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COMENTARIO DE LA SENTENCIA

Autor: Sofía Celeste Cairo Ibárcena

1. PARTE DESCRIPTIVA:
El Sr. UGARTECHE GALARZA OSCAR, interpuso una demanda de amparo contra RENIEC, con
el fin de que este reconozca su matrimonio celebrado en la ciudad de México con el ciudadano FIDEL
AROCHE REYES. Este proceso comenzó el 12 de Enero del 2012 cuando la parte demandante
solicitó ante RENIEC que se inscribiese su matrimonio en el registro, sin embargo, el 7 de Marzo del
2012 RENIEC declara improcedente su solicitud conforme al Código Civil Peruano de 1984, el actual
vigente. El 2 de Marzo de este mismo año el demandante presentó el recurso de apelación contra la
resolución emitida por RENIEC, señalando que se les estaría violando sus principios y derechos
constitucionales dados por la Constitución y por diversos tratados. El RENIEC, el día 18 de Junio del
2012, declara infundado su recurso de apelación y reiteró que en nuestra legislación no existe respaldo
normativo para el matrimonio entre personas del mismo sexo. Consecuentemente el demandante
apeló, RENIEC declaró improcedente y señaló que dicho proceso tendría que ser ventilado en un
proceso contencioso administrativo y no de amparo, pero esta última resolución fue anulada y se
ordenó que se proceda a admitir la demanda; así sucesivamente ambas partes apelan hasta la
Resolución numero trece, el 21 de Diciembre del 2016, se declara fundada la demanda interpuesta
por el Sr. UGARTECHE GALARZA OSCAR, contra RENIEC, y en consecuencia se ordenó que la
entidad demandada cumpla con reconocer e inscribir el matrimonio celebrado por el demandante.
2. PARTE CRÍTICA:
Uno de los temas polémicos actualmente en nuestro país y en el mundo, es el matrimonio entre dos
personas del mismo sexo, ya que se vienen presentando demandas y casos similares al de la presente
sentencia. Como sabemos varios países ya han reconocido el derecho de los homosexuales a poder
contraer matrimonio entre ellos mismos, tales como Paises Bajos, Bélgica, España, Canadá, Noruega,
Suecia, Portugal, Islandia, Argentina, Dinamarca, etc, como nos indica el “Considerando décimo
octavo”.
En la presente sentencia encontramos que el Sr. UGARTECHE GALARZA OSCAR contrajo
matrimonio con el Sr. FIDEL AROCHE REYES en la ciudad de México conforme a las leyes
mexicanas, (en la ciudad de México está aprobado el matrimonio homosexual desde el año 2010) y
después solicitó a el RENIEC que inscribiera su matrimonio en el registro correspondiente, solicitud
que fue denegada y después de un largo proceso la justicia salió a favor del demandante, el Sr.
UGARTECHE GALARZA OSCAR, cosa que ya mencionamos en la parte descriptiva de este
comentario, pero ¿En el Perú está aprobada esta ideología?, particularmente opino que este tema no
se encuentra regulado de manera específica en el aspecto legal , ya que nuestras leyes no mencionan
ni abarcan este tema, es decir, no hay ley que regule los matrimonios homosexuales.

Nuestro Código Civil de 1984, el actual vigente, en el artículo 234 primer párrafo, “el Considerando
séptimo” en la sentencia, nos dice lo siguiente:
“El matrimonio es la unión voluntariamente concertada por un varón y una mujer legalmente aptos
para ella y formalizada con sujeción a las disposiciones de este Código, a fin de hacer vida común.”

Resalto lo que dice en el primer verso, “Concertada por un varón y una mujer”, el Código Civil no da
otra opción, no es ambiguo, se da necesariamente entre varón y mujer, no entre personas del mismo
sexo.
En la sentencia describía que el demandante aseguraba que se les estaba violando un derecho al no
reconocer su matrimonio y tomaban como escudo el Artículo 2, inciso 2 de la Constitución Política
del Perú, nombrado en el “Considerando décimo” de la sentencia, que nos dice:

“Toda persona tiene derecho: A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de
origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquiera otra índole.”
¿Pero en verdad se les ha vulnerado un derecho y se les está discriminando?, sinceramente opino que
no; en el “Considerando Vigésimo primero” nos menciona la diferencia entre los conceptos
“diferenciación y discriminación”, cosa que me llamó mucho la atención, nos dice que la primera está
constitucionalmente admitida, atendiendo que no todo trato desigual es discriminatorio, es decir, se
estará frente a una diferenciación cuando el trato desigual se funde en causas objetivas y razonables,
mientras que la discriminación viene a ser un trato de desigualdad que no sea razonable ni
proporcional; tomando estos conceptos podemos ver que no se les está discriminando, puesto que este
trato desigual se basa en que no se ha aprobado el matrimonio homosexual en el Perú, ni existe una
ley que mencione el supuesto caso, los únicos artículos que nos hablan sobre este tema es el artículo
234 del Código Civil de 1984 y también podemos considerar al Artículo 4, segundo párrafo de la
Constitución Política del Perú que nos dice:
“La forma del matrimonio y las causas de separación y de disolución son reguladas por la ley.”
, y si nos ponemos a analizar en el único lugar donde encontramos leyes referidos al tema es en el
artículo previamente mencionado, por lo que llegamos al mismo punto, las leyes peruanas no dan
directamente cabida al matrimonio homosexual, reitero, las leyes peruanas, debido a que en la
sentencia se nombran diferentes tratados en los que integra Perú y que supuestamente si consideran
este tema; el artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, “considerando
décimo primero” en la sentencia, establece que los derechos constitucionales, su contenido y alcance
deben interpretarse de conformidad con la DUDH, tratados sobre derechos humanos, así como de
decisiones tomadas por los Tribunales Internacionales sobre derechos humanos constituidos según
tratados de los que el Perú es parte, al respecto, el Juzgado en la sentencia menciona:

