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José Guadalupe de la Mora Ledesma

ESENCIA DE LA FILOSOFIA DE

LA EDUCACION

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PRESENTACION

Sólo la verdad nos hará libres, y en su búsqueda y conquista hemos de poner todo nuestro
empeño porque ella es la que ha de animar y dar firmeza a nuestra concepción de la vida.
Nunca como ahora necesitamos ideas claras y bien fundadas para orientarnos y ayudar a
los demás; no obstante lo que se diga y se haga por menguar la prestancia del maestro, sigue
siendo poderosa su influencia en sus alumnos, y si éste inspira ideas buenas, cuánto bien puede
realizar, pero si enseña el error y la falsedad o infunde la duda y deja en ella, cuánto mal puede
hacer.
Se nos viene a la mente la imagen de aquel genial estudiante que se llamó Juan Francisco
Herbart que a la edad de 20 años se encontró tan turbado por las ideas de Fichte que paseándose
cierta tarde por las orillas del Saal, en Jena, se vio poseído de tal desesperación que pensó
arrojarse al río para “dar fin al espíritu de duda que se había apoderado de su alma”.
Cuántas mentes de nuestros jóvenes viven también angustiadas porque no han encontrado
la verdad y viven sin saber qué sentido darle a su existencia; porque no es la instrucción y la
adquisición de toda clase de conocimientos lo que buscan; lo que les hace temer y mirar con
desaliento y desconfianza el porvenir, no es entrar en la vida sin suficiente cultura intelectual, sino
entrar a ella sin una concepción de la vida fundada en la Verdad, porque saben que con ella
encontrarían la solución a los múltiples problemas que el mundo confuso y contradictorio que los
envuelve, les ha de presentar a cada paso.
El fin que nos hemos propuesto en este curso es presentar las líneas fundamentales de la
Filosofía de la Educación para ayudar al maestro a encontrarse a sí mismo y a que adquiera una
visión cimentada en bases racionales sobre el sentido de la vida, y contribuya a la formación y
orientación de sus alumnos, porque estamos convencidos que la verdadera filosofía es el alma de
toda sana formación; la verdad es el factor capital de la educación.
Una concepción errónea de la vida engendra una mala formación. Más vale la ignorancia
absoluta que la mala instrucción; más vale quedarse sin formación que recibir una que nos engañe
miserablemente sobre nuestra naturaleza y nuestro destino.
Qué tremenda responsabilidad la del maestro: ser luz o ser obscuridad. El no da lo que
sabe, sino lo que es.

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SUMARIO
Pág.
Presentación 5
Primera Parte: SISTEMATICA
I Unidad
FUNDAMENTOS METAFISICOS DE LA FISOSOFIA DE LA
EDUCACION.
1. Problemas que engendran desorientación filosófica.
2. El problema de la realidad esencial.
3. El problema relativo a la naturaleza de la verdad y a la validez del
conocimiento.
4. El problema acerca del origen, naturaleza y destino del hombre.

II Unidad
LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION.
1. Naturaleza de la filosofía y su división.
2. Filosofía de la educación.
3. Relación entre la filosofía de la vida y filosofía de la educación.
4. Educación: definición nominal y real.

III Unidad
PROBLEMAS METAFISICOS DE LA EDUCACION
1. Ubicación de la filosofía de la educación entre las disciplinas filosóficas.
2. Los problemas metafísicos de la educación.
3. La estructura entitativa de la educación.
4. La estructura esencial de la educación.
5. El proceso educativo.
6. La realización de la educación.
7. La regulación del proceso educativo.
8. La teleología ordenativa de la educación.

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IV Unidad
LA FORMACION DE LA PERSONALIDAD
1. La educación intelectual.
2. La formación social.
A- La educación moral
B- Educación moral y educación social
C- La educación religiosa
D- La formación social
E- La formación cívica
F- La formación política
G- La formación social del educador
3. La educación estética
4. La educación biológica y física
A- Educación biológica
B- Los deportes y la gimnasia
C- Peligros que evitar
5. Formación del educando en base a los principios axiológicos.

Segunda Parte: FILOSOFIA DE LA EDUCACION COMPARADA


V Unidad
EL IDEALISMO ONTOLOGICO DE LA EDUCACION
1. Las corrientes del idealismo y su trayectoria.
2. La filosofía de la educación del idealismo ontológico.
Filosofía platónica.
3. El racionalismo, germen del idealismo subjetivo.
Descartes.
4. El idealismo empírico.
5. El criticismo del Kant.
6. El idealismo trascendental.

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7. Ideas pedagógicas de Kant, Fichte, Hegel y Schelling.
A- Kant y sus ideas.
B- Fichte y su concepción de la educación.
C- El pensamiento de Hegel sobre educación.
D- El pensamiento de Schelling acerca de la educación.

VI Unidad
LA FILOSOFIA DEL IDEALISMO TRASCENDENTAL EN
LA EDUCACION
1. Nacionalismo, politismo y socialismo.
A – El nacionalismo cultural alemán.
B – Nacionalismo político.
2. Hegel y el estado ideal.
A – El estado cultural.
B – La estatificación.
3. Civilización y cultura.
4. El espíritu de la educación alemana.
5. Concepción de la escuela.
6. La educación y el estado.
7. Valoración del nacionalismo.

VII Unidad
EL MATERIALISMO EN LA EDUCACION
1. El naturalismo filosófico
I El hombre y la naturaleza.
A – Origen y naturaleza de la filosofía naturalista.
B – Soberanía de la naturaleza. La teoría de la evolución.
C – Predominio de la ciencia sobre la filosofía.
D – El hombre, la moral, la vida social, el arte y la historia en el
naturalismo.

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E – El naturalismo y la educación.
F – Reflexión sobre el naturalismo.
II Spencer, como representante del naturalismo.
A – Su ideal de educación y formación.
B – La naturaleza como factor principal de la educación.
III John Dewey, como representante del experimentalismo.
A – Ideas fundamentales de su filosofía: Pragmatismo,
experimentalismo, socialismo.
B – Su concepción de la vida y la educación.
C – Educación social radical.
D – La escuela activa.
E – Valoración del sistema de Dewey.
2. El materialismo marxista-leninista.
A – El materialismo dialéctico.
B – El materialismo histórico.
C – El programa político del marxismo.
D – Axiomas del comunismo como filosofía de la vida.
E – La educación en el comunismo.
F – Evaluación.
VIII Unidad
EL HUMANISMO EN LA EDUCACION
1. El humanismo espiritualista.
2. El humanismo marxista.
3. El humanismo existencialista sartriano.

Vocabulario filosófico
Bibliografía.

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 Objetivos generales del curso

 Interpretar los problemas fundamentales de la vida, que constituyen los


puntos reflexivos de la filsofía.

 Estructurar una concepción filosófica de la vida para tener una base


firme en la conducción propia y en la orientación de los demás.

 Definir las diversas corrientes de la Filosofía de la Educación y realizar


una justa valoración de las mismas.

 Explicar las consecuencias pedagógicas de las diversas concepciones de


la Filosofía.

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PRIMERA UNIDAD
FUNDAMENTOS METAFISICOS DE LA FILOSOFIA DE LA
EDUCACION
1. Problemas que engendran desorientación filosófica.
2. El problema de la realidad esencial.
3. El problema relativo a la naturaleza de la verdad y a la validez del conocimiento.
4. El problema acerca del origen, naturaleza y destino del hombre.

Objetivo particular: Conocer los sistemas y tesis en que se basa la


filosofía de la educación.

Objetivos específicos:
1.1 Analizará la filosofía materialista.
1.2 Explicará la filosofía del idealismo.
1.3 Expondrá la filosofía del espiritualismo.
1.4 Explicará los sistemas propuestos respecto a la capacidad de la mente
para conocer la verdad.
1.5 Analizará las diferentes concepciones sobre la verdad.
1.6 Juzgará los fundamentos de la posibilidad de la metafísica.
1.7 Establecerá la distinción entre las ciencias y la metafísica.
1.8 Analizará fenomenológicamente la existencia concreta del hombre.
1.9 Explicará la estructura esencial del hombre mediante una análisis
ontológico de la existencia concreta humana.
1.10 Examinará el sentido de la existencia humana a través del pensamiento
de los filósofos.

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Toda filosofía de la educación se construye sobre principios de un sistema
filosófico, quedando así integrada en una cosmovisión.
Las diversas filosofías de la educación que se presentan en esta obra están
fundamentadas en sus respectivos sistemas filosóficos.
En esta primera unidad hemos bosquejado en forma sucinta las diversas soluciones
que se han propuesto a los principales problemas que integran el saber filosófico.
La intención de presentar este marco de referencia filosófico es doble: dar a conocer
las corrientes filosóficas en las que se apoyan las diversas filosofías de la educación; y
facilitar al alumno que lo desee, una rápida ubicación de la filosofía de la educación que
estudia, dentro del sistema filosófico que la sustenta.

1. PROBLEMAS QUE ENGENDRAN DESORIENTACION FILOSOFICA

Uno de los aspectos más característicos del mundo moderno es la confusión que se
extiende en todos los dominios, por eso es difícil llegar a comprender la mentalidad actual,
porque es cambiante y contradictoria. No conocemos de dónde venimos, a dónde vamos y
casi hemos renunciado a intentar descubrirlo.
Tanto el pensamiento como las prácticas educativas modernas se caracterizan por la
confusión que reina en las ideas, debido a la oposición que existe en los más variados
sistemas filosóficos y pedagógicos.
Los problemas que engendran la desorientación filosófica son entre otros:
1 – El problema de la realidad esencial.
2 – El problema relativo a la naturaleza de la verdad y a la validez del conocimiento.
3 – El problema acerca del origen, naturaleza y destino del hombre.
Si los educadores lograran adquirir un recto conocimiento del hombre y de la realidad,
podrían librar a la ciencia de la educación del desconcierto que la caracteriza y estarían en
posibilidad de trazar normas adecuadas para educar íntegramente a la niñez y a la juventud
y darles una recta orientación. Mas para conseguir tal propósito, es preciso que recurran a la
verdadera filosofía para que su acción educativa reciba una correcta orientación.

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Una sociedad cambiante
Vivimos unos momentos que son testigos de profundos cambios en las condiciones
y en los modos de vida. La incesante movilidad de la población que se ha desplazado de las
áreas rurales a las urbanas, ha provocado en las grandes ciudades serios problemas, en la
industria, en el trabajo, en la salud pública, en la habitación, en el ajuste social, en la
educación; todo lo cual viene a darnos la visión de una civilización cambiante.
En la vida del hogar también se han producido cambios en el aspecto económico-
social, a tal grado que en muchas familias, la disciplina ha decaído y el padre no es el
centro de la autoridad sino por poco tiempo.

Consecuencias de esos cambios


Muchos de esos cambios han traído grandes beneficios materiales a la humanidad,
pero los individuos se han alejado cada vez más de los principios tradicionales sanos. La
ausencia del propio sacrificio ha convertido al hombre en egoísta y descuidado de los
derechos y el bienestar de sus semejantes. El espíritu individualista extiende cada vez más
su influencia nociva a todos los campos.
En medio de esta conmoción de cambios sociales y de la mutación de los valores-
modelo de la vida, los principios de la verdadera filosofía ofrecen a la humanidad, un
criterio válido para interpretar y valorar la vida y el significado de la misma.

“El hombre, desde hace un siglo se haya inmerso con mayor profundidad cada vez, en un
crisis, que sin duda, guarda mucho de común con otras que nos son familiares por la historia pero que, sin
embargo, resulta peculiarísima en un punto esencial. Nos referimos a la relación del hombre con las nuevas
cosas y circunstancias que han surgido de su propia acción o que, indirectamente se deben a ella. Podríamos
calificar esta peculiaridad de la crisis contemporánea como el rezago del hombre tras sus obras. Es incapaz de
dominar el mundo que ha creado, quien resulta más fuerte que él, y se le emancipa y enfrenta con una
independencia elemental; como si hubiera olvidado la fórmula que podría conjurar el hechizo que
desencadenó una vez. Nuestra época ha experimentado esta torpeza y fracaso del alma humana,
sucesivamente, en tres campos diferentes. El primero ha sido el de la técnica. Las máquinas que se inventaron
para servir al hombre en su tarea acabaron por adscribirle a su servicio; no eran ya, como las herramientas,
una prolongación de su brazo, pues el hombre se convirtió en su mera prolongación, en un miembro periférico
pegadizo y coadyuvante.
El segundo campo ha sido el de la economía. La producción, que aumentó en proporciones
prodigiosas con el fin de suministrar al número creciente de hombres aquello que habían menester, no ha

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logrado desembocar en una coordinación racional. Parece como si la producción y empleo de los bienes se
desprendiera también de los mandatos de la voluntad humana.
El tercer campo es el de la acción política. Con espanto creciente fue dándose cuenta el hombre en la
primera Guerra Mundial, y, ciertamente, a los dos lados de la trinchera, que se hallaba entregado a potencias
inabordables que, si bien parecían guardar relación con la voluntad de los hombres, se desataban de continuo,
se burlaban de todos los propósitos humanos y traían consigo la destrucción de todos. Así se encontró el
hombre frente al hecho más terrible: era como el padre de unos demonios que no podría sujetar”.
Martín Buber, ¿Qué es el hombre?, pp. 76-78

“Las mujeres han empezado a emplearse más fuera de casa, lo cual ha cambiado toda la vida familiar... La
ausencia de la madre del hogar, cuando hay niños pequeños, es el cambio más drástico de todos, en cuanto a
la forma tradicional...
La familia solía asumir toda la responsabilidad de cuidar de sus miembros en los momentos de
adversidad. Ahora es el Estado el que se preocupa por la salud, el desempleo, la ancianidad, y provee toda
clase de seguridad social. Esto ha aportado incontables beneficios a las clases indigentes y ha sido de un gran
valor positivo para la nación, pero con todo es un cambio que debe tenerse presente. La familia sigue
brindando la protección del afecto, que produce esa especie de seguridad emocional que hasta ahora no ha
podido adquirirse de ninguna otra manera.
También la educación pasa cada vez más a manos del Estado....
La jerarquía del dominio masculino ha sido desafiada, y la autoridad del padre va disminuyendo.
(Los papeles de padre y madre se han invertido en algunos aspectos). Esto es principalmente el resultado del
cambiante estatus de la mujer en la comunidad. Ha logrado la ciudadanía plena, el acceso a las profesiones
sobre una base casi igual a la del hombre, la independencia económica y libertades sociales desconocidas
cincuenta años atrás... Las mujeres están muy inseguras de su propio papel en nuestra sociedad. Aunque son
expertas en el cambio de papeles, demasiados cambios pueden llevarlas a confusión. No se trata sólo de las
diversas consecuencias psicológicas de su deseo de comportarse como hombres en algunos aspectos y como
mujeres en otros, sino también de los conflictos que se les suscitan ante una elección real, concreta, como
cuando deben decidir entre el matrimonio y la profesión, o entre tener hijos y una mayor libertad y un mejor
estandar de vida. Así las relaciones humanas de la familia se hallan en estado de transición. Las mujeres están
inseguras respecto de las responsabilidades que se esperan ellas, y sus actitudes reflejan los conflictos entre
los papeles masculinos y femeninos que también se presentan en la comunidad que les rodea.
.... de un modo general, puede decirse que los cambios señalados han surtido efectos tantos positivos como
negativos. Por una parte, hoy en día, los niños tienen más libertad, y la democratixzación de la familia ha
aumentado; por otra, el control paterno, necesario en ciertos casos, es menor; y también lo es la interacción
social en el hogar. Muchas veces se exige de la escuela que compense las deficiencias del hogar”
A:K:C: Ottaway, Educación y sociedad, pp. 1612-163

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ACTIVIDADES
- Enuncie los problemas que producen desorientación filosófica
- Analice el texto 1
- Sintetice las ideas principales de dicho texto
- Formule juicios críticos sobre él
- Resuma las ideas más importantes del texto 2
- Relaciones las situaciones narradas en el texto con aspectos similares que usted
conozca en la vida real

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2. EL PROBLEMA DE LA REALIDAD ESENCIAL

Diversas corrientes filosóficas


Con respecto a los problemas anteriormente planteados, surgen distintas corrientes
filosóficas en busca de la verdad:
a) El materialismo
Sistema que admite como única sustancia la materia. Todo es epifenómeno de la
materia. Concibe la materia como único principio del ser reduciendo la realidad universal a
atributos de la materia.
Este materialismo tiene muchas formas, pero las más destacadas son las de los
autores de la antigüedad como Demócrito, Leucipo, Lucrecio, etc. que presentan una visión
mecanicista de la realidad; y otra caracterizada por la dialecticidad, o sea, por los continuos
cambios que se dan en la realidad y que exponen autores como Marx, Engels, Lenin, Stalin,
etc. llamado materialismo dialéctico.
Las primeras manifestaciones de la concepción materialista del mundo y de la vida,
las encontramos en la respuesta que dan los filósofos de la escuela atomista al problema
¿qué es el ser?
El ser está constituido de átomos materiales y éstos son eternos, improductos y toda
realidad está integrada de ellos, el ser de las cosas corporales y la estructura de todo ente.
Este es el pensamiento de los filósofos atomistas de la antigüedad.
La corriente materialista ha sido seguida por filósofos como T. Hobbes, Le Metrie,
Strausse, Feuerbach, Carlos Marx, Engels y otros, quienes dan por supuesto la eternidad de
la materia con perennes transformaciones.
“ Existen cuerpos de una materia sólida y eterna, que son los que llamamos semillas y cuerpos
primeros de las cosas, en los que tiene su origen y se sustenta la creación entera...
Por otra parte, si la materia no fuera eterna, hace ya mucho tiempo que hubieran vuelto todos los
seres a la nada, y, de la nada, habría otra vez nacido todo lo que hoy miramos. Pero, como dejé
demostrado antes, que nada puede nacer de la nada, ni nada de lo creado regresar a la nada, los
principios tienen que ser de cuerpo inmortal, aunque cabe que se separen en la hora suprema, para
que la materia atienda sin cesar a la renovación de los seres. Los principios, por consiguiente, son de
impenetrable simplicidad, ya que, de lo contrario, no hubieran podido permanecer a través de los
siglos, ni estar renovando los seres desde toda la eternidad...”.
Lucrecio, De la naturaleza de las cosas, I. 483-634.

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“El problema de saber qué es lo primario, si el espíritu o la naturaleza, este problema revestía, frente
a la Iglesia, la forma agudizada siguiente: ¿el mundo fue creado por Dios, o existe desde toda una
eternidad?
Los filósofos se dividían en dos grandes campos, según la contestación que diesen a esta
pregunta. Los que afirmaban el carácter primario del espíritu frente a la naturaleza, y por tanto
admitían en última instancia, una creación del mundo bajo una u otra forma... formaban en el campo
del idealismo. Los otros, los que reputaban la naturaleza como lo primario, figuran en las diversas
escuelas del materialismo.
Las expresiones idealismo y materialismo no tuvieron, en un principio, otro significado, ni
aquí las emplearemos nunca con otro sentido”.
Federico Engels, Luis Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, 2. Idealismo y
materialismo

“Entonces vino la Esencia del Cristianismo de Feuerbach. De un golpe ella elevó de nuevo sin
fingimiento al materialismo sobre el trono. La naturaleza existe independientemente de toda
filosofía; ella es la base sobre la cual nosotros los hombre, nosotros mismos productos de la
naturaleza , somos crecidos; fuera de la naturaleza y de los hombres no existe nada y los seres más
elevados que creó nuestra fantasía religiosa son sólo el reflejo fantástico de nuestra propia esencia”.
Carlos Marx , Marx acerca de Feuerbach

“En el universo no hay más que materia en movimiento, y la materia en movimiento no puede
moverse de otro modo que en el espacio y en el tiempo”.
Lenin, Materialismo y empiriocriticismo

ACTIVIDADES
 Analice el texto de Lucrecio y deduzca las consecuencias del materialismo
mecanicista.
 Analice el texto de Engels. Resúmalo.
 Exponga las características del materialismo dialéctico en el pensamiento de
Engels, Marx y Lenin en los textos anteriores.
 Deduzca las consecuencias del materialismo dialéctico.

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b) El Idealismo
Sistema filosófico que considera a la idea como primera y única realidad esencial.
Según los idealistas, la esencia del ser es la idea, el mundo de la materia es una
ilusión, es una manifestación de la idea o del pensamiento (la idea o el pensamiento es el
absoluto existente).
Sus principales representantes son: Platón, del idealismo ontológico; Hegel, del
idealismo trascendental; Berkeley, del idealismo empírico.

Platón
Este filósofo tiene una cosmovisión idealista de la realidad, pero es idealismo
ontológico, que puede denominarse más bien como un realismo exagerado.
Afirma la existencia de un mundo de esencias puras, realizadas más allá de este
cielo visible. El alma conoce esas ideas eternas e inmutables, antes de ser encarcelada en
este cuerpo material.
Los seres del mundo sensible no son la realidad, sino copia, sombra o apariencia de
esa realidad espiritual que está en el mundo de las ideas.

