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cual cita con mayor frecuencia que cualquier otro autor del Nuevo Testamento.”
Aunque esta recopilación sea solamente de este libro, espero alcance para despertar la
curiosidad del lector, a quien invito a seguir buscando en la Palabra de Dios muchas
más referencias que le lleven a encontrarse con el Dios verdadero.
En este texto se narra como fue el nacimiento de nuestro Señor Jesús. En los versículos
22 y 23 que encontramos:
“23 He aqui, la virgen concebira y dara a luz un hijo, y le pondran por nombre
Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros. 24 Y cuando despertó José del
sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer; –
LBLA)[5].”
5
Ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
6
Y tú, Belén, de la tierra de Judá,
No eres la más pequeña entre los príncipes de Judá;
Porque de ti saldrá un guiador,
Que apacentará a mi pueblo Israel. (Mt 2:5-6 – RVR1960)
Este texto fue extraído por Mateo del libro de Miqueas. (Miqueas 5.2)
Esta referencia de Mateo no está tan clara como otras, pero se entiende que él
interpretaba que Dios había predicho donde iría a vivir Jesús por lo cual escribe:
Al llegar, se fue a vivir al pueblo de Nazaret. Esto sucedió para que se cumpliera lo que
dijeron los profetas: que Jesús sería llamado nazareno. (Mateo 2.23 – DHH)
En esta cita, Mateo parece hacer alusión a Jueces 13.5, 7, que habla del nazareo (o
nazireo), o posiblemente a Isaías 11.1, que habla del retoño (heb. neser).[7]
16
Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me
he complacido. (Mateo 3:17 – LBLA)
Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy. (Salmos 2:7- RVR1960)
12
Cuando Jesús oyó que habían metido a Juan en la cárcel, se dirigió a Galilea. 13 Pero
no se quedó en Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaúm, a orillas del lago, en la
región de las tribus de Zabulón y Neftalí. 14 Esto sucedió para que se cumpliera lo que
había escrito el profeta Isaías:
15
«Tierra de Zabulón y de Neftalí,
al otro lado del Jordán,
a la orilla del mar:
Galilea, donde viven los paganos.
16
El pueblo que andaba en la oscuridad
vio una gran luz;
una luz ha brillado
para los que vivían en sombras de muerte.»
para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: El
mismo tomo nuestras flaquezas y llevo nuestras enfermedades. (Mateo 8.17 – LBLA)
Mateo nos cuenta este acontecimiento en el que se nos muestra dos cosas. La primera,
que hasta el mismo Juan el Bautista dudaba, y la segunda, cómo luego Jesús le envía
una respuesta clara, diciendo que Él hacía lo que del Mesías se había profetizado.
En sí, esta duda del profeta no está “profetizada”, pero debido a esta situación, el mismo
Jesús aprovecha para demostrarles tanto a Juan como a sus discípulos que Su ministerio
estaba respaldado por la palabra de Dios, y que Él era el cumplimiento de las profecías.
4
Respondiendo Jesús, les dijo: Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis. 5 Los
ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos
son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; (Mt 11:4-5 – RVR1960)
La respuesta de Jesús sobre su propio ministerio es el cumplimiento de Isaías en Isaías 29:18 y 19
18
En aquel día los sordos oirán las palabras de un libro,
y desde la oscuridad y desde las tinieblas los ojos de los ciegos verán.
19
Los afligidos aumentarán también su alegría en el Señor,
y los necesitados de la humanidad se regocijarán en el Santo de Israel. (Isaías 29:18-
19 – LBLA)
5
Se abrirán entonces los ojos de los ciegos
y se destaparán los oídos de los sordos;
6
saltará el cojo como un ciervo,
y gritará de alegría la lengua del mudo.
Porque aguas brotarán en el desierto,
y torrentes en el sequedal. (Isaías 35:5-6 – NVI )
Jesús ordena a los que son sanados que a nadie digan quién era (Mateo 12:15-21)
15
Mas Jesús, sabiéndolo, se retiró de allí. Y muchos le siguieron, y los sanó a todos. 16 Y
les advirtió que no revelaran quién era El; 17 para que se cumpliera lo que fue dicho por
medio del profeta Isaías, cuando dijo:
18
Mirad, mi Siervo, a quien he escogido;
mi amado en quien se agrada mi alma;
sobre El pondre mi Espiritu,
y a las naciones proclamara justicia.
19
No contendera, ni gritara,
ni habra quien en las calles oiga su voz.
20
No quebrara la caña cascada,
ni apagara la mecha que humea,
hasta que lleve a la victoria la justicia.
21
Y en su nombre pondran las naciones su esperanza. (Mateo 12:15-21 – LBLA )
Esta es “ la cita más larga introducida por Mateo”[8]. Esta cita fue extraída de Isaías
42:1-4.
1
Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos,
Jesús entonces envió a dos discípulos, 2 diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de
vosotros, y enseguida encontraréis un asna atada y un pollino con ella; desatadla y
traédmelos. 3 Y si alguien os dice algo, decid: “El Señor los necesita”; y enseguida los
enviará. 4 Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando
dijo:
5
Decid a la hija de Sion:
“Mira, tu Rey viene a ti,
humilde y montado en un asna,
y en un pollino, hijo de bestia de carga.” (Mateo 21.1-5 – LBLA)
He aquí que Jehová hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sion: He
aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con él, y delante de él su obra. (Isaías
62.11 – RVR1960)
Y la otra profecía a la que se hace referencia es a la que hable de la entrada del Rey montado en una asno:
14
Se le acercaron en el templo ciegos y cojos, y los sanó. 15 Pero cuando los jefes de los
sacerdotes y los maestros de la ley vieron que hacía cosas maravillosas, y que los niños
gritaban en el templo: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron.
16
—¿Oyes lo que esos están diciendo? —protestaron.
Conclusiones
Puede concluirse al observar todos estos pasajes que en ellos se cumplen por lo menos
dos cosas fundamentales e incuestionables,
Esto es algo que no solo puede verse en el libro de Mateo, que aquí brevemente
analizamos, sino también en el resto del Nuevo Testamento.
Desde Génesis 3:15 y hasta la actualidad vemos que la gran obra del Mesías Salvador
fue y sigue siendo imprescindible para poder acercarnos al gran Trono de la Gracia.
En consecuencia, Jesús es mucho más que un medio para lograr un plan ya profetizado,
de Él podemos decir que:
Y por ende:
En Él creemos.
Por último, por la gracia infinita de Dios, su plan continúa y no finalizó en habernos
comprado, esperamos todavía la venida del Mesías, y al final, la Vida Eterna en Su
presencia.[9]
Cuán grande es el amor de Dios. Espero mi amigo lector que al buscarlo, pueda usted
encontrarlo.