Está en la página 1de 20

Universidad de los Andes

Facultad de Ingeniería

Escuela de Ingeniería Geológica

Mérida – Estado Mérida

Profesor: Bachilleres:

Ing. Miguel Alvarado Brenda Flórez

C.I: 20.940.310

Erika Zambrano

C.I: 24.781.604

Jarry Toro

C.I: 23.442.299

Julio 2019
PLACA CARIBE

Figura 1 Marco tectónico de la placa Caribe

El color de fondo es la topografía. En el globo se indica la posición geográfica de la placa.


Tomada de (Granja Bruña, 2005)

1. EXPLICAR LO QUE ES LA PLACA CARIBE COMO TAL

¿Qué es una placa tectónica?

El término "placa tectónica" hace referencia a las estructuras por la cual está
conformado nuestro planeta. En términos geológicos, una placa es una plancha
rígida de roca sólida que conforma la superficie de la Tierra (litósfera), flotando
sobre la roca ígnea y fundida que conforma el centro del planeta (astenósfera).
La litósfera tiene un grosor que varía entre los 15 y los 200 Km., siendo más
gruesa en los continentes que en el fondo marino.

Así pues una placa es un fragmento rígido de litosfera, es decir la corteza


oceánica, la corteza continental y la parte superior del manto. La litosfera está
formada por un número reducido de placas más o menos grandes. Estos
fragmentos son rígidos, pasivos, inactivos y se mueven sobre el manto. Sin
embargo, en la zona de contacto entre placas se rompen generando
terremotos, vulcanismo y deformaciones en la corteza continental (orogénesis).
Los límites de una placa son: La dorsal oceánica, la fosa oceánica y
determinadas fallas transformantes. En una placa se pueden dar tres
movimientos: de separación, a lo largo de las dorsales oceánicas, de
aproximación a lo largo de las fosas, y de deslizamiento, a lo largo de las fallas
transformantes.

¿Qué es la placa Caribe?

La placa Caribe presenta una gran complejidad y variabilidad como placa


tectónica. Es por tanto que en torno a ella se han producido innumerables
teorías y modelos que permiten describirla; sin embargo, actualmente existe un
consenso en la mayoría de los aspectos fundamentales que definen su
geodinámica y evolución, así como sus principales estructuras y composición
geológica.

La región del Caribe es una Placa tectónica que se encuentra entre las placas
de América del Norte, Coco, Atlántico y Suramericana; constituyendo un
accidente geológico que se localiza entre la longitudes de -60°W y -90°W y las
latitudes 10°N y 20°N; cubriendo un área aproximada de 4.000.000 km2. La
misma presenta una composición geológica característica de corteza oceánica
(Dielbod et al., 1981), aunque, posee un inusual espesor del piso oceánico que
la diferencia de una corteza oceánica común, el cual oscila entre 10 y 15 km
(Duncan y Hargraves, 1984), lo que la hace un poco más gruesa que las típicas
cortezas oceánicas del Pacífico y el Atlántico, por lo que se le considera de tipo
transicional (Bellizzia, 1985).

Dado lo anterior se tiene que la región de la placa Caribe correspondiente a


corteza delgada, presenta un espesor promedio de 5 km, lo cual se asocia con
la corteza oceánica, no obstante, en lo que respecta a las cuencas
transicionales de Venezuela, Colombia y el Golfo de México, la misma,
presenta espesores aproximados de 15, 18 y 20 km respectivamente (Bellizzia,
1985).
Las diferencias en los espesores del piso oceánico de la placa Caribe, según
Houtz y Ludwig (1977) han sido atribuidas a que en la misma cohabitan
cuencas (correspondientes con un suelo oceánico de espesor normal) y
“ridges” que se han visto engrosados por las erupciones volcánicas de
basaltos, conclusiones a las que se ha llegado a partir de los resultados del
DSDP (Deep Sea Drilling Project), los cuales muestran que los horizontes
identificados como A” y B” son correlacionables con los engrosamientos de la
corteza, debidos a la presencia de diques y flujos basálticos correspondientes
al Cretácico Tardío (parte de estos flujos se hallan expuestos al norte de
Venezuela en las Napas de Villa de Cura), estos diques se encuentran
cubiertos por sedimentos y tienen espesores que van desde 1 a 2.5 km
aproximadamente (Meschede y Frisch, 1998).

