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Como un intento tardío, pero necesario a la luz de la reforma que se discutirá en la

legislatura que apenas empieza, a continuación se relacionan algunas preguntas que a pesar
del tiempo siguen rondando a la gente.

1. Cómo está conformado el sistema de seguridad social?.

Está estructurado por tres subsistemas: salud, pensiones y riesgos profesionales.

Salud es el componente encargado de la promoción, prevención, tratamiento y


rehabilitación de las enfermedades generales (que no son originadas en el trabajo).

Pensiones: es el responsable del aseguramiento y del manejo económico en este campo.

Riesgos profesionales: se encarga de la promoción, prevención y rehabilitación de la salud


en los espacios de trabajo y de los seguros económicos relacionados. Es responsable de las
enfermedades profesionales y accidentes laborales. Cada subsistema es autónomo: el de
pensiones ya fue reformado, el sistema de salud se está discutiendo.

2. Quienes conforman el sistema de salud?.

El Estado, que es el responsable de la salud de los colombianos.

Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, que coordina y reglamenta la prestación de


los servicios de salud en el país; sus decisiones son obligatorias y deben ser adoptadas por
el Gobierno.

Superintendencia Nacional de Salud: organismo encargado de la vigilancia del sistema de


salud, es decir, recibe las quejas de todos los actores y define sanciones.

Ministerio de la Protección Social: define las políticas de la salud en Colombia.

Empresas Promotoras de Salud (EPS): entidades delegadas por el Estado para asegurar a las
personas con capacidad de pago (régimen Contributivo), afiliarlas al sistema y administrar
los recursos. Se escogen a voluntad del usuario.

Administradoras del Régimen Subsidiado (ARS): Son las entidades encargadas de


administrar los recursos de este régimen.

Instituciones Prestadoras de Salud: prestan servicios de salud. Son contratadas por las EPS
y ARS para atender a sus afiliados.

3. La gente se afilia según su capacidad de pago?.

Sí: de acuerdo con sus ingresos y vinculación laboral, puede pertenecer al régimen
Subsidiado o al Contributivo.
4. Qué es el régimen Contributivo?.

Es al que se afilian las personas que tienen capacidad de pago para cubrir la cotización en
salud. Son los empleados y los trabajadores independientes.

5. Cuál es el Subsidiado?.

Es al que se afilian las personas que no tienen capacidad de pago para cubrir el monto total
de la cotización. Se trata de la gente más pobre y vulnerable de zonas urbanas y rurales.

6. A qué tiene derecho un afiliado?.

A recibir atención, a afiliar a su familia, a recibir subsidios en dinero por incapacidades y


subsidios en dinero por maternidad.

7. Qué servicios incluye el Plan Obligatorio de Salud (POS)?.

Prevención de enfermedades, atención de urgencias sin restricciones, consulta médica


general y especializada, consulta y tratamientos odontológicos (sin ortodoncia, periodoncia
y prótesis), exámenes de laboratorio, rayos X, hospitalización y cirugía, psicología,
optometría, terapias, medicamentos esenciales y atención durante el embarazo, el parto y al
recién nacido.

8. Qué no cubre el POS?.

Tratamientos con fines de embellecimiento, curas de sueño, medicamentos experimentales


o no incluidos en los listados POS, fajas, sillas de ruedas, zapatos ortopédicos y lentes de
contacto.

9. Cómo pueden saber los afiliados a qué medicamentos tienen derecho?.

Todas las EPS y las IPS están obligadas a publicar, en sitios de fácil acceso para sus
usuarios, los listados del Manual de Medicamentos y terapéutica del sistema de salud.

10. Si la persona tiene una enfermedad al momento de afiliarse, se la tratan?.

Sí. En el sistema (a diferencia de la medicina prepagada) no hay preexistencias.

11. Se puede afiliar a la familia sin costo adicional?.

El cotizante tiene derecho a afiliar a su núcleo familiar. Ellos reciben la misma atención sin
pagos adicionales. Deben pertenecer a la misma EPS.

