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APORTACIONES

AL GRABADO ACOLOR
EN TALLA ATRAVES
DEL PROCESO
DE LA ZIEGLEROGRAFIA
M.a CONCEPCION SAEZ DEL ALAMO
1 Universidad de Salamanca
Facultad de Bellas Artes
GRABADOS é!Ji., DIBUJOS
HISTORIA .CRÍTICA. TÉCNICA

APORTACIONES
AL GRABADO ACOLOR
EN TALLA ATRAVES
DEL PROCESO
DE LA ZIEGLEROGRAFIA

CAJA DE AHORROS VIZCAINA


Departamento Cultural
BILBAO
1989
AGRADECIMIENTOS

Deseo expresar mi agradecimiento a todas las personas e institu-


ciones que han colaborado directa o indirectamente en la realización
<'le esta tesis y muy especialmente a:

- Dña. Elena de Santiago, Directora del Gabinete de Estampas de


la Biblioteca Nacional de Madrid.
- D. Jesús Pastor y D. José Fuentes, Profesores de Técnicas gráficas
en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca.
- D. Dieter Kuhrmann, Director del Gabinete de Estampas de Mu-
rucho
- D. Eckhard Schaar, Director del Gabinete de Estampas y Dibujos
de Hamburgo.
- D. Hildegard Banereisen, Director del Departamento de Grabados
y Dibujos de Frankfurt.
-D. Axel Janeck, Conservador del National Museum de Nurem-
berg.
- Dña. Sigrid Achenbach, Directora del Gabinete de Estampas de
Berlín.
-Dña. Franyoise Woimant, Conservadora en Jefe del Gabinete de
Estampas del siglo xx, de la Biblioteca Nacional de París.
-D.S. Boorsch, Director del Departamento de Grabado y Fotogra-
© CAJA DE AHORROS VIZCAINA fias del Metropolitan Museum of Art de New York.
Plaza España, l -Dña. Patrice A. Savery, Asistente del Departamento de Grabados,
48001 Bilbao Dibujos y Fotografías de Boston.
ISBN: 84-5058-365-9 Dña. Elizabeth Harris, Conservador del Departamento de Artes
Depósito legal: BI-156/89 Gráficas del National Museum de Washington.
Fotocomposición: IPAR, S.c.L. - Dña. Catherine J. Johnson, Directora del Departamento de Gra-
Particular de Zurbaran, 2-4 bado de la Public Library de New York.
48007 Bilbao - Dr. Gertraute Lippold, Directora del Gabinete de Estampas de
Imprime: EDITORIAL ELLACURIA, SAL. Dresden.
Ribera de Erandio, 8 - Dña. Ilse Borchard, Lectora de Alemán del Departamento de Ger-
Erandio (Vizcaya) manÍstica de la Universidad de Salamanca.
Diseño: IKEDER
7
- D. Friedrich Groning, Agregado Cultural de la Embajada de Ale- PREFACIO
mania.
- D. Jesús Hernández Rojo, Profesor Titular de Filología Alemana
en la Universidad de Salamanca.
- D. Manuel Parralo, Catedrático de Pintura de la Universidad
Complutense de Madrid.
Ha transcurrido más de un año desde que nació este ensayo como
tesis de doctorado. Sólo los miembros de mi tribunal de tesis, algunos
amigos artistas, los alumnos a los que enseño en la Facultad y otros
pocos de un breve curso que dí en Calella, el verano de 1987, han sido
los únicos privilegiados en conocer el proceso de la zieglerografia que
se expone en este libro, proceso con unas implicaciones plásticas muy
interesantes y único medio además en grabado que permite plantear
el color de un modo directo y sencillo, con toda la complejidad que
el artista necesite, como veremos a traves del libro. .
El hecho ahora de su publicación es para mí un gran reto, en
cuanto que va a poder ser sometida esta obra a discusión general por
mucho más público y muy variopinto, discusión en el sentido de 'si
va a tener algo que decir al que BUSCA dentro de la gráfica y dentro
del arte en general, en sus distintas vertientes, en su historia, en su
investigación teórica, en su práctica, tan desnuda y arriesgada.
En efecto, esta tesis da a conocer una técnica muy interesante, res-
catada del pasado y perfeccionada para el uso actual del artista; tam-
bién da a conocer a través de las ilustraciones un período de mi obra
que ha sido muy determinante y que se ha hecho posible gracias a
este proceso de color: estos grabados se han usado en su momento
como pretexto inmediato para materializar, dentro del esquema de
tesis, las posibilidades expresivas de la zieglerografia, pero realmente
el desarrollo de mi obra ha sido el motor más directo del inicio y desa-
rrollo de este trabajo.
Pero no es sólo lo que da a conocer la tesis: además servirá ahora
de punto de comparación o de discusión, como se prefiera, en cuanto
que constituye un modelo posible de entre otros de lo que debería en-
tenderse como una tesis doctoral en las Facultades de Bellas Artes,
problema éste de gran controversia hoy por hoy entre doctorandos
y profesores de las mismas. Pero sobre todo y en lo que al artista con-
cierne, este ensayo debería constituir UN NUEVO MODO DE EN-
TENDER EL GRABADO, no ya sólo en lo referente a la zieglero-
grafia, y que es: que la gráfica, al igual que la pintura, la escultura

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o los medios audiovisuales, considerada corno técnica en sí misma INDICE
queda vacía y anclada en los esquemas del pasado, porque actual~
mente no es sino EL MEDIO PARTICULAR A TRAVES DEL
CUAL EL ARTISTA SE EXPRESA, Y debe buscar la manera de
plasmar libremente sus ideas sobre una superficie, sea cual fueran las
características de ésta o gracias a ellas, pero no ya «en función de »
y a partir de un esclavismo técnico asumido tradicionalmente corno
handicap en el grabado. INTRODUCCION ........................................ . 13
La publicación de una tesis de doctorado suele constituir un terna
espinoso para los editores en general por la especialización de los te- 1. EL COLOR EN EL GRABADO EN TALLA
rnas que se acostumbran a tratar, corno es este caso, por ello he de 17
Consideraciones previas ................................ .
agradecer a la Caja de Ahorros Vizcaína y muy en concreto a D. Leo-
poldo Zugaza, su gestor cultural, amante del arte y del grabado en 1.1. El concepto claroscurista y el grabado de reproduc-
particular, su empeño en la publicación de mi trabajo con todo el ri- ción ...................................... ········· . 17
gor y cuidado que se aprecia en el libro. 1.2. Primeros procesos de grabado a color en talla y su
posterior desarrollo en el siglo xx ................... . 20
Concepción Sáez del Alamo
Salamanca, junio de 1988 2. EL BARNIZ BLANDO COMO ANTECEDENTE DE
LA ZIEGLEROGRAFIA .............................. . 31
2.1. Aparición histórica: su función y aplicación. . . . . . . . . . 32
2.2. Peculiaridades plásticas del barniz blando.... ........ 35

3. LA ZIEGLEROGRAFIA: un proceso innovador de gra-


bado a color en talla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.1. Aparición histórica, concepto general y aplicación al
grabado en talla ................................. ··· 43
3.2. Análisis comparativo entre el proceso de CREA-
CION DE IMAGEN en la zieglerografia y las técni-
cas de grabado a color en talla. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

SUBINDICE AL PUNTO 3.3 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57


3.3. Desarrollo técnico del proceso. Factores determinan-
tes ......................... ······················· . 59
3.3.1. La creación de la imagen ..................... . 61
3.3.1.1. Los soportes y la separación simultá-
nea de color ......................... . 62
3.3.1.2. El barniz ............................ . 63
3.3.1.3. Los útiles de dibujo ................. . 68

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3.3.1.4. Los papeles para el dibujado ......... . 75 INTRODUCCION
3.3.1.5. Descripción general del proceso de di-
bujado a color. La zieglerografia ..... . 82
3.3.2. La mordida de los soportes .................. . 85
3.3.2.1. Factores materiales .................. . 86
3.3.2.2. Factores operativos. El sistema de
mordida progresiva ................. . 88
3.3.2.3. El remordido ....................... . 92 Con este trabajo pretendemos hacer DOS APORTACIONES
3.3.3. El proceso de estampación ................... . 94 fundamentalmente: la primera y más importante por el carácter crea-
3.3.3.1. El entintado ........................ . 95 tivo que encierra, es la APORTACION PLASTICA personal en el
3.3.3.2. La impresión ... '" .................. . 96 campo del grabado a color en talla. La segunda, no menos interesan-
3.3.3.3. La sobreimpresión .............. , ' .. . 115 te, aunque de carácter más objetivo y que surge directamente de la
anterior, consiste en poner a punto y dar a conocer un proceso de
CONCLUSIONES ......................................... . 125 grabado en talla por el cual se puede realizar una imagen, con la com-
plejidad de color deseada, directamente sobre la matriz, es decir, sin
BIBLIOGRAFIA .......................................... . 129 necesidad de calcos ni trasferencias de color indirectas. Esto viene a
ser, por tanto, la APORTACION TECNICA, representada en el pro-
ceso llamado «2ieglerografia», que aunque data de 1902 aproxima-
damente, es absolutamente desconocido y nada practicado en nuestro
país, razón por la cual consideramos inminente su difusión y aprove-
chamiento, más aún teniendo en cuenta que no existe método alguno
para el grabado en talla capaz de conseguir una separación directa
de los colores, a la vez que se crea una imagen sobre la matriz.
En base a estas dos razones, intentaremos establecer un hilo con-
ductor entre todas las partes del trabajo, para así comprender mejor
las aportaciones reales a que nos llevará esta tesis, en particular la
referida a los resultados plásticos.
Este hilo conductor de los capítulos será el aspecto del COLOR,
ya que por un lado, las aportaciones plásticas se desarrollan funda-
mentalmente en tomo al color, y por otro, el proceso de la zieglero-
grafia, aportación técnica, tiene su fundamento en el manejo del co-
lor. Es, pues, este aspecto un elemento básico en esta tesis y habrá
que tratar de definir claramente el papel que el color ha tenido en la
historia del grabado en talla y la manera como ha sido o ha podido
ser utilizado y enfocado en la imagen, para así dejar clara la impor-
tancia de un proceso como el que se propone.
De ahí que, en el PRIMER CAPITULO, se harán una serie de con-
sideraciones previas sobre el concepto que de el color se ha tenido des-
de los inicios del grabado en talla y las maneras como se fueron resol-
viendo técnicamente problemas surgidos a partir de dicho concepto.
12 13
Este primer ~ná1isis ,s~ detendrá eve~tualmente al comenzar el siglo El tercer y último apartado del capítulo se centrará en el DESA-
~ por una r~on de log¡ca en el trabaJo: porque a principios de este RROLLO TECNICO de la zieglerografia. Hay que aclarar que Wal-
s~~o Walter Zlegl~r elabora u.n ~r~o de calcos simultáneos de separa- ter Ziegler no puntualizó ni desarrolló exhaustivamente este proceso.
Clo,n de color, aplIcable, en pnnClplO a cualquier categoría de impresión. Este grabador, en un capítulo de su libro «Die Manuellen Graphis-
Mas adelante, en el capitulo tercero, se volverán a analizar estos intentos chen Techniken», se limita a describir de forma global el proceso ge-
coloristas desde un punto de vista comparativo con la zieglerografía. neral, el principio básico, por así decirlo, de dibujado a color sobre
Para la. categ~ría de impresión en talla, que es la que se abordará varias planchas, por lo que se hacía imprescindible detenerse a pun-
en esta teSIS, la Zleglerografia se desarrolla a través de la técnica del tualizar cada paso necesario en el proceso, ponerlo a punto y perfec-
Barniz blando. El barniz blando se convertirá pues en tema de un SE- cionar y facilitar muchos datos técnicos omitidos por el autor en su
GUNDO CAPITULO, por las implicaciones tan directas que tiene descripción general.
con la zieglerografia. Implicaciones por un lado de desarrollo técnico Por ello se ha partido de ir desglosando los distintos momentos
y P?r ?tro, imp!ic~ciones plásticas, ya que esta técnica posee unas pe~ del proceso, desde la creación de la imagen, pasando por la mordida
cuhandades plastIcas, en cuanto a efectos gráficos, muy determina- de los soportes, el proceso de estampación y la sobreimpresión. De
das, que lógicamente irán unidas al proceso de la zieglerografia en este modo cualquier artista o interesado en el medio tendrá a su dis-
muchos de sus aspectos. posición un proceso perfectamente descrito y perfilado en todos sus
En este segundo capítulo, pues, sólo se analizará la técnica del puntos, de manera que pueda realizarlo por sí mismo en un taller o
bar.niz blando como ANTECEDENTE directo de la zieglerografia simplemente enseñarlo, a su vez, a otros.
aplicada al grabado en talla y no se abordarán aspectos técnicos con- Por otro lado, y debido a la extensión de este punto, el 3.3., se
cretos, ya que en el capítulo tercero irán implícitos y con un enfoque incluirá un SUBINDICE ACLARATORIO al comienzo del mismo,
ya directamente relacionado con el color. con el fin de que el lector y posible grabador pueda seguir cómoda-
En el TERCER CAPITULO y último, la investigación se exten- mente el desarrollo general y puntual de los pasos técnicos.
~erá en desarr?ll~r muy exhaustivamente el proceso que ha hecho po- El cuerpo teórico de esta tesis se puede decir que queda cerrado
Sible plantear lmagenes a color de forma directa en el grabado en ta- con este tercer capítulo referido al proceso técnico de la zieglerogra-
lla: la zieglerografia. fia. Ya sólo en las CONCLUSIONES se vendrán a resumir los pun-
Partiremos de un análisis con carácter histórico y más general tos más destacables demostrados con este trabajo y se volverá a insis-
donde se explicará el concepto general de este proceso el moment~ tir en el interés concreto que para la Gráfica y los artistas tiene el
de su aparición y su .aplicación concreta al grabado en ~lla, a partir proceso de la zieglerografia, así como la importancia de poder conse-
todo ello de los escntos que Walter Ziegler publicó en Alemania en guir unos resultados plásticos no relacionados hasta ahora con la idea
1912 y 1917. del grabado a color en talla.
En un segundo punto de este capítulo se intentará evidenciar la El hecho de escribir y explicar con palabras datos de tipo histórico
importancia que este proceso tiene con respecto al momento de la o aportaciones técnicas concretas tiene un sentido lógico, pero sin
CREACION DE LA IMAGEN, en comparación con el resto de téc- embargo, el campo de la imagen visual pienso debe tener su propio
nicas consideradas actualmente como de grabado a color o más bien código de comprensión. Es por ello que, a pesar de estar tentados a
de estampación a color-en talla. " escribir sobre las imágenes, que forman la aportación plástica de esta
El hecho de que la zieglerografia permita al artista un control di- tesis y que acompañan, o mejor, formar parte, de esta disertación teó-
recto tanto d~~ color como de los trazados generales, durante el pro- rica, encontramos mayor sentido en su simple exposición, con el ries-
ceso de creaClOn sobre las planchas, constituye un hecho nuevo para go que aparentemente pueda suponer el juicio y la percepción subjeti-
el grabado a. color y de una importancia primordial, por lo que este va de una obra, aunque con la convicción de que van a tener un
apa~tado se Illtroduce como argumento de gran interés en el recono- innegable interés plástico.
CImIento de este proceso para el campo de la creación en color. En el campo de la documentación se han de señalar los muchos

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problemas para conseguir una BIBLIOGRAFIA específica referida 1. EL COLOR EN EL GRABADO
a la técnica del barniz blando. Este proceso ha sido considerado tra-
dicionalmente como técnica auxiliar más que como una técnica autó- ENTALLA
noma, compleja en su proceso y con resultados plásticos merecedores Consideraciones previas
de ser tenidos como tal. La mayoría de las veces aparece incluída en
tratados generales sobre técnicas de grabado, en donde los autores
se limitan a describir superficialmente su proceso técnico, sin profun-
dizar en más peculiaridades, ni técnicas ni plásticas.
Por otro lado, en los tratados de historia del grabado tampoco
aparece el barniz blando con una catalogación precisa, y mucho me-
nos extensa, en ocasiones ni aparece y, por supuesto, no existe un tra- 1.1. El concepto cIaroscurista y el grabado de reproducción
tado específico sobre su historia y desarrollo social, que nos hubiera
servido de gran ayuda para la estructuración y planteamiento del se-
Podemos afirmar de modo genem.l que es a partir del impresionis-
gundo capítulo en particular.
mo cuando se comienza a tratar el concepto de «COLOR» en el sen-
En concreto sobre la zieglerografia, no existen más tratados que
10 escrito por Walter Ziegler y una corta reseña técnica en un tratado tido en que lo enfocamos en esta tesis, és decir, el color como un ele-
general traducido al francés y escrito por el polaco Alex Krejca, libro mento plástico en sí, que expresa y significa en las imágenes de un
del que en principio recibí la información y la pauta para comenzar modo peculiar, a través de sus valores de complementariedad y satu-
este estudio hace aproximadamente dos años. ración, de sus variaciones de matiz y de luz, etcétera, en contraposición
y ya sin más preámbulos pasemos a desarrollar lo que constitu- al concepto tradicionalmente denominado «CLAROSCURISTA» o
yen las aportaciones al grabado a color en talla a través del proceso «VALORISTA», o aquel planteamiento de la imagen en función de
de la zieglerografia. la luz y de la sombra y en donde el color como tal se supedita a la
forma y al volumen. Este segundo empleo del color fue el imperante
en todo el grabado realizado hasta aproximadamente mediados del
siglo XIX.
Diferenciados estos dos conceptos, por un lado el sentido -lla-
mémosle- moderno del color, y por otro, el color bajo una visión
claroscurista, se podría pensar que este capítulo fuera a situarse en
un desarrollo del color a partir de mediados del siglo xIx,comenzando
con la revolución impresionista, pero es un hecho admitido que ya
desde los comienzos del grabado ha existido un gran interés por el
color en las imágenes que se realizaban para blanco y negro, y que
es a partir de estos intentos y búsquedas como se ha ido desarrollan-
~o la evolución de medios y procesos en la gráfica que han ido posibi-
htando, cada vez con más propiedad, los intentos puramente coloris-
tas de artistas posteriores.
Este interés por el color en la estampa desde principios del graba-
do, y particularmente hacia los siglos XVII y sobre todo el XVIII en el
grabado en talla, encuentra su principal origen en el progresivo
aumento de su rivalidad con la pintura, a partir de la cual se realiza-
16 17
ban la gran mayoría de los grabados, denominados Grabados de re- y negro llegó a tal grado de riqueza que -según palabras de M. Te-
producción (1 ). rrapon- «burilistas del siglo XVII llegaron a hablar de color para es-
El grabado por aquellos años no pasaba de ser un medio de difu- timar el rendimiento de los grises» (2).
sión visual relativamente eficaz, en una época donde la información Todas las técnicas que surgían lo hacían por un afán de imitar:
estaba condicionada y supeditada al uso de la palabra y a lo más de la manera negra, para imitar las pinturas al óleo; el pointillé para imi-
los textos escritos. La pintura cumplió durante mucho tiempo la mi- tar los dibujos coloreados a la aguada; las ruletas se introdujeron
sión de informar y dar a conocer de forma visual, pero se trataba de para trazar líneas rugosas como las de la tiza; el agua tinta se desarro-
un medio de escasa difusión por razones obvias. El nacimiento del lló para imitar la aguada de tinta china o las acuarelas; el barniz blan-
grabado, con su capacidad de multiplicación, fue supliendo a la pin- do, para imitar los dibujos a lápiz (3).
tura, aunque de forma menos eficaz en cuanto a verosimilitud se refe- Las tradicionales técnicas del buril y el aguafuerte a línea estaban
ría, ya que la pintura contaba con un factor fundamental y atrayente sometidas a un rígido sistema de entramados, con unos códigos pre-
entonces: el color. establecidos y aceptados como tales para reproducir todo tipo de es-
El color, claro está, formaba parte del cuadro, y no sólo eso, esta- cenas u objetos, así como una extensa gama de grises. El color, por
ba SUPEDITADO al claroscuro de la imagen, a las luces y volúme- tanto, también estaba condicionado por esta sintaxis establecida. Va-
nes de aquello que se representaba. Esta feliz circunstancia del color rios factores coincidieron en el siglo XIX para que ocurrieran funda-
hizo posible que los grabadores se lanzaran más tarde a imitar literal- mentalmente dos cosas: primera, que decayera totalmente el grabado
mente los cuadros: al principio, la traducción de cuadros al blanco de reproducción, dando paso al «grabado de creación», y segunda,
que se liberara al color del encierro formal a que había estado someti-
do hasta entonces (4).
(1) Se ha de puntualizar que bajo el término «grabado de reproducción» se en- Por un lado la aparición de la fotografía, convirtió en absurdo la
tiende el concepto siguiente, según texto de A. Beguin: continuidad del grabado de reproducción: ya no había nada que re-
«... En oposición a lo que es hecho totalmente por el artista, desde la concepción
del dibujo hasta el elemento de impresión, y que se llama «original», la estampa
producir manual y lentamente, pues la fotografía era capaz de hacer-
de interpretación es realizada por un técnico a partir del dibujo de un artista». lo automática y rápidamente, y lo que era mucho más importante,
«... Se le puede llamar asimismo «grabado de traducción». André Beguin, «Dic- con una total verosimilitud.
tionnaire Technique de L'Estampe» Bruselas, 1977 pp. 224-225. Por otro lado el nacimiento, primero del impresionismo y después
Aunque actualmente decir «grabado de reproducción» podría prestarse a con-
fusión con los métodos fotomecánicos, tratándose de la época que se analiza, he-
del fauvismo y expresionismo, constituyó un importante hecho, ya que
mos decidido usar este término, en vez de «traducción» o «interpretación» pues el sus artistaS erigen el grabado como un medio de creación autónomo, pe-
sentido queda claro y la mayoría de autores lo utilizan. culiar y particularmente expresivo: nace así el «grabado de creación».
Para mayor información sobre la historia y el sentido del grabado de reproduc- Y, por supuesto, el nacimiento de la litografía, con su peculiar
ción cito a los siguientes autores:
W.M.Ivins Jr., «I¡nagen impresa y conocimiento. Análisis de la imagen prefoto-
predisposición para el color, hace que en manos de CHERET, LAU-
gráfica», Barcelona, 1975. En general consultar todo el texto, ya que es esclarecedor TREC, BONNARD, RENOIR, VUILLARD, SIGNAC, entre mu-
al respecto, pero particularmente pp. 138-149,157-8,225-230. chos, el color se aprenda a ver y entender de modo muy distinto a
A. Beguin, 1977, op. cit. pp 224-5, 383,448-9 Yprefacio. como se había empleado hasta entonces.
J. Bersier, «La Gravure», Paris, 1963, pp. 260.
C. Roger-Marx, «La Gravure Originale au XIX siécle», París 1962, pp. 82,240-2.
D. Sacilotto y D. SaIT, «History and Process ofPrintmaking», New York, 1978,
pp. 96. (2) v. M. Terrapon, 1974, op. cit. pp. 94-95 Y «L'eauforte», Génova 1975,
J. Duplessis, «Las Maravillas del Grabado» París 1873, pp. 328-331. pp. 106.
F. Brunner, «A Handbook ofGraphic Reproduction Processes», Basilea 1962, (3) v. J. Duplessis, 1783, op. cit. pp. 328-331.
pp. 313. (4) v. W. M. Ivins Jr., 1975, op. cit. pp. 105-134,167-194.
S. W. Hayter, «New Ways ofGravure», Londres 1966, pp. 186-216. M. Terrapon, 1975, op. cit. pp. 106.
M. Terrapon, «Le Burim>, Génova, 1974, pp. 98. C. Roger-Marx, 1962, op. cit. pp. 183-187.

18 19
Es precisamente gracias a la aparición de la litografía, y en parti- H. SEGHERS (1590-1645) fue incuestionablemente un gran pre-
cular con su aplicación hacia el color, cuando en el último cuarto del cursor de la impresión moderna, aunque su concepción de la obra
siglo XIX el color encuentra al fin su libertad en el terreno de la gráfi- gráfica era distinta a la orientación que hoy en día se da al grabado
ca. Las estampas japonesas además descubren a estos artistas que el a color: mientras que ahora se trata en gran medida de explotar todas
color no sólo es aplicable en pintura, sino que se puede llevar a la las posibilidades de la impresión a color dentro del propio medio,
madera, al cobre o a la piedra con unas implicaciones plásticas deter- Seghers rebasaba esta premisa, destruyendo la impresión mis~a, en
minadas. su afán por crear «pintura impresa». El resultado real era mas una
Hasta entonces el color en las estampas, siempre emparejado y estampa coloreada que verdaderamente un grabado a colores.
violentado con el negro, se libera y se constituye en un elemento nue- Es FRANCESCO BARTOLOZZI (1727-1815), hacia los años
vo de creación, dejando a la forma como tal de lado, para pasar a 1765, quien plantea un primer método ortodoxo y organizado, e? el
formar parte de una nueva teoría de la imagen. La oposición de oscu- sentido de que toma los propios medios del grabado para la aphca-
ros y claros, de colores fríos y cálidos, los contrastes y la complemen- ción y empleo del color. Se trata del entintado a la poupée, que este
tariedad de los colores, emancipan por fm los ojos de los artistas y grabador utilizaba para sus imágenes a la manera negra y al pointillé.
progresivamente también del público en general. Este constituye el primer intento de plantear una imagen a varios
Todo este cocktail de acontecimientos, unidos a otros muchos de colores empleando UNA SOLA PLANCHA, objetivo éste que será
índole social y tecnológica, provoca un cambio de mentalidad y es- perseguido en el siglo XX por grabadores como Hay ter o Divorne, por
tética tal, que hace posible y sienta las bases del grabado contemporá- su comodidad y rapidez (6).
neo (5). Sin embargo el método de Bartolozzi tenía sus inconvenientes, so-
bre todo considerando la época de la que se trataba: uno de ellos con-
sistía en una insalvable suavidad del color, particularmente en los to-
1.2. Primeros procesos de grabado a color en tana y su posterior desa- nos débiles. Además, la muñequilla o poupée no siempre aseguraba
rrono en el siglo XX una colocación exacta de la tinta en el mismo lugar de la imagen, lo
cual repercutía en la falta de regularidad en el tiraje: esto hizo que
Por un lado, la demanda de color por parte del público, y por numerosos estampadores volvieran a utilizar el tiraje convencional
otro, el interés y la necesidad del artista hacia éste, hace que durante iluminado con acuarela.
el siglo XVII se comiencen a hacer tentativas aisladas de color en el Sin embargo, y a pesar de los inconvenientes que se encontraban,
grabado en talla: las de HERCULES SEGHERS en Flandes, las de éste era un método que se prestaba muy bien al planteamiento claros-
LASTMAN en Holanda o los ensayos con manera negra en Inglate- curista de la época, ya que el color, o mejor, los valores tonales, coloca-
rra, dan origen a unas constantes búsquedas de los grabadores hacia dos por yuxtaposición, podían difuminarse y fundirse, consiguiendo
los procesos de color. modelados y degradados de tonos sutiles. Es bajo el planteamiento
Estos primeros intentos no utilizan la propia matriz entintada a colorista donde encuentra mayores inconvenientes, ya que en éste se
colores, sino que la estampa era impresa a un color y coloreada pos- emplean colores de distinta gama y complementarios incluso, en don-
teriormente con acuarela, o bien se imprimía directamente sobre telas de los fundidos quedan excluidos debido al ensuciamiento de los co-
o papeles de colores. Ya en China y Japón el coloreado con acuarela lores, y los degradados por tanto también: así, el color resulta z<?~ifi­
se venía haciendo desde largo tiempo en estampas a partir de tacos cado y disperso, complicándose la lectura de la imagen. En defimt~va,
de madera. el entintado a la poupée condiciona, en gran manera, el planteanuen-
to moderno por color de una imagen.
(5) v. W. M. Ivins Jr., 1975, op. cito pp. 135-158,208-214.
M. Terrapon, 1975, op. cito pp. 107-8.
G. Peterdi, «Printmaking», New York 1959, pp. 194. (6) v. M. Terrapon, 1975, op. cit. pp. 107-8.

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Pero siguiendo con nuestro breve desarrollo histórico ya desde Hacia 1767 Bonnet inventó la impresión a dos lápices sobre papel
los inicios del siglo XVIII JACQUES-CRISTOPHE LE' BLOND azul o gris, pero es a Le Blond a quien se le considera el verdadero
(1667-1?~1), y n:ás tarde JACQUES GAUTHIER DAGOTY y sus inventor del grabado a colores en su sentido más puro, es decir, la
cuatro hIJOS, habla planteado un sistema de impresión a color con tres cuatricromía.
planchas, basado en la teoría de Newton, en donde los tres colores Muchas variantes fueron introducidas por los seguidores de Le
fundamentales, amarillo, rojo y azul, mezclados, daban el negro y Blond, algunas con gran éxito. Una de ellas es el resultado de incor-
ausentes, el blanco. porar al grabado el método del CAMAFEO de xilografia, que tuvo
Con esto Le Blond pretendía llegar a exprimir todos los tonos de sus orígenes en el siglo XVI. Se empleaba para crear varios tonos den-
la paleta, a partir de tres planchas, una para cada color fundamental tro de una gama de color. Para ello se necesitaban tres tacos, uno
sobreimprimiéndolas con exactitud a base de ajustes perfectos (7). ' para las medias tintas, otro para negros y un tercero para tonos claros
Le Blond grababa sus planchas con herramientas que evocaban y luces. El efecto era similar a los dibujos a tiza blanca. Este proceso
el dibujo al lápiz, como el berceau, la ruleta e incluso el buril con se usaba en conjunción con otros nuevos, como la manera del lápiz,
el fin de imitar los efectos del pastel y el lápiz. Sin embargo fue ~obre la manera negra, el pointillé o el barniz blando, de efectos gráficos
todo la técnica de la manera negra la más utilizada por este artista, suaves y delicados, fáciles de integrar con el camafeo tradicional (10).
por encontrar un acercamiento en efectos muy grande con la pintura. Posteriormente al descubrimiento de Le Blond aparece otro parti-
De hecho sus cuaQros grabados tuvieron mayor éxito en Inglaterra cularmente favorable para el color: EL AGUA TINTA.
que en Francia, y esto se explica precisamente porque él trabajó en Entre las diversas expresiones del color en el grabado en talla rea-
Londres en el Centro de Grabadores en manera negra, y, al llegar a lizadas por los artistas, el aguan tinta ha sido, sin duda, considerada
París, esta técnica, que apenas era conocida, estaba totalmente aban- como más idónea para el empleo del color, tanto bajo un enfoque cla-
donada. Con la llegada de Le Blond se revalorizó no sólo en Francia roscurista como e! propio del color que nosotros apuntamos, es decir,
sino también en Alemania lo mismo que en Inglaterra (8). Más tarde: basado en la armonía complementaria de las tintas que van confor-
hacia finales de su vida, añadió una cuarta plancha que contenía el mando así la imagen.
color negro, el cual modelaba y envolvía Jos tres colores fundamen- El carácter gráfico del aguatinta, fundamentalmente de mancha,
tales. y sus posibilidades en la impresión a color, tanto de yuxtaposición
Le Blond con este sistema acababa de descubrir el principio de como de superposición total o parcial de colores, han hecho de este
la CUATRICROMIA, pero aunque su teoria era correcta, sin em- medio una importante aportación al campo del color.
bargo en la práctica no llegaría a conseguir los objetivos que más tar- Es evidente que existen técnicas, como e! grabado a buril, por
de por los procesos mecánicos se llegaron a alcanzar (9). ejemplo, que por su severidad lineal no son especialmente indicadas
Sin embargo Le Blond no fue el único que utilizó varias planchas, para la expresión del color, no se adecuan a él, ya que su potencial
pues LUIS-MARIN BONNET también lo empleó en grabados con gráfico de LINEA entra en contradicción con el sentido de mancha
la técnica de la manera del lápiz, que Charles FRANCOIS y Guilles y modulación cromáticas, convirtiéndose en «trazos coloreados». Lo
DEMARTEAU habían puesto a punto, y que Bonnet llama «manera mismo se puede decir del aguafuerte a línea e incluso de la punta seca,
de! pastel». pues se ha visto que son técnicas que cuando se las ha empleado para
e! color, se las ha forzado en exceso, reprimiéndose su potencial gráfi-
co propio, la línea, y sacrificando ésta en beneficio de la consecución
. (7) Le Blon? en su libro «L'art. d'imprimer les Tableaux», escrito en 1756 y
reImpreso en Genova en 1973, descnbe extensamente su principio básico. También
J. Gauthier D' Agoty en «Observations sur la Peinture et sur les Tableaux Anciens
et Modemes», reimpreso en Génova en 1972, pp.l34, explica su sistema a su vez.
(8) v. J.c.Le Blond, 1973, op.ciLpp. 80-1. (10) v. A.Gross, «Etching, Engraving and Intaglio Printing», Londres 1970,
(9) v. F.Brunner, 1962, op.ciLpp. 314-17, dentro del capítulo «Les Techniques pp. 136, Y A.M.Hind, «A History of Engraving and Etching», New York, 1963,
de la Reproduction en Couleurs». pp. 311.