Platón expone su pensamiento en La Alegoría de la Caverna.


“Pues bien, proseguí esta alegoría, querido Glaucón, debe aplicarse íntegramente a lo dicho antes.
Comparando el mundo que se percibe por la vista a la prisión y la luz del fuego encendido en ella a la
fuerza del sol. Y si tomas la subida y la contemplación de las cosas de la parte alta por la ascensión
del alma al espacio inteligible, no te apartarás de lo que yo creo... Mas si he de atenerme a mi
parecer, lo que me parece es que en los confines de lo cognoscible está y se ve, con dificultad, la idea
del Bien; pero que, vista, hay que concluir que ella es para todos la causa de todas las cosas rectas y
bellas; que en lo visible ha engendrado la luz y el señor de ella, y en lo inteligible, ella misma señora,
dispensa la verdad y la inteligencia...”.
Platón, La República, Libro VII, 514-520

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Idealismo Trascendental
Para Hegel la realidad se reduce a la idea. Es decir, todo es pensamiento. Por eso
escribe en su Filosofía del Derecho y repite en su Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas:
“Lo que es racional es real y viceversa”. Decir realidad es decir logos, racionalidad, idea.
La esencia de toda realidad y del todo es pensamiento, idea.
La idea debe ser ante todo vista como pensamiento pensante que existe en sí;
después como saliendo de sí se exterioriza en la naturaleza, esto es, se objetiviza en las
formas particulares; luego, como replegándose en sí misma, toma conciencia de sí en la
naturaleza y llega a ser partícipe en el Espíritu. He aquí los tres movimientos: la idea en sí,
subjetividad; la idea fuera de sí, objetividad; la idea para sí, síntesis de subjetividad y
objetividad.
Este devenir o desenvolvimiento de la realidad o de la idea, no es concebida como
una evolución en el tiempo, como un devenir real, con un pasado, un presente y un futuro,
sino como un proceso de generación metafísica que está fuera y por encima del tiempo, es
decir, un devenir lógico que no tiene que ver nada con la sucesión temporal. En este
desenvolvimiento lógico todo está simultáneamente presente.
El devenir de la idea, o sea, de la realidad, es concebido por Hegel como
autocreación. Así pues, la realidad implica autocreación; ella es causa de sí.
La idea en cuanto actividad, en cuanto fuerza creadora de sí y del Universo es
síntesis de opuestos. Su ley fundamental es la dialéctica.
“La idea es el pensar absolutamente idéntico así mismo. Y el pensar es la actividad consistente en
enfrentarse consigo mismo, a fin de ser para sí, y ser él mismo en este otro sí mismo. Así la ciencia
comprende tres partes:
1º. La lógica, o sea, la ciencia de la idea en sí y para sí.
2º. La filosofía de la naturaleza, o sea, la ciencia de la idea en su alteridad.
3º. La filosofía del Espíritu, es decir, la idea que de su alteridad retorna a sí misma.
... En la naturaleza no se podría reconocer otra cosa que la idea, pero bajo la forma de
exteriorización, y también ella se encuentra en el espíritu como siendo para sí y llegando a ser en sí
y para sí...”.
Hegel, Enciclopedia I. La Filosofía

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ACTIVIDADES
 Analice el texto de Platón y resuma la idea.
 Deduzca las consecuencias.
 Analice el texto de Hegel, exponga la idea central y deduzca las consecuencias.

c) El espiritualismo

Sistema filosófico que afirma la primacía de un Ser Absoluto de naturaleza


espiritual que domina y crea la materia. Consiguientemente la realidad esencial se explica
en terminos de espíritu y materia. Este Ser Absoluto existe con prioridad a todo otro ente de
carácter espiritual o material.
Sus principales representantes son Xenófanes, Aristóteles, Ciceròn, San Agustín,
Sto. Tomás de Aquino, Descartes, Pascal, Leibniz, Suárez, Bergson, Scheler, Maritain,
Mounier y otros muchos.

Pensamiento Aristotélico
La característica del pensamiento aristotélico es el punto de partida de sus
reflexiones con relación a la realidad.
Afirma categóricamente la existencia real del mundo que nos rodea, contra las ideas
de su maestro que señalaba un carácter de apariencia a las cosas sensibles. Rechaza la
existencia de las ideas como entes reales que existen en sí y por sí y que constituyen un
mundo inteligible, insensible, distinto y separado del mundo sensible.
Coincide con Platón en afirmar la irreductibilidad de las ideas a las imágenes
producto de las sensaciones. Conserva del platonismo los siguientes puntos: 1º. Que el ser
de las cosas sensibles es problemático, que necesita explicación. 2º. La explicación del ser
problemático de las cosas sensibles consistirá en descubrir detrás de ellas lo intemporal y lo
eterno.
Aristóteles sostuvo la existencia de un mundo espiritual que se evidencia en las
operaciones del alma humana y se deduce de las reflexiones del Ser Absoluto.

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Si trataramos de extraer las tesis fundamentales de la metafísica realista con
respecto al problema que al principio ennciábamos: ¿qué es lo que existe? ¿qué existe? Se
concretarían a las siguientes: “1ª. Existen las cosas; 2ª. Existen las cosas como inteligibles,
es decir, que, además de ser, consisten o son esto o aquello; 3ª. Existe la inteligencia, el
pensamiento, Dios; 4ª. El hombre es una de las cosas que existen; 5ª. El hombre es
inteligente relativamente, es decir, participa de la inteligencia que existe; 6ª. El hombre
conoce que las cosas son y lo que las cosas son; 7ª. La actividad suprema del hombre
consiste en el conocimiento” ( M. García Morente y J. Zaragüeta B., Introducción a la
Filosofía, p. 125).

“Hay un solo Dios, máximo entre los dioses y los hombres, no es semejante a los mortales en el
cuerpo ni en la mente”.
Xenófanes, Fragmento 23

“Todo él ve, todo él piensa y todo él oye”.


Xenófanes, Fragmento 24

“Pero sin trabajo de la mente, con la mente todo lo mueve”.


Xenófanes, Fragmento 25

“El siempre permanece en sí mismo, no moviéndose para nada, y está bien que él no se mueva de acá
par allá”.
Xenófanes, Fragmento 26

“El motor inmóvil es pues, un ser necesario”.


“El ser inmóvil mueve como objeto del amor, y lo que él mueve imprime el movimiento a todo lo
demás”.
“La vida reside en él, porque la acción de la inteligencia es una vida, y Dios es la actualidad misma
de la inteligencia; esta actualidad tomada en sí, tal es su vida perfecta y eterna... La vida y la
duración continua y eterna pertenecen, por tanto, a Dios, porque esto mismo es Dios”.
“Es evidente, conforme con lo que acabamos de decir, que hay una esencia eterna, inmóvil y distinta
de los objetos sensibles...”
Aristóteles, Metafísica, L. 7

“Entre ellas, la primera y principal es que hay un Dios, del que dependen todas las cosas, cuyas
perfecciones son infinitas, cuyo poder es inmenso, y cuyos decretos son infalibles...

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La segunda cosa que es necesario conocer, es la naturaleza de nuestra alma, en tanto que
subsiste sin el cuerpo y es mucho más noble que él, y capaz de gozar de una infinidad de
satisfacciones que no se encuentran en esta vida...
Después que se ha reconocido así la bondad de Dios, la inmortalidad de nuestras almas y la
grandeza del universo, todavía hay una verdad cuyo conocimiento me parece muy útil: esta verdad es
que, aunque cada uno de nosotros sea una persona separada de las otras,... sin embargo, debemos
pensar que no podríamos subsistir solos, y que somos, en efecto, una de las partes del universo... una
de las partes de este Estado, de esta sociedad, de esta familia, a la que estamos unidos por nuestra
residencia, por nuestra promesa, por nuestro nacimiento”.
Descartes, Carta a la princesa Isabel, del 15 de septiembre de 1645

ACTIVIDADES
 Defina el espiritualismo y señale sus principales representantes.
 Sintetice el pensamiento de Aristóteles.
 Enuncie las tesis de la metafísica realista. Haga un breve comentario sobre
ellas.
 Analice el pensamiento de Xenófanes.
 Analice el texto de Aristóteles. Destaque las ideas principales.
 Sintetice el texto de Descartes y destaque las ideas principales.

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3.-EL PROBLEMA RELATIVO A LA NATURALEZA DE LA
VERDAD Y A LA VALIDEZ DEL CONOCIMIENTO

“El hombre es la medida de todas las cosas: de las que son, en tanto que son, y de las que no son, en
tanto que no son” ( Protágoras).

“Hay tantas realidades como puntos de vista”


Ortega y Gasset, Mocedades, p. 75

“La materia, no es nada; el orden, la medida, la ficción, lo convencional, la postura, son todo.
Debemos exclamar como una vez Renán: “Me gusta ponerme de rodillas delante de nada”.
Ortega y Gasset

“Lo evidente, por muy evidente que sea, no nos es realidad, no creemos en ello”.
Ortega y Gasset, Ideas y Creencias, p. 21

“Las ideas son, pues, las cosas que nosotros de manera consciente construimos, elaboramos,
precisamente porque no creemos en ellas”.
Ortega y Gasset, Ideas y Creencias, p. 37

“Ni las leyes de Newton, ni el principio de contradicción ni ninguna verdad en general tiene valor
más que dentro de los límites temporales de la existencia”.
M. Heidegger, Ser y Tiempo, p. 226

“Lo justo y lo injusto no existían antes de la institución de la soberanía, su naturaleza depende de los
mandatos del soberano y cualquier acción es, en sí misma, indiferente; que sea justo o injusto
depende del derecho del soberano, de modo que los reyes legítimos, al ordenar una cosa la convierten
en justa por el hecho mismo de ordenarla, y al prohibirla la convierten en injusta, precisamente
porque la prohiben”.
T. Hobbes, De Cive, Cap. XII, I

El problema del conocimiento


Planteamiento del problema
Saber qué son las cosas es un tema que a todos nos preocupa, pero más nos interesa
saber qué valor tienen nuestros conocimientos sobre ellas.

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¿Podemos realmente conocer las cosas como son en sí? ¿Hasta dónde puede
alcanzar nuestro conocimiento?
He aquí expresado en forma sencilla el problema del conocimiento.
Somos conscientes de nuestra tendencia hacia la verdad, pero también somos
conscientes de que necesitamos una certeza de que la poseemos. ¿Cómo podremos adquirir
esa verdad y cómo conseguir esa tranquilidad que sólo la certeza nos puede dar?
Porque sabemos ciertamente que el estado de duda no es el estado normal de nuestra
mente.
La actitud de la mente humana es oscilar entre estos dos extremos: credulidad por
una parte, o sea, confianza en que podemos conocer algo y escepticismo por otra, que
responde a una desconfianza natural porque en muchas ocasiones hemos visto que no
conseguimos la verdad donde creíamos haberla encontrado; y así surge una actitud normal
de crítica, es decir, de investigación para fundamentar nuestra razón.
Correspondiente a esta triple actitud, vemos perfilarse los diferentes sistemas con
los cuales se quiere dar solución a este problema crítico del conocimiento: dogmatismo,
escepticismo, criticismo moderado.

Los sistemas

Dogmatismo
Es sostenido por espíritus fuertes que desprecian todas las dificultades y creen que
es innecesario el planteamiento del problema crítico, puesto que para ellos basta la certeza
natural.
A ello se responde que tal certeza podría servir para cosas prácticas del diario vivir,
pero no para cimentar en esa certeza natural ni la ciencia ni la filosofía, porque ha de
investigarse la última causa de todo ente.
Para esta posición epistemológica no existe todavía el problema del conocimiento
porque da por supuesta la posibilidad y la realidad del contacto entre el sujeto y el objeto,
porque inspira una confianza plena a la razón humana.

21
Esta actitud es debida a la deficiente noción de la esencia del conocimiento que
consiste: “en una relación entre el sujeto y el objeto”, y tal contacto no aparece como
problemático a quien no comprende esta relación.
Cree que los objetos del conocimiento nos son dados absolutamente y no por obra
de la función intermediaria del conocimiento.
Existe un dogmatismo general y otro especial: ético, religioso, metafísico. Fueron
los sofistas los primeros en plantear el problema del conocimiento, y con ello que resultara
imposible para siempre el dogmatismo en sentido estricto en filosofía.

Escepticismo
Sistema que afirma que no es posible obtener ninguna certeza en las cuestiones que
investiga la filosofía. Niega, por tanto, la existencia de la verdad y la posibilidad del
conocimiento.
Existen diferentes tipos de escepticismo: el lógico o absoluto que niega la
posibilidad de todo conocimiento. El especial, que niega cierto tipo de verdades, ya en el
orden moral denominándose escepticismo ético, o relativismo moral; ya en el orden
religioso; ya en el orden metafísico o trascendente denominándose agnosticismo. Este
último a través de la filosofía kantiana ha influido en muchos autores contemporáneos de
diversas corrientes, entre ellos a los filósofos del positivismo y neopositivismo lógico, al
pragmatismo, al existencialismo y a otros más. Autores como R. Carnap, L. Wittgenstein,
M. Heidegger, Sartre, se resienten de esta influencia.
En la antigüedad los principales representantes fueron: Protágoras, Pirrón , Sexto
Empírico, Gorgias: En la edad moderna y contemporánea son muchos los filósofos que
manifiestan esta actitud en sus obras.

Empirismo
En él se afirma que no hay más medios de conocimiento que los sentidos, teniendo
como único instrumento para obtenerlo, la intuición sensible, la experimentación. Sus
representantes son: Locke, Hume, Stuart Mill, Spencer; Comte, Bentham, Condillac,
Dewey. Los modernos filósofos del neopositivismo lógico como Wittgenstein, Carnap y
otros del Círculo de Viena.

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Racionalismo
Filosofía que afirma que sólo la razón es la que nos da a conocer la realidad,
despreciando el valor de los sentidos.
Representantes: Parménides, los estoicos, Descartes, Spinoza, Leibnitz, Kant.

Idealismo
El idealismo, basado en su principio de inmanencia, afirma que el pensamiento nada
puede conocer fuera de lo que está en él. O sea, por medio del pensamiento no se puede
salir fuera del pensamiento.
El pensamiento, por tanto, nada capta fuera de sí.
Representantes: Fichte, Schelling, Hegel. En otra vertiente están Gentile, Croce.

Realismo
Asegura que el conocimiento capta la realidad extramental, por medio de la
actividad de los sentidos y de la inteligencia, no sin antes haber realizado una justificación
crítica de la capacidad de la mente para conocer la verdad.
Representantes: Aristóteles, Sto. Tomás de Aquino, Suárez, Sciacca, Maritain,
Gilson, Jolivet.

ACTIVIDADES
 Identifique el sistema en el que se suscriben los textos de Protágoras, Ortega y
Gasset, M. Heidegger y Hobbes.
 Señale en que consiste el problema del conocimiento.
 Identifique los sistemas criteriológicos y sus autores.

23
Diversas concepciones acerca de la verdad
Una rápida visión nos hará comprender que el concepto de verdad ha variado en el
transcurso del tiempo.

Concepción idealista
En ella se expone la siguiente definición: “verdad es la concordancia del
conocimiento con su objeto”. Aquí no se hace ninguna mención de las cosas, de lo real, del
ser. Tan sólo se expresa una relación inmanente al espíritu.
En esta definición la verdad es el acuerdo del juicio con las leyes inmanentes de la
razón. Pero aquí no se está definiendo el pensamiento verdadero, sino el pensamiento
correcto. La corrección es condición necesaria, pero no suficiente para la verdad.
A esta concepción de la verdad podemos objetar que la coherencia interna no
constituye la verdad, porque no tiene relación con lo real. Y así sabemos que el
pensamiento siendo perfectamente coherente puede ser falso como sucede en los delirios
alucinatorios sistematizados de un demente. Como saben los matemáticos que pueden
construir muchos sistemas de ideas coherentes pero incompatibles. Para decidir la cuestión
de la verdad hay que referirla a lo real, es decir, a lo extramental.

Concepción sociológica de la verdad


Esta ha sido propuesta por Durkheim y divulgada por Goblot, quienes definen la
verdad “como el acuerdo de las inteligencias entre sí”, es una especie de creencia
colectiva.
A esto se responde que no es el acuerdo lo que determina la verdad, sino la
conformidad de la mente con la realidad, porque han existido errores comunes como lo
sucedido con la inmovilidad de la tierra.
Puede suceder que un solo individuo tenga la razón contra el sentido de todos, si él
está de acuerdo con la realidad.
Además esta doctrina conduce al relativismo, porque lo que para una tribu, nación u
otra persona en particular es verdad por razón de sus creencias, para otros pueblos tal vez
no lo sea.

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Concepción pragmática
Para ella la verdad consiste en su valor práctico, es verdadero lo que favorece la
acción. “La verdad se define por el éxito”.
William James es uno de los propagadores de este concepto que parte de la idea de
que la razón práctica es más importante que la teórica, lo cual heredó de Kant.
El pragmatismo se aplica de una manera lógica, en todo caso a las verdades de
orden moral o religioso, pero no a las de orden lógico como son las verdades abstractas,
teoremas matemáticos, cuya verdad se impone a la mente antes de que aparezca su utilidad.
Lo que hace cuestionable este concepto de verdad, es la identificación de lo
verdadero con lo útil. El objeto de la inteligencia es la verdad, lo cual nada tiene que ver
con lo útil, lo provechoso, el éxito.
En cuanto a las verdades morales o religiosas, su verdad se impone igualmente a la
razón, porque como conocimiento es captada por la inteligencia, que con ella se
perfecciona, sin que tenga que buscar nada más.
La verdad es percibida por la inteligencia, y esta verdad puede estar en oposición
con los sentimientos, tendencias o instintos; y puede ocasionarnos en varias circunstancias,
pena, tristeza e inferioridad, lo cual no nos causaría si se identificara con el éxito, el
provecho. Puede incluso la verdad paralizar la acción y en otras ocasiones el error sernos
provechoso.
La revolución científica y técnica que marca de manera tan profunda nuestro
tiempo, ha dado plena acogida a esta concepción pragmática o práctica de la verdad, como
una exigencia de la eficacia que se destaca en el papel activo del hombre cuya misión ha de
ser la de transformar la realidad. La verdad es hecha por el hombre, es obra del hombre.

“El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un


problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad;
es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o la irrealidad
de un pensamiento aislado de la práctica es un problema puramente escolástico”.
Carlos Marx, Tesis sobre Feuerbach II

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Concepción de la verdad en el realismo
En ella se considera la verdad como una adecuación entre la inteligencia y el ser
(la realidad), debe evitarse considerar la realidad como una cosa o un ser designado por un
sustantivo. Reside primero en la inteligencia y después se aplica a las cosas
secundariamente y así decimos “verdadera mesa”, “verdadero reloj”.
Existen diferentes especies de verdad. La verdad ontológica que es la conformidad
del ser con la mente, o la verdad de las cosas. La verdad lógica, que consiste en la
coformidad de la mente con el ser. La verdad formal que es la combinación de ambas.
La meta de un conocimiento seguro es obtener la verdad formal para llegar a
alcanzar la adecuación con la realidad.
Cuando decimos que una doctrina contiene parte de verdad, entendemos que
algunas de sus afirmaciones están de acuerdo con el ser o la realidad.
Se ha evitar considerar la verdad como una relación de semejanza, como si fuera un
retrato, porque hay verdades que expresan la esencia de un ser y esto no se puede
representar como si fuera una fotografía. No puede haber tal semejanza porque la verdad es
un ser intencional, distinto del ser natural.
No debe entenderse la parte adecuación que empleamos en la definición, en el
sentido de que sea un conocimiento exhaustivo o total de la realidad representada. Sabemos
que un conocimiento es verdadero aunque sea limitado o superficial con tal que esté
conforme con la realidad.

Análisis de los términos de la relación que se da en la verdad: el ser y la mente.


El ser: decimos el ser y no el “objeto” para evitar la confusión con el idealismo. No
decimos tampoco “la cosa” porque con ella se expresa más bien la esencia que la
existencia; en cambio cuando decimos “ser” queremos expresar que el término de la
relación es lo que existe; con lo cual damos a entender que el fundamento de la verdad es la
existencia.
La mente: el segundo término de la relación es el entendimiento, con ello queremos
indicar que la verdad reside fundamentalmente en el juicio, la verdad o el error existen
solamente a partir del momento en que se afirma algo.

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Para que haya verdad se necesita que exista adecuación, para que se dé ésta, se
requieren dos términos distintos; en la idea y en la sensación no encontramos esos dos
términos, luego en ellas no se da la verdad, porque se necesita un juicio.
Este juicio tiene un sentido existencial en cuanto que afirma la unión de dos
conceptos como reales. Luego el juicio es el acto que introduce formalmente en la mente la
relación de verdad.

