/acerca de, pues como indican Corominas y María Moliner, se trata de ‘resolver o tomar una
determinación’ y, por tanto, puede proceder de libra, y de ahí el concepto metafórico de ‘considerar el pro
y el contra’ (Corominas) según el cual la resolución o la determinación supone la decantación de la
balanza hacia un lado; o puede derivar, asimismo, de liberar, de libre, que, de igual manera, presenta la
acción como una resolución que procede del AGENTE y se dirige hacía un TEMA. Tanto en una como en
otra acepción etimológica, encontramos una traslación de la acción que va desde un origen hacia un
destino, que se conceptualiza como un lugar figurado o superficie sobre la que se deposita la acción. Por
eso, el verbo y el esquema sintáctico-semántico eligen la preposición sobre/acerca de, porque hay un
sentido local que no cambia desde los orígenes del idioma y que aparece en todas las épocas. En todo
caso, cabría hablar de una gramaticalización que se produce como consecuencia de una metaforización
que une los dominios cognitivos de lo físico y concreto con lo nocional y abstracto.
También es posible que el uso de estas preposiciones se deba a una analogía con los usos de
las mismas en los verbos de pensamiento y entendimiento (hablar de/ sobre/acerca de, tratar
de/sobre/acerca de, reflexionar sobre/acerca de, …)

 José Antonio Candalija Reina 442


40. Departir sobre

MM: (De «partir». Ant., excepto en 10, y tr., excepto en 8, 10 y 12.)


Õ *Dividir.
Ö *Repartir.
× *Separar.
Ø Disolver el *matrimonio de dos Ípersonas.
Ù *Distinguir.
Ú *Limitar.
Û *Impedir.
Ü *Reñir.
Ý *Enseñar o *explicar.
Þ (culto). «*Conversar». Hablar entre sí dos o más personas.
ß *Juzgar.
à *Razonar.

COROM: Bajo parte, del lat. PARS, -TIS, íd. 1ª doc.: orígenes del idioma (Glosas
Emilianenses, Cid, etc.)
DERIV. Departir [Cid; Acedrex, 338.14, etc.; anticuado en la acepción ‘partir,
dividir, separar’, Berceo, Sacrif., 6; Sem Tob, 647; Rim. Palacio, 47; ‘evitar,
arreglar, quitar’, Alf. XI, 74; de la acepción etimológica se pasó a ‘explicar,
declarar’, Berceo, S. Dom., 609; Alex., 2375; Calila, Rivad. LI, 62; 1ª Cron.
Gral., en Inf. de Lara, 236.7; y de ahí finalmente ‘hablar, conversar’, Cid; Gr.
Conq. de Ultr., 92; Juan Ruiz, 763, 1102; Crón. de 1344, en Inf. de Lara,
291.10, etc; v. Cuervo, Dicc. II, 902-3].

 José Antonio Candalija Reina 443


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 444


 José Antonio Candalija Reina 445
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 446


ADMYTE II:

Alfonso X, General estoria I. [fol. 180v]

Pues q<ue> auemos dicho los`


.x. ma<n>dados como los dize<n> Josepho & Moy-
sen & Jh<er>onimo cada uno en su libro. dezir
uos emos agora como departe<n> sobrellos
los s<an>c<t>os padres d<e>la n<uest>ra Ley

J. Fernández de Heredia, Grant Crónica de Espanya I.[fol. 44v]

p<re>sumia<n> todos q<ue> se


era fecho & come<n>çaro<n> a departir
sobre aq<ue>sto. & algunos dizen
q<ue> era ydo en cuerpo & en alma
alos infiernos.

Juan Manuel, Libro de los estados. [fol. 59r]

si q<u>i`er bie<n>
pudiestes oyr en las Razones q<ue>
pasaro<n> ent<r>e` mi & turi<n> q<ue> aq<u>i` esta q<ua>n-
do departiemos sobre el cuerpo del
om<n>e q<ue> fallamos muerto

Alfonso X, General estoria I.[fol. 81v]

En este logar departe Jh<er>onimo enla glo


sa sobre la razon delos an<n>os del casamiento
de Rachel

Alfonso X, General estoria I. [fol. 180v]

et los otros sabios q<ue> destos` ma<n>-dados}


{CB2.
fablaro<n> & departiero<n> sobre las pa
labras dellos.

 José Antonio Candalija Reina 447


Preposición sobre

La explicación etimológica que da Corominas y con la que coincide Cuervo, hace depender el
significado de ‘conversar’ respecto del de ‘separar, dividir’, que a su vez procede del de partis, por lo que
tendríamos nuevamente un sentido físico original del que deriva el concepto abstracto actual. Por tanto,
departir, supone ‘separar o dividir en partes el tema sobre el que se habla’ o bien ‘separar o dividir las
opiniones de distintas personas sobre un mismo tema’. Tenemos otra vez un TEMA que se presenta
como lugar figurado concebido como una superficie en la que se deposita la acción de separar o dividir.

41. Depender de

MM: (Del lat. «depéndere», de «péndere»; v. «PENDER».)


Õ Estar una cosa con otra en tal relación que esta otra determina que aquella
se realice o no se realice o que se realice de una manera o de otra: ‘Mi viaje
depende de lo que me digan en la carta que espero. Lo que yo le conteste
depende de lo que él me diga’.
Ö Estar una persona sometida a la autoridad o a la voluntad de otra: ‘Dependen
de él cincuenta operarios. Depende de quien le paga’. Necesitar una persona
a otra para su sustento: ‘Depende todavía de sus padres’.
(V.: «Estar al arbitrio de, estar cosido a, vivir a cuenta de, estribar, estar bajo la
férula de, ir en, estar en juego, jugarse, caer bajo la jurisdicción, estar en
manos de, no poder [saber] dar un paso sin, pender, estar pendiente.
ÔEstrechamente, inmediatamente, mediatamente. ÔAccesorio, anexo, auxiliar,
*consecuencia, hijuela, *sucursal, sufragáneo, tributario. ÔAchichinque,
dependiente, feudatario, inferior, sácope, satélite, subalterno, *súbdito,
subordinado, tributario, *vasallo. ÔEsclavitud, jerarquía, menoría, minoría
[minoría de edad], obediencia, servidumbre, subordinación, sujeción, *sumisión,
supeditación, supeditamento, vasallaje, vínculo. ÔYugo. ÔServilismo.
ÔIntereses creados. Ô Conjunciones [expresiones] *condicionales: según,
según como, según que, según y conforme, si, siempre que. Ô Bajo, debajo de,

 José Antonio Candalija Reina 448


a merced de. Ô Independiente, interdependencia. Ô*Condición. *Influir.
*Relación. *Servir. *Someter».)
HACER DEPENDER. Expresión muy frecuente.
EN LO QUE DE MÍ [DE NOSOTROS, etc.] DEPENDE. Además de en su
significado riguroso, se emplea como «por lo que se *refiere a mí», etc.: ‘En lo
que de mí depende, tendrás toda clase de facilidades. En lo que de mí
depende, me alegraré de que así ocurra’.

COROM: Bajo pender, del lat. PĔNDĒRE ‘estar colgado’. 1ª doc.: orígenes del
idioma (Glosas Silenses, Berceo).
DERIV. Depender, [principalmente S. XV, Canc. de Baena: Cuervo, Dicc. II,
904-5], de dependēre íd.
SPES: dependere, intr.: ‘estar colgado de, colgar, pender de’ (ex humeris, de
los hombros)

Prep. de, ‘locatividad’, (García-Miguel, 1995: 105; ‘punto de referencia anterior previo,
preconceptualizado’, Rojas Nieto, 1988: 41)

 José Antonio Candalija Reina 449


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 450


 José Antonio Candalija Reina 451
ERNOUT-MEILLET.

 José Antonio Candalija Reina 452


 José Antonio Candalija Reina 453
ADMYTE II:

Juan de Mena, Coronación. [fol. 35v]

Esta copla es amo-


nestami<ent>o` que me hazia tesifone furia infernal y la
Razo<n> della depe<n>(e)de dela copla superior.}

Bernardino de Montana, Libro de la anatomía del hombre. [fol. 58r]

Por manera q<ue> la obra principal d<e>l coraçon de la q<ua>l d<e>pe<n>


de<n> todas las otras obras y officios d<e>l coraço<n>, es el dicho
mouimie<n>to d<e> dilatacion y co<n>stricio<n> de sus ve<n>triculos.

Alfonso de la Torre, Visión delectable. [fol. 41r]

E vido co-
mo la cognjçion del tiempo depe<n>
dia dela cogniçion del mouimie<n>-
to

Preposición de

La preposición de se justifica desde el punto de vista morfológico y etimológico, pues aparece


formando parte del compuesto de pendo en el que el sentido físico se translada metafóricamente al de
origen conceptual representado por la preposición que ayuda a introducir el TEMA/ORIGEN, incluso el
esquema cognitivo presenta gráficamente un diseño jerárquico que deriva de la relación física que se
plantea entre el AGENTE y el TEMA/ORIGEN. Esta relación hace que el AGENTE aparezca en una
ubicación inferior a la que ofrece el TEMA/ORIGEN, como en la figura

Cognición del Tema/origen


movimiento

Cognición del AGENTE


tiempo

 José Antonio Candalija Reina 454


Este esquema muestra cómo la relación física de pender, ‘estar colgado’ tiene un carácter físico
que se convierte en nocional en el ejemplo analizado, pues hablamos de entidades abstractas. Sin
embargo la preposición sigue manteniendo su sentido direccional locativo original.

42. Desconfiar de

MM: (pronunc. «desconfi-ar, desconfí-o», etc.; «de»).


Õ No *confiar en algo o alguien: ‘Desconfía de todos. Desconfia de sus
fuerzas’.
V.: «Alarmarse, estar [ponerse] alerta, alertarse, amusgar, estar [ponerse]
sobre aviso, barruntar, cabrearse. celar, no *creer, poner en cuarentena,
hacerse los dedos huéspedes, ponerse a la defensiva, descreer, dudar,
*escamarse, escamonearse, figurarse, forjarse, guardarse, estar [ponerse] en
guardia, maliciarse, tener la mosca en la oreja, olerse, olfatear, pensar mal,
presentir, presumir, recelarse, remosquearse, remusgar, reservarse,
sollisparse, temerse, no tenerlas todas consigo.
Escamar.
Aprensión, cuidado, desfianza —ant.—, desfiuza —ant.—, difidencia, duda,
escama, inconfidencia, incredulidad, malicia, preocupación, presunción,
prevención, recelo, *suspicacia, temor.
Entredicho.
Caviloso, celoso, difidente, escaldado, escamón, escarmentado, *incrédulo,
matrero, mal pensado, receloso, suspicaz.
*Sospechoso.
Muy largo me lo fías [me lo fía usted, etc.] —fiar—, el gato escaldado del agua
fría huye, piensa mal y acertarás, ver y creer.
¡Hummm...!, ¡tararira!
*Alarmado. *Intranquilo. *Sospechar. *Susceptible. *Temer».
Ö No *creer: tener poca esperanza de cierta cosa: ‘Desconfío de que llegue a
tiempo’.

 José Antonio Candalija Reina 455


COROM: Bajo fiar, del lat. vg. *FĪDARE, modificación del lat. FĪDĔRE íd. 1ª doc.:
orígenes del idioma: Cid, etc. Para acepciones antiguas , vid. Aut. (En los
sentidos ‘confiar’ y ‘garantizar’ es todavía frecuente a princ. S. XVII).
DERIV. Desconfiar [fin S. XV, APal., Bat. Campal; vid. Cuervo, Dicc. II, 1009-
10]

Prep. de, ‘origen’, (Cano, 1999: 1826); ‘tema’o ‘paciente’, (Demonte, 1991); ‘eféresis’ o ‘límite inicial’,
‘origen nocional’ o ‘punto de referencia inicial’ ‘partitivo’, (García-Miguel, 1995: 125)

 José Antonio Candalija Reina 456


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 457


 José Antonio Candalija Reina 458
ADMYTE II:
G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 200r]

Rey .xviij. de Aragon \ CLXXII}


{CB2.
tras lo p<er>dido parece perdimie<n>to
acordado. con todo el rey no puede
desconfiar/ de fecho tan guiado por
dios

Juan del Encina, Cancionero de 1496. [fol. 88r]

que ningun remedio espero


si se tarda su venida
Mi vida ya desconfia
de mi vida

[Juan del Encina, Cancionero de 1496. [fol. 90v]

Nunca jamas desconfia


de los mas sus enemigos

Preposición de

El significado contrario a confiar que le confiere el prefijo des parece indicar, asimismo el origen
o procedencia del TEMA/PACIENTE desde el que se realiza la acción en sentido negativo. Por eso, el
proceso direccional es el inverso al que plantea la preposición en en confiar, pues se trata de la
transferencia de la acción desde el AGENTE hacia el TEMA/PACIENTE donde se concentra y sitúa al ser
considerado como un lugar figurado de llegada. La significación pragmática añadida estriba en el énfasis
de la afección que deposita el AGENTE en el TEMA/PACIENTE, conceptualizándolo como un continente
en el que se vierte el contenido completo de la afección (la confianza) del AGENTE. El esquema del
verbo desconfiar presenta un sentido pragmático distinto, pues el valor de eféresis que introduce la
preposición de responde a la voluntad de remover o extraer la confianza del punto de partida u origen que
quedaría exento de toda afección y se produciría un mayor distanciamiento.

 José Antonio Candalija Reina 459


43. Diferir de/en

MM: (Der. del lat. «differre»; véase: «dilación; FER-, LAT-». Conjug. como
«adquirir»; «hasta; por».)
Õ «Aplazar. Retardar. *Retrasar». No hacer Íalgo en el momento en que se
había pensado, sino dejarlo para más tarde: ‘Han diferido la boda hasta julio.
Conviene diferir la reunión por unos días’.
Ö («en»: ‘en el color’). «Diferenciarse». Ser una cosa diferente de otra que se
expresa: ‘El estilo de su última obra difiere mucho del de las anteriores’.
Otra raíz, «aniso-»: ‘anisopétala’.
V.: «Apartar[se], contrastar, hacer contraste, deshermanar[se], desigualar[se],
desparecerse —ant.—, desvariar —ant.—, diferecer —ant.—, diferenciar[se],
*discrepar, distanciarse, distar, *distinguirse, divergir, diversificar[se], parecerse
como un huevo a una castaña, individualizar[se], ir, llevarse, variar.
Abismo, *contraste, departimiento —ant.—, desconformidad, desemejanza,
*desigualdad, desproporción, disconformidad, discrepancia, disimilitud,
disparidad, distancia, diversidad, variedad.
*Particularidad, singularidad.
*Error, excedente, margen, un pelo, *sobra, tolerancia.
Por defecto, por exceso, en más, en menos.
Anisómero, apartado, desconforme, desemblante, desemejante, desigual,
desparado —ant.—, desparejo, diferente disímil, dispar, disparejo, distinto,
*diverso, heterogéneo, incomparable, inigual —ant.—, *otro, vario, como de lo
vivo a lo pintado.
Ése es otro cantar, una cosa es [sería, etc.] y otra..., eso es otra cuestión, eso
es harina de otro costal, donde va —ir—a parar, en cambio, a diferencia de,
mientras que, ni con mucho, para.
Cada maestrillo tiene su librillo.
*Carácter. *Contrario. *Desacuerdo. *Desigualdad. *Distinguir. *Especialidad.
*Inconstancia. *Notable. *Oposición».

 José Antonio Candalija Reina 460


COROM: Bajo preferir, tomado del lat. praefĕrre, ‘llevar delante’, ‘presentar,
ofrecer, mostrar’, ‘preferir’, derivado de fĕrre ‘llevar’. 1ª doc.: APal. 435d.
DERIV. Diferir [med. S. XV, Gómez Manrique, Lucena: Cuervo, Dicc. II, 1224-5;
Nebr. «diferir uno de otro; diferir o dilatar: protelo»], de differre íd.
SEGURA MUNGUÍA: differre, ‘diferir, aplazar, retardar, hacer esperar: aliquid in
tempus aliud d., aplazar algo para otra ocasión || ‘diferir, ser diferente’: ex aliqua
parte d., diferir en algo.

Prep. de, ‘origen’, ‘causa’, ‘motivo’, García-Miguel, 1995: 119

 José Antonio Candalija Reina 461


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 462


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 463


 José Antonio Candalija Reina 464
 José Antonio Candalija Reina 465
ADMYTE II:

Diego de Valera, Tratado de las armas (BN, ms. 1341).[fol. 97r]

E com<m>o
quiera q<ue> enlos nonbres aya diuersydat todas vna mes-
ma cossa son pu<e>s en cada vna dellas van las armas del
q<ue>la trae & sola mente defiere<n> enla façion o fechura co-
m<m>o paresçe por sus patrones.

Julian Gutiérrez, Cura de la piedra. [fol. 6r]

el Auicena en <e>l c<apitulo> de pie-


dra en los rriñones trae dos causas de
la generacio<n> della: y son la causa ma-
terial & la efficie<n>te. las q<ua>les deue<n> ser te
nidas otrosi por causa de la generacio<n>
de las arenas porq<ue> en poco defiere<n>: so
lame<n>te en mayor o menor viscosidad
de la materia.

Pedro Arias, Secretos de cirugía. [fol. 81v]

Esta cura poco diffiere de la


passada, saluo que con la vncion
hecha escrita e<n> la cura principal
se añada vna dragma d<e> euforbio
y media de soliman

Nebrija, Gramática castellana [fol. 41v]

al participio: en much~as cosas diffiere del: por que ni


tiene generos como participio: ni dira la muger io e a-
mada. sino io e amado.

R. Fernández de Santaella, Vocabulario eclesiástico. [fol. 12r]

ansi diffiere
de su no<m>i<n>atiuo solo en<e>l t<iem>po.

Nebrija, Dictionarium hispano-latinum. [fol. 41v]

Diferir uno de otro. {LAT. differo .rs. disto .as.}

 José Antonio Candalija Reina 466


Nebrija, Dictionarium hispano-latinum. [fol. 50r]

Differo. rs. por diferir una cosa de otra .a .i

Preposiciones de/en

Es Cuervo el único que refiere la doble transitividad con la que se puede construir este verbo en
su acepción de ‘ser diferente una cosa de otra’ y expresa los dos argumentos con los que aparece: el
TEMA, para el se usa la preposición en y el ORIGEN, representado por la preposición de. El compuesto
latino difero, tal como admiten Ernout-Meillet y Cuervo, tiene el sentido de ‘separación’ unido al de ‘llevar,
transportar’, de ahí que sean necesarios los dos argumentos para constituir el esquema sintáctico-
semántico del verbo diferir. La preposición de aparece en los contextos en los que se pretende destacar
el origen desde el que se produce la separación o diferencia del AGENTE respecto del ORIGEN; en
cambio, la preposición en señala la localización o ubicación del lugar en el que se produce el punto de
separación o desencuentro. En la mayoría de los casos este lugar es conceptualizado metafóricamente
como un lugar figurado que se identifica con el TEMA o, como propone Cuervo, con la circunstancia que
constituye la diferencia. El esquema podría representarse del siguiente modo

Agente de Origen
Arg 1

en

Tema
Arg 2

 José Antonio Candalija Reina 467


44. Discernir de/entre

MM: (Del latín «discérnere», de «cérnere»; véase «CERNER». Formas


irregulares.—Pres. indic.: «disciern-o, disciern-es, disciern-e; disciern-en».
Imper.:. «disciern-e, disciern-an». Pres. subj.: «disciern-a, disciern-as, disciern-
a, disciern-an».)
Õ («de, entre»). «*Distinguir. Reconocer». Ver una Ícosa como distinta de otra y
reconocer entre varias cuál es cada una: ‘Discernir el bien del mal’. (tr. o
absol.). Particularmente, saber cuáles Ícosas son buenas y cuáles no. Tener
*criterio para conocer la Íbondad o maldad, la conveniencia o inconveniencia,
etc., de las cosas.
Ö Designar el juez a Íalguien para *tutor de un menor o para otro cargo.
× (galicismo, no incluido en el D. R. A. E. y que figura en el D. M. tildado de
barbarismo). *Conceder a alguien un Íhonor, un premio o un cargo honorífico:
‘El jurado discernió la primera medalla al cuadro...’

COROM: Bajo cerner, ‘separar con el cedazo la harina del salvado y otras
materias sutiles’, del lat. CĔRNĔRE ‘separar’, ‘distinguir’, ‘mirar’, ‘comprender’. 1ª
doc.: Berceo, S. Dom., 457c (el participio farina cernuda).
DERIV. Discernir [2º cuarto del S. XV: Santillana, Juan de Mena], ‘distinguir,
separar mentalmente’, tomado del lat. discernĕre íd.

 José Antonio Candalija Reina 468


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 469


 José Antonio Candalija Reina 470
 José Antonio Candalija Reina 471
 José Antonio Candalija Reina 472
NO ERNOUT-MEILLET
ADMYTE II:
Juan de Mena, Coronación. [fol. 57r]

El segundo acto es dicerner


o iudgar delos obiectos co<n>viene a saber de aq<ue>llas
cosas que los ojos veen

R. Fernández de Santaella, Vocabulario eclesiástico. [fol. 69r]

Exceptor. toris. mas. ge. nonbre de ofi-


cio q<ue> discernia los co<n>denados d<e>los
no co<n>denados. S. adriani.

CORDE
Párrafo nº 1.
Página 473
se lee enel .xvj. de Lucas (cosas plazientes) adios e alos hombres (malas) como son blasphemias contra
dios, e denuestos
Página 474
contra el proximo (la puridad delos justos) con la qual pratican en todo quanto fazen sin algun engaño (los
endereçara) ala bien auenturança (el engaño delos malos) con que engañan alos simples (los destruyra)
enla pena del infierno. e aun alas vezes son destruydos enla vida presente (los libra) dela muerte del
fuego (en sus assechamientos etc.) como los malos juezes assechando a Susanna fueron condenados a
muerte (para que se diesse el malo por el) lo qual se muestra de Dauid justo, que fue restituydo enel
reyno e el maluado Absalon ferido de tres lançadas. como se lee enel .ij. delos Reyes a .xviij. ca. (el que
finge) como el ypocrita que finge la sanctidad (engaña a su amigo) conuiene asaber a aquel del qual
espera algun beneficio al qual lisongea (los justos seran librados) deste engaño (por saber) conel qual
puede el hombre discern er entre la sanctidad verdadera e fingida (enlos bienes delos justos se
ensalçara la ciudad) por dios. como Ezechias que saluo con sus oraciones e lagrimas a Jherusalem de
Senacherib. segun se lee enel .iiij. delos Reyes a .xjx. capi. por semejante san Basilio enel nueuo
testamento con su oracion libro la ciudad de Juliano Apostota.

Otra de muchos martires.

Alia epistola de pluribus martyribus. Los sanctos por fee vencieron los reynos: obraron justicia: e
alcançaron las promessas: ataparon las bocas delos leones. amataron la furia del fuego: fizieron fuyr el
tajo del cuchillo. sanaron dela dolencia: fueron esforçados enla guerra: e destruyeron los reales delos
enemigos. las mugeres por resurrecion cobraron sus fijos muertos: otros fueron puestos en tormento sin
querer ser librados, por que mejor fallassen la resurrecion.

 José Antonio Candalija Reina 473


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AÑO: 1485
AUTOR: García de Santa María, Gonzalo
TÍTULO: Evangelios e epístolas con sus exposiciones en romance
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Biblias
PUBLICACIÓN: Isak Collijn; Erik Staaff, Universidad de Uppsala (Uppsala), 1908

Párrafo nº 2.
Página 117
Es maravilla por qué se entremetió la ley a las defender, como de suyo se estoviesen vedadas y
defendidas, y fuese claro que no eran ni son de comer, donde parece que no va la cosa por razón, ni por
seso natural, cuanto al pie de la letra, como este necio malicioso dice y piensa, mas que algún misterio
quería dar nuestro Señor a entender defendiendo lo que de suyo estaba defendido. Ca, de otra manera,
superflua sería y era tal ley: que vedaba lo que vedar no era menester. Lo cual nunca Dios quiera que se
diga de su santa ley. Pues la verdad es que quería nuestro Señor dar a entender en aquella manera: que
le desplacen las condiciones y maneras de aquellas animalías y de aquellas aves y pescados y las
personas que usan de ellas; verbigracia, mandaba que no comiesen otra animalía sino la que rumia y
tiene herida la pata, dando a entender que solamente le aplacen las personas, que tienen discreción y
seso para discern er entre malo y bueno y entre bueno y mejor, y entre malo y peor. Lo cual es
significado y dado a entender por la animalía, que tiene hendida la uña o pata; y que le aplacen otrosí las
personas, que han memoria de los beneficios recebidos y de los consejos y amonestaciones que han
oído o leído. Lo cual se daba a entender por el rumiar de la animalía. Así que cerca de las viandas, que
aquella ley mandaba o vedaba, parece claramente que, pues mucho de ello no tiene razón al pie de la
letra, que todo o lo más de ello tiene algún entendimiento y significado escondido y dado a entender por
aquella manera. De donde parece claramente, que, en lo que este sandio malicioso dice que la razón nos
obliga y el seso natural a guardar los tales mandamientos, miente muy falsamente.
Página 118

Capítulo 18

Que el prior de Prado dijo y predicó verdad en Sevilla y así mesmo la dicen y predican todos los

--------------------------------------
AÑO: 1487
AUTOR: Talavera, Fray Hernando de
TÍTULO: Católica impugnación del herético libelo maldito y descomulgado
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Mística y asc .tica

 José Antonio Candalija Reina 474


PUBLICACIÓN: Francisco Martín Hernández, Juan Flors (Barcelona), 1961
Párrafo nº 3.
Página 106
Hazme piadoso y humilde discípulo como tú lo sueles hacer, para que ande á todo tu querer. Todas mis
cosas & á mí te encomiendo para que las rijas: mejor es aquí ser corregido, que en lo porvenir. Tú sabes
todas las cosas, y no se te asconde nada en la humana conciencia. Antes que se haga sabes lo venidero,
y no hay necesidad que alguno te avise de las cosas que se hacen en la tierra. Tú, Señor, sabes lo que
me conviene y cuánto aprovecha la tribulación para limpiar el orín de los vicios. Haz comigo tu deseado
contentamiento, y no deseches mi vida pecadora á ninguno mejor ni más claramente conoscida que á ti.
Señor, otórgame saber lo que debo saber, y amar lo que se debe amar, y loar lo que á ti solo es
agradable, y estimar lo que te paresce precioso, y aborrecer lo que en tus ojos es feo. No me dejes juzgar
según la vista de los ojos, ni sentenciar según el oído de los ignorantes: mas dame gracia que sepa
discern er entre lo visible y lo espiritual con verdadero juicio, & sobre todo buscar siempre la voluntad de
tu buen contentamiento. Muchas veces se engañan los sentidos en juzgar y los mundanos en amar
solamente lo visible. ¿Qué mejoría tiene el hombre porque otro lo alabe? El falso engaña al falso, el vano
al vano, y el ciego al ciego, y el enfermo al enfermo cuando lo ensalza. Y más verdaderamente le echa en
vergüenza cuando vanamente lo alaba. Porque cuanto cada uno es en los ojos de Dios, tanto es y no
más, como dice el humilde Sant Francisco.
Página 107

CAPÍTULO LVI.

Que debemos entender en cosas bajas cuando cesan las altas.

Fijo, no puedes estar continuo, en el ferviente deseo de las virtudes, ni en el más alto grado de la
contemplación. Necesario es por la corrución del pecado original que desciendas algunas veces á cosas
bajas

--------------------------------------
AÑO: 1536
AUTOR: Granada, Fray Luis de
TÍTULO: Traducción de la Imitación de Cristo de Kempis
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Mística y asc .tica
PUBLICACIÓN: Fr. Justo Cuervo, Imprenta de la Hija de Gómez Fuentenebro (Madrid), 1906

 José Antonio Candalija Reina 475


Preposición de

La etimología es redundante en cuanto al sentido de separación en este verbo, pues tanto el


prefijo dis como el verbo cernere establecen que la acción se presenta como la disociación de dos
argumentos: el TEMA, objeto que se separa y el ORIGEN, presentado como un punto desde el que se
realiza la separación. Hay una translación metafórica desde el dominio cognitivo de lo concreto hacia lo
abstracto, pues la separación física se toma como comparación para la separación mental (Corominas).

Preposición entre

Lo mismo ocurre con esta preposición, que plantea una disyunción entre los dos argumentos del
verbo ORIGEN y TEMA que se presentan como dos puntos de ORIGEN de ahí que la función semántica
sea la misma, lo mismo que la función sintáctica y por eso ambos complementos van unidos por la
conjunción y para indicar la afección de la preposición por igual a los dos sintagmas nominales. Como
indica Cuervo, hay también una metáfora en el planteamiento de la acción verbal (y no del AGENTE,
pues parece que en estos usos existe cierta impersonalidad) que realiza la separación entre dos puntos
de origen equidistantes por lo que el AGENTE no destaca uno sobre el otro como ocurre con la
preposición de. Por eso, el juicio penetra por en medio de los dos objetos para separarlos (Cuervo). La
aparición de este uso preposicional es relativamente tardía, por lo que podemos pensar en cierta
gramaticalización respecto del uso original y más temprano de la preposición de regida por este verbo.

45. Discrepar acerca de/de/en/sobre

MM: («de»). Õ Estar en *desacuerdo, por ejemplo dos textos o dos


informaciones.
Ö No estar una cosa en armonía, de acuerdo o en correspondencia con otra:
‘Sus modales discrepan de su traje’.
× (aplicado a personas; «Disentir»). Estar en *desacuerdo: no ser de la misma
opinión: ‘Discrepamos en algunos puntos fundamentales. Discrepo de usted [de
su opinión] en ese punto’.

 José Antonio Candalija Reina 476


(V.: «No ponerse de acuerdo, estar en desacuerdo, discordar, disentir, no
entenderse, pensar de distinto modo, ocupar distintas posiciones, mantener
distintos puntos de vista. Ô Diferencia, disconformidad, incompatibilidad.
Ô*Disconforme».)

COROM: Bajo quebrar, del lat. CRĔPARE ‘crujir, chasquear, castañetear,


estallar’, y en la baja época ‘reventar’. 1ª doc.: Cid.
DERIV. Discrepar, [2º cuarto del S. XV, Santillana; Cuervo, Dicc. II, 1248], de
discrepare ‘disonar’.

SPES: discrepare, intr.: ‘discrepar, disentir, diferir, (in aliqua re o de aliqua re en


algo; cum aliqua re o ab aliqua re de algo).
Prep. de ‘origen’, ‘punto de partida’, Cano, 1999: 1832; ‘tema’o ‘paciente’, Demonte, 1991;
‘eféresis’ o ‘límite inicial’; ‘origen nocional’ o ‘punto de referencia inicial’ ‘partitivo’, (García-Miguel,
1995: 125)

 José Antonio Candalija Reina 477


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 478


ERNOUT-MEILLET :

 José Antonio Candalija Reina 479


 José Antonio Candalija Reina 480
ADMYTE II:

Cancionero de romances. [fol. 282r]

suplicale haga justicia


sin en nada discrepar
el amor que aquesto oye
atento a su demandar

Alfonso de Palencia, Universal vocabulario de latín en romance. [fol. 118v]

Disilio. is. disilui. disilire. discedere. discrepare in


diuersum cedere rumpi crepare.

Preposiciones de/en

Este verbo es similar al anterior en su esquema sintáctico-semántico, pues también se construye


con dos argumentos que responden a los conceptos de TEMA y ORIGEN, representados por las
preposición en con su valor locativo figurado y por la preposición de con su sentido de punto de partida
abstracto (eféresis) a partir del cual se produce la disonancia con el AGENTE, respectivamente. Las
preposiciones acerca de y sobre serían variantes semánticas de la preposición en, pues responden al
papel temático de TEMA conceptualizado como lugar figurado, concepto presente tanto en el contenido
semántico original de a + cerca + de (en el que prima el sentido de proximidad direccional del adverbio),
como en el de sobre, donde el sentido locativo de superficie es evidente.

46. Discutir acerca de/con/de/por/sobre

MM: (Latín «discútere», de «quátere», sacudir; v. «CUTIR».)


Õ *Tratar entre varias personas, exponiendo y defendiendo cada una su punto
de vista, los distintos aspectos de un Í*asunto. Particularmente, hablar una
persona con otra para llegar a un *acuerdo sobre las Ícondiciones de un trato:
‘Están discutiendo el precio del coche’.
Ö (*matemáticas). Examinar el resultado de la aplicación a casos particulares
de una Ísolución encontrada o enunciada con carácter general.

 José Antonio Candalija Reina 481


× («de, por, sobre; con»). «Argumentar. Disputar». Sostener dos o más
personas opiniones o pretensiones opuestas en un diálogo o conversación:
‘Discuten de política. Los dos chicos discuten por quién va a ir por el periódico’.
V.: «Acalorarse, altercar, argüir, argumentar, medir las armas, batallar, *chocar,
controvertir, cuestionar, debatir, *disputar, encontrarse, habérselas con,
palotear, pelotear, polemizar, porfiar, regañar, *reñir, tirotearse, tirarse los
trastos a la cabeza, tropezar, ventilar, dar vueltas a la noria.
*Argüir, plantar cara, contradecir, poner en duda, encararse, impugnar, buscar
la lengua, rebatir, *refutar, *responder, saltar, poner en tela de juicio, tenerlas
tiesas, zapatearse.
Regatear.
No dejar meter baza.
Dar beligerancia.
Acaloradamente, de igual a igual.
*Confundir.
Agarrada, altercado, bronca, cacao, caramillo, certamen, chirinola, choque,
contestación, controversia, cuestión, dares y tomares, debate, dimes y diretes,
discordia, *disputa, encuentro, escándalo, escaramuza, forcejeo, follón, gresca,
*jaleo, lid, lío, logomaquia, marimorena, mitote, monote, pelotera, polémica,
porfía, pugilato, querella, rencilla, reyerta, *riña, suiza, tiquismiquis, tormenta,
trabacuenta, trapatiesta, trapisonda, tremolina, trifulca, zalagarda, zipizape.
Contestable, controvertible, debatible, discutible, dubio, dudoso, opinable.
Altercador, ariete, discutidor, espíritu de contradicción, polemista, porfiador.
*Contrario preopinante.
Caballo de batalla, cuestión batallona.
Caer por su base.
Estar sobre el tapete.
*Categórico.
*Dogmatizar.
Bizantino, erístico.

 José Antonio Candalija Reina 482


*Dialéctica.
Palestra.
¡Hemos acabado! —acabar—, ¡se acabó! —acabar—; lo dijo Blas, punto
redondo; ¡hemos concluido!, ¡te digo que sí [que no]! —decir—, está —estar—
bien..., ¡a que no!, sanseacabó, ¡más eres —ser—tú!, ¡a que sí!, ¡hemos
terminado! —terminar—.
Que si fue —ir—que si vino; que si patatín, que si patatán.
*Confundir. *Contradecir. *Conversar. *Cuestión. *Desacuerdo. *Engrescar.
*Litigar. *Lucha. *Obstinarse. *Razonamiento. *Tratar».
Ø «*Contradecir. Objetar». Manifestar alguien una opinión contraria a Íalgo
dicho u ordenado por otra persona: ‘No tolera que se discutan sus órdenes. No
debes discutirle al profesor lo que dice’.

COROM: tomado del lat. dĭscŭtĕre ‘quebrar’, ‘disipar’, ‘decidir’, derivado de


quatere ‘sacudir’. 1ª doc.: med. S. XV, Juan de Mena, Gómez Manrique; Apal.
92d.

Prep. de, ‘tema’, Gràcia i Solé, 1989: 318; ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte, 1991; ‘eféresis’ o ‘límite
inicial’; ‘origen nocional’ o ‘punto de referencia inicial’ ‘partitivo’, García-Miguel, 1995: 125; prep.
vacía, Gràcia i Solé, 1989; Demonte, 1989; Cano, 1981; prep. llena, García-Miguel, 1995; Cano
Aguilar, 1999)

 José Antonio Candalija Reina 483


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 484


ENOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 485


 José Antonio Candalija Reina 486
CORDE:

Párrafo nº 72.
Página 147
que conversación, su manera de hablar era un torbellino. Hablaba mucho, y hablaba siempre, y siempre
muy deprisa. Todo era en sus labios discurso.

Asombrosa fué su memoria. Se cuentan como fenómenos determinados individuos que guardan en la
mente cuanto leen. Moreno Nieto tenía esta condición, que unida á sus talentos, hacia de él un hombre
un biblioteca, un monstruo de erudición, un libro constante de consulta.

Fechas, autores, libros, escuelas, todo lo tenía en la cabeza y todo lo aplicaba, ya al discurso público, ya
al diálogo particular, con facilidad por todo extremo pasmosa.

Se necesita haberle conocido para juzgar bien á esta personalidad salientísima de nuestra historia
literaria.

Su caracter era angelical, nunca tuvo enemigos. Amigos, muchos y muy fieles. Entre estos, descollaba
Adelardo Ayala, á cuya casa iba todas las noches después de comer, complaciéndose en discut ir de
varios asuntos con el poeta. En aquellas intimidades, á que más de una vez
Página 148
asistí, se mostraba el bondadosísimo carácter de Moreno Nieto y el talento natural de Ayala. Lo que éste
no sabía, lo adivinaba, y Moreno Nieto le recojía las frases, asegurando que eran de Leibnitz ó de Krause.
Eran de Ayala; solamente, que el genio tiene este privilegio de coincidir con otros iguales al suyo.

Moreno Nieto tiene una biografía brillante; llovieron sobre él los honores y las distinciones; fué cuanto
quiso y á gusto de todos. Pasó por la política, por este funesto destino de nuestros hombres eminentes,
que no pueden escapar á tal epidemia en un país como el nuestro, donde la política es la ocupación y
aun la pasión primera. No hizo en política ser de otra manera. Su imaginación tenía más alto vuelo.

¡Había que verle en aquellas discusiones de la sección

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AÑO: 1903
AUTOR: Blasco, Eusebio
TÍTULO: Memorias íntimas
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Cartas y relaciones
PUBLICACIÓN: Librería Editorial de Leopoldo Martínez (Madrid)

 José Antonio Candalija Reina 487


Preposiciones de/acerca de/por/sobre/con

Este verbo presenta un nuevo caso de doble transitividad en el que serían precisos
argumentalmente los papeles de TEMA y COMITATIVO, porque el esquema verbal precisa de un
ORIGEN o lugar figurado que corresponde al TEMA, el cual estaría indicado por las preposiciones
locativas de/acerca de/sobre; y además necesita de una persona con la que realizar la acción y por eso
selecciona la preposición con. Por tanto, nos encontramos con otro caso de doble transitividad que se
construye con doble suplemento.
Otra variante del argumento TEMA es la CAUSA de la acción verbal que se representa mediante
el sentido de la preposición por, que tiene igualmente un origen locativo, por lo que la causa es, en cierta
forma, un lugar figurado, lo mismo que el tema. Son dos maneras de concebir el argumento TEMA
necesario para la construcción verbal.

47. Disentir de/en

MM : (Del latín «dissentire», de «sentire»; véase «SENTIR». Conjug. como


«adquirir»; «de; acerca de, en, sobre»; se emplea el mismo verbo para hacer lo
que significa: ‘Disiento de usted’.) «*Discrepar». Pensar de distinta manera que
otro sobre cierta cosa. Expresar opiniones contrarias a las de otro: ‘Disiente
de la opinión general. Disiento de su parecer en algunos detalles’.

COROM: Bajo sentir, del lat. SĔNTIRE ‘percibir por los sentidos’, ‘darse cuenta’,
‘pensar, opinar’. 1ª doc.: Cid.
DERIV. Disentir, [1600, Sigüenza; Cuervo, Dicc. II, 1254] de dĭssĕntire íd.
SPES: dissentire, intr.: ‘disentir, ser de contrario parecer’ (ab aliquo o cum
aliquo d. no estar de acuerdo con alguien).
Prep. de, ‘asunto’, ‘materia’, ‘objetivo’, ‘tema’, (Cano, 1999: 1827); ‘origen’, ‘causa’, ‘motivo’,
(García-Miguel, 1995: 119)

 José Antonio Candalija Reina 488


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 489


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 490


NO ADMYTE
CORDE:
Párrafo nº 12.
Página 114
el seso. Pero ¿cómo puede perder lo que no tiene?

FER.¿Qué dijiste?

JUL.Que no tiene que perder quien ha perdido a Dorotea.

FER.¡Ay, Julio, qué bien dices! Pues ¡si vieras el entendimiento que tiene sobre tanta hermosura!

JUL.El entendimiento no se ve, antes bien se diferencia del sentido en que aquél es una cierta potencia
aprehensiva de las cosas exteriores, sin real suscepción, sino
Página 115
por sola recepción de las especies; y el entendimiento, por quien el hombre aprehende, no la misma cosa
ni sus partes, o alguna corporal calidad della, sino recibiendo dentro de sí la especie de aquello que
aprehende. *

FER.Bestia escolástica, ¿agora me repites las palabras? ¿Estoy yo para sentir lo que digo? Méteme por
tu vida en la opinión con que Aristóteles disent ía de Platón en las especies, que pensó que se
criaban con el entendimiento. * Lo que yo quiero decir, bien lo entiendes; que por lo que se habla o se
escribe, se conoce el que los hombres tienen, y en esos papeles se puede ver y conocer el entendimiento
de Dorotea, como en sus Rimas el de Laura Terracina
Página 116
o la Marquesa de Pescara; * y por eso que has dicho, muestra esos papeles.

JUL.¿Ahora los descoges? No tienes tú mucha gana de ir a Sevilla.

FER.Escucha éste: "Fernando mío, ¿para qué son buenas tantas satisfacciones? Las que me diste
anoche fueron bastantes; que más me desenojaron tus lágrimas entonces, que ahora tus palabras; que
no hay retórica para persuadir corazones airados, como efetos tan humildes. Sólo me deja cuidadosa tu
poca edad; no sea que el haberte enternecido naciese

--------------------------------------
AÑO: 1632
AUTOR: Vega Carpio, Lope de
TÍTULO: La Dorotea
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Otras formas

 José Antonio Candalija Reina 491


PUBLICACIÓN: Edwin S. Morby, Castalia (Madrid), 1988

Preposición de/en

Este verbo se incluye en el grupo de los que llevamos analizados en relación con la doble
transitividad en la que se precisa doble suplemento: uno, que corresponde al TEMA, entendido como
lugar figurado o DESTINO al que se llega para producir la disensión, por lo que el verbo rige para este
argumento la preposición en; otro, que explica la necesidad de establecer un ORIGEN personal desde el
que el AGENTE realiza el desacuerdo, para lo cual el verbo selecciona la preposición de. Por lo tanto nos
encontramos nuevamente con el esquema de movimiento direccional que parte de un lugar figurado y
llega a otro lugar también metafórico. El proceso parece ser siempre el mismo: la gramaticalización que
supone la translación metafórica desde el dominio cognitivo concreto-espacial inicial hacia el dominio
cognitivo abstracto-nocional final.
También podría pensarse en el ORIGEN de la separación como significado de la preposición de,
que vendría a ser la repetición del prefijo DIS latino.

48. Disertar de/sobre

MM: («sobre»). Tratar con autoridad de cierta materia, particularmente


hablando en público.
(V.: «Disceptar —ant.—. Ô Charla, conferencia, cuodlibeto, lección. Ô
*Discurso».)

COROM: tomado del lat. dissertare íd., frecuentativo de disserĕre ‘razonar


coordinadamente, disertar’ que deriva de serĕre ‘entretejer, encadenar’. 1ª doc.:
1619, Cabrera; Cuervo, Dicc. II, 1254b (sólo cita ejemplos del S. XIX). Falta
Apal, Nebr., Percivale-M., Oudin, Covarr.
SPES: dissertare, (frec. de disserere), tr. : ‘disertar, tratar, discurrir, hablar,
disputar (cum aliquo de aliqua re d. disputar con alguno acerca de algo).

Prep. de, ‘tema’ o ‘asunto’, ‘cierto contenido’, Cano, 1999: 1815

 José Antonio Candalija Reina 492


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 493


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 494


CORDE:
Párrafo nº 42.
Página 103
llora, la madre le mece y ora con religioso pavor; el enfermo se acongoja y el amante desespera, que
acaso vela y le espera entre las rejas su amor. Los de Zahara silenciosos o velaban o dormían: sólo en la
villa se oían en la densa oscuridad el agua de las goteras, el vago mugir del viento y el ronco y medroso
acento de la negra tempestad. Sólo en apartada torre del mal guardado castillo, con el fulgor amarillo de
una lámpara al morir, velan algunos soldados y se siente desde fuera el rumor de una quimera y jurar y
maldecir. Se sienten sus carcajadas, sus apodos insolentes, que en todo hallan tales gentes
contentamiento y placer. Se juntan en borracheras para acabarlas riñendo, y vuelven en concluyendo
desde reñir a beber. Y en el calor de las orgías y el vapor de los licores, disert an de sus amores en
obsceno platicar;
Página 104
que su lengua irreligiosa sin respetos y sin vallas, sólo de sangre y batallas o mujeres ha de hablar. De
éstas se miran algunas con los soldados más mozos en impúdicos retozos y deshonesto ademán, que
osadas y descompuestas o blasfemando o riñendo, hasta embriagarse bebiendo desatinadas están. La
trémula llamarada de una hoguera agonizante presta a su rudo semblante una expresión más feroz; y
recibiendo la bóveda la algazara en su ancho hueco, remeda con largo eco la desentonada voz. Harto de
vino y de amores, en dos bancos apoyado, cantaba un viejo soldado al son de un roto rabel, o hiriendo a
compás la mesa con plato, copa o cuchillo, aullaban el estribillo ellos y ellas con él. Brindaban, y a cada
brindis insensatos blasfemaban,

--------------------------------------
AÑO: 1837-1840
AUTOR: Zorrilla, José
TÍTULO: Poesía
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 21.Otros
PUBLICACIÓN: Santarén (Valladolid), 1943

Preposición de

En este caso la preposición se explica porque se produce la conceptualización del esquema


verbal según la cual el TEMA de la disertación es un lugar figurado u ORIGEN desde el que se produce la
acción del verbo.

 José Antonio Candalija Reina 495


Preposición sobre

El sentido etimológico revela el origen espacial y locativo del significado verbal, pues, como
indican Corominas y Cuervo se trata de formar una superficie a base de elementos que se unen mediante
alguna compleja relación o trabazón (entretejer, encadenar, enlazar). Por eso se elige la preposición
sobre, para indicar la superficie sobre la que se urde la argumentación de la disertación. Así volvemos a
constatar que el TEMA es un lugar metafórico que indica dónde se desarrolla la acción del verbo.

49. Disfrutar de /con

MM: (Del b. lat. «exfructare», de «fructus»; v. «FRUTA».)


Õ («con; en»). «*Gozar». Sentir alegría o placer en cierto sitio o con cierta
cosa: ‘Los niños disfrutan en la playa’.
Ö (tr., o intr. con «de»). «*Gozar. Poseer». Tener cierta Ícosa buena: ‘Disfruta
buena [de buena] salud, el [del] favor del jefe, una [de una] posición envidiable’.
× «*Aprovecharse o *beneficiarse; percibir alguien las Írentas u obtener el
provecho de cierta cosa aunque no sea propiedad suya: ‘Disfruta las rentas de
una casa de su padre’.

COROM: Bajo fruto, descendiente semiculto del lat. frŭctus, -ūs, ‘usufructo,
disfrute’, ‘producto’, ‘fruto’, derivado de frŭĭ ‘disfrutar’. 1ª doc.: fruitu, 2ª mitad
del S. X, Glosas Silenses; fruto, documento de 1192 (?) en la Esp. Sagr.; Fuero
de Guadalajara, a. 1219 (Oelschl.)
DERIV. Disfrutar, [defrutare, b. lat., fuero de Nájera, 1076; desfrutar, 1222,
Fuero Viejo; esfruitar, Vidal Mayor, glos.; disfrutar, Terr., que sigue prefiriendo
todavía desfrutar, como sus coetáneos; Acad., en 1843, prefiere ya disfr-], del
b. lat. exfructare (dos. español de 905), de donde proceden el it. sfruttare
‘esquilmar’ y el port. desfrutar ‘sacar el fruto de algo’, ‘vivir a costa de alguien’;
vid. Cuervo, Dicc. II, 1256-7.

 José Antonio Candalija Reina 496


Prep. de, ‘tema’, Gràcia i Solé, 1989: 318; ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte, 1991; ‘eféresis’ o ‘límite
inicial’; ‘origen nocional’ o ‘punto de referencia inicial’ ‘partitivo’, García-Miguel, 1995: 125; prep.
vacía, Gràcia i Solé, 1989; Demonte, 1989; Cano, 1981; prep. llena, García-Miguel, 1995; Cano
Aguilar, 1999)

 José Antonio Candalija Reina 497


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 498


 José Antonio Candalija Reina 499
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 500


NO ADMYTE

CORDE:
Párrafo nº 3.

público que para esto fuere llamado que dé ende al que la mostrare testimonio signado con su signo, por
que io sepa en cómo se cumple mi mandado.

Dada en la ciudad de Segovia, a veinteiséis días [del mes] de febrero, año del naszimiento de nuestro
señor Jesuchristo de mill y quatrozientos y setenta y tres años.

Yo, el rey.

Yo, Juan de Oviedo, secretario del rrei nuestro señor, la fize scrivir por su mandado.

Rrexistrada. Chanziller.

1473, marzo, 13. SEGOVIA.

Enrique IV confirma sus cartas anteriores (documentos nos. 4, 5 y 6), relacionadas con el sexmo de San
Martín, en tierra de Segovia, y las hace extensivas al concejo de Villacastín, para que en adelante los
caballeros, escuderos y personas exentas de fuera no puedan comprar ni tener heredamientos en el
término de dicho lugar ni disfrut ar de los pastos comunes, a no ser que pechen y contribuyan como
el resto de los vecinos. *

En el nombre de Dios Padre e Hixo y Espíritu Santo, que son tres Personas y un solo Dios verdadero,
que vive y rreina por siempre sin fin, y de la vienaventurada Virgen gloriosa, nuestra señora Santa María,
su madre, a la qual yo tengo por señora y por abogada en todos los mis hechos, y a onrra y servizio suio,
y del vienaventurado y apóstol señor Santiago, luz y espexo de las Españas, patrón y guiador de los
reyes de Castilla y de León, y de todos los otros santos y santas de la corte zelestial.

Porque rrazonable y convenible cosa es a los reies y prínzipes de hazer grazias y merzedes a los [sus]
súditos y naturales, espezialmente a aquéllos que vien y lealmente los sirven y aman su servizio; y el rey
que la tal merzed haze á de [catar y] considerar en ello tres cosas: la primera, qué merzed es aquélla que
le demandan;

--------------------------------------
AÑO: 1256-1499
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Documentacion medieval en archivos municipales abulenses

 José Antonio Candalija Reina 501


PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Lírica
PUBLICACIÓN: Ser Quijano, Gregorio del, Institucion Gran Duque de Alba (Ávila)
Párrafo nº 38.
Página 45
en la tienda, yo blasfemé, sí... me acuerdo que un día entré en la iglesia y arrodillándome delante
del Santísimo Sacramento, dije: "Señor, te aborreceré, te negaré si no me la das, para que
nuestras almas y nuestros cuerpos estén siempre unidos en la vida, en la sepultura y en la
eternidad". Dios me castiga por haberle amenazado.

- De modo que siempre...