12. A cuáles miembros de la familia puede afiliar el cotizante?.


Si es casado o en unión libre, al cónyuge o compañero permanente. A sus hijos o los de su
pareja, incluidos los adoptivos menores de 18 años; si se dedican exclusivamente a estudiar
y son menores de 25 años, si tienen discapacidad permanente no hay límite de edad.

13. Qué son periodos mínimos de cotización?.

El tiempo mínimo que se requiere después de la afiliación para recibir algunos beneficios.
Por ejemplo: para tratamientos de alto costo se requieren cien semanas, 26 en el último año
calendario. Para cirugías programadas, no imprescindibles, se necesitan 52 semanas. No
requieren periodo mínimo el embarazo, la atención de urgencias y las actividades de
promoción y prevención.

14. Qué pasa si alguien que no tiene el periodo mínimo requiere un servicio?.

Debe pagar un porcentaje proporcional al tiempo que falta para completar el periodo
mínimo.

15. Si la persona se desafilia o deja de cotizar, pierde los beneficios?.

Si es por pérdida de capacidad de pago (pérdida del empleo, por ejemplo) recibirá los
beneficios un mes más, si ha pagado los dos meses anteriores.

Si lleva cinco años continuos en una EPS, ella y su familia serán protegidos por tres meses
más y recibirán continuidad en los tratamientos o las urgencias.

16. Se puede perder la antigedad en el sistema?.

Sí, cuando pasan seis meses continuos sin cotizar a una EPS.

17. El pensionado puede desafiliarse?.

No. Tiene derecho a mantener su afiliación en forma vitalicia.

18. Si alguien escoge una EPS y no le gusta o lo atienden mal, puede cambiarse? Cuántas
veces?.

Puede cambiarse, siempre y cuando haya cumplido dos años afiliado a esa EPS. Cuantas
veces quiera.

19. Cuál es la base de cotización para los trabajadores independientes?.

Por la actividad que desempeña, la Supersalud supone cuántos pueden ser los ingresos de
una persona. Esta puede probar su ingreso real. La cotización se fija sobre el mayor de estos
dos valores.

20. Cuál es la prestación económica por incapacidad?.


Si no es por accidente de trabajo o enfermedad profesional, el afiliado recibe el 66,6 por
ciento del ingreso sobre el cual cotiza. Ese será su salario. El empleador no pagará
incapacidades de más de tres días. Para recibir este beneficio es necesario haber cotizado
cuatro semanas ininterrumpidas.

Análisis: Ley 100 de 1993, 25 años después


Marco teórico

Para poder hablar de la Seguridad Social de Salud en Colombia (SGSSS), tenemos que
hablar de un antes y un después de la Ley 100 del 93. En el país existía el sistema nacional
de salud a través de unas secretarias seccionales de salud que realmente eran juez y parte,
porque manejaban los recursos, nombraban los funcionarios, hacían las auditorias, lo que
finalmente se tradujo en un sistema ineficiente, con mucha corrupción, con muy poca
cobertura en el sector. Solo el 28% de los colombianos tenían cobertura en salud; una
cobertura que se prestaba a través de tres escenarios: el Seguro Social de una parte, el
propio sistema a través de los hospitales públicos y la medicina prepagada. Antes de la Ley
100 era un sistema segmentado: una población de estratos altos con la prestación de
servicios a través de la medicina prepagada, una población de estrato medio a través del
seguro social y las de estratos bajos por hospitales públicos, que se les llamaba de manera
despectiva hospitales de caridad.

El sistema de salud colombiano cambia de manera importante en el año 93 cuando un


sistema nacional de salud pasa a un sistema de seguridad social en salud, básicamente con
la expedición de un marco legal nuevo como fue la Ley 100 del 93. En ese año mediante
esa ley se abordaron tres subsistemas: uno es el que hace referencia a salud, otro al de
pensiones y otro al de riesgos profesionales. En el tiempo ha ido evolucionando con unos
nuevos marcos legales que han reformado este sistema y entre esos marcos legales se
pueden mencionar la Ley 715 del 2001, la Ley 1122 del 2007, la Ley 1393 del 2010, y la
actual reforma que está vigente, que es la sancionada por el presidente Santos el año pasado
en el mes de enero, que fue la Ley 1438 del 2011

