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AndresPosadaVidaObra PDF
AndresPosadaVidaObra PDF
Nació en Medellín el 11 de febrero de 1839 en el hogar de don Joaquín Posada Arango y doña
Eulalia Arango Martínez.
Se distinguió desde pequeño por su amor a los estudios serios. Como en su época los colegios
tenían muy corta vida y largas interrupciones por variadas razones, entre ellas la guerra civil de turno, el
niño Posada Arango estudió en distintos establecimientos. Según lo cuenta él mismo en Lunario de
Caldas1, estudió en la escuela pública regentada por el doctor Benito Alejandro Balcázar, con Francisco
de Paula Muñoz y Cándido y Juan José Molina como condiscípulos; hacia 1847 Juan José Molina y él
estudiaron en el Colegio de San José regentado por los padres jesuitas. A ambos los volvemos a
encontrar en 1850 como alumnos de la Escuela Normal, donde también es su compañero Francisco de
Paula Muñoz2.
Ambos serían sus amigos a lo largo de toda su vida. Más tarde estudia en el Colegio del Estado –
hoy Universidad de Antioquia- hasta 1854 cuando fue clausurado debido a la guerra civil de dicho año.
El hábito del estudio y de la observación no lo abandonó nunca. De sólo 16 años pasaba días y
noches contemplando cuándo abrían y cerraban las flores de un jardín que él mismo cultivaba, con el fin
de conocer por sí mismo la información necesaria para hacer un RELOJ DE FLORA, que al decir del Dr.
Emilio Robledo en “Los naturalistas antioqueños”3, publicó más tarde, pero que no se encontró en la
intensa búsqueda que se hizo para este trabajo.
También en sus caminatas iba provisto de los objetos del herborizador colectando plantas que
desecaba en su casa y clasificaba luego. Era esta una costumbre común a los naturalistas en una época
en que no existían libros que ilustraran sobre la flora nativa.
Aunque su gran interés era la ciencia en general, comprendió que debía hacer algún estudio que le
permitiera ganar el sustento para el diario vivir. Y pensó en la medicina. Pero veamos en sus propias
palabras lo que dice al respecto en el prólogo del libro Estudios científicos:
Pero, lector amigo, tengo que haceros una confesión. Aunque elegí voluntariamente y deliberadamente la
carrera de la Medicina, aunque ella me inspira innatas simpatías, sólo la ejercí por necesidad, como medio
de procurarme la subsistencia, cosa a que la falta de patrimonio me obligaba; pero mi verdadera inclinación,
Impr. Universidad, 1942. En: Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín. Vol. 25, nos. 88-89 (1961): p. 55-82.
mi pasión dominante, ha sido un amor acendrado a las Ciencias Naturales, un vehemente deseo de
comprender todos sus arcanos, de conocer bien todas las maravillas de la Creación4.
Es apenas natural el que sintiera admiración y vocación por la medicina y por las ciencias naturales
en general ya que la influencia de la Expedición Botánica, primero, y luego la Misión Científica que visitó el
país en los años veintes (1820s), aún irradiaban luces en el país. Además, era grande su admiración por
el Sabio Caldas, como lo expresa en forma reiterada en sus escritos5. Esta influencia de los sabios
naturistas, el impulso dado por el gobernador Juan de Dios Aránzazu (1834) a la educación y la labor de
médicos recién llegados a la ciudad y cuya labor admiraban, crearon un gran interés por los estudios
médicos en las jóvenes mentes que buscaban horizontes diferentes a los de la política y la guerra. La
medicina les daba la oportunidad de descubrir el por qué de fenómenos naturales que los inquietaban, y
de servir al prójimo y al país, sentimientos de amor muy arraigados en la medicina de entonces.
Como en Antioquia no se habían iniciado los estudios de la medicina y él no podía ausentarse de su
hogar, consiguió que los doctores José M. Buendía y Ricardo Escobar Ramos le admitiesen como su
discípulo particular al tiempo que les servía de ayudante. El doctor Manuel Vicente de la Roche, médico
cirujano del hospital, vislumbró desde el primer momento la capacidad, inteligencia e interés del joven
estudiante y lo recibió como su ayudante. A su lado realizó autopsias, se hizo médico práctico, conoció
los secretos de la medicina de ese entonces y compartió la caridad y benevolencia que fueron virtudes
características del doctor De la Roche. La anatomía la estudió en un esqueleto completo, armado por él
mismo con huesos conseguidos en el cementerio de San Lorenzo.
Los conocimientos de farmacia los adquirió visitando un afamado establecimiento farmacéutico de
la ciudad donde se hacía mostrar los medicamentos para olerlos, palparlos y aún gustarlos. El curso de
química lo hizo en el Colegio del Estado con el profesor español Francisco Flórez Domonte, quien
también era el profesor de mineralogía en 18576.
DOCTOR EN MEDICINA
Al cabo de cinco años se sintió capaz de presentar los exámenes requeridos por el gobierno para
merecer el título de Médico por lo que solicitó al gobernador Rafael María Giraldo la autorización
correspondiente. Pero como el gobernador no atendió su pedido, Posada Arango viajó a Bogotá, donde
EDUCADOR
No le fueron ajenos los intereses de la ciudad donde a pesar de los problemas políticos se vivía un
ambiente de progreso que aumentaría en los años de la legislatura de Pedro Justo Berrío. Es así como
en los años de 1864 a 1868 lo encontramos como fundador de colegios. Al respecto el doctor Julio
Cesar García, en su libro ya citado sobre la Instrucción en Antioquia, págs. 99, 189 y 190, dice:
El 1º de enero de 1865 se funda por su iniciativa el colegio femenino de Santa Teresa (segundo
colegio con este nombre). El joven doctor Posada Arango era el verdadero director aunque la dirección
inmediata la ejercía doña Trinidad Arango Martínez, su tía y prima de doña María Martínez de Nisser,
heroína de 1841.
En la ceremonia de instalación que tuvo lugar en la iglesia de San José, Posada Arango habló sobre
la misión de la mujer. El colegio sólo duró unos meses.
Al año siguiente, el 2 de enero de 1866, el padre Gómez Angel abrió el Colegio de Jesús con la
cooperación de los doctores Pedro Justo Berrío y Andrés Posada Arango y de los señores Víctor, Cándido
y Juan José Molina, en el cual se enseñaban, entre otras cosas asignaturas, agrimensura y astronomía.
En ninguna aparece la enseñanza de ciencias naturales.
Pero sentía que era necesario avanzar más en el conocimiento de la medicina. Ya tenía medios
económico que le permitían viajar y carecía de obligaciones familiares urgentes.
Siguiendo los pasos de otros médico colombianos salió el 15 de febrero de 1868 hacia Europa con
el ánimo de visitar la Tierra Santa que añoraba desde pequeño, y de establecerse en París para estudiar
la medicina francesa, que en ese momento era la que más influencia tenía.
Fruto de sus viajes fue el libro Viaje a Jerusalén tocando París, Londres, Loreto, Roma i Ejipto que
mereció múltiples elogios y que aquí se comenta más adelante. Posteriormente se radicó en París. Más
tarde visita España y Suiza.
ESTANCIA EN PARIS
Siempre deploré que hombres como usted no hayan estado dentro de los muros de la plaza para que
pudieran testimoniar la verdad de lo que digo.
En las últimas semanas el pan era poco agradable al paladar, pero muchas veces en los años 1813 y 1817
comí pan peor...
Y en verdad que Roulin debió extrañar mucho a sus pocos amigos íntimos. Por eso podemos
imaginarnos a Posada Arango acompañándolo y compartiendo sus conocimientos y sus recuerdos con él
y con otros sabios que se quedaron como José Decaisne, director del Jardín Botánico.
Durante esa estancia en París, colabora Posada Arango en publicaciones científicas, como Pabellón
Médico de Madrid, Archives de médecine navale; Revue et magazin de zoologie, y L´Abeille Medicale de
Francia11, y publica el folleto Ensayo etnográfico sobre los aborígenes del Estado de Antioquia en
Colombia12. Por este trabajo, la Sociedad le otorgó una medalla, grabada con su nombre y con el busto
del ilustre Buffon y se hizo merecedor a una mención honorífica en el concurso al premio Godard.
10 COMBES, Margarita. Roulin y sus amigos; burguesía desvalida y arriesgada. 1796-1874. Bogotá: Ed. ABC, 1942. p. 210
11 POSADA ARANGO, Andrés. Estudios científicos. Op. cit., p.88
12 POSADA ARANGO, Andrés. Ensayo etnológico... Op. cit.
Otro de sus amigos en París fue Boussingault, como puede verse en el artículo titulado “Medellín y
su temperatura”, donde hace este cariñoso recuerdo del sabio francés:
En 1869 y 70, en que tuve el honor de conocer y tratar a este sabio, durante mi permanencia en París,
hablamos muchas veces de todo esto. Él conserva recuerdos gratos de Antioquia, y me agradecía los
informes que yo podía darle acerca de la familia del benemérito Dr. M. V. De la Roche, en cuya casa (la de su
padre D. Gabriel) posaba él con frecuencia cuando iba a Cartago. Recordaba con cariño ese hogar, en que
era recibido en familia, y donde escribió parte de sus trabajos científicos13.
En la correspondencia personal hay una carta, escrita al parecer en Medellín, firmada por el Dr.
Manuel V. de la Roche al Dr. Posada Arango en la cual dice lo siguiente:
En este período de su vida, hay una correspondencia regular entre él y Pedro Nisser, esposo de
María Martínez, de quien la madre de Posada Arango era prima hermana doble. Tanto don Pedro, quien
para ese entonces se encontraba en Suecia, como las sobrinas de éste le escriben repetidas veces
invitándolo a Suecia para conocerlo. Veamos uno de los párrafos:
Deseosos que U. sea persuadido que con mayor placer veríamos a U. en persona propia; porque hallándose
tan cerca de nosotros, porqué no hacernos el cariño de venirnos a ver? Medite U. bien sobre ello, i sea U.
bienvenido a esta tierra al estrecho círculo de los allegados de nuestro bien querido tío Pedrito.
13
POSADA ARANGO, Andrés. “Medellín y su temperatura”. En Repertorio Histórico. Medellín, Año, nos. 14-15 (Jun. 1919): p.
628
14 POSADA ARANGO, Andrés. Correspondencia personal. Puede consultarse en el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, de
Medellín.
ACADEMIA DE MEDICINA DE MEDELLÍN
SIGLO XX
Cercano a los cincuenta años se propuso estudiar jurisprudencia para atender la demanda puesta
en su contra y en la cual él fue su propio abogado, y la ganó18.
En noviembre de 1902 aparece como miembro de la Junta Directiva del Colegio Tutelar de Medellín,
fundado por suscripción, por iniciativa del P. Luis J. Muñoz S.J. “ para atender a la corrección de aquellos
jóvenes que por su mala conducta no podrían ser recibidos en otras casas de educación”. Los
compañeros en la mesa directiva son Carlos E. Restrepo, Carlos E. López, Juan B. Londoño, Gabriel
Latorre y Agapito Betancur, todos figuras intelectuales y cívicas, muy prestantes y destacadas durante las
primeras décadas del siglo XX en la ciudad de Medellín. El 8 de febrero de 1904 comenzaron las clases
en el Colegio Tutelar pero tampoco duró mucho tiempo19.
15 Ibid.
16 En esta época realiza el viaje de estudio por distintos departamentos del país con el propósito de completar la monumental
obra Colombia, tantas veces mensionada en esta biografía.
17 Anales de la Academia de Medicina de Medellín. Año III, no. 12 (No. 1891): págs. 371 y 378.
18
Alegato de un médico en el juicio de sucesión de don Víctor Callejas. Medellín: Impr. Republicana, 1885.
19 GARCÍA, Julio César. Op. cit., p. 332.
En 1903 es nombrado miembro honorario de la Academia de Medicina de Medellín.
El 14 de junio ingresa a la Academia Antioqueña de Historia como miembro de Número Fundador.
Fue él quien con Benjamín Tejada Córdoba, hizo los galardones o divisas de la Academia20.
En 1909 publica su libro Estudios científicos que se comenta más adelante.
Al año siguiente es nombrado miembro honorario de la Academia Colombiana de la Lengua y
presidente honorario de la sección de Ciencias Biológicas, en las secciones científicas organizadas por la
Academia Nacional de Medicina de Bogotá, en conmemoración del Centenario de la Independencia.
Sigue un período, en el cual es casi ninguna su colaboración en los Anales de la Academia de
Medicina de Medellín a pesar de ser esta publicación tan suya. De 1903 a 1912 se registran allí siete
títulos de su auditoria. En el Boletín de Historia y Antigüedades se registran nueve títulos de 1902 a
1919 y en Los Estudios, de Medellín, aparecen 14 títulos de 1913 a 1918, entre ellos el estudio del
apellido Posada Berdalles. En Alpha aparecieron dos en 1907 y en el Repertorio Histórico, ambas de
Medellín, hay uno en 1919.
