Está en la página 1de 2

Para empezar, debemos saber lo que significa "sembrar" y "plantar".

Estos dos verbos


son confundidos con mucha frecuencia, pero hacen referencia a acciones distintas.
Sembrar significa esparcir semillas en un terreno o sustrato con la intención de que
germinen. Si no utilizamos semillas, no estamos sembrando ninguna planta.
En cambio, plantar significa meter en la tierra una planta o una parte de ella (esqueje,
bulbo, tubérculo, etc) para que eche raíces y se desarrolle. En este caso no se emplean
semillas y, por tanto, no es una siembra.
Existen dos tipos de siembra:

 Siembra a mano:
La siembra a mano es el proceso mediante el cual se lanzan puñados de semillas sobre el
terreno preparado.

 Campo abierto
Es la forma de siembra utilizada históricamente en la agricultura mediante el cual los
campos son preparados y se los deja abiertos, tal como indica su denominación, antes de
ser sembrados. A menudo la semilla se deposita en el terreno y no se cubre antes de la
germinación y por lo tanto permanece expuesta a las condiciones climáticas.

Tipos y patrones de siembra


Para la siembra a mano, existen varios tipos de métodos; los mismos comprenden:

 Siembra en terreno plano


 Siembra en surcos elevados
 Siembra en camas anchas
Junto con estos tipos se pueden utilizar varios patrones de siembra, tales como:

 Filas regulares
 Filas que se encuentran al tresbolillo en filas pares (de forma tal que las semillas son
colocadas en un patrón cruzado). Este método es mucho mejor, ya que permite que
las plántulas reciban más luz cuando germinan.

Para conseguir el germinado adecuado se debe reunir una serie de condiciones tanto en
lo que se refiere al estado de las semillas como a las condiciones del suelo y condiciones
climáticas.

Se debe contar con semillas frescas para asegurar el germinado, igualmente se debe
preparar bien la tierra para la siembra y tener los cuidados necesarios durante el
crecimiento de las plantas para garantizar que se desarrollen sanas.

También podría gustarte