Está en la página 1de 13

Revista Portuguesa de Filosofia

La Muerte en la Filosofía de Arthur Schopenhauer


Author(s): Harald Schöndorf
Source: Revista Portuguesa de Filosofia, T. 65, O Dom, a Verdade, e a Morte: Abordagens e
Perspectivas / The Gift, Truth, and Death: Approaches and Perspectives (2009), pp. 1193-
1204
Published by: Revista Portuguesa de Filosofia
Stable URL: https://www.jstor.org/stable/41220925
Accessed: 13-12-2019 06:23 UTC

JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide
range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and
facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact support@jstor.org.

Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of the Terms & Conditions of Use, available at
https://about.jstor.org/terms

Revista Portuguesa de Filosofia is collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend
access to Revista Portuguesa de Filosofia

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
níWttir' RPF'
V igyU65»2009

La Muerte en la Filosofía de
Arthur Schopenhauer
Harald Schöndorf*

1. Muerte y Razón

Para Schopenhauer, la muerte es un dato antropológico. La cau


los animales no saben que tienen que morir, mientras que el cono
de la muerte que posee sólo el hombre es una consecuencia del
que el ser humano es un ser racional. La concepción schopenhauerian
razón es ambigua. Por una parte, asume la opinión empirista seg
lo decisivo es la intuición sensible, mientras que los conceptos que b
la razón no son más que una pálida abstracción. Por otra parte, escri
hombre se distingue del animal precisamente por el hecho de que lo
les "viven sólo en el presente; él en el futuro y en el pasado"1 (t.i, § 8
consecuencia de esto es que el animal no tiene ningún conocimien
de la muerte, que no la conoce antes de morir: "El animal sólo
muerte cuando muere: el hombre se acerca a la muerte conscientemente en
cada hora, cosa que hace dudosa la vida a veces también a aquel que de toda
su vida todavía no desprendió el conocimiento de ese carácter de constante
aniquilamiento. Por esto los hombres han inventado la filosofía y las reli-
giones"2 (t.i, § 8, p. 43; traducción modificada).
En el segundo tomo de su obra principal Schopenhauer corrobora esta
tesis diciendo: "La muerte es el genio que en verdad ha inspirado la filosofía

* Hochschule für Philosophie München (Munique, Alemanha). - O presente artigo esteve


na base da conferencia pronunciada pelo Autor durante o Congresso Jesphil organizado por
Joäo J. Vila-Chä e realizado entre os dias 3 1 de Agosto-4 de Setembro de 2006 em Cluj-Napoca,
Roménia.
1 Las citas del primer tomo están tomadas de la edición El mundo como voluntad y repre-
sentación. Trad, por Eduardo Ovejero y Maury, México 1987. Las citas del segundo tomo está
traducidas por Harald Schöndorf. Las citas del texto original vienen de la edición de Arthur
Hübscher Arthur Schopenhauer - Sämtliche Werke, t. // y in = Die Welt als Wille und Vorstellung,
t. i y il, Wiesbaden 31972; „leben in der Gegenwart allein; er dabei zugleich in Zukunft und Ver
gangenheit" (t.i, § 8, p. 43).
2 „Das Thier lernt den Tod erst im Tode kennen: der Mensch geht mit Bewußtseyn in jeder
Stunde seinem Tode näher, und dies macht selbst Dem das Leben bisweilen bedenklich, der nicht
schon am ganzen Leben selbst diesen Charakter der steten Vernichtung erkannt hat. Hauptsäch-
lich dieserhalb hat der Mensch Philosophien und Religionen" (t. i, § 8, p. 44).

I Pï^alr»r>r- Revista Portuguesa de Filosofia |


373 I LPRPF 65 (Supl.) -2009 111 93-1 204

25

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
1194 Harald Schöndorf

o es su musageta, por lo cual Só


Apenas se filosofaría aun sin
más tarde Schopenhauer contin
dero de la muerte: [...] en el ho
mente la certidumbre espantos
sólo una repetición y confirma
el saber de la muerte es algo e
se echa inmediatamente a hab
muerte.

