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“UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SINALOA”

“FACULTAD DE AGRONOMIA UAS.”

TAREA NUMERO 3:
CULTIVOS Y NIVELACION.
ASIGNATURA:
“MAQUINARIA AGROPECUARIA”.

GRUPO Y GRADO; 2-14


MAESTRO;
ACOSTA ZAVALA VICTOR SEUL .
ALUMNO;
OSUNA MEDRANO KEVIN.
¿QUÉ ES UNA SIEMBRA?

La siembra es una actividad agrícola que consiste en


colocar la semilla en el suelo. Se denomina así al hecho de
poner o esparcir semillas en la tierra o en recipientes
preparados para ello, con el fin de que germinen y emerjan
nuevas plantas.

El término siembra refiere a la acción y resultado de


sembrar, que no es otra cosa que colocar y esparcir
semillas en la tierra que se encuentra preparada para tal
fin. Por otra parte, la palabra también se emplea para dar
cuenta del tiempo en el cual se siembre y en otro orden de
cosas para referirse a la tierra en efecto sembrada.

¿Por qué variar el método de siembra?

Los métodos de siembra variará dependiendo de:

El tamaño de la semilla.

El tamaño final de la planta o tamaño de cosecha de la


misma.

La parte comestible de la planta (hoja, flor, fruto, raíz, etc.).

Las necesidades térmicas de la planta (temperatura óptima


de germinación).

Según estos factores se elegirá una siembra directa o


indirecta.
Diversos métodos de siembra

Existen diversos métodos de siembra, se hablaran sobre


los 5 más comunes y necesarios al momento de crear un
huerto.

Dentro de la siembra directa se encuentran la siembra al


voleo, la de precisión, en hoyos y a tresbolillo. dentro de la
siembra indirecta se hablará sobre la siembra en
almácigos.

Siembra en almácigos o semilleros

Se utiliza cuando las semillas son muy pequeñas, tardan en


germinar o las plantas necesitan cuidados especiales. De
esta forma se siembran hortalizas como los tomates,
pimientos, berenjenas, coles, lechugas, etc.

El almácigo puede ser un pequeño espacio de la huerta


con buena tierra o una cajonera especialmente preparada
con tierra abonada, colocada en un lugar cerca de una
fuente de agua y con protección a las heladas, sol fuerte
directo, viento, etc.

Otra manera de realizar almácigos es sembrar en


recipientes individuales o semilleros. Existe una amplia
gama de envases que pueden ser destinados a esta
actividad, desde vasos de yogur, cartones de huevos y
tetrabrik reciclados, hasta macetitas individuales y
semilleros alveolares de adquisición comercial, etc.

Los materiales son muy diversos y actualmente se pueden


encontrar semilleros biodegradables de turba o fibra de
coco en los que no se requiere sacar la planta al momento
del trasplante, se hace directamente.

Incluso las cáscaras de huevo o los cartones de papel


higiénico pueden utilizarse como semilleros
biodegradables.

En el momento de preparar un semillero se recomienda la


utilización de mezclas de sustratos nutritivos con un alto
contenido de materia orgánica y buen drenaje.

Una mezcla que cumple con éstas características es 50%


fibra de coco o turba, 40% humus de lombriz o guano y
10% de perlita.

Algunas variedades de berenjenas, pimientos y otras


hortalizas requieren de una temperatura más alta para la
germinación, en estos casos se utilizan mini invernaderos o
camas calientes para proporcionar una temperatura más
elevada y estable.

Nos podremos encontrar con dos tipos de siembra. La


llamada de campo abierto y que consiste en la preparación
del terreno solamente y luego se deja que la naturaleza
actúe. Y por otra parte está la siembra a mano que implica
el lanzamiento de semillas en el terreno a sembrar.

Ese lanzamiento debe ser homogéneo y puede realizarse


cobre tierras planas, en surcos elevados, o en las llamadas
camas anchas

La pasteurización y esterilización, claves en liberar de


enfermedades.

Asimismo resulta importantísimo para obtener buenos


resultados que la tierra sobre la cual se esparcirán las
semillas se encuentre libre de enfermedades, los dos
procesos más convenientes en este sentido son los de
pasteurización y esterilización.

La pasteurización es un proceso de tipo término que tiene


la misión de reducir la presencia de agentes patógenos
tales como mohos, bacterias, levaduras.

Se llama así por su inventor, el químico francés Louis


Pasteur. Se trata de alterar lo menos posible la estructura
física, los componentes y las propiedades. Tras su
realización los productos deben enfriarse de inmediato y
ser sellados.

Siembra a tresbolillo

Es muy similar a la en hoyos, sólo que esta vez no se


hacen en línea recta, sino en zigzag. Se utiliza cuando se
siembra en platabandas, para repartir todas las plantas y
que haya optimización del espacio.

Es siembra en doble líneas pero las plantas entre sí


quedan alternas llegando a parecer que se siembra en zig
zag.

Siembra en almácigos

Estos métodos de siembra se realizan cuando las semillas


son muy pequeñas, tardan en germinar o las plantas
necesitan cuidados especiales. De esta forma se siembran
tomates, pimientos, berenjenas, lechugas, etc.

Los métodos de siembra en almácigos es esencial para


hortalizas que necesitan muchos cuidados en su
germinación.

El almácigo es un pequeño espacio de la huerta con buena


tierra o una cajonera especialmente preparada con tierra
abonada. Se coloca en un lugar cerca de una fuente de
agua y con protección a las heladas, sol directo, viento, etc.

Y por su parte la esterilización es un proceso que permite


obtener productos libres de microorganismos. Ahora bien,
se exige que este proceso esté estandarizado para así
garantizar la eliminación de los microbios. La metodología
térmica es la más empleada.
Entre los cultivos sembrados se destacan los siguientes:
avena, trigo, maíz y soja, entre otros.

Las semillas disponen de una gran relevancia en la


alimentación de los seres humanos y esto por supuesto
queda evidenciado en la labor humana de la siembra,
cosecha, secado, almacenado y distribución de las mismas,
entre otras fases.

Comportamientos y acciones del presente que dispondrán


de un efecto positivo o negativo en el futuro

En un sentido figurado, la palabra siembra se asocia a


aquellas acciones que en el presente manifiesta una
persona y que tendrán concretas consecuencias en el
futuro, lo que popularmente se conoce como cosecharás tu
siembra; si una persona realiza mayormente acciones
positivas, es decir, siembra cosas positivas, entonces será
recompensado conforme a esto, pero, si por el contrario la
siembra es de cosas negativas, los efectos coincidirán con
esto y serán dañinos para la persona.

Esta situación es fácil de apreciar en aquellas personas


que han dedicado su vida a ayudar a otras, más tarde o
más temprano, recibirán la devolución por ese accionar que
han tenido y entonces serán ayudados cuando lo
demanden. Mientras tanto, aquellas personas que lo único
que hacen es sembrar odio a su alrededor, lo más
probable, es que se vayan quedando solas.

Lo que uno hace en esta vida, como se comporta con el


alrededor, siempre tendrá un efecto, que podrá ser positivo
o bien negativo, pero siempre está en estrecha relación a
como se actuó.

Siembra Directa

La Siembra Directa es parte de un sistema integral de


producción de granos que evolucionó hacia la implantación
del cultivo sin remoción de suelo y con una cobertura
permanente del suelo con residuos de cosecha.

Uno de las principales limitantes no sólo en la Argentina


sino a nivel mundial en la producción de grano y pasturas,
es la cantidad de agua disponible para los cultivos.

En la mayoría de los casos este problema no es debido a la


falta de precipitaciones sino a problemas en la captación,
almacenaje y/o pérdidas por escurrimiento y evaporación
de la misma.

Esto se debe a que, el manejo tradicional de las tierras


produce la rotura de la estructura del suelo logrando cada
vez menos captación y almacenamiento de agua, a tal
punto que sólo es aprovechado el 50% del agua caída
como precipitaciones.
Junto con ellos además sufrimos una constante
disminución de la Materia Orgánica (M.O) del suelo
(Humus) debido a los constantes trabajos de labranza que
se realizan.

La M.O es fundamental tanto en la fertilidad química como


física del suelo.

Ella es fundamental, tanto para el aporte de nutrientes


como para mantener la estabilidad estructural de suelo y
con ello favorecer la dinámica del agua.

Siembra a voleo; Este método de siembra consiste en


esparcir las semillas al azar por el terreno. Se suele hacer
con la mano, intentando que la dispersión sea lo más
uniforme posible.

Cuando las semillas son muy pequeñas conviene


mezclarlas con arena o tierra para que la distribución sea
más regular.

La siembra de huerta con los métodos de siembra al voleo


es la más simple, solo se necesita esparcir semillas
manualmente.

Luego de esparcidas, se deberá cubrirlas con una capa de


tierra y realizar una pequeña presión para que no sean
movidas por el viento o la lluvia.
Este tipo de siembra se puede utilizar en zanahorias,
perejil, nabos o rábanos.

Un método de siembra así, requiere de un raleo cuando las


hortalizas ya alcanzan cierto tamaño para evitar que
generen competencia entre sí y darles lugar a desarrollarse
adecuadamente.

Siembra de precisión: Generalmente se realiza con


máquinas que están calibradas para depositar la semilla a
una distancia terminada una de otra.

La propia máquina realiza la siembra, desde la apertura del


surco, hasta el tapado.

También se puede realizar manualmente abriendo un


pequeño surco, depositando las semillas equidistantemente
y luego tapando el surco.

Esta siembra no necesita de raleo posterior, ya que cada


planta tendrá el espacio suficiente para crecer
cómodamente.

Este tipo de siembra se utiliza en semillas de tamaño


pequeño a medio como las de lechuga, escarolas, acelgas,
espinacas, remolachas, guisantes, maíz, etc.

Siembra en hoyos: El método de siembra en hoyos


consiste en formar pequeños agujeros en el terreno
siguiendo una línea recta. Se suele usar una azada o un
plantador para hacer los agujeros, en ellos se introducen
las semillas y, posteriormente se tapan. Se suele utilizar
para semillas de gran tamaño, como la calabaza, el
calabacín, las habas o las alubias.

En el caso de poner grupos de 4-5 semillas en cada hueco,


la siembra también puede llamarse “a golpes”.

La siembra

1. La siembra es una actividad agrícola que consiste en


colocar la semilla en el suelo.

Se denomina así al hecho de poner o esparcir semillas en


la tierra o en recipientes preparados para ello, con el fin de
que germinen y emerjan nuevas plantas.

2. Para tener una buena siembra es importante tomar en


cuenta el tamaño de la semilla, para saber la profundidad
de la siembra, las necesidades de espacio, agua y aire de
la planta, para establecer correctamente la distancia entre
plantas.

3. La profundidad de la siembra

La distancia de siembra

La época de siembra

4. Es la distancia a la cual va a ser enterrada la semilla.


La siembra demasiado profunda ocasiona muchas de las
fallas en establecer una población uniforme, por lo
consiguiente, el equipo de siembra debe estar provisto de
dispositivos eficientes y precisos para controlar la
profundidad.

5. Está condicionada por la climatología a la hora de la


germinación y el tipo de planta de que se trate.

Si la semilla plantea problemas para germinar, se


solucionan antes de la siembra mediante escarificación,
estratificación u otros procedimientos.

Por lo general las fechas de siembra se establecen en dos


períodos que son: de temporal y de riego.

6. El método de siembra manual, consiste en colocar la


semilla en la cama de siembra con la mano, según la época
y el cultivo.

7.En el método de siembra mecánico, se utilizan


sembradoras mecánicas.

La siembra mecánica solo funciona en terrenos planos y


los implementos son remolcados con tractor realizándose
con mayor rapidez y aprovechando al máximo el terreno de
cultivo.

8. La forma de siembra directa al campo,: consiste en


depositar la semilla en el lugar donde se va a desarrollar la
planta, es decir, donde germina y completa su ciclo
productivo.

Para ello las semillas deben guardar el marco de


plantación, que consiste en mantener las distancias
apropiadas que requiera el tamaño de la planta.

9. Se utiliza cuando las plantas necesitan cuidados


especiales en sus primeras etapas, por su delicadeza o
mientras alcanzan el tamaño adecuado para ser ubicados
en el sitio definitivo.

Es recomendable el uso de semilleros principalmente


cuando el costo de la semilla es alto y/o haya riesgo de
perder la semilla por ser pequeña.

Una vez crecida la plántula, se procede a trasplantar en su


lugar definitivo.

10. En las siembras al voleo, las semillas son distribuidas y


colocadas en forma no alineada y sí en forma dispersa.

Este sistema se utiliza en los cultivos de: pápalo, cilantro,


alfalfa, y la mayoría de los pastos, entre otros.

11. Si el tamaño de la semilla lo permite, es mejor realizar


la siembra en surcos, cubriendo con una capa fina de
suelo, tomando en cuenta que la profundidad de la siembra
varía de acuerdo al tamaño de la semilla.
Cuando la siembra se realice en surcos hay que tomar en
cuenta la distancia entre matas y puede ser depositada de
dos formas: a chorrillo o mateada.

12. La semilla es distribuida en hileras, las plántulas están


a una distancia de dos o tres centímetros de separación.
Este sistema se utiliza en los cultivos de: sorgo, cártamo,
mijo, cebada, soya, frijol, etc.

13. Las semillas son colocadas en el surco, en hilera, con


separación entre matas (figura 10), que es variable, de
acuerdo al cultivo.

Por ejemplo para el maíz varía de 30, 40, 60 hasta 80cm


entre matas. En el cacahuate la distancia entre matas varía
entre 40 y 60cm.

14. Al fondo del surco

En el talud del surco

En el camellón del surco

15. Los cultivos que se siembran de temporal, su semilla se


deposita en el fondo del surco.

Por ejemplo maíz, ajonjolí, sorgo, estropajo, etc.

16. Las semillas se siembran en el talud porque el cultivo


así lo exige, debido a algunas características ambientales o
la susceptibilidad del cultivo con la humedad del suelo, los
cultivos bajo estas condiciones son: jitomate, tomate,
jícama, calabacita, entre otros.

17. Las semillas son colocadas en el camellón del surco,


debido a la característica propia del cultivo y para tener un
buen manejo de las labores culturales, los cultivos bajo
este sistema son: frijol, soya, melón, hortalizas, etc.

18. Es necesario que algunos cultivos se establezcan en


melgas (pequeñas superficies de tierra separadas por
bordes), como son: el arroz, el pápalo, la alfalfa, el cilantro,
entre otros.

Para el caso de algunos cultivos como el arroz, es


necesario controlar la humedad ya que es indispensable
para su buen desarrollo y producción.

Tipos de siembra

Existen fundamentalmente dos tipos de siembra

Siembra directa: Es aquella en la que las semillas se


sitúan directamente en su emplazamiento definitivo.

La siembra directa requiere que el suelo tenga unas


determinadas condiciones de humedad y temperatura y
que haya sido preparado adecuadamente para recibir las
semillas. Igualmente debemos tener en cuenta lo que se
conoce como marco de plantación que incluye la
profundidad de sembrado o la distancia de plantación entre
semillas.

Siembra indirecta: Es cuando la semillas no se siembran


directamente sobre el suelo sino que se siembran a
cubierto para que puedan resistir las condiciones
ambientales o cuando se prefiera disminuir las perdidas de
semillas si se utiliza el método directo.

En este caso la siembra se efectúa en un semillero. Este


tipo de siembra garantiza un uso más eficaz de la semilla.
En el semillero las semillas no guardan las distancias
reales porque después deben trasplantarse a su lugar
definitivo.

¿Cómo obtener las semillas?

La mejor manera de disponer de semillas de calidad y


confianza es obtenerlas directamente de nuestras propias
plantas. No obstante, si pretendemos conseguir variedades
nuevas o no tenemos la voluntad o la confianza de producir
nuestras propias semillas, podemos recurrir a semillas
producidas en viveros especializados o centros de
jardinería.

Si vamos a un centro de calidad, podemos estar seguros


que compraremos semillas con garantía de éxito. Sin
embargo, hay que admitir que comprar buenas semillas
resulta más caro que producirlas en casa por lo que, al
menos, resulta muy interesante intentarlo.

Técnicas de siembra:

¿ cómo sembrar las semillas?

Las plantas silvestres comestibles crecen de manera


espontánea cuando la semillas caen en el suelo después
de ser dispersadas fundamentalmente por el viento o por
los animales. Sin embargo en horticultura es conveniente
conocer las técnicas de siembra para obtener los
resultados más satisfactorios.

Las principales maneras de sembrar son las siguientes:

Siembra a voleo: Se trata de un método de siembra directo


en el que se intenta que las semillas se distribuyan lo más
uniformemente posible sobre todo el terreno.

Este tipo de siembra se utiliza especialmente en los viveros


para sembrar semilleros.

Se trata de un tipo de siembra realizada al azar que


requiere gran cantidad de semillas y no resulta rentable
para la mayoría de los cultivos. Se utiliza
fundamentalmente con cultivos intensivos, sobre todo para
cereales o legumbres como el arroz, la soja, el trigo, el
heno, etc.
La siembra a voleo puede realizarse mecánicamente
mediante máquinas llamadas sembradoras o manualmente.

Las primeras garantizan una mayor rapidez y precisión


aunque resultan mucho más caras.

En la siembra a mano, el agricultor dispone de un


contenedor en donde se encuentran las semillas y las
siembra manualmente a medida que avanza por el campo.
Si se siembra a mano o cuando se siembran a voleo
semillas muy poco pesadas, es conveniente mezclarlas con
otros materiales más pesado como la arena para que
caigan con mayor facilidad en el lugar deseado. Además la
arena suele tener un color diferente al suelo por lo que
visualmente puede distinguirse si se ha realizado una
siembra bastante uniforme.

La siembra a voleo no garantiza una distribución uniforme


de las semillas.

Siembra en surco o chorrillo: En este caso se siembra


directamente en el surco una cantidad constante de
semillas, que posteriormente en algunos cultivos deberá
aclararse para que las plantas puedan crecer bien.