22 23
de masas regulares de líneas, simulando manchas, que permitan la in- donde se situaban los colores al modo de la poupée. Se imprimia so-
tegración del color. bre el papel la primera plancha y después, exactamente ajustada, la
Este -llamémosle- esfuerzo y virtuosismo técnico a que se debía segunda, que venía a colorear la prueba. Sin embargo, el proceso que
someter el artista para el manejo del color, y los muchos recursos de definitivamente se acabó usando fue el de varias planchas sobreim-
estampación que debía emplear para integrar sus colores y ocultar la presas, ya que así el artista podía obtener todos los tonos d~seados
línea como tal, desaparece con el nacimiento del agua tinta, que per- y combinarlos por superposición, así como lograr una regulandad en
mite realizar un grabado a colores con el carácter y efectos cromáti- el tiraje.
cos de una acuarela. Fran«oise JANINET introdujo su práctica en Francia. Este em-
Hasta entonces, los grabadores, advirtiendo el condicionante po- pleaba varias planchas, a menudo siete y ocho, para los diferentes co-
der gráfico de técnicas como el aguafuerte a línea o el buril, se habían lores, y considerado como verdadero color impreso, sus resultados
inclinado por otras más idóneas gráficamente al color, como es el fueron excelentes por su transparencia y luminosidad. Al igual que
punto y las masas de puntos, tales como la manera negra, la manera Janinet, Philibert Louis DEBUCOURT fue un maestro en el proceso
del lápiz o bien el pointillé, anteriores todas ellas a la aparición del del grabado a color, empleando el aguatinta puro y raras veces com-
barniz blando y del aguatinta: sin embargo estas técnicas resultaban binándolo con la ruleta.
costosas en su realización y no simpre de resultados apetecidos. Por Del grabado en talla se puede decir queda anclado en estos proce-
lo general los grabadores se ayudaban mezclando estas técnicas con sos de color durante todo el siglo XIX. La aparición de la litografia
el aguafuerte o el buril, de manera que tuvieran más posibilidades y en un principio, y más tarde su aplicación al color, paralizan el posi-
recursos en la realización de la imagen y en sus resultados con el co- ble desarrollo de nuevos procesos en el grabado en talla (l2).
lor(ll).
En 1768 Jean Baptiste LEPRINCE, continuando las búsquedas
de Fraw;ois Philippe Charpentier, referidas al dibujo lavado con áci- (12) Para una mayor información sobre el uso del color en la historia del graba-
do sobre la plancha, descubre en Francia el AGUA TINTA CON do consultar:
F. Weitenkampf, 1929, op. cit. pp.246-255.
GRANO DE RESINA, presentando a la Academia Real de Pintura M.C. Salaman, «The Graphic Arts of Great Britain» Londres, 1917, pp. 109-114.
una memoria titulada «Plan del Tratamiento del grabado lavado», ya R. Todd, «WiIliam Blake's iIluminated painting», Print Collector's Quaterly,
que el término de «aguatinta» como tal encontraría su nombre en In- Nov. 1948.
glaterra, donde fue introducida por Paul Sandby en 1775. J. Duplessis, 1873, op. cit. pp. 374.
A.M. Perrot, «L'Art de la Gravure», París 1984. pp. 144-150.
El proceso del agua tinta, unido al empleo de varias planchas con e.F. Jouliain, «Reflexions sur la Peinture et la Gravure», Génova 1973, pp. 84-90.
diversos colores iniciado por Le Blond, constituyó un avance muy Antreasian, G.Z. y Adams, e., «The Tamarind Book of Lithography)), New
importante para el grabado a color. York, 1971. pp. 163-176.
No muchos años después del descubrimiento de Leprince, este J.e. Leblond, 1973, op. cit. todo el tratado en general.
J. Gauthier D'Agoty, 1972, op. cit. pp. 124-134.
nuevo proceso se aplicó al grabado a color, principalmente para re- A. Beguin, 1977, op. cit. pp. 98-99
producir los efectos de la acuarela. F. Melis-Marini, «El Aguafuerte)), Barcelona 1973, pp. 113-118.
En un principio, durante el siglo XVIII, el agua tinta en color se ha- M. Terrapon, 1974, op. cit. pp. 95-6.
cía sólo con dos planchas. En la primera se dibujaba al trazo la totali- J. Bersier, 1963, op. cit. pp. 307-1 L
G. Peterdi, 1959, op. cit. pp. 193-6.
dad de la imagen, y la segunda era la que contenía el aguatinta, en J. Adhemar, «La Gravure Original au XVIII siecJe)), París, 1972, pp. 81-4.
D. Roger-Marx, 1962, op. cit. pp. 183-7,207-13,224-231,242.
S.W. Hay ter, 1966, op. cit. pp. 116-124.
(I 1) Sobre la historia y desarrollo de las técnicas del pointillé y la manera del F. Eichenberg, «The art of the Prinb), New York 1976, pp. 215.
lápiz, antecedentes del barniz blando, consultar: F. Brunner, 1962, op. cit. pp. 299-300, 311.
F.Weitenkampf, «How to appreciate Prints)), New York, 1929, pp. 145-161. A. de Losta10t, «Les procedes de la Gravure», París 1882, pp. 155-164.
W. Chamberlain, «Etching and Engravin~), Londres 1972, pp. 127-135. H. De1aborde, «La Gravure)), París 1882, A. Quantin éditeur, pp. 252-257.

24 25
Hemos advertido que, en todos los procesos descritos el color ne- materiales. Bewick desarrolló el método que permitía utilizar buriles de
gro, o lo 9ue es igual, la. plancha que realmente definía 'la imagen a grabador sobre la madera. Senefelder descubrió la litografia; Blake
tratar, esta presente contmuamente. Era como si en realidad se trata- realizó aguafuertes en relieve. A comienzos del siglo XX, Stanhop~,
~a d~ C:0LOREAR una imagen que ya de por sí era total, y que se Clymer, Koenig y otros introdujeron nuevas clases de prensas para tl-
Im~rn;lIa en n~gro. El .color negro definía, contorneaba y unificaba pos cuya potencia sobrepasaba a todas las conocidas hasta entonces. La
las Imagenes. Sm esta tmta, era como si la imagen no tuviera sentido, máquina de Koenig no sólo estaba accionada por energía, en lugar de
hasta ~al punto el color como tal no se exprimía ni significaba apenas moverla el músculo humano, sino que su diseño mecánico exigía UN
en la Imagen como ente autónomo, sino supeditado al claro-oscuro COMPLETO CAMBIO EN LOS METODOS de entintar las super-
general. Los tres colores primarios y sus mezclas tenían una función ficies de impresión, lo cual, a su vez, requería el abandono de. la ~?tigua
específica dependiendo de la luz y la sombra. Así, el azul se utilizaba práctica de rebajar las superficies de los bloques y su sustltucwn por
para las zonas que giraban hacia la gran sombra (el negro); el amari- el sistema de «recorte». Lafotografia, aunque los primeros y vacilantes
llo, para los reflejos y luces más potentes; el rojo, con sus mezclas en pasos en su dirección se dieron en el siglo XVIII, no jugó un papel i~por­
los dos anteriores más el negro, producía los medíos tonos y venía tante hasta mediados del siglo, y a partir de ese momento acarrero una
a enriquecer el color de la imagen, pero todos los colores dentro de revolución ingente, cuyo alcance ni siquiera hoy se reconoce plenamen-
una potente estructura de claro-oscuro. Todo el desarrollo del trata- te» (14).
do de Le Blond sobre el color afirma este planteamíento, por otro Quizá fuera porque el siglo xx aportaba nuevas ofertas de crea-
lado acorde a los principios plásticos de la época (13). ción como la fotografia, la serigrafia, el offset o la litografia sobre
Bajo este concepto del color, del negro como elemento unificador metal, que los grabadores no se han preocupado ~I?enas por buscar
en la imagen, acorde como decimos a la pintura del momento, el gra- nuevas formas de creación a color dentro del tradiCIOnal grabado en
bad~ en talla pu~o ~esarrollar esta serie de procesos de color, y por talla.
lo mIsmo se consigUIeron resultados satisfactorios. Sin embargo con Excepcionalmente Walter Ziegler, a principio ,d~ sigl~, publica
la revolución plástica que se anunciaba en el siglo XIX mucho' ten- un nuevo método de dibujado directo a colores, el UlllCO eXistente en
drían que cambiar los procesos de color en el grabado ~n talla, para grabado en talla, y el hecho de que no se estimar~ en la mane~a en
poder desarrollarse acordes a las exigencias que los artistas imponían. que esta tesis se propone hacer ahora puede ser debido a dos mot~vos:
y esto no sucedió. Se pretendía más bien continuar con los mismos que no tuviera la difusión necesaria o que los grabad~res y artistas
medios, pero distintos fines, y ello terminó con la DECADENCIA en general se encontraran inmersos en otro mundo de busquedas nue-
D~L GRABADO EN METAL, en donde la mano del impresor do- vas y resultados sorprendentes, en donde el control directo del c~lor
mmaba, por la complejidad de color que se erigía a un medio que en una imagen no fuera precisamente entonces un hecho de gran Im-
hasta entonces se había desenvuelto en unos márgenes mucho menos portancia en el proceso de creació~ de.sus imágenes. . ,
complejos y persiguiendo resultados muy diferentes. Sin embargo hay razones para mclmarse por la pnmera teon.a, ya
La litografia y los medios de reproducción fotomecánica más que es constatable el hecho de que numerosos grabadores contl~ua­
precisos y afines a los nuevos principios, son entonces preferid~s por ban y continúan manejando los antiguos procesos de color,. pa.rtIcu-
los artis;as, a los que eligieron recurrir debido a los resultados que larmente la sobreimpresión de varias planchas, con las consigUIentes
consegUlan y por lo que se desarrollaron mucho más rápidamente. separaciones de color previas (15).
Reproduzco un texto de W. M. IVINS Jr. que resulta esclarecedor
al respecto:
«A finales del siglo XVIlJ se realizaron varias innovaciones notables (14) v. W.M. Ivins Jr., 1975, op. cit. pp. 136. Sobre la revolución fotográfica
en las técnicas gráficas y en los procedimientos de fabricación de sus ver:
G. Wakeman, «Victorian Book Illustration», Gran Bretaña, 1973, pp. 99-145.
(13) v. nota 6. (15) Este hecho es constatab1e a través de los nuev?s: aunque es~sos, tra~ados
que se van publicando últimamente, en donde se contmuan descnblendo SImilares
26 27
También es evidente que, en nuestro siglo, se han desarrollado al- Si antiguamente los procesos de color surgier~n por un afán de
gunas, aunque pocas, propuestas de impresión a color, que más ade- traducir un concepto de color muy concreto r~flejado en cuadros o
lante en el capítulo 3 punto 3.2. se analizarán, en relación con la crea- acuarelas, hoy en día el artista n~cesit~ crear dlr.ectamente co~ el co-
ción de la imagen y comparativamente con la zieglerografía. lor sobre sus planchas, ya no copiar m reprodUCir, y ello reqUiere po-
A pesar de tales propuestas y además de las ya ideadas en anterio- der controlar visualmente en su totalidad una imagen.
res siglos, el campo del grabado a color en talla está en nna situación Bajo esta idea se afirma aún m~s el estado caduco de ofer~as de
muy precaria en relación con los avances plásticos de la época: se con- creación a color que actualmente tIene el grab~dor y para abnr un~
tinúa básicamente con los antiguos principios de calcos y reportes y posibilidad nueva a este campo se propone la Zleg~:rografi~, aparecI-
los pocos procesos que han surgido son sólo en fnnción de la estam- da en su momento, pero sin la difusión ni reperCUSlO? ~uficlentes para
pación, sin favorecer directamente el acto de creación de la imagen. que llegara hasta nuestros ?ía~ de la mism~ forma 10gIca a como nos
Se continúa sin poder hacer imágenes directas a color sin tener que ha llegado por ejemplo la tecmca del aguatmta.
caer en el recurso del monotipo, y aún -como decimos- el artista Con este breve pero necesario análisis histórico de los procesos
se ve sometido al proceso de calcado y separación manual de colores de color existentes en el grabado en talla, ponemos en an.tecedentes
de una imagen, con el consiguiente descontrol que ello supone duran- la situación en que se encuentra el artista a la hora de manejar el color
te la elaboración de la imagen sobre las planchas. y de controlar su imagen total, y ello nos va a dar el punt? de com~a­
y sin embargo el grabado en talla a color no se abandona y artis- ración suficiente para poder valorar realmente las ventajas de la zle-
tas como Hay ter continúan investigando en él porque saben de las glerografia en el grabado en talla. En el capítulo 3, punto 3.2 se volve-
grandes posibilidades plásticas con el color de este medio frente a rá a insistir más concretamente en algunos de los procesos actuales
otros, como la madera, la serigrafía o la litografía. de color más usados y sus distancias con la zieglerografia en lo ,refe-
Como ya se abordará en el punto 3.2 de esta tesis, es en el enfoque rente a la creación de la imagen, pero por ahora se concluye aSl este
de la investigación donde se falla, ya que se intenta buscar soluciones capítulo, un tanto aclaratorio sobre el nacimiento de los procesos de
a través de RECURSOS DE ESTAMPACION. cuando en realidad color y su situación actual.
lo verdaderamente importante y problemático dentro de la estética
actual viene en el momento mismo de CREAR UNA IMAGEN, no
en el hecho de imprimirla: impronta, espontaneidad y valentía en la
creación son premisas que el artista antepone a cualquier resultado
posterior de estampación, y estas premisas, sin medios directos capa-
ces de llevarlas a cabo, son imposibles de plantearse (l6).
La zieglerografia lo va a hacer posible frente a todas las demás
propuestas de color existentes en el grabado en talla, sin grandes con-
dicionamientos técnicos que esclavicen la realización de una determi-
nada idea.

procesos de grabado a color en talla a los ya existentes y que en nada se diferencian


o vienen a aportar a los tradicionales, en cuanto a planteamientos indirectos del
color.
(16) « ... Creo que puede afirmarse, en general, que el gran artista sólo ha utiliza-
do habitualmente procedimientos gráficos cuando eran relativamente directos, y
que el deseo de expresión es incompatible con los métodos indirectos, con la com-
plejidad técnica y con la rutina lineal que caracterizan la mayor parte de las técnicas
de interpretación». W.M. Ivins, 1975, op. cit. pp. 225.
29
28
2. EL BARNIZ BLANDO COMO
ANTECEDENTE DE
LA ZIEGLEROGRAFIA

N.o incumbe a este trabaj.o el desarr.ollar una larga y exhaustiva


exp.osición s.obre el dud.os.o nacimient.o de la técnica del barniz bland.o
y el emple.o que de ella se hiz.o en su m.oment.o, debido s.obre t.od.o
a que este capítul.o pretende ser el PUENTE DE UNION c.on el tema
que verdaderamente ab.orda esta tesis, EL EMPLEO DEL COLOR
A TRAVES DE LA ZIEGLEROGRAFIA.
Sin embarg.o, debid.o a que la técnica del barniz bland.o es la base
sustancial del pr.oces.o p.osteri.or elab.orad.o p.or Walter Ziegler, se hace
imprescindible situarla c.om.o antecedente básic.o y, p.or tant.o, ubicar-
la en la hist.oria a través de su breve rec.orrid.o a partir del sigl.o XVIII,
así com.o plantear las raz.ones fundamentales de su desarr.oll.o y de-
cadencia, en virtud de su función y aplicación a partir de su surgi-
mient.o.
P.or .otr.o lad.o, es imp.ortante también .observar, a través del análi-
sis de sus peculiaridades plásticas, dirigidas hacia un planteamient.o
m.on.ocrom.o y t.onal de la imagen, la manera c.om.o de un medi.o se
puede extraer su principi.o básic.o, LA BASE BLANDA, para pasar
a tener .otras peculiaridades plásticas t.otalmente diferentes, dand.o lu-
g;lr inclus.o a una nueva técnica, c.om.o es el cas.o de la ZIEGLERO-
GRAFIA.
P.or estas necesarias raz.ones se plantea este capítul.o, a m.od.o de
intr.oducción general de 1.0 que después se pasará a desarrollar de una
f.orma muy exhaustiva, n.o sól.o en su aspect.o técnic.o, sin.o s.obre t.od.o
en sus resultad.os plástic.os. P.or est.o además en este capítul.o n.o se
describen l.os pas.os técnic.os del proces.o del barniz bland.o, que c.om.o
desarr.oll.o puntual n.o nos interesa, debid.o a que s.ol.o se t.omarán del
pr.oces.o algun.os aspect.os técnic.os que se mantienen para la zieglero-
grafia, c.on la finalidad plástica de las respuestas del c.ol.or, y est.o, p.or
tanto, hace variar un proces.o que tradici.onalmente se ha venid.o enf.o-
cand.o para imágenes en blanc.o y negr.o .o m.on.ocr.omas.

31
2.1. Aparición histórica: su función y aplicación las variaciones tonales, factor éste, el papel, de gran importancia para
el barniz blando, como más adelante veremos.
En el capítulo anterior hemos visto a grandes rasgos la situación Pero no fue esto lo general: en principio se dejó de investigar en
en que se encontraba el grabado en talla durante las dos apariciones la técnica del barniz blando al poco de su surgimiento, quedando en
de Le Blond por un lado y Leprince por otro, con el método de es- un estado de resultados plásticos mediocres comparado con la lito-
tampación a cuatro colores y con la técnica del aguatinta y su pos- grafia, y ello puede explicar en gran parte el abandono de este medio,
terior aplicación al color, respectivamente. absorbido por otro, la litografia, capaz de conseguir unos resultados
En esta coyuntura de avances e inquietudes técnicas y plásticas realmente sorprendentes en su momento.
aparece, o mejor -como se ha dicho- reaparece, a mediados del si- Lo novedoso del descubrimiento litográfico, sus resultados plás-
glo XVIII, la TECNICA DEL BARNIZ BLANDO. ticos, de un parecido asombroso a los grafitos; la agradable sensación
No están muy claros los orígenes concretos de esta técnica: algu- de dibujar directamente sobre la piedra, en la cual se podía raspar
nos autores hablan del suizo DIETRICH MEYER El Viejo (1572- y volver a poner materia grasa una y otra vez, con la consiguiente
1658), Y se sabe que hacia 1640 apareció una impresión de GIOVAN- libertad que esto suponía para el artista; y además, las posibilidades
NI BATTISTA CASTIGLIONE; pero cuando realmente se difunde que más tarde ofrecería para el empleo del color, hicieron que este
como tal es en Francia, hacía mediados del siglo XVIII, probablemente nuevo medio fuera el centro de atención de los artistas a principios
por JEAN CHARLES FRANC;OIS. y finales del siglo XIX.
Se cree que el descubrimiento del barniz blando por Fran~ois fue Se cree que éstas son las razones fundamentales del escaso uso y
como consecuencia de su primera invención del grabado «a la manera desarrollo del barniz blando posteriormente a su aparición. Por otro
del lápiz»: el afán por llegar a reproducir en una estampa los efectos lado, además de la aparición de la Iitografia, se encuentra el hecho
del dibujo a lápiz y a tizas fue el objetivo más importante llevado a estudiado de que todo el grabado en metal en general decayó casi ab-
cabo por J.e. Fran~ois en su obra, yen general, por todos aquellos solutamente hacia mediados del siglo XIX: los numerosos descubri-
artistas que emplearon esta técnica. Las reproducciones de dibujos a mientos en técnicas de reproducción y multiplicación de imágenes al
través de la técnica del barniz blando eran, en su momento, extrema- finalizar el siglo XVIII y el gran interés por el color por parte del públi-
damente perfectas y totalmente convincentes. co y los artistas, desviaron su atención hacia nuevos medios, con el
, En I?glaterra tuvo mayor auge que en Francia, ya que allí no ha- consiguiente abandono del tradicional grabado en cobre (1).
bIa prolIferado tanto la manera del lápiz, anterior al barniz blando, Se advierte sin embargo que, ya en el siglo xx, y en particular a
como en este país, y algunos de los mejores ejemplos se encuentran partir de 1919, se vuelve al empleo de esta técnica, así como al graba-
en las obras de GAINSBOROUGH, ROWLANDSON, COTMAN do en talla en general, aunque ya no con iguales fines que en épocas
Y ~ILPIN; en particular las primeras pruebas fueron realizadas por
Gamsborough y John Crome hacia 1770.
Sin embargo esta técnica incipiente se cruzó a finales del XVIII
(1) Para una mayor situación histórica, consultar:
con un revolucionario descubrimiento: LA LITOGRAFIA. Este A.M. Hind, «Notes on the History of Soft Ground Etching and Aguatint»,
c?nstituía un medio capaz de reproducir el efecto de los dibujos a lá- Print-collectors Quaterly, 1921, pp. 377-97.
pIZ con mayor fidelidad y más riqueza de grises que el barniz blando. W.M. Ivins, «Imagen Impresa y Conocimiento. Análisis de la imagen prefoto-
Analizándolo desde nuestros días, se puede justificar en parte la gráfica». Barcelona, 1975, pp. 136-7.
C. Roger-Max, «La Gravure Original au XIX siecle», Paris, 1962, pp. 82-182.
atracción hacia la litografia a que el perfeccionamiento del barniz A. Gross, «Etching, Engraving and Intaglio Printing», Londres, 1970, pp. 78-80.
blando quedó en un punto de su descubrimiento aún escaso para la A. Beguin, «Dictionnaire Technique de L' Estampe», Bruselas, 1977, pp.l05.
consecución de la variadas gamas de grises que conseguía la litogra- M. Terrapon, «L'Eau Forte», Génova, 1974, pp. 92-94.
fia. Max LIEBERMAN, por ejemplo, hacía mediados del siglo XIX J. Buckland-Wright, «Etching and Engraving», New York, 1973, pp. 98-99.
F. Eichenberg, «The Art ofthe Print», New York 1976, pp. 215.
investigaría en las variaciones de grano del papel y sus respuestas e~ M.e. Salaman, «The Graphic Arts ofGreat Britain», Londres, 1917, pp. 55-56.
32 33
anteriores, es decir, el interés específico por la reproducción de dibu- 2.2. Peculiaridades plásticas del barniz blando
jos al lápiz, sino con otros muy distintos: la posibilidad intrínseca al
barniz blando de conseguir efectos texturales con una gran facilidad Con un proceso técnico básicamente sencillo, en donde intervie-
de manipulación (2). nen fundamentalmente las variaciones de presión, el espesor del bar-
Este nuevo enfoque del barniz blando encaja dentro de toda una nizado y la cualidad del papel, la técnica del barniz blando tradicional
nueva revolución plástica en aquellos años. Los nuevos conceptos responde a variadas exigencias plásticas, en función del uso que el ar-
plásticos aparecidos ya a finales del siglo XIX, tales como el plantea- tista haga de ella, pero es evidente que se presta más a aque~las pro-
miento colorista y ya no claroscurista de la imagen, así como el uso puestas en donde intervienen los valores tonales y las relaCiOnes de
arbitrario del color y la ruptura con los tradicionales esquemas de claro y oscuro como elementos plásticos es~nciales e,n l~ imagen.
composición, unidos al alejamiento de la idea de «verosimilitud» de Es sabido que existen muchos planteanuentos plastlcos, pero para
la imagen en favor de problemas puramente plásticos, desencadenan definir y concretar más claramente qué peculiaridades pl~sticas posee
una serie de búsquedas dirigidas a enriquecer, ampliar y descubrir el barniz blando frente a otras técnicas, comenzaremos dIferencIando
otras nuevas leyes y principios que se adapten y resuelvan las nuevas dos grandes campos, siempre bajo Un esquema de blanco y negro, ya
necesidades. que el aspecto del color será abordado más ampliamente y en toda
Es fácil comprender que, en este contexto, el planteamiento plás- su complejidad en el siguiente capítulo. .
tico del barniz blando se enfocara más por sus posibilidades textura- Para plantear imágenes en blanco y negro eXIsten fundamental-
les, más casuales, informales y mecánicas que las posibilidades de di- mente dos modos, tanto referidos a la línea como a la mancha:
bujo modular y tonal, menos inquietante, por ser más conocido, en uno a través de VALORACIONES TONALES, con gamas y modu-
sus resultados a esos artistas buscadores, ansiosos de nuevas formas laci~nes de grises variadas, y otro, a través de VALORACIONES
de expresión, y, en consecuencia, de nuevas técnicas.
Por lo mismo se comprende que, en el siglo anterior y en la segun-
da mitad del XVIII, este enfoque textural no tuviera cabida en la
plástica: eran años en que lo que se valoraba más era el dominio de líneas el principio general del levantado y en muchos casos se omiten las posibilida-
des texturales que este medio posee.
la mano, el dibujo, y particularmente -como se indicó en el capítulo Para una mayor información sobre la técnica del barniz blando proponemos
primero-, el grabado de reproducción a partir de obras de otros ar- los tratados siguientes:
tistas y con toda una sintaxis lineal establecida. En este enfoque, más J. Buckland-Wright, 1973, op. dt. pp. 99-102. .
naturalista por la misma razón, lo casual o lo mecánico, no controla- F. Brunner, «A handbook of Grapbic Reproduction Processes», BasIlea, 1962,
pp. 119-20.
do ni dirigido por la mano, no tenía cabida, bajo pena de un aisla- F. Melis-Marini, «El Aguafuerte», Barcelona, 1973, pp. 86-91.
miento y fracaso social del artista. S. W. Hayter, «New Ways of Gravure», Londres, 1966, pp. 68-75.
Este corto recorrido histórico hasta los inicios del siglo xx nos A. Griffiths, «Prints and Printmaking», Londres, 1980, pp. 98-100.
puede dar una idea de la situación en que se encontraba esta técnica, E.S. Lumsden, «The Art ofEtching», New York, 1962, pp. 113-118.
R. Leaf, «Intaglio Printmaking Techniques», New York, 1976, pp. 81-88.
de la que se puede añadir que incluso actualmente sigue siendo consi- J. Petrina, «Art Work», New York, 1970, pp. 46-49.
derada como un recurso auxiliar a otras técnicas vistas como más no- A. Krejca, «Les Techniques de la Gravure», París, 1983, pp. 108-110,130.
bles, no se sabe muy bien porqué, y, por tanto, más desarrolladas y F. Eischenber, 1976, op. cit. pp. 285-287.
perfeccionadas técnicamente que la propia del barniz blando (3). A. Beguin, 1977, op. dt. pp. 104-107,499-500..
R. Bonfils, «Iniciación al Grabado», Buenos AIres, 1945, pp. 50.
F. Esteve Botey, «Grabado» Madrid, 1914, pp. 187-193.
A.M. Hind, 1921, op. cit. pp. 377-397.
(2) Consultar nota 4 de este capítulo. W. Gemmel «The Techniques ofIntaglio» Print Collector, 1974, N. 7°, pp. 29.
(3) Esta idea la viene a corroborar el hecho de que, en numerosos tratados ge- W. Ziegler, «Die Manuellen Grapbischen Techniken», Tomo 1, Halle, 1912, pp.
nerales sobre técnica, ni siquiera incluyan al barniz blando en su des~ripción técni- 203-214.
ca. Cuando es incluída, los autores en su mayoría se limitan a explicar en cortas M. Terrapon, 1914, op. cit. pp. 92-94.

34 35
PLANAS, en donde la potencia caligráfica en sí se propone como sola plancha se querían conseguir tantas gamas de grises como eran
principal elemento o recurso de creación. No nos incumbe ahora la posibles en un dibujo original a lápiz. Y siguiendo su misma lógica,
combinación de ambas, sino sólo su diferenciación. en el barniz blando también se dibujaba sobre un papel y con lápices.
Toda técnica es tal y se diferencia de las restantes por sus caracte- Este modo particular de hacer, unido a la manera como el barniz se
rísticas plásticas concretas, que se prestan mejor para una determina- va adhiriendo a los granos del papel a medida que se presiona con
da forma de hacer y de plantear una imagen y sobre todo por el uso los útiles de dibujo, tiene como consecuencia una serie de peculiarida-
que el artista hace de ella, procurando sacar el máximo rendimiento des plásticas que lógicamente aportan a la imagen unos determinados
sin una complicación técnica excesiva. El proceso del barniz blando efectos gráficos. Vamos a ver cuáles son, en esencia, estas caracterÍs-
se incluye, pues, dentro del primer grupo, referido a las valoraciones ticas.
tonales, ya que se trata de un medio muy efectivo para crear imágenes
con una gran riqueza tonal y concretamente, a través de líneas y tra-
zos más o menos anchos. Esta característica plástica en el uso del bar- EL PUNTO
niz blando viene fundamentada por una peculiarídad técnica que dicho
proceso posee en virtud de los materiales que se utilizan: se trata de El elemento gráfico que mejor se ajusta para caracterizar el efecto vi-
una técnica basada en el punto positivo, es decir, punto negro sobre sual del barniz blando es el punto. Si observamos con un cuentahílos
fondo blanco. un trazo ya mordido por el ácido en esta técnica, se advertirá que éste
Anteriormente se dijo que el barniz blando surgió, en principio, se compone de una sucesión de puntitos, más o menos condensados
por un afán de imitar los dibujos al lápiz y a la tiza, en virtud de lo e irregulares, que producen un determinado valor tonal en el interior
cual se intentaba llevar el medio a sus máximas consecuencias; en una de la línea.
El punto negro sobre fondo blanco, o el punto grabado en talla,
es uno de los elementos gráficos que, por ser fundamental, aparece
G. Peterdi, «Printmaking», New York, 1959, pp. 114-118. bajo distintas técnicas: grabado cribado, pointillé, barniz blando,
L. Bianchi Barriviera, «L' Incisione e la Stampa Originale. Tecniche Antiche grabado a la sal, grabado a la lija, etc. Entre tan amplio repertorio
e Moderne», Vicenza, 1984, pp. 144-48. de técnicas, la alternativa que ofrece el barniz blando está bien dife-
N. L. Goldberg, «John Crome the Elder», Oxford, 1978, pp. 275-285. renciada del resto, y este hecho viene determinado por su peculiar
A. Edwin Bye, «Ploos Van Amstel», The Print Collector's Quaterly, 1962, pp.
305-321. modo de hacer. En el barniz blando estos puntos son consecuencia,
A.M. Pierrot, «L' Art de la Gravure», Paris 1984, pp. 125-127. en primer lugar, del GRANO DEL PAPEL, que, unido a la presión
G. Cabo de la Sierra, «Grabados, Litografias y Serigrafias», Madrid 1981, pp. ejercida al dibujar, levanta la base blanda, traduciéndose, pues, en
187-188. puntos. En este sencillo principio se basa esta técnica, que sólo es
J. Pla, «Técnicas del Grabado Calcográfico», Barcelona 1956, pp. 91-95.
W.c. Maxwell, «Printmaking. A Beginning Handbook», Lybrary of Congress, comparable en sus resultados a los dibujos sobre piedra litográfica,
USA 1977, pp. 34-41. ya que, aunque en éstos no se produce un levantado sino un depósito
T. Miciano Becerra, «Técnica e Historia del Grabado Original», Madrid 1974, de grasa, producen visualmente similar efecto.
pp. 48. Los índices de dispersión y concentración de los puntos, así como
B.F. Morrow, «The Art of Aguatint», New York, 1935, pp. 44-53.
D. Saff y D. Sacilotto, «History and Process Printmakíng», New York 1978, su regularidad, también depende del grano del papel, que éste sea más
pp. 140-41. o menos regular y fino, unido a la presión y la dureza de los útiles
A. Bosse, «Traité des Manieres de Graver», París 1745, pp. 41-44. de dibujo.
f. Short, «On the making ofEtchíngs», Londres 1888, pp. 25-26. «Etchíngs and En base al punto pues se realiza toda la compleja estructura tonal
Engravings», Londres 1912, pp. 15-16.
S. W. Hayter, «About Prints», Londres 1962, pp. 32-34. que deseemos en una imagen. Desde las líneas más finas, a los trazos
W. Chamberlaín, «Etching and Engraving», Londres 1972, pp. 52-56. y masas más potentes, albergan en su estructura interior una serie de
L. Lalanne, «The Techníque ofEtching», New York 1981, pp. 52-53. puntos que las conforman y valoran.

36 37
A su vez, los contornos, tanto de linea como de masas o trazos plásticamente tan atractiva, que hace que el barniz blando se difere~­
más anchos, pueden pasar de una gran nitidez a una degradación pro- cie sensiblemente de estos otros medios, ambos de una mayor plalll-
gresiva, en virtud de la disposición de los puntos, que se alteran con tud matérica debido a sus exigencias técnicas.
las diferencias de presión al dibujar, concentrándose o dispersándose En definitiva, el punto en sí aporta una serie de importantes ca-
según hagamos mayor o menor presión. racterísticas: por su variedad en concentración, regularidad y grosor
En todas las técnicas denominadas como «tonales» en el grabado se hace posible lo que hemos denominado «autovaloración tonal»;
en talla, como puedan ser el agua tinta, la manera negra, la ruleta, en- consecuencia de ello y de la ausencia de reservas posteriores, se hace
tre otras, el punto está presente inevitablemente como SISTEMA DE posible la transición suave de tonos incluso en un mismo trazo y por
VALORACION. Sin embargo hay que distinguir en sus resultados pertenecer a las técnicas de punto mordido en el grabado ~n.talla, la
el PUNTO MORDIDO, o punto negro sobre fondo blanco, del imagen, sucesión de puntos, se enriquece con la car~a matenca o re-
PUNTO EN RELIEVE, o punto blanco sobre fondo negro. El barniz lieves de tinta que recoge e! pape!, aportando a la lmagen ese valor
blando, que pertenece al primer grupo, podemos decir que se «auto- táctil tan atractivo que posee el grabado en talla.
valora», es decir, que no necesita, en principio, de posteriores RE-
SERVAS durante los mordidos, ni de bruñidos y retoques posteriores
para crear los tonos. Esto produce en la imagen un efecto de gran LA LINEA/TRAZO TONAL
unidad gráfica y concretamente, en los trazos y las masas valoradas,
se aprecia una gran suavidad en las transiciones de tonos, en donde La línea tonal viene a ser, después del punto, e! segundo cará~ter
los puntos se van progresivamente aclarando u oscureciendo según gráfico peculiar del barniz blando. También esta téc~ca se ha ven~do
hayamos presionado durante el dibujado. El mordiente después res- utilizando en imágenes con un enfoque puramente hneal, por declrlo
peta esas distintas condensaciones de los puntos, horadando y ensan- de algún modo, en donde lo más importante es el serpenteo de la I~nea
chando a la vez todos los puntos de la imagen. Por tanto, no es nece- en la superficie y ya no, como anteriormente, un enfoque claroscunsta,
sario hacer reservas a pincel o de otro tipo, con riesgo de producir basado en la luz y las sombras. Esta línea posee un carácter tonal, eso
contornos y transiciones recortadas. Tal es el caso del segundo grupo, sí en sus variaciones de presión, de anchura y de intensidad, caracterís-
el punto o grano en relieve, cuyo principal exponente es el agua tinta. ti::as que en el barniz blando se consiguen con una gran riqueza. .
AqUÍ, por tratarse de una técnica donde se depositan granos (puntos) Debido, en gran parte, a los útiles que son empleados para dl?u-
de una forma regular, tanto en su disposición sobre la plancha como jar, normalmente lápices, es, pues, la línea tonal otro elemento grafi-
en su grosor, necesita de las reservas para poder valorar tonos en una co característico del barniz blando. El rendimiento del carácter pura-
imagen. Estas reservas de tono afectan a toda la superficie rehundida mente caligráfico en muy grande en esta técnica y es también --si ~e
de la plancha, produciéndose un «escalón» en la misma superficie. quiere-- el modo más sencillo, técnicamente, de acceder al barlllz
Ello hace que la relación entre dos tonos de reserva sea por naturale- blando.
za duro y recortado, y se deba tener riguroso cuidado en la diferencia El recorrido prolongado o interrumpido del lápiz, en su mayor o
de tiempos de mordido para disimular estas transiciones. menor intensidad de presión sobre el barniz, y con unos diversos g~a­
Por otro lado, comparativamente con la Iitografia o con el dibujo dos de dureza, hace que se puedan lograr, unidos a la carga expreSiva
a lápiz, dos medios de creación aparentemente similares en resultados del artista, unas imágenes de gran sencillez y riqueza a la vez.
al barniz blando, se advierte que en las imágenes grabadas al barniz La línea en sí es modulada con diferentes grados tonales desde
blando los puntos, al ser puntos mordidos, RETIENEN TINTA en que comienza su recorrido hasta que termina, en .co~traposición, por
su interior, que luego en la estampa se traducen en relieves de tinta, ejemplo, a una línea trazada al aguafuerte, al bunl e mcluso a l~ pun-
de mayor o menor carga según e! Índice de mordido, pero siempre ta seca a pesar de que es esta última más susceptible de produclr mo-
con una mayor potencia matérica que un dibujo o una litografia. Esta dulaci~nes tonales, aunque de carácter gráfico muy diferente al bar-
característica, sobre todo en las masas compactas de puntos, resulta niz blando.