ACTIVIDADES
 Explique las concepciones idealista, sociológica y pragmática de la verdad.
 Dé un juicio crítico sobre estas concepciones.
 Exponga el concepto de verdad en el realismo.
 Analice los términos de la relación que se dan en la verdad.
 Analice el texto de Carlos Marx. ¿Qué conclusiones se deducen de él?

La posibilidad de la metafísica
Un tema que no puede pasar por alto este análisis del conocimiento es el que se
refiere a la posibilidad de la metafísica, considerada no como ciencia, sino como un saber
filosófico, o sea, un estudio del ser de los entes.
Kant negó la posibilidad de la metafísica como ciencia equiparable a la ciencia
fisicomatemática de la naturaleza que maneja como objetos de estudio los fenómenos,
olvidando que la filosofía se construye con realidades que la razón descubre más allá de
esos fenómenos, teniendo como instrumento un principio de valor universal que es el
principio metafísico de causalidad y no el principio de causalidad física que es en el que él
apoya sus investigaciones criteriológicas, que sólo vale para el mundo sensible. Por medio
de la ley causal física sólo puede concluirse realmente de un proceso perteneciente al
mundo corpóreo a otro proceso de la misma clase.

“Es propiedad de todo ente de este mundo el no ser necesariamente absoluto, el no ser esencialmente
necesario, sino contingente, es decir, que según su esencia puede ser y también –se entiende en
distinto tiempo- puede no ser. En este sentido las cosas de este mundo no son independientes, no
tienen existencia por sí mismas, por su propia esencia. Y de este ente falto de independencia decimos
que depende de otro, que debe a otro su existencia y precisamente a la acción de otro. Por su falta de

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independencia (“contingencia”) se manifiesta como ente producido, lleva por tanto más allá de sí a
otro ente eficiente, y por lo mismo realmente existente. Ahora bien, si llamamos “causa” a un ente
que por su acción da la existencia a otro ente también independiente, resulta el aserto: todo ente falto
de independencia (contingente) debe su existencia a una causa, con otras palabras: es causado. Este
aserto es el aserto universal que buscábamos, que expresa la conexión necesaria entre las cosas de
este mundo y su origen primero supramundano. Llamamos a este aserto, principio de causalidad”.
“Por lo que hace al sentido de este principio, confundirlo con la “ley causal” de que tratamos antes
(p. 59), conduce siempre a una mala inteligencia. En oposición al principio metafísico de causalidad
que acabamos de mencionar, la ley causal sólo vale dentro del mundo físico, del mundo corpóreo.
Dice que en él hay una conexión necesaria por ley natural entre los procesos; que en él “las mismas
causas producen siempre iguales efectos”, de manera que del estado actual se puede predecir el
futuro –presupuesto el imprescindible conocimiento de las leyes naturales y del estado actual de una
totalidad cerrada de cuerpos-. En esa posibilidad se apoya la seguridad práctica de todas nuestras
obras técnicas. El principio metafísico de causalidad, en cambio, ni dice nada de la necesidad
natural de la acción, al contrario, deja siempre abierta la posibilidad de una acción libre; ni se refiere
sólo a los procesos que se verifican en el mundo de la experiencia, sino al “ser mismo de las cosas”,
tanto corpóreas como incorpóreas. Pues existe para todo ente, al que no es esencialmente necesaria la
existencia, una causa por cuya acción le convenga la existencia”.
Juan B. Lotz y José de Vries, El Mundo del hombre, p. 73

Las ciencias y la metafísica


Exigir la verificación de una manera empírica para fundamentar la verdad en el
campo de las ciencias positivas, es lo indicado, aun cuando no todo puede comprobarse por
este procedimiento en todas las ciencias; en algunas de ellas el instrumento que conduce a
la verdad es el raciocinio deductivo.
En el dominio de la filosofía los métodos que conducen a la verdad son: el inductivo
que parte de la experiencia de lo real, y el deductivo que extrae conclusiones de los datos
adquiridos por la experiencia sensible y que eleva a representaciones meta-empíricas. Por
ejemplo, del dato empírico de las manifestaciones de mis pensamientos espirituales,
asciendo a una causa espiritual de los mismos, o sea, llego a la existencia de una fuerza
espiritual que los produce, que es el intelecto.
La verificación de la verdad se realiza por el raciocinio inductivo, deductivo y
analógico. Querer emplear el procedimiento experimental o de verificación fáctica propio
de las ciencias, en la filosofía, es confundir estos dos dominios, es no entender el objeto

28
formal de ambos tipos de saber, por el que quedan circunscritos cada uno en sus propios
límites. La metafísica no es una de las ciencias positivas, es el saber de los entes, un
conocer profundo de ello investigando sus últimas causas.

“ Para los filósofos del siglo de las luces, la metafísica consiste en una patología de la razón. Hume,
sólo ve en ella un producto del lenguaje, y L. Brunschvicg, casi en el mismo sentido, solamente la
cree un efecto de la “imaginación ontológica”. Las discusiones de la primera parte de esta obra dan,
sobre este punto, una respuesta eficiente, según creemos. No obstante, los pensadores neopositivistas
del Círculo de Viena han querido dar una forma rigurosa a estas manifestaciones negativas. Su punto
de vista se puede resumir de la manera siguiente: “Todas las afirmaciones de la metafísica son
forzosamente y solamente contrasentidos, pues la metafísica se propone como fin describir una
realidad que radica más allá de la experiencia. Ahora bien, lo que ningún observador puede verificar
no es una proposición” (Ayer, “Mind”, 1934, Núm. 171, p. 326).
“Pensamos nosotros que en esta afirmación hay un falso rigor o una apariencia de rigor, que tendría
valor en el dominio de las ciencias positivas, pero no para la metafísica. Pues, por una parte, como
hemos visto, ésta no puede evidentemente soñar con describir lo suprasensible, como si fuese una
cosa, cuando éste sólo se nos propone como un sentido o razón, y por otra parte, sería preciso saber
lo que se entiende por “verificación”. Si (como en el caso del texto citado) se trata de una
“verificación experimental sensible”, la petición de principio resulta cegadora y además la condición
es absurda, ya que no existe ni puede haber verificación experimental de lo que no es una cosa, sino
una razón o sentido. En realidad hay muchas formas de “verificación”, según los diferentes órdenes
de la investigación y del saber: la verificación no puede ser unívoca”.
R. Jolivet, El hombre metafísico, p. 73-74

ACTIVIDADES
 Exponga por qué razón Kant negó la posibilidad de la metafísica
 Analice el texto de Lotz y De Vries sobre el principio de causalidad
 Sintetice la idea principal
 Diga en qué forma es posible la metafísica aplicando adecuadamente el principio
metafísico de causalidad
 Analice el texto de R. Jolivet
 Diga por qué razón el neopositivismo lógico niega la metafísica
 ¿Que se puede responder respecto a la forma como el neopositivismo concibe a la
metafísica.

29
4. EL PROBLEMA ACERCA DEL ORIGEN, NATURALEZA Y
DESTINO DEL HOMBRE

Para llegar al conocimiento de lo que es el hombre no bastan las ciencias


experimentales de tipo empírico-objetivas como la etnología, la biología, la fisiología, la
sociología, el análisis de la conducta, la ciencia de la cultura, la psicología y otras-, porque
aun cuando han aportado conocimientos de aspectos parciales muy importantes del hombre,
no son capaces de afirmar algo sobre la esencia de éste. Sólo la filosofía puede darnos un
conocimiento profundo de él.
El camino a seguir para adquirir este conocimiento tiene dos aspectos: el
fenomenológico y el trascendental. Por el primero conocemos las manifestaciones externas
e internas de la autorrealización personal; por el segundo conocemos las condiciones que
hacen posible tales realizaciones, con lo que se ilumina así, la esencia del hombre. El
hombre sólo puede entenderse desde la realización trascendental con el ser, desde su
apertura al fundamento absoluto del ser.

Análisis fenomenológico
El mundo del hombre
Una primera característica del hombre es que éste sólo se realiza en un mundo
cultural, esto es, dentro de un espacio histórico, en donde el lenguaje, las costumbres, la
moral, la ciencia, lo envuelven desde la cuna hasta el sepulcro. Por eso se ha dicho que el
hombre es un ser de cultura que refleja el marco cultural histórico del momento en que
vive.
El mundo del hombre, o sea, la totalidad de su horizonte intelectual concreto es una
realidad dinámica, porque el hombre está abierto a la realidad, aprendiendo nuevas culturas
que ensanchan su horizonte constantemente.

La conducta humana y la conducta animal


Si comparamos el comportamiento humano con el comportamiento animal
observamos una gran diferencia que nos separa, quedando manifiesto el carácter espiritual
del hombre.

30
Comportamiento animal Comportamiento humano

El animal posee una vinculación al El hombre tiene mundo, es decir, un


entorno limitado, o sea, al espacio horizonte intelectual vasto sin
vital que no puede superar por estar fijación. El hombre puede crear
encerrado en él. distancias.

Posee una percepción y memoria El hombre no está especializado


sensibles, pero no sabe que está biológicamente.
viendo u oyendo, no tiene conciencia.
Esta percepción está vinculada al El hombre es pobre en instintos. Es un
entorno limitado y preciso. ser deficiente.

El animal tiene una marcada Un elemento fundamental de su


especialización biológica. conducta es la falta de inmediatez.
“Frente al animal, que siempre dice sí
El animal está ligado al instinto que le a la realidad...el hombre es el –que-
da una seguridad vital instintiva puede-decir-no”...(Max Scheler, El
desconocida por el hombre. Esto se puesto del hombre en el Cosmos, p.
llama inmediatez al entorno de las 85).
cosas.

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La reflexión sobre la actividad psíquica del hombre
Los fenómenos fundamentales de autorrealización humana como pensar, querer,
alegrarse, entristecerse, etc. nos manifiestan la actividad psíquica de un principio superior
que obra por medio del entendimiento, de la voluntad, y de la afectividad.
En efecto, las ideas, las voliciones y las afecciones espirituales tienen por causa una
facultad o fuerza igualmente espiritual; estas manifestaciones son esencialmente superiores
a las del psiquismo animal que está dominado por el instinto y el conocimiento sensible.

Análisis ontológico de la existencia humana


Nos proponemos ahora examinar las condiciones de posibilidad de la
autorrealización existencial del hombre.
¿Qué es lo que hace posible que el hombre tenga una existencia propia, como ser
independiente, que realice actividades tan diferentes como son el sentir y el pensar?
¿Qué es lo que lo mantiene en la existencia y da unidad a su vida? Porque la rica
manifestación de su actividad debe tener una causa última que la explique.
Se trata, pues, de indagar la constitución ontológica del hombre.

La existencia de un principio último espiritual


Los seres vivos revelan su forma de ser, sobre todo en su modo específico de obrar.
Si el modo específico de obrar del hombre como vimos en las manifestaciones de su
autorrealización, son de naturaleza espiritual como se evidencia por el pensamiento y el
querer, luego su forma de ser, o sea, su esencia es espiritual, es decir, intrínsecamente
independiente de la materia en su ser y en su obrar.
Así deducimos la existencia de un principio interno último, esto es, una realidad
trascendente, como causa de toda la actividad humana.
Se trata de un principio o realidad metafísica que no puede verse, ni sentirse, ni
apreciarse por los sentidos, sino sólo comprenderse, como aquello que informa al cuerpo y
le da vida; como aquello que da unidad al ser humano. A este principio se le denomina en
la filosofía clásica “alma”.
En efecto, esas actividades específicas del hombre no pueden tener como causa
explicativa el ser corporal de él. Un análisis químico sólo hallaría un inmenso agregado de

32
moléculas y átomos de las más distintas clases. Evidentemente no puede reducirse sólo a
eso lo que propiamente constituye al hombre, su vida espiritual. No puede entendérsele
como mero perfeccionamiento de la sustancia inorgánica y de sus fuerzas. Tiene que darse
en el hombre además de su cuerpo algo distinto de superior clase de ser, que como portador
y fundamento de las actividades vitales comunique al cuerpo la vida y lo eleve propiamente
a “cuerpo viviente”.

Propiedades del alma


La sustancialidad. En el obrar espiritual resalta la conciencia del yo: yo pienso, yo quiero,
yo siento. Todas las diversas actividades son referidas a un único yo que se destaca como
centro común y que se conserva también el mismo con variaciones accidentales durante
todo el tiempo de nuestra vida. Se trata de una realidad, o ser, que subsiste en sí. Esto es lo
que identifica a la substancia.
El yo se conoce como individuo independiente, como totalidad siempre abierta que
subsiste a ulteriores determinaciones.

La unicidad. En la propia experiencia interna se manifiesta la unidad de un principio que


realiza las actividades vegetativo-sensitivo-racionales. Es un mismo yo el que experimenta
las tendencias espirituales cuando luchan entre sí y siente cada una de las dos inclinaciones
como suyas, en vez de ver junto a sí, sólo otro yo con la otra inclinación.
Esta misma unidad del alma se evidencia en la subordinación jerárquica de las
actividades psíquicas, así la vida vegetativa se dirige a la sensitiva y la sensitiva a la
racional.

La simplicidad. La simplicidad del alma se manifiesta a través de sus operaciones


racionales que no son realidades que se integran por elementos compuestos. El pensamiento
es una realidad intangible, imponderable, simple.

La incorruptibilidad e inmortalidad. Si existe en el hombre ese principio que trasciende la


materia y que escapa a las limitaciones del espacio y del tiempo, que puede pensar en forma
de universalidad, y aspirar a lo infinito del bien y de la felicidad, este principio no puede

33
desaparecer con la destrucción del cuerpo, ni directa ni indirectamente; es de suyo
incorruptible e inmortal como se deduce de su naturaleza simple; pues no teniendo partes
que la integren, no puede darse en ella la descomposición.
Sólo la inmortalidad personal responde a las exigencias absolutas de un ser
consciente de sí, como persona inteligente y libre, regida por la ley moral, y que no podría
con la muerte hundirse, ni en la nada, ni en el anonimato del Todo, ni después de una
supervivencia más o menos larga, sin verse frustrada en sus aspiraciones más profundas,
que nacen de su misma naturaleza, y sin que el orden moral perdiera de pronto todo su
significado y valor.

Acerca del origen del hombre


Se han formulado las siguientes posturas:
1. Determinista, que afirma que el hombre procede de la materia cósmica por un
proceso de evolución ciega, esto sostiene el Materialismo.
El idealismo, afirma que el hombre procede de la Idea Absoluta, siendo una
manifestación temporal de ésta.
2. Finalista, que afirma que el hombre fue creado por un Ser Trascendente en forma
libre señalándole un destino y un fin a su naturaleza.
En efecto, la naturaleza espiritual del hombre requiere la intervención creadora puesto
que su espíritu no puede proceder de la materia. En cuanto al origen del cuerpo, la
ciencia aún no ha dicho la última palabra porque sus conclusiones no pasan de ser
hipótesis, pudiendo sostenerse o un evolucionismo intervencionista de parte de una
Causa Trascendente o una tesis creacionista como enseña la tradición.

Sobre el destino del hombre


Frente a la muerte es donde el hombre se plantea el interrogante acerca del sentido
de toda su vida. Ese es el interrogante que irrumpe en nuestro tiempo con nueva fuerza.
¿Qué puede al hombre darle un pleno sentido a su vida?

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La felicidad como fin último del hombre
Si es una realidad incontrastable en el hombre en el hombre de todos los tiempos su
exigencia y sus ansias infinitas de felicidad plena, debe existir algo que responda a ello,
si su vida entera no ha de ser un absurdo.
Muchos no quieren saber nada de la clara percepción de este dramático estado y se
entregan a un materialismo práctico.
Otros oprimidos por la pobreza, les parece imposible que haya alguien o algo que
les saque de su miseria y les dé la felicidad tan anhelada y tan lejana y por eso se
desentienden.
Hay quienes ven en el progreso de la ciencia y de la técnica la verdadera y plena
liberación.
Algunos confían que la humanidad como tal, habrá de salvar al hombre que ha
perdido la esperanza de encontrar fuera de ella el sentido de su vida sin darse cuenta de
que ante el hecho inevitable de la muerte, ella nada podrá.
No faltan quienes desesperados por poder dar un sentido a su vida, piensan que la
existencia carece de toda significación.
Un análisis sincero de la existencia humana nos lleva a concluir:
 Que la humanidad, el hombre, no puede salvarse a sí mismo;
 que el hallar el sentido a la existencia humana, no es una tarea fácil y supone
algo más que un conocimiento de tipo científico que resulta insuficiente.

ACTIVIDADES
 Exponga por qué es importante el conocimiento filosófico del hombre.
 Diga cuál es el camino a seguir para conocer la naturaleza del hombre.
 Compare la conducta del animal y del hombre.
 Qué deduce de la reflexión sobre la actividad psíquica del hombre.
 Demuestre la existencia de un principio espiritual en el hombre.
 Analice las propiedades del alma.
 Diga las posturas que existen sobre el origen del hombre.

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 Investigue el concepto del hombre vertido por algunos filósofos a través de la
historia.

Algunas conclusiones
De lo anteriormente expuesto llegamos a las siguientes conclusiones:
 El hombre, no obstante el parecido que tiene con los seres de la naturaleza, es
esencialmente diferente, porque posee la conciencia.
 Por este dinamismo esencial de la conciencia se conoce a sí mismo, y puede
dirigirse a algo o a alguien.
 El hombre es un ser abierto al mundo y no vinculado a su entorno, no es un
fragmento del cosmos, ni tampoco un puro espíritu. El yo no está encerrado en sí,
tiende a los otros yo, por eso no está condenado a la soledad.
 La dimensión social del hombre ocupa la primacía sobre las relaciones con el
mundo material.
 Interpretar al hombre como un producto del mundo material, es negar su esencia
trascendente, es tratar al ser humano como una cosa.
 Las relaciones entre las personas, no permiten dominar y someter al otro, conducen
a un respeto de la autonomía de los otros yo.
 El hombre es un ser dinámico, nunca acabado, es una realidad trascendente que está
presente en todos sus gestos y actitudes.
 La identidad personal ha de lograrse a través de un esfuerzo constante; sólo en esa
forma cada uno ha de llegar a ser uno mismo.

Y después de todos estos esfuerzos por sondear este profundo misterio, seguiremos
preguntándonos ¿Qué es el hombre?

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El destino del hombre ¿Un problema sin solución?
“De dónde vengo yo y de dónde viene el mundo en que vivo y del cual vivo? ¿Adónde voy y adónde
va cuanto me rodea? ¿Qué significa ésto?” Tales son las preguntas del hombre así que se liberta de la
embrutecedora necesidad de tener que sustentarse materialmente. Y si miramos bien, veremos que debajo
de estas preguntas no hay tanto deseo de conocer un por qué como el de conocer el para qué: no de la
causa, sino de la finalidad. Conocida es la definición que de la filosofía daba Cicerón, llamándola
“ciencia de lo divino y de lo humano, y de las causas que en ellas se contienen”... pero, en realidad, esas
causas son para nosotros fines. Y la Causa Suprema, Dios, ¿qué es sino el supremo fin? Sólo nos interesa
el por qué en vista del para qué; sólo queremos saber de dónde venimos para mejor poder averiguar a
dónde vamos...
“Por qué quiero saber de dónde vengo y adónde voy, de dónde viene y adónde va lo que me rodea, y qué
significa todo esto? Porque no quiero morirme del todo, y quiero saber si he de morirme o no
definitivamente. Y si no muero, ¿qué será de mí?, y si muero, ya nada tiene sentido. Y hay tres
soluciones: a) o sé que me muero del todo, y entonces la desesperación irremediable, o b) sé que no
muero del todo, y entonces la resignación, o c) no puedo saber ni una cosa ni la otra, y entonces la
resignación en la desesperación o está en aquélla, una resignación desesperada, o una desesperación
resignada, y la lucha...
Quedémonos ahora en esta vehemente sospecha de el ansia de no morir; el hambre de inmortalidad
personal, el conato con que tendemos a persistir indefinidamente en nuestro ser propio y que es, según el
trágico judío, nuestra misma esencia, eso es la base afectiva de todo conocer y el íntimo punto de partida
personal de toda filosofía humana, fraguada por un hombre y para nosotros. Y veremos cómo la solución
a ese íntimo problema afectivo, solución que puede ser la renuncia desesperada de solucionarlo, es la que
tiñe todo el resto de la filosofía. Hasta debajo del llamado problema del conocimiento no hay sino el
afecto ese humano, como debajo de la inquisición del porqué de la causa no hay sino la rebusca del para
qué de la finalidad. Todo lo demás es engañarse o querer engañar a los demás. Y querer engañar a los
demás para engañarse a sí mismo.
Y ese punto de partida personal y afectivo de toda filosofía y de toda religión es el sentimiento
trágico de la vida”.
Miguel de Unamuno, Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos, pp. 32-35

Sed de inmortalidad
Me siento fuera de sentido,
Lloro, me aflijo y pienso,
digo y recuerdo:
Oh, si nunca yo muriera,
Si nunca desapareciera...
¡Vaya yo donde no hay muerte,

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donde se alcanza la victoria!
Oh, si nunca yo muriera,
Si nunca desapareciera...
Cant. Mex. F. 17 V de Nezahualcóyotl, c. 1459

« En el conjunto de nuestra autorrealización personal humana experimentamos una aspiración absoluta


que entendemos y afirmamos como plenamente lógica, pues de otro modo la existencia humana en
general aparecería como radicalmente absurda. Experimentamos algo absoluto en la aspiración de verdad
que se yergue en nuestro conocimiento; también en la exigencia incondicional de bien que reclama
nuestro libre actuar y querer, y que sentimos como un deber vinculante. Asimismo, en el ser y valor
personales de otro hombre nos sale al paso algo absoluto, que exige un reconocimiento y respeto
incondicionales y que incita a la ayuda y amor al prójimo. El hombre sólo puede realizarse con sentido
saliendo de sí mismo, en la respuesta de entrega a la exigencia absoluta a la que debe responder.
El hombre es trascendencia y realiza su propio ser superándose a sí mismo, se actualiza en tanto que
se trasciende, lo cual acontece en cada auténtica apertura y entrega a la verdad, al bien y a la belleza
absolutos, al valor personal y a la comunidad... Pero en la medida en que aparece aquí un sentido
absoluto y no relativo de la existencia humana, supone a su vez un fundamento absoluto, sobre el que nos
trascendemos y en el que descubrimos el sentido de nuestra mismidad. Pese a todos los
condicionamientos de las circunstancias concretas de la vida, el hombre se experimenta en el horizonte de
lo absoluto. Querámoslo o no, supone siempre como condición de sí mismo un Absoluto que constituye
el fundamento del sentido supremo e incondicional de la existencia humana...
Lo que constituye el horizonte explicativo general no puede ser un contenido particular dentro de ese
horizonte, sino que debe trascenderlo radicalmente. Debe ser una realidad absoluta y trascendente. Ahora
bien, si ha de fundamentar y salvaguardar el sentido de la existencia humano-personal y el sentido y valor
de la relación personal, ¿no deberá ser un fundamento personal, un tú absoluto que nos sale al paso y nos
habla en todo, que está presente y actúa en todo? Ese último fundamento explicativo se supone siempre
en la totalidad de sentido de nuestro mundo humano, sin que jamás podamos aprehenderlo por completo.
Se mantiene siempre como en el fondo explicativo, pero misterioso, al que en la impotencia del lenguaje
humano llamamos “Dios”.
Emerich Coreth, ¿Qué es el hombre? Pp. 249-250

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ACTIVIDADES
 Analice el pensamiento de Unamuno. ¿A qué conclusión llega?
 Analice el texto de Coreth. Resuma la idea.
 ¿Qué conclusión se desprende del pensamiento de Coreth?