En otros casos se dejan crecer espontáneamente y no


hace falta aclarar. Muchas leguminosas o cereales se
siembran utilizando esta técnica. Si se utiliza esta técnica
se puede sembrar en el fondo del surco, tal como se hace
con el maíz o el sorgo, en los laterales o taludes del surco,
tal como se realiza con el tomate o la calabaza o en la
parte superior del surco o camellón, método que se lleva a
cabo en la mayoría de verduras y hortalizas.

En la siembra a chorrillo las semillas se distribuyen a lo


largo del fondo del surco.

Siembra espaciada o a golpes o siembra mateada en


surcos: Es una manera de sembrar en surcos pero dejando
una distancia considerable entre una semilla y otra o entre
dos grupos de semillas.

La distancia puede oscilar entre los 30 y los 80 cm. Es una


técnica que garantiza un uso más eficaz de las semillas y,
al mismo tiempo, evita o restringe el aclarado posterior.

En este caso tenemos cultivos como el maíz y los


cacahuetes En la siembra espaciada se siembran grupos
separados de 2 o 3 semillas si se trata de semillas grandes
o un grupos separados de varias semillas si se trata de
semillas más pequeñas.

Siembra de precisión: En este caso la siembra se realiza


mediante máquinas especialmente diseñadas para sembrar
semillas que se han distribuido previamente en paquetes
adecuados para cada tipo de cultivo.
La máquina, una vez se le ha calibrado la distancia y la
profundidad de siembra, introduce el paquete o píldora de
semillas en el terreno. Cada paquete contiene un envoltorio
que se deshace al cabo de poco tiempo para dejar las
semillas en contacto con el suelo.

Este tipo de siembra solamente se realiza en cultivos


intensivos porque permite ahorrar una cantidad muy
elevada de semillas.

Descripción

¿En qué consiste la siembra?

La siembra es una de las tareas más importantes a la hora


de tener un huerto y consiste en la forma de situar las
semillas en el sustrato, atendiendo a las condiciones que
son necesarias, para que se desarrollen las plantas que
deseamos cultivar.

Cada hortaliza tiene su particularidad pero a grandes


rasgos podemos dividir la siembra en dos grandes grupos:

Siembra directa: es aquella dónde la semilla se sitúa


directamente sobre el emplazamiento definitivo. Requiere
que el suelo tenga unas determinadas condiciones de
humedad y temperatura, y que haya sido preparado para
poder recibir a la semilla (esponjado y abonado).
En estos casos, debe ser tenido en cuenta el marco de
plantación de la hortaliza, que abarca tanto la profundidad
de sembrado como la distancia entre plantas adultas.

Siembra indirecta: es aquella en la que las semillas no se


siembran en la ubicación final.

Se siembran en cubierto, para que puedan resistir las


condiciones ambientales, se reduzcan las pérdidas,
garantizando un uso más eficaz de la semilla; o cuando se
desee hacer un cultivo escalonado que rentabilice la
utilización del emplazamiento definitivo.

En el semillero, las semillas no guardan distancias reales


por lo que aquí sólo es importante la profundidad de
plantación. Las distancias entre plantas se tendrán en
cuenta a la hora del trasplante.

Una de las grandes ventajas que tiene este método de


siembra provisional es el control de las condiciones de luz,
temperatura, espacio y sustrato que afectan a la planta.

Como hemos descrito en ambos métodos es importante la


profundidad de plantación, que debe ser aproximadamente
de dos a tres veces el tamaño de la semilla.

Algunos de los factores determinantes para escoger la


técnica adecuada de siembra para nuestras hortalizas son
las siguientes:
Según estos factores determinantes elegiremos:

Esto se recomienda también en la siembra de partes


vegetativas subterráneas (propágulos: tubérculos, bulbos,
rizomas, etc.).

Siembra indirecta: en almácigos o semilleros, cuando las


semillas son pequeñas y en el caso de cultivos
escalonados. En el primer caso se evita la pérdida de
semillas (erosión, viento, insectos, etc.).

En el segundo caso, se utiliza para adelantar el crecimiento


mientras el terreno o espacio final esté ocupado por otros
cultivos.

Siembra protegida o calefactada: la necesidad de alcanzar


una cierta temperatura óptima para la germinación, puede
conllevar al uso de invernaderos o camas calientes (por
ejemplo: solanáceas).

Tipos de siembra

SIEMBRA DIRECTA

1. Siembra a voleo Se esparcen las semillas al azar por


el terreno. Se suele hacer con la mano y en forma de
abanico, intentando que la dispersión sea lo más uniforme
posible. Si las semillas son muy pequeñas conviene
mezclarlas antes con sustrato para que la distribución sea
más regular.

Cuando ya las hemos esparcido permanecen en la


superficie, por lo que deberemos cubrirlas con una capa de
tierra y realizar una pequeña presión para que no sean
movidas por el viento o la lluvia. Este tipo de siembra se
puede utilizar en zanahorias, perejil, nabos o rábanos. Esta
siembra requiere de un clareo cuando las hortalizas ya
alcanzan cierto tamaño para evitar que crezcan muy juntas.

1. Siembra por filas o en surco Se realiza antes un surco


en forma de línea alargada sobre el que se colocan las
semillas a distancia variable según la hortaliza y las
necesidades del tipo de planta. A continuación se cierra el
surco con la azada para enterrar las semillas. Hay que
tener en cuenta que según la semilla que cultivemos la
profundidad del surco será mayor o menor.

Si la colocación de las semillas se hace de una forma


continua se denomina siembra “en chorrillo”. Si la siembra
en el surco se hace por grupos de semillas separadas por
una distancia se denomina siembra “a golpes” y es una
forma eficaz de evitar el posterior aclarado.

Este tipo de siembra se utiliza en semillas de tamaño


pequeño a medio como las de lechuga, escarolas, acelgas,
espinacas, remolachas, guisantes, maíz, etc.
Una variación de este tipo de siembra es la siembra en
montículos o bancales elevados, previamente preparados
con la azada y haciendo la línea en medio. La siembra en
montículo ayuda a un mejor drenaje del sustrato.

1. Siembra en hoyos Se hacen hoyos en el terreno


siguiendo una línea recta. Podemos ayudarnos de una
azada o de un plantador para hacer los agujeros,
introduciremos en ellos las semillas y, posteriormente se
taparán. Se suele utilizar para semillas de gran tamaño,
como la calabaza, el calabacín, las habas o las alubias.

En el caso de poner grupitos de 4-5 semillas en cada hoyo


la siembra también puede llamarse “a golpes”. También se
puede hacer en montículo preparando la tierra más elevada
con la azada y haciendo hoyos en medio.

1. Siembra a tresbolillo Es muy similar a la en hoyos,


sólo que esta vez no se hacen en línea recta, sino en
zigzag. Se utiliza cuando se siembra en bancales, para
repartir todas las plantas y haya optimización del espacio.
Se siembra en lineas pero las lineas entre si quedan
alternas llegando a parecer que se siembra en zig zag.

1. Siembra en almácigos o semilleros Se utiliza cuando


las semillas son muy pequeñas, tardan en germinar o las
plantas necesitan cuidados especiales. De esta forma se
siembran hortalizas como los tomates, pimientos,
berenjenas, coles, lechugas, etc.

El almácigo puede ser un pequeño espacio de la huerta


con buena tierra o una cajonera especialmente preparada
con tierra abonada, colocada en un lugar cerca de una
fuente de agua y con protección a las heladas, sol fuerte
directo, viento, etc.

Otra manera de realizar almácigos es sembrar en


recipientes individuales o semilleros. Existe una amplia
gama de envases que pueden ser destinados a esta
actividad, desde vasos de yogur, cartones de huevos y
tetrabrik reciclados, hasta macetitas individuales y
semilleros alveolares de adquisición comercial, etc.

Los materiales son muy diversos y actualmente se pueden


encontrar semilleros biodegradables de turba o fibra de
coco en los que no se requiere sacar la planta al momento
del trasplante, se hace directamente. Incluso las cáscaras
de huevo o los cartones de papel higiénico pueden
utilizarse como semilleros biodegradables.

Semillero biodegradable de cáscaras de huevo.

En el momento de preparar un semillero se recomienda la


utilización de mezclas de sustratos nutritivos con un alto
contenido de materia orgánica y buen drenaje. Una mezcla
que cumple con éstas características es 50% fibra de coco
o turba, 40% humus de lombriz o guano y 10% de perlita.

Algunas variedades de berenjenas, pimientos y otras


hortalizas requieren de una temperatura más alta para la
germinación, en estos casos se utilizan mini-invernaderos o
camas calientes para proporcionar una temperatura más
elevada y estable.

Siembra de semilleros en mini-invernaderos.

En medio de la situación actual las reflexiones son muchas.


Una de ellas, la cual considero muy importante, es el
estado actual de nuestro planeta. Pero aún más importante
para mí es lo que podemos hacer.

Una de las sugerencias que hemos venido escuchando por


muchos años es que debemos sembrar árboles y para esta
columna me gustaría contarles por qué es importante. En
mi caso, cuando he visto publicidad con respecto a esta
actividad, siempre se refiere a su valor en términos de
producción de oxígeno, resultante del proceso de
fotosíntesis. Como sabemos, esta molécula es fundamental
para la existencia de todos los animales, incluyéndonos.

Sin embargo, para este punto debo hacer una aclaración,


sin el objetivo de desanimar: los árboles sí producen
oxígeno, por supuesto, pero no son los mayores
productores de él en el mundo

¿Se les ocurre en este momento algún otro organismo que


tenga este papel? Las plantas producen aproximadamente
el 28% de este gas en la Tierra, pero es el fitoplancton,
organismo autótrofo (que se nutre de su propia materia
orgánica) que habita en el mar, el que más aporta,
liberando entre el 50% al 85% de dicha sustancia en el
planeta.

Como dije anteriormente, que esto no lo desanime. Que los


árboles no sean los mayores productores de oxígeno no
quiere decir que no sea fundamental el porcentaje que
generan para todos los organismos que requerimos de esta
molécula para nuestra existencia.

Esta aclaración la hago incluso con el objetivo de que no


nos quedemos con este único argumento para decidir
sembrarlos.

Ellos son muy importantes por esta y otras razones: la


generación de sombra, la regulación bioclimática debido a
que absorbe el agua por sus raíces y la devuelve al
ecosistema en forma de vapor a través del proceso llamado
evapotranspiración, favoreciendo la humedad.
Esto contribuye también a la regulación de las
temperaturas. Además, canalizan los vientos y enfrían los
ambientes de forma pasiva.

Así mismo, los árboles aumentan la fertilidad de los suelos,


debido a que la cantidad de materia orgánica se
incrementa. Gracias a sus raíces, disminuye la erosión que
generan el agua y el viento, reteniendo la tierra y evitando,
por ejemplo, los deslizamientos.

Con respecto al agua, cumplen un papel fundamental, pues


mejoran la infiltración y retención de esta, permitiendo que
lleguen a acuíferos subterráneos.

En cuanto a su relación con otros organismos: son usados


como alimento por innumerables seres vivos; son el hábitat
de animales y de otras plantas; son parte fundamental tanto
de la alimentación humana como de nuestra cultura pues
se utilizan con fines ornamentales, medicinales, de
construcción, obtención de combustibles y fibras. Los
árboles se relacionan con el embellecimiento de espacios
urbanos y con el bienestar físico y psicológico de los
individuos.

Estos son solo algunos beneficios.

No puedo dejar de referirme a su importancia en cuanto a


la captación de dióxido de carbono o CO2, el cual integra a
su biomasa (tallos, hojas, ramas y raíces), siendo este
compuesto un Gas de Efecto Invernadero (GEI) producido
en enormes cantidades diariamente, el cual proviene, en su
mayoría, de múltiples actividades humanas.

Es importante que si usted toma la decisión de sembrar un


árbol, tenga en cuenta entre sus opciones especies nativas
de la región geográfica donde se encuentra.

Para terminar de responder el interrogante planteado en el


título de esta columna, es importante que si usted toma la
decisión de sembrar un árbol, tenga en cuenta entre sus
opciones especies nativas de la región geográfica donde se
encuentra, es decir, que crezcan naturalmente en ese
lugar.

Estas variedades vegetales llevan miles de años


adaptándose tanto a condiciones físicas como químicas del
lugar donde usted vive, por lo tanto, interactúan con
animales y vegetales propios de su zona; además son
polinizadas por seres propios de esos sitios y hacen parte
de sus cadenas tróficas.

Tenga en cuenta algunos árboles nativos de Colombia que


puede sembrar: cedro, guayacán trébol, encenillo, entre
otros, que dejo en este enlace para que usted consulte.
Para tener una buena siembra es importante tomar en
cuenta el tamaño de la semilla, para saber la profundidad
de la siembra, las necesidades de espacio, agua y aire de
la planta, para establecer correctamente la distancia entre
plantas.

Es la distancia a la cual va a ser enterrada la semilla.

La siembra demasiado profunda ocasiona muchas de las


fallas en establecer una población uniforme, por lo
consiguiente, el equipo de siembra debe estar provisto de
dispositivos eficientes y precisos para controlar la
profundidad.

Está condicionada por la climatología a la hora de la


germinación y el tipo de planta de que se trate. Si la semilla
plantea problemas para germinar, se solucionan antes de la
siembra mediante escarificación, estratificación u otros
procedimientos. Por lo general las fechas de siembra se
establecen en dos períodos que son: de temporal y de
riego.

El método de siembra manual, consiste en colocar la


semilla en la cama de siembra con la mano, según la época
y el cultivo.

En el método de siembra mecánico, se utilizan


sembradoras mecánicas.
La siembra mecánica solo funciona en terrenos planos y
los implementos son remolcados con tractor realizándose
con mayor rapidez y aprovechando al máximo el terreno de
cultivo.

Se utiliza cuando las plantas necesitan cuidados especiales


en sus primeras etapas, por su delicadeza o mientras
alcanzan el tamaño adecuado para ser ubicados en el sitio
definitivo.

Es recomendable el uso de semilleros principalmente


cuando el costo de la semilla es alto y/o haya riesgo de
perder la semilla por ser pequeña.

Una vez crecida la plántula, se procede a trasplantar en su


lugar definitivo.

En las siembras al voleo, las semillas son distribuidas y


colocadas en forma no alineada y sí en forma dispersa.
Este sistema se utiliza en los cultivos de: pápalo, cilantro,
alfalfa, y la mayoría de los pastos, entre otros.

La semilla es distribuida en hileras, las plántulas están a


una distancia de dos o tres centímetros de separación. Este
sistema se utiliza en los cultivos de: sorgo, cártamo, mijo,
cebada, soya, frijol, etc.
Las semillas son colocadas en el surco, en hilera, con una
separación entre matas, que es variable, de acuerdo al
cultivo. Por ejemplo para el maíz varía de 30, 40, 60 hasta
80cm entre matas. En el cacahuate la distancia entre matas
varía entre 40 y 60cm.
Los cultivos que se siembran de temporal, su semilla se
deposita en el fondo del surco. Por ejemplo maíz, ajonjolí,
sorgo, estropajo, etc.

Las semillas se siembran en el talud porque el cultivo así lo


exige, debido a algunas características ambientales o la
susceptibilidad del cultivo con la humedad del suelo, los
cultivos bajo estas condiciones son: jitomate, tomate,
jícama, calabacita, entre otros.

Las semillas son colocadas en el camellón del surco,


debido a la característica propia del cultivo y para tener un
buen manejo de las labores culturales, los cultivos bajo
este sistema son: frijol, soya, melón, hortalizas, etc.

Es necesario que algunos cultivos se establezcan en


melgas (pequeñas superficies de tierra separadas por
bordes), como son: el arroz, el pápalo, la alfalfa, el cilantro,
entre otros. Para el caso de algunos cultivos como el arroz,
es necesario controlar la humedad ya que es indispensable
para su buen desarrollo y producción.
TÉCNICAS DE SIEMBRA

¿Qué es la siembra?
La siembra es el acto de colocar semillas en la tierra para
que germinen y desarrollen plantas nuevas.

¿Qué son las semillas?


Las semillas son la parte del fruto (también llamada pepita)
que dan origen a una nueva planta.

Al crecer, una semilla produce una planta adulta igual a la


que le dio su origen.

Las semillas están listas el momento que la planta decide


empezar a deshacerse de ellas. No es necesario secarlas y
se podrá sembrarlas de inmediato. Si el huerto es orgánico,
las semillas serán orgánicas.

Se pueden comprar semillas en tiendas especializadas u


otros lugares de venta. Se recomienda tener un proveedor
o una tienda de confianza que pueda garantizar la calidad
de las semillas. Las semillas orgánicas deben estar
certificadas o etiquetadas como orgánicas.

¿Qué si tengo dudas sobre la calidad de las semillas?


Si existen dudas acerca de la calidad de la semilla se
pueden hacer pruebas muy sencillas de germinación. Para
esto, se necesita un envase pequeño (vidrio, plástico,
cartón grueso u otros), un poco de algodón, papel
higiénico, agua y aproximadamente unas 10 semillas de la
hortaliza que se quiere sembrar. Preparación:

Llenar el envase con el algodón y verter un poco de agua


hasta que el algodón quede bien empapado.

Cubrir el algodón con el papel higiénico y colocar 10


semillas dispersas sobre el papel. Las semillas deben
germinar entre 5 a 10 días.

Si el porcentaje de germinación es menor al 50% será


mejor buscar otra semilleria o realizar nuevamente la
prueba con semillas nuevas.

¿Cómo se realiza la siembra?


La técnica de siembra debe realizarse según el tamaño de
la semilla y del tamaño del lugar a sembrar. Como regla
general, se recomienda sembrar a una profundidad de dos
veces el tamaño de la semilla.

Tipos de Siembra Existen dos tipos de siembra:


SIEMBRA DIRECTA: consiste en enterrar las semillas
directamente en el terreno definitivo.

SIEMBRA EN ALMÁCIGOS: Consiste en enterrar las


semillas en un lugar temporal hasta el momento que las
plantas tengan el tamaño adecuado para ser trasplantadas
al terreno definitivo. Como regla general, las plantas
pueden ser trasplantadas una vez que ya cuenten con al
menos cuatro hojas verdaderas - ojo que las dos primeras
hojas de la planta son hojas falsas (cotiledones).

