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La neología: indicador de la vitalidad de una lengua y su cultura

Jhon Jairo Giraldo Ortiz (2016), Revista Interamericana de Bibliotecología, Universidad de


Antioquia. Medellin, Colombia

Este artículo se deriva del proyecto de investigación: “La neología en las publicaciones
periódicas: el caso de la Universidad de Antioquia”, el autor basa su proyecto en el análisis
de neologismos en el periódico Alma Mater, el cual contiene diversas secciones para toda la
comunidad universitaria; tecnología, educación, ciencia etc. Para ello, se tomaron
respectivamente las publicaciones (2005 – 2009) y se seleccionaron 26 ejemplares para
construir el corpus, posteriormente, se encontraron 269 unidades identificadas como
neologismos. La metodología utilizada en la investigación consistió en cuatro fases: 1)
rastreo; 2) construcción de una base de datos; 3) confirmación de datos; 4) ingreso de
neologismos en el banco de datos.

En torno al marco teórico, el autor cita tres nociones sobre el neologismo: la primera, Alego
(1991) una palabra nueva o neologismo es una forma o el uso de una forma que no se
encuentra registrada en los diccionarios generales; la segunda, Proust y Sablayrolles(2003)
quienes comprenden el neologismo desde la etimología neo, nuevo, logos, palabra o discurso;
y por último, Rey (1988) la neología es una actividad, un proceso, una dinámica, que al
interior de un sistema lingüístico o grupo social, produce nuevas unidades léxicas y
terminológicas. Otro autor ampliamente mencionado es Cabré (2008) quien considera la
neología como una disciplina que ha adquirido una gran importancia desde 1970 y la cual ha
tenido una evolución, esta se explica desde diversos motivos como: el desarrollo de la ciencia
y la tecnología, las cuales han generada nuevas denominaciones; la evolución de la sociedad
en términos de la intensificación del inglés y la tendencia del monolingüismo; la aparición
de foros internacionales de carácter cultural, político o económico; y la creación de una
política lingüística.
En los resultados arrojados de la investigación, se encontraron diversos grupos de formación
de neológicos a saber por: prefijación, sufijación, composición, lexicalización, abreviación,
formación culta, prefijación y sufijación, variación y préstamo. Siendo la composición el
mecanismo más utilizado para la formación de neologismos, lo cual evidencia que los
procesos morfológicos son los más fructíferos para la formación de nuevas palabras.

Por último, el autor concluye que los procesos neológicos hacen parte del funcionamiento
de la lengua y que estos la vitalizan, de lo contrario, se consideraría como una lengua muerta.
por ello son los medios de comunicación, precisamente, los que reflejan el uso actual de la
lengua al manifestar todas las diversidades y concepciones de la realidad. Así pues, esta
investigación develó la capacidad de nuestra sociedad en denominar nuevas situaciones y
realidades, lo cual refleja una evolución y vitalidad de la lengua y la sociedad en configurar
nuevas palabras que connoten las diversas situaciones que se presentan en nuestro entorno.

Giraldo, J. (2016). La neología: indicador de la vitalidad de una lengua y su cultura. Revista


Interamericana de Bibliotecología, 39(1), 39-46.

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