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Los jóvenes y el

Evangelio: entre
catedrales y fast food

Versión en español
editada por:

Ponencias del I Coloquio de la


Facultad Adventista de Teología

Collonges-sous-Salève - Francia
3-4 de marzo 2001
Los jóvenes
y el Evangelio:
entre catedrales
y fast food

Ponencias del I Coloquio de la


Facultad Adventista de Teología
Los jóvenes
y el Evangelio:
entre catedrales
y fast food

Ponencias del I Coloquio de la


Facultad Adventista de Teología

Collonges-sous-Salève - Francia
3-4 de marzo 2001
Edita
SUMARIO

Traducción: Juan Antonio López de la Torre


Diseño gráfico y maquetación: Esther Amigó Marset

7
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Garcia i Fària, 57-59, 4º, 2ª Bernard Sauvagnat
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11
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De una generación a otra...
Jacqueline Catalogne
45
¿Por qué abandonan la iglesia nuestros adolescentes?
Roger Dudley
53
El Evangelio en una taza
Thomas Müller
59
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73
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77
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Depósito Legal: B-12613-2004
PREFACIO
A LA
EDICIÓN FRANCESA

Tras haber celebrado sus primeros veinte años de existencia, la


Facultad Adventista de Teología pretendía ampliar su proyección tan-
to dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día como en la comu-
nidad universitaria y en la sociedad en general. Con ese objetivo
decidió crear un coloquio internacional e interconfesional anual con
el fin de estimular la reflexión sobre temas importantes para los ad-
ventistas.
Este volumen está formado por las actas del primero de esos con-
gresos y se publica en ocasión del segundo. La elección del tema,
«Los jóvenes y el Evangelio», vino condicionada por la importancia y
la urgencia que dicha temática tiene en las iglesias y por la reciente
creación dentro del campus adventista del Salève del Centro José
Figols, dedicado al ministerio en favor de la juventud.
Invitamos a diversos participantes representativos tanto de las dis-
tintas regiones del mundo occidental, y europeo en particular, como
de las diversas confesiones cristianas: católica, protestante, evangé-
lica y adventista. Desafortunadamente nuestro invitado católico no
pudo asistir por lo que carecemos de su importante aportación sobre
este tema. Por otra parte, deseábamos que el tema fuera abordado
teniendo en cuenta diferentes perspectivas: sociológica, teológica y
pastoral.
Nuestra falta de experiencia en la organización de este tipo de en-
cuentros ha hecho de este un modesto inicio. No todas las comuni-
caciones incluidas en este volumen pretenden reflejar investigacio-
nes académicas. Ellas representan, de forma modesta, la preocupación
de las iglesias en relación con la juventud y presentan interesantes
claves de reflexión para que el Evangelio adquiera un significado
real entre los jóvenes de nuestra sociedad. Este volumen podrá, por
tanto, aportar una ayuda apreciable a todos aquellos que consagran
sus esfuerzos a este objetivo.
Desde aquí nos gustaría agradecer a todos los autores, así como
a Ariane Johnson por sus traducciones y a Corinne Hauchecorne por
su trabajo de traducción, de relectura y de edición.

Bernard Sauvagnat
Decano de la Facultad Adventista de Teología

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PREFACIO
A LA
EDICIÓN ESPAÑOLA

Aula7activa inicia con el presente título la edición en español de las


publicaciones de la Facultad Adventista de Teología de Collonges-
sous-Salève. Este volumen agrupa las ponencias correspondientes
al primer coloquio internacional e interconfesional promovido para
conmemorar el vigésimo aniversario de la facultad.
El interés de dicho coloquio, bajo el título de «Los jóvenes y el
Evangelio: entre catedrales y fast food», es evidente en el momen-
to actual para todas las denominaciones cristianas, de ahí el interés
de su traducción para el público de habla hispana tanto por su temá-
tica como por la diversidad de los participantes, representantes de
algunas de las denominaciones cristianas de mayor relevancia en
Europa. En todas ellas es común la preocupación por los jóvenes,
que cada vez se alejan más de las formas religiosas más tradicio-
nales, y en consecuencia de las iglesias cristianas.
La lectura de estas ponencias puede aclararnos algunos de los
motivos que llevan a alejarse a los jóvenes de las iglesias, al tiempo
que pueden contribuir a la creación de recursos adecuados que nos
permitan, en definitiva, mostrar a los jóvenes que, a pesar de todo lo
negativo que puedan observar en las iglesias, nada puede competir
con las bendiciones que el mensaje de Cristo y el Evangelio como
forma de vida nos ofrecen generosamente.
Confiemos que las páginas siguientes puedan contribuir a esta
labor.

LOS EDITORES
Aula7activa

9
Capítulo 1

De una generación a otra...

Valores y creencias de los jóvenes


a partir de un estudio sociológico
sobre líneas genealógicas
Jacqueline Catalogne1

Tras la muerte de mi esposo hace unos diez años, decidí realizar una
investigación centrada en las creencias pero con rigor académico y
en el marco de una universidad estatal. Eso me llevó a interesarme
en los valores de los jóvenes.
Antes de explicar los resultados de mi investigación pienso que ci-
tar a Paul Ricoeur supone un gran estímulo para emprender esta
reflexión sobre los valores. Me parece sin lugar a dudas acertado re-
tomar aquí una bonita metáfora usada por este autor mientras le
entrevistaban hace algunos años en Le Monde:2

«No se puede decir que los valores sean inventados por los que los
creen. De hecho, el estatus de los valores es muy particular y muy
difícil de definir...
»El concepto de valor tiene un estatus particular por dos razones:
»En primer lugar, combina de forma singular objetividad y subjeti-
vidad. Por un lado, un valor se impone a alguien con una cierta au-
toridad, como un elemento heredado de una tradición. En este sen-
tido el valor no carece de objetividad. Por otra parte, el valor sólo
existe cuando alguien lo adopta como tal. Es como si la convic-
ción fuera la condición de su existencia.

1 Jacqueline Catalogne, doctora en historia y sociología de las religiones y de los sis-


temas de pensamiento por la Ecole Pratique des Hautes Études (Escuela Práctica
de Altos Estudios, Universidad de la Sorbona, Paris), forma parte del Grupo de
Sociología de las Religiones y del Laicismo, uno de los grupos de reflexión organi-
zados en el laboratorio del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS,
Centro Nacional de Investigación Científica).
2 P. Ricoeur, Le Monde, 29 octubre 1991.

11
»En segundo lugar, los valores se sitúan, a mi entender, a medio ca- se han impuesto. Finalmente, los planos intermedios serían, justamente,
mino entre las convicciones duraderas de una comunidad histórica y como dice Paul Ricoeur, los diferentes planos de valores que, según
las constantes reevaluaciones producidas por los cambios de época las generaciones, permanecen si son vividos de manera diferente por
y de circunstancias, con el consiguiente surgimiento de nuevos pro- los individuos embarcados en el tren de la aventura humana.
blemas, como los del medio ambiente, la aplicación de las técnicas No obstante, el respeto de la evolución de la sociedad no es con-
biológicas al dominio de la vida, la economía mundial, etcétera. tradictorio con la necesidad de transmitir los valores vividos por las
»Para ilustrar esta segunda peculiaridad de los valores se puede generaciones precedentes; dichos valores conformaban su identidad
pensar en lo que ve un pasajero por la ventana de un tren. El pai- profunda y la base de su vida social. Se trata, pues, de un proceso
saje desfila pero todos sus planos no lo hacen a la misma veloci- fundamental para la permanencia de las sociedades humanas.
dad. Los horizontes lejanos se deslizan lentamente, los cercanos A la hora de abordar en profundidad este problema, podemos pro-
taludes pasan a toda velocidad. Los valores están, desde mi pun- bablemente hacer nuestra la afirmación de Confucio:
to de vista, en una posición intermedia.
»Demasiado a menudo, en nuestros debates actuales, olvidamos «El buen maestro es aquel que, a pesar de repetir conceptos anti-
esta posición específica de los valores. Los dogmáticos apuestan guos, es capaz de encontrar en ellos algo nuevo.»3
demasiado fácilmente por la inmovilidad del horizonte. Los nihilistas
subrayan con demasiada rapidez la desaparición instantánea de los Según este sabio, repetir conceptos antiguos puede hacer apare-
primeros planos y el carácter quebradizo de los valores. Sin embar- cer algo nuevo. Se podrá verificar la pertinencia de este adagio a lo
go, me parece que es entre los dos extremos donde encontramos largo de este estudio sobre los valores y las creencias; aparecen con
las grandes categorías orientadoras del político. Los valores no des- formas nuevas pero no desaparecen. Como lo dirá cinco siglos más
aparecen en un abrir y cerrar de ojos. Tienen una gran duración. Y tarde, de forma casi idéntica, la Biblia por boca de Jesús4 –¡lo que de-
del mismo modo son fundamentalmente perecederos y, por lo tan- muestra la universalidad del pensamiento humano!–, hay que saber
to, deben ser actualizados continuamente con la finalidad de res- sacar «de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas». Las generaciones
ponder a las vertiginosas mutaciones de nuestra historia.» pasan, los valores permanecen aunque se transformen.

Esta parábola moderna, un paisaje de planos que se van sucediendo MI INVESTIGACIÓN


mientras el tren conduce a los pasajeros hacia otros horizontes, pue-
de evocar el tiempo, que pasa mientras que las generaciones siguen Entraremos ahora en mi investigación en la que han aparecido reve-
mirando al futuro, con el riesgo de no vivir el presente, o se vuelven ladoras tensiones entre algunos hallazgos contrastados, en ocasiones
melancólicamente hacia el pasado, con el riesgo de quedarse inmó- contradictorios, se han revelado esencialmente heurísticos. No tengo
viles como la mujer de Lot transformada en estatua de sal. la ambición que de ello resulten nuevos paradigmas. Sin embargo, de-
Al mismo tiempo, esta parábola nos ayuda a comprender mejor lo searía mostrar cómo los individuos pueden ser a la vez «productos» y
que pueden ser los valores. Paul Ricoeur insiste en el hecho de que productores de valores y de creencias en un sector de la sociedad fran-
es legítimo pensar en la tradición como objetiva, aunque evolucione cesa, en los albores del siglo XXI. ¿Cómo se transmiten los valores?
a través de las generaciones. Sin embargo, no habría que olvidar que ¿Ha cambiado el proceso de transmisión? Más aún, ¿Se da todavía
los que viven esa tradición son personas; por lo tanto pueden, o me- ese proceso? ¿Han contribuido algunos valores a la transmisión de
jor dicho, deben transformar esa tradición. De esta manera podrá otros? ¿Creer no consiste en elegir ciertos valores y magnificarlos?
construirse la tradición futura, lo cual es de vital importancia. Mi investigación se centró en la transmisión de los valores con re-
Por otro lado, es posible retomar los diferentes planos de la metáfo- ferencia a una práctica –la catequesis– considerada en este caso par-
ra. Así, los horizontes lejanos, casi inmóviles, serían las civilizaciones
que viven a lo largo de la historia y que pueden parecer inmutables. Los 3 Confucio, Entretiens du maître avec ses disciples (La Petite Collection, 156), Mille
taludes que pasan a toda velocidad serían los efectos de la moda, nor- et une nuits, París, 1997.
malmente efímeros puesto que pueden desaparecer tan rápido como 4 Mateo 13: 52.

12 13
ticular como una simple práctica social de formación espiritual. Se tra- En la época en la que se estaba preparando este sondeo, para es-
taba de saber si se seguían transmitiendo los valores y cuál era el pe- tablecer el listado de valores, se tomaron en cuenta también estu-
so de la catequesis en esta transmisión. Para investigar esta pro- dios, encuestas y sondeos aparecidos sobre los valores y los jóve-
blemática en 1992-93 elaboré una encuesta sociológica de tipo sondeo nes.6
de datos cuantitativos; para diseñar y validar dicha encuesta me ase- A partir de estas fuentes, hubo que identificar la importancia de
soró un amigo, profesional de los sondeos de opinión. Me voy a per- los valores de igual manera que en el estudio precedente sobre el pe-
mitir daros algunos de los resultados más destacados de dicha en- so y la permanencia de los valores en el tiempo.
cuesta. En todos estos estudios, cualquiera que fuera su fuente y su forma,
aparecían valores-guía. Con ellos se compuso la base del cuestio-
METODOLOGÍA DE ESTE SONDEO nario. Por supuesto se puede pensar que se podría haber realizado
otra selección; hay numerosos sinónimos, numerosos términos cer-
Intentar definir los valores que serían propuestos dentro del cuestio- canos; hubo que cortar y al fin seleccionamos veintisiete ítems.7
nario del sondeo implicaba hacer una elección, con una preocupa- Gracias a que se creó una red de profesores y educadores, al me-
ción constante por la objetividad. Determinar un conjunto de valores nos un millar de cuestionarios fue distribuido en centros de ense-
que pudieran ser tomados en cuenta e incluidos en el cuestionario ñanza secundaria, tanto públicos como privados, repartidos a su vez
corría el riesgo de resultar subjetivo y arbitrario. Esta tarea de iden- en la región parisina y en el resto del territorio francés, principal-
tificación resultó compleja y delicada. mente en el oeste, el norte y el centro de Francia. Este sondeo fue
Había que intentar hacer un inventario de los valores que habían difundido incluso en los Foyers de Jeunes Travailleurs (FJT) [Hogares
sido transmitidos a lo largo del tiempo a fin de determinar su peso e de Jóvenes Trabajadores]. Aunque no se trate de un muestreo de
importancia. Pero, ¿cómo definirlos? ¿Dónde se podía encontrar su selección aleatoria, la gran difusión del cuestionario permite consi-
rastro? Nos pareció posible poder descubrir en los diferentes docu- derar los resultados como bastante significativos, a falta de ser to-
mentos escritos a través de los tiempos. talmente representativos según las normas reconocidas en socio-
Efectivamente, de una generación a otra, de un grupo a otro, de un logía.
lugar a otro, en los documentos escritos ha podido vehicularse aque- Los cuestionarios fueron puestos de manera anónima a dispo-
llo que permite al hombre, a los individuos, seguir viviendo y cons- sición de los jóvenes que querían responderlos. Tanto en los ins-
truyendo su espacio social. titutos y en las universidades como en los FJT los jóvenes partici-
Por ello, este inventario consistió en un primer momento en un lis- pantes cooperaron y se mostraron realmente muy interesados en
tado de los valores reconocidos por los filósofos, escritores y pen- nuestro sondeo; respondieron concienzudamente y también con
sadores que han forjado nuestra civilización hasta nuestros días. Como amabilidad.
era impensable releer la totalidad de sus escritos, este trabajo fue La mayor parte de las veces, los educadores y los profesores los
efectuado con la ayuda de antologías escolares, de diccionarios, de entregaban al alumnado, dejando tiempo para rellenarlos, pero, por
colecciones de textos filosóficos. Por supuesto no se trata de un tra- supuesto, no intervenían en el proceso, dejando a los jóvenes total li-
bajo exhaustivo.5 bertad para opinar. Al final del cuestionario los jóvenes debían pre-
cisar si habían recibido o no enseñanza religiosa.
5 A. Armand, Histoire de la littérature française (Itinéraires Littéraires), 6 vol., Hatier,
6 Se puede citar a: J. Stoetzel, Les valeurs du temps présent. Une enquête europé-
París, 1991; J.-M. Vencer, Histoire de la philosophie moderne et contemporaine.
Figures et oeuvres (Le Collège de la Philosophie), Grasset, París, 1993; J. P. de enne (Sociologies), PUF, Paris, 1983; A. Muxel, Y. Lambert, P. Mayol, Les jeunes
Beaumarchais, D. Couty, A. Rey (eds.), Dictionnaire des littératures de langue fran- adultes de 18 à 25 ans, CNER, París, 1991; G. Lescanne, T. Vincent, 15-19 ans. Des
çaise, 3 vol., Bordas, París, 1984; D. Huisman (ed.), Dictionnaire des philosophes, jeunes à découvert, Cerf, París, 1990.
7 Los valores seleccionados son: altruismo, amistad, amor, dinero, autoridad, belleza,
2 vol., PUF, París, 1984; A. Lagarde, L. Richard, Les grands auteurs français, PUF,
París, 1985; P. Brunel (ed.), Littérature française. Histoire et anthologie, 3 vol., Bordas, bien, cultura, deber, familia, fidelidad, orgullo, fe, justicia, libertad, lealtad, paz, per-
Paris, 1979; A. Roussel, G. Durozoi, Philosophie. Notions et textes, Nathan, París, dón, patria, razón, respeto de la persona, saber, solidaridad, tolerancia, trabajo, ver-
1989; J. Russ, Les chemins de la pensée, Colin, París, 1988. dad, voluntad.

14 15
LA MUESTRA Voluntad, justicia y lealtad alcanzan el 60%.10 En el 50% se en-
cuentran solidaridad y tolerancia.11
583 cuestionarios nos fueron devueltos correctamente rellenados, de Así pues, casi la mitad de los 27 términos propuestos fueron con-
los que 155 pertenecían a jóvenes que no habían recibido enseñan- siderados como «muy importantes» por la mayoría de los entrevista-
za religiosa. No fue necesario añadir más sujetos a la muestra del dos.
subgrupo de los no catequizados, puesto que representaba prácti- Tres, de los catorce restantes: perdón, trabajo, cultura, igualan o
camente un cuarto de las personas entrevistadas. Es cierto que era superan el 40%.12
indispensable disponer de un número de participantes bastante ele- Hay que subrayar el hecho de que la fe está por debajo del 40%,
vado para poder comparar estadísticamente las respuestas de una y valores como altruismo, saber, bien, deber, fueron juzgados como
población con la otra, es decir, catequizados y no catequizados. «muy importantes» por el 30% de los jóvenes encuestados.13
De 583 encuestas válidas, 428 provenían de jóvenes que decían Los seis últimos: razón, patria, dinero, belleza, orgullo, autoridad,
haber recibido una enseñanza religiosa, a los que denominamos «ca- solo son considerados como «muy importantes» por una minoría, con
tequizados», y 155 provenían de jóvenes que afirmaban no haber re- el resultado más bajo para autoridad (11%).14
cibido formación religiosa y que denominamos «no catequizados». El Estos términos representativos de los valores son considerados
53% del total, es decir, 309 respuestas, eran de chicas, frente al 47% por los jóvenes como fundamentales, aunque no los definan siste-
de muchachos. máticamente como «valores». Valores tan importantes como el amor,
Del total, 198 jóvenes (34%) vivían en la región parisina y 385 (66%) la amistad, la justicia, la libertad, la fidelidad (asociada al amor por
fuera de ésta. Se constatan las mismas proporciones en las dos sub- el 65% de los jóvenes entrevistados), la familia, el respeto al otro, la
divisiones de la muestra. El 57% de los jóvenes tenían más de 18 solidaridad, constituyen auténticos referentes para los jóvenes que
años y el 43% eran adolescentes menores de edad. El 62% estaba fueron consultados. En este sondeo, por el contrario, la autoridad no
aún escolarizado y el 38% de los encuestados trabajaban. consigue una valoración muy positiva. Como se verá más adelan-
Este sondeo realizado a través de un cuestionario tenía como ob- te, los jóvenes han envuelto este término de un sentimiento de am-
jetivo conocer lo que los jóvenes consideran importante para sí mis- bigüedad.
mos y para la sociedad, y cómo eso les había sido transmitido, por Se aprecia que siguen funcionando los canales habituales de trans-
medio de qué canales; por otra parte, teniendo en cuenta el objetivo misión. A pesar de la evolución del núcleo familiar, los principales
que nos habíamos propuesto en esta investigación, se deseaba sa- transmisores de valores siguen siendo los padres y también los abue-
ber cuál era el impacto de la catequesis en esta transmisión. los. La escuela, por su parte, conserva principalmente su rol tradi-
Considerando cómo se había hecho el sondeo, los jóvenes que par- cional de aprendizaje del saber y de la cultura, indisociables en la opi-
ticiparon en el estudio representaban ampliamente a la juventud fran- nión de los jóvenes.
cesa en su diversidad y su pluralidad: parisinos y de otras provincias, Igualmente parece que los valores tienen un impacto mayor entre
procedentes de todos los medios sociales (si bien los barrios consi- los jóvenes que han accedido a una formación religiosa. En cualquier
derados «de alto riesgo» están ausentes), escolarizados y trabaja- caso las diferencias son relativamente pequeñas.
dores, y en una franja de edad que va de los 15 a los 25 años. ¿Se puede afirmar realmente que se ha producido la muerte de los
valores? A pesar de los rumores, de las informaciones de los medios
RESULTADOS OBTENIDOS

Tres palabras superan el 80%:8 amor, libertad, amistad. Paz y respeto


de la persona rozan el 80%; familia, verdad y fidelidad superan el 70%.9 10 Voluntad: 67,8%; justicia: 63,5%; lealtad: 60,7%.
11 Tolerancia: 52,7%; solidaridad: 52,4%.
12 Perdón: 48%; trabajo: 44,5%; cultura: 40%.
8 Amor: 83,7%; libertad: 82,9%; amistad: 80,6%. 13 Fe: 37,4%; altruismo: 37,9%; bien: 33,9%; saber: 36,1%, deber: 31,8%.
9 Paz: 79,9%; respeto de la persona: 78,2%; familia: 71,7%; verdad: 71,5%; fidelidad: 14 Razón: 26,6%; patria: 19,5%; dinero: 18,7%; belleza: 16,6%; orgullo: 14%; autori-

70,5%. dad: 11,9%.