¿Qué semillas se pueden sembrar directamente? Las


semillas de hortalizas aptas para la siembra directa, son:
Semillas grandes como ser las del pepino, zapallo, carote,
haba, arveja, vainitas y lentejas. Semillas de hortalizas de
raíz como ser las de la zanahoria, remolacha, rabanito y
nabo.

¿Cómo se prepara la tierra para la siembra directa?

La tierra que se prepara para una siembra se denomina


sustrato y está compuesta de una mezcla de tierra, abono y
arena.

La importancia de la profundidad de la siembra.


La siembra consiste en colocar la semilla bajo el suelo o
sustrato para que, al hidratarse, empiece con el proceso de
germinación que la llevará a formar una nueva planta
germinación sea dispareja o en el peor de los casos que no
logren emerger las plantas.

El mayor problema con el horticultor es que piensa que


debe sembrar la semilla lo más profundo posible para que
desarrolle mejor sus raíces y la planta sea más grande al
crecer; cuando lo que en verdad se está haciendo es
condenarla a pasar varias dificultades para que logre
emerger, si es que llega a hacerlo; estas dificultades son:
Va a estar más susceptible a las pudriciones por exceso de
humedad y poca aireación, ya que la semilla necesita de
oxígeno para germinar adecuadamente.

Va a estar más cerca de las plagas (Gusanos de tierra), las


cuales van a comerse la semilla o parte de ella, impidiendo
la germinación.

Va a gastar toda la energía que tiene para poder salir a la


superficie, por lo que, si logra emerger, va a ser muy
susceptible al ataque de plagas y enfermedades.

La profundidad de siembra está relacionada con el tamaño


de la semilla; La regla, aunque muchas veces no se
cumple, es que la profundidad no debe ser superior al
doble del tamaño de la semilla. Es decir mientras la semilla
es más pequeña la siembra será más superficial.
Siembra superficial de semillas de espinaca.
Muchas veces se suele enterrar la semilla a una
profundidad adecuada, pero al regar, las semillas salen a la
superficie por erosión

Del suelo, por eso se recomienda evitar el riego por


aspersión o usar la regadera, solo durante las primeras
semanas del cultivo.

¿Por qué variar el método de siembra?


Los métodos de siembra variará dependiendo de:

El tamaño de la semilla.

El tamaño final de la planta o tamaño de cosecha de la


misma.

La parte comestible de la planta (hoja, flor, fruto, raíz, etc.).

Las necesidades térmicas de la planta (temperatura óptima


de germinación).

Diversos métodos de siembra


Dentro de la siembra directa se encuentran la siembra al
voleo, la de precisión, en hoyos y a tresbolillo. Dentro de la
siembra indirecta se hablará sobre la siembra en
almácigos.
Este método de siembra consiste en esparcir las semillas al
azar por el terreno. Se suele hacer con la mano, intentando
que la dispersión sea lo más uniforme posible. Cuando las
semillas son muy pequeñas conviene mezclarlas con arena
o tierra para que la distribución sea más regular.

La siembra de huerta con los métodos de siembra al voleo


es la más simple, solo se necesita esparcir semillas
manualmente.

Un método de siembra así, requiere de un raleo cuando las


hortalizas ya alcanzan cierto tamaño para evitar que
generen competencia entre sí y darles lugar a desarrollarse
adecuadamente.

Siembra de precisión
Generalmente se realiza con máquinas que están
calibradas para depositar la semilla a una distancia
terminada una de otra.

La propia máquina realiza la siembra, desde la apertura


del surco, hasta el tapado.

También se puede realizar manualmente abriendo un


pequeño surco, depositando las semillas equidistantemente
y luego tapando el surco.
Esta siembra no necesita de raleo posterior, ya que cada
planta tendrá el espacio suficiente para crecer
cómodamente.

Este tipo de siembra se utiliza en semillas de tamaño


pequeño a medio como las de lechuga, escarolas, acelgas,
espinacas, remolachas, guisantes, maíz, etc.

SIEMBRA EN HOYOS
El método de siembra en hoyos consiste en formar
pequeños agujeros en el terreno siguiendo una línea recta.

Se suele usar una azada o un plantador para hacer los


agujeros, en ellos se introducen las semillas y,
posteriormente se tapan. Se suele utilizar para semillas de
gran tamaño, como la calabaza, el calabacín, las habas o
las alubias.

Siembra en almácigos
Los métodos de siembra en almácigos es esencial para
hortalizas que necesitan muchos cuidados en su
germinación.

El almácigo es un pequeño espacio de la huerta con buena


tierra o una cajonera especialmente preparada con tierra
abonada. Se coloca en un lugar cerca de una fuente de
agua y con protección a las heladas, sol directo, viento, etc.
A instancias de la agricultura y más formalmente se dice
que la siembra consiste en la plantación de semillas y una
vez que estas hayan germinado se desarrollarán las
plantas. Para que una siembra produzca sus frutos, es
decir, resulte efectiva será imprescindible contar y emplear
semillas que sean de excelente calidad, principalmente
debe tratarse de semillas sanas y que se encuentren libres
de cualquier tipo de contaminante que pueda afectar los
resultados.

Además hay que tener en cuenta el marco de plantación,


que pueden ser los siguientes:

Cuadrado o marco real (cuatro vientos): los ejemplares en


este sistema se ubican en los vórtices de un cuadrado que
se distribuyen en el terreno en forma contigua.

Rectangular: Es similar al cuadrado, pero varia la distancia


en un sentido con lo que se logra que las plantas se
ubiquen en los vórtices de un rectángulo.

Tresbolillo o triángulo equilátero: las plantas en ese tipo de


plantación deben formar entre si triángulos cuyos tres lados
sean iguales.

Con este método de plantación se coloca una mayor


cantidad de plantas por hectárea que utilizan el del
cuadrado.
Preparación de las semillas para lograr buenos
resultados.
En el caso de algunas semillas, antes de proceder a su
siembra será necesario realizar una preparación previa,
que podrá ser: de escarificación, de estratificación y
mojado, o lavado de las semillas con agua fría o tibia.

¿En qué consiste la siembra?

La siembra es una de las tareas más importantes a la hora


de tener un huerto y consiste en la forma de situar las
semillas en el sustrato, atendiendo a las condiciones que
son necesarias, para que se desarrollen las plantas que
deseamos cultivar.

Cada hortaliza tiene su particularidad pero a grandes


rasgos podemos dividir la siembra en dos grandes grupos:

Siembra directa:

es aquella dónde la semilla se sitúa directamente sobre el


emplazamiento definitivo.

Requiere que el suelo tenga unas determinadas


condiciones de humedad y temperatura, y que haya sido
preparado para poder recibir a la semilla (esponjado y
abonado).
En estos casos, debe ser tenido en cuenta el marco de
plantación de la hortaliza, que abarca tanto la profundidad
de sembrado como la distancia entre plantas adultas.

Siembra indirecta:

es aquella en la que las semillas no se siembran en la


ubicación final.

Se siembran en cubierto, para que puedan resistir las


condiciones ambientales, se reduzcan las pérdidas,
garantizando un uso más eficaz de la semilla; o cuando se
desee hacer un cultivo escalonado que rentabilice la
utilización del emplazamiento definitivo.

Una de las grandes ventajas que tiene este método de


siembra provisional es el control de las condiciones de luz,
temperatura, espacio y sustrato que afectan a la planta.

Como hemos descrito en ambos métodos es importante la


profundidad de plantación, que debe ser aproximadamente
de dos a tres veces el tamaño de la semilla.

Algunos de los factores determinantes para escoger la


técnica adecuada de siembra para nuestras hortalizas son
las siguientes:

El tamaño de la semilla.
El tamaño final de la planta o tamaño de cosecha de la
misma.

Según estos factores determinantes elegiremos:

Siembra directa:

como norma general, cuando las semillas son de un cierto


tamaño (por ejemplo: cucurbitáceas) o si la parte
comestible es subterránea (raíces: zanahorias, remolachas,
chirivías, nabos, rábanos, etc.), se recomienda que la
siembra se haga directamente sobre el terreno, evitando
que se deformen o se dañen al momento del trasplante.

Esto se recomienda también en la siembra de partes


vegetativas subterráneas (propágulos: tubérculos, bulbos,
rizomas, etc.).

Siembra indirecta:

en almácigos o semilleros, cuando las semillas son


pequeñas y en el caso de cultivos escalonados. En el
primer caso se evita la pérdida de semillas (erosión, viento,
insectos, etc.).

En el segundo caso, se utiliza para adelantar el crecimiento


mientras el terreno o espacio final esté ocupado por otros
cultivos.
Siembra protegida o calefactada: la necesidad de alcanzar
una cierta temperatura óptima para la germinación, puede
conllevar al uso de invernaderos o camas calientes (por
ejemplo: solanáceas).

Tipos de siembra

SIEMBRA DIRECTA

Siembra a voleo

Se esparcen las semillas al azar por el terreno. Se suele


hacer con la mano y en forma de abanico, intentando que
la dispersión sea lo más uniforme posible. Si las semillas
son muy pequeñas conviene mezclarlas antes con sustrato
para que la distribución sea más regular.

Cuando ya las hemos esparcido permanecen en la


superficie, por lo que deberemos cubrirlas con una capa de
tierra y realizar una pequeña presión para que no sean
movidas por el viento o la lluvia.

Este tipo de siembra se puede utilizar en zanahorias,


perejil, nabos o rábanos.

Esta siembra requiere de un clareo cuando las hortalizas


ya alcanzan cierto tamaño para evitar que crezcan muy
juntas.
Siembra por filas o en surco

Se realiza antes un surco en forma de línea alargada sobre


el que se colocan las semillas a distancia variable según la
hortaliza y las necesidades del tipo de planta.

A continuación se cierra el surco con la azada para enterrar


las semillas.

Hay que tener en cuenta que según la semilla que


cultivemos la profundidad del surco será mayor o menor.

Este tipo de siembra se utiliza en semillas de tamaño


pequeño a medio como las de lechuga, escarolas, acelgas,
espinacas, remolachas, guisantes, maíz, etc.

Siembra en hoyos

Se hacen hoyos en el terreno siguiendo una línea recta.


Podemos ayudarnos de una azada o de un plantador para
hacer los agujeros, introduciremos en ellos las semillas y,
posteriormente se taparán. Se suele utilizar para semillas
de gran tamaño, como la calabaza, el calabacín, las habas
o las alubias.
En el caso de poner grupitos de 4-5 semillas en cada hoyo
la siembra también puede llamarse “a golpes”. También se
puede hacer en montículo preparando la tierra más elevada
con la azada y haciendo hoyos en medio.

Siembra a tresbolillo

Es muy similar a la en hoyos, sólo que esta vez no se


hacen en línea recta, sino en zigzag. Se utiliza cuando se
siembra en bancales, para repartir todas las plantas y haya
optimización del espacio.

TIPOS DE SEMBRADORAS

Las máquinas sembradoras tiene como misión colocar en


el terreno, bien sobre todas la superficie o bien en líneas
equidistantes, las más diversas clases de semillas, sin
dañarlas y a una profundidad uniforme.

Las sembradoras se pueden clasificar según el sistema de


siembra requerido:

A voleo: distribución al azar de las semillas sobre toda la


superficie del terreno.

En líneas o a chorrillo: Colocación aleatoria de las semillas


en un surco, cubriéndolas, para dar líneas definitivas.
A golpes: Colocación de grupos de semillas a distancias
definidas, en líneas.

Monograno: colocación precisa de semillas individuales a


distancia definidas, en línea.

• Sembradoras a voleo.

• Sembradoras en línea.

• Sembradoras a golpes y monograno (de precisión)

Sembradoras a voleo.

Consiste en depositar uniformemente las semillas sobre


toda la superficie a sembrar, y una vez depositada
enterrarla con gradas de púas, rulos, etc.

Estas sembradoras suelen ser de construcción muy


simple, distinguiéndose dos tipos: centrífugas y de
descarga libre.

Las primeras coinciden con las abonadoras centrífugas, y


aunque se puede conseguir una buena precisión en el
reparto, ofrece problemas similares a la siembra manual:
consumo excesivo de semilla e imposibilidad de la posterior
mecanización de las binas o labores secundarias de cultivo.

Las sembradoras de descarga libre son análogas a las


sembradoras de chorrillo a las que se les suprimen los
tubos de caída, dejando caer la semilla libremente a poca
altura. Van provistas, en su parte posterior, de una grada
de púas o de rodillos para enterrar ligeramente la semilla.

Este tipo de siembra es apropiada para semillas pequeñas


y, especialmente para pratenses.

Las máquinas sembradoras tiene como misión colocar en


el terreno, bien sobre todas la superficie o bien en líneas
equidistantes, las más diversas clases de semillas, sin
dañarlas y a una profundidad uniforme.

Consiste en depositar uniformemente las semillas sobre


toda la superficie a sembrar, y una vez depositada
enterrarla con gradas de púas, rulos, etc.

Estas sembradoras suelen ser de construcción muy


simple, distinguiéndose dos tipos: centrífugas y de
descarga libre.

Las primeras coinciden con las abonadoras centrífugas, y


aunque se puede conseguir una buena precisión en el
reparto, ofrece problemas similares a la siembra manual:
consumo excesivo de semilla e imposibilidad de la posterior
mecanización de las binas o labores secundarias de cultivo.

Van provistas, en su parte posterior, de una grada de púas


o de rodillos para enterrar ligeramente la semilla.
Este tipo de siembra es apropiada para semillas pequeñas
y, especialmente para pratenses.

Con las sembradoras en línea o de chorrillo se consigue


depositar de forma continua sobre cada línea de siembra
una determinada cantidad de grano.

Las operaciones que realizan estas máquinas son:

El órgano de distribución es un parte esencial de la


sembradora, debe permitir una gran regularidad de
siembra, y según su polivalencia podrá ser utilizada para
distintas especies de semillas. Pueden ser de rodillos,
centrífugas y neumáticas.

Las sembradoras con elemento dosificador de rodillos


llevan uno en cada línea de siembra, montados sobre un
mismo eje giratorio. Se trata de un rodillo acanalado, una
rueda de dientes o cucharillas.

En las sembradoras con distribuidor neumático, la semilla


es dosificada en un solo cilindro situado debajo de la tolva,
a cuya salida es recogida por una corriente de aire y
llevada a una cabeza distribuidora que los distribuye a los
tubos de descarga.

Enterrar el grano. La propia reja puede realizar esta


operación, aunque se pueden utilizar otras rejas, rastras,
cadenas, etc.
Comprimir el suelo alrededor de la semilla, mediante
rodillos y así favorecer el aumento de la humedad entorno
a la ella.

Sembradoras a golpes y monograno.

La siembra a golpes consiste en colocar una determinada


cantidad de grano sobre cada línea de siembra, de forma
intermitente y de tal forma que los granos queden
separados entre sí una distancia constante.

Mientras que la siembra monograno o de precisión se


busca colocar semillas individuales a distancias exactas
unas de otras.

Esta siembra permite:

Ahorro de semillas a aplicar.

Exactitud en la superficie unitaria de las plantas para una


productividad óptima.

Mayor facilidad para realizar labores de cultivo


mecanizadas.

Disminución de las faenas de escarda y aclareo.

Siembra a distancia definitiva

Óptimas condiciones para la recolección.


Existen distribuidores mecánicos (de plato vertical, plato
oblicuo, plato horizontal y de correa) y neumáticos.

COSECHA

Cualquier sistema de conservación del suelo debe


comenzar con un manejo adecuado de los restos de la
cosecha de cultivo.

En definitiva se trata de conseguir que su distribución en el


suelo sea uniforme y suficiente para que quede protegido.

El picado y distribución de los restos vegetales de los


cultivos puede llevarse a cabo durante la cosecha o poco
después de ésta. En el caso de los cereales (trigo, cebada,
avena), si se empaca gran parte de paja se facilita la
siembra del cultivo siguiente, al permanecer sobre el suelo
poca cantidad de residuos; no obstante, en este caso
disminuye la presencia de cubierta protectora del suelo,
como antes se ha comentado.

En el caso de que no se empaque la paja, ésta se debe de


picar y esparcir; operaciones que pueden llevarse a cabo
con la propia cosechadora, dotándola del sistema de
picado-esparcimiento correspondiente. Dicho sistema se
adosa en su parte posterior en el caso del trigo y de la
cebada, o en la barra de corte, en el caso de otros cultivos
como son el maíz y el girasol.
En el laboreo mínimo (labranza vertical o reducida antes de
la siembra) la presencia de residuos disminuye y la
operación de siembra es menos comprometida.

En la siembra directa, en cambio, se requiere maquinaria


específicamente diseñada o la adaptación de componentes
originalmente destinados a sembrar en suelo labrado sin
residuo, para que sean capaces de operar con restos de
cosechas de distintas formas y situaciones (anchos o
estrechos, largos o cortos, en pie o tendidos, unidos al
suelo o sueltos). En una próxima ficha técnica se abordará
con profundidad este tema.

También es preciso comentar que, en contra de una


creencia generalizada entre los que se inician en la siembra
directa, los equipos funcionan mejor cuando la superficie
del suelo está seca que cuando está húmeda.

Las sembradoras directas deben reunir las siguientes


características:

Peso suficiente para atravesar los residuos vegetales.

Rigidez y resistencia de sus elementos para soportar las


mayores cargas.

Posibilidad de regular la dosificación y esparcimiento de


semillas de distinto tamaño y asegurar su adecuado
recubrimiento.
Los tractores que arrastren las sembradoras directas
deberán tener en términos generales unos 60-80 CV (45-60
kW). Dicha exigencia no suele ser debida a la fuerza que
requiere la tracción o tiro, sino al peso de la sembradora,
que puede crear problemas en el elevador y de estabilidad
en pendientes y en virajes, sobre todo en máquinas
suspendidas.

Así, raramente aparecen los de preparación de la hilera


(que a veces se limitan a apartar los residuos) y los de
fijación de la semilla (rueda semineumática de pequeño
diámetro y espesor cuyo objeto es aproximar la semilla al
suelo y facilitar su germinación).

El control de la profundidad conviene llevarlo a cabo


individualmente en cada una de las líneas de siembra, y a
ser posible, en el elemento de apertura del surco, aunque
también se puede regular en los de corte de residuos o en
los de cierre del surco. De esta forma se consigue una
mayor uniformidad en la siembra.