La Ley 100 efectuó un cambio total en la forma en la que se financiaban los recursos en el
país y adicionalmente en cómo se aplicó el sistema de seguridad social, que se establece en
todas partes del mundo, hacia la población pobre. Entonces, empezó lo que fue la forma de
aportar a través de la nómina, los empleados que estaban capaces de aportar un porcentaje
de su salario y de ahí se toma para el régimen subsidiado. Es importante saber que esto
generó que las EPS tuvieran unas redes de servicio y no solamente atendieran a la
población que trabajaba si no que la población pobre tuviera todo el respaldo que el
personaje que tenía un salario.

La reforma al sistema de salud tuvo como fin evitar el monopolio del estado sobre la salud
y permitir el derecho de la competencia con la incorporación de empresas prestadoras de
salud.

Con esto se evitaron las largas colas que se tenían (antes de 1993) en las puertas de los
hospitales, se daba mucho aplazamiento de servicio, la gente pobre no tenía un derecho
como tal que exigir, y esto logró el desarrollo de muchos prestadores, tanto privados como
públicos, y sobre todo la intromisión de una figura que se llama Empresa Promotora de
Salud o EPS, que es la que se encarga de organizar la red, recibe los recursos y paga los
recursos dependiendo obviamente de los servicios que efectivamente se prestan".

Tema pensional

1. Pensiones. Su afiliación es obligatoria.


2. Hay libertad total para afiliarse al Régimen de Prima Media con Prestación Definida
que administra el Instituto de Seguros Sociales o al Régimen de Ahorro Individual,
que administran los fondos privados de pensiones.
3. Se garantiza el pago de una pensión mínima.
4. Al afiliarse es obligación efectuar los aportes establecidos en la ley.
5. Existe la posibilidad de trasladarse de un régimen a otro cada tres años.
6. Existe un Fondo de Solidaridad Pensional cuyo fin es subsidiar los aportes en
pensiones de trabajadores que no tienen recursos suficientes para sus cotizaciones.
7. Para el régimen de ahorro individual podrán disfrutar de la pensión a la edad que
estimen conveniente, siempre y cuando el capital acumulado en su cuenta les
permita obtener una pensión mensual superior al 110 por ciento del salario mínimo
legal vigente en el momento de obtener la pensión.

Conclusión pensiones

El principal aporte de la Ley 100 en el tema de pensiones radica en que este busca la
ampliación de la cobertura a segmentos de la población no cubiertos hasta ese momento por
el antiguo Sistema, también con la Ley 100 se autoriza la creación de las Sociedades
Administradoras de Fondos de Pensiones, encargadas de administrar los recursos
destinados a pagar las pensiones de los afiliados que escojan pensionarse con el sistema de
ahorro individual.

Finalmente, el sistema pensional en Colombia antes de la Ley 100 estaba haciendo agua, ya
que por el crecimiento poblacional en ese momento había menos jóvenes aportando al
sistema y más pensionados con lo que el sistema de prima media se hacía insostenible.

Con la creación de la Ley 100 y con la implementación del sistema de ahorro individual se
dieron los primeros pasos para zanjar la bomba pensional que se veía venir debido a que
cada trabajador debería tener una cuenta de ahorro individual en su fondo de pensiones, en
la cual aportaba mensualmente para su futura pensión bajando el aporte y la provisión para
estas pensiones, que era obligación del Gobierno en el sistema de prima media vigente
hasta ese momento.

