Está en la página 1de 352

UNIVERSIDAD DE SALAMANCA-FACULTAD DE CIENCIAS

DEPARTAMENTO DE GEOLOGÍA-ÁREA DE ESTRATIGRAFÍA

ORIGEN Y CICLICIDAD DE LAS PLATAFORMAS


CARBONATADAS WESTFALIENSES EN LOS
SECTORES DE PIEDRAFITA-LILLO Y LOIS-CIGUERA,
ZONA CANTÁBRICA (NE DE LEÓN)
TESIS DOCTORAL

DIEGO CORROCHANO FERNÁNDEZ


SALAMANCA 2010

DIRECTORES
JUAN RAMÓN COLMENERO NAVARRO
PEDRO BARBA REGIDOR
Fue entonces cuando, en profusión y diversidad internacional, aparecieron
los geólogos […]. Ahora llegaban en multitud los sabios de la tierra y de las
tierras, los averiguadores de movimientos y accidentes, estratos y bloques
erráticos, martillo en mano, golpeando cuanto fuese piedra o piedra pareciese
[…]. La discusión de los sabios se había vuelto casi impenetrable para
entendimientos legos, pero, aún así, se veía que eran dos las tesis centrales
en discusión, la de los monoglacialistas y la de los poliglacialistas, ambas
irreductibles y a no tardar enemigas, como dos religiones antitéticas,
monoteísta una, politeísta la otra. Algunas declaraciones llegaban a parecer
interesantes, como la de las deformaciones, ciertas deformaciones, que
podrían ser debidas, bien a una elevación tectónica, bien a una compensación
isostática de la erosión. Tanto más, añadían, cuanto que el examen de las
formas actuales de la cordillera permite afirmar que no es antigua,
geológicamente hablando, claro. Todo esto, probablemente tendría que ver
con la hendidura. En definitiva, una montaña sujeta a tales juegos de tracción
y palanca no es extraño que un día se vea obligada a ceder, a partirse, a
desmoronarse, o, como en este caso, a rajarse.

La balsa de Piedra.
José Saramago (1922-2010).
AGRADECIMIENTOS

Me gustaría comenzar esta memoria, dedicando unas palabras de agradecimiento


a todas aquellas personas que me han ayudado y han contribuido, de una manera o de
otra, a que esta tesis llegue a su fin.

En primer lugar quiero agradecer profundamente a mis directores, Juan Ramón

Colmenero y Pedro Barba; por vuestra magnífica dirección, ayuda en el campo, sugerencias,
correcciones y constante apoyo; sin duda han sido inestimables para realizar este trabajo.

A mi padre, Ángel Corrochano; por tu constante apoyo y motivación, y por tu ayuda


a la hora de comprender la secuencialidad de las series. Ahora me pregunto por qué no te

escuché mejor hace varios años… En fin, había que comprobarlo, que de eso se trata al
fin y al cabo. Resulta que al final “La petite histoire, c’est la meme chôse que la grande
histoire”, ¡muchas gracias!

A Oscar Merino-Tomé; por todos tus consejos y orientaciones a lo largo de estos


años. Me gustaría destacar las largas semanas que pasamos en Marruecos, donde aprendí

mucho a tu lado en el trabajo de campo de carbonatos. A pesar de todas las penurias que
pasamos juntos, fue un verdadero placer. Aprovecho la oportunidad para agradecer a toda
la gente de Beni Tajjite su gran acogida y amabilidad durante esos dos meses que vivimos

en el pueblo, sin duda fue una experiencia inolvidable.

A todo el Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca, especialmente


a las personas que forman el Área de Estratigrafía; por el buen ambiente de trabajo, todos
vuestros consejos y la ayuda prestada en más de una ocasión: Gracias a Ildefonso

Armenteros, Jesús Carballeira, Isabel Valladares y Gaspar Alonso. Me gustaría también


agradecer a las Áreas de Cristalografía y Mineralogía, y Petrología y Geoquímica, de la
USAL, donde realicé la toma de fotografías al microscopio.

A Elisa Villa, por estudiar todas las muestras de fusulinas recogidas en esta memoria.

Sin tu ayuda y colaboración, este trabajo no hubiera sido posible.


A Iván Hernández, por… no sé ni por donde empezar; por acompañarme al campo
(prometo que la próxima vez que subamos Peñas Pintas llevaré paraguas ), por tu constante

ayuda informática, por tu apoyo incondicional, por las fructíferas discusiones científicas,
por tus ánimos, paciencia y amistad. Sinceramente, muchas gracias por aguantarme. Por
lo que a mí respecta, ya deberías tener tu “cuarto”.

A Pedro Huerta, con quien compartí despacho durante parte de esta tesis. Por tu

amistad, todos tus consejos y la imprescindible ayuda que me proporcionaste a la hora de


montar la cartografía digital. Muchas gracias de verdad.

A Nemesio Heredia; por todos tus comentarios y ayuda a cerca de la estructura del
sector Lois-Ciguera, y por facilitarme, hace ya tiempo, la cartografía de tu tesis en formato
digital.

A todas las personas que me han echado una mano en la descripción y determinación

de Loisphyllum, especialmente a Ronald West, de la Universidad de Kansas. Sin tu ayuda


probablemente este “bicho” se hubiera quedado olvidado en un cajón.

A Sergio Rodríguez, de la Complutense de Madrid, por estudiar varios ejemplares


de corales procedentes de las Calizas de Bachende.

A la Sociedad de Investigación y Explotación Minera de Castilla y León (SIEMCALSA)


por todas las facilidades que me dieron para estudiar los sondeos del yacimiento de

Salamón, especialmente a Oscar Fadón, Jose Luis Crespo y Ramón Cabrera.

A todas las personas (Iván, Pedro, Luis, Germán…) que me habéis ayudado a
mover las cajas de sondeos en la litoteca de la Junta de Castilla y León. Mis riñones os lo
agradecerán eternamente.

A todos los becarios (y algunos ya doctores) del Departamento de Geología y del

IGME, por vuestra amistad a lo largo de estos años. Especialmente y con todo mi cariño,
a Mariem Saavedra Pellitero.
A todos los miembros del Grupo de Geociencias Oceánicas de esta Universidad,
por acogerme como a uno más en vuestras celebraciones, cafeses y tarteos.

A Germán Martín, por acompañarme al campo en la zona de la Liébana: fue un

verdadero placer y te deseo todo lo mejor para tu tesis.

A María Sánchez Belda; por estar siempre ahí, acompañarme varias veces al

campo y ayudarme a revisar la bibliografía.

A Matilde, del “Hostal Madrid” de Puebla de Lillo, a Fernando, de la casa rural “La
Catedral de la Montaña” de Lois, y a Quique, del “Hostal las Pintas” en Las Salas, por
hacerme sentir como en casa y por preparar esos bocadillos XXL.

A toda la guardería de Riaño y alrededores, por vuestra amabilidad y total

disponibilidad.

A la Universidad de Salamanca, por concederme una beca predoctoral de


investigación para la elaboración de esta tesis doctoral.

Al Ministerio de Ciencia y Tecnología, por financiar el proyecto de investigación


CGL2004-02645/BTE, que ha sufragado en gran medida, la investigación de este trabajo.

A todas las personas que se me ha olvidado citar y que deberían figurar aquí:

¡MUCHAS GRACIAS!
ÍNDICE

CAPÍTULO 1.- INTRODUCCIÓN GENERAL Y OBJETIVOS.........……………………Pág. 3

1.1.- Situación geográfica.……………………………………….…………………......Pág. 5

1.2.- Contexto geológico.

La Zona Cantábrica: estructura y estratigrafía general……………………..Pág. 7

1.3.- Estructura de la Cuenca Carbonífera Central…………………………...........Pág. 12

Sector Piedrafita-Lillo…………………………………………………………..Pág.12

Sector Lois-Ciguera…………………………………………...……………….Pág. 14

1.4.- Estratigrafía de la Cuenca Carbonífera Central……………………………….Pág. 17

1.5.- Metodología……………………………………………………………………… Pág. 27

CAPÍTULO 2.- ESTRATIGRAFÍA…………………………………………………….Pág. 35

2.1.- Sector Piedrafita-Lillo…………………………………………………………….Pág. 38

Fm Fresnedo…………………………………………………………………...Pág. 39

Fm Levinco……………………………………………………………………..Pág. 40

Fm Llanón………………………………………………………………………Pág. 42

Fm Tendeyón…………………………………………………………………..Pág. 43

2.2.- Sector Lois-Ciguera………………………………………………………………Pág. 46

Fm Calizas de Yordas…………………………………………………………Pág. 46

Fm Lutitas de Lois.....................................................................................Pág. 48

Fm Calizas de Peña Neblera……….……………………………….………..Pág. 48

Fm Calizas de Bachende……………………………………………………..Pág. 49

Fm Lutitas y areniscas de Dueñas…………………………………………..Pág. 53

Fm Calizas de Ciguera……………………………………………….………..Pág. 54

Fm Lutitas de Ciguera…………………………………………………………Pág. 55
CAPÍTULO 3.- SEDIMENTOLOGÍA……………………………………………...…..Pág. 59

3.1.- Descripción e interpretación de facies………………...……………………….Pág. 59

3.1.1.- Facies siliciclásticas……………………………………………….…..Pág. 59

3.1.2.- Facies carbonatadas…………………………………………………..Pág. 73

3.1.2.1.- Productos de alteración…………………………………….Pág. 73

3.1.2.2.- Calizas alóctonas…………………………………...………Pág. 74

3.1.2.3.- Calizas autóctonas……………………………..……….….Pág. 84

3.2.- Asociaciones de facies y sistemas de depósito…………………………..…Pág. 107

3.2.1.- Sistemas deltaicos…………………………………………...………Pág. 107

Asociación de llanura deltaica……………………...………………Pág. 107

Asociación de frente deltaico………………………………….……Pág. 108

Asociación de prodelta/plataforma terrígena……………………..Pág. 108

3.2.2.- Sistemas de plataforma carbonatada……….……………………..Pág. 110

Asociación de plataforma interna…………………………………..Pág. 113

Asociación de plataforma media………………………………...…Pág. 114

Asociación de plataforma externa………………………………….Pág. 116

Asociación de margen de plataforma o talud sedimentario….….Pág. 120

CAPÍTULO 4.- ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD………..…….. Pág. 127

4.1.- Ciclos de 5º orden o secuencias de alta frecuencia……………………...…Pág. 133

Ciclos deltaicos siliciclásticos……………………………………………….Pág. 135

Ciclos deltaicos mixtos……………………………………………………….Pág. 135

Ciclos con calizas de carácter transgresivo.………………...……Pág. 136

Ciclos con calizas transgresivas y regresivas……….....................Pág. 140

Ciclos carbonatados………………………………………………………….Pág. 140

Ciclos de alta energía……………………………………………….Pág. 140

Ciclos submareales………………………………………………….Pág. 140

Ciclos submareales profundos…………………..…………………Pág. 142


4.2.- Secuencias T-R………………………………………………...……………….Pág. 143

4.2.1.- Sector Piedrafita-Lillo……….……………………………………….Pág. 143

4.2.2.- Sector Lois-Ciguera………………………………………………….Pág. 153

4.3.- Conjunto de secuencias y supersecuencias…………………………………Pág. 166

4.4.- Espesor y continuidad lateral de las secuencias de alta frecuencia………Pág. 172

4.5.- Periodicidad de las secuencias de alta frecuencia………………………….Pág. 173

4.6.- Mecanismos de control de la ciclicidad……………………………………….Pág. 179

CAPÍTULO 5.- ANÁLISIS DE CUENCAS. SÍNTESIS SEDIMENTARIA………..Pág. 189

5.1.- Cuencas de antepaís: generalidades…………………………………………Pág. 189

5.2.- La cuenca de antepaís de la Zona Cantábrica………………………………Pág. 192

5.2.1. - Análisis de la subsidencia......………………………………….…..Pág. 194

5.2.2. - Evolución tectono-sedimentaria y paleogeográfica.

Síntesis general………………………….......……………………..….Pág. 198

CAPÍTULO 6.- CONCLUSIONES…………………………………………………..Pág. 211

CAPÍTULO 7.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS………….…………………..Pág. 219


CAPÍTULO 1

INTRODUCCIÓN

1.- INTRODUCCIÓN GENERAL Y OBJETIVOS


1.1.- SITUACIÓN GEOGRÁFICA
1.2.- CONTEXTO GEOLÓGICO.
LA ZONA CANTÁBRICA:
ESTRUCTURA Y ESTRATIGRAFÍA GENERAL
1.3.- ESTRUCTURA DE LA CUENCA
CARBONÍFERA CENTRAL
1.4.- ESTRATIGRAFÍA DE LA CUENCA
CARBONÍFERA CENTRAL
1.5.- METODOLOGÍA
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

1.- INTRODUCCIÓN GENERAL Y OBJETIVOS


En esta tesis doctoral se estudia la estratigrafía, sedimentología y relaciones tectónica-
sedimentación de los materiales del Grupo Lena (Westfaliense) presentes en los sectores

Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera del borde suroriental de la Cuenca Carbonífera Central, Zona


Cantábrica, NE de León.

La sucesión estratigráfica de la Cuenca Carbonífera Central ha sido dividida desde


Barrois (1882) en dos tramos litológicos diferentes. El inferior o Grupo Lena (Assise de

Lena), se caracteriza por la escasez de capas de carbón potentes y la presencia de


numerosas intercalaciones carbonatadas, mientras que en el superior o Grupo Sama (Assise
de Sama), se localizan frecuentes capas de carbón explotables y son escasas las

intercalaciones de calizas. El límite entre ambos grupos es diacrónico: en las partes


occidentales de la cuenca tiene edad Kashiriense superior, mientras que en las orientales
posee una edad claramente perteneciente al tránsito Podolskiense/Myachkoviense. Este

diacronismo se debe básicamente al progresivo cambio lateral de facies entre ambos grupos
(Wagner, 1962 y 1963; Evers, 1967; Sjerp, 1967; Casillas 1984; Barba y Sánchez de la
Torre, 1985; Aller, 1986; Ginkel, 1965; Barba, 1991, Barba et al. 1991; entre otros).

Para comprender las variaciones laterales de facies que existen dentro del Grupo
Lena, los trabajos realizados se han llevado a cabo en dos sectores paleogeográficos

diferentes. En el occidental, denominado Piedrafita-Lillo, afloran materiales del Grupo Lena


(Bashkiriense/Podolskiense) y aparecen, hacia la parte media de la sucesión (Podolskiense
superior), materiales atribuidos al Grupo Sama. El sector oriental, denominado Lois-Ciguera,

se caracteriza porque en él únicamente afloran materiales del Grupo Lena (Bashkiriense/


Myachcoviense inferior), y son escasos los afloramientos de la sucesión basal del mismo
grupo.

La sedimentación carbonífera de la Zona Cantábrica tuvo lugar durante la colisión

entre Gondwana y Laurentia, evento que constituyó la orogenia Hercínica o Varisca. Este
proceso coincidió temporalmente con una glaciación continental generalizada en el hemisferio
S de Gondwana. De esta manera, el estudio de esta sucesión es un buen ejemplo para

3
Diego Corrochano Fernández

comprender la interacción entre las variaciones tectónicas, eustáticas y climáticas, y su


influencia en el registro sedimentario. La orogenia Hercínica en la Zona Cantábrica generó

una cuenca de antepaís marina localizada por delante de la cuña orogénica (Marcos y
Pulgar, 1982; Águeda et al. 1991; Colmenero et al. 1993). El relleno de esta cuenca dio
lugar a una sucesión con una marcada ordenación cíclica, típica de cuencas carboníferas

parálicas durante periodos de icehouse, sedimentada en una extensa plataforma de carácter


mixto. La influencia marina en el relleno de la cuenca alcanzó una gran importancia
desarrollando numerosos horizontes carbonatados cuya presencia y espesor aumentan

hacia el E.

A partir del estudio detallado de la ciclicidad estratigráfica, se pretende conocer


mejor los factores que influyeron en el relleno de la cuenca sedimentaria. La ciclicidad
estratigráfica está controlada principalmente por la tectónica, el eustatismo y el aporte de

sedimentos. Debido a que cualquier cambio en uno o varios de estos factores modifica el
espacio de acomodación, y por lo tanto, el registro estratigráfico, discernir la causa y sus
respuestas puede resultar un tanto ambiguo. Sin embargo, distinguir el origen de estos
cambios es teóricamente posible estudiando las escalas, tanto temporales como espaciales,

de las diferentes señales estratigráficas. En este contexto, la correlación estratigráfica es


una herramienta fundamental a la hora de distinguir la influencia de las variaciones eustáticas
globales de la tectónica a escala regional. Parece obvio pensar que la tectónica jugó un

papel determinante en el relleno sinorogénico de la cuenca sedimentaria, pero otros factores,


como las variaciones glacioeustáticas, asociadas al hielo y deshielo de los glaciares
continentales de Gondwana, tuvieron también cierta importancia controlando la arquitectura

estratigráfica de la sucesión.

Los objetivos concretos de este trabajo consisten en profundizar en estos aspectos


y se enumeran a continuación:

- Realización de cartografías geológicas a escala 1:20.000 del borde suroriental de


la Cuenca Carbonífera Central: sector Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera.

4
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

- Ampliar y mejorar el conocimiento estratigráfico y sedimentológico de esta zona de


la Cuenca Carbonífera Central.

- Establecer los factores que controlan el relleno sedimentario y su ciclicidad.

- Ampliar el conocimiento general de las plataformas carbonatadas dentro del contexto


de la cuenca de antepaís de la Zona Cantábrica, así como estudiar en detalle las relaciones

laterales y verticales de facies.

- Contribuir a resolver los problemas paleogeográficos y evolutivos que presenta la


Zona Cantábrica durante el relleno de la cuenca de antepaís en el Westfaliense.

1.1.- SITUACIÓN GEOGRÁFICA

La zona estudiada se localiza al NE de la provincia de León, dentro de las hojas del


Mapa Topográfico Nacional a escala 1:50.000, número 79 (Puebla de Lillo), 80 (Burón), 104
(Boñar) y 105 (Riaño).

La región abarca un área de unos 200 km2 y se encuentra dentro de las cuencas

hidrográficas de los ríos Porma y Esla, formando ambos los dos embalses que caracterizan

µ
A San Isidro A Oviedo A Oviedo N625 A Cangas de Onís
(Pto. Tarna) (Pto. Tarna) A Oviedo
C635 Burón
Río

(Pto. Pontón)
Cofiñal
Le3
32
Po
rm

Puebla
a

de Lillo Redipollos
79 80 N625
Susarón
(1881) 104 105 Yordas
Lois (1963)
Camposolillo Solle Riaño N621
San Cibrián Embalse
de la Somoza de Riaño
Rucayo A Santander
Orones Ciguera A Potes
(Pto. San Glorio)
Reyero Peñas
Pintas
Embalse Pallide Valbuena (1988)
Viego de Roblo Salamón Horcadas
del Porma
Carande
Las Salas

Valdehuesa Primajas
León
la
Es Remolina
21

o
Corniero Rí
N6

Valdecastillo
Le331 A Boñar 0 5 km A Cistierna Argovejo
A León A León Crémenes

Fig. 1.1. Esquema geográfico del área de estudio mostrando la situación de las hojas de
los Mapas Nacionales a escala 1:50.000

5
Diego Corrochano Fernández

la zona. La orografía es casi en su totalidad montañosa, existiendo cumbres cercanas a los


2000 m, como Peñas Pintas con 1988 m, el pico Yordas de 1963 m de altitud y el pico

Susarón con 1881 m.

Las localidades más importantes son Puebla de Lillo y Riaño. Otros municipios
relevantes son: Redipollos, Solle, Rucayo, Camposolillo, San Cibrián de la Somoza, Orones,
Pallide, Reyero, Las Salas, Salamón, Ciguera, Valbuena de Roblo y Lois, englobados todos

ellos dentro de la Reserva Nacional de Mampodre, la Reserva Nacional de Riaño y del


Parque Regional de Picos de Europa.

Las vías de acceso principales a la región son las siguientes: por el S la carretera
Le-331 desde Boñar a Puebla de Lillo, la N-625 desde Cistierna a Riaño y la comarcal Le-
241 desde Guardo a Riaño. Por el N se puede llegar desde Asturias por la carretera comarcal

Le-332 a través del Puerto de San Isidro, por la N-625 por el puerto del Pontón o por la C-
635 por el puerto de Tarna. El acceso desde Cantabria es a través del puerto de San Glorio
mediante la N-621.

6
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

1.2.- CONTEXTO GEOLÓGICO. LA ZONA CANTÁBRICA: ESTRUCTURA


Y ESTRATIGRAFÍA GENERAL

El Macizo Ibérico o Hercínico constituye la rama SW del orógeno varisco europeo,


formado por la colisión continental entre Gondwana y Laurentia a partir del Devónico medio/
superior hasta el Carbonífero terminal/Pérmico inferior. En esta colisión se vieron involucrados

“terrenos” adyacentes (Martínez-Catalán et al. 1999) y se dio lugar a una cuenca de antepaís

A
SIBERIA

ORÓGENO LAURENTIA
VARISCO

PANTHALASA

PALEOTHETHYS

GONDWANA

55º N
10º O

B 55º O
m

50º O
00
20

20
00

ISLAS
p
LAURENTIA
m

p
MACIZO
p p
BRITÁNICAS RHENANO
p
400

70º O 65º O 60º O p p


400

0m

p
p
0m

50º N Newfoundland
ZRH p
p
p
p
p p p
50º N
p
p
MACIZO
MACIZO DE
p
ARMORICANO
p BOHEMIA

ÁVALON 4000 m
p

MACIZO
CENTRAL
45º N Banco de p FRANCÉS
Galicia 40
p

Nova Scotia 200 00 m


p
p
m

0m
00

0m ZC
p

200
40

MEGUMA p
p
200
0m
p

ZCI ZAOL
2000 m
m

MACIZO
00
20

MARRUECOS
10º
O
p ZOM IBÉRICO
p
35º ZSP 40º
N N
p

5º O
GONDWANA
p

30º
5º N
O

CINTURÓN VARISCO MACIZOS ARMORICANO Y


CENTRAL FRANCÉS
MACIZO IBÉRICO MACIZOS RHENANO Y MARRUECOS
E ISLAS BRITÁNICAS DE BOHEMIA
CINTURÓN OROGÉNICO EXTERNO Y CUENCAS DE ANTEPAÍS
Zona Cantábrica (ZC)
MARGEN CONTINENETAL Macizos variscos del
DE GONDWANA CINTURÓN OROGÉNICO INTERNO oeste de Marruecos
(AUTÓCTONO RELATIVO Zonas Asturoccidental-leonesa (ZAOL), Zonas Centro-Armoricana y Zonas Teplá-Barradiense
Y PARA-AUTÓCTONO) Centroibérica (ZCI) y Ossa-Morena (ZOM) Nord-Armoricana y Saxothuringiense
Dominio esquistoso de la Zona
de Galicia-Tras-os-Montes

TERRENOS ALÓCTONOS Complejos alóctonos de la Zona Zonas Sur-Armoricana y Macizos de Gföhl, Erbendorf,
de Galicia-Tras-os-Montes Averno-Vosga Münchberg y Sowie Gory
CINTURÓN OROGÉNICO EXTERNO Y CUENCAS DE ANTEPAÍS
TERRENO DE ÁVALON Zona de Cornwall (áreas Zona Rhenohercínica y
emergidas y sumergidas) Moravo-Silésica
(ZRH)
TERRENO DE MEGUMA ? Zona Sur-Portuguesa (ZSP)

TERRENO DE ÁVALON TERRENO DE MEGUMA


Áreas emergidas Áreas emergidas
Áreas sumergidas Áreas sumergidas

Fig.1. 2. (A) Localización del Orógeno Varisco durante el Pensilvaniense Superior


(modificado de Bakley, 2005). (B) Reconstrucción de la parte W del cinturón orogénico varisco,
tomado de Merino-Tomé (2004) y basado en Dallmayer et al. (1997) y Martínez Catalán et al. (1999).

7
Diego Corrochano Fernández

o foreland de tipo periférico desarrollada en el margen N de Gondwana (Fig.1.2) (Marcos y


Pulgar, 1982).

El Macizo Hercínico está dividido en una serie de unidades tectonoestratigráficas:

Zona Surportuguesa, Zona de Ossa-Morena, Zona Centroibérica, Zona de Galicia Tras-Os-


Montes, Zona Asturoccidental-Leonesa y Zona Cantábrica (Lozte, 1945; Farias et al., 1987).
Esta última es la parte más externa del Macizo Hercínico en el NW de la Península Ibérica

y ocupa el núcleo del Arco Astúrico o Ibero Armoricano. Está limitada al W por los materiales
precámbricos del Antiforme del Narcea, siendo el límite estructural el cabalgamiento de La
Espina (Gutiérrez-Alonso, 1996); los límites al E y al S son los sedimentos mesozoicos y

A
6° 5°
ZONA CANTÁBRICA
200 km
s
s

N
s
s
s
Gijón Macizo Ibérico
s
s

s
s

s
s
s
ZO

s s ss
s

UN
s

s
s

s ss
s

s s s s s
NA

s s s s
s

s s
s

s s s s s
s

s s s
ID

s s
s

s s s
s

s s s s
s
s

AD
A

s s s
Oviedo
s

s s s s s
S

s
43° 20' s
s

s s s s
s s

s s
s s
s s

s s s s s s
s
TU

s s s s
s s s s
s

s s s ss s s s
s
U.
s
s

s
s

s
s

s
s

s s
s

s s
s

s s
ROC

s
s

s s s
s

DE

s s
s s s s

s
s

s s
s
s

s s ss s
s s
PICOS DE EUROPA
s

s
s
s

s
MANTO s
s
s s

s
DE
s

s
s
CIDENTAL-L

s
s

s
U NI
s

s s
s
DEL
s

s
s

s s
s
s

s
L Á AMO

CUENCA
s s
s

PONGA
s
s s

s
s

s
s
s

s
s
s

s
s

s
DA

s
SO

ss
s

s s

s
CARBONÍFERA
s
s

UNIDAD DEL
s s

s
s
s

s ss
s

s s s
s

s
R
s

s s s s s
IE s s
D
s

s s
s

CENTRAL
M

PISUERGA-CARRION
s
s

s
D
s
s

s
s

s
s

s
s
s s s s

s
O
s

s s

s
s

s
s

s
s

s s s
s s s s s s
s
s s s s s s
s s s s s s s
-

s s s s s
s
s
EO

43° 00'
s

s s s
s s
s

E
s s s
s
s

s s
s
D
NE

SOBIA
s s s s
s s s s
s

s s s
s

s s s s s s
s s s s s s s s s
SA

s s s
s

s s s s s
s

s s s ss s s s s
s

s
s s s s
CO
s

s
s s s
U. DEL
s
s s
RRE
s s s s
s

CILLA ESLA
s s s s
s

s
s s s s
s s

CUENCA DEL DUERO


s s s
s s

0 10 20 30 km

Pérmico, Mesozoico
Unidades tectonoestratigráficas de la Zona Cantábrica
y Terciario
Cuenca Unidad de Picos
Unidad de Pliegues Carbonífera Manto del Unidad del
Estefanienses y Mantos Ponga de Europa Pisuerga-Carrión
Central
Precámbrico del
Antiforme del Narcea

B
O Antiforme del Narcea Unidad de Somiedo U. Sobia U. Aramo Cuenca Carbonífera Central Unidad del Ponga E
km
0

15 km
Cámbrico inferior Cámbrico medio-Ordovícico Unidad del Pisuerga-Carrión
Rocas precámbricas Silúrico, Devónico y Carbonífero

Fig.1.3. Mapa (A) y corte geológico (B) de dirección E-W de la Zona Cantábrica,
modificado de Pérez Estaún et al. (1988). El recuadro indica la zona de estudio.

8
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

terciarios de la Cuenca Vasco-Cantábrica y del Duero respectivamente, discordantes sobre


los materiales paleozoicos; al N está limitado por la costa cantábrica.

Presenta una tectónica superficial, epidérmica o thin-skinned, con sistemas de

cabalgamientos y pliegues asociados, con escasa deformación interna, magmatismo y


metamorfismo (Pérez-Estaún et al., 1988). Estos sistemas de cabalgamientos individualizan
la cuenca en varias unidades tectonoestratigráficas (Julivert, 1971; Pérez-Estaún et al.,

1988): Pliegues y Mantos (integrada a su vez por las unidades cabalgantes de Somiedo-
Correcillas, Sobia-Bodón, Áramo, Esla y Valsurvio), Cuenca Carbonífera Central, Ponga
(que incluye el Área del Cuera al N), Picos de Europa y Pisuerga-Carrión (Fig.1.3).

El modelo de emplazamiento de los mantos propuesto por Pérez-Estaún et al. (1988)


se asemeja al movimiento de un diafragma fotográfico, donde se produce un desplazamiento

desigual de las unidades tectónicas que generan la estructura en arco del orógeno. Según
estos autores, las primeras unidades en emplazarse, a partir del Westfaliense B, fueron
Somiedo-Correcillas y el Manto del Esla; las siguientes fueron las de la Sobia-Bodón, el

Dirección de emplazamiento
U. del Áramo, Bobia y Somiedo-Correcilla
Cuenca Carbonífera Central
Unidad del Ponga
Unidad de Picos de Europa
Rocas mesozoicas y terciarias

B
1 2 3

CUENCA
CARBONÍFERA
CARBONÍFERA MANTO
CENTRAL OVIEDO OVIEDO
OVIEDO DEL
PONGA PICOS
UNIDADES
DEL
ÁRAMO
SOBIA Y FALLA DE LE
F. DEL PO ÓN
SOMIEDO- RMA
CORRECILLA FALL
A DE SA
BERO
-GOR
DÓN

Fig.1.4. Direcciones de transporte de los principales mantos de la Zona Cantábrica (A) y


modelo de cierre del Arco Artúrico (B), según Pérez-Estaún (1988).

9
Diego Corrochano Fernández

Áramo y la Cuenca Carbonífera Central, a partir del Westfaliense Superior. Estas unidades
siguieron un movimiento SW-NE/W-E. A continuación se emplazó la unidad del Ponga, con
dirección W-E y, finalmente, la de Picos de Europa, que comenzó a deformarse a partir del

Myachkoviense superior, con un movimiento N-S sobre la Unidad de Pisuerga Carrión


(Merino-Tomé, 2004; Merino-Tomé et al. 2009b), (Fig.1.4).

Sin embargo, en los últimos años un nuevo modelo de deformación del arco astúrico
se está abriendo camino entre la comunidad científica (Fig.1.5). Se basa en datos
paleomagnéticos y está siendo elaborado por Weil et al. (2001), Gutiérrez-Alonso et al.

(2004), Weil (2006) y Weil et al. (2010); entre otros. Estos autores proponen que la geometría

Fig.1.5. A) Esquema palinspástico del Arco Cantábrico después de la deformación E-W. 1:


Zona Asturoccidental Leonesa; 2: Antiforme del Nancea; 3: Unidad de Pliegues y Mantos; 4: Cuenca
Carbonífera Central; 5: Unidad del Ponga; 6: Unidad de Picos de Europa; 7: Unidad de Pisuerga-
Carrión; 8: Rocas discordantes del Carbonífero Superior; 9: Cobertera mesozoica-terciaria.
B) Configuración actual del Arco Cantábrico después del plegamiento oroclinal, Weil (2006).

10
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

en arco de la Zona Cantábrica es el resultado del plegamiento oroclinal de un orógeno


lineal durante 2 fases compresivas sucesivas, E-W durante el Pensilvaniense y N-S durante

el Pérmico inferior.

Desde un punto de vista tectonoestratigráfico, la sucesión paleozoica en la Zona


Cantábrica se divide en una secuencia preorogénica, de edad Cámbrico-Devónico superior,
y otra sinorogénica que comprende la mayor parte del Carbonifero (Marcos y Pulgar, 1982).

Esta sucesión carbonífera sinorogénica puede dividirse a su vez en tres grandes conjuntos:

- Sucesiones del Tournaisiense-Visense. Representan el tránsito entre las etapas

pre y sinorogénicas y se caracterizan por la sedimentación de unidades marinas extensas,


delgadas, homogéneas y de carácter condensado.

- Sucesiones del Namuriense-Westfaliense. Tienen un carácter sinorogénico y se


caracterizan por tener un gran espesor y variabilidad litológica. Debido a la alta tasa de

subsidencia de la cuenca sedimentaria y a la elevada entrada de aportes , se originó la


acumulación de grandes espesores de sedimentos en la misma, siendo la sucesión
sinorogénica mucho más potente que las preorogénicas. Durante esta etapa, la Zona

Cantábrica se comportó como una cuenca de antepaís (Marcos y Pulgar, 1982; Águeda et
al., 1991; Colmenero et al., 1993), que situada por delante del frente orogénico, recibió un
gran volumen de sedimentos terrígenos procedentes del W. Como consecuencia del avance

de la deformación, los sectores proximales de la cuenca fueron sucesivamente deformados


e incorporados progresivamente a la cuña orogénica, apareciendo importantes volúmenes
de material resedimentado (procesos de canibalización).

- Sucesiones del Estefaniense. Tienen carácter tardi y postorogénico. La deformación

orogénica compresiva afectó a los sectores más distales de la cuenca de antepaís (Picos
de Europa) que se emplazaron hacia el S sobre la Unidad del Pisuerga-Carrión. A la vez,
en áreas ya levantadas de la cordillera, la acción de fallas generó nuevas cuencas

sedimentarias donde se acumularon abundantes depósitos clásticos continentales.

11
Diego Corrochano Fernández

1.3.- ESTRUCTURA DE LA CUENCA CARBONÍFERA CENTRAL

La Cuenca Carbonífera Central es un dominio tectonoestratigráfico de la Zona


Cantábrica estructuralmente muy complejo. Presenta varios sistemas de pliegues asociados

al emplazamiento de mantos cabalgantes, todo ello fracturado posteriormente durante la


orogenia Alpina. Limita al N con el Manto del Ponga y los sedimentos mesozoicos y terciarios
de la cuenca Cantábrica; al S con el Manto del Esla y la Unidad de La Sobia mediante la

falla de León; al E con las Unidades de Pisuerga Carrión y Ponga, mediante el cabalgamiento
frontal del Manto del Laviana, y al W con la Unidad del Áramo, por el cabalgamiento basal
del Áramo (Fig.1.3).

Barba et al. (1991) dividieron la Cuenca Carbonífera Central en una serie de sectores

tectonoestratigráficos diferentes: Riosa-Olloniego, Justa-Aramil, Aller-Nalón, Porma,


Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera (Fig.1.6). En estos dos últimos es donde se han centrado los
trabajos estratigráficos y sedimentológicos del presente estudio. Tienen las siguientes

particularidades:

Sector Piedrafita-Lillo

Ha recibido diversas denominaciones a lo largo del tiempo: fue denominado Cuenca

de Piedrafita (Racz, 1964); Cuenca de Piedrafita-Lillo (Sjerp, 1967); y Subcuenca Piedrafita-


Lillo (Marcus, 1970).

Limita al W con el sector Aller-Nalón mediante la falla de Piedrafita; al S con la


Unidad de Sobia-Bodón, mediante la falla de León; al E con el sector Lois-Ciguera, mediante

la falla de Solle; y al N con la Unidad del Ponga, mediante la falla de Cofiñal.

La zona corresponde al Manto de Laviana y lo más característico es la presencia de


interferencias de pliegues longitudinales y transversales (Fig. 1.7) con trazados N-S y E-W
respectivamente (Aller, 1986). Este autor relaciona los pliegues longitudinales con la

deformación asociada al emplazamiento de los mantos de cabalgamiento. Los pliegues


transversales se formaron con posterioridad a los longitudinales, y son el resultado de un
importante acortamiento cuya dirección coincide aproximadamente con la de los

longitudinales.

12
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

Mesozoico-Terciario
Grupo Sama
Oviedo Grupo Lena
Formación Valdeteja

N 2 Sama
1
Formación Barcaliente
Sector Riosa-Olloniego
Mieres 3 2 Sector de la Justa-Aramil
1
3 Sector Aller-Nalón
4 Sector de Piedrafita-Lillo
5 Sector Lois-Ciguera
6 Sector del Porma

Pajares
4 Puebla
de Lillo
Lois 5
Macizo Ibérico 6
10 km

Fig.1. 6. Esquema geológico de la Cuenca Carbonífera Central mostrando los sectores


diferenciados por Barba et al. (1991).

Sinclinal
s

Falla de Cofiñal Anticlinal


s

s
s
s
s
s

s Falla
s
s
s

Cabalgamiento
s
s s
s
s
s
s
s
s
s
s
s
s

PUEBLA DE
s

LILLO s
s
s
s s
s
s s s
s

s s s s
s

s
s
s s
s

s s s
s s
s s
s
Pico
s s

Susarón
Pico Mahón

Falla de Solle

s
s
s

1000 m 500 m 0 1 2 km

Fig. 1.7. Esquema estructural mostrando las principales fracturas y trazas axiales de los
pliegues longitudinales y transversales en el sector Piedrafita-Lillo.

13
Diego Corrochano Fernández

Sector Lois Ciguera

Este sector anteriormente fue llamado por Brouwer y Ginkel (1964), Ginkel (1965),
Sjerp (1967) y Meijer (1971) como Fm Lois-Ciguera, término que recientemente recuperó
Fadón (2007). Marcus (1970) la denominó “Subcuenca Lois-Ciguera”, representando

simplemente representa la continuación hacia el E de la “Subcuenca de Piedrafita-Lillo”.


Julivert (1971) incluyó parte de este sector (la escama más oriental del sistema del pico
Yordas) dentro de la unidad de Picos de Europa, debido a la presencia en esta lámina de

unas calizas de edad Bashkiriense.

Recientemente, Alonso et al. (2009) han reinterpretado la falla de León como un


cabalgamiento fuera de secuencia y han elaborado una nueva clasificación de la Zona
Cantábrica en la que incluyen el sector Lois-Ciguera dentro de la Unidad del Esla. Aunque

esta interpretación de la falla de León nos parece acertada, tenemos objeciones a la


clasificación propuesta, ya que contempla únicamente parámetros estructurales. Es por
esto que, de acuerdo con el enfoque estratigráfico y sedimentológico de este trabajo, nos

parece más adecuada la clasificación de Pérez-Estaún et al. (1988).

A pesar de que los sectores Lois-Ciguera y Piedrafita-Lillo muestren características


tectónicas y estratigráficas diferentes, no son criterios suficientes para situarlos en unidades
distintas. Simplemente entendemos que esas diferencias vienen derivadas de su posición

paleogeográfica original. A este respecto proponemos que el sector Lois-Ciguera ocupó


dentro de la cuenca sedimentaria una posición más distal que el sector de Piedrafita-Lillo.

El sector Lois-Ciguera se encuentra limitado al N y al W por la falla de Solle,


interpretada por Alonso et al. (2009) como una posible prolongación septentrional de la falla
del Porma, y que pone en contacto este sector con la Unidad del Ponga y el de Piedrafita-

Lillo; al S por la falla de León, que lo pone en contacto con el Manto del Esla; y al E por el
cabalgamiento frontal de la Cuenca Carbonífera Central que pone en contacto estos
materiales con la Unidad de Pisuerga Carrión. Estructuralmente es un sector mucho más

complejo que el de Piedrafita-Lillo. Constituye un sinclinorio con un trazado E-W, fuertemente


replegado y fracturado, que se caracteriza por la presencia de una serie de pliegues de
dirección SW-NW, generalmente con el flanco más septentrional invertido, y varias láminas

14
Burón

Sinclinal
s
s
Anticlinal
s s
s s
s
s

s
s

Falla s
s s
s
s

s
s

s s
s s s s
s s Cabalgamiento s
s

s
s s
s s s
s
s

s
s s s s
s

s
s

s
s
s s s
lle s
s

So s s s
s s
s s
s

s
de s Pico Yordas

s
s
la s s

s
s l
s
s

Fa s
s

s
s

s
s
s

s s
s

s s s s s

s
s s s
s

s
s

s
s
s

s
s

s
s

s
s s
s
s

s
s
s s
s

s
s s s
s

s
Lois s
s s s s
s
s s
s
s s
s
s
s s s s s
s

s
s
s
s s s
s

de Lois s s

s
Sinclinal
s
s s
s

s
s

s
s s
s
s

s
s
s

is
s

Lo
s
s
s

s s
s
s s Riaño

de
s

l
s
s
s
s

ina
l
ya
Sinclinal de Anciles

nc
s
s

To
s
ra

Si
s
s

a
de Cigue

ñ
s

s
Sinclinal s
s

s s

Pe
s

s
s

de

s
s
s
s

al
s

in
s

s
s

icl
s
s

t
Ciguera s

s
s

An
s s s
s s
s

s
s
s

s
s s
s
s
s

s s s ón
s s am
s s
s s s Sal
s s
la de s

s
s Fal Peñas Pintas s
s

s
s
s s
s
s
s s s
s s
s s
s s s s
s s s s
Salamón s
s

Falla
1 2 km
1000 m 500 m 0
de Le
ón

Las Salas

15
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

Fig.1.8.a. Traza axial de los pliegues a escala cartográfica y trazado de las principales fracturas y cabalgamientos en el sector Lois-Ciguera.
Diego Corrochano Fernández

alóctonas imbricadas cortadas por cabalgamientos en fuera de secuencia (Fig. 1.8. b), todo
ello fracturado por una complicada red de fallas posteriores (Fig. 1.8. a). Aller (1986) atribuyó
la mayor parte de los pliegues que afloran en este sector a pliegues transversales, descritos

anteriormente en el sector de Puebla de Lillo. Las fracturas más importantes, con direcciones
predominantes W-E y NW-SE, son posteriores a las principales fases de plegamiento y al
emplazamiento de los cabalgamientos, y se asocian a la etapa de compresión N-S que tuvo

lugar durante el Pérmico inferior. En muchas ocasiones, debido al elevado desplazamiento


que pueden presentar, dificultan en gran medida la reconstrucción e interpretación de la
estructura de la zona (ver cortes I-I’, II-II’ y III-III’ situados al final de la memoria).

Barba et al. (1991) agruparon el conjunto de escamas que forman el Manto de


Laviana en esta zona, en dos sistemas tectonoestratigráficos, el del río Dueñas y el del pico

Yordas, cuyas características fueron ampliamente descritas en Heredia (1991).


Posteriormente, Alonso y Marcos (2001), en su modelización estructural del yacimiento de
oro de Salamón, identificaron dos dominios diferentes, el de Cueto Grande y el de Peñas

Pintas. Corrochano (2006) y Corrochano y Barba (2007), con el fin de unificar criterios y

Fm Maraña
Fm Calizas
de Bachende

Cabalgamientos iniciales Cabalgamientos en fuera


de secuencia

Fig. 1.8.b. Esquema de formación de cabalgamientos cortando en fuera de secuencia en el sector Lois-

Ciguera. Dibujo sin escala. Modificado de Alonso et al. (2009)

16
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

términos, propusieron que el conjunto de escamas que afloran en esta zona pueden agrupase

en tres dominios tectonoestratigráficos: el del río Dueñas, el del Pico Yordas y el de Peñas
Pintas. En el presente trabajo, sin embargo, no hemos considerado necesaria una división
del sector en dominios, ya que las variaciones estratigráficas observadas simplemente

corresponden a cambios laterales de facies, visibles también en otros sectores de la Cuenca


Carbonífera Central.

1.4.- ESTRATIGRAFÍA DE LA CUENCA CARBONÍFERA CENTRAL

La sucesión estratigráfica de la Cuenca Carbonífera Central se caracteriza por


presentar una disminución de espesor generalizada en los materiales moscovienses de W

a E, según nos alejamos del frente orogénico. Así, la sucesión en el sector Lois-Ciguera
alcanza unos 2.000 m de potencia, mientras que en el sector Aller-Nallón supera los 5.000
m. Está formada por las siguientes unidades litoestratigráficas (fig.1.9, 1.10, y 1.11) (ver

Colmenero et al., 2002; y referencias allí contenidas para una descripción más detallada):

Unidades carbonatadas basales (Misisipiense)

Fm Vegamián (Tournasiense), constituida por apenas una decena de metros de

pizarras negras con nódulos de sílex, manganeso y fosfato, con intercalaciones esporádicas
de niveles carbonatados y areniscas. Su depósito se atribuye a zonas profundas de la
plataforma (Colmenero et al. 2002).

Fm Alba/Genicera/Griotte (Tournasiense superior/ Viseense) de aproximadamente

25 m de espesor y gran continuidad lateral, por lo que se utiliza como nivel guía en toda la
Zona Cantábrica. Se dispone de forma neta sobre la formación anterior y está constituida
por tres miembros; uno basal, formado por calizas gris claras de grano fino seguido por

unas calizas nodulosas de color rojizo bioclásticas y fosilíferas; un miembro medio de


radiolaritas y pizarras rojas; y un miembro superior, formado por calizas grises (Fig.1.10 a).
Se interpreta como una unidad condesada sedimentada en ambientes profundos

(posiblemente superiores a 100 m) y bien oxigenados (Colmenero et al., 2002).

17
REGIÓN DE PLIEGUES Y MANTOS CUENCA REGIÓN DEL REGIÓN DE REGIÓN
CARBONÍFERA MANTO DEL PICOS DE PISUERGA-CARRIÓN
UNIDAD SOMIEDO- UNIDAD SOBIA-

18
CENTRAL PONGA EUROPA
CORRECILLAS BODÓN
290
Fm MANTOS
Cavandi Grupo DE PICOS
Fm Fontecha Remoña DE

Fm
295 Cuencas intramontañosas Fm 6
EUROPA

Lebeña
Puentellés
Fms Grupo Cea MANTO DEL

-viense liense
Fm Sebarga

Kasimo Gze-
Gamonedo + Las Llaceria PONGA 5

Estefaniense
POSTOROGÉNICA

303
MANTOS ZC

Gr Sama Fm Fito
Fm Picos Grupo PLIEGUES
Y MANTOS
Diego Corrochano Fernández

Fm Escalada de Europa Pando

viense
4

Mosco-
311 Fm San Emiliano Fm Beleño

Westfaliense
Formación Formación
Formación

Grupo Lena
Valdeteja Fresnedo Grupo 3

iriense
Valdeteja

Bashk-
Fm Ricacabiello Prioro
SINOROGÉNICA

323
MANTOS
PALENTINOS
MANTOS ZAOL

Formación

Namuriense
Olleros Formación Barcaliente

-viense
2

Serpujo
333

Formación Alba

Viseese
1
TRÁNSITO

350
MANTOS

desconocido
ZCI Y ZAOL

Fm
Vega- Formación Baleas ?
mián Formación Vegamián

Fm Baleas
Secuencias

Fm Vegamián

Tournaisiense
363
Fig.1.9. Cuadro de correlación estratigráfica del Carbonífero de la Zona Cantábrica, donde se muestra la distribución y las relaciones entre las
principales unidades litoestratigráficas. En la parte izquierda se muestran las escalas cronoestratigráficas seguidas en este trabajo. En la parte
derecha se observan las 6 secuencias (según Sloss,1949) establecidas por Colmenero et al. (2002). Modificado de Colmenero et al. (2002).
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

Caliza de Montaña (Misisipiense/Pensilvaniense)

Sucesión carbonatada definida por Ezquerra del Bayo (1844) y que posteriormente
fue dividida por Wagner et al. (1971) en dos formaciones distintas, Fm Barcaliente y Fm

Valdeteja.

La Fm Barcaliente (Fig.1.10 b, c y d) (Namuriense A/Serpukhoviense) está presente

en prácticamente toda la Zona Cantábrica, salvo en la Unidad de Somiedo Correcilla, donde


es sustituida lateralmente por una sucesión turbidítica correspondiente la Fm Olleros. Está
formada por alrededor de 300 m de calizas mudstone oscuras, laminadas, fétidas y azoicas.

Hacia el techo presentan pseudomorfos de anhidrita y niveles de brechas dispersos,

a b techo

Fm Barcaliente

Grupo Lena

c d

Fig. 1.10.a) Caliza Griotte carbonífera en la Catedral de la Montaña, Lois. b) Aspecto general de
la Fm Barcaliente y su contacto con materiales del Grupo Lena en el sector Lois-Ciguera.
c) Brechas localizas en el techo de la Fm Barcaliente. d) Detalle del nivel de pseudomorfos de
anhidrita en la unidad anterior.

19
Diego Corrochano Fernández

relacionados con la disolución de evaporitas (González Lastra, 1978) o inestabilidades

gravitatorias (Eichmüller, 1985; Fernández, 1990). Otra posible interpretación de estos


depósitos tan característicos es su relación con el descenso eustático generalizado en el
tránsito Serpukhoviense/Bashkiriense, puesto de manifiesto por Ross y Ross (1988) y Haq

y Schutter (2008).

El contenido fósil observado en esta unidad es muy pobre, reduciéndose a ostrácodos,


calcisferas, radiolarios, crinoideos, conchas delgadas de bivalvos, braquiópodos y esponjas
silicificadas, éstas últimas observadas hacia la parte alta de la formación.

El origen de estos depósitos es controvertido (ver Colmenero et al., 2002) aunque

una amplia mayoría de autores interpretan esta unidad como una plataforma marina muy
extensa, aislada del continente, del cual le separa un surco (foredeep) relativamente profundo
y con sedimentación terrígena turbidítica. La plataforma era restringida e hipersalina,

pobremente oxigenada y con precipitación de evaporitas. La larga anoxia que afectó al


fondo marino en la mayoría de la Zona Cantábrica durante esta época, estuvo probablemente
favorecida por la existencia de una estratificación vertical de las aguas que dio lugar al

desarrollo de una masa de agua más profunda y con mayores salinidades.

La Fm Valdeteja (Serpukhoviense superior/Bashkiriense) está integrada por calizas

bioclásticas y micríticas bioconstruidas, alcanzando espesores cercanos a los 1.000 m. Su


extensión es mucho más reducida que la Fm Barcaliente, ya que es sustituida lateralmente
por otro tipo de depósitos de carácter terrígeno y carbonatado, como la Fm Ricacabiello en

el Manto del Ponga, la Fm Fresnedo en la Cuenca Carbonífera Central y la Fm San Emiliano


en la Unidad de la Sobia-Bodón. Las relaciones laterales entre estas unidades y la Fm
Valdeteja son, en general, bruscas, existiendo olistolitos y megabrechas de edad

Bashkiriense-Vereyense (Salvador, 1989; Bahamonde, 1990; Fernández, 1990 y 1993).

Internamente se reconocen varias discontinuidades intraformacionales de gran


extensión areal, localmente cubiertas por depósitos terrígenos (Eichmullër, 1985; Fernández,
1990, 1993). Dichas discontinuidades permitieron al último de los autores separar dentro

las Unidades de la Sobia-Bodón y Áramo, cinco episodios de sedimentación carbonatada


(Episodios Valdeteja 1 a 5).

20
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

Sucesiones detríticas superiores: Grupos Lena y Sama (Pensilvaniense)

Sobre la Caliza de Montaña se sitúan los materiales westfalienses de los Grupos


Lena y Sama, cuya estratigrafía varía notablemente de unos sectores a otros de la cuenca

sedimentaria.

La sucesión presente en el sector Riosa-Olloniego (parte más occidental de la Cuenca


Carbonífera Central), está formada por areniscas, lutitas y abundantes intercalaciones de
conglomerados. Fue dividida en varias formaciones, que de muro a techo son (Pello, 1968

y Fernández et al., 1988): Improductivo de Riosa, Fm Canales, Fm Conglomerados de


Mieres, Fm Esperanza, Fm Olloniego y Fm Ablanedo. La primera unidad es atribuida al
Grupo Lena mientras que las restantes lo son al Grupo Sama.

En el sector central (o Aller-Nalón) de la Cuenca Carbonífera Central, la sucesión de

referencia ha conocido clásicamente numerosas divisiones. En este trabajo se va a tomar


la proporcionada por García Loygorri et al. (1971) y basada en Adaro (1926), que agrupa
los materiales en una serie de paquetes mineros, denominados de muro a techo: Fresnedo,

Levinco, Llanón, Tendeyón, Caleras, Generalas, San Antonio, Maria Luisa, Sotón,
Entrerregueras, Sorriego, Modesta y Oscura (Fig.1.11).

A continuación, se realiza una breve descripción de estas unidades (basada


fundamentalmente en García Loygorri et al., 1971; Truyols, 1983; Salvador, 1989 y Barba,
1991):

- El paquete Fresnedo tiene un espesor medio de 450 m y se sitúa sobre la Fm

Barcaliente. Está constituído por una megasecuencia grano y estratocreciente, formada


por lutitas de color grisáceo con intercalaciones de litarenitas de espesor decimétrico a
métrico, de base neta y techo localmente ondulado, con laminación paralela y de ripples.

Hacia el techo del paquete pueden observarse niveles de hasta 2 m de espesor de calizas
ricas en algas filoides y oolitos.

- El paquete Levinco, con una potencia aproximada de 760 a 850 m, está formado
por intercalaciones de calizas, litarenitas, lutitas y algún carbonero disperso de espesor

21
Diego Corrochano Fernández

Macro- Micro-
Paquetes flora flora Foram. Foram.

Oscura

ESTEF. INF.
WESTF. D-

ESTEF. INF.
Modesta MD4

Sorriego
Entre-
rregueras

MYACHKOVIENSE
S A M A

WESTFALIENSE D
Caliza de
MS5

WESTFALIENSE D
Entrerregueras

MEDIO-SUP
Tonstein Lozanita

Sotón
G R U P O

María Luisa

Secuencia regresiva y progradante


WESTFALIENSE D INF

Caliza Corral
Arenisca La Voz
WESTFALIENSE C

San Antonio
WESTFALIENSE D
¿WESTF. D?

2ª Pudinga
MD3
1ª Pudinga
Arenisca de MS4
Generalas
Generalas
Caliza de Torala
Caliza de la Nueva
PODOLSKIENSE
WESTFALIENSE C
WESTFALIENSE C

Caleras
Caliza de la Sucia
Cuarcita la Cruz
WESTF. C
SUP.-D

Tendeyón MS3
L E N A

WESTFALIENSE. C

Caliza de la
Pumarada
KASHIRIENSE

Llanón
G R U P O

MD2
Micropudingas
1000 m

MS2
VEREYENSE

Levinco WEST.
B-C
WST. A-B
Caliza de WEST. A
Peña Redonda
BASHKIR.

MS1
MD1
Fresnedo
0m

NAM. B

SERP.

Fm Barcaliente
"Caliza de Montaña"

Fm Alba NAM.A VISEN. M Ct Sm Pf


Fm Vegamián + VISE.
García Loygorri Salvador Barba
García Loygorri et al. Barba (1991) et al. (1971) (1989 y 1991) (1991)
(1974) Bless
(1971)

Fig. 1.11. Columna sintética del sector Aller-Nalón (modificada de García Loygorri et al., 1971;
Salvador, 1989 y Barba, 1991). M: marino. Ct: continental. Sm: somero. Pf: profundo.

22
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

reducido. García Loygorri et al. (1971) separaron en su base la Caliza de Peña Redonda

(conocida también como “masiva” o “de fusulinas”). Está integrada por dos tramos calcáreos
separados por otro detrítico intermedio. El tramo inferior son calizas bioclásticas, con signos
de exposición subaérea, que tienen por encima depósitos de brechas calcáreas (Salvador

1989, 1991). En el superior, las calizas bioclásticas están asociadas a bancos de algas.
Estas calizas representan una plataforma somera protegida, cuyo desarrollo se asocia a la
fase transgresiva del Megaciclo 1 de Salvador (1989, 1991).

- El paquete Llanón, de 490 a 550 m de espesor, está formado por lutitas, litarenitas

y capas de carbón, existiendo también hacia el techo algún nivel carbonatado de poca
importancia. Las capas de carbón, 7 u 8 en total, de las cuales 3 de ellas han sido muy
explotadas, tienen un espesor muy reducido y muestran la presencia de suelos de vegetación.

- El paquete Tendeyón presenta una potencia próxima a 950 m. Está limitado en su

base y techo por las unidades conocidas como Caliza de la Pumarada (de hasta 25 m de
espesor) y Cuarcita de la Cruz. Por encima de la caliza basal, los 400-500 m inferiores
constituyen una sucesión de lutitas con intercalaciones de litarenitas y sublitarenitas,

formando secuencias granodecrecientes. En los 500 m superiores, la unidad está


representada por una sucesión de lutitas y areniscas con intercalaciones carbonatadas de
hasta 15 m de espesor. El techo del paquete está caracterizado por la presencia de potentes

tramos de arenisca, con base erosiva y canaliforme, niveles lutíticos bioturbados por raíces
y capas de carbón.

- El paquete Caleras es considerado como el primer paquete “productivo” de carbón


y tiene una potencia aproximada de 300 m. Está constituido por alternancias de lutitas,
areniscas y capas de carbón, con tres niveles calcáreos de gran continuidad lateral, conocidos

como la Caliza de la Sucia, Caliza de la Nueva y Caliza de la Toral. Debido a su extensión


lateral, estos niveles carbonatados sirven de guía cartográfica.

- El paquete Generalas tiene un espesor medio de 305 m y comienza con 100 m


de lutitas marinas, seguidas por un tramo arenoso (Areniscas de Generalas) de hasta 85 m

23
Diego Corrochano Fernández

de potencia que contiene intercalaciones de carbón explotables (capas Generalas). El tramo

superior del paquete está integrado de nuevo por lutitas y litarenitas, constituyendo una
secuencia grano y estratocreciente que hacia el techo presentan ortoconglomerados
cuarcíticos con intercalaciones de litarenitas (Pudinga de Generalas o Primera Pudinga),

con un espesor máximo de 35 m. Es en la base de este paquete donde Aller (1986),


Águeda et al. (1986-1987), Villa y Heredia (1988), Fernández et al. (1988) y Barba (1991),
establecen la división entre el Grupo Lena y el Grupo Sama. Autores previos, como García

Loygorri et al. (1971), establecen que la división se produce en la base del paquete Caleras,
debido a la aparición de las primeras capas de carbón explotables de cierta importancia
(comienzo del tramo productivo).

- El paquete San Antonio (también llamado “Entrepudingas”) tiene una potencia

media de 315 m. Está dividido en tres tramos. El inferior está formado por litarenitas de
grano grueso/medio ordenadas en secuencias grano y estrato crecientes con varios
carboneros intercalados. El intermedio está constituido por conglomerados silíceos (Segunda

Pudinga), similares a los del paquete Generalas, aunque con un espesor mayor (hasta 60
m) y una extensión menor. En el muro de ambas pudingas, es característica la presencia de
niveles con estructuras de deslizamiento, como resultado de los diferentes pulsos tectónicos

(comunicación personal del Dr. P. Barba). El tramo superior está compuesto por lutitas y
litarenitas con intercalaciones de carbón, ordenadas en una secuencia grano y
estratocreciente, en cuyo techo se sitúa un importante nivel de litarenitas conocido como la

Arenisca de la Voz.

- El paquete Maria Luisa presenta un espesor aproximado de 300 m. Está formado


por lutitas, litarenitas y 10-11 capas de carbón muy discontinuas lateralmente, lo que hace
muy difícil su correlación. Contiene un nivel calcáreo y discontinuo de poco espesor

denominado Caliza Corral.

- El paquete Sotón tiene una potencia de 400 m y presenta de 13 a 19 capas de

carbón explotables. Litológicamente es muy similar al anterior, aunque hay que destacar la
presencia en el techo del tonstein Lozanita, utilizado como nivel guía a lo largo de la cuenca.

24
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

Se trata de un depósito rico en caolín con escasa potencia pero con elevada continuidad
lateral, asociado a la alteración de cenizas volcánicas.

- El paquete Entrerregueras tiene un espesor medio de 340 m. Los 150 m basales


son lutitas con fauna marina en el que a veces aparecen delgados bancos de caliza. Por

encima se encuentra un tramo con abundantes carboneros y suelos de vegetación, que


pasan hacia el techo a litarenitas con una potencia de 60 m. Finalmente culmina el paquete,
una sucesión de 120 m en la que se encuentra intercalado el primer nivel de conglomerados

polimícticos (gonfolitas), relativamente abundantes en los paquetes superiores.

- El paquete Sorriego tiene una potencia de 300 m. Comienza con un potente

tramo detrítico de 180 m, con algún nivel de carbón intercalado, seguido por dos tramos
continentales de 70 y 30 m separados por un nivel lutítico marino de 20 m de espesor.

- Los paquetes Modesta y Oscura tienen un espesor en conjunto de 575 m, y


litologicamente son muy similares al paquete infrayacente, aunque contienen también varios

niveles de conglomerados polimícticos.

La sucesión presente en el sector del Porma (Barba, 1991) o Cuenca del Porma
(Suárez et al. 1996), difiere mucho de los sectores anteriores. Fue definida por Evers (1967)
como “área de Ferreras” y por Aller como “autóctono de la escama de Forcada”. Se trata de

una sucesión formada por dos unidades diferentes. La inferior, la Fm Ferreras, está
constituida por areniscas y lutitas estratificadas de carácter turbidítico, con secuencias de
Bouma del tipo Tc-e, apareciendo amalgamadas formando tramos masivos o con laminación

paralela y con una dirección de paleocorriente dominante hacia el NNE (Barba, 1991). La
superior o Melange del Porma, está formada por una sucesión olistrostómica de
aproximadamente 1.500 m de espesor, de aspecto caótico e integrada por lutitas, areniscas

y bloques de calizas y areniscas, atribuida al Grupo Maraña (Suárez et al. 1996; Alonso et
al. 2006; Alonso et al. 2009). Los bloques de caliza, de edad Bashkiriense superior/
Myachkoviense, contienen componentes como oolitos, algas y fusulinas, que sugieren una

sedimentación original de carácter somero (ver Alonso et al. 2006, y referencias allí
contenidas).

25
Diego Corrochano Fernández

Respecto a la cronoestratigrafía de la sucesión de la Cuenca Carbonífera Central,


existen numerosos datos paleontológicos, tanto de flora como de fauna. La edad del paquete

Fresnedo, es posiblemente la que más complicación presenta. Leyva y Gervilla (1983)


sitúan estos materiales entre el Bashkiriense y la parte basal del Moscoviense, si bien Sjerp
(1967) data las primeras calizas que aparecen por encima del Paquete Fresnedo como de

edad Moscoviense Inferior. Barba et al. (1991) sitúan el límite entre el Vereyense y el
Kashiriense en la mitad superior del paquete Levinco. Leyva y Gervilla (1983), Granados et
al. (1985), Leyva et al. (1985), Sáez de Santamaría et al. (1985) y Barba (1991) establecen

que el límite entre Kashiriense/Podolskiense tiene lugar aproximadamente coincidiendo


con la Caliza de la Pumarada. Leyva y Gervilla (1983), a partir de datos de flora, sitúan el
Westfaliense D a 150 m por encima de esta caliza. Luque et al. (1985) mediante el estudio

de braquiópodos localizan el límite Podolskiense/Myachkoviense en el Paquete Generalas


o San Antonio, siempre por debajo de la Arenisca de la Voz. Barba (1983) sitúa este límite
en el paquete San Antonio, en base a formas de foraminíferos en capas de tormentas.

Van Ginkel (1973), siguiendo la estratigrafía de Bless (1967) adaptada a los paquetes

de García Loygorri et al. (1971), proporciona otros datos que modifican la edad de estos
materiales. El límite Kashiriense/Podolskiense lo sitúa en la parte baja del Paquete
Generalas, mientras que el límite Podolskiense/Myachkoviense lo establece en el paquete

Entrerregueras.

La sucesión estratigráfica de los sectores Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera, cuyo estudio


es uno de los objetivos de la presente tesis, se tratará detalladamente en el capítulo 2 de
esta memoria.

Sucesiones discordantes superiores (Pensilvaniense)

Grupo Maraña, de edad Westfaliense D-Cantabriense o Myachkoviense-


Kasimoviense, es una unidad heterogénea, de aspecto caótico, formada fundamentalmente

por lutitas de color oscuro con grandes olistolitos de calizas y areniscas intercalados. Su
génesis se liga a deslizamientos procedentes de las plataformas carbonatadas inestables y
a deslizamientos gravitacionales ligados al emplazamiento de mantos de cabalgamiento

(Alonso et al. 2009).

26
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

Los materiales del Estefaniense B forman parte de la denominada “Cuenca


Carbonífera de Canseco-Rucayo-Reyero-Salamón” y afloran en una banda estrecha entre

la falla de León y el cabalgamiento basal de la Región del Esla, estando depositados


discordantemente sobre materiales carboníferos más antiguos. Son conglomerados silíceos
y brechas con clastos heterométricos de calizas y cuarcitas, presentando generalmente

cemento carbonatado, areniscas, pizarras y capas de carbón.

1.5.- METODOLOGÍA

Durante la elaboración de este trabajo, se ha seguido una metodología clásica en


cualquier trabajo estratigráfico-sedimentológico, que ha consistido fundamentalmente en:

a) Trabajos de Campo:

- Levantamiento de detalle de secciones estratigráficas. Se han estudiado una


treintena de series con un espesor total aproximado de 7.500 m. En cada una se han
realizado diferentes observaciones: espesor, litología, características geométricas,

estructuras sedimentarias, contenido fósil, ciclicidad, contactos, etc. Todas ellas se han
agrupado en un apéndice al final de esta memoria. Su correlación, debido a la falta de
continuidad en los afloramientos, se ha elaborado a partir de datos bio y litoestratigráficos.

- Elaboración de la cartografía geológica a escala 1:20.000 (Figs. 1.12 y 1.13 y

anexos). Se ha decidido realizar una síntesis cartográfica de la zona con el ánimo de


aumentar el detalle de la cartografía, simplificar la terminología de las diferentes unidades
estratigráficas que afloran en la región y unificar cartografías existentes, debido a que, en

algunos casos, los mapas presentan aspectos contradictorios. Los trabajos cartográficos
previos que han servido para su realización han sido: hojas geológicas del plan MAGNA a
escala 1:50.000 de Puebla de Lillo (79), Burón (80), Boñar (104) y Riaño (105), y las

cartografías realizadas por Alonso-Herrero (1981), Aller (1986), Barba et al. (1991), Heredia
(1991), Heredia (1998), Alonso y Marcos (2001) y Alonso et al. (2009).

- Muestreo sistemático de rocas para su estudio petrográfico, destacando aquellas


ricas en foraminíferos para su posterior estudio bioestratigráfico (realizado en su totalidad a

Dra. Elisa Villa de la Universidad de Oviedo).

27
Leyenda

28
Estefaniense B
Signos convencionales CUATERNARIO 17 Conglomerados, areniscas y lutitas
AUTUNIENSE GZELIENSE Fm Maraña
KASIMOVIENSE 17 16 Olistolitos de calizas carboníferas
Carretera ESTEFANIENSE 15 Olistolitos de la Fm Barcaliente
Contacto normal 16 13 15 14
14 Olistolitos precarboníferos
Contacto discordante Pista forestal MYACHKOVIENSE 13 Lutitas y areniscas

Traza de capa Ríos y embalses D Fm Tendeyón


12 Areniscas, lutitas, carboneros y calizas dispersas
Poblaciones y edificaciones 12 11 Alternancia de calizas, lutitas y litarenitas
MAPA 1 Falla PODOLSKIENSE 11 S6 10' Calizas
Falla supuesta Curvas de nivel 10' 10 10 Lutitas,y litarenitas
S5
Mapa geológico de la parte Caliza de la Cervatina

MOSCOVIENSE
9
Secciones estratigráficas PA KASHIRIENSE 9 Calizas
Cabalgamiento 8
S4
C 7
Fm Llanón

WESTFALIENSE

PENSILVANIENSE
6
oriental del sector Dirección y buzamiento 60 VEREYENSE S3
5' 8 Areniscas, lutitas, carboneros y calizas dispersas
5 S2

CARBONÍFERO
Fm Levinco

Grupo Lena
Piedrafita-Lillo B
A 7 Alternancia de calizas, litarenitas y lutitas
4 S1 Caliza de Peña Redonda
Diego Corrochano Fernández 2010 BASHKIRIENSE 6 Calizas masivas
5' Alternancia de calizas, litarenitas y lutitas
5 Calizas masivas
NAMURIENSE
309 310 311 312 313 314 315 316 317
SERPUKHOVIENSE
3
Cofiñal Fm Fresnedo
4 Lutitas y litarenitas
VISEENSE
15 2
00

MISISIP.
TOURNAISIENSE 3 Fm. Barcaliente
1450
2 Fms. Alba y Vegamián
Diego Corrochano Fernández

1400
PRECARBONÍFERO 1
1350 1 Materiales precarboníferos
(Fm. Herrería, Láncara
Oville y Barrios)
4 766 4 766

50
318
Esquema de situación (según Pérez-Estaún et al. 1988)

PLMI
6° 5°
ZONA CANTÁBRICA
s

65 4’ 200 km
s

PLMII s
s s
s

s
s

5 Gijón
s

s Macizo Ibérico
s
s

s
s
s

s
1
N ss
s
s

ZO

s
s

5’ s ss
s s s
UN

s s
s

s s
s

s s
s

s s
s

s s s s s
NA
s

s s s
ID

s s
s

s s s s s
s

2 s s
s

s s s
s
s
AD

4 765
s
AS

s
4 765
70 Oviedo s s s s s s
s s
s

6 s s
T

43° 20' s s
s

s s s s s s s s s s
s

s s
s s

s s s
s
s s

s s s
s

ss s
s
s

s
s

s s s
U.
s s s

s s s s s
s

319
UR
s

s s s
s
s s

s
s

s s
s
s
s

s
s
s

s
s

s
DE

s ss
s
s
s
s
s

s
s
s

PICOS DE EUROPA
s

MANTO
s
s

s
OCC

s
s s
s

DE

s
s
s

7 s s s
s
s

s
s

1350
s s DEL
s
s

s s s s

s
U NI
s

8 s s
s

s
s

CUENCA s s
s

s
s s

PONGA
s

s
s

s
s s

s ss
s
s

80 s
s

20
s

DA

s
SO

s s s s
s
s s

CARBONÍFERA
R

s ss
s

s UNIDAD DEL
s s s s s
s s

s
D

s s
s

PA
M
s

s
s

s
s
s

s
s
s

s
s
s

1300
s

3
IE s CENTRAL s s PISUERGA-CARRION
s
s s

s
4 s s s D O s s
s s

s s s s s s s
s s s
-
L Á AMO

s s s
50 s s
IDENTAL-L

s s s
s s s s
s

s s s
s

s s
s s
43° 00'
s s s

s s
s
s

EO

s s
9 s s s s
D

s
N

E s s s s
s s
s

s s
s

s s s s s s
s
ES

SOBIA
s

s s s s s s s s s s s
s s s
s

s s s s
s

s s s ss s s s s s s
s

s s s s s
s s s s
s s s
s s s s
s
CO
s s
U. DEL
s

s R RE
s
Puebla 1250 CILLA ESLA
s s s s
s s
55 de Lillo s s s
s s
CUENCA DEL DUERO
30 14 0 10 20 30 km
50
1400 Pérmico, Mesozoico
Unidades tectonoestratigráficas de la Zona Cantábrica
4 764 Redipollos 4 764 y Terciario
Cuenca Manto del Unidad de Picos
1350 LC Unidad de Pliegues Carbonífera Unidad del
Estefanienses y Mantos Ponga de Europa Pisuerga-Carrión
Central
1300 LC 1150 Precámbrico del
Antiforme del Narcea
80 1250
60
LC II 12
00
50
60 320 321
9

LC 0

1350 7

14 4 763
4 763 00

14 6 PL
50

60
55 15
00
15 5
16 50

13
16 00

1150

1200

1250

50
50

14
17 1450

00
1300
00
1550 1500
17
18 50 1600 PL
00 16
1750
Peña Aparejo Grande 70 Pico Susarón 1850 17
00
50

16
50
16
00 12 1881
Pico Mahón 15
1800 15 50 APJ
00
1827 14
00
1738

17
14

00
50
45

13
4 762

50
4 762
11

12

13
APJ

00
15
10’ 14

10
Solle
Camposolillo

12
9

50
16
San Cibrián de la Somoza
13

ABR 30 70

12
00
4 761 11 4 761

320 321
10’
5
35

RY
10
Embalse
9
del Porma

11
05
Rucayo
309 310 311 312 313 314 315 316 317 318 319

1000 m 500 m 0 1 2 km
Equidistancia de las curvas de nivel 50 m

Fig. 1.12. Cartografía geológica de la parte oriental del sector Piedrafita-Lillo.


