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de la publicación
Seminario Permanente Internacional
EVANGELIO, CULTURA Y DESARROLLO
la Nueva Evaluación para el desarrollo humano
MEMORIAS
Seminario Permanente Internacional
Evangelio, Cultura y Desarrollo,
la Nueva Evangelización para el Desarrollo Humano
Organización y Gestión
Diócesis Sonsón – Rionegro
Comisión de Diálogo y Paz, Diócesis Sonsón - Rionegro
Universidad Católica de Oriente
Dirección de Bienestar y Pastoral Universitaria
Facultad de Educación
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales
Facultad de Teología
Grupo de Investigación en Ciencias Sociales y Humanismo
Departamento de Humanismo
Observación importante
Cada autor es responsable social, ética y legalmente de
los reconocimientos y referencias bibliográficas correspondientes
a los investigadores del pasado y del presente.
Pág.
Prólogo ........................................................................................................................... 7
Presentación ................................................................................................................... 9
Introducción ................................................................................................................... 11
Palabras de instalación ................................................................................................... 13
Educación, derechos humanos
y pertinencia del conocimiento ...................................................................................... 17
Comentario a la ponencia del doctor Ricardo Hevia
“Educación, derechos humanos y pertinencia del conocimiento” ................................... 33
La globalización de la solidaridad desde la perspectiva
de la universidad y la región ........................................................................................... 45
Comentario a la ponencia “La globalización de la solidaridad desde
la perspectiva de la universidad y la región” ................................................................... 57
Globalización y globalizaciones ..................................................................................... 61
Comentario a la ponencia “Globalización y globalizaciones” ........................................ 83
Responsabilidad y ética ante la situación social .............................................................. 93
Comentario a la ponencia “Responsabilidad y ética ante la situación social”
de Monseñor Luis Augusto Castro Quiroga ..................................................................... 109
El propósito de este Seminario, en último tér- De ahí la necesidad de suscitar una actitud crí-
mino, ha sido poner bases sólidas a un proce- tica ante toda realidad para que los efectos del
Que en nuestro tiempo, más que una época fundación, al hacer una mirada retrospectiva,
de cambios, lo que estemos experimentando ve casi con sorpresa cómo el Oriente Antio-
es un cambio de época, es un hecho que nos queño, esa región rural, tranquila y hospitala-
resulta evidente. Época llena de grandes desa- ria en la que se inició como Iglesia particular
fíos de diversa índole, que no necesariamente en 1957, se ha ido transformando en un centro
deben ser considerados problemas, sino más de desarrollo de reconocimiento nacional, por
bien fenómenos y realidades que demandan su creciente industria y capacidad exportadora
espacios para ser estudiados y asimilados. a partir de las posibilidades que le ofrece un
aeropuerto internacional, una zona franca y
La globalización, el siempre vigente tema de excelentes vías de comunicación; por el esta-
los derechos humanos, en íntima relación con blecimiento de hidroeléctricas y floricultivos;
el conflicto armado y los diálogos de paz, el por la presencia de numerosas instituciones
sector empresarial y su responsabilidad social, de educación superior y la creciente institu-
el TLC. y el libre mercado, la sociedad que cionalidad. Pero advierte de manera especial,
queremos y el tipo de líderes que demanda, que lo que ha dinamizado todo este cambio
el desarrollo tecnológico, la internet y demás ha sido el empuje de los(as) antioqueños(as),
medios de comunicación social, el no siempre en particular de la región oriental, que dentro
bien entendido modus vivendi de las nuevas y fuera de su tierra sabe dar razón de su tesón,
generaciones, la ética y la moral son, entre capacidad emprendedora, solidaridad, amor
otros, realidades que de no ser atendidas en por el hogar y tantos otras virtudes, infundidas
su momento dejarían ver sus negativas con- en gran medida por la Iglesia a cuya sombra se
secuencias, pero que si se entienden y orien- ha hecho y ha caminado; raigambre cristiano
tan de forma oportuna y positiva, constituirán que aún en gran medida se conserva.
valiosas oportunidades en la tarea, no de es-
perar sino de construir de manera conjunta y También ha visto y sufrido la Diócesis los
responsable, una región más justa, equitativa, embates de la violencia, reflejo del conflicto
pacífica y participativa. armado del país, que destruye pueblos y cie-
ga vidas humanas, dejando a su paso viudas,
La Diócesis de Sonsón-Rionegro, en el contex- huérfanos, desplazados. ¡Cuántos derechos
to de la celebración de sus Bodas de Oro de humanos vulnerados, cuántos líderes muertos,
13
terdependencia sustancial entre estos térmi- son limitados, y que todo pueblo tiene el deber
nos, en cuanto cada uno, en el horizonte de de poner en práctica políticas encaminadas a
la Iglesia, incluye al otro, no subsumiéndolo o la protección del medio ambiente, con el fin de
sustituyéndolo, sino en una relación de com- prevenir la destrucción del patrimonio natural
plementariedad. En efecto, la evangelización cuyos frutos son necesarios para el bienestar
no habrá llegado a su culmen y máxima expre- de la humanidad. Para afrontar este desafío, se
sión si no lleva dentro de sí misma la preocu- requiere un enfoque interdisciplinar. Además,
pación por la elevación de la cultura a niveles hace falta capacidad para valorar, prever y vi-
mucho más perfeccionados, y exprese así la gilar la dinámica del cambio ambiental y del
plenitud de la identidad humana y las relacio- desarrollo sostenible, y para elaborar y aplicar
nes colectivas. No es auténtica una evangeli- soluciones a nivel internacional. Es preciso
zación que ignore la promoción de las perso- prestar atención particular al hecho de que los
nas y la sociedad, o se margine de sus hondas países más pobres son los que suelen pagar el
preocupaciones vitales, morales o espirituales. precio más alto por el deterioro ecológico. Un
Para que sea legítima, la evangelización de- desarrollo que se limite al aspecto técnico y
berá llevar y servir a un auténtico desarrollo económico, y descuide la dimensión moral y
humano, que tenga por centro a la persona y religiosa, no sería un desarrollo humano inte-
todos los productos de su pensamiento, mani- gral y, al ser unilateral, terminaría fomentando
festados en la cultura. la capacidad destructiva del hombre.
Existe un núcleo central que asocia y coordina El segundo desafío implica nuestro concepto
la evangelización con la cultura y el desarrollo: de persona humana y, en consecuencia, nues-
Es el principio del destino universal de todos tras relaciones recíprocas. Si a los seres huma-
los bienes de la creación. “Según ese princi- nos no se les ve como personas, hombres y
pio fundamental, todo lo que produce la tierra mujeres, creados a imagen de Dios, dotados
y todo lo que el hombre transforma y confec- de una dignidad inviolable, será muy difícil
ciona, todo su conocimiento y toda su tecno- lograr una justicia plena en el mundo. A pe-
logía, todo está destinado a servir al desarrollo sar del reconocimiento de los derechos de la
material y espiritual de la familia humana y de persona en declaraciones internacionales y
todos sus miembros” (Benedicto XVI). A partir en instrumentos legales, es necesario progre-
de este principio universal, la civilización mo- sar mucho para que ese reconocimiento tenga
derna debe responder a los desafíos del mun- consecuencias sobre los problemas globales,
do globalizado, y la respuesta debe darse en la como los siguientes: la brecha cada vez mayor
articulación de la evangelización, la cultura y entre países ricos y países pobres; la desigual
el desarrollo. El Santo Padre, en reciente carta distribución y asignación de los recursos natu-
dirigida a la presidenta de la Academia Ponti- rales y de la riqueza producida por la actividad
ficia de Ciencias Sociales, doctora Mary Ann humana; la tragedia del hambre, la sed y la po-
Glendon, explica lo que serían esos desafíos y breza en un planeta donde hay abundancia de
las implicaciones que conllevan. alimentos, agua y prosperidad; los sufrimien-
tos humanos de los refugiados y los prófugos;
El primer desafío atañe al medio ambiente y a las continuas hostilidades en muchas partes
un desarrollo sostenible. La comunidad inter- del mundo; la insuficiente protección legal
nacional reconoce que los recursos del mundo para los niños por nacer; la explotación de los
Estos tres desafíos: un desarrollo sostenible En nombre del Señor Obispo de la Diócesis,
que respete el medio ambiente, el respeto a la Monseñor Ricardo Tobón Restrepo, actual-
dignidad de la persona humana y la conside- mente participante de la V Conferencia del
ración de los valores del espíritu, son el tras- CELAM y de la Comisión Diálogo y Paz, de la
fondo conceptual y el marco de acción para misma Diócesis, reciban un afectuoso saludo
concretar las relaciones mutuas entre evange- de muchas bendiciones en estas sesiones de
lización, cultura y desarrollo, tema de este Se- reflexión y trabajo, con el convencimiento de
minario Permanente, en el cual la Diócesis de que es el mismo Dios quien orienta y dirige
Sonsón – Rionegro por medio de sus diferen- nuestros pensamientos y palabras para produ-
tes instancias e instituciones diocesanas, y en cir toda obra buena.
asocio con la Universidad Católica de Orien-
te, quiere dar continuidad y respuesta a la pre-
ocupación de la Iglesia por la evangelización 17 de mayo de 2007
de la cultura.
17
ciedad, hoy más centrada en el individuo, en casi exclusivamente en los beneficios del mer-
su autonomía y en la libertad personal como cado y en una escasa institucionalidad regula-
garantes de éxito. El entramado social se ha dora por parte del Estado. En el campo de la
vuelto más frágil, se ha resquebrajado el con- educación, las políticas públicas han tendido a
cepto de comunidad, y ya no se espera una reproducir la segmentación social, ofreciendo
solidaridad vertebrada desde el Estado. Los a los sectores de menores ingresos una edu-
ciudadanos difícilmente se ven a sí mismos cación de peor calidad que la ofrecida a los
formando parte de un sujeto colectivo, de un estratos medios y altos. Los sectores de meno-
“nosotros”, todo lo cual afecta “nuestras ma- res recursos son los que, por situación estruc-
neras de vivir juntos”, como la UNESCO ha tural, desertan más, repiten y tienen inferiores
definido la cultura (UNESCO, 1996b). resultados en las evaluaciones estandarizadas.
Los sistemas educativos, que en el pasado fue-
La diversidad social y cultural representa una ron canales de movilidad social y vehículos de
de las grandes riquezas de la región, siempre integración, se han convertido cada vez más
que ésta sea contenida por un orden consen- en circuitos segmentados para pobres y ricos,
suado. Sin dicho orden, la diversidad tiende a con lo cual se genera un peligroso circuito de
desembocar en fragmentación, lo que un in- reproducción intergeneracional de la desigual-
forme de Naciones Unidas llama la “diversi- dad.
dad disociada” (PNUD, 2002). Gran parte de
la población, cercana a los 200 millones de En este panorama, la propuesta de “educación
habitantes —especialmente indígenas y afro- de calidad para todos a lo largo de la vida”1
descendientes—, está y se siente excluida de enfrenta en la región al menos cuatro desafíos
las redes de protección social y de los frutos importantes:
del desarrollo.
El primero, cómo la educación puede ayudar a
Esta exclusión no es sólo del bienestar econó- la superación de la pobreza mediante una con-
mico y de las redes sociales, sino de una co- tribución efectiva al crecimiento económico
munidad de sentidos que concierne más a una sostenido, como un factor clave que aporta al
manera de vivir juntos que a un asunto de po- bienestar de las personas. Los niveles de cre-
breza material. En la actualidad, los riesgos de cimiento han sido insuficientes en los últimos
una sociedad fragmentada otorgan una nueva años y éste, en la sociedad del conocimiento,
importancia al tema de la cohesión y de las depende cada vez más de la incorporación de
instituciones que, como la escuela, apuntan a valor agregado a la producción y a los sistemas
la constitución de lo social. de intercambio global. Para ello se necesita
mejorar masivamente el nivel de formación de
La fragmentación social se ha visto reforzada las nuevas generaciones que entran al merca-
por políticas públicas que tienden a reprodu- do laboral, en un momento en que la región va
cir la segmentación social originada por la im- quedando rezagada en el ritmo de avance de la
plantación de una política económica, basada educación secundaria y terciaria, y en el nivel
1
Unesco, Foro Mundial sobre la Educación, Dakar (Senegal), 26-28 de abril de 2000.
2
Savater, Fernando, “Fabricar humanidad en los sentidos de la educación”, Revista PRELAC, N.º 2, pp. 26-30. ORE-
ALC/UNESCO, Santiago de Chile, julio de 2005.(OJO: ¿cuál es el año: 2005 o 2006?) Conferencia en el Encuentro
Sentidos de la Educación y la Cultura, Consejo Nacional de la Cultura de Chile-OREALC/UNESCO, Santiago de Chile,
16-18 de marzo, 2005.
3
Declaración de los Derechos Humanos; Derechos económicos, sociales y culturales, y Convención de los Derechos
del Niño.
4
Muñoz, Vernor, “El derecho a la educación”. Informe del Relator Especial sobe el derecho a la educación, Comisión de
derechos humanos, 2004.