- Sí, siempre, siempre lo veo, unas veces en esta, otras en la otra forma, aunque por temporadas
el demonio me permite descansar y no veo nada. Esta funesta desgracia mía me ha impedido
hasta ahora recibir los últimos y más sublimes grados del sacramento del Orden, pues me creo
indigno de que Dios baje a mis manos. ¡Es terrible sentirse uno con el corazón
Página 46
y el espíritu todo dispuesto a la santidad, y no poder conseguir el perfecto estado! Yo me
desespero y lloro en silencio, al ver cuán felices son otros frailes de mi Orden, los cuales
disfrut an con la paz más pura, las delicias de visiones santas, que son el más regalado manjar
del espíritu. Unos en sus meditaciones ven ante sí la imagen de Cristo crucificado, mirándolos con
ojos amorosísimos; otros se deleitan contemplando la celestial figura del Niño Dios; a otros les
embelesa la presencia de Santa Catalina de Siena o Santa Rosa de Viterbo, cuya castísima
imagen y compuestos ademanes incitan a la oración y a la austeridad; pero yo ¡desgraciado de
mí! yo, pecador abominable, que sentí quemadas mis entrañas por el mundano amor, y me
alimenté con aquel rocío divino de la pasión, y empapé el alma en mil liviandades inspiradas por
la fantasía, me he enfermado para siempre de impureza, me he derretido y moldeado en un
desconocido crisol que me dejó para siempre en aquella ruin forma primera. No puedo ser santo,
no puedo arrojar de mí esta segunda persona que me acompaña sin cesar. ¡Oh maldita lengua
mía! Yo había dicho:

--------------------------------------
AÑO: 1875
AUTOR: Pérez Galdós, Benito
TÍTULO: La batalla de los Arapiles
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Biblioteca Virtual Cervantes, Universidad de Alicante (Alicante), 2002
Párrafo nº 55.
Página 120

 José Antonio Candalija Reina 502


Página 121
bien educado y culto que había caído en la miseria. Vivía de algunas caridades que le hacían los amigos.
Era un viejecito bajito y flaco, muy limpio, muy arreglado, de barba gris recortada; llevaba el traje raído,
pero sin manchas, y el cuello de la camisa era impecable. Él mismo se cortaba el pelo, se lavaba la ropa,
se pintaba las botas con tinta cuando tenían alguna hendidura blanca y se cortaba los flecos de los
pantalones. La Venancia solía plancharle los cuellos de balde. Don Cleto era un estoico.

- Yo, con un panecillo al día y unos cuantos cigarros vivo bien como un príncipe -decía el pobre.

Don Cleto paseaba por el Retiro y Recoletos; se sentaba en los bancos, entablaba conversación con la
gente; si no le veía nadie, cogía algunas colillas y las guardaba, porque, como era un caballero, no le
gustaba que le sorprendieran en ciertos trabajos menesteres.

Don Cleto disfrut aba con los espectáculos de la calle; la llegada de un príncipe extranjero, el entierro
de un político constituían para él grandes acontecimientos.

Lulú, cuando le encontraba en la escalera, le decía:

- ¿Ya se va usted, don Cleto?

- Sí; voy a dar una vueltecita.

- De pira, * ¿eh? Es usted un pirantón, don Cleto.

- Ja, ja, ja -reía él-. ¡Qué chicas éstas! ¡Qué cosas dicen!

Otro tipo de la casa muy conocido era el Maestrín, un manchego muy pedante y sabihondo, droguero,
curandero y sanguijuelero. El Maestrín tenía un tenducho en la calle del Fúcar, y allí solía estar con
frecuencia con la Silveria, su hija, una buena moza, muy guapa, a quien Victorio, el sobrino del
prestamista, iba poniendo los puntos. El Maestrín, muy celoso en cuestiones de honor, estaba dispuesto,
al menos así lo decía él, a pegarle una puñalada al que

--------------------------------------
AÑO: 1911
AUTOR: Baroja, Pío
TÍTULO: El árbol de la ciencia
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Pío Caro Baroja, Ediciones Cátedra (Madrid), 1996

 José Antonio Candalija Reina 503


Preposición de

Tanto la etimología como los primeros usos del verbo (CORDE) parecen justificar la construcción
de régimen con la preposición de, pues, según María Moliner, los hablantes del bajo latín o latín vulgar
identificaban el origen locativo del significado verbal y usaban el prefijo latino locativo direccional ex. Por
tanto, se podría decir que, aun existiendo las variantes transitiva e intransitiva, como propone Cuervo, la
variante intransitiva surge como consecuencia de la necesidad de establecer, metafóricamente, el punto
de partida u origen nocional del gozo o alegría que produce ‘sacar el fruto’ de algún lugar, que se
constituiría figuradamente en el TEMA sobre el que se realizaría la acción verbal.

Preposición con

En cuanto al uso del verbo con esta preposición, hay que decir que es menos frecuente porque
se entiende un valor COMITATIVO que supone que el significado del verbo no se produce desde un
ORIGEN como en el caso de la preposición de, sino que el AGENTE desarrolla la acción conjuntamente
con el TEMA/PACIENTE representado por la preposición con. Por tanto la acción tiene una carácter
agentivo más focalizado en el argumento TEMA/PACIENTE que en el propio AGENTE, de ahí su uso
desviado o más infrecuente y por ello también su aparición es más tardía en contextos más
gramaticalizados.

50. Disponer de

MM: (Del latín «dispónere», de «pónere»; véase «poner».)


Õ «*Arreglar». Colocar una Ícosa de la manera conveniente para cierto fin:
‘Tiene arte para disponer los escaparates [las cosas en el escaparate]. Hay que
disponer las sillas de modo que todos vean el escenario’.
Ö «*Preparar». Hacer lo necesario para tener en el momento oportuno una
Ícosa: ‘Dispón comida para cuatro personas’. Poner las Ícosas de la manera
conveniente para hacer lo que se expresa: ‘Hay que disponerlo todo para
marcharnos mañana’.

 José Antonio Candalija Reina 504


× Decir alguien que tiene autoridad para ello que se haga o deje de hacer cierta
Ícosa o cómo se ha de hacer: ‘El alcalde ha dispuesto que se suspendan las
fiestas’. «Ordenar». Se emplea específicamente cuando se trata de un
Ítratamiento *médico, una medicina, etc.: ‘El médico ha dispuesto reposo
absoluto’. El sujeto puede ser también «ley, reglamento», etc.: ‘La ley dispone
que se nombre un tutor’.
(V.: *Acordar, constituir, decidir, decretar, determinar, tomar una disposición,
establecer, estatuir, estipular, *fallar, fijar, *mandar, ordenar, preceptuar,
prescribir, prevenir, tomar una resolución, venir en. Ô Contranota, decreto, *ley,
*orden, medida, ordenanza, precepto, prescripción, prevención, providencia,
provisión. ÔPalo de ciego. Ô *Testamento. ÔArtículo, cláusula, considerando,
resultando. ÔCon efectos retroactivos».)
Ø («de»). *Tener: ‘No dispongo de bastante dinero para eso. Disponemos de
poco tiempo’. *Utilizar la ayuda o los servicios de una persona; se emplea
particularmente en ofrecimientos corteses: ‘Disponga de mí para cuando guste’.
(T., «tener disponible, tener a disposición».)
Ù («de»). Tener alguien libertad para hacer lo que quiera con una cosa: ‘No
puede disponer de sus bienes’.
(V. «dominio».)
(«de»). *Vender, *dar, *gastar, ect., cierta cosa: ‘Tiene el usufructo de la finca,
pero no puede disponer de ella. Dispuso de un dinero que no era suyo’.
(T., «hacer disposición».)

COROM: Bajo poner, del lat. PŌNĔRE ‘colocar’, ‘poner’. 1ª doc.: orígnenes del
idioma (Glosas Silenses, Cid, etc.)
DERIV. Disponer [princ. S. XIV, Zifar, 34.5 (desp-); Canc. de Baena; E. de
Villena; Cuervo, Dicc. II, 1272-5; Nebr.: «poner en partes», «deliberar»],
tomado de dĭspōnĕre ‘poner separadamente’, ‘disponer’.

 José Antonio Candalija Reina 505


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 506


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 José Antonio Candalija Reina 508
 José Antonio Candalija Reina 509
ERNOUT-MEILLET :

 José Antonio Candalija Reina 510


ADMYTE II:

Fernán Mejía, Nobiliario vero. [fol. 41v]

La qual era quelos ma-


ridos no ouiesen nin pusiesen aver
lugar de fazer ni disponer de sus he
redamientos cosa alguna saluo co-
mo ala muger ploguiese.

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 34r]

qua<n>to mas si
fuere tan concorde: tan publica y so-
le<m>pne: tan comu<n> acordada. y ta<n> justa
como n<uest>ra eleccion. y fecha por ge<n>te
tan noble: tan discreta: libre: y ta<n> su-
ya. que puede por sy regir se: y man-
darse: y tan a volu<n>tad: y grado suyo
disponer de si misma:

F. del Pulgar, Claros varones de Castilla. [fol. 57r]

si el rey don en-


rrique cometio en su vida algunos pecados por do
te<n>ga dios deliberado en su juyzio secreto disponer d<e>
sus reynos en otra manera delo q<ue> la señora vuestra
sobrina espera:

A. Díaz de Montalvo, Ordenanzas reales [fol. 22v]

Ley ;ij; que los rromeros & pe


legrinos puedan disponer de sus bi-
enes;}

A. Díaz de Montalvo, Ordenanzas reales. [fol. 219r]

O para que pudiesen disponer de sus


ofiçios publicos

 José Antonio Candalija Reina 511


F. de Rojas, Comedia de Calisto y Melibea (Burgos, 1499). [fol. 31r]

Quiero pues
en tu dubdosa desculpa tener la sentencia en peso: &
no disponer de tu dema<n>da al sabor de ligera interpre-
tacion.

Preposición de

Como indican María Moliner, Corominas y Cuervo, el significado del verbo es una derivación del
verbo poner mediante el prefijo dis, que posee un sentido de distribución o separación en partes. De ahí
al sentido actual que presenta cuando aparece con la preposición de, (la posesión o el uso), hay una
distancia que debe ser recorrida siguiendo los parámetros de la metáfora según la cual la distribución de
las partes de un objeto favorecen su posesión o pertenencia. Si el objeto se ofrece de forma atomizada,
es más accesible que si lo hace compactamente o constituyendo un todo. Por ello hay implícito un
concepto de disposición previo a la posesión o uso. Y este concepto es de carácter espacial, pues
supone la colocación de las partes del objeto en un lugar figurado que se ofrece como un ORIGEN desde
el que seleccionamos la pertenencia o el uso; por tanto, hablamos nuevamente del TEMA que precisa el
significado verbal, el cual elige la preposición de para indicar la procedencia de dicho TEMA.

51. Dudar de/en/entre/sobre

MM: (Latín «dubitare», de «dubius», dudoso, de «duo»; v. «DOS».)


Õ («si; sobre; entre... y; acerca de; que».) No estar seguro de cierta Ícosa o
*decidido por una cosa: ‘Dudo si llegará a tiempo. Duda si comprarse ese
abrigo. Dudo entre pasar por París e ir directamente. Dudo si me dijo que había
escrito o que iba a escribir. Los autores dudan acerca del lugar de su
nacimiento’. Seguido de una oración con «que», inclinarse a no creer Ílo que
esa oración expresa: ‘Dudo que sea tan rico. Dudo que pueda venir a esa hora’.

 José Antonio Candalija Reina 512


V.: «Poner en cuarentena, escrupulizar, fluctuar, hesitar, oscilar, no saber si,
poner en tela de juicio, titubear, *vacilar.
Estar la pelota en el tejado, estar por ver.
Dubda —ant.—, dubiedad —ant.—, dubio, dubitación, duda, duda filosófica,
escrúpulo, hesitación, incertidumbre, incredulidad, *indecisión,
*indeterminación, *inseguridad, irresolución, *perplejidad, reparo, vacilación.
Colgado, contencioso, contestable, cuestionable, discutible, disputable,
dubitable, dudable, dudoso, hipotético, incierto, indeciso, indemostrable,
*inseguro, litigioso, pendiente, problemático.
Chi lo sa—italiano—, Dios dirá, sabe Dios [Dios sabe], es fácil, ¡hombre...!,
¡hummm...!, ya veremos en qué paran estas misas, ¡mmm...!, ¡pche...!, ¡puede!
—poder—, es posible, posiblemente, me pregunto —preguntar—si..., ¡psss...!,
quizá [quizás], no sé —saber—, no sé —saber—qué te diga, ¡quién sabe! —
saber—, será lo que tase un sastre, ...o como sea —ser—, el tiempo dirá,
veremos —ver—, allá veremos —ver—, ya veremos —ver—, tal vez.
Acaso, si acaso, el caso es que, en todo caso, la cosa es que.
Escepticismo.
*Categórico. *cierto, *creer, *seguro.
*Desconfiar. *Sospechar. *Tibio. *Vacilar».
Ö («de»). *Sospechar que no es verdad lo que dice alguien: ‘Si dudáis de lo
que digo, me callo y no sigo adelante’.
(Véanse referencias en el catálogo de la acepción 1.)
× («de»). *Desconfiar de la honradez de alguien. («de»). *Sospechar que
alguien es culpable de cierto delito o falta. Se emplea particularmente en
relación con alguna substracción o robo ocurridos: ‘Empiezan a dudar del
cajero’.
Ø (ant.). *Temer.

COROM : tomado en fecha antigua del lat. dŭbĭtare ‘vacilar’, ‘dudar’, derivado
de dŭbĭus ‘vacilante, dudoso’, que a su vez lo es de duo ‘dos’, por las dos

 José Antonio Candalija Reina 513


alternativas que causan la duda. 1ª doc.: dubdar, Berceo; dudar se halla ya en
mss. del S. XIV (como G de J. Ruiz, 72c), pero dubdar sigue siendo usual hasta
el siglo siguiente. En latín dubius podía ya significar ‘crítico, difícil, peligroso’, de
donde dubitare tomó en romance el significado de ‘temer’, que es corriente en
galorrománico y que lo fue en todo el castellano medieval (vid. Cuervo) y hasta
principios de S. XVII. La construcción transitiva, ajena a los demás romances, y
que hoy se restringe principalmente a los complementos oracionales (dudo que
, dudo si) o al pronombre átono lo, era corriente en el Siglo de Oro aun con
complementos sustantivos (Ejemplos en Cuervo, 1334b). En la Edad Media,
además del uso transitivo de dudar ‘temer’, en el sentido propio hallamos ya
esta construcción con lo (Jorge Manrique), con alguna cosa (Calila, ed. Rivad.,
28b), con si (ejemplos en Cuervo) y con que (donde otra construcción no era
posible, dada la sintaxis medieval). Es posible que este último caso diera
nacimiento a los demás.
SPES: Bajo dubium, -ii, ‘duda, vacilación’, in dubium venire, ‘ofrecer duda’, in
dubium vocari ‘ser puesto en duda’,
DERIV. dubitare , tr. e intranst. ‘dudar, tener dudas (de aliqua re) acerca de
algo; in aliquo, acerca de alguien’
SEGURA MUNGUÍA: dubitare, ‘fluctuar entre dos cosas, vacilar, dudar’: de
aliqua re d., dudar de algo; de fide alicuis d., dudar de la fidelidad de uno; in
aliquo d., dudar de alguien.

Prep. de, ‘eféresis’ o ‘límite inicial’; ‘origen nocional’ o ‘punto de referencia inicial’ ‘partitivo’,
García-Miguel, 1995: 125

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CUERVO:

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 José Antonio Candalija Reina 516
 José Antonio Candalija Reina 517
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 José Antonio Candalija Reina 519
ERNOUT-MEILLET:

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ADMYTE II:

Bernardo de Gordonio, Lilio de medicina. [fol. 27r]

Lo vltimo podemos
añadir q<ue> puede algu<n>o dudar dela orde<n> d<e> n<uest>ras
receptas:

Guido de Columna, Historia troyana. [fol. 95v]

se gozauan mu-
cho d<e>la muerte de archiles & fablaua<n>
entre si dizie<n>do q<ue> ya de aq<u>i` adela<n>te no
avia<n> q<ue> dudar delos griegos.

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 51r]

ma<n>do llamar al otro i<n>fante. y haui-


da su informacio<n> ahu<n> q<ue> no ta<n> entera
ni ta<n> afro<n>tada/ ta<n> desonesta y ta<n> fea
como la del fijo primero. en q<ue> le vi-
do co<n> el otro concorde cerca del cri-
me<n>: come<n>ço mas a dudar dela hone-
stidad d<e>la emp<er>adriz:

Plutarco-J. Fernández de Heredia, Vidas paralelas (PN, Esp. 71). [fol. 150r]

porq<ue> si nos senyoreamos la


mar no dubdaremos de n<uest>ros enemigos ci`<r>cunda<n>-
do la ribera de Samo

Plutarco-J. Fernández de Heredia, Vidas paralelas (PN, Esp. 71). [fol. 53v]

los Roma<n>os q<ue> deuiesse<n> faz<er> / porq<ue> se dubdase<n>


d<e>la g<ue>rra como hombr<e>s qui aun (^erra<n>)

J. Fernández de Heredia, Grant Crónica de Espanya I. [fol. 147r]

dixoles q<ue> no<n> dubdas


sen de su hedat

Guerra del Peloponeso. [fol. 63v]

 José Antonio Candalija Reina 521


mudar daquesti
stado era periglo et lo otro
por que nos dubdaua
mos de u<uest>ra malqueren-
çia et no curauamos sino
cresçer el pueblo

Ketham, Fasciculus medicinae; Compendio de la salud humana. [fol. 3v]

el phisico q<ue> dudara dela edad


del pascie<n>te / ante del juzgar d<e>la vrina

Diego de Valera, Crónica de España. [fol. 78r]

esa noche le aparescio santiago arma-


do en vn cauallo bla<n>co & le dixo q<ue> no dudase de su caualleria q<ue> el era
cauallero de ih<es>u xp<ist>o

CORDE

Párrafo nº 5.
Página FOL. 4R
el no terna conoscimiento
ni juyzio de la flaqueza del stomago &bsol;
y por ende dixe que comuiene mucho
paral medico saber la edad del pasciente &bsol;
& quanto quier las conclusiones
que pusimos de las vrinas sean verdaderas &bsol;
acahesce con todo esso algunas
vezes que la vrina del viejo es gruessa &bsol;
& spessa &bsol; por razon de la multiplicacion
de la flegma &bsol; & viendo aquesto el phisico
prenosticaria &bsol; que se engendran piedras
en las renes &bsol; & en la vexiga &bsol; E avn deue
atender el buen phisico a la complexion
del pasciente porque las complexiones proporcionan
a las edades &bsol; & por el contrario.
En el colerico deue ser la vrina
citrina &bsol; & delgada &bsol; en el flegmatico
amarilla &bsol; & spessa &bsol; en el malencolico &bsol; resplandesciente &bsol;
y delgada &bsol; en el sanguineo

 José Antonio Candalija Reina 522


vermeja & mediocre. por ende mas discreto
sera el phisico que dud ara de la edad
del pasciente &bsol; ante del juzgar de la vrina
que no juzgar presumptuosamente lo que no
vee. La .vj. regla es segun el auicenna
que el phisico se deue certificar del regimiento
del doliente acerca las cosas que no
le son naturales &bsol; ante que juzge la vrina
Página FOL. 4R

Prologo. fo. &bsol; IIII &bsol;


porque segun las diuersidades de la
melezina que toma el doliente &bsol; se diuersifica
la vrina &bsol; enxemplo &bsol; si alguno
toma açafran &bsol; o cassia su vrina se tiñe
como citrina &bsol; como reza el auicenna
en la segunda del primero. en el capitulo
primero. En otra manera acahesce
al que toma por vianda la cosa que
tinye como el açafran & la cassia. ca el
açafran por razon de ser caliente es aperitiuo &bsol;
y por con[s]i(s)guiente es lleuado a las
vias vrinales &bsol; & por ende tinye la vrina
como el

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AÑO: 1400-1500
AUTOR: Anónimo
Traducción del Compendio de la humana salud de Johannes de Ketham. Madrid,
TÍTULO:
BN I51
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Medicina
María Teresa Herrera y María Estela González de Fauve, Hispanic Seminary of
PUBLICACIÓN:
Medieval Studies (Madison), 1997
Párrafo nº 53.

ir a visitar con frecuencia, unas veces a sus Indios ocupados en sacar oro, y otras a los trabajadores que
labraban sus campos. Pues navegando cierta ocasión de las bocas de Bani a Barucoa, soplaba un
vientecillo terral blando y suave, pero que arreció más de lo acostumbrado durante la travesía. No se curó
de él Cortés al principio; mas luego que hubo caminado un poco, como el viento arreciase más y más a
cada instante, púsole gran temor, y vino a perder la esperanza de arribar salvo al puerto que llaman
Escondido, porque la fuerza de los vientos le había llevado mucho mas allá; y si quería mudar rumbo

 José Antonio Candalija Reina 523


volviendo a otra parte la canoa, era seguro que esta había de volcarse y hundirse en el mar. Así fue que
cerrando ya la noche, y empeñado en ir más allá de punto de su destino, dio en una marejada donde
arrebatada la canoa por las olas, y derrotando de costado, no obedecía al remo. Habíase ya quitado la
ropa para echarse al agua; pero dud aba entre el peligro de nadar y el de seguir navegando.
Trabajaban con doblado vigor los remos, luchando cuanto en fuerza humana cabe para contrarestar al
empuje de las olas. Parecía que cada una iba a anegar la canoa, echándola a lo profundo. Volcose al fin;
pero siendo Cortés hombre de grande ánimo y serenidad en el peligro, se asió de ella, como un recurso si
el viento y las olas no le dejaban llegar a tierra nadando. Y no se equivocó, porque mientras más se
esforzaba por alcanzarla, con más violencia se lo impedían y le rechazaban las encrespadas olas. Fuele
allí de gran provecho la canoa. En toda la playa no había lugar de seguro acceso sino Macaguanigua,
distante aún. Aquella costa está en su mayor parte ceñida de rocas y peñas tajadas, sin dejar más que
entradas estrechas y arenosas entre los escollos. Quiso la fortuna que por ser lugar abrigado, hubiesen
encendido allí lumbre unos Indios, quienes oían muy bien

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AÑO: 1858
AUTOR: García Icazbalceta, Joaquín
TÍTULO: Vida de Hernán Cortés [Documentos para la Historia de México]
PAÍS: MÉXICO
TEMA: 10.Documentos notariales
PUBLICACIÓN: Juan García Icazbalceta, Universidad de Alicante (Alicante), 2003

Preposición de/en/sobre

Es Segura Munguía el único que atestigua los orígenes de la regencia preposicional en el latín
con estas preposiciones. Por su parte, Cuervo indica que tanto una como otra preposición tienen un valor
locativo, pues designan el punto desde/en/sobre el que se produce la duda. De esta manera, obtenemos
el argumento TEMA, como lugar figurado sobre el que se ejecuta la acción verbal.

Preposición entre

La etimología en todos los casos nos explica la presencia de esta preposición, pues se trata de
presentar la dicotomía que produce la duda obligando a elegir una de las dos opciones. Tenemos
nuevamente un uso tardío de esta preposición que representa la gramaticalización de los usos locativo-
direccionales de otros contextos más tempranos en una doble direccionalidad ablativa.

 José Antonio Candalija Reina 524


52. Entroncar con

MM: (intr.). Õ Tener *parentesco con cierta persona o linaje o descender


de ellos. (Forma causativa). Afirmar de Íalguien que desciende de cierta
persona o linaje o tiene parentesco con ellos: ‘Algunas tradiciones le
entroncan con el último rey godo’.
Ö «*Emparentar». Contraer parentesco con alguien o con cierta familia
por un casamiento.
× «Empalmar. *Enlazarse». Tener una cosa un punto de coincidencia o
tener su arranque, su término o su continuación en otra determinada: ‘La
física entronca en este punto con la matemática. Este ferrocarril entronca
en X con el de Barcelona a Valencia’.

COROM: Bajo tronco, del lat. TRŬNCUS ‘talado, sin ramas’, ‘mutilado, sin
miembros’, ‘tronco de árbol o de cuerpo humano’. 1ª doc.: 1101,
Oelschl.; Berceo.
DERIV. Entroncar, [1686, Núñez de C., Aut.], tomado de trŭncare íd.
NO CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 525


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 526


 José Antonio Candalija Reina 527
NO ADMYTE II
CORDE:
Párrafo nº 7.
Página 76
en el horizonte de España, * y entonces los temores del señor de Arganza se despertaron con increíble ansiedad,
pues harto conocía que don Álvaro era incapaz de abandonar en la desgracia a los que habían sido sus amigos en
la fortuna, y según el giro que parecía tomar aquel ruidoso proceso, no era imposible que su familia llegase a
presentar el doloroso espectáculo que siempre afea las luchas civiles. A este motivo que en el fondo no estaba
desnudo de razón ni de cordura, se había agregado otro por desgracia más poderoso, pero de todo punto contrario a
la nobleza que hasta allí no había dejado de resplandecer en las menores acciones de don Alonso. El conde de
Lemus había solicitado la mano de doña Beatriz, por medio del infante
Página 77
don Juan, * tío del rey don Fernando el IV con quien unían a don Alonso relaciones de obligación y amistad desde su
efímero reinado en León, * y atento sólo a la ambición de entronc ar su linaje con uno tan rico y poderoso,
olvidó sus pactos con el maestre del Temple, y no vaciló en el propósito de violentar a su hija, si necesario fuese
para el logro de sus deseos.

Tal era el estado de las cosas en la tarde que los criados de don Alonso y el escudero de don Álvaro volvían de la
feria de Cacabelos. El señor de Bembibre y doña Beatriz, en tanto estaban sentados en el hueco de una ventana de
forma apuntada * abierta por lo delicioso del tiempo que alumbraba a un aposento espléndidamente amueblado y
alhajado. Era ella de estatura aventajada, de proporciones esbeltas y regulares, blanca de color, con ojos y cabello
negros * y un perfil griego de extraordinaria pureza. La expresión habitual de su fisonomía manifestaba una dulzura
angelical, pero en su boca y en su frente cualquier observador mediano hubiera podido descubrir indicios de un
carácter apasionado y enérgico. Aunque

--------------------------------------
AÑO: 1844
AUTOR: Gil y Carrasco, Enrique
TÍTULO: El Señor de Bembibre
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Jean-Louis Picoche, Castalia (Madrid), 1989
Párrafo nº 8.
Página 618
semilla, todas las ramas y retoños de las instituciones sociales.

Las llanuras de Mesopotamia podrían estar cubiertas en tiempo de Abraham, como lo están ahora las arenas del
Yemen, de tiendas patriarcales, donde al parecer no existe otra autoridad que la del cabeza de familia. Pero que se
presente un extranjero a disputar el terreno del pabellón patriarcal, o a solicitar una alianza de sangre con aquel jefe
del desierto; y veréis, como a una chispa eléctrica, despertarse por toda la extensión adonde alcanza la raza de que
forma parte, aquel sentimiento poderoso, que le hace mirar con mayor interés que si fuera individual, la causa de
toda la gente con quien está ligado por comunidad de origen.

 José Antonio Candalija Reina 528


Sentimiento es este tan social, y tan exclusivo, que en todos los pueblos ha sido consagrado por la religión. La
mayor parte de las razas humanas, antes de tener códigos e instituciones, formularon una genealogía
Página 619
divina, y entronc aron sus progenitores con los dioses, para dar a su estirpe una predestinación teocrática y
providencial.

He dicho antes, que antiguamente la asociación se fundó en la nacionalidad; y que la nacionalidad no tenía sus
raíces en el suelo. Antiguamente, he dicho; y he dicho mal. En nuestras mismas sociedades, tan arraigadas en el
territorio, se ha conservado hasta nuestros días una distinción de clases, que traía su origen de la diversidad de las
razas. Todavía, Señores, las guerras más sangrientas, las cuestiones diplomáticas más complicadas, las
conmociones sociales más profundas, las catástrofes, que amasan más amenazadoras al reposo de la Europa,
tienen su fundamento en este principio de nacionalidad, no ajustado ciertamente a las líneas coloradas de una carta
geográfica, como lo ha intentado en mal hora la impotente y presuntuosa diplomacia moderna; sino vivo, alimentado
y encendido por el espíritu

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AÑO: 1848
AUTOR: Díaz, Nicomedes-Pastor
TÍTULO: Los problemas del socialismo
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Política y gobierno
PUBLICACIÓN: José Luis Prieto Benavent, Fundación Caja de Madrid, Editorial Anthropos (Barcelona), 1996
Párrafo nº 17.
Página 251
el mismo Lope en otro canto de vareadores de avellanas.

Los villancicos pastoriles son muy abundantes, y aunque suelen ser más artificiosos en sus glosas y en sí mismos
que los anteriores, ¡cuán lejos están todavía de la Arcadia poética!

Dame acogida en tu hato, zagala de mí te duelas, cata que el monte yela. ¿Quién te hizo, Juan Pastor, sin gasajo y
sin placer, que tú alegre solías ser?

O aquel tan divulgado en que la zagala propone un gracioso dilema:

Guárdame las vacas, carillo, y besarte he; si no bésame tú a mí, que yo te las guardaré.

Las fiestas nos ofrecían gran variedad de canciones. Además de las mayas, son abundantes los cantos de
nochebuena, las marzas, las canciones de la célebre fiesta de San Juan, en que los enamorados cogen juntos la
verbena y el trébol, los cantos báquicos que entronc an con la poesía goliardesca latina, y se entonaban
principalmente en las fiestas de Carnaval, invitando
Página 252
al hartazgo, como brutal preparación para el ayuno de Cuaresma.

Comer y beber hasta reventar; después ayunar Por honra de San Antruejo pongámonos hoy bien anchos,

 José Antonio Candalija Reina 529


embutamos estos panchos, recalquemos el pellejo.

Como una especie de las canciones de viaje, ya mencionadas, podríamos añadir los cantos de romería. Uno solo
citaré, muy divulgado, en donde, según hacen también varios poetas, entre ellos Álvarez Gato, el peregrino aparece
como mensajero de amor:

Romerico, tú que vienes de do mi señora está, las nuevas della me da. Dame nuevas de mi vida, así Dios te dé
placer, si tú me quieres hacer alegre con tu venida; que después de mi partida de mal en peor me

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AÑO: 1902-1919
AUTOR: Menéndez Pidal, Ramón
TÍTULO: Estudios literarios
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Literatura
PUBLICACIÓN: Espasa Calpe (Buenos Aires), 1946

Preposición con

Como podemos apreciar, el significado verbal se construye desde los orígenes con
metáforas sobre metáforas, pues el significado de entroncar procede del de tronco, el cual, a su
vez, procede del de truncus, ‘mutilado, sin miembros’. Por tanto, se produce una primera
metáfora más concreta que va adquiriendo un mayor grado de abstracción a medida que vamos
extendiendo la significación hacia el sentido de entroncar: en principio, truncus es identificado
con el tronco de un árbol porque es un árbol mutilado, al que se le han cortado las ramas. El
árbol, por su parte, se convierte en metáfora del parentesco entre familiares, pues sirve de icono
que representa mediante la figura del tronco y las ramas las relaciones de una familia con los
progenitores y sus descendientes. Finalmente (llegamos al grado de mayor abstracción), se usa
entroncar como metáfora que une un fenómeno u objeto con otro mediante relaciones
jerárquicas similares a las que se producen en el seno de una familia representada por el famoso
árbol genealógico.

 José Antonio Candalija Reina 530


La rección preposicional se explica, por consiguiente, mediante la relación de parentesco
explicada que se da entre personas, por lo que la acción verbal tiene un sentido COMITATIVO
que es representado por la preposición con.
También habrá que pensar en una posible incorporación conceptual como hacer tronco
con que explicaría, asimismo, el sentido comitativo de la preposición.

53. Escribir acerca de/de/sobre

MM: (Del lat. «scríbere»; v.: «adscribir, circunscribir, conscripto, describir,


imprescriptible, indescriptible, infrascrito, inscribir, prescribir, proscribir,
rescripto, sobrescrito, subscribir, transcribir». Partic., «escrito»; intr. o tr.:
‘No sabe escribir [su nombre]’.)
Õ *Representar Ísonidos o expresiones con signos dibujados. Se dice
también de las notas *musicales.
Otra raíz, «graf-[gram-]»: ‘agrafia, apógrafo, cablegrafiar, cablegrama
caligrafía, fonógrafo, fonograma, gráfico, grafología, grafólogo,
homógrafo, ortografía, paleografía, poligrafía, telegrafía, telegrama’.
V.: «Apuntar, tomar apuntes borrajear, borronear, burrajear, cartearse,
colaborar, *copiar, corresponderse, emborronar, expedir, extender,
gracejar, libelar —ant.—, librar, emborronar papel, pintar, dejar correr la
pluma, poner, venir a los puntos de la pluma, redactar.
Atildar, borrar, cabecear, caligrafiar, corregir, encabezar, entrecomillar,
entrelinear, entrerrenglonar, escarabajear, estenografiar, estilar, firmar,
garabatear, garrapatear, interlinear, manuscribir, marginar,
mecanografiar, notar, puntuar, rasguear, tomar razón, remitir, respaldar,
rotular, sangrar, secar, sopuntar, subrayar, suplantar, tagarotear,
taquigrafiar, tildar, transcribir, trazar, truncar.

 José Antonio Candalija Reina 531


Contener, decir, estar redactado —redactar—, rezar.
Entraparse.
Amanuense, auxiliar, cagatintas, calígrafo, chupatintas, corresponsal,
dactilógrafo, escribano, *escribiente, escritor —ant.—, letrado,
mecanógrafo, memorialista, pendolista, plumista, secretaria, secretario,
tagarote, tipiadora.
Perito calígrafo.
Paleógrafo.
Autor, colaborador, comediógrafo, corresponsal, cronista, cuentista,
dramaturgo, ensayista, escritor, estilista, hablista, ingenio, literato,
novelista, periodista, plumífero, plumista, *poeta, polígrafo, prosista,
publicista, redactor, regnícola, sainetero, trágico, tratadista.
Pléyade.
Seudónimo.
Anónimo, anuncio, apuntación, apunte, artículo, autógrafo, banda,
besalamano, borrador, carátula, careta, *carta, cartapel, *cartel, cédula,
cedulón, *comunicación, comunicado, *copia, cuartillas, despacho,
*documento, dúplica, duplicado, epístola, epitafio, escripto, escrito,
esquela, *etiqueta, faja, *ficha, filacteria, *folleto, formulario, galerada,
homilía, *impreso, *inscripción, lema, dos [cuatro, unas] letras, *letrero,
*leyenda, libelo, *libro, dos [cuatro, unas] líneas, *lista, manifiesto,
manuscrito, marbete, memoria, memorial, *mensaje, minuta, misiva,
*nota, notificación, obra escrita, oficio, páginas, dos [cuatro, unas]
palabras, palimpsesto, pancarta, panfleto —no en D. R. A. E.—, papel,
papeleta, papelón, papelucho, parte, participación, pasquín, placa,
prospecto, prueba, publicación, recordatorio, dos [cuatro, unos]

 José Antonio Candalija Reina 532


renglones, réplica, rótulo, saluda, signatura, suplicatoria, suplicatorio,
tejuelo, *título, trabajo, traslado, trasunto, variante, virote, volante.
*Asunto, contenido, contexto, *pasaje, tema, tenor, texto.
Aclaración, comentario, escolio, exégesis, explicación, glosa,
interpretación, llamada, *nota, paráfrasis.
Algarabía, aljamía, Braille, bustrófedon, cecografía, cifra, criptografía,
cúfico, cuneiforme, dactilografía, demótica, dermografismo, estenografía,
fonético, hieroglífico, hierático, ideográfico, jeroglífico, manuscrito,
mecanografía, mecanográfico, paleografía, pictografía, procesal,
quipo[s], rimas, taquigrafía, uncial.
Apretado, borroso, garabatoso, garrapatoso, ilegible, *incomprensible,
inédito, ligado, manuscrito.
Autógrafo, en borrador, cálamo currente, al dictado, en limpio, entre
líneas, a mano, de su mano, al correr de la pluma, ológrafo, de propio
puño, de su puño [y letra], en sucio.
Cacografía.
*Abreviatura, anagrama, criptograma, monograma, sigla.
Cabeza, capítulo, lección, parte.
Apartado, aparte, coleta, coletilla, cortesía, encabezamiento, enunciado,
*epígrafe, firma, interlineado, línea, párrafo, pie, *renglón, respaldo,
rúbrica.
Birlí, blanco, claro, columna, cortesía, frente, hueco, ladillo, laguna,
margen.
Acento, admiración, ápice, apóstrofo, asterisco, barras, calderón,
carácter, cedilla, clave, coma, comilla, corchete, crema, diéresis, gancho,
grafía, guión, ideograma, interrogación, *letra, llave, paréntesis, párrafo,

 José Antonio Candalija Reina 533


punto, punto y coma, dos puntos, puntos suspensivos, rasgo, raya, dos
rayas, rúbrica, *signo, símbolo, tilde, trazo, virgulilla, zapatilla.
Cabeceado, claroscuro, grueso, perfil.
Garabato, garambaina, garrapato, ringorrango.
Orla.
Plumada, plumazo.
Borrón, errata, escarabajos, mentira.
Cara, carilla, folio, hoja, *página, pliego.
Caídos, materia, muestra, palote, pauta, plana, quebrados, ringlero.
Arenilla, arenillero, bolígrafo, cálamo, clarión, crayón, estilete, estilo,
estilográfica, falsa, falsilla, gis, grafito, grasilla, *lapicero, lápiz, manguillo,
palillero, palillo, *papel secante, pauta, péndola, péñola, pizarrín, *pluma,
raspador, recado de escribir, salvadera, seguidero, seguidor, tabulador,
*tinta, *tiza, yeso.
Hectógrafo, *imprenta, imprentilla, *máquina de escribir, numerador,
*sello, tipiadora.
*Papel, papiro, pergamino, vitela.
Cartapacio, *cuaderno, cuartilla, *encerado, pizarra, tríptico.
Objetos de escritorio.
Estanco, papelería.
Bufete, buró, caja, cartapacio, escribanía, escritorio, gaveta, mesa
escritorio, naveta, pupitre, secreter, vade.
Dictar.
Abajo, más adelante, arriba, infrascrito, ídem, precitado, preinserto,
sobredicho, susodicho, ut supra.
En blanco.

 José Antonio Candalija Reina 534


*Imprenta. *Letra. *Libro. *Literatura. *Matemática. *Música. *Oficina.
*Puntuación. *Signo. *Tribunal».
Ö (tr. o absol.; «a; desde; por»: ‘por el correo, por avión’). *Comunicar
Ícosas a alguien en una carta u otra comunicación.
× Componer Íobras *literarias o científicas, o *música: ‘Escribe artículos
en los periódicos’.
(V. cat.o acep. 1.)
V. «escribir con SANGRE»

COROM: del lat. SCRĪBĔRE íd. 1ª doc.: escrivir, 1100 (Bhisp. LVIII, 359);
Cid, etc.
SPES: scriptus, -a, -um, pp. de scribo ; –um, -ii n. ‘escrito’ (de aliqua re
scriptum relinquere, ‘dejar obras escritas sobre algún tema’; de scripto,
‘leyendo’).
SEGURA MUNGUÍA: scribere, ‘hacer saber por escrito’: scripsi ad te de
... te he escrito acerca de...

 José Antonio Candalija Reina 535


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 536


 José Antonio Candalija Reina 537
 José Antonio Candalija Reina 538
 José Antonio Candalija Reina 539
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 540


 José Antonio Candalija Reina 541
ADMYTE II:

Boccaccio, Caída de príncipes. [fol. 110v]

oy paresçio delante
mj aq<ue>l grand dario Rey
de persia en grand majes-
tad muchos llorosos con el
por lo qual luego dexe
de enbargar la mj peñola
en escribir de otros & torne
a el este Rey dario muerto

Juan de Aviñon, Sevillana medicina. [fol. 3v]

Unos ha<n> escrito en


vniuersal d<e>sta materia p<ar>a todos: otros en p<ar>ticula<r>
p<ar>a sus patrias: o lugares do abitaua<n>: e<n>tre los q<u>a-
les falle yo vno q<ue> q<u>i`so tomar trabajo d<e> escribir d<e>sta
insigne ciudad d<e> Seuilla:

Boccaccio, Caída de príncipes. [fol. 220v]

me Rogo q<ue> no<n>


lo olujdase de escrebir
de quantas malas tribu-
laçiones paso

Alfonso X, Astronomía. [fol. 68r]

et
assi faras delas otras estrellas que y fuero<n>
puestas. Et escreuiras sobre cadauno delos
signos & delas estrellas que y fueron pues-
tas;

 José Antonio Candalija Reina 542


Alfonso X, Astronomía. [fol. 71r]

Et estas dos linnas se-


ran las` linnas` dela sombra. Et escriuiras sobre la
primera dellas; sombra tendida. Et sobrela
otra; sombra trastornada

Preposición de/sobre

Ambas preposiciones responden al concepto espacial de la acción del verbo ‘poner las
cosas por escrito’ (Cuervo), frente al carácter oral de hablar o decir. De modo que si se escribe
sobre una superficie se identifica ésta como el lugar de ORIGEN (de) o de LLEGADA (sobre) de
la acción verbal. La metaforización que supone considerar lo escrito como un lugar figurado lleva
a la abstracción del contenido de lo escrito, lo cual se entiende argumentalmente como TEMA. El
origen presenta direccionalidad ablativa, mientras que llegada se entiende como adlativa.
Además Segura Mungüía atestigua la rección preposicional con de ya en latín, por lo que
podemos decir que en esa época existía la misma concepción direccional del tema de este uso
verbal.
Aquí también es evidente la explicación de la presencia de las preposiciones por
analogía con los verbos de lengua y pensamiento.

54. Estar de/por

MM: (Del lat. «stare», deriv. del gr. «hístemi»; véase «ST-». 1.a pers. pres.
ind., «estoy».)
Õ La función principal del verbo «estar» es la de atribuir al sujeto una
manera circunstancial de existir, bien con un adverbio de modo o un
gerundio, bien con un atributo: ‘Están todos bien. El negocio está en
marcha. La vela está ardiendo. Las uvas están verdes’.

 José Antonio Candalija Reina 543


(Afijos de estado, «-a»: ‘duda’; «-anza»: ‘holganza’; «-ción»: ‘inanición’;
«-e»: ‘insomne’; «-eo»: ‘mareo’; «-ía»: ‘alegría’; «-itud»: ‘beatitud’. Ô V.:
«Alzarse, andar por, aparecer, caer por, campear, *colgar, contarse,
*continuar, distar, dominar, elevarse, encontrarse, entrar, erguirse,
existir, *figurar entre, *habitar, hacer, hallarse, ir por, levantarse, obrar,
formar parte, *permanecer, preceder, quedar, radicar, residir, *rodear,
seguir, sentirse ser cogido, verse, vivir, yacer. ÔIr [Pasarlo] —bien, mal—
, lucir buen [mal] pelo. ÔAsiento, emplazamiento, estación, paradero,
posición, positura, residencia, *situación. Ô*Circunstancia, condición,
disposición, manera de estar. *modo, statu quo. Ô*Aspecto. ÔComo.
ÔAvatar, *cambio, estadio, estado, estamiento —ant.—, etapa, fase,
*grado, *momento, nivel, periodo, positura, punto, sazón, situación.
ÔAsiento, estación, estada, estadía, estancia, estanza, jornada,
*permanencia, permansión. ÔFaltar. ÔTransición».)

Ö *Existir en cierto lugar: ‘Mi familia está en Madrid’. («a, en»). Pasar
por cierto momento: ‘Estamos en verano. Estamos a 25 de agosto’. (Se
pregunta «¿a cuántos estamos?, ¿en qué mes estamos?»). Puede
emplearse en forma absoluta: ‘Ya estamos todos’.
× Se emplea para formar la pasiva con verbos que expresan decisión:
‘Está decidido que nos vayamos el jueves’. (En vez de ‘se ha decidido’o
‘ha sido decidido’) También con el verbo «ver»: ‘Está visto que no
escarmentarán nunca’.
Ø Forma la conjugación durativa de otros verbos, uniéndose al gerundio
de éstos: ‘Está escribiendo una novela’. Cuando el verbo principal está
en forma pronominal, puede el pronombre traspasarse al verbo «estar»:
‘Está muriéndose’o ‘se está muriendo. Ha estado arreglándose’o ‘se ha

 José Antonio Candalija Reina 544


estado arreglando’. Si bien esta licencia, muy usada en lenguaje
hablado, tiende a usarse cada vez menos en el escrito. No hay
inconveniente en usar el verbo «estar» también en gerundio: ‘Estando
comiendo empezó a llover’. A veces, en lenguaje informal, se emplea la
construcción «estar» + gerundio con verbos de acción instantánea para
expresar la inminencia de la acción: ‘Está llegando el tren’.
Ù (con un complemento en dativo). «*Sentar. Venir». Resultar para
alguien una prenda de vestir de cierta manera: ‘Este sombrero me está
ancho. Este traje te está muy bien’.
Ú («con»). Vivir con cierta persona, trabajar con ella, estar a sus
órdenes, etc.
Û («con»). *Cohabitar con cierta persona.
Ü (ant.). Se empleaba en ciertos casos en que ahora se emplea «ser».
Ý D. R. A. E.: «Tocar o atañer».
A continuación se incluyen como modismos correspondientes a «estar»
frases en que este verbo se aparta notablemente de su significado
fundamental y, como referencias, otros en que «estar» tiene papel
meramente auxiliar, pero que ayudan a completar el cuadro de usos de
este verbo.
V. «¡BIEN está...!» o «¡está BIEN...!, ¡estamos [pues sí que estamos] BIEN!,

estar BIEN, no estar BIEN, estar [estaría] BUENO, estar en lo CIERTO».


COMO ESTAMOS AQUÍ TÚ [USTED, etc.] Y YO. Frase informal con que se *confirma
la certeza de algo.
V. «estar al CORRIENTE, CUARTO de estar».
DEJAR ESTAR una cosa o a alguien (en frases generalmente en imperativo).
«*Dejar». No tocar o manosear la cosa de que se trata: ‘Deja estar ese
reloj’. No ocuparse o preocuparse de la cosa o persona de que se trata:

 José Antonio Candalija Reina 545


‘Si dejas estar ese asunto, te evitarás quebraderos de cabeza. Deja estar
al chico y no estés siempre sobre él’.
(V. «*desentenderse, dejar *tranquilo».)
V. «estar bien EMPLEADO, estar ESCRITO».
¿ESTAMOS [ESTÁS, ESTÁIS, etc.]? (I) Expresiones *enfáticas equivalentes a
«¿lo entiendes?» o «¿te enteras?», con las que se apoya o da energía a
algo que se dice u ordena: ‘A las ocho en punto estaréis en casa.
¿Estamos?’(II) *Muletilla con que uno que está hablando atrae la
atención de los que escuchan y pide su asentimiento.
ESTAR A... (I) Estar en espera de cierta cosa, o *preparado o dispuesto
para darla, aceptarla, etc.: ‘Estar a cuentas, a lo que venga, a lo que
salga, a lo que resulte. Estoy a lo que vosotros decidáis. Estar a todo’.
(II) Estar con la *atención o con cierto sentido dispuesto para enterarse o
percibir lo que pase: ‘Estar al acecho, a la mira, a la vista, a la escucha’.
(III) Estar en el *día del mes que se expresa a continuación: ‘Estamos a
14 de agosto’. Para preguntar se dice: ‘¿A cuántos estamos?’(IV) Tener
una cosa el *precio o cotización que se expresa: ‘Las patatas están a
tres pesetas. Las acciones están a cuatrocientos diez’. (V) Seguido del
número de grados, expresa la *temperatura. (El sujeto puede ser el
termómetro, el lugar o las personas que están en él: ‘El termómetro está
a cero grados. Mi casa está a 20 grados. En Sevilla están a 40 grados’.)
(VI) Sirve también para expresar la *longitud o *latitud de un lugar: ‘Está
a 35 grados de latitud norte y 60 de longitud oeste’.
ESTAR BIEN o MAL DE cierta cosa. *Tenerla en cantidad suficiente o estar
escaso de ella.
ESTAR CON cierta persona. Estar de *acuerdo con ella: ‘Estoy en todo con
usted’.

 José Antonio Candalija Reina 546


ESTAR DE... (I) Estar ocupado con cierta cosa o haciendo cierta cosa:
‘Estamos de mudanza [de preparativos de viaje, de obra...]. Estar de
charla [de veraneo, de viaje...]’. Equivale a una oración con el gerundio
correspondiente al nombre que sigue a «de»: ‘Estamos mudándonos
[preparando el viaje, etc.]’. (II) Estar inclinado a cierta cosa o en cierta
actitud o situación accidentales: ‘Estar de broma [de mal humor]’.
(V. «estar de buenas [de malas], estar de que no [de que sí]».)
(III) Desempeñar el *empleo que se expresa: ‘Está de portero en un
hotel’.
ESTAR EN... (I) *Consistir en...: ‘El problema está en la fecha. Todo está en
que yo pueda venir para entonces’. (Il) Estar conforme en una cosa o
tener la *intención de hacerla: ‘Él está en venir en cuanto pueda’. (III)
*Creer: ‘Yo estoy en que él no se enteró de lo que pasaba’. (IV) Es
galicismo la expresión «estar en», usada por «ser conforme a»; como en
‘está en la tendencia de la moda’.
ESTAR una cosa EN cierta cantidad (coloquial). *Costar o haber costado
esa cantidad contando todos los gastos: ‘Este abrigo me está [Me estuvo
la broma] en dos mil pesetas’.
ESTAR PARA... (I) «Estar a punto de...». Ser *inminente que el sujeto haga lo
que expresa el verbo que sigue: ‘Mi hermano está para llegar de un
momento a otro’. (II) En frases negativas por la forma o por el sentido,
estar en condiciones de hacer cierta cosa que se expresa por un nombre
en plural: ‘No estamos para gastos. Estoy para pocas fiestas. Está para
pocos ajetreos’.
(V. «*inoportuno».)
ESTAR POR. (I) Estar algo en *espera de que se haga con ello lo que
expresa el verbo que sigue: ‘La historia de la guerra está por escribir’. (II)

 José Antonio Candalija Reina 547


Estar *tentado de hacer lo que expresa el verbo que sigue: ‘Estoy por
irme contigo’. (III) Ser *partidario de algo o de alguien o tener inclinación
o admiración por alguien que se nombra a continuación: ‘Yo estoy por el
mar con preferencia a la montaña. Yo estoy por las cenas ligeras. Donde
él está, todos están por él’.
(V. «*preferir».)
ESTAR QUE. Se antepone, en frases *ponderativas o de sentido figurado, a
un verbo que expresa una acción, actitud o estado generalmente
violento: ‘Está que bota [que trina, que bufa, que muerde, que estalla de
satisfacción]. Estoy que me caigo [que no puedo tenerme]’. Puede
también decirse de cosas; ‘La cuestión está que arde’.
ESTAR SOBRE algo. *Vigilarlo o preocuparse de ello.
ESTAR SOBRE alguien. *Vigilarle, acuciarle o corregirle insistentemente en el
trabajo que realiza.
ESTAR alguien SOBRE SÍ. (I) «Tener dominio de sí mismo». Tener
*serenidad. (II) *Contenerse y no dejar traslucir sus impresiones o
emociones.
ESTAR TRAS DE cierta cosa. *Desearla y esforzarse por conseguirla.
ESTARLE BIEN cierta cosa a alguien. Ser *merecida o consecuencia justa de
una falta o error cometidos por la persona de que se trata.
NO ESTÁ. Frase muy corriente con que, sin necesidad de otra palabra, se
expresa la ausencia o *falta de cierta cosa que se esperaba encontrar en
sitio: ‘Tráeme las tijeras de la canastilla de los hilos. —No están’.
V. «estar en POCO, estar a la que SALTA, estar en TODO, están VERDES, estar
en VOZ».