Leyenda 331 332 333 334 335 336
Signos convencionales
Estefaniense B
CUATERNARIO 21 Conglomerados, areniscas y lutitas Contacto normal Dirección y buzamiento 50
Burón
GZELIENSE Fm Maraña Contacto discordante Carretera
AUTUNIENSE 20 Olistolitos de calizas carboníferas
KASIMOVIENSE 21 19 Olistolitos precarboníferos
ESTEFANIENSE 19 Traza de capa Pista forestal
20 17 18 18 Olistolitos de Barcaliente
17 Lutitas Embalse
16 Falla Ríos y embalses
15 S9
14 S8 Fm Lutitas de Ciguera de Riaño
MYACHKOVIENSE 16 Lutitas, litarenitas y calizas Falla supuesta Poblaciones y edificaciones
D 13 S7 4 765 4 765
12
11 1110 S6 Fm Calizas de Ciguera Cabalgamiento Curvas de nivel
15 Calizas
10 14 Calizas, litarenitas y lutitas
S5 Sección estratigráfica PN
9
MAPA 2 PODOLSKIENSE 8
Fm Lutitas y areniscas de Dueñas
S4 13 Lutitas y litarenitas
7

MOSCOVIENSE
Mapa geológico del sector 12 Lutitas, litarenitas y calizas
C KASHIRIENSE S3 Fm Calizas de Bachende

WESTFALIENSE
11 Calizas

PENSILVANIENSE
Lois-Ciguera 6 S2 10 Lutitas, litarenitas y calizas 1150
VEREYENSE 9 Calizas
1200

Grupo Lena
Burín

CARBONÍFERO
B 5 8 Lutitas y litarenitas
Diego Corrochano Fernández 2010 S1 7 Calizas
A

de
4 764 1250 4 764
BASHKIRIENSE 4 Fm Calizas de Peña Neblera
330

o
6 Calizas
1300
1350
1300

Arroy
? Fm Lutitas de Lois 1350
NAMURIENSE
5 Lutitas y litarenitas 1400
1250
SERPUKHOVIENSE 3
50
14
Fm Calizas de Yordas
4 Calizas
VISEENSE 1500
12
13

1550
1200

2
50
00

3 Fm. Barcaliente

MISISIP.
13

1600
50

TOURNAISIENSE 1200 1650 1400


2 Fms. Alba y Vegamián 327 328 329 Peña del Águila
PRECARBONÍFERO 1 1699
1 Fm. Barrios Valverga
4 763 4 763

Rocas ígneas III’


4

BR2 BR3

5 15
5
Río 7 Pico Yordas
325 326 1964
1900
e s 00 50 BR1
n on 17 1850
16
nta 00 1800
Ho 16
50
15
4 762 1750 4 762
s 00
lo 15 1700
50
14 0
165

de
00
14
50 1600

yo
322 323 324 60

o
I de 1550
50

Arr
PN 13
Lois 00 1500
13
50 6
13 1450
Arr 00
13 Arro 30
1
oy
o yo 1400
2 Tendeña 1350

Arroyo
5
1300
3 1250
1200
III

Río
1150
17 1600
320 321 4 761 LS
1550

o
4 761
Vega 1500

oy
de 11
la

Arr
1450

Va
Prado 1400

ld
de 75 1350

es
l

co
12 1300

so
oyo
Arr

50
7

12
Ca
stro SR TLA2
1500
80 PTL LT1 TLA2
5
70
1450
LT2 TLA1
1400 Embalse de Riaño

rriero
1350 BI1 An Riaño
cil

Valde
8
II es
1300 9

Río
4 760 4 760
10 BM1
1450
1250 BS2
1400
13 70
320 BS1
1350 14

Dueñas
Peña Toya 15
75 BS4 80
1300
1638
C1 70 45
C1 16
1250
1200 C1
Pico Llerenes

1893
rq

C1 AlcónCiguera 65
lla

4 759 85
Va

4 759

o
oy Río
Arr BS3
oyo
Arr
321 N-621

Pico de Gilbo 00
16
50
00

15
15

Peñas Pintas 1677 335 336


BM3
1985
60 1450
12
1900
70
65 1400
1850
4 758 4 758
BM2
80 1800
13
1750 75 1350
70
11 BI3 1700
1300

1650
10 7
9 11 1600
1250
BI2 1550
8
SS23 Esquema de situación
7
12 45 1500 (según Pérez-Estaún et al. 1988)
Salamón
1450
SS16 11
1400
322 323 324 325 SS29 SS14
SS58 332 334
1350 333
6° 5°
ZONA CANTÁBRICA
I’ 200 km
s
s

s s Gijón
s

500 m 0 1 2 km s Macizo Ibérico


s

1000 m s
s

s
II’ N
ZO

ss s
s
UN

s s
s

s s s ss
NA

s
ID
s

s s
s ss s s s
AD

s s

s
AS

Equidistancia de las curvas de nivel 50 m Oviedo s s


T

43° 20' s s s ss s s
s

s ss s
ss

s ss
s s
s

U.

s
s
s

s
UR
ss

s
s

s s
DE
s

326
s

327 328 s
sss
s

MANTO
s

sPICOS DE EUROPA
OCC
s s

s
Embalse de Riaño
s

DE

s s

s
s
s
s

ss DEL
U NI
s

s
s

CUENCA s
s
s s

s s PONGA
s

s
s

s s
DA
s

SO

CARBONÍFERA s
s

UNIDAD DEL
s

s s
s
s
s

s
M

s
s

s s
s IE s
D CENTRAL s s PISUERGA-CARRION
s

O s
-
L Á AMO

s
IDENTAL-L

s ss s
s s s s
ss s
s

ss s
12 43° 00'
s
EO

50
s
s s

s
D

s s
12 E s s s
00
s s
ES

SOBIA s ss s s s s
A

Las Salas s
s

s
ss s s s s s
s s s
s CO s s s U. DEL
11 R RE s
ESLA
50
s CILLA
s s
s
s
110 CUENCA DEL DUERO
s
Río 0 0 10 20 30 km
Esla Pérmico, Mesozoico
Unidades tectonoestratigráficas de la Zona Cantábrica
10

y Terciario
Cuenca
50

Unidad de Pliegues Manto del Unidad de Picos Unidad del


Estefanienses Carbonífera de Europa
y Mantos Central Ponga Pisuerga-Carrión
330 331
329 Precámbrico del
Antiforme del Narcea

29
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

Fig. 1.13. Cartografía geológica del sector Lois-Ciguera.


Diego Corrochano Fernández

Fig 1.14. Aspecto de las calizas carboníferas en el sondeo SS-23 del yacimiento de Salamón

- Testificación de sondeos (SS-16; SS-23; SS-29), realizados por compañías mineras

en la concesión del yacimiento de oro de Salamón. Dichos sondeos se encuentran


depositados en la litoteca de la Junta de Castilla y León (Salamanca) (Fig. 1.14). Su
correlación, junto a los estudiados por Corrochano (2006) (SS-14 y SS-58), se ha llevado a

cabo utilizando y calculando las potencias reales de cada uno de ellos.

b) Trabajos de laboratorio

Fundamentalmente este trabajo ha consistido en el estudio petrográfico y


paleontológico de láminas delgadas y muestras de mano, mediante microscopio petrográfico
de luz transmitida y lupa binocular respectivamente.

Se han estudiado unas 500 láminas delgadas; algunas de ellas fueron teñidas con
ferricianuro potásico y Rojo de Alizarina siguiendo el método descrito en Dickson (1966),

para diferenciar las distintas mineralogías presentes en cada muestra (calcita, calcita ferrosa,
dolomita). Puntualmente se han realizado análisis cuantitativos de componentes aloquímicos,
llevados a cabo mediante el conteo de 500 puntos distribuidos regularmente a lo largo de la

lámina (5x2,5 cm).

A la hora de describir las facies carbonatadas se ha utilizado la clasificación textural


de rocas de Dunham (1962) modificada por Embry y Klovan (1971). Se han consultado
varios manuales, publicaciones y otro tipo de trabajos para reconocer e identificar los

diferentes componentes de las muestras estudiadas, entre los que destacan Glintzboeckel

30
Capítulo 1: INTRODUCCIÓN

y Rabaté (1964), Rácz (1964), Meijer (1971), Wray (1977), Scholle (1978), Flügel (1982),
Adams et al. (1997), Della Porta (2003), Flügel (2004), Merino Tomé (2004) y Della Porta et

al. (2005).

Para describir las facies siliciclásticas se ha seguido la clasificación propuesta por


Folk (1974).

Corrochano (2006) realizó la medida de las relaciones isotópicas 13C/12C y 18O/16O


en un total de 72 muestras en calizas del Grupo Lena en el sector Lois-Ciguera, 68 de las
cuales fueron tomadas en micrita y las cuatro restantes en fases diferentes de cementación

(cementos fibrosos y blocky). Las muestras fueron tomadas a partir de polvo de roca extraído
con un taladro con punta adiamantada modelo Startools CMG150. Las relaciones isotópicas
fueron determinadas en el Servicio General de Isótopos Estables de la Universidad de

Salamanca, según los métodos habituales (Craig, 1957, Mc Crea, 1950) y en un


espectrómetro de masas modelo SIRA serie II, calibrado con el standard Peedee Belemnite
(PDB) y con una precisión de ± 0,1‰.

c) Trabajos de Gabinete:

- Recopilación y revisión bibliográfica de los trabajos más relevantes publicados de

la zona de estudio y alrededores.

- Representación de columnas estratigráficas y diagramas de correlación.

- Elaboración de la cartografía geológica, mediante la observación estereoscópica

de foto aérea, cartografía digital y ortofotos.

- Análisis de la ciclicidad estratigráfica, mediante diagramas de correlación, análisis


espectral (utilizando para ello los programas PAST y ANALYSERIES) y diagramas de Fischer
(mediante la hoja de cálculo FISCHERPLOTS).

- Análisis de la subsidencia, mediante el programa ANSUB.

- Toma de fotografías:

31
Diego Corrochano Fernández

a) De testigos cortados y pulidos: para obtener estas imágenes se escanearon con


un escáner convencional.

b) De láminas delgadas: escaneadas en un escáner de diapositivas o en la lupa

binocular del Área de Estratigrafía del Departamento de Geología de la Universidad de


Salamanca.

c) De láminas delgadas al microscopio de luz transmitida: se tomaron en el Área de


Cristalografía y Mineralogía y en la de Petrología y Geoquímica del Departamento de
Geología de la Universidad de Salamanca.

d) En el microscopio electrónico de barrido, tomadas en el Servicio General de

Microscopía Electrónica de la USAL.

- Redacción y confección de la presente memoria.

32
CAPÍTULO 2

ESTRATIGRAFÍA

2.1.- SECTOR PIEDRAFITA-LILLO


2.2.- SECTOR LOIS-CIGUERA
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

2.- ESTRATIGRAFÍA
La estratigrafía de la Cuenca Carbonífera Central es conocida desde muy antiguo
debido a su riqueza minera de carbón. Los primeros indicios mineros que se conocen son

del siglo XVI, aunque fue durante la segunda mitad el siglo XVIII cuando se intensificaron
los estudios geológicos asociados a la minería y se sentaron las bases de la cartografía y
estratigrafía actuales. En la Fig. 2.1 se muestra una recopilación de los trabajos más

representativos publicados en los últimos años, sobre la estratigrafía del Grupo Lena y
Sama en esta parte de la Zona Cantábrica.

Las claras diferencias tectonoestratigráficas existentes entre las sucesiones de


los sectores de Piedrafita-Lillo y de Lois-Ciguera (Fig. 2.2), obligan a realizar un análisis

estratigráfico de ambos sectores por separado.

SECTOR SECTOR
ALLER- SECTOR
RIOSA- PIEDRAFITA-LILLO
OLLONIEGO NALÓN
Von
Fernández García Loygorri Racz Aller Barba Allmen
et al. (1988) Este trabajo
et al. (1971) (1964) (1986) (1991) (2006)

Paquete
Oscura

Fm Paquete
Ablanedo Modesta

Paquete
Grupo Sama

Grupo Sama

Grupo Sama

Sorriego
Grupo Sama

Fm Paquete
Grupo Sama

Olloniego Entrerregueras
Fm Lois-Ciguera

Paquete
Sotón
Grupo Sama

Fm
Esperanza Paquete
Maria Luisa

Paquete
San Antonio

Fm Mieres Paquete
Generalas

Paquete Unidad Unidad Fm


Fm Canales Caleras Lena III Lena III Tendeyón
Paquete
Tendeyón Mb. Cz
Grupo Lena

Cervatina
Grupo Lena

Grupo Lena

GrupoLena
Grupo Lena

Grupo Lena

Paquete Fm Llanón
Llanón Unidad Unidad
Lena II Lena II
Improductivo Fm Levinco
de Riosa Paquete
Levinco Mb.Cz.Peña
Redonda

Paquete Unidad Unidad Fm Fresnedo


Escapa

Fresnedo Lena I Lena I


Fm

Fm Fm Fm Fm Fm Fm
Barcaliente Barcaliente Barcaliente Barcaliente Barcaliente Barcaliente

Fig. 2.1. Nomenclatura estratigráfica en el sector Piedrafita-Lillo, Riosa-Olloniego y Aller-Nalón,


de la Cuenca Carbonífera Central, modificado de Salvador (1989) y Barba (1991).

35
36
SECTOR SECTOR
RIOSA- ALLER- SECTOR LOIS-CIGUERA
OLLONIEGO NALÓN
Alonso Barba Alonso y
Fernández García Loygorri Ginkel Marcus Meijer Herrero Barba Corrochano Fadón
(1970) et al. Marcos Este trabajo
et al. (1988) et al. (1971) (1965) (1971) (1981) (1991) (2003) (2006) 2007
(2001)

RD PP CG PP RD PY S RD PP PY
Paquete
Oscura
Ciguera Anciles
Shales Anciles Anciles Fm Lutitas
Fm Paquete Mb de Ciguera
Ablanedo Modesta Anciles
Diego Corrochano Fernández

Paquete
Sorriego Ciguera
Limestone
Fm Mb. superior
Paquete
Olloniego Entrerregueras
Ciguera Ciguera
Ciguera Mb

Grupo Sama
Paquete
Sotón Ciguera Ciguera

Fm Mb. inferior
Fm Cz. de Ciguera

Esperanza Paquete The guide


Limestone Lutitas
Maria Luisa
Fm Lois-Ciguera

Grupo Sama
Paquete Calizas Fm Lutitas
Salamón Dueñas Mb
Grupo Lena

San Antonio Terrionda

Calizas de Bachende
Dueñas Dueñas y areniscas

Fm Lois-Ciguera
Shales

Fm Lois-Ciguera
Dueñas de Dueñas

Fm Lois-Ciguera
Lutitas, areniscas y calizas
Fm Mieres Lt, ar, cz
Grupo Lena

Paquete
Unidad sup.

Generalas Upper altern.


Limestone Mb. superior
Ud.
Paquete “Islands” Md.
Fm Canales Caleras Toya Limestone Mb
Estratific. Bachende Bachende
Calizas Bachende Bachende

Calizas
Lower altern. Mb. medio
Paquete Limestones
Tendeyón Toya
Fm Cz. Bachende

Masiva Marble-like Mb. inferior


Limestone
Paquete
Fm Cz. Peña

Grupo Lena (Sistema del río Dueñas y Sistema del Pico Yordas)
Llanón
Unidad inf.

Neblera
Grupo Lena (dominio de Cueto Grande y dominio de Peñas Pintas)
Improductivo Lois Lois
Grupo Lena (sistema del río Dueñas y sistema del Pico Yordas)

Paquete Lois

Grupo Lena
de Riosa Lois

Grupo Lena
F. Lutitas
Levinco Shales

Yordas
de Lois

Calizas de
Grupo Lena (Sistema del Río Dueñas, Peñas Pintas y Pico Yordas)

? Mb Fm.
Paquete Yordas Yordas Yordas Yordas Cz.
Fm. Fresnedo

Fresnedo Yordas
? ? ? ? ?
Fm Fm Fm Fm Fm
Fm Caliza de Fm Fm Fm Fm Fm
Barcaliente Barcaliente Barcaliente Barcaliente Barcaliente Barcaliente Barcaliente Barcaliente
Montaña Barcaliente Barcaliente

Fig. 2.1. continuación. Nomenclatura estratigráfica en el sector Lois-Ciguera, Riosa-Olloniego y Aller-Nalón, de la Cuenca Carbonífera Central.
RD: Río Dueñas; PY: Pico Yordas. CG: Cueto Grande; PP: Peñas Pintas; S: Salamón. Modificado de Salvador (1989) y Barba (1991).
Columnas estratigráficas sintéticas
del borde suroriental de la Cuenca Carbonífera Central

W Puerto de E
Vegarada Villaverde de la Cuerna
c
c Valle del rio Dueñas Valle de Anciles y
Pico Yordas
c
Puebla de Lillo Fm Lt.
c
CIGUERA
c
Fm Cz.
c CIGUERA

Fm Lt. y ar.

MYACHKOVIENSE
DUEÑAS

PODOLSKINESE
c
500 m

Fm TENDEYÓN
Fm Calizas
c
de
BACHENDE
PODOLSK.

c
0m
c Fm Cz. de
PEÑA
NEBLERA
VREY. KSH.

KASHIRIENSE
Fm Cz. de

Fm LLANÓN
Fm Lutitas YORDAS
de
LOIS
BASHK.

Fm
BARCALT.
SERP.

Fm LEVINCO
VEREYENSE
500 m

Fm
Piedrafita-Lillo Lois-Ciguera

BASHK.
Grupo Lena
Calizas de la Fm

Fm
Calizas Areniscas Lutitas Carbón

SERP.
Barcaliente

BARC. FRESNEDO
0m

37
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

Fig. 2.2. Secciones estratigráficas sintéticas del sector Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera.


Diego Corrochano Fernández

2.1- SECTOR PIEDRAFITA-LILLO

La sucesión estratigráfica en este sector ha sido estudiada por diversos autores:


Racz (1964), Van Ginkel (1965, 1987), Evers (1967), Sjerp (1967), Truyols et al. (1984),

Aller (1986), Barba (1991) y Von Allmen (2006).

Aller (1986) diferenció en la sucesión de este sector un tramo inferior con una

potencia de unos 4200 m, atribuido al Grupo Lena, y otro superior de 1500 m de espesor,
atribuido al Grupo Sama. A su vez, debido a la complejidad litológica que presentan los
materiales del Grupo Lena, los dividió en tres unidades litoestratigráficas: Lena I, Lena II

y Lena III, que fueron posteriormente caracterizadas estratigráfica y sedimentológicamente


por Barba (1991). La unidad Lena I está formada por lutitas oscuras con intercalaciones
dispersas de litarenitas de grano fino/medio; la Unidad Lena II está constituida por una

alternancia de lutitas, litarenitas y carbonatos, que se pueden agrupar en dos tramos: uno
inferior, compuesto por lutitas bioturbadas con intercalaciones areniscosas y carbonatadas,
y otro superior, formado por areniscas y lutitas en secuencias grano y estratocrecientes,

con intercalaciones de calizas de escaso espesor. La Unidad Lena III está formada por
una alternancia de lutitas, litarenitas y calizas. El Grupo Sama, como en otros sectores de
la Cuenca Carbonífera Central, está caracterizado por la disminución de calizas y el

aumento progresivo de areniscas y capas de carbón dentro de la sucesión.

El trabajo de campo realizado durante esta investigación nos ha permitido


individualizar dentro del Grupo Lena una serie de unidades litoestratigráficas con rango
de formación, cartografiables a escala 1:20.000 (Fig. 1.12 y Mapa 1) y en las que, en

algunos casos, se han diferenciado miembros de carácter informal.

Para simplificar y unificar la nomenclatura de las unidades que componen el Grupo


Lena a lo largo de la Cuenca, las formaciones descritas en este trabajo reciben el mismo
nombre que los paquetes mineros de García Loygorri et al. (1971) y las correspondientes

formaciones de Truyols (1983), basándose esta correlación en datos lito y


cronoestratigráficos.

38
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

A continuación, se definen estas


(Fig. 2.4.f)
unidades en el sector de Piedrafita-Lillo; su
S6
descripción se centra en las partes más
PODOLSKIENSE

orientales de la zona (cercanías de la


Fm TENDEYÓN

?
localidad de Puebla de Lillo), donde aumenta
el contenido en calizas y se produce una
reducción notable del espesor de la sucesión
S5 respecto a los sectores más occidentales de

Calizas de la cuenca (Fig. 2.3).


la Cervatina
(Fig. 2.4.d,e)
Fm Fresnedo
KASHIRIENSE

Equivale a la Unidad Lena I de Aller


Fm LLANÓN

(1986) y Barba (1991). Presenta, por lo

S4 general, malas condiciones de afloramiento.


La sección tipo en esta zona se ha
establecido en el afloramiento existente a lo

largo de la carretera de Camposolillo a


Fm LEVINCO

S3
VEREYENSE

Calizas de Puebla de Lillo (sección PL).


Peña
Redonda
(Fig. 2.4.b, c)
S2 La unidad tiene un espesor de
aproximadamente unos 400 m y está formada
por una sucesión eminentemente terrígena,

constituida por lutitas muy oscuras,


BASHKIRIENSE

Fm FRESNEDO

bioturbadas, con intercalaciones de limos y


(Fig. 2.4.a)
litarenitas de grano fino/medio con ripples de
S1
corriente, laminación paralela y estratificación

200 m
BARCLIENT.

Fig. 2.3. Serie local del Carbonífero de la parte más


SERPKHOV.
Fm

oriental del sector Piedrafita-Lillo, en la que se separan


0m las diferentes unidades litoestratigráficas y secuencias
Mg M W P G R B
L f m g mg C
a definidas en este trabajo.

39
Diego Corrochano Fernández

cruzada planar, ordenadas en secuencias estratocrecientes (Fig. 2.4.a). Barba (1991)


describió intercalaciones lateralmente discontinuas de calizas wackestone y brechas

calcáreas de hasta 15 m de espesor en el borde más suroriental del sector. En el borde


occidental, cerca del Puerto de Vegarada, Álvarez Marrón y Pérez-Estaún (1990)
cartografiaron dentro de esta unidad una serie de olistolitos calcáreos dispersos (Fig. 2. 5).

Respecto a la edad de la formación, Evers (1967) mediante el estudio de algas y

foraminíferos recogidos en unas intercalaciones calcáreas en el tramo superior de la


unidad, propuso una edad Bashkiriense Superior/Moscoviense Inferior. En este sector,
Aller (1986) y Barba (1991), como en esta memoria y en la amplia mayoría de trabajos en

la Cuenca Carbonífera Central y el Manto del Ponga, sitúan estos materiales dentro del
Bashkiriense.

Fm Levinco

Equivale a parte del Grupo Lena II de Aller (1986) y Barba (1991). En esta formación
se ha diferenciado un miembro inferior carbonatado, equivalente al “Mound Complex I” y
al “Mound Complex II” de Von Allmen (2006) en las cercanías de Puebla de Lillo y , en

cierta medida, aunque se trate seguramente de niveles calcáreos más jóvenes, a la “Caliza
de Peña Redonda” descrita por Gracía Loygorri et al. (1971), Salvador (1989), Salvador
(1991) y Barba (1991) y a la “Caliza Masiva” de Martínez Álvarez (1962) (Fig. 2.4. b y c).

El hipoestratotipo de esta formación se ha establecido en las cercanías de Puebla

de Lillo y el Pico Susarón (secciones PL y LC).

En estas secciones, la unidad tiene un espesor aproximado de 300 m y está

constituida por una sucesión cíclica de lutitas y carbonatos. Su base se establece en el


miembro Caliza de Peña Redonda, formado fundamentalmente por acumulaciones de
calizas masivas micríticas con morfología monticular (micritic buildups o mud mounds).

Este nivel calcáreo comienza con una calcarenita con estratificación cruzada en surco,
erosionada por un cuerpo canaliforme de hasta 3 m de espesor de calizas grainstone
oolíticas. Por encima, se localizan 70 m de calizas tableadas y masivas, que pasan

verticalmente a una sucesión de 50 m de espesor de lutitas bioturbadas, limolitas y litarenitas

40
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

b
a techo
techo

Fm Levinco

Caliza de Peña
Redonda

Fm Fresnedo

c d

techo techo

e techo f

Fm Tendeyón

Fm Llanón

Fig. 2.4. a) Aspecto de la Fm Fresnedo en las cercanías de Puebla de Lillo. Nótese el

carácter estratocreciente de los materiales. b) Caliza de Peña Redonda en el Pico Susarón. A la

izquierda de la fotografía se observa el contacto con la Fm Fresnedo y la Fm Levinco. c) Acuñamiento


lateral de la Caliza de Peña Redonda en las cercanías del pueblo Río Aller (imagen obtenida de

Google Earth). d) Acuñamiento lateral de la Caliza de la Cervatina (Fm Tendeyón) hacia el W (al

fondo de la fotografía); cercanías del Pico Faro (imagen obtenida de Google Earth). e) Contacto
entre la Fm Llanón y la Fm Tendeyón en la sección ABR. f) Sinclinal en materiales de la Fm

Tendeyón, Peña Aparejo.

41
Diego Corrochano Fernández

de grano fino, que pueden presentar calizas de espesor métrico intercaladas. Sobre este
tramo eminentemente siliciclástico, se disponen unas calizas tableadas con estratificación

ondulante a gran escala, seguidas por una sucesión monótona de más de 80 m de calizas
masivas (texturas boundstone micríticas y de Donezella principalmente) que llegan a formar
mounds de grandes dimensiones, algunos con más de 90 m de altura.

La Caliza de Peña Redonda, es sustituida verticalmente por aproximadamente 80

m de alternancias cíclicas de lutitas, areniscas y calizas bioclásticas en secuencias grano


y estratodecrecientes, presentando los carbonatos abundantes nódulos de chert con
dimensiones que alcanzan hasta 1 m de diámetro.

Leyva y Gervilla (1983) describieron la coexistencia de formas de edad Bashkiriense


y Moscoviense inferior en la Caliza de Peña Redonda en zonas más occidentales de la

cuenca. Sin embargo, Aller (1986) demostró que parte de las muestras recogidas por
dichos autores procedían de un conglomerado calcáreo por lo que propuso una revisión
en otras zonas de la cuenca. Sjerp (1967) data las primeras calizas por encima del paquete

Fresnedo y las otorga una edad claramente perteneciente al Moscoviense. Barba et al.
(1991) sitúan el tránsito Vereyense-Kashiriense en la parte media de esta caliza en la
zona de Puebla de Lillo, y más o menos a 450 m de la base de esta formación en las

partes más occidentales del sector. Sin embargo, Aller (1986) sitúa el límite de los dos
horizontes siempre por encima de la Caliza de Peña Redonda. Durante la elaboración de
este trabajo se ha recogido una muestra (LC 60F) en el tramo medio de la formación, con

fauna que pertenece claramente al Vereyense/Kashiriense inferior.

Fm Llanón

En el sector Piedrafita-Lillo equivale a la parte central del Grupo Lena II de Aller


(1986) y Barba (1991). Debido a la tímida presencia de capas de carbón, esta unidad
representa los primeros episodios continentales dentro de la cuenca.

Se propone como hipoestratotipo de esta formación la parte media de la sección


LC, situada en la pista forestal de La Cervatina (cercanías de Puebla de Lillo).

42
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

Las intercalaciones carbonatadas de la unidad infrayacente desaparecen


gradualmente, dando lugar una sucesión eminentemente terrígena. Presenta un espesor

que varía desde 650 m en la zona occidental del sector, a 270 m en las cercanías de
Puebla de Lillo. Se trata de una serie de secuencias granocrecientes de lutitas pardas,
bioturbadas y con restos vegetales, en las que aparecen niveles dispersos de concentración

de fauna marina, fundamentalmente moluscos de concha fina, limolitas, litarenitas y capas


de carbón de escasa entidad, que suelen tener asociada bioturbación de raíces. Las
litarenitas, muy abundantes en la parte media de la formación, son de grano fino/grueso y

presentan estratificaciones cruzadas en surco y planar, laminación paralela, ripples de


corriente y de oleaje y, en algunos casos, bases erosivas. Un ejemplo de éstas se observa
en las cercanías de la Ermita de Peragúas, donde aparecen dos tramos de arenisca de

grano grueso a fino, de unos 10 m de espesor cada uno, intercalados entre lutitas muy
bioturbadas y con abundantes restos vegetales. En las partes centrales de la Cuenca,
estos niveles más energéticos situados en el tramo medio del paquete Llanón reciben el

nombre local de “micropudingas de Llanón”.

Progresivamente hacia el techo de la unidad, aparecen delgados niveles calcáreos,

constituidos por calizas bioclásticas y oolíticas.

García-Loygorri (1974) sitúa estos materiales dentro del Westfaliense C. Aller (1986)
establece el límite entre el Vereyense y el Kashiriense aproximadamente en la mitad del
Lena II, coincidiendo aproximadamente con los límites de las Fm Levinco y Llanón aquí

definidas. Como se ha dicho anteriormente, Barba et al. (1991) situaron el tránsito entre
estos dos horizontes en la parte occidental del sector, a 450 m dentro de la Unidad Lena
II. Por datos recogidos en los materiales supra e infrayacentes de esta formación, estos

materiales tienen una edad Kashiriense.

Fm Tendeyón

Equivale a la parte superior de la Unidad Lena II e inferior de Lena III de Aller


(1986) y Barba (1991). Posee una potencia media de 400 m y está formada por dos
tramos litológicos diferentes, uno inferior carbonatado, y otro superior constituido por

43
Diego Corrochano Fernández

alternancias de terrígenos y carbonatos. El miembro calcáreo inferior, denominado en


este trabajo Caliza de la Cervatina, corresponde a una caliza de espesor variable pero
lateralmente muy continua, cuyo trazado cartográfico se puede seguir más de 20 km

desde Puebla de Lillo hasta las cercanías del Pico Faro, donde se acuña lateralmente
hacia el W (Fig. 2. 4d). Probablemente esta caliza equivale lateralmente a la Caliza de la
Pumarada, definida en las partes centrales de la cuenca.

Se propone como hipoestratotipo de esta formación la parte superior de la sección

RY, realizada en las cercanías de la localidad de Rucayo.

El miembro Caliza de la Cervatina presenta buenos afloramientos en la pista forestal


La Cervatina, secciones LC 0, LC, LC II y ABR. Es un tramo carbonatado que alcanza 130
m de espesor en las partes más occidentales del sector, mientras que en las cercanías de

Puebla de Lillo presenta una potencia de unos 60 m. En las proximidades de Villaverde


del Cuerna, se observa como se escinde en varios tramos carbonatados separados por
material terrígeno. En su base es característica la presencia de calizas packstone/
grainstone enrojecidas, que tienen por encima 2 intervalos muy continuos cartográficamente

de concentración de nódulos de chert. Las partes superiores de esta caliza están formadas
por alternancias de calizas masivas bioconstruidas y calizas tabledas. El tránsito con los
materiales siliciclásticos suprayacentes puede ser brusco, como se observa hacia el W, o

gradual, como puede verse en las partes centrales u orientales del sector.

El resto de la formación, situado por encima de la Caliza de la Cervatina, se puede


dividir en dos partes litológicamente diferentes: una inferior, siliciclástica, y otra superior,
caracterizada por la presencia de intercalaciones métricas de carbonatos. En la inferior,

las capas de litarenitas son de grano grueso a fino, generalmente muestran una ordenación
granodecreciente y suelen presentar bases erosivas y laminación paralela. En la parte
superior, las secuencias terrígenas son de carácter granocreciente y presentan hacia el

techo intercalaciones de calizas ricas en algas filoides, corales rugosos solitarios y esponjas
calcáreas.

44
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

La edad de esta formación oscila entre el Kashiriense medio?/superior (datos de


Van Ginkel, 1987; y recogidos en este trabajo) y el Podolskiense (muestra AJB-6,3, recogida
en las cercanías del Pico Aparejo).

Fm Caleras?

Fm Tendeyón

Fm Levinco Fm Llanón
Cz de la Cervatina

Olistolitos

µ
Fm Fresnedo

Cz Peña Redonda

Fig. 2. 5. Vista aérea del Puerto de Vegarada, donde se observa un afloramiento continuo
del Grupo Lena en las partes más occidentales del sector Piedrafita-Lillo. Nótese el olistolito

calcáreo que aparece en la Fm Fresnedo. Imagen obtenida de Google Earth.

45
Diego Corrochano Fernández

2.2.- SECTOR LOIS-CIGUERA

Es el sector de la Cuenca Carbonífera Central que registra el menor espesor de la


sucesión westfaliense y un mayor contenido en carbonatos, superior al 50%.

Al igual que en el sector de Piedrafita-Lillo, se han distinguido una serie de unidades


litoestratigráficas con rango de formación, cartografiables a escala 1:20.000 y en las que

en algunos casos, se han diferenciado miembros de carácter informal (Fig 1. 13 y Mapa


2). Las formaciones, en la mayor parte de las ocasiones, constituían unidades de carácter
informal en trabajos previos (Fig. 2.1. continuación). Debido a las diferencias

litoestratigráficas existentes y a la nomenclatura local previa, la terminología de las


formaciones definidas varía significativamente respecto a otros sectores de la Cuenca
Carbonífera Central.

Burón

Embalse
de Riaño
Sinclinal
Lois
Lois Sinclinal
de Anciles

Sinclinal
de
Anticlinal Ciguera
de Peña Toya

Ciguera

Salamón

Fig. 2.6. Vista aérea del macizo calcáreo que forman los materiales del Grupo Lena en el
sector Lois-Ciguera, con la localización de los principales pliegues de la zona, así como la del
yacimiento de Salamón y la de las localidades más importantes. Imagen tomada de Google Earth.

Fm Calizas de Yordas

Corresponde a las “Calizas de Yordas” de Alonso-Herrero (1981) y a las de y


Barba et al. (1991). Aflora únicamente en las partes más orientales de este sector (zona

46
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

Fm Lt.
CIGRA. del Pico Yordas) y su base no aparece
S9
Miembro

Fm Cz. de
CIGUERA
superior nunca expuesta, ya que está cortada por
(Fig. 2.8.g)
S8 Miembro superficies de cabalgamiento. Debido a la
inferior
MYACHKOVIENSE
Fm LUTITAS y ARENISCAS

edad que presentan estos materiales,


de DUEÑAS

posiblemente sean equivalentes a la Fm


S7
Valdeteja descrita en otras partes de la
(Fig. 2.8.f)
Arenisca de Zona Cantábrica y se sitúen por encima de
Bachende
la Fm Barcaliente.
Miembro
superior
S6
Aunque esta unidad no se ha

estudiado en detalle durante este trabajo,


PODOLSKIENSE

a continuación hacemos una breve


de BACHENDE

S5 Miembro
Fm CALIZAS

medio
descripción de sus principales
(Fig. 2.8.c,
d, e) características (basada en referencias
anteriormente citadas): tienen un espesor

S4 medio de 180 m, aunque pueden llegar a


Miembro
inferior
alcanzar los 400 m. Se trata de calizas
KASHIRIENSE

grises masivas, excepto en la parte alta de


S3
Fm Cz. PEÑA
NEBLERA

la unidad, donde están más estratificadas.


(Fig. 2.8.b)
VEREY.

S2 Presentan texturas wackestone, packstone,

grainstone de oolitos, boundstone de


Donezella y calizas micríticas biocontruidas.
Fm Lutitas de LOIS

La edad de esta unidad es


BASHKIRIENSE

Marsdeniense-Yeadoniense (Namuriense

C/Bashkiriense), y fue establecida por


BARCLIENT. Fm Cz. YORDAS

Alonso-Herrrero (1981) y Barba at al.


(Fig. 2.8.a)
200 m (1991), a partir del estudio de muestras de

? conodontos, ostrácodos y braquiópodos.


SERPKHOV.
Fm

Fig.2.7. Sucesión estratigráfica


0m
Mg M W P G R B local del sector Lois-Ciguera.
L f m g mg C
a

47
Diego Corrochano Fernández

Fm Lutitas de Lois

Equivale a las “Lois Shales” de Marcus (1970), a las “Lutitas de Lois” de Barba et
al. (1991), al “Paquete Fresnedo” definido por García Loygorri et al. (1971) y a la

correspondiente formación de Truyols (1983) en otros sectores de la Cuenca Carbonífera


Central. La sección tipo de esta unidad se localiza a la entrada del valle de San Pelayo.

Se apoya directamente sobre la Fm Barcaliente, salvo en las cercanías del pico


Yordas, donde lo hace sobre la Fm Calizas de Yordas. En el primero de los casos, su

espesor es cercano a los 700 m, mientras que en el segundo no llega a los 300 m.

Está constituida eminentemente por lutitas de color gris-pardo de aspecto masivo,


con abundantes nódulos de siderita e intercalaciones esporádicas de limos y litarenitas
de grano fino con laminación de ripples de corriente. Hacia la base de la formación, en

una de las escamas más septentrionales del sector localizada en las cercanías del pico
de la Trapa (sección BR3), se han observado intercalaciones de lutitas rojas, calizas
negras laminadas y megabrechas calcáreas, con clastos de la Fm Barcaliente dentro de
una matriz lutítica desorganizada.

La edad de la base de esta unidad, al apoyarse sobre los materiales de la Fm

Barcaliente o la Fm Calizas de Yordas, posiblemente sea fuertemente diacrónica, aunque


este diacronismo no se ha podido establecer con exactitud. De esta manera, proponemos
una edad Bashkiriense, similar a la establecida para la Fm Fresnedo en el sector Piedrafita-

Lillo. Aunque Barba et al. (1991) sugieren que los materiales de esta unidad alcanzan el
Kashiriense inferior, en este trabajo las intercalaciones carbonatadas donde estos autores
recogieron las muestras de fusulinas, se han incluido en la formación suprayacente,

denominada Fm Calizas de Peña Neblera.

Fm Calizas de Peña Neblera

Unidad que frecuentemente ha sido interpretada como una intercalación


carbonatada de pequeña entidad dentro de la Fm Lutitas de Lois. Su base y su techo no
se han podido estudiar debido a que aparecen biselados por fallas (Falla de Solle), así

que se desconoce su relación con los materiales infra y suprayacentes. Únicamente se

48
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

han podido observar estos materiales en las cercanías del pueblo de Lois. Se propone como

estratotipo el afloramiento existente en las cercanías del pico Peña Neblera (sección PN).

Tiene una potencia de al menos 250 m. Comienza con un tramo de 30 m de


espesor, integrado por calizas masivas bioconstruidas y oolíticas tableadas. Por encima
se observa un paquete lutítico de hasta 70 m, que presenta una intercalación carbonatada

de 30 m de potencia formada por calizas tableadas bioclásticas y brechas calcáreas que


se acuña lateralmente hasta desaparecer. Estos materiales pasan verticalmente a una
nueva sucesión carbonatada de 70 m de espesor, formada mayoritariamente por grainstone

bioclásticas y masivas, con intercalaciones esporádicas de calizas micríticas bioconstruidas.


En el techo de estos carbonatos, y afectado por la falla de Solle, se observa un tramo no
visible de hasta 75 m de potencia.

La muestra recogida en las cercanías de Peña Neblera (PN141,5F) sugiere una

edad Vereyense superior o Kashiriense inferior.

Fm Calizas de Bachende

Se trata de una unidad eminentemente carbonatada que ha recibido diferentes

nombres y rangos a lo largo del tiempo. Equivale a los miembros “Toya Masiva” y “Toya
Estratificada” de Ginkel (1965), a los miembros “Marble-like Limestone”, “Lower alternating
Limestones”, “Islands Limestone” y “Upper alternating Limestone” de Marcus (1970), al

miembro Bachende de Fadón (2007) y a la unidad informal de las “Calizas de Bachende”


de Alonso-Herrero (1981), Barba et al. (1991), Barba (1991), Corrochano (2006) y de
Corrochano y Barba (2007).

El estratotipo de esta formación se localiza en la carretera de Salamón a Lois en el

valle del río Dueñas (secciones BI1, BM2 y BS2).

La unidad tiene un espesor máximo de 665 m y se ha dividido en tres miembros


para mantener así una nomenclatura similar a la establecida por Barba et al. (1991).

El miembro inferior, muy continuo cartográficamente, comienza con una caliza


grainstone oolítica de espesor decimétrico y está formado por una sucesión cíclica de

49
Diego Corrochano Fernández

calizas masivas y estratificadas de hasta 180 m de espesor. Son calizas oolíticas y


bioclásticas (grainstone, packstone y wackestone), alternando con calizas micríticas
bioconstruidas con textura grumosa-peloidal. En la parte inferior y media del tramo, es

característico observar dos niveles de nódulos de chert de hasta varios metros de espesor,
cartográficamente muy continuos.

El miembro medio de la formación, de 335 m de espesor, está formado por una


serie de alternancias de terrígenos y carbonatos. Comienza con una tramo de 40 m
constituido por secuencias granocrecientes de lutitas y litarenitas de grano fino/medio,

con ripples corriente y niveles bioclásticos dispersos. Por encima, aparece una sucesión
carbonatada de hasta 110 m de potencia, que comienza con una grainstone oolítica con
base muy erosiva e irregular de hasta 30 cm de espesor, seguida de calizas bioclásticas

tableadas y pseudonodulosas en secuencias granodecrecientes, bafflestone de algas


filoides y calizas micríticas masivas. Estos materiales pasan hacia el techo a una sucesión
cíclica de 185 m de potencia, constituida por alternancias de calizas y terrígenos, estos

últimos integrados por lutitas bioturbadas y litarenitas de grano fino/medio en secuencias


grano y estratocrecientes. En las facies carbonatadas, abundan acumulaciones bioclásticas

Fig. 2.8. (página contraria) a) Fm Calizas de Yordas en las cercanías de Burón. En primer
plano materiales lutíticos de la Fm Maraña. b) Aspecto general de la Fm Calizas de Peña Neblera,
situada en la parte central de la fotografía. c) Panorámica del Anticlinal de Peña Toya, donde se
observan los diferentes tramos litológicos que constituyen la Fm Calizas de Bachende. d) Fotografía
de Peñas Pintas (izquierda) en las cercanías del yacimiento de oro de Salamón, donde se observa
la estratigrafía y las estructuras tectónicas más importantes del yacimiento. Con traza blanca
discontinua se señala el posible anticlinal que forman las calizas carboníferas en el yacimiento. e)
Fotografía del flanco N del sinclinal de Anciles, tomada desde la cima de Peñas Pintas hacia el N.
Se ha señalado la localización de las secciones estratigráficas elaboradas en la zona. Las calizas
que se observan pertenecen mayoritariamente a la Fm Calizas de Bachende. Con flechas negras,
en el núcleo del sinclinal, afloran materiales atribuidos a la Fm Calizas de Ciguera. f) Aspecto de las
areniscas de la Fm Lutitas y areniscas de Dueñas (sección AN1). g) Fotografía del núcleo del
sinclinal de Ciguera. h) Fotografía panorámica del Sinclinal de Ciguera. B= Fm Calizas de Bachende;
BI= miembro inferior; BM= miembro medio; BS= miembro superior;D= Fm Lutitas y areniscas de
Dueñas; CC= Fm Calizas de Ciguera; LC= Fm Lutitas de Ciguera. Las flechas negras señalan la
intensa dolomitización que presentan las calizas del tramo superior de la Fm Calizas de Bachende.

.
50
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

a b
techo Fm Barrios Fm Barcaliente
Fm Lutitas de
Fm Calizas Lois
de Bachende Fm Cz.
Pico Yordas Peña
Fm Calizas de Yordas Neblera

Fm Calizas
de Bachende

techo

c d Fm Calizas de
Bachende techo
techo ?
Fm Lt. y ar.
Dueñas Anticlinal de Peña Toya
Fm Lt. y ar.
Dueñas

Falla de León
Fm Cz.Bachende Fa
lla
de
Sa
la mó
Fm Cz. Ciguera n

e f

TLA1
TLA2 TLA3

LTII
LTI

AN1

techo

g
h
Miembro inferior
BS
Fm Calizas
Miembro superior de Ciguera BI BS
BS BM
CC
CC
Fm Lutitas
de Ciguera

Ciguera
LC
techo

51
Diego Corrochano Fernández

(wackestone y packstone), calizas oncoidales y bafflestone de algas dasicladáceas y


filoides.

El miembro superior de la formación es carbonatado y presenta una potencia de


hasta 150 m, aunque se puede acuñar en unos pocos cientos de metros hasta desaparecer
o pasar lateralmente y de forma progresiva a una serie de intercalaciones formadas por

terrígenos y carbonatos (sección LS) (Fig. 2.9) (Corrochano et al. 2009).

Litológicamente está formado por calizas micríticas, masivas y bioconstruidas, con


intercalaciones de calizas tableadas pseudonodulosas más energéticas. En la parte media,
se observan varios niveles lutíticos con calizas bafflestone de algas filoides asociadas.

Hacia el techo del miembro superior, se localiza una intercalación de hasta 15-20

m de espesor de litarenitas de grano medio/grueso, con estratificación cruzada y


abundantes granos de carbón, que lateralmente pasan a una capa de carbón (cannel
coal, Isabel Suárez Ruiz, comunicación personal). Esta capa recibe el nombre de Arenisca

de Bachende y es muy continua cartográficamente. Por encima de estos depósitos, se


observa un nuevo cuerpo carbonatado, de espesor muy variable, que comienza con una
grainstone oolítica y está formado mayoritariamente por bioconstrucciones de algas filoides

y dasicladáceas, esponjas calcáreas y corales coloniales.

Además, es característico que la parte superior de esta formación presente una

dolomitización secundaria bastante acusada, formando un nivel cartográfico muy


característico (ver Fig. 2.8.h). Gasparrini (2003) atribuyó este tipo de dolomitizaciones a la
etapa de relajación extensional del Pérmico inferior. Durante esta época, la sedimentación

se produjo en cuencas restringidas semiáridas con alta evaporación, controladas por fallas
normales y con aguas ricas en Mg. Estas aguas circularon a través de fracturas profundas
reactivadas (ej. La Falla de León), mezclándose en profundidad con aguas formacionales

(salinas y con alto contenido en 18O y 87Sr); la convección térmica, inducida por un incremento
del flujo de calor manifestado en los pequeños episodios ígneos observados en la zona,
homogeneizó las características geoquímicas de ambas aguas, y permitió un continuo

aporte de aguas ricas en Mg en profundidad. Este hecho permitió el reemplazamiento del

52
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

carbonato en ambientes profundos y relacionados con rasgos de anisotropía en las rocas,


como fallas, estilolitos, planos de estratificación etc.

NW SE
Arenisca de Bachende
M

Mb. Superior
SECCIÓN TIPO
P

Mb. Medio
?
?

Mb.Inferior
K

Fig. 2.9. Esquema sin escala, mostrando las variaciones laterales de facies en la Fm Calizas de
Bachende. K: Kashiriense. P: Podolskiense. M: Myachkoviense.

Marcus (1970) y Barba et al. (1991) otorgaron una edad de Kashiriense superior y
Podolskiense a estos materiales. El límite temporal entre ambos horizontes coincide
aproximadamente con el segundo nivel de concentración de nódulos de chert localizado

en el miembro inferior de la formación.

Se han recogido numerosas muestras en la elaboración de este trabajo que han

precisado la cronoestratigrafía de esta unidad (BI 103 F, BM2 146F, BM3 237F, BS4 0,2F,
BS4 32,6F, F1, F2, F3, PN 360F, PTL 2, PTL 6,3, SS-23-11, SS-23-19). El tramo inferior
tiene una edad Kashiriense Superior/Podolskiense inferior. El tramo medio contiene

fusulinas típicamente pertenecientes al Podolskiense, mientras que en el superior se han


llegado a observar formas ya pertenecientes al Myachkoviense en el paquete calcáreo
por encima de la Arenisca de Bachende.

Fm Lutitas y areniscas de Dueñas

Equivale a la unidad de “Salamón Shales” de Marcus (1970) y a las “Lutitas y

Areniscas de Dueñas” de Barba et al. (1991). Su estratotipo se localiza en el Valle de


Anciles, sección AN1.

53
Diego Corrochano Fernández

Es una unidad eminentemente siliciclástica, de unos 300 m de espesor, constituida


por lutitas de color gris-pardo, bioturbadas, con abundantes nódulos de siderita, restos

vegetales y niveles carbonosos dispersos. El tránsito con la unidad carbonatada


infrayacente es más o menos gradual. Suelen presentar intercalaciones de limos y litarenitas
de grano fino-medio con laminación paralela y de ripples, y hacia la base de la formación,

se localizan cuerpos masivos y potentes de arenisca de grano medio-grueso con flute


cast en la base, que indican una dirección de paleocorriente hacia el SE. En el techo,
aparecen paquetes de areniscas con laminaciones paralelas y estratificaciones cruzadas

de tipo hummocky.

Esta unidad siliciclástica cambia lateralmente a una sucesión cíclica de lutitas y


litarenitas en secuencias granocrecientes con intercalaciones de espesor métrico de calizas
tableadas y pseudonodulosas. Las calizas aparecen en estratos de 5 a 10 cm, con

abundantes algas filoides y esponjas calcáreas. Estas alternancias de terrígenos y


carbonatos se han observado únicamente en el sinclinal de Lois, en la zona de Peñas
Pintas y en los sondeos del yacimiento de Salamón.

Las muestras aportadas por Alonso y Marcos (2001), Corrochano (2006) y las
recogidas durante la elaboración de este trabajo, todas ellas estudiadas por la Dra. Elisa

Villa, indican que la edad de esta formación es del Myachkoviense inferior.

Fm Calizas de Ciguera

Equivale al miembro “Ciguera” de Ginkel (1965), al miembro “The guide Limestone”


y “Ciguera Limestone” de Marcus (1970) y a la unidad “Calizas de Ciguera” de Barba et al.
(1991). Aflora únicamente en el núcleo de los sinclinales de Ciguera, de Lois y de Anciles.

Su estratotipo se localiza en el flanco N del sinclinal de Ciguera, en la sección C1.

Es una unidad carbonatada de hasta 135 m de espesor formada por dos miembros

calcáreos (miembro inferior e superior), separados por un tramo de naturaleza terrígena.


El miembro inferior está constituido por 45 m de calizas tableadas, que comienzan en la
base con una caliza grainstone oolítica de grano grueso bien clasificada, de hasta 50 cm

54
Capítulo 2: ESTRATIGRAFÍA

de espesor, cartográficamente muy continua, y que constituye un magnífico nivel guía en


toda la zona (“Guide Limestone” de Marcus, 1970). El resto está integrado por calizas

wackestone y packstone bioclásticas estratificadas, grainstone oolíticas, calizas micríticas


bioconstruidas y bafflestone de filoides y dasicladáceas.

Por encima de estas calizas, se localiza una intercalación terrígena de 15 m de


espesor, formada por lutitas y litarenitas de grano fino/medio en secuencias

estratocrecientes, con laminación paralela, abundantes restos vegetales y fragmentos de


carbón dispersos.

El miembro superior comienza con una caliza grainstone oolítica de color oscuro
con estratificación cruzada en surco, de unos 50 cm de espesor. Por encima, presenta un
nivel lutítico muy delgado, de espesor centimétrico, que pasa de forma brusca a una

potente sucesión de más de 70 m de calizas micríticas masivas bioconstruidas. Hacia el


techo, las calizas van siendo más bioclásticas y tableadas, culminando el tramo un nivel
de brechas calcáreas de espesor decimétrico y base irregular.

Las muestras recogidas en esta formación (C1 22F, C1 39,5F, C2 22,5F) contienen

fauna correspondiente al Myachkoviense, datos de edad que concuerdan con los aportados
por Ginkel (1965), Marcus (1970) y Barba et al. (1991).

Fm Lutitas de Ciguera

Corresponde al miembro “Ciguera Shales” de Marcus (1970) y las “Lutitas y Calizas


de Anciles” de Barba et al. (1991), si bien el primer autor atribuye parte de esta formación
a materiales del Grupo Maraña. Se ha decidido recuperar el nombre originalmente dado

por Marcus debido a que el estratotipo de esta formación se localiza en las cercanías del
pueblo de Ciguera, en la sección C1. Estos materiales únicamente afloran en el núcleo de
los sinclinales de Ciguera y de Anciles.

El espesor que se ha podido medir de estos materiales es de unos 90 m, aunque

Barba et al. (1991) atribuyen a la formación 300 m de potencia. Se han diferenciado dos
tramos litológicos. El inferior está constituido por lutitas bioturbadas con abundantes restos

55
Diego Corrochano Fernández

vegetales, niveles sideríticos, brechas calcáreas, calizas bioclásticas dispersas e


intercalaciones de limos y litarenitas con ripples de corriente, de ola y estratificación flaser.

El tramo superior lo integran lutitas con potentes cuerpos de arenisca, con estratificación
cruzada en surco y tamaño de grano medio grueso, carboneros, calizas bioclásticas y
bafflestone de algas filoides.

La edad de esta formación es Myachkoviense inferior.

56
CAPÍTULO 3

SEDIMENTOLOGÍA

3.1.- DESCRIPCIÓN E INTERPRETACIÓN DE FACIES


3.1.1.- FACIES SILICICLÁSTICAS
3.1.2.- FACIES CARBONATADAS
3.2.- ASOCIACIONES DE FACIES Y SISTEMAS DE DEPÓSITO
3.2.1.- SISTEMAS DELTAICOS
3.2.2.- SISTEMAS DE PLATAFORMA CARBONATADA
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

3.- SEDIMENTOLOGÍA
3.1.- DESCRIPCIÓN E INTERPRETACIÓN DE FACIES

En este trabajo se va a utilizar la definición de facies propuesta por Selley (1982),

que trata de evitar cualquier implicación genética en su descripción. Así, se entiende por
facies un cuerpo de roca caracterizado por su litología, geometría, color, contenido fósil,
estructuras sedimentarias y paleocorrientes. La observación de estos criterios se ha llevado

a cabo en el campo, aunque en el estudio de las facies carbonatadas se han recogido


numerosos datos adicionales a partir de láminas delgadas observadas en el microscopio
petrográfico.

Para cada una de las facies definidas, se ha elaborado un apartado descriptivo y

otro interpretativo bien diferenciados. Se han dividido en dos grandes grupos en función
de su litología: facies siliciclásticas (tabla 3.1) y facies carbonatadas (tabla 3.3), estas
últimas a su vez divididas en productos de alteración, calizas autóctonas y calizas alóctonas.

3.1.1.- FACIES SILICICLÁSTICAS

Lutitas masivas (L)

Lutitas de color pardo-grisáceo, sin organización interna y masivas, aunque


presentan en algunas ocasiones laminación paralela o estructuras de deslizamiento (Lámina

3.1 a y b). Su espesor es muy variable, desde unos metros hasta más de un centenar en
algún tramo. Es común observar intercalaciones centimétricas de limos y litarenitas de
grano fino con laminación de ripples de corriente y estructuras de arrastre. El contenido

fósil suele ser escaso y disperso, observándose a veces bioclastos, enteros o fragmentados,
de crinoideos, briozoos y braquiópodos. Contienen restos vegetales transportados y
bioturbación animal en grado variable. Es muy común la aparición de niveles o nódulos

sideríticos, con tamaños diversos (desde centimétricos a métricos) y morfologías variadas


(esféricos, discoidales, tabulares…).

59
Diego Corrochano Fernández

Interpretación:

Estos materiales se sedimentaron en ambientes de baja energía relativamente


profundos por debajo del nivel del oleaje de tormenta. Se asocian a la decantación de
fangos a partir de plumas hipopícnicas en condiciones normales del régimen fluvial o a los

depósitos más distales de los flujos hiperpícnicos (Mutti et al. 2003). Los niveles deformados
observados se asocian a inestabilidades mecánicas y gravitatorias, que dan lugar a
deslizamientos en ambientes sedimentarios de cierta pendiente.

La formación de los nódulos o niveles de siderita (FeCO3), se atribuyen a la

diagénesis temprana y es debida a la precipitación de minerales disueltos que


reemplazan el sedimento original, en un ambiente rico en materia orgánica y bajo
condiciones reductoras (Boggs, 2001).

Lutitas y margas con abundante bioturbación y fauna marina (LF)

Lutitas y margas de color gris/ocre, intensamente bioturbadas, de aspecto


desorganizado y masivo, con abundante fauna marina (fragmentos o bioclastos enteros

de braquiópodos, bivalvos y gasterópodos mayoritariamente) que aparece dispersa o


formando niveles de espesor centimétrico (Lámina 3.1 c).

Interpretación:

Estos materiales se sedimentaron por decantación en un medio de baja energía


y de aguas someras. El aspecto masivo seguramente se deba a la intensa bioturbación

de organismos infaunales y epifaunales que habitaron en el fondo marino; el ambiente


debió ser relativamente restringido, dada la baja biodiversidad observada y al escaso
grosor y desarrollo de las conchas de los moluscos presentes.

Lutitas y limolitas rojizas (LR)

Lutitas y limos de color marrón/rojizo, con parches irregulares de colores grises


y violáceos, con abundante bioturbación por raices (Lámina 3.1 d). Presentan un espesor

decimétrico y su aspecto suele ser masivo, desorganizado y a veces nodulizado.

60
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Suelen aparecer sobre facies arenosas, como AGC o AC.

Interpretación:

Estos materiales se interpretan como depósitos de la llanura deltaica afectados

por procesos pedogénicos. Son muy similares a las facies Fr descritas por Miall (1978)
para suelos desarrollados en llanuras de inundación fluviales.

Pizarras negras (LN)

Lutitas y margas de color oscuro, de espesor centimétrico, que aparecen intercaladas


generalmente entre las facies L y asociadas a las facies CE. En el yacimiento de oro de

Salamón, suelen aparecer silicificadas, constituyendo niveles reactivos con las más altas
leyes en el yacimiento.

Interpretación

El término “black shales” es común para describir sedimentos de grano fino ricos
en materia orgánica. Se trata de depósitos generados en ambientes anaerobios profundos
con escasa o nula circulación de fondo. Como indica Bahamonde (1990), su depósito

entre las lutitas sugiere cambios en el nivel de mínimo oxígeno de la cuenca, motivado por
variaciones glacioeustáticas o por cambios en la topografía del fondo marino.

Carbón, carboneros y coal balls (C y CB)

Capas de carbón o lutitas muy carbonosas con geometría tabular y espesor


decimétrico a centimétrico, continuos a escala de afloramiento (Lámina 3.1 e). Generalmente

se observan sobre cuerpos arenosos o calcáreos.

En el Prado de los Perales (yacimiento de Salamón), en una calicata a techo de

una capa de carbón en la Fm Calizas de Bachende, se ha observado un nivel de coal balls.


Se trata de concreciones semiesféricas de turba permineralizada que contienen una elevada
cantidad de carbonato cálcico, pirita y restos vegetales, algunos de los cuales preservan

perfectamente su estructura celular (lámina 3.1 f). Su tamaño suele ser decimétrico, y
presentan aspecto masivo o laminación paralela. Aunque en este trabajo no se han

61
Diego Corrochano Fernández

estudiado muestras al microscopio, Scott y Rex (1985) proponen que la mayor parte del
carbonato cálcico observado en los coal balls está formado por cristales fibrosos de calcita

precipitados en los poros de la turba. Son depósitos típicos de las zonas tropicales
pensilvanienses y han sido descritos fundamentalmente en EEUU y Europa. En la Zona
Cantábrica son varios los trabajos que tratan sobre estas estructuras, resaltando el elaborado

por Beckary (1988), donde estudia la sistemática y la paleobotánica de los restos vegetales
encontrados en los coal balls de la Fm San Emiliano.

Interpretación:

Las capas de carbón son depósitos generados por la acumulación, compactación y


transformación de la materia orgánica vegetal mediante procesos físico-químicos. Durante
el Pensilvaniense, se han registrado carbones en la mayor parte de las cuencas

sedimentarias próximas al ecuador, en latitudes comprendidas entre los 12º S y 10º N en


el continente de Pangea, en islas del océano Tethys y a lo largo de su costa N y S (Ziegler
et al. 1979). Las facies con las que suelen aparecer, sugieren un ambiente de depósito

similar a pantanos y marismas, dentro de llanuras deltaicas, similares a las turberas parálicas
descritas por Rahmani y Flores (1984) para depósitos carboníferos en Norte América y por
Águeda et al. (1991), Colmenero y Prado (1993) y Colmenero et al. (2008) en la Zona

Cantábrica.

La formación de los coal balls se asociada comúnmente a la interacción de agua


dulce y agua marina, (Gerdon et al., 1997). Los coal balls estudiados en este trabajo,
representan depósitos regresivos y erosivos, muy similares a los descritos por Damaris

(2000) en la cuenca carbonífera de Illinois. Además, según la clasificación de Mamay y


Yochelson (1962), se clasificarían como “normales”, es decir, aquellos que únicamente
presentan fragmentos vegetales y no fauna marina.

Lutitas y litarenitas de grano fino con estratificación flaser y ondulante (LFO)

Están formadas por alternancias de lutitas de color pardo, litarenitas de grano fino
a muy fino y limos, con estratificación flaser, ondulante y lenticular (Lámina 3.1 g). Suelen

62
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

aparecer en tramos de espesor métrico a decamétrico. Las capas de areniscas, con una

potencia centimétrica, suelen presentar ripples de corriente o de oleaje, así como

estratificaciones cruzadas planares de bajo ángulo. Suele ser común la presencia de

pequeños restos vegetales y la bioturbación de origen animal.

Interpretación:

La estratificación flaser y ondulante son estructuras características de medios con

fluctuaciones energéticas. En periodos de mayor energía se sedimentaron las litarenitas,

mientras que el material lutítico se depositó por decantación en los periodos de calma. La

abundancia de unos materiales u otros reflejan el balance energético del medio. Los ripples

de corriente indican una dirección de flujo predominante, mientras que la presencia de

ripples de oleaje es indicativo de flujos oscilatorios. En base a estas estructuras observadas,

esta facies se interpreta como generada en medios litorales y sublitorales con influencia

mareal (Klein, 1977; Willis, 2005).

Alternancia de litarenitas, limos y lutitas (ALT)

Litarenitas de grano fino a muy fino, generalmente gradadas, limos y lutitas, formando

alternancias en tramos de espesor métrico, que suelen encontrarse en las partes basales

de las secuencias granocrecientes (facies AGC) (Lámina 3.1 h). La proporción de una

litología a otra varía de una secuencia a otra y a veces forman pequeños ciclos

granodecrecientes. Las areniscas tienen estratos de espesores centimétricos, tabulares o

lenticulares, con laminación paralela y de ripples de corriente u oleaje. Es frecuente la

bioturbación de origen animal y la presencia de pequeños restos vegetales.

Interpretación

Depósitos formados a partir de corrientes tractivas esporádicas e intermitentes en

zonas de plataforma terrígena, asociadas generalmente a ambientes sedimentarios de

barras distales o zonas proximales del prodelta, donde predomina la alternancia de procesos

de tracción/decantación.

63
Diego Corrochano Fernández

Lutitas, limos y areniscas con secuencias grano y estratocrecientes (AGC)

Secuencias grano y estratocrecientes con espesores muy variables, de métricos a

decimétricos, de lutitas y limos que pasan gradualmente hacia el techo a litarenitas


(ocasionalmente cuarciarenitas), de grano fino a medio y de color pardo (Lámina 3.2 a).
Las areniscas presentan una cantidad variable de bioclastos y restos vegetales. Las

estructuras sedimentarias más características son la laminación paralela, ripples de corriente


y estratificación cruzada planar con sets de hasta 60 cms. También pueden observarse
estructuras de deformación (estructuras de carga y ball and pillow). Suelen desarrollarse

sobre las facies L o ALT.

Interpretación:

La secuencialidad observada muestra un proceso de progradación y somerización,

de zonas marinas de baja energía, dominadas por la decantación de fangos, a zonas más
proximales, con ambientes agitados y energéticos, dominados por flujos tractivos y la
sedimentación de arenas.

La diferencia de espesor observada en estas facies es debida a la diferente posición

que ocuparía cada sección respecto al aporte principal del material terrígeno.

Areniscas de grano fino, limos y lutitas con secuencias granodecrecientes (AGD)

Litarenitas de grano fino/medio en capas tabulares con espesor decimétrico (hasta

60 cm), intercaladas entre limos y lutitas con abundantes restos vegetales y bioturbación
animal, formando tramos de hasta varios metros de espesor (Lámina 3.2 d). Cada secuencia
presenta una gradación normal y se caracteriza por poseer una parte basal más clara y

LÁMINA 3.1. (página contraria) a) Lutitas masivas (L). Nótese la elevada presencia de nódulos de
siderita, algunos de ellos señalados mediante flechas. b) Aspecto de la facies L en un testigo del yacimiento
de Salamón. La flecha señala una intercalación centimétrica de areniscas con estructuras de carga. c) Lutitas
y margas con abundante fauna marina y bioturbación (LF). d) Lutitas enrojecidas por procesos pedogénicos
con abundante biotrubación (LF). e) Capa de carbón (C) en la pista de la Cervatina (Fm Llanón). f) Laminación
interna dentro de un coal ball. g) Ripples de oleaje en la facies LFO. h) Facies AGC que pasan hacia techo a
unas alternancias de lutitas y litarenitas (ALT).

64
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

a b

techo

c d techo

techo

techo f
e

LF

C
APH

g h
techo techo

ALT

AGC

65
Diego Corrochano Fernández

más potente, sin organización interna, y una parte superior más oscura y de aspecto más

desorganizado, donde abundan restos vegetales de variado tamaño. Las estructuras


sedimentarias más comunes son ripples de corriente, de oscilación y laminación paralela.
También pueden presentar estructuras de deformación y de arrastre.

Interpretación:

La gradación normal observada en estos depósitos y la abundante presencia de


restos vegetales, indica que su formación tuvo lugar por desaceleración progresiva de

flujos tractivos procedentes desde el continente.

Areniscas con laminación paralela, ripples y estratificación hummocky (APH)

Litarenitas de grano fino a medio, de color pardo, en estratos de hasta 60 cm,


formando tramos de hasta 25 m de potencia (Lámina 3.2 b y c). La geometría de los
cuerpos es tabular, alcanzando una extensión lateral de hasta varios kilómetros. Presentan

laminación paralela, ripples de corriente, estructuras de deformación, marcas de arrastre y


estratificación cruzada hummocky. La bioturbación puede ser de pobre a moderada,
observándose también restos vegetales flotados, fauna marina dispersa y porosidad
biomóldica. Suele aparecer intercalada entre la facies L.

Interpretación

Este tipo de depósitos suele ser interpretado como barras sublitorales formadas

por el oleaje y las corrientes en una plataforma terrígena. La aparición de estratificación


cruzada hummocky se asociada frecuentemente con flujos oscilatorios asociados a la
acción de tormentas (Dott y Burgeois, 1982; Aigner y Reineck, 1982). De esta manera,

estas barras se desarrollaron en partes de la plataforma afectadas por tormentas.

Sin embargo, en los últimos años se han propuesto nuevas interpretaciones para
depósitos con características similares. Mutti et al. (1996) definen esta facies como “lóbulos
arenosos de plataforma” (shelfal sandstone lobes); Mutti et al. (2000, 2003) redefinen esta

facies y la denominan “lóbulos de areniscas de frente deltaico asociados a avenidas” (flood


generated delta-front sandstone lobes), introduciendo en el nombre el origen fluvio-deltaico.

66
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Estos autores interpretan esta facies como depósitos asociados a avenidas catastróficas
de sedimento depositadas por flujos hiperpícnicos con cierto componente oscilatorio.

Areniscas masivas (AM)

Areniscas de grano medio de aspecto masivo, con geometría tabular y que pueden
presentar una ligera gradación normal interna (Lámina 3.2 e y f). Aparecen en tramos de

hasta 7 m, formados por el apilamiento de estratos de 50 cm de espesor. Presentan flute


cast y lags de cantos blandos en la base y a diferentes alturas dentro de los estratos, así
como cicatrices erosivas internas.

Esta facies ha sido observada únicamente en el valle de Anciles (Fm Areniscas y

Lutitas de Dueñas). Los flutes observados en el muro de estos depósitos ha permitido


medir direcciones de paleocorriente, mostrando un flujo principal hacia el SE.

Interpretación

Depósitos generados por flujos lenticulares concentrados o turbidíticos, con carácter


hiperpícnico, muy similares a los descritos por Mutti (1992). El aspecto masivo de esta
facies y la falta de estructuras tractivas, se interpreta como una brusca y rápida

sedimentación de los materiales cuando el flujo perdió velocidad y capacidad de transporte.


La presencia de niveles de cantos blandos a varias alturas dentro de un mismo estrato,
indica que posiblemente estos depósitos representen más de un único flujo.

Areniscas con estratificación cruzada en surco (AC)

Cuerpos discontinuos de litarenitas de grano medio/grueso con techo plano y base

erosiva e irregular, pudiendo presentar geometrías canaliformes y un lag basal de cantos


blandos generalmente imbricados. Están organizados en secuencias grano y
estratodecrecientes, con sets de hasta 60 cm de estratificación cruzada en surco y cicatrices

erosivas internas. En el techo pueden aparecer laminaciones de ripples de corriente. Es


muy frecuente que se observen restos vegetales transportados y ocasionalmente bioclastos
dispersos.

67
Diego Corrochano Fernández

Interpretación:

Depósitos arenosos tractivos que representan el relleno de un canal, muy similares


a las facies St de Miall (1978).

Areniscas carbonatadas y con base erosiva (AE)

Se trata de litarenitas de grano fino, con espesores de centimétricos a decimétricos,


con bases erosivas y, en ocasiones, estratificación cruzada en surco. Suelen contener

cemento carbonatado y bioclastos dispersos.

Interpretación:

Estos depósitos corresponden a lags transgresivos formados por el retrabajamiento


de materiales del frente deltaico principalmente. Facies similares han sido descritas por
Bowman (1980), Barba (1991) y Merino-Tomé (2004).

Megabrechas matriz-soportadas (MBMS)

Litológicamente son megabrechas matriz-soportadas y mal clasificadas, formadas


por lutitas marrones con nódulos sideríticos, fragmentos de arenisca y bloques de caliza

intercalados (Lámina 3.2 g). Los bloques son de morfologías variables, de color oscuro y
proceden en su mayoría de la Fm Barcaliente. Presentan diversos tamaños, de decimétricos
a métricos y aparecen sin una orientación preferente, formando tramos masivos de aspecto

caótico, sin organización interna y niveles con abundantes slumps.

LÁMINA 3.2. (página contraria) a) Facies AGC que pasan hacia el techo a lutitas del prodelta (L), Fm Fresnedo.
b) Facies APH entre lutitas del prodelta (L). c) Detalle de estratificación cruzada hummocky en las facies
APH. d) Facies AGD. e) Facies AM: areniscas tabulares de aspecto masivo, con flute cast en la base (señalados
mediante flechas). f) Fotografía en detalle de la facies anterior, en la que se puede observar el aspecto
masivo de cada estrato así como la presencia de moldes de cantos blandos a diferentes alturas de la base
(indicados con flechas).g) Aspecto de la facies MBMS. h) Fm Maraña en el embalse de Riaño con el pico
Peñas Pintas al fondo de la fotografía (facies OL). Las flechas señalan olistolitos calcáreos de calizas post-

namurienses.