2. El miedo de la muerte

Schopenhauer se da cuenta de que el miedo de la muerte se manifiesta


en nuestra vida en una forma ambigua. "Tan sólo el hombre lleva en sí el
concepto abstracto de la muerte; pero ésta sólo le angustia (circunstancia
digna de ser meditada) en ciertos momentos, cuando algún hecho se la trae
a la imaginación"5 (t.i, § 54, p. 222). Durante el curso normal de su vida, el
hombre no piensa en la muerte, porque: "También en él, como en el animal,
que no piensa, reina la convicción de ser él mismo la Naturaleza, el mundo
mismo, lo cual impide que le atormente en demasía la idea de una muerte
inevitable que de continuo le amaga, a lo cual se debe que pueda proseguir
con tranquilidad su vida, como si no debiera cesar nunca"6 (t.i, § 54, p. 222s.).
Esa ausencia del miedo de la muerte durante la mayor parte de la vida cuadra
para Schopenhauer muy bien con su tesis fundamental: "Ya hemos visto con
perfecta claridad que sólo la manifestación individual de la voluntad es lo que
comienza y acaba en el tiempo; pero que esto no afecta a la voluntad en sí ni
al correlato de todo objeto, o sea al sujeto que conoce y nunca es conocido"7
(T.I, § 54, p. 223).

3 „Der Tod ist der eigentliche inspirirende Genius oder der Musaget der Philosophie,
weshalb Sokrates diese auch Gavatoi) zetern definirt hat. Schwerlich sogar würde, auch ohne den
Tod, philosophirt werden" (T.n, cap. 41, p. 528 s.). 0avaxo') netern = preocupación de la muerte.
4 „Das Thier lebt ohne eigentliche Kenntniß des Todes: [...] Beim Menschen fand sich, mit
der Vernunft, nothwendig die erschreckende Gewißheit des Todes ein" (T.n, cap. 41, d. 529).
5 „Der Mensch allein trägt in abstrakten Begriffen die Gewißheit seines Todes mit sich
herum: diese kann ihn dennoch, was sehr seltsam ist, nur auf einzelne Augenblicke, wo ein Anlaß
sie der Phantasie vergegenwärtigt, ängstigen" (t.i, § 54, d. 332).
6 „Auch in ihm, wie im Thiere, das nicht denkt, waltet als dauernder Zustand jener, aus
dem innersten Bewußtseyn, daß er die Natur, die Welt selbst ist, entspringende Sicherheit vor,
vermöge welcher keinen Menschen der Gedanke des gewissen und nie fernen Todes merklich
beunruhigt, sondern jeder dahinlebt, als müsse er ewig leben" (t.i, § 54, p. 332).
7 „Was wir aber jetzt zum deutlichen Bewußtseyn gebracht haben, daß, wiewohl die einzelne
Erscheinung des Willens zeitlich anfängt und zeitlich endet, der Wille selbst, als Ding an sich,
hievon nicht getroffen wird, noch auch das Korrelat alles Objekts, das erkennende, nie erkannte
Subjekt" (t.i, § 54, p. 332 s.).

Revista Portuguesa de Filosofia Präf] I


65(Supl.).2009 UMRPE I 374

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La Muerte en Schopenhauer 1195

En todos sus detalles, el tema del miedo d


Schopenhauer en el segundo tomo de su obr
voluntad y representación*. El correspondiente
lleva el título „Sobre la muerte y su relación
nuestra esencia en sí misma"9. Schopenhauer co
afirmación fundamental: "como en la naturalez
se añade un remedio o por lo menos una sustitu
que causó el conocimiento de la muerte causa ta
con las cuales nos consolamos de ella y de las cu
tado ni es capaz"10 (t.ii, cap. 41).
Este es el objetivo principal de las religiones y
doto producido por la razón por sus propios
contra la certidumbre de la muerte"11 (ibid.)
mejor manera las religiones indias del braman
del ser originario, del brahman, "al cual es e
nacer y desaparecer"12, "lleva a una confianza y
de los cuales no se tiene la menor idea en Europ
En cambio, es muy problemático enseñar al h
desde la nada, pero será imperecedero en el futu
da cuenta de que tal doctrina es insostenible, co
lación respecto de la muerte: "A causa de tal ev
Inglaterra, entre trabajadores depravados, a l
bajar a la opinión absolutamente física que lle
post mortem nulla voluptas, y que, por lo tanto
(ibid.).