16 17
de comunicación, da la impresión de que los valores, según este son- Así mismo, ¿qué es la fidelidad? ¿Es el matrimonio para toda la vi-
deo, siguen siendo fruto de la educación familiar, escolar y, cierta- da, pase lo que pase, como para la mayor parte de las parejas de
mente, de la educación religiosa. No obstante, los resultados obte- antes de la Segunda Guerra Mundial, y como lo sigue exigiendo la
nidos en lugar de dar todas las respuestas, plantean una gran cantidad religión católico romana? ¿O se trata más bien de fidelidad a la pa-
de preguntas. reja con la que se vive mientras el amor perdura, pero con la posi-
bilidad de cambio cuando la convivencia se salde con una ruptura?
LÍMITES Y PREGUNTAS La fidelidad, en efecto, asociada por los jóvenes de 15-25 años al
amor en un 65% de las respuestas —la más fuerte de todas las pro-
Sin embargo, este sondeo no resuelve todos los problemas plantea- puestas por los jóvenes— ¡plantea algunos problemas! ¿Consideran
dos. Tras el sondeo de 1993 se podía observar que, teniendo en cuen- ellos la fidelidad hasta la muerte predicada por la Iglesia Católica,
ta el conjunto de los términos propuestos, la suma de los resultados o se trata más bien de fidelidades sucesivas, puntuales, pero perci-
en los que se concedía más importancia a los valores era más ele- bidas como importantes en el momento en el que son vividas? Este
vada entre los catequizados que entre los no catequizados; el hecho podría ser también una forma de ideal difícil de llevar a cabo pero
de haber recibido una formación religiosa tiende a maximizar la ex- muy deseado.
plícita consideración de los valores, pero la diferencia es demasiado El término «orgullo» puede ser también un buen ejemplo: algunos
débil (del orden del 10-20% máximo) como para extraer una conclu- jóvenes lo calificaron de «defecto», asimilándolo sin duda a la ambi-
sión definitiva sobre la importancia de la enseñanza religiosa en la ción; para otros era una «cualidad», tal vez pensando principalmen-
transmisión de valores. te en la satisfacción del trabajo bien hecho, del logro personal.
Evidentemente es difícil, por no decir imposible, precisar con exac- Estos ejemplos son sólo una muestra de los interrogantes que se
titud lo que los jóvenes entendían con precisión al hablar de cada pueden plantear. Por lo tanto, este sondeo no permite comprender
uno de los términos que les habían sido propuestos. Esto es de- por qué los valores perduran hoy en un mundo tan inseguro desde el
bido al valor polisémico de los términos empleados. A pesar de es- punto de vista económico y social, por mencionar solo algunos as-
ta reserva, parece que para algunos términos no existe ambigüe- pectos; por otro lado, no resulta posible decir cómo los valores evo-
dad. lucionan. Nadie puede afirmar si se trata de una fuerza motriz ca-
Es cierto que uno puede preguntarse con razón sobre lo que los jó- paz de dar un sentido y una coherencia al futuro de estos jóvenes.
venes entienden cuando se les dice: «belleza», «bien», «razón», «ver- Tampoco es posible decir que se trate de un refugio seguro frente a
dad», «amor», «fidelidad» o «fe». Esta ambigüedad pudo ser par- las incertidumbres y los peligros tan numerosos en este final de siglo
cialmente minimizada, a veces, gracias a las asociaciones de términos, y de milenio. Sólo era, pues, un punto de partida para la continuación
pero es cierto que en muchos aspectos es una realidad. de esta tesis.
Por ejemplo, perdón y tolerancia tienen un peso casi idéntico en los
jóvenes; se constata no obstante que el peso del perdón es bastan- PROFUNDIZANDO EN LOS RESULTADOS
te más elevado entre los catequizados, mientras que parecería que
la tolerancia tiene más importancia entre los no catequizados. Diversos métodos matemáticos y estadísticos aplicados a los da-
Posiblemente esto se deba al hecho de que en la tradición cristiana tos obtenidos –en este caso, análisis factorial, para los que cono-
el perdón es una virtud evangélica, mientras que la tolerancia es ca- cen estas técnicas– nos permitieron afinar los resultados, organi-
lificada más bien como una virtud laica. Habrá que precisar estos as- zándolos de manera diferente para aportar matices más que
pectos en la encuesta cualitativa. Para los jóvenes entrevistados se interesantes.
trata en cualquier caso de cualidades. Lo que resultó más pertinente fue la aparición de una especie de
Igualmente podemos plantearnos el concepto de fe para los jóve- «paisaje» de los valores. Esta organización no contradice los análi-
nes. ¿Implica una creencia religiosa o espiritual? Para algunos jóve- sis previos; nos permite comprender cómo los valores se organizan
nes que encontramos en las reuniones en los institutos o en los FJT, entre ellos e incluso cómo evolucionan a lo largo de la formación de
la fe solo implica la confianza en el ser humano. los jóvenes.

18 19
Los valores se sitúan en torno a dos ejes. orden, más racionales, coincidiendo más con las representaciones
Un eje vertical parte de la familia/fidelidad para llegar a la toleran- tradicionales de las diferencias entre los sexos.
cia/cultura. Parece mostrar que se podría pasar de los valores tradi- Los jóvenes escolarizados están más cerca de los menores de 18
cionales de la vida familiar, o incluso religiosa con la fe y el perdón en años y los trabajadores de los mayores de edad, lo que resulta com-
el centro, a los valores de la modernidad desarrollados a partir de la pletamente lógico; este hecho tiende a confirmar lo que señalamos
Ilustración, valores que pueden definir el espíritu de la laicidad. anteriormente para las edades y la organización de los ejes.
Incluso sería posible definirlo como el eje de la infancia a la edad Quedarnos con estos resultados cuantitativos ya de por sí intere-
adulta; en efecto, parte de la familia, unida ya que está marcada por santes, aunque parciales, hubiera sido una lástima, así que conside-
la fidelidad, e incluso el amor (un poco a distancia, pero siempre muy ré la posibilidad de continuar esta investigación en el marco de una
presente en lo alto de este diagrama, en una especie de trascenden- tesis doctoral que voy a describir a continuación.
cia intemporal); después vienen la amistad, el deber, la voluntad, la fe
y el perdón que pueden ser los rasgos de la adolescencia en la eta- INVESTIGACIÓN RECIENTE
pa escolar y del catecismo; para ir, abajo del cuadro, hacia el grupo
saber-razón-tolerancia-cultura, lo que significaría la abertura al mun- Llegada a este punto, realicé mi Diplomatura de Estudios Avanzados
do adulto; sin olvidar el paso por la paz-la justicia-el respeto al otro-la en la Escuela Práctica de Altos Estudios, en el departamento de
solidaridad-la libertad, que son muchos de los ideales de los jóvenes Ciencias Religiosas de la Sorbona. Acabo de terminar y pronto de-
adultos. fenderé una tesis cuyo tema puede describirse de la siguiente forma:
Este planteamiento parece más creíble cuando se observan las eda- «De una generación a otra, valores y creencias a partir de un estudio
des dentro del cuadro, ya que se ve que los menores de 18 años se sociológico generacional.» El título es: Familias, valores y transmi-
sitúan más bien en la parte de arriba, mientras que los menores es- sión. Encuesta cualitativa sobre los valores de tres generaciones de
tán en la parte inferior del cuadro. la clase media francesa, a finales del siglo XX.
Al eje horizontal se podría definir de la siguiente forma: de lo indi- Efectivamente, para corroborar los resultados del sondeo de 1993,
vidual a lo social, con un cierto repliegue en torno a la vida material, parecía interesante poder comparar, con un cuestionario igual, lo que
incluso bajo una cierta forma de nacionalismo, para ir hacia valores cambia en el curso de las generaciones: los que tienen entre 18-25
altruistas. ¿Sería exagerado decir que se va del materialismo capita- años, entre 26-40, entre 40-65 y los de 66 años o más. Pero eso no ha-
lista al cristianismo social, de la economía del provecho propio a la bría permitido comprender lo que ocurre en una transmisión real en una
de la generosidad? misma familia. Así que, en lugar de entrevistar a jóvenes, después a
Sin duda se le podría calificar también de la siguiente forma: del po- padres y finalmente a abuelos que no tuviesen ninguna relación entre
der al servicio, e incluso de la economía de mercado al humanitaris- ellos, nos pareció más interesante estudiar una línea de transmisión en
mo, pasando de la autoridad al perdón, del dinero a la justicia y a la el seno de líneas genealógicas; esto permite observar una verdadera
solidaridad. «cadena de transmisión». Se toma al joven como punto de partida. En
La belleza y, en una proporción menor, el amor se encuentran ais- una entrevista de tipo semidirigida expone lo que es importante para
lados en este paisaje como si fueran valores de un rango superior, di- él, evoca sus valores, precisa cuáles son, desde su punto de vista,
fíciles de reagrupar. los orígenes... A continuación, en la misma familia, se realiza una en-
En nuestro cuadro, no es posible, sin embargo, encontrar diferen- trevista con uno de los padres, o incluso con los dos pero tomados de
cias verdaderamente significativas atendiendo a las categorías de se- forma separada. Finalmente, si es posible, se entrevista al primer es-
xo, región, origen o actividad. labón de la cadena, un abuelo, una abuela, o incluso los dos.
No obstante, las chicas y los muchachos están suficientemente se- Había que delimitar la población a estudiar. No se podía considerar
parados, lo que demuestra una vez más, como se observaba ya en la posibilidad de realizar entrevistas de tipo cualitativo en el conjun-
el caso de los análisis de selecciones cruzadas, que las chicas están to de la población francesa ya que era una tarea materialmente irrea-
más cerca de valores altruistas, poniendo al descubierto su sensibi- lizable. Trabajar con una veintena de familias nos parecía razonable;
lidad femenina, y los chicos, en cambio, se acercan más a valores de pero, ¿de qué nivel social las debíamos buscar?

20 21
Nos pareció que trabajar con familias de clases medias, que hoy en ja es incierta, debido una vez más a la tendente desaparición de iden-
día constituyen la mayoría de la población francesa, nos permitiría tidad de clase.
extraer enseñanzas sobre la transmisión de valores que podrían ser Finalmente, y dentro de las llamadas clases medias, había que te-
extendidas al conjunto del país. ner en cuenta la diversidad de las situaciones familiares actuales, a
¿La noción clases medias a qué se refiere? Es cierto que el contex- pesar de que no sea posible hablar de una muestra representativa
to actual es completamente diferente al de los años inmediatamente cuando sólo se trata de una veintena de familias.
posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Tampoco tiene el mismo sen- Sin embargo fue posible encontrar familias relativamente diversifi-
tido que se le atribuía comúnmente en el período entre la Primera y la cadas, tanto en la región parisina como en el resto del territorio fran-
Segunda Guerra mundiales. En aquel momento, no se hablaba de «cla- cés, algunas monoparentales, ya sea por divorcio o por viudedad,
ses medias» en plural, sino de «clase media» que se refería al mun- otras reconvertidas en «biparentales» al aparecer la figura de un
do del pequeño comercio minorista. O. Galland y Y. Lemelt comentan:15 padrastro o madrastra. También se diversifican en cuanto al estatus
profesional de sus miembros; casi todas las madres trabajan; el es-
«El diagnóstico era el de una transformación de la sociedad fran- tatus profesional de los adultos va desde ingeniero a empleado, pa-
cesa centrada en la clase media, entendiendo dicho proceso no co- sando por profesor, militar o técnico. Tampoco habría que olvidar a
mo una nivelación general sino como una focalización progresiva un empresario en paro. Esta diversidad aparece también en el seno
en las clases medias.»16 de los abuelos, por supuesto jubilados, pero cuyas profesiones an-
teriores iban de la actividad liberal a empleado de la EDF [Électricité
Las fronteras de clase parecen pues más confusas y las diferencias de France, compañía eléctrica estatal francesa. N. del T.]. Excepto en
menos marcadas. La disminución del sentimiento de pertenencia a una uno o dos casos, los jóvenes aún no tienen actividad profesional, pe-
clase social definida es general. O. Galland llega a hablar de una «ne- ro reflejan también esta relativa diversidad de las situaciones.
bulosa de las clases medias»17. Una vez precisado esto, aún nos que- Igualmente parece importante subrayar una relativa homogeneidad
dan muchas incertidumbres y el futuro de estos análisis sociales pare- de los niveles de vida, al menos de forma aparente; todas las entre-
ce inseguro. A pesar de todo decidimos buscar familias en el contexto vistas las realizamos en sus propios hogares y, al menos, pude ob-
de la así llamada «clase media» según lo que acabamos de considerar. servar el aspecto de los salones.
Esto excluía de la población a estudiar por una parte los estratos El hogar transmite esta homogeneidad ya que el confort de las
más desfavorecidos, como son los jóvenes de las ciudades y de los casas era bastante idéntico. No obstante, aparecen algunas dife-
barrios marginales, y por otra parte lo que se podría calificar como los rencias, principalmente en el tipo de muebles de los salones, lo que
«súperprivilegiados» de nuestra sociedad. Pero incluso ahí, la fran- puede implicar orígenes sociales más diversos de lo que la forma
de vivir actual deja entrever. En este aspecto, por supuesto, sólo se
15 trata de matices que pueden ser subjetivos y no se puede hablar de
O. Galland y Y. Lemel (eds.), La nouvelle société française. Trente années de mu-
tation, A. Colin, París, 1998. nada que sirva para establecer una verdadera separación. Lo cual
16 Las clases medias en esta perspectiva, continúan diciendo los autores, comprenden tiende a confirmar lo que ha sido dicho sobre las «clases medias».
los cuadros intermedios, una parte de los ejecutivos de nivel superior (incluyendo a La composición de este corpus de veintiuna familias (a saber, 75
los profesores de la enseñanza secundaria) y también los «empleados» [en inglés entrevistas semidirigidas con una media de duración de una a dos ho-
white collars: administrativos, secretarias…, empleados en ocupaciones no manua-
ras) pudo llevarse a cabo gracias a una red de amistades en el con-
les en general. N. del T.]... Cada vez más franceses consideraban que pertenecían a
la clase media... La puesta en marcha de nuevas formas de sociabilidad les permitía junto del país. Ocho de esas veintiuna familias viven fuera de la re-
a algunos de sus miembros remontar progresivamente posiciones en la escala so- gión parisina. Las demás viven en el mismo París o en los alrededores.
cial. El rol y el lugar de las categorías superiores (burguesía clásica, dirigentes) pa- Pero, teniendo en cuenta la movilidad actual, y el origen de los abue-
recía reducido. El análisis se apartaba enormemente de los modelos más clásicos de los, sería muy aventurado definirlas únicamente de esta forma. Esto
inspiración marxista o weberiana en los que las posiciones elevadas combinan in-
nos permitió estudiar el hilo de transmisión en el seno de «casos fa-
gresos, prestigio y poder y constituyen el elemento dominante de la sociedad. Las
afirmaciones de Pierre Bourdieu sobre este grupo constituyen un buen ejemplo. miliares». Así que partimos de una «cadena de transmisión» en el in-
17 O. Galland y Y. Lemel (eds.), op. cit. terior de una misma familia.

22 23
Cuando utilizo el término «familia», quiero decir que al menos pu- cia de la familia, cualquiera que sea la situación familiar, incluso si se
de entrevistar a un joven o a alguno de los padres; pero en un tercio trata de familias desestructuradas o recompuestas. Sólo una chica
de las familias pude tratar con tres generaciones, es decir uno o in- de los cuarenta jóvenes entrevistados habló de la familia de forma re-
cluso dos jóvenes, uno o dos padres y uno de los abuelos. En algu- lativamente negativa, se trataba de una alumna de primero de ba-
nas familias reestructuradas, pude además entrevistar a un padrastro. chillerato cuya madre había muerto y cuyo padre se había divorcia-
Les planteaba una pregunta de partida muy genérica sobre aque- do. Pero para todos los demás, la familia representa el valor más
llo que ellas consideraban importante en la vida, después continua- importante.
ba haciéndoles reflexionar en particular sobre los valores que yo pro- En cuanto al amor, no sólo se entiende como el amor de un cón-
ponía en el sondeo. Igualmente les preguntaba lo que pensaban de yuge o de un novio, sino también, en muchos casos, como el amor al
la sociedad actual, de sus problemas y cómo veían el futuro. prójimo, la atención al otro. Dan la sensación de querer ampliar el con-
Estas entrevistas realizadas en un marco de confianza me permi- cepto de amor más allá de su pareja.
tieron reunir un enorme corpus cuyo contenido es muy difícil resu- Otros tres valores, desde mi punto de vista, son realmente espe-
mir en unas pocas páginas; en cualquier caso puedo intentar com- cíficos de los jóvenes, una especie de faro luminoso: son el respeto
partir lo esencial, sobre todo en lo que concierne a la transmisión, de la persona, que tiene por corolario la tolerancia y la solidaridad.
principal hilo conductor de esta investigación. Estudiarlo permite ¡Los perciben como la fuente de los demás valores! Es una cons-
sintetizar lo que este trabajo puede aportar sobre la cuestión de los tante en la mayoría de las entrevistas realizadas, lo cual me parece
valores. bastante significativo.
No obstante, una pequeña minoría, apenas el 5%, matiza bastan-
LOS VALORES te el concepto de tolerancia; se trata de jóvenes con convicciones re-
ligiosas muy sólidas y tradicionales, ¡o más bien tradicionalistas! Se
Es posible constatar algunos puntos cardinales que vienen a corro- creen en posesión de la verdad y quieren transmitirla a toda costa.
borar lo que decía el sondeo precedente. Sin embargo, otros jóvenes para los que la religión es igualmente
Estas entrevistas tanto con los jóvenes como con los padres, e in- importante no desean imponer sus propias convicciones a los demás.
cluso con los abuelos, reflejan una especie de núcleo central de va- Para ellos, el concepto de tolerancia es absolutamente fundamen-
lores que parecen comunes a todas las generaciones, incluso si se tal; muchos son incluso bastante críticos frente a las limitaciones mo-
enfocan de manera diferente, o si son vividos de otra forma. rales que parece querer imponer el Vaticano, especialmente en ma-
Estos valores son esencialmente los mismos que los aparecidos en teria de sexualidad. En este aspecto, consideran que cada pareja
el sondeo que nos sirvió como punto de partida; se trata de la fami- debe determinar su conducta.
lia, la amistad, la fidelidad, ¡pero también y con una importancia ma- Ante este gran respeto al otro, unido muy frecuentemente al con-
yor de la prevista entre los jóvenes, el saber y la cultura! Este con- cepto de tolerancia, parece justificado plantearse si no se trata más
junto de valores se ha rebelado como el derivado de una herencia bien de una forma de individualismo actual: «¡Cada uno que crea lo
familiar. Los jóvenes mismos reconocen con satisfacción que son los que quiera!»
herederos de los valores de sus padres, incluso si no los viven de la La libertad es también un valor esencial para la mayoría de los jó-
misma manera. venes; afirman ser afortunados por vivir en un país libre donde cada
Conviene subrayar aquí la importancia de la familia. Se trata de uno puede expresarse sin grandes riesgos.
un valor seguro; incluso se podría afirmar que se trata del valor do- Respecto a la fidelidad, al igual que en el sondeo, para todos los
minante, cualesquiera que sean la edad y el nivel sociocultural. Incluso jóvenes, de padres divorciados o no, se trata de un valor estrecha-
se puede hablar de «valor-fuente» en la medida en la que está en el mente relacionado con el amor pero también con la familia y la amis-
origen de otros valores que los jóvenes adoptan. Efectivamente, en tad. Pude constatar entre los jóvenes cuyos padres se habían di-
el seno de la familia se transmiten los principios éticos, que es esa vorciado, que algunos desean enormemente construir familias
tensión latente de las actitudes frente a las innumerables elecciones basadas en una fidelidad estable y duradera; sin embargo, subrayan
de cada día. Al mismo tiempo esto nos permite enfatizar la importan- que se trata más bien de un ideal deseado que de una realidad po-