68
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

a b
techo APH techo
L

AGC L
APH

c d

techo techo

e f

techo techo

g h

69
Diego Corrochano Fernández

Interpretación:

La fábrica matriz-soportada, mala clasificación y falta de ordenación que presenta


esta facies son rasgos típicos de los depósitos generados por flujos gravitatorios cohesivos

de tipo debris-flow (Nemec y Steel, 1984; Mutti, 1992).

Esta facies se ha observado únicamente en el sector Lois-Ciguera, en los depósitos

suprayacentes a la Fm Barcaliente correspondientes a la Fm Lutitas de Lois (sección


BR3).

Olistostroma/melange gravitacional (OL)

Forma cuerpos cartografiables de espesor decamétrico a hectométrico, con


extensiones laterales de hasta varias decenas de kilómetros (Lámina 3.2 h). Su relación

vertical y horizontal con otras facies no se conoce, ya que siempre se encuentra limitada
por fracturas. Consiste en una serie de bloques (olistolitos) de tamaño muy variable (desde
unos centímetros hasta decenas de metros) y diversa naturaleza dentro de una matriz

lutítica y margosa de aspecto caótico y altamente deformada. Los olistolitos son


mayoritariamente de calizas carboníferas post-namurienses, aunque se observan también
bloques de la Fm Barcaliente y Valdeteja, bloques de cuarcitas (precarboníferas) e incluso

calizas cámbricas, como las observadas en un bloque cartografiado en las cercanías de


Solle (Mapa 1).

Interpretación

Esta facies integra mayoritariamente los materiales de la Fm Maraña. La fábrica


matriz soportada, la pobre clasificación y la desorganización interna son criterios suficientes
para interpretar esta facies como generada en deslizamientos gravitacionales. El transporte

de los bloques pudo haber sido de magnitudes muy diversas, alcanzando incluso
proporciones kilométricas.

Recientemente Alonso et al. (2009) en la zona del embalse del Porma, y en base a
diversos criterios, como la procedencia de los bloques, el estudio del elipsoide de

70
Mg M W P G R B Estratificación
Descripción Contenido fósil Espesor
L f m g mg C litológica y geometría Estructuras Interpretación
a

L Lutitas masivas Variable, a veces Sedimentación por suspensión.


con nódulos o niveles Restos vegetales Sin organización Bioturbación y pistas Ambientes marinos
de siderita dispersos. y escasa fauna interna. Laminación tramos de más de de prodelta y plataforma,
paralela 100 m de potencia
Intercalaciones espo- por debajo del nivel de
s
rádicas de litarenitas. acción de tormentas.
LF
Abundantes bivalvos, Sin organización Sedimentación por decantación
Lutitas y margas braquiópodos, interna Métrico Bioturbación muy
abundante en aguas someras y
gasterópodos relativamente restringidas

LR Lutitas y limolitas Aspecto


Bioturbación por raices Materiales afectados
con colores rojizos desorganizado y Decimétrico por procesos pedogénicos
y violáceos nodulizado
LN Lutitas carbonosas Ambientes anaerobios
de color oscuro Centimétrico
profundos

C Centimétrico
Lutitas carbo- Restos vegetales
muy abundantes. Tabular o lenticular a Bioturbación por raices Turberas
nosas y carbón
Raices decimétrico

BC Restos vegetales Depósitos residuales


Bolas de carbón Semiesférica. Diámetros
(coal balls) muy abundantes regresivos?
decimétricos.
(turba permineralizada)
LFO Bioturbación, laminación
Lutitas, limos y flaser, ondulante, Medios con fluctuaciones
litarenitas de grano Restos vegetales Tabular o lenticular Métrico de energía.
(estratos~5/10 cm) paralela, ripples de corriente
fino y de oleaje Influencia mareal

ALT Alternancia de lutitas, Bioturbación, Alternancia de procesos de


limos y litarenitas Restos vegetales Tabular o lenticular Métrico ripples de corriente decantación-tracción
de grano fino y de oleaje en una plataforma terrígena

AGD Litarenitas de grano


fino/medio, limos y Restos vegetales Tabular Decimétrico Ripples de corriente Desaceleración de flujos
lutitas,en secuencias muy abundantes (<60 cm) y de oleaje, laminación tractivos
granodecrecientes paralela.

AGC Ripples de corriente, de


Litarenitas de grano Barras de desembocadura
fino/medio, limos y Restos vegetales y Métrico a oleaje, estratificación
niveles bioclásticos de distributarios.
lutitas, en secuencias Tabular decamétrico cruzada planar, laminación Progradación de cuerpos
granocrecientes esporádicos paralela, estructuras deltaicos
de deformación.

71
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Tabla 3.1. Características principales de las facies siliciclásticas .


Diego Corrochano Fernández

Mg M W P G R B
Descripción Contenido Estratificación
L f m g mg C litológica fósil y geometría Espesor Estructuras Interpretación
a

APH Estratificación Barras arenosas


Litarenitas de Restos vegetales Métrico
grano y niveles Tabular o lenticular cruzada planar submareales.
fino/medio bioclásticos y hummocky. Flujos hiperpícnicos
esporádicos Ripples de asociados
corriente con avenidas

AM Litarenitas de grano Depósitos


medio/grueso con Métrico Flute cast asociados a
Aspecto masivo. (estratos
cantos blandos en Tabular en la base flujos hiperpícnicos
la base ~50 cm)

AC Litarenitas de grano Restos vegetales Techo plano y base Decimétrico a Estratificación Depósitos tractivos de
medio/grueso y bioclastos erosiva e irregular. métrico cruzada relleno de canal
dispersos en surco

AE Litarenitas Estratificación
carbonatadas Depósitos
Bioclastos Tabular o lenticular Decimétrico cruzada en residuales
de grano dispersos Base erosiva a métrico surco
fino/medio transgresivos

PBMS Megabrechas Niveles Flujos gravitatorios


matriz soportadas Sin organización Métrico a cohesivos de tipo
decimétrico abundantes
Bloques calcáreos interna. de slumps debris flow
decimétricos

OL Olistostromo. Niveles
Olistolitos de Sin organización Decamétrico abundantes Deslizamientos
interna. a de slumps gravitacionales
diferente tamaño hectométrico
y naturaleza

Tabla 3.1. (continuación) Características principales de las facies siliciclásticas .

aplastamiento y la distribución cartográfica de las edades de los bloques, interpretan el


origen de estos materiales como deslizamientos submarinos en el frente orogénico. A su
vez, argumentan que los diferentes rasgos estructurales que presentan los bloques están

determinados por el grado de la litificación de las rocas durante su deslizamiento


gravitacional.

72
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

3.1.2.- FACIES CARBONATADAS

De acuerdo con la clasificación empleada (Dunham, 1962; modificada por Embry


y Klovan, 1971), las facies se dividen en dos grupos principales, calizas alóctonas y

calizas autóctonas. A su vez, se ha descrito un tercer grupo perteneciente a productos


de alteración. La descripción de los componentes de las facies siempre se hace en
orden de relativa abundancia. Es común que en la interpretación de las facies se haga

referencia a la clasificación de Pomar (2001) basada en los diferentes grupos de


organismos que participan en la elaboración de carbonato cálcico. Los límites
batimétricos establecidos son muy variables, ya que dependen del coeficiente de

penetración de la luz solar. De esta manera se diferencian:

a) Zona fótica, donde la cantidad de luz solar que penetra es máxima y cuyo
límite inferior es cercano a los 30 m.

b) Zona oligofótica: localizada en zonas profundas y donde habitan organismos


que necesitan bajos niveles de luz solar. Su límite inferior se sitúa entre los 30 y los

100 m de profundidad.

c) Zona afótica.

3.1.2.1.- PRODUCTOS DE ALTERACIÓN

Calizas con alteraciones pedogénicas (AP)

Calizas con texturas variables, de aspecto brechificado o noduloso, con matriz

margosa gris/rojiza y clastos irregulares, de subredondeados a angulosos (Lámina 3.3


a). Suelen aparecer en las partes superiores de los tramos carbonatados, aumentando
el aspecto brechificado progresivamente hacia el techo. Su espesor es generalmente

de entidad decimétrica, aunque en algún afloramiento llegan a alcanzar más de 1 m de potencia.

Interpretación:

Depósitos generados como resultado de alteraciones pedogénicas durante los

momentos de exposición de la plataforma carbonatada, muy similares a los descritos

73
Diego Corrochano Fernández

por diversos autores en otras regiones de la Zona Cantábrica (Sánchez de la Torre et


al., 1981; Bahamonde, 1990; Salvador, 1989; Merino-Tomé, 2004).

3.1.2.2.- CALIZAS ALÓCTONAS

Calizas espiculíticas (CE)

Calizas mudstone/wackestone/packstone de color gris oscuro/negro, en estratos


tabulares de 5 a 20 cm (Lámina 3.3 b). Son muy ricas en sílice y materia orgánica y

presentan cierta laminación horizontal. Los componentes mayoritarios son espículas de


esponja silíceas (monoxonas fundamentalmente), calciesferas, algún foraminífero de
pequeño tamaño y nódulos o niveles de chert de diverso tamaño y espesor.

Interpretación:

Calizas depositadas en ambientes reductores y ricos en sílice. Debido a su escasez

de fauna y a la elevada cantidad de materia orgánica, se asocian con zonas profundas


oligofóticas.

Mudstone/Wackestone bioclásticas (MWB)

Calizas estratificadas de color gris/pardo, de aspecto tableado, pseudonoduloso y


rara vez masivo. Aparecen en tramos de potencias decimétricas a métricas y los estratos
suelen tener espesores que varían de 10 a 20 cm. Es frecuente observar margas formando

interestratos de hasta 5 cm de potencia. La matriz suele ser micrita homogénea. El contenido


fósil es muy amplio y variado. Los principales componentes son crinoideos, foraminíferos
(fusulínidos, paleotexturálidos, tubulares, endotiráceos, Bradyina y otros), briozoos

(fenestélidos y fistulipóridos), algas filoides y dasicladáceas, braquiópodos, ostrácodos,


corales rugosos solitarios, Chaetetes (algunos transportados y otros en posición de vida),
corales siringopóridos, Ungdarella y Komia, gasterópodos, bivalvos, trilobites, calciesferas,

y peloides. Es muy frecuente observar bioclastos micritizados y con bioincrustaciones de


Girvanella y de foraminíferos (Tuberitina, Paleonubecularia y Tetrataxis).

74
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Pueden aparecer nódulos de chert de diversa morfología y tamaño (incluso algunos


con más de 1 m de diámetro). Los nódulos aparecen generalmente en los planos de

estratificación, reemplazando el material carbonatado.

Intrerpretación:

Debido a la amplia variedad de fauna que posee esta facies, se interpreta como

generada en un ambiente submareal relativamente somero, con salinidad normal, buena


circulación de corrientes y aguas relativamente limpias. La abundancia de algas, aunque
aparecen transportadas, indica que nos encontramos presumiblemente dentro de la zona

fótica u oligofótica somera. Otros organismos, como las esponjas chaetétidas, fueron muy
abundantes en aguas someras durante el Carbonífero Superior, aunque pudieron habitar
en rangos batimétricos variables (Kershaw y West, 1991). Conolly et al. (1989) sugieren

que el habitat más favorable para estos organismos eran aguas submareales muy someras,
cercanas a la zona intermareal. Además, debido al tipo de textura de la roca con abundante
fango carbonatado, se puede asegurar que esta facies se depositó en una zona protegida

o de baja energía, por debajo del nivel del oleaje de buen tiempo. Soreghan (1994) describe
una facies similar y propone una paleobatimetría de 5-50 m.

Calizas oncoidales (CO)

Calizas de color gris oscuro que suelen presentarse en estratos de espesor


decimétrico y aparecer en el techo y en el muro de los cuerpos detríticos (Lámina 3.3 d, e y f).

Pueden ser limosas y presentan una textura wackestone/floatstone, siendo los


componentes aloquímicos más representativos: oncoides de tipo Osagia (Maslov, 1960),

fragmentos de algas filoides (Archaeolithophyllum), codiáceas (Ivannovia), dasicladáceas,


braquiópodos, foraminíferos (muy frecuente encontrar Tetrataxis y paleotexturálidos, y en
menor medida fusulinas y Bradyina), briozoos, equinodermos, ostrácodos, trilobites,

calciesferas, gasterópodos y peloides.

Los oncoides, presentan una amplia variedad de tamaños, alcanzando algunos los
6 cm de diámetro y una forma esferoidal/elipsoidal. Tienen como núcleo generalmente

75
Diego Corrochano Fernández

a b

1 mm

c d
techo

e f
Br

By

Fs

On Gs
Br

techo 2 mm 1 mm

g techo h Tx Bs
Pt
Fs Pt Tb
Bs
Fs
Pt
An

Fs
An
Cr By
Fs

2 mm 1 mm

76
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

fragmentos de algas calcáreas, aunque también pueden ser otros bioclastos, como corales
solitarios; en algunas ocasiones, está centrado, mientras que en otras ocupa posiciones

más laterales del grano.

Las envueltas son semi-concéntricas y están constituidas por micrita oscura y densa,
que no suele presentar gran continuidad, y algas filamentosas Girvanella y
Archaeolithophyllum lamellosum. También es frecuente que aparezcan foraminíferos

incrustantes (Paleonubecularia y Tuberitina) formando envueltas discontinuas.

Interpretación:

No se conoce con exactitud el tipo de energía que debe tener un medio para la

formación de estos componentes. En la actualidad, la mayoría de los oncoides que se


forman en medios marinos, lo hacen en ambientes de alta o baja energía, intermareales
profundos o submareales someros (Flügel 1982).

Sí se sabe que durante el desarrollo y la evolución de un oncoide, éste necesita

girar para desarrollar sus envueltas concéntricas alrededor del núcleo. Éste giro puede
producirse debido a la acción de episodios de tormenta o como consecuencia de la acción
de olas y corrientes.

La morfología del oncoide y la estructura de las envueltas, se suelen utilizar


como indicadores de la energía del medio. Wright (1983) propone que los oncoides

LÁMINA 3.3. (página contraria) a) Fotografía de las facies AP, constituida por una packstone bioclástica
brechificada, con matriz de tonos rojizos. b) Microfotografía de las facies CE, donde se observa la abundancia
de espículas de esponja monoaxonas y una elevada cantidad de materia orgánica. c) Chaetetes con crecimiento
dómico-vertical en la facies MWB. d) Oncoides de tipo Osagia de hasta 4 cm de diámetro (facies CO). e)
Fotografía de lámina delgada de la facies anterior. On: Osagia. Br: Braquiópodos. Gs: gasterópodos. By:
Bradyina. Fs: Fusulina. Nótese la silicifación incipiente en algunas partes de la muestra (en blanco en la parte
teñida de la lámina). f) Detalle al microscopio de un oncoide de tipo Osagia. Las flechas señalan foraminíferos
incrustantes, posiblemente Paleonubecularia. g) Fotografía de una lámina delgada de la facies GPB. Pt:
foraminífero paleotexturálido. Fs: Fusulina. Cr: Crinoideo. Los bioclastos alargados son talos de algas filoides.
La flecha señala uno con una envuelta micrítica de color oscuro. h) Microfotografía de la facies anterior. An:
Anthracoporella; nótese la envuelta de micrita oscura que presenta el fragmento mayor. Pt: paleotexturálido.
Bs: Beresella. Tb: foraminífero tubiforme. Tx: Tetrataxis. By: Bradyina. Fs: Fusulina.

77
Diego Corrochano Fernández

con formas irregulares y con una laminación no muy bien desarrollada, son generados
en ambientes de baja energía. Los que presentan buena laminación los asocia a

ambientes más energéticos. Sin embargo, Jones y Wilkinson (1978), en Wright (1983),
proponen que algunos oncoides formados en agua dulce, con crecimiento estático,
pueden desarrollar perfectamente las envueltas concéntricas. Flügel (2004) propone

que los oncoides de tamaño medio y que aparecen en rocas ricas en fango, son
generados en ambientes de baja energía, en zonas mareales o de lagoon.

Bowman (1979), Eichmüller (1985) y Merino-Tomé (2004) describen una facies


similar que interpretan como generada en un ambiente submareal, somero y de baja

energía. Bowman (1983) propone que esta facies suele marcar la base de las superficies
transgresivas.

Packstone/Grainstone de peloides (PGP)

Calizas de grano fino a grueso, con abundantes peloides y escaso contenido


fósil. Aparecen en estratos tabulares de espesor decimétrico, con gradación normal o
en tramos masivos de espesor métrico (Lámina 3.4 f). Los componentes predominantes

son: foraminíferos (tubulares, fusulinas, Bradyina, paleotexturálidos, Tetrataxis,


Globivalvulina, endotiráceos y otros de pequeño tamaño), peloides, calciesferas, algas
rojas y ostrácodos. En menor medida se observan crinoideos (con bordes irregulares y

micritizados), Beresella y gasterópodos.

Interpretación

Esta facies se interpreta como el depósito en ambientes submareales someros

relativamente restringidos (zonas de lagoon pretegidas), debido a la escasa


biodiversidad observada. Su aspecto masivo sugiere que estos sedimentos sufrieron
una intensa bioturbación. Mamet (1991) estableció que durante el Carbonífero las

acumulaciones de calciesferas y del alga Beresella son características de depósitos


de lagoon protegidos. Esta facies es muy similar a la facies C2 de la plataforma interna
descrita por Della Porta (2003) y a la skeletal-peloid G/P de Reid y Dorobek (1993) en

depósitos misisipienses de Norte América.

78
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Grainstone/packstone bioclásticas (GPB)

Calizas bioclásticas de grano fino a muy grueso, en estratos masivos, tabulares o


pseudonodulosos de 5-20 cm de potencia, formando tramos con espesores decimétricos

a métricos (Lámina 3.3 g y h y 3.4 c). Pueden presentar estratificación cruzada en surco,
laminación paralela y base erosiva e irregular. El contenido fósil es muy variado, destacando
por orden de abundancia los siguientes componentes: crinoideos, algas dasicladáceas

(Anthracoporella, Epimastopora, Dvinella), algas filoides (Archaeolithophyllum),


foraminíferos (fusulinas, paleotexturálidos, tubulares, Bradyina, Tetrataxis y otros de
pequeño tamaño), algas rojas (Komia y Ungdarella), braquiópodos, ostrácodos, equínidos,

briozoos, calciesferas, oolitos, peloides, lumps algares, trilobites. Es común observar


componentes fragmentados y micritizados, estos últimos presentando envueltas de
Girvanella y con incrustaciones de foraminíferos. A veces, aunque no es muy común, se

observan cementos marinos irregulares con una corteza externa fibroso-radiada y un


cemento central de tipo blocky.

Interpretación

Bancos o acumulaciones bioclásticas discontinuas (shoals), en ambientes de


moderada a alta energía, por encima o próximas al nivel de oleaje de buen tiempo dentro
de la zona fótica. La influencia de corrientes tractivas queda demostrada por las estructuras

sedimentarias observadas y por la orientación en varias muestras de los ejes mayores de


los bioclastos siguiendo una dirección preferente. Foraminíferos bentónicos de gran tamaño,
como los paleotexturálidos y Bradyina, son característicos de ambientes relativamente

energéticos e indicadores de aguas someras y templadas (Della Porta, 2003; Merino-


Tomé et al. 2009a). Soreghan (1994) propone una paleobatimetría de 0-20 m para la
formación de este tipo de depósitos.

Packstone/Grainstone de crinoideos y briozoos (PGCB)

Calizas tableadas o pseudonodulosas, de color gris/gris oscuro, que a veces pueden

llegar a ser algo margosas, con espesores decimétricos a métricos (Lámina 3.4 a). Los
componentes mayoritarios son placas de crinoideios, briozoos ramosos, fenestélidos y

79
Diego Corrochano Fernández

foraminíferos (siendo el más característico e indicativo Ozawainella, aunque también hay


otros de pequeño tamaño y tubiformes).

Los artejos de crinoideos, algunos de varios centímetros, suelen estar fragmentados

y presentan bordes irregulares, así como perforaciones (borings) de organismos no


determinados.

Interpretación

Este tipo de depósitos se asocia a bancos submareales en mar abierto, con aguas
bien oxigendas y con buena circulación (Wilson, 1975; Bahamonde et al., 2000; Della
Porta, 2003). La común ausencia de algas verdes posiblemente se deba a que estas

acumulaciones se desarrollaron en la zona oligofótica. Además, la asociación con el


foraminífero Ozawainella es característico de acumulaciones de crinoideos en mar abierto
o plataforma externa (ver Della Porta et al., 2005). Madi et al. (1996) establecen que las

acumulaciones de crinoideos fueron muy comunes durante el Carbonífero y formaban


depósitos que se localizaban fundamentalmente en el techo y a los flancos de los mounds,
debido a la acción de corrientes y durante eventos de tormentas.

LÁMINA. 3.4. (página contraria) a) Facies PGCB vista al microscopio. Cr: crinoideo. Oz: Ozawainella. El resto
de fragmentos que se observan se trata de briozoos fenestélidos. b) Facies GO: oolitos de gran tamaño en la
base de la Fm Calizas de Ciguera. c) Aspecto de campo de las facies GPB y GO. Ambas forman una secuencia
estratocreciente, limitada a techo y a muro por superficies irregulares y erosivas. Nótese la estratificación
cruzada a gran escala que se observa en los estratos intermedios. d) Microfotografía de una muestra
perteneciente a las facies GO, en la que se observa una clasificación moderada y una gran heterogeneidad
en el desarrollo de las envueltas oolíticas. Puede verse como el núcleo de algún oolito está formado por
fragmentos angulosos de cuarzo (Q). Pt: foraminífero paleotexturálido. Fs: fusulina. In: Intraclasto. e) Detalle
de la facies anterior. Se observa un oolito múltiple con desarrollo de envueltas fibroso-radiadas, formado por
dos oolitos simples unidos; uno de ellos presenta núcleo siliciclástico (Q). T: Tuberitina. f) Microfotografía de
la facies PGP. Nótese la abundancia de peloides, foraminíferos de pequeño tamaño (tubiformes, fusulínidos
y paleotexturálidos) y calciesferas (flechas). Cr: crinoideo. g) Muestra de mano pulida de la facies BB (cercanías
del Yacimiento de Salamón). Nótese la elevada presencia de artejos de crinoideo, algunos de ellos de elevado
tamaño (Cr). Mr: clastos micríticos pertenecientes mayoritariamente a la facies MP. h) Microfotografía de la
facies BL (muestra recogida en un sondeo del yacimiento de Salamón). Puede observarse como las venas
de calcita (post-diagenéticas) afectan tanto a los clastos (algunos bastante angulosos) como a la matriz,
hecho que probablemente confirme una textura brechoide original.

80
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

a b
techo

Oz
Cr
1 mm techo

c d 1 mm
In
techo

m
,5
28 Fs
Pt

e f

Q
Cr

Tb
100 mm 1 mm

g h

Mr Cr
Mr

Mr
Cr

1 cm 1 mm

81
Diego Corrochano Fernández

Grainstone oolíticas y coated grainstone (GO)

Calizas de grano grueso/muy grueso con clasificación buena a moderada, ordenadas


en estratos tabulares con potencia decimétrica a métrica que pueden llegar a formar tramos

de hasta 30 m de espesor de aspecto masivo (Lámina 3.4 b, c, d y e). La base de los


estratos es neta y a veces erosiva. También aparecen en estratos masivos, gradados o
mostrando una estratificación cruzada de pequeña a gran escala. Los aloquímicos

principales son los oolitos, aunque también se puede observar artejos de crinoideos, briozoos
y foraminíferos.

Los oolitos tienen un tamaño medio de 800 μm. Presentan un núcleo de origen
variado, compuesto por granos de cuarzo o por bioclastos. Los granos de cuarzo son
subangulosos y de pequeño tamaño (200 μm) y suelen aparecer cuando la facies

infrayacente es de carácter terrígeno. Los oolitos están formados mayoritariamente


por envueltas concéntricas fibroso-radiadas y tangenciales. Predominan los ooides
simples, aunque se puede observar alguno múltiple con estructuras más complejas.

En algunas ocasiones, se observa que la facies está compuesta mayoritariamente

por granos no esféricos con envueltas de cemento fibroso radiado (coated grainstone),
que suelen ser de diferente espesor. Suelen presentarse en estratos tabulares de 20
cm, generalmente con mala clasificación. Los granos aparecen asociados con diversos

bioclastos, como: crinoideos, algas (Epimastopora), foraminíferos, braquiópodos,


briozoos y Girvanella. Otros componentes son ooides, intraclastos micríticos y granos
de cuarzo.

Interpretación:

Facies similares han sido descritas en numerosos trabajos sobre plataformas


carbonatadas carboníferas. En la actualidad se ha observado que la mayoría de los

ooides se forman en medios de alta energía, con aguas templadas, e influenciados por
la acción del oleaje y las mareas, generalmente a profundidades inferiores a 2 m (Flügel 1982).

El ambiente de sedimentación que se propone para esta facies es el de zonas


zonas submareales someras, constituyendo cinturones de barras o shoals. Es decir,

82
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

un medio de alta energía, donde el sedimento era agitado y removido constantemente,

favoreciendo la formación de las envueltas oolíticas y los coated grains. Este hecho se
ve argumentado por la presencia de foraminíferos incrustantes (Tuberitina) que utilizaban
como único sustrato firme los oolitos en formación.

Burchette et al. (1990) proponen 4 factores fundamentales que controlan la


formación de los cuerpos oolíticos mississipienses al sur de Gales: a) factores

hidrodinámicos (corrientes, mareas y tormentas); b) cambios en el nivel de base


provocados por fluctuaciones glacio-eustáticas y cambios en la subsidencia; c)
variaciones en aporte de sedimentos; y d) cambios en la topografía del fondo marino.

En ocasiones, debido a su gran continuidad lateral y a su posición estratigráfica,

se interpreta que esta facies marca el inicio de fases transgresivas.

Brecha bioclástica (BB)

Brechas con textura rudstone/floatstone, más o menos margosas, heterométricas,


mal clasificadas, con predominio de tamaño grava, que aparecen en estratos tabulares de
40 a 50 cm sin organización interna (Lámina 3.4 g). Posee un contenido fósil muy variado
y heterogéneo, destacando placas de crinoideo de gran tamaño (a veces aparecen

articuladas), braquiópodos, briozoos fenestélidos y fistulipóridos, foraminíferos (fusulinas,


Bradyina, paleotexturálidos, tubulares, Tetrataxis, Ozawainella), algas rojas, braquiópodos
y espículas de esponja silíceas. Los bioclastos aparecen tanto dentro de la matriz de la

roca como incluidos en intraclastos micríticos dispersos (Lámina 3.4. g). Estos últimos
pertenecen mayoritariamente a facies micríticas bioconstruidas (MP), son de tamaño muy
variado y suelen ser redondeados a subredondeados.

Suelen aparecer intercaladas con las facies MP o con lutitas (L).

Interpretación:

La fábrica desorganizada de estos materiales y su mala clasificación, sugiere un

depósito por flujos gravitatorios de alta densidad, localizados fundamentalmente en los

83
Diego Corrochano Fernández

márgenes y taludes de las plataformas carbonatadas, muy similares a los descritos por

Merino-Tomé et al. (2009a) en Picos de Europa y por Cózar et al. (2006) en Sierra Morena.

Brecha litoclástica (BL)

Estos depósitos han sido observados principalmente en las cercanías del yacimiento

de Oro de Salamón (zona altamente tectonizada debido a la cercanía de la falla de León y


de Salamón o Gilbo). Se trata de brechas carbonatadas con textura floatstone/rudstone,
monomícticas, compuestas por clastos micríticos heterométricos, la mayoría de ellos

pertenecientes a la facies MP, dispersos en una matriz micrítica o esparítica, con un grado
variable de contaminación terrígena (Lámina 3.4 h). Aparecen sin un orden estratigráfico
aparente y a veces formando pequeñas secuencias granodecrecientes. Suelen presentar

abundante estilolitización, y en ocasiones, tanto la matriz como los clastos micríticos, están
deformados. Los bioclastos más frecuentes son fragmentos de algas rojas, placas de
crinoideos, briozoos fenestélidos y fistulipóridos y braquiópodos.

Interpretación

Esta facies presenta rasgos evidentes de deformación de origen tectónico y


diagenético. Sin embargo, interpretamos que su textura brechoide original es de origen

sedimentario, similar a la facies BB.

3.1.2.3.- CALIZAS AUTÓCTONAS

Calizas micríticas peloidales (MP)

Calizas masivas de color gris, gris claro o gris rosado, dispuestas en estratos de
espesores métricos a decimétricos y que pueden presentar morfología monticular (biohermos
micríticos o mud mounds) (Lámina 3.5 a, b, c y d). La matriz micrítica es de aspecto grumoso-

peloidal, densa u homogénea (polimicritas de Less y Miller, 1985). La fábrica grumosa-peloidal


está formada por peloides micríticos sin estructura interna y cementados por calcita
microesparítica (“autochthonous grainstone” peloid microfabric, según Riding y Tomás, 2006).

Los peloides son de forma esférica a irregular y presentan un tamaño medio de 100 μm. El
espaciado entre ellos es variable y a veces se disponen formando laminaciones.

84
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

En ocasiones, y generalmente en calizas cercanas al yacimiento de Salamón, se


observan cortezas de cementos fibrosos y fibroso-radiales de tipo stromatactis y cavidades

irregulares rellenas por esparita blocky en su parte interna y cemento fibroso en su parte
exterior.

El contenido fósil suele ser escaso (no superior al 5-10% del volumen total) y está
compuesto principalmente por foraminíferos tubulares, incrustantes (Tuberitina), filamentos

calcificados y micritizados de Girvanella y Ortonella, Thartarella o Terebella y Tubiphytes.


En menor medida aparecen talos de algas dasicladáceas y filoides, briozoos fenestélidos,
fragmentos de braquiópodos, artejos de crinoideo, ostrácodos, otros foraminíferos

(paleotexturálidos, fusulinas, endotiráceos, Bradynia, Tetrataxis, Paleonubecularia y otros),


briozoos fistulipóridos, algas rojas, calciesferas, Chaetetes, fragmentos de trilobites y
corales rugosos solitarios.

Interpretación

Este tipo de facies se interpretan como el núcleo de bioconstrucciones de fango


carbonatado o micrita (mud mounds), que pueden ser de tamaño variable, desde

proporciones métricas a decimétricas, con gran relieve y elevadas pendientes. La fábrica


gumosa-peloidal se relaciona con actividad microbiana (Monty, 1995; Pratt, 1995; Riding,
2000; Riding, 2002; Schlager, 2003; entre otros), es decir, su desarrollo está íntimamente

ligado a la actividad productora y metabólica de bacterias, cianobacterias, algas


microscópicas y hongos. Riding y Tomás (2006) en su estudio de los estromatolitos en la
Cordillera Ibérica, proponen que este tipo de fábrica se desarrolló in situ durante la diagénesis

sinsedimentaria muy temprana, inmediatamente por debajo de la interfase agua-sedimento.

Autores previos han interpretado similares tipos de facies en el Carbonífero de la


Zona Cantábrica como calizas boundstone depositadas en ambientes submareales
profundos de plataforma/rampa externa-talud (Bahamonde et al., 1997, Motis et al., 2001,

Samankassou, 2001, Della Porta, 2003; Merino Tomé et al., 2004; Kenter et al., 2005;
Fernández, 2006; Merino Tomé et al., 2009a; entre otros). Schlager (2003) describe que
los ambientes de formación más idóneos para el desarrollo de mud mounds (mud mound

85
Diego Corrochano Fernández

factory) son aguas profundas, pobres en oxígeno y ricas en nutrientes. Se han observado
cianobacterias actuales viviendo a profundidades superiores a los 400 m (Monty, 1995).

Aunque la mayoría de estas construcciones se han descrito en zonas profundas,

también se han identificado en ambientes más someros y energéticos (Webb, 2001). En el


presente trabajo, estas facies bioconstruidas se asocian con ambientes submareales por
debajo del nivel del oleaje y en la zona fótica profunda/oligofótica. Debido a que se han

llegado a observar relacionadas con facies más energéticas (GPB, GO) y a que en ellas
suele ser común la presencia de talos de algas transportados y no intensamente
fragmentados, no se descarta que su formación, en algunas ocasiones, tuviera lugar en

ambientes más someros y protegidos de la plataforma.

Bafflestone de filoides (BF)

El término “filoide” fue introducido en la literatura por Pray y Wray (1963) para

describir un grupo artificial de algas, cuyos talos presentan una morfología laminar o de
hoja y suelen aparecer fuertemente recristalizados (Pray y Wray, 1963; Vachard et al.
2001). Por lo tanto, este término excluye cualquier definición taxonómica, englobando

LÁMINA 3.5. (página contraria) a) Aspecto de campo de la facies MP, donde se observa la apariencia masiva
de la misma y la geometría monticular que suelen presentar. b) Muestra de mano de la facies MP, en la que
se observan numerosos cementos marinos y grandes clastos micríticos con textura grumosa-peloidal. c)
Aspecto típico de la facies MP al microscopio. Nótese la fábrica grumoso-peloidal, precipitada in situ, que
engloba a diversos bioclastos (BZ: briozoos fenestélidos. Br: braquiópodo. Ft: foraminíferos tubiformes. Tb:
Tuberitina. D?: posible talo de alga dasicladácea recristalizado). d) Testigos pulidos de la facies anterior en el
yacimiento de Salamón, en los que se observan también numerosos cementos en una matriz micrítica-
peloidal. Como puede observarse en la fotografía, los cementos están formados por una envuelta exterior de
naturaleza fibrosa (F), desarrollada durante la diagénesis temprana, y una parte interior, rellena de esparita
blocky (B), cuya precipitación se asocia a una diagénesis más profunda. e) Microfografía de la facies BF, en
la que se observa una bifurcación en un talo de Archaeolithophyllum missourense con la estructura celular
preservada: nótese la existencia de un hipotalo (tejido medular) formado por células poligonales de gran
tamaño y un peritalo (tejido cortical), pobremente desarrollado y con células mucho más pequeñas. f)
Microfotografía de la facies anterior. En este caso, las algas aparecen recristalizadas y no han podido ser
identificadas, aunque seguramente se trate de Eugonophyllum. Las flechas indican cementos fibrosos
desarrollados en zonas protegidas, generalmente hacia el muro de los bioclastos. g) Aspecto de campo de
las facies BD.

86
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

a b
techo

1 cm

c
D?
techo

Ft
Ft
Tb Br
Bz
1 mm

d B e
techo F
B

techo 1 cm 1 cm 1 mm

f g
techo

1 mm
géneros y especies de diferentes familias (Wray, 1977; Kirkland et al. 1993). Algunos de

87
Diego Corrochano Fernández

los géneros que comúnmente se atribuyen a este grupo de algas son Eugonophyllum,
Calcifolium, Ivanovia, Calcipatera, Neoprincipia, Archaeolithophyllum y Anchicodium. Sin

embargo, la naturaleza filoide de esta última ha sido debatida por Baars y Torres (1991) y
Torres et al. (1992) (Lámina 3.5 e y f).

En la realización de este trabajo, se ha comprobado que una gran mayoría de


algas filoides observadas en el Grupo Lena pertenecen al género Archaeolithophyllum,

siendo la especie más abundante A. missourense (Jonson, 1956) y A. lamellosum (Wray,


1964), aunque también se han observado otros géneros, como por ejemplo Eugonophyllum.

Las bioconstrucciones de algas filoides suelen aparecer en estratos lenticulares de


espesor decimétrico con una continuidad lateral variable. Están formadas por talos de
algas dispersos en una matriz de micrita homogénea o con fábrica grumosa-peloidal, más

o menos limosa. Los talos suelen disponerse en posición de crecimiento (acumulaciones


autóctonas) o subparalelos a la estratificación (acumulaciones parautóctonas). En las
últimas, los talos de filoides aparecen con morfologías ondulantes y con escasa

fragmentación, algo indicativo del escaso transporte sufrido. Se observan también otros
bioclastos dispersos en la matriz como crinoideos, braquiópodos, foraminíferos, corales,
Chaetetes y briozoos. Las algas suelen presentar envueltas micríticas, e incrustaciones de

Girvanella y foraminíferos (Paleonubecularia, Tubertitina y Tetrataxis).

Es frecuente, y únicamente observado en acumulaciones de Eugonophyllum, el


crecimiento de cementos fibrosos en zonas protegidas (cementación de tipo paraguas),
en porosidades que se desarrollan desde el talo de las algas hacia el muro. Por el contrario,

hacia la parte superior del talo, suelen disponerse incrustaciones de foraminíferos y


filamentos calcificados de las cianobacterias.

Interpretación

Facies similares han sido descritas en el Carbonífero por Wray (1964); Heckel and
Cocke (1969); Wilson (1975); Toomey (1980), (1983); Vera et al., (1984); Dawson y Carozzi
(1986); Bahamonde (1990); Barba (1991); Motis et al. (2001); Samankassou (2003);

Samankassou y West (2002); Forsyhte (2003); Merino Tomé (2004); Fernández (2006);

88
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Enpu et al. (2007); Merino Tomé et al. (2009a); entre otros. Han sido interpretadas
como bioconstrucciones lenticulares (algal mound banks) que se desarrollaron en

ambientes someros y submareales, en aguas con un grado de turbidez variable,


situados por debajo del nivel del oleaje y dentro de la zona fótica. La energía del medio
era de baja a moderada y es probable que en algunas ocasiones las algas utilizaran la

protección proporcionada por las barras o shoals para su desarrollo.

Hasta hace poco se creía que los mounds de algas filoides eran producto de la
acumulación mecánica de talos y fango carbonatado, participando estos organismos
en la bioconstrucción de una manera pasiva, semejante a los biostromos de

Archaeolithophyllum descritos por Forsythe (2003) . Sin embargo, Samankassou y West


(2002) y Forsythe (2003) establecieron que algunas de estas algas (mayoritariamente
el género Eugonophyllum) tuvieron un papel activo en la formación de estos edificios,

semejante al jugado por los metazoos en los arrecifes rígidos, y llegaron a formar
verdaderos biohermos.

Bafflestone de dasicladáceas (BD)

Calizas grises de espesor decimétrico a métrico formadas por talos de algas


dasicladáceas (frecuentemente Anthracoporella) dispuestos en posición de vida dentro
de una matriz micrítica homogénea o grumosa-peloidal (Lámina 3.5 g y 3.6 b y c). A

diferencia de las facies anteriores, es raro encontrar foraminíferos incrustantes o


cianobacterias recubriendo los talos de las algas, que normalmente están muy
recristalizados no preservando su estructura celular inicial.

Interpretación

Construcciones de algas que se desarrollaron en una plataforma carbonatada


somera, en la zona submareal situada por debajo del nivel del oleaje. Este ambiente

era protegido, con aguas limpias y una energía de baja a moderada. Es probable que
las acumulaciones de algas utilizaran la protección proporcionada por las barras o
shoals para su desarrollo. Samankassou (1999) propone que las algas Anthracoporella

89
Diego Corrochano Fernández

se formaron en un ambiente comprendido entre el nivel de base de las olas y la base


de la zona fótica.

Facies similares han sido descritas en el Carbonífero de la Zona Cantábrica por


Motis et al. (2001); Samankassou (2001); Merino Tomé, (2004); Merino Tomé et al. (2009a);

entre otros.

Meijer (1971) estableció que las construcciones de algas en el sector Lois-Ciguera


tenían lugar en una plataforma carbonatada somera que estaba surcada por canales que
introducían material terrígeno desde el continente. El desarrollo de las acumulaciones de

algas estaba controlado fundamentalmente por la entrada de terrígenos en la cuenca;


cuando estos aportes cesaban las colonias de algas se extendían lateralmente por el
fondo marino. Samankassou (1999) propone un control glacio-eustático para el crecimiento

de los mounds algares de Anthracoporella en los Alpes Cárnicos: una subida rápida del
nivel del mar provocaría una inundación de las colonias de algas, que quedarían situadas
por debajo de la zona fótica.

Bafflestone de bereséllidas (BB)

Calizas tableadas de color oscuro, generalmente ricas en materia orgánica, que


aperecen en tramos de espesor decimétrico (Lámina 3.6 a). Los componentes principales

son algas bereséllidas (Beresella y Uraloporella?), foraminíferos (fusulinas, Bradyina y


otros de pequeño tamaño), crinoideos, ostrácodos, peloides… En ocasiones se puede
observar una silicificacón incipiente en los bioclastos.

LÁMINA. 3.6. (página contraria) a) Microfotografía de la facies BB, en la que se observan abundantes
Beresellas en una matriz grumoso-peloidal. Las flechas señalan foraminíferos tubiformes. b) Fotografía de
una lámina delgada de la facies BD. c) Microfotografía de la facies anterior, donde se observan talos de
Anthracoporella incrustados por foraminíferos tubiformes d) Microfotografía de la facies BDz. Con líneas
rojas se marcan las características trifurcaciones que presentan estos microorganismos. Nótese la matriz
grumosa donde están incluidos. En el centro superior de la imagen destaca un foraminífero paleotexturálido.
e) Biostromo de corales cyathópsidos del género Pseudozaphrentoides? (facies BC). Fm Bachende. f) Muestra
de mano pulida de la facies anterior. Las flechas rojas indican dos posibles gemaciones a partir del cuerpo
principal del coral. g) Muestra de mano pulida de la facies LQB, donde se observan las conchas de los
braquiópodos dispuestas subhorizontalmente y paralelas a la estratificación. Con líneas rojas discontinuas
se señala un clasto micrítico. h) Detalle al microscopio de la facies anterior.

90
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

a b
techo

1 mm 5 mm

c d

1 mm 1 mm

e f

1 cm

g h
techo techo

1 cm 1 mm

91
Diego Corrochano Fernández

Interpretación

Similar a las facies BF y BB. La presencia de abundante materia orgánica en la

matriz indica que su depósito tuvo lugar bajo condiciones reductoras. Mamet (1991) sugiere
un ambiente de depósito de lagoon protegido para este tipo de algas.

Della Porta et al. (2002b) y Della Porta (2003) interpreta depósitos similares como
sedimentos de lagoon, con condiciones que varían desde restringidas a de mar abierto.

Aparecen muchas veces constituyendo parte de las facies transgresivas, en la base


de los ciclos carbonatados.

Boundstone de Donezella (BDz)

Calizas masivas de color gris que aparecen en tramos de espesor métrico a

decamétrico, formando acumulaciones con morfología monticular. El componente


mayoritario es Donezella (5-25% del volumen total), aunque también aparecen foraminíferos,
ostrácodos, crinoideos y briozoos (Lámina 3.6 d). La matriz es de una micrita densa, oscura
y grumosa-peloidal, similar a la facies MP, con la que aparece intercalada.

Interpretación:

Estos organismos microproblemáticos formaron montículos de diversas dimensiones

en zonas protegidas y de baja energía de la plataforma carbonatada similar al descrito por


otros autores para la Zona Cantábrica (ver tabla 3.2). Della Porta et al. (2002a) y Della
Porta (2003) sugirieron ambientes de baja energía para su formación, aunque establecen

que pueden vivir en condiciones más agitadas. Respecto a la paleobatimetría, Bowman


(1980) propuso un ambiente de 15 m de profundidad en aguas limpias, con salinidad
normal, debido a su asociación con las algas dasicladáceas. Además, el mismo autor

sugiere que estos organismos colonizaron el fondo marino durante periodos de máxima
transgresión. En la serie carbonífera de la Sierra del Cuera, se han observado in situ a 200
m de profundidad, algo que excluye a este grupo de organismos de las algas verdes (Della

Porta et al., 2002a; Della Porta, 2003). De acuerdo con estos autores, en este trabajo se

92
Caso de estudio Sistema de Fauna Ambiente de ¿Construcción
depósito Textura y estructura Sistemática de mounds? Referencia
Edad asociada depósito
Fm San Emiliano Plataforma somera Estratos algares micríticos Petschoria Ambientes con buena circulación de las aguas y
Fm Lois-Ciguera (10-40m de profundidad) asociados a capas oolíticas Komia con rápida sedimentación.
Alternancia de siliciclásticos Donezella en calizas oolíticas Algas codiáceas, basado en la
Bashkiriense- Archaeolithophyllum En función del oleaje: segmentación de los talos y los Bafflestone Rácz (1964)
Moscoviense y carbonatos - Fuerte: Archaeolithophyllum, Epimastoipora, Donezella. poros en la pared de la calcita.
- Medio: Donezella, Komia.
- Débil: Petschoria.

Fm San Emiliano, Plataforma somera conectada Mounds con morfología Komia, Ungdarella,
Bashkiriense- a una amplia plataforma lenticular (2-6m de espesor, foraminíferos Ambiente somero (15 m, basado en la aparición de
Moscoviense inferior carbonatada con unidades 30 m de ancho). Micrita y incrustantes, algas algas dasicladáceas), aguas tranquilas y claras y con ¿Foraminíferos? Bafflestone Bowman (1979)
deltaicas/clásticas. pelmicrita con filoides y salinidad normal.
Donzella dispersa (10-25%) dasicladáceas

Acumulación
Unidad de Bodón, Mounds con morfología hidrodinámica.
Bashkiriense- Plataforma carbonatada con lenticular (30m de espesor, No son capaces de
Moscoviense intercalaciones de terrígenos. 200 m de ancho). Micrita y Ambiente somero, de baja energía. Organismo Microproblemático Riding (1979)
la construcción y
pelmicrita con estabilización
Donezella dispersa (5-10%) edificios orgánicos
Zona Cantábrica Mounds y bancos de algas
Bashkiriense- Sedimento micrítico De baja a moderada energía, basado en el material Bafflestone y
Moscoviense Iberiaella micrítico entre los talos. Alga calcárea de afinidad incierta captura de Rácz (1984)
sedimento

Fm Valdeteja, Plataforma somera rodeada Mounds micríticos (5-15m Komia, Ungdarella,


de espesor, 50-100m de Ambiente somero dentro de la zona fótica, oxigenado
Bashkiriense- por sedimentos pelágicos. Petschoria, y con aguas moderadamente agitadas. Bafflestone
Moscoviense inferior Mound de algas en plataforma ancho). Matriz micrítica Archaeolithophyllum Algas no determinadas Eichmuller (1985)
Petschoria, filoides y Donezella: baja energía y Bindstone
abierta. Shoals y arrecifes localmente peloidal. foraminíferos Komia y Donezella: moderada energía
algares en el borde de incrustantes y Archaeolithophyllum y Donezella: fuerte energía.
plataforma. briozoos

Grupo Lena II Plataforma carbonatada con Niveles masivos de hasta Foraminíferos, Biohermos en zonas someras de la plataforma.
Moscoviense intercalaciones de terrígenos. 6m de espesor con micrita ostrácodos, equino- Aguas limpias, salinidad normal, buena circulación,
grumosa-peloidal. dermos, Ungdarellas. energía débil. Algas de afinidad problemática Bafflestone Barba (1986)
Packstone/wackestone, 40% Barba (1990)
de Donezella.

Mounds con micrita localmente Petschoria,


Fm San Emiliano, Plataforma somera con ciclos peloidale Archaeolithophyllum Ambiente tranquilo.
Moscoviense carbonatos/terrígenos ancho). Matriz micrítica, foraminíferos Dingle et al.
localmente peloidal, y con Los mounds son el producto de la acumulación (1993)
incrustantes, hidrodinámica y de la estabilización biótica y diagenética. Algas verdes? problemáticas Bafflestone
cavidades rellenas de briozoos, ostrácodos, y Bindstone
sedimento y cementos de esponjas? Chaetetes Hensen et al.
tipo stromatactis. en facies someras (1995)
Donezella y Petschoria 5-20% oncoidales

Plataforma carbonatada con Acumulaciones con micrita Fauna variada depen- Ambientes de baja a moderada energía. Precipitación de
Área del Cuera, peloidal y cavidades rellenas
Bashkiriense- taludes progradantes de diendo del ambiente: Rango batimétrico amplio: desde la plataforma interna Organismo microproblemático micrita in situ
elevada pendiente (30-45º) de cemento carbonatado. foraminíferos, algas a profundidades de más de 200m en el talud. No pertenecen a las algas verdes de elevada
Moscoviense inferior Plataforma interna: bancos de Della Porta et al.
filoides, briozoos, debido a la gran batimetría a la importancia.
bajo relieve. Plataforma exter- braquiópodos, que se han llegado a observar Bafflestone, forma (2002)
na: unidades masivas de equinodermos, las acumulaciones
20-25m de espesor. Chaetetes, corales, junto a otros Della Porta (2003)
Talud: biostromos. algas rojas. organismos

Fauna variada.
Grupo Lena, Rampa carbonatada. Núcleo de mounds o Algas filoides, forami- Mud mounds en zonas bien oxigenadas, de energía
Puebla de Lillo facies de intermound. níferos, Thartharella, baja a moderada,dentro de la zona fótica
Moscoviense Algas Beresélidas Bafflestone Von Allmen (2006)
Matriz micrítica peloidal equinodermos, (en la zona más baja de ésta) (verdes)
briozoos, braquiópo-
dos, algas rojas.

93
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Tabla 3.2. Donezella en la Zona Cantábrica. Modificado de Della Porta (2003)


Diego Corrochano Fernández

propone un ambiente de depósito con un rango batimétrico variable, que oscila desde la
zona fótica a la zona fótica profunda/oligofótica.

Así mismo, al contrario que lo propuesto por Riding (1979) en los mounds

hidrodinámicos de Donezella de la Unidad de Bodón en la Zona Cantábrica, sugerimos


que estos organismos pudieron llegar a formar biocontrucciones in situ, con elevadas
pendientes (hasta ~35º) y alturas de hasta ~45 m sobre el fondo del mar (ver apartado de

asociación de facies de plataforma carbonata externa en este mismo capítulo).

Biostromo de corales rugosos coloniales (BC)

Estratos de calizas con morfología lenticular y escasa continuidad lateral que pueden

alcanzar más de un metro de altura y apilarse en tramos de hasta 3 m de potencia (Lámina


3.6 e y f). Están formados mayoritariamente por corales rugosos coloniales en posición de
vida, englobados dentro de una matriz micrítica, generalmente grumosa-peloidal. Algunas

formas se han identificado como corales cyathópsidos del género Pseudozaphrentoides?


(comunicación personal del Dr. S. Rodríguez, Universidad Complutense de Madrid).

Aparecen asociados con fauna diversa, como son algas dasicladáceas, filoides,
gasterópodos, esponjas calcáreas (Chaetetes) y foraminíferos.

Interpretación:

Samankassou (2003) describe una facies similar en el Carbonífero-Pérmico de los


Alpes Cárnicos, que interpreta como pequeños parches de corales depositados en zonas

someras y energéticamente tranquilas dentro de la plataforma carbonatada. Debido a la


gran variedad de fauna asociada, el ambiente presentaba buena oxigenación y circulación
de las aguas.

Lumaquelas de braquiópodos (LQB)

Calizas floatstone oscuras, margosas, ricas en materia orgánica ordenadas en

estratos de 10 a 20 cm de espesor (Lámina 3.6 g y h). El componente principal son conchas


de braquiópodos, dispuestas de manera paralela/subparalela a la estratificación, con

94
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

tamaños en algunos casos superiores a los 3 cm. Se reconocen ejemplares con ambas
conchas articuladas, así como briozoos fenestélidos, con las hojas perfectamente

conservadas. Otros componentes secundarios son los foraminíferos, ostrácodos, algas


Rodophytas, intraclastos micríticos (de tamaño centimétrico a milimétrico) con bordes
irregulares y pequeños granos de cuarzo.

Interpretación

Las concentraciones de conchas, también llamadas lumaquelas o coquinas, fueron


definidas por Kidwell et al. (1986) como “acumulaciones relativamente densas de restos

animales biomineralizados con cantidades variables de cemento y matriz,


independientemente del taxón animal y el grado de preservación de los componentes”. Si
bien, la definición de estas acumulaciones se aleja del concepto de arrecife sensu stricto,

podrían considerarse como “parabiostromos” en sentido de Kershaw (1994). De hecho, la


aparición de organismos articulados y la estabilización de conchas por la presencia de
briozoos (algunos de ellos conservados perfectamente) sugiere un transporte escaso o

nulo.

La presencia de abundante materia orgánica sugiere que su depósito tuvo lugar


bajo condiciones anaerobias.

En definitiva, esta facies se interpreta como acumulaciones orgánicas, prácticamente


in situ, desarrolladas en las clinoformas del margen de plataforma carbonatada, con perfiles

deposicionales de hasta 20º de inclinación.

Boundstone de Loisphyllum bachendensis (BLB)

Aparece en el sector Lois-Ciguera y dentro de la Fm Calizas de Bachende, en tramos

de espesor decimétrico a métrico, en calizas más o menos margosas, con texturas wackestone/
packstone y boundstone micríticas (Láminas 3.7, 3.8 y 3.9). Los componentes fósiles más
importantes son fragmentos o ejemplares completos de Loisphyllum bachendensis nov. gen.

nov. sp., dispuestos de forma paralela o subparalela a la estratificación. Éste organismo ha


sido definido durante la elaboración de este trabajo y presenta un carácter taxonómico

95
Diego Corrochano Fernández

1 5
way up

0 10 cm 6
2 0.5 cm

C
L
1 cm

4
8

1 cm

96
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

problemático, como se verá a continuación. Otros fósiles que aparecen son esponjas
chaetétidas, briozoos, foraminíferos (Bradyina, Tetrataxis, Climacammina, Tetrataxis,

Paleonubecularia, Tuberitina y otros), braquiópodos, gasterópodos, crinoideos, ostrácodos,


Archaelithophyllum lamellosum y missouriense, corales rugosos coloniales y siringopóridos.
Es muy común, la presencia de bioincrustaciones de briozoos fistulipóridos en la parte

inferior de estos fósiles, representando fauna desarrollada en cavidades crípticas formadas


entre Loisphyllum y el fondo marino. Los briozoos son de morfología cónica o irregular,
formando parches de hasta 2,2 cm de diámetro e incrustando aproximadamente el 2% de

la superficie del fósil. Por el contrario, la parte superior de Loisphyllum muestra


bioincrustaciones micríticas, de foraminíferos (Paleobubecularia y Tuberitina,
principalmente), filamentos calcificados de Girvanella y Archaelithophyllum lamellosum.

Paleontología sistemática

Phyllum, clase, orden y familia, desconocidos.

- Género: Loisphyllum nov. gen.

- Especie tipo: Loisphyllum nov. sp.

- Diagnosis: corteza membranosa, obcónica, circular y calcificada, a partir de la cual


pueden crecer talos cilíndricos, simples o ramificados, de carácter no articulado, con
cavidades internas rellenas de micrita o cemento esparítico. La corteza circular es ondulante

LÁMINA. 3.7. (página contraria) Loisphyllum bachendensis nov. gen. nov. sp. 1) Holotipo. Superficie ventral
del organismo mostrando su morfología circular y el desarrollo de anillos concéntricos alrededor de un punto
central apical. Nótese las protuberancias (flechas) desarrolladas regularmente a lo largo de cada anillo. 2)
Holotipo. Vista lateral. 3) Holotipo. Vista desde arriba, mostrando el sedimento que rellena el espécimen. 4)
Holotipo. Detalle de las protuberancias (flechas) y de la superficie lisa y ondulada del fósil. Diámetro de la
moneda 2,3 cm. 5) Loisphyllum en la Fm Calizas de Bachende. Las flechas señalan diferentes especímenes
en el afloramiento. 6) Muestra pulida mostrando el sedimento interno en el que se observa el complejo
crecimiento de Archaelitohophyllum (lamellosum?). Las flechas señalan una corteza de Loisphyllum. Nótese
su morfología ondulante, representando los anillos circulares y concéntricos observados en una sección
transversal. 7) Muestra pulida de una sección transversal de un nuevo espécimen. Las flechas negras señalan
cortezas ondulantes de Loisphyllum. L: sección longitudinal de un talo cilíndrico. C: sección oblicua de un
talo cilíndrico. 8) Talo cilíndrico creciendo a partir de una corteza principal (flecha).

97
Diego Corrochano Fernández

y constituye una serie de anillos concéntricos alrededor de un punto central apical. En la


superficie ventral del organismo aparecen numerosas protuberancias que se distribuyen

regularmente a lo largo de los anillos. El tejido celular se diferencia en una gruesa parte
medular y una fina cortical. Está formado por pequeños tubos hexagonales, a veces
ligeramente redondeados, orientados perpendicularmente a la superficie del fósil. No se

han observado estructuras de reproducción. El organismo suele estar muy recristalizado,


sugiriendo una composición mineralógica original aragonítica.

- Etimología: geográfica, haciendo alusión a un pueblo cercano al yacimiento principal


(Lois).

Loisphyllum bachendensis, nov. sp.

- Diagnosis: la misma que la del género.

- Descripción: cortezas circulares membranosas de hasta 5 cm de altura y 35 cm de


diámetro, de 0,7 a 2,2 mm de grosor (media de 1,1 mm). El diámetro de los talos cilíndricos

es normalmente de 5 mm y pueden alcanzar longitudes de hasta 3,4 cm. El tejido celular


está formado por filamentos hexagonales, con diámetros comprendidos entre 90-120 μm
y longitudes de 250-300 μm. En la corteza circular del organismo se observan una serie

de ondulaciones que forman anillos concéntricos alrededor de un punto central apical,


representando cada uno de ellos una etapa de desarrollo diferente y sugiriendo a su vez,
un crecimiento regular a partir de un punto inicial. El adelgazamiento del punto central

apical hacia el sustrato sugiere la presencia de rizoides o estructuras de fijación similares.

LÁMINA. 3.8. (página contraria) Loisphyllum bachendensis nov. gen. nov. sp. 1) Sección oblicua de un talo
cilíndrico. Nótese la diferenciación del tejido celular en una zona medular (más oscura) y una cortical (más
clara). 2) Sección oblicua mostrando la estructura poligonal de las células. 3) Sección longitudinal al lado de
un braquiópodo articulado. 4) Detalle de una corteza de Loisphyllum. Nótese las estructuras tubiformes
dispuestas perpendicularmente a su superficie, constituyendo un tejido celular finamente laminado. O:
Ozawainella. 5) Microfotografía de un talo de Loisphyllum incrustado por un briozoo fistulipórido (esquina
inferior izquierda de la fotografía). Nótese la presencia de Archaelithophyllum y cómo los foraminíferos incrustan
generalmente la parte superior de las cortezas. T: Tetrataxis. 6) Microfotografía de una sección transversal. 7)
Microfotografía de una sección longitudinal. T: Tuberitina. 8) Microfotografíamostrando un talo de Loisphyllum
fuertemente recristalizado y un posible conceptáculo (C?).

98
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

1 2

1 mm 1 mm

3 4
1 mm

1 mm

5 6

1 mm
1 mm

7 8
C?
T

T 1 mm 1 mm

99
Diego Corrochano Fernández

Cada anillo mide 1,5 cm de ancho y aproximadamente 1 cm de altura, observándose en


algunos especímenes más de 15. En la superficie ventral, aparecen protuberancias de 1

cm de diámetro y 0,6 cm de altura, distribuidas regularmente a lo largo de los anillos,


aumentando su número y presencia según nos alejamos del punto central apical.

- Distribución estratigráfica: Podolskiense/Myachkoviense (Pensilvaniense).

- Etimología: de la Fm Calizas de Bachende, donde está localizado el yacimiento.

- Holotipo: espécimen L-0001 (Lámina 3.7. 1, 2, 3, 4).

- Colección: depositada en la Universidad de Salamanca. Holotipo depositado en la casa


rural de Lois.

- Localidad tipo: en la carretera Salamón-Lois, 1 km al SW del pueblo de Ciguera (UTM


30T 325555 / 4758054). León, España.

Discusión sobre la afinidad sistemática

La posición sistemática de Loisphyllum es desconocida debido a la falta de criterios


diagnósticos, bien sea porque éstos formaron tejidos blandos del organismo y no se

preservaron, o porque la diagénesis los ha modificado fuertemente. De acuerdo con la


morfología externa del fósil, Loisphyllum puede relacionarse con diversos grupos de
organismos, destacando esponjas calcáreas, estromatopóridos, algas calcáreas e incluso

impresiones de medusas, externamente muy similares a las observadas en la fauna de


Ediacara. Aunque las características morfológicas descritas anteriormente, son similares
a las que presentan algunos de estos hidrozoos cnidarios, debido la presencia de un tejido

celular calcificado y al desarrollo de formas ramosas y cilíndricas, parece razonable no


asociar a Loisphyllum con este último grupo de organismos.

Los estromatopóridos son fósiles coloniales muy comunes y abundantes en arrecifes


del Cámbrico-Devónico, aunque se encuentran en el registro geológico desde el Cámbrico

hasta el Oligoceno (Clarkson, 1998). Su afinidad biológica es controvertida, aunque muchos


autores asocian estos animales con las esclerosponjas (Stearn, 2007). Su esqueleto está

100
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

formado por una estructura masiva de carbonato cálcico, con morfología dómica, cilíndrica
o tabular, que internamente muestra una serie de láminas horizontales conectadas por

estructuras verticales o pilares. La superficie de los fósiles, suele presentar numerosas


protuberancias de tamaño centimétrico, también llamadas mamelones, que tienen asociados
una serie de canales verticales con forma de estrella, denominados astrorhizae. Siguiendo

los habituales criterios en la biología de esponjas, estos canales constituyen los sistemas
de flujo y reflujo del agua de estos animales filtradores. Los mamelones o sus equivalentes,
como por ejemplo los montículos en los biozoos, también son comunes en esclerosponjas

fósiles, algunos briozoos y chaetétidos post-paleozoicos (West y Clark, 1983). Estas


estructuras, parecen muy similares a las protuberancias observadas en Loisphyllum, pero
en éste último, no están relacionadas con ningún tipo de canal o estructura vertical,

sugiriendo que posiblemente no se trate de un organismo filtrador, característica típica de


cualquier animal relacionado con las esponjas. Otra diferencia importante para desvincular
taxonómicamente ambos organismos, es la carencia de Loisphyllum de un esqueleto

laminado, desarrollando únicamente una estructura simple, formada por una fina corteza
de carbonato cálcico de escasos milímetros de espesor. Además, la presencia de estructuras
cilíndricas y ramificadas creciendo a partir de la corteza circular, son rasgos generalmente

ausentes en los estromatopóridos. Todas estas características, añadiendo la falta de


espículas o sus pseudomorfos (tanto en lámina delgada como en SEM), son evidencias
suficientes para no relacionar Loisphyllum con las esponjas.

Las algas calcáreas, por el contrario, parecen el grupo más indicado para incluir a
estos fósiles problemáticos. Su forma de crecimiento membranosa, el desarrollo de

estructuras cilíndricas y ramificadas, la forma y el tamaño de su estructura celular, la


ausencia de espículas, tabulas o calicles, son criterios suficientes para sugerir una relación
entre Loisphyllum y las algas calcáreas. Sin embargo, la falta de criterios diagnósticos, no

ha permitido relacionar Loisphyllum con ningún phylum determinado.

Las algas calcáreas, a diferencia de muchos animales invertebrados, como por


ejemplo braquiópodos, foraminíferos y briozoos, son organismos relativamente
desconocidos dentro del registro fósil. De hecho, la identificación y clasificación de las

101
Diego Corrochano Fernández

algas se suele realizar sin un adecuado conocimiento de su morfología o su sistemática


(Babcock, 1986), e incluso, muchas veces, las algas fósiles se han confundido con
foraminíferos o esponjas (Riding, 1977). De esta manera, y debido a la dificultad de su

identificación, muchos autores han interpretado algunas algas paleozoicas como algas
“no verdaderas” o “pseudo-algas”, más cercanas a las calciesponjas que a las propias
algas (Terrier et al. 1977).

Como se ha comentado en párrafos anteriores, Loisphyllum está formado por finas

cortezas de carbonato cálcico que aparecen habitualmente interestratificadas dentro del


sedimento micrítico y paralelas al plano de estratificación. Esto hace que en muestra de
mano, este organismo presente un aspecto muy similar a algunas algas filoides, y más

concretamente, a Archaelithophyllum missouriense. De hecho, los fragmentos de


Loisphyllum en el sector Lois-Ciguera, han sido generalmente atribuidos a este tipo de
algas rojas.

En la actualidad, se piensa que Archaelithophyllum pertenece a la familia de algas

Peyssonneliaceae (James et al., 1988; Moshier y Kirkland, 1993; Flügel; 2004). Aunque
estas algas se conocen únicamente a partir del Mesozoico Inferior, muestran grandes
similitudes con algunas algas filoides aragoníticas descritas en el Paleozoico Superior,

algo que hace suponer que ambas están fuertemente relacionadas (James et al., 1988,
Wray, 1977). Esta familia, originalmente denominada Squamariaceae por Kylin (1956),
forma el segundo grupo de algas rojas calcificadas más importantes, por detrás de las

algas coralinas (James et al., 1988). En los océanos modernos, las algas Peyssonneliaceae
constituyen un grupo de organismos muy consistente en las comunidades bióticas y
aparecen incrustando tanto sustratos duros, habitualmente corales, como sustratos blandos

fangosos, a profundidades de hasta 200 m (Denizot, 1968).

Además de su similar morfología filoide, Loisphyllum y Archaelithophyllum muestran

otro tipo de semejanzas: tienen un tejido celular muy parecido, compuesto por células
hexagonales en sección transversal, y pueden desarrollar talos cilíndricos y ramificados a
partir de las membranas principales. A su vez, los dos tipos de alga pueden crecer sobre

102
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

sustratos micríticos, presentan similares bioincrustaciones y fauna asociada y constituyen


biostromos sin un relieve topográfico sobre el fondo marino. Sin embargo, también existen

claras diferencias entre ambos géneros; mientras que Loisphyllum muestra una corteza
circular y simétrica, de varios centímetros de diámetro, Archaellithophyllum se caracteriza
por desarrollar cortezas de morfología irregular (Wray, 1964). La estructura celular de

Loisphyllum está formada por filamentos hexagonales ligeramente más grandes que los de
Archaelithophyllum, que además parecen estar distribuidos en una región medular y otra cortical,
no observándose evidencias de la ordenación coaxial de las células del talo de

Archaelithophyllum; aunque esta estructura celular es más bien similar a la descrita en algunas
algas verdes codiáceas, puede representar los filamentos del hipotalo en la familia
Peyssonneliaceae, descrita detalladamente en Wray (1977). Otra diferencia importante, es la

B 2 cm

2 cm

LÁMINA. 3.9. 1) Loisphyllum bachendensis nov. gen. nov. sp. Espécimen fragmentado, mostrando la fina
corteza que constituye el fósil (flechas) y el sedimento interno que lo rellena. Nótese los briozoos (B) que
incrustan la superficie basal del organismo. 2) Reconstrucción idealizada de un espécimen de Loisphyllum
bachendensis.

103
Diego Corrochano Fernández

presencia en el género de Loisphyllum de una serie de protuberancias, que en este trabajo,


interpretamos como posibles estructuras de fijación al sustrato; éstas podrían ser similares a

las espinas ventrales descritas por Forsythe (2003) en Archaelithpophyllum o los rizoides que
aparecen fijados a la superficie ventral de las especies modernas de Peyssonnelia. Descartamos
su similitud con las “protuberancias” descritas por Wray (1964) ya que éstas son de tamaño

micrométrico, relacionadas con pequeñas irregularidades en la membrana. Otra diferencia a


tener en cuenta, es la ausencia de conceptáculos preservados en Loisphyllum. Aunque en
algas Peyssonneliaceae actuales los órganos de reproducción no están protegidos por estas

estructuras, y por lo tanto su preservación es altamente improbable, son características típicas


de muchos géneros de algas pertenecientes a las familias Corallinacea y Peyssonneliaceae,
y generalmente son utilizados como criterios diagnósticos en la taxonomía de algas actuales.

Debido a todos estos motivos, no encontramos evidencias suficientes para relacionar

taxonómicamente Loisphyllum con Archaelithophyllum, ni incluso, para incluirla dentro de un


phyllum determinado. De esta manera, a falta de futuros estudios que aporten nuevos datos,
creemos que el término más apropiado para describir estos organismos es el de “alga filoide”,
concepto que como se ha comentado anteriormente, no conlleva ningún tipo de significado

taxonómico.

Interpretación

Loisphyllum bachendensis constituyó biostromos en ambientes someros y submareales


de la plataforma, situados por debajo del nivel del oleaje y, como indica la presencia de algas
calcáreas asociadas, dentro de la zona fótica superior. A su vez, la abundante micrita que

contiene esta facies y la ausencia de estructuras de corriente, sugieren que la energía del
medio era de baja a moderada. La amplia biodiversidad y la presencia de determinados
organismos, como por ejemplo los crinoideos, indican que las condiciones paleoceanográficas

eran de mar abierto, con buena circulación de las aguas y salinidad normal.

104
Mg M W P G R B Estratificación
Componentes geometría y
L f m g mg C Textura Espesor Interpretación
a y matriz estructuras
AP Generalmente
Aumento del aspecto decimétrico. Alteraciones pedogénicas
Variable brechificado hacia el techo Hasta 1 m de
potencia

CE
Mudstone- Espículas de esponja silíceas, Tabular. Zonas
Wackestone monoaxonas principalmente. Estratos de 10 a 20 cm. Decimétrico a submareales profundas.
Ricas en materia orgánica. Laminación paralela. métrico
Niveles/nódulos de chert

MWB Algas filoides, foraminíferos,


Mudstone- briozoos, crinoideos, corales, Tabular, ondulante, Decimétrico a Zonas
Wackestone. Chaetetes, braquiópodos, bivalvos, pseudonodulosa. métrico. Alguna vez submareales de baja energía.
Margas inter- calciesferas, gasterópodos. Estratos de 10 a 20 cm. aparece en tramos Condiciones de mar abierto.
estrato Matriz mirítica homogénea. Pueden Rara vez masivas >10 m.
aparecer nódulos de chert dispersos
CO Zona submareal.
Wackestone- Oncoides de tipo Osagia,
Packestone- Moderada energía
foraminíferos, crinoideos Tabular-lenticular Decimétrico Niveles transgresivos
Floatstone
PGP
Foraminíferos (tubulares, fusulinas, Masivo, tabular. A veces en
Packstone Bradynia, paleotexturálidos, Decimétrico a Zonas submareales someras.
Grainstone secuencias métrico Lagoon restringido.
Tetrataxis), peloides, calciesferas, estratodecrecientes.
ostrácodos, Beresella.
GPB Grainstone- Acumulaciones bioclásticas
Algas filoides, dasicladáceas, discontinuas de
Packestone- foraminíferos, Rodophytas, Estratificación cruzada Decimétrico a
Floatstone moderada a alta energía.
briozoos, crinoideos, braquiópodos, en surco métrico Barras o shoals.
A veces bivalvos, gasterópodos.
margosas
PGCB
Crinoideos, briozoos, Tabular-
Packstone- pseudonodulosa. Decimétrico a Bancos bioclásticos submareales,
foraminíferos (Ozawainella) métrico buena circulación y oxigenación
Grainstone Estratos de 5 a 20 cm.
(condiciones de mar abierto)

GO Tabular-masiva-canaliforme Barras o shoals desarrollados en


Grainstone de Oolitos, coated grains, granos de Q, zonas energéticas. Canales.
grano fino Estratificación cruzada en Decimétrico a
crinoideos, briozoos, foraminíferos métrico Niveles transgresivos
a grueso surco. A veces en secuencias
estratocrecientes.
BB
Floatstone- Contenido fósil muy variado. Tabular-lenticular Decimétrico a Depósitos de alta energía.
Rudstone Clastos micríticos. métrico Flujos de densidad

BL Clastos micríticos de la facies MP.


