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Guión

Hipótesis:
Sostenemos que el régimen autoritario de pinochet garantizó la implementación y
consolidación del experimento neoliberal en Chile.

Tiempo Texto Imagen

Video: pero qué


economía más grande

Video bombardeo

Caras explican la
situación (vídeo
desabastecimiento)

Voz en off: Filmina


características militares

Caras explica que


necesitaban sacar a
Allende

El problema económico Filmina


(Audio)

Foto de los chicago


boys. Panel sobre sus
caras y nombres

Caras explican el
monetarismo

Filmina de Hayek valor


intrínseco

Caras explican los


fundamentos de las
medidas

Voz en off: medidas


Muchos de los chilenos
se sentían excluidos de
los beneficios de la
recuperación económica.
La renta era
excesivamente desigual,
los salarios eran
inferiores en un 13% a
los de 1981, se procedió a
una reducción de gastos
en sanidad y educación.
La mayoría de la
población estaba al
corriente de los abusos
generalizados y las
violaciones a los
derechos humanos.
Asimismo, el privatizado
sistema de seguridad
social que proporcionaba
beneficios a aquellos que
podían estar inscriptos.
Más del 50% excluido de
la población que tenía
que soportar un sistema
deficiente, permite
explicar el porqué de la
votación. Aun así, las
implacables medidas del
gobierno de Pinochet
habían creado un estado
más pequeño y mas
eficiente,por lo que si
bien muchos estuvieron
de acuerdo con hacer
concesiones y volver al
sistema democrático,
pero había pocos deseos
de incrementar el rol del
estado, y hasta que
recuperase su antiguo
dominio de la economía.
El gobierno entrante, aun
cuando también se
propusiera aumentar los
ingresos impositivo,
quería mantener la
prospera economía
basada en la exportación
y acogió con los brazos
abiertos las inversiones
extranjeras,

Introducción

Guión:

Hipótesis:

Sostenemos que el régimen autoritario de pinochet garantizó la implementación y


consolidación del experimento neoliberal en Chile.

La vía chilena al socialismo, los militares y la salvación nacional:


En un contexto de intensa polarización social y malestar económico, el 11 de
septiembre de 1973, un grupo de militares, encabezados por Augusto Pinochet,
bombardearon el palacio de La Moneda y, tras el suicidio del presidente Salvador
Allende, establecieron una Junta Militar que gobernaría Chile durante los
próximos 17 años.

Durante el gobierno de Salvador Allende, que con su elección dió lugar a la vía
chilena al socialismo, Chile se vió en una situación de inestabilidad social, política,
y económica, vinculada especialmente al fortalecimiento de la oposición de
derecha, que contó con el apoyo financiero de la CIA durante el gobierno de
Richard Nixon, pero también al desorden en el interior de su propia administración
y la creciente tensión entre las masas politizadas.

Si bien en su programa de reformas económica había buenos resultados durante el


primer año en cuanto a indicadores de crecimiento, inflación y salarios reales,
rápidamente la inflación superó el 500% y el déficit fiscal el orden de un 25% del
producto, sumado a una posición de pagos tan frágil que las reservas
internacionales sólo rendían para unos días de importaciones. El gobierno había
avanzado lesionando fuertes intereses económicos sin tener el respaldo político
necesario para ello.

En 1972, el ejército había ingresado al gabinete en un esfuerzo por restaurar cierto


grado de serenidad política, pero esto inició un proceso de división al interior de
las fuerzas armadas. Por otro lado, otros eventos habían contribuido al progresivo
tensionamiento de las relaciones entre el gobierno y el ejército, como la existencia
de la guardia personal de Allende, el “grupo de amigos del Presidente” cuyos
miembros procedían de la extrema izquierda de la Unión Popular, o la visita de
Fidel Castro al país en 1951, que alimentó el rumor acerca de la presencia de
revolucionarios de otros países latinoamericanos.

Sin una ideología sólida u objetivos claros a largo plazo, en el grupo militar se
formó una cohesión inspirada en la estructura de mando y de la adhesión a algunas
doctrinas con las que estaban familiarizados:

● Los valores castrenses: jerarquía, disciplina y respeto al orden

● La idea de la seguridad nacional: que entiende a la nación como una


esencia o tradición, dañada por la demagogia política y que se encuentra
amenazada por la agresión “antinacional”.

● La aceptación de las desigualdades sociales como orden natural de las cosas


y del gobierno como un sistema esencialmente autoritario

● La definición del marxismo como el principal enemigo de la sociedad.

