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TEXTO ACADÉMICO 4
Bolivia 2021
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Índice
Introducción .................................................................................................................. 3
2. El método etnográfico........................................................................................... 5
Bibliografía ................................................................................................................... 13
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Introducción
Es por ello que, el propósito de esta unidad temática es introducir a los estudiantes en
los métodos y técnicas de investigación de la(s) lengua(s) desde un enfoque
antropológico para su aplicación en el quehacer pedagógico. Para ello, el contenido
está organizado en cuatro partes: en la primera, revisaremos las contribuciones
metodológicas de la lingüística a la antropología lingüística; en la segunda,
abordaremos el método etnográfico y sus técnicas, propios de la antropología; en la
tercera veremos las categorías etnolingüísticas y métodos asociados; para terminar
con la metodología sociolingüística y el uso del vocabulario.
Boula de Mareüil (2012) nos dice que, una ciencia del lenguaje, como una ciencia de
la materia, debe comenzar por recolectar hechos (etapa empírica), luego extraer
leyes que permitan explicarlos, es decir, generalizarlos, para poder reproducirlos y
finalmente para corroborar estas leyes con pruebas (siempre que se tenga un
instrumento de medición): la última palabra debe quedar con el experimento, aquí,
con la lengua o con el habla. Una teoría, por coherente y estética que sea, no es
válida según estos criterios si no está anclada en el mundo sensible. La hipótesis debe
en última instancia estar sujeta al veredicto de la experimentación.
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están bastante lejos del lenguaje. Mientras que la antropología lingüística está más
cerca de los datos objetivos, que se pueden manipular en grandes cantidades, y
resultan en hipótesis falsifiables (principio de Popper). Para estudiar fenómenos como
la negación, la formación del plural, la expresión de la posesión, el tiempo y el aspecto
verbal, por lo tanto, es importante construir primero un corpus (Boula de Mareüil, 2012).
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Stinson (2013), por su parte, nos dice que la antropología lingüística guarda una
extraordinaria simbiosis con las tradiciones metodológicas y técnicas de la lingüística,
como los registros sonoros o fonológicos. En especial las técnicas audiológicas
(grabaciones) y las entrevistas para el registro de unidades fonéticas para la
tipologización y clasificación de unidades lingüísticas. El registro de sonidos lingüísticos
se puede clasificar de acuerdo a las unidades o combinaciones de unidades de
sonidos (fonemas) que forman significados.
También está el registro comparativo de los sonidos humanos, que sirve para la
clasificación de lenguas de acuerdo a grupos, así como un medio para identificar la
historicidad de una o varias lenguas (Stinson, 2013), que sería uno de los intereses de
la sociolingüística, por ejemplo.
2. El método etnográfico
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La etnografía como método, considera dos elementos centrales: la diversidad y la
perspectiva del actor. La relación diversidad/unidad es importante para “reconocer
la particularidad de los procesos y la intervención en ellos de hombres y mujeres a
través de su práctica” (Guber, 2005: 67); es decir, para evidenciar la alteridad. Esta
noción de diversidad, como señala Guber (2005) está yuxtapuesta con nuestra
concepción de la naturaleza del mundo social y con “la perspectiva del actor”
(Geertz, 1973 citado por Guber, 2005: 36) o la forma en cómo los actores configuran
el marco significativo de sus propias prácticas y nociones.
Observación participante
Así, el investigador comienza a valorar cada hecho cotidiano como objeto de registro
y análisis, aún antes de reconocer su sentido en la interacción. Participar en las
actividades cotidianas y locales, incita a una crítica entre hacer y conocer, participar
y observar, mantener la distancia e involucrarse; al mismo tiempo que proporciona
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una comunicación más fluida con el grupo, operando como un canal y un proceso
por el cual el investigador ensaya la reciprocidad de sentidos con sus informantes
(Guber, 2005).
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interpretativos del investigador y de los informantes en la relación, a dilucidar cómo
cada uno interpreta la relación y sus verbalizaciones (Guber, 2005).
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etnoclasificar un grupo de plantas asociando con el lugar que ocupa. Estas
clasificaciones tienen su nombre en lengua indígena.
2) Las etnonominaciones, que se refieren a las maneras de nombrar conceptos
concretos o abstractos. Por ejemplo, “Puna”, que se traduce como tal al
español porque no hay un equivalente exacto. Otro ejemplo es la palabra
“Pachamana” que en español no tiene traducción directa porque no existe
esa categoría lingüística, en todo caso se traduce como “madre tierra”; pero
para el mundo andino, su significado es mucho más profundo, además de
sagrado.
3) La etnomedicina, que se refiere a la clasificación que hacen los pueblos
indígenas sobre la salud y la enfermedad. La etnomedicina es un campo de
estudio comprendida dentro de la antropología médica que “estudia la
medicina tradicional o popular de un determinado grupo cultural, es una
ciencia experimental y dialógica que nace como desarrollo crítico de un
campo de estudio definido como medicina tradicional” (Tabakián, 2017: 2).
Entre los ejemplos más conocidos y difundidos están la clasificación de las
enfermedades, las plantas medicinales y los métodos de sanación en los
pueblos andinos y los pueblos amazónicos.
4) La etnociencia, la etnobiología y la etnotecnologia son corrientes nuevas que
se refieren a las categorizaciones de los saberes ancestrales de los pueblos.
En este contexto, las categorías etnolingüísticas, como señala Cáceres (2008),
permiten abordar diferentes perspectivas en la investigación lingüística y etnográfica,
porque remiten al investigador a profundizar en la mirada, sentimiento y pensamiento
de la gente local, a través de la manifestación de su oralidad. En otras palabras,
abordar las categorías etnolingüísticas constituye abordar el contexto integral del
espacio de vida de una comunidad, donde lengua, pensamiento, acción y
cosmovisión, se articulan.