Desde pequeño se distinguió por su cristianismo. Ya adulto se levantaba temprano, iba a misa de 5
de la mañana a la iglesia de La Candelaria y llegaba a su casa a escribir. Ya octogenario, es apenas
natural que su salud estuviese quebrantada y más aún después del rudo golpe que sufrió al ver
destruida su casa por el terrible incendio ocurrido el 29 de octubre de 1921, que quemó dos manzanas
del Parque de Berrío21. Aunque sus hijos lograron salvar algunos papeles, se quemó en esa ocasión gran
parte de la biblioteca y de archivo con el que se perdieron años de conocimientos y de paciente labor
intelectual, así como la pajarera que albergaba numerosas aves en el gran patio de su casa22. Víctima de
este incendio fue su querida y monumental obra Colombia que nunca se publicó por falta de apoyo oficial
y con ello se perdió un testimonio importantísimo de lo que era la geobotánica del país y su geografía, a
finales del siglo XIX y a principios del siglo XX. También se cree que allí se quemó un diccionario de
botánica que estaba escribiendo y cuya suerte se desconoce.
El 23 de marzo de 1923 muere en Medellín. Hay decretos de honores de las entidades a las que
perteneció y del gobierno departamental, en todas las cuales se refieren a él como sabio doctor Andrés
EL ESCRITOR
Es significativo el hecho de que el nombre de Andrés Posada Arango estuviera siempre asociado al
calificativo de sabio dado no por la historia sino por sus mismos contemporáneos, como se puede
comprobar en los decretos de honores emitidos con ocasión de su muerte.
Y en verdad que lo fue. Su primer libro, Viaje de América a Jerusalén, escrito cuando sólo contaba
30 años de edad, muestra una erudición difícilmente igualada por personas mayores. Y la continúa
demostrando en el folleto titulado Ensayo etnológico sobre los aborígenes del Estado de Antioquia en
Colombia, publicado en 1872, donde también demuestra su vocación de estudio y de lectura, necesaria
para poder tener tanto conocimiento de lo que ese entonces se sabía y se creía, de temas tan
especializados como la etnología.
En los escritos que dejó consignados en tantas revistas nacionales y extranjeras, vemos como, con
dominio del tema o adelantándose a conceptos comprobados años más tarde, habla de temas tan
disímiles, como historia, ciencias naturales y en ellas de botánica, zoología, medicina, astrominía,
geología o biología; historia universal e historia patria, geografía, ciencias puras, etc., y todo en un
lenguaje claro, correcto, con gran capacidad de síntesis, siempre orientado a transmitir los conocimientos
sin egoísmo.
Al leer la extensa biografía de su autoría es fácil descubrir a la persona estudiosa y lectora.
Sus primeros escritos de valía los redactó en francés tan pronto llegó a París. Durante su estancia
en Europa colaboró con numerosas publicaciones científicas y a su regreso a Colombia publica poco
hasta 1887 cuando se funda la Academia de Medicina de Medellín que lo cuenta entre sus principales
colaboradores, pero sin mucha regularidad. Como ya se dijo en otro lugar de este trabajo, en 1988 viaja
por el país con el fin de recopilar datos para su libro Colombia. En 1891 y 1892 vuelve a colaborar con
frecuencia en Anales.
A partir de 1907 colabora en el Boletín de Historia y Antigüedades de la Academia Colombiana de
Historia, de Bogotá, y desde 1913 en Los Estudios, revista que fundó y dirigió el padre Tomás Villarraga
S.J., en Medellín.
Mientras en Anales de la Academia de Medicina trata temas médicos, en estas otras publicaciones
trata generalmente asuntos botánicos o variedades, como el “Estudio sobre la familia Posada” que
publicó en Los Estudios; un extenso trabajo relacionado con la rama de los Posadas Berdalles. Es muy
curioso que haya sido ésta la rama de su interés y no la de los Posadas Juncos, a la que él pertenece.
Era bastante minucioso en los datos históricos y en la exactitud gramatical, lo que se puede
apreciar en numerosas rectificaciones que se encuentran en publicaciones de la época, como algunas de
las que transcribimos a continuación.
ADVERTENCIA
Conforme a las reglas sobre NOMENCLATURA BOTÁNICA, adoptadas hoy en la Ciencia, los nombres de los
géneros y de las familias deben principiarse con mayúscula. Así lo acostumbramos nosotros desde hace ya
bastante tiempo, y así lo hicimos en los artículos originales que sobre el género Caldasia y sobre el Murrapo
se publicaron en un periódico de esta ciudad. Hemos notado, sin embargo, que en el Boletín de Historia y
Antigüedades, que los reprodujo, aparecen todos estos nombres con minúscula. Hacemos esta advertencia
para que no se atribuya aquello a ignorancia o descuido de nuestra parte. Ha debido pues escribirse
Caldasia, Helosis, Bonplandia, Myrrhis, Oremepyrrhis, Ullucus, Musa; Heliconia, Restrepia, Balanoforáceas,
Polemoniáceas, Umbelíferas y Orquidáceas.
No terminaremos este escrito sin referir aquí otro incidente en la vida de Caldas, que pone de manifiesto lo
desafortunado que era todo.
Fue él quien estableció y describió el género Ullucos, de la familia de las Quenopodiáceas (Semanario de la
Nueva Granada, año de 1809), género que está aceptado en la ciencia; pero por una fatalidad apenas
explicable, pasa por obra de nuestro zoólogo Jorge Tadeo Lozano, sin citar para nada a Caldas, su
verdadero fundador.
El amor a la justicia nos movió a rectificar ante la Sociedad Botánica de Francia, en 1881, aquel error,
reivindicando para Caldas el honor y el mérito que le correspondían (Bulletin de la Societé Botanique, tomo
XXVIII, p. 302)
Medellín, septiembre de 1907
23 POSADA ARANGO, Andrés. Advertencia. En: Boletín de Historia y Antiguedades. Bogotá, año 5, no. 53 (Feb.,1908)
(1) Desde 1876 había yo publicado, en la Revista de Antioquia, la partida de bautismo de Aránzazu,
copiada de los libros parroquiales de La Ceja, para hacer ver que nació allá –el 9 de marzo de 1798- y
no en Rionegro, como se dijo en un artículo necrológico que salió a la luz en El Día, de Bogotá, el 20 de
abril de 1845, al tempo de su fallecimiento, y que su padre, español de nacimiento, llamaba José María
y no Juan, como allí se dijo.
Cuando el doctor Wesceslao Sandino, de Bogotá, insiste en culparlo por los errores botánicos que
dice encontró en la Geografía general y compendio histórico del Estado de Antioquia en Colombia escrita
por Manuel Uribe Angel en 1885, Posada Arango le pide a éste una certificación de que él no tuvo
ninguna participación en este libro, por lo que al autor suscribe el siguiente certificado, que se conserva
en el archivo personal de Posada Arango:
Certifico a petición del Sr. Dr. Andrés Posada Arango que no es él el autor de los cuadros de botánica y
zoología publicados en mi libro titulado Geografía General y compendio histórico del Estado de Antioquia
Medellín 12 de febrero de 1892
Manuel Uribe A.
Siempre que se refiere a temas tratados en su obra Estudios científicos, hace la respectiva
referencia, y lo mismo hace cuando se trata de otras fuentes bibliográficas que pueden ser de interés
para el investigador.
Y así habría muchos ejemplos más.
A continuación se comentan las obras diferentes a los artículos aparecidos en revistas, por estar
estos comentados en la bibliografía.
Desde pequeño fue un observador de cuanto sucedía a su alrededor. Ya adulto, en su primer viaje
a Bogotá y luego como médico del ejército, anotaba todo lo que veía con la idea de conocer y divulgar el
estado geofísico y humano del país que tanto amó. Ya mayor, en 1889, siguiendo los pasos de los
sabios naturalistas y geógrafos que los antecedieron, viajó por el territorio formado por los
departamentos de Cundinamarca, Cauca, Valle del Cauca y Tolima recogiendo toda clase de información
para escribir el gran libro sobre Colombia. Este fue su proyecto predilecto, con el que siempre soñó y
para el que siempre trabajó. Una vez terminado lo presentó al gobierno para su publicación pero no tuvo
respuesta positiva.
Anales de la Academia de Medicina de Medellín en el no. 7 (May. 1891), p. 209, trae el siguiente
comentario del mismo doctor Posada Arango sobre su obra Colombia:
Escrita sobre un vasto plan, pues abraza el estudio del país en todas sus fases científicas, su publicación
sería bastante costosa. Sólo un gobierno ilustrado y progresista podría llevarla a cabo, a expensas de la
Nación.
Quizás no sea inoportuno el dar a conocer el juicio que acerca de ella formaron el Señor Gobernador de
Antioquia y su secretario, consignado en el siguiente telegrama, dirigido al Congreso nacional en Octubre del
año pasado.
“ Hemos visto manuscritos de la obra Colombia considerada física o topográficamente y en sus
producciones, del Dr. Posada Arango. Es un verdadero monumento, que hará conocer nuestro país en el
Extranjero, dándonos honra y crédito, y que ha demandado labor por muchos años y mucha ciencia...”
Firmado Gobernador Baltasar Botero Uribe
Liborio Echeverría Vélez, Secretario de Gobierno.
Es de admirar la entereza del doctor Posada Arango, al acometer una empresa de la envergadura
de la obra Colombia. Y cómo había sido de importante para futuras generaciones conocer el estado de la
patria en esos años finales del siglo, si se hubiera publicado.
Gran tristeza y desengaño padeció nuestro sabio por no poder dar a conocer as observaciones que
con tanto amor, conocimiento y sacrificio había escrito y, más aún, el término de su vida, el ver cómo
quedaba reducida a cenizas en el incendio de su casa en 1921.
En 1909 seleccionó algunos de los capítulos que fueron publicados, por su cuenta, con el título de
Estudios Científicos del doctor Andrés Posada con algunos otros escritos suyos sobre diversos temas y
con ilustraciones o grabados en la lectura de cuyo prólogo podemos comprender mejor el interés y los
propósitos del autor en la conformación de esa importante y malograda obra. Transcribimos a
continuación los apartes pertinentes:
A la manera de prólogo
Y no era por mera curiosidad: desde muy joven concebí el proyecto de escribir algo como la “Geografía
médica de Colombia” o más bien, de publicar la Historia Natural de mi Patria, como la tienen otros países
más afortunados, Cuba, Chile, El Brasil, entre otros.
Bien veía que en un país como el nuestro, sin maestros [pues no los había en aquella época], sin museos,
sin herbarios, sin jardines científicos, sin bibliotecas, tal empresa era más que ardua y temeraria, era
irrealizable; pero yo me sentía con los bríos de la juventud, con el entusiasmo inconsulto, ciego, de esa
edad.
Tal vez la lectura repetida de El Semanario del ilustre Caldas, que era mi libro favorito, contribuiría mucho a
enardecer en mí esa pasión del estudio, ha hacerme acariciar de continuo mi sueño querido, mi quimera de
toda la vida.
Por eso, cuantas ocasiones se me presentaban, cuantos momentos desocupados me dejaba el ejercicio
activo de la profesión médica, los dedicaba al examen de lo que me rodeaba, a la adquisición de datos, a la
aglomeración de materiales para mí proyectada obra; y en efecto, no me han faltado oportunidades para el
estudio que me proponía. Como Cirujano de algunas de las Divisiones del Ejército del Gobierno, durante la
guerra de 1860 y 61, logré recorrer casi todo el departamento del Tolima y gran parte del de Cundinamarca,
haciendo observaciones de todo género, relacionada con mi asunto24. Lo mismo pude hacer en viaje de ida y
vuelta a Europa, por los departamentos del Magdalena, de Bolívar y de Panamá (en 1868 y 1872); en mis
excursiones profesionales, durante muchos años, en los campos y poblaciones de Antioquia, y en un viaje de
estudio hecho expresamente, a mi costa, al Valle del Cauca hasta la cima del Puracé.
Al regreso de este último viaje, en 1890, conservando aún el entusiasmo de mejores tiempos, el ardor
generoso de otra edad y creyendo llegado el momento de presentar al país, especialmente a la juventud
estudiosa, el resultado de mis observaciones, el fruto de mi larga y continuada labor, lo consigné en una
obra a la que di por título Colombia considerada física y topográficamente y en sus producciones, elaborada
conforme al primitivo plan, al derrotero que casi desde niño me habría trazado.
Era mi deseo que se publicara en Europa, con sus correspondientes planos y grabados de todo género, y en
una forma digna del objeto a que la destinaba. Como eso demandaba muchos gastos, superiores a mis
recursos privados, ofrecí mi trabajo, desinteresadamente, al Gobierno, primero, y luego al Congreso que a la
sazón se hallaba reunido; pero sin resultado alguno favorable, pues no acerté a despertar en nuestros
políticos interés por tales asuntos25. Forzoso me fue, pues reconocer que me había equivocado, que no era
aún tiempo de hacer a la Patria ofrendas de esa naturaleza. En consecuencia, desistí de mi proyecto, di de
mano a mis tareas.