Por su parte el movimiento relativo entre la placa Caribe y sus otras placas
vecinas, según Sykes et al. (1982) se ha interpretado de estudios sismológicos,
donde se tiene que la componente dominante del movimiento tiene una
dirección E – W (fallas transcurrentes dextrales), asociado a su vez a una
componente menor en dirección N – S (fallas de compresión).

La placa Caribe se desplaza, según Molnar y Sykes (1969) y Jordan (1975),


hacia el este a 1.4 - 2.2 cm/año con relación a la norteamericana; mientras que
para Ladd (1976), Minster y Jordan (1978), Sykes et al. (1982), DeMets et al.
(1990) y Deng y Sykes (1995) hay un rango de 1.2 - 4.0 cm/año. Ushakov et al.
(1979) determinan en la placa Caribe una composición de movimiento hacia el
norte de 0.3 - 0.4 cm/año y hacia el sur de 0.2 cm/año.

La placa Caribe presenta las siguientes provincias geológicas (Figura 2): (a)
Mar Caribe con las cuencas Colombia y Venezuela, y el alto de Beata; (b) La
cuenca Grenada , Alto de Aves, Antillas Menores y prisma de acreción de
Barbados, al este; (c) Alto de Nicaragua, Cuenca de Yucatán y la Fosa de
Caimán, al oeste; y (d) norte de Suramérica con el Sistema Montanos del
Caribe, Cuenca de Bonaire, arco de islas de Sotavento, Antillas Holandesas,
Alto de Curazao y el Cinturón Deformado del Caribe Sur (Alvarado, 2014).
Figura 2. Configuración actual de la placa Caribe

(1) Fosas y Zonas de Subducción; (2) pliegues frontales; (3) Fallas rumbo-deslizantes; (4)
prismas de acreción Cenozoicos. CHC: Chocó; MAY: Maya; CHT: Chortis. (Guita y
Orioli, 2011, citado en Alvarado, 2014).

Los márgenes de la placa del Caribe incluyen varios terrenos, en particular


complejos ofiolíticos Jurásico-Cretáceos, expuestos a lo largo de las zonas de
sutura o como terrenos acrecentados en los sectores norte, sur y oeste de la
placa, y subordinados en el este. Estos terrenos, limitados por fallas regionales
de deslizamiento de impacto, están formados por varias unidades tectónicas,
que se han reconstruido en términos de evolución tectonoestratigráfica y se
correlacionan en la escala de la placa. Las unidades tectónicas peri-caribeñas y
sus numerosas formaciones se pueden agrupar en al menos seis secciones
litoestratigráficas con características litológicas similares pero con orígenes
tectónicos muy diferentes, basados principalmente en los datos petrológicos
que caracterizan las afinidades geoquímicas de los litotipos magmáticos. Cada
unidad corresponde al desarrollo litoestratigráfico de elementos geodinámicos
relacionados, caracterizando diferentes entornos tectono-magmáticos
(Cobiella-Reguera, 2005; Giunta et al., 2002b; Lewis et al., 2002, 2006a,
2006b) como:

1. Los márgenes continentales mesozoicos (Plataforma Bahamas, norte de


Sudamérica, los bloques Maya y Chortis de América Central, Guaniguanico en
Cuba, Cordillera de la Costa en Venezuela), incluido un basamento pre-
mesozoico.

2. márgenes continentales desgastados (Escambray en Cuba, Caucagua-El


Tinaco y Tinaquillo en Venezuela) relacionados con episodios de tensión
cretáceo Jurásico-temprano que continuaron afectando los márgenes
continentales, caracterizados por magmatismo dentro de la placa de Tholeiitic
(WPT).

3. Corteza Jurásica Cretácica Temprana-Temprana, con afinidad Mid Ocean


Ridge (MORB) (Motagua Norte y Sur en Guatemala, Ofiolita Norte en Cuba,
Cordillera Norte en La Española, Sierra Bermeja en Puerto Rico, Loma de
Hierro y Franja Costera en Venezuela).