El lastrado de la sembradora puede favorecer la


penetración en el suelo y así una mayor profundidad de
siembra. Para conseguir lo anterior también pueden usarse
muelles de compresión.

Para ello se puede recurrir a elementos separadores o


cortadores (Hernanz, 1997) Los elementos separadores No
se pueden utilizar en las sembradoras a chorrillo por la
poca distancia entre las líneas, quedando reducida su
aplicación a la siembra de cultivos en hileras.

Los de franja ancha (pocas ondulaciones) se adaptan mejor


a suelos pesados con abundante cantidad de residuos. Los
de franja estrecha (muchas ondulaciones) penetran más en
el suelo, siendo utilizados en condiciones de suelos duros y
en renovación de pastos.

En términos generales, cuanto más grandes, mejor se


comportan, si bien requieren más peso. También se usan a
veces elementos accionados tipo fresadora. Estos
elementos van a veces montados en un bastidor
independiente, lo que permite una mayor separación con
los elementos posteriores, facilitando una mejor circulación
de los residuos.

Los elementos de preparación de la hilera se limitan a


apartar los residuos, y como se ha comentado
anteriormente se omiten en muchos modelos.

Los elementos de apertura del surco de siembra pueden


estar precedidos o no por los elementos de corte de
residuos; es frecuente que el corte de residuos y apertura
del surco lo realice un mismo elemento. Su trabajo
depende de la velocidad de avance, tipo y estado del suelo
y residuo y de la profundidad de siembra.
Los discos suelen ser más pequeños que los de corte de
residuos para reducir la fuerza de corte necesaria, con la
limitación de evitar los atascos.

El peso necesario puede llegar a los 180 kg por disco. Las


rejas deben ser agudas y atacar con un ángulo elevado
(casi verticales), lo que lleva a que necesiten bastante
menos peso por unidad. En el segundo grupo encontramos
rejas de tipo bota, cincel, sable y ala ancha. Una
característica común es la necesidad de una gran
separación entre los brazos para evitar la acumulación de
residuos por lo que se montan en al menos tres filas.

Los elementos de fijación de la semilla consisten en rueda


semineumática de pequeño diámetro y espesor cuyo objeto
es aproximar la semilla al suelo y facilitar su germinación.
Se omiten en muchos modelos.

Los elementos de cubrimiento de las semillas, si se


emplean, suelen consistir en un disco único inclinado, en
dos discos inclinados, o dedos flexibles que facilitan el
aporcado del surco (Fig. 4).

Las ruedas compactadoras son los elementos de cierre y


fijación del surco de siembra y pueden servir de rueda de
accionamiento de los elementos distribuidores de semillas.
Son de anchura y posiciones diversas y a veces se usan
para colocar lastre o para la actuación de muelles
compresores.

Se montan individualmente o en bandas. Pueden ser


simples (neumáticas, acanaladas) o dobles (en ángulo o
verticales).

Asegurar el contacto adecuado suelo-semilla es


fundamental para una buena germinación, cubriéndola y
evitando que entre en contacto con terrones gruesos o
residuos enterrados.

Deben ser ajustables y pueden basarse en una rueda


compactadora trasera, ruedas controladoras laterales
simples o dobles en el elemento de apertura del surco o
patines, ruedas en “tandem”, ruedas reguladoras de la
elevación de la estructura y bandas cilíndricas en las
cuchillas simples o dobles de corte de residuos (Fig. 5).

Si incorporan elementos de abonado, éstos deben situarse


bajo el suelo y próximos a la línea de siembra.

Pueden utilizar un abridor propio o aprovechar los de la


sembradora. La distribución de microgránulos e incluso
herbicidas en la línea de siembra es aconsejable por el
ahorro de producto y tiempo, a pesar de retrasar la
realización de la siembra.
Se pueden clasificar en base a los siguientes aspectos:

Distancia entre líneas de siembra.

Tipo de siembra (precisión, chorrillo).

Elementos de corte del suelo y residuos (rejas o discos).

Sistema de distribución de semillas (mecánico o


neumático).

Sembradoras de cultivos en hileras.

La acumulación de residuos y el bloqueo de los elementos


de siembra no es frecuente debido a la distancia entre
líneas (alrededor de 60 cm).

Están provistas de cuchillas circulares de corte de residuos,


elementos de preparación de la hilera, de apertura del
surco de siembra y opcionalmente de elementos para
incorporar abonos y pesticidas, y la posibilidad de usar
muelles para aumentar la fuerza de corte de las unidades.

En los casos en que no hay que circular y/o cultivar entre


líneas y por conveniencia de la producción las líneas se
pueden aproximar por debajo de los 50 cm, siendo
necesario a veces que las líneas se agrupen para que
dejen espacio para zonas no sembradas por donde circulen
las ruedas.
La acumulación de residuos y bloqueo de unidades puede
presentarse cuando la distancia entre líneas es pequeña.

Sembradoras chorrillo

Las primeras se usan en climas secos presentando


frecuentemente una rueda compactadora para asegurar el
contacto semilla-suelo.

Las rejas deben espaciarse y disponerse para que


favorezcan la circulación de los residuos.

Modelos con cortadores de residuos delante de las rejas


permiten llevar a cabo satisfactoriamente siembras con alta
densidad de rastrojo de trigo sin atascos. El contenido de
humedad y la orientación del rastrojo afecta a la cantidad
de éste que puede ser tolerada.

A veces el control de la profundidad es individual en cada


elemento de siembra. Las sembradoras de chorrillo
neumáticas son la conjunción de dos máquinas: una
sembradora de chorrillo de distribución neumática
centralizada y una máquina de apertura de surco (y corte
de residuos) de discos.

Estas máquinas pueden operar con una gran cantidad de


residuos y suelen tener un gran tamaño y capacidad de
trabajo.
En algunos casos tienen control individual de la
profundidad generalmente con ruedas de presión. Diversas
características de las mismas se indican en la Tabla 2.

Arrastre de restos vegetales.

Los residuos vegetales pueden acumularse si se arrastran


por los elementos de apertura del surco, ruedas de soporte
o elementos del bastidor.

La eliminación de los salientes de los elementos de las


líneas también ayuda. Piedras/ diversos obstáculos vs
control de la profundidad de siembra. En el caso de que
haya muchas piedras o obstáculos diversos en el suelo, se
requiere reducir la velocidad de siembra para no dañar a la
sembradora.

En tales situaciones podría aconsejarse en términos


generales el uso de sembradoras de rejas.

Se describen los principales componentes y características


de las “sembradoras directas”, diseñadas para realizar la
siembra sobre rastrojo o restos vegetales del cultivo
anterior esparcidos sobre el suelo (siembra directa).

Se indican las marcas y modelos comerciales actualmente


disponibles en el mercado español, principales
Características y dirección/ teléfono de los proveedores. Se
comentan diversos aspectos técnicos que pueden ayudar al
agricultor a la elección del tipo de sembradora directa para
fincas de diversas características

Definición de las máquinas sembradoras y de sus


principales características

Las máquinas sembradoras tiene como misión colocar en


el terreno, bien sobre todas la superficie o bien en líneas
equidistantes, las más diversas clases de semillas, sin
dañarlas y a una profundidad uniforme.

Las sembradoras se pueden clasificar según el sistema de


siembra requerido:

A voleo: distribución al azar de las semillas sobre toda la


superficie del terreno.

En líneas o a chorrillo: Colocación aleatoria de las


semillas en un surco, cubriéndolas, para dar líneas
definitivas.

A golpes: Colocación de grupos de semillas a distancias


definidas, en líneas.

Monograno: colocación precisa de semillas individuales a


distancia definidas, en línea.
SEMBRADORAS A VOLEO
las primeras coinciden con las abonadoras centrífugas, y
aunque se puede conseguir una buena precisión en el
reparto, ofrece problemas similares a la siembra manual:
consumo excesivo de semilla e imposibilidad de la posterior
mecanización de las binas o labores secundarias de cultivo.

Las sembradoras de descarga libre son análogas a las


sembradoras de chorrillo a las que se les suprimen los
tubos de caída, dejando caer la semilla libremente a poca
altura.

Función principal

Distribuir de manera uniforme, en toda la superficie de la


parcela, las semillas de las especies conocidas como
pratenses.

La máquina incluye los elementos de dosificación


proporcional al avance y unos elementos de enterrado
sencillos que dejan las semillas muy próximas a la
superficie.

Condiciones de utilización y prestaciones

Las dosis de siembra se pueden ajustar normalmente entre


5 y 50 kg/ha.
Potencia recomendada de 10 a 15 CV ((8 a 11 kW) por
metro de anchura de trabajo; velocidad de trabajo de 7.0 a
9.0 km/h; eficiencia en parcela: de 0.60 a 0.80.

Sembradora específica para pratenses con rodillos


acanalados

SEMBRADORAS EN LÍNEA
la sembradora mecánica en líneas se emplea para enterrar,
en surcos paralelos, todo tipo de semillas de cereales de
otoño e invierno, es decir, trigo, colza, cebada, soja, alfalfa,
etc.

Este tipo de sembradora distribuye la semilla de forma


mecánica.

La sembradora mecánica en la versión combinada


fabricada por Breviglieri se acopla al tractor y trabaja
gracias a la acción de las ruedas de transmisión de tipo
mecánico: está conectada mediante un enganche rápido a
gradas rotativas o un cultivador rotativo.

La combinación de preparación del suelo y siembra permite


efectuar dos operaciones en una con lo cual se disminuye
considerablemente el consumo de carburante y el tiempo
de trabajo del operador y se evita la excesiva compactación
del suelo al reducir el número de pasadas del tractor.
Las operaciones que realizan estas máquinas son:
Dosificar y depositar la semilla en el surco realizado. Se
realiza por medio de los órganos distribuidores y de los
tubos de caída.

El órgano de distribución es un parte esencial de la


sembradora, debe permitir una gran regularidad de
siembra, y según su polivalencia podrá ser utilizada para
distintas especies de semillas. Pueden ser de rodillos,
centrífugas y neumáticas.

Las sembradoras con elemento dosificador de rodillos


llevan uno en cada línea de siembra, montados sobre un
mismo eje giratorio. Se trata de un rodillo acanalado, una
rueda de dientes o cucharillas.

Una vez en el interior, por unas aletas soldadas al cono,


son sometidas a fuerzas que originan su ascensión hasta
llegar a la tapa superior donde existen agujeros por los que
penetran en los tubos de caída y son dirigidas hacia las
botas de apertura del surco de siembra.

Enterrar el grano.

La propia reja puede realizar esta operación, aunque se


pueden utilizar otras rejas, rastras, cadenas, etc.
Comprimir el suelo alrededor de la semilla, mediante
rodillos y así favorecer el aumento de la humedad entorno
a la ella.

Sembradoras a golpes y monograno (de precisión)

Sembradora monograno de 6 cuerpos con abonado y


distribución de microgránulos.

Sembradora monograno de 6 cuerpos con abonado y


distribución de microgránulos.

MAGRAMA La siembra a golpes consiste en colocar una


determinada cantidad de grano sobre cada línea de
siembra, de forma intermitente y de tal forma que los
granos queden separados entre sí una distancia constante.
Mientras que la siembra monograno o de precisión se
busca colocar semillas individuales a distancias exactas
unas de otras.
Por tanto, una sembradora de precisión es aquella que
deposita a profundidad uniforme y a distancias iguales el
grano, consiguiendo además un paralelismo entre líneas.

En este tipo de maquinaria, un elemento esencial es el


mecanismo distribuidor, concebidos para que suelten las
semillas individualmente, una tras otra, con intervalos
regulares.
Existen distribuidores mecánicos (de plato vertical, plato
oblicuo, plato horizontal y de correa) y neumáticos.

La siembra directa reduce ese riesgo con máquinas


especiales que depositan semillas sobre terrenos sin
preparación previa y cubiertos con rastrojos o restos de la
cosecha anterior.

Ambas imágenes vienen a la mente al nombrar la siembra


en un campo de labor. Pero también existe un método que
prescinde de abrir surcos tan profundos y le basta con una
estrecha franja donde depositar las semillasForma parte de
la llamada agricultura de conservación, cuyo objetivo es
proteger de la erosión los suelos, es decir, del desgaste del
terreno y “la pérdida de las capas más fértiles” por la acción
del agua, el viento y el ser humano, como explica Jesús
Antonio Gil, catedrático de Ingeniería Agroforestal de la
Universidad de Córdoba (España).

Varios tipos de extensos techos verdes

Las cubiertas vegetales se plantan a menudo con Sedum,


pero los tejados verdes también pueden tener otros tipos
de plantas, cada uno con su denominación, aspecto,
funcionalidad y ventajas.
Así, la siembra directa permite una alteración del suelo
menor que el cultivo convencional de arado o vertedera.

“Este sistema de manejo se caracteriza porque no se


realiza ningún tipo de labor mecánica sobre el terreno, al
menos el 30% de su superficie se encuentra protegida por
los restos vegetales del cultivo anterior y la siembra se
realiza con maquinaria específica habilitada para sembrar
sobre dichos restos”, detalla Gil.

Sembrar sin labranza Fundamentalmente se diferencian


de las tradicionales en el tren de siembra, más robusto ya
que debe transmitir al suelo una presión mucho mayor para
asegurar un correcto corte del rastrojo y la adecuada
posición y distancia de las semillas.

Ventajas e inconvenientes de la labranza cero

Se conoce como agricultura de conservación, y en ella se


busca intentar aprovechar las condiciones que el suelo
ofrece, sin llegar a modificar o, por lo menos, mínimamente,
la estructura del suelo. Si las plantas crecen en él es
porque reúne las condiciones mínimas y por tanto, no ha de
someterse a modificaciones.
Hoy en día, la agricultura que se practica a grandes escalas
rechaza este método y realiza arados del terreno una vez
se incorpora el siguiente cultivo. A veces con subsolados
para enterrar las cosechas anteriores.

Seguramente, cuando mencionemos las ventajas de esta


técnica de labranza cero mencionaremos algunas que
también se comentaron en las razones por las que se debe
arar el suelo Bueno, es algo más complicado puesto que
dada la complejidad del suelo, la mejora de una variable
implica la mejora de otra o bien, el empeoramiento de
otras.

Como ya dijimos, hay varias formas de fijar nitrógeno, y no


sólo lo realizan algunos microorganismos. La atmósfera, a
través de la lluvia, por ejemplo, también consigue fijar
nitrógeno.

Se está ahorrando el paso de tractores para labrar el suelo


y para abonarlo inicialmente, además del jornal que habrá
que pagar al conductor y el tiempo que se necesita para
realizar dicha operación.

Aunque parezca mentira, todas las variables que


intervienen en el uso de la maquinaria agrícola están muy
estudiadas.
Sin embargo, eso no quiere decir que bajo la labranza cero
no se utilice maquinaria agrícola. Con esto nos estaríamos
ahorrando cerca del 80 % del pase de maquinaria, pero
habrá que utilizarla para recolectar (en algunos casos),
aplicar productos como abonos o productos químicos.

Si con la labranza cero obtienes buenos rendimientos,


perfecto. No hay nada que decir. Pero si el suelo tiene
problemas de drenaje, la estructura no es buena o no hay
buenos niveles de materia orgánica, sí que se ha de
plantear realizar una modificación de todas estas
propiedades, mediante el arado.

Si se hace bien, esta «nueva» composición de la tierra


durará muchos años y se podrá volver a la labranza
mínima.

La maquinaria para siempre directa se clasifica en dos


grandes grupos: sembradoras de chorrillo y de precisión.

Las primeras se emplean en la siembra de cereales y otras


semillas. “Se llaman de chorrillo porque proyectan un
chorro de semillas separadas en líneas, que al crecer se
terminan juntando y cubriendo el suelo”, matiza Gil. Son
más pesadas y caras debido a los discos que utilizan para
cortar el rastrojo.
“Se trata de las sembradoras más extendidas porque
garantizan la distancia entre las líneas de siembra y el
número de semillas por metro”, explica este artículo
elaborado por el profesor universitario Mariano Vidal.

Descripción de las sembradoras del tipo «en línea» o de


«chorrillo», perteneciente al catálogo de fichas técnicas de
maquinaria agrícola del Observatorio de tecnologías
probadas del MAGRAMA. Con este tipo de maquinaria
agrícola se consigue depositar de forma continua sobre
cada línea de siembra una determinada cantidad de grano

Función principal

La máquina incluye los elementos que se encargan tanto


de la apertura del surco como del tapado de las semillas
(botas de siembra).

Debe de garantizar que en el surco queden depositadas un


número constante de semillas por cada 10 cm de longitud
de surco, así como una dosis de siembra ajustable en
función de la especie vegetal considerada.

Los elementos principales son:

Tolva, que suele ser única, ocupando toda la anchura de la


máquina o bien la parte central en el caso de que los
laterales de siembra sean plegables.
Dosificadores de tipo continuo que garantizan la salida
desde la tolva de un caudal constante de grano.

En función de las dimensiones de los elementos


dosificadores se pueden adaptar a la siembra de semillas
de diferente tamaño.

En los casos de dosificación centralizada el transporte del


grano sobre el tubo de caída se hace impulsado por una
corriente de aire.

Bota de siembra que se encarga de abrir el surco de tipo


reja o de disco.

Sembradora del tipo en línea o chorrillo, con dosificación


centralizada y transporte neumático

Sembradora con dosificación centralizada y transporte


neumático

Las de reja ofrecen perfiles diferentes adaptados a las


condiciones del suelo.

Para anchuras de trabajo superiores a 3 m la máquina


debe de incorporar elementos que permitan su transporte
viario (plegado o transporte en sentido transversal).

Tipos y tipologías

Anchura de trabajo normales entre 2 y 7 m (10 m o más en


equipos especiales).
Espaciamiento entre botas: normal de 11 a 25 cm; especial
30 a 50 cm.

Dosificadores: cilindros acanalados, cilindros con dedos,


cucharillas, complementados en ocasiones mediante
corriente de aire.

El accionamiento del dosificador proporcional al avance se


realiza mediante una rueda motriz asociada a la
sembradora.

Elementos auxiliares: enganche: semisuspendido o


arrastrado; marcadores manuales o automáticos; cierre de
líneas de siembra (tráfico controlado); combinada con
abonadora en líneas.

