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V19n38a3 PDF
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la información y procesos
formativos: hacia una
conceptuación*
Abstract
Introducción
* Para efectos de este trabajo, se utilizará el término unidades de información para referirse
a todo tipo de bibliotecas (públicas, escolares, académicas y especializadas), centros de
documentación, archivos y museos. 35
Usuario de la información
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1 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA . Diccionario de la lengua española. 2 ed. Madrid : Real Acade-
mia Española, 2001.
2 Richar Bopp y C. Smith. Introducción general al servicio de consulta : libro de texto para
el estudiante de bibliotecología y manual para el bibliotecario de consulta / Trad. Carlos C.
Compton García. México : UNAM, CUIB, 2000.
3 Precisamente por su estructura cognoscitiva él está en condiciones de determinar qué,
36 cuándo y cómo aprender a orientarse.
FORMACIÓN DE USUARIOS DE LA INFORMACIÓN...
Formación
4 Claire Guinchat y Michael Menou. Introducción general a las ciencias y técnicas de la infor-
mación y documentación / Claire Guinchat y Michael Menou. 2. ed. cor. y aum. Por Marie-
France Blanquet. París : UNESCO, 1993.
5 Rudolf Vierhaus. “Formación = Bildung”/traducido por Juan Guillermo Gómez García, en
Revista Educación y Pedagogía. Medellín. 2ª época, Vol. 14 (May.–Ago., 2002); separata, p. 8. 37
Juan Jacobo Rousseau6 dice que Formar es conocer la vida y el hombre,
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conocer la sociedad y los fenómenos culturales. Mientras que Kant7 dice que
es el deber que cada uno tiene de darse forma; Humboldt8 lo amplía al de-
cir que el proceso es continuo y nunca termina, pues se forma el lenguaje, la
escritura, la moral y la ética. Para ello la casa, que implica protección, y la es-
cuela, en tanto relacionada con la instrucción, cumplen un papel formativo,
observado posteriormente en la educación y formación completa del sujeto,
como parte del ciclo. Para Hegel9 es ascender a la generalidad, con una ca-
pacidad de abstracción en la que hay formación práctica y teórica y Herder10
dice que el concepto de formación se identifica con el concepto de cultura,
que le da forma a las disposiciones y capacidades naturales del hombre.
Entendiendo la formación como una experiencia semejante entre hom-
bres, cosas y sabiduría, Kant11 privilegia la experiencia de las cosas y de la
naturaleza y se distancia de la experiencia de los hombres; con la explicación
de Kant se ve cómo cada uno es responsable de sí mismo en su proceso for-
mativo. Entre tanto, Gadamer12 dice que es apropiarse totalmente de lo que
permite la formación a partir de la interacción, en la cual el sujeto como ser
pensante es consciente de sus logros y apropiaciones, en un proceso constan-
te de desarrollo y progreso, entonces la formación se asume como el conjunto
de interacciones que vive el sujeto al entrar en contacto con el mundo.
Carlos Gallego y Nelly Villegas se refieren a “la aprehensión que el sujeto
hace del mundo que lo rodea, propiciado por las relaciones que el mismo
sujeto establece”.13 Dentro de esa aprehensión participan la escuela, la reli-
gión, la política y el lenguaje como instituciones sociales que comparten la
formación de los sujetos dentro del proceso de adquisición de cultura, como
parte del patrimonio intangible del hombre. El lenguaje, considerado uno de
los principales componentes en el proceso formativo que permite el diálogo,
la comunicación e interacción con el otro, lo que facilita es la comprensión y
apropiación de una cultura, un idioma y una idiosincrasia, aspectos esencia-
les del entorno que inciden en el proceso formativo integral del sujeto.