“El hombre es incapaz de responderse, por sus solas fuerzas, a esta doble pregunta (saber de dónde
viene y adònde va). Choca con los límites de su impotencia. Choca con la realidad de la muerte...
Todo optimismo puramente humano resulta irrisorio... Ni la Ciencia, ni la Filosofía resuelven los
últimos enigmas. No es suficiente que Einstein y Oppenheimer hablen, no es suficiente que Hegel o
Heidegger razonen. Es preciso que se nos haga escuchar otra Palabra... que explica todas las demás”.
Danielou

ACTIVIDAD
 Investigue en la Etica cuál es el fin o destino que se le señala al hombre
dentro de los diferentes sistemas filosóficos.

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SEGUNDA UNIDAD
LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION

 1. Naturaleza de la filosofía y su división


 2. Filosofía de la educación
 3. Relación entre la filosofía de la vida y filosofía de la educación
 4. Educación: definición nominal y real

Objetivos particulares:
 Conocer qué es filosofía y qué es filosofía de la educación.
 Comprender las relaciones entre la filosofía de la vida y la Filosofía de la
Educación.
 Comprender más profundamente qué es educación.

Objetivos específicos:
 1.1 Analizará lo que es filosofía y señalará sus fuentes
 1.2 Explicará las diversas formas de entender la filosofía de la educación
 1.3 Señalará los vínculos que unen a la filosofía y a la educación
 1.4 Expondrá los diversos significados de la educación

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“El hombre que no tiene ningún barniz de filosofía va por la vida prisionero de los prejuicios que derivan del
sentido común, de las creencias habituales en su tiempo y en su país, y de las que se han desarrollado en su
espíritu sin la cooperación ni el consentimiento deliberado de su razón. Para este hombre el mundo tiende a
hacerse preciso, definido, obvio; los objetos habituales no le suscitan problema alguno, y las posibilidades no
familiares son desdeñosamente rechazadas... La filosofía, aunque incapaz de decirnos con certeza cuál es la
verdadera respuesta a las dudas que suscita, es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros
pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre...”
...”la filosofía debe ser estudiada, no por las respuestas concretas a los problemas que plantea, puesto que, por
lo general, ninguna respuesta precisa puede ser conocida como verdadera, sino más bien por el valor de los
problemas mismos; porque estos problemas amplían nuestra concepción de lo posible, enriquecen nuestra
imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que cierra el espíritu a la investigación...”
Bertrand Russell, Los problemas de la filosofía

“La filosofía es la ciencia teorética de los primeros principios y de las primeras causas”
Aristóteles, Metafísica I

“La filosofía no puede aprenderse: sólo puede aprenderse a filosofar” (Kant)

“Una gran filosofía no es la que instala una verdad definitiva, es aquella que introduce una inquietud”
(Peguy).

“Una filosofía es una visión del mundo, y existen filosofías diferentes puesto que los filósofos no ven el
mismo mundo” (Gouhier).

“La filosofía no es una teoría, sino una actividad; su objeto, la aclaración lógica del pensamiento. La filosofía
es verdadera si ofrece un programa, si abre posibilidades para el pensamiento y la acción, para el ser humano
en realización”.
H. Lefebvre, La somme et le reste, Ch. VIII

« Una causa principal de las enfermedades filosóficas: dieta unilateral; nutrimos nuestro pensamiento con
sólo un tipo de ejemplos”.
“En filosofía no se extraen conclusiones. “¡Pero esto debe ser así!” no es una proposición filosófica. Ella sólo
consigna lo que cualquiera admite”.
Ludwig Wittgenstein, Investigaciones filosóficas

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1. NATURALEZA DE LA FILOSOFIA Y SU DIVISION
Filosofía etimológicamente significa amor a la sabiduría, búsqueda de la sabiduría.
Podemos interpretar de tres maneras diferentes este término:
1. Como un estudio que guía al individuo a la adquisición de una visión correcta de la
vida, sus valores, su significado, sus fines próximos y último, sobre la conducta
humana en general.
2. La filosofía ofrece una visión de la vida por la que el hombre percibe la
interrelación de los fenómenos, es decir, que el universo es un sistema coherente,
ordenado y no caótico.
3. La filosofía se refiere a un conjunto de principios conductores y reguladores de la
conducta humana y a los valores especializados en los diversos campos del
conocimiento. En este sentido puede hablarse de la filosofía desde el punto de vista
literario, una filosofía de la economía, del gobierno, de la historia, del derecho y de
la educación. El especialista en cada una de estas ramas explica su especialidad en
términos de las verdades que enseña la filosofía.

Origen de la filosofía
Aristóteles expone que todo hombre por naturaleza desea saber, por esta razón su
curiosidad natural lo lleva a buscar una explicación del mundo que lo rodea. En esta
búsqueda debe hacer uso de todos sus sentidos para comprender los fenómenos concretos, y
de su razón para penetrar la naturaleza y percibir la relación de los fenómenos. El hombre
empieza a filosofar cuando se enfrenta ante lo maravilloso, ante lo contradictorio.
Las fuentes de la filosofía
La sabiduría proporcionada por la filosofía es de dos naturalezas:
a) Conocimiento del universo; b) conocimiento del recto camino de la vida.
Esta sabiduría brota de tres fuentes:
1. La primera fuente la ofrecen los seres y así tenemos tres tratados:
a) Filosofía Natural que estudia los fenómenos de la naturaleza.
b) Las Matemáticas que tratan las cosas de la naturaleza conforme a la
extensión.
c) La Metafísica que estudia al ser como tal.

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2. La segunda fuente es la sabiduría que el entendimiento adquiere de sus propias
actividades de reflexión, razón y juicio: aquí tenemos a la Lógica y la Psicología
Racional.
3. La tercera fuente brota del estudio de las normas que han de regir al hombre como
individuo, como miembro de la familia y del Estado y así resulta la Filosofía Moral.

Las funciones de la mente según Aristóteles


Tres son las funciones de la mente:
a) Función contemplativa: su fin es conocer por conocer.
b) Función práctica: su fin es conocer las normas que rigen nuestra propia actividad
para lograr nuestro perfeccionamiento humano. Es el dominio del obrar, o de la
moral.
c) Función poética: su fin es conocer normas para dirigir nuestra acción para realizar
una obra fuera de nosotros. Es el dominio del hacer, de la técnica y del arte.

División de la filosofía
De acuerdo con esas funciones la filosofía se divide en:
a) Filosofía especulativa
Teoría del Conocimiento: estudio del ser como verdad.
Teología Natural: estudio el Ser increado.
Metafísica Cosmología: estudio del ser inorgánico.
Psicología: estudio del ser viviente.
Ontología: estudio del ser bajo sus razones abstractas.

b) Filosofía Práctica: Filosofía Moral.


c) Filosofía de la Belleza: Estética.
Podemos definir la filosofía: como un conjunto de conocimientos ciertos, razonados
y sistematizados acerca de todos los seres por medio de la luz natural de la razón
investigando sus causas últimas.
Objeto material: estudio de todos los seres.
Objeto formal: por medio de la luz natural, investigando sus causas últimas.

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ACTIVIDADES
 Analice el texto de Bertrand Russell. Deduzca cuál es el concepto de filosofía para
el autor.
 Analice la idea de filosofía de los otros autores.
 ¿Qué deduce usted de estas definiciones?
 Exponga de cuántas formas se puede interpretar el término filosofía.
 Señale las fuentes de la filosofía y enuncie los tratados que resultan.
 Explique las funciones de la mente según Aristóteles.
 Haga un cuadro sinóptico de la filosofía según otros autores.
 Explique brevemente el contenido de cada tratado de la filosofía.
 Formule su propia definición de filosofía.

2. FILOSOFIA DE LA EDUCACION
Un saber profundo de la educación puede efectuarse de diversas formas, si se
considera la educación como el perfeccionamiento intencional del mismo hombre, dirigido
a determinadas metas que hay que alcanzar conscientemente, estaremos frente a la
educación como un ente cultural, cuyo estudio corresponde a la filosofía de la cultura; si se
enfoca el estudio de la educación a la investigación de su estructura ontológica, es decir, al
conocimiento de las causas que constituyen dicho ente, y a las condiciones que lo hacen
posible, estaremos realizando un estudio metafísico de la educación.

Un camino a seguir
Realizaremos el estudio de la filosofía de la educación empleando un doble método:
fenomenológico y trascendental.
El primero nos conduce a la descripción de la educación como ente cultural; el
segundo a la comprensión de la esencia de la educación.
El segundo método se apoya en el primero.

El método fenomenológico

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Basándonos en un análisis fenomenológico descubrimos a la educación como un
fenómeno cultural, que ha sido obra del esfuerzo personal de mejoramiento humano debido
a una acción conjunta del hombre que se educa y del mundo de los valores culturales
producidos por los hombres.
En este análisis la educación se nos patentiza como un ente cultural.

El método trascendental
Conocida fenomenológicamente la educación como ente cultural, proseguimos su
estudio hacia niveles más profundos empleando la reflexión filosófica de carácter
metafísico. Sólo por este camino tenemos acceso a la realidad trascendental u ontológica de
la educación, para descubrir su esencia.
Por este análisis penetramos a esa realidad que ningún sentido puede percibir y sólo
la inteligencia puede comprender. Los sentidos podrán captar sus manifestaciones, pero
ninguno de ellos puede ponerse en contacto con este ser trascendental, por se espiritual.
El empleo de ambos métodos nos proporciona una visión filosófica completa de la
educación: como ente cultural y como ente trascendental. Así se manifiesta que la
educación no es un ente natural, un fenómeno biológico o psicológico, sino un ente
cultural, porque se produce y radica en el espíritu del hombre. No es un acontecer
espontáneo debido a un desarrollo sin dirección, sino por el contrario se trata de una acción
dirigida conscientemente hacia una meta. Es una actividad humana que tiene que basarse en
la naturaleza para mejorarla, pero que dirige el espíritu para transformar la totalidad del ser
humano en orden a la perfección.

La educación como ente cultural


La cultura puede realizarse en dos direcciones: la cultura subjetiva que es la acción
consciente y transformadora que se realiza en el propio sujeto inteligente; la cultura
objetiva que es el cultivo intencional que se dirige a transformar los objetos naturales u
objetos externos.
En esta forma la objetividad de los entes la encontramos realizada en dos ámbitos
diferentes: en el ámbito natural y en el ámbito cultural.

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La objetividad natural, está en los entes de la naturaleza. Estos entes se convierten
en culturales en cuanto reciben la influencia del espíritu subjetivo.
Por esta huella que deja impresa en ellos la persona a través de su inteligencia, su
voluntad y su sentimiento, estos entes culturales pueden ser comprendidos y valorados por
los hombres. Por esta razón sirven de intermediario entre ellos.
Cada generación tiene una tarea que cumplir en orden a la cultura, y es la de
comprenderla como un legado de los que le precedieron; asimilar de ella lo que tiene de
validez; y trabajar para aumentarla y lograr así realizar el progreso.

La cultura subjetiva
El hombre no sólo actúa sobre los entes naturales perfeccionándolos y
transformándolos en entes culturales; también puede actuar sobre sí mismo para
perfeccionarse según un ideal concebido y puede actuar con sus semejantes para ayudarlos
a realizarse en la línea del perfeccionamiento de acuerdo a pautas preestablecidas en la
sociedad, o concebidas por él.
Esta cultura subjetiva puede ser predominantemente espiritual, como cuando se
dirige al perfeccionamiento de la inteligencia, de la voluntad o del sentimiento; o de
carácter orgánico, cuando se dirige al desarrollo de la sensibilidad corporal. Pero, por ser la
persona humana un sujeto con una unidad radical indivisible, no es posible cultivarla
perfeccionando sólo una de sus partes. La persona exige la integridad de su formación
cultural.
La cultura subjetiva se extiende a todas las manifestaciones de la actividad humana:
al saber de la filosofía y de la ciencia, al saber de la técnica y del arte, a lo individual y a lo
social, a la religión y a la moral.
La cultura subjetiva es la que produce la cultura objetiva y ésta sirve de medio para
que un sujeto influya sobre otro ayudándole a elevar el grado de su cultura subjetiva.
“Este perfeccionamiento cultural del sujeto humano, recibe el nombre de
educación; y los entes culturales que conducen al hombre al perfeccionamiento de su ser
específico se llaman bienes educativos” (García Hoz, Diccionario Pedagógico, p. 231).
Así queda manifiesto que la educación es un ente cultural.

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Ese ente cultural puede ser estudiado desde diversos ángulos, el que ahora nos
interesa es el filosófico.

Filosofía de la cultura
Se llama filosofía de la cultura a la disciplina que se propone explicar el fenómeno
de la cultura, partiendo de sus leyes más esenciales, investigando las causas de su génesis,
las normas de su transformación, las condiciones de su crecimiento y decadencia, los
contenidos y las formas de sus fases: y los fines remotos de sus tendencias íntimas.
Entre una de sus finalidades está el orientarnos críticamente sobre el desarrollo de la
vida intelectual, así como sobre sus fines, caminos y medios.
La filosofía de la cultura no crea la ciencia, ni el derecho, ni la educación, ni el arte,
ni la religión. Todos estos fenómenos han sido producto de la conciencia que ha
reflexionado sobre hechos naturales o culturales.
Estos hechos de la cultura son el punto de partida de la reflexión filosófica. La
filosofía de la cultura los toma como algo producido por la mente del hombre y se limita a
describirlos, explicarlos y trata de determinar las formas o estructuras generales por las
cuales se han producido. Busca los valores de la cultura: la verdad, la bondad, la belleza, la
justicia, la santidad, realizados en los productos culturales, como creaciones culturales
concretas.

Formas de la filosofía de la cultura


Existen varias tendencias respecto a la interpretación del fenómeno cultural.
La orientación realista considera la cultura como una colaboración del espíritu con
las fuerzas del mundo con vistas a su perfeccionamiento.
Orientación idealista, cree que el espíritu no está en oposición con una naturaleza,
que le sea “ajena”, sino que el espíritu lo produce todo de sí mismo, al menos en cuanto a la
forma y al cuadro exterior. Por consiguiente, la cultura no es la espiritualización de la
naturaleza, sino sólo la autorrealización del espíritu.

Factores creadores de la cultura


Al respecto se dan varias interpretaciones:

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La filosofía individualista de la cultura, opina que sólo los grandes genios son
capaces de producir la cultura; entre ellos están los siguientes autores: Nietzsche, Ipsen,
Carlyle.
La filosofía de los románticos, como Herder, Hegel, Fichte, Wundt, sostiene que la
cultura es creada por el alma del pueblo.
La filosofía marxista afirma que la cultura es un producto colectivo.
En realidad la cultura requiere la guía espiritual y el arraigo del hombre en el
espíritu de la nación.

Valoración de la cultura
Respecto a la valoración de la cultura pueden distinguirse las siguientes corrientes:
la optimista que afirma que han de desaparecer las carencias del espíritu y de la naturaleza
hasta llegar a un estado de perfección.
La pesimista para la cual, la cultura corrompe al hombre instigando sus apetitos,
aquí está el pensamiento de Rousseau, Tolstoi, Schopenhauer, Spengler.
La filosofía inmanente que ve en la cultura el fin último de la vida humana.
La filosofía trascendente que busca el fin supremo de la cultura y de la humanidad
en el más allá.

El espíritu en el desarrollo de la cultura


Si consideramos la actividad del espíritu a través de sus manifestaciones, es fácil
advertir el movimiento pendular que lo ha caracterizado en relación a la creación de la
cultura.
Cuando han sido difíciles las condiciones de la existencia humana se ha dirigido a
crear los medios para dominar la naturaleza, cuando esa situación ha sido superada, ha
vuelto su preocupación sobre sí mismo.
Así encontramos que la educación como ente cultural ha oscilado de un realismo
pedagógico, preocupado por el dominio de la técnica, a un humanismo pedagógico,
centrado en un autoperfeccionamiento produciendo lo mejor para su elevación espiritual.
Quien tiende una mirada a la historia de la educación y de la cultura, observa un
realismo en la educación primitiva y en las formas de educación tradicionalista;

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posteriormente aparece un humanismo acendrado en Grecia y Roma, en donde los
menesteres de los cuidados triviales de la existencia pesan sobre los hombros de la
esclavitud. En la Edad Media vuelven a ser precarias las condiciones de vida y se cae en un
realismo, con la caballería y el artesanado, reservándose a una élite (los clérigos) el cultivo
del humanismo. En el Renacimiento llega de nuevo el humanismo a altas cimas de
esplendor. En la Edad Moderna aparece de nuevo el realismo por el afán de descubrir la
naturaleza; y el humanismo sólo apunta en algunos pensadores. En los tiempos presentes,
de nuevo el espíritu se ha volcado hacia un realismo cada vez más absorbente, embriagado
por las conquistas de la ciencia y de la técnica sobre la naturaleza y sobre el hombre,
quedando relegado el humanismo, o sea, olvidándose al hombre mismo. Este es el grave
peligro que estamos viviendo.
Aquí encontramos la causa de los continuos virajes que ha dado la educación en el
transcurso de la historia, dirigiéndose ora a un extremo, ora al otro. Sin embargo, siempre
ambas tendencias han estado presentes, porque son las formas originarias de la cultura,
inherentes a la condición natural de la humanidad, lo que ha sucedido, es tan sólo el
predominio de una tendencia sobre la otra.
¿Cuál será la dirección que convendrá seguir?
Esta es una interrogante que no sólo nos cuestiona, sino que nos hace reflexionar
profundamente dada la responsabilidad que tenemos para las generaciones futuras.
La filosofía de la educación nos ha de ayudar a encontrar una respuesta adecuada
que guíe nuestra conducta en la labor educativa.