Condiciones de utilización

Las dosis de siembra se pueden ajustar normalmente entre


30 y 400 kg/ha; en algunos casos se pueden ajustar para
dosis inferiores realizando modificaciones en el dosificador.

De discos o con rejas


Otra clasificación posible se refiere al apero empleado.

“El sistema de rejas se adapta mejor a las parcelas


pedregosas, pues el paso de la reja desplaza las piedras y
así no interfieren en la localización de la semilla.
Mientras que con el otro sistema, el de discos que giran,
estos al rodar sobre las piedras no realizan surco, por lo
que depositan las semillas en la superficie y se quedan sin
germinar”, matiza Mariano Vidal.

Con el objetivo de impulsar la introducción de criterios


sostenibles en un sector como el de la agricultura,
entidades como BBVA cuenta en Argentina con acuerdos
con fabricantes de maquinaria de precisión y de siembra
directa. Además, el banco financia aquellas explotaciones
que utilizan la agricultura de conservación como método
productivo agrícola.

Se trata de un arado cuyos órganos de corte y volteo son


discos en forma de casquete esférico que giran alrededor
de ejes unidos al bastidor.

Estos ejes forman un determinado ángulo con respecto a


la dirección de avance, encontrándose también inclinados
con respecto al plano horizontal.

La diferencia del arado de discos del arado grada (rastra),


que también utiliza discos, es que en el primero cada disco
tiene su propio eje. El terrenos secos y duros en donde es
muy difícil la penetración del arado de rejas y vertederas.
terrenos con gran cantidad de piedras y raíces, ya que el
disco rueda sobre el obstáculo en lugar de engancharlo
como lo hace la punta de la reja.

Elementos de trabajo de los arados de discos

Los discos se construyen a partir de una chapa de acero


laminada, la cual es estampada y tratada térmicamente
para conseguir la dureza superficial necesaria para
disminuir los posibles desgastes, sobre todo del borde.

Rasqueta: Es una reja situada en el interior del disco, y su


misión es ayudar al desprendimiento de la tierra que queda
adherida al mismo.

Rueda trasera: Situada en la parte posterior, y su misión es


mantener la estabilidad direccional en el sentido de la
marcha. Algunas veces se utilizan contrapesos en la rueda
trasera cuando la penetración es difícil, sobre todo en
suelos duros.

Rueda de surco: Se encuentra en la parte delantera del


arado y trabaja sobre el surco que realizó el último disco en
la pasada anterior.

la penetración del arado con frecuencia es insuficiente, lo


que obliga a que los constructores diseñen aperos mas
pesados; ello trae consigo un mayor precio de adquisición.
realizan un volteo incompleto del suelo, por lo que el efecto
de la labor es menos vistoso, sobre todo cuando la
operación va acompañada de enterrado de rastrojo y malas
hierbas.

contribuyen a la compactación del suelo, pues la


componente fundamental de la fuerza de tiro se apoya
sobre el fondo del surco para realizar el movimiento
giratorio del disco.

Arado grada (o arado rastra)

Además de las mejoras ambientales, el informe del


proyecto europeo Life Agricarbon menciona otros
beneficios de la siembra directa: por ejemplo que reduce el
laboreo y las labores necesarias para la preparación del
suelo, hasta un 50% menos de horas de trabajo. Así mismo
esto se traduce en un descenso equivalente en el consumo
de combustible y en la mejora tanto de la eficiencia y como
de la productividad energéticas.

Principios y características

Características que afectan a los órganos de


distribución:
La cantidad de grano sembrado en cada línea de cultivo
debe ser idéntica.
Respeto escrupuloso de la densidad de siembra deseada.

Amplio margen de regulación de la densidad de siembra.

Polivalencia en cuanto a las diferentes especies y


variedades de semillas.

Integridad del grano, llevándolo al surco sin roturas ni


deterioros que afecten a su poder germinativo.

Las variaciones en la velocidad de avance e inclinaciones


del terreno no deben alterar la calidad del trabajo.

Precisión en la distribución en el caso de buscarse una


siembra monograno.

Posibilidad de funcionamiento con muy poca cantidad de


semilla.

Fácil limpieza.

Puede definirse la sembradora como una máquina que


permite la siembra regular, bien sobre toda la superficie o
bien en líneas equidistantes y a una profundidad uniforme,
de todos los granos utilizados en cultivos.

Después de la siembra las semillas deben sobrevivir de sus


propias reservas hasta que, tras la germinación, los
cotiledones emergen al exterior y la radícula se clava en la
tierra y como plántula puede realizar la fotosíntesis.
No todos los granos sembrados sobreviven, y es por lo
que la cantidad de semilla usada debe ser superior al
número de plantas deseadas.

También es preciso considerar la posible formación de


costras, así como su resistencia, sin olvidar factores tales
como enfermedades, plagas y condiciones ambientales
adversas.

Las partes esenciales de una sembradora son:


1. Bastidor.

2. Tolva.

3. Órganos de distribución

4. Órganos de enterrado.

5. Órganos complementarios.

6. Mecanismos de regulación.

Características que afectan al bastidor:

Gran variabilidad de distancias entre líneas.

Solidez.

Enganche cómodo y rápido del tractor.


Características que afectan a la tolva:
Facilidad de acceso para llenado.

Posibilidad de vaciarla totalmente para de evitar mezclas


de semillas.

Posibilidad de ver y controlar el nivel de contenido.

Presencia de agitadores.

Presencia de separadores.

Características que afectan a los órganos de enterrado:


Adaptabilidad a los distintos tipos de suelos.

Uniformidad en la profundidad de enterrado.

Apertura y cierre del surco de siembra.

Resistencia a la abrasión.

Para conseguir esto en la siembra es importante colocar el


grano en condiciones favorables para su germinación, para
ello, una buena preparación del terreno es indispensable, lo
cual sólo puede hacerse con una serie de intervenciones
realizadas a tiempo y racionalmente.
Las labores a realizar para una buena preparación del
lecho de siembra son las siguientes:
Como norma general puede decirse que el suelo está
óptimamente preparado para la siembra cuando un 40% de
las partículas tengan un diámetro inferior al de los granos
sembrados.

Las máquinas sembradoras tiene como misión colocar en


el terreno, bien sobre todas la superficie o bien en líneas
equidistantes, las más diversas clases de semillas, sin
dañarlas y a una profundidad uniforme.

Las sembradoras se pueden clasificar según el sistema de


siembra requerido:

A voleo: distribución al azar de las semillas sobre toda la


superficie del terreno. En líneas o a chorrillo: Colocación
aleatoria de las semillas en un surco, cubriéndolas, para
dar líneas definitivas. A golpes: Colocación de grupos de
semillas a distancias definidas, en líneas. Monograno:
colocación precisa de semillas individuales a distancia
definidas, en línea.

Sembradoras a voleo.

Sembradoras en línea.

Sembradoras a golpes y monograno (de precisión)


Sembradoras a voleo.
Las primeras coinciden con las abonadoras centrífugas, y
aunque se puede conseguir una buena precisión en el
reparto, ofrece problemas similares a la siembra manual:
consumo excesivo de semilla e imposibilidad de la posterior
mecanización de las binas o labores secundarias de cultivo.

Las sembradoras de descarga libre son análogas a las


sembradoras de chorrillo a las que se les suprimen los
tubos de caída, dejando caer la semilla libremente a poca
altura. Van provistas, en su parte posterior, de una grada
de púas o de rodillos para enterrar ligeramente la semilla.

Sembradoras en línea. Con las sembradoras en línea o de


chorrillo se consigue depositar de forma continua sobre
cada línea de siembra una determinada cantidad de grano.
Las operaciones que realizan estas máquinas son:

El órgano de distribución es un parte esencial de la


sembradora, debe permitir una gran regularidad de
siembra, y según su polivalencia podrá ser utilizada para
distintas especies de semillas. Pueden ser de rodillos,
centrífugas y neumáticas.

Las sembradoras con elemento dosificador de rodillos


llevan uno en cada línea de siembra, montados sobre un
mismo eje giratorio. Se trata de un rodillo acanalado, una
rueda de dientes o cucharillas.
En las sembradoras con distribuidor centrífugo las semillas
penetran, por gravedad, desde la tolva en un cono giratorio
por una abertura regulable. Una vez en el interior, por unas
aletas soldadas al cono, son sometidas a fuerzas que
originan su ascensión hasta llegar a la tapa superior donde
existen agujeros por los que penetran en los tubos de caída
y son dirigidas hacia las botas de apertura del surco de
siembra En las sembradoras con distribuidor neumático, la
semilla es dosificada en un solo cilindro situado debajo de
la tolva, a cuya salida es recogida por una corriente de aire
y llevada a una cabeza distribuidora que los distribuye a los
tubos de descarga.

Sembradoras a golpes y monograno (de precisión) La


siembra a golpes consiste en colocar una determinada
cantidad de grano sobre cada línea de siembra, de forma
intermitente y de tal forma que los granos queden
separados entre sí una distancia constante. Mientras que la
siembra monograno o de precisión se busca colocar
semillas individuales a distancias exactas unas de otras. Lo
cierto es que cambiando los platos de distribución se puede
conseguir depositar un grupo de semillas o una sola. Por
tanto, una sembradora de precisión es aquella que deposita
a profundidad uniforme y a distancias iguales el grano,
consiguiendo además un paralelismo entre líneas.
SEMBRADORAS PARA SIEMBRA DIRECTA

Esta publicación tiene por objeto informar a los agricultores


interesados en el laboreo de conservación (LC) de las
diversas marcas y modelos de sembradoras directas
actualmente disponibles en el mercado español, así como
explicar sucintamente su funcionamiento y algunas de sus
características, a fin de ayudarles en su elección.

Algunas de las sembradoras directas a que nos referimos


están adaptadas al no-laboreo (NL, ausencia total de
labores entre cultivos) y otras al mínimo laboreo (ML,
preparación del lecho de siembra mediante una o dos
labores superficies preferiblemente de tipo vertical).

El parque de sembradoras directas en España está


evolucionando rápidamente en estos últimos años,
sobrepasándose ya las 600 máquinas. Su distribución no
es uniforme y se concentran principalmente en las
provincias de Lérida, Navarra, Burgos y Palencia.

Cualquier sistema de conservación del suelo debe


comenzar con un manejo adecuado de los restos de la
cosecha de cultivo. En definitiva se trata de conseguir que
su distribución en el suelo sea uniforme y suficiente para
que quede protegido. Conforme el suelo esté más cubierto
mejor, pues así estará más protegido de la acción de la
lluvia, aumentará más su fertilidad natural (materia
orgánica) a medio plazo y retendrá más agua (menor
evaporación).

El picado y distribución de los restos vegetales de los


cultivos puede llevarse a cabo durante la cosecha o poco
después de ésta.

En el caso de los cereales (trigo, cebada, avena), si se


empaca gran parte de paja se facilita la siembra del cultivo
siguiente, al permanecer sobre el suelo poca cantidad de
residuos; no obstante, en este caso disminuye la presencia
de cubierta protectora del suelo, como antes se ha
comentado.

En el caso de que no se empaque la paja, ésta se debe de


picar y esparcir; operaciones que pueden llevarse a cabo
con la propia cosechadora, dotándola del sistema de
picado-esparcimiento correspondiente.

En el laboreo mínimo (labranza vertical o reducida antes de


la siembra) la presencia de residuos disminuye y la
operación de siembra es menos comprometida.

En la siembra directa, en cambio, se requiere maquinaria


específicamente diseñada o la adaptación de componentes
originalmente destinados a sembrar en suelo labrado sin
residuo, para que sean capaces de operar con restos de
cosechas de distintas formas y situaciones (anchos o
estrechos, largos o cortos, en pie o tendidos, unidos al
suelo o sueltos).

En una próxima ficha técnica se abordará con profundidad


este tema. También es preciso comentar que, en contra de
una creencia generalizada entre los que se inician en la
siembra directa, los equipos funcionan mejor cuando la
superficie del suelo está seca que cuando está húmeda.

Las sembradoras directas deben reunir las siguientes


características:

Peso suficiente para atravesar los residuos vegetales.

Capacidad de abrir un surco lo suficientemente ancho


(varios cm) y profundo (de hasta 4-6 cm) como para
albergar adecuadamente la semilla.

Rigidez y resistencia de sus elementos para soportar las


mayores cargas.

Posibilidad de regular la dosificación y esparcimiento de


semillas de distinto tamaño y asegurar su adecuado
recubrimiento.
Los tractores que arrastren las sembradoras directas
deberán tener en términos generales unos 60-80 CV (45-60
kW). Dicha exigencia no suele ser debida a la fuerza que
requiere la tracción o tiro, sino al peso de la sembradora,
que puede crear problemas en el elevador y de estabilidad
en pendientes y en virajes, sobre todo en máquinas
suspendidas.

Los diferentes componentes de una máquina para siembra


directa se pueden clasificar de la siguiente manera:

De corte de residuos y suelo.

De preparación de la hilera.

De apertura del surco.

De fijación de la semilla.

De cubrimiento de la semilla

De cierre del surco

En muchos casos se omiten uno o varios de estos


componentes. Así, raramente aparecen los de preparación
de la hilera (que a veces se limitan a apartar los residuos) y
los de fijación de la semilla (rueda semineumática de
pequeño diámetro y espesor cuyo objeto es aproximar la
semilla al suelo y facilitar su germinación).
Normalmente se van a encontrar tres elementos: uno para
cortar los residuos e iniciar la franja de siembra, a
continuación otro para la formación del surco y el lecho de
siembra y un último de cierre del surco.

El control de la profundidad conviene llevarlo a cabo


individualmente en cada una de las líneas de siembra, y a
ser posible, en el elemento de apertura del surco, aunque
también se puede regular en los de corte de residuos o en
los de cierre del surco. De esta forma se consigue una
mayor uniformidad en la siembra.

El lastrado de la sembradora puede favorecer la


penetración en el suelo y así una mayor profundidad de
siembra. Para conseguir lo anterior también pueden usarse
muelles de compresión.

Los elementos de corte de residuos e inicio de la franja de


siembra, si se usan separadamente, preceden a todos los
demás y cortan y/ u orientan los residuos superficiales en la
hilera de siembra y cortan o aflojan el suelo para mejorar la
acción de los siguientes componentes.

Para ello se puede recurrir a elementos separadores o


cortadores (Hernanz, 1997).

Los elementos separadores no se pueden utilizar en las


sembradoras a chorrillo por la poca distancia entre las
líneas, quedando reducida su aplicación a la siembra de
cultivos en hileras.

El número de ondas por disco dependerá del ancho de


franja requerido y de la profundidad de la misma.

Los de franja ancha (pocas ondulaciones) se adaptan


mejor a suelos pesados con abundante cantidad de
residuos. Los de franja estrecha (muchas ondulaciones)
penetran más en el suelo, siendo utilizados en condiciones
de suelos duros y en renovación de pastos.

En términos generales, cuanto más grandes, mejor se


comportan, si bien requieren más peso. También se usan a
veces elementos accionados tipo fresadora.

En siembras de primavera (girasol, maíz, entre otros


cultivos), si el suelo está cubierto de abundante rastrojo
puede interesar la adaptación de unas ruedas estrelladas
delante de la línea de siembra De esta forma la línea de
siembra queda menos cubierta de rastrojo, por lo que el
suelo se calienta antes en primavera y el desarrollo del
cultivo se adelanta.

Los elementos de apertura del surco de siembra pueden


estar precedidos o no por los elementos de corte de
residuos; es frecuente que el corte de residuos y apertura
del surco lo realice un mismo elemento. Su trabajo
depende de la velocidad de avance, tipo y estado del suelo
y residuo y de la profundidad de siembra.

Los sistemas empleados se pueden clasificar en dos


grandes grupos:

Discos y rejas (botas, cincel o chisel, tipo sable y ala


ancha). Los discos pueden ser simples o dobles.

Los discos suelen ser más pequeños que los de corte de


residuos para reducir la fuerza de corte necesaria, con la
limitación de evitar los atascos. El peso necesario puede
llegar a los 180 kg por disco. Las rejas deben ser agudas y
atacar con un ángulo elevado (casi vertical), lo que lleva a
que necesiten bastante menos peso por unidad.

En el segundo grupo encontramos rejas de tipo bota,


cincel, sable y ala ancha.

Una característica común es la necesidad de una gran


separación entre los brazos para evitar la acumulación de
residuos por lo que se montan en al menos tres filas.

En principio, las de disco se adaptan mejor a una elevada


cantidad de residuos, aunque presentan más problemas en
suelos muy arcillosos y en condiciones húmedas. Por otra
parte en suelos muy pedregosos el desgaste de los
elementos en general es mayor y en estas situaciones
puede ser recomendable el uso de los elementos de reja, al
ser menor su coste de reposición frente a los elementos de
discos, además de trabajar mejor en estas condiciones.

Los elementos de fijación de la semilla consisten en rueda


semineumática de pequeño diámetro y espesor cuyo objeto
es aproximar la semilla al suelo y facilitar su germinación.
Se omiten en muchos modelos.

Los elementos de cubrimiento de las semillas, si se


emplean, suelen consistir en un disco único inclinado, en
dos discos inclinados, o dedos flexibles que facilitan el
aporcado del surco.

Las ruedas compactadoras son los elementos de cierre y


fijación del surco de siembra y pueden servir de rueda de
accionamiento de los elementos distribuidores de semillas.
Son de anchura y posiciones diversas y a veces se usan
para colocar lastre o para la actuación de muelles
compresores.

Los elementos de control de la profundidad pueden ser


individuales en cada línea, en paños (grupos de varios
elementos) o para el conjunto del bastidor de la máquina.

Deben ser ajustables y pueden basarse en una rueda


compactadora trasera, ruedas controladoras laterales
simples o dobles en el elemento de apertura del surco o
patines, ruedas en “tándem”, ruedas reguladoras de la
elevación de la estructura y bandas cilíndricas en las
cuchillas simples o dobles de corte de residuos.

Pueden utilizar un abridor propio o aprovechar los de la


sembradora. La distribución de microgránulos e incluso
herbicidas en la línea de siembra es aconsejable por el
ahorro de producto y tiempo, a pesar de retrasar la
realización de la siembra.

