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REVolución cristiana
J rBvolución sD~ial
ÍNOICE
Págs.
animado con un soplo de vida: sus plumas ardientes han evocado el es-
piritu de los pueblos, sacado del polvo les muertos célebres, hecho resu-
citar los siglos pasados. Esa ha sido la fase brillante de vulgarización,
COntendencia al naturalismo moderno. Hoy, falta completar la opra y,
por un análisis concienzudo, deducir con precisión matemática las
causas de los movimientos profundos que agitan las moléculas humanas
x PRÓLOGO
CAPITULO PRIMERO
¿ y ahora?
En nuestros días las costumbres de la decadencia la-
tina reaparecen en las viejas naciones europeas. "j Occi-
dente podrido 1))exclaman á veces los esclavos, contem-
plando meditabundos, las carnicerías tauromáquicas,
las luchas de la ruleta, las carreras de Longchamps y de
Epson donde triunfa el bookmaker, en donde el peque-
ño empleado convencido de que el trabajo no le produ-
cirá la fortuna, expone sus economías y en donde las
multitudes delirantes aclaman los gloriosos vencedores,
Bayard, Vasistas, Corazón de León.
El caballo se ha convertido en un dios; sin embargo,
cosa extraña, entre estas multitudes que idolatran á un
general por el color de su corcel, y haciendo á jockey
funerales nacionales, se encuentran moralistas eruditos
44 CARLOS MALATO
I
R. CRISTIANA Y lt. SOCIAL 75
•
DE CONSTANTINO Á CARLO MAGNO. - PRINCIPIO DE LA
EDAD MEDIA: TRABAJO EN LA OBSCURIDAD
de las formas que han roto. Ese será más tarde el des-
tino de los ex jacobinos, resucitando en provecho suyo
títulos y privilegios, después de haber paseado sobre
la sociedad el nivel revolucionario; y en nuestros días,
entre las huestes del proletariado, esa es la finalidad
de los hombres ambiciosos, buscando el momento opor-
tuno !ln que, escalando las ruinas amontonadas y po-
niendo una máscara al pasado, ,podrán emerger' de la
nada, como directores de la multitud.
El mundo gótico había empezado á romanizarse, cuan-
do las nuevas invasiones de la época carlovingia le
redujeron de nuevo á la barbarie. j Nada de ac~'emias,
de bibliotecas, de escuelas! en su puesto el castillo feu-
dal, construído para contener al invasor, levanta al
cielo sus torres puntiagudas y, por sus troneras, vese
la campaña desierta.
El cielo parece teñido de negro, tiene lividez de plo-
mo: se suspira más bien que se vive. Guerras, hambres,
epidemias engendran generaciones enfermizas propen-
sas á toda sobreexcitación de la neurosis: milagros y
brujerías van á multiplicarse.
Sólo queda poderosa, porque es la unidad moral, la
Iglesia católica que extiende su reino y, como todos los
advenedizos, tan cruel contra el montón acervo como
humildes fueron al principio, el papado no quiere saber
nada de repartos.
Las dos metrópolis del mundo, Roma y Constantino-
pla se declaran una guerra moral peor que una guerra
armada: bien entendido, la religión es el pretexto. De
una y otra parte, los jefes de las dos Iglesias se envi-
diaban demasiado mortalmente para concederse la su-
premacía. Las poblaciones tomaban parte en las que-
rellas. Los descendientes degenerados de Rómulo, bas-
tardeados de godo, veian lógicamente en su pontífice
el sucesor de los soberanos del mundo; los griegos, al
contrario, sometidos antes, constituidos ahora en gran
imperio, consideraban el poder espiritual como íntima-
mente ligado al de sus soberanos: la intervención decisi-
va de éstos en todas las controversias teológicas prueba
que en efecto, el emperador se consideraba como el jefe
único é inmediato del patriarca, papel que desempeña
aún hoy el zar de todas las Rusias.