Floatstone- Alta deformación tectónica Decimétrico a Similar a BB
Rodophytas, briozoos fistulipóridos y diagenética
Rudstone y fenestélidos, crinoideos métrico
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

105
Mg M W P G R B Estratificación
Componentes geometría y
L f m g mg C Textura Espesor Interpretación

106
a y matriz estructuras
MP Núcleo de bioconstrucciones
Micrita peloidal con cementos
esporádicos de tipo estromatactis. de fango carbonatado
Aspecto masivo. (mud mounds).
Boundstone Thartharella, Girvanella, briozoos, A veces geometría Métrico a
foraminíferos tubulares, algas Relacionados con actividad
monticular decamétrico microbiana.
dasicladáceas y filoides
Zonas submareales profundas

BF Algas filoides (Archaeolitophyllum), Bioconstrucciones de algas


Bafflestone, Girvanella, foraminíferos, briozoos. filoides. Zona submareal,
más o menos Cementos fibrosos en porosidades Decimétrico a
métrico por debajo del nivel del oleaje.
margosa protegidas. Matriz mirítica Ambientes con turbidez variable,
homogénea o peloidal. zona fótica, 5-30 m de profundidad
Diego Corrochano Fernández

BD Bioconstrucciones de algas
Algas dasicladáceas (Anthracopo- dasicladáceas. Zona submareal,
Bafflestone rella). Matriz mirítica Decimétrico a por debajo del nivel del oleaje.
homogénea o peloidal. métrico Aguas limpias, zona fótica,
5-30 m de profundidad

Bs Beresella y foraminíferos Bioconstrucciones de algas


Bafflestone (fusulinas principalmente) en Decimétrico a Beresella. Zona submareal somera.
una matriz grumosa-peloidal métrico Lagoon protegido.
Condiciones transgresivas?

BDz
Boundstone/ Donezella en una Aspecto masivo. Métrico a Zona fótica/oligofotica submareal.
bafflestone matriz grumosa-peloidal A veces geometría decamétrico Baja a moderada energía, por debajo
monticular del nivel del oleaje de buen tiempo.

BC Corales rugosos solitarios,


en ocasiones coloniales. Algas Decimétrico a Zona fótica/oligofotica submareal.
Framestone filoides, foraminíferos. Lenticular métrico Baja a moderada energía, por debajo
Matriz peloidal y homogénea del nivel del oleaje de buen tiempo.

LQB
Braquiópodos y briozoos Tabular- Acumulaciones (biostromos?)
Floatstone fenestélidos. pseudonodulosa. Decimétrico en rampa externa/margen de
Q margosa Ricas en materia orgánica Estratos de 10-15 cm. plataforma

BLB Loisphyllum bachendensis, Zona fótica submareal.


Boundstone/ briozoos fistulipóridos, chaetétidos, Tabular- Decimétrico Baja a moderada energía, por debajo
bafflestone corales, braquiópodos, crinoideos, pseudonodulosa. del nivel del oleaje de buen tiempo.
Archaeolitophyllum

Tabla 3.3. Características principales de las facies carbonatadas.


Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

3.2.- ASOCIACIONES DE FACIES Y SISTEMAS DE DEPÓSITO

Una asociación de facies consiste en la distribución ordenada de facies elementales


genéticamente relacionadas (Vera, 1994). Se han agrupado en función de los sistemas

sedimentarios en las que fueron depositadas, distinguiéndose de esta manera los sistemas
deltaicos y carbonatados.

3.2.1.- SISTEMAS DELTAICOS

Un delta está integrado por los depósitos subaéreos y subacuáticos formados por
la acumulación de sedimentos fluviales en la desembocadura de un río en una masa de
agua (océanos o lagos). Nemec (1990) diferenció dos tipos básicos de deltas: aluviales

(fluviales, braided, aluvial costero y con desarrollo de aprons) y no aluviales (deltas


piroclásticos y de lava). Además, existe otra clasificación muy aceptada en la literatura
que divide los deltas en función del proceso dominante que se produce en la

desembocadura; de esta manera se distinguen deltas dominados por la acción fluvial, por
la acción de las mareas o por el oleaje (Galloway, 1975).

Los deltas estudiados en este trabajo corresponden a deltas aluviales dominados


por la acción fluvial y mareal, en los que tuvieron cierta importancia los depósitos generados

por avenidas catastróficas, generalmente asociados a eventos climáticos. Están formados


por las siguientes asociaciones de facies (Fig. 3.1 y Fig.3.2):

a) Asociación de llanura deltaica (LD)

La llanura deltaica es un área parcialmente subaérea muy extensa de los deltas,


donde predomina el depósito de materiales finos y en el que intervienen procesos fluviales
y mareales. La paleobatimetría es somera, con profundidades inferiores a los 4 m (Coleman,

1976). En zonas con clima húmedo, es característico el desarrollo de turberas y marismas


que dan lugar a la acumulación de la materia orgánica vegetal y a la posterior formación
del carbón. Las facies más características de esta asociación son lutitas (LF, LFO, LC) y

capas de carbón (C). Subordinadamente aparecen areniscas intercaladas (AC) interpretadas


como canales distributarios de escasa entidad.

107
Diego Corrochano Fernández

Esta asociación de facies está bien desarrollada en la Fm Llanón del sector de


Piedrafita-Lillo y en la Fm Lutitas de Ciguera del sector Lois-Ciguera.

b) Asociación de frente deltaico y lóbulos de plataforma (FD)

Constituye la región del delta donde mayor volumen de arena se acumula. Los
depósitos más característicos de esta asociación en el área de estudio están constituidos

por secuencias grano y estratocrecientes de hasta 60 m de espesor, formadas de muro a


techo por lutitas masivas (L), lutitas con intercalaciones de poco espesor de litarenitas de
grano fino y limos (ALT) y litarenitas de grano medio en secuencias grano y estratocrecientes

(AGC). La organización interna de estas secuencias y su posición vertical y lateral respecto


a otras asociaciones, indica que su depósito tuvo lugar en un sistema sedimentario
progradante. Esta asociación se interpreta como representativa de barras de

desembocadura de canales distributarios en sistemas deltaicos dominados por la acción


fluvial (Coleman y Wright, 1975; Salvador, 1989; Barba, 1991; Merino-Tomé, 2004). El
intervalo inferior de las secuencias representa las partes distales y las zonas de inter-

barra, mientras que la parte superior arenosa corresponde al cuerpo principal de la barra.
Los materiales de esta asociación pasan lateralmente hacia la cuenca a lutitas del prodelta
(facies L), mientras que hacia el continente pasan a partes más proximales del sistema

deltaico constituidas por la asociación de la llanura deltaica (LD).

Otros materiales característicos de esta asociación son las formados por los
depósitos arenosos de las facies APH y AM, originados a partir de flujos hiperpícnicos en
una plataforma de alta energía. Mutti et al. (2003) atribuyen estos depósitos a eventos

climáticos catastróficos en cuencas con alto gradiente deposicional.

Esta asociación constituye una parte importante de la Fm Lutitas y Areniscas de


Dueñas, del sector Lois-Ciguera.

c) Asociación de prodelta y plataforma terrígena (PD)

Esta asociación suele pasar verticalmente a depósitos de frente deltaico (FD) o de


plataforma carbonatada. Está formada por materiales lutíticos (facies L) sin una organización

108
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

APH
ALT

LF AGC ALT
C
L
AC ALT
B

LN
20 m
L L
10 m 20 m

ALT
L
ALT

LL
0m 0m 0m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C L f m g mg C
a a

ASOCIACIÓN ASOCIACIÓN ASOCIACIÓN PRODELTA/


LLANURA DELTAICA FRENTE DELTAICO PLATAFORMA SILICICLÁSTICA

Fig. 3.1. Asociaciones de facies presentes en los sistemas deltaicos.

Canales distributarios (AC)


LD
FD

PD
Carbón (C)

Barras de desembocadura
de distributario y lóbulos
de plataforma
(AGC, APH)
Bancos carbonatados
aislados (L)
(BF, PGBC, MWB)
Deslizamientos

Fig. 3.2. Bloque diagrama representando las asociaciones de facies presentes en los sistemas
deltaicos. LD: llanura deltaica. FD: frente deltaico. PD: prodelta.

109
Diego Corrochano Fernández

secuencial aparente. Pueden presentar alguna intercalación de poco espesor de areniscas


(facies ALT y AGD), bafflestone de filoides (BF), grainstone de crinoideos y briozoos (PGCB)

y brechas calcáreas (BB).

Su depósito tuvo lugar en un medio submareal profundo de baja energía, donde el


proceso sedimentario dominante fue la decantación de fangos. Las intercalaciones más
energéticas se asocian a episodios aislados de tormentas o como resultado de corrientes

turbidíticas o flujos hiperpícnicos. El desarrollo de los bancos de carbonato, comúnmente


con escasa potencia y continuidad lateral, se relacionan con una disminución de los aportes
siliciclásticos desde el continente. La presencia de las facies BF indica que su depósito

tuvo lugar dentro de la zona fótica.

La apariencia desorganizada y deslizada de algunos niveles de las facies L es

característica de este tipo de depósitos (ver Mutti et al. 2003), y es debida,


fundamentalmente, a la elevada pendiente de depósito que presenta este subambiente
sedimentario, también conocido como “talud deltaico”.

Esta asociación integra una parte considerable de la Fm Fresnedo y la Fm Lutitas y

Areniscas de Dueñas, del sector Lois-Ciguera.

3.2.2.- SISTEMAS DE PLATAFORMA CARBONATADA

Las plataformas carbonatadas (carbonate platforms) son cuerpos sedimentarios

calcáreos que presentan diversas geometrías y distribuciones de facies muy diferentes.


Ahr (1973); Wilson (1975); Read (1982, 1985) y Tucker y Wright (1990), entre otros,
clasifican estos sistemas en dos grandes grupos (Fig. 3.3.a):

a) Plataformas con una ruptura en la inclinación de la pendiente de depósito (rimmed

carbonate shelves), con cierto relieve topográfico sobre el fondo marino y en las que se
generan taludes sedimentarios que conectan la plataforma somera con la cuenca profunda.
Estos sistemas de depósito han ido variando a lo largo de la historia geológica y su evolución

se asocia con las grandes extinciones masivas que afectaron a los organismos marinos
(Fig. 3.3.b). En la actualidad, el modelo de plataforma con ruptura de pendiente, está muy

110
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

bien representado en las plataformas carbonatadas tropicales, en cuyos márgenes es


característica la presencia de cuerpos oolíticos, corales y algas coralinas (Tucker y Wright,

1990). Sin embargo, este modelo no es aplicable a todas las plataformas del registro
sedimentario. Un ejemplo de esta diversidad, lo constituyen las plataformas carbonatadas
carboníferas, cuyos márgenes, y ante la ausencia de organismos constructores de arrecifes

rígidos, estuvieron controlados por la precipitación de carbonato de origen microbiano


(Kenter et al. 2005). Ejemplos de estos sistemas en la Zona Cantábrica están ampliamente
representados en Picos de Europa y el Área del Cuera, y han sido descritos en detalle por

Bahamonde et al. (1997); Della Porta et al., (2002 a, b); Immenhauser et al. (2002); Della
Porta (2003); Immenhauser et al. (2003); Kenter et al. (2003); Della Porta et al. (2004);
Bahamonde et al. (2004); Della Porta et al. (2005); Kenter et al. (2005), Bahamonde et al.

(2007) y Van Der Kooij et al. (2007); entre otros.

b) Rampas carbonatadas (carbonate ramps), con perfiles de depósito de baja


pendiente (<1º), sin una ruptura en la inclinación entre la línea de costa o lagoon y la
cuenca, y en las que las facies proximales energéticas pasan progresivamente a calizas

depositadas en ambientes de baja energía (Ahr, 1973 ; Read, 1980; Read, 1982; Read,
1985; Wilson, 1975; Tucker y Wright, 1990; Burchette y Wright, 1992; Wright y Burchette,
1998; Pomar, 2001; Bosence, 2005) (Fig. 3.3.a). Read (1982, 1985) diferenció dos tipos

de rampas: las homoclinales, similares a las descritas inicialmente por Ahr (1973) y que se
caracterizan por un perfil suave y continuo, y las rampas con una ruptura de pendiente
distal (distally steepened), en las que se registran sedimentos de talud muy alejados de la

línea de costa, adquiriendo de esta manera, ciertas características de las plataformas


carbonatadas con ruptura de pendiente o carbonate shelves.

Las rampas carbonatadas suelen originarse en periodos de tiempo con escasez de


organismos constructores de arrecifes rígidos (Burchette y Wright, 1992) (Fig. 3.3.b) y se
desarrollan en diversos ambientes tectónicos, aunque predominan en márgenes pasivos y

cuencas de antepaís, donde domina la subsidencia flexural (Burchette y Wright, 1992;


Dorobek, 1995).

111
Diego Corrochano Fernández

a PLATAFORMAS CARBONATADAS b
Era Perid. PLATAFORMAS RAMPAS
shoals arenosos y arrecifes
elevados debido a la acción

CENOZC.
constructura de organismos y depósitos de alta energía

Ng.
la litificación sindepositacional cercanos a la orilla
lagoon protegido
perfil inferior en equilibrio

Pg.
con la acción del oleaje

Cre.
MESOZOICO
plataforma con margen rampa

Jur.
anchura 10-100 km anchura 10-100 km
talud de unos pocos grados talud <1º o 1-2º
a 60º o más

Tr.
Dev. Carb. Pm.
plataforma epicontinental
anchura 100-10000 km

PALEOZOICO
Sil.
plataforma aislada
anchura 1-100 km

Cam. Ord.

plataforma inundada

Fig. 3.3. a) Esquemas de las diferentes morfologías de las plataformas carbonatadas,


modificado de Tucker y Wright (1990). b) Distribución de plataformas y rampas carbonatadas a lo
largo de la historia geológica. Nótese que las rampas son los sistemas dominantes después de las
grandes extinciones, según Burchette y Wright (1992).

El tipo de geometría que desarrolla una plataforma carbonatada depende de

numerosos factores, tanto bióticos como abióticos, entre los que destacan la topografía
original del fondo marino, el clima, la tectónica, la subsidencia y el eustatismo (Schlager,
1993). De acuerdo con la evolución característica de las plataformas carbonatadas

propuesta por Read (1982, 1985), éstas pasan por dos etapas fundamentales. El estadio
inicial corresponde a una rampa homoclinal de baja pendiente, que pasa posteriormente a
una etapa de plataforma con desarrollo de taludes sedimentarios; este tránsito, está

motivado en gran medida por la elevada producción de carbonato que se produce en sus
márgenes. Sin embargo, el mismo autor advierte que esta evolución puede verse afectada
por otros factores, como la progradación de cuñas clásticas que interrumpen el crecimiento

de la plataforma inicial (platform drowning).

112
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Las plataformas carbonatadas estudiadas en este trabajo muestran características


afines a ambos tipos de sistemas, aunque en la mayoría de las ocasiones, presentan una

distribución de facies típica de rampa carbonatada. Estos sistemas pasan lateralmente, y


de una manera más o menos gradual, a materiales de la plataforma siliciclástica. La ausencia
de facies de talud en sus márgenes y la cíclica invasión de sedimentos terrígenos, hace

suponer que las plataformas no llegaron a adquirir un relieve topográfico sobre el fondo
marino, manteniendo un suave perfil durante todo su desarrollo. Sin embargo, en las partes
más distales de la cuenca, en el sector Lois-Ciguera, durante épocas con escaso o nulo

aporte de terrígenos, las rampas carbonatadas pudieron llegar a desarrollarse durante


largos periodos de tiempo, adquiriendo alturas considerables sobre el fondo marino y
generando márgenes y taludes con ciertas pendientes.

Siguiendo el modelo propuesto por Burchette y Wright (1992) para rampas


carbonatadas, basado en diferentes niveles energéticos dentro de la plataforma, hemos

diferenciado cuatro asociaciones de facies diferentes: la plataforma interna, media y externa,


y el margen de plataforma o talud sedimentario:

a) Asociación de plataforma interna

Burchette y Wright (1992) sitúan esta asociación de facies por encima del nivel de
oleaje de buen tiempo. Forma tramos de hasta varias decenas de metros (ver sección LT

I), generalmente con carácter grano y estratocreciente, estando integrada en su mayoría


por depósitos energéticos granosoportados que pueden presentar estratificación cruzada
en surco. Las facies dominantes son calizas grainstone/packstone bioclásticas (GPB) y

grainstone oolíticas (GO), cuyas acumulaciones se interpretan como canales submarinos


o bancos bioclásticos (shoals). Entre éstos últimos, y en zonas protegidas, tuvo lugar la
acumulación de fango carbonatado y la colonización del sustrato por algas calcáreas,

formando lagoons relativamente restringidos y protegidos. De esta manera, aparecen


intercaladas entre las anteriores facies, calizas packstone/grainstone peloidales (PGP),
bafflestone de algas bereséllidas (BB) y mudstone/wackestone bioclásticas (MWB),

generalmente de escasa entidad.

113
Diego Corrochano Fernández

GPB

BF
MWB GPB
BD
20 m
BF
GO 10 m

MWB

Q
GPB
BF
0m 0m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C
a a
PLATAFORMA INTERNA PLATAFORMA MEDIA

MP

BB

MWB GPCB
20 m 15 m
L
BDz
CE

GPB MWB
MWB MP

MP
0m 0m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a

MARGEN DE PLATAFORMA
PLATAFORMA EXTERNA

Fig. 3.4. Asociaciones de facies presentes en las plataformas carbonatadas.

Esta asociación de facies está muy bien representada en la Fm Calizas de Peña


Neblera y en el miembro inferior de la Fm Calizas de Bachende.

b) Asociación de plataforma media

Está situada entre el nivel de oleaje de buen tiempo y el de tormentas. Forma


tramos de espesor métrico a decamétrico, de calizas con estratificación tableada y

pseudonodulosa, donde predominan las facies mudstone/wackestone bioclásticas,

114
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

bioturbadas y con abundante y diversa fauna marina (MWB), bancos de algas calcáreas

(facies BF, BD, BB), y de manera subordinada, calizas grainstone/packstone (GPB),


biostromos de corales rugosos (BC) y boundstone micríticas (MP).

La textura fango soportada de estos materiales y la ausencia de estructuras de


corriente, permiten suponer que esta asociación se sedimentó en ambientes tranquilos de

baja energía. La presencia de algas calcáreas y la amplia biodiversidad observada, indican


que su depósito tuvo lugar dentro de la zona fótica y probablemente bajo condiciones
paleoceanográficas de mar abierto.

a
shoals o barras
(GO, GPB) mounds micríticos
PI (MP, BDz)
PM

PE
MWB, PGP, BB

bioconstrucciones
de algas calcáreas y otras
(BF, BD,BC, BLB, MP)

PS (L)
CE, MWB, MP

b
shoals o barras
(GO, GPB)
PI PM GO, GPB
PE

M
P /T
PGP, BB, S
MWB
mounds micríticos
(MP, BDz) L

acumulaciones
de crinoideos Brechas calcáreas
(PGCB) lumaquelas BB, BL
MP
(LQB)
CE, MWB,
GPB

Fig. 3.5. a) Bloque diagrama representando el modelo general de distribución de las


asociaciones de facies presentes en las plataformas carbonatadas estudiadas. b) Modelo de
plataforma carbonatada con margen y talud sedimentario, propuesto para la Fm Calizas de
Bachende.

115
Diego Corrochano Fernández

Esta asociación está muy bien representada en el sector Lois-Ciguera en el miembro


inferior de la Fm Calizas de Ciguera, el miembro intermedio de la Fm Calizas de Bachende,

y en el sector Piedrafita-Lillo, en las calizas de la Fm Levinco.

f) Asociación de plataforma externa

La plataforma externa se localiza por debajo del nivel de oleaje durante tormentas.

Constituye tramos de hasta varias decenas de metros y sus depósitos forman crestas
calcáreas muy prominentes en el paisaje. Está constituida por el apilamiento de calizas
micríticas bioconstruidas de aspecto masivo, que suelen mostrar geometría monticular

(mud mounds o micritic build-ups). Los mud mounds son edificios orgánicos que pueden
alcanzar grandes dimensiones, de varias decenas de metros de altura y de diámetro.
Pueden desarrollarse de forma asilada o amalgamados y superpuestos, presentando

modelos de apilamiento diferentes (ver Lees y Miller 1995). El núcleo de estos edificios
calcáreos, está formado por facies micríticas bioconstruidas (MP y BDz fundamentalmente),

NOT
ZF

Bafflestone de algas calcáreas Facies de flanco Facies de núcleo


(BD, BF) (PGCB, BB, BL, CE) (MP)

Fig. 3.6. Modelo planteado para la distribución de facies en los mud mounds del sector Lois-
Ciguera. ZF: zona fótica, NOT: nivel del oleaje en tormentas. Modificada de Corrochano (2006).

pudiendo desarrollar depósitos de flanco o intermound, integrados por calizas bioclásticas

(MWB o GPB), calizas espiculíticas (CE), acumulaciones de crinoideos (PGCB), brechas


calcáreas (BB y BL), lutitas (L) e incluso pequeñas acumulaciones de micrita bioconstruida
(MP y BDz) (Fig. 3.6)

116
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

Para explicar más en detalle esta asociación de facies, se va describir un espectacular

afloramiento en la Fm Levinco cerca de Puebla de Lillo, cuya sedimentología ha sido


también estudiada en detalle por Von Allmen (2006). Se trata de un conjunto de mounds
de Donezella, donde también predominan otros organismos, como crinoideos, briozoos y

foraminíferos (tubulares y fusulinas). Como puede observarse en la Fig. 3.7, los biohermos
se disponen en un nivel inferior y otro superior, ambos separados por un intervalo detrítico
de cierta importancia (sedimentos atribuidos al cortejo regresivo de la Secuencia 2, como

se verá en e capítulo 4). Cada uno estos niveles tiene una potencia muy variable, debido a
la propia geometría monticular de los edificios. La base de ambos tramos es recta y continua,
fácilmente apreciable en las fotografías, por lo que se ha utilizado como “datum” en las

correlaciones estratigráficas y en las medidas realizadas.

El nivel inferior (basal complex de Von Allmen, 2006) (ver sección PLMI) comienza
con un horizonte de hasta 3 m de grainstone oolíticas (GO) de grano medio/grueso al que
se superpone un tramo de hasta 30 m de calizas masivas micríticas (BDz

fundamentalmente). Este nivel se caracteriza por presentar una geometría monticular menos
prominente que el superior, así como por el menor desarrollo de facies de flanco. El ambiente
de depósito de estos materiales evolucionó desde una zona altamente energética de la
rampa carbonatada (como indica la presencia de los bancos oolíticos en la base), a una

zona relativamente profunda por debajo del nivel del oleaje. En el techo de esta sucesión
de calizas masivas, se localiza un banco de crinoideos (facies PGCB) de hasta 2 m de
espesor.

En el nivel superior (ver sección PLMII) aparecen grandes mounds con unos 90 m

de desarrollo vertical, que presentan flancos con pendientes de hasta 35º. La altura
deposicional máxima del biohermo (diferencia de cotas entre el techo del mound y la base
del flanco), es de aproximadamente 45 m (ver Fig. 3.7). Esta diferencia topográfica alcanza

su máximo desarrollo en las etapas iniciales del crecimiento, debido al elevado espacio de
acomodación disponible tras la transgresión inicial.

Las facies de núcleo de los mounds están formadas principalmente por


acumulaciones masivas de Donezella (BDz) con abundante precipitación de carbonato de

117
118
Diego Corrochano Fernández

I3Cr

FlcI3 CM
IE11 S3
h2 h máx. 90 m
11 10 8 7
9 35º h2-h1=45 m
6 IE7
5 Nivel superior
IE4 IE5 4
3
h1
IE2
2
1 MC1
PLMII IE1
S2 PLMI
Nivel inferior
PLMI
30 PLMI
10,3
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

origen microbiano (MP). Otros bioclastos observados son fragmentos de algas filoides y
dasicladáceas, tubos aglutinados de gusano (Thartharella), briozoos y crinoideos.

Los depósitos de flanco (intermound strata de Von Allmen, 2006) consisten en calizas

bioconstruidas con abundantes nódulos de chert, formando secuencias claramente


estratocrecientes, intercaladas entre lutitas (facies L). A veces, también se observa el
desarrollo de pequeños biohermos que llegan a alcanzar dos o tres metros de altura (facies

MP y BDz). Las lutitas se depositaron por suspensión principalmente en las zonas de


intermound, aunque también marcan rupturas en la sedimentación carbonatada en las
zonas de núcleo (representadas con superficies de estratificación). Estas entradas de

terrígenos finos interrumpieron temporalmente el desarrollo de los mounds y su depósito


se asocia fundamentalmente a variaciones glacioeustáticas del nivel del mar (ciclos de 5º
orden de 40 ka de duración, como se verá en el capítulo siguiente). Los principales bioclastos

observados en las facies de flanco son Donezella, crinoideos, fusulinas, espículas de esponja
silíceas, briozoos (fistulipóridos y fenestélidos), braquiópodos y fragmentos de trilobites.
En menor proporción que en las facies de núcleo, aparecen fragmentos de algas
dasicladáceas y filoides.

El ambiente de depósito de estos biohermos se asocia a una zona muy subsidente

de la plataforma, algo que permitió la acumulación de un espesor considerable de calizas


bioconstruidas. Ocuparon zonas profundas de la rampa carbonata, situadas por debajo
del nivel del oleaje y sometidas a eventos esporádicos de tormentas, como indica la

presencia de niveles energéticos intercalados.

La presencia de una acumulación in situ de Donezella (muestra IE1, estrato 1, ver


Fig. 3.7), ha permitido caracterizar el hábitat de este organismo. Teniendo en cuenta que
en ese estrato se produce una diferencia de cotas cercana a los 45 m entre la base y el

Fig. 3.7. (página contraria) Fotografía de los biohermos (micritic build-ups) de Donezella en Puebla
de Lillo. Aparecen indicadas las muestras recogidas (ej. MC1), los diferentes niveles estratigráficos
identificados en la zona de intermound (ej. 1, 2, 3…), así como la altura deposicional máxima (h2-
h1) y la pendiente de los flancos. PLMI y PLMII: secciones estudiadas (segmentos rojos). También
aparecen indicadas la secuencia 2 y 3 que se describirán en el siguiente capítulo.

119
Diego Corrochano Fernández

techo del biohermo (paleobatimetría mínima de depósito para esas facies de flanco),

podemos afirmar que Donezella se depositó fuera de la zona fótica superior. Como se ha
comentado con anterioridad, el límite batimétrico de la zona fótica varía en función del
índice de penetración de la luz, pudiendo llegar a alcanzar los 200 m, por lo que en este

ejemplo no se puede concretar la afinidad sistemática de este microorganismo. Della Porta


et al. (2002a) y Della Porta (2003) identifican depósitos de Donezella in situ a 200 m de
profundidad en el talud de la Sierra del Cuera. De esta manera, excluyen este organismo

de las algas verdes, atribuyéndole una naturaleza problemática.

g) Asociación de margen de plataforma o talud sedimentario

Está pobremente representada en la zona de estudio y únicamente se ha podido


reconocer en dos afloramientos situados en las partes más surorientales del sector Lois-
Ciguera, en la Fm Calizas de Bachende, uno situado en las cercanías Salamón y el otro en

el valle de Anciles. Como se ha comentado anteriormente, esta asociación representa el


tránsito, más o menos gradual, entre los sistemas de plataforma carbonatada y plataforma
siliciclástica. Únicamente, cuando los aportes de terrígenos fueron muy limitados o nulos,
las rampas carbonatadas pudieron agradar de tal manera que adquirieron alturas

considerables sobre el fondo marino (~50 m) y desarrollaron taludes con una pendiente
moderada (~25º).

En el afloramiento cercano al Distrito Minero de Salamón, situado en el tramo inferior


de la Fm Calizas de Bachende, se han reconocido clinoformas progradantes hacia el E

con inclinaciones próximas a los 25º (Fig. 4.21). En ellas, abundan calizas bioclásticas
(GPB), micríticas bioconstruidas (MP) y acumulaciones de crinoideos y briozoos (PGCB).
Además, en los sondeos del yacimiento estudiados, aparece un volumen importante de

brechas carbonatadas (BB y BL), intercaladas entre calizas boundstone micríticas (MP)
(con desarrollo abundante de cortezas de cementos fibrosos), calizas espiculíticas (CE) y
niveles lutíticos (L) dispersos.

El afloramiento del valle de Anciles, localizado en las cercanías de la Peña Collada

y en el tramo superior de la Fm Calizas de Bachende, ha permitido describir en detalle la

120
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

a TLA-g
0m 50m 100m
TLA-f TLA-e
56f
65,5
60,4 56e
49,7 39,4
47,5 28,4
22,5 56d
38,5 19,5
10,6 10
3
2
0,5
37
43 36
50
21 20
56c
32,5 17 13
38,5 31
56b 38
56 35
51 34
29,5
31 17
11
1,5

4
?
3
Litarenitas
TLA3
4

Superficie
e erosiva
2 d
d’ e’
c
TLA2
b

TLA1

b c

a
b

c
I
d

II
d

III a
d d´
b e´
c e

a
b
IV c d

Fig. 3.8. a) Fotografía aérea del margen de plataforma estudiado donde se muestran las trazas de

capa, la localización de las muestras recogidas, de las secciones levantadas (TLA1, TLA2, TLA3) y de las

unidades definidas (1, 2, 3 y 4). b) Fotografía del afloramiento tomada desde el E. c) y d) Panorámicas del

afloramiento, donde se indican los estratos (a, b, c y d) representados en la figura superior.

121
Diego Corrochano Fernández

relación lateral y vertical de estos materiales con otras asociaciones de facies (ver
Corrochano et al., 2009):

La cartografía de este afloramiento permite reconocer cuatro unidades

litoestratigráficas diferentes que se describen a continuación (Fig. 3.8):

La inferior (1) tiene una potencia que oscila entre 20 y 5 m. Está constituida por un

tramo calcáreo de calizas bioclásticas (MWB) y oncoidales (CO) y un tramo superior


siliciclástico, formado por hasta 10 m de lutitas (L) que se acuñan hacia el E.

La unidad 2 está formada por aproximadamente 100 m de calizas en estratos


masivos, potentes, lateralmente continuos y paralelos entre sí en la mitad oriental del

afloramiento. Hacia el oeste estos estratos carbonatados definen una sucesión clinoformal
progradante y se interdigitan con sedimentos lutíticos de color pardo (L). Las clinoformas
tienen pendientes variables entre 30 y 15º y alturas máximas de 50 m; sus longitudes son

próximas a 400 m y los espesores alcanzan 20 m en sus partes proximales desde donde
disminuyen progresivamente hacia sus bases. En conjunto muestran un modelo sigmoidal
(Mitchum y Vail, 1977) o de tipo flattering-out (Bosellini, 1984), en el que las clinoformas se

horizontalizan en su mitad inferior. También es evidente la disminución en la vertical de su


espesor y extensión lateral, mientras que la pendiente de las mismas parece no variar de
unas a otras excepto en la clinoforma superior donde es menor. En ellas se han identificado

las siguientes facies, por orden de abundancia: calizas bioclásticas (GPB), micríticas
bioclásticas con abundantes nódulos de chert y margas interestratificadas (MWB), calizas
micríticas bioconstruidas (MP), calizas espiculíticas (CE), lumaquelas (LQB), acumulaciones

de crinoideos (PGCB) y brechas calcáreas (BB).

El contenido fósil de la unidad 2 es, en conjunto, bastante diverso, aunque existe


un claro predominio de organismos heterozoos (Pomar, 2001), como briozoos, crinoideos,
braquiópodos, gasterópodos, corales y esponjas calcáreas, estando muchos de los

bioclastos silicificados.

122
Capítulo 3: SEDIMENTOLOGÍA

La unidad 3 se superpone sobre la anterior de forma concordante en la mayor parte


del afloramiento, salvo en el margen de la plataforma donde ambos presentan una relación

de discordancia. En dicho margen la unidad termina de forma brusca y erosiva. Está


compuesta por aproximadamente 50 m de calizas en las que predominan las facies MP y,
en menor medida, las facies CB y BB. Aparentemente no muestra una geometría clinoformal,

aunque como se ha dicho con anterioridad, podría tratarse de un dispositivo de ese tipo
erosionado.

La unidad 4 se apoya sobre la anterior mediante una superficie erosiva e irregular.


Está formada por dos tramos diferentes. El inferior, de naturaleza siliciclástica, se acuña

hacia las partes más orientales del afloramiento. Forma un solapamiento expansivo (onlap)
sobre el margen y está compuesto principalmente por lutitas de color pardo (facies L), con
intercalaciones hacia el techo de litarenitas de grano fino a medio con estratificación cruzada

de bajo ángulo (APH). Por encima de este nivel terrígeno se dispone un tramo carbonatado
con un espesor aproximado de 50 m. Presenta una geometría tabular que termina
lateralmente de forma brusca, probablemente representando un contacto mecánico debido
a la acción de una falla. Su techo es irregular y muestra una transición más o menos

gradual con los materiales siliciclásticos suprayacentes. Consta de calizas bioclásticas


tableadas (MWB), calizas micríticas peloidales (MP) y, hacia techo, de bioconstrucciones
de algas dasicladáceas (Anthracophorella), con abundantes Chaetetes, corales rugosos y

siringopóridos (facies BD).

123
CAPÍTULO 4

ESTRATIGRAFÍA
SECUENCIAL
Y
CICLICIDAD

4.1.- CICLOS DE 5º ORDEN O SECUENCIAS


DE ALTA FRECUENCIA
4.2.- SECUENCIAS T-R (3er/4º ORDEN)
4.2.1.- SECTOR PIEDRAFITA-LILLO
4.2.2.- SECTOR LOIS-CIGUERA
4.3.- CONJUNTO DE SECUENCIAS Y
SUPERSECUENCIA
4.4.- ESPESOR Y CONTINUIDAD LATERAL DE
LAS SECUENCIAS DE ALTA FRECUENCIA
4.5.- PERIODICIDAD DE LAS SECUENCIAS
DE ALTA FRECUENCIA
4.6.-MECANISMOS DE CONTROL DE LA
CICLICIDAD
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

4.- ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD


La naturaleza cíclica de las series carboníferas existentes en la Cuenca Carbonífera
Central es conocida desde hace mucho tiempo y son muchos los trabajos en los que ha

sido estudiada (Bless, 1971; García Loygorri et al., 1971; Truyols, 1983; Salvador, 1989;
Bahamonde, 1990; Águeda et al., 1991; Barba, 1991; Colmenero et al., 1993; Colmenero
et al., 2002; entre otros). En este capítulo, se van a describir, analizar e interpretar los

diferentes ciclos y secuencias reconocidos en las sucesiones estratigráficas estudiadas.

La estratigrafía secuencial es una rama de la geología bastante reciente, ligada

fundamentalmente a las investigaciones de la industria petrolífera, que ha evolucionado


mucho a lo largo de los últimos años hasta convertirse en una herramienta fundamental
para el estudio de la arquitectura estratigráfica de las cuencas sedimentarias (Catuneanu,

2006).

La “secuencia” fue definida originalmente por Sloss et al. (1949) para designar una
unidad estratigráfica, de carácter informal y un rango superior a grupo y supergrupo, limitada
por discontinuidades subaéreas. Su uso estuvo muy restringido inicialmente debido a que

únicamente podían definirse en el margen de las cuencas, donde eran observables las
superficies de exposición subaéreas. Posteriormente, Mitchum et al. (1977) definieron las
secuencias de depósito o deposicionales, como una sucesión relativamente concordante

de estratos genéticamente relacionados, limitados por superficies de discontinuidad o sus


continuidades correlativas, permitiendo así su identificación en las partes más internas de
las cuencas. Están divididas en una serie de cortejos sedimentarios, constituidos por

conjuntos de sistemas deposicionales contemporáneos formados bajo las mismas


condiciones del nivel del mar, depositados en diferentes posiciones dentro de un ciclo
eustático. Cada uno de los cortejos está formado por conjuntos de parasecuencias,

entendiendo éstas últimas como unidades estratigráficas conformes, genéticamente


relacionadas, limitadas por superficies de inundación marinas (Van Wagoner et al. 1988).
Normalmente las parasecuencias muestran un dispositivo progradante, grano y

estratocreciente. Se definieron en medios marinos costeros someros con predominio de


sedimentación siliciclástica, en los que no se registran evidencias claras de una caída

127
Diego Corrochano Fernández

relativa del nivel del mar. A lo largo de este capítulo, el término parasecuencia no se va a
utilizar, ya que como indica Catuneanu (2006), puede generar una gran confusión. Como

indica este autor, el mayor problema en el uso de este concepto, reside en la ambigua
definición de las superficies de inundación marinas, que como se ha comentado
anteriormente, son utilizadas para delimitar las parasecuencias. De esta manera, éstas

pueden tratarse, por ejemplo, de superficies de máxima regresión o de máxima inundación


marina.

En función de los cortejos que integran cada una de las secuencias de depósito, se
han separado hasta cuatro tipos de las mismas (ver Fig. 4.1 basada en Catuneanu, 2006;

Catuneanu et al. 2009). Por ejemplo, la secuencia de tipo IV está formada por el cortejo de
caída del nivel del mar (FSST), el de mar bajo (LST), el transgresivo (TST) y el de mar alto
(HST), separados estos dos últimos por superficies o intervalos de máxima inundación

marina.

Fig. 4.1. Modelos de secuencia utilizados actualmente. Nótese la diferente situación de


los cortejos sedimentarios dentro del ciclo eustático y las diferencias en los límites de secuencia
utilizados. Catuneanu (2006).

128
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Además de las secuencias de depósito, en función de las superficies estratigráficas

empleadas como límites, se pueden distinguir otros tipos de secuencias (ver Catuneanu,
2006; Catuneanu et al. 2009; para mayor explicación) (Fig. 4.1):

Las secuencias genéticas (Fig. 4.1), definidas por Galloway (1989), también son
conocidas como secuencias Regresivas-Transgresivas (R-T). Están formadas por cortejos
sedimentarios similares a las anteriores pero sus límites se establecen en las superficies

de máxima inundación marina. Uno de los principales problemas del uso de este tipo de
secuencias es que las superficies de discontinuidad subaéreas ocurren dentro de las
secuencias, y por lo tanto no separan materiales genéticamente no relacionados.

Embry y Johannessen (1992) y Embry (1993, 2002), definieron las secuencias

Transgresivas-Regresivas (T-R) (Fig. 4.1) cuyos límites son superficies de discontinuidad


subaéreas y sus superficies correlativas son las superficies transgresivas, también llamadas
superficies de máxima regresión. En este modelo únicamente se diferencian dos cortejos

sedimentarios, el transgresivo (TST) y el regresivo (RST), separados por la superficie de


máxima inundación marina.

Las secuencias utilizadas en este trabajo están limitadas por superficies de


exposición subaérea o sus conformidades correlativas, y son muy similares a las secuencias

Transgresivas-Regresivas descritas por Embry y Johannessen, (1992) y Embry (1993,


2002), estando formada cada una de ellas por un cortejo transgresivo (TST) y otro regresivo
(RST). De esta manera, las superficies de conformidad correlativa utilizadas durante el

análisis corresponden a las superficies de máxima regresión marina (Fig. 4.2). Estas
superficies son fácilmente reconocibles en el campo y plantean muchos menos problemas
que las utilizadas en los otros tipos de secuencias, más si cabe, al no disponer de datos

del subsuelo (sísmica y sondeos fundamentalmente). Sin embargo, este modelo secuencial
plantea ciertos aspectos problemáticos que hay que tener en cuenta durante la elaboración
del análisis secuencial (ver Catuneanu, 2006; Catuneanu et al., 2009): no es aconsejable

su utilización en medios marinos profundos, ya que en ellos la identificación de superficies


transgresivas es muy complicada. Además, esta superficie puede tratarse de una superficie
diacrónica a lo largo de la cuenca, registrándose sedimentos con edades diferentes dentro

129
Diego Corrochano Fernández

Fig. 4. 2. Corte esquemático mostrando las diferentes superficies estratigráficas utilizadas


en el análisis secuencial y los límites de 4 tipos diferentes de secuencias. T1DS y T2DS: secuencias
de depósito de tipo 1 y 2. GSS: secuencia genética. T-RS: secuencia Transgresiva-Regresiva. SR-
U: discontinuidad subaérea y superficie de ravinement. RSME: superficie regresiva de erosión marina.
MRS: superficie de máxima regresión (superficie transgresiva). MFS: superficie de máxima inundación
marina. Nótese que los dos tipos de secuencias de depósito utilizan una línea de tiempo como
límites, reduciendo así su utilidad práctica. La secuencia genética y la transgresiva-regresiva tienen
límites que se pueden establecer mediante criterios objetivos en el campo, pero la primera de ellas
no es un modelo especialmente útil, ya la superficie de discontinuidad subaérea está contenida
dentro de la misma. Imagen tomada de Embry (2002).

de un mismo cortejo sedimentario. Por último, y muy importante dependiendo del tipo de
estudio que estemos realizando, este modelo de secuencia no hace distinción entre los
depósitos regresivos normales y forzados, algo que es fundamental por ejemplo en la

prospección petrolífera.

El cortejo transgresivo (TST) de las secuencias está compuesto generalmente por


facies de plataforma carbonatada, siendo las más características las calizas grainstone
oolíticas y esqueléticas. Su límite inferior es el límite de secuencia y el superior corresponde

con la superficie (o intervalo) de máxima inundación marina.

130
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Fig. 4. 3. Imagen de un delta (aproximadamente 1 m de ancho) mostrando la aplicabilidad


de los conceptos de estratigrafía secuencial a cualquier escala. En este caso, se observa como el

HST está erosionado por un valle incidido desarrollado durante una caída del nivel de base
(representando el LST). Figura tomada de Posamentier et al. (1992).

El cortejo regresivo (RST) está dominado por procesos de agradación y

progradación. Según nuestro modelo, en una secuencia idealizada estaría formado por
dos tramos diferenciados: uno basal y carbonatado, depositado durante el estadio de mar
alto (equivalente al HST de la escuela Exxon), y otro superior siliciclástico, depositado

durante la progradación de los cuerpos deltaicos durante la caída del nivel del mar (HST
tardío, FSST y LST de las secuencias de depósito IV).

Cualquiera de los tipos de secuencias citadas anteriormente, son independientes


de la escala métrica o temporal (Fig. 4. 3). De esta manera, Mitchum y Van Wagoner

(1991), establecieron secuencias de alta frecuencia, como equivalentes a las


parasecuencias de las secuencias de 3er orden o también, a los ciclos eustáticos de 4º y 5º
orden. Estos autores sugieren que una de las causas principales de la formación de

131
Diego Corrochano Fernández

Terminología secuencial Ciclos eustáticos Duración


empleada (órdenes) (ma)

Supersecuencia 2º 3-100 ma

Conjunto de Secuencias 3er 1,5-3 ma

Secuencia T-R 3er/4º 0,2-1,5 ma

Secuencia de alta frecuencia 5º <0,1 ma


o Ciclo

Fig. 4. 4. Tabla que muestra la terminología y la jerarquía temporal de las secuencias


utilizadas en este trabajo.

secuencias de alta frecuencia son las oscilaciones eustáticas relacionadas con los ciclos
orbitales de Milankovitch.

El estudio detallado de la evolución de facies y su ordenación estratigráfica, ha


permitido definir secuencias de diferentes escalas, tanto métricas, como temporales (Fig.
4. 4). El relleno de la propia cuenca de antepaís forma una supersecuencia de 2º orden

con carácter progradante y somerizante, asociada al emplazamiento y posterior


desmantelamiento de unidades cabalgantes en el frente orogénico (Marcos y Pulgar, 1982;
Salvador, 1989; Bahamonde, 1990; Agueda et al. 1991; Barba, 1991; Colmenero et al.

1993, Colmenero et al. 2002). Corresponde a la secuencia 4 de Colmenero et al. (2002).


Esta supersecuencia está integrada por varios conjuntos de secuencias (1,5-3 ma) y éstos,
a su vez, por el apilamiento de secuencias T-R de 3er y 4º orden (0,2-1,5 ma). Con un

rango todavía menor (<0,1 ma), se han diferenciado ciclos o secuencias de alta frecuencia
(5º orden) que constituyen la base de la arquitectura estratigráfica a escala de afloramiento.

A continuación se van a describir las diferentes secuencias definidas en la presente


memoria, comenzando por las de rango menor (ciclos y secuencias T-R) y finalizando por

las de rango mayor (conjuntos de secuencias y supersecuencia). Se ha estimado la duración

132
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

y la periodicidad de cada secuencia, aunque hay que llamar la atención de que estos
cálculos son aproximaciones y están sujetos a las siguientes condiciones y limitaciones:

- Suposición de que la sucesión estratigráfica constituye un registro temporal

continuo, sin interrupciones en la sedimentación (sin épocas de erosión o no depósito).

- Precisión bioestratigráfica del techo y muro de las secuencias.

- Variabilidad de las escalas cronoestratigráficas y variación de las edades absolutas

e índices de error. Estas escalas han sido modificadas notablemente en los últimos años
(ver por ejemplo Klein, 1990; Gradstein et al., 2004; y Menning et al., 2006).

4.1- CICLOS DE 5º ORDEN O SECUENCIAS DE ALTA FRECUENCIA

Constituyen la base fundamental de la sucesión estratigráfica y equivalen a las


parasecuencias definidas en materiales siliciclásticos de Van Wagoner et al. (1988, 1990),

a las secuencias de alta frecuencia de Mitchum y Van Wagoner (1991) e Izart et al. (2003),
a los ciclos de somerización de Burchette y Wright (1992) y Read (1998), a los ciclos de
Zecchin (2007) y a la ciclicidad de 4º/5º orden en medios marinos someros descrita en
numerosas publicaciones.

En cuencas carboníferas, este tipo de ciclos es conocido comúnmente como

ciclotemas. Este término fue utilizado originalmente en los años 30 para describir los
depósitos cíclicos del Pensilvaniense en la cuenca carbonífera de Illinois, constituidos por
una alternancia de depósitos continentales y marinos (Weller, 1930; Wanless and Weller,

1932). Existen tres tipos fundamentales de ciclotemas, definidos en función del predominio
de facies continentales o marinas respectivamente (Klein y Kupperman, 1992): los de tipo
Illinois, tipo Apalachense y tipo Kansas. Los ciclotemas más extendidos en la bibliografía

son los de tipo Kansas y han sido descritos detalladamente por Heckel (1986) y Heckel
(1994). Están formados por una caliza transgresiva de poco espesor, seguida por unas
pizarras negras depositadas en un ambiente profundo, culminando el ciclo con unas calizas

regresivas potentes.

133
Diego Corrochano Fernández

Klein y Kupperman (1992) y Bless (1971) propusieron que los ciclotemas de la


Cuenca Carbonífera Central Astuarina varían (de muro a techo) desde el tipo Kansas, a

Illinois a Apalachiense. Los autores atribuyen esta evolución al incremento de la influencia


tectónica en el relleno de la cuenca. Para explicar la formación de estos ciclotemas se han
propuesto los siguientes mecanismos: progradación y posterior abandono de lóbulos

deltáicos por causas autocíclicas (descrito en Sánchez de la Torre et al. 1981); causas
alocíclicas de origen tectónico y progradación de cuñas clásticas asociadas, o causas
glacio-eustáticas (ver Colmenero et al. 2002; y referencias allí contenidas).

Según Read (1998), la ciclicidad de alta frecuencia en medios marinos someros

durante periodos de icehouse (ej: Pensilvaniense-Pérmico inferior, Mioceno-Pleistoceno),


está caracterizada por presentar una periodicidad de alta frecuencia (40-100-400 ka) y
una elevada amplitud (fluctuaciones del nivel del mar de 50-100 m). Según este autor, son

ciclos de escala métrica/decamétrica, caracterizados por la ausencia de facies


intermareales, el predominio de facies submareales micríticas y la presencia, en su parte
superior, de superficies de exposición subaérea generadas durante las bajadas bruscas
del nivel del mar.

Por el contrario, los ciclos carbonatados formados durante periodos de greenhouse

(ej: Cámbrico superior/Ordovício inferior, Cretácico), siguen presentando una periodicidad


muy alta (20 ka) pero una amplitud mucho menor (fluctuaciones del nivel del mar de
aproximadamente 10 m). Se caracterizan por presentar una menor potencia, abundantes

facies intermareales y ausencia de superficies de exposición subaérea en el techo de los


ciclos.

Los ciclos de alta frecuencia definidos en este trabajo, están limitados por superficies
de inundación marinas (superficies transgresivas) y presentan un carácter transgresivo-

regresivo, por lo que es característico observar una somerización y/o progradación en los
tramos superiores de los mismos. Muchas veces esta tendencia no se reconoce en todos
los ciclos, ya que éstos pueden estar incompletos o truncados. En el primero de los casos

la causa puede deberse, por ejemplo, a que el espacio de acomodación no fue rellenado
en su totalidad durante el ciclo eustático.

134
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

En función de la posición paleogeográfica en la que nos encontremos dentro de la


plataforma, estos ciclos pueden presentar litologías y ordenaciones verticales de facies

diferentes. Se han diferenciado una serie de ciclos que se describen a continuación:

1) Ciclos deltaicos siliciclásticos

superficie de inundación
Aumento hacia techo de:
AGC - relación areniscas/lutitas
- espesor de los estratos de arenisca
- tamaño de grano

Límite de parasecuencia caracterizado por:


decenas de metros

- Cambio abrupto de litologías (lutitas por


ALT encima de areniscas)
- Disminución brusca del espesor de
los estratos.
- Nivel de lutitas carbonosas
- Profundización generalizada de los
ambientes de depósito
s

superficie de inundación

Fig. 4.5. Características estratigráficas de un ciclo deltaico idealizado en la zona de


estudio. Basado en Van Wagoner et al. (1990).

Equivalen a las parasecuencias de Van Wagoner et al. (1988, 1990) (Fig. 4.5) y

están limitadas por superficies de inundación marinas, que separan facies arenosas someras
(AGD) de facies lutíticas (L). Suelen presentar espesores decamétricos y tendencias grano
y estratocrecientes, aumentando progresivamente la proporción y el espesor de las

areniscas hacia el techo. Están formados por depósitos deltaicos y su desarrollo se atribuye
a la progradación de estos sistemas desde el continente.

En la zona de estudio están pobremente desarrollados, siendo más característicos


hacia las partes más occidentales de la cuenca.

2) Ciclos deltaicos mixtos

Este tipo de ciclicidad está ampliamente representada en la secuencia 5 del sector


Lois-Ciguera (Corrochano y Barba, 2008), correspondiente al tramo medio de la Fm Calizas

135
Diego Corrochano Fernández

de Bachende, y en las secuencias de Piedrafita-Lillo. Son muy similares a las secuencias

de tipo 3 y 4 de Agueda et al. (1991), a las de Sanchez de la Torre et al. (1981), a las de
Vera et al. (1984) y a los Yoredale cycles descritos por Tucker (2003) y Tucker et al.
(2008). Tucker (2003) sugiere que los ciclos mixtos de carbonatos y siliciclásticos se

desarrollan fundamentalmente en periodos de icehouse (Carbonífero-Pérmico y


Cuaternario), durante los que hay grandes oscilaciones del nivel del mar.

En función de su composición litológica se diferencian dos tipos:

a) Ciclos con calizas de carácter transgresivo (Fig. 4.6a): contienen en la base un


tramo carbonatado transgresivo (TST) y hacia el techo lutitas y litarenitas dispuestas en
secuencias granocrecientes que representan la progradación de los cuerpos deltaicos

durante el cortejo regresivo (RST).

La fase transgresiva está caracterizada por un escaso aporte de terrígenos y una


elevada producción de carbonato, como consecuencia del progresivo aumento del espacio
de acomodación (EA/AT>1). Las calizas presentan en la base facies oncoidales (CO) o

grainstone oolíticas (GO) ricas en granos de cuarzo, que se interpretan como superficies
transgresivas. Por encima suelen ser características las bioconstrucciones de algas filoides

nivel
a b del mar
sb/ts relativo EA/AT
C
AGC AGC AGC

L
L RST
L
GO
B
MWB

L
PGCB MP mfs

MP GO
MWB
MWB TST
B B
CO
sb/ts
bajo alto >1 1 <1

Fig. 4.6. Ciclos mixtos idealizados de tipo a) y tipo b). Nótese la diferencia de espesor y de
distribución de facies dentro de cada ciclotema. sb/ts: límite de ciclo /superficie transgresiva o de
máxima regresión. EA/AT: relación entre el espacio de acomodación y el aporte de sedimentos.

136
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

y dasicladáceas (BF y BD), calizas micríticas peloidales (MP) y calizas encriníticas o


micríticas (GPCB o MWB).

Corrochano (2006) y Corrochano y Barba (2007), en base a datos geoquímicos,

interpretaron las excursiones positivas del 13C observadas en estos ciclos como secuencias
de profundización (Fig. 4.7a), algo que concuerda con la evolución vertical de facies
observada. En los sondeos SS-14 y SS-16, se ha llevado a cabo un análisis cuantitativo de

componentes aloquímicos en un ciclotema eustático. Se han estudiado 14 muestras


petrográficas, contando 500 puntos en una malla regular a lo largo de una lámina delgada
(5x2,5 cm). En la Fig. 4.7b, se muestran los resultados obtenidos en el sondeo SS-16. Se

observa cómo la distribución de los grupos fósiles varía claramente a lo largo de ciclo,
ocupando las partes altas de la secuencia organismos fotoindependientes y pertenecientes
a la asociación de carbonatos de aguas frías (crinoideos, briozoos, braquiópodos), mientras

que las partes bajas son dominadas por asociaciones de carbonatos aguas tropicales
(algas calcáreas y foraminíferos). En este caso en concreto, se observa como la base del
cortejo transgresivo está dominada por los siguientes componentes: ooides, granos de
cuarzo, foraminíferos (fusulínidos, Bradyina, tubulares e incrustantes), Chaetetes,

calciesferas y algas calcáreas Anthracoporella, Beresella y Archaelithophyllum. El cortejo


transgresivo tardío, está caracterizado por algas rojas, briozoos, braquiópodos, corales
solitarios, crinoideos, foraminíferos (Ozawainella fundamentalmente) y la presencia

abundante de pirita. La superficie de máxima inundación marina está formada por lutitas
oscuras con braquiópodos y crinoideos dispersos.

Este cambio en la distribución biótica puede ser debido a multitud de factores,


como son la batimetría (posición fotosintética), la paleogeografía, la salinidad, la

disponibilidad de nutrientes, la entrada de terrígenos y la temperatura del agua


(Samankassou, 1997). Sin embargo, Kabanov et al. (2003) propusieron que la distribución
paleoecológica de los ciclotemas estudiados en la región de Moscú obedece principalmente

a cambios en la paleobatimetría y el ambiente de depósito. En base a la interpretación


secuencial elaborada, estos dos últimos factores podrían ser los dominantes para explicar
la distribución de los organismos fósiles en este tipo de ciclos.

137
Diego Corrochano Fernández

Sondeo SS16

-1 0 1 2 3 4 5 6 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0 Sondeo SS14

Datum

Intervalo estudiado

50m

CB CB

Mg M W P G R B

L f m g mg C
s

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
s

Fig. 4.7a. Correlación de los sondeos SS-14 y SS-16 del yacimiento de Salamón y
localización del ciclotema eustático estudiado. Los datos geoquímicos del sondeo SS-14 están
tomados de Corrochano (2006).

El límite entre el cortejo transgresivo y el regresivo (superficie de máxima inundación


marina o MFS), coincide aproximadamente con el techo de los carbonatos y el inicio de la
progradación de los sedimentos siliciclásticos deltaicos en condiciones de mar alto y la

consiguiente reducción de la producción de carbonato. La relación entre el aporte de

138
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Corales rugosos
dasicladáceas

Equinodermos

Foraminíferos
Braquiópodos
Algas filoidess

fistulipóridos
fenestélidos

solitarios
Calciesferas

Briozoos
Briozoos

Ostrácodos
Algas

Algas rojas

Girvanella
Beresella

Bivalvos
facies
muestras

100
100

100
100

0,1
0,1

0,1

0,1
0,1

0,1

0,1
0,1

0,1

0,1
0,1
0,1

0,1
0,1
L

10
10

10

10
10

10

10
10

10

10
10
10

10
10

1
1

1
1

1
1

1
1
1

1
1
MFS SS16-12
SS16-11 PGCB

SS16-10 CO
MWB
SS16-9
2m

SS16-8
1 MP

0m SS16-7 Bs+
PGP
SS16-6
SS16-5 MWB
SS16-4 B
TS SS16-3 GO
Mg M W P G R B
Distribución de los principales grupos fósiles en el ciclotema estudiado, mostrando el porcentaje
L f m g mg C relativo de cada grupo (escala logarítmica)
a

Paleotexturálidos
Calcitornélidos

Endotiráceos
Lasiodiscids

Ozawainella
Fusulínidos

Tuberitina
Tetrataxis
Bradyina

facies

Otros
muestras

100
100

100
100

100

100
100

100

0,1
0,1

0,1
0,1

0,1

0,1
0,1
0,1

0,1
0,1

10
10

10
10

10

10
10
10

10
10

1
1

1
1

1
1
1

1
1

MFS SS16-12
SS16-11 PGCB

SS16-10 CO
MWB
SS16-9
2m

SS16-8
1 MP

0m SS16-7 Bs+
PGP
SS16-6
SS16-5 MWB
SS16-4 B
TS SS16-3 GO
Mg M W P G R B

L f m g mg C Distribución de foraminíferos en el ciclotema estudiado, mostrando el porcentaje


a relativo de cada grupo (escala logarítmica)

Fig. 4. 7b. Distribución fósil en calizas transgresivas dentro de un ciclotema eustático en la


Fm Calizas de Bachende (secuencia 7 del sector Lois-Ciguera). Nótese que la parte superior
siliciclástica no está representada. TS: superficie transgresiva. MFS: superficie de máxima
inundación marina.

sedimentos y el espacio de acomodación se ve reducida notablemente (EA/AT<1). El


material terrígeno, generalmente con una mayor potencia que el carbonatado, está
constituido por lutitas y areniscas (L, ALT, AGC, AFM), que pueden presentar a techo

delgadas capas de carbón o carboneros (LC y C).

139
Diego Corrochano Fernández

b) Ciclos con calizas transgresivas y regresivas (Fig. 4. 6b). Este tipo de ciclotemas

es más similar a los descritos originalmente por Heckel (1986). Contienen de muro a
techo: calizas transgresivas (similares a las descritas anteriormente), un intervalo de máxima
inundación, calizas regresivas (de carácter generalmente somerizante y granocreciente) y

material siliciclástico progradante. El intervalo de máxima inundación puede estar


enmascarado dentro de los carbonatos e incluso dentro de una misma facies, o estar
representado por un tramo lutítico, correspondiente a las core shales de Heckel (1986),

generalmente de escasos centímetros de espesor.

3) Ciclos carbonatados

Constituyen secuencias de alta frecuencia o ciclotemas de carácter somerizante,


formados por material eminentemente carbonatado. En función de su posición dentro
de la cuenca y de la ordenación vertical de facies que presenten se han diferenciado

los siguientes ciclos (Fig. 4. 8):

a) Ciclos de alta energía: ciclos con tendencia grano y estratocreciente, que


pueden alcanzar hasta 30 m de potencia. Suelen comenzar con brechas bioclásticas
(BB), calizas bioclásticas (GPB) o grainstone oolíticas (GO), constituyendo el lag
transgresivo basal de las secuencias. Por encima aparecen calizas mudstone/

wackestone bioclásticas (MWB), bafflestone de filoides (BF), calizas micríticas


bioconstruidas (MP), intercalaciones esporádicas de acumulaciones de dasicladáceas
(BD) y calizas bioclásticas (GPB) o grainstone oolíticas (GO).

Algunos ejemplos de estos ciclos están bien representados en la base de la

secuencia 4 de Piedrafita-Lillo y en las secuencias 2, 3, 4 y 8 de Lois-Ciguera.

b) Ciclos submareales: son los ciclos carbonatados más característicos de la


zona de estudio. Poseen hasta 30 m de espesor y están formados por una sucesión de
facies ordenadas en dos tramos litológicos diferentes, aunque es común que el inferior

no aparezca representado en muchas de las secuencias. Este tramo comienza con un


nivel centimétrico de lutitas negras ricas en materia orgánica, que pasan a unas calizas
muy oscuras, margosas, con abundante materia orgánica, tableadas y en estratos de

140
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

a.1 a.2
GO sb/ts
sb/ts
B
20 m
GO
10 m
GPB
MWB 10

MP
MWB
B BB
0m sb/ts
0m sb/ts
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a
a

sb/ts
AP
GPB

20 m MP 20 m sb/ts
MWB
BiF
MP
10 10
MWB

L
0m L sb/ts
0m
Mg M W P G R B sb/ts Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a

b c

Fig. 4. 8. Principales tipos de ciclos carbonatados. a.1) y a.2) Representan diferentes tipos
de ciclos de somerización depositados en ambientes energéticos de la plataforma. b) Ciclo submareal.
Es común que el intervalo energético superior (GPB) no esté representado. c) Ciclo submareal
profundo.

5 a 15 cm (MWB y Bs). Estas calizas representan la sedimentación en una plataforma

marina restringida durante los primeros estadios de la transgresión marina, siendo


muy habitual la presencia de algas beresélidas en la parte inferior de estos ciclos.
Heckel (1983) interpretó que el color de los depósitos en los ciclotemas eustáticos del

Midcontinent americano, estaba controlado por diferentes procesos diagenéticos. En

141
Diego Corrochano Fernández

el caso de las calizas transgresivas, su color oscuro es debido a una compactación


lenta del sedimento (sin precipitación de cementos marinos tempranos) antes de su

cementación bajo condiciones reductoras.

El tramo superior se superpone gradualmente al anterior e indica condiciones más


propias de ambientes de mar abierto. Generalmente aparece incompleto o truncado, estando
formado por calizas tableadas o pseudonodulosas de color pardo, ricas en corales rugosos

y esponjas de tipo Chaetetes (MWB), calizas ricas en peloides y foraminíferos tubulares


(PGP) y calizas micríticas peloidales (MP) de color claro. El orden vertical de estas facies
puede variar, debido a los cambios laterales entre las mismas y a la propia geometría

monticular de las facies MP (ver Fig. 4. 14). Por encima, pueden aparecer calizas grainstone
encriníticas, oolíticas o bioclásticas. Aunque no aparezcan estos depósitos energéticos, la
somerización se hace evidente por el progresivo aumento de fragmentos de algas calcáreas

observado hacia el techo de los ciclos. Culminando el ciclo, e interpretados como depósitos
generados por la exposición subaérea de la plataforma tras una caída brusca del nivel del
mar, aparecen calizas nodulizadas (AP), a veces con tonalidades rojizas, formadas por
clastos de caliza entre finas partículas lutíticas.

Estos ciclos están muy bien representados en la S4 de Lois-Ciguera (tramo inferior

de la Fm Calizas de Bachende) (Fig. 4.13).

c) Ciclos submareales profundos: son ciclos formados en ambientes de plataforma


externa, talud o zonas de inter-mound, que pueden presentar una cantidad variable de
material terrígeno fino. Están constituidos por las siguientes facies (de muro a techo):

calizas micríticas peloidales (MP) o boundstone de Donezella (BDz), calizas mudstone/


wackestone con margas interestratificadas y abundantes nódulos de chert (MWB), calizas
espiculíticas (CE), calizas bioclásticas (GPB) y lutitas masivas (L), estas últimas

representando intervalos de inundación de la plataforma durante periodos de mar alto.


Todas ellas se han observado formando secuencias estratocrecientes.

Están muy bien representados en la secuencia 3 de Piedrafita-Lillo y en la 6 de


Lois-Ciguera (Fig. 4.9 y 4.18).

142
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

4.2.- SECUENCIAS T-R (3er/4º ORDEN)

4.2.1.- SECTOR DE PIEDRAFITA-LILLO

Secuencia 1 (Bashkiriense/Vereyense?)

Abarca todos los materiales de la Fm Fresnedo y presenta un espesor de varios


cientos de metros, aunque únicamente se han podido estudiar los últimos 165. Las malas
condiciones de afloramiento de estos materiales y su homogeneidad litológica, nos han

impedido determinar, con criterios objetivos y razonables, si representan una o varias


secuencias. Hemos considerado que forman, al menos, una de ellas, aunque como se
discutirá más adelante (aparatado 4.3 en este mismo capítulo), existen también criterios

razonables para pensar que representan un conjunto de secuencias.

Secuencia 2 (Vereyense)

Esta secuencia ocupa aproximadamente los 100 m inferiores de la Fm Levinco,


correspondientes al Basal complex I de Von Allmen (2006).

La superficie inferior de la secuencia es un nivel erosivo constituido por una


calcarenita (AE) y una grainstone oolítica (GO) con geometría canaliforme de hasta 3 m de
potencia, que constituye a su vez la base del cortejo transgresivo (superficie de máxima

regresión). La secuencia está integrada por, al menos, 5 ciclos de carácter somerizante


(Fig. 4. 9), cuyas potencias varían entre 32 y 12 m, siendo la media de 20,4 m. En el techo
del s2.1, en el afloramiento de la carretera de Camposolillo a Puebla de Lillo, se observa

una alteración púrpura-rojiza que posiblemente represente la alteración subaérea de la


plataforma durante una caída brusca del nivel del mar. El cortejo transgresivo de esta
secuencia varía fuertemente de espesor debido a su carácter erosivo e irregular,

aumentando su potencia hacia el W, donde se observan los términos basales de esta


secuencia correspondientes a las Calizas de Peña Redonda, en las que Salvador (1989)
y (1991) describió varias superficies de exposición subaérea. Estas superficies aparecen

únicamente en la parte inferior del cortejo transgresivo, algo que interpretamos como una
respuesta al aumento relativo del nivel del mar durante la transgresión.

143
Diego Corrochano Fernández

La superficie de máxima inundación marina, es decir, el tránsito de condiciones

transgresivas a regresivas, se ha establecido en el techo del ciclo s2.2, correspondiente al


ciclo carbonado con mayor potencia de facies submareales (Fig. 4.9), a partir del cual
todas las secuencias de orden menor que se observan presentan en su techo lutitas con

fauna marina, interpretadas como depósitos de prodelta asociados a episodios de


progradación deltaica. Un hecho que se observa en las facies carbonatadas del HST, es la
aparición de organismos típicos de aguas más profundas y de condiciones de mar abierto,

como son trilobites, braquiópodos y espículas de esponja silíceas.

Edad: una muestra de fusulínidos descrita en el trabajo de Van Ginkel (1987) otorga
a estos materiales una edad Vereyense inferior/Vereyense superior? Utilizando los valores
absolutos de edad propuestos en Gradstein et al. (2004) y Menning et al. (2006), la duración

de esta secuencia es de 0,33 ma y 0,5 ma respectivamente.

Secuencia 3 (Vereyense superior)

Está integrada por materiales de la parte media de Fm Levinco y equivale al Complex

II de de Von Allmen (2006). Tiene un espesor aproximado de 120 m (Fig. 4. 9).

La base de la secuencia se establece en una caliza packstone/grainstone con


abundantes oncoides y granos de cuarzo subangulosos, que se dispone sobre la secuencia
infrayacente de forma discordante en algunos de los afloramientos estudiados. El cortejo

transgresivo está formado por calizas bioclásticas (MWB) con estratificación ondulante a
gran escala (sección PL), que pasan lateralmente a calizas micríticas bioconstruidas (facies
MP y BDz) constituyendo la nucleación de mounds de hasta 90 m de altura (ver fig. 3.7).

En esta figura se puede observar como el mayor espesor y desarrollo de los biohermos se
produce en los dos primeros ciclos, cuando el espacio de acomodación generado durante
la transgresión es muy elevado.

La superficie de máxima inundación marina se ha establecido entre los ciclos 2 y 3,


donde además de registrarse estas variaciones de espesor, se observa un cambio de

tendencia estratodecreciente a estratocreciente; éste último tipo de tendencia es el


dominante durante todo el cortejo regresivo (ver sección PLM II).

144
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

SECUENCIA 2 y 3 (VEREYENSE INF./SUP.)


W 8 km E
VC

Exposición
subaérea
s3.11
RST
Límit
e de
secu
encia
PLM II

s3.10
?

s3.9-
s3.9 PA s3.10?
PL

RST
SECUENCIA 3 s3.8

s3.7

s3.6
s3.5

s3.4

s3.3

s3.2
20 m
VEREYENSE

s3.1
?
TST
Límite de secuencia
RST
0m

CO
GPCB s2.5

BDz
Cortejos ciclos de 5º
sedimentarios orden
MWB de las secuencias
GPB T-R
MP
SECUENCIA 2

GO
s2.4
BB
L
AGC, ALT, LR
s2.3
mfs

s2.2 TST

RST
s2.1

TST Límite de
secuencia

Fig. 4. 9. Secuencias 2 y 3 de Puebla de Lillo. CO, GPCB, BDz…etc: facies definidas (ver
capítulo 3). PLMII, PA, PL y VC secciones estratigráficas realizadas (ver anexos). s2.1, s2.2,
s2.3… etc: ciclos de 5º orden. Mfi: intervalo de máxima inundación marina. TST: cortejo
transgresivo, RST: cortejo regresivo de la secuencias de 4º orden.

145
Diego Corrochano Fernández

El cortejo regresivo (RST) de esta secuencia, está formado por dos tramos bien
diferenciados. El inferior es de naturaleza carbonatada y posee un carácter aparentemente

agradacional, algo motivado seguramente por la elevada subsidencia de la cuenca. La


ciclicidad de orden menor dentro del mismo, debido al carácter masivo y uniforme de las
calizas que lo forman (MP y BDz fundamentalmente), únicamente ha podido ser estudiada

en la sección PLMII, donde se han identificado 6 ciclos de orden menor, con espesores
que oscilan entre los 4 y los 22 m (Fig. 4. 11). Cada uno de ellos muestra una tendencia
estratocreciente y puede contener nódulos de chert tanto en el techo como en el muro de

los tramos carbonatados. Comienzan en la base con calizas depositadas en ambientes


submareales profundos (BDz fundamentalmente), que pasan a techo a lutitas de plataforma
siliciclástica (L), azoicas y con una leve laminación paralela (ciclos submareales profundos).

El tramo superior, formado por al menos 3 ciclos de orden menor, es de naturaleza

siliciclástica y muestra un carácter progradante. Este tramo ha sido estudiado en detalle


en la sección VC, ya que en la sección LC aparece parcialmente erosionado; está integrado
por una sucesión siliciclástica, formada por lutitas y areniscas de grano medio/grueso en
secuencias granocrecientes, con abundantes restos vegetales flotados y ripples de corriente.

La parte superior del tramo está compuesta por un nivel de litarenitas con ripples de oleaje,
que terminan con un intervalo de 60 cm de limos de color marrón-rojizo, de aspecto muy
desorganizado, que interpretamos como un paleosuelo originado por la exposición subaérea

de la plataforma (facies LR). En la sección PA también se ha observado este nivel de limos


marrón-rojizos, pero en este caso éstos se apoyan directamente sobre las calizas masivas
basales de la Fm Levinco, indicando que este tramo terrígeno superior de la secuencia

tiene una extensión lateral relativamente reducida, registrándose únicamente en las partes
más occidentales del sector Piedrafita-Lillo.