 José Antonio Candalija Reina 548


COROM: Del lat. STARE ‘estar en pie’, ‘estar firme’, ‘estar inmóvil’, 1ª
doc.: orígenes del idioma (Cid, etc.).

SPES. stare, ‘estar del lado de, ser partidario (ab aliquo, ab aliqua re o
pro aliquo, pro aliqua re) de uno o de algo’

 José Antonio Candalija Reina 549


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 550


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 José Antonio Candalija Reina 552
 José Antonio Candalija Reina 553
 José Antonio Candalija Reina 554
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 José Antonio Candalija Reina 558
NO ERNOUT-MEILLET

ADMYTE II :

Frontino, Strategematon; Arte de Caballería.[fol. 40v]

en vna entrada aspra / e de celadas p<er>iglosa


puso adelante las quat<r>o` legion<e>s / e mandolas estar por sus orden<e>s

Alfonso X, General Estoria V. [fol. 104v]

Et q<u>a`ndo llego a la çibdat fizi-


eron se vandos los cibdadanos & pararon se dos
partes. Los vnos querien estar por su cibdat
& por su t<ier>ra. & los otros a recebir a anthioco

Alfonso X, General Estoria V. [fol. 225v]

el co-
mun & los Nobles de la cibdad non quisie-
ron estar por el. de assi quedar de la guerra
que auien començada contra los de carta-
go

Fernan Sánchez de Valladolid, Crónica de Sancho IV.[fol. 70v]

E si por aue<n>tura do<n> a<lfons>o`


no<n> q<u>i`siere estar por este pl<e>ito

Libro de los fueros de Castilla.[fol. 76v]

et dize el otro que no<n> mato a su padre o


a su parie<n>te nin q<u>i`ere estar por enemigo

 José Antonio Candalija Reina 559


Prep. por, ‘espacial’, (García-Miguel, 1995: 199)

Párrafo nº 15.

donde procedian tan crecidos frutos. Esta era vna encendida brasa de amor, que ardia en su pecho continuamente,
en la meditacion de la Passion de nuestro Saluador: aqui perdia el juyzio, o le ganaua de veras. Reconcentrauase
en si mismo con tanta fuerça en este pensamiento, que perdia muchas vezes el vso de los sentidos. Andando fuera,
no andaua abiertos los ojos, no vehia, ni atendia a lo que se hablaua, mas que si fuera sordo. Trahia siempre
ocupada la memoria con algun punto de aquel diuino mysterio. No se contentaua con sentir en lo viuo de su
coraçon, lo que su Señor auia padecido por el: queria tambien que lo sintiesse el cuerpo: y como quien auia gustado
quan dulce es la imitacion del que con sus tormentos hizo suaues todos los trabajos, quando por el se sufren, hazia
mil inuenciones para que tambien lo sintiessen los miembros: dexado a parte los cilicios que trahia, y las disciplinas
rigurosas, ayunos, vigilias, y estar de rodillas la mayor parte de la noche orando, sin faltar a Maytines, y a todo
lo demas de la comunidad, y obligaciones ordinarias de la obediencia (cruzes largas, que han menester gran fauor
del cielo para lleuarlas). Tenia hecha vna inuencion en su celda, donde se ponia cruzificado, postura penosissima
para todo el cuerpo. Alli se estava grande espacio, sufriendo aquel tormento, con el ansia que tenia do prouar lo que
padecio su Señor por el, ya que no en todo, en alguna partecilla, siquiera en la postura. Rezaua alli la mayor parte
de las horas Canonicas, muy de espacio: por lo menos Tercia, Sexta, y Nona, considerando en cada vna, los passos
que le tocauan. Ensayo de gran espiritu, y santo exercicio, para poder dezir en alguna manera: Eleuado estoy con
Christo en la cruz: viuo yo, mas no yo: Iesu Christo es el que en mi viue. Pidio vn dia a nuestro Señor estando ansi,
le hiziesse merced muriesse a la misma hora

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AÑO: 1600
AUTOR: Sigüenza, Fray José
TÍTULO: Segunda parte de la Historia de la Orden de San Gerónimo
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Otros
PUBLICACIÓN: Juan Catalina García, Nueva Biblioteca de autores españoles (Madrid), 1907
Párrafo nº 25.
Página FOL.17R
lleno de clavos no sirve a otro fin sino a subir, o a baxar de la máquina quando ello se offreciere.
Página FOL.17R

Página FOL.17V

PROPOSICIÓN DEL AUTOR A LA XV FIGURA.

NUEVA MANERA DE CARRETA, LA QUAL CON FATIGA DE UN HOMBRE SOLO, EN LUGAR LLANO O CUESTA
ARRIBA, PUEDE TRAHER TANTA CARGA QUANTA DOS O TRES CON OTRO QUALQUIER INSTRUMENTO.

 José Antonio Candalija Reina 560


Declaración de la mesma XV figura.

Por la figura mesma se puede percibir lo que se propone, porque las dos grandíssimas ruedas, juntamente movidas,
trahen comodidad; porque el diámetro d'ellas es mayor que el diámetro de la rueda menor, que está hazia oriente,
por ser el diámetro d'ellas tres vezes mayor que el diámetro de la rueda menor.

Mas, mal ha hecho el pintor en poner el carretero de espaldas a la carreta, siendo que la menor rueda ha de yr
delante y él le haya de estar de cara, si no es que baxando de algún collado, por comodidad, se haya buelto
assí.

Adición.

A traher fardeles, o qualesquier otras cargas, mucho aprovecha guardar la proporción, principalmente quando se
llevan a hombros, o se arrastran por la tierra. De la qual cosa se vee exemplo evidente en las cargas que trahen a
cuestas, porque no poco, entonces, se alivia el que las trahe, quando la parte más pesada se pone delantera; lo que
en este género de carreta se ha guardado, cuya compostura ha sido levantada de essa manera.

Vale mucho también la proporción de las ruedas, porque si son iguales llevan igualmente el peso, porque entonces
es voltado parejamente, y cierto con trabajo. Empero, si las ruedas delanteras son menores, entonces la mayor
parte del peso es hechada por las postreras sobre ellas, de do viene que el llevar es más fácil. A más de esto,
quando las ruedas de tras son

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AÑO: 1602
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Traducció de Teatro de los instrumentos y figuras matemáticas y mecánicas de Diego Besson
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Matemáticas
PUBLICACIÓN: Alegría Alonso González-CILUS, CILUS (Salamanca), 1999

Preposición de

Como apunta María Moliner, el significado del verbo estar tiene un valor originariamente
locativo que se va perdiendo o modificando hacia valores existenciales en otros contextos,
incluidos aquellos que la autora concibe como modismos y hace constar la gramaticalización a la
que se somete el verbo adquiriendo nuevos matices significativos en función de la preposición
que aparece regida o fijada con el verbo. En el caso que nos ocupa es patente la transformación

 José Antonio Candalija Reina 561


metafórica por abstracción que se produce desde el valor locativo direccional de la preposición
de hacia un valor nocional abstracto marcado por la designación del argumento TEMA que
requiere la significación verbal en estos contextos. A ello hay que añadir el mismo proceso
aplicado al valor locativo habitual del verbo estar para confluir en valores de estado o existencia
que indican un comportamiento más dinámico o activo (observemos la apreciación del gerundio
en Maria Moliner) que lo llevaría hacia el ámbito de la transitividad preposicional.

Preposición por

Asimismo, la selección de la preposición por está motivada por el sentido de


participación activa de la acción del AGENTE que designa el provecho o el apoyo mediante el
significado original de la preposición latina pro. Sin embargo, el valor abstracto que esta
preposición confiere al verbo viene también determinado por el carácter estático-locativo que
plantea el interés hacia un TEMA/PACIENTE, en el sentido de que el AGENTE enuncia su
voluntad de situarse en las proximidades del TEMA-PACIENTE para proporcionarle su
afectividad. Desde esta perspectiva, podemos indicar que la presencia de la preposición
contribuye a crear una significado pragmático de afección que estaría relacionado con el mayor o
menor grado de implicación o subjetividad del AGENTE en el esquema oracional. Implícito, pues,
se encuentra el sentido direccional adlativo de la preposición por (tanto en el sentido concreto ‘a
través de’ como en el abstracto ‘en favor de’) que consideraría el PACIENTE como DESTINO de
la acción verbal.

 José Antonio Candalija Reina 562


55. Estribar en
MM: («en»). Õ *Apoyarse una cosa que hace fuerza, en otra.
(V. «albanar».)
Ö (fig.). «*Consistir. Estar. Radicar. Residir». Tener una cosa su razón o
apoyo en algo que se expresa: ‘Su poder estriba en su dinero. La belleza
de este cuadro estriba en el colorido. En eso estriba la dificultad’.
× (acep. causativa, no incluida en el D. R. A. E.). «*Apoyar». Hacer que
una Í cosa descargue su peso o se apoye para hacer fuerza sobre otra:
‘Estribar la palanca en una piedra’.

COROM: Bajo estribo, de origen incierto, quizá germánico: las formas


galorrománicas, al parecer, suponen un fráncico *STREUP, y la
hispanoportuguesa podría venir de su correspondiente gótica *STRIUP(S),
pero formas equivalentes no se hallan documentadas directamente en
los idiomas germánicos, y aun falta el simple estribo en el romance
hispánico medieval, hallándose solamente los derivados estribera y
ESTRIBOTE. 1ª doc.: estribo, 1433, Villena; 1490, Celestina, ed. 1902,
38.10; «estribo de silla: stapeda, dixo Filelfo; estribo de edificio:
profultura», Nebr.; el derivado estribera es frecuente desde el Cid. En
cuanto a los otros derivados ESTRIBOTE y estribar (muy frecuente
desde el S. XVI, así en portugués como en castellano) podrían ser
provenzalismos; de todos modos nótese que estribar es palabra muy
rara y dudosa en lengua de Oc mientras que en castellano hay muchos
ejemplos desde el Canc. de Baena (W. Schmid), y hay fuertes razones
para suponer que no sólo estribote, sino estribo y estribillo en el sentido
de ‘expresión en verso que se repite antes de cada estrofa de una
canción’ debieron de ser antiquísimos en castellano.
DERIV. Estribar [h. 1400, Canc. de Baena, W. Schmid; Nebr.]

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CUERVO:

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 José Antonio Candalija Reina 567
NO ERNOUT-MEILLET

ADMYTE II

[Canciller Ayala, Libro de la caza de las aves. fol. 58r]

sea
la via<n>da que le dieres picada en vna tabla
& puesta antel de gujsa q<ue>la pueda comer sin
afan que no<n> po<n>ga fuerça en ello nj<n> est<r>i`bar sobre
la pierna llagada

Preposición en

Es evidente que el valor locativo de la preposición viene dado por la etimología del
verbo: ‘apoyar el pie en el estribo’, de donde se produce el proceso metafórico que constata
María Moliner al considerar sus acepciones de ‘consistir, radicar, residir’ que establecen el TEMA
sobre el que se desarrolla la acción del verbo como lugar figurado donde se apoya el contenido
verbal. Constatamos, igualmente, la presencia de una incorporación conceptual del sustantivo
estribo en el verbo que implicaría la aparición de la rección preposicional, tal como poner el
estribo en; con lo que se trataría además de la subespecificación del lugar UBI señalado por la
preposición en

56. Excluir de

MM: (Latín «exclúdere», de «claudere», cerrar; v. «CLU-». Pronunc. «exclu-


ir, exclu-imos», etc.) «*Exceptuar». Dejar de incluir una Ícosa en un
conjunto de las de su clase, o dejar de aplicarle el mismo trato que a
ellas: ‘Ha sido excluido del servicio militar’. «Apartar. Descartar.
Eliminar. Exceptuar. Suprimir». Quitar una Ícosa de un conjunto de las

 José Antonio Candalija Reina 568


de su clase o de un lugar en que le corresponde estar o figurar: ‘Le han
excluido de la lista de aspirantes. Su tío le ha excluido de la herencia’.
(V.: «Borrar, callar, cortar, dejar, descartar, *desechar, desheredar,
*eliminar, hacer una excepción, *exceptuar, excomulgar, dejar fuera, no
incluir, omitir, *prescindir, preterir, *quitar, relegar, sacar, salvar, hacer
una salvedad, dejar a salvo, separar, silenciar. ÔExclusiva, monopolio,
*privilegio. ÔExcepción, reserva, salvedad. ÔChovinismo, espíritu de...,
exclusivismo, localismo, racismo. ÔLista negra. Ô Aparte, excepto,
menos, salvo. ÔSolamente, sólo, tan sólo. ÔAlternativa, dilema,
*disyuntiva. Ô*Incompatible. Ô*Menos».)
«Eliminar». Hacer que no se pueda pensar en la Íposibilidad de cierta
cosa: ‘Esto ha creado una situación que excluye toda posibilidad de
arreglo. Su contestación excluye cualquier solución pacífica’.
(V. «*imposible».)
COROM: Bajo clausura, tomado del lat. clausūra ‘acto de cerrar’,
derivado de claudĕre ‘cerrar’. 1ª doc.: Villena (C.C. Smith, Bhisp. LXI);
Apal. 356b.
DERIV. Excluir [excludir, Apal. 130b y passim; escluir, Covarr.; excl-,
Aut.] de exclūdĕre ‘cerrar afuera, excluir’.

SPES: excludere, ‘hacer salir, alejar, rechazar (a re publica e., ‘expulsar


del gobierno’)

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CUERVO:

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 José Antonio Candalija Reina 571
 José Antonio Candalija Reina 572
 José Antonio Candalija Reina 573
 José Antonio Candalija Reina 574
ERNOUT-MEILLET:

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 José Antonio Candalija Reina 576
ADMYTE II
Cancionero castellano de París (Esp. 233). [fol. 58r]

Por ende me dixo fuye


deste valle que destruye
los que falla syn destreza
y el viçio dela pereza
delos tus lados escluye

Preposición de

La direccionalidad propia de la etimología verbal (‘alejar, apartar’) exige la presencia de


la preposición de, para indicar el ORIGEN desde el que se produce la exclusión. Además la
preposición latina ex viene a confirmar el sentido ablativo de la preposición española (Cuervo).

57. Exculpar de

MM: (De la expresión lat. «ex culpa», exento de culpa.) Declarar a


Íalguien no culpable de cierta cosa, o creer o sostener que no es
culpable.
(V.: «Abonar, *absolver, atenuar, cohonestar, colorear, compurgar,
descargar[se], *disculpar[se], excusar, eximir, explicar, justificar, paliar,
*purgar, responder, salvar, hacer una salvedad, santificar, sincerar[se],
subsanar, vindicar. ÔCircunstancia atenuante, circunstancia eximente. Ô
Apología, defensa. ÔIndisculpable. Ô*Absolver. *Disculpa».)

COROM: Bajo culpa, tomado del lat. cŭlpa íd. 1ª doc.: Berceo. Ya en
1100 (doc. original en romance puro), Col. de Oña, BHisp. LVIII, 358.
DERIV. Exculpar, fin S. XIV, Fz. de Heredia, BHisp. LVII, 453.
NO CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 577


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 578


NO ADMYTE II

CORDE:

Párrafo nº 3.
Página 79
Monasterios con el nombre de San Facundo. El texto, que corresponde a la carta que el Cardenal Legado escribe al
Arzobispo de Santiago, dice así: "Concilii nostri apud S. Facundum capitula quae per portugalensem vobis
transmissimus, ita per ditionis vestrae partes teneri et observari praecipite", etc. (Lib. II, cap. 45.)
Página 80

Alfonso VII, antes de heredar el trono, y tal vez en plena rebelión de los burgueses, hizo víctima al Monasterio de
Sahagún de una verdadera depredación, expoliándole de tesoros y propiedades que distribuyó entre su hueste, y
llegando hasta nombrar un Adelantado de la villa, como confiesa él mismo en unas escrituras correspondientes a los
dos primeros años de su reinado, por las que restituye los bienes que usurpó, obligado, según dice, por las
necesidades de la guerra, pretexto cómodo y frecuentemente alegado por los monarcas de entonces para paliar sus
arbitrariedades y exculp arse de toda suerte de atropellos. (1) "Multis pro captando regno necesitatibus
circunventus monasterium sancti Salvatoris, quod dicitur Nogare, a iure et dominio sancti Facundi subductum meis
illud militantibus dedi." (Esc. d. 154.)-"... sustuli aurum, et argentum, et substantiam monasterii ad meum et meorum
militum sumptum accepi. Cautum et regalia necnon Romana privilegia infregi; villae Prefectum contra ius et fas
imposui; consuetudines antiquas novas inducens inmutavi; villas ceteras que possessiones intus et extra michi
militantibus distribui." (Id. d. 155.) Sin embargo, a partir de 1119, el Rey y el Monasterio estaban ya en cordial
armonía que no se turbó en lo sucesivo, porque de aquella fecha es el privilegio en favor del Abad para batir
moneda; del mismo año en que se ciñó la corona es una donación importante que hizo al Monasterio; de 1127 y
1129 son las restituciones que acabamos

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AÑO: 1915
AUTOR: Puyol y Alonso, Julio
TÍTULO: El Abadengo de Sahagún. Contribución al estudio del feudalismo en España
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Oratoria y discurso
PUBLICACIÓN: Real Academia de la Historia (Madrid), 1915
Párrafo nº 9.
Página 558
de configurar su propia existencia humana. El trauma es significativo porque apela a esa figura preexistente. Podría
tomar un disfraz u otro siempre que tenga una estructura común. Lo supuestamente reprimido es lo que le permite
descubrir esa estructura. Es reprimido en tanto lo descubre. La angustia no es la consecuencia de la represión, sino
su causa.

V. Weizsäcker ha dicho que el psicoanálisis es el resultado de la excavación que hizo Freud en sí mismo para
buscar su religiosidad sumergida, inaparente a su conciencia. En Totem y Tabú Freud señala la identificación
psicológica entre los deseos inconscientes de incesto y agresión con las prescripciones prohibitivas de los

 José Antonio Candalija Reina 579


mandamientos religiosos. El sacramento de la Eucaristía y, por tanto, la misma, son traslaciones de los sacrificios
rituales que se hacen en la horda primitiva para exculp arse de la muerte del padre. Lo que Freud no vio,
agrega v. Weizsäcker, es que su psicoanálisis no ha explicado los ritos religiosos, sino que su psicoanálisis es una
reproducción de la religión. Por eso ofrece tan grandes analogías con la confesión, el arrepentimiento y el misterio.
Lo que le falta es la conciencia de ser eso. La dinámica de las verdaderas zonas profundas de la persona es la que
entra en juego, como es natural, en la acción psicoterapéutica.

La angustia siempre abre las puertas del fuero interno. En el hombre normal también sucede así. En la experiencia
de la auténtica soledad es cuando uno oye su voz interior que le habla de sí mismo. El fuero interno es, pues, la
auténtica conciencia. Los actos de la vida habitual, anímica,
Página 559
aparecen iluminados por la fuerza de la propia conciencia, según decía

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AÑO: 1966
AUTOR: López Ibor, Juan José
TÍTULO: Las neurosis como enfermedades del ánimo
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Medicina
PUBLICACIÓN: Gredos (Madrid), 1966

Preposición de

El sentido etimológico del compuesto latino declara evidentemente que se trata de la signación
contraria al verbo primitivo del que deriva (culpar), conservando el mismo significado direccional que
designa la preposición de, como punto de partida u ORIGEN, que expresa el lugar figurado desde el que
se realiza la acción. En tanto que lugar metafórico, se entiende que el papel temático del argumento
regido por la preposición es el de TEMA. Asimismo, de forma similar al verbo anterior excluir, el prefijo
latino ex corrobora la direccionalidad ablativa del verbo, de manera que la preposición de podría indicar
algo más de lo que se pone fuera o aparte: sería el término base de la localización, que señala la
concreción de la culpa.

 José Antonio Candalija Reina 580


58. Fallar en

MM: Õ *Romperse una cosa o dejar de resistir un trabajo o esfuerzo: ‘Falló la


rama en que se sostenía y cayó a tierra. Le fallaron las fuerzas al final’.
(V. «*flaquear».)
Ö No dar o prestar una persona o cosa el rendimiento o el servicio debido o
esperado: ‘Hizo un buen ejercicio teórico, pero falló en los problemas. Nos ha
fallado la persona en quien más confiábamos’. No dar una cosa el resultado
perseguido con ella: ‘Fallar la puntería [el disparo]. Fallaron los intentos de
pacificación. Con él fallan todos los argumentos. Hasta ahora habían fallado
todos los intentos de llegar hasta la cumbre’. «*Frustrarse». No alcanzar una
cosa su pleno desarrollo: ‘Fallan la mayoría de las flores sin llegar a dar fruto’.
«Resultar [Salir] fallido». Resultar una cosa distinta y peor de lo previsto o
esperado; el sujeto es «cálculo, previsión, esperanza» o palabra semejante,
generalmente en plural: ‘Fallaron todos nuestros cálculos’.
(V.: «Abortar, ardalear, caer, dejar colgado, defraudar, dejar en la estacada,
*estropearse, falir, fallecer, fallir, faltar, *fracasar, *frustarse, *malograrse,
marrar, dejar plantado, cerrarse todas las puertas, no responder, no dar
resultado, salir mal. ÔFalla, fallo, falta, hueco, marra, *vacío. ÔFalible,
fallecedero. ÔFalibilidad. ÔFallido, *frustrado. ÔInfalibilidad, infalible».)
× «baldar». En algunos juegos de *baraja, echar un Ítriunfo contra la carta del
contrario por no tener carta del palo de ésta para seguirla.
SIN FALLAR. *Infaliblemente.

COROM: Bajo fallir, ant. o poco usado, del lat. FALLĔRE ‘engañar’, ‘quedar
inadvertido’. 1º doc.: Cid.
Es muy frecuente en los SS. XII-XIV, en las acs. ‘faltar, ‘engañar’, ‘abandonar’,
‘pecar’, ‘errar’: Sta. M. Egipc.; Berceo, S. Mill., 195 (faldrie, condicional); Calila,
ed. Rivad., p. 59; Alex., 362, 471, 2236, 358 (aquí en el futuro faldrás); Fn.
Gonz., 191; J. Ruiz, 943; Rim. de Palacio, 14, 61 (fal, 3ª pers. del pres. de Ind.),

 José Antonio Candalija Reina 581


77, 394, 1112; Canc. de Baena (W. Schmid). Pero falta ya en Apal. y Nebr., y
Aut. Sólo recoge el antiguo participio y hoy adjetivo fallido, y aunque hoy vuelve
a hallarse alguna vez, y la Acad. lo consigna, es sólo como reflejo de fallido,
más o menos ayudado por el reflejo extranjero o latinizante. Esencialmente le
ha sustituido su derivado fallecer. La conservación de la F- en esta familia de
vocablos puede explicarse en parte por su carácter arcaico y en parte por las
mismas razones que en FALSO y FALTA.
En cuanto a falla, como término geológico, ‘quiebra que los movimientos del
terreno han producido en el suelo’ [Acad. 1884, no 1843], procede del fr. faille,
de origen dialectal valón (Haust, La Houillerie Liégeoise, 1926), que sale de un
lat. vg. *FALLIA ‘defecto’, de formación paralela (FEW III, 391), comp. en España
el sayagués faya ‘montaña escarpada’ (M. P., Dial. Leon., § 8.1). De falla
proceden el adj. Fallo ‘desfallecido’, alav., nav., ‘no granado, falto’, chil. (Draghi,
Canc. Cuyano, p. 234) y el verbo fallar ‘frustrarse’, ‘perder resistencia’ [Nebr.
«desum, deficio»], ‘poner un triunfo por no tener el palo que se juega’
[Góngora]; cat. fallar íd., port. y gall. falhar ‘dejar de haber’, ‘no cumplir’.

 José Antonio Candalija Reina 582


CUERVO:

CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 583


 José Antonio Candalija Reina 584
ADMYTE II:

J. Fernández de Heredia, Crónica de los conqueridores II. [fol. 340r]

El Rey Res-
puso que el siruie a tal seny-
or et de tal volu<n>tat et auie tal
esperança en<e>l que no<n> pensa-
ua q<ue>le deuiesse fallir en Res
que el fiziesse en no<m>bre suyo

Alfonso X, Estoria de España II. [fol. 276r]

Respondiol desta
guisa. Hermano sennor. por que en-
tendades uos. & tengades. que yo no<n>
quiero traspasso ninguno. nin fallir
en ninguna cosa delas que e dichas.
Agora ueredes. lo que ende fare aqui
ante uso

 José Antonio Candalija Reina 585


Preposición en

La preposición señala, como dice Cuervo, el lugar en el que se produce la equivocación, el cual
es considerado desde el punto de vista metafórico, como un lugar figurado en el que se sitúa el asunto o
TEMA sobre el que se produce el defecto o falla. Podría tratarse, además, de una incorporación
conceptual de carácter local en la que la figura sería la falla y el fondo estaría representado por el TEMA
conceptualizado como lugar en el que se pone la falla (poner la falla en). Por tanto, existe doble
conceptualización local: por un lado, hay direccionalidad adlativa al concebir el TEMA como un DESTINO;
por otro, nos encontramos con un caso LOCATIVO puesto que conceptualizamos al TEMA como lugar.

 José Antonio Candalija Reina 586


59. Faltar a

MM: Õ No haber una cosa o no *estar en donde debe haberla o estar: ‘En este
libro falta una hoja’. Haber de una cosa menos de lo necesario: ‘En esta
habitación falta luz’. («de, en»). Haber de alguna cosa algo menos de lo que
debe haber. Particularmente, presumiéndose que ha sido *robado o
substraído: ‘Faltan 500 pesetas de la caja’; puede llevar un complemento de
persona: ‘Me faltan pañuelos de mi cajón’. (con un complemento indirecto de
persona). No *tener cierta cosa que se necesita: ‘Me falta un destornillador para
poder arreglar esto’. (id.). No tener de una cosa todo lo que se necesita: ‘Me
faltan palabras para expresarle mi agradecimiento’.
Ö En frases negativas en tercera persona, dejar de *haber: ‘Preocupaciones
nunca faltan’.
× *Fracasar. No producir una cosa el efecto necesario o esperado.
Ø (con complemento de persona). «*Fallar». Dejar de asistir a alguien o de
prestarle la colaboración que esperaba.
Ù (terciop.). Tener que ocurrir, transcurrir, hacerse, etc., lo que se expresa para
*llegar a cierta cosa, situación o punto: ‘Faltan cuatro meses para Navidad. Me
falta un centímetro para ser tan alto como tú’.
Ú Estar todavía por *hacer cierta cosa: ‘Está hecho el cuerpo del jersey, pero
faltan las mangas’.
Û («a; de»). No acudir o no *asistir alguien a un sitio a donde tenia que ir: ‘No
faltes a la cita’.
Ü (no frec.). Estar *ausente: ‘Hace un mes que falta de Madrid’.
Ý (no frec.). *Morirse: ‘Su madre faltó el año pasado. Pobre de él el día que
falten sus padres’.
Þ («en»). Cometer una *falta: ‘Si he faltado en algo, ha sido involuntariamente’.
Decir o hacer a alguien una cosa *ofensiva: ‘Faltar de palabra [de obra]’.
«Faltar al respeto» a alguien: ‘Yo no le falté a pesar de lo irritado que estaba’.

 José Antonio Candalija Reina 587


ß («a»; con «deber, promesa» y palabras equivalentes). *Incumplir lo que esas
palabras expresan: ‘Espero que no faltarás a tu promesa’. (con otros
complementos, como «amistad, ley, fidelidad...»). Hacer algo contrario a esas
cosas: ‘Ha faltado a la confianza que teníamos depositada en él’.
(V. «*defraudar».)
à «Faltar a la fidelidad conyugal». Ser *infiel uno de los cónyuges al otro
cometiendo *adulterio: ‘Es incapaz de faltar a su mujer’.
V. «sin faltar una COMA».
FALTAR POCO PARA cierta cosa (con el verbo en un tiempo pasado). Haber
estado a punto de ocurrir.
(V. «*inminente».)
FALTAR POR. Tener que hacer todavía lo que se expresa a continuación: ‘Aún
faltan por pintar las puertas’.
FALTAR POR SABER o POR VER. Expresión con que se manifiesta *duda
sobre cierta cosa: ‘Falta por saber si esa finca de que habla es suya’.
NO FALTA [FALTABA, FALTARÍA] MÁS SINO QUE... (I) Expresión con que se
manifiesta que lo que se expresa a continuación sería ya el *colmo de lo
intolerable o desagradable: ‘No faltaría más sino que tú le dieses la razón. No
falta más sino que se nos apague la luz ahora’. (II) También sirve para enunciar
alguien el temor que le asalta de cierta cosa desagradable: ‘No faltaría más
sino que hoy se le ocurra no venir’.
¡NO FALTARÍA MÁS! (I) Expresión con que se *rechaza una pretensión
inadmisible: ‘Quiere que le pague los días que no ha trabajado... ¡No faltaba
más!’(II) O se rechaza con cortesía una atención o se contesta a la expresión
de agradecimiento por una atención prestada: ‘Haga el favor de pasar delante.
—¡No faltaba más! Le agradezco mucho que me haya acompañado. —¡No
faltaba más!’ (III). O se *asiente amablemente a una petición: ‘¿Me hace el
favor de correrse un poco? —¡No faltaba más!’
NO FALTAR NI SOBRAR. Expresión corriente de significado claro.
(V. «*justo».)

 José Antonio Candalija Reina 588


V. «faltar PALABRAS para».
POR SI FALTABA ALGO. Expresión *culminativa con que se introduce una
nueva cosa que acaba de empeorar o de mejorar cierta situación: ‘Por si faltaba
algo, la cosecha de trigo ha sido mala’.
V. «sin faltar PUNTO ni coma, faltar al RESPETO, faltar el RABO por desollar,
nunca falta un ROTO para un descosido, faltar el SUELO, faltar un
TORNILLO».

COROM: del lat. vg. *FALLĬTA, femenino del participio *FALLĬTUS ‘faltado’, de
FALLĔRE. 1ª doc.: Berceo.

DERIV. Faltar; gall. faltexar ‘faltar o escasear ciertos artículos’ (non faltexa en
Ribadavia pescado, Sarm. CaG. 186v.)

 José Antonio Candalija Reina 589


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 590


 José Antonio Candalija Reina 591
 José Antonio Candalija Reina 592
NO ERNOUT-MEILLET

ADMYTE:

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 193r]

encargale de otra parte


como a cauallero q<ue> de afruentas sa-
bia y de dar orde<n> en gra<n>des autos: q<ue>
req<u>i`era dessa passada al illustre duq<ue>
luys/ q<ue> se dexe dela empresa de Na-
poles: q<ue> suya es la q<ue>rella/ y q<ue> no pue
de faltar ala reyna/ q<ue> le ha requeri-
do como dama sin abrigo

CORDE:

Párrafo nº 19.
Página 185
vos, mi señora, veréis si queréis tenerme compañía.

LOZANA ¿Y cuándo quiere vuestra merced que partamos? ¡Porque yo no delibro de volver a casa por el
mantillo!

Vista por Diomedes la respuesta y voluntad tan sucinta que le dio con palabras antipensadas, muncho se
alegró, y suplicóla que se esforzase a no dejarlo por otro hombre, que él se esforzaría a no tomar otra por
mujer que a ella. Y todos dos, muy contentos, se fueron en Levante y por todas las partidas que él tenía
sus tratos, e fue d'él muy bien tratada, y de sus servidores y siervas muy bien servida y acatada. Pues
¿de sus amigos no era acatada y mirada? Vengamos a que, andando por estas tierras que arriba dijimos,
ella señoreaba y pensaba que jamás le habían de faltar lo que al presente tenía y, mirando su lozanía, no
estimaba a nadie en su ser y en su hermosura, y pensó que, en tener hijos de su amador Diomedes,
había de ser banco perpetuo para no falt ar a su fantasía y triunfo, y que aquello no le faltaría en
ningún tiempo. Y, siendo ya en Candía, Diomedes le dijo:

-Mi señora Aldonza, ya vos veis que mi padre me manda que me vaya en Italia. Y como mi corazón se ha
partido en dos partes, la una en vos, que no quise ansí bien a criatura, y la otra en vuestros hijos, los
cuales envié a mi padre; y el deseo me tira, que a vos amo, y a ellos deseo ver; a mí me fuerza la
obediencia suya, y a vos no tengo de faltar, yo determino ir a Marsella, y de allí ir a dar cuenta a mi padre
y hacer que sea contento que yo vaya otra vez en España, y allí me entiendo
Página 186
casar con vos. Si vos sois contenta, vení comigo a Marsella, y allí quedaréis hasta que yo torne; y vista la
voluntad de mi padre y el amor que tiene a vuestros hijos, haré que sea contento con lo que yo le dijere. Y

 José Antonio Candalija Reina 593


ansí vernemos en nuestro fin deseado.

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AÑO: 1528
AUTOR: Delicado, Francisco
TÍTULO: La Lozana Andaluza
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso diálogo y miscelánea
PUBLICACIÓN: Claude Allaigre, Cátedra (Madrid), 1994
Párrafo nº 72.

Cortés, que estaba viudo; y el duque le abonó e fió, e aplacó al Emperador nuestro señor, e le dijo
muchas cosa, en favor de Cortés para que Su Majestad le oyese como después le oyó, e aun le
engrandesció, como se dirá adelante en la prosecución de la historia.

Así que volviendo a nuestro propósito, no olvidando lo que está dicho de aquel Olintecle de quien se hizo
memoria en el capítulo I, al tiempo que estaba departiendo, como allí se dijo, con Hernando Cortés, e
dándole a entender la grandeza y estado de Montezuma, llegaron ciertos mensajeros del grand señor, en
que le mandaba que hiciese mucha cortesía a los cristianos e se les diese muy complidamente lo que
hobiesen menester, e los llevase el Olintecle a Temistitán en hamacas. E luego este caudillo o principal
señor dió orden cómo los cristianos fuesen muy festejados e proveídos de comida, e púsose en obra el
camino. E porque a mejor evento fuesen encaminadas las cosas de Montezuma, e por no falt ar a
sus ritos diabólicos, hizo luego este Olintecle sacrificar cincuenta indios e indias en aquellas mezquitas u
oratorios en que ellos tienen sus ídolos, porque en aquello pensaba que servía a su señor e cumplía con
una forma de religiosidad, e perdería el enojo que tuviese si no había llevado antes los cristianos a la
cibdad de Temistitán.

Dice esta relación que los cristianos e su capitán siguieron su camino con muchos indios que los servían,
e a algunos llevaban a cuestas en hamacas, e guiaron para la cibdad de Tascaltecal, o a los de
Tascaltecle, * que está veinte leguas antes de Méjico, donde envió mensajeros Cortés a requerir a los
indios de allí, que diesen la obidiencia a Su Majestad. E respondieron cuatro señores, los más principales
de Tascaltecle que qué gente era aquella de los cristianos que los iban amenazando sin los conoscer, e
que mañana vernían ellos a ver esos cristianos e les responderían como verían. E así fué:

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AÑO: 1535-1557
AUTOR: Fernández de Oviedo, Gonzalo
TÍTULO: Historia general y natural de las Indias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Biología

 José Antonio Candalija Reina 594


PUBLICACIÓN: Juan Pérez de Tudela Bueso, Atlas (Madrid), 1992

Párrafo nº 78.
Página V, 252
la Gasca llegado. E después que fué en la tierra, como dicho es, envió Gonzalo Pizarro otra armada de
gente de guerra, por mar, con otro capitán su general, llamado Hinojosa, e con muy buena gente de
guerra, e un hermoso e bien artillado galeón, e otros navíos e carabelas, so color que venía a deshacer
los agravios que el Bachicao había hecho, e atender ciertos despachos que el tirano Gonzalo Pizarro
decía que se le habían de traer de España, segund éstos decían. E con esta segunda armada tuvo sus
inteligencias e tractos secretos el de la Gasca, e dióse tan buen recabdo en ello, que el general Hinojosa
e los otros capitanes e gente con toda el armada e navíos se redujeron a la obidiencia e servicio de Sus
Majestades, e no quisieron perseverar en el mal nombre ni compañía del tirano Gonzalo Pizarro, e dieron
la obidiencia al licenciado de la Gasca en nombre de Sus Majestades. Lo cual el dicho Hinojosa hizo
como buen caballero (y es natural de Trujillo), e no quiso falt ar a la lealtad que debía a su Rey e
señor natural. El cual e otros muchos que por su ejemplo vinieron a la obidiencia, decían que si antes no
lo habían fecho, era por no haber habido en aquellas partes bandera segura de la Real Majestad, de
quien se debiesen confiar. E así, de día en día, en pocos meses crescieron las fuerzas del ejército de
Página V, 252
los leales, enflaquesciéndose las del tirano; e paresciéndole al de la Gasca que estaba con bastante e
mayor poder que el adversario, escribió a los que iban en su ayuda, que se tornasen, porque no había
nescesidad de tanta gente, a causa de que la tierra austral estaba falta de bastimentos por los trabajos e
guerras pasadas e por la presente. E así, el Almirante, desde Panamá se fué al Nombre de Dios, e se
embarcó para ir a su isla de Jamaica, e don Francisco de Mendoza e todos los otros socorros que se
habían convocado e le iban al de la Gasca, se tornaron a sus casas.

Proveído

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AÑO: 1535-1557
AUTOR: Fernández de Oviedo, Gonzalo
TÍTULO: Historia general y natural de las Indias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Biología
PUBLICACIÓN: Juan Pérez de Tudela Bueso, Atlas (Madrid), 1992

Preposición a

La direccionalidad de esta preposición está recogida en la acepción que tanto María Moliner
como Cuervo aducen para indicar la ausencia o la negación de la presencia de un AGENTE en un lugar,

 José Antonio Candalija Reina 595


pues se trata de un proceso verbal que expresa el punto de llegada donde se produce el error de la
presencia. Por eso aparece la preposición a, que indica la aproximación hacia el lugar, tanto físico como
figurado, en las acepciones metafórico-abstractas que la incluyen para designar el TEMA1.

60. Fracasar en

MM: (Del it. «fracassare», der. de «cassare», romper, tomado del fr. «casser»,
der. del lat. «quassare»; v. «CASCAR».)
Õ (tr.). *Romper Íalgo haciéndolo pedazos.
Ö (intr.). *Destrozarse haciéndose pedazos; particularmente, un *barco al
chocar con los escollos.
× No dar una cosa el *resultado perseguido con ella: ‘Han fracasado las
negociaciones’. («en»). No conseguir en cierta cosa el resultado pretendido:
‘Fracasó en su primer intento’. («como»). No tener éxito con cierta *actividad y
tener que abandonarla: ‘Fracasó como cantante’. No conseguir alguien en la
vida la situación a que aspiraba.
(V.: «Venirse [Echar] abajo, abortar, quedar en agua de cerrajas, caer,
chingarse, desbaratar[se], *desvanecer[se], escollar, irse a freír espárragos,
quedar en la estacada, estrellarse, *fallar, salir fallido, *frustrar[se], errar [fallar,
marrar] el golpe, hundirse, ir por lana y salir trasquilado, salir mal, malograrse,
salir con las manos vacías, quedarse con un palmo de narices, reventar,
venirse [echar] al suelo, venirse [echar] a tierra. ÔEstrepitosamente.
ÔAmargado, decepcionado —no en D. R. A. E.—, defraudado, derrotado,
desengañado, desilusionado, frustrado. ÔBancarrota, *chasco, decepción,
*derrota, desencanto, desengaño, desilusión, fallo, fiasco, golpe en falso,
malogro, quiebra. Ô*Birria, *chapucería, *desastre. Ô¡Adiós mi dinero!, ¡mi gozo
en un pozo!, donde una puerta se cierra otra se abre, cubrir[se] la retirada. ÔNo

1 Cf. la acepción que da María Moliner con la preposición a : ‘no acudir’, de donde se deduce la direccionalidad

adlativa.

 José Antonio Candalija Reina 596


tener fallo. Ô*Chasco. *Desgracia. *Desvanecerse. *Disgusto. *Fallar.
*Frustrarse».)

COROM: Fracasar, ‘destrozar, hacer trizas’, ‘hacerse pedazos, naufragar


(embarcaciones)’, anticuado, hoy ‘frustrarse, tener resultado adverso (una
empresa)’, tomado del it. fracassare ‘hacer trizas, destrozar’, ‘quebrar
ruidosamente’, derivado del anticuado cassare ‘romper’ (tomado a su vez del fr.
casser íd., procedente del lat. QUASSARE ‘quebrantar’). 1ª doc.: 1588, relación
acerca de la Armada Invencible.
Para documentación, vid. Terlingen, 359-61 (comp. Symposium 1948, 110-111.
Para las acepciones antiguas recuérdese que don Quijote habla de «hender
gigantes, desbaratar exércitos y fracasar armadas» (I, xxv, 108vo), uso
gramatical que era corriente por estas fechas en nuestro verbo. Pero pronto
pasó el verbo a emplearse intransitivamente como sinónimo de ‘naufragar,
romperse una nave en los escollos (ejemplos de h. 1650 y 1700 en Aut.) y
luego generalizando su aplicación2 ‘malograrse, frustrarse cualquier empresa o
intento’ (ya 1625).

SEGURA MUNGUÍA (2003): fracasar < quasare : transitivo, ‘agitar, golpear,


sacudir; destrozar, romper, dañar’.
Esp. Fracasar, ant. ‘destrozar’, 1605; ‘naufragar [una nave]’, h. 1650;
‘frustrarse, tener resultado adverso’, 1588; del it. fracassare ‘destrozar’,
‘quebrar ruidosamente’.
Deriv. : fracaso, 1615; fracasado, del lat. vulgar *quassĭāre: ‘quejar’, h. 1140,
‘afligir, aquejar’ [ss. XII-XIV] ‘quejarse, lamentarse’

2 El subrayado es nuestro.

 José Antonio Candalija Reina 597


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 598


 José Antonio Candalija Reina 599
CORDE:

 José Antonio Candalija Reina 600


NO ADMYTE II
CORDE:
Página 274
fueron, sino como habían de ser, para quedar ejemplo a los venideros hombres de sus
Página 275
virtudes. Desta mesma suerte, Amadís fue el norte, el lucero, el sol de los valientes y enamorados
caballeros, a quien debemos de imitar todos aquellos que debajo de la bandera de amor y de la
caballería militamos. Siendo, pues, esto ansí, como lo es, hallo yo, Sancho amigo, que el caballero
andante que más le imitare estará más cerca de alcanzar la perfeción de la caballería. Y una de las
cosas en que más este caballero mostró su prudencia, valor, valentía, sufrimiento, firmeza y amor, fue
cuando se retiró, desdeñado de la señora Oriana, a hacer penitencia en la Peña Pobre, mudado su
nombre en el de Beltenebros, nombre por cierto significativo y proprio para la vida que él de su
voluntad había escogido. Ansí que me es a mí más fácil imitarle en esto que no en hender gigantes,
descabezar serpientes, matar endriagos, desbaratar ejércitos, fracasar armadas y deshacer
encantamentos. Y pues estos lugares son tan acomodados para semejantes efectos, no hay para qué
se deje pasar la ocasión, que ahora con tanta comodidad me ofrece sus guedejas.

- En efecto -dijo Sancho-, ¿qué es lo que vuestra merced quiere hacer en este tan remoto lugar?

-¿Ya no te he dicho -respondió don Quijote- que quiero imitar a Amadís, haciendo aquí del
desesperado, del sandio y del furioso, por imitar juntamente al valiente don Roldán, cuando halló en
una fuente las señales de que Angélica la Bella había cometido vileza con Medoro, de cuya
pesadumbre se volvió loco, y arrancó los árboles, enturbió las aguas de las claras fuentes, mató
pastores, destruyó ganados, abrasó chozas, derribó casas, arrastró yeguas y hizo otras cien mil
insolencias dignas de eterno
Página 276
nombre y escritura? Y, puesto que yo no pienso imitar a Roldán, o Orlando, o Rotolando (que todos
estos tres nombres tenía), parte por

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AÑO: 1605
AUTOR: Cervantes Saavedra, Miguel de
TÍTULO: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Francisco Rico, Instituto Cervantes-Crítica (Barcelona), 1998
Párrafo nº 9.
Página 503
tenía órdenes del Rey para darles todo lo que necesitasen y recibirlos cortésmente. El Comendador dió
las gracias y sólo aceptó caballos para transportar hasta Bayona á los más enfermos. Por fin pusieron el

 José Antonio Candalija Reina 601


pie en Bayona el 4 de Octubre, y los habitantes los acogieron con cariño, acomodando mulas y asnos
para la primer jornada. Los enfermos se repartieron en los hospitales de San Juan de Luz é inmediatos,
hasta Bayona, donde los más murieron. A los otros repartió el comendador 600 escudos que pidió
prestados, y los hizo acomodar en carretas de jornada en jornada. Arreglado esto por medio del
gobernador de Bayona, que designó un comisario para acompañarlos, el Comendador tomó la posta para
París,
Página 504
y besando las manos á la Reina, le presentó un extracto de este discurso.

El Comendador De Chaste, de acuerdo con D. Antonio, intentó varias veces organizar expediciones
piráticas contra España, que fracas aron por falta de recursos; formó después, en 1603, en Rouen,
una compañía para continuar los descubrimientos en el Canadá, y murió en el momento de disponer la
marcha.

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AÑO: 1583
AUTOR: Anónimo
Viaje á la Tercera, hecho por el comendador de Chaste, gentilhombre ordinario de la
TÍTULO:
Cámara del Rey y ...
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Documentos notariales
PUBLICACIÓN: Cesáreo Fernández Duro, Estudio Tipográfico Sucesores de Rivadeneyra (Madrid), 1886

Párrafo nº 6.
Página 482
Cartagena y toda la provincia se pronunciaron.

TENTATIVA EN ZARAGOZA. ALGECIRAS. CARONDELET. ESFUERZOS INUTILES

XC

Don Javier de Quinto que, como comisionado de Zaragoza en 1841, mostró tan decidido empeño para
que se sacrificara al desgraciado León; aquel progresista exagerado, intransigente, de esos que su
opinión imponen y de su voluntad no ceden, que combaten a los amigos tibios o menos exagerados y
odian a los contrarios, y quieren aparecer como modelo de patriotismo y de todas las virtudes políticas,
era ahora uno de los partidarios más ardientes del ministro López, y proclamaba fervoroso las
excelencias de la conciliación de todos los españoles. No siendo de los hombres que permanecían
impasibles a lo que les impresionaba, contrajo compromisos políticos y se decidió a sublevar Zaragoza,
diciendo antes al que trató de disuadirle de este propósito que si fracas aba en él, propusiera al

 José Antonio Candalija Reina 602


Congreso la honra de que su nombre fuese puesto al lado del de los más ilustres mártires de la libertad.

Marchó a la ciudad heroica, y de acuerdo con el señor Ortega, que


Página 483
dio la alocución que conocemos, y aprovechando en la noche del 8 al 9 la reunión accidental de algunas
autoridades y jefes de la Milicia en el ayuntamiento, les sorprendieron los preparados para el
pronunciamiento, de acuerdo con algunas tropas de la guarnición, y exigieron un programa que había de
ser el de los pronunciados. Creyéronse triunfantes, e incitados unos y engañados otros, procuraron
mostrarse fuertes apoderándose de algunas casas y de la plazuela de La Seo; nada hicieron las
autoridades sorprendidas la noche anterior, hasta que se fue comprendiendo que aquello había sido un
golpe de mano, salieron de su estupor, se publicó ley marcial, se preparó a combatir la tropa y la milicia,
que no se prestó al plan de los insurrectos, y se

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AÑO: 1868
AUTOR: Pirala, Antonio
TÍTULO: Historia de la guerra civil y de los partidos liberal y carlista. Tomo VI.
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Turner-Historia 16 (Madrid), 1984
Párrafo nº 7.

el Subsecretario, y después de algunos momentos de reflexión, continuó:

- No se me oculta, mi querido Julián, que lo que te propongo, no es empresa apetecible ni para tus
intereses, ni para tu reposo, y aún añadiré que estabas designado para un Gobierno de primera clase,
porque estos días atrás se pensó en mandarte a Barcelona; pero considerando que actualmente la
cuestión del bandolerismo es la que en primer término debe llamar la atención del Gobierno, yo mismo,
aún a riesgo de perjudicarte en tu carrera, he contribuido a que desistan de aquel intento y te envíen a
Córdoba, en donde te considero irreemplazable.

- Allí precisamente, le respondí, es donde tengo un inconveniente personal, que de todo punto me prohibe
aceptar aquel Gobierno.

- Te repito, continuó el Subsecretario, que no desconozco que en la misión propuesta, te aguardan graves
y numerosos riesgos, indignas calumnias, y tal vez el descrédito, si por desdicha fracas as en la
empresa, y yo sería el primero que no me consolaría jamás, si te ocurriese una desgracia. Cuando pienso
en esto, te aseguro con toda la franqueza de nuestra antigua y leal amistad, que casi me arrepiento de
haberme comprometido y de comprometerte en tan arduo negocio.

- No te arrepientas, le contesté; los peligros no son para mí un obstáculo; antes bien, me incitan y me

 José Antonio Candalija Reina 603


inflaman. Ciertamente yo no he vacilado nunca en ir a donde mis amigos políticos me hayan creído útil;
pero no te ocultaré que de algún tiempo a esta parte me lisonjea muy poco el continuar siendo
Gobernador, porque la escala se ha rebajado tanto, que ya cualquier advenedizo alcanza fácilmente
aquel cargo, y yo entiendo que ni los gobiernos civiles, ni ningún otro cargo público vale por sí mismo,
sino por el carácter, condiciones y merecimientos de los hombres ilustres, que los obtienen. Sin embargo,
yo aceptaría gustoso

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AÑO: 1876-1880
AUTOR: Zugasti y Sáenz, Julián
TÍTULO: El Bandolerismo. Estudio social y memorias históricas
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
Ediciones Albolafia, Excma. Diputación Provincial de Córdoba, Virgilio Márquez Editor
PUBLICACIÓN:
(Córdoba), 1983
NO G-M

Preposición en

La acepción etimológica que aporta Corominas explica claramente la presencia de esta


preposición pues se presenta el fracaso en un TEMA como el naufragio de un barco en los escollos. Así
pues, se conceptualiza el TEMA como un lugar metafórico en el que se desarrolla la acción del verbo, ya
que el uso transitivo más antiguo, como atestigua el CORDE, deja paso inmediatamente al uso
intransitivo con la preposición en para señalar la ubicación del fracaso, incorporando conceptualmente
este sustantivo mediante la expresión ‘tener un fracaso en’; como en

Tuvo un fracaso en la competición Æ Fracasó en la competición

entendiendo fracaso como ‘caída con estrépito y rompimiento’ o ‘hundimiento estrepitoso de algo’, donde
observamos el caso LOCATIVO que marca la preposición en.

 José Antonio Candalija Reina 604


61. Fluctuar entre

MM: (Lat. «fluctuare», de «flúere». Pronunc. «fluctu-ar» o «fluct(ua)r»; pero


«fluctú-o», etc.)
Õ Moverse algo al impulso de las *olas.
Ö «*Oscilar. Variar». Experimentar una situación variaciones de aumento y
disminución. Generalmente, se expresan los términos extremos de la variación:
‘El precio fluctúa entre veinte y veinticinco pesetas’.
× «*Oscilar. Vacilar». Moverse algo, generalmente en sentido inmaterial, entre
dos situaciones opuestas o distintas: ‘Mi estado fluctúa entre la esperanza y el
desánimo’. *Vacilar entre dos resoluciones.
Ø (no frec.). *Ondear.
Ù Estar una cosa en *peligro de perderse o arruinarse.