5
Blanco, Rosa, “La equidad y la inclusión social: uno de los desafíos de la educación y la escuela hoy”, Revista Electrónica
Iberoamericana sobre Calidad y Cambio en Educación —REICE [revista en línea], vol. 4, N.º 3, 2006, pp. 1-15.
6
Amartya K. Sen A., Invertir en la infancia: su papel en el desarrollo. París, 14 de marzo de 1999.
7
Tedesco, Juan Carlos, “Igualdad de oportunidades y política educativa”, en: Políticas educativas y equidad, Reflexiones del
Seminario Internacional (Santiago de Chile, octubre de 2004), Fundación Ford, Universidad Padre Hurtado, UNICEF y UNES-
CO, Santiago de Chile, 2005, pp. 59-68.
8
UNESCO, Guidelines for Inclusion: Ensuring Access to Education for All, Unesco, Francia, 2005.
9
Ibid.
10
Silvia Schmelkes, “Comentario a la exposición de Sergio Molina: La equidad de la educación en Chile”, en: Políticas
educativas y equidad: Reflexiones del seminario internacional (Santiago de Chile, octubre de 2004), Fundación Ford,
UNESCO, UNICEF, Universidad Alberto Hurtado, Santiago de Chile, 2005, pp. 231-233.
11
Blanco Rosa, Op. cit.
Una de las finalidades de la educación, junto La relevancia también está relacionada con
con el desarrollo integral de las personas, es las finalidades que se le asignan a la educa-
fomentar el respeto de los derechos y liberta- ción, en cuanto proyecto político y social,
des fundamentales, por lo que la educación en un momento histórico y contexto dados.
será relevante si los estudiantes tienen la opor- A la educación escolar se le atribuyen, cada
tunidad de conocerlos y vivenciarlos, lo cual vez más, distintas finalidades y funciones que
significa aprender no sólo conocimientos y ha- varían según el modelo de desarrollo del que
bilidades, sino sobre todo valores, actitudes y se parta, los posicionamientos ideológicos y
comportamientos congruentes con el respeto políticos y las exigencias y necesidades de la
a los derechos humanos. Un ambiente respe- sociedad. Lo que se pretende conseguir a tra-
tuoso de los derechos y un currículo que con- vés de la educación está condicionado tanto
temple el aprendizaje de los mismos son dos por las expectativas de la sociedad como por
condiciones sine qua non para una educación la concepción que se tenga de la educación
de calidad.12 misma; ésta puede entenderse como elemen-
to de transformación o como reproductora de
En numerosas ocasiones, el sistema de Nacio- la estructura social, como homogeneizadora
nes Unidas ha planteado la importancia de la de las diferencias o respetuosa de las mismas,
educación en derechos humanos, y ha solici- y la concepción que se adopte influirá, a su
tado a sus Estados miembros tomar medidas vez, en que se conceda mayor énfasis a ciertos
para introducir o estimular en sus sistemas aprendizajes en detrimento de otros.13
educativos los principios proclamados en la
Declaración de los Derechos Humanos, así La selección de los aprendizajes más relevan-
como la enseñanza progresiva de los mismos tes para ser promovidos a través de la edu-
en las escuelas primarias y secundarias. Es ne- cación adquiere especial significación en la
cesario asegurar que los currículos, los méto- actual sociedad del conocimiento, donde los
dos de enseñanza, el entorno educativo y los contenidos se duplican a gran velocidad y mu-
libros de texto sean consistentes con el apren- chos de ellos pierden vigencia rápidamente.
dizaje de los derechos humanos, y que éstos Por otra parte, ante las nuevas exigencias de la
sean respetados y vividos en el conjunto del sociedad y las presiones de los distintos acto-
sistema educativo. La educación en derechos res sociales, se van agregando nuevos conteni-
humanos forma parte en muchos países de dos al currículo escolar, sin eliminar otros. Dar
los denominados temas transversales, lo cual respuesta a este conjunto de demandas pue-
significa que han de estar presentes en todos de conducir a una sobrecarga curricular que
los contextos y procesos educativos. El cono- atentaría contra la calidad de la educación.
12
Muñoz, Vernor, Op. cit.
13
Blanco Rosa, “Innovación educativa y calidad de la educación”, Módulo I del curso taller sobre Investigación y Sistemati-
zación de Innovaciones Educativas 2005-2006, UNESCO/OREALC, 2005.
14
Delors, Jacques, La educación encierra un tesoro, Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación
para el siglo XXI, París, Ediciones UNESCO, 1996.
15
HOPENHAYN, M., Op. cit.
16
LEIS, R., “Construcción de sentidos esenciales de la educación”, revista PRELAC, Los sentidos de la educación,
febrero 2006.
17
OLIVÉ, L., “Comentarios sobre los pilares de la educación”, revista PRELAC, Los sentidos de la educación, febrero
2006.
18
Delors, Jacques, Op. cit.
19
BLANCO, R., Op. cit.
20
Delors, Jacques, Op. cit.
21
United Nations Economic and Social Council, Right to Education. Scope and Implementation. General Comment 13
on the right to education (Article 13 of the International Covenant on Economic, Social and Cultural Rights) ED-2003/
WS/73, UNESCO, París, 2003. Disponible en: http://portal.unesco.org/education/en/ev.php-URL_ID=18743&URL_
DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
17 mayo de 2007
33
cadenar un proceso que impacte y construya violación de los derechos humanos a la que se
positivamente la región, con la convicción de ven avocadas la mayoría de nuestras comuni-
que si hay líderes preparados, con compromi- dades. Válganos la ocasión para solidarizarnos
so maduro y organizados adecuadamente se con situaciones como la que vive desde hace
hará posible construir un Oriente antioqueño ocho días el municipio de Nariño con el blo-
“equitativo, justo, solidario y en armonía con queo al transporte que lo tiene incomunicado
la naturaleza”;22 ante todo, líderes con con- en ambos sentidos, hacia Sonsón y hacia la
vicciones de fe católica y con opciones éticas Dorada. Es lo que nuestro ponente internacio-
y políticas para ejercer su liderazgo como un nal advierte sobre la necesidad de la equidad
servicio válido y pertinente con el fin de ade- como condición esencial de una educación
lantar los procesos sociales que la región está con calidad, y la urgente necesidad de condi-
clamando como respuesta a su situación de ciones para que” todos, sin excepción, se in-
postración ante la negación de acceso a sus serten en la actual sociedad del conocimiento,
derechos humanos. el empleo y el ejercicio pleno de su libertad.
El tema de la educación y los derechos huma- Qué bien caen aquí las recientes palabras de
nos tiene que ser la senda liberadora de las nuestro Papa Benedicto XVI en el discurso in-
mentes y los espíritus, que responda a la grave augural de la V Conferencia del Episcopado
crisis que en el ámbito regional ha provoca- Latinoamericano en Aparecida Brasil, el 3 de
do una larga trayectoria de violación a todos mayo de 2007, cuando dijo:
sus derechos y un atraso sin precedentes en
todos los temas, de manera particular los de En América Latina y el Caribe, igual que
la educación y el desarrollo, a la vez que de en otras regiones, se ha evolucionado ha-
los esfuerzos aún desarticulados en la búsque- cia la democracia, aunque haya motivos
da de la autonomía y de la paz. Es entonces de preocupación ante formas de gobierno
hoy cuando adquiere validez y actualidad la autoritarias o sujetas a ciertas ideologías
Palabra de Vida que inspira este año jubilar que se creían superadas, y que no corres-
en nuestra diócesis: “El Espíritu del Señor está ponden con la visión cristiana del hombre
sobre mí, porque me ha ungido para anunciar y de la sociedad, como nos enseña la Doc-
a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a trina social de la Iglesia. Por otra parte, la
proclamar la liberación a los cautivos y la vista economía liberal de algunos países latinoa-
a los ciegos, para dar la libertad a los oprimi- mericanos ha de tener presente la equidad,
dos y proclamar un año de gracia del Señor” pues siguen aumentando los sectores socia-
(Lucas 4, 18 – 19). les que se ven probados cada vez más por
una enorme pobreza o incluso expoliados
Hoy, en nuestra región, urge una respuesta de los propios bienes naturales.
como ésta frente al aún débil sistema educa-
tivo y la frágil estructura educativa, que no al- Nuestra región puede considerarse en ese sen-
canzan a cubrir la demanda de nuestros niños, tido inequitativa en gran parte de su territorio
jóvenes y profesionales, junto a la dramática por las dificultades para el acceso a la educa-
22
PLANEA, Visión Antioquia 2020.
23
Palabras del Siervo de Dios Juan Pablo II en la Habana, Cuba, el 21 de enero de 1998.
24
Pablo VI, Encíclica Populorum progressio, N.º 87.
25
Resolución AG 8 de septiembre de 2000 cuando los jefes de Estado se comprometieron a alcanzar antes del 2015 los ocho
Objetivos de Desarrollo del Milenio.
26
En su punto tres la “Alianza de Antioquia por la Equidad” habla de “Garantizar una educación con calidad y pertinencia”.
Gobernación de Antioquia, Alianza de Antioquia por la Equidad, documento estratégico, junio de 2005.
27
S. de Dios Juan Pablo II, mensaje para la celebración de la jornada mundial de la Paz, 1.º de enero de 1987.
28
Puede convertirse para el Estado central, es decir, el gobierno nacional; y para el gobierno local, en una prioridad
manifiesta bajo la forma de política pública, la preocupación y el desarrollo de una educación que sea pertinente a las
regiones del país y a las realidades municipales que demandan proyectos educativos a escala local (proyectos educa-
tivos veredales, municipales y regionales).
Analfabetismo
Municipios
Tasa % Población analfabeta
Subregiones Total Cabecera Resto Total Cabecera Resto
Oriente 6,7 4,9 8,7 20.875 8.139 12.736
Abejorral 10,3 7,3 11,9 1.456 363 1.093
Alejandría 6,4 5,3 7,6 164 72 92
Argelia 13,6 11 14,9 733 208 525
Carmen de Viboral 5,4 3,8 7,4 1.397 566 831
Cocorná 15,8 12,9 17,1 1.307 343 964
Concepción 6,5 4,8 7,5 193 52 141
El Peñol 6,4 5,2 7,4 684 262 422
El Retiro 5,1 4,5 5,8 556 254 302
El Santuario 6,3 5,9 7,3 1.095 715 380
Granada 7,6 8 7,1 297 192 105
Guarne 4,9 3,8 5,3 942 215 727
Guatapé 5,1 4,3 6,6 171 99 72
La Ceja 3,9 3,4 5,7 954 681 273
La Unión 5 4,3 5,7 530 218 312
Marinilla 4,5 3,2 6,9 1.258 571 687
Nariño 12,5 9,6 13,3 995 170 825
Rionegro 3,2 2,7 4,2 1.687 959 728
San Carlos 12,8 10,8 14,9 928 397 531
San Francisco 22,1 19,5 24,1 771 298 473
San Luis 9,6 8,1 10,9 569 215 354
San Rafael 12,2 9,9 14,5 1.090 445 645
San Vicente 5,4 3,6 5,8 743 97 646
Sonsón 9,4 6,7 11,5 2.355 747 1.608
Fuente: tomado de la página web: www.planeacionantioqua.gov.co
Deserción
Tasa % Población analfabeta
Total Cabecera Resto Total Cabecera Resto
Oriente 4,16 3,09 5,76 4.608 2.045 2.563
Abejorral 5,89 4,32 7,22 220 74 146
Alejandría 6,62 8,73 5,07 43 24 19
Argelia 10,66 7,73 12,48 219 61 158
Cocorná 7,1 6,33 7,53 218 70 148
Concepción 3,05 2,93 3,16 26 12 14
El Carmen de Viboral 3,2 2,4 4,69 284 139 145
El Peñol 2,53 1,64 3,88 90 35 55
El Retiro 3,1 2,73 3,51 96 44 52
El Santuario 3,74 2,63 6,85 226 117 109
Granada 7,28 4,97 10,31 165 64 101
Guarne 2,2 1,03 3,34 148 34 114
Guatapé 3,05 2,76 5,03 43 34 9
La Ceja 2,38 2,26 3,34 217 183 34
La Unión 2,93 2,42 3,85 107 57 50
Marinilla 3,02 2,39 4,67 331 189 142
Nariño 10,1 8,37 10,75 245 55 190
Rionegro 2,59 2,56 2,65 531 354 177
San Carlos 6,97 6,48 7,37 189 80 109
San Francisco 13,29 11,6 14,32 165 55 110
San Luis 10,01 7,21 12,66 249 87 162
San Rafael 3,46 2,09 5,5 103 37 66
San Vicente 3,43 4,37 2,94 144 63 81
Sonsón 6,8 5,76 7,44 549 177 372
Fuente: tomado de la página web: www.planeacionantioqua.gov.co
29
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Documento de Santo Domingo, Capítulo II, numerales 157–227,
1992.
30
Pablo VI, Populorum Progressio, N.º 42.
31
Colombia, Constitución Política de Colombia, Artículo 67, 1991.
32
Testimonio del Padre Francisco Antonio Gómez párroco de San Francisco, mayo de 2007.