El tiempo pasado; la obra ha ido perdiendo su oportunidad, porque algunas de sus partes, o sea de las
materias en que se ocupaba, han sido tratadas, con más o menos extensión y más o menos acierto, en
publicaciones ajenas, en trabajos de otros compatriotas.
24 Me hallé presente en el desastroso combate de Segovia, en las márgenes del Ullucos, el 19 de Noviembre de 1860; en la
batalla de Subachoque, el 25 de Abril de 1861; en las dos de Usaquén, el 12 y el 13 de junio, y en la defensa de Bogotá, el
18 de Julio del mismo año. Ese día fui a parar a la hacienda de Terreros, en Soacha, donde permanecí un mes, para volver
luego a Bogotá.
25 Por deber de gratitud, dejo aquí constancia de mi agradecimiento a la Diputación antioqueña en aquel congreso, que se
interesó porque la obra se publicara por cuenta de la Nación; y me permito mensionar individualmente alos honorables
Senadores, ya difuntos, D. Wenceslao Pizano y D. Guillermo Restrepo Isaza, que tomaron grande y particular empeño a favor
del proyecto de publicación. Que sus nombres vayan a donde fuere este libro, mostrando mi vivo reconocimiento.
No obstante todo eso, atendiendo a las instancias de algunos de mis amigos, he convenido en dejarle
publicar a mi Editor, siquiera como muestran, ya que no de erudición, sí de patriotismo, de buena voluntad,
de vivo deseo de ser útil en algo a mis conciudadanos, algunas de mis contribuciones a la Flora y a la Fauna
del País, algo del resultado de mis estudios.
Ve aquí porqué, lector amigo, en vez de una obra extensa, en vez de la ofrenda digna de la Patria, que
ambicioné legarle, dejó sólo por vía del testamento –pues tan cercano veo ya el fin de mi vida- este pálido
bosquejo, este reducido volumen. Puede que él sirva de algún provecho a la juventud estudiosa, y que en el
próximo aniversario de Colombia, sea aceptado como modesto homenaje a la memoria de los próceres que
nos dieron nacionalidad, y muy especialmente a Caldas y Lozano, que cien años ha nos mostraron, en su
brillante Semanario, la mejor vía, el mejor sendero para servir únicamente a la Patria.
A este obsequio, a esta manifestación de patriotismo, como yo lo entiendo, le faltará, sin duda, mérito, calor,
entusiasmo, y tal vez le sobre la amargura de los desengaños. Más que hacer?. Doy lo que tengo, y a mi
edad –de hoy en adelante seré septuagenario- no puede hacerse más.
El doctor Arturo Acero P. en el artículo que se reproduce en el capítulo titulado “El Científico” hace
el siguiente comentario:
Por eso la lectura de su obra cumbre, titulada Estudios científicos (Posada Arango, 1909), es una
grata y emocionante sorpresa. Aparte de los hermosos artículos sobre astronomía, meteorología,
matemáticas, medicina, botánica e historia, aparecen otros sobre insectos, peces, reptiles, invertebrados,
fósiles y aves, principalmente. Me referiré aquí a sus estudios sobre peces26.
26ACERO P., Arturo. “Andres Posada Arango, pionero de la ictiología en Colombia”. En: Actualidades biológicas. Medellín, Vol.
17, no. 63 (Ene.-Jun. 1988): p. 49
VIAJE DE AMÉRICA A JERUSALEN TOCANDO EN PARÍS, LONDRES, LORETO,
ROMA I EJIPTO27
Tenía 30 años de edad cuando escribió este precioso libro a su llegada a París después de viajar
por los países y ciudades indicados en el título. Está dedicado “Al Señor Doctor M. Vicente de la Roche
profesor de Medicina i Cirujía en Colombia. Testimonio de cordial estimación i sincero reconocimiento.
Andrés Posada Arango. París, 1869”.
El prólogo es de su amigo F. Gravelet, quien lo motivó a escribirlo. Lo comienza con un detallado
relato del viaje desde su salida de Medellín el 15 de febrero de 1868, relato que combina con unas
reflexiones sobre la belleza del Valle donde está asentado Medellín y con un emocionado recuerdo de las
enseñanzas de sus padres cuando era niño, a las que considera la causa de su afán por conocer los
lugares santos.
Después de comentar su viaje de Medellín a Santa Marta y la travesía del mar, comienza su
recorrido por el Viejo Mundo. Llaman la atención las reflexiones tan atinadas que hace sobre cada nueva
impresión; el vasto conocimiento que refleja en sus comentarios, el emocionado recuerdo que va
haciendo de las personas que con sus descubrimientos o invenciones habían logrado un mejor estar
para la humanidad.
Todo lo que observa en su viaje lo anota minuciosamente y lo relaciona con aspectos botánicos,
geográficos, históricos, bíblicos, morales, creencias, etc. del sitio que visita. Todas las reflexiones que
hace las relaciona con la grandeza y la bondad de Dios, a quien recuerda a cada momento.
Este libro mereció múltiples comentarios cuando publicó, los que se pueden leer en la
correspondencia que se conserva en el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, de Medellín.
Existe un ejemplar obsequiado por el autor a don Joaquín Antonio Uribe en el cual aparece el título
corregido, de puño y letra del autor. La palabra “etnográfico” está cambiada por “etnológico”. En
consecuencia cuando aquí se cite puede aparecer como etnográfico o como etnológico.
Estudiar esos vestigios antes que desaparezcan del todo; examinar con detención esas huellas; reunir los
datos que los historiadores nos hayan dejado, y trazar el cuadro del estado social en que se hallaban los
aborígenes, tal es la tarea que quisiéramos ver desempeñar. No siéndonos dado el realizarla por nuestra
parte, y esperando que personas más competentes la efectúen, vamos a menos a aportar sobre el asunto
nuestro pequeño contingente.
Habla sobre múltiples aspectos de la vida aborigen: Las habitaciones, trajes y adornos, armas,
alimentos, industrias, ciencia, religión, gobierno, música y fiestas, entierros, carácter, usos particulares y
costumbres generales para indicar cómo eran entre nuestros indígenas, para compararlas con los de
otras naciones o simplemente para hacer notar que nada sabe sobre ellas y llamar la atención a quienes
lo sepan para que publiquen sus conocimientos.
Como todos los demás libros, está lleno de detalles y de referencias que permiten al investigador
ahondar en el asunto de su interés.
EL CIENTIFICO
Fue el doctor Posada Arango un escritor serio, estudioso, preocupado por desentrañar y propagar
los misterios de la naturaleza y del suelo patrios y uno de los iniciadores del conocimiento de las ciencias
naturales colombianas.
Si bien es cierto que la Expedición Botánica primero y luego las diversas comisiones científicas que
habían venido al país hicieron conocer muchos de sus aspectos geofísicos y naturales, aún faltaba mucho
por descubrir y muchas creencias por confirmar. Además, en cuanto a textos se refiere, estos eran
extranjeros y apenas se comenzaba a describir y publicar lo nuestro.
Toda su vida estuvo marcada por sus intereses científicos. La profundidad de sus conocimientos se
confirma al leer sus libros y los artículos que escribió en numerosas revistas nacionales y extranjeras, en
los cuales se entrelaza el Posada Arango científico con el botánico, el médico y el naturalista. Y no trata
simplemente lo que se conoce en su época sino que se adelanta a lo establecido.
A principios de 1872 regresó Posada Arango a Colombia. En febrero es nombrado primer profesor
de Ciencias Físicas y Naturales en la Universidad de Antioquia y en marzo el doctor Abraham Moreno lo
nombra catedrático para regentar la cátedra de Botánica Médica “que se ha mandado abrir en ese
establecimiento”. En efecto el 14 de diciembre de 1871 el Presidente del Estado Soberano de Antioquia,
doctor Pedro. J. Berrío, dicta el decreto29 por el cual se organiza provisionalmente la Universidad de
Antioquia (antiguo Colegio del Estado), cuyo artículo 7º dice: “La Universidad de Antioquia se compondrá
de las siguientes Escuelas e Institutos:
1ª. De Literatura y Filosofía
2ª. De Ingeniería
3ª. De CIENCIAS FÍSICAS NATURALES
4ª. De MEDICINA
5ª. De Jurisprudencia y Ciencias Políticas
6ª. De Artes y Oficios
Siguiendo las costumbres de Francia, el 1 de abril inició las clases con un discurso académico que
dirigió a sus alumnos y que copiamos en su totalidad por creer de mucho interés las ideas que allí
expresa:
LA BOTÁNICA
Jóvenes:
29 ROBLEDO, Emilio. Centenario de la Universidad de Antioquia, 1822- 1922. Medellín: Imprenta Oficial, 1922: p. 175
Todos vosotros sabéis por qué o para qué nos hallamos reunidos aquí.
Vamos a dar principio a un estudio nuevo entre nosotros, aunque viejo ya en el mundo. Las plantas, es decir
las hierbas que esmaltan con sus flores nuestras campiñas; los arbustos que orlan nuestros caminos; las
palmeras y los árboles corpulentos que con excepción de nuestras pequeñas poblaciones cubren el área
inmensa de la República, formando por dondequiera selvas seculares, todos esos objetos van a ser asunto
de nuestras observaciones. Vamos a averiguar sus relaciones de parentesco o de familia, a describirlos en
términos científicos, a inquirir sus propiedades y sus usos.
Os digo que ese estudio es nuevo aquí, porque aunque es verdad que hace más de medio siglo que un hijo
esclarecido de Antioquia, el Dr. José Manuel Restrepo, formó un herbario que hubiera podido servir de base
a esa enseñanza, la larga guerra de nuestra emancipación, que todo lo conmovió, destruyó esa labor, y los
que vinimos después nada de eso hallamos: nos encontramos en pleno desierto, sin un maestro a quién
dirigir una pregunta; rodeados sólo de una naturaleza cuanto más rica o más variada en producciones, más
reservada en sus secretos.
[Hay, amigos míos!] ¡Cuántas fatigas las que yo pasé cuando, joven como vosotros ahora, sin más guía que
un pésimo libro de flores extranjeras, con un lente en una mano y un cortaplumas en otra, me iba a recorrer
los campos, a analizar las flores, para arrancar a las plantas, podría decir que a pesar suyo, la familia a que
pertenecían, el nombre de su género y el de su especie!
Yo recuerdo hoy con pena, pero también con agrado, las largas horas que pasaba así, robadas a los
entretenimientos de la infancia, que apenas terminaba, y a los sueños dorados de la juventud, que
principiaban para mí.
Os hablo de esa época de mi vida, de las dificultades que hube de superar, no para envanecerme, que eso
sería pueril, sino para estimularlos. Vosotros, más afortunados que yo, contáis con el apoyo de un Gobierno
ilustrado, que va a procurarnos la enseñanza; que os dotará de jardín, de herbario, de biblioteca, a medida
que sus recursos lo permitan y vuestro aprovechamiento lo haga necesario.
La tarea que vais a acometer, sin embargo, sabedlo bien, es ardua, es difícil. Sin querer abarcar todas las
especies de plantas conocidas en el mundo, cuyo número pasa de cien mil, las que nos rodean, las que
crecen en nuestros climas, son por sí, como podéis juzgarlo, bien numerosas, bien variadas.
No tengáis, por lo mismo, la pretensión se salir de aquí Botánicos consumados. Aprenderéis tan sólo a
estudiar, a atender el lenguaje de la naturaleza, para ir a conversar con ella en las soledades de los
bosques, a recibir sus revelaciones.
Es decir, que recorremos juntos, en poco tiempo, el camino que yo he andado largos años a tanteos; y
después, cuando yo, cansado ya, sin bríos de la juventud, me sienta a reposar, vosotros podréis continuar
solos e ir a enriquecer la ciencia con el fruto de vuestra labor, con vuestros descubrimientos.
No olvidéis, aso sí, que yo os inicié, que yo os mostré el sendero, y que tengo, por lo mismo, derecho a
vuestra estimación y a vuestra gratitud30.
En este discurso podemos ver claramente la situación del país en cuanto al conocimiento de las
ciencias naturales se refiere.
En los años siguientes es profesor de diferentes asignaturas: El 8 de enero de 1875 es nombrado
catedrático principal de los cursos 3 y 3 de la Escuela de Ciencias Físicas y Naturales. Catedrático
sustituto del curso 5 de la Escuela de Medicina. El 13 de enero de 1876 es nombrado Catedrático
principal de los cursos 3, 6 y 7, y sustituto del 12 de la Escuela de Ciencias Físicas y Naturales,
nombrado por el H. Consejo de Instrucción Pública del Estado Soberano de Antioquia.