Naturaleza y cultura
Aunque ya está implícita la distinción entre naturaleza y cultura en los conceptos
anteriormente vertidos, es necesario esclarecerla aún más para la distinción entre ambos
conceptos de educación: el concepto naturalista educación; y el concepto de educación
como ente cultural.
El concepto naturalista de educación considera a ésta como un simple desarrollo
natural, o sea, un despliegue espontáneo de la naturaleza.
El concepto de educación como quehacer cultural, contempla a la educación como
una actividad humana a la que se le ha impreso una dirección y se le ha señalado una meta

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planeada conscientemente, por lo que se afirma que la educación es un ente cultural que es
producido y radica en el espíritu humano, y no es un ente natural.
Por naturaleza entendemos el conjunto de los seres como son por su origen y
nacimiento y que encontramos en nuestro mundo, en nuestro cosmos, sin que haya mediado
ninguna intervención humana.
En cambio, por cultura en sentido subjetivo, entendemos un perfeccionamiento del
espíritu humano realizado conscientemente, o sea, por medio del entendimiento y la
voluntad. Cultura es en este sentido, educación, paideia, humanitas, o civilitas, como la
han denominado en la antigüedad y en la Edad Media.
Y, cultura en sentido objetivo, significa, los objetos ideales y reales, que el hombre
crea por obra de su educación y talento: la ciencia, las técnicas de todo tipo, el arte, el
derecho, la política, la religión, la moral, etc.
Estos bienes culturales son el producto de la reflexión que el hombre hace sobre los
fenómenos naturales, sociales o sobrenaturales.

Los valores en los bienes culturales


Los valores no están como flotando en el aire, se encuentran realizados en las
creaciones culturales concretas.
Los hombres se interesan por la cultura y la fomentan porque ven en esos bienes
culturales que se han convertido en bienes educativos, unos instrumentos para
perfeccionarse, para educarse. Ven en la cultura algo valioso, digno de aprecio, descubren
los valores: la bondad, la justicia, la verdad, la santidad, como cualidades inherentes a los
bienes culturales.
Pero advierten que mientras los valores son universales, porque en todos los tiempos
y lugares han existido, el valor bondad, el valor belleza, el valor santidad, el valor verdad;
por el contrario los bienes culturales están circunscritos a límites espacio-temporales
porque son creaciones concretas y así uno es el tipo de belleza para los africanos y otro para
los japoneses; uno es el concepto de santidad entre los tibetanos y otro entre los cristianos;
uno es el concepto de verdad para los pragmatistas y otro para los idealistas. Y sin
embargo, todos aspiran a la belleza, a la santidad, a la verdad, a la justicia.

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La educación y los valores
La culminación del acto educativo es la realización de valores, mediante la posesión
vital de bienes culturales.
¿Cómo llega el educando a realizar los valores?
Sólo puede lograrlo mediante las vivencias de valor, o sea, tomando conciencia de
los bienes culturales y de las diversas cualidades de valores que éstos poseen.
Es asimismo, por propias experiencias culturales, como el educando forma en su
conciencia los juicios o estimaciones de valor, al contacto de los bienes culturales que se
han convertido para él en bienes educativos, debido a sus características psíquicas de
capacidad, aptitud e interés.
El medio social juega en esta toma de conciencia de los valores un papel muy
importante, porque la comprensión de éstos, sólo es posible a través de bienes culturales
vividos. Y únicamente en una sociedad respetuosa de los valores puede prosperar la
educación. Prueba de ello es lo difícil que resulta una educación moral en alumnos que
viven en ambientes desorientados.
Esto pone en claro la influencia que ejerce la comunidad en relación a la asimilación
personal de bienes culturales y vivencias de valores.

ACTIVIDADES
 Diga de cuántos modos se puede estudiar la filosofía de la educación.
 Exponga los métodos que se pueden emplear.
 Explique por qué la educación es un ente cultural.
 Defina la filosofía de la cultura.
 Explique la actividad del espíritu en el desarrollo de la cultura.
 Distinga entre naturaleza y cultura.
 Exponga cómo llega el educando a realizar los valores.

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3. RELACION ENTRE LA FILOSOFIA DE LA VIDA Y LA
FILOSOFIA DE LA EDUCACION

Todas las características dominantes de una civilización en el aspecto religioso,


social, estético, político, económico, constituyen la Filosofía de la vida, la cual se encuentra
reflejada en los sistemas de educación. Las verdades, ideales, valores, costumbres,
moralidad y otros elementos que se reconocen como indispensables para la próxima
generación y que son la herencia social, pasando de una generación a otra a través de la
educación, es lo que forma la filosofía de la vida. Por eso todo sistema está basado sobre
una filosofía de la vida.
De ahí que para comprender una filosofía particular de la educación, se debe
conocer algo de la filosofía de la vida.
La historia muestra que ha habido muchas interpretaciones de la filosofía de la vida,
estableciéndose en torno a cada una de ellas un sistema educativo.
Para destacar la íntima relación entre la filosofía y la educación, basta indicar el
elevado número de filósofos –entre ellos Platón, Aristóteles, Santo Tomás de Aquino,
Locke, Rousseau, Kant, Spencer, Dewey- que han meditado y escrito sobre la educación en
el curso de la historia misma. En cada caso la filosofía subyacente se reflejaba en la opinión
individual acerca de la educación.
El plan más antiguo de educación es el de Platón; Kant trata la educación desde el
punto de vista del deber ético, en conformidad con su imperativo categórico. Willmann,
Natorp y Durkheim consideran la educación como esencialmente sociológica. Spencer
sostiene que es un proceso de evolución materialista. John Dewey hace de su pragmatismo
experimental y sociológico tanto el medio como el fin de la educación.
De Hovre señala que la filosofía y la educación están íntimamente ligadas, y que la
última queda incompleta sin la primera.. Subraya los siguientes vínculos que las unen:
1. Vínculo natural, de un modo natural, el padre transmite a sus hijos su
concepción de la vida, por medio de la educación y esta educación se asocia
a la vida cultural y espiritual de la sociedad.
2. Vínculo lógico, el elemento central de la educación se revela en sus ideales.
Y es la filosofía la que determina esos ideales.

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3. Vínculo histórico, se evidencia por el número de filósofos y al mismo
tiempo pedagogos citados en la historia de la filosofía y la educación.
4. Vínculo social, a lo largo de la historia han estado estrechamente asociadas
en relación cerrada la filosofía y la educación.
5. Vínculo cultura, la cultura representa los ideales de la vida y estos ideales
están determinados por la filosofía.
6. Vínculo humano, la educación aspira al desarrollo completo del hombre,
cuya verdadera naturaleza se comprende por la filosofía.
7. Vínculo religioso, en la religión se encuentra la consumación de la verdadera
filosofía de la vida y ésta se da a conocer a los hombres por medio de la
educación.

ACTIVIDADES
 Exponga qué se entiende por filosofía de la vida.
 Demuestre con los datos de la Historia de la Filosofía, la estrecha relación entre la
filosofía y la educación.
 Enumere y explique los vínculos entre la filosofía y la educación.

Corrientes que niegan la relación antes expresada


Se han hecho varios intentos para hallar una teoría y una práctica educativa que no
estén basadas en la filosofía. Así han resultado diferentes interpretaciones de la educación:
1.- La interpretación puramente científica: se afirma que cuando se hace depender la
educación totalmente de una filosofía de la vida se la arranca del campo de las ciencias
positivas, haciéndose de este modo especulativa, racionalista, no práctica. La educación
debe seguir los mismos caminos que las Ciencias Naturales, pudiendo medirse y
determinarse cuantitativa y cualitativamente.
Tal opinión ha resultado del Naturalismo para el cual la Ciencia Natural es la única
ciencia y sus métodos los únicos científicos.
Valoración: Respecto a esta interpretación se señala que fuera del mundo material
hay una realidad que no puede ser apreciada con los métodos de las ciencias naturales, el
alma, la voluntad libre, las operaciones del intelecto. Se necesitan otros métodos para

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estudiar las actividades del alma humana, conocer el carácter, personalidad e intelecto. La
filosofía insiste en que los valores morales deben tomarse en cuenta en una correcta
concepción de la educación. Estos valores se hallan en la Filosofía, y no en la Ciencia
Natural; luego, todo sistema educativo que quiera comprender e interpretar la verdadera
naturaleza del hombre, ha de apoyarse en la Filosofía y no sólo en la Ciencia.
Sin embargo, las técnicas descubiertas por la ciencia como “test standarizados”,
cálculos estadísticos que poseen alta fiabilidad y validez, deben ser empleados, puesto que
son ayudas valiosas en la educación, pero aun estas técnicas deben valorarse e interpretarse
bajo la luz de principios básicos sanos.

2. La interpretación psicológica. Sostiene que la educación depende por completo de la


Psicología y es un resultado de la misma. La educación no es una ciencia independiente ya
que se basa sobre leyes y procesos psicológicos. Esto afirma entre otros, Herbart.

Valoración: Puede responderse a lo anterior que aunque la Psicología es una ayuda


para la educación, ésta no debe subordinarse por entero a aquélla. La educación se refiere al
hombre en conjunto y a todas sus actividades como hombre: La Psicología es una ciencia
que estudia la conducta; pero la educación es algo más que una explicación de la conducta,
ella trata de una conducta recta. Pero las normas para una recta conducta sólo pueden
encontrarse en la Filosofía.

La Psicología ha contribuído, como auxiliar de la ciencia de la educación a


proporcionar informes valiosos acerca de: a) la mente infantil; b) el aprendizaje en sus dos
formas, general y especial; c) la transferencia de la enseñanza; d) las diferencias
individuales; e) la medida de las funciones no intelectuales.

3. Interpretación pragmática: En ella se afirma que los principios básicos de la educación


deben ser formulados más por las prácticas satisfactorias que por el resultado de la
experimentación. Es decir, qué principios pueden ser conocidos y establecidos sólo después
de que se haya comprobado cuáles son los métodos y prácticas mejores.

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No se puede negar la importancia de los buenos métodos, las prácticas sanas, los
procedimientos administrativos eficientes o el uso de los modernos materiales de
instrucción, todos ellos son auxiliares muy valiosos para que el maestro alcance los
objetivos. Pero es preciso reconocer que estos métodos están subordinados y son
secundarios en importancia al maestro, cuya influencia, celo, personalidad y destreza,
contribuyen al éxito o fracaso de las técnicas y procedimientos. Los alumnos adquieren el
conocimiento de los valores morales permanentes, hábitos, destrezas y actitudes bajo la
dirección del profesor, y sólo aquél que está guiado por una sólida filosofía de la vida
puede realizarlo.

ACTIVIDADES
 Sintetice en qué consiste la interpretación puramente científica de la Educación.
Diga en qué posición filosófica se basa.
 Valorice esta interpretación.
 Exponga lo que sostiene Herbart respecto a las bases de la Educación.
 Valorice la interpretación psicológica.
 Diga en qué consiste la interpretación pragmática.
 Valorice esta interpretación.

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4. EDUCACION: DEFINICION NOMINAL Y REAL
La variedad de las definiciones de la educación, recalcan diversos aspectos de la
misma: unas miran a la educación como experiencia, como guía, como proceso de
formación de hábitos; otras como ajuste al medio ambiente, como adquisición de
conocimientos, como agente de progreso social; otras, finalmente, como proceso de
moldeamiento del carácter, ven a la educación como instrumento para la cultura, como
medio para la felicidad, o para la eficiencia vocacional, para la vida, para los bienes
utilitarios, para el desarrollo de la personalidad.
Tan diversas interpretaciones del término educación deben considerarse por el
conocimiento de unos de los cuatro factores siguientes:
1. La complejidad del sujeto. Si el objeto de la ciencia natural es simple, el de la ciencia de
la educación es complejo porque el ser humano tiene muchos aspectos que han de ser
perfeccionados: el físico, el intelectual, el social, el moral, el estético, etc.
2. El medio ambiente: La educación incluye el ajuste al medio ambiente. Tal adaptación
varía de acuerdo al individuo y al grupo social, lo mismo que a la época, lugar y
circunstancias.
3. Las ideas teóricas y prácticas de los filósofos y educadores. Como resultado del
Naturalismo, han surgido diferentes concepciones del proceso educativo, las cuales se
complementan, pero otras se encuentran en abierta oposición.
4. Filosofías contradictorias de la educación. Muchos sistemas filosóficos actuales se han
enunciado en franco desafío de las verdades fundamentales, y basándose en esas premisas
discutibles terminan en conclusiones desorientadas, y como consecuencia han causado una
gran confusión tanto en la teoría como en la práctica de la educación, según se admita o no
la existencia del alma, la libre voluntad, la tendencia latente del hombre al mal. Si se niegan
tales verdades, se establecen principios controvertibles. Se llega a conclusiones
equivocadas y resultan principios prácticos y teóricos discutibles, lo cual crea
desorientación en la acción educativa.

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Etimología del término “educación”
Esta palabra tiene una doble etimología causa del dualismo de su semántica:
EDUCARE, de ex, fuera; ducere: llevar, y, por tanto, sacar, extraer, desarrollar,
desenvolver; los que se adhieren a esta primera etimología, como Pestalozzi, estiman que la
educación es desarrollo, despliegue de todas las energías del ser humano.
La segunda etimología es EDUCARE, que significa alimentar: alimentar al ganado:
educare pecus, según Sylvio Andrónico; alimentar al niño, educare puerum, según el
comediógrafo latino Plauto; por último alimentar al espíritu: educare animum, de acuerdo
con el príncipe de la elocuencia latina, Marco Tulio Cicerón. Los que toman esta segunda
etimología, como Herbart, estiman que la educación es transmisión de cultura. A este
último concepto se aferran los sociologistas.
Hay otros pensadores que afirman que la educación no es desarrollo ni es cultura,
sino que es dirección, como indica la raíz duc, de ducere, conducir o guiar, común a los
verbos educere y educare. Tal es el parecer del pedagogo alemán Adolfo Rude, que afirma
que “educar es dirigir la formación de una personalidad plena de valores para una
comunidad pletórica de ellos”.

ACTIVIDADES
 Enumere algunos aspectos de la educación que originan la diversidad de
definiciones de educación.
 Señale cuatro factores que han influido en la variedad de las definiciones sobre
educación.
 Diga por qué Pestalozzi estima que la educación es desarrollo.
 Exponga por qué Herbart afirma que la educación consiste en la transmisión de la
cultura.
 Exprese por qué Rude considera la educación como dirección y no desarrollo ni
transmisión de la cultura.
 Exprese oralmente y por escrito la definición real de educación y explíquela con sus
palabras en cada uno de sus elementos.
 Defina lo que es educación considerada como proceso. Dé la explicación.

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Definición real
“Educación es la influencia deliberada y sistemática ejercida por la persona madura
sobre la inmadura, por medio de la instrucción, la disciplina y el desarrollo armónico de
todas las facultades: físicas, sociales, intelectuales, morales, estéticas y espirituales del ser
humano, de acuerdo con la jerarquía esencial de las mismas, para la utilidad individual y
social, dirigida hacia la unión del educando con su fin último trascendente”.
Redden y Ryan, Filosofía de la Educación

Explicación
1. Influencia deliberada y sistemática. Con ello se quiere indicar el ejercicio de un
control autoritario sobre las actividades de quienes han de ser educados. Para
cumplir esta tarea se necesitan los cuidados y orientaciones de la persona madura
revestida de autoridad. Como un claro contraste a lo anterior, están muchas de las
modernas teorías ultraprogresistas, en las que el principio de autoridad del maestro
está debilitado o se niega abiertamente.
2. Persona madura sobre la inmadura. El efecto de la madurez sobre la inmadurez
comienza con los padres y los hijos dentro del hogar, culmina en la escuela donde la
autoridad del profesor es de importancia en el desarrollo del niño.

Y aun cuando se tenga como guía para realizar la educación de los niños las
necesidades sentidas por ellos, éstos deben de estar siempre sujetos a un control, y
jamás serán las aficiones o caprichos de los educandos los que determinen el derrotero
de la educación.
La recta filosofía de la educación considera al maestro como moralmente
responsable para transmitir al educando una cultura y una herencia espiritual. En
consecuencia, tiene la obligación de controlar y dirigir el trabajo del discípulo.

3. Instrucción. Aun cuando la instrucción es sólo un medio de educación, es un medio


muy necesario y su importancia no debe subestimarse jamás. El aprender por el
ejemplo constituye otro medio de educación. Tal tipo de aprendizaje subraya la
necesidad de una persona madura, en especial un profesor debidamente preparado,

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cuya vida y carácter ejemplares no sólo inclinen a la imitación, sino que ejerzan una
auténtica influencia en la personalidad del educando.

La instrucción se hace más efectiva cuando corresponde más a las


necesidades e intereses de cada niño. No debemos olvidar que junto a la transmisión
de la herencia social debemos comunicar los valores morales y espirituales que
existen en ella a la futura generación, pero debemos recordar que son los educandos
quienes deben por actos libres de su voluntad, aceptar y asimilar dichos bienes de
esa herencia.
No es lo que el profesor dice o sabe lo de mayor importancia en la tarea de la
educación, sino lo que él es en sí mismo. Su filosofía de la vida, su carácter, sus
reacciones, se reflejan en las actividades de sus discípulos y son como fuentes de
inspiración para ellos. Alguien ha afirmado sabiamente que no se necesita un crítico
ni un sabio sino un modelo.

4. Desarrollo armónico. Se entiende con ello que los elementos de la naturaleza, todos,
han de desarrollarse de acuerdo a su jerarquía esencial.
5. Potencias: facultades o capacidades que han de ser desarrolladas.
Han de ser desarrolladas las facultades cognoscitivas, aquéllas por las cuales el
individuo adquiere el conocimiento, y son de dos clases: a) las sensoriales
orgánicas, que comprenden los sentidos externos e internos como la imaginación y
la memoria; b) la facultad espiritual que es el intelecto.
Las facultades apetitivas que son de doble orden: a) los instintos; b) la
facultad apetitiva racional, o sea la voluntad.
6.- Aspecto social, e individual. El hombre es un ser individual y social. La educación
debe reconocer esos dos aspectos de su naturaleza.
En el aspecto individual la educación debe ayudar al individuo a dirigirse a sí
mismo como persona libre y a vivir en armonía con su naturaleza moral como un
hombre, y no sólo para la sociedad.
En el aspecto social, la educación debe ayudar a incorporar al educando: a la
familia, a través de ella a la escuela, a la Iglesia y al Estado.

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Esta educación debe proponerse desarrollar virtudes sociales en el educando, como
la obediencia, la comunidad de intereses, la cooperación, la autodisciplina y el
sacrificio de sí mismo. Por estos últimos el individuo aprende a subordinar sus deseos a
los del grupo que son de mayor importancia.

7. Dirigida hacia el fin último. El hombre tiene un fin trascendente que es la felicidad
perfecta, por eso la educación debe subordinarse a este último fin y dirigirse a él.
De esto se sigue, que el educando no es un fin en sí mismo, ni es un medio para el
fin de otras personas, todo él está orientado hacia ese fin trascendente que es el Sumo
Bien.

Definición de educación considerada como proceso


La educación es un proceso de crecimiento y desarrollo por el cual el individuo
asimila un caudal de conocimientos, hace suyo un haz de ideales de vida, y desarrolla la
habilidad de usar esos conocimientos en la prosecución de estos ideales.
W. Cunningham, Filosofía de la Educación

Explicación
La educación ha de realizar los siguientes cambios:
1. De ignorancia a conocimientos. Nacemos sin saber nada y hemos de enriquecernos
con la ciencia.
2. De impulsos a ideales. El niño es un ser de impulsos que obra guiado más por sus
instintos que por su inteligencia, y la educación ha de transformarlo en su ser de
controles morales o de ideales de vida.
3. De capacidades a habilidades. El ser humano al nacer trae potencias o capacidades
que ha de desarrollar por medio de la adquisición de hábitos para que lleguen a
convertirse estas capacidades en consumadas habilidades.
“La educación es un hacer total, y por tanto, consciente; ella comunica a la formación de la
personalidad, de una persona a otra. No merece llamarse educación ni la asimilación inconsciente o
semiconsciente por la que los jóvenes se van asemejando a los adultos, ni el procedimiento que se
limita regular las tendencias juveniles mediante ciertas normas y disposiciones, sin preguntarse si

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los efectos resultantes profundizarán suficientemente en la vida espiritual del alumno y cómo se
cambiarán dentro de ella en un resultado de conjunto”.
Otto Wilmann, Teoría de la formación humana

“Por educación entendemos la actividad planeada mediante la cual los adultos tratan de formar la
vida anímica de los seres en desarrollo”.
W. Dilthey, Fundamentos de un sistema de pedagogía

Ejercicio de reflexión
Juzgue los siguientes enunciados. Exprese por escrito su propio juicio, teniendo en
cuenta lo estudiado y el criterio personal:
 La educación tiene como fin desarrollar a la persona según lo que ella es.
Luego la intervención de la autoridad debe descartarse en una auténtica
educación, porque no deja margen a la espontaneidad.
 Nuestras vidas y la educación deben enmarcarse en normas como las de
utilidad y adelantos técnicos materiales, lo demás no cuenta.
 La educación es sólo instrucción.
 La educación es autoinstrucción, autoformación y dirección.
 Hacer depender la educación de principios filosóficos es convertirla en
teórica, racionalista y no práctica. Luego tenemos que basarla en la ciencia
exclusivamente. Por tanto, la filosofía debe ser descartada como base de la
educación.
 La educación es sólo desarrollo.
 La educación es orientación únicamente.
 Analice las definiciones de educación de O. Wilmann y de W. Dilthey.
 Investigue las definiciones de otros pedagogos y analícelas.