Edad: datos aportados Van Ginkel (1987) y muestras recogidas en este trabajo,
otorgan a estos materiales una edad Vereyense superior. Utilizando los valores absolutos

de edad propuestos en Gradstein et al. (2004) y Menning et al. (2006), la duración de esta
secuencia es de aproximadamente 0,3 ma y 0,5 ma, respectivamente.

146
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Secuencia 4 (límite Vereyense-Kashiriense/Kashiriense inferior)

Está integrada aproximadamente por el tercio superior de la Fm Levinco y buena


parte de la Fm Llanón (300 m aproximadamente), con un espesor total que varía desde

650 m en la zona occidental del sector, a 400 m en las cercanías de Puebla de Lillo (Fig. 4.
10).

El cortejo basal transgresivo se apoya sobre la superficie de exposición subaérea


infrayacente y comienza con una caliza grainstone oolítica (GO) de hasta 3 m de espesor.

Éste está formado por un conjunto de ciclos mixtos y carbonatados de carácter


granocreciente y somerizante, formados de muro a techo por: calizas micríticas de color
oscuro con estratificación pseudonodulosa y abundantes nódulos de chert (MWB), calizas

micríticas bioconstruidas (MP), calizas grainstone oolíticas con estratificación cruzada en


surco (GO), calizas esqueléticas (GPB) y brechas calcáreas (BB). Es frecuente que el
techo de estos ciclos aparezca nodulizado y enrojecido, debido probablemente a la

alteración producida por las exposiciones subaéreas de la plataforma durante la ciclcicidad


de alta frecuencia.

El cortejo regresivo está constituido por dos tramos diferentes: uno inferior, formado
por una sucesión de ciclos mixtos y otro superior, de naturaleza esencialmente siliciclástica.
El tránsito entre ambos es más o menos gradual, desapareciendo progresivamente los

carbonatos hacia el techo. Los sedimentos siliciclásticos superiores contienen una serie
de secuencias granocrecientes de lutitas pardas, bioturbadas, con restos vegetales y
litarenitas en niveles centimétricos, con ripples de corriente u oleaje. También se observan

una serie de secuencias granodecrecientes de litarenitas, con potencia métrica a


decamétrica, estratificación cruzada en surco y planar, bases erosivas y cantos blandos
en la base. En las cercanías de la Ermita de Peragúas, se puede observar un buen ejemplo

de estos depósitos, reconociéndose dos estratos de arenisca de grano grueso a fino, de


unos 10 m de espesor cada uno, intercaladas entre lutitas muy bioturbadas y con abundantes
restos vegetales. Posiblemente estos depósitos coincidan lateralmente con las llamadas

“Micropudingas de Llanón” diferenciadas en las partes centrales de la Cuenca.

147
6 km 2,5 km
W

148
VC RY
s5.18
RST s5.18

2,4 km 1 km
s5.17 E
s5.17
s5.16

s5.16 LC
ABR
mfi? s5.15 s5.15
s5.14 LCII
+15 s5.14
s5.14
s5.13
s5.13 s5.12 s5.13
s5.12
s5.11 s5.10+
Diego Corrochano Fernández

s5.11

SECUENCIA 5
s5.10 s5.11
s5.8+9 s5.8+9
? s5.7 s5.8
s5.7
s5.7 s5.5+s5.6
s5.5
s5.4
s5.4
s5.3

(Kashiriense inferior/Podolskiense)
s5.5+ s5.3
s5.6 s5.2
TST s5.1 s5.1+
s5.2
s5.4 Límite de secuen
cia
s5.3
s5.2 RST
s5.1
s4.14 s4.14
s4.13+
s4.14

s4.13
100 m
s4.12
s4.12
s4.11
s4.11 s4.13
s4.8-s4.10
mfi? s4.10
s4.7

SECUENCIA 4
s4.6 s4.9
0m
s4.3+s4.4 s4.8
+s4.5
s4.2 s4.7
s4.12
s4.1 s4.6

(Vereyense/Kashiriense inferior)
s4.11
s4.5
s4.4
s4.3
s4.2 s4.8-10
TST s4.1
GO BB s4.7

GPCB s4.6
B Límit
e de
MP secu
MWB L encia s4.5

GPB AGC, ALT, LR s4.2

s4.1

Fig. 4. 10. Secuencias 4 y 5 de Piedrafita-Lillo. Ver Fig. 4.9 para la leyenda y las diferentes abreviaturas.
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

La secuencia 4 está integrada por 14 ciclos de 5º orden, con un espesor medio de


18 m (n=52), alcanzándose los máximos espesores en los ciclos siliciclásticos del cortejo

regresivo (hasta 144 m en el ciclo s4.13) (ver Figs. 4. 10 y Fig. 4. 11).

Edad: muestras recogidas en este trabajo y en el de Van Ginkel (1987) otorgan a


estos materiales una edad comprendida entre el límite Vereyense-Kashiriense y Kashiriense
Inferior. Para intentar evitar errores en el cálculo de la duración de esta secuencia, se va a

tomar como valor absoluto únicamente el Kashiriense inferior, por lo que probablemente
los resultados son valores subestimados. De esta manera, utilizando los valores absolutos
de edad propuestos en Gradstein et al. (2004) y Menning et al. (2006), la duración de la

secuencia es de aproximadamente 1 ma y 1,25 ma.

Secuencia 5 (Kashiriense Sup.?/Podolskiense)

Está integrada por materiales de la Fm Llanón y la Fm Tendeyón, presentando un

espesor de más de 300 m.

El límite inferior de la secuencia se localiza en una superficie de exposición subaérea


situada en el techo del ciclo s4.14 de la secuencia infrayacente (Fig. 4.10), que marca
además el tránsito de una sedimentación siliciclástica a una sedimentación de carácter

mixto. El cortejo transgresivo, en el que se registra un enriquecimiento progresivo de calizas


hacia el techo, está formado por dos tramos diferenciados. El inferior está integrado por al
menos 9 ciclos de naturaleza terrígena y carbonatada, en los que abundan lutitas (L),

areniscas (AGC, ALT, APH) y calizas grainstone oolíticas (GO) y bioclásticas (GPB). Es
común observar en los ciclos basales lutitas con niveles dispersos de concentración de
fauna marina, fundamentalmente moluscos de concha fina, e intercalaciones de limolitas,

litarenitas y capas de carbón de escasa entidad, que suelen tener asociadas la presencia
de raices. Los dos últimos ciclos de este tramo están caracterizados por la sedimentación
carbonatada y por presentar en el techo superficies de exposición subaéreas.

El tramo superior contiene una serie de ciclos eminentemente carbonatados


(miembro Caliza de la Cervatina) que aumentan de espesor hacia el techo, posiblemente

149
150
SECTOR PIEDRAFITA-LILLO
Número Sección Número Secciones estratigráf. Número Secciones estratigráficas Media
Número Secciones estratigráficas Media
de ciclo PL de ciclo PLMII VC de ciclo VC RY ABR LCII LC (m)
de ciclo VC RY ABR LC (m)
s2.1 12 s3.1 17,5 s5.1 7 3 1 7,5 4,6
s4.1 15 14,5 6 11,8
s2.2 25 s3.2 4,5 s5.2 16 30 8 7,5 15,4
s4.2 12 7 21 13,3
s2.3 17 s3.3 22 s5.3 10 16 30 7 15,8
s4.3 9,3 7,5 2,5 6,4
s2.4 16 s3.4 12 s5.4 7 6 4 23 10,0
s4.4 9,3 8 2,5 6,6
s2.5 32 s3.5 7 s5.5 49 14 14 14 22,8
s4.5 9,3 8 23 13,4
s3.6 4 s5.6 17,5 17 14 6 13 13,5
s4.6 12 27 14 17,7
Espesor total 102 s3.7 10 s5.7 17,5 6 10 3 11 9,5
s4.7 15 17 33 21,7
Media total (n=5) 20,4 s3.8 9 s5.8 5 3 2,5 8,5 9 5,6
s4.8 5 18 12,6 11,9
s3.9 24 s5.9 5 2 2,5 5,5 6 4,2
s4.9 5 5 12,6 7,5
s3.10 22 s5.10 3 5 4 5 11,5 5,7
s4.10 5 34 12,6 17,2
s3.11 10 s5.11 8 16 20 10 11,5 13,1
s4.11 26 12 10 16,0
s5.12 14 7 14 4 9 9,6
s4.12 37 18 25 26,7
Espesor total 86 56 s5.13 10 26 7 16 15 14,8
s4.13 34 43 144 73,7
Espesor medio (n=8) 10,75 (n=3) 18,6 s5.14 25 11 7 12 13,8
s4.14 34 79 43 93 62,3
Media total (n=11) 12,9 s5.15 25 11 17 21 18,5
Espesor total 227,9 298 43 411,8
s5.16 27 30 16 24,3
Espesor medio (n=14) 13,6 (n=14) 21,3 (n=1) 43 (n=14) 29,4
s5.17 42,5 62 52,3
Media total (n=43) 22,9 m
s5.18 41,5 46 43,8
Diego Corrochano Fernández

Espesor total 330 311 171 58 178


Espesor medio (n=18) 18,3 (n=18) 17,3 (n=16) 10,7 (n=8) 7,25 (n=15) 11,9
Media total (n=75) 14 m

SECTOR LOIS CIGUERA


Número Sección Número Sección Número Secciones estratigráficas Media Número de Secciones estratigráficas Media
de ciclos PN de ciclos PN de ciclo PTL PNB BI3 BI2 LT1 BI1 BM3 BM2 (m) ciclo BM1 BM3 BM2 LTII (m)
s2-1 24 s3-1 4 s4-1 7 10,5 8,8 s5-1 4 9 8 7,0
s2-2 21 s3-2 21 s4-2 18 29,5 3 3 13,4 s5-2 4 4 2 5,5 3,9
s2-3 19 s3-3 12 s4-3 9 6,5 10 20 10 11,1 s5-3 4 3 3 6,5 4,1
s2-4 14 s3-4 33,5 s4-4 7 6,5 8 7,5 17 9,2 s5-4 4 3 2 3 3,0
s2-5 25 s3-5 40,7 s4-5 14 18,5 4 17 9,3 12,6 s5-5 6 4 4 4,5 4,6
s3-6 40,7 s4-6 12 18,5 5,5 27 9,3 14,5 s5-6 5,5 5 7 9 6,6
Espesor total 103 s4-7 28 22 5,5 16 9,3 16,2 s5-7 5,5 3 7 13,5 7,3
Espesor total 151,9 s4-8 22 17 21 13,5 35 27 22,6 s5-8 9 5 10 13 9,3
Espesor medio (n=5) 20,6 s4-9 19 6 31 5 3,5 23 14,6 s5-9 8 5 16 12 10,3
Espesor medio (n=6) 25,3 s4-10 11 11,0 s5-10 8 8 18 10 11,0
s4-11 12 10 15 12 12,5 12,3 s5-11 6 15 6 10 9,3
s5-12 6 6 6 10 7,0
s4-12 15 17,5 18 28 7,5 19,6
s5-13 11 10 11 10,7
s4-13 13 17,5 13 8 14,5
s5-14 55 38 14 35,7
s4-14 45 22 27,5 27 30,4 s5-15 29 40 21 30,0
s4-15 6 6,5 5 5,8 s5-16 22 19 21 20,7
s5-17 9 3 7 6,3
Espesor Total 176 231 88 62,5 129 179,9 34 60
Espesor medio (n=12) 14,6 m (n=14) 16,5 m (n=8) 11 m (n=5) 12,5 (n=8) 16,1 (n=11) 13,3) (n=2) 17 (n=5) 12 Espesor Total 196 180 163 97
Media total (n=65) 14,7 m
Espesor medio 24,0 21,7 19,8 17,1

Media total (n=62) 11 m

Número de Secciones estratigráficas Media Número Secciones estratigráficas Media


Número Sección Sección Media
ciclo TLA1 TLA3 BM2 BM3 BM1 (m) de ciclos AN1 AN2 LS BS4 BS1 BS2 (m)
de ciclos C1 C2 (m)
s6-1 6 3,5 7 5,5 s7-1 3 22 3 10 9,5
s8-1 12,5 10 11,3
s6-2 12,5 20 20 17,5 s7-2 11 19 1,5 10,5
s8-2 10,5 4 7,3
s6-3 9 10 9,5 s7-3 5 5 4 4,7
s8-3 7 9 8,0
s6-4 10 5 10 8,3 s7-4 2 2
s8-4 13 5 9,0
s6-5 19,5 19,5 s7-5 2,5 10 6,25
s8-5 4 3,3 3,7
s6-6 7,5 7,5 s7-6 16 16
s8-6 9 3,3 6,2
s6-7 6 6,0 s7-7 29,5 29,5
s8-7 2 3,3 2,7
s6-8 12 12,0 s7-8 12 12
s6-9 15 15,0 s7-9 19 19
Espesor total 58 37,9
cubierto 7,2 s7-10 7 7
Espesor medio (n=14) 6,85
cubierto 7,2 s7-11 7 7
s6-12 3 3,0 s7-12 15 15
s6-13 3,5 3,5 s7-13 6 6
s6-14 4 4,0 s7-14 5,5 5,5
s6-15 11 11,0 s7-15 17 17
s6-16 6,5 6,5 cubierto 13,2 13,2
s6-17 1,5 1,5 cubierto 13,2 13,2
s6-18 8,5 8,5 s7-18 8 8
s6-19 11 11,0 s7-19 15 15
s6-20 5,5 5,5 s7-20 7 7
s7-21 8 8
Espesor Total 70 54,5 18,5 37,5 47 s7-22 14 14
s7-23 45 45
Espesor medio 20,0 6 9,25 9,4 11,75 s7-24 13 13

Media total (n=25) 7,2 m Espesor total 272,9 28 27 27,5


Espesor medio (n=18) 15,1 (n=4) 7 (n=3) 9 (n=3) 9,1 3 10
Media total (n=31)) 11,5 m
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

número de ciclo

sb
s5.16

s5.11

s5.6

s5.1 sb

s3.11

s4.5

s3.11 sb
A. SECTOR
s3.6 PIEDRAFITA-LILLO

s3.1 sb

s2.1
0 10 20 30 40 50 60 70 80

espesor medio (m)


número de ciclo

s8-4
sb
s7-22

s7-16

s7-10

s7-4
sb
s6-18

s6-12

s6-6

s5-17 sb B. SECTOR
LOIS-CIGUERA
s5-11

s5-5
sb
s4-14

s4-8

s4-2 sb

s3-2 sb
s2-1
0 10 20 30 40 50

espesor medio (m)

Fig. 4. 11 (página contraria) y continuación de Fig.4 .11. Tablas e histogramas que muestran los resultados
del análisis cuantitativo del espesor de los ciclos de 5º orden en los sectores Piedrafita-Lillo y Lois-
Ciguera. En la tabla de la secuencia 4 de Lois-Ciguera, la doble raya entre ciclos marca superficies
interpretadas como exposiciones subaéreas de la plataforma. Los datos de espesor medio han sido
representados en histogramas que facilitan su interpretación visual. Nótese como los límites de las
secuencias T-R (sb) suelen coincidir con transiciones muy bruscas en el espesor de los ciclos (ciclos
carbonatados transgresivos por encima de ciclos siliciclásticos regresivos). Nótese además como el
espesor de los ciclos en Piedrafita-Lillo es mayor que en Lois-Ciguera, debido probablemente a su
posición paleogeográfica más proximal respecto a los aportes desde el continente.

151
Diego Corrochano Fernández

reflejando el progresivo incremento en el espacio de acomodación durante la transgresión.

En su base aparece un nivel de chert muy continuo cartográficamente que ha sido utilizado,
junto las superficies de exposición de los 2 ciclos infrayacentes, como niveles guía a la
hora de elaborar las correlaciones estratigráficas. Las calizas que integran el tramo están

constituidas por una alternancia de texturas wackestone, packstone y calizas micríticas


peloidales (MP), formando las últimas mounds con potencias variables. Este nivel calcáreo
tiene una continuidad lateral bastante alta (al menos continúa 23 km hacia el W, donde

aflora en las cercanías del pico Faro) y seguramente corresponda con el nivel transgresivo
de la denominada Caliza de la Pumarada descrita en partes centrales de la Cuenca
Carbonífera Central.

El intervalo de máxima inundación marina se localiza en el techo del ciclo carbonatado

más potente. El cortejo regresivo está formado por una serie de lutitas con intercalaciones
de calizas mudstone/wackestone oscuras y litarenitas de grano fino/medio con ripples de
corriente y oleaje. Progresivamente van desapareciendo hacia el techo las finas

intercalaciones carbonatadas, y son sustituidas en la parte alta de la secuencia por litarenitas


de grano medio con estratificación cruzada planar formando tramos con espesores de
hasta 20 m.

Toda la secuencia está formada por al menos 18 ciclos de orden menor (4º/5º orden),
con un espesor medio de 14 m (n=75) (Fig. 4. 11).

Edad: Datos aportados por Van Ginkel (1987) y procedentes de muestras recogidas

en este trabajo y otorgan a estos materiales una edad Kashiriense inferior-superior? Van
Ginkel (1987) recogió una muestra justo al techo de la Caliza de la Cervatina sugiriendo
que podría representar el tránsito entre el Kashiriense/Podolskiense. Utilizando los valores

absolutos de edad propuestos en Gradstein et al. (2004) y Menning et al. (2006), e


interpolando el valor medio de la duración de los ciclos carbonatados a los siliciclásticos,
esta secuencia representa un intervalo de tiempo de aproximadamente 1,2 ma y 1,5 ma,

siendo la duración de los ciclos de 5º orden de 55 ka y 69 ka respectivamente (n=18).

152
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Secuencia 6 (Podolskiense)

Está formada por al menos 230 m de intercalaciones de terrígenos y carbonatos


atribuidos a la Fm Tendeyón. Debido a las malas condiciones de afloramiento de estos
materiales, no hemos podido realizar un análisis secuencial de detalle de la ciclicidad de

orden menor. La secuencia está integrada por un conjunto de estratos carbonatados


intercalados en una serie eminentemente siliciclástica (ciclos mixtos). Las calizas presentan
texturas wackestone bioclásticas con estratificación pseudonodulosa (MWB), bafflestone

de algas calcáreas (B), calizas bioclásticas (GPB) y boundstone micríticas (MP), formando
muchas veces ciclos granocrecientes y somerizantes. En el techo de la secuencia, es
común la presencia de capas de carbón (ver Aller, 1986).

Edad: una muestra recogida en la parte media de la secuencia, indica una edad
Podolskiense.

4.2.2.- SECTOR LOIS-CIGUERA

Secuencia 1 (Bashkiriense/Vereyense?)

El nombre de “Secuencia 1” se utiliza para agrupar todos los materiales de la Fm


Calizas de Yordas y la Fm Lutitas de Lois. Al igual que en el sector Piedrafita-Lillo, las

malas condiciones de afloramiento de estos materiales y su homogeneidad litológica, nos


han impedido determinar, con criterios objetivos y razonables, si representan una o varias
secuencias. Hemos considerado que forman, al menos, una de ellas, aunque como se

discutirá más adelante (aparatado 4.3), también existen también criterios razonables para
pensar que representan un conjunto de secuencias.

Secuencia 2 (Vereyense sup./Kashiriense inf?)

Su contacto basal no está expuesto, por lo que no se ha podido estudiar el tránsito


entre esta secuencia y la infrayacente. Está formada por materiales de la Fm Peña Neblera

y presenta una potencia de al menos 180 m. Únicamente se ha observado en las cercanías


del pico Peña Neblera, zona altamente afectada por la falla de Solle. Sólo se ha podido
reconocer un ciclo, de carácter somerizante y granocreciente, formando parte del cortejo

153
Diego Corrochano Fernández

transgresivo de la secuencia. El intervalo s.3.5

de máxima inundación marina, se ha


situado en la base del ciclo s2.2, formado
por acumulaciones de algas calcáreas y

crinoideos (facies B y GPCB). El cortejo


s3.4
regresivo está formado por 4 ciclos
transgresivos-regresivos, algunos de los

SECUENCIA 2 Y SECUENCIA 3 (VEREYENSE/KASHIRIENSE INFERIOR)


cuales son de naturaleza terrígena y s3.3

carbonatada (Fig. 4. 12). Las facies más


abundantes son lutitas (L), calizas oolíticas s3.2

(GO), bioclásticas (GPB) y micríticas


(MWB), brechas calcáreas (BB y BL) y
s3.1 TST
Límite de
bioconstrucciones de algas filoides y HST secuencia

dasicladáceas (BF y BD).


s2.5

Edad: una muestra recogida en la

secuencia suprayacente, indica una edad


s2.4
Vereyense superior/Kashiriense inferior, por
50m

lo que estos materiales seguramente

representen parte del Vereyense. Debido


a que no se han podido estudiar los ciclos
s2.3
inferiores de la secuencia, su duración

aproximada no ha podido ser calculada.

*
s2.2 L
mfi AGC, ALT
BF, BD
s2.1
BB
GPB
MWB
Q
Fig. 4. 12. Secuencias 2 y 3 de Lois-Ciguera. GO
TST GPCB
Ver Fig. 4.9 para la leyenda y las diferentes
0m

LÍMITE DE SECUENCIA?
abreviaturas.

154
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Secuencia 3 (Vereyense sup./Kashiriense inf.)

Aflora también únicamente en las cercanías de Peña Neblera. Sólo se observa el


cortejo transgresivo de la secuencia ya que la parte superior regresiva de la misma, se

encuentra afectada por la falla de Solle (Fig. 4. 12). Está formado por al menos 4 secuencias
de orden menor, integradas por material carbonatado, donde abundan calizas grainstone
oolíticas y bioclásticas (GO, GPB), micríticas (MWB) y micríticas bioconstruidas (MP),

formando ciclos de carácter somerizante y granocreciente. En conjunto forman una


secuencia claramente estratocreciente (atribuida al aumento del espacio de acomodación
durante la transgresión), presentando los ciclos carbonatados una potencia media de 17,6

m. Por encima de estos materiales carbonatados existe un tramo no visible de 78 m, que


seguramente corresponda a materiales lutíticos acumulados durante la progradación de
cuñas deltaicas durante el mar alto.

Edad: se ha recogido una muestra en la parte media de la secuencia, que


proporciona una edad Vereyense superior/Kashiriense inferior. Al igual que en la secuencia

infrayacente, la falta de datos bioestratigráficos nos ha impedido estimar su duración.

Secuencia 4 (Kashiriense superior/Podolskiense)

Tiene una potencia aproximada de 220 m y es eminentemente carbonatada, aunque


en su parte superior contiene una intercalación terrígena de hasta 45 m de espesor (Fig. 4.
13). Está representada por materiales del miembro inferior y medio de la Fm Calizas de

Bachende, los cuales, por lo general, ofrecen buenas condiciones de afloramiento, algo
que ha permitido un estudio y una correlación detallada ciclo por ciclo. Hay que llamar la
atención, que entre esta secuencia y la infrayacente, existe un intervalo de tiempo del que

probablemente no se disponga registro sedimentario, debido, como se ha comentado


anteriormente, al biselamiento producido por la falla de Solle.

De esta manera, las partes más basales de esta secuencia no han podido ser
estudiadas. El cortejo transgresivo está formado por, al menos, 8 ciclos de alta frecuencia;
en su base abundan una serie de bancos oolíticos y bioclásticos, con estratificación cruzada

155
156
SECUENCIA 4 (KASHIRIENSE SUPERIOR/PODOLSKIENSE INFERIOR)

NW
¿6 km? 10 km SE
HACIA MARGEN DE PLATAFORMA
Falla de
Solle BI
¿PN? s4-15

s4-15 s4-15 BI3 LÍMITE DE SECUENCIA


Diego Corrochano Fernández

HST
s4-14
s4-14 PTL
s4-14 BI2
s4-13 s4-13
s4-13
s4-12 s4-12
s4-12 s4-12
s4-11
s4-11 s4-11 s4-10
LT
s4-11
s4-10 s4-9
s4-9 s4-9 BI3
s4-9 s4-9
s4-8 s4-8
s4-8 100 m
s4-7 s4-8 s4-8 s4-7
s4-7
s4-6
s4-6 s4-7+s4-6
s4-6
s4-5
s4-5 s4-5
s4-4 s4-5
s4-4 s4-4
s4-3 s4-4
s4-3 s4-3
s4-2 s4-2 s4-3
s4-2
s4-1 s4-2
TST s4-1 0m
LÍMITE DE SECUENCIA?

GO GPCB L B MP

MWB+CE GPB AGC, ALT BB PGP

Fig. 4. 13. Secuencia 4 de Lois-Ciguera.


Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

W 4,6 Km E N 2,75 Km S

BI1

BI3
PTL
s4.12

s4.12
s
s
EXP
s4.11

EXP

s4.11
10 m EXP
s4.9

EXP

s4.10
0m

EXP

s4.9
Fig. 4. 14. Detalle de los ciclos s4.9, s4.10 y s4.11 y s4.12. Nótese la variabilidad lateral de facies
observada en cada ciclo y la escasa continuidad del ciclo s4.10. Estas variaciones se atribuyen
fundamentalmente a la topografía irregular del fondo marino debido al desarrollo de pequeños mounds
(facies MP). Se indican también los intervalos identificados como superficies de exposición subaérea
de la plataforma (EXP).

a gran escala y de carácter estratocreciente (ver lámina 3.4.c). Por encima, en todas las
secciones estudiadas, se observa una progresiva profundización de los ambientes
sedimentarios, pasando de ciclos con abundantes facies energéticas (PGP, GPB) a ciclos

con predominio de facies submareales profundas (MP y MWB).

El intervalo de máxima inundación se localiza en el ciclo s4.9. Se trata de un intervalo


lutítico de color gris-verdoso y de escasos centímetros de espesor, que presenta por encima
un nivel de hasta varios metros de espesor, muy continuo cartográficamente, de calizas

muy ricas en nódulos de chert. Lateralmente, este mismo nivel pasa a una brecha calcárea
muy rica también en nódulos de chert. Por encima de este intervalo, se observa como el
RST está formado por dos tramos diferentes. El inferior es de naturaleza carbonatada y

está compuesto por, al menos, 5 ciclos de 5º orden, que presentan aparentemente un

157
Diego Corrochano Fernández

carácter agradacional y con un predominio de calizas micríticas bioconstruidas (MP).

Sobre él, aparece un tramo siliciclástico interpretado como la progradación cuerpos deltaicos
durante las últimas etapas del cortejo regresivo.

Al contrario de lo que se ha observado en otras secuencias, las superficies de


exposición subaérea en el techo de los ciclos se distribuyen de manera aleatoria a lo largo

de la secuencia, teniendo más continuidad lateral, o al menos una mayor expresión, durante
el cortejo regresivo.

En esta secuencia se diferencian 15 ciclos de menor orden con una potencia media
de 14,67 m (n=65) (Fig. 4. 11). Los ciclos, en función de su posición dentro de la plataforma,

varían de submareales a ciclos de alta energía. Suelen aparecer de forma incompleta, e


incluso llegar a desaparecer lateralmente, como ocurre con el ciclo s4.10 (Fig. 4.14). En la
sección BI1 se pueden observar varias de éstas secuencias relativamente completas (Fig.

4. 15).

S4-9 S4-8
5
S4-14+15 S4-12 S4-11
S4-13 S4-10 S4-7/6/5
S5-16+17
S7 S5-15 S5-14
S5-13
S5-3+12
S5-1+2

158
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Edad: una amplia cantidad de muestras, recogidas tanto en este trabajo como en
otros anteriores (ver anexo bioestratigráfico), indican una edad Kashiriense sup./
Podolskiense inf., coincidiendo el límite entre ambos entre los ciclos s4.8 y s4.9 (intervalo

de máxima inundación definido). De esta manera, utilizando los valores absolutos de edad
propuestos en Gradstein et al. (2004) y Menning et al. (2006), su duración es de
aproximadamente 0,92 ma y 1,33 ma respectivamente.

Secuencia 5 (Podolskiense inferior/Podolskiense superior)

Tiene un espesor medio de 200 m y está formada por materiales del miembro

medio de la Fm Calizas de Bachende (Fig. 4. 16). El cortejo transgresivo comienza con


una grainstone oolítica de hasta 30 cm de espesor, con base muy erosiva e irregular,
seguida de calizas bioclásticas tableadas y pseudonodulosas (GPB y MWB) en secuencias

granodecrecientes y bafflestone de algas filoides y dasicladáceas (BF y BD).

El intervalo de máxima inundación marina está formado por un tramo de varios

metros de espesor de calizas micriticas tableadas, negras, ricas en materia orgánica y


espículas de esponja silíceas (facies CE).

El cortejo regresivo está integrado por dos tramos diferentes. El primero de ellos
es de naturaleza carbonatada y está formado por 5 ciclos de alta frecuencia, donde

predominan calizas micríticas biocontruidas (MP). El tramo superior de este cortejo lo


forman una serie de alternancias de terrígenos y carbonatos, que constituyen, al menos 5
ciclos mixtos de carácter transgresivo-regresivo.

La secuencia 5, como se ha descrito anteriormente, está integrada en su totalidad

por 17 ciclos de orden menor, con un espesor medio de 11 m (n=50), que oscilan entre los
2 y los 55 m.

Fig. 4. 15. (página contraria) Fotografía de un corte donde se observan las secuencias 4 y 5 de
Lois-Ciguera. A la derecha (S4) se puede apreciar la ciclicidad carbonatada de 5º orden,
observable a escala de afloramiento debido a la alternancia de calizas masivas y tableadas. A la
izquierda aparece la S5, caracterizada en el sector Lois-Ciguera por contener ciclos carbonatados
en la parte inferior y mixtos en la superior.

159
160
SECUENCIA 5 y 6: PODOLSKIENSE/MYACHKOVIENSE
S/SW
N 1,85 km 6 km
NE
0,5 km
BM1
BM3
s6-4 s6-4
s6-3 s6-3
S6 BM2
TST s6-2
s6.2
FSST+LST s6-1

SECUENCIA 6
s6.1
Diego Corrochano Fernández

s5-17 Límite de secuencia s5-17


RST
s5-16 s5-16

s5-15
s5-15

LTII
S5 s5-14
s5-14
s5-13 s5-10/s5-13
100 m

s5-12
s5-11

SECUENCIA 5
s5-13
s5-9
s5-12
s5-11 s5-10
s5-10 s5-8
s5-9
s5-9
s5-8 s5-7
s5-8
mfi s5-7
s5-7 s5-6
s5-6 s5-6
s5-5 s5-5
s5-5 s5-4 s5-3 s5-4
s5-4/ s5-2 s5-3
TST s5-2 s5-1
s5-1 Límite de secuencia s5-2
s4-15
s4-14 PGP L
MWB+CE
0m

AGC, ALT
GO BF, BD, BC
Mg M W P G R B Mg M W P G R B Mg M W P G R B
GPCB GPB+CO
L f m g mg C L f m g mg C L f m g mg C
a a a

Fig. 4.16. Secuencia 5 de Lois-Ciguera.


Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Edad: las muestras recogidas en este trabajo y los datos presentados por Barba et
al. (1991), sugieren una edad Podolsliense inferior/Podolskiense superior. Utilizando los

valores absolutos de edad propuestos en Gradstein et al. (2004) y Menning et al. (2006),
su duración es de aproximadamente 0,26 ma y 0,5 ma, respectivamente.

Secuencia 6 (Podolskiense Superior/ Podolskiense Superior -Myachkoviense)

Es eminentemente carbonatada y presenta una potencia de hasta 150 m, aunque


se puede acuñar lateralmente en unos pocos cientos de metros hasta desaparecer
(Corrochano et al. 2009) (Fig. 4. 17 y 4.18).

El límite inferior de la secuencia se establece en una superficie muy nodulizada y

erosiva que aparece en el techo del último ciclo mixto de la secuencia infrayacente (ciclo
s4.17). Sobre esta superficie se apoya directamente un tramo de areniscas de grano fino/
medio de aproximadamente 4 m de potencia con estratificación cruzada en surco. Por

encima aparecen una serie de ciclos transgresivos-regresivos similares a los de la secuencia

Agradación?
(AS=CP)
(HST) Cuerpos deltaicos
progradantes (HST)
RST

Caliza transgresiva
S6

(TST)
TST
RST
Superficie transgresiva
(Límite de Secuencia T-R)

Cuña siliciclástica
S5

( FSST+LST)

TST
Superficie erosiva
Reducción del espesor (Límite de Secuencia de
de los ciclos hacia el techo. Depósito)
Clinoformas progradantes
(AS<CP)
(TST)

Fig. 4. 17. Corte esquemático de un afloramiento (representado también en la Fig. 3.8) de la secuencia
6. A la izquierda de la imagen se indican los cortejos de las secuencias Transgresivas-Regresivas 6
y 7 (TRT y RST). En la figura se indican también los cortejos y superficies utilizadas en el
reconocimiento de las secuencias deposicionales. AS: espacio de acomodación. CP: producción de
carbonato.

161
Diego Corrochano Fernández

N
4,5 km
S
Sinclinal de Lois Sinclinal de Ciguera Sinclinal de Anciles Yacimiento de Salamón

AN1

HST

SECUENCIA 6 y SECUENCIA 7

SR

SECUENCIA 7
AN2
LS

SS-14
MYACHKOVIENSE INF.

SECUENCIA 7
mfi?

BS4
TST TLA3 + +
BS2 +
BS1
Límite de ?
FSST s7-1
+LST BS3 secuencia
s6-20
RST s6-19
s6-18
SECUENCIA 4

s6-16
PODOLSKIENSE SUP.

s6-15
s6-14
100 m s6-13
s6-12
mfi? TLA1
MP
L s6-9
AGC, ALT,
SECUENCIA 6

AM,AGD
s6-8
MWB
s6-7
GO
s6-6
BF, BD
GPB+CO s6-5
GPCB
BB, BL s6-4
+ + Dique TST cia
+
en
ecu
s
0m de
ite
m

Fig. 4.18. Secuencias 6 y 7 de Lois-Ciguera.

162
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

anterior, formados por una parte inferior de calizas y otra superior de naturaleza terrígena.

Hacia el techo pasan a un intervalo carbonatado, cuyos estratos presentan secuencias


estratodecrecientes, algo que interpretamos como respuesta a la reducción del espacio de
acomodación durante el ciclo estático de 3er orden.

El intervalo de máxima inundación se establece en los ciclos s6.10 y s6.11, donde


aparecen intercalaciones lutíticas y de calizas bafflestone de algas filoides asociadas.

El cortejo regresivo está formado por una sucesión monótona de calizas micríticas

bioconstruidas de unos 60 m de potencia (facies MP).

En total, la secuencia 6 está integrada por 20 ciclos de orden menor, con un espesor
medio de 7,2 m (n=25).

Edad: las muestras recogidas en este trabajo indican una edad entre el Podolskiense
superior y el límite Podolskiense superior/Myachkoviense, localizándose el tránsito entre

ambos en la Arenisca de Bachende. Utilizando los valores absolutos de edad propuestos


en Gradstein et al. (2004) y Menning et al. (2006), su duración es de aproximadamente
0,26 ma y 0,5 ma respectivamente.

Secuencia 7 (Myachkoviense inf.)

Sobre las calizas superiores de la secuencia anterior, aparece de forma bastante


continua un nivel de Cannel Coal (Isabel Suárez Ruiz, comunicación personal). Se trata de

un carbón sapropélico rico en esporas y de origen lacustre, que pasa lateralmente a un


tramo de de hasta 20 m de litarenitas con potencia muy variable, estructuras de corriente y
fragmentos de carbón (Arenisca de Bachende), que se disponen de forma neta, y a veces

erosiva, sobre las calizas. Estos materiales son interpretados como depósitos generados
durante estadios de mar bajo (constituyen el FSST y LST de las Secuencias de Depósito,
Fig. 4.17). Además, como se verá más adelante, coinciden aproximadamente con el mínimo

de espacio de acomodación disponible en el conjunto de secuencias de orden mayor (ver


Fig. 4. 23).

163
Diego Corrochano Fernández

El cortejo transgresivo comienza con una caliza basal, de 5-20 m de potencia,


formada por calizas micríticas y acumulaciones de algas filoides, dasicladáceas y esponjas
calcáreas. Por encima se dispone un tramo eminentemente siliciclástico, de unos 300 m

de espesor, formado por lutitas de color gris-pardo, bioturbadas, con abundantes nódulos
de siderita, restos vegetales, niveles carbonosos dispersos e intercalaciones centimétricas
de limos y litarenitas de grano fino-medio con laminación paralela y ripples (Fm Lutitas y

areniscas de Dueñas). Hacia la base este tramo, se localizan cuerpos masivos y potentes
de arenisca de grano medio-grueso, con geometrías canaliformes y con flute cast en la
base. En el sinclinal de Lois, se pueden observar intercalaciones de espesor métrico de

calizas tableadas y pseudonodulosas (facies MWB) en una sucesión cíclica de lutitas y


litarenitas en secuencias granocrecientes de hasta 90 m de espesor. Las calizas aparecen
en estratos de 5 a 10 cm, con abundantes algas filoides y esponjas calcáreas. Estas

alternancias de terrígenos y carbonatos también se han observado en la zona del yacimiento


de Salamón. Corrochano y Barba (2007) interpretaron estas diferencias litoestratigráficas
dentro de la secuencia como producidas por fuertes variaciones en la subsidencia.

Se han definido al menos 24 ciclos de carácter progradante, con espesores que


varían entre 2 y 29,5 m, con un espesor medio de 11,5 m (Fig. 4. 11).

Edad: muestras recogidas tanto a muro como a techo de esta secuencia indican

una edad Myachkoviense inferior.

Secuencia 8 (Myachkoviense inf.)

Presenta un espesor de 57 m y está formada mayoritariamente por material

carbonatado (Fig. 4. 19). Su nivel transgresivo basal, muy continuo cartográficamente,


está formado por una grainstone oolítica de hasta 50 cm de espesor, tamaño de grano
grueso y bien clasificada (equivale a la denominada The Guide Limestone de Marcus,

1970). Por encima, se observan calizas bioclásticas estratificadas (texturas wackestone y


packstone), grainstone oolíticas, calizas micríticas bioconstruidas y bafflestone de filoides
y dasicladáceas, formando ciclos de carácter granocreciente y somerizante.

164
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

En la parte superior de la secuencia, y RST

formando el cortejo regresivo, se localiza una

intercalación terrígena de 15 m de espesor,


constituida por lutitas y litarenitas de grano
fino/medio en secuencias estratocrecientes,

con laminación paralela, abundantes restos


vegetales y fragmentos de carbón dispersos.

Únicamente se han definido 7 ciclos de


orden menor, con una potencia media de 6,85

MYACHKOVIENSE INFERIOR
m.

SECUENCIA 9
Edad: muestras recogidas en el tramo

carbonatado de esta secuencia indican una


edad Myachkoviense inferior.

Secuencia 9 (Myachkoviense)
L

Tiene un espesor mínimo de 180 m y MWB


GO
aflora en los núcleos de los sinclinales de BF, BD
GPB+CO
Ciguera y Anciles. Comienza con un nivel
BB

oolítico con estratificación cruzada en surco,


seguido por un potente tramo de calizas
micríticas masivas bioconstruidas (MP). A Límite de
TST secuencia
techo de este tramo carbonatado las calizas
RST
van siendo más bioclásticas y tableadas, 50 m s8.6

s8.5
culminando el nivel con un estrato de brechas s8.4

calcáreas (BB) de espesor decimétrico y base


SECUENCIA 8

irregular. s8.3

s8.2

s8.1 Límite de
secuencia
TST
0m
Fig. 4.19. Secuencias 8 y 9 de Lois-Ciguera.

165
Diego Corrochano Fernández

El cortejo regresivo por lo general presenta muy malas condiciones de afloramiento.


Está formado por al menos 100 m de materiales siliciclásticos con alguna intercalación de

calizas hacia el techo. Comienza con una serie de lutitas y limolitas, ricas en horizontes de
siderita y con niveles de brechas calcáreas dispersas. Por encima se observan lutitas,
limos y litarenitas con estratificación flaser, que pasan hacia el techo a un tramo donde

abundan areniscas masivas de varios metros de espesor con intercalaciones de calizas


bioclásticas, algún carbonero disperso e, incluso, horizontes limolíticos posiblemente
edafizados.

En análisis de la ciclicidad de rango menor no se ha podido realizar debido a las


malas condiciones de afloramiento.

Edad: aunque no hay ninguna muestra recogida en estos materiales, seguramente


presenten una edad de Myachkoviense inferior. De esta manera, y suponiendo que la
secuencias 7, 8 y 9 representen todo el Myachkoviense inferior, cada secuencia tendría
una duración de 0,23 ma (según Gradstein et al., 2004) o 0,25 ma (según Menning et al.
2006).

4.3. – CONJUNTO DE SECUENCIAS Y SUPERSECUENCIA

Las secuencias T-R descritas anteriormente se pueden agrupar en 5 conjuntos de


secuencias, equivalentes en cierta medida a las secuencias compuestas de Mitchum y
Van Wagoner (1991) y a los mesociclos de Salvador (1989), Bahamonde (1990) y Barba

(1991). De ellos, se han podido estudiar con detalle los números 2, 3 y 4.

El Conjunto de secuencias 1 está formado por los materiales de la Fm Fresnedo y


de la Fm Lutitas de Lois y es de edad Bashkiriense. En el apartado anterior, a los mismos
materiales nos hemos referido como secuencia T-R 1, indicando que probablemente,

corresponden a un conjunto de secuencias. Como se observa en el cuadro


cronoestratigráfico de la fig. 1.9, la Fm Fresnedo equivale temporalmente a las calizas de
la Fm Valdeteja. Según Fernández (1990) y (1993), esta unidad está integrada por la

superposición de 5 plataformas carbonatadas separadas por discontinuidades (episodios


Valdeteja 1 a 5), la última de las cuales corresponde a la Caliza Masiva o de Peña Redonda.
Por nuestra parte, consideramos que dicha ciclicidad puede equivaler a las secuencias T-

166
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

R separadas en esta memoria. Como el último episodio carbonatado corresponde a la


Caliza de Peña Redonda, que hemos incluido en el conjunto de secuencias 2, puede
considerarse que las cuatro restantes pueden estar representadas en la Fm Fresnedo,

aunque debido a las malas condiciones de afloramiento no se han podido identificar ni


delimitarse.

PAQUETE ENTRERREGUERAS LEYENDA


M4
CS5?
M5 Calizas
TONSTEIN LOZANITA Terrígenos
PAQUETE SOTÓN
Carbón
GRUPO SAMA

FM LUTITAS DE CIGUERA
M1 Barba (1991)
PAQUETE MARIA LUISA CS4
CALIZA CORRAL M1 Salvador (1989)
FM CALIZAS DE CIGUERA
PAQUETE SAN ANTONIO
PAQUETE GENERALAS
M1 Bahamonde (1990)
M4
M3 Areniscas
FM DUEÑAS CS Este trabajo
CALIZA DE LA TORALA de Bachende

PAQUETE CALERAS

CALIZA DE LA SUCIA CS3


GRUPO LENA

FM TENDEYÓN FM CALIZAS DE BACHENDE


M3 FM FITO M3

W E
CUENCA CARBONÍFERA CENTRAL LOIS-CIGUERA MANTO DEL PONGA

CALIZA DE LA PUMARADA/CERVATINA FM CALIZAS DE BACHENDE


FM LLANÓN CALIZA DE LA ESCALADA
M2 CS2
M2
FM LEVINCO
FM PEÑA NEBLERA
FM BELEÑO
M2

W E
CUENCA CARBONÍFERA CENTRAL LOIS-CIGUERA MANTO DEL PONGA

FM SAN EMILIANO
CALIZA DE PEÑA REDONADA

PAQUETE FRESNEDO
M1
M1 CS1 FM LUTITAS
FM VALDETEJA M1
DE LOIS FM RICACABIELLO

W FM BARCALIENTE
E
UNIDAD DE LA CUENCA CARBONÍFERA CENTRAL MANTO DEL PONGA
SOBIA-BODÓN

Fig. 4. 20. Corte esquemático W-E mostrando los mesociclos definidos por diferentes
autores (MS1, MS2… en leyenda) y los conjuntos de secuencias definidas en este trabajo (CS1,
CS2…). Figura basada y modificada de Salvador (1989); Bahamonde, (1990); y Barba, (1991).

167
Diego Corrochano Fernández

El conjunto de secuencias 2 en el sector Piedrafita-Lillo tiene una edad Vereyense/


Kashiriense inferior y está formado por las secuencias T-R 2, 3 y 4, mientras que la 5 y la

6 forman parte del conjunto 3, que presenta una edad Kashiriense superior/Podolskiense.
En el primero de los casos, las secuencias 2 y 3 integran el cortejo transgresivo mientras
que la secuencia 4 forma el cortejo regresivo del conjunto de secuencias.

En el sector Lois-Ciguera, las secuencias, 4, 5, 6 y 7 constituyen el conjunto de

secuencias 3 (Kashiriense superior/Myachkoviense inferior), en las que el cortejo


transgresivo está formado por la secuencia 4, mientras que el regresivo está integrado por
las otras secuencias restantes (Fig. 4. 20 y 4.21). Las secuencias 8 y 9 integran parte del

conjunto de secuencias superior (nº 4 y de edad Myachkoviense).

0m 100 m

TSL1 TLS9 TLS*


TLS3

TLS7
BRSL
TLS4 (brechas)
TLS10

TLS5' TLS8
TLS5
100 m
ION
U N CAT P
TR ONLA
+
27º
ONL
AP
A Salamón
µ
0m

S7 S6 ? ?
S4
S5

? P margosa de color oscuro (GPB)


L GPB GO MP PGCB

Fig. 4. 21. Mapa de muestras y fotografía aérea del conjunto de secuencias 3 en las cercanías del
yacimiento de Salamón, en la que se muestran las relaciones geométricas entre las secuencias T-
R 4, 5, 6 y 7. Mediante esta interpretación, se propone que la geometría clinoformal de la
sucesión es la responsable de la erosión o no depósito de la secuencia 5 en los sondeos del
yacimiento.

168
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Los conjuntos de secuencias, forman a su vez una unidad de orden mayor


denominada supersecuencia, que corresponde con la secuencia 3 y 4 de Colmenero et al.

(2002) y con la secuencia 3 de 2º orden de Izart et al. (2003) para las cuencas carboníferas
de Europa occidental. Como se ha comentado anteriormente, se trata de una gran secuencia
progradante y somerizante, generada por el relleno de la cuenca de antepaís asociada al

emplazamiento y posterior desmantelamiento de unidades cabalgantes en el frente


orogénico (Marcos y Pulgar, 1982; Salvador, 1989; Bahamonde, 1990; Barba, 1991; Agueda
et al. 1991; Colmenero et al. 1993, Colmenero et al., 2002). Su formación, además de

vincularse con la actividad tectónica durante la orogenia Hercínica, se asocia con un evento
eustático global correspondiente al episodio interglacial II durante la glaciación carbonífera
(Isbell et al., 2003; Izart et al., 2003).

De esta manera, la sucesión estratigráfica está formada por la superposición de

ciclos de escalas diferentes. La interrelación de numerosos factores, que se combinan


entre sí, puede enmascarar la ciclicidad de la sucesión. La superposición de ciclos eustáticos
da lugar a una compleja curva compuesta del nivel del mar, que controla la arquitectura
estratigráfica y las características (stacking patterns) de las secuencias T-R y los ciclos de

alta frecuencia dentro de la supersecuencia de 2º orden (Fig. 4.22).

La Fig. 4. 23 muestra un diagrama que representa la variación del espesor medio


de cada ciclo por unidad de tiempo (Diagrama de Fischer), obtenido analizando el espesor
de los ciclos en las secuencias T-R 4, 5, 6, 7 y 8 de Lois-Ciguera, que muestran las

variaciones y las tendencias del espesor dentro del conjunto de secuencias 3. Para realizar
este análisis se ha utilizado la hoja de cálculo de Excel FISCHERPLOTS elaborada por
(Husinec et al. 2008). A su vez se han representado los ciclos característicos dominantes

en cada tramo, metodología propuesta por Osleguer y Read (1991).

Se han excluido de este análisis las secuencias 2 y 3 de Lois-Ciguera debido a que


no existe un registro estratigráfico continuo entre éstas y el resto de la sucesión. No se ha
elaborado un diagrama de este tipo para el sector Piedrafita-Lillo por el gran contenido de

material siliciclástico que compone la sucesión.

169
Diego Corrochano Fernández

Curva relativa
del nivel del mar

ia
nce
id
bs
Su

Curva compuesta

Secuencias de alta frecuencia

Secuencias T-R

Supersecuencia
y/o conjuntos de
secuencias

Fig.4.22. Curva de variación relativa del nivel del mar obtenida a partir de la superposición
de ciclos eustáticos de diferente orden y la subsidencia de la cuenca, (modificada de Mitchum y
Van Wagoner, 1991).

El diagrama de Fisher, modificado por Sadler et al. (1993), es un método gráfico


para calcular las variaciones en el espacio de acomodación (cambios relativos del nivel del
mar + subsidencia) en sucesiones cíclicas carbonatadas, proyectando el espesor medio

acumulado por unidad de tiempo. En el método inicial, la unidad de tiempo empleada era
la periodicidad de los ciclos. Sin embargo, estos autores, propusieron que en lugar de una
escala temporal, en el eje horizontal de la gráfica debería proyectarse el “número de ciclo”,

evitando así cualquier error inducido por la falta de precisión cronoestratigráfica. Así mismo,
sugirieron que para obtener resultados fiables y no oscilaciones aleatorias del espacio de
acomodación, es necesario la proyección de al menos de 50 ciclos.

El diagrama de Fischer fue utilizado inicialmente para buscar la periodicidad de

Milankovitch (20-400 ka) en sucesiones estratigráficas, aunque se ha comprobado que

170
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

SECTOR LOIS-CIGUERA

KASHIRIEN. PODOLSKIENSE MYACHKOVIENSE

CS3 CS4

T-R 4 T-R 5 T-R 6 T-R 7 T-R 8

50,00 sb sb

CSB
sb
Espesor acumulado a partir de la media (m)

30,00

10,00

sb

-10,00

-30,00 Ciclos carbonatados


Ciclos mixtos
Ciclos siliciclásticos

-50,00
0 10 20 30 40 50 60 70 80

Número de ciclo

Fig. 4. 23. Curva de espesor acumulado por unidad de tiempo (Diagrama de Fischer) siguiendo la
metodología de Sadler et al. (1993); sector Lois-Ciguera.

también es capaz de registrar cambios eustáticos mayores (1-5 ma) (Goldhammer, 1987;
Read et al. 1991). Por el contrario, una tendencia positiva en la gráfica indica un aumento

de espesor en los ciclos y por lo tanto debería indicar un aumento en el espacio de


acomodación. Una tendencia negativa indica una disminución del espesor y por lo tanto
una reducción del espacio de acomodación.

Estas afirmaciones presentan ciertos problemas cuando, por ejemplo, la magnitud


de oscilación del nivel del mar es muy elevada (periodos de ice-house), o cuando la sucesión

es eminentemente submareal y el espacio de acomodación no es colmatado por completo


(Boss y Rasmussen, 1995; Husinec et al. 2008). En estos casos, el espesor de los ciclos

171
Diego Corrochano Fernández

no puede utilizarse como un indicador del espacio de acomodación (Gianniny y Simo,

1996; Soreghan y Giles, 1999).

Aparentemente la sucesión estudiada puede mostrar signos de espacio de


acomodación no colmatado (por ejemplo, manifestado con la ausencia de facies mareales
culminando los ciclos). Sin embargo, el diagrama elaborado muestra la tendencia esperada

en la variación del espacio de acomodación durante el desarrollo del conjunto de secuencias


3. De esta manera, en la gráfica se observa un intervalo inicial con tendencia positiva,
donde además se registran abundantes ciclos que en su parte superior muestran evidencias

que interpretamos como exposiciones subaéreas de la plataforma; este intervalo, constituido


por la secuencia T-R 4, constituye la parte transgresiva del conjunto de secuencias y
refleja el progresivo aumento del espacio de acomodación generado durante la transgresión.

El resto del gráfico, correspondiente a las secuencias 5, 6 y 7, y formadas por ciclos


submareales, mixtos y siliciclásticos, representa el cortejo regresivo del conjunto de
secuencias. Las tendencias positivas que se observan en esta parte del gráfico, están

formadas por ciclos siliciclásticos, que como se ha comentado anteriormente, presentan


una potencia más elevada que los ciclos carbonatados. Llama la atención que el mínimo
del espacio de acomodación registrado coincide, aproximadamente, con la localización

estratigráfica de las Areniscas de Bachende.

4. 4. - ESPESOR Y CONTINUIDAD LATERAL DE LAS SECUENCIAS DE ALTA


FRECUENCIA

Como se ha observado a lo largo de este capítulo, estos ciclos muestran por lo


general una buena continuidad lateral a lo largo de la zona de estudio, habiéndose
correlacionado ciclos de alta frecuencia a más de 20 km de distancia en el sector Piedrafita-

Lillo y hasta 10 km en Lois-Ciguera. Hay que tener en cuenta que éste es un valor mínimo
calculado a partir de las coordenadas geográficas actuales, ya que por ejemplo el último
sector ha sufrido un acortamiento tectónico cercano al 50%, según la reconstrucción

palinspástica presentada en Barba et al. (1991).

172
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

Los datos cuantitativos del espesor de cada ciclo están representados en la Fig. 4.
11. En el sector de Piedrafito-Lillo el espesor medio es de 17,8 m (n=146) y en el de Lois-
Ciguera es de 12,2 m (n=209). Estas diferencias de espesor son debidas fundamentalmente

a la mayor proporción de material terrígeno en el sector Piedrafita-Lillo, que constituye por


norma general, ciclos mucho más potentes (ciclos deltaicos mixtos mayoritariamente).
Como puede observarse en la figura, la potencia de cada ciclo puede llegar a variar

lateralmente de una manera significativa. Los cambios de espesor son más pronunciados
dentro de los ciclos siliciclásticos, cambiando fundamentalmente el espesor de las lutitas
frente a las litarenitas, que mantienen su potencia más constante.

Los carbonatos presentan por lo general unas variaciones de espesor menos

pronunciadas que las facies siliciclásticas, aunque siguen teniendo cambios de cierta
consideración, llegando a desaparecer incluso algunos ciclos lateralmente. Un ejemplo
muy claro se observa en el ciclo 1 de la S3 en Piedrafita-Lillo (Fig. 3.7), donde se registra

una fuerte variación del espesor en apenas una veintena de metros. Otro ejemplo es el
mostrado en la Fig. 4. 14, donde se observa como el ciclo s4.9 (de elevada continuidad
lateral en todo el sector) oscila en las secciones PTL, BI1 y BI2 entre los 19, 23 y 5 m de
espesor, respectivamente. Estas variaciones de espesor entre los ciclos pueden ser debidas

a varios motivos, como cambios en la producción de carbonato, en la topografía deposicional,


u otros factores ambientales. Al igual que se sugiere en Della Porta et al. (2002b) y Della
Porta (2003), interpretamos estas variaciones de espesor de los ciclos como debidas a la

topografía irregular del fondo marino, motivada fundamentalmente por la morfología


monticular de la facies micríticas bioconstruidas (MP).

4.5. - PERIODICIDAD DE LAS SECUENCIAS DE ALTA FRECUENCIA

En los ciclos de 5º orden estudiados se observa una gran variabilidad en la duración


y el número de, algo que como indican Izart et al. (2003), es bastante común en las cuencas

carboníferas parálicas de Europa occidental. La estimación de las secuencias de alta


frecuencia se ha realizado siguiendo las diferentes metodologías que se exponen a
continuación:

173
Diego Corrochano Fernández

a) Dividiendo la duración estimada de cada secuencia T-R por el número de ciclos

definidos en cada una de ellas. Estos resultados están sujetos a cierta subjetividad, ya que
en muchas ocasiones el límite inferior y superior de las secuencias no está bien definido
temporalmente. En la Fig. 4. 24 se muestran los resultados obtenidos en el sector Lois-

Ciguera y en el de Piedrafita-Lillo.

PIEDRAFITA-LILLO LOIS-CIGUERA
306,5 305 306,5 305

MYACHKOVIENSE
MYACHKOVIENSE
MYACHKOVIENSE
MYACHKOVIENSE

S9 (0,23 ma) S7 (0,25 ma)


S8 (0,23 ma) S7 (0,25 ma)
S7 (0,23 ma) S7 (0,25 ma)
307,9 306,5 307,9 306,5
S6 S6
(0,26 ma) (0,5 ma)

PODOLSKIENSE
PODOLSKIENSE
PODOLSKIENSE
PODOLSKIENSE

13 ka (n=20) 25 ka (n=20)

S5 S5
(0,26 ma) (0,5 ma)
15 ka (n=17) 29 ka (n=17)
S6 S6
? ?

308,7 308 308,7 S4 S4 308


(0,92 ma) (1,33 ma)
61 ka (n=15) 88 ka (n=15)
S5 S5
(1,2 ma) (1,5 ma)
66 ka (n=18) 83 ka (n=18)

KASHIRIENSE
KASHIRIENSE
KASHIRIENSE
KASHIRIENSE

S4 S4
(1 ma) (1,25 ma)
71 ka (n=14) 90 ka (n=14)

S3? S3?
310,7 310,5 310,7 310,5
S3 S3 S2?
(0,33 ma) S2?
(0,5 ma)
VEREYENSE
VEREYENSE
VEREYENSE
VEREYENSE

30 ka (n=11) 45 ka (n=11)
S2 (i) S2 (i)
(0,33 ma) (0,5 ma)
66 ka (n=5) 100 ka (n=5)

311,7 312 311,7 312


Gradstein et al., 2004 Menning et al. 2006 Gradstein et al., 2004 Menning et al. 2006

Fig. 4. 24. Duración de los ciclos y las secuencias T-R durante el Moscoviense en los sectores
de Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera. Se ha representado la escala propuesta por Gradstein et al. (2004)
(izquierda) y la propuesta por Menning et al. (2006) (derecha). (i) indica que la secuencia está
incompleta, por lo que la periodicidad de los ciclos es posible que esté sobreestimada.

174
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

b) Cálculo de la periodicidad basándose en el espesor medido y las tasas de


sedimentación medias, siguiendo la metodología propuesta en Reid y Dorobek (1993).

Este cálculo se ha llevado a cabo en la secuencia 4 y 6 de Lois-Ciguera. En ambos ejemplos


los resultados son muy similares y del mismo rango a los mostrados en la Fig. 4. 24.

En la secuencia 4 la tasa de sedimentación mínima media es de 19,56 cm/ka,


calculada dividiendo el espesor medio de la secuencia de materiales carbonatados (220

m) por el tiempo de depósito (0,92 ma). La tasa de sedimentación máxima media es igual
a 25,43 cm/ka. Se ha calculado dividiendo el espesor descompactado de la sucesión (286
m) por la duración de la secuencia (0,92 ma). El índice de descompactación utilizado ha

sido del 30%, el mismo que el utilizado por Reid y Dorobek (1993). Ambas tasas de
sedimentación son datos acordes y similares a la sedimentación carbonatada actual. Yang
et al. (2004) proponen por ejemplo que la tasa de sedimentación de los carbonatos de las

islas Belices varía entre 0 y 118 cm/ka, con una media de 32 ± 26 cm/ka.

Una vez calculadas las tasas de sedimentación, se han dividido por el espesor

medio de los ciclos (14,1 m) para calcular su duración media. Ésta oscila entre los 72 ka
(dividiendo entre 19,56 cm/ka) y 56 ka (dividiendo entre 25,43 cm/ka).

La periodicidad de 72/56 ka ha sido calculada a partir de los datos propuestos por


Gradstein et al. (2004). Utilizando la escala publicada por Menning et al. (2006) se obtienen

duraciones de 104 ka y 80 ka.

Si en los cálculos se incluye el último ciclo siliciclástico (suponiendo que la tasa de


sedimentación de carbonatos y siliciclásticos es similar, un mismo índice de
descompactación pero mejorando el acotamiento temporal de la secuencia) los resultados

obtenidos son 61/47 ka y 89/68 ka respectivamente.

La secuencia 6, en la sección BS3, presenta un espesor de 127 m. Haciendo los

mismos cálculos que en el ejemplo anterior la duración de los ciclos varía de 11,4 a 14,6 ka
(Gradstein et al., 2004), o de 21,8 a 28,8 ka (Menning et al., 2006).

175
Diego Corrochano Fernández

c) Dividiendo la duración temporal de los diferentes subpisos por el número de


ciclos definidos. Tiene la ventaja que estos límites están bien localizados

bioestratigráficamente en la sucesión, pero por el contrario, no nos permite observar la


variación de la frecuencia que se produce en las diferentes secuencias definidas.

Un hecho que parece observarse en ambos sectores, es que el rango de frecuencia


varía aproximadamente en el tránsito del Moscoviense inferior a Moscoviense superior. De

esta manera, por ejemplo, en el sector de Piedrafita Lillo durante el Vereyense y el


Kashiriense se registra una periodicidad media de los ciclos de 59 ka o 78 ka (dividiendo
2,66 ma o 3,5 ma por el número total de ciclos definidos para ese periodo de tiempo). En

Lois-Ciguera, la secuencia 4 representa parte del Kashiriense y posee una periodicidad de


61 ka o 88 ka. Sin embargo durante el Podolskiense y, presumiblemente durante el
Myachkoviense, se observa una periodicidad mucho más alta, que varía de 18,2 a 34,1 ka.

Este cambio en la periodicidad de las secuencias (tanto en los ciclos como incluso también
en las secuencias T-R), coincide con un cambio de pendiente muy pronunciado en las
curvas de subsidencia, indicando que ésta pudo jugar un control muy importante en los
patrones de ciclicidad

d) Análisis espectral de series temporales. El análisis espectral es un método

estadístico objetivo utilizado para detectar la ciclicidad a partir de una serie de datos (series
temporales). Se ha realizado utilizando dos metodologías diferentes. La transformada de
Walsh se ha calculado utilizando el programa PAST (Hammer et al. 2001), mientras que el

análisis de Fourier se ha llevado a cabo utilizando el método clásico de Blackman Tukey


mediante el programa ANALYSERIES (Paillard et al. 1996) e introduciendo un suavizado
de 7 puntos. Weedon (1989) propuso que el método Walsh es más indicado para realizarlo

en series temporales elaboradas a partir de secciones estratigráficas, siendo el de Fourier


por ejemplo, idóneo para series de datos geoquímicos.

El análisis se ha llevado a cabo en varias secciones que aparentemente no muestran


interrupciones en la sedimentación, asumiendo tasas de sedimentación (TS) constantes a

lo largo la sucesión y una misma periodicidad para cada ciclo. Se ha utilizado únicamente
la escala cronoestratigráfica propuesta por Menning et al. (2006) para este análisis ya que,

176
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

1,6

1,4 10

9
1,2
8

1 7

6
0,8
5

0,6 4

3
0,4

2
0,2
1

0 0
0 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,12 0,14 0,16 0,18 0,2 0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25 0,3 0,35

zz

0,6
50

45
0,5
40

35
0,4

30

0,3 25

20
0,2
15

10
0,1
5

0 0
0 0,01 0,02 0,03 0,04 0,05 0,06 0,07 0,08 0,09 0,1 0 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,12 0,14

0,6
60
f) Blackman Tukey
0,5
50

0,4
40

0,3 30

0,2 20

0,1 10

0 0
0 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,12 0,14
0 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,12

0,3
7

0,25
6

0,2 5

4
0,15

3
0,1
2

0,05
1

0 0
0 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,12 0,14 0,16 0,18 0,2 0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25 0,3 0,35 0,4

Fig. 4. 25. Periodogramas obtenidos en el análisis espectral utilizando el método Walsh y


el Blackman Tukey para diferentes secciones en la zona de estudio.

177
Diego Corrochano Fernández

0,7
30

0,6
25

0,5

20

0,4

15
0,3

10
0,2

5
0,1

0 0
0 0,02 0,04 0,06 0,08 0,1 0,12 0,14 0 0,05 0,1 0,15 0,2 0,25

Fig. 4. 25. continuación.

como se ha visto en párrafos anteriores, y al igual que se propone en Izart et al. (2003), la
duración de 7 ma para el Moscoviense es la que mejor cuadra con los rangos de ciclicidad

esperables (ciclos de Milankovitch).

La elaboración de las series temporales se ha llevado a cabo adjudicando un valor


numérico a cada litología (facies carbonatadas y siliciclásticas) con un intervalo de muestreo
constante de 50 cm. En la sección PLMII (120 m) se ha tomado como referencia una TS

de 25 cm/ka. En la sección RY (480 m) se ha utilizado una TS de 30 cm/ka. En la sección


VC (800 m) la TS utilizada es de 20 cm/ka. En la sección BM2+TLA1 la TS es de 35 cm/ka.
En la sección PTL (176,5 m) la TS utilizada es de 16 cm/ka y 21,5 cm/ka. En este último

caso la serie temporal se ha realizado enfrentando la facies PGP con el resto de facies
carbonatadas.

Los resultados obtenidos se muestran gráficamente en la Fig. 4. 25. Como puede


observarse, aunque existen claras diferencias entre los resultados de Fourier y Walsh,
ambos muestran periodicidades con rangos similares. Los ciclos de elevado periodo (por

ejemplo el punto con fuerza espectral de 0,625 en la gráfica i) no se han tenido en cuenta,
ya que entendemos que para que un ciclo sea significativo por lo menos tiene que estar
representado dos veces en el muestreo.

Los resultados del análisis espectral y los mostrados en los apartados anteriores,

indican que los ciclos presentan duraciones variadas, aunque todas ellas dentro de los
rangos que proponen Izart et al. (2003) para las cuencas parálicas de Europa occidental

178
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

durante el Moscoviense. De esta manera, se han agrupado en categorías diferentes: ciclos


de 15 a 30 ka, ciclos de 30 a 45 ka, ciclos de 100 a 120 ka, ciclos de 60 a 90 ka y ciclos con

periodicidades cercanas a los 180-200 ka. Las tres primeras categorías corresponden
con los ciclos orbitales de precesión (17-21 ka), de oblicuidad (34-44 ka) y de excentricidad
(100-110 ka) propuestos para el Carbonífero (Berger y Loutre, 1994). En el análsisis

espectral, los ciclos de excentricidad de larga duración (400 ka) están pobremente
representados.

Las otras dos categorías definidas (60-90 ka y 180-200 ka) corresponden a los
ciclos “de origen desconocido” de Izart et al. (2003). Estos rangos de periodicidad no

pueden ser explicados únicamente mediante un control glacioeustático, y seguramente su


origen sea debido a variaciones en la subsidencia dentro de la cuenca o a otro tipo de
causas.

4.6.- MECANISMOS DE CONTROL DE LA CICLICIDAD

La ciclicidad en el registro sedimentario está controlada por dos tipos de fenómenos


genéticamente diferentes: autocíclicos (de la propia cuenca) o alocíclicos (de carácter

global). Los procesos autocíclicos tienen lugar por causas intrínsecas a la propia dinámica
deposicional, y afectan a áreas relativamente restringidas. Algunos ejemplos son los
fenómenos de progradación deltaica, de migración de costas, de inundaciones de fluviales

etc. Los procesos alocíclicos por el contrario, son aquellos que están motivados por causas
ajenas al sistema y que varían independientemente de éste.

Independientemente de la naturaleza del fenómeno, el registro sedimentario está


condicionado por tres factores diferentes: el aporte de sedimentos (S), la producción de

carbonato (G) y/o el espacio de acomodación disponible (A) (Schlager, 2005; Catuneanu,
2006; Catuneanu et al. 2009). Diferenciar qué fenómeno juega un papel más decisivo en
el relleno de una cuenca resulta tremendamente complicado, ya que estos factores

interaccionan entre sí enmascarándose unos con otros, produciendo ciclos con duraciones
y espesores variables.

179
Diego Corrochano Fernández

a) El aporte de sedimentos (S), se refiere a la cantidad y al tipo (tamaño de grano


fundamentalmente) de material que es erosionado del área madre y transportado hasta la
cuenca por un determinado agente de transporte (agua, viento, gravedad, etc). Está

controlado por dos aspectos fundamentales, el clima y la tectónica local y regional. Por
ejemplo, en un clima húmedo, las altas precipitaciones favorecen un incremento del aporte
de sedimentos debido al aumento de la eficiencia de los medios de transporte. Sin embargo,

este incremento se ve contrarestado por el gran desarrollo de la cobertera vegetal que


reduce considerablemente la tasa de denudación de los materiales.

La tectónica también influye en el aporte de sedimentos de una manera activa. Por


ejemplo, el levantamiento regional del área madre o incluso la activación de fallas locales,

produce un incremento en la tasa de denudación debido al aumento de pendiente de los


sistemas de transporte.

b) La producción de carbonato, está íntimamente ligada con el factor anterior, ya


que la presencia de material terrígeno la inhibe parcial o totalmente. Está fuertemente
controlada por la posición relativa del nivel del mar y por factores climáticos y

paleoambientales, siendo necesarias unas condiciones específicas en el medio para


mantener la producción de carbonato. Algunos de estos factores son, por ejemplo, la
salinidad, temperatura del agua, disponibilidad de nutrientes, oxigenación de las aguas,

índice de penetración de la luz, dinámica de corrientes y mareas, etc.

Como se ha visto a lo largo de este capítulo, la producción de carbonato también


está controlada en gran medida por otro tipo de factores, como por ejemplo la topografía
del fondo marino, que influye y modifica de forma directa los parámetros paleoambientales

descritos en el párrafo anterior.

c) El espacio de acomodación (A) es el espacio disponible en una cuenca para la


acumulación de sedimentos, y se define como la distancia entre el nivel de base (o nivel de
equilibrio entre sedimentación y erosión, según Cross, 1991) y la superficie deposicional.

En este trabajo, y para simplificar, se asume que el nivel de base es equivalente con el

180
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

SUBIDA RELATIVA DEL NIVEL DEL MAR

Subida relativa= Subida relativa=


subsidencia-caída eustática Subida relativa=
subsidencia+subida eustática subida eustática
(subsidencia>caída eustática)
(sin subsidencia)

Subida relativa=
Subida relativa= subida eustática-levantamiento
subsidencia (subida eustática>
(sin cambios eustáticos) levantamiento tectónico)

BAJADA RELATIVA DEL NIVEL DEL MAR

Caída relativa=
Caída relativa= levantamiento-subida eustática Caída relativa=
levantamiento+caída eustática (levantamiento>subida eustática) caída eustática
(sin subsidencia)

nivel del mar


fondo marino
Caída relativa=
levantamiento tectónico Caída relativa= datum
(sin cambios eustáticos) caída eustática-subsidencia
(caída eustática>subsidencia) agua
sedimentos

modificado de Catuneanu (2006)

Fig.4.26. Diferentes situaciones de subidas o bajadas relativas del nivel del mar.
Nótese que la longitud de las flechas es proporcional a la magnitud de los cambios
tectónicos y eustáticos.

nivel del mar, aunque realmente es menor debido a la acción de corrientes y oleaje; por lo

tanto, una subida del nivel del mar equivale a una subida en el nivel de base y viceversa.

El espacio de acomodación puede variar principalmente en función de procesos


tectónicos (ej: subsidencia) o a partir de variaciones glacioeustáticas. Su separación resulta
muy complicado, debido a que lo único que se suele registrar en la sucesión es una variación

relativa del nivel del mar, entendiendo por ésta la variación del nivel del agua del mar
respecto al fondo marino. Es decir, puede ser un levantamiento o hundimiento del fondo
marino y/o del nivel del mar (Fig.4.26)

181
Diego Corrochano Fernández

c.1) Procesos tectónicos: este tipo de mecanismo suele controlar la ciclicidad


estratigráfica asociada a cambios eustáticos de de 1er y 2º orden.