33
La fobia a los pobres se manifiesta en dichos como: no son capaces, no piensan, lo que se haga por ellos es inútil, son
gentes que no merecen inversión porque la misma va como a un barril sin fondo. He ahí una manifestación cultural que im-
posibilita el reconocimiento de una atención social en perspectiva de derechos humanos.
34
Humberto Martínez, ex alcalde municipio de San Luis.
35
Palabras de Monseñor Flavio Calle Zapata en reunión con los alcaldes de Oriente, 2001.
36
Testimonio del doctor Juan de Jesús Arroyave, alcalde popular de Sonsón, 16 de mayo de 2007.
45
nomía mundial. De las 200 más poderosas, como espíritu que transforma la sociedad, y
172 corresponden a cinco grandes países de los gobiernos la retoman para elevar la bande-
capitalismo avanzado: Estados Unidos, Japón, ra de la convivencia.Pero, sobre todo, como
Alemania, Francia y el Reino Unido. A pesar consecuencia de las reflexiones surgidas en el
de la crisis de los años ochenta, su expansión seno de la Iglesia, de la mano del pensamiento
ha continuado, entre 1982 y 1992 sus ventas del Papa Juan Pablo II, hacia finales del siglo
aumentaron de 3 mil a 5 mil novecientos bi- XX se fue observando una clara tendencia a
llones de dólares, y su participación es el PNB relacionar la solidaridad con la economía, que
mundial pasó del 24,2% al 26,8%.1 dio origen al concepto que defiende en Amé-
rica Latina el profesor Luis Razeto: economía
Los efectos de las crisis generadas por la glo- de la solidaridad.
balización, evidenciados en problemas de
equidad y justicia social, no sólo nos deben Desde el punto de vista de la construcción y
preocupar sino que nos tienen que mover a utilización del concepto solidaridad, puede
ser capaces de responder con otros criterios señalarse su amplia utilización en el pensa-
distintos a los de un brutal capitalismo finan- miento social de los dos últimos siglos, por lo
ciero. Una de las propuestas más estructuradas menos en tres ámbitos o escenarios que tie-
está representada en la alternativa económica nen que ver con la construcción conceptual,
sustentada en el valor de la solidaridad, y que en relación con lo político, lo económico y lo
puede traducirse en la expresión clave con la ideológico.
cual se quiere denotar, especialmente en el
medio latinoamericano contemporáneo, una La manifestación política del concepto se ini-
forma de hacer economía que se contraponga cia con el grupo de adeptos seguidores del
a las prácticas de acumulación y lucro indivi- pensamiento sansimoniano, pero especial-
dual y de explotación de los factores producti- mente los adscritos a la vertiente liderada por
vos en beneficio del capital. Augusto Comte. A partir de las primeras ideas
presentes en textos de comienzos del siglo
La solidaridad es un concepto de larga trayec- XIX, se traslada propiamente a los diferentes
toria, utilizado por diversas escuelas filosóficas autores que dieron origen a la disciplina so-
y movimientos sociales desde la primera mitad ciológica, siendo Durkheim y Le Bon los máxi-
del siglo XIX. A lo largo del siglo XX, la solida- mos exponentes en esta materia. Esta primera
ridad se encontró agregada como consigna de manifestación conserva los principios formu-
partidos, tendencias ideológicas y programas lados por Comte., y ha ganado mucho terreno
políticos: el movimiento obrero hizo común en el marco de las transformaciones políticas y
las huelgas de solidaridad, las iglesias esta- económicas de finales del siglo XX y comien-
blecieron las instituciones de solidaridad, los zos del siglo XXI.
mutualistas la enarbolaron como instrumento
para nutrir los fondos de seguridad social y Augusto Comte estableció el principio posi-
socorro mutuo, el cooperativismo la propuso tivista de que toda sociedad se constituye y
1
Guerra, Pablo, “Globalización capitalista o globalización de la solidaridad. Respuesta de la Iglesia Católica ante la nueva
cuestión social”, en: Trabajador Católico de Houston, vol. 1, N.º 4, julio – agosto de 2001. Disponible en: www.cjd.org/es-
panol/period//pguerra.html
2
Razeto Migliaro, Luis, Los caminos de la economía de solidaridad, Santiago de Chile, Vivarium, p. 14.
Otro de los elementos que han permitido ligar Es el Papa León XIII quien introduce las te-
de manera coherente los conceptos economía sis de la “solidaridad social” en su Encíclica
y solidaridad, proviene de los aportes y re- Rerum Novarum, sustentado en las tesis polí-
flexiones de Maxneef y el Grupo CEPAUR, en tico-sociológicas francesas y en la influencia
particular de su concepción del desarrollo hu- de la escuela económica del solidarismo de la
mano, la cual hace una crítica a la economía primera época.
convencional, que considera las necesidades
humanas como crecientes e ilimitadas y con- Sobre la base de un análisis de la condición de
funde necesidades con satisfactores. la clase obrera de finales del siglo XIX, León
XIII se muestra contrario al pensamiento mar-
En el contexto colombiano, varios pensadores xista y al liberalismo económico al sostener, en
relacionados con el movimiento cooperativo materia de propiedad, que los medios de pro-
han realizado importantes reflexiones. Para ducción deben ser de posesión privada de los
Francisco Luis Jiménez, es en la solidaridad trabajadores, en cuanto ellos tienen derecho
donde se forma una fuerza para el mañana, a la propiedad por el trabajo que realizan; de
donde se prevé la contingencia cuando ella allí surge la necesidad de defender la dignidad
se tiene como imposible. De acuerdo con este y el derecho al trabajo. Para lograr tales idea-
pensador, existe una diferencia trascendental les hay que proponer que los trabajadores, “en
entre cooperar y solidarizarse: en el primer la forma y grado que parezcan más oportunos,
caso, se trata de una acción inmediata que puedan llegar a participar poco a poco en la
responde más bien a un proceso de organiza- propiedad de la empresa donde trabajan”.3
ción del factor trabajo; en el segundo, lo soli-
dario, es un encuentro de carencias presentes En su Carta Encíclica Centesimus Annus, Juan
o futuras, a las cuales habrá de responderse de Pablo II, resume el espíritu del postulado de
manera mancomunada; de modo que la soli- León XIII: “el hombre trabaja con los otros
daridad obedece a un sentido pragmático de hombres, tomando parte en un ‘trabajo social’
previsión de adversidades. que abarca círculos progresivamente más am-
3
León XIII, “Rerum Novarum. Encíclica sobre la condición de los obreros”, en: Colección de Encíclicas y Cartas Pontificias,
Buenos Aires, Editora Poblet, 1944, pp. 442-443.
Como complemento de las tesis sociales in- Todas estas manifestaciones, especialmente
auguradas por León XIII, y bajo el influjo del desde el punto de vista de la moral, se desa-
pensamiento social de Juan Pablo II, se pro- rrollan en América Latina durante las décadas
duce una transformación del concepto de la de los sesenta y setenta, y en los años ochen-
“caridad”, que había quedado reducido a muy ta es cuando se importa la denominación de
poco desde un cierto espiritualismo, o a la economía solidaria. Es importante resaltar que
comprensión de la caridad desde un simple a través de dichas manifestaciones la Iglesia
asistencialismo. Con León XIII se había recupe- ha asumido una posición crítica frente a los
rado la antigua significación de amor fraternal fenómenos devastadores del neoliberalismo
entre los miembros de la Iglesia, ampliándose y la globalización, situación que se evidencia
hacia el conjunto de la sociedad como única sobre todo en las propuestas de Juan Pablo
manera de superar los males del individualis- II, con quien “frente a las características que
mo, el industrialismo y el liberalismo a ultran- asume la globalización económica en nuestras
za. El Papa polaco supera esta concepción y regiones se propone una globalización de la
entroniza la solidaridad como virtud. Así que- solidaridad”.6
4
Juan Pablo II, “Carta Encíclica Centesimus Annus”, en: Encíclicas de Juan Pablo Segundo, 4.ª edición, Madrid, Edibesa, 1998,
p. 865.
5
Juan Pablo II, “Carta Encíclica Sollicitudo Rei Socialis”, en: Encíclicas de Juan Pablo Segundo, 4.ª edición, Madrid, Edibesa,
1998, p. 684.
6
Guerra, Pablo, Op. cit.
7
Toro Jaramillo, Iván Darío, “La solidaridad como la mayor exigencia contemporánea para la Universidad Católica”, docu-
mento inédito preparatorio para el Evento “Rueda de solidaridad”, Medellín, Funlam, octubre de 2006.
8
Juan Pablo II, Encíclica Ex Corde Ecclesiae, Sobre las universidades católicas, Parte II, artículo 7, N.º 1, Constitución Apos-
tólica de 15 de agosto de 1990.
9
Ibid., Parte I, N.º 35.
10
Juan Pablo II, Ecclesia in America, Exhortación Apostólica Postsinodal, Capítulo VI, N.º 71, 22 de enero de 1999.
Quisiera darle entrada a este problema de la reflexión una línea muy fuerte de movimiento
globalización, las globalizaciones y lo local, social, que considero me va acompañar en
el trabajo sobre la universidad, la escuela, el esta reflexión, y es que no es posible pensar
problema de los derechos humanos y las dis- los problemas que estamos pensando en este
cusiones sobre investigación; pero también seminario y en el de mañana si no nos pregun-
quisiera resaltar que siempre se habla desde tamos por el lugar de los movimientos sociales,
los lugares sociales donde se trabaja, quiero el lugar de la sociedad civil, el lugar de lo que
hacer en ellos mucho énfasis, porque muchas no es Estado, el lugar de los pobres en estos
de las afirmaciones que voy hacer, algunas po- procesos. Es decir, pareciera que muchos de
lémicas y otras que fácilmente no se pueden estos discursos que echamos vienen desde un
compartir, tienen que ver con un lugar social. arriba que se sigue relacionando con el abajo
Hablo desde la realidad colombiana, y, en ese en unas características muy particulares, por
contexto, lo hago desde tres tipos de prácticas, eso, cuando uno habla en el país más desigual
que llamaría tres tipos de búsqueda que inten- del continente, ya superamos ahora que tiene
tamos hacer. que hacerse un tipo de preguntas diferentes a
las que se hiciera viniendo de otro lugar.
En primer lugar, hablo a partir del Proyecto
Planeta Paz, donde intentamos preguntarnos En segundo lugar hablo a partir de la Expedi-
por el lugar de los sectores populares de este ción Pedagógica Nacional, que se planteó ir a
país. En ese sentido, ustedes encontrarán en mi buscar en la escuela, en esa escuela pública
* El presente texto es una corrección de la versión transcrita de la conferencia del doctor Marco Raúl Mejía.
61
colombiana, permanentemente herida por las niñas todas estas cosas que hemos disputado
degradaciones de la ministra de educación en en lo social, y en ese sentido plantear que a los
los periódicos y en las emisoras, nos fuimos niños colombianos, si queremos formarlos no
a buscar la riqueza pedagógica de este país, para la guerra sino para otras cosas, tenemos
y nos hemos planteado un reto metodológico que educarlos desde muy pequeños; estamos
que intentamos resolver desde todas estas re- trabajando con niños desde los cinco hasta los
flexiones que voy hacer de la globalización, 18 años, y es necesario construir procesos que
de construir el atlas pedagógico alternativo no sólo les permitan remover la estructura de
de Colombia, en el cual hemos recorrido 192 la escuela que tenemos, sino también recono-
municipios, y tenemos para mostrar 3.600 cer la vocación regional en esos procesos que
experiencias de maestros y maestras colom- ellos trabajan. Por eso pido que muchas de las
bianos de carne y hueso que dignifican la es- cosas que voy a decir sean leídas con base en
cuela colombiana, y que no se someten a los esas tres prácticas.
estándares patrocinados a nivel internacional
por la banca multilateral; es decir, los movi- Básicamente la hipótesis que planteo acá y
mientos de resistencia están en el territorio y voy a sostener durante estos días en los es-
hay que tener ojos para verlos, y ésa es la gran cenarios donde me voy a mover, es que asis-
enseñanza de la expedición pedagógica: que timos a un cambio de época que genera un
así hoy intentemos hacer un atlas virtual para fenómeno global que desborda el fenómeno
poder dar cuenta de esa riqueza pedagógica mundial e internacional anterior; que hay real-
de Colombia utilizando los últimos elementos mente un cambio que ya ha sido capitalizado
de la globalización, es el mundo local el que desde el poder del capitalismo globalizado,
vuelve a hablarnos desde una sordera globali- y ese cambio que se da genera un fenómeno
zada que no permite reconocer las voces lo- global recompuesto por el capitalismo como
cales y el sentido de esas resistencias que se globalización, y al recomponerlo con nombre
comienzan a construir en lo local. de globalización construye un proyecto de po-
der aparentemente homogéneo, y por eso el
En tercer lugar menciono el programa Ondas gran proyecto es la homogeneización. La gran
de Conciencias, en donde nos hemos plantea- tragedia para los que vivimos en el mundo del
do un reto en esta asesoría, y es que si estamos sur, para los grupos más vulnerables de la so-
realmente en un mundo con las características ciedad, para las regiones y para el Sur que ad-
que voy a comentarles más tarde, es necesario hiere el Norte, es que se nos está imponiendo
plantearnos el problema de la investigación un modelo de ser humano, de desarrollo no
haciendo transversal la condición humana. Por coherente con el cambio de época, sino co-
eso en el programa Ondas de Conciencia este herente con el proyecto de control capitalista.
año estamos atendiendo 218.000 niños, niñas Entonces estamos confundiendo el cambio de
y jóvenes colombianos, poniendo la investiga- época con la modernización capitalista, y ter-
ción como estrategia pedagógica. Siempre he minamos de idiotas útiles haciendo esa tarea
dicho que la vida le da a uno proporcional- de modernización, porque no estamos cons-
mente cuanto uno la trabaje, y creo que llegar truyendo, precisamente lo que desarrollamos
al programa Ondas como asesor pedagógico son globalizaciones, pues no hay una única
investigativo ha sido una maravilla, porque ha globalización, hay muchas globalizaciones, y
sido poner en un programa grande de niños y esas globalizaciones se constituyen desde el
Hace dos años o más inauguraba el congreso Hay un cambio que nosotros no estamos vi-
de educación católica en Brasil, lo digo por- sualizando mucho y es el que más impacto tie-
que me siento éticamente obligado a decirlo, ne en educación: estamos pasando de un mo-
y en una conferencia que fue muy dura, les delo de producción constituido en el fordismo
decía que a la Iglesia católica en educación a un sistema de producción en el posfordismo
la veo repitiendo la misma historia del siglo y en el toyotismo, por eso la idea de calidad ha
XX, están muy preocupados por modernizarse tomado tanto auge, el fundamento del modelo
Tres apuntes sobre el tema cativo, con las diversidades y diferencias cul-
turales de las localidades, regiones y naciones.