EL BOTÁNICO
POSADAEA. Nuestro distinguido colega el Dr. A. Posada Arango ha descubierto un nuevo género de plantas
de la familia de las Cucurbitáceas, al cual M. Cogniaux, el sabio autor de la monografía de esa familia, ha
dado el nombre de Posadaea, en honor a su descubridor...
Por creerlo de interés para los investigadores reproducimos, en su integridad, la descripción del
nuevo género, tomándolo del mismo ejemplar de Anales de la Academia de Medicina de Medellín, quienes
a su vez lo copiaron del Boletín de la Academia Real de Bélgica, Serie 3ª., no. XX:
También clasificó y dio nombres botánicos y zoológico a otras especies nuevas o que él consideró
nuevas, los cuales, por distintas causas, no fueron conocidos por la comunidad científica por lo que estos
nombres pasaron a ser sinónimos de otros. Veamos estos ejemplos:
En el artículo “Ligeras observaciones sobre nuestra erithrinas. El Chachafruto y el písamo”32
describe e ilustra el chachafruto porque, según dice, aún no lo ha visto descrito por otros autores. Como
lo creyó especie nueva lo llamó Erythrina edulis. En cuanto al písamo, Erythrina pisano, conocido en
Medellín como saivo, lo describe y lo ilustra. Dicen que se usa en el Cauca como sombrío del cacao.
La Erythrina edulis Posada-Arango con el tiempo pasó a ser sinónimo de Erythrina edulis Triana ex
Micheli.
La Erythrina pisamo Posada-Arango con el tiempo pasó a ser sinónimo de Erythrina poeppigiana
Walp. O. F. Cook33.
Corozo grande: Acrocomia antioquiénsis A Posada-Arango. En 1978 pasó a ser sinónimo de
Acromia aculeata. Subsp. Sclerocarpa (5,6). La describió en el Bulletin Botanique de France, t. 25, p.
184, (1878)34.
31 DE CANDOLLE, Augusto Pyramo. Prodromus: Sistematis naturalis: regni vegetabilis. París: 1830, 1837. Varios volúmenes;
DE CANDOLLE, Alphonso. Prodromus: Sistematis naturalis: regni vegetabilis. París: 1848, 1849, 1852. Varios volúmenes.
32 POSADA ARANGO, Andrés. “Ligeras observaciones sobre nuestras erithrinas. El Chachafruto y el písamo” //En: Anales de la
Academia de Medicina de Medellín, año 9 no. 6 (Dic. 1897): p. 175-182; //En: EC 1. ed. p. 118
33 COGOLLO PACHECO, Alvaro. Carta, 1989, Abr. 11 a Felipe Pineda Aristizabal, Director regional del Inderena, Medellín. 2p.
Mismia: Cleome applanata A. Posada-Arango
Valerian silvestre: Valeriana cordifolia A. Posada-Arango
Pita: Bromelia longissima A. Posada-Arango.
Mortiño: Pernettya locifolia A. Posada Arango
Comentamos a continuación otros artículos escritos por Posada Arango, relacionados con plantas:
El almendro de Porce35 es un estudio científico sobre el almendro Caryodendrom orinocense, de la
familia de las Euforbiáceas, estudiado por Karsten en El Meta, de quien recibió el nombre de
Carydendrom orinocense. Menciona muchas de las numerosas plantas conocidas como almendras en el
mundo pero trata en extenso el almendro de Porce –como su título lo indica- .
En el artículo titulado La Corona de espinas36 participa en la discusión acerca de cuál pudo ser el
árbol empleado para hacer la Corona de espinas que él considera debió ser el Lycium mediterraneum, y
de paso contesta al doctor Wenceslao Sandino, botánico bogotano, quien se empeña en contradecir a
Posada Arango en relación con lo que éste dice. Posada Arango se sostiene en sus teorías.
Aún hoy en día hay discrepancias sobre cuál pudo ser el árbol utilizado para fabricar la Corona de
espinas37.
“La dalia”38 es un artículo más extenso que los otros suyos publicados en revistas. En él habla de
la historia de la dalia; la describe botánicamente; enseña cómo se reproduce y corrige errores que se
han propagado respecto a ella. Propone el nombre de antófilos para las “personas que tienen por las
flores extraordinaria pasión”.
En “El género Caldasia” 39 habla sobre las circunstancias adversas que rodearon la vida y la muerte
del sabio Caldas y hace notar cómo ninguno de los tres géneros botánicos nominados en su honor,
conservó su nombre. Y el género Ullucus, establecido y descrito por él, pasa por ser obra del sabio
compañero Jorge Tadeo Lozano.
Y en “El género Lozanía”40 explica el origen del género Lozanía dado por Sinforoso Mutis al género
Lacsitema. Hace algunas rectificaciones a De Cadolle, y aclara detalles históricos relacionados con
Sinforoso Mutis y Caldas y con la clasificación de algunas plantas.
34 PÉREZ ARBELÁEZ, Enrique. Plantas útiles de Colombia. 3ª. Redacción muy corregida y aumentada. Madrid: Sucesores de
Rivadeneyra, 1956. 831p.
35 POSADA ARANGO, Andrés. “El almendro de Porce” //En: Los Estudios. Medellín, año 5, no. 40 (abr. 1915): p.187-188
36 POSADA ARANGO, Andrés. “La Corona de espinas” //En: Anales de la Academia de Medicina de Medellín, año 4, no. 5 (May.
244p.
38 POSADA ARANGO, Andrés. “La dalia” //En: Los Estudios, año 4, no. 26 (Feb. 1914): p. 203-205
39 POSADA ARANGO, Andrés. “El género Caldasia” //En: Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, año 5, no. 122 (Dic.
1916): p. 103-104
40 POSADA ARANGO, Andrés. “El género Lozanía” //En: Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, año 11 no. 122 (Dic.
1916): p. 103-104.
Cuando habla del limonero41 comenta la enorme importancia médica y de las numerosas
aplicaciones hogareñas que tiene el citrus Limonum risso y dice que el ha curado muchas úlceras con la
miel del limón que es un jarabe de jugo de limón con azúcar –un poco más de azúcar que el peso del
jugo-.
Dedica a la Academia Antioqueña de Historia el artículo titulado “El Murrapo” 42 donde habla del
platanillo Heliconia. Comenta un reciente descubrimiento del doctor Alejandro Lopez R.I.C., quien después
de hacer varios experimentos encontró que del tallo de las Heliconias se obtiene una fibra blanca y fina
que Posada Arango asegura de gran porvenir en la incipiente industria textil de Bello.
Como en otras oportunidades, aprovecha para hablar de la vida y obra de grandes personajes
colombianos. En este caso se refiere a José Manuel Restrepo a quien presume el responsable del cambio
de nombre de Guaca por Heliconia, para el municipio antioqueño, por ser muy abundantes allí las
Heliconias; a Caldas, a Juan del Corral y a la junta que liberó los esclavos.
Es muy extenso el estudio que sobre LOS CAUCHOS publica Estudios científicos, págs. 208-235.
También trata el tema en revistas como el artículo titulado “Un nouvel arbre a caoutchouc”43 (Nombre
científico: Exaecaria gigantea o Sapium giganteum) donde defiende las tesis propuesta por él en relación
con este vegetal de la familia de las Euforbiáceas, que suministra el caucho blanco. Afirma que nadie ha
refutado las observaciones hechas por él en comunicación dirigida a la Sociedad Botánica de Francia, de
la cual es miembro, en 1880, para que ahora un Sr. Sandino44 “que pretende pasar por botánico en
Bogotá”, sin siquiera leer el original lo critique en forma burlona y diga que las especies nuevas de
Posada Arango son imaginarias.
Otros ejemplos de la manera como Posada Arango comunicaba sus conocimientos, los tenemos45
en las siguientes citas:
Oreodaphne oleifera donde describe el caparrapí y asegura que es del género Oreodaphne tal
como lo afirma Meissner y agrega que el primero que estudió científicamente esta sustancia fue el doctor
Francisco Bayón en 1889.
Ese tema ocasiona una nueva y fuerte controversia con el doctor W. Sandino G., quien refuta sus
afirmaciones. Posada Arango se defiende, como puede verse en los artículos titulados “El Caparrapí”,
“Otra vez el caparrapí” y “Post-Scriptum”, todos de 1892.
41 POSADA ARANGO, Andrés. “El limonero” //En: Anales de la Academia de Medicina de Medellín, año11, no. 9-10 (Jun. 15,
1903): p. 322-326 //En: EC 1. ed. p. 246
42 POSADA ARANGO, Andrés. “El Murrapo”. En: Alpha. Medellín, año 2, no. 14 (Feb. 1907): p. 116-119, bajo el título de
4 (Abr. 1892): p. 108-112 //En: Bulletin de la Societe Botanique de Francia, vol. XXVII (1880)
44 Se refiere al doctor Wenceslao Sandino quien, con su hermano Gabriel, se dedicó a refutar lo que Posada Arango afirmaba.
45 POSADA ARANGO, Andrés. “Oreodaphne oleifera” //En: Anales de la Academia de Medicina de Medellín, año 3, no. 7 (May.
1891): p. 212-215.
Como corolario de los artículos dedicados al apellido Posada, donde se menciona el hambre terrible
que se padeció en esta provincia de 1807 a 180946, da a conocer las plantas y animales existentes en
Antioquia que podrían servir como alimento en caso de escasez.
En el titulado “Raíz de la China”47 habla de la Smilax china, de la Smilax pseudo-china y de otras
especies del mismo género como introducción a los comentarios que desea hacer de la Raíz de China
colombiana que no es ninguna de las descritas por De Candolle en su monografía. La juzga nueva y la
llama Smilax sanguinea. La describe minuciosamente y enseña el uso que se le da entre nosotros.
Cuando a finales del siglo XIX se promovió el cultivo del té de Bogotá48 se suscitó otra discusión
con los doctores Gabriel Sandino G., Carlos Plata Y Saturnino Vergara, quienes escribieron a favor del
cultivo, comercio y exportación de dicho té de Bogotá. Posada Arango lo comenta en La Voz de Antioquia
no. 16 (posiblemente el mismo artículo que apareció en Anales de la Instrucción Pública de los Estados
Unidos Colombia). Dice que es llamado en Bogotá palo blanco; que en principio Mutis lo confundió con el
té oriental y que escribió un detallado informe pretendiendo abrirle campo en el comercio internacional
pero no tuvo éxito. Agrega Posada Arango que no son ni siquiera de la misma familia y que antes de
recomendarlo hay que hacerle un análisis químico. Propende mejor por el cultivo de la coca o del té
oriental y el último caso recomienda las hojas de café y recuerda que en Escocia preparan una bebida
nada desagradable de las cáscaras de las almendras del cacao, tostadas y molidas. Estas afirmaciones
fueron refutadas, a su vez, por el doctor Gabriel Sandino G. Y compañeros en la misma publicación.
Aprovecha una consulta que se le hizo sobre un supuesto té que se cultiva en Fredonia, Antioquia,
(Thea sinensis) para hablar de nuestros seudotees y explicar cuáles no tienen ninguna propiedad propia
del verdadero té49.
El artículo “El té del Santuario”50 lo escribe para contestar a una consulta hecha por un lector en
relación con el falso té Alonsoa caulialata, el mismo que llevaba el nombre de Hemimeris mutissi. Dice
que la infusión es agradable y puede tomarse sin inconvenientes.
EL ZOOLOGO
46 POSADA ARANGO, Andrés. “Para tiempos de hambre” //En: Los Estudios, año 5, no 44 (Ago. 1915): p. 197-299.
47 POSADA ARANGO, Andrés. “Raíz de la China” //En: Anales de la Academia de Medicina de Medellín, año 3, no. 11 (Sep.
1891): p. 311-314; //En: EC 1. ed. p. 126
48 POSADA ARANGO, Andrés. “El té de Bogotá” //En: Anales de la Instrucción Pública en los Estados Unidos de Colombia. T 7,
no. 38 (Feb. 1884): p. 135-137. Este artículo no aparece firmado; y POSADA ARANGO, Andrés. “El té de Bogotá” // En: La
Voz de Antioquia, no. 16**
49 POSADA ARANGO, Andrés. “Los falsos tees” //En: Los Estudios, año 3, no. 23 (Nov. 1913): p.186.
50 POSADA ARANGO, Andrés. “El té del Santuario” //En: Los Estudios, año 4, no. 25 /Ene. 1914): p.186
También fueron los animales tema de interés para el doctor Posada Arango. De su autoría sólo
quedan algunos artículos (que se pueden ver en la bibliografía que aparece al final de este trabajo) y lo
publicado en Estudios científicos51 de donde destacamos los capítulos dedicados a “Las serpientes” (EC.
p. 252-284); “Los peces. Contribución al estudio de la fauna colombiana” (EC. p. 285-310); y “Los
Insectos” (EC. p. 355-410).