Tankard (1986) explicó la ciclicidad y la evolución tectonoestratigráfica en la cuenca

de antepaís de los Apalaches mediante ajustes isostáticos de la litosfera, motivados por


variaciones de la carga tectónica en la cuña orogénica. De esta manera, el emplazamiento
de un manto, produce un hundimiento generalizado de las partes más proximales de la

cuenca, mientras que hacia las posiciones del antepaís, como respuesta isostática a este
hundimiento, se produce un levantamiento. El hundimiento inicial da lugar a una subida
relativa del nivel del mar, que se traduce en una transgresión generalizada en toda la

cuenca con predominio de sedimentación carbonatada. La regresión posterior se produce


cuando la cuña orogénica emplazada es erosionada, progradando los sistemas
sedimentarios y colmantándose el espacio de acomodación generado durante la

transgresión inicial. Siguiendo con estas ideas, Klein y Willard (1989) y Klein y Kupperman
(1992) propusieron que este modelo, combinado progresivamente con los fenómenos
glacioestáticos, sirve para explicar la evolución vertical de los ciclos del midcontinent y de
la Cuenca Carbonífera Central. Para estos autores, las diferencias en la subsidencia flexural,

controlan las variaciones en el espacio de acomodación y, por lo tanto, la arquitectura


estratigráfica de la sucesión.

En el contexto estructuralmente activo en el que se depositó el Grupo Lena, parece


obvio pensar que la tectónica jugó el papel predominante en su evolución temporal y

estratigráfica, controlando en gran medida el desarrollo de la supersecuencia y el conjunto


de secuencias definidas en esta memoria. El emplazamiento y posterior desmantelamiento
de las cuñas orógenicas, las variaciones en la subsidencia flexural y la migración de las

depozonas de la cuenca de antepaís, son algunos ejemplos de cómo la tectónica pudo


influir en el registro sedimentario de la cuenca (Marcos y Pulgar, 1982; Salvador, 1989;
Bahamonde, 1990; Agueda et al., 1991; Barba, 1991;, Klein y Kupperman, 1992; Colmenero

et al., 1993; y Colmenero et al., 2002; entre otros).

c.2) Procesos climáticos: las variaciones glacioeustáticas dentro del rango de la


ciclicidad de Milankovitch de 400, 100, 41 y 23 Ka, tuvieron también gran importancia en el

182
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

REGRESIÓN TRANSGRESIÓN

Gzheliense

Kasimoviense

Moscoviense
DEPÓSITO

Bashkiriense
EROSIÓN

Serpukhoviense

ESCALA
Visense
10 Ma

Tournaisiense

Cuenca Plataforma

Fig.4.27. Ciclos transgresivos-regresivos durante el Carbonífero (Ross y Ross, 1988).

desarrollo de de las sucesiones estratigráficas durante el Carbonífero superior (Heckel,

1977; 1986; 1994; Veevers y Powell, 1987; Soreghan, 1994; Wiberg y Smith, 1994; Read,
1998; Smith y Read, 2000; Izart et al. 2003; Kabanov et al. 2003; Olszewski y Patzkowsky,
2003; Rygel et al. 2008; entre otros).

El Pensilvaniense es un intervalo de tiempo caracterizado por el desarrollo de

casquetes glaciares sobre el continente de Gondwana (Veevers y Powel, 1987), aunque


su extensión es un tema de debate actualmente (ver Isbell et al. 2003 y referencias allí
contenidas). Asociado al hielo y deshielo de estos casquetes, se registran numerosas

oscilaciones del nivel del mar de carácter global, que han quedado reflejadas en el registro
sedimentario formando potentes sucesiones cíclicas (Ross y Ross, 1985, 1988) (Fig. 4.27).

183
Diego Corrochano Fernández

Procesos tectónicos Procesos climáticos

Supersecuencia Conjunto de secuencias Secuencias T-R Secuencias de alta frecuencia

Gran influencia

Influencia moderada

Fig. 4.28. Esquema mostrando los diferentes procesos que controlan la formación de las
secuencias reconocidas.

Soreghan (1994) propuso el glacioeustatismo como principal control de la ciclicidad durante


el Pensilvaninse, aunque advierte que éste, en muchas ocasiones, no explica la arquitectura

de determinadas series, especialmente las de naturaleza terrígena-carbonatada. De esta


manera, tomando como análogo el registro sedimentario del Cuaternario, interpreta que el
glacioeustatismo lleva asociado cambios climáticos glacial-interglacial. Así, durante los
estadios interglaciales, en los que se produce una subida relativa del nivel del mar, existió
un aumento de las precipitaciones que conllevaría un incremento notable de aporte de
terrígenos a la cuenca.

Se han descrito oscilaciones eustáticas de más de 100 m de amplitud para el


Pensilvaniense superior/Pérmico inferior (Heckel, 1986; Ross y Ross, 1985), aunque durante

el Moscoviense, considerado por Isbell et al. (2003) como un periodo interglacial, las
variaciones parecen menores, siendo inferiores a los 40 m (Rygel et al. 2008). Este hecho,
junto a la elevada subsidencia de la cuenca, explica en cierta medida las escasas evidencias

de exposición subaérea de las plataformas carbonatas estudiadas.

Utilizando las escalas métricas y temporales de las diferentes secuencias definidas,


se han establecido los procesos dominantes que influyeron en la sedimentación de cada
ciclo (Fig. 4.28). La supersecuencia, con un espesor de varios miles de metros y una

duración unos 12 ma, es controlada fundamentalmente por procesos tectónicos regionales,


constituyendo el relleno de la cuenca de antepaís. Los conjuntos de secuencias y las
secuencias T-R, se atribuyen al emplazamiento de unidades cabalgantes, con la posterior

184
Capítulo 4: ESTRATIGRAFÍA SECUENCIAL Y CICLICIDAD

progradación de cuñas clásticas asociadas, todo ello influenciado también por las variaciones
glacioeustáticas de carácter global. Las secuencias de alta frecuencia están controladas

fundamentalmente por parámetros climáticos dentro del rango de Milankovitch; sin embargo,
para explicar muchas de las duraciones observadas, es necesaria también la influencia de
otro tipo de procesos (ej. variaciones en la subsidencia) para producir periodicidades fuera

de los parámetros esperados.


306,5+-1,0

Este trabajo Inglaterra Moscú Donets Mid-Continent


T-R (3er/4º or.) 3er or. 2º or. 3er y 4º or. 2º or. 3er y 4º or. 3er y 4º or. 2º or. 3er y 4º or. 2º or.
MYACHKOVIENSE

DESMOINESIENSE
D
307,8

PODOLSKIENSE
308,8

WESTFALIENSE
KASHIRIENSE

PENSILVANIENSE
C
310,6

VEREYENSE

ATOKIENSE
?
311,7+-1.1

?
BASHKIRIENSE

A T R
M Ct

Fig.4.29 Correlación de las secuencias reconocidas en este trabajo y los ciclos


transgresivos-regresivos de 2º, 3er y 4º orden recopilados por Izart et al. (2003). M: marino; Ct:
continetal. T: transgresión. R: regresión.

185
Diego Corrochano Fernández

Otro hecho que puede justificar la influencia glacioeustática en el desarrollo de las


secuencias T-R y las secuencias de alta frecuencia, es la gran extensión y continuidad

lateral de algunos depósitos carbonatados, que sirven como nivel guía en las partes centrales
de la Cuenca y han sido correlacionados con los depósitos carbonataos más distales.

La correlación global de este tipo de secuencias, es otro hecho a tener en cuenta.


Como puede observarse en la figura 4.29, durante el Westfaliense D se puede establecer

una buena correlación con las secuencias definidas en la cuenca de Moscú y en la del
Donets. Durante Moscoviense inferior, debido a la influencia tectónica y a la migración de
las depozonas dentro de la cuenca de antepaís, la correlación resulta muy complicada. La

supersecuencia observada en este trabajo, forma parte de la secuencia de 2º orden de


Izart et al. (2003) reconocida en todas las cuencas parálicas de Europa occidental, y como
se ha comentado anteriormente, representa el relleno de la cuenca foreland, relacionándose

con la actividad tectónica de la orogenia Hercínica y el episodio interglacial en Gondwana


durante el Westfaliense Cy D.

186
CAPÍTULO 5

ANÁLISIS DE CUENCAS.
SÍNTESIS SEDIMENTARIA

5.1.- CUENCAS DE ANTEPAÍS. GENERALIDADES


5.2.- LA CUENCA DE ANTEPAÍS DE LA
ZONA CANTÁBRICA
5.2.1.- ANÁLISIS DE LA SUBSIDENCIA
5.2.2.- EVOLUCIÓN TECTONO-SEDIMENTARIA Y
PALEOGEOGRÁFICA. SÍNTESIS GENERAL.
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

5.- ANÁLISIS DE CUENCAS. SÍNTESIS SEDIMENTARIA


5.1.- CUENCAS DE ANTEPAÍS: GENERALIDADES

Una cuenca de antepaís se define de una manera simple como una cuenca
sedimentaria desarrollada entre una cadena montañosa y el cratón adyacente (Allen et al.
1986). Dickinson (1974) clasificó este tipo de cuencas en dos grandes conjuntos: de tipo

periférico, desarrolladas en la parte externa del orógeno en una colisión continental y de


retroarco, desarrolladas por detrás de un arco magmático y relacionadas con la subducción
de la corteza oceánica. Ambos tipos se caracterizan por ser cuencas altamente asimétricas,

presentando continuos cambios en la posición del depocentro, asociados al progresivo


avance de la cuña orogénica. En general se caracterizan por ser depresiones elongadas
de gran tamaño (centenares de kilómetros de anchura, miles de kilómetros de longitud y

varios kilómetros de potencia de sedimentos) y con una duración temporal elevada (entre
10 y 100 millones de años).

DeCelles y Giles (1996) dividieron las cuencas de antepaís en cuatro depozonas


diferentes en función de sus características sedimentarias y de su posición paleogeográfica
dentro de la cuenca: wedge-top, foredeep, forebulge y back-bulge (Fig. 5.1). Sus límites

espaciales varían temporalmente y en algunas cuencas las depozonas del forebulge y el


backbulge están muy poco o nada desarrolladas.

SISTEMA DE CUENCADE ANTEPAIS

CUÑA OROGENICA
FOREDEEP BACK-BULGE
WEDGE-T OP FOREBULGE

FT
CINTURON DE
PLIEGUES Y
CABALGAMIENTOS TC CRATON

Fig. 5.1. Depozonas en una cuenca de antepaís, según DeCelles y Giles (1996). Escala no
exagerada. FT: frente topográfico del cinturón de cabalgamientos. TC: terminación frontal de los
cabalgamientos.

189
Diego Corrochano Fernández

La cuña de techo (wedge-top) fue definida por DeCelles y Giles (1996) como la zona
de la cuenca situada por encima del sistema de cabalgamientos y cubierta por una gran
cantidad de sedimentos sinorogénicos. Tiene unas dimensiones de decenas de kilómetros

de longitud y su desarrollo se produce paralelo a la dirección de transporte tectónico.


Dentro de este término se engloban las cuencas de tipo piggy-back, el relleno de cañones
y valles interiores en el cinturón de cabalgamientos y depósitos asociados a

retrocabalgamientos (back-thrust) y cabalgamientos fuera de secuencia (ver DeCelles y


Giles, 1996; y referencias allí contenidas).

El surco (foredeep) lo constituyen todos los depósitos sedimentados entre el frente


de cabalgamiento y el forebulge. Sus dimensiones pueden variar entre 100-300 km de

anchura y 2-8 km de profundidad, constituyendo la depozona más subsidente y con mayor


espesor de sedimentos de las cuencas de antepaís (DeCelles y Giles, 1996). En foredeeps
subaéreos, los medios sedimentarios suelen ser fluviales y aluviales con sistemas de drenaje

transversales y/o longitudinales respecto al frente orogénico. Cuando el surco es


subacuático, dominan los sistemas lacustres y marinos someros que varían desde deltaicos
a abanicos submarinos profundos. Numerosas publicaciones sobre foredeeps en cuencas
periféricas describen un tránsito desde una sedimentación inicial de carácter marino

profundo (“flysch”) a una sedimentación posterior más grosera, de naturaleza continental


o marina somera (“molasa”). El sedimento acumulado en esta zona proviene
mayoritariamente del cinturón de cabalgamientos, con una contribución menor desde el

forebulge y el cratón. La tasa de sedimentación se incrementa hacia el orógeno, resultando


una morfología en cuña característica de estos depósitos.

El umbral (forebulge) es una región de potencial levantamiento flexural entre el


foredeep y el backbulge. Debido a su carácter de relieve positivo, se caracteriza por presentar

numerosas discontinuidades estratigráficas que son cubiertas por sedimentos del foredeep
mediante dispositivos en onlap. Si el aporte de sedimentos desde el orógeno es muy
elevado, esta depozona puede quedar sepultada y suprimida morfológicamente, siendo

muy difícil su identificación.

190
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

En cuencas de antepaís submarinas, el umbral es una región óptima para el desarrollo

de plataformas carbonatadas, dada la escasa batimetría de las aguas y la ausencia de


contaminación terrígena (Dorobek, 1995; DeCelles y Giles, 1996; Sinclair, 1997; Bosence,
2005; entre otros) aunque no todas las plataformas carbonatadas se desarrollan en esta

depozona. Dorobek (1995) sugirió que este tipo de depósitos también puede acumularse
en el foredeep (tanto en zonas distales como en las proximales), estando asociados a
altos tectónicos producidos, por ejemplo, por cabalgamientos ciegos.

TO SUBAERIAL PART
OF OROGENIC WEDGE
SL

PONDING BYPASS OF
REEFS/PLATFORMS SILICICLASTIC SEDIMENT
GENERALLY ON ANTICLINAL HIGHS
20-40 METERS
MAXIMUM
WATER DEPTH

BLIND THRUST
IMBRICATE FAN

10 Km

Fig.5.2. Corte esquemático de la parte proximal de un foredeep donde se desarrollan plataformas


carbonatadas asociadas a anticlinales producidos por cabalgamientos ciegos (Dorobek, 1995).

El desarrollo de las plataformas carbonatadas en este contexto tectónico está


fuertemente controlado por cambios en la subsidencia flexural y la migración del depocentro
(Dorobek, 1995; Bosence, 2005). Ambos autores proponen además, que la geometría

más común de estos sistemas en cuencas de antepaís corresponde a rampas homoclinales


con perfiles retrogradantes. Sin embargo, esta afirmación no se cumple completamente
en el Carbonífero de la Zona Cantábrica. Por ejemplo, en Picos de Europa y el Área del

Cuera (zonas poco subsidentes y distales de los sistemas terrígenos) las grandes
acumulaciones de carbonato se depositaron en plataformas elevadas sobre el fondo del
mar, con taludes progradantes y de fuertes pendientes.

La zona de tras-umbral o (backbulge) se sitúa entre el umbral y el cratón. La


subsidencia en ella es muy reducida, depositándose unidades muy poco potentes. Dominan

191
Diego Corrochano Fernández

los sistemas deposicionales marinos someros y no marinos, con sedimentos de tamaño


de grano fino, a causa de la gran distancia desde su área fuente principal en el cinturón
orogénico.

5.2.- LA CUENCA DE ANTEPAÍS DE LA ZONA CANTÁBRICA

Como se ha comentado a lo largo de este trabajo, la Zona Cantábrica se comportó

como una cuenca de antepaís de tipo periférico durante el Carbonífero y constituye la parte
más externa del orógeno Hercínico en la Península Ibérica. Se desarrolló en el margen N de
Gondwana, como consecuencia de la colisión y subducción de este continente por debajo de

Laurentia, provocando el cierre del océano Rheico (Fig. 5.3 y 5.4). Esta colisión continental,
que generó una cordillera de varios miles de kilómetros de longitud y en la que se vieron
implicados también varios microcontinentes, comenzó en el Macizo Ibérico en el tránsito Devónico

medio-superior y se prolongó hasta el Carbonífero terminal/Pérmico inferior.

Fig. 5.3. Mapas paleogeográficos mostrando la posición de los continentes durante la


Orogenia Hercínica. Nótese el cierre del Océano Rheico entre los continentes de Gondwana y
Laurentia y la posterior formación del megacontinente de Pangea, rodeado por el Océano de
Panthalassa. Con líneas amarillas se representan las principales zonas de subducción (los triángulos
indican la dirección de la subducción). El círculo rojo indica la posición aproximada de la Península
Ibérica. Imágenes tomadas de Scotese (2002).

192
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

Fig. 5.4. Evolución de la colisión entre Gondwana y Laurentia desde el Cámbrico-Ordovícico


hasta el Carbonífero superior (según Martínez-Catalán et al. 1997, 1999; Arenas et al. 2007;). Nótese
que en el Devónico medio-superior (etapa E ) la subducción de Gondwana por debajo de Laurentia
provoca la transformación del margen pasivo de Gondwana en una cuenca de antepaís de tipo
periférico.

193
Diego Corrochano Fernández

5.2.1.- ANÁLISIS DE LA SUBSIDENCIA

El análisis cuantitativo de la subsidencia es una de las herramientas básicas en el

estudio de este tipo de cuencas, ya que ésta controla en gran medida la creación del
espacio de acomodación disponible. El análisis se ha llevado a cabo mediante el programa
informático ANSUB diseñado por Soria (1995) y basado en el programa Backstripping de

Allen y Allen (1990), utilizando la técnica de descompactación o backstripping (Steckler y


Watts, 1978) y asumiendo un modelo de compensación isostática local de tipo Airy.

Se ha elaborado una curva de subsidencia en cada uno de los sectores estudiados.


Para su realización, se han utilizado datos propios y datos recogidos de la bibliografía para

las Fms Vegamián y Alba y el Grupo Sama del sector Piedrafita Lillo. En este análisis no se
ha aplicado la corrección paleobatimétrica ya que asumimos que ésta debió de ser poco
representativa.

El periodo de tiempo analizado abarca gran parte del Carbonífero, desde el

Tournaisiense hasta el Myachkoviense inferior, siendo las edades absolutas las publicadas
por Menning et al. (2006). Los datos de densidad, porosidad y coeficiente de disminución
de la porosidad con la profundidad, necesarios para ejecutar el programa, son valores

estándar y han sido tomados de varios trabajos, entre los que destacan Magara (1980),
Sclater y Chistie (1980), Schmoker y Halley (1982), Bond y Kominz (1984), Stam et al.
(1987) y Vergés et al. (1998). Para el cálculo de cada parámetro en las diferentes secuencias,

se ha tenido en cuenta el porcentaje relativo de cada una de las litologías que las componen.

Las curvas de subsidencia obtenidas para los sectores Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera

presentan una morfología convexa hacia arriba, típica de de las sucesiones depositadas
en cuencas de antepaís dominadas por la subsidencia de tipo flexural (Fig. 5.5 y 5.6).
Ambas muestran una gran similitud geométrica a las publicadas por Águeda et al. (1991)

(Fig. 5.6). En las tres gráficas se observan dos etapas diferentes:

1) Tournaisiense-Visense (358-326,5 ma): corresponde a la etapa de tránsito entre


las sucesiones pre y sinorogénicas, y representa la sedimentación condensada en el

194
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

TIEMPO

Registro del
foredeep

ESPESOR ACUMULADO
INCREMENTO DE LA PROXIMIDAD
proximal

Registro del

AL MARGEN OROGÉNICO
Onlap sobre depocentro del
antepaís foredeep
distal

Registro del
foredeep
distal
Iniciación del
levantamiento y Cese del
de la deformación registro
sedimentario

Fig.5.5. Curva de subsidencia sintética propuesta por Jonhson et al. (1986) para las
cuencas de antepaís.

foredeep distal. En ella, las curvas de subsidencia se mantienen prácticamente paralelas


con el eje de abcisas indicando una etapa con escasa subsidencia en la cuenca.

2) Serpukhoviense-Moscoviense (326,5-305 ma): corresponde a la etapa


sinorogénica de la cuenca sedimentaria, mostrando un incremento de pendiente
considerable en las curvas de subsidencia, interpretado como una respuesta isostática de

la litosfera para compensar las cargas tectónicas debidas al emplazamiento de los mantos
(Homewood et al. 1986; Kelling, 1988; Vergés et al. 1998). Esta elevada tasa de subsidencia
en la sucesión estudiada, hace suponer que durante todo el Pensilvaniense la cuenca

estuvo sujeta a una continua deformación tectónica (Marcos y Pulgar, 1982).

Las curvas realizadas de la etapa sinorogénica muestran dos episodios de diferente


pendiente en la subsidencia con carácter diacrónico dentro de esta etapa. En el sector
Piedrafita-Lillo, el punto de inflexión se localiza a los 312 ma (límite Bashkiriense/

Moscoviense), mientras que en el sector Lois-Ciguera se localiza a los 307,5 ma


(Podolskiense superior), dentro de la Fm Calizas de Bachende y coincidiendo con la base
de la secuencia T-R nº 5. Este diacronismo se interpreta como la migración de los

depocentros de la cuenca, en función de su posición respecto al frente orogénico debido a

195
Diego Corrochano Fernández

a) ETAPA DE TRÁNSITO/PREOROGÉNICA ETAPA SINOROGÉNICA

TOURNASIENSE VISENSE SERPUK. BASHKIRIENSE MOSCOVIENSE

360 350 340 330 320 310 300


0
Edad (ma)

500

1000
Profundidad (m)

STT
1500

2000

ST
2500 312

SECTOR PIEDRAFITA-LILLO

b) ETAPA DE TRÁNSITO/PREOROGÉNICA ETAPA SINOROGÉNICA

TOURNASIENSE VISENSE SERPUK. BASHKIRIENSE MOSCOVIENSE

360 350 340 330 320 310 300


0
Edad (ma)

500
Profundidad (m)

1000

STT

1500

2000

ST

2500 307,5

SECTOR LOIS-CIGUERA

c)
SERP. BASHK. MOSC.
TOURN. VISEENSE
A B+C A+B C D
NAMUR. WESTF.
55 45 21 14 10 6 3 0 m. a.
0m

1000

2000

BELEÑO

3000

TEVERGA COBALLES
4000

CUENCA CARBONÍFERA
5000
CENTRAL (BORDE NO)

CUENCA CARBONÍFERA CENTRAL


6000

196
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

la propia dinámica de avance de los cabalgamientos. Este hecho se observa también a


escala regional en las reconstrucciones palinspásticas realizadas por Águeda et al. (1991).

En la Fig. 5.7 se observa como en el Viseense y Namuriense la sedimentación presenta


características condensadas (tasa de subsidencia muy baja), debido a la situación del
frente orogénico en posiciones muy alejadas hacia el W, correspondiendo este registro

W E
CUENCA CARBONÍFERA CENTRAL

TEVERGA QUIRÓS BORDE O BORDE E COBALLES BELEÑO

fin del Viseense


fin del Namuriense A (Serpukhoviense)

fin del Westfaliense A


(Bashkiriense)

fin del Westfaliense C


(Moscoviense Inf.)
2000

fin del Westfaliense D


(Moscoviense Sup.)
1000

0 m.
0 Km. 20 30 40 50

Fig.5.7. Perfil palinspástico O-E en el que se muestra la migración lateral hacia el E del
depocentro deposicional durante el Namuriense Superior y Westfaliense
(modificada de Agueda et al., 1991).

Fig.5.6. (página contraria) a) y b) Curvas de subsidencia total (ST) y subsidencia tectónica


(STT) elaboradas en este trabajo en el Grupo Lena de los sectores de Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera.
c) Curvas de subsidencia en la sucesión carbonífera de la Zona Cantábrica, modificadas de Águeda
et al. (1991). En todas las gráficas se observan dos segmentos diferentes, uno horizontal
correspondiente a la sucesión del foredeep distal (Tournaisiense-Viseense), y otro caracterizado por
un pronunciado aumento en la pendiente correspondiente a la sucesión del foredeep proximal
Serpukhoviense-Moscoviense.

197
Diego Corrochano Fernández

sedimentario a partes más distales del foredeep. Ya en el Westfaliense se aprecia


perfectamente el perfil asimétrico de cuenca de antepaís con el depocentro próximo al

frente del cabalgamiento, y cómo estos depocentros migran de forma simultánea con los
cabalgamientos hacia el E.

Klein y Kupperman (1992), mediante el análisis de la subsidencia en la parte central


de la Cuenca Carbonífera Central, sugirieron que la evolución vertical que se observa de

los ciclotemas de tipo Kansas a Illinois y Apalachense, es decir, el tránsito del Grupo Lena
al Grupo Sama, es el resultado de un incremento en la deformación y la subsidencia de la
cuenca, poniendo de manifiesto la fuerte influencia tectónica en la ciclicidad.

5.2.2.- EVOLUCIÓN TECTONO-SEDIMENTARIA Y PALEOGEOGRÁFICA.


SÍNTESIS GENERAL

Como se ha comentado anteriormente, durante el Pensilvaniense y tras la colisión

entre Gondwana y Laurentia, la Zona Cantábrica formaba parte de un gran cinturón


montañoso (1.000 km de ancho y 5.000-7.000 km de longitud) denominado por Tabor y
Poulsen (2008) como la Cordillera Central de Pangea. Este orógeno, con una orientación

ecuatorial E-W, incluye los Montes Ouachita, Maratón y Apalaches en EEUU, la Cordillera
del Atlas en África del Norte y la Cadena Hercínica en el Sur de Europa (Ziegler et. al 1997)
(Fig. 5.8a). Aunque las altitudes de esta cadena montañosa son relativamente desconocidas,

algunos trabajos sugieren alturas que oscilan entre los 2.000 y los 4.500 m (Becq-Giraudon
et al. 1996; Ziegler et. al 1997). Esta elevada altitud, junto con las elevadas precipitaciones
y la intensa circulación monzónica asociada a la gran extensión continental (Kutzbach y

Gallimore, 1989; Tabor y Montañez, 2002), explican en cierta medida las altas tasas de
denudación observadas en diferentes estadios de evolución de la cuenca.

La Península Ibérica ocupaba una posición ecuatorial en el Hemisferio Sur de la


costa E de Pangea, formando parte de un extenso cinturón de turberas tropicales que se

extendían desde el Oeste de EEUU hasta Europa. Sin embargo, la presencia de estas
regiones tropicales, húmedas y cálidas, contrasta con el desarrollo de casquetes glaciares
continentales en la zona más meridional del continente de Gondwana (Fig. 5.8b).

198
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

a
SIBERIA

CHINA (N)

Oceáno Urales
Panthalasa LAURENTIA
Urales
Montañas de Cadena Varisca
Montañas de los Apalaches Cadena Varisca Oceáno
los Ouachitas Tethys
CCP Oceáno CHINA (S)
Tethys

GONDWANA GONDWANA

b Seco
Semihúmedo Polar
60º N

Húmedo
Continental
Semihúmedo Células de
Ferrel
Seco 30ºN
Seco Árido
Semihúmedo
Árido
Célula de
Húmedo Hadley

Tropical
Tropical

Árido
30ºS

Continental

60ºS
Polar

Fig. 5.8. a) Reconstrucción de la Tierra y distribución de océanos y continentes hace 300 Ma.
CCP: Cordillera Central de Pangea. b) Características paleoclimáticas durante el
Pensilvaniense. El rectángulo rojo indica la posición aproximada de la Península
Ibérica en latitudes tropicales con un clima húmedo y cálido. El color azul oscuro representa
zonas marinas profundas, mientras que el azul claro representa plataformas continentales
someras, donde tuvo lugar la precipitación de carbonato. Las áreas emergidas están indicadas
con tonalidades verdes y marrones, mientras que los glaciares continentales desarrollados al S de
Gondwana están representados con color blanco. Las áreas de trazado discontinuo color negro
indican los principales depósitos de carbón formados a lo largo del ecuador. Las flechas rojas
indican la dirección de los vientos aliseos. Las células atmosféricas situadas a la izquierda de la
imagen están basadas en Soreghan (1994). Imagen modificada de Crowley y North (1991),
Scotese (2002) y Blakey (2003).

199
Diego Corrochano Fernández

A finales del Pensilvaniense, la configuración de las grandes masas de agua era


muy diferente a la actual, estando divididas en dos grandes dominios: el Océano de

Panthalassa, de gran extensión, y el Océano Tethys, que prácticamente dividía Pangea


por el ecuador en dos hemisferios diferentes. Numerosos mares epeiricos inundaban los
márgenes de Pangea, donde tuvo lugar el depósito de abundantes sistemas carbonatados,

asociados muchas veces a episodios de up-welling costeros (ver Della Porta, 2003).

La evolución paleogeográfica de la cuenca de antepaís carbonífera en la Zona


Cantábrica está íntimamente ligada con la evolución tectónica de la Orogenia Hercínica.
Ha sido tratada en detalle en numerosos trabajos previos, como por ejemplo Marcos y

Pulgar (1982), Salvador (1989), Bahamonde (1990), Fernández (1990), Águeda et al. (1991),
Barba (1991), Colmenero et al. (1993), Barba y Colmenero (1994), Fernández (1995),
Colmenero et al. (2002), entre otros. La mayor parte de estos autores coinciden en establecer

Orógeno Medios
costeros

Plataforma
terrígena Apron
carbonatado
niv
el d
Delta el m
ar

Plataforma
carbonatada
Talud
Area
fuente
(erosión)
Cu
nec
as
edi
me Abanico
nta
ria submarino
Depósitos costeros subaéreos (se Medio
(arcillas y arenas) dim
ent marino
Depósitos costeros aci profundo
subacuáticos (arenas) ón)
Capas de turba/carbón

Depósitos marinos someros Depósitos marinos profundos (arcillas)


(arcillas)
Calizas de plataforma somera Depósitos marinos profundos turbidíticos (arenas y arcillas)

Calizas profundas Depósitos marinos profundos (derrubios calcáreos)

Fig.5.9. Modelo sedimentario general para un borde activo de la cuenca durante el


Westfaliense, indicando las asociaciones de facies en diferentes áreas de la misma. Tomada de
Fernández (1995), basada en Águeda et al. (1991).

200
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

un modelo evolutivo muy similar para explicar el relleno de la cuenca: básicamente se trata
de una superposición de cuñas clásticas, más modernas hacia el núcleo del Arco Astúrico,

acompañada de una migración en esa misma dirección de los cinturones de facies más
proximales (facies costeras generadoras de carbón) sobre las distales (plataforma
siliciclástica y carbonatada). El modelo deposicional elaborado por estos autores, aunque

se basa únicamente en la sucesión del Moscoviense superior de la Cuenca Carbonífera


Central y del Manto del Ponga, es fácilmente extrapolable a otras sucesiones cíclicas de la
Zona Cantábrica. En el borde más próximo al orógeno (zona altamente subsidente), tuvo

lugar el depósito de potentes acumulaciones terrígenas asociadas al desmantelamiento


de las unidades cabalgantes emplazadas. La sedimentación de este material siliciclástico
se produjo fundamentalmente en medios marinos someros (deltas y abanicos costeros),

que conectaban el continente con una extensa plataforma marina. En esta plataforma
esencialmente lutítica, en las posiciones laterales y distales de las entradas de terrígenos,
se acumularon bancos de algas y plataformas carbonatadas dispersas (Fig. 5.9). El avance

de la deformación, con la progresiva incorporación de las partes más proximales de la


cuenca a la cuña orogénica (procesos de reciclaje o canibalísticos), provocó la migración
de los depocentros y de todos los sistemas sedimentarios hacia el E y la paulatina reducción

de la cuenca sinorogénica a lo largo del Carbonífero.

La Zona Cantábrica muestra la evolución típica de las cuencas de antepaís periféricas

descrita en numerosas publicaciones. De esta manera, se pueden distinguir varias etapas


durante el relleno sinorogénico de la misma (ver Comenero et. al 1993 y 2002),
correspondientes en cierta medida a los conjuntos de secuencias definidos en este trabajo

(Figs. 5.10 y 5.11). Este hecho supone una aceptación de que la tectónica (emplazamiento
de mantos, variaciones en la subsidencia, etc.) ejerció un mayor control en la sedimentación,
produciendo trangresiones y regresiones que condicionaron el desarrollo de las distintas

secuencias y conjuntos de secuencias. A su vez, estas oscilaciones del nivel del mar, se
vieron modificadas, amplificadas o disminuídas, por las variaciones glacioeustáticas de
carácter global, registradas también en otras cuencas carboníferas de Europa occidental.

201
Diego Corrochano Fernández

Durante el Serpukhoviense la cuenca de antepaís se caracterizó por presentar una


sedimentación marina profunda (turbiditas terrígenas) en el surco de antepaís o foredeep,

características típicas de cuencas sedimentarias no colmatadas. Estos materiales están


representados por la parte inferior del Grupo Prioro y la Fm Olleros, y se encuentran
rodeados por las calizas de la Fm Barcaliente, que como se comentó con anterioridad,

tienen un origen controvertido, pudiendo representar depósitos de una plataforma somera


e hipersalina o calizas depositadas en una cuenca profunda (ver Colemenero et al. 2002).

Tras un avance hacia el E del frente orogénico, en el Bashkiriense la situación


paleogeográfica se modificó sustancialmente al ser reemplazados los carbonatos de la

Fm Barcaliente por material terrígeno en muchos de los dominios. Fernández (1990)


reconoció la existencia de tres depozonas en la cuenca: un surco foredeep, un umbral
forebulge y una cuenca tras umbral. Mientras que en el surco interno, localizado ahora en

posiciones más avanzadas, continuó dominando la sedimentación turbidítica (Turbiditas


de San Pedro, Fm Cervera, Miembro Pinos de la Fm San Emiliano etc.), hacia el antepaís
se desarrolló un umbral intermedio caracterizado por la sedimentación de las calizas de la
Fm Valdeteja en la Unidad de la Sobia-Bodón, que formaba una barrera e impedía el paso

de material siliciclástico hacia la cuenca. Fernández (1990) propuso que el levantamiento


de este umbral se produjo como consecuencia de una tectónica no aflorante
(cabalgamientos ciegos, anticlinales etc.) que generó altos topográficos donde se favorecía

la precipitación de carbonato. La cuenca tras-umbral, situada por detrás del forebulge,


corresponde a una área muy extensa y deprimida, dominada por la sedimentación terrígena,
cuya batimetría aumentaba hacia el E hasta alcanzar profundidades de 500-600 m en los

afloramientos de la Sierra del Cuera (Bahamonde et al. 1997; Della Porta, 2003). Esta
zona está representada por las Fms Fresnedo y Lutitas de Lois en la Cuenca Carbonífera
Central y por la Fm Ricacabiello en el Manto del Ponga. Las primeras se interpretan como

cuñas lutíticas del prodelta, mientras que la Fm Ricacabiello es interpretada como una
sucesión de carácter condensado, depositada en zonas protegidas y en las partes más
distales de los sistemas deltaicos (Sjerp, 1967; Bahamonde, 1990). En la zona tras-umbral,

la existencia de cabalgamientos subcutáneos también favoreció el desarrollo de altos


topográficos y la precipitación de carbonato. Un ejemplo de éstos es el depósito de la Fm

202
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

Calizas de Yordas, interpretadas como una plataforma carbonatada somera, aislada y

discontinua dentro la plataforma siliciclástica. En zonas distales y laterales a los sistemas


terrígenos que introducían el material en la cuenca, tuvo lugar el desarrollo de potentes
plataformas carbonatas (Unidad de Picos de Europa y Área del Cuera).

Durante el Vereyense la Zona Cantábrica se caracterizó por una progradación


generalizada de W a E de los sistemas siliciclásticos (Mb Candeluela de la Fm San Emiliano

de la Unidad de la Sobia-Bodón, Fm Beleño en el Manto del Ponga, etc.), siendo sepultadas


las plataformas carbonatas de la Fm Valdeteja en la Unidad de la Sobia-Bodón, que actuaban
como barrera impidiendo la expansión de los sedimentos terrígenos en toda la Zona

Cantábrica. En este intervalo de tiempo (tránsito Bashkiriense/Moscoviense), en el sector


Piedrafita-Lillo se registra un incremento notable en la tasa de subsidencia, interpretado
como una respuesta a la migración hacia el E del depocentro de la cuenca, motivado a su

vez por el avance del frente de deformación. En este sector de la Cuenca Carbonífera
Central tuvo lugar el depósito de las Calizas de Peña Redonda (Fm Levinco). Se trata de
calizas micríticas submareales que forman mounds de grandes dimensiones, que se acuñan

rápidamente dando lugar a cambios laterales de facies muy espectaculares entre los
materiales terrígenos y los carbonatados, como los observados en las cercanías de las
localidades de Puebla de Lillo y Río Aller. En el Área del Cuera y en Picos de Europa, se

mantuvo la sedimentación carbonatada en plataformas elevadas sobre el fondo marino,


mostrando ambas zonas diferencias en la arquitectura estratigráfica (procesos de
agradación y progradación) atribuidas fundamentalmente a variaciones en la tasa de

subsidencia (ver Bahamonde et al. 2007).

Durante el Kashiriense inferior/medio, la cuenca se encontraba parcialmente


colmatada y se caracterizó por una sedimentación marina somera generalizada,
continuando el predominio de sedimentación terrígena. Durante esta etapa, en los sectores

de Piedrafita-Lillo y Lois Ciguera se acumularon las Fms Levinco, Llanón y Peña Neblera,
formadas por una sucesión de materiales deltaicos que presentan en su mitad inferior
intercalaciones de calizas de espesor variable. Estas últimas se interpretan como

depositadas en rampas carbonatadas de escasa pendiente durante momentos transgresivos

203
Diego Corrochano Fernández

y de mar alto, cuando el aporte de material terrígeno era muy reducido y limitado a las
zonas más proximales de la cuenca. En el sector Piedrafita-Lillo las calizas predominantes

son micríticas bioconstruidas y submareales, de color oscuro, ricas en nódulos de chert,


mientras que en Lois-Ciguera, aparecen importantes acumulaciones de calizas grainstone,
que alcanzarán su mayor desarrollo en la siguiente etapa, con el depósito del miembro

inferior y transgresivo de la Fm Calizas de Bachende. La diferencia en las características


energéticas de las facies entre ambos sectores, indica posiblemente una menor
paleobatimetría en el sector Lois-Ciguera, asociada a la propia geometría de las plataforma,

a un alto topográfico heredado o con un levantamiento flexural de la litosfera en posiciones


del antepaís.

Durante el Kashiriense superior se produjo una transgresión glacioeustática de


carácter global, registrada en numerosas cuencas carboníferas europeas y en el Midcontinet

americano (Fig. 4.27 y 4.29). Esta etapa se caracteriza por el predominio de calizas en
toda la Zona Cantábrica: en Picos de Europa continuó el desarrollo de una plataforma
carbonatada estable (Fm Picos de Europa), en el sector Aller-Nalón se depositó la Caliza
de la Pumarada, en Piedrafita-Lillo la Caliza de la Cervatina, en Lois-Ciguera el tramo

inferior de la Fm Calizas de Bachende y en el Manto del Ponga, la Fm Escalada I


(Bahamonde et al. 2009).

El Podolskiense se caracteriza por una etapa relativamente homogénea y estable


dentro de la cuenca. Mientras que en los sectores más occidentales de la Cuenca

Carbonífera Central tiene lugar el depósito de la Fm Tendeyón, Caleras y Generalas


(sucesión cíclica de materiales terrígenos y carbonatados en la que las calizas desaparecen
hacia el techo), en Lois-Ciguera y el Manto del Ponga sigue teniendo lugar el desarrollo de

plataformas carbonatadas elevadas sobre el fondo marino (Fms Calizas de Bachende y


Escalada respectivamente), en las que se registran esporádicas intercalaciones terrígenas
asociadas a las oscilaciones glacioesutáticas durante la ciclicidad de alta frecuencia.

Además, esta etapa coincide con un incremento notable de la subsidencia en el sector


Lois-Ciguera, indicando el progresivo desplazamiento del depocentro de la cuenca hacia
el E a lo largo del Westfaliense.

204
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

SERPUKHOVIAN (324 Ma) MID-BASHKIRIAN (316 Ma)


Orogenic front

For

Fo
N

red
ede
N

ee
ep

p
CU F-NP CU
F-NP PN
ZAOL CCC PN
ZAOL
CCC
PE
PE
Fore

P-CP

Fore
???
deep

P-CP

dee
???
?

p
???

EARLY MOSCOVIAN (VEREYAN) (311 Ma)


PODOLSKIAN (307,5 Ma)

N N
ore F

Fo
de

re
ep

de
ep
ZAOL F-NP CU
ZAOL
F-NP CCC PN CU
CC PN
C CCC
PE
Foredeep

PE
P-CP

P-CP
Fore

???
???
dee
p

LATE MOSCOVIAN (MYACHKOVIAN) (305,5 Ma)

Advance of the orogenic Emerged orogenic reliefs


front
Major thrust fault Wedge-top depozone. N
Submarine and emerged

ZAOL, West Asturian Leonese Zone; Serpukhovian-Bahskirian- CU


F-NP, Fold and Nappe Province; Moscovian carbonate platforms
CCC PN
CCC, Central Asturian Coalfield; PN, PE
Starved basinal realms F-NP
Ponga Nappe (except Cuera Unit and ZAOL
Fored

frontalmost thrust nappes); CU, Cuera Thick siliciclastic- P-CP


eep

Unit; PE; Picos de Europa Province; domianted succesions


(mostly fore-deep depozone)
P-CP, Pisuerga-Carrión Province.
???

Fig. 5.10. Mapas paleogeográficos mostrando la evolución tectono-sedimentaria de la


Zona Cantábrica. Modificados de Merino-Tomé et al. (2009b).

205
Diego Corrochano Fernández

W E

RO AN PL MYACHKOVIENSE INFERIOR
LC

f Fms LUTITAS Y CALIZAS


DE CIGUERA
GRUPO SAMA

Calizas bioclásticas
Turbiditas terrígenas
Plataforma silicicástica
Medios costeros y deltaicos
(generadores de carbón)
Fm Barcaliente
Cabalgamiento frontal
Fm Alba de la CCC
Zócalo paleozoico (Fms
Láncara, Oville, Barrios etc.)

SC: Unidad de Somiedo Corecillas


SA: Unidades de la Sobia-Bodón
MYACHKOVIENSE INFERIOR
y Áramo
Arenisca de
CCC: Unidad de la Cuenca RO AN PL BACHENDE
Desarrollo de abanicos LC
Carbonífera Central costeros
Elevada subsidencia en toda la cuenca y
RO: sector Riosa-Olloniego e aporte de material terrígeno
AN: sector Aller-Nalón Fm DUEÑAS
GRUPO SAMA
PL: sector Piedrafita-Lillo
LC: sector Lois-Ciguera
Principales etapas de
deformación

1km

25 km

KASHIRIENSE SUP./PODOLSKIENSE

PL LC
RO AN Desarrollo de rampas
carbonatadas en las Plataformas carbonatdas con
taludes de cierta pendiente
d Fm CALERAS
partes más distales de los
sistemas deltaicos
?
Fm TENDEYÓN

Cz. DE LA CERVATINA Fm CALIZAS DE BACHENDE


Cz. DE LA PUMARADA

VEREYENSE/KASHIRIENSE INF./MEDIO
SC SA PL
RO AN
LC Abundantes shoals
Depósitos de baja energía
c
oolíticos y bioclásticos
Mounds micríticos Fm Cz. PEÑA NEBLERA
Fm LLANÓN
Mb Candemuela
Fm SAN EMILIANO
Fm LEVINCO ?
Mb La Majúa
Cz DE PEÑA REDONDA

Elevada subsidencia

Desplazamiento del depocentro

Procesos canibalísticos o
de reciclaje de materiales sinorogénicos
depositados previamente
BASHKIRIENSE

b SC SA RO AN PL LC

Fm VALDETEJA
Mb La Majúa Fm FRESNEDO Fm LUTITAS DE LOIS Fm CALIZAS de YORDAS

Fm SAN EMILIANO
Mb Pinos
? ?
Altos topográficos favorecen
la acumulación de carbonato
Turbiditas terrígenas
SERPUKHOVIENSE
(CUENCA NO COLMATADA)
ORÓGENO
a SC SA CCC
Avance del frente orogénico
Fm BARCALIENTE Plataforma carbonatada muy extensa y estable

Fm OLLEROS

Incorporación de sedimentos a la cuña orogénica

Fig. 5.11 Cortes esquemáticos mostrando la evolución tectónica y el relleno de la cuenca


sedimentaria durante el Serpukhoviense, Bashkiriense y Moscoviense (Namuriense y Westfaliense).
Nótese la representación no realista del cinturón de cabalgamientos y su relación con el foredeep
adyacente.

206
Capítulo 5: ANÁLISIS DE CUENCAS

El tránsito Podolskiense-Myachkoviense refleja un importante cambio


paleogeográfico en la cuenca. Su tamaño se ha reducido considerablemente debido al

emplazamiento de las Unidades de la Sobia-Bodón y Somiedo-Correcillas, que se incorporan


a la cuña orogénica con el consiguiente reciclado de sus materiales sinorogénicos previos.
En este intervalo además, se conservan por primera vez sedimentos de abanicos aluviales

localizados en el sector de Riosa-Olloniego y Aller-Nalón. En el Manto del Ponga tiene


lugar el tránsito de la Fm Escalada I a II (Bahamonde et al. 2009), en Piedrafita-Lillo se
produce el tránsito entre las facies del Grupo Lena y el Grupo Sama, y en Lois-Ciguera se

registra una importante discontinuidad (Arenisca de Bachende), que marca el inicio de una
nueva etapa de sedimentación terrígena.

La parte basal del Myachkoviense supone una nueva progradación generalizada


de los sistemas terrígenos en toda la cuenca. En el sector Aller-Nalón y Piedrafita-Lillo se

depositan las facies productoras de carbón del Grupo Sama, en ambientes sedimentarios
que varían desde deltaicos a abanicos aluviales costeros. En Lois-Ciguera tiene lugar el
depósito de la Fm Lutitas y areniscas de Dueñas, interpretada como sedimentos del frente
deltaico y prodelta. Por encima de estos niveles, tiene lugar una nueva etapa transgresiva

con sedimentación carbonatada generalizada en las zonas paleogeográficamente más


distales: continua la plataforma carbonatada de la Unidad de Picos de Europa, en el Manto
del Ponga se sedimenta la Fm Escalada II y la Fm Fito (Bahamonde et al. 2010) y en el

sector Lois-Ciguera tiene lugar la Fm Calizas de Ciguera. Con posterioridad a estos


depósitos, una nueva etapa de progradación deltaica vuelve a sepultar las plataformas
carbonatas previas, depositándose en este último lugar la Fm Lutitas de Ciguera, que

representa sucesión deltaica más proximal observada en el sector Lois-Ciguera.

207
CAPÍTULO 6

CONCLUSIONES
Capítulo 6: CONCLUSIONES

6.- CONCLUSIONES
Aunque las conclusiones generales de este trabajo se han ido exponiendo a lo

largo de los capítulos anteriores, a continuación se realiza una breve recopilación de las
más relevantes:

Estratigrafía

La sucesión estratigráfica del Grupo Lena en Piedrafita-Lillo y Lois-Ciguera ha sido


dividida en una serie de unidades litoestratigráficas con rango de formación, cartografiables
a escala 1:20.000, y en las que, en algunos casos, se han definido miembros y capas de

carácter informal.

El Grupo Lena en el sector Piedrafita-Lillo tiene una potencia aproximada de 4.000


m y presenta una buena correlación con las partes centrales de la Cuenca Carbonífera
Central. En él se han distinguido cuatro formaciones, que de muro a techo son: Fm Fresnedo

(Bashkiriense), Fm Levinco (Vereyense/Kashiriense inferior), Fm Llanón (Kashiriense) y


Fm Tendeyón (Kashiriense/Podolskiense). Las Fms Levinco y Tendeyón incluyen los
miembros Caliza de Peña Redonda y Caliza de la Cervatina, respectivamente.

La sucesión del Grupo Lena en el sector Lois-Ciguera presenta un espesor cercano


a los 2.000 m y se caracteriza por presentar un alto contenido en carbonatos, algo que lo

diferencia de otros sectores de la Cuenca. Ha sido dividida en siete formaciones, que de


muro a techo son: Fm Lutitas de Lois (Bashkiriense), Fm Calizas de Yordas (Bashkiriense),
Fm Calizas de Peña Neblera (Vereyense/Kashiriense), Fm Calizas de Bachende

(Kashiriense superior/Myachkoviense), Fm Lutitas y areniscas de Dueñas (Myachkoviense),


Fm Calizas de Ciguera (Myachkoviense) y Fm Lutitas de Ciguera (Myachkoviense). La Fm
Calizas de Bachende ha sido dividida en un miembro inferior, uno intermedio y otro superior,

mientras que en la Fm Calizas de Ciguera se han diferenciado únicamente un miembro


inferior y otro superior.

211
Diego Corrochano Fernández

Sedimentología

Se han descrito e interpretado un total de treinta y tres facies, agrupadas en dos

sistemas sedimentarios y siete asociaciones de facies diferentes, que son:

-Sistemas deltaicos: deltas fluviales con influencia mareal, donde además, tuvieron
cierta importancia los depósitos generados por avenidas catastróficas, generalmente
relacionados con eventos climáticos. Están formados por las asociaciones de llanura

deltaica, frente deltaico y prodelta/plataforma siliciclástica, siendo las dos últimas los
depósitos más comunes en la zona de estudio.

- Sistemas de plataforma carbonatada: estaban conectados con los sistemas


deltaicos hacia el W. La geometría dominante de estos sistemas es de rampa carbonatada,

presentando bajas pendientes de depósito y registrando cíclicas invasiones de material


terrígeno. Sin embargo, en la Fm Calizas de Bachende, estos materiales constituyeron
plataformas elevadas sobre el fondo marino, con desarrollo de taludes sedimentarios de

cierta inclinación. En función de sus características energéticas, se han diferenciado las


siguientes asociaciones de facies: plataforma interna, media y externa, y margen de
plataforma y talud sedimentario.

En el análisis sedimentológico realizado, se ha descrito un nuevo organismo de


carácter problemático, Loisphyllum bachendensis, nov. gen. nov. sp., encontrado en la Fm

Calizas de Bachende. Debido a la ausencia de criterios diagnósticos, se ha propuesto


incluirlo dentro del grupo artificial de las algas filoides, cercano a la familia de las
Peyssonneliaceae.

Estratigrafía secuencial y ciclicidad

La sucesión estudiada forma una megasecuencia granocreciente, progradante y

regresiva de 2º orden, correspondiente al relleno de la cuenca sedimentaria, que está


formada por cinco conjuntos de secuencias. Cada uno de ellos está constituido por la
superposición de secuencias transgresivas-regresivas (T-R) de 3er y 4º orden, integradas

a su vez, por numerosos ciclos o secuencias de alta frecuencia (5º orden).

212
Capítulo 6: CONCLUSIONES

En el sector Piedfrafita-Lillo se han diferenciado cuatro secuencias T-R, con


duraciones que oscilan entre los 0,33 ma y 1,2 ma. La secuencia 1 forma parte del conjunto

de secuencias 1 (Bashkiriense); las secuencias T-R 2, 3 y 4 integran el conjunto de


secuencias 2 (Vereyense/Kashiriense inferior), mientras que las secuencias 5 y 6 forman
el conjunto 3, de edad Kashiriense superior/Podolskiense.

En Lois-Ciguera se han definido nueve secuencias T-R, con duraciones que oscilan

entre los 0,92 y 0,23 ma. La secuencia 1 vuelve a integrar el conjunto de secuencias 1
(Bashkiriense), las secuencias 2 y 3 constituyen el conjunto 2 (Vereyense/Kashiriense
inferior); las secuencias 4, 5, 6 y 7 forman el conjunto 3 (Kashiriense superior/

Myachkoviense) y las secuencias 8 y 9 constituyen el conjunto de secuencias 4, de edad


Myachkoviense.

El estudio en detalle de la ciclicidad de alta frecuencia (5º orden eustático) ha


permitido definir varios tipos de ciclos en función de su litología dominante:

- Ciclos siliciclásticos.

- Ciclos mixtos, formados por material terrígeno y carbonatado, y a su vez, divididos


en ciclos con calizas transgresivas y ciclos con calizas transgresivas y regresivas.

- Ciclos carbonatados, diferenciados en ciclos de alta energía, submareales y


submareales profundos.

Todos estos ciclos, se han agrupado en 5 categorías diferentes: ciclos de 15 a 30

ka, ciclos de 30 a 45 ka, ciclos de 100 a 120 ka, ciclos de 60 a 90 ka y ciclos con
periodicidades cercanas a los 180-200 ka. Las tres primeras categorías corresponden con
los ciclos orbitales de precesión (17-21 ka), de oblicuidad (34-44 ka) y de excentricidad

(100-110 ka) propuestos para el Carbonífero, mientras que los dos últimos son de origen
desconocido y no pueden ser explicados únicamente mediante un control glacioeustático.

Un rasgo característico en ambos sectores, es que la periodicidad de todas las


secuencias (tanto las de rango mayor como menor) aumenta a lo largo del Moscoviense,

213
Diego Corrochano Fernández

coincidiendo también con un aumento de pendiente en las curvas de subsidencia elaboradas,

indicando que ésta, influenciada por el avance hacia el E del frente de deformación, pudo
jugar un papel muy importante en el desarrollo de la ciclicidad.

La continuidad lateral de los ciclos de 5º orden es de escala kilométrica, sugiriendo


un fuerte control glacioeustático, aunque se ha comprobado que alguno de los ciclos se

acuña lateralmente y de forma más o menos rápida hasta desaparecer. Este último hecho,
se asocia con la topografía irregular del fondo marino, motivada fundamentalmente por la
geometría monticular de las facies micríticas bioconstruidas.

En Piedrafita-Lillo los ciclos muestran un espesor medio de 17,8 m (n=146), mientras


que en Lois-Ciguera es de 12,12 m (n=209). Esta diferencia de espesor se atribuye a la

mayor presencia en Piedrafita-Lillo de material terrígeno, que constituye por norma general
ciclos más potentes, donde las lutitas varían fuertemente de espesor y las areniscas se
mantienen más o menos constantes.

A partir de las diferentes escalas temporales observadas en las secuencias, se

interpreta que la arquitectura estratigráfica de la sucesión estuvo fuertemente controlada


por la subsidencia y las progradaciones de cuñas clásticas desde el continente, aunque
las variaciones glacioeustáticas, asociadas al hielo y deshielo de los glaciares continentales

de Gondwana, tuvieron también cierta importancia en el desarrollo de las secuencias T-R


y los ciclos de alta frecuencia.

Análisis de cuencas. Síntesis sedimentaria

La sedimentación del Grupo Lena tuvo lugar en las partes más distales del foredeep
en una cuenca de antepaís periférica, desarrollada en el margen N de Gondwana durante
la orogenia Hercínica. Las curvas de subsidencia elaboradas, muestran dos etapas

diferentes en el relleno de la cuenca durante el carbonífero:

a) Tournaisiense-Visense: representa la sedimentación condensada en el foredeep


distal y se caracteriza por una subsidencia muy reducida, correspondiendo a la etapa de
tránsito entre las sucesiones pre y sinorogénicas.

214
Capítulo 6: CONCLUSIONES

b) Serpukhoviense-Moscoviense: corresponde a la etapa sinorogénica en esta parte


de la cuenca sedimentaria y se caracteriza por un incremento considerable en la pendiente

de las curvas, como respuesta al hundimiento flexural de la litosfera tras el emplazamiento


de cargas tectónicas en el frente orogénico. Las curvas, en los sectores de Piedrafita-Lillo
y Lois-Ciguera, muestran dos episodios de subsidencia diferentes y de carácter diacrónico,

algo que se ha interpretado como respuesta a una migración del depocentro de la cuenca
en función de su posición respecto al frente orogénico.

Durante el Serpukhoviense, en la Zona Cantábrica se desarrolló un surco profundo,


paralelo a línea de costa, con sedimentación turbidítica que enlazaba hacia la cuenca con

las calizas de la Fm Barcaliente. Durante el Bashkiriense, se identifica además la presencia


de un umbral carbonatado (Fm Valdeteja) y una cuenca tras umbral, formada por depósitos
fundamentalmente lutíticos (Fm Fresnedo y Fm Lutitas de Lois) con desarrollo aislado y

esporádico de calizas (miembro Calizas de Yordas). Durante el Moscoviense inferior, la


cuenca se encontraba colmatada parcialmente. El umbral es sobrepasado y sepultado por
la progradación de material terrígeno desde el continente, depositándose en el foredeep
potentes sucesiones cíclicas de material terrígeno y carbonatado de carácter marino somero

(Grupo Lena). En el Podolskiense/Myachkoviense, tiene lugar en el sector Piedrafita-Lillo


el tránsito gradual entre el Grupo Lena y Grupo Sama, mientras que en las partes más
distales de la Cuenca, en Lois-Ciguera, continuó la sedimentación del Grupo Lena a lo

largo del Myachkoviense inferior.

215
CAPÍTULO 7

REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

7.- REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Adams, A.E., MacKenzie, W.S. y Guilford, C. (1984): Atlas of sedimentary rocks under the

microscope. Logman, 1º Eds., 104 pp.

Adaro, L. De (1926): atlas del estudio estratigráfico de la cuenca hullera asturiana. Publ. Inst.Geol.

Min. Esp. Madrid, 14: 9-79.

Adaro, L. De (1914): Emplazamiento de sondeos para investigar la prolongación de las series hulleras

por debajo de los terrenos mesozoicos. Bol. Inst. Geol. Min. Esp., XIV, 9-79.

Águeda, J. A., Colmenero, J.R.,Fernández, L.P., Salvador, C.I., Barba, P. y Barba, F.J. (1986-

1987): Facies generadoras de carbón en el Westfaliense superior de la Cuenca Carbonífera

Central Asturiana. Acta Geol. Hispanica, 21-22: 131-139.

Águeda, J. A., Bahamonde, J. R., Barba, F. J., Barba, P., Colmenero, J.R., Fernández, L.P,

Salvador, C.I y Vera, C. (1991): Depositional enviroments in Westphalian coal-bearing

successions of the Cantabrian Mountains, northwest Spain. Bull. Soc. Géol. France, 162 (2):

325-333.

Ahr, W. M. (1973): The Carbonate ramp: an alternative to the shelf model. Gulf Coast Assoc. Geol.

Soc., 23: 221-225.

Aigner, T. y Reineck, H. (1982): Proximality trends in modern storm sands from the Helgoland Bight

(North Sea) and their implications for basin analysis. Senck. Marit., 14: 183-215.

Allen, P.A. y Allen, J.R.L. (1990): Basin Analysis: Principles and Applications. Blackwell Sci. Publ.,

Oxford, 451 pp.

Allen, P.A., Homewood, P. y Williams, G.D. (1986): Foreland basins: an introduction. En: Foreland

Basins (Allen, P.A. y Homewood, P., Eds). IAS Spec. Publ., 8: 3-12.

Aller Manrique, J. A. (1986): La estructura del sector meridional de las Unidades del Áramo y

Cuenca Carbonífera Central de Asturias. Consejería de Industria y Energía. Principado de

Asturias. 180 pp.

Alonso-Herrero, E. (1981): Estudio geológico de la zona Riaño-Valdeburón (León, Noroeste de

España). Tierras de León, 43-44, 30 pp.

219
Diego Corrochano Fernández

Alonso, J. L. y Marcos A. (2001): Modelización estructural del área de Salamón. Universidad de

Oviedo, informe interno de Siemcalsa (inédito).

Alonso, J.L., Marcos, A. y Suárez, A. (2006): Structure and organization of the Porma mélange:

Progressive denudation of a submarine nappe toe by gravitational collapse. Am. Jour. Sci.,

306: 32-65.

Alonso, J.L., Marcos, A. y Suárez, A. (2009): Paleogeographic inversion resulting from large out of

sequence breaching thrusts: The León Fault (Cantabrian Zone, NW Iberia). A new picture of

the external Variscan Thrust Belt in the Ibero-Armorican Arc. Geologica Acta, 4: 451-473.

Álvarez-Marrón, J. y Pérez-Estaún, A. (1990): Memoria del Mapa Geológico de España E. 1:50.000.

Hoja 79 (Puebla de Lillo). Segunda serie (Magna), primera edición, 60 pp.

Aramburu, C. (1989): El Cambro-Ordovicico de La Zona Cantábrica (N.O. de España). Tesis

Doctoral, Univ. de Oviedo, (inédita), 531 p.

Arenas, R., Martínez Catalán, J.R., Sánchez Martínez, S., Díaz García, F., Abati, J., Fernández-

Suárez, J., Andonaegui, P. and Gómez-Barreiro, J. (2007): Paleozoic ophiolites in the

Variscan suture of Galicia (northwest Spain): distribution, characteristics and meaning. En

4–D framework of continental crust (Hatcher, R.D., Jr., Carlson, M.P., McBride, J.H. y Martínez

Catalán, J.R., Eds.), Geol. Soc. Am. Memoir 200, 425-444.

Babcock J.A.(1986): The puzzle of alga-like problematica, or rummaging around in the algal

wastebasket. En Problematic Fossil Taxa (Hoffman A. y Nitecki M.H., Eds.), Oxford Univ. Press,

Oxford, 12–26.

Bahamonde, J. R. (1990): Estratigrafía y Sedimentología del Carbonífero medio y superior de la

Región del Manto del Ponga, (Zona Cantábrica). Tesis Doctoral, Univ. de Oviedo, (inédita),

215 p.

Bahamonde, J.R. (2000): A steep-fronted Carboniferous carbonate platform: clinoformal geometry

and lithofacies (Picos de Europa Region, NW Spain). Sedimentology, 47: 645-664.

Bahamonde, J. R. y Colmenero, J.R. (1993): Análisis estratigráfico del Carbonífero medio y superior

del Manto del Ponga (Zona Cantábrica). Trab. Geol., Univ. de Oviedo, 19: 155-193.

Bahamonde, J. R., Colmenero, J. R. y Heredia, N. (1988): Morfología de un margen de plataforma

carbonatada en el Carbonífero Superior de la Zona Cantábrica. Geogaceta, 5: 48-50.

220
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bahamonde, J.R., Colmenero, J.R. y Carmen, V. (1997): Growth and demise of Late Carboniferous

carbonate plataforms in the eastern Cantabrian Zone, Asturias, northwestern Spain. Sed.

Geol., 110: 99-122.

Bahamonde, J.R., Merino-Tomé, O. y Heredia, N. (2007): A Pennsylvanian microbial boundstone-

dominated carbonate shelf in a distal foreland margin (Picos de Europa Province, NW Spain).

Sedimentary Geology, 198: 167-193.

Bahamonde, J.R., Della Porta, G. y Merino-Tomé, O. (2009): Ice-house carbonate cycles in a

pennsylvanian carbonate platform of the Cantabrian Zone (The Escalada Fm., Northern Spain).

27th IAS meeting, Alghero, Italia.

Barrois, Ch. (1882): Recherches sur les terrains anciens des Asturias et de la Galice. Mem. Soc.

Geol.. Nord., 2 (1): 630 pp.

Barba, P. (1983): Estratigrafía y sedimentología de la serie Westfaliense entre Santa Cruz de Mieres

y Caborana (Cuenca Carbonífera Central). Tesis de Licenciatura. Univ. de Oviedo (inédita).

Barba, P. (1991): Estratigrafía y Sedimentología de la sucesión westfaliense del borde sureste de la

Cuenca Carbonífera Central. Tesis Doctoral. Univ. de Oviedo: 237 pp (inédita).

Barba, P. (2003): Estudio estratigráfico-sedimentológico del yacimiento de oro de Salamón (León).

Universidad de Salamanca, informe interno de Siemcalsa, (inédito).

Barba Regidor, F. J. y Sánchez de la Torre, L. M. (1985): La sedimentación carbonífera en el área

del Cellón (Puerto de Pajares, Asturias-León). X Congr. Int. Strat. Geol..Carb., Madrid, 1983,

3, 311-322.

Barba, P. y Colmenero, J.R. (1994): Estratigrafía y Sedimentología de la sucesión Westfaliense del

borde sureste de la Cuenca Carbonífera Central (Zona Cantábrica, N de España). Stud.

Geol. Salmant., 30: 139-204.

Barba, P., Heredia, N. y Villa, E. (1991): Estratigrafía y edad del grupo Lena en el sector Lois-

Ciguera (Cuenca Carbonífera Central, NO de España). Rev. Soc. Geol. Esp., 4: 61-77.

Becq-Giraudon, J.F., Montenat, C. y Van Den Driessch, J. (1996): Hercynian high-altitude

phenomena in the French Massif Central: tectonic implications. Palaeogeogr. Palaeoclimatol.

Palaeoecol., 122: 227-241.

221
Diego Corrochano Fernández

Berger, A. y Loutre M.F. (1994): Astronomical forcing through geological time. En Orbital forcing

and cyclic sequences (de Boer, P.L. y Smith, D.G., Eds.). International Association of

Sedimentologists, Special Publication, 19: 15-24.

Blakey, R. (2005): Global plate tectonics and paleogeography. Northern Arizona University, http://

jan.ucc.nau.edu/~rcb7/

Bless M. J. M. (1967): Sobre las facies de ostrácodos del Carbonífero Superior y su uso para

correlaciones en las Cuencas Hullerras. Acta Geol.. Hispánica, II (2), 3-4.

Bless M. J. M. (1968): On two Hollinoid ostracode genera from the Upper Carboniferous of

northwestern of Spain. Leidse Geol. Meded., 43, 157-212.

Bless M. J. M. (1971): Note on the cyclic sedimentation in the Central Carboniferous Basin of Asturias.

Trabajos de Geología, 3, 41-52.

Brouwer, A. y Van Ginkel, A. C. (1964): La sucesión Carbonifère dans la partie méridionale des

montagnes Cantabriques (Espagne Nord-Ouest). Comptes Rendus, 5ème Congrès sur le

Carbonifère, Paris 1963, 1, 307-319.

Bond, G.C. y Kominz, M.A. (1984): Constructions of tectonic subsidence curves for the Early

Paleozoic miogeocline, southern Canadian Rocky Mountains: implications for subsidence

mechanisms, age of breakup, and crustal thinning. Geol. Soc. Am. Bull., 95: 155-173.

Bosellini, A. (1984): Progradation geometries of carbonate platforms: examples from the Triassic of

the Dolomites (Northen Italy). Sedimentology, 31: 1-24.

Bosence, D. (2005): A genetic classification of carbonate platforms based on their basinal and tectonic

settings in the Cenozoic. Sed. Geol., 175: 49-72.

Boss, S.K. y Rasmussen, K.A. (1995): Misuse of Fischer plots as sea-level curves. Geology, 23:

221-224.

Boggs, S. (2001): Principles of sedimentology and stratigraphy. 3rd Ed., Prentice Hall, 726 pp.

Bowman, M. B.J. (1979): The depositional environments of a limestone unit from the San Emiliano

Formation (Namurian/Westphalian), Cantabrian Mountains, NW Spain. Sed. Geol., 24:25-

43.

222
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bowman, M.B.J. (1980): The sedimentology and stratigraphy of the San Emiliano Formation and

associated sequences, Carboniferous, NW Spain. Tesis Doctoral, Univ. Sheffield, 316 pp

(inédita).

Bowman, M.B.J. (1983): The Genesis of Algal Nodule Limestones from the Upper Carboniferous

(San Emiliano Formation) of N.W. Spain. En: Coated Grains (Perry, T.M. Ed.). Springer-

Verlag, Berlin Heidelberg, New York, Tokyo: 409-423.

Burchette, T.P., Wright, V.P. y Faulkner, T.J. (1990): Oolitic sandbody depositional models and

geometries, Mississippian of southwest Britain: implications for petroleum exploration in

carbonate ramp settings. Sed. Geol., 68: 87-115.

Burchette, T.P. y Wright, V.P. (1992): Carbonate ramp depositional systems. Sed. Geol., 79: 3-57.

Caride, C., Gervilla, M., Ortuño, G. y Velando, F. (1975): Hoja nº53 (Mieres). MAGNA 1: 50000

Casillas-Castañón, F. (1984): Estudio estratigtráfico de la serie Westfaliense del Valle del Río Negro

(Aller). Tesis de Licenciatura, Univ. Oviedo.

Catuneanu, O. (2006): Principles of Sequence Stratigraphy. Elsevier. 375 pp.

Catuneanu, O., Abreu, V., Bhattacharya, J.P., Blum, M.D., Dalrymple, R.W., Eriksson, P.G.,

Fielding, C.R., Fisher, W.L., Galloway, W.E., Gibling, M.R., Giles, K.A., Holbrook, J.M.,

Jordan, R., Kendall, C.G.St.C., Macurda, B., Martinsen, O.J., Miall, A.D., Neal, J.E.,

Nummedal, D., Pomar, L., Posamentier, H.W., Pratt, B.R., Sarg, J.F., Shanley, K.W., Steel,

R.J., Strasser, A., Tucker, M.E., y Winker, C. (2009): Towards the standardization of sequence

stratigraphy. Earth-Science Reviews, 92: 1-33.

Clarkson, E.N.K. (1998): Invertebrate Paleontology and Evolution (4th edition). Blackwell Science,

452 pp.

Craig, H. (1957): Isotopic standards for carbon and oxygen and correction factors for mass-

spectrometric analysis of carbon dioxide. Geochim. Cosmochim. Acta, 12: 133-149.

Cross, T.A. (1991): High-resolution stratigraphic correlation from the perspectives of base-level cycles

and sediment accommodation. En Unconformity Related Hydrocarbon Exploration and

Accumulation in Clastic and Carbonate Settings (Dolson, J. Ed). Rocky Mountain Association

of Geologists, Short Course Notes, 28-41.

Crowley, T.J. y North, G.R. (1991). Paleoclimatology. New York: Oxford University Press. 339 pp.

223
Diego Corrochano Fernández

Coleman, J.M. (1976): Deltas: Processes of deposition and models for exploration. Burgess Publishing

Co. CEPCO Division, Minneapolis, 124 pp.

Coleman, J.M. y Wright, L.D. (1975): Modern river deltas: variability of processes and sand bodies.

En: Deltas, Models for Exploration (Broussard, M.L., Ed.). Houston Geol. Soc., Houston, 99-

149.

Colmenero, J.R. y Prado, J.G. (1993): Coal basins in the Cantabrian Mountains, northwestern Spain.

Int. J. Coal Geol.. 23, 215–229.

Colmenero, J. R., Agueda, J. A., Fernández, L. P., Salvador, C. I., Bahamonde, J. R. y Barba, P.

(1988): Fan-delta systems related to the Carboniferous evolution of the Cantabrian Zone,

northwestern Spain. En Fan Deltas: Sedimentology and Tectonics Settings (Nemec, W. y

Steel, R. J., Eds.), Blackie and Son, 267-285.

Colmenero, J. R., Agueda, J. A., Bahamonde, J. R., Barba, F. J., Barba, P., Fernández, L. P. y

Salvador, C.I. (1993): Evolución de la Cuenca de antepaís namuriense y westfaliense de la

Zona Cantábrica, NW de España. C. R. XII Inter. Congr. Carbonif. Perm. Stratigr. Geol.

Buenos Aires, 1991, 2: 175-190.

Colmenero, J. R., Fernández L. P., Moreno C., Bahamonde, J. R., Barba, P., Heredia, N. y

González F. (2002): Carboniferous. En The Geology of Spain (Gibbons W. y Moreno T.,

Eds), The Geological Society (London), 93-116.

Connoly, W.M., Lamnert, L.L. y Stanton Jr., R.J. (1989): Paleoecology of lower and Middle

Pennsylvanian (Middle Carboniferous) Chaetetes in North America. Facies, 20: 139-168.

