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SUSPENSIÓN, DURANTE 2019, DE LA “COMPENSACIÓN UNIVERSAL”

SUSPENSIÓN DE LA “COMPENSACIÓN UNIVERSAL”. En materia fiscal, la llamada


“compensación universal” permite a los contribuyentes recuperar sus adeudos
provenientes de “saldos de impuestos a favor” de manera automática, aplicándolos contra
otros impuestos que causen o que retengan.

En nuestra NOTA EJECUTIVA 1/2019 les comunicamos, sin embargo, que durante 2019 se
suspendería esa posibilidad y que, durante este año el contribuyente solo podría
recuperarlos: i) acreditándolos —en el caso del IVA contra este impuesto—, ii)
compensándolos —en el caso de otros impuestos contra el mismo impuesto causado por
el propio contribuyente, lo cual significa que tenga un adeudo propio—, o iii) mediante la
solicitud de su devolución por el SAT; además, les informamos iv) que durante 2019 el
contribuyente no podría utilizar los saldos de contribuciones a su favor para compensar
adeudos que tuviere provenientes de impuestos retenidos.

La medida de excepción anunciada la aprobó el Congreso de la Unión, y quedó establecida


en el artículo 25, fracción VI, de la Ley de Ingresos para 2019. No obstante, no se
derogaron: ni el artículo 23 del Código Fiscal de la Federación (CFF), ni el artículo 6 de la
Ley del Impuesto al Valor Agregado. Al no derogarse, ambos la autorizan y continúan
regulándola. Esto significa que, si en la Ley de Ingresos para 2020 no se repitiera una
disposición semejante a la descrita al principio de este párrafo, surgiría nuevamente la
aplicación de la compensación universal.

LA COMPENSACIÓN Y SUS ELEMENTOS DE PROCEDENCIA. La “compensación” es


una figura jurídica desarrollada por el derecho común, en concreto: en el Código Civil
Federal. Su característica es que, en sustitución del “pago”, la ley la autoriza como un
medio para extinguir obligaciones. En sí, la extinción se produce porque dos personas
ostentan la cualidad de ser deudores y acreedores recíprocamente, y dejan de pagarse
sus deudas hasta el importe de la menor. Este efecto jurídico se produce porque la ley lo
dispone; no podría darse la consecuencia sin un precepto jurídico que la autorizara.

Para acudir a la compensación, el Código Civil Federal impone dos condiciones: que las
deudas a compensar sean igualmente líquidas y exigibles. La condición de ser “líquida”
significa que su cuantía esté determinada, mientras la de ser “exigible” requiere que su
pago no pueda rehusarse conforme a derecho. De no satisfacerse ambas, entonces las
obligaciones solo pueden compensarse por consentimiento expresos de sus acreedores.

Enrique Calvo Nicolau Armando Peredo Plascencia


Óscar Márquez Cristerna María Fernanda Fernández
Layda Cárcamo Sabido
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Este es un dato muy importante para comprender la inclusión de la figura de la


compensación en el ámbito fiscal, pero más lo es que el propio Código Civil Federal
dispone que, si las deudas fuesen fiscales, la compensación no procede, excepto si la ley
lo autoriza.

AMBOS ELEMENTOS EN LAS DEUDAS FISCALES DE LOS CONTRIBUYENTES. En el caso de las


deudas de los gobernados surgidas por contribuciones “a su cargo, por ministerio de
ley”, los dos elementos descritos se presentan, porque: la deuda es “liquida”, ya que su
cuantía la determina el propio contribuyente con base en lo dispuesto en las leyes que
establecen la contribución, y son “exigibles”, porque estas disponen cuándo y cómo han
de pagarse.

Así entendida la obligación de pago de contribuciones, la exigibilidad impide al


contribuyente la posibilidad de que, conforme a derecho, se rehúse a su pago. Esto
permite al acreedor de la obligación (la autoridad fiscal) recurrir a los medios establecidos
en el orden jurídico para hacer efectivo el cobro de la deuda, aún en oposición del
contribuyente.