Lo mismo que en todos sus escritos, se puede ver en estos casos el enorme conocimiento en
asuntos tan ajenos al entorno en que se movía. Su intención es vulgarizar el conocimiento que se tiene
sobre las especies colombianas, hacer indicaciones prácticas respecto a ellas y desmentir mitos
populares que no tienen ningún respaldo científico. (Es muy importante tener en cuenta el estado de
conocimiento científico en los años en que vivió).
LOS PECES
Al referirse a los peces dice que su estudio está basado en sus propias observaciones y en lo que
ha aprendido en los libros y que sigue la clasificación adoptada por Cuvier y no la de Agassiz por
parecerle ésta poco práctica52.
Describió y clasificó los siguientes peces53:
Prochilodus magdalenensis A. Posada-Arango.
A la llamada mazorca en Medellín del género Parodon la nominó Parodon Medellinensis A. Posada-
Arango (EC. p. 299).
El capitán de Medellín fue estudiado por Posada Arango desde 1889 y llamado por él Asteroblepus
dux (EC. p. 123 y 295).
Trichommycterus Medellínensis A. Posada-Arango que no es otra cosa que la anguilla o anguila en
Medellín (EC. p. 296).
Hypostomus aburrensis A. Posada-Arango o corroncho de Medellín (EC. p. 297).
Tetrogonopterus sardina A. Posada-Arango nombre dado a la sardina de Medellín (EC. p. 302).
Del género Chalceus clasificó la sabaleta de Medellín, con el nombre de Chalceus rodopterus A.
Posada-Arango; y la dorada del Cauca con el Chalceus flavicolis A. Posada-Arango (EC. p. 303).
Ahora que la ictiología está siendo objeto de la atención que merece en un país con costas sobre
los dos océanos más grandes del mundo, con miles de ríos, quebradas, lagunas y lagos, es conveniente
rendir un homenaje al primer ictiólogo colombiano, Andrés Posada Arango.
Posada Arango (Medellín, 11 de febrero de 1839; Medellín, 13 de marzo de 1923) naturalista,
médico Universidad Tomista, 1859 Bogotá) e historiador es prácticamente desconocido para los
colombianos, incluso para los involucrados en los asuntos científicos. Colombia siempre ha sido un país
de botánicos, pero pocos naturalistas de los siglos anteriores trataron la vida y las relaciones de sus
animales. Por eso la lectura de su obra cumbre, titulada Estudios científicos (Posada Arango, 1909) es
una grata y emocionante sorpresa. Aparte de los hermosos artículos sobre astronomía, meteorología,
matemática, medicina, botánica e historia aparecen otros sobre insectos, peces, reptiles, invertebrados,
fósiles y aves, principalmente. Me referiré aquí a sus estudios sobre peces.
El primero de los artículos de Posada Arango sobre peces que aparece en Estudios científicos se
titula el “Asteroblepus” (123-124) y tiene una fecha al final (Diciembre de 1889) que lo haría veinte
años más antiguo que la fecha de edición de la obra. En esa nota don Andrés nos aclara un problema
sistemático a nivel de género: Con una elegancia exquisita corrige un error del barón Alexander von
Humboldt al describir Asteroblepus (=Astroblepus) en 1805. Igualmente sinonimiza al género con Arges
descrito “mucho tiempo después” por el gran naturalista francés Achille Valenciennes. Pero, preocupado
por estar dilucidando algo quizás ya resuelto por un autor anterior, escribe en su defensa:
Cuando se vive, como entre nosotros, en completo aislamiento, en absoluta comunicación con el
mundo científico, hay que resolverse á correr el riesgo de aparecer atrasado en noticias, llamando al
atención sobre cosas talvez ya conocidas, ó resignarse a cerrar los libros y botal la pluma, para no volver
a escribir, y no pensar más que en los asuntos materiales de la vida. ***. Y como corolario: “Mientras no
TABLA 1
Interpretación de las familias, secciones y géneros
de peces presentados por Posada Arango
en su obra Estudios Científicos
NOMBRE PRESENTADO INTERPRETACIÓN
Familia de los percoides Subórdenes Percoidei y Sphyraenoidei
Sección Percoides Torácicos Familias Centropomidae, Serranidae y Lutjanidae
Centromus Centromus
Serranus Epinephelus, Paranthias, Cephalopholis y Mycteroperca
Mesoprion Lutjanus y Ocyurus
Sección Percoides Abdominales Familia Sphyraenidae
Sphyraena Sphyranea
Familia de los acantopterigios de mejilla acorazada Familia Scorpaenidae
Scorpaena Scorpaena
Familia de los escienoides Familia Sciaenidae
Otolithus Cynoscion
Corvina Bairdiella, Stellifer y Ophioscion
Sciaena Plagioscion
Familia de los ménidos Familia Gerreidae
Gerres Eugerres, Diapterus y Gerres
Familia de los escamipennos Familia Pomacanthidae
Holacanthus Holacanthus
Familia de los escomberoides Familias Scombridae y Carangidae
Thynnus Euthynnus
Cybiun Scomberomorus
Trachinotus Trachinotus
Caranx Caranx, Hemicaranx, Selar y Gnathanadon
Argyreyosus Selene
Vomer Selene
Blepharis Alectis
Familia de los mugílidos Familia Mugilidae
Mugil Mugil y Chaenomugil
Familia de los Batracoides Familia Batrachoididae
Batrachus Opsanus y Batrachoides
Familia de los silúridos Familia Pimelodidae, Ariidae, Auchenipteridae,
Agenelosidae, Doradidae, Astroblepidae y
Trichomycteridae
Phractocephalus Phractocephalus
Platystoma Pseudoplatystoma
Pimelodus Pseudopimelodus, Rhamdia y Pimelodus
Arius ¿ Galeichthys
Auchenipterus Trachycorystes
Ageneiosus Ageneiosus
Doras Centrochir
Asteroblepus (= Arges) Astroblepus
Trichomycterus Pygidium
Familia de los hipostomianos Familia Loricariidae
Loricaria Rineloricaria y Dasyloricaria
Plecostomus Plecostomus
Chaetostomus Pterygoplichthys y Panaque
Familia de los ciprínidos Familia Characidae, tribu Grundulini
Grundulus Grundulus
Familia de los esoces Familia Belonidae y Exocoetidae
Belone Ablennes
Hemiramphus Hemiramphus e Hyporthamphus
Exocoetus Exocoetus y Cypselurus
Familia de los elópidos Familia Megalopidae
Megalops Tarpon
Familia de los eritrínidos Familia Erythrinidae
Macrodon Hoplias
Familia de los clupeoides Familia Clupeidae
Harengula Harengula
Familia de los salmónidos Familias Curimatidae, Anostomidae, Characidae,
Parodontidae, Prochilodontidae y Ctenoluciidae
Curimatus Curimata
Leporinus Leporellus, Leporinus y Abramites
Epicyrtus Charax
Parodon Parodon
Salminus Salminus
Prochilodus Prochilodus
Ichthyoelephas n. Gen. Ichthroelephas
Tetragonopterus Astyanaz y otros
Myletes Myleus
Chalceus Brycon
Chalcinus Triportheus
Sarrasalmus Serrasalmus
Anacyrtus Roeboides
Cynopotamus Cynopotamus
Xiphostoma Ctenolucius
Familia de los siluroides Familia Trichomycteridae
Eremophilus Eremophilus
Familia de los anguileformes Familias Anguillidae, Congridae, Muraenidae,
Electrophoridae y Rhamphichthyidae
Anguilla Anguilla
Conger Conger
Muraena Muraena
Gymnotus Electrophorus
Synnathus Syngnathus y Cosmocampus
Ostración Rhinesomus
Diodon Chylomycterus y Diodon
Tetrodon Shoeroides
Balistes Balistes
Familia de los escualos Familias Lamnidae, Carcharhinidae y Sphynridae
Carcharias Carcharodon y Carcharhinus
Cestracion Sphyrna
Familia de los prístidos Familia Pristidae
Pristis Pristis
Familia de las rayas Familias Dasyatidae, Rhinobatidae, Myliobatidae,
Mobulidae y Potamotrygonidae
Pteroplatea Gymnura
Trygon Dasyatis
Rhinobatus Rhinobatus
Urolophus Urotrygon
Aetobatis Aetobatus
Ceratoptera Manta
Taeniura Potamotrygon
Los viajes de Posada Arango a las ciudades de la costa norte colombiana se reflejan claramente en
las localidades mencionadas en el texto. Así, de Cartagena se citan la isabelita, la aguja y la golondrina
de mar, y de Santa Marta, el bonito. Incluso don Andrés registró varias especies marinas que no
aparecen en obras muy posteriores (Fowler, 1942; Dahl, 1971), a saber: Lutjanus Cyanopterus, un
récord poco claro de Posada Arango; Holacanthus ciliaris, un bello y exacto récord; Euthynnus
alleteratus, identificable sobre todo gracias al nombre común y la localidad (además de que, según él,
“en Santa Marta le atribuyen el producir la enfermedad cutánea llamada carate. Y dicen que es debido a
que se alimenta de los frutos del manzanillo”); Scarus coerulus y S. Vetula, dos peces loros típicos de
formación coralina; Halichoeres radiatus, registrada muy recientemente con su nombre correcto. Sólo en
el grupo de los peces cartilaginosos las identificaciones y descripciones del doctor Posada Arango se
hacen difíciles de seguir; pero eso no impide que hayan comentarios deliciosos, como los que
acompañan el registro del tiburón (indudablemente una confusión, pues el tamaño y el nombre utilizado
hacen referencia al tiburón blanco, cuya presencia en nuestras costas, está aún por documentar
debidamente): “Aunque tan feroz, los negros de la costa lo torean y le dan coces por los costados”.
Pero es en materia de peces dulceacuícolas donde don Andrés se nos presenta como un gran
científico, de logros aún no igualados en el estudio de los peces por ningún otros colombiano. Así
tenemos el género Ichthyoelephas (“compuesto de dos voces griegas que significan pez y elefante, por
alusión su trompa”) descrito y caracterizado debidamente en las páginas 300 a 302, incluyendo dos
dibujos; designo además a I. Patalo (=I. Longirostris Steindachner, 1879) como una “especie principal”.
El fue entonces el primer (y único) colombiano que ha descrito un género de peces, yendo sus méritos
hasta la aceptación y el uso universal del nombre por él propuesto (Gery, 1977; Nelson 1984). Además,
describió un total de 12 especies, ninguna de las cuales ha sido aparentemente aceptada. En la Tabla 2
se analiza el status de nueve de esas especies encontrándose que Trichomycterus Medellínensis y
Chalceus rodopterus son nombres con prelación sobre Pygidium chapmani Eigenmann, 1912, y Bricon
henni Eigenmann, 1912, respectivamente, por lo que el nombre correcto de la briola, chillona o anguila
debe ser Pygidium Medellínensis (Posada Arango) 1909, y el de la sabaleta Bricon rodopterus (Posada
Arango) 1909. No se puede en ningún momento alegar que la obra de don Andrés es oscura y de difícil
consulta, pues ello nunca fue óbice para la aceptación de Ichthyoelephas como un género válido.
TABLA 2
Interpretación de 77 especies presentadas por Posada Arango en Estudios científicos, según sus
nombres científicos y comunes. Las especies marcadas con asterisco(*) fueron descritas como nuevas
en dicha obra; + se aplica a los peces buenos para comer; - a aquellos no apreciados; m, mar; r, río; I,
Maracaibo; C, Cartagena; SM, Santa Marta; A, Atlántico; T, Antillas; M, río Magdalena; K, río Cauca; L,
Llanos; aK, alto del río Cauca; D, Medellín; P, Pacífico; H, Chagres; er, entra en los ríos, Q, Antioquia; U,
Cauca; E, río Apure; B, Bogotá; R, Mediterráneo; N, Panamá; O, río Porce.