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sible. Muchos piensan que esta fidelidad está ligada al período de la parece ser menos primordial que para sus propios padres. Para la
vida en el que cada uno se encuentra, ¡pero sin poder prejuzgar el gran mayoría de jóvenes, la palabra «fe» evoca siempre la creencia
futuro! No es la fidelidad «para toda la vida», aunque admiren este y la pertenencia religiosa; ¡no obstante esto se aplica también a la
ideal y deseen vivirlo en su mayor parte. «La fidelidad es importan- fe dentro de un ideal social como por ejemplo la fe comunista! De to-
te porque es lo que permite establecer una relación duradera; sin das formas, incluso entre los abuelos, la fe ya no está ligada a la
fidelidad, sin la posibilidad de poder estar seguro de los demás, de Iglesia como institución; podría citar a una abuela de 73 años, de ori-
poder confiar en los otros, no se puede funcionar», dijo un chico de gen humilde, que había sido secretaria en su vida profesional y que
19 años. Y una chica de 20 años afirmó: «La fidelidad, sí, pero du- me dijo: «Lo principal es descubrir a Dios y después confiar en él,
radera. No vale que porque un día la relación no funcione haya que pero la Iglesia o el Papa dicen cosas que no son interesantes... Hay
largarse por las buenas y dar un portazo. Vamos, que los dos tienen cosas importantes de las que la gente apenas ni se ocupa, y sin em-
que esforzarse.» bargo los quehaceres cotidianos hacen una gran historia... La fe ayu-
Por el contrario, otros jóvenes también hijos de divorciados, consi- da a vivir, pero los pormenores de la Iglesia son algo diferente, no
deran este valor como algo totalmente utópico. Para ellos, la fidelidad son importantes en absoluto.» Estas afirmaciones me parece que
es un concepto completamente irrealista e irrealizable en nuestra so- son un reflejo bastante fiel de lo que me dijeron los entrevistados de
ciedad. todas las generaciones. Los jóvenes opinan de manera similar; así
Es interesante subrayar que aquellos cuyos padres no se han di- por ejemplo, Cécile, de 16 años, estudiante de primero de bachille-
vorciado tienen exactamente los mismos tipos de reacciones ante el rato, me dijo: «Hablaba el otro día con un chico de mi clase que es
concepto de fidelidad. No parece que el divorcio de los padres sea un un poco como yo. No creemos en un Dios igual al de todo el mundo.
factor tan discriminante como se pudiera pensar. Nos hemos inventado un Dios sin todo lo que está alrededor.»
El trabajo y el dinero están estrechamente relacionados en su opi- Desconfían de la religión, temen dejarse alistar, pero manifiestan in-
nión pero no tanto como objetivos sino como medios. El dinero sólo terés por los temas religiosos.
es para ellos un medio, por supuesto que absolutamente necesario, Muchos muestran una posición a medias tintas: ni afirmación ni re-
¡pero no es un valor! «No es importante, pero no se puede vivir sin chazo total, incluso a veces presentan más benevolencia que hos-
ello», comentan los jóvenes. tilidad, y también algunas reservas (Juan Pablo II). En suma, la re-
Hay que hacer notar también que cultura y saber, ya ampliamente ligión puede ser un recurso que se puede utilizar, pero con la condición
reunidos en el primer sondeo, lo siguen estando con una casi total previa de que sea libremente. La identidad cristiana resulta bastan-
unanimidad; ¡casi todos dicen que no serían nada sin conocimientos! te difusa e imprecisa. Un millón de jóvenes en el césped del hipó-
Contrariamente a las ideas recibidas, para ellos son valores esen- dromo de Longchamp de Paris no significa un millón de jóvenes
ciales, y consideran la lectura como un medio privilegiado para des- católicos, comprometidos o no. En definitiva, el sentimiento de per-
arrollar esta cultura. tenencia a una iglesia, las prácticas y las certezas religiosas dismi-
Por otra parte, al contrario que para algunos padres, el valor de la nuyen.
patria no les dice ya gran cosa e incluso es un valor cuestionado Al mismo tiempo, el ateísmo no aumenta: entre el 65% de jóvenes
por los padres y por algunos abuelos; más bien piensan que viven por que se declara «sin religión», los ateos son minoría. Un buen grupo
un lado en una especie de globalización y, por otro, en un núcleo fa- presenta lo que podríamos llamar un bricolaje pragmático de las creen-
miliar relativamente restringido –lo cual resulta un tanto paradójico–. cias. Dicho esto, ¿hay ausencia de lo religioso?, ¿un retorno de lo re-
Se observa en este aspecto una importante transformación, a pesar ligioso? Las demasiado famosas pañoletas o fulares [shador o velo
de que el concepto Europa no parezca tener demasiado sentido pa- islámico, N. del T.] no serían el único indicio. Hay que añadir la atrac-
ra algunos. ¡Un abuelo nos dijo que se consideraba «ciudadano del ción que los jóvenes de hoy sienten por las manifestaciones impor-
mundo»! tantes y multitudinarias, tales como las de Taizé,18 de Paray-le-Monial,19
Respecto a la fe religiosa, podríamos decir que no ha desapare- o las Jornadas Mundiales de la Juventud en agosto de 1997 o en
cido completamente: no obstante, es considerada como un valor me- Roma en el año 2000. ¿Se trata de verdadero sentir religioso? Resulta
nos esencial que para algunos de sus padres; también para estos, en gran medida incierto y los estudios recientes invitan a obtener con-

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clusiones bastante más matizadas. Puede tratarse de nuevos tiem- Se confirma que el perdón es más fácil para los que dicen tener una
pos en lo religioso. No es ya la misa dominical obligatoria, sino una fe religiosa, incluso si dicha fe no está enmarcada en una iglesia de-
adhesión festiva a un importante momento de convivencia religiosa. terminada.
La pertenencia a una religión ya no se decide por nacimiento; cada
uno elige su modo de vida, su profesión e incluso su religión; dicha LA TRANSMISIÓN
pertenencia implica una adhesión interior, pero una adhesión crítica.
Se observa un desplazamiento del sentimiento religioso y de las creen- El concepto de transmisión es muy complejo. Hay una manera, tal
cias. La adhesión a la dimensión institucional de los valores religio- vez de tipo «mítico», en todo caso tradicionalmente reconocida, de
sos deja su lugar a la dimensión cultural, simbólica, a una búsqueda considerar la transmisión: los valores, inalterados durante décadas e
de sentido, en una reivindicación personal, individual. La necesidad incluso durante siglos, se perpetuarían de forma casi inmutable.
siempre real de trascendencia se encuentra cada vez más individua- Normalmente esto es lo que se sobrentiende de partida cuando se
lizada, más personalizada. aborda este problema. A partir de este estudio, resulta difícilmente
Dicho esto, conviene relativizar nuestro análisis ya que la religión concebible sostener este tipo de planteamiento. En efecto, es posi-
sigue siendo un elemento bastante discriminador en este estudio. En ble formar parte de una misma cadena, de una misma línea genea-
las opiniones de los entrevistados se observa que creer tiene una gran lógica y transmitir valores y maneras de pensar sin compartir esa ma-
importancia en relación con la fe, la búsqueda de sentido, pero, pa- nera un tanto fantasmagórica de concebir la transmisión entre
radójicamente creer tiene relativamente poca influencia en los otros generaciones.
valores, excepto tal vez en algunos creyentes convencidos y relati- En esta encuesta, en todas las generaciones de una misma familia
vamente tradicionales; pero estos siguen siendo minoritarios, lo que aparecen diferentes formas de transmisión de valores y conceptos im-
podría ilustrar la opinión de Yves Lambert: «Las religiones no son más portantes; se pueden encontrar valores cercanos a certezas inmuta-
que unas opciones entre otras... No escapan al relativismo general ni bles que se transmiten a la siguiente generación sin verdaderos cam-
a un desmembramiento.» bios. Del mismo modo dicha transmisión se puede presentar en forma
Por otra parte, entrevisté a hijos de padres no creyentes, e incluso de un cuestionamiento mutuo sobre los grandes problemas de la vi-
ateos militantes, que se consideran a sí mismos a la búsqueda; una da, y esto a cualquier edad. Incluso se puede dar una ruptura con al-
joven, muy unida a su familia comunista militante, por contra se plan- gunos puntos, algunos valores, particularmente con la fe. Finalmente,
tea la pregunta del bautismo, ¡pero en una iglesia protestante! ¡Esto se habría podido encontrar una negación, un rechazo de toda trans-
parece confirmar un cierto rechazo del catolicismo percibido como de- misión, hecho este que aparece más bien en la generación joven, pe-
masiado «totalitario»! ro de manera menos intensa también en las generaciones de los pa-
Ahí es donde la transmisión no parece funcionar, cualesquiera que dres y abuelos. No obstante, esta última posibilidad sólo ha aparecido
sean las convicciones de los padres. Padres muy comprometidos re- una vez en este trabajo y en un caso habría que matizarla bastante.
ligiosamente tienen hijos que ya no lo están e incluso que rechazan
la fe; al menos, desean vivirla de forma diferente, tener una búsque- Transmisión sin alteraciones
da más profunda, sin conformarse con una verdad cerrada que vie-
ne de lo alto... Si se toma el conjunto de la encuesta cualitativa, es posible encontrar
familias en las que la transmisión parece funcionar de generación a
generación, de manera casi inalterable. En los datos procedentes de
18 Taizé es una comunidad ecuménica internacional fundada en 1940 en Taizé, Francia, esta encuesta, esta forma de transmisión de tipo tradicional, clásica,
por el hermano Roger. Organiza encuentros internacionales de jóvenes y adultos. a base de fuertes convicciones que aparecen en todas las generacio-
El 5 octubre de 1988 celebró un encuentro en el que participó el papa Juan Pablo nes, funciona en muy pocas de las familias entrevistadas. No obs-
II. Más información en: www.taize.fr. [N. del T.]
19 Paray-le-Monial: Es un lugar al que cada año más de 300.000 personas acuden en tante, este tipo de transmisión existe. Se observó esencialmente en
peregrinaje. La Comunidad de Emmanuel se encarga de organizar los eventos. Más dos familias de tres generaciones. Se trata de familias bastante aco-
información en: http://emmanuel.info/fra/fr/paray/. [N. del T.] modadas y de fuerte tradición católica; la práctica religiosa se man-

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tiene desde los abuelos hasta los nietos, al menos para los partici- raciones, frente a una vida cambiante que desafía sin parar la propia
pantes en la encuesta. En este tipo de transmisión, siempre dentro del conciencia. Hay una especie de cuestionamiento intergeneracional;
marco de esta encuesta, parece que la fe sea el pivote de una trans- ya no se da la transmisión lineal, de padre a hijo. Casi sería posible
misión sin verdadera ruptura. La fe no sería por fuerza portadora de hablar de intercambio recíproco de valores.
los demás valores, pero favorecería una transmisión sin ruptura. Así ¿Se puede afirmar que es la nueva generación, frente a los cam-
mismo tendría un rol más central de lo que parece explícito. bios de la sociedad, la que ha influido en sus abuelos o en sus pa-
Esto no significa, por el contrario, que estas familias puedan ser ca- dres? No es posible afirmarlo con seguridad. Tal vez pudieran ser los
lificadas de tradicionalistas, en el sentido en el que se entiende este cambios de la sociedad los que están planteando preguntas a cual-
término normalmente. En estas familias, la fe es la clave de los va- quier edad; por otra parte ambos supuestos no son incompatibles,
lores y debe transmitirse; de hecho, se transmite. Como dijo una ma- siendo como son los jóvenes los portadores de esos cambios. No obs-
dre de familia, todo se fundamenta en la fe y hay que transmitirla: tante, cualesquiera que sean las incertidumbres principalmente re-
«Pienso que lo más importante en los valores que transmito a mis hi- lacionadas con la adolescencia, aparece entonces un diálogo que se
jos es la relación personal con Dios. Al menos es lo primero, porque instaura entre las diferentes generaciones. Por medio de estos inte-
en mi opinión todo lo demás se desprende de eso.» rrogantes, de estas dudas, es como se transmiten entre las genera-
ciones los valores importantes a las futuras generaciones, como po-
Transmisión y cambio demos ver en una abuela de origen humilde que rechaza una fe de
convicciones absolutas y prefiere la confianza,21 pero que añade: «Me
En otras familias también es posible hablar de transmisión. Sean cua- gustaría darles a los niños estos valores, sobre todo la fe». El deseo
les fueren las generaciones, se da una transmisión de valores y de y la importancia de transmitir los valores y los puntos de referencia
conceptos importantes; tanto los abuelos como los padres y los hijos siguen siendo importantes, aunque puedan cambiar a lo largo de
se consideran a sí mismos como los eslabones de una misma ca- las generaciones. A cualquier edad de la vida, las personas no re-
dena que llega más allá de ellos. Así, esta madre piensa que es el pri- chazan el reformular, pero queda un núcleo central que todos quie-
mer elemento de una tradición que va más allá de ella misma.20 Sin ren seguir transmitiendo, incluso los jóvenes. Aquí, se puede por lo
embargo, no podemos hablar aquí de la homogeneidad precedente, tanto hablar de transmisión.
es decir, de una transferencia inmutable de convicciones, religiosas Finalmente, hay familias en las que la fe está ausente, pero en las
o no, de los mayores a los más jóvenes. En realidad, aquí se trata de que los valores de la humanidad se transmiten. Hay opiniones simi-
la transmisión de valores importantes, «valores pilar» llegaron algu- lares sobre la existencia, aunque no tengan una religión determina-
nos a decir, en cualquier caso de un núcleo de conceptos humanos da. No obstante, en una de ellas, la hija echa de menos algunos va-
tales que «habría que poner todos esos valores en el centro para que lores que «en otro tiempo transmitía la Iglesia Católica», convertida
fuera perfecto... Son el ideal si se puede tenerlos todos...» –afirma un ahora en una institución demasiado moralizadora, según su opinión.
joven de 22 años–. Compara todos esos valores de referencia a los En todas estas familias, incluso en aquellas en las que aparece una
«pilares de la vida». especie de cuestionamiento, en las que la religión no tiene una gran
Este planteamiento más bien parece la transmisión de una gene- importancia, no hay una verdadera ruptura. Valores importantes co-
ración a otra de una forma de cuestionamiento frente a la compleji- mo la solidaridad, la tolerancia, el respeto al otro, e incluso la ho-
dad de la vida. Es lo que encontramos en la mayoría de familias en- nestidad, ocupan un lugar preponderante y se transmiten entre ge-
trevistadas. Ya no se transmiten certezas absolutas, sino una especie neraciones, aunque no siempre sean vividos de la misma forma.
de intercambios, de observaciones que se entrecruzan entre gene- En algunos casos, sin embargo, la transmisión no es tan tangible.
Puede haber elementos de ruptura, aunque la transmisión funcione
20 «Siempre me he considerado el eslabón de una cadena. En este aspecto, conviene
ser firme y enseñar a los hijos a ser firmes, porque esta cadena va mucho más allá
que la humanidad, que la familia, que la patria, que... El mundo en su conjunto, de 21 «Lo más importante es descubrir a Dios y después confiar en él, pero la Iglesia o
hecho los otros, pero es sumamente difícil.» el Papa...»

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en algunos aspectos. Muchos, en lugar de rechazar a priori los va- Algunos valores pueden ser adquiridos a lo largo de la vida. En una
lores de las generaciones precedentes, piensan que cada generación familia relativamente clásica y de ingenieros, la educación es esen-
hace sus elecciones a posteriori basándose en lo que la generación cial en la transmisión de valores, incluso si para el hijo resulta posi-
precedente le ha propuesto o incluso inculcado. ble adquirir otros nuevos con las experiencias que viva: «Aunque no
Por ejemplo, está el caso de una familia en la que las tres genera- se encuentren todos los valores de los propios padres, creo que una
ciones de mujeres desean transmitir valores. La madre piensa tam- gran parte proviene de la educación que se recibe y que siempre ob-
bién que la influencia de los padres es importante, aunque la forma tenemos una cierta parte de valores en nuestra educación. Y segu-
de vivir los valores pueda evolucionar e incluso «mejorar de genera- ro que se siguen obteniendo otros conforme pasa la vida».
ción en generación». Para la hija mayor, la educación de los padres De la misma manera, en otra familia, recompuesta, los valores se
es muy importante; «la familia hace mucho, en fin, la educación en reciben en primer lugar en la familia, pero también se construyen
cualquier caso... Algunos no tienen puntos de referencia porque no a lo largo de toda la vida: «Seguro que me los han transmitido.
han tenido padres». En cuanto a la nieta de 17 años, piensa que es Aunque eso depende. Pero hay algunos que no he encontrado en
importante recibir valores de sus padres, aunque se pueda hacer una mi familia, o bien que he adquirido por oposición... Hay algunos va-
selección de ellos: «Respecto a los valores, hay que aprenderlos, por- lores que he desarrollado por mi propia experiencia, bastante re-
que si no, habría egoísmo y un montón de cosas. Los valores em- cientemente, porque creo que durante toda la vida uno construye
piezan en nuestra familia porque es el primer lugar en el que uno es- y reflexiona acerca de dichos valores.» La hija no habla de mane-
tá, pero después también se aprenden otras cosas en la escuela... ra diferente: «Creo que son cosas que se reciben de la familia en
Después se hace una selección». El hijo de 21 años, alumno de in- general, de los padres…, pienso sobre todo cuando uno es pe-
geniería, confirma dicha afirmación: «Transmitir, al menos intentar queño. Después las influencias se diversifican, ya sea de personas
proporcionarles lo necesario para que puedan establecer su propia con las que uno se encuentra y que tal vez nos han influido mucho,
visión; no se puede intentar imponerlo todo.» valores que vienen de mis abuelos a través de mis padres; a veces
En otra familia, bastante acomodada, la madre quiere transmitir, son las circunstancias también.»
pero dice que sus hijos escogerán con lo que se quedan: «He in- Finalmente, hay una familia en la que la transmisión plantea pro-
tentado transmitirles, pero soy completamente consciente de que blemas. Se trata también de una familia recompuesta. Para la ma-
en un momento dado los valores deben ser personales más que dre, estamos en una cadena en la que cada uno debe adaptarse se-
transmitidos y son ellos los que tienen que descubrirlos». Da la gún el mundo en el que está situado; por lo tanto se trata de un
impresión de haber tenido éxito, ya que su hija dice haberlo recibi- proceso evolutivo: «Estamos en una cadena pero que cada genera-
do todo pero enseguida hace su elección personal, tal y como es- ción modifica, aporta, transforma… ya sea para bien o para mal; por-
peraba su madre: «Yo diría que, por supuesto, cuando uno es pe- que el mundo cambia, y en el ser humano hay también una gran ne-
queño lo recibe todo... y después cuando se habla de crisis de cesidad de adaptación.» El hijo mayor no rechaza la idea de transmitir
adolescencia... se hace la selección de lo que uno se queda y de lo cosas a sus hijos, pero le gustaría que ellos se forjasen también sus
que rechaza.» propios valores.23 Pero su hermano menor rechaza por completo to-
En otra familia, se produce aproximadamente el mismo discurso; la
madre y el hijo quieren transmitir los valores esenciales y recibidos,
pero saben que dichos valores pueden evolucionar según las gene- 22 «Es la educación que he tenido. Me gustaría mucho que mis hijos tuvieran la mis-
raciones. La madre habla extensamente de la transmisión, pero cree ma, pero por supuesto yo tendría que darle mi toque personal. Que no sea la reli-
que todo ello puede cambiar con el paso de las generaciones: «Son gión de mis padres la que les inculque, sino la mía personal junto a la de mi espo-
los valores que realmente he vivido en el seno de la familia... Respecto sa; y juntar los dos cabos y después construir algo, y que siga evolucionando.»
23 «Me gustaría tener hijos pero para transmitirles cosas, creo mucho en el hecho de
a los niños, me gustaría decirles que me vean vivir y que tomen lo
que uno se hace a sí mismo. Por lo tanto, intentaría con todas mis fuerzas transmi-
que sea bueno para ellos.» A su hijo le gustaría transmitir lo que ha
tirles cosas que considera que están bien. Y lo que más me gustaría transmitirles
recibido, pero sin rechazar la idea de construir, aportando su estilo es la fuerza de la vida, querría que descubrieran la mayoría de cosas por ellos mis-
personal y el de su esposa.22 mos.»