4. Durante el Cretácico (Santa Elena, Matapalo y Esperanza en Costa Rica,


Loma Caribe, Cordillera Central y Massif de la Hotte en Hispaniola), se formó
una corteza oceánica “delgada” en lugares que evolucionaron hasta convertirse
en una estructura de meseta oceánica con basaltos de islas relacionadas con
el océano (OIB). Islas holandesas-venezolanas).

5a. Zonas de subducción supra intraoceánica (SSZ) del Cretácico medio y


magmatismo de arco volcánico relacionado, con afinidades de arco de isla
Tholeiitic (IAT) y calcalcalina (CA) (Sierra Santa Cruz, Baja Verapaz y Juan de
Paz en Guatemala, Mabujina, Arco Cretácico, Mayarì-Baracoa y Purial en
Cuba, Maimon-Los Ranchos en Hispaniola, Villa de Cura y Dos Hermanas en
Venezuela), en lugares afectados por el metamorfismo de HP / LT;
5b. Subdivisiones subcontinentales del Cretácico medio, con formación de
melanias ofiolíticas metamorfoseadas con HP-LT, incluidos los bloques máficos
con afinidad MOR (Franja Costera en Venezuela).

6. Magmatismo del Arco Tonalítico del Cretácico Tardío al Eoceno con afinidad
calcalcalina (CA) (intruso: Motagua Sur en Guatemala, Arco Mabujna y
Cretácico en Cuba, Cordillera Central en La Española, islas holandesas y
venezolanas y parte de Caucagua-El Tinaco en Venezuela).

7. Maléges del Cretácico Tardío (Ophiolite Norte en Cuba, Cordillera Norte en


Hispaniola), seguidos por olistostromes Paleogene, involucrando bloques de
diferente origen (MOR, SSZ) en los frentes de deformación, chocando contra
las placas continentales NOAM y SOAM, a través de la activación progresiva
de cuencas delanteras (Sepur en Guatemala, Piemontine en Venezuela).

2. CUÁL ES LA TECTÓNICA CON LAS PLACAS QUE LA CIRCUNDAN

De acuerdo al movimiento de la placa Caribe, el efecto en los bordes de la


misma se caracteriza por la construcción de limites transcurrentes constituidos
por desgarres sinestrales (límite entre la Placa Caribe y la Placa
Norteamericana) y desgarres dextrales (límite entre la Placa Caribe y la Placa
Sudamericana); limites convergentes en las zonas de subducción en el límite
este del Caribe y en la zona de Centroamérica; y limites divergentes definidos
por zonas extensionales (rift) como el centro de expansión de las Caimán, y el
Paso de Mona. En el interior de la placa actualmente se destacan crestas
rígidas y asismicas como la Cresta de Aves, la Creta de Beata y el Escarpe de
Hess. Algunos autores mencionan que el interior de placa está formado por una
meseta oceánica (plató oceánico), con un espesor de 12 a 15 km, y con
carácter entre continental y oceánico, con un depósito sedimentario de unos 2
km (Granja Bruña, 2005).

El límite norte de la placa Caribe es transcurrente, con movimiento lateral


sinestral (Bellizzia, 1985). Dichas fallas activas presentan de 100 a 200 km de
ancho y 2000 km de extensión, zona de fallas Chixoy – Polochic – Motagua –
falla Swan – falla Oriente – Sistema Septentrional – falla Puerto Rico.

Por su parte el límite sur de la placa Caribe es más complejo, debido a que no
existe una definición clara de sus bordes. Sin embargo, tomando en cuenta la
sismología de la zona se tiene que la errática distribución de los hipocentros
aparentemente está más ligada a fallamientos mayores que a zonas de
subducción. Únicamente en la parte este, a lo largo del arco de las Antillas
Menores y en la parte este de la Península Araya – Paria, la sismicidad
aumenta formando grupos de hipocentros que definen una zona de subducción
con buzamiento hacia el oeste (Bellizzia, 1985). A pesar de ello, algunos
autores (Bosch y Rodríguez, 1992; Vander Hilst y Mann, 1994; Ughi et al. 2004;
Garzón y Ughi, 2008 y Orellana, 2008), han mostrado un acuerdo general al
considerar que el Cinturón Deformado del Caribe Sur es el límite de la
interacción meridional Caribe – Suramérica.