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La etnometodología es el estudio de los métodos utilizados por los actores sociales en
la interpretación de su vida diaria, la cual aportó ideas decisivas e innovadoras en el
estudio del habla cotidiana desde el método etnográfico. Esta perspectiva ha
permitido al antropólogo lingüística abordar diversas intuiciones recurrentes sobre la
constitución de la cultura y la sociedad en situaciones comunicativas. Así, (1) hay una
vinculación con el principio etnometodológico, porque las interacciones entre
actores sociales, que producen cultura, producen una estructura social; (2) si el
conocimiento es implícito, entonces, es importante considerar el modo en que los
actores sociales llevan a cabo sus interacciones cotidianas y solucionan sus problemas
(Duranti, 2000).
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y presentan, por lo tanto, diferentes volúmenes. Para ello, la sociolingüística recurre a
la técnica de muestreo por cuotas de afijación proporcional. Por supuesto, esto
depende del buen criterio del sociolingüista y de sus conocimientos previos sobre la
comunidad cuya habla pretende estudiar. Es por eso que los censos constituyen una
fuente de información importante para los estudios sociolingüísticos (Larrosa, 2003).
Entre los instrumentos para la recogida de materiales están las entrevistas, los
cuestionarios y los tests lingüísticos, cuya utilización depende directamente de los fines
de la investigación. Si lo que interesa es un fenómeno de tipo fonológico o fonético,
conocer el léxico de un determinado grupo o actitudes ante fenómenos lingüísticos
concretos, lo pertinente será emplear una entrevista estructurada, puesto que será el
método más rápido y fiable para obtener los datos. Si lo que se pretende es acceder
al conocimiento de una actuación lingüística, la única forma de conseguirlo es
mediante una entrevista no dirigida (Larrosa, 2003).
Dado que el vocabulario refleja la forma en que el pueblo con una cierta cultura
percibe su medio ambiente, los antropólogos usan el vocabulario como una clave
para entender la experiencia y la realidad en diferentes culturas. A través de
vocabulario, los antropólogos intentan obtener el punto de vista del actor local sobre
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el mundo. Esta perspectiva ha sido usada ampliamente al estudiar el vocabulario de
los seres humanos. En inglés, por ejemplo, la palabra “brother-in-law” encierra al
esposo de mi hermana, el hermano de mi esposo y los esposos de todas las hermanas
de mi esposo. En hindi, un idioma del norte de la India, hay términos separados para
el esposo de mi hermana (behnoi), el hermano mayor de mi esposo (jait), el hermano
menor de mi esposo (deva) y los esposos de las hermanas de mi esposo (nandoya)
(Nanda, 1994).
Los antropólogos también intentan descubrir los criterios para aplicar un nombre
particular a un aspecto del ambiente social o físico a fin de entender cómo un área
de significado culturalmente específico está divida en partes y cómo estas partes se
relacionan entre sí. Un tipo de relación es la de exclusión o contraste. Regresando al
ejemplo del parentesco, la terminología en inglés contrasta “brother in law” con “sister
in law” por el criterio del sexo. “Brother” se contrasta con “brother in law” por el criterio
de sangre versus una relación política (relación por el matrimonio). Pero tanto
“brother” como “brother in law” están incluidos entre los parientes, una categoría más
general que contiene a las personas relacionadas tanto por la sangre como por el
matrimonio. La categoría de los parientes contrasta con la categoría de los no-
parientes cercanos (Nanda, 1994).
En tanto que los sociolingüistas, a quienes les interesa la historia de la lengua o los
acontecimientos históricos que afectan los cambios en las lenguas, usan el
vocabulario para estudiar los cambios internos y externos de una lengua. Las palabras
cambian su significado y se añaden nuevas palabras. Algunas veces, conforme las
culturas entran en contacto, se toma “artículos” culturales y el nombre original del
artículo se conserva. Por ejemplo, en la ciudad de Nueva York, el español hablado
por los puertorriqueños ha incorporado muchos sustantivos del inglés, pero dándoles
los finales de los sustantivos en español, creando así nuevas palabras como “the rats”
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(los ratones), “la factoría” (the factory, la fábrica), “la norsa” (the nurse, enfermera)
(Nanda, 1994).
A través del vocabulario se puede estudiar los cambios lingüísticos internos para
descubrir las relaciones entre diferentes lenguas. Cuando las similitudes son
numerosas, demasiado regulares y muy básicas para ser consideradas préstamos, se
supone una relación genérica. Al comparar los vocabularios básicos (las palabras más
resistentes al cambio) de las lenguas descendentes, los lingüistas descriptivos y los
sociolingüistas intentan reconstruir ciertas características de la lengua ancestral
(Nanda, 1994). Por ejemplo, el lingüista Teodoro Laime, autor del diccionario quechua-
español de Bolivia, hizo este tipo de estudio para elaborar el diccionario de la lengua
Pukina, una lengua extinta hace más de tres siglos.
Como se puede apreciar, existen varias herramientas metodológicas que pueden ser
de utilidad para estudiar la lengua y su uso (el habla) en comunidades lingüísticas
rurales como en comunidades lingüísticas urbanas. La intención de esta última unidad
temática fue proporcionar elementos metodológicos prácticos que pueden ser
usados en el contexto educativo, incluso para el avance de contenidos referidos al
lenguaje y la lengua.
Bibliografía
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Guber, Rosana. 2005. El salvaje metropolitano. Reconstrucción del
conocimiento social en el trabajo de campo. Buenos Aires: Paídos.
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