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da noción de transmisión: «No veo claro lo que se puede transmitir, Peso y papel de las instituciones
sabe usted, porque a menudo los hijos hacen lo contrario que sus
familias... Y además porque no se sabe lo que se intenta transmitir... Siempre hemos insistido en la importancia de la familia en el proce-
No quiero transmitir porque son obligaciones muy pesadas.» Es el so de transmisión; no es necesario volver sobre este punto. Lo mis-
único caso de negación total de la transmisión recogido en esta en- mo ocurre con las instancias religiosas, esencialmente en esta en-
cuesta. cuesta cuando se refiere a la jerarquía eclesiástica. Como hemos visto
No hay pues un verdadero rechazo de los valores recibidos, de rup- antes, si la fe en Dios no es cuestionada, la relación con la institución
tura de transmisión, excepto tal vez en lo que concierne a la fe que «Iglesia» aparece como algo más problemático. La pertenencia a una
plantea un problema particular. En realidad no es transmitida, excepto religión ya no viene dada por el nacimiento; cada uno elige su ma-
en algunos pocos casos en los que todo se transmite, se podría de- nera de vivir, su profesión e incluso su religión; esta última implica una
cir «a la antigua usanza», y funciona de manera inmutable, al menos adhesión interiorizada, pero una adhesión crítica. Se observa un des-
en lo que respecta a las personas entrevistadas, ya que no se puede plazamiento del sentimiento religioso y de las creencias.
prejuzgar lo que los otros hijos de estas familias hubieran podido de- La adhesión a la dimensión institucional de los valores religiosos
cir. La fe es principalmente un aspecto cuestionado, sean cualesquiera deja su lugar a la dimensión cultural, simbólica, a una búsqueda de
las generaciones interrogadas aquí. sentido, en una reivindicación personal, individual. La necesidad siem-
pre real de trascendencia se encuentra cada vez más individualiza-
Variables discriminantes da, más personalizada.
Por el contrario conviene prestar atención al peso de la escuela y
Ateniéndonos a esta encuesta, podemos decir de forma resumida: no de los medios de comunicación. Sin embargo, no hubo muchos co-
es posible determinar qué elemento plantea un problema específico mentarios por parte de los entrevistados sobre este aspecto. No obs-
en cuanto a la transmisión, si se trata de la edad, del sexo o del am- tante, especialmente en lo que concierne al peso de la escuela en
biente sociocultural. A lo largo del presente estudio encontramos los la transmisión de valores, pudimos constatar algunas observacio-
mismos ideales, los mismos deseos de transmisión, las mismas in- nes interesantes, algunas positivas y otras más negativas.
quietudes en cuanto a la posibilidad o no de transmitir. Para algunos, la escuela es fuente de transmisión de convivencia.
Lo que parece más revelador es el cuestionamiento de un mundo «En la escuela se está con otros y uno aprende a vivir con ellos»,
en continua trasformación; es algo palpable en todas las generacio- dice un chico de 21 años. Con mucha lógica también comenta que la
nes, incluso entre las personas de más edad, como por ejemplo un escuela es fuente de cultura, tal como se había puesto de manifies-
abuelo de 84 años, deportado de guerra, que también piensa que las to en el sondeo de 1993. La escuela «tiene que ver con la cultura –di-
cosas pueden evolucionar. ce un padre–, para mostrarles que existen cosas bellas.» Y añade:
También hay que observar que las dos o tres familias en las que to- «Cuando uno es pequeño aprende a razonar; no somos los padres
do parece inquebrantable, inmutable, son familias de un grupo social los que les enseñamos a razonar sino la escuela.» Para otros, co-
que se puede calificar como «vieja burguesía tradicional» y de for- mo un padre de familia de 55 años, la escuela representa «la autori-
mación militar. No obstante, incluso en esas familias, se pudo en- dad, el trabajo». Lo que confirma una madre de 45 años: «Aprendí
contrar una abuela que cree en una posible evolución; así tenemos en la escuela la autoridad, el deber, las cosas que me dan miedo».
el caso de una abuela que, a sus 90 años podíamos calificar de «re- Otro chico de 19 años precisa que, si la escuela es fuente de valo-
volucionaria». Otra de esas familias de la llamada vieja burguesía tra- res como el trabajo, el deber y la autoridad se debe al hecho de que
dicional permitió que aparecieran en su medio una forma de búsqueda es un reflejo de la sociedad.24 Finalmente, para un padre de 62 años,
y una mayor apertura. antiguo contramaestre, la escuela enseña mucho; habla de lealtad,
Posiblemente debido al tipo de encuesta utilizado, no es posible de tolerancia, de solidaridad y, por supuesto, de saber y de cultura.
aquí determinar si tal ambiente sociocultural, tal sexo, tal generación
o tal edad percibe el problema de los valores y de la transmisión de 24 «Trabajo, deber, dinero, verdad, autoridad, en mi opinión es principalmente la so-
una manera específica. ciedad la que enseña estas cosas por medio de la escuela.»

34 35
Piensa que el respeto a las personas debería ser aprendido tam- y deforman la realidad. Incluso los jóvenes subrayan este hecho;
bién en la escuela.25 Su mujer analiza el problema del mismo mo- así por ejemplo una estudiante dice: «Los medios de comunicación
do: «La escuela está ahí también para transmitir valores, una educa- nos hacen creer cualquier cosa... dan una imagen de la sociedad que
ción moral, como había en los tiempos de los profesores de moral... no se corresponde con la realidad. [...] Es el colmo, unos medios de
Un buen profesor puede transmitir por su trabajo, por su manera de comunicación son importantes porque son los encargados de pro-
hacer las cosas.» Otra madre, profesora de matemáticas, considera porcionarnos la información, etcétera.» Para un chico de 20 años:
que se debería revalorizar la educación cívica. «Los medios de comunicación me dan miedo; es un círculo vicioso,
Pero otros padres piensan que no se debería tomar a la escuela co- siempre machacan las mismas cosas; usan un vocabulario simplista,
mo sustituto de la educación de los padres. «Se le pide demasiado a hacen reflexiones simplistas... Los medios de comunicación son de
la escuela y cada vez más se observa cómo los padres dimiten de mala calidad y tienen un rol fundamental por desgracia –por desgra-
sus funciones –dice una joven estudiante–. Los profesores no son cia y por suerte–, pero el problema es que lo utilizan mal.» Para un
nuestros padres.» Otra joven afirma: «Hay padres que piensan que padre, los medios de comunicación hablan demasiado de la violen-
la escuela debe hacerlo todo. No, los padres también están ahí pa- cia y siempre están echando leña al fuego: «Hablan demasiado de la
ra educar; la gente delega en los maestros y los profesores, pero creo violencia... Y es algo que siempre ha existido; en el siglo XIX ya se ha-
que a pesar de todo la base es la familia.» blaba de eso, al igual que se hablaba del paro; pero no había medios
Del mismo modo, un padre de 69 años se queja de que, en su opi- de comunicación como ahora que hablan de las ciudades y otras co-
nión, «la escuela ha renunciado a sus enseñanzas morales». Una jo- sas.» Una chica de 18 años lo dice de esta manera: «Antes, uno se
ven estudiante añade: «Soy pesimista; el papel de la escuela ha cam- enteraba menos de lo que pasaba en otros sitios». «A los medios
biado mucho.» ¿Se trata de un lamento por la ausencia de una de comunicación les encantan las exclusivas», comenta un padre, y
formación cívica o de una clase de moral laica? Un abuelo, antiguo eso le molesta visiblemente. Para una estudiante de trabajo social,
contramaestre, recordó rápidamente esa asignatura. «los medios de comunicación no ayudan a reflexionar... Su influencia
Se da otra forma de «institución», no una institución con autoridad es realmente nefasta».
conferida sino una que se impone en nuestra sociedad; como son los Todos coinciden en la importancia de la influencia de los medios de
medios de comunicación de masas, especialmente la televisión. El fi- comunicación, pero la encuentran esencialmente negativa; solamen-
nal del siglo XX se distingue por un exceso de informaciones. Esta te una chica, estudiante de economía de 22 años, da una nota un po-
abundancia excesiva de información que caracteriza a esta sociedad co más positiva: «No estoy en contra de la actuación de los medios
altamente mediatizada por los medios de comunicación, ¿no la con- de comunicación, al contrario, estoy por la libertad, pero pienso que
vierte en una sociedad «informe», mal formada, de lo que se deriva a veces no saben reflexionar demasiado y no siguen exactamente
ese sentimiento de ausencia de valores? Este sentimiento se impo- el mejor camino.» Dice además: «Al menos conviene decir que los jó-
ne aún más en una sociedad que se caracteriza por su masificación venes prestan mucha atención a los medios de comunicación.»
y por su individualismo. Esta paradoja es sólo aparente; son las dos Todo esto nos permite confirmar que los jóvenes no rechazan los va-
caras de una misma moneda. Pero esta oposición aparente en el lores que les son transmitidos, principalmente por la familia y por la es-
interior de la sociedad hace de ella algo frágil y permeable a esta «in- cuela, pero desconfían de las instituciones que parecen ser dema-
formación deformadora» de la que hablábamos antes. siado dirigistas o demasiado impositivas, como la Iglesia o los medios
Incluso si el impacto causado en los encuestados no es muy im- de comunicación, a pesar de lo diferentes que son. Es evidente que
portante, merece la pena tomarlo en cuenta. Para muchos de los que los jóvenes pueden ser influidos sin darse cuenta; no obstante, tienen
han abordado esta cuestión, los medios de comunicación amplifican miedo de ser manipulados y desprovistos de responsabilidad.

EL FUTURO
25 «El respeto a las personas, debería ser aprendido en la escuela... La autoridad, tal
vez un poco más tarde; la solidaridad se debe aprender de jovencito... En la escuela Antes de intentar concluir, conviene considerar todavía lo que todos
es donde se aprende eso.» esos entrevistados, todas esas generaciones mezcladas dijeron so-

36 37
bre el futuro. Dos tercios de los padres y de los jóvenes consideran ta.» Otra madre, divorciada, dice: «Por el contrario, soy muy optimista;
el futuro de forma positiva. Otro tercio se inquieta ante la evolución se está terminando algo, una etapa de la civilización, un momento de
de la sociedad y del mundo. Esta constatación puede sorprender pe- cambio, y nos dirigimos hacia otra. Seguro que será difícil para mis
ro no se puede negar. hijos, porque sin duda no serán ellos los que la verán nacer, pero el in-
Una especie de confianza matizada por algunos interrogantes apa- vierno es magnífico porque trae la primavera.» Otra joven se ve a la
rece en esta encuesta: «Sí, tengo confianza en el futuro a pesar de vez «esencialmente pesimista y esencialmente optimista.» Y añade:
todo», dice una madre de 62 años, que ya era abuela. «Soy más bien «Mi visión del mundo es catastrófica: un mundo de egoísmo, de falta
optimista –dice también un padre– pienso que aún se puede actuar de inversión en la persona y de un consumismo estúpido. Pero lo que
con sensatez y creo que las personas al fin y al cabo no son realmente espero realizar, no necesariamente a gran escala, sino en mi existen-
malvadas.» «Ni optimista ni pesimista –dice otra madre–; debo de- cia, será algo ambicioso y creo que intentaré que así sea.»
cir también que tenemos suerte; pienso en mis padres. A los 50 años Para otros, no obstante, el futuro es inquietante, asusta. Una es-
ya estaban mucho peor físicamente que nosotros.» tudiante de 23 años confiesa: «Sí, tenemos miedo del futuro; no creo
Para un padre de 55 años, en el paro desde hacía dos, «la huma- que sea algo específico de los jóvenes tener miedo al futuro.» Plantea
nidad no está perdida; hay algo bueno en el ser humano... Dicho elementos inquietantes: «Hay elementos que, objetivamente, son in-
esto, para vivir todos los días, hay que rodearse de personas que irra- quietantes –dice un padre de 45 años–, porque hay un gran mate-
dien un poco de optimismo, de felicidad...» rialismo y a la vez medios de destrucción masiva.» Una estudiante de
Muchos piensan que este futuro depende de nosotros, que lo cons- 22 años piensa que «el futuro es incierto para los futuros estudian-
truimos nosotros mismos. Son los jóvenes los que lo afirman. «De to- tes». Otra joven, ya profesora de universidad, piensa: «Estamos en
das formas, pienso que nosotros somos los que labramos nuestro una sociedad en declive y, en nuestra sociedad capitalista, no se
propio futuro; si empezamos a decir que el mundo es de los asesi- llega a encontrar la manera de escapar de esta situación.»
nos, más vale parar del todo; no, ¡el futuro sólo puede ser bueno y Quizá, antes de concluir, podríamos terminar este estudio con una
hermoso!», dice una joven de 23 años. nota optimista de una profesora de instituto, madre de la joven profe-
Para otro chico de 22 años: «No hay más remedio que tener ganas sora de la que acabamos de hablar, que afirma: «Quiero ser optimis-
de luchar para forjarse un porvenir y pienso que si nuestro porvenir ta; es decir; no se puede ser ingenuamente optimista, en cuyo caso
nos cayera del cielo por las buenas, no se avanzaría.» Su hermano estaría ciega, pero quiero ser optimista y pienso que los jóvenes tie-
menor añade: «Lo que sería importante para mí sería construir co- nen realmente energía de sobra. Hay energía de sobra en la juventud
sas, no necesariamente el día de mañana, sino para poder gobernar y pienso que, al menos de momento, está siendo mal empleada; qui-
mi futuro.» Una estudiante de trabajo social cree que el futuro «es una siera que estos jóvenes descubrieran en ellos mismos la fuerza y el
de las cosas que espero construir en mi vida».26 deseo de transformar el mundo y de hacerlo mejor de lo que es.»
Según ellos, la sociedad se transforma, evoluciona. «No soy pesi-
mista –dice una madre profesora de instituto–, ellos van a construir
un mundo, van a encontrar su lugar en él, pero es menos seguro que CONVERGENCIAS
cuando yo era joven.» «No sabría decir si se trata de progreso –dice
una joven de 20 años–, pero estoy segura de que sí hay una evolu- Llegados a este punto, resulta también interesante considerar en qué
ción... En cualquier caso, la sociedad evoluciona; de progreso se pue- aspectos coincide nuestro trabajo con estudios recientes. Así, los pri-
de hablar porque ahora nos planteamos más preguntas.» Un chico meros resultados de la tercera edición de la encuesta europea so-
de 20 años, futuro geógrafo, piensa que: «Es verdad, cuando se habla bre los valores realizada en 1999 que tenían relación con los fran-
de valores y de todo eso, uno tiene tendencia a ser más bien optimis- ceses27 corroboran en gran parte lo que muestra este estudio sobre

26 Añade: «Soy optimista porque creo que cada uno tiene un potencial en sí mismo pa-
ra arreglárselas, para hacer algo con su vida; sin duda hay recursos imprevistos 27 P. Brechon (ed.), Les valeurs des Français. Evolutions de 1980 à 2000 (U-Sociologie),
en el ser humano.» A. Colin, París, 2000.

38 39
las líneas genealógicas en relación a la transmisión a finales del si- recientemente; hoy es posible creer sin pertenecer a una iglesia, y li-
glo XX. mitarse a explorar las diversas tradiciones religiosas. Es un poco un
La familia no es un valor pasado de moda; no está amenazada por catolicismo «a la carta» lo que aquí se muestra.30
la modernidad, ni siquiera por la ultramodernidad.28 Es cierto que los Y aunque parezca paradójico, se percibe una especie de aumento
modelos de familia evolucionan; la institución familiar ha cambiado; hay de creencias, principalmente ligadas con los aspectos que tienen que
una disminución del número de bodas, una multiplicación de las fami- ver con las circunstancias tras la muerte; en esta tendencia encontra-
lias llamadas monoparentales o recompuestas. No obstante, todas las mos incluso a los sin religión, lo que corresponde más a una bús-
encuestas muestran que la familia sigue siendo, cualitativamente, un queda de modelos más flexibles, menos dogmáticos y más abiertos a
valor esencial para los franceses de todas las edades. Constituye a me- las elecciones personales. Se desarrolla pues un creer sin pertenen-
nudo el eje central de la vida, el que favorece la existencia, el lugar de cia real a ninguna religión. La tendencia a salir de la religión continúa,
transmisión de la vida, donde el amor y la ternura se expresan, y don- pero las necesidades espirituales se expresan tanto más fácilmente
de se manifiesta la solidaridad entre las generaciones. cuanto más separadas están de los asuntos de las iglesias, princi-
La vida en pareja favorece la tolerancia y constituye una llamada palmente de la Iglesia Católica.
a la fidelidad conyugal. Parece ser un factor más importante en las Siempre según las encuestas europeas, la politización no es muy
generaciones posteriores al baby boom. Los jóvenes del sondeo de elevada; los franceses no están muy ávidos de participar en la vida
1993 ya mostraban esta tendencia, puesto que dos tercios de ellos política. Cada vez menos aceptan entrar en un molde propuesto por
(65%) asociaban sistemáticamente fidelidad y amor; el porqué y el el sistema político e institucional. Desean, por el contrario, hacer va-
cómo de esta asociación han sido ampliamente tratados en nuestro ler su singularidad. Esta actitud concuerda con un cierto rechazo de
estudio. La fidelidad sigue siendo al mismo tiempo un valor y un ob- la política, constatado también en la encuesta realizada para la pre-
jetivo. La mayor parte de los franceses valoran además la idea de la sente tesis.
fidelidad como algo útil, incluso indispensable, para tener un completo En el estudio llevado a cabo en el marco de esta tesis, el futuro era
éxito en una relación amorosa. Muchos son los que piensan que ha- visto de manera bastante optimista por dos tercios de los encuesta-
ce falta mucho esfuerzo y que hay que ser capaz de hacer conce- dos. La encuesta europea atenúa este juicio; en ella se deduce que
siones para lograrlo. También piensan que la sociedad y sus institu- los franceses son optimistas por lo que respecta a sí mismos pero pe-
ciones reconocidas (Iglesia, Estado, convenciones sociales) no deben simistas sobre el conjunto de la evolución de la sociedad. No obstante
interferir en la vida privada. Eso confirmaría el tercer nivel de laicis- hay concordancia respecto a la preocupación por el medio ambiente;
mo del que habla Jean Baubérot, y que se caracteriza por un proce- parece estar igualmente bastante poco presente en las encuestas eu-
so de desinstitucionalización.29 ropeas. Los medios de comunicación hablan abundantemente de es-
Habiendo apoyado esta tesis con nuestra encuesta, este hecho vie- te tema; los franceses, incluidos los jóvenes, aún parecen poco sen-
ne también a confirmar esta evolución hacia un cierto modo de indi- sibles a este valor. Es cierto que no es un valor transmitido por la
vidualización y de rechazo de una obediencia demasiado estricta res- generación precedente.
pecto a la mayor parte de las instituciones. Lo que se une a lo que Los diferentes trabajos publicados recientemente han puesto de re-
afirman las recientes encuestas europeas. Sigue desarrollándose un lieve la importancia de la transmisión por parte de los padres, aunque
efecto de erosión del poder religioso; hay una individualización de la haya cambiado de naturaleza. Ya no se hace a través de unas rela-
apropiación de los bienes simbólicos. La religión institucional se ha- ciones autoritarias, de arriba abajo, sino que más bien procede de las
ce cada vez más débil, aunque su retroceso esté siendo más lento relaciones personales. Olivier Galland escribe que «el debilitamiento
del poder prescriptivo de las normas impersonales es coherente con
este avance de lo «relacional». A partir de este hecho se puede afir-
28 Esta expresión fue retomada por Yves Lambert en su artículo «Religion, modernité,
mar que las convicciones morales se forjan a través de las relaciones
ultramodernité: une analyse en terme de «tournant axial», Archives de Sciences
Sociales des Religions n.º 109, enero-marzo 2000, págs. 87-116.
29 J. Baubérot, Histoire de la laïcité française. Que sais-je? n.º 3.571, PUF, París, 2000,
30 J.-L. Schlegel, Religions à la carte, Hachette Littérature, París, 1995.
pág. 123.

