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Un seguro es un acuerdo que realiza una persona con una compañía aseguradora con el
fin de que en caso de que la persona particular o empresa sufra algún daño y este esté
cubierto en el contrato de seguro, pueda ser indemnizado total o parcialmente.
El asegurado, a cambio de las coberturas que le ofrece la compañía de seguros, paga
una prima periódica a la aseguradora.
El fuego, no es más que una reacción química entre dos sustancias, una que se denomina
combustible y la otra comburente. Se considera que para que exista fuego deben estar
presentes tres factores: combustible, aire (oxígeno) y calor.
Cualquier incendio es destructivo, de hecho, los incendios son uno de los desastres más
comunes, debido a que afectan a las estructuras, a la vegetación natural o artificial
(bosques, repoblaciones forestales, pastizales, etc.), disminuyen las aguas y producen la
muerte de muchos seres vivos.
Desarrollo
Los bienes asegurados deben ser descritos en la póliza. Si se tratare de seguro sobre
mobiliario:
La cobertura incluirá los daños producidos por el incendio en las cosas de uso
ordinario o común del asegurado, de sus familiares, dependientes y de las personas
que con él convivan.
Los bienes asegurados lo son en un determinado lugar, salvo que su traslado o cambio le
hubiere sido previamente comunicado por escrito al asegurador.
El asegurador estará obligado a indemnizar los daños producidos por el incendio cuando
éste se origine por caso fortuito, por malquerencia de extraños, por negligencia propia o
de las personas de quienes se responda civilmente, pero no estará obligado a indemnizar
los daños provocados por el incendio cuando éste se origine por dolo o culpa grave del
asegurado.
El asegurador indemnizará todos los daños y pérdidas materiales causados por la acción
directa del fuego, así como los producidos por las consecuencias inevitables del incendio
y en particular:
Los daños que ocasionen las medidas necesarias adoptadas por la autoridad o el
asegurado para impedir, cortar o extinguir el incendio, con exclusión de los gastos
que ocasione la aplicación de tales medidas, salvo pacto en contrario.
Los menoscabos que sufran los objetos salvados por las circunstancias descritas
en los dos números anteriores.