LIQUIDEZ Y EXIGIBILIDAD EN LOS SALDOS A FAVOR. Respecto de los saldos a favor de los
contribuyentes, la deuda satisface la condición de ser “líquida”, por ser estos quienes
determinan su importe. Sin embargo, en principio, esos saldos a favor no son “exigibles”.
El artículo 22 del CFF dispone que al solicitar el contribuyente la devolución de un saldo
a su favor, la autoridad fiscal deberá efectuarla dentro del plazo de cuarenta días
siguientes a la fecha de recepción de la solicitud. Pero el precepto también establece un
procedimiento para que, dentro de ese período, la autoridad fiscal determine la
procedencia de la devolución en cuanto a la correcta aplicación de la ley. Solo entonces,
de estar de acuerdo con el importe del saldo a favor, la deuda a cargo del fisco se vuelve
exigible. (Lo aquí descrito puede resultar teórico únicamente, porque si la autoridad fiscal
accede a la petición de devolución del contribuyente y esta lo efectúa, el tema de la
compensación carece de importancia.) No obstante, dentro de ese procedimiento de
revisión pueden presentarse diversas variantes que obstaculicen el elemento de la
“exigibilidad” para que surgiera el derecho a la compensación. Sin embargo, no es este el
lugar para ampliar el comentario, por su lejanía con el propósito principal de esta N OTA
EJECUTIVA.

En suma, en nuestra opinión, y conforme con las disposiciones de derecho común, los
elementos esenciales para que surgiera la figura de la compensación que, por ministerio
de ley, permitiera extinguir obligaciones fiscales entre el contribuyente y el fisco federal,
no se presentan.

LA COMPENSACIÓN DE ADEUDOS FISCALES: UNA LIBERALIDAD DEL


LEGISLADOR. Es por lo expuesto que, en nuestra opinión, la autorización requerida para
operar la compensación de adeudos fiscales deviene concesión graciosa del legislador, al
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margen de no presentarse el requisito de la “exigibilidad”. Recordar lo dicho en el Código


Civil Federal en cuanto a que: “La compensación no tendrá lugar si las deudas fuesen
fiscales, excepto en los casos en que la ley lo autorice.”

Es este el porqué entendemos la compensación de deudas fiscales como una liberalidad


del legislador, y por qué no puede predicarse que el contribuyente tenga un derecho (por
supuesto nos referimos a que tuviere sustento en la Constitución) a compensar los saldos
de contribuciones que tuviere a su favor.

A partir de esta breve descripción del orden jurídico puede observarse que de los
preceptos constitucionales que obligan a los mexicanos al pago de contribuciones de la
manera proporcional y equitativa que dispongan las leyes, no surge un derecho del
contribuyente a pagar las contribuciones mediante la compensación de saldos a favor no
exigibles. Y menos aún que esa compensación se efectúe contra impuestos retenidos.

POSIBLES SOLUCIONES: TRASNSITORIAS UNAS, DE EXCEPCIÓN OTRAS. A pesar


de la conclusión expresada, resulta indudable que, para efectos prácticos, es considerable
el daño financiero que la suspensión de la “compensación universal” causará en los
contribuyentes con saldos de impuestos a su favor. Sobre todo, si la práctica de las
autoridades fiscales de obstaculizar la autorización para devolverlos no se modifica o se
corrige.

Es esto por lo que diversas organizaciones de contribuyentes han solicitado a las


autoridades fiscales establecer medidas, unas transitorias y otras de excepción, para
mitigar esos daños. Se pide mantener la compensación universal respecto de los saldos a
favor que existieren al 31 de diciembre de 2018, establecer un régimen de excepción a
los contribuyentes del sector primario, a los exportadores y a quienes causen el IVA a una
tasa menor a la general del 16%.

Los mantendremos informados en caso de adoptarse medidas alternativas o de excepción.

Ciudad de México
7 de enero de 2019

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