1. Globalización y estandarización Se plantea cómo la identidad cultural de las
Aceptado el carácter irreversible de la globali- regiones ha sido modificada por la experien-
zación, creo importante plantear algunos inte- cia de la globalización, sin negar la existencia
rrogantes: 1. ¿En esta época de globalización, de expresiones locales ligadas a lo étnico, lo
cuál será el destino de las culturas locales, re- regional, el patrimonio histórico y las culturas
gionales y nacionales? 2. ¿Lo global será un populares. Los saberes, hábitos y manifesta-
sustituto de lo local, desembocando en la ho- ciones inmateriales de las culturas regionales
mogeneización cultural? 3. ¿El modo neolibe- están ante el desafío de no diluirse en las ten-
ral de globalizarnos será el único posible? dencias globalizadoras de homogeneización
y estandarización.1 Las culturas nacionales no
¿Cuál será el destino de las culturas locales, pueden tener como destino ser borradas del
regionales y nacionales en una etapa de glo- alma de sus habitantes. ¿Tiene futuro lo local
balización? En el proceso de globalización en el actual contexto de la globalización? ¿Es
aparece la tensión entre una cierta uni-forma- la globalización el fin de lo local? Para que la
ción cultural que intenta convertir a los Esta- globalización sea tal, ¿es necesaria la muerte
dos-nación desarrollados, predefinidos como de lo local?
promotores de la globalización, con sus mo-
dos de vida, como los únicos que construyen ¿Lo global se convertirá en un sustituto de lo
la industria cultural de lo imaginario y lo edu- local y esto llevará necesariamente a la ho-
1
Arenas, Nelly, “Globalización e identidad latinoamericana”, Nueva Sociedad, N.º 147, Venezuela, 1997.
2
El término glocalización es un neologismo propuesto por Robertson, para indicar la acción de localizar lo global y de globa-
lizar lo local, sin que lo local pierda su identidad. Véase CELAM, “Globalización y Nueva Evangelización en América Latina
y el Caribe”, en: Reflexiones del Celam 1999-2003, Documento Celam N.º 165, Bogotá, Centro de Publicaciones CELAM,
1999.
3
Novo, Enrique, Alberto Chiacchiera y Sergio Bevilacqua, “La región en el marco de la globalización”, Universidad Nacional
de Río Cuarto, Córdoba, Disponible en: juanfilloy.bib.unrc.edu.ar/completos/corredor/corredef/comi-b/NOVCHB.HTM
4
García Morales, Federico, “Identidad y globalización. Las alternativas en un mundo en crisis”, ponencia presentada en el X
Congreso de la AMEI, Oaxtepec, México, 1996.
5
CELAM, “Globalización y Nueva Evangelización en América Latina y el Caribe”, en: Reflexiones del Celam 1999-2003,
Documento Celam N.º 165, Bogotá, Centro de Publicaciones CELAM, Bogotá, 1999. N.º 31.
6
Juan Pablo II, Discurso a la Asamblea General de las Naciones Unidas, 5 de octubre 1995, N.º 8.
7
García Canclini, N., La globalización imaginada, Ed. Paidós, 1999.
8
“La globalización no debe ser un nuevo tipo de colonialismo. Debe respetar la diversidad de las culturas que, en el ámbito
de la armonía universal de los pueblos, constituyen las claves de interpretación de la vida. En particular, no tiene que despojar
a los pobres de lo que es más valioso para ellos, incluidas sus creencias y prácticas religiosas, puesto que las convicciones
religiosas auténticas son la manifestación más clara de la libertad humana” (Juan Pablo II, Discurso a la Pontificia Academia
de las Ciencias Sociales, 27 de abril de 2001, 4: AAS 93, 600).
9
Novo, Enrique, Alberto Chiacchiera y Sergio Bevilacqua, Op. cit.
10
CELAM. Op. cit. N.º 32.
11
Juan Pablo II, Ecclesia in America, Exhortación Apostólica Postsinodal, N.º 55, 22 de enero de 1999; y Pastores Gregis,
Exhortación Apostólica Postsinodal, N.º 69, 2001.
Organización de Naciones Unidas, Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, Copenhague, 1995. Disponible en: http://
13
www.un.org/spanish/esa/socdev/
14
Juan Pablo II, Encíclica Centesimus annus, 36, 1991.
93
humanas: psicológicas, culturales y sociales. una bruja o un brujo. La obra generó inmedia-
De esta visión aparece la crisis de la respon- tamente una enorme epidemia de brujas.
sabilidad con sus innumerables explicaciones.
De ahí pasaré a definir qué se entiende por Teresa de Ávila decía que es mejor no abrir
responsabilidad y cuál es su fundamento ético. conventos que llenarlos de monjas melancóli-
Finalmente, enfocaré la responsabilidad en la cas. Pues bien, a pesar de eso, Teresa la grande
visión de Cristo y la ética que subyace a la mis- tuvo que enfrentarse al Malleus Malleficarum,
ma como una luz para responder a los desafíos esa guía para identificar quién es bruja y quién
actuales que nos lanza nuestra sociedad. no, cuando algunas de sus monjas fueron acu-
sadas de poseer los rasgos propios de la bruje-
ría. Teresa las defendió diciendo: “Lo de ellas
1. La responsabilidad y sus crisis
no es brujería ni cosa de demonios sino una
dentro de las ciencias humanas como enfermedad de que adolecen”.
La diversidad de las ciencias humanas nos ayu- De esta manera, eso que llamamos enferme-
da a entender por qué la responsabilidad ha dad mental era para ella no una enfermedad
estado con mucha frecuencia de capa caída. sino una metáfora de enfermedad, una como
enfermedad. Con el tiempo, el carácter de me-
Las ciencias psicológicas táfora se fue borrando u olvidando, y la enfer-
medad mental dejó de ser una metáfora para
La posición de la psiquiatría con William Glas- pasar a ser una simple realidad, a la par de las
ser, Theodore Sarbin, Thomas Szasz, Hobart otras enfermedades que agobian al cuerpo del
Mowrer1 y otros, poco amigos del llamado ser humano.
modelo médico,2 nos ha puesto de manifiesto
el lugar clave que tiene la responsabilidad en A este punto volvemos a considerar la responsa-
la salud mental, y por ende el lugar clave de la bilidad. El razonamiento habitual es el siguien-
irresponsabilidad en la mal llamada “enferme- te: así como nadie puede ser responsabilizado
dad” mental. de haber agarrado una gripa, una leucemia u
otra enfermedad interna, tampoco puede ser
Para Theodore Sarbin, hablar de irresponsabi- responsabilizado el que sufre de enfermedad
lidad exige remontarse ni más ni menos que al mental y hace cosas indebidas. En ambos casos
siglo XVI. Eran los tiempos de la inquisición. falta la responsabilidad personal y social, y la
Había hecho su aparición el tremendo libro persona no puede ser culpabilizada; además,
llamado Malleus Maleficarum o Martillo de los en el segundo caso deben ser otras personas las
Brujos de Sprenger y Krämer, que presentaba que ejerzan la responsabilidad por ésta, ya que
los rasgos propios de quien debía considerarse no tiene la capacidad de responder.
1
Glasser, William, Reality Therapy, Nueva York, Harper Books, 1975; Harbin, Theodore, “The Scientific Status of the
Mental Illness Metaphor”, en: Plog y Edgerton (eds.), Changing Perspectives in mental Illness, Nueva York, Holt, Rinehart and
Winston Inc., 1969, pp. 9 y ss.; Szasz, Thomas, The Manufacture of Madness, Nueva York, A Delta Book, 1970; Mowrer,
Hobart, The Crisis in Psychiatry and Religion, Princeton, Insight Books, 1961, pp. 40 y ss.
2
El modelo médico sigue en la enfermedad mental el mismo esquema que se sigue para la enfermedad corporal, esto es, hay
un síntoma que denota una enfermedad de fondo. Se contrapone al modelo psicosocial que mira más bien las relaciones de la
persona con los demás y las posibles deficiencias; y se contrapone también al modelo existencial, que se acerca a la persona
en su totalidad como un ser en el mundo.
3
Ver Mowrer Hobart, Op. cit., p. 48.
4
Maslow, Abraham, The Further Reaches of Human Nature, Nueva York, Viking Press, 1971.
5
Stiglitz, Joseph, El malestar de la globalización, Buenos Aires, Ed. Taurus, 2002.
6
Ibid., p.109.
7
Pontificio Consejo Justicia y Paz, Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, N.ºs 167-168-169.
8
Herfkens, Eveline, “La campaña de los objetivos del desarrollo del milenio”, en: Puerto, Luis Miguel, Sotillo L. José Ángel
y Echart Muñoz, Enara (coords.), Globalización, pobreza y desarrollo: los retos de la cooperación internacional, España, Los
libros de la Catarata, 2005, p. 158.
9
Moltmann, Jürgen, La justicia crea futuro, Santander, Ed. Sal Terrae, 1989.
10
Véase Mold, Andrew, “África subsahariana ante los objetivos del milenio. Una historia de desencuentros con Occidente”,
en: Puerto, Luis Miguel, Sotillo L. José Ángel y Echart Muñoz, Enara (coords.), Op. cit., pp. 99-108.
Quienes dan respuesta a las necesidades fun- Todos estos datos hacen terriblemente patente la
damentales son los satisfactores. Así, por conexión entre la pobreza de los Estados y la po-
ejemplo, a la necesidad de afecto da respuesta breza de las mujeres, y evidencian además que
el más grande y universal de los satisfactores la pobreza no es independiente del género.
que es el amor. A la necesidad de seguridad
da respuesta el satisfactor llamado la familia, El desarrollo igual exige entonces superar la
y a la necesidad de sentido da respuesta la fe
desigualdad en la división sexual del trabajo,
religiosa. Como se dijo, todos los satisfactores
en la propiedad y el control de los recursos y
son del orden cultural, y motor del desarrollo
en la participación en la toma de decisiones.
personal y comunitario.
La igualdad fundamental del género humano,
El triángulo se completa con los bienes, que son
expresada en el texto bíblico de la creación,
medios económicos al servicio de las necesida-
exige de nosotros una preocupación constante
des y de los satisfactores, pero que no se deben
para hacerla realidad. Es nuestra responsabili-
confundir con estos últimos, puesto que los bienes
dad. En Aparecida se dijo: “Es necesario superar
económicos son de orden material y los satisfacto-
una mentalidad machista que ignora la novedad
res son de orden cultural, social y espiritual.
del cristianismo donde se reconoce y proclama
No se manifiesta responsabilidad ante la so- la igual dignidad y responsabilidad de la mujer
ciedad cuando se altera la visión. Es decir, los respecto al hombre” (N.º 472 y DI 5).
medios se promueven como si fueran fines,
y los fines, esto es, los seres humanos y sus Incentivado
necesidades, se reducen a medios. Por eso la
sociedad se puso como fin el aumento de la ¿Por qué tan elevados índices de pobreza y
producción y el consumo y no la verdadera abandono en que se encuentran niños y niñas?
calidad de vida que, en definitiva, es la mejor La respuesta es muy sencilla: en muchos de
definición de la paz. nuestros países falta la responsabilidad pater-
11
Pontificio Consejo Justicia y paz, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, Bogotá, Ed. Conferencia Episcopal de
Colombia, 2005, p. 252.
12
Véase Salazar, María Cristina, Los Esclavos Invisibles: Autoritarismo, explotación y derechos de los niños en América
Latina, Tunja, Ed. UPTC, 2006.
13
Pontificio Consejo Justicia y Paz, Op. cit., nn. 466-468.