NOMBRE CIENTÍFICO CALD NOMBRE COMÚN DISTRIB. INTERPRETACIÓN
Centropomus
undecimalis + róbalo mr C. undecimalis
Serranus morío + mero m Epinephelus morio
S. striatus cherma m E. striatus
Mesoprion pargus + pargo m Lutjanus cyanopterus
Sphyraena picuda + picuda m S. barracuda
S. barracuda + barracuda m S. barracuda
Scorpaena bufo + Rascacio, sapo de mar m Scorpaena plumieri
Otolithus toe-roe + corvina l Cynoscion acoupa
Corvina ronchus + Ronco, roncador Bairdiella ronchus
Sciaena surinamensis M Plagioscion surinamensis
Gerres plumieri + Mojarra de mar m Eugerres plumieri
Holocanthus ciliaris + isabelita C H. ciliaris
Thynnus coreta + bonito SM Euthynnus alletteratus
Cybiun acervun + Hurel, jurel, jiguagua A C. hippos
C. fallax - Hurel, jurel, juguagua C. latus
C. pisquetus cojinudo C. crysos
Argyreyosus Vomer + corcovado S. setapinnis
Blepharis sutor - Zapatero, casavito A Alectis ciliaris
Mugil liza + Liza, lebranche mr M. Liza
Batrachus tau + sapo m Opsanus tau
Scarus coeruleus + loro S. coeruleus
S. vetula vieja S. vetula
Julis patatus + Doncella de mar T Halichoeres radiatus
Pimelodus Sebae - Bagre negro MK Rhamdia sebae
P. ? longifilis + barbudo K P. clarias
Agenelosus virgo + doncella M A. caucanus
Doras crocodili - Matacaimán, bagre armado ML Centrochir crocodili
Asteroblepus grixalvii + Pescado negro aK Astroblepus grixalvi
A. dux + capitán r Astroblepus grixalvi
Trichamycterus
Medellinensis* + Anguila, angulla D Pygidium chapmani
Loricaria magdalenae? - carpintero K Rineloricaria magdalenae
L.Filamentosa
Grundulus bogotensis + guachupa G. bogotensis
Belone hians + agujón A Ablennes hians
Hemiramphus Brownii + aguja C H. brasiliens
Exocoetus evolans + Golondrina de mar, peces
voladores C E. volitans
E. callopterus P Cypselurus callopterus
Megalops atlanticus + sábalo A Tarpon atrlanticus
Macrodon teres guabina Hoplias malabaricus
M. trahira MK H. malabaricus
M. microlepis H H. microlepis
Harengula clupeola + sardina er Herengula clupeola
H. humeralis - H. humeralis
Curimatus laticeps L Curimata laticeps
Leporimus vittatus K Leporellus vittatus
L. striatus M Leporinus stristus
L. eques M Abramites eques
Parodon medellinense* + mazorca D P. suborbitale
Salminus affinis + dorada L S. affinis
Prochilodus
magdalenensis* + bocachico M P. magdalenao
Ichthyoelephas patalo* + Pataló, getudo NU I. longirostris
Myletes paco + paco Myleus pacu
Chalceus rodopterus + sabaleta D Brycon henni
C. flavicolis + dorada K B. mooroi
Chalcinus magdalenae M Triporthous magdalena
Pygocentrus palometa palometa E Serrasalmus nattereri
Anacyrtus Dayi MK Roeboides dayi
Xiphostoma hujera + agujeta I Ctenolucius hujeta
Eremophilus mutisii + Chimbe, capitán B E. musiti
Gymnotus electricus temblador L Electrophorus electricus
Sternopygus
aequilabiatus + Ratón, biringo MK S. macrurus
Hippocampus
punctulatus Caballito de mar R H. erectus
Syngnathus pelagicus Agujas de mar m S. pelagicus
Ostración triqueter + Pez cofre Rhinesomus triqueter
Diodon attinga Erizo, puerco espín de mar m Chylomycterus atinga
Balistes vetula vieja B. vetula
Carcharias verus + tiburón mr Carcharodon caecharias
C. porosus + cazón Carcharhinus porosus
Pristis pectinatus + Pez sierra, espada Pristis pectinatus
Rhinobatus
leucorhynchus N Rhinobatos leucorhynchus
Urolophus mundus P Urotrygon mundus
Aetobatis latirostris N Aetobatus narinari
Ceratoptera vampirus manta TP Manta birostris
Taeniura magdalenae Raya M Potamotrygon magdalenae
Petromizon marinus Lampera de mar, guayuca? O Petromyson marinus
Ahora bien, es muy probable que algunas, si no todas, de otras, de otras tres nuevas formas
descritas por Posada Arango sean válidas. Ellas son Hypostomus aburrensis (familia Loricariidae),
Tetragonopterus rhombolidais y T. sardina (familia Characidae, subfamilia Tetragonopterinae), pero
debido a la carencia de buenas claves y descripciones de nuestros peces de agua dulce, es preferible no
intentar ubicarlas a nivel específico e incluso genérico, por el momento. La única inconsistencia que en
materia de peces de agua dulce incluye la obra de Posada Arango es la inclusión de la lamprea de mar,
Petromizon marinus dentro de nuestra ictiofauna, preguntándose don Andrés: ¿Será la guayuca del
Porce abajo?...
Se hace necesario que la vida y la obra de Andrés Posada sea más conocida y estudiada por los
biólogos colombianos, de modo que sus contribuciones al conocimiento de las plantas, la ictiofauna y la
herpetofauna colombiana sean analizadas y comprendidas eternamente. Es mejor finalizar estos
comentarios con las propias palabras del científico colombiano:
“Colombia es á este respecto [de los peces] bastante rica como era de esperarse, atendiendo lo
extenso de su territorio, la abundancia de sus aguas, la variedad de sus climas, según la altitud, y los dos
océanos que la bañan. El estudio de su Fauna ictiológica necesitaría, para ser completo, el concurso de
varios naturalistas, y su consagración por muchos años. Por ahora, cuando todavía no tenemos Museos
de Historia Natural, ni Bibliotecas sobre la materia. ¿Qué puede hacer un simple aficionado? Vamos, no
obstante, a consignar aquí lo que hemos podido observar en nuestras excursiones en gran parte del país
y lo que nos han enseñado los libros, que ya no los maestros”.
LITERATURA CITADA
Cervigon, F. 1980. Ictiología marina. Vol. 1. Edit. Arte, Caracas. 359 pp.
Dahl, G. 1971. Los peces del norte de Colombia. INDERENA, Bogotá. 391 pp.
Fowler, H. W. 1942. Lista de peces de Colombia. Revista Acad. Colombia. Ci. Exact. 5 (17): 128-38
Gery, J. 1977. Characoids of the word. TFH publ., Hong Kong. 672 pp.
Nelson, J. S. 1984. Fishes of the word. 2. Ed. John Wiley, New York, XV + 523 pp.
Posada Arango, A. 1909. Estudios científicos. Imprenta Oficial, Medellín. III + 432 pp56
SERPIENTES E INSECTOS
Ya es bien conocido el veneno con que los Catíos preparan sus dardos o virotes, especie de saetas que
emplean en la caza. Lo extraen de ranas de los géneros Phyllobates, según el estudio que he dicho veneno
hizo en París, en 1871, el doctor Andrés Posada Arango. Posteriormente E. Raid Dun, en 1944 ha hecho
una revisión de los géneros colombianos de los Dendrobatidae y saca en conclusión que la rana del Chocó a
que se refiere Posada Arango pertenece, no al género Phyllobates, sino al Dendrobates, que se caracteriza
porque la mandíbula está desprovista de dientes.
La rana es llamada por los naturales con el nombre onomatopéyico de Fiufiu, por el ruido que hacen al croar
estos batracios. En 1947 el profesor K. Mezey, de los Laboratorios Cup, a quien tanto debe el estudio
científico de la farmacodinamia en muchas de nuestras plantas, publicó un ensayo toxicológico del veneno,
cuyo principio activo fue llamado por Posada Arango con el nombre de bufina, preferido por el profesor
Blanchard, de París, al de budifina, dado por otro naturista60.
58 POSADA ARANGO, Andrés. Sin título // En: Anales de la Medicina de Medellín, año 2, no. 2 (Mar. 1889): p. 49.
59 POSADA ARANGO, Andrés. “El veneno de la rana de los indios del Chocó” // En: Anales de la Acedemia de Medicina de
Medellín, año 1, no. 3 (Ene. 1888): p. 69-81; //En: Rev. Med., Ser. 7 no. 82 (Mar. 12, 1883): p. 451-456 bajo el título
“Memoria sobre el veneno de la rana de los indios del Chocó”**; //En: EC 1. Ed. p. 78; EC 2. Ed.p.53.
60 ROBLEDO, Emilio. Segunda conferencia: “La medicina indígena”, p.40 //En: ROBLEDO, Emilio. Apuntaciones sobre la
PALEONTÓLOGO
61 “CON RANA COLOMBIANA se curará el cancer”. //En: El Tiempo –Bogotá- (Ene. 28, 1966): p. 1, 28 (En el que descubren
las propiedades venenosas de la rana)
62 PEREZ ARBELÁEZ, Enrique. “La ranita Cocoi” //En: El Tiempo –Bogotá – (Feb. 2, 1966).
63 CADAVID GUTIÉRREZ, Julián. “¿Cuál descubrimiento?” //En: El Tiempo –Bogotá-( Feb. 2, 1966)
64 POSADA ARANGO, Andrés. “Nueva especie de salamandrino” (Geotriton andicola, Nobis) //En: Anales de la Academia de
Medicina de Medellín, año 3, no. 2 (Nov. 1890): p. 62-63; //En: EC1 ed. p. 125
65 POSADA ARANGO, Andrés. “Amonistas” //En: EC 1. ed. p. 135
EL MEDICO
Mientras esto sucedía, Posada Arango ejercía su apostolado de médico, seguía investigando la
mejor manera de prevenir las enfermedades y de tratarlas y continuaba sus estudios y observaciones
científicas. Todo le interesa pero no sólo para leerlo y saberlo sino para investigarlo, corregir errores y
dar a conocer nuevos descubrimientos.
Es fascinante la lectura de Anales de la Academia de Medicina de Medellín67 en su primera época
cuando se estaba configurando la medicina y se comenzaba a poner en práctica entre nosotros, lo que
se sabía y experimentaba en Europa. La revista en un medio de difusión de las experiencias médicas de
Posada Arango y sus compañeros (Manuel Vicente de la Roche, Rafael Pérez, Carlos de Greiff O., Juan B.
Londoño, Ramón y Francisco A. Arango, etc.) narradas con la intención de que ellas sirvan a todos para
ir corrigiendo errores o afirmando diagnósticos y métodos correctivos para tratar de que la medicina
fuera cada vez más acertada. Todos ellos se distinguieron por lo acertado de sus diagnósticos; por su
civismo e interés en los asuntos de la patria; por su preocupación constante por conocer, analizar y
divulgar todo lo que pudiera mejorar al ser humano; porque se aplicaran en el país las innovaciones
médicas que se estaban experimentando en Europa.
Fue pionero en muchas de las prácticas de la medicina. Por ejemplo, fue uno de los primeros
cirujanos en operar cataratas por extracción, recién llegado al país. A partir de 1874 se generalizó esta
operación entre nosotros68.
Así mismo en 1872 ejecutó, con resultados aceptables, las primeras operaciones tendientes a
remediar las lesiones que resultaban del tratamiento que se hacía en ese entonces a miembros atacados
por determinadas afecciones óseas, ya que la ortopedia era casi desconocida en ese entonces y junto
con Manuel Uribe Angel y Antonio J. Naranjo, Posada Arango realizó, quizás por primera vez, la
quelotomía por hernia estrangulada en la persona de José María Calle, de Medellín.
Citamos a continuación otros ejemplos de enfermedades atendidas por él en condiciones que hoy
podríamos considerar como imposibles, descritas en Anales de la Academia:
Relata un caso de Aneurisma arteriovenoso de la arteria subclavia que él atendió exitosamente69,
una operación de traqueotomía en un niño de cuatro años que realizó con una buena experiencia70.
66 KARSTEN, Hermann. Geologie de lancienne Colombie bolivarienne: Venezuela, Nouvelle-Grenade et Ecuador. –Berlin: R.
Reina por acá la creencia, aun entre las gentes extrañas a la medicina, de que el sarampión no ataca a los
recién nacidos. Yo sí vi en dos piezas contiguas, un niño de dos años enfermo de sarampión y otro que
acababa de nacer y que permaneció indemne. Aceptando, pues, la cosa como cierta, le he buscado
explicación, pienso que siendo el sarampión enfermedad muy común y que ataca una sola vez, la
generalidad de las mujeres, cuando llegan a ser madres, ya la han sufrido, y que sus hijos recién nacidos
que traen su misma sangre y se alimentan con su leche, heredan y conservan, por cierto tiempo, la
inmunidad, pero andando los años, esta se pierde, como sucede a veces con la vacuna y quedan ya sujetos
a enfermar.
Creo que si el sarampión ataca a un recién nacido es porque la madre no había sufrido aún la enfermedad76.
70 POSADA ARANGO, Andrés. “Cuerpo extraño en las vías respiratorias” //En: Anales de la Academia de Medicina de Medellín,
año 1, no. 1 (Nov. 1887): p. 24-25; //En: EC 1 ed. p. 159
71 PODADA ARANGO, Andrés. “La culebra de pelo. El carate. ¿Elefantiasis o lázaro?” //En: Anales de la Academia de Medicina
Medicina de Medellín, año 1, no. 9 (Oct. 1888): p. 269-270; //En: EC 1. ed. p. 164.
74 POSADA ARANGO, Andrés. “Oclusión intestinal” //En: Anales de la Academia de Medicina de Medellín, año 9, no. 6 (Dic.
Clínico sagaz y observador inteligente, el doctor Posada se adelantó en muchos años a conceptos modernos
de inmunidad.
En los anteriores párrafos, el sabio, basado única y exclusivamente en la observación clínica, escribe un
tratado sobre inmunidad pasiva, tal como se conoce en la actualidad, 84 años después77.