38 39
Los contornos de estas líneas, si es que en el concepto de línea nan usando esta interesante posibilidad plástica del barniz blando de
IIIti se puede hablar de contorno o está ya implícito en ella, como deci- un modo mécanico y con fines más decorativos que realmente expre-
mos, los contornos participan de estas modulaciones tonales, pudien- sivos o con una verdadera unidad gráfica en la imagen.
llr
:11 do ser nítidos y claros, o evanescentes y dulces, dependiendo --como A través de este medio se puede realizar una imagen sin necesidad
1\1 ya se dijo- de la dureza de los útiles, la presión ejercida y el grano de la mano directa del artista sobre la plancha; y se sabe, comparati-
JI! del papel. Hablamos de los contornos, o si se prefiere, de los «lados» vamente con el collage, por ejemplo, lo dificil que resulta conseg~ir
'Ii una imagen en donde todos los elementos que la compongan esten
Ili de las líneas, ya que suelen reflejar características concretas: recorde-
1" mos las barbas que a los lados (contornos) de la línea provoca la pun- ahí con un sentido a la vez propio y en función de los demás, y no
¡Ii ya de un modo casual o arbitrario.
ta seca; o la limpieza y nitidez de Una línea a buril; o la leve rugosidad
ir
de los contornos o lados de una línea grabada al aguafuerte, etcétera. Muchos artistas han sabido ver estos condicionantes plásticos, y
i'I
En el barniz blando también se procuce esta diferenciación a través se ha usado de una forma combinada, es decir, impresiones de deter-
"····.1'····
j'
d del contorno, que --como decimos- participa de las modulaciones minadas texturas sobre barniz blando en combinación con otras téc-
:¡ nicas, como aguafuerte, agua tinta o el propio barniz blando al tra-
tonales de trazado.
II El efecto de dibujos al trazo con carácter tonal es, pues, otra pecu- zo(4).
\1 liaridad plástica del barniz blando, que le es afin por naturaleza, con En nuestra opinión esta posibilidad de efectos texturales del bar-
1,
unos efectos determinados que le diferencian del resto de técnicas de niz blando viene a ser, pues, un RECURSO para un determinado
1I momento en la imagen y con unas exigencias plásticas muy concretas,
1:
trazo en el grabado en talla.
'1' y no un fin propio de esta técnica, como se lo ha venido considerando
1j':.
entre muchos artistas. El registro tan grande y preciso de detalles que
1:1 POSIBILIDADES TEXTURALES se producen cuando se presiona un elemento cualquiera sobre el bar-
1 I niz, tiene un poder gráfico tan fuerte, que es preciso estudiar pos-
lIi Como ya hemos explicado, el principio técnico del barniz blando
consiste en que sobre una base blanda, aplicada en la superficie de
teriormente en la imagen qué interesa resaltar, esconder o matizar en
función de un determinado resultado.
II una plancha, se presiona un papel con un útil determinado que descu- Como hemos dicho, este es un sistema fácil para conseguir textu-
1I bre el metal para luego ser atacado por el mordiente. ras grabadas, y, por lo mismo, a posteriori resulta más dificil saber
Los términos «base blanda» y «presión ejercida» son básicos, ya integrarlas en un contexto y con una función plástica sin que se apre-
1I que de ahí se deduce que todo aquello que se presione sobre el barniz cien como simples reportes de objetos, sobresaliendo de todo lo de-
I,1
1
(base blanda) quedará registrado posteriormente en la estampa im- más.
" presa con una absoluta fidelidad. La mano del artista posee un pulso determinado, unas variaciones
í
Esta posibilidad intrínseca de poder registrar gran variedad de y oscilaciones concretas que se advierten en sus imágenes con mayor
li texturas, ha sido quizá la más explotada por artistas y aficionados o menor grado y esta característica choca bruscamente con un medio
al grabado en particular, debido sobre todo a lo sencillo del proceso que «reproduce» literalmente una determinada textura o forma, con
y a su rapidez en conseguir los resultados. Es también, a nuestro jui- una perfección y regularidad tan evidentes, que siempre tiende a so-
I cio, la posibilidad de la que más se ha abusado, en donde el juego bresalir.
I con texturas y adornos gráficos ha servido más a fines efectistas y de-
corativos en la imagen que a un aprovechamiento plástico propio del
medio. Los resultados casuales y sorpresivos en una imagen pueden,
en determinados casos, ser la mayor motivación para un artista, y (4) Algunos de estos artistas más representativos: Marc Chagall, Mary Cassatt,
esto es positivo y ventajoso, pero esa parte de artistas que sólo buscan Sue Fuller, André Masson, S.W. Hayter, Ed Smith, James GiIlray o J. Buckland-
los resultados rápidos en una imagen detrás de otra, siempre termi- Wright, entre otros.

40 41
Por tanto, como en to~a técnica, es el uso que el artista hace de
este recurso lo que lo conVIerte en un medio válido o no en una ima- 3. LA ZIEGLEROGRAFIA:
gen y, a pesar de la tendencia a abusar de las posibilidades texturales un proceso innovador de grabado a color en talla.
de~ b!lrnlz blando" es!e recurso está ahí, dentro de las características
plasttcas de ~sta tecruca y con unas posibilidades muy amplias en el
campo creatIvo del grabado.

3.1. Aparición histórica, concepto general y aplicación al grabado en


talla.

Es Walter Ziegler quien en 1917, en su libro «Die Manuellen


Graphischen Techniken» (1), da a conocer su nuevo método. Básica-
mente su invento consiste en la selección de colores parciales de un
dibujo multicolor, efectuado en selección simultánea por el mismo tra-
bajo de dibujar sobre el papel, cambiando para cada color la placa co-
locada debajo.
El principio de este proceso está basado en el depósito de grasa
de una superficie a otra a través de presión y dependiendo del modo
como la grasa se despegue o adhiera de una superficie a otra, se apli-
cará en un determinado sistema de impresión, ya sea planográfico o
calcográfico.
A las técnicas afines a este principio Ziegler las denominó.«técni-
cas de calco», o lo que es lo mismo, «técnicas de reporte» -reporte
de materia grasa de una superficie a otra. Todas estas técnicas tienen
en común lo siguiente, según texto original:
«Pigmento en forma de lápices de dibujo va guiado con cierta pre-
sión sobre una superficie de dibujo, con el fin de que el lápiz destiña.
Si la superficie sobre la que el dibujo al pastel está hecho es delgada,
'es suficiennte hacer poca presión para dejar un dibujo similar en una
superficie puesta debajo, suponiendo que entre superficie de dibujo y su-
perficie puesta debajo ha sido metida una capa intermedia, que tiene
como medio de calco la cualidad de dar masa grasa a la superficie» (2).

(1) Bajo este título general W. Ziegler publicó dos tomos: «Die Techniken des
Tiefdruckes», Tomo 1, en 1912 y «Die Manuelle Farbengraphik», Tomo Il, en
1917. En este segundo tomo, pp. 57-68, es donde se localiza el apartado «Zieglero-
graphie».
(2) v. pp. 58 del apartado «Zieglerographie», op .. cit.
42 43
En esta descripción general de las técnicas Ziegler se está refirien- tendrá que entintar cada piedra con el color correspondi~nt~ allápi.z
do concretamente a la litografia en piedra, sobre la que hay que re- utilizado, resultando en la impresión final una estampa surular al dI-
portar materia grasa para así conseguir una imagen similar al dibujo. bujo original a colores.
En este sencillo principio de calcos simultáneos de color se basa
Esto e~ así porque Ziegler, en un principio, dedujo su método a partir
de la htografia, en la que ya A. Senefelder había hecho pruebas ante- el método de Ziegler, que, como se puede ver, partió básicame~te de
riores que Ziegler conocía. Así, existía un proceso que el autor descri- la litografia. Sin embargo, este principio también se podía aphcar al
be en su libro, llamado «proceso SenefeldeD>, que viene a ser el punto huecograbado. La técnica idónea para ello resultó ser EL BARNIZ
de pa!tida de las posteriores deducciones de Ziegler para su empleo BLANDO.
Hasta entonces, y por lo que expresa Ziegler en su libro, en el gra-
a vanos colores (Senefelder ideó un sistema sólo para blanco y ne-
bado en talla o huecograbado se manejaba el color de forma muy tra-
gro). Este proceso es el siguiente, según texto original:
«Se toma papel de escribir que sea delgado pero sólido. Se mete de-
bajosa, con una plancha por lo gen~ral y entintan.do posteriormente
bajo de éste un papel de calcar lo más delgado posible, que ha sido ante- a la poupée. Los artistas que trabajaban con vanas pl~nchas y con
riormente preparado con una masa de grasa apropiada y se colocan am-
sobreimpresión eran una minoría, lo que no era de extranar pensando
bas cosas encima de una piedra litográfica. bien alisada y preparada. en lo complejo que resultaba la separac!ón de .ca?a color para cada
Cuando se dibuja entonces con el lápiz sobre el papel, el papel de calcar plancha, y sobre todo si se piensa en el tipo de lmagenes tan elabora-
se va a apretar contra la piedra por donde ha pasado el lápiz: la piedra das que por entonces se concebían. .,
entonces toma la masa de grasa del papel de calcar y está lista para Ziegler, por tanto, con este método de producclO~ de placas par-
la imprenta, después de un tratamiento apropiado (3). ciales de color en huecograbado Y a traves del barruz blan~o, hace
A partir de esto, Ziegler deduce que si se hubiera ejecutado el di- posible que algo tan complejo como era, Y es, el plante~rmento d~1
bujo c~m cualquier lápiz de color en vez de uno negro, habría resulta- color en huecograbado, se convierta en un sencillo y manejable medIo
do lógIcamente un «calco imprimible a color» (como él denomina a de creación.
la piedra ya reportada con grasa) al igual que un lápiz. Para Zieglef además los resultados de una estampa a col<~r hecha
. . ~iguiendo con la misma idea, si ahora el dibujo a lápiz negro en huecograbado era inimitable en calidad, sobre t~do ~ebIdo a la
IrucIaI se coloca sobre una segunda piedra limpia, se mete un nuevo riqueza de tonos en cada color que se pueden consegUIr, aSI como me-
papel de calcar y se continúa el dibujo con un lápiz de otro color, ob- diante las mezclas en combinación de unos colores con otros en la
tenemos en la superficie del dibujo la combinación de ambos tonos sobreimpresión (4). . '
el de~ lápi~ y el de color, mientras que, en la segunda piedra, sólo s~ Este proceso aplicado al huecograbado ZIegler lo denomma
habra regIstrado el segundo color como calco imprimible. La misma «PROCESO DE CALCO SOBRE BASE BLANDA». La diferencia
operación se puede repetir con un tercero o más colores sobre una con el mismo proceso aplicado a la Jitografia radica en el modo como
tercera o más piedras. De este modo obtendremos tantos «calcos im- se reporta la materia grasa. Hemos vist~ que. e~ Jitogrll:fia es la grasa
primibles» o piedras como lápices de color empleados. la que se deposita en la matriz (o calco ImpnmIble), rmentr~s que en
Con este proceso, por tanto, el artista elabora su imagen con colo- el barniz blando la grasa (el barniz) se desprende de la matIZ y se re-
r~~ reales y ~o~trolándolo~ ;n todo m?mento en cuanto a su disposi- porta sobre el papel calco, dejando el metal al descubi~~o. A ~xcep­
ClOn en el dIbUJO, a excepClOn del matJz exacto y la proporción de los ción de esta inversión del principio, motivada por el dIstmto SIstema
colores de mez~la, que más tarde, en la sobreimpresión, ajustará; a de impresión en talla, el modo de dibujado y cambio. de pl~~chas
la vez que conSIgue todos los calcos parciales de color sobre la piedra de color es el mismo, al igual que el proceso de sobreImpresIon de
de una forma simultánea al dibujado sobre el papel. Después sólo se colores.

(3) v. pp. 59 del apartado «Zieglerographie», op. cit. (4) v. pp. 64 del apartado «Zieglerographie», op. cit.

45
44
. R~~riéndonos a la sobreimpresión, Ziegler funcionaba con el controlables y repetibles en la estampa final, que son razones de sufi-
pnnclpIO de la cuatricromía pura, en cuanto que habla de cuatro pla- ciente motivación para que el artista se incline por un medio tan di-
cas, una para el negro, que contiene las directrices del dibujo y las recto.
tres restantes con los tres colores primarios: amarillo, rojo y ~l. Ha- El hecho de que se pueda trabajar a color en grabado en talla con
bla ~e .contornos y de so~bras, por lo que se deduce un planteamien- esa gran manejabilidad y.con unos resultados --en nuestra opinión-
to baslcamente cIaroscunsta del color en las imágenes. Respecto a excelentes, es un gran paso que no se debe dejar olvidado en la his-
es!o, habla~emos posteriormente de los usos del color y de la econo- toria. Y no sólo esto, sino que además la zieglerografia se puede apli-
mla en el n~ero de planchas en función de la colocación de los colo- car, en principio. a cualquier categoría de impresión: hemos hablado
res en las nusmas. de la litografia, pues fue su punto de partida, pero están también la
Como se ha podido ver, la ZIEGLEROGRAFIA, así bautizada xilografia y la serigrafia, en donde se puede aplicar este mismo princi-
por su a~tor, esta basada en un principio general básico que fue adap- pio, adaptándolo al determinado modo de impresión. No nos atañe
tado a dIferentes categorías de impresión, como el huecograbado y esto, pero sí hay que señalarlo debido a lo importante de este princi-
el grabado en plano (litografia). pio del reporte de grasa para el color, tan dejado de lado por desco-
En el campo específico que nos interesa, el grabado a color en ta- nocido entre grabadores que se mueven en el campo del color.
Ha, podemo~ afirmar .que no existe ningún otro método con la finali-
?ad persegwda por Zlegler, de tal manera que un artista pueda traba-
Jar a colo~ con toda la complejidad que se quiera exigir, sin necesidad 3.2. Análisis comparativo entre el proceso de CREACION DE IMA-
de posteno~e~, costosas y lent~s se~a~a~iones de color, que lógica- GEN en la zieglerografia y las técnicas de grabado a color en ta-
mente .condlcIOnan el planteamIento mIclal de la imagen y repercuten lla.
postenormente en la estampa .
. <;on este proceso el artista hace dos cosas: por un lado, un dibujo Hemos visto en la breve descripción general del proceso, que el
of!-gmal a color sobre el papel y simultáneamente, un grabado multi- aspecto realmente innovador de la zieglerografia se fundamenta en
plIcable a color. Además el artist~ puede variar, corregir, enriquecer LA MANERA PECULIAR DE CREAR LA IMAGEN sobre las
o anul~r eleme?tos o col?r en su Imagen que en el dibujo original no planchas. Esta manera es totalmente directa, en el sentido de que el
l~ ,hubIeran satIsfecho, bIen sobre las matrices o durante la estampa- artista controla visualmente en todo momento el desafrrollo total, y
clon. en particular cromático, de la imagen.
Los artistas que han trabajado y trabajan a color como analizare- ¿Por qué un hecho así es tan extraordinario en el grabado en talla,
mos en el ap~rtado siguiente, por lo general, prim~ro realizan unos comparativamente con otros procesos?
bocet~s prevIOS de color, luego viene la separación de colores y su Tradicionalmente se habla de técnicas o recursos de grabado a co-
postenor reporte a las planchas. Una vez allí, el artista re-crea y re- lor. Actualmente se sigue diciendo que los artistas «graban a colOr».
h~ce l,?s colores a través de disti~~os medios, según la técnica elegida, Pero ¿cómo se ha producido hasta ahora este proceso de grabar a
«~m~gmando» la estampa defimtIva, ya que no utiliza colores reales color?
m dIrectos. El p~oceso de elaboración de imagen se vuelve, pues, cos- En el primer capítulo se han tratado los primeros procedimientos
toso Y. lento: pn~~ro con. la elaboración de los bocetos a color y su a color que se desarrollaron desde el siglo XVII: los métodos de Seghers,
postenor separacIO~ por tIntas o tonos, y después con el traspaso del de Bartolozzi, de Leblond, de Bonnet, por un lado. El nacimiento del
boceto a las respectIvas planchas, en donde vuelve a dibujar de nue- aguatinta con Leprince en combinación con el método de Leblond, por
vo. otro.
Por ~t~o lado, en la zieglerografia se trabaja con gamas y contras- En el primer grupo enumerado se continuaba elaborando la ima-
tes cromatIcos, con entonaciones concretas, y sobre todo con una sol- gen como tal a través de las técnicas tradicionalmente establecidas:
tura durante el planteamiento de la imagen sobre las planchas, tan pointillé, manera negra, barniz blando, aguafuerte o buril. Es decir,
46 47
técnicas concebidas y realizadas como para imágenes en blanco y ne- creación inicial de imagen. Aunque básicamente se emplea para una
gro, que más tarde, por el proceso de impresión, daban lugar al naci- sola matriz, también se pueden usar dos o más. Pero. veamos aquí
miento real del color, que debía responder a la idea del boceto previo. también qué inconvenientes creativos tiene para el artIsta a la hora
EL METODO DE SEGHERS para empezar, respondía más al de realizar su imagen a color.
concepto de estampa coloreada que a un grabado a color como tal. El entintado a la poupée partiendo de una sola plancha, conlleva
Se podía entender como un monotipo o imagen única cada vez, por unos condicionantes inevitables: que los colores sólo pueden yuxta-
la intervención directa de la mano del artista sobre la impresión. ponerse, a lo más fundirse entre si, sin asegurar ade~~s una coloca-
Actualmente son muchos los artistas que utilizan este modo de ción exacta del color cada vez que se entinta. Esto 10gIcamente va a
hacer sobre impresiones previas, por la rapidez y variaciones plásticas determinar al artista enormemente al plantearse la imagen, concreta-
que implica este procedimiento de retocar o colorear las estampas. In- mente el primer aspecto de la yuxtaposición del color.
cluso se utiliza aún más el monotipo en su sentido puro, pintando con En primer lugar, lo condiciona desde el planteamiento mismo del
colores sobre una plancha y estampando después sobre un papel. color. Es sabido que colores complementarios o alejados entre sí e!l
«Pintura impresa» sería el término idóneo para este proceso, y ya no el círculo cromático se ensucian al juntarse. Ya de entrada se tratara,
grabado a color como tal, pues queda excluida la posibilidad de mul- por tanto, de evitar yuxtaposiciones de este tipo en la i~a~en, pues
tiplicación y por supuesto su aspecto gráfico final es bien distinto al evidentemente el limpiado posterior de estos colores aSI dIspuestos
de una impresión en talla a color, en donde la carga matérica de tinta será muy dificil si no se quiere que se toquen. Por otro lado, dos colo-
y las posibilidades de superposición del color son realmente destaca- res contrarios, yuxtapuestos y sin un gris medio que lo~ al~vie, I?rodu-
bles y peculiares en el grabado en talla. cirán una sensación chocante y recortada que parcelara aun mas am-
Es comprensible, por otro lado, esta inclinación del artista hacia bas masas.
el monotipo, ya que le permite el seguimiento directo de su imagen Lógicamente los fundidos con tarlatana sólo serán posibles en ga-
a colores sobre el metal u otro soporte, pero estamos seguros de que mas de color, entre colores yuxtapuestos también en el CÍrculo cromá-
si al artista se le ofreciera la posibilidad técnica de poder dejar graba- tico: un verde y un amarillo se. podrán fundir; un azul y un violeta,
do aquello que acaba de pintar, aceptaria con mucha mayor compla- etcétera. Este constituye otro condicionante más a tener en cuenta al
cencia que lo que el simple monotipo le ofrece. plantear el boceto o idea previa. .,..
Esta posibilidad ya es posible para imágenes en blanco y negro ¿Qué acaba haciendo el artista cuyo planteamIento plasttco le eXI-
o para uno o dos colores más sobre una misma matriz. Para conse- ge colocar los colores cercanos entre sí o yuxtapuestos? Que al final
guirlo ya se hizo en su momento una tesis (5), pero todavía no ha sido termina reduciendo sus colores o trabajando en gama de color, que
estudiada la posibilidad para la sobreimpresión a color y que a la vez resulta más fácil, para, por un lado plantear el boceto sin tanta condi-
se controle visualmente la acción de todos los colores a la vez en la ción, y, por otro, poder más tarde estampar cómodamente sin excesi-
sucesivas planchas, mientras se va creando la imagen. vos cuidados, fundiendo incluso si fuera necesario.
Siguiendo con nuestro recorrido técnico tenemos el método de Por este lado, la imagen ya le ha sido condicionada al artista en
ENTINTADO A LA POUPEE, ideado por Bartolozzi como ya se cuanto al color, pero el sistema de la poupée también va a condicio-
indicó en el capítulo primero. Como su nombre indica, se trata de un nar la propia realización de la imagen en cuanto a la distribución de
«entintado», o sea, de un proceso puramente de estampación y no de masas en la superficie.
En efecto, la poupée responde a la idea general de «una masa o
un trazo para cada color» para entendernos, lo que exige sintetizar
(5) Tesis titulada «Aportaciones a las técnicas tradicionales de levantado en el enormemente: no se debe complicar excesivamente el dibujo si luego
grabado en talla», por D. José Fuentes Esteve, profesor titular de Técnicas Gráficas
en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca. Fue leída en Madrid, Facultad de durante la estampación no nos queremos pasar varias horas desci-
Bellas Artes, Universidad Complutense, en el año 1986. Ejemplar depositado en frando superficies de color, o convertir el trabajo del estampador en
la Biblioteca de esta Facultad. verdadero creador del color de la imagen.
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Si se ha elegido el agua tinta o el azúcar para hacer la imagen, de- y que sobre cada una de ellas podrán ir uno o más colores, qu~ ll1:e~o
berán ser pinceladas sueltas que vayan construyendo la imagen con sobreimpresos darán la integración cromática deseada. El pnnclplO
sencillez. Si se trata de aguafuerte, barniz blando o manera negra, los de este método es pues: «desintegrar para integrar».
trazos o masas estarán bien definidos y claros, para luego no compli- Primero el artista hizo un gran esfuerzo de creación al hacer su
carnos al entintar. Y así sucesivamente. boceto sob;e el papel, integrando masas y colores en una armonía y
Por otro lado, tanto con las primeras técnicas como con las segun- un equilibrio concretos. Entonces, ante algo. así de ~otal, se provee
das, en ningún momento observamos sobre el barniz color alguno de calcos y se dispone a volver a pensar. Pnmero tIene que pensar
mientras creamos la imagen, sino sólo efectos gráficos, y, por tanto, en cómo desintegrar aquello del modo más sencillo, si es que lo en-
se necesita estar atentos al boceto continuamente, o bien haber hecho cuentra posible de entrada, y luego confirmarse también que será ca-
un calco muy completo del mismo si ello era posible. paz de re-crear aquello con la misma soltura o minuciosidad como
Resumiendo, todo un rosario de condicionamientos durante el aparece ante sus ojos la obra acabada. Porque eso sí,. la obr~ h~ ,de
proceso de creación de la imagen dificiles de superar para el artista, estar bien acabada, pues sobre una plancha no cabe la ImprovlsaclOn,
por lo general una persona bastante inquieta e intuitiva, y, por otro ya que entonces no se controlaría tanto su efecto final con las restan-
lado, sin garantías claras de un buen resultado final. tes planchas sobreimpresas.
A pesar de todo esto, la poupée es un método comúnmente usado Después tiene que pensar, lápiz en mano, de cuántos colores se
y quizá muy idóneo para algún tipo de planteamiento, aunque los compone su obra, y de si puede ahorrar planchas y ~ás trabajo san-
menos, pues al final suele ser el estampador el que se encarga de sacar cando terceros tonos con mezclas ópticas de dos antenores. Suponga-
adelante la imagen con un gran trabajo de taller que no se sabe si mos qu~ ya lo ha deducido matemáticamente casi, que lo tiene todo
siempre compensa por tiempo, dinero y resultados finales, pero fun- claro y ya puede empezar a hacer los calcos para cada soporte.. . ,
damentalmente por el esfuerzo y la inseguridad inicial del artista al Un planteamiento geométrico no tendrá mucha comphcaclOn
crear su imagen. para ser calcado, pero ¿y otro de efecto gráfico más pictórico? Da
Continuando con el tercer método estudiado en el capítulo prime- igual, ya que el artista deberá calcar los bordes de cada color, la zona
ro nos encontramos con el sistema de impresión a varias planchas o que ocupa, ya esté bien definida o no tanto, y así color a color hasta
SOBREIMPRESION. Cuando Leblond ideó que el empleo de varios tenninar el esquema.
soportes para cada color permitiria un mayor rendimiento del mismo, Acabada esta costosa y calculada operación, el artista ahora lleva
acertó de plano, y de hecho hoy en día esta es la alternativa más co- cada calco sobre la plancha correspondiente, y allí, dependiend? de
mún entre grabadores. No vamos a hablar aquí de la cuatricromia qué método y qué técnica vaya a emplear, reportar cada parte de lma-
preconizada por Leblond y que él mismo intentó practicar, sino ha- gen-color. ..
blemos tan sólo de emplear varios soportes con distintos colores para Estos métodos de reporte también son otro condlclOnante a tener
realizar una imagen previa rica en color y de los inconvenientes que en cuenta, ya que si se va a trabajar con la técnica del azúcar o del
esto ha traído y trae a los artistas a la hora de realizar la imagen sobre aguatinta, no se puede engrasar la superficie del metal con un calco
las planchas, barnizadas o no. graso. En fin, esto también se llega ~ resolver y penselIl:0s que ya se
Se puede ver que, como en el caso anterior, este método está en tienen las planchas con las partes de Imagen correspondIentes ya cal-
función de la estampación, y que en lo que se refiere al acto de hacer cadas. "
la imagen, se continúa del mismo modo de siempre, sólo que con al- Ahora es cuando viene la operación de crear la imagen sobre ~l
gunos requisitos e inconvenientes añadidos por el número de soportes metal o el barniz y aquí los condicionantes técnicos y el peso PSI-
que se necesitan. cológico para el artista es aún mayor, veremos I?orqué: cada trazo
La situación para el artista se reproduce así: éste tiene, por ejem- o zona de imagen, que en el boceto correspondta a un color con:
plo, un boceto a acuarela u óleo que quiere que se le reproduzca sobre creto, se convierte sobre la plancha en zona monocro.ma, ya q.ue SI
unas matrices. Para ello sabe que tiene que utilizar varias planchas se trabaja con azúcar, las pinceladas serán negras; SI es barmz de

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reserva, serán marrones, y si se traza al aguafuerte aparecerá tan Si en el método de la poupée hemos visto que se requería una serie
sólo el color del metal. de consideraciones en la creación de la imagen, en el método de Hay-
De este modo el esfuerzo de traducción a que el artista se ve some- ter, mucho más complejo técnicamente, estas consideraciones son
tido le impide la gran mayoría de las veces realizar un trabajo con muchas más.
el grado de espontaneidad y control suficiente como para que goce Comenzaremos por describir básicamente el proceso más usado
con él, y así el acto de crear, o re-crear, la imagen sobre la plancha de impresión a tres niveles, aunque también está el de impresión a dos
se convierte en algo tenso y costoso psicológicamente también. niveles solamente.
Hoy en día esta circunstancia es aún más acusada, ya que el arte Una plancha se prepara de tal modo que se producen dos niveles
se decanta cada vez más por un planteamiento espontáneo y fresco. de talla más el relieve. La imagen la compondrán, por tanto, la rela-
En los siglos XVIII y XIX este esfuerzo a que el grabador se sometía ción cromática entre esos tres niveles.
al crear sobre sus planchas estaba a la vez inmerso en toda una diná- Se comienza por entintar en talla el nivel más profundo y limpiar
mica de trabajo lento y minucioso éstab1ecido y asumido por la estéti- convencionalmente. Entonces se da el color al nivel superior con un
ca de la época, yel grabador era capaz de aceptar dócilmente su sumi- rodillo duro y la tinta muy fluída. Después, con un rodillo blando
sión a una sintaxis de trabajo establecida si en los resultados finales y la tinta de viscosidad media, se aplica el color de una sola pasada
la obra alcanzaba su cometido una vez impresa. Digamos que el fin por el nivel intermedio, quedando la tinta dispuesta en dicho nivel.
justificaba los medios, aunque éstos fueran costosos y dificiles de rea- Este esquema de depósito de color es siempre igual, siendo por
lizar, como en el caso del grabado a color con varias planchas. tanto posibles sólo tres colores en una plancha. Por otro lado, la espe-
Hoy en día el artista se plantea sin embargo hasta qué punto com- cial distribución del color en las zonas mordidas produce unas rela-
pensa un determinado resultado si éste condiciona en gran medida ciones espaciales extrañas que hace que este proceso sea apto para
su proceso de creación , momento en el que el artista se siente como un tipo de imágenes muy concreto, dándose la circunstancia de que
tal hacedor de imágenes. resultados finales entre distintos artistas tienen un parecido plástico
Pero en lugar de dedicar parte de su esfuerzo a investigar nuevos evidente (7).
procesos de creación de imagen directa a color, se ha continuado in- Se puede deducir de esta breve descripción la parte de condicio-
vestigando en los procesos de impresión como tal, siguiendo la tónica nante creativo que implica este proceso, en donde inevitablemente
de siglos anteriores. Y así, el método de impresión a color que se con- hay que morder las planchas a gran profundidad y controlar perfecta-
sidera hoy en día como el más ingenioso viene a ser EL METODO mente la acción de los colores en relación a su extensión en los niveles
HAYTER(6). de mordido, su relieve en la estampa y la integración entre los mis-
Stanley William Hay ter estuvo muchos años investigando en el mos.
viejo sueño de Seghers de poder estampar varios colores a la vez sobre Con este proceso, el momento de la creación de la imagen se hace
una sola plancha. Hacia 1946 descubre un principio mediante el cual aún más complicado, ya que el artista ahora además de tener que sim-
es posible imprimir simultáneamente el relieve y la talla de un soporte plificar y plantear su idea a sólo tres colores, deberá deducir también
con varios colores. Este proceso, basado en las distintas viscosidades en qué nivel de mordido se situará cada uno de ellos, en función del
de las tintas, los niveles de profundidad de las talJas y las durezas de resultado plástico deseado. Tiene que pensar que los colores deposita-
los rodillos, constituyó toda una revolución en su momento. dos en la talla más profunda y en el segundo nivel sobresaldrán mas
Vemos, sin embargo, que se trata también de un nuevo proceso tarde en forma de relieves pronunciados y muy corpóreos, creando,
de impresión y no de creación de imagen como tal, que exige además de este modo, relaciones ópticas extrañas entre fondo y forma o posi-
unos condicionantes técnicos concretos para llevarse a cabo. tivo y negativo.

(6) Hayter en su libro «New Ways of Gravure», Londres, 1966, pp. 143-160,
describe detalladamente su proceso. (7) v. G. Peterdi, «Printmaking», New York, 1959, pp. 223-6.