Por lo tanto el hombre se apropia de los elementos del mundo, los re-
flexiona e introyecta, y establece sus propias relaciones al aprehender y acu-
mular experiencias que le permiten ir adquiriendo la autonomía necesaria
como sujeto social y pensante que toma decisiones avaladas por él mismo,
al haber adquirido habilidades de pensamiento crítico y autónomo que le
permiten estar en condiciones de abstraerse, producto de su cognición, tarea
que requiere esfuerzo y sacrificio. De acuerdo con lo anterior y acudiendo a
José León Crochik, puede decirse que:
Luego,
Formación de usuarios
16 Parte de esta historia es adaptada de Richar Bopp y C. Smith. Introducción general al servi-
cio de consulta : libro de texto para el estudiante de bibliotecología y manual para el bibliote-
cario de consulta / Trad. Carlos C. Compton García. México : UNAM, CUIB, 2000.
17 Miguel Ángel Arenas; Martha Elba Gutiérrez y Fausto Figueroa. “Uso de la información y
su impacto educativo: la instrucción bibliográfica y su importancia”, en Reencuentro, núm.
40 21 (Mar. 1998), pp. 20-28.
FORMACIÓN DE USUARIOS DE LA INFORMACIÓN...
18 Richar Bopp y C. Smith. Introducción general al servicio de consulta : libro de texto para
el estudiante de bibliotecología y manual para el bibliotecario de consulta / Trad. Carlos C.
Compton García. México : UNAM, CUIB, 2000.
19 Rosario López de Prado. Información bibliográfica : [Documento en Internet] En :
http://www.geocities.com/zaguan2000/414.html Última revisión: 24 de abril de 2000,
[Consulta : 2003-11-13].
20 Ibidem. 41
ü El bibliotecario Azariah Root, quien trabajaba en el Oberlin College, de-
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ü Entre 1920 y 1930 los bibliotecarios se interesaron más por los usuarios
miembros de una comunidad educativa y se dieron a la tarea de educarlos
para que hicieran uso de la biblioteca, pues había empezado a interesar la
expresión “la biblioteca centrada en el usuario”, emitida por Louis Sho-
res al crear el “Colegio de artes bibliotecarias”.
ü En 1940 Harvie Brans-Comb publicó la obra “Enseñando con libros”, és-
ta sirvió para apoyar la integración de la biblioteca universitaria con la
misión educativa de la universidad.
ü La Royal Society of London Scientific en 1948 organizó la Conferencia
sobre Información y en ésta se presentó la necesidad de diseñar cursos
para el entrenamiento en el uso de la información para estudiantes uni-
versitarios.21
ü Se publica el Primer Manifiesto UNESCO para la Biblioteca Pública en
una época difícil para la humanidad, pues se estaba iniciando la postgue-
rra y se veía a la educación como medio para sobrepasar los problemas de
la sociedad; de allí que se pidiera a la biblioteca pública que completara la
labor de la escuela para despertar el gusto por la lectura en niños y jóve-
nes y asegurara el aprecio y provecho de los libros en los adultos. Además
se mencionaba la idea de darles consejos a los lectores sobre la manera de
utilizar los libros y de ayudarles a decidir qué pensar, y para ello debían
apoyarse en debates, conferencias, cursos o películas.
ü En 1960 se le da a la biblioteca el carácter de centro de aprendizaje, con-
cepto que tuvo bastante acogida y fue un factor de peso para que dentro
de los currícula de la formación bibliotecaria se incluyera la formación de
usuarios como materia clave, bajo los términos instrucción bibliotecaria,
el lector y la biblioteca, entre otros.22
ü Los movimientos sociales tuvieron gran influencia en el campo educati-
vo, lo que también cobijó a las unidades de información. Los profesores
no se limitaron al estudio de los libros sino que además utilizaron otras
fuentes y soportes. También planearon la enseñanza de tal manera que el
aprendizaje estuviera más centrado en la comprensión.
ü Se da un gran apoyo a la investigación, lo cual exigió mejor preparación
en el uso de las fuentes y la información.
