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Cueva de las manos

Ubicación

La cueva de las manos está ubicada en el Noroeste de la provincia de Santa Cruz en el área del
Alto Río Pinturas, en el cañadón del río Pinturas. Los sectores con pinturas más destacadas se
ubican sobre la margen derecha a 88 metros sobre el nivel del río Pinturas, entre la localidad
de Perito Moreno y Bajo Caracoles.

Las pinturas

Las pinturas representan escenas de caza, negativos de manos, motivos animales y algunas
figuras abstractas, en el último período.

Las pinturas más importantes están en uno de los paredones de cañadón del río Pinturas.
Tienen entre 9.300 y 3.300 años de antigüedad y fueron realizadas por los primeros
pobladores de estas tierras, antecesores de los Tehuelches. Las pinturas más importantes son
negativos de manos, hay 829 según Gradín (María Onetto sostiene que hay más de dos mil)
principalmente manos izquierdas. También hay manos de niños. Fueron hechas con una
especie de cerbatana o soplete, con la técnica del esparcido o bien tamponando con una piel
de guanaco humedecida en pintura. Los pigmentos de las pinturas se obtenían con los
minerales de las rocas, raspándolas, y usaban sangre, grasa o plantas de animales, como
aglutinante. Así se obtenían diferentes tonalidades, entre las que predomina el ocre, el rojo, el
amarillo, el blanco y el negro. Además de las manos, hay escenas de caza, con presencia de
animales, como guanacos y choiques (que sería el ñandú). En el último período aparecen
también reptiles y motivos geométricos, cuyo significado estaría relacionado con los ritos y
celebraciones de carácter espiritual. También usaban piedras cubiertas de cuero, embebido en
pintura que lanzaban contra los techos para estampar puntos.

Los antiguos pobladores de estas tierras eran nómadas cazadores-recolectores que habitaban
la zona en las épocas menos hostiles del año. Su principal fuente de sustento era el guanaco,
del que aprovechaban no solo la carne, sino la piel para la vestimenta, los tendones para
formar los hilos de los vestidos, la médula del hueso, que era un alimento importante para
ellos y el hueso mismo para la creación de instrumentos. La cacería era por acoso, es decir,
rodeando a las manadas o animales y usaban una especie de boleadora, que en realidad era
una “bola perdida”, que consistía en una sola bola, y no dos, aparte de usar lanzas y flechas.

Aprovecharon el soporte rocoso, sus texturas y grietas para las pinturas. Así pueden verse unos
guanacos huyendo por un cañadón formado por una grieta de la pared. Es decir, aprovechaban
las fisuras, sectores en relieve, oquedades, etc.

Historia de las investigaciones

Fue descubierta por un sacerdote llamado Alberto Agostini. Ese mismo año hubo
investigaciones en el lugar por Milcíades Vignati. En 1964 llega Carlos Gradín, pero a partir de
1973 se realizan investigaciones estrictamente científicas, con el mismo Gradín, que son las
más importantes hasta ahora. En el año 1999 el sitio es declarado Patrimonio cultural de la
humanidad por la UNESCO.

Fotos
Carlos Gradín
Negativo de pata de choique

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