Estas ideas se consolidaron en una postura política que sostenía que no sólo era
necesario remover del poder a Allende, sino -a partir de ello- construir una
sociedad nueva en la cual las divisiones políticas serían sustituidas por la acción
común a favor de la grandeza nacional.

El golpe militar significó una quiebra en la sociedad chilena:

● Rompió bruscamente con una tradición democrática ininterrumpida


generando un cambió el modo de vida de los chilenos, para muchos de los
cuales tal vuelco tuvo consecuencias muy dramáticas por las políticas
represivas (incluyendo las decenas de miles que partieron al exilio) y por la
aplicación de políticas socioeconómicas de extrema individualismo que
significaron una redistribución regresiva del producto y una cesantía real
permanente muy superior a la histórica.

● Se impuso como criterio ordenador de la sociedad a la doctrina de la


Seguridad Nacional, sustentada en la lógica del enfrentamiento contra el
enemigo subversivo que sólo termina con la aniquilación de éste.

● Enfrentó al gobierno con la Iglesia, a la que acusó de estar infiltrada por el


comunismo y de abandonar su misión espiritual por un humanitarismo
vacío o un activismo revolucionario.

● Colocó en primer plano la utilización de la violencia como modo de zanjar


los conflictos sociales, sin consideración a los métodos usados, por
repudiables que aparezcan ante la conciencia civilizada

El eje central del nuevo gobierno era el ordenamiento de los problemas


económicos, para lo cual necesitaba aprobación, apoyo económico e inversiones
internacionales. De esta manera entró en juego un grupo jóvenes economistas
formados en la Universidad Católica y en Chicago con experiencia en el mundo de
las empresas, el comercio y la política de Chile, que pronto se introdujeron en el
nuevo gobierno como ministros. Este grupo, conocido como “los chicos de
Chicago”, contribuyó al modelo tendiente hacia una reestructuración total de la
economía, la sociedad y el sistema político, que sólo podría llevarse a cabo
mediante estrictos controles autoritarios que eliminaran el caos ocasionado por las
medidas populistas no sólo del gobierno de Allende, sino de toda la política chilena
desde los años 30, lo cual eliminaría la base de las presiones populares en demanda
de concesiones del gobierno.

De esta forma, el monetarismo ofrecía una utopía que se percibió como técnica,
científica y neutral desde el punto de vista ideológico, y que, al presentarse en
función de la “salvación nacional”, sus medidas no debían ser cuestionadas.

Las bases teóricas


El modelo neoliberal, surgido como un paradigma económico en la década
de 1940, adoptó un programa político vinculado al neoconservadurismo
durante los gobiernos de Thatcher y Nixon. Para Perry Anderson, “el
neoliberalismo es un movimiento ideológico a escala verdaderamente
mundial, a comparación del capitalismo. Se trata de un cuerpo de doctrina
coherente, autoconsciente, militante, lúcidamente decidido a transformar
el mundo a su imagen, en su ambición estructural y su extensión
internacional. Algo mucho más parecido al antiguo movimiento comunista
que al liberalismo ecléctico y distendido del siglo pasado”

A partir de la fundación de la sociedad de Mon Pelerin, cuyo propósito


central era combatir el keynesismo y el solidarismo reinante, se fue
generalizando la crítica a la regulación social. A partir de la crisis económica
mundial del 73 que suponía baja tazas de crecimiento y altos niveles de
inflación, estas ideas empezaron a ganar terreno. Proponían como remedio a
la crisis: mantener un Estado fuerte en su capacidad de quebrar el poder de
los sindicatos y en el control de dinero, limitado en los gastos sociales y a las
intervenciones económicas. La estabilidad monetaria debía ser la meta
suprema de cualquier gobierno. Para eso era necesaria una disciplina
presupuestaria, con la contención de gasto social y la restauración de una
tasa natural de desempleo, es decir, la creación de un ejército de reserva para
quebrar los sindicatos.
En este sentido, Chile fue una experiencia piloto para el modelo neoliberal
en los países avanzados de occidente. Su establecimiento durante un régimen
autoritario no fue contradictorio, a los teóricos de esta corriente, tales como
Hayek, plantearon que la democracia no es un valor intrínseco del
capitalismo.