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Un proceso de impresión que condiciona tanto el modo peculiar Por otro lado, al igual que el método Hayter, estas experimenta-
de hacer de un artista y que a la vez unifica plásticamente en sus resul- ciones son más actuales y responden mejor a planteamientos abstrac-
tados planteamientos bien distintos entre artistas, sólo puede consi- tos que a concepciones de tipo naturalista, en donde la combinación
derarse relativamente válido, aunque, por otro lado, resulte evidente de efectos muy distintos resalta con mayor intensidad y se hace más dificil
y reconocida su importancia en lo que a aportaciones en grabado a de integrar por sus referencias más acusadas con lo reconocible.
color se refiere. Independientemente de este problema plástico, que puede respon-
Además de este método de color de Hayter, en el que nos hemos der ya más a cuestiones y gustos personales por la imagen, el proceso
extendido algo más por tratarse del proceso más ingenioso, como de creación con métodos mixtos vemos que tampoco se realiza de for-
principio técnico, descubierto en nuestro siglo, además --como deci- ma global y directa sino en dos tiempos: uno sobre el taco y otro so-
mos- hay varios sistemas o recursos de impresión para producir co- bre el metal, con lo cual obliga al artista a ese proceso de desdobla-
lor en una imagen (8). Sin embargo, todos ellos tienen en común en miento y separación de color previo antes descrito.
que son sólo eso, «recursos» para poner el color de un modo u otro De todo esto se viene a deducir que una técnica responde a las
sobre el metal, ya sea en talla, en relieve, en ambos, en zonas separa- necesidades reales del artista cuando el proceso de creación de la ima-
das, en bandas degradadas, en trozos de plancha o con varias, pero gen y la estampación son, en definitiva, la misma cosa, es decir, cuan-
ninguno de ellos posibilita que la creación del color-imagen se realice do permite que, durante la creación de la imagen sobre el soporte,
en positivo sobre las planchas: repetimos que éstos son sólo procesos se advierta en positivo el resultado como quedará impreso: valora-
de estampación y no técnicas de dibujado o creación en sí, como evi- ción tonal o cromática, distribución de masas, interrelación del color,
dentemente es la zieglerografia. etcétera, exceptuando las variaciones que se deseen hacer durante la
Además de todo el juego con el color que los recursos de estampa- estampación y el enriquecimiento que supone la tinta impresa y los
ción en talla ofrecen, el artista, quizá por los condicionantes que éstos colores sobreimpresos en la estampa (9).
a su vez tienen, se ha inclinado también por la utilización combinada También es un hecho cierto que gran parte de artistas de nuestro
de procesos de impresión diferentes. Es lo que se ha venido a llamar siglo se han visto subyugados precisamente por esa característica de
«METODOS MIXTOS». sorpresa e improvisación que la impresión a color producía sobre una
En los últimos años ha habido una gran cantidad de experimentos imagen concebida incluso para otro fin.
en donde se combinan técnicas de impresión en superficie o permeo- No cabe duda de que por ello también ti~nen su razón de ser estos
gráficas con planchas de metal impresas en talla. procesos de color y se pueden canalizar bajo el aspecto de la creación
Para la impresión en relieve se suele utilizar la madera o el linóleo con toda legitimidad. Han sido principalmente grabadores quienes
y básicamente son dos las posibilidades de plantear la imagen. han enfocado su trabajo bajo este otro esquema de la creación a par-
La más sencilla consiste en imprimir la madera o el linóleo sobre tir de la estampación, tema quizá para otra tesis, pero en la nuestra
el papel y después sobreimprimir con la plancha de talla. El otro mé- concretamente se trata de potenciar el grabado a color, la zieglerogra-
todo más complejo consiste en transferir la madera sobre la plancha fia como propuesta, como un medio de creación directo yen positivo,
en vez de imprimirla directamente sobre el papel. en donde cualquier artista, ya sea escultor, pintor o dibujante, pueda
Pero los problemas técnicos de combinación no son lo más com- llevar su plástica propia sobre el metal de la misma manera directa.
plicado, lo más dificil para el artista es el poder integrar plásticamente que si dibujara o pintara sobre otro soporte.
efectos gráficos muy distintos. La gráfica evidentemente impone sus normas técnicas y también
Cada técnica tiene unas características tan fuertes que se suele ne- aporta unas posibilidades plásticas propias, no se trata sólo de un me-
gar a integrarse con otras y su combinación se lee visualmente como dio de multiplicación, pero en lo referente al acto de la creación no
dos obras accidentalmente sobreimpresas.

(8) v. nota (I 1) de este capítulo. (9) v. nota (15) del Capítulo 1.

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deberia constituir mayor problema que el que cualquier otro medio SUBINDICE AL PUNTO 3.3.
pueda tener.
Se trata de seguir investigando en los procesos de dibujado, o de 3.3. Desarrollo técnico del proceso. Factores determinantes
«creación», como se ha querido llamar aqui, y no tanto en los de im-
presión, para poder alcanzar este fin. 3.3.1. La creación de la imagen
Podemos asegurar que ninguno de los procesos que se denominan 3.3.1.1. Los soportes y la separación simultánea de color.
de «grabado a color» hace posible esta finalidad esperada, ya que se
fundamentan ---como hemos visto-- en la estampación. La totalidad 3.3.1.2. El barniz
de procesos y sistemas de color se refieren a la impresión, como se A) La composición y preparación del barniz.
ha podido verificar ya, y no ya al momento propio de creación de B) El barnizado.
imagen. Parece como si este punto de la creación, tan vital para el 3.3.1.3. Los útiles de dibujo
artista, se hubiera relegado a ser un paso intermedio por el que hay
que pasar, reservando el momento de estampación como el punto ál- A) Los diversos grados de dureza.
gido de verdadera creación y nacimiento del color y no ya de simple B) Los distintos grosores y formas.
ajuste total de la imagen. C) La variedad de gamas y colores.
y aSÍ, este momento del dibujado a color continúa siendo un lento D) Lista de útiles de dibujo.
y aburrido quehacer artesanal, que se debate entre calcos y separacio- 3.3.1.4. Los pape/es para el dibujado
nes de color costosas, acabándose por desvirtuar el interés inicial por A) Los grados de grosor y elasticidad del papel.
una idea cuando al fin se llega a imprimir (10). B) La textura de grano del papel.
Esta supeditación del artista a las ofertas técnicas de color que el C) Guía de tipos de papel idóneos.
grabado en talla posee ha hecho que muchos grabadores, fundamen-
talmente pintores, se decanten por otros medios de impresión menos
complejos. F. Brunner, 1962, op. cit. pp. 318-320.
Inmersos en esta circunstancia, proponemos a la zieglerografia A. Beguin, «Dictionnaire Technique de I'Estampe», Bruselas, 1977, pp. 96-102.
A. Krejca, «Les Techniques de la Gravure», Praga, 1980, pp. 60, 129-30.
como verdadero proceso de grabado a color, en cuanto que constituye F. Melis-Marini, «El Aguafuerte», Barcelona 1954, pp. 113-18.
la única oferta de planteo directo a color para el artista, con toda una M. Terrapon, «L'Eau Forte», Génova 1975, pp. 106-8.
serie de peculiaridades plásticas, que hacen de éste un medio capaz G. Peterdi, 1959, op. cit. pp. 193-5.
de ajustarse a variadas concepciones estilísticas, en particular en J. Dawson, «Guía Completa de Grabado e Impresión», Madrid, 1982, pp. 100.
E.S. Lumsden, «The Art ofEtching», New York, 1962, pp. 109-12.
cuanto al empleo libre y rico del color. G.Z. Antreasian y C. Adams, «The Tamarind Book of Lithography», New
A continuación pasamos a describir el proceso técnico, en donde York, 1971, pp. 176, 191-203.
se podrán constatar las grandes alternativas y ventajas creativas que A. Griffiths, «Prints and Printmaking», Londres 1980, pp. 118-20.
ofrece este medio, no sólo en cuanto al uso del color sino sobre todo J. Heller, <<Printmaking Today», New York, 1972, pp. 246-251.
T. Newman, «lnnovative Printmaking», New York 1977, pp. 22-23,156-162.
en cuanto al acto mismo de creación de la imagen (1I). J. Buckland-Wright, «Etching and Engraving», New York 1973, pp. 134-140,
161-2, 169-171.
(lO) v. F. Brunner, «A Handbook of Graphic Reproduction Processes», Basi- W. Chamberlain, «Etching and Engraving», Londres 1972, pp. 169-78.
lea, 1962, pp. 297-8. J.E. Bersier, «La Gravure», París 1963, pp. 60-2.
~Il) Como este apartado se refiere a los procesos técnicos de grabado y estam-
A. Gross, «Etching, Engraving and Intaglio Printing», Londres, 1970, pp. 135-43.
pacIón a color en talla, se enumeran a continuación los siguientes tratados sobre A.M. Hind, «A History ofEngraving and Etching», New York, 1963, pp. 305-11.
técnicas, que pueden servir de ampliación y valoración de nuestro discurso: M.M. Berthiau et Boitard, «Nouveau Manuel de L'Imprimeur en Taílle-Dou-
S.W. Hay ter, «About Prints», Londres, 1962, pp. 54-64 Y «New Ways ofGravu- ce», París, 1978, pp. 77-100.
re», New York 1949,pp.116-24, 143-60. J. Ross y C. Romano, «The Complete PrintmakeD), New York, 1972, pp. 118-35.

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3.3.1.5. Descripción general del proceso de dibujado a color. La ziegle-
rografia. C.4) El limpiado y la disposición de varios colores en una matriz
C.5) El limpiado de biseles y los retoques
3.3.2. La mordida de los soportes C.6) El limpiado y el erosionado de las tallas
3.3.2.1. Factores materiales 3.3.3.2. La impresión
3.3.2.2. Factores operativos. El sistema de mordida progresiva. A) El vestido de la prensa . ..
A.I) Características de las mantillas: su grado de flextblhdad
3.3.2.3. El remordido y homogeneidad . .,
A.2) La relación de grosores entre las mantillas y su colocaClon
3.3.3. El proceso de estampación A.3) Conservación de las mantillas
3.3.3.1. El entintado A.4) Tipos de mantillas idóneos
A) La tinta B) La graduación de presión
A.l) La consistencia de la tinta. C) La doble pasada por la prensa
A.2) Las mezclas D) El grado de humedad del pape~ .
B) El entintado en sí D.l) El tiempo y la homogeneIdad de humedecIdo .
C) Ellimpiado D.2) Causas y consecuencias por defectos de humedecIdo.
C.l) La tinta E) El estado de la tinta
F) La plantilla de ajuste
C.2) El color y su reacción con el soporte
C.3) El limpiado y los efectos de velo o nitidez cromática 3.3.3.3. La sobreimpresión
A) La tinta y las mezclas
A.l) La disposición de las tintas
J. Daniels, «Printmaking», New York 1974, pp. 182-3. A.2) Las pruebas de color
L. Edmonson, «Etching», New York 1973, pp. 51-59, 77-84. A.3) Las pruebas definitivas
L. Bianchi Barriviera, «L'Incisione e la Stampa Originale. Tecniche Antiche e B) El ajuste
Moderne», Vicenza, 1984. B.I) El grado de humedad del papel
G. Cabo de la Sierra, «Grabados, Litografias y serigrafias», Madrid 1981, pp. B.2) La presión y la doble pasada por la prensa
210-14.
R. Leaf, «Intaglio Printmaking TechniqutlS», New York 1976, pp. 159-80,200-3. B.3.) Métodos de ajuste.
F. Esteve Botey, «Grabado», Madrid 1914, pp. 199-207. B.3.1) Por agujas
M.A. Wenninger, «Collagraph Printmaking», NewYork 1975, pp. 8-168. B.3.2) Por plantilla
J. Petrina, «Art Work», New York 1970, pp. 98-100.
D. Stoltenberg, «Collagraph Printmaking», Masachusset 1975, pp. 67-74.
W. Faithorne, «The art of Gravering and Etching», New York 1970, pp. (sin 3.3. Desarrollo técnico del proceso. Factores determinantes
paginar) del texto titulado «How to print cuts upon colours».
R. Marsch, «Monoprints for the Artist», New York 1973, pp. todo el texto en En este punto se pretende hacer todo el ~esarrollo técnico del pro-
general. ceso de la zieglerografia, puntualmente exphcado paso a paso. El ob-
J. Plá, «Técnicas del Grabado Calcográfico», Barcelona 1956, pp. 117. jeto de este minucioso análisis viene d~do fundamen.talmente I?or tres
B.F. Morrow, «The Art of Aguatint», New York, 1935, pp. 119-35.
D. Saff y D. Sacilotto, «History and Process Printmaking», New York 1978,
razones. La primera porque Walter Zlegler no exphca en s~ lI?ro de
pp. 166-70. una forma ordenada y puntual su proceso aplic~d~ ~ la, t~mca ~:l
M. Ponce de León, «The Metal Collage Intaglio Print»,Artist's Proof, vol. 4, barniz blando. Se limita a describir la base y el pn?ClplO tecmco b~sl­
n. l°, 1964. co de su invención y a darnos unos someros consejOS sobre su aplIca-
D. Bernard, «The Collagraph Prinb>, Artist's Proof, vol. 2,1962. ción y utilización en el barniz blando.
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La segunda razón de análisis es porque pensamos que en la te- la limpieza de las tallas es mucho menor, razones por las cu~les nos
sis se han hecho una serie de aportaciones técnicas que, en este hemos decidido por el cobre que, evidentemente, resulta gratificante
sentido, contribuyen al perfeccionamiento de la zieglerografia, en durante el procesado y en los resultados definitivos. .
cuanto que facilitan su manejabilidad y hacen, en definitiva, que se Lógicamente, al decantarnos por el cobre, es el percloruro de hie-
pueda decir que el proceso queda cerrado y concluido, no sólo en rro el mordiente elegido para tal fin. Por tanto, alrededor de estos
cuanto a su utilización para artistas, grabadores y estudiantes de dos factores gira todo el ajuste del proceso, ya que si se toman otros
arte en general, sino también en cuanto al rendimiento plástico ácidos y otros soportes distintos no se puede asegurar que las respues-
conseguido, una gran parte hecho posible por dicho perfecciona- tas en la imagen sean de igual forma a como aquí se explican. Facto-
miento técnico. res como la adherencia del barniz, los tiempos de mordido, las con-
En concreto estas aportaciones se van a centrar en tres importan- centraciones del mordiente la resistencia al tiraje y las reacciones al
tes estados del proceso: en el estado de la creación de la imagen, la color en la estampación, s~rán aspectos a considerar en un posible
aportación más determinante será el TIPO DE BARNIZ empleado, cambio de estos dos factores, cobre y percloruro.
con unas características muy concretas; durante la mordida de las Con estas tres razones, pues, creemos justificado y necesario el
matrices, la aportación principal va a ser el TIPO DE MORDIDA exhaustivo análisis técnico que a continuación pasamos a desarro-
PROGRESIVA que se establece y, por último, durante la estampa- llar.
ción, el interés se va a centrar en el punto de la SOBREIMPRESION, Como vagamente hemos indicado antes, este desarrollo se va a di-
clave para el resultado de un vivo cromatismo en la imagen, así como vidir en tres grandes cuerpos en base a sus peculiaridades técnicas:
de un mayor rendimiento de los colores y, por tanto, del proceso. Es- LA CREACION DE LA IMAGEN, LA MORDIDA DE LOS SO-
tos tres importantes puntos, el barniz, el tipo de mordida progresiva PORTES y LA ESTAMPACION. En cada bloque se incluirán, a su
y la sobreimpresión, no hacen disminuir sin embargo la importancia vez, todos aquellos factores que forman parte de su desarroll? y b~jo
del resto de factores técnicos, que van a determinar también el reali- orden progresivo de utilización. Para mayor claridad hemos mclUldo
zar una buena zieglerografia y, por consiguiente, una imagen técnica- un subíndice a este apartado, al que se puede recurrir en caso de duda
mente bien resuelta. Por ello se van a analizar todos y cada uno de o falta de visión global.
estos factores, que, aunque así explicados puedan parecer complejos
o extensos, una vez se toma y se asimila la mecánica del proceso, pa-
san a tener una unidad global que facilitará la creación de imágenes 3.3.1. La creaci6n de la imagen
a color. La creación de la imagen, en todo proceso de grabado, consist.e
En tercer lugar, este análisis viene determinado por dos factores en realizar una imagen sobre un soporte o más que luego se convertI-
previos e invariables de trabajo que· hay que especificar: el empleo rá en matriz.
siempre del COBRE como soporte y el empleo del PERCLORURO En las técnicas indirectas o con mordiente, donde se incluye la zie-
DE HIERRO como mordiente. glerografia, y más concretamente el barniz blando, este soport~ va cu-
Este hecho es así sobre todo por una razón: por el posterior em- bierto de una capa de reserva, el barniz, sobre la que se trabaja --en
p.leo del color en la estampación. Las primeras pruebas hechas con nuestro caso-- indirectamente, es decir, colocando dos finas capas de
~~c resultaron nefastas a la hora de su estampación, por la gran reac- papel sobre dicho barniz. .
clon d~ lo~ colores al contacto con este metal. Lo costoso que resulta- Este elemento, el barniz, tiene en la zieglerografia unas imphca-
ba ~l lImpIado d~ los colores p~ra que se ensuciaran lo menos posible, ciónes muy determinantes sobre la imagen final, al igual que la mane-
el tIempo requendo y los medIOcres resultados, fueron suficientes ra- ra como ésta se realiza con unos útiles de dibujo muy peculiares, con
zones 'para abandonar este metal. Hemos realizado algunas pruebas unos papeles apropiad~s y con un número de soportes de.terminado.
con hierro ~ los resultados para el color son excelentes, pero sin em- Estos CUATRO FACTORES son los que pasamos a anahzar por or-
bargo reqUIere una gran lentitud de mordi<lo en relación al cobre y den de utilización durante el proceso.
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3.3.1.1. Los soportes y la separación simultánea del color Antes del dibujado, y una vez tenemos las planchas cortadas a
.Para crear una imagen ~on la zieglerografia se tienen que utilizar medida, tomamos una cualquiera y la colocamos sobre una cartulina
vanos s~portes; cuatro ha sIdo el número idóneo para nuestra forma grande para hacer una «plantilla de dibujado». Esta nos servirá de
de, trabajo y de plantear el color, lo que no significa que puedan ser base fija para quitar y poner las planchas en el momento del dibujado
mas o menos. . de la imagen, así como de base para los papeles de dibujado, de los
El hecho de. utilizar varios soportes está directamente relacionado que más tarde hablaremos.
con el consegUIr una mayor RIQUEZA CROMATICA ya que de Esta plantilla se fija a la mesa donde vayamos a dibujar más tarde,
este mOd?, el color no sólo puede ir yuxtapuesto a otros, ~omo c~an­ teniendo en cuenta que haya suficiente espacio alrededor para permi-
do se entmtaa la poupée, sino también superpuesto a uno o más colo- tir los cambios de planchas cómodamente y con rapidez.
res, ya sea total? parcialmente. Esta es, pues, la función específica
del empleo de vanos soportes. 3.3.1.2. El barniz
Si ~n este trabajo se emplean cuatro soportes para cada imagen ello
es debIdo a unas e~genci~s plásticas concretas, y no se debe pen~r en El barniz constituye un factor fundamental en el proceso de la zie-
a~soluto que se este manejando el tradicional concepto de la cuatricro- glerografia, en función del cual se hace posible la realización de imá-
~a, puesto que en cada soporte, por lo general, se hacen intervenir va- genes sobre el metal con toda lafrescura y fidelidad gráfica de los úti-
nos colores, o varios matices de un color, dependiendo de la imagen. les de dibujo con los que se traza directamente sobre el papel.
~sto hay qu~ !enerl~ en cuenta a la hora de observar nuestro boceto pre- Asimismo el barniz que se va a emplear, debido a su peculiar co-
VIO y de decIdIr el numero de soportes que vamos a usar. lor, va a permitir al artista controlar visualmente el Índice de levanta-
Se puede .empl.ear un color en cada plancha, pero también se pue- do del mismo sobre el metal, y, por tanto, también la fidelidad en el
den u~ar vanos, sIempre que no se molesten unos a otros después en mordido posterior.
el entmtado. El proceder de este modo hace disminuir el número de A través de la historia del grabado se puede comprobar cuánta
s?portes a e.mplear y aumenta, por otro lado, las posibilidades de en- importancia ha tenido para los grabadores de otras épocas el conse-
nquecer la Imagen con matices variados, toques de color o grandes guir barnices con unas u otras características y funciones, y se han
masas de tonos determinados. ideado innumerables fórmulas y recetas a este fin.
Por c~n~iguiente, ?na vez analizado el boceto o la idea previa de Esto es un hecho, lo mismo que el mantener estas recetas celosa-
color, de~~dIremos cuantos soportes se van a necesitar. Hay que pen- mente ocultas a posibles usurpadores. Esto viene a decir que en los
sar tambIe~ en el momento de la sobreimpresión si es que decidimos barnices estaban basados varios principios para el buen funciona-
emplear mas d~ cuatro. plachas. Un exceso de colores superpuestos miento de las imágenes, y que los mejores o peores resultados, ya no
no suele bene~ctar a la Ima~en; el color se va opacando y aplastando, técnicos sino plásticos, sí tendrían mucho que ver en ello.
p.~es es sometldo a la preSIon de la prensa varias veces; la estampa- Por ejemplo, un barniz que craquela al rayar, no permite realizar
ClOn, por otra part~, se ~a~ lenta y pesada por el número de planchas una imagen ni muy minuciosa en el trazado ni con una nitidez gráfica
que hay que sobrelmpnmIr. Con la práctica y según el planteamiento a la altura de un aguafuerte de Piranesi o de Rembrandt, por mucho
de cada cual, esto se resolverá de una forma u otra. que el artista se lo proponga y por bueno que sea en el dominio de
Repitiendo lo dicho, cuatro planchas parece ser el número ideal la línea.
ya que permite reali~ar. imágenes de gran riqueza y la estampació~ Por lo mismo, la ofuscación que le entra al artista al aplicar un
~e f!1~ntlene en unos Ilffiltes razonables -a nuestro juicio-- de mane- barniz de igual color que el soporte del metal y, por tanto, con muy
jabIlIdad para el artista o el estampador. pocas posibilidades de controlar visualmente el rayado y las variacio-
Es fundamental que las cuatro planchas estén cortadas idénticas nes tonales que va produciendo con el punzón, puede llegar a tal pun-
para que, duran~e el dibujado y después en la sobreimpresión, la ima~ to, que el resultado final no se ajuste en absoluto a la idea inicial y
gen resulte encajada perfectamente y sin problemas de registro. tenga que rehacer varias veces la matriz. Y así sucesivamente.
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En efecto, qué duda cabe que cuando el medio cede y se adapta en el barniz para que éste pueda cumplir todas las funciones expues-
a las exigencias del creador y cuando éste puede controlar hasta el tas, tanto generales como especlflcas?
final todos y cada uno de los movimientos que va realizando, enton- Aquí toman parte dos cuestiones: por un lado LA COMPOSI-
ces se podrá hablar de gran artista, mediocre o malo, dejando ya de CION DEL BARNIZ, con todos los factores que intervietle1'l para
lado el hablar de buen técnico o no, que, por otra parte, en muchas cumplir unas funciones determinadas, y, por otro, EL BARNIZA-
ocasiones, suele ir ligado. DO en sí, a su vez con los factores que determinan una correcta y
En el barniz, por tanto, residen muchos de los factores que facili- colltrolable aplicación del barniz.
tan y posibilitan el conseguir unos resultados deseables en la estampa
A) La composición y preparación del barniz.
definitiva, así como un control durante el proceso de creación de la
imagen, tan importante para el artista. Los componentes del barniz para la zieglerografia han ~iqo selec-
En la zieglerografia concretamente este control y buenos resulta- cionados fundamentalmente en base a estas necesidades: .
dos finales van a tomar una parte muy importante con el barniz y 1.0 que posea un grado de elasticidad y blandura prolongado, para
durante el barnizado, por lo que en este apartado se va a tratar de permitir un levantado correcto
desentrañar toda la lógica que ello encierra. 2.° que tenga, por otro lado, una alta resistencia al mordiente, para
Básicamente, y de un modo general para todo el grabado en talla poder ser aplicado en capa muy fina.
con mordiente, el barnizado consiste en aplicar un barniz a la superfi- 3.° que posea una coloración negra frente al tono claro. del cobre,
cie de la plancha, con el fin de crear una reserva durante el mordido. para así visualizar perfectamente no sólo el extendido regular de
Esta reserva es total y no parcial en toda la superficie del metal y po- la capa, sino sobre todo el levantado de la imagen, la distribución
see un carácter sustractivo, ya que los trazos se producen por el levan- de los colores (trazos) sobre cada plancha y el posterior control
tado parcial de dicha reserva que deja el metal descubierto y listo para durante el mordido. .
ser atacado por el mordiente, quien se encarga de tallar realmente los 4. ° que la mezcla fmal po&ea una consistencia pastosa y dúctil para poder
trazos levantados. ser aplicada a rodillo y en frío, sin calentado previo del metal.
Como se sabe, aquí radica la diferencia con el otro grupo de técni- Los componentes idóneos y sus proporciones han sido, pues, los
cas de talla, llamadas «directas o manuales», como el buril, la manera siguientes:
negra o la punta seca.
CERA VIRGEN .......................................... . 150 grms
Dentro de las técnicas con mordiente o indirectas, esta reserva RESINA DE COLOFONIA .............................. . 75 grms
puede ser de dos tipos, en función de su viscosidad: reserva dura y TINTA LITOGRAFICA NEGRA ........................ . 500 grms
reserva blanda. MANTECA ............................................... . 150 grms
Una y otra establecen, en principio, un modo particular de hacer,
y así, mientras que el barniz duro no exige una presión elevada para El barniz resultante se ha clasificado con el nombre de «BARNIZ
BLANDO 150» (12).
descubrir el metal, el blando sin embargo, está basado esencialmente
en la presión ejercida. En primer lugar, la CERA VIRGEN aporta al barniz el grado de
La zieglerografia tiene, pues, su principio en la reserva blanda, ya resistencia necesario para no ser atacado por el mordiente en las zo-
nas reservadas.
que es un sistema de dibujado a color a través de la técnica del barniz
Por su parte la RESINA DE COLOFONIA aporta al barniz prin-
blando, y en esta técnica el barniz tiene una función muy específica,
cipalmente el grado de adherencia preciso que hace que éste se fije
que .consiste en registrar y recoger el máximo de detalles y la mayor
bien al metal, impidiendo su levantado y mordido posterior en zonas
variedad modular posible en la imagen, fundamentado esto en la alta
sensibilidad del barniz a la presión, ayudado por la correcta aplicación
(12) Han colaborado en la elaboración de este barniz D. Jesús Pastor y D. José
en capa fina del mismo. Fuentes, profesores de Técnicas Gráficas en la Facultad de Bellas Artes de Sala-
¿Cuáles deben ser, pues, los FACTORES que han de intervenir manca.

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I
no presionadas. Le aporta también un grado de resistencia junto a 4. o por último, se añade la MANTECA, que formará, junto con la
la cera virgen. mezcla anterior, un líquido homogéneo de color negro.
La TINTA LITOGRAFICA NEGRA contribuye a dar al barniz
el color negro necesario y sirve también como vehículo de mezcla en- El barniz resultante después se lo entuba para su posterior uso.
tre todos los productos. Este barniz posee el grado de viscosidad idóneo para ser aplicado a
Y, por último, la MANTECA es el factor más importante en rodillo y en frío, dando excelentes resultados. Pero pasemos ahora al
cuanto que da al barniz el punto mordiente preciso para que éste sea segundo punto importante después de la composición y preparación
de carácter blando y no duro, viniendo a licuar la mezcla viscosa de del barniz.
los tres productos anteriores. Se puede añadir al fmal esencia de tre- B) El barnizado
mentina, en proporción de 200 a 250 cm 3, para licuar más la mezcla. Para aplicar cualquier barniz sobre un metal es preciso desengra-
Además de esta cualidad mordiente del barniz hay que destacar sar éste homogéneamente. Hecho esto se deposita un poco del barniz
sobre todo el hecho de que sea de color negro: ello es fundamental ya entubado sobre el mármol, apreciándose un ligero endurecimien-
ya que, cuando se trabaja con muchos colores sobre varias planchas, to. Para reblandecerlo de nuevo es preciso batirlo bien con una espá-
es importantísimo ir controlando sobre el barniz las zonas ya ocupa- tula hasta que coja el brillo y el grado de consistencia correcto para
das con trazos de color y las aún libres, para que así se aprovechen poder ser extendido. Entonces se toma un poco con la espátula, se
lo más posible las planchas y se pueda incluir el mayor número de extiende bien con un rodillo muy duro sobre el mármol y ya puede
colores o matices en una imagen si es nuestro deseo. ser aplicado sobre el metal, sin necesidad de calentar éste.
Ha sido tan importante este factor visualizador, que no ha impor- El hecho de no tener que calentar el metal es muy ventajoso, ya
tado acortar los márgenes de secado o endurecido del barniz, pues que ahorra tiempo, piénsese que son varias planchas, y sobre todo
se introduce tinta de estampación litográfica comercial, que, como se facilita las condiciones del barnizado, pudiéndose efectuar sobre cual-
sabe, contiene secativos y contribuye a acelerar el secado, en beneficio quier mesa del taller que luego pueda ser limpiada cómodamente.
de proporcionar un intenso color negro. Los factores más importantes del barnizado son EL ESPESOR
Este barniz, por tanto, se debería clasificar como «semi-blando», y LA REGULARIDAD DE LA CAPA.
ya que al cabo de unas veinticuatro horas, el levantado de la imagen La capa ha de ser bien fina, cubriente y resistente a la vez. Tene-
al dibujar se reduce a la mitad, hasta que acaba por endurecer casi mos a nuestro favor dos cosas: un rodillo muy duro, capaz de estirar
totalmente en dos o tres días. correctamente el barniz y un barniz de color negro, que nos va a ayu-
Por ello, hay que barnizar las planchas el mismo día que se vaya a dar a visualizar el espesor de capa. En el punto en que el tono ~obr~a­
crear la imagen y de este modo no constituye problema alguno, produ- do del metal empieza a desaparecer y un negro fuerte se eVIdencIa,
ciéndose un levantado perfecto y con un registro asombroso de detalles. ahí está la medida justa. Con la práctica esto es muy sencillo.
y hecha esta observación, pasamos a describir el proceso de pre- Es importante además que la capa sea regular y no existan bandas
paración del barniz, ya que no está comercializado, pues se trata de más cargadas de barniz por algunas zonas, de este modo .el levantado
una fórmula especialmente creada para este proceso durante la elabo- será luego también irregular. No es dificil tampoco apreciar esas ban-
ración de esta tesis.
das pues el color del barniz las hace muy evidentes.
Para la preparación del barniz con los productos anteriormente
enumerados se lleva a cabo el ORDEN DE MEZCLA siguiente: Una vez bien estirada la capa de barniz con el rodillo, se pasa al
calentado. Este debe ser leve, y tiene la función de uniformar toda la
1.0 se funde la CERA VIRGEN en un recipiente 'Capa por igual, terminando de cubrir los diminutos poros que pudie-
2. se añade la RESINA DE COLOFONIA y se da vueltas hasta que
0
ran quedar debido a la fina capa, a irregularidades del rodillo o a
forma un líquido homogéneo con la cera otras causas así como asegurar una mayor adherencia al metal.
3.° se va añadiendo la TINTA LITOGRAFICA sin dejar de remo- El calent~do es correcto cuando toda la 'Capa toma un brillo inten-
ver, hasta hacer una masa uniforme, viscosa y sin grumos so, por lo general en unos pocos segundos, dependiendo del tamaño
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de las planchas y de la intensidad del calor. Cuando esto ocurre, se LOS GRADOS DE DUREZA, LOS DIVERSOS GROSORES Y
retira la plancha del calor y se deja enfriar. FORMAS Y LAS VARIADAS GAMAS y COLORES de los útiles
Para el calentado se puede emplear un infiernillo eléctrico, un de dibujo.
aplicador de butano o con llama de alcohol, que iremos pasando por
el reverso de la plancha progresivamente a medida que observamos A) Los diversos grados de dureza
que el barniz cambia de mate a brillante. Los útiles de dibujo deben tener una determinada dureza para que
Esta operación se realiza con elnÚlnero de soportes que hayamos la transmisión de presión se realice de hecho sobre el barniz y no se
establecido, sobre los cuales, una vez enfriados, se puede comenzar quede simplemente en la superficie del papel de dibujo.
a dibujar. Dentro de los tipos de durezas idóneos, o sea, que transmiten pre-
El barniz así preparado y aplicado registrará todos los efectos grá- sión al barniz, hay una escala, a su vez, de durezas distintas, que pro-
ficos que realicemos sobre el papel de dibujo, desde el más delicado ducen una serie de valoraciones tonales y modulaciones gráficas tam-
tono hasta el más enérgico arrastrado con cera. (Figura l.) bién distintas y que se deben aprovechar. Por ejemplo, un lápiz de
Con la presión del dibujado, el barniz Se irá depositando o repor- color muy duro, al ser presionado sobre el barniz, levantará una línea
tando. de la plancha al papel calco, el cual habrá de cambiarse por muy nítida y con escasa o nula valoración tonal (similar a una línea
otro cuantas veces sea necesario, para que no se sature de materia al aguafuerte), mientras que otro lápiz de igual forma pero más blan-
grasa y deje de recogerla, con lo cual el levantado seria incorrecto, do, del tipo acuarela por ejemplo, levantará el barniz de una forma
el barruz registraria poca nitidez gráfica y el mordiente atacaria irre- suave, aún con la misma presion que antes, produciendo una línea
gularmente también: y ello a pesar de haber aplicado correctamente más difusa y matizada de tono. (Figura 2.)
la capa de barniz. Por esto, al elegir los útiles, no sólo se deberá pensar en que trans-
Por todo ello nos podemos hacer idea de la importancia para la mitan presión sin más, sino también en los diversos grados de modu-
imagen del elemento barniz, en el cual se basa el proceso de dibujado lación que pueden producir.
a colores, la zieglerografia, en cuanto que viene a ser un reporte de Hay que pensar que estamos manejando el color y, más aún, el
grasa de un soporte, el metal, a otro, el papel calco, y sin el que no color sobreimpreso, y éste necesita atmósferas idóneas para valorarse
habria sido posible aplicar este nuevo proceso al campo del grabado junto con otros colores. Un exceso de rotundidad o una evaporación
en talla. excesiva de los trazos por toda la imagen no suele ser terreno apropia-
do para ubicar el color, ya que, en el primer caso, el color queda ab-
3.3.1.3. Los útiles de dibujo sorbido por el interés gráfico en sí del trazo y, en segundo caso, el
color se desvanece en trazos difusos por toda la superficie.
El barniz blando y, por lo tanto, la Zieglerografia, se basa en un Una mezcla de ambos recursos suele ser lo necesario y para ello
sistema de reporte por presión. Esta presión es ejercida por la manO se seleccionan varios útiles de distinta dureza, que se complementan
al dibujar y se transmite al barniz a través del útil de dibujo, ya sea unos a otros. Esto puede ser así para cada color empleado, según la
lápiz, cera, barras grasas o secas, etc. Esta viene a ser, pues, la FUN- imagen: por ejemplo, en nuestro caso, cuando deseamos una masa
CION GENERAL de los útiles de dibujo. descansada o ligeramente modulada de amarillo, primero trazamos
Además, la FUNCION ESPECIFICA de los útiles en la zieglero- con un útil blando de amarillo todo ese plano, modulando más o me-
grafia concretamente consiste en permitir plantear una imagen direc- nos, y luego, volvemos a retocar aquí o allá con un útil duro, también
ta a colores con toda la variedad de gamas y tonos que se deseen, así de amarillo, para potenciar y dar mayor rotundidad a ese color des-
como de efectos gráficos determinados. pués en la estampa. Técnicamente lo que hacemos con el lápiz más
Para atender tanto a la función general como a la específica exis- blando es crear una serie de trazos o masas difusas y con escasa evi-
ten una serie de FACTORES que intervienen en los útiles de dibujo dencia gráfica, ya que el barniz se está adhiriendo con suavidad al
y que los hacen idóneos o no para este fin. Estos factores van a ser: papel y éste, a su vez, no es aplastado en toda su superficie granular,