8 „Die Welt als Wille und Vorstellung".


9 „Ueber den Tod und sein Verhältniß zur Unzerstörbarkeit unsers Wesens an sich" (t.ii,
cap. 41, título, p. 528).
10 „Wie aber durchgängig in der Natur jedem Uebel ein Heilmittel, oder wenigstens ein Ersatz
beigegeben ist; so verhilft die selbe Reflexion, welche die Erkenntniß des Todes herbeiführte,
auch zu metaphysischen Ansichten, die darüber trösten, und deren das Thier weder bedürftig
noch fähig ist" (t.ii, cap. 41, p. 529).
11 „das von der reflektirenden Vernunft aus eigenen Mitteln hervorgebrachte Gegengift der
Gewißheit des Todes" (ibid.).
12 „welchem alles Entstehn und Vergehn wesentlich fremd ist" (ibid.).
1J „eine Zuversicht und eine Verachtung des lodes, von der man m buropa keinen Begntt
hat" (ibid.).
14 „In Folge solcher Entwickelung sehen wir eben jetzt (1844), in England, unter verdor-
benen Fabrikarbeitern, die Socialisten, die Junghegelianer zur absolut physischen Ansicht
herabsinken, welche zu dem Resultate führt: edite, bibite, post mortem nulla voluptas, und inso-
fern als Bestialismus bezeichnet werden kann" (t. ii, cap. 41, p. 530). Edite, bibite, post mortem
nulla voluptas = comed, bebed, después de la muerte no hay ningún placer.

I n^gl Revista Portuguesa de Filosofía I


375 I LP RPF 65 |SupL) .2009 111 93-1 204

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
1196 Harald Schöndorf

A continuación sigue un análisis p


respecto de la muerte. Schopenhaue
empírico y menciona primero el
sonas con que tenemos buenas re
tra pérdida, es decir por egoísmo,
esas personas. De ahí se sigue que la
gran mal: "En el lenguaje de la natu
A propósito de eso, Schopenhauer p
la muerte es cosa seria puede depre
ninguna broma como cada uno sab
estas dos cosas"16 (ibid.). Luego S
muerte es independiente del conoci
los animales que no saben nada de s
priori no es más que el revés de la v
Por lo tanto, en una especie de con
de los males, lo peor de todo con lo
el miedo mayor es el miedo de l
descansar en el conocimiento, pue
cimiento el apego de la vida es ne
pesimismo diciendo: "Si uno llaman
si quieren resucitar, moverían las c
lo tanto, insensato y ciego y se pue
nuestra esencia es una voluntad d
que en el miedo de la muerte se exp
pero si el conocimiento vence, el
ánimo y calma.
De ahí se sigue según Schopenha
esencia íntima del hombre; 2o que d
el conocimiento es un principio q
4o que lucha con ello y que nuest
miento sobre la voluntad"20 (ibid

15 „In der Sprache der Natur bedeutet Tod


16 „Und daß es mit dem Tode Ernst sei, li
Leben, wie Jeder weiß, kein Spaaß ist. Wir
seyn" (ibid.).
17 „Diese Todesfurcht a priori ist aber eben nur die Kehrseite des Willens zum Leben, welcher
wir Alle ja sind" (T.n, cap. 41, p. 531).
18 „Das größte der Uebel, das Schlimmste was überall gedroht werden kann, ist der Tod, die
größte Angst Todesangst" (ibid.).
19 Klopfte man an die Gräber und fragte die Todten, ob sie wieder aufstehn wollten; sie
würden mit den Köpfen schütteln" (ibid.).
20 „1) daß der Wille zum Leben das innerste Wesen des Menschen ist; 2) daß er an sich
erkenntnißlos, blind ist; 3) daß die Erkenntniß ein ihm ursprünglich fremdes, hinzugekommenes