40 41
interpersonales».31 Esto confirma lo que el estudio llevado a cabo pa- ta más bien de un movimiento de autonomización del individuo que no
ra la tesis ha mostrado sobre el cuestionamiento mutuo intergenera- quiere que le impongan sus normas éticas desde el exterior. Las cues-
cional. tiones sobre el sentido de la vida siguen presentes, pero las respues-
En esta misma encuesta se planteó el problema de creer. En las tas evolucionan según los individuos y los momentos de la vida.
opiniones de los entrevistados se observa que creer tiene una gran Es difícil e incluso inadecuado, ante esta constatación, dar con-
importancia en relación con la fe, la búsqueda de sentido; pero, pa- clusiones generales sobre la transmisión de valores limitándose a una
radójicamente creer tiene relativamente poca influencia en los otros investigación llevada a cabo únicamente en Francia.
valores, excepto tal vez en algunos creyentes convencidos y relati- En este contexto, la opinión de Alain Touraine resulta relevante:
vamente tradicionales, que siguen siendo minoritarios, lo que podría
ilustrar la opinión de Yves Lambert: «Las religiones no son más que «Ya no hay que llamar moderna a la sociedad que hace tabla rasa
opciones entre otras... No escapan al relativismo general ni a un des- del pasado y de las creencias, sino a la que trasforma lo antiguo
membramiento».32 en moderno sin destruirlo, la que incluso sabe actuar de tal forma
Sin duda es posible subrayar en unas pocas líneas lo que esta te- que la religión sea cada vez menos un vínculo comunitario, cada vez
sis tiene de original y que a la vez supone la quintaesencia de nues- más una llamada a la conciencia que hace estallar los poderes so-
tra investigación. Al trabajar con líneas genealógicas partiendo de en- ciales y enriquece el modo de subjetivización... Al igual que no hay
trevistas cualitativas, el análisis muestra, por una parte, una transmisión democracia sin disminución de las distancias y de las barreras so-
siempre presente pero que ya no viene como imposición sino como ciales, sin una ampliación del mundo de la decisión, no puede exis-
propuesta, ya que a menudo dicha propuesta es recibida, a veces dis- tir una democracia sin un acercamiento de la ética de la responsa-
cutida y se suele presentar en un contexto en el que padres e hijos bilidad y de la ética de la convicción, sin una superación de las
se interpelan mutuamente en una sociedad en movimiento; por otra fronteras trazadas entre la razón instrumental, la libertad personal y
parte, los valores ya no provienen de obligaciones externas, sino de las herencias culturales, sin reconciliación del pasado y del futuro.»33
una apropiación personal de exigencias de conciencia libremente
aceptadas, prefiriendo una moral de convicción y de responsabilidad. En nuestros días la genética nos enseña que, sea cual sea el color
Como hemos visto, esto es particularmente verdad en lo que con- de nuestra piel, todos tenemos los mismos antepasados y somos por-
cierne a las creencias; siempre hay búsqueda de sentido, pero ya no tadores de un capital genético idéntico. Del mismo modo, el modo de
se recibe de arriba; es más bien el fruto de una búsqueda personal. El expresión de los valores puede variar según los tiempos y los luga-
sentido religioso no desaparece, sino que se metamorfosea. Del mis- res, mientras que su realidad profunda permanece inalterable.
mo modo, puesto que el sistema referencial ya no cae por su peso, En cuanto a la transmisión, se la puede comparar al crecimiento y
cada cual se da a sí mismo sus valores con el sesgo de sus propias al desarrollo de las plantas y podemos retomar aquí la metáfora del ár-
experiencias y de su subjetividad. Se produce, por lo tanto, una es- bol.34 De un solo tallo cuyas raíces se sumergen en el suelo, salen múl-
pecie de subjetivización de los valores; esto se confirma en la medida tiples florecitas. Fecundados, sus granos vuelven a la tierra y nuevos
en la que los valores de la encuesta más objetivos, más trascenden- tallos salen del suelo; de nuevo, llevan numerosas flores. Quizás ocu-
tes tales como la autoridad, la patria, la razón, el bien, son conside- rre lo mismo con los valores que salen de un mismo terreno humano
rados como menos fundamentales. De este hecho se deduce una es- y de su transmisión o reproducción a lo largo de las generaciones.
pecie de fragilización de los valores. No obstante, sería falso identificar No es la reproducción de lo idéntico sino un engendramiento que
esta individualización con una especie de anarquía, de anomía. Se tra- justifica que los valores puedan evolucionar y no sean clones que

31 En Les valeurs des Français..., pág. 214. añade: «Así se puede comprender cómo 33 A. Touraine, Critique de la modernité, Fayard, París, 1992, pág. 371.
la fidelidad en la pareja es de nuevo importante: la confianza recíproca es el cimiento 34 Hay un tronco único en el que se pueden injertar y crecer las diversas ramas de
de relaciones cuya solidez ya no se garantiza por principios intangibles». las civilizaciones y de las culturas, con un acuerdo sobre lo que es bueno o malo pa-
32 Ibídem, pág. 152. ra el hombre al menos en los aspectos esenciales.

42 43
se renueven sin alteración ni cambio. Transmitir es también saber des- Capítulo 2
pojarse para que el otro pueda creer, e incluso reinterpretar, según
su proyecto de vida.
Aunque debilitados por la autonomía del sujeto, los puntos de re-
ferencia no parecen haber desaparecido. Haciéndose eco de este es-
tudio, Jean Buabérot también lo atestigua: «¿Se han perdido los pun-
¿Por qué abandonan la iglesia
tos de referencia? ¡Ni mucho menos! Podemos encontrar muchos, en nuestros adolescentes?
diversos lugares, a nuestra disposición. Ya no nos envuelven. Han
perdido su trascendencia. No por ello han dejado de existir y los uti-
lizamos a nuestro gusto.» Y añade: «Hemos asumido nuestra res- Un estudio sobre la Iglesia Adventista en
ponsabilidad. Moralmente hablando somos mayores de edad. Nos to- América del Norte
ca a nosotros saber cómo vivir.»35
Esta investigación se ha centrado principalmente en las líneas ge- Roger Dudley1
nealógicas dentro de las clases medias de la sociedad francesa, a lo
largo de los últimos años del siglo XX. No aborda los problemas rela-
tivos a los barrios marginales, severamente castigados aún más por Realizamos un estudio2 en 695 iglesias, es decir, un promedio de una
la crisis económica de estos últimos años y por el paro; barriadas por cada mil miembros. Después de un período de seis meses, reci-
en las que la violencia y la inseguridad están muy presentes. Sin bimos un 95% de respuestas. Los 1.523 adolescentes seleccionados
duda otros estudios permitirán ampliar este trabajo a otros campos. representaban a todas las regiones de Estados Unidos y de Canadá.
Muchos jóvenes contemplan el futuro con confianza, sin demasia- Durante diez años se ha estado realizando una encuesta cada año a
do temor y sobre todo con un gran respeto a sus compañeros de via- estos mismos jóvenes. 783 de ellos han colaborado hasta el final de
je, incluso a sus mayores. Nos queda esperar que nuestra sociedad este período.
no se masifique demasiado por causa de la aceleración de la globa- Nuestro estudio pretendía descubrir qué factores, en la vida de
lización, sino que conserve su diversidad, tanto por sus diferencias los adolescentes adventistas del séptimo día (de 15 y 16 años), per-
de raza y de cultura como por sus compromisos culturales y religio- miten prever quiénes seguirán formando parte activa de la iglesia diez
sos. También hay que desear que no se estanque y que deje a los jó- años más tarde, y quiénes se habrán ido o se habrán convertido en
venes trazar su camino. Es un desafío considerable en los albores miembros pasivos.
del siglo XXI, lleno ya de tantos temores, pero también ampliamente Ha sido una experiencia enriquecedora para los jóvenes que han
portador de esperanza. participado. Como prueba quiero compartir el testimonio de Kathleen:
«Me gustaría agradecerle el interés que muestra por mi persona, a
pesar de que usted no me conoce. Su carta ha hecho mella en mi co-
razón... Nos encontraremos en el cielo y podré abrazarle por haber-
se interesado por mí cuando yo estaba desanimada y por haberme
ayudado a superar mis dificultades.» Sin embargo, lo único que

1 Roger Dudley, sociólogo adventista, ha dirigido el Institute of Church Ministry de la


Universidad Andrews, en Berrien Springs, Michigan (Estados Unidos).
2 Se puede ver un resumen de este estudio en Roger L. Dudley, V. Bailey Gillespie,
Valuegenesis: Faith in the Balance. La Sierra University Press (California), 1992. [Se
puede encontrar más información sobre este trabajo en www.lasierra.edu/
centers/hcyfm donde es posible incluso acceder a informes actualizados del estu-
35 J. Baubérot, La morale laïque contre l'ordre moral, Seuil, París, 1997, pág. 15. dio. N. del T.]

44 45
hice fue escribir una simple carta personal. Cuando nuestros jóvenes La causa principal para dejar la iglesia es el sentimiento de no ser
sufren –y este es el caso de muchos de ellos– un poco de bondad, aceptado por su iglesia. Teniendo en cuenta la descripción de mu-
un poco de atención, un poco de comprensión pueden ser, para ellos, chos de ellos, su iglesia es muy «fría», «distante» y «no amigable».
como el maná caído del cielo. Una joven pintó un cuadro muy expresivo de su iglesia: «Preferiría
pasar un sábado completamente sola a intentar esculpirme un lugar
en un bloque de hielo». Otra añade: «Nadie parece realmente feliz
LA MITAD DE LOS JÓVENES ADVENTISTAS PIERDEN allí. Es como si estuvieran obligados a estar allí o algo parecido».
EL INTERÉS POR LA IGLESIA En una encuesta dirigida específicamente a los que habían deja-
do la iglesia, planteamos esta pregunta:
Cuando tengan 25 años más o menos, el 48% de los adolescentes ad-
ventistas habrán abandonado la iglesia o se habrán convertido en miem- «Cuando dejó usted la iglesia o dejó de ser un miembro activo en
bros pasivos. Del 40% al 50% de los que se bautizaron durante su ado- ella, ¿recibió...
lescencia no llegarán a ser miembros activos. Al cabo de diez años, solo ❑... una visita del pastor?
el 55% asistirán a la iglesia con regularidad, y el 21% tendrá cargos en ❑... una llamada telefónica del pastor?
la iglesia. Solamente el 45% devolverán el diezmo con regularidad. ❑... una llamada telefónica de un miembro de iglesia?
Shirley creció en un hogar adventista unido y sólo asistió a escue- ❑... una carta de alguien de la iglesia?»
las adventistas. De adolescente, era un miembro activo de su iglesia,
creía en todas las doctrinas y portaba en alto el estandarte adven- ¡No más del 15% de los encuestados respondieron afirmativamen-
tista. Sin embargo, a los 26 años ya había dejado de ser una adven- te a esta pregunta!
tista activa en la iglesia. ¿Por qué? «Una puede estar sentada en Un joven comparte su experiencia: «Nunca he dejado la iglesia por-
un banco de la iglesia, rodeada de gente y sentirse aún más sola que que algunas personas más mayores que yo siempre se aseguraron
sentada en un parque jugando al solitario. Ésta era la primera ra- de que estuviera involucrado en las actividades de la iglesia cuando
zón. Más tarde, me sentí atraída por Dios y empecé a asistir de nue- era adolescente. Estaba acostumbrado y me gustaba. Por eso me he
vo a la Iglesia Adventista, pero de nuevo volví a perder todo mi inte- quedado, aunque a veces haya pensado en irme de la iglesia.»
rés. Pero esta vez fue por una razón completamente diferente: Jesús.
Necesito oír hablar de Jesús. Necesito escuchar decir que él me ama.
Necesito que alguien me recuerde cómo mostró su amor por mí.» FACTORES PARA VOLVER
Shirley expresa en términos muy claros y mordaces el mismo tema
planteado por la mayoría de jóvenes adultos. Digamos claramente En un sondeo que trataba sobre las probabilidades de un posible
que muchos adolescentes y jóvenes dejan la iglesia porque la ven co- regreso a la iglesia, el 15% de los encuestados reconoció que pro-
mo una iglesia centrada en el comportamiento, mientras que ellos bablemente volverían a la iglesia, el 26% dijo que era poco probable,
buscan relaciones personales. y el 33% no estaba seguro. Solamente un cuarto de los entrevistados
considera que es improbable: «Más bien iría a otra iglesia, pero no
a la de X... porque allí los miembros son muy fríos.»
FACTORES PARA ABANDONAR Un factor importante para volver es el ambiente fraternal cristiano.
Alguien comparte su testimonio: «Una vieja amiga me envió una pos-
Los jóvenes se van porque se sienten extraños, no integrados. Piensan tal de Navidad. Es la única que recibí aquel año. No me juzgaba ni
que hay una cierta incoherencia entre el discurso de la iglesia y su me preguntaba porqué me había ido de la iglesia, y tampoco me con-
comportamiento. Perciben intolerancia. También denuncian lo que denaba. Simplemente era mi amiga.»
ellos consideran como una cierta complacencia. Señalan con el de- Otro participante en el sondeo compartió lo siguiente: «He encon-
do los conflictos personales entre los miembros. Para nada se men- trado una iglesia que me acepta, me alimenta espiritualmente y me
cionan motivos doctrinales. implica.»

46 47
Esta necesidad de fraternidad puede esconder un aspecto más de- oro por nuestra iglesia. Ruego a Dios que ayude a los que entre nos-
licado: «Me gustaría mucho volver ahora que mi marido ya no está. otros están ciegos para que se despierten y sean conscientes de la
Me gustaría involucrarme, pero no estoy segura, tengo algunos re- cosecha. Que podamos levantarnos de nuestros cómodos bancos de
celos. No siento que confíen en mí. No estoy segura de tener verda- tradicionalismo frío e inmutable. Que podamos ir hacia nuestros jó-
deros amigos allí.» venes y amarlos, amar a sus amigos y llevar así a Jesús a este mun-
do impregnado de soledad.»
Patricia muestra su inquietud: «Hagáis lo que hagáis en la vida, tra-
FACTORES PARA QUEDARSE tad a los demás con respeto. Los adventistas del séptimo día pueden
tener la verdad, pero recordad que hay que usarla con ternura. Pienso
Lo que ocurre en la familia es uno de los factores más determinantes que nuestro trabajo consiste en mostrar a los demás cómo dejar que
para que los jóvenes se queden en la iglesia. Cuando el padre y la Dios entre en nuestra vida. Dejémosle la preocupación de restaurar el
madre continúan casados, cuando siguen siendo adventistas y asis- interior, y lo demás ya llegará. Quiero que mis hijos vayan a la iglesia y
tiendo fielmente a la iglesia, cuando el culto familiar se realiza en el a la escuela sabática, pero preferiría que tuvieran una sana relación
hogar, hay más posibilidades de conseguir que los jóvenes se que- con el Señor antes que un buen registro de asistencia a la iglesia.»
den en la iglesia.
Los adolescentes que se quedan en la iglesia son los que creen en ¿Qué os aporta personalmente la iglesia?
el mensaje, los que tienen un entorno adventista, los que están en re-
lación con Dios, los que viven la fraternidad y la amistad. Lo expre- Los jóvenes esperan que la iglesia satisfaga estas tres necesidades:
san de la siguiente forma: «Mi iglesia está llena de personas que te fraternidad cristiana, alimento espiritual, seguridad y estabilidad.
muestran amor cristiano... En definitiva, son personas maravillosas.» Recogimos testimonios reconociendo la importancia de los miem-
«Me he sentido aceptado. Allí es donde debo estar y donde tengo mi bros de iglesia que «siempre están disponibles cuando se los nece-
lugar.» «La iglesia, al menos la mía, me ofrece oportunidades para sita, como nuestro Dios». Un joven manifestó su admiración por es-
que yo me involucre... Es genial formar parte de una iglesia que es- tar en un entorno de amigos que aman a Jesús. Considera que tiene
tá viva, que crece y, sobre todo, es genial saber que yo he contribui- suerte, ya que finalmente ha encontrado un grupo de jóvenes sólido
do en parte a hacer de ella lo que es.» con el que se puede identificar. No necesita renunciar a ser él mismo
para pertenecer a este grupo. Añade que ellos cantan canciones ju-
Factores para involucrarse veniles y que se lo pasan bien aunque sean adultos.

Para intentar predecir si un joven se involucrará en su iglesia, en su La historia de Sally


práctica religiosa personal y en su estilo de vida adventista, se han
estudiado varios factores. «El año pasado, añadí una carta personal en el envío de mi son-
La puntuación más alta fue obtenida por «la pertinencia de la iglesia lo- deo. Me sorprendió agradablemente recibir una respuesta que, de
cal», seguida por «un mensaje de salvación impregnado por la gracia.» principio a fin, expresaba una cierta inquietud por mi salvación. Querría
La encuesta muestra que la pertinencia de la iglesia se mide a par- agradecérselo.
tir de tres datos: el interés de las predicaciones del sábado, la satis- »En primer lugar, quisiera darle las gracias por las dos cartas per-
facción de las necesidades espirituales, la satisfacción de las nece- sonales que me envió. ¡Muchas gracias! Tales acciones restauran mi
sidades sociales. confianza en los dirigentes de nuestra iglesia.
Céleste hace un llamamiento urgente: «¿Cuándo vamos a apren- »Hice una experiencia de servicio voluntario durante un año. Fue
der? Si el mundo no puede encontrar a Jesús en nosotros y en nues- un tiempo difícil, pero que mereció la pena. Hacia el final de mi es-
tras iglesias, ¿dónde lo encontrará? Nuestra religión no debería es- tancia, empecé a leer mi Biblia más a menudo, y llegué a tener una
tar basada en normas, sino en relaciones. Creo que Cristo está muy mejor comprensión de la verdad de la justificación por la fe y de la sal-
triste cuando ve la situación actual de la Iglesia Adventista. Cada día, vación por medio de la gracia. Mejor, pero no lo suficientemente pro-

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funda. Volví a Estados Unidos y todo lo que había adquirido parecía »Miré atentamente a mi alrededor en la iglesia, todos esos rostros
haberse desvanecido. familiares, pero que en realidad eran extraños para mí. Volví a mi-
»En tanto que estudiante misionera, me confiaban muchas res- rar a la mujer que estaba sentada a mi lado, pero ella era también
ponsabilidades. ¡A veces demasiadas! Pero de vuelta a casa, de re- una extraña. Me levanté y me fui de la iglesia llorando. Nunca más he
pente me sentí inútil en el seno de mi iglesia. Esperaba tener la oca- vuelto.»
sión de hablar de mis experiencias pero, cuál no fue mi sorpresa, la
iglesia solo me concedió diez minutos durante la Escuela Sabática,
lo cual me supuso una enorme decepción. Al final de mi presentación, CÓMO SERÍA UNA IGLESIA IDEAL
les dije que me gustaría mucho terminar mi historia, pero ya no me
volvieron a invitar.» Todos los elementos precedentes permiten dibujar un retrato robot de
lo que podría ser una iglesia ideal a ojos de los jóvenes participantes
¿Qué te molesta más en la iglesia? en la encuesta. Los siguientes ocho puntos presentan los principales
rasgos.
Cuando se pregunta a los jóvenes sobre lo que les molesta en la igle-
sia, las cinco respuestas más frecuentes que obtenemos son: la ac- 1. Amigable y atenta. Según el testimonio recibido, los miembros de
titud de juicio que muestran ciertas personas, las políticas de admi- la iglesia ideal son afectuosos y todos se sienten a gusto en la igle-
nistración de la iglesia, la hipocresía y los cotilleos, los reglamentos sia. Tienen un sentimiento de pertenencia. Se trata de una familia
y las normas y, finalmente, las actitudes del tipo «es imposible ser cuyo amor es incondicional.
más santo que yo».
2. Profunda espiritualidad. La iglesia ideal se concentra en la defi-
Marlene se siente excluida nición de los principios esenciales de la espiritualidad.