Finalmente, el margen este es un típico arco de islas originado por la


subducción de la corteza oceánica del Atlántico debajo de la placa Caribe, la
cual ha producido un magmatismo calco – alcalino aún activo en la cadena de
islas de las Antillas Menores. Las edades más antiguas establecidas por
paleontología y dataciones isotópicas corresponden al Cretáceo Superior. La
edad Jurásico para el complejo volcánico-plutónico de la Isla La Desirade ha
sido de difícil interpretación. Posiblemente las rocas representan remanentes
de un arco volcánico primitivo, probablemente continuación del Arco de las
Antillas Mayores, el cual fue posteriormente superpuesto por rocas volcánicas
más jóvenes del arco de las Antillas Menores. El límite oeste de la placa Caribe
está marcado por una zona de convergencia determinada por la subducción de
las placas de Cocos y Nazca debajo de Centroamérica, la cual ha originado un
vulcanismo Terciario – Reciente a lo largo de Centroamérica (Bellizzia, 1985).
Figura 3. Placa tectónica del caribe

http://www.venemia.com/Caribe/CariGeog/CariGeog3PlacaCaribe.php

TEORIAS DEL ORIGEN DE LA PLACA CARIBE

En lo que respecta al origen de la placa Caribe existe consenso entre los


científicos en que la fuente basáltica del Caribe fue un punto caliente, que
actuó en el Mesozoico Tardío, pero la ubicación de la placa para esa época
generó dos tipos de hipótesis, una alóctona y otra autóctona.

Es importante resaltar que ambas hipótesis guardan similitud en la edad del


proceso evolutivo hasta el Triásico - Jurásico, de ahí en adelante las hipótesis
toman rumbos distintos.
Figura 4. Principales modelos de la evolución de la Placa Caribe a) Modelo Pacífico y b)
Modelo intra – Americano (Modificado de Meschede y Frisch, 1998).

3. TEORÍA DE LA PLACA CARIBE FORMADA IN SITU.

Plantea que placa Caribe se formó entre las placas norteamericana y


suramericana después del rompimiento del Pangea. Este modelo es estático,
porque el movimiento de las placas Norteamericana, Suramericana y Farallón,
es el que controla los márgenes de la placa (Lázaro Calisalvo, 2007); así, a
diferencia de la hipótesis del origen Pacífico la placa Caribe no se ha
desplazado mucho desde su lugar de origen. En la literatura se reportan varios
seguidores de esta hipótesis: (T. W. Donnelly, 1989; M. Iturralde- Vinent, 1994,
1996; Meschede & Frisch, 1998; Sykes et al., 1982).

El modelo interamericano (Fig. 6B) comienza con una reconstrucción de


Pangea (James, 2002b, 2003, fig. 9) que no implica rotaciones a gran escala
de elementos como los bloques Maya y Chortis (Fig. 5). Evoluciona a través de
la transtensión siniestral entre América del Norte y del Sur (Fig. 6B; James,
2002b, 2003a). El Caribe temprano se formó junto con el Golfo de México, la
Cuenca de Yucatán y el Canal de las Caimán cuando Norteamérica se
desplazó hacia el noroeste desde Gondwana en el Jurásico - Cretácico
Temprano. Se desarrolló una corteza continental extendida o de transición en
la Plataforma de las Bahamas, en los márgenes del Golfo de México, en partes
distales de la depresión de las Caimán y en el alto de Nicaragua. El límite
sinestral entre el Caribe y América del Norte estaba situado a lo largo de la
primitiva depresión de las Islas Caimán y entre los grandes fragmentos
continentales de Maya y Chortis. El engrosamiento de la corteza oceánica en
áreas de las actuales cuencas venezolanas, yucatecas y colombianas se
produjo como resultado del derretimiento por descompresión, tal vez asociado
con cruces triples que anuncian la propagación de saltos hacia el Atlántico y el
Pacífico, en el Aptiense (James, 2002b, 2003a, 2005).