14
Juan Pablo II, Redemptoris Missio, Carta encíclica sobre la Misión del Redentor, 7 de diciembre de 1990.
15
Véase Andrade, Bárbara, ¿Pecado Original o Gracia del Perdón? Salamanca, Secretariado Trinitario, 2004, pp. 51 y ss.
Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó Anticipó las dificultades. Se dio cuenta de que
en manos de los ladrones que lo hirieron de- el asaltado era judío pero no le importó recibir
jándolo medio muerto. Pasaron por el mismo reproches de su gente samaritana y poco ami-
camino un sacerdote y un levita, lo vieron y si- ga de los judíos, por su respuesta de misericor-
guieron de largo. Pasó un samaritano y cuando dia. Consideró que la vida es superior a la ley.
lo vio, se bajó del caballo y lo auxilió. Puso en acto todos los mecanismos sociales
y comunitarios a la mano para ayudarlo y fue
Todos fueron desafiados con una escena do- puesto de ejemplo para el resto de la comuni-
lorosa como fue la del herido. Todos sintieron dad: Vete y haz tú lo mismo.
que debían responder a este desafío. Pero la
respuesta fue muy diferente. La ética nos mueve a hacer alianzas sanas, sin
atajos ilícitos, porque la unión hace la fuerza.
El sacerdote y el levita interpretaron su situa- “No somos machos pero somos muchos” es el
ción como causa de impureza para ellos, al título de un librito pero también es el título de
tener que tocar a un posiblemente muerto, lo una comunidad comprometida y responsable a
cual los inhabilitaba para el culto. Considera- la que esa publicación se refiere.
ron que la ley es superior a la vida. Por eso, su
respuesta fue esquivar al herido. 3. Responsabilidad y ética en la
visión de Jesús
El samaritano interpretó la situación como una
exigencia humanitaria. Se bajó inmediatamen-
te del caballo para hacer algo por el herido. ¿De qué manera es Jesucristo
Pensó en el tiempo presente pero también en responsable?
el futuro. Por eso, atendió las heridas inmedia-
tas pero lo llevó a un albergue y dio orden de En la respuesta: Buscaba que su respuesta al
que lo atendieran hasta su regreso. accionar de los otros sobre él se ajustase siem-
pre a la acción divina, a la voluntad universal
Descubrimos en esta escena dos tipos de ética: del Padre y al Reino de Dios que anunciaba.
16
Los patrones de interpretación fueron diferentes como en muchas situaciones. Hay quien interpreta desde el pasado y hay
quien interpreta liberándose del pasado. Pero hay también quien escoge un camino intermedio y es el que reinterpreta el
pasado. No falta el que interpreta mirando las previsiones del futuro. Cada generación busca reinterpretar el pasado a la luz
del presente que está viviendo y del futuro que anhela.
17
Véase Mardones, José María, Por una cultura de la solidaridad, Madrid, Ed. Sal Terrae, 1994, pp. 42 y ss.
18
Ricouer, Paul, La memoria, la historia, el olvido, Madrid, Ed. Trotta, 2003, pp. 625 y ss.
109
Entiendo el interés que existe en torno a este se debería ubicar al otro lado, en Los Ánge-
Seminario Internacional “Evangelio, Cultura y les o San Francisco. Y desde este pretexto per-
Desarrollo. La nueva evangelización para el mítanme realizar mi comentario a tan ilustre
desarrollo humano”, el cual servimos en cum- presentación, proponiendo algunas notas para
plimiento de nuestra función como universidad la reflexión a propósito de nuestro quehacer
católica, una universidad convocada a dispo- como actores y actoras del orden, como so-
ner las condiciones para realizar su aporte a la ciedad organizada, Estado, representantes del
cultura, como respuesta al llamado que realiza conocimiento, gremios económicos y demás
la Encíclica Ex Corde Eclesiae, cuando señala actores sociales, quienes tenemos unas tareas
que “en el servicio a la sociedad el interlocutor inaplazables en cumplimiento de la bina res-
privilegiado será naturalmente el mundo aca- ponsabilidad y ética.
démico, cultural y científico de la región en
que trabaja la Universidad Católica” (n. 37). Esto lo realiza la Universidad Católica movida
Con todo lo civil que esta moción trae consi- por Pablo VI, quien plantea que “hoy más que
go, allí se establece que la institución de edu- nunca la Iglesia necesita de las Universidades
cación superior de inspiración católica tiene Católicas”, en un llamado a reconocer tam-
un compromiso con la sociedad en la que está bién su dimensión eclesial y, por supuesto, en
inscrita, lo que en nuestro caso se manifiesta una apuesta por ayudar a reconocer ese “hoy”
en el nombre de nuestra institución, que hace como un análisis a la coyuntura en la cual nos
referencia a una región concreta (el Oriente de corresponde intervenir, en cumplimiento de un
Antioquia), con sus factores de intervención en compromiso humano y humanizador, a quie-
orden al reconocimiento de lo positivo, que nes nos ha correspondido asumir funciones de
por supuesto está presente, como a lo que nie- liderazgo en este escenario social concreto. Y
ga el designio de Dios sobre su pueblo y que es acá donde, en cumplimiento de nuestra res-
es justamente lo que hay que entrar a cambiar, ponsabilidad asumida éticamente, se inspira en
desde la institucionalidad establecida y por es- las posiciones que es posible adoptar desde la
tablecer para lograr tal fin. Es una región que Doctrina Social de la Iglesia y, por supuesto,
por lo demás posee la impronta del “radical desde el Evangelio, como insumos para consi-
sustrato católico” del que habla el documento derar en estas jornadas de pensamiento social.
de Puebla, gracias a la labor abnegada y per-
manente de quienes en nombre del Evangelio
II. La ética y la responsabilidad,
hemos realizado la tarea apostólica en la re-
gión, y por supuesto de quienes animados por tema de análisis crítico de nues-
el espíritu de servicio cristiano han trabajado tro quehacer en la UCO para el
desde lo político, lo técnico y lo social en el Oriente antioqueño
Oriente de Antioquia.
El tema que hoy nos convoca, el de la ética y
Cuando Monseñor Luis Augusto introduce su la responsabilidad, es enfocado en la ponencia
texto “Responsabilidad y ética ante la situación de Monseñor Luis Augusto desde el tema de
social”, llama la atención sobre la propuesta la responsabilidad. Se trata de una responsa-
de su maestro Víctor Frankl de equilibrar la es- bilidad que es vista por las ciencias humanas
tatua de la libertad que está en Nueva York y culturales como un factor de salud mental
con otra estatua, la de la responsabilidad, que personal y social y que, además, es un factor
117
Introducción ginación. Este es un deber evidente de justicia,
que conlleva notables implicaciones morales en
Las sesiones anteriores de este Seminario Inter- la organización de la vida económica, social,
nacional nos han permitido analizar el contex- cultural y política de las naciones”.2
to de la profunda crisis civilizatoria que se ha
configurado bajo las condiciones de una eco- El poema de Monseñor Proaño que sirve de “en-
nomía capitalista que, por su carácter de tal, trada” a esta reflexión nos presenta con claridad
es impulsada por el afán insaciable de lucro y belleza las dimensiones de este desafío.
y opera en un escenario de competencia cada
vez más oligopolizada y mundializada, arras- • Una realidad antropológica. La solidaridad
trándonos a todos de manera casi inexorable constituye una exigencia del ser humano,
hacia grados siempre crecientes de desigual- una realidad fundamental de la existencia
dad social, imposición hegemónica y destruc- humana, en cuanto la realización del “yo”
ción de la naturaleza, con lo cual se acrecienta sólo es concebible dentro de una red de re-
la perspectiva de una previsible autodestruc- laciones con los “otros”. La solidaridad se
ción del género humano. realiza dentro de una relación con otro dife-
rente de mí, su dinamismo comienza cuan-
Hemos analizado también en esta configura- do el(los) otro(s) entra(n) en nuestra vida;
ción de la crisis, la globalización cultural, el cuando le(s) reconocemos como prójimo(s).
aspecto más profundo de la dominación, por- En este sentido, la solidaridad es un hecho
que penetra la vida íntima de los espíritus so- antropológico que posibilita redescubrir el
cavando su originalidad e identidad; conlleva camino que conduce a la comprensión de
la homogeneización cultural masiva, la expro- la realidad, única justificación para gritar y
piación cultural y el trastoque del sistema de actuar contra la injusticia y pedir solidari-
valores y la tendencia neoliberal del merca- dad con los pobres de aquí y del mundo.
do a imponer el “pensamiento único”. Como
se ha enfatizado, la gran consecuencia es la • Una necesidad social. Nuestra pertenencia
creación de un mundo desigual, injusto e in- a un todo social crea y exige de cada uno
solidario. relaciones de solidaridad de uno(a) para
con los demás. Somos mutuodependientes
Al mismo tiempo, hemos tenido ocasión de re- y corresponsables del destino común, tene-
conocer la vigencia del Evangelio y los aportes mos ante todo una responsabilidad hacia el
de la Doctrina Social de la Iglesia para hacer de bien común. La existencia humana en so-
la mundialización “la primera utopía del siglo ciedad “es siempre co-existencia, colabo-
XXI”,1 una oportunidad y una responsabilidad. ración con los otros y construcción común
Será lo que nosotros seamos capaces de hacer de la historia”.3 Es la dimensión social y co-
con ella. Como lo expresó Juan Pablo II: “El de- munal de la solidaridad, cuyo objetivo es
safío consiste en asegurar una mundialización la creación de relaciones que aseguren la
de la solidaridad, una mundialización sin mar- fraternidad y la justicia.
1
Longchamp, Albert, Mondialisation. Le nouveau nom du developpement?, 1998, p. 2.
2
Juan Pablo II, “Mensaje para la Jornada de la Paz”, El Vaticano, 1998.
3
Boff, L., La questione della democrazia: IP Regno 35, 1990, p. 285.
4
Peresson T., Mario, Bogotá: Educar para la solidaridad planetaria. Enfoque Teológico Pastoral, Bogotá, Indoamérica
Press, 1999, p. 54.
5
Vigil, José María, Solidaridad, nuevo nombre de la caridad. En Entrelagos y Volcanes. DEI/CAV. San José/Managua,
1991, p. 174.
6
Peresson T., Mario, Op. cit., p. 54.
7
Castells, Manuel y Calderón, Fernando, “América Latina en la era de la información: cambio estructural, crisis,
actores sociales, procesos de transformación”, en: ¿Es sostenible la globalización en América Latina?, vol. 2, Santiago
de Chile, PNUD – Fondo de Cultura Económica, 2003, p. 402.
8
Leroux, Pierre, De l’Humanité, París, Fayard, 1985.
9
Benedicto XVI, Deus Caritas est, Carta Encíclica, 2005, p. 25.
10
Citado por Vidal, Marciano, Para comprender la solidaridad, Navarra, E.V.O., 1996, pp. 14-15.
11
Peresson T., Mario, Op. cit., p. 50.
12
Rorty, Richard, Contingencia, ironía y solidaridad, Barcelona, Paidós, 1991, p. 18.
13
Levinas, Emmanuel, Totalidad e infinito, Salamanca, Sígueme, 1987.
14
Dussel, Enrique, “Reconstrucción del concepto de “Tolerancia” (De la intolerancia ala solidaridad)”, UAM, N.º 12,
México, 2007, p. 17.
15
Juan Pablo II, Sollicitudo rei socialis, Carta Encíclica, El Vaticano, 1987, N.º 38, N.º 39.
16
Ibíd., N.º 26.
17
Morin, Edgar, El Método. Las ideas, Madrid, Cátedra, 1996.
18
Peresson, R. Mario, Op. cit., p. 77.
19
Gonzalorena, D. Jorge, “Economía de la competencia o de la solidaridad global: dilema ético y existencial del presente”,
Revista OIKOS, Santiago de Chile, 2007, p. 20.
20
Díaz V., Humberto, Economía solidaria, una riqueza invisible, Medellín, Cortesa, 2007, p. 60.
21
Citado por Díaz Humberto, Op. cit., p. 80.
22
Gonzalorena, Jorge, Op. cit., p. 19.
23
Gadamer, Hans G. Verdad y Método, tomo 1, Sígueme, 1994.
24
Freire, Paulo, Política y Educación, México, Siglo XXI, 1996.
25
Peresson T., Mario, Op. cit., p. 81.
26
Mejía J., Marco Raúl, “En busca de una cultura para la Paz. Desde una pedagogía del conflicto y la negociación cultural”,
en: Educación para la Paz. Una pedagogía para consolidar la democracia social y participativa, Bogotá, Magisterio, 1999, p.
37.
27
Ibid., p. 53.
28
La presentación de estas líneas tiene como orientación básica los componentes o dimensiones del “Itinerario educativo-
pastoral de la solidaridad” elaborado por Mario Peresson Tonelli en su libro “Educar para la Solidaridad Planetaria”: Enfoque
teológico-pastoral”.
29
Rorty, Richard, Op. cit., p. 10.
30
Citado por Peresson T., Mario, Op. cit.
31
Peresson T., Mario, Op. cit., p. 89.