«Mi hermano dejó de ir a la iglesia, pero yo estaba decidida a inte- 3. Como una familia. La iglesia ideal funciona y actúa como una ver-
grarme, porque quería una relación más estrecha con Dios y pensa- dadera familia. Como miembros de la familia de Dios, cada uno se
ba que el único medio de lograrla pasaba a través de la iglesia. Un interesa por los demás, los respeta y los ama. Se presta especial
sábado, en el boletín de mi iglesia, leí el anuncio de los trabajos pre- atención a los niños que son nuestro futuro y que necesitan una di-
vistos para el día siguiente. Pensé: «Este es un buen modo de hacer rección espiritual apropiada.
amistad con los otros miembros de iglesia.»
»Llegué a la iglesia una media hora antes, ¡tenía tantas ganas de 4. Involucrada con la sociedad y con la misión. La iglesia ideal ha-
empezar bien! A medida que los miembros llegaban, hacía preguntas ce importantes aportaciones a la sociedad. Es activa en sus es-
para saber en qué trabajo iba a empezar primero. Nadie parecía ne- fuerzos por alcanzar a la sociedad en la que ejerce un ministerio.
cesitar mi ayuda. No podía comprender la razón ya que tenía una bue-
na forma física, ropa de trabajo y estaba dispuesta a hacer cual- 5. Un ambiente de reflexión. En la iglesia ideal, «se pueden cues-
quier tipo de trabajo. Finalmente, y no de muy buena gana, me enviaron tionar las creencias sin que nadie se escandalice por ello». Es un
a pintar un aula y los baños con otros tres miembros de iglesia ma- lugar «seguro para los que quieren confrontar sus ideas, compar-
yores que yo. tir y reflexionar». «Favorece la creación de «un ambiente en el que
»Estos tres miembros hablaban de sus cosas entre ellos mientras no se tiene miedo de plantear preguntas, sin que sea necesario
trabajaban, ignorándome por completo. Pasé seis horas pintando sin aportar las respuestas.»
decir ni una palabra. Volví a casa muy decepcionada y lloré mucho
aquella tarde. A pesar de todo, seguí yendo a la iglesia cada sábado; 6. Jóvenes involucrados en la iglesia. Cada vez más jóvenes adul-
no obstante, a medida que pasaba el tiempo, me iba sintiendo más tos tienen cargos en la iglesia ideal. Cada vez más adultos están
incómoda. dispuestos a enseñar a estos jóvenes y a guiarlos hacia la luz.

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7. Un culto significativo. La iglesia ideal propone programas satis- Capítulo 3
factorios para los jóvenes de todas las edades y de todos los orí-
genes. Hay menos tradicionalismo y se encuentra en la iglesia aper-
tura a la aceptación de nuevas ideas y al cambio.

8. Diversidad. La iglesia ideal acoge a «una gran variedad de per-


El Evangelio en una taza
sonas que se aceptan entre sí como son, y no por lo que se que-
rría que fueran». Crear una iglesia en el marco
de un café
LO QUE MI IGLESIA HA HECHO BIEN
Thomas Müller1
Becky Lane Scoggins agradece a su iglesia por haberle encomen-
dado importantes responsabilidades cuando ella solo era una ado- Alcanzar a los jóvenes con el Evangelio se ha convertido, a lo largo
lescente, por haber sido paciente durante el proceso de crecimiento de estos últimos años, en una tarea muy difícil dentro de una socie-
y por haber estado dispuesta a dedicar un tiempo especial para ha- dad secularizada. Las estadísticas demuestran que la Iglesia Adventista
cer comprender a los niños que ellos son una parte importante de la de Dinamarca ha perdido alrededor de 50 miembros cada año du-
vida en la iglesia. rante los últimos veinte años. Esto también es una realidad en el ca-
so de las otras iglesias evangélicas. A los jóvenes les atrae otro tipo
de propuestas en el dominio espiritual. No obstante, tres chicas de al-
rededor de 20 años aceptaron el desafío de hacer algo por su gene-
ración, la generación X.
En los párrafos que siguen, voy a presentar la historia de la «igle-
sia-café» y, a continuación, compartiré algunas lecciones que hemos
extraído de esa experiencia.

HISTORIA DE LA «IGLESIA-CAFÉ»

En 1996, Betina, Laila y Sonja se encontraban cada semana para orar,


cuando sintieron que el Espíritu Santo las estaba impulsando a im-
plantar una nueva iglesia. Se trataba de crear una iglesia semejante
a la descrita en Hechos 2: 46, en la que todos sus amigos se sentirían
cómodos. Al principio, se reunieron dos veces al mes, el sábado por
la tarde, para estudiar la Biblia con algunos amigos adventistas. El ve-
rano siguiente (1997), decidieron encontrarse cada sábado para lle-
var a cabo un programa que combinara el estudio de la Biblia con el
servicio a la iglesia. Durante el primer año se formó un núcleo de
seis a ocho personas, con una asistencia regular de cinco a doce per-
sonas, principalmente jóvenes de origen adventista.
1 Thomas Müller es pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Copenhague,
Dinamarca.

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Betina, Laila y Sonja pronto se dieron cuenta de que varios jóvenes principio se había querido realizar la evangelización a través de la
habían dejado la Iglesia Adventista o solo asistían muy de tarde en amistad. El único esfuerzo de relaciones públicas era una velada en
tarde. No por culpa de las creencias, sino principalmente debido a el café con una periodicidad mensual: un concierto el viernes por la
la manera en la que la iglesia vivía. Se elaboró un programa bimes- tarde, una película, una representación teatralizada u otros progra-
tral y se repartieron invitaciones a los amigos y a los padres que es- mas no religiosos. La idea detrás de estas veladas del viernes era in-
taban en esta categoría o que conocían a otros en la misma situa- vitar a amigos que no habríamos invitado necesariamente a la igle-
ción. Durante este segundo año (del verano de 1997 al verano de sia, pero que vendrían para una actividad entretenida. Una vez
1998), se reunieron cada sábado de diez a quince personas. habituados al café, constatamos que les resultaba más fácil volver el
El lugar elegido para estos encuentros fue un salón de reuniones sábado por la tarde a la iglesia. Expresiones tales como: «¿de ver-
en un gran edificio de tres pisos perteneciente a una de las iglesias dad queréis decir que es vuestra iglesia?», o «¿realizáis vuestro ser-
del centro de Copenhague, cuya capilla podía acoger a ciento trein- vicio de iglesia alrededor de estas mesitas de café?», eran frecuen-
ta personas. De esta forma, cuando la iglesia terminaba su servicio tes pero positivas y nos ayudaron a tomar una decisión más fácilmente.
hacia las doce del mediodía, los jóvenes acudían a la iglesia, algunos Pronto cesaron estas veladas mensuales en el café, porque en ene-
para comer juntos, otros para orar. A las tres empezaba el programa ro el pequeño café estaba completamente lleno. Los jóvenes ad-
con música grabada y, después de una breve reflexión espiritual, ve- ventistas que habían dejado la iglesia o que mantenían una relación
nía un tiempo de discusión. bastante relajada con ella invitaron a sus amigos no cristianos a la
En la primavera de 1998, la Unión de Iglesias Adventistas Danesas iglesia. Estos jóvenes adventistas estaban orgullosos de su Iglesia
recibió una donación destinada a evangelización no tradicional, y con- y les resultó más fácil llevarlos allí. Pronto, estos amigos trajeron a
tactaron con los jóvenes para ver cómo podían utilizar una parte de otros amigos, y en el espacio de tres meses, el grupo había pasado
ese dinero. Entonces surgió la idea de un café. Durante las vacacio- de quince a cuarenta jóvenes.
nes de verano, se redecoró por completo el salón de reuniones con- A partir de agosto de 1999, la mayor parte de las veces éramos más
virtiéndolo en un café moderno, en una calle muy frecuentada, y en de cincuenta personas y, algunas semanas, más de setenta. Teniendo
donde se podían instalar cómodamente unas cincuenta personas. La siempre en mente que en el café se podía atender con comodidad
Unión se interesó en el proyecto con la perspectiva de implantar solamente a cincuenta personas, nos enfrentamos al inmenso des-
una iglesia y decidió asignar un equipo. Dos jóvenes pastores fueron afío de encontrar un local más espacioso. En este momento, aún es-
los encargados de desarrollar el proyecto. Ahora que todo empeza- tamos en el mismo edificio repleto de gente, probando desesperada-
ba a tomar forma, las personas estaban expectantes, intrigadas y mente diferentes soluciones para establecer otro lugar de encuentro.
vinieron a ver in situ lo que era una iglesia-café. Pronto un grupo de
unas veinte personas, principalmente jóvenes de origen adventista,
acudía con regularidad a la iglesia cada sábado por la tarde. LECCIONES APRENDIDAS
El programa era el mismo que al principio, pero una orquesta rem-
plazaba al lector de CDs. La Unión Danesa proporcionaba no sólo los Centrémonos ahora en algunas de las lecciones que hemos apren-
fondos para la modernización y la compra de nuevo mobiliario sino dido. Mientras pintábamos las paredes de nuestra sala de reunio-
que además aportaba una suma de dinero, que servía para pagar los nes para convertirla en un café, precisamos nuestros valores y nues-
servicios de los músicos hasta que la iglesia pudiera encontrar en- tra declaración de misión. Traducirlo del danés es difícil, pero sería
tre sus propios miembros a responsables de esta área. algo así: «Deseamos ser una comunidad de jóvenes dinámicos e igua-
Así, a finales de agosto de 1998, tuvo lugar el primer encuentro les, en la que nos animamos mutuamente a vivir una vida abierta a
en nuestro nuevo café. El sueño de tener una iglesia reunida alre- Dios y al mundo, y en la que buscamos la verdad.» Desde el princi-
dedor de pequeñas mesitas y tomando un té o un café y unas galle- pio, nuestro grupo intenta alcanzar a la generación X, con la visión de
tas se había hecho realidad. Es interesante subrayar que no hubo que «multiplicar a los de la generación X para Dios.» Perteneciendo no-
realizar ninguna gran campaña publicitaria. Los jóvenes hablaban a sotros mismos a dicha generación, deseamos que nuestros iguales
sus amigos de esta nueva iglesia y los invitaban a asistir. Desde el encuentren a Dios.

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Desde el primer momento, cuando inauguramos el café, se podía La parte de la discusión también se cambió en el programa. Al prin-
dividir a los que lo frecuentaban en tres categorías. La mitad era de cipio, hacíamos pausas durante las cuales se invitaba a todos los pre-
origen no cristiano, un cuarto provenía de diferentes iglesias cristia- sentes a discutir sobre el tema alrededor de las mesitas durante al-
nas y otro cuarto era de origen adventista. gunos minutos. Era un momento muy difícil de controlar. Demasiados
Pasamos mucho tiempo organizando el programa, en particular el puntos de vista diferentes salían a la luz y nuestros invitados se per-
ciclo del programa mensual: dían. A pesar de que habíamos intentado, intencionalmente, colocar
un creyente en cada mesita, nuestra identidad cristiana se difumina-
El último viernes de mes: velada café. ba entre tantas opiniones diversas. Ahora dejamos tiempo para pre-
El primer sábado de mes: servicio para personas con inquietudes.2 guntas y comentarios solamente al final y no alrededor de las mesi-
Los otros sábados progresaban de forma paulatina de servicios pa- tas. Cuando se termina el programa, se llenan los platos, se sirven
ra personas con inquietudes a servicios para creyentes. bebidas calientes y se invita a la gente a que se quede a charlar.
El último sábado de mes: servicio para creyentes. Volvamos al problema de la mezcla entre el servicio para personas
con inquietudes y el servicio para creyentes. Desde el principio, se
El objetivo era atraer a los no cristianos a nuestro café para parti- trataba de funcionar siguiendo el modelo de grupos pequeños, en los
cipar de una velada en el café, y después invitarlos a un servicio de que se espera que participen todos los miembros activos. Establecimos
iglesia que pudiera ser comprendido fácilmente. Esto podía durar tres criterios para estos pequeños grupos: comida, tiempo para com-
algunos meses; después, cuando estuvieran preparados para co- partir y oración. No se trata de que cada encuentro tenga que em-
sas más sólidas, podían venir a los otros servicios que se basaban pezar a toda costa con una comida, pero sí queremos un carácter so-
sobre todo en la Biblia. Los dirigentes pensaban que este era un buen cial en los encuentros de tal forma que se pueda tomar un té y un
sistema de organización, pero a la gente le resultaba difícil saber cuál pastelito para crear un ambiente cálido. Después tiene que haber
era el sábado adecuado para invitar a sus amigos, lo que provocó ma- un tiempo para compartir. Un tiempo en el que uno comparte lo que
lentendidos como este: «¡Ah! Puedo traer a mi amigo este fin de se- le pasa en su vida en el momento actual, de forma abierta y hones-
mana, porque es un servicio para creyentes». ta, sin intentar enmascarar el lado difícil de la vida, sino siendo trans-
Otro problema era que el contenido de los programas estaba de- parente. El encuentro termina siempre con una oración. Se puede ha-
masiado separado. Habíamos interpretado mal el concepto de ser- cer de muchas formas, pero a menudo nosotros utilizamos la oración
vicio para personas con inquietudes y no nos atrevíamos realmen- conversación. El objetivo de los grupos pequeños es proveer un apo-
te a mencionar a Dios, sino que tratábamos temas como el amor, la yo y un alimento espiritual para la semana, de tal forma que el sá-
paz, cuestiones de sexualidad en términos generales, y después bado por la tarde podamos concentrarnos en los que no conocen gran
concluíamos con un texto bíblico y una declaración muy breve so- cosa del Evangelio.
bre la manera en la que la Biblia abordaba el tema. Nos dimos cuen- El rápido crecimiento del número de personas que frecuentaban
ta de que incluso los jóvenes secularizados esperan que se les la iglesia tiene mucho que ver con la música. Como mencionamos an-
hable de Dios de manera más directa en una iglesia, aunque sea tes, dispusimos de medios para contratar los servicios de músicos.
alrededor de una mesita de café. Así que reajustamos nuestro sis- Así, desde el primer día, el nivel musical ha sido muy alto. Utilizamos
tema y empezamos a presentar el Evangelio con claridad cada sá- la música de alabanza contemporánea que nos viene de Australia,
bado. Los servicios especiales para edificar a los creyentes se des- Reino Unido y Estados Unidos. El año pasado, adoptamos un estilo
plazaron al viernes por la noche. Ahora, parece que estamos en el de alabanza musical más danés y fuimos bendecidos, ya que con-
buen camino. tamos entre nosotros con personas de talento que no sólo tocan bien
sino que también componen la música y crean la letra de nuevas can-
ciones.
2 En la versión francesa utiliza la palabra ‘chercheurs’ [lit. buscadores, investigadores] La alta calidad de la música ha sido una prioridad para la iglesia.
que a su vez intenta expresar un concepto pensado en danés, la lengua del ponente. Esto ha sido una fuente de bendición para muchos y ha abierto los co-
[N. del T.] razones para que la palabra dicha con sencillez fuera comprendida.

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Otra lección capital que hemos sacado desde el principio ha sido la Capítulo 4
importancia del sentido de propiedad. Un núcleo de quince jóvenes
empezó esta iglesia-café. Pintaron, compraron el mobiliario, se reu-
nieron en torno a una visión común y crearon un ambiente en el que
ellos mismos se sentían muy bien. No era sólo el ambiente físico, el
café, sino también el contenido del programa. Varios miembros de es-
Vino nuevo y odres viejos
te núcleo habían dejado la Iglesia Adventista, a causa de tradicio-
nes rígidas que les dejaban poco espacio para hacer cambios. La ma- Un proyecto para los jóvenes
nera de hacer las cosas, el lenguaje, los cantos eran tan diferentes
de su vida cotidiana que no les habría resultado natural invitar a sus
en iglesias históricas
amigos a la iglesia. De pronto, estos jóvenes le habían dado forma
a su propia iglesia con el estilo de un café. ¡Era su iglesia! ¡Este lu- Marc Toureille1
gar era suyo! Cuando sus amigos les preguntaban:
–¿Qué hacéis este fin de semana?
Ahora les resultaba natural responder: Vino nuevo, odres viejos, «cristiano nuevo» e «iglesias viejas»... El li-
–Voy a la iglesia-café, ¿quieres venir conmigo? bro de los Hechos de los Apóstoles (Hech. 20: 7-12) nos invita al
Nunca subrayaré suficientemente este aspecto. Cuando los jóve- encuentro entre Pablo y un joven: Eutico. ¡Sólo viendo la forma que
nes hacen suya la iglesia, se sienten bien en ella, están orgullosos de Pablo tiene de evangelizar a los jóvenes podemos constatar que
ella y quieren compartirla espontáneamente con sus amigos. debía pertenecer a la iglesia tradicional, al «odre viejo»! Y sin em-
En último lugar, me gustaría insistir en el papel de la oración en la bargo algo ocurrió, ¡trajo a Eutico de nuevo a la vida!
iglesia. Este aspecto ha sido siempre un punto de capital importan- ¿Existe una incompatibilidad tan profunda entre institución y ju-
cia, pero ha sufrido una enorme evolución desde el principio. Después ventud? ¿Hay que crear nuevas estructuras, nuevas iglesias más
de cada servicio en la iglesia, proponemos orar por los que lo desean. adaptadas a los jóvenes? ¡Me atrevo a afirmar que los «odres viejos»
Dos dirigentes hablan en privado con los que desean orar y que quie- van a resistir!
ren hablar de los problemas a los que se están enfrentando en el mo- El desafío de la Unión de Iglesias Reformadas Evangélicas (IRE),
mento en el que se ora por ellos. La iglesia se abre dos veces por se- compuesta por unas treinta comunidades en Francia, consiste en for-
mana para los miembros que quieren orar por la comunidad. mular un proyecto para los jóvenes, en el marco de una iglesia de las
Hemos tenido algunos años «moviditos» en la iglesia-café, pero nos llamadas históricas, heredera de las doctrinas y de las estructuras de
regocijamos cada día cuando vemos que el Espíritu Santo empuja a la Reforma, pero al mismo tiempo heredera de los reavivamientos de
las personas a tomar partido por Cristo. Hasta el presente hemos los siglos XIX y XX en Francia, una Unión de Iglesias que decidida-
tenido el gozo de bautizar a siete personas, y otras diez han vuelto mente desea compartir el Evangelio con todos. Este proyecto nació
a la iglesia y ahora son miembros activos. Que el Señor siga bendi- hace siete años en un grupo de trabajo, la Comisión Nacional de
ciendo la iglesia-café. Jóvenes (CNJ), a la que se le pidió que analizara la situación de la ju-
¿Se puede copiar esta experiencia? No, pero seguro que podéis ventud en las IRE y que propusiera pistas de reflexión y de acción pa-
hacer algo similar. En Noruega, en Finlandia y en Países Bajos co- ra cada una de las comunidades que componen dicha Unión de
nocemos a jóvenes pastores y a laicos que promueven iglesias de ti- Iglesias.
po café con la intención de alcanzar a los jóvenes secularizados de A continuación presentamos un resumen de las conclusiones de di-
nuestros días. ¡Vosotros también lo podéis lograr! cha comisión.

1 Marc Toureille es pastor en Alès. Preside la Comisión Nacional de Jóvenes de la


Unión de Iglesias Reformadas Evangélicas de Francia.

