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EJEMPLOS DE Ana Nohemy Flores de Zelaya

RESILIENCIA
Iglesia Adventista Usulután
Central, Turno 1
JOSÉ

El joven que fue vendido como esclavo por sus hermanos y con el paso del tiempo llegó a ser muy
poderoso como primer ministro de Egipto (Génesis 41:41). Verdaderamente fue una situación muy
fuerte la que le toco vivir a José desde su niñez, pero la educación espiritual que le otorgó su padre,
le ayudo a que a pesar de su trágica situación de ser vendido como esclavo, posteriormente pasar en
prisión de manera injusta, él nunca dejo de confiar en Dios y poner su esperanza en él. Sabia que
Dios tenia un propósito para su vida, y con el pasar de los años él lo comprobó. Fue tan resiliente
que logro perdonar y ayudar a sus hermanos a pesar del sufrimiento que le habían causado, pero él
comprendía a ese punto los motivos por los cuales Dios había permitido dicha situación.

Para nuestros niños es difícil comprender porque suceden cosas adversas en sus vidas, pero
debemos ayudarles a tener la certeza y dependencia de Dios, a no desfallecer.
JOB

Job, varón perfecto y temeroso de Dios, pasó por muchas pruebas, pero al final de ellas fue
perfeccionado y  Dios le  restauró todas sus riquezas y le dio nuevos hijos (Job 42:10).
Él demostró una gran capacidad de recuperación, y Dios lo honró por ello. Después de
perder todo, Job estaba en una gran agonía de alma y cuerpo, sin embargo, se negó a
maldecir al Señor o a rendirse: "En todo esto, Job no pecó acusando a Dios de hacer algo
malo" (Job 1:22). Más tarde, cuando el sufrimiento se intensificó, la esposa de Job le
aconsejó "maldecir a Dios y morir" (Job 2: 9), pero él ni siquiera consideraría tal cosa. A
pesar de su sufrimiento, Job sabía que Dios estaba en control y que el conocimiento lo
ayudaba a mantener la capacidad de recuperación en lugar de rendirse a la derrota. Su fe
resultó en resiliencia. Un gran ejemplo que debemos enseñar a nuestros niños, la adversidad
no es el final del camino, solo es un tramo que debemos de afrontar con valentía y fe.
ESTER

La reina Ester, quien creció siendo huérfana, educada por su tío cristiano: Mardoqueo; se
convirtió en una joven equilibrada, decidida y capaz. Cuando llego a ser reina, grande fue su
arrojo y valor. No rebeló su nacionalidad, pero tampoco traicionó a su pueblo jamás. La mayor
responsabilidad fue salvar su nación, evitar que su pueblo fuera aniquilado; entró entonces a
ver al rey después de ayuno y oración, y el pueblo judío fue salvado, dijo: “Entraré a ver al rey
y si muero, que muera”, y el rey la atendió gentilmente y todo le fue concedido. (Ester 4 y 5).
Superar el dolor de niña, y enfrentarse a nuevos desafíos.  Ella podría haber sentido pena por sí
misma, pensar que era injusto haber nacido en este mundo sin tener padres, fácilmente podría
haberle quitado su dignidad y su fe. Ella podría haberse dado por vencida o haberse hundido en
su propia desesperación. En cambio, la Reina Ester se convirtió en una heroína, mantuvo su fe
y su dignidad. Se rehusó a darse por vencida incluso cuando todo parecía perdido. Ella tomó su
trágica historia y la utilizó para transformar su vida.
ABRAHAM E ISAAC
El padre de la fe, esperó durante años por su hijo Isaac y recibió las promesas de parte de
Dios (Génesis 21:22). 
Fue probado en gran manera, con lo más preciado que tenia: su hijo. Lo admirable es la fe
con la cual estaba dispuesto a entregar a su único hijo, y la actitud de Isaac en aceptar su
destino, su plena confianza en Dios. Pudieron ver la dificultad con optimismo, valentía y
esperanza en las promesas de Dios. Que bello regalo recibieron después de pasar dicha
prueba, Dios siempre es bueno con sus hijos.
Este ejemplo es muy importante para nuestros pequeños, aprender a confiar en Dios y en
papá y mamá como guías de nuestros principios e intereses espirituales. Contemplando a
Jesús podremos obtener la resiliencia necesaria para resistir, cambiar cualquier hábito y
superar cualquier obstáculo o dificultad de la vida, cumpliremos el propósito de Dios en
nuestras vidas.
JEFTÉ
El ejemplo mas grande lo veo en Jefté, Hijo de Galaad: su padre en el afán de ver crecer su
descendencia, y siendo su mujer estéril, busco procrear a través de una prostituta; por tal razón
su esposa vio crecer a ese niño en su seno con sentimientos encontrados de amor y desprecio
hacia ese primogénito. Posteriormente la esposa de Galaad pudo procrear hijos, y las disputas
aumentaron, hasta que siendo los hijos ya grandes la disputa familiar se extendió a la comunidad
(Jueces 10 y 11).
De la lucha por el reconocimiento personal, Jefté se convirtió en abogado de los marginados y
defensor de los derechos pisoteados de los débiles. Estudió leyes, investigó la historia. Cierto día
falleció Galaad, esa pérdida fue nefasta para Jefté. Sus hermanos llevaron el caso de la herencia
a los tribunales. Se discutió la legitimidad de su primogenitura. El bastardo fue acusado de
subversivo y condenado, entonces Jefté, quebrantado anímicamente, sin la ayuda de su padre,
habiendo perdido todos sus recursos y derechos debió retirarse al destierro, para vivir nómada
sufriendo el desarraigo.
JEFTÉ
En aquellos tiempos, sobrevivir fuera de la protección de la ciudad era prácticamente una
misión imposible. De acuerdo con lo que entonces podía esperarse tenía que llevarle a la
perdición.
En el desierto no había ley, ni seguridad alguna; pero para Jefté fue un estímulo para su
espíritu aguerrido, una vía de escape para descargar las frustraciones y un ejercicio de fe.
Como antes acudía a su padre, ahora las amenazas lo llevaban a Dios. Dialogaba con el
Padre Eterno en oración, sobretodo aprendió a confiar y depender de la ayuda divina. Esa fe
acuñada en la necesidad, acompañada de su coraje y sagacidad lo convirtieron en un
combatiente victorioso.
La resiliencia de Jefté fue la de un espíritu rebelde ante los obstáculos, convirtiéndoles en
bendiciones y los conflictos en una invitación a confiar en Dios. Por lo que su ejemplo
constituye un modelo curioso y aleccionador de fe y resiliencia, la idea de una obstinada
necesidad de perseverar aún contra el insulto y el repudio que vivió desde niño, en el
objetivo de que el triunfo reivindicativo siempre es posible.

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