FIGURA. 5. América Central, elementos


geográficos a los que se hace referencia
en el texto.
AB: Aruba-Blanquilla; AR: Aves Ridge; B:
Bahamas; BR: Beata Ridge; C: Cuba; CR:
Cayman Ridge; CT: Cayman Trough; GA:
Antillas Mayores; GB: Cuenca de
Granada; HE: Escarpa Hess; LA: Antillas
Menores; NR: Elevación de Nicaragua
(Superior, Inferior); YB: Cuenca de
Yucatán. Los números indican
depresiones a lo largo de los límites sur y
norte de la región de la Placa del Caribe
(1: Magdalena Inferior; 2: Maracaibo; 3:
Guarumen; 4: El Hatillo; 5: Golfo de Paria;
6: Canal Este de Caimán; 7: Norte Haití;
8: Pasaje de Mona; 9: Pasaje de
Anegada).

La dispersión de la convergencia del Atlántico y el Pacífico con el área del


Caribe dio como resultado arcos-islas orientados hacia afuera en el este y el
oeste del área del Caribe, lo que resultó en el aislamiento de la Placa del
Caribe. La divergencia de las trayectorias de dispersión (Norte-Sur América)
tanto en el Atlántico como en el Pacífico dio lugar a la extensión de la placa
caribeña y a una mayor extrusión relacionada con la descompresión,
principalmente entre 90-88 Ma, pero continuando hasta 75 Ma. El movimiento
continuo hacia el oeste de la Placa de América del Norte en relación con la
Placa de América del Sur (y el Caribe) resultó en una subducción continua en
las Antillas Menores. En los depósitos de Paleógeno flysch/wildflysch, que
incluyen olistolitos muy grandes de rocas sedimentarias del margen continental
del Mesozoico, rocas de arco isleño, serpentinitas y ofiolitas formadas a lo largo
de los márgenes de las placas. El evento culminó violentamente en el Eoceno
Medio con el desarrollo de una inconformidad regional superpuesta por
carbonatos marinos superficiales regionales, registrando el levantamiento
regional hasta la base de ondas y la zona fótica. Posteriormente, la placa
permaneció estacionaria en relación con las placas norteamericanas y
sudamericanas en movimiento hacia el oeste. En el Oligoceno – Reciente
desplazamiento horizontal a lo largo de los límites de las placas norte y sur dio
lugar a la extensión hacia el este, la migración hacia el este, el empuje y la
complementación del promontorio hundimiento de la cuenca. La actividad de
arco volcánico a lo largo de los límites de las placas occidental y oriental
registra una convergencia continua entre la placa del Caribe y las placas
oceánicas vecinas.

FIGURA 6B. Conceptos del origen


interamericano de la Placa del
Caribe, mostrados en un mapa
moderno de la zona. Las flechas
indican la dirección de la placa
publicada. Muestra la formación de
áreas oceánicas (Golfo de México,
Yucatán, Cayman Trough, Caribe)
entre el WNW, sinistralmente
América del Norte y del Sur
divergentes en el Jurásico -
Cretácico Temprano. La Placa del
Caribe estaba rodeada de arcos
volcánicos de las Antillas Menores y
Mayores de Aruba y Blanquilla y de
América Central. Las elipses indican
la deformación primaria (deriva) y
secundaria.
FIGURA 7. Distribución
regional de las calizas de
aguas someras del
Albiense en la región del
Caribe. Ocurren por
encima de una
discordancia regional e
indican una historia
geológica compartida
entre los elementos del
arco continental e insular
e indican que la Placa del
Caribe era interamericana
en ese momento.

4. TEORÍA DE LA PLACA CARIBE ALÓCTONA.

En la hipótesis alóctona la placa Caribe viene del Pacífico al desprenderse de


la placa Farallón, en el punto caliente de Galápagos, y un posterior transporte
tectónico extenso (e.g. Burke, Fox, & Şengör, 1978; Ostos, 1990; J. Pindell &
Kennan, 2001; J. L. Pindell et al., 1988; J. L. Pindell & Barrett, 1990; Ross &
Scotese, 1988); esta hipótesis también se conoce como teoría de origen
Pacifico (J. L. Pindell & Barrett, 1990).