COROM: Bajo fluir, tomado del lat. flŭĕre, ‘manar, correr, escurrirse (un
líquido)’. 1ª doc.: 1709, Tosca.
Latinismo poco frecuente, estrictamente propio del lenguaje escrito. Son
también cultismos sus derivados, algunos de uso más frecuente.
DERIV.: Fluctuar, [Boscán (C. C. Smith, Bhisp. LXI); Covarr.; Lope], del lat.
fluctuari ‘agitarse (el mar)’,’ ser llevado de una parte a otra por las olas’
derivado de fluctus –ūs ‘ola’ y éste de fluere.

 José Antonio Candalija Reina 605


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 606


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 José Antonio Candalija Reina 608
NO ERNOUT-MEILLET
NO ADMYTE
CORDE:
Párrafo nº 9.
Página 65
se compadece de lo que no podemos o no acertamos. Finalmente él conoce nuestro barro. No te
desalientes, alma, el no poder ajustar a las obras los deseos: Dios recibe los deseos, y purifica las obras.
Haz en ti lo que pudieres, que el Señor suplirá hasta lo que no pudieres. ¿Quién somos nosotros para
que podamos tenernos en nuestros pies, si no nos sustenta vuestra gracia, Jesús mio? Estatuas de
Nabucodonosor con los pies de barro, y luego los otros metales de lo mismo. Tierra somos, y en tierra
nos resolvemos, y el alma de más noble materia que el cuerpo, obra enterrada dentro de la tierra que la
oprime. ¡Oh infelices hombres! ¿quién nos librará del cuerpo?, decía San Pablo. Donde la parte inferior
pelea, y tal vez vence, y ata a la superior, donde no en pocas ocasiones hacemos lo que aborrecemos
malo, y no hacemos lo que deseamos bueno. No se aflija el que tuviere
Página 66
ardiente amor al Señor, cuando se vea fluctu ar en imperfecciones, que Dios le labra con la humildad,
y la sangre que sale con lo imperfecto, se cobra en el conocimiento que le dan de su miseria. Mira, alma,
lo que es necesario para humillarte, y que te conozcas; que pasa Dios por tus imperfecciones, a trueque
de que acabes de conocerte, y te labra con tus culpas a costa de sus ofensas. ¡Oh Jesús mio, quién
pudiera ser humilde sin ofenderos, y llegar al conocimiento de la propia iniquidad sin lastimaros con ella!

Impóngase a sí misma el alma con consejo de su padre espiritual, leyes que no quebrante la naturaleza,
antes la quebranten a ella, y para esto haga un diario secreto de lo que ha de hacer desde la mañana a la
noche. Sobre la regla de su profesión siga otra interior, que se conforme con aquella, sin salir de ella,
tomándose cuenta al día, y examinándose delante de Dios, y pidiéndole perdón de los defectos, que en
su observancia

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AÑO: 1640-1653
AUTOR: Palafox y Mendoza, Juan de
TÍTULO: Cartas pastorales
PAÍS: MÉXICO
TEMA: 17.Otros
PUBLICACIÓN: Francisco Sánchez Castañer, Atlas (Madrid), 1968
Párrafo nº 12.
Página 59
dormivit cum eâ, 2. Reg. 11. 4. Esso se saca de dormir, o
Página 60

 José Antonio Candalija Reina 609


la muerte del espíritu, o la del cuerpo. Esso es dormir. Era Salomon un Salomon; y aunque tenía sesenta
robustos Valentones, que le guardavan el sueño, no le guardaron del sueño: y rendido a él, se rindió a los
vicios tan fatalmente, que lo dementaron, y perdieron. Cant. 3. num. 7. et 3. Reg. 11. 1. Con lo atractivo
del sueño, alagava la pureza del Casto Josef su infame Señora: Dormi mecum, Gen. 39. 7. et 22. No le
dize que peque, o que se pierda, sino que duerma: mas esso fuera perderse, y delinquir, querer dormir,
quien tiene obligación de velar: y assí lo entendió, y reprochó Josef: quomodo possum hoc malum facere,
et peccare in Dominum meum, num. 9. Durmióse para el misterio en la Nave Jesús, y luego la Nave
zozobra en riesgos, y fluctu a en tempestades: y sino parecen los suyos, lo claman, y lo temen: solo
quando se despierta se salvan: Ecce motus magnus factus est in mari, ita ut navicula operiretur fluctibus:
ipse vero dormiebat ... et suscitaverunt eum dicentes, Domine, salva nos, perimus. Mat. 8. 24. et Luc. 8.
23. Lo mismo fue dormirse Jesús, que peligrar el vaxel. Lo mismo fue despertarse Jesús, que sosegarse
la tormenta. Sola esta vez se dize que durmió Cristo, y essa no fue sin peligro, y tempestades: a poco
mas que durmiera, fuera menester mas que un milagro para reparar la ruína: y aun con despertarse tan
presto, uvo de costar un milagro, aver dormido. Assí quiso mostrar Jesús el peligro de dormirse, aun
quando los otros velan, quien deve desvelarse por todos. Si descansa en lecho de sus delicias el Rey:
dum esset Rex in accubitu suo, Cant. 1. 11. Luego es

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AÑO: 1703
AUTOR: Garau, Francisco
TÍTULO: El sabio instruido de la Gracia
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Otros
PUBLICACIÓN: CORDE, RAE (Madrid), 2003
Párrafo nº 1.
Página 186
de Chuquisaca, por no tener dos Iglesias en confusión, y porque la Sede vacante de Quito governasse, y
él se eximiesse del cargo, aviendo sido su
Página 187
Obispo más de diez años. Entró en Lima a 28 de Junio víspera de San Pedro, y San Pablo año de 1606,
y poco antes que entrasse descubrió desde el camino el Convento de San Agustín Nuestro Padre y
haziendo parar un rato la mula en que venía se le puso a mirar muy alegre, y levantando los ojos al cielo
en voz alta, que oyeron los que le acompañavan, dixo: In nidulo meo moriar, et sicut palma multiplicabo
dies. Palabras del Santo Job que quieren dezir: Moriré en mi nido, y como la palma multiplicaré mis días.
Con que dio a entender que avía de morir en el Convento de Lima, y en la misma celda que edificó para
sí, y en que siempre vivió como en su nido. Esto devió de ser lo que el Señor le daría a entender, quando
andava su pensamiento fluctu ando entre el desseo de no ser Obispo, y el de obedecer a su
Magestad. No quiso entrar de día, esperó a que se cerrasse la noche, por escusar el recebimiento que se
le prevenía. Entró bien tarde, y sin detenerse en parte alguna llegó a la Iglesia de Nuestro Convento,
donde fue recebido de nuestros Religiosos con el gusto y amor que se puede creer de los que le amavan
como a fundador y Padre. Fueron cantando el Te Deum laudamus hasta la Capilla mayor, donde hizo
oración un rato, y de allí se fue inmediatamente a la capilla del santo y milagroso Christo de Burgos,

 José Antonio Candalija Reina 610


donde estuvo en oración otro rato, suplicándole con lágrimas le diesse esfuerço para la última batalla, que
ya tenía a los ojos. Lleváronle a la celda, en que siempre vivió siendo fraile, pequeña, y religiosamente
compuesta. Sentose en una silla, cruzó las manos, y alçando los ojos al cielo dixo en presencia de
muchos Religiosos, de los quales era uno el Padre

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AÑO: 1657
AUTOR: Torres, Bernardo de
TÍTULO: Crónica Agustina
PAÍS: PERÚ
TEMA: 19.Memorias y diarios
Ignacio Prado Pastor, Imprenta de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima),
PUBLICACIÓN:
1974

Preposición en

Designa el lugar en el que se encuentra el movimiento oscilante desde dos orígenes, es la


convergencia de ambas direcciones en un punto entendido como destino. Cuervo y Corominas señalan la
direccionalidad adlativa de dicha preposición en la etimología del verbo fluctuari, ‘ser llevado a una y a
otra parte por las olas’.

Preposición entre

Este curioso verbo también indica en su etimología un movimiento que se presenta como
oscilante u ondulante desde un lugar hasta otro con direccionalidad recíproca, pues el movimiento de las
olas se presenta de ese modo en su acercamiento hasta la playa y su posterior vuelta hacia el interior del
mar (Cf. Corominas). Por eso, se indica el TEMA sobre el que se produce la fluctuación como un
movimiento entre dos lugares. De ahí que el argumento sea doble. (Cf. CORDE). Por eso nos
encontramos con una doble direccionalidad ablativa que indica dos elementos de origen entre los que se
produce el movimiento de translación (Cf. Corominas: fluir, ‘manar un líquido’).

 José Antonio Candalija Reina 611


62. Ganar en

MM: (Probablem., de un verbo gótico, «ganan», empar. con «gana» —v.—,


pero influido por otro verbo germánico, «waidanjan», del que proc. t. el fr.
«gagner», etc.; v. «gañán».)
Õ Adquirir una Ícosa con trabajo o esfuerzo: ‘Gana algún dinero haciendo
traducciones’. Tener alguien cierto Ísueldo o jornal por el trabajo que ejecuta
regularmente: ‘Ganan veinte pesetas de jornal. Gana cinco mil pesetas al mes’.
(V.: «Adelantar, hacer su [mi, etc.] agosto, aprovecharse, ponerse las botas,
*conquistar, *conseguir, devengar, embolsar[se], entrujar, llevar ganado, salir
ganando —ganar—, hincharse, ingresar, hacer su jugada, lograr, lucrar,
obtener, hacerse de oro, hacer su [tu, etc.] pacotilla, redondearse, sacar,
sobreganar. ÔBandearse, buscárselas, garbear, buscarse [ganarse] la vida.
Ô*Adelantar, desbancar, desnudar, limpiar, pelar. ÔAgosto, ancheta, *beneficio,
cobramiento —ant.—, comisión, dietas, dividendo, doña, emolumentos, fruto,
*gajes, ganada, *ganga, granjería, gratificación, hiera, honorarios, ingresos,
*interés, jera, jornal, logro, lucro, mangas, margen, momio, *negocio, *negocio
redondo, obvención, paga, *producto, *provecho, regalía, *retribución, salario,
sobresueldo, *sueldo, *utilidad, vendaje, *ventaja. Ô*Propina. ÔNo echarse
nada al bolsillo, el sastre del campillo... Ô Empatar, quedar en paz, hacer
tablas. Ô*Perder. ÔAdquirir. *Comerciar. *Negocio».)
Ö *Conseguir Ífama, renombre, la estimación de alguien o cosas semejantes.
× *Obtener cierta Ícosa disputada a otros en un concurso o competición: ‘Ganar
un premio literario’. Obtener en el juego o en una apuesta las Ícantidades o
cosas cuya adjudicación se decide en ellos: puede llevar un complemento de
persona: ‘Me ganaron todo el dinero que llevaba’; puede también construirse
como absoluto y con «a»: ‘No sé cómo me las arreglo, que nunca gano. Él me
gana al ajedrez’. (El complemento puede ser también el nombre de la lucha o
competición, o las palabras «apuesta, partida», etc.: ‘Ganar unas oposiciones
[una batalla, la carrera, el partido]’.)

 José Antonio Candalija Reina 612


Ø («en»). «Aventajar. Exceder. Sobrepujar. *Superar». Ser superior a Íotro en
cierta cosa: ‘Me ganas en estatura, pero no en fuerza’.
Ù (marina). *Avanzar, acercándose a un objeto o un rumbo determinado.
Ú *Llegar alguien a cierto Ísitio al que se dirige con esfuerzo: ‘Ganó la meta en
primer lugar. Ganaron la cumbre del Everest’.
Û (no frec.). *Conquistar cierta Ícosa en la guerra: ‘Ganó a los moros la ciudad
de Valencia’.
Ü «Conquistar». *Atraer a Íalguien a cierto partido o a ciertas ideas: ‘Le ha
ganado para su causa’. O conquistar su simpatía, estimación, etc.: ‘Le ganó
con amabilidad’. (Es más frecuente, con este significado, la forma pronominal.)
Ý («con, de, en»). *Mejorar en cierto aspecto o con cierta cosa: ‘Hemos ganado
con el cambio. Con la nueva casa hemos ganado de situación. Con ese
tratamiento ha ganado peso’.
Þ *Mejorar de salud o de aspecto físico: ‘Esa chica ha ganado mucho al
hacerse mujer’.
ß (seguido de «terreno» o «tiempo»). *Adelantar.
V. «ganar por la MANO, con PACIENCIA se gana el cielo, ganar la PALMA».
SALIR GANANDO en un asunto. Salir *beneficiado.
V. «ganar TERRENO, ganar TIEMPO».
COROM: esta palabra y el port. ant. gāar proceden probablemente de un
verbo gót. *GANAN ‘codiciar’, hermano del escand. ant. gana ‘abrirse la
boca’ ‘desear con avidez’, noruego gana ‘estar boquiabierto’, ‘mirar con
ansia’, frisón orient. gannen ‘solicitar algo con miradas ávidas’; de la
misma palabra gótica procede indirectamente el cast. GANA, pero el
significado de nuestro verbo evolucionó bajo el influjo de otro verbo
romance (it. guadagnare, fr. gagner, oc. gazanhar, cat. guanyar),
procedente del germ. WAIDANJAN ‘cosechar’, ‘ganar’, de donde resultó por
cruce el port. mod. Ganhar. 1ª doc. de Sahagún, a. 987.

 José Antonio Candalija Reina 613


CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 614


 José Antonio Candalija Reina 615
 José Antonio Candalija Reina 616
NO ERNOUT-MEILLET
NO ADMYTE
NO CORDE

Preposición en

El significado actual de este término gótico parece proceder del germano ‘cosechar, ganar’ y de
la influencia de diversos verbos romances (Corominas, Cuervo) que inciden en esta acepción. Por tanto,
el significado original tiene que ver fundamentalmente con la localización de lo que se obtiene o adquiere
mediante la cosecha o la conquista, términos que implican territorialidad, por lo que el sentido local está
asegurado desde el origen. Además, María Moliner y Cuervo recogen la acepción de ‘superar o exceder’3
con la preposición en para indicar que el verbo tiene un matiz significativo distinto que se produce por la
metáfora de ganar como el incremento de bienes o cualidades que llevan a la superioridad respecto de
otro sujeto. Ese incremento se deposita en un lugar figurado que es la forma de concebir la superioridad.
Por eso el TEMA nuevamente aparece como lugar metafórico que precisa de la preposición en para
localizar el punto en el que se produce la diferencia por exceso (cuanto más se gana, más se acumula)
en relación con otro sujeto.
Además, señala Corominas la procedencia indirecta de este verbo del sentido ‘mirar con ansia’,
del que deriva asimismo el sustantivo castellano gana4, que podría funcionar como una incorporación
conceptual (tener gana/ganancia en) en el significado del verbo ganar con un sentido direccional pues la
preposición locativa en vendría determinada por la ubicación adlativa/locativa de la mirada ansiosa que se
deposita en el objeto o TEMA codiciado.

3 Incluso la expresión que utiliza María Moliner para explicar la acepción ‘ser superior a otro en cierta cosa’ contiene
la preposición locativa que indica la localización de la superioridad.
4 Cf. La acepción de gana que da María Moliner: ‘Deseo o *apetito de hacer cierta cosa o disposición adecuada para

hacer algo’ y también la de ganancia: «Dar, Producir; Obtener». Lo que se gana, particularmente en dinero: ‘Ha
comprado la casa con las ganancias de un año’. (V. «gano)

 José Antonio Candalija Reina 617


63. Gastar en

MM: (Del lat. «vastare», devastar, destruir, or. t. del esp. «VASTO», extenso.)
Õ *Usar una Ícosa que se pierde, desaparece o se destruye al usarla: ‘Gasta el
tiempo en tonterías. No me hagas gastar tantas palabras. Hemos gastado
mucho carbón’. (tr. o absol.). Particularmente, usar Í*dinero para algo: ‘Gasta
mucho dinero en medicinas. Le gusta mucho gastar’. *Consumir una cosa en
sí misma, en su funcionamiento, etc., la cantidad de Íotra que se expresa: ‘Esta
plancha gasta mucho fluido’. *Necesitar consumir una cosa para su función o
funcionamiento la cantidad de Íotra que se expresa: ‘Esta cafetera gasta menos
café que la que teníamos antes’.
V.: «Absorber, aflojar, dar aire, *agotar[se], arruinarse, carcomer, castigar, ser
un censo, chupar, comerse, *consumir[se], corroer, derretir[se], *derrochar,
desaguar, desangrar, desatesorar, desembolsar, despender, desperdiciar[se],
despilfarrar, devorar, dilapidar, disipar[se], disponer de, echar[se], emplear,
expensar, fumarse, guastar —ant.—, impender, interesar, invertir, liquidar,
volverse loco, malbaratar, malemplear[se], malgastar[se], malversar, menguar,
mermar[se], supurar, dejar temblando, dar un tiento, tirar, tirar de largo,
tragarse.
Desaparecer, desvanecerse, llevarse el diablo, evaporarse, convertirse en
humo, irse, llevarse el viento, volar.
Decentar, demediar, encentar, encetar.
*Agotado, castigado, *consumido, mediado, terciado.
Barrumbada, costas, derroche, despecio —ant.—, despesa —ant.—, *diario,
dispendio, egreso, expendio, expensas, impensa, litisexpensas, manlieva,
merma, refacción.
Carcoma, chorreo, chorrillo, desaguadero, gomia, goteo, sangría, sangría
suelta.
Diario, imprevisto, ordinario.
*Partida, renglón.

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Sostenimiento.
Costoso, gravoso, oneroso.
Aviejado, cansado, cascado, consumido, *desgastado, destrozado, espigado,
*estropeado, gastado, hecho un guiñapo, manido, manoseado, *roto, sobado,
traído, trillado, *usado, *viejo.
Consumible, fungible, gastable.
*Presupuesto.
Dietario.
Para alfileres, por todo lo alto, a lo grande.
Quien [El que] puede —poder—, arrastra; los dinerillos [dineros] del sacristán
cantando se vienen, cantando se van.
Avaricia, economía, parsimonia.
*Ahorrar, economizar, apretar [cerrar] la mano, reducirse, reservar.
*Gratuito.
Desgastar.
*Disminuir. *Estropear. *Pagar. *Usar».
Ö «*Usar». Emplear alguien cierta Ícosa para su servicio o en su persona:
‘Gasta coche. Gasta unas corbatas muy llamativas. Gasta el traje nuevo para ir
a la oficina’.
× Se emplea también, significando «*tener», con referencia a cosas que
implican un juicio desfavorable; como Í«mal genio, mal humor, unos modales
groseros, un lenguaje soez».
Ø Es el verbo propio de Í«bromas, chirigotas, cumplidos», y palabras
semejantes: ‘Le gastaron una broma pesada’.
Ù «*Desgastar». Destruir una Ícosa, quitarle material o *estropearla frotándola,
usándola, pasando sobre ella, por una acción física o química, etc.: ‘Se sube
las mangas para no gastar los bordes. La intemperie gasta las piedras’.
Ú *Envejecer o quitar energías a una Ípersona.
Û *Devastar un Íterritorio.
Ü *Digerir los Íalimentos.

 José Antonio Candalija Reina 619


V. «hasta los GATOS gastan zapatos, gastar PÓLVORA en salvas».
GASTARLAS. *Acostumbrar alguien a hacer ciertas cosas consabidas, o a
*conducirse de cierta manera que resulta fuera de lo regular: ‘A lo mejor se va
sin despedirse; ya sabemos cómo las gasta’.

COROM: Gastar, del lat. VASTARE, ‘devastar, arruinar’, pronunciado *WASTARE


en la baja época por influjo del germánico occidental WÔSTJAN (alemán wüsten)
íd. 1ª doc.: mozárabe wašţâţo, ‘desperdiciado, mal gastado’ en el cordobés
Abencuzmán, 1ª mitad del S. XII (ed. Nykl, X, p.24); gastar ‘devastar’, primeros
años del S. XIII, Lib. Reg. Aragonés (BRAE, VI, 207). En muchos pasajes del
Quijote vale por ‘malgastar, echar a perder’ («me parece que ha de ser tiempo
gastado el que ocupare en darte a entender tu simplicidad», I, xxiii; «pero ¿para
qué gasto tiempo en esto?», I, 1, 265

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CUERVO

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 José Antonio Candalija Reina 623
 José Antonio Candalija Reina 624
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ERNOUT-MEILLET:

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ADMYTE II:
G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 138r]

si la casa de fran-
cia que ha tal enpresa tomado: la q<u>i`e-
re llegar al cabo: y gastar enella del
thesoro suyo: y del que la yglesia le
dara

Alfonso de la Torre, Visión delectable.[fol. 53v]

E tan bien son


muy intemperados comun me<n>te
çerca del gastar en sus comeres E
sus vestidos & no en otra virtud.
nj bien ninguno que sea

Reyes Católicos, Cuaderno de las leyes nuevas de la hermandad.[fol. 6v]

ma<n>den al thesorero dela otra p<ro>ui<n>cia do<n>de ouiere


q<ua>lesq<ui>er m<a>r<avedi>s del
dicho rep<ar>timiento q<ue> los de y entregue para gastar en prossecucion delo malfechores

Alfonso de Cartagena, Oracional de Fernán Pérez de Guzmán. [fol. 30r]

E estas comunica<n> en amos estremos


& vsan de amos vicios dela prodigalidad / & exceso del gastar en
algunas cosas. E enla escaseza enel defecto del pagar. E en ga-/
star poco en otras en que seria razo<n>able la expensa

Preposición en

Se trata del mismo caso que en el verbo anterior, pero la territorialidad en éste viene dada por el
significado etimológico de ‘devastar o arruinar’ un lugar, por lo que el argumento TEMA estaría concebido
como lugar metafórico que vendría señalado por la preposición en. En ese sentido, la preposición
señalaría el lugar donde se hace el gasto, por lo que se usa el caso LOCATIVO. También podríamos
pensar en la gramaticalización que supone aplicar la incorporación conceptual del sustantivo en el verbo
para señalar el lugar en el que se hace el gasto (hacer gasto en).

 José Antonio Candalija Reina 628


64. Gozar de

MM: Õ Experimentar gozo o placer. Puede también tratarse de un sentimiento


malévolo: ‘Goza haciendo sufrir’.
(V.: «Hacerse la boca agua, complacerse, deleitarse, deliciarse —ant.—,
disfrutar, fruir, gustar de, encontrar [sacar] gusto, volverse loco por, paladear,
hacer penitencia, encontrar placer, pasar un buen rato, *recrearse, saborear.
Ô*Alegrarse. *Gustar. *Placer».)
Ö *Poseer sexualmente a una Ímujer.
× (tr. o con «de»). *Tener cierta Ícosa útil, beneficiosa o agradable: ‘Gozamos
una temperatura deliciosa. Goza de buena salud [de pingües rentas]’.
V. «gozar de DIOS».

COROM: Bajo gozo, del lat. GAUDĬUM ‘placer, gozo, contento’, derivado de
GAUDĒRE ‘gozar’; el grupo DĮ dio -z- según es regular, tras el elemento
consonántico en que termina el diptongo AU. 1ª doc.: orígenes del idioma (Cid;
Berceo; etc.).
DERIV. Gozar [Berceo; también Apol., J. Ruiz, Apal., Nebr.; popular y frecuente
en todas las épocas, pero es derivado exclusivamente español; en arag. ant.
Goyar: Fuero de Teruel, en Tilander, p. 431]

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CUERVO

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 José Antonio Candalija Reina 631
 José Antonio Candalija Reina 632
 José Antonio Candalija Reina 633
 José Antonio Candalija Reina 634
NO ERNOUT-MEILLET

ADMYTE II

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 23v]

y assi viue el que


todo lo lee las vidas de todos no so-
lo passados: mas ahun venideros. vi-
ue luego infinitas vidas: mas goza
de aq<ue>llas/

Juan del Encina, Cancionero de 1496. [fol. 41r]

despues del en nuestros tiempos avemos gozado de tan


crecidas vitorias y triunfos

Juan del Encina, Cancionero de 1496. [fol. 55v]

O suditos suyos muy bien fortunados


vosotros gozays de buenas fortunas

Juan de Flores, Triunfo de amor (BN, ms. 22019) [fol. 31r]

pues q<ue> tantos tiempos essos q<ue> sabeys meior amar


aveys gozado de sueldos y tierra deste dios sin ser
llamados a guerra/

Preposición de

Tanto la disposición como el uso de objetos que producen placer se indican como el lugar de
ORIGEN o CAUSA desde la que se produce la experimentación del gozo, por lo que nos encontramos
con la preposición de, que indica esta direccionalidad ablativa. Nuevamente, al igual que el verbo anterior,
podemos postular una incorporación del sustantivo gozo en el lexema del verbo, pues la acción de gozar
supone hacer gozo de algo.

 José Antonio Candalija Reina 635


65. Hablar acerca de/de/sobre/

MM: (Del lat. «fabulari», der. de «fábula», relato sin fundamento real, der. a su
vez de «fari», decir; v.: «FA-, fablar, fábula; confabular».)
Õ Emitir sonidos que forman *palabras: ‘El niño no sabe hablar todavía’.
También, cuando los emite un animal: ‘Enseñar a hablar al loro’. («de, sobre,
acerca de; con»). «Conversar. Charlar. Departir. Platicar». Hacerlo así dos o
más personas para comunicarse: ‘He estado hablando con él mucho rato’.
«Hablar en público». Pronunciar un *discurso: ‘Mañana hablará el presidente de
la Asamblea’. «Dirigirse. Dirigir la palabra». Hablar alguien dirigiéndose a un
auditorio múltiple: ‘El Rey habló a su pueblo’. (tr.). «*Tratar» un Íasunto entre
dos o más personas: ‘Eso es para hablarlo más despacio’. «*Expresarse».
Manifestar alguien sus pensamientos con palabras, de cierta manera que se
especifica: ‘Habla bien [mal, con facilidad, en español, en griego]’. (tr.). Poder
utilizar cierto Íidioma para expresarse: ‘Habla [el] alemán. Puede hablar latín’.
(«de»). «Tratar». Ocuparse de cierto asunto o *referirse a cierta cosa o
persona: ‘Nos habló de sus proyectos. No hablo de usted en particular.
Herodoto no habla de ese pueblo’. Interponer uno su influencia con alguien a
favor de otro: ‘Le he hablado de ti al ministro’.
Raíces cultas, «fas-, fem-, glot-, lal-, locu-» o «loqu-, log-, parl-»: ‘afasia,
disfasia, afemia; políglota; alalia; elocuencia, locutorio; eloquio; parla,
parlamento’.
V.: «Ajordar, alargarse, alborotar, algarear, aludir, almodonear, hacer alusión,
*asparse, badajear, baladrar, *balbucear, balbucir, barbotar, barbotear,
barbullar, berrear, bisbisear, irse de la [irse la] boca, bosar —ant.—, capacear,
cascar, chacharear, chapurrar, chapurrear, *charlar, chillar, chirlar, chuchear,
citar, *comentar, hacer comentarios, confabular —ant.—, conferenciar, conferir,
hacer confidencias, contestar, sacar la conversación, trabar conversación,
conversar, cotorrear, cridar, *criticar, cuchichear, cuchuchear, *decir, decirlo
todo, declamar, señalar con el dedo, departir, *desacreditar, *desahogarse,

 José Antonio Candalija Reina 636


descolgarse, descoserse, desembanastar, desgañifarse, desgañirse,
desgañitarse, desgaznatarse, desparpajar, despearse, despepitarse,
*despotricar, destaparse, detenerse, devanear, dialogar, dialogizar, discretear,
discursear, pronunciar [soltar] discursos, *discutir, disertar, efundir —ant.—,
empalmarla, encanarse, entretenerse, enzarzarse, explayarse, extenderse,
fabular, alzar [levantar] el gallo, garabatear, gargalizar, garlar, hacer el gasto,
gracejar, *gritar, dar gritos, *gruñir, despacharse a su gusto, hablarlo todo,
pegar la hebra, darle a la sin hueso, insistir, irse [no morderse] la lengua, hacer
literatura, machacar, machaconear, dar el mitin, monologar, *murmurar,
*musitar, ocuparse, orar, pablar, coger [tomar] la palabra, dirigir la palabra,
gastar palabras, estar de palique, parlamentar, parlar, parlotear, echar un
párrafo, patullar, paular, no tener pelos en la lengua, perorar, picotear, platicar,
*pronunciar, quedarse solo, rajar, *recitar, refunfuñar, regañar, *renegar, repetir,
*responder, *rezar, rezongar, rosigar, gastar saliva, señalar, soltarse, susurrar,
tertuliar, *tratar, vanear, vocear, dar voces, vociferar, llevar la voz cantante.
Tragar camote, embarbascarse, *farfullar, harbullar, trabarse la lengua,
mamullar, mascujar, mascullar, tener [hacerse] un nudo en la garganta,
comerse las palabras, decir a medias palabras, tartajear, *tartamudear, titubear.
Alzar el gallo, bajar el gallo [el tono] , alzar [levantar] la voz.
Oral, de palabra, de pico, verbal, de viva voz.
Alto, ampliamente, atropelladamente, con autoridad, bajo, a borbotones, en
broma, con calor, para su capote, a chorros, con claridad, por los codos, para
su coleto, consigo mismo, sin cortapisas, cuerdamente, desapasionadamente,
descosidamente, detalladamente, entre dientes, doctoralmente, *enfáticamente,
entrecortadamente, con equilibrio, ex cáthedra, con franqueza, sin fundamento,
gangoso, a grito herido [limpio, pelado], de igual a igual, largamente, largo,
largo y tendido, como un libro, lisa[mente] y llanamente, mal, de memoria, de
mentirijillas, con las narices, como un papagayo, de poder a poder, con
ponderación, ponderadamente, en público, sin rebozos, con [sin] reservas, sin
rodeos, sencillamente, sensatamente, seriamente, en serio, para sí mismo,

 José Antonio Candalija Reina 637


para sí solo, sinceramente, con suficiencia, con tiento, sin ton ni son, a tontas y
a locas, de veras, de verdad, en voz alta [baja], a voz en cuello, a voz en grito.
Clausular.
Elocución, eloquio, frasis —ant.—, habla, lalación, *lengua, lenguaje, locución,
locuela.
Alcahuetería, alcamonía, alparcería, balsamía, baturrillo, calandraca,
calandrajo, caraba, careo, cháchara, *charla, chicoleo, chinchorrería, chisme,
chismes y cuentos, chismorrería, chispazo, colación, coloquio, comadreo,
conferencia, conversa, conversación, cuento, diálogo, dimes y diretes,
discreteo, *discurso, disquisición, divagación, embrollo, escuchitas, fabla —
ant.—, fabliella, fábula —ant.—, faramalla, farándula, filatería, frases, gallofa,
garla, hablilla, historia, jácara, jisma —ant.—, monólogo, *monserga,
*murmuración, palabras, palique, parla, parladuría, parlamento, parlería,
parleta, parloteo, parola, parrapada, parrafeo, perorata, plática, prédica,
*razonamiento, retahíla, retartalillas, romance, soliloquio, trápala, trónica.
Internuncio, portavoz, vocero.
Absorbente, bienhablado, bocazas, boceras, boquirrojo, cañahueca, charlatán,
churrillero, cotorra, cotorrera, descosido, deslenguado, difuso, facundo, filatero,
gárrulo, hablador, *indiscreto, jarro, largo [suelto] de lengua, lenguaraz,
lenguaz, *locuaz, loro, malhablado, palabrero, papagayo, parlaembalde, pico de
oro, picotero, picudo, prosador, rallador —ant.—, redicho, tarabilla
descompuesta, vocinglero.
Lengua de estropajo [de trapo], media lengua, *mudo, premioso, *tartamudo.
*Elocuencia, facundia, fluidez de palabra, gracejo, labia, *locuacidad, parola,
perisología, pico, pico de oro, verba, verborragia, verborrea, verbosidad.
Ortología.
Accionar.
Sacar el buche, meter los dedos en la boca, tirar de la lengua, a saca mentira
saca verdad, no [no poder] sacar ni con pinzas, sacar con sacacorchos, sacar,
*sonsacar, sacar con tirabuzón.

 José Antonio Candalija Reina 638


No dejar meter baza, en boca cerrada no entran moscas, por la boca muere el
pez, irse la fuerza por la boca, la perdiz por el pico se pierde, perderse por el
pico, mentar [hablar de] la soga en casa del ahorcado.
Que si arriba que si abajo, que si fue, que si vino —ir—; que si patatín que si
patatán, que si tal que si cual.
Dar que hablar, hacer [meter] ruido.
Ruidoso.
¡Deja eso! —dejar—, ¡déjalo! —dejar—, ¡déjalo estar! —dejar—, a eso voy [iba,
vamos, etc.] —ir—, ¡vamos a ver!, corramos un [un tupido] velo.
Paralalia.
No alentar, no abrir [descoser] la boca, no decir esta boca es mía, dar la callada
por respuesta, *callar, no chistar, no despegar los labios, no decir oste ni moste
[oxte ni moxte], no decir [ni] palabra, no decir [ni] pío, no soltar prenda, no
rechistar, no resollar, no respirar.
*Decir. *Elocuencia. *Estilo. *Expresión. *Lengua. *Verdades».
Ö (sólo con palabras semejantes a «disparates» o «majaderías»). *Decir.
× *Criticar o *murmurar: ‘La gente del pueblo habla de ella. Estáis dando que
hablar’.
Ø «*Cortejar. Festejar. Hablarse». Ser novios: ‘Fulano y fulanita hablan desde
hace tiempo’.
Ù *Expresarse de cualquier manera: ‘Hablar por señas [con gestos]’.
Ú («de»). «Recordar». Hacer *pensar en cierta Ícosa: ‘Estas piedras nos hablan
de la grandeza de Roma. Todo en la naturaleza habla de Dios’.
Û («de»). «Tratar». Dar a alguien el *tratamiento que se expresa: ‘Le hablan de
usía. Nos hablamos de tú’.
V. «hablar por BOCA de [ganso]».
DAR QUE HABLAR. Dar motivo para que la gente *murmure.
V. «hablar entre DIENTES».
ECHAR A HABLAR. Empezar a hablar un niño. Empezar a hablar
bruscamente alguien que había permanecido callado.

 José Antonio Candalija Reina 639


(T., «romper a hablar».)
ESTAR HABLANDO. Se dice de alguien representado en un retrato con
extraordinaria *semejanza: ‘Tu madre está hablando en esta fotografía’.
HABLA QUE ESCULPE. Frase jocosa, algo achulada, con que se comenta
alguna frase o expresión *elocuente o *grandilocuente o dicha con pretensiones
de serlo.
HABLAR BIEN de alguien. *Alabarle.
HABLAR CLARO. Decir las cosas sin embozos o rodeos.
(V. «*claro».)
HABLAR alguien CONSIGO MISMO, ENTRE SÍ o PARA SÍ. *Pensar cosas
como si se las dijera a sí mismo.
HABLAR EN CRISTIANO (inf.). Hablar de manera inteligible.
(V. «*entender».)
HABLAR MAL. (I) Hablar incorrectamente. (II) *Blasfemar o decir palabras
groseras.
HABLAR MAL de alguien. *Criticar o *murmurar.
HABLAR POR HABLAR [POR NO CALLAR]. Decir cosas *inútiles, sin sentido o
sin objeto.
HABLARLO TODO. (I) «Decirlo todo». Decir alguien *indiscretamente cosas
que debería reservar para sí. (II) Se dice también de los niños que saben ya
hablar mucho.
HACER HABLAR. Obligar a una persona a hablar *desobedeciéndola,
resistiéndose a hacer algo o *enfadándola: ‘Haz lo que te digo y no me hagas
hablar’.
V. «hablar como un LIBRO, ¡mira —MIRAR—quien habla!»
NI HABLAR o DE ESO NI HABLAR. Expresión con que se *rehúsa alguna
proposición: ‘Quiero pagarte el trabajo que me has hecho. —De eso ni hablar’.
Usada con tono exclamativo, con suspensión al final o sin ella, para *rehusar o
*negar, tiene ahora un uso muy frecuente, pero es vulgar o informal: ‘Podías
ayudarme. —¡Ni hablar! Parece que te gusta esa chica. —¡Ni hablar...!’.

 José Antonio Candalija Reina 640


NO HABLAR a alguien o NO HABLARSE con alguien. Estar *enemistado con la
persona de que se trata.
NO SE HABLE MÁS DE ELLO. Expresión con que se da por terminada una
*disputa o una enemistad, o con que alguien da por concedida una cosa que le
piden.
V. «hablar con los OJOS, hablar como un PAPAGAYO».
QUIEN MUCHO HABLA MUCHO YERRA. Frase de significado claro.
(V. «*equivocarse».)
ROMPER A HABLAR. «Echar a hablar».
V. «hablar en SINGULAR, hablar de la SOGA en casa del ahorcado, hablar en
VOZ baja».

COROM: Hablar, del lat. familiar FABŬLARI ‘conversar’, ‘hablar’, derivado de


FABŬLA ‘conversación’, ‘relato sin garantía histórica’, ‘cuento, fabula’, y éste de
FARI ‘hablar’. 1ª doc.: fabulado, doc. de 1115, en Oelschl.; fablar, Cid; hablar,
Nebr.
Nótese la antigua construcción hablar en algo ‘hablar de tal o cual tema’, que
ya se halla en Berceo (Mil., 814a) y es tan corriente en el Siglo de Oro («sólo la
hablaré en mi amor», Calderón, El Mágico Prodigioso II, i, ed. Losada, p. 200;
«en qué le pudo hablar», «yerra mucho quien habla en la guerra no habiendo
sido soldado», «¿de qué sirve hablar en esso?» «no quisiera hablarte en estas
cosas», Lope, El Cuerdo loco, vv. 893, 953, 2282; Pedro Carbonero, v. 1529)

Prep. de, ‘tema’, (Gràcia i Solé, 1989: 319, ‘tema’ o ‘asunto’, ‘cierto contenido’, (Cano, 1999: 1815;
‘origen nocional’, ‘(punto) inicial’, García-Miguel, 1995: 125.)
Prep. en, ‘tema’ o ‘paciente’, (Demonte, 1989: 95)

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CUERVO

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ERNOUT-MEILLET:

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 José Antonio Candalija Reina 648
ADMYTE II:

Diego de Valera, Ceremonial de príncipes. [fol. 26v]

E dexa<n>do agora de hablar de


las p<re>rogatiuas alas dignidades eclesiasticas deuidas

Dr. Villalobos, Sumario de la medicina. [fol. 14v]

No quiero hablar delas otras passiones


por no dar al metro y las coplas mas me<n>gua
que son manifiestas en sus curaciones

Pierres y Magalona.[fol. 19v]

Dexemos agora d<e> hablar de


Pierres y tornemos a Magalona.

Bernardino de Montana, Libro de la anatomía del hombre. [fol. 103v]

pero dexemos esto que toca a la anothomia y fabrica


del coraçon y boluamos a hablar de sus obras

J. d'Arras, Historia de la linda Melosina. [fol. 124v]

Mas por el presente vos dexare de hablar dela p<re>sente ma-


teria & tornaremos a fremon su hermano.

Juan del Encina, Cancionero de 1496. [fol. 6v]

porque segun dizen los que hablaron del


arte: todas las artes conviene que tengan cierta materia

Alfonso X, Astronomía. [fol. 37v]

Et destos quatro ca-


pitulos postrimeros cuemo quier q<ue> dellos fabla
ssemos enel libro; pusiemos los aqui en cabo

Gran conquista de Ultramar (Salamanca, 1503). [fol. 289r]

ANte que vos fablassemos dela ele-


cion del rey vos contaremos d<e> que
linaje vino Baldouin de bort

 José Antonio Candalija Reina 649


FABULA

Alfonso de Palencia, Universal vocabulario de latín en romance.

[fol. 456v]
{HD1. S. i.}
{HD2. S. i.}
{CB2.
{LAT. {IN1.} Sinapis. vocatur. q<uod> folijs sit similis napi. s<e>c<un>d<u>m
auctores hec verba siue seme<n> calida<m> habet virtu-
tem. sed stringit vrinam crudum in cibo sumptu<m>
stomacho est contrarium. coctu<m> vero iuuat. semen
autem sinapis cum aceto trictum serpentium vul-
nera curat. Sinapi. neutri generis. herba est. q<u>a`<m>-
uis a quibusdam hec sinapis dicitur. Sinapi. in-
declinabile nomen est. vt gummi. Sinape grece.
{IN1.} Sinapothenes. fratres commorientes. similes qui
mores gerebant. Jnde fabula de duobus fratri-
bus edita.
{IN1.} Sinatrismos. idest qui vno tractu concluditur. in-
terpretatur vel congregatio multorum criminu<m>.
siue beneficioru<m>. simul ad moue<n>dos animos. tro-
p(n)s seu figura.
{IN1.} S(J)[i]naxis. grece. idest hora. quando religiosi con-
ueniunt.
{IN1.} Sincategorema. grece. dicitur circum significans
idest omnis dictio preter nomen & verbum s<e>c<un>d<u>m
dialeticos. Jtaq<ue> sincategorematica. idest co<n>signi-
ficantia.
{IN1.} Sincerus. ra. rum. quasi sin corruptio<n>e. & sine vi-
tio. purus. rectus. simplex.
{IN1.} Sinchesis. idest co<n>fusio. hyp<er>baton vndiq<ue> confu-
sum. iuuenes fortissima frustra.
{IN1.} Sincinium. nij. quasi singularis cantilene vox. id-
est quu<m> vn(n)[u]s canit. grece dicit<ur> monodia. vt quan-
do multi simul canunt dicitur chorus.
{IN1.} Sinciput. sincipitis. neutri generis. tercie declina-
tionis. Anterior pars capitis. quasi simul caput.
& sincipiciu<m> dimidiu<m> caput.
{IN1.} Sincletus. grece senatus. & sincletius idest senator
{IN1.} Sincrisis. est co<m>mixtio duarum vocalium in vnu<m>
sonum. quaru<m> vna confunditur: vt sinchesis hip<er>-
baton ex omni parte confusum. de quo diximus
superius.

 José Antonio Candalija Reina 650


{IN1.} Sincronion. idest vnius temporis.
{IN1.} Sincopa. est ablatio vel remotio littere vel sillabe
e medio dictionis vt audacter pro audaciter. & so-
narunt pro sanaueru<n>t. scribitur syncopa.
{IN1.} Sindaualum. idest fundibalum.
{IN1.} Sinderasmos. grece. idest co<n>iu<n>ctio. est sinderasmos
collatio q<ua>n<do> bona & mala inter se co<m>p<ar>antur.

FABULARI

[fol. 284v]
{HD1. M. n.}
{HD2. M. n.}
{CB2.
{LAT. {IN1.} Mitigo mitigas mitigaui mitigare. verbum acti-
uum prime coniugationis est compescere: sedare
misericordia vti. cuius inchoatiuu<m> est mitesco mi-
tescis.
{IN1.} Mitescit. qui cedit improbitatibus: & non resistit
mitigationi. Mitificat vero qui alium mitem fa-
cit. Jdipsum significat simpliciter verbum miti-
go.
{IN1.} Mitis & hoc mite omnis generis tertie declinatio-
nis. est mitis humilis: mediocris: comunis: seui-
tie expers: qui pietati religionis heret. lenis: tra-
ctabilis: & qui tacite sustinet contumeliam: quasi
mutus. Mitis mitior mitissim<us>. & aduerbialiter
mite mitius mitissime per comparationem. Jm-
mitis co<n>trariam significationem habet. mitis ma-
turus.
{IN1.} Mitissus. genus piscis qui digestibilis est.
{IN1.} Mitos grece. fabula dicitur. Miticon idest fabu
lari a fabulis. hinc mitologiaru<m> liber. qui conti-
net sermones fabularum.
{IN1.} Mitra mitre prime declinationis feminini generis
est pilleu<m> frigiu<m>. est quoq<ue> thiara. est etia<m> tegme<n>
mulieru<m> ad capita operie<n>da: velandosq<ue> capillos
& est funis quo nauis cingitur. Mitra capadocu<m>
lingua october mensis.
{IN1.} Mitradax mitradacis. lapis est qui sole percussus
coloribus varijs micat.
{IN1.} Mixtarium mixtarij. etiam mistarium neutrum. &
apud quosda<m> generis masculini est quo miscem<us>
Lucilius in quinto: Vrceus aut longo geminus

 José Antonio Candalija Reina 651


mixtarius palo. instrumentu<m> coquine accomodu<m>.
{IN1.} Mna grece: idest mina que habet sexaginta siclos
vt diximus. Et in euangelio continetur parabo-
la de seruo qui accepit a domino suo dece<m> mnas
habet mna libram vnam & semiunciam. continet
solidos septuaginta qui<n>q<ue>. Mna dicitur alia que
appendit duas libras & semis.

Preposición de

Evidentemente, el verbo presenta un esquema en el que la actividad verbal se realiza teniendo


en cuenta que el TEMA responde a la metáfora de un lugar de origen desde el que se habla. Por ello se
elige esta preposición que indica la direccionalidad del ORIGEN. La etimología nos revela a través de los
ejemplos del corpus que el verbo regía ablativo en latín, concibiendo por tanto el objeto como un origen
desde el que desarrollar la acción. Asimismo, los ejemplos aducidos (fabula de duobus fratibus y fabulari
a fabulis), que pertenecen a un estadio cercano al latín vulgar pues se trata de un hablante romance
medieval el que las usa; nos muestran también la elección de esta preposición para indicar una especie
de incorporación conceptual en el paso al español en la que tendría cabida el sustantivo fábula rigiendo la
preposición de como enlace de un complemento nominal: hacer fábula de.
Además, semánticamente, el sentido ablativo del verbo es entendido por María Moliner como
‘emitir sonidos que forman palabras’.

Preposición sobre

La conceptualización del verbo hablar en su etimología coincide con la cognición de la acción


como una superficie sobre la que se deposita la exposición del TEMA (Cuervo) en su significado de
‘exponer, tratar de algo’, que procede a su vez del compuesto latino formado por la preposición ex y el
verbo pono, que abunda en el sentido de ‘poner o situar’ en una superficie, con lo que el valor locativo
queda asegurado desde el inicio, produciéndose nuevamente la translación metafórica hacia el TEMA,
concebido como lugar figurado. Compárese con el significado de disponer sobre y la analogía con los
verbos dicendi.

 José Antonio Candalija Reina 652


La explicación de la presencia de ésta preposición y la locución acerca de tiene que ver con el
proceso analógico con el de la preposición de, pues igualmente se designa la META o DESTINO hacia el
que se dirige la acción verbal.

66. Incurrir en

MM: (Del lat. «incúrrere», de «cúrrere»; v. «CORRER». «en».) «*Caer». Con


«*culpa, *error» o palabras semejantes, hacer algo que merece esa calificación.
Con «castigo, pena, odio, ira, desprecio» o palabras semejantes, hacer algo
por lo que se merece o se provoca lo que esas palabras expresan: ‘Ha incurrido
en la desaprobación de su jefe’. Con la designación de un texto legal que
señala una pena o sanción, haber cometido la falta a que se refiere ese texto:
‘Ha incurrido en el artículo... del código penal’.
(V. «*caer, recaer, *reincidir».)

COROM: Bajo correr, del lat. CŬRRĔRE íd. 1ª doc.: mitad del S. X, Glosas de
Silos.
DERIV. Incurrir [Apal. 321b, 326b, 355d], tomado de incurrĕre ‘correr hacia’.
SPES: incurrere, ‘precipitarse’ (in columnas i., lanzarse de cabeza contra las
columnas) || ‘hacer una incursión, invadir’ || ‘desatarse contra alguno [en
palabras]’ || ‘tropezar, chocar’ || ‘caer’ (in morbos i., contraer enfermedades);
‘incurrir’ (in odium i., atraerse el odio) || ‘coincidir, ocurrir’.

Prep. en, ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte, 1989: 95

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CUERVO:

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 José Antonio Candalija Reina 656
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 657


ADMYTE II:

Bernardo de Gordonio, Lilio de medicina.[fol. 60r]

E dize se hereos: porque los


ricos & los nobles por los muchos plazeres
que han acostumbran de caer: o incurrir ene-
sta passion.

Luis del Mercado, Instituciones para los algebristas. [fol. 2v]

so pena de caer e
incurrir en las penas contenidas en las leyes y prema-
ticas

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 57v]

que antes acordo de se des


dezir/ de incurrir en crimen de falso

Alfonso de Palencia, Universal vocabulario de latín en romance. [fol. 365r]

Et fue el primero q<ue> por no incurrir en presu<m>ptuo-


sa soberuia se quiso llamar philosofo q<ue> es ama-
dor dela sabidoria & no sabio.

Juan de Mena, Coronación. [fol. 39v]

fuye<n>do de aq<ue>l lugar por no incurrir en aq<ue>l-


los tormentos & penas segu<n>d tesifone me dixera.

Preposición en

Todas las versiones etimológicas coinciden en el sentido direccional del compuesto latino curro y
la preposición in, que no sólo justificaría la fijación histórica de dicha preposición (como aducen algunos
autores), sino que además explicaría la metáfora que se produce al trasladar el significado local original
hacia el abstracto (que también posee en la época romana) en el caso TEMA que sería entendido como
lugar figurado en el que se concentra la acción verbal. El sentido negativo parece proceder precisamente
de la acepción de ‘caer, precipitarse, dirigirse hacia un lugar muy rápido de forma que no se puede parar
y el choque es inevitable’ (Cf. SPES: in columnas, ‘contra las columnas’, invadir, tropezar, chocar’).

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67. Indagar en/sobre

MM: Õ «Averiguar. Buscar. Inquirir. *Investigar». Hacer lo necesario para llegar


a conocer cierta Ícosa: ‘Indagar el paradero de alguien. Indagar las causas de
algo’.
Ö *Enterarse de cierta Ícosa mediante indagaciones.

COROM: tomado del lat. ĭndāgāre ‘seguir la pista de un animal’, ‘investigar


(algo)’. 1ª doc.: 1607, Oudin; 1609, Argensola. No es frecuente todavía en los
clásicos (falta Quijote, Góngora, Covarr.), pero hay algún ejemplo más en el S.
XVII. Hoy es palabra de tono culto, pero corriente
SPES: indagare, tr.: ‘seguir la pista, rastrear || ‘indagar, averiguar, buscar
(aliquid de re publica i., descubrir algo referente a la vida pública).

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CUERVO:

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ERNOUT-MEILLET:

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NO ADMYTE

CORDE:

Párrafo nº 5.
Página 368
por quien pasó e está la dicha pesquisa e proçeso de pleito e sentençia quel dicho Niculás Pérez,
bachiller e juez susodicho, dio, fuy presente a todo lo que dicho es en uno con los dichos testigos et a
rruego e pedimiento de los dichos omes buenos pecheros de los dichos pueblos este proçeso de pleito e
sentençia fiz escrevir en la manera que dicha es e por mí pasó, que va escripto en çiento e quarenta e
una fojas deste libro de pergamino de cuero, de quatro fojas en el pliego, con ésta en que va mío signo, e
en cada plana de yuso señalado de mi señal, et fiz aquí mío signo * en testimonio de verdat.

Gonçalo Gonçález.

78

1414, junio, 9. SALAMANCA.