58 59
LOS JÓVENES EN LAS IGLESIAS REFORMADAS Coordinar. Coordinación nacional de actividades y de los esfuer-
EVANGÉLICAS DE FRANCIA zos a favor de la juventud en las diferentes regiones.
Acompañar. Elaboración de un proyecto coherente de acompaña-
Actualmente entre 150-200 jóvenes (14-25 años), es decir aproxima- miento de los niños y de los jóvenes de las IRE.
damente un 10-15% de los miembros de las IRE, asisten a la iglesia,
esencialmente a las actividades de los grupos de jóvenes y al culto. B. Cuatro métodos de acción regionales y nacionales
Tras una encuesta, constatamos que pocos estudiantes universitarios
llegan a ser miembros de nuestras iglesias. Hay especialmente dos 1. Suscitar en las iglesias acompañantes de jóvenes
períodos en los que los jóvenes parecen romper su relación con la igle- a) Creemos que el punto más débil en la situación actual de nues-
sia: después de la catequesis y después de la pertenencia al grupo de tras feligresías es la falta de adultos comprometidos con los jóvenes
jóvenes, es decir, en el momento de los estudios y del inicio de la vi- por un período de tiempo largo. El hecho de que quien se encar-
da profesional. gue de los jóvenes sea o bien el pastor, si posee lo que se conoce
¿Por qué abandonan los jóvenes nuestras iglesias? ¿Por qué se como un perfil joven, o bien otros jóvenes de más edad, parece te-
van justo después de haber terminado su catequesis? ¿Por qué los ner a menudo como consecuencia atenuar, de una forma u otra, la
estudiantes desaparecen después de formar parte del grupo de jó- implicación de otros adultos en este acompañamiento y que se pier-
venes? ¿Y por qué los pocos jóvenes que quedan participan tan po- da el contacto con los jóvenes cuando el referente (pastor o joven)
co en las actividades de la iglesia? Para empezar a responder de for- deja la comunidad (bien por traslado a otra feligresía o por cambio
ma global a las cuestiones planteadas, constatamos en primer lugar profesional). Nos faltan adultos formados, responsables de jóvenes
lo siguiente: si bien hay iglesias y ciudades enteras en las que los jó- presentes en la iglesia y en nuestros consejos de iglesia, que sean
venes parecen haber desaparecido, hay aún más iglesias en las que verdaderos referentes, durante un largo tiempo, para las socieda-
son los adultos los que han dimitido de su responsabilidad con res- des de jóvenes que se forman. Esto supone que estos adultos res-
pecto a la juventud. ponsables se comprometan durante cinco o seis años para seguir a
«No se trata tanto de que los jóvenes no vengan, sino más bien un grupo desde la preadolescencia hasta la edad adulta y, por con-
de que los adultos acepten ir a su encuentro.» Esta reflexión supera siguiente, que mantengan el contacto con ellos si se van de la ciu-
ampliamente el marco del grupo de jóvenes y nos lleva a concen- dad donde han crecido por causa de estudios o trabajo, con la fi-
trarnos en toda la iglesia que debe sentirse implicada y reflexionar so- nalidad de orientarlos para que vayan a otra comunidad y, si hay una
bre la transmisión de la fe. El Proyecto Nacional de la Juventud IRE iglesia IRE en esa ciudad, que puedan integrarse en ella.
nació a partir de esta constatación y fue adoptado por el conjunto Nuestra primera propuesta sería pues animar a los adultos, a los
de nuestras iglesias en marzo de 2000, en el sínodo nacional y ge- que llamamos acompañantes, a comprometerse a seguir, a apa-
neral de Saint-Christol-les-Alès. drinar durante varios años, el recorrido de los niños y jóvenes en la
feligresía, para ayudarlos a integrarse en la iglesia, a encontrar su
lugar en ella, para transmitirles el deseo de vivir la comunión fra-
EL PROYECTO NACIONAL DE LA JUVENTUD ternal, de asumir responsabilidades. Conviene ser consciente de la
importancia de los abuelos en un proyecto semejante.
A continuación, se indican las tres grandes orientaciones del Proyecto b) Creación de un archivo nacional de jóvenes. Se ha creado un
Nacional de la Juventud IRE y, de forma sucinta, los diferentes me- archivo nacional de niños, de jóvenes y de responsables de jóvenes
dios de acción propuestos para su puesta en marcha. de la Unión. Gracias al trabajo de los acompañantes, se actualizará
cada año, lo que permitirá un seguimiento mejor de estos jóvenes a
A. Tres orientaciones generales largo plazo, tanto a nivel regional como nacional. Se enviarán per-
sonalmente a cada joven algunas herramientas de información, de
Formar. Puesta en marcha de programas regionales y nacionales entre las que destaca el periódico Le 7 expérimental, con la finalidad
de formación para la animación de un grupo de jóvenes. de que la Unión no sea algo abstracto para ellos. Este periódico de

60 61
reflexión sobre la vida espiritual en nuestras iglesias está destina- la iglesia. Por lo tanto, no es bueno que los jóvenes vivan única-
do principalmente a los adolescentes. Su objetivo es llegar a los jó- mente su fe en los grupos paralelos, sin mantener regularmente una
venes en sus vivencias diarias. Tenemos la sensación de que este fuerte relación con la iglesia. Cuando dejen su grupo, corren el ries-
periódico es una herramienta que ayudará a nuestros jóvenes a co- go de no vincularse a una comunidad cristiana. Hay que encontrar un
nocer mejor a las IRE y nuestra misión. equilibrio. En este aspecto, el proyecto de la juventud quiere favore-
c) Acompañar a los estudiantes en las ciudades universitarias. De cer la organización de campamentos de catecúmenos y de diferen-
momento aún no tenemos una organización nacional que nos per- tes grupos de jóvenes. La CNJ, en colaboración con la comisión de
mita hacer un seguimiento sistemático de los jóvenes que se van catequesis, estaría dispuesta a animar y a ayudar a organizar los en-
de su región de origen para estudiar en una ciudad universitaria. cuentros de fin de semana y los campamentos regionales. Varios
Gracias al archivo nacional de jóvenes, la CNJ podrá animar y apo- miembros de la CNJ ya están involucrados en la dirección de cam-
yar a todas las feligresías de las ciudades universitarias en sus es- pamentos y los organizan con regularidad.
fuerzos para acoger a estos jóvenes, al ponerlos en contacto con Pero también es importante reforzar la organización de congre-
la iglesia que los recibirá. sos nacionales. Cada año, la CNJ organiza tres fines de semana
nacionales para los jóvenes: un fin de semana tras el verano para
2. Formar animadores para las sociedades de jóvenes ayudar a los responsables de los jóvenes a movilizar a sus «tropas»
al principio de un nuevo período; un fin de semana de deportes, y
Basándose en la formación ya organizada en el pasado, la CNJ, en un encuentro de «oxígeno para los jóvenes», para concluir el año y
colaboración con otras entidades de formación ya existentes (CPCV, tener la oportunidad de reunirse antes de la dispersión del verano.
EEUDF),2 pretende organizar actividades de formación en cada re- Estos congresos tienen como objetivos principales propiciar un buen
gión. Dichas actividades tendrían la siguiente estructura: un encuen- ambiente espiritual entre jóvenes cristianos, favorecer un verda-
tro organizado todos los años, al principio del año, y algunas activi- dero encuentro entre los jóvenes, edificar, evangelizar, interpelar a
dades de formación complementarias, bien como jornadas o como estos jóvenes y, finalmente, evaluar cómo va la juventud de nues-
retiros de un fin de semana, sobre un tema preciso en función de tras iglesias.
las necesidades y las demandas de los responsables.
4. Poner en marcha foros de catequesis
3. Dialogar con los grupos extra
A los jóvenes les cuesta tener una visión clara de nuestra Unión na-
Con el término «extra» nos referimos a los grupos que están fuera del cional, principalmente porque no tenemos una cierta coherencia en
marco de la iglesia local: EEUDF (escultismo), grupos de música, nuestros proyectos de catequesis. Por lo tanto, propondríamos crear
de deporte. A una edad en la que se suelen tener dificultades para vi- una estructura de reflexión, de intercambio y de elaboración de ma-
vir solamente en la institución, nos parece que estos grupos son im- terial para la catequesis, en colaboración con la CNJ. Se le podría dar
portantes ya que permiten que los jóvenes cristianos estén en con- la forma de una comisión nacional, encargada de poner en marcha
tacto con la fe cristiana y que vivan otra realidad diferente de la de en las diferentes regiones foros de catequesis en los que se reuni-
la iglesia. La historia nos enseña que muchas veces es en estos gru- rían los catecúmenos.
pos en los que se perfilan un buen número de vocaciones al servi- Estos foros se concebirían ante todo como momentos de intercambio
cio de la iglesia. y de elaboración de instrumentos comunes, que tendrían una difusión
Estamos convencidos de que la iglesia necesita a los jóvenes y a nacional a través de dicha comisión.
su dinamismo, pero también creemos que los jóvenes necesitan a En la actualidad, los pastores Marc Toureille y Pascal González han
recogido material para elaborar un catecismo probado por una dece-
2 Comité Protestant des Colonies de Vacances [Comisión Protestante de Colonias de
na de catecúmenos. Teniendo en cuenta las observaciones y las re-
Vacaciones]; Eclaireurs et Eclaireuses Unionistes de France [Exploradores y flexiones de los foros, propondrán un material nacional adaptado y
Exploradoras Unionistas de Francia]. utilizable.

62 63
En este contexto, la CNJ propone la creación de bibliotecas de Capítulo 5
catequesis regionales en las que haya material de animación, de en-
señanza y de investigación en torno a proyectos para niños y para jó-
venes.
Los jóvenes y la credibilidad
CONCLUSIÓN de las doctrinas cristianas
Como conclusión, subrayaría principalmente en este proyecto el con-
cepto de acompañamiento, la necesidad que tienen los jóvenes de Johannes Gerhardt1
un referente distinto del animador de la sociedad de jóvenes, un apo-
yo en un amplio período de tiempo. A menudo confundimos anima- En estos últimos decenios, la influencia de la Iglesia en general, y del
dor y acompañante. Para ser un acompañante no se necesitan gran- mensaje cristiano en particular, ha decrecido en Europa occidental.
des actividades organizadas, sino una atención discreta y mantenida Hablando en particular de Alemania, el país en el que vivo, sólo el
en el tiempo. El apóstol Pablo no era un animador de una sociedad 17% de la población de la antigua Alemania del Este todavía cree en
de jóvenes y sin embargo estuvo donde Eutico lo necesitó. un concepto de Dios, mientras que el porcentaje se eleva a un 70%
«En realidad no se trata tanto de que los jóvenes no vengan, sino en Alemania Occidental. Esta cifra aparentemente elevada en Alema-
más bien de que los adultos acepten ir a su encuentro.» nia Occidental subraya simplemente el hecho de que el cristianismo
ha sido un elemento cultural occidental, puesto que en realidad so-
lamente el 3% de los alemanes occidentales van a la iglesia y mani-
fiestan un interés personal por las cuestiones de la religión y de la fe,
a pesar de su pretendido carácter religioso.
Parece que existe un amplio abanico de problemas subyacentes,
pero en primer plano encontramos las cuestiones sobre la credibili-
dad y la pertinencia tanto de la iglesia como de su mensaje. Similares
preguntas son planteadas en el mismo seno de la iglesia por nuestra
joven generación, como lo han demostrado las encuestas realizadas
en Estados Unidos y en Europa (por ejemplo el estudio Valuegenesis2
o el estudio de Steininger en Alemania).
Para el adventismo, parece que hay que desatar otro nudo para en-
frentarse al problema. El adventismo se desarrolló en una época
calificada como «modernismo», que ponía el énfasis en la razón, en
la argumentación, en la ciencia, en el control y en la conquista.
«Desarrollamos nuestra apologética, estructuramos nuestra teología
e inventamos nuestras propias técnicas de crecimiento de la iglesia
tomando como base el paradigma de la experiencia moderna.»3 No

1 Johannes Gerhardt enseña teología aplicada en la Facultad Adventista de Teología


de Friedensau, Alemania.
2 Véase el capítulo 2.
3 S. Selmanovic, «Pastoring on the postmodern frontline», 1ª parte, Ministry, n.º 7,

2001, pág. 11.

64 65
obstante, nuestros jóvenes viven en un paradigma diferente. La vi- conyugal, de paternidad o incluso de identidad sexual. Por lo tanto,
sión moderna del mundo, incluido el cristianismo, ya no es capaz de el hombre está condenado igualmente a hacer esta elección indivi-
dar suficientes respuestas creíbles y pertinentes. El adventismo de- dual una y otra vez. Con bastante frecuencia, el resultado es lo que
be rendirse a la evidencia de que el modernismo no era mejor que denominamos identidades patchwork, opciones parciales para un
el posmodernismo actual. Son simplemente diferentes. El Evangelio tiempo o una función específica, experimental, transitoria, incierta. Lo
no pertenece ni a uno ni a otro. Sólo puede comunicarse con los me- que el hombre necesita es una elección de una identidad estable que
dios que ofrece cada una de estas épocas. se mantenga firme en medio de las exigencias siempre cambiantes
de la vida. El cristianismo en general, y el adventismo en particular,
deben estar preparados para afrontar ese desafío y para ofrecer so-
DEL MODERNISMO AL POSMODERNISMO luciones creíbles.
Consideremos, por ejemplo, el mensaje del bautismo.
Se ha demostrado ampliamente el hecho de que se ha producido lo Lejos de ser la última etapa decisiva y difícil hacia la pertenencia
que se denomina un cambio de paradigma en la sociedad occidental, a la iglesia después de un largo período de estudio de la dogmática
que ha pasado del modernismo al posmodernismo en los últimos de- adventista, el bautismo para el hombre posmoderno es más bien un
cenios. Este cambio afecta a todas las capas de la sociedad, pero en símbolo de que Dios acepta al hombre de forma incondicional y un
primer lugar a la generación joven. acto en el que eso se experimenta de forma vivencial. El bautismo
La vida siempre ha tenido necesidad de interpretar su búsqueda, transmite al creyente una identidad que nunca se acabará y que nun-
pero en nuestros días esa necesidad es urgente. La gente necesita ca cambiará, ni siquiera después de la muerte. Es una primera res-
respuestas para darle un sentido a su existencia y a la existencia de puesta seria, decidida y holística a la cuestión fundamental del hom-
este mundo. El esquema de referencia proviene de una combinación bre posmoderno: ¿quién soy? Una respuesta que se da sea cual sea
de existencialismo, individualismo y constructivismo que constitu- el momento en el que esta cuestión aparezca. La forma adecuada del
yen la base de interpretación del posmodernismo. Entre las múltiples bautismo aún no juega un papel clave en este estadio. Lo que cuen-
facetas que lo caracterizan, se pueden destacar las tres siguientes: ta es el bautismo como respuesta plena de sentido a la búsqueda de
la elección de la propia identidad, una conceptualización subjetiva de identidad.
la verdad y una orientación hacia la experiencia. La experiencia del bautismo une al hombre posmoderno a la ex-
periencia de Martín Lutero quien, en sus días de peligro y de soledad,
de depresión y de aislamiento absoluto, de duda y de sentimiento de
CUESTIONES Y RESPUESTAS pequeñez, sólo pudo aferrarse al hecho de su bautismo que lo había
convertido en un hijo de Dios por medio de una aceptación incondi-
Como la vida no hace más que plantear preguntas sin dar las res- cional. Era la única identidad que le quedaba y se revelaba como al-
puestas, es el hombre el que debe encontrar sus respuestas, sien- go creíble y pleno de sentido. La leyenda dice que, en ese estado ab-
do la más importante la respuesta a la cuestión abierta de la identi- soluto de falta de identidad, tomó una tiza y escribió en toda su mesa:
dad. «He sido bautizado», como para transmitirse seguridad a sí mismo a
través de un hecho más trascendente que sus sentimientos momen-
La elección de su propia identidad táneos.

Los roles tradicionalmente establecidos, por un lado de forma positi- Una concepción subjetiva de la verdad
va como fortalezas que dan seguridad y por otro lado de forma ne-
gativa al restringir la autorrealización, ya no son capaces de aportar Al abordar el problema de la epistemología o de la aprehensión de la
soluciones pertinentes en una sociedad abierta como la nuestra. Nunca verdad, el individuo posmoderno, con su posicionamiento subjetivo
ha habido una época como la actual, en la que el individuo experi- respecto a la verdad, ya no se contenta con la presentación de sim-
menta tanta libertad de elección, en materia de profesión, de estado ples propuestas con las que se debe estar de acuerdo y a las que se

66 67
debe obedecer. Si un contenido factual tiene la pretensión de ser ver- ya sea a través de la razón, de la emoción o de la acción. Aunque en
dadero, debe demostrar su significación y, por lo tanto, su pertinen- nuestros días veamos una gran insistencia en la acción y en lo sen-
cia. Sólo el concepto de significación crea las verdades de segundo sacional, con todos sus efectos perjudiciales, la verdadera religión no
orden y contribuye a que alguien comprenda su mundo. Si existe una está por ello menos orientada a la experiencia.
verdad objetiva y absoluta más allá –y en tanto que cristianos y ad- La fe es la reacción individual al Evangelio que se apodera del in-
ventistas así lo creemos, puesto que Dios es la última verdad y el dividuo en su totalidad. La persona con fe no puede evitar estallar
último absoluto– sólo puede ser comprendida en el marco de la con- en alabanzas al comprender el abundante amor de Dios. No es po-
cepción humana como una realidad tanto de contenido como de sen- sible entender el amor simplemente con el cerebro. El amor tiene
tido.4 Propuestas sin significación carecen de sentido. Un dogma cris- que ser experimentado para ser comprendido, porque está más allá
tiano que no sea pertinente para el individuo y para su vida es como de lo racional; incluso, me atrevo a decir que tiene algo de irracio-
una concha sagrada. Siempre representa algo o a alguien, pero no nal.
está viva hoy. En nuestra tentativa de ganarnos a la juventud para el Evangelio
El Evangelio, con su desafío de proclamar la «buena nueva», es que tanto amamos, tenemos que hacer frente a estas preguntas:
una verdad presente. Pero para conseguirlo debe ser una «nueva» ¿cuál es nuestra experiencia con el Evangelio y con la iglesia?, ¿có-
positiva y pertinente para el hombre posmoderno en su lucha por una mo afecta eso a nuestras vidas?, ¿es la experiencia positiva? A ve-
vida llena de sentido. Consecuentemente, la tarea de la iglesia y de ces, la experiencia con la iglesia parece ser más bien negativa. Por
sus teólogos, educadores y evangelistas, consiste en extraer el sen- ello, los jóvenes tienden a decir sí a Dios pero no a la iglesia. La en-
tido de las enseñanzas cristianas y adventistas para la vida de nues- cuesta realizada entre los jóvenes adventistas que mencioné an-
tros días. teriormente y mi propia experiencia con los jóvenes confirman es-
Tendremos que vencer la ortodoxia de una iglesia bicentenaria y des- ta tendencia.
cubrir el poder y la belleza del Evangelio como un mensaje pertinen- Por lo tanto, tenemos que meditar sobre la pregunta de las expe-
te para la juventud posmoderna. En este esfuerzo, descubriremos que riencias llenas de sentido con el Evangelio. Nuestros ritos, tales co-
debemos reorganizar el orden de nuestra cadena de doctrinas en fun- mo el bautismo o la santa cena, y nuestras reuniones regulares co-
ción de su importancia para las cuestiones de nuestros días o, bien, mo el culto o las reuniones de oración: ¿qué tipo de experiencias
que debemos ponerlas en un nuevo marco de referencia (el hombre favorecen? ¿Podemos hacerlas más significativas? ¿Podríamos o
posmoderno tiene bastantes dificultades para comprender las seña- deberíamos, por ejemplo, tener ceremonias de bautismos de jóvenes
les del fin de los tiempos en relación con el terremoto de Lisboa de al aire libre, al amanecer de una mañana de Pascua en lugar del
1755. Está demasiado lejos para ser pertinente, y ¿qué ocurre con los sábado por la mañana, por razones de comodidad y de confort, co-
sismos de nuestros días, aún más devastadores?). Al esforzarnos por mo una parte de la rutina? ¿Valdría la pena hacer ese esfuerzo y pa-
descubrir el sentido detrás de las doctrinas, nuestras propias vidas se ra quién? ¿Sería justo y para quién?
beneficiarán ampliamente y seremos capaces de compartirlo con aque-
llos de nuestros jóvenes que se interesen más por la cuestión «¿Por
qué creéis y hacéis eso?», que por la cuestión «¿Qué creéis?». CONCLUSIONES