Análisis Ley 100 en salud

1. La afiliación al sistema es obligatoria para todos los colombianos.


2. El sistema brinda atención en salud integral lo que incluye prevención, diagnóstico,
tratamiento y rehabilitación.

3. Todos los afiliados recibirán el Plan Obligatorio de Salud (POS), con atención
preventiva, médico-quirúrgica y medicamentos.
4. El trabajador puede escoger libremente su afiliación a la Entidad Promotora de
Salud (EPS) y a las Instituciones Prestadores de Servicios de Salud (IPS).
5. Las EPS se encarga de afiliar a las personas, recaudar sus cotizaciones y facilitar la
compensación con el Fondo de Solidaridad y Garantía, administran el riesgo de
salud de sus afiliados y prestan los servicios del POS. Así mismo, pueden contratar
los servicios de las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS).
6. Existe un régimen subsidiado para la población más pobre que se financia con
recursos del Estado y de los afiliados en la medida que su capacidad económica lo
permite.
7. La cotización para salud es del 8 por ciento en medicina clásica. Para medicina
familiar es del 12 por ciento, de las cuales una tercera parte está a cargo del
trabajador y las dos terceras restantes a cargo de los empleadores.
8. Riesgos profesionales. Este sistema es el encargado de prevenir y atender a los
trabajadores de enfermedades y accidentes que puedan ocurrir como consecuencia
del trabajo que desarrollan.
9. Los servicios son suministrados por las Administradoras de Riesgos Profesionales
(ARP) del sector privado y el Instituto de Seguros Sociales.
10. Al sistema deben afiliarse todos los trabajadores vinculados a una entidad mediante
contrato de trabajo o como servidores públicos.
11. También deben afiliarse los jubilados vinculados a la fuerza laboral, los estudiantes
en práctica y, de manera voluntaria, los trabajadores independientes.
12. El sistema ofrece asistencia médica, servicios de hospitalización rehabilitación,
medicamentos y servicios auxiliares cuando se sufre un accidente de trabajo o una
enfermedad profesional.
13. Cuando se sufre un accidente de trabajo o una enfermedad profesional también se
tiene derecho a prestaciones económicas entre ellas: subsidio, indemnización,
pensión de invalidez, pensión de sobrevivientes y auxilio funerario, según el caso.

Conclusiones salud

El principal aporte de la Ley 100 tiene que ver con la ampliación de la cobertura y la
universalidad en el servicio ya que Colombia paso de un 23% de cobertura a un 97% siendo
las clases más bajas y los estratos 1 y 2 los más beneficiados ya que con anterioridad a esto
no tenían acceso a estos servicios de Salud, desafortunadamente la ampliación de la
cobertura genera obviamente el Caos de la atención a los pacientes. (No es lo mismo
atender 8 millones de pacientes en 1993 a atender 45 millones hoy en día.

En 2010, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, alrededor del 88% de los
colombianos estaban afiliados al sistema. Y en la actualidad ese indicador ha aumentado a
cerca del 97%.

Una espera promedio para una cita con un especialista tarda 18.6 días, mientras que en
países como Canadá, Francia y Reino Unido la demora es mayor a un mes.

Desventajas de la Ley 100

En cuanto a desventajas del sistema existen, algunas que si bien no son implícitas en la ley
ni se creó previendo estás anomalías, más bien estas han ido surgiendo en el transcurso de
la implementación de la ley 100 y se da básicamente por lo mismo nuevo del sistema,
obviamente es una ley de hace 25 años que debe ser reformada de acuerdo al cambio de
cobertura y a la modernización y a las nuevas enfermedades, algunas de ellas catastróficas
que están afectando el servicio.

