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Posición del sujeto en la célula elemental del grafo del deseo

El autor se adentra en el diferencial uso teórico, que de la célula elemental lacaniana se hace en torno
a la concepción del sujeto en psicoanálisis. Allí analiza la referencia al cuerpo en tanto hace participar
el concepto de “lo real” en el sistema lacaniano.
Introducción
Las consideraciones actuales acerca de la posición del sujeto en psicoanálisis se encuentran
sometidas a las suscripciones teóricas de los analistas y a los criterios epistemológicos de los cuales
se extraen las elaboraciones conceptuales que constituyen el campo del saber.
El cruce de caminos intelectual, que no se extraña de aquel que hiciera celebre en Missisipi a Mr. R.
Johnson, en el cual se asienta la posibilidad del analista de efectuar la elección teórica que gravita en
torno a la noción de sujeto en psicoanálisis, nos reduce el recorrido a dos eventuales localidades. El
sujeto situado en la tercera dimensión (3D), ofertado por el sentido común y el stablishment
lacanofreudiano como “lo real”, asociado a la idea de persona, carne viviente, y que abre la
posibilidad de ubicarlo a partir de un cuerpo biológico; o el sujeto bidimensional (2D), anti intuitivo,
opuesto a la energética sustancialista freudiana, ligado a la idea de asunto, materia o tema del cual
se habla o escribe, y que se modula con las dos dimensiones propuestas por J. Lacan referidas a la
estructura del lenguaje como su condición , a saber; metáfora y metonimia. En esa dirección, no
hemos encontrado antecedentes que no permitan afirmar que el Sujeto que le conviene al
psicoanálisis, sea por tenor subversivo o por estar invertido en lo tocante a las causas del sufrimiento
en occidente moderno, aquel que se genera en 2D, se presente como una invención teórica de J.
Lacan, y no por su modo y grado de experiencia, innegable, pero no pertinente.
Durante el último medio siglo, autores como Foucault, Agamben y Esposito han señalado que la
homologación del hombre con su cuerpo biológico y la creciente tendencia a la somatización de la
ética, que se extiende a la mente, lleva al racismo y a la discriminación. El psicoanálisis a partir de
Lacan, se opone a configurar al cuerpo como homologado al sujeto, a concebir lo humano como
individual, a la extrema jerarquización del individuo aislado, a las tendencias biopolìticas que hacen
del cuerpo una pasión por lo real, Precisamente, y como hace notar Foucault, ese “es el honor político
del Psicoanálisis (…) Haber estado en oposición teórica y práctica con el fascismo (1).
Para Lacan, hay un cuerpo del sentido común, biológico, propio de cada uno, pero que no cuenta
cuando se pone en marcha el discurso psicoanalítico. Lo dice en el Seminario 19, clase 12 “Cuando
alguien viene a verme a mí consultorio, por primera vez, y yo escando nuestra entrada en el asunto
mediante algunas entrevistas previas, lo importante es eso, es esa confrontación de los cuerpos. Es
justamente porque de ahí parte, ese encuentro de los cuerpos, que cuando se entra en el discurso
analítico ya no será más cuestión de eso” (2)
Ya desde el estadio del espejo, Lacan viene denunciando que el cuerpo como real tridimensional, es
el máximo engaño de la modernidad occidental. Es allí donde reside la consistencia imaginaria del
cuerpo. El cuerpo es producto del discurso, es una superficie abierta al Ello habla (ça parle) piensa,
que sale y que entra. El cuerpo no es lo Real. Lo real es otra cosa. Sin embargo, una gran mayoría de
los discípulos de Lacan, el poslacanismo, y los collages Freud-Lacan, asentados en discursos
freudianos, difunden una teoría opuesta a la de Lacan y con argumentos que son coextensivos a las
causas del sufrimiento en la época de la cual somos parte. Consideraciones de cuerpo medicinal y
biológico, del cual se parte como sustancia primera que lo simbólico modifica posteriormente.
La célula elemental y el sujeto
Lacan afirma que la estructura del lenguaje es primera con respecto de algo que es segundo, el
inconsciente. Si el inconsciente está estructurado como un lenguaje, la espacialidad que le
corresponde ya no es tridimensional, sino bidimensional. Indica Lacan en “Instancia de la Letra”, “la
estructura del significante es, como se dice corrientemente del lenguaje, que sea articulado. Esto
quiere decir que sus unidades, se parta de donde se parta para dibujar sus imbricaciones recíprocas
y sus englobamiemtos crecientes, están sometidas a la doble condición de reducirse a elementos
diferenciales últimos y de componerlos según las leyes de un orden cerrado” (3). Los elementos
diferenciales últimos son los significantes y las leyes de un orden cerrado son la metáfora, donde un
significante es reemplazado por otro y metonimia, donde un significante se desplaza hacia otro. En
función de los modos en que el programa teórico lacaniano pueda ser transmitido, la célula elemental
del grafo del deseo es acreedora de un poder explicativo de gran magnitud. Este poder es
maximizado en espacios de formación en los cuales sirve como argumento para dar cuenta de un
sistema conceptual que se opone, de acuerdo a nuestras consideraciones, al que lacan intentaba
fundar.
La célula elemental es utilizada para consolidar la instauración de una biología lacaniana, de raíces
kleinianas; estancias acomodaticias de índole freudolacanianas que suponen que lo que dijo Lacan lo
había dicho antes Freud, borrando lo nuevo; modelos de una psicología psicoanalítica evolutiva. El
uso del grafo 1 hace viable estas puntualizaciones que nosotros rechazamos. Sin embargo, y sin
conformar un atenuante, podemos convenir en que la selección y adopción del término célula,
vinculada a nociones biologías, se presta para que sea utiliza por aquellos que hacen del cuerpo
biológico, en tanto materia prima, algo primero con respecto a lo subjetivo como secundario.