Una orientación hacia la experiencia Aunque creamos que Dios y su mensaje sean una verdad última y
absoluta para todos los hombres y para todos los tiempos, y aun-
Finalmente, la orientación hacia la experiencia es el resultado de que lo proclamemos así, reconocemos que Dios se reveló a sí mis-
las dos características precedentes del posmodernismo. La pertinencia mo en forma humana en el fenómeno que llamamos la encarnación
sigue siendo una palabra sin sentido si no puede ser experimentada, de Jesucristo. La encarnación, desde entonces, ha sido el modelo pa-
ra transmitir el mensaje bíblico a la raza humana. La encarnación res-
peta a las dos entidades: al Dios infinito y al hombre finito, al Dios
4 Cf. Die erfundene Wirklichkeit, P. Watzlawick, Múnich, 1985. incondicional y al hombre condicional, a la verdad absoluta y a la con-

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ceptualización subjetiva, al Evangelio eterno y a la verdad presente 10) Adaptar los servicios de la iglesia al hombre y a los jóvenes
para el hombre en las condiciones específicas de su tiempo. de nuestro tiempo, tanto en lo que respecta a la predicación co-
La juventud adventista forma parte de la iglesia que ha sido mol- mo a la oración, al canto y a la música. No confundamos sen-
deada en el modernismo y que, por lo tanto, ha incorporado tam- sación con pertinencia.
bién los caminos y los métodos para hablar al modernismo. En la ac- 11) Dar verdaderas responsabilidades a los jóvenes. Recordemos
tualidad, el adventismo en algunas partes del mundo quiere hablar al esto: ellos seleccionan su identidad en términos de pertinencia.
hombre posmoderno dentro y fuera de la iglesia. La Iglesia Adventista
debería, por consiguiente, seguir las siguientes etapas:
BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA
1) Adquirir una actitud positiva hacia el presente y aceptarlo como
un hecho. El modernismo no fue mejor, simplemente diferente. Christsein gestalten. Eine Studie auf dem Weg der Kirche. Rat der Ekd.
Cada época tiene sus problemas y sus oportunidades. Recor- Gütersloh, 1985.
demos lo siguiente: incluso un mundo posmoderno es el mun- Die erfundene Wirklichkeit, P. Watzlawick, Múnich, 1985.
do de Dios. Él está dispuesto a morir por el mundo y lo ha hecho. J. Gerhardt, «Gemeinde als Vermittlungsinstanz», Christiana, 6, 1995, págs.
51-68.
¿Cómo podemos atrevernos a rechazar este mundo en el que
J. Gerhardt, «Persönlichkeit und Wirklichkeit», Christiana, 7-8, 1996-97, págs.
y del que vivimos? 101-119.
2) Hacer serios esfuerzos para estudiar la sociología y la psicolo- B. McLaren, The Church on the Other Side, Grand Rapids, 2000.
gía del posmodernismo con la finalidad de comprender a la so- W. Noack, «Die Sozialpathologien der Geseelschaft und ihre Herausforderungen
ciedad y a su juventud. an die Gemeinde», Christiana, 6, 1995, págs. 84-115.
3) Tener una actitud positiva hacia la generación joven. Funciona de S. Selmanovic, «Pastoring on the postmodern frontline», 1ª parte, Ministry, 7,
forma diferente, pero quiere hacer buenas elecciones y es la ver- 2001, págs. 10-13.
dadera idealista de la iglesia. Transmitir confianza y esperanza. S. Selmanovic, «Pastoring on the postmodern frontline», 2ª parte, Ministry, 9,
La actitud es más importante que los métodos. Concentrémonos 2001, págs. 18-21.
en las personas y en sus deseos más profundos, y no en sus in- T. R. Steininger, Konfession und Sozialisation. Adventistische Identität zwis-
suficiencias. chen Fundamentalismus und Postmoderne, Gotinga, 1993.
4) Al proclamar el mensaje, no contentarse con el simple conteni-
do, sino revelar el significado para la vida personal. No venda-
mos una iglesia ni una doctrina. Seamos los testigos de la «bue-
na nueva». Seamos honestos.
5) Hacer de la vida cristiana una experiencia y experimentarla.
Reconsideremos las tradiciones y los ritos, y tratemos de des-
cubrir su sentido para nuestros días.
6) Tomar en serio las principales cuestiones de nuestro tiempo y
tratar de encontrar y de dar respuestas honestas.
7) Tener la voluntad de reorganizar el conjunto de nuestras creen-
cias y de encontrar nuevas prioridades. Deberíamos descubrir
que las «veintisiete doctrinas» adventistas no son igualmente per-
tinentes ni tienen el mismo peso específico.
8) Mezclarse con los que piensan de forma diferente, escuchar sus
preguntas, tratar de comprender.
9) Dar una visión personal de lo que pensamos y creemos, y ex-
plicar porqué es pertinente para nosotros.

70 71
Capítulo 6

Para que los jóvenes


sean actores
Guy Zeller1

Una encuesta realizada hace tres años en diferentes iglesias evangé-


licas de Suiza (alrededor de mil personas, en la parte del país donde
se habla francés) mostró que después de los 15 años, el 50% de los
jóvenes dejan la iglesia. Esto ayudó a las iglesias a tomar conciencia
del desafío que la generación joven representa: una familia cristiana no
tiene necesariamente menos desafíos que las otras, más bien al con-
trario, ¡suele enfrentar más de uno que las otras familias no tienen!

LAS CARACTERÍSTICAS DE LA JUVENTUD POSMODERNA

En varios aspectos, los jóvenes de hoy son diferentes de todas las


generaciones que los han precedido.

Relacional. Aprecian los grupos pequeños y los grandes aconte-


cimientos. Buscan confidentes vulnerables y abordables. Ganar su
confianza es mucho más difícil y no es algo que se dé por sentado.
Visual. La imagen que uno da de sí mismo es importante. ¡Denota
una búsqueda de identidad! Lo mismo ocurre en la iglesia, la apa-
riencia, el estilo adquieren una gran importancia.
A corto plazo. Al joven le cuesta mucho pensar en términos de vo-
cación. Objetivo de mayor alcance: mis próximas vacaciones. No
quiere tener la impresión de estar en los raíles de un ferrocarril y se
guarda un margen de maniobra.
Poco idealismo. Los jóvenes ya no pretenden cambiar el mundo,
sino construir su propio mundo virtual en el que se sienten bien.
Cuestionamiento. Necesitan cuestionarlo todo y repensarlo todo:
la autoridad, las formas de funcionar...

1 Guy Séller dirige el grupo Los Fabricantes de Alegría, de la misión evangélica Juventud
en Misión, en Yverdon, Suiza.

72 73
De la sensibilidad a la autenticidad. No buscan simples predi- de escuela dominical tradicional, ciertamente adaptada a la sociedad
cadores sino modelos que encarnen el mensaje en sus vidas, que moderna, pero no a la posmoderna. Al mismo tiempo, nuestras igle-
vivan lo que creen. sias deben dar la posibilidad de vivir algo en familia (trabajo a nivel
Gran honestidad. Dicen lo que piensan y no quieren ser «corte- de los padres, cultos para todas las edades, etc.) y de que cada miem-
ses»... bro de familia encuentre su lugar.
Menos responsabilidad. El joven es víctima del entorno, el medio A menudo se escucha aquella famosa frase que dice que los niños
ambiente determina su futuro. Se desplaza la culpabilidad. son la iglesia del mañana. En cierto sentido, ¡es verdad! Nuestra fi-
losofía de formación y de integración va a determinar la iglesia que
tendremos mañana, ya que recogeremos lo que hayamos sembra-
¿CÓMO MIRAMOS A LOS JÓVENES? do en ellos.
Pero los jóvenes son también la iglesia de hoy, con la posibilidad
Jesús nos dice: «No menospreciéis a ninguno de estos pequeños» no sólo de recibir informaciones sobre Dios, sino también de dar y re-
(Mat. 18: 10). ¿Qué quiere decir con estas palabras? cibir dentro del cuerpo de Cristo y a través suyo. En nuestras activi-
Encontramos un ejemplo en 1 Samuel 17, en la historia de David dades vemos a niños y a adolescentes orar, compartir, hacer viajes
y Goliat. Cuando Goliat ve al joven David acercándose a él, lo mira misioneros y, de esa manera, los vemos cómo hacen suya la misión
y lo menosprecia diciendo: «¡No eres más que un niño!». Menospreciar de la iglesia: «La iglesia no es sólo un rollo de mis padres. ¡Yo tam-
es tener esa mirada que encierra, que minimiza, que rebaja, que trans- bién tengo mi lugar en ella!».
mite: «¡No eres más que...!». Los jóvenes en particular necesitan per-
cibir la mirada opuesta, aquélla que les comunica: «¡Yo creo en ti! A
pesar de todo lo que has vivido, de lo que vives, de lo que eres, creo EL CARÁCTER: UNO DE LOS MAYORES DESAFÍOS
en ti y estoy dispuesto a invertir en tu vida y tomar tiempo para estar DE LA GENERACIÓN ACTUAL
contigo!».
Esa mirada que ya ve lo que aún no son es la que los anima, la que Jueces 3: 1-2: la nueva generación debe aprender a pelear. ¡Qué gran
les comunica una esperanza inmensa. De hecho, es la mirada de Cristo verdad para nuestros días! Para trabajar el carácter de los adoles-
sobre ellos, la misma que les dirigió a sus discípulos cuando los llamó. centes hemos puesto en marcha campamentos NIKO en la naturale-
za, en los que aprenden a trabajar en equipo para superar las difi-
cultades, a reflexionar sobre su funcionamiento y a estimular el
UNA VISIÓN MULTIGENERACIONAL crecimiento de su carácter.

No podemos aislar a los jóvenes de las otras generaciones. A pesar


de las apariencias, ese es el mejor modo de perderlos. Los jóvenes UN CONOCIMIENTO PROBADO
tienen una gran capacidad de servicio, de entrega, de sacrificio, de
entusiasmo. Pero necesitan mentores, padres y madres que crean Esta generación está más interesada en las vivencias que en el sa-
en ellos y que los entrenen. Cada generación tiene su lugar y su rol, ber. Aunque hay peligros en ello, no hay que ocultar todos los as-
y el de los adultos debe ser liberador antes que controlador. pectos positivos que tiene, a saber, que los jóvenes no quieren una
teoría sino una fe activa. No quieren un Dios lejano cuando existe la
posibilidad de vivir cerca de él.
¡COMENZAR LO ANTES POSIBLE! Los discípulos se pusieron un día entre los niños y Jesús. Es com-
prensible. Jesús estaba hablando del divorcio con los fariseos y tal
Creo que comenzar lo antes posible es una clave para dar raíces a vez no era el mejor momento para molestarlo... Pero Jesús interrumpió
los jóvenes (Mat. 13: 6). Debe existir coherencia en la formación que una discusión tan importante para pasar tiempo con los niños, im-
damos a los más pequeños y tenemos que replantearnos el modelo ponerles las manos y bendecirlos.

74 75
¿Cómo enseñar al niño y al adolescente a venir a Jesús? ¿Cómo Capítulo 7
no ser como los discípulos y dejar a los niños venir a nosotros, a nues-
tras actividades, a nuestras lecciones, a nuestros bricolages, a nues-
tras historias? ¿Cómo evitar ponernos, sin ni siquiera darnos cuenta
a veces, entre Cristo y los niños? El centro José Figols
Cuando estaba en un campamento con niños de 9 a 12 años, em-
pezó una pelea entre dos niños. Michael, uno de ellos, estaba muy
enfadado cuando lo aparté para hablar: Una herramienta para trabajar a favor
–¡Voy a matarlo, él es el que ha empezado! de los jóvenes
Yo estaba justo a punto de hablarle del perdón, pero no me sentí li-
bre de hacerlo. Le dije: «Escucha, quédate solo un momento, refle- Manuela Casti1 y Corrado Cozzi2
xiona y ora sobre esta situación. ¡Pregúntale al Señor lo que pien-
sa, y volvemos a hablar de ello más tarde!»
Diez minutos después, Michael se me acercó, muy pesaroso: «Me El 2 de julio de 2000, George Knight, profesor de Historia de la Iglesia
he dado cuenta de que debía perdonarlo, y también me he dado cuen- en la universidad estadounidense de Andrews, pronunció un discur-
ta de que he sido yo el que lo había empezado al hacerle enfadar. so notable y reseñable en la asamblea mundial de la Iglesia Adventista
También voy a pedirle perdón.» celebrada en Toronto (Canadá). Dijo acerca de la juventud:
Al final del campamento, los dos chicos eran los mejores amigos
del mundo. «Para alcanzar a la nueva generación debemos aprender a co-
¿Habría obtenido un resultado tal si le hubiera dado el discurso so- municarnos en su lenguaje actual,tal como hizo Jesús, usando el
bre el perdón? Dios sabe hablar al corazón de los niños, aunque no lenguaje y las las expresiones de su tiempo, y tal como James
siempre ocurra de forma tan sencilla. Un Cristo integrado en la vida Whitehizo en el suyo. Si la iglesia insiste en usar las expresiones
cotidiana, cercano a ellos, a pesar de las épocas de preguntas, de del siglo XIX para alcanzar a los jóvenes del siglo XXI, acabará pro-
pruebas, de dudas o de separación; ese es el Dios que los jóvenes bablemente igual que los Amish, que han mantenido sus formas
buscan. Un conocimiento real, es aquél en el que la práctica va de la y sus tradiciones pero han perdido su misión en el mundo.
mano con la teoría. »Las generaciones nacidas después del Watergate o del Vietnam,
y que podemos denominar «posmodernas», son también «pos-
confesionales». La iglesia no puede atender a una lealtad ino-
cente e irreflexiva, simplemente porque se ha nacido adventista
o se piensa que el adventismo posee la verdad. Por el contrario,
para conservar su lealtad, la Iglesia deberá demostrar que es ver-
daderamente la que pretende ser y que utiliza fielmente todos los
fondos y recursos3.»

1 Manuela Casti dirige el centro José Figols para la pastoral de la juventud y enseña
en la Facultad Adventista de teología de Collonges-sous-Salève, en Francia.
2 Corrado Cozzi, pastor adventista, dirige el Departamento de Jóvenes de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día de la División Euroafricana en Berna (Suiza).
3 Una versión abreviada del discurso de George Knight se ha publicado en español
con el título de «Si yo fuera el diablo…», en Revista Adventista n.º 309, octubre 2000,
págs. 8-12.

76 77
• evangelización y servicio,
La Iglesia, ¿es un profeta mudo?: • investigación,
• documentación,
«No es un problema pequeño. La juventud de la Iglesia es su ma- • red de animadores de jóvenes
yor activo, y la juventud de afuera es su campo de misión pre- • comunicación,
sente y futuro. La juventud es la mayor oportunidad del adventis- • formación.
mo, y a la vez su mayor desafío. La Iglesia debe crear planes para
alcanzar sus mentes y para lograr su apoyo. Ellos serán la igle-
sia del futuro4.» PROYECTOS Y ACCIONES

El centro José Figols se ha creado5 para contribuir a la acción de Las primeras actividades del centro José Figols ya han sido defini-
la Iglesia en favor de la juventud. das. Algunas tardarán poco tiempo en ponerse en marcha, pero otras
están previstas para un plazo más largo.
EN EL CENTRO DE LA RED

El centro José Figols es el fruto de la reflexión de los departamen- LA PRIMERA ENCUESTA EUROPEA SOBRE LA JUVENTUD
tos de Jóvenes de la División Euroafricana y de la división Trans- Y LA IGLESIA ADVENTISTAS
europea de la Iglesia Adventista.
El campus adventista de Salève ha sido escogido para albergar es- En América del Norte, en la década de los años 1980 se realizó una
te centro. La presencia de la Facultad de Teología en este lugar ha gran encuesta con el fin de conocer mejor a su juventud: Valuegenesis6.
contribuido a esta elección, para fomentar una deseable interacción Los sociólogos implicados en Valuegenesis afirman que una iglesia,
en la formación de pastores y de futuros pastores. en tanto que sistema, necesita al menos veinte años para producir
Su emplazamiento geográfico no impide la influencia del centro, que evoluciones significativas. Según estos mismo sociólogos, los desa-
está en línea directa con los otros dos campus universitarios adven- rrollos positivos producidos por Valuegenesis han reducido este tiem-
tistas de europa occidental: Newbold College, en Reino Unido, y la po a un tercio, sobre todo en las áreas del ambiente interno de las
universidad de Friedensau, en Alemania. iglesias y de la madurez de la fe de los jóvenes.
Más aún, el centro José Figols está ligado a dos de las grandes uni- Los estudios más recientes estiman que el porcentaje de jóvenes
versidades adventistas estadounidenses: Andrews y La Sierra, las que abandonan la Iglesia Adventista está alrededor del 75% en los
cuales disfrutan de los servicios de un centro similar en el ministerio países occidentales. Se hace preciso pues un análisis vasto y pre-
para los jóvenes. ciso de este suceso. El centro José Figols tiene entre sus objetivos
De hecho, muchos departamentos e instituciones de la Iglesia la realización, a escala europea, de una encuesta similar a Value-
Adventista están implicadas en la pastoral de jóvenes y colaboran es- genesis.
trechamente con el centro José Figols. Esperamos obtener, de esta manera, una «foto» científica y deta-
llada de la Iglesia, tal y como es percibida por los jóvenes a través de
LOS OBJETIVOS sus relaciones con las familias, los dirigentes, los pastores y las es-
cuelas adventistas. Las conclusiones de la encuesta deberán per-
Enteramente consagrado al ministerio a favor de los jóvenes, el cen- mitir a la Iglesia poder plantear una estrategia en numerosos niveles,
tro José Figols define sus objetivos en torno a seis ejes prioritarios: intervenir en los puntos débiles y orientar desarrollos y soluciones.
El inicio del proyecto está previsto para mayo de 2001.
4 Ibid.
5 El
centro José Figols, situado en el campues adventista de Salève, en Collonges-
6 Véase capítulo 2.
sous-Salève (Francia), fue inaugurado el 8 de noviembre de 2001.

78 79
MASTER OF ARTS IN YOUTH MINISTRY • promover una acceso regular a las reflexiones, debates, y expe-
riencias de actualidad a nivel internacional;
La formación de pastores en el ámbito del ministerio para la juventud • coordinar la información para ponerla en relación con las iniciati-
se percibe como una necesidad por la Iglesia Adventista. vas en curso a nivel local e internacional;
El centro José Figols tiene el propósito de realizar a corto plazo • proponer debates y evaluciones de las experiencias pilotos.
un programa académico para la consecuención del diploma de
Master of Arts in Youth Ministry (nivel DEES de la enseñanza su-
perior francesa). Esta formación será el resultado de una colabo-
ración internacional con las universidades estadounidenses de
Andrews y La Sierra, y las europeas Newbold College y universi-
dad de Friedensau.
Más que una formación teórica, este Master favorecerá la creación
de una red internacional de intercambio, de reflexión y de trabajo pa-
ra la evangelización de los jóvenes, en la sinergia que se establece-
rá entre los profesores y estudiantes comprometidos en el proyecto.
El proyecto tiene previsto comenzarse en 2003.

ASOCIACIÓN INTERNACIONAL DE ANIMADORES


DE JÓVENES

Una actividad importante del centro José Figols consistirá en dotar


a los pastores y a los animadores de jóvenes de material especiali-
zado y en convertirse en lugar donde compartir experiencias.
Con el tiempo, el centro acumulará proyectos, experiencias reali-
zadas y analizada, formaciones, etc.

EL DIARIO FORUM

Para favorecer la comunicación, el centro José Figols volverá a pu-


blicar Forum, destinado a los jóvenes adventistas.
La versión en papel ofrecerá discusiones sobre temas importantes
para los jóvenes, fichas para profundizar en las iniciativas de evan-
gelización, reportajes sobre acontecimientos destacados, debates,
etc.
La versión de Internet incluirá noticias, crónicas, debates, páginas
abiertas a la participación de los jóvenes, etc.
Los objetivos de Forum se resumen de la siguiente forma:

• constituir una red de diálogo y de intercambio entre las diferentes


realidades de la juventud;

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