En esta línea de formación, hay que con- La educación en solidaridad requiere tam-
siderar que para recuperar el pensamiento bién el contacto con las situaciones de la
crítico se debe tener la necesidad de ser realidad, el análisis y el pensamiento crítico
sujeto, pues, si no se tiene necesidad de sobre las mismas. Además de esto, que se
pensar, no se tiene necesidad de actuar aplique, se viva y se actúe de manera di-
frente a las circunstancias, y si no se tiene ferente, y que esta praxis solidaria con los
esta necesidad el sujeto no se comprome- oprimidos y excluidos sea en la dirección
te con él mismo. Aquí la educación tiene de su liberación siguiendo la pedagogía
una responsabilidad fundamental, porque que el mismo Jesucristo nos trazó.
ella trabaja por la construcción de sujetos
íntegros. Si yo renuncio a ser sujeto no mo- Si queremos aplicar esto en el proceso edu-
lesto, no exijo, no demando, no denuncio, cativo mismo —como debe ser— debemos
me conformo y no soy sujeto. La educación trabajar en forma solidaria. Nuestras ac-
en solidaridad pretende trans-formar esta ciones tienen que ser conjuntas, es decir,
condición de sujeto mínimo, pues mientras trabajar con…, al lado de… y con una fi-
no se parta de un análisis histórico-crítico nalidad transformadora. Los colectivos que
de la sociedad y de su funcionamiento, no así se generan impulsarán el aprendizaje
se habrán puesto los cimientos para una so- solidario, un verdadero interaprendizaje.
lidaridad eficaz, y nuestra acción sobre la
realidad corresponde al tipo de compren- De todas maneras, son múltiples los espa-
sión que tengamos de ella. cios y los momentos para la práctica de la
32
Zemelman, Hugo, 2000, p. 39.
33
Faundez, Antonio, “A la búsqueda de la calidad educativa: el enfoque Pedagogía del Texto (PdT)”, en: Faundez Antonio et
al., Desarrollo de la Educación y Educación para el Desarrollo integral, Medellín, U. de M., IDEA, CLEBA, 2006, p. 220.
34
Martín Barbero, Jesús, “Razón técnica vs. Razón pedagógica”, en: Zuleta Mónica et al., ¿Uno solo o varios mundos?
Diferencia, subjetividad y conocimientos en las ciencias sociales contemporáneas, Bogotá, Universidad Central, IESCO,
2007, p. 215.
35
Ibid.
133
acompañamiento, en orden a la calificación tirse en un proceso que facilite la formación de
de líderes hombres y mujeres, con una sólida actores y agentes de pastoral, hombres y muje-
formación sociopolítica y compromiso con la res, con la sensibilidad necesaria para impul-
región, con un enfoque que se define desde el sar este tipo de iniciativa. Por lo demás, en la
magisterio de la Iglesia, en particular desde la ruta que se está produciendo, una de las tareas
articulación de una manera de ver y de hacer consiste en acompañarnos unos a otros, desde
la causa social, que es la de la denominada un proceso de convergencia pastoral que nos
Doctrina Social de la Iglesia. abra la senda para identificar la posibilidad de
que se perfilen los liderazgos y los compromi-
La búsqueda de la creación de un organismo sos a que haya lugar, a fin de que se optimicen
de interés común en formación de líderes para los procesos de acompañamiento a las perso-
la región, con fuerte sentido sociopolítico, en nas que deseen configurar un perfil personal y
pro de un desarrollo humano iluminado por el profesional que los habilite para estar compro-
magisterio de la Iglesia, en particular a partir de metidos en los ámbitos político, empresarial,
su Doctrina Social, es el asunto que mueve la social, cultural y religioso, en una región de
voluntad de este ejercicio académico pastoral, Antioquia como la nuestra.
como la dotación de un dispositivo apto para el
cumplimiento de tal finalidad. Esa búsqueda se Lo otro por considerar en esta iniciativa, pasa
mantiene, y desde ella y hacia ella queremos por poner en el escenario la consideración que
hacer recorridos en prospectiva, pero también se da en torno a las coyunturas epocales pro-
en lectura de pasado, y esto porque no puede pias de estos tiempos: el año 2007 es momento
ser que perdamos lo que ha significado para el oportuno para celebrar un acontecimiento sig-
Oriente de Antioquia la presencia de la Iglesia, nificativo para la región del Oriente de Antio-
y de esa memoria de pasado y de futuro que- quia, puesto que es la fecha para celebrar las
remos alimentar la propuesta que de acá surja, bodas de plata de la fundación de la Diócesis
movidos por la voluntad institucional y por la fe de Sonsón Rionegro. De otro lado, este mismo
en Jesús, a responder desde lo que somos a los 2007 se ha denominado el año del “Camino
retos que ayer, hoy y siempre se nos proponen a los 25 años de la fundación de la Univer-
desde la historia, para así poder convertirnos, sidad Católica de Oriente —UCO”. Vale la
quienes en Él creemos en la Iglesia, en creyen- pena mencionar que este par de eventos han
tes aptos para dar cuenta de los pasos a que sido apropiados como dos sucesos históricos
haya lugar, a fin de ponernos en contexto en lo que permitirán que se avance en la dirección
que se refiere a la definición de esta maravillosa que acabamos de señalar, así que en la estruc-
opción, por y para la Iglesia diocesana. tura procesual que se ha implementado se va
logrando generar una voluntad institucional y
Cabe recordar igualmente que el ejercicio del personal para hacer que lo que se había pen-
Seminario Permanente en que venimos com- sado se vaya cristalizando como un proyecto
prometidos se realiza, desde y hacia un proce- que es hora de perfilar, desde la participación
so de evangelización de mayor significación, amplia y decidida por la realización de tal pro-
pertinencia y trascendencia. Este evento se yecto lo mejor cimentado posible.
realiza como un mecanismo apto para suscitar
a partir de él un liderazgo de grupo que, como El trabajo por emprender, como ya se dijo en
éste, se posiciona en la perspectiva de conver- este Seminario Permanente, en otros momen-
Acercarnos a contemplar este panorama del Todas las ciudadanas y ciudadanos, sin distin-
entorno y a poder escudriñar esas necesida- go de raza, credo, religión o política, por la
des, para aplicar desde la escucha todo lo que educación y desde la educación, han de con-
da acceso a los salones de clase, las lecciones tribuir a que las sociedades emerjan, salgan,
que allí se dictan, las necesidades inmanen- floten y sean capaces de plantear soluciones a
tes de cada uno de nuestros jóvenes. También problemas comunes. Para quienes decimos se-
estamos inmersos en unos conflictos internos guir las enseñanzas de Jesús el Cristo, estar en
que ya se mencionaron antes. “No le cerréis esta esquina de la historia se convierte en una
la puerta al diálogo para que la verdad no se oportunidad extraordinaria de actuar y parti-
quede afuera” (Anónimo). cipar en un proceso de educación solidaria,
por la generación de una cultura solidaria, una
Lo importante para seguir esta estrategia es que cultura en la que por la vía de su construcción
ella sea guiada y seguida por la serenidad, la podamos combatir la bancarrota social, educa-
paciencia y el respeto por el otro. He tratado de tiva, cultural y política, en la que actualmente
solucionar conflictos escuchando siempre las nos encontramos.
partes, buscando siempre lo positivo entre los
contradictores, generando polémica pero con Tenemos que tomar medidas serias, condu-
respeto. Para modelar el carácter, educar la vo- centes, de participación y trabajo en grupo. En
luntad, desarrollar armónicamente las faculta- lo personal, desde mis inicios como maestro
des de nuestros coterráneos, y hacer del nuestro y aún hoy, estoy convencido de que la mayor
un hombre correcto con un espíritu amplio y obra social de nuestro país es la educación,
generoso, es indispensable que la evangeliza- y que este esfuerzo no podrá ser sustituida.
ción vaya unida a la acción, y que al consejo lo Nada puede contribuir tan poderosamente al
acompañe el ejemplo. Formar personas capaces desarrollo de la individualidad y de la socie-
de pensar y discernir libremente, ser neutrales dad como el hogar que, al asistir a una ree-
en la enseñanza y tolerantes en las aplicaciones ducación, permite que también allí se centren
que tienen que ver con esta extensa vida esco- todas nuestras acciones. Lo anterior significa
lar. “La enseñanza que deja huella no es la que que la mejor cultura intelectual, el más noble
se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a sentimiento social, no tienen valor alguno sin
corazón” (Hendricks). la educación.
En primer lugar, desearía hacer notar que que hay preocupación por que esté vigente en
cuando hacemos referencia al conocimiento el currículum oculto, en la cultura escolar, en
en educación estamos introduciéndonos al su clima organizacional, en el sistema de re-
tema del currículum. Ahora bien, vinculado a laciones personales. No tendría sentido o se-
la educación con los derechos humanos, nues- ría altamente contradictorio y antitético que,
tra mirada se centra en caracterizar el rol de la por un lado, desde el currículum explícito se
educación en derechos humanos. Por su parte, entregaran mensajes tendientes al respeto de
la equidad se liga estrechamente con el dere- la dignidad de las personas, a favorecer la li-
cho a la educación de calidad. Entendiendo bertad y la autonomía a establecer relaciones
que la calidad incorpora los derechos huma- democráticas, y por el otro, desde la cultura
nos como un eje transversal fundante. escolar, de manera consciente o inconsciente,
abierta o encubierta, imperara un sistema dis-
criminatorio e intolerante, autoritario y no par-
1. Currículumexplícitoycurrículum ticipativo. La educación en derechos humanos
oculto requiere grados importantes de coherencia en-
tre el currículum declarado - intencionado y
Lo primero que desearía aclarar es que la edu- los mensajes que se entregan desde la convi-
cación en derechos humanos opera tanto en el vencia escolar, desde la naturaleza de las in-
currículum explícito como implícito. Es decir, teracciones entre docentes y alumnos, desde
no sólo se lo intenciona deliberadamente en los reglamentos escolares, desde las formas de
los objetivos y contenidos de aprendizaje, sino evaluar a los estudiantes etc.
141
2. El docente en el currículum 3. Selección del conocimiento
aplicado
Al hacer referencia al currículum se está de-
El docente —que en definitiva es el que ma- finiendo el conocimiento que se considera
neja el currículum aplicado, es decir, el que importante para que los estudiantes accedan
se desarrolla en el aula— tiene una multi- a él y que se estima necesario que aprendan.
plicidad de espacios en el currículum que El currículum escolar representa entonces el
puede aprovechar para instalar los derechos conocimiento legítimamente seleccionado y
humanos. En este sentido, el docente tiene organizado para su enseñabilidad y aprendi-
una responsabilidad muy central para imple- zaje. Por consiguiente, subyacente al proceso
mentar la educación en derechos humanos. de selección y organización del conocimien-
Esta responsabilidad induce a que el docente to —referido en nuestro caso a los derechos
esté en una situación de diálogo permanente humanos— se debieran responder preguntas
con sus estudiantes y los motive a que sean como:
partícipes activos de su aprendizaje. Los es-
tudiantes son orientados por el docente en la - ¿Qué es lo que debe estimarse como cono-
búsqueda e investigación de la información cimiento curricular en derechos humanos?
relacionada con los instrumentos normativos, - ¿Cuáles son los criterios para seleccionar el
legales e institucionales nacionales e interna- conocimiento en derechos humanos?
cionales referidos a los derechos humanos. - ¿Cómo se determina que un conocimiento
Es importante que sean los propios alumnos es más valioso que otro?
y alumnas quienes analicen grupalmente la - ¿A quién es atribuible el poder de seleccio-
información recolectada en torno a un deter- nar el conocimiento de los derechos huma-
minado problema en el que los derechos hu- nos? ¿Quién otorga dicho poder?
manos estén comprometidos; que construyan - ¿Cómo se relaciona el control del conocimien-
opinión al respecto. De esta manera, pasan to con la distribución del conocimiento?
de ser receptores pasivos a productores de co-
nocimientos. No se trata de que repitan sin Si se desea ligar la educación en derechos hu-
comprensión, por ejemplo, las muchas decla- manos con el currículum, hay necesidad de
raciones, pactos, convenciones, resoluciones, responder a estas preguntas. Existe una exi-
leyes y normativas que tienen que ver con los gencia ética por develar el juego de intereses,
derechos humanos. Por el contrario, en de- ideologías y visiones de mundo diferentes, dis-
bates, paneles y foros buscan los diferentes crepantes y a veces antagónicas que subyacen
significados que para sus vidas tienen todos en la toma de las decisiones curriculares. La
estos instrumentos, cómo se relacionan con tarea de selección y organización del conoci-
sus propios problemas y el de sus familias y miento es la tarea del diseño curricular. Este
comunidades, con sus vivencias y sentimien- proceso no es, por supuesto, una tarea neutra
tos. La expresión libre de las emociones y la y tampoco simple.
afectividad es un componente fundamental
del conocimiento de los derechos humanos. 4. Negociación de saberes
El rescate de la subjetividad y la comunica-
ción intersubjetiva de los estudiantes es lo que Diseñar y elaborar currículum, en especial el
finalmente construye al sujeto de derechos. referido a derechos humanos, requiere “nego-
Cultura y pedagogía de los derechos do que debemos plantear una educación y una
nueva manera de ser de nuestras sociedades,
humanos
y muy específicamente de nuestra sociedad
colombiana, desde la perspectiva de lo ético,
Para mí es un honor comentar la ponencia del
desde la perspectiva del ethos cultural.
doctor Abraham Magendzo K. en este Semi-
nario Permanente Internacional “Evangelio,
El reconocimiento, la acogida, la asunción y
Cultura y Desarrollo”, programado por la Uni-
el compromiso con el otro y la otra, y la acep-
versidad Católica de Oriente en el contexto de
tación de que vivimos en un mundo diverso
la celebración de las Bodas de oro de nuestra
y de diversos y que en ese mundo es donde
Diócesis de Sonsón-Rionegro. No pretendo
encontramos la posibilidad de ser, de un plus,
repetir lo que con sabiduría, fruto de la ex-
que construya, integre, cree y dinamice, nos
periencia y de la investigación, nos ha comu-
señalan la perspectiva nueva de la educación
nicado el maestro. Más bien, pretendo aportar
que, sin abandonar la gnosis, se sitúa en el
algún elemento que nos dé más luz respecto
plano de la sapientia.
a la pedagogía de los derechos humanos y de
una nueva cultura.