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TERCERA UNIDAD

PROBLEMAS METAFÍSICOS DE LA EDUCACIÓN

1. Ubicación de la filosofía de la educación entre las disciplinas filosóficas.


2. Los problemas metafísicos de la educación.
3. La estructura entitativa de la educación.
4. La estructura esencial de la educación.
5. El proceso educativo.
6. La realización de la educación.
7. La regulación del proceso educativo.
8. La teleología ordenativa de la educación.

Objetivos particulares:
Comprender que la educación es un ser cuyo estudio filosófico cae dentro de la
metafísica.
Conocer en forma profunda las causas últimas de la educación.

Objetivos específicos:
1.1 Diferenciará los seres lógicos, los físicos, los morales y culturales.
1.2 Distinguirá la educación como acción del educador y como efecto producido en el
educando.
1.3 Explicará por qué la filosofía de la educación es fundamentalmente Metafísica de la
educación.
2.1 Enunciará los problemas metafísicos de la educación.
2.2 Expresará las causas del ser según Aristóteles, santo Tomás de Aquino,
ejemplificándolos.
2.1.1 Analizará la estructura entitativa de la educación, definiendo los elementos
integrantes del ser.
2.1.2 Analizará la estructura esencial de la educación explicando lo que son los hábitos:
su naturaleza, división y formación.

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2.1.3 Analizará el proceso de la educación, explicando cómo se realiza.
2.1.4 Explicará la forma cómo interviene el educando en su propia formación.
2.1.5 Definirá lo que es la causa ejemplar y explicará cómo influye en el efecto.
2.1.6 Explicará las necesidades humanas universales.

1. UBICACIÓN DE LA FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN ENTRE LAS DISCIPLINAS


FILOSÓFICAS

Como expusimos antes, la educación considerada como un ente cultural pertenece a


la Filosofía de la Cultura; pero el estudio de los fundamentos últimos de la educación
corresponde a la Metafísica.
Estos dos enfoques no se excluyen, sino que se integran, lo mismo el que se realiza
desde el punto de vista axiológico.
Ahora nos ocuparemos de este enfoque ontológico de la educación, haremos ver que
el estudio de los fundamentos últimos de la educación corresponde a la Metafísica.
Porque la educación que es el objeto de su estudio desde un ángulo filosófico
aparece como una realidad efectiva en el hombre, como un ente o ser particular. Por su
presencia efectiva, índice de su existencia real, queda la educación fuera de los seres
lógicos.
La ciencia de la Lógica es un indudable auxiliar de la Filosofía de la Educación,
pero no tiene que ver con ella formalmente.
El ser educativo sólo puede quedar ubicado o entre los seres reales o entre los entes
morales.
Los seres morales pertenecen a la esfera del obrar o al dominio de la Ética.
Parecería que éste debería ser el lugar de la Filosofía de la Educación. Y así lo
hicieron algunos autores en el curso de la historia.
Educación significa acción y efecto de educar. Así, dicen, la educación consiste en
realizar la estatua moral del hombre. La educación es una obra moral, y por lo tanto
pertenece a la Ética.

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Pero debemos observar que el sujeto moral no es la educación, sino el educador,
por la operación que realiza. Desde el punto de vista del educador, nuestra disciplina tiene
implicaciones con la Ética, pero ella no es uno de sus capítulos.
Sólo nos queda el ámbito de los seres reales donde poder colocarla, pero éstos
pueden ser o naturales o culturales, ya vimos que la educación es un ente cultural.
La Metafísica se ocupa tanto de los entes naturales como de los culturales porque
ambos tienen una realidad objetiva.
Al ser la educación una entidad objetiva, o sea, tener existencia real, puede ser
objeto de un triple estudio realizado en diversos planos: el científico-positivo, el científico-
filosófico, y el científico-teológico.
Las ciencias que la estudian en estos diversos aspectos son: la Ciencia de la
educación, la Filosofía de la educación, que es un estudio especial de Metafísica y la
Teología de la educación. El primero y el tercero caen fuera de nuestro propósito actual.

La Metafísica es un estudio filosófico del ser. Ningún ser por pequeño que sea
queda fuera de su investigación. La educación es patente realidad, un ser dotado de cierta
entidad real. Por tanto, la educación es susceptible de un tratamiento metafísico.
La Metafísica si investiga al ser bajo sus razones más abstractas e indeterminadas,
se denomina Ontología o estudio general de Metafísica. Si estudia a los seres como son con
sus caracteres propios individualizantes, pero filosóficamente, resultarán tratados especiales
de Metafísica. Así la Filosofía de la educación es un Tratado especial de Metafísica.
La denominación tradicional de Metafísica general y especial, debe ser superada por
la anterior, porque parece que considera al concepto de ser como compuesto de género
próximo y diferencia específica y así la Metafísica general estudiaría el género, para
ocuparse la Especial de la diferencia específica. Pero sabemos que el concepto de ser es
simple y analógico, no caben en él géneros ni especies, se aplica a todos los seres
analógicamente por contracción.

ACTIVIDADES

• Dé ejemplos de seres lógicos, naturales, morales y culturales.

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• Diga por qué la educación no es un ente o ser moral ni lógico.
• Señale qué tipo de ser es la educación y diga qué tratado filosófico lo ha de estudiar.
• Exponga desde cuántos planos puede estudiarse la educación y diga las ciencias que
la estudian en esos diversos aspectos.
• Exprese por qué la educación es susceptible de un tratamiento metafísico.
• Establezca la distinción entre la Ontología y los Tratados especiales de Metafísica.

2. LOS PROBLEMAS METAFÍSICOS DE LA EDUCACIÓN


Un estudio metafísico de la educación deberá resolver seis problemas
fundamentales:
1. El primero trata de la estructura entitativa del ser educacional.
2. El segundo indaga la estructura esencial de la educación estudiando su formalidad
constitutiva.
Estos dos problemas consideran la educación estáticamente sin hacer referencia al proceso
de realización.
3. El tercer problema se refiere al proceso educacional. Reconociendo la estructura de
sustancia y accidentes en la realidad humana. Es el estudio del aspecto dinámico de la
educación.
4. El cuarto problema investiga la causa eficiente productora o al menos actualizadora
de la educación.
5. El quinto problema trata de la regulación del proceso educativo y, por tanto, aborda
la cuestión de la causa ejemplar de la educación.
6. El sexto estudia la teleología ordenativa de la educación, esto es el problema de los
fines que implica una doble modalidad, porque una es la finalidad en el orden del ser y otra
muy distinta en el orden del obrar.

Las causas del ser


Para conocer filosóficamente a un ser debemos examinar sus causas, las cuales
pueden ser intrínsecas o extrínsecas.
Las causas intrínsecas son: material y formal.

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Las causas extrínsecas son: eficiente, ejemplar y final.
Entendemos por causa material aquello de lo que está hecho el ser, por ejemplo: el
mármol tratándose de una estatua.
La causa formal es la estructura que tiene, por ejemplo: de Moisés, tratándose de la
estatua.
La causa eficiente es la que produce el ser, en este caso, el escultor.
La causa ejemplar es el modelo que puede estar en la mente del artista o en un ser
exterior en el que se haya inspirado.
La causa final es doble: por parte del agente es la intención que tuvo éste al realizar
la obra, por ejemplo, el lucro. Esta es una causa externa.
La causa final interna es a lo que se destina el ser y debe coincidir con a causa forma
y ejemplar. En este caso que la estatua represente lo que quiso el artista o sea un Moisés y
no un David.

ACTIVIDADES
• Exponga cuántas son las causas del ser y dé ejemplos de ellas.
• Realice un cuadro esquemático de las causas.
• Identifique esas causas en los problemas metafísicos de la educación que ha
estudiado.
• Señale cuál es la causa material de la educación.

3. LA ESTRUCTURA ENTITATIVA DE LA EDUCACIÓN. Primer problema.


1. El ente educativo.
2. La existencia de la educación.
3. La esencia de la educación.
4. La contextura de la esencia y existencia en el seno del ente educativo.

1. El ente educativo
Para comprender la estructura de un ser debemos conocer las partes que lo integran.
Ontológicamente el ser está integrado de esencia y existencia. Entendemos por esencia lo
que es el ser, aquello por lo que se distingue un ser de otro.

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Por existencia entendemos lo que da realidad a la esencia en el orden de los seres
realizados.
En este primer problema metafísico queremos conocer la estructura del ser
educativo. Considerado en su totalidad, antes de indagar por la naturaleza de sus elementos.
Y la razón por la que empezamos en esta forma nuestra investigación, es porque al
entendimiento primero se le da a conocer el todo antes que las partes.
Desde una perspectiva fenoménica, la educación se nos presenta como una realidad
que tan sólo se da en el hombre, porque el cuidado intencional que se da a las plantas se
llama cultivo, y a los animales lo llamamos adiestramiento o domesticación, pero el que
damos al hombre le llamamos educación.

El hombre como soporte de la educación


Y advertimos que la educación es algo que se da en el ser humano pero que antes no
poseía y que teniéndolo lo puede perder. Esto nos hace pensar que es algo accidental y no
esencial a su naturaleza, porque el hombre es un ser completo con educación o sin ella, pero
en cambio no podemos pensar en la educación como algo realizado, prescindiendo del
hombre, como algo que subsistiera en sí. Su existencia la tiene prestada de la existencia
humana y lo mismo ha de decirse de su esencia.
De aquí concluimos que siempre hemos de hacer referencia al hombre como
portador de la educación, no sólo para que se realice ésta, sino para poderla concebir.
Lo cual nos está indicando que se trata de un accidente, de un ser inherente, que se
da en el hombre.
Por accidente entendemos: “Un ser a quien le es propio por su naturaleza existir en
otro y no en sí, como en un sujeto de inhesión”.
Por sustancia entendemos: “Un ser a quien le es propio por su naturaleza existir en
sí y no en otro como en un sujeto de inhesión”.

2. La existencia de la educación
Este ser accidental se nos hace presente a través de la actividad de la persona
humana portadora de cultura. Se requiere que un ser sustancial actúe para que se manifieste
la existencia del ser accidental de la educación.

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Nos interesa conocer la forma como se hace manifiesta la existencia de la educación
porque, al conocerla, comprendemos mejor su modo de ser o su esencia, porque el modo de
ser se descubre por el modo de existir.
No es el propósito demostrar la existencia de la educación, puesto que consta como
un hecho de experiencia; nuestro deseo es conocer la forma como se manifiesta.
El conocimiento de la existencia de los diversos seres se verifica de la forma
siguiente:
• La existencia del mundo exterior no necesita ser demostrada.
• El YO tampoco. Pienso, luego existo.
• Otras existencias son conocidas por el conocimiento de la operación o acción;
noéticamente podemos pasar de la operación a la existencia. Así conocemos la existencia
del alma.
• Otras veces no conocemos la operación pero conocemos lo operado, podemos llegar
a regiones trascendentes, al conocimiento de Dios.

Por ninguna de las maneras anteriores se nos manifiesta el ser de la educación. Pero
ello se debe a que esas son formas de conocer las realidades de tipo sustancial.
Lo cual nos confirma en lo anteriormente establecido, que sólo actúan los seres
sustanciales, fluyendo la acción ya directamente de su naturaleza, o bien de la naturaleza a
través de sus facultades. Pero como la educación no es una realidad sustantiva, carece de
eficacia operativa, por eso no podemos conocer su existencia por los medios anotados.
Con todo, cuando un individuo sustancial obra y está provisto de cierto ser
secundario y accidental, su especial modo de obrar nos está dando a conocer además de su
existencia sustancial, la existencia de aquella realidad accidental.
El buen ejercicio de las operaciones humanas nos muestra estar presente en el sujeto
esa realidad que llamamos educación. “Todo árbol bueno da frutos buenos”.
La educación no debe confundirse con su resultado ni con la persona educada. Pero
apoyados en aquél, encontramos en ésta, la existencia de la educación.
Así queda señalado el acceso al conocimiento de la existencia de la educación. La
educación se encuentra radicada en el hombre como en su fundamento último. Desde ese
fondo aflora siguiendo el curso de las distintas líneas del desenvolvimiento personal.

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Sólo aquí existe, y sólo podemos conocerla al manifestarse la actividad de tal
desarrollo.

ACTIVIDADES
• Defina qué es esencia y existencia; sustancia y accidente.
• Establezca la distinción entre cultivo, adiestramiento o domesticación y educación.
• Demuestre el carácter accidental de la educación.
• Diga por qué es importante conocer la forma como se manifiesta la existencia de un
ser.
• Exponga cómo conocemos la existencia de los seres sustanciales y la existencia de
los seres accidentales.
• Señale dónde se encuentra radicada la educación como en su fundamento último y
cómo se manifiesta.

3. La esencia de la educación
La esencia de una cosa se expresa por su definición. Por eso el modo de tener
esencia y el modo de definición son rigurosamente paralelos.
La educación es un ser del ser del hombre, la existencia le viene de la existencia
humana, así su esencia se halla enteramente radicada en la esencia del hombre.
La educación no es tanto un ente cuanto algo de un ente. Es la forma de ser, pero
forma accidental.
Por ser forma accidental no tiene materia propia, ha de darse en un sujeto ya
constituido.
Cuando se trata de exponer la definición esencial de educación, habrá que expresar
explícitamente al hombre como sujeto de ella.
En las esencias sustanciales se formula la definición de esta manera:
El género próximo se toma de la materia.
La diferencia específica de la forma.
Pero en el caso de la esencia accidental: la materia o sujeto es extraña a ella, es
extrínseca.

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La esencia accidental dice referencia a un sujeto en el que se encarna al realizarse y
del que realizada no se desprende.
Así para formular la definición de la esencia accidental de un accidente concreto, el
sujeto funciona como género y el accidente, como diferencia.
En el orden abstracto se debe comenzar por expresar la forma para terminar
indicando el sujeto.
“Educación es aquella modificación (diferencia específica) por la que el hombre es
perfeccionado” (género).

4. La contextura de esencia y existencia en el seno de la educación


Vamos a estudiar ahora las relaciones entre esencia y existencia.
Se presenta un primer problema: ¿Quién tiene primacía entre la esencia y la
existencia?
Hay dos posiciones:
La Filosofía tradicional concede primacía a la esencia.
La Filosofía existencial, da prioridad a la existencia, ésta precede a la esencia.
El Existencialismo supone que hay un momento en el proceso de la constitución de
la realidad, en que ésta se nos ofrece como pura existencia desnuda de esencia y reprocha al
esencialismo que la esencia se da sin la existencia.
Pero este doble presupuesto es gratuito y sin fundamento en la naturaleza de las
cosas.
Cuando un ser se realiza, su esencia y su existencia se dan con simultaneidad. Y al
referirnos al hombre, su esencia sustancial concreta ni precede ni sigue a la existencia;
ambas se dan simultáneamente y en un abrazo entitativo subsisten en el individuo humano.
Pero dicha esencia sustancial deja márgenes de potencialidad para nuevas determinaciones
existenciales en el orden accidental.
Es la misma existencia la que actualiza todas las esencias accidentales.
De ahí que pueda decirse que la existencia de la sustancia preceda temporalmente a
todas las modificaciones accidentales que se producen el despliegue existencial.
Si esto es lo que quiere decir el Existencialismo cuando expresa que la esencia es
una conquista de la existencia, nada se tiene que objetar contra él.

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Y en todo caso, la conquista existencial de la esencia quedaría limitada a los
humildes límites del reconocimiento de la perfectibilidad humana. Porque la educación
misma no es otra cosa que la realización de la perfección.
La existencia de la educación es la misma existencia humana. Pero no puede decirse
que en la constitución de la educación su existencia preceda a la esencia. Porque no hay
dos existencias en el hombre educado, una del hombre y otra de la educación.
A la educación la actualizan los márgenes de perfectibilidad que al realizarse la
producen.
La existencia del hombre precede a la educación, pero la existencia de la educación,
aun cuando es la misma existencia humana, no precede ni sigue a la esencia de la
educación. Lo único que precede a la esencia de la educación es la disposición potencial del
hombre para ella.

ACTIVIDADES
• Diga cómo se formula definición tratándose de las esencias sustanciales,
ejemplifíquelo definiendo filosóficamente al hombre.
• Exponga cómo se procede para formular la definición de la esencia accidental de un
accidente concreto.
• Explique las relaciones entre la esencia y la existencia cuando un ser se realiza.
¿Existe alguno de estos elementos con anterioridad?
• Analice estas relaciones en el ser de la educación.
• Exponga qué es lo que precede a la esencia de la educación.

La emanación o fluencia de esencia y existencia


La educación es algo adquirido, una realidad derivada. Ahora bien, todo lo devenido
de algo deviene.
Algo puede ser producido de dos modos:
a) A base de movimiento y entonces lo que se produce es devenido, hay relación a
algo preexistente.
b) O sin mutación alguna y entonces lo producido es creado.

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La educación es un fenómeno devenido sobre la base de un proceso que comienza,
dura y concluye; se orienta a la perfección consumada y como tal, nunca alcanzada en el
estado de existencia viajera.
La existencia deviene de las facultades que existen en nosotros. Si es un ser
accidental deviene de otro ser accidental. De acuerdo a un principio que se sostiene en
Metafísica: “Que la esencia devenida sólo de la esencia puede devenir y la existencia
derivada únicamente de la existencia puede derivar”.
De aquí se deduce que universalmente hablando ni la esencia deriva de la existencia,
ni la existencia de la esencia. Luego el Existencialismo falsamente afirma que la esencia del
hombre es una conquista de la existencia.
La esencia de la educación sólo de la esencia puede venir y por eso afirmamos que
fluye de las potencialidades accidentales de la esencia sustancial del hombre. Desde este
ángulo esencial la educación es: “La maduración perfectiva de las facultades del hombre”.
Entre la esencia sustancial del hombre y la esencia de la educación hay distinción.
Pero no así entre la existencia del hombre y la existencia de la educación.
En cuanto a la existencia de la educación, ésta se patentiza mediante una
manifestación o epifanía de la perfección adquirida.

La estructura de la esencia y existencia en el seno de la educación


Sabemos ya que la existencia de la educación es la misma que la del hombre
portador de ella y la esencia lo es también dependiente de la esencia humana, por eso la
educación nunca puede concebirse como un ser que existe en sí, porque es la misma
existencia humana la que actualiza a la existencia y a la esencia de la educación.
Luego, ni aun en el caso de la educación, la existencia precede a la esencia, sino que
existen simultáneamente.
Lo único que precede a la esencia de la educación es la disposición potencial del
hombre para ella.
De la unión de la esencia y la existencia resulta lo que acontece al hombre y a la
mujer en el matrimonio: son dos en una sola carne.
Querer encontrar una tercera realidad trascendente a los esposos es no entender el
matrimonio.

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Algo semejante acontece en el ente: la desaparición de uno de los dos componentes
o elementos constitutivos supone la aniquilación. La existencia cruza y penetra las
dimensiones todas del ente transido de esencia, sin necesidad de un vínculo sobreañadido.
El ente es vinculación de una esencia y una existencia.
En el ente educativo la esencia sólo subsiste en el hombre y no puede lograr una
existencia que posea con exclusividad.
La materia de la educación es el hombre. Por eso la educación no existe en sí misma
sin en otro. Mientras la educación subsiste, sus esencia ligada a la del hombre forma con la
existencia humana una contextura indisoluble.
“La educación es una modificación accidental del ser sustancial del hombre”.

ACTIVIDADES
• Exponga de dónde fluye la esencia de la educación y cómo puede definirse ésta.
• Diga cómo se manifiesta la existencia de la educación.
• Formule una definición de educación que exprese su carácter accidental.
• Diga qué significa que la materia de la educación es el hombre.

4. LA ESTRUCTURA ESENCIAL DE LA EDUCACIÓN. Segundo problema.


“Siendo la virtud de dos especies, una intelectual y otra moral, aquélla resulta casi
siempre de una enseñanza a la que debe su origen y desenvolvimiento; y de aquí nace que
tiene necesidad de experiencia y tiempo. En cuanto a la virtud moral, nace más
particularmente del hábito y de las costumbres.
Basta esto para probar claramente que no hay una sola de las virtudes morales que
exista en nosotros naturalmente; jamás las cosas de la naturaleza pueden por efecto del
hábito hacerse distintas de lo que ellas son:... el fuego no irá hacia abajo, y no hay un solo
cuerpo que pueda perder la propiedad que tiene por naturaleza, para contraer un hábito
diferente.
Así, pues, las virtudes no existen en nosotros por la sola acción de la naturaleza ni
tampoco contra las leyes de la misma, sino que la naturaleza nos ha hecho susceptibles de
ellas y el hábito es el que las desenvuelve y las perfecciona en nosotros...