Tipos de sembradoras se pueden clasificar en base a


los siguientes aspectos:

Distancia entre líneas de siembra.

Tipo de siembra (precisión, chorrillo).

Elementos de corte del suelo y residuos (rejas o discos)


Sistema de distribución de semillas (mecánico o
neumático). Sembradoras de cultivos en hileras.

En general son de precisión y se caracterizan por estar


provistas de elementos de siembra y de apertura de surco.

La acumulación de residuos y el bloqueo de los elementos


de siembra no es frecuente debido a la distancia entre
líneas (alrededor de 60 cm).
Están provistas de cuchillas circulares de corte de residuos,
elementos de preparación de la hilera, de apertura del
surco de siembra y opcionalmente de elementos para
incorporar abonos y pesticidas, y la posibilidad de usar
muelles para aumentar la fuerza de corte de las unidades.
Normalmente pueden usarse en siembra convencional,
diferenciándose fundamentalmente en los elementos de
corte de residuos y en la intensidad de su evolución a partir
de la sembradora tradicional.

La acumulación de residuos y bloqueo de unidades puede


presentarse cuando la distancia entre líneas es pequeña.

Sembradoras a chorrillo Las hay de distribución mecánica o


neumática centralizada. Atendiendo al elemento de
apertura del surco de siembra, se distinguen dos grandes
grupos: las de reja y las de discos. Las primeras se usan en
climas secos presentando frecuentemente una rueda
compactadora para asegurar el contacto semilla-suelo.

Las rejas deben espaciarse y disponerse para que


favorezcan la circulación de los residuos. Modelos con
cortadores de residuos delante de las rejas permiten llevar
a cabo satisfactoriamente siembras con alta densidad de
rastrojo de trigo sin atascos.
Las de discos normalmente usadas pueden ser simples o
dobles sirven para cortar los residuos y abrir la hilera y
disponen de ruedas compactadoras.

Las sembradoras de chorrillo neumáticas son la conjunción


de dos máquinas: una sembradora de chorrillo de
distribución neumática centralizada y una máquina de
apertura de surco (y corte de residuos) de discos a cuyos
elementos de trabajo llegan las semillas desde el
distribuidor neumático.

Arrastre de restos vegetales.

Los residuos vegetales pueden acumularse si se arrastran


por los elementos de apertura del surco, ruedas de soporte
o elementos del bastidor.

Lo anterior se puede en teoría prevenir con un sistema


efectivo de corte de residuos en cada componente, y/o
reduciendo su arrastre entre elementos adyacentes,
disponiendo éstos de modo que se facilite su circulación, lo
que lleva a una mayor profundidad de la máquina para
permitir líneas de siembra más numerosas y separadas
entre sí y con ello más distancia entre los elementos de una
misma línea.
dichas situaciones, los elementos rodantes de la
sembradora pasan por encima de las piedras u obstáculos,
si bien esto causa que se pierda el control de la
profundidad de siembra.

Se describen los principales componentes y características


de las “sembradoras directas”, diseñadas para realizar la
siembra sobre rastrojo o restos vegetales del cultivo
anterior esparcidos sobre el suelo (siembra directa).

Se indican las marcas y modelos comerciales actualmente


disponibles en el mercado español, principales
características y dirección/ teléfono de los proveedores. Se
comentan diversos aspectos técnicos que pueden ayudar al
agricultor a la elección del tipo de sembradora directa para
fincas de diversas características.

SEMBRADORA DE HILERAS
Las sembradoras en hileras están diseñadas para colocar
las semillas en hileras lo suficientemente separadas para
permitir el control de malezas mediante el cultivo y para
mejorar la eficiencia de la cosecha.

Se clasifican en dos categorías


Cultivo sembrado

Método de siembra
Tipo de método de siembra.
Sembradoras de terreno plano. Se utilizan donde la
cantidad de lluvia es suficiente desde el inicio hasta la
cosecha.

Sembradoras de camellones. Se utilizan donde la cantidad


de humedad es excesiva y se requiere que las camas estén
secas.

Tienen 5 trabajos principales:

1. Abrir un surco en el suelo

2. Medir las semillas

3. Colocar las semillas

4. Cubrir las semillas

5. Apretar el suelo alrededor de las semillas

TAMAÑOS DE LAS SEMBRADORAS EN HILERAS.


Se clasifican de acuerdo al número de hileras que siembran
y al espaciamiento entre ellas. Hay de 4, 6, y 8 hileras pero
también hay más grandes de 12 y 17 hileras. Actualmente
los anchos más comunes son los de 76 y 96 cm, pero
también se usan espaciamientos de 45 a 106 cm.
El número de unidades sembradoras que pueden ser
acopladas a la barra portaherramientas está limitado
solamente por:

Se divide en tres categorías.

Armazón de sembradora detracción.


Las unidades sembradoras están montadas en el armazón
principal que esta acoplado al tractor mediante el pértigo de
la sembradora.

La sembradora se eleva y desciende mediante un cilindro


hidráulico remoto acoplado al sistemahidráulico del tractor.
Las ruedas transportadoras también se usan como
impulsores de los mecanismos de medición de semilla así
como también aditamentos de sembradora tales como
aplicables granulares.

Las ruedas reguladoras o las ruedas prensadoras impulsan


el mecanismo de siembra de la misma forma que la
sembradora de tracción.

Sembradora de barra portaherramientas. Tiene


sembradoras tipo unitarias teniendo cada una su propio
armazón e impulsor
IMPULSORES DE SEMBRADORAS
Este espaciamiento junto con el espacio entre hileras de
terminan el número de semillas sembradas en cada
hectárea.

SIEMBRA EN CUADRO
Planta con mayor densidad. No desperdicies el espacio.
Puedes cultivar un montón de productos en mucho menos
espacio del que soñaste. Un enorme jardín en hilera no es
necesario, colocar unos lechos de huertos a cuadros en un
espacio relativamente pequeño puede ser más productivo
que un gran jardín en hilera que ocupe una buena parte de
tu patio.

• Usa la mezcla de Mel, no la tierra del jardín. No


necesitas tu vieja tierra de jardín para cultivar buenos
vegetales. Los mejores resultados ocurren si haces tu
propio medio de cultivo, la fabulosa fórmula que creó Mel
Bartolomé, que llamamos la mezcla de Mel.

Cultiva cerca de tu casa. Los jardines son más eficientes


cuando se plantan cerca de tu casa, no en un terreno
lejano. Es la naturaleza humana prestar atención a lo que
está cerca, y los huertos a cuadros deben estar cerca de tu
casa, donde puedas admirarlos y atenderlos fácilmente.
• No necesitas fertilizante. La mezcla de Mel tiene una
rica combinación de diferentes composiciones orgánicas, y
proporciona todos los nutrientes que las plantas necesitan.
Solo añade abono fresco cuando vuelvas a plantar un
cuadro.

• Sé tacaño con las semillas. En lugar de plantar


muchas semillas, y luego retirar las plántulas que sobran
para lograr el espacio deseado, el huerto a cuadros utiliza
una simple pauta de espaciamiento: No hay que
desperdiciar semillas ni podar posteriormente. Las semillas
pueden durar dos o más estaciones adecuadas para su
crecimiento si se almacenan adecuadamente.

• Planta en cuadros. Las rejillas son claves para


plantar eficientemente y rotar nuevos cultivos cuando la
primera cosecha ha producido su bonanza.

Y al plantar con diversidad —muchos tipos diferentes de


plantas se entremezclan en una sola caja— eliminas
muchos de los problemas de enfermedades que pueden
pagar un jardín tradicional.

En la práctica, estos 10 principios de la técnica del huerto a


cuadros se convierten en la base con la cual puedes
cultivar con una eficiencia sobresaliente. Los primeros
pasos se pueden dar mucho antes de que comience la
temporada de cultivo, ¿y no nos gusta a todos soñar y
planificar durante el final del invierno y el comienzo de la
primavera, cuando estamos ansiosos por volver a salir al
jardín?

• Reutilizar: Construye tu caja del huerto a cuadros con


trozos de madera, entablado antiguo o incluso bloques de
cemento. Vuelve a plantar tus cuadros después de
cosechar e incluso vuelve a cultivar nuevas plantas con los
sobrantes de comida de la cocina.

• Reciclar: ¡Los restos de comida se pueden convertir


en abono!

• Eliminar los desechos: Planta solo la cantidad de


comida que necesites, no uses más tierra de la que
requieras, y usa solamente el agua suficiente para que las
plantas crezcan. Puedes cultivar el doble de productos en
la mitad del espacio que ocupa un jardín de hilera
tradicional.

Los ocho pasos para construir tu huerto a cuadros —Esta


pretende ser una reseña general. Para más detalles,
recomendamos usar el libro como una guía—.

1. Planea tu jardín – Crea un mapa de tu jardín


dibujando un gran cuadrado con 16 cuadrados en su
interior.
2. Dispón el jardín – Un lugar soleado cerca de la casa es
la mejor ubicación. Utiliza el capítulo 4 para planificar la
forma y la configuración de las cajas del huerto a cuadros y
traza un mapa de la ubicación de las mismas en tu patio /
área.

3. Las rejillas permiten la visualización para la plantación y


ayudan a evitar la sobre plantación. Las rejillas también
maximizan la cosecha. El capítulo 5 proporciona
instrucciones sobre cómo construir la caja básica de 10 x
10 cm que tiene 15 cm de profundidad, así como otras
formas y tamaños de caja.

4. Fabrica accesorios para la caja – Considera la


posibilidad de construir enrejados para aprovechar al
máximo el espacio, cubiertas protectoras para la protección
ante las plagas y bichos u otros accesorios para máxima
productividad y eficiencia.

6. Planta – El capítulo 8 proporciona detalles sobre cómo


plantar sin desperdiciar semillas. Si decides no usarlas,
puedes comenzar tu jardín con “plántulas”. Estas son las
plantas ya iniciadas en macetas que encuentras en tu
vivero o centro de jardinería local. Divide tus cuadros en 1,
4, 9, o 16 agujeros para semillas / plantas. Determina el
número al pensar en la planta cultivada en tamaños
pequeño, mediano, grande y extra grande. Usa tus dedos
para dividir uniformemente los cuadros de 30 x 30 cm en el
número apropiado de agujeros, dependiendo de los
cultivos.

• 1 por cuadro para los cultivos extragrandes como brócoli,


repollo y pimientos

• 4 por cuadro para grandes cultivos como lechuga, acelga


suiza o incluso flores.

• 9 por cuadro para cultivos medianos como habichuelas,


espinacas o remolachas.

• 16 por cuadro para pequeños cultivos como zanahorias,


rábanos o cebollas.

7. Conserva – En el capítulo 9 aprenderás técnicas para


regar y desmalezar tu jardín, así como para inspeccionar y
atender cualquier problema de plagas y enfermedades.
Algunos consejos incluyen regar agua en la base de la
planta, ¡y evitar los aspersores! Limpia cualquier resto
muerto alrededor de las plantas. Para los cultivos
verticales, teje y desteje la red semanalmente, teniendo
cuidado de no romperla.

8. Cosecha – Con una planificación cuidadosa, tu jardín


tendrá una temporada de cosecha buena y larga. Dado el
diverso patrón de plantación de un huerto a cuadros, este
placer se produce durante toda la temporada de jardinería y
SIEMBRA DE CAMA.
Las camas de cultivo se utilizan para cultivar hortalizas,
flores ornamentales o en pequeños jardines o huertos.
También se puede aplicar a algunos monocultivos o en
explotaciones de permacultura.

Formación de camas Una vez que las camas se elevan


usando un arado de rejas anchas, y asumiendo que la
labranza óptima se ha logrado, puede usar una “formadora
de camas” (bed shaper) para que las camas sean
adecuadas para la siembra de precisión (por ejemplo,
zanahorias, betabel) o trasplante de hileras múltiples (p. ej.,
lechuga, brassicas) y para el manejo de malezas durante el
cultivo.

También se pueden integrar las barras o guías que marcan


las líneas donde irá el trasplante.

Si usted quiere construir un huerto e su terreno, pero su


terreno tiene muchas inclinaciones o un mal drenaje, usted
puede solucionar ese problema al levantar camas de
cultivo. Usted puede construir una cama de cultivo
permanente usando traviesas, bloques de concreto o algún
otro material disponible en el mercado.
. Un dato importante sobre las camas de cultivo es que
tienden a calentarse mucho más rápido durante la
primavera, así que la época de siembre comienza más
temprano. Las camas de cultivo son mucho más fáciles de
cuidar, ya que solo se necesita desyerbar, irrigar y cubrir
con cobertores el área de producción.

Las camas de cultivo o siembra les ayudan a salvar


espacio, previene la compactación del suelo y produce
vegetales de mejor calidad.
Primero, debes colocar la cama en un lugar con buen
drenaje que reciba un mínimo de seis horas de luz solar por
día, preferiblemente cerca de una fuente de agua.

Las camas pueden tener el largo que desees, pero debe


ser lo suficientemente ancho como para permitirte alcanzar
el centro de ambos lados.

Nunca debes caminar sobre la cama de cultivo, una vez


estén construidas. La siembra y cosecha se debe hacer
desde el camino entre medio de las camas.

Los caminos deben ser de 1 a 2 pies de ancho. Cuando


obtengas todas las dimensiones, debes marcar el jardín
con estacas y cuerdas.
Preparación de la Cama.
Incorpora una capa de 2 a 3 pulgadas de material orgánico
como: composta, corteza triturada, hojas y abonos. Si
añades fuentes adicionales de nitrógeno va a ayudar a
romper la materia orgánica. Una prueba de suelos te va a
indicar si los nutrientes son necesarios.

Dale forma a la cama utilizando una pala o rastrillo.

Con la pala perfora el suelo del área de caminar a una


profundidad de seis pulgadas. Añade el suelo excavado en
el tope de la cama. La cama de cultivo terminada debe
estar de 4 a 12 pulgadas sobre el suelo. Puede ser en
forma de montículo o cerrada

Siembre los vegetales en bloques envés de en filas.


Intercala los cultivos que maduran en diferentes tiempos.

Siembre sucesivamente las plantas de la misma variedad


para que tengas que cosecharla en diferentes tiempos por
un periodo largo. Fertiliza y riega agua según sea
necesario.

Las camas alzadas tienden a secarse más rápido que las


camas planas, y van a requerir de más riego durante los
periodos de sequía.

Coloca estacas en las esquinas de la cama para prevenir


que la manguera se arrastre por las plantas.
Use las coberturas en la primavera, y vuelva a sembrar el
próximo ano.

En México, este sistema se ha implementado


principalmente bajo un sistema de camas permanentes, es
decir, de un conjunto de surcos cuya parte elevada donde
se siembra no se labra, limitando el movimiento del suelo a
la reforma de las camas solo cuando es necesario.

La siembra en camas permanentes ayuda a mejorar el


manejo del agua y a reducir la compactación del suelo
mediante el tráfico controlado ya que el tráfico se ve
limitado a la parte baja de los surcos; también permite el
uso de métodos mecánicos para el control de malezas y
facilita el manejo del rastrojo en el suelo.

El ancho de las camas permanentes depende


principalmente del ancho entre las ruedas del tractor.

Aunque optar por camas anchas o angostas depende en


gran medida de aspectos prácticos

Relacionados con el manejo de la maquinaria, muchos


productores y técnicos se preguntan constantemente si el
diseño de las camas de siembra puede tener un efecto en
la producción del cultivo ya sea por una mayor
conservación de la humedad o algún otro factor relacionado
con la textura del suelo, el movimiento del agua o los
requerimientos del cultivo.

En cambio, en la plataforma de A paseo el Alto hubo una


ligera tendencia a mayores rendimientos en camas
angostas, pero en Indaparapeo esta tendencia estuvo a
favor de las camas anchas.

En general, las diferencias encontradas no fueron


significativas para señalar que alguno de los diseños
agronómicos sea mejor que otro para la agricultura de
temporal en condiciones de riego, solo el rendimiento de
maíz fue marginalmente mayor en camas anchas.

Aunque el estudio no evaluó la cantidad de agua aplicada


en los dos tipos de camas, otros estudios han informado
que, en camas anchas, se aplica hasta un 40% menos de
agua que en camas angostas.

SIEMBRA EN EL FONDO DEL SURCO


Un surco es una zanja, una cuneta o un cauce que se
realiza sobre un terreno. Por ejemplo:

La distancia entre surcos oscila desde los 75 hasta los 90


cm y la distancia entre semillas va de los 7 a los 10 cm.
“Todavía puede observarse el surco que trazó el camión en
el camino de tierra”.

Antes de que aparecieran los tractores motorizados, mulas


y bueyes debían tirar de los arados, aunque
lamentablemente muchas personas continúan explotando a
estos animales en la actualidad, por una supuesta falta de
recursos para adquirir equipos modernos.

Si bien la llegada de la tecnología al ámbito agrícola


incrementó la velocidad de esta y otras actividades, no
cambió las características del instrumental básico, que
consta de una parte para cortar el suelo y otra, el molde,
para revolverlo.

La persona encargada del arado establece la profundidad


del surco, y esto también depende de las condiciones del
suelo.

Por ejemplo, la arcilla resulta más adecuada que la arena


para la realización de surcos, ya que el agua la atraviesa a
menor velocidad. Además, la arena no sostiene los surcos
durante mucho tiempo, dado que es más vulnerable a la
erosión que la arcilla, la cual se fija en una posición y forma
una costra al secarse.

En valores específicos, la menor erosión del suelo y el


drenaje más eficiente se pueden conseguir con una
pendiente que se encuentre entre el 0,05 y el 0,5 por
ciento.

Retomando la profundidad de los surcos, cabe mencionar


que se trata de una de las propiedades más importantes
del arado.

Si bien existen límites que responden a cuestiones como


las características de las máquinas disponibles y, como se
menciona más arriba, del tipo de suelo, una mayor
profundidad siempre protege las semillas de las fuertes
lluvias, impidiendo que el agua eche a perder los cultivos.

Un buen labrador debe desarrollar una intuición tal que le


permita el trazado de los surcos pensando en todo esto, ya
que de ello depende su economía.