Cuando hablamos de conocimiento hablamos
de educar, y cuando hablamos de educar nos
Cuando afirma que alteridad y diversidad se
referimos no solamente a transmisión de cono-
constituyen en un axioma, en un pilar sin el
cimientos, sino al hecho de suscitar, despertar
cual no serían posibles una pedagogía y una
y desencadenar maneras de pensar, sentir y
cultura basadas en los DD. HH., está afirman-
147
obrar que hagan posible la identidad cultural El conocimiento de los DD. HH. nos tiene que
y el rebosamiento de la cultura, el fortaleci- llevar a modificar ideas, sentimientos, actitu-
miento de los principios, valores y criterios des y conductas, hasta el punto que las men-
que hacen posible vivir en una sociedad. Por tes, los corazones, las convicciones y los esti-
tanto, hablar hoy de conocimiento y DD. HH. los de vida de unos y de otros interaccionen de
implica no solamente la gnosis, sino también tal modo que generen una sociedad verdade-
el sensus y el eros. ramente humana. Cuando hablamos de cono-
cimiento y DD. HH. no estamos hablando de
Si la realidad de los DD. HH. requiriera sólo de algo abstracto, meramente teórico; hablamos
conocimiento intelectual, ésta debería ser una de acompañar a las personas y los grupos en
época en que toda la humanidad los estuvie- un proceso en el que aflore lo que en cada uno
ra viviendo a plenitud, pues jamás como hoy hay de más noble, más valioso, más digno,
se ha escrito tanto, realizado tantos eventos, más humano, que son aquellas virtualidades y
surgido tantos grupos promotores y defensores potencialidades que llamamos derechos y que
de ellos. Y, sin embargo, se pisotean de tan son constitutivos de la naturaleza humana.
diversos modos y se ignoran tan olímpicamen-
te, que más bien tendríamos que afirmar que Quiero introducir ahora un concepto funda-
somos analfabetas en DD. HH. y en D. I. H. mental en el conocimiento de los DD. HH., y
es el de la sapientia cristiana. Al conocimiento
Nuestra época está marcada por el conoci- de los DD. HH. no se llega sólo por vía de
miento intelectual y la praxis de la eficiencia; erudición sino, sobre todo, por vía de sapien-
todo se valora en términos cuantitativos, todo tia, que significa llegar a saborear, gustar la
tiene que ser demostrado. Por eso prima el cri- verdad, con sus cualidades de totalidad, uni-
terio de factibilidad sobre el criterio de huma- dad y simplicidad. La persona erudita posee
nidad, y por eso en el devenir de lo cotidiano múltiples conocimientos, la persona sapiente
no nos hacemos —como nos lo pide la Iglesia llega a la síntesis de la verdad, haciendo que
en la Gaudium et Spes— expertos en humani- confluyan conocimiento, vivencia y testimo-
dad, de manera que con los otros nos hagamos nio. El conocimiento de los DD. HH. nos debe
expertos en la vivencia de los DD. HH. llevar a todos a que aprendamos el conjunto
de principios, valores, normas y actitudes que
De lo anterior queda claro que el asunto no es son universales y que constituyen el ethos cul-
de conocimiento intelectual y ni siquiera de tural. Por más que se reflexione racionalmen-
instrucción, es de vivencia, de testimonio. El te, si no hay posibilidad de una praxis sapiente
quid de los DD. HH., la credibilidad en ellos, de DD. HH., si no existe unidad (no uniformi-
no se inscribe en el plano teórico sino en el de dad) frente al ethos verdaderamente humano,
lo cotidiano: la relación consigo para hacerse jamás tendremos una sociedad que viva las
persona, la relación con los demás para ha- DD. HH.
cerse hermano, la relación con la naturaleza
para hacerse señor y la relación con Dios para Una sociedad —y por ende una educación—
hacerse hijo. Es en esta red de relaciones don- basada en un ethos de valores de uso y valores
de se percibe y vive el valor de la vida, de la de cambio, cimentada en la eficacia y el bien-
verdad, de la justicia, del respeto, de la solida- estar, es una sociedad que pierde el sentido de
ridad; en una palabra: del otro, de los otros. la vida, que carece de finalidad última. Es una
1
Concilio Vaticano II, G. S., numeral 4.
2
Juan Pablo II Carta Apostólica N. M. I. n. 5
3
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, numeral 1.
4
Juan Pablo II, Encíclica Redemptoris missio, N.º 11.
Décimo: Inquietudes éticas. Avances en biotec- Deseo máximo: controlar el mundo – contro-
nología, astrofísica, la manipulación genética, lar las conciencias. ¿Cómo llegar a un sentido
manipulación de las especies. ¿Quién decide ético de la vida? ¿Qué valores se deben imple-
la utilidad o no de algo? Como decía Montes- mentar? ¿Cómo subsistir en un nuevo hábitat?
quieu: “todo poder absoluto corrompe abso- ¿Cómo hallarle sentido a la vida?
lutamente”. Rabelais: “Ciencia sin conciencia
no es sino la ruina del alma”. (Cf. UNESCO, Sexto: Se pasa de un estado de saberes esta-
mayo de 1992, Rev. Sin Fronteras). bles y escasos a uno de saberes abundantes y
en flujo. Se pasa de una civilización de pro-
Segunda mirada: el CELAM ducciones industriales masivas a una civiliza-
En su informe de 2000, “El Tercer Milenio ción de servicios de conocimiento, transmi-
como Desafío Pastoral”, resume así estas ten- sión y aplicación (programas software), diseño
dencias: de procesos, memoria humana a memoria de
disco duro (archivo), del control burocrático
Primero: La globalización de todos los aspec- externo al control interno del campo de la li-
tos de la vida humana. El mundo se mueve a bertad, de la regulación administrativa a la re-
través de redes de interacción. gulación ética.
Cuarto: Nace una nueva y compleja relación • Sistema auto-organizado. Arquitectura ho-
entre naturaleza y cultura. La cultura adquie- rizontal y no jerárquica, que es nuestro mo-
re autonomía y la naturaleza “se subordina al delo de organización tradicional.
proyecto civilizador del desarrollo incesante • Red abierta al que quiera conectarse. Nadie
de las fuerzas productivo–tecnológicas”. El pide permiso. Se conecta simplemente.
Tercera mirada: Firma de consul- Noveno: La política del pragmatismo será “la
toría internacional Global Business regla de oro: las fórmulas que produzcan re-
Network sultados reemplazarán las ideologías”. “Adap-
tarse a un mundo y sus cambios sacándoles el
Primero: La internet, que hasta ahora comien-
máximo provecho”.
za, es el nuevo medio masivo de comunica-
ción.
Décimo: Pensar en términos globales – actuar
en términos regionales. El regionalismo reem-
Segundo: Las economías del mundo ya no ad-
plazará al nacionalismo.
ministran la información sino la innovación.
Once: Nuevo comportamiento de las perso-
Tercero: La empresa se moverá en una línea
nas: más independientes y con más responsa-
de concertación entre trabajadores y directivos
bilidades. “Ciudadano del mundo”.
(“Worker – friendly”), mayor concertación y
relación entre beneficios para los accionistas
¿Cuáles serán las consecuencias antropológi-
y sentido social. Responsabilidad Social de la
cas de estos cambios?
Empresa —RSE.
4
XXV Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, “La Iglesia Ante el Cambio”, p. 33.
6
Pablo VI, Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, 7 de diciembre de 1975, numeral 29.
7
Ibíd., numeral 30.
8
Ibíd., numeral 31.
9
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, numeral 20.
10
Concilio Vaticano II, Constitución Dogmática Dei Verbum, Numeral 2.
11
Antoncich R. y Munárris J. M., Doctrina Social de la Iglesia, Ed. Cristianismo y sociedad, 1987, p. 21.
12
Compendio de la D.S.I. numeral 21.
13
Antoncich R. y Munárris J. M., Op. cit., p. 22.
15
Ibíd., numeral 33.
16
Ibíd., numeral 34.
17
Ibíd., numeral 40.
18
CELAM, Documento Conclusivo, V Asamblea General del Episcopado de América Latina y el Caribe, Aparecida, 13-31 de
mayo de 2007, numeral 104.
19
Ibíd., numeral 108.
20
Ibíd., numerales 110 y 111.
21
Compendio de la D.S.I., numeral 45.
22
Constitución Pastoral del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia y el mundo Gaudium et Spes, numeral 76.
23
Constitución Dogmática del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia Lumen Gentium, numeral 1.
24
Gaudium et Spes, numeral 2.
25
Lumen Gentium, numeral 5.
26
Proyecto Diocesano de Renovación // Evangelización PDR/E – Concreción y expresión de la espiritualidad de comunión.
27
Compendio de la D.S.I., numeral 60.
28
Ibíd., numeral 61.
29
Juan Pablo II, Carta Encíclica Redemptor hominis, 1979, numeral 14.
30
Compendio de la D.S.I., numeral 63.
31
Ibíd., numeral 19.
32
El nuevo enfoque de la D.S.I., Numeral 3, p. 12.
33
Véase Juan Pablo II, Encíclica Redemptor hominis, citado en la Encíclica Centessimus Annus, numeral 53
34
Concilio Vaticano II, “Constitución sobre la Iglesia”, numeral 9.
35
Antoncich R. y Munárris J. M., Op. cit., pp. 15-16.
36
Compendio de la D.S.I., numeral 542.
37
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Christi fideles laici, 1989, numeral 15.
38
CELAM, Documento Conclusivo, V Asamblea General del Episcopado de América Latina y el Caribe, Aparecida, 13-31 de
mayo de 2007, numeral 100c.
39
Compendio de la D.S.I., numeral 546.
40
Ibíd., numeral 556.
41
Juan Pablo II, Encíclica Sollicitudo Rei Socialis, 1988, numeral 36.
42
Compendio de la D.S.I., numeral 574.
43
Benedicto XVI, Discurso inaugural en Aparecida, 13 de mayo de 2007.
44
Véase Juan Pablo II, Carta Apostólica Novo millennio ineunte, 6 de enero de 2001.
Ha tocado Monseñor Prieto uno de los temas dirección correcta. Aquí vuelve a tener sentido
fundamentales de lo que este Seminario Per- la carta a Diogneto que citaba Monseñor en su
manente se propone: la responsabilidad que ponencia.
tenemos en la evangelización de lo social; o
mejor, la responsabilidad social de la evange- La Iglesia diocesana ha recorrido un interesan-
lización. Sin duda, fue esta responsabilidad la te camino en lo social. Acaba de publicarse
que llevó a la Comisión Diocesana de Diálogo el cuarto tomo de la colección “Unidos en la
y Paz a proponerle a la Universidad trabajar Fe”, que se presenta como un testimonio his-
en esta línea como expresión de su necesario tórico muy valioso de la celebración de nues-
compromiso con la región, con la esperanza tras bodas de oro. Se le ha titulado: El servicio
de que este espacio sea el escenario propicio de la Caridad en los 50 años de la Diócesis
para la reflexión con los líderes, que nos lle- de Sonsón-Rionegro. Fue un trabajo iniciado
ve a intervenir más activamente en el progreso por Monseñor Gonzalo Ospina, y al morir éste
regional, y no ser meros espectadores indife- debió continuarlo con agudeza y esmero el Pa-
rentes ante el paso inexorable de la historia. dre Óscar Chalarca. Allí se recoge, como en
Este cambio de época que estamos viviendo un catálogo, lo que esta Iglesia particular ha
exige que los cristianos inmersos en ella nos hecho por evangelizar lo social en este me-
convirtamos en verdaderos protagonistas del dio siglo de existencia. Mirando hacia el pasa-
cambio, y seamos capaces de orientarlo en la do, descubrimos una acción social intensa en
45
Compendio de la D.S.I., numeral 61.
46
Gaudium et Spes, numeral 76.
47
Juan Pablo II, Encíclica Redemptor hominis, numeral 14.
1
Platón, “Las leyes”, I, n. 643.