68 69
traduciéndose, pues, sobre el barniz en puntos más bien dispersos y Lo más lógico es que se piense que en una técnica basada en el
de transiciones suaves. Después, con el lápiz más duro insitimos en barniz blando sea el efecto gráfico de línea el más evidente plástica-
aplastar más superficie granular del papel, y, por tanto, levantamos mente en la imagen. Esto en efecto sería así bajo esta perspectiva: que
más cantidad de barniz. Estos trazos más fuertes, que sin la base ante- sólo se utilizaran lápices convencionales y que sólo hubiera una plan-
rior se advertirían -por decirlo así- como rayones nítidos y planos, cha en la impresión.
o con excesiva evidencia gráfica, ahora quedan envueltos y confundi- Para la zieglerografia sin embargo, tenemos que contar con útiles
dos con la masa trazada anteriormente, potenciándola tan sólo en al- variados, no sólo porque necesitemos distintos grados de durezas y
gunas de sus partes y enriqueciendo así el color con modulaciones numerosas gamas de color, sino también porque con útiles distintos
más intensas. tenderemos a trazar de diversos modos: si tomamos una barra de car-
Estas alternancias de durezas se deben hacer con cierta lógica, no bón o compté tenderemos a cogerlo con la mano de forma muy dis-
tanto conceptual como técnica: queremos decir que la resistencia del tinta que si tomamos un lápiz o una cera ancha. En un caso, arrastra-
barniz a la presión es relativa y llega a un punto en que éste se levanta remos la barra, en otro haremos finos trazos lineales y con la cera
completamente o se debilita en exceso, produciendo más tarde con tenderemos bien a trazar con su extremo o bien a arrastrarla en toda
el mordiente, las calvas, que lógicamente repercutirán en el COlo;. su longitud.
Una excesiva insistencia con varios útiles sobre una zona determi- Cualquiera que haya visto imágenes a través de estos tres útiles
nada del barniz corre este riesgo, máxime si la capa es además muy distintos, comprenderá las diferencias gráficas existentes entre ellos.
~~a. En capas ~ás gruesas el barniz permite más insistencias de pre- El barniz, por su parte, está hecho para registrar todos estos efec-
SIOn, pero tamblen es menos susceptible a los detalles delicados y fres- tos, de manera que sobre la estampa final se aprecian perfectamente
cos de trazo. las diferencias gráficas, y no se confunden por falta de nitidez en el
Resumiendo, se puede decir entonces que la dureza de los útiles registro del trazo. Decimos esto porque se puede pensar que un arras-
de dibujo es un factor esencial para conseguir que la imagen se repro- trado con carbón no se va a evidenciar claramente después con todas
duzca sobre el barniz con igual fidelidad a como la advertimos sobre sus características gráficas en la imagen. Esto sucede así si es que está
el papel de dibujo. Decimos además que los índices de dureza nos sir- en nuestro interés evidenciarlo, porque hay que pensar también que
ven para producir distintas variaciones tonales y modulaciones gráfi- estamos manejando varios soportes y que luego se van a sobreimpri-
cas, y que la combinación de durezas resulta un recurso muy eficaz mir colores y lógicamente, también efectos determinados, que se pue-
para conseguir una gran variedad plástica en la imagen, tanto gráfica den dejar más o menos evidentes en la estampa.
como cromática. (Figura 3.) Por tanto, una variedad en los grosores y formas de los útiles nos
va a permitir resolver una imagen combinando efectos tales como
B) Los distintos grosores y formas masas anchas y extensas, producidas tal vez por arrastrados de ceras,
Hay que partir del hecho de que, en esta técnica, al estar basada en carbones o barras de otro tipo; trazos más potentes combinados con
el reporte por presión, queda excluído el efecto gráfico de la pincelada masas a la vez, que también nos producen las ceras y los carbones;
o mancha como tal, a no ser que se combine con otros procesos de man- líneas finas y potentes de forma, que nos producen los lápices de colo-
cha, pero ese análisis ahora no nos concierne. Por ello, para resolver las res más bien finos y duros; líneas anchas, difusas en su recorrido y
imágenes tenemos que ingeniarnos la manera de plantear y ubicar el co- moduladas tonalmente, producidas por las ceras, los lápices acuarela-
lor con los recursos gráficos que la propia técnica nos ofrece. bIes muy anchos, los carbones usados por su extremo, etcétera. (Figu-
Los útiles de dibujo idóneos para la zieglerografia nos ofrecen ra 4.)
además del factor dureza ya explicado, dos características más: la~ Esta amplia variedad de efectos que después se conjugan plena-
variaciones de grosores y formas. Estos dos factores van a repercutir mente en la sobreimpresión, hacen que en las imágenes se aprecie una
directamente en relación a los diversos EFECTOS GRAFICOS que gran riqueza, y lo que es más importante, hacen que el COLOR se
se pueden conseguir en su relación con el color. pueda integrar en una sintaxis de trazos, masas y líneas de una forma

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I
natural y sin parecer ser un coloreado o un relleno de las mismas. Para ello es importante conseguir amplias gamas de colores y, en
Unos rayones aparentemente desordenados en la plancha de los azu- particular, de grises o medios tonos, que nos van a permitir matizar
les, se convierten en la estampa definitiva en una suave modulación las imágenes.
azul grisácea sobre una gran masa descansada de amarillos, pertene- No deja de ser problemático este factor, ya que se ha de combinar
cientes a otra matriz. con los dos factores anteriormente expuestos, a saber, la dureza ade-
Suponiendo que toda una imagen se resolviera con útiles de un cuada y el grosor y forma. A veces se da la circunstancia de que se
único grosor y forma, lápices por ejemplo-, resultaría muy costoso dispone del útil con el tono adecuado, pero que no responde, por su
conseguir un juego gráfico variado e idóneo para el color: piénsese estructura formal, al efecto gráfico que se desea producir con ese co-
en una imagen a color realizada con aguafuerte a línea. Para hacer lor; o bien no tiene la suficiente dureza para transmitir la presión ne-
una amplia masa descansada de color azul -por ejemplo- habría cesaria al barniz. Entonces podemos hacer varias cosas: dar prioridad
que trazar línea a línea, tumbando el lápiz y volviéndolo a empinar, a los factores de dureza y efecto gráfico, y entonces el factor color
y aún así acabaría faltándole la frescura de una masa hecha a golpes se deja de lado para luego, en la estampación, fabricar el tono ade-
directos de arrastrados de cera. Su contorno, pues, sería torpe y falto cuado con la tinta. En este caso se traza con otro tono parecido que
de rotundidad. Se entraría, para entendernos, en la misma incoheren- cumpla esas otras dos funciones, por otro lado más determinantes en
cia que supone el realizar una pincelada sobre un papel y luego relle- la matriz, y se deja en espera a la hora de la estampación.
nar su interior con un lápiz de color, en donde el trazado interno no La segunda opción es fabricarnos nosotros ese tono con pigmen-
se correspondería con el gesto de la pincelada inicial. tos, dándole la dureza y la forma requerida, cumpliendo así las tres
En definitiva, afirmar que la forma de cada útil está directamente funciones y desapareciendo, pues, el problema.
relacionada con el efecto gráfico capaz de producir y hacer otro dis- y por último, podemos dedicarnos a recorrer tiendas y mirar ca-
tinto es caer en una incoherencia de concepto o en un afán de inútil tálogos con la esperanza de hallar el color deseado.
virtuosismo. Cierto que no se trata de complicarse el trabajo excesivamente,
Visto así, resulta necesario el tratar de proveernos de la mayor va- y respetando lo que más nos compense, en nuestra opinión, la prime-
riedad de útiles de dibujo posibles, en cuanto a su estructura formal ra opción es más efectiva, siempre que se controle globalmente el co-
se refiere, ya que, de este modo, las ofertas de creación se amplían lor de la imagen durante el dibujado. Esto lo digo porque, en general,
considerablemente. este problema de conseguir el tono idóneo surge sobre todo en deter-
El saber integrar en la imagen toda una serie de efectos gráficos minadas medias tintas o grises: que se requiera un gris azulado con
aparentemente distintos no supone problemas, por dos razones fun- matices más rojizos que no tan frios, por ejemplo, y ello al fin y al
damentalmente: porque estamos manejando el color, con todo su cabo no cambia sustancialmente el planteamiento general de color,
campo de posibilidades a través de la modulación yel ajuste de matiz ni la disposición de éste en la composición, ni por tanto ningún aspec-
en la sobreimpresión, y porque todos esos efectos gráficos tienen en to fundamental que impida proseguir el trabajo. Se puede partir ade-
común un importante elemento que no se debe olvidar: que albergan más de un boceto previo, o de un cuadro incluso, por lo que luego
en su interior una estructura de puntos, que en mayor o menor grado en la estampación del color resulta de gran ayuda para ajustar el ma-
los hace idóneos para una conjugación perfecta entre sí, manteniendo tiz adecuado.
a la vez su propia autonomía si es de nuestro interés. (Figura 5.) Como es dificil entonces tener todos los colores fabricados en lá-
pices o ceras con la misma riqueza que si de una paleta de pintor se
C) La variedad de gamas y colores tratara, si se cuenta con una amplia gama bastará para resolver, al
Este tercer factor necesario en los útiles de dibujo atañe directa- menos globalmente la imagen. Como decimos en la tarea de estampa-
mente a la función específica de los mismos dentro de la zieglerografia, ción y sobreimpresión se harán todos los ajustes de tonos y color ne-
que consistía -repetimos- en permitir plantearnos una imagen direc- cesarios en la imagen.
ta a colores con toda la variedad y complejidad de matices deseada. Por otro lado, hay que saber controlar y, a la vez, economizar co-

72 73
lores durante el dibujado, pensando que habrá tonos que luego se
• «Rexel Cumberland» de la casa DERWENT ARTISTS.
matizarán con otros por encima, de una forma más integrada a como
lo estamos dibujando, así como que se van a produeir tonoS6e mayor - Vtiles de dibujo enforma de barra:
limpieza con la superposición parcial de otros. • «Neocolor». Craies spéciales pour le dessin et la peinture, de la
En definitiva, este tercer factor es importante, pero no tan de- casa CARAN D'ACHE.
terminante como los dos anteriores, de dureza y forma, y si nos per- • «Oil pastels Panda», de T ALENS. Fabricación holandesa.
mitimos unos márgenes razonables de variación de color durante el • «Ceras Grasin» de la casa T AKER. Fabricacion española.
dibujado en algunos casos, se pueden resolver imágenes satisfactoria- • «Wasco Art CrayoD» de la casa TALENS.
mente. (Figura 6.) • «Plastidecom, de la casa CONTE. Fabricación francesa.
Es evidente también que este factor está en relación de importan- • «Plasticolor» de la casa ROLAN. Fabricación española.
cia al planteamiento del color que cada artista realice: aquél que ~e • «Oi! pastel flying eagle». Fabricación china.
maneje con colores más puros y con pocas gamas, con gamas redUCI- • «Colores puros en barra para la pintura artística» de la casa
das de un color, o sólo con tres colores, etcétera, tendrá menos pro- DACS. Fabricación española.
blemas a la hora de seleccionar su material de dibujo que aquél en • Ceras de la casa MANLEY. Fabricación española.
donde existe una gran variedad de matices y tonos.
Tanto en unos casos como en otros se necesita una variedad de 3.3.1.4. Los papeles para el dibujado
gamas más o menos amplia, ya que la zieglerografia se plantea con
este fin, y hay que considerar, por tanto, este factor antes de ponerse El cuarto factor determinante durante el proceso de creación de
a dibujar directamente sobre las planchas. A continuación ~e ofrece la imagen consiste en los papeles empleados para el dibujado de la
una lista de marcas de útiles de dibujo apropiados, con vanedad de rrusma.
gamas, en algunas muy amplias y con diversas durezas, todas ellas Ya hemos repetido en varias ocasiones que este proceso consiste
idóneas a este proceso. en hacer una imagen directa sobre un PAPEL DE DIBVJO colo-
cando debajo una plancha barnizada. La presión del dibujado hará
D) Lista de útiles de dibujo
que el barniz se adhiera a un segundo papel, que llamaremos P APEL
Esta listase ofrece a modo indicativo sobre la gran variedad de CALCO , colocado debajo del papel de dibujo y en contacto con el
útiles que se pueden emplear para este proceso, lo que no excl1l:Y~ que barniz, dejando así los trazos al descubierto, listos para su mordido.
se puedan utilizar otros tipos, siempr~ que cumplan las ~ondlclo~es Los papeles empleados son, por tanto, dos, cada cual con unas
técnicas expuestas anteriormente y satIsfagan unas necesIdades plas- funciones determinadas y diferentes en principio, aunque con una
ticas concretas. gran relación entre ambos, como ahora veremos.
Vtiles de dibujo enforma de lápices: La función tanto general como específica del papel calco consiste
• Lápices de colores «Polychromos», de la casa FABER-CAS- en permitir el levantado del barniz de la plancha y su adherencia al
TELL. Fabricación alemana. papel, dejando el metal descubierto. Asimismo nos va a permitir con-
• «Schwan Stabilotone», de la casa STABILO. Fabricación ale- trolar el grado de levantado de los trazos, ya que en él se pueden vi-
mana. sualizar éstos con gran nitidez.
• «All-Stabilo» de la casa STABILO. Por su lado, la función tanto general como específica del papel
• «Othello» de la casa STABILO. de dibujo es permitir la realización de una imagen a color, a través de
• «1ohann Faber» de Zeder. Fabricación alemana. la presión ejercida con los útiles de dibujo.
• «Festival» de MASATS. Fabricación española. Ambos papeles tienen en común que detenninan la textura de
• «Phrishalo-I» de la casa CARAN D'ACHE. Fabricación Suiza. punto en la imagen dependiendo de su grano respectivo y que sobre
• «Lay-out Pe~cil» de la casa DERWENT ARTISTS. Fabrica- ambos se ejerce la presión al dibujar.
ción inglesa. Para que estos papeles puedan cumplir sus funciones respectivas
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es necesario que intervengan fundamentalmente dos factores: por un por ~o que es necesario exagerar aún más la susceptibilidad del papel
lado, EL GRADO DE GROSOR Y LA ELASTICIDAD del papel d~ dIbUJO de manera que no dificulte la transmisión de presión al bar-
y por otro, UNA TEXTURA DETERMINADA DE GRANO en el ruz.
papel. Estos factores incumben a ambos papeles por igual por lo que Se podría pensar muy lógicamente en poder llegar a suprimir el
pasamos a desarrollarlos más ampliamente (13). papel calco del proceso, ya que así habría menos obstáculos entre el
útil, el pa~e~ de dibujo y el barniz, y los trazos se registrarían con una
A) Los grados de grosor y elasticidad del papel mayor faCIlIdad. De hecho, en algunos tratados sobre la técnica del
Comenzaremos este análisis hablando del papel de dibujo. Hemos ba~iz blando, donde como se sabe se trabaja 'Con una plancha, no
dicho que sobre este papel se realiza la imagen a color que se transmi- se mclu~e este se~undo papel, sino que es el papel de dibujo el recep-
te automáticamente al barniz por la presión ejercida al dibujar. Es, tor no solo de la Imagen en su parte superior, sino también del barniz
por tanto, el factor «transmisión de presión» un elemento fundamen- por su cara inferior. .Sin embar~o en la zieglerografia esto no es posi-
tal. ble, ya que se trabaja con vanas planchas y la carga de barniz que
Por esta razón, un papel excesivamente grueso y duro ofrecerá un solo papel tendría qu~ absorber. sería excesiva, llegando un punto
una gran resistencia a la presión y sólo permitirá un registro relativo e~ que el papel se saturana de barruz y ya no permitiría más adheren-
sobre el barniz cuando se ejerza una alta presión y se empleen útiles cIa . .Las consecuencias de esto ya se sobreentienden y, por tanto, se
de alta dureza. Los trazos delicados, realizados con menor presión, explIca que el papel calco sea un elemento recambiable una dos o
o los trazos hechos con útiles de una dureza baja, quedarán registra- más veces durante el dibujado. '
dos sólo en la superficie del papel, pero no pasarán al barniz o lo ha- Vista la i~J?ortancia del papel calco en el proceso y su imposibili-
rán muy irregularmente. dad ?e ~upreslon, r,asamos a analizarlo también, al igual que el papel
En dicho caso el trazado general sería, pues, de un efecto intermi- de dIbUJO, en funcIOn de sus aspectos de grosor y elasticidad.
tente sobre el barniz, desapareciendo los tonos medios y claros. A Por un lado, en relación al barniz, el papel calco es realmente el
simple vista nos podría parecer que han llegado a alterar el barniz, soporte de a~h~rencia de gr~sa por su.cara inferior. Si este papel care-
pero más tarde, durante el mordido, descubriríamos que realmente ce ,de la ela.sttcldad necesana, el barruz o los trazos de barniz no po-
no se había levantado la capa de grasa con la suficiente limpieza y ~ran a,dhenrs~ en toda su estructura de puntos y con una regularidad,
el mordiente no ha llegado a atacar el metal en esos puntos. SInO solo parCIalmente. Es necesario, por tanto, una gran flexibilidad
Si en otro caso el papel fuera fino de grosor, pero no elástico y en este papel, mayor aún que en el papel de dibujo.
adaptable, ocurriría un efecto similar, ya que la transmisión de pre- Por otro lado, en relación al papel de dibujo y a la presión ejerci-
sión no se haría limpiamente a causa de la rigidez del material, impi- da, el papel cal~o es u~ .obstáculo más para llegar al barniz, por lo
diendo el levantado del barniz. (Figura 7.) que ha~ que pahar!o.ehgtendo un papel lo más fino posible, de mane-
El papel de dibujo debe, pues, cumplir con las características de ra q~e I?terfier~ mIrumamente entre los dos elementos, barniz y papel
flexibilidad y delgadez, pero en ningún caso tampoco de fragilidad, de dIbUJO .. No I~porta que sea de gran fragilidad, ya que sobre éste
es decir, que rasgue fácilmente, ya que sobre el papel se debe poder no se preSIOna dIrectamente como en el papel de dibujo y, por tanto,
trazar con soltura y rotundidad, sin el temor de arrastrar el papel con no hay temor de que se pueda rasgar.
un útil de alta dureza o al presionar con más intensidad. Con estas ?,OS características, ~ex~bilidad en relación al barniz y
Hay que pensar además que debajo del papel de dibujo está situa- finur~ en relacIOn con el papel de dIbUJO y a la transmisión de presión,
do el papel calco, y que éste, por tanto, viene a engrosar al primero, las rrusmas que para el caso a~terior, pero mucho más extremas y cui-
dadas para el papel calco, dICho papel puede cumplir sus funciones
perfectamente y hacer posible un levantado limpio y con toda la ri-
(13) A modo ilustrativo sobre la importancia histórica del uso de unos u otros queza de detalles y tonos.
papeles, ver: A. Beguin, 1977, op. cit. pp. 106. Por otro lado, como ya se ha dicho, este papel deberá ser repuesto

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durante el transcurso del dibujo a medida que advirtamos que se va
cargando de barniz y principalmente en aquelas zonas donde se tra- tacable en imágenes hechas a través de la zieglerografia, y de que por
zan dos o más colores superpuestos, pues la carga de barniz se acu- otro lado, necesitamos una superficie de dibujo receptiva de materia,
mula en exceso en un mismo sitio y los trazados últimos apenas los debemos encontrar el tipo de papel de dibujo ideal, con un microgra-
podrá registrar y recoger el papel. mo que nos permita ambos fines: que no moleste al color y que sea
idóneo al dibujado por presión.
B) La textura de grano del papel Por su parte, el papel calco también está influyendo en la imagen
Siguiendo con la descripción de los factores que intervienen en los sobre el barniz. Sobre este papel hemos dicho que no se traza la ima-
papeles de dibujo y calco para que puedan cumplir sus funciones con- gen como en el papel de dibujo, pero su micro gramo está permitiendo
cretas, nos encontramos con el componente de la textura de grano el levantado y adherencia correctos del barniz al papel cuando se pre-
del papel. siona, ya que el barniz se deposita en las cumbres de los granos del
Todo papel posee una cualidad determinada en su superficie, papel en contacto con el barniz. Por tanto, es necesario también elegir
adaptada a un tipo de función. El papel para acuarela, el papel cou- el papel calco con un tipo de grano en su superfice, y no un papel
ché, el ingres, etcétera, poseen una textura determinada que los hace resbaladizo, satinado o excesivamente liso. En papeles así el barniz
idóneos para un uso u otro, en virtud del material con el que se traba- se empastaría, ya que no existen cumbres de grano que lo separen,
je en su superficie. Tienen que poseer la capacidad de atrapar y acoger uniéndose unos puntos a otros y no consiguiendo esa caracteristica
al material de dibujo de una forma natural. gráfica tan peculiar de arrastrado y modulación tonal progresiva que
Ya hemos explicado los útiles de dibujo que se emplean para la poseen los trazos realizados a ceras, carbón o lápices. Por otro lado,
zieglerografia y hemos advertido que éstos sólo se transmiten al papel un papel calco con un grano grueso no registraría tampoco los trazos
por presión y simultáneamente al barniz. Este acto de presionar afec- con toda su riqueza tonal sobre el barniz pues la sutileza de los puntos
ta al papel y éste deberá tener una MICROESTRUCTURA DE (cumbres) se reduciría enormemente, principalmente en los trazos de-
GRANO determinada que atrape la materia a depositar, para ser vi- licados.
sualizado con nitidez en su superficie y el artista así controlar su ima- Vista la lógica del micrograno del papel en relación al proceso,
gen. se entiende que el orden de colocación sobre la plancha barnizada de
Todo papel de dibujo posee esta microestructura, que varia de di- ambos papeles será la siguiente: contra el barniz se sitúa el papel calc?
mensiones y regularidad según los fines o la calidad. Un papel para por su cara más granulada y áspera, y encima de éste, el papel de dI-
planos exige una gran finura de grano, lo que no es así para un papel bujo con la cara más graneada dispuesta para el dibujo.
destinado a grafito o a ceras. De este modo los dos papeles cumplen con sus funciones respecti-
En la zieglerografia se trabaja con colores que, además de yuxta- vas y ambos cooperan para que sobre el barniz los trazos se autoes-
ponerse también se superponen entre sÍ. Un papel similar al de planos tructuren en puntos más o menos condensados, pero con una separa-
posee un grano tan fino que al primer trazado de cera digamos que ción suficiente para que aguanten al tipo de mordida progresiva. sin
los granos ya no admiten más materia como para luego volver a tra- que se produzcan calvas rápidamente y perjudiquen el trazado. (FIgU-
zar encima con otro color. Necesitaremos entonces un papel con más ra 8.)
grano para trazados más complejos de color. Sin embargo un grano Sobre el tema de las calvas, en el apartado sobre los útiles de dibu-
excesivo, grueso, muy evidente, nos va a sobresalir después en la ima- jo, se hablaba de que cuando se insistía en exceso ~~n un útil, y más
gen, quedando muy patente, ya que esta textura se reproduce sobre si éste era duro, después se producían calvas con faCIlIdad. Este hecho
el barniz por la presión, y puede llegar a molestar en muchos casos, está también implicando al papel, ya que la presión ejercida no sólo
ya que su poder gráfico resaltará sobre la estructura de color. atañe directamente al levantado del barniz, sino que actúa a la vez
Partiendo entonces de la idea -por otro lado muy personal- de aplastando los microgranos del papel y haciendo desaparecer la es-
que es el color y no los efectos gráficos o texturales el factor más des- tructura de punto en el barniz, pasando a producirse masas planas
sin graneados internos que aguanten el mordido total.
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La combinación perfecta entre el grano del papel de dibujo y del tente al trazado. Por una de sus caras, la otra es más satinada, posee
papel calco seria aquélla en donde el grano de ambos papeles fuera un micrograno muy agradable e idóneo para dibujar. Permite insiten-
similar en grosor y regularidad, ya que así se consigue, una perfecta cia en el trazado, aunque no en exceso, pues se pueden producir cal-
coherencia de punto en la imagen. Caso de alterarse el grano en algu- vas después si nos descuidamos. Por otro lado, se fabrica a un buen
no de los dos papeles, siempre será más lógica la relación de grano tamaño, permitiendo, por tanto, hacer grabados de 64 x 88 cm como
más grueso en el papel de dibujo y menos en el papel calco, y no a máximo, que es un buen margen. No es dificil de encontrar en el mer-
la inversa, ya que en principio, es la textura de grano del papel de cado, preferiblemente en fábricas o almacenistas de papel, y es muy
dibujo la que interesa reflejar sobre el barniz y no lá del papel calco, asequible de precio.
que es un simple intermediario en el proceso de levantado. 2. El papel «pergaminol» de la casa «GUARRO». Este es un papel
Se puede resumir diciendo que el grano del papel de dibujo per- también aconsejable para el dibujado. Es más resistente al trazo que
mite el trazado de la imagen sobre el mismo. Que el grano del papel el de copias, aunque posee mucha mayor rigidez que éste y sólo es
calco facilita el levantado del barniz y una limpia adherencia al papel adecuado para el empleo de útiles de dibujo duros. Las barras de ce-
y que ambos papeles dotan a la imagen sobre el barniz de la estructu- ras y los lápices de dureza media o baja no se registran sobre el barniz
ra de punto necesaria para su posterior mordido y estampación. (Fi- con la suficiente nitidez, debido a esa rigidez un tanto excesiva,
gura 9.) aunque sin alcanzar la del papel vegetal. Se venden en pliegos de
De este análisis se deduce también que el artista puede recrearse 70 x 100 Y también en rollo continuo, lo que permite el hacer grandes
y aventurarse en sus imágenes con diversos tipos de grano en el papel, dimensiones. Su precio es más elevado que el papel copias, pero resul-
y que en función de los intereses plásticos y siempre que se cumplan ta asequible también. Lo distribuye la casa GUARRO y, por tanto,
las condiciones técnicas expuestas, se podrá variar y enriquecer con es fácil de encontrar.
varios tipos de grano y trama para producir tal o cual efecto gráfico 3. El papel «Barcino o papel de avión». Este es otro tipo para pa-
en la imagen. pel de dibujo muy agradable e idóneo. Posee una gran rugosidad,
pero es más bien superficial, ya que al trazar, el papel vence con facili-
C) Guía de tipos de papel idóneos dad y no transmite a la imagen una textura rugosa molesta. Sin em-
Dejando ya dicho que cada artista puede experimentar con todo bargo es más áspero que el papel copias y permite una mayor insis-
tipo de papel que cumpla las condiciones técnicas descritas, en base tencia en los trazados sin tanto riesgo de producir calvas durante el
a seguir la lógica del proceso de levantado, a continuación se pasa mordido. El tamaño en que se fabrica es menor que el papel copias
a puntualizar una serie de tipos de papel que nosotros consideramos y que el pergaminol, 44 x 64 cm, pero también permite grabados de
idóneos para este proceso y. que han sido utilizados en nuestras imá- tamaño respetable para quienes lo deseen. En nuestras imágenes lo
genes en función, no sólo de verificaciones técnicas, sino sobre todo utilizamos menos, sobre todo por la dificultad de encontrarlo,
de unos resultados plásticos satisfactorios. aunque en fábricas e imprentas de papel se acaba consiguiendo. Su
precio es también razonable.
4. El papel tipo folio. Este papel ofrece mayor resistencia a la pre-
PAPELES COMO SOPORTE DEL DIBUJO A COLORES sión que los anteriores, pero por lo mismo permite trazados muy
enérgicos sin rasgarse fácilmente. El trazo que proporciona sobre el
Se pueden utilizar varios tipos de papel de dibujo, según las nece- barniz es menos nítido, debido a un grano excesivamente fino y poco
sidades: el papel copias o «papel Cebolla», el papel llamado «Perga- pronunciado. Requiere, por tanto, mayor presión al dibujar o bien
minol», el papel «Barcino», llamado también «papel de avión» y el trabajar con útiles de alta dureza. Este tipo de papel, muy usado nor-
papel tipo folio. malmente en las escuelas de arte para hacer dibujos o apuntes rápi-
l. El papel copias o «papel Cebolla». Este es el papel que más uti- dos, sin casi ningún regodeo en los tonos, sino más bien con un carác-
lizamos. Posee una excelente elasticidad, es muy fino y a la vez resis- ter más lineal, es muy habitual en el mercado y en diversos tamaños.

