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El tema que se va a tratar, es el cumplimiento de las obligaciones; es un tema volitivo, subjetivo, pero
normado por la ley; el cual sienta bases y certeza jurídica tanto para el acreedor como para el deudor que
esas obligaciones se van a cumplir o se van a ejecutar.
Satisfacer ambas partes, en cuanto al cumplimiento de las obligaciones es un tema muy difícil y extenso,
por ello el derecho venezolano nos entrega herramientas que permiten la sana convivencia de los
actuantes, y vamos a tratar lo principal y primordial, que se debe tener en cuenta a la hora de asesorar las
implicaciones o los efectos de las mismas, que, de lado y lado, se pueden generar.
DESARROLLO
Cuando hablamos del cumplimiento de las obligaciones hablamos de la realización de la prestación por el
deudor a favor del acreedor, con la consiguiente satisfacción del interés de éste y la extinción de
la obligación. Nacida de la relación obligatoria, el deudor tiene tan solo dos alternativas: cumplimiento o
incumplimiento del contrato. Obviamente el derecho y el acreedor espera que el deudor siempre cumpla.
Por lo tanto, entendemos por cumplimiento, en palabras sencillas, como, la ejecución de la prestación
debida. La ley impone al deudor la obligación de cumplir y el acreedor tiene derecho de exigir el
cumplimiento.
El C.C.V. en su artículo 1.264; señala que el deudor debe cumplir su obligación tal cual se ha obligado,
y que es responsable de daños y perjuicios en caso de contravención.
La obligación puede ser de lo más variada como, por ejemplo: reparar una estatua, fabricar una mesa,
entregar un caballo, transportar una mercancía, etc.
El deudor debe colocar en el cumplimiento de la obligación el grado de diligencia que haya convenido
con el acreedor. Se entiende por diligencia, al empeño, a la dedicación, al esmero, o al esfuerzo, que
le pone para realizar o resolver un asunto.
La naturaleza jurídica del pago tiende a ser uno de los temas mas controvertidos del derecho. Desde
que es un hecho jurídico; un acto jurídico o un negocio jurídico. Por eso aquí vemos dos corrientes una
corriente de concepción negocial y otra corriente de concepción real. La primera encuentra el pago un
negocio jurídico unilateral y bilateral, dependiendo de la cooperación requerida del acreedor en el
cumplimiento de la obligación. En el pago de las obligaciones de no hacer, en las cuales no se requiere
para nada la cooperación del acreedor, se afirma que se está en presencia de un negocio jurídico
unilateral.
La voluntad del deudor no es necesaria siquiera para conectar la prestación a la obligación, en cuanto
la conexión resulta ya de la correspondencia objetiva entre prestación ejecutada y prestación debida.
Entendemos por pago al modo natural de extinguir una obligación por el cumplimiento de lo debido,
lógicamente para existir, debe haber una obligación preexistente válida.
En primer lugar, el art. 1.178 del C.C. establece que todo pago supone una deuda, lo que ha sido
pagado sin deberse está sujeto a repetición.
En segundo lugar, tiene que haber lo que se conoce con el nombre de Animus Solvendi, esto es, la
intención de extinguir la obligación. Si, por ejemplo, el deudor entrega a su acreedor cierta cantidad de
dinero con ánimo distinto del pago, como, por ejemplo; donación, préstamo; no podrá considerarse que
ha habido un pago propiamente dicho.
En tercer lugar, conseguimos los sujetos del pago; quienes reciben los nombres de Solvens y
Accipiens. Ya no se habla de deudor y de acreedor porque no siempre quien paga necesariamente
tiene que ser el deudor, y no siempre el que recibe el pago tiene que ser necesariamente el acreedor.
En cuarto lugar, conseguimos el objeto del pago; haciendo referencia a la actividad del deudor que el
acreedor espera que aquel ejecute.
CLASES DE CUMPLIMIENTO
Principio de Identidad. El cumplimiento debe ser igual a la prestación pactada, sin importar si el
equivalente es superior a lo pactado. Fundamento. Art. 1.290 C.C.
Estos principios no son más que una derivación de lo establecido en el artículo 1.264 antes enunciado y
referente al cumplimiento.
Se trata de una forma de cumplimiento sucedánea de la ejecución en especie y ocurre cuando ésta
última no es posible. Consiste en la realización, por parte del deudor, de una prestación distinta de
la prometida y con la cual resarce al acreedor del no cumplimento en especie de la obligación
pactada. Este se ampara en el art. 1.264 del C.C.
Por lo general (no en todo caso) la obligación por equivalente se cumple mediante la indemnización
de los daños y perjuicios causados. Si una persona pierde una pierna, ésta no puede ser repuesta,
por lo tanto, el deudor debe pagar los daños materiales y morales causados; sin embargo, el juez
pudiera ordenar hacer un implante de una pierna de titanio por cuenta del deudor y el cumplimiento
no sería totalmente una indemnización.
Del artículo 1271 se deducen los tipos de daños y perjuicios indemnizables:
1.- Los daños y perjuicios compensatorios. (Compensan al acreedor de la no ejecución en especie
de la obligación).
2.- Los daños y perjuicios moratorios. (Resarcen al acreedor del retardo culposo del deudor en la
ejecución de la obligación).
3. Cumplimiento Voluntario
Es el que tiene lugar cuando el deudor por su propia voluntad y sin mediar coacción alguna cumple la
prestación debida, sin la intervención de los órganos jurisdiccionales. Constituye una forma normal de
cumplimiento que no origina problema jurídico alguno, pues no requiere de medios coactivos para lograr la
ejecución de la obligación contraída.
Por su propia naturaleza el cumplimiento forzoso genera daños y perjuicios moratorios, toda vez que dicha
ejecución siempre tendrá lugar con posterioridad al momento convenido, con retraso, lo que causará daños
resarcibles al acreedor, es decir, daños compensatorios.
5. Cumplimiento Directo
Es la ejecución de la prestación debida por la misma persona del deudor que contrajo la deuda. Ya que no
siempre es así.
6. Cumplimiento Indirecto
Consiste en la ejecución de la obligación por un aparte distinta o medios distintos del deudor que la contrajo.
Estos van a depender de la clasificación en función de su contenido de la prestación debida, que distingue
entre obligaciones de dar, hacer y no hacer, dependiendo de estas modalidades así son las consecuencias
jurídicas.
BIBLIOGRAFIA