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Tenemos un patente ejemplo de esto en nuestros sentidos. No es a fuerza de ver ni a
fuerza de oir como adquirimos los sentidos de la vista y del oído, sino que, por el contrario,
nos hemos servido de ellos porque los teníamos, y no los tenemos en modo alguno porque
nos hemos servido de ellos. Lejos de esto, no adquirimos las virtudes sino después de
haberlas previamente practicado. Con ellas sucede lo que con todas las demás artes; porque
en las cosas que no se pueden hacer sino después de haberlas aprendido, no las aprendemos
sino practicándolas; y así, uno se hace arquitecto, construyendo; se hace músico,
componiendo música. De igual modo se hace uno justo, practicando la justicia; sabio,
cultivando la sabiduría; valiente, ejercitando el valor...
No es, pues, de poca importancia contraer desde la infancia y lo más pronto posible
tales o cuales hábitos, por el contrario, es este un punto de muchísimo interés, o por mejor
decir, es el todo”.
Aristóteles, Ética a Nicómaco, II, 1

“Sean en número de cinco las virtudes por las cuales, afirmando o negando, el alma alcanza
la verdad, a saber: arte, ciencia, prudencia, sabiduría, intuición. Por la conjetura y la
opinión, en cambio, es posible incurrir en error”.
“El arte es, por consiguiente, según lo que queda dicho, cierto hábito productivo
acompañado de razón verdadera. Su contrario, la inhabilidad artística, es un hábito
productivo acompañado de razón falsa...”
“La ciencia es un hábito demostrativo, con todos los demás caracteres definitorios que le
atribuimos en los Analíticos...”
“Así, la prudencia es necesariamente un hábito práctico verdadero, acompañado de razón,
con relación a los bienes humanos...”
“Así, es claro que el más riguroso saber entre todos es la sabiduría. Es preciso, por tanto,
que el sabio conozca no sólo las conclusiones de los principios, sino también que alcance la
verdad acerca de los principios. De suerte, pues, que la sabiduría será a la par intuición y
ciencia, como si fuese la ciencia de las cosas más altas y cabeza de todo saber”.
“En consecuencia, si los hábitos por los que alcanzamos la verdad y jamás incurrimos en
error, bien sea acerca de las cosas invariables o aun de las variables, son la ciencia, la
prudencia, la sabiduría y la intuición, y si ninguno de los tres primeros puede alcanzar el

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conocimiento de los principios (entendiendo por los tres la prudencia, la ciencia y la
sabiduría), no queda sino que la intuición sea el hábito de los principios”.
Aristóteles, Ética Nicomaquea, pp. 137-141

En este segundo problema indagamos la esencia de la educación o sea preguntamos


por la causa formal de la educación.
La esencia de la educación consiste en las modificaciones perfectivas adquiridas por
el hombre en su desarrollo.
La educación más que un ser es un haber.
Los modos de tener son cuatro: por inherencia, por posesión, por relación y por
yuxtaposición. Sólo el primero nos interesa, es el modo por el cual el accidente es tenido
por la sustancia.
De los diversos géneros de accidentes vamos a fijarnos en la cualidad. Porque la
educación consiste en la posesión de cualidades pero perfectivas. Luego la educación es un
haber perfectivo del hombre.
Los metafísicos consideran esas cualidades divididas en cuatro especies: hábito y
disposición; potencia e impotencia; pasión y cualidad pasible; forma y figura.
La educación la constituyen los hábitos. El hábito es la cualidad difícilmente
movible por la cual el sujeto se dispone bien o mal en el ser o en el actual.
Características del hábito son: el darle a la facultad mayor aptitud, gusto, prontitud,
facilidad y perfección en la obra.
Los hábitos se dividen en entitativos y operativos. Ambos determinan a la sustancia
en sí misma. Pero mientras el hábito operativo realiza esta determinación en el orden de la
actividad, el entitativo la cumple sin esta referencia. De aquí que el sujeto inmediato de
éstos sea la sustancia, y el de aquéllos las facultades.
Los hábitos buenos pueden ser de naturaleza espiritual y entonces reciben el nombre
de virtudes: intelectuales o noéticas las que están en el entendimiento y son: la ciencia, la
sabiduría, el arte, la prudencia y la intuición; hábitos morales que están en la voluntad como
disposiciones arraigadas y reciben el nombre de virtudes éticas y son: la prudencia, la
justicia, la fortaleza y la templanza.

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Existen además otros hábitos que están en las facultades orgánicas, son los hábitos
sensoriales, por ejemplo los del músico, del artesano, del catador de vinos y perfumes, etc.
Entre los hábitos y las costumbres existen diferencias. Los hábitos se forman por el
entrenamiento, y se dirigen hacia un fin concreto; mientras que las costumbres resultan de
la repetición sencilla y no siempre causan un perfeccionamiento en las formas de vida.

Formación de los hábitos


La formación de los hábitos incluye:
• la comprensión del fin que se persigue.
• La repetición sistemática de los actos.
• La intensidad con que se ejecutan éstos. Vale más un solo acto intenso, que mil
ligeros.
• La atención puesta en su ejecución.
• El estado del organismo.
• El perfeccionamiento de las acciones.

James, La Vaissiere, Palmes y Boyd Barret, ofrecen las siguientes reglas prácticas
para la formación de los hábitos.
1. Cuando se trata de la formación de un hábito nuevo o destruir uno antiguo, hay que
lanzarse con la más fuerte determinación y decisión que sea posible.
2. No permitir ninguna excepción antes de que el hábito que se trata de adquirir esté
profundamente arraigado.
3. Hay que aprovechar cualquier oportunidad que se presente para obrar conforme a la
resolución tomada.
4. Hay que mantener viva la facultad del esfuerzo voluntario, sujetándola diariamente
a un poco de ejercicio desinteresado. Aclarándoles a los educandos que la fuerza de

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voluntad y el dominio de sí mismo se forman por un procedimiento práctico, gradual sobre
cosas ordinarias e insignificantes.

Un rasgo peculiar de los hábitos es que las acciones se realizan sin previa
recapacitación, sin fragmentar la acción mediante operaciones peculiares; sin trazar un
esquema para la ejecución de la actividad.
Esto sucede porque la acción se ha repetido muchas veces, lo cual no exige que se
fije la atención en las operaciones incluidas en el conjunto de la actividad.

Los hábitos y el aprendizaje


La formación de los hábitos tiene gran importancia en el aprendizaje.
El que realiza por primera vez una actividad de aprendizaje, comete algunas
imperfecciones. El principiante puede apoyarse, o en alguna experiencia anterior, o en
explicaciones directas que le ofrece el maestro, o en acciones anteriores que haya visto. Al
mismo tiempo analiza el fin de la acción, las condiciones para lograrla y ensaya
procedimientos para ejecutarla. En esa parte inicial se destaca la importancia del ejemplo
que reciba, o las instrucciones que se le hayan proporcionado.
En el período inicial para aprender algo, la tarea del instructor consisten en explicar,
profundizar y sistematizar, por medio de explicaciones y del ejemplo, las acciones que hay
que aprender, los fines y el carácter de los ejercicios que debe realizar.

Para la adquisición de los hábitos es indispensable despertar el interés activo.


Como resultado de lo anterior, el aprendizaje debe fijar en la memoria: los fines, las
condiciones y las reglas de ejecución de la tarea por realizar, tan firmemente, que puedan
ser recordadas por sí mismas durante la ejecución.
Las primeras acciones realizadas constituyen la base para la buena o defectuosa
formación de los hábitos.

Las capacidades o facultades

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Nos vamos a ocupar de las capacidades o facultades, porque en ellas se realizan las
modificaciones perfectivas en lo que consiste la esencia de la educación.
En sentido psicológico las capacidades son las fuerzas psíquicas de la personalidad
de donde procede la actividad en sus múltiples formas, y son de naturaleza espiritual como
el entendimiento y la voluntad; y de naturaleza orgánica como los sentidos externos e
internos.
Toda capacidad incluye la forma de realizar algo, el cómo se realiza una actividad.
Es necesaria la combinación de varias capacidades para actuar, ninguna capacidad aislada
puede garantizar la obtención de resultados satisfactorios.
A mayor número de actividades desarrolladas por el hombre, corresponde mayor
amplitud y mayores oportunidades para el desarrollo de las capacidades.
Las capacidades como el producto del proceso histórico-social han evolucionado en
el hombre a medida que se operan cambios en la vida de los pueblos y en la proporción en
que se dispone a dominar la naturaleza.
El desarrollo de las ciencias y de la técnica, junto con la división del trabajo y la
especialización han originado nuevas oportunidades para el desarrollo de las capacidades
que se perfeccionan con el ejercicio de las profesiones. Por eso desde los primeros años ha
de procurarse que el niño ejecute la mayor cantidad de actividades con propósito, a fin de
desarrollar sus capacidades en todos los órdenes.
Las capacidades sólo se despiertan y desarrollan mediante el conocimiento, los
hábitos y habilidades. Quien posee los hábitos para determinada actividad, actúa con más
éxito.
Para el desarrollo de las capacidades se requiere la asimilación y utilización
creadora de los conocimientos, los hábitos y habilidades elaborados elaborados en el curso
de la práctica histórico-social.
Las capacidades se despiertan con más lentitud que los hábitos y las habilidades.

Las actitudes
Las actitudes son los estados mentales y emocionales mediante los cuales el sujeto
se adapta ante situaciones dadas.

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Pueden ser consideradas como disposiciones del individuo para reaccionar positiva
o negativamente hacia un estímulo.
Esto dos sentidos dan a las actitudes un carácter eminentemente dinámico.
La actitud tomada como respuesta a un estímulo, armoniza con frecuencia con
patrones habituales de conducta, condicionados previamente.
En este último sentido la actitud da idea de perfección, en cuanto los patrones
habituales de conducta muchas veces son de tipo moral.
El estudio relativo a las actitudes, corresponde a la esencia de la educación, puesto
que éstas suponen disposiciones habituales de carácter mental y emocional a través de
juicios y sentimientos.
Como educadores nos toca despertar y desarrollar las capacidades, formar los
hábitos no sólo morales sino intelectuales, para que se perfeccione el educando. Debemos
dirigir al educando en la formación de sus actitudes para que realice la valoración de lo
moral, estético, económico, político y social, y pueda responder en forma positiva,
individual y socialmente.

Las habilidades
La habilidad es la destreza para ejecutar una actividad, bien sea intelectual, estética,
social o manual, y se adquiere mediante el ejercicio de las actividades propias y es
fundamental para una adecuada educación.
La habilidad para efectuar operaciones intelectivas es junto con el hábito la base
para el desarrollo de las capacidades en el hombre. La habilidad manual, desempeña una
función muy importante en la adquisición de muchos conocimientos.
En la actualidad se pretende enseñar haciendo, con ello el niño aprende mejor
porque elabora su propio conocimiento, esto no sólo favorece para la ejecución de los
trabajos que proporcionan habilidad manual, sino para el desarrollo de capacidades que por
mucho tiempo estuvieron ocultas en la mayoría de las personas. Nuestra escuela moderna
es activa y precisamente por estas enseñanzas vitalizadas, la habilidad, el hábito y las
actitudes van encaminadas al desarrollo de las capacidades, para que el hombre se realice
plenamente descubriendo todas sus posibilidades.

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En síntesis: La esencia de la educación consiste en las modificaciones perfectivas
adquiridas por la persona humana mediante el constante proceso de desarrollo de las
capacidades, la formación de los hábitos, de las habilidades y de las actitudes correctas.
La esencia de la educación se realiza a través del proceso de la formación de la
personalidad que estudiaremos en la siguiente unidad.

ACTIVIDAD
• Exprese en qué consiste la esencia de la educación.
• Defina qué son los hábitos entitativos y operativos, los intelectuales y los morales y
diga cómo se dividen estos dos últimos.
• Analice los textos de Aristóteles sobre las virtudes.
• Síntetice la idea de Aristóteles sobre las virtudes.
• Exprese algunas reglas prácticas que ayudan para la formación de los hábitos.
• Explique qué son las capacidades y qué ha influido en el desarrollo de ellas.
• Diga qué son las actitudes y por qué su estudio corresponde al tema de la esencia de
la educación.
• Señale cuáles son algunos de los cometidos que le corresponden al educador llevar a
cabo en su obra educativa.
• Defina qué es la habilidad y cómo se adquiere.
• Exprese algunos tipos de habilidades.
• Señale en qué forma la Escuela nueva activa trabaja para el desarrollo pleno del
hombre.
• Sintetice en qué consiste la esencia de la educación.

5. EL PROCESO EDUCATIVO. Tercer problema.


Las consideraciones que a continuación veremos enfocarán la educación desde una
perspectiva dinámica. La educación no es un ente en la plenitud de significado, esto es, no
es una sustancia, sino algo del ente, o sea, es un accidente de la sustancia del hombre. Su
estudio no puede hacerse prescindiendo del hombre.
Visto el hombre desde una perspectiva dinámica, nos muestra ser sujeto de tres
hechos que nos ponen en presencia de otras tantas formalidades:

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1. El hombre es sujeto pasivo de un conjunto de movimientos: locales, cuantitativos (el
conocimiento), cualitativos (maduración perfectiva). Podemos decir que no existe un
momento de reposo.
2. Nos es dado observar incesante actividad en el hombre. Parecería que cada hombre
debe encontrarse en cada momento haciendo algo para poderse sostener en la existencia.
3. Tanto el movimiento como la actividad llevan determinada dirección, tendencia a
seguir y conseguir un término. En el hombre acontece esto de un modo peculiar, puesto que
es dueño de sí mismo.

La movilidad en el hombre se explica con el reconocimiento de que el hombre es


sustancia siempre abierta a nuevas determinaciones accidentales.
La actividad incesante brota de los principios esenciales que son las facultades.
El dominio del movimiento se explica por la libertad.
El proceso educativo se basa en el margen de posibilidades que existen en el ser
humano.
En el proceso educativo encontramos que además de la movilidad existe un
desenvolvimiento.
Los distintos estado por lo que atraviesa el ser humano en su evolución hacia un
perfeccionamiento constituyen lo que es el proceso de la educación.
Pero como no todo desarrollo es constructivo, luego, no todo desarrollo es
educativo. El proceso educativo es un proceso de perfeccionamiento. La educación
representa para el hombre la trayectoria hacia una META, el tránsito de la potencialidad al
acto. Todo un repertorio de actos educativos van rellenando la amplia zona de la
perfectibilidad del hombre, apoyándose en ella la actualizan sin agotarla jamás. Así, por
ejemplo, con cada acto que en mí tiene cumplimiento y realización, algo en mí cobra
posibilidad y valor; y algo también muere, como posibilidad de ser que ya no vuelve. Las
nuevas determinaciones de mi ser surgidas en el proceso de la mutación, no agotan las
reservas de mi potencialidad, antes bien, consumiendo unas crean otras dispuestas para
ofrecerse a ulteriores realizaciones.
De igual manera cada nueva carga de actividad no anula el margen de mi
potencialidad, por el contrario, cada acto que se elimina es reemplazado por otro de mayor

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amplitud, arraigado en una disposición más perfeccionada. Moviéndose el hombre adquiere
nuevas maneras de ser que le cambian y modifican perfeccionándolo o empeorándolo pero
sólo en relación a la potencialidad que permanece. De modo semejante, con cada
perfección que el hombre adquiere no deja de ser el mismo sujeto determinable, pero sólo
relativamente, esto es, teniendo en cuenta el grado de determinación adquirido.
Quiere decir que mientras se conserva la identidad del sujeto del cambio, las
modificaciones sufridas son siempre relativas y jamás absolutas.
Dicho perfeccionamiento no es de tal naturaleza que cambie la esencia del hombre a
una jerarquía superior ni la acumulación de imperfecciones le convierten en una esencia
inferior.
La educación supone el desarrollo de las facultades pero es algo más que desarrollo.
El simple desenvolvimiento natural no es aún educación. El proceso educativo consiste en
un perfeccionamiento selectivo y superador.
Existen tres tesis sobre la condición de la naturaleza humana:
• La tesis del naturalismo que afirma que el hombre es naturalmente bueno.
• La tesis del luteranismo que dice que la naturaleza humana quedó esencialmente
dañada.
• La tesis de la tradición católica que afirma un daño pero no radical, ni esencial, sino
accidental.

Veamos cómo se explica el proceso educativo en estas tres concepciones:


• Para el naturalismo el proceso educativo es un simple desarrollo natural, sin
marcarle ninguna meta, sin imponerle ningún rumbo, la naturaleza sola espontáneamente
realiza el perfeccionamiento del hombre.
• Para la tesis luterana que afirma que el hombre es radicalmente malo y que posee
una perversidad que cruza y penetra las estructuras todas de la naturaleza humana, la
educación es la obra de Dios sobre el hombre, obra creadora por la cual Dios justifica al
hombre, y justificándolo lo elige y eligiéndolo lo santifica y santificándolo lo glorifica.
La educación es un proceso de humanización. Así lo afirman filósofos como
Kant y Max Scheler. Para el primero “por la educación el hombre llega a ser hombre”; para
el segundo, “la educación es humanización, el proceso que nos hace hombres”.

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• Para la tradición católica el proceso educativo es un desenvolvimiento, pero no un
simple desarrollo natural. Se trata no de continuar la obra de la naturaleza completándola,
sino de superar la naturaleza, venciéndola. En esta tesis se sostiene que de la inmanencia
del hombre se saca la forma y la materia de la educación. En la tesis luterana se afirma que
de la educación se obtiene la forma y la materia del hombre.
De acuerdo con la tercera tesis se sostiene que el hombre es un ser de ideales y en el
proceso educativo dichos ideales deben ser elegidos. El ideal actúa como causa final
atrayendo como un aliciente.
El proceso educativo finalmente es un proceso según naturaleza, esto es, que tiene
como meta el llevar al perfeccionamiento las facultades esenciales de la naturaleza humana:
la inteligencia humana, la voluntad, la sensibilidad, y la afectividad.
De ahí que el proceso educativo es esencialmente: psicológico-moral.
Para realizarse según la naturaleza debe producirse según la razón. El proceso
psicológico de la formación del individuo debe estar presidido por todas las exigencias de
la razón.

ACTIVIDADES
• Describa cómo aparece el hombre desde una perspectiva dinámica.
• De una explicación sobre la movilidad, la actividad y el dominio del movimiento en
el hombre.
• Defina qué es el proceso educativo.
• Señale las características que tiene el proceso educativo para la filosofía nuestra.
• Diga por qué las nuevas determinaciones adquiridas de su persona no agotan las
reservas de su potencialidad.
• Exponga por qué ni el acumulamiento de perfección o imperfección cambia la
esencia del hombre a una jerarquía superior o inferior.
• Explique lo que sostiene la tesis de la bondad natural del hombre sobre el proceso
de la educación.
• Exprese lo que afirman los filósofos protestantes sobre el proceso de la educación.
• Exponga qué significa que el proceso educativo debe ser según la naturaleza y de
acuerdo a las exigencias de la razón.

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6. LA REALIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN- Cuarto problema.
Investigaremos la causa eficiente de la educación. Dicha causa no es otra cosa que:
• 1. Los principios activos intrínsecos al educando o sea sus facultades educables.
• 2. Las causas extrínsecas o sea los agentes educativos.

1.- El ejercicio de las facultades educables. El primer agente realizador de la educación es


el educando el cual debe tomar un papel activo, tratando de educarse mediante el ejercicio
de sus facultades, la inteligencia adquiriendo todo el acervo de conocimientos que son parte
de la cultura.
El entendimiento se educa mediante la adquisición de los hábitos intelectuales
llamados virtudes.
2.- Principio educable segundo, es la voluntad, facultad apetitiva-racional, cuyo objeto es le
bien, ella también debe ser educada mediante la formación de los hábitos morales.
3.- En tercer lugar deben ser educadas las facultades sensoriales para que realicen la
adquisición de las perfecciones habituales específicas. Evidentemente que dicha educación
no es independiente del desarrollo intelectual.

Deben ser también desarrolladas las actividades que corresponden a la vida afectiva,
o sea que deben fomentarse y aumentarse los buenos sentimientos.
De todo lo anterior se deduce que el proceso educativo progresa en extensión y
profundidad merced al ejercicio mismo de las facultades educables.
Para el progreso en extensión basta hacer entrar a cualquier nuevo acto en la esfera
de la propia formalidad educativa. Para el progreso en profundidad es preciso mantener la
tensión iniciada del ejercicio y aumentarla y aun superarla.

Los agentes educativos exteriores


Pueden citarse en primer término la naturaleza exterior y la cultura. Por naturaleza
entendemos el repertorio íntegro de las cosas creadas. Y por cultura entendemos la acción

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del hombre positivamente valiosa para producir todos aquellos elementos que enriquecen
nuestra vida como son: el idioma, la ciencia, la creencia, el arte, la técnica.
Otro agente que interviene en la educación lo constituye el medio social, o sea el
conjunto de sociedades en las que el hombre se desenvuelve, éstas son: la familia, el Estado
y la Iglesia o comunidad religiosa organizada de cualquier denominación.
Por consiguiente, toda la educación que abarca íntegramente al hombre en lo
individual y en lo social, pertenece a estas tres sociedades necesarias, de ahí que en una
medida proporcional y correspondiente han de intervenir las tres en el proceso educativo.
La familia
“El padre carnal, advierte santo Tomás de Aquino, es el principio de la generación,
educación y disciplina y de todo cuanto se refiere al perfeccionamiento de la vida; la
naturaleza no pretende solamente la generación de la prole sino también su desarrollo y
progreso hasta el perfecto estado del hombre en cuanto es hombre, o sea el estado de
virtud”.
Los padres son educadores naturales de sus hijos, los cuales cumplen su función:
dirigiéndolos, rigiéndolos y corrigiéndolos: he aquí la triple función causal de la familia en
el orden educativo.
Inexcusable deber y por lo mismo ineludible derecho el de los padres a la educación
de sus hijos.