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Insistimos en que no es el mejor para realizar imágenes con variacio- cretamente en la aplicación de su método para el grabado calcográ-
nes tonales, sino más bien lineales y planas, un tanto similar al plan- fico.
teamiento sobre papel pergamino!. Por tanto vamos a ver cómo hay que proceder para que se pro-
duzca UNA SELECCION DE LOS COLORES PARCIALES DE
UN DIBUJO MULTICOLOR POR EL PROPIO HECHO DE DI-
PAPEL CALCO BUJAR, CAMBIANDO PARA CADA COLOR LA PLACA CO-
LOCADA DEBAJO.
El único papel que proponemos como papel calco es el papel de Se comienza por colocar sobre la mesa «la plantilla de dibujado»
seda, ya que cumple todas las condiciones técnicas expuestas ante- y fijarla con cello. Esta plantilla se puede hacer con cartulina o algún
riormente. No sólo es finísimo, sino que posee una rugosidad y aspe- tipo de papel algo rígido y debe ser de dimensiones mayores que las
reza idóneas para la adherencia perfecta del barniz. Posee un grano planchas. En su parte superior se fijan con cello primero el papel caI-
m~y condensado, de distribución muy regular que, sin molestar en co y encima el papel de dibujo que se haya elegido, de manera que
la Imagen debido a sus pequeñas dimensiones, permite recoger toda el papel calco pueda ser despegado fácilmente para cambiarlo sin que
la variedad de tonos y detalles. rasgue el de dibujo.
. Pensamos que siempre se debe usar este papel y desechar por Sobre el papel de dibujo se habrán señalado previamente los már-
ejemplo el papel vegetal, que muchos emplean para el barniz blando genes de la plancha e incluso se puede haber hecho un ligero bosquejo
y que consideramos no sirve en absoluto si se es un poco exigente en de los trazados generales de la imagen a realizar, para guiarnos en
la Imagen; es excesivamente rígido y satinado. Por lo mismo hay que la composición. Hay que pensar que ésta se invierte de izquierda a
desechar otros papeles que los venden como seda equivocadamente, derecha. Se coloca un cello en la parte inferior del papel de dibujo,
y que poseen un entramado muy molesto que se transmite y repercute que tendrá el mismo largo que el papel de calco, para adosarlos a la
en la imagen. plantilla cuando se empiece a dibujar y que no se muevan.
El papel de seda es asequible y de fácil acceso en papelerias, por Las planchas ya estarán barnizadas y frias, listas para ser usadas.
lo que no ofrece ninguna dificultad su utilización. Se vende en ta- El boceto o idea de la imagen se coloca fente a un espejo de forma
maño de 75 x 52 cm, lo que posibilita el poder emplearlo para ta- bien visible, para controlar mejor los trazados y la composición glo-
maños relativamente grandes. bal.
Se seleccionan sobre la mesa todos los útiles de dibujo necesarios:
3.3. l .5. Descripción general del proceso de dibujado a color. La ziegle- los tonos que se ajustan a la imagen, las durezas precisas y los anchos
rografia. necesarios en función de los efectos gráficos que se vayan a proponer,
en fin , todos los elementos que nos vayan a servir para el trazado.
. Hasta llegar a la descripción en sí del proceso de dibujado, hemos Con todo así dispuesto, se levantan los papeles de calco y dibujo
I~tentado hacer un amplio desarrollo de todos los factores que inter- a la vez, se coloca la primera plancha sobre la plantilla de dibujado,
VIenen durante el proceso de creación de una imagen: su lógica y la se bajan los papeles y se fijan, bien estirados, con el cello a la parte
manera como determinan y condicionan este momento tan importan- inferior de la cartulina. De este modo ya se puede empezar a dibujar
te para el artista como es la creación directa a color sobre el metal. con el primer color sobre el papel.
En este punto ya del desarrollo, se trata de hacer una descripción El modo de dibujar y de comenzar a plantear la imagen es una
p~ác!ica, paso a paso, de los movimientos técnicos precisos para el cuestión muy personal de cada artista. Nosotros acostumbramos a
dIbUJado. En otras palabras, aquí se va a describir el proceso de inter- partir de lo más global a lo más particular, dejando para el final los
cambio de planchas que Walter Ziegler ideó y publicó en 19 l 7 con matices de color más sutiles y que ocupan menos superficie: así sole-
el nombre de «zieglerografia», pero que, insistimos, no explicó de la mos controlar mejor la distribución de los colores por las cuatro plan-
forma tan detallada como aquí se expone, ya que no se detuvo con- chas.
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Cuando consideramos suficiente por el momento el trazado con o típex, que luego lógicamente serán blancos producidos por el papel.
el primer color, se levantan los papeles con cuidado, se comprueba (Figura 10.)
el correcto levantado del barniz sobre el papel calco y sobre el metal Preferimos proceder así que no hacer una plancha más para el co-
y se continúa cambiando de plancha y de colores. lor blanco, porque, a parte del ahorro que supone, el blanco caIco~rá­
Se cambiará de planchas cuantas veces lo necesitemos, hasta con- fico no es un color muy cubriente, se ensucia con facilidad en el lIm-
seguir una imagen convincente. Asimismo se repondrá el papel caIco piado y no viene a producir el efecto tan rotundo del blanco del papel.
cada vez que lo observemos muy cargado de grasa, en particular vigi- Es verdad que estos blancos así producidos son no-imagen.~, por tan-
lando las zonas de mayor insistencia de trazado. to, no poseen carga matérica de tinta, pero su efecto de llltldez com-
Acabada la imagen y retiradas las planchas, en un margen del pa- pensa esta planitud. . .
pel de dibujo se hace una tabla con los colores que hemos utilizado Por último acabado el dibujo y hechas todas las rectificaCIOnes
en cada plancha, y que nos servirá de guía para la sobreimpre- o retoques ne~esarios, ya sólo queda proteger lo~ biseles y la parte
sión (14). Luego se toma la «plantilla de dibujado», que tendrá el di- posterior de las planchas con laca y pasar al mordIdo.
bujo original pegado con cello por arriba y se mira a través del espejo Como se habrá podido observar éste constituye un proceso muy
para comprobar si es necesario insistir en algún punto o rectificar zo- senciIIo y rápido de grabado a color, pero más ~al?r tiene aún el he-
nas. cho de tratarse de un método DIRECTO de dIbUjado a color en el
Las rectificaciones son posibles en la zieglerografta en un sentido grabado en talla, el único existente hoy en día ~ por lo mismo de un
sustractivo, es decir, que si se nos ha ido la mano al hacer un trazo enorme interés para todos aquellos grabadores lllteresados por el co-
y molesta en la imagen, se puede tapar, pero ya no es posible volver lor en el grabado en talla.
a trazar encima, pues el producto de reserva suele ser una laca o pro-
ductos como el «típex» o cualquier líquido corrector usado para má-
quinas de escribir. El barniz de retoques no sirve a este fin pues levan- 3.3.2. La mordida de los soportes
ta el barniz blando con facilidad. Por tanto, es preferible dibujar con La zieglerografia pertenece a ese grupo de técnicas de grabado en
acierto y decisión pues las rectificaciones son irreversibles en la mis- talla que se denominan «indirectas» o «técnicas con mordiente», es
ma plancha, aunque, eso sí, también se puede subsanar a través de decir que para que un soporte se convierta en matriz y pueda ser mul-
las otras planchas que componen la imagen. tiplicable se necesita la acción de un mordiente ,de~ermina~o.
La reserva también se suele emplear para cubrir los fondos que Por tanto, la función general de este paso t.eclllco.~onsIste en at~­
se pudieran haber dañado al dibujar y a los que luego atacaria el mor- car un material que servirá como soporte de ImpreslOn, crea~do dI-
diente. versas irregularidades de profundidad y grosor en su superfiCIe, con
Nosotros empleamos también la reserva para hacer lo que llama- el fin de que la tinta se retenga en determinadas zonas ?ando l~gar
mos «contrapincelada», ya que resultan falsas pinceladas blancas: a una imagen. Concretamente en la zieglerografia, estas Irregulanda-
viene a dar el mismo efecto que cuando sobre una superficie pintada des son sucesiones de puntos muy pequeños, más o menos condensa-
por ejemplo de azul con óleo, se modula con pinceladas de blanco dos, que el mordiente deberá atacar respetando su estructura gráfica
por encima, rompiendo la planitud. Si no se abusa, la rotundidad de y valoraciones tonales. ,. .
ver pinceladas blancas o si se prefiere, blancos reservados a pincel en Por otro lado, la función especifica de este paso teclllco conSIste
la imagen, contrasta con el efecto de trazo modular y resulta muy idó- en posibilitar la multiplicación de una imagen, asegurando la ~oloca­
neo en ocasiones. Este recurso consiste en que, una vez que resuelvo ción precisa de cada color sobre las matrices, para las suceSIvas es-
una masa a color, antes de morder, reservo con pinceladas de laca tampas definitivas. . . . .
Para que ambas funciones se puedan cumplIr Slll lllconvelllentes,
en la zieglerografia hay que considerar una serie de factores básicos,
(14) v. Punto 3.3.3.3., apartado A.2., «las pruebas de colOr». antes y durante la mordida.
84 85
I
Hemos incluido en este capítulo sobre la mordida un tercer punto mente tóxico y perjudicial para la salud. Además, este ácido produce
EL REMORDIDO, ya que, aunque no es un factor determinant~ burbujas que hay que ir eliminando y, tratándose de barniz blando
para la ~ordi~a, sí constituye un recurso eficaz para solucionar posi- sobre el cual no debe pasarse nada por encima, hay que balancear
bles modIficacIOnes de tono en la misma. la cubeta constantemente, con las emanaciones tóxicas e incomodida-
des que ello supone.
3.3.2.1. Factores materiales El tipo de mordiente es, pues, el segundo factor material a consi-
derar durante el proceso de mordido.
El. primer factor material que se debe considerar en relación a la Hay que destacar un tercer factor que en la zieglerografia toma
mordIda es.EL TIPO DE MATERIAL que se ha empleado como so- un partido casi trascendental. Se trata de deparar en el tipo de barniz:
porte de la Imagen. no es tanto el considerar los factores de dureza y resistencia del barniz
Ya h.emos hablado sobre el hecho de decantarnos por el cobre al mordiente, ya previstos y resueltos en su momento, sino el conside-
p.~ra la zleglerografia, sobre todo por dos razones: por su escasa reac- rar LA MANERA COMO EL BARNIZ HA DESCUBIERTO EL
CIOn a los col?res de impresión y por la limpieza del mordido de las METAL al contacto con la presión del útil de dibujo.
tallas, hecho Imp~rtante en esta técnica pues se basa en la mayor o En anteriores capítulos, y para simplificar, se hablaba de la per-
menor condensacIOn de puntos, cuyo carácter y efecto gráfico se trata fecta adherencia del barniz al papeL calco cuando se presionaba sufi-
d~ man~e~er. También está por otro lado el factor dureza y resisten- cientemente con útiles de dureza adecuada, cuando los grosores de
CI~ al. tlraJe del cobre, pero es particularmente la segunda razón la ambos papeles eran mínimos y la capa de barniz muy delgada. En
mas dIrectamente relacionada con la mordida. efecto, se produce un buen levantado con estas condiciones previas,
l!na vez ~legido el m~terial, el cobre en nuestro caso, hay que de- pero no olvidemos que se trabaja con barniz blando, extremadamente
termmar el tIpo de ~ordlente a emplear, también en base a conseguir graso y con cobre, un metal muy receptivo de grasa, que atrapa ésta
o mantener una sene de efectos en la imagen. Por ello se ha elegido con enorme facilidad y al que le cuesta desprenderse de ella (pensar
el per~loruro de hierro, ya que están demostradas sobradamente las en lo costoso de desengrasar una superficie de cobre en relación a otra
ven:aJas de. est~ sal para el grabado en talla, principalmente por su de zinc). Además, se está tratando una técnica de puntos, pequeños
l~ntItud y lImpIeza de ~taque, con mayor rigor en profundidad, ha- puntos que, más o menos condensados, van produciendo el trazado
cIendo que el submordldo lateral sea más progresivo y lento que en general, y que todos y cada uno de esos delicados puntos deberán ser
l~~ mordidas co.n ácido nítrico, por ejemplo, en donde hay una rela- perfectamente descubiertos para ser atacados por el mordiente.
CIOn muy aproxImada entre profundidad y ensanchamiento de las ta- ¿Qué ocurre entonces? Al principio de nuestras pruebas con la
llas. zieglerografia se podía advertir en la estampa un efecto que me des-
Como hemos indicado, el que el mordiente respete hasta el final concertaba enormemente. Mientras que sobre el barniz, antes de ser
el carácter gráfico de punto que esta técnica posee constituye un im- sometido al mordiente, y sobre el papel calco se veía un dibujo apa-
pO,rtante hecho a. la hora de .elegir dicha sal. No hay que olvidar ade- rentemente levantado en todas sus diferencias de presión, sin embar-
mas. que se trabaja con barmz blando, muy sensible a la temperatura, go sobre la estampa definitiva se veían bien patentes sólo los tonos
y lDle~tras que el p~rcloruro se mantiene a una temperatura más esta- oscuros, mientras que tonos medios y claros se igualaban en intensi-
ble, aun atacando mtensamente, el ácido nítrico no, pudiendo llegar dad de tal forma que desaparecía toda transición e incluso desapare-
a levantar, o cuando menos reblandecer, este barniz tan dúctil ata- cían los puntos más delicados, resultando una imagen poco nítida,
cando en zonas de no imagen y acelerando aún más el submo;dido con un efecto algodonoso y evanescente poco propicio para conseguir
lateral y, por tanto, la aparición de calvas. color con un minimo de fuerza, del que apenas sí había por algunos
Por otro lado, el ácido nítrico ataca muy lentamente al cobre si trazos y de forma muy irregular.
se lo emplea en ~a mism~ proporción que para el zinc, por lo que hay Después de varias pruebas, de modificar todos los aspectos que
que hacer solucIOnes mas saturadas de ácido~ lo que resulta terrible- creíamos podían influir en éste, sobre todo comprobando la presión

86 87
y el vestido de la prensa, comenzamos a pe~r en el barniz, .en cómo «SISTEMA DE MORDIDA PROGRESIVA» .Este sistema consiste
se resolvía la lógica del levantado y adherencla al papel Y SI se daba en morder cada soporte en tres densidades de percloruro distintas y
por hecho algo que no era del todo real. En efecto, había que te~nar en tres tiempos diferentes y viene condicionado por el factor material
de ayudar al barniz a desprenderse del metal totahnente a traves del del tipo de barniz al que antes se aludía.
mordiente, sobre todo en los tonos medios y claros, es decir, aquello Para llevar a cabo este sistema de mordido se necesitan tres con-
tonos en donde se realizaba menos presión ydonde UNA FINA PELl- centraciones de percloruro de hierro: 45, 40 Y 35° Bé. Además son ne-
CULA DE GRASA no era taladrada por la concentración de mor- cesarios tres tiempos de mordido progresivo: 15-20 minutos/8-1O y 3-5.
diente que habíamos estado empleando, a unos 45° Bé. (Figura,l!.), . La temperatura ambiente se deberá tener en cuenta en los puntos más
Había, pues, que atacar con mayor rigor en esos puntos mas deb¡- extremos, verano e invierno, y el método de mordido será por balan-
les y sin embargo no había que realizar reserva~ ~ los otros puntos ceo de la cubeta, una vez sumergida la plancha con la cara del barniz
bien descubiertos, para así conservar las tranSICIOnes naturales del hacia arriba.
trazado tonal previo. Con una temperatura ambiente de unos 15°C se comienza por su-
Para resolver este hecho se desarrolló el sistema de mordida pro- mergir la plancha en una cubeta con percloruro a 45° Bé. Se tendrá
gresiva y que más tarde se pasará a explicar detenidam~nte. ,. unos veinte minutos, si bien a los diez se sacará, se lavará bien, se
Sobre estas líneas hemos mencionado las reservas: este es por UltI- comprobará que la mordida se lleva a cabo lentamente, sin la apari-
mo otro factor material a considerar, que, en otras técnicas con mor- ción de calvas. El balanceo del mordiente se debe hacer continuamen-
diente, es muy usado y eficaz, pero que en la zieglerografia sólo se te y con suavidad, pues hay que pensar que este sistema acelera el
contempla por el hecho de no tener que utilizarlas, sino que a través submordido lateral de las tallas.
de un correcto trazado, es decir, con variaciones tonales y degrada- En este primer mordido, de concentración densa y lento poder co-
dos, y con el posterior mordido progresivo, los tonos se AUTOVA- rrosivo, se está atacando fundamentalmente las tallas bien descubier-
LORAN por sí mismos y toda la imagen participa de una gran rique- tas de barniz, es decir, los tonos más intensos, a la vez que va pe-
za tonal sin necesidad de reservas. netrando el mordiente lentamente en los tonos medios con ligera capa
El hecho de no realizar reservas repercute en el proceso, no sólo de grasa aún, a los que puede llegar a atacar ligeramente al cabo de
en el aspecto plástico, ya que los tonos no son interrumpidos con pin- los veinte minutos.
celadas de reserva, sino que además se acorta mucho tiempo. Hay que Transcurrido este tiempo, se saca la plancha del mordiente, se
pensar que se trata de cuatro planchas cada vez y de tonos que mu- lava muy bien y se seca con secador, de este modo se aprecia clara-
chas veces se superponen, con toda la complejidad que ello supone. mente el índice de mordido. Luego, se sumerge en la solución a 40°
En fin, una vez que ha sido tomado en cuenta esta serie de factores Bé. Y se la tiene alrededor de lO minutos. A los 5 ó 7 minutos se la
materiales, el siguiente paso es considerar los factores operativos propia- saca y se lava, no sólo para comprobar cómo va el mordido sino tam-
mente dichos y que, como se adivina, vienen dados por los anteriores, bién para limpiar bien las tallas de posibles residuos de cobre, ya que,
principahnente por el tipo de barniz del que hablábamos antes. aunque el balanceo dificulta este depósito, sin embargo siempre va
quedando algo de residuo que impide un limpio mordido de las tallas.
3.3.2.2. Factores operativos. El sistema de mordida progresiva. Con este segundo mordido, en donde el ácido es más fluido y po-
see un mayor poder corrosivo, se han continuado mordiendo las ta-
Son cuatro los factores operativos a tener en cuenta durante la llas más oscuras, las más descubiertas, pero también los medios tonos
mordida de los soportes: LA CONCENTRACION DEL MOR- e incluso en los puntos más finos la ligera película de grasa ya se ha
DIENTE, LOS TIEMPOS DE MORDIDO, EL METODO DE ido debilitando tanto, que está lista para el tercer mordido a la más
MORDIDO Y LA TEMPERATURA AMBIENTE. alta concentración.
Los cuatro son inseparables y unos influyen y determinan en Por tanto, una vez pasados los 10 minutos y bien lavada la plan-
otros. Además todos están implicados en lo que hemos denominado cha, se la vuelve a sumergir en la concentración de 35° Bé.
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Esta concentración es la más fluída de las tres, y ésta es otra cuali- Otro factor importante que destacar por su relación con el mordi-
dad muy importante, ya que el líquido puede penetrar en los puntos do es el del grosor de la capa de barniz: los tres tiempos de mordido
más finos y, al ser muy alto su poder corrosivo, desprender la finísima descritos están ajustados en base a una muy fina capa de barniz sobre
película de grasa que pudiera quedar en dichos puntos y atacar bien el metal. Esto lo venimos a explicar ya que en algunas imágenes ocu-
el metal. rrió algo curioso que nos hizo pensar en esta idea. Comenzamos a
En esta solución a 35° se tiene la plancha unos 5 minutos. Luego barnizar unas planchas con un rodillo nuevo, blando y grande, de
se saca y se lava muy bien. Si comprobamos que en los trazos de más manera que tardábamos menos tiempo en extender el barniz. Ante-
tiempo de mordido aún no se producen calvas, sumergiremos la plan- riormente solíamos emplear un rodillo muy duro y más pequeño.
cha otros dos o tres minutos más, hasta que este efecto empiece a pro- Cuando mordimos estas planchas, dibujadas como de costumbre,
ducirse en dichos trazos. con los mismos útiles y papeles, advertimos que al primer mordido,
De este modo llegaremos al mordido límite, importante en la zie- de unos 20 minutos y a 45° Bé, se producía un levantamiento tal del
glerografia, ya que así el color se imprimirá con mayor fuerza, abar- barniz al lavarlo con el agua, que impedía prácticamente seguir con
cando todos y cada uno de los puntos-imagen que, unidos, contribu- los dos mordidos posteriores. Observábamos entonces ese mordido
yen a potenciar el efecto cromático en la estampa. con el cuentahilos y se apreciaba un mordido leve aún y una oxida-
Cuando se ha terminado de morder la plancha definitivamente ción o ligera mordida oscura alrededor del punto-talla. Aunque era
hay que lavarla con agua intensamente para eliminar todo residuo de verano y la temperatura podía haber acelerado el índice de corrosión
cobre y percloruro y a continuación se puede limpiar bien todo el bar- del percloruro, sin embargo las tallas no estaban mordidas en propor-
niz con trementina o gasolina, quedando lista para su entintado una ción a ese levantado brutal del barniz, en particular en aquellas zonas
vez biselada. de mayor insistencia en el dibujado. Este levantado suele ocurrir al
Es obvio que la operación descrita se lleva a cabo con cada una final del.tercer baño a 35° Bé Ycon mucho tiempo de mordido.
de las planchas, que más tarde sobreimpresas construirán la imagen Esto nos hizo volver a pensar en el barniz. En efecto, en los pape-
total. Para obrar con mayor rapidez, se pueden morder en una cubeta les calco de las imágenes en que esto había ocurrido, se apreciaba el
grande dos o más planchas a la vez, cuidando de que no se toquen. dibujo mucho más negro e intenso que en otros grabados anteriores,
. Sólo se necesitará más cantidad de percloruro que las cubra bien. barnizados con un rodillo mucho más duro. Aunque visualmente pa-
Esta operación del mordido, al carecer de reservas, se convierte recía que tanto con uno como con otro rodillo dejaba un tono negro
en un paso mecánico que puede ser realizado por un auxiliar de taller, similar sobre el metal al extenderlo, sin embargo, como comproba-
siempre que se vaya supervisando el índice de los mordidos cada vez mos más tarde, esto no era así. El rodillo más duro estiraba el barniz
que se lavan las planchas. y dejaba el tono por ligeras veladuras de capa. El rodillo más blando
A continuación proponemos un esquema aclaratorio y, como tal, sin embargo no lo estiraba, sino que iba depositando el barniz más
exagerado, sobre la lógica del mordido progresivo o mordido por superficialmente y se necesitaba más cantidad de barniz para ir velan-
densidades (figura 12): do hasta llegar al tono que solemos dar por correcto.
Hay que puntualizar una vez más que según la temperatura am- ¿De qué manera este hecho repercutía en el mordido posterior?
biente los tiempos de mordido han de variar. En invierno, a unos 10 Al dibujar sobre una capa fina de barniz, el grano del papel debe atra-
ó 15° C, la primera mordida a 45° Bé puede llegar a los 25 ó 30; la vesar una película finísima de grasa, de tal manera que alcanza el me-
segunda a 40° Bé a 15 ó 17 minutos y la tercera a 35° Bé puede alcan- tal y lo toca sólo en el punto de presión real del útil. El barniz que
zar los 8 minutos. Todo ello con los cuidados de sacar las planchas rodea a ese punto casi no se altera, pues apenas es tocado por los gra-
del mordiente de vez en cuando y comprobar el estado de las tallas. nos circundantes del papel, permaneciendo adherido al cobre y resis-
En verano, a unos 25°C, los tiempos han de reducirse y así, la primera tiendo durante más tiempo al submordido lateral.
mordida puede durar de 15 a 20 minutos, la segunda de 8 a 10 y la Sin embargo, en una capa más gruesa, al presionar con el útil, el
tercera de 3 a 5 minutos aproximadamente. grano de papel digamos que tiene que «incrustarse» literalmente en

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e! barniz hasta llegar al metal, de manera que no sólo toca el punto profundidad sino también horizontalmente, ensanchando los puntos.
de presión sino también los granos alrededor de éste, y al levantar Con esto se podria pensar que así se evidencia más el punto, pero no
el pape! éste se lleva además barniz de los contornos del punto presio- es tal, ya que en una masa de puntos, cuando está profundamente
nado, debilitándolo. De este modo la capa de barniz se va resintien- mordida, visualmente nos desaparece el efecto gráfico de punto como
do, ya que no se trata de uno sino de infinidad de puntos con su con- tal, entre otras razones porque la carga de tinta y su velo se encarga-
torno respectivo que, junto al balanceo lateral del mordiente, acaban rán de suavizar los pasos de punto a punto y, por tanto, se descansa
por unirse unos a otros rápidamente, levantándose la capa, a veces la masa de su poder gráfico en favor de un efecto cromático más pla-
totalmente, en una gran zona de imagen. Casualmente además esto no. Es el mismo principio que opera en un mordido al límite de una
ocurría en aquellas zonas más trabajadas e insistidas, precisamente aguatinta, en donde desaparece el efecto de diminuto punto blanco
donde menos márgenes de barniz se dejan libres alrededor de los pun- frente a toda la masa entintada.
tos, agudizándose este efecto de calvas. Para remorder de nuevo una plancha hay que proceder de manera
Asimismo los tonos medios y más delicados apenas sí se aprecia- muy sencilla aunque con precaución: una vez bien desengrasado el
ban en la estampa, ya que, al levantarse el barniz de esta forma, se cobre, se aplica a rodillo muy duro una fina capa de «barniz de re-
suprimían los dos baños siguientes que hubieran sido aún más nece- mordido» (15).
sarios que con un buen barnizado, ya que estos tonos quizá no se ha- Aplicando e! barniz de este modo, las tallas nos quedan descubier-
brian desprendido de la ligera película grasa de la que hablábamos tas, listas para ser atacadas de nuevo por el mordiente unos minutos
antes, debido al grosor de capa aplicado. más. Hay que proteger los biseles y la parte posterior de la plancha
Para paliar esta falta de mordido había que recurrir a remorder como para un mordido cualquiera.
todas las matrices de nuevo por el sistema que a continuación se va El remordido se lleva a cabo en un solo baño de mordiente, ya
a explicar, y si ello no era efectivo, había que volver a repetir el proce- que ahora ya no hay película grasa que levantar, y nosotros aconseja-
so sin compensar ya todo el trabajo. mos utilizar la solución a 40° Bé, que es la intermedia y resulta eficaz
Después de esta experiencia hemos vuelto de nuevo al antiguo rodillo para este tipo de recurso.
y las pruebas han sido del todo satisfactorias, con lo que se viene a demos- Si sólo interesa remorder una parte de la imagen, el resto se cubre
trar claramente esta teoria sobre el grosor de capa yel mordido. con un barniz o una laca (ésta siempre después de calentado el barniz
de remordido). El tiempo de mordido depende ya del efecto que que-
ramos conseguir, siempre vigilando la aparición de posibles calvas,
3.3.2.3. El remordido
tan dificiles de disimular en esta técnica y tan molestas para el color.
El remordido constituye un recurso eficaz para deficiencias de Con este recorrido por todos los factores tanto materiales como
mordido en una imagen, sin tener que volver a dibujar sobre lo ante- operativos que intervienen en el acto de morder una plancha, y con
rior, cuando se quiere intensificar tonos en la misma. el recurso posterior del remordido, se cierra el capítulo de la mordida
Ya hemos visto una manera como el mordido no se realizaba co- de los soportes, quedando patente la importancia que este paso técni-
rrectamente debido a una aplicación incorrecta del barniz y, por tan- co tiene en el proceso general, se diria que constituye un 50 % en la
to, de un levantado indebido del mismo. Pueden además existir otras buena respuesta de la imagen definitiva.
razones para desear remorder una matriz, total o parcialmente. La
causa más común es que un determinado color en la estampa ya im- (15) Fórmula del barniz de remordido empleada y aconsejada en esta tesis:
presa no destaque del modo deseado por ser escasa la profundidad tinta litográfica negra. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 500 grm.
de las tallas o por tratarse de un color muy transparente. (Figura 13.) almáciga.................................................... 150 grm.
Asimismo puede ocurrir que una masa determinada muestre de secativo de cobalto .............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150 cm3.
Este es. un barniz que seca muy rápidamente, que es de color negro para visuali-
forma muy patente su textura de punto y deseemos descansarla de zar mejor y que se puede aplicar en capa muy fina por su alta resistencia al mor-
este efecto gráfico: el remordido, o nuevo mordido, no sólo actúa en diente. Hay que calentar levemente el barniz una vez extendido.

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La introducción del sistema de mordida progresiva ha sido tan de- Pues bien, todos estos ingredientes pueden ser reducidos a la mi-
terminante en esta técnica, que no dudamos en proponerlo como una tad de su efectividad, ya no sólo por un incorrecto estampado, que
de las más importantes aportaciones a la zieglerografia y, por tanto, sería el aspecto más técnico del asunto, sino sobre todo una falta de
a esta tesis, dentro de su apartado puramente técnico, sin la cual no dominio del color. Esto es importante y es verdad que también va liga-
serían posibles los resultados plásticos que se pueden lograr, sobre do a un dominio técnico, sobre todo de la sobreimpresión, en tanto
todo en el campo del color y que, de hecho, pensamos que se han lo- que las respuestas de los colores, al yuxtaponerse o superponerse,
grado en las estampas que aquí se muestran como aportaciones plás- funcionan de un modo u otro.
ticas. El pintor sabe del comportamiento del color sobre el lienzo, el pa-
pel o la tabla, pero cuando se pone a grabar debe conocer la lógica
3.3.3. El proceso de estampación interna del proceso de estampación principalmente, para saber exigir
al medio tanta o más riqueza que en su pintura.
Básicamente «estampar» consiste en la acción de hacer una impre- Por otro lado, la zieglerografia ofrece, por su carácter peculiar,
sión sobre un determinado soporte por medio de una matriz. el juego con el color luz del soporte del papel, con el que lógicamente
El proceso de estampación, cuyo desarrollo nos va a ocupar segui- se consiguen efectos cromáticos bien diferenciados de otros medios
damente, es complejo, ya que intervienen numerosos factores en su de creación.
recorrido hasta llegar a la estampa propiamente dicha. Comencemos por aclarar qué factores intervienen en el proceso
Referido ya a la zieglerografia, este proceso de estampación debe de estampación de la zieglerografia que es básico conocer profunda-
ser más cuidadoso y realizarlo con un buen grado de profesionalidad, mente. En las páginas siguij!ntes se van a desarrollar largamente tres
ya que, atendiendo a la definición anterior, la impresión o huella que grandes cuerpos en los que se ha dividido tal proceso de estampación
hay que realizar sobre un soporte (el papel) es una impresión a varios y son:
colores, en donde intervienen varias matrices, con una compleja ES- A) Primero EL ENTINTADO, en qué consiste y cuáles son los
TRUCTURA DE PUNTOS en su interior. factores que toman parte en este momento de la estampación.
Las exigencias del color y, más aún, de la sobreimpresión, requie- B) Segundo LA IMPRESION o estampado en sí, en qué consiste
ren un gran conocimiento del medio impresor, un relativo grado de y qué factores hay que tener muy en cuenta para que se produzca co-
paciencia en la impresión de pruebas de color y una alta exigencia rrectamente.
y conocimiento plástico del rendimiento y própiedades de los color_,,- C) y tercero LA SOBREIMPRESION, porque estamos mane-
Estas tres condiciones en un buen artista darán siempre buenos resul- jando varias matrices cada vez que se estampa una imagen y ello
tados en la estampa, mientras que, de otro modo, con prisas, con des- requiere unas exigencias técnicas deteminadas, así como un conoci-
conocimiento técnico y un conformismo inmediato, aun tratándose miento del comportamiento de los colores impresos, en base a conse-
de una imagen muy expresiva sobre la matriz, no dará sobre el papel guir unos resultados concretos en la estampa.
todo el rendimiento necesario para superar el boceto o la idea inicial, Con el desarrollo de estos tres apartados el proceso de estampa-
aspecto éste que justifica en gran parte el hecho de dedicarse a grabar ción quedará perfectamente definido y se podrá comprender mejor
en color. la gran importancia de conocerlo y utilizarlo correctamente en fun-
Por tanto, el proceso de estampación es muy determinante para ción de la imagen.
obtener unos resultados positivos. Hasta el momento de imprimir se
supone que tenemos todos los factores a nuestro favor si hemos cum- 3.3.3.1. El entintado
plido los requisitos técnicos anteriores, es decir, que hubo un buen
levantado del dibujo, una correcta separación de color con las cuatro En la zieglerografia el entintado viene a ser la preparación de las
planchas, una imagen expresiva y rica y un mordido de todas las matrices antes de su impresión y consiste en poner la cantidad necesa-
planchas perfecto. ria de tinta de un color sobre el lugar correspondiente y embutirla

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en las tallas, de manera que todos y cada uno de los puntos mordidos vidrio de la mesa y están listas para ser aplicadas. Nosotros no acon-
para tal color queden rellenados. A continuación se elimina del relie- sejamos el calentado, ni tampoco lo solemos utilizar, ya que el calor
ve la tinta sobrante, correspondiente a la no-imagen y se limpian bien también reseca la tinta si nos descuidamos o si estamos mucho tiempo
los biseles, quedando la matriz lista para la impresión. entintando y hay que estar muy pendientes, independientemente de
En esta definición aparentemente tan simple, intervienen varios lo complejo o no que sea el entintado de una matriz concreta, que
factores y operaciones que hay que controlar: LA TINTA, EL EN- puede llevar varios colores y requerir más tiempo.
TINTADO EN SI Y EL LIMPIADO de la tinta sobrante del relieve. Otra característica referida a la consistencia de la tinta es su grado
de adherencia, de tirantez o pegajosidad: «poiseux» o «tirant» se de-
A) La tinta nomina en francés, que pensamos que lo expresa más claramente.
Este factor en el proceso de estampado viene a ser el VEHICULO Esto viene a ser la cualidad por la cual la tinta se adhiere mejor o
por el cual una imagen grabada sobre una matriz quedará impresa peor al soporte (papel). Es decir, que la tinta posee un grado de pega-
sobre un papel por medio de presión. Este vehículo debe tener unas josidad suficiente para reportarse y fijarse al papel cuando éste es pre-
cualidades determinadas para poder llegar a reportarse al papel con sionado contra las tallas.
facilidad. Además debe tener en su mezcla el tono, matiz y saturación Asimismo este grado de adherencia influye para el limpiado de la
correspondiente al Índice de mordido de las tallas que va a ocupar, tinta, del que más tarde hablaremos, ya que cuando ésta es excesiva-
y debe ser previsto el grado de transparencia u opacidad que se quiere mente pegajosa el limpiado del relieve se hace dificil e incómodo y
lograr. luego además en la impresión, la tirantez de la tinta puede Ilegar a
Por tanto, se debe atender a DOS FACTORES: la consistencia rasgar el papel. El punto correcto de adherencia es, pues, muy impor-
tante y con la práctica es fácil de establecer, entre otras cosas porque
de la tinta y las mezclas.
las tintas del mercado ya están pensadas a este fin, particularmente
A.l) La consistencia de la tinta. las de buena calidad como es lo habitual.
El grado de viscosidad o fluidez de una tinta es la propiedad que Resumiendo, el grado de viscosidad o fluidez y el grado de adheren-
hará que ésta penetre con mejor o peor facilidad en las tallas. Al sa- cia son dos componentes que establecen el tipo de consistencia de la
carla del bote o tubo se puede advertir en general la fuerza que opone tinta, necesarios para realizar un correcto entintado y posterior es-
a su amasado o batido con la espátula. Cuando esta viscosidad es tampado de la matriz.
muy alta y el simple batido de la espátula no basta para fluidificarla,
se puede diluir con un poco de aceite de linaza, aunque este hecho A.2) Las mezclas
no suele ser muy habitual, pues las tintas vienen de fábrica con bas- Además de la consistencia de la tinta, durante el entintado tienen
tante carga de aceite. lugar las mezclas que realizamos para producir toda la armonía cro-
El calor también fluidifica provisionalmente la tinta y algunos tra- mática que exija la imagen.
tados aconsejan calentar ligeramente la matriz para que así la tinta LOS COMPONENTES de las mezclas deberán tener una estre-
corra más fácilmente por las tallas. cha relación con los niveles de mordido de la matriz. Estos compo-
Hay que recordar que las tallas en la zieglerografia son pequeños nentes son básicamente: el tono, el matiz y saturación y el grado de
puntitos más o menos anchos y profundos y más o menos condensa- transparencia y opacidad de la mezcla.
dos, por lo que el estado de la tinta es aún más importante que para Al realizar la mezcla en la paleta, EL TONO es el factor -diga-
otras técnicas, ya que puede suceder que ésta no logre penetrar más mos- más independiente en relación al mordido, ya que para hacer
que superficialmente en los puntos, repercutiendo más tarde en la po- la mezcla se partirá de un color o varios determinados. Es decir, que
tencia cromática. se parte por ejemplo de un tono verde veronés o vejiga, pero en base
Como decíamos, las tintas de colores que se venden en el mercado al color verde y no a otro. Este tono dado del color verde se reflejará
vienen ya con una viscosidad media-baja, salvo algún color más vis- tal cual, independientemente de la profundidad de las tallas, que es
coso, por lo que no es necesario más que batirlas un poco sobre el lo que dará el matiz (más claro o más oscuro). EL MATIZ sin embar-