Corrochano, D. (2006): Litofacies y evolución isotópica de la sucesión Podolskiense-Myachkoviense

del Grupo Lena en el Sector Lois-Ciguera de la Cuenca Carbonífera Central, Zona Cantábrica.

Tesis de Licenciatura, Univ. de Salamanca, 151 pp. (inédita).

Corrochano, D. y Barba, P. (2007): Estratigrafía, sedimentología y evolución isotópica del tránsito

Podolskiense-Myachkoviense (sector Lois-Ciguera, Cuenca Carbonífera Central, Zona

Cantábrica). Studia Geologica Salmanticensia, 43 (1), 67-114.

Corrochano, D. y Barba, P. (2008): Secuencias de alta frecuencia (ciclotemas) pensilvanienses en

el borde SE de la Cuenca Carbonífera Central, Zona Cantábrica (España). Geotemas, VII

Congreso Geológico de España.

224
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Corrochano, D., Barba, P. y Colmenero, J.R. (2009): Distribución de facies y evolución de un

margen de plataforma carbonatada pensilvaniense en el Sector Lois-Ciguera de la Cuenca

Carbonífera Central Asturiana (Zona Cantábrica). Geogaceta, 46: 63-66.

Cózar, P., Somerville, I. D., Rodríguez, S., Mas, R. y Medina-Varea, P. (2006): Development of a

late Viséan (Mississippian) mixed carbonate/siliciclastic platform in the Guadalmellato Valley

(southwestren Spain). Sed. Geol., 183: 269-295.

DeMaris, P. (2000): Formation and distribution of coal balls in the Herrin Coal (Pennsylvanian),

Franklin County, Illinois Basin, USA. Jour. Geol. Soc.,157 (1): 221-228.

Dawson, W.C. y Carozzi, A.V. (1986): Anatomy of a phylloid algal buildup, Raytown Limestone, Iola

Formation, Pennsylvanian, Southeast Kansas, U.S.A. Sedimentary Geology, 47: 221-261.

DeCelles, P.G. y Giles , K.A. (1996): Foreland basin systems. Basin Res., 8: 105-123.

Della Porta, G. (2003): Depositional anatomy of a Carboniferous high-rising carbonate plataform

(Cantabrian Mountains, NW Spain). Tesis Doctoral. Vrije Universiteit: 249 pp.

Della Porta, G., Kenter, J.A.M. y Bahamonde, J.R. (2002a): Microfacies and paleoenvironment of

Donezella accumulations across an Upper Carboniferous high-rising carbonate platform

(Asturias, NW Spain). Facies, 46: 149-168.

Della Porta, G., Kenter, J.A.M., Immenhauser, A. y Bahamonde, J.R. (2002b): Lithofacies character

and architecture across a Pennsylvanian inner platform transect (Sierra de Cuera, Asturias,

Spain). Journal of Sedimentary Research, 72 (6): 898-916.

Della Porta, G., Kenter, J. y Bahamonde, J. (2004): Depositional facies and stratal geometry of an

Upper Carboniferous prograding and aggrading high-relief carbonate platform (Cantabrian

Mountains, N Spain). Sedimentology, 51, 267-295.

Della Porta, G., Villa, E. y Kenter, J. (2005): Facies distribution of fusulinida in a bashkirian-moscovian

(pennsylvanian) carbonate platform top (Cantabrian Mountains, NW Spain). J. Foramin. Res.,

35 (4), 344-367.

Denizot, M. (1968) : Les algues Floridees Encroutantes (à l’exclusion des Corallinacees). Laboratoire

de Cryptogamie, Musée National d’Histoire Naturelle, Paris. 310 pp.

Dickson, J. A. D. (1966): Carbonate identification and genesis revealed by staining. J. Sed. Petrol.,

36: 491-505.

225
Diego Corrochano Fernández

Dickinson, W.R. (1974): Plate tectonics and sedimentation. En: Tectonics and Sedimentation

(Dickinson W.R., Ed.). Spec. Publ. Soc. Econ. Paleont. Miner., Tulsa, 22: 1-27.

Dorobek, S. (1995): Synorogenic carbonate platforms and reefs in foreland basins: controls on

stratigraphic evolution and platform/reef morphology. En Stratigraphic evolution of foreland

basins (Dorobek, S. y Ross, G. Eds), SEPM, Special Publication, 52: 127-148.

Dott, R.H.Jr. y Burgeois, J. (1982): Hummocky stratification: significance of its variable bedding

sequences. Geol. Soc. Am. Bull., 93: 663-680.

Dunham, R.J. (1962): Classification of carbonate rocks according to depositional texture. En:

Classification of carbonate rocks. AAPG Mem. 1: 108 – 121.

Eichmüller, K. (1985): The Valdeteja Formation: Environment and History of an Upper Carboniferous

Carbonate Plataform (Cantabrian Mountains, Northern Spain). Facies, 13: 45-154.

Embry , A. F. (1993). Transgresive-Regresive (T-R) sequence analysis of Jurassic succession of the

Sverdrup Basin, Canadian Artic Archipelago. Canadian Journal of Earth Sciences, 30: 301-

320.

Embry, A.F. (2002): Transgresive-Regresive (T-R) Sequence Stratigraphy. Sequence Stratigraphic

Models for Exploration and Production: Evolving Methodology, Emergin Models and application

Histories. En 22nd Annual Gulf Coast Section SEPM Foundation, Bob F. Perkins Research

Coference, Conference Proceedings (Armentrout, J. M. y Rosen N. C, Eds.), 151-172.

Embry, A. F. y Klovan, J. E. (1971): A Late Devonian reef tract on notheastern Banks Island. Bull.

Can. Petrol. Geol., 19 (4): 730-781.

Embry, A. F. y Johannessen, E. P. (1992): T-R sequence stratigraphy, facies analysis and reservoir

distribution in the uppermost Triassic-Lower Jurassic succession, wetern Sverdrup basin,

Arctic Canada. En Arctic Geology and Petroleum Potencial (Vorren, T.O.; Bergsager, E.;

Dhal-Stamnes, O. A.; Holter, E.; Johansen, B.; Lie, E. y Lund, T. B. Eds.). Norwegian Petroleum

Society, Special Publication, 2: 121-146.

Enpu, G. , Samankassou, E. , Changqing, G. , Yongli, Z. y Baoliang, S. (2007): Paleoecology of

Pennsylvanian phylloid algal builups in south Guizhou, China. Facies, 53: 615-623.

Evers, H. J. (1967): Geology of the Leonidas between the Bernesga and Porma rivers, Cantabrian

Mountains, NW Spain. Leidse Geol. Meded., 41, 83-151.

226
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ezquerra Del Bayo, J., Garcia, F., Amar De La Torre, R. y Bauza, F. (1831): Descripción geognóstica

del terreno de carbón de piedra de la provincia de Asturias. En: Minas de carbón de piedra

de Asturias, por una Comisión de Facultativos. Madrid, 62 p.

Fadón, O. (2007): Las mineralizaciones hidrotermales de Au-As (Sb, Zn, Cu-Ni-Co, Hg, U) del Distrito

Minero de Salamón (NE León). Tesis Doctoral. Univ. de Salamanca. 334 pp. (inédita).

Farias, P., Gallastegui, G., González-Lodeiro, F., Marquínez, J.,, Martín-Parra, L.M., Martínez-

Catalán, J.R., Pablo-Maciá, J.G. y RodríguezFernández, L.R. (1987): Aportaciones al

conocimiento de la litoestratigrafía y estructura de Galicia Central. Mem. Fac. Ciénc. Univ,

Porto, 1: 411-431.

Fernández, L.P. (1990): Estratigrafía, Sedimentología y Paleogeografía de la región de Riosa, Quiros

y Teverga-San Emiliano. Tesis Doctoral, Universidad de Oviedo, 322 pp (inédita).

Fernández, L.P. (1993): La formación San Emiliano (carbonífero de la Zona Cantábrica, NO de

España): Estratigrafía y extensión lateral. Algunas implicaciones paleogeográficas. Trab.

Geol., Univ. Oviedo, 19, 97-122.

Fernández, L.P. (1995): el Carbonífero. En: Geología de Asturias (Aramburu, C. y Bastida, F. Eds.).

Trea S.L., Gijón: 63-80.

Fernández, L. M. (2006): Estratigrafía, sedimentología y arquitectura de las Calizas de Pando

(Moscoviense de la Unidad del Pisuerga Carrión, Zona Cantábrica). Tesis de Licenciatura.

Univ. de Oviedo, 40 pp. (inédita).

Fernández, L. P., Agueda, J. A., Colmenero, J. R., Salvador, C. I. y Barba, P. (1988): A coal-

bearing fan-delta complex in the Westphalian D of the Central Coal Basin, Cantabrian

Mountains, northwestern Spain: implications for the recognition of humid-type fan deltas. En

Fan Deltas: Sedimentology and Tectonics Settings (Nemec, W. y Steel, R. J., Eds.), Blackie

and Son, 286-325.

Flügel, E. (1982): Microfacies Analysis of Limestones. Springer-Verlag Berlin Heidelberg New York,

633 pp.

Flügel, E. (2004): Microfacies of carbonate rocks. Springer, 976 pp.

Folk, R. L. (1974): Petrology of sedimentary rocks. Hemphills, Austin, Texas, 184 pp.

227
Diego Corrochano Fernández

Forsythe, G. (2003): A new synthesis of Permo-Carboniferous phylloid algal reef ecology. En Permo-

Carboniferous Carbonate Platforms and Reefs (Ahr, W., (Mitch) Harris, P.M., Morgan, W.A.,

Somerville, I.D., Eds.). Society for Sedimentary Geology Special Publication, 78: 171-188.

Galloway, G.E. (1975): Processes framework for describing the morphologic nd stratigraphic evolution

of deltaic depositional systems. En: Deltas: Models for exploration (Broussard, M.L. Ed.).

Geol. Soc. Houston, 87-98.

Galloway, G.E. (1989): Genetic stratigraphic sequences in basin analysis, I. Architecture and genesis

of flooding-surface bounded depositional units. American Association of Petroleum Geologists

Bulletin, 37: 125-142.

García Loygorri, A., Ortuño, G., Caride De Liñan, C., Gervilla, M., Greber, Ch. y Feys. R. (1971):

El Carbonífero de la Cuenca Carbonífera Central Asturiana. Trabajos de Geología, Univ. de

Oviedo, 3: 101-150.

García Loygorri, A. (1974): Caracteres generaux du Bassin Central des Asturias (Espagne). VII Int.

Congr. Strat. Geol. Carb. Krefeld, 1971, 111-127.

Gasparrini, M. (2003): Large-scale hydrothermal dolomitisation in the southwestern Cantabrian Zone

(NW Spain): causes and controls of the process and origin of the dolomitising fluids. Tesis

Doctoral. Univ. de Heidelberg. 193 pp (inédita).

Gerdon, C.J., Anderson, T.F. y Phillips, T.L. (1997): Petrography and Geochemistry of North

American and European Coal Balls: Implications for coal ball origins. Abstracts with Programs,

North-Central Section, 29 (4).

Gianniny, G.L. y Simo, J.A. (1996): Implications of unfilled accommodation space for sequence

stratigraphy on mixed carbonate-siliciclastic platforms: an example from the lower

Desmoinesian (Middle Pennsylvanian), Southwestern Paradox Basin, Utah. En Paleozoic

Systems of the Rocky Mountain Region (Longman, M.W. y Sonnenfeld, M.D., Eds.). Rocky

Mountain Section, SEPM, 213-234.

Ginkel, A. C. van (1965): Carboniferous fusulinids from the Cantabrian Mountains (Spain). Leidse.

Geol. Meded., 34: 1-225.

Ginkel, A. C. van (1973): Carboniferous fusulinids of the Sama Formation (Asturias, Spain). I.

Hemifusulina. Leidse. Geol. Meded., 47: 115-161.

228
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ginkel, A. C. van (1987): Sistematics and biostratigraphy of fusulinids of the Lena formation

(Carboniferous) near Puebla de Lillo (León, NW Spain). Proc. Kon. Ned. Akad. Wed., Ser.

B., 90 (3): 189-276.

Ginkel, A. C. van y Villa, E. (1996): Paleontological data of the San Emiliano Formation and their

significance in the Carboniferous chronostratigraphy. Geobios 29 (2), 149-170.

Glintzboeckel, C. y Rabaté, J. (1964): Microfaunes et Microfacies du Permo-Carbonifere du Sud

Tunisien. Tuta Sub Aegide Pallas, 45 pp, 108 planxes.

Gradstein, F.M., Ogg, J.G., Smith, A.G., Agterberg, F.P., Bleeker, W., Cooper, R.A., Davydov, V.,

Gibbard, P., Hinnov, L.A., House, M.R., Lourens, L., Luterbacher, H.P., McArthur, J.,

Melchin, M.J., Robb, L.J., Shergold, J., Villeneuve, M., Wardlaw, B.R., Ali, J., Brinkhuis,

H., Hilgen, F.J., Hooker, J., Howarth, R.J., Knoll, A.H., Laskar, J., Monechi, S., Plumb,

K.A., Powell, J., Raffi, I., Röhl, U., Sadler, P., Sanfilippo, A., Schmitz, B., Shackleton,

N.J., Shields, G.A., Strauss, H., Van Dam, J., van Kolfschoten, T., Veizer, J. y Wilson, D.

(2004): A Geologic Time Scale 2004 (Gradstein, F.M.; Ogg, J.G. y Smith, A.G Eds.). Cambridge

University Press, 589 pp.

Granados, L.M., Solovieva, M.N., Reitlinger, E.A., y Martínez Díaz, C. (1985): The Bashkirian-

Moscovian Boundary Problems in the Asturias (Northwest Spain). C.R. X Congr. Int. Strat.

Geol. Carb., Madrid, 1983, 1: 27-34.

Goldhammer, R.K. (1987): Platform carbonate cycles, Middle Triassic of northern Italy: the interplay

of local tectonics and global eustasy. Tesis Doctoral, Johns Hopkins University, Baltimore, 468

pp. (inédita).

González Lastra, J. (1978): Facies salinas en la Caliza de Montaña (Cordillera Cantábrica). Trabajos

de Geología, Univ. de Oviedo, 10: 249-265.

Gutiérrez Alonso, G. (1996): Strain partitioning in the footwall of the Somiedo Nape: Structural

evolution of the Narcea Tectonic Window, NW Spain. Journal of Structural Geology, 18 (10):

1217-1229.

Gutiérrez Alonso, G., Fernández Suarez, J. y Weil, A. B. (2004): Orocline triggered lithospheric

delamination. En: Orogenic Curvature (A. J. Sussman y A. B. Weil. Eds.). Geol. Soc. Am.

Spec. Pap. 383: 121-130.

229
Diego Corrochano Fernández

Hammer, Ø., Harper, D.A.T. y Ryan, P. D. (2001): Past: paleontological statistics software package

for education and data analysis. Palaeontologia Electronica, 4 (1): art. 4, 9 pp., 178kb.

Haq, B.U. y Schutter, S.R. (2008): A Chronology of Paleozoic Sea-Level Change. Science, 322: 64-

68.

Heckel, P. (1977): Origin of phosphatic black shale facies in Pennsylvanian cyclothems of mid-

continent North America. American Association of Petroleum Geologists Bulletin, 61 (7): 1045-

1068.

Heckel, P. (1983): Diagenetic model for carbonate rocks in Midcontinent Pennsylvanian eustatic

cyclothems. Journal of Sedimentary Petrology, 53 (3): 733-759.

Heckel, P. (1986): Sea level curve for Pennsylvanian eustatic marine transgressive-regressive

depositional cycles along Midcontinent outcrop belt, North America. Geology, 14: 330–334

Heckel, P. (1994): Evaluation of evidence for glacio-eustatic control over marine Pennsylvanian

cyclothems in North America and consideration of possible tectnonic effects. En: Tectonic

and Eustatic Controls on Sedimentary Cycles (Denninson J.M, Ettensohn F.R. Eds.). SEPM

Concept. Sediment. Palaeontol., 4: 65–87.

Heckel, P. y Cocke, J. (1969): Phylloid algal –mound complexes in outcropping Upper Pennsylvanian

rocks of Mid-Continent. Bulletin of the American Association of Petroleum Geologists, 53:

1058-1074.

Heredia, N. (1991): Estructura geológica de la región del Mampodre y áreas adyacentes (Zona

Cantábrica). Doctoral, Universidad de Oviedo, 320 pp (inédita).

Heredia, N. (1998): Los cabalgamientos del Sector Suroriental de las unidades del Ponga y de la

Cuenca Carbonífera Central (Zona Cantábrica, NO de España). Trab. Geol. Univ. Oviedo,

20: 53-127.

Homewood, P., Allen, P. A., y Williams, G. D. (1986): Dynamics of the Molasse Basin of western

Switzerland. IAS Spec. Publ., 8: 199-217.

Husinec, A., Basch, D., Rose, B. y Read, J.F., (2008): FISCHERPLOTS: an Excel spreadsheet for

computing Fischer plots of accommodation change in cyclic carbonate successions in both

the time and depth domain. Computers & Geosciences, 34, 269-277.

230
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Immenhauser, A., Kenter, J.A.M., Ganssen, G., Bahamonde, J. R., Van Vliet, A. y Saher, M.H.

(2002): Origin and significance of isotope shifts in Pennsylvanian carbonates (Asturias, NW

Spain). J. Sed. Rocks, 72 (1): 82-94.

Immenhauser, A., Della Porta, G., Kenter, J. y Bahamonde, J. R. (2003): An alternative model for

positive shifts in shallow-marine carbonate δ13C and δ18O. Sedimentology, 50: 953-959.

Isbell, J.L., Miller, M.F., Wolfe, K.L. y Lenaker, P.A. (2003): Timing of late Paleozoic glaciation in

Gondwana: Was glaciation responsible for the development of northern hemisphere

cyclothems? En Extreme Depositional Environments (Chan, M.A. y Archer, A.W. Eds.). Mega

End Members in Geologic Time: Geological Society of America, Special Paper, 370: 5-24.

Izart, A., Stephenson, R., Vai, G., Vachard, D. , Le Nindre, Y. , Vaslet, D. , Fauvel, P-J. , Su, P. ,

Kossovaya, O., Chen, Z., Maslo, A. y Stovba, S. (2003) : Sequence stratigraphy and

correlation of late Carboniferous and Permian in the CIS, Europe, Tethyan area, North Africa,

Arabia, China, Gondwanaland and the USA. Palaeogeogr. Palaeoclimatol. Palaeoecol., 196:

59-84.

James, N.P., Wray, J.L. y Ginsburg, R.N., (1988): Calcification of encrusting aragonitic algae

(Peyssonneliaceae): implications for the origin of late Paleozoic reefs and cements. Jour.

Sed. Petrol. 58, 291-303.

Johnson, J.H. (1956): Archaeolithophyllum, a new genus of Paleozoic coralline algae. Journal of

Paleontology, 30 (1): 53-55.

Johnson, G. D., Raynolds, R. G. H. y Burbank, D.W. (1986): Late Cenozoic tectonics and

sedimentation in the north-western Himalayan foredeep: I. Thrust ramping and associated

deformation in the Potwar region. En: Foreland Basins (Allen, P. A. y Homewood, P., Eds.).

Spec. Publ. Int. Ass. Sed., 8, 273–291.

Jones, F.G. y Wilkinson, B.H. (1978): Structure and growth of lacustrine pisoliths from Recent

Michigan marl lakes. Journal of Sedimentary Petrology, 48: 1103-1110.

Julivert, M. (1971): Décollement tectonics in the Hercynian Cordillera of NW Spain. Am. J. Sci., 270:

1-29.

Kavanov, P.B., Alekseev, A.S., Baranova, D.V., Gorjunova, R.V., Lazarev, S.S. y Malkov, V.G.

(2003): Biotic changes in a Eustatic Cyclothem: Domodedovo Formation (Moscovian,

231
Diego Corrochano Fernández

Carboniferous) of Peski Quarries, Moscow Region. Paleontological Journal, 40 (4), 351-

368.

Keller, M. (2000): La cuenca de antepaís Cantábrica, ¿un fenómeno Devónico o Carbonífero?,

Geotemas 1, 285–288.

Kelling. G. (1988): Silesian sedimentation and tectonics in the South Wales Basin: a brief review.

En: Sedimentation in a synorogenic Basin Complex the Upper Carboniferous of Northwest

Europe (Besly, B. y Kelling. G., Eds). Blackie. Glasgow and London: 38-42.

Kendall, C. G. St. C. y Schlager, W. (1981): Carbonates and relative changes in sea level. Marine

Geology, 44, 181-212.

Kenter, J.A.M., Hoeflaken, F., Bahamonde, J.R., Bracco Gartner, G.L., Keim, L. y Besems, R.E.,

(2003): Anatomy and lithofacies of an intact and seismic-scale Carboniferous carbonate

platform (Asturias, NW Spain): analogs of hydrocarbon reservoirs in the Pricaspian basin

(Kazakhstan). En: Paleozoic Carbonates of the Commonwealth of Independent States (CIS):

Subsurface Reservoirs and Outcrop AnalogsSpecial Publication-Society of Economic

Paleontologists and Mineralogists (Zempolich, W.G. and Cook, H.E., Eds.), 74: 181–203.

Kenter, J., Harris, P. y Della Porta, G. (2005): Step microbial boundstone-dominated plataform

margins- examples and implications. Sed. Geol. 178, 5-30.

Kershaw, S. (1994): Classification and geological significance of biostromes. Facies, 31: 81-91.

Kershaw, S. y West, R.R. (1991): Chaetetid growth form and its controlling factors. Lethaia, 24:

333–346.

Kidwell, S.M., Fürsich, F.T. y Aigner T. (1986): Conceptual framework for the analysis and

classification of fossil concentrations. Palaios, 1: 228-238.

Klein, G. (1977): Clastic tidal facies. CEPCO, Champaign Illinois, 149 pp.

Klein, G. (1990): Pennsylvanian time scales and cycle periods. Geology; 18 (5): 455-457.

Klein, G. y Willard, D.A. (1989): Origin of the Pennsylvanian coal-bearing cyclothems of North America.

Geology,17; 152-155.

232
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Klein, G. y Kupperman, J. (1992): Pennsylvanian cyclothems: Methods of distinguishing tectonically

induced changes in sea level from climatically induced changes. Geol. Soc. Am. Bull. (104):

166-175.

Kutzbach, J.E. y R.G. Gallimore (1989): Pangaean Climates: Megamonsoons of the Megacontinent.

Jour. Geophys. Res., 94: 3341-3358.

Kylin, H. (1956): Die Gattungen der Rhodophyceen: Gleerups, Lund.

Lees, A. y Miller, J. (1995): Waulsortian banks. En Carbonate mud mounds their origin and evolution.

Int. Assoc. Sedimentol. Spec. Publ., 23: 191-271.

Leyva F. y Gervilla M. (1983): El Carbonífero Medio de la Cuenca Carbonífera Central Asturiana y

zonas adyacentes. X Cong. Int. Geol. Estrat. Carb. Madrid, 200 pp.

Leyva F., Granados, L.F., Solovieva, M.N., Laveine, J.P., Loboziak, L.M.S., Martínez-Díaz, C.,

Brousmiche, C., Candilier, A.M. y García-Cortés, A. (1985): La estratigrafía del Carbonífero

Medio en el Área de los Tornos-Villoria-Colladona (Sector Oriental de Cuenca Central). C.R.

X. Congr. Int. Strat. Geol. Carb., Madrid, 1983, 1, 231-248.

Lozte, F. (1945): Zur Gliederung der Varisciden der Iberischen Meseta. Geotekton. Forsch., 6: 78-

92.

Luque, C., Gervilla, M., saénz de Santa María, J.A., Leyva, F., Laveine, J.P., Lobociak, S. Y

Martínez Chacón, M.L. (1985): Características sedimentológicas y paleontológicas de los

paquetes productivos en el corte de La Inverniza- El Cabo. C.R. X. Congr. Int. Strat. Geol.

Carb., Madrid, 1983, 1, 281-302.

Madi, A., Bourque, P.A. y Mamet, B.L. (1996): Depth-related ecological zonation of a Carboniferous

carbonate ramp: Upper Visean of Bechar Basin, Western Algeria. Facies, 35, 59-80.

Magara, K. (1980): Comparison of porosity-depth relationships of shale and sandstone. J. Petrol.

Geol., 3: 175-185.

Mamay, S.H. y Yochelson, E.L. (1962): Occurrence and significance of marine animal remains in

American coal balls. U.S. Geol. Surv. Prof. Pap., 354-I, 193-224.

Mamet, B. (1991): Carboniferous Calcareous Algae. En: Calcareous Algae and Stromatolites (R.

Riding, Ed.). Sringer-Berlag, Berlín, 370-451.

233
Diego Corrochano Fernández

Marcos, A. y Pulgar, F. J. (1982): An aproach to the tectonostratigraphic evolution of Cantabrian

thrust and Fol. Belt, Hercynian Cordillera of NW Spain. N. Jb. Geol. Paläont., 163: 256-260.

Marcus, E. (1970): The structural pattern and the stratigraphic relationships within the middle

Carboniferous of the Lois-Ciguera Region, Cantabrian Mountains, Spain. Intern Raport,

Rijsmuseum Geol., Min., Leiden.

Martínez Álvarez, J. A. (1962): Estudio geológico del reborde oriental de la Cuenca Carbonífera

Central de Asturias. Inst. Est. Ast.,1-229.

Martínez-Catalán, J.R., Arenas, R., Díaz García, F. y Abati, J. (1997): Variscan acretionary complex

of northwest Iberia: Terrane correlation and succession of tectonothermal events. Geology,

25: 1103-1106.

Martínez Catalán, J.R., Arenas, R., Díaz García, F. y Abati, J. (1999): Allochthonous units in the

Variscan belt of NW Iberia. Terranes and accretionary history. En: Basement Tectonics (Sinha,

A.K. Ed.). Kluwer, 13, 65-84.

Maslov, V.P. (1960): Stromatolites, their genesis, method of study, relationship with facies and

geological importance based on the example of the Ordovician of the Siberian Plateau. Acad.

of Sci. USSR, Geol. Inst. Trudy, 41, 188 pp.

McCrea, J. M. (1950): On the isotopic chemistry of carbonates and paleotemperatures scale. J.

Chem. Phys., 18: 849-857.

Meijer, De J.J. (1971): Carbonate petrology of algal limestones (Lois-Ciguera Formation, Upper

Carboniferous, León, Spain). Leidse Geol. Meded., 47: 1-97.

Menning, M, Alekseev, A. S., Chuvashov, B. I., Davydov, V. I., Devuyst, F. X., Forke, H. C.,

Grunt, T. A., Hance, L., Heckel, P. H., Izokh, N.G., Jin, Y. G., Jones, P. J., Kotlyar, G. V.,

Kozur, H. W., Nemyovska, T. I., Schneider, J.W., Wang, X. D.., Weddiger, K., Weyers, D.

y Workt D. M. (2006): Global time scale and regional stratigraphic reference scales of

Central and West Europe, East Europe, Tethys, South China, and North America as used in

the Devonian-Carboniferous-Permian Correlation Chart 2003 (DCP 2003). Palaeogeogr.,

Palaeoclimatol., Palaeoecol., 240: 318-372.

234
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Merino-Tomé, O. A. (2004): Estratigrafía, sedimentología y evolución tectonosedimentaria de las

sucesiones estefanienses de la región de Picos de Europa (Zona Cantábrica).Tesis Doctoral,

Univ. de Salamanca: Vol. I, 295 pp. y Vol. II, 109 pp. (inédita).

Merino-Tomé, O, Bahamonde, J, Samankassou, E. y Villa, E. (2009a): The influence of terrestrial

run off on marine biotic communities: An example from a thrust-top carbonate ramp (Upper

Pennsylvanian foreland basin, Picos de Europa, NW Spain). Palaeogeogr., Palaeoclimatol.,

Palaeoecol., 278(1-4): 1-23.

Merino-Tomé, O. Bahamonde, J.R., Colmenero, J.R., Heredia, N. y Villa, E. (2009b): Emplacement

of the Cuera and the Picos de Europa Imbricate System at the core of the Iberan-Armorican

Arc. Fiedtrip guide and conference abstracts, The Iapetan and Rheic margin of northwest

Gondwana, and the Evolution of the Iberian-Armorican Arc, IGCP 497-574 Meeting, 312-

313.

Miall, A.D. (1978): Litofacies types and vertical profile models in braided river deposits: a summary.

En: Fluvial Sedimentology (Mial, A.D., Ed.). Can. Soc. Petrol. Geol. Mem., 5: 597-604.

Mitchum, R.M.Jr. y Vail, P.R. (1977): Seismic stratigraphy and global changes of sea level, part 7:

stratigraphic interpretation of seismic reflection patterns in depositional sequences. En Seismic

Stratigraphy-Applications to Hydrocarbon Exploration (Payton C.E. Ed.). AAPG Mem. 26,

53-62.

Mitchum, R.M.Jr. y Van Wagoner, J.C. (1991): High-frequency sequences and their stacking patterns:

sequence stratigraphic evidence of high-frecuency eustatic cycles. Sedimentary Geology,

70: 131-160.

Mitchum, R. M. Jr., Vail, P. R. y Thompson, S. (1977): Seismic stratigraphy and global changes of

sea level, part 2: the depositional sequence as a basic unit for stratigraphic analysis. En

Seismic Stratigraphy-Applications to Hydrocarbon Exploration (Payton C.E. Ed.). AAPG Mem.,

26, 53-62.

Monty, C.L.V. (1995): The rise and nature of carbonate mud-mounds: an introductory actualistic

approach. En Carbonate mud mounds their origin and evolution. Int. Assoc. Sedimentol.

Spec. Publ., vol. 23, 11-48.

235
Diego Corrochano Fernández

Moshier, O. y Kirkland, B. (1993): Identification and diagenesis of a Phylloid Alga: Archaellithophyllum

from the Pennsylvanian Providence Limestone, Western Kentucky. Jour. Sed. Petrol. 63 (6):

1032-1041.

Motis, K., Colmenero, J. R., Fernández, L. P. y Heredia, N. (2001): Estratigrafía, sedimentología y

significado tectonoestratigráfico de la Formación Calizas de Panda (Moscoviense superior,

Sector Occidental de la Región de Pisuerga Carrión, Zona Cantábrica, NO de España).

Stud. Geol. Salmant., 37: 141-180.

Mutti, E. (1992): Turbidite sandstones. San Donato Milanese, AGIP Instituto di Geologia, Univ. Parma,

275 pp.

Mutti, E., Davoli, G., Tinterri, R. y Zavala, C. (1996): The importance of fluvio-deltaic systems

dominated by catastrophic flooding in tectonically active basins. Mem. Sci. Geol., 48, 233–

291.

Mutti, E., Tinterri, R., Benevelli, G., Biase, D. y Cavanna, G. (2003): Deltaic, mixed and turbidite

sedimentation of ancient foreland basins. Mar. Petrol. Geol., 20: 733–755.

Nemec, W. (1990): Deltas- remarks on terminology and classification. En: Coarse-Grained Deltas

(Colella, A. y Prior, D.B. Eds.). Int. Assoc. Sedimentol. Spec. Publ., 10: 3-12.

Nemec, W. y Steel, R.J. (1984): Alluvial and coastal conglomerates: their significant features and

some comments on gravelly mass-flow deposits. En: Sedimentology of Gravels and

Conglomerates (Koster, E.H. y Steel, R.J., Eds). Can. Soc. Petrol. Geol. Memoir 10: 1-31.

Olszewski, T.D. y Patzkowsky, M.E. (2003): From Cyclothems to Sequences: The Record of Eustasy

and Climate on an Icehouse Epeiric Platform (Pennsylvanian-Permian, North American

Midcontinent). Jour. Sed. Res., 73 (1):15-30.

Osleger, D.A. y Read, J.F. (1991): Relation of eustasy to stackingpatterns of meter-scale carbonate

cycles, Late Cambrian, USA. Jour. Sed. Petrol., 61: 1225-1252.

Paillard, D.L., Labeyrie, L. y Yiou, P. (1996): Macintosh program performs time-series analyses.

EOS, Transactions, American Geophysical Union, 77, 379 pp.

Pello Muñiz, J. (1968): Nuevos datos sobre la estratigrafía y tectónica del borde NO de la Cuenca

Carbonífera Central de Asturias. Bol. Geol. Min., LXXIX-II: 115-119.

236
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Pérez-Estaún, A., Bastida, F., Alonso, J.L., Marquínez, J., Aller, J., Álvarez-Marrón, J., Marcos,

A. y Pulgar, J.A. (1988): A thin-skinned tectonics mode for an arcuate fold and thrust belt:

The Cantabrian Zone (Variscan Iber-Armorican Arc). Tectonics, 7 (3): 517-537.

Pratt, B. R. (1995): Origin, biota and evolution of deep water mud-mounds. En: Carbonate mud

mounds their origin and evolution. Int. Assoc. Sedimentol. Spec. Publ.:23, 49-123.

Pray, L.C. y Wray, J.L. (1963): Porous algal facies (Pennsylvanian), Honaker Trail, San Juan Canyon, Utah.

En Shelf Carbonates of the Paradox Basin (Bass, R. O, ed.). Four Corners Geological Society,

Symposium, Fourth Field Conference, 204-234.

Pomar, L. (2001): Types of carbonate platforms: a genetic approach. Basin Res., 13: 313-334.

Posamentier, H.W., Allen, G.P., James, D.P. y Tesson, M. (1992): Forced regressions in a sequence

stratigraphic framework: concepts, examples and exploration significance. AAPG Bull., 76:

1687-1709.

Racz, L. (1964): Carboniferous calcareous algae and their associations in the San Emiliano and

Lois-Ciguera Formations (Prov. León, NW Spain). Leidse. Geol.. Meded., 31: 1-112.

Rahmani R.A. y Flores, R.M. (1984): Sedimentology of coal and coal-bearing sequences of North

America: a historical review. En: Sedimentology of Coal and Coal-bearing Sequences

(Rahmani, R.A. y Flores, R.M., Eds.). Int. Assoc. Sedimentol. Spec. Publ., 7: 3-12.

Reid, S. K. y Dorobek, S. L. (1993) Sequence stratigraphy and evolution of a progradational, foreland

carbonate ramp, Lower Mississippian Missian Canyon Formation and stratigraphic

equivalents, Montana and Idaho. En Carbonate Sequence Stratigraphy – Recent Development

and Applications (Loucks, R. G. y Sarg, J.F., Eds.), Mem. Am. Ass. petrol. Geol., 57, 327–

352.

Read, J. F. (1980): Carbonate ramp-to-basin transitions and foreland basin evolution, Middle

Ordovician, Virginia Appalachians. AAPG Bull., 64: 1575-1612.

Read, J.F. (1982): Geometry, facies, and development of Middle Ordovician carbonate buildups,

Virginia, Appalachians. AAPG Bull., 66: 189-209.

Read, J. F. (1985): Carbonate platform facies. AAPG Bulletin, 69 (1): 1-21.

237
Diego Corrochano Fernández

Read, J. F. (1998): Phanerozoic carbonate ramps from greenhouse, transitional and ice-house worlds:

clues from field and modelling studies. En: Carbonate Ramps (Wright, V.P. y Burchette, T. P.,

Eds). Geological Society, London, Special Publications, 149: 107-135.

Read, J.F., Koerschner, W.F., Osleger, D.A., Bollinger, G.A. y Coruh, C. (1991): Field and modeling

studies of Cambrian carbonate cycles, Virginia Appalachians—reply. Journal of Sedimentary

Petrology, 61: 647-652.

Riding, R. (1977): Problems of affinity in Palaeozoic calcareous algae. En Fossil algae, recent results

and developments (E. Flügel, Ed.), Springer-Verlag, Berlin, 202-211.

Riding, R. (1978): Donezella bioherms in the Carboniferous of the southern Cantabrian Mountains,

Spain. Bull. Rech. Explor-Prod. Elf-Aquitaine, 3: 787-794.

Riding, R. (2000): Microbial carbonates: the geologic record of calcified bacterialalgal mats and

biofilms. Sedimentology, 47 (1): 179-214.

Riding, R. (2002): Structure and composition of organic reefs and carbonate mud mounds: concepts

and categories. Earth-Sci. Rev., 58: 163-231.

Riding, R. y Tomás, S. (2006): Stromatolite reef crusts, Early Cretaceous, Spain: bacterial origin of

in situ precipitated peloid microspar? Sedimentology, 53: 23-34.

Ross, C.A. y Ross, J.R.P (1985): Late Paleozoic depositional sequences are synchronous and

worldwide. Geology, 13 (3): 194-197.

Ross, C.A. y Ross, J.R.P. (1988): Late Paleozoic Transgressive-Rgressive deposition. En Sea Level

Changes: an integrated approach (Wilgus, C.K.; Hastings, B.S.; Kendall, C.G.; Posamentier,

H.W.; Ross, C.A. y Van Wagoner, J.C. Eds.). SEPM, Special Publication 42: 227-247.

Rygel, M.R, Fielding, C.R., Frank, T.D y Birgenheier, L.P. (2008): The Magnitude of Late Paleozoic

Glacioeustatic Fluctuations: A Synthesis. Journal of Sedimentary Research, 78 (8): 500-511.

Sáenz de Santa-María, J.A., Luque, C., Gervilla, M., Laveine, J.P., Loboziak, S., Brousmiche,

C., Coquel, R. y Martínez-Díaz, C. (1985): Aportación al conocimiento estratigráfico y

sedimentológico del Carbonífero productivo de la Cuenca Central Asturiana. En: Carbonífero

y Pérmico de España (Martínez-Díaz, C., Ed.). X Congreso Internacional de Estratigrafía y

Geología del Carbonífero, IGME, Madrid, España, 303-326.

238
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Sadler, P.M., Osleger, D.A. y Montañez, P., (1993): On the labeling, length, and objective basis of

Fischer plots. Journal of Sedimentary Research, 63: 360-368.

Salvador, C. I. (1989): Estratigrafía y sedimentología del norte de la Cuenca Carbonífera Central

Asturiana. Tesis Doctoral, Univ. Oviedo (inédita), 201 pp.

Salvador, C. I. (1991): La Caliza de Peña Redonda (Westfaliense A-B): Evolución tectonosedimentaria

(Cuenca Carbonífera Central). Geogaceta, 9: 53-56.

Samankassou, E. (1997): Palaeontological response to sea-level change: Distribution of fauna and

flora in cyclothems from the Lower Pseudoschwagerina limestone (Latest Carboniferous, Carnic

Alps, Austria). Geobios, 30 (6), 785-796.

Samankassou, E. (1999): Drowning of algal mounds: records from the Upper Carboniferous Lower

Pseudoschwagerina Limestone, Carnic Alps, Austria. Sed. Geol., 127: 209–220.

Samankassou, E. (2001): Internal structure and depositional environment of Late Carboniferous

mounds from the San Emiliano Formation, Cármenes Syncline, Cantabrian Mountains, Northern

Spain. Sed. Geol., 145: 235-252.ç

Samankassou, E. (2003): Upper Carboniferous-Lower Permian buildups of the Carnic Alps, Austria-

Italy. En Permo-Carboniferous platforms and reefs (Ahr W.M., Harris P.M., Morgan W.A.,

Somerville I.D. Eds) . SEPM/AAPG Spec. Publ. 78:201–217.

Samankassou, E. y West, R.R. (2002): Construction versus accumulation in phylloid algal mounds:

an example of a small constructed mound in Pennsylvanian of Kansas, USA. Paleogeogr.,

Paleoclimatol., Paleoecol., 185: 379-389.

Samankassou, E. y West, R. R. (2003): Constructional and accumulational modes of fabrics in

selected pennsylvanian algal-dominated build-ups in eastern Kansas, Midcontinent, USA. SEPM

Spec. Publ., 78: 219-237.

Sánchez de la Torre, L., Águeda, J. A., Colmenero, J. R., González, J. A. y Martín, J. (1981):

Emplazamiento de deltas progradantes y facies asociadas, en el Westfaliense del borde oriental

de la Cuenca Carbonífera Central (Asturias). Trabajos de Geología, Universidad de Oviedo,

11: 191-201.

Schlager, W., (1993): Accommodation and supply; a dual control on stratigraphic sequences. Sed.

Geol. 86, 111-136.

239
Diego Corrochano Fernández

Schlager, W. (2003): Benthic carbonate factories of the Phanerozoic. Int..J. Earth Sci., 92: 445–464.

Schlager, W. (2005): Carbonate Sedimentology and Sequence Stratigraphy. SEPM Concepts in

Sedimentology and Paleontology, 8, 200 pp.

Schmoker, J.G. y Halley, R.B. (1982): Carbonate porosity versus depth: a predictable relation for

South Florida. AAPG Bull., 66 : 2561-2570.

Scholle, P.T. (1978): A Color-Ilustrated Guide to Carbonate Rock Constituents, Textures, Cements

and Porosities of sandstones and associated rocks. AAPG Mem., 27, 241 pp.

Schulz, O. (1837): Esquisse géologique des Asturies. Bull.Soc Geol. France, VIII: 328-352.

Schulz, G. (1858): Descripción geológica de la provincia de Oviedo. Impr. José González, Madrid.

138 pp.

Sclater, J.G. y Christie, P.A.F. (1980): Continental stretching : an explanation of the post-mid

Cretaceous subsidence of the Central North Sea Basin. J. Geophys. Res., 85: 3711-3739.

Scotese, C. R. (2002): PALEOMAP project. http://www.scotese.com

Scott, A.C. y Rex, G.M. (1985): The formation and significance of Carboniferous coal balls. Philos.

Trans. R. Soc. London B, 311: 123-137.

Selley, R. C. (1982): An introduction to Sedimentology. Academic Press, 2ª edición, Nueva York, 417

pp.

Sinclair, H.D. (1997): Tectonostratigraphic model for underfilled periferal foreland basins: an Alpine

perspective. Geol. Soc. Amer. Bull. 109: 324-346.

Sitter, L. U. (1949): The development of the Paleozoic in NW Spain. Geol. Mijn., 11-12, 312-319.

Sjerp, N. (1967): The geology of the San Isidro-Porma area (Cantabrian Mountains, Spain). Leide.

Geol. Meded., 39: 55-128.

Sloss, L. L., Krumbein, W. C. y Dapples, E. C. (1949): Integrated facies analysis. En: Sedimentary

facies in geologic history (C. R. Longwell, Ed.). Geological Society of America Memoir, 39:

91-124.

Smith, L.B.Jr. y Read, J.F. (2000): Rapid onset of late Paleozoic glaciation on Gondwana: Evidence

from Upper Mississippian strata of the Midcontinent, United States. Geology, 28 (3): 279-

282.

240
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Soreghan, G.S. (1994): The impact of glacioclimatic change on Pennsylvanian cyclostratigraphy. En

Pangea: global environments and resources (Embry, A.F.; Beauchamp, B. y Glass, D.J.,

Eds.). Can. Soc. Petr. Geol., 17: 523-543.

Soreghan, G.S. y Giles, K.A. (1999): Amplitudes of Late Pennsylvanian glacioeustasy. Geology; 27

(3): 255-258.

Soria-Mingorance, J.M. (1995): Análisis cuantitativo de la subsidencia en Cuencas Sedimentarias,

48 pp.

Stam, B., Gradstein, F.M., Lloyd, P. y Gillis, D. (1987): Algorithms for porosity and subsidence

history. Comput. Geosci., 13: 317-349.

Stearn, C.W. (2007): The relationship of the stromatoporoids to the sclerosponges. Lethaia, 5 (4):

369-388.

Steckler, M. S. y Watts, A. B. (1978): Subsidence of atlantic-type continental-margin off New-York.

Earth planet Sci. Lett., 41 (1): 1"13.

Suárez, A., Alonso, J.L. y Marcos, A. (1996). La colocación de los klippes del área del Porma

(Zona Cantábrica, NO de España). Geogaceta, 20, 871-874.

Tabor, N.J. y Montañez, I.P. (2002): Shifts in late Palaeozoic atmospheric circulation over western

equatorial Pangaea: insights from pedogenic mineral δ18O compositions. Geology, 30: 1127–

1130.

Tabor, N.J. y Poulsen, C.J. (2008): Paleoclimate across the Late Pennsylvanian-Early Permian

tropical paleolatitudes: A review of climate indicators, their distribution, and relation to

paleophysiographic climate factors. Palaeogeogr. Palaeoclimatol. Palaeoecol., 268: 293–

310.

Tankard, A.J. (1986): On the depositional response to thrusting and lithospheric flexure: examples

from the Appalachian and Rocky Mountain basins. En: Foreland Basins (Allen P.A. y

Homewood, P. Eds). Spec. Publs. Int. Ass. Sediment., 8: 369-392.

Termier, H., Termier, G. y Vachard, D. (1977): On Moravamminida and Aoujgaliida (Porifera,

Ischyrospongia): Upper Paleozoic “pseudo-algae”. En Fossil algae, recent results and

developments (Flügel, E., Ed), Springer-Verlag, Berlin, Heidelberg, New York, 215–219.

241
Diego Corrochano Fernández

Truyols, J. (1983): La Cuenca Carbonífera Central. En: Carbonífero y Pérmico de España (Martínez-

Díaz, C., Ed.). X Congreso Internacional de Estratigrafía y Geología del Carbonífero, IGME,

Madrid, España, 60-81.

Truyols J. y Sánchez Posada, L. C. (1983): El Carbonífero Inferior y Medio de la Región de Pliegues

y Mantos. En: Carbonífero y Pérmico de España (Martínez-Díaz, C., Ed.). X Congreso

Internacional de Estratigrafía y Geología del Carbonífero, IGME, Madrid, España, 39-59.

Truyols, J,, Álvarez, F., Arbizu, M.A., García Alcalde, J.L, García López, S., Martínez Chacón,

M.L, Méndez Bedía, I., Méndez Fernández, J.R., Menendez, J.R, Sánchez de Posada, L.

y Soto, F. (1984): Memoria del Mapa Geológico de España E: 1:50000. Hoja 104 (Boñar).

(Magna), 75 pp.

Toomey, D.F. (1980): History of a Late Carboniferous phylloid algal bank complex in northeastern

New Mexico. Lethaia, 13: 249-267.

Toomey, D.F. (1983): The paleoecology of a “Middle Limestone Member” (Leavenworth) of and

Upper Carbonifeorus (Stephanian) cyclothem, midcontinent U.S.A. Facies , 8: 113-190.

Tucker, M. (2003): Mixed Clastic–Carbonate Cycles and Sequences: Quaternary of Egypt and

Carboniferous of England. Geologia Croatica, 19-37.

Tucker, M. y Wright, P. (1990): Carbonate Sedimentology. Blackwell Scientific Publications, Oxford,

482 pp.

Tucker, M., Gallagher, J. y Leng M.J. (2008): Are beds in shelf carbonates millennial-scale cycles?

An example from the mid-Carboniferous of northen England… Sedimentary Geology, 214:

19-34.

Van Der Kooij, B., Immenhauser, A., Steuber, T., Hagmaier, M., Bahamonde, J.R., Samankassou,

E. y Merino-Tomé, O. (2007): Marine Red Staining of a Pennsylvanian Carbonate Slope:

Environmental and Oceanographic Significance. J. Sed. Res., 77 (12): 1026-1045.

Van Wagoner, J. C., Mitchum, R.M.Jr., Campion, K.M. y Rahmanian, V.D. (1990): Siliciclastic

sequence stratigraphy in well logs, core and outcrops: concepts for high-resolution correlation

of time and facies. American Association of Petroleum Geologists Methods in Exploration

Series 7, pp. 55.

242
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Van Wagoner, J. C., Posamentier, H. W., Mitchum, R. M.Jr., Vail, P. R., sarg, J. F., Loutit, T. S. y

Hardenbol, J. (1988): An overview of sequence stratigraphy and key definitions. En: Sea

Level Changes – An Integrated Approach (Wilgus, C. K; Hastings, B.S.; Kendall, C.G.St.C.;

Posamentier, H.W.; Ross, C.A., Van Wagoner, J.C. Eds.). Special Publication, Society of

Economic Paleontologists and Mineralogists, 42: 39-45.

Veevers, J. J. y Powell, C. McA. (1987): Late Paleozoic glacial episodes in Gondwanaland reflected

in transgressive-regressive depositional sequences in Euramerica. Geol. Soc. Am. Bull., 98:

475-487.

Vera, C., Martín, J. y Colmenero, J. (1984): Estudio sedimentológico de algunos bancos

carbonatados presentes en la serie moscoviense de Coballes-Tanes (Región de Mantos,

Zona Cantábrica). Trabajos de Geología, Universidad de Oviedo, 14, 45-52.

Vera, J. A. (1994): Estratigrafía, Principios y Métodos. Ed. Rueda, 806 pp.

Vergés, J., Marzo, M., Santaeulària, T., Serra-Kiel, J., Burbank, D. W., Muñoz, J. A. y Giménez-

Montsant, J. (1998): Quantified vertical motions and tectonic evolution of the SE Pyrenean

foreland basin. En: Cenozoic Foreland Basins of Western Europe (Mascle, A., Puigdefàbregas,

C.; Luterbacher H.P. y Fernàndez, M. Eds.). Geol. Soc. Spec. Publ., London, 107–134.

Villa, E. y Heredia, N. (1988): Aportaciones al conocimiento del Carbonífero de la región de Mantos

y de la Cuenca Carbonífera Central (cordillera Cantábrica, NO de España). Boletín Geológico

y Minero, 757-769.

Von Allmen, K. (2006): Composition, growth dynamics and controlling factors of Carboniferous

carbonate buildups in the Puebla de Lillo area (Cantabrian Mountains, Northen Spain). Master

Thesis, 168 pp. (inédita).

Wagner, R. H. (1962): An Upper Westphalian flora from the mine Inés, near the pass of Pajares, on

the Leonese-Asturian boundary (NW Spain). Notas y Comunicaciones I.G.M.E, 68, 79-102.

Wagner, R. H. (1963): A general account of the paleozoic rocks between the rivers Porma and

Bernesga (León, NW spain). Boletín I.G.M.E, 74, 1-159.

Wagner, R.H., Wrinkler Prins C.F. y Reading, R.E. (1971): Lihostratigraphic units of the lower part

of the Carboniferous in northern León, Spain. Trab. Geol., Univ. Oviedo, 4: 603-663.

243
Diego Corrochano Fernández

Wanless, H. R. y Weller, J. M. (1932): Correlation and extent of Pennsylvanian cyclothems. Geological

Society of America Bulletin, 43(4): 1003-1016.

Webb, G.E. (2001): Famennian mud-mounds in the proximal fore-reef slope, Canning Basin, Wstern

Australia. Sed. Geol., 145: 295-315.

Weedon, G., (1989): The detection and illustration of regular sedimentary cycles using Walsh power

spectra and filtering, with examples from the Lias of Switzerland. Journal of the Geological

Society, 146, 133–144.

Weil, A. B., Van der Voo, R. y Van der Pluijm, B. A. (2001): Oroclinal bending and evidence against

the Pangea Megashear. The Cantabria-Asturias arc (northern Spain). Geology, 29 (11): 991-

994.

Weil, A. B. (2006): Kinematics of orocline tightening in the core of an arc: Paleomagnetic analysis of

the Ponga Unit, Cantabrian Arc, northern Spain. Tectonics, 25: 1-23.

Weil, A., Gutiérrez-Alonso, G. y Conan, J. (2010): New time constraints on lithospheric-scale oroclinal

bending of the Ibero-Armorican Arc: a palaeomagnetic study of earliest Permian rocks from

Iberia. Jour. Geol. Soc., 167(1): 127-143.

Weller, J.M. (1930): Cyclical sedimentation of the Pennsylvanian period and its significance. Journal

of Geology, 38: 97-135.

West, R.R. y Clark G.R. (1983): Chaetetids. En Sponges and Spongiomorphs (Rigby, J.K y Stearn,

C.W., Eds.), University of Tennessee, Knoxville, 130-140.

Willis, B.J. (2005): Deposits of tide-influenced river deltas. En: River Deltas - Concepts, Models and

Examples (Giosan L. y Bhattacharya J.P., Eds.). Soc. Econ. Paleont. Mineral. Spec. Pub.,

83: 87-129.

Wilson, J.L. (1975): Carbonate Facies in Geologic History. Springer Verlag, Berlín, 471 pp.

Winn, T. y Read, J.F. (2008): Three-dimensional sequence analysis of a subsurface carbonate ramp,

Mississippian Appalachian foreland basin, West Virginia, USA. Sedimentology, 55 (2): 357-

394.

Wiberg, T.L. y Smith, G.A. (1994): Pennsylvanian glacioeustasy recorded in a carbonate ramp

succession, Ancestral Rocky Mountains, New Mexico. Canad. Soc. Petr. Geol. Mem., 17:

545-556.

244
Capítulo 7: REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Wray, J.L. (1964): Archaeolithophyllum, an abundant calcareous algae in limestones of the Lasing

Group (Penssylvanian), southeastern Kansas. Kansas Geol. Surv. Bull., 170 (1): 1-13.

Wray, J.L. (1977): Calcareous Algae. Developments in Paleontolgy and Stratigraphy, 4. Elsevier

Scientific Publishing Company, Amsterdam: 185 pp.

Wright, V.P. (1983): Morphogenesis of Oncoids in the Lower Carboniferous LLanelly Formation of

South Wales. En: Coated Grains (Perry, T.M. Ed.). Springer-Verlag, Berlin Heidelberg, New

York, Tokyo: 424-434.

Wright, V. P. y Burchette, T.P (1998): Carbonate ramps: an introduction. En: Carbonate Ramps

(Wrigth V. P. y Burchette, T. P. Eds.). Geological Society, London, Special Publications, 149 :

1-5.

Yang, W., Mazzullo S.J. y Teal, C.S. (2004): Sediments, facies tracts, and variations in sedimentation

rates of Holocene platform carbonate sediments and associated deposits, northern Belize—

implications for “representative” sedimentation rates. Journal of Sedimentary Research,

74:498–512

Youle, J. C., Watney, W.L. y Lambert, L.L. (1994): Stratal hierarchy and sequence stratigraphy;

Middle Pennsylvanian, southwestern Kansas, USA. En: Pangea; paleoclimate, tectonics,

and sedimentation during accretion, zenith, and breakup of a supercontinent (Klein, G.D.

Ed.), Special Paper 288, Geological Society of America, 267-285.

Zecchin, M. (2007): The architectural variability of small-scale cycles in shelf and ramp clastic systems:

The controlling factors. Earth-Science Reviews , 84: 21–55.

Ziegler, A.M., Hulver, M.L. y Rowley, D.B. (1997): Permian world topography and climate. En: Late

Glacial and Post-Glacial Environmental Changes — Quaternary, Carboniferous–Permian

and Proterozoic (Martini, I.P. Ed.). Oxford University Press, Oxford, 111-146.

245
ANEXOS
ANEXO 1
MAPAS Y CORTES
GEOLÓGICOS

MAPA 1.- SECTOR PIEDRAFITA-LILLO


MAPA 2.- SECTOR LOIS-CIGUERA
CORTE I-I' ........................................................... pág. 5
CORTE II-II' ......................................................... pág. 7
CORTE III-III' ....................................................... pág. 9
Leyenda
Estefaniense B
Signos convencionales CUATERNARIO 17 Conglomerados, areniscas y lutitas
AUTUNIENSE GZELIENSE Fm Maraña
KASIMOVIENSE 17 16 Olistolitos de calizas carboníferas
Carretera ESTEFANIENSE 15 Olistolitos de la Fm Barcaliente
Contacto normal 16 13 15 14

MAPA 1
14 Olistolitos precarboníferos
Contacto discordante Pista forestal MYACHKOVIENSE 13 Lutitas y areniscas

MOSCOVIENSE
PENSILVANIENSE
Traza de capa Ríos y embalses D Fm Tendeyón
12 Areniscas, lutitas, carboneros y calizas dispersas

WESTFALIENSE
Falla Poblaciones y edificaciones 12 11 Alternancia de calizas, lutitas y litarenitas
Mapa geológico de la parte PODOLSKIENSE

CARBONÍFERO
11 S6 10' Calizas
Falla supuesta Curvas de nivel 10' 10 10 Lutitas,y litarenitas
S5 Caliza de la Cervatina
9
KASHIRIENSE

Grupo Lena
Secciones estratigráficas PA 9 Calizas
oriental del sector Cabalgamiento

Dirección y buzamiento 60
C
VEREYENSE
8
7
6
S4
S3 Fm Llanón
5' 8 Areniscas, lutitas, carboneros y calizas dispersas
Piedrafita-Lillo B
A
5 S2
Fm Levinco
7 Alternancia de calizas, litarenitas y lutitas
Caliza de Peña Redonda
Diego Corrochano Fernández 2010 BASHKIRIENSE 4 S1
6 Calizas masivas
5' Alternancia de calizas, litarenitas y lutitas
5 Calizas masivas
NAMURIENSE
309 310 311 312 313 314 315 316 317
SERPUKHOVIENSE

MISISIP.
3
Cofiñal Fm Fresnedo
4 Lutitas y litarenitas
VISEENSE
15
00 2
TOURNAISIENSE 3 Fm. Barcaliente
1450
2 Fms. Alba y Vegamián
1400
PRECARBONÍFERO 1
1350 1 Materiales precarboníferos
(Fm. Herrería, Láncara
Oville y Barrios)
4 766 4 766

50
318
Esquema de situación (según Pérez-Estaún et al. 1988)

PLMI
6° 5°
ZONA CANTÁBRICA
65 4’ 200 km

s
PLMII

s
s
s s
Gijón
5
N s

s
Macizo Ibérico

s
s

s
s

s
s
ZO
1 s s ss

UN
5’

s
s ss s

s
s s s

NA
s s s s s s

s
s s s s s s s

s
ID
s s s

s
s s

s
s s s

s
4 765 s s

s
4 765 2 s s

AD
AS
70 s s s

s
Oviedo s s s s s s

s s s
s
s s s s s
6 43° 20'

s s
s

s s
s
s s

s
s s s s

T
s s s s
s s s s

s
s s s s s

UR
319 ss s

U.
s
s

s
s

s
s
s

s s
s

s
s
s s s s s

s
s s s

DE

s
s s s s

s
s s

OCC

s
s s

s
s
s s ss s
s

s
s
s
PICOS DE EUROPA

s
s
s

s
MANTO

s s

s
s

DE
s

s
s
135

s
s

U NI
s
7

s
s s s
DEL

s
s

s
0

s
s

s
IDENTAL-L

s
s s

L Á AMO
CUENCA

s s
8

s
s s
PONGA

s
s

s
s
s

s
s
s
80

s
20
s
s

DA
SO

s
s

s s
s ss

s
s
CARBONÍFERA

s s

s
UNIDAD DEL
s

s
s
PA

s
s ss

s
R
s s s s

s
s
s s s s s

D
s

s
IE

s s
130
s

M
s
CENTRAL PISUERGA-CARRION

s
s s

s
s
s

s
s

s
3 0

s
D

s
s
s

s s
s

s
4

s
s s

50 s s s
O s
s s s
s

s s s
s s s s
s s s s s s
s s s s s s

-
s s s s s
s

s
EO
s

s
s
43° 00' s s
s s
9
s

s
s
s s s s
E s

D
s

N
s s s s
SOBIA s s

s
s s

ES
s s

s
s s s s
s s s s s s s s s s s s

s
s s s s s
s s s

s
s

A
s s s ss s

s
s s s
s s s s

s
s
CO
s s s
U. DEL
s s s s s s s
R RE
s

Puebla
s
CILLA ESLA
s s s

s
125 s
0 s s s s

de Lillo
s
55
s
s s s
s s
CUENCA DEL DUERO
30 14 0 10 20 30 km
50
1400 Pérmico, Mesozoico
Unidades tectonoestratigráficas de la Zona Cantábrica
4 764 Redipollos 4 764 y Terciario
Cuenca
1350 LC Unidad de Pliegues Manto del Unidad de Picos Unidad del
Estefanienses Carbonífera de Europa
y Mantos Central Ponga Pisuerga-Carrión
1300 LC 1150 Precámbrico del
Antiforme del Narcea
80 1250
60
LC II 12
00
50
60 320 321
9

LC 0

1350 7

14 4 763
4 763 00

14 6 PL
50
5’
60
55 15
00
15 5
16 50

1150
120
125
16 00

13
50

130
17 1450

50

0
14

0
00

00
1500

0
155
17 0
18 50
16
160
0 PL
1750
Peña Aparejo Grande 70 Pico Susarón 1850
00
17
00
50

16
16 50
00 12 1881
1800 Pico Mahón 15
15
50 APJ
00
1827 14
00
1738
17

14
50
00

45
4 762 4 762
13
50

11

12
APJ
13
00

15
10’ 14

10
Solle
9
Camposolillo
12
50

16
San Cibrián de la Somoza
13

ABR 30 70
12
00

4 761 11 4 761

320 321
10’
5
35

RY
10
Embalse
9
del Porma
11
05

Rucayo
309 310 311 312 313 314 315 316 317 318 319

1000 m 500 m 0 1 2 km
Equidistancia de las curvas de nivel 50 m
Leyenda Signos convencionales 331 332 333 334 335 336

Estefaniense B
CUATERNARIO 21 Conglomerados, areniscas y lutitas Contacto normal Dirección y buzamiento 50
Burón
GZELIENSE Fm Maraña Contacto discordante Carretera
AUTUNIENSE 20 Olistolitos de calizas carboníferas
ESTEFANIENSE KASIMOVIENSE 21 19 Olistolitos precarboníferos
20 19 17 18 18 Olistolitos de Barcaliente Traza de capa Pista forestal
17 Lutitas Embalse
16 Falla Ríos y embalses

MAPA 2
15 S9
14 S8 Fm Lutitas de Ciguera de Riaño
MYACHKOVIENSE 16 Lutitas, litarenitas y calizas Falla supuesta Poblaciones y edificaciones

MOSCOVIENSE
D S7 4 765

PENSILVANIENSE
13 4 765
12
11 1110 S6 Fm Calizas de Ciguera Cabalgamiento Curvas de nivel
15 Calizas

WESTFALIENSE
10 14 Calizas, litarenitas y lutitas
9 S5 Sección estratigráfica PN

Mapa geológico del sector

CARBONÍFERO
PODOLSKIENSE 8
Fm Lutitas y areniscas de Dueñas
S4 13 Lutitas y litarenitas

Grupo Lena
7 12 Lutitas, litarenitas y calizas

Lois-Ciguera C KASHIRIENSE
6
S3
S2
Fm Calizas de Bachende
11 Calizas
10 Lutitas, litarenitas y calizas
VEREYENSE 9 Calizas
1150

ín
Bur
B 5 8 Lutitas y litarenitas 1200

Diego Corrochano Fernández 2010 A


S1 7 Calizas

de
4 764 0
125 4 764
BASHKIRIENSE 4 Fm Calizas de Peña Neblera
6 Calizas 330

yo
1300

Arro
1350

NAMURIENSE ? Fm Lutitas de Lois 1300


1350
5 Lutitas y litarenitas 1400
SERPUKHOVIENSE 3
125
0

MISISIP.
50
14
Fm Calizas de Yordas
4 Calizas
VISEENSE 1500

1200
12
2 3 Fm. Barcaliente 1550

13

50
TOURNAISIENSE 1600

00
13
0

50
120
0 165 140
0
2 Fms. Alba y Vegamián 327 328 329 Peña del Águila
PRECARBONÍFERO 1
1 Fm. Barrios Valverga
1699
4 763 4 763

Rocas ígneas III’


4

BR2 BR3

5 15
o

5
7 Pico Yordas
325 326 1964
1900
s
ne 00 50 BR1
no 17
16
1850
nta 00
Ho 16 1800
50
15 4 762
4 762 1750
s 00
lo 15 1700
50
14 0
165

de
00
14
50 1600

322 323 324 I 60

yo
de 1550

ro
50
13

Ar
Lois PN 130
0 1500
50 6
Ar 13 0 1450
roy 130 Arro 30

Arroyo
1 o yo 1400
2 Tendeña 1350
5
1300
3 1250

III 1200


1150

o
1600
320 321
4 761 17 LS
1550 4 761
Vega

o
1500
la

roy
de 11
1450

Ar

Va
Prado 1400
75

ld
0
de 135

es
l 0

co
12 130

so
o
roy
Ar

50
7

12
Ca
str
o SR TLA2
1500
80 PTL LT1 TLA2
5
70
1450
LT2 TLA1
Embalse de Riaño
ro

1400
errie

BI1 Riaño
1350
II

An
Vald

ci
8

le
Río

s
4 760 1300 9 4 760
1450
10 BM1
1250 BS2
1400
Dueñas

BS1 13 70
320 1350 14

Peña Toya 75
15
BS4 80
1300
1638
C1 70 45
C1
1250 16

1200 C1
Pico Llerenes
1893

é
qu
C1 AlcónCiguera 65

r
4 759 85

lla
4 759

Va
yo o
ro Rí
Ar BS3
royo
Ar
321 N-621

Pico de Gilbo 00
16

50
1677

00
335

15
Peñas Pintas 336

15
BM3
1985
0
60 12
145
70
1900
65 1400
4 758 4 758
1850
BM2
80 180
0
13
1750 75 135
0
70
11 BI3 1700
1300

165
10 7 0

Esquema de situación
9 11 160
0
1250
BI2 1550
8
SS23
7
45 1500 (según Pérez-Estaún et al. 1988)
Salamón 12

1450
SS16 11
1400
322 323 324 325 SS29 SS14
SS58 332 334
1350 333
6° 5°
ZONA CANTÁBRICA
I’ 200 km

s
1000 m 500 m 0 1 2 km II’ N s s Gijón

s
s
s Macizo Ibérico
s

s
s

s
ZO
ss s

U
s s s s ss s

s
NA

NI

s
s ss s s

s s

s
s s

DA
s s
Equidistancia de las curvas de nivel 50 m

AS
Oviedo s s s s

s s
s

D
43° 20' s s s s

ss
s s s

s
ss

s
s ss

UR

s
s

U.
s

ss
s

s
s

s s
DE

s s
326 Embalse de Riaño

OCC
328 s
327

s
s sss

s
s
s

s
sPICOS DE EUROPA
s
MANTO

DE
s
s

s s
s

s
U NI

s
ss

s
DEL

s
IDENTAL-L

s
L Á AMO
CUENCA s

s
s PONGA s

s
s

s
s

s
DA
s

SO
CARBONÍFERA s UNIDAD DEL

s
s

s
s s

R
s
s

s
s s

D
IE

M
s s
s
CENTRAL PISUERGA-CARRION

s
s
s
D O s s

s
s ss s s
ss s
s s

s s
s s s

-
s

s
ss

EO
43° 00'
s
12
50
s s s s
E

D
s s s

N
12 SOBIA
Las Salas
s ss

ES
00 ss s s
s s s ss s s
s s

A
s s

s
s s s
s CO s s
U. DEL
R RE
s
11 CILLA
s
ESLA
5
s
0 s
s s
CUENCA DEL DUERO
s
Río 110
0 0 10 20 30 km
s

Esla Pérmico, Mesozoico


Unidades tectonoestratigráficas de la Zona Cantábrica
y Terciario
10

Cuenca Unidad de Picos


50

Unidad de Pliegues Carbonífera Manto del Unidad del


Estefanienses y Mantos Ponga de Europa Pisuerga-Carrión
330 331 Central
329 Precámbrico del
Antiforme del Narcea
CORTE I-I'

NW SE

Peña Toya
1700
1600
1500
1400
1300
Ciguera
1200
1100
1000
900
800
Anexo 1: Mapas y cortes geológicos

5
CORTE II-II'

NW SE

2000 Falla de
Salamón
1900 Peñas Pintas
1800
Falla de
1700 León
1600 Pico de la
Collada
1500
1400
1300
1200
1100
1000
900
800

7
Anexo 1: Mapas y cortes geológicos
CORTE III-III'
W E

Valle de San
2000 Pelayo

1900
1800 Valle de Anciles
1700
1600
1500
1400
1300
1200
1100
1000
900
800
Anexo 1: Mapas y cortes geológicos

9
ANEXO 2

COLUMNAS
ESTRATIGRÁFICAS

- SECTOR PIEDRAFITA-LILLO
- SECTOR LOIS-CIGUERA
Anexo 2: Columnas estratigráficas

LEYENDA PARA LAS COLUMNAS ESTRATIGRÁFICAS

NOMBRE DE LA SECCIÓN
Localización en coordenadas UTM

Calizas dolomitizadas, silicificadas,


y en ocasiones, mineralizadas
Bafflestone de algas calcáreas

Areniscas
Limolitas
s Nivel de siderita

Intervalo no visible
Muestra de fusulinas Lutitas
para estudio
bioestratigráfico
Grainstone oolítica
Superficie erosiva
a
PA 17F Calizas con estratificación tabular
Calizas con estratificación ondulante/
Calizas masivas psuedonodulosa
Muestra recogida en Calizas margosas
este trabajo
Calizas silicificadas/dolomitizadas
Secuencia grano/estratocreciente
TLA1 17
Secuencia grano/estratodecreciente
L-14
Calizas micríticas bioconstruidas
(Masivas, micrita grumosa-peloidal)
Muestra recogida en Intercalación de calizas grainstone
trabajos previos

Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

Margas
Calizas mudstone
Calizas wackstone
Calizas packstone
Calizas grainstone
Calizas floatstone/rudstone
Mg M W P G R B Calizas boundstone/bafflestone
TERRÍGENOS
CARBONATOS
L f m g mg C
Lutitas a
Areniscas de grano fino
Areniscas de grano medio
Areniscas de grano grueso
Microconglomerados
Conglomerados

13
Diego Corrochano Fernández

SIMBOLOGÍA UTILIZADA EN LAS


COLUMNAS ESTRATIGRÁFICAS

POROSIDADES, CEMENTOS
COMPONENTES FÓSILES Y PROCESOS DIAGENÉTICOS

Fauna en general Fusulínidos Stromatactis

Gasterópodos Foraminiferos tubulares Cementos fibrosos

Braquiópodos Thartharella Porosidad biomóldica

Bivalvos Tubiphytes Nódulos de siderita

Crinoideos Fragmentos de Trilobites Nódulos de chert

Ostrácodos Restos vegetales Sulfuros

Conchas en general Relleno geopetal

Corales solitarios rugosos OTROS COMPONENTES

Corales masivos rugosos Oncoides de tipo Osagia


ESTRUCTURAS
Corales ramosos Lumps algares DE CORRIENTE

Chaetetes Peloides Estratificación cruzada en surco

Algas filoides Oolitos Estratificación cruzada planar

Algas dasicladáceas Coated grains Estratificación cruzada hummocky

Loisphyllum Intraclastos Laminación paralela

Algas rojas Zoophycus Ripples de corriente

Donezella Bioturbación Ripples de oleaje

Beresella Pistas Laminación flaser

Girvanella Raices Estructuras de carga

Calciesferas Granos de carbón Flute cast

Briozoos ramosos Q Granos de cuarzo Marcas de arrastre

Briozoos fenestélidos Cantos blandos

* Esponjas Clastos carbonatados

Espículas de esponja Clastos siliciclásticos

Siringopóridos

Foraminíferos

14
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECTOR PIEDRAFITA-LILLO

- PUEBLA DE LILLO (PL) ..................................pág. 16


- PEÑA DEL ÁGUILA (PA) .................................pág. 19
- PUEBLA DE LILLO MOUNDS I (PLMI) ..............pág. 20
- PUEBLA DE LILLO MOUNDS II (PLMII) .............pág. 21
- LA CERVATINA 0 (LC0) ..................................pág. 22
- LA CERVATINA (LC) ......................................pág. 23
- LA CERVATINA II (LCII) .................................pág. 28
- ARROYO DE BARBADILLO (ABR) ...............pág. 29
- RUCAYO (RY) ................................................pág. 31
- VILLAVERDE DE LA CUERNA (VC) ..............pág. 35
- APAREJO (APJ) ...............................................pág. 43

(Localización de las secciones en el mapa geológico 1)

15
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN PUEBLA DE LILLO (PL)


30T 315544 4762587

(continúa en la pág. siguiente)

115 m

110
L

100

90

ALT 360 m
80
SECUENCIA 3

70
Fm LEVINCO
VEREYENSE

L
BASHKIRIENSE

SECUENCIA 1

60
SECUENCIA 2

50

40 AGC
Fm FRESNEDO
SECUENCIA 1
BASHKIRIENSE

30

20

AGC

0m
10

5
L

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
16
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)


230 m

s2.4
PL-8
MWB

220
GPB
PL-6
s2.3

techo
SECUENCIA 2 (Fm LEVINCO)

MWB
210

Bs
VEREYENSE

200
s2.2

MWB
190
PL-4

PL 182
PL-3 Alteración púrpura/rojiza
180
PL-2
s2.1

MP

170
GO
?
Superficie erosiva
AE
ALT
160

150
SECUENCIA 1 (Fm FRESNEDO)
BASHKIRIENSE

140 L

130

120

115 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

17
Diego Corrochano Fernández

345 m

340 360 m
MP

PL 330

330 350

345 m
Mg M W P G R B

320 L f m g mg C
a

techo

310 MP
SECUENCIA 3

300
Estratificación ondulante
PL 298 a gran escala
PL-15
PL 291
290

PL-14
Fm LEVINCO (VEREYENSE)

MWB

280
Bioclastos enrojecidos
MWB
PL-12
Q
270
L

260
s2.4
SECUENCIA 2

250
GO
PL-11
MWB
PL-10
240
L
MWB Intercalaciones pizarrosas
s2.4

PL-9

MP
230 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

18
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN PEÑA DEL ÁGUILA (PA)


30T 3141754 4764358

115 m

110

s
L
100

90
MWB

techo
80 MP

70

MWB
Fm LEVINCO
VEREYENSE/KASHIRIENSE

60

Estratos de 10-15 cm 170


estratificación ondulante
grandes (+ 20 cm)
SECUENCIA 3

nódulos de chert
50

GPB 160
GO

40
Grandes (+ 20 cm)
nódulos de chert
150
MP

30

140
MWB

20
GPB

130
MP

10

MWB
5 120

0m 115 m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a

19
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN PLMI
30T 313585 4765261

40

Cuerpo lateralmente
discontinuo
PGCB

PLMI BDz
30
30
VEREYENSE
SECUENCIA 2

FM LEVINCO

20 BDz

Contacto neto
e irregular
PLMI
10,3
GO
10 Q
?

