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Análisis Interno de una empresa

El análisis interno de la empresa se puede realizar estudiando los siguientes


elementos:
1. Cadena de valor: está constituida por todas las actividades que una empresa
debe llevar a cabo para producir y comercializar un producto o servicio. Las
actividades que configuran la cadena de valor pueden ser agrupadas en dos
conjuntos: 1) actividades primarias o actividades que forman el ciclo productivo de
la empresa (desde el movimiento de las materias primas o logística interna hasta el
servicio posventa, pasando por las funciones de producción, de logística externa y
de comercialización). Las distintas actividades de la cadena de valor están
interrelacionadas, denominadas eslabones o enlaces, a las relaciones existentes
entre el modo de llevar a cabo una actividad y su costo, y el desempeño y coste de
otra actividad. Por tanto, el conocimiento de los eslabones es importante porque
permitirá saber el tipo de influencia de una actividad sobre otra, y 2) actividades de
soporte o actividades que hacen posible la realización de tareas primarias y
permiten el funcionamiento de la empresa (infraestructura de la empresa, gestión
de recursos humanos, desarrollo de la tecnología o función de I+D y
aprovisionamiento o compras). Especialmente es interesante analizar las funciones
de producción, la labor comercial o de marketing y la función Financiera.
Cada una de las distintas actividades de la cadena de valor de una empresa aporta
un valor al producto o servicio, obteniéndose como resultado un incremento de valor
o margen. La cadena de valor de una empresa está, asimismo, conectada con las
cadenas de valor de los proveedores y los clientes. El análisis de estos eslabones
verticales es importante en tanto que mejorándolos y controlándolos pueden
obtenerse ventajas que permitan una situación más favorable a la hora de competir
(ventajas competitivas).
2. Análisis de las capacidades distintivas: son aquellos recursos o capacidades
que caracterizan a una empresa y que le pueden llegar a proporcionar ventaja
frente a sus competidores, siendo fuente de ventaja competitiva. S e trata de
recursos o capacidades que son valiosos, escasos y difíciles de replicar y que dotan
a una empresa concreta de elementos distintivos. Por ejemplo, en el caso de
Microsoft, una de sus capacidades distintivas es la forma de distribución de sus
sistemas operativos, llegando a acuerdos con los fabricantes para que la incluyan
en los ordenadores que comercializan. Para Apple, una de sus capacidades
distintivas está en el diseño de los productos. En ambos casos estas capacidades
distintivas son objeto de ventaja competitiva, pero no siempre es así. En definitiva,
analizando las actividades más destacadas de la cadena de valor de una
determinada empresa, estudiando cómo interactúa su cadena de valor con las de
sus proveedores, clientes y socios comerciales, y reconociendo sus recursos o
capacidades distintivas, podremos obtener sus puntos fuertes.
Análisis externo de la empresa

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