Con esta obra de conservación tratamos de reducir la


pendiente natural y así marcar en el campo para sembrar
adecuadamente nuestros cultivos y el agua no lave los
terrenos.

Se deben de trazar los surcos paralelos a la línea guía,


hacia arriba y hacia abajo hasta cubrir toda el área. En
caso de terrenos poco uniformes, deben marcarse dos o
más líneas guías.
DOSIFICACIÓN DE SEMILLAS
El grado de pureza de una semilla, su porcentaje de
germinación bajo las condiciones particulares de siembra,
el costo de la semilla, la calidad del agua, el tipo de suelo,
la calidad de la semilla, la presencia de rastrojos, el cultivo
anterior, entre otros factores. Muchos de estos factores se
pueden ir calibrando con el tiempo, pero para comenzar, se
pueden tomar algunas consideraciones básicas, de las que
se puede aproximar a la dosis real de campo.

Lo primero que hay que tener en consideración es la


luminosidad, por ejemplo, las semillas de lechuga necesitan
de luz para germinar, si no le proporcionamos luz, su
germinación será baja e irregular.

Un dato para saber qué semilla necesita luz para crecer,


son aquellas que son de tamaño parecido a las de lechuga,
es decir muy pequeña.

En una segunda consideración, debemos conocer el grado


de humedad necesaria, mientras más pequeñas sean las
semillas, menos humedad van a necesitar para embeberse
y germinar, mientras que si son más grandes, necesitarán
de mayor riego para inducir la germinación.

El test de germinación nos permite saber bajo condiciones


ambientales ideales, cual va hacer el porcentaje de
germinación de un tipo particular de semilla. El porcentaje
de germinación nos dirá la dosis teórica aproximada a
aplicar para obtener una dosis de siembra idónea.

Por ejemplo es normal que en algunos cultivos como la


misma lechuga, se planten más de 3 semillas por alvéolo
de almacigo, ya que la probabilidad de germinación o
porcentaje de germinación es de un 60%, es decir por cada
10 semillas sembradas, 4 no germinan, o en otras palabras,
si quiero que más del 90% de mis alvéolos tengan al
menos 1 planta de lechuga, debería colocar como mínimo
unas 3 semillas, porque se sabe que 2 de cada 3
germinaran.

CONDICIONES DE SEMILLA
Las semillas de ciertos cultivos, Es crítico conocer como
germinan y crecen las semillas y se desarrollan en
plántulas sanas para establecer un cultivo exitoso.

Este es un resumen de la biología de las semillas y de las


plántulas y las recomendaciones para producir plántulas
sanas.

.Las semillas deben ser de alta calidad, limpias y


compradas de una compañía de semillas acreditada.
Ponga atención al escoger las variedades que se adapten
muy bien al área y que sean las de preferencia de los
consumidores locales.
Con muy pocas excepciones, es un requisito que los
productores orgánicos certificados usen únicamente
semillas y plántulas certificadas como orgánicas.

Las semillas necesitan un ambiente apropiado para


germinar
Las semillas generalmente "se despiertan" y germinan bien
cuando el suelo esta húmedo y las condiciones de
temperatura son favorables para que ellas puedan crecer.
Pero no todas las semillas tienen los mismos requisitos de
germinación, por lo que es importante conocer qué es lo
que cada tipo de semilla necesita.

La temperatura mínima es la temperatura más baja


requerida para que las semillas puedan germinar
eficazmente. La máxima es la temperatura más alta en la
que pueden germinar correctamente.

Cualquier temperatura sobre o por debajo de estas puede


dañar o hacer que las semillas se vuelvan al estado de
descanso. Cuando las temperaturas son óptimas
(excelentes) la germinación es rápida y uniforme.

Es muy importante que haya un buen contacto entre la


semilla y el suelo. Para plantar directamente en el suelo se
recomienda un almácigo con un suelo de textura fina que
no se compacte mucho.
El suelo o el medio de cultivo deben tener suficiente
humedad para que las semillas puedan absorber el agua
para comenzar el proceso de germinación. Pero si el suelo
o el medio de cultivo están muy húmedos o muy
compactos, no habrá suficiente oxigeno alrededor de las
semillas para que estas "respiren

No todas las semillas tienen los mismos requisitos de luz.


La mayoría de las semillas germinan mejor bajo
condiciones de oscuridad y la luz puede impedir su
germinación.

Cuando la cutícula de la semilla se abre, la raíz es la


primera en emerger o salir de la semilla. Al crecer, la planta
se ancla en el suelo y comienza a absorber agua por medio
de la raíz.

La mayoría de las verduras u hortalizas que cultivamos son


dicotiledóneas.

Las semillas de dicotiledóneas tienen dos hojas en el tallo


que emerge o sale de las semillas que germinan. Los
tomates, los chiles, los repollos, las remolachas, los frijoles,
los pepinos y las calabazas o calabacines son plantas
dicotiledóneas.

Unas pocas hortalizas son plantas monocotiledóneas,


incluyendo el maíz dulce, las cebollas y los espárragos.
Cuando sale el tallo en las monocotiledóneas tienen una
sola hoja en la semilla.

En este estado las plántulas están muy frágiles y


vulnerables a las enfermedades y a los estreses del medio
ambiente tales como a las altas temperaturas y a la sequía.

Por estas causas tenemos que asegurarnos que las


condiciones de crecimiento para estas plántulas sean
óptimas para que puedan tener un crecimiento rápido y
uniforme.

Prueba de germinación en semillas almacenadas


La prueba consiste en sacar una muestra de por lo menos
25 de las semillas almacenadas y envolverlas suavemente
en una toalla de papel húmeda pero no empapada. Por
cinco a diez días mantenga la toalla de papel húmeda pero
siempre sin empaparla. Después de pasados esos días,
desenvuelva la toalla de papel y cuente cuantas semillas
han germinado.

Si solamente menos del 85 al 90% de las semillas han


germinado, es mejor descartar o tirar el resto de las
semillas almacenadas y comprar nuevas semillas.

UNA GERMINACIÓN UNIFORME


Una germinación dispareja debido a un crecimiento lento, a
diferencias de humedad en el suelo o en las temperaturas,
o a diferencias en la profundidad al plantar las semillas
puede resultar en plántulas de diferentes tamaños.
Especialmente estas diferencias de tamaños, pueden
causarle problemas cuando trasplante las bandejas de
plántulas; la mitad está lista para trasplantarse
directamente al suelo y la otra mitad está demasiado chica,
con las raíces enrolladas que no salen fácilmente de sus
celdas.

Estas esteras le permiten establecer la temperatura de


acuerdo a los requisitos de las semillas. Por ejemplo, los
chiles germinarán a los 8 días a una temperatura de 86
grados Fahrenheit; pero les tomara más de 13 días para
germinar con una temperatura de 58 grados Fahrenheit.
Asegúrese de proveerle las temperaturas óptimas a sus
cultivos.

No podemos controlar las condiciones del campo como lo


podemos hacer dentro de los invernaderos, pero aún
podemos tomar medidas para asegurarnos que las semillas
plantadas directamente en el campo germinen
uniformemente.

Una cama de suelo de textura fina le provee buenas


condiciones de crecimiento a las semillas, un buen contacto
entre suelo y semilla y la habilidad de plantarlas a una
profundidad uniforme. A veces con la prisa de sembrar en
la primavera, las semillas se siembran en suelos que aún
están muy fríos. Esto puede resultar en una germinación
lenta, plántulas débiles y enfermizas y aun en su muerte.
Es mucho mejor retrasar la siembra hasta que los suelos se
hayan calentado.

Desarrollo de semillas.

La temperatura óptima para el crecimiento de las plántulas


puede ser diferente de la temperatura óptima para la
germinación.

Las temperaturas más bajas generalmente causan que el


crecimiento de las plántulas sea más lento y las
temperaturas más altas lo hacen más rápido.

Todas las plántulas necesitan bastante luz para crecer. Si


los niveles de luz son bajos o si las plántulas están muy
amontonadas, los tallos se alargan mucho porque las
plantas buscan más luz lo que resulta en trasplantes
débiles y alargados.

Las semillas de ciertos cultivos, como los tomates, los


chiles y el brócoli generalmente se plantan en bandejas de
invernaderos para que las plántulas puedan ser
trasplantadas después directamente al campo.

Otros cultivos, tales como el maíz dulce, los frijoles y los


chícharos generalmente se establecen plantando las Es
crítico conocer como germinan y crecen las semillas y se
desarrollan en plántulas sanas para establecer un cultivo
exitoso. Este es un resumen de la biología de las semillas y
de las plántulas y las recomendaciones para producir
plántulas sanas.

Como escoger la semilla apropiada


. Las semillas deben ser de alta calidad, limpias y
compradas de una compañía de semillas acreditada.
Ponga atención al escoger las variedades que se adapten
muy bien al área y que sean las de preferencia de los
consumidores locales.

Con muy pocas excepciones, es un requisito que los


productores orgánicos certificados usen únicamente
semillas y plántulas certificadas como orgánicas.

Todas las semillas bien desarrolladas contienen un embrión


y en la mayoría de las especies de plantas una reserva de
alimentos envuelta en una cutícula que cubre la semilla.
Las semillas generalmente "se despiertan" y germinan bien
cuando el suelo esta húmedo y las condiciones de
temperatura son favorables para que ellas puedan crecer.
Pero no todas las semillas tienen los mismos requisitos de
germinación, por lo que es importante conocer qué es lo
que cada tipo de semilla necesita.
La temperatura, la humedad, el oxígeno y las condiciones
de luz deben ser adecuados para que las semillas
germinen. Todas las semillas tienen rangos de
temperaturas óptimas (perfectas o excelentes) para su
germinación.

La máxima es la temperatura más alta en la que pueden


germinar correctamente. Cualquier temperatura sobre o por
debajo de estas puede dañar o hacer que las semillas se
vuelvan al estado de descanso. Cuando las temperaturas
son óptimas (excelentes) la germinación es rápida y
uniforme.

Es muy importante que haya un buen contacto entre la


semilla y el suelo.

Para plantar directamente en el suelo se recomienda un


almácigo con un suelo de textura fina que no se compacte
mucho.

Para los almácigos de invernadero el medio de cultivo debe


ser sin tierra, pero húmedo y esponjoso.

El suelo o el medio de cultivo deben tener suficiente


humedad para que las semillas puedan absorber el agua
para comenzar el proceso de germinación.
Pero si el suelo o el medio de cultivo están muy húmedos
o muy compactos, no habrá suficiente oxigeno alrededor de
las semillas para que estas "respiren".

Como cualquier otro organismo vivo las semillas también


necesitan oxígeno para respirar, y el oxígeno viene del aire
que circula en el suelo cuando no es compacto o
demasiado húmedo.

No todas las semillas tienen los mismos requisitos de luz.


La mayoría de las semillas germinan mejor bajo
condiciones de oscuridad y la luz puede impedir su
germinación. Sin embargo, algunas otras necesitan luz
para germinar. Pero una vez que las semillas han
germinado y han brotado del suelo o del medio de cultivo
como plántulas, todas necesitan de la luz del sol para
crecer.

Pasos para el desarrollo de las semillas


Cuando la cutícula de la semilla se abre, la raíz es la
primera en emerger o salir de la semilla. Al crecer, la planta
se ancla en el suelo y comienza a absorber agua por medio
de la raíz.

Cuando la raíz absorbe el agua, el tallo comienza a


emerger o salir de la semilla.
La mayoría de las verduras u hortalizas que cultivamos son
dicotiledóneas.

Unas pocas hortalizas son plantas monocotiledóneas,


incluyendo el maíz dulce, las cebollas y los espárragos.
Cuando sale el tallo en las monocotiledóneas tienen una
sola hoja en la semilla. Una vez que el tallo emerge del
suelo o del medio de cultivo ya sea con dos hojas o con
una hoja a estas plantas que acaban de emerger se les
llama plántulas.

Manejo de una germinación y un desarrollo óptimos de las


plántulas

Prueba de germinación en semillas almacenadas

Sin embargo, las semillas generalmente se almacenan de


un año a otro y si se almacenan incorrectamente o por
demasiados años, pueden perder vigor y pueden germinar
mal al ser plantadas.

Existe una prueba muy simple de germinación que puede


determinar si las semillas almacenadas son viables (están
vivas).

La prueba consiste en sacar una muestra de por lo menos


25 de las semillas almacenadas y envolverlas suavemente
en una toalla de papel húmeda pero no empapada.
Por cinco a diez días mantenga la toalla de papel húmeda
pero siempre sin empaparla

Sabemos que las semillas necesitan condiciones


apropiadas para germinar rápidamente.

Ya sea que las semillas se planten en bandejas en los


invernaderos o directamente en el campo, la meta es de
que todas las semillas germinen al mismo tiempo o cerca
del mismo tiempo y que crezcan a la misma velocidad.

Una germinación dispareja debido a un crecimiento lento,


a diferencias de humedad en el suelo o en las
temperaturas, o a diferencias en la profundidad al plantar
las semillas puede resultar en plántulas de diferentes
tamaños.

En el invernadero una manera de conseguir una


germinación rápida y uniforme es usando las esteras
(petates) de germinación por debajo de las bandejas.

Estas esteras le permiten establecer la temperatura de


acuerdo a los requisitos de las semillas.

Si les provee una buena circulación de oxígeno a sus


plántulas durante la germinación y al comenzar a crecer les
ayudará a controlar las enfermedades durante esta primera
etapa de su crecimiento.
No podemos controlar las condiciones del campo como lo
podemos hacer dentro de los invernaderos, pero aún
podemos tomar medidas para asegurarnos que las semillas
plantadas directamente en el campo germinen
uniformemente.

Si se plantan cuando las temperaturas del suelo están casi


óptimas acelerará la germinación y la emergencia de las
plántulas. A veces con la prisa de sembrar en la primavera,
las semillas se siembran en suelos que aún están muy
fríos. Esto puede resultar en una germinación lenta,
plántulas débiles y enfermizas y aun en su muerte.

Es mucho mejor retrasar la siembra hasta que los suelos se


hayan calentado.

La temperatura óptima para el crecimiento de las plántulas


puede ser diferente de la temperatura óptima para la
germinación.

Todas las plántulas necesitan bastante luz para crecer. Si


los niveles de luz son bajos o si las plántulas están muy
amontonadas, los tallos se alargan mucho porque las
plantas buscan más luz lo que resulta en trasplantes
débiles y alargados.
Si los niveles de luz son bajos en los invernaderos
considere agregar luces suplementarias para tener un
mejor nivel de luz para las plántulas.

Maduración de las plántulas


El tiempo que necesitan las plántulas para crecer en el
invernadero antes de que estén listas para trasplantar al
campo varía de cultivo a cultivo.

Las plántulas de los tomates y de los chiles pueden tardar


entre cinco a siete semanas para producir, mientras que los
pepinos y las calabazas están listas para ser trasplantadas
después de tres o cuatro semanas en el invernadero.

Pero todos los cultivos necesitan un periodo de


aclimatación antes de trasplantarlos del invernadero al
campo o se dañarán por las condiciones adversas.

La mayoría de los trasplantes pueden aclimatarse


reduciéndoles gradualmente la temperatura en el
invernadero y/o reduciéndoles el riego.

Las plántulas van a mostrar ciertas señales de


marchitamiento, pero no el deje que se marchiten
demasiado.

Después de uno o dos días, si el clima lo permite, coloque


las bandejas fuera de los invernaderos por cinco a siete
días antes de plantarlas. Si está demasiado caliente y
soleado, póngales una sombra o en un lugar sombreado
por los primeros dos días.

Las semillas son la unidad de reproducción sexual de las


plantas y tienen la función de multiplicar y perpetuar la
especie a la que pertenecen, siendo uno de los elementos
más eficaces para que esta se disperse en tiempo y
espacio.

Constituyen el mecanismo de perennización por el que las


plantas perduran generación tras generación. Son también
la unidad móvil de la planta.

Las semillas son el medio a través del cual, aún de manera


pasiva, las plantas encuentran nuevos sitios y
microambientes.

Las semillas son el punto de partida para la producción y es


indispensable que tenga una buena respuesta en las
condiciones de siembra y que produzca plántulas
vigorosas, para alcanzar el máximo rendimiento.

Desde un punto de vista sustentable, es imposible obtener


una buena cosecha si no se parte de una semilla de
calidad, ya que un cultivo puede resultar de una calidad
inferior a la semilla sembrada, pero nunca mejor que ella.
CULTIVADORAS
Fue una de las primeras herramientas que el hombre
empleo para controlar la maleza del terreno.

Hoy por hoy es arrastrado por un tractor de mayor o menor


potencia y no hace tantos años por animales que el hombre
ha domesticado para el tiro de los implementos.

Estas son las partes importantes del implemento


agrícola:
Ruedas.

En la mayoría de los cultivadores que llevan rueda, son


utilizadas para el control de profundidad y en otros casos
también se utilizan para el transporte cuando se trata de
cultivadores plegables de más anchura.

Brazos.

Van sujetos directamente al bastidor y en el otro extremo


llevan sujeto el órgano de trabajo (la reja). Existe una
variada oferta de brazos en el mercado: rígidos, flexibles,
con muelles…

Rejas.

Esta es la parte del implemento que trabaja directamente


el suelo, es la que sufre el mayor desgaste y necesita
cambiar cuando se deteriora.
Rulos y barras de púas.

Estos se pueden acoplar a los cultivadores dependiendo de


los acabados de labor que queremos conseguir. Con ellos
se logra desmenuzar aún más los terrones de tierra y dejar
nivelado el suelo.

Bastidor.

Es una estructura metálica más o menos robusta, en la cual


se amarran el resto de elementos del implemento.

Funciones del cultivador


Siendo un implemento agrícola sencillo de construcción,
este realiza múltiples tareas en el suelo de cultivo, estas
son las más relevantes:

Descompactar el suelo.

Control de vegetación no deseada (malas hiervas).

Esponjar y airear el suelo.

Rotura de terrones.

Preparación de la cama de siembra


TIPOS DE LOS CULTIVADORES
La potencia del tractor, es una característica muy
determinante en lo que se refiere al tamaño del cultivador.

Tipo de suelo, para los distintos tipos de suelo ofrecen


diversas ofertas de cultivadores.