FIGURA 6A. Conceptos del


origen Pacifico de la Placa del
Caribe, mostrados en un mapa
moderno de la zona. Ilustra la
migración del arco volcánico de
vanguardia de la Placa del Caribe
desde el Pacífico. El mecanismo
por el cual el arco cambia de
lineal a altamente curvo nunca se
explica y es difícil de imaginar.
Las flechas indican la dirección
de la placa publicada.
Muestran una variación
improbable de la migración de las
placas.
Los modelos del Pacífico (Fig. 6A) comienzan con reconstrucciones
paleogeográficas que muestran el Bloque Maya (Yucatán) (Fig.5) a lo largo de
la costa norte de Sudamérica, entre Norteamérica y Sudamérica, y el Bloque
Chortis en el lado oeste de México (Ross y Scotese, 1988; Pindell et al., 2000).

La provincia oceánica "proto-caribeña" y el Golfo de México se formaron en el


Jurásico - Cretácico Temprano a medida que Norteamérica se alejaba de
Pangea y el Bloque Maya rotaba 50° o más en sentido contrario a las agujas
del reloj (Pindell et al., 2000; Pindell y Kennan, 2003). Un arco insular orientado
hacia el este ("proto Antillas" o Gran Arco del Caribe) tendido hacia el noroeste
- sureste (Pindell et al., 1988; Tardy et al., 1994) o el noreste - suroeste
(Rogers et al., presentadoc) a través del extremo occidental del proto-Caribe y
junto a México y el noroeste de América del Sur. La futura Placa del Caribe
estaba situada al suroeste (Pindell y Barrett, 1990) o al noroeste (Rogers et al.,
presentadoc) del arco con otro arco insular orientado hacia el oeste (en los
primeros documentos, un "arco proto Costa Rica - Panamá") en su flanco
oeste. Durante el Cretácico la placa se engrosó hasta convertirse en una Gran
Provincia Ígnea/Meseta Oceánica. Esto ocurrió ya sea al migrar hacia el
noreste a través del punto caliente de Galápagos (documentos tempranos, por
ejemplo, Duncan y Hargraves, 1984; Bouysse, 1988), o por encima de una
cabeza de penacho de manto de rápido derretimiento (o ambos) (Hall et al.,
1995; Kerr et al., 1997), o dos penachos (Sala y Gómez y Galápagos) y luego
nuevamente por derretimiento por descompresión (Révillon et al., 2000). Al
momento de escribir este artículo, el último modelo (Kerr y Tarney, 2005)
sugiere que se formó una meseta caribeña cerca del punto caliente de
Galápagos, mientras que una meseta de Gorgona se formó posiblemente en el
punto caliente de Sala y Gómez.

La Placa del Caribe entró en la brecha entre América del Norte y América del
Sur, superando a la corteza oceánica "proto-caribeña", después de una
inversión de la dirección de la subducción por debajo del borde de ataque del
Gran Arco del Caribe (Fig. 6A). El Bloque Chortis (Fig. 5), un complejo de
origen continental y arqueológico (Rogers et al., submitteda) se movió hacia el
sureste a su ubicación centroamericana al mismo tiempo (Fig. 6A) y se
acrecienta (¿? - el mecanismo nunca se explica) al borde de fuga de la Placa
del Caribe (Rogers et al., presentadoc). La actividad del arco a lo largo de los
segmentos norte y sur del Gran Arco cesó tras la colisión con América del
Norte y del Sur en el Paleoceno - Eoceno Medio (la colisión también se conoce
como "Orogenia Laramide"; Antoine et al., 1974). Este es visto como un
episodio temprano en la continua y diacrónica interacción de la Placa del
Caribe con América del Norte y del Sur a medida que migraba desde el
Pacífico. La Cuenca de Yucatán se abrió como una cuenca en el
Maastrichtiense - Eoceno Medio intra - arco o detrás - arco detrás de Cuba
(Pindell, 2001) a través de un retroceso de losa (en dos direcciones diferentes).