 Derecho Internacional de los Derechos Humanos: El primer párrafo del artículo 2° de la


Declaración Universal de Derechos Humanos que establece: “Toda persona tiene los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color,
sexo, idioma, religión, opinión, política o de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra condición (…).” Sobre este punto, el
Juzgado consideró oportuno hacer referencia a los Principios de Yogyakarta, los cuales
extienden explícitamente la DUDH a las personas homosexuales, bisexuales, transexuales y
transgénero, cuyos derechos, según estos Principios de Yogyakarta, ya estaban incluidos
implícitamente en el artículo 2° de la mencionada Declaración Universal; tema que vamos a
tratar más adelante.
 El artículo 16° de la DUDH, mencionado en el “considerando décimo tercero” de la sentencia,
que establece que: “Los hombres y mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho sin
restricción alguna por motivos de razón nacionalidad o religión, a casarse y fundar una
familia; y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y
en caso de disolución del matrimonio. Solo mediante libre y pleno consentimiento de los
futuros esposos podrá contraerse el matrimonio. La familia es el elemento natural y
fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado”.
 El numeral 2, del artículo 23° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
mencionado en el “considerando décimo quinto” de la sentencia, que establece: “El derecho
del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tienen edad para
ello.”
 El artículo VI de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que
establece: “Toda persona tiene derecho a construir familia; el elemento fundamental de la
sociedad, y a recibir protección para ella.” (Mencionado en el considerando décimo quinto
en la sentencia)
 El numeral 2, artículo 17° de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos (CADH),
que establece: “Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a
fundar una familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello y por las leyes
internas, en la medida que éstas no afecten el principio de no discriminación establecido en
esta Convención.” (Considerando décimo quinto de la sentencia).
 El Juzgado hace un especial énfasis en el artículo 24° de la CADH, en el “considerando
décimo quinto” de la sentencia, que establece: “Todas las personas son iguales ante la ley.
En consecuencia, tienen derecho sin discriminación a la igual protección de la ley”.
A nivel de leyes nacionales no hay pronunciamiento alguno sobre el matrimonio homosexual, y como
hemos podido analizar, en los tratados y la DUDH tampoco, ya que no se menciona explícitamente
nada sobre el tema; sin embargo, el juzgado en la sentencia nos mencionan los Principios de
Yogyakarta, pero estos son inaplicables, ya que estos principios no han sido adoptadas por los
Estados en un tratado, y por tanto no constituyen, por sí mismos, un instrumento vinculante del
Derecho internacional de los derechos humanos.
Así que en el ámbito legal no se menciona nada explícitamente sobre este tema, ni en el rango nacional
ni en tratados, por lo que no se puede dar ni reconocer el matrimonio homosexual en el Perú.
Ya detallamos el tema a la luz de la ley, ¿Pero que nos dice la moral, los valores y la Biblia?
Lamentablemente hablar sobre estos 3 temas es considerado actualmente como algo ilógico e
inapropiado, esto porque en la sociedad existe una crisis moral, ya no se toman en cuenta los valores,
principios, la moral y la Biblia, que antes eran considerados como bases del derecho y de la justicia,
han ido desapareciendo no solo en el diccionario jurídico sino también en la realidad social.
El matrimonio entre personas del mismo sexo, bajo el falso argumento de no discriminar, altera el
orden natural, propugna una falsa libertad, debilita la esencia natural de la familia, ocasionando un
grave daño a la dignidad humana y a la sociedad. El matrimonio, independientemente de los credos,
posturas políticas y criterios subjetivos, nace del derecho natural del varón y de la mujer a unirse entre
sí, trasgredir la ley natural no es un grito de libertad, tenemos que respetar el orden puesto por Dios
en la naturaleza humana, si Dios creó hombre y mujer para que se juntasen y formen una familia, eso
es lo correcto.
En conclusión, personalmente no estoy de acuerdo con el fallo dado en la sentencia, ya que como
hemos analizado y detallados párrafos antes, el matrimonio homosexual no tiene base jurídica
nacional ni en tratados, y además opino que es un hecho inmoral, aunque esto no constituya una razón
“objetiva” para algunos, por lo que no considero apropiado que se reconozca el matrimonio entre
UGARTECHE GALARZA OSCAR y FIDEL AROCHE REYES, ni a casos similares.

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