1. Flujo de recursos: La agilidad o la oportunidad para que se paguen los servicios


prestados a la red pública o a la red privada no han sido muy eficientes y esto está
llevando a que un número muy importante de los hospitales y clínicas se consideren
en crisis por la falta de liquidez de recursos.
2. Falta de articulación nivel central con entidades territoriales. Municipios y
departamentos manejan muy frecuentemente los recursos del sector con la
autonomía que les da la descentralización y la contraloría ha encontrado hallazgos
que tienen que ver con el mal uso de los recursos en todo sentido, mala
contratación, en utilización de otros fines y en el no pago de las EPS.
3. Política del Talento Humano: No hay una distribución equitativa de especialistas,
hay una concentración en las capitales de los departamentos del país, y en muchos
municipios no se encuentra un solo especialista y en casos más apartados como el
Amazonas ni siquiera se encuentra un médico general.
4. Manual tarifario: No hay tarifas estandarizadas y aún seguimos con un manual de
18 años atrás.
5. Política farmacéutica (Conpes/2012). No había regulación de precios de tal manera
que muchas oportunidades algunas EPS manejaban los precios de los medicamentos
a su antojo, y recobraban al Fosyga esos medicamentos a precios exageradamente
altos hasta en un 100%.
6. Modelo de aseguramiento. Está fundamentado en las EPS y sobre ellas la gran
mayoría a recaído una serie de denuncias, unas están intervenidas otras en proceso
de liquidación. Lo que significa que los afiliados que pertenecen a estas EPS están
en riesgos de perder su afiliación.
7. Sistema de información .No ha habido una información ajustada a la realidad entre
la entidad territorial con la proporcionada a nivel central. Y esto daba lugar a que se
presentaran afiliados que ya habían fallecido, multiafiliados que pertenecían al
régimen contributivo y a la vez al régimen subsidiado y una serie de irregularidades
por la falta de un buen sistema de información.
8. Modelo de atención: un modelo más curativo que preventivo.
9. El gobierno tiene deudas con las EPS lo cual estás se lo trasladan a los pacientes.
10. El costo de enfermedades catastróficas como el cáncer, el Sida, o pacientes renales
generan un alto costo al sistema.

Lo bueno, lo malo y lo feo de la Ley 100

Con la intervención de Saludocoop en 2011, la Empresa Social del Estado (EPS) más
grande del país, se han divulgado irregularidades a gran escala tanto en diferentes
empresas del régimen contributivo como del subsidiado. Pero, ¿qué es la ley 100?, ¿es tan
mala como la pintan?

La ley 100 de 1993 regula el sistema general de seguridad social en salud, de pensiones, de
riesgos laborales y el de servicios sociales complementarios. Este último cubre los auxilios
a los ancianos indigentes.

La ley estima que el sistema de salud funcione bajo seis principios: universalidad,
eficiencia, solidaridad, integralidad, unidad y participación. El cumplimiento de cada
uno está supeditado a la inversión social y al destino que se le dé a esta.

La universalidad se ha logrado lentamente. En la actualidad el 90% de la población tiene


acceso a servicios de salud – la calidad de estos es tema ya de otro apartado.

¿Imparcial = justo?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado al sistema colombiano


como el más imparcial del mundo en cuanto a contribución financiera. Esto hace
posible que, por ejemplo, mujeres de estratos socioeconómicos bajos accedan a cirugías de
mediana y alta complejidad como cesáreas y tubectomías de forma gratuita. Mientras en
países como Estados Unidos el servicio de ambulancias por parte de la población está
supeditado al tipo de póliza de seguridad social que cada persona posea, en Colombia
cualquier afiliado al sistema puede llamar a la línea gratuita de emergencias y solicitarla,
costo que es asumido por su EPS.
La eficiencia se basa en la adecuada utilización de los recursos económicos
y administrativos para garantizar una prestación de los servicios de forma adecuada y
suficiente. Sin embargo, cuando se “desvían" billones de pesos destinados a infraestructura
y equipos hospitalarios, uno no puede evitar sorprenderse que haya una cobertura casi
universal.

Es innegable que la tutela es el mecanismo máximo que garantiza la participación


ciudadana. Mientras en países desarrollados los pacientes deben costear los gastos de una
demanda a sus aseguradoras cuando estas no les cumplen, en Colombia personas de todos
los recursos pueden acceder a este mecanismo que finalmente depende de la eficiencia e
integralidad del sistema judicial.

La salud: negocio poco rentable

En un país que destina casi el cuatro por ciento de su producto interno bruto al
conflicto, la cifra más alta de América Latina en 2009, la formación de especialistas no
es una prioridad económica ni educativa. El vacío fundamental que conlleva a todas las
quejas de los usuarios y del personal asistencial como los cortos tiempos de consulta, los
tiempos de espera para las citas, el mal pago y el abuso de algunas cooperativas de trabajo
asociado, son consecuencia de un vacío fundamental en la legislación: la autonomía de las
EPS y la pobre fiscalización de los entes de control estatal sobre estas.