2
Herder J. G., Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad, Buenos Aires, 1959, p. 214.
3
Cassirer E., Ensayo sobre el Hombre, México, 1985, p. 19.
4
Spengler O., Decadencia de Occidente, Buenos Aires, 1972, p. 57.
5
Véase Kröber A. L., Os conceitos de cultura, Río de Janeiro, 1969.
6
Véase Taylor, E. B., Cultura Primitiva, Barcelona, 1977, p. 186.
7
Véase Wallis W. D., Culture and Progress, Nueva York, 1930, pp. 13-32.
8
Véase Mondin B., Cultura y cristianismo, Milano, 1984.
9
Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, Bogotá, 2007, p. 74.
10
Pablo VI, Evangelii nuntiandi, p. 7.
11
Benedicto XVI, “Discurso Inaugural”, V Asamblea General del Episcopado de América Latina y el Caribe, Aparecida, 13 de
mayo de 2007, p. 1.
12
Textos bíblicos fundamentales sobre este discernimiento eclesial son: He. 10 y 15; Gal. 2, y Ef. 2, 11-22.
Para entender mejor la realidad y la tarea que A su vez, el hombre se centra y se reduce a
tenemos hoy, debemos hacer un rápido reco- la razón. Es la revolución cartesiana, “mens
rrido histórico. Estos esfuerzos de los apóstoles, sive animus”, que llega a la razón absoluta de
de los apologistas cristianos y de los padres de Hegel y que, con otros elementos científico-
la Iglesia condujeron a partir del siglo VI a la técnicos, económicos y sociales, produce el
configuración de lo que podría llamarse una marxismo. La modernidad cree que el cono-
“cultura cristiana”. La política, la economía, cimiento científico y racional le concederá al
las ciencias, las costumbres sociales, el arte, hombre un proceso de bienestar indefinido y
todo estaba inspirado en el cristianismo. Pero la formación de sociedades más humanas. Ve
en el tardo medioevo comienzan unas trans- en la economía debidamente racionalizada y
formaciones culturales hasta entonces no co- desarrollada la infraestructura de una sociedad
nocidas: la economía urbana y monetaria, el feliz. Margina lo religioso a los límites de la
paso del feudalismo al corporativismo, el sacro intimidad por considerarlo una ilusión conso-
imperio romano germánico es sólo un nombre, ladora o un sentimiento subjetivo. Defiende
y todo empieza ya a ocurrir sin la autoridad de una ética racional y secular que atienda a la
la Iglesia que se debilitaba por las querellas justicia y los derechos humanos. Y se llega,
entre papas y reyes, por el traslado del Papado en esta afirmación radical del hombre, a pro-
a Avignon, por las teorías conciliares, por el mulgar la “muerte de Dios” para dar paso al
nominalismo de Ockam. súper-hombre.
La gran autoridad detentada por la Biblia y el En efecto, en 1900, Nietzsche constata la si-
Papa cae por la Reforma protestante y la revo- tuación de una filosofía que acaba en las an-
lución científica de Galileo, que crean nuevas típodas de sus comienzos, en el nihilismo.
visiones y nuevos conceptos. Así se abre ca- La proclamación de la muerte de Dios es la
mino el humanismo con una nueva antropo- cumbre de la montaña en que convergen las
logía: Dios y lo religioso no quedan eclipsa- aspiraciones de la etapa moderna. La muerte
dos, pero, para decirlo de alguna manera, el de Dios es el ocaso de toda verdad. Vattimo ve
13
Clemente de Alejandria, Stromatesis, VI, p. 11.
14
Véase Lyotard J. F., La condition postmoderne, París, 1979; Vattimo G, La sociedad transparente, Barcelona, 1990;
Anderson P., Los orígenes de la posmodernidad, Madrid, 2000; Popper K., Realismo y el objetivo de la ciencia,
Madrid, 1985.
15
Sobre el tema véase: Habermas J., “La modernidad un proyecto incompleto”, en: A. V. La Postmodernidad, Barcelona,
1996; Lipovettsky G., La era del vacío, Barcelona, 1988.
16 Sobre el tema puede verse la siguiente bibliografía: González-Anleo J., Para comprender la sociología, Estella, 1994,
pp. 288 y ss.; Etzioni A. y Etzioni E., Los cambios sociales: fuentes, tipos y consecuencias, México, 2001; Einsenstads
S. N., Ensayos sobre el cambio social y la modernización, Madrid, 1990; Nisbet R., Cambio social, Madrid, 1999.
17
Ricoeur P., Freud: una interpretación de la cultura, México, 1999, p. 68.18 Sobre el tema hay mucha literatura más o
menos seria. Aquí algunas obras: Naisbitt J., Megatendencias 2000, Bogotá, 1999; Toffler A., La tercera ola, Barcelona, 1984;
Kennedy P., Hacia el siglo XXI, Fuerzas y tendencias que perfilarán el nuevo siglo, Bogotá, 1998.
18
Sobre el tema hay mucha literatura más o menos seria. Aquí algunas obras: Naisbitt J., Megatendencias 2000, Bogotá,
1999; Toffler A., La tercera ola, Barcelona, 1984; Kennedy P., Hacia el siglo XXI, Fuerzas y tendencias que perfilarán
el nuevo siglo, Bogotá, 1998.
19
Véase Guardini R., Cristianismo y sociedad, Salamanca, 1982, p. 139.
20
Mounier E., Cristianità nella storia, Bari, 1979, pp. 221-230.
21
Véase Guardini R., El fin de los tiempos modernos, Buenos Aires, 1958.
22
Véase Benedicto XVI, “Discurso inaugural”, Aparecida, 13 de mayo de 2007, p. 1.
23
Pablo VI, Evangelii Nuntiandi, 1974, numeral 20.
El proceso de inculturación del Evangelio apa- La primera constatación que se impone es que
rece hoy como una necesidad ineludible de también el Oriente de Antioquia está frente a
evangelización. Es tarea difícil pero necesaria. un cambio cultural profundo y acelerado. Du-
La Iglesia enfrenta hoy el desafío silencioso del rante al menos tres siglos, esta región se ha
pluralismo cultural, de la globalización, de la configurado y ha caminado bajo la guía del
cultura emergente, de la cultura urbana, del cristianismo. Se podría describir como una so-
secularismo, del relativismo, del consumismo, ciedad rural, formada en su mayoría por des-
de las estructuras político-económicas de con- cendientes de españoles, estructurada a partir
vivencia social anticristiana, de las culturas au- de familias numerosas y estables y que gira en
tóctonas, de las culturas de la muerte; por eso torno a la vida de las parroquias de la Iglesia
debe relanzar las redes, y llegar también hoy católica.
24
Véase III Conferencia del Episcopado Latinoamericano, Puebla, pp. 387-394.
25
Véase Cheuiche A., Cultura y Evangelización, Bogotá, 1992, p. 88.
26
Véase Juan Pablo II, Christifideles laici, 1989, p. 44.
27
Poupard P., “Diálogo cultural y analogía de la fe”, en: CELAM, La Pastoral de la Cultura en América, Bogotá, 2006,
pp. 274-275.
Abordar los fenómenos sucedidos en un con- clusiones que han de convocar a la creatividad
texto o una comunidad específicos precisa, común para generar nuevos proyectos y, por
quizás en la mayoría de las ocasiones, una qué no, la respuesta al anhelo de un centro
reflexión profunda con vistas a lograr una cultural.
compresión, igualmente profunda, respecto
de éstos. En este sentido, la Diócesis de Son- Ahora bien, atañe señalar que mediante las
són – Rionegro y la Universidad Católica de mesas de trabajo fue posible encontrar cuatro
Oriente, en su afán de avanzar en la reflexión aspectos cuyo resultado en sí mismo genera
y construcción de un nuevo tejido social desde dos vertientes: la necesidad de ser tratados y
la mirada evangélica, programaron el Semina- la posibilidad de perfilar a través de ellos. De
rio Internacional “Evangelio, Cultura y Desa- este modo, el tipo de compromiso que se su-
rrollo”, con la intención de recoger de mane- giere puede ser asumido tanto desde la Dió-
ra directa, escenarios y tensiones de la región cesis como de la Universidad. En ese sentido,
que ameritan un abordaje integral. Por eso, en la pertinencia de las conclusiones extraídas de
la dinámica de los seminarios programados, se las mesas de trabajo radica en que se convier-
buscó construir un panorama general en el que ten en insumo fundamental para comprender
se integrara el pensamiento de quienes partici- la historia de una región compleja, en cuanto
paron en las mesas y que dio origen al siguien- es amalgama de costumbres propias y subje-
te texto. Se presentan entonces las conclusio- tivas, y de otras tantas que son producto del
nes que dan razón de ser a la convergencia de encuentro y el acuerdo. Este aspecto posterior-
múltiples ideas, culturas y estilos de vida, a fin mente facilitará atender de manera responsa-
de de facilitar precisamente la construcción de ble e inteligente, desde un sentido lo menos
universo en medio de la diversidad. Son con- reduccionista posible, a una región que se ha
El diagnóstico por construir incluirá algunas 2. Atender como prioritarios los te-
preguntas que, a pesar de aún no tener la clari-
mas de la educación y la cultura
dad necesaria, permitirán ampliar el campo de
comprensión acerca de las propuestas y pro- Lo primero que hay que hacer es volver con
yectos que se tejen sobre la región, y que de- nuevos elementos de juicio sobre la cultura.
mandan una apropiación crítica por parte de la Juan Pablo II retomó los planteamientos según
misma, con el fin de prevenir que dicho tejido los cuales lo que no se evangeliza no entra en
se convierta en una tela de araña que coarte la las dinámicas propias de la realización multi-
libertad de los(as) pobladores(as) de la región, dimensional que tiene la vida humana, y si la
y velar porque el proceso no se haga a través cultura es la matriz desde la cual se entienden
de visiones de la vida humana que para nada los distintos aspectos de la existencia de las
consulten la visión de la sociedad y de la cul- personas y una visión de individuo en medio
tura de los pueblos y, por supuesto, la visión de comunidad, sugiere entonces generar una
cristiana de la vida. propuesta de trabajo que sea apta para asumir
a “todo hombre y mujer y a todos los hombres
Cuando se dan procesos de gran inversión de y mujeres”, como un compromiso cuya natu-
capital en el Oriente antioqueño, en el altipla- raleza orienta sólo al avance, pues, como ya
no, y en otras subregiones, tanto de orden le- dijimos, la Iglesia Católica ha estado presente
gal como ilegal con los cultivos ilícitos, ello en el escenario social del Oriente de Antio-
implica comprender lo mejor posible desde quia.
la tarea evangelizadora estas propuestas e in-
tervenir en ellas desde lo local, puesto que lo Hoy, cuando se plantea la necesidad de aten-
global, aunque no lo pretenda, deja vacíos en der al tema de la cultura, queda como tarea
la intervención, en lo ético, la ecología de los de alta significación realizar ejercicios de re-
conocimientos, el humanismo de los pensado- flexión sobre esta temática, por cuanto es allí
res que apuestan por los derechos humanos y donde se cuecen las actitudes y los compor-
la dignidad de la persona humana, etc. tamientos de las personas. Así, por ejemplo,
si se quieren trazar proyectos para resolver el
1
Constitución Pastoral del Concilio Vaticano II sobre la Iglesia y el mundo Gaudium et Spes, numeral 22.
2
Ibíd., numeral 1.
3
Pablo VI, Exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, 7 de diciembre de 1975, numeral 20.
4
Carta de fundación del Pontificio Consejo de la Cultura, 20 de mayo de 1982.
5
La Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo fue un buen momento para hacer pública la
voluntad del Vaticano de avanzar sobre el tema de la Nueva Evangelización.
6
De allí la claridad que acompaña eso de la compasión con la pasión por el otro, una pasión que hace que se entienda
con la lógica del encuentro como tarea de orden trascendental, y no sólo como quehacer accidental, a propósito del
desarrollo de la existencia personal relacionado con el compromiso social que acompaña a los seguidores y seguidoras
de Jesús.
En esta reflexión queda igualmente en eviden- Eso de ser Madre y Maestra se convierte en
cia que si la Iglesia es sacramento de reconci- un reto para poner en marcha unas acciones y
liación, no puede ella, en lo particular a través un proceso de efectivo acompañamiento a los
de este Centro Culturas y Evangelio, dejar de grupos humanos, a fin de facilitar su desper-
comprometerse con este tipo de iniciativas y, tar en la perspectiva de descubrir la dimensión
de paso, desarrollar o poner en práctica todo trascendental que todo ser humano lleva den-
su potencial evangelizador, con el fin de aten- tro, y que le permita descubrir desde sí mismo
7
Benedicto XVI, “Discurso inaugural”, Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Aparecida, Brasil, 13 de
mayo de 2007.
8
Gabilondo, Ángel, La vuelta del otro. Diferencia, identidad, alteridad, Madrid, Editorial Trotta, 2001.
9
Benedicto XVI, Spe Salvi, 2008.
10
Véase la lista de participantes que obtuvieron el certificado de participación en el Seminario Permanente.
11
Mélich, Joan Carles, Filosofía de la finitud, Barcelona, Herder, 2002.