Cuba chocó con la plataforma Florida-Bahamas y acrecentó la placa


norteamericana junto con la cuenca de Yucatán. El límite entre la placa del
Caribe y América del Norte saltó desde el norte de Cuba hasta las fallas
Oriente-Cisne del Canal de Caimán. La Placa del Caribe asumió entonces una
dirección de migración hacia el este entre América del Norte y del Sur. El
desplazamiento sinestral de 1100 a 1300 km ocurrió a lo largo del límite de la
placa norte desde que comenzó la apertura del canal de Caimán en el Eoceno.
Por lo tanto, se produjo un movimiento destral de magnitud similar a lo largo del
límite de la placa del sur del Caribe. Los segmentos septentrionales y
meridionales difuntos del Gran Arco se extendieron en una dirección E-W,
formando las Antillas Mayores y las Antillas Neerlandesas y Venezuela. Los
segmentos remanentes de tendencia norte-sur del arco formaron las Antillas
Menores del norte y la Cordillera de Aves. El último segmento del arco saltó
hacia el este en el Eoceno hacia las Antillas Menores del sur, cuando se formó
la Cuenca de Grenada de arco posterior o inter-arco (Bouysse, 1988; Pindell y
Barrett, 1990; Bird et al., 1999). La actividad del arco volcánico unía los
bloques continentales de Maya y Chortis con América del Sur a través de Costa
Rica y Panamá.

A continuación, se presentan algunos argumentos a favor y en contra de


la teoría alóctona del Caribe
 ARGUMENTOS A FAVOR DE UN ORIGEN PACÍFICO PARA EL
CARIBE

ARGUMENTOS DE PINDELL Y BARRET (1990) Y PINDELL (1991, 1993):


UNA DISCUSIÓN

A1. La Cordillera de Aves y las Antillas Menores juntas presentan un registro


superior Cretácico Reciente (ca. 90 Ma) de subducción de la Placa Atlántica
bajo el Caribe oriental. La migración mínima de la placa relativa ha sido de
aproximadamente 1000 km.

A2. El componente oceánico del Canal de Caimán y el reensamblaje de Cuba,


La Española, Puerto Rico y la Cordillera Aves indican al menos 1000 km de
movimiento siniestral entre el Caribe y América del Norte y del Sur (y por lo
tanto la Placa del Atlántico).

A3. La sismicidad y la tomografía sísmica muestran una clara zona de


inmersión hacia el oeste del Atlántico Benioff que se extiende por lo menos
1200 km por debajo del Caribe oriental.

A4. La estratigrafía cretácica del área del Caribe se puede dividir en una suite
Proto caribeña, que comprende un basamento pre-mesozoico con sedimentos
de ruptura jurásica, sedimentos del estante cretáceo y forex antiplásticos (no
volcánicos) y una suite volcánica del Caribe. Los dos están actualmente
yuxtapuestos a través de cinturones de ofiolita circuncaribeña, pero deben
haberse formado en lugares separados espacialmente.

A5. A medida que la placa del Caribe se colocó en su lugar, se formaron las
cuencas de flysch diacrónicas (Guatemala, Campaniense; norte de Cuba,
Último Eoceno Cretácico; Maracaibo, Eoceno; Este de Venezuela, Mioceno).

A6. El espacio pre-albiense entre N. y S. América era demasiado pequeño para


albergar una (probablemente) Placa Jurásica del Caribe.

A7. Las tendencias estructurales truncadas y un arco Paleógeno truncado


(Sierra Madre Occidental) del sudoeste de México (Oaxaca) continúan, a través
de la compensación sinestral, en el Bloque Chortis de América Central. Este
último giró en una posición al sur de, y se suturó, al Bloque Maya junto con la
Placa del Caribe en el Cenozoico.

A8. Las provincias de fauna local en la región mexicano-caribeña estaban


separadas hasta el Campaniense cuando se fusionaron como resultado de la
yuxtaposición tectónica, probablemente durante la migración relativa hacia el
este de la Placa del Caribe entre las Américas (un cuello de botella entre
Colombia y Yucatán).

A9. Montgomery et al. (1994) identificaron el agua fría de Radiolarios del


Jurásico Tardío que solo puede provenir del Pacífico.

 ARGUMENTOS EN CONTRA DEL MODELO PACÍFICO

B1. Imposibilidad geométrica de entrada del arco isleño del Mesozoico en el


área del Caribe.

B2. Imposibilidad geométrica de entrada de la Placa Caribeña entre las


Américas.

B3. Imposibilidad geométrica de la rotación del bloque Chortis.