Al final son los pacientes los que pagan. La desviación de dineros, principalmente en el
régimen subsidiado, ha llevado a que algunos hospitales dejen de atender a los usuarios. Y,
¿qué otra opción habría? Los hospitales son tiendas que están constantemente “fiándole” a
sus clientes (las EPS subsidiadas en este caso) y, si esto sigue así, pasarán de no venderle a
ciertos clientes a terminar saliendo del mercado.

Ser pobre es un diagnóstico

El principio de integralidad garantiza la cobertura de todos los eventos amenazantes para la


salud del individuo y, en general, para la condición de vida de la población. Colombia se ha
“rajado” en garantizar la integralidad de los servicios ya que el Plan Obligatorio de Salud
(POS) sufrió su primera modificación importante solo este año con la inclusión de
ciertos tratamientos hasta entonces desatendidos por el sistema como los psiquiátricos y la
psicoterapia.

La masa de especialistas está concentrada en las ciudades, dejando a la población rural a


merced de la sobrepoblada red hospitalaria urbana. La desarticulación de dicha red hace
que los médicos de zonas rurales deban invertir horas de sus turnos en el teléfono para
remitir pacientes a las ciudades por “falta de camas”, lo que evidencia el abuso del modelo
de rentabilidad con el que se está dirigiendo el sistema.

El modelo socializado permite que la población de altos recursos, la minoría, cotice más al
sistema para subsidiar la salud de los más pobres. Sin embargo, la Ley 100 se basó en
sistemas de salud de países como Canadá donde el índice de pobreza rodea el 10 por ciento,
mientras en Colombia es de 35 por ciento con un 17 por ciento que vive en extrema
pobreza. A esto se le debe sumar que parte de los recursos que se salvan de terminar en los
bolsillos de funcionarios inescrupulosos se destinan a la prioridad número uno en la mente
de la mayoría de colombianos: el conflicto.

Algunos Aspectos Positivos y Negativos de


la Ley 100
Cumplidos ya 3 años de aprobada la Ley 100 de 1993, y para abundar en los numerosos
comentarios emitidos sobre el “Sistema General de Seguridad Social en Salud”, parece
pertinente comentar ahora algunas de las normas, tanto positivas como negativas que
aquella establece, así se hallen muchas de ellas todavía en la etapa teórica.

Dentro de las normas y aspectos positivos vale anotar los siguientes:

Se implanta un sistema de seguridad social integral, con carácter obligatorio y universal


para sustituir el modelo de asistencia pública con el fin de corregir sus defectos
representados por la inequidad en la atención de la salud, la baja cobertura, la ineficiencia
en la prestación de los servicios en la mayoría de los casos, y la desarticulación de los
mecanismos asistenciales y de prevención.

– Se instaura un modelo de atención basado en la competencia de calidad científica y


técnica que estimula la eficiencia, la eficacia y el mejoramiento de los servicios
individuales y colectivos en toda el área de la salud.
– Se concede la libertad al usuario (paciente) para elegir la Entidad Prestadora de Salud
(EPS) y para afiliarse a ella. Esta libertad estará influida por la calidad integral de los
servicios que cada entidad preste no sólo en la medicina curativa sino en la preventiva.

– La estabilidad financiera es exigida y controlada por el Estado para autorizar y asegurar


su funcionamiento, así como las garantías y la satisfacción del usuario y del personal de
planta que labore en cada EPS.

– Los grupos humanos pertenecientes a los estratos de pobreza absoluta serán cubiertos por
el sistema, siguiendo un proceso progresivo que supuestamente deberá llegar a su
culminación en el año 2001.

– Sólo habrá preexistencias en casos muy especiales que serán estudiados y catalogados
como excepcionales.