ü En América Latina la educación superior impulsó la formación de usua-
rios, como ocurrió con la Escuela Universitaria de Bibliotecología de la
Universidad de la República en Uruguay, que desde 1945 realiza activi-
dades de adiestramiento y formación de usuarios. En México también se
dio un gran impulso a la formación de usuarios con la Facultad de Quí-
mica Farmacéutica de la Universidad Nacional Autónoma de México; allí
los bibliotecarios de la Dirección General de Bibliotecas y los profeso-
res de la Facultad ofrecieron capacitación a los estudiantes en el uso del
Chemical Abstracts, dada la complejidad del uso de este material biblio-
gráfico. Con el tiempo y debido a su aceptación se convirtió en un curso
obligatorio que entregaba nota aprobatoria y créditos dentro del plan de
estudios.23 En 1967 la Universidad de las Américas ofrece el curso de in-
troducción al uso de la biblioteca, curso con valor curricular y de carácter
obligatorio.24
ü De igual manera, la Escuela de Medicina de la Universidad de Costa Rica
empezó a ofrecer, en 1962, el curso de Bibliografía Médica (manejo de
fuentes especializadas de información en medicina).25
ü Se elabora y publica en 1972 el Segundo Manifiesto UNESCO para las Bi-
bliotecas Públicas. Éste no hace una alusión tan directa al usuario y su
formación; sin embargo, se rescata la propuesta en la que expresa que el
fondo bibliográfico de la biblioteca al ser una prueba de la evolución del
22 ENTREVISTA . Uriel Lozano Rivera, Luis Eduardo Villegas Puerta [Profesores Escuela In-
teramericana de Bibliotecología]. Entrevista elaborada por Yicel Giraldo G. y Edilma Na-
ranjo V. Medellín, 26 de mayo de 2004. 120 min.
23 Seminario Latinoamericano sobre formación de usuarios de la información y los estudios de
usuarios / coord. Patricia Hernández Salazar. México : UNAM, Centro Universitario de
Investigaciones Bibliotecológicas, 1997.
24 Ibid.
25 Ibid. 43
saber y la cultura, ayudará a la gente a tener sus propias opiniones y desa-
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26 Stella Maris Fernández y Josefa Sabor. Formación de los usuarios de la formación educa-
tiva, 1987. p. 4. Citado por: Hernández Salazar, Formación en el uso de información : la
instrucción computarizada como alternativa. México : [s. n.], 1996. Tesis [Maestra en Bi-
44 bliotecología] Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Filosofía y Letras.
FORMACIÓN DE USUARIOS DE LA INFORMACIÓN...
27 Carolyn A Kirkendall; Carla J. Stoffle. Instruction. En The service imperative for libraries
: essays in honor of Margaret E. Monroe. Colorado : Libraries Unlimited, 1982; p. 42. Ci-
tado por: BOPP, Richar, SMITH, C. Introducción general al servicio de consulta : libro de texto
para el estudiante de bibliotecología y manual para el bibliotecario de consulta. Trad. Carlos
C. Compton García. México : UNAM, CUIB, 2000; p. 11. 45
ü La ALA presenta su definición sobre lo que se considera que es la alfabeti-
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zación Informativa.28
30 IFLA /FAIFE . Declaración de la IFLA sobre las bibliotecas y la libertad intelectual. La Haya:
IFLA : FAIFE , 1999.
31 Normas sobre alfabetización informativa en educación superior : declaratoria. Jesús Cor-
tés... [et al.]. En Tercer Encuentro sobre Desarrollo de Habilidades Informativas. Ciudad
Juárez, 2002 (segundo borrador). Disponible en Internet en
http://www.nclis.gov/libinter/infolitconf&meet/JesusLauInfolitArticle-Spanish.pdf
[Consulta : 2003-11-05] 47
las tecnologías de la información y la comunicación; muchos de estos pro-
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Por eso es una tarea bibliotecaria que debe verse como un proceso a lar-
go plazo, y mucho mejor si se hace en forma ininterrumpida, para lo cual es
32 Rafael Flórez Ochoa. Hacia una pedagogía del conocimiento. Santafé de Bogotá : McGraw-
Hill, 1994; p. 109.
48 33 Ibid.; p, 111.
FORMACIÓN DE USUARIOS DE LA INFORMACIÓN...
