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“Los padres pueden abordar esta situación de una manera dialogada, y llegar a un
consenso. Si la pareja estima que la migración de su hijo a su cama supone una
interferencia importante para su felicidad, pueden intentar no ceder al requerimiento
infantil o bien hacerlo de manera moderada. Una buena estrategia con los niños que
necesiten más a sus padres por la noche es llegar a un acuerdo de mínimos para dejar
que duerman junto a ellos, por ejemplo, un día a la semana”, aconseja el pediatra Iván
Carabaño.
3-Fomentar cierta rutina a la hora de ir a dormir ayuda a que el niño/a pueda anticipar
lo que ocurrirá antes de que se produzca la separación para irse a la cama. Ponerse el
pijama, lavarse los dientes, contar un cuento, cantar una misma canción, caricias, besos
y mimos. De esta manera, se ayuda a que el niño/a aprenda a diferenciar cuando es el
momento de estar con los adultos y cuál es la hora de irse a la cama.
4-Objetos quitamiedos que tranquilizan. Un osito muy querido, una foto de papá y
mamá, una mantita muy suave, un atrapasueños, o dejar la luz encendida, pueden
ayudar a los niños a lidiar con sus miedos cuando se queden a solas en la habitación.
5 -Evitar ceder la cama. Si ante temores, pesadillas, despertares por diferentes motivos
(malas digestiones, sed, necesidad de ir al baño) el niño/a acude a la cama de los padres
y se lo permiten, se transmite el mensaje de que es posible dormir con ellos en
determinadas circunstancias. De este modo, existe el riesgo de que el niño/a adopte el
hábito de dormir con los padres.
6-Fomentar la autonomía del niño/a a lo largo del día. Resulta positivo ayudar a los
niños a hacer actividades propias de su edad por sí mismos (vestirse, comer, ordenar
su habitación) para que adquieran autonomía y confianza en sus propias capacidades.
Aprender a convivir con momentos de soledad a lo largo del día, sin la supervisión y
presencia de adultos, previene el exceso de dependencia en los pequeños, lo que
aumenta su tolerancia a la hora de dormir solos.
8-Ayudar a afrontar los miedos a la hora de irse a la cama. Inventar un cuento con
un final en el que se salga vencedor ante una pesadilla, que el niño corra a la habitación
oscura, a pesar del temor que le puede generar, con las consiguientes felicitaciones de
los adultos, hacer un dibujo donde el niño/a vence a los monstruos que le atemorizan.
Este es un proceso lento, pues el niño va a tratar que lo dejen quedarse; por
eso, durante el día hay que reforzarle el mensaje de que él puede dormir solo en
su cama.
Habla con el niño sobre los temores nocturnos y lo que siente de noche, valida sus
sentimientos, pero, al mismo tiempo, dele la seguridad de que va a estar bien. Hay
niños que temen a la oscuridad, y es bueno utilizar una lámpara de luz tenue, mientras
el niño domina su miedo. Otros pequeños, se han acostumbrado a dormir siempre entre
sus padres y este hábito debe romperse cuanto antes. Si éste no es el caso de Agustín
no lo mencionen porque puede utilizarlo como pretexto para irse con uds. Otra vez.
Cuando el hábito de dormir con los papás se extiende por varios años, es más difícil
convencer al niño de que duerma en su cama. En algunos casos hay que acudir a
estímulos tangibles, como premios y privilegios que se irán ganando a medida que
Puedes comenzar por hacer un dibujo donde el niño pueda ver una carita feliz, cada
noche que pase en su cama, y si logra tener tres noches sin pasarse, sería importante
duerme solo y premiarlo con unos boletos para el cine para mes siguiente ya que se
hija verá también que llegado el momento ella puede estar en su habitación también.