– Se creó por Decreto Ejecutivo el Consejo Asesor Permanente del Consejo Nacional de
Seguridad Social en Salud, que propicia la concertación con las entidades representativas
del cuerpo médico en lo concerniente a la salud pública, en cuya orientación y dirección los
médicos pretenden recuperar, así sea parcialmente, su papel protagónico y orientador. Este
objetivo se vislumbra promisorio gracias a la unión operante de los médicos colombianos,
lograda a través de la Asociación Médica Colombiana (AMC), constituida el 3 de
diciembre de 1996 sobre las bases ya erigidas por el Consejo Superior de Instituciones
Médicas -CONSIMED-.

En resumen, se crea un ente oficial en cuya estructuración se conjugan las funciones de


dirección, financiación, administración y prestación de servicios.

Los aspectos débiles o negativos del sistema podrían resumirse así:

– En la prestación de los servicios de salud, la calidad tiene una connotación ética, técnica y
científica pero también económica que, además, garantiza su estabilidad. El monto de la
unidad de pago por capitación parece estar desfasado en menos, por cuanto no se dispone
de datos fidedignos sobre los costos de la salud en Colombia, en los que se incluyan
sucesivamente la promoción y el fomento de la salud, la prevención de la enfermedad, el
diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación del enfermo con sentido integral.

– Esta circunstancia parece colocar a las EPS’s ya las IPS’s en precarias condiciones
económicas para lograr el cabal desarrollo de los programas que deberían conducir a los
resultados perseguidos.

– El incremento en el costo de la salud es alto y progresivo debido a la nueva tecnología, a


los medicamentos, a la infraestructura, a las cargas salariales del personal de planta y,
principalmente, a la inflación; ante todo este desequilibrio, las EPS’s tratan de compensarlo
a expensas de los honorarios de los médicos y de los demás integrantes del equipo de salud
lo que, aparte de configurar una grave injusticia, incide negativamente en la calidad del
servicio.
– Paradójicamente los profesionales de la salud que prestan sus servicios como adscritos sin
contrato de trabajo a una EPS, no disfrutan de prestación social ni económica alguna, ni
tienen perspectivas pensionales para el futuro, es decir, trabajan sin seguridad social, a las
puertas del siglo XXI. En tal sentido, la ley parece haberse olvidado de los médicos en su
condición de trabajadores de la salud.

– No se han fijado aún los parámetros laborales que van a regular el ejercicio profesional en
las IPS’s oficiales y privadas, donde se presume que va a soportarse una extraordinaria
carga laboral cuando la Ley 100 se halle en pleno desarrollo.

– A una profesión liberal de un profundo sentido humanitario, se ha endilgado un franco


giro mercantilista, donde la promoción de la salud se ha convertido en un negocio que mira
al ser humano y específicamente al enfermo, no como un paciente sino como un usuario de
la empresa comercial o como un simple afiliado a la misma.

– La relación médico-paciente se ha deteriorado seriamente con la aparición de un


intermediario de tipo empresarial con criterio utilitarista que en muchos casos desestima la
calidad del servicio al limitar en forma antitécnica el tiempo necesario que el médico debe
dedicar a su paciente “para hacer una evaluación adecuada de su salud e indicar los
exámenes indispensables para precisar el diagnóstico y prescribir la terapéutica
correspondiente”, tal como lo establecen las normas sobre ética médica. O bien, ni la EPS
ni la IPS le proporcionan los recursos suficientes para el cabal cumplimiento ético, técnico
y científico del acto médico.

En tales condiciones, si el médico ordena todos los exámenes paraclínicos necesarios para
establecer el diagnóstico, corre el riesgo de que se prescinda de sus servicios porque con
ello hace menos rentable la Empresa; y si no los ordena, el paciente lo demanda por
infractor de la ética profesional.

– Muy poco se ha fijado la atención sobre la formación del recurso humano en salud, ni
sobre la educación en seguridad social para quienes deben prestar el servicio ni para
quienes han de beneficiarse de él. El cuerpo médico debe continuar vigilante y atento al
desarrollo y reglamentación de la famosa Ley 100 que, aunque bien intencionada, ya ha
ocasionado más de una frustración tanto a los pacientes como a los médicos y a la
comunidad en general.

Joaquín Silva, MD.

Editor

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