Distintos cultivos, cada tipo de cultivo requieren distintas


soluciones, porque no es lo mismo un viñedo, que un
cultivo de trigo.

Son muchas más las características que pueden definir un


tipo de cultivador apropiado para la labor oscilando en
anchuras desde los 2m a 7m y espaciando los brazos
según cada necesidad.

El peso de los implementos también es variable en función


de tamaño, robustez, brazos, resortes…

Bajo el nombre genérico de cultivador se reúne un


conjunto de máquinas agrícolas provistas de brazos, que
en sus extremos llevan rejas muy diversas que cumplen
diferentes funciones.

Entre ellas se pueden mencionar principalmente la labranza


vertical superficial, la eliminación de malezas y de ciertos
cuidados culturales de los cultivos en hileras.
En la mayoría de los casos las rejas son intercambiables,
de modo que una misma máquina puede realizar las tareas
de los distintos tipos de cultivadores con sólo cambiar de
reja. En algunos casos los brazos van provistos de zafes
que permiten levantar la reja cuando se encuentran con
una resistencia muy superior como por ejemplo raíces
leñosas, piedras, etc. evitando su rotura. La profundidad de
trabajo puede ser regulada por el operador.

Mantenimiento de cultivadores
Limpieza del implemento, evitaremos la corrosión en
exceso y podremos ver el estado del mismo con más
facilidad.

Revisión de pérdida de tornillos (pernos) y tuercas,


reposición de los mismos y reapreté de los demás.

Cambiar las partes muy desgastadas como pueden ser las


rejas.

Revisión de fisuras o roturas en las uniones del bastidor y


enganche al tractor.

Reparación de deformaciones del implemento.

Lijar y pintar cuando fuere necesario todo el implemento.

Engrase generoso de las partes mecánicas si las tuviere.


Resguardar bajo techo para evitar las inclemencias
climatológicas.

El cultivador se diferencia del arado cincel .


. Los dientes del cultivador trabajan cerca de la superficie,
normalmente para controlar las malas hierbas, mientras
que los vástagos del arado de cinceles trabajan en
profundidad bajo la superficie, rompiendo la capa dura.

Por consiguiente, el cultivo requiere mucha menos


potencia por vástago que el arado de cincel.

Los cultivadores del tipo dentado suelen tener una forma


similar a los arados de cincel, pero sus objetivos son
diferentes

Los motocultores de tamaño similar combinan las funciones


de la grada y el cultivador en una sola máquina polivalente.

En el caso de los tractores de dos ruedas, suelen estar


fijados de forma rígida y se accionan mediante
acoplamientos a la transmisión del tractor.

En el caso de los tractores de cuatro ruedas, suelen fijarse


mediante un enganche de tres puntos y son accionados por
una toma de fuerza. El enganche de la barra de tiro
también se sigue utilizando comúnmente en todo el mundo.
Las labores de labranza dejaron de realizarse con la
introducción de la siembra directa en los cultivos
extensivos, pero siguen realizándose en muchos cultivos
intensivos.

idea de juntar varias azadas y aplicar la fuerza de un


animal de trabajo para arrastrarlas dio lugar a la rastra de
dientes, que aunque es más reciente que la azada, sigue
siendo bastante antigua.

Estos nuevos cultivadores eran arrastrados por animales


de tiro (como caballos, mulas o bueyes) o eran empujados
o arrastrados por personas, según las necesidades y la
disponibilidad de recursos.

Al principio utilizaba el motor del tractor de vapor de su


padre como fuente de energía, y descubrió que el suelo
podía ser labrado mecánicamente sin que se produjera un
apilamiento de la tierra, como ocurría con el arado normal.
En marzo de 1922, Howard constituyó la empresa Austral
Auto Cultivators Pty Ltd, que posteriormente pasó a
llamarse Howard Auto Cultivators. Tuvo su sede en
Northmead, Nueva Gales del Sur, un suburbio de Sidney, a
partir de 1927.3

Mientras tanto, en Norteamérica, durante la década de


1910, los tractores evolucionaban desde los monstruos del
tamaño de un motor de tracción hacia máquinas más
pequeñas, ligeras y asequibles.
El tractor Fordson, en particular, había hecho que los
tractores fueran asequibles y prácticos para las pequeñas y
medianas granjas familiares por primera vez en la historia.
Entre 1915 y 1920, varios inventores y empresas de aperos
de labranza experimentaron con una clase de máquinas
denominadas motocultores, que no eran más que
motocultores modificados del tipo de los de tiro de caballos
a los que se añadían motores para su autopropulsión.

Esta clase de máquinas tuvo un éxito limitado en el


mercado. En Australia, en la década de 1930, Howard tenía
cada vez más dificultades para satisfacer la creciente
demanda mundial de exportaciones de sus máquinas

En la agricultura comercial moderna, la cantidad de cultivos


realizados para el control de las malas hierbas se ha
reducido en gran medida mediante el uso de herbicidas.
Sin embargo, los herbicidas no siempre son deseables, por
ejemplo, en la agricultura ecológica.

Así, el control de las malas hierbas con herbicidas se


adoptó de forma muy generalizada, y en algunos casos de
forma excesiva y precipitada.

En décadas posteriores, la gente superó este desequilibrio


inicial y se dio cuenta de que el control herbicida de las
malas hierbas tiene limitaciones y externalidades, y que
debe gestionarse de forma inteligente.
Tipos de cultivadores

Cavadora: similar al escarificador, pero de rejas algo más


anchas para ser usadas en suelos con abundantes
residuos vegetales.

Escarificador: es un cultivador provisto de robustas rejas


angostas alargadas para realizar una labranza secundaria
vertical que disgregue un suelo excesivamente compactado
después de la labranza primaria.

Escardillo: cultivador con rejas menos anchas que el


aporcador cuya finalidad es la eliminación de malezas que
crecen entre hileras de los cultivos, y no la acercar tierra al
cultivo como el carpidor. Es la tarea que antes se realizaba
manualmente con azadas.

Aporcador o carpidor: cultivador provisto de rejas anchas


que arrojan la tierra a ambos lados.

Son como dos pequeños cuerpos de arado que aporcan la


tierra hacia la derecha e izquierda dejando un pequeño
surco. Se usan en cultivos en hileras como el maíz, la soja,
etc.

Extirpador: cultivador con rejas de alas anchas planas,


llamadas también cola de golondrina o pie de pato, que
operan en sentido horizontal bajo la tierra cortando las
raíces de las malezas. De esta forma se evita la remoción
de la tierra. Esto es particularmente importante cuando
existe peligro de erosión del suelo.

Los cultivadores industriales pueden variar mucho en


tamaño y forma, desde 3,5 m hasta 25 m de ancho.
Muchos están equipados con alas hidráulicas que se
pliegan para facilitar y hacer más seguro el desplazamiento
por carretera.

Se utilizan diferentes tipos para la preparación de los


campos antes de la siembra y para el control de las malas
hierbas entre los cultivos en hilera.

El cultivador puede ser un implemento arrastrado tras el


tractor mediante una barra de tiro; montada en el enganche
de tres puntos; o montada en un bastidor bajo el tractor.

Los cultivadores de campo se utilizan para completar las


operaciones de labranza en muchos tipos de campos de
cultivo.

La función principal del cultivador de campo es preparar un


lecho de siembra adecuado para el cultivo que se va a
plantar, enterrar los residuos de la cosecha en el suelo
(ayudando a calentar el suelo antes de la siembra),
controlar las malas hierbas, y mezclar e incorporar el suelo
para asegurar que el cultivo en crecimiento tenga suficiente
agua y nutrientes para crecer bien durante la temporada de
crecimiento.

El apero tiene muchos vástagos montados en la parte


inferior de un bastidor metálico, y pequeñas varillas
estrechas en la parte trasera de la máquina que alisan la
superficie del suelo para facilitar el desplazamiento
posterior al plantar. En la mayoría de los cultivadores de
campo, los cilindros hidráulicos de uno en uno suben y
bajan el implemento y controlan su profundidad.

Cultivadores de hileras

La función principal del cultivador de hileras es el control de


las malas hierbas entre las hileras de un cultivo
establecido.

Los cultivadores de hileras suelen subirse y bajarse


mediante un enganche de tres puntos y la profundidad se
controla mediante ruedas de medición.

Cultivadores de jardín

Los equipos de labranza pequeños, utilizados en jardines


pequeños, como los huertos domésticos y los pequeños
jardines comerciales, pueden realizar tanto la labranza
primaria como la secundaria. Por ejemplo, un motocultor
realiza tanto el "arado" como el "rastreo", preparando un
lecho de siembra suave y suelto. No proporciona el control
de las malas hierbas en la hilera que harían los dientes del
cultivador.

Para esa tarea, existen cultivadores dentados que pueden


ser empujados por una sola persona.

Un tractor japonés de dos ruedas

Los rotocultivadores son un tipo de cultivador popular entre


los jardineros domésticos que desean tener grandes
huertos.

Una pequeña azada rotatoria para jardines domésticos era


conocida por la marca Rototiller y otra, fabricada por el
Grupo Howard, que producía una gama de motocultores,
era conocida como Rotavator.

Rototiller: El pequeño rototiller suele ser propulsado por un


1-5 caballos (1-5 CV) motor de gasolina que hace girar las
púas, algunos tienen ruedas motorizadas, aunque pueden
tener una(s) pequeña(s) rueda(s) de control de
transporte/nivel. Para evitar que la máquina avance
demasiado rápido, suele fijarse una púa ajustable justo
detrás de las cuchillas, de modo que, mediante la fricción
con el suelo no labrado más profundo, actúa como freno,
ralentizando la máquina y permitiéndole pulverizar los
suelos.
Cuanto más despacio avance una rotocultora, más suelo
tilth se puede obtener. El operador puede controlar la
cantidad de fricción/freno subiendo y bajando el manillar de
la fresadora. Durante el funcionamiento, el rotocultivador
puede ser tirado hacia atrás para pasar por encima de las
áreas que no fueron suficientemente pulverizadas, pero se
debe tener cuidado para asegurar que el operador no
tropiece y tire el rotocultivador encima de sí mismo.

El rotocultivador es mucho más rápido que el laboreo


manual, pero es un trabajo notoriamente difícil de manejar
y agotador, especialmente en los modelos más pesados y
de mayor potencia.

Si las cuchillas del rotocultor se enganchan con objetos del


subsuelo que no se ven, como raíces de árboles y basura
enterrada, puede hacer que el rotocultor se mueva abrupta
y violentamente en una dirección inesperada.

La caja de cambios permite ajustar la velocidad de avance


mientras que la velocidad de rotación de las púas
permanece constante, lo que permite al operador regular
fácilmente el grado de enganche del suelo.

En el caso de un rotavator de tractor de dos ruedas, esto


reduce en gran medida la carga de trabajo del operador en
comparación con un rotocultor. La palabra "Rotavator" es
uno de los palíndromos más largos de la lengua inglesa.
Minitriturador: Los minitrituradores son un nuevo tipo de
cultivadores agrícolas pequeños utilizados por los
agricultores o los propietarios de viviendas. También se
conocen como motocultores o motocultores de jardín.
Compactos, potentes y, lo que es más importante, baratos,
estos motocultores agrícolas están proporcionando
alternativas a los tractores de cuatro ruedas y en los
campos de los pequeños agricultores de los países en
desarrollo son más económicos que los tractores de cuatro
ruedas.

También se conocen como tractores de arrastre o tractores


a pie. Hace años se consideraban útiles sólo para las
zonas de cultivo de arroz, donde estaban dotados de
ruedas-jaula de acero para la tracción, pero ahora se
utilizan tanto en la agricultura de secano como en la de
humedales en todo el mundo.

Tienen múltiples funciones con herramientas relacionadas


para las tierras de secano o paddys, el bombeo, el
transporte, la trilla, la zanja, la pulverización de pesticidas.
Pueden utilizarse en colinas, montañas, en invernaderos y
huertos.

Partes de las cultivadoras


Estas son las partes importantes del implemento agrícola:
Brazos. Van sujetos directamente al bastidor y en el otro
extremo llevan sujeto el órgano de trabajo (la reja). Existe
una variada oferta de brazos en el mercado: rígidos,
flexibles, con muelles…

Ruedas. En la mayoría de los cultivadores que llevan


rueda, son utilizadas para el control de profundidad y en
otros casos también se utilizan para el transporte cuando
se trata de cultivadores plegables de más anchura.

Bastidor. Es una estructura metálica más o menos robusta,


en la cual se amarran el resto de elementos del
implemento.

Rejas. Esta es la parte del implemento que trabaja


directamente el suelo, es la que sufre el mayor desgaste y
necesita cambiar cuando se deteriora. La oferta de rejas en
el mercado es muy amplia en lo que se refiere o formas y
calidades de aceros.

Rulos y barras de púas. Estos se pueden acoplar a los


cultivadores dependiendo de los acabados de labor que
queremos conseguir. Con ellos se logra desmenuzar aún
más los terrones de tierra y dejar nivelado el suelo.
Sistema de enganche o yuguillo. Conecta el tractor
directamente con el implemento agrícola, la mayoría de los
casos engancha por tres puntos.

Tipos de cultivadoras

El cultivador es uno de los aperos más importantes en


agricultura, ya que tiene un gran impacto sobre el
rendimiento de los cultivos.

Esto hace que la elección del cultivador tenga cada vez


más relevancia en los procesos.
El sector agrícola se ha globalizado y hay tanta tipología de
maquinaria y herramientas, que conviene hacer un análisis
de las principales ventajas y características de los
cultivadores, en este caso.

En este post nos centraremos en explicar las principales


diferencias de cada tipo de cultivador para que te sea más
fácil elegir el modelo que mejor encaje con tus necesidades
prácticas.

Cuál es la función de los cultivadores

Los cultivadores están diseñados para llevar a cabo labores


de conservación del terreno, ya que, aunque trabajan sobre
la superficie de la tierra, mantienen gran parte del rastrojo.
Esto permite conservar a la perfección la capa de
protección del suelo y evitar que tenga un impacto negativo
sobre el nivel de los nutrientes del suelo.

Además, es uno de los aperos más usado para la


preparación del campo de siembra, ofreciendo un resultado
mucho más óptimo del que se podría conseguir con otro
tipo de maquinaria agrícola.

Existen una gran variedad de cultivadores en el mercado y


cada uno ofrece unas características diferentes que los
hacen mejores para ciertos terrenos o tareas.

Saber diferenciar los distintos tipos de cultivadores te va a


permitir seleccionar aquellos modelos que más se adapten
a tus necesidades.

Los cultivadores se pueden clasificar en dos tipos: los


cultivadores chisel, dentro de los cuales están los chisel y
semi chisel, y los cultivadores.

Las maquinarias para cultivar chisel son las más pesadas y


cuentan con unos brazos más altos que los cultivadores
para trabajar la tierra a una mayor profundidad.

A diferencia de los cultivadores este modelo está diseñado


para realizar el laboreo primario, ya que trabaja de forma
mucho más eficiente los terrenos problemáticos.
El cultivador general, a diferencia de los chisel es mucho
más ligero y tienen unos brazos más cortosCuándo usar un
cultivador chisel o un cultivador semi chisel

Como hemos comentado, los cultivadores chisel están


preparados para trabajar sobre las superficies más
problemáticas, donde otros aperos se romperían o tendrían
muchos problemas para realizar el trabajo. Además, se
caracterizan por ser máquinas muy robustas, ya que están
diseñadas para trabajar desde los 5 hasta los 35 cm de
profundidad.

Aunque los cultivadores chisel y semi chisel realizan la


misma función, existen pequeñas diferencias entre ellos
que hace que cada uno sea mejor para una determinada
tarea o para un tipo de terreno concreto.

El cultivador chisel trabaja mucho mejor sobre los terrenos


más duros que el semi chisel, puesto que presenta una
estructura mucho más robusta y mejor preparada para el
desgate que puede suponer la composición de estos
terrenos.

Por otro lado, el cultivador semi chisel ofrece mejores


resultados cuando únicamente se quiere trabajar sobre los
rastrojos, puesto que pueden incorporar los residuos de la
cosecha anterior sin ningún problema.
Aunque, a diferencia del cultivador chisel, no está
diseñado para trabajar sobre terrenos problemáticos,
funciona muy bien sobre la mayoría de suelos.

La incorporación de rastrojo, paja y otros residuos


vegetales facilita la aceleración de la descomposición para
una obtención más rápida del nutriente.

Además, permite a los agricultores el empleo de la


humedad del suelo inmediatamente después de la cosecha
para establecer un clima óptimo en el que los microbios
pueden prosperar y desarrollar una labor óptima.

Esto también permite establecer la cama de siembra para


cultivos intermedios, como la mostaza y el rábano.

Por otra parte, anula la principal fuente de alimentación de


las babosas, actuando así como una medida de control de
plagas.

Preparación de la cama de siembra en sistema de labranza


de mínimo laboreo o laboreo vertical El cultivo con rastrojos
permite la incorporación de materia orgánica al suelo y
hace que la zona de raíces pueda acceder a la humedad y
los nutrientes.

El laboreo con rastrojos es la mejor manera de eliminarlas.


La profundidad de trabajo se puede ajustar en función de la
profundidad de la huella de la rueda. A su vez, esto
asegura una mejor colocación y germinación de la semilla.
Hay otras ventajas, como la mayor estabilidad en las
posteriores pasadas del pulverizador, al haberse eliminado
los caballones del terreno, y la menor fatiga del operador
en las operaciones siguientes con el tractor.

CONCLUSIÓN.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

https://es.slideshare.net/Maxalime/la-siembra-43413210

https://agrospray.com.ar/blog/metodos-de-siembra/

https://boletinagrario.com/f796,tipos-sembradoras.html

https://mecanizacionagricolafca.files.wordpress.com/
2012/06/sembradoras1.pdf

https://www.buenastareas.com/ensayos/Sembradoras-En-
Hileras/43918978.html

https://agrospray.com.ar/blog/metodos-de-siembra/

https://es.slideshare.net/Maxalime/la-siembra-43413210

https://www.ecured.cu/Siembra
https://www.javeriana.edu.co/pesquisa/por-que-es-
importante-sembrar-un-arbol-y-mejor-aun-si-es-especie-
nativa/

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