Juan II prorroga por cuatro meses el plazo inicialmente concedido a Nicolás Pérez,
Página 369
alcalde de Segovia, para que en seis meses indag ara y sentenciara sobre los términos comunales
de la ciudad de Avila y de su tierra que algunas personas han ocupado indebidamente, recibiendo, como
antes, de salario cien maravedíes diarios. *

Don Juan, por la graçia de Dios rrey de Castilla, de León, de Toledo, de Gallizia, de Sevilla, de Córdova,
de Murçia, de Jahén, del Algarbe, de Algezira, e señor de Vizcaya e de Molina, a vos Niculás Pérez,
bachiller en decretos, alcalde en la çibdat de Segovia, salud e graçia.

Sepades que por parte del conçejo e omes buenos pecheros de la çibdat de Avila me fue dicho e
querellado que ellos, teniendo çiertos términos e pastos e pinares e syerras e echos por comunes de la
dicha çibdat e de su tierra, asy conmo términos e pastos e pinares e ssierras e echos de conçejo, e
poseyéndolos por suyos propios e paçiéndolos con sus ganados e be viendo las aguas dellos e
cortándolos e rroçándolos asy conmo términos e pastos e pinares e syerras e

--------------------------------------
AÑO: 1180-1493
AUTOR: Anónimo
Documentación medieval del Asocio de la Extinguida Universidad y Tierra de
TÍTULO:
Ávila. I y II.

 José Antonio Candalija Reina 664


PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Lírica
PUBLICACIÓN: Carmelo Luis López, Institución Gran Duque de Alba (Ávila), 1990-1991
Párrafo nº 3.
Página 758
de se detener ende, sinon de pasada. E por eso luego el segundo día, como ventaron los vientos
australes, es a saber de la parte de medio día, e finchién las velas, estando quedas alçadas por
enxugarse, dispuso luego su partida.

Antes d'ella quiso enformarse de Eleno de sus fados fincables, non porque dubdase en la respuesta que
Apollo le diera,
Página 759
mas por saber más por menudo los medios por do se avían de cumplir aquellas cosas por Febo
vatiçinadas, porque non errase en alguna cosa, alongando su prosperidat, siquiere menguándola en
alguna parte.

En este paso conosçe el entendimiento que los acarreos de los fados se pueden en algo mudar de parte
del paçiente, por non saber guardar los medios dispusitivos con que se han de cumplir.

En esta voluntad de Eneas, queriéndose çertificar de sus venideros fechos, es significado moralmente
qu'el prosiguiente las virtudes tancto desea el llenero reposo conçiençial, que non çesa indagar en la
investigaçión intelletiva de los medios, antes que los pase, por do ha de llegar al nombrado reposo,
aunque es çierto d'él por la respuesta del juizio de la razón, entendido en Apollo.

E, queriendo continuar aquella prosecuçión, porque más aína legue a su deseo, non se detiene en la
especulaçión de la religión con sola inflamaçión. Contento en la deduçión mental, adelante pasa e a la
dispusiçión los lama e la inflamada afecçión, entendida en los vientos australes, que vienen de la parte
caliente, que finchen las velas quedas de su cogitaçión, mostrando cuánto más, desque fizieren vía,
complirán las dichas velas de adjutorio suave e amigable, façilitando el curso de la prosecuçión
començada e sobrando las fluctuantes ondas de las detençiones.

547. O, troyano etc. En estas palabras interrogativas por Eneas a Eleno dichas se contienen algunos
pasos sçientíficos que han menester ser en la declaraçión e ser bien

--------------------------------------
AÑO: 1427-1428
AUTOR: Villena, Enrique de
TÍTULO: Traducción y glosas de la Eneida. Libros I-III
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Pedro M. Cátedra, Turner Libros (Madrid), 1994

 José Antonio Candalija Reina 665


Preposición en

Ernout-Meillet nos aclaran el origen de esta preposición por el sentido de ubicación interior de la
caza en un recinto cercado. Por eso, el caso locativo que complementa a este verbo se expresa mediante
esta preposición.

Preposición sobre

El origen semántico del verbo nos remite a una acepción que tiene un valor fundamentalmente
local y superficial, pues ‘seguir el rastro o la pista de un animal’ se realiza siguiendo una línea que se
ubica en una superficie. Por eso se usa la preposición sobre, que indica que la investigación de un
determinado asunto supone conceptualizarlo como un lugar superficial sobre el que se desarrolla la
acción verbal. Nuevamente, por asociación metafórica, el argumento TEMA es presentando como lugar
figurado. Y, nuevamente, por asociación analógica con los verbos de lengua y sentido aparece esta
preposición para señalar que el significado verbal está relacionado con esta acepción.
También se podría explicar como el resultado de la amalgama latina seguir la pista de, que se
transformaría por la analogía comentada en sobre.

68. Influir en /sobre

MM: (Lat. «inflúere», de «flúere»; v. «FLUIR». Pronunc. «influ-ir; influyo», etc.;


«en, con; para».)
Õ Hacer notar su presencia una cosa en la manera de ser o de obrar de otra, o
producir cambios en ella: ‘El color no influye en la calidad de la tela. Las
montañas influyen en el clima. Sus circunstancias familiares han influido en su
carácter’. («en, *con»). Actuar conscientemente sobre Íalguien o algo para que
obre o sea de cierta manera: ‘Influyó con un amigo suyo para que tomara de
secretaria a esa muchacha’.
V.: «Ablandar, *acometer, acosar, *acuciar, afectar, *apremiar, apretar, asediar,
*atacar, *ayudar, blandear, camelar, volver a la carga, cargar sobre, catequizar,

 José Antonio Candalija Reina 666


coartar, *cooperar, cortejar, *empujar, entrar, estrechar, ser mucha gente,
manejar a su gusto, *importunar, incitar, *inclinar, *inducir, *insistir, instar,
instigar, *intervenir, manejar, mediatizar, obrar, perseguir, predisponer,
predominar, preponderar, hacer presión, presionar, poner los puntos, repercutir,
rondar, sitiar, trabajar».
Sentir. No hay otro verbo recíproco de «influir» con más precisión que «sentir»,
ni se emplea como tal «influirse»; para expresar la idea «ser influido» se
emplean, aparte de esta forma pasiva, perífrasis tales como «sentir [sufrir] la
influencia de..., tener sentido de...» y, sobre todo, expresiones con «dejarse»:
‘dejarse impresionar [influir, llevar, sugestionar...]’.
«Estar en el candelero, disponer, pesar, significar.
Importante, influyente, de peso, poderoso.
Tener el padre alcalde, tener padrinos.
Acción, eco, influencia, influjo, inspiración, *presión.
Reminiscencia.
Ascendiente, *autoridad, influencia, mano, *poder, predicamento, *prestigio,
vara alta.
Agarradero[s], aldaba[s], amarras, amistades, apoyo, arrimo, asidero[s], ayuda,
cuña, empeño[s], empuje, enchufe, *favor, lados, mano, padrino[s], palanca,
recomendación, recurso[s], relaciones, tentáculos.
Decisiva, efectiva, poderosa.
Autoridad, cacique, favorito, *privado, ulmén, valido.
Vendehúmos.
Seguir.
Sugestionable.
*Causa. *Convencer. *Depender».
Ö (*teología). Inspirar o comunicar Dios a alguien algún efecto de su gracia.

COROM: Bajo fluir, tomado del lat. flŭĕre, ‘manar, correr, escurrirse (un
líquido)’. 1ª doc.: 1709, Tosca.

 José Antonio Candalija Reina 667


DERIV. Influir [parece hallarse en Mena, según M. R. Lida, p. 260; 1499, H.
Núñez de Toledo; falta Apal., Nebr., C. de las Casas, Covarr., pero está ya en
Quevedo y hay otros ejemplos del Siglo de Oro, aunque entonces son más
frecuentes los sustantivos derivados], de inflŭĕre ‘desembocar en, hacer
irrupción, penetrar’, aplicado en la Edad Media a la influencia de los astros.
SEGURA MUNGUÍA: influere, ‘desembocar, desaguar’: palus in flumen influit,
la laguna desagua en el río || ‘hacer irrupción, invadir’: influentes in Italiam
Gallorum copiae, las tropas de los galos haciendo irrupción en Italia || ‘penetrar
insensiblemente, insinuarse: in animos, en los espíritus.

Prep. en, ‘tema’ o ‘paciente’, (Demonte, 1989: 95)

 José Antonio Candalija Reina 668


CUERVO

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ERNOUT-MEILLET:

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 José Antonio Candalija Reina 676
ADMYTE II:

Cicerón-Alfonso de Cartagena, De officiis; De los oficios.[fol. 93r]

com<m>o jnfluyr enlos cora-


çon<e>s de todos

Jehuda ha-Levi, Libro del Cuzari.[fol. 142r]

com<m>o no<n> ay escaçesa enel


diujno mjsterio ynfluyo enel
esa ventaja que dezimos ente<n>-
dimje<n>to

Maimónides, Moreh Nevukim; Mostrador y enseñador de los turbados.[fol. 60v]

q<ue> son los angeles por q<ue> son no<n> corpora-


les & se diz por las virtudes çelestres
q<ue> enfluyen enlas cosas.

Maimónides, Moreh Nevukim; Mostrador y enseñador de los turbados. [fol. 82r]

esta es la virtud delos p<ro>fetas


% &' si enfluye sobre la virtut maginatiua

Maimónides, Moreh Nevukim; Mostrador y enseñador de los turbados.[fol. 60r]

se dira q<ue>
enfluyo su sapiençia sobre los p<ro>ph<et>as

Maimónides, Moreh Nevukim; Mostrador y enseñador de los turbados.[fol. 87r]

a escapar gentes (nobls)


nobles de manos de malos o escapar
algu<n>t bueno o enfluyr sobre muchas ge<n>-
tes

Preposición en

El significado del compuesto latino expresa el valor local que subyace al significado del verbo
español. Segura Munguía lo identifica con ‘desembocar, desaguar’ por el sentido relacionado con los

 José Antonio Candalija Reina 677


fluidos y su capacidad para trasladarse de un lugar a otro con facilidad y adoptar la forma del recipiente
que los contiene. De ahí que aparezca la preposición en, pues se entiende que la acción de fluir se
realiza desde el interior de un recipiente hacia el interior de otro. El proceso metafórico explica que el
TEMA o PACIENTE de la acción verbal de influir sea concebido como un lugar metafórico de tipo
recipiente en el que se vierte el contenido de la influencia. El caso es ADLATIVO que se asocia con
LOCATIVO

Preposición sobre

De igual modo, cuando se vierte un fluido en un recipiente, se realiza desde una posición
elevada en relación con el propio recipiente, lo cual explica el uso en determinados contextos de esta
preposición para indicar que el TEMA/PACIENTE es, metafóricamente, un lugar imaginado como un
recipiente sobre el que verter la acción verbal. De todas maneras, siempre podríamos pensar que el
sentido del verbo tiene que ver con los verbos de lengua y sentido de los que toma esta preposición por
analogía.

69. Insistir en

MM: (Del lat. «insístere», der. de «sístere», colocar; v. «SIST-». «en».) *Repetir
varias veces algo que se dice, para asegurar el resultado. Mostrar al decir
algo especial interés en ello o *recalcar su importancia. Repetir un acto o
*perseverar en un esfuerzo, con cierto fin: ‘Si insistes llegarás a hacerlo’.
V.: «Acentuar, acosar, *acuciar, almodonear, *apoyar, *apremiar, apretar, asar,
asediar, llamar la atención, no cansarse de, sin cansarse, volver a la carga,
cargar sobre, cortejar, remachar el clavo, *confirmar, empeñarse, empujar,
encarecer, dar [poner] énfasis, estrechar, no hacer más que..., hacer hincapié,
dar importancia, importunar, *incitar, *instar, *intimar, ir detrás [tras de],
machacar, machaconear, no caerse de las manos, marear, refrotar por las
narices, hacer notar, no parar hasta, perseguir, perseverar, porrear, hacer
presión, presionar, dar realce, *realzar, recalcar, reiterar, remachar, hacer

 José Antonio Candalija Reina 678


resaltar, rondar, sitiar, *subrayar, trabajar, tratar de convencer, decir [repetir] mil
veces, andar a [dar] vueltas.
Ahínco, apretaderas, interés, machaca, matraca, *pesadez.
Constante, continuo, eterno, inacabable, incesante, insistente.
Machacón, *persistente, *pesado, temoso.
Muchos amenes al cielo llegan, la misma canción, dale que dale —dar—, dale
que le das —dar—, erre que erre, la gota de agua, siempre he [has, etc.] de —
haber—, a cada instante, cada loco con su tema, a macha martillo, a cada
momento, paciencia y barajar, con paciencia se gana el cielo.
*Desistir.
¡Bueno...!, ¡vuelta...!
*Constante. *Continuo. *Decir. *Énfasis. *Obstinación. *Pesado. *Ponderación.
*Reforzar. *Repetir».
Se expresa insistencia con frases en tercera persona del singular del presente
de indicativo del verbo que expresa la acción en que se insiste, repetida
intercalando «que» o «que te»: ‘Cose que cose. Estudia que te estudia’; a
veces, la segunda forma se pone en segunda persona del plural del futuro:
‘Anda que andarás’.

COROM: Bajo existir, tomado del lat. exsistĕre ‘salir’, ‘nacer’, ‘aparecer’,
derivado de sistĕre ‘colocar’, ‘sentar’,’detener’, ‘tenerse’. 1ª doc.: 1607, Oudin.
DERIV. Insistir [Mena (C.C. Smith); 1499, Hernán Núñez de Toledo], de
insistĕre íd.
SPES: insistere, tr.: ‘ponerse, mantenerse, apoyarse’ || ‘darse a’ (in bellum,
ocuparse en la guerra)
SEGURA MUNGUÍA: insistere, ‘insistir, persistir’: in vitiis alicuius, hacer
hincapié en los defectos de alguno.

Prep. en, ‘tema’ o ‘paciente’, (Demonte, 1989: 95; ‘asunto’, ‘materia’, ‘objetivo’, ‘tema’, Cano,1999:
1827)

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CUERVO:

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 José Antonio Candalija Reina 681
 José Antonio Candalija Reina 682
 José Antonio Candalija Reina 683
 José Antonio Candalija Reina 684
ADMYTE II:

Alfonso de Cartagena, Oracional de Fernán Pérez de Guzmán. [fol. 47v]

Ca a vn que vnos se enojen otros no<n> se


enojan. pero bien es de acatar que no<n> sea el oficio tan prolixo que
enpache la deuocio<n> de todos. E en esto no<n> es de insistir enla prese<n>
te scriptura.

Preposición en

El compuesto latino del que procede el verbo insistir (in+sisto) incide en el valor local de ‘colocar,
mantener, tenerse’ la acción verbal en un lugar. Por eso se toma el sentido de repetición o iteración
(María Moliner, Cuervo, Corominas) que tiene actualmente el verbo español que precisa la preposición en
para ubicar el TEMA como un lugar metafórico en el que realizar repetidamente la acción verbal de
colocar la afección del AGENTE. Pero tanto la preposición como el sentido local ya existen en latín.

 José Antonio Candalija Reina 685


70. Murmurar de/sobre

MM: Õ «Susurrar». Producir un murmullo; por ejemplo, el agua o el viento.


(V.: «Borbollar, borbotar, cantar, gorgotear, rumorear, runrunearse. ÔCantarín,
murmurador, murmurante. Ô *Susurrar».)
Ö «*Gruñir». Hablar alguien en voz muy baja, casi sin pronunciar las palabras y
sin dirigirse a nadie, quejándose de alguien o de alguna cosa.
× («de»). *Criticar algo o a alguien o contar cosas que perjudican su buena
fama, sin razón o con poco fundamento y con mala voluntad hacia la persona o
cosa de quien se habla.
(V.: «Poner como chupa de dómine, comentar, hacer comentarios, decir,
señalar con el dedo, desollar, despellejar, hincar el diente, poner como no digan
dueñas, hablar, hablar mal, poner como hoja de perejil, morder, mordiscar,
mordisquear, poner de oro y azul, quitar la piel, quitar [sacar] la piel a tiras,
poner como un trapo, poner verde, poner de vuelta y media. Ô Habladuría,
maledicencia, tijeras. Ô Comidilla, platillo, plato. Ô Malas ausencias. Ô
*Calumniador, deslenguado, *difamador, mala lengua, *lengua de víbora,
maldiciente, mordicante, navaja. Ô Por detrás, a espaldas de. Ô Andar de boca
en boca [en boca de, en bocas], dar que decir, escandalizar, dar que hablar. Ô
Silbar [Zumbar] los oídos. Ô Ladran —ladrar—, luego andamos; cuando el río
suena... Ô *Calumniar. *Censurar. *Chisme. *Criticar. *Desacreditar. *Difamar.
*Intrigar».)

COROM: tomado del lat. mŭrmŭrare íd. 1ª doc.: Berceo

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CUERVO:

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 José Antonio Candalija Reina 689
 José Antonio Candalija Reina 690
ERNOUT-MEILLET:

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ADMYTE II:

Pierre Bersuire, Morales de Ovidio. [fol. 121r]

q<ue>los tal<e>s mezq<u>i`nos si oujessen poderio


serian mas q<ue> todos los otros crueles & cont<r>a` los otros
pobres mas malos & aq<ue>stos son los q<ue> mas q<ue> todos los
ot<r>o`s son parleros & a murmurar delos ot<r>o`s mas promptos

Alfonso X, General estoria II. [fol. 133v]

Et parti me
yo estonces alli del engan<n>o que
ellos fazien & de gouernar la
Naue. % Et maltroxieron me
estonces todos & comenc[']aron
a murmuriar dello.

Alfonso X, General estoria II. [fol. 134r]

Et començo toda la compan<n>a


a reyr & murmuriar del mio lloro

Prep. de, ‘tema’ o ‘asunto’, ‘cierto contenido’, (Cano, 1999: 1815; hablar de, García-Miguel, 1995: 124

CORDE

Párrafo nº 1.

Agora fabla paladino, e nol dizen nada. ¿Quiçab entendieron los principes que uerdadera mientre es este
Christo?
Mas nos sabemos dond es; mas Christo, quando uiniere, no sabra ninguno dond es.
Metie uozes Ihesu en el tiemplo preygando, e dizie: A mi sabedes, e sabedes donde so; e no uin de mi
mismo, mas es uerdadero el quem enuio, que uos non sabedes.
E yol se. E si dixier quel non se, sere mintroso, otro si como uos. E sel yo; ca del so, e el me enuio.
Querien le prender, e no metio ninguno mano en el, ca non uiniera aun su hora.
Muchos crouieron en el de las yentes, e dizien: Quando Christo uiniere, ¿podra fazer mas signos que este
faze?

 José Antonio Candalija Reina 692


Los phariseos oyeron las yentes que estauan murmur ando de Christo, e los principes e los
phariseos enuiaron sos ombres quel prisiessen.
E dixo les Ihesus: Aun estare conuusco un poco de tiempo, e ire a aquel quem enuio.
Demandades me e nom fallaredes, e do yo so, uos non podedes llegar.
Dixieron los iudios a si mismos: ¿A que logar quiere ir, por que nos nol podremos fallar? ¿Quiere ir a
preygar a los gentiles?
Que palaura es esta que dixo: Demandades me e nom fallaredes, e do yo so, uos non podedes llegar?

En el postremero e mayor dia de la pascua, estaua alli Ihesus, e dizie a uozes: Quien ha set, uenga a mi
e beua.
Qui [259c] cree en mi assi cuemo dize la escriptura, de so uientre correran rios de agua uiua.
Esto dixo del espiritu que auien a recebir los creyentes en el, ca no era aun dado el

--------------------------------------
AÑO: 1260
AUTOR: Anónimo
El Nuevo Testamento según el manuscrito escurialense I-j-6. Desde el Evangelio
TÍTULO:
de San Marcos hasta e ...
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Biblias
Thomas Montgomery; Spurgeon W. Baldwin, Real Academia Española (Madrid),
PUBLICACIÓN:
1970
Párrafo nº 7.
Página 68
presos, muertos todos los levo e con grant spuella de algos e de cativos tornose con grant victoria pora
Leon. [Tol. V, VII].
Enpues esto los moros entraron por ribera del rio clamado Turmo con un princep que decian Accepha; e
con favor de Ferrant Gonzalvez e de don Diego e de otros nobles de su regno, compezaron poblar
Salamanca, Ribas, Los Baños, Alfondega, Penna e otros muytos logares.

Página 69
En aquella hora esse mismo el conde poblo Maya; e muytos robos de Asturias e cavalgadas facian alli en
las partidas de Santa Juliana. El rey don Remiro, entendidas aquellas conjuraciones que facian, sallie a
los moros e, quando por corridas, quando por peleas, fizolos partir. E Ferrant Gonzalvez, non aquel que
era conde de Castiella, e don Diego prendielos; y el uno envio a Leon, l'otro a Gordon, en carcel los puso.

Et depues de algun tiempo los nobles de la tierra murmur aban de aquella prison, recebida jura que
de alli adelant non verrnian cuentra el, soltolos.

 José Antonio Candalija Reina 693


E caso su fillo Ordonio con la filia de Ferrant Gonzalvez, conde de Castiella; e dos fillas que de la reyna
donna Teresa, hermana del rey don Garcia el Tenbloso de Navarra, havia, Sancha e Geloyra, en Leon un
monesterio hizo cerca de su palacio en honor de Sant Salvador pusolas alli.

Et en el 19 aynno de su regno cerco Talavera, e los moros de Toledo fueron accorres a los cercados, e
pelyo con ellos e vencie e murieron de los moros passados 12 mil en aquellas peleas e bien 12 mil
cativos. Et torno poral su regno, e, viendo las gracias que nuestro Senyor les facia, edifico tres
monesterios en la qual obra fue muyt buena la reyna donna Taresa su muller, y es a ssaber; el
monesterio de Sant Andren e de Sant
Página 70
Christobal sobre Ceya, e de Santa Maria en la ribera de Duero e de Sant Miguel en la Val de Orna, que
yes dito de Santana,

--------------------------------------
AÑO: 1305-1328
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Crónica de los estados peninsulares
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
Párrafo nº 1.
Página FOL. 125R
presa de amor
,et cuanto mas lo uidia
de dia en dia mas se
enflamaua, por que el
dito Eunucho el qual
antes era en desgraçia
de la enperadriç, por amor
de su ermano fue tornado
en su graçia et lo conuidaua
souen, et faulaua
con ell, et sienpre le
demandaua de Miquali
su ermano, por que el
eunucho penso la intençion
de la enperadriç que
era enamorada de su ermano,
el qual a dado
por consello a su ermano
que mostras alegre cara
a la enperadriç et que
la uidies souen, et si ella

 José Antonio Candalija Reina 694


se fazia esquiua dell como
las mulleres suelen
fer que non curas mas
que quando auies lugar
la abraças sin uergo[n]ya
et encara besar, suma que
aquesta amor ha auido
effecto, et de poco en poco
Página FOL. 125R

lo conexian todos, tanto


que todo el palaçio
ne era pleno, et todos
murmur auan sobre aquesti
feyto, et encara
por toda la çiudat saluo
que lenperador non
lo sabia; una uegada
seyendo (la) (enperadriç) [lenperador]
en el leyto con la enperadriç,
fue clamado el dicto
Miquali; el qual entrado
en la canbra lenperador
le mando que le freguasse
los piedes; por que
alli do el dicto miquali
freguaua los piedes
bien podia tocar los de
la enperadriç; mas la
ermana del enperador
que auia nombre Pulcheria,
et muytos otros
lo daron a entender
al enperador la cosa toda
et le daron por consello
que se goardas,
mas lenperador no ha
feyto sino que fizo uenir
dauant de sy el dito Miquali;
et le demando sy
la enperadriç era enamorada
dell o ell de ella. esti
respondio que ell no
era, et lenperador le demando

 José Antonio Candalija Reina 695


que lo iuras sobre el
corpus xpisti de dir la uerdat

----------------------------------
-
AÑO: 1377
AUTOR: Fernández de Heredia, Juan
TÍTULO: Crónica de los emperadores. BNM 10131
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
Lloyd A. Kasten; John J. Nitti, Hispanic Seminary of Medieval Studies
PUBLICACIÓN:
(Madison), 1995
Párrafo nº 2.

e todos vuestros numeros a todas vuestras cuentas de veynte annos arriba, los /[72b] que murmurastes
contra mi; [30] ¿sy vos otros entraredes enla tierra, que alçe yo la mi mano para vos fazer morar enella,
saluo Calef fijo de Yefune e Josue fijo de Nun? [31] e vuestros ninnos, que dexistes que serian abiltados,
traerlos he, e sabran la tierra que menospreçiastes; [32] e vuestros cuerpos caeran eneste desierto. [33]
Et vuestros fijos andaran pastores enel desierto quarenta annos, e lleuaran vuestros adulterios, fasta que
se acaben vuestros calabres enel desierto; [34] por cuenta delos dias que esculcastes la tierra, quarenta
dias, anno por dia; lleuaredes vuestros pecados quarenta annos, e sabredes la mi calonna. [35] Yo soy el
Sennor quelo fablo, que esto fare atoda esta mala gente murmurantes contra mi; en este desierto se
acabaran e ende morran. [36] Et los omnes que enbio Moysen aesculcar la tierra tornaron, e murmur
aron sobre el toda la gente para sacar mala fama sobre la tierra; [37] e murieron los omnes sacantes mala
fama sobre la tierra con pestilençia delante el Sennor. [38] Et Josue fijo de Nun e Calef fijo de Yefune
biuieron de essos omnes que fueron aesculcar la tierra. [39] Et fablo Moysen estas cosas atodos los fijos
de Ysrrael, e entristeçieron se el pueblo mucho. [40] Et madrugaron por la mannana, e subieron ala
cabeça dela sierra, diziendo: henos, e subiremos al lugar que dixo el Sennor; ca erramos. [41] Et dixo
Moysen: ¿para que pasades el mandamiento del Sennor? ca non prosperaredes; [42] non subades, ca
non es el Sennor entre vos otros; e non vos plaguedes delante vuestros enemigos; [43] quelos enblaycos
e los cananeos estan delante vos otros, e caeredes aespada; ca por esso vos torrnastes del seruiçio del
Sennor, e non sera el Sennor con vos. [44] Et engreyeçieron se asobir ala cabeça

--------------------------------------
AÑO: 1400
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Biblia Escorial I-j-4: Pentateuco
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Biblias

 José Antonio Candalija Reina 696


Párrafo nº 3.

buena costumbre dizen hauerla tomado de los [fol. 90 v.] laçedemonios: por que Licurgo Licurgo.
Lisandro. Tullio. se quiso esmerar en todas sus leyes dando en ellas grande honrra a los viejos y tenerlos
en gran veneraçion. Dezia Lisandro rey de Laçedemonios: que Laçedemonia era muy conuenible morada
de la honesta vejez: por que solo de los laçedemonios eran los viejos acatados y honrrados. Cuenta
Tullio, que los Athenienses hazian vn dia vnas muy sumptuosas fiestas: a las quales vinieron gentes de
diuersas prouinçias: y estando ya en el proçeso dellas subieron al theatro dos muy honrrados viejos: y
llegando a los Athenienses ni ellos les hizieron lugar, ni hallauan donde se sentar en todo el theatro.
Estauan en aquellas fiestas muchos muy honrrados Laçedemonios los quales se leuantaron luego en pie,
y con mucha veneraçion los hizieron en si lugar. Luego començaron en el theatro a murmur ar sobre
el aconteçimiento y dixo vn Laçedemonio en alta voz: Los Athenienses todo lo saben, mas nada obran: de
lo qual quedaron todos muy afrontados. Tiene mas la vejez vna crasica seueridad a si aneja: la qual da
gran reuerençia a los viejos, y engendra en los moços vn temblor de verguença sin que les hablen
palabra. De contino que vian los çiudadanos por Roma aquella seuera auctoridad del çensor Caton Caton
el çensor. con admirable notabilidad todos honestauan sus puestos y asiento como si de su mesma
presençia huuieran de ser reprehendidos. Cuentan Orosio y Plutarcho: que vn dia representauan en
Roma los comicos vna comedia: en la qual se introduçia vna ramera como publicamente ganaua: y ya
que se ofreçia el aucto de su representaçion vio acaso que subia en el theatro Caton y çesando dixo: ay
Caton viene: y nunca mas quiso representar: por que tiene mas fuerza para refrenar la

--------------------------------------
AÑO: 1539
AUTOR: Villalón, Cristóbal de
TÍTULO: El Scholástico
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso diálogo y miscelánea
PUBLICACIÓN: Richard J. A. Kerr, CSIC (Madrid), 1977

Preposición de

El origen del argumento TEMA/PACIENTE entendido como lugar de donde procede la acción
verbal viene indicado por el valor semántico direccional de esta preposición, al igual que en los verbos de
entendimiento, lengua o sentido (hablar, tratar, decir, etc.)
Además, es posible interpretar una amalgama latina de procedencia en la que la expresión sería
hacer murmullo de. De hecho, Ernout-Meillet lo consideran como verbo derivado del sustantivo murmur, -
uris.

 José Antonio Candalija Reina 697


Preposición sobre

Con esta preposición la metáfora empleada parte de un dominio cognitivo local que considera el
TEMA/PACIENTE como el lugar que recibe la acción del verbo. Como vemos, el uso de esta preposición
es posterior al de la preposición de y aparece por analogía con los verbos de lengua y sentido que la
usan en la mayoría de sus contextos. Quizá cabría la posibilidad de entender que, puesto que el uso de la
preposición de señala el origen de la acción verbal y es anterior al uso de la preposición sobre, la
presencia de esta última preposición indique el destino o meta de la acción verbal. De esta manera, la
analogía con los verbos dicendi nos lleva a plantear que el TEMA/PACIENTE se conceptualice como un
adlativo hacia el que se produciría la dirección del verbo.

71. Necesitar de

MM: Õ *Obligar a Íalguien a ejecutar una cosa.


Ö (tr. o con «de»). «Precisar». Tener necesidad de cierta Ícosa. Absorber,
consumir o emplear la ejecución de una cosa cierta cantidad de materiales, de
tiempo, etc.: ‘Esta masa necesita más levadura’.
(V. referencias en «*necesario».)
V. «no necesitar ABUELA, necesitar DIOS y ayuda».

COROM: Bajo necesidad, tomado del lat. necessitas, -ātis, ‘fatalidad’,


‘necesidad’, derivado del adjetivo neutro necesse ‘inevitable’, ‘necesario’. 1ª
doc.: Berceo.
DERIV. Necesitar [S. XVIII, Aut.; Cej. VI, § 65]
SPES: necessitas, ‘necesidad imperiosa’ (vitæ necessitates, las necesidades
de la vida).

 José Antonio Candalija Reina 698


Prep. de, ‘implicación parcial del objeto’, (García-Miguel, 1995: 113
CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 699


 José Antonio Candalija Reina 700
 José Antonio Candalija Reina 701
 José Antonio Candalija Reina 702
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 703


NO ADMYTE

CORDE:
Párrafo nº 110.
Página 280
que obligue a los españoles a liberar a los que injustamente deitienen en tal tiranía.

Cuarta razón. Todos los obispos están obligados por el derecho divino a procurar que la paz, la
tranquilidad y la unidad siempre exista y se conserve en la plebe, y a castigar a los perturbadores del
orden, y compelerlos a la paz, como se dice en el cap. Treugas, con lo anotado por los doctores en el tít.
De treuga et pace; también lo vemos en la dist. 90, can. Studendum est episcopis, y en el can. Placuit, y
en el Si quis, y en el Precipimus.

La razón de esto es la siguiente. Para que el hombre vaque a las cosas divinas necesit a la
tranquilidad y la paz. Sabemos y la evidencia de los hechos lo manifiesta, que sólo en tiempos de paz es
bien adorado el autor de la paz, como se dice en el texto de la Extravagante Super cathedram, en el título
De sepulturis in communibus. La paz no es sino el estado tranquilo y quieto, según Isidoro en las
Etimologías, y según Agustín, De civitate Dei, lib. 19, cap. 134 y 14: la paz es la ordenada concordia de
los hombres. Manifiesto es, pues, que en la guerra, ya sea exterior o que se ejerce con las armas
materiales, ya sea interior o que se hace con el odio o el rencor en la discordia de la voluntad, el hombre
no puede entregarse en modo alguno a las cosas divinas o no se puede entregar bien y meritoriamente.
Página 281

En efecto, en la

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AÑO: 1552
AUTOR: Casas, Fray Bartolomé de las
TÍTULO: Tratado sobre los indios que han sido hechos esclavos [Tratados de 1552]
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos
Párrafo nº 3.
Página 235
su oficio de pastores. Porque hay algunos que, con dedicarse a resolver las causas eclesiásticas, y
administrar justicia según la ley y el derecho, y ser liberales con los pobres y necesitados, piensan que
satisfacen sobradamente sus deberes. Mas como el quehacer principal de la cura pastoral es arrancar los
vicios y sembrar el amor y la práctica de las virtudes, el instrumento
Página 236
más eficaz para ello consiste en proveer a la grey de predicadores y confesores diestros. Y así como los
cazadores de garzas, que vuelan muy altas, se valen para ello de gerifaltes que levanten y acosen la

 José Antonio Candalija Reina 704


presa, y de otros que las acometan y maten con pico y uñas, así para la cetrería espiritual, de la que
habla Isaias, son necesarios predicadores que repartan el pan de la palabra de Dios y levanten los
ánimos y les repartan el pan de la palabra de Dios, y confesores que los ayuden a mudar de vida con sus
privados y saludables consejos. Así como las causas comunes necesit an de las causas singulares
para aplicar su virtud a efectos concretos, así, de modo análogo, los predicadores, que hablan en común
al pueblo, necesitan del ministerio de los confesores, que apliquen la doctrina común y saludable a las
almas enfermas.

A ambos ministerios, Príncipe sapientísimo, atendísteis con vuestra solicitud magnánima, cosechando
colmados logros: restauración de la disciplina de la vida cristiana de la grey y arreglo de las costumbres
de muchas almas, convertidas a practicas vitales más virtuosas.

Serenísimo Principe: quise contribuir, con el cornadillo de mi menguado ingenio, a mis conciones a V.E.,
a la que debo mi persona y todos los frutos de mis estudios, si algo valen en el Señor: para que los
alumnos de vuestra universidad que se dedican a la predicación tengan o con qué ayudarse, o la lectura
de mis sermones les estimule a hallar cosas mejores.

Dios os guarde,

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AÑO: 1538-1589
AUTOR: Granada, Fray Luis de
TÍTULO: Epistolario
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Heráldica y genealogía
Álvaro Huerga, Fundación Universitaria Española Dominicos de Andalucía
PUBLICACIÓN:
(Madrid), 1998
Párrafo nº 1.
Página FOL. 55R
A merecer tu dolor, Ofrece risa a mi error, Aunque crezcas el tormento, Serán al mundo escarmiento Su
ingratitud, y mi amor.

Bien les llama la verdad ignorantes: pues si los preguntan para quién juntan las riquezas, responden que
no saben; y si dicen para los hijos mienten, que raras veces hacienda de avarientos gozan los hijos, antes
desperdician pródigos lo que juntaron miserables. Castigo debido a sus esperanzas mal fundadas. Mas
¿cómo las pondrá en Dios, quien en bienes de tierra las ocupa? ¿Cómo pueden los ojos del alma
juntamente mirar al cielo y a la tierra? Difícil es, los del cuerpo sean testigos. Otra excusa y general de
este vicio, principalmente en los viejos, es la que dio Simónides; que siendo mayor su avaricia que su
edad, y ésta de extrema senectud, preguntado la causa de semejante ceguedad respondió: Que más
quería dejar en muerte riquezas a sus enemigos que en vida necesitar de amigos. ¿Cuántas
soluciones

 José Antonio Candalija Reina 705


Página FOL. 55R
podíamos dar a la falacia de esta dificultad? Mas es trabajo perdido pretender reducir tan obstinados
corazones. Conténtome ahora con escuchar su parecer a Catón el mayor. No puede ser (dice) cosa más
absurda que cuanto menor es la jornada, tanto mayor provisión apercebir para el camino. ¡Oh vejez! si en
lo demás sueles ser virtuosa, ¿cómo traes este vicio a los que acompañas? Mas ¿qué pregunto? si la
avaricia es común a toda edad sexo y estado. Llegaron a un breve espacio de tierra lleno de espinas y
falto de yerba. ¿Qué novedad es ésta, preguntó Auricrino, que en prados tan fértiles, que parecen
habitación perpetua de la primavera, sea este suelo tan estéril y espinoso como mancha fea en vestido de
verde brocado? Los campos (respondió el lebrel) adonde hay minas de oro y plata son estériles de yerba
flor y fruto. Aquí está sepultado un avariento, mina

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AÑO: 1636
AUTOR: Gómez de Tejada, Cosme
TÍTULO: León prodigioso.
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Víctor Arizpe; Abraham Madroñal (Madrid), 2000
Párrafo nº 3.
Página I, 306
asaltos que ellos daban a las murallas los daba yo a los asadores. Y después de ponerse mi amo a la
inclemencia de las balas y de venir molido me hallaba a mí muy descansado y mejor bebido, y tenía a
suerte comer quizá mis desechos, y beber, sin quizá, mis sobras.

Fuimos prosiguiendo nuestra jornada hacia la vuelta de la villa de Norlingue, juntándose en el camino
nuestro ejército con el del Rey de Hungría, con lo cual se doblaron las fuerzas y nos determinamos a ir a
ganar la dicha villa. Y a el tiempo que la teníamos
Página I, 306
volqueando y esperando cura, cruz y sacristán, el ejército sueco, opuesto al nuestro, pensando darnos un
pan como unas nueces, vino por lana y volvió trasquilado. Yo, si va a decir verdad, aunque no es de mi
profesión, cuando lo vi venir me acoquiné y acobardé de tal manera que diera cuanto tenía por volverme
Ícaro alado o por poder ver la batalla desde una ventana.

Cerró el enemigo con un bosque sin necesitar de leña ni carbón, y ganándolo a pesar de nuestra
gente se hizo señor absoluto dél. Llegó la nueva a nuestro
Página I, 307
ejército, y exagerando algunos de los nuestros la pérdida pronosticaban la ruina; que hay soldados de
tanto valor que, antes de llegar a la ocasión, publican contentarse con cien palos. Yo, desmayado del
suceso y atemorizado de oír los truenos del riguroso bronce y de ver los relámpagos de la pólvora y de
sentir los rayos de las balas, pensando que toda Suecia venía contra mí y que la menor tajada sería la
oreja, por ignorar los caminos y haberse puesto capuz la señora doña Luna me retiré a un derrotado foso

 José Antonio Candalija Reina 706


cercano a nuestro ejército, pequeño albergue de un esqueleto rocín, que patiabierto y boca arriba se
debía de entretener en contar estrellas. Y viendo que avivaban
Página I, 308
las cargas de la mosquetería, que ribombaban las cajas y resonaban las trompetas, me uní de tal forma
con él, habiéndome tendido en tierra

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AÑO: 1646
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: La vida y hechos de Estebanillo González
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Antonio Carreira; Jesús Antonio Cid, Cátedra (Madrid), 1990

Preposición de

El tipo de argumento requerido para este verbo es un TEMA/PACIENTE que tiene un carácter
concreto local más acentuado que el abstracto nocional. Por eso aparece la preposición direccional que
indica la procedencia u origen de este argumento. El valor locativo sigue estando presente mediante
metáfora en los casos más abstractos, debido al proceso de gramaticalización común a todos estos
verbos.
El uso transitivo es anterior al intransitivo por lo que podríamos proponer una especie de
incorporación conceptual del tipo de tener necesidad de ya que necesitar como transitivo llevaría el
acusativo interno necesidad, el cual rige la preposición de para introducir la complementación nominal.

 José Antonio Candalija Reina 707


72. Optar a/por

MM: (Del lat. «optare», escoger, desear; v. «adoptar». Tr. o absol.; «por;
entre».)
Õ «*Elegir»: ‘Ha optado por el coche más grande’; se aplica especialmente a
una acción o línea de *conducta: ‘Optó por callarse. Has optado por el camino
más difícil’.
Ö (Esta acep. no figura en el D. R. A. E., pero se usaba en latín, se usa en
español y está justificada por la acepción 2 de «opción»). Aspirar a cierta cosa,
particularmente a un empleo; se usa siempre con «poder»: ‘Puede optar a una
plaza de portero’
× (posiblemente, la construcción con «a» que da la G. R. A. para este verbo se
refiere a esta acepción).Entrar a ocupar un *empleo al que se tiene derecho.

COROM: tomado del lat. optare ‘escoger’, ‘desear’. 1ª doc.: 1595, Fuenmayor
(Aut.). Falta todavía en Oudin y Covarr., y es ajeno al léxico de Góngora y del
Quijote. Parece haberse introducido primero en círculos eclesiásticos. Hoy
sigue empleándose sobre todo en el estilo político, forense, etc.
SPES: optare, tr.: ‘desear’ (rem a dis inmortalibus o., pedir una cosa a los
dioses inmortales).

 José Antonio Candalija Reina 708


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 709


 José Antonio Candalija Reina 710
 José Antonio Candalija Reina 711
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 712


NO ADMYTE

CORDE:

Párrafo nº 1.
Página 162
Item estatuimos que de aquí adelante los bachilleres, o los que fueren constituidos en dignidad por matricularse
paguen ocho maravedís, y los demás estudiantes de cualquier facultad seis maravedís, y los gramáticos cuatro
maravedís.

TITULO XLIV DE LA OPCION.

1. Item atento el provecho de los estudiantes para que puedan oír la lección de S. Tomás y la de Escoto, estatuimos
que la cátedra de S. Tomás se lea a la postrera hora de la mañana, en el general que está a la escalera del claustro,
y la cátedra de Escoto se lea en la postrera hora de la tarde, y que no haya opción de la una a la otra: y a entrambas
horas puedan leer los pretendientes de teología con licencia del rector y asignación suya y del propietario.

2. Item estatuimos, que a la cátedra de clementinas, y a la cátedra de diez a once no haya opción conforme a lo

 José Antonio Candalija Reina 713


arriba estatuido.

3. Item estatuimos que los catedráticos puedan opt ar por sus antigüedades de cátedras las sustituciones de
San Juan de los propietarios, dando fianzas de leerlas conforme a los estatutos, y de pagar las multas de las faltas
que hicieren, con que la tal opción la hagan ante el rector el primer día de mayo, y posado aquel día no tengan
derecho de optar, y el rector las provea ad vota audientium conforme a la constitución tomando las mismas fianzas
de los que las llevaren, los cuales, y los que optaren si por alguna causa no las leyeren, no pongan otro en su lugar,
sino que sean obligados a dar noticia al rector, para que él provea de persona que leas lea, y encargamos al rector
las provea en día que le pareciere habrá menos prevención y negociación de manera que no haya otros votos
estudiantes más de los oyentes ordinarios de aquel general.
Página 163

TITULO XLV. DE LA AUSENCIA DE LOS CATEDRATICOS.

1. Item porque para aliviar el continuo trabajo de

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AÑO: 1594
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Estatutos hechos por la muy insigne Universidad de Salamanca (1594)
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Documentos notariales
PUBLICACIÓN: Francisco Javier Alejo Montes, Universidad de Salamanca (Salamanca), 1990
Párrafo nº 4.

un cerro que está en la entrada del puerto, sobre la mano siniestra, a la parte del Leste, junto a la mar, la cual punta
o promontorio e asiento hasta hoy se llama el Cerro de Nicuesa. Allí se reparó e convalesció o tuvo más salud; pero
faltó esa mejoría a otros, porque en poco tiempo se murió la mayor parte de la gente, porque faltaron los
bastimentos, e se tornaron a la hambre e nescesidades de antes.

Y estando en esta perdición, sin saber qué remedio buscar, llegó un bergantín en que iban el bachiller Diego de
Corral y el capitán Diego Albites y el capitán Rodrigo de Colmenares e Francisco de Agüeros, los cuales iban desde
el Darién enviados por Vasco Núñez de Balboa, con acuerdo e parescer de la mayor parte de la gente que con él
estaban en la villa de Sancta María de la Antigua del Darién, que primero se dijo en el precedente libro, que habían
ganado la gente del capitán e gobernador Alonso de Hojeda con el bachiller Enciso. En la cual villa opt aba por
capitán e alcalde este Vasco Núñez de Balboa, y estaba hecho cuasi señor; porque como después que aquel pueblo
se ganó, vinieron las nuevas a esta cibdad de Sancto Domingo que aquella tierna era muy rica, amaran e fueron
más cristianos a ella, e había ya mucha gente; entre la cual fueron estos cuatro embajadores que se enviaron, como
es dicho, a Diego de Nicuesa, e todos se habían avecindado allí en el Darién. Donde así por la malicia de algunos
destos nuevos vecinos y embajadores, como por la de otros que en el Darién quedaban de industria, e porque ya
crescía la envidia contra el Vasco Núñez, y él era poco cauto y asaz falto de prudencia, puesto que de animosa
persona e grand trabajador e hidalgo, natural de Badajoz, habíase acordado en el Darién, que porque allí no tenían
gobernador, e Vasco Núñez se mostraba parcial a sus amigos y áspero contra otros, e la sagacidad del bachiller

 José Antonio Candalija Reina 714


Enciso y el bachiller Corral, entre medias de las intenciones que a

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AÑO: 1535-1557
AUTOR: Fernández de Oviedo, Gonzalo
TÍTULO: Historia general y natural de las Indias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 15.Biología
PUBLICACIÓN: Juan Pérez de Tudela Bueso, Atlas (Madrid), 1992

Prep. a, ‘situación absoluta’, (García-Miguel, 1995: 144;)


Prep. por, ‘tema’ o ‘paciente’, (Demonte, 1989: 95; ‘a favor de’, ‘finalidad’, ‘beneficiario’, Cano, 1981:
388, 1999: 1830; ‘elección’, ‘derivado de concurrencia o concomitancia’, García-Miguel,
1995: 210)

Preposición a

La direccionalidad propia de esta preposición parece estar en consonancia con el sentido de la


acepción que propone María Moliner en relación con ‘ocupar o conseguir un empleo’, el cual es
conceptualizado como un lugar al que se tiende a llegar, de ahí el valor de aproximación que adquiere la
preposición.
Asimismo, se podría rastrear la incorporación conceptual de tener opción a donde prevalece el
significado adlativo de FINALIDAD o META.

Preposición por

Tanto una como otra preposición introducen el papel temático de TEMA/PACIENTE, concibiendo
a ambos como lugares metafóricos hacia los que tiende a realizarse la acción verbal. Pero la preposición
por plantea una elección que coincide con el valor etimológico de la preposición latina pro, que plantea el

 José Antonio Candalija Reina 715


beneficio o provecho que obtiene el AGENTE del lugar en donde se sitúa dicho interés. Esta acepción
coincide además con la original, según la cual el verbo tiene el significado de ‘escoger, desear’ (María
Moliner, Corominas). De ahí que el papel temático de la preposición sea señalar el destino o meta de la
acción del verbo identificándolo con la direccionalidad adlativa.

73. Pecar de/en

MM: Õ («con»: ‘con la intención’; «contra»: ‘contra la ley de Dios’; «en»: ‘en el
sexto mandamiento, en su manera de vestir’; «por»: ‘por omisión’). Cometer
una *falta condenada por la religión.
(V. referencias en «*pecado».)
Ö (inf.). Cometer una *falta de cualquier clase o una falta para con alguien: ‘Si
en algo he pecado, ha sido involuntariamente’.
× (humor.). Ceder a una pequeña *tentación: ‘Si me lo pones delante, acabaré
pecando’.
Ø Estar un *humor en exceso en el organismo.
Ù («de»). Tener la cualidad mala, o, en frases negativas o comparativas, tener
en exceso la cualidad buena que se expresa: ‘Él no peca de descortés [de
generoso]. Peca más bien de espléndido’.
Ú («por»). Con un nombre, en vez de un adjetivo, y, especialmente, con las
expresiones «por carta de más, por carta de menos, por exceso, por falta» y
«por sobra», tiene el mismo significado anterior: ‘Tan malo es pecar por sobra
como por falta’.

COROM: tomado del lat. peccāre ‘faltar, fallar’, ‘pecar’. 1ª doc.: Berceo.
SPES: peccare, intr.: ‘cometer una falta (erga o in aliquem p., ofender a uno; si
quid [ac. n.] in te peccavi, si te he ofendido en algo) || † ‘pecar’ || ‘equivocarse,
obrar erradamente (aliqua re o in aliqua re, en algo ¶ tr.: [c. ac. interno],
equivocarse en, fallar en (multa alia p., equivocarse en muchas otras cosas).

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CUERVO:

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ERNOUT-MEILLET:

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ADMYTE II:
Alfonso de la Torre, Visión delectable. [fol. 29v]

Angeles.
O. Intelligençias
& queria saber que co-
sa eran […]
E digote q<ue> como
ellos non tengan materia no pue-
den pecar en ninguna manera.

Sancho IV, Castigos y documentos para bien vivir (BN, ms. 6559). [fol. 103r]

Lo 3a`yerra aaq<ue>l que demanda consejo % Lo .4a`. yerra E


peca en todas aquellas cosas de malas obras q<ue> de aquel Con-
sejo salen

NO G-M

Preposición de

Indica el origen de los pecados o faltas cometidas. En este sentido, que es el etimológico, vemos
que no hay proceso de translación de lo concreto hacia lo abstracto, pues ya existe abstracción en la
acción propia del verbo. Por tanto, el TEMA está presentado desde el origen metafóricamente como lugar
de ORIGEN. Esto viene a confirmar el carácter pancrónico de la metaforización que planteamos como
proceso general que explica la motivación y la presencia de estas preposiciones fijadas históricamente,
pues la fijación se produce desde el principio, porque en realidad hay que hablar de distintos esquemas
cognitivos para explicar los distintos usos preposicionales regidos por la significación verbal.

Preposición en

Esta preposición viene justificada por la preposición etimológica, pues, como vemos en el
diccionario SPES, en latín el verbo regía ya dicha preposición; quizá para señalar la ubicación del pecado
(LOCATIVO).

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74. Pelear por

MM: (Deriv. de «pelo», por «agarrarse de los pelos»; «a»: ‘a mordiscos’; «con»:
‘con armas; con sus amigos; con furia’; «en»: ‘en defensa de’; «por»: ‘por una
presa; por la patria’.)
Õ «*Luchar». Emplear sus fuerzas o sus armas dos personas o animales o
grupos de ellos para imponerse, hacerse daño, arrebatarse algo, inutilizarse o
aniquilarse uno a otro: ‘Los chicos pelean a puñetazos. Los perros pelean por
una presa. Los equipos N y N pelearán por la copa final’. Puede aplicarse a
cosas, por ejemplo a los elementos o a los estados de ánimo o pasiones, en
vez de «luchar», pero no es frecuente.
Ö «Batallar». *Esforzarse con alguien por educarle, hacerle trabajar, etc.: ‘El
maestro pelea a diario con los chicos’. «Batallar. Combatir». Esforzarse para
*resistir a las pasiones o los vicios.
× «Afanarse. Batallar. Luchar». Pasar *trabajos y *penalidades para conseguir
una cosa o para vivir: ‘Ha tenido que pelear mucho para sacar adelante a la
familia’

COROM: voz común al castellano con el portugués (pelejar) y la lengua de Oc


(íd.), derivada de PELO: el sentido primero hubo de ser ‘venir a las manos,
reñir’ y anteriormente ‘agarrarse por el pelo’. 1ª doc.: peliare, 1131, en el fuero
latino de Calatayud; pelear, princ. S. XIV, Zifar, 18.15; Juan Ruiz.