El Estado
La familia es sociedad imperfecta y sólo en el seno de la sociedad civil puede
remediar su imperfección natural. De aquí que la educación dada por la familia pueda y
deba ser completada por el Estado.
¿Pero en qué sentido? Los títulos que el Estado puede exhibir en orden a la
educación son muy distintos de los que según vimos, presentaba la familia. El educando es
miembro de una familia y también es miembro de un Estado. Pero primero lo es de la
familia y después del Estado. Miembro de la familia nace y del Estado se hace. Se nace hijo
y se convierte en ciudadano.

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Considerada la causalidad material, el educando pertenece a una familia y a un
Estado; pero de distinta manera: a la familia según el ser recibido; al Estado, según el ser
entregado.
Lo cual nos está advirtiendo una más radical diferencia: el educando es algo del
padre, por razón de principio de causa eficiente, pero no pertenece al Estado bajo este
respecto.
El título educador de la familia está basado en la paternidad natural; el del Estado
hay que buscarlo en otra parte.
El fin primario del matrimonio es la generación de la prole y consiguientemente la
crianza y la educación. El fin del Estado es el bien común que consiste en la paz y
seguridad de que las familias y cada uno de los individuos pueden gozar en ejercicio de sus
derechos, y a la vez en el mayor bienestar espiritual y material que sea posible en la vida
presente mediante la unión y coordinación de la actividad de todos.
Es doble pues, la función de la autoridad civil, que reside en el Estado: proteger y
promover y no absorber a la familia y al individuo y suplantarlo.
Por tanto, en orden a la educación es derecho o por mejor decir, deber del Estado,
proteger en sus leyes el derecho anterior de la familia.
El Estado puede exigir y por tanto procurar que todos los ciudadanos tengan el
conocimiento necesario de sus deberes civiles y nacionales y cierto grado de cultura
intelectual, moral y física que el bien común verdaderamente exija atendidas las
condiciones de nuestro tiempo.
La sola presencia del Estado es de suyo educadora. La estructura y coordinación
funcional en sus tres poderes fundamentales, facilita eminentemente la educación de todos
los ciudadanos. Una sabia legislación unida a una estricta ejecución y a una prudente
justicia, constituye el ambiente civil eminentemente educativo.
El Estado como comunidad política integrada por el pueblo y la autoridad, tiene en
su poder la historia la de la nación, bajo muchos respectos maestra de la vida. La prudencia
de sus gobernantes, la heroicidad de sus soldados, la sabiduría de sus hombres de ciencia, la
santidad de sus mejores miembros, son otros tantos modelos de educación del pasado para
el presente.

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Las iglesias o comunidades religiosas organizadas
La historia de la civilización demuestra la acción educadora de las Iglesias.
En los tiempos de la patrística se preocupó por la evangelización de los pueblos,
ellos les llevó junto con la buena nueva, la cultura.
Inglaterra fue evangelizada por San Beda, el venerable, (735) viviente enciclopedia,
por San Gregorio el Grande, San Agustín de Cantorbéry y San Columbano. Se
multiplicaron los monasterios siendo el más célebre el de Westminster. Los monjes anglo-
sajones fueron los mejores apóstoles del continente, ellos evangelizaron Holanda dirigidos
por San Wilibrordo; La Germania con San Bonifacio a la cabeza, que fundó innumerables
monasterios, entre ellos el celebérrimo de Fulda, cuna de la cultura religiosa de Alemania.
San Columbano funda la abadía de Luxeuil en Francia, San Galo funda la abadía de
San Galo en Suiza.
Los paises escandinavos: Suecia, Noruega y Dinamarca son evangelizados por San
Anschaire.
Los eslavos de Moravia y Dalmacia fueron convertidos en el siglo IX por los
hermanos sacerdotes griegos, que les llevaron el alfabeto y la cultura griega, San Cirilo y
San Metodio.. Esta cultura la transmitieron los búlgaros a los servios y a los rusos.
El tesoro de la cultura grecolatina se salvó en los monasterios que estaban
diseminados por toda Europa: En ellos, había escuelas de altos estudios, lo mismo que en
las catedrales que llevaban el nombre de escuelas catedralicias, de donde nacieron las
Universidades.
En el siglo XVI la conquista espiritual de América fue obra de los franciscanos,
agustinos, dominicos y jesuitas. Actualmente sigue la obra misionera de la Iglesia en el
mundo.
Hasta en el siglo XVIII la Iglesia Católica tuvo un papel preponderante en la
educación.
Al secularizarse la enseñanza pasó a un segundo plano debido a la política de los
Estados, que siguiendo el ejemplo de Francia que a partir de la Ley La Chalotais, prohibió a
la Iglesia intervenir en la educación. Actualmente algunos países siguen esta misma política
y no le permiten trabajar abiertamente. En cambio en los países en donde el ambiente
creado por las relaciones de las Iglesias y el Estado es favorable, son numerosas las

87
Universidades, Institutos Superiores, Liceos, Escuelas Normales básicas y superiores,
Centros de Investigación, Observatorios, etc. que ella dirige a través de las órdenes y
congregaciones religiosas. Entre estos países están: Francia, Bélgica, Holanda, Alemania,
Italia, España, Inglaterra, Suiza, Austria, Canadá, EE.UU., los países centroamericanos,
Colombia, Chile, Venezuela, Brasil, Argentina, Perú, Ecuador, etc.

ACTIVIDADES
• Explique cómo interviene el educando en la realización de su propia formación.
• Enumere los agentes educativos exteriores.
• Analice la función educadora de la familia y señale cuál es su derecho al respecto.
• Indique el papel del Estado en la educación y señale sus limitaciones.
• Describa brevemente la obra educadora de la Iglesia.

7. LA REGULACIÓN DEL PROCESO EDUCATIVO. Quinto problema.


La realización de la educación exige regulación y medida como perfeccionamiento
intencional que se pretende obtener en el educando. Dicha regulación es realizada por la
causa ejemplar.
Sabemos que la causa ejemplar es el modelo que está presente en la mente del
artista regulando su acción.
La causa ejemplar influye especificando, ya que la taleidad del efecto de ella
depende.
El artista puede hacer de un bloque de mármol un Apolo o una Diana, pero ¿qué es
lo que interviene para que surja un Apolo y no una Diana? “La idea que está presente en su
mente”.
La causa ejemplar no es principio constitutivo como la causa formal intrínseca.
Actúa sin comunicar su propia realidad.
La idea no influye por la acción y el movimiento como la causa eficiente ni como el
bien conocido que mueve al apetito como la causa final. No es eficiente ni aliciente, no
empuja ni atrae, aunque si inspira y desasosiega. Influye dirigiendo en cierto sentido la

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acción de la causa eficiente. En la educación, la causa ejemplar marca la intencionalidad
dirigiendo la acción del educador hacia una meta determinada.
La causa ejemplar de la educación
La causa ejemplar de la educación es en la mente del educador (como idea que es).
Sin embargo, no quiere decir que siempre haya sido en la mente, ya que las ideas son
producidas por la mente, basándose en la realidad circundante. La idea ejemplar de la
educación ha sido extraída de la realidad, conquistada por el conocimiento.
A la realidad objetiva proporcionadora de la idea de la educación queremos
referirnos ahora.
Ante todo digamos que la causa ejemplar de la educación no puede ser otra que la
idea de perfección humana.
La perfección real por conseguir es la meta del proceso; la perfección ideal a imitar
es la causa ejemplar reguladora del proceso.
En donde encontramos la divergencia de las diferentes corrientes pedagógicas está
en la diversidad de las ideas de perfección.
Sin embargo, la perfección humana es esencialmente una, aunque en los individuos
se de en graduaciones infinitas.

El ideal de la educación a través de la historia


Ciñéndonos al panorama de la cultura occidental, encontramos en el transcurso de la
historia diversos tipos o modelos de hombre que la educación ha tratado de realizar, de
acuerdo con las necesidades cambiantes de la sociedad y los valores dominantes de la
cultura en esos momentos históricos.
Por esta razón W. Dilthey dice: “El ideal de la educación se halla en relación con el
ideal de la sociedad. El ideal de formación depende del ideal de vida de aquella generación
que educa” (Historia de la Pedagogía).
En una visión sintetizada, podemos presentar los ideales o tipos de hombre concreto,
que los pueblos trataron de plasmar en sus miembros por medio de la educación.
En el pueblo griego de los tiempos históricos, se dio una importancia primordial a la
formación del hombre bélico, posteriormente en tiempos de Pericles se cambió este ideal
por el del hombre político, en el sentido del ciudadano, formado en la areté (virtud), se

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preocuparon por formar al hombre selecto, distinguido, caballeroso. Este modelo fue
completado por el ideal de perfección de cuerpo y alma, en sabiduría, justicia y belleza
dentro de la comunidad pública. Esto lo realizaban mediante la educación que incluía la
gimnasia y la música.
Entre los Romanos el modelo del hombre fue el ciudadano, el hombre político, el
orador capaz de defender sus derechos ante la asamblea. Igualmente en los tiempos
históricos, el ideal que predominó fue el guerrero, más tarde aparece la influencia cultural
de la paideia griega, que se transforma en humanitas romana, con una basta cultura nacional
y posteriormente, cuando llega el imperio, en universal. Fueron prácticos y realistas.
Con el Cristianismo aparece otro tipo de hombre, que no es judío ni griego, ni
esclavo ni libre, sino todo a la vez judío, griego, esclavo y libre en la unidad de la creatura.
El ideal de la educación fue plasmar en los educandos la perfección de Cristo su fundador:
su amor, su interés por los demás, su desprendimiento de los bienes terrenales, su vida de
abnegación y sacrificio y su espíritu de unión con Dios.
En la Edad Media hay varias modalidades en el ideal cristiano. El ideal de la vida
monástica fue el ascetismo con sus valores de castidad, pobreza y obediencia; el ideal del
caballero con sus virtudes de: honor, valor y galantería. Este modelo se realizaba en los
palacios y castillos en donde se cultivaba: la poesía, la música, el canto con los juglares y
trovadores; y el ideal de los gremios que fue la formación del trabajador artesanal realizado
por los maestros, oficiales y aprendices.
El Renacimiento se caracteriza por la exaltación del hombre y la conquista de la
liberación del espíritu, logrando en el campo del arte sus mejores triunfos. En este período
surgen varios tipos de ideal en la educación: la formación del hombre libre e independiente,
responsable de sus actos ante sí, más que ante los poderes sobrenaturales.
Hay además el tipo del caballero pulido, fino, cortesano y culto. Existe el ideal del
escritor, del artista, del erudito y del cultivador de la antigüedad clásica (Petrarca, Miguel
Angel, Erasmo, Luis Vives, Miguel de Montaigne).
Después de la Reforma aparece el modelo del hombre culto, pero sólo para una
élite, con una educación en los clásicos griegos y romanos y con un espíritu de emulación y
obediencia en los que se forman bajo la dirección de los padres de la Compañía de Jesús.

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En el siglo XVI, el modelo del hombre, es el del individuo culto conocedor de las
ciencias que empiezan a formarse.
En la Ilustración Francesa aparece otro prototipo de hombre, que había que formar
por medio de la educación; ahora se trataba del tipo racionalista, con un carácter
cosmopolita y además con un espíritu anticlerical.
La Ilustración representó un movimiento secularizador parecido al del humanismo.
Su objetivo fue utilitario, y se acentuó el valor de la naturaleza.
En el siglo XIX el modelo a realizar en los educandos, fue formar en cada uno de
ellos buenos ciudadanos, personas solidarias con los intereses de la sociedad. Las reformas
democráticas hacen cambiar el centro de gravedad, del interés individual al interés social.
En el presente siglo, la educación se propone realizar diversos tipos o modelos, unos
de carácter social que se encaminan a la formación del hombre democrático o a la
realización del ideal totalitario.
Por otra parte, encontramos el modelo a que aspiran muchos ambientes culturales, y
es el hombre investigador y el hombre de ciencia, porque en ésta, ha puesto la sociedad,
cada día más, su última esperanza, porque cree que en ella encontrará su salvación.

ACTIVIDADES
• Exponga lo que es la causa ejemplar y diga cómo influye en el ser.
• Señale la distinción de la causa ejemplar respecto de las causas: formal, eficiente y
final.
• Indique de dónde ha sido extraída la idea ejemplar de la educación.
• Señale cuál es la causa ejemplar de la educación.
• Describa las características de los tipos o modelos antropológicos a través de la
historia.

8. LA TELEOLOGÍA ORDENATIVA DE LA EDUCACIÓN. Sexto problema.


La causa final de la educación
Para comprender mejor el fin interno de la educación, consideremos cuáles son las
necesidades humanas universales que la educación tiene que satisfacer.
Las necesidades humanas universales

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En las sociedades primitivas fueron menos numerosas estas necesidades que lo que
son ahora en la compleja organización social en la que vivimos.
Desde un plano histórico-sociológico la aparición de las necesidades en la vida del
individuo puede señalarse como sigue:

1. La primera es la salud, el bienestar general del organismo, que permite subsistir


después del nacimiento, y que hace placentera la existencia a lo largo de la vida.
El término salud incluye el bienestar físico, mental y emocional que permite vivir al
individuo una vida normal y feliz. Se le da cierta primacía a esta necesidad no sólo por ser
la primera en aparecer, sino por su carácter fundamental en relación con las otras
necesidades. Esto no quiere decir que la salud sea el fin último total del hombre, es un fin
relativo y, por tanto, siempre como base para otras necesidades más elevadas. Se satisface
mediante las agencias de salud.
2. Esas primeras necesidades fundamentales de la vida sólo se satisfacen con la
ayuda de otros seres humanos y así encontramos la necesidad del compañerismo humano
que se realiza por medio de la familia, la primera agencia social y el fundamento de la
sociedad.
El matrimonio con la paternidad y maternidad dignos ofrece la oportunidad normal
para el ejercicio de las tres tendencias dominantes en el hombre: el goce de los placeres, la
acumulación de los bienes y el ejercicio del poder.
Solamente la vida de familia satisface adecuadamente esta necesidad universal del
compañerismo. En el digno hogar se aprenden las primeras lecciones de las relaciones
humanas, pues existe toda clase de compañerismo: los menores con los mayores, los
hombres entre sí y las jóvenes entre sí y con los varones. Nada ha sido inventado todavía
que sobrepase el bienhechor círculo familiar, para enseñar cómo se ha de convivir con los
demás.
3. Pero para vivir con salud y gozar de la compañía humana necesitamos: alimento,
vestido, vivienda, y así aparecen las necesidades económicas. Y la agencia social que las ha
de satisfacer es el orden económico.

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Todo orden económico trátese del que existe en el capitalismo o en el comunismo, o
el que fuere, racionalmente interpretado, tiene una sola finalidad primordial: proveer a
todos de decente subsistencia. Pero esto no se puede realizar sin la cooperación de todos.
4. Para que la persona humana permanezca garantizada en la posesión de su vida, de
sus bienes y en la de su familia, hay necesidad de protegerla contra cualquier agente que
trate de perjudicarla. Esta necesidad se llama cívica y jurídica. Y el Estado es la agencia
que la sociedad ha establecido para garantizarla.
5. El ciudadano del Estado ha de vivir en una sociedad en extremo compleja, tiene
que participar de los adelantos de la sociedad y al mismo tiempo desarrollar sus propias
actividades para ser un miembro activo de la comunidad donde actúa. Esta es la sociedad
llamada de educación mental. Y la agencia que la sociedad ha determinado para proveerla
es la Escuela en todos sus grados.
6. Las aspiraciones del espíritu que están presentes en el hombre con las que
pretende penetrar en el sentido de su propia vida, origen, naturaleza y destino, lo orientan al
orden trascendente. Esta es la necesidad de seguridad divina. Y la agencia destinada para
satisfacerla es la Iglesia , o comunidad religiosa organizada.
7. Finalmente mientras más abrumadoras son las obligaciones impuestas por las
necesidades de cuidar de la salud, de la familia, del trabajo profesional, de ser ciudadano de
un Estado, de la Iglesia y de la Escuela, más siente la necesidad de descanso, más aspira a
ese ocio ameno. Esta es la necesidad de descanso. Las agencias establecidas por la sociedad
son las organizaciones recreativas.

Estas son las necesidades humanas universales y a satisfacerlas es impulsada la


sociedad y el hombre mediante las agencias establecidas por ellos.
La satisfacción de estas necesidades señala los objetivos a donde se dirige la
educación puesto que ésta tiene como fin el perfeccionamiento integral del hombre.
Señaladas las metas por conseguir, la educación se encauzará en forma certera en su
proceso intencional hacia ellas.
Sólo será necesario establecer una jerarquía en los objetivos educacionales.
Pero antes hemos de señalar que la educación está llamada a realizar el cuádruple
desarrollo humano:

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I- Mental II- Físico III- Religioso IV- Social

Ahora procederemos a establecer los siete objetivos de la jerarquía:


I- El desarrollo mental ocupa el primer nivel de la jerarquía y su objetivo es la
educación del intelecto para que adquiera todos aquellos conocimientos necesarios para
explicar el sentido de su existencia, de la realidad circundante y de la trascendencia. La
formación de la voluntad, de la afectividad, de la sensibilidad, y la formación del carácter.
II- El desarrollo físico tiene por objetivo la salud como base de la salud mental.
III- El desarrollo religioso, tiene por objeto la seguridad divina. La educación debe
prestar una atención muy especial al desarrollo religioso de los estudiantes mediante
instrucciones verdaderamente intelectuales para que conozcan su fe. La participación en el
culto divino para que la amen; el perfeccionamiento de las virtudes morales, para que la
vivan.
IV- El desarrollo social tiene como objetivo: la compañía humana, la seguridad
económica, el descanso sano y la seguridad cívica y jurídica.

Estos son los fines próximos de la educación, pero éstos están ordenados a otro que
es el último fin del hombre y que consiste en la felicidad plena. En este sentido la
educación sólo cumple su cometido si ayuda a la persona humana a realizarse con plenitud
para conseguir ese fin último hacia el cual es atraída con todo el peso de su naturaleza.
Felicidad incompleta pero real, es la que puede obtener el hombre en esta existencia
terrena, al haber obtenido la satisfacción de sus necesidades humanas fundamentales; pero
felicidad que es relativa y que ella misma lanza al hombre en busca de otra que sea
definitiva y totalmente plena y que sólo es posible alcanzar al franquear los umbrales de la
eternidad. Este es el fin último al que se ordena la educación.

Fines de parte del educador


El educador debe comprender cuáles son los verdaderos fines de la educación y
tratar de hacerlos realidad en su obra educativa.

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La norma debe ser la sinceridad para que no se deje influenciar ni realice una obra
que es contra sus convicciones. En otras palabras que en materia de educación el fin del
agente y el fin de la obra educativa deben coincidir.
“Sería clavar el último clavo en el féretro de nuestra nación, si los mismos maestros
se hicieran partidistas. Por esto, y precisamente por esto, han de ser y permanecer hombres
de ciencia. Su personal punto de vista formado ya por su procedencia, tipo espiritual y
desarrollo y que es imposible borrar, ha de ser purificado por una ciencia autónoma del
espíritu, esto es por una amplia reflexión sobre las posibles estructuras espirituales y por el
aprendizaje de la comprensión... El que ha pasado por la práctica efectiva de las ciencias
del espíritu no perderá, naturalmente su personalidad. Más conocerá... y juzgará rectamente
de su posición en la totalidad de la vida espiritual de los tiempos presentes. La sentencia de
Goethe: “Sólo todos los hombres componen toda la humanidad; únicamente las fuerzas
reunidas, el mundo”. Le hará modesto y paciente sin por eso relativizarlo interiormente,
esto es, sin despojarse de la fe en sus propias fuerzas”.
Eduardo Spranger, Las ciencias del espíritu y la Escuela

ACTIVIDADES
• Enumere y describa las necesidades humanas universales para conocer el fin interno
de la educación.
• Exponga en un círculo cruzado por dos diámetros el cuádruple desarrollo humano.
• En otro círculo como el anterior, haga la subdivisión con radios en el segmento que
corresponde al desarrollo social de las demás necesidades humanas y proceda a establecer
una jerarquía de los objetivos educacionales.
• Exponga cuál es el fin último del hombre al cual están encaminados los fines
próximos de la educación.
• Diga con qué hade coincidir el fin del agente o sea del educador en la actividad
educativa.

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