“[...] por medio del cual se busca, en el otro, [profesor, instructor, coordinador
del aprendizaje] las condiciones para que un saber recibido del exterior, luego in-
teriorizado, pueda ser superado y exteriorizado de nuevo, bajo una nueva forma,
enriquecido, con significado en una actividad”.34
char, tanto sus propios recursos mentales –que les permitan autorregular el
aprendizaje–, como las herramientas tecnológicas. Por eso dentro del proce-
so de formación, el usuario debe ser preparado para mejorar las habilidades
básicas y manejar las técnicas que le permitirán realizar un proceso de bús-
queda completo y acorde con sus carencias cognoscitivas. También se busca
desarrollar capacidades para que ellos reconozcan una necesidad de infor-
mación, definan el tema y formulen correctamente la demanda informativa.
Cuando el usuario ha recibido una formación que ha tenido significado
para él, es más factible obtener –en la unidad de información– un uso óptimo
tanto de los servicios y recursos como de la información en general. De igual
manera se pueden crear situaciones de comunicación con ellos, ya que pue-
den considerarse personas informadas y críticas en cuanto a las habilidades
requeridas para desenvolverse en una unidad de información. De acuerdo
con lo que dice Lhotellier la formación:
Esto hace alusión a una formación práctica, pues el hombre busca una
satisfacción para sus necesidades e intereses de información y formación, pa-
ra lo cual es fundamental que él sepa reconocerlos y expresarlos, acto que se
ejecuta con los aprendizajes obtenidos durante la formación como usuario
libre y autónomo, y tras el cual logra, idealmente, formular una necesidad de
información.
Es importante ver cómo la UNESCO, por medio de Tocatlian –en la década
de 1970– presenta su propia definición del concepto; sin embargo, la defini-
ción involucra tanto la educación como la formación del usuario de una mis-
ma manera (es genérico): “[…] se entiende por ‘educación’ la actividad des-
tinada a inculcar valores, actitudes y motivación, en tanto que la ‘formación’
consiste en la capacitación práctica”,37 y concreta expresando lo siguiente:
Ante esta apreciación José Alfredo Verdugo Sánchez39 aclara: “la educa-
ción se refiere al carácter y a la acción. La formación abarca la inteligencia de
sí y del mundo que tiene el hombre”.
Sin embargo, ahondando y ampliando más el término, es importante ver
que la función de la formación de usuarios no debe limitarse a una planea-
ción desde el punto de vista de la unidad de información, sino que se vuelve
fundamental ver qué tan importante es el programa para el usuario, pues es
en él en quien se está pensando, y es a partir de él que debe formularse la for-
mación. Si se tienen en cuenta estos aspectos es posible lograr que el usuario
alcance un aprendizaje significativo, puesto que un programa de formación
de usuarios debe tener la intención de desarrollar en el usuario la capacidad
para resolver problemas de tipo informativo con una actitud crítica, analítica
y reflexiva para el manejo integral de la información, lo cual exige que él esté
en condiciones de determinar qué información es relevante y pertinente y de
incorporar la información nueva en su estructura cognoscitiva de un modo
significativo. A este respecto nos dice Patricia Hernández que la formación
de usuarios es un:
[...] Para enseñarle algo será necesario hacerlo actor protagonista de una situación
práctica, en la que pueda aprender por la propia experiencia. Otro principio impor-
tante se refiere a la idea de que para haber verdadera adquisición de conocimiento
será necesario involucrar y llamar no sólo a la parte intelectual del aprendiz, sino a
su totalidad psíquica. Una efectiva asimilación de conocimiento implica siempre una
aplicación total, no sólo de la razón sino también de los afectos. Si el aprendiz no es ab-
sorbido por entero, el conocimiento permanecerá, por así decir, siempre exterior a él.
Puede verse entonces que la formación de usuarios se ofrece bajo varias mo-
dalidades y responden a la diversidad de unidades de información existentes, así:
45 Francisco Simôes y María de Fátima. “La filosofía de la educación de Rousseau. Una pro-
puesta de relectura del Emilio”, en Revista Educación y Pedagogía. Medellín. Vol. 12, no.
26-27 (Ene. – Ago., 2000); p. 72. 53
Independientemente de la modalidad en que se ofrezca la formación de
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Conclusiones
Bibliografía
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Verdugo Sánchez, José Alfredo. “Hacia un concepto de formación de
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