Prep. por, ‘tema’ o ‘paciente’, (Demonte, 1989: 95; ‘beneficiario’, García-Miguel, 1995: 206)

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CUERVO

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 José Antonio Candalija Reina 727
 José Antonio Candalija Reina 728
 José Antonio Candalija Reina 729
NO ERNOUT-MEILLET

ADMYTE II:

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 75v]

Que demasia de co-


raçon es esta? q<ue> es sino rauia de mo-
rir por Cristo? de pelear por la fe

Rodríguez de Almela, Valerio de las historias escolásticas. [fol. 93r]

Tenudos son los om<ne>s de


pelear por la t<ie>rra donde biue<n> mayor me<n>te aq<ue>llos q<ue> son señores d<e>-
lla. o lo puede<n> ser por herencia. no<n> les es d<e> agradescer mucho q<ue>lo
Fazen por su p<ro>uecho

Bidpai, Ejemplario contra los enganos y peligros del mundo (Zaragoza, 1493). [fol. 22v]

ca en los casos de ta<n>to peligro


se sirue el hombre de sus buenos amigos/ & de ley diuina : & humana es
qualquier obligado pelear por la vida.

Cicerón-Alfonso de Cartagena, De officiis; De los oficios. [fol. 61r]

mas prestos deuemos


ser a[ ]Resçibyr n<uest>ros p<r>o`pios peljgros q<ue> los comun<e>s
. &' deuemos mas tenprada mente pelear por
la honrra & por la gloria

Preposición por

Al margen de que el valor semántico del verbo nos lleve al concepto de beneficio o provecho que
estaría representado por el contenido del la preposición latina pro, de la cual deriva; la preposición por
parece estar atestiguada etimológicamente por el significado verbal de ‘agarrarse por el pelo’
(Corominas), de donde viene el sentido local que después deriva hacia el sentido metafórico de provecho
entendido como lugar en el que se obtiene beneficio y por el que merece luchar o batallar. De todas
maneras el sentido adlativo es evidente al tener el beneficio valor de finalidad.

 José Antonio Candalija Reina 730


75. Pensar de/en/sobre

MM: (Del lat. «pensare», intensivo de «péndere»; v. «PENDER, pesar, pienso».


Conjug. como «acertar».)
Õ (absol.). Formar y relacionar ideas: ‘El oficio del filósofo es pensar’. («en»).
Tener una cosa en la mente y formando ideas a propósito de ella: ‘Estaba
pensando en ti en este momento. —¿Y qué pensabas?’. («sobre»).
«Considerar. Examinar. *Reflexionar». Dedicar la mente al examen de una
cuestión para formar una opinión o tomar una resolución: ‘Tengo que pensar
sobre el asunto antes de dar una contestación’.
V.: «Abismarse, abstraerse, consultar con la almohada, analizar, fijar la
atención, bartulear, buscar, caber en [calentarse, meterse en] la cabeza, sacar
de la cabeza, darse de cabezadas, calabacearse, calcular, calentarse
[quebrarse, romperse] los cascos, cavar, cavilar, cogitar, colegir, decir para su
coleto, comedir, concentrarse, concebir, fijar la consideración, considerar, creer,
tener en cuenta, echarse sus cuentas, entrar en cuentas consigo mismo,
cuidar, decir para sí, *deducir, deliberar, descabezarse, descalabazarse,
descornarse, descrismarse, despestañarse, detenerse, digerir, discurrir, educir,
enfocar, enfrascarse, ensimismarse, escornarse, especular, estudiar, examinar,
excogitar, fabricar, filosofar, forjarse, hablar consigo mismo, hilar, formar[se]
idea, imaginar, *inducir, investigar, madurar, marearse, masticar, medir,
meditar, tener en la mente, meterse en sí mismo, parar [poner, venir a las]
mientes, alzar [dirigir, elevar, levantar, volver] la mirada a, mirar, penetrar, alzar
[dirigir, elevar, levantar, volver] el pensamiento a, pesar, ponderar, preconcebir,
premeditar, tener presente, presumir, presuponer, profundizar, quillotrar,
raciocinar, *razonar, recapacitar, recogerse, reconcentrarse, reflejar,
*reflexionar, relacionar, remirar, reparar, repasar, repensar, revolver, rumiar,
senderear, calentarse [devanarse] los sesos, *tantear, tejer, tornear, torturarse,
trastear, travesear, dirigir [elevar, levantar, volver] la vista a, con la vista puesta
en, volver sobre sí, dar vueltas, dar vueltas a la cabeza [a las cosas].

 José Antonio Candalija Reina 731


Asunto, caballo de batalla, contenido, cuestión, entraña, esencia, especie,
fondo, idea, intención, leitmotiv, lema, lugar común, materia, motivo, objeto,
pensamiento, problema, punto, quebradero de cabeza, sentido, sujeto, tema,
torete.
*Inteligencia, mentalidad, *mente.
Abstracción, introversión, meditación, recolección, retiro.
Monólogo.
Análisis, cálculo, deducción, especulación, filosofía, inducción, metafísica,
razonamiento, refleja, reflexión, síntesis.
Volcán.
Calculado, meditado, mirado, pensado, pesado, preconcebido, reflexionado,
remirado, repensado.
Absorto, abstraído, cabizbajo, cabizcaído, cogitabundo, cogitativo,
contemplativo, discursivo, doctrinario, ensimismado, especulativo, espiritual,
introspectivo, meditabundo, pensativo, platónico, preocupado, reconcentrado,
reflexivo, teórico, teorizante.
Para el [ellos] mismo[s], en mi [tu, etc.] interior, para mí mismo, para nosotros
mismos, para mi [tu, etc.] santiguada, para sí mismo, para ti mismo, para
vosotros mismos
*Inteligente.
Lento, premioso, *tonto, *torpe.
Filósofo, intelectual, pensador, *sabio.
Aguila.
Horizonte[s] amplio[s], limitado[s].
Telepatía.
Impensado, librepensador, repensado, repensar.
*Averiguar. *Creer. *Entender. *Idea. *Inventar. *Percibir. *Preocupar.
*Razonar».
Ö *Decidir una Ícosa como consecuencia de haber pensado sobre un asunto:
‘He pensado que no me conviene ese negocio’.

 José Antonio Candalija Reina 732


× *Creer u *opinar cierta cosa: ‘Yo pienso que no es ahora momento oportuno
para eso’.
Ø Tener *intención de hacer cierta Ícosa: ‘Pensamos marcharnos a primeros de
mes’.
Ù *Inventar, *concebir o *encontrar un Íplan, procedimiento o medio para algo:
‘Ya he pensado la manera de convencerle. Tengo pensado un plan magnífico
para este verano’.
Ú («en»). Tener presente u *ocurrírsele a alguien hacer cierta cosa en el
momento oportuno: ‘No pensé en decirte que vinieras con nosotros’.
Û («en»). *Aspirar a cierta cosa: ‘Él piensa en una cátedra’.
CUANDO MENOS SE PIENSA [LO PIENSES, LO PENSEMOS, etc.].
«*Inesperadamente». En cualquier momento, sin esperar la cosa de que se
trata o habiéndose pasado sin darse cuenta el tiempo: ‘Cuando menos se
piensa se apaga la luz. Cuando menos lo pienses te encuentras abuela’.
DAR EN PENSAR cierta cosa. *Creer en su existencia obstinadamente y sin
fundamento: ‘Dio en pensar que todos le engañaban’.
DAR una cosa QUE PENSAR. *Preocupar o hacer creer que hay en ella algo
digno de interés: ‘Me da que pensar que todos los días se encuentren’.
V. «donde menos se piensa, salta la LIEBRE; MANERA de pensar, MODO de
pensar, pensar en las MUSARAÑAS».
NI PENSARLO. Frase, generalmente exclamativa, con que se *niega o se
*rehúsa algo.
V. «PARARSE a pensar».
PENSÁNDOLO BIEN. «Si bien se piensa» —PENSAR—.
PENSAR BIEN de algo o alguien. Creer que la persona de que se trata obra
honradamente o con buena intención o que no hay malicia en la cosa en
cuestión.
(V. «*ingenuo».)
PENSAR DE DISTINTO MODO dos personas. Discrepar.

 José Antonio Candalija Reina 733


PENSAR DETENIDAMENTE en o sobre algo. *Reflexionar sobre ello para
tomar una decisión.
PENSAR ENTRE SÍ [PARA SÍ, PARA SÍ MISMO]. Frases muy frecuentes,
aunque redundantes.
PENSAR MAL de algo o de alguien. Lo contrario de «pensar bien».
(V. «*desconfiar, *malicioso, *sospechar».)
PENSÁRSELO o PENSÁRSELO MUCHO. *Reflexionar antes de tomar cierta
decisión o hacer cierta cosa.
PIENSA MAL Y ACERTARÁS. Frase de significado claro.
(V. «*desconfiar».)
SER una cosa PARA PENSARLA o PARA PENSARLA MUY DESPACIO.
Frase de significado claro.
SI BIEN SE PIENSA o SI SE PIENSA BIEN. Expresión *correctiva que equivale
a «realmente»: ‘Si bien se piensa, la cosa no es tan descabellada’.
(T., «pensándolo bien —pensar—, bien pensado».)
SIN PARARSE A PENSAR. «Sin pensar».
SIN PENSAR. (I) *Precipitada o *irreflexivamente.
(T., «sin pararse a pensar».)
(II) (coloquial). *Involuntariamente: ‘Le di con el codo sin pensar’.
SIN PENSAR[LO]. *Inesperadamente: ‘Se encontró sin pensar[lo] con una
importante herencia’.

COROM: Bajo pesar, del lat. PENSARE íd. intensivo de PENDĔRE ‘pesar’. 1ª doc.:
orígenes del idioma (Cid, etc.).
DERIV. Pensar [Cid], duplicado semiculto de pesar, con sentido figurado
(‘sopesar mentalmente, ‘meditar’> ‘pensar’), que ya tiene el lat. PENSARE;
común a todos los romances de Occidente.

 José Antonio Candalija Reina 734


Prep. en, ‘locativo, en sentido abstracto’, (Gràcia i Solé, 1989: 62; ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte, 1989:
95; ‘asunto’, ‘materia’, ‘objetivo’, ‘tema’,‘metaforización de locativo’, Cano, 1999: 1827;
‘situación absoluta’, García-Miguel, 1995: 144 )

 José Antonio Candalija Reina 735


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 736


 José Antonio Candalija Reina 737
 José Antonio Candalija Reina 738
 José Antonio Candalija Reina 739
 José Antonio Candalija Reina 740
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 741


 José Antonio Candalija Reina 742
ADMYTE II:

Juan Manuel, Libro de los estados.[fol. 120]

Ca si om<n>e faze algu-


na bue<n>a obra de las q<ue> son dichas q<ue>
p<er>tenesçe<n> a la vida actiua nu<n>ca las`
faria si ante no<n> pensase en la von-
dat de dios & en el vie<n> q<ue> esp<er>a aver
por aq<ue>lla obra

Leomarte, Sumas de la historia troyana. [fol. 82v]

E come<n>ço a pensar en su faze<n>da

Leomarte, Sumas de la historia troyana. [fol. 85r]

come<n>ço a
pensar en muchas cosas

Alfonso de Palencia, Universal vocabulario de latín en romance.[fol. 353r]

Pensare. es poner peso: o pensar en pensamie<n>to


es pensaçio: preçio: paga: tributo pesado a libras
dende pensitare: espessas vezes pesar a libras. &
pensiculator: el quelo pesa.

Eiximenis, Libro de las donas.[fol. 216r]

nos q<ue>-
remos serujr en pensar
la alteza de n<uest>ro señor di-
os.

Brunetto Latini, Libro del tesoro. [fol. 103v]

si tu q<u>i`es star sauyo tu


deues pensar las cosas falsas
& pensar en tu coraço<n> lo q<ue> pue-
de auenj<r>

 José Antonio Candalija Reina 743


Párrafo nº 17.
Página 154
tales palabras, que tengo que algunas cosas malas entendiste del león.

Dixo Digna: - Así es, enpero non es por mí, et tú sabes qué verdat te devo dezir, et qué fe et qué amor ha entre nos,
et qué promisión te fiz quando me enbió el león a ti. Et yo non puedo estar que te non guarde, et que
Página 155
lealmente non te conseje, et que te non descubra lo que sope de las cosas, porque temo que morrás.

Dixo Sençeba: - ¿Et qué es eso?

Dixo Digna: - Denu[n]çióme el mandadero fiel et verdadero qu' el león dixo a algunos de su conpaña: - Mucho só
pagado de la grandez de Sençeba, et cobdíçiolo mucho comer et partir con vosotros. Et pues que esto me dixieron,
entendí que era que es desconosçido et traidor, et víneme para ti por te lo fazer saber et conplir el derecho que
devo, et que guises tu fazienda por tu vagar.

Et pues que ovo Senseba esto oído et se nenbró del omenaje que l' fiziera, pens ó en su fazienda del león, et
cuidó que le avía dicho verdat, et que le consejara lealmente; et entristeçió et dixo a Digna: - Non me deve el león
fazer traiçión, non le aviendo yo nunca errado a él nin a ninguno de sus vasallos. Mas bien cuido que alguno me ha
mezclado con él a tuerto, et le an mentido en mi fazienda; ca se aconpañan con él malos, de que yo prové cosas,
que él cree más que lo que le dixeron otros, ca la conpaña de los malos faze al omne dubdar en los buenos; et él,
escogiendo por buenos a los malos, faze ser sospechados a los leales consejeros. Et fázelo su mal recabdo, et
errar, segunt erró el ánnade que vio en el agua la luz de una estrella et cuidó que era trucha, et entremetióse de la
pescar; et, quando vio que non era nada, dexóla. Et otro día vio un peçe en el agua et cuidó que era commo de ante
viera, et dexóse de lo buscar. Et si al león dixeron de mí alguna mentira, et él lo tovo por verdat

--------------------------------------
AÑO: 1251
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Calila e Dimna
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Breve
PUBLICACIÓN: Juan Manuel Cacho Blecua; María Jesús Lacarra, Castalia (Madrid), 1993
Párrafo nº 1.

partir de ver aquello tanto le plazia


mucho: pero desque se le quito de vista peso le
mucho. E la primera cosa que dixo fue que maldixo
a mahoma & a sus obras & a todos aquellos que en
el creyan: & despues lloro mucho teniendo se por
mal andante por quanto su ley creyera & de como perdiera
su[s] dias & su(s) tiempo en tan gran yerro como
aquel: & desta manera llorosa & muy triste descendio
dela torre & fue ala camara do yazia Corualan

 José Antonio Candalija Reina 744


su hijo pensando hallar le ay: & quando vio que no
era ay fuesse para la mezquita & hallo lo ala puerta
do estaua assentado la mano enla mexilla &
muy triste: & el quando la vio venir leuanto se & humillose
le mucho diziendo le que dios le diesse vida
& alegria: & preguntole como se leuantara tan de mañana
o donde venia: & ella le dixo en como hauia
pens ado sobre su negocio & hazienda mucho: & que
catara otrosi en su astrologia & que por ninguna destas
dos cosas no entendia que le era buena aquella
yda que queria hazer. E el respondiole que no le parecia
que esto pudiesse ser por ninguna manera que quanto tocaua
en su hazienda que la tenia el muy bien parada: ca
era muy rico & muy poderoso mas que quantos hombres
hauia en tierra de oriente sino el soldan de persia
su señor con quien estaua el tan bien que a su hijo & todo
quanto auia le metia enla mano & que mas señor era
dela su tierra que el mismo: & quanto alo que ella dezia que
viera en su arte del & de su hazienda que aquello era cosa
que el no tornaua cabeça: ca las estrellas no creya
el que hauian otro poder sino de dar claridad.
Par dios hijo dixo la reyna estas palabras no
son de hom(h)[b]re cuerdo

--------------------------------------
AÑO: 1295
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Gran conquista. BNM R/518, R/519
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Ray HarrisNorthall, Hispanic Seminary of Medieval Studies (Madison), 1995
Párrafo nº 228.
Página FOL. 68V

ellos deuen andar grant multitut


de carnuzo o carnes muertas e assi
adeujnan que en aquella guest sera grant
muerte de omnes o de bestias e si dizen
los mas que entre ellos ha grant
muert de masclo e de fenbra e sin
dreyto engendramjento fan fillos
que biuen luenga ment asi que apenas
finan en .C. anyos e ellos voluntes
van por tierra sin volar por lur pesadura
e el no come de njnguna carne

 José Antonio Candalija Reina 745


si primero no la leuanta sobre tierra.
de strucio
Sstrucio es hun grant auzel A
marauella e muytos dizen
que el es bestia por que el ha asi grant
cuerpo que el no puet volar el es
asi pesant por conplicion que ella lo
fa asi olujdoso asi malament
que a el no mjenbra de cosa pasada
por esto le viene como por amonestamjento
de natura que en uerano en
todo el mes de junyo quando a el
conujene pens ar de su generaçion
el guarda vna strella que ha nonbre
vigila e quando ella comjença
a leuantar pone sus hueuos e
los cubre de arena e se mueue
a percaçar e a fazer otras cosas e olujda
sus gueuos en tal manera que
Página FOL. 68V

jamas no sen mjenbra nj poco


nj muyto Mas la calor de el
sol e el tempramjento del tiempo ha
cunplido su oficio e calienta lo
quela madre deuje calentar tanto
que sus fillos naxen asi grandes
que tantost percaçan lur vianda
e no por quanto sus padres los
troban alla do los deuria nodrir
e amostrar si los ne enujan e fan
tanta de crueldat como ellos
pueden Et sabet que contra la pereza
que natura le da si le fizo dos
vnglas agudas e punyentes de
jus sus alas do el se fiere e bate
asi mjsmo por bien foyr deuant
del caçador E por que ellos
no pueden volar por la grant pesadura
de

--------------------------------------
AÑO: 1400-1425
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Libro del Tesoro. Girona, Catedral 20a5
PAÍS: ESPAÑA

 José Antonio Candalija Reina 746


TEMA: 16.Otras
PUBLICACIÓN: Dawn Prince, Hispanic Seminary of Medieval Studies (Madison), 1990

Preposición de

Esta preposición responde a la necesidad de que el verbo se construya con dos casos: el de
TEMA (algo), representado sintácticamente por el CD y el de PACIENTE (de alguien), que es el
complemento de régimen preposicional, que se configura como un ORIGEN, representado por la
direccionalidad de la preposición.

Preposición en

En este uso, el verbo precisa de la preposición para indicar el lugar en el que la acción se
desarrolla, que, en sentido figurado es la mente, tal como explican las acepciones etimológicas de los
distintos autores. Por tanto, el caso, es una vez más, el TEMA tomado como lugar figurado, al cual se
dirige el movimiento (pendere) desde el origen (preposición de) hacia el destino/finalidad representado
por la preposición en. Aunque más que de movimiento podría tratarse de ubicación del pensamiento en
un punto concreto, de ahí que se seleccione la preposición en.

Preposición sobre

El significado original de pensar, ‘pesar’, intensivo de pendere, nos lleva a la metáfora según la
cual la acción del verbo, ‘reflexionar, meditar’, es iterativa y se realiza sobre un lugar, el cual se plantea
como META o DESTINO, de ahí su valor adlativo. El resto de verbos de pensamiento o lengua que
estudiamos usarían esta preposición por analogía con el sentido original de este verbo (‘pesar’), pues
favorece la idea de ubicación locativa de sobre.
Las fechas atestiguan la posible evolución en el uso de estas preposiciones, pues son anteriores
los valores adlativos de las preposiciones en y sobre (en este orden) y posterior el valor ablativo de la
preposición de, por lo que podríamos corroborar el hecho de que todos los usos metafóricos de la
preposición sobre o la preposición en relacionados con los verbos de pensamiento se establecen sobre la
base de esta acepción adlativa/locativa original propia de este verbo, que tiene significado de META o
DESTINO.

 José Antonio Candalija Reina 747


76. Persistir en

MM: (Del lat. «persístere», deriv. de «sístere»; v. «SIST-».)


Õ «Perdurar. Subsistir». Durar o existir todavía:. ‘Persiste la gravedad. Persiste
el temor a la guerra’.
(V.: «Continuar, permanecer, pervivir, seguir. ÔContinuado, continuo,
ininterrumpido, pertinaz, rebelde, recalcitrante, tenaz. Ô*Durar. *Eterno.
*Insistente. *Perseverante».)
Ö «Mantenerse. *Perseverar». Seguir en cierta actitud u opinión: ‘Persiste en
su negativa [en la idea de marcharse]’.

COROM: Bajo existir, tomado del lat. exsistĕre, ‘salir’, ‘nacer’, ‘aparecer’,
derivado de sistĕre ‘colocar’, ‘sentar’, ‘detener’, ‘tenerse’. 1ª doc.: 1607, Oudin.
DERIV. Persistir [1607, Oudin; frecuente desde la 2ª mitad del siglo: Moret], de
persistĕre íd.

Prep. en, ‘asunto’, ‘materia’, ‘objetivo’, ‘tema’, Cano, 1999: 1827

 José Antonio Candalija Reina 748


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 749


 José Antonio Candalija Reina 750
 José Antonio Candalija Reina 751
 José Antonio Candalija Reina 752
 José Antonio Candalija Reina 753
NO ADMYTE II
CORDE:

Párrafo nº 1.
Página 528
eso al prinçipio de sus matrimonios tomavan las mugeres firmeza en secreto de los maridos que las non
desamparasen en algúnd tiempo. E a demostrar que ansí lo fizo Creusa e fue del marido asegurado,
emiéntase aquella palabra de desamparo.

En este paso conosçe el entendimiento que reduzir a memoria algunas cosas de las que deven fazer ho
actos contrarios de lo que quieren fazer es causa de mudar el propósito, segúnd aquí Creusa faze,
diziéndole primero deve proveer a quién los dexa antes que sin provisión ansí dexarlos. E que la boca
que dixo nunca la desampararía non quiera agora dezir de non a sus ruegos e humilles supplicaçiones
desamparándola.

Haquí se toma prática cómo el duro propósito sea molificado, dexando de fazer lo que quiere por
entender en fazer lo que deve, e dándole a entender cómo el virtuoso, si quier usar de constançia en su
propósito, use de aquélla en los actos pasados, conformándolos con los presentes; que, si persist e
en lo presente e non continúa lo pasado, allí cae la constançia más verdaderamente que en desistir del
presente propósito, que por discurso de tiempo non es loado nin confirmado como lo primero.

E otros muchos consejos d'estos dezires de Creusa e avisaçiones se tomar podrían, que dexo a la
expeculaçión de los elevados engenios, usando aquí de aquella brevedat començada que non dexa
poner sinon lo nesçesario.
Página 529

464. Tales bozes continuando etc. Aquí da a entender que non solamente las palabras en el texto
expresadas, mas aún otras tales e conformes Creusa dixo en alta boz, que todos oír lo podrían, e por eso
dize clamosamente con lloros e gemidos. Ansí que las bozes mescladas con los sospiros e gemidos
suyos, aquexándolas, siquier pronunçiando presuradamente, faziendo tancto sonido que por toda la casa
eran sentidos, aunque era grande, e por eso dize que la fazía resonar.

A confirmaçión

--------------------------------------
AÑO: 1427-1428
AUTOR: Villena, Enrique de
TÍTULO: Traducción y glosas de la Eneida. Libros I-III
PAÍS: ESPAÑA

 José Antonio Candalija Reina 754


TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Pedro M. Cátedra, Turner Libros (Madrid), 1994

Párrafo nº 2.
Página FOL. 146V
a los demás? No por cierto. El grano de lino por trabajos valor y fortuna se levanta a la grandeza de papel
pasando por viles oficios y muladares, y por eso debes (oh vanísimo Papel) con más razón ser humilde,
que ese lustre y blancura disimula pero no desmiente las flaquezas de tu naturaleza:

Caecum vulnus habes, sed lato balteus auro protegit. La seda, yo confieso, que de gusano también se
encumbra a estado sublime, y esto por medios honrosos y admirables, por lo cual es más culpable si
degenera de su virtud: Nam cuanto vita illorum praeclarior, tanto horum socordia flagitiosior, dice el
meritamente primero en la Romana historia. Por tanto los nobles no vivan engañados si piensan que lo
pueden verdaderamente ser sin virtud; o que por hallarse ensalzados en la rueda de fortuna los vicios les
son permitidos: y si no se conocen, persist iendo en la obstinación, que esta ropa de seda y este
papel; conozcan, aunque no quieran, que si diferencian en la vanidad y en el lustre de la vida, es de poca
importancia, siendo el fin uno. A este tiempo el gusano con los trabajos que había padecido murió; y yo
convirtiéndome en fuego por virtud de la hierba que había comido, abracé ropa de seda, papel, y gusano
y todo quedó resuelto en ceniza. Redújeme a la antigua forma, y esparciendo las cenizas por el viento,
dije:
Página FOL. 146V
esta es la gloria del mundo. ¿Quién ahora distinguirá las cenizas del noble y del plebeyo? Dichosas una y
mil veces las almas inmortales a quien Dios ha de juzgar y distinguir según sus merecimientos.

APÓLOGO XXV.

Fiestas Bacanales.

Con obstinada porfía continuaban las nubes sus aguas, resonando los peñascos y árboles de montes y
selvas natural música por el

--------------------------------------
AÑO: 1636
AUTOR: Gómez de Tejada, Cosme
TÍTULO: León prodigioso.
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Víctor Arizpe; Abraham Madroñal (Madrid), 2000

 José Antonio Candalija Reina 755


Párrafo nº 4.
Página 1291

Cuando Rodrigo de Bastidas partió para hacer aquel su viaje, aparejaba el suyo segundo Alonso de
Hojeda; y, partido de Cáliz, * fue por los mismos rumbos * y camino que Rodrigo de Bastidas, no
sabiendo que el Bastidas iba por allí. Llegó Hojeda al golfo de Urabá; y, al principio * o
Página 1292
antes de la entrada dél, acordó hacer una fortaleza de madera o de tapias para desde allí entrar y
descubrir, * la tierra [[dentro]] o por la mar; de donde mandó ir un navío por la costa abaxo y llegó hasta el
puerto dicho del Retrete, que llamamos al presente del Nombre de Dios, que Bastidas había ya
descubierto. Esto dice Alonso de Hojeda mismo en cierto artículo, a instancia del fiscal, en el susodicho
proceso. *

En este viaje segundo de Hojeda, con quien otra vez navegó a estas Indias * Américo Vespucio, tornó a
persist ir en el engaño // que quiso hacer, aplicando a sí mismo el descubrimiento -tácitamente- de la
tierra firme, * usurpando la gloria que al Almirante -porque lo hizo- se le debía. Vespucio, porque puso en
su segunda navegación que partieron de Cáliz * a once días de mayo del año de mill y cuatrocientos y
noventa y nueve, pudo ser * decir verdad en el día y en el mes pero no es verdad lo del año porque no
fue sino el de quinientos.

Esto queda claro en los caps. [139] * y 163 y 166 y 167 [del libro primero], donde se probó que para el
primero viaje que hizo Alonso de Hojeda, en el cual truxo consigo al Américo Vespucio, partió de Castilla
y del Puerto de Sancta [sic] María * después * que el Almirante envió las nuevas a los Reyes de cómo
había descubierto a Paria, que es tierra firme, y las perlas; por la cual nueva Hojeda se movió a venir a

--------------------------------------
AÑO: 1527-1561
AUTOR: Casas, Fray Bartolomé de las
TÍTULO: Historia de las Indias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Paulino Castañeda Delgado, Alianza Editoria (Madrid), 1994

Preposición en

La iteración de la acción de colocar o situar en un punto (Cuervo) nos lleva a explicar la


ubicuidad en un TEMA que es conceptualizado como lugar figurado en el que desarrollar la acción del
verbo, tal como nos presenta el significado del verbo latino sistere, ‘colocar, situar’, que es

 José Antonio Candalija Reina 756


fundamentalmente un sentido local. El sentido de perdurabilidad viene asociado al de repetición de la
misma acción en un mismo lugar que es señalado por la preposición en, que tiene valor LOCATIVO.

77. Preguntar por/sobre

MM: (Posiblem., a través de un sup. «praecunctare», del lat. «percontari»,


sondear, preguntar, de «contus», bichero; v. «CUENTO». Puede ser
complemento directo el de cosa o el de persona: ‘le fue preguntada su edad; yo
hubiese contestado si hubiese sido preguntado’. Véanse formas de expresión
en «interrogar»; y la construcción de la pregunta en «oración interrogativa» y en
«verbo -uso de modos y tiempos en la oración compuesta».) Pedir alguien con
cierta entonación de la frase o con el imperativo de un verbo como «decir» o
«explicar» que le contesten «sí» o «no» a cierta cosa o le resuelvan una duda:
‘Le preguntaron si sabía leer. Me ha preguntado cuántos años tengo’. Hacer lo
mismo con el gesto, la mirada, etc.: ‘Me preguntó con un gesto si nos
marchábamos’. Hacer preguntas un juez de tribunal de justicia y,
particularmente, un profesor o juez de tribunal de exámenes u oposiciones.
(V.: «Consultar, demandar, examinar, inquirir, interesarse, interpelar, interrogar,
interviuvar, pescudar, repreguntar, sonsacar. ÔConsulta, cuestión, demanda,
pega, propuesta. ÔEncuesta, interrogatorio. ÔCurioso, entrometido, indiscreto,
preguntón. ÔCatecismo, catequismo. Ô*Adivinanza. Ô*Signo de interrogación.
Ô ¿Adónde?, ¿cómo?, ¿cuál?, ¿cuándo?, ¿cuánto[s]?, ¿cuyo?, ¿dónde?,
¿qué?, ¿quién? Ô ¿Decías [decía usted...?, etc.] —decir—, ¿y eso?, ¿qué hay?
—haber—, ¿no?, ¿pues?, ¿por qué?, ¿cómo es [es que]...? —ser—, ¿qué tal?
Ô *Curiosear. *Investigar».)

COROM: del lat. vg. *PRAECUNCTARE, alteración del lat. cl. PERCŎNTARI
‘someter a interrogatorio’ (por cambio de prefijo e influjo de CUNCTARI ‘dudar,
vacilar’). 1ª doc.: Cid.

 José Antonio Candalija Reina 757


SPES: percontari, tr.: ‘indagar, interrogar, preguntar’ (aliquem, a alguien;
aliquem de aliqua re o aliquem aliquid p., interrogar a alguien sobre algo).

Prep. por, ‘ámbito de validez del proceso’,( García-Miguel: 208; ‘causal’, Cano, 1986: 90)

 José Antonio Candalija Reina 758


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 759


 José Antonio Candalija Reina 760
 José Antonio Candalija Reina 761
 José Antonio Candalija Reina 762
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 763


 José Antonio Candalija Reina 764
Preposición por

Es ésta una preposición tardía, pues, como atestigua el CORDE, aparece ya a finales del siglo
XIII, cuando el sentido final se consolida para expresar el TEMA/PACIENTE conceptualizado como lugar
hacia el que se dirige la interrogación. La preposición es elegida por se sentido etimológico de
PROVECHO (pro), FINALIDAD, y por tanto META o DESTINO de la direccionalidad de la acción verbal

Preposición sobre

Esta preposición tiene un uso mucho más tardío que nos remite al siglo XV porque se produce
por analogía con los verbos dicendi y los de pensamiento tal como hemos analizado anteriormente (v.
pensar) y tendría nuevamente una significación adlativa al identificar el TEMA como el lugar hacia el que
se dirige la acción del verbo.

78. Prescindir de

MM: (Del lat. «praescíndere», deriv. de «scíndere»; v. «ESCINDIR».) Renunciar


a una cosa o decidir no tenerla, por no poder, por no necesitarla, o por
desprecio: ‘Han tenido que prescindir del coche’. No utilizar a una persona:
‘Está disgustado porque han prescindido de él al formar el equipo’. «*Omitir.
Pasar por alto». No mencionar a cierta persona o cosa.
(V.: «*Apartar, dar de baja, echar por la borda, borrar, hacer caso omiso, no
hacer caso, no tomar en consideración, mandar al cuerno, dejar, dejar aparte
[fuera], descartar, *desechar, deshacerse de, desnudarse, *despojarse,
despreocuparse, mandar al diablo, eliminar, mandar a freír espárragos,
exceptuar, excluir, dar de lado, dejar a un lado, pasar por alto, pasarse sin,
mandar a paseo, quitar, sacudirse, separar. Ô*Desechar. *Desembarazarse.
*Despreciar. *Desprenderse. *Exceptuar. *Omitir. *Renunciar. *Suprimir».)

 José Antonio Candalija Reina 765


COROM: Bajo escindir, tomado del lat. scindĕre ‘raspar’, ‘rajar’, ‘dividir’. 1ª doc.:
Acad. después de 1899.
DERIV.: Prescindir [h. 1570, Sta. Teresa], tomado de præscĭndĕre ‘separar’,
tomado en el sentido de separación mental.
SPES: NO

Prep. de, ‘alejamiento’,( Cano, 1999: 1826; ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte, 1991; ‘eféresis’ o ‘límite
inicial’; ‘origen nocional’ o ‘punto de referencia inicial’ ‘partitivo’, García-Miguel, 1995: 125)

 José Antonio Candalija Reina 766


CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 767


 José Antonio Candalija Reina 768
 José Antonio Candalija Reina 769
 José Antonio Candalija Reina 770
 José Antonio Candalija Reina 771
NO ADMYTE

CORDE

Párrafo nº 1.
Página VIII
visitador de su provincia, era ya anciano en 1645, y resulta además de algunas de sus cartas que no
gozaba de buena salud. Por los años de 1587 se entregaba ya al cultivo de las Musas, siendo varios los
opúsculos y tratados, asi en prosa como en verso que hemos visto escritos de su puño y letra, y entre
otros una comedia, bastante disparatada por cierto, repartida en dos actos ó jornadas y que tiene por
asunto la vida de San Eustaquio. *

Así y con todo, la coleccion del docto jesuita nos ofrece una série no interrumpida de cartas, que
comprende 14 años del reinado de Felipe IV, desde la célebre batalla de Norlinguen, en Alemania, hasta
el levantamiento de Tomás Aniello, en Nápoles, incluyéndose en dicho período
Página VIII
las guerras de Francia é Italia, la separacion de Portugal, y rebelion de Cataluña, la caida del Conde-
Duque, el viaje del Rey á Aragon, y otros acontecimientos no menos importantes de la Monarquía. Todas
juntas, y prescind iendo de su especial carácter, forman una obra muy parecida en su contexto á las
Relaciones de Luis Cabrera de Córdoba, publicadas en 1857á expensas de la primera secretaría del
Despacho, y á las que con el título de Avisos dejó despues escritas D. José de Pellicer, y dió á luz
Valladares en los tomos 31, 32 y 33 de su Semanario erudito, sin las cuales, sea dicho de paso, nos
veriamos hoy privados de una infinidad de detalles y pormenores que dan vida y colorido á la historia
nacional.

El principal y mas asíduo de los corresponsales del P. Pereyra se llamaba Sebastian Gonzalez, y formaba
parte del colegio de jesuitas de esta córte. Sus cartas revelas cierto candor y sencillez que contrastan
singularmente con las de otros padres de la Compañía. Era amigo y comensal del célebre P. Salazar, tan
consulado en materias económicas y políticas de aquel reinado, así como del P. Aguado, confesor

--------------------------------------
AÑO: 1634
AUTOR: González, Sebastián
TÍTULO: Carta [Cartas de algunos padres de la Compañía de Jesús, I]
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 18.Prensa
PUBLICACIÓN: Imprenta Nacional (Madrid), 1861

 José Antonio Candalija Reina 772


Preposición de

El significado preposicional viene a señalar el lugar de ORIGEN desde el que se produce la


separación o escisión de un TEMA o un PACIENTE, concebidos como lugar metafórico. Precisamente
Corominas corrobora esta concepción metafórica al intuir que se produce una separación mental del
AGENTE respecto del objeto o la persona que son identificados con una direccionalidad ablativa.

79. Prevenir contra/de/sobre

MM: (Del lat. «praevenire», comp. con «venire»; v. «VENIR».)


Õ «Disponer. *Preparar». Poner en estado de ser utilizadas las Ícosas
necesarias para determinado fin: ‘Prevenir víveres para la expedición’.
Ö *Proveer a alguien de cierta cosa: ‘Le previno de lo necesario para el viaje’.
× «Precaver». Tomar *precauciones para evitar un Ídaño: ‘Más vale prevenir
que curar’.
(V.: «Acautelarse, antever, estar sobre aviso, escarmentar en cabeza ajena,
calcular, caucionar, cautelar[se], poner[se] en cobro, conjurar, ponerse a
cubierto, cubrirse, destajar, andar [estar] sobre los estribos, *evitar, parar el
golpe, guardarse, *impedir, tomar medidas de precaución, tomar sus medidas,
oler el poste, precaucionarse, precautelar, precaverse, *preparar[se], prever,
huir de la quema, curarse en salud. ÔPremiso, *preparado, prevenido.
ÔAntevedimiento, caución, *cautela, cauterio, garantía, parimiento —ant.—,
*precaución, prevención, previsión, profilaxis, *prudencia, *seguro, vacuna.
ÔEventualidad. ÔBeneficio de inventario, a todo evento. ÔExpresiones
preventivas: por si acaso, no sea caso que, para el caso de que, no sea cosa
que, no sea cuestión que, no sea el demonio que..., no sea el diablo que..., no
vaya —ir—a, a una mala, por si las moscas, por si, preventivamente, en
previsión de que, no sea —ser—que, no vaya a ser que, por si o por no. Ô
Desprevenido. Ô*Prudente».)

 José Antonio Candalija Reina 773


Ø («de»). «*Advertir. *Avisar». Hacer conocer a Íalguien un daño o peligro que
le amenaza: ‘Yo le previne a tiempo de lo que intentaban’. *Advertir o *avisar.
Hacer saber a Íalguien que se le castigará o se le hará cierto daño en
determinado caso.
Ù («contra, en contra; a [en] favor»). «Predisponer». *Inclinar el ánimo de
Íalguien en favor o, más frecuentemente, en contra de una cosa o persona.
Ú *Prepararse para hacer frente a un Íinconveniente, dificultad u objeción.
Û «*Prever». Conocer por anticipado la proximidad de un daño o peligro.
Ü (*tribunales). Realizar un juzgado las diligencias preparatorias de un juicio,
particularmente las de carácter urgente. (íd.). Realizar el juzgado las
diligencias necesarias para asegurar los bienes de alguien en previsión de las
resultas del juicio.

COROM: Bajo venir, del lat. VENIRE ‘ir’, ‘venir’. 1ª doc. : Cid.
DERIV. : Prevenir, [«p., anticiparse: prævenio» Nebr.], de prævenire íd; los
clásicos, además de la acepción ‘preparar’ (Rz. de Alarcón, Paredes Oyen, v.
127, etc.) y demás generales, le dan la de ‘avisar, advertir’ («dentro de una
hora / los pescadores prevén / que canten y bailen» Tirso, Burlador I, 688), hoy
anticuada en España, pero popular en la Argentina.

 José Antonio Candalija Reina 774


CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 775


 José Antonio Candalija Reina 776
 José Antonio Candalija Reina 777
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 778


 José Antonio Candalija Reina 779
ADMYTE II:

J. Fernández de Heredia, Grant Crónica de Espanya I. [fol. 501r]

orie<n>t por lur g<r>a`nt uirtut


p<er>uiniero<n> a ta<n>ta p<ro>sp<er>idat de for-
tuna q<ue> imp<er>aro<n> alas g<e>n<te>s deyu-
so

CORDE
Párrafo nº 70.
Página V, 198
gran cuidado y diligencia y con toda pureza y sinceridad se dispusiesen a inquirir y descubrir la verdadera
justicia desta sucesión, de suerte que después que fuese declarada no pudiese sobre ella moverse duda
ni nueva contienda.
Página V, 198

Prudente consejo del papa Benedicto [XIII]. Si por ventura, consideradas las diversidades de aficiones y
voluntades que concurrían entre ellos, les pareciese que esto no se podía conseguir en concordia entre
tantos, tenían el remedio en la mano por donde se podía proveer a tanta confusión. Esto era: que
eligiesen entre sí algunas personas temerosas de Dios que supiesen los derechos y leyes de sus reinos y
fuesen celosas del bien público, en cuyo entendimiento se abrazasen la verdad y justicia y quisiesen y
pudiesen lanzar de sus ánimos todo amor, odio y temor humano y menospreciasen las dádivas y
sobornos y supiesen excusar cualquier acechanza y engaño, y con gran sabiduría proveer y preven ir
de remedios a los casos que en semejantes negocios suelen suceder. Así decía que por estos medios se
reducirían las cosas a buen fin y gloriosa conclusión, pues no se debía esperar ni creer que este reino ni
esta patria; que hasta agora nunca crió ni mantuvo tiranos, agora los comenzase a producir.

Utilidad del papa y lo que con autoridad suya hicieron el gobernador y justicia de Aragón y Berenguer de
Bardají. Con autoridad del sumo pontífice y de sus amonestaciones tuvieron lugar el gobernador y justicia
de Aragón y Berenguer de Bardají de encaminar las cosas al fin que se deseaba, lo que por otra vía no
podía ser sino con tanta confusión y contrariedad que el reino se perdiese; y aunque estas
amonestaciones eran tan fundadas en razón y prudencia y parecían ser propuestas por bien de la justicia,
el papa -según la común opinión- ninguna cosa le convenía tanto como ser el infante de Castilla
antepuesto en la

--------------------------------------
AÑO: 1579
AUTOR: Zurita, Jerónimo
TÍTULO: Anales de la corona de Aragón. Segunda parte

 José Antonio Candalija Reina 780


PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
PUBLICACIÓN: Ángel Canellas López, CSIC (Zaragoza), 1977-1980
Párrafo nº 3.
Página VI, 141
que aquella ciudad estuviese debajo de la protección del rey -que era devoto hijo de la iglesia romana-
que ser oprimida con tiranía, de suerte que aquella ciudad se recibió no con ánimo de hacer injuria, pero
porque el enemigo del rey no fuese en sugmento de su potencia.

Más desea el rey de Aragón defender su derecho que venir a rompimiento. Con estas justificaciones fue
siempre el rey perseverando en el respeto y obediencia que debía al papa y a la sede apostólica,
excusando con todo su poder de no llegar al rompimiento, atendiendo antes. a la defensa que a poner la
guerra en el estado de la iglesia.
Página VI, 141

§. De la oferta que el rey hacía al concilio de Basilea y al papa porque fuese neutral en la competencia de
la sucesión del reino; y que se pusieron en su obediencia los condes de Nola y Caserta. XXXVIII.

PRUDENCIA del rey de Aragón y lo que el legado preven ía contra sus derechos. Fue muy señalado
el consejo y prudencia del rey en ir siempre desviando y excusando cuanto le fue posible de no dar
ocasión al papa de tenerle por hijo desobediente y enemigo; y esto era cuanto más el patriarca de
Alejandría, como legado de la sede apostólica, iba juntando muy formado ejército no para defender las
tierras de la iglesia, sino para poner en la posesión del reino al duque de Anjous.

Oferta del rey de Aragón al concilio de Basilea y con qué intento. A lo más a que procedió el sentimiento
desto fue que estando el rey en este tiempo en Gaeta, que era a 22 del mes de septiembre, hizo gran
publicación de ofrecer a los del concilio de Basilea y a los que le seguían y se habían declarado
contrarios del papa que si quisiesen haber a Roma y las tierras del patrimonio de la iglesia para que
estuviesen debajo de la obediencia y jurisdicción del concilio si enviasen algún comisario con poder

--------------------------------------
AÑO: 1579
AUTOR: Zurita, Jerónimo
TÍTULO: Anales de la corona de Aragón. Segunda parte
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
PUBLICACIÓN: Ángel Canellas López, CSIC (Zaragoza), 1977-1980

 José Antonio Candalija Reina 781


Párrafo nº 11.

conservo, y no inserto aquí copia de ellos por no considerarlo esencial. Esto lo practiqué con el fin de
arreglar a ellos el Crucero. Con fecha de 17 de Agosto lo egecutaron, diciendo, los que se hallavan con
experiencia de estos viajes, que desde mediados de Septiembre en adelante era la Derrota por ésta
última, arreglándose también según los tiempos que experimentavan en la travesía del Golfo, pero que
era raro que desde aquel término en adelante la hiciesen por el N. de la Ysla del Cuervo.

En consecuencia de estos pareceres havía determinado que quando llegase el término de regresarme,
que debía ser concluido el mes de Septiembre, en el Crucero del Cuervo pasar por la parte del S. de las
Yslas, reconocer en el tránsito la del Fayal, el Pico, Santa María, y de ésta continuar el viaje a España,
tomando la altura que permitiesen los vientos para hacer el Corso desde el Cavo de la Roca, si fuese
posible en adelante, y cumplir así lo que la Real Orden me preven ía sobre este particular;
consequente a ello señalé el parage de reunión en caso de accidente grave sobrevenido de resulta de
combate, con fecha de 22 de Agosto, al S. de las Yslas terceras, cuia copia acompaño con ésta, en que
se reconocerá haver sido mi ánimo ir corrigiéndolas a la ida acia allá por la parte del N. y al tiempo
regresar por la del S.

Sobrevino el accidente grave del Gallardo, a que me fue preciso prestar la maior atención y cuidado, y
además de f. 33 v./ esto la escasez de víveres y de Aguada en la Esquadra que se fue reconociendo
después con maiores excesos, y la epidemia de escorbuto que con particularidad el Diligente iba
haciendo los maiores progresos. Fue preciso variar esta resolución atendiendo a lo que más llamava el
cuidado, y por esto acorté algunos días la detención en aquel crucero, reduciéndolo hasta el 20 de
Septiembre, quando por mi primera determinación debía

--------------------------------------
AÑO: 1779-1784
AUTOR: Ulloa, Antonio de
TÍTULO: La campaña de las terceras
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
Pablo E. Pérez Mallaína, Universidad de Sevilla- Secretariado de publicaciones (Sevilla),
PUBLICACIÓN:
1995

Preposición contra

Como indican todas las etimologías, este verbo procede del compuesto latino en el que el
lexema venire nos introduce en el mundo del movimiento que implica el de la locatividad, pues el
movimiento se produce entre dos puntos: el ORIGEN y el DESTINO y lo lleva a cabo el AGENTE. En este
caso, el sentido de prevenir como ‘avisar de algo negativo’ selecciona la aparición de esta preposición

 José Antonio Candalija Reina 782


para señalar que la prevención, entendida como movimiento la lleva a cabo el AGENTE desde un punto
de origen que coincide con él mismo hacia un punto de DESTINO negativo (por eso aparece esta
preposición) que es conceptualizado como TEMA/PACIENTE del verbo en una direccionalidad adlativa.

Preposición de

Esta preposición no aparece en los contextos en los que interesa señalar el movimiento, sino
que se destaca el ORIGEN desde el que se produce la prevención, entendiendo este argumento como
TEMA que se concibe como lugar figurado o ABLATIVO.

Preposición sobre

Como en la mayoría de los casos, esta preposición aparece muy tarde (s. XVIII) y tiene el valor
adlativo común a los verbos dicendi con los que presenta analogía en el uso de esta preposición.

80. Proceder a/de

MM: (Del lat. «procédere», pasar delante o adelante, de «cédere», retirarse; v.


«CEDER».)
Õ Ir en *fila, *serie o *procesión, en sentido espacial o no espacial.
Ö *Continuar realizando cierta acción que requiere un orden.
× «*Derivarse. Provenir». Tener una cosa su origen o principio en la que se
expresa, u obtenerse de ella: ‘El alcohol procede del vino. La penicilina procede
de ciertos hongos’. Tener su *origen una cosa en cierto lugar: ‘Ha llegado
procedente de Ginebra... Estas naranjas proceden de España’
(Prefijo, «di-»: ‘dimanar’. Ô V.: «Arrancar, deberse a, derivar[se], *descender,
desprenderse, dimanar, emanar, emerger, engendrarse, formarse, iniciarse,
*nacer, tener su *origen, originarse, partir, *principiar, tener principio en,
*producirse, promanar, provenir, pulular, remontarse, *resultar, *salir, seguirse,

 José Antonio Candalija Reina 783


*surgir, *venir. ÔCausa, cuna, *origen, oriundez, raíz. ÔEtimología.
ÔExtracción, filiación. ÔManantial. ÔDemanial. ÔDe, desde, por parte de. Ô
*Origen. *Principio».)
Ø (*teología). Se dice que el Hijo procede del Padre y que el Espíritu Santo
procede de ambos.
Ù («con»; con algunos nombres, «en»: ‘en justicia’) «Comportarse.
*Conducirse. Portarse». Obrar habitualmente o en cierto caso de la manera que
se expresa: ‘Proceder bien, mal, precipitadamente’.
Ú «Corresponder». Ser conforme a lo dispuesto en una ley, un reglamento,
etc., o ser *oportuno, *natural o *razonable: ‘No procede conceder ese permiso.
Tratándose de un asunto urgente, procede abreviar trámites’.
(V.: «Ser procedente. ÔImprocedente».)
Û («a»). *Principiar a hacer cierta cosa después de algunos preparativos o de
reunirse los que han de hacerla: ‘Una vez reunidos, procedimos a la elección
de presidente’
(V. «pasar a, ponerse a».)
Ü (n.). «Comportamiento. *Conducta». Manera de obrar alguien, en un caso
particular o en general: ‘Su proceder merece alabanza’.
PROCEDER CONTRA. Iniciar un *juicio contra alguien que se expresa.

COROM: Bajo ceder, tomado del lat. cēdĕre ‘retirarse, marcharse’, ‘ceder, no
resistir’. 1ª doc.: Fernando de Herrera (1582 o algo antes).
DERIV. Proceder [J. de Mena (‘avanzar’, Lab. 47c); APal. 147b] de procedere
‘adelantar, ir adelante’.

 José Antonio Candalija Reina 784


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 785


 José Antonio Candalija Reina 786
 José Antonio Candalija Reina 787
 José Antonio Candalija Reina 788
NO ERNOUT-MEILLET
ADMYTE II

Dr. Villalobos, Sumario de la medicina. [fol. 20r]

Deues proceder a esta fiebre en su cura


de purga subtil a vn poquito mas fuerte

J. Fernández de Heredia, Grant Crónica de Espanya I. [fol. 257v]

la
q<u>a`l <con>tie<n>da & <con>trastamie<n>to bu-
elue todas las cosas diuina-
les & humanales por tal co-
mo aq<ue>lla batalla p<ro>cidie de
maluestat

F. del Pulgar, Claros varones de Castilla. [fol. 23r]

E como q<u>i`er que su voto fuesse co<n>tra el des-


seo de algunos: pero porq<ue> sus hablas se mostrauan
p<ro>ceder de buenas / & no dañadas entrañas / no eran
mal recebidas

Bidpai, Ejemplario contra los enganos y peligros del mundo (Zaragoza, 1493). [fol. 87r]

Plugo mucho
al ximio sarnoso el consejo del sano: creyendo proceder de compassion &
amor.

Breidenbach-M. de Ampiés, Peregrinatio in Terram Sanctam; Viaje de la tierra sancta.[fol. 85v]

era<n>
marauillados de las palabr[a]s de su lle-na}
{CB2.
gracia/ que p<ro>cedian de su boca san-
cta

CORDE

Párrafo nº 1.
Página FOL. 187V

 José Antonio Candalija Reina 789


fuerças muchos regnos a los griegos, esto es, Gargares, Compisim, Arisdian et Larissa, et encara mas,
todos los regnos que estan en torno de Troya & todos los lugares vezinos della entro a los muros de la
ciudat, como non huuiesse la hora ninguno que soccorriesse nin ajudase a los troyanos en ninguna cosa;
et como encara yo, con Achiles, huuiesse acabado muchas victorias."