Revista Portuguesa de Filosofía P1^| _ __ I


65 (Sopì.). Portuguesa 2009 LMRP

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La Muerte en Schopenhauer 1197

para la interpretación de la filosofía de Schopenhaue


firman la tendencia defendida por Rudolf Malter qu
un principio fundamentalmente opuesto a la volu
confirma con claridad sólo en el segundo tomo de la
primero como tal sugiere más bien la interpretación
es esencialmente secundario respecto de la voluntad.
En sus reflexiones siguientes, Schopenhauer ata
miedo de la muerte tiene su fundamente en el mied
argumentos contra esta tesis. Primero: tampoco sen
nuestra entrada en la existencia como algo espan
como tal de suyo no es en absoluto un mal puesto qu
existencia como condición previa. De ahí, Schopenha
lo tanto, desde el punto de vista del conocimiento p
razón para temer la muerte: [...] Tampoco es esta part
yo que teme la muerte; sino que la fuga mortis (fuga
mente de la ciega voluntad de la cual cada ser vivo e
da espanto a la muerte no es el fin sino "la destrucció
lidad porque éste es la voluntad misma representá
esta destrucción la sentimos realmente sólo en los
o de la vejez"22 (ibid.). La muerte misma o la pérd
contiene nada de trágico en opinión de Schopenhaue
la muerte violenta es dolorosa porque heridas graves
rato más tarde, de suerte que en el caso de heridas m
el conocimiento antes de la sensación del dolor. Eso
de ahogarse o de ahorcamiento, y por consiguient
decrepitud. El resultado es que la muerte no es un m
cuencia aparece aun como el cumplimiento de un des
Para nosotros la decisión entre vida y muerte es lo
raleza dice: "la muerte o vida del individuo no impor
El pavor de la muerte se basa en la impresión falsa d
tras que el mundo permanece. En realidad lo contrari
desaparece; en cambio el núcleo íntimo del yo, el po

Princip ist; 4) daß sie mit ihm streitet und unser Urtheil dem Si
Willen Beifall giebt" (t.ii, cap. 41, p. 532).
21 „Vom Standpunkt der Erkenntniß aus erscheint demnach d
zu furchten: [...] Auch ist es wirklich nicht dieser erkennende Th
fürchtet; sondern ganz allein vom blinden Willen geht die fuga
erfüllt ist, aus" (t.ii, cap. 41, p. 534).
22 „die Zerstörung des Organismus: eigentlich, weil dieser der a
selbst ist. Diese Zerstörung fühlen wir aber wirklich nur in den
Alters" (t.ii, cap. 41, p. 535).
23 „an Tod oder Leben des Individuums ist gar nichts gelegen"

___ I [IS) p pp Revista Portuguesa de Filosofía


377 1 tJM^r p pp 65 (Sup| , . 2009 i 193-1 204

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
1198 Harald Schöndorf

sujeto en cuya representación só


El miedo de la muerte de un ind
[...] desespera y tiene miedo de
nada eterna; - mientras que en r
lugar donde no estuviera"25. La
de nuestra existencia, "la desa
procreación con voluptuosidad
"mejor es aquel hombre que hac
(ibid.), porque esa diferencia con
sí. "Por mucha realidad que ten
desde el punto de vista de la me
permanece«, y »el mundo pere
realmente distintas"28 (ibid.).
El morir libera de la unilaterali
original, de donde viene la pa
muertos. Lo que recibe aquel que
ojos no es nada, "porque nuestra
La fe budista llama aquello Nirv

3. Morir y muerte como con

En el §27 del primer tomo, Sch


de los fenómenos inferiores nace
pero que también realiza la aspir
de una asimilación que somete lo
nente con los grados inferiores d
inferior. Cada grado de la objeti
El mundo de los animales se nutr
animales sirven de presa.