La primera fase: 1973-1982 Se redujeron los aranceles y se descongelaron


los precios. Empezó el proceso de privatización del estado. se devaluó y
unificó el tipo de cambio. Se promulgó un nuevo código de inversiones con
el fin de atraer el capital extranjero”. Pero los indicadores eran positivos:
disminuyó la inflación, la tasa económica creció en un 8% y aumentaron las
exportaciones en un monto de 4.705 millones de dólares. Los primeros años
del gobierno militar no fueron positivos para la economía, por lo que desde
1975 se dió paso, con la aprobación de Pinochet, de un “tratamiento de
choque”, una intensificación de las severas medidas monetaristas.
Fuertemente influenciados por las ideas de Milton Friedman y Friedrich
Hayek, los chicago boys consideraban que el estado había ocupado un papel
demasiado importante, por lo que proponían la reducción de la participación
estatal en el sector productivo, mediante la venta de empresas públicas en
beneficio de los nuevos propietarios.

Se buscó la ordenación de la economía a través de la eliminación del Déficit


y a liberación de los mercados internos y externos, creando la figura del
“Estado Subsidiario”, que se basó en la participación económica del Estado
sólo en caso de que los particulares no asumieran las responsabilidades. Este
modelo se convirtió en la base del crecimiento económico chileno.

Basado en la reducción de las empresas públicas y el fomento a las del tipo


privada, se implementarán las siguientes medidas:

1. Reducción de la intervención estatal mediante: La economía de


libre mercado
2. Privatización de las empresas nacionales, lo cual provocó el
desempleo de un 18% de la fuerza laboral
3. Flexibilización del mercado laboral, impuestas al sindicalismo
obrero
4. Legislaciones laborales donde los trabajadores eran remplazado y
contratados bajo criterios del empleador, asimismo estos no
gozaban de indemnización en caso de renuncias y/o despidos.
Aumentado de esta forma el poder del empresario sobre los
trabajadores
Desde 1972 a 1978 se producen reducciones significativas de los gastos
sociales per capita en educacion, sanidad, seguridad social y vivienda. Sin
embargo, el costo social fue también alto: Aumentaron el desempleo, los
salarios bajaron a unas tres cuartas partes de su total en 1970, la distribución
de la renta fue cada vez más inequitativa y bajó el consumo en un 20%.
Además, el número de trabajadores industriales bajó un 22% entre 1973-
1980.
Sin embargo, las medidas fueron apoyadas por amplios sectores de la
sociedad que tenían un recuerdo negativo del gobierno de la Unidad Popular
y que mantuvieron su lealtad incluso cuando los beneficios prometidos no se
hicieron realidad. Por otro lado, las vías de movilización popular y
manifestación del descontento eran mínimas: se crea una policía secreta, la
DINA bajo su propio control personal, mantenidas con fondos recaudados
de las privatizaciones de empresas estatales. Su gobierno violaba
constantemente los derechos humanos, la oposición se veía muerta o
exiliada. también el gobierno controlara los medios de comunicación “la
prensa y los demás medios de comunicación no estaban solo estrictamente
controlados, sino que también se usaban para transmitir propaganda
gubernamental. Las universidades fueron puestas bajo control militar, se
prohibieron ciertas disciplinas y muchos catedráticos y estudiantes fueron
expulsados. los sindicatos fueron intervenidos, divididos y controlados de
forma parecida” . reformas de forma drástica y decidida: provocaron la
desregulación, desempleo masivo, represión sindical y privatización de los
bienes públicos sin cumplir

Una apertura al comercio exterior permitió que el mercado dirija la inversión


a los sectores más dinámicos y competitivos del país, que por lo general eran
los orientados a la explotación de recursos naturales para exportación; “este
nuevo sistema empezó a ver que todas las medidas buscaban reducir el rol
del Estado en favor del sector privado”. Para lograr un rápido crecimiento,
era indispensable captar fuertes sumas de capital en el extranjero, debido a
que la capacidad de ahorro interno había sido mermada por la crisis
económica que había vivido el país.