Et maguer que todas estas cosas el dicho Thelamon


Página FOL. 187V
las huuiesse specificadament declaradas en su sermon, empero aqui son dexadas asi como superfluas.
Mas continuando su proposicion dizia asi:

¶ "Aquesti Vlixes, non auiendo en si ninguna strenuydat de caualleria, con el solo bien faular de su
paraula vale et biue, la qual cosa non es buena sino tan solament a lisonjas et falagos et enganyosas
artes de paraulas. El qual si dize que nos fuemos fechos senyores por el de la ciudat de Troya, esto non
proced io de la uirtut de su strenuydat, mas de las traydoras et enganyosas paraulas suyas, por la
qual cosa perpetuament somos disfamados entre los griegos diziendo que los troyanos, a los quales nos
deuiemos uencer con nuestro poderio, ayamos vencidos con artes et enganyosos decibimientos."

¶ Despues que Thelamon fizo fin a sus paraulas, Vlixes respondiendo dixo como el auia uencido a la
huest de los troyanos con su strenuydat et con el sabio consello de su seso, diziendo que si el non
huuiera estado en la huest de los griegos con la mucha jndustruya de su seso, que Troya haun estudiera
en su firmeza et gloria con sus ciudadanos. Et dizia el dicho Ulixes por la manera que se sigue.

Aqui faula Vlixes respondiendo a Thelamon:

"Uerdaderament, senyor Thelamon, entre todas las otras cosas los griegos non huuieron el Paladio por la
tu uirtut, mas uerament mas por el mi studio,

--------------------------------------
AÑO: 1376-1396
AUTOR: Fernández de Heredia, Juan
TÍTULO: Historia troyana
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Historiografía
PUBLICACIÓN: Juan Manuel Cacho Blecua, Universidad de Zaragoza (Zaragoza), 2003

Preposición a

El sentido etimológico que aporta Corominas en su explicación como derivado de cedere, se


insiste en el movimiento de acercamiento o aproximación hacia un TEMA (‘avanzar, ir hacia delante’),

 José Antonio Candalija Reina 790


entendido metafóricamente como un lugar. Por eso aparece la preposición a, para indicar que el AGENTE
se dispone a realizar la acción. Tiene, pues, cierto sentido aspectual que le induce a funcionar a veces
como verbo auxiliar de perífrasis

Procedemos a subastar el cuadro


Procedemos a la subasta del cuadro

Tiene, por tanto, significado de meta, destino, es decir, valor adlativo.

Preposición de

La preposición marca el ORIGEN de la acción verbal con un sentido ablativo que deriva del
significado verbal latino CEDERE, ‘llegar’.

81. Prorrumpir en

MM: (Del lat. «prorúmpere», de «rúmpere»; v. «ROMPER». «en».) *Emitir


bruscamente gritos, sollozos, suspiros, carcajadas o cosas semejantes:
‘Prorrumpió en exclamaciones de alegría’.
(V. «soltar el chorro, desparar —ant.—, estallar».)

COROM: Bajo romper, del lat. RŬMPĔRE, íd. 1ª doc.: Cid.


DERIV. Prorrumpir [Calderón, no Covarr.; prorromper 1444, J. de Mena, Lab,
150f], de prorumpere, íd.
SPES: prorumpere, tr. e intr.: ‘arrojar [con fuerza]’ ([Ætna] atram prorumpit ad
æthera nubem, [el Etna] lanza al aire una negra nube || ‘prorrumpir’ (ad minas,
en amenazas).
SEGURA MUNGUÍA: prorumpere, ‘prorrumpir’: in scelera p., entregarse a toda
clase de delitos.

 José Antonio Candalija Reina 791


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 792


 José Antonio Candalija Reina 793
 José Antonio Candalija Reina 794
 José Antonio Candalija Reina 795
NO ADMYTE
CORDE:
Párrafo nº 9.

y los que con él vinieron que en la isla y dando priesa [sic] a acabar los bergantines; y quedaba
esperando ciertas cosas que le enviaba a pedir para acaballos y también lo que mandara. Con esto se
asosegó algo Pedrarias y disimuló algunos días lo que traía pensado; dentro de los cuales un tesorero -
que debía [de] ser proveído por el tesorero Pasamonte desta isla- llamado Alonso Martel de Lapuente,
que no estaba bien con Vasco Núñez porque le pidió * en la residencia cierto oro que le había prestado y
el tesorero creyó que había sido dado, supo de aquel que velaba cuando Vasco Núñez dixo en la isla las
susodichas palabras a Valderrábano, * lo que había oído y Vasco Núñez hablado. * Va luego el dicho
Alonso Martel a decírselo a Pedrarias. Luego Pedrarias, de súpito [sic], se retificó [sic] en sus sospechas
presentes y pasadas y, hecho muy furibundo, cuasi de enojo e indignación desatinaba prorrump
iendo en palabras contra lo Vasco Núñez injuriosas y * desmandadas; y con aquella saña escribióle una
carta mandándole que viniese a Acla, fingiendo que tenía cosas * que con él comunicar * tocantes y
necesarias para su viaje.

Y cosa es // aquí de notar que no hobiese [sic] hombre que a Vasco Núñez avisase de la indignación
contra él de Pedrarias y [de] el peligro que padecer, si venía, esperaba. Ciertamente la razón [que] parece
que se puede asignar * [es:] o que Vasco Núñez era tan malquisto de todos que todos le deseaban mal, o
que todos temían tanto a Pedrarias que ninguno se atrevió a enojalle, o que fue juicio de Dios que
determinó dalle su pago de tantas crueldades como en aquellas gentes * había perpetrado. Y ésta
postrera debió [de] ser * y debemos creer que fue la verdadera y eficaz; y está harto clara.

--------------------------------------
AÑO: 1527-1561
AUTOR: Casas, Fray Bartolomé de las
TÍTULO: Historia de las Indias
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Memorias y diarios
PUBLICACIÓN: Paulino Castañeda Delgado, Alianza Editoria (Madrid), 1994
Párrafo nº 10.
Página 24
no poder ser presos por deudas, no pagar posadas ni cebada por do iban, comer del erario habiendo
venido a pobreza, hacer testamento sin testigos, no ser acusados sino en Roma, no pagar derechos en
ningún tributo y poderse enterrar en sepulchro alto. De todas estas preheminencias no gozaba ningún
hidalgo, sino sólo el que era ciudadano romano. Ius publicum era las ordenanças y constituciones que
tenían entre sí y para sí cada pueblo en
Página 25
particular; es, a saber: cómo habían de reparar los muros, conservar las aguas, medir las calles, edificar

 José Antonio Candalija Reina 796


las casas, proveer los materiales, tener alhóndigas, coger la moneda, echar las sisas y velar las ciudades;
llámense estas ordenanças ius publicum, porque todos las hazían y todos las guardaban. Ius militare era
las leyes que hizieron los antiguos romanos para cuando un reino con otro rompiesen las paces y
prorrump iesen en guerra, porque se preciaban ellos mucho de ser cuerdos en el gobernar y
concertados en el pelear. Eran, pues, las leyes de ius militare cómo pregonarían la guerra, confirmarían la
paz, pornían treguas, harían gente, pagarían el campo, velarían los reales, harían los fosos, darían los
combates, aplazarían la batalla, retirarían los exércitos, rescatarían los presos y triumpharían los
vencedores. Llámanse estas leyes ius militare, que quiere dezir el fuero de los caballeros, porque no
servían a más de dar orden a los que seguían la guerra y defendían con armas la República.

Viniendo, pues, agora a la exposición de la medalla, es de saber que en los tiempos de primero dictador
romano, que fué Quinto Cincinato, hubo en Roma un cónsul romano que se llamaba Popilio; fué el
primero que dió leyes; varón que fué muy docto en las letras y muy diestro en las armas. Este

--------------------------------------
AÑO: 1521-1543
AUTOR: Guevara, Fray Antonio de
TÍTULO: Epístolas familiares, libro primero
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Heráldica y genealogía
PUBLICACIÓN: José María de Cossío, Real Academia Española (Madrid), 1950
Párrafo nº 11.
Página 123
De tal manera debéis conversar, comunicar y hablar y os aconsejar con vuestros familiares amigos, que
tengan todos de vos creído que os aconsejan, mas no que os mandan. Con los que vinieron con vos a
negociar, no les respondáis áspera ni desabridamente, porque ya que no llevan esperança de ser
despachados, no es justo que de la respuesta vayan quexosos. En las palabras y en las mesuras y en las
respuestas que diéredes tractá, señor, a cada uno según lo que quiere la condición de su estado, porque
de otra manera loaros han unos de justo y notaros han otros de malcriado. Trabajad, señor, de ser en la
República manso, piadoso, amoroso y bien quisto, de manera que os presciéis más de la bondad que
usáis que de la auctoridad que tenéis. No seáis furioso, enojoso, bravo y absoluto, porque los jueces
tenéis obligación de sufrir infinitas injurias, y no tenéis licencia de vengar ni una sola. Cuando
estuviéredes enojado, turbado y aun injuriado, no prorrump áis en ira, ni digáis alguna mala palabra,
porque si el hombre que nos injuria es discreto, no tomamos dél poca vengança si a sus palabras no
damos respuesta. Debe tener el buen presidente rectitud [fol. 3o] en el juzgar, limpieza en el vivir,
presteza en el despachar, paciencia en el negociar y prudencia en el gobernar, las cuales cinco virtudes
son en sí tan connexas y en él necesarias, que no le aprovecharán tanto las cuatro que tenga como les
dañará la una que le falte.

De mí, señor, le hago saber que estoy en esta Audiencia pleiteando ha dos años contra la iglesia de
Toledo sobre la abadía de Baça, en el cual pleito tengo ya en mi favor una sentencia, «per omnia,

 José Antonio Candalija Reina 797


benedictus Deus». Agora, señor, estamos en grado de revista, y como los pleitos de revista no se
Página 124
pueden ver sin el presidente, «nil iam superest nisi quod descendas et ponas manum super eam, et

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AÑO: 1521-1543
AUTOR: Guevara, Fray Antonio de
TÍTULO: Epístolas familiares, libro primero
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Heráldica y genealogía
PUBLICACIÓN: José María de Cossío, Real Academia Española (Madrid), 1950

Preposición en

Nos encontramos con un verbo latino que según Corominas sería un derivado de ‘romper’. Esta
asociación semántica se produce por la translación metafórica de un proceso locativo inicial que deriva en
un proceso abstracto: del sentido de ‘emitir, lanzar o arrojar un objeto’ de prorumpere, se pasa a ‘emitir,
pronunciar palabras, sentimientos, emociones’ de prorrumpir en donde la preposición señala el lugar
metafórico (TEMA) en el que se deposita la acción del verbo.

82. Pugnar por

MM: (Deriv. culto del lat. «pugnare», de «pugnus»; v.: «*PUÑO; impugnar,
opugnar, propugnar, repugnar».)
Õ *Luchar con armas no materiales: ‘Pugnar en defensa de la justicia’.
Ö («por»; la G. R. A. da también como régimen «para»: ‘pugnar para
escaparse’; no es frecuente). Hacer *esfuerzos para cierta cosa: ‘Pugnaba por
no reírse’. (fig.). El sujeto puede ser una cosa inanimada como «llanto, risa» o
«lágrimas»: ‘Las lágrimas pugnaban por asomar a sus ojos’.

COROM: Bajo puño, del lat. PŬGNUS íd. 1ª doc.: 1064, Fuero de Jaca, (M.P.,
Oríg., 56); Cid, etc.

 José Antonio Candalija Reina 798


DERIV. Derivado de PŬGNUS era en latín PŬGNARE ‘pelear, luchar’, que se
conservó en forma más o menos popular en castellano antiguo (lo mismo que
en los demás romances galos e ibéricos): puñar ‘esforzarse, porfiar’ (Berceo,
Mil., 133 I; J. Ruiz, 437) o punar (Berceo, Mil. 133 A; S. Mill. 67d; S. Or., 11; J.
Ruiz 153, 154, 154, 970; Tratado de la Doctrina, 112; Revelación de un
ermitaño, 22; Danza de la Muerte, 41]. La forma enteramente culta pugnar es
ya constante en el Quijote.

SPES: pugnare, intr.: ‘combatir, luchar’ || ‘esforzarse por’, ‘sostener un punto de


vista’ (p. ut o ne y subj. ‘luchar para que, para evitar que...’: p. non destitit non
esse controversiam, no ceso de sostener la opinión de que no había
controversia).
SEGURA MUNGUÍA: pugnare, ‘luchar, combatir, pelear, batirse’: pro causa
iniqua p., luchar por una causa injusta.
Prep. por, ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte, 1989: 95; ‘a favor de’, ‘finalidad’, ‘beneficiario’, (Cano, 1981:
388, 1999: 1830; ‘beneficiario’, García-Miguel, 1995: 206)

 José Antonio Candalija Reina 799


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 800


 José Antonio Candalija Reina 801
 José Antonio Candalija Reina 802
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 803


ADMYTE II:

J. Fernández de Heredia, Crónica de los conqueridores I. [fol. 43r]

fue crecido et fecho io-


uen adolescent. el dicho arpa-
go pugnando por la dolor del
su fijo

J. Fernández de Heredia, Grant Crónica de Espanya I. [fol. 592v]

el rey pipino le <con>fesso como e<n>te<n>-


die pugnar por la ygl<es>ia ro<m>ana

Alfonso de la Torre, Visión delectable. [fol. 59r]

Como va enel
mu<n>do de fortaleza en pugnar por
{CB2
la virtud y morir por aq<ue>lla. y pu-
gnar por la vida delas cosas ho-
nestas

Preposición por

Este cultismo muestra evidentemente un significado abstracto producido por la metáfora


asociativa de luchar como ‘usar los puños’, de ahí que tanto Corominas como Ernout-Meillet aludan a que
el verbo deriva del sustantivo puño. El sentido de lucha es el que determina el uso de esta preposición
pues sigue el sentido etimológico de la preposición latina pro, al indicar el provecho o interés de la acción
que el AGENTE realiza sobre un TEMA/PACIENTE interviniendo a su favor. La finalidad vuelve a estar
marcada por esta preposición que muestra el valor adlativo.

 José Antonio Candalija Reina 804


83. Radicar en

MM: Õ *Arraigar.
Ö *Estar situado en cierto lugar de manera fija; como están, por ejemplo, una
finca, un pueblo u otra cosa semejante.
× (no figura en el D. R. A. E.). *Consistir: ‘La dificultad radica en la falta de
dinero’.

COROM: Bajo raíz, del lat. RADIX, -ĪCIS, íd. 1ª doc. : orígenes (Berceo; doc. de
1207: Oelschl.; etc.).
DERIV. Radicar [h. 1440, A. Torre (C. C. Smith); princ. S. XVII, Aut.], de radicari
‘arraigar’.

 José Antonio Candalija Reina 805


NO CUERVO
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 806


 José Antonio Candalija Reina 807
ADMYTE II

Bernardo de Gordonio, Prognostica; Las pronósticas. [fol. 28r]

E quando la mayor p<ar>te de


la materia fuere co<n>sumida & me<n>-
guada & digerida & cmiençase a radicar el o-
bramiento dela natura sobre la materia:

CORDE

sabrá discernir con la superioridad de sus luces si hay utilidad y justa causa para radicar en ella este
nuevo género de negocios, como propone, y mandará lo que fuere de su soberano agrado.

AÑO: 1772
AUTOR: Rodríguez Campomanes, Pedro
TÍTULO: Carta a Manuel de Roda [Epistolario de Pedro Rodríguez Campomanes]
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Cartas y relaciones
PUBLICACIÓN: Miguel Avilés Fernández, Fundación Universitaria Española (Madrid), 1983

Preposición en

El sentido locativo de este verbo es indudablemente el encargado de seleccionar la preposición


en, puesto que el origen etimológico, raíz, así lo requiere. El argumento, una vez más es un TEMA, que
viene entendido como un lugar figurado en el que arraigar la acción verbal. Además, podría tener un
sentido amalgamado que sería algo así como tener la raíz.

84. Rayar en

MM: Õ Trazar rayas en algún Ísitio. Trazar rayas ordenadamente sobre alguna
Ícosa: ‘Rayar el papel’. Trazar rayas sobre lo Íescrito para *borrarlo.

 José Antonio Candalija Reina 808


Ö *Subrayar una Ícosa.
× («con»). «*Lindar». Tener límites con otro territorio que se nombra.
Ø (fig.; «en» o —menos frec.—«con»). Llegar cierta cosa a ser casi otra que se
expresa con un adjetivo o con un nombre: ‘Eso raya en lo increíble [con la
imbecilidad]’.
Ù «Hacer raya» *Contrastar con otras cosas o *distinguirse entre ellas.
V. «rayar el ALBA, rayar a gran ALTURA, rayar el DÍA, rayar la luz, rayar el
sol».

COROM: Bajo Raya I, ‘linea’, voz común al castellano con el portugués y el


francés, de origen incierto, probablemente derivada del lat. RADIUS ‘rayo de
carro’, ‘rayo de luz’, por la forma rectilínea que tienen estos objetos. 1ª doc.:
1288, Acedrex, 364.11; h. 1360 Sem Tob.
DERIV. Rayar [«raiar, hazer raia: linio» Nebr.] ‘tirar rayas’, ‘confinar’,
‘asemejarse’;

Prep. ‘contacto (físico) entre una entidad y un lugar’, (García-Miguel, 1995: 137)

 José Antonio Candalija Reina 809


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 810


 José Antonio Candalija Reina 811
NO ERNOUT-MEILLET

ADMYTE II:
G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 97r]

truxo consigo aquel


tan apostolico varon/ que de nueuo
rayaua enla España. sancto Domi<n>-
go primer fundador dela excellente
y tan lu<m>brosa religion de predicado-
res.

Preposición en

Este verbo revela la complejidad del proceso de gramaticalización por abstracción metafórica, ya
que el sentido local inicial ‘tirar rayas, rayar’ adquiere un matiz abstracto distinto que, sin embargo, está
fuertemente motivado, pues la preposición en indica el lugar (la raya) en el que por exceso o
intensificación de la acción verbal, pasamos de un dominio cognitivo a otro (Cuervo, Moliner). Por tanto, la
configuración mental o nocional, de nuevo, es explicada mediante la comparación, la metáfora local que
presenta al argumento TEMA de este verbo como un lugar figurado en el que se situaría el límite o linde
entre ambos dominios y al que es necesario acercarse. El caso es, pues, locativo. Igualmente, se podría
pensar en una amalgama latina por incorporación conceptual del tipo de hacer raya.

 José Antonio Candalija Reina 812


85. Razonar sobre

MM: Õ «Discurrir. Pensar». Deducir unas ideas de otras para llegar a cierta
conclusión.
(V. referencias en «*razón».)
Ö Dar las razones o motivos de cierta Ícosa.
× *Justificar Íalgo; por ejemplo, las partidas de una cuenta.
Ø *Hablar. Particularmente, hablar con alguien o hablar entre si dos o más
personas.
Ù (ant.). *Alegar en derecho o abogar.
Ú (ant.). «Tomar razón».
Û (ant.). *Nombrar o *llamar.
Ü (ant.). D. R. A. E.: «Computar o regular».

COROM: Bajo razón, del lat. RATIO, -ŌNIS, ‘cálculo, cuenta’, ‘razonamiento,
razón’. 1ª doc.: orígenes (Cid, etc.)
DERIV. Razonar [Cid; rez-, P. Alf. XI, 1248; ra- ‘considerar, tener por’ Sem Tob
295; ‘hablar, conversar’ P. Alf. XI, 222.
NO CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 813


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 814


ADMYTE II:

Alfonso X, Libro de ajedrez, dados y tablas. [fol. 1v]

fa-
zieles mucho amenudo razonar sobre
los fechos que nascien delas cosas.

Alfonso X, General estoria I. [fol. 40v]

en su lecho. come<n>-
çaron a razonar sobreste fijo ab<r>a`-
ham.

Preposición sobre

La preposición vuelve a señalar en este contexto una superficie que indica el lugar sobre el que
se realiza y al que se dirige la acción verbal con un sentido adlativo y que por metáfora se transforma en
el TEMA del verbo. Además está la posibilidad de considerar que el uso de la preposición se produce por
analogía con los verbos de pensamiento.

86. Rebosar de/en

MM: (Posiblem., del lat. «reversare», intensivo de «revértere», deriv. de


«vértere», a través de un sup. «rovessar», corresp. a la m. palabra existente en
port., vasco y judeoespañol, y un ant. «revessar»; v. «VERTER».)
Õ («de»). Salirse por encima de los bordes de un recipiente o depósito ya lleno
el líquido que sigue cayendo, llegando a él, etc.: ‘El vino rebosa de la copa’. El
sujeto puede también ser el recipiente: ‘El embalse está rebosando’.
(V.: «Abantar, derramarse, *desbordarse, redundar, reverter, *salirse,
sobreverterse, trasverter. ÔDesbordante, rebosante, redundante, sobrelleno.
ÔCorredura. ÔAliviadero, rebosadero».)

 José Antonio Candalija Reina 815


Ö (fig.). Existir una cosa en extraordinaria abundancia: ‘En aquel país rebosa el
petróleo’. Puede llevar un complemento de persona: ‘Le rebosa la alegría’.
(«de, en»). Tener una cosa en mucha abundancia: ‘Rebosa de [en] energías’.
(V. «no caber en sí de..., destilar, estallar, no caber en el pecho, respirar».)
× D. R. A. E.: «Dar a entender con ademanes o palabras lo mucho que en el
interior se siente».
Ø *Vomitar.

COROM: Hay varias etimologías posibles; lo más probable es que venga


(pasando por *rovessar) del antiguo revessar ‘derramar, rebosar, vomitar’,
conservado en portugués, vasco y judeoespañol, del lat. REVERSARE ‘volver lo
de dentro afuera’ (y éste de VĔRTĔRE ‘volver del revés, ‘verter’); entonces el
antiguo bossar o bolsar ‘vomitar’ se habría sacado de rebossar (reborsar). 1ª
doc.: revessar ‘vomitar’, h. 1490, Celestina; rebosar, APal.
Rebosar en el sentido de ‘salirse de llena (una vasija)’ es palabra del uso
común desde los clásicos (ejemplos SS. XVI y XVII en Aut.)

Prep. de, ‘eféresis’ o ‘límite inicial’; ‘origen nocional’ o ‘punto de referencia inicial’ ‘partitivo’, (García-
Miguel, 1995: 125)
NO CUERVO
ERNOUT-MEILLET

uertō, -is, -tī, sum, -ere : tourner. Transitif et absolu. Sens propre et figuré, physique et moral ; d´ou
«convertir, traduire, changer (en)», vertere, vertere sēsē in. Employé aussi pour l´intensif versāre,
versārī ou le composé ēvertere.

NO ADMYTE II

 José Antonio Candalija Reina 816


CORDE

Página 1773
para su crecimiento, según que ellos en sí * imaginan, puesto que rebos an de falsedad y de
injusticia, manifiesto es a todos

AÑO:
1527-1561
AUTOR:
Casas, Fray Bartolomé de las
TÍTULO:
Historia de las Indias
PAÍS:
ESPAÑA
TEMA:
19.Historiografía
PUBLICACIÓN:
Paulino Castañeda Delgado, Alianza Editorial (Madrid), 1994

Preposición de

El sentido de movimiento de dentro hacia fuera incluido en la acepción etimológica del verbo
(ēvertere) justifica la presencia de esta preposición que indica el ORIGEN de la acción verbal, que puede
tener un valor LOCAL o un valor abstracto, que es el responsable de la concepción de este argumento
como TEMA, pues ya hemos visto que la gramaticalización se produce de forma metafórica por
abstracción, de modo que cuanto más abstracto es el lugar de ORIGEN, es más susceptible de ser
considerado como TEMA, como el ejemplo de Fray Bartolomé.

Preposición en

La preposición está justificada por la etimología que proponen Ernout-Meillet (in) y por el
significado verbal de la acción de “derramar” que se produce en un lugar concreto (UBI).

 José Antonio Candalija Reina 817


87. Recaer en

MM: Õ Volver a caer, en sentido figurado.


(V. «*incurrir».)
Agravarse nuevamente un *enfermo que ya estaba convaleciente.
(V.: «Reagravarse, reagudizarse. ÔRecidiva».)
Volver a caer en vicios, errores o cosas semejantes.
(V. «*incurrir, *reincidir».)
Ö Ir a parar, ser adjudicada o ser atribuida cierta cosa a alguien determinado:
‘El premio ha recaído en quien menos lo merecía. La conversación recayó en el
último suceso’. («sobre»). *Dirigirse: ‘Las sospechas recayeron sobre el
chófer’. *Afectar: ‘El nuevo impuesto recae sobre las clases más
acomodadas’. (con referencia al *acento; «en, sobre»). Cargar.
× (no figura en el D. R. A. E.; «a»). «Dar». *Abrirse una ventana, balcón, etc., al
sitio que se expresa: ‘Mi ventana recae al patio’.

COROM: Bajo caer, del lat. CADĔRE íd. 1ª doc.: med. S. X, Glosas de S. Millán
(kaderát, ‘caerá’).

SPES: ‘caer, caerse’ (in aliquid, sobre algo).


SEGURA MUNGUÍA: recidere, ‘recaer, caer de nuevo, volver a caer’: recidunt
omnia in terras, todo vuelve a la tierra || [fig.] in servitutem r. , volver a caer en
la servidumbre; in morbum r. recaer en la enfermedad || in aliquem r., recaer
[algo] sobre uno, corresponderle a uno algo.

NO CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 818


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 819


 José Antonio Candalija Reina 820
ADMYTE II:

Manuel Díez de Calatayud, Libro de albeitería. [fol. 26v]

La vianda
mucha le faria recaer en<e>l mal y es muy
peor la recayda

Guido de Columna, Historia troyana.[fol. 27r]

vos no te<n>gades q<ue> a ente<n>-


cion d<e>la v<uest>ra muerte lo fize & recaya e-
lla alli enel su lla<n>to

Bidpai, Ejemplario contra los enganos y peligros del mundo (Zaragoza, 1493). [fol. 7v]

no esta en ma-
no del phisico curar dolie<n>te alguno tan perfetame<n>te/ q<ue> le pueda offreçer
seguridad de no recaher enla mesma dole<n>cia algu<n> tie<m>po/ o en otra seme-
jante

Preposición en

El sentido físico es el predominante, pues el argumento TEMA procede metafóricamente del


locativo requerido por el significado verbal de caer, el cual es ayudado por la iteración del prefijo re- a
presentar la acción como una afección, adjudicación o atribución porque se ubica en un determinado
lugar lo que hace el AGENTE.

88. Recurrir a

MM: (Del lat. «recúrrere», de «cúrrere»; véase «CORRER».)


Õ *Volver una cosa al sitio de donde salió.
Ö («a»). *Buscar en una cosa o una persona *remedio en un apuro o solución
en una necesidad: ‘Tuve que recurrir a los zapatos que ya había desechado. Si
necesita dinero, tiene a quien recurrir’.

 José Antonio Candalija Reina 821


(V.: «Acudir, apelar, apellidar, buscar ayuda, echar toda la carne en el asador,
confuir —ant.—, invocar, llamar, echar mano de, tocar un palillo [todos los
palillos], llamar a la puerta de, recudir, tocar un registro [todos los registros],
hacer uso de. Ô Amparo, expediente, *medio, palanca, recurso, *remedio,
salida, solución, subterfugio, tabla de salvación. Ô Heroico, socorrido, último.
ÔMalas artes, malas mañas. ÔDespachaderas. ÔSi acaso, aquí de..., a un
caso, en caso, en caso extremo, en caso de fuerza mayor, en caso de
necesidad, en todo [último] caso, en un caso extremo, en un caso rodado, si
llega el caso, a la desesperada, en último extremo, en última instancia, en
último lugar, a una mala, en último recurso, como último remedio, si no hay más
[otro] remedio, en último término. ÔNo tener a dónde volver la cabeza, no tener
a quien volver la cara, no tener a quien volverse. ÔNunca falta un roto para un
descosido. Ô *Influencia. *Medio. *Pretexto. *Remedio. *Subterfugio».)
× (*tribunales). Presentar una demanda ante un juez.
Ø («de; contra»). Interponer un recurso.
NO TENER A QUIEN RECURRIR. Encontrarse *abandonado, sin *ayuda de
nadie.

COROM: Bajo correr, del lat. CŬRRĔRE íd. 1ª doc.: mitad del S. X, Glosas de
Silos.
DERIV. Recurrir [APal. 20b], tomado del lat. recurrĕre ‘volver a correr’

SPES: recurrere, ‘volver’, ‘recurrir’ (ad easdem deditionis condiciones recurrunt,


vuelven otra vez a ofrecer las mismas condiciones de rendición).

 José Antonio Candalija Reina 822


CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 823


NO ERNOUT-MEILLET

 José Antonio Candalija Reina 824


ADMYTE II:
G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 30r]

ordenaron primeramente
de recurrir a nuestro señor

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon [fol. 61r]

fazer se remedio ninguno ya no le


esperaua/ saluo recurrir al socorro/

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon [fol. 97v]

por justificar mas su causa de-


libero de recurrir al sancto padre. y
quexarse ante su sanctidad

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon [fol. 120v]

como aquellos: que si-


guen ley verdadera: y ley de virtud.
acordo de recurrir al rey de Arago<n>.
assi por le tener mas a mano: como
por ser de fama tan noble: q<ue> por me-
jor mucho tenia de seguir vn bue<n> rey
xp<ist>iano.

Preposición a

La definición etimológica que da Corominas insiste en el sentido adlativo del verbo correr. El
TEMA /PACIENTE se constituye como un lugar metafórico al que se acude corriendo para solventar o
remediar algún problema.

89. Redundar en

MM: (Del lat. «redundare», de «undare», formar ondas, deriv. de «unda»: v.


«ONDA».)

 José Antonio Candalija Reina 825


Õ «*Rebosar». Salirse una cosa de sus limites por ser excesiva; especialmente,
salirse un líquido por encima del borde del recipiente que lo contiene.
Ö («en»). «*Resultar» una cosa en beneficio o perjuicio de alguien o algo: ‘El
pacto redunda en beneficio de ambas naciones’.

COROM: Bajo onda, del lat. ŬNDA ‘ola’, ‘onda, remolino’. 1ª doc.: orígenes del
idioma (Berceo).
DERIV. Redundar [APal. 516b], de redŭndare ‘desbordarse’ ‘abundar
sumamente’, ‘caer de rechazo sobre alguno’.

SPES: redundare, intr.: ‘ser exuberante, rebosar, desparramarse’ (nationes in


provincias nostras r. poterant, estas naciones podían invadir nuestras
provincias desbordándolas).
SEGURA MUNGUÍA: redundare, ‘redundar en, caer sobre’: in, ad aliquem r.,
recaer sobre uno.

NO CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 826


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 827


NO ADMYTE

NO CORDE

Preposición en

La asociación metafórica que se establece entre el sentido local etimológico y el valor abstracto
de este verbo en el contexto en el que aparece con la preposición en, es un tanto compleja. El
movimiento concéntrico que provocan las ondas en una superficie podría funcionar como imagen de la
transmisión de la acción verbal entre el AGENTE y el PACIENTE/TEMA, conceptualizados como lugar
que asimila el movimiento ondulante. Asimismo, el sentido de ‘rebosar’ o ‘desbordarse’ contribuye a
confirmar el valor local que, de forma metafórica, se convierte en abstracto al identificar el lugar donde se
produce el desbordamiento como un TEMA/PACIENTE.
También es posible que se trate de la amalgama por incorporación conceptual volver a hacer
ondas en.

90. Reflexionar sobre

MM: Examinar un sujeto sus propios estados íntimos y pensamientos.


(V.: «*conciencia».)
(«en, sobre»). *Pensar sobre algo que se va a hacer o la conducta que se va
a seguir: ‘Reflexiona antes de dar ese paso’.
(V.: Consultar con la almohada, calcular, hacer sus cálculos, catar, comedir,
hacer su composición de lugar, *considerar, contar, contemplar, tener en
cuenta, echarse sus cuentas. entrar en cuentas consigo mismo, tener cuidado,
cuidar, deliberar, *detenerse, dormir, esperar, *estudiar, *examinar, fijarse en,
no lanzarse, madurar, masticar, medir, meditar, parar mientes, mirar, mirárselo
mucho, andar con ojo, pensar, detenerse [entretenerse] a pensar, pensárselo
mucho, pesar, ponderar, tener presente, rebinar, recapacitar, reconsiderar,
remirar, repasar, repensar, tentarse la ropa, rumiar, tantear, tomarse tiempo,

 José Antonio Candalija Reina 828


trasnochar, valorar, dar vueltas a [en] la cabeza [a las cosas] Ô Reflexivo,
*sentado. ÔDeliberado, preconcebido. Ô*Conciencia Ô*Automático, *irreflexivo.
Ô*Meditar. *pensar».)

COROM: Bajo flexible, tomado del lat. flexĭbĭlis íd., derivado de flectĕre, ‘doblar,
encorvar’. 1ª doc.: 1585, Fr. L. de Granada.
DERIV. Reflexionar [Aut].

 José Antonio Candalija Reina 829


CUERVO

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 José Antonio Candalija Reina 831
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 832


 José Antonio Candalija Reina 833
NO ADMYTE
CORDE:
Página 125
Al reflexionar sobre ello se me ocurren dos motivos

AÑO: 1742
AUTOR: Luzán, Ignacio de
TÍTULO: Defensa de España y participación en la campaña contra Gregorio Mayans
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 14.Tratados y ensayos
PUBLICACIÓN: Guillermo Carnero, Institución Fernando el Católico (Zaragoza), 1990

Preposición sobre

La analogía con los verbos de pensamiento, explicaría el uso de la preposición con este verbo.
No obstante, el carácter direccional adlativo se revela claramente en la etimología semántica del verbo, el
cual significa ‘meditar, pensar como un proceso reflejo que se realiza mediante la iteración física de la
reflexión de la luz sobre una superficie’. De ahí que se use esta preposición, pues la reflexión supone una
acción que incide sobre una superficie que metafóricamente corresponde al pensamiento humano y la
localización de esa superficie representa al argumento TEMA, concebido una vez más como lugar
figurado. La iteración de esta acción (mediante el prefijo re-) contribuye al efecto reflejo en el que la
acción se desarrolla como proceso interno en el AGENTE, como ilustra el siguiente esquema.

TEMA

AGENTE

 José Antonio Candalija Reina 834


91. Renunciar a

MM: (Del lat. «renuntiare», de «nuntiare», y éste de «nuntius»; v. «NUNCIO».


Puede u. como tr.: ‘renunciar algo en otro’; pero sólo es usual con «a»:
‘renunciar a todo’.)
Õ *Desprenderse voluntariamente, en especial con *sacrificio, de algo que se
tiene: ‘Renunció a la corona’. *Desistir, por fuerza o por sacrificio, de hacer
algo que se proyectaba o se deseaba hacer: ‘Ha tenido que renunciar al viaje
por la enfermedad de su madre. A pesar de sus años, no renuncia a divertirse’.
Declararse dispuesto a no reclamar, pedir o recibir algo a lo que se tiene
derecho: ‘Renuncia a su parte de herencia en favor de su hermana’. No
ejercitar o declararse dispuesto a no ejercitar cierto derecho: ‘Renuncia a todos
sus derechos a cambio de una indemnización’.
(V.: «Abandonar, abdicar, abnegar, *ceder, declinar, desamparar,
desapropiarse, desasirse, desentrañarse, despojarse, desposeerse, *desistir,
*desprenderse, dimitir, privarse, quitarse, resignar, retirarse, *sacrificarse,
separarse, soltar. ÔCesión, concesión, dejación, dejada, dejamiento, dimisión,
noxa, *sacrificio, voto. ÔPor necesidad. ÔEstán verdes. ÔIrrenunciable. Ô*Dar.
*Dejar. *Despojarse. *Desprenderse. *Prescindir. *Sacrificarse».)
Ö (inf. y jocoso). No querer cierta cosa: ‘Renuncio a su compañía’.
(V. «*rechazar».)
× *Despreciar o *abandonar.
Ø En algunos juegos de *baraja, no seguir el palo pudiendo hacerlo, con lo que
se falta a las reglas del juego.
V. «renunciar a la MANO de doña Leonor».

COROM: Bajo nuncio, tomado del lat. nŭntĭus ‘emisario’, ‘anunciador’ 1ª doc.:
1499, Hernán Núñez, Aut.; dar nuncio parece ser ‘anunciar’ en doc. de 1223, M.
P., D. L., 6.11.

 José Antonio Candalija Reina 835


DERIV. Renunciar [Berceo], de renuntiare ‘anunciar’ y ‘renunciar’ (así ya Nebr.
«renunciar dignidad: abdico»).

SPES: renuntiare, tr.: ‘informar’ (aliquid ad senatum, sobre algo al senado).

Prep. a, ‘tema’ o ‘paciente’, Demonte, 1989: 95; ‘separación’ o ‘alejamiento’, Cano, 1999: 1824;
‘situación absoluta’, García-Miguel, 1995: 144; prep. vacía, Morera, 1988: 209

 José Antonio Candalija Reina 836


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 837


 José Antonio Candalija Reina 838
 José Antonio Candalija Reina 839
 José Antonio Candalija Reina 840
 José Antonio Candalija Reina 841
ADMYTE II:

Plutarco-J. Fernández de Heredia, Vidas paralelas (PN, Esp. 70). [fol. 14r]

Et Ant<e>s yo re-
(re)nu<n>ciaria a mi uida q<ue> ami lealta<n>ça / l

Gerson-Kempis, Imitatio Christi; Imitación de Cristo. [fol. 24v]

Ten buena consciencia e dios te defendera. Ca al


que el quisiere ayudar: no le podra dañar malicia de
alguno. Si tu sabes callar: e suffrir: sin duda veras la
auyda de dios. ca el sabe el tiempo: e la manera de li-
brar te. e por esso te deues renunciar a el del todo.

—¿Qué decís vos a esto, Sancho? —preguntó la duquesa.

—Digo, señora —respondió Sancho—, lo que tengo dicho: que de los azotes, abernuncio.

—Abrenuncio habéis de decir, Sancho, y no como decís —dijo el duque.

(Quijote, II, 35)

Si del agua que he bebido


hoy escapo, no más agua.
Desde hoy abrenuncio de ella,
que la devoción me quita
tanto, que aun agua bendita
no pienso ver, por no vella.

(Tirso de Molina, El burlador de Sevilla, Acto I)

Preposición a

La preposición parece indicar el sentido ablativo original de la preposición latina ab que es la que
aparece precediendo a renuntio, tal como indican Ernout-Meillet, por lo que el caso sigue siendo el de un
TEMA concebido como lugar de origen metafórico.

 José Antonio Candalija Reina 842


92. Repercutir en

MM: (Del lat. «repercútere», de «percútere», herir traspasando, de «quátere»,


sacudir; v. «CUTIR».)
Õ «*Rebotar». *Chocar una cosa en un sitio y salir despedida contra otro o ir de
uno a otro sucesivamente. Corrientemente, se dice sólo del sonido. Producir
eco el *sonido. «*Resonar». Reproducirse un sonido dentro de una cavidad o
un recinto, como si se produjera dentro de él: ‘Me repercuten los martillazos en
la cabeza’.
Ö (fig.). Causar una cosa cierto efecto secundario en otra: ‘La. enfermedad
repercute en su carácter’.
(V. «*influir».)
× D. R. A. E.: «Med. Rechazar, repeler, hacer que un *humor retroceda o
refluya hacia atrás».

COROM: Bajo discutir, tomado del lat. dĭscŭtĕre ‘quebrar’, ‘disipar’, ‘decidir’,
derivado de quatere ‘sacudir’. 1ª doc.: med. S. XV, Juan de Mena, Gómez
Manrique; APal. 92d.
DERIV. Repercutir [1515, Fdz. Villegas (C. C. Smith, Bhisp. LXI), Aut.], de
repercutere íd.

SPES: repercutere, tr.: rechazar.

NO CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 843


ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 844


 José Antonio Candalija Reina 845
CORDE

Página 150
.

El eco de aquella risa se prolongó por mucho rato, repercut iendo en las cuatro tapias del jardín - - - -
AÑO:
1852-1882
AUTOR:
Alarcón, Pedro Antonio de
TÍTULO:
Relatos
PAÍS:
ESPAÑA
TEMA:
12.Relato breve culto
PUBLICACIÓN:
María Dolores Royo Latorre, Universidad de Extremadura (Salamanca), 1994

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oyó un grito que vino a repercut ir en su corazón.

AÑO:
1872-1883
AUTOR:
Palma, Ricardo
TÍTULO:
Tradiciones peruanas. Tomo I: Bajo los Austrias
PAÍS:
PERÚ
TEMA:
12.Relato breve culto
PUBLICACIÓN:
Miguel M. García-Bermejo, Aguilar (Madrid), 1961

 José Antonio Candalija Reina 846


Página 134

Separáronse en la Red de San Luis, y Torquemada se fue rezongando: aún repercut ían en su
interior los ecos de la tempestad, mal sofocada por la fascinación que D. José Donoso ejercía sobre él.

Página 135

AÑO:
1893
AUTOR:
Pérez Galdós, Benito
TÍTULO:
Torquemada en la Cruz
PAÍS:
ESPAÑA
TEMA:
12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN:
Biblioteca Virtual Miguel Cervantes, Universidad de Alicante (Alicante), 2002

Preposición en

La etimología nuevamente corrobora la presencia de la preposición con su sentido local, pues el


significado latino de ‘quebrar’ o el de ‘sacudir’ parece estar relacionado con el movimiento de rebote que
aducen María Moliner y Ernout-Meillet. Entiendo que también podríamos tener en cuenta el compuesto
formado por re- percutire, más relacionado con la acepción que esta autora aporta en el sentido de
‘resonar’, donde tendríamos la iteración de una cierta acción reflexiva o refleja al estilo de la de reflexionar
(Cf. Ernout-Meillet, ‘reflejar la luz’). Así, se explicaría que el sentido figurado de ‘causar una cosa cierto
efecto secundario en otra’ (María Moliner), esté motivado metafóricamente por la repetición de la acción
de producir eco el sonido/la luz en un mismo lugar y que se propague hacia otros lugares en los que
provoque similar efecto (Cf. con redundar). Se trata por tanto de una localización de la acción, de ahí que
el caso locativo sea el elegido para el TEMA.

 José Antonio Candalija Reina 847


93. Reposar en

MM: (Del lat. «repausare», con «re-» y «pausare», deriv. de «pausa»; v.


«PAUSA».)
Õ «*Descansar». Quedar inactivo después de trabajar o de realizar un
esfuerzo. Permanecer sin trabajar o realizar esfuerzo. Se emplea con
complemento en la frase «reposar la comida». El sujeto puede ser también
una cosa inanimada: ‘La naturaleza reposa durante el invierno’.
Ö Descansar *durmiendo; particularmente, un enfermo.
× «Yacer». Estar *enterrado en cierto sitio.
V. «reposar la COMIDA, reposar en PAZ».

COROM: Bajo posar, del lat. tardío PAUSARE ‘cesar’, ‘pararse’, que junto con el
latín PAUSA ‘parada, detención’ se tomó del griego παύειν ‘detener’, ‘hacer
parar’, o de un derivado del mismo. 1ª doc.: orígenes del idioma (doc. de 1129
[Oelschl.], Cid, etc.).
DERIV. Reposar [«requiesco», Nebr.], deriv. común a todos los romances de
Occidente

 José Antonio Candalija Reina 848


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 849


 José Antonio Candalija Reina 850
 José Antonio Candalija Reina 851
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 852


ADMYTE II:

Crónica de los emperadores.[fol. 52v]

reposauan en
el dito bosch los grieguos

Bartolomé el Inglés, Liber de proprietatibus rerum; Propiedades de las cosas. [fol. 242r]

como las
seluas por causa de su espessura sea<n> frias & co<n>
mucha sombra los caminantes fatigados d<e>l
calor se deleytan mucho de reposar en ellas

Juan de Mandevilla, Libro de las maravillas del mundo (Valencia, 1524). [fol. 63r]

he estado en compañias bue-


nas y en muchos y diuersos fechos lindos y en grandes empresas. agora soy ve-
nido a reposar en edad de viejo antiguo.

Jehuda ha-Levi, Libro del Cuzari.[fol. 28r]

ca
ellos eran el escogimje<n>-
to puro dela simje<n>te dere-
cha del primer onbre dis-
puestos para alcançar &
yntreduzirse enel diujno
mjsterio y rresposar sobre
ellos el esprito de santi-dat}
{CB2.
com<m>o deximos. asi com<m>o
rreposaua enlos otros singu-
lares y escogidos antes dellos

Preposición en

El sentido locativo es evidente, pues ‘parar, detenerse’ requieren un lugar para realizar la acción.
Por eso el valor local pasa metafóricamente a valor abstracto al considerar el TEMA/PACIENTE como
lugar figurado. Es posible, además, que se trate de la reiteración del sentido que la amalgama conceptual
hacer una pausa en posee como origen de este verbo.

 José Antonio Candalija Reina 853


94. Resplandecer de/en

MM: (Del lat. «resplendere», de «splendere»; véase «ESPLENDER».)


Õ «Brillar. Lucir. Relumbrar». Despedir mucha luz, propia o reflejada: ‘El Sol, la
Luna resplandecen. La plata resplandecía sobre la mesa’.
(V. referencias en «resplandor».)
Ö (fig.; «de»). «Brillar»: mostrar la cara de alguien mucha alegría, satisfacción o
cosa semejante: ‘Le resplandecía la cara de felicidad’.
(V. «*resplandeciente».)
Mostrar en alto grado *belleza u otra buena cualidad: ‘Resplandecían de
hermosura los campos a la luz de la mañana. Una dama que resplandecía por
sus virtudes’. (íd.; no frec.). *Sobresalir en cierta cosa: ‘Resplandecer en
sabiduría’.

COROM: Bajo esplender, tomado del lat. splendēre ‘brillar, resplandecer’ 1ª


doc.: med. S. XV, Diego de Burgos; Rioja † 1659 (C. C. Smith, BHisp. LXI).
Acad. 1843, como antiguo y poético.
DERIV. Resplandecer [Berceo, Loores, 179b; J. Ruiz, 290b; APal. 20d, 59d,
81d, 96b, 145b, 171d, 303b, pero resplendecer, 468b], de resplendēre íd.
NO CUERVO
Prep. de, ‘eféresis’ o ‘límite inicial’; ‘origen nocional’ o ‘punto de referencia inicial’ ‘partitivo’, (García-
Miguel, 1995: 125)

NO CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 854


ERNOUT-MEILLET

 José Antonio Candalija Reina 855


ADMYTE II:
Gerson-Kempis, Imitatio Christi; Imitación de Cristo.[fol. 12v]

(l)[L]A vida. del buen religioso deue resplandecer


en todas las virtudes

R. Fernández de Santaella, Vocabulario eclesiástico. [fol. 51v]

Declareo. res. me. pro. in trissyllabis.


por dexar de resplandecer o por mu-
cho resplandecer en milagros o o-
bras.

CORDE

Los montes, cielo adentro, hacían venturosos todos los caminos, y era igual maravilla pasar las soledades
ásperas de sus cumbres, para ver el gran valle y otros montes y grandes nubes inesperadas, que venir de
lejos y hacer resplandecer de gozo el rostro conocido

AÑO: 1943
AUTOR: Dieste, Rafael
TÍTULO: Historias e invenciones de Félix Muriel
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato breve culto
PUBLICACIÓN: Alianza Editorial (Madrid), 1974
---------------------------------------------------------------------------------------------------------
Consideremos, pues, con quién nos desposamos y cómo conviene que nos aderecemos, no ocurra que
podamos encontrarnos con que el interior, en vez de resplandecer de joyas, está lleno de manchas

AÑO: 1953
AUTOR: VV.AA.
TÍTULO: La palabra de Cristo. Adviento y Navidad
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Sermón
PUBLICACIÓN: Editorial Católica (Madrid), 1960

 José Antonio Candalija Reina 856


Preposición de

El significado fundamentalmente físico y concreto del verbo, ‘brillar’, precisa de un ORIGEN o


fuente desde la que se propaga la luz. El sentido abstracto también entiende el TEMA como lugar de
origen figurado desde el que se produce este fenómeno.

Preposición en

El argumento TEMA en este contexto viene presentado no como origen, sino como lugar de
llegada, (y por tanto posee un sentido adlativo-locativo) en el que se desarrolla la acción, que entiende
este lugar como figurado pues la acción también lo es, ya que translada los efectos intensos de la luz que
brilla hacia el dominio cognitivo del saber, la belleza o cualidad positiva asociada metafóricamente a la luz
y la claridad.

95. Soñar con

MM: (Del lat. «somniare»; v. «SUEÑO».)


Õ (tr. e intr.; conjug. como «contar»; «con»). *Imaginar mientras se duerme
Ísucesos o escenas que se perciben como reales: ‘Sueño pocas veces. He
soñado contigo esta noche. He soñado que me ahogaba’.
(Otra raíz, «onir-»: ‘onírico’. Ô V.: «Ensoñar, trasoñar. ÔPesadilla. ÔSueño.
Ô*Dormir».)
Ö (tr. e intr.). Imaginar como posibles o reales Ícosas que no lo son.
Particularmente, recrearse pensando en Ísucesos venturosos o cosas
agradables, posibles o imposibles.
(V. «*ilusión».)
× («con»). *Desear vivamente Íalgo que se expresa: ‘Sueña con una moto [con
hacer ese viaje]’.

 José Antonio Candalija Reina 857


NI SOÑARLO (inf.). Frase, generalmente exclamativa, con que se expresa la
convicción de que no existe, ocurre u ocurrirá cierta cosa o la decisión que uno
tiene de que no ocurra.
(V. «*negar».)
SOÑAR DESPIERTO (inf.). *Imaginar como real algo que no existe.
Particularmente, recrearse pensando en una cosa que no existe o que tiene
muy pocas probabilidades de ocurrir: ‘¡Tú sueñas despierto...!’.
(V. «*ilusión».)
COROM: Bajo sueño, del lat. SŎMNUS ‘acto de dormir’, con el cual vino a
confundirse en castellano el latín SŎMNĬUM ‘representación de sucesos
imaginados durmiendo’. 1ª doc.: Cid.
DERIV. Soñar [Cid]
SPES: somnio, intr.: ‘soñar’ (de aliqua re, con algo)

Prep. con, ‘tema’ o ‘paciente’, (Demonte, 1989: 95; ‘copresencia’, García-Miguel, 1995: 168-169,
Morera, 1988: 209)

 José Antonio Candalija Reina 858


CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 859


 José Antonio Candalija Reina 860
 José Antonio Candalija Reina 861
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 862


ADMYTE II:

 José Antonio Candalija Reina 863


CORDE

Con las mugeres legítimas a de dormir el Moro cada noche


Página 206
con la suya sin faltar desto; con las mancebas y esclavas entre día. Tienen las todas dentro de una casa
para mayor confusión. Las discordias que estas mugeres tienen entre sí son de calidad que no se pueden
escrevir, ni los trabajos de los maridos esplicar, déxolo a la discreción del curioso letor. En el gasto
ordinario les tiene señalado a cada una un tanto conforme a la calidad de cada uno, y en el trasordinario,
no ai dar unas gervillas a una que no las dé a todas. Permite aquel gentil ombre que las mugeres se
puedan empreñar estando sus maridos ausentes con soñarse con ellos y dezir a los vezinos por la
mañana: sereis testigos que esta noche me soñé con mi marido

AÑO: 1575
AUTOR: Torres, Diego de
Relación del origen y suceso de los Xarifes y del estado de los reinos de Marruecos, Fez
TÍTULO:
y Tarudante
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Cartas y relaciones
PUBLICACIÓN: Mercedes García-Arenal, Siglo XXI (Madrid), 1980

Preposición con

El sentido figurado es total en este verbo, pues el AGENTE realiza la acción de imaginar que una
situación locativa es real (sueña que es real) y en ese lugar imaginado se encuentra conjuntamente con el
TEMA, de ahí el valor comitativo de la preposición en este caso, donde AGENTE y TEMA aparecen
situados en el mismo lugar de la imaginación por efecto del deseo del AGENTE. Por tanto, los sentidos
adlativo-locativo del TEMA son posibles gracias al sentido comitativo de la preposición.