En cuanto a su opinión respecto a temas generales relacionados con la medicina, queremos llamar
la atención sobre los siguientes:
Cuando el gobierno quiere aislar a los leprosos con la creación del leprocomio de San Pedro Claver
en Medellín y del nacional en la isla de Coiba, solicita a la Academia de Medicina su opinión y Posada
Arango hace públicas sus opiniones al respecto78. Aclara que prefiere usar la palabra leprosería. No cree
que los enfermos deben estar alejados, y expresa que las leproserías no deben ser una ciudad sino un
hospital con terreno suficiente, jardines, baños, huertos y arboledas; edificios necesarios para habitación
y servicios cercanos a los centros de la población para facilitar su atención. No ve en ello ningún
problema de salubridad. Cree que es mejor tener varias leproserías pequeñas en vez de una ciudadela. Y
afirma que no son recomendables los climas muy calientes ni los muy fríos.
Opina que no debe hacerse una sola leprosería en el país y da sus razones. Dice “Un lazareto debe
ser un hospital donde los enfermos encuentren, ya que no la curación, sí alivio y consuelo, y no un
destierro...”.
Se preocupa mucho por la situación de la medicina legal en el país y por la ignorancia que hay al
respecto. En los dos artículos que escribe sobre este tema79,80, hace un elogio al médico para labor al
médico legista, la necesidad que hay de que sepa legislación. Aboga porque se cree una especialización
en esta rama y porque la sociedad reconozca su importancia, su posición y sus conocimientos para que
valore su trabajo.
Pero sin duda, la enfermedad que más identifica su nombre con su título de médico investigador, es
la del tuntun que lo preocupó desde sus primeros años de profesional cuando ejercía como médico de
77 ROBLEDO VILLEGAS, Mario. “Dr. Andrés Posada Arango. Datos biográficos y comentarios a su obra científica”. –Medellín:
1975. 13 p. mecanografiado. Inédito.
78 POSADA ARANGO, Andrés. “La cuestión lazaretos” //En: Anales de la Academia de Medicina de Medellín, año 4, no. 9 (Sep.
El tun tun es en resumen una profunda anemia pero la anemia más bien que una enfermedad es un estado
mórbido, un resultado, que puede provenir de causas muy diversas. Cuál será, pues, la causa del tun tun?
La influencia de las malas aguas usadas para bebida, es aquí evidente, tangible. Generalmente proviene de
pozos, y son siempre, en las localidades donde reina la enfermedad, turbias y gredosas. Por eso había
creído que la arcilla era la causa de la enfermedad, sin entrar al decir si aquella obraba directamente sobre
los glóbulos rojos de la sangre, destruyéndolos, o indirectamente trastornando o pervirtiendo las funciones
digestivas. Tal fue la opinión que sostuve ante la Academia Médico.quirúrgica Matritense en 1870; pero
vuelvo a Antioquia en 1872, el examen cuidadoso de algunos cadáveres tuntunientos me hizo reconocer que
la causa era la que Griesinger había señalado para la clorosis en Egipto. El duodeno estaba en efecto
cubierto de innumerables anquilostomos, sobre todo hembras.
Desde entonces quedó demostrado para mí que el tun tun es la misma enfermedad que el profesor R.
Blanchard y otros autores han llamado anquilostomiasis82.
El médico patólogo doctor Mario Robledo Villegas, ya mencionado, opina así sobre este diagnóstico
del doctor Posada Arango:
En las páginas anteriores podemos observar la exactitud de la descripción del cuadro clínico de la anemia
tropical, la sencillez y claridad de la misma, valiéndose de comparaciones folklóricas para hacer más
comprensible y principalmente encontramos al verdadero investigador y científico que reconoce el error de
interpretación y lo corrige por medio de la observación comprobada en la mesa de necrópsias.
81POSADA ARANGO, Andrés. “Memoria sobre el tuntun”. //En: Pabellón Médico. –Madrid- Academia médico quirúrgica (Sep.
1870). Artículo publicado originalmente en París en el diccionario enciclopédico de ciencias médicas (Dictionnaire
Encyclopédique des Sciences Médicales). –París: Asslin et Ilouzeau
.................
Más adelante y en el mismo artículo sobre el tun tun, encontramos al terapeuta y al salubrista impartiendo
las indicaciones para curar y prevenir la enfermedad; veamos83 [siguen palabras de Posada Arango]:
Para obtener una curación definitiva, preciso es, pues, remontar la causa, combatir el mal en su fuente. Pare
eso hay que llenar las tres indicaciones siguientes:
1. Impedir la entrada de los anquilostomas, que tienden a entretener y a perpetuar la enfermedad o que la
producirían si no existiera.
2. Destruir estos parásitos en el canal digestivo, o provocar su expulsión.
3. Reponer las pérdidas del organismo, corroborando, devolverle a la sangre lo que ha perdido en
cantidad y en calidad.
Para llenar, pues, la primera indicación debe tenerse especial cuidado de impedir que los excrementos
puedan infectar el agua, y hervir ésta o filtrarla, en las localidades donde el tun tun es endémico, o bien
sustituirla por la de lluvia84.
El doctor Emilio Robledo dice: “Fue allí [en el Diccionario de Ciencias Médicas], donde primero
se identificó el Tun tun con la anquilostomiasis. Este solo descubrimiento sería bastante a
acreditarlo de investigador científico de nuestro país”85.
El mismo doctor Emilio en Naturalistas antioqueños dice:
Más no dejaré sin recordar su estudio sobre el tun tun o anemia tropical, el primero en América en que se
identificó el gusano y síndrome de este grave azote de nuestro país...86.
En honor a la verdad, reproducimos otro comentario que el mismo doctor Robledo hace en su
obra “La medicina en los departamentos antioqueños”:
No fue el Dr. Posada Arango –como generalmente se ha creído- quién identificó nuestro tun tun con la
anemia de los mineros, sino el Dr. De la Roche; pero sí fue el primero que hizo conocer del público aquella
enfermedad después de hacer autopsias; tampoco fue él quien primero que empleó el látex del higueron
como anquilostomicida, sino el que esto escribe, pues aunque el Dr. Posada, en el artículo mencionado, dice
que quizás el Ficus doliaria del Brasil “podría probablemente reemplazarse con el jugo de algunos de
82 POSADA ARANGO, Andrés. “El tuntun” //En: Anales de la Academia de Medicina de Medellín, año 1, no. 8 (Sep. 1888): p
224-227; //En: Antioquia médica, vol. 12, no. 10. /Nov. 1962), p. 617-621.
83 ROBLEDO VILLEGAS, Mario. Op. cit.
84 POSADA URIBE, Andrés. “El tuntun”. Op. cit.
85 ROBLEDO, Emilio. “Recuerdo del doctor Posada Arango” / por el profesor Emilio Robledo //En: Andrea: Organo del Centro
Posada Arango tiene el mérito indiscutible de haber establecido la relación entre nuestras
anemias de las tierras medias y la presencia del parásito y haber dado importantes pautas para el
tratamiento de esta entidad que aún sigue azotando a nuestras gentes.
Si bien es verdad que luego debía aclararse que nuestro parásito tenía otro género y que su
ciclo de vida y la vía de entrada al organismo eran diferentes a los que nuestro sabio creía; le
queda el mérito de haber establecido son sin igual visión los planteamientos generales sobre la
etiología y el tratamiento de la anemia tropical o uncinariasis.
El Editor89
87 ROBLEDO, Emilio “La medicina en los departamentos antioqueños”. //En: Revista clínica. Organo de la Sociedad clínica del
Hospital de Medellín. Vol. 3, año 8, nos. 29-32 (Ene. 1924): p. 205-324; //En: Repertorio histórico –Medellín- año 6, nos. 1-2
(Ene. 1924): p.1-120. (Artículos presentados a la Asamblea médica de Antioquia y Caldas)
88 CASTRO, Alfonso. “Anquilostomiasis en Antioquia”. //En: Revista Médica –Medellín .- vol. 2, año 7, nos. 20-24 (jun.
1923):p. 378-418.
89 ROBLEDO CLAVIJO, Alberto. “Introducción” a la reedición del artículo de André Posada Arango, “El tuntun” //En: Antioquia
HOMENAJES PÓSTUMOS
CONSIDERANDO:
1. Que acaba de fallecer en esta ciudad el eminente Profesor y sabio naturista Dr. ANDRES
POSADA ARANGO;
2. Que el Dr. POSADA ARANGO fue gloria de Antioquia y honra a la Universidad, a la cual consagró
durante largos años sus meritorios esfuerzos en el profesorado;
3. Que luchando con las dificultades de un medio adverso, y venciéndolas con tenaz energía, el
Dr. POSADA ARANGO logró adquirir tan profundos y vastos conocimientos científicos, que su
nombre fue conocido en Colombia y en el Extranjero como el de uno de los más eminentes
botánicos;
4. Que las ciencias naturales pierden en el Dr. POSADA ARANGO uno de los más altos exponentes,
y
5. Que es deber de la Universidad de Antioquia honrar la memoria de quienes con firme lealtad y
excepcional brillo la sirvieron,
DECRETA:
1. Laméntase la muerte del sabio naturista y modesto profesor Dr. ANDRES POSADA ARANGO
2. Recomiéndase su memoria a la juventud antioqueña, como modelo de laboriosidad y de
eficacia del personal esfuerzo;
3. Copia de este Decreto se enviará a la familia del finado, a la Academia de Medicina , a la
Academia de Historia y a las otras academias de que él era miembro;
4. Este Decreto será leído en sesión pública a los alumnos de la Universidad y fijado en los
claustros de las facultades.
***
RESOLUCIÓN
1. Que hoy ha fallecido en esta ciudad uno de los más insignes sabios que han honrado la
América, el Dr. ANDRES POSADA ARANGO;
2. Que tan inminente sabio, como miembro de gran número de institutos científicos Nacionales y
Extranjeros, hizo conocer más allá de los lindes patrios, con honor y con brillo, el nombre de
Colombia;
3. Que varias generaciones deben a sus arduas y constantes labores de investigador, copioso
acervo de conocimientos científicos;
4. Que el extinto sabio, con el valioso contingente de sus luces y con el acendrado patriotismo,
honró en repetidas ocasiones la Legislatura de Antioquia;
5. Que es deber de la más alta Corporación de Antioquia rendir solemne tributo de respeto y
veneración a sus hijos más preclaros
RESUELVE
Registrar en el Acta de este día el sentimiento de la Asamblea por la muerte del insigne hijo de
Antioquia, sabio médico y naturista, Dr. ANDRES POSADA ARANGO;
Nombrar una comisión de su seno que la represente en las exequias del Dr. Posada Arango;
Esta proposición será enviada en nota de estilo a la familia del finado y publicada en edición de lujo.
HH.DD- Luis Eduardo Uribe, Juan B. Londoño, Carlos González, F. Ramírez Urrea, J. M. Yepes, Pedro
Nel Cardona, Jaime Orozco.
***
DECRETO No. 56 de marzo 13, 1923
EL GOBERNADOR DE ANTIOQUIA
CONSIDERANDO:
Que acaba de morir en esta ciudad el prestantísimo y modesto sabio, Dr. ANDRES POSADA
ARANGO;
Que el Dr. Posada Arango se distinguió por sus variados y abundantes conocimientos en los ramos
del saber humano, especialmente en las Ciencias Físicas, Astronómicas y Naturales;
Que fue miembro importante de varias corporaciones Científicas, nacionales y extranjeras y que
prestó al País y al Departamento muy valiosos servicios;
Que su reputación como sabio dio brillo a la Patria en el Extranjero;
Que la constancia de su voluntad y el elevado espíritu de observación y estudio lo llevaron a
culminar en las disciplinas a que se presentó, luchando con las adversidades del medio, y
Que es deber de las autoridades honrar la memoria de quienes se han distinguido por la energía y
firmeza de la voluntad, dedicadas a las ciencias y al servicio público, dispone:
Dejar constancia de los anteriores hechos: exponerlos como ejemplo a la juventud y dedicar una
retreta fúnebre, como homenaje a la memoria del extinto.
Copia de este decreto, en edición de lujo y con nota de estilo, se enviará a la familia del finado, a
las academias de Medicina e Historia y la Universidad de Antioquia.
Publíquese
Dado en Medellín a 13 de marzo de 1923
****
Que hoy murió el Sr. Dr. ANDRES POSADA ARANGO en esta ciudad;
Que el Dr. Posada Arango fue presidente de la Academia y miembro muy conspicuo de ella, y que el
Dr. Posada no sólo fue historiógrafo distinguido por su espíritu de investigación sino también un
colombiano ilustre que honró la ciencia nacional,
RESUELVE:
La Academia Antioqueña de Historia lamenta la muerte del Sr. ANDRES POSADA ARANGO y
recomienda su memoria como ejemplo digno de imitarse;
La Academia se hará representar en las exequias del ilustre difunto, y
Se levanta la sesión en señal de duelo.