24 die Welt verschwindet; hingegen de


jenes Subjekts, in dessen Vorstellung allein
25 „der Herr der Welten [...] verzagt
Abgrund des ewigen Nichts; - während,
giebt, wo er nicht wäre" (t.ii, cap. 41, p
26 „die schmerzliche Lösung des Kno
(T.n, cap. 41, p. 581).
27 „der bessere Mensch ist, welcher zw
schied macht" (T.n, cap. 41, p. 582).
28 „So viel Realität jener Unterschied
vom metaphysischen Standpunkt aus die
»Die Welt geht unter, aber ich dauere for
p. 582).
a „weil unser Daseyn, auf jenes bezogen nichts ist. Der Buddhaistische Glaube nennt jenes
Nirwana, d. h. Erloschen" (t.ii, cap. 41, fin, p. 583).

Revista Portuguesa de Filosofìa pigi I


65(SuPi.).2OO9 pigi LMrPF I 378

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La Muerte en Schopenhauer 1199

El hombre considera la naturaleza como para


llega a ser lobo: homo homini lupus. El estado o
cos no es la calma sino una aspiración hacia el e
ni meta. Por eso siempre hay malestar, y ya "l
cuerpo siempre es afectada de un ligero sufrimi
eso también, en general, la vida física aparece c
necesario, como en último término la muert
sido también la idea de Jacobo Böhme cuando d
los hombres, de los animales y de las plantas es

4. Morir y Muerte del Individuo

La voluntad que es el núcleo de toda la realida


cosa que la voluntad de vivir. Donde hay volunt
El individuo nace y perece, pero no es más que
el sujeto del conocimiento son afectados por el
nacimiento y muerte sólo forman parte del fen
equilibrio como condiciones mutuas, como polos
vida. Por eso el dios indio Siva tiene como atribu
la procreación. La naturaleza está interesada en
pues sólo las ideas y no los individuos tienen ve
la "objetidad" perfecta de la voluntad. La alimen
distinguen sólo gradualmente de la procreación
sólo gradualmente de la muerte. Por eso es fals
propia individualidad, que se sustituye por ot
individual es interrumpida diariamente por el s
en el cual la individualidad es olvidada; pero tod
dicho, permanece despierto"33 (t.i, § 54, p. 220
Cada hombre sabe que tiene que morir, y s
lo supiese. En todas partes hay representaci
muerte. En ellas la naturaleza expresa que la v
vivir porque está fuera del tiempo. "La volun
conocimiento, ojo eterno del mundo, existen fu
ni la permanencia ni la destrucción, que es el le

30 „der vegetative Theil unseres Lebens mit einem leisen


§27,p. 174).
31 „Daher also überhaupt die Last des physischen Lebens
und zuletzt des Todes" (ibid.).
32 „alle Leiber der Menschen und Thiere, ja alle Pflanzen
33 „Der Tod ist ein Schlaf, in welchem die Individualität v
wieder, oder vielmehr ist wach geblieben" (§ 54, p. 327).
34 „Denn dem Willen, als Ding an sich betrachtet, wie au
nens, dem ewigen Weltauge, kommt so wenig ein Beharre
Zeit allein gültige Bestimmungen sind, jene aber außer der

I PMInni- Revista Portuguesa de Filosofía I


3791 LMñEL Portuguesa 65(Supl.).2OO9 I 1193-1204

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
1200 Harald Schöndorf

p. 223). Lo que tememos en la m


se opone a eso.' Pero la razón
superar el pavor de la muerte m
Si los hombres "fueran capaces
chando toda ilusión"35 (t.i, § 54
punto de vista de la afirmación
que tememos en la muerte, pue
con la muerte nos libramos de
dolores a una muerte breve y f
tros ojos. Lo que nos infunde
individuo, por ser así como la c
de vivir en su única objetivación
(T.i,§54,p.224).
Cuánto más perfecto es el fen
es el sufrimiento. Cuánto más
Para el individuo vale lo siguien
tada al momento actual, cuyo f
la muerte, un constante morir"
si la consideramos sólo desde el
del presente en el pasado muer
ahora la cosa por el lado físico
siempre una caída evitada, la vi
mente evitado, una destrucción
actividad de nuestro espíritu n
aliento hacemos retroceder la m