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go sí que está vinculado y determinado por el nivel de mordido, ya mezcla puede resultar muy transparente, según la cantidad de laca
que, como se sabe, a más profundidad de mordido más carga de tinta, añadida, dejando ver con mayor nitidez, sólo matizándolos, los colo-
por t~nto, más se intensifica o matiza un color. Este factor es el que res impresos debajo, pero sin cubrirlos ni anularlos. (Figura 15.)
IntervIene en el concepto de modulación o degradación en la zieglero- La cantidad de laca translúcida que se debe aplicar en relación a
grafia, que hace que los trazos no resulten planos y regulares como un determinado efecto y nivel de mordido, es cuestión de experiencia,
en una pincelada al azúcar sin reservas, sino ricos en transiciones to- y no resulta dificil cuando se realizan algunas pruebas de color pre-
nales. Matizar un color consiste, pues, en aclararlo o intensificarlo vias.
dentro de la escala de SATURACION de dicho color. En función La tinta, en su actuación durante el proceso de entintado, queda
de cómo responde una vez impreso, con las escalas de mordido co- así explicada, aunque más adelante se tratarán otros aspectos en rela-
rrespondiente, se realizan los AJUSTES DE MATIZ necesarios. (Fi- ción con la impresión misma y el proceso de sobreimpresión.
gura 14.)
En otro sentido llamamos también «matizar» a llevar a un color B) El entintado en sí
dado, un verde por ejemplo, hacia un punto (matiz) más frío (hacia La tinta ya está lista sobre la mesa y comienza entonces la opera-
los azules) o más caliente, (hacia los amarillos), dentro del esquema ción del entintado propiamente dicho. Esta operación consiste en em-
del círculo cromático. En este segundo sentido el matiz se independi- butir o rellenar las tallas de la matriz con la tinta de color ya prepa-
za más del factor «nivel de mordido» y se acerca a la acepción de rada.
tono, pues ocurre también que es un problema de ajuste de mezcla Una forma de embutir la tinta muy eficaz y limpia es con la ayuda
en la paleta, independientemente de la impresión. de RASQUETAS de plástico, haciendo presión con firmeza hacia
EL GRADO DE TRANSPARENCIA U OPACIDAD de la dentro, inclinando ligeramente la rasqueta unos 45°.
mezcla es un factor muy importante, sobre todo para la sobreimpre- Estas rasquetas se venden en un buen tamaño para poder cortar-
sión, que más adelante trataremos, aunque ciertamente repercute las a las medidas del ancho que necesitemos y hacer más cómodo y
también en el índice de saturaciónn del color impreso. eficaz el entintado: ya sean grandes masas o pequeñas zonas de color,
En general los colores en su estado puro suelen ser bastante trans- etcétera. Resultan muy prácticas, pues se limpian con un poco de tre-
parentes aplicados en capa fina, pero normalmente no se emplean en mentina cada vez que se quiera cambiar de color, y además son de
este estado todos, sino que, por lo general, se van haciendo mezclas plástico duro, que no raya la plancha en absoluto ni daña las tallas ..
(medios tonos, tonos grises) hasta completar toda la gama de color Si la tinta posee el punto idóneo de viscosidad, no es necesano
necesaría para una imagen. Para estas mezclas nos auxiliamos del co- calentar previamente el soporte. Como ya se ha indicado, es preferi-
lor blanco, que opaca los colores aún siendo aplicados en tallas muy ble batir durante más rato la mezcla de tinta realizada y calentarla
finas y este sentido de «opacar» se refiere a que, por un lado, los hace de este modo mejor que con calor artificial, pues la reseca y requiere
más evidentes sobre el papel, pero por otro, les reduce brillantez y más atenciones. Aunque el calentado es un paso que se utiliza en la
luminosidad. mayoría de los talleres de estampación, insistimos en que no es nece-
Además opacar equivale a no dejar ver lo que hay debajo, y esto sario para las tintas de colores que vienen ya en su may~ría con .bas-
en la superposición de varios colores hay que tenerlo muy en cuenta. tantes aceites y, por tanto, resultan a veces Incluso demasiado flUIdas,
Por tanto; como no se puede prescindir del color blanco para la sobre todo las de dudosa calidad.
mayoria de las mezclas donde intervienen dos o más colores, el estam- La rasqueta requiere hacer movimientos hacia adelante, hacia
pador emplea una preparación translúcida o laca transparente, que atrás o semicirculares y hay que ir girando la plancha a menudo, para
añade a la mezcla. También se la aplica a colores puros para reducir que cada punto-talla se rellene por completo. El s~bmordido lat~ral,
su saturación sin alterar la luminosidad. Esta laca no modifica el ayudado por el movimiento de balanceo del mordIente, crea caVIda-
tono, no cambia el color de la mezcla, pero sí su grado cubriente y des laterales/horizontales a los lados del punto que hay. que rellenar,
opacador. Aun siendo aplicada en niveles de mordido profundos, la no sólo verticalmente. Así se conseguirá más carga de tInta por cada
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punt.o que, unid.os, c.o.operarán para p.otenciar un may.or cromatism.o pérdida de t.on.o sobre el papel, a la ~~z que resu~tará muy c,?stoso
en la imagen.
el limpiado, debid.o a esa falta de elastICIdad de la tmta. Es ObVI.o que
Se debe p.oner s.obre la matriz una cantidad suficiente de tinta de si la tinta es demasiado fluída, rellenará las tallas cómodamente, pero
manera que, p.or un lad.o, n.o se embadurne toda la superficie, pues también será arrastrada con facilidad por la tartalana, vaciando las
est.o, a parte de sup.oner un desperdici.o, requiere lueg.o may.or tiemp.o tallas en pr.oporcion a la insistencia de limpiad.o y perdiéndose parte
de limpiad.o, y si además hay .otras z.onas a entintar con distint.os C.o- de la carga matérica y cr.omática de la tinta. ..
l.ores, se pueden llegar a manchar. P.or .otr.o lad.o, tampoc.o hay que P.or otr.o lado, el grado mordiente o grado de adherenCia de la unta
quedarse c.ort.os, pues la tinta debe tener su margen para penetrar -c.omo explicábam.os en el apartado ante~or-:- viene a ser s~ fuerza
bien en las tallas y expulsar el s.obrante hacia el relieve c.on ayuda de de resistencia al arrancado y, p.or tanto, al !tmpIad.o. No con.vIene que
la rasqueta.
sea demasiado m.ordiente, pues se agarra tanto a la ~uperficIe ~el me-
Cuand.o se tienen vari.os c.ol.ores en una sola matriz, se c.omienza tal que resulta incómod.o de limpiar. Cuando se advIer.te exce.sIva pe-
entintand.o una z.ona, 1.0 c.orrect.o es ir del centr.o de la matriz hacia gaj.osidad c.onviene aplicar a la tinta unas g.otas de aceIte de !tno cru-
l.os b.ordes, para ir limpiand.o cóm.odamente, y se deja limpia antes do u otro tipo de aceite ligero.
de pasar a entintar la siguiente z.ona. Así se continúa hasta tener en- Pero también esta cualidad pegaj.osa de la tinta influye en su pos-
tintadas y limpias t.odas las z.onas diversas de col.or.
terior adherencia al papel, p.or lo que n.o hay que reducir en exces.o
Una vez se tiene entintada la matriz regularmente y se retira parte su grad.o mordiente. Por 1.0 general las tintas ya vienen prep~radas
de la tinta s.obrante del relieve c.on la ayuda de la rasqueta (est.o cuan- en el mercado con un grado idóneo de adherencia para el entmtad.o
d.o se trata de una matriz a un c.ol.or), se pasa al siguiente punt.o: el en talla, por lo que no suele c.onstituir much.os pr.oblemas,. aunq.~e
limpiad.o del relieve. Si se ha calentad.o previamente la plancha hay hay que c.onsiderarlo si se observan alteraciones acusadas, .o SI s~ utI!t-
que dejarla enfriar bien antes de pasar a este punt.o.
zan tintas idóneas para otr.os tip.os de impresión per.o no para Impre-
C) Ellimpiad.o sión calc.ográfica, o si se emplean tintas de óleo, p.or ejemplo, que sue-
len ser muy POC.o viscosas.
Esta .operación c.onsiste en eliminar la tinta s.obrante del relieve
de la matriz, que corresponde a la no-imagen, dando lugar al blanco C.2) El color y su reacción con el soporte. .
del sop.orte (papel) en la estampa, sobre el que luego podrán ir so- Anteriormente hemos hablado del empleo del cobre para la zlegle-
breimpresos o n.o otros col.ores. rografia, entre .otras razones fundamentalmente p.orque las ti~tas de
En el limpiad.o de las matrices realizadas con la técnica que nos color tienen una men.or reacción con este metal que con el zmc p.or
.ocupa intervienen vari.os factores que determinan el m.odo de proce- ejempl.o, y, por 1.0 tant.o, n.o se ensucian tanto durante ellimpiad.o:
der: LA TINTA, EL COLOR, LOS EFECTOS DE VELO, LA DIS- sin embargo est.o n.o sucede de una forma abs.oluta c.on t.odos los C.ol.o-
POSICION DE LOS COLORES, EL LIMPIADO DE BISELES Y res y algun.os sí que se ennegrecen al ser frotados excesivamente con
EL EROSIONADO DE LAS TALLAS. la tarlatana.
C.l) La tinta Colores c.om.o el blanc.o, los amarill.os y los rojos son l.os más sus-
ceptibles al ennegrecido. Este se produce p.or la fr.otación en varios
P.or un lado, el grado de viscosidad de las tintas c.onstituye un fac-
sentidos de la tarlatana, en nuestro afán de retirar la tinta sobrante
t.or determinante en el limpiado que hace que éste se realice correcta- del relieve de la matriz. La s.olución, p.or tanto, está en n.o frotar de-
mente o no. Una tinta compacta y espesa penetra lentamente en el
masiado sino intentar retirar la tinta sobrante suavemente. Para ello
f.ond.o de las tallas y tiende a no ser arrastrada fácilmente por la tarla- se puede~ realizar d.os movimientos qu~ result~n muy efic~~es: prime-
tana, quedando l.os huecos bien cargados de tinta y el relieve limpio
una vez acabada la .operación. ro se retira con suavidad la carga de tmta mas gruesa utI!tzando un
troz.o de tarlatana n.ormal y una vez descargad.o así el relieve, se toma
Sin embarg.o una tinta demasiado espesa, n.o l.ogrará rellenar en un cuadrado de cartulina o papel rígid.o blanco (también sirve el pa-
profundidad las tallas, en particular las más finas, produciéndose una pel vegetal), de dimensiones pr.op.orcionales a la zona a limpiar y se
100
101
I?asa.en varios sentidos, cambiando inmediatamente el papel por otro cómo sobre una matriz podía haber grabadas varias zonas de imagen
hmpIO en cuanto se advierte que el color se va ennegreciendo. que correspondieran a colores distintos, o varios tonos de un color.
. De est~ modo también, además de evitar el ennegrecido superfi- En estos casos, que suelen ser muy habituales, pues de este modo se
cIal d~ la tInta, se asegura un buen rellenado de las tallas, ya que la aprovechan mejor las planchas y se consigue mayor rendimiento cro-
cartuhna no arrastra apenas nada la tinta de las mismas mantenién- mático, la manera de proceder durante el limpiado será la siguiente:
dolas bien pr~,?stas de tinta. La tarlatana siempre tiende a llevarse se comienza entintando los trazos situados en el centro de la matriz
con mayor faclhdad parte de la tinta superior de las tallas, por su mis- y se limpian por el método de tarlatana, cartulina o ambos a la vez.
ma estructura de trama y su peculiar flexibilidad. A partir de esa zona y progresivamente hacia los bordes se va entin-
tando y limpiando, hasta llegar a las zonas más alejadas del centro,
C.3) El limpiado y los efectos de velo o nitidez cromática cuyo limpiado es más fácil, pues el brazo, la mano o la tarlatana no
.Si~endo .con la utilizac~ón de ta~latana y cartulina o papel para van a molestar o ensuciar el resto de los colores ya dispuestos.
e~ hmptado, dIremos que ya mdependIentemente del posible ennegre- Una vez se coge esta mecánica de entintado y limpiado resulta
cIdo del ~olor, nos p~e.de interesar en un momento dado producir muy fácil y controlable, y hay que decir que, aunque no responde
efectos mas o menos rutIdos o atmosféricos de color. exactamente al método de entintado a la poupée, puesto que en una
La tarlatana, por un lado, es un elemento eficaz para producir plancha no se resuelve totalmente la imagen, ni tiene porqué haber
eFectos de color envolvente y velos, ya que aunque limpia el relieve, fundidos y degradados entre los diversos colores yuxtapuestos o sepa-
tIend~ a dejar una aureola de tinta alrededor de los puntos mordidos, rados, sí está basado en tal método en cuanto a entintado y limpiado
que vlsualment~ producen un efecto evanescente, envolvente, a veces zonificado se refiere.
como degradacIOnes, que pueden resultamos en la imagen muy apro- Obviamente, cuando la matriz no presenta este tipo de complica-
ve~?ables yeficac:es. Este e~ecto se podrá realizar siempre que el color ción de color, el limpiado se realiza normalmente, retirando la tinta
utIhza~o .10 per~~a, es deCIr, cuando no sea muy susceptible a un en- del relieve de forma regular por toda la matriz hasta dejarla en el pun-
negreCImIento rapldo. to deseado.
. ~a cartulina o papel sin embargo deja los puntos perfectamente
C.5) El limpiado de biseles y los retoques
hmplos a su alre~edor, produciendo un efecto nítido y claro del color,
Por último, y para dejar ya preparada la matriz para ser impresa,
y se emplea p~ecIsamente muchas veces para acabar de limpiar velos
tiene lugar la operación del limpiado de los biseles. Resulta muy mo-
que algu~as tIntas muy aceitosas, o determinados colores, dejan so-
lesto y produce una sensación de descuido e! ver una imagen impresa
~re el reheve ?el metal y que la s.ola tarlatana no puede eliminar bajo sobre el pape! con el borde manchado irregularmente de tinta. En ge-
nesgo de vaCIar d~masIado de tInta las tallas. La cartulina se puede
neral la pulcritud en la estampación y concretamente referida a los
usar, como es ObVIO pues, con cualquier color, más o menos suscepti-
ble de ennegrecimiento. . biseles es otro factor favorable para el buen resultado de la estampa
y su mejor apreciación.
Dependiendo, pues, del interés de producir un determinado efecto
En el caso de la zieglerografia es aún si cabe más importante, ya
u ~tro, emplearemos en mayor o menor medida la tarlatana o la car-
que se van a sobreimprimir varias planchas en donde un ligerisimo
tulIna, o bIen una alternancia de ambas. (Figura 16.)
desajuste de los márgenes pasará inadvertido con unos biseles impe-
C.4) El limpiado y la disposición de varios colores en una matriz cables. De lo contrario se haría muy evidente y molesto.
Para el limpiado de varios colores sobre una sola matriz se emplea Cada grabador elige e! modo más cómodo y eficaz de limpiar l~s
u~ méto~o de entintado y limpiado a la vez, llamado «método ra- biseles. Nosotros utilizamos trapo de algodón con algo de trementI-
dIal», y VIene dado por la disposición relativa de las zonas grabadas na, que pasamos con cuidado por los cuatro márgenes. Después,
sobre la matriz, independientemente de los colores que se vayan a em- acostumbramos a rematarlos pasando el dedo manchado con Blanco
plear. . de España o talco, que asegura así un blanco impecable sobre el
Se ha explicado en el punto sobre «el entintado en sí», punto B, papel.
102 103
I mínimo de precauciones, como el empleo de ra~quet~s d~ plástico
En este momento se pueden hacer los retoques en la imagen, o me-
jor, en la no-imagen, con un pincel fino y suave manchado de Blanco para el entintado, el frotado de la tarlatana prevIO al hmpl~do para
España, que se puede pasar por determinados fondos o zonas que ad- eliminar el exceso de apresto, elemento muy devastador, aSI c.omo el
virtamos algo dañadas por el mordiente y deseemos que queden bien empleo de cartulinas o papeles de limpiado .s,uaves y algo ~atmados,
limpias en la impresión o bien por donde hay velos de tinta que no es suficiente para asegurarnos la larga duraclOn de las m~tnces.
interesen. Esta operación hay que realizarla con cuidado, de modo En el punto que viene a continuación sobre la impresIón o pasada
que no manchemos con blanco las zonas entintadas, produciendo de- por la prensa de la matrices, se cOI?~ntará de n,uevo este aspecto del
fectos de impresión. erosionado en relación con la preslOn y el vestIdo de la prensa. Por
lo que concierne al capítulo del entintado los cuidados mínimos han
C.6) El limpiado y el erosionado de las taIJas sido ya expuestos y se deberan tener en cuenta como unos factores
El erosionado o progresivo desgaste de las tallas en todo proceso más para la conservación de las matrices en buen estado. .
de estampación comienza ya desde el momento del entintado, con las Por último con este análisis sobre el limpiado de las matnces, ter-
insistentes pasadas de la rasqueta en varios sentidos. Por ello actual- mina el desarr~no del primer cuerpo referido al entintado o prepara-
mente se emplea el plástico, que, como ya se ha explicado, es un mate- ción de la matriz para su impresión y se pasa seguidament~ al segun-
rial suave y relativamente flexible que amortigua la acción erosionan- do, al acto de la impresión o estampación en sí de las matnces.
te del entintado. .
Este desgaste continúa luego con el limpiado: la tarlatana es un 3.3.3.2. La impresión
tejido que posee una rigidez y un entramado idóneos para arrastrar
la tinta, pero puede llegar a ser un fuerte abrasivo si no se utiliza del La impresión en el proceso de estampación consiste en hacer pa-
modo correcto, principalmente en técnicas más supceptibles al erosio- sar por la presión de la prensa la matriz ya entintada y el papel hume-
nado del relieve, como son las cumbres del grano del aguatinta o las decido de manera que éste recoja y fije la imagen grabada.
barbas de las líneas a punta seca, con las que hay que tener especial En 'la zieglerografia hemos hablado de que la imagen sobre la ma-
cuidado. triz se compone básicamente de PUNTOS mordidos, más o menos
Sin embargo las tallas producidas con la técnica del barniz blan- anchos y condensados. Hemos visto también cómo este hecho reper-
do, y más si son sobre cobre, poseen una mayor resistencia al erosio- cutía en el punto entintado y a continuación se van a ~xplicar los re-
nado que las dos técnicas anteriores y, en general, que el resto de las quisitos convenientes par~ un buen rep0T!~ de l~ matnz al pape~, te-
técnicas de grabado en talla, incluído el buril y el aguafuerte a línea, niendo muy en cuenta dIcha estructuraclOn grafica en la matnz, y
tradicionalmente consideradas como muy resistentes a la erosión. atendiendo a las normas generales de impresión para el grabado en
Esta especial resistencia al desgaste viene dada por la propia es- talla.
tructura del punto mordido en el barniz blando, el cual queda alta- De un modo general, para que durante la impresión se produzca
mente protegido alrededor por el relieve de la matriz, es decir, la el adecuado reporte de tinta de un soporte a otro es preciso tener en
no-imagen. Este relieve es realmente quien recibe directamente la ero- cuenta varios factores:
sión, amortiguándola considerablemente y protegiendo al punto de
A) el vestido de la prensa
su acción devastadora. En masas muy trabajadas, es decir, con una
B) la graduación de presión
acumulación de puntos muy densa y además muy atacadas por el
C) la doble pasada por la prensa
mordiente, el relieve es proporcionalmente menor a las tallas y es en
D) el grado de humedad del papel
esas zonas donde hay que ser especialmente cuidadosos en el limpia-
do, si es que pretendemos realizar un largo tiraje sin intención de ace- E) el estado de la tinta
rar las matrices. Además atendiendo a la necesidad de la sobreimpresión en la zie-
El limpiado pues en su relación al erosionado no es un factor que glerografia,' será necesario un sexto factor para conseguir un buen
condicione en gran medida el modo de proceder, ya que tomando un ajuste en la impresión:

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F) la plantilla de ajuste, que hay que dejar situada sobre la pletina tas, pues poseen aún una consistencia algodonosa que impide que se
de la prensa desde la impresión de la primera matriz. Más tarde, en adapten a los relieves de las tallas, produciéndose muy a menudo cal-
el capítulo de la sobreimpresión, se volverá a insistir sobre la impor- vas. Por ello conviene que las mantillas hayan sido pasadas un buen
tancia de este factor y sobre los sistemas generales de ajuste. número de veces por la prensa antes de usarse para imprimir, de este
modo se comprime y prensa el tejido de forma homogénea y se hace
A) El vestido de la prensa idóneo para la impresión en talla.
Este constituye un factor importantísimo en el acto de la impre- A.2) La relación de grosores entre las mantillas y su colocación .
. sión, de tal forma que cuando advirtamos algún defecto de impresión Para las tallas producidas en el barniz blando es muy aconsejable
en la estampa debemos revisar en pirmer lugar las mantillas de la el empleo de tres o cuatro grosores de mantillas: uno grueso, otro me-
prensa, más si se trata de una prensa con la que no acostumbramos diano y uno o dos finos.
a trabajar: revisar su correcta colocación, asegurarnos de que hay El empleo de tres grosores, además de influir en el amortigua-
más de un grosor de mantillas, ver si se han producido pliegues o si miento de la presión de los cilindros, coopera también para una mejor
están excesivamente endurecidas o cargadas de agua, etcétera, son adaptación del papel a las tallas. Volvemos a insistir que es preciso
factores que a continuación vamos a desarrollar, siempre en función que el papel recoja muy bien la tinta de todos los puntos, ya que esto
directa con el proceso concreto que aborda esta tesis. será una de las claves para conseguir una mayor potencia cromática.
Para la zieglerografia entonces las mantillas son un elemento fun- La colocación por grosores de las mantillas va de la más gruesa,
damental, ya que éstas van a facilitar al papel el correcto vaciado de en contacto con el cilindro de la prensa, la mediana en el medio y la
tinta de los puntos mordidos, permitiendo una mayor nitidez del co- más fina siempre en contacto con el papel, ya que, al ser muy delgada
lor en las sucesivas impresiones y previniendo la aparición de calvas. y elástica a la vez, es más susceptible de adaptarse a las tallas, embu-
Además van a servir como amortiguadores y reguladores de la alta tiendo el papel ayudada por las mantillas anteriores y la presión.
presión que hay que poner en la prensa, necesaria por el carácter de Esta colocación, como se puede observar, es similar a la del resto
punto mordido al que el papel tiene que acceder para recoger la tinta de impresiones en talla, ya que responden todas a la misma lógica de
totalmente. adaptación a las irregularidades de la matriz, si bien para el barniz
blando se agudiza este aspecto por su peculiaridad de punto, como
A.l) Características de las mantillas: su grado de flexibilidad y
ya se ha expuesto antes.
homogeneidad.
El grado de flexibilidad y homogeneidad de las mantillas está en A.3) Conservación de las mantillas.
función de una mejor adaptación del papel a las irregularidades de la Mantener en buen estado las mantillas es otra de las atenciones
superficie (puntos). que hay que tener para conseguir una buena calidad en la impresión.
Para la zieglerografia las mantillas deben tener un alto grado de A veces se advierten fallos o irregularidades en la estampa a pesar de
flexibilidad. Los taludes de los puntos mordidos son muy verticales, haber atendido correctamente los dos puntos anteriores sobre la flexi-
en particular en puntos aislados, por lo que se hace dificil la entrada bilidad y diferenciación de grosores y sobre la correcta colocación.
del papel y hay que ayudarlo con mantillas bien elásticas que lo pre- Hay que controlar de vez en cuando cuestiones como una excesiva
sionen al interior de los puntos, recogiendo así toda la tinta. carga de agua en las mantillas debido a sucesivas impresiones o a un
Por otro lado, la condensación de los puntos se produce de forma incorrecto humedecido del papel de impresión; la correcta uniformi-
irregular, dependiendo del trazado y salvo en las grandes masas mor- dad de cada mantilla cada vez que se pasa por la prensa, cuidando
didas, existe gran proporción de relieve en relación a las tallas, por que no se produzcan pliegues ni arrugas que perjudicarían la impre-
lo que se hace más dificil la adaptación del papel a las mismas. sión y estropearían las mantillas; la excesiva rigidez o suciedad de las
La homogeneidad de las mantillas, por su parte, es también im- mantillas debido al uso continuado de las mismas, ya que toman par-
portante, ya que cuando éstas son nuevas resultan muy poco compac- te de la cola del papel de impresión, o bien por falta de limpieza por

106 107
El proceso de la zieglerografia requiere MAYOR PRE;SION q~e
nuestra parte cuando manipulamos, o simplemente por el polvo del
para el resto de técnicas en grabado en talla: agua,fuerte a lmea, ~~nl,
ambiente cuando están largo tiempo sin lavar en el taller.
Cuestiones como éstas pueden llegar a deteriorar una estampa y agua tinta, punta seca, etcétera, exceptuando aque!!as q~e .tamble~ ~e
basan en el punto mordido como el grabado a la hJa, el aCldo tartan-
es preferible cuidar el buen mantenimiento de las mantillas para no
co o el grabado al punteador eléctrico, que se rigen por el mismo prin-
recibir malas sorpresas.
cipio gráfico. .,
A.4) Tipos de mantillas idóneos El modo más eficaz de controlar el grado correcto de preSlOn con-
En esta tesis se han empleado dos tipos de mantillas muy adecua- siste en hacer varias pruebas de presión antes de pasar a la i~presi?n
das para la zieglerografia, es decir, que responden a las características definitiva. Dependiendo del grosor de las planchas, de sus dImenSIO-
de gran flexibilidad y se venden en varios grosores. Estas son: LOS nes y del tamaño y potencia de la prensa, se ajustará la presión cada
FIELTROS y LOS SKAIS, o mantillas de tela plastificada. vez que sea necesario y no se mantendrá la, misma presi?n .cuan?o
Los fieltros, una vez han sido pasados por la prensa durante un alguno de estos factores varíe. Si no ocurre as~, se pue.de dejar mva~la­
tiempo, resultan ser muy flexibles y compactos y, J?Or tato, ideales ble el grado de presión ya ajustado, aunque SI se adVIerte que alguIen
para una buena impresión del punto. Son las mantillas más usadas más ha utilizado la prensa, se volverá a comprobar de nuevo. Estas
en general en los talleres de estampación y ello es la mejor prueba de precauciones nos ahorrarán tiempo y dinero, ya que si n~ a~vertimos
sus buenos resultados en las estampas. Se venden en varios grosores que la presión ha sido modificada y, por tanto, ~o esta ajustada a
y con anchos diversos, lo que resulta muy práctico para grandes ta- nuestras matrices, en el momento en que se comIenza a levantar la
maños de imágenes. prueba Y A NO SE PUEDE VOL VER A PASAR DE NUEVO, pues
Los skais resultan ser excelentes para la zieglerografia. Poseen una los puntos producen un desdoblamiento de imagen muy vibrante y
flexibilidad muy grande, no precisan una conservación delicada, se
molesto. Si esto se advierte antes de levantar el papel, por la huella
pueden limpiar por el lado plastificado con trementina y no ~e defor-
de los biseles, TAMPOCO se volverá a pasar la prueba a más presión,
man debido a su gran elasticidad, por lo que se les puede aplIcar una
pues el estirado del papel aumenta y se produce tambieÍl este efecto
alta presión sin problemas pues vuelven a su estado anterior. Las
vibrante.
mantillas de este género son las más aptas para hacer penetrar el pa-
Resumiendo, si no hemos hecho antes la prueba de presión al tac-
pel en todas las tallas. Se encu~ntran fácilmente en el mercado ~n v,a-
rios grosores y de anchos consIderables, por lo que no supone mngun to, o bien comprobándola en la numeración que algunas prensas tie-
problema su utilización. nen, ya no es recuperable la imagen una vez impresa y hay que volver
Los skais se pueden usar intercalados con fieltros finos, dando a empezar de nuevo.
también excelentes resultados. Cada estampador sabrá la mejor ma- C) La doble pasada por la prensa
nera de emplearlos, haciendo pruebas previas antes de pasar a la edi-
ción. Este punto está ligado al anterior ya que responde al principio de apli-
car alta presión y muy regularmente por toda la matriz, hacia adelante
B) La graduación de presión. y hacia atrás. De este modo el papel recogerá mejor aún la tinta de las
De un modo específico para el grabado en talla, la presión es la tallas por su estirado en uno y otro sentido a lo largo del mismo.
fuerza que se ejerce sobre el papel de impresión puesto en contacto Este dato es importante y nosotros siempre imprimimos de este
con la matriz, con el fin de que la tinta contenida en sus tallas sea modo obteniendo muy buenos resultados. No cuesta esfuerzo, sólo
recogida por el papel. un poco más de tiempo, pero pensamos que mer~, la pena asegu~ar­
Siguiendo con el principio de que las tallas en forma de PUNTOS se el correcto reporte de la tinta (color) al papel. PIensese que haCIen-
MORDIDOS requieren mayor atención en la impresión, diremos que do esta operación no es necesario poner tanta presión a la prensa, con
también respecto a la graduación de presión es necesario tenerlo en lo que las tallas acabarían resintiéndose, ya que esta doble pasada
cuenta. hace la función de presión doble, fijando mejor la imagen al papel.

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Este doble movimiento se realiza lógicamente sin levantar las LA HOMOGENEIDAD
mantillas, en una misma operación y lentamente, dando tiempo al pa-
pel para penetrar bien en las tallas, pero sin detenerse hasta el final. El papel, además de necesitar un tie:upo cor~~cto de ~umedecido
Después se procede del modo convencional al levantado de la hoja para hacerlo apto a la impresión, neceSIta tambIen que dICho ~ume­
lentamente. decido se produzca de forma homogénea por toda la superficIe del
D) El grado de humedad del papel papel. Para ello hay establecidos dos métodos fundamentalment~ de
humedecido, a elegir en función de la rapidez, la temperatura ambIen-
Hemos hablado de la elasticidad del papel y de la alta presión te, el tipo de tiraje, los resultados obtenidos o el tipo de papel cuando
como factores necesarios para ayudar al papel a penetrar en las tallas no se utilice el Guarro Super Alfa.
y recoger la tinta. Además de estos dos factores, yen lo que concierne Estos métodos son por INMERSION y por IMPREGNACION.
al papel, es ~!,solutamente necesario que sea bien humedecido, ya que a) Método por inmersión. Este método es el que recomendamos
esta operaCIOn hace que el papel se vuelva más flexible y adaptable para la impresión de zie~lerografias, ya q~e gara~tiza una gr~n ~o­
al ser ablandado por el agua y desprender parte de la cola con que mogeneidad de humedecIdo, clave para la ImpreSIOn de esta teclllca,
viene de fabicación.
además de ofrecer un control de tiempo del remojado y ser muy có-
Un buen humedecido del papel producirá una mayor nitidez de modo.
trazo y, en consecuencia, de color. El método consiste en sumergir el papel en una cubeta con agua
Los p~peles para impr~sión en tal!a ya vienen preparados para limpia, de dimensiones mayores que la hoja a ser posible, y ~urante
ser sometIdos al humedecIdo y al estIrado por la fuerte presión y el tiempo que consideremos razonable, a~nque como se ~a dIcho no
no se deben emplear otros tipos de papeles no concebidos para este menos de media hora ni más de cuatro o CInCO horas, partIcularmente
fin.
con el papel super alfa de color blanco, que tiende más al rasgado
D.l) El tiempo y la homogeneidad de humedecido que el ahuesado.
Pasado el tiempo, y justo antes de la impresión, se saca el papel
con las pinzas para no ensuciarlo y se deja gotear bien durante un
par de minutos sobre la cuba o la mesa de escurrido; luego se coloca
EL TIEMPO sobre un secante y con otro por encima se procede a pasar regular-
mente un rodillo blando por toda la hoja hasta dejarla en el punt?
El tiempo de remojado del papel se debe efectuar en función del correcto de secado, es decir, que mirándola a la luz no produzca bn-
t~I?o de impresió~, en función del tipo de papel y también de la pre- llos de agua por ningún sitio. .
SIOn que se va a ejercer. Para eliminar posibles restos de brozas o I?olvo en el papel a~I
En la zieglerografia, basada en el punto mordido, el papel requie- seco, se puede pasar una brocha dura pero no aspera o una e~pOl~Ja
re como ya se ha dicho un buen tiempo de humedecido para hacerlo ligeramente humedecida, hasta que el papel queda totalmente lImpIO,
más adaptable. El papel que tomamos como referencia es el tipo listo para llevarlo a la prensa.
«GUARRO SUPER ALFA», ya sea blanco o ahuesado, aunque el Este método, que ~omo decimos- recomendamos pa~a el p~­
blanco tiende más al desgarro. En función de este papel un tiempo pel Guarro Super Alfa y para la zieglerografia, no es acon~eJable. SIn
de media hora es necesario para ponerlo adecuadamente flexible, ya embargo para papeles poco o nada encolados, ~omo el Japon, ChIna,
que se trata de un papel de poca dureza y con un grado medio de de Holanda o Velázquez, pues absorben demasIada agua y se rasgan.
cola que hay que ablandar. Y, en tercer lugar, en función de la alta Lo mismo ocurre en papeles encolados pero ligeros, que desgarran,
presión que hay que ejercer, el humedecido en este tiempo y con dicho pues la cantidad de agua es excesiva en relación con el soporte. Par~
papel hace que estire sin dificultad bajo la prensa, adaptándose a las este tipo de papeles es mejor emplear el segundo método que se explI-
tallas y sin peligro de rasgarse al ser levantado. ca a continuación.
110 111
B) Método por impregnación. Aunque este método es más aconse- Por el contrario, con un exceso de humedad, la superficie del pa-
jable para esos papeles poco encolados, también se suele usar a menu- pel rechazará la tinta, produciéndose un efecto de calvas similar al
do en talleres de estampación para papeles convencionales como el anterior. Además, el agua sobrante y la presencia de cola en la misma,
Guarro Super Alfa. Se emplea sobre todo cuando hay que realizar así como la poca consistencia del papel por la humedad, pueden y
largos tirajes, en donde el tiempo es primordial y no se puede andar suelen producir desgarros en el mismo al adherirse a la superficie de
sacando el papel de la cuba, escurriéndolo y secaooolo cada vez. la plancha.
El método se puede hacer de varios modos: dejar la hoja de papel Esto mismo ocurre en el tercer caso, con un secado irregular se
directamente entre dos secantes bien húmedos. También se suele hu- producen excedentes de agua que impiden la correcta adherencia y
medecer directamente el papel por las dos caras con una esponja sua- fijado de la tinta al soporte del papel en dichas zonas más mojadas.
ve o un atomizador y luego dejar la hoja entre dos secantes. Aunque El cuarto caso es similar en efectos al primero al haberse evapora-
por lo general se acostumbra a humedecer el papel del modo anterior, do con el aire la humedad necesaria que le aporta flexibilidad al pa-
pero apilando las hojas unas encima de otras hasta que se llega al nú- pel. Se producirá irregularidad en el reporte de tinta, el color resulta-
mero de papeles que se prevee van a imprimirse. Así preparados, se rá desvaído y al 25% de su rendimiento cromático. Los trazos
dejan envueltos en un plástico bien limpio durante toda la noche, y aparecerán intermitentes al no ser recogidos más que parcialmente
al día siguiente están listos para ser usados sin necesidad de utilizar por el papel.
secantes, pues el papel toma sólo un grado de humedad sin dejar escu- En cualquiera de estos cuatro casos, por tanto, la impresión será inco-
rrir agua. rrecta y habrá que considerarlos siempre, pero sobre todo cuando el pro-
En función de los resultados obtenidos, del tiempo de impresión, ceso de entintado y limpiado ha sido lento o laborioso, ya que será sobre
del espacio y las condiciones del taller o sólo por cuestiones de tiem- el papel donde realmente se apreciará la imagen grabada.
po, se elegirá un sistema u otro, aunque la experiencia al final hará
supeditar todas las cuestiones a una sola: los mejores resultados de E) El estado de la tinta
la impresión, en función de la técnica con que se hayan grabado las Durante el proceso de impresión la tinta es otro de los factores
matrices.
que hay que tener en cuenta para poder llevar a buen fin la estampa.
D.2) Causas y consecuencias por defectos de humedecido. Hemos definido el acto de la impresión como el momento en que
El humedecido incorrecto del papel puede ser debido a varias cau- el papel recoge la tinta de las tallas. La tinta, por tanto, debe poseer
sas: fundamentalmente dos características para poder, por un lado ser re-
a) se aplica un tiempo muy corto de remojado: el papel no ad- cogida por el papel, y por otro, fijarse al mismo.
quiere la humedad ni flexibilidad convenientes. Estas dos características son: su GRADO DE SECATIVIDAD
b) se aplica excesivo tiempo de remojado: el papel pierde la con- y su GRADO DE ADHERENCIA o punto mordiente.
sistencia necesaria y la cualidad de su superficie. Por un lado, las tintas por el simple contacto con el aire se van
c) se aplica un correcto remojado, pero se seca irregularmente el secando, y dependiendo del tiempo de entintado e impresión, de la
papel: la distribución del humedecido no es homogénea. temperatura ambiente, de si las mezclas fueron hechas el día anterior
d) se aplica un correcto remojado, se seca regularmente, pero se o de la propia composición de la tinta, con mayor o menor propor-
deja demasiado tiempo expuesto al aire antes de pasarlo por la pren- ción de secativos, el fenómeno del secado se produce más o menos
sa, o bien hay una temperatura ambiente demasiado calurosa. lentamente.
Cuando el tiempo de remojado ha sido insuficiente el papel no es Este fenómeno se acelera considerablemente cuando se realiza el
capaz de introducirse totalmente en las tallas, y más aún, en los pe- entintado sobre placa de calor, razón por la cual no es muy recomen-
queños puntos de la zieglerografia, por lo que la imagen aparecerá dable utilizar este sistema si no se lleva con mucho cuidado, impri-
sin nitidez, surgirán calvas y el color perderá gran parte de su croma- miéndose rápidamente una vez ha sido acabado el limpiado de la ma-
tismo. triz, el cual también deberá ser hecho con la mayor rapidez.