Esta nueva política de endeudamiento produce una modificación en el


destino de los préstamos que, en un inicio, iban a proyectos concretos
vinculados principalmente a la producción como minería e industria,
pasando posteriormente al sector financiero nacional. Después de una
política cautelosa en materia de endeudamiento, el gobierno facilitó el
ingreso de capitales por medio de interpretaciones y flexibilizaciones en la
legislación, que favoreció al sector privado y, en especial, a la banca
nacional.
Con respecto a la banca internacional durante este momento vemos que ésta
adquirió una capacidad de préstamo que no poseía en la década de los
sesenta, debido a “una extraordinaria transferencia de los recursos de los
países desarrollados a los países periféricos”, hecho que facilitó el
endeudamiento de los países en vías de desarrollo. Esta liquidez
internacional no podía durar para siempre, pero el equipo económico,
proyectando una mayor permanencia de estas condiciones, mantuvo intacta
la política de fomento al endeudamiento. A diferencia de los tiempos
anteriores, la mayoría de los préstamos eran del sector privado y se suponía
que eran destinados a inversiones que aseguraban el pago de la deuda.
Por último, “los dineros administrados por la banca y una ley que no
impedía los préstamos relacionados, permitió la creación de grandes
grupos económicos con base en el sistema financiero”. Estas
concentraciones en manos de los grupos económicos relacionados
condujeron a la compra de las carteras vencidas por parte del Banco Central
y la intervención de la banca nacional, sumando al aval del Estado a la deuda
privada para garantizar el pago de esta a la banca internacional .
Este modelo, con sus deficiencias, se mantuvo sin interrupciones hasta la crisis
financiera internacional que tuvo lugar en Argentina, Brasil, México,Venezuela e
incluso Cuba, que se hizo notar mayormente en 1983 y en principio en cuanto al
pago de la deuda, la crisis según los militares fue consecuencia de la recesión
internacional. Las consecuencias si bien afectan a todos los países implicados, el
descenso del precio del cobre, la suba constante del precio del petróleo y los
intereses del mercado internacional hicieron mayor efecto en Chile. La deuda
externa subió 17.100 millones de dólares y el pago de la deuda externa empezó a
representar casi el 15% del PBI. La situación tensa obligó al Estado a intervenir en
bancos y centrales financieras, que no habían sido regulados desde el inicio del
gobierno militar y por lo cual las inversiones hechas por privados no tenían
garantía. Por ello, fue necesario implementar una serie de severas medidas
impuestas por el FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano que
desembocaron en la devaluación monetaria y el aumento del desempleo en un
31%.

Durante este período, el PBI descendió un 14%. Por su parte el déficit de la


cuenta corriente de la balanza de pagos supera el 20% al total de las exportaciones
y representa casi el 15% del PBI , la preocupación fue de los banqueros ya que las
sumas de dinero que el país necesitaba eran inalcanzable y los intereses demasiado
altos. Una serie de quiebras empresariales fueron consecuencia de la restricción
de créditos internos y la negativa a cambiar el tipo de cambio sobrevalorado, para
el mes de noviembre el Estado se vio obligado a intervenir en cuatro bancos y
cuatro financieras, sin embargo el mismo no había regulado el sistema bancario
hecho que tuvo graves efectos negativos, en consecuencias los depositantes
confiaron sus empréstitos a el sector privado. La deuda externa equivalía al 80%
del PBi en comparación con 8,2% de 1970. Irónicamente, el Estado era el dueño
de la mayor parte del sector financiero, y por ende de gran parte de la industria
nacional, los bancos internacionales obligaron al gobierno a incluir la deuda del
sector privado en su renegociación.

Después de la recesión de 1982-1983 la recuperación fue firme y sostenida, con


dicha recuperación económica el gobierno pudo recompensar a algunos de sus
seguidores y restaurar la confianza de los empresarios, parte de la derecha apoyaba
la permanencia en el poder de Pinochet hasta 1997, y en general la continuidad del
sistema autoritario como también de la economía de mercado libre, con o sin el
mismo líder político. Con la recuperación el crecimiento aumento hasta cifrarse
alrededor del 5% anual de 1986 a 1989, la inflación siguió contenida, el paro
descendió hasta aproximadamente el 12%, la suba del precio del cobre y las
ganancias de exportaciones posicionaron una situación favorable en cuanto al
exterior. Aunque las protestas continuaron, era notoria la debilidad de la oposición
contra la autoridad del gobierno.

Si bien, el presidente y sus consejeros se encontraban confiados respecto al apoyo


de la sociedad, les resultaba cómodo el plebiscito que se celebraría en enero de
1989. Internamente los referentes de las fuerzas armadas preferían un candidato
civil más joven, esto cedieron ante la presión de la junta militar.

La base de la confianza se debe en gran medida al apoyo indudable del ejercito a


nivel regionales que, junto a los gobernadores, autoridades provinciales y alcaldes
de ciudades, asegurasen que el gobierno de cualquier modo el apoyo de la mayoría.
Asimismo, contaba con el control de los medios comunicacionales que disparaban
discursos de una recuperación económica, la incertidumbre de la política y la
situación económica de los vecinos latinos.

La oposición en conjunto firmo un pacto para la organización del voto en contra,


sin embargo, la derecha excluida de las campañas políticas, indicaban que la
campaña oficial estaba mal organizada. El plebiscito era una oportunidad limpia y
libre de elegir por lo que la participación fue masiva, de un electorado de
aproximado 7,4 millones el 97% acudió a las urnas. El resultado fue el 55% a favor
del no y un 43% a favor del sí.

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