35 „wenn sie im Stande wären, frei von


(§ 54, p. 336).
36 „Was wir im Tode fürchten, ist ke
diesseit des Todes; theils fliehn wir of
umgekehrt bisweilen den entsetzlichst
schnell und leicht wäre, noch eine Wei
als zwei ganz verschiedene Uebel: was w
Individuums, als welcher er sich unver
Leben selbst in einer einzelnen Objektiv
(§ 54, p. 334).
37 „Sein eigentliches Daseyn ist nur
Vergangenheit ein steter Uebergang in
38 „So ist sein Daseyn, schon von der
der Gegenwart in die todte Vergangenh
physischen Seite an; so ist offenbar, d
Fallen ist, das Leben unsers Leibes nur
schobener Tod ist: endlich ist eben so d
schobene Langeweile" (ibid.).

Revista Portuguesa de Filosofìa p^íi I


65 (Supl.) « 2009 Uà RPF I 380

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La Muerte en Schopenhauer 1201

Toda nuestra vida está marcada por la muerte


es amenazado por peligros y enemigos. "La v
hombres no es más que una lucha constante p
la seguridad de perderla al fin"39 (t.i, § 57, p
ción humana. La vida está llena de dificultades
la muerte: "La vida misma es un mar sembra
el hombre tiene que sortear con el mayor cu
que aunque logre evitarlos, cada paso que da le
naufragio, la muerte. Ella es la postrera meta d
asusta más que los escollos que evita"40 (ibid.).
La procreación es la afirmación de la vida m
propio cuerpo. Con ella se afirma también el su
rando así esta vez abortada toda posibilidad d
cia llegada a un mayor perfeccionamiento. E
por qué está considerado como vergonzoso el ac
traducción modificada). „Más que cualesquiera
órganos genitales están en inmediata subordina
mente emancipados de la inteligencia"42 (t.i, §
la reproducción elevada a la segunda potencia co
elevada a la segunda potencia. Como espejo de la
mayor parte de los hombres que carecen de clar
"con individuos innumerables, en un tiempo in
con inmensos dolores entre la procreación y la
traducción modificada).
También para la pena capital Schopenhauer
Dado que la finalidad de la pena es "la ejecución
(t.i, § 62, p. 270), "el único fin de la ley es imp

39 „Das Leben der Allermeisten ist auch nur ein steter K


der Gewißheit ihn zuletzt zu verlieren" (t.i, § 57, p. 368).
40 „Das Leben selbst ist ein Meer voller Klippen und Stru
Behutsamkeit und Sorgfalt vermeidet, obwohl er weiß, daß
Anstrengung und Kunst sich durchzuwinden, er eben dadu
dem totalen, dem unvermeidlichen und unheilbaren Schiffb
zusteuert, - dem Tode: dieser ist das endliche Ziel der müh
als alle Klippen, denen er auswich" (t.i, § 57, p. 369).
41 „und die durch die vollkommenste Erkenntnißfähigk
Erlösung diesmal für fruchtlos erklärt. Hier liegt der tiefe
geschäft" (§ 60, p. 388).
42 „Die Genitalien sind viel mehr als irgend ein anderes
Willen und gar nicht der Erkenntniß unterworfen" (§ 60, p
43 „mit unzähligen Individuen, in endloser Zeit und end
zwischen Zeugung und Tod ohne Ende" (§ 60, p. 390).
44 Erfüllung des Gesetzes als eines Vertrages" (§ 62, p. 41

I n€L~- Revista Portuguesa de Filosofía I


381 I LPRPF 65 (Supl.) -2009 I 1 1 93-1 204

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
1202 Harald Schöndorf

menoscabo de los derechos ajenos"


condenado por la ley a la pena de m
como un simple medio [...] el med
cuencia para el restablecimiento d
El llanto natural en los casos de m
dida que uno sufre: eso sería ego
del difunto, pero sobre todo el
"El destino de la humanidad enter
la cual toda existencia, por impo
a la nada, es lo que lloramos. Y
nuestro"47 (t.i, § 67, p. 290).