R. CRISTIANA Y R. SOCIAL 97
EL LIBRO
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r
CAPITULO XI
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del mundo; regimentados bajo el cetro de un papa
industrial, los trabajadores lucharán entre sí, para ob-
tener la mayor retribución á sus esfuerzos: gloria y
opulencia para los vencedores, vergtienza y miseria para
los vencidos.
Esas teorías, audaces para la época, pero tan dife-
rentes de las concepciones, más exactas y generosas á
la vez, del socialismo actual, han sido realizadas en
parte; la realeza industrial lo ha invadido todo, lo ha
aplastado todo; como lo quería Saint-Simón, la banca
ha veni~o á s,er el centro sobre el que rueda' el eje
social; y en fin, los capacitarios, llamados Pereire, Mi-
guel Chevalier, de Lesseps, discípulos entusiastas del
maestro, han alcanzado gloria y opulencia: la situación
miserable del proletariado no ha cambiado.
Saint-Simón, genio místico, que pudo creerse de bue-
na fe bajado del cielo para regenerar el mundo, arrojó
su fortuna en la vida para analizarla mejor, y murió
pobre. Sus discípulos, llenos de entusiasmo y abnegación
al principio, cayeron bien pronto en la más extraña fe
religiosa, alejándose, á medida que se teocratizaban, de
ese pueblo que habían creído emancipar. Por fin se hizo
una escisión. Unos se retiraron para convertirse á su
vez en jefes; otros, agrupados en la casa común de Me-
nilmontaut, vivieron bajo la dirección de Enfantín, pa-
dre supremo, hasta el día que el gobierno, más enojado
que molestado por la agitación poco temible de esos
sectarios (28) los intimó á que se disolvieran. Veinte
años después, los más salientes de sus discípulos se
habían convertido en privilegiados en la sociedad que
tan rudamente habían combatido sus egoísmos.
El sansimonismo, que se levantó ante el viejo culto
ya mortalmente herido y las confusas aspiraciones de
las masas, fué sobre todo una religión. «Los estragos
de la anarquía actual, declaraban, están ahí evidentes
para atestiguar que ya es tiempo de reaccionar fuerte-
mente. Nosotros proclamamos primero la rehabilitación
de la carne, la emancipación de la mujer y el adveni-
• SOCIALISMO CIENT1FICO
1
CARLOS MALATO
(32) En 1893, tres años después de escrito este libro por el amigo
Malato, fueron puestos en libertad Fielden, Neebe y SChwab, por el
gobernador del estado de lllinois John P. Altgeld, después de revisado el
proceso. El documento oficial, publicado por el predicho gobernador,
prueba con abundancia de hechos, que todo fue friamente premeditado,
sobornados testigos y jurados. Este documento ha sido traducido y pu-
blicado en castellano por la biblioteca del «Idea!>" y ha circulado pro-
fusamente por España y América; nosotro~ mismos tellemqs 1.1nejempl<\f
ª la vista. (.N. !le( r,l
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r86 CARLOS MALATO
EL MISTICISMO
HOY Y MA:Ñ'ANA.-HIPÓTESIS
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(34) Se refiere el autor á 1848.Su libro fué escrito en 1890.(N. del T.)
14
210 CARLOS MALATtl
deAngustiados,
la que somosporque
parte nos parece vaque
integrante la naturaleza;,
á hundirse ;,en la:
terrible sacudida, presentimos, no obstante, que 'de la
muerte de las cosas presentes surgirá una vida nueva.
El análisis científico nos lo demuestra ya, y en el fondq
de cada uno de nosotros, existe la clara intuición de un
porvenir mejor. Un movimiento doble agita á I;lS so-
ciedad,es: disgregación política, es decir, fin de la¡ auto-
ridad; aproximación social, es decir, principios de sd
lidaridad; el individuo que se substrae más y más á la:
dominación del Estado, une de más en más su propia:
existencia á la existencia de sus semejantes. Después 4e ,
la familia, el clan, la tribu ó la ciudad, la provincia.) '.'
la nación, el horizonte se ensancha siempre: hoy la raza,
mañana la humanidad entera, unida porque será: cons~,
ciente y libre. ' "
FIN
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Humanidad
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