Copia de esta Resolución en edición de lujo y firmada por los miembros de número, será enviada
con nota de estilo a la señora viuda e hijos del finado.
Dada en Medellín a 13 de marzo de 1923
El Presidente Juan B. Montoya y
El Secretario Carlos A. Molina.
***
Que el día 13-3-1923 del mes del curso murió en esta ciudad el Sr. Andrés Posada Arango;
Que el Dr. Posada fue uno de los socios fundadores de la Academia, Presidente de ella varias veces
y colaborador muy asiduo de Anales;
Que se distinguió el Dr. Posada Arango, no sólo como naturista eminente y como médico muy
original, sino como cultivador de varias disciplinas científicas; y
Que es un deber de la Academia tributar honores a aquellos de sus miembros que se han
distinguido.
DECRETA:
La Academia lamenta profundamente la muerte del Dr. Andrés Posada Arango y recomienda su
memoria como digna de alto ejemplo;
Una comisión nombrada por la Presidencia, presentará a la viuda del ilustre finado la manifestación
del pésame de la Academia;
Se levanta la sesión en señal de duelo.
Copia de este decreto en edición de lujo, será enviada a la señora viuda e hijos del finado.
Medellín, mayo 21 de 1923
El Presidente Miguel María Calle
El Secretario Alejandro Vásquez B.
***
EL CONGRESO DE COLOMBIA,
DECRETA:
Artículo 1. La República rinde homenaje de gratitud a la memoria del eminente sabio colombiano
doctor Andrés Posada Arango y se asocia a la conmemoración del centenario de su nacimiento, el cual
tendrá lugar el 11 de febrero de 1939.
Artículo 2. Destínase la cantidad de cinco mil pesos ($5.000) para la creación de un busto del
distinguido médico en la Escuela de Medicina de la Ciudad de Medellín, como homenaje al ilustre sabio.
Artículo 3. El Gobierno procederá a entregar al Señor Gobernador del Departamento de Antioquia la
cantidad de que trata el artículo 2º. de esta Ley, a quien se le facultara ampliamente para que proceda a
la ordenación de los trabajos que sea indispensable ejecutar para la creación del busto.
Artículo 4. El Gobierno procederá de acuerdo con la familia del doctor Andrés Posada Arango, a
hacer imprimir las obras del sabio doctor, de conformidad con el parecer de la Academia de Medicina de
Medellín.
Artículo 5. Autorízase igualmente al Gobierno para abrir el crédito correspondiente a la suma
votada por la Ley, o para hacer los traslados que sean necesarios.
Artículo 6. Esta Ley regirá desde su sanción.
Dada en Bogotá a quince de noviembre de mil novecientos treinta y ocho
El Presidente del Senado, José Joaquín Caicedo Castilla.
El Presidente de la Cámara de Representantes, Arturo Regueros Peralta.
El Secretario del Senado, Rafael Campo A.
El Secretario de la Cámara de Representantes, Jorge Uribe Márquez.
Órgano Ejecutivo. Bogotá, Diciembre 21 de 1938.
Publíquese y ejecútese.
El Ministro de Hacienda y Crédito Público, Carlos Lleras Restrepo.
El Ministro de Educación Nacional, Alfonso Araújo.
***
Por la cual se conmemora el primer centenario del nacimiento del doctor Andrés Posada Arango
LA ASAMBLEA DEPARTAMENTAL DE ANTIOQUIA,
En uso de sus facultades legales, y
CONSIDERANDO:
1. Que el doctor Andrés Posada Arango nació en Medellín, el 11 de febrero de 1839. Fue
bautizado al día siguiente en la iglesia parroquial de Medellín por el Pbro. Francisco de P. Benítez,
Cura entonces. Fueron sus padres D. Joaquín Posada y Dña. María Eulalia Arango.
2. Que desde muy niño mostró grande afición por las ciencias y al lado del ilustre médico Dr.
Manuel V. de la Roche adelantó estudios de ciencias médicas y naturales hasta presentarse a optar
el título del doctor en medicina y cirugía, grado que le fue otorgado en la Universidad Tomística de
Bogotá, presidida entonces por el venerable decano Dr. José Felix Merizalde, en el año de 1859, a
la edad de veinte años fue proclamado excelente;
3. Que en el ejercicio de la profesión de médico se distinguió por la originalidad en los
procedimientos, la humanidad en el trato de los enfermos y la eficacia terapéutica;
4. Que siendo muy conocido en Europa, donde vivió varios años, por sus publicaciones en las
más sabias revistas de la época, a su regreso de allá publicó su primer libro llamado Viaje de
América a Jerusalén, notable por la sagacidad de sus observaciones;
5. Que en 1871 dio a la imprenta un Ensayo etnográfico sobre los aborígenes del Estado de
Antioquia;
6. Que cuando adelantaba dos obras notables llamadas Geografía de las plantas y Diccionario de
Historia Natural, el terrible incendio ocurrido en esta ciudad en el año de 1921 destruyó junto
con su casa de habitación aquellos preciosos manuscritos, que ya por la edad no pudo
reconstruir;
7. Que fue colaborador en el Diccionario Enciclopédico de Ciencias Médicas de París y como
autoridad médica citan su nombre, entre otros, Dechambre, Jacoond y Littre;
8. Que el doctor Posada Arango perteneció a las siguientes sociedades científicas:
Botánica De Francia
De antropología De Francia
De medicina práctica De Francia
De medicina legal De Francia
De antropología experimental De Londres
De medicina alemana De París
Académica de Loina inferior De París
De la Sociedad Zoológica De Argentina
De medicina y ciencias naturales De Bogotá
Academia Internacional de
Geografía y Botánica De Francia
Academia medico-quirúrgica
Matritense De Madrid
Academia de Medicina De Medellín
Academia de Historia De Medellín
ORDENA:
Artículo 1. La Asamblea Departamental de Antioquia, al cumplirse cien años del nacimiento del sabio
y filántropo doctor Andrés Posada Arango, le rinde respetuoso y admirado recuerdo de gratitud y exalta
su memoria como digna de imitarse por las presentes y venideras generaciones.
Artículo 2. Copia de esta ordenanza, en edición de lujo, se enviará a la municipalidad de Medellín, a
sus hijos, a la Academia de Medicina, a la Historia y a la Universidad.
Artículo 3. Esta ordenanza regirá desde su promulgación.
Dada en Medellín, a 28 de junio de 1938.
El Presidente, Jesús Tobón Quintero
El Secretario, Jaime de Greiff
República de Colombia. Gobernación de Antioquia. Medellín, 7 de julio de 1938.
Publíquese y ejecútese, ALBERTO JARAMILLO S.
El Secretario de Educación Pública, Joaquín VALLEJO.
El Secretario de Higiene y A. S., Arturo ROBLEDO.
(Gaceta Deptal., Nro. 4974 de 9 de julio de 1938).
OTROS HOMENAJES
En 1924 el doctor Emilio Robledo le dedica la primera edición de su libro Lecciones de Botánica.
(Medellín: Imprenta Oficial, 1924). Dice así la dedicatoria:
“A la memoria del Dr. ANDRES POSADA ARANGO primer profesor de Botánica Médica de la Universidad de
Antioquia, hombre admirable por sus talentos, distinguido en todos los géneros y en muchos eminente,
Dedica esta Lecciones
El Autor.
RESUELVE:
La Biblioteca del Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe, de Medellín, lleva el nombre de Andrés
Posada Arango.
En el municipio de Sopetrán, Antioquia, bautizó con su nombre el vivero municipal.
También en Samaná se está organizando un Jardín Botánico que lleva su nombre.
90 ANDREA: Honor al sabio naturista Andrés Posada Arango. Medellín, año 1 época 2, no. 1 (1956)
91 ACADEMIA DE MEDICINA DE MEDELLÍN. Libro de actas.
acta de la sesión de marzo 21 de 1923 realizada con motivo de la muerte de Posada Arango. El
doctor Mario Robledo Villegas dictó la conferencia de fondo titulada “Comentarios de la obra
científica del Dr. Andrés Posada Arango” en la que hizo un recuento de las actividades médicas
especialmente de las relacionadas con las enfermedades tropicales: el tuntun, dematitis de
contacto, bocio, tricomicosis e inmunidad del sarampión en el recién nacido.
El Inderena tiene una serie de publicaciones especiales llamada Biblioteca Andrés Posada Arango
cuya dedicatoria dice así:
Ad perpetuam memoriam doctoris Andreas Posada Arango (ad Domina Nostra Candelariae
Medellínis villae, Republicae Colombiae, natus et mortus MDCCCXXXIX – MCMXXIII) eminens magister
ac investigator naturae, scientia médica at que cultura progressus et servicium impulsor.
El libro n. 2 de esta serie tiene el siguiente registro: Simposio internacional Ecobios Colombia – 88.
(Bogotá, 1988). Memorias: El desarrollo sostenible: Estrategias, políticas y acciones. Bogotá:
Inderena, 1990. 548 p.
CRONOLOGÍA
PARENTESCO
CON MARÍA MARTÍNEZ DE NISSER
Don Francisco Martínez casado con doña Juliana Gutiérrez de la Campa, españoles, fueron los
padres de Francisco Martínez Gutiérrez, asturiano, quien vino en los primeros años de la fundación de
Medellín y casó el 2 de noviembre de 1688 con Angueda Guerra – Peláez y Benítez – Colmenero, a su
vez fueron los padres, entre otros, de:
JOSÉ MARTÍNEZ GUERRA – PELÁEZ GUTIÉRREZ BENÍTEZ, casado con Jerónima Palacio Vélez de
Rivero, padres entre otros, de
JOSÉ NICOLÁS MARTÍNEZ PALACIO GUERRA – PELÁEZ VÉLEZ DE RIVERO quién se casó en primeras
nupcias con JUANA DE HOYOS BOLÍVAR. Fueron padres entre otros de:
FRANCISCO VICENTE MARTÍNEZ DE HOYOS casado con doña ANA MARÍA CATAÑO ZAPATA. Fueron
padres entre otros de:
PEDRO MARTÍNEZ CATAÑO DE HOYOS ZAPATA casado con doña PAULA ARANGO MESA JARAMILLO
quienes se avecindaron en Sonsón. Y de
MARÍA JOSEFA MARTÍNEZ CATAÑO DE HOYOS ZAPATA, casada con FRANCISCO ARANGO MESA
JARAMILLO (Hermano de Paula).
Don Pedro Y doña Paula fueron padres entre otros, de:
MARÍA MARTÍNEZ ARANGO CATAÑO MESA DE HOYOS JARAMILLO ZAPATA, casada con PEDRO
NISSER, sueco. Y doña María Josefa y don Francisco fueron padres, entre otros, de EULALIA ARANGO
MARTÍNEZ MESA CATAÑO JARAMILLO DE HOYOS, casada con JOAQUÍN POSADA ARANGO ARANGO, cuyos
hijos fueron:
Manuel Posada Arango Arango Martínez
ANDRÉS POSADA ARANGO, casado con doña María Jesús Callejas, con quien tuvo seis hijos:
Amelia
María Mercedes.
En consecuencia, la madre de Andrés Posada Arango (doña Eulalia Arango Martínez) era prima
hermana - doble- de María Martínez de Nisser.
GENEALOGÍA
Tanto por el Posada como por el Arango, procede don Andrés de Asturias. La línea Posada
corresponde a la de don Manuel Posada Junco.
Sus abuelos paternos fueron don Joaquín Posada y doña Juana Arango y los abuelos maternos don
Francisco Arango y doña María Josefa Martínez92.
Sus padres fueron don Joaquín Posada Arango y doña Eulalia Arango Martínez quienes tuvieron
cuatro hijos: Manuel, Andrés, Amelia y María Mercedes.
Como para el caso sólo nos interesa el Dr. Andrés, nos referimos únicamente a su descendencia:
El 29 de abril de 1875 casó con doña María Jesús Callejas con quien tuvo seis hijos:
Samuel Posada Callejas, nacido a los 8 años de casado y muerto en Roma en 190793.
92 ARANGO MEJÍA, Gabriel. Genealogías de Antioquia y Caldas. –2 ed.- Medellín: Imprenta Departamental, 1942. 2v.
Alfonso Posada Callejas casado con doña Pastorita Gómez Ochoa,
Bernardo Posada Callejas casado con Carlina Arango;
Jorge Posada Callejas casado con Teodolinda Pimentel, carapequeña;
María Posada Callejas casada con Nicolás López, y
Sofía Posada Callejas casada con Reynaldo Botero.
BIBLIOGRAFÍA
DE ANDRÉS POSADA ARANGO
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
La presente bibliografía representa los documentos consultados, distintos a los que tienen como
autor al mismo doctor Posada Arango, los cuales aparecen en otra sección de este trabajo.
No se registran aquí los documentos consultados en los que no se encontró dato alguno.