FM FRESNEDO
SECUENCIA 1
BASHKIRIENSE

5
APH

APH
0m

Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

20
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN PLMII
30T 3137525 4765124

115 m
SECUENCIA 4?
KASHIRIENSE?

IE11 *
110

C1

100
s3.9-s3.11

90

IE7
s3.8

80
s3.7

70

IE5
SECUENCIA 3
Fm LEVINCO

s3.6

60
s3.5

IE4

50
s3.4

FlI3+
I3 Cr+
CM

40
s3.3

30
VEREYENSE

IE2
s3.2

20

Alineaciones
de nódulos de chert
interestrato
10
s3.1

5
MC1+
IE1
Superficie irregular
0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

21
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN LA CERVATINA 0
30T 313970 4763362

techo
MWB
20
(Fm TENDEYÓN (KASHIRIENSE/PODOLSKIENSE)

LC0
16
MWB
SECUENCIA 5

LC0 GPB
12

10

Calizas nodulizadas
MWB
y enrojecidas

GPB
LC0
5,2
5

MWB

0m PGCB

Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

22
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN LA CERVATINA (LC) (continúa en la pág. siguiente)


30T 310403 4760553

KASHIRIENSE /PODOLSKIENSE

Fm TENDEYÓN
550

SECUENCIA 5

500

450

400
Fm LLANÓN

350
KASHIRIENSE

300

250

200

150
VEREYENSE/KASHIRIENSE

SECUENCIA 4

100
Fm LEVINCO

50

0m

23
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN LA CERVATINA (LC)


(continúa en la pág. siguiente)
115 m

MWB
s4.8-10

110

GPB

100
KASHIRIENSE

90 CO
s4.7

MWB

80
SECUENCIA 4 (Fm LEVINCO)

GPB

70
PGCB
MWB
s4.6

a
LC GPB
techo
60
60F

Puebla de Lillo
grainstones
MWB
50
mud mound

?
s4.5

40

PGCB
s4.3+4

Base muy erosiva


VEREYENSE

30
PGCB

LC 20,5
20
s4.2

MP

10
MWB
LC 7,5

5
s4.1

MP
0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
24
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)

230 m 345 m

340

220

s4.14
330

210
s4.13

LF
320
Fm LLANÓN (KASHIRIENSE)

APH
200

ALT
310
L

190

300

180
SECUENCIA 4

290
L

170
s4.12

280

160
s4.13

270

GO
150
s4.11

260
CO

140

250

130

L
240

120

115 m 230 m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C
a a

25
Diego Corrochano Fernández

(continúa en la pág. siguiente)

460 m

450
s5.3

L
SECUENCIA 5

440
niveles de acumulación
LC LF de conchas
435
C
APH
s5.2

430 20 cm de carbón

C
s5.1
Fm LLANÓN (KASHIRIENSE)

420

PGCB

410 APH

400 APH

AGC

390
SECUENCIA 4
s4.14

380

370

360

350

345 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

26
Anexo 2: Columnas estratigráficas

57 5 m
LC
KASHIRIENSE /PODOLSKIENSE

s5.15
574,5F MWB
570

CE
585 m
LC MP
563

s5.15
580
s5.14

560

575 m
Mg M W P G R B

550 L f m g mg C
Fm TENDEYÓN

a
s5.13

a
LC MWB
542F
540

CO
s5.12
SECUENCIA 5

MP
530

LC
525
MP
s5.10+11

520

MWB techo

GPB
510
AP
s5.9

a
LC
504F
Alteraciones nodulosas techo
s5.8

de color rojizo
500

AP
GO
s5.7

APH
490
Fm LLANÓN

Areniscas cuarcíticas
s5.6

Litarenitas intensamente
APH bioturbadas
KASHIRIENSE

480
s5.5

ALT

470
s5.4

460 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

27
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN LA CERVATINA II
30T 311955 4763374

60

MP
s5.13

50
Fm TENDEYÓN (KASHIRIENSE /PODOLSKIENSE?)

MWB
s5.12

40
MWB
SECUENCIA 5

MP
s5.11

LC II Calizas margosas
32 blanquecinas

30

MWB
techo
s5.10

Calizas nodulizadas
ligeramente enrojecidas
s5.9

20

MWB

LC II Bs
15
s5.8

Bioclastos enrojecidos

10
APH
s5.7

techo
5 APH
s5.6

0m

Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

28
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN ARROYO DE BARBADILLO (ABR)


30T 312965 4760977 (continúa en la pág. siguiente)

115 m

APH
110
s5.7

techo
L

100 Estratos de 10-20 cm


s5.5+6

APH
SECUENCIA 5

Superficie enrojecida
90
GO
s5.4

MWB
80

techo
s5.3
Fm LLANÓN (KASHIRIENSE)

70

60

APH
Arenisca cuarcítica
GPB
s5.2

50
ABR GO
47,5
s5.1

ABR
42,7 AM
40

L
Contacto neto
ABR APH
34
30
SECUENCIA 4
s4.14

AGC
20

10

5
L

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

29
Diego Corrochano Fernández

ABR
201,3
200

s5.16
PODOLSKIENSE

MWB

190
Caliza muy bioturbada/
brechificada
ABR L
189
ABR
s5.15

181
180

?
s5.14

170
MWB
Fm TENDEYÓN
SECUENCIA 5

MP
s5.13

160 MWB

MP CALIZAS DE LA CERVATINA
s5.12

150

MWB

MP
KASHIRIENSE

140
s5.11

MWB

130
Bioclastos enrojecidos
GPB techo
Calizas nodulizadas
s5.8+9 s5.10

con tonalidades rojizas


GPB
120
Contacto neto e
irregular
115 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

30
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN RUCAYO (RY)


30T 310403 4760553 (continúa en la pág. siguiente)

607 m
KASHIRIENSE/PODOLSKIENSE
Fm TENDEYÓN
SECUENCIA 5

techo

Calizas de la
Cervatina
KASHIRIENSE
Fm LLANÓN
SECUENCIA 4
Fm LEVINCO
VEREYENSE

0m techo

31
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN RUCAYO (RY) (continúa en la pág. siguiente)

115 m 230 m
AP
KASHIRIENSE

Matriz enrojecida

s4.14
110
s4.9

GPB
220
Acumulaciones de chert
paralelas a la estratificación.
Superiores a 1m de longitud.
s4.8

100

MWB 210

Fm LANÓN
90
s
L
200

s4.13
s4.7

80

MWB 190

70
Cuerpo lateralmente discontinuo

180
Fm LEVINCO
SECUENCIA 4

L
s4.6

60

170

s4.12
MWB

50
MWB

160
Superficie irregular
s4.5

40
s4.11

GPB GPB
Fm LEVINCO

150
s4.4

MWB

30 PGCB
Superficie erosiva e irregular
s4.3

MP
140
RY 21,5 Matriz oscura, litoclastos
de color claro (BB)
VEREYENSE

20
s4.2

MP
s4.10

130 L
Cuerpo con morfología
convexa (GPB)

10
s4.1

5 MP 120

MWB
0m 115 m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a

32
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)

345 m 460 m
PGCB

340

s5.14
s5.3
MWB

450

330
AC
SECUENCIA 5

Superficie erosiva

Fm TENDEYÓN
440 MP
ALT

s5.13
320
s5.2

L
430
MWB

310

s5.12
MP
420
GO
Fm LLANÓN (KASHIRIENSE)

300
MP

KASHIRIENSE
SECUENCIA 5
410

s5.11
AC MWB
290

400 L

s5.10
Superficie erosiva
APH
280
GPB

390
APH s5.7
APH
270 Lutitas carbonosas

AGC
380
SECUENCIA 4

Fm LANÓN

AGC
s5.6

260
s
s4.14

s L
370 s
MWB
250
L
s5.5

360 AGC

240 MWB
s5.4

350 AGC
PGCB
230 m 345 m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C
a a

33
Diego Corrochano Fernández

57 5 m

s5.18
570

APH
560
605

Superficie erosiva

550
595

540 APH
585
s5.17
PODOLSKIENSE

530
575 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
520
SECUENCIA 4

510

500

490
s5.16

480

470
s5.15

MWB
460 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

34
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN VILLAVERDE DE LA CUERNA (VC) (continúa en la pág. siguiente)


30T 305614 4765611 (localizada fuera del mapa 1)

944 m

FM TENDEYÓN

SECUENCIA 5
KASHIRIENSE
FM LLANÓN
SECUENCIA 4
FM LEVINCO
VEREYENSE

SECUENCIA 3

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

35
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN VILLAVERDE DE LA CUERNA (VC)


(continúa en la pág. siguiente)
115 m

110
L

100

90

80

70
VEREYENSE (FM LEVINCO)

L
SECUENCIA 2

60

50

40

30 MP

20

AGC

AP
Alteración marrón-anaranjado
a techo, de incluso 2m de espesor
10
BC

5
MP
0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
36
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)


230 m

techo

220
L

210

MP
200

190

MWB
FM LEVINCO (VEREYENSE)

180
SECUENCIA 2

170

L
techo

160

150

AM
Base erosiva
Aspecto masivo

140

ALT

130
AM

120

115 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

37
Diego Corrochano Fernández

(continúa en la pág. siguiente)


345 m

340

330
L

320

WMB
Calizas muy oscuras

310

MP
FM LEVINCO (VEREYENSE)

300
SECUENCIA 3

VC GPB
294

290

techo
280

270
MP

260

250

BF
240 Acumulación parautóctona

Color marronáceo en roca alterada


CO

230 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

38
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)

460 m
WMB

450
s4.7

MP

440
AC
Superficie irregular
s4.6

MP

430
WMB

Acuñamiento lateral,
APH ¿geometría canaliforme?
L
420
FM LEVINCO (VEREYENSE)

techo
s4.3/5

WMB
SECUENCIA 4

410
techo

PGCB
400
s4.2

Corales y esponjas dispersos


390 en posición de vida
WMB
s4.1

380 MP

GO

Color rojizo y
370 aspecto desorganizado
(LR)
SECUENCIA 3

AGC
360
L
AGC

350
Bases erosivas
ALT
345 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

39
Diego Corrochano Fernández

(continúa en la pág. siguiente)


57 5 m 690 m

570
APH
KASHIRINESE

s4.13+14

680
FM LLANÓN

560
L

670 Superficie erosiva e


irregular

s5.5+6
550

660

L
540

650
WMB
SECUENCIA 5
530

640
SECUENCIA 4

s5.4

MWB
L
520 Superficie irregular
FM LLANÓN
s4.12

s5.3

630
MP

510 MWB

620
s5.2

L
500 WMB

610 BF
s5.1

490 APH
FM LEVINCO

Aspecto desorganizado
s4.11

L 600 y enrojecido (LR)


LFO
VEREYENSE

480
SECUENCIA 4

Cicatrices
590 AC erosivas
internas
AGC
470
APH
s4.8/10

580
WMB
460 m 575m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a

40
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)


805 m

800
KASHIRIENSE/PODOLSKIENSE

s5.14+15

790

780

MWB

Superficie irregular
770
FM TENDEYÓN

MP
s5.13

Nivel de concentración de
760 fusulinas
MP
s5.12

MWB
750

MP
s5.11

740
MWB

GPB
730
ALT

720
FM LLANÓN
s5.7/10
KASHIRIENSE

710

700

690 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

41
Diego Corrochano Fernández

920 m 944

940
AGC
s5.18

910
APH

930

900 Bases erosivas

920 m
Mg M W P G R B

890 L f m g mg C
a
s5.17
(PODOLSKIENSE)

880

L
SECUENCIA 5

870
FM TENDEYÓN

860
APH

850
s5.16

840

830
L
s5.14+15

820

810

805 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

42
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN EL APAREJO (AP J)


30T 311104 4761633
(continúa en la pág. siguiente)
30T 311226 4762189

115 m

110

100

90
Fm TENDEYÓN (PODOLSKIENSE)

80

70

60

MWB
SECUENCIA 6

MP
AJ 50,5
Calizas muy nodulizadas
50
Margas interestrato
Estratos de 10/15 cm

MP

40
PGBC Color marrón en roca alterada

MWB

30

20
BD
Estratos de 10/15 cm

MP
10

AJ 5,9 BF Color marrón en roca alterada


PGBC fino, estratos de 5 cm
5 GPB
Margas interestrato hacia techo
0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
43
Diego Corrochano Fernández

230 m

MWB
220

MP

Caliza micrítica
210 rosada en estratos
de 20 cm
AJ
253

GPB Color marrón


Fm TENDEYÓN (PODOLSKIENSE)

en roca alterada
200
MP
AJ
244
MWB

190

180

170
SECUENCIA 6

160

MWB
BF
150
PGCB

MP
Bioclastos enrojecidos
140
AJB
6,3 MWB

a
130
APH

120
AGC

115 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

44
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECTOR LOIS-CIGUERA
- SONDEO SS-14 ............................................pág. 46
- SONDEO SS-16 .............................................pág. 47
- SONDEO SS-23 .............................................pág. 48
- SONDEO SS-29 .............................................pág. 49
- SONDEO SS-58 .............................................pág. 50
- BARCALIENTE 1 (BR1) ...............................pág. 51
- BARCALIENTE 2 (BR2) ...............................pág. 53
- BARCALIENTE 3 (BR3) .................................pág. 54
- PEÑA NEBLERA (PN) ...................................pág. 55
- BACHENDE INFERIOR 1 (BI1) ......................pág. 59
- BACHENDE INFERIOR 2 (BI2) .......................pág. 61
- BACHENDE INFERIOR 3 (BI3) .......................pág. 62
- PUERTO LINARES (PTL) ...............................pág. 63
- LOMASTERA I (LTI) ........................................pág. 64
- BACHENDE MEDIO 1 (BM1) ........................pág. 65
- BACHENDE MEDIO 2 (BM2) ........................pág. 68
- BACHENDE MEDIO 3 (BM3) .......................pág. 72
- LOMASTERA II (LTII) ....................................pág. 76
- BACHENDE SUPERIOR 1 (BS1) ..................pág. 77
- BACHENDE SUPERIOR 2 (BS2) .................pág. 78
- BACHENDE SUPERIOR 3 (BS3) ...................pág. 79
- BACHENDE SUPERIOR 4 (BS4) .................pág. 80
- TALUD ANCILES 1 (TLA1) ...........................pág. 81
- TALUD ANCILES 2 (TLA2) ............................pág. 82
- TALUD ANCILES 3 (TLA3) ...........................pág. 83
- LOIS (LS) .........................................................pág. 84
- LAS SARRONAS (SR) ....................................pág. 85
- ANCILES 1 (AN1) ........................................pág. 86
- ANCILES 2 (AN 2) ..........................................pág. 91
- CIGUERA 1 (C1) .............................................pág. 93
- CIGUERA 2 (C2) .............................................pág. 96

(Localización de las secciones en el mapa geológico 2)

45
Diego Corrochano Fernández

SONDEO SS-14
30T 326875 4757154

modificado de Corrochano (2006)

Mg M W P G R B
muestras
SS-14 L f m g mg C -1 0 1 2 3 4 5 6 -12 -10 -8 -6 -4 -2 0
a
0m Suelo
01
Fm BACHEND.

10
02
03
04
05
? 06
07
¿Falla?
08
09
Fm LUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS

50
10
11
12
13
14
15
MYACHKOVIENSE

16
17
18
19
20
100

Dique

Superficie
21 erosiva
22 Lutitas negras
23 silicificadas y
mineralizadas
24

25
150
Fm CALIZAS DE BACHENDE

26
27
PODOLSKIENSE

28 Calizas
dolomitizadas
29 y mineralizadas

30 CB CB
A,B,C
200
31

32

222

46
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SS16-12
SONDEO SS-16 SS16-11
111

30T 326927 4757146 110


SS16-9
109
115 m SS16-10
L 108
SS16-8
110 107
SS16-7
SS16-6 106
SS16-5
SS16-4
SS16-3 105
Mg M W P G R B Q
L f m g mg C
100 a

207 Suelo
Dique Superficie
90
erosiva

200
Fm CALIZAS DE BACHENDE (KASHIRIENSE SUP/PODOLSKIENSE)

BB
80
MWB
190

70

180 MP

MP SS16-14

60
BB
170

50

Calizas silicificadas, dolomitizadas 160


y mineralizadas

40

SS16-13
150 MP

30 MP
BF

AGC
140

20
SS16-2
BB
130 L

MP Calizas dolomitizadas
10
SS16-1
5 120 AGC
BB

0m MWB 115 m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a

47
Diego Corrochano Fernández

SONDEO SS-23
30T 326500 4757299

220
SS-23
14

MWB

SS-23 200
13
SS-23
12 CE
SS-23 a 406 m
11
400
¿Falla?
SS-23
Fm CALIZAS DE BACHENDE (KASHIRIENSE SUP/PODOLSKIENSE)

26
Sin registro Nivel de
concentración
¿Falla? de fusulinas
SS-23
25

150 ¿Falla?
SS-23
10
SS-23
9 Calizas
deformadas
SS-23 BB 350
8
SS-23 MWB
7
SS-23
6

SS-23 SS-23
5 24
100
BB SS-23 Q
23

SS-23
22
SS-23 BC
4
MP SS-23 300
SS-23 21
3
SS-23
SS-23 20
2 MP
MWB
SS-23
¿Falla? 19F
SS-23
1 a Nivel de
50 concentración
¿Eje del anticlinal? de fusulinas
L SS-23
18
SS-23
17
SS-23
16 250

Limos rojizos

MWB
Sin registro SS-23
15
0m 220 m

Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C
a a
48
Anexo 2: Columnas estratigráficas

Sondeo SS-29 g b
buzamiento de capa

30T 326587 4757147 ángulo


69º 65º
de perforación
115 m

x
110 y a=180 - (b+g)
a
b g

SONDEO
sen a= x/y
Nivel slumpizado de litarenitas y
lutitas
100

y: potencia aparente
x: potencia real

L
90 SS-29; potencia de sondeo (aparente)= 173 m
a= 46º; sen 46= 0,71
Fm BACHENDE (KASHIRIENSE SUP./PODOLSKIENSE)

BB x= 0,71 x 173= 124 m potencia real


80

70

Abundantes cementos fibrosos

60

MP 170
MWB
50
BB

BD 160
Dique

40 Calizas dolomitizadas

150
BB

30

140
L
20

MP 130

10
L

5 120

Calizas dolomitizadas
0m 115 m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a

49
Diego Corrochano Fernández

SONDEO SS-58
30T 326806 4757110
modificado de Corrochano (2006)

Mg M W P G R B
muestras 5 6
L f m g mg C 0 1 2 3 4 -8 -7 -6 -5 -4 -3 -2 -1 0 1 2 3
SS-58
a
Fm BACHEND.

0m Estefanienses
25
24
23 10
*22a
*22b
? 22
21 ¿Falla?
Grainstone
con oolitos
Fm LUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS

*20a
20
*20b
*19c 50
*19b Lag de cantos
19
*19a blandos en la
MYACHKOVIENSE

base
18
17
16
*16a Grainstone
con oolitos
15
14
13
12
*11
10 100
09
08
07
*06a Lutitas negras
PODOLSKIENSE

silicificadas
Fm BACHEND.

*06b
y mineralizadas
05
?
04 A,B,C C B C B
03
02
*01a Dique
01 146

50
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN BR1
30T 327830 4762358

100 m
(continúa en la pág. siguiente)
Estructuras esféricas silicificadas,
centimétrico

90

80

techo

70

60
SERPUKHOVIENSE

FM BARCALIENTE

50

40

techo

30

150 m
Nódulos de color blanco,
alargados o redondeados,
BR22 contacto neto,
20 orientados formando
laminaciones
100

10

50
5

0m
Mg M W P G R B 0m
L f m g mg C
a

51
Diego Corrochano Fernández

10 m

Caliza micrítica de color pardo/rosado

150
Clastos micríticos oscuros redondeados/subangulosos

140
SERPUKHOVIENSE
FM BARCALIENTE

Caliza micrítica de color pardo


130

120 Pseudomorfos de anhidrita recristalizados

110

100 m techo
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

52
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN BR2
30T 327828 4762811

100 m

90

80

70

Pizarras rojas
60

Clastos alargados de calizas negras


microlaminadas. Niveles de hasta 30 cm

50

40

30

20

10

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

53
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN BR3
30T 327951 4762721

120

110

100

90

Cuerpo slumpizado de tonos


80 rojizos/verdosos

70

Lutitas pardas con abundantes bloques


de calizas oscuras. Aspecto caótico

60

50

40

30

20

10

0m

Mg M W P G R B
L f m g mg C
a

54
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN PEÑA NEBLERA (PN)


30T 326722 4761535 (continúa en la pág. siguiente)

550

PODOLSKIENSE
Fm CALIZAS DE BACHENDE 500

450
SECUENCIA 4

400

350
KASHIRIENSE

300

250

200
SECUENCIA 3
Fm CALIZAS DE PEÑA NEBLERA
?

150
VEREYENSE

100
SECUENCIA 2

50

0m

55
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN PEÑA NEBLERA (PN)


326722 E UTM
4761535 N (continúa en la pág. siguiente)

115 m
fino/medio, buena
PN 111
s3.2
clasificación
SEC.3

110 GO
Calizas oscuras
s3.1

Cuerpo discontinuo
laterlamente,hacia la
BL base clastos alargados
100

GPB
Bioclastos
s2.5

90 enrojecidos
VEREYENSE SUP? (Fm CALIZAS DE PEÑA NEBLERA)

MWB

80 fino, muy buena


clasificación
BB

GPB
s2.4

70

CO Bioclastos
enrojecidos

60 techo
SECUENCIA 2

s2.3

50
GPB
Bioclastos
enrojecidos

techo
40 Color pardo,
potencia muy variable
s2.2

PN 29,5
30 * BD
Estratos de 10 a 20 cm
con intercalaciones
margosas

GO
20 Estratos de espesor
variable, de 10 a 50 cm, fino,
muy buena clasificación
s2.1

10
Q
PN 10
5 MWB

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
56 a
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)


230 m 345 m
PN
345
340

220

330
MP

s5.5+s5.6
210

78 m no visible (FALLA?)
320
VEREYENSE SUP./KASHIRIENSE INF.? (Fm CALIZAS DE PEÑA NEBLERA)

s3.5

SECUENCIA 4 (Fm CALIZAS DE BACHENDE)


200

310

s5.3+s5.4
190
GO
techo
300 Bioclastos enrojecidos.
Caliza margosa de
color oscuro
180
Superficie erosiva

MWB

KASHIRIENSE
290
GO

170 GPB
SECUENCIA 3

s4.2
GPB
280

160 MWB

MP
270

SECUENCIA 3 (Fm CALIZAS DE PEÑA NEBLERA)


GO
s3.4

PN
268
150

a
PN
MWB GPB
260
s4.1

141,5F
Q
GO Bioclastos
140 PN enrojecidos
254,5

MP 250
s3.3

130
MWB

Estratos de 240
10 a 50 cm
s3.2

120
GO
115 m 230 m
Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C
a a

57
Diego Corrochano Fernández

460 m

450
s5.13 ?

560

440

MWB
Matriz margosa, 550 MWB
BB algún clasto enrojecido
KASHIRIENSE SUP./PODOLSKIENSE INF.? (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

Aspecto muy noduloso


430

540
PN
s5.11 + s5.12

422 BF
PN
420 536

530
MP

PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)


SECUENCIA 5
410 MWB
SECUENCIA 4

520

400
s5.10

PN MP
510 Grainstone
395 encrinítica

390
Estratos de 10 cm
s5.9

Margas interestrato
500 GPB
GPB

380
MP
PN
s5.8

379
MP 490

MWB 486
370

GPB 480 APH


SECUENCIA 4

a
PN 360
s3.13+ s3.14

360F
s5.7

470

MP
350

Color oscuro. 460 m


345 m Estratos de 10 cm
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a

58
SECCIÓN BI1
Anexo 2: Columnas estratigráficas

30T 325455 4760119

115 m
(continúa en la pág. siguiente)
s4.11

110 En la base,
calizas muy oscuras
PODOLSKIENSE INF.

ricas en MO
BI1 105
Lutitas
BI1 carbonosas
103F
RD9 100
PGP
s4.9

90
SECUENCIA 4 (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

MWB techo

Calizas oscuras
Estratos de 10-15 cm
80
RD8

70 MP
s4.8

60 MWB

50
s5.4+s4.6+s4.7

techo
KASHIRIENSE SUP.

40 Dolomitización
en parches

MP
RD7

30
RD6
Superficie erosiva
Lutitas
carbonosas
20
s4.4

RD5 techo

MWB
10
MP
s4.3

RD4
RD3 5
RD2
PGP
RD1
0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
59
Diego Corrochano Fernández

180
Estratos de 10 a 40 cm
Bioclastos
enrojecidos

170
s4.14

MWB
techo
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

160 Bioclastos
enrojecidos

GPB
s4.13
SECUENCIA 5

150
Calizas gris pardo-oscuro

GPB

140

RD10
MP
s4.12

130

MWB

120 Calizas oscuras


BI1 118
115 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

60
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN BI2
30T 325804 4757254

Gr. Maraña
Superficie erosiva?
65

MP
s4.12

60
techo

PGP

Superficie erosiva
50 40 cm de lutitas rojizas
s
s techo convexo y
enrojecido
BF
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

Margas interestrato
s4.11

40
MP
SECUENCIA 4

Calizas oscuras

Superficie enrojecida y alterada

Base irregular y cóncava


Techo plano
30
s4.10

Estratos ondulantes y
amalgamados de 15-20 cm

MWB

20
techo
PGP
s4.9

Clastos angulosos/subredondeados
Lutitas gris verdosas
Superficie ondulante. Últimos 50 cm nodulizados
(se intensifica de muro a techo)
10
PGCB
s4.8

5 Calizas micríticas claras con textura


grumosa. Tramos de calizas GPB
MP

0m

Mg M W P G R B
L f m g mg C
a
61
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN BI3
30T 325655 4757407

90

MP

80
CE
s4.9
PODOLSKIENSE

70

MWB techo
SECUENCIA 4 (Fm CALIZAS DE BACHENDE )

60
Intervalo nodulizado. Matriz
rojiza entre los clastos (AP)

50
s4.8

GPB
?

40

MWB
s4.6+7
KASHIRIENSE

30
MP
s4.5

techo

20
s4.4

MP

GPB
10
s4.3

5 CE
s4.2

0m GPB

Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

62
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN PUERTO DE LINARES (PTL)


320961 E UTM
4760240 N

115 m
techo
MP
110
PODOLSKIENSE INF.

s4.8

GPB

MWB
100

GPB
MWB Superficie erosiva/
geometría clinoformal?
90 GPB
s4.7

? 80 MP
SECUENCIA 4 (FM CALIZAS DE BACHENDE)

70
PGP
180 BD

s4.13
MP
s4.6

60

s4.12
PGP 170 MP

PGP

SECUENCIA 4 (FM CALIZAS DE BACHENDE)


50
MP
s4.5
KASHIRIENSE SUP.

160
PTL PGP
43,5
s4.11

40
MP
s4.4

PGP
PGP 150
PODOLSKIENSE

Bs
s4.3

30
s4.10

MP
MP
140

GPB
20
GPB
s4.2

130
s4.9

GO
10
PTL MWB
6,3F Bioclastos
s4.1

5 enrojecidos 120

MWB
0m 115 m

Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a
63
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN LOMASTERA I (LT I)


30T 330518 4760152

115 m

GPB
110
s4.8

MP MWB
100
125 m

s4.8
grueso,
bioclastos enrojecidos,
90 techo y muro nodulizados 115 m
MWB Mg M W P G R B

L f m g mg C
GPB a
s4.7

80

LT 74,5
KASHIRIENSE SUP. (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

GPB
techo
LT 70 70

Calizas nodulizadas
SECUENCIA 4

y margosas

GPB
60
s4.6

Calizas nodulizadas
y margosas

50 GO
s4.5

MWB
40

GO
Superficie erosiva e irregular

GPB
30 Calizas nodulizadas
y margosas
s4.4

GO

PGCB
20
GO
Superficie erosiva e irregular
s4.3

GPB
10

MP
5
GPB
s4.2

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
64
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN BM1
30T 325431 4759959 (continúa en la pág. siguiente)

100 MWB
RD15
250
s5.13

s6
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)
90

RD14.A Cuerpos
s5.11 s5.12

discontinuos
lateralmente 200

80 BF

Chert formando
laminaciones 150
s5.10

Bioclastos
70 enrojecidos

s5
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

L23 PGCB
100
Techo ondulante;
s5.9

abundantes
SECUENCIA 5

60 algas a techo

L22
s5.8

RD14 50
RD13 MP
50
L21
s5.7/6

s4

RD12 0m
MWB
L20
a 40 PGCB
GPB Bioclastos
s5.5

RD11
enrojecidos

30
s5.2/4

MWB

a
L19
s5.1

20 GPB
L18a
SECUENCIA 4

s4.14/15

10
AGC

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

65
Diego Corrochano Fernández

(continúa en la pág. siguiente)

200

MWB
s5.16

L29 Biostromo BC
190 de corales

GPB Carbonero C

L28 BF
L27 PGCB
180 Bioclastos
AGC enrojecidos

Areniscas con fragmentos


de carbón

170
s5.15
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

160

L26
SECUENCIA 5

L25 Bioclastos
150 enrojecidos

AGC

140

130
s5.14

120 L

110
BF
RD17
L24
MP
RD16
100 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

66
Anexo 2: Columnas estratigráficas

260
s6.4

AGC
Fm CALIZAS DE BACHENDE (PODOLSKIENSE)

250 MWB
s6.3

L
SECUENCIA 6

240 MWB

Calizas nodulizadas y alteradas


s6.2

230

CO

220
AGC
s6.1

RD18
CO
*
SECUENCIA 5

210
s5.17

MWB

CO
* Bioclastos enrojecidos
s5.16

200 m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

67
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN BM2 (continúa en la pág. siguiente)


30T 325491 44757587

50

s6
250

40

MWB 200

POLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)


PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

s5 150
30
SECUENCIA 4

100
MP

* 50
P/W de color oscuro
s4

20

MWB
0m
Estratos de 10-15 cm
Margas interestrato.

Calizas de color oscuro


GPB

10

MP
5

0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

68
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)

100

MWB
s5.6

PGCB
s5.5

90
1m
GPB
s5.4
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

Bioclastos techo
enrojecidos
SECUENCIA 5
s5.3
s5.2

BF

80

MWB

GO
AC Buena clasificación
grueso

APH
70
GPB
SECUENCIA 4

60

50
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

69
Diego Corrochano Fernández

(continúa en la pág. siguiente)

150 200

MP

BM2
146

s5.15
a
s5.10

MWB
140 190

MWB
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

2 cm de lutitas
carbonosas

* APH

s5.14
Bioclastos
enrojecidos

130 GPB 180


SECUENCIA 5

MWB
s5.9

MWB

MP

120 170

s5.13
Superficie irregular
s5.8

MP
110 160
s5.11+12

MWB
MWB
s5.7

Calizas muy
BM2 oscuras
103
CE
100 150
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a

70
Anexo 2: Columnas estratigráficas

250
245,5
MWB
s6.2
SECUENCIA 6

Mg M W P G R B

L f m g mg C
AGC a
s6.1

240

PGP
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

AP
s5.17

BM2
232 BD

230

techo
s5.16
SECUENCIA 5

220

BD

BM2
213
* MWB

BF
210
Parches de
matriz enrojecida
BM2
209,5
Fauna marina
abundante
s5.15

APH

200
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

71
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN BM3
30T 325545 4758087
(continúa en la pág. siguiente)

50
s5.3+4

BF
SECUENCIA 5
s5.2

MWB

BD

40
MWB
s5.1

GO Muy buena clasificación


fino
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

AC

30

Acumulación de bioclastos

Sets de hasta 60 cm
APH
s6

200
Fm CALIZAS DE BACHENDE (POLSKIENSE)
SECUENCIA 4

20

150
s5

100
10

L
50
5
s4

0m
BF
0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

72
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)

100
s5.12

MWB
s5.11

90

MP
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

MWB

80
s5.10
SECUENCIA 5

BM3 Loisphyllum
76
BD+BF

PGCB
s5.8+s5.9

70

MP

Bioclastos enrojecidos
s5.7

CE

60
s5.6

MWB

Intervalos dispersos pseudonodulosos


s5.5

MWB

50
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

73
Diego Corrochano Fernández

(continúa en la pág. siguiente)

Muy buena
150 200 clasificación
GO fino

L
MWB
s5.15

s5.16
BD
140 190

MWB
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

BF
130 180
Bioclastos
enrojecidos
s5.14
SECUENCIA 5

AC

120 170
s5.15

BD

110 160 L
s5.13

MWB

MP
100 150 BF

Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a

74
Anexo 2: Columnas estratigráficas

BM3
237F
s6.4

a
GPB

L
s6.3

230
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

Lag en la base
y superficie erosiva

AGC
SECUENCIA 6

techo
220

BF+BD
s6.2

Cuerpos lenticulares
BM3 de hasta 1 m de potencia
216
*
BC

techo
MWB
210

GO
SECUENCIA 5

1 cm
s6.1

AC

Calizas muy nodulizadas


s5.17

BD
200 PGCB
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

75
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN LOMASTERA II (LT II)


30T 330816 4760071

100

Acumulaciones de
crinoideos hacia techo

90
s5.10/13

MP

80

70
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

BSAN2
MWB
s5.9

BSAN1

60 MP
SECUENCIA 6
s5.8

Calizas muy oscuras


50 y margosas CE

MP

PGCB
40
MWB
s5.7

Calizas oscuras, micríticas y tableadas.


Estratos de 25 cm CE
MWB
30
LTII 28
s5.6

MP

20 PGCB
s5.3 s5.4 s5.5

MWB
CO

GPB
10

5 BD
s5.2

BF
0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

76
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN BS1
30T 325384 4759582

SECUENCIA 7
BS1 0,0 MWB
90
Arenisca de
APH Bachende

80

BF+BD

GPB
PODOLSKIENSE SUP. (Fm CALIZAS DE BACHENDE).

70

MP Calizas oscuras

60

GPB

50
SECUENCIA 6

MP
40
BS1
36,45

30
BS1
29,5

20
MP

10
MWB

0m BF
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

77
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN BS2
30T 325384 4759659

100 m
L38
MWB

90
L37 CO
RD24
RD23
MWB
L36
80
RD22
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

RD21
70
MWB

150

L40

MYACHKOVIENSE
SECUENCIA 7
60 MWB
SECUENCIA 6

140
Areniscas con
L35 fragmentos
50
B1 de carbón
(Arenisca de
APH Bachende)
Calizas
RD20 oscuras 130

40 MWB Dolomitización
L39 en parches

120
SECUENCIA 6
MP PODOLSKIENSE
MP
30

110

20 MWB

100 m
Mg M W P G R B

10 L f m g mg C
a

5 MP

RD19
0m
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

78
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN BS3
30T 325376 4758553

130
BF
Areniscas con

SECUENCIA 7
fragmentos de carbón
(Arenisca de
Bachende)
MYAHCKOVIENSE
MWB
120
BF

110

RD29
100 MP

Dolomitización
90 en parches
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

80

RD28 BF
RD27
SECUENCIA 6

70

MP
60

RD26

50

40

GPB
30

RD25

20
MWB

10
MP

5 Dolomitización
en parches
0m

Mg M W P G R B
L f m g mg C
a
79
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN BS4
30T 326817 4759482

40 m
L

BF

MP

BS4 Calizas oscuras GPB


32,6 F
a Q fino y buena GO techo
BS4 clasificación
32,4
Estratos de 5 cm
30

No visible
MYACHKOVIENSE

SECUENCIA 7

APH
Fm CALIZAS SDE BACHENDE

Areniscas de
Bachende

20

techo

No visible

Bioclastos enrojecidos

GPB
10
PODOLSKIENSE SUPERIOR

Estratos de 10-15 cm
MWB
SECUENCIA 6

5 MP

BF

BS4
0,2 F

a
0m GPB

Mg M W P G R B

80 L f m g mg C
a
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN TLA-1
30T 331442 4760161

70

L
s5-9

60 MP
TLA1
56

TLA1 LQB
Q Lumaquela
51
*
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

50 Calizas muy oscuras


s5-8

en estratos de 10 cm
TLA1
47

MWB

L
SECUENCIA 5

TLA1 40
s5-7

BB
38,5 Color marronáceo/anaranjado
38 grueso/grava
35 GPB
34
*
s5-6

Estratos de 10 a 40 cm
TLA1
31
TLA1 30
GPB
29,5

L
s5-5

20 Calizas tableadas en estratos de 10-20 cm


MWB
TLA1 Margas interestrato de hasta 5 cm de espesor
17

MP
TLA1
11
10

L
s5-4

Color anaranjado en roca alterada,


CO gris oscuro en roca fresca
0m
Mg M W P G R B
L f m g mg C
a

81
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN TLA-2
30T 331379 4760137

55

MWB
s5-8

TLA2
50 50 Estratos de 15-20 cm

BB
PODOLSKIENSE (Fm CALIZAS DE BACHENDE)

TLA2
43 medio/grava
s5-7

TLA2 40
37 BB
TLA2 Brecha calcárea con clastos irregulares,
36 muy mala clasificación. Crinoideos articulados
TLA2
32,5
s5-6
SECUENCIA 5

TLA2
31 30 Estratos de 5-10 cm
GPB

L
TLA2
21
CE
s5-5

TLA2
20 20
MWB Estratos de 10-20 cm

TLA2 MP
13

10

L
s5-4

CO Color marronáceo/anaranjado
0m
Mg M W P G R B
L f m g mg C
a

82
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN TLA-3
30T 331624 4760030

70
techo
MYACHKOVIENSE

TLA3
SECUENCIA 7

65,5
MP

TLA3
60,4 60 MWB Caliza muy oscura,
estratos de 20 cm
No visible
s5-20

GPB
TLA3 50 Bioclastos
49,7 enrojecidos
TLA3
Fm CALIZAS DE BACHENDE

47,5
MP
s5-19

Tramos más bioclásticos


intercalados
TLA3 40
39,4 Calizas tableadas de 10-20 cm de espesor,
TLA3 con margas interestrato, con pistas muy abundantes
38,5
s5-18

MWB

TLA3
PODOLSKIENSE SUP.

31,5 Estratos tabulares, con espesores de 10-20 cm.


s5-17

30
SECUENCIA 6

TLA3 Caliza de aspecto noduloso de color gris/pardo


28,4
s5-16

TLA3 MWB
22,5

TLA3 20
19,5 MP
s5-15

TLA3
*
10,6 BB Estratos de hasta 50 cm
TLA3 10
10
s5-12 s5-13 s5-14

MP
BB
TLA3 5 MP
3
2 MP
0,5 0m
Mg M W P G R B
L f m g mg C
a

83
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN LOIS (LS)


30T 325591 4760923

115 m
Fm LUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS

110

MWB 220 MWB


APH
100
BF

210 MWB
MYACHKOVIENSE

90
SECUENCIA 7

GO
200
APH
80

SECUENCIA 7 (Fm LUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS)


190

70

MP 180

60

MYACHKOVIENSE
GO 170
BF
50
AP

160
GPB
40

MWB
Fm CALIZAS DE BACHENDE
PODOLSKIENSE SUP.

150
SECUENCIA 6

30
MWB

CO
140

20 AGC

MWB
130

10 GO

a
F1, F2
5
MWB 120
0m
115 m
Mg M W P G R B
Mg M W P G R B
L f m g mg C
a L f m g mg C
a
84
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN LAS SARRONAS (SR)


30T 325877 4760269

115 m

110 170 AM

MYACHKOVIENSE (Fm LUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS)


100 160

90 150

SECUENCIA 7
MYACHKOVIENSE (Fm LUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS)

80 140 MP

MWB
SR 70,2

70 130
SECUENCIA 7

60 120

115 m
SR 55,4
Mg M W P G R B
50 L f m g mg C
MWB
a

40

APH
30

BF

20

MWB

10
SR 8,9
MP
5

0m GO
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
85
Diego Corrochano Fernández

(continúa en la pág. siguiente)


SECCIÓN AN1
30T 330731 4759486

273

250

200
MYACHKOVIENSE (Fm LUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS)

150
SECUENCIA 7

100

50

0m

86
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN AN1
(continúa en la pág. siguiente)

50 100

s7.8
Estrato de 1,10 m a techo
ALT
AM

Lutitas carbonosas

Estratos de hasta 10-15 cm

s7.7
40 90
Lutitas carbonosas APH

AGC
s7.3

Estratos de 15 cm

s7.6
AGD

Estratos de 30 cm
30
80 AGD

L
AGC

Estratos de 10 cm
AM En la base estrato
de 60 cm

AGC

20
s7.5

70

Estratos de hasta 15 cm
ALT

Lutitas carbonosas

L
s7.2

10 60 AM

L
AGC
s7.4

5
Interestratos pizarrosos
de hasta 5 cm
s7.1

L
0m 50
Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C
a a

87
Diego Corrochano Fernández

(continúa en la pág. siguiente)

150

140

130

L techo
s7.11

Nivel de siderita muy


continuo de 1 cm de espesor
120
s
Estratos de 10-15 cm Estratos de
20 cm
s7.10

APH

ALT

Estratos de 50 cm
AM
s7.9

AM
110 techo
L

AM
Geometría lenticular
Aspecto masivo
s7.8

100
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
88
Anexo 2: Columnas estratigráficas

(continúa en la pág. siguiente)

200
s7.15

AGD

Estratos de 8 cm
s7.14

190

*
Lag/Slumps?
Clastos de areniscas y
lutitas de tamaño decimétrico
AGD Aspecto desorganizado
*
180

* Cicatrices erosivas
s7.13

AGD
170
s7.12

Lutitas carbonosas

160

150
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

89
Diego Corrochano Fernández

250
273

270

s7.18
240

L 260

ALT
s7.17

230

250
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a
Limos oscuros

s ¿Techo convexo?

220 Cicatrices erosivas

AC

APH

210
techo
s
Niveles sideríticos abundantes
s L
s7.16

Estratos amalgamados
AC de 60 cm
Cicatrices erosivas

200
Mg M W P G R B

L f m g mg C
a

90
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN AN2
30T 332684 4759406 (continúa en la pág. siguiente)

50 100
Fm ALUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS

Estratos de 80 cm
s
AGD

40 90
s
s

s
s

30
MYACHKOVIENSE

80
SECUENCIA 7

AP * Cuerpo discontinuo lateralmente


Cavidades irregulares
con rellenos geopetales
de color marrón-naranja

AP

AM
20 70
Fm CALIZAS DE BACHENDE

Cementos esparíticos
abundantes

MWB

AGD

10 60

Estratos ondulantes
de 20-30 cm
5
BD

PGCB

L
0m C Lutitas carbonosas 50
Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C
a a

91
Diego Corrochano Fernández

150

140

L
Fm LUTITAS Y ARENISCAS DE DUEÑAS
MYACHKOVIENSE

130 180
SECUENCIA 7

AGD

120 170

AM

Superficie erosiva
Slumps
110 160
Estratos de 60 cm

L
AGD

100 150
Mg M W P G R B Mg M W P G R B

L f m g mg C L f m g mg C
a a

92
Anexo 2: Columnas estratigráficas

SECCIÓN C1
30T 325301 4759146
(continúa en la pág. siguiente)

65
SECUENCIA 9

MWB
60
L
Q GO
s8.7

APH
s8.6

50 L
MYACHKOVIENSE (Fm CALIZAS DE CIGUERA)

Estratos de 30/40 cm
Más cuarcíticas hacia techo
s8.5

BD+BF

40
C1 39,5F
a
s8.4

MP techo

C1 34,5
SECUENCIA 8

BF
C1 30,5
Muy buena
30 Q clasificación
medio/grueso
s8.3

C1 22 MWB
C1 22F
a 20
BD+BF
s8.2

MP

BF
GO

10 BD

MWB

5 MP
C1 4,9
s8.1

Bioclastos enrojecidos
C1 1 Moderada/buena clasificación
C1 0 GO medio/grueso

0m Q

Mg M W P G R B
L f m g mg C
a

93
Diego Corrochano Fernández

130 (continúa en la pág. siguiente)

120

110
MYACHKOVIENSE (Fm CALIZAS DE CIGUERA)

100
MP
SECUENCIA 9

Calizas micríticas
de aspecto masivo

90

80

MWB

70

MP

65

Mg M W P G R B
L f m g mg C
a

94
Anexo 2: Columnas estratigráficas

195

LFO
Estratos de 5 cm
190 (lutitas interestrato)

s
s
techo
180

s
s
MYACHKOVIENSE (Fm LUTITAS DE CIGUERA)

170
L
SECUENCIA 9

s
s
s Lutitas carbonosas nodulizadas
BL y desorganizadas (¿alteración pedogénica?)

160 C

AC

220

L
150
MYACHKOVIENSE
SECUENCIA 9

Cuerpos discontinuos
lateralmente

210
BF

AC
140
s BL

L
ALT
200
BRAN BL
PGCB

MWB
130 195

Mg M W P G R B Mg M W P G R B
L f m g mg C L f m g mg C
a a

95
Diego Corrochano Fernández

SECCIÓN C2
30T 325286 4758734

40 m
SEC.9

Bioclastos enrojecidos
s8.5+6

30
MYACHKOVIENSE (Fm CALIZAS DE CIGUERA)

s8.4

C2 22,5
a Estratos de 15-20 cm
SECUENCIA 8

amalgamados laterlamente

20
Bioclastos enrojecidos
s8.3

C2 17,8

C2 14,6
C2 14,2
s8.2

Bioclastos
enrojecidos

10

C2 6,5
s8.1

0m grueso a muy grueso, buena clasificación

Mg M W P G R B

L f m g mg C
96 a
ANEXO 3

ANÁLISIS
BIOESTRATIGRÁFICO
Anexo 3: Análisis bioestratigráfico

ANÁLISIS BIOESTRATIGRÁFICO DE MUESTRAS DE FUSULINAS


Realizado por la Dra. Elisa Villa, de la Universidad de Oviedo.
(Únicamente se han reflejado en este anexo aquellas muestras que han podido ser correctamente
localizadas en los mapas 3 y 4.)

SECTOR LOIS CIGUERA (ver mapa 3 al final del volumen)

Recogidas en la elaboración de este trabajo

- Muestra F1 (en sección LS)


Fusulina ex gr. agujasensis
Fusulina ex gr. cotarazoe
Edad: Moscoviense superior, Podolskiense superior/ Myachkoviense.

- Muestra F2 (en sección LS)


Fusulina ex gr. agujasensis
Fusulina ex gr. cotarazoe
Edad: Moscoviense superior, Podolskiense superior/ Myachkoviense.

- Muestra F3
Fusulina ex gr. cotarazoe
Fusulinella ex gr. bocki, beedeina y pseudotriticites
Edad: Moscoviense superior, Myachkoviense.

- Muestra SS-23-11 (sección SS-23)


Ozawainella sp.
Pseudostaffella ex gr. ozawai
Hemifusulina sp.
Edad: Moscoviense, Kashiriense/Podolskiense?

- Muestra SS-23-19 (sección SS-23)


Fusulina ex gr. cotarazoe
Fusulinella ex gr. pseudobocki
Taitzehoella ex gr. librovitchi
Pseudostaffella sp.
Edad: Moscoviense superior, probablemente Myachkoviense.

- Muestra BM3 237 F (sección BM3)


Fusulina ex gr. kamensis (cf. F. agujasensis)
Ozawainella ex gr. mosquensis
Pseudostaffella ex gr. sphaeroidea
Taitzehoella sp.
Edad: Moscoviense Superior, probablemente Podolskiense superior.

- Muestra BM2 146 F (sección BM2)


Fusulina ex gr. kamensis (cf. F. agujasensis)
Edad: Moscoviense Superior, probablemente Podolskiense superior.

- Muestra PN 141,5 F (sección PN)


Profusulinella cf. timanica
Profusulinella prisca
Profusulinella? cf. dubia
Aljutovella sp.
Schubertella sp.
Edad: Moscoviense Inferior (Vereyense superior o Kashiriense inferior).

99
Diego Corrochano Fernández

- Muestra PN 360 F (sección PN)


Fusulinella ex gr. praebocki
Fusulinella ex gr. bocki
Taitzehoella cf. pseudolibrovitchi
Taitzehoella sp.
Schulbertella ex gr. obscura
Edad: Moscoviense (Kashiriense superior o Podolskiense inferior).

- Muestra C1 22F (sección C1)


Staffella sp.
Fusulinella ex gr. bocki
Fusulinella aff. superba
Beedeina cf. samarica
Beedeina ex gr. elegans
Schubertella ex gr. kingi
Schubertella ex gr. obscura
Pseudostaffella ex gr. sphaeroidea
Taitzehoella sp.
Fusiella sp.
Eostaffella sp.
Edad: Moscoviense Superior (Myachkoviense, probablemente inferior).

- Muestra C1 39,5F (sección C1)


Fusulinella ex gr. bocki (cf. F. bocki timanica)
Fusulinella aff. superba
Fusulinella spp.
Schubertella ex gr. obscura
Fusulina sp.
Edad: Moscoviense Superior (Myachkoviense, probablemente inferior).

- Muestra C2 22,5F (sección C2)


Fusulinella ex gr. bocki
Beedeina cf. paradistenta
Fusulinella aff. superba
Taitzehoella librovitchi
Staffella sp.
Edad: Moscoviense Superior (Myachkoviense inferior).

- Muestra BI1 103F (sección BI1)


Fusulinella ex gr. schubertellinoides
Fusulinella ex gr. praebocki
Beedeina ex gr. schellwieni
Schubertella ex gr. obscura
Edad: Moscoviense (Kashiriense superior o Podolskiense).

- Muestra BS4 0,2F (sección BS4)


Putrella? sp.
Pseudostaffella sp.
Fusulina ex gr. cotarazoe
Taitzehoella sp.
Ozawainella ex gr. mosquensis
Edad: Moscoviense Superior (Podolskiense superior o más alto).

- Muestra BS4 32,6 F (sección BS4)

100
Anexo 3: Análisis bioestratigráfico

Beedeina ex gr. elegans


Beedeina cf. samarica
Pseudostaffella (Quasistaffella) sp.
Edad: Moscoviense Superior (Podolskiense superior o más alto).

- Muestra PTL-2 (sección PTL)


Beedeina pseudoelegans
Beedeina aff. apokensis
Beedeina ex gr. schellwieni
Pseudostaffella syzranica
Pseudostaffella ozawai ozawai
Pseudostaffella ozawai compacta
Pseudostaffella cf. confusa
Pseudostaffella ex gr. sphaeroidea
Pseudostaffella spp.
Fusiella praetypica
Schubertella ex gr. subkingi
Schubertella ex gr. paraobscura
Ozawainella ex gr. mosquensis
Ozawainella spp.
Edad: Moscoviense Superior (Podolskiense inferior)

- Muestra PTL-6,3 (sección PTL)


Eofusulina triangula
Profusulinella pseudorhomboides
Profusulinella sp.
Pseudostaffella sp.
Staffellidae indet
Edad: Moscoviense Inferior (probablemente Kashiriense inferior)

Publicadas en trabajos previos:

Corrochano (2006)

- Muestra D1 (S5)
Ozawainella sp.
Eostaffella sp.
Beedeina? sp. nov.
Hemifusulina sp.
Fusiella ex gr. typica
Schubertella ex gr. kingi
Edad: Moscoviense superior (probablemente Myachkoviense)

- Muestra 58-1A (S1) (sección SS-58)


Fusulina cf. mjachkovensis
Fusulina ex gr. kamensis
Pseudostaffella ex gr. ozawai
Schubertella acuta callosa
S. ex gr. obscura
Schubertella sp.
Edad: Moscoviense superior (Podolskiense superior o Myachkoviense)

101
Diego Corrochano Fernández

- Muestra 58-19C (S2) (sección SS-58)


Ozawainella cf. kumpani
Pseudostaffella sp.
Fusulina aff. rossoschanica
Fusulina cf. cotarazoe
Edad: Moscoviense superior (Myachkoviense)

- Muestra 58-20A (S3) (sección SS-58)


Fusulina cotarazoe
Pseudostaffella sp.
Edad: Moscoviense superior (Myachkoviense)

- Muestra 58-20B (S3) (sección SS-58)


Fusulina cotarazoe
Edad: Moscoviense superior (Myachkoviense)

- Muestra 58-21A (S4) (sección SS-58)


Hemifusulina sp.
Edad: Moscoviense superior (Myachkoviense)

- Muestra 58-21B (S4) (sección SS-58)


Hemifusulina cf. mosquiterensis
Hemifusulina spp.
Fusiella sp.
Edad: Moscoviense superior (Myachkoviense)

Alonso y Marcos (2001)

- Muestra A1
Pseudostaffella cf. syzranica
Pseudostaffella ex gr. parashpaeroidea
Profusulinella dubia
Fusiella sp.
Edad: Podolskiense inferior, próxima al límite Kashiriense/Podolskiense

- Muestra B1
Schubertella sp.
Fusulina ex gr. kamensis
Edad: Podolskiense Superior o Myachkoviense

- Muestra B2
Ozawainella aff. kumpani
Ozawainella ex gr. mosquensis
Pseudostaffella ex gr. ozawai
Fusulina cf. cotarazoe
Fusulina sp.
Fusulinella? sp.
Beedeina (Pseudotriticites?) sp.
Edad: Probable Myachkoviense

- Muestra B3
Schubertella ex gr. obscura
Fusulina ex gr. kamensis
Edad: Podolskiense superior o Myachkoviense

102
Anexo 3: Análisis bioestratigráfico

- Muestra B6
Ozawainella ex gr. mosquensis
Fusulina sp.
Fusiella sp.
Eostaffela? sp.
Edad: Moscoviense superior (Podolskiense/Myachkoviense)

- Muestra B7
Schubertella ex gr. obscura
Pseudostaffella ex gr. sphaeroidea
Fusiella cf. praelancetiformis
Fusulinella ex gr. bocki
Fusulinella sp.
Stafella sp.
Edad: Myachkoviense

- Muestra B8
Fusulina ex gr. agujasensis
Edad: Podolskiense superior o Myachkoviense

- Muestra B9
Schubertella ex gr. obscura
Fusiella sp.
Fusulinella ex gr. bocki
Beedeina cf. nytvica
Fusulina sp.
Edad: Podolskiense superior o Myachkoviense (propaplemente Myachkoviense)

- Muestra C1
Fusulinella sp.
Edad: Datos insuficientes (sólo se puede decir que es Kashiriense Superior o más alto; dada la edad
de las muestras siguientes probablemente Podolskiense).

- Muestra C2
Hemifusulina truncatula
Schubertella ex gr. obscura
Pseudostaffella sp.
Edad: Podolskiense

- Muestra C3
Fusulinella ex gr. vozhgalensis
Edad: Podolskiense (probablemente superior)

- Muestra C4
Fusulina ex gr. agujasensis
Fusulinella ex gr. bocki
Schubertella ex gr. obscura
Taitzehoella sp.
Pseudostaffella ex gr. parasphaeroidea
Pseudostaffella sp.
Millerella sp.
Edad: Podolskiense superior

103
Diego Corrochano Fernández

- Muestra C5
Beedeina ex. gr. elshanica
Fusulina ex gr. agujasensis
Schubertella ex gr. obscura
Pseudostaffella cf. rostovzevi
Fusulinella sp.
Fusiella sp.
Edad: Podolskiense Superior o Myachkoviense Inferior, probablemente Podolskiense Superior.

- Muestra D1E (sección BI2)


Beedeina ex gr. schellwieni
Pseudostaffela ozawai compacta
Pseudostaffela subquadrata
Ozawainella sp.
Millerella sp.
Eostaffella sp.
Edad: Kashiriense superior

- Muestra D2E (sección BI2)


Beedeina ex gr. rauserae
Edad: Podolskiense inferior

- Muestra D3E (sección BI2)


Pseudostaffela khotunensis
Pseudostaffela ex gr. ozawai
Fusiella ex gr. typica
Schubertella ex gr. obscura
Eostaffella sp.
Pseudoendothyra sp.
Edad: Podolskiense inferior

- Muestra D1W (sección BI3)


Fusulinella ex gr. subpulchra
Profusulinella ex gr. ovata
Schubertella ex gr. obscura
Pseudosstaffella ex gr. parashpaeroidea
Taitzehoella ex gr. taitzehoensis
Eofusulina (Paraeofusulina) sp.
Beedeina? sp.
Eostaffella sp.
Pseudoendothyra sp.
Edad: Kashiriense superior

- Muestra D2W (sección BI3)


Fusulinella ex gr. schubertellinoides
Profusulinella cf. pseudorhomboides
Profusulinella ex gr. prisca
Profusulinella dubia
Aljutovella ex gr. priscoidea
Taitzehoella ex gr. taitzehoensis
Fusiella ex gr. praecursor
Ozawainella ex gr. digitalis
Edad: Kashiriense superior

104
Anexo 3: Análisis bioestratigráfico

- Muestra E1
Fusulina cotarazoe
Fusulinella bocki timanica
Pseudostaffella ex gr. sphaeroidea
Pseudostaffella rostovzevi
Taitzehoella cf. librovitchi perseverata
Fusulinella sp.
Edad: Myachkoviense inferior

- Muestra E2
Fusulina agujasensis
Taitzehoella librovitchi
Fusulinella ex gr. bocki
Ozawainella sp.
Edad: Podolskiense Superior o Myachkoviense Inferior (probablemente Myachkoviense Inferior más
bajo, es decir, una edad ligeramente más antigua que la muestra E3).

- Muestra E3
Fusulina sp.
Pseudostaffella ex gr. sphaeroidea
Beedeina (Pseudotriticites?) sp.
Ozawainella sp.
Edad: Myachkoviense.

- Muestra E4
Fusulina agujasensis
Pseudostaffella ex gr. rostovzevi
Pseudostaffella aff. umbilicata
Taitzehoella sp.
Ozawainella ex gr. mosquensis
Ozawainella ex gr. angulata
Edad: Podolskiense superior o Myachkoviense inferior

Barba et al. (1991)

- Muestra L-2 (sección BI1)


Fusulinella ex gr. subpulchra
F. ex gr. schubertellinoides
Profusulinella ex gr. romboides
Ozawainella ex gr. stellae
Edad: Kashiriense superior

- Muestra LO-4 (sección PN)


Pseudostaffella cf. Subquadrata
Aljutovella cf. Splendida
Edad: Kashiriense inferior

- Muestra LO-8 (sección PN)


Profusulinella aff. acustissina
Schubertella ex gr. obscura
Edad: Kashiriense inferior

105
Diego Corrochano Fernández

- Muestras L-9 y L-10 (sección BI1)


Eofusulina
Ozawainella ex gr. stellae
Edad: Podolskiense inferior

- Muestra L-13 (sección BI1)


Pseudostaffella ex gr. parasphaeroidea
Edad: Podolskiense

- Muestra L-15 (sección BI1)


Pseudostaffella ozawai
Ozawainella cf. vozhgalica
Edad: Podolskiense

- Muestra L-19 (sección BM1)


Pseudostaffella ex gr. ozawai
Ozawainella cf. kumpani
Taitzehoella cf. prolibrovichi
Edad: Podolskiense

- Muestra L-20 (sección BM1)


Beedeina ex gr. schellwieni
B. aff. paradistenta
Edad: Podolskiense

- Muestra L-32 (sección BS2)


Fusulina agujasensis
Schubertella ex gr. obscura
Edad: Podolskiense Superior.

- Muestra L-41 (sección C1)


Schubertella ex gr. mjachkovensis
Beedeina ex gr. elegans
Fusulinella cf. bocki timanica
Edad: Myachkoviense

- Muestra L-44 (sección C1)


Fusulinella cf. bocki timanica
Pseudostaffella ex gr. sphaeroidea
Taitzehoella ex gr. librovichi
Edad: Myachkoviense

- Muestras 1001 y 1002


Fusulina cotarazoe
Fusulinella ex gr. bocki
Edad: Myachkoviense inferior

- Muestra HC 1012 (sección LT)


Profusulinella biconiformis
Fusulinella sp
Edad: Kashiriense superior

- Muestra HC 1025
Edad: Podolskiense inferior

106
Anexo 3: Análisis bioestratigráfico

- Muestra HC 1028
Fusulina cf. agujesensis
Schubertella sp.
Fusiella sp.
Edad: Podolskiense

- Muestra HC 1037
Fusulinella ex gr. subpulchra
Beedeina ex gr. schellwieni
Profusulinella aff. Quasiparva
Eofusulina (Paraeofusulina) sp.
Edad: Kashiriense superior/Podolskiense inferior?

- Muestra HC1049 (muestra estudiada por J. R. Menéndez-Alvarez y L. C. Sánchez Posada, de la


Universidad de Oviedo; estudio de conodontos y ostrácodos).
Idiognathodus magnificus
Tetrasacculus sp.
Edad: Marsdeniense-Yeadoniense (Namuriense B-C/Bashkiriense)

- Muestra HC1050
Fusulinella ex gr. kamensis
Fusulinella ex gr. bocki
Edad: Myachkoviense

- Muestra HC 1064
Mollerites lopasniensis
Profusulinella ex gr. parva
Schubertella ex gr. obscura

SECTOR DE PIEDRAFITA-LILLO (ver mapa 4 al final del volumen)

Recogidas en la elaboración de este trabajo

- Muestra LC 60 F (sección LC)


Profusulinella sitteri
Profusulinella ex gr. prisca
Profusulinella spp.
Pseudoendothyra spp.
Schubertella ex gr. obscura
Edad: Moscoviense Inferior (Vereyense)

- Muestra LC 504 F (sección LC)


Profusulinella pseudorhomboides
Profusulinella parafittsi
Profusulinella mutabilis
Profusulinella aff. arta
Profusulinella spp.
Pseudostaffella spp.
Aljutovella? sp.
Eofusulina sp.
Schubertella sp.
Ozawainella sp.
Edad: Moscoviense Inferior (Vereyense superior o Kashiriense inferior)

107
Diego Corrochano Fernández

- Muestra LC 542 F (sección LC)


Profusulinella becharensis
Profusulinella cf. mutabilis
Profusulinella parafittsi
Profusulinella cf. arta
Profusulinella spp.
Aljutovella sp.
Mollerites sp.
Schubertella gracilis
Edad: Moscoviense Inferior (techo de Vereyense o Kashiriense inferior-medio, probablemente el
segundo)

- Muestra LC 574,5 F (material fósil mal conservado) (sección LC)


Profusulinella ex gr. mutabilis
Pseudostaffella sp.
Aljutovella sp.
Edad: Moscoviense Inferior (techo de Vereyense o Kashiriense inferior-medio, probablemente el
segundo)

- Muestra AJB-6,3 (sección AJB)


Beedeina ex gr. schellwieni
Taitzehoella sp.
Pseudostaffella cf. confusa
Pseudostaffella ex gr. ozawai
Pseudostaffella sp.
Owainella ex gr. mosquensis
Ozawainella spp.
Schubertella ex gr. subkingi
Edad: Moscoviense Superior (Podolskiense)

Van Ginkel (1987) (muestras de fusulinas estudiadas por el autor)

- Muestra L1-1
Endostaffella ex gr. parva
Mediocris aff. breviscula
Planoendothyra sp.
Millerella acuta
Millerella aff. transita
Profusulinella Viteri
Verilla transiens
Edad: Vereyense

- Muestra L1-3
Eofusulina (Paraeofusulina) sp.
Eofusulina triangula
Profusulinella sitteri
Profusulinella cf. prisca
Staffella (Parastaffelloides) ex gr. parasphaeroidea
Edad: Vereyense superior o Kashiriense inferior. Probablemente el primero, muy próximo al límite V/
K.

- Muestra L1-4
Aljutovella sp.
Staffella (Parastaffelloides) ex gr. pseudosphaeroidea
Edad: Vereyense superior o Kashiriense inferior. Probablemente el segundo.

108
Anexo 3: Análisis bioestratigráfico

- Muestra L1-5
Eofusulina aff. triangula fusiformis
Edad: Kashiriense inferior

- Muestra L1-6
Eofusulina sp.
Profusulinella sp.
Profusulinella cf. pseudorhomboides.
Edad: Kashiriense medio

- Muestra L7-1
Millerella acuta nana
Millerella (Pseudonovella) cf. keltmensis
Ozawainella cf. paralenticula
Ozawainella digitalis
Ozawainella cf. kumpani
Schubertella obscura mmosquensis
Schubertella ex gr. obscura
Pseudostaffella ex gr. parasphaeroidea
Profusulinella ex gr. simples
Aljutovella sp.
Taitzehoella ex gr. pseudolibrovichi
Fusulinella ex gr. itoi
Eofusulina aff. triangula gissarica
Edad: Límite Kashiriense medio/superior

- Muestra L7-2
Pseudostaffella ozawai
Edad: ¿Límite Kashiriense/Podolskiense?

109
Diego Corrochano Fernández

Tabla cronoestratigráfica propuesta por Menning et al. (2006)

110
Anexo 3: Análisis bioestratigráfico

Carboniferous Regional Subdivisions


AGE Stage Boundary-
Russian Platform Western Europe
(Ma) defining event North America South China

Autunian
Permian Sjuranian Lebach Mapingian
299 ± 0.8 FAD S. isolatus Bursumian
300 Melekhovian
Kuzel
Gzhelian Noginian
Virgilian

Stephanian
Pavlovoposadian
Stephanian C Xiaodushanian
Pennsylvanian subperiod

303.9 ± 0.9
Rusavkian
Dorogovilovian Stephanian B Missourian
305 Kasimovian Khamovnichean A Barruelian
306.5 ± 1.0 Krevyakian Cantabrian
Peskovian
Myachkovian
Asturian Desmoinesian

Westphalian
Podolskian D
Moscovian Kashirian Dalanian
310 Tsninian Bolsovian
Vereian C
311.7 ± 1.1 Atokan
Melekesian B Duckmantian
Cheremshanian A Langsettian
Prikarnian Yeadonian
315 Bashkirian Marsdenian Huashibanian
Severokeltmenian
Kinderscoutian Morrowan
Krasnopolyanian
Alportian
FAD Voznesenian Luosuan
318.1 ± 1.3 Namurian Chokierian
D. noduliferus Zapaltyubian
320
Protvian Arnsbergian
Dewunian
Serpukhovian Steshevian

325 Tarussian Pendleian Chesterian


326.4 ± 1.6 FAD
L. cruciformis
Venevian Brigantian
Shangsian
330
Mikhailovian Asbian
Mississippian subperiod

Aleksian
335
Visean Holkerian Meramecian
Tulian
Jiusian
340
Bobrikovian Arundian

Radaevian Chadian Osagean


345
345.3 ± 2.1
Kosvinian
Ivorian
Kizolovian

350 Cherepetsian
Courceyan

Karakubian
Tournaisian Tangbagouan
Upinian Kinderhookian
355
Hastarian
Malevian

Gumerovian
359.2 ± 2.5 FAD S. sulcata
360 Devonian Ziganian Famennian
Chatauquan Gelaohean

Tabla cronoestratigráfica propuesta por Gradstein et al. (2004)

111
MAPA 3
Localización de muestras de fusulinas
Sector Lois-Ciguera

HC1064

PICO YORDAS

PN
141,5F
LO4 PN
360F
LO8
LOIS

F1 F2

HC1049

PTL6,3
HC1012
PTL-2 L2
L10 L9
L13 BI1 HC1037
L15 103F
EMBALSE DE
L19 RIAÑO
PEÑA TOYA L20

L32
F3
BS4 0,2F
BS4 32,6F

C1 22F, L41
C1 39,5F, L-44

CIGUERA HC1050
C2 22,5F

HC1028

BM3
237F
PEÑAS PINTAS
BM2
146F
E2
E4 E3 E1
0 1 km HC1025
D2W
D1W
D1E
D2E SALAMÓN
D3E SS-23-11 A1
B2 B3 C1
B7-B8,S1 S2 C2
S5 C3
SS-23-19 B1
1001, C5C4
B9 B6 S3
1002 S4
MAPA 4
Localización de muestras de fusulinas. Sector Piedrafita-Lillo

L1-1

L1-3

L1-4
L1-5
L1-6
PUEBLA DE LILLO

LC60F

L7-2
LC574,5F L7-1
LC542F
LC504F

PICO SUSARÓN
AJB6,3

EMBALSE DEL PORMA

0 500m
MAPA 5

Penas Pintas (1983 m) Boundstone micrítica


Bindstone de peloides y foraminíferos
WP7 WP6 Wackestone bioclástica
70º Grainstone bioclásticas
a WP8 Bafflestone de filoides
WP6F Litarenitas
WP9 W/P/G de crinoideos y briozoos
WP10
Sector Lois-Ciguera

techo
WP11
WP5 WP12
WP13
80º WP14 Fm Calizas de
WP4 Bachende
WP15
Las Traviesas
WP16

WP17
WP18
Refugio
WP19

WP20

Los Collaos

Fm Maraña
Localización de muestras petrográficas en Peñas Pintas

113

También podría gustarte