B4. Las secuencias del margen continental de Cuba muestran que la isla
estaba en el Caribe durante el Jurásico y las unidades del Cretácico final
muestran la proximidad del arco volcánico y el margen continental.

FIGURA 8. Distribución regional de


los depósitos de flysch / wildflysch
del Paleoceno-Eoceno Medio.
Registran la interacción regional
energética (incluso violenta) de la
placa del Caribe con elementos
vecinos. La futura cadena de islas
Aruba-Blanquilla se emplazó en el
norte de América del Sur junto con
la napa de Villa de Cura (ver Fig.
9A). Las arenas de cuarzo del
Grupo de Escocia (Barbados) se
depositaron abruptamente, en la
Placa del Atlántico, a más de 300
km de la costa norte de
Sudamérica. Su avance fue
detenido por el levantamiento de Tiburón. El Grupo contiene clastos derivados del
noreste de Sudamérica. Los últimos dos puntos muestran que estas arenas se
acumularon en su ubicación actual, no más al oeste como lo indican los modelos del
Pacífico. Se cree que las formaciones Peñalver y Amaro de Cuba son megabrechas de
impacto K / T.

B5. Coetáneo de las secuencias del margen continental y los ofiolitos del oeste
de Cuba sugieren la proximidad original de estas rocas.

B6. Las calizas de aguas poco profundas del Albiense sobre una discordancia
caracterizan tanto a las áreas continentales del Caribe como las vecinas (Fig.
7), lo que indica una historia compartida.

B7. Los depósitos Paleoceno – Eoceno medio flysch / wildflysch se desarrollan


regionalmente en el área del Caribe (Figs. 8 y 9).

FIGURA 9. A) Detalle de los


depósitos flysch / wildflysch del
Eoceno Medio emplazados en el
norte de América del Sur en el
Eoceno Medio. El complejo
Aruba-Blanquilla se muestra
como la extensión occidental del
arco volcánico Villa de Cura-
Margarita-Antillas Menores. B)
muestra la misma área después
de la traslación noreste de los
bloques Bolívar-Bonaire,
impulsados por la Placa de Nazca
del Pacífico convergente. El
Bloque Bonaire ha transgredido el
límite de placa destral Caribe-
Sudamérica. Se deformó
internamente por la extensión de
separación desde el Oligoceno.
La suma de esta extensión indica
300 km de movimiento de la placa
destral. G: Cuenca de Guárico; M:
Cuenca de Maturín; GP: Golfo de
Paria; CB: Cuenca Columbus son
cuencas de tierras altas que
progresivamente se desarrollaron
de oeste a este, desde el
Oligoceno hasta el Reciente.
B8. La continuidad litológica entre las unidades alóctonas autóctonas del
Caribe profundo y las alóctonas venezolanas muestra que la Placa del Caribe
estuvo en su lugar durante el evento Paleoceno-Eoceno Medio.

B9. Las calizas del Eoceno medio se producen alrededor del Caribe (Fig. 10),
registrando el levantamiento coeval.

FIGURA 10.
Distribución regional
de las calizas de
aguas poco
profundas del Eoceno
Medio en la región
del Caribe.
Indican una elevación
geológica regional en
la culminación de la
convergencia del
Paleoceno-Eoceno
Medio.
Al igual que los
depósitos de la Fig.
8, indican una
ubicación
interamericana de la
Placa del Caribe en
el momento de la
deposición
REFERENCIAS

 K.H, James, (2006). Arguments for and against the Pacific origin of the
Caribbean Plate: discussion, finding for an inter-American origin.

 Giunta, G. and Orioli, S, (2011). The Caribbean Plate Evolution: Trying to


Resolve a Very Complicated Tectonic Puzzle. Università di Palermo,
Dipartimento di Geologia, Italy.

 Quintero, W. (2016). Informe Preliminar De Áreas De Interés Regional


Para Encontrar Yacimientos De Hidrocarburos No Convencionales
(SHALE GAS) A Partir De Información Geofísica (MAGNETOMETRÍA Y
GRAVIMETRÍA) En La Cuenca Sinú-San Jacinto. Servicio Geológico
Colombiano.

También podría gustarte