112 113
El polvo y las brozas de tinta seca también influyen en el se- recientes y limpias, no suele ocurrir ninguno de estos percances y la
cado de las tintas, por lo que hay que procurar hacer mezclas bien impresión se lleva a cabo correctamente.
limpias.
Por otro lado, el grado de adherencia de las tintas hace que éstas F) La plantilla de ajuste
puedan reportarse y fijarse al papel de impresión. Una vez tenemos la prensa ajustada con la presión correcta y las
Dependiendo de las características del soporte, que sea un papel mantillas, el papel y la matriz listos para la impresión, ya sólo queda
muy poco absorbente o mucho, se necesitará un grado de mayor o colocar sobre la pletina de la prensa una PLANTILLA DE AJUSTE.
menor fluidez en la tinta, correspondiendo a un fijado más o menos Esta plantilla tiene como objeto ser utilizada para ajustar correc-
superficial. tamente los márgenes de las matrices en la sobreimpresión así como
Si la tinta es fluída y el papel absorbente, penetrará en éste, fiján- para centrar la imagen en el papel. Por tanto hay que colocarla desde
dose por absorción. Sin embargo, si se trata de un papel de absorben- el momento en que se comienza a imprimir la primera de las matrices
cia media o poca, la tinta deberá poseer un punto más mordiente, no con el color o colores correspond,ientes. Este es el sistema que noso-
tan fluído, para poder agarrarse más superficialmente al papel. tros empleamos, con excelentes resultados cuando se han cortado las
Cuando la tinta está seca en las tallas, carece de fluidez y tirantez planchas idénticas, factor éste de gran importancia por razones ob-
y ocurre que el papel entra en las tallas normalmente pero no recoge vias.
la tinta, que se ha quedado adherida a la matriz. Al ser levantado, En la plantilla se dibujan los tamaños tanto del papel como de
tan sólo aparece sobre el papel el gofrado de las tallas en blanco, o las matrices, correctamente centrados. Puede ser de plástico duro o
grandes calvas de tinta por algunas zonas, aquéllas donde ésta ha se- acetato, que se puede limpiar cómodamente y de dimensiones igu~1
cado totalmente. o mayores que el total de la hoja. También se puede hacer con c~rtuh­
En este estado de semisecado la tinta adquiere un gran poder mor- na u otro material similar, siempre que no sea muy grueso: al ajustar
diente por su parte superior, en contacto con el aire que, unido a la la presión de la prensa se tendrá también en cuenta el mayor o n:enor
humedad del papel y la fuerte presión, suele ocasionar desgarros en grosor de la plantilla, que vendrá a añadirse al grosor de la matnz.
el papel. Esto es así porque la tinta por la parte profunda de las tallas Situada la plantilla en la prensa y sobre ella la matriz y el papel,
se ~ngancha ~ la matriz y por la parte superior al papel, con lo que se puede pasar a imprimir -como ya se indicó en el apartado C de
al Ílrar del mIsmo para ser levantado se rasga. Si se advierte que el este punto, pasándose el rodillo hacia adelante y hacia atrás.
papel tira al ser levantado, se vuelve a bajar con cuidado y se prueba
a calentar la parte posterior de la matriz, de tal modo que el calor
fluidifica un poco la tinta agarrada al metal y permite ser recogida 3.3.3.3. La sobreimpresión
por el papel.
Bajo el punto de vista técnico, la sobreimpresión es una ~écn~ca
Hay que vigilar, pues, el grado de secatividad de la tinta que re- de estampación que consiste en imprimir una sola imagen a vanas tIn-
percu~irá en el punto de fluidez y tirantez idóneos para que se pueda tas utilizando varias matrices.
adhenr correctamente al papel, sin producirse calvas ni desgarros. Analizando sus implicaciones plásticas, la sobreimpresión permi-
Esto es tanto más importante en la zieglerografia, ya que, en ocasio- te, por un lado, la yuxtaposición del color,en donde cada tinta :n~n­
nes se suelen emplear varios colores para una matriz, que requieren tiene su carácter original sin mezclarse y, por otro, la superpOSIClOn,
un tiempo de entintado y limpiado a veces prolongado. O también total o parcial, en donde el color original ~abricado sobre la p~leta
cuando se quieren sobreimprimir las cuatro matrices consecutiva- se combina luego sobre el papel, total o parcIalmente, con otras hntas
mente, en donde hay que dejarlas entintadas y limpias, pasando a ve- para formar nuevos tonos, siguiendo el sistema tanto de mezcla sus-
ces mucho tiempo desde el entintado de la primera matriz a la última, tractiva como de mezcla óptica.
antes de ser pasadas por la prensa. De ello se deduce que este es el sistema más adecuado y completo
Sin embargo, si se suprime el paso del calentado y las mezclas son para obtener ricos y variados resultados con el color y que se deberá
114 llS
emplear fundamentalmente cuando la imagen ha sido concebida para
este fin. Este es el caso de la zieglerografia, cuyo método de dibujado con el método alternado, resulta ser de una gran ~obreza, .sob~e todo
directo sobre las matrices ya es de por sí una sobreimpresión, pues en lo que se refiere a la luminosidad, poder cubnente y hmpleza de
se van cambiando las planchas bajo el papel de dibujo cada vez que los colores. .
se cambia de color. La sobreimpresión alternada, dejando secar la tmta cada vez, o
Se puede afirmar, por tanto, que sobreimpresión y zieglerografia la combinada, resultan mucho más gratifican tes para laestamp~, 'ya
son inseparables y por ello hemos estructurado este tercer apartado que se mantiene casi inalterable el color así como la carga matenca
tan minuciosamente, ya que hay que analizar todos aquellos factores de las tintas. . ,
que hacen posible una buena sobreimpresión, o lo que es lo mismo Sólo algunos colores más frágiles descargan algo de cromausmo ~';ll
en términos técnicos, una buena zieglerografia. secos particularmente las gamas de rojos, al ser sometidos a fue~e preslon
Sólo son posibles TRES maneras de sobreimpresión: varia~ veces contra el papel. Los resultados del color en este upo de so-
1. la sobreimpresión CONSECUTIVA, cuando todas las matri- breimpresión son tan ricos y luminosos, que una vez se ha comprobado
ces son estampadas en húmedo una detrás de otra. la diferencia con el método consecutivo, se opta por este o.tro.
2. la sobreimpreión ALTERNADA, cuando se estampa la pri- Sin embargo este método es más lento que el antenor, ya que hay
mera matriz, se deja secar la tinta y se continúa con la segunda, previo que esperar a que seque la tinta. Por lo general, tanto e~ verano como
humedecido del papel, y así con las restantes matrices. en invierno, en talleres con calefacción, un día es ,suficlente para po-
3. la sobreimpresión COMBINADA, cuando se emplean las dos der volver a imprimir sobre la prueba. Con este metodo se debe hacer
anteriores en combinación, por ejemplo: se estampan dos matrices la edición al estampar la primera matriz, de manera que luego todas
consecutivamente, se deja secar la prueba y se vuelven a sobreimpri- las pruebas sean similares de color. .
mir las otras dos previo humedecido del papel. Se pueden combinar ambos métodos, consecutivo y alte!nado,
El empleo sólo de la sobreimpresión consecutiva no es recomen- cuando se advierte que los colores en unas determinadas. matnces no
dable para la zieglerografia. y esto es así porque en este tipo de so- se alteran considerablemente y ello nos compense e~ rapldez. En este
breimpresión los colores impresos antes se van descargando sobre las caso se sobreimprimen en húmedo los colores elegldos, que pued~n
matrices posteriores, perdiendo así un considerable porcentaje de cro- estar en dos o tres matrices, reservando la tercera o cuart~ matnz
matismo y del propio relieve de la tinta: puesto que nos hemos esme- para imprimir al día siguiente o dos ?ías, puest~ q'!e hay mas carga
rado en morder correctamente las matrices, entre otros fines para de tinta sobre el papel y habrá que dejar secar mas tle~po.
conseguir gran fuerza cromática, es absurdo perder gran parte del Atendiendo a la sobreimpresión alternada y combmada s~ van a
trabajo por querer imprimir de un modo más rápido, como resulta desarrollar a continuación una serie de ~ACT?RES que vlenen a
ser este tipo de sobreimpresión consecutiva. formar parte integral del proceso de sobrelmpreslOn:
Por tanto, sólo cuando determinados colores lo permitan, bien A) La tinta y las mezclas .
porque estén muy saturados y no les afecte la descarga, bien porque -la disposición de las tmtas
la descarga favorezca el color en una determinada imagen, etcétera, -las pruebas de color
se deberá utilizar este sistema, aunque estas causas no suelen ocurrir -las pruebas definitivas
con todos los colores de la imagen total y, al final, tampoco resulta B) El ajuste
de una gran eficacia. ---el grado de humedad del papel
Nosotros solemos emplear el método consecutivo cuando realiza- -la presión y la doble pasada por la prensa
mos las primeras pruebas de color, para comprobar la manera como -métodos de ajuste
los colores se yuxtaponen o superponen, el grado de mordido que se
les ha aplicado o el tanteo para una determinada entonación general. A) La tinta y las mezclas
Sin embargo, esta prueba, comparada con las que luego realizamos Al) La disposición de las tintas . .
En el proceso de sobreimpresión las tintas se van dlspomendo o
116
117
Cuando se llegó a la conclusión, a partir del invento de Leblo~d
reportando sobre el soporte del papel de varios modos, en función con tres planchas, de que el sistema de impresión a color con vanas
lógicamente del dibujado previo que se realizó sobre el papel de dibu- planchas resultaba ser el más efectivo, no era sino por estas tres gran-
jo. Esta disposición se podría englobar en tres modos: des posibilidades de DISPOSICION DE~ COLO~ EN L~ ESTAM-
1) disposición autónoma del color PA, que no son posibles las tres por el SIstema de Impreslon con una
2) disposición yuxtapuesta entre colores sola matriz, pues aún recurriendo a un sinfin de recursos de e~tampa­
3) disposición superpuesta entre colores, parcial o total. ción, no se puede igualar en riqueza cromática a las consegUidas por
Las tres disposiciones de las tintas, puesto que están encerradas
medio de la sobreimpresión.
en puntos (tallas) mordidos, rodeados del blanco del papel en mayor
o menor proporción, cuentan además con el factor LUZ DEL SO- A.2) La pruebas de color
PORTE, que conferirá un grado de brillantez a la entonación general Una vez se llega a entender globalmente las respuestas de los colo-
de color no igualable por otros procesos de grabado en talla. res (tintas) durante el proceso de sobreimpresión, tienen lugar las lla-
La disposición autónoma del color mantiene inalterable el tono madas «pruebas de color», que son aquéllas que se realizan por vez
de la m.~zcla re?lizada en la paleta, aumentando o disminuyendo su primera una vez grabadas las matrices y que pueden s~~ tantas prue-
s~turaclOn en VIrtud del grado de profundidad de las tallas, que deja- bas como necesitemos hasta dar con el resultado defimtIvo de color.
ra pasar mayor o menor luz del soporte. Esta disposición autónoma Para hacer estas primeras pruebas se parte del boceto previo al
se da también fuera de la sobreimpresión, es decir, con la impresión dibujado sobre las matrices, si es que se tiene, y también d~1 propio
normal de una sola matriz. dibujo directo a color sobre el papel para, de es~~ modo, g~lla~nos.~o
En cuanto a la disposición yuxtapuesta entre colores ésta mantie- sólo en el esquema de color general sino tamblen en la dlstnbuclOn
ne también in.alter?~le los ton?s.mezclados en la paleta'y yuxtapues- de los colores por matrices.
tos, pero la sItuaclOn muy proxtma entre sí produce ópticamente el Además --como se indicó en el punto 3.3.1.5.- tendremos una
llamado «contraste simultáneo», que influirá en uno u otro color en tabla de colores en uno de los márgenes del papel de dibujo, que nos
función de la mayor o menor superficie que ocupen, así como el bri- guiará aún mejor sobre los colores que componen cada matriz.
llo, saturación o matiz que entren en su mezcla. Esta prueba o pruebas de c?lor nosotr~s las realizam~s con las
Por último la disposición superpuesta entre colores origina nue- cuatro matrices a la vez, es decIr, por el metodo consecutivo de so-
vas ~ezclas por el sistema de sustracción. Aquí los colores originales breimpresión, por lo que hay que comenzar fabricando ~odos los co-
fabncados en la paleta, al superponerse en forma de puntos originan lores y las mezclas con las que se va a entintar cad~ matnz. .
un nuevo color. Las minúsculas superfICies de color cercanas las unas Es importante que las mezclas se hagan en el dl~, ya qu~ la secatI-
de las otras nos dan una mezcla por partición. En esta mezcla inter- vidad de las tintas puede influir mucho ahora debld? al tIem~o ~ue
vienen además otros factores como el blanco del papel o luminosidad va a transcurrir desde el entintado de la primera matnz al de la ultIma
del mismo, la transparencia de las mezclas realizadas, las diversas di- y su posterior sobreimpresión.
mensiones de los puntos-color y el orden de pasada de los colores. Un dato muy útil es que existen en el mercado «SPRA YS ANTI-
(Figura 17.) SECATlVOS» para aplicarlos a las mezclas sob~e la. pa~eta, de ma~e­
Este es el principio de la tricromía, aunque no se realiza aquí con ra que si no nos da tiempo a entintar hast.a el dta SIgUiente, se d~Ja~
la pureza ni los fines exigidos para la reproducción fotomecánica los colores en la paleta pulverizados'con dICho ~pr~y ~ con un teJadI-
sino con un planteamiento mucho más simple, en cierto modo má~ llo de papel para que no les caiga polvo. Al dIa SIgUiente la mezcla
creativo, en donde el juego con los colores y sus transparencias se sigue fresca para su uso normal (l6).
convierte en infinito.
(16) El spray antisecativo de la casa «FICIS» es fácil de ~ncontrar en nuestro
La superposición puede ser además total o sólo parcial, con lo que país en tiendas especializadas y da excelentes resultados, al Igual que el spray de
se hace posible con este sistema de disposición del color el realizar intere- la casa «LORILLEUX».
santes efectos de modulación cromática dentro de un color dado.
Il9
1I8
Dependiendo del orden de pasada de los colores, que se suele deci- MOGENEA y EL PERFECTO ESCUADRADO DE LAS PLAN-
dir en un primer momento de forma un tanto arbitraria hasta ver re- CHAS. .
sultados reales en la estampa, se establecerán los grados de trans- Una vez se atienden estas tres condiciones se puede recurnr a de-
parencia y opacidad de las tintas. Por ejemplo, los colores que van terminados METODOS DE AJUSTE más o menos efectivos o có-
a ir en último lugar serán más transparentes o no, atendiendo a la modos y que pasaremos a describir. .
idea del boceto y al índice de mordido que se aprecie en la matriz. Comenzaremos por hablar antes sobre las reperCUSIOnes de la hu-
Todo ello sobre una base de tanteo previo hasta ver los resultados medad del papel y la presión. El escuadrado de las planchas ya debe-
sobre el papel. ría haber sido hecho antes del dibujado a color, como ya se expuso
Estas pruebas de color -repetimos- pueden ser una o varias, se- en el punto 3.3.1.1. y resulta tan obvia su función <;lue po~o resta ac~a­
gún se acierte antes o después y se logre la idea de color definitiva. rar al respecto: con una guillotina que escuadre bIen se tIene SOlUCIO-
nado este problema.
A.3) Las pruebas definitivas.
Cuando ya tenemos la idea clara del color de la imagen, es decir, B.l) El grado de humedad del papel ..,
que ya se ha estampado la prueba de color acertada que se ajusta a Este es un factor muy importante en toda sobrelillpresIOn, pero
nuestra idea, entonces ya tenemos la referencia exacta del comporta- fundamentalmente en el método de sobreimpresión alternada, pues
miento de las tintas en la sobreimpresión concreta de esa imagen. atañe ya no sólo al grado de flexibilidad del pa~l, condición :-;-como
Este comportamiento de las tintas se refiere sobre todo a los as- se dijo-- básica para un correcto estampado, SlDO que tamblen va a
pectos de transparencia u opacidad adecuados, orden de pasada de permitir volver al papel a sus dimensiones iniciale~ , alte.r~~as po~ la
las matrices con sus respectivos colores y respuestas de las mezclas contracción que se produce durante el secado, y aSI permltrra un aJus-
ópticas entre colores que se producen en la sobreimpresión de los te perfecto entre las diversas matri~s.. .,
puntos-color. En efecto cuando se tira la pnmera matnz con el papel bIen hu-
Comprobado el buen funcionamiento plástico de estos aspectos, medo éste al ~ecar se contrae, disminuyendo de dimensiones. Con un
se realiza la llamada «TABLA DE COLORES» con las mezclas sobre nuevo humedecido, una vez comprobamos que la tinta ha secado, y
la paleta. con un baño en agua de igual tiempo aproxima?amente que el ante-
Esta tabla se hace tomando un poco de cada mezcla con una espá- rior o incluso más, pues ya está impregnado de t~nta, e! pa~1 VUEL-
tula y extendiéndola sobre un papel fuerte de color blanco. Se dispo- VE A SU ESTADO ANTERIOR en dimenSIOnes, pudl~ndo so-
nen los colores que van en cada plancha por filas sobre e! pape! y se breimprimir la siguiente matriz ~in ningú~ pro~lema de encaJad~. ,
puede dejar indicado incluso debajo de cada mezcla los colores que El nuevo humedecido se hara con la unta bIen seca, ya que SI esta
han sido empleados, no sólo para guiamos más cómodamente al vol- aún mordiente y hay nuevos colores que se van a superp.oner, al vo,I-
ver a fabricar las mezclas para la edición definitiva, sino también in- ver a presionar, el papel es probable que desgarre, atendledo al feno-
cluso para ofrecérselo así de claro al posible estampador del tiraje. meno explicado en el punto 3.3.3.2., E. .
No hay peligro de que la tinta ya seca se detenore con el agua,
B) El ajuste pues las tintas grasas no se alteran con la humedad, por lo ~ue es fac-
tible el método de humedecido por inmersión que ya se habla plantea-
Otro de los factores a tener en cuenta durante el proceso de so- do como idóneo para la zieglerografia.
breimpresión lo constituye el ajuste correcto de todos los márgenes Una vez el papel es sacado de la cubeta del agua, se proced~ a
de las matrices sobre el papel que, lógicamente, también va en fun- su secado, del modo ya explicado en el punto 3.3.3.2., D., para la Im-
ción de que todas las formas y colores de la imagen se integren de presión normal.
forma correcta y sin vibraciones molestas.
Para un buen ajuste intervienen tres aspectos fundamentalmente: B.2) La presión y la doble pasada por la prensa. .
EL GRADO DE HUMEDAD DEL PAPEL, LA PRESION HO- De igual modo que la presión constante del papel hace posIble que

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éste recupere sus dimensiones primitivas, mantener constante la gra-
duación de la presión hace que el estirado del papel sea siempre el caja ésta en el agujero correspondiente de la matriz. Se va dejando
mismo en cada sobreimpresión y, por tanto, que sobre la imagen no caer el papel en el lugar previsto para ello y, al llegar a la segunda
se produzcan desplazamientos mínimos con respecto a la prueba an- señal, con otra aguja, se hace encajar el papel en ese punto.
terior y visualmente muy molestos para casi todo tipo de imágenes. De este modo el ajuste queda perfecto si estos puntos sobre las
Lo mismo ocurre con la doble pasada por la prensa. Si en la pri- matrices estaban perfectamente encajados, si las cuatro planchas son
mera impresión se pasó el rodillo en ambos sentidos, hacia adelante de idénticas dimensiones y si el papel mantiene el mismo grado de hu-
y hacia atrás, se produjo un mayor estirado del papel en un sentido medad y estirado cada vez.
y en otro, que no se volverá a producir si en la siguiente impresión B.3.2) El método de ajuste por PLANTILLA es el que nosotros
sólo se pasa en un sentido. utilizamos y recomendamos ya que resulta muy sencillo y ~ficaz. .
Ambos factores, presión constante y doble pasada, influyen en lo Consiste en fijar sobre la pletina de la prensa una plantilla de aJus-
mismo, en el estirado del papel y, por tanto, en sus dimensiones cons- te en donde van marcados los márgenes de las matrices y del papel,
tantes o no, según se respeten estos principios lógicos. el cual ya se ha cortado para ser impreso al tamaño deseado.
Se deduce, por tanto, la importancia de estos aspectos para conse- Para este sistema conviene no redondear apenas las esquinas de
guir que la estampa resulte como un todo, no sólo en la visualización los biseles de las planchas, de forma que visualmente se aprecien con
de la huella de los márgenes sobre el papel, sino sobre todo en la per- claridad por la parte posterior de la hoja húmeda.
fecta integración de formas y colores. Una vez se va a sobreimprimir la segunda matriz, se sitúa ésta en
Cualquier método de ajuste de los que a continuación se van a el lugar indicado en la plantilla y donde lógicamente es~uvo la. ante-
describir no resultará eficaz si no se respetan previamente los factores rior, y a continuación el papel del mismo modo y con Igual tiempo
explicados y es preferible empezar de nuevo que no desesperarse con de humedecido que el día anterior. Se baja éste por los bordes de las
el método de ajuste elegido. marcas de la plantilla y, una vez sobre la matriz, se comprueba al tacto
B.3) Métodos de ajuste. que las esquinas de los biseles de la matriz cOi,nciden ~on las marca~as
en el papel de la prueba anterior. Si no es aSI, se reajusta un pOqUIto
B.3.l) El método de ajuste POR AGUJAS se considera como el hasta encontrar el punto correcto. Se mira si los biseles también coin-
más preciso, aunque opinamos que es bastante complicado, sobre ciden y se puede ya pasar bajo presión.
todo para tamaños grandes, en donde se necesita la ayuda de otra Existen más sistemas de ajuste, como es el de ABRAHAM BOSSE
persona. o el método de dejar presionado un extremo del papel con el rodillo.
Este método consiste en agujerear finamente por los dos lados to- El método de Bosse, que consiste en estampar «al revés», es decir,
das las matrices por igual del siguiente modo para la zieglerografia: el papel situado debajo y la matriz encima previo vestido de la prensa,
durante el dibujado de la imagen sobre el barniz, con cada plancha tanto por la parte de la pletina, en contacto con el papel, como por
colocada correctamente sobre la plantilla de dibujado, se hace una la del rodillo, en contacto con la matriz, no es recomendable para la
pequeña señal con la punta de un lápiz duro en la parte superio~ e zieglerografia, ya que la recogida de detalles disminuye mucho al tra-
inferior de la imagen, o bien en esqumas opuestas o a derecha e IZ- tarse -como se ha dicho ya- de puntos delicados en donde el papel
quierda, cuidando de que queda integrada en el dibujo. debe penetrar. ' .
Este puntito o «señal de ajuste» será mordido por el ácido en las Por este método el papel se encuentra debajO de la matnz y no
cuatro matrices por igual y ahí realizaremos más tarde la incisión con "recibe la presión del rodillo como en la impresión tradicional, por lo
ayuda de una aguja sólida y fina a la vez, llamada «piqueta». que el papel no es tan ayudado a penetrar en todos l?s pun~~s.
Una vez se ha estampado la primera matriz, se agujerea el papel Por otro lado, el método, muy usado en la sobrelmpreSI?n conse-
por ambos puntos. Se toma la segunda matriz y se coloca en la pleti- cutiva, de dejar presionado un extremo del ~apel C?~ el rodIllo, tam-
na, luego el papel con la aguja atravesando el punto superior y se en- poco resulta factible en el método de sobreImpreslOn alternada con
secado, por razones obvias.
122
123
Sí que es posible cuando se sobreimprimen dos matrices seguidas, CONCLUSIONES
antes de dejar secar el papel y volver a estampar el resto de planchas.
En este caso la plantilla de ajuste es importantísima, lo mismo que
el perfecto escuadrado de todas las matrices, de lo contrario, el ajuste
no resultará, pues hay que pensar que el papel no se puede mover en
absoluto ya que está sujeto por el rodillo. Si al dejar caerlo de nuevo
comprobamos que no coinciden las esquinas de los bordes, es muy
delicado andar moviendo la matriz ligeros milímetros en un sentido El título de esta tesis comienza diciendo «APORTACIONES AL
o en otro hasta acertar y con el papel levantado expuesto al aire. GRABADO A COLOR EN TALLA. .. » y, en efecto viene a resumir
Es mucho más práctico y rápido proceder del modo que nosotros el objeto de esta investigación.
recomendamos, es decir, el método de ajuste por plantilla, ya que es- Por un lado, a lo largo de este discurso teórico se ha querido de-
tán comprobados sus excelentes resultados. mostrar la APORTACION TECNICA al grabado a color: se ha visto
Con esta última descripción sobre los métodos de ajuste queda fi- que el color ha sido siempre en el grabado un elemento plástico dificil
nalizado el apartado técnico referido a la sobreimpresión y también y árido de resolver por el artista, en particular para aquel artista fun-
se cierra el capítulo general sobre EL DESARROLLO TECNICO de damentalmente colorista, en donde el color es el protagonista más in-
la zieglerografia, en donde se ha pretendido describir paso a paso la mediato y determinante en sus imágenes.
dinámica de este proceso, de modo que cualquier artista interesado Se ha visto además que los procesos existentes llamados «de co-
en ponerlo en práctica, tenga todos los datos necesarios a su alcance; lon> no vienen a resolver el problema real del artista, que lo constitu-
datos por otro lado, personalmente verificados, si bien dejan abiertas ye precisamente EL MOMENTO DE CREACION DE IMAGEN
otras posibles variantes en determinados aspectos técnicos, que serán sobre la matriz, sino que se pueden englobar más bien en procesos
tan válidas como las aquí propuestas, siempre que contribuyan a un de estampación como tales, una vez sometido el artista a lentos y cos-
mejor rendimiento plástico en la imagen (17). tosos procesos de calcos y reportes al crear la imagen como tal.
Ante este hecho se ha propuesto la zieglerografia como una intere-
sante alternativa, con la que ya es posible resolver una imagen, con
toda la complejidad de color deseada, de unaforma directa y cómoda,
sin complicaciones excesivas, pues se basa en la técnica del barniz
blando, y capaz de producir resultados de una riqueza cromática no
comparables a ningún otro proceso de color en talla.
No se debe omitir sin embargo que la zieglerografia, al estar basa-
da en el barniz blando, permite al artista la realización de unos deter-
minados efectos gráficos, aquéllos que se puedan conseguir ejercien-
(17) Aunque todo este apartado, el 3.3., ha sido desarrollado exclusivamente do presión y que, por tanto, excluye otros, como son los producidos
en [unción de la zieglerografia, se pueden consultar la gran mayoría de tratados por el uso del pincel, muy interesantes también en su aplicación al
expuestos en la nota 11 de este capítulo, para un mejor conocimiento sobre técnica, color.
procesos y estampación en el grabado en talla. Principalmente se aconseja el «Dic-
t!onnaire Technique de L'Estampe» de A. Beguin, por el magistral análisis que rea- Pero también se ha querido demostrar que, como contrapartida,
lIza a lo largo de los tres tomos sobre todo lo referido a la imagen impresa. Gran se trata de un medio muy idóneo para el uso del color por su carácter
parte de la estructuración del apartado 3.3. de esta tesis, principalmente el punto de punto, que hace de la sobreimpresión principal protagonista de la
sobre la estampación, ha sido organizado así en base a la claríficacíón de ideas a mezcla y relaciones cromáticas en la imagen.
pll:rtir de los textos de Beguin. A él en particular le debo mi agradecimiento y acon-
seJo, por tanto, su consulta a cualquier interesado en el campo de la Gráfica en y esta demostración no sólo se ha hecho de forma teórica, anali-
general y del grabado en talla en particular. zando las posibilidades del punto y la sobreimpresión de color, sino

124 125
que, a través de las imágenes que se exponen junto con este texto, se el lápiz directamente y en positivo sobre la plancha. Sin embargo no
evidencia la riqueza que este medio permite, en donde se puede decir se ha hecho, y hoy en día no existe ni un solo tratado de este tipo,
que no se añora la ausencia de efectos gráficos de pincel. y lo que es aún más grave, sigue siendo considerado como un proceso
Estas imágenes vienen a ser la segunda aportación de esta tesis, de los llamados «auxiliares», a lo más, valorado por sus posibilidades
la APORTACION PL4STICA, en donde a través del uso personal texturales, lo que no deja de ser un tanto anecdótico en mi opinión.
del color se deja patente la riqueza y variedad, tanto cromática como La zieglerografia, ideada hace ya muchos años por el grabador
gráfica, que la zieglerografia hace posible. alemán Walter Ziegler, es aún mucho más desconocida que el propio
Este uso particular del medio con el que se han resuelto las estam- barniz blando, y no sólo en España, donde se podría justificar por
pas no significa que sea el único, como es obvio y, por tanto, se deja la escasa información en matería de arte gráfico, sino que tampoco
un campo abierto a distintas concepciones de imagen y particular- en los principales Gabinetes de Estampas de Europa y Estados Uni-
mente a muy diversos planteamientos de color. dos se tiene catalogada, ni tan siquiera en Alemania, país donde se
Tampoco se trataba de hacer una catalogación ni un muestrario originó el proceso.
de distintas alternativas creativas o enfoques de color posibles, y Ante esta situación de desconocimiento, porque además no exis-
puesto que en las imágenes presentadas existe ya una gran compleji- ten más alternativas de color directo y sobre todo porque nos parece
dad de sobreimpresión, y se puede apreciar por partes de imagen dis- un proceso plásticamente muy interesante, el único con el que he po-
tintas maneras de disponerse y resolverse el color, pensamos que ya dido llevar al grabado mi concepto del color en la pintura y con el
da una idea suficientemente extensa de posibilidades plásticas como que estoy segura otros artistas pueden hacer, la zieglerografia se pro-
para satisfacer propuestas muy diversas. pone como LA MEJOR ALTERNATIVA ACTUALMENTE
Ya el hecho de que las zieglerografias «no parezcan grabados», EXISTENTE EN EL GRABADO A COLOR EN TALLA y ello
como habitualmente acostumbran a decir quienes las observan, es un justifica suficientemente el esfuerzo de realización y publicación de
dato significativo de cómo hasta ahora se entendía y se entiende el esta tesis doctoral.
grabado a color, o mejor, el color aplicado al grabado.
Y no vamos a decir que el color sea sólo el elemento plástico de
única importancia en este proceso: está además el modo como las
imágenes pueden ser resueltas por este medio. Hemos dicho que se
puede trazar directamente a colores, y este hecho repercute evidente-
mente también en la frescura del trazo, en la espontaneidad de las for-
mas, refleja el pulso de la mano del artista y pasa a ser una imagen
con una gran vitalidad.
En el punto 3.2. de esta tesis se describían, en tono un tanto mor-
daz aunque muy verazmente, los costosos intentos del artista hasta
llegar a crear una imagen a color sobre el duro metal. Casi todo me-
nos espontaneidad acaecía y acaece durante tales momentos. Ello es
de una injusticia tal para el artista, que ya sólo el hecho de que la
zieglerografia permita ese respiro que supone el control directo de la
imagen, tanto del color en sí como de la integración total con formas
y efectos gráficos, hubiera sido una razón suficiente para escribir una
tesis sobre esta técnica, al igual que en su momento se debería haber
escrito todo un tratado monográfico sobre el barniz blando, único
proceso hasta hace poco tiempo que permitía controlar y dibujar con

126 127
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