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IGLESIA Cristiana El Shaddai, FJ2, Escuela Bíblica 04 Junio 2017

Texto Bíblico: 1era Samuel Cap. 1,2 y 3


Versículo para memorizar: 1era Samuel 2:26 “Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y de los
hombres.”
Alabanza: Que bueno es alabar a Jehová y cantar salmos a su nombre….

Historia Bíblica: El niño Samuel sirve a Dios


Se llama Samuel. Y el hombre que le pone la mano en la cabeza es el sumo
sacerdote de Israel, Elí. Los que traen el niño a Elí son su padre Elcana y su madre
Ana.

Samuel tiene solo cuatro o cinco años. Pero va a vivir aquí en el tabernáculo de
Jehová con Elí y con los demás sacerdotes. ¿Por qué traerían Elcana y Ana a
alguien tan joven como Samuel para servir a Jehová en el tabernáculo? Veamos.

Pocos años antes de esto, Ana estaba muy triste. Esto se debía a que no podía
tener un nene, y tenía grandes deseos de tener uno. Así, un día en que estaba
visitando el tabernáculo de Jehová, oró: ‘¡Oh Jehová, no te olvides de mí! Si tú me
das un hijo, te prometo que yo te lo daré, de manera que él pueda servirte durante
toda su vida.’

Jehová contestó la oración de Ana, y meses después ella dio a luz a Samuel. Ana
amaba a su hijito, y empezó a enseñarle a amar y temer a Dios, cuando todavía era
muy pequeñito. Le dijo a su esposo: ‘Tan pronto como Samuel tenga suficiente
edad y no necesite ya mi atención, lo voy a llevar al tabernáculo para que sirva a
Jehová allí.’

Eso es lo que vemos que Ana y Elcana hacen, porque sus padres habían enseñado
tan bien a Samuel, que él está contento de poder servir a Jehová aquí en el
tabernáculo de Jehová. Cada año sus padres vienen a adorar al tabernáculo, y a
visitar a su hijito. Y cada año Ana trae una túnica nueva sin mangas que ha hecho
para Samuel.

Pasan los años, y Samuel sigue sirviendo en el tabernáculo de Jehová, y agrada a


Jehová y al pueblo. Pero Ofni y Finees, los hijos del sumo sacerdote Elí, no son
buenos. Ellos hacen muchas cosas malas, y también hacen que otros
desobedezcan a Dios. Elí debería quitarlos del sacerdocio, pero no lo hace.

El joven Samuel no deja que ninguna de las cosas malas que pasan en el
tabernáculo lo contaminen, y hagan que él deje de servir a Jehová. Pero por mucho
tiempo Jehová no le ha hablado a ningún hombre, porque poca gente de veras
ama a Dios. Cuando Samuel crece un poco más, Dios le habla a él:

Samuel está durmiendo en el tabernáculo cuando una voz lo despierta. Él contesta:


‘Aquí estoy.’ Y se levanta y corre a donde Elí, y dice: ‘Me llamaste, y aquí estoy.’

Pero Elí contesta: ‘Yo no te llamé; vuelve a la cama.’ Así es que Samuel vuelve a la
cama.

Entonces hay una segunda llamada: ‘¡Samuel!’ Así que Samuel se levanta y vuelve a
donde está Elí. ‘Me llamaste, y aquí estoy,’ dice. Pero Elí contesta: ‘No te llamé,
hijo mío. Vuelve a acostarte.’ Así que Samuel vuelve a la cama.
‘¡Samuel!’ llama la voz por tercera vez. Así que Samuel corre a donde Elí. ‘Aquí
estoy; esta vez tienes que haberme llamado,’ dice. Ahora Elí sabe que es Jehová
quien llama. Le dice a Samuel: ‘Acuéstate otra vez, y si él llama, debes decir:
“Habla, Jehová, porque tu siervo escucha.”’

Eso es lo que Samuel dice cuando Jehová llama otra vez. Jehová le dice entonces
a Samuel que va a castigar a Elí y sus hijos. Más tarde, Ofni y Finees mueren
peleando con los filisteos, y cuando Elí oye lo que ha pasado, se cae, se rompe el
cuello y muere. Así se cumple la palabra de Jehová.

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