5. Muerte y Negación de

La negación de la voluntad de viv


tico. El asceta que ya no se deja en
actúa de la manera siguiente: "Y a
también su manifestación visible,
con escasez [...] Ayunando, mace
cada vez más, por medio de privac
detesta como origen de los dolore
(t.i, § 68, p. 293). Cuando finalmen
el cuerpo, salvo un pequeño resto,
se termina no sólo el fenómeno
Cuando la voluntad está quebranta
paña al asceta una alegría clandest
del cuerpo y de la muerte.
Provocar la muerte por suicidio
aspiraciones. "El suicidio, lejos de
gicamente. [...] El suicida ama la

45 „Der einzige Zweck des Gesetzes aber


Rechte" (§ 62, p. 411).
46 „Der dem Gesetze zufolge der Todesst
und mit vollem Recht als Mittel gebraucht
des Gesetzes und dadurch zur Wiederherst
47 „Mitleid über das Loos der gesammte
len ist, [...] in diesem Loose der Menschhei
48 „Wie den Willen selbst, so mortiñcir
Leib: er nährt ihn kärglich, [...] So greift
peinigung, um durch stetes Entbehren un
zu tödten, den er als die Quelle des eigenen
scheut" (§ 68, p. 451).

Revista Portuguesa de Filosofia pì|g| I


65 (Supl.) • 2009 LMñEL I 382

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
La Muerte en Schopenhauer 1203

las condiciones en que se le ofrece. Al destruir su


voluntad de vivir, sino a la vida. Quiere vivir, acept
mientos y la afirmación de su cuerpo, pero sufre in
circunstancias no le permiten gozar de la vida"49 (t.
niega sólo al individuo pero no a la especie. Por es
inútil e insensata. "Precisamente porque el suicida n
cesa de vivir, y la voluntad se afirma en él por la su
ya que no puede de otro modo"50 (t.i, § 69, p. 306).
enfermo que ha comenzado con una operación que po
sufrimiento) y no deja acabarla. Por esa razón práct
condenan el suicidio. Análogamente, sería falso pens
el objetivo de la castidad por la contracepción o
nacido. "Pues cuando la voluntad de vivir se ha prod
que pueda quebrantarla, ya que el único elemento m
y la violencia no puede aniquilar más que su fenóme
duce en un tiempo y lugar dados. La voluntad de viv
más que por el conocimiento"51 (t.i, § 69, p. 307).
Hay algo que, a pesar de su semejanza aparente,
del suicidio común: "Me refiero a los ascetas, que
alto grado en la renuncia de sí mismos, se dejan mor
damente; pero es difícil darse cuenta de estos casos,
mente, de una extremada excitación religiosa y de g
ciones"52 (ibid.). La actitud del asceta que muere d
voluntad de vivir como el suicidio, sino que es el cese
Para este fin no se puede imaginar otra manera q
porque la intención de abreviar la tortura ya sería u
de la voluntad.