1- Real - Cuerpo
2- Simbólico - Otro
3- Resto - Goce del cuerpo, objeto a como tripa carnal
Aquellos, no pueden concebir que en el cuerpo biológico haya habido una profunda alteración.
Alteración por el pasaje a través del Otro que deja como saldo algo que no es del mismo tipo que el
cuerpo. La posición de Lacan, con respecto a lo que hay de inaugural, trata de otra cosa que del
cuerpo como real.
Vayamos a la célula. Elemento repetitivo capacitado para ser confundido con algo del orden de la
biología. Aislada del resto de los grafos que la contienen en pos de autocomplacencias teóricas
Dice Lacan en “Subversión del sujeto… “He aquí lo que podría decirse que es su célula elemental. Se
articula allí lo que hemos llamado el punto de basta por el cual el significante detiene el
deslizamiento, indefinido si no, de la significación. Se supone que la cadena significante está
soportada por el vector S → S'. Sin entrar siquiera en la fineza de la dirección retrógrada en que se
produce su cruzamiento redoblarlo por el vector D →$ (Delta →Sujeto barrado) véase únicamente
en este último el pez que engancha, menos propio para figurar lo que hurta a la captación en su nado
vivo que la intención que se esfuerza en ahogarlo en la onda del pre-texto a saber la realidad que se
imagina en el esquema etológico del retorno de la necesidad. (…) . La estructura sincrónica está más
escondida, y es ella la que nos lleva al origen” (4)
Las conceptualizaciones que creemos deben ser abandonadas, suponen al delta (D) como el
organismo, cuerpo real del infans, sujeto mítico de la necesidad, el pez en su nado vivo. pobre
Animalito de rio que es enganchado por el anzuelo significante del Otro. Lógica temporal diacronía
que daría cuenta del pasaje de lo animal a lo humano. Es claro en el punto donde nos advierte acerca
de cómo no debe ser leída su propuesta. Dice a nuestro entender; el vector D →$ es el más propicio
para ser confundido con algo del orden del pre-texto, en donde es situado un valor de realidad
animal, retornando a la lógica de la necesidad biológica. Los confundidos postulan un comienzo en el
que no hay significante. El vector D →$ es interpretado como una sustancia viva animal, sin
subjetividad y sin atravesamiento significante. Eso ocurriría en un segundo momento. Se transmite
una biología lacaniana argumentando una instancia animalizada que debería evolucionar gracias al
Otro. Se muestra que la materia prima para obtener un sujeto es un organismo biológico. ¿Es el
núcleo de nuestro ser algo no humano?
Para lacan, es la estructura la que nos lleva al origen. Estructura que no tiene fin, que carece de
centro y origen (5). Estructura que rige nuestras vidas a pesar de que ninguno de nosotros la previó,
ninguno la calculó y ninguno de nosotros la forjo. Sincronía significante que ya está ahí operando.
No negamos que el sustrato biológico esté interesado en el análisis, pero son las leyes y los efectos
del lenguaje los que constituyen la causalidad lógica del sujeto. Lacan afirma: “No hay ninguna
realidad pre-discursiva” (6)
El sujeto surge de la nada. Postulando la estructura, todo lo que estaba antes no tiene efectos
causales determinantes para lo que hubo después. La condición biológica para el psicoanálisis está
perdida
La lectura de la célula pone en juego “lo real “como concepto psicoanalítico lacaniano. Se discute “lo
real “como verdadero objeto tridimensional, que no engaña en tanto res extensa, próximo al sentido
común de la época, en oposición a lo real como lo imposible, efecto de lo simbólico, ficcional, que
existe haciendo del cuerpo biológico lo que no es. El cuerpo no es lo real. Es el lenguaje el que tiene
efecto retroactivo en la determinación de lo que podemos pensar como real. Lacan tiene una teoría
de la causa, y es que el lenguaje ya está operando ahí. De allí se extrae una tecnología, que al igual
que el lenguaje, le corresponde una espacialidad bidimensional.
Citas
1. Foucault. M. La historia de la sexualidad 1. La voluntad de saber. Pág. 142. Siglo XXI. Bs. As. 2002
2. Lacan. J. “Seminario XIX. Ou pire”. Clase 12. 21 de junio de 1972. Inédito
3. Lacan. J. “Instancia de la letra en el inconsciente, o la razón desde Freud”. Pág. 468. Siglo XXI.
Bs.As. 2008
4. Lacan. J. “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano”. En Escritos
2. Pág. 766. Siglo XXI. Bs.As. 2008
5. Derrida. J. “La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas”. Conferencia
En Baltimore 1966. Disponible en
http://www.jacquesderrida.com.ar/textos/estructura_signo_juego.htm
6. Lacan. J. “Seminario XX. Aun”. Pág. 43. Ed. Paidòs. BsAs. 2002.
Bibliografía
Lacan, j. (2008) Escritos 1. Buenos Aires. Siglo Veintiuno
Lacan, j. (2008) Escritos 2. Buenos Aires. Siglo Veintiuno
Lacan, J. “Seminario XIX. Ou Pire”. Inedito
Lacan, j. (2008) “Seminario XVII. El reverso del psicoanálisis”. Buenos Aires. Paidos.
Lacan, J. (1987) “Seminario XI. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis”. Buenos Aires.
Paidos.
Derrida. J. “La estructura, el signo y el juego en el discurso de las ciencias humanas”. Conferencia En
Baltimore 1966.
Foucault. M. La historia de la sexualidad 1. “La voluntad de saber”. Siglo XXI. BsAs. 2002

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