V. ejemplos antiguos me soñé con ella. (Cano, García-Miguel)

 José Antonio Candalija Reina 864


Podríamos, por otra parte, considerar la incorporación conceptual hacer sueño, en la que el valor
agentivo-comitativo estaría reforzando la hipótesis aducida.

96. Sospechar de

MM: (Del lat.. «suspectare», alter. de «suspicare»; v. «suspecto, suspicaz».)


Õ *Creer en la existencia de cierta Ícosa o circunstancia por alguna apariencia:
‘Sospecho que no están en muy buenas relaciones’.
Ö («de»; la G. R. A. da también como ejemplo «sospechar en alguno», pero
esta construcción no es usual). Creer en la posibilidad de que cierta persona
sea el autor de un delito: ‘La policía sospecha del portero’. O que cometa o
haya cometido cualquier acción censurable, o sea infiel: ‘Sospecha de su
marido’.
V.: «Barruntar, celar, hacerse los dedos huéspedes, dudar, escamarse,
escamonearse, dar mala espina, figurarse, forjarse, indiciar, maliciarse, tener la
mosca en [detrás de] la oreja, dar en la nariz, no oler bien, oler mal, olerse,
olfatear, pensar, dar que pensar, pensar mal, presentir, presumir, recelarse,
remusgar, *temerse, no tenerlas todas consigo, estarse viendo —ver—, dar el
viento.
*Aprensión, barrunto, *celos, conjetura, creencia, *desazón, duda, escama,
escrúpulo, espina, fantasía, figuración, ilusión, imaginación, indicio, juicio
aventurado [temerario], olor, mal pensamiento, preocupación, presunción,
prevención, quimera, recelamiento, recelo, reconcomio, suposición, temor.
Desconfianza, *suspicacia.
Caviloso, celoso, escaldado, escamado, escamón, escarmentado, malicioso,
matrero, mal pensado, receloso, *suspicaz.
Emponchado, fariseo, fichado, inconfidente, indiciado, indicioso, malcarado,
obscuro, sospechoso, suspecto, turbio.
Entredicho.
Lista negra.

 José Antonio Candalija Reina 865


¡A que...!, qué te apuestas —apostar—a...; Dios me perdone, pero...; ¡quiera
Dios!, ¡hum...!, no irás —ir—a..., qué te juegas —jugar—a que..., ¡malo!, piensa
—pensar— mal y acertarás, ¡a ver si...!
*Asustar[se]. *Atisbar. *Creer. *Desconfiar. *Dudar. *Miedo. *Prejuicio.
*Suponer. *Temer».
HACER SOSPECHAR. Enlace muy frecuente: ‘Su actitud me hace sospechar
que lo sabe’.
(V. referencias en «*sospechar».)
COROM: Bajo espectáculo, tomado del lat. spectacŭlum derivado de spectare
‘contemplar, mirar’ y éste del lat. arcaico spĕcĕre íd. 1ª doc: A. de Guevara,
1539.
DERIV. Sospechar [Berceo], del latín imperial SUSPECTARE íd. (clásico
SUSPICARI), conservado en todos los romances salvo el rumano y el francés.

SPES: suspicari, dep. tr. : ‘sospechar’|| ‘conjeturar, suponer (aliquid de aliquo


algo de uno).
SEGURA MUNGUÍA: suspicari, ‘suponer, conjeturar, creer’: de aliqua re aliquid
s., hacer conjeturas sobre algo.

Prep. de, ‘origen, causa, motivo’, (García-Miguel, 1995: 119)

 José Antonio Candalija Reina 866


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 867


 José Antonio Candalija Reina 868
 José Antonio Candalija Reina 869
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 870


ADMYTE II:

Alfonso X, Estoria de España I.[fol. 85v]

A un questor por
q<ue> se echaua mucho a pleyto de sotar & de
iogleria tollol q<ue> no fuesse senador. % Alas`
mugieres malas deffendio les q<ue> no yo-
guiessen en lecho. % En comienço assi abo-
rrecie de matar ni<n>guna cosa; q<ue> deffendie
q<ue> no fiziessen sacrificio de toros. % Adur
pudieron nu<m>qua los omnes sospechar del

Castigos y doctrinas que un sabio daba a sus hijas.[fol. 97r]

algunos sy<n> mal


pensamiento consiente<n> entrar alos suyos donde
estan echadas. pero las mugeres casadas biuen
en grant peligro y por esto han de guardar
mucho q<ue> ninguno no pueda sospechar dellas

Preposición de

La preposición de la mayoría de las veces presenta una valor locativo direccional que procede
del significado etimológico del verbo suscipio, derivado a su vez de capio, con lo que el sentido ablativo
de ‘tomar/coger desde un ORIGEN’ estaría justificado. Así lo parece reconocer también Segura Munguía
y el diccionario Spes al proponer la preposición latina de como origen de la española en las
construcciones sintácticas de este verbo. Aunque no todos los usos de esta preposición admiten este
significado etimológico.

97. Tachar de

MM: Õ («de»). «Motejar. Notar. Tildar». Atribuir a Íalgo o alguien cierta falta: ‘Le
tachan de reaccionario’.
(V. «*acusar, *calificar».)

 José Antonio Candalija Reina 871


Ö Hacer una raya o rayas o un borrón encima de una Ícosa escrita para
suprimirla.
(V. «*borrar».)

De la familia de tacha

COROM: Bajo tacha, ‘falta, defecto’, del fr. tache ‘mancha’, ‘mancilla’, y éste del
lat. vulgar *TACCA (it. tacca, cat. y oc. taca ‘mancha’), que parece ser
latinización del germ. TAIKN ‘señal’. 1ª doc.: Cid.
DERIV. Tachar [Apol. 394c; J. Ruiz; Sem Tob, copla 78; «vitium ostendo»
Nebr.]
NO CUERVO

NO ERNOUT-MEILLET

NO ADMYTE

CORDE:do:
62 casos en 44 documentos.

Página 122
se engañan, que en ello dan muestra de ser o de bajo suelo o de poco entendimiento.

GODOY No tach arán de eso a un señor a quien yo serví algunos años antes que al Duque

--------------------------------------

AÑO:
1545
AUTOR:
Hermosilla, Diego
TÍTULO:
Diálogo de los pajes en que se trata de la vida que a mediados del siglo XVI llevaban en los palacio ...
PAÍS:
ESPAÑA

 José Antonio Candalija Reina 872


TEMA:
16.Oficios
PUBLICACIÓN:
Seve Calleja, Miraguano (Madrid), 1989

Página II, 524


porque los demas no nos tach asen de arrogantes, aunque si de viciosos

--------------------------------------

AÑO:
1552
AUTOR:
Villela, Frey Juan
TÍTULO:
Carta que escrivió el señor frey Juan Villela á Pedro Barrantes Maldonado, estando el frey Juan Vill ...
PAÍS:
ESPAÑA
TEMA:
19.Testimonio personal
PUBLICACIÓN:
Pascual de Gayangos, Real Academia de la Historia (Madrid), 1857
Párrafo nº 53.

Página 51
Otros por esto mismo le tach an de popular.

--------------------------------------

AÑO:
1648
AUTOR:
Pérez de Ledesma, Gonzalo
TÍTULO:
Censura de la elocuencia
PAÍS:
ESPAÑA
TEMA:
14.Otros
PUBLICACIÓN:
Giusseppina Leda; Vittoria Stagno, El Crotalón (Madrid), 1985

 José Antonio Candalija Reina 873


Preposición de

Aquí se trataría del sentido ablativo de ORIGEN quizá por analogía con el significado de acusar
(María Moliner) por lo que además estaría implícita la CAUSA de la acusación.

98. Tratar de/sobre

MM: (Del lat. «tractare», deriv. de «tráhere»; v. «TRAER».)


Õ («de»). *Hablar o *escribir sobre cierta materia. El sujeto puede ser también
el escrito, conferencia, etc.: ‘Un libro que trata de las costumbres de los
animales’. *Hablar con otra u otras personas de cierto asunto sobre el que hay
que tomar acuerdos: ‘Se reúnen esta tarde para tratar del programa de
festejos’.
Sufijo, «-log»: ‘hidrología, entomólogo’.
V.: «*Manejar.
Girar, meterse en honduras, *profundizar, recoger, recopilar, referirse, *versar.
Desgastado, espigado, gastado, *manido, resobado, sobado, trillado, *usado.
Breviario, cartilla, catecismo, centiloquio, *compendio, compilación, curso,
elementos, enciclopedia, enquiridión, epítome, extracto, fundamentos, Instituta,
*libro, *manual, obra, prolegómenos, prontuario, *resumen, síntesis, suma,
tesauro, tesoro, tratado, vademécum.
Abocarse, avistarse, carearse, coludir, comunicar, conferenciar, conferir,
*considerar, *consultar, *conversar, debatir, deliberar, *discutir, examinar, estar
al habla, hablar, cambiar impresiones, parlamentar, ver, ver[se].
*Asunto, cuestión, *negocio, problema, tema.
Alargadamente, ampliamente, conjuntamente, cumplidamente,
*detalladamente, *detenidamente, con detenimiento, dilatadamente,
*extensamente, por extenso, *largamente, largo y tendido, maduramente,
*minuciosamente, prolijamente, por separado...

 José Antonio Candalija Reina 874


*Acuerdo, cambalache, casicontrato, changa, compromiso, conchabamiento,
conchabanza, concordato, conjura, *contrato, cuasicontrato, feria, juego,
pacción, pacto, pasaje.
*Asamblea, *consejo, *sesión.
Comisión, comisionado, parlamentario, pasavante, representante.
Conferencia, *conversación, diálogo, vista[s].
Acomunalarse —ant.—, afacer —ant—, alternar, andar con, codearse,
comunicarse, confraternar, confraternizar, *conllevar, conocer, *convivir,
frecuentar, hermanear, lidiar, llevar, mezclarse, rozarse, tener trato.
*Halagar, *insultar, *lisonjear, *obsequiar, *ofender, perseguir, medir con el
mismo rasero, tolerar, tratar de, vejar, coger las vueltas.
Llamar, nombrar, primear[se], señorear, tutear[se], vosear.
Acceso, *amistad, coexistencia, comercio, compadrería, *compañía,
comunaleza —ant.—, *comunicación, comunidad, *confianza, conocimiento[s],
contacto, convivencia, correspondencia, entrada, familiaridad, franqueza,
frecuentación, *gracia, intimidad, *naturalidad, *privanza, roce, sociedad,
tarjeteo, trato.
Buscar, mariposear, perseguir, rondar.
Introducir, presentar.
Amistad[es], conocido, conocimiento.
Mundo, mundología, sociedad.
Visitar.
Comunero, *sociable.
Ceremonia.
Aspereza, brusquedad, diplomacia, llaneza, manía persecutoria, política,
sequete, tacto, tino, *tosquedad, mal trato, vejación, zurriagazo.
Diplomático, hábil, político.
Paleto, provinciano, pueblerino, *tosco.
De igual a igual, de poder a poder, tú por tú.
Ley del embudo.

 José Antonio Candalija Reina 875


El que [Quien] a hierro mata, a hierro muere.
Con, hacia, para, para con.
Dignidad, título, tratamiento, trato.
Alteza, augusto, beatitud, caballero, caridad, celsitud, comadre, compadre,
cristianísimo, discreto, don, doña, eminencia, eminentísimo, espectable,
excelencia, excelente, excelentísimo, fidelísimo, fratres, fray, frey, gentilhombre,
gracioso, hermano, ilustrísima, ilustrísimo, ladi, licenciado, lord, madama,
maese, magnífico, majestad, su [vuestra, vuesa] merced, micer, miladi, milord,
mirza, monseñor, nostramo, nuestramo, beatísimo padre, paternidad, primo,
reverencia, reverendísimo, reverendo, santidad, señor, señoría, señorito, seó,
seor, serenidad, serenísimo, sir, sire, sor, sóror, taita, tata, tío, tú, ucé, uced,
usarcé, usarced, usencia, useñoría, usía, usted, venerable, vos, vosotros,
vuecelencia, vuecencia, vuesamerced, vuesarced, vueseñoría.
Hombre, mujer.
Impersonal.
Antefirma.
No querer cuentas, no dar los buenos días, no hablarse, no tratarse.
*Enemistarse.
*Apartarse, enajenarse, mandar a freír espárragos, hacer fu, mandar al infierno,
dar de lado, meterse en sí mismo, mandar a paseo, rehuir, retirarse, no querer
tratos, enterrarse en vida.
Como un ermitaño, como un monje, lejos del mundo, como una ostra, entre
cuatro paredes, lejos del mundanal ruido.
*Insociable.
Incompatibilidad, intolerancia.
Intratable, maltratar.
*Acuerdo. *Armonía. *Cortesía. *Relación. *Saludo».
Ö («en»). *Comerciar con cierta mercancía: ‘Trata en vinos [en antigüedades]’

 José Antonio Candalija Reina 876


× («con»). *Manejar alguien cierta clase de cosas en su trabajo o actividad: ‘El
ingeniero trata con máquinas’. (tr.; con un adverbio). Manejar una Ícosa de la
manera que se expresa: ‘Trata los libros de cualquier manera’.
(V. «*maltratar».)
Ø Estar un médico aplicando su ciencia a la *curación de un Íenfermo: ‘Le está
tratando el Dr. N.’. Puede llevar un complemento de modo: ‘Le tratan con un
específico nuevo’.
Ù Aplicar a una Ícosa cierto agente físico o, particularmente, *químico, para
producir en ella algún efecto u obtener cierto resultado: ‘Tratar los minerales de
plata con ácido sulfúrico’. Particularmente, aplicar a una Íenfermedad o un
Íenfermo cierto remedio.
Ú (tr. o con «con»). *Relacionarse con cierta persona o cierta clase de
personas: ‘Le trato hace mucho tiempo. No trata con personajes’.
(V. referencias en la acepción 1.)
(«con»). Tener relaciones *amorosas con la persona que se expresa.
Û Dar a una Ípersona cierto tratamiento que se expresa: ‘Nos tratamos de tú.
Le tratan de excelencia’.
(V. referencias en la acep. 1.)
Ü («de»). «*Llamar». Aplicar a una Ípersona, diciéndoselo a ella misma, un
calificativo denigrante: ‘Le trató de inútil’.
Ý Hablar a una Ípersona o portarse con ella con amabilidad o atenciones o, por
el contrario, con falta de ellas: ‘Trata a los extraños mejor que a los propios’.
Cuidar bien o mal a una Ípersona, particularmente por lo que se refiere a la
comida: ‘Le tratan muy bien en esa casa de huéspedes’.
(V. referencias en la acepción 1.)
Þ («de»). *Intentar o *pretender una cosa o *esforzarse por hacerla o
conseguirla: ‘Trata de introducir algunas mejoras’. En pretérito, iniciar cierta
acción con intención de llevarla a cabo, sin conseguirlo: ‘Trató de levantarse.
He tratado de verle varias veces’.

 José Antonio Candalija Reina 877


TRATAR BIEN o TRATAR MAL a alguien. Hacer objeto a la persona de que se
trata de consideración o atenciones o lo contrario.
TRATAR POR SEPARADO una cuestión. Expresión muy frecuente, de
significado claro.

COROM: Bajo traer, del lat. TRAHĔRE ‘arrastrar’, ‘tirar de algo’. 1ª doc.: Cid
DERIV. Tratar [Berceo; Alex, 1602; Alf. XI, 1033], tomado de tractare
‘toquetear, tocar’, ‘manejar’, ‘administrar’, ‘tratar’
SEGURA MUNGUÍA: tractare, ‘tratar [una cuestión, un tema]’: de aliqua re t. ,
tratar de algo.

Prep. de, ‘tema’ o ‘asunto’; ‘cierto contenido’, (Cano, 1999: 1815)

 José Antonio Candalija Reina 878


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 879


 José Antonio Candalija Reina 880
 José Antonio Candalija Reina 881
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 882


 José Antonio Candalija Reina 883
ADMYTE II
Luis de Góngora y Argote, Obras.

Velas de la Religion,
Enfrenad vuestro denuedo;
Que mal podreis alcançarnos,
Pues tratais de mi remedio
El enemigo se os va,
I fauorecele el tiempo,

Ketham, Fasciculus medicinae; Compendio de la salud humana. [fol. 14v]

Es bueno sem-
brar / culturar la tierra / pla<n>tar viñas
& arbores / fazer huertos / començar
de scriuir nueuas obras / tratar de
paz

Nebrija, Tabla de la diversidad de los dias y horas. [fol. 1v]

Pero todo lo sobredicho ligeramente se prueua enlas scie<n>cias: a quien


p<er>tenece tratar de semeiantes cosas:

Bernardino de Montana, Libro de la anatomía del hombre.[fol. 16v]

en esta obra no pretendemos tratar de las causas de las


dolencias

G. Fabricio de Vagad, Crónica de Aragon. [fol. 119r]

muy ale-
gres como hermanos se besaron to-
dos. come<n>çaron despues a tratar de
sus fechos.

Bartolomé el Inglés, Liber de proprietatibus rerum; Propiedades de las cosas. [fol. 255r]

con-
uiene tratar de los animales sensibles & de
sus propiedades.

 José Antonio Candalija Reina 884


CORDE

el qual se llama Pelino opydo, que quiere dezir "castillo de aguas", vyendo los otros
Página 66
actores por sus tratados poétycos ser proveydos a grande honor, fuese a Roma, en la qual aplicó el
su coraçón a tratar de las cosas inventibles

AÑO: 1425-1450
AUTOR: Rodríguez del Padrón, Juan
TÍTULO: Bursario
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
Pilar Saquero Suárez-Somonte; Tomás González Rolán, Universidad Complutense
PUBLICACIÓN:
(Madrid), 1984

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la iglesia de Sant Martyn que es nuestro lugar de ajuntamiento para celebrar e tratar sobre los
negoçios atanyentes al dicho conçejo e universidad

AÑO: 1479
AUTOR: Anónimo
Encargo de resolución [Colección diplomática del archivo municipal de Salvatierra (1451-
TÍTULO:
1488)]
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Documentos notariales
PUBLICACIÓN: Francisco Goicolea Julián, Eusko Ikaskuntza (San Sebastián), 2002

 José Antonio Candalija Reina 885


Preposición de

El verbo se presenta como derivado de la acepción primaria de ‘arrastrar, tirar de algo’, y, por
ello, se necesita de esta preposición para indicar el punto de ORIGEN a partir del cual se produce este
movimiento hacia el AGENTE, en una dirección ablativa. Este lugar se concibe como TEMA de la acción
verbal al presentarse una vez más como lugar figurado.
No coincidimos, por tanto, con Horno Chéliz (2002: 303-4) en la apreciación sobre el contenido
de la preposición de en el uso siguiente:

El libro trata de historia,

pues la autora dice que no presenta contenido léxico, que se trata de una preposición vacía porque no es
un sintagma preposicional, sino un SDet introducido por una categoría funcional. Además dice que no
asigna protopapel temático al argumento que introduce: al argumento y no se relaciona en esta oración
con el protopapel de ‘locación’, que es el que recibiría en el caso de que la preposición que lo introduce
tuviera naturaleza predicativa.
Creemos que con nuestro análisis queda demostrado no sólo el valor locativo de la preposición
sino su carácter léxico y no vacío, como propone Horno Chéliz.

Preposición sobre

Como podemos comprobar por los ejemplos aportados, el uso de esta preposición es posterior al
de la anterior y quizá se produzca por analogía con los verbos dicendi.

 José Antonio Candalija Reina 886


99. Vacilar en/entre

MM: Õ Moverse una cosa o una persona a un lado y a otro por falta de
estabilidad: ‘Resbaló y vaciló un momento, pero recobró el equilibrio. El
pedestal de la estatua vacila’.
Ö (fig.). Existir *inestabilidad o falta de firmeza en una cosa no material:
‘Vacilan los cimientos de la sociedad’
× (aplicado a personas; «en»: ‘en la elección’; «entre»: ‘entre la esperanza y el
temor’). «*Dudar. Fluctuar. Titubear». Estar, o quedarse momentáneamente, sin
decidirse a hacer cierta cosa o a elegir entre una u otra de varias posibles:
‘Vacila en aceptar el contrato. Vaciló un momento antes de contestar. Vacila
entre las dos colocaciones que le ofrecen’.
(V.: «*Balancear[se], cespitar, *dudar, fluctuar, hesitar, suspender el juicio,
oscilar, pujar, no saber qué hacer, titubar, titubear, zozobrar. Ô*Balbucir,
*tartamudear. ÔIncertidumbre, *indecisión, indeterminación, inseguridad, un
mar de confusiones, titubeo. ÔAtacado, detenido, dudoso, *indeciso, *inseguro,
irresoluto, perplejo, vacilante. ÔAlternativa. Ô¡Hombre...!, pues..., no sé —
saber—qué te diga. Ô *Decidido, *seguro. Ô*Arrepentirse. *Desdecirse. *Dudar.
*Retroceder».)
Ø (fig.). «Fluctuar». Estar una cosa cualidad o acción indeterminada entre dos o
más formas: ‘El color vacila entre el azul y el verde. Un sabor que vacila entre
agradable y desagradable’.

COROM: tomado del lat. vacĭllare, ‘menearse de un lado a otro, bambolearse,


oscilar’. 1ª doc.: Diego de Valera (C. C. Smith, BHisp. LXI); APal. («nagare...por
vacilar de una parte a otra», 295b).
Ejemplos desde fin S. XVI en Aut.; está en Oudin, pero no en Covarr. Hoy es de
uso común entre gente educada.

Prep. en, ‘campo nocional en que se fundamentan las vacilaciones’, (García-Miguel, 1995: 147)

 José Antonio Candalija Reina 887


CUERVO:

 José Antonio Candalija Reina 888


 José Antonio Candalija Reina 889
 José Antonio Candalija Reina 890
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 891


NO ADMYTE
CORDE

Página 745
Si alguna vez se viese vacil ar en su pensamiento contra esto
AÑO: 1562-1566
AUTOR: Santa Teresa de Jesús (Teresa de Cepeda y Ahumada)
TÍTULO: Libro de la vida
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 19.Biografía
PUBLICACIÓN: Efrén de la Madre de Dios; Otilio del Niño Jesús, La Editorial Católica (Madrid), 1951

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Página 74
Y andaba vacil ando en su entendimiento no sabiendo qué hacerse

AÑO: 1587
AUTOR: Mena, Fernando de
TÍTULO: Traducción de la Historia etiópica de los amores de Teágenes y Cariclea de Heliodoro
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Francisco López Estrada, Real Academia Española (Madrid), 1954

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Página 341
la ciudad, la cual estaba ya vacil ando en la postrera desesperación si alguna gracia especial,
enviada de los dioses o del rey Hidaspes, no la preservaba.

AÑO: 1587
AUTOR: Mena, Fernando de
TÍTULO: Traducción de la Historia etiópica de los amores de Teágenes y Cariclea de Heliodoro
PAÍS: ESPAÑA

 José Antonio Candalija Reina 892


TEMA: 12.Relato extenso novela y otras formas similares
PUBLICACIÓN: Francisco López Estrada, Real Academia Española (Madrid), 1954
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¿Quién no vacil ara en la fe? ¿Quién no temiera que muerto Isaac el oráculo quedava falto?
AÑO: 1594
AUTOR: Villegas, Alonso de
TÍTULO: Fructus sanctorum y quinta parte del Flossanctorum
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 17.Hagiografía
PUBLICACIÓN: Josep Lluis Canet Vallés, LEMIR (Valencia), 1988

Preposición en

El movimiento de oscilación se produce en un lugar determinado que sirve de pivote sobre el que
se realiza la acción verbal. Por metáfora obtenemos el lugar figurado en el que se manifiesta la duda que
no es otra cosa sino un movimiento de oscilación mental que se produce entre dos alternativas u
opciones. Este lugar figurado es, una vez más, el TEMA que señala esta preposición, que se convierte en
la meta/destino hacia el que se dirige la localización de la acción

Preposición entre

Esta preposición indica la lateralidad o bipolaridad de la acción verbal, que destaca los lugares
figurados de la vacilación o duda, identificándolos como TEMAS, desde los que se produce la acción
identificándolos como ORIGEN en un sentido ablativo.

 José Antonio Candalija Reina 893


100. Vivir de

MM: (Del lat. «vívere», del gr. «bioo», vivir; v.: «bio-, viable, vianda, VIDA,
vidorra, vidorria, vita-, vital, vito, vitualla, vivir; avivar, convivir, porvida, redivivo,
revivir, sobrevivir, superviviente; vitamina, vivificar, vivíparo».)
Õ Estar vivo.
(V.: «Organismo, con vida. ÔCampar, existir, dar fe de vida, guarir, marchar, ir
marchando —marchar—, pasar, ir pasando —pasar—, pestañear, andar [ir] a
rastras, renquear, sostenerse, subsistir, tirar, ir tirando —tirar—, vegetar,
buscarse [ganarse] la vida. ÔPrecariamente. ÔResucitar, revivir. ÔAnimante —
ant.—, orgánico, vivo. ÔCalobiótica, naturismo. ÔSustento. ÔAcuático,
terrestre. ÔViable. Ô*Vida. ÔY yo que lo vea [tú que lo veas, etc.] —ver—.
ÔAvivar, convivir, desvivirse, malvivir, pervivir, reavivar, sobrevivir,
superviviente. Ô *Estar. *Habitar. *Mantenerse. *Nacer. *Vida».)
Ö Llevar cierto género de vida: ‘Vivir honradamente [tranquilo, atormentado por
los remordimientos]’.
× *Manejarse en la vida: ‘Esos tropiezos le enseñan a vivir’
Ø «*Mantenerse»: ‘Gana lo justo para vivir’.
Ù *Habitar: ‘Vive en Madrid [en una casa magnífica, en una habitación con
derecho a cocina]’.
Ú (fig.; poco u.). *Durar: ‘Este impermeable vivirá poco’.
Û Permanecer en alguien cierto *recuerdo: ‘Estos momentos vivirán siempre
conmigo’.
Ü (tr.). Estar presente o tomar parte en ciertos Ísucesos o acontecimientos:
‘Vivimos entonces momentos de gran ansiedad. Los que hemos. vivido la
guerra’.
(V. «*experimentar».)
Ý (n.; con un adjetivo.). Vida: ‘Buen [Mal, Azaroso] vivir’.
V. «ALEGRÍA de vivir».

 José Antonio Candalija Reina 894


CON QUÉ VIVIR («Ganar, Tener»...). Medios para satisfacer las necesidades
de la vida.
V. «vivir al DÍA».
DE MAL VIVIR. Expresión calificativa que se aplica a las personas que viven en
el vicio o la delincuencia.
V. «GENTE de mal vivir, vivir por sus MANOS, vivir de MILAGRO».
NO DEJAR VIVIR a alguien. *Molestarle, vejarle o *maltratarle de cualquier
manera: ‘No le dejan vivir los acreedores. No nos dejaban vivir los mosquitos’.
Ser motivo para la persona de que se trata de pena, remordimiento o cualquier
clase de *desazón espiritual: ‘No le dejan vivir los celos. No me deja vivir la
impaciencia’.
V. «vivir en PAZ, ¡viva la PEPA!».
¡QUIÉN VIVE! Interjección con que dan el alto los *guardas o centinelas.
SABER VIVIR. Tener habilidad para vivir agradablemente u obtener una buena
posición en la vida.
¡VIVA! (I) Interjección con que se *aclama a alguien mostrando *aprobación o
*entusiasmo por lo que dice o hace. (II) También es exclamación provocada por
el anuncio de alguna cosa que produce *alegría.
¡VIVE...! Seguido de «Dios, Cristo», o bien «el diablo, Satanás...» es
interjección, ahora desusada o usada humorísticamente, con que se muestra
*cólera o se profiere una *amenaza: ‘¡Vive Dios, que no he de tolerarlo!’.
VIVIR BIEN. (I) Tener buena *posición económica. (II) Vivir *honestamente. (III)
Vivir en *armonía las personas: ‘Lo importante es que vivan bien el marido y la
mujer’.
VIVIR EN GRANDE. Vivir con *comodidades y *regalo.
VIVIR MAL. Expresa lo contrario de «vivir bien», en aceps. I y II.
VIVIR PARA VER. (I) Expresión con que, con o sin tono exclamativo, se
muestra *admiración, *asombro o *sorpresa por algo. (II) También se emplea
con énfasis para mostrar la creencia de que en el *futuro ocurrirá cierta cosa
notable o digna de comentario.

 José Antonio Candalija Reina 895


COROM: Bajo vivo, del lat. VĪVUS, -A, -UM, íd. 1ª doc.: orígenes (Glosas de Silos;
doc. de 1090, Oelschl.; Cid, etc.)
DERIV. Vivir [vibire, glosas de Silos, 108; vivir, Cid, Apol., 102, etc., hasta
Nebr.] de VĪVĔRE ÍD.
SEGURA MUNGUÍA: vivire, ‘vivir de, sustentarse de; alimentarse de’: [ex] rapto,
del pillaje.

Prep. de, ‘origen nocional, (causa)

 José Antonio Candalija Reina 896


CUERVO

 José Antonio Candalija Reina 897


 José Antonio Candalija Reina 898
 José Antonio Candalija Reina 889
 José Antonio Candalija Reina 900
ERNOUT-MEILLET:

 José Antonio Candalija Reina 901


ADMYTE II:

Alfonso X, Judizios de las estrellas. [fol. 165v]

el se<n>nor dela casa del au<er>


fuere da<n>nado delas infortunas
o delos rayos del Sol q<ue> destruyen
& esparzen. significa q<ue> aq<ue>l nacido
sera mezquino & pobre. & no<n> podra
ganar so uito conplido. & quiza
uiuira de pedir raciones

Alfonso X, Judizios de las estrellas. [fol. 167v]

E si el se<n>nor dela .ija`. casa fuere en


la .x. casa; uiuira de m<er>cet del Rey.

Alfonso X, General estoria I. [fol. 61r]

crescio el nin<n>o. & fizosse gra<n>d


mancebo & salio muy buen arq<ue>ro. & se-
gund diz Maestre Godofre fasta aq<ue>lla
sazon uisq<u>i`era de yeruas. & delas frutas`
delos aruoles

Obras de Gonzalo de Berceo.[fol. 74v]

Sen<n>or bien te conseio: que nada no<n> ende p<re>ndas


Biuj de tus tributos: de tus derechas rendas

Preposición de

A pesar de la intransitividad con la que se construye frecuentemente este verbo, en este


contexto, se puede hablar de transitividad preposicional que viene determinada por el significado del
esquema en este contexto: el ORIGEN del sustento necesario para la vida. Este ORIGEN se identifica
con un lugar figurado señalado por el verbo mediante esta preposición como TEMA.

 José Antonio Candalija Reina 902


5. CONCLUSIONES

El estudio del significado preposicional que aparece con los verbos anteriores nos lleva a
determinar dos grandes esquemas cognitivos que responden a la hipótesis localista de la que partimos:

a) El esquema de la direccionalidad que entiende que el agente de la acción se considera como


el origen de la misma y que el tema/paciente del mismo esquema se concibe como la
meta/destino de la propia acción. Esta direccionalidad metafóricamente física permite a su vez
construir también por metáfora el esquema de la causalidad presente en muchos verbos: el
origen se asocia a la causa (ergatividad) y el destino a la finalidad (en su doble significación de
fin de la acción y de objetivo o propósito) y al provecho. Según el sentido de la dirección
podemos clasificar los verbos analizados en dos esquemas:

1) El ablativo, que indicaría que el origen de la acción es el tema/paciente y que la meta o


destino es el agente. La representación gráfica puede estar representada por el vector
de dirección siguiente (Cifuentes, 1999)

TEMA/PACIENTE AGENTE
(origen) (destino)

2) En la direccionalidad contraria encontramos el esquema adlativo, que plantea el agente


como origen de la acción y el tema/paciente como destino. Su representación vectorial
responde al siguiente esquema

AGENTE TEMA/PACIENTE
(origen) (destino)

 José Antonio Candalija Reina 903


b) La ubicación del tema o paciente considerado como lugar metafórico es el otro esquema
cognitivo que explica la aparición de preposiciones que indican tanto en contextos físicos como
nocionales el lugar ubi donde se desarrolla a acción verbal. La representación gráfica tiene una
orientación vertical que está representada por el significado de las preposición que suele
aparecer con este esquema

AGENTE
(origen)

TEMA/PACIENTE
(destino)

c) Otro grupo esquemático estaría constituido por los verbos que surgen como fruto de
amalgamas por incorporación conceptual de sus elementos (Cifuentes, 1999) y que pueden ser
tanto direccionales como locativos ubi.

De estos tres esquemas el que predomina es el de direccionalidad, sobre todo el sentido


ablativo, quizá por la tematización del origen respecto del orden habitual de la oración en la que
predomina el esquema agentivo en primer lugar. Vemos que el resto de esquemas, adlativo, locativo ubi e
incorporación conceptual, presentan menos casos (Anexo I) porque el primero y el segundo están menos
tematizados y el tercero supone una mayor complejidad en su construcción y uso.

 José Antonio Candalija Reina 904


Con esta clasificación pretendemos demostrar que el significado de las preposiciones de los
verbos con régimen preposicional existe y además no requiere una explicación muy distinta del
significado de esas mismas preposiciones en esquemas cognitivos más simples o concretos. Si
resolvemos la abstracción mediante la metaforización conceptual y semántica, no hay problema para
considerar la hipótesis localista como acertada para resolver este conflicto.
Por eso, definir la preposición como un elemento relacional es una propuesta simplista e
incorrecta, dado que se trata de una definición sintáctica de carácter metonímico que no responde a la
totalidad (Osuna, 1991). Otra caracterización sintáctica de la preposición la tenemos en Tesnière al
clasificar a las preposiciones dentro de los elementos traslativos. En este sentido, la preposición no
tendría ningún contenido semántico, únicamente constituiría un marcador morfológico del fenómeno
sintáctico de la traslación. Igualmente, Cano Aguilar (1981), en un primer momento, era partidario de que
las preposiciones habían sufrido una pérdida de significado. Éste constituiría su punto de partida para su
hipótesis de la transitividad preposicional. La fundamentación teórica de esa desemantización la
encuentra Cano en la lingüística francesa de la mano de Bally, Brunot, Blinkenberg, etc.
El planteamiento de Blinkenberg, en cambio, intenta reconstruir ese proceso de pérdida de
significado de la preposición. Así, la transitivización de una estructura preposicional del tipo de pensar en
algo se habría producido a partir de la transferencia del valor semántico de la preposición al verbo, junto
con la creación de una cohesión muy estrecha entre verbo y preposición como muestra la ausencia de
pausa y el orden de palabras cada vez más rígido.
Por otro lado, Cano Aguilar aduce para corroborar su hipótesis que, cuando un mismo verbo
presenta una alternancia entre la construcción transitiva y la preposicional con su consiguiente cambio de
significado, este cambio de significado no viene dado por la preposición sino que se trata de una acepción
específica del verbo. Por tanto, no hay diferencia sintáctica entre la construcción transitiva y la
preposicional. Trujillo (1988), sí que piensa que la relación sintáctica es diferente, puesto que la
preposición distancia los complementos del verbo al imponer su propio significado, mientras que los
objetos directos, presentan un carácter interno y entre verbo y complemento no se interpone ningún
contenido que venga dado por la preposición. Es, por tanto, la presencia de la preposición la que conlleva
que un mismo verbo que se combina simultáneamente con un objeto directo y con un objeto preposicional
presente diferencias de significado. En esta línea se situaba también Morera y todos los que proponen
cierta iconicidad en el esquema oracional (García-Miguel, 1995; Cifuentes Honrubia, 2003)

 José Antonio Candalija Reina 905


Sin embargo, en 1999 a Cano Aguilar le resulta difícil sostener con firmeza que la preposición del
objeto preposicional regido está vacía de significado. Esta hipótesis obligaría a separar aquellas
construcciones en las que la preposición cuenta con un significado fácil de concretar, de otras en las que
la semántica de este elemento prepositivo es difícilmente determinable. En estos casos, la diferencia
entre ambos tipos de estructuras radicaría en el distinto carácter del núcleo del complemento, según
fuese más o menos abstracto o más o menos nocional, que daría lugar a dos o más acepciones
diferentes de un verbo, siempre que hablemos de dos estructuras diferentes con un mismo verbo; siendo
igualmente más o menos identificable el valor de la preposición en función del carácter semántico del
sintagma nominal. Por ejemplo, el verbo residir y otros muchos de significado locativo se combinan con
varias preposiciones o locuciones prepositivas cuando el complemento presenta un significado físico o
material; en cambio, se combinan con una única preposición no conmutable por otras, cuando el núcleo
del complemento responde a un significado abstracto o nocional. Sin embargo, hemos intentado
demostrar que el valor preposicional no depende del contexto significativo del complemento regido por la
preposición, sino que podemos apreciar, la mayoría de las veces, un sentido locativo tanto en los
sintagmas de significado físico o material como en los de significado abstracto o nocional, pues es posible
entender que estos últimos son concebidos como lugares figurados o metafóricos.

Por otro lado, Cano Aguilar se replanteaba también en este artículo su concepto de transitividad
preposicional, lo cual parece lógico si pensamos que se ha cuestionado también la validez del carácter
vacío de la preposición del complemento de régimen verbal como criterio para distinguirlo de otros
elementos. Al no poder asegurar ese proceso de desemantización de dicha preposición, ya no puede
mantener su hipótesis de que no existe ningún impedimento formal ni significativo que impida contemplar
al objeto directo y al preposicional como dos variantes de una misma estructura semántica superficial. Se
trata, pues, de dos funciones semánticas y sintácticas distintas.

Para Hortensia Martínez (1986) la preposición del suplemento no es portadora de significado


léxico ni siquiera en aquellos casos en los que un mismo verbo puede ir acompañado simultáneamente
de una construcción transitiva y de una construcción preposicional con variaciones en su significado. La
preposición, según esta autora, no es un elemento autónomo, sino que forma parte de un determinado
sintagma y ello le impide provocar el cambio semántico verbal. Por eso, la preposición constituye más
bien una “extensión del sintagma verbal”, ya que cada verbo selecciona su propia preposición no

 José Antonio Candalija Reina 906


conmutable por otras ni eliminable. Por su parte, Hernández Alonso (1990) critica a Hortensia Martínez,
tanto en su consideración de la preposición como extensión del lexema verbal como en el diferente papel
que asigna a la preposición de suplemento y aditamento. Podríamos argumentar igualmente que el
significado del sintagma regido no es óbice para que la preposición mantenga su significado original
locativo, corroborado muchas veces por el significado del propio verbo o de toda la construcción.

Entre los partidarios del papel vacío de la preposición del objeto preposicional, hemos citado
también a Hernanz y Brucart (1987), Porto Dapena (1987) o Rylov (1989). Ninguno de ellos, cuando
menciona esta preposición, habla de un valor semántico concreto, sino de un papel de “asignador de
caso” (Hernanz y Brucart), “diacrítico o distintivo” (Porto Dapena) o “formantes del significado léxico verbal
o transpositores” (Rylov). En cambio, Morera (1988) sí que ha intentado encontrar un significado básico
desde el punto de vista lingüístico, que pueda caracterizar a la preposición del complemento
preposicional.

Por otra parte, distingue tres tipos de rección: gramatical, semántica y la fijación histórica, siendo,
en su opinión, los suplementos de Alarcos (1968) el resultado de una mezcla de régimen semántico y de
fijación histórica. Gutiérrez Ordóñez (1997) decía que la única rección verdaderamente posible, frente a la
preposicional y a la funcional, era la semántica, porque este tipo de rección ponía de manifiesto la
estrecha vinculación existente entre un verbo y su complemento, independientemente de que ese verbo
pudiera combinarse con otras preposiciones o locuciones prepositivas o que, en un momento dado,
pudiera prescindir de su complemento. Además, Morera distingue dos funciones sintácticas
fundamentales: la directa o “endocéntrica”, caracterizada por la ausencia de preposición y la integración
semántica del sustantivo en el verbo; la indirecta o “exocéntrica”, que se caracteriza por la presencia de la
preposición, la cual introduce un valor de distanciamiento entre verbo y sustantivo. El complemento
régimen, por tanto, formaría parte de esa función sintáctica exocéntrica, mientras que la preposición no
sería para Morera una mera marca de función carente de significado léxico, sino que es la encargada de
manifestar la función exocéntrica que desempeña el sintagma nominal aportando su significado propio,
que es constante y permanece en cada una de las variantes existentes de ese mismo esquema
sintáctico-semántico exocéntrico. Por ejemplo, la preposición de tiene siempre un valor lingüístico
constante de “origen a pesar de que pueda adquirir una o varias funciones designativas contextuales, a
saber, matices de lugar, tiempo, etc. De ahí que Morera esté convencido de que el concepto de

 José Antonio Candalija Reina 907


transitividad preposicional propuesto por Cano Aguilar en sus primeros trabajos sea un concepto
insostenible, ya que Morera piensa que la preposición tiene un significado y, por ello, la relación sintáctica
entre verbo y complemento es distinta en los esquemas transitivos y preposicionales.
La contribución de Violeta Demonte (1991) se situaría también en la línea de quienes han
intentado encontrar un valor significativo para la preposición de los objetos de régimen preposicional. Esta
teoría de Violeta Demonte resulta un tanto compleja, pues el valor significativo atribuido a la preposición
en el caso de los verbos preposicionales con sujeto agente adquiere un cierto grado de abstracción,
mientras que, en el caso de los verbos preposicionales con sujeto no agente quedaría sin especificar.
Más accesible y coherente parece el planteamiento de Antonio Fernández (1991), cuando señala
que la preposición de suplemento es una preposición regida, puesto que, si bien su presencia es
constante, no siempre es la misma preposición la que aparece, por lo que esa presencia está
condicionada además de por una presión estructural, por la semántica del verbo. Por lo tanto, la
preposición de suplemento responde a dos exigencias: a una rección verbal, por ser regida por el verbo, y
a una exigencia estructural o exigencia de la relación sintáctica. Esta hipótesis podría justificar en buena
medida la presencia de la preposición de suplemento, aclarando al mismo tiempo los principios
semánticos y sintácticos a los que obedece. Antonio Fernández aclara que, según sea el carácter
semántico del complemento, su conmutación será también distinta: adverbial, si el sintagma preposicional
tiene un sentido físico o material; no adverbial, es decir, mediante un pronombre tónico precedido de una
preposición, cuanto el complemento preposicional cuenta con un sentido más nocional o abstracto.
Sin embargo, opinamos que la distinción semántica entre nocional o abstracto y físico o material
es la misma que realiza Cano Aguilar (1999) para justificar la presencia o ausencia de significado en la
preposición del complemento de régimen. El hecho de que la semántica del complemento condicione el
tipo de sustituto para el sintagma nominal no justifica hablar de dos funciones sintácticas distintas
(aditamento/suplemento), como hace Antonio Fernández; porque el significado de la preposición es el
mismo tanto en el sintagma concreto como en el abstracto (locativo o direccional) y, sobre todo, porque
ambos tipos de complementos responden a los dos rasgos esenciales que definen a la función de
suplemento: la rección semántica o argumentalidad y la rección preposicional, que también es semántica.
Por contra, el complemento circunstancial o aditamento se define por su falta de argumentalidad y rección
semántica y/o preposicional, al margen de que equivalga sintáctica o semánticamente a un adverbio, ya
que el suplemento (tanto el abstracto como el concreto) también se puede sustituir por un elemento

 José Antonio Candalija Reina 908


adverbial (Rojo, Alarcos). El criterio funcionalista de la transposición y la sustitución no nos parece
adecuado para poder aclarar el significado preposicional ni la función sintáctico-semántica del
complemento de régimen preposicional.
Por eso, compartimos las afirmaciones de García-Miguel, quien reconoce que tanto los
sintagmas preposicionales de carácter nocional como los sintagmas preposicionales de sentido espacial,
responden a una misma estructura sintáctico-semántica, porque sólo ha cambiado uno de los elementos
implicados en la relación. Por ello, él sigue hablando de locatividad en estas estructuras de complemento
nocional, dado que dos elementos se ordenan en un espacio de localización, aunque éste sea nocional.
Las diferencias entre la construcción transitiva y la preposicional vienen dadas por la distinta
estructura sintáctica, que es la que provoca el cambio de significado y no el significado léxico de los
elementos implicados. La preposición, según este autor, no sólo produce un cambio formal en la
estructura sintáctica, sino también semántico, pues contribuye al significado de la estructura con su
pequeña aportación semántica.
En este sentido, Sancho Cremades advierte de que la famosa consideración de la preposición
como palabra vacía o incolora nace de la dificultad para encontrar un uso motivado en determinadas
preposiciones, tales como las del complemento de régimen preposicional. En opinión del autor, estas
preposiciones cuentan con un significado que casi siempre se puede interpretar a pesar del carácter
nocional del complemento. Pero el hecho de que estas preposiciones cuenten con un significado no
quiere decir que ese significado sea siempre motivable. Cuando no se puede motivar, su significado
tiende a cero y su funcionamiento será simplemente sintáctico, pudiendo alternar con otras preposiciones.
No obstante, creemos que, en la mayoría de los casos que presentamos el significado de la preposición
sí se puede motivar metafórica o metonímicamente o bien a través de las incorporaciones conceptuales,
por lo que nos atreveríamos a decir que el significado casi nunca tiende a cero, ni siquiera en los casos
más notables de fijación histórica, pues siempre es posible rastrear en la historia de la lengua o en la
etimología de los verbos y las preposiciones algún indicio de significación que nos explique cierta
motivación respecto del significado actual y del significado original, que la mayoría de las veces es el
mismo, de modo que se podrían aunar, en este sentido, las diferencias entre la diacronía y la sincronía
del significado de estas construcciones. Sin caer en ningún tipo de universalismo, sí que nos
atreveríamos a confirmar cierta tendencia por parte de los hablantes de todas las épocas a reproducir el
mismo esquema cognitivo que permite dar cuenta de las estructuras sintáctico-semánticas que nos

 José Antonio Candalija Reina 909


ocupan: por un lado, la hipótesis locativa aplicada al complemento de régimen preposicional nos ayuda a
entender que lo más abstracto o nocional se puede explicar en términos más concretos o físicos; por otro,
la idea de la direccionalidad nos aclara la relación entre el agente y el tema/paciente como lugares
metafóricos, entendidos como origen y destino, entre los que se mueve la acción de la transitividad de
estos esquemas.

Por último, hemos citado el trabajo de Cifuentes Honrubia (1996), el cual se suma al
planteamiento de Cremades, rechazando la antigua distinción entre palabras llenas y vacías, ofreciendo
la alternativa de palabras de mayor o menor carga significativa. Este autor añade, además, que la
preposición presenta una significación fundamentalmente “informativa”, dado que necesita del contexto
para concretarse en cada caso. Sin embargo, también insiste en el significado fijo de la preposición que
puede ser rastreado en estos distintos contextos y en la idea de que no existen preposiciones totalmente
desemantizadas o no motivadas, sino que hay una significación metafórica que podemos encontrar en
sus orígenes.

Finalmente, de lo dicho podemos colegir que la preposición en general y en concreto la del


complemento de régimen, no es una palabra incolora; al contrario, su significado y sus sentidos están,
han estado, muy presentes en el uso cotidiano de la lengua. Sin embargo, descubrirlos no ha resultado ni
resulta fácil. Quizá hayamos errado nuestro objetivo o quizá lo hayamos traspasado, pero hemos
intentado demostrar que valía la pena el esfuerzo llegar a intuir la significación de esa palabra que, como
mucho, había recibido hasta hace poco el nombre de partícula y el adjetivo vacía. Esperemos que en
adelante merezca mayor consideración.

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PROGRAMAS INFORMÁTICOS

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 José Antonio Candalija Reina 922


ANEXO. ESQUEMAS COGNITIVOS LOCATIVO-DIRECCIONALES DE
VERBOS CON COMPLEMENTO DE RÉGIMEN PREPOSICIONAL

DIRECCIONALIDAD

SENTIDO ABLATIVO

Absolver de
Acusar de
Adolecer de
Advertir de/sobre (A)∗
Aprender de
Atestar de
Carecer de
Constar de
Conversar acerca de/de/sobre (A)
Cuidar de
Deliberar de/sobre/acerca de (A)
Departir de/sobre (A)
Depender de
Diferir de (DS)∗∗
Discernir de/entre
Discrepar acerca de/de/ sobre (DS) (A)
Discutir acerca de/de/sobre (DS) (A)
Disentir de (DS)
Disertar de/sobre (A)
Disfrutar de
Disponer de
Dudar de/entre/sobre (DS)
Estar de
Excluir de
Exculpar de
Fluctuar entre


ANALOGÍA
∗∗
DOBLE SUPLEMENTO= el verbo requiere dos argumentos que son complementos de régimen
preposicional o suplementos.

 José Antonio Candalija Reina 923


Hablar acerca de/sobre (A)
Indagar sobre (A)
Influir sobre
Murmurar de/sobre (A)
Pecar de
Pensar de/sobre (A)
Prescindir de
Prevenir de/sobre (A)
Proceder de
Razonar de/sobre (A)
Rebosar de
Renunciar a
Resplandecer de
Sospechar de
Tratar de (A)
Vacilar entre
Vivir de

Incorporación conceptual

Abusar de
Alardear de
Avisar de
Desconfiar de
Gozar de
Necesitar de
Tachar de

SENTIDO ADLATIVO

Discutir con/por
Abogar por
Acabar con
Acceder a
Apelar a
Aportar a
Apostar a/por
Aspirar a

 José Antonio Candalija Reina 924


Atañer a
Atinar a/con
Atribuir a
Ceder a/ante
Coincidir con (DS)
Concernir a
Confiar a
Contribuir a
Convidar a
Dar a/con
Disfrutar con
Estar por
Optar a/por
Pelear por
Preguntar por/sobre
Prevenir contra
Pugnar por
Recurrir a
Reflexionar sobre (A)

Incorporación conceptual

Aludir a
Apestar a
Faltar a
Razonar sobre
Soñar con
Entroncar con

LOCATIVO UBI

Acabar en
Ceder en
Coincidir en (DS)
Consistir en
Creer en
Cristalizar en
Cuajar en

 José Antonio Candalija Reina 925


Delegar en
Diferir en (DS)
Discrepar en (DS)
Disentir en (DS)
Dudar en (DS)
Fracasar en
Incurrir en
Indagar en
Influir en
Insistir en
Pensar en
Persistir en
Prorrumpir en
Recaer en
Repercutir en
Resplandecer en
Vacilar en

Incorporación conceptual

Ahorrar en
Confiar en
Desconfiar en
Estribar en
Fallar en
Ganar en
Gastar en
Radicar en
Rayar en
Redundar en
Reposar en

 José Antonio Candalija Reina 926

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