49 „Weit entfernt Verneinung des Willens zu seyn, ist dieser ein Phänomen starker Bejahung
des Willens. [...] Der Selbstmörder will das Leben und ist bloß mit den Bedingungen unzufrieden,
unter denen es ihm geworden. Daher giebt er keineswegs den Willen zum Leben auf, sondern
bloß das Leben, indem er die einzelne Erscheinung zerstört. Er will das Leben, will des Leibes
ungehindertes Daseyn und Bejahung; aber die Verflechtung der Umstände läßt diese nicht zu,
und ihm entsteht großes Leiden" (§ 69, p. 471).
50 „Eben weil der Selbstmörder nicht aufhören kann zu wollen, hört er auf zu leben, und der
Wille bejaht sich hier eben durch die Aufhebung seiner Erscheinung, weil er sich anders nicht
mehr bejahen kann" (§ 69, p. 472).
51 „Denn wenn Wille zum Leben da ist, so kann ihn, als das allein Metaphysische oder das
Ding an sich, keine Gewalt brechen, sondern sie kann bloß seine Erscheinung an diesem Ort zu
dieser Zeit zerstören. Er selbst kann durch nichts aufgehoben werden, als durch Erkenntniß"
(§ 69, p. 474).
52 „der aus dem höchsten Grade der Askese freiwillig gewählte Hungertod, dessen Erschei-
nung jedoch immer von vieler religiöser Schwärmerei und sogar Superstition begleitet gewesen
und dadurch undeutlich gemacht ist" (ibid.).

I Pßäinnr Revista Portuguesa de Filosofía I


383 I LMRPL 65 (supl.) .2009 ill 93-1 204

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms
1204 Harald Schöndorf

6. Conclusión

Schopenhauer trata distintos aspectos de la muerte. Por una parte, la


muerte cuadra muy bien en su visión de la vida como tad. La vida no es algo
bueno sino sufrimiento, caducidad, camino continuo hacia la muerte. Todo
lo que podemos es prorrogar el momento definitivo de morir. Vista de una
manera más metafísica, la muerte es parte del destino de los individuos que
nacen y perecen mientras que la especie, la vida como tal, la naturaleza en su
totalidad, permanece. De ahí surge el problema de la explicación del miedo
de la muerte. Por una parte, el hombre es el único ser que sabe que morirá,
mientras que los animales viven sin la conciencia de la muerte. Por otra parte,
no sólo los hombres sino también los animales temen la muerte cuando se
presenta como inminente. Este hecho demuestra que el miedo de la muerte
no depende de ese conocimiento de la muerte que falta a los animales, sino
que tiene su origen en la naturaleza misma. En el miedo de la muerte se
expresa la voluntad de vivir que se opone a la extinción de la vida. El conoci-
miento puede enseñarnos que la muerte no concierne a nuestra esencia, pues
la voluntad de vivir como tal que es eterna. Pero esta voluntad de vivir tam-
bién es la fuente de todos nuestros males. Por eso, el asceta que renuncia a las
aspiraciones de la voluntad desea finalmente la llegada de la muerte como la
última perfección de su abnegación. Pero esta muerte no debe ser provocada
en la forma del suicidio, que en verdad no quiere renunciar a la voluntad sino
que se mata por desesperar de la realización de sus aspiraciones. Otra cosa
muy distinta es la muerte de hambre, que es el verdadero cumplimiento de
la renuncia total a todas las necesidades. Quien renuncia a la voluntad y sus
deseos entrará muriendo en el nirvana que a nosotros nos parece la nada pero
que - según Schopenhauer - en verdad es el verdadero bien más allá de este
mundo.
De este modo, Schopenhauer puede integrar la muerte en su sistema filo-
sófico. Por una parte, explica los fenómenos psicológicos como el miedo de
la muerte (y su ausencia durante la mayor parte de nuestra vida normal).
Por otra parte, toda su caracterización de nuestra vida ya se presenta bajo
el signo de la muerte, que es el fin inevitable del curso de nuestros días.
La muerte sirve a Schopenhauer como indicio de la pertenencia de los indivi-
duos a los fenómenos y no a la cosa en sí: los individuos nacen y mueren, pero
la vida como tal continúa. La vida es la manifestación de la voluntad puesto
que ésta es justamente voluntad de vivir. Por eso, la muerte es el último paso
en el camino de la negación de esa voluntad que consiste en la mortificación
ascética y la renuncia a todas las aspiraciones de la voluntad.

Revista Portuguesa de Filosofía Pj^l D D_ I


65 (Supl.) • 2009 U^LÜEL D D_ I 384

This content downloaded from 132.248.9.8 on Fri, 13 Dec 2019 06:23:22 UTC
All use